En una isla frente a la costa de Puerto Rico, tuvo lugar un fascinante experimento con simios.
Los resultados podrían darnos una comprensión más profunda de la economía del comportamiento, la psicología del riesgo y podría explicar por qué nuestras economías sufren crisis financieras periódicas.
El experimento involucró seis monos capuchinos que llevaban el nombre de personajes de películas de James Bond.
Los investigadores los entrenaron para que intercambiaran pequeñas fichas de metal por comida. Los pusieron en un pequeño mercado donde les ofrecerían diferentes alimentos a diferentes precios.
Una de las que "comerciaba" con los monos fue Laurie Santos, profesora de ciencia cognitiva y psicología en la Universidad de Yale.
"Podríamos usar ese escenario para preguntarnos ¿los monos le prestan atención a cosas como el precio? ¿Están tratando de maximizar sus simiomonedas?", explica.
"Lo que nos sorprendió fue que, con muy poco entrenamiento, los monos compraban a los vendedores que les daban comida a menor precio", dice Santos. "Entonces, si obtenían el doble de comida por una ficha, compraban allí más a menudo".
Los monos también mostraron otros rasgos similares a los humanos, como el oportunismo. Intentaban agarrar cualquier ficha que quedara tirada mientras los científicos no prestaban atención. Ese comportamiento también mostró que los monos consideraban las fichas como objetos valiosos.
Sin embargo, es la actitud hacia el riesgo que mostraron los monos la que podría contener las lecciones más intrigantes para nosotros los humanos.
Los investigadores introdujeron un elemento de elección en su experimento. Los monos podrían comerciar con una de dos personas. Una de ellas les daba dos piezas de comida, uvas en este caso, a cambio de una ficha. Era una opción segura y sin pérdidas.
Pero la otra persona les daba una uva o tres uvas, a cambio de su ficha. Esta opción implicaba más riesgo, ya que la mitad de las veces recibían una uva y la otra mitad tres.
Traducido a términos humanos: tienes una opción, puedes obtener US$$2.000 garantizados o tienes un 50% de posibilidades de obtener US$1.000 y una probabilidad del 50% de obtener US$3.000.
Las decisiones financieras no siempre son fáciles.
¿Qué opción elegirías?
La mayoría de las personas optan por la opción segura: toman los US$2.000. Eso es también lo que hacen los monos.
Hasta aquí todo bien. Los simios son, después de todo, nuestros parientes animales más cercanos. Compartimos una historia evolutiva. Sin embargo, una vez que el experimento se ajustó para que los monos tuvieran las mismas opciones, pero desde un punto de partida diferente, sucedió algo fascinante.
En esta modalidad, el mono entra y ve que ambos vendedores tienen tres uvas cada uno, por lo que el mono probablemente piensa "ah, hay oportunidad de obtener tres uvas".
¿Apuestas fuerte o prefieres ir por lo seguro?
Uno de los vendedores es seguro, siempre hace lo mismo...cuando el mono le entrega la ficha, aunque tiene tres uvas, solo le entrega dos y se queda con una. Para el mono "es es una pérdida fija, pequeña pero fija", explica Santos.
El segundo vendedor implica un riesgo: a veces le da al mono las tres uvas, pero a veces se lleva dos y solo le da una uva al mono.
De nuevo, veamos eso de otra manera: comienzas con US$3.000, ahora tienes una opción. O tomas una pérdida garantizada de US$$1.000 que te deja con solo US$2.000 o apuestas. Si apuestas la mitad del tiempo, perderás US$2.000, lo que te deja solo US$1.000, pero la otra mitad del tiempo no perderás nada. ¿Qué harías?
La mayoría de la gente apostará e irá por la opción más arriesgada. Sorprendentemente, también lo hacen los monos. La idea de perder es tan dolorosa que se arriesgarán a una pérdida mayor solo por la posibilidad de no perder nada.
http://www.bbc.com/mundo/vert-cap-43875959
lunes, 4 de junio de 2018
domingo, 3 de junio de 2018
Entrevista a John Bellamy Foster. El fantasma del marxismo
Gordan Stošević e Ivan Popović
Il grido del popolo
Traducido por Héctor R. López
John Bellamy Foster es profesor de sociología en la Universidad de Oregón y editor de Monthly Review, su trabajo aborda temas de economía política del capitalismo, crisis económica, crisis ecológica y teoría marxista.
¿La ideología marxista es relevante hoy? ¿O es que solo tenemos "restos" de ella aplicada en los grupos parlamentarios quienes se apegan a la casa socialdemócrata dominante y básicamente tienen los mismos programas que los partidos de derecha?
No hay duda de que la crítica teórica marxista del capitalismo es más relevante hoy más que nunca y ejerce una influencia enorme y creciente en muchas partes del mundo, una señal de la profunda crisis del sistema, y del aumento de la disidencia. Sin embargo, cómo transformar esto a la práctica es inevitablemente más difícil y varia de un lugar a otro. La política electoral en Norte América y Europa en el presente es principalmente el domino de los partidos capitalistas. Los socialdemócratas se han convertido en liberales sociales con solo una distinción entre ellos y el centro derecha. Esto no es un reflejo de las fuerzas sociales en el terreno, tanto como las restricciones impuestas por el capital a toda la sociedad en la era neoliberal en un contexto de crisis económica, y debido a la reivindicación thatcherista de que ya no había un alternativa al sistema actual. Todo esto formaba parte de la narrativa del "fin de la historia": la noción de que el liberalismo/capitalismo era el único camino que le quedaba al futuro tras la desaparición de sociedades de tipo soviéticas. En esta atmosfera, el capital, que estaba enfrentado su propia crisis de acumulación, ha intentado llevar a cado lo que Gramsci llamó una "revolución pasiva" utilizando su posición hegemónica para cambiar las reglas permanentemente a su favor.
Esto solo condujo, sin embargo, al deterioro de las condiciones generales, reflejadas en estancamiento económico y la financiarización, el incremento de la desigualdad, la crisis ecológica planetaria, la propagación de la guerra, y los peligros generales para la humanidad, todo esto combinado para hacer una farsa de la noción del progreso capitalista. En todas partes, las personas están luchando con estrategias de salida diseñadas para hacer frente a un conjunto cada vez mayor de crisis sociales y ecológicas, y cada vez se considera que estos problemas requieren de una salida del actual sistema de acumulación. El Estado neoliberal está ahora en crisis, requiriendo que los bloques de poder dominante en casi todos los países recurran a los bloques de poder neofascistas como una vía para asegurar el control de la sociedad, es decir, el uso de poder crudo, y las alianzas entre los ricos y una nueva clase media reaccionaria o la pequeña burguesía.
En estas circunstancias los movimientos y las estrategias pueden diferir ampliamente entre países. En Europa Occidental, los Estados Unidos y Japón, es decir, la triada, las luchas radicales más importantes son generalmente extraparlamentarias en la actualidad, aunque el Partido Laborista bajo Corbyn en el Reino Unido representa una lucha parlamentaria crucial, ya que por primera vez la dirección del Partido Laborista está tomando una postura decididamente antiimperialista. En los movimientos del Sur Global que pueden ser vistos como revolucionarios y como auténticos movimientos por el socialismo, se encuentran operando en una gran variedad de esferas. Como ha sido cierto durante más de un siglo, las principales revoluciones han sido encontrada en la periferia y la semi periferia del sistema capitalista. La velocidad con que las crisis económicas y ecológicas de capitalismo se están desarrollando, el debilitamiento del Estado democrático liberal en casi todas partes, y la propagación de la guerra y reacción, hacen que el futuro de la humanidad dependa más que nunca del renacimiento del movimiento por el socialismo y de la creación de una Nueva Internacional, a diferencia de las Internacionales de antaño (aunque cercanamente parecida a la Primera Internacional).
Uno de tus libros se titula La teoría del capitalismo monopolista. ¿Puede darnos una idea del argumento principal? ¿De qué se trata?
La teoría del capitalismo monopolista se enfoca en el análisis de Paul A. Baran y Paul M. Sweezy "El capital monopolista" que fue el desarrollo más influyente de la crítica político-económica marxista y de la teoría de la crisis que surgió en los Estados Unidos. Baran nació en la Ucrania en la Rusia zarista y estudió en la Unión Soviética y Alemania, donde estaba afiliado al Instituto de Investigaciones Sociales de Frankfurt, mientras escribía para el Die Gesellschaft de Hilferding y recibió su doctorado en economía. Después de que Hitler llegó al poder huyó a Polonia donde trabajó para el negocio de la madera de su familia. Pronto se convirtió en el representante de la industria maderera polaca en Londres, y después se fue a Estados Unidos a estudiar economía en Harvard. En la guerra trabajó para la Strategic Bombing Survey a cargo del economista John Kenneth Galbraith. Después de la guerra, tomó un cargo en la Federal Reserve Board y luego fue contratado como profesor de economía en Stanford. Su libro más famoso antes del "Capital Monopolista", fue The Political Economy of Growth (1957), que fue una obra fundamental en la teoría marxista de la dependencia.
Sweezy era hijo del vicepresidente de uno de los bancos de J. P. Morgan, y fue producto de una educación de elite en Exeter y en Harvard. Se sintió atraído por el marxismo durante un año en la London School of Economics y regresó a Harvard donde era un colega más joven del economista conservador Joseph Schumpeter, con quien desarrolló un amista cercana a pesar de sus puntos de vista políticamente opuestos. Sweezy escribió The Theory of Capitalist Development: Principles of Political Economy (1942), que a menudo todavía se considera el trabajo más importante sobre los principios económicos marxistas. Durante la guerra trabajó para la Office of Strategic Services. Después de la guerra renunció a su puesto en Harvard y se convirtió en el editor fundador junto con el periodista e historiador laboral marxista Leo Huberman de Monthly Review, subtitulado An Independent Socialist Magazine, para el cual Albert Einstein escribió su Why Socialism? en el primer número. Sweezy fue blanco de la cacería de brujas anticomunista de McCarthy y se negó a mencionar nombres ni a entregar notas de una conferencia dictada en la Universidad de New Hampshire. Fue acusado de desacato al tribunal y su caso fue a la Corte Suprema de los Estados Unidos, que decidió a su favor, en uno de los casos que llevaron al macarthismo a su fin. La revolución cubana fue fundamental para Baran y Sweezy, y Monthly Review adquirió una identidad primaria como defensor de las revoluciones en lo que entonces se llamaba el Tercer Mundo.
El Capital Monopolista fue un esfuerzo por actualizar la economía política marxista mediante el desarrollo de una teoría de la acumulación en la fase monopolista del capitalismo, dominado por grandes empresas. El análisis se basó en el Capital de Marx, pero se enfocó en las modificaciones en la naturaleza del sistema asociado con la fase monopolista. Económicamente, el análisis estaba extensivamente arraigado en el trabajo del economista polaco Michat Kalecki en sus trabajos como Theory of Economic Dynamics (1962) y en el marxista austriaco Josef Steindl, Maturity and Stagnation in American Capitalism (1952). Pero Baran y Sweezy extrajeron muchas más amplias conclusiones, extendiendo su análisis al Estado y a la sociedad como un todo, enfocándose en el problema de la absorción del excedente económico, lo que les permitió criticar fenómenos como la creciente labor de ventas, la automovilización, el militarismo, el imperialismo y el aumento irracionalidad de un sistema que depende cada vez más de desperdicio económico. El Capital Monopolista argumentó directamente que el estado normal del capital monopolista era el estancamiento secular. Su análisis fue la crítica radical más influyente al capitalismo emergente en 1960 y fue la base principal para el desarrollo de la economía política radical en los Estados Unidos hasta mediados de la década de 1970.
A finales de 1970, sin embargo, hubo un retorno general al movimiento de Marx en el marxismo occidental, que fue enormemente creativo en muchos aspectos, pero que condujo a un rechazo por parte de la izquierda de la idea del Estado monopolista y al retorno a más interpretaciones fundamentalistas de Marx y el marxismo. En el punto de vista fundamentalista, la crítica de Marx al capitalismo era vista como suficiente para el análisis del presente, es decir, tales nociones, como la prevalencia del capitalismo libremente competitivo (incluso respecto a la competencia de precios) y de la importancia inmediata y directa de la tendencia decreciente de Marx de la tasa de ganancia, resucitaron. Incluso, la concentración y centralización del capitalismo, el crecimiento oligopólico, y el incremento de las corporaciones multinacionales fueron minimizados. La economía política marxista de este modo retrocedió en muchos aspectos y se dirigieron una serie de críticas al análisis de Baran y Sweezy, como la afirmación de que habían negado la teoría marxista del valor, y la acusación aún más irracional de que su análisis era de carácter reformista. Mi libro The Theory of Monopoly Capitalism, que apareció en el vigésimo aniversario del Capital Monopolista fue diseñado para responder a estas críticas, mostrar como la teoría se había desarrollado fuera de la propia crítica de Marx, y explorar las contradicciones de la acumulación bajo el capitalismo monopolista. Una reciente edición de mi libro fue publicada en 2014 dando cuenta del debate que surgió en los años intermedios.
Aunque la mayoría de la economía política marxista se refugió de finales de los años setenta hasta la década inicial de este siglo en una escolástica vacía, Sweezy, trabajando con su coeditor posterior, el economista Harry Magdoff, seguido de otros asociados con Monthly Review, desarrolló un poderoso análisis en este período de la relación del estancamiento con la explosión financiera, viendo la financiarización como la principal respuesta al estancamiento económico. También continuaron examinando el crecimiento del capital monopolista en el escenario mundial en forma de corporaciones multinacionales. Este análisis de la monopolización, el estancamiento y la financiarización resultó ser el conjunto más poderoso de ideas sobre el desarrollo contemporáneo de la acumulación y la crisis. El representante más importante de esta línea de pensamiento hoy, que reúne todos sus aspectos, incluida la lucha contra el imperialismo, es Samir Amin, quien recientemente publicó Modern Imperialism, Monopoly Finance Capital y Marx's Law of Value. La teoría del capital monopólico (ahora actualizada como el análisis del capital de monopolio financiero) también ha cobrado un ímpetu adicional en los últimos años mediante el lanzamiento de algunos manuscritos inéditos de Baran y Sweezy asociados al Capital Monopolista (estos desarrollos se discuten en la nueva edición de libro). La importancia perdurable de toda esta tradición radica en lo que Sweezy llamó (en el título de uno de sus libros) "el presente como historia", es decir, la teoría marxista debe extenderse para abordar los cambios dentro del capitalismo mismo.
¿El marxismo tiene un futuro en la política real?
Sí, si realmente estamos hablando de política real, y no del tipo de política organizada -un mero cambio de sillas entre la elite del poder- que sustituye a la política actual. El materialismo histórico sigue siendo la base real de todas las políticas críticas y revolucionarias que desafían al capitalismo en todos los sectores del globo. En este sentido, el fantasma del marxismo aún persigue al capitalismo, un hecho claramente evidente en los incesantes ataques a la izquierda que emanan de la ideología recibida, que hoy tiene poco más que una ideología de miedo para ofrecer en respuesta. El impacto actual de la filosofía de la praxis es obviamente bastante diferente en diferentes partes del mundo. Sin embargo, la crisis global del dominio capitalista es tal que disuelve muchas de estas diferencias. El ritmo del cambio histórico está aumentando hoy como en cada época de transición. El movimiento de hoy hacia el socialismo muestra señales tanto de la fragmentación de la clase trabajadora como de las mayores fortalezas que hoy se logran mediante la lucha co-revolucionaria que apunta a reunir esos diversos intereses. Lo que estamos viendo de muchas maneras es un movimiento más crítico, más revolucionario en su alcance e inclusión de sus objetivos, dirigido a la creación de la igualdad sustantiva. Lo que es más extraordinario en los movimientos marxistas hoy en día, particularmente en América Latina, es su amplitud y creatividad, la incorporación de nuevas lenguas vernáculas y luchas más amplias. Un aspecto crucial de esto es un proceso de autocrítica, aprender del pasado. La verdadera política de hoy es la política revolucionaria; como dice Samir Amin, es "audaz" en sus objetivos.
¿Cuál es el futuro del capitalismo?
El capitalismo, como argumentó el difunto István Mészáros, hace mucho tiempo que pasó su fase ascendente y ahora está en su fase descendente. Al mismo tiempo, su poder de destrucción es incomparable. Hace poco estuve mirando un libro, titulado The Future of Capitalism, escrito hace unas décadas por Lester Thurow, un famoso economista liberal de izquierda progresista en los Estados Unidos. Thurow no era radical, pero era lo suficientemente crítico como para sacar a relucir algunas de las contradicciones del capitalismo, y para una figura del establishment, a veces podía ser absolutamente devastador. En su penúltimo capítulo, escribió con respecto a la relación estructural del capitalismo con el medio ambiente que socava sistemáticamente el futuro. "Cada generación toma buenas decisiones capitalistas, pero el efecto neto es el suicidio social colectivo". En el capitalismo, sugirió, prevalece la anarquía: "¿Quién está al mando del sistema social? Dado que el capitalismo cree que no hay un sistema social, su respuesta es nadie. "La único área donde el capitalismo estaba en mejores condiciones para planificar, argumentó Thurow, estaba en relación con los militares y las formas de represión. Concluyó el libro diciendo que bajo el capitalismo, el peligro era el "estancamiento", incluido el estancamiento de la inversión. "Los problemas intrínsecos del capitalismo visible en su nacimiento (inestabilidad, creciente desigualdad, un proletariado lumpen) todavía están allí esperando ser resueltos".
Por supuesto, Thurow, que fue un gran impulsor de la tecnología, vio la organización de la tecnología como la respuesta a los problemas sociales, en lugar de hacer cambios fundamentales en las relaciones sociales. Estaba lejos de ser un pensador o actor revolucionario. Pero es notable cuán consciente han sido sus principales contradicciones de los impulsores levemente críticos del sistema. Esto fue en la gran era del triunfalismo capitalista que siguió a la disolución de arriba hacia abajo del sistema soviético. Hoy todos conocen las crisis cada vez más profundas de la economía, el crecimiento de la desigualdad en todos los niveles del sistema, el impulso renovado hacia el imperialismo y la guerra, y las amenazas de exterminio de las armas nucleares y un tren desbocado acelerando hacia el fin del medio ambiente. La estructura urbana global se ha convertido en lo que Mike Davis llamó "un planeta de barrios marginales". Las perspectivas futuras para las nuevas generaciones bajo el capitalismo, teniendo en cuenta todo lo anterior, nunca han sido peores. La pregunta es: ¿puede la humanidad trascender este sistema para crear un mundo colectivo y sostenible? No es una cuestión académica, sino de supervivencia.
¿Cuánto más las personas pueden aceptar la brecha entre las clases pobres y las ricas, qué necesita suceder para que podamos ver un cambio?
Lo que las personas pueden aceptar "es siempre una pregunta". Tiene que ver con una gran cantidad de cuestiones más allá de las condiciones materiales tales como, lo relacionado con las formas de control social y hegemonía, la organización en la base, la fusión de fuerzas, la fragmentación o la unidad en los movimientos, la audacia de la respuesta, las fuerzas globales así como nacionales y locales, el espíritu de los tiempos, las revoluciones culturales. No hay una respuesta general. Como Marx dijo "la tradiciones de todas las generaciones muertas pesa como un pesadilla en los cerebros de los vivos". Para la burguesía la pesadilla es la esperanza revolucionaria, las tradiciones, y la creatividad encarnada sobre todo en el marxismo y el socialismo en general. Para los oprimidos la pesadilla consiste en las grandes derrotas que siguen a las victorias del pasado. El cambio revolucionario ocurre cuando la pesadilla de la actual represión excede a la pesadilla revolucionaria del pasado y se vuelve insoportable, y en efecto, cuando el pasado revolucionario se convierte en una fuente de esperanza renovada en la era de la lucha renaciente.
"Las revoluciones proletarias, como aquellas del siglo XIX -escribió Marx en un periodo de derrota- se critican constantemente a sí mismas, se interrumpen continuamente en su propia marcha, vuelven sobre lo que parecía terminado, para comenzarlo de nuevo, se burlan concienzuda y cruelmente de las indecisiones, de los lados flojos y de la mezquindad de sus primeros intentos, parece que sólo derriban a su adversario para que éste saque de la tierra nuevas fuerzas y vuelva a levantarse más gigantesco frente a ellas, retroceden constantemente aterradas ante la vaga enormidad de sus propios fines, hasta que se crea una situación que no permite volverse atrás y las circunstancias mismas gritan: Hic Rhodus, hic salta! / ¡Aquí está la rosa, baila aquí!" Pienso que esta misma lógica está desarrollando hoy, pero en un lapso de tiempo más largo y en una escala global infinitamente mayor.
¿Se "estudia" más el marxismo en Wall Street que en la centro-izquierda? Por favor explique
Es una pregunta divertida. Sí, pienso que Marx se estudia mucho hoy en todo Wall Street, al menos entre los intelectos de gran alcance. Hay un molde pragmático en la mayoría de los negocios, donde es entendido que una visión realista y crítica de la economía capitalista como la ofreció Marx, es bastante útil, mientras que la economía neoclásica es principalmente ideológica. Escribí un artículo recientemente para Jacobin sobre Marx como el economista del siglo XXI. Volví a un famoso artículo de James Cassidy escrito para el New Yorker en 1997. Cassidy estaba hablando con un amigo suyo, un economista educado en Oxford y un importante banquero de inversiones, quien dijo que Marx fue el economista más importante para comprender las tendencias contemporáneas. Cassidy hizo un programa intensivo en el estudiar a Marx y declaró que Marx era el "próximo economista" para el siglo XXI. Ahora, después de la Gran Crisis Financiara de 2007-09 y el posterior estancamiento económico, junto a los mayores incrementos de la desigualdad en la historia mundial, muchos estarían de acuerdo, incluso Wall Street. Hoy existen sitios webs como Naked Capitalism que a menudo tratan a Marx con seriedad.
Mientras esto ha estado ocurriendo, ha habido una contradicción en los estudios de Marx y el marxismo en las universidades, principalmente porque las universidades son bastante aburridas, estructuras del establishment, y usualmente una década o más atrás de las principales tendencias en las sociedades; hoy la academia esta todavía atrapada en la era neoliberal de Thatcher y Regan. Además, la izquierda académica dio un desvío por el posmodernismo, que lo retiró un tiempo de las principales luchas del día, una filosofía del pesimismo y la derrota, aunque no sin algunos avances críticos. En la actualidad, sin embargo, los jóvenes izquierdistas son más críticos e inquietos, y más materialistas y realistas en su opinión. En muchos de los países capitalistas ricos, hay un creciente interés en el socialismo y en Marx. La izquierda que se desarmó intelectualmente durante el periodo posmodernista parecer estar lista para armarse intelectualmente nuevamente, y esto significa volver a la tradición crítica más profunda, que ofrece análisis y herramientas para el cambio, es decir, la filosofía de la praxis. Esto no es todavía un movimiento revolucionario, pero representa una creciente crítica al capitalismo, y el intento de un número creciente de personas de construir un movimiento hacia el socialismo.
Por lo tanto, uno ve no solo a Wall Street que a menudo toma a Marx mucho más en serio, pero también un tipo de pánico ideológico en la cima en cuanto a cómo combatir a una juventud cada vez más rebelde, atraída no simplemente por un tipo de populismo radical amorfo, sino a algo mucho más peligroso para los poderes fáticos: el marxismo, que regresa de nuevas formas pero reconocible a la creación del Viejo Topo del siglo XIX. El marxismo está siendo estudiado hoy en muchos lugares con una intensidad no vista desde 1970 y con una mayor sofisticación y perspicacia crítica.
¿Deberíamos observar el "capital" hoy a través del marco de Thomas Piketty o deberíamos apegarnos a puntos de vista de la izquierda más tradicionales?
Escribí un artículo en Monthly Review con Michael D. Yates en noviembre de 2014 titulado Thomas Piketty and the Crisis of Neoclassical Economics (Tomas Piketty y la crisis de la economía neoclásica). Nuestro argumento fue que Piketty, rompió parcialmente con la economía neoclásica en respuesta a la crisis de nuestro tiempo, como Keynes hizo en 1930, y como Keynes (como sabemos) Piketty tomó prestado conceptos críticos de Marx en el proceso. El análisis de Piketty gira en torno a su famosa fórmula r>g, donde r representa la tasa anual de retorno a la riqueza -llamada por Piketty como capital- y g la tasa de crecimiento de la economía (la tasa de aumento del ingreso nacional). Así, Piketty replicó las suposiciones de la larga data de la teoría del capital monopolista, y gran parte de la economía marxista/kaleckiana y poskeynesiana, relacionadas con el crecimiento de la riqueza en lugar de los ingresos en la era de la financiarización. Pero Piketty avanzó estos postulados en una manera muy elegante y no fue fácilmente ignorado por los guardianes hegemónicos de la ideología económica ya que estaba en el pico del establishment de la economía neoclásica. Además, fue capaz de respaldar esto con una base de datos global más completa sobre los ingresos (The World Top Income Database) el cual había jugado un papel clave en el desarrollo. Su análisis en el Capital del Siglo XXI hizo un agujero, tanto teórica como empíricamente, en la noción neoclásica de que el capitalismo desarrollado condice e una disminución de la desigualdad. En cambio, señaló la riqueza desigual enraizada en la riqueza dinástica. Hay muchas cosas que decir de este análisis. Todavía, Piketty evitó preguntas cruciales de clase, monopolio y estancamiento económico. Se las arregló para mantenerse en gran medida dentro del ámbito de la economía neoclásica, mientras que aporta un grado de realismo crítico a su análisis. Su solución definitiva fue simplemente un impuesto a la riqueza.
Lo que hizo Piketty, entonces, es proporcionar cierta credibilidad a la crítica marxista más desarrollada, como en Kalecki y la tradición del capital monopolista, así como a todo el marco de Marx. Pero una vez que se entiende la crítica parcial de Piketty de la economía neoclásica dominante, es necesario regresar a la teoría marxista para la crítica más completa, de la que su análisis toma prestado, pero de una manera superficial y contradictoria. Es importante subrayar que Piketty, con toda su discusión de la creciente desigualdad asociada con la lógica de la concentración de la riqueza bajo el capitalismo, evita, sin embargo, abordar la cuestión general del poder de clase (sin mencionar el poder del monopolio).
En su opinión, ¿por qué la izquierda moderna de hoy no puede responder a los desafíos de la sociedad?
Lo que a veces se llama la izquierda hoy en día es en gran medida reformista, incluso una agrupación política reaccionaria que busca hacer que el capitalismo funcione mejor, o en cierto modo una forma más benigna de neoliberalismo. Incluso los partidos socialdemócratas neoliberales son hoy en el mejor de los casos partidos social-liberales. Lo que a menudo se caracterizó como partidos de izquierda son actualmente partidos capitalistas. Los partidos socialdemócratas a menudo se presentan como capaces de promover los intereses del capitalismo, mientras aseguran la cooperación del trabajo. Cuando están en el poder, son los intereses del capital los que tienen prioridad. Hay razones complejas para esto, incluyendo las formaciones de clase, la hegemonía ideológica, las estructuras de poder económico y político. También está el rechazo de cualquier intento de contra-hegemonía y estrategias revolucionarias o radicales en la izquierda, lo que en gran medida cayó para el liberalismo es la ideología del "fin de la historia", colocándose así en defensiva permanente, incluso socavando su propia razón de ser.
Una estrategia efectiva de izquierda, en contraste, debe tener su base en la construcción del poder de clase y en forjar un modelo orgánico socialista de reproducción del metabolismo social (para emplear la terminología de Mészáros), en oposición a la enajenada reproducción metabólica desarrollada por el capitalismo. Debe ir contra las reglas del poder y desafiar toda estructura y lógica de estado y la economía, creando un poder basado en las estructuras colectivas de la clase trabajadora en toda su diversidad. El ejemplo más claro de la implementación de esa estrategia, contemplada como protagonismo, es Venezuela, por lo que el imperio estadounidense está haciendo todo lo posible para erradicarlo, no simplemente en el sentido de derrocar la Revolución Bolivariana, sino para destruirla en la mente de las personas como un modelo viable de cambio revolucionario. Lo que está claro es que en los llamados partidos de "izquierda" establecidos en los principales Estados capitalistas no tienen estrategias de organización de base, ni alternativas ideológicas, ni estrategia contra-hegemónica. Son parte del sistema de poder y no de fuerzas de oposición. Hoy en día se mantienen quietos mientras el neoliberalismo se metamorfosea en neofascismo (o en una organización neoliberal-neofascista). La única manera de contrarrestar esto es a través de un movimiento organizado hacia el socialismo que emana desde abajo.
Esto no quiere decir que solo debemos buscar inspiración en América Latina o en el Sur Global. Hay señales de vida en la izquierda -lo que podríamos llamar un movimiento real hacia el socialismo- en el Partido Laborista de Corbyn en el Reino Unido, y el Partido de los Trabajadores en Bélgica. Estos son desarrollos estratégicos brillantes de los partidos basados en el movimiento cuyo desafío al establishment actual es serio. También existe un crecimiento masivo del ecosocialismo casi en todas partes del mundo, aunque sobre todo como una forma de lucha extraparlamentaria. Pienso que veremos el crecimiento mundial de lo que podríamos llamar un proletariado ambiental, ya que las luchas materiales en relación con la economía y el medioambiente ubicadas en comunidades, hogares, y lugares de trabajo se vuelven cada vez más inseparables para la mayoría de las personas: una realidad material.
¿Por qué la izquierda de hoy permite el derecho de aprovechar todos sus temas y vocabulario?
Esto no es una cosa nueva. Los movimientos en el amplio género fascista (de cual podemos incluir el fascismo clásico así como el neofascismo actual o el populismo nacionalista) siempre han explotado superficialmente la terminología socialista y las formas de crítica en un intento de organizar su clase media baja, y circunscripciones de la clase trabajadora relativamente privilegiada. Es en este sentido que uno puede hablar ideológicamente de "derecha radical". Por lo tanto, es desde este sector, que C. Wright Mills llamó la "retaguardia del capitalismo", aquella que se ataca a los capitalistas compinches (pero no a la clase capitalista), así como a los financieros, los burócratas estatales y a la clase media alta. Todos ellos generalmente están por encima de la clase media baja. Esto ocurre simultáneamente con ataques contra aquellos que están por debajo de la clase media baja (y la clase trabajadora privilegiada), es decir, la mayor parte de la clase trabajadora, y los grandes "sucios", que siempre tienden a ser los inmigrantes racialmente desfavorecidos desde que vivieron de las naciones colonizadas/neocolonizadas del Sur Global.
La construcción de un movimiento de masa en estos términos neofascistas, engañosamente llamada "populista", es crucial para desplazar todo el cuerpo político a la derecha. El elemento dominante en el movimiento neofascista, a medida que madura, es la cúspide misma de la clase capitalista (los multimillonarios y millonarios y sus séquitos) que encuentran útil en periodos de crisis enlistar a los sectores más reaccionarios de la sociedad como una forma de reforzar su poder político. Discuto todo esto extensamente en mi libro Trump in the White House. Lo que es importante entender es que la apropiación de las ideas de la izquierda por tales formaciones y movimientos políticos es solo superficial y usada de manera contradictoria. Una vez que tales formaciones políticas están en el poder, los elementos genuinamente radicales del programa neofascista (como el apoyo a los trabajadores) se descartan a favor de una estratega que mejore directamente el poder político y económico de los sectores centrales de la clase capitalista (hoy los niveles superiores del capital monopólico-financiero). Lo que es atacado en esta etapa es cada vez más un conjunto de chivos expiatorios. Por lo tanto, uno puede mirar el programa nazi original, que explícitamente tomó prestado el lenguaje de los trabajadores en algunos lugares, para después dejar todo eso de lado en su camino al poder. Tales movimientos representan el extremo en revanchismo oportunista.
¿Cómo ves los intentos de gente como Sanders y Corbyn que intentaron cambiar la imagen política en el mundo ultracapitalista donde el capital impone todo?
Los fenómenos de Sanders y Corbyn son a menudo comparados, pero son realmente bastante diferentes, ocurriendo en circunstancias muy diferentes. La campaña de Sanders fue en muchos sentidos maravillosa de admirar, apelando directamente a los votantes de la clase trabajadora, algo que no se ha visto durante mucho tiempo en los Estados Unidos. Se nombró a sí mismo abiertamente un socialista y es una de las razones por las que una pluralidad de aquellos menores de treinta años en los Estados Unidos han indicado su preferencia en las encuestas por un tipo de socialismo en lugar de capitalismo. Pero el fenómeno de Sanders estuvo bastante limitado por la estructura de la plutocracia de los Estados Unidos. Corrió en el boleto del Partido Democrático pero con prácticamente cero apoyo por parte de los políticos profesionales en el partido. Aquí es importante entender que el Partido Demócrata no es un partido de membrecía o un partido de movimiento de ninguna manera. Es lo que Max Weber llamo Honoratorenpartei, un partido controlado por élites o dignatarios y que carece de un programa claramente definido o una base de participación masiva fuera del voto. Está formado por varios bloques regionales y se sitúa lo más cerca posible de la izquierda del Partido Republicano ultraconservador. Si Sanders hubiera sido electo no habría tenido ninguna relación real con los demócratas y habría estado mucho más alejado de su partido y del establishment en general que en el caso de Trump con los republicanos, sin una base política organizada. El Partido Demócrata sigue siendo una estructura política fuertemente capitalista. Al final resultó que la dirección demócrata hizo todo lo posible para detener a Sanders y, al final, rompió o manipuló las reglas de varias maneras corruptas, para negarle la nominación, incluso a costa de perder las elecciones. Y sin embargo, Sanders no es un absoluto radical fuera del contexto extremadamente conservador de la América imperial. En términos de posiciones políticas, avanzó un programa moderadamente socialdemócrata, en muchos sentidos menos radical que el New Deal de la década de 1930. En cuestiones de guerra e imperialismo, generalmente se puso de lado de la maquinaria militar de Washington, aunque fue un crítico moderado en esa área.
Corbyn representa un fenómeno diferente en circunstancias bastante diferentes. El Partido Laborista en Gran Bretaña es un partido de membrecía y su gran ventaja fue atraer a un gran número de nuevos miembros debido a un programa socialista crítico. Su popularidad radica en el hecho de que ha roto con la tradición socialdemócrata británica y puede verse como una figura genuinamente comprometida en esta etapa del movimiento hacia el socialismo. Lo que hace Corbyn realmente distinto es su absoluta oposición al imperialismo, algo que lo distingue de todos los líderes anteriores del Partido Laborista.
¿Puede darnos su opinión sobre Syriza y Podemos?
Syriza y Podemos reflejan las fortalezas y las debilidades de la izquierda, el verdadero potencial de rebelión y las contradicciones inherentes de los movimientos puramente populistas. Estos movimientos demuestran el potencial de la insurgencia desde abajo, pero en su rechazo a un perspectiva de lucha de clases; la enorme brecha entre los líderes, que son gran medida inexplicables, y su base; su insistencia en operar enteramente dentro del sistema; su perspectiva reformista, todos finalmente terminan traicionando las esperanzas que platean. Esto es más obvio en el caso de Syriza en el poder, pero también con respecto a Podemos, ambos se han convertido en proyectos socialdemócratas moderados, en el mejor de los casos. La pobreza estratégica de tales movimientos es evidente particularmente en su rechazo al socialismo como una teoría, una práctica y un objetivo. La traición de la base una vez que tales movimientos llegan al poder es parte de su ADN. Sin embargo, las fuerzas de base de izquierda que constituyen la base de estos partidos constituyen una fuerza material real y activa. Debemos recordar el mandato de Marx y Engels de que "en el movimiento del presente, ellos [los comunistas] también se ocupan del futuro del movimiento". La construcción del movimiento radical no puede reducirse simplemente a forjar una coalición de votación popular, sin traicionar, el futuro del movimiento, es decir, el movimiento de la gente misma. Debe estar dirigido a la expropiación de los expropiadores.
Como dijo el gran Epicuro, "el futuro no es totalmente nuestro ni totalmente no nuestro". Es un producto de nuestras luchas materiales y de nuestra relación con el mundo. Es una época donde el capitalismo significa exterminismo, necesariamente debemos sacar nuestra esperanza de la lucha histórica misma, y el reconocimiento de que podemos, al oponernos a la lógica del sistema, detener la precipitada carrera hacia el desastre y crear un mundo de igualdad sustantiva y sostenibilidad ecológica. Este es en efecto el mayor miedo del capitalismo: el fantasma del marxismo actual.
Fuente: https://ilgridodelpopolo52509543
Il grido del popolo
Traducido por Héctor R. López
John Bellamy Foster es profesor de sociología en la Universidad de Oregón y editor de Monthly Review, su trabajo aborda temas de economía política del capitalismo, crisis económica, crisis ecológica y teoría marxista.
¿La ideología marxista es relevante hoy? ¿O es que solo tenemos "restos" de ella aplicada en los grupos parlamentarios quienes se apegan a la casa socialdemócrata dominante y básicamente tienen los mismos programas que los partidos de derecha?
No hay duda de que la crítica teórica marxista del capitalismo es más relevante hoy más que nunca y ejerce una influencia enorme y creciente en muchas partes del mundo, una señal de la profunda crisis del sistema, y del aumento de la disidencia. Sin embargo, cómo transformar esto a la práctica es inevitablemente más difícil y varia de un lugar a otro. La política electoral en Norte América y Europa en el presente es principalmente el domino de los partidos capitalistas. Los socialdemócratas se han convertido en liberales sociales con solo una distinción entre ellos y el centro derecha. Esto no es un reflejo de las fuerzas sociales en el terreno, tanto como las restricciones impuestas por el capital a toda la sociedad en la era neoliberal en un contexto de crisis económica, y debido a la reivindicación thatcherista de que ya no había un alternativa al sistema actual. Todo esto formaba parte de la narrativa del "fin de la historia": la noción de que el liberalismo/capitalismo era el único camino que le quedaba al futuro tras la desaparición de sociedades de tipo soviéticas. En esta atmosfera, el capital, que estaba enfrentado su propia crisis de acumulación, ha intentado llevar a cado lo que Gramsci llamó una "revolución pasiva" utilizando su posición hegemónica para cambiar las reglas permanentemente a su favor.
Esto solo condujo, sin embargo, al deterioro de las condiciones generales, reflejadas en estancamiento económico y la financiarización, el incremento de la desigualdad, la crisis ecológica planetaria, la propagación de la guerra, y los peligros generales para la humanidad, todo esto combinado para hacer una farsa de la noción del progreso capitalista. En todas partes, las personas están luchando con estrategias de salida diseñadas para hacer frente a un conjunto cada vez mayor de crisis sociales y ecológicas, y cada vez se considera que estos problemas requieren de una salida del actual sistema de acumulación. El Estado neoliberal está ahora en crisis, requiriendo que los bloques de poder dominante en casi todos los países recurran a los bloques de poder neofascistas como una vía para asegurar el control de la sociedad, es decir, el uso de poder crudo, y las alianzas entre los ricos y una nueva clase media reaccionaria o la pequeña burguesía.
En estas circunstancias los movimientos y las estrategias pueden diferir ampliamente entre países. En Europa Occidental, los Estados Unidos y Japón, es decir, la triada, las luchas radicales más importantes son generalmente extraparlamentarias en la actualidad, aunque el Partido Laborista bajo Corbyn en el Reino Unido representa una lucha parlamentaria crucial, ya que por primera vez la dirección del Partido Laborista está tomando una postura decididamente antiimperialista. En los movimientos del Sur Global que pueden ser vistos como revolucionarios y como auténticos movimientos por el socialismo, se encuentran operando en una gran variedad de esferas. Como ha sido cierto durante más de un siglo, las principales revoluciones han sido encontrada en la periferia y la semi periferia del sistema capitalista. La velocidad con que las crisis económicas y ecológicas de capitalismo se están desarrollando, el debilitamiento del Estado democrático liberal en casi todas partes, y la propagación de la guerra y reacción, hacen que el futuro de la humanidad dependa más que nunca del renacimiento del movimiento por el socialismo y de la creación de una Nueva Internacional, a diferencia de las Internacionales de antaño (aunque cercanamente parecida a la Primera Internacional).
Uno de tus libros se titula La teoría del capitalismo monopolista. ¿Puede darnos una idea del argumento principal? ¿De qué se trata?
La teoría del capitalismo monopolista se enfoca en el análisis de Paul A. Baran y Paul M. Sweezy "El capital monopolista" que fue el desarrollo más influyente de la crítica político-económica marxista y de la teoría de la crisis que surgió en los Estados Unidos. Baran nació en la Ucrania en la Rusia zarista y estudió en la Unión Soviética y Alemania, donde estaba afiliado al Instituto de Investigaciones Sociales de Frankfurt, mientras escribía para el Die Gesellschaft de Hilferding y recibió su doctorado en economía. Después de que Hitler llegó al poder huyó a Polonia donde trabajó para el negocio de la madera de su familia. Pronto se convirtió en el representante de la industria maderera polaca en Londres, y después se fue a Estados Unidos a estudiar economía en Harvard. En la guerra trabajó para la Strategic Bombing Survey a cargo del economista John Kenneth Galbraith. Después de la guerra, tomó un cargo en la Federal Reserve Board y luego fue contratado como profesor de economía en Stanford. Su libro más famoso antes del "Capital Monopolista", fue The Political Economy of Growth (1957), que fue una obra fundamental en la teoría marxista de la dependencia.
Sweezy era hijo del vicepresidente de uno de los bancos de J. P. Morgan, y fue producto de una educación de elite en Exeter y en Harvard. Se sintió atraído por el marxismo durante un año en la London School of Economics y regresó a Harvard donde era un colega más joven del economista conservador Joseph Schumpeter, con quien desarrolló un amista cercana a pesar de sus puntos de vista políticamente opuestos. Sweezy escribió The Theory of Capitalist Development: Principles of Political Economy (1942), que a menudo todavía se considera el trabajo más importante sobre los principios económicos marxistas. Durante la guerra trabajó para la Office of Strategic Services. Después de la guerra renunció a su puesto en Harvard y se convirtió en el editor fundador junto con el periodista e historiador laboral marxista Leo Huberman de Monthly Review, subtitulado An Independent Socialist Magazine, para el cual Albert Einstein escribió su Why Socialism? en el primer número. Sweezy fue blanco de la cacería de brujas anticomunista de McCarthy y se negó a mencionar nombres ni a entregar notas de una conferencia dictada en la Universidad de New Hampshire. Fue acusado de desacato al tribunal y su caso fue a la Corte Suprema de los Estados Unidos, que decidió a su favor, en uno de los casos que llevaron al macarthismo a su fin. La revolución cubana fue fundamental para Baran y Sweezy, y Monthly Review adquirió una identidad primaria como defensor de las revoluciones en lo que entonces se llamaba el Tercer Mundo.
El Capital Monopolista fue un esfuerzo por actualizar la economía política marxista mediante el desarrollo de una teoría de la acumulación en la fase monopolista del capitalismo, dominado por grandes empresas. El análisis se basó en el Capital de Marx, pero se enfocó en las modificaciones en la naturaleza del sistema asociado con la fase monopolista. Económicamente, el análisis estaba extensivamente arraigado en el trabajo del economista polaco Michat Kalecki en sus trabajos como Theory of Economic Dynamics (1962) y en el marxista austriaco Josef Steindl, Maturity and Stagnation in American Capitalism (1952). Pero Baran y Sweezy extrajeron muchas más amplias conclusiones, extendiendo su análisis al Estado y a la sociedad como un todo, enfocándose en el problema de la absorción del excedente económico, lo que les permitió criticar fenómenos como la creciente labor de ventas, la automovilización, el militarismo, el imperialismo y el aumento irracionalidad de un sistema que depende cada vez más de desperdicio económico. El Capital Monopolista argumentó directamente que el estado normal del capital monopolista era el estancamiento secular. Su análisis fue la crítica radical más influyente al capitalismo emergente en 1960 y fue la base principal para el desarrollo de la economía política radical en los Estados Unidos hasta mediados de la década de 1970.
A finales de 1970, sin embargo, hubo un retorno general al movimiento de Marx en el marxismo occidental, que fue enormemente creativo en muchos aspectos, pero que condujo a un rechazo por parte de la izquierda de la idea del Estado monopolista y al retorno a más interpretaciones fundamentalistas de Marx y el marxismo. En el punto de vista fundamentalista, la crítica de Marx al capitalismo era vista como suficiente para el análisis del presente, es decir, tales nociones, como la prevalencia del capitalismo libremente competitivo (incluso respecto a la competencia de precios) y de la importancia inmediata y directa de la tendencia decreciente de Marx de la tasa de ganancia, resucitaron. Incluso, la concentración y centralización del capitalismo, el crecimiento oligopólico, y el incremento de las corporaciones multinacionales fueron minimizados. La economía política marxista de este modo retrocedió en muchos aspectos y se dirigieron una serie de críticas al análisis de Baran y Sweezy, como la afirmación de que habían negado la teoría marxista del valor, y la acusación aún más irracional de que su análisis era de carácter reformista. Mi libro The Theory of Monopoly Capitalism, que apareció en el vigésimo aniversario del Capital Monopolista fue diseñado para responder a estas críticas, mostrar como la teoría se había desarrollado fuera de la propia crítica de Marx, y explorar las contradicciones de la acumulación bajo el capitalismo monopolista. Una reciente edición de mi libro fue publicada en 2014 dando cuenta del debate que surgió en los años intermedios.
Aunque la mayoría de la economía política marxista se refugió de finales de los años setenta hasta la década inicial de este siglo en una escolástica vacía, Sweezy, trabajando con su coeditor posterior, el economista Harry Magdoff, seguido de otros asociados con Monthly Review, desarrolló un poderoso análisis en este período de la relación del estancamiento con la explosión financiera, viendo la financiarización como la principal respuesta al estancamiento económico. También continuaron examinando el crecimiento del capital monopolista en el escenario mundial en forma de corporaciones multinacionales. Este análisis de la monopolización, el estancamiento y la financiarización resultó ser el conjunto más poderoso de ideas sobre el desarrollo contemporáneo de la acumulación y la crisis. El representante más importante de esta línea de pensamiento hoy, que reúne todos sus aspectos, incluida la lucha contra el imperialismo, es Samir Amin, quien recientemente publicó Modern Imperialism, Monopoly Finance Capital y Marx's Law of Value. La teoría del capital monopólico (ahora actualizada como el análisis del capital de monopolio financiero) también ha cobrado un ímpetu adicional en los últimos años mediante el lanzamiento de algunos manuscritos inéditos de Baran y Sweezy asociados al Capital Monopolista (estos desarrollos se discuten en la nueva edición de libro). La importancia perdurable de toda esta tradición radica en lo que Sweezy llamó (en el título de uno de sus libros) "el presente como historia", es decir, la teoría marxista debe extenderse para abordar los cambios dentro del capitalismo mismo.
¿El marxismo tiene un futuro en la política real?
Sí, si realmente estamos hablando de política real, y no del tipo de política organizada -un mero cambio de sillas entre la elite del poder- que sustituye a la política actual. El materialismo histórico sigue siendo la base real de todas las políticas críticas y revolucionarias que desafían al capitalismo en todos los sectores del globo. En este sentido, el fantasma del marxismo aún persigue al capitalismo, un hecho claramente evidente en los incesantes ataques a la izquierda que emanan de la ideología recibida, que hoy tiene poco más que una ideología de miedo para ofrecer en respuesta. El impacto actual de la filosofía de la praxis es obviamente bastante diferente en diferentes partes del mundo. Sin embargo, la crisis global del dominio capitalista es tal que disuelve muchas de estas diferencias. El ritmo del cambio histórico está aumentando hoy como en cada época de transición. El movimiento de hoy hacia el socialismo muestra señales tanto de la fragmentación de la clase trabajadora como de las mayores fortalezas que hoy se logran mediante la lucha co-revolucionaria que apunta a reunir esos diversos intereses. Lo que estamos viendo de muchas maneras es un movimiento más crítico, más revolucionario en su alcance e inclusión de sus objetivos, dirigido a la creación de la igualdad sustantiva. Lo que es más extraordinario en los movimientos marxistas hoy en día, particularmente en América Latina, es su amplitud y creatividad, la incorporación de nuevas lenguas vernáculas y luchas más amplias. Un aspecto crucial de esto es un proceso de autocrítica, aprender del pasado. La verdadera política de hoy es la política revolucionaria; como dice Samir Amin, es "audaz" en sus objetivos.
¿Cuál es el futuro del capitalismo?
El capitalismo, como argumentó el difunto István Mészáros, hace mucho tiempo que pasó su fase ascendente y ahora está en su fase descendente. Al mismo tiempo, su poder de destrucción es incomparable. Hace poco estuve mirando un libro, titulado The Future of Capitalism, escrito hace unas décadas por Lester Thurow, un famoso economista liberal de izquierda progresista en los Estados Unidos. Thurow no era radical, pero era lo suficientemente crítico como para sacar a relucir algunas de las contradicciones del capitalismo, y para una figura del establishment, a veces podía ser absolutamente devastador. En su penúltimo capítulo, escribió con respecto a la relación estructural del capitalismo con el medio ambiente que socava sistemáticamente el futuro. "Cada generación toma buenas decisiones capitalistas, pero el efecto neto es el suicidio social colectivo". En el capitalismo, sugirió, prevalece la anarquía: "¿Quién está al mando del sistema social? Dado que el capitalismo cree que no hay un sistema social, su respuesta es nadie. "La único área donde el capitalismo estaba en mejores condiciones para planificar, argumentó Thurow, estaba en relación con los militares y las formas de represión. Concluyó el libro diciendo que bajo el capitalismo, el peligro era el "estancamiento", incluido el estancamiento de la inversión. "Los problemas intrínsecos del capitalismo visible en su nacimiento (inestabilidad, creciente desigualdad, un proletariado lumpen) todavía están allí esperando ser resueltos".
Por supuesto, Thurow, que fue un gran impulsor de la tecnología, vio la organización de la tecnología como la respuesta a los problemas sociales, en lugar de hacer cambios fundamentales en las relaciones sociales. Estaba lejos de ser un pensador o actor revolucionario. Pero es notable cuán consciente han sido sus principales contradicciones de los impulsores levemente críticos del sistema. Esto fue en la gran era del triunfalismo capitalista que siguió a la disolución de arriba hacia abajo del sistema soviético. Hoy todos conocen las crisis cada vez más profundas de la economía, el crecimiento de la desigualdad en todos los niveles del sistema, el impulso renovado hacia el imperialismo y la guerra, y las amenazas de exterminio de las armas nucleares y un tren desbocado acelerando hacia el fin del medio ambiente. La estructura urbana global se ha convertido en lo que Mike Davis llamó "un planeta de barrios marginales". Las perspectivas futuras para las nuevas generaciones bajo el capitalismo, teniendo en cuenta todo lo anterior, nunca han sido peores. La pregunta es: ¿puede la humanidad trascender este sistema para crear un mundo colectivo y sostenible? No es una cuestión académica, sino de supervivencia.
¿Cuánto más las personas pueden aceptar la brecha entre las clases pobres y las ricas, qué necesita suceder para que podamos ver un cambio?
Lo que las personas pueden aceptar "es siempre una pregunta". Tiene que ver con una gran cantidad de cuestiones más allá de las condiciones materiales tales como, lo relacionado con las formas de control social y hegemonía, la organización en la base, la fusión de fuerzas, la fragmentación o la unidad en los movimientos, la audacia de la respuesta, las fuerzas globales así como nacionales y locales, el espíritu de los tiempos, las revoluciones culturales. No hay una respuesta general. Como Marx dijo "la tradiciones de todas las generaciones muertas pesa como un pesadilla en los cerebros de los vivos". Para la burguesía la pesadilla es la esperanza revolucionaria, las tradiciones, y la creatividad encarnada sobre todo en el marxismo y el socialismo en general. Para los oprimidos la pesadilla consiste en las grandes derrotas que siguen a las victorias del pasado. El cambio revolucionario ocurre cuando la pesadilla de la actual represión excede a la pesadilla revolucionaria del pasado y se vuelve insoportable, y en efecto, cuando el pasado revolucionario se convierte en una fuente de esperanza renovada en la era de la lucha renaciente.
"Las revoluciones proletarias, como aquellas del siglo XIX -escribió Marx en un periodo de derrota- se critican constantemente a sí mismas, se interrumpen continuamente en su propia marcha, vuelven sobre lo que parecía terminado, para comenzarlo de nuevo, se burlan concienzuda y cruelmente de las indecisiones, de los lados flojos y de la mezquindad de sus primeros intentos, parece que sólo derriban a su adversario para que éste saque de la tierra nuevas fuerzas y vuelva a levantarse más gigantesco frente a ellas, retroceden constantemente aterradas ante la vaga enormidad de sus propios fines, hasta que se crea una situación que no permite volverse atrás y las circunstancias mismas gritan: Hic Rhodus, hic salta! / ¡Aquí está la rosa, baila aquí!" Pienso que esta misma lógica está desarrollando hoy, pero en un lapso de tiempo más largo y en una escala global infinitamente mayor.
¿Se "estudia" más el marxismo en Wall Street que en la centro-izquierda? Por favor explique
Es una pregunta divertida. Sí, pienso que Marx se estudia mucho hoy en todo Wall Street, al menos entre los intelectos de gran alcance. Hay un molde pragmático en la mayoría de los negocios, donde es entendido que una visión realista y crítica de la economía capitalista como la ofreció Marx, es bastante útil, mientras que la economía neoclásica es principalmente ideológica. Escribí un artículo recientemente para Jacobin sobre Marx como el economista del siglo XXI. Volví a un famoso artículo de James Cassidy escrito para el New Yorker en 1997. Cassidy estaba hablando con un amigo suyo, un economista educado en Oxford y un importante banquero de inversiones, quien dijo que Marx fue el economista más importante para comprender las tendencias contemporáneas. Cassidy hizo un programa intensivo en el estudiar a Marx y declaró que Marx era el "próximo economista" para el siglo XXI. Ahora, después de la Gran Crisis Financiara de 2007-09 y el posterior estancamiento económico, junto a los mayores incrementos de la desigualdad en la historia mundial, muchos estarían de acuerdo, incluso Wall Street. Hoy existen sitios webs como Naked Capitalism que a menudo tratan a Marx con seriedad.
Mientras esto ha estado ocurriendo, ha habido una contradicción en los estudios de Marx y el marxismo en las universidades, principalmente porque las universidades son bastante aburridas, estructuras del establishment, y usualmente una década o más atrás de las principales tendencias en las sociedades; hoy la academia esta todavía atrapada en la era neoliberal de Thatcher y Regan. Además, la izquierda académica dio un desvío por el posmodernismo, que lo retiró un tiempo de las principales luchas del día, una filosofía del pesimismo y la derrota, aunque no sin algunos avances críticos. En la actualidad, sin embargo, los jóvenes izquierdistas son más críticos e inquietos, y más materialistas y realistas en su opinión. En muchos de los países capitalistas ricos, hay un creciente interés en el socialismo y en Marx. La izquierda que se desarmó intelectualmente durante el periodo posmodernista parecer estar lista para armarse intelectualmente nuevamente, y esto significa volver a la tradición crítica más profunda, que ofrece análisis y herramientas para el cambio, es decir, la filosofía de la praxis. Esto no es todavía un movimiento revolucionario, pero representa una creciente crítica al capitalismo, y el intento de un número creciente de personas de construir un movimiento hacia el socialismo.
Por lo tanto, uno ve no solo a Wall Street que a menudo toma a Marx mucho más en serio, pero también un tipo de pánico ideológico en la cima en cuanto a cómo combatir a una juventud cada vez más rebelde, atraída no simplemente por un tipo de populismo radical amorfo, sino a algo mucho más peligroso para los poderes fáticos: el marxismo, que regresa de nuevas formas pero reconocible a la creación del Viejo Topo del siglo XIX. El marxismo está siendo estudiado hoy en muchos lugares con una intensidad no vista desde 1970 y con una mayor sofisticación y perspicacia crítica.
¿Deberíamos observar el "capital" hoy a través del marco de Thomas Piketty o deberíamos apegarnos a puntos de vista de la izquierda más tradicionales?
Escribí un artículo en Monthly Review con Michael D. Yates en noviembre de 2014 titulado Thomas Piketty and the Crisis of Neoclassical Economics (Tomas Piketty y la crisis de la economía neoclásica). Nuestro argumento fue que Piketty, rompió parcialmente con la economía neoclásica en respuesta a la crisis de nuestro tiempo, como Keynes hizo en 1930, y como Keynes (como sabemos) Piketty tomó prestado conceptos críticos de Marx en el proceso. El análisis de Piketty gira en torno a su famosa fórmula r>g, donde r representa la tasa anual de retorno a la riqueza -llamada por Piketty como capital- y g la tasa de crecimiento de la economía (la tasa de aumento del ingreso nacional). Así, Piketty replicó las suposiciones de la larga data de la teoría del capital monopolista, y gran parte de la economía marxista/kaleckiana y poskeynesiana, relacionadas con el crecimiento de la riqueza en lugar de los ingresos en la era de la financiarización. Pero Piketty avanzó estos postulados en una manera muy elegante y no fue fácilmente ignorado por los guardianes hegemónicos de la ideología económica ya que estaba en el pico del establishment de la economía neoclásica. Además, fue capaz de respaldar esto con una base de datos global más completa sobre los ingresos (The World Top Income Database) el cual había jugado un papel clave en el desarrollo. Su análisis en el Capital del Siglo XXI hizo un agujero, tanto teórica como empíricamente, en la noción neoclásica de que el capitalismo desarrollado condice e una disminución de la desigualdad. En cambio, señaló la riqueza desigual enraizada en la riqueza dinástica. Hay muchas cosas que decir de este análisis. Todavía, Piketty evitó preguntas cruciales de clase, monopolio y estancamiento económico. Se las arregló para mantenerse en gran medida dentro del ámbito de la economía neoclásica, mientras que aporta un grado de realismo crítico a su análisis. Su solución definitiva fue simplemente un impuesto a la riqueza.
Lo que hizo Piketty, entonces, es proporcionar cierta credibilidad a la crítica marxista más desarrollada, como en Kalecki y la tradición del capital monopolista, así como a todo el marco de Marx. Pero una vez que se entiende la crítica parcial de Piketty de la economía neoclásica dominante, es necesario regresar a la teoría marxista para la crítica más completa, de la que su análisis toma prestado, pero de una manera superficial y contradictoria. Es importante subrayar que Piketty, con toda su discusión de la creciente desigualdad asociada con la lógica de la concentración de la riqueza bajo el capitalismo, evita, sin embargo, abordar la cuestión general del poder de clase (sin mencionar el poder del monopolio).
En su opinión, ¿por qué la izquierda moderna de hoy no puede responder a los desafíos de la sociedad?
Lo que a veces se llama la izquierda hoy en día es en gran medida reformista, incluso una agrupación política reaccionaria que busca hacer que el capitalismo funcione mejor, o en cierto modo una forma más benigna de neoliberalismo. Incluso los partidos socialdemócratas neoliberales son hoy en el mejor de los casos partidos social-liberales. Lo que a menudo se caracterizó como partidos de izquierda son actualmente partidos capitalistas. Los partidos socialdemócratas a menudo se presentan como capaces de promover los intereses del capitalismo, mientras aseguran la cooperación del trabajo. Cuando están en el poder, son los intereses del capital los que tienen prioridad. Hay razones complejas para esto, incluyendo las formaciones de clase, la hegemonía ideológica, las estructuras de poder económico y político. También está el rechazo de cualquier intento de contra-hegemonía y estrategias revolucionarias o radicales en la izquierda, lo que en gran medida cayó para el liberalismo es la ideología del "fin de la historia", colocándose así en defensiva permanente, incluso socavando su propia razón de ser.
Una estrategia efectiva de izquierda, en contraste, debe tener su base en la construcción del poder de clase y en forjar un modelo orgánico socialista de reproducción del metabolismo social (para emplear la terminología de Mészáros), en oposición a la enajenada reproducción metabólica desarrollada por el capitalismo. Debe ir contra las reglas del poder y desafiar toda estructura y lógica de estado y la economía, creando un poder basado en las estructuras colectivas de la clase trabajadora en toda su diversidad. El ejemplo más claro de la implementación de esa estrategia, contemplada como protagonismo, es Venezuela, por lo que el imperio estadounidense está haciendo todo lo posible para erradicarlo, no simplemente en el sentido de derrocar la Revolución Bolivariana, sino para destruirla en la mente de las personas como un modelo viable de cambio revolucionario. Lo que está claro es que en los llamados partidos de "izquierda" establecidos en los principales Estados capitalistas no tienen estrategias de organización de base, ni alternativas ideológicas, ni estrategia contra-hegemónica. Son parte del sistema de poder y no de fuerzas de oposición. Hoy en día se mantienen quietos mientras el neoliberalismo se metamorfosea en neofascismo (o en una organización neoliberal-neofascista). La única manera de contrarrestar esto es a través de un movimiento organizado hacia el socialismo que emana desde abajo.
Esto no quiere decir que solo debemos buscar inspiración en América Latina o en el Sur Global. Hay señales de vida en la izquierda -lo que podríamos llamar un movimiento real hacia el socialismo- en el Partido Laborista de Corbyn en el Reino Unido, y el Partido de los Trabajadores en Bélgica. Estos son desarrollos estratégicos brillantes de los partidos basados en el movimiento cuyo desafío al establishment actual es serio. También existe un crecimiento masivo del ecosocialismo casi en todas partes del mundo, aunque sobre todo como una forma de lucha extraparlamentaria. Pienso que veremos el crecimiento mundial de lo que podríamos llamar un proletariado ambiental, ya que las luchas materiales en relación con la economía y el medioambiente ubicadas en comunidades, hogares, y lugares de trabajo se vuelven cada vez más inseparables para la mayoría de las personas: una realidad material.
¿Por qué la izquierda de hoy permite el derecho de aprovechar todos sus temas y vocabulario?
Esto no es una cosa nueva. Los movimientos en el amplio género fascista (de cual podemos incluir el fascismo clásico así como el neofascismo actual o el populismo nacionalista) siempre han explotado superficialmente la terminología socialista y las formas de crítica en un intento de organizar su clase media baja, y circunscripciones de la clase trabajadora relativamente privilegiada. Es en este sentido que uno puede hablar ideológicamente de "derecha radical". Por lo tanto, es desde este sector, que C. Wright Mills llamó la "retaguardia del capitalismo", aquella que se ataca a los capitalistas compinches (pero no a la clase capitalista), así como a los financieros, los burócratas estatales y a la clase media alta. Todos ellos generalmente están por encima de la clase media baja. Esto ocurre simultáneamente con ataques contra aquellos que están por debajo de la clase media baja (y la clase trabajadora privilegiada), es decir, la mayor parte de la clase trabajadora, y los grandes "sucios", que siempre tienden a ser los inmigrantes racialmente desfavorecidos desde que vivieron de las naciones colonizadas/neocolonizadas del Sur Global.
La construcción de un movimiento de masa en estos términos neofascistas, engañosamente llamada "populista", es crucial para desplazar todo el cuerpo político a la derecha. El elemento dominante en el movimiento neofascista, a medida que madura, es la cúspide misma de la clase capitalista (los multimillonarios y millonarios y sus séquitos) que encuentran útil en periodos de crisis enlistar a los sectores más reaccionarios de la sociedad como una forma de reforzar su poder político. Discuto todo esto extensamente en mi libro Trump in the White House. Lo que es importante entender es que la apropiación de las ideas de la izquierda por tales formaciones y movimientos políticos es solo superficial y usada de manera contradictoria. Una vez que tales formaciones políticas están en el poder, los elementos genuinamente radicales del programa neofascista (como el apoyo a los trabajadores) se descartan a favor de una estratega que mejore directamente el poder político y económico de los sectores centrales de la clase capitalista (hoy los niveles superiores del capital monopólico-financiero). Lo que es atacado en esta etapa es cada vez más un conjunto de chivos expiatorios. Por lo tanto, uno puede mirar el programa nazi original, que explícitamente tomó prestado el lenguaje de los trabajadores en algunos lugares, para después dejar todo eso de lado en su camino al poder. Tales movimientos representan el extremo en revanchismo oportunista.
¿Cómo ves los intentos de gente como Sanders y Corbyn que intentaron cambiar la imagen política en el mundo ultracapitalista donde el capital impone todo?
Los fenómenos de Sanders y Corbyn son a menudo comparados, pero son realmente bastante diferentes, ocurriendo en circunstancias muy diferentes. La campaña de Sanders fue en muchos sentidos maravillosa de admirar, apelando directamente a los votantes de la clase trabajadora, algo que no se ha visto durante mucho tiempo en los Estados Unidos. Se nombró a sí mismo abiertamente un socialista y es una de las razones por las que una pluralidad de aquellos menores de treinta años en los Estados Unidos han indicado su preferencia en las encuestas por un tipo de socialismo en lugar de capitalismo. Pero el fenómeno de Sanders estuvo bastante limitado por la estructura de la plutocracia de los Estados Unidos. Corrió en el boleto del Partido Democrático pero con prácticamente cero apoyo por parte de los políticos profesionales en el partido. Aquí es importante entender que el Partido Demócrata no es un partido de membrecía o un partido de movimiento de ninguna manera. Es lo que Max Weber llamo Honoratorenpartei, un partido controlado por élites o dignatarios y que carece de un programa claramente definido o una base de participación masiva fuera del voto. Está formado por varios bloques regionales y se sitúa lo más cerca posible de la izquierda del Partido Republicano ultraconservador. Si Sanders hubiera sido electo no habría tenido ninguna relación real con los demócratas y habría estado mucho más alejado de su partido y del establishment en general que en el caso de Trump con los republicanos, sin una base política organizada. El Partido Demócrata sigue siendo una estructura política fuertemente capitalista. Al final resultó que la dirección demócrata hizo todo lo posible para detener a Sanders y, al final, rompió o manipuló las reglas de varias maneras corruptas, para negarle la nominación, incluso a costa de perder las elecciones. Y sin embargo, Sanders no es un absoluto radical fuera del contexto extremadamente conservador de la América imperial. En términos de posiciones políticas, avanzó un programa moderadamente socialdemócrata, en muchos sentidos menos radical que el New Deal de la década de 1930. En cuestiones de guerra e imperialismo, generalmente se puso de lado de la maquinaria militar de Washington, aunque fue un crítico moderado en esa área.
Corbyn representa un fenómeno diferente en circunstancias bastante diferentes. El Partido Laborista en Gran Bretaña es un partido de membrecía y su gran ventaja fue atraer a un gran número de nuevos miembros debido a un programa socialista crítico. Su popularidad radica en el hecho de que ha roto con la tradición socialdemócrata británica y puede verse como una figura genuinamente comprometida en esta etapa del movimiento hacia el socialismo. Lo que hace Corbyn realmente distinto es su absoluta oposición al imperialismo, algo que lo distingue de todos los líderes anteriores del Partido Laborista.
¿Puede darnos su opinión sobre Syriza y Podemos?
Syriza y Podemos reflejan las fortalezas y las debilidades de la izquierda, el verdadero potencial de rebelión y las contradicciones inherentes de los movimientos puramente populistas. Estos movimientos demuestran el potencial de la insurgencia desde abajo, pero en su rechazo a un perspectiva de lucha de clases; la enorme brecha entre los líderes, que son gran medida inexplicables, y su base; su insistencia en operar enteramente dentro del sistema; su perspectiva reformista, todos finalmente terminan traicionando las esperanzas que platean. Esto es más obvio en el caso de Syriza en el poder, pero también con respecto a Podemos, ambos se han convertido en proyectos socialdemócratas moderados, en el mejor de los casos. La pobreza estratégica de tales movimientos es evidente particularmente en su rechazo al socialismo como una teoría, una práctica y un objetivo. La traición de la base una vez que tales movimientos llegan al poder es parte de su ADN. Sin embargo, las fuerzas de base de izquierda que constituyen la base de estos partidos constituyen una fuerza material real y activa. Debemos recordar el mandato de Marx y Engels de que "en el movimiento del presente, ellos [los comunistas] también se ocupan del futuro del movimiento". La construcción del movimiento radical no puede reducirse simplemente a forjar una coalición de votación popular, sin traicionar, el futuro del movimiento, es decir, el movimiento de la gente misma. Debe estar dirigido a la expropiación de los expropiadores.
Como dijo el gran Epicuro, "el futuro no es totalmente nuestro ni totalmente no nuestro". Es un producto de nuestras luchas materiales y de nuestra relación con el mundo. Es una época donde el capitalismo significa exterminismo, necesariamente debemos sacar nuestra esperanza de la lucha histórica misma, y el reconocimiento de que podemos, al oponernos a la lógica del sistema, detener la precipitada carrera hacia el desastre y crear un mundo de igualdad sustantiva y sostenibilidad ecológica. Este es en efecto el mayor miedo del capitalismo: el fantasma del marxismo actual.
Fuente: https://ilgridodelpopolo52509543
Cuáles son las 5 fases del duelo y por qué no es algo que necesariamente tienes que dejar atrás.
Aunque hay algunas fases del duelo reconocibles e identificadas por la psicología, el luto es distinto para cada persona y, según los expertos, no es algo que necesariamente debamos o logremos "superar".
Cate Masheder es psicoterapeuta y trabaja con personas que pasaron por un duelo. El punto de partida para entender y aceptar esa pérdida es, según ella, aceptar la muerte y el consecuente dolor como algo natural.
"La muerte es parte de la vida. Va a pasar. Todos vamos a sentir tristeza, todos vamos a echar de menos a alguien, todos vamos a morir, es así", le dijo la especialista a India Rakusen, de la serie de la BBC sobre salud mental Like Minds.
Para explicarlo visualmente Cate dibujó en un papel un círculo, que representa a la persona. "Imagínate que este eres tú y todo lo que tiene que ver con tu vida está dentro de este círculo".
Después empezó a colorearlo explicando que "cuando llega el duelo no hay ni una sola área de tu vida que no se vea afectada por ese dolor. Llega hasta cada parte de ti".
"En el pasado pensábamos que con el tiempo ese dolor se hacía más pequeño y desaparecía. Pero el enfoque ahora es que ese dolor se mantiene tal y como está, pero nuestra vida crece alrededor de él".
Siguiendo con la analogía del círculo, es como si nuestra vida se empezara a desarrollar en otro círculo concéntrico más grande, pero siempre alrededor del dolor en el centro.
"Así, aunque experimentamos muchas otras cosas nuevas en nuestras vidas, el duelo se queda dentro. Y en ciertos momentos, como en los cumpleaños, los aniversarios, en Navidad, y en otras ocasiones volvemos a sumergimos directamente en ese dolor", explica la especialista.
"Después, cuando esa fecha pasa, vuelves a recordar la otra parte de tu vida", ese círculo concéntrico más amplio.
"Lo que yo creo ahora es que ese círculo de dolor no se queda para siempre igual de oscuro, de alguna manera cambia de forma y se vuelve menos rígido, pero se queda ahí".
Así que, según Cate, no superas el duelo ni lo dejas atrás realmente, sino que "aprendes a que forme parte de tu vida".
Las 5 etapas del duelo
Desde 1969 en este campo de la psicología domina la teoría de las 5 fases del duelo, desarrollada por la psiquiatra suizo-estadounidense Elisabeth Kübler-Ross.
En su libro "Sobre la muerte y el morir" presentó este modelo general de cinco etapas de duelo que explican cómo se sienten las personas en fase de duelo y cómo tienden a actuar.
1. Etapa de la negación
Esa negación puede inicialmente amortiguar el golpe de la muerte de un ser querido y aplazar parte del dolor, pero esta etapa no puede ser indefinida porque en algún momento chocará con la realidad.
2. Etapa de la ira
En esta fase son característicos los sentimientos de rabia y resentimiento, así como la búsqueda de responsables o culpables. La ira aparece ante la frustración de que la muerte es irreversible, de que no hay solución posible y se puede proyectar esa rabia hacia el entorno, incluidas otras personas allegadas.
3. Etapa de la negociación
En esta fase las personas fantasean con la idea de que se puede revertir o cambiar el hecho de la muerte. Es común preguntarse ¿qué habría pasado si...? o pensar en estrategias que habrían evitado el resultado final, como ¿y si hubiera hecho esto o lo otro?
4. Etapa de la depresión
La tristeza profunda y la sensación de vacío son características de esta fase, cuyo nombre no se refiere a una depresión clínica, como un problema de salud mental, sino a un conjunto de emociones vinculadas a la tristeza naturales ante la pérdida de un ser querido. Algunas personas pueden sentir que no tienen incentivos para continuar viviendo en su día a día sin la persona que murió y pueden aislarse de su entorno.
5. Etapa de la aceptación
Con la aceptación de la pérdida las personas en duelo aprenden a convivir con su dolor emocional en un mundo en el que el ser querido ya no está. Con el tiempo recuperan su capacidad de experimentar alegría y placer.
Según los expertos estas fases dominadas por distintos sentimientos son comunes durante el luto, pero las personas no pasan necesariamente por todas esas etapas ni en ese orden específico, así que el duelo se puede manifestar de distintas maneras y en momentos diferentes para cada persona.
Ryan, por ejemplo, perdió a su madre y a su padre cuando era un adolescente.
"Muchas veces te preguntan: '¿todavía no lo superaste?', '¿cuándo lo vas a superar?'. Pero no es así, no es algo que tengas que dejar atrás", dice ahora de adulto.
"La mitad del duelo no es por lo que pasó, sino por las cosas que van a pasar en la vida de las que esa persona no va a formar parte", dice este británico.
Para él, las teorías sobre las fases del luto son útiles porque reflejan los sentimientos por los que en algún momento las personas en duelo irán pasando, "pero no es que te pases dos semanas en una fase y cinco meses en otra... no hay un guión", le dijo a la BBC.
Ryan sintió que no tuvo a quién acudir para lidiar con su pérdida, así que ahora trata de ayudar a otras personas que están en duelo.
¿Cuando el duelo se vuelve un problema? Un duelo complicado, según Cate, sucede cuando la persona se queda totalmente paralizada.
"Puede ser que su red social haya colapsado con la persona que murió, puede ser que dependiera de su pareja para todo y con su muerte sientan que no les quede nada, o puede ser porque ya tenían una depresión o una ansiedad y la muerte del ser querido las empeora...".
Este tipo de situaciones, según la psicóloga, resulta en situaciones más complejas.
¿Cómo ayudarte a ti mismo o a alguien en duelo? El duelo es inevitable pero tremendamente individual, así que ¿cuáles son las mejores estrategias para sobrellevarlo?, recomienda.
Pero ¿y si ni siquiera eres capaz de hablar del tema?
La psicóloga recomienda entonces usar un sistema parecido al que ella usa con los niños más pequeños, que no saben expresar sus sentimientos en palabras.
"Con ellos utilizo un sistema de semáforo, con piedras pintadas de colores, verde, ámbar y rojo. Les digo "si te sientes bien pon la piedra verde al lado de la cocina, para que mamá o papá la vean. Si no te sientes bien pon la roja, así alguien te puede decir, ¿estás bien?, ¿qué pasa?, ¿cómo te sientes?".
Según Cate también hay muchas cosas que la gente hace para sobrellevar el duelo que son muy comunes, aunque la gente no hable de eso. Son una manera normal de lidiar con el dolor.
"Hablar con la persona que se murió es una importante", dice Cate.
"Ponerse alguna de sus prendas, usar su perfume, tocar una fotografía, besarla... ", todo eso es normal, según la especialista.
Ryan, por experiencia, sabe que hay luz al final del túnel: "llega un momento en que el dolor se vuelve manejable, puedes vivir con él y deja de ser lo primero en lo que piensas cuando te levantas por las mañanas".
http://www.bbc.com/mundo/noticias-43893550
Cate Masheder es psicoterapeuta y trabaja con personas que pasaron por un duelo. El punto de partida para entender y aceptar esa pérdida es, según ella, aceptar la muerte y el consecuente dolor como algo natural.
"La muerte es parte de la vida. Va a pasar. Todos vamos a sentir tristeza, todos vamos a echar de menos a alguien, todos vamos a morir, es así", le dijo la especialista a India Rakusen, de la serie de la BBC sobre salud mental Like Minds.
Para explicarlo visualmente Cate dibujó en un papel un círculo, que representa a la persona. "Imagínate que este eres tú y todo lo que tiene que ver con tu vida está dentro de este círculo".
Después empezó a colorearlo explicando que "cuando llega el duelo no hay ni una sola área de tu vida que no se vea afectada por ese dolor. Llega hasta cada parte de ti".
"En el pasado pensábamos que con el tiempo ese dolor se hacía más pequeño y desaparecía. Pero el enfoque ahora es que ese dolor se mantiene tal y como está, pero nuestra vida crece alrededor de él".
Siguiendo con la analogía del círculo, es como si nuestra vida se empezara a desarrollar en otro círculo concéntrico más grande, pero siempre alrededor del dolor en el centro.
"Así, aunque experimentamos muchas otras cosas nuevas en nuestras vidas, el duelo se queda dentro. Y en ciertos momentos, como en los cumpleaños, los aniversarios, en Navidad, y en otras ocasiones volvemos a sumergimos directamente en ese dolor", explica la especialista.
"Después, cuando esa fecha pasa, vuelves a recordar la otra parte de tu vida", ese círculo concéntrico más amplio.
"Lo que yo creo ahora es que ese círculo de dolor no se queda para siempre igual de oscuro, de alguna manera cambia de forma y se vuelve menos rígido, pero se queda ahí".
Así que, según Cate, no superas el duelo ni lo dejas atrás realmente, sino que "aprendes a que forme parte de tu vida".
Las 5 etapas del duelo
Desde 1969 en este campo de la psicología domina la teoría de las 5 fases del duelo, desarrollada por la psiquiatra suizo-estadounidense Elisabeth Kübler-Ross.
En su libro "Sobre la muerte y el morir" presentó este modelo general de cinco etapas de duelo que explican cómo se sienten las personas en fase de duelo y cómo tienden a actuar.
1. Etapa de la negación
Esa negación puede inicialmente amortiguar el golpe de la muerte de un ser querido y aplazar parte del dolor, pero esta etapa no puede ser indefinida porque en algún momento chocará con la realidad.
2. Etapa de la ira
En esta fase son característicos los sentimientos de rabia y resentimiento, así como la búsqueda de responsables o culpables. La ira aparece ante la frustración de que la muerte es irreversible, de que no hay solución posible y se puede proyectar esa rabia hacia el entorno, incluidas otras personas allegadas.
3. Etapa de la negociación
En esta fase las personas fantasean con la idea de que se puede revertir o cambiar el hecho de la muerte. Es común preguntarse ¿qué habría pasado si...? o pensar en estrategias que habrían evitado el resultado final, como ¿y si hubiera hecho esto o lo otro?
4. Etapa de la depresión
La tristeza profunda y la sensación de vacío son características de esta fase, cuyo nombre no se refiere a una depresión clínica, como un problema de salud mental, sino a un conjunto de emociones vinculadas a la tristeza naturales ante la pérdida de un ser querido. Algunas personas pueden sentir que no tienen incentivos para continuar viviendo en su día a día sin la persona que murió y pueden aislarse de su entorno.
5. Etapa de la aceptación
Con la aceptación de la pérdida las personas en duelo aprenden a convivir con su dolor emocional en un mundo en el que el ser querido ya no está. Con el tiempo recuperan su capacidad de experimentar alegría y placer.
Según los expertos estas fases dominadas por distintos sentimientos son comunes durante el luto, pero las personas no pasan necesariamente por todas esas etapas ni en ese orden específico, así que el duelo se puede manifestar de distintas maneras y en momentos diferentes para cada persona.
Ryan, por ejemplo, perdió a su madre y a su padre cuando era un adolescente.
"Muchas veces te preguntan: '¿todavía no lo superaste?', '¿cuándo lo vas a superar?'. Pero no es así, no es algo que tengas que dejar atrás", dice ahora de adulto.
"La mitad del duelo no es por lo que pasó, sino por las cosas que van a pasar en la vida de las que esa persona no va a formar parte", dice este británico.
Para él, las teorías sobre las fases del luto son útiles porque reflejan los sentimientos por los que en algún momento las personas en duelo irán pasando, "pero no es que te pases dos semanas en una fase y cinco meses en otra... no hay un guión", le dijo a la BBC.
Ryan sintió que no tuvo a quién acudir para lidiar con su pérdida, así que ahora trata de ayudar a otras personas que están en duelo.
¿Cuando el duelo se vuelve un problema? Un duelo complicado, según Cate, sucede cuando la persona se queda totalmente paralizada.
"Puede ser que su red social haya colapsado con la persona que murió, puede ser que dependiera de su pareja para todo y con su muerte sientan que no les quede nada, o puede ser porque ya tenían una depresión o una ansiedad y la muerte del ser querido las empeora...".
Este tipo de situaciones, según la psicóloga, resulta en situaciones más complejas.
¿Cómo ayudarte a ti mismo o a alguien en duelo? El duelo es inevitable pero tremendamente individual, así que ¿cuáles son las mejores estrategias para sobrellevarlo?, recomienda.
Pero ¿y si ni siquiera eres capaz de hablar del tema?
La psicóloga recomienda entonces usar un sistema parecido al que ella usa con los niños más pequeños, que no saben expresar sus sentimientos en palabras.
"Con ellos utilizo un sistema de semáforo, con piedras pintadas de colores, verde, ámbar y rojo. Les digo "si te sientes bien pon la piedra verde al lado de la cocina, para que mamá o papá la vean. Si no te sientes bien pon la roja, así alguien te puede decir, ¿estás bien?, ¿qué pasa?, ¿cómo te sientes?".
Según Cate también hay muchas cosas que la gente hace para sobrellevar el duelo que son muy comunes, aunque la gente no hable de eso. Son una manera normal de lidiar con el dolor.
"Hablar con la persona que se murió es una importante", dice Cate.
"Ponerse alguna de sus prendas, usar su perfume, tocar una fotografía, besarla... ", todo eso es normal, según la especialista.
Ryan, por experiencia, sabe que hay luz al final del túnel: "llega un momento en que el dolor se vuelve manejable, puedes vivir con él y deja de ser lo primero en lo que piensas cuando te levantas por las mañanas".
http://www.bbc.com/mundo/noticias-43893550
Los alumnos ya no se sienten chivatos ante el acoso escolar. Nueve de cada 10 profesores creen que la visión “normalizada” de la violencia de los acosadores es determinante para explicar el bullying.
Nueve de cada 10 profesores creen que la visión “normalizada” de la violencia que tienen los alumnos acosadores es determinante para explicar las agresiones en las aulas. Esta trivialización de la violencia y la presión del grupo son las dos cuestiones que más fomentan el acoso escolar, según una encuesta reciente a docentes y estudiantes. Los chicos ven cada vez más claro que la unión entre compañeros para pedir al acosador que pare es la herramienta más eficaz para frenar a los acosadores, por encima de pedir ayuda al profesor. Ya no se sienten chivatos.
Uno de cada tres alumnos afirma que en su clase se sufren situaciones de acoso escolar. Y que en el aula en la que aprenden hay al menos dos compañeros acosados. Víctimas a las que sobre todo insultan y en la mayoría de los casos reciben empujones, collejas, golpes o patadas de sus acosadores. Así lo recoge la última encuesta sobre acoso elaborada por la Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo) y la Fundación Mutua Madrileña, que incluye por primera vez la visión de los docentes.
El número de chavales que perciben esta violencia en las aulas ha descendido en un año. Si en 2016 el 50% creía que había víctimas de acoso en su clase, este último informe, correspondiente a 2017, rebaja esa percepción a un tercio. Benjamín Ballesteros, director de programas de ANAR, es un descenso del que aún no conocen las causas: “Habrá que vigilar encuestas posteriores. Vigilaremos si la tendencia continúa a la baja".
La gran mayoría de los niños y adolescentes encuestados, eso sí, consideran que el acoso es maltrato (97,7%) y son poquísimos los que piensan que se trata de una broma, el 0,3%. Entre los datos positivos, Ballesteros destaca también que cada vez más alumnos —del 65,7 al 80,3% en un curso— creen que unirse entre ellos y decirle al agresor que pare es la medida más eficaz para frenar el acoso, por delante de ir a contarlo al profesor o un alumno y aún más de contarlo a los padres, lo que solo ven como solución apenas uno de cada tres alumnos (35,4%). “Es un éxito y una de las claves de los programas de prevención: que los espectadores ya no se queden mirando, que no se sientan chivatos”, añade el responsable de ANAR.
Padres autoritarios o muy permisivos
Las encuestas, realizadas en los 150 centros a los que acuden a hacer talleres, incluyen por primera vez la visión de los profesores. Los docentes alertan de que la presión del grupo y la “normalización de la violencia” entre los acosadores son la clave del acoso escolar. “A los agresores muchas veces se les demoniza, pero no estamos hablando de adultos sino de niños y adolescentes. Y hay que preguntarse qué les ocurre a ellos para poder combatirlo”, dice Ballesteros. Tras esa “normalización”, este psicólogo ve la violencia que pueden estar sufriendo esos alumnos en su propia familia o una personalidad violenta que pueden marcar dos tipos de padres muy diferentes: los muy autoritarios o los demasiados permisivos.
Cuando se pregunta a los docentes las características del acosador, en la mayoría de los casos creen que son alumnos con complejos, autoestima baja o miedo al rechazo (40,8%), con problemas familiares o personales (22,5%) o chicos agresivos (21,1%). Solo en último lugar señalan que les gusta destacar, llamar la atención o son chulos. Los alumnos creen, por su parte, que los acosadores actúan por creerse mejores, para divertirse y, en menor medida, por venganza.
Los profesores responden, además, sobre qué pueden hacer los padres. En primer lugar, les piden escuchar, dialogar y conocer a sus hijos, seguido de inculcar valores. La tercera opción es colaborar con los profesores y en cuarto lugar, no sobreprotegerlos y enseñarles a resolver problemas.
La Fundación ANAR dispone de un teléfono de ayuda: 900 20 20 10. En su web han habilitado un chat para los menores.
https://politica.elpais.com/politica/2018/05/01/actualidad/1525194466_444479.html
SIN LOS DATOS PROMETIDOS DEL GOBIERNO
Existen pocos datos oficiales para conocer la profundidad del acoso en las aulas españolas, más allá del trabajo de fundaciones o de ONG, como las que elaboran este informe. Save The Children publicó una encuesta en 2016 que señalaba que uno de cada 10 alumnos aseguraba haber sufrido acoso escolar. El Gobierno carece de cifras actualizadas. El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, anunció a principios de 2016, tras el suicidio de un alumno que sufría bullying, ,que se crearía un registro estatal con “todos los datos estadísticos de convivencia escolar”, como piden las asociaciones para dimensionar el problema. Aún no está disponible. El único dato oficial, de 2010, señala que el acoso afecta a un 4% de alumnos.
Uno de cada tres alumnos afirma que en su clase se sufren situaciones de acoso escolar. Y que en el aula en la que aprenden hay al menos dos compañeros acosados. Víctimas a las que sobre todo insultan y en la mayoría de los casos reciben empujones, collejas, golpes o patadas de sus acosadores. Así lo recoge la última encuesta sobre acoso elaborada por la Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo) y la Fundación Mutua Madrileña, que incluye por primera vez la visión de los docentes.
El número de chavales que perciben esta violencia en las aulas ha descendido en un año. Si en 2016 el 50% creía que había víctimas de acoso en su clase, este último informe, correspondiente a 2017, rebaja esa percepción a un tercio. Benjamín Ballesteros, director de programas de ANAR, es un descenso del que aún no conocen las causas: “Habrá que vigilar encuestas posteriores. Vigilaremos si la tendencia continúa a la baja".
La gran mayoría de los niños y adolescentes encuestados, eso sí, consideran que el acoso es maltrato (97,7%) y son poquísimos los que piensan que se trata de una broma, el 0,3%. Entre los datos positivos, Ballesteros destaca también que cada vez más alumnos —del 65,7 al 80,3% en un curso— creen que unirse entre ellos y decirle al agresor que pare es la medida más eficaz para frenar el acoso, por delante de ir a contarlo al profesor o un alumno y aún más de contarlo a los padres, lo que solo ven como solución apenas uno de cada tres alumnos (35,4%). “Es un éxito y una de las claves de los programas de prevención: que los espectadores ya no se queden mirando, que no se sientan chivatos”, añade el responsable de ANAR.
Padres autoritarios o muy permisivos
Las encuestas, realizadas en los 150 centros a los que acuden a hacer talleres, incluyen por primera vez la visión de los profesores. Los docentes alertan de que la presión del grupo y la “normalización de la violencia” entre los acosadores son la clave del acoso escolar. “A los agresores muchas veces se les demoniza, pero no estamos hablando de adultos sino de niños y adolescentes. Y hay que preguntarse qué les ocurre a ellos para poder combatirlo”, dice Ballesteros. Tras esa “normalización”, este psicólogo ve la violencia que pueden estar sufriendo esos alumnos en su propia familia o una personalidad violenta que pueden marcar dos tipos de padres muy diferentes: los muy autoritarios o los demasiados permisivos.
Cuando se pregunta a los docentes las características del acosador, en la mayoría de los casos creen que son alumnos con complejos, autoestima baja o miedo al rechazo (40,8%), con problemas familiares o personales (22,5%) o chicos agresivos (21,1%). Solo en último lugar señalan que les gusta destacar, llamar la atención o son chulos. Los alumnos creen, por su parte, que los acosadores actúan por creerse mejores, para divertirse y, en menor medida, por venganza.
Los profesores responden, además, sobre qué pueden hacer los padres. En primer lugar, les piden escuchar, dialogar y conocer a sus hijos, seguido de inculcar valores. La tercera opción es colaborar con los profesores y en cuarto lugar, no sobreprotegerlos y enseñarles a resolver problemas.
La Fundación ANAR dispone de un teléfono de ayuda: 900 20 20 10. En su web han habilitado un chat para los menores.
https://politica.elpais.com/politica/2018/05/01/actualidad/1525194466_444479.html
SIN LOS DATOS PROMETIDOS DEL GOBIERNO
Existen pocos datos oficiales para conocer la profundidad del acoso en las aulas españolas, más allá del trabajo de fundaciones o de ONG, como las que elaboran este informe. Save The Children publicó una encuesta en 2016 que señalaba que uno de cada 10 alumnos aseguraba haber sufrido acoso escolar. El Gobierno carece de cifras actualizadas. El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, anunció a principios de 2016, tras el suicidio de un alumno que sufría bullying, ,que se crearía un registro estatal con “todos los datos estadísticos de convivencia escolar”, como piden las asociaciones para dimensionar el problema. Aún no está disponible. El único dato oficial, de 2010, señala que el acoso afecta a un 4% de alumnos.
sábado, 2 de junio de 2018
El Gobierno portugués pone freno al desalojo salvaje de viviendas. Las personas con más de 25 años en la misma casa tendrán alquiler vitalicio.
El precio de la vivienda ha subido un 18% en un año en la capital portuguesa, pero más aún en Alfama. Alfama no es que sea la Quinta Avenida, ni la playa de Ipanema. Las casitas de Alfama no tienen ni balcones ni suites, mucho menos ascensor o parking, pero a la bohemia europea, joven y con dinero, le gusta la incomodidad, lo auténtico, y están desalojando a los auténticos vecinos, sin edad ni dinero para mudanzas.
La situación alcanza tintes dramáticos en los barrios de Alfama, Morería, Chiado o Baixa. Hay miedo de abrir el buzón por si encuentran una fatídica carta en la que les anuncian la subida del alquiler o el precio de compra del inmueble. En un día, 16 familias de una calle de la Morería recibieron el fatídico aviso. Los fondos inmobiliarios compran no ya edificios, sino calles enteras, y esperan pacientemente al final de los contratos o a que las casas —o sus inquilinos— se caigan de viejas.
Según datos del distrito de Santa Maria Maior, estos barrios con 10.000 vecinos reciben diariamente 250.000 visitas. Su desnaturalización se agrava con la huida de sus habitantes. Hoy son 3.000 menos que hace cuatro años. Los permisos de alojamiento local han saltado de 43 a 1.676.
Si algo no se le puede achacar al primer ministro es falta de reflejos (con la excepción de los incendios). Ante la alarma creciente, en un santiamén ha aprobado una ley de vivienda que pone límites a la actual, aprobada por el anterior Gobierno. A partir de ahora, los mayores de 65 años no pueden ser desalojados de su casa, tampoco los que lleven en ella más de 25 años ni las personas con problemas de movilidad. La rehabilitación de la vivienda dejará de ser motivo de desalojo o renovación del alquiler. En 2017, la mitad de todos los contratos firmados tenían un año de vigencia.
https://elpais.com/elpais/2018/05/08/opinion/1525779078_547935.html
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La ciencia avala un plan para intentar eliminar la ultrapobreza. Una estrategia de choque para salir de la miseria logra que los participantes generen hasta cuatro euros por cada uno invertido
Hace un lustro, la economista Dambisa Moyo, nacida en Zambia y doctorada en Oxford, provocó un terremoto en el mundo de la cooperación. En los 15 años anteriores, según relataba en su libro Cuando la ayuda es el problema, los países ricos habían transferido un billón de dólares a África en forma de ayuda al desarrollo. ¿Había mejorado eso la vida de los africanos? No, según ella: los beneficiados por las ayudas estaban peor que antes, “mucho peor”, atrapados en un círculo vicioso de corrupción, dependencia del dinero de los países ricos y distorsión de sus mercados.
El libro de Moyo se enfrentaba a otro clásico, El fin de la pobreza, del economista estadounidense Jeffrey Sachs, que proponía una hoja de ruta para acabar con la miseria mediante una ayuda al desarrollo bien planificada. El debate se podría resumir en lo que piensa cualquiera que dona parte de su sueldo a una organización de ayuda al desarrollo: ¿esto valdrá para algo?
Un nuevo estudio, publicado hoy en la revista Science, arroja luz al asunto y bendice, mediante el método científico, un plan para luchar contra la pobreza extrema. Sus autores han seguido durante tres años a 21.000 de las personas más pobres del mundo, en seis países: Etiopía, Ghana, Honduras, India, Pakistán y Perú. Los analizados son una ínfima parte de los 1.000 millones de ultrapobres, aquellos que viven con menos de un euro al día. Durante dos años, estos 21.000 escogidos participaron en un plan de ayuda al desarrollo conocido como “modelo de graduación”, concebido en 2002 por la ONG BRAC, de Bangladesh.
Diferentes organizaciones ofrecieron a estos hogares en pobreza extrema un abanico de medios de vida, a elegir, desde colmenas de abejas en Etiopía a la cría de cobayas en Perú o de cerdos en Honduras. A continuación, los participantes recibieron formación para gestionar sus nuevos recursos, como instrucciones para revender animales después de engordarlos.
Dentro de este empujón para salir de la miseria, los hogares recibieron una ayuda mensual en forma de comida o dinero en metálico, con el objetivo de que los beneficiados se pudieran centrar en sus nuevos negocios. Durante todo el proceso, un equipo de asesores visitaba las casas semanalmente para solucionar dudas y animar a los participantes a guardar dinero en una cuenta de ahorro para futuribles emergencias. Además, las familias recibían formación en sanidad, para evitar enfermedades. Al cabo de dos años, se las dejaba solas.
El equipo de investigadores ha evaluado la eficacia de esta estrategia. Para ello, han empleado el mismo método que se utiliza para determinar si funciona un medicamento: comparar dos grupos de personas similares, uno sometido a la intervención y el otro, no. Y funcionaba.
Tras un año de independencia, los participantes habían conseguido mantener sus negocios y disfrutar de un mayor nivel de vida que sus vecinos: más ingresos, más ahorros, más salud y mayor consumo de alimentos. “Por cada euro invertido, la gente generaba entre 1,33 y 4,33 euros, dependiendo del país”, explica una de las autoras, la economista francesa Esther Duflo, galardonada el miércoles con el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales.
En India, el programa, centrado en la cría de cabras, supuso una inversión de 290 euros por cada familia. El retorno ha sido el máximo de los países analizados, el 433%. En Etiopía, la entrega de ovejas, cabras o colmenas, más el asesoramiento, costó 775 euros por hogar. Cada euro invertido generó 2,6. En Honduras, una enfermedad en las gallinas empleadas hizo fracasar el programa. Fue el único país en el que se perdió dinero, con un retorno negativo del -200%.
Esther Duflo, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (EE UU), insiste en que es “rentable” para los gobiernos. En Etiopía, afirma, “se espera que el programa llegue a tres millones de personas”. Y también se está ampliando en India y Pakistán. Reducir a cero el número de ultrapobres “se debe, y se puede, en 2030”, afirman los autores en Science.
“Este estudio respalda lo que estamos intentando hacer todos, programas integrales con intervenciones completas en varios ámbitos para romper la trampa de la pobreza. Pero no todo contexto es susceptible de aplicar estos programas, no existe una receta universal”, opina la economista española Marta Valdés, directora del Área de Desarrollo Temático y Metodológico de Oxfam, una confederación de ONG que lucha contra la pobreza en 90 países.
Valdés, que no ha participado en el estudio, subraya los efectos psicológicos en los participantes: “El hecho de que sientan que la sociedad piensa en ellos y que ellos son importantes para la sociedad es crítico”. Sin embargo, pide más seguimiento. “Estos programas son rentables para los gobiernos, porque dinamizan la economía, pero hay que ver si los efectos se mantienen en el tiempo”, recalca.
https://elpais.com/elpais/2015/05/14/ciencia/1431619490_109589.html
El libro de Moyo se enfrentaba a otro clásico, El fin de la pobreza, del economista estadounidense Jeffrey Sachs, que proponía una hoja de ruta para acabar con la miseria mediante una ayuda al desarrollo bien planificada. El debate se podría resumir en lo que piensa cualquiera que dona parte de su sueldo a una organización de ayuda al desarrollo: ¿esto valdrá para algo?
Un nuevo estudio, publicado hoy en la revista Science, arroja luz al asunto y bendice, mediante el método científico, un plan para luchar contra la pobreza extrema. Sus autores han seguido durante tres años a 21.000 de las personas más pobres del mundo, en seis países: Etiopía, Ghana, Honduras, India, Pakistán y Perú. Los analizados son una ínfima parte de los 1.000 millones de ultrapobres, aquellos que viven con menos de un euro al día. Durante dos años, estos 21.000 escogidos participaron en un plan de ayuda al desarrollo conocido como “modelo de graduación”, concebido en 2002 por la ONG BRAC, de Bangladesh.
Diferentes organizaciones ofrecieron a estos hogares en pobreza extrema un abanico de medios de vida, a elegir, desde colmenas de abejas en Etiopía a la cría de cobayas en Perú o de cerdos en Honduras. A continuación, los participantes recibieron formación para gestionar sus nuevos recursos, como instrucciones para revender animales después de engordarlos.
Dentro de este empujón para salir de la miseria, los hogares recibieron una ayuda mensual en forma de comida o dinero en metálico, con el objetivo de que los beneficiados se pudieran centrar en sus nuevos negocios. Durante todo el proceso, un equipo de asesores visitaba las casas semanalmente para solucionar dudas y animar a los participantes a guardar dinero en una cuenta de ahorro para futuribles emergencias. Además, las familias recibían formación en sanidad, para evitar enfermedades. Al cabo de dos años, se las dejaba solas.
El equipo de investigadores ha evaluado la eficacia de esta estrategia. Para ello, han empleado el mismo método que se utiliza para determinar si funciona un medicamento: comparar dos grupos de personas similares, uno sometido a la intervención y el otro, no. Y funcionaba.
Tras un año de independencia, los participantes habían conseguido mantener sus negocios y disfrutar de un mayor nivel de vida que sus vecinos: más ingresos, más ahorros, más salud y mayor consumo de alimentos. “Por cada euro invertido, la gente generaba entre 1,33 y 4,33 euros, dependiendo del país”, explica una de las autoras, la economista francesa Esther Duflo, galardonada el miércoles con el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales.
En India, el programa, centrado en la cría de cabras, supuso una inversión de 290 euros por cada familia. El retorno ha sido el máximo de los países analizados, el 433%. En Etiopía, la entrega de ovejas, cabras o colmenas, más el asesoramiento, costó 775 euros por hogar. Cada euro invertido generó 2,6. En Honduras, una enfermedad en las gallinas empleadas hizo fracasar el programa. Fue el único país en el que se perdió dinero, con un retorno negativo del -200%.
Esther Duflo, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (EE UU), insiste en que es “rentable” para los gobiernos. En Etiopía, afirma, “se espera que el programa llegue a tres millones de personas”. Y también se está ampliando en India y Pakistán. Reducir a cero el número de ultrapobres “se debe, y se puede, en 2030”, afirman los autores en Science.
“Este estudio respalda lo que estamos intentando hacer todos, programas integrales con intervenciones completas en varios ámbitos para romper la trampa de la pobreza. Pero no todo contexto es susceptible de aplicar estos programas, no existe una receta universal”, opina la economista española Marta Valdés, directora del Área de Desarrollo Temático y Metodológico de Oxfam, una confederación de ONG que lucha contra la pobreza en 90 países.
Valdés, que no ha participado en el estudio, subraya los efectos psicológicos en los participantes: “El hecho de que sientan que la sociedad piensa en ellos y que ellos son importantes para la sociedad es crítico”. Sin embargo, pide más seguimiento. “Estos programas son rentables para los gobiernos, porque dinamizan la economía, pero hay que ver si los efectos se mantienen en el tiempo”, recalca.
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viernes, 1 de junio de 2018
ÚLTIMA HORA!!! SÁNCHEZ, PRESIDENTE. El líder del PSOE gana la moción de censura contra Rajoy al superar los 176 votos necesarios en el Congreso y se convierte en el séptimo presidente del Gobierno de la democracia.
Editorial de El País
Un Gobierno inviable
La moción desalojará a Rajoy, pero no generará más estabilidad política
(¿Es un anuncio de la guerra abierta contra un gobierno que no será del agrado de los poderosos? Por lo pronto el montaje artificial de Ciudadanos no ha tenido el éxito esperado y los movimientos populares desde el 15 M logran una "pequeña" victoria que ha sido desalojar al PP de Rajoy. Y sabemos que la estabilidad es un factor que se crea, se destruye y se dirige desde las fuentes del poder real y en la sombra mediante los medios y otras muchas manipulaciones y grupos de presión.)
La moción desalojará a Rajoy, pero no generará más estabilidad política
(¿Es un anuncio de la guerra abierta contra un gobierno que no será del agrado de los poderosos? Por lo pronto el montaje artificial de Ciudadanos no ha tenido el éxito esperado y los movimientos populares desde el 15 M logran una "pequeña" victoria que ha sido desalojar al PP de Rajoy. Y sabemos que la estabilidad es un factor que se crea, se destruye y se dirige desde las fuentes del poder real y en la sombra mediante los medios y otras muchas manipulaciones y grupos de presión.)
Marx no es Proudhon. La postura política implícita en El Capital.
Miguel Alejandro Hayes Martínez
Ese es el gran aporte: conocer objetivamente la realidad, para que los intentos de transformarlas sean certeros. Es esa, el arma que aporta El Capital, porque Marx entendía que desde la euforia y los deseos, no se garantizaba la lucha correcta. Por eso, Marx no es Proudhon.
Acercamiento a la cuestión:
Me gustaría comenzar aclarando que no tengo nada en contra, -del que pudiera llamar camarada- Proudhon. Para ser más sincero, leí primero Qué es la propiedad, y luego, El Capital. Solamente asumo la postura tan avisada de este, cuando afirmó: ¡Es la Guerra Social! (1 p. 12), como referente práctico-político, que declaraba toda una lógica (desde lo utópico) de destrucción del capitalismo, que me sirve punto de referencia para compararlo con las ideas de Marx en El Capital.
Hace unos días escuchaba a la conocida intelectual y académica cubana Isabel Monal hablando sobre este excepcional libro. Afirmó que era un fuerte cuestionamiento al sistema capitalista. Alrededor de eso (aunque ella no lo dijo) está implícita la idea de que es un libro que critica el capitalismo y lleva consigo un llamado a la revolución social, es decir, la llamada postura anticapitalista. En donde se asume, que Marx está criticando también que los capitalistas se apropien del plusvalor -que no les corresponde- y por eso es un llamado a tomar el excedente que el capitalista se apropia ilegítimamente.
Evidentemente, tampoco el objetivo de este artículo es cuestionarse el pensamiento de tal intelectual cubana, sino de manera general, reflexionar sobre esas posturas, piénselas quien las piense. Es por eso, que la pregunta, que me hago es: ¿Es realmente El Capital un libro anticapitalista que propone una lucha contra este sistema?
Advierto al lector, de antemano, que mi respuesta será conducida a un no (o al menos de la manera que se entiende el carácter "anticapitalista"), y que lo contrario a esa respuesta que asumo es solo una interpretación surgida de arrastrar los momentos de la euforia revolucionaria con el que fue escrito el Manifiesto y de las transgresiones que han hecho al marxismo corrientes utópicas más cercanas a Lassalle y las cuales en vida, Marx siempre se cuestionaba. Lo tan explicito que se olvida y las palabras del propio Marx.
Para comenzar a descifrar lo propuesto, un buen camino es el de las propias citas e ideas explícitas de El Capital. Por eso, lo primero que sale a relucir, en mayúsculas casi, es el subtítulo que lleva: Crítica de la economía política. He visto muchos que olvidan esa idea, y no está ahí por gusto.
Me resulta redundante tener que mencionar la cita y hablar de ella, pero desgraciadamente es necesario. Está bien claro que ese libro se cuestiona en todo momento la economía política clásica. Es decir, es una crítica a todo un sistema teórico filosófico que le antecedió, y con el que evidentemente no estaba de acuerdo. Si bien no es un libro solo de valor teórico, está bien claro que está criticando las formas de entender el capitalismo que predominaban en su época. Si fuera una crítica al capitalismo, su subtítulo sería: Crítica al capitalismo.
Existe otra cita que aunque esté fuera de El Capital, puede ser muy útil. Esta, la extraje de un artículo escrito por Marx titulado Glosas Marginales al ’Tratado de Economía Política’’ de Adolph Wagner. En ese texto, el propio Marx defiende la cientificidad de su Capital y de todas interpretaciones ideológicas (socialistas utópicas aún) que algunos como Wagner le imputaban y comenzaban a escudarse de ese libro para defender sus ideas políticos.
Marx afirma:
‘’Mientras no se haya hecho esta demostración, la ganancia del capital será también, de hecho, un elemento constitutivo del valor, y no como quieren los socialistas, algo que se le sustrae o se le ‘’roba al obrero’’ … en mi exposición, en efecto, la ganancia del capital no es ‘’solo una sustracción o robo en detrimento del obrero’’. Por el contrario, yo represento al capitalista como un funcionario necesario para la producción… y muestro ampliamente que él no sustrae o roba, sino que arranca la producción del plusvalor, es decir comienza por ayudar a crear lo que ha de sustraer.’’ (2 p. 173)
Esto, puede decir mucho por sí solo. Ese plusvalor sustraído, no es precisamente un robo. Por lo que si Marx condena algo, no es claramente, que el capitalista se quede con el plusvalor; de hecho, casi me atrevo a decir, que hay cierta defensa al derecho de su apropiación (en el sentido jurídico) por parte de este.
También está claro que, siendo consecuente con su teoría, Marx expone toda una funcionalidad dentro de la estructura social que tienen los capitalistas. Engels, más adelante, en los tomo II y III sabe exponer certeramente eso. Así, por ejemplo, se destacan algunas ideas.
Entre ellas está que el capital tiene la función social de unir la capacidad creadora del hombre (fuerza de trabajo) con la de los resultados de la actividad humana (máquinas, instrumentos, etc.) en tiempo y espacio e iniciar el proceso de producción de lo que hoy conocemos como bienes y servicios. Y después, continuar el ciclo completo que termina con la realización de las mercancías al ser compradas con sus consumidores. Esto hace incluso, que el capitalista, como personificación del capital, tenga su función social dentro de la lógica del modo de producción (sentido hegeliano) capitalista.
De ahí que del propio Marx sale toda una explicación del sistema que más allá de condenar, lo que hace es entender con objetividad que es lo que realmente está pasando en las relaciones capitalistas.
Lo implícito que se olvida y lo que realmente aporta:
Pensando de manera articulada con la lógica de Marx, pueden argumentarse también los planteamientos anteriores. Hay que detenerse y usar la dialéctica materialista. Esta nos plantea la interconexión relacional y condicionada de la realidad. Eso nos hace pensar ¿tenía objetividad y condicionamiento el capitalismo como sistema? ¿Por que apareció el capitalismo?
Haciendo abstracción del eurocentrismo del que es acusado Marx, se puede entender que el capitalismo fue revolucionario en su momento. Fue el resultado del desarrollo de las capacidades productivas que existían en el feudalismo, es decir, que el desarrollo de este y sus contradicciones generaron un tránsito al capitalismo. Lo que lo convierte en salida a determinadas contradicciones y le da todo un condicionamiento histórico.
Si bien este capitalismo tiene sus propias contradicciones, ¿puede pensarse que el hombre que fundó ese pensamiento mencionado (el materialismo dialéctico) se plantearía en medio de un sistema en consolidación mundial (el capitalismo) que pronto se acabaría con él?
Estoy de acuerdo en que Marx estaba (al igual que yo) del lado de los más desposeídos, pero es muy raro que pensara que con entender el origen del plusvalor y la función del capital en la sociedad, y cómo se da el intercambio, le estaba declarando la guerra inmediata al capitalismo.
Tampoco está diciendo cómo funciona el capitalismo para atacarlo, al menos tal y como lo entienden muchos. En realidad, esa es una idea, que no está prevista en El Capital. Hay ciertos supuestos metodológicos y elementos que Marx no expone en El Capital. Uno de ellos (y no lo expondré aquí) es esa lógica de reproducción del hombre expuesta en los Manuscritos, y que al olvidarse esto se da lugar a algunos malos entendidos. En su exposición, Marx deja por alto explicar, que condiciones y necesidades de la propia actividad humana condicionan el capitalismo (escribiré sobre esto en otros artículos).
Desgraciadamente, muchos han pensado que al leer y entender (aparentemente) qué ocurre en el capitalismo, podemos los revolucionarios conscientemente ponernos de acuerdo e ignorar el mecanismo de mercado y demás elementos.
Entonces, si no es una crítica (en el sentido de ataque) al capitalismo El Capital, y tampoco es una explicación para racionalmente asaltar el capitalismo, ¿cuál es el sentido político y liberador del capital?
Para comprender cuál es el sentido revolucionario (porque lo tiene) de este libro, hay que partir de fusionar tres elementos: la tradición teórica dialéctica a la que Marx indudablemente se suma, su compromiso político en la época y la evolución teórica de su pensamiento.
De lo primero, está la idea de la enajenación. Que mientras para Hegel, podía superarse sabiéndose dentro de una realidad, Marx comprendió que debía irse más allá: entender la realidad para cambiarla. También destaca, que esta tradición intenta romper con esas visiones fetichistas del mundo de otras filosofías y sistemas lógicos.
Esto se une con su compromiso con los obreros de la época. Hay que recordar que Marx pasó buena parte de sus obras criticando esos ‘’profetas socialistas’’ que llenaban la cabeza de los pobres obreros de esas fantasías y utopías políticas que lejos de liberar, aprisionaban más. Así se cuestionó a Proudhon, Weitling, Bakunin, Lassalle, el propio Wagner y todos los que entorpecieran con disparates el entendimiento de la realidad de los obreros.
De la evolución del pensamiento, hay que recordar esos elementos (que mencioné antes) que da en los Manuscritos, dónde afirma el desenvolvimiento del hombre en las reproducción de sus capacidades, y de la necesidad de armar una historia que fuera la historia natural del hombre.
Con eso, puede entenderse el sentido liberador de El Capital y esa postura "anticapitalista" de la siguiente manera: un libro que intenta dar a los obreros una verdadera explicación del sistema de relaciones capitalistas de producción, entendiendo la objetividad de estas, para no caer en voluntarismos ni utopías y comprender las verdaderas formas en que se puede cambiar las realidades que este genera. Con esto, se podría salir de todas aquellas formas de lucha obrera de su época que no aportaban mucho y solo despegaban al obrero de los puntos en que debía enfocarse.
Y si se sigue con la dialéctica materialista: no se trata entonces de atacar esas condiciones de frente y a golpe, sino en comenzar a generar los mecanismos de movimiento social que permitan ir condicionando la generación de relaciones sociales más justas.
Ese es el gran aporte: conocer objetivamente la realidad, para que los intentos de transformarlas sean certeros. Es esa el arma que aporta El Capital, porque Marx entendía que desde la euforia y los deseos, no se garantizaba la lucha correcta y había que sentar las bases en el pensamiento para que dejara de ser así. Por eso, Marx no es Proudhon.
Él no abogaba por revuelos ni aspavientos que como el mismo decía eran posturas pequeño-burguesas. Debe dejar de confundirse sus teorías, con acusaciones de robos a los capitalistas, que como el mismo dijo, nunca lo afirmó.
Con todo esto, puede concluirse entonces, que lejos de ser el libro en cuestión una crítica al capitalismo, es una explicación objetiva de este, en aras de liberar al obrero de la torpeza con que enfrentaba su realidad, y en eso radica su sentido “anticapitalista” y su carácter de teoría que actúa contra la alienación.
Es por eso que mi llamado, es a comprender el pensamiento de Marx tal y como lo expresó, y no confundamos su ciencia con las ideas de otros, y no le otorguemos consignas que pueden llegar a ser contradictorias con su obra.
Bibliografía
1. Proudhon, Pierre Joseph. ¿Qué es la propiedad? Investigaciones sobre. Buenos Aires : Libros de Anarres, 2005.
2. Marx, Carlos. Glosas marginales al ''Tratado de economía política'' de Adolph Wagner. [aut. libro] Maurice Dobb, y otros. Estudios sobre El Capital. México: Siglo XXI.
Ese es el gran aporte: conocer objetivamente la realidad, para que los intentos de transformarlas sean certeros. Es esa, el arma que aporta El Capital, porque Marx entendía que desde la euforia y los deseos, no se garantizaba la lucha correcta. Por eso, Marx no es Proudhon.
Acercamiento a la cuestión:
Me gustaría comenzar aclarando que no tengo nada en contra, -del que pudiera llamar camarada- Proudhon. Para ser más sincero, leí primero Qué es la propiedad, y luego, El Capital. Solamente asumo la postura tan avisada de este, cuando afirmó: ¡Es la Guerra Social! (1 p. 12), como referente práctico-político, que declaraba toda una lógica (desde lo utópico) de destrucción del capitalismo, que me sirve punto de referencia para compararlo con las ideas de Marx en El Capital.
Hace unos días escuchaba a la conocida intelectual y académica cubana Isabel Monal hablando sobre este excepcional libro. Afirmó que era un fuerte cuestionamiento al sistema capitalista. Alrededor de eso (aunque ella no lo dijo) está implícita la idea de que es un libro que critica el capitalismo y lleva consigo un llamado a la revolución social, es decir, la llamada postura anticapitalista. En donde se asume, que Marx está criticando también que los capitalistas se apropien del plusvalor -que no les corresponde- y por eso es un llamado a tomar el excedente que el capitalista se apropia ilegítimamente.
Evidentemente, tampoco el objetivo de este artículo es cuestionarse el pensamiento de tal intelectual cubana, sino de manera general, reflexionar sobre esas posturas, piénselas quien las piense. Es por eso, que la pregunta, que me hago es: ¿Es realmente El Capital un libro anticapitalista que propone una lucha contra este sistema?
Advierto al lector, de antemano, que mi respuesta será conducida a un no (o al menos de la manera que se entiende el carácter "anticapitalista"), y que lo contrario a esa respuesta que asumo es solo una interpretación surgida de arrastrar los momentos de la euforia revolucionaria con el que fue escrito el Manifiesto y de las transgresiones que han hecho al marxismo corrientes utópicas más cercanas a Lassalle y las cuales en vida, Marx siempre se cuestionaba. Lo tan explicito que se olvida y las palabras del propio Marx.
Para comenzar a descifrar lo propuesto, un buen camino es el de las propias citas e ideas explícitas de El Capital. Por eso, lo primero que sale a relucir, en mayúsculas casi, es el subtítulo que lleva: Crítica de la economía política. He visto muchos que olvidan esa idea, y no está ahí por gusto.
Me resulta redundante tener que mencionar la cita y hablar de ella, pero desgraciadamente es necesario. Está bien claro que ese libro se cuestiona en todo momento la economía política clásica. Es decir, es una crítica a todo un sistema teórico filosófico que le antecedió, y con el que evidentemente no estaba de acuerdo. Si bien no es un libro solo de valor teórico, está bien claro que está criticando las formas de entender el capitalismo que predominaban en su época. Si fuera una crítica al capitalismo, su subtítulo sería: Crítica al capitalismo.
Existe otra cita que aunque esté fuera de El Capital, puede ser muy útil. Esta, la extraje de un artículo escrito por Marx titulado Glosas Marginales al ’Tratado de Economía Política’’ de Adolph Wagner. En ese texto, el propio Marx defiende la cientificidad de su Capital y de todas interpretaciones ideológicas (socialistas utópicas aún) que algunos como Wagner le imputaban y comenzaban a escudarse de ese libro para defender sus ideas políticos.
Marx afirma:
‘’Mientras no se haya hecho esta demostración, la ganancia del capital será también, de hecho, un elemento constitutivo del valor, y no como quieren los socialistas, algo que se le sustrae o se le ‘’roba al obrero’’ … en mi exposición, en efecto, la ganancia del capital no es ‘’solo una sustracción o robo en detrimento del obrero’’. Por el contrario, yo represento al capitalista como un funcionario necesario para la producción… y muestro ampliamente que él no sustrae o roba, sino que arranca la producción del plusvalor, es decir comienza por ayudar a crear lo que ha de sustraer.’’ (2 p. 173)
Esto, puede decir mucho por sí solo. Ese plusvalor sustraído, no es precisamente un robo. Por lo que si Marx condena algo, no es claramente, que el capitalista se quede con el plusvalor; de hecho, casi me atrevo a decir, que hay cierta defensa al derecho de su apropiación (en el sentido jurídico) por parte de este.
También está claro que, siendo consecuente con su teoría, Marx expone toda una funcionalidad dentro de la estructura social que tienen los capitalistas. Engels, más adelante, en los tomo II y III sabe exponer certeramente eso. Así, por ejemplo, se destacan algunas ideas.
Entre ellas está que el capital tiene la función social de unir la capacidad creadora del hombre (fuerza de trabajo) con la de los resultados de la actividad humana (máquinas, instrumentos, etc.) en tiempo y espacio e iniciar el proceso de producción de lo que hoy conocemos como bienes y servicios. Y después, continuar el ciclo completo que termina con la realización de las mercancías al ser compradas con sus consumidores. Esto hace incluso, que el capitalista, como personificación del capital, tenga su función social dentro de la lógica del modo de producción (sentido hegeliano) capitalista.
De ahí que del propio Marx sale toda una explicación del sistema que más allá de condenar, lo que hace es entender con objetividad que es lo que realmente está pasando en las relaciones capitalistas.
Lo implícito que se olvida y lo que realmente aporta:
Pensando de manera articulada con la lógica de Marx, pueden argumentarse también los planteamientos anteriores. Hay que detenerse y usar la dialéctica materialista. Esta nos plantea la interconexión relacional y condicionada de la realidad. Eso nos hace pensar ¿tenía objetividad y condicionamiento el capitalismo como sistema? ¿Por que apareció el capitalismo?
Haciendo abstracción del eurocentrismo del que es acusado Marx, se puede entender que el capitalismo fue revolucionario en su momento. Fue el resultado del desarrollo de las capacidades productivas que existían en el feudalismo, es decir, que el desarrollo de este y sus contradicciones generaron un tránsito al capitalismo. Lo que lo convierte en salida a determinadas contradicciones y le da todo un condicionamiento histórico.
Si bien este capitalismo tiene sus propias contradicciones, ¿puede pensarse que el hombre que fundó ese pensamiento mencionado (el materialismo dialéctico) se plantearía en medio de un sistema en consolidación mundial (el capitalismo) que pronto se acabaría con él?
Estoy de acuerdo en que Marx estaba (al igual que yo) del lado de los más desposeídos, pero es muy raro que pensara que con entender el origen del plusvalor y la función del capital en la sociedad, y cómo se da el intercambio, le estaba declarando la guerra inmediata al capitalismo.
Tampoco está diciendo cómo funciona el capitalismo para atacarlo, al menos tal y como lo entienden muchos. En realidad, esa es una idea, que no está prevista en El Capital. Hay ciertos supuestos metodológicos y elementos que Marx no expone en El Capital. Uno de ellos (y no lo expondré aquí) es esa lógica de reproducción del hombre expuesta en los Manuscritos, y que al olvidarse esto se da lugar a algunos malos entendidos. En su exposición, Marx deja por alto explicar, que condiciones y necesidades de la propia actividad humana condicionan el capitalismo (escribiré sobre esto en otros artículos).
Desgraciadamente, muchos han pensado que al leer y entender (aparentemente) qué ocurre en el capitalismo, podemos los revolucionarios conscientemente ponernos de acuerdo e ignorar el mecanismo de mercado y demás elementos.
Entonces, si no es una crítica (en el sentido de ataque) al capitalismo El Capital, y tampoco es una explicación para racionalmente asaltar el capitalismo, ¿cuál es el sentido político y liberador del capital?
Para comprender cuál es el sentido revolucionario (porque lo tiene) de este libro, hay que partir de fusionar tres elementos: la tradición teórica dialéctica a la que Marx indudablemente se suma, su compromiso político en la época y la evolución teórica de su pensamiento.
De lo primero, está la idea de la enajenación. Que mientras para Hegel, podía superarse sabiéndose dentro de una realidad, Marx comprendió que debía irse más allá: entender la realidad para cambiarla. También destaca, que esta tradición intenta romper con esas visiones fetichistas del mundo de otras filosofías y sistemas lógicos.
Esto se une con su compromiso con los obreros de la época. Hay que recordar que Marx pasó buena parte de sus obras criticando esos ‘’profetas socialistas’’ que llenaban la cabeza de los pobres obreros de esas fantasías y utopías políticas que lejos de liberar, aprisionaban más. Así se cuestionó a Proudhon, Weitling, Bakunin, Lassalle, el propio Wagner y todos los que entorpecieran con disparates el entendimiento de la realidad de los obreros.
De la evolución del pensamiento, hay que recordar esos elementos (que mencioné antes) que da en los Manuscritos, dónde afirma el desenvolvimiento del hombre en las reproducción de sus capacidades, y de la necesidad de armar una historia que fuera la historia natural del hombre.
Con eso, puede entenderse el sentido liberador de El Capital y esa postura "anticapitalista" de la siguiente manera: un libro que intenta dar a los obreros una verdadera explicación del sistema de relaciones capitalistas de producción, entendiendo la objetividad de estas, para no caer en voluntarismos ni utopías y comprender las verdaderas formas en que se puede cambiar las realidades que este genera. Con esto, se podría salir de todas aquellas formas de lucha obrera de su época que no aportaban mucho y solo despegaban al obrero de los puntos en que debía enfocarse.
Y si se sigue con la dialéctica materialista: no se trata entonces de atacar esas condiciones de frente y a golpe, sino en comenzar a generar los mecanismos de movimiento social que permitan ir condicionando la generación de relaciones sociales más justas.
Ese es el gran aporte: conocer objetivamente la realidad, para que los intentos de transformarlas sean certeros. Es esa el arma que aporta El Capital, porque Marx entendía que desde la euforia y los deseos, no se garantizaba la lucha correcta y había que sentar las bases en el pensamiento para que dejara de ser así. Por eso, Marx no es Proudhon.
Él no abogaba por revuelos ni aspavientos que como el mismo decía eran posturas pequeño-burguesas. Debe dejar de confundirse sus teorías, con acusaciones de robos a los capitalistas, que como el mismo dijo, nunca lo afirmó.
Con todo esto, puede concluirse entonces, que lejos de ser el libro en cuestión una crítica al capitalismo, es una explicación objetiva de este, en aras de liberar al obrero de la torpeza con que enfrentaba su realidad, y en eso radica su sentido “anticapitalista” y su carácter de teoría que actúa contra la alienación.
Es por eso que mi llamado, es a comprender el pensamiento de Marx tal y como lo expresó, y no confundamos su ciencia con las ideas de otros, y no le otorguemos consignas que pueden llegar a ser contradictorias con su obra.
Bibliografía
1. Proudhon, Pierre Joseph. ¿Qué es la propiedad? Investigaciones sobre. Buenos Aires : Libros de Anarres, 2005.
2. Marx, Carlos. Glosas marginales al ''Tratado de economía política'' de Adolph Wagner. [aut. libro] Maurice Dobb, y otros. Estudios sobre El Capital. México: Siglo XXI.
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WALTER ISAACSON. “Es importante que no tengamos miedo a la tecnología”. El biógrafo de Steve Jobs y Albert Einstein se centra en su último libro en el origen de la era digital a través de sus múltiples visionarios.
Nueva York 30 OCT 2015 - 14:28 CET
Walter Isaacson (Nueva Orleans, 20 de mayo de 1952) es más que un biógrafo en serie. Se atreve con los grandes genios, como Steve Jobs y Albert Einstein. El presidente del The Aspen Institute y antiguo director ejecutivo de Time publica ahora Los Innovadores (Debate), en la que echa un vistazo al origen de la era digital a través de sus múltiples visionarios, de sus talentos y de sus habilidades, de sus éxitos y de sus fracasos. En su trabajo se remonta hasta 1843, cuando Lady Lovelace describió la esencia de los ordenadores modernos. La única hija legítima del poeta Lord Byron supo ver que estas “hermosas máquinas” no tenían que limitarse a manipular números. También afirmó que ningún ordenador sería capaz de pensar.
Un siglo después, surgieron las primeras computadoras. Luego llegó la revolución de Internet. Cuando va a las conferencias y ferias tecnológicas, Isaacson trata siempre de mirar a la gente que está detrás de los productos, para entender lo que está por venir. La innovación real, comenta en esta entrevista, la logran los que son capaces de estar en el punto de unión entre humanidades y tecnología. Por eso el futuro, afirma, estará en manos de las personas que sean capaces de crear esa simbiosis hombre-computador y de la manera más simple.
Pregunta. La tecnología es algo que se da por asumido. ¿Pero entienden las nuevas generaciones las máquinas que usan?
Respuesta. Hay que enseñar matemáticas de una manera diferente, para que se enfoque más en cosas como la lógica y algoritmos, que son claves para la programación, y estadísticas, más que en cálculo. Pero también sería bueno volver a los días en que el usuario podía abrir los dispositivos electrónicos y fisgonear entre los circuitos, en lugar de estar sellados hasta el punto de no llegar a la batería.
P. Es como si se renunciara a poder arreglarlas.
R. Eso es fundamental. Nos estamos viendo alienados por una tecnología que cada vez parece más misteriosa. Por eso escribí este libro, para que se entienda que la tecnología está creada por gente normal. Son personas que entendieron cómo interruptores que se apagaban y encendían creaban un circuito para hacer lógica. Es importante que no tengamos miedo a la tecnología.
P. El origen de la Era Digital lo personifica en Ada, condesa de Lovelace. ¿Por qué?
R. Entendió que era importante conectar el arte a la tecnología, para así poder amar a la vez la poesía y las máquinas. Con su amigo Charles Babbage mostró cómo con tarjetas perforadas se podía programar calculadoras numéricas para hacer fotos, música y palabras, no únicamente números.
P. Las referencias al vínculo que debe haber entre belleza e ingeniería son constantes en su libro. Leonardo Da Vinci hizo eso mucho antes que Ada Byron.
R. Es la persona por excelencia que supo conectar arte con ingeniería y ciencia. Espero que mi próximo libro sea sobre él.
P. ¿Se puede ser visionario sin ser un genio?
R. Hay poca gente realmente inteligente. Muchos de los protagonistas de la era digital son personas normales. Lo que hay que saber es ser creativo, imaginativo. Hay que ser capaz de pensar diferente, como dijo Steve Jobs. Pero también se necesita saber crear equipos de personas. Unos son buenos teniendo ideas, otros ejecutándolas. Se puede ser un innovador independientemente de la personalidad que uno tenga. No hay una fórmula única.
P. ¿Y no es también estar en el momento y el lugar adecuado?
R. Cierto. Pero siempre es el buen momento para ser creativo.
P. Usted explica que innovación es un término que se usa con exceso. ¿Pero muy a menudo se confunde con invención?
R. Ser innovador no significa que siempre haya que ir inventando cosas. Significa que hay que hacer las cosas de otra manera, para crear una conexión con la gente.
P. Las mujeres fueron claves en el origen de la era digital, pero aparecen en la historia con un papel secundario. ¿Por qué?
R. No creo que haya diferencias entre hombres y mujeres a la hora de hacer cálculos matemáticos o de crear máquinas. El problema es que en los inicios los hombres pensaron que las máquinas eran más importantes que los programas y se equivocaron. La historia tampoco ha creado modelos a seguir de mujeres innovadoras. Por eso debemos reconocer el trabajo de Ada Byron o el de programadoras como Grace Hopper, para que inspire a más mujeres a introducirse en la tecnología.
P. La implicación militar fue esencial en el desarrollo de las primeras computadoras y de internet. ¿Debería recuperarse esa colaboración para dar el próximo salto?
R. Es importante que los gobiernos sean socios plenos y financien la investigación científica de base en las universidades. Ayudó a crear cosas como los microchips. No se trata de que participen en la creación de un nuevo producto, sino de preparar la tierra de cultivo para que germine la innovación futura.
P. ¿Cree que las empresas maduras tienen miedo a innovar?
R. Lo que creo es que las compañías que están dispuestas a comerse sus propios productos son las que innovan mejor. Apple creó el iPhone sabiendo que acabaría con el negocio del iPod; estaba dispuesto a canibalizarlo para poder crear algo nuevo.
P. IBM y HP fueron pioneras. Ahora llevan años tratando de transformarse. ¿Tan rápido va la tecnología que no siguen el paso?
R. El gran problema es que las grandes compañías no innovan bien, porque no quieren ir contra sus propios productos.
P. ¿Son imposibles de gestionar?
R. En la era actual, hay que ser ágiles. Ser pequeñas te da esa ventaja. Es mejor que tratar de ser un conglomerado.
P. ¿Cuál es su opinión sobre las patentes? Elon Musk ofrece las suyas para acelerar el coche eléctrico. En el extremo están Apple y Samsung peleándose por un diseño.
R. La tensión entre esos dos modelos ayuda a crear la dinámica para innovar. Por eso no creo que todo deba estar completamente abierto o cerrado. Sí pienso que las reglas deben evolucionar, para permitir sistemas más abiertos en lugar de patentarlo todo.
P. Da por hecho que la colaboración entre el hombre y la máquina está ganando a la idea de la inteligencia artificial.
R. Es la gran historia de la era digital. Combinar la capacidad de las máquinas con el juicio humano es más exitoso que crear máquinas que puedan pensar sin humanos.
P. ¿Habrá entonces una conexión física?
R. Claro. De alguna manera la está habiendo con los relojes y las gafas interactivas. Algún día los dispositivos electrónicos estarán dentro de nuestro cuerpo. Ya tenemos marcapasos.
P. ¿Cuál será la próxima disrupción tecnológica?
R. La banca y espero que suceda pronto. El sistema actual no permite hacer pequeñas transacciones con facilidad y deja a mucha gente al margen. Bitcoin es el inicio de esta disrupción. Espero que Apple u otra compañía encuentre la manera de esquivar a la banca tradicional y utilice pequeños pagos con monedas digitales.
Walter Isaacson (Nueva Orleans, 20 de mayo de 1952) es más que un biógrafo en serie. Se atreve con los grandes genios, como Steve Jobs y Albert Einstein. El presidente del The Aspen Institute y antiguo director ejecutivo de Time publica ahora Los Innovadores (Debate), en la que echa un vistazo al origen de la era digital a través de sus múltiples visionarios, de sus talentos y de sus habilidades, de sus éxitos y de sus fracasos. En su trabajo se remonta hasta 1843, cuando Lady Lovelace describió la esencia de los ordenadores modernos. La única hija legítima del poeta Lord Byron supo ver que estas “hermosas máquinas” no tenían que limitarse a manipular números. También afirmó que ningún ordenador sería capaz de pensar.
Un siglo después, surgieron las primeras computadoras. Luego llegó la revolución de Internet. Cuando va a las conferencias y ferias tecnológicas, Isaacson trata siempre de mirar a la gente que está detrás de los productos, para entender lo que está por venir. La innovación real, comenta en esta entrevista, la logran los que son capaces de estar en el punto de unión entre humanidades y tecnología. Por eso el futuro, afirma, estará en manos de las personas que sean capaces de crear esa simbiosis hombre-computador y de la manera más simple.
Pregunta. La tecnología es algo que se da por asumido. ¿Pero entienden las nuevas generaciones las máquinas que usan?
Respuesta. Hay que enseñar matemáticas de una manera diferente, para que se enfoque más en cosas como la lógica y algoritmos, que son claves para la programación, y estadísticas, más que en cálculo. Pero también sería bueno volver a los días en que el usuario podía abrir los dispositivos electrónicos y fisgonear entre los circuitos, en lugar de estar sellados hasta el punto de no llegar a la batería.
P. Es como si se renunciara a poder arreglarlas.
R. Eso es fundamental. Nos estamos viendo alienados por una tecnología que cada vez parece más misteriosa. Por eso escribí este libro, para que se entienda que la tecnología está creada por gente normal. Son personas que entendieron cómo interruptores que se apagaban y encendían creaban un circuito para hacer lógica. Es importante que no tengamos miedo a la tecnología.
P. El origen de la Era Digital lo personifica en Ada, condesa de Lovelace. ¿Por qué?
R. Entendió que era importante conectar el arte a la tecnología, para así poder amar a la vez la poesía y las máquinas. Con su amigo Charles Babbage mostró cómo con tarjetas perforadas se podía programar calculadoras numéricas para hacer fotos, música y palabras, no únicamente números.
P. Las referencias al vínculo que debe haber entre belleza e ingeniería son constantes en su libro. Leonardo Da Vinci hizo eso mucho antes que Ada Byron.
R. Es la persona por excelencia que supo conectar arte con ingeniería y ciencia. Espero que mi próximo libro sea sobre él.
P. ¿Se puede ser visionario sin ser un genio?
R. Hay poca gente realmente inteligente. Muchos de los protagonistas de la era digital son personas normales. Lo que hay que saber es ser creativo, imaginativo. Hay que ser capaz de pensar diferente, como dijo Steve Jobs. Pero también se necesita saber crear equipos de personas. Unos son buenos teniendo ideas, otros ejecutándolas. Se puede ser un innovador independientemente de la personalidad que uno tenga. No hay una fórmula única.
P. ¿Y no es también estar en el momento y el lugar adecuado?
R. Cierto. Pero siempre es el buen momento para ser creativo.
P. Usted explica que innovación es un término que se usa con exceso. ¿Pero muy a menudo se confunde con invención?
R. Ser innovador no significa que siempre haya que ir inventando cosas. Significa que hay que hacer las cosas de otra manera, para crear una conexión con la gente.
P. Las mujeres fueron claves en el origen de la era digital, pero aparecen en la historia con un papel secundario. ¿Por qué?
R. No creo que haya diferencias entre hombres y mujeres a la hora de hacer cálculos matemáticos o de crear máquinas. El problema es que en los inicios los hombres pensaron que las máquinas eran más importantes que los programas y se equivocaron. La historia tampoco ha creado modelos a seguir de mujeres innovadoras. Por eso debemos reconocer el trabajo de Ada Byron o el de programadoras como Grace Hopper, para que inspire a más mujeres a introducirse en la tecnología.
P. La implicación militar fue esencial en el desarrollo de las primeras computadoras y de internet. ¿Debería recuperarse esa colaboración para dar el próximo salto?
R. Es importante que los gobiernos sean socios plenos y financien la investigación científica de base en las universidades. Ayudó a crear cosas como los microchips. No se trata de que participen en la creación de un nuevo producto, sino de preparar la tierra de cultivo para que germine la innovación futura.
P. ¿Cree que las empresas maduras tienen miedo a innovar?
R. Lo que creo es que las compañías que están dispuestas a comerse sus propios productos son las que innovan mejor. Apple creó el iPhone sabiendo que acabaría con el negocio del iPod; estaba dispuesto a canibalizarlo para poder crear algo nuevo.
P. IBM y HP fueron pioneras. Ahora llevan años tratando de transformarse. ¿Tan rápido va la tecnología que no siguen el paso?
R. El gran problema es que las grandes compañías no innovan bien, porque no quieren ir contra sus propios productos.
P. ¿Son imposibles de gestionar?
R. En la era actual, hay que ser ágiles. Ser pequeñas te da esa ventaja. Es mejor que tratar de ser un conglomerado.
P. ¿Cuál es su opinión sobre las patentes? Elon Musk ofrece las suyas para acelerar el coche eléctrico. En el extremo están Apple y Samsung peleándose por un diseño.
R. La tensión entre esos dos modelos ayuda a crear la dinámica para innovar. Por eso no creo que todo deba estar completamente abierto o cerrado. Sí pienso que las reglas deben evolucionar, para permitir sistemas más abiertos en lugar de patentarlo todo.
P. Da por hecho que la colaboración entre el hombre y la máquina está ganando a la idea de la inteligencia artificial.
R. Es la gran historia de la era digital. Combinar la capacidad de las máquinas con el juicio humano es más exitoso que crear máquinas que puedan pensar sin humanos.
P. ¿Habrá entonces una conexión física?
R. Claro. De alguna manera la está habiendo con los relojes y las gafas interactivas. Algún día los dispositivos electrónicos estarán dentro de nuestro cuerpo. Ya tenemos marcapasos.
P. ¿Cuál será la próxima disrupción tecnológica?
R. La banca y espero que suceda pronto. El sistema actual no permite hacer pequeñas transacciones con facilidad y deja a mucha gente al margen. Bitcoin es el inicio de esta disrupción. Espero que Apple u otra compañía encuentre la manera de esquivar a la banca tradicional y utilice pequeños pagos con monedas digitales.
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jueves, 31 de mayo de 2018
La homeopatía se venderá en farmacias como medicamento aunque Sanidad reconoce que no cura. El ministerio regulará esta pseudoterapia, pero la presión de las autonomías obliga a Dolors Montserrat a difundir su ineficacia: “No hay evidencia terapéutica”.
La homeopatía se venderá en farmacias como medicamento aunque Sanidad reconoce que no cura
El ministerio regulará esta pseudoterapia, pero la presión de las autonomías obliga a Dolors Montserrat a difundir su ineficacia: “No hay evidencia terapéutica”
La reunión de la ministra de Sanidad con las autonomías no frenó la orden, pero la presión de buena parte de las consejeras y consejeros consiguió que Montserrat reconociera lo evidente a la salida del Consejo Interterritorial: "Queremos decirles bien claro a los pacientes que no hay evidencia terapéutica". Montserrat aseguró además que pondrán en marcha campañas informativas e informaciones en la web del Ministerio para que los ciudadanos tengan claro este aspecto.
El Ministerio de Sanidad dará un plazo de tres meses a los productos homeopáticos para que pasen al menos un control de calidad y seguridad o no podrán ser vendidos. La orden ministerial, que podría firmarse esta semana, permitirá que la homeopatía se pueda vender en farmacias como medicamento aunque Sanidad reconoce que no cura y aunque en el propio producto se asegure que no cura.
Muchas consejerías autonómicas habían protestado antes de la reunión con la ministra porque consideraban que no se podía aceptar la inclusión de los productos homeopáticos como medicamentos ni su venta en farmacias. La Comunitat Valenciana, País Vasco, Extremadura, Madrid, Castilla-La Mancha, Baleares, Andalucía, Asturias y Cantabria dejaron claro que les parecía inaceptable la denominación dado que no han probado su eficacia contra ninguna enfermedad. Incluso los consejeros partidarios de la aprobación de la orden en los términos planteados por Sanidad reconocían que "la homeopatía no es válida". Las autonomías críticas señalaban dos alternativas: conseguir revertir la directiva europea a largo plazo o establecer un marco normativo que trajera a España la exigencia europea en su versión más rigurosa para proteger a los pacientes de estos productos.
La consellera valenciana, Carmen Montón, cargó contra la orden ministerial porque la homeopatía "no cura, no tiene evidencia científica detrás" y, como había avanzado en EL PAÍS, propuso eliminar del mercado todo aquel que no esté debidamente autorizado y registrado, a través de un plan de retirada. También denunció la condonación de tasas que, en su opinión, se realiza a los laboratorios homeopáticos, que se ahorran 1,2 millones de euros al año en tasas que no han estado pagando.
Este asunto, el de las tasas, fue abordado por la ministra en su comparecencia, al asegurar que los productos homeopáticos deberán pagar las establecidas por la Agencia Española del Medicamento (AEMPS), sin hacer referencia a las que se deben de ejercicios anteriores, mientras se vendían estando en el limbo legal. "No se va a hacer ninguna excepción", aseguró Montserrat, que no ofreció una estimación del número de productos homeopáticos que se encuentran actualmente en el mercado, aunque el borrador que Ana Mato quiso aprobar en 2013 calculaba que serían 14.000 los comercializados.
La directora de la AEMPS, Belén Crespo, añadió que se controlará el pago de las correspondientes tasas por familias de productos homeopáticos y no por cada una de las distintas diluciones. Es decir, que los laboratorios homeopáticos se ahorrarán bastante dinero con este planteamiento, ya que no tienen que pagar tasas por cada preparado que saque al mercado sino tan solo por cada grupo de preparados homeopáticos. Esto supondrá que se sigue eligiendo la vía más favorable para el negocio de la homeopatía, que supone más de 60 millones anuales, el mismo camino elegido en 2013, que terminó aparcándose ante la contestación social. En 2008, con el PSOE en el Gobierno, se intentó ordenar este asunto con una iniciativa que obligaba a la industria a pagar tasas por cada producto, lo que provocó una campaña en contra del sector homeopático.
Este aspecto es uno de los que más indignan a los activistas en favor de una medicina basada en la evidencia, como la presidenta de la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas, Elena Campos: “Es bochornoso que se les condonen las deudas y que nadie del Gobierno ni de la AEMPS pida disculpas por todos estos años de comercio irregular de los mismos”. Para Campos es “indignante” que desoyendo a varias comunidades autónomas, a sociedades científicas e incluso a la Organización Médica Colegial pretendan además “engañar a los usuarios” manteniendo en el mercado “productos de ineficacia demostrada como si fueran medicamentos al uso”. Y añade: “Hubiera sido el momento de exigir a Europa la derogación de esta disposición; ello hubiera demostrado que a Sanidad realmente le importa la salud y dignidad de sus ciudadanos, usuarios y pacientes”.
Tras defenderla ante las autonomías, Montserrat deberá explicar su orden sobre homeopatía en el Congreso, donde desde Unidos Podemos y Ciudadanos se le ha pedido su comparecencia y se le han planteado una serie de preguntas, respectivamente. La titular de Sanidad tendrá que exponer ante los diputados las razones por las que ha escogido la vía más favorable y barata para la homeopatía, a pesar de que incluso ella misma reconoce que se trata de una pseudociencia que carece de validez científica.
https://elpais.com/elpais/2018/04/25/ciencia/1524649738_998492.html
La reunión de la ministra de Sanidad con las autonomías no frenó la orden, pero la presión de buena parte de las consejeras y consejeros consiguió que Montserrat reconociera lo evidente a la salida del Consejo Interterritorial: "Queremos decirles bien claro a los pacientes que no hay evidencia terapéutica". Montserrat aseguró además que pondrán en marcha campañas informativas e informaciones en la web del Ministerio para que los ciudadanos tengan claro este aspecto.
El Ministerio de Sanidad dará un plazo de tres meses a los productos homeopáticos para que pasen al menos un control de calidad y seguridad o no podrán ser vendidos. La orden ministerial, que podría firmarse esta semana, permitirá que la homeopatía se pueda vender en farmacias como medicamento aunque Sanidad reconoce que no cura y aunque en el propio producto se asegure que no cura.
Muchas consejerías autonómicas habían protestado antes de la reunión con la ministra porque consideraban que no se podía aceptar la inclusión de los productos homeopáticos como medicamentos ni su venta en farmacias. La Comunitat Valenciana, País Vasco, Extremadura, Madrid, Castilla-La Mancha, Baleares, Andalucía, Asturias y Cantabria dejaron claro que les parecía inaceptable la denominación dado que no han probado su eficacia contra ninguna enfermedad. Incluso los consejeros partidarios de la aprobación de la orden en los términos planteados por Sanidad reconocían que "la homeopatía no es válida". Las autonomías críticas señalaban dos alternativas: conseguir revertir la directiva europea a largo plazo o establecer un marco normativo que trajera a España la exigencia europea en su versión más rigurosa para proteger a los pacientes de estos productos.
La consellera valenciana, Carmen Montón, cargó contra la orden ministerial porque la homeopatía "no cura, no tiene evidencia científica detrás" y, como había avanzado en EL PAÍS, propuso eliminar del mercado todo aquel que no esté debidamente autorizado y registrado, a través de un plan de retirada. También denunció la condonación de tasas que, en su opinión, se realiza a los laboratorios homeopáticos, que se ahorran 1,2 millones de euros al año en tasas que no han estado pagando.
Este asunto, el de las tasas, fue abordado por la ministra en su comparecencia, al asegurar que los productos homeopáticos deberán pagar las establecidas por la Agencia Española del Medicamento (AEMPS), sin hacer referencia a las que se deben de ejercicios anteriores, mientras se vendían estando en el limbo legal. "No se va a hacer ninguna excepción", aseguró Montserrat, que no ofreció una estimación del número de productos homeopáticos que se encuentran actualmente en el mercado, aunque el borrador que Ana Mato quiso aprobar en 2013 calculaba que serían 14.000 los comercializados.
La directora de la AEMPS, Belén Crespo, añadió que se controlará el pago de las correspondientes tasas por familias de productos homeopáticos y no por cada una de las distintas diluciones. Es decir, que los laboratorios homeopáticos se ahorrarán bastante dinero con este planteamiento, ya que no tienen que pagar tasas por cada preparado que saque al mercado sino tan solo por cada grupo de preparados homeopáticos. Esto supondrá que se sigue eligiendo la vía más favorable para el negocio de la homeopatía, que supone más de 60 millones anuales, el mismo camino elegido en 2013, que terminó aparcándose ante la contestación social. En 2008, con el PSOE en el Gobierno, se intentó ordenar este asunto con una iniciativa que obligaba a la industria a pagar tasas por cada producto, lo que provocó una campaña en contra del sector homeopático.
Este aspecto es uno de los que más indignan a los activistas en favor de una medicina basada en la evidencia, como la presidenta de la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas, Elena Campos: “Es bochornoso que se les condonen las deudas y que nadie del Gobierno ni de la AEMPS pida disculpas por todos estos años de comercio irregular de los mismos”. Para Campos es “indignante” que desoyendo a varias comunidades autónomas, a sociedades científicas e incluso a la Organización Médica Colegial pretendan además “engañar a los usuarios” manteniendo en el mercado “productos de ineficacia demostrada como si fueran medicamentos al uso”. Y añade: “Hubiera sido el momento de exigir a Europa la derogación de esta disposición; ello hubiera demostrado que a Sanidad realmente le importa la salud y dignidad de sus ciudadanos, usuarios y pacientes”.
Tras defenderla ante las autonomías, Montserrat deberá explicar su orden sobre homeopatía en el Congreso, donde desde Unidos Podemos y Ciudadanos se le ha pedido su comparecencia y se le han planteado una serie de preguntas, respectivamente. La titular de Sanidad tendrá que exponer ante los diputados las razones por las que ha escogido la vía más favorable y barata para la homeopatía, a pesar de que incluso ella misma reconoce que se trata de una pseudociencia que carece de validez científica.
https://elpais.com/elpais/2018/04/25/ciencia/1524649738_998492.html
_- “Si no se desperdiciase comida, las personas con hambre comerían cuatro veces”. Entrevista con Alessandro Demaio, director ejecutivo de la organización internacional EAT.
_- Thalif Deen
IPS
La crisis alimentaria se agrava en un contexto de crecientes conflictos militares, y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) redobla esfuerzos para erradicar el hambre extrema para 2030, con la colaboración de la sociedad civil.
Incluso se llamó al Consejo de Seguridad de la ONU en abril a esforzarse más para “romper el vínculo entre hambre y conflictos”.
“Casi las dos terceras partes de las personas con hambre viven en países con conflictos”, dijo el secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios y coordinador de Asistencia de Emergencia, Mark Lowcock, al Consejo de Seguridad.
IPS conversó al respecto con Alessandro Demaio, director ejecutivo de la organización internacional EAT, con sede en Noruega, dedicada a luchar contra el hambre mediante “la transformación del sistema alimentario global para alimentar a la creciente población mundial con alimentos más saludables procedentes de un planeta saludable, sin dejar a nadie atrás”.
IPS: El segundo de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se propone erradicar el hambre para 2030. ¿Cree que es factible?
ALESSANDRO DEMAIO: La alimentación se relaciona de una manera u otra con los 17 ODS. Como médico me preocupa enormemente que más de 800 millones de personas pasen hambre y que más de 2.000 millones tengan sobrepeso, a lo que se suma el aumento exponencial de enfermedades evitables y relacionadas con el tipo de dieta como diabetes, problemas de corazón y distintos tipos de cáncer. Trabajando en Mongolia, Sri Lanka y Camboya vi cómo el hambre adopta distintas formas.
La malnutrición se manifiesta en los niños de dos maneras clave: dejándolos peligrosamente flacos para su altura o impidiendo su crecimiento de forma permanente. En el otro extremo, poblaciones con dietas excedidas en calorías, pero bajas en nutrientes es responsable del sobrepeso y la obesidad.
Una tercera parte de los alimentos producidos se pierden o se desperdician, lo que alcanzaría para alimentar hasta cuatro veces a todas las personas que pasan hambre.
Pero la lentitud con que se responde a las crecientes presiones que implica el cambio climático y el aumento de las desigualdades sociales hace que no todo el mundo tenga acceso a los alimentos adecuados. De hecho, la ONU declaró en 2017 que después de una década de disminuir, el hambre aumenta otra vez.
Creo que podemos alcanzar el hambre cero para 2030. Tenemos muchas soluciones, como conectar a los pequeños agricultores con los mercados, eliminar las barreras al comercio e impulsar la producción sostenible de alimentos.
Pero necesitamos voluntad política, y que los actores de distintos sectores, fronteras y disciplinas trabajen juntos.
No solo producimos lo que nos enferma y que destruye al planeta, sino que seguimos subsidiándolo con miles de millones de dólares al año. Los más pobres son los menos responsables de ello y los más afectados por esa tendencia.
IPS: ¿Cuál es su agenda para ayudar al sistema de alimentación?
AD: En nuestro trabajo para reformar el sistema de alimentación mundial en EAT conectamos y asociamos la ciencia, los políticos, el sector privado y la sociedad civil para lograr cinco transformaciones radicales y urgentes para 2050.
1. Cambiar las dietas para que sean saludables, gustosas y sostenibles;
2. Realinear las prioridades del sistema de alimentación priorizando a las personas y al planeta;
3. Producir más alimentos adecuados, con menos;
4. Salvaguardar nuestra tierra y nuestros océanos;
5. Reducir radicalmente las pérdidas y el desperdicio de alimentos.
Alrededor de 1.300 millones de toneladas de alimentos se pierden cada año.
En las naciones más pobres, ese desperdicio generalmente ocurre antes de que llegue al mercado, lo que, en parte, se puede resolver mediante tecnologías simples en la cadena de suministro, como transporte, empaquetado y refrigeración.
Intervenciones tecnológicas como la agricultura de precisión o inversiones en procesos posteriores a la cosecha marcarán una gran diferencia.
En los países más ricos, la mayor parte del desperdicio ocurre cuando deja el mercado, en los supermercados o en los hogares.
Comprar menos, pero más seguido, evitar las compras impulsivas y tomar medidas para reducir promociones como “compre uno y lleve otro gratis” son medidas clave.
IPS: El mundo necesita producir por lo menos 50 por ciento más de alimentos para alimentar a las 9.000 millones de personas que habitarán el planeta para 2050. ¿Es un objetivo alcanzable, teniendo en cuenta, además, el impacto del cambio climático en los cultivos?
AD: La mala noticia es que la agricultura moderna no nos alimenta a todos ni nos alimenta bien. La buena noticia es que nunca tuvimos una oportunidad como esta ni tanto conocimiento o ingenio ni capacidades para solucionarlo.
Aumentar las inversiones en infraestructura para la etapa de cosecha, combinado con un mejor acceso a mercados y tecnología permitirá minimizar las pérdidas en el campo en países de bajos y medianos ingresos.
Y en los países de mayores ingresos, las empresas y los consumidores deben cumplir un papel transformador para reducir el desperdicio.
Promover mejores hábitos de consumo, análisis del tamaño de las porciones y mejorar las técnicas de preparación de alimentos permitirán a los consumidores pueden lanzarse de cabeza a la economía de alimentos circular. Cada gramo de comida que no se pierde ni se desperdicia generará una ganancia económica, de salud y ambiental.
He visto cómo diversificando lo que plantamos podemos cubrir las necesidades nutricionales globales y locales. En cambio, la manipulación genética ofrece elevar la productividad, la nutrición y la tolerancia a incertidumbres ambientales.
Básicamente, el futuro de la agricultura no depende solo de la expansión de métodos intensivos, sino de aprovechar métodos holísticos, precisos y apoyados en la tecnología, que mejoran la producción de alimentos más nutritivos y resistentes al clima.
IPS: ¿Cómo afectan los conflictos bélicos, en particular en Asia y África, el suministro de alimentos?
AD: Los grandes conflictos nacionales o regionales suelen originarse a partir de la competencia por el control de los instrumentos de producción de alimentos, como la tierra y el agua.
Una población creciente, menor productividad y menor contenido nutritivo de algunos cultivos debido al cambio climático genera un mayor estrés, elevando el malestar de la población o la incidencia de conflictos bélicos.
Los contextos son importantes y ya sea el cambio climático, la escasez de alimentos, las crisis hídricas, la sostenibilidad de los océanos o los conflictos geopolíticos, muchos o la mayoría de ellos, están relacionados entre sí.
Un ejemplo es cómo la acidificación de los océanos y el recalentamiento planetario tienen consecuencias en la pesca y en la redistribución de la sobrepesca, suponen un estrés para las poblaciones de peces, lo que puede derivar en nuevas tensiones geopolíticas. Dado que muchos de esos desafíos están interrelacionados, también presentan oportunidades para una mitigación conjunta.
IPS: ¿Cuál es el principal objetivo y la agenda del foro de EAT, que se realizará en Estocolmo del 11 al 12 de junio?
AD: Lograr una dieta saludable y sostenible para una población que casi llegará a los 10.000 millones de habitantes es un desafío monumental, pero está a nuestro alcance. El Foro Alimentario de Estocolmo es un aporte a la resolución de ese desafío.
El objetivo es reunir innovadores, dirigentes y pensadores creativos, quienes rara vez se juntan, y hacerlos trabajar juntos en desafíos globales interrelacionados como: sistemas alimentarios, cambio climático, seguridad alimentaria, salud global y desarrollo sostenible.
Este año organizamos el 5 Foro Alimentario de Estocolmo, junto con el gobierno de Suecia.
Tenemos oradores increíbles como la directora general del Banco Mundial, Kristalina Georgieva; una de las arquitectas del Acuerdo de París sobre cambio climático, Christiana Figueres; el chef y ex jefe de alimentación del gobierno de Barack Obama, Sam Kass; además de otros héroes del sector en representación de 29 países y seis continentes.
Traducción: Verónica Firme
Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2018/05/sin-desperdicios-personas-hambre-comerian-cuatro-veces
La crisis alimentaria se agrava en un contexto de crecientes conflictos militares, y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) redobla esfuerzos para erradicar el hambre extrema para 2030, con la colaboración de la sociedad civil.
Incluso se llamó al Consejo de Seguridad de la ONU en abril a esforzarse más para “romper el vínculo entre hambre y conflictos”.
“Casi las dos terceras partes de las personas con hambre viven en países con conflictos”, dijo el secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios y coordinador de Asistencia de Emergencia, Mark Lowcock, al Consejo de Seguridad.
IPS conversó al respecto con Alessandro Demaio, director ejecutivo de la organización internacional EAT, con sede en Noruega, dedicada a luchar contra el hambre mediante “la transformación del sistema alimentario global para alimentar a la creciente población mundial con alimentos más saludables procedentes de un planeta saludable, sin dejar a nadie atrás”.
IPS: El segundo de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se propone erradicar el hambre para 2030. ¿Cree que es factible?
ALESSANDRO DEMAIO: La alimentación se relaciona de una manera u otra con los 17 ODS. Como médico me preocupa enormemente que más de 800 millones de personas pasen hambre y que más de 2.000 millones tengan sobrepeso, a lo que se suma el aumento exponencial de enfermedades evitables y relacionadas con el tipo de dieta como diabetes, problemas de corazón y distintos tipos de cáncer. Trabajando en Mongolia, Sri Lanka y Camboya vi cómo el hambre adopta distintas formas.
La malnutrición se manifiesta en los niños de dos maneras clave: dejándolos peligrosamente flacos para su altura o impidiendo su crecimiento de forma permanente. En el otro extremo, poblaciones con dietas excedidas en calorías, pero bajas en nutrientes es responsable del sobrepeso y la obesidad.
Una tercera parte de los alimentos producidos se pierden o se desperdician, lo que alcanzaría para alimentar hasta cuatro veces a todas las personas que pasan hambre.
Pero la lentitud con que se responde a las crecientes presiones que implica el cambio climático y el aumento de las desigualdades sociales hace que no todo el mundo tenga acceso a los alimentos adecuados. De hecho, la ONU declaró en 2017 que después de una década de disminuir, el hambre aumenta otra vez.
Creo que podemos alcanzar el hambre cero para 2030. Tenemos muchas soluciones, como conectar a los pequeños agricultores con los mercados, eliminar las barreras al comercio e impulsar la producción sostenible de alimentos.
Pero necesitamos voluntad política, y que los actores de distintos sectores, fronteras y disciplinas trabajen juntos.
No solo producimos lo que nos enferma y que destruye al planeta, sino que seguimos subsidiándolo con miles de millones de dólares al año. Los más pobres son los menos responsables de ello y los más afectados por esa tendencia.
IPS: ¿Cuál es su agenda para ayudar al sistema de alimentación?
AD: En nuestro trabajo para reformar el sistema de alimentación mundial en EAT conectamos y asociamos la ciencia, los políticos, el sector privado y la sociedad civil para lograr cinco transformaciones radicales y urgentes para 2050.
1. Cambiar las dietas para que sean saludables, gustosas y sostenibles;
2. Realinear las prioridades del sistema de alimentación priorizando a las personas y al planeta;
3. Producir más alimentos adecuados, con menos;
4. Salvaguardar nuestra tierra y nuestros océanos;
5. Reducir radicalmente las pérdidas y el desperdicio de alimentos.
Alrededor de 1.300 millones de toneladas de alimentos se pierden cada año.
En las naciones más pobres, ese desperdicio generalmente ocurre antes de que llegue al mercado, lo que, en parte, se puede resolver mediante tecnologías simples en la cadena de suministro, como transporte, empaquetado y refrigeración.
Intervenciones tecnológicas como la agricultura de precisión o inversiones en procesos posteriores a la cosecha marcarán una gran diferencia.
En los países más ricos, la mayor parte del desperdicio ocurre cuando deja el mercado, en los supermercados o en los hogares.
Comprar menos, pero más seguido, evitar las compras impulsivas y tomar medidas para reducir promociones como “compre uno y lleve otro gratis” son medidas clave.
IPS: El mundo necesita producir por lo menos 50 por ciento más de alimentos para alimentar a las 9.000 millones de personas que habitarán el planeta para 2050. ¿Es un objetivo alcanzable, teniendo en cuenta, además, el impacto del cambio climático en los cultivos?
AD: La mala noticia es que la agricultura moderna no nos alimenta a todos ni nos alimenta bien. La buena noticia es que nunca tuvimos una oportunidad como esta ni tanto conocimiento o ingenio ni capacidades para solucionarlo.
Aumentar las inversiones en infraestructura para la etapa de cosecha, combinado con un mejor acceso a mercados y tecnología permitirá minimizar las pérdidas en el campo en países de bajos y medianos ingresos.
Y en los países de mayores ingresos, las empresas y los consumidores deben cumplir un papel transformador para reducir el desperdicio.
Promover mejores hábitos de consumo, análisis del tamaño de las porciones y mejorar las técnicas de preparación de alimentos permitirán a los consumidores pueden lanzarse de cabeza a la economía de alimentos circular. Cada gramo de comida que no se pierde ni se desperdicia generará una ganancia económica, de salud y ambiental.
He visto cómo diversificando lo que plantamos podemos cubrir las necesidades nutricionales globales y locales. En cambio, la manipulación genética ofrece elevar la productividad, la nutrición y la tolerancia a incertidumbres ambientales.
Básicamente, el futuro de la agricultura no depende solo de la expansión de métodos intensivos, sino de aprovechar métodos holísticos, precisos y apoyados en la tecnología, que mejoran la producción de alimentos más nutritivos y resistentes al clima.
IPS: ¿Cómo afectan los conflictos bélicos, en particular en Asia y África, el suministro de alimentos?
AD: Los grandes conflictos nacionales o regionales suelen originarse a partir de la competencia por el control de los instrumentos de producción de alimentos, como la tierra y el agua.
Una población creciente, menor productividad y menor contenido nutritivo de algunos cultivos debido al cambio climático genera un mayor estrés, elevando el malestar de la población o la incidencia de conflictos bélicos.
Los contextos son importantes y ya sea el cambio climático, la escasez de alimentos, las crisis hídricas, la sostenibilidad de los océanos o los conflictos geopolíticos, muchos o la mayoría de ellos, están relacionados entre sí.
Un ejemplo es cómo la acidificación de los océanos y el recalentamiento planetario tienen consecuencias en la pesca y en la redistribución de la sobrepesca, suponen un estrés para las poblaciones de peces, lo que puede derivar en nuevas tensiones geopolíticas. Dado que muchos de esos desafíos están interrelacionados, también presentan oportunidades para una mitigación conjunta.
IPS: ¿Cuál es el principal objetivo y la agenda del foro de EAT, que se realizará en Estocolmo del 11 al 12 de junio?
AD: Lograr una dieta saludable y sostenible para una población que casi llegará a los 10.000 millones de habitantes es un desafío monumental, pero está a nuestro alcance. El Foro Alimentario de Estocolmo es un aporte a la resolución de ese desafío.
El objetivo es reunir innovadores, dirigentes y pensadores creativos, quienes rara vez se juntan, y hacerlos trabajar juntos en desafíos globales interrelacionados como: sistemas alimentarios, cambio climático, seguridad alimentaria, salud global y desarrollo sostenible.
Este año organizamos el 5 Foro Alimentario de Estocolmo, junto con el gobierno de Suecia.
Tenemos oradores increíbles como la directora general del Banco Mundial, Kristalina Georgieva; una de las arquitectas del Acuerdo de París sobre cambio climático, Christiana Figueres; el chef y ex jefe de alimentación del gobierno de Barack Obama, Sam Kass; además de otros héroes del sector en representación de 29 países y seis continentes.
Traducción: Verónica Firme
Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2018/05/sin-desperdicios-personas-hambre-comerian-cuatro-veces
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