jueves, 4 de abril de 2019

España, Zambra y Baladre publican el libro colectivo, “Si no hubiera privilegios no habría miserias”. Redes contra la pobreza, la otra cara del bienestar. Enric Llopis

Redes contra la pobreza, la otra cara del bienestar

En el estado español 12,3 millones de personas (el 26% de la población) se hallaba en riesgo de pobreza y/o exclusión social en 2017, según los datos de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (Indicador Arope); la amenaza de penuria afectaba más a las mujeres (medio millón más que en el caso de los hombres) y mayoritariamente al colectivo entre 16 y 29 años; entre las personas extranjeras –procedentes de fuera de la UE- el porcentaje de riesgo se acerca al 60%. ¿Se trata de un fenómeno sistémico o inherente a la crisis? Cuando se inició la recesión en 2007, las personas en riesgo en el estado español ya eran 10,5 millones (23% de la población).

“La desigualdad ha aumentado de manera sostenida, tanto en la época (previa) de crecimiento económico como en la crisis posterior”, apunta el informe “El estado de la pobreza” (2018) publicado por la Red. Según el Alto Comisionado para la Lucha contra la Pobreza Infantil (enero 2019), el 23% de los 593.500 hogares sin ingresos en España tienen al menos un menor a su cargo. El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social informa, asimismo, que 780.000 personas percibieron una renta mínima de inserción de las comunidades autónomas en 2017 (una media de 452 euros mensuales). ¿Qué idea proyectan los medios informativos de las ayudas públicas? “La ampliación del subsidio a parados mayores de 52 años costará 388 millones este año”, titulaba el 19 de marzo el diario El País.

Textos para la Acción Social Crítica y Transformadora. Es el subtítulo de “Si no hubiera privilegios no habría miserias”, libro publicado en 2019 por Zambra y Baladre en colaboración con el Ayuntamiento de Zaragoza, que retrata diferentes experiencias de lucha social y trabajo comunitario además de cuestionar “saberes expertos y profesionales” como el Trabajo Social. Coordinado por Noelia Bribián, Enrique García-Escamilla, Ángela Sanz y Manolo S. Bayona, el texto de 190 páginas explica la actividad de Baladre, Coordinación de colectivos contra la precariedad, el empobrecimiento y la exclusión surgida en 1982; uno de los ejes en la acción y las reflexiones de Baladre es la Renta Básica de las Iguales (RBis) para todas las personas, que impugna “la centralidad del empleo en nuestras vidas” y el heteropatriarcado capitalista, para hacer posible “la autonomía de las gentes de abajo”.

En la propuesta de la RBis, el 80% de la renta es percibida directamente por cada persona, mientras que el 20% restante se destina a un Fondo de la Renta Básica con el que se financiarían la sanidad, la educación, la vivienda y los servicios sociales; la comunidad es la que define y gestiona el Fondo y, por tanto, los servicios públicos. El objetivo es que el Fondo se aproxime al 100% de la RBis, y que el porcentaje que reciben las personas tienda a cero. Colectivos que participan en Baladre han habilitado, asimismo, Oficinas de Derechos Sociales (ODS) o Puntos de Información y Denuncia (PID). La Coordinación emite un programa de radio semanal –“Nosotras las personas- a través de Radio Pimienta (103.1 FM), emisora comunitaria del norte de Tenerife, y cuenta con un proyecto editorial (“Los arroyos cuando bajan. Los desafíos del zapatismo”, de Raúl Zibechi y “Soberanías. Una propuesta contra el capitalismo” son dos de los últimos libros publicados). Baladre también forma parte de la campaña Amnistía Social Ya!

Erletxea se define como una “colmena” y herramienta de transformación social “que aguijonea al poder local en Irún”. Desde 2014 utilizan un local en la calle Mayor de Irún como oficina de información sobre ayudas sociales (“de información y agitación social”, matizan los activistas), principalmente la Renta de Garantía de Ingresos (RGI), la Ayuda de Emergencia Social (AES) y la Prestación Complementaria de Vivienda (PCV). En el mismo local (“colmena”) se reúne Stop Desahucios Bidasoa, plataforma que surge en 2012 y en la que también participan activistas de Erletxea. “Labores de acompañamiento a situaciones de gran dureza han llevado a tener que encararse con directivos de sucursales bancarias, denuncia al Departamento de Bienestar Social del Ayuntamiento, políticas, técnicas y trabajadoras sociales y al Servicio Vasco de Empleo (Lanbide)”, afirman en un artículo publicado en el libro de Zambra-Baladre. Erletxea se ha sumado a espacios de confluencia como Korapilatuz, abierto a profesionales y entidades de la Intervención Social en la comarca del Bidasoa; y a la iniciativa Herri Ziztadak.

En 1994 nace en Salamanca la Asociación de Desarrollo Comunitario Buenos Aires (Asdecoba), que trabaja en el campo de la exclusión social y actualmente desarrolla programas de orientación e inserción laboral, educación para mayores de 16 años e intervención sociolaboral con inmigrantes. A ello se suma el trabajo en la asamblea vecinal y, con la infancia, la labor en la guardería para menores de 0 a 8 años (atención a 30 niños y niñas en dos aulas) y la ludoteca (participan 40 menores de tres a ocho años); otras iniciativas destacadas en la página Web son Educación de Calle para Jóvenes y la vivienda para personas mayores en el medio rural, en la que se ofrece alojamiento y cuidados.

El colectivo Asdecoba se define como “un espacio comunitario frente al empobrecimiento y en defensa de las personas”. El origen del barrio salmantino de Buenos Aires data de 1983; la barriada se construyó en una zona segregada de la ciudad, a la que llegaron 350 familias -una parte importante, trasladadas del centro histórico- para hacer efectivo el derecho a la vivienda. Pasadas tres décadas, “la pobreza pasó a tener un techo y un lugar donde ocultarse” en el barrio, concluye la asociación, que forma parte -junto a Adecasal, la empresa de economía social Algo Nuevo (dedicada al catering), Escuelas Campesinas de Salamanca y la empresa Todo Servicios Múltiples (que cultiva, transforma y comercializa productos de sus huertas)- de la iniciativa “Cinco colectivos en red”.

Además del artículo firmado por Asdecoba, el libro de Zambra-Baladre incluye un texto de Penélope Blasco Calderón, en el que resume seis años de experiencia en el Centro de Día de inserción sociolaboral para jóvenes del Barrio de Orba (Parke Alkosa), que trabaja anualmente con cerca de 40 muchachos; a este centro de día se agrega otro para menores entre cinco y 14 años, de 24 plazas, que presta apoyo educativo y de integración (los dos se financian mediante una orden de ayudas de la Generalitat Valenciana). “En los últimos años hemos realizado acuerdos y convenios con institutos, servicios sociales municipales y familias, para que algunas menores puedan realizar el horario lectivo en el centro haciendo algo de educación de base y formación en talleres”, explica Penélope Blasco; de este modo, se ha proporcionado una alternativa al absentismo y las expulsiones “constantes” del sistema educativo.

Entre otras “barreras”, la trabajadora social y activista destaca que quienes realizan la “intervención” social no la definen (lo hace la Administración); además el modelo vigente se basa en el trabajo con “casos” individualizados y en buscar la responsabilidad en el individuo “des-integrado”; “esta mirada profundamente capitalista y deshumanizante hace que los jóvenes perciban el empobrecimiento como fracaso y el consumo ostentoso como la esencia del ser”, añade Penélope Blasco. El barrio de Orba o Parque Alcosa está adscrito al municipio de Alfafar –en la comarca valenciana de l’Horta-, del que le separan dos kilómetros. La barriada es producto del “desarrollismo” franquista (la construcción de las primeras viviendas se inició mediada la década de los 60) y la migración desde la España interior; los años 70 fueron de autoorganización y asambleas vecinales para conseguir las infraestructuras básicas, en una barriada donde se hizo popular la consigna “mucho paro, algo de droga y muy poco Rock and roll”.

La Koordinadora de Kolectivos tiene su origen en 1985, y actualmente centra su trabajo en tres áreas: empleo, “acción social” y formación; así, a partir de un convenio con el Ayuntamiento de Alfafar, la Kooperativa Social del Parke realiza tareas de mantenimiento en el municipio y hace posible que 11 personas tengan un puesto de trabajo; otras iniciativas son el “ropero solidario”, un banco de los alimentos, talleres de edición musical, bicicletas y repaso escolar (en el centro de día para menores), programas formativos para impulsar cooperativas, desarrollar trabajos de mantenimiento y, en relación con la población condenada, la gestión de trabajos en beneficio de la comunidad.

El libro “Si no hubiera privilegios no habría miserias” incluye además otras experiencias, como “Ningunas Santas” de San Luis (Argentina), el “Ganchillo Social” de Zaragoza, la Fundación EDES, que trabaja con personas discapacitadas en el mundo rural, o la Red Canaria en Defensa del Sistema Público de Servicios Sociales.

martes, 2 de abril de 2019

_- Pablo Casado y el Partido Popular también mienten a los españoles en materia económica, además de política.

_- Decir que Pablo Casado miente habitualmente no es un insulto, sino la expresión de un hecho cierto y objetivo que ha quedado demostrado en muchas ocasiones. Se pueden encontrar pruebas fehacientes de ello  aquíaquí, aquíaquíaquíaquí aquí, entre otros sitios.

En estas líneas voy a mostrar que Pablo Casado y el Partido Popular no sólo mienten cuando se refieren a cuestiones de política general sino también cuando le hacen a los españoles propuestas de política económica.

En concreto, voy señalar rápidamente que es falsa una de las ideas que están vendiendo últimamente: que eliminar o bajar impuestos aumenta automáticamente los ingresos fiscales, que crea puestos de trabajo y que hacerlo es indiscutiblemente bueno para la economía en general y para todas las empresas y personas en general.

No es verdad que bajar impuestos aumente necesariamente los ingresos fiscales.

Esta idea que ahora defiende el Partido Popular es muy antigua pero se popularizó en los años ochenta cuando Ronald Reagan y otros políticos neoliberales utilizaron el razonamiento de un economista llamado Arthur Laffer.

Su planteamiento es el siguiente: si los impuestos suben por encima de un determinado nivel, un contribuyente racional rechazará seguir trabajando y eso reducirá los ingresos fiscales provenientes de sus rentas o, en el caso de una empresa, soportará costes tan elevados que no obtendrán beneficios y dejarán de producir, reduciéndose también así los ingresos que antes pagaban al fisco. A la inversa, si los impuestos bajan en lugar de subir, podría haber más oferta de trabajo y más producción que aumentarán los ingresos fiscales.

De entrada es obvio, por tanto, que la idea de Laffer sólo se cumpliría a partir de un determina nivel de tasa impositiva y no siempre (por eso se habla, precisamente, de “la curva” de Laffer, porque él mismo supone que los ingresos suben al principio y comienzan a bajar a partir de un determinado nivel). Por tanto, no es verdad que bajar impuestos suponga SIEMPRE Y CON SEGURIDAD un aumento de ingresos fiscales.

Diversos estudios han demostrado las inconsistencias, errores estadísticos y contradicciones de los estudios que pretenden demostrar que bajar o eliminar impuestos sobre la renta, el patrimonio o las herencias ayuda al crecimiento o mejora el estado general de la economía, bien porque no tienen en cuenta factores relevantes, porque realiza mal las regresiones o porque simplifica excesivamente las hipótesis. Por ejemplo,  aquíaquí o aquí. 

Pero incluso dando por buena la existencia de relación entre tasas impositivas e ingresos fiscales (que la hay por definición, aunque otra cosa es que sea como dicen los liberales) la idea que defiende Pablo Casado y el PP sólo sería cierta si se demuestra antes que en la economía española hay un nivel de tasa impositiva en el que eso ocurre. Y resulta que es imposible determinar con completa exactitud cuál es el nivel de esa tasa impositiva a partir del cual disminuyen los ingresos fiscales, no sólo en España sino en cualquier otro país (entre otras cosas, porque la idea de Laffer se basa en el comportamiento individual y aceptar que hay una curva para toda la economía supone asumir hipótesis difíciles de aceptar).

Para que fuese cierta la propuesta de Casado tendría que ocurrir que todos los contribuyentes españoles, tomados como un todo homogéneo, se encontraran en la parte descendente de la curva de Laffer. Pero ¿y si estuviésemos en la parte ascendente de la curva de Laffer (como señalaba, por ejemplo, este informe)? Si la curva de Laffer fuera cierta y estuviésemos en esta última situación, y Casado no ha demostrado que no lo estemos, lo que tendría que proponer él y su partido sería ¡SUBIR IMPUESTOS!

En Estados Unidos, por ejemplo, se ha demostrado que la tasa impositiva que optimizaría los ingresos fiscales es del 73%, lo que significa que allí se podrían casi duplicar las tasas sin poner en peligro el crecimiento económico (aquí).

Algún estudio teórico para España demuestra que si se acepta que en España funciona la curva de Laffer el tipo impositivo medio que se debería aplicar sería del 45% (aquí). Por tanto, Pablo Casado debería señalar si esa es la tasa que desea imponer en España o cuál entonces y por qué. Y, en todo caso, habría que señalar que la relación entre ingresos fiscales y tasas impositivas cambia mucho a lo largo de los años, de modo que también es mentira que la propuesta de Casado vaya a ser buena en cualquier momento.

Además, también se ha demostrado que las tasas impositivas no determinan por sí solas los ingresos fiscales sino que éstos dependen también y sobre todo de otros factores aquí

Así se ha demostrado, por ejemplo, en Estados Unidos. Allí, los ingresos fiscales como porcentaje del PIB se han mantenido en un intervalo bastante estrecho desde el final de la II guerra mundial, entre el 15 y el 20 por ciento del PIB ( aquí ), mientras que las tasas impositivas variaron del 28 al 92 por ciento (aquí). Lo que indica que no hay la relación entra ambas cosas en que se basa la propuesta anti impuestos del Partido Popular.

Por otro lado, en los últimos años es fácil comprobar que los ingresos fiscales estructurales en porcentaje del PIB en España (los que ya descuentan el efecto del ciclo económico) han aumentado cuando han aumentado los impuestos (en 2010 y 2012 con Zapatero y Rajoy) y han disminuido cuando han bajado los impuestos (2015 y 2016).

Quizá la mejor prueba de que bajar impuestos no aumenta automáticamente los ingresos fiscales es que su valedor más destacado, Ronald Reagan, duplicó el déficit presupuestario y triplicó la deuda pública de Estados Unidos durante su mandato, cuando aplicó la tesis que ahora defiende Casado después de haber asegurado que lo hacía para disminuirlos (aquí). Y hay que señalar, además, que Reagan no bajó todos los impuestos sino los que recaían sobre beneficios y grandes empresas, que es lo que ocurre siempre que los liberales realizan reformas fiscales asegurando que bajan todos los impuestos: se los bajan sólo a los más ricos. Un resumen de los errores de predicción de todo tipo de los republicanos que en Estados Unidos defienden que bajar impuestos es lo mejor, tal y como ahora quiere hacer Casado en España, aquí.

No es verdad que bajar impuestos cree necesariamente empleos

Tampoco hay datos empíricos que permitan demostrar que simplemente bajando impuestos, como dice Casado, se creen automáticamente empleos. De hecho, puede ocurrir todo lo contrario.

Se podría aceptar que con impuestos más bajos las empresas tendrán menos costes y que eso les permitiría producir más, contratando más empleo para ello. Pero es obvio que eso no tiene por qué ocurrir necesariamente. No contratarían necesariamente más, por ejemplo, si al mismo tiempo que bajaran los impuestos subieran los salarios u otros costes. Y podría ocurrir que, al bajar los impuestos y tener que reducirse al mismo tiempo el gasto público, las empresas y los hogares tuvieran que gastar más que antes en determinados bienes o servicios antes públicos, lo que haría que tuvieran menos recursos para la demanda de inversión o de consumo. Y, además, tampoco es seguro que menos costes para las empresas se traduzca en más inversión, y ni siquiera que más inversión después de menos costes fiscales lleve consigo más empleo.

Para defender esta proposición se ha hecho muy popular en Estados Unidos un estudio de Laffer que supuestamente demostraba que el 62% de todo el empleo nuevo en Estados Unidos de 2002 a 2012 se había generado en los nueve estados que no tienen impuesto sobre la renta. Pero se ha demostrado claramente (aquí) que esa idea está manipulada: el 70% de ese incremento corresponde sólo a Texas, que es un estado con condiciones muy especiales y, además, que no ha mantenido ese patrón en los últimos 50 años (cuando ha estado sin impuesto y no ha tenido ni mucho menos esos resultados de empleo).

La falsedad de la propuesta de Casado también se demuestra si se considera que los países de la OCDE que tienen los tipos impositivos más elevados no son precisamente los que tienen las tasas de paro más altas sino todo lo contrario (aquí).

Bajar impuestos aumenta la deuda u obliga a reducir gasto público y, en ese caso, hay que decir qué se va a recortar

Casado y el PP engañan a la gente cuando le dicen que se van a bajar impuestos sin necesidad de reducir gasto público.

Los liberales sensatos y coherentes proponen reducir impuestos porque creen que eso es bueno pero, al mismo tiempo, señalan qué gastos públicos reducirían y en qué cantidad porque no se creen las ilusiones que defiende Casado.

No se puede soplar y sorber al mismo tiempo. Lo que hay detrás de las propuestas de reducir o eliminar los impuestos es reducir la provisión pública ciertos bienes públicos, aunque no todos, sino sólo los que privatizados proporcionan beneficios privados.

Lo honrado, por lo tanto, es que la propuesta de bajar impuestos que hace Casado venga acompañada de la mención al recorte de gastos complementarios que se va a realizar y del efecto que eso tendrá sobre los precios, sobre la eficiencia, sobre la deuda y sobre el bienestar de las personas.

Bajar impuestos no mejora el bienestar general ni el rendimiento general de la economía

La verdad es que no es fácil disponer de evidencias empíricas que demuestren los efectos reales de las subidas o bajadas de impuestos sobre el conjunto de la economía, precisamente por lo que vengo diciendo: porque los ingresos fiscales, la deuda, el empleo… y el bienestar en general, dependen de muchas más variables. Por eso es una falsedad decir que simplemente con reducirlos se consiguen efectos positivos para el conjunto de la economía, o que eso es bueno “para todos”. Pero sí hay análisis que han demostrado que eliminar o reducir impuestos no es necesariamente mejor que mantenerlos más elevados. Estados Unidos es un territorio muy útil para hacer este tipo de análisis empíricos y allí se ha demostrado que la economía de los estados con tasas impositivas más elevadas funcionan mejor que la de aquellos que las tienen más bajas: aquí.

Y también sabemos con certeza que, en contra de lo que dice Casado, tener un sistema fiscal con altos tipos impositivos es justamente lo que caracteriza a los países (Suecia, Holanda, Alemania, Dinamarca, Reino Unido, Japón, Suiza, Noruega, Francia… ) que tienen el PIB per cápita más elevado (aquí)

¿Qué cabe esperar si se aplicara la fórmula de Pablo Casado a la economía española?

En España ya se han hecho reformas fiscales para bajar impuestos y sabemos perfectamente lo que han traído consigo generalmente: menos equidad y ninguna rebaja sustancial del déficit y de la deuda. Es decir, ayudas encubiertas para los perceptores de rentas elevadas y mayor déficit social.

Lo único que se puede esperar de la propuesta de Pablo Casado es lo mismo que ocurrió en los Estados Unidos de Reagan: más déficit público y más deuda. Justo lo que desea la banca para ganar dinero financiando al Estado a cuenta del sacrificio de las personas corrientes y de las empresas que crean riqueza y empleo.

Hay que defender que el gasto público sea el adecuado y que no se derrochen recursos.
No hay nada gratis y estamos sobrecargando a la naturaleza hasta niveles letales. Hay que defender la austeridad pública en el mejor y auténtico sentido del término (y no en el tergiversado de los últimos años). Hay que combatir y tratar de reducir la deuda que es una esclavitud impuesta por la banca al resto de la sociedad y que paraliza las economías y las lleva a crisis recurrentes. Hay que crear las mejores condiciones posibles para que las empresas creen puestos de trabajo. Pero nada de eso tiene que ver con las fabulaciones de los anarquistas de extrema derecha como Pablo Casado. Lo que quieren en realidad es acabar con los bienes y servicio públicos porque no creen en el Estado o, mejor dicho, que sólo creen en un Estado que puedan patrimonializar para hacer con él lo que quieran a favor de los grandes intereses económicos, como ha hecho el Partido Popular en las comunidades autónomas donde ha gobernado. Están en su derecho. Pero no en el de engañar a la gente a base de mentiras o, en el mejor de los casos, medias verdades.

Fuente: http://www.juantorreslopez.com/pablo-casado-y-el-partido-popular-tambien-mienten-a-los-espanoles-en-materia-economica/

Un ataque a la esencia misma de Internet ¡No va mas! Negro el once

Enrique Amestoy
Rebelión

Después de que el Parlamento Europeo votara el pasado 26 de marzo de 2019 la nueva directiva de Copyright, el colectivo Xneti señaló en comunicado que “no sólo es un día negro para los derechos en la era digital, sino también para la calidad democrática de las instituciones europeas”ii.

Finalmente han gana do los lobbies del copyright. Ni gigantes como Google o Facebook han podido impedirlo. El Parlamento Europeo ha aprobado el 26 de marzo la reforma de ley de copyright por 348 votos a favor y 274 en contra y algunas abstenciones. Los controvertidos artículos 11 y 13 (ahora 15 y 17) que generaron el pasado año el“apagón de Wikipedia”iii entre otras tantas movilizaciones de colectivos y personalidades de Internet hoy son ley europea y deberán ser llevados a todos los países comunitarios a las leyes nacionales, donde corresponda regular el copyright, en un plazo máximo de dos años.

Luego de ser aprobada en el Parlamento Europeo, la reforma del copyright deberá ser adoptada por el Consejo de la Unión Europea (que meses atrás había rechazado los artículos 11 y 13 y con eso lograba abrir una ventana de esperanza en defensa de las libertades de internetiv). Ésto podría suceder el próximo 9 de abril.

Lo repudiable y condenable de ésta modificación es que se ataca la esencia misma de Internet en tanto como usuarios no nos limitamos a consumir contenido, sino que también aportamos (compartiendo links, creando nuevos contenidos a partir de los existentes, etc). A partir de esta decisión del Parlamento Europeo habrá que pensar en una nueva Internet, con un modelo similar a la televisión: de un solo sentido. Solamente podremos consumir materiales, noticias y contenidos sin la posibilidad de compartir, por ejemplo, un memev.

Los ahora artículos 15 y 17 obligan al control de todo el contenido subido a Internet. La cantidad de contenidos que se suben hace impensable que la tarea pueda realizarse con humanos moderadores, lo que obligará probablemente a usar filtros automatizados que probablemente no detecten ironía o humor y censuren infinidad de contenidos.

Los “artículos negros” (vea el plato de ruleta: 11, 13, 15 y 17 son negros!!)

Artículo 11, ahora 15 (usos digitales de las publicaciones de prensa): con estas medidas la Unión Europea plantearía la implantación de una especie de tasa Google o Canon AEDEvi. Los editores de publicaciones de prensa podrían gestionar sus derechos de autor, cobrando o no a quienes les enlacen o les usen de fuente cierto importe como pago por hacer uso de dicha información con derechos de autor. Enlazar o citar se convertiría en un verdadero problema tanto en la práctica como en su gestión y sus consecuencias legales. (Fuente kaosenlared.net)

Artículo 13, ahora 17 (vigilancia de contenidos protegidos por parte de proveedores): en este caso la normativa obligaría a las plataformas de contenidos a monitorizar lo que los usuarios suben para comprobar si se violan o no los derechos de autor. Cada servicio tendría que crear un sistema tipo Content ID de YouTube vii que permitiría detectar violaciones de los derechos de autor. No solo de música, sino de cualquier contenido. Sitios como la Wikipedia -aunque la UE planteo este caso como una excepción- o GitHub que abogan por la libre compartición de información y conocimiento, por ejemplo, estarían entre los afectados. (Fuente xataka.com)

Sin dudas estamos ante la presencia de un cambio radical en beneficio de los grandes lobbies del copyright que impacatará en la Internet tal y como la conocemos hoy día. En Latinoamérica no podemos pensar que todo esto será inocuo para nosotros en tanto accedemos a diario a sitios europeos, enlazamos a artículos, imágenes o videos alojados o producidos en la Unión Europea, utilizamos servidores alojados en la Unión Europea y por ende estarán sometidos a la nueva legislación.

La Internet es global, no tiene fronteras, ya está lo suficientemente dominada por los enormes oligopolios trasnacionales (Google, Apple, Microsoft, Facebook ). Ya estos oligopolios son quienes nos filtran, controlan, analizan nuestro comportamiento y con ello nos muestran lo que quieren que consumamos (ya sea con fines comerciales pero fundamentalmente políticos). Ahora serán ellos mismos –pese a haberse opuesto a esta nueva forma de control, porque va en contra de sus intereses comerciales– quienes aplicarán más control y censura sobre nuestro uso y acceso a la “red de redes”.

Latinoamérica lucha contra muros de Trump, amenazas de invasión y bloqueo tanto en Venezuela como Cuba, se plaga de bases militares norteamericanas, los gobiernos viran a la derecha y la ultra derecha. La corrupción de los nuevos gobernantes es alarmante y ya ha llevado a ex presidentes a la justicia y seguro llevará a varios otros (Temer y Moreno los mas “destacados” viiiix). También se mira n con mas “cariño” los TLC con la Unión Europea y ¡¡¡Oh paradoja!!! todos los TLC tienen varios párrafos dedicados exclusivamente a temas de derechos de autor.

Con UNASUR desarmándose, MERCOSUR trabado, nacimiento de PROSUR (a la derecha del sur), destrucción de conquistas civiles en toda Latinoamérica: ¿Cómo posicionamos propuestas alternativas y contrahegemónicas en estos escenarios?

Sin dudas los pueblos, hoy más que nunca, tienen la palabra...



Notas:

i https://xnet-x.net

ii https://xnet-x.net/dia-negro-para-derechos-civiles-en-era-digital/

iii https://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia:Comunicado_del_4_de_julio_de_2018

iv https://www.xataka.com/legislacion-y-derechos/consejo-europeo-ha-rechazado-articulos-11-13-ley-copyright

v https://es.wikipedia.org/wiki/Meme

vi https://es.wikipedia.org/wiki/Tasa_Google

vii https://en.wikipedia.org/wiki/Content_ID_(algorithm)

viii https://www.metroecuador.com.ec/ec/noticias/2019/03/25/wikileaks-anuncia-investigara-presidente-lenin-moreno-caso-inapapers.html

x https://www.telesurtv.net/news/brasil-nueva-denuncia-temer--20190328-0033.html

domingo, 31 de marzo de 2019

A 16 años de la invasión a Irak. La gran mentira.




Como toda guerra, la de Irak fue producto de una gran mentira, una mentira propagada por casi todos los principales medios y por una clase intelectual profesional vinculada al poder, y todos éstos, hasta hoy día, jamás han pagado las consecuencias y muchos menos han tenido que rendir cuentas por su complicidad. Es una guerra en la cual se fabricó la justificación frente a todos: se declaró que Irak tenía armas de destrucción masiva, que era en parte responsable de los atentados del 11-S, que era un Estado que daba refugio a "terroristas". Todo eso fue falso. Y se sabía en esos mismos momentos; millones de personas en algunas de la movilizaciones antiguerra más grandes de la historia lo sabían, no cayeron en en el engaño.

La semana pasada se cumplió el 16 aniversario de la guerra de Estados Unidos en Irak, algo que casi nadie en calles, universidades, cafés, antros, parques o edificios gubernamentales registró, y menos aún comentó. Ni el comandante en jefe. Esa y las otras guerras ya se ha vuelto parte del ruido de trasfondo de este país. Una guerra más, una mentira más.

Esta mentira costó más de 190 mil civiles muertos por violencia directa de esa guerra, casi 5 mil militares estadounidenses que han perecido, cientos de miles de civiles y militares heridos, y un costo mayor de 2 billones de dólares hasta la fecha (y eso que no es la guerra activa más larga en la historia del país; esa tiene 17 años y está en Afganistán), según el informe Costos de Guerra, de la Universidad Brown.

La gran mentira implicó que miles de jóvenes estadunidenses –en su gran mayoría pobres y de clase trabajadora– fueron enviados a Irak o Afganistán a matar y herir a otros jóvenes como ellos. Los que regresaron, si es que no en un ataúd o en una camilla, sí con heridas psicológicas de largo plazo, fueron recibidos por una población que, la verdad, si es que se acuerda de ellos, prefiere no ponerle mucha atención a todo eso, más allá de rendir homenajes a nuestros veteranos antes de un partido de beisbol o de fútbol.

Seguramente es el único país en la historia donde uno puede pasar por las calles de todas las ciudades y grandes pueblos sin darse cuenta ni acordarse que está en medio no sólo de una, sino de varias guerras.

Como toda guerra, la de Irak fue producto de una gran mentira, una mentira propagada por casi todos los principales medios (con algunas notables excepciones) y por una clase intelectual profesional vinculada al poder, y todos éstos, hasta hoy día, jamás han pagado las consecuencias y muchos menos han tenido que rendir cuentas por su complicidad.

Es una guerra en la cual se fabricó la justificación frente a todos: se declaró que Irak tenía armas de destrucción masiva, que era en parte responsable de los atentados del 11-S, que era un Estado que daba refugio a terroristas. Todo eso fue falso. Y se sabía en esos mismos momentos; millones de personas en algunas de la movilizaciones antiguerra más grandes de la historia lo sabían, no cayeron en el engaño.

El objetivo no tenía nada que ver con democracia, libertad, asistencia humanitaria ni nada de eso. Tenía el objetivo de cambio de régimen y, ni hablar, petróleo.

Entre los promotores más feroces de la mentira en el gobierno de George W. Bush estaban Elliott Abrams y John Bolton, junto a un amplio elenco de los mismos jefes de medios e intelectuales de tanques pensantes, tanto conservadores como liberales, que hoy día invitan a todos a creerles algunas más, incluido el caso de Venezuela.

Como señala el periodista Matt Taibbi, de Rolling Stone, el daño que esta historia (la guerra contra Irak) causó en nuestras reputaciones colectivas aún es poco entendida en el negocio (de los medios), y señala que esa mancha no se podrá lavar hasta que enfrentemos qué tan mal fue, y es mucho peor de lo que estamos admitiendo, aun ahora.

¿Cuántas otras guerras repletas y justificadas con mentiras continúan hoy día? Hay una contra los inmigrantes en la frontera (con despliegue militar), otra permanente contra el narco, y ni contar las acciones bélicas activas de Washington en varias partes del mundo, incluidos por lo menos siete países que casi ningún estadounidense puede siquiera nombrar.

Según el informe Costos de Guerra, Estados Unidos conduce hoy día actividades anti-terroristas en 80 países (40 por ciento de los países del planeta), ha gastado más de 5.9 billones en las guerras posteriores al 11 de septiembre de 2001, han muerto un total de 480 mil personas en Irak, Afganistán y Pakistán, incluidos 244 mil civiles por violencia directa, casi todo con justificaciones engañosas.

Las mentiras oficiales cuestan muy caro, pero casi nunca para los mentirosos, sino para todos los demás. Esa es la verdad.

Fuente:
http://www.jornada.com.mx/2019/03/25/opinion/023o1mun

sábado, 30 de marzo de 2019

JFK y los demás, silenciados

Entre 1963 y 1968 el establishment de la seguridad nacional de EE.UU eliminó a los dirigentes de la oposición y a los principales políticos con veleidades de reforma.



La noticia saltó el 19 de enero. Un grupo de personalidades, intelectuales, juristas, actores y familiares, pidió que se reabran las investigaciones de los cuatro principales asesinatos políticos de los años sesenta en Estados Unidos. Se trata, por orden cronológico, de los casos del presidente John F. Kennedy, del activista Malcom X, de Martin Luther King y del senador Robert Kennedy.

Entre noviembre de 1963 y junio de 1968, el establishment de la seguridad nacional eliminó a los dirigentes de la oposición y a los dirigentes y activistas políticos con veleidades de cambio y reforma, incluido el presidente del país, los dos principales líderes de la oposición a la guerra de Vietnam -uno pedía la “retirada militar inmediata” (King) el otro solo “detener los bombardeos”- y al más influyente activista de la minoría negra. No hay otro caso comparable de una purga tan radical en ningún otro régimen parlamentario.

Crímenes de Estado
Constituido en Comité por la verdad y la reconciliación -un nombre que homenajea a la comisión que investigó los crímenes del Apartheid en África del Sur- el grupo califica esos asesinatos de, “asalto salvaje y concertado a la democracia” y “actos organizados de violencia política” que tuvieron un, “impacto desastroso en la historia del país”. Todos ellos querían de manera diversa, “apartar a Estados Unidos de la guerra y dirigirse hacia el desarme y la paz, salir de la violencia y la división interior y avanzar hacia la amistad civil y la justicia”.

Sobre el asesinato de John Kennedy, el grupo dice que, “fue organizado en las altas esferas de la estructura de poder de Estados Unidos y llevado a cabo por elementos superiores del aparato de la seguridad nacional que utilizaron, entre otros, a personajes de los bajos fondos para ayudar a su ejecución y encubrimiento”. Recuerdan los “juicios farsa” que rodearon los cuatro asesinatos y apelan al Congreso a que exija la publicación de todos los documentos gubernamentales, que deberían haber sido desclasificados por completo en 2017 pero que la CIA y otras agencias mantienen en secreto.

Oficialmente todos fueron muertos en atentados obra de “locos solitarios”; Lee Harvey Oswald mató a John Kennedy antes de ser muerto a su vez por Jack Ruby, Malcom X, murió a manos de tres negros musulmanes, Marti Luther King cayó a manos del loco James Earl Ray y el senador Robert Kennedy bajo las balas de Sirhan Sirhan, un palestino perturbado.

Forman parte del grupo los hijos de Robert Kennedy, abogados y colaboradores de Martin Luther King, médicos y forenses de renombre que trabajaron en el caso JFK, el disidente Daniel Ellsberg que destapó los papeles del Pentágono, cantantes como David Crisby, el cineasta Oliver Stone, autor de una gran película sobre el caso JFK, actores de Hollywood, etc. La noticia era clara, incluso desde el punto de vista del espectáculo y las personalidades firmantes, pero muy pocos se hicieron eco de ella. Ningún gran medio español lo hizo.

¿Les suena Michael Hastings?
Mientras nos entretienen con las fechorías de los países adversarios, la simple realidad es que no solo de puertas afuera, donde es la principal dictadura del planeta, sino en sus relaciones interiores, Estados Unidos es un ejemplo bastante bueno de estado policial en el trato a sus propios disidentes, con uso del asesinato político encubierto en casos extremos y la violación permanente de derechos elementales de aquellos que considera políticamente peligrosos.

El vicepresidente Henry Wallace tuvo su correo controlado y su teléfono pinchado por la policía política, por defender que la amenaza soviética estaba siendo exagerada por el complejo de la seguridad nacional. Lo mismo le ocurrió al candidato presidencial George McGovern, a cantantes como Pete Seeger o Woodie Guthrie, músicos como Duke Ellington, científicos como Albert Einstein, los activistas del Occupy Wall Street o Black Lives Matter… En fín, desde que Eduard Snowden demostró documentalmente la existencia de Big Brother, y su encarnación en la NSA, las más básicas garantías constitucionales son negadas al conjunto de la ciudadanía mundial desde Estados Unidos.

Todos conocen el caso de la periodista rusa Anna Politkovskaya, pero a muchos menos les suena el nombre de Michael Hastings Los Solzhenitsin, Sájarov y demás de nuestro tiempo llevan nombres anglosajones; Eduard Snowden, Julian Assange, Chelsea Maning, etc.

La cobardía de Obama
La publicación del manifiesto no noticiado del Comité por la verdad y la reconciliación vino precedida en apenas quince días, por el fallecimiento del gran sociólogo norteamericano Norman Birnbaum. En su retrato de la cobardía de Barack Obama, Birnbaum explicaba hace unos años, en una entrevista con Deutchlandfunk, que el presidente tuvo muy presente durante su mandato el destino de otros personajes de la vida americana, como los cuatro mencionados, que llegaron a representar determinados riesgos de reforma. “Nuestro sistema tiene formas y maneras de advertir para que no se superen determinados límites”, decía. “Creo que en el caso de Obama, el presidente ha hecho para su persona esa lectura de nuestra historia”.

Desde la advertencia del Presidente Dwight Eisenhower, en su discurso de despedida del 17 de enero de 1961 (“Debemos cuidarnos de la adquisición de influencia injustificada, tanto solicitada como no solicitada, del complejo militar industrial“, Oliver Stone inicia su película sobre JFK con esa cita), el presidente de Estados Unidos es un prisionero del aparato de seguridad nacional. “Ese aparato tiene sus propias leyes y sabe perfectamente cómo disciplinar a la gente”, decía Birnbaum a propósito de Obama.

Dándole la vuelta a lo que siempre se dijo sobre el comunismo, que era un sistema irreformable, la simple experiencia nos lleva a pensar más bien lo contrario: A lo largo de más de cuarenta años, los países del Este de Europa no pararon en intentar reformas hacia el “socialismo de rostro humano” que la URSS impidió siempre, el comunismo soviético fue tan reformable que hasta se autodisolvió, y en China y Vietnam se ha entronizado algo parecido a la “reforma permanente”.

Lo que se ha demostrado históricamente irreformable es más bien el sistema de Estados Unidos. Una sociedad de extrema desigualdad, desprovista de estado social, regida por el interés de una minoría y faro del mundo moderno, que elimina a los líderes que representan riesgos de transformación, y disciplina de paso a quienes llegan al poder con ínfulas de cambio.

Sacar a la luz esa historia, naturalmente, no es noticiable y cuando se saca a colación siempre hay algún genio que suelta aquello de la “teoría de la conspiración”. El concepto fue acuñado por la CIA en los años sesenta, precisamente para cortar el cuestionamiento de la increíble versión oficial de la muerte de Kennedy…

Desde entonces no paran: cada vez usan más ese latiguillo, porque cada vez tienen más estiércol que ocultar.

(Publicado en Ctxt)

miércoles, 27 de marzo de 2019

Los sucesos de Nueva Zelanda son la conclusión lógica de llamar “invasores” a los inmigrantes.

The Intercept

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

Brenton Tarrant, acusado de matar a 50 personas, varios niños entre ellas, en dos mezquitas de Nueva Zelanda la semana pasada, quiere que sepamos qué inspiró sus acciones. Antes de trasmitir su masacre de fieles musulmanes, redactó un extenso documento que aboga con orgullo por el asesinato de personas inocentes en nombre de la pureza racial. El manifiesto es predeciblemente inquietante. Es la obra de un nihilista que ve un mundo tan sombrío y desesperanzado que piensa que podría mejorarse mediante actos de asesinato en masa. Sin embargo, hay una palabra en el documento de 74 páginas que me llamó la atención: “invasor”.

Las palabras de Tarrant son a la vez lúcidas y suenan pavorosamente familiares. Sus referencias a los inmigrantes como invasores encuentran eco en el lenguaje utilizado por el presidente de Estados Unidos y los líderes de extrema derecha de toda Europa. Y es por eso que sería un error descartarlas como los incoherentes delirios de un loco.

Su manifiesto resulta difícil de leer. No obstante, me sentí obligado a analizar sus palabras en profundidad porque, como occidental no blanco -y nada menos que musulmán-, soy uno de los “invasores” de los que habla. Ha habido llamamientos para sencillamente ignorar lo que Tarrant escribió. Si bien es comprensible, es ingenuo pensar que ignorar a personas como él va a hacer que sus exigencias desaparezcan. Al leer su manifiesto, debo subrayar que el sentimiento que expresa -que las personas como yo somos unos forasteros que en realidad pertenecen a algún otro lugar- es cada vez más común.

El documento se basa en una premisa subyacente clave conocida como la teoría del "Gran Reemplazo": que las personas no blancas que viven en países occidentales son extranjeros embarcados en la misión de saquear y reemplazar a las poblaciones de Europa y América del Norte. En los rostros de los inmigrantes que intentan criar familias y construir hogares pacíficos, Tarrant ve a invasores desarmados empeñados en conquistar su patria racialmente prístina. No hay individuos en su cosmovisión, solo masas sin rostro de “nosotros” y “ellos”. Este último grupo debe mantenerse a distancia a toda costa. Cita, aprobándolo, el efecto disuasivo de asesinar a sus hijos.

Para quienes se preguntan dónde se radicalizó Tarrant, la respuesta es de conocimiento público. Es en nuestros medios de comunicación y en nuestra política, donde las minorías, musulmanas o no, son vilipendiadas como algo natural. Las creencias de Tarrant alcanzaron una praxis violenta que supongo que muchos de sus compañeros de viaje encontrarían difícil de digerir. Pero sus afirmaciones sobre desastrosas tasas de nacimiento y riadas de inmigrantes invasores son prácticamente banales a estas alturas. Esa es la retórica que anima las políticas de Donald Trump, quien ha resucitado una respuesta medieval a los “invasores”, prometiendo contenerlos detrás de un muro gigante. Proviene de los partidarios políticos del presidente que abiertamente defienden la misma teoría del “Gran Reemplazo” que motivó la masacre de Tarrant.

Esta retórica sobre la contaminación extranjera emana también de las bocas y de las plumas de figuras públicas supuestamente liberales. En 2006, Sam Harris, escritor del “New Atheist”, escribió un artículo en el que afirmaba que en cuestión de 25 años, Francia se encaminaría a tener una mayoría de población musulmana, aunque la inmigración se detuviera mañana. El cambio demográfico no significaría nada menos que el fin de la propia democracia, argumentaba. (Harris no consideró necesario aportar una referencia por sus ridículas proyecciones de población). El manifiesto de Tarrant se lee como una versión abreviada, aunque más violenta, del popular libro de 2017 “The strange death of Europe”, del autor británico Douglas Murray, quien sostenía que la inmigración había destruido ya realmente a la sociedad europea.

En resumen, los escritos de Tarrant reflejan una visión del mundo que no solo se limita a los rincones oscuros de Internet, sino que se expresa abiertamente en los medios y en la política. Sus alegadas acciones son la conclusión lógica de la retórica del “American carnage” y “The strange death of Europe” promovida por figuras destacadas en todo el mundo.

Tarrant escribe que su punto de ruptura se produjo mientras viajaba por Francia. Allí se sintió abrumado por la cantidad de “invasores”, cuyas caras negras y marrones encontraba en todas las ciudades y pueblos. A juzgar por sus palabras, no se detuvo a considerar que la mayoría de esas personas no eran en realidad extranjeras, sino los hijos de personas que han vivido durante varias generaciones en Francia. Son personas que no conocen más hogar que ese país. Tarrant describe haber se visto desbordado por la emoción al ver un cementerio de guerra, que considera como el lugar de descanso de una generación francesa anterior que luchó contra los “invasores”. Al parecer, nunca se le ocurrió que la mayoría del Ejército Francés Libre de la II Guerra Mundial, que liberó a Francia de los nazis, se componía principalmente de soldados coloniales negros y del norte de África. Son los descendientes de estas personas cuy a presencia causó a Tarrant, un turista australiano, una pena tan grande que, según su manifiesto, “rompió a llorar y a sollozar en solitario en su coche” .

Al considerar los ataques en Nueva Zelanda, es importante entender que los musulmanes son un blanco fácil para la violencia racista. Son una minoría impopular en los países occidentales. Algunos analistas, si bien condenaban los supuestos asesinatos de Tarrant, expresaban compasión por su razonamiento sobre los musulmanes. Esta reacción parece ser exactamente con la que Tarrant contaba. En una sección de su manifiesto deja claro que todos los “inmigrantes de alta fertilidad” son el enemigo, pero que eligió centrarse en los musulmanes porque “son el grupo de invasores más despreciados en Occidente, y al atacarles se recibe el mayor nivel de apoyos”.

Sin embargo, matar musulmanes es solo la primera etapa del plan que establece. El objetivo final es cambiar la composición demográfica de los países occidentales a través de un programa más general de limpieza étnica que también se dirige contra negros, judíos y asiáticos. “Los invasores deben ser retirados del suelo europeo, sin importar de dónde vinieron o cuándo vinieron: Africanos, indios, turcos, semíticos u otros”, escribe Tarrant. Entre sus influencias declaradas están el asesino en masa noruego Anders Breivik y Dylann Roof, que asesinó a nueve feligreses afroamericanos en una iglesia de Carolina del Sur. Tarrant deja claro que él no es cristiano en ningún sentido religioso. Su única creencia consistente es una intención genocida de eliminar al “otro”, ya sea mediante asesinato o expulsión.

Aunque actuó solo, Tarrant afirma de modo inquietante en su manifiesto que recibió una bendición por su ataque de una organización clandestina de extrema derecha. Simpatizantes con los mismos motivos que él hay en gran número, escribe, incluso en los aparatos militares y policiales de los Estados occidentales. Hasta el momento, no han aparecido evidencias que corroboren esta afirmación, pero viendo las noticias, parece algo completamente plausible.

En sus escritos, Tarrant deja claro que no tiene problemas con los musulmanes que viven en sus propias patrias, ni con los judíos, mientras vivan en Israel. Él simplemente los quiere fuera de Occidente. “La forma en que se eliminen es irrelevante, ya sea pacífica, contundente, feliz, violenta o diplomática. Deben ser apartados”, escribe. Por supuesto, es poco probable que estas personas vayan a abandonar sus hogares voluntariamente. Estados Unidos y Europa son los lugares donde crían a sus familias, pagan impuestos, asisten a las escuelas y contribuyen con su trabajo a la sociedad. Por tanto, insistir en que “regresen” a una patria imaginaria en un continente lejano es insistir en el genocidio y la limpieza étnica.

Como nos enfrentemos a una demanda tan implacable y fanática, es importante tomarla en serio. Me temo que habrá más hombres como Brenton Tarrant, Anders Breivik y el pistolero de la sinagoga de Pittsburgh, Robert Bowers, especialmente si quienes están en el poder responden a sus mensajes con un guiño y un gesto de asentimiento. Ante un enemigo así -que exige que uno se suprima literalmente a sí mismo- la reconfortante idea del compromiso se evapora. Los ataques racistas han continuado desde los asesinatos de Nueva Zelanda, incluyendo una serie de ataques violentos. Ante esta realidad y las luchas que se avecinan, parece importante recordar un popular mantra judío frente a la opresión nazi que hoy tiene un significado renovado: “Les sobreviviremos”.

Murtaza Hussain es un periodista cuyos trabajos se centran en temas de seguridad nacional, política exterior y derechos humanos. Ha trabajado con anterioridad en el New York Times, The Guardian y Al Jazeera English.

Fuente:
https://theintercept.com/2019/03/18/new-zealand-mosque-shooter-manifesto/

Esta traducción puede reproducirse libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a l autor, a la traductora y a Rebelión.org como fuente de la misma.

jueves, 21 de marzo de 2019

_- La mentira de Kosovo en Alemania

_- Hace veinte años la opinión pública europea fue intoxicada con una eficacia que antes solo funcionaba en Estados Unidos.

La virtual sucesora de Merkel al frente de la CDU, y quizá más pronto que tarde futura canciller de Alemania, Annegret Kramp-Karrenbauer, se ha estrenado en la política europea con una carta aleccionadora de tono inequívocamente teutón dirigida al Presidente francés, Emmanuel Macron. En ella derriba las ingenuas ilusiones de este acerca de una reforma de la UE de común acuerdo con Alemania. En la futura crónica de la desintegración de la UE esta carta ni siquiera será recordada como prueba de la inexistencia del “eje franco-alemán”, así que no vale la pena detenerse en ella. Sin embargo, contiene un detalle muy significativo del momento en el que vivimos: la nueva líder de la derecha alemana propone, “subrayar el papel de la Unión Europea en el mundo en tanto que potencia de paz y seguridad” construyendo… un portaaviones europeo común. ¡Qué gran idea¡ La tenacidad de la derecha alemana y de sus socios socialdemócratas y verdes en la reanudación del militarismo nacional es encomiable.

Desde su creación en 1955 el actual ejército alemán, Bundeswehr, fue concebido como aparato defensivo. En diciembre de 1989 el programa del SPD consagraba como principios de la política exterior y de seguridad de Alemania, la “seguridad común” y el “desarme”. “Nuestra meta es disolver los bloques militares mediante un orden de paz europeo”, decía aquel programa. “El hundimiento del bloque del Este reduce el sentido de las alianzas militares e incrementa el de las alianzas políticas (…) se abre la perspectiva para un fin del estacionamiento de las fuerzas armadas americanas y soviéticas fuera de su territorio en Europa”. Ese programa no se cambió hasta 2007. Para entonces hacía tiempo que había caducado. Exactamente hacía ocho años.

El 24 de marzo se cumplirán veinte del inicio del bombardeo de lo que quedaba de Yugoslavia conocido como “guerra de Kosovo”. Para Alemania aquella participación en una operación ilegal de la OTAN fue la primera operación militar exterior desde Hitler. Desde entonces, “la seguridad de Alemania se defiende en el Hindukush”, como dijo en 2009 el ministro de defensa Peter Struck. También en África y allí donde el acceso alemán/europeo a los recursos y vías comerciales lo exijan, según estableció en su día con toda claridad la canciller (saliente) Angela Merkel.

Aquel estreno en Kosovo empezó con una mentira. Igual que Vietnam, igual que Irak y que tantas otras guerras (recordemos el informe de la agencia Efe de septiembre de 1939, dando cuenta del ataque de Polonia contra Alemania). La primera mentira de Kosovo fue la masacre de Rachak.

Rachak y el policía Hensch
Rachak y Rugovo son dos pueblos del noroeste de Kosovo, al sur de la capital de distrito de Pec. Con la frontera albanesa muy cerca, en 1998 la región era zona de acción de la guerrilla albanesa UCK, sostenida y financiada por la OTAN, la CIA y el servicio secreto británico.

Aquel año la UCK cometió tantos desmanes con civiles serbios, gitanos y albaneses “colaboracionistas” que su jefe local, Ramush Haradinaj, luego primer ministro de Kosovo, hasta llegó a ser juzgado en La Haya por crímenes de guerra por un tribunal que era comparsa de la OTAN. Haradinaj fue absuelto, entre otras cosas porque diez de los nueve testigos que debían declarar contra él fueron eliminados antes de que pudieran hacerlo, unos en “accidentes de tráfico”, otros en “peleas de bar”, otros en atentados. Así hasta nueve. En cualquier caso, a principios de 1999 el ejército yugoslavo respondió con gran fuerza a aquella ofensiva de la UCK teledirigida por la OTAN, con una contraofensiva.

Cerca de Rachak y de Rugova varias decenas de guerrilleros albaneses cayeron en emboscadas ante el ejército. Henning Hensch, un policía alemán retirado con carnet del SPD, estuvo allí. Era uno de los seleccionados por el ministerio de exteriores para engrosar los equipos de observadores de la OSCE en Kosovo. En esa calidad actuó como perito en Rachak y Rugovo. Vio a los guerrilleros muertos con sus armas, carnets y emblemas de la UCK cosidos en sus guerreras. En Rugovo, los yugoslavos juntaron los cadáveres en el pueblo y los observadores de la OSCE hicieron fotos.

“Esas fotos, convenientemente filtradas de todo rastro de armas y emblemas de la UCK, hicieron pasar lo que fue un enfrentamiento militar con grupos armados, por pruebas de una masacre de civiles”, me explicó Hensch en 2012. “Ambos bandos cometían exactamente los mismos crímenes, pero había que poner toda la responsabilidad sólo sobre uno de ellos”, decía el policía jubilado.

El 27 de abril el entonces ministro socialdemócrata de defensa alemán, Rudolf Scharping, presentó en rueda de prensa aquellas fotos en las que se veía los cadáveres de los guerrilleros amontonados en el papel de civiles inocentes masacrados. Al día siguiente, el diario Bild publicaba una de ellas en portada con el titular: “Por esto hacemos la guerra”.

“Este era un país opuesto a la guerra y consiguieron que, por primera vez en más de cincuenta años, se metiera en una”, explicaba por teléfono Hensch, con sumo pesar. “Antes de esa experiencia, nunca imaginé que en mi país pudiera pasar algo así, es decir que el gobierno y la prensa mintieran al unísono y engañaran a la población”.

Para violentar el consenso básico de la sociedad alemana contra el intervencionismo militar, la OTAN, el gobierno de socialdemócratas y verdes (1998-2005) y los medios de comunicación, se tuvieron que emplear a fondo.

El “Media Operation Center” de la OTAN dirigido por el infame Jamie Shea, subordinado al secretario general, Javier Solana ( a su vez subordinado al Pentágono), fue una fábrica de mentiras, que los periodistas retransmitían. Shea, un hombre deshonesto, decía que el truco era, “mantener a los periodistas lo más ocupados posible, alimentándoles constantemente con briefings, de tal manera que no tengan tiempo para buscar información por si mismos”. Años después Shea explicó que, “si hubiéramos perdido a la opinión pública alemana, la habríamos perdido en toda Europa”.

Fabricar la versión del conflicto
El relato del conjunto de la guerra en los Balcanes se basó en una fenomenal sarta de mentiras, amnesias y omisiones. La opinión pública europea fue intoxicada con una eficacia que hasta entonces, en Occidente, solo se consideraba posible en Estados Unidos.

Como hoy se conoce perfectamente, antes de la intervención de la OTAN no había en el conflicto de Kosovo la “catástrofe humanitaria” que las potencias se inventaron para intervenir, sino una violencia que en 1998 partió de la UCK y a la que el ejército yugoslavo respondió con la misma violencia, explicaron miembros del equipo de la OSCE como el general alemán retirado Heinz Loquai y la diplomática estadounidense Norma Brown en un documental de la cadena de televisión alemana ARD emitido en 2012 (“Es began mit einer Lüge” – Comenzó con una mentira).

Los medios alemanes ignoraron tres datos fundamentales: 1- la tradicional hostilidad de su país hacia Yugoslavia, que diarios como el Frankfurter Allgemeine Zeitung, y Die Welt, así como el semanario Der Spiegel, consideraban una “creación artificial”. 2- El hecho de tanto croatas como bosnios musulmanes, liderados en los noventa por dirigentes de la misma calaña que Milosevic, habían sido aliados de la Alemania nazi en la segunda guerra mundial y partícipes, junto con los alemanes, del genocidio de un millón de serbios desencadenado entonces por los nazis. Y 3- la naturaleza ilegal de las acciones militares de la OTAN desde el punto de vista de la ley internacional. El ministro de exteriores verde Josef Fischer comparó a “los serbios” con los nazis y al conflicto de Kosovo con Auschwitz, comparaciones que el General Loquai califica de monstruosas, “especialmente en boca de un alemán”. Algunas de las mentiras concretas y puntuales fueron las siguientes:

El catálogo de Scharping
El ministro de defensa Rudolf Scharping dijo antes de la intervención que los serbios habían matado a 100.000 albaneses en Kosovo. La realidad es que se contabilizaron entre cinco mil y siete mil, entre muertos y desaparecidos, todos los bandos juntos e incluidas las víctimas de bombas de la OTAN.

Scharping suscribió la leyenda americana del “plan herradura” de Milosevic: rodear a la población albanesa y deportarla antes del inicio de los bombardeos. Mencionó la “expulsión de millones” y “400.000 refugiados” albaneses antes del inicio de la operación de la OTAN. La realidad fue que para verano de 1999, a las pocas semanas de la ocupación de Kosovo por la OTAN, 230.000 serbios, montenegrinos, gitanos y albaneses “colaboracionistas” fueron expulsados de Kosovo mientras en la región había 46.000 soldados de la OTAN, es decir uno por cada cuatro expulsados. Una genuina “limpieza étnica” bajo la ocupación militar de la OTAN.

Pueblos que habían sido destruidos después de iniciada la guerra por la OTAN se presentaron como destruidos antes, como incentivo para iniciarla.

Se ocultó que la miseria de los refugiados albaneses y su estampida también era consecuencia de los ataques de la OTAN.

Scharping informó del inexistente “campo de concentración” de Milosevic en el estadio de Pristina con “varios miles de internados”. Diez años después, el ministro dijo que sólo eran “sospechas”.

Se informó falsamente de “cinco dirigentes albaneses” ejecutados y de “veinte profesores” albaneses fusilados antes sus alumnos.

Todo ello se hizo para justificar más de 6000 ataques de la OTAN sin mandato de la ONU cuyo sentido era demostrar que la OTAN tenía razón de ser y aprovechar las violencias -agravadas por la intervención de las potencias- para disolver Yugoslavia, un estado anómalo en el nuevo orden europeo posterior al fin de la guerra fría. Ningún político y medio de comunicación se ha disculpado y la misma constelación actúa, y está bien preparada y engrasada para actuar, en los conflictos del presente y el futuro.

Y sin embargo…
Según una encuesta realizada en febrero para la asociación atlantista Atlantikbrücke, los alemanes siguen rechazando fuertemente las intervenciones militares de su ejército en el extranjero, iniciadas hace 20 años en Yugoslavia: solo el 14% las apoyan, contra un 77% que las rechazan.

(P.S. No es esta la única derrota del complejo político-mediático local. Pese a que desde hace años se les bombardea con la demonización de la Rusia de Putin, a los alemanes Trump les parece mucho menos fiable (82%) que el presidente ruso (56%), e incluso consideran a China como socio menos dudoso (42%) que Estados Unidos (86%), señala la misma encuesta. Esta opinión contradice directamente las últimas resoluciones del Parlamento Europeo a favor de incrementar las sanciones contra Rusia, país al que ya no puede considerarse “socio estratégico”, señala la resolución votada este mes por 402 diputados, contra 163 (y 89 abstenciones). Al mismo tiempo, la Comisión ha declarado a China “rival sistémico” en una resolución que casi coincidió con la votación en el Parlamento Europeo. La UE califica así, simultáneamente, como casi enemigos a China y Rusia. El propósito es aislar a esas potencias, pero teniendo en cuenta el estado de las relaciones con Estados Unidos, así como el proceso de creciente fragmentación de la UE, es legítimo preguntarse quien es el aislado).

(Publicado en Ctxt) Rafael Poch.

viernes, 15 de marzo de 2019

_- LITERATURA, PREMIO CERVANTES, IDA VITALE POESÍA M. B.

_- Intelectual y popular, universal y personal, transparente y honda. Así es la poesía de Ida Vitale, flamante Premio Cervantes 2018; una voz limpia y curiosa, una anciana menuda, de pelo blanco y rostro dulce, llena de amor. "Pese a las dificultades por las que atraviesa el mundo hoy: las prisas, el poder o el protagonismo mortal del dinero, la poesía perdurará y se leerá hoy y siempre", dice.

La poeta uruguaya ha revolucionado el Cervantes por dos motivos: por ser la quinta mujer galardonada en 43 ediciones y por romper con la regla no escrita de que el premio solía alternar un reconocimiento a un autor español con otro a un latinoamericano. El año pasado se valoró la obra del nicaragüense Sergio Ramírez, este, la de Ida Vitale.

Su poesía versa sobre sobre el compromiso moral, porque cree que la poesía social es propaganda, algo comercial para llegar a la gente. A continuación una selección de diez de sus mejores poemas. El primero, Gotas, fue el que leyó el ministro José Guirao antes incluso de anunciar el nombre de la ganadora del máximo reconocimiento literario de las letras castellanas.



Fortuna

Por años, disfrutar del error
y de su enmienda,
haber podido hablar, caminar libre,
no existir mutilada,
no entrar o sí en iglesias,
leer, oír la música querida,
ser en la noche un ser como en el día.
No ser casada en un negocio,
medida en cabras,
sufrir gobierno de parientes
o legal lapidación.
No desfilar ya nunca
y no admitir palabras
que pongan en la sangre
limaduras de hierro.
Descubrir por ti misma
otro ser no previsto
en el puente de la mirada.
Ser humano y mujer, ni más ni menos.

jueves, 14 de marzo de 2019

Diez genios que vivían en el más completo (y armonioso) desorden

Acumulaban objetos siguiendo una línea temporal, su propia personalidad desbordante o dejándose llevar por alguna obsesión. Solo las mentes geniales pueden encontrar el orden en este caos Abundan las teorías que relacionan de forma directa la creatividad con el desorden, al menos tanto como las que vinculan tener un espacio de trabajo organizado con la productividad y la capacidad de sacar adelante el trabajo. Se sea partidario de que cierto Diógenes es imprescindible para desarrollar la imaginación o se sea pro Marie Kondo, sorprende ver la cantidad de genios que trabajaron o vivieron, muy a menudo mezclando ambas cosas, sumidos en el caos. Mark Zuckerberg - Una mesa 'vivida' desorden FACEBOOK

desorden

Las imágenes del controvertido creador de Facebook trabajando en su escritorio son sobreanalizadas hasta el infinito, y de ellas se extraen principalmente dos lecciones: una, hay que tapar la webcam de tu ordenador. Dos: una mesa de trabajo desordenada, vivida, normal, en la que se acumulan libros, cables y botellas de Gatorade, no está reñida con ser multimillonario.

 https://elpais.com/elpais/2019/02/15/icon_design/1550236325_184393.html#?id_externo_nwl=newsletter_icon_design20190221

domingo, 10 de marzo de 2019

_- El euro y el futuro de Europa

_- Salvador López Arnal
Rebelión

En fin, lo dicho: el monstruo, como Polifemo, tiene un solo ojo con el que sólo ve aquello que hace crecer la lana de su ovejuno rebaño de financieros. Lo demás le tiene sin cuidado. Tú ya puedes advertirle de que cada día que pasa está más cerca de su isla el Odiseo que cegará su único ojo y lo dejará inerme y aullando de dolor. Él sigue acariciando la lana de su rebaño sin pensar en nada más. Así que no te esfuerces, Yanis. En lugar de seguir advirtiendo a Polifemo, ayuda a Odiseo a afilar la estaca y ponerle la punta al rojo vivo. Ésa será tu mejor venganza y en esa empresa seremos cada vez más los que te ayudaremos. (Miguel Candel, 2018).

Durante años y años se ha dicho y repetido (hasta la saciedad y con escasa o nula argumentación) que los contrarios o críticos del euro y la eurozona (sin matices ni distingos) eran gentes desinformadas, fanatizadas, antieuropeas, muy ignorantes y, en algunos casos, miembros trasnochados de una izquierda no menos trasnochada.

Propaganda política. De la mala o incluso de la peor. Basta leer el libro de un economista no cegado como Joseph E. Stiglitz [1] para levantar la mampara que cubre la representación de los poderosos y beneficiados. Una de sus reflexiones:

Sin embargo, el proyecto de la eurozona era diferente de estos otros ejemplos en un sentido crucial: se basaba en un intento serio de avanzar hacia la integración política. Los nuevos acuerdos comerciales no parten de ningún deseo de contar con unos criterios reguladores armonizados, establecidos por un Parlamento que represente a los ciudadanos de toda la zona comercial. Lo que buscan las empresas es sencillamente interrumpir la regulación o, mejor todavía, revocarla. Pero el diseño del “proyecto moneda única” estaba tan influido por la ideología y los intereses que fracasó no solo en su aspiración económica -generar prosperidad-, sino también en su ambición de unir más a los países desde el punto de vista político. [la cursiva es mía]

Una de las derivadas más importantes, la conocemos bien, el incremento de las desigualdades:

El euro ha provocado un aumento de las desigualdades. Un argumento importante de este libro es que el euro ha ahondado la brecha, ha hecho que los países más débiles lo sean más aún y que los más fuertes se hayan reforzado: por ejemplo, el PIB alemán ha pasado de ser 10,4 veces el de Grecia en 2007 a 15 en 2015. Pero la brecha ha aumentado también las desigualdades dentro de los países de la eurozona, especialmente en los que han sufrido la crisis. Y ha ocurrido incluso en aquellos que estaban consiguiendo reducir las desigualdades antes de la creación del euro. [las cursivas son mías]

No anda desencaminado el ex economista jefe del Banco Mundial.

En efecto. Carles Planas Bou [CPB] describía en “Un estudio concluye que el euro ha hecho a Alemania más rica y a España más pobre” [2] el siguiente panorama de la situación tras estos veinte años de implantación de la moneda(el estudio que le sirve de base es del Centro (alemán) de Políticas Europeas):

1. Desde la introducción de la moneda única en 1999, cada alemán (por término medio obviamente) ha obtenido un beneficio de hasta 23.116 euros mientras que cada español ha perdido 5.000 euros.

2. La brecha ha afectado directamente a las arcas públicas de los países de la UE. Alemania ha sido la noción más beneficiada por la introducción del euro. Hasta el 2017 le ha supuesto un impacto positivo de 1.893.000 millones de euros (casi dos billones de euros). “Esa ventaja”, señala CPB, “acentuada a partir de la crisis de la deuda, ha permitido a Berlín reforzar su condición de potencia económica del continente”.

3. Hay más. Gracias al euro los Países Bajos han ganado 346.000 millones de euros (unos 21.003 euros por persona), situándose por detrás de Alemania. Como recordamos, ambos países “han sido los más firmes defensores de la ortodoxia fiscal y los principales críticos de los países del sur que acudieron en ayuda de sus socios debido a sus problemas de endeudamiento”. Recordemos su comportamiento en el caso de Grecia.

4. Hasta 2010, España se benefició de la introducción del euro. Tras la crisis eso se transformó en una pérdida de la prosperidad que se eleva hasta los 224.000 millones de euros (un 21 % del PIB aproximadamente). El informe, de un Instituto nada heterodoxo, “remarca que la incapacidad de los países para devaluar su moneda tras la adopción del euro permitió que la erosión de la competitividad internacional se convirtiese en ‘un menor crecimiento económico, un aumento del desempleo y una caída de los ingresos fiscales”.

5. La gran perdedora con la creación del euro es sin duda Italia, con una reducción del PIB por valor de 4.325.000 millones de euros (73.605 euros menos para cada italiano). Se comprende, entonces, la situación política italiana y la desesperación de muchos ciudadanos.

6. Tras los ciudadanos italianos se sitúan los franceses (55.990 euros menos), los portugueses (40.604 menos) y los belgas (6.370 euros menos).

No son datos cualesquiera. Conviene tenerlos muy en cuenta.

Los autores del estudio, Matthias Kullas y Alessandro Gasparotti, señala CPB, “calcularon la hipotética trayectoria sin el euro comparando la de los países mencionados con la de otros países fuera de la eurozona con tendencias de crecimiento parecido”. Alemania fue comparada con Japón y Bahréin; España con el Reino Unido y Turquía. Aunque con la crisis de la deuda, el BCE prometió hacer “lo que haga falta para preservar el euro” el informe señala que, más allá de estas las palabras, el supervalorado Mario Draghi “no hizo nada para cambiar los problemas fundamentales de la Eurozona”. Para eso estaba entre otras cosas.

Conviene detenerse ahora en la entrevista que Claudi Pérez [CP] hizo recientemente al sociólogo alemán Wolfgang Streeck [WS] sobre su último libro ¿Cómo terminará el capitalismo? [3]. Sus tesis y reflexiones transitan por el mismo sendero. Sus observaciones:

1. Sobre el final del capitalismo (todas las cursivas son mías):

No digo que el capitalismo vaya a explotar en pleno vuelo: digo que el sistema se ha metido en un limbo y está en franca decadencia. La gobernabilidad del capitalismo democrático tal como la conocimos en los años sesenta ha desaparecido. La hiperglobalización neoliberal lo ha hecho inmanejable. El bipartidismo está zombi, la mezcla de incertidumbre y miedo está haciendo mella en nuestras sociedades y la prueba es la aparición de nuevos partidos que desafían abiertamente el mal llamado orden liberal. Los Estados se han metido en formidables crisis fiscales, y la combinación con niveles de desigualdad lacerantes y formidables endeudamientos ha dejado sin herramientas a los Estados. A diferencia de lo que ocurre con los accidentes aéreos, las crisis se han vuelto más frecuentes, no menos: quizá porque el avión es demasiado peligroso. El malestar es general.

2. Pero, comenta CP, “quizá parte de ese malestar esté más basado en percepciones que en hechos: la esperanza de vida está en máximos, millones de personas salen de la pobreza”.

No soy un pesimista irredento: lo que defiendo es que la credibilidad de las instituciones se desploma y eso no tiene nada que ver con la esperanza de vida. Mire, en la historia del capitalismo se han sucedido las crisis. La novedad es que ahora esas crisis se superponen y se refuerzan mutuamente. Con un sistema financiero fuera de control, el matrimonio de posguerra entre capitalismo y democracia va rumbo al divorcio.

3. ¿Cuándo llegará entonces el batacazo definitivo?

Estamos en un limbo: quizá no veamos un crash, pero sí una decadencia más o menos rápida, según funcionen o no las ocurrencias de los Gobiernos y los bancos centrales para salvar pelotas de partido. Vamos hacia un largo periodo de improvisaciones que pueden llegar a ser muy arriesgadas, y en último término nefastas.

4. Se le pregunta por Draghi: “¿El whatever it takes (cueste lo que cueste) de Draghi fue una ocurrencia? ¿La compra de bonos no era imprescindible? ¿Qué habría hecho usted?”

Yo no soy Draghi, ni he trabajado en Goldman Sachs. El BCE es una bestia extraña: tiene que dar una receta única para países muy distintos, no rinde cuentas a nadie y ha acabado derrocando Gobiernos, como vimos en Grecia o Irlanda, o enviando cartas a primeros ministros para que hicieran reformas, como vimos en España o Italia. La montaña de deuda que teníamos no se ha esfumado; sigue ahí. Los economistas que más saben de banca dicen que el sistema sigue fuera de control, y que en cualquier momento puede haber otro Lehman.

5. Pero la eurozona ha resistido le señala CP:

España sigue con un paro del 15% una década después de Lehman. Italia va camino de una tercera recesión. La salida de la crisis de Grecia es un chiste. Hay sacudidas políticas -nuevos movimientos y partidos- en toda Europa: los chalecos amarillos en Francia son la expresión de ese Estado del malestar. Las pésimas expectativas de la gente, que es consciente de que esta generación vivirá peor que la de sus padres, están decantándose en forma de potenciales conflictos políticos y una enorme inestabilidad. Hay que romper el euro, y pronto... El euro fue un error colosal.

6. Pero el coste de romperlo no es como para pensárselo dos veces:

Se han metido ustedes mismos en un rincón, en una camisa de fuerza. Salir del euro será costoso a corto plazo, pero a la larga sería incluso más costoso seguir en él. La Europa del sur sale muy perjudicada del diseño de la eurozona: el euro es un régimen monetario para favorecer a Alemania y a sus exportadores. Es un experimento de autodestrucción: queda por ver cuándo se dan cuenta de eso países como Italia y España. Es un patrón oro más rígido incluso que el de hace un siglo.

7. Pero, se le recuerda (sin matices necesarios), ni siquiera los griegos quisieron irse en lo peor de la crisis.

No hay forma de recuperarse de una crisis profunda y deshinchar esas gigantescas burbujas con devaluaciones internas que imponen más y más austeridad, como ha recetado Merkel a toda Europa, si no se acompañan de un fuerte crecimiento, que no está; de inflación, a la que no se le espera; o de reestructuraciones de deuda, que Merkel no permitirá. Sin nada de eso a la vista, habría que acompañar las devaluaciones internas de una devaluación externa, de la moneda: con el euro es imposible. Hay que renacionalizar la política económica para tener algo de tracción.

8. Pero, a pesar de ese análisis, le señala CP finalmente, “Merkel es admirada en España”. Su respuesta: “No lo entiendo. Despierten”.

¿Despertaremos? ¿Tomaremos nota de que la implantación del euro fue (nada menos) un error colosal? ¿Pensaremos sobre ese “renacionalizar la política económica para tener algo de tracción”, aunque nos movamos en coordenadas ecologistas decrecentistas y no confundamos bienestar real y vida buena con crecimiento y desarrollismo desenfrenado? ¿Afirmar que el euro es un régimen monetario diseñado para favorecer a Alemania y a sus exportadores, sigue siendo, una valoración de “gente no preparada ni informada”? ¿La apuesta por la ruptura del euro es una apuesta irracionalista de izquierdistas sin cerebro y alocados?

Notas:

(1) Joseph E. Stiglitz, El euro. Cómo la moneda común amenaza el futuro de Europa, DeBolsillo, Barcelona, 2017 (traducción de Inga Pellisa y María Luisa Rodríguez Tapia)
(2) https://www.elperiodico.com/es/economia/20190226/el-euro-ha-hecho-a-alemania-mas-rica-y-a-espana-mas-pobre-7324600
(3) https://elpais.com/economia/2019/03/02/actualidad/1551555086_759013.amp.html?id_externo_rsoc=TW_CC&__twitter_impression=true

sábado, 9 de marzo de 2019

_- El derecho de las familias a elegir colegio propicia que se creen guetos escolares, según los expertos La información es clave para escoger un centro educativo y las familias con rentas más altas disponen de más recursos para acceder a ella, señala la OCDE

_- La elección de centro escolar por parte de las familias es una práctica extendida en los países de la OCDE, pero los investigadores llevan años alertando del problema que genera: los niños acaban repartidos en diferentes colegios según su perfil socioeconómico y eso favorece la aparición de guetos escolares. La información es clave para escoger un centro educativo y las familias con rentas más altas y mayor nivel formativo disponen de más recursos para acceder a ella. Entre ellos, tienen más tiempo y una red de contactos más extensa para su asesoramiento, señala el informe de la OCDE School choice and equity. Las familias con un perfil socioeconómico más bajo suelen acudir al centro público más cercano a su domicilio.

En España, la libertad de elección está en el centro del debate político en torno a la educación. El PP llevó la semana pasada al último pleno de la legislatura una moción para exigir al Gobierno que "explique" si su reforma educativa garantizará "la libertad de enseñanza". En el nuevo proyecto de ley educativa del PSOE, cuya tramitación no se llevará a cabo por el adelanto electoral, la ministra Isabel Celaá eliminó el artículo de la Lomce (ley actual aprobada por el PP en 2013) en el que se reconocía la llamada "demanda social". Es decir, el derecho de los padres a elegir la enseñanza concertada —sostenida con fondos públicos— para sus hijos y la obligación de las administraciones de ofertar tantas plazas como peticiones.

Más allá del enfrentamiento político, en España no se debate que las familias no puedan escoger centro, sino qué fórmula se debe usar para hacer compatible ese derecho a elegir con un reparto equitativo de los alumnos, sostienen los expertos consultados. En el curso 2017-2018, en España hubo 8,1 millones de estudiantes desde Infantil a Bachillerato. De ellos, el 67,3% se matriculó en la pública; el 25,9% en la concertada y el 6,9% en la privada.

"El problema es que las familias no escogen el centro que quieren, descartan los que no quieren para sus hijos. Es una dinámica de huida y no de elección", señala Ismael Palacín, director de la Fundación Jaume Bofill, dedicada a la investigación educativa. Según varios estudios publicados por la fundación, las familias suelen tener en cuenta el tipo de alumnado del centro y no tanto el proyecto educativo o el profesorado. Palacín cree que la solución es un "plan de choque" que evite la estigmatización de los colegios. Un ejemplo es el proyecto Magnet, que Cataluña ha copiado de Estados Unidos, en el que centros con alta segregación escolar se alían con institutos de investigación y se especializan en un área, por ejemplo, ciencias del mar. "Es una llamada a los vecinos para que den una oportunidad y manden allí a sus hijos", explica.

En los últimos años, la Comisión Europea, el Comité de Derechos del Niño o la ONU han urgido a España a revisar y aprobar políticas que frenen la segregación escolar, que afecta al 46,8% de los centros educativos del país —nueve de cada diez son públicos—, según el estudio Magnitud de la segregación escolar por nivel socioeconómico, publicado en 2018 por dos investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid. .

"Es difícil aprobar una regulación que impida a las familias escoger, están acostumbradas a hacerlo en todos los aspectos de su vida", indica Agnès Van Zanten, del Centro Nacional de Investigaciones Científicas francés, que ha estudiado la segregación en ese país. La elección introduce las dinámicas de mercado en la educación: los colegios compiten para atraer a las familias, pero en la mayoría de los casos, esa competitividad no conlleva mejores resultados para los alumnos, ya que en lugar de mejorar el programa académico, los centros invierten en mejores instalaciones, señala la OCDE. Mientras, en los centros con mayor segregación escolar, "los profesores intentan adaptarse al nivel de los alumnos y al final bajan los estándares y se desmotivan", explica Van Zanten. La solución debe llegar de mano de las administraciones locales porque no existe una única fórmula que solucione el problema. "Hacen falta comisiones de escolarización integradas por expertos, cada ciudad tiene una situación".



Los centros concertados "son más selectivos" con la admisión de los alumnos, según muestran las investigaciones de Van Zanten en ciudades como París o Lyon. En España, hay una barrera económica, ya que muchos concertados cobran cuotas a las familias, aunque no existen datos oficiales. En el Estudio de precios de colegios concertados, publicado el pasado octubre por el Círculo de Calidad Educativa (CICAE), una asociación que agrupa a 57 colegios privados, se analizaron 147 colegios concertados de seis comunidades autónomas que cobran una cuota media de 160 euros al mes.

En 25 de los 36 países de la OCDE hay colegios concertados financiados con fondos públicos. A la cabeza, Holanda (con un 65% de los estudiantes en la concertada), Bélgica (60%), Irlanda y Chile (50%), Francia (20%) y España (25%). Aunque, de media, el 85%de los estudiantes en los países de la OCDE están matriculados en centros públicos. Tanto en Holanda como en Bélgica se han aprobado medidas para evitar la segregación escolar. En el primero se da mayor financiación a los centros que admiten a alumnos con menos recursos y en el segundo la renta tiene mayor peso en los procesos de admisión.

Establecer cuotas máximas de alumnos desfavorecidos por centro es otra de las posibles soluciones, considera Miguel Ángel Alegre, autor del estudio ¿Qué funciona en educación?, publicado por el Instituto Catalán de Evaluación de Políticas Públicas. Un ejemplo es el País Vasco, que en 2008 recomendó a sus centros, de forma pionera en España, que los alumnos extranjeros no superaran el 30% por aula en primaria y el 20% en secundaria.

Barcelona aprobó la semana pasada un paquete de medidas que obligará a todos los centros públicos y concertados de la ciudad a reservar plazas para alumnos en riesgo de exclusión social, para asegurar una matriculación de estudiantes más equitativa.

Elisa Vega ha llevado a sus cuatro hijos a una escuela concertada religiosa de Valencia. Forma parte de la plataforma Yoelijo, surgida en la Comunidad Valenciana en febrero para reivindicar más plazas y financiación para la concertada. "No se trata de mezclar alumnos de barrios ricos y pobres, sino de dar a cada centro los recursos que necesita. Desarraigar a los niños de sus barrios no es justo", opina.

"Nuestra recomendación para España es que introduzca criterios en los procesos de admisión que den más peso al nivel socioeconómico de los alumnos, de forma que tengan prioridad los que menos tienen", dice Beatriz Pont, analista de políticas educativas de la OCDE. "Un buen sistema educativo tiene que garantizar que cualquier escuela a la que vayas sea de calidad. Eso es lo que ha logrado Finlandia, que el colegio que está al lado de tu casa sea igual de bueno que el que está a 28 kilómetros". Pone otro ejemplo, el de Chile, donde se da más financiación a los centros con mayor número de alumnos desfavorecidos. "Es la forma de hacer a esos chicos más atractivos. Los colegios quieren más recursos para, entre otras cosas, contratar a más docentes. Allí ha funcionado".


https://elpais.com/sociedad/2019/02/27/actualidad/1551274669_914634.html?id_externo_rsoc=FB_CM&fbclid=IwAR2QmiFbNswSUxOhh8LcfT_b0Sg_EDbACl70jw9EXUVLsuvb1GjsaZzP-pE