martes, 19 de diciembre de 2023

Entrevista inédita a García Márquez: “A lo mejor las leyendas sobre mí son más interesantes que mi vida”.

‘TintaLibre’ publica en su nueva época una extensa conversación con el premio Nobel colombiano en la que aborda su vivencia de la música, el Caribe, el dinero, el amor, sus libros y sus ideas. EL PAÍS ofrece fragmentos de una entrevista que el lector encontrará completa en la revista.


Desde la izquierda, el periodista Mauricio Vicent, el documentalista Jon Intxaustegi y Gabriel García Márquez, durante la entrevista en La Habana, en 1994.
Desde la izquierda, el periodista Mauricio Vicent, el documentalista Jon Intxaustegi y Gabriel García Márquez, durante la entrevista en La Habana, en 1994.
Tenía 67 años y apenas acababa de descubrir parte de sus raíces más hondas. Los extractos que siguen forman parte de una extensa conversación con Gabriel García Márquez que fue registrada con mi cámara el 6 de mayo de 1994 en La Habana, con la participación del periodista recientemente fallecido Mauricio Vicent. La entrevista, hasta ahora inédita, se publica en el número 117 de TintaLibre, revista de cultura y pensamiento que inaugura una nueva época fruto de la alianza entre EL PAÍS e infoLibre, y que estará en quioscos y librerías a partir de este lunes y descargable en la web. El premio Nobel de 1982 aborda sin reservas y a tumba abierta su vivencia de la música, el Caribe, el dinero, el amor, sus libros y sus ideas: un García Márquez secreto y abrumador.

Gabriel García Márquez: Lo han tomado como mal chiste o buen chiste, es verdad, pero yo creo que Cien años de soledad es un vallenato de 450 páginas, y lo digo con absoluta seriedad. La estética es la misma, el concepto es el mismo, el recurso es el mismo: historias que andan por ahí y que se pierden, se pierden en el olvido popular. El amor en los tiempos del cólera El amor en los tiempos del cólera es un bolero de 380 páginas y lo digo con toda seriedad. Cuando nadie sabía qué eran los cantos vallenatos, recuerdo que de muy niño iba a oír a los acordioneros, que llegaban durante las fiestas, porque el origen de la música vallenata es esa, es juglaresca: eran unos músicos viajeros que iban de pueblo en pueblo contando un acontecimiento que había ocurrido en alguna parte, eran periódicos ambulantes y se acompañaban con acordeones. A mí, al principio, lo que más me interesaba era el cuento que contaban, no tanto la música. Pero después siempre se me quedó vinculada la historia, los hechos y prácticamente la vida de la región a una música. Tengo la impresión de que de todos mis libros el que mejor sintetiza el Caribe es Del amor y otros demonios. En El amor en los tiempos del cólera, la ciudad no tiene la autenticidad caribe tan acentuada, tan asombrada como la tiene en Del amor y otros demonios. Y, en realidad, si en algún libro mío puede verse hasta qué punto de verdad los caribes somos una mezcla de muchas razas a partir de la cual ha surgido de verdad una nueva cultura, es en este libro.

Una entrevista inédita a Gabriel García Márquez inaugura la nueva época de ‘TintaLibre’ 

Pregunta. A pesar de que Del amor y otros demonios se sitúa en Cartagena, yo lo veo muy cubano, con vivencias y formas de vida que aún perduran.

Respuesta. En ninguna parte el libro dice que la ciudad es Cartagena y eso no es puramente casual. Me interesa esa incertidumbre para que quede claro que donde ocurre el libro es en cualquier ciudad del Caribe. Jamás había yo tratado el ingrediente africano de la cultura Caribe tan cerca como en este libro. En Cartagena, por las condiciones especiales de la etapa colonial y por las condiciones muy especiales del colonialismo español, esas culturas no prendieron ni se conservaron como en Cuba. Toda la información que hay ahí no la hubiera podido obtener en Cartagena y probablemente en ninguna otra ciudad del Caribe.

García Márquez, en la ceremonia de recepción del Premio Nobel, en 1982.

García Márquez, en la ceremonia de recepción del Premio Nobel, en 1982.García Márquez, en la ceremonia de recepción del Premio Nobel, en 1982.
HULTON ARCHIVE (GETTY IMAGES)
Cien años de soledad’ es un vallenato de 450 páginas y ‘El amor en tiempos del cólera es un bolero de 380 páginas. Y lo digo con toda seriedad”

Es un tema que yo traigo y al que nadie quiere hacerle caso, pero el Caribe no es un área geográfica, sino cultural: no abarca solamente el mar Caribe, sino que para mí empieza en el sur de los Estados Unidos, todo lo que es Luisiana y La Florida, y se extiende hasta el norte del Brasil. Es decir, no es un territorio geográfico, sino un territorio cultural. He tomado elementos de la cultura africana incorporada al Caribe tanto de Brasil como de Cuba y funciona como si fuera en Cartagena. Yo nací en Aracataca, que es un pueblo colombiano de tierra adentro, pero no muy adentro, Caribe puro, y esa es una región no solo de Colombia, sino todo el ámbito del Caribe, cuya cultura está fundamentalmente determinada por la música. Probablemente, la ciudad más Caribe sea Panamá. Donde uno siente el Caribe es en Panamá, yo lo siento ecológicamente, lo siento en el sentido de que mi organismo empieza a sentirse en su medio ecológico en el Caribe. Me sucede muy fácilmente cuando vengo de Europa, en la primera escala que hace uno en el Caribe. Bajo, respiro y ya soy otra persona. Yo creo que es una cosa que no se ha estudiado suficientemente: hasta qué punto el acondicionamiento ecológico de los seres humanos es fundamental en su vida.

Una maleta de plata
P. ¿Es verdad que con los primeros pesos que ganaste te diste un crucero por el Caribe?
R. Lo que sería estupendo es recoger todas las leyendas que hay sobre mí, porque a lo mejor es más interesante que mi vida.

P. ¿No será que tú las provocas?
R. A ver, yo no he hecho un crucero por el Caribe, pero, cuando estaba escribiendo en Barcelona El otoño del patriarca, de pronto hubo un momento en que me di cuenta de que me había salido de mi medio ecológico y había cosas que ya no sentía. Se olvida el color del mar, se olvidan los olores, olores salvajes. De pronto me encontré que no me acordaba de cosas concretas, que me hacían falta elementos para expresar esa realidad. La emoción, los sentimientos, la consciencia de dónde era no me faltaba porque donde está el escritor lleva su mundo, el poeta lleva su mundo y donde lo pongan, en el Polo Norte o en el Polo Sur, lo lleva dentro. Pero no recordaba bien cómo eran ciertas cosas, los olores, los sonidos, la temperatura. Es muy difícil imaginarse el calor cuando hay frío y viceversa. Me preocupé mucho porque se me bloqueó la novela; entonces la interrumpí e hice un recorrido que me llevó a Santo Domingo, desde Santo Domingo bajé por todo el arco del Caribe hasta Cartagena y recuperé todo lo que necesitaba, toda la gasolina que necesitaba para escribir el libro. No tomé una nota, sencillamente era cuestión de vivir, de andar en eso, recorrer todas las islas del Caribe, una por una, sin hacer absolutamente nada más que ver, simplemente, y no cuestión de un año: tres días acá o una semana allá. Cuando regresé, el libro salió como un chorro hasta el final; sencillamente, había vuelto a meterme dentro de la salsa, pero eso es distinto a que se me olvide, es decir, no se deja nunca de ser, realmente debe ser lo que uno es: no se deja de ser de donde es.

El escritor colombiano Gabriel García Márquez, en La Habana
El escritor colombiano Gabriel García Márquez, en La Habana, en 1994.El escritor colombiano Gabriel García Márquez, en La Habana, en 1994.
JOSE GOITIA (GAMMA-RAPHO VIA GETTY IMAGES)
P. Y en tus noches de Barcelona, ¿qué boleros escuchabas?
R. Escuchaba unos boleros que no eran del Caribe: era Bach, de origen igualmente popular. Al fin y al cabo, toda la música, la música culta y la música popular, tienen un mismo origen en las canciones populares. Hay una foto en la inmensa iconografía de Béla Bartok (que abarca casi toda su vida y es muy curiosa porque el tipo tiene un rostro muy expresivo) terriblemente conmovedora en la que sale él con una grabadora de aquellas de cilindros recogiendo aires populares de los campesinos de la Transilvania, de la tierra de Drácula, porque Béla Bartok era paisano de Drácula. Casi toda su música tiene ese origen popular, como lo tenía en Bach, como lo tienen los  vallenatos y como lo tiene casi toda la literatura del Caribe. Música para mí no es solamente la clásica o solamente la música popular. Es todo lo que suena y solo después empiezo a distinguir los géneros que me gustan más y que me gustan menos. Pero no se puede decir que la música clásica no es música o que la música popular no es música o que el bolero no, pero el chachachá sí. Yo creo que todas son expresiones humanas de un gran valor porque aún las menos legítimas tienen un algo. Pero en realidad no puedo escribir oyendo música porque en cierto momento me interesa más lo que está sonando que lo que estoy escribiendo.


Me llega más la música que la literatura o debe ser que me gusta más o que se impone en mí la música más que la literatura. No la escucho mientras escribo, pero estoy siempre sumergido en ella, particularmente cuando estoy escribiendo. Cuando estaba en Barcelona, en un paréntesis después de Cien años de soledad, buscando un camino y ver por dónde seguía, escuchaba mucha música. Siempre había oído música, música culta, sobre todo, pero no la tenía organizada; la había oído así, por donde llegara. En Barcelona la ventaja era que uno podía escuchar música en todas partes, es una ciudad eminentemente musical. Escuchaba entonces sobre todo el tercer concierto de piano de Béla Bartok, que me gusta muchísimo, y que lo oía mucho precisamente en los días que escribía El otoño del patriarca. Cuando se publicó, hubo unos expertos tanto en literatura como en música que trataron de demostrarme que de alguna manera la composición, la estructura de ese libro, se basaba en ese concierto de Béla Bartok, aunque nunca pude entender la explicación que me dieron. Habría que preguntarse qué género de música es Del amor y otros demonios. No tengo la menor idea, pero que tenga su propia música sí es probable. Lo que quise es que fuese una música sin una sola discordancia, y para que eso suceda se necesita trabajar un libro de 200 páginas durante cuatro años, todos los días, y vigilando que no haya una sola nota discordante.

García Márquez, en enero de 1982, en París.García Márquez, en enero de 1982, en París.

Jon Intxaustegi es documentalista

lunes, 18 de diciembre de 2023

Demostrativos de desprecio.

En algunos contextos, el uso de ciertos pronombres nos presenta como objetos, nos despersonaliza.

La degradación del lenguaje político sigue avanzando, aunque no de forma simétrica: la oposición suele mostrarse más aplicada.

El desprecio mutuo que unos y otros expresan en sus discursos constituye un penoso ejemplo para la ciudadanía. Diputados y senadores ofrecen a menudo notorios ejemplos de comportamientos impropios que denotan una carencia escandalosa de buena educación.

Tras la visita de Pedro Sánchez a Israel, el diputado Esteban González Pons, del PP, emitió el 24 de noviembre un tuit al respecto (o un equis, no sé qué sustantivo preferirá Elon Musk hoy, y mucho menos el que preferirá mañana). Decía así: “Viajar a Israel para enemistarte es lo contrario de diplomático. Ir invitado a casa del aliado para ofenderle es la peor jugada exterior para España. Para viajar el último y crear un conflicto, mejor no haber ido. Primero, el Magreb y ahora, Oriente Medio, este rompe lo que toca”. No entraremos en la deficiente puntuación de la última frase, sino en el uso del pronombre “este”.

A algunos nos enseñaron de niños que no se deben emplear estas expresiones, pues pueden tomarse como ofensivas. Quienes no recibieran ese consejo familiar quizás se hayan topado con él en la escuela. O más tarde en las gramáticas y en las obras académicas. Incluso por cómo les sienta a ellos ese tratamiento.

El valor peyorativo o despectivo de los pronombres “este” o “ese” (y “esta” y “esa”) ya estaba en el latín iste, y ha llegado hasta nuestros días atravesando los siglos. El Libro de estilo de la lengua española, elaborado por la Real Academia (Espasa, 2018), señala en su página 74: “Puede considerarse despectivo, e incluso ofensivo, el uso de los demostrativos en los que debería usarse un pronombre personal u otra expresión: ‘La culpa la tiene este’ (por él), ‘Esta no sabe lo que dice (por María, esta chica…)”. La gramática de 1973 también advertía: “Puede ser irrespetuoso designar con los demostrativos a personas presentes que merecen alguna consideración o con las que no se tiene confianza” (…), “es una descortesía evidente” (página 431).

En realidad, gramáticas y manuales nos cuentan ahí algo que se sabe por intuición, por competencia natural en nuestra propia lengua. En determinados contextos, la sustitución de nombres propios o pronombres personales por pronombres demostrativos nos presenta como objetos, nos despersonaliza. Y sube un grado en su crudeza cuando se arroja contra aquellos a quienes se ha de tratar con respeto por la dignidad de su cargo, o por su edad o su prestigio.

Pero la degradación avanza sin cesar, con lo cual podemos temer nuevos saltos en los escalones del desprecio mutuo, como la posposición del demostrativo (“Mira lo que ha dicho el presidente este”); la anteposición de un artículo (“el Sánchez se ha ido a Israel”) –tomada como despectiva en España, excepto en Cataluña y zonas de influencia–; o ambas posibilidades a la vez (“el Sánchez este rompe lo que toca”).

Confiemos en que, pese al mal ejemplo que ha dado González Pons, el niño que diga de su hermana “mamá, esta me ha quitado el juguete”, o la alumna que diga de su compañero “profe, este me ha manchado el libro” sigan recibiendo la tradicional admonición: “Niña, este tiene nombre”. “Niño, esta se llama Edelmira”. Y después ya veremos cómo se resuelve el conflicto de fondo y ya debatiremos si en la visita a Netanyahu no se debió mentar la soga en casa del ahorcado o si, por el contrario, fue mejor cantarle las cuarenta. Pero antes de eso, niños y diputados, compórtense.

domingo, 17 de diciembre de 2023

_- LEY DE AMNISTÍA. Nicolás Sartorius: “Toda la Transición fue hacer de la necesidad virtud”

_- El abogado, cofundador de Comisiones Obreras encarcelado en la dictadura, cree que la amnistía facilita que el PP pueda gobernar en el futuro sin depender de Vox.

Nicolás Sartorius, fotografiado en Madrid.
Nicolás Sartorius, fotografiado en Madrid.MOEH ATITAR


Nicolás Sartorius (San Sebastián, 85 años), exdiputado del PCE y de IU, es abogado. Durante la dictadura fue encarcelado varias veces, entre otras, por el proceso 1.001 contra la cúpula de CC OO, sindicato del que es cofundador.

Pregunta. “Franco murió en la cama, pero la dictadura murió en la calle”, suele decir. ¿Qué se le pasaba por la cabeza al ver a gente cantar el Cara al Sol y gritar “Viva Franco” en 2023, frente a la sede del PSOE en la calle Ferraz? Muchos eran chavales...
Respuesta. El ultraliberalismo ha conducido a la ultraderecha. Se extiende por todo el mundo. Más allá de las concentraciones en Ferraz, lo que me preocupa es la deriva de partidos ultras con representación parlamentaria y cómo están impregnando a partidos de derecha tradicionales que, para no dejarse comer terreno, caen en posiciones parecidas. El día que más gente hubo en Ferraz eran 7.000. En un país de 48 millones, son una minoría. Creo que es un fenómeno bastante madrileño. En cuanto a los jóvenes, creo que esto ocurre porque ha habido un déficit de explicación del desastre que supuso la dictadura y de cómo se conquistó la democracia. Con la ley de memoria eso se empieza hacer, pero falta cultura democrática.

P. Isabel Díaz Ayuso ha asegurado que la amnistía convierte a España “en una dictadura”. Usted, que fue encarcelado por una, ¿ve alguna similitud? ¿Algún riesgo?
R. Es una declaración absurda. Esa frase, de alguna manera, lava a la dictadura.

P. Otros miembros de PP sostienen que la amnistía es un ataque al Estado de derecho, a la Constitución, a la Transición...
R. La Transición se basó en una amnistía que sale de un Parlamento democrático, el mismo que luego hace la Constitución de 1978. Fue la esencia de la reconciliación nacional.

P. ¿Ve alguna similitud entre aquella amnistía y la del procés?
R. No. Lo que creo es que decir que la amnistía va en contra de la Transición no tiene lógica porque la Transición se basó precisamente en una amnistía, pero en una época totalmente diferente y amnistiando delitos infinitamente más graves que los actuales. Esto era un problema de opciones después de las elecciones de julio. Solo había tres: repetirlas, apoyar al más votado o intentar una coalición. Repetir las elecciones contradice lo que han votado los electores, que quieren un Gobierno, y podría haber salido un resultado parecido, o que PP y Vox sumasen mayoría absoluta, lo que me parecía terrorífico para la democracia española.

P. ¿Por qué? ¿Qué consecuencias cree que tendría un Gobierno bipartito del PP y Vox?
R. Las que estamos viendo en las comunidades donde ya gobiernan, pero elevadas al cubo. Vox no es Le Pen, ni Meloni, es mucho peor. Liquidarían avances sociales, de libertades públicas, de memoria democrática, se deterioraría el Estado del bienestar...Que el PP planteara lo de apoyar al más votado después de pactar con Vox allí donde había quedado segundo, denota cierto cinismo. Incluso voces progresistas han dicho que el PSOE debía favorecer la investidura de Feijóo. ¿Y después qué? ¿Iban a apoyar todas las leyes, los Presupuestos? Es un suicidio político, sobre todo, cuando el plan era el “antisanchismo”, liquidar todo lo que habían hecho. Este tipo de coaliciones en otros países, como Alemania, siempre han sido con la derecha a la cabeza. Nunca han aceptado la coalición al revés. Y el resultado empieza a ser fastidiado, porque está bajando la socialdemocracia y está subiendo Alternativa por Alemania.

P. ¿Para el PP también habría sido un suicidio político favorecer la investidura de Sánchez?
R. Claro, por eso no lo hizo. Y es pintoresco que acusen al PSOE de aceptar cosas que no estaban en su programa. Es negar la posibilidad de la democracia parlamentaria, que consiste en llegar a acuerdos. ¿Llevaba Aznar en su programa todo lo que pactó en el Majestic [con CiU, en 1996]? Montar la que se ha montado es ridículo porque tenemos un Tribunal Constitucional que dirá si es constitucional.

P. El PP dice que es un tribunal “de parte”.
R. Se están haciendo un poco antisistema.

P. ¿Tienen algún motivo para decir que es un tribunal de parte?
R. Para nada. Hace poco el Tribunal Constitucional sacó una sentencia en contra del Gobierno. Siempre hemos respetado al Tribunal, nunca se ha puesto en cuestión. Hacerlo es muy grave. Además, después de que el Constitucional diga si la amnistía es constitucional o no, puedes ir a un tribunal europeo. Hay unas garantías completas.

La amnistía facilita que el PP pueda volver a gobernar sin depender de Vox

P. La exposición de motivos de la proposición de ley justifica la amnistía en la “mejora de la convivencia”. Pero la crispación se ha trasladado a otras zonas de España, como se ha visto en las multitudinarias protestas contra la medida. ¿Irá a más?
R. Creo que irá a menos. En Cataluña hubo una tensión terrible en 2017, de enfrentamiento en las familias, de falta de convivencia... Y los indultos dieron un resultado muy positivo.

P. Pero si Cataluña ya estaba pacificada con los indultos, ¿por qué hay que repacificarla ahora?
R. No estaba pacificada del todo. Ante 400 o 500 expedientes pendientes de personas de niveles inferiores a los que ya fueron indultados, si empieza un proceso de juicios, cárceles, multas... aquello se iba a incendiar de nuevo y se destruiría todo lo logrado. El indulto general está prohibido por la Constitución. ¿Vas a meterte en dos años de juicios, de lío en Cataluña, para luego dar indultos individuales? La única opción sensata era una amnistía acotada.

P. ¿Y el malestar en otras zonas de España, cómo se frena?
R. Explicando. El Gobierno no ha dado una explicación a fondo de los beneficios de la amnistía. Por ejemplo, que Junts renuncia a la unilateralidad. Porque cuando habla del referéndum en base al artículo 92 de la Constitución lo que está haciendo es someterse a la Constitución, aunque yo creo que ese artículo no sirve para ese tema, sino para otro tipo de cuestiones, como el referéndum de la OTAN. Ese artículo dice que el referéndum lo tiene que convocar el Rey, a propuesta del presidente del Gobierno y con autorización del Parlamento. ¿Eso es unilateral? Que partidos de Cataluña normalicen su vida política en el marco de la Constitución facilita, además, a medio plazo, que el PP pueda gobernar.

P. ¿Ve posible que el PP vuelva a pactar con el nacionalismo?
R. Tradicionalmente, lo ha hecho. Mientras el PP vaya con Vox es muy difícil que gobierne porque Vox lo aísla de los demás. La amnistía facilita esos pactos con el nacionalismo en el futuro. Desde el punto de vista ideológico económico y social, Junts es derecha, está más cerca del PP que del PSOE. La amnistía también es una operación política para que la alternancia en España no dependa de un partido como Vox.

P. ¿Entonces el PSOE le ha hecho el trabajo sucio al PP?
R. No diría sucio, le ha hecho un trabajo fino políticamente hablando. Artur Mas lo dijo con todas las letras: El más beneficiado por la amnistía será el PP.

Dos años de juicios tras los indultos a los líderes del procés habrían incendiado de nuevo Cataluña,

P. El catedrático de Derecho Constitucional Agustín Ruiz Robledo citaba recientemente De los delitos y de las penas, de Cesare Beccaria, para oponerse a las medidas de gracia, que considera una institución del antiguo régimen. ¿Considera la amnistía del procés una medida progresista?
R. Todo el derecho de gracia tiene un aire de otras épocas, aunque en el caso de la amnistía, que es una ley orgánica que aprueba el Parlamento soberano español, mucho menos que con los indultos, que da el Gobierno. Teniendo en cuenta el contexto, la amnistía es una necesidad. El presidente dijo que había que hacer de la necesidad virtud. Toda la Transición fue eso, toda la política es buscar cómo convertir la necesidad en virtud. ¿Por qué se legaliza el PCE? Porque no hacerlo era mucho peor, no porque les entusiasmara la idea.

P. La proposición de ley sitúa el inicio del conflicto en Cataluña en la sentencia del Constiticional de 2010 que recortó el Estatut. ¿Cree que ese fue el origen?
R. Sí. Desde luego es más acertado que decir que empezó el 1714 (ríe). Creo que esa sentencia fue desgraciada. Había cosas parecidas que aparecían en otros estatutos y no hubo ningún lío.

P. ¿Si el Constitucional avala la amnistía actúa correctamente y si recorta el Estatut no?
R. No. Yo no discuto la sentencia. El Constitucional dijo eso y eso va a misa. Lo que quiero decir es que los efectos de esa sentencia fueron desgraciados. El estatuto de Cataluña ya había tenido un recorrido amplio tanto en el Parlamento catalán como en el español. Ahí se activó el lío, la recogida de firmas contra el Estatut, los enfrentamientos, el boicot a productos catalanes...

P. ¿Cree que puede volver ahora ese boicot?
R. Si el Gobierno lo explica bien no. Porque hay muchos argumentos a favor de resolver esto a través de una amnistía.

P. ¿Le parece bien la lista de delitos incluidos y excluidos en la proposición de ley de amnistía?
R. Ese texto es un canto a la Constitución. Está muy trabajado, incluye cantidad de normas de otros países, de sentencias. Lo que sí puede ocurrir es que el Constitucional, como tantas veces, diga que es constitucional siempre que determinado aspecto se interprete de determinada manera.

P. Ha generado rechazo que la negociación para la investidura se hiciera fuera de España, con un prófugo de la justicia. ¿Qué opinión tiene de Carles Puigdemont?
R. Sus ideas no me gustan, son lo más opuesto a mi manera de pensar. Pero ese prófugo es eurodiputado, lidera un partido. Por eso es importante resolverlo. Para acabar con los conflictos hay que hablar con quien hay que hablar.

P. Antes de ver el texto de la proposición de ley, el Consejo General del Poder Judicial emitió un comunicado en el que aseguraba que “mayorías coyunturales”, en alusión al Parlamento, no podían “incidir en concretas sentencias de los Tribunales declarando su nulidad”. ¿Puede el Consejo del Poder Judicial decir lo que puede o no hacer el poder legislativo?
R. Es evidente que no. La soberanía nacional reside en el pueblo español y el Parlamento es el que representa al pueblo español. En una democracia las mayorías son siempre coyunturales, si no, sería una dictadura. No veo motivos para este tipo de declaraciones porque veo muchos aspectos positivos en la amnistía: permite no repetir elecciones, pacificar Cataluña definitivamente, que partidos que estaban un poco en el monte entren en la vía constitucional...

P. Pero en Cataluña ya estaba cayendo el independentismo...
R. Sí, pero había riesgo de que eso se reactivara con los juicios pendientes. Se ha dicho también: “No han pedido perdón”. ¿Desde cuándo es necesario para un indulto o amnistía? A mí me dieron dos y nunca me arrepentí. Critican: “No renuncian a la independencia”. Pueden defender sus ideas dentro de la ley.

P. Usted fue un preso político. Los encarcelados del procés se autodefinían de la misma manera.
R. Eran políticos presos, no presos políticos. Fueron a la cárcel por hechos, no ideas. Y tampoco es verdad, como se dice, que la amnistía supone decir que se equivocaron los jueces o que lo volverán a hacer ¿o es que han desaparecido el Código Penal y el artículo 155 de la Constitución?

P. Puigdemont y el PP, por motivos radicalmente distintos, han celebrado en el Parlamento Europeo la internacionalización del conflicto a propósito de la amnistía. ¿Qué lectura hace de esa coincidencia?
R. A Puigdemont le viene estupendamente: internacionalizar el conflicto es la obsesión de los independentistas y el PP se lo ha puesto en bandeja.

P. ¿Ha habido lawfare en España?
R. Con carácter general, en el sentido de que los jueces estén haciendo política, no lo creo. Y cuando ha habido algún caso de uso espúreo de la justicia para atacar al adversario, como el juez [Salvador Alba] expulsado de la carrera por atacar a Victoria Rossell [cuando dio el salto a la política de la mano de Podemos], se ha castigado. Otra cosa es el Consejo General del Poder Judicial, que es una vergüenza absoluta, pero eso no es Poder Judicial.

P. El concepto “lawfare” en el acuerdo entre el PSOE y Junts irritó a todas las asociaciones de jueces, que hicieron un comunicado conjunto.
R. En el acuerdo se alude a comisiones de investigación en el Congreso, sobre el caso Pegasus, la llamada policía patriótica... Y tendrían que leer el artículo 52.4 del reglamento del Congreso, una ley orgánica, que dice que el resultado de esas comisiones de investigación en ningún caso afectará ni a los procedimientos judiciales ni a las sentencias de los tribunales ni a nada que tenga que ver con el poder judicial.

P. Antiguos dirigentes del PSOE, como Felipe González y Alfonso Guerra han manifestado de manera muy contundente y pública su oposición a la amnistía. Usted, que ha formado parte del PCE e Izquierda Unida ¿exhibió alguna vez sus discrepancias con la estrategia del partido?
R. Cuando ha habido una discrepancia, la he manifestado, pero en el debate político, no desde fuera. Con el tema del euro, por ejemplo, yo estaba a favor y discrepaba con Anguita [Julio]. La dirección de Izquierda Unida tenía en aquel momento la teoría de las dos orillas: en una estaban el PP y el PSOE y en otra IU, y yo estaba en contra porque me parecía que eso impedía la unidad de la izquierda, que luego se ha dado. A mí lo que me preocupa de González o de Guerra no es que discrepen, sino cómo lo hacen: su tono y sus argumentos. Que digan que se carga la Transición española, o tajantemente que es inconstitucional. Esperemos al Tribunal, ¿no? Todo el mundo puede opinar si le parece bien o mal, pero sin insultos o exageraciones absurdas.

P. El PP los invoca constantemente...
R. Hay un socialista histórico alemán, August Bebel, uno de los fundadores de la socialdemocracia alemana, que después de un debate parlamentario comentó: “¿Qué tontería habré dicho para que la derecha me aplauda?”.
Nicolás Sartorius, la pasada semana, en Madrid.

_- La cuadratura del círculo y 3 otros problemas matemáticos de la antigüedad que demostraron que lo imposible es posible

 Ventana redonda con marco cuadrado

_- FUENTE DE LA IMAGGETTY IMAGES

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Son los problemas clásicos de las matemáticas antiguas y tienen el encanto de parecer sencillos. La verdad es que no es difícil resolverlos, sino imposible.

Pero tomó milenios comprobarlo, siglos en los que luminarias como Euclides, Arquímedes, René Descartes, Isaac Newton y Carl Friedrich Gauss, así como artistas e intelectuales intentaron hallar la forma de solucionarlos.

Sus exploraciones, no obstante, no fueron vanas sino inspiradoras e impulsaron el desarrollo de las matemáticas.

No se sabe con certeza cómo surgieron, pero el más famoso de ellos, buscar la cuadratura del círculo, por ejemplo, aparece ya en el Papiro Rhind, un documento de hace unos 4.000 años del antiguo Egipto.

Lo que sí se sabe es que fueron los antiguos griegos, los que los plantearon con precisión en términos matemáticos.

Sucintamente, los retos eran:

La cuadratura del círculo

La trisección del ángulo

La duplicación del cubo

La inscripción de todos los polígonos regulares en un círculo

Expresados así, quizás confunden pero realmente lo que nos están pidiendo es...

Dibujar un cuadrado cuya área sea la misma que la de un círculo dado

Dividir un ángulo en tres ángulos iguales

Dibujar un cubo que sea el doble de grande que otro

Dividir un círculo en partes iguales

Mejor, ¿no?

Pero como dijo el escritor Donald Westlake, "siempre que algo suena fácil, resulta que hay una parte que no escuchaste"... o, en este caso, que no hemos dicho.

Para resolver estos retos sólo puedes hacerlo al estilo de la Antigua Grecia, es decir, además de algo con qué dibujar, algo en qué dibujar y tu mente, únicamente puedes usar un compás y una regla sin marcas.

Compás y regla sin marcas 
Compás y regla sin marcas
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Estas son las únicas herramientas que puedes usar para resolver los desafíos.

¿Por qué?

"Es una buena pregunta. Y hay varias respuestas", le dijo a BBC Mundo el matemático David Richeson, autor de "Tales of Impossibility" (en español: Cuentos de imposibilidad).

"Una respuesta es que el compás y la regla están muy claramente incrustados en los postulados del libro fundamental de matemáticas los Elementos de Euclides (~siglo 300 a.C.).

"Otra es que representan las herramientas más básicas que se han usado desde siempre. Con una cuerda puedes tener una línea recta, y si fijas un extremo al suelo puedes dibujar un círculo con el otro.

"Pero también, por su simplicidad y elegancia. Para mí, lo sorprendente no es tanto lo que no se puede hacer sino todo lo que se puede hacer con estas herramientas".

Puedes, por ejemplo, bisecar un ángulo (dividirlo en dos ángulos iguales) fácilmente.

Ilustración de bisección de un ángulo P
Ilustración de bisección de un ángulo
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1. Apoyas el compás en el vértice del ángulo y dibujas un arco

2. Apoyas el compás en uno de los puntos de intersección del arco con las líneas, y dibujas un arco

3. Lo mismo en el otro punto de intersección

4. Trazas una línea entre el vértice del ángulo y el punto de intersección de los dos arcos

"La bisección de un ángulo es algo que aprendemos en la clase de geometría en el colegio. Es muy sencillo", dice Richeson.

"Pero la pregunta que interesaba a los griegos es, si tuvieras un ángulo, ¿podrías dividirlo en 3 partes iguales?

"La respuesta fue: a veces sí, pero no hay una regla general sobre cómo hacerlo".

Y precisó: "Eso no quiere decir que estos problemas sean imposibles, independientemente de las herramientas que utilices. Pero con esas herramientas euclidianas clásicas son imposibles de resolver".

Arquímedes, uno de los más grandes matemáticos de la historia, demostró que si la regla tenía sólo dos marcas, se podía medir exactamente una distancia, y eso era suficiente para poder trisectar cualquier ángulo, cuenta Richeson.

"Así que si sus herramientas eran un poquito más sofisticadas, se podían resolver estos problemas".

Pero así no se vale: el desafío es hacerlo cumpliendo con las reglas del juego, un juego irresistible para mentes brillantes...

...muy brillantes

El primero que se sabe intentó cuadrar el círculo fue Anaxágoras, el matemático griego famoso por ser el primero en introducir la filosofía en Atenas, en el siglo V a.C.

Estuvo en prisión por afirmar cosas como que el Sol no era un dios sino una roca que ardía al rojo vivo y que la Luna reflejaba su luz, según contó el historiador Plutarco.

Pasó esos días tratando en vano de construir, con sólo un compás y una regla, un cuadrado con la misma área que un círculo.

Su contemporáneo, Hipócrates de Quíos, uno de los matemáticos cuya obra fue sintetizada en la geometría euclidiana, logró una solución parcial alentadora: la luna (o lúnula) de Hipócrates, la primera cuadratura de una figura curvilínea de la historia.

Pasarían 23 siglos antes de que el gran matemático y físico suizo Leonhard Euler encontrara dos nuevos tipos de lunas cuadrables en 1771, lo que, sin embargo, no contribuiría a cuadrar el círculo, como se llegó a pensar.

La luna de Hipócrates Pie de foto,
La luna de Hipócrates
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Boit La luna de Hipócrates fue la primera de las únicas 5 lúnulas cuadrables con compás y regla.

Ese es apenas el principio de la larga lista de matemáticos y aficionados que se le midieron al reto armados solamente con esas dos herramientas.

"Leonardo da Vinci pasó por un período en el que estaba realmente fascinado con las matemáticas y la geometría, y trató de resolver estos problemas, pero también incorporó su talento artístico para crear diseños con ellos", señala Richeson.

El hombre de Vitubrio de Da Vinci, del siglo XV

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El hombre de Vitubrio de Da Vinci del siglo XV evoca el problema de la cuadratura del círculo, sin ser un intento por resolverlo.

Y no fue el único renacentista que lo intentó.

El artista más famoso del Renacimiento alemán, Albrecht Dürer o Alberto Durero, fue también uno de los matemáticos más importantes de la época.

En el segundo libro de su obra "Los cuatro libros de la medida" dio métodos aproximados para cuadrar el círculo usando construcciones con regla y compás.

Y proporcionó un método para obtener una buena aproximación al trisector de un ángulo con herramientas euclidianas.
Página del libro de Durero con ilustraciones
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El famoso artista del Renacimiento alemán, Alberto Durero, intentó resolver el problema de la cuadratura del círculo, sin éxito.

Para Richeson, una de las más fascinantes de las muchas historias es una sobre la construcción de polígonos regulares o, lo que es igual, la división del círculo en partes iguales.

"Siempre fue un problema notoriamente complicado: se sabía cómo hacer varios de ellos, pero no todos.

"Algunos, como los polígonos de 7, 9 y 17 lados, eran desconocidos y durante muchos años la gente se preguntó si eran imposibles", le contó a BBC Mundo.

Desde la época de la Grecia clásica hasta finales del siglo XVIII no hubo ningún progreso significativo, usando sólo las herramientas euclidianas.

Hasta que llegó el prodigio matemático Carl Gauss.

"En 1796, Gauss, que entonces era un adolescente pero terminó siendo uno de los matemáticos más famosos de la historia, demostró que se podía construir un polígono regular de 17 lados.

"Fue uno de sus primeros descubrimientos, y era algo que había resultado imposible a generaciones de matemáticos".

Además hay que tener en cuenta que, como estos problemas no son prácticos sino teóricos, las pruebas de su resolución son más importantes que la resolución en sí.

Y el profundo análisis que hizo Gauss para probar su descubrimiento abrió la puerta a ideas posteriores de la teoría de Galois.

Así que si te estabas preguntando de lograr lo que, en varios casos, se podía con otras herramientas, este es un ejemplo del proceso de retroalimentación que produjo más y más conocimientos.

"Tratar de resolver estos problemas realmente impulsó las matemáticas, pero también a medida que se desarrollaban nuevas matemáticas, la gente volvía a estos problemas antiguos y veía si lo que se había descubierto ayudaba a resolverlos.

"Fue una especie de ida y vuelta a lo largo de los siglos", explica el experto.

No todo es posible

"El anciano de los días", el grabado de William Blake, con Urizen sosteniendo un compás

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"El anciano de los días", de William Blake, con Urizen (la encarnación de la sabiduría convencional y la ley en su universo mitológico) sosteniendo un compás, para él, símbolo de la razón, limitante de la imaginación.

Si bien tratar de resolver estos problemas contribuyó al progreso de las matemáticas, demostrar si era posible hacerlo dependió de ese avance.

"Hubo que esperar la invención de la geometría analítica, el álgebra, el cálculo, los números complejos, una comprensión profunda de π e incluso algo de teoría de números, y eso fue parte de la razón por la que tomó tanto tiempo".

En el caso de la cuadrar el círculo, por ejemplo, "el tiro de gracia fue cuando se descubrió que π era un número trascendental".

Tras siglos de una obsesión a la que los mismos antiguos griegos ya le habían dado nombre -tetragonidzein o ocuparse con la cuadratura del círculo-, todo llegó a su fin.

No había sido sólo una ambición de luminarias más o menos célebres, quienes con sus esfuerzos beneficiaron el conocimiento.

Miles a lo largo de los años sufrieron lo que en el siglo XIX el matemático Augustus De Morgan llamó morbus cyclometricus o la enfermedad de la cuadratura del círculo que, según él, afectaba a los entusiastas mal informados.

Entre ellos hasta un contador y matemático aficionado argentino llamado Elías O’Donnell.

En 1870 publicó un libro con “la más íntima conciencia de que en este tratado está demostrada del modo más convincente y riguroso la resolución deseada exacta de la cuadratura del círculo", según declaró en la primera página.

"Y por grave que aparezca esa frase, ella será la verdad para todos los siglos de la posteridad”, añadió.

Detalle de la portada del libro de Elias O'Donnell.
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Detalle de la portada del libro de Elias O'Donnell. 

Sin embargo, ya desde 1801 se sabía, gracias a Gauss que, si π (el área de un círculo con un radio de 1) era trascendente, la cuadratura del círculo sería imposible.

Y en 1882 el también alemán Carl Louis Ferdinand von Lindemann demostró que, efectivamente, π era un número trascendental.

45 años antes, el matemático francés Pierre Wantzel (1814-1848) ya había probado en una sola de las 7 páginas de un artículo que los otros tres problemas eran imposibles de resolver.

Todo eso es asombroso, pues probar que algo es imposible es tremendamente difícil... e importante.

"Generalmente, cuando pensamos en algo que es imposible, creemos que es muy difícil, o que puede llevar mucho tiempo, o algo así.

"Pero cuando un matemático demuestra que algo es imposible, eso significa que desde un punto de vista lógico no puede suceder no hay forma de trisectar un ángulo general. No hay forma de cuadrar un círculo.

"No se trata solo de 'no somos lo suficientemente inteligentes', o 'no nos hemos esforzado lo suficiente', o 'necesitamos más tiempo'. Es: 'hasta aquí llegamos: es imposible'", subraya Richeson.

"Hay un montón de teoremas de imposibilidad famosos en matemáticas, y todos son muy venerados, pues se demostró un negativo: que algo no puede pasar. Y eso es un logro increíble".

Rompecabezas circular

Rompecabezas circular

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Hay intentos de cuadrar el círculo prometedores en los que se ha transformado el problema de geometría en uno de teoría de grafos, pero usando computadoras, no una regla y un compás.

Eso no quiere decir que la gente se dé por vencida.

En 1897, por ejemplo, el Senado de Indiana, EE.UU. discutió un proyecto de ley para legalizar un método de cuadrar el círculo descubierto por el médico y matemático aficionado Edwin L. Goodwin.

La ley que buscaba “introducir una nueva verdad matemática" fue aceptada inicialmente por un comité aunque finalmente rechazada.

Y se dice que no hay matemático con email que no haya recibido soluciones de cuadradores de círculos, duplicadores de cubos o trisectores de ángulos convencidos de haber encontrado la solución.

"Insisten por ese malentendido de lo que significa imposible", dice Richeson.

También porque "son fáciles de describir y jugar con ellos", por lo que lo intentan, creen que los han resuelto "y envían las soluciones a los matemáticos de las universidades".

"Está garantizado que habrá un error en alguna parte, ya sea matemático o con las reglas. Así que tal vez han encontrado una manera de resolver uno de estos problemas, pero no usando las reglas clásicas".

Euclides construyó todo un palacio de sabiduría, y fecundó más ideas, pues sus contemporáneos y las generaciones siguientes continuaron tratando de impulsar el conocimiento valiéndose, como él, únicamente de un compás y una regla.

En el caso de estos cuatro problemas, es posible que desde la Grecia clásica se sospechara que no eran viables, pero intentarlo fue muy enriquecedor.

sábado, 16 de diciembre de 2023

Cómo el cerebro humano se "reconfigura" a partir de los 40 años (y cómo mantenerlo saludable a esa edad)

Cerebro que despixela

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El cerebro humano sufre una radical configuración a partir de los 40 años.

Mientras envejece, el ser humano va perdiendo capacidades físicas de manera más o menos gradual.

Especialmente entre los 40 y los 50 años (lo que los médicos llaman la quinta década) en varios órganos de nuestro cuerpo comienza un proceso de deterioro: se pierde masa muscular, la visión se vuelve menos aguda, las articulaciones comienzan a fallar, por ejemplo.

Pero en el cerebro ocurre algo distinto.

Más que un proceso de deterioro progresivo, lo que ocurre es una especie de reconfiguración de su “cableado” interno.

Esa es una de las conclusiones a la que ha llegado el equipo de investigadores de la Universidad de Monash en Australia, tras analizar más de 150 estudios sobre cómo envejece nuestro cuerpo y, especialmente, nuestro cerebro.

“El cerebro, aunque apenas representa el 2% de nuestro cuerpo, consume el 20% de la glucosa que entra a nuestro organismo. Pero con la edad va perdiendo esa capacidad de absorber ese nutriente”, le explica a BBC Mundo la neurocientífica Sharna Jamadar, de la Universidad de Monash.

“Lo que hace el cerebro es una especie de reingeniería de sus sistemas para poder aprovechar de la mejor manera los nutrientes que ahora puede absorber”.

De acuerdo a los científicos, este proceso es “radical” y da como resultado que distintas redes neuronales se vuelvan más integradas en los siguientes años, con efectos en el proceso cognitivo.

Cerebro

Cerebro

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La reconfiguración hace que el cerebro pierda habilidades con el fin de optimizar sus funciones más básicas.


Sin embargo, lo que sorprendió a los investigadores es que en algunos de los casos estudiados, este “recableado” logró crear una especie de resistencia al envejecimiento del cerebro.

“Lo importante es conocer estos procesos que ocurren dentro de nuestra mente que pueden ayudarnos a comprender cómo podemos retrasar el envejecimiento del cerebro”, dice Jamadar.

Una reconfiguración

Uno de los principales logros de los neurocientíficos en las últimas décadas ha sido descifrar en cierta medida cómo funciona el cerebro.

La principal conclusión a la que han llegado es que nuestro cerebro está compuesto por una compleja red de unidades que a su vez están divididas en regiones, subregiones y, en algunos casos, neuronas individuales.

Teniendo esto en cuenta, durante nuestro crecimiento y juventud esa red y esas unidades están en un proceso de alta conectividad, que se ve reflejado, por ejemplo, en el aprendizaje de temas específicos”, señala la neurocientífica.

Hay funciones del cerebro que podrían mejorar con el envejecimiento.
 
Dos señoras jugando cartas

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Por eso en esos años se nos facilita el aprendizaje de deportes especializados o un idioma nuevo y, en general, el desarrollo de nuestras habilidades.

Sin embargo, de acuerdo al análisis hecho por el equipo de la Universidad de Monash, liderado por el doctor Hamish Deery, una vez llegamos a la década de los 40 esos circuitos cambian radicalmente.

Esto da como resultado un pensamiento menos flexible, una menor inhibición de la respuesta y un razonamiento verbal y numérico reducido”, explica Jamadar.

“Estos cambios se ven en las personas durante esta llamada quinta década, que coincide con los hallazgos de que los cambios de la conectividad de estas redes alcanzan su punto máximo cuando pasas de los 40 años a los 50”, añade.

Esto se debe a que los circuitos se conectan más con las redes que manejan los temas generales y no los específicos, como ocurren en los años previos.

“Es como que antes de los 40, los circuitos van por las unidades del cerebro conectando con redes muy sofisticadas. Después de los 40, lo que vemos es que los circuitos se conectan con todos los circuitos, casi sin discriminación”, anota.

Resistencia al envejecimiento

Pero, según señala la científica, lo que también mostró el estudio es que esos cambios radicales terminan ayudando a resistir el paso del tiempo en el cerebro de algunos de los casos estudiados en las distintas investigaciones.

“Lo importante de este hallazgo es que nos da herramientas para comenzar a investigar cómo se logra esta resistencia, que es fundamental para encontrar una solución al envejecimiento del cerebro”, señala la investigadora.

Ejercicios mentales como los crucigramas pueden ayudar a mejorar la salud del cerebro.
 
Crucigramas.

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En ese sentido uno de los aspectos que llamó la atención es que las tareas que dependen de procesos automáticos, o muy repetidos y practicados durante la vida, se ven menos afectados o incluso pueden mejorar.

“Temas como el lenguaje o temas que aprendemos de forma general, que nos sirven en nuestra vida diaria, pueden incluso mejorar con los años”, señala la investigación.

Al ser la optimización de los nutrientes una de las razones del cambio radical en el “cableado” del cerebro, la principal recomendación para mantener un cerebro saludable a la vez que envejecemos es mantener una dieta saludable y hacer ejercicio.

En ese sentido se recomienda el consumo de alimentos como las nueces, el aguacate y los vegetales.

“El cerebro va a consumir menos glucosa y lo va a hacer de forma menos efectiva, por lo que los alimentos que se consuman van a tener un efecto inmediato en la salud de nuestro cerebro”, indica la científica.

Por eso también se recomienda realizar ejercicios mentales como crucigramas y otros juegos de memoria que mantengan activas a esas redes que ya no van a estar tan conectadas entre sí.

Por qué es vital mantener la salud de tus huesos y cómo reducir la pérdida de densidad ósea con el paso de los años

Mujer en el gimnasio

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Levantar peso es fundamental para mantener la salud ósea.

Así como nuestros músculos pierden fuerza a medida que vamos envejeciendo, lo mismo ocurre con nuestros huesos.

Esto puede tener un efecto grave en nuestro estilo de vida, y aumenta el riesgo de fractura, que está vinculado a un aumento del riesgo de muerte.

Afortunadamente, así como podemos aumentar la fuerza en nuestros músculos, también podemos desarrollar fuerza en nuestros huesos.

Los huesos son mucho más que un simple andamio dentro de nuestro cuerpo. El hueso es un órgano complejo que viene en múltiples formas y tamaños.

Está conformado por una mezcla diversa de componentes orgánicos e inorgánicos, como colágeno y calcio.

Combinados, estos componentes crean una estructura lo suficientemente maleable como para que los músculos puedan tirar de ella para que podamos movernos, y al mismo tiempo son lo suficientemente fuertes como para proteger órganos críticos.

El hueso no es la estructura sólida, inamovible y permanente que muchos podrían suponer que es. El hueso vivo y sano permanece fuerte porque se renueva constantemente (el viejo hueso y dañado se va reemplazando con hueso fresco).

Este control de calidad interno hace que nuestro esqueleto sea reemplazado aproximadamente cada diez años en personas sanas, aunque esto ocurre más lentamente en personas mayores o enfermas.

Variedad de células
Ciertas condiciones de salud pueden provocar pérdida ósea excesiva, como el cáncer o los cambios hormonales durante la menopausia.

A diferencia de muchos otros tejidos, como el cartílago, los tendones y los músculos -donde no hay muchas células diferentes- el hueso está compuesto de una multitud de células distintas.
 Mujer 
Mujer

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Los huesos en una persona sana se renuevan constantemente.


Estas incluyen células óseas, inmunitarias, grasas y sanguíneas, por nombrar unas pocas.

La acción combinada de estos tipos de células ayudan a nuestro cuerpo a mantener un volumen óseo adecuado a lo largo de nuestra vida, como para que podamos continuar siendo activos.

Las células óseas especializadas (llamadas osteoblastos y osteoclastos) modifican nuestros huesos para reparar el daño y aumentan el volumen dependiendo de las exigencias que se le imponen.

Por lo tanto un jugador de tenis que saca repetidamente con el mismo brazo, tendrá un volumen óseo mayor en ese brazo como resultado.

Cómo cuidar tus huesos
Mantener el volumen óseo a lo largo de la vida es esencial para mantener la salud y bienestar.

La pérdida repentina de la mobilidad como resultado de una fractura tiene un efecto dominó en nuestro estilo de vida, en donde ir de compras, visitar amigos o incluso cumplir con las tareas diarias mínimas en la casa puede volverse doloroso.

La densidad ósea (fuerza) puede preservarse sin importar la edad con una buena dieta y ejercicio.

Se recomienda una dieta equilibrada rica en calcio (un mineral crucial dentro de tus huesos). Trata de consumir 700 mg por día.

Leche, yogurt y queso son todas grandes fuentes de calcio. Si eres vegano, alimentos como tofu, frijoles y lentejas contienen calcio.

Es posible que necesites tomar un suplemente si no puedes consumir la cantidad recomedada en tu dieta.

 Granos 
Granos

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Los frijoles y las lentejas son buenas fuentes de calcio.


Otro dato importante es que nuestro cuerpo necesita vitamina D para absorber completamente el calcio, con lo cual pasar tiempo al aire libre es clave para que nuestra piel fabrique vitamina D cuando se expone al sol. Trata de exponerte al sol hasta diez minutos, dos veces por día.

En el invierno, cuando tiende a haber menos luz solar, considera tomar un suplemento de vitamina D.

El ejercicio es otra forma de mantener tus huesos fuertes, en particular los ejercicios de levantamiento de pesas.

Caminar y subir las escaleras son buenas opciones para empezar si no ejercitas con regularidad. Pero actividades más rigurosas como saltar a la soga o entrenamiento de pesas son mejores, ya que estimulan el crecimiento óseo.

Esto es porque los músculos tiran con fuerza del hueso al que están adheridos, estimulando el crecimiento.

Cualquier persona de cualquier edad puede hacer ejercicios de este tipo.

Si no estás acostumbrado a hacer ejercicio, empieza subiendo las escalereas.

Solo debes asegurarte de adaptar el ejercicio a tu nivel de estado físico y habilidad.

También se recomienda gradualmente aumentar la cantidad de ejercicio para evitar lesionarte.

Reducir los contaminantes en tu cuerpo (como el cigarrillo y el alcohol) también le dará a tus células óseas la oportunidad de funcionar adecuadamente durante tu vida.

Si te preocupa qué tan fuertes son tus huesos -o si tienes una condición de salud que puede hacer que disminuya tu densidad mineral ósea (como celiaquía, enfermedad inflamatoria intestinal, diabetes o cáncer)- siempre puedes consultar con tu médico.

Este te podrá dar una recomendación personalizada sobre la mejor forma de cuidar tus huesos.

*James Edwards es profesor asociado del Grupo de Regeneración y Envejecimiento Esquelético de Oxford, Universidad de Oxford, Reino Unido

*Este artículo fue publicado en The Conversation y reproducido aquí bajo la licencia Creative Commons.