miércoles, 29 de noviembre de 2023

ALCOHOL. La paradoja de los abstemios: son más sedentarios, tienen peor salud y mueren más.

La mayor tasa de fallecimientos entre quienes no consumen alcohol, esgrimida a menudo por la industria, se debe a otros problemas de salud. Los investigadores tienen dificultades para encontrar grupos poblacionales que no beban jamás y no hayan sido alcohólicos ni sufran enfermedades

La industria del alcohol lleva años usando en su beneficio una paradoja que no ha dejado de repetirse durante décadas en los estudios: las personas que aseguran no beber jamás tienen mayores tasas de mortalidad que quienes lo hacen ocasionalmente o en pequeñas cantidades. Ha sido parte del argumento para defender que un poco de vino o de cerveza cada día es beneficioso. Hace tiempo que se conoce que no viven menos (de promedio) por no beber, sino por otros problemas de salud. El mayor estudio sobre alcohol y mortalidad en España, que se publicará en pocas semanas y fue presentado a principios mes en el congreso de la Sociedad Española de Epidemiología, ahonda en esta aparente contradicción de los abstemios.

Como la mayoría de las investigaciones sobre el tema, si se traza un gráfico en el que la línea horizontal es el consumo de alcohol y la vertical, la mortalidad, sale algo parecido a una jota ladeada. Los que no beben nada mueren más (a mismo rango de edad), la curva baja ligeramente para llegar a los que reportan un consumo moderado y, a partir de ahí, cuando se pasa de 20 gramos diarios (dos cervezas lo superan), va subiendo de forma prácticamente lineal a medida que la ingesta alcohólica se incrementa. El problema, dice Iñaki Galán, epidemiólogo del Instituto de Salud Carlos III y autor principal del estudio, es que los supuestos abstemios “son muy mal grupo de referencia, es una población muy seleccionada que no resulta representativa”.

Muy a menudo, los que dicen no beber jamás realmente sí bebían, hasta el punto de padecer alcoholismo, y lo dejaron radicalmente para superar la adicción. O tienen problemas de salud distintos, y no ingieren alcohol precisamente por ellos. Entre quienes se dicen abstemios ―un 24% de los mayores de 15 años no lo ha probado en los últimos 12 meses, según la Encuesta sobre Alcohol y Otras Drogas en España (EDADES)―, hay más enfermedades crónicas de base, mayor sedentarismo, son mayoritariamente mujeres y no fumadoras, indica Galán.

Elsa (que prefiere no dar su verdadero nombre), de 49 años, es una de esas personas que no beben por un problema de salud. Cuando tenía 19 años le diagnosticaron epilepsia y le recomendaron que no tomara ninguna sustancia psicoactiva. “No me costó trabajo dejar de beber porque tampoco cogía unas borracheras tremendas, no me he caído redonda ni he vomitado en mi vida. Nunca he pasado de ponerme muy contenta. Además, luego tuve una hemorragia cerebral y cada vez que me siento rara, como cuando estoy achispada, me asusto. Así que no me compensa nada tomar alcohol”, relata.

En España hay muy pocos abstemios que lo sean si no se dan situaciones parecidas a estas, y no existen estudios que permitan comparar su estado de salud o su mortalidad con personas que sí beben. Además, aunque está muy acreditado su daño sobre el organismo, no se ha analizado tanto cómo afecta a lo largo del tiempo como se ha hecho con otras sustancias dañinas, como puede ser el tabaco.

Para comparar la mortalidad del alcohol, dice Galán, el mejor grupo de referencia es el de los bebedores ocasionales que prácticamente no lo prueban, que lo hacen unas pocas veces al año, en celebraciones puntuales, y en muy poca cantidad. “Consumen de forma tan infrecuente que no se produce un efecto biológico del alcohol. Este grupo, que bebe una vez al mes o menos, sí es representativo de la población”. Y aquí se comprueba que beber alcohol no aporta ningún beneficio con respecto a la mortalidad. Desaparece esa supuesta ventaja de los que ingieren pocas cantidades con respecto a los que no lo prueban.
Máquinas expendedoras de zumos azucarados, refrescos y bebidas energéticas en una puerta de la Universidad de Sevilla. Máquinas expendedoras de zumos azucarados, refrescos y bebidas energéticas en una puerta de la Universidad de Sevilla.
PACO PUENTES
Ese grupo es el que menor mortalidad presenta, pero está prácticamente a la par que quienes beben entre 0 y 10 gramos de alcohol al día y el siguiente, de 10 a 20 gramos (una lata de cerveza contiene unos 12 gramos, lo mismo que una copa de vino). Estas conclusiones específicas para España gracias a la comparación de grandes cohortes poblacionales son muy similares a las de un gran estudio internacional publicado este mismo año en la revista JAMA.

Ambas investigaciones dejan claro que, a más alcohol, más mortalidad, aunque en pequeñas cantidades prácticamente no sube. Esto puede dar la sensación de que beber un poco a diario no es dañino. La industria del alcohol se ha ocupado de hacerlo así creer y casi un 20% de los que lo hacen da como una de las razones que es saludable, una proporción que va en aumento en los últimos años, según EDADES. Pero el alcohol no es inocuo. Los hepatólogos insisten en que si se consume diariamente, aun en pequeñas cantidades, se puede acabar desarrollando enfermedades como el hígado graso. Además, se trata de una sustancia tóxica que aumenta el riesgo de cáncer y su potencial adictivo conlleva un riesgo de empezar con dosis moderadas y acabar multiplicando su ingesta.

Lo que no está claro es cuáles son los riesgos para la salud años después de haber bebido. “Sabemos con total seguridad que dejarlo reduce el peligro, pero por desgracia no está cuantificado exactamente en qué medida”, señala Miguel Marcos, coordinador del grupo de Alcohol y Otras Drogas de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). Cuando el consumo es muy elevado, existen efectos secundarios que pueden ser irreversibles: “El que más se puede mantener en el tiempo es el daño hepático. Una vez que se ha llegado a la fibrosis, parte del perjuicio se mantiene. Y lo mejor que se puede hacer es dejarlo para comenzar la regeneración. Otro es el deterioro cognitivo y cerebral asociado al alcohol”.

El estigma del abstemio
No beber en una sociedad con el alcohol tan arraigado no siempre es sencillo. “Hay mucha presión social. La gente no entiende que te lo puedas pasar bien”, confiesa Elsa. Lo mismo le sucede a Vicente Prieto, de 55 años. Él no consume alcohol porque cuando lo probó de joven no le gustó el sabor. Y no vio la necesidad de seguir intentándolo. Ha vivido esa misma presión, que es más fuerte en la juventud, pero que nunca cesa. “Ahora que paso de los 50, estoy en comidas de trabajo, con jefes, y muchas veces me tengo que inventar que estoy tomando algún medicamento para justificar que no pruebo el vino o la cerveza”, asegura.

Se repite una pregunta que, por más que le hacen, no deja de desconcertarle:

—¿Me vas a dejar beber solo?

—No, no estás solo, yo estoy aquí contigo, solo que en lugar de una cerveza, me voy a beber una cocacola o un agua con gas.

Esas elecciones son a menudo motivo de mofa. “Estoy harto de oír: ‘Hoy vienes fuerte’, o cosas similares cuando pido un refresco”, asegura. Y opina que detrás de eso realmente hay un sentimiento de culpabilidad. “Yo creo que son personas que saben que beber no es bueno para su salud y se sienten más cómodos si no lo hacen solos. A mí me parece estupendo que tomen alcohol, yo también como de vez en cuando churros o pasteles, y sé que no son saludables. Pero igual que no le digo a nadie qué beber, me gustaría que no me lo dijeran a mí”.

La integración en el grupo es uno de los grandes motivos para comenzar a beber en los adolescentes y el alcohol está todavía muy arraigada (el 74% de los que tienen entre 14 y 18 ha bebido alguna vez y más de la mitad lo ha hecho en el último mes), pero su consumo lleva tres décadas en descenso. Quizás en las siguientes generaciones el estigma se vaya diluyendo, y si hay más abstemios sanos, desaparezca también la paradoja en la mortalidad.

martes, 28 de noviembre de 2023

De los ceniceros a la taroterapia.

Este mundo inexplicable funciona gracias a las aplicaciones tecnológicas del conocimiento científico más avanzado, pero cada vez más personas exhiben con orgullo su recelo o su abierto desprecio a la ciencia.

La nueva vida municipal española abarca tareas inusitadas, algunas de ellas de máxima urgencia, como devolver al tráfico calles recién dedicadas al uso prioritario de los caminantes o reventar con excavadoras carriles-bici que atentaban contra la sagrada libertad de circular en coche. No hay límites para el activismo de concejales recién llegados a sus cargos. Uno de ellos, precisamente de Sanidad, ha salido a las calles de Valladolid a repartir 7.500 ceniceros, en una campaña patrocinada por una llamada Mesa del Tabaco, en cuya página web se explican los múltiples beneficios sociales y económicos de ese producto, que aporta 9.000 millones al año en impuestos, y del que, según dicen, viven 53.000 personas en España. Lástima que por el tabaco mueran tantas personas como las que viven de él y que el coste del tabaquismo y sus secuelas para el sistema sanitario sea el triple de los ingresos fiscales que produce. El concejal de Sanidad de Valladolid sonríe publicitariamente con sus ceniceros, flanqueado por unas azafatas, y es probable que además del humo del tabaco inhale y celebre con orgullo el de la gasolina, igual de beneficioso para la salud, según la prontitud con que los ayuntamientos gobernados por la derecha y la extrema derecha están eliminando las ya escasas limitaciones al tráfico privado en las ciudades. Las muertes por efecto de la contaminación del aire son todavía más numerosas en el mundo que las derivadas del tabaco, pero esas cifras, certificadas por organismos internacionales del máximo rigor, no afectan a los adalides de la derecha municipal española, que se ha afiliado al oscurantismo anticientífico de los extremistas republicanos en Estados Unidos, según contaba hace unos días Javier Salas en estas páginas.

“La ciencia oficial no lo explica todo”, aseguraban con misterio los expertos en ocultismo de nuestra ignorante juventud, los ufólogos y parapsicólogos y astrólogos que nos adivinaban el carácter según la conjunción de los astros en nuestro nacimiento y nos leían el porvenir en la palma de la mano. La ciencia oficial no explicaba que algunos aviones desaparecieran sin rastro en el triángulo de las Bermudas y que en ciertos bajorrelieves mayas, igual que en numerosos pasajes de la Biblia, se encontraran pruebas indudables de las visitas de naves extraterrestres. Algo fundamental permanecía oculto: cadáveres congelados de alienígenas en un laboratorio de Arizona; fotografías y documentos clasificados como de máximo secreto en los archivos del Pentágono. Javier Salas atribuye a la derecha la primacía del oscurantismo, pero hubo épocas no lejanas en las que la negación de la ciencia y del pensamiento racional eran fomentadas también por una confusa actitud alternativa, un rechazo contracultural de todo lo que pareciera establecido y ortodoxo. Hemos asistido, embarazosamente, a conatos de viajes astrales bajo los efectos del hachís y los letargos sinfónicos de Pink Floyd, y hemos tenido amigos que a la beata admiración de todo lo que pareciera artesanía originaria o misticismo tribal sumaban el estudio y la práctica del tarot.

Precisamente, el tarot es otra de las disciplinas que han merecido la protección de la derecha municipal española. Un organismo del Ayuntamiento de Alicante llamado Escuela de Talento Femenino estuvo ofreciendo hasta hace unos días un “taller de tarot para el éxito empresarial”, impartido por Almudena Polo, fundadora de Al(mu)Quimia Terapias Holísticas, y también, según sus propias palabras, “taroterapeuta y coach estratégico”. Me acuerdo de los escaparates con luces rosadas o rojizas y cortinajes prometedores de las adivinas echadoras de cartas en el Greenwich Village de Nueva York. Mujer de su tiempo, Almudena, o Al(mu)Quimia, atiende por WhatsApp o videollamada, pero esa distancia tecnológica no disminuye la eficacia de sus taroterapias: “Ahora podrás disfrutar de una experiencia más personalizada y cercana de nuestras lecturas”. Tristemente, un concejal de la oposición, empujado sin duda por el resentimiento de los perdedores, levantó la liebre sobre el taller para el éxito empresarial a través del tarot, y el Ayuntamiento de Alicante se ha visto obligado a cancelarlo.

Este es un mundo inexplicable que se ha levantado y funciona a cada momento y en cada aspecto de la vida gracias a las aplicaciones tecnológicas del conocimiento científico más avanzado, pero en el que cada vez más personas exhiben con orgullo su recelo o su abierto desprecio a la ciencia. No se fían del consejo de un médico o de la predicción de un meteorólogo, pero sí de las conjeturas de una adivina sobre el porvenir escrito en las estrellas, o en las líneas de la mano, o en las figuras de un mazo de naipes. Lamentamos con razón que el deterioro de la enseñanza de las humanidades y las ciencias entorpece el ejercicio de la racionalidad y el espíritu crítico, pero me temo que el problema más grave no es la ignorancia, sino la predisposición humana a no mirar las cosas tal como son si esa mirada contradice las creencias o incomoda la pura poltronería de quien no está dispuesto a saber ni a cambiar.

La razón es más frágil de lo que parece. La inteligencia no se extiende por igual en todas direcciones. Vemos en nosotros mismos que podemos ser en unas cosas lúcidos y juiciosos y en otras romos o desastrosamente impulsivos. Don Quijote es un hombre sosegado y sensato hasta el momento en el que se le mencionan los disparates de la caballería andante. Queremos pensar que la superstición y el fanatismo religioso son propios de personas ignorantes, pero sabemos de científicos que pasan sin esfuerzo del rigor experimental al rezo del rosario, y de ingenieros formados en las mejores universidades alemanas que en septiembre de 2001 se inmolaron a sí mismos en el nombre de Dios pilotando dos aviones llenos de pasajeros contra las Torres Gemelas. El conocimiento, a diferencia de la fe y de las lecturas de la tarotista Al (mu) Quimia, no puede ser “personalizado y cercano”: las constelaciones en el cielo nocturno no tratan de ti; la Historia, estudiada en serio, no le da a nadie alegrías patrióticas; cualquiera que prometa el paraíso, o el cumplimiento inminente de necesidades y deseos, está mintiendo y es peligroso; el talento no es gratuito ni instantáneo, ni depende de las ganas o de la voluntad, y ni siquiera está garantizado por el esfuerzo; no basta desear algo para poder alcanzarlo; no se puede tener todo, entre otras cosas porque, como indicó Isaiah Berlin, dos fines igualmente deseables y justos pueden a veces ser incompatibles entre sí.

Javier Salas cita en su reportaje estudios según los cuales, dice, “la cosmovisión derechista choca con el propio sistema científico”, pero yo tengo la impresión de que el mal está bastante más repartido. No hay extremismo político ni ceguera ideológica ni pasión narcisista individual o colectiva que estén dispuestos a aceptar los límites que la realidad, las leyes naturales y el sentido común imponen a su delirio. Teóricos universitarios de gran sofisticación y presunto progresismo aseguran que no existen hechos ni datos objetivos, sino tan solo figuraciones variables, “constructos culturales”, por usar la jerga depravada en la que trafican. Pero lo más peligroso del oscurantismo y de la sublevación contra la ciencia, del negacionismo climático, de la irresponsabilidad sobre el tabaco, no son unos botarates que regalan ceniceros por la calle o que promueven cursos de tarot para mujeres empresarias: el enemigo último y verdadero de la ciencia son los poderes económicos, poderes económicos, perfectamente adiestrados en el saber científico y en el dominio de la tecnología, que compran conciencias, financian campañas, corrompen a dirigentes políticos y siembran la ignorancia para seguir multiplicando beneficios inmensos a costa de volver inhabitable este mundo.


Sustituir el consumo de carne procesada por frutos secos reduce en un 27% los riesgos cardiovasculares

Un metaanálisis de 37 estudios pone cifras al coste que asumimos al abusar de productos de origen animal. El estudio es especialmente concluyente con la carne roja y la procesada

Si somos lo que comemos, más nos valdría ser un puñado de nueces y un aguacate. Consumir este tipo de productos, en lugar de otros de origen animal, reduce los riesgos de muerte y problemas de salud como enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2. Es la conclusión de una revisión sistemática, publicada este jueves en la revista BMC Medicine. La idea no es nueva, pero sí contundente, pues resume y armoniza la literatura científica anterior. Para hacerlo se han analizado los hallazgos de 37 publicaciones, subrayando la importancia de sustituir una dieta con más importancia de alimentos animales hacia una con más presencia vegetal. “Esto no significa necesariamente eliminar todos los productos animales de la dieta”, matiza Sabrina Schlesinger, autora del estudio y doctora en el DDC, el Centro Alemán de Diabetes. No se trata de hacerse vegano, sino de limitar el consumo animal, especialmente de carne roja y procesada.

El equipo de Schlesinger comprobó que la incidencia general de enfermedades cardiovasculares se redujo en un 27% cuando las personas sustituyeron 50 gramos de carne procesada (como embutidos, hamburguesas o salchichas) por entre 28 y 50 gramos de nueces al día. Cambiarla por legumbres también se asoció con una reducción de las enfermedades cardiovasculares, aunque en menor medida, en un 23%. En los últimos años, se ha puesto en entredicho el consumo de carnes procesadas. En 2015, la Organización Mundial de la Salud (OMS) consideró que este tipo de alimentos era “carcinógeno para los humanos” y lo incluyó en el grupo de sustancias más peligrosas para la salud. La decisión fue muy controvertida, pero desde entonces la evidencia científica ha ido poniendo en entredicho el abuso del consumo de este tipo de productos.

El actual estudio habla, en general, de productos de origen animal, pero al bajar a la letra pequeña, se comprueba que no todos tienen los mismos efectos sobre la salud. Reemplazar las aves, el pescado o los mariscos con nueces o legumbres no demostró reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular de forma evidente. El estudio también quiso averiguar si sustituir lácteos por sucedáneos veganos de soja y similares tendría algún efecto. “Sin embargo, nuestros resultados carecieron de asociaciones claras, dada la escasa disponibilidad de estudios sobre esta cuestión específica”, lamenta la doctora Schlesinger.

Manuel Moñino, presidente del Consejo General de Dietistas-Nutricionistas y ajeno al trabajo, señala que este “profundiza en lo que ya se sabía” y recuerda que reducir no significa eliminar. “La dieta mediterránea es el patrón que mejores resultados de salud ha demostrado, y es una dieta que es rica en alimentos frescos de origen vegetal y que, además, incluye en cantidades reducidas o moderadas otros de origen animal”, señala. Más que fijarse en el detalle sobre cómo impacta cada una de las sustituciones en la salud cardiovascular, el experto cree que “en nuestro contexto cultural y gastronómico, lo que hay que hacer es mejorar la adherencia a la dieta mediterránea”.

Hace unos años la Asociación Estadounidense del Corazón hizo una clasificación de las mejores dietas para este órgano y efectivamente, la mediterránea estaba en el podio, solo después de la dieta DASH (baja en sal y alta en frutas, vegetales, granos integrales, lácteos bajos en grasas y proteínas magras). Les seguían la pescetariana, en la que la proteína solo procede de pescados y mariscos, y la vegetariana, que admite huevos y lácteos. Todas estas dietas sanas tienen en común la abundancia de frutas y verduras y cereales integrales, aunque no sean estrictamente veganas. “Los patrones de alimentación ricos en carnes rojas y procesadas se asocian con un mayor consumo de grasas saturadas y sal”, explica Moñino, “dos elementos clave en el incremento de riesgo cardiovascular, en especial, la dislipemia [la alteración de los niveles de grasas, colesterol y triglicéridos, fundamentalmente, en sangre] y la hipertensión”.

La carne y la historia
En los últimos años, numerosos estudios científicos vienen avalando la idea de que hay que reducir el consumo de carne. Hace unos meses, una revisión de estudios de los últimos 40 años confirmó que las dietas vegetariana y vegana reducían las grasas en sangre, un metanálisis que encaja a la perfección con el actual en sus conclusiones. “Sin embargo, a nivel mundial, el consumo de carne no ha dejado de aumentar. Las razones pueden ser el crecimiento demográfico, el aumento de los ingresos y los cambios en la dieta en algunas partes del mundo”, apunta la doctora Schlesinger, “aunque en algunos lugares esté aumentando la concienciación”.

Especialmente en Occidente, apunta Francesc Xavier Medina Luque, catedrático del Centro de Antropología de la Alimentación de la Universitat Oberta de Catalunya. Medina valora el informe, aunque lamenta que se ponga el foco únicamente en lo sanitario y no se hayan buscado interpretaciones desde la parte social y cultural. Para entender por qué consumimos tanta carne en la actualidad, asegura, hay que comprender el recorrido histórico.

La carne siempre ha tenido presencia en la dieta mediterránea, primero por su ausencia y deseo y ahora por su presencia y abuso. “Siempre ha sido un alimento muy valorado y de difícil acceso a lo largo de la historia”, recuerda. Pero a partir de la revolución industrial alimentaria, en la segunda mitad del siglo XX, la carne baja de precio. “De repente, un alimento muy valorado e inaccesible se puso al alcance de la mayor parte de las personas”, cuenta. El resultado de este cambio está en nuestros platos todos los días y tiene forma de filete.

“Estamos comiendo carne a unos niveles que no se habían dado nunca a lo largo de la historia. Quizá por eso están surgiendo ciertas afecciones que tienen una relación directa con la alimentación”, destaca el antropólogo. Es consciente de que hay algo de identitario en el consumo de carne. Las reacciones desde ciertos sectores sociales ante las recomendaciones científicas han sido viscerales. Quizá porque toca algo que asociamos con la infancia, con lo festivo. Quizá porque las recomendaciones, en algo tan íntimo, escuecen más. “Pero la carne fue un alimento identitario también en el pasado”, recuerda. Entonces era una señal de clase, pues solo los más pudientes se la podían permitir. Y también entonces había enfermedades relacionadas. Tener gota era una enfermedad de clase alta, pero seguía siendo una enfermedad.

_- ¿La dieta MIND previene la demencia?.

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A cut-paper style illustration of a green, silhouetted figure from the chest up with cutout areas of vegetables like scallions, lemons, beets and garlic. On a deep purple background behind the figure are colorful vegetables like red bell pepper, kale, red onion and parsley.
Credit...Eiko Ojala
A cut-paper style illustration of a green, silhouetted figure from the chest up with cutout areas of vegetables like scallions, lemons, beets and garlic. On a deep purple background behind the figure are colorful vegetables like red bell pepper, kale, red onion and parsley.
Según los expertos, una alimentación saludable podría ayudar a proteger el cerebro, pero también influyen otros factores.

Si le preocupa desarrollar demencia en el futuro, es natural que se pregunte si podría prevenirla.

Los expertos han estimado que el 40 por ciento de los casos de demencia en todo el mundo podrían prevenirse o retrasarse con ciertos factores modificables, como priorizar el ejercicio y el sueño y abordar afecciones de salud como la pérdida de audición o la hipertensión.

Pero un creciente conjunto de evidencia sugiere que la dieta también podría desempeñar un papel en la prevención de la demencia, afirmó Puja Agarwal, epidemióloga nutricional del Centro Médico de la Universidad Rush en Chicago.

El trabajo del Dr. Agarwal se ha centrado en evaluar cómo la Intervención Mediterránea-DASH para el Retraso Neurodegenerativo, o dieta MIND, que destaca ciertos alimentos que se cree que protegen el cerebro, podría influir en el riesgo de demencia.

¿Qué es la dieta MENTE?

La dieta MIND se describió por primera vez en un estudio de 2015 dirigido por Martha Clare Morris, epidemióloga nutricional de la Universidad Rush, quien murió en 2020.

La Dra. Morris y sus colegas observaron que en los estudios de investigación, las personas que seguían las dietas DASH y mediterránea (que priorizan frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y grasas saludables) tendían a tener una mejor cognición que aquellos que no lo hacían. También observaron que alimentos específicos como las verduras de hojas verdes, las bayas, las nueces y los cereales integrales se asociaban con una mejor salud cerebral.

Utilizando estos hallazgos, la Dra. Morris y su equipo idearon la dieta MIND. Al igual que las dietas DASH y mediterránea, enfatiza los cereales integrales, las verduras, las nueces, los frijoles, las grasas saludables y las fuentes de proteínas magras como las aves y el pescado; y sugiere limitar las carnes rojas y procesadas, quesos, dulces, frituras y mantequilla o margarina. Sin embargo, la dieta MIND es única porque requiere al menos seis porciones de verduras de hojas verdes y dos porciones de bayas cada semana.

¿La dieta MIND beneficia al cerebro?

En varios estudios que han seguido los patrones de alimentación de los adultos mayores a lo largo de muchos años, los investigadores han descubierto que aquellos que siguen más estrechamente la dieta MIND tienden a tener tasas más lentas de deterioro cognitivo, riesgos reducidos de demencia y menos signos de enfermedad de Alzheimer en sus cerebros. después de la muerte que aquellos que no lo hacen.

Estos resultados han sido "prometedores", afirmó Debora Melo van Lent, profesora asistente de ciencias de la salud de la población en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en San Antonio. Pero estos estudios no pueden probar que la dieta MIND en sí misma conduzca a una mejor salud cerebral. Para eso, dijo, se necesitaría un ensayo clínico.

El primer ensayo clínico de la dieta MIND se publicó en The New England Journal of Medicine en agosto. En el estudio de tres años, los investigadores instruyeron a la mitad de los 604 participantes (de 65 años o más) a seguir la dieta MIND y a la otra mitad a seguir sus dietas típicas. También se aconsejó a los participantes sobre cómo reducir las calorías para perder peso.

Sin embargo, los resultados fueron decepcionantes, afirmó el Dr. Hussein Yassine, profesor asociado de neurología en la Facultad de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California. Los dos grupos tuvieron mejoras similares en las pruebas cognitivas y los escáneres cerebrales no encontraron diferencias importantes asociadas con el deterioro cognitivo.

El Dr. Agarwal, uno de los autores del estudio, dijo que esto puede haber sido el resultado del diseño del estudio y de factores fuera del control de los investigadores. El grupo que siguió su dieta típica, por ejemplo, terminó consumiendo muchos componentes de la dieta MIND y cada grupo perdió peso, lo que puede haber contribuido a mejoras similares en la función cognitiva.

Los patrones alimentarios son complejos y difíciles de controlar, afirmó el Dr. Agarwal, y señaló que “no es tan blanco o negro como un ensayo farmacológico”.

Aún así, dijo el Dr. Yassine, si bien hubo algunos problemas con el diseño del ensayo, la dieta MIND podría beneficiar la salud del cerebro, especialmente si se sigue durante muchas décadas. Pero se necesitarán ensayos mejor diseñados para demostrarlo, afirmó.

Entonces, ¿vale la pena seguir la dieta MIND?

Mucha evidencia existente respalda la idea de que una dieta saludable (alta en vegetales y grasas saludables y limitada en azúcares agregados, alimentos procesados y carnes) puede proteger el cerebro, dijo el Dr. Yassine, incluso si aún no se sabe si la MENTE La dieta puede prevenir la demencia.

Un ensayo clínico de 2013, por ejemplo, demostró que la dieta mediterránea mejoraba la cognición, afirmó el Dr. Melo van Lent. Y como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares son factores de riesgo importantes para la demencia, añadió, cualquier patrón dietético que reduzca esos riesgos probablemente también beneficiará al cerebro.

Si desea comer de una manera que se alinee con la dieta MIND, considere agregar bayas a su desayuno o verduras de hojas verdes como espinacas o col rizada a su almuerzo algunas veces por semana, y priorice las comidas de origen vegetal que incorporen frijoles y nueces, dijo Kelli McGrane, dietista registrada y autora de “MIND Diet for Beginners”, un libro de cocina y guía de dieta.

Para obtener mayores beneficios para el cerebro, adopte hábitos de vida saludables desde una edad temprana, “décadas antes de que las neuronas de las células cerebrales comiencen a morir”, dijo el Dr. Yassine. Más allá de la nutrición, eso significa dormir lo suficiente y hacer ejercicio, evitar fumar, controlar el estrés, priorizar la salud mental y mantenerse socialmente comprometido.

"La dieta tiene un papel central", dijo el Dr. Yassine, "pero está integrada en un panorama más amplio".



Una guía para una mejor nutrición

Muchas mujeres en los Estados Unidos no tienen cantidades suficientes de hierro en sus cuerpos. A continuación le explicamos cómo saber si tiene deficiencia de hierro y qué hacer al respecto.

¿Comer ciertos alimentos, como frutas o verduras, puede ayudar a aclarar la piel? ¿Y otros alimentos, como los refrescos o el pan blanco, pueden empeorar el acné? Esto es lo que sabemos.

¿Se pierden nutrientes cuando se mezclan frutas y verduras en un batido? Pedimos a los expertos que nos ayudaran a descomponerlo.

La dieta baja en FODMAP puede aliviar los síntomas del síndrome del intestino irritable, pero no es apropiada para todos, dicen los expertos.

Comer alimentos envasados como cereales y comidas congeladas se asocia con varios riesgos para la salud. Aprender a identificar los alimentos ultraprocesados es un paso para hacer que tu dieta sea más saludable.

El desayuno proporciona el combustible que necesita para comenzar el día y tiene una variedad de beneficios para la salud. Aquí se explica cómo crear el desayuno ideal.


Cada día, se estima que entre el 10 y el 20 por ciento de los adultos en los Estados Unidos se saltan el desayuno.

Y eso, dicen los expertos en nutrición, puede ser un error.

El desayuno no solo proporciona el combustible que necesita para comenzar el día, sino que numerosos estudios han descubierto que desayunar con regularidad se asocia con una variedad de beneficios para la salud.

Estos incluyen riesgos reducidos de obesidad, enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2; así como una mejor memoria a corto plazo en los adultos, un mejor rendimiento escolar en los niños y una mejor calidad de la dieta en general, afirmó Kathryn Starr, dietista registrada y profesora asociada de medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke.

“Todas nuestras comidas son importantes; No creo que el desayuno sea la comida más importante”, dijo el Dr. Starr. Pero "inicia el proceso para que nuestro cuerpo funcione correctamente".

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Ingredientes para un batido en una batidora de vaso que incluye proteína en polvo, espinacas, fruta y yogur griego.

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Tres frascos apilados de avena nocturna hecha con leche, fruta cortada en cubitos y frutos secos. Un recipiente con leche orgánica y un plato de frutos secos se encuentran junto a los frascos en el mostrador.
Crédito...Bobbi Lin para The New York Times

Apunta a una combinación de proteínas, grasas y carbohidratos.
Para mantener niveles saludables de azúcar en sangre, energía y saciedad hasta la próxima comida, es importante obtener el equilibrio adecuado de proteínas, fibra y grasas insaturadas en el desayuno, dijo Lauren Harris-Pincus, dietista registrada en Nueva Jersey.

Esto se traduce aproximadamente en al menos 20 gramos de proteína, de ocho a 10 gramos de fibra y de 10 a 15 gramos de grasas insaturadas, lo que suma alrededor de 300 a 350 calorías, dijo Harris-Pincus.

Pero es importante no obsesionarse con los números, dijo Alice H. Lichtenstein, profesora de ciencias y políticas de nutrición en la Escuela Friedman de Ciencias y Políticas de Nutrición de la Universidad de Tufts.

Sus necesidades de nutrientes dependerán de su peso, nivel de actividad, edad y condiciones de salud, dijo el Dr. Lichtenstein.

lunes, 27 de noviembre de 2023

Catalanismos mediáticos.

Se extienden en los medios de comunicación algunos modos particulares del castellano que se habla en Cataluña.

Los medios informativos que se dirigen a toda España cuentan con destacados periodistas y colaboradores catalanes. Su talento personal se une a la potencia de Cataluña en todos los ámbitos, que favorece una gran presencia de redactores o corresponsales que residen allí.

Esto ha contribuido a que proliferen en esos medios ciertos modos particulares del castellano que se habla en Cataluña. Veamos algunas de esas expresiones.

a la que. “A la que se dio cuenta, rectificó”. Se usa por “en cuanto” y “al” (“al darse cuenta”). Aunque presente en el castellano popular entre catalanes, las academias la consideran ajena a un registro de lengua culta; el que se le supone al estilo periodístico.

avanzar. Sustituye a veces a “adelantar” (pasar delante de alguien). Y desplaza a “anticipar”. “Como avanzó la Cadena SER…”, “le avanzó la propuesta”. En un castellano más preciso, en vez de “la noticia fue avanzada por la SER” se diría “fue anticipada”.

explicar. El castellano distingue entre “contar” y “explicar”, pero no el catalán común. Contar un chiste es una cosa (relatarlo); y explicarlo, otra (decir por qué es chistoso). Algunos no ven esas diferencias.

habían, hubieron. Entre buenos periodistas apenas se usa, pero se les oye de vez en cuando a otros. (“Habían muchas personas”). En castellano, “habían” –en plural– sólo se usa como auxiliar (“habían venido”), no como impersonal. Aquí se toma equivocadamente el complemento como sujeto.

hacer. Este verbo muestra una presencia estadística muy superior entre catalanes bilingües, frente a la mayor variedad en el resto de los hispanohablantes: “Hacen una película” (la proyectan, la ponen), “hizo un error” (lo cometió), “hoy hago vacaciones” (me las tomo, me voy de), “hizo podio” (subió a él), “vamos a hacer una canción” (vamos a interpretarla).

ir y venir. “Dentro de un rato vengo a Madrid” (desde Barcelona). La confusión entre estos dos verbos se oye en la radio a catalanohablantes entrevistados en castellano, no tanto a los buenos periodistas.

la mayoría de (sin artículo). Una auténtica plaga del periodismo actual. “El resto de votantes”, “el 15% de españoles”, “la mayoría de escritores”. El Diccionario de dudas y dificultades (1995) de Manuel Seco advierte: “Es propio del castellano hablado por catalanes omitir el artículo del complemento que sigue a ‘la mayoría’, ‘la mayor parte’, ‘la mayor cantidad’ (...) u otras expresiones semejantes. El uso de los catalanohablantes se ha difundido también entre algunos que no lo son. (...) El uso normal castellano sería ‘la mayoría de los’, ‘el resto de los’…”.

más bueno. La expresión catalana més bo equivale por lo general al comparativo castellano “mejor”. “Aquest jugador és més bo que l’altre” (este jugador es mejor que el otro). Pero se oye con frecuencia “más bueno”, fruto de la traducción literal.

media parte. (“A la media parte se llegó con empate”). En catalán se dice “van marxar a la mitja part” (se fueron en el descanso), pero en castellano eso significaría irse a la mitad de una de las dos partes.

tampoco no. “Tampoco no ha viajado con el equipo el presidente Joan Laporta”. Ese uso de “no” es superfluo en castellano cuando “tampoco” va antepuesto al verbo. Sí se dice “no ha viajado tampoco”.

Estas expresiones le sonarán extrañas o confusas a parte del público castellanohablante monolingüe. Supongo que otro tanto le sucede a la audiencia catalana con locutores que hablan en catalán pero tienen el castellano como primera lengua, lo cual les inducirá a incluir a su vez castellanismos. Sólo imagino una diferencia: que en estos casos, alguien les avisa.

Álex Grijelmo
Doctor en Periodismo, y PADE (dirección de empresas) por el IESE. Estuvo vinculado a los equipos directivos de EL PAÍS y Prisa desde 1983 hasta 2022, excepto cuando presidió Efe (2004-2012), etapa en la que creó la Fundéu. Ha publicado una docena de libros sobre lenguaje y comunicación. En 2019 recibió el premio Castilla y León de Humanidades.

Un libro de recetas caseras de Latinoamérica ‘cocinado’ en Zoom.

Gran parte de la cocina latinoamericana todavía se mantiene en la intimidad de las casas. La periodista y escritora Sandra Gutierrez decidió reunir 500 recetas de cocina casera en su nuevo libro.
Sandra A. Gutierrez, dressed in a mustard-colored top, sits at the dining table of her home, which is covered with a tablecloth made up of vibrant squares. Behind her, she has an open shelf with silver and yellow pots and pans.
Sandra Gutierrez, autora de Latinísimo: Recetas caseras de los veintiún países de América Latina, pasó años seleccionando miles de recetas para su enciclopédico libro de cocina.Credit...Eamon Queeney para The New York Times
Sandra A. Gutierrez, dressed in a mustard-colored top, sits at the dining table of her home, which is covered with a tablecloth made up of vibrant squares. Behind her, she has an open shelf with silver and yellow pots and pans.

Justo cuando Sandra Gutierrez estaba a punto de emprender un viaje de investigación a las 23 ciudades de Latinoamérica que pensaba visitar para su quinto recetario, la pandemia del coronavirus hizo que se cancelaran los viajes internacionales.

Fue un obstáculo más para Gutierrez, quien pasó cuatro años reduciendo a unas 500 recetas una lista de 9000 para su libro Latinísimo: Recetas caseras de los veintiún países de América Latina, un recetario tipo enciclopedia que se publicó a inicios de octubre tanto en inglés como en español.

This arroz con maiz y crema, or cheesy rice casserole with corn and mayonnaise, is served in a blue baking dish. The Cotija cheese on top has melted and turned a golden brown. On the right side, a serving of the casserole is plated.


Desde la década de 1950, en las casas de Ciudad de Guatemala se prepara una cazuela de arroz con queso, maíz y mayonesa, cuando este ingrediente se popularizó en toda Latinoamérica al llegar a las tiendas de comestiblesCredit...David Malosh para The New York Times. Estilista de alimentos: Simon Andrews.

En vez de hacer el viaje, pasó a Zoom cientos de entrevistas planeadas con anticipación y programó al menos 40 clases de cocina por internet con los expertos. Para perfeccionar el sancocho de domingo, Gutierrez acudió a Francisco Castro, un chef de Panamá que le enseñó a hacer la sopa de pollo y tubérculos, y continuó con decenas de otros cocineros panameños que compartieron sus sugerencias para este platillo.

Quería que su libro resaltara la comida casera de todos los países de Latinoamérica, pero sobre todo las recetas de países cuya gastronomía sigue siendo desconocida para muchos estadounidenses. Con el fin de lograr esto, Gutierrez revisó recetas familiares repletas de cantidades como “un poco de esto” y “un poco de aquello” y otras instrucciones idiosincráticas.

Encontró otros recetarios descatalogados en algunas bibliotecas, como en Cartagena, Colombia, donde hurgó entre libros antiguos y conversó con otros visitantes mientras su esposo, Luis Gutierrez, pasaba un día en la playa. Utilizó su investigación para detectar similitudes en las recetas que usaba como referencia para sus propios platillos en el libro.

“Hay muchísimas cosas que se podrían haber incluido”, comentó, y añadió que faltan recetarios modernos que representen la cocina latinoamericana. “Yo soy una escritora, una autora, y nadie puede cubrir toda la comida latinoamericana en un solo libro”.

Durante décadas, Gutierrez, quien es autora de otros cuatro libros como The New Southern-Latino Table, ha conservado una lista actualizada de platillos con la esperanza de usarlos algún día para un proyecto más enciclopédico.

Spaghetti is enveloped in a creamy sauce made with Hass avocados for this dish, called pasta con palta, or creamy, vegan avocado pesto pasta. It is served in a bowl with a bite of spaghetti twisted on a metal fork on the right.
La pasta con palta, un cremoso pesto vegano, se prepara en Chile con paltas Hass, la variedad más común que se produce en el país.Credit...David Malosh para The New York Times. Estilista de alimentos

Nacida en Filadelfia, pero criada por sus padres guatemaltecos en Ciudad de Guatemala, Gutierrez pasó su infancia viajando por todo Centroamérica. Ha vivido durante 30 años en Cary, Carolina del Norte, donde trabajó como editora de la sección de comida para el periódico The Cary News e impartió clases de cocina.

Mientras ordenaba sus recetas para este libro, decidió organizar los platillos por ingredientes y no por país, con el fin de ilustrar mejor la participación de intercambios provocados por el colonialismo y los inmigrantes que llegaron a esta región.

Pero al considerar los hábitos actuales, les dio prioridad a recetas apropiadas para las noches de días laborables con ingredientes que los atareados aficionados a la cocina pueden encontrar con facilidad en el supermercado o en internet. La edición en español trae un glosario que tiene por objetivo abordar las diferencias regionales relacionadas con la terminología: dependiendo del país, el puerro puede encontrarse como porro, ajoporro, cebolla larga, puerro y puerrito, por ejemplo.

Sin embargo, todavía gran parte de la gastronomía latinoamericana sigue confinada a las cocinas caseras y no está documentada en los libros, afirmó Maricel Presilla, autora de Gran cocina latina, que ganó el premio del recetario del año de la Fundación James Beard en 2013.

“Hay una generación muy importante de cocineros que está desapareciendo, y en todas partes hay recetas en vías de extinción que tenemos que salvar”, señaló Presilla.

Contracumbre de Marrakesh: Basta ya de 79 años de explotación y destrucción neocolonial del FMI y el BM

Los movimientos sociales y climáticos, sindicatos, organizaciones de mujeres, de pequeños agricultores y de pueblos indígenas, organizaciones no gubernamentales y ciudadanos del mundo, que participamos en la contracumbre de los movimientos sociales contra las reuniones anuales del BM y del FMI en Marrakech del 12 al 15 de octubre, reafirmamos nuestra lucha contra las deudas ilegítimas.

Queremos recordar que nuestra contracumbre es la culminación de un proceso internacional colectivo e inclusivo lanzado en enero de 2023. Seis asambleas plenarias internacionales en línea han jalonado la preparación democrática de este encuentro mundial. Se ha redactado un llamamiento conjunto. Se ha creado un sitio web multilingüe. Se han celebrado numerosas reuniones preparatorias, principalmente en el África subsahariana, en la región árabe en general y en Marruecos en particular.

Más de 60 organizaciones y una decena de redes internacionales han participado en nuestra contracumbre.

En África y en la región árabe la movilización ha sido aún mayor, con más de un centenar de delegadas y delegados procedentes de países como Palestina, Irak, Túnez, Egipto, África Occidental, África Central, África Oriental y Sudáfrica.

Con 4 conferencias plenarias y una cincuentena de talleres, además de la marcha inaugural, nuestra contracumbre ha sido un éxito rotundo, que ha permitido oír en la ciudad de Marrakech las voces de los movimientos internacionales que luchan contra el colonialismo financiero practicado por el BM y el FMI desde su creación en 1945.

Nuestra contracumbre comenzó el 12 de octubre, fecha de la llegada al Caribe de Cristóbal Colón y su expedición, que abrió el camino a la conquista, el saqueo y la explotación del continente «americano» por el imperialismo europeo a partir de 1492. La contracumbre concluyó el 15 de octubre, fecha del asesinato de Thomas Sankara, Presidente de Burkina Faso, que encabezaba la lucha por el impago de las deudas ilegítimas y por la unidad y la soberanía de los pueblos de África y del mundo. Las acciones, los discursos y la sabiduría de Thomas Sankara, en quien nos inspiramos, estuvieron presentes a lo largo de nuestra contracumbre.

Denunciamos los 79 años de dictadura financiera del FMI-BM que, en alianza con el imperialismo y las clases dominantes corruptas y colonizadas de los países del Sur, ha mantenido y reforzado la opresión de nuestros pueblos. Más de 500 años de saqueo de la naturaleza y de los pueblos bastan. Los derechos de los pueblos y de la Madre Tierra deben estar por encima de los beneficios de las multinacionales, los gobiernos y los ricos.

Nuestra contracumbre ha sido una oportunidad única para el aprendizaje colectivo orientado hacia la acción. Hemos renovado nuestra determinación de continuar nuestro proceso de coordinación y convergencia de luchas y alternativas para sembrar las semillas de una sociedad en la que primen el bien común, el respeto a los límites planetarios, la soberanía alimentaria y la justicia medioambiental y social. Somos nosotras y nosotros quienes decidiremos nuestro futuro, y nos negamos a aceptar el futuro que el Banco Mundial, el FMI y sus aliados quieren imponernos. ¡Es hora de poner fin a su colonialismo ideológico! Defendemos una bifurcación ecológica y energética justa centrada en una alianza necesaria entre las comunidades locales, las y los trabajadores, las y los agricultores, las y los artesanos y las artesanas, y los movimientos feministas.

También es hora de decir que si no cancelan nuestra deuda, la repudiamos. Porque la verdadera deuda es la que tienen los gobiernos y las multinacionales, su deuda histórica, climática, ecológica y social con los pueblos, ¡y con los pueblos del Sur global en particular! Es hora de reconocer y valorar el trabajo de reproducción social realizado principalmente por las mujeres a escala planetaria.

Hemos participado en la contracumbre para que el Banco Mundial y el FMI no celebren su 80 aniversario el año que viene, sino que paguen su antigua deuda ecológica, histórica y neocolonial con los pueblos. Nuestro objetivo es echarlos, como pilares del capital, al basurero de la historia.

Expresamos nuestra solidaridad con el pueblo de Palestina y nos oponemos a los bombardeos aéreos y a las acciones militares indiscriminadas y terroristas llevadas a cabo por las autoridades israelíes. Exigimos el desmantelamiento del Estado colonialista de apartheid de Israel y el respeto al derecho de los pueblos a ejercer su soberanía.

También denunciamos el autoritarismo y la escalada represiva de diversos gobiernos, en particular en la región árabe, incluido Marruecos, y pedimos la liberación inmediata de todos los presos políticos.

También denunciamos el autoritarismo y la escalada represiva de diversos gobiernos, en particular en la región árabe, incluido Marruecos, y exigimos la liberación inmediata de todas las personas presas políticas.

Movimientos y organizaciones sociales, en número superior a 60, que han asistido a la Contracumbre de Marrakesh para protestar contra las políticas del FMI y el BM

Fuente: 

domingo, 26 de noviembre de 2023

_- El arte de la negociación política: ¿truco o trato?.

_- Vivir es negociar, pero no todo es negocio. La política, el arte de alcanzar acuerdos, arriesga su imagen por la sospecha de mercadeo que a veces inspira.

Los camareros regresaban cada poco para insistirles a los sindicalistas que tenían barra libre de vino a cuenta de “don Alfredo”. Habían acudido a Madrid para negociar un acuerdo salarial del profesorado público con un joven secretario de Estado de Educación de nombre Alfredo Pérez Rubalcaba, que los había citado para comer en un restaurante próximo al ministerio. Pero el representante de la Administración se demoraba y los camareros se esforzaban por aliviarles la espera con vino gentileza de “don Alfredo”. Había que intentar como fuese que ablandasen su posición negociadora. Y “don Alfredo” seguía sin llegar.

“Rubalcaba solía hacer cosas así”, refiere uno de aquellos sindicalistas de finales de los años ochenta. “Siempre fijaba las reuniones por la tarde y, al llegar la noche, pedía un descanso. Más tarde, con nosotros hambrientos, él volvía cenado, duchado y de ropa limpia”. Con los años, quien llegaría a ser líder del PSOE ganó fama de excelente negociador. Sus compañeros le vacilaban diciéndole que era porque al final siempre cedía. También lo hizo aquel día ya lejano en que el vino no le dio resultado ante los sindicalistas de educación.

La negociación y su panoplia de habilidades y astucias forman parte ineludible de la tarea de políticos y sindicalistas. Aunque en realidad es un desafío al que cualquier persona acaba enfrentándose en algún momento. “Casi todo en la vida es negociación, hasta la seducción amorosa”, asevera Antonio Garrido, profesor de Ciencia Política de la Universidad de Murcia, donde imparte una asignatura de Estrategia de Negociación Política. “Todo en la vida es producto de un pacto, tácito o expreso”, refuerza José Enrique Serrano, un socialista con años de experiencia en La Moncloa como jefe de gabinete de los presidentes González y Zapatero. Serrano ha negociado desde pactos antiterroristas hasta los pormenores de un convenio de defensa con Estados Unidos: “Fui a Washington para cinco días y tuve que quedarme 15. Al final conseguí incluso que nos dejasen fumar en las oficinas del Departamento de Estado”.

“Tienes que acostumbrarte a una cierta dosis de relativismo y ser consciente de que tus propios puntos de vista son menos objetivos de lo que parecen”
Bruce Patton, uno de los autores del libro 'Obtenga el sí'

Serrano sabe lo que es negociar con el de enfrente y con los de sus propias filas. Porque ni los gobiernos monocolores como en los que él trabajó se libran de la necesidad de buscar transacciones nada fáciles. La propia democracia española nació como producto de una muy ardua negociación, la que alumbró el famoso consenso para la Constitución de 1978. Y de un tira y afloja no menos pedregoso depende ahora el futuro inmediato del país.  Ambos casos ilustran la ambivalencia que siempre rodea la negociación política: la democracia no se entiende sin ella, pero al tiempo puede ofrecer la imagen de un crudo mercadeo de favores y prebendas.

La Facultad de Derecho de la Universidad de Harvard elaboró a fines de los setenta un programa de negociación que comenzó aplicado a los negocios y acabó como apoyo al Gobierno estadounidense en crisis internacionales como la de los rehenes de Irán, en 1981. Hoy el programa ofrece consejos sobre asuntos de la más variada índole, entre ellos utilidades sociales como el modo de gestionar una entrevista de trabajo o la compra de una casa. El método Harvard se estudia y aplica en todo el mundo, sobre el principio de solventar las diferencias buscando intereses comunes. Se asienta en cuatro mandamientos: separar a la persona del problema; centrarse en los intereses, no en las posiciones; buscar el beneficio mutuo, y aplicar criterios objetivos.
 
De izquierda a derecha, Gabriel Cisneros, José Pedro Pérez-Llorca, Gregorio Peces-Barba, Miguel Herrero y Miquel Roca, en presencia de Jordi Solé Tura y Manuel Fraga (de espaldas), antes de proceder a la votación de la Constitución en 1978.De izquierda a derecha, Gabriel Cisneros, José Pedro Pérez-Llorca, Gregorio Peces-Barba, Miguel Herrero y Miquel Roca, en presencia de Jordi Solé Tura y Manuel Fraga (de espaldas), antes de proceder a la votación de la Constitución en 1978. JGV ( EFE )

“Tienes que acostumbrarte a una cierta dosis de relativismo y ser consciente de que tus propios puntos de vista son menos objetivos de lo que parecen”, resume el profesor de Derecho Bruce Patton, uno de los autores del libro Obtenga el sí. El arte de negociar sin ceder (Gestión 2000) que en 1981 desarrolló las líneas principales del método. Patton aconseja no alcanzar ningún compromiso hasta que la negociación no esté cerrada. Lo ilustra con una frase que estos días repiten los dirigentes socialistas españoles para justificar la falta de noticias sobre las herméticas negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez: “Nada está acordado hasta que todo esté acordado”.

“Todo en la vida es producto de un pacto, tácito o expreso” 
José Enrique Serrano, socialista

El método Harvard es la guía para Antonio Garrido, que en su asignatura enseña desde conceptos básicos de estrategia hasta teoría de juegos o tácticas de manipulación del adversario. “En España los políticos reciben adiestramiento en comunicación, en telegenia, en oratoria… Pero en esto, no. Los sindicalistas, en cambio, sí lo hacen”. A partir del próximo año, la Universidad Católica de Valencia ofrecerá un título específico sobre la materia destinado sobre todo a políticos, con un elenco de profesores en el que figuran diplomáticos y cargos públicos de diversos partidos. “En España hay una desidia absoluta respecto a la formación de los políticos”, conviene el profesor Ginés Marco, director de la diplomatura en ciernes. “Tiempo atrás, Juventudes Socialistas o FAES organizaban escuelas de verano, pero han ido languideciendo. Y eso favorece que se acabe actuando por mero pragmatismo, por mera aritmética electoral”.

Todos los políticos consultados admiten que han aprendido mientras practicaban. José Enrique Serrano se sonríe y le da un toque lírico: “Con el tiempo, el aire te trae enseñanzas”. En su caso, el aire lo familiarizó con los entresijos del poder como a pocas personas en España. De ahí ha extraído sus lecciones para la negociación: tener claro tus objetivos y aquello en lo que no debes ceder nunca, e imaginar cómo la otra parte se plantea ambas cosas.

Si los especialistas de Harvard aconsejan “relativismo” sobre las propias posiciones antes de sentarse a una mesa negociadora, políticos españoles muy curtidos en esas lides lo expresan de modo más directo. “La negociación tiene éxito cuando las dos partes se sienten perdedoras”, sentencia Josep Antoni Duran i Lleida, que durante años defendió en Madrid las posiciones de la desaparecida Convergència i Unió. “Si te sientas a la mesa pensando en empatar, no funcionará”. Aitor Esteban, actual portavoz del PNV en el Congreso, lo corrobora: “Si piensas que vas a lograr el 100%, eso no va a durar nada. Tienes que priorizar tus demandas, leer bien el momento. Y tener claro cuáles son las líneas del otro, ponerte en su piel para ver cuándo le puedes empujar un poco para atrás”.

“La negociación tiene éxito cuando las dos partes se sienten perdedoras” 

Josep Antoni Duran i Lleida, político de Convergència i Unió

José Antonio Bermúdez de Castro, 27 años como diputado del PP en el Congreso, del que ahora es vicepresidente segundo, ha participado, entre otras muchas cosas, en las conversaciones con los socialistas Txiki Benegas y Alfonso Guerra para la ley de partidos que ilegalizó a Herri Batasuna. Del primero guarda “el mejor recuerdo” y de Guerra dice que era “un negociador duro, pero una persona de palabra”. Bermúdez de Castro subraya un aspecto en el que coinciden todos los consultados: “La clave es crear un clima de confianza. Y eso se va ganando, no se crea en un día. Hay que respetar al otro, ser educado, actuar con sinceridad. Si llegas pensando en que te van a engañar, no acabará bien”. Esa confianza, remacha Aitor Esteban, solo se puede lograr cara a cara, por mucho que la tecnología ofrezca otras posibilidades: “Hay que verse. Los gestos, las caras… Las relaciones personales son importantes”.

“Consenso nocturno”

Las negociaciones para la Constitución de 1978 pasaron un momento crítico cuando abandonó la mesa el ponente socialista, Gregorio Peces-Barba, irritado porque UCD lo estaba pactando todo con la derecha de Manuel Fraga. En sus memorias, Peces-Barba confesaría que el gesto constituyó “un farol, una jugada de póquer” para reconducir las negociaciones. Un ejemplo de lo que apunta Esteban: “Hay que medir, saber cuándo tienes que apretar y cuándo aflojar”. El PNV ha forjado una leyenda por su habilidad para sacar provecho de los pactos. Esteban lleva ya 19 años en el Congreso y buena parte de su trabajo ha consistido en sentarse a negociar con partidos y gobiernos diferentes. Ha tenido que lidiar con situaciones como acudir a un ministerio y encontrarse solo ante siete interlocutores cargados de datos y estudios técnicos. “Yo al principio no me daba cuenta, pero la cuestión no es que se llegue a un acuerdo, es que se implemente”, asegura. “Aquí el pequeño siempre paga por adelantado, y el otro, a 90 días”.

“Hay que verse. Los gestos, las caras… Las relaciones personales son importantes” 

Aitor Esteban, portavoz del PNV

Un sábado en las postrimerías de 2014, José Enrique Serrano se iba de fin de semana cuando escuchó pronunciar su nombre en la radio del coche. El Periódico de Catalunya acababa de revelar que él, Pedro Arriola —gurú demoscópico de Mariano Rajoy— y un emisario de la Generalitat, Joan Rigol, habían pasado meses reuniéndose en secreto. La situación se había tensionado ante la consulta sobre la independencia convocada por el president Artur Mas, que se celebraría el 9 de noviembre de ese año. “Nos ­reuníamos en despachos o en hoteles, analizábamos salidas para Cataluña, a veces durante cuatro horas seguidas”, relata Serrano. “Ni Arriola ni Rigol se movían un centímetro y fue imposible”.

El presidente del Gobierno, José María Aznar, introduce la bandera catalana en el cilindro enterrado como símbolo del inicio de las obras de ampliación de la depuradora del Besòs, en presencia del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y del alcalde de Barcelona, Joan Clos. En 2002.

El presidente del Gobierno, José María Aznar, introduce la bandera catalana en el cilindro enterrado como símbolo del inicio de las obras de ampliación de la depuradora del Besòs, en presencia del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y del alcalde de Barcelona, Joan Clos. En 2002. ALBERT OLIVE ( EFE )

La discreción, el hermetismo, el secreto incluso, acompañan a menudo las negociaciones, como una forma de evitar que las diferencias se diriman en público y “se genere mal rollo”, en palabras de Esteban. Buena parte de las conversaciones para elaborar la Constitución se desarrollaron así, a escondidas de los medios, en reservados de restaurantes casi hasta el amanecer. Se lo llamó el “consenso nocturno”. Es la fórmula a la que se ha acogido el actual Gobierno para su delicado diálogo con el independentismo. “No todo lo que se negocia se debe hacer público”, concede el popular Bermúdez de Castro, “pero tampoco se pueden hacer acuerdos desde la opacidad. Estamos en la era de la transparencia”. Desde el ámbito académico, Josep Colomer, profesor de Ciencia Política en la Universidad de Georgetown, en Washington, censura con dureza: “Las actuales negociaciones secretas entre la algarabía mediática muestran el personalismo de los partidos y la levedad de las instituciones españolas. En las democracias avanzadas y maduras, las negociaciones multipartidistas para formar gobierno son transparentes y se basan en programas”.

Vicios y virtudes

Colomer publicó en 1990 un estudio ya clásico, El arte de la manipulación política, en el que analizaba los pactos de la Transición a la luz de la teoría de juegos. Con la Constitución ya rodada, su diagnóstico no resultaba muy reconfortante: “Las virtudes de la Transición se han convertido en los vicios de la democracia”. Es decir, lo que en el momento de dar a luz a la democracia fue un encomiable acuerdo entre partidos había degenerado en una “tendencia a la componenda y al pasteleo”. Esa misma acusación se han lanzado a menudo entre sí los partidos a propósito de sus pactos, aun incurriendo en la más flagrante incoherencia. José María Aznar atacó con dureza a Felipe González por sus concesiones al nacionalismo y cuando él lo necesitó les concedió aún más. Sánchez echaba pestes de posibles pactos con Podemos hasta que tuvo que abrazarse a Pablo Iglesias.

Pedro Sánchez (PSOE) y Pablo Iglesias (Podemos) se abrazan después de formar el primer Gobierno de coalición en España, el 5 de noviembre de 2019.

 Pedro Sánchez (PSOE) y Pablo Iglesias (Podemos) se abrazan después de formar el primer Gobierno de coalición en España, el 5 de noviembre de 2019. ANDREA COMAS

La acusación suele aflorar cuando los gobiernos se ven obligados a negociar con los nacionalismos periféricos y atender sus demandas. “Con Zapatero, yo tenía el voto 176″, recuerda Ana Oramas, 16 años diputada de Coalición Canaria (CC). “Era decisivo no solo para la investidura, lo era todas las semanas”. Y naturalmente lo aprovechó, como defiende con vehemencia: “La gente se olvida de que nuestra agua y nuestra energía es la más cara del mundo, que tenemos que coger un avión para ir a quimioterapia… Y que los gobiernos incumplen nuestro régimen económico y nuestro Estatuto. Los mayores avances de Canarias se lograron cuando hubo gobiernos que necesitaron nuestros votos”.

Ignacio Sánchez-Cuenca, catedrático de Ciencia Política de la Universidad Carlos III, señala que es el conflicto territorial lo que emponzoña el debate sobre los pactos: “La derecha principalmente lo dramatiza todo, porque cualquier cesión se presenta como una traición”. Antonio Garrido recurre al ejemplo de Adolfo Suárez para reseñar que políticos “vilipendiados” en su época bajo esa acusación de mercadeo acaban siendo reconocidos por la historia.

Más de tres décadas después de El arte de la manipulación política, la visión de Josep Colomer se ha vuelto aún más sombría: “Las negociaciones de la Transición se hicieron entre un puñado de líderes políticos porque los partidos eran débiles e improvisados. Cuando el PSOE y el PP sumaban más del 70% de los votos, parecía que habían alcanzado un nivel relativamente alto de institucionalización. Pero desde que reúnen menos del 50%, han mostrado otra vez su debilidad y oportunismo”. Y además de eso, un agravante: “En ningún país serio los expresidentes del Gobierno, expresidentes autonómicos y hasta jueces retirados emiten opiniones vociferantes sobre sus sucesores como en España”.