domingo, 4 de febrero de 2024

¿Qué es lo que funciona para el dolor de espalda?: las recomendaciones del primer manual de la OMS sobre el tema

Persona con dolores lumbares.

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Alrededor de 619 millones de personas sufrieron de dolor de espalda en 2020.

El dolor de espalda, más concretamente el dolor en la región lumbar, es uno de los problemas de salud que sorprende por el alto número de personas afectadas y lo poco que solemos conocer sobre el impacto significativo que tiene en la vida cotidiana.

Si nunca lo has padecido, lo más probable es que lo experimentes algún día.

Para que te hagas una idea, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que la lumbalgia es la principal causa de discapacidad en el planeta, limitando las actividades laborales y de ocio rutinarias que puedan hacer las personas que lo la padecen.

En 2020, aproximadamente 1 de cada 13 personas (más de 600 millones de individuos) sufrió al menos una vez este problema, lo que representó un aumento del 60% en comparación con 1990.

Y la OMS prevé que estas cifras sigan aumentan|do en las próximas décadas hasta afectar a unas 840 millones de personas en 2050.
Persona recibiendo un masaje.

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La organización señala que este problema de salud tiene repercusiones y costes para el individuo y para la sociedad en su conjunto, y por ello lanzó en diciembre de 2023 la primera directriz para orientar el tratamiento de la lumbalgia crónica (cuando las molestias duran más de tres meses seguidos).

El documento está firmado por varios expertos de todo el mundo, que han evaluado las pruebas científicas disponibles para determinar lo que realmente funciona -y lo que está contraindicado- a la hora de tratar este problema.

En cuanto a las prácticas recomendadas por los expertos, hay una mezcla entre cuidados más generales y permanentes, como programas de educación, sesiones con un psicólogo y ejercicio, hasta terapias puntuales para conseguir un alivio inmediato, como sencillos remedios antiinflamatorios y masajes.

Lo que funciona

Según las directrices de la OMS, los tratamientos para la lumbalgia que cuentan con cierto grado de evidencia positiva -en los que los beneficios superan a los riesgos- son:

Educación/asesoramiento estructurado y estandarizado

Programa estructurado de ejercicio físico

Acupuntura y otros métodos terapéuticos de punción

Terapia de manipulación espinal (un tipo de masaje)

Masaje

Terapia conductual operante (un tipo de psicoterapia)

Terapia cognitivo-conductual (un tipo de psicoterapia)

Medicamentos antiinflamatorios simples (como el ibuprofeno y el diclofenaco)

Preparados tópicos (aplicados sobre la piel) a base de pimienta de cayena (Capsicum annuum)

Atención biopsicosocial integral

Lo que no funciona

La directriz de la OMS también menciona los tratamientos que los investigadores consultados consideran desfavorables, es decir, que no están indicados para el dolor lumbar en general, porque los riesgos superan a los beneficios:

Tracción (equipos y técnicas que prometen aliviar la presión y el dolor en la columna vertebral)

Ultrasonidos terapéuticos

Neuroestimulación eléctrica transcutánea (TENS)

Cinturones y soportes lumbares

Fármacos de la clase opiácea

Antidepresivos de la clase de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina

Antidepresivos tricíclicos

Fármacos anticonvulsivantes

Relajantes del músculo esquelético

Fármacos de la clase de los corticoides

Anestésicos inyectables

Garra del diablo (Harpagophytum procumbens)/Medicamento a base de plantas

Sauces (Salix spp.)/Medicamento a base de plantas

Pérdida de peso promovida específicamente por fármacos contra la obesidad
Persona con un par de comprimidos y un vaso de agua.

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Persona con un par de comprimidos y un vaso de agua.

Algunos medicamentos, como el paracetamol, no tienen suficientes estudios para ser recomendados (o no) en el tratamiento de la lumbalgia.

Tratamientos sin estudios concluyentes

La lista de la OMS también destaca aquellas terapias de las que no hay suficientes pruebas científicas para saber con certeza si funcionan o no.

Según los autores del documento, es necesario esperar a nuevas investigaciones para saber más sobre estas opciones antes de incluirlas (o no) en la lista de tratamientos. Esta lista incluye:

Terapia conductual reactiva (un tipo de psicoterapia)

Terapia cognitiva (un tipo de psicoterapia)

Prácticas de atención plena y reducción del estrés

Paracetamol

Medicamentos de la clase de las benzodiacepinas

Preparados a base de cannabis

Preparados tópicos a base de árnica (Solidago chilensis)

Jengibre (Zingiber officinale)/Un medicamento a base de plantas

Preparados tópicos a base de lirio blanco (Lilium candidum)

Compresas tópicas con diferentes hierbas y fitoterápicos

Control del peso corporal mediante intervenciones no farmacológicas

En la guía, sólo un recurso terapéutico se consideró como una buena práctica, a pesar de la falta de estudios específicos sobre el tema: utilizar dispositivos que ayuden a la movilidad de las personas con dolor de espalda.

En específico se refiere a que, en momentos de crisis, puede ser necesario utilizar dispositivos que faciliten la locomoción y eviten accidentes, como barras de apoyo, bastones o muletas, por ejemplo.

También cabe destacar que el documento se ha elaborado sobre la base de cuatro principios fundamentales: tratamiento centrado en el paciente, equidad en el acceso, asistencia no estigmatizadora ni discriminatoria, y asistencia sanitaria coordinada e integrada.

Todo empieza con un buen diagnóstico

El doctor Marco Antonio Araújo da Rocha Loures, presidente de la Sociedad Brasileña de Reumatología, señala que el dolor de espalda puede tener un origen variado.

"La mayoría de las veces está relacionado con cuestiones posturales, la postura adoptada durante la jornada laboral e incluso factores psicológicos", dice el reumatólogo.

"Pero también puede ser que este dolor de espalda, en algunos casos, sea un signo de cáncer o de metástasis", añade.

La metástasis que menciona el médico significa la propagación de células cancerosas desde su origen a otras partes del cuerpo. Los huesos -especialmente las vértebras de la columna- suelen ser el lugar secundario donde van a parar y proliferan estas unidades enfermas.

Para hacer un diagnóstico adecuado, es importante acudir al médico si el dolor no desaparece al cabo de unos días.

El cirujano ortopédico y de columna Luciano Miller, del Hospital Israelita Albert Einstein de Sao Paulo, explica que la evaluación inicial debe tener lugar en la consulta del médico, y que las pruebas de imagen más elaboradas (como la tomografía computarizada y la resonancia magnética) sólo son necesarias para confirmar las sospechas en el diagnóstico o encontrar respuestas a casos complejos.

"Y también tenemos algunas señales de alerta, que indican si la dolencia podría ser más grave, como la pérdida de peso asociada a la lumbalgia, debilidad u hormigueo en una o ambas piernas, dolor que no mejora después de uno, dos o tres meses, pacientes con antecedentes de cáncer o cuando las molestias afectan a niños y ancianos", enumera.

Personas haciendo yoga. 

Personas haciendo yoga.

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Los cambios en la vida cotidiana a favor de una buena salud, como hacer ejercicio, son los que garantizan que el dolor no vuelva a aparecer al cabo de un tiempo.

Los expertos entrevistados por BBC News Brasil señalan también que, aunque la directriz presentada por la OMS sirva de guía y ayude a estandarizar los tratamientos para la lumbalgia crónica primaria (cuando la molestia no está causada por ninguna otra enfermedad específica), cada paciente debe ser atendido según sus propias particularidades.

Cuando el dolor de espalda de un individuo está relacionado con factores emocionales, por ejemplo, puede ser necesario someterse a una evaluación psiquiátrica e incluso utilizar ciertos fármacos antidepresivos (aunque no están directamente indicados para aliviar el dolor de espalda, según la OMS).

Por último, los médicos subrayan que no existe una fórmula mágica capaz de desatar de una vez por todas todos los nudos de una espalda: la medicación puede incluso suponer un alivio momentáneo, pero son los cambios en la vida cotidiana a favor de una buena salud los que garantizarán que el dolor no vuelva a aparecer al cabo de un tiempo.

"Un estilo de vida inadecuado, que implica sedentarismo, estrés e incluso tabaquismo, es el factor que con más frecuencia hace que la gente acuda al médico quejándose de dolor lumbar", dice Miller.

"Y no podemos limitarnos a tratar ese problema puntual. Tenemos que pensar en la prevención, que implica cuidar la postura y la ergonomía, seguir una dieta sana, adoptar una rutina de ejercicio físico que estire y fortalezca los músculos y cuidar la salud mental", concluye Rocha Loures.

La artritis no es inevitable. Te decimos cómo prevenirla al envejecer.

Resignarte a no hacer ejercicios o a vivir con dolor de rodillas después de los 50 años es un malentendido, según los expertos.

P: ¿Qué podemos hacer para evitar padecer artritis en la edad adulta?
R: Lo que antes era un circuito fácil de correr ahora quizá se sienta más difícil de terminar. O tal vez un partido desafiante de tenis te deje dolores de cadera o tobillo durante varios días.

El dolor, la rigidez o la inflamación en las articulaciones son una queja común entre los adultos mayores y, para muchos, son la primera señal de lo que parece ser un diagnóstico inevitable: la artritis.

En una encuesta reciente a más de 2200 personas cuya edad oscila entre los 50 y los 80 años en Estados Unidos, el 60 por ciento dijo que un profesional de la salud les había dicho que tenían alguna forma de artritis. Y alrededor de tres cuartas partes consideraban que el dolor articular y la artritis eran una parte normal del envejecimiento.

Pero no es imposible evitar la artritis al envejecer, afirmó Kelli Dominick Allen, fisióloga del ejercicio en la Escuela de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte.

“A veces, las personas empiezan a sentir dolor en las articulaciones y no hacen nada al respecto porque piensan que a todos les da artritis cuando llegan a cierta edad”, comentó Allen. “No deberíamos pensar en la artritis como algo que solo tenemos que sobrellevar de manera pasiva”.

Artritis es un término general para referirse a más de 100 tipos de enfermedades articulares inflamatorias, cada una de las cuales puede surgir por distintos motivos. Muchas de esas causas no tienen casi nada que ver con la edad, sostuvo Allen.

Sin embargo, es un poco más probable que una forma de enfermedad degenerativa articular, conocida como osteoartritis, ocurra conforme una persona envejece, indicó Wayne McCormick, médico geriatra en la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington. “En esencia, se trata de articulaciones desgastadas”, explicó.

Por lo general, la osteoartritis se manifiesta entre personas mayores de 50 años, sobre todo en mujeres, puntualizó Allen.

Los científicos no saben con exactitud por qué algunas personas son más susceptibles que otras de padecer inflamación y dolor en las articulaciones con la edad. Pero un 12 por ciento de los casos de osteoartritis son resultado de lesiones articulares, como desgarres de meniscos o ligamentos, que sucedieron en la juventud.

La artritis también es más común entre personas que padecen o tienen antecedentes familiares de alguna enfermedad crónica, como obesidad, cardiopatías o diabetes.

Algunas personas quizá sientan que el dolor articular limita sus actividades a medida que envejecen. Pero puede que otras, cuyas radiografías tal vez muestran articulaciones bastante desgastadas, no sientan nada de dolor, mencionó McCormick. Por lo tanto, agregó, “cada persona debe desarrollar su propio plan para mantenerse saludable y funcional con ayuda de su médico”.

Allen dijo que, para la mayoría de las personas, la tarea de prevenir la artritis en una etapa más avanzada de vida debería comenzar muchos años antes de que se vuelva una preocupación, con medidas para evitar lesiones articulares al practicar deportes o hacer ejercicio y procesos de recuperación adecuados cuando estas ocurran.

Para quienes no corren el riesgo de desarrollar lesiones deportivas, mantenerse activos físicamente y procurar tener un peso saludable puede ayudar a prevenir el desgaste de las articulaciones y reducir el dolor si surge la artritis más adelante, recomendó Allen.

Por ejemplo, en una revisión de 44 ensayos clínicos realizada en 2015, los investigadores descubrieron que en los participantes que se ejercitaban con frecuencia se reducía el dolor de rodilla relacionado con la osteoartritis, además de que mejoraron sus funciones físicas y su calidad de vida.

“De hecho, sí es benéfico el ejercicio de bajo impacto, como pedalear en una bicicleta estática en la que tus rodillas, caderas y articulaciones no reciben tanto impacto”, señaló McCormick. Fortalecer músculos como los cuádriceps y los isquiotibiales es útil para dar más apoyo a las articulaciones, agregó.

Además del ejercicio regular, las rodilleras o tobilleras de apoyo, los analgésicos de venta libre como el ibuprofeno o el paracetamol y las inyecciones de esteroides en una articulación problemática pueden ayudar a aliviar el dolor articular en distintos niveles, dijo McCormick.

No todas las opciones funcionan para todas las personas, añadió, así que es importante explorar y encontrar lo que a ti te ayuda a mantenerte activo.
 
Asimismo, los suplementos nutricionales como la glucosamina y el sulfato de condroitina —o los remedios herbales como la boswelia (un extracto hecho a partir de la corteza del árbol boswelia)— podrían ayudar a aliviar ciertos síntomas en algunas personas. Pero, según Allen, no hay mucha evidencia científica que respalde su uso.

“Ha habido bastantes ensayos clínicos, pero las pruebas de sus efectos son muy irregulares”, afirmó.

Sin embargo, McCormick dijo que, en su experiencia, es “en extremo inusual que estos suplementos sean dañinos”, así que quizá valga la pena probarlos o dejar de tomarlos si no parecen ayudarte.

A fin de cuentas, Allen sostuvo que encontrar formas de llevar un estilo de vida activo, saludable y libre de dolor es la mejor manera de reducir el riesgo de desarrollar artritis en la vejez.

Según Allen, muchas de las medidas que reducen el riesgo de padecer otras afecciones crónicas, como la diabetes o alguna cardiopatía, también “son herramientas muy poderosas” para disminuir el riesgo de padecer enfermedades articulares relacionadas con la edad.

“Alguien que intenta mantener un estilo de vida saludable ya está haciendo lo más importante para reducir el riesgo de padecer artritis”, concluyó.
Jyoti Madhusoodanan es una periodista independiente radicada en Portland, Oregón.

sábado, 3 de febrero de 2024

_- Manual para criar a jóvenes lectores.

_- Un niño lee un libro en el patio de su casa.
GIANLUCA BATTISTa
Los expertos subrayan el papel fundamental de familias y docentes para contagiar y fomentar la pasión por los libros, que crece en la infancia, pero decae a partir de los 18 años

La pasión del padre es estafar. La de la madre, el bingo. Todo mucho más fascinante, por supuesto, que pasar un rato con su hija. No queda sitio para Matilda entre las prioridades de la familia. Ni mucho menos para la gran pasión de la niña: la lectura. Si acaso, tantos libros solo merecen un castigo. Menuda pérdida de tiempo. Por suerte, tales progenitores son un invento de las páginas escritas. En concreto, de la obra maestra de Roald Dahl de 1988. Y, en la trama, no logran sabotear el vínculo de Matilda con las historias. Sin embargo, en la vida real el epílogo sería distinto. Hace tiempo que se celebra el auge de la literatura infantil y juvenil. Y los estudios detectan un aumento constante de pequeños lectores. Todos los expertos entrevistados coinciden en el papel fundamental del hogar y la escuela. Es decir, de los adultos. ¿Aliados de la lectura? ¿Enemigos? O quizás ambos a la vez. El asunto está lleno de grises y preguntas abiertas. Como en las mejores novelas.

Los adolescentes leen más que los adultos que los miran con prejuicios El propio punto de partida puede cuestionarse: ¿es leer en la infancia positivo de por sí? “Se asocia a un mayor rendimiento y éxito académicos; no obstante, hemos de promocionar y reivindicar la lectura también por el simple placer que ofrece. Un niño que lee imagina mejor”, apunta Paula Rivera Jurado, profesora del departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura en la Universidad de Cádiz. “Aumenta la empatía, la creatividad y mejora las habilidades sociales, además de la comprensión lectora, la plasticidad cerebral...”, añade Xavier Mínguez López, desde el departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura en la Universitat de València.

Detalle de la portada de 'Gato y Pez', de Joan Grant y Neil Curtis, editado en español por Libros del Zorro Rojo.

El 83,7% de la población entre seis y nueve años (y el 78% entre 10 y 14 años) lee libros en su tiempo libre de forma voluntaria, según el reciente anuario de la editorial SM, que detecta cómo sigue creciendo la tasa también entre adolescentes, gracias al cómic entre otras razones. Y cifras parecidas, incluso más elevadas, arrojó ayer miércoles el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España 2023, que publica la Federación de Gremios de Editores. “Es complicado encontrar a algún niño o niña al que no le gusten los cuentos, los libros, las historias, leídas o inventadas”, reflexiona María Carreño López, profesora de Literatura Infantil en la Universidad de Granada. Ella misma cita algunos de sus favoritos: ¡De aquí no pasa nadie!, de Isabel Minhós Martins y Bernando P. Carvalho (Takatuka); Gato y pez, de Joan Grant y Neil Curtis (Libros del Zorro Rojo), el propio Dahl, Pippi Calzaslargas o Konrad o el niño que salió de una lata de conservas, de Christine Nöstlinger (Loqueleo).

Pero el informe de SM, igual que los publicados periódicamente por el Ministerio de Cultura, muestra a la vez la otra cara de la moneda: a partir de los 18 crece la desafección, que se prolonga a lo largo de toda la vida. Tanto es así que el porcentaje lector general, en España, se coloca en torno al 65% Al crecer, un núcleo duro mantiene su idilio con los libros; otros pasan a un romance más esporádico, seducidos por otros entretenidos amantes; y unos cuantos directamente se separan y olvidan. Así que tan prometedora siembra no parece dar frutos muy maduros.

Detalle de la portada de 'Matilda', de Roald Dahl, ilustrado por Quentin Blake, editado por Alfaguara

 “Muchos se quejan de las lecturas imperativas, ya que no encuentran ningún vínculo emocional con ellas. El problema es que tal vez no se haya creado un hábito lector durante la educación obligatoria, sino el hábito de leer para aprobar. Si nos hemos limitado a lo que nos mandan, no encontraremos motivación para seguir”, sostiene Mínguez López. Por eso, algunos expertos reclaman la inclusión en los currículos de obras más cercanas al gusto y los intereses de la clase, junto con los clásicos considerados imprescindibles. Y Luis Arizaleta Comajuan ha coordinado un reciente manifiesto, firmado por varios Premios Nacionales de Literatura Infantil y Juvenil entre otros, a favor de la Educación Literaria. “Cuando Primaria y Secundaria se orientan a crear comunidades de lectores, resultan fundamentales para generar aficiones duraderas. Cuando se centran en la reproducción de conocimientos, ahogan la emoción, la motivación y el deseo comunicativo”, alerta por correo electrónico.

Otra reivindicación, por tanto, apunta a que la promoción lectora empape la educación, en todos los sentidos. “Si estamos hablando de dinosaurios, tener libros de dinosaurios en la biblioteca; si vamos a hacer una excursión, tener libros sobre el lugar que vamos a visitar”, lo resume Mínguez López. “En Educación Infantil y Primaria sí existe una formación específica sobre literatura infantil y juvenil. Insuficiente casi siempre, pero no ausente como con el profesorado de niveles superiores. Está más vinculado al voluntarismo de los docentes”, denuncia Carreño López, que ha investigado este aspecto en varios proyectos.
 
Una niña de 11 años lee un libro con su madre en su casa.
JAIME VILLANUEVA

Nadie duda de que un maestro o un hogar con pasión lectora favorezcan el contagio. Al revés, los estudiosos lo ven como el pilar más importante. Pero a menudo no vale con la intención. Dedicación, escucha, buena selección y formación se repiten entre los ingredientes necesarios para padres y docentes que quieran acercar a los libros. Leer cada día con ellos, interesarse por sus obras favoritas, financiar su biblioteca, debatir sobre todo ello: muy recomendable. Los entrevistados sugieren obras de Pilar Mateos, María José Ferrada, Daniel Nesquens, Paula Merlán, Pep Bruno, María Teresa Andruetto, Juan Kruz Igerabide o el recién fallecido Hematocrítico  como garantías de entusiasmo lector. Y en la mayoría de casas la lección parece aprendida: en el 76,3 % de los hogares con menores de seis años los padres leen a sus hijos, según el barómetro publicado ayer miércoles. Sin embargo, el problema puede ser otro: no cómo ni qué, sino cuándo.

Las familias pasaron de dedicar 3 horas y 23 minutos a la semana a leer con sus pequeños en 2021 a 2 horas y 48 minutos en 2022, en cifras sobre el impacto de la covid-19 publicadas por el Ministerio de Cultura. He aquí un argumento a favor del teletrabajo. Y una noticia positiva, en el fondo, según Carreño López: “Demuestra que cuando disponemos de tiempo que compartir consideramos la lectura una actividad lúdica, un pasatiempo válido y deseado. A veces más que por qué se deja de leer a determinada edad, poniendo el foco en la escuela o la familia, deberíamos pensar en qué ritmos de vida tenemos”. La propia profesora añade otras variables: mayores ingresos y estudios universitarios disparan la afición lectora. Dicho de otra forma, quien vive mejor tiene más margen para los libros. Entre el resto, algunos ni estarán interesados. Pero quizás haya quien quiera y no pueda.

La oferta, desde luego, no parece un obstáculo. El anuario de SM calcula unos 9.000 títulos de Literatura Infantil y Juvenil publicados en España en 2021. Álbumes dibujados como El muro en mitad del libro, de Jon Agee (La casita roja), e incluso sin texto, como La ola, de Suzy Lee (Barbara Fiore); sagas fantásticas como El juego de Ender, Divergente, La guerra de las brujas o el eterno Harry Potter; clásicos ilustrados superventas venidos de TikTok. Hay obras para todos los gustos. Aunque alguna de las fuentes avisa de cierta “disneización” y de un exceso de publicaciones más centradas en una finalidad —”libros para” dejar el pañal, combatir el acoso, superar una mudanza…— que en el valor literario. “Es controvertido establecer cómo medir la calidad. Podríamos decir que en parte está en la capacidad de un texto para sostener contradicciones internas”, apunta Carreño López. Lo cual, a la vez, responde al prejuicio que en ocasiones acompaña a este sector: cierto menosprecio, la etiqueta de literatura menor. Y eso que de ella depende también su hermana mayor y más prestigiosa. Si un nuevo lector nace se decide aquí, en estos libros. A ver a quién le parece poco.
 

Doble página de 'La ola', de Suzy Lee, editado por Barbara Fiore. BABELIA.

https://elpais.com/cultura/2024-02-01/manual-para-criar-a-jovenes-lectores.html

Las dos semanas surrealistas que Einstein pasó en España. El físico alemán visitó Barcelona, Zaragoza y Madrid en 1923 entre aplausos e incomprensión.

Cuando Albert Einstein visitó Madrid, en 1923, una vendedora de castañas lo reconoció por la calle y le gritó “¡Viva el inventor del automóvil!”. La surrealista anécdota la recuerda el historiador estadounidense Thomas Glick e ilustra a la perfección el viaje del físico alemán a España, entre febrero y marzo de 1923. Einstein impartió conferencias en Barcelona, Zaragoza y Madrid y durante dos semanas fue el protagonista de la vida social española. Todo el mundo sabía quién era, aunque apenas un puñado de personas entendía qué había descubierto aquel sabio que “por el desgaire simpático de su traza y por su hermosa cabeza de revueltos cabellos grises, más que un pensador germano parece un artista latino”, según publicó entonces El Heraldo de Aragón.

Einstein llegó en tren a Barcelona procedente de Francia el 21 de febrero. El año anterior había recibido el premio Nobel por la ley del efecto fotoeléctrico. Y, en 1919, una expedición británica a África había demostrado que su revolucionaria teoría de la relatividad general era cierta. Era una celebridad mundial. Pero nadie fue a recibirle a la estación en Barcelona. Al físico se le olvidó avisar de en qué tren llegaba, así que caminó con su mujer hacia una humilde pensión y allí se quedó, según cuenta Glick en su imprescindible libro Einstein y los españoles. Ciencia y sociedad en la España de entreguerras.

El científico alemán llegaba a España invitado por el físico Esteve Terradas y el matemático Julio Rey Pastor. Terradas le había ofrecido 7.000 pesetas por las charlas de Barcelona y Madrid, una cantidad equivalente a dos años de salario de un profesor universitario, pero a Einstein “no le preocupaba la retribución por sus conferencias y libros”, según el físico Hanoch Gutfreund, antiguo presidente de la Universidad Hebrea de Jerusalén y uno de los mayores expertos mundiales en la figura de padre de la teoría de la relatividad.

“Fue a España porque prometió hacerlo cuando recibió la primera invitación de Rey Pastor en 1921. No pudo hacerlo entonces y le vino bien hacerlo cuando lo hizo. Salió de Alemania después del asesinato del ministro de Exteriores Walter Rathenau a manos de activistas de ultraderecha. Einstein también era un objetivo, así que le convenía desaparecer un tiempo”, sostiene Gutfreund. El físico alemán, de origen judío como el ministro, inició un largo viaje a Japón, Palestina y, finalmente, a España.

Los españoles recibieron a Einstein como a un héroe, sin entender muy bien por qué, como la vendedora de castañas. Así lo resumió el escritor Julio Camba en el periódico El Sol, el 6 de marzo de 1923: “Al presentarse ante el público que llenaba el aula de la Facultad de Ciencias, el Sr. Einstein fue acogido con una salva de aplausos. Indudablemente, todos los allí reunidos le admirábamos mucho; pero si alguien nos pregunta por qué le admirábamos nos pondrá en un apuro bastante serio”.

El periodista Joan Colominas fue todavía más autodespreciativo en el diario El Pueblo del 2 de marzo, como recuerda Glick. “Hemos de confesar que muchos de los concurrentes sacaron de las explicaciones del conferenciante lo que el negro del sermón, como lo demostraba el aspecto del cansancio que sorprendimos en gran número de caras conocidas, y los suspiros de liberación que exhalaron muchos pechos al oír las palabras finales”, escribió Colominas, echando mano de una metáfora racista y habitual en la época.

Einstein trató de explicar su teoría de la relatividad general, que sostiene que el espacio-tiempo se dispone como una lámina de goma curvada por objetos masivos como el Sol. Cualquier cosa en las proximidades de un cuerpo masivo es atraída hacia él. La materia le dice al espacio-tiempo cómo curvarse, y ese espacio curvo le dice a la materia cómo moverse, según resumió mucho después el físico estadounidense John Archibald Wheeler.

El filósofo Joaquim Xirau Palau estuvo presente en las conferencias en Barcelona. “Del centenar de los concurrentes debía de haber cuatro o cinco que las siguieron perfectamente, quizás una docena adivinarían algo a base de esfuerzos” y el resto no entendía nada, dejó escrito.

El mundo de Einstein era tan abstruso que la prensa nacional se dedicó a glosar cualquier movimiento relacionado con el físico alemán, salvo sus teorías científicas. El 15 de marzo, El Heraldo de Aragón publicó esta anécdota de su visita a Zaragoza: “A los postres de la comida fueron sorprendidos con el obsequio de la visita de una rondalla. Dos baturricas jóvenes... cantaron y bailaron nuestro bravo y armonioso himno inmortal. Einstein... se emocionó profundamente y, abrazándola, besó en la frente a una de las cantadoras, con un gesto entre admirativo y paternal. Fue un momento interesantísimo, que Einstein quiso perpetuar, retratándose con la pequeña jotera en su regazo”.

El ABC del 2 de marzo describía así al sabio alemán: “La boca es sensual, muy encarnada, más bien grande; entre los labios se dibuja una sonrisa permanente, bondadosa o irónica. ¿Quién podría definirlo? Es alto (acaso tenga 1,75 metros)”.

“No creo que la visita de Einstein sirviera para europeizar la ciencia española. Su viaje no dejó huella. Y la Guerra Civil terminó de borrar su visita. Los franquistas no querían saber nada de Einstein, porque era pacifista y rojo separatista”, opina Glick.

La historiadora Ana Romero de Pablos, coautora del libro Einstein en España, coincide con su colega estadounidense. “La visita de Einstein no dejó ninguna línea de investigación en España, solo admiración”, resume. La investigadora, del Instituto de Filosofía del CSIC, ha estudiado el trato a la figura de Einstein en la prensa española de 1923, sobre todo en las viñetas periodísticas. “Nadie o casi nadie entendió a Einstein; pero las viñetas hicieron de él uno de sus protagonistas inmerso en la realidad cotidiana. Y esa conexión con lo popular fue el mejor marco para comunicar, celebrar y construir al héroe”, reflexiona Romero de Pablos.

El ilustrador Luis Bagaría dedicó muchas viñetas a Einstein en el diario El Sol. En una de ellas, un niño dialoga con su padre:
—Dime papá, ¿hay alguien más sabio que Einstein?
—Sí, hijo.
—¿Quién?
—El que le entiende.

En otra viñeta de Bagaría, se explica que “Einstein dice que no existen líneas rectas, todas son curvas”. En el dibujo, un hombre le grita a una mujer: “¡Ay qué curvas! ¡Viva Einstein!”.

El físico alemán abandonó Madrid, y España, el 11 de marzo de 1923. Se fue con “una sorprendente propuesta” que Glick detalla en Einstein y los españoles. El biólogo marino Odón de Buen presentó a Einstein en su última conferencia en el Ateneo de Madrid. Y aprovechó la ocasión para proponerle que encabezara una expedición hispanomexicana para estudiar el siguiente eclipse solar en México en septiembre de 1923. “Einstein permanecería durante un año a la cabeza del grupo de investigación, y como consecuencia España podría adquirir prestigio científico”, narra Glick. “Bulle, se agita generosa y esperanzada en España una generación de investigadores que tienen alma para emprender las mayores empresas científicas”, proclamó Odón de Buen ante Einstein. El físico alemán respondió el 8 de junio. Declinó amablemente la oferta.


Nota del autor del blog: 

Einstein dió una conferencia en Barcelona invitado por el sindicato anarquista CNT, y les preguntó por el significado de la siglas, y al responderle Confederación Nacional del Trabajo. les aconsejó que quitaran lo de nacional, pues el movimiento sindical obrero debería ser internacional,... Sin duda un buen consejo visto lo que estaba ocurriendo en Alemania con los partidos nacionalista y el fuerte sentimiento nacional. El atentado y asesinato del ministro de Exteriores Walter Rathenau, alemán de origen judío fue una consecuencia se ese sentimiento. Un gran ministro que gestionó políticas muy positivas para el país, a pesar de la difícil situación de la Alemania del momento. Pues la derrota alemana y el consiguiente tratado de Versalles supusieron enormes cargas impositivas, que el ministro logró en parte racionalizar para el bien de Alemania. Además, logró, al margen, un tratado con la URSS, muy ventajoso para los dos países, que supuso un respiro importante para ambos, el tratado de Rapallo de 1922.

viernes, 2 de febrero de 2024

De dónde viene y cómo se estimula la inteligencia de los "niños genios"

 Un niño estudiando.

La plasticidad cerebral está en su punto más activo en los primeros años de vida.


Author, André Biernath
Role,  BBC News Brasil

Seguro has conocido -en tu propia familia, en el barrio o en los programas de televisión- a niños que tienen habilidades extraordinarias y llamativas para su edad.

Algunos son excelentes en matemáticas, otros nacieron con una aptitud excepcional para tocar un instrumento musical.

También los hay que superan todas las expectativas en un deporte o dibujan cuadros con la habilidad de un maestro de las bellas artes.

Pero, ¿cuáles son los factores que influyen en la formación de un "pequeño genio"? ¿Es posible estimular la inteligencia -o al menos ciertas capacidades- desde una edad temprana?

Para encontrar respuestas a estas y otras preguntas, BBC News Brasil conversó con la doctora Magda Lahorgue Nunes, profesora de Neurología de la Pontificia Universidad Católica de Rio Grande do Sul (PUC-RS) e investigadora del Instituto del Cerebro (InsCer), en Porto Alegre.

La especialista, que también coordina el Departamento de Neurología de la Sociedad Brasileña de Pediatría, señala que el concepto de genio infantil ha sufrido una serie de transformaciones en los últimos años.

Hoy existen más formas de entender y evaluar la inteligencia en los primeros años de vida.

También advierte del riesgo de que ciertos dones y habilidades se conviertan en una carga, si se empieza a reconocer y exigir demasiado al niño por ellos.

Dónde nace la inteligencia

Nunes recuerda que, durante muchas décadas, el test de CI (cociente intelectual) fue la principal -si no la única- forma de medir la capacidad cognitiva de una persona.

Conviene decir aquí que el CI es un tipo de test que evalúa una serie de capacidades y que se aplica a cientos o miles de individuos de diferentes grupos de edad.

A partir de ahí, es posible definir un resultado medio para cada edad y destacar a aquellos que se desvían de la curva, es decir, que obtienen mejores o peores resultados en la prueba.

"Últimamente, hemos empezado a estudiar la genialidad en individuos que tienen capacidades creativas e innovadoras fuera de lo común", afirma.

"El test de CI sigue siendo una de las herramientas, pero la definición de esa genialidad se ha hecho más amplia y algo más ambigua".

Pero, ¿de dónde viene y cómo surge esta inteligencia fuera de lo común?

Una niña hace sus tareas. 
Una niña hace sus tareas.

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La base genética y un entono favorable son algunos de los elementos que explican la inteligencia.

Según la neuropediatra, las pruebas científicas más recientes sugieren que hay una serie de factores que, en conjunto, explican estos casos.

"Evidentemente, tiene que haber alguna base genética, aunque todavía no hemos encontrado genes específicos relacionados con este tema", señala.


"En segundo lugar, hay que tener en cuenta el entorno en el que se cría el niño, que repercute directamente en aspectos de su conducta y cognitivos", añade el neuropediatra.

En términos prácticos, si el individuo recibe estímulos intelectuales adecuados desde una edad temprana, esto ayuda a estimular el cerebro y ciertas capacidades.

"Un entorno favorable no tiene por qué estar lleno de juguetes caros. Lo más importante es crecer en un hogar donde el niño reciba estímulos, cuidados y cariño", afirma Nunes.

Un padre con su hijo tocando una guitarra. 
Un padre con su hijo tocando una guitarra.

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Detectar las aptitudes de los más chicos y reforzarlas ayuda al desarrollo.

Un estudio de instituciones finlandesas, suecas, austriacas, españolas y alemanas publicado en 2022 intentó explicar los factores determinantes del rendimiento cognitivo avanzado en niños y adolescentes.

Los autores concluyeron que una combinación de actividades aporta beneficios en términos de inteligencia, especialmente cuando suponen un reto cognitivo.

"La lectura se asocia de manera favorable con el rendimiento cognitivo, independientemente de la edad, y debería promoverse", subrayan.

Siguiendo con los factores externos, no podemos ignorar el impacto de una buena nutrición y de la actividad física. Los estudios sugieren que ambos influyen en el desarrollo cognitivo a cualquier edad.

Por último, también está el papel del refuerzo positivo. Los padres que notan cierta aptitud para la música o el fútbol en sus hijos, por ejemplo, tienden a darles instrumentos o balones y prestan más atención a cómo se desarrollan estas habilidades.

La plasticidad cerebral

Pero, ¿hay alguna zona del cerebro que esté sobredesarrollada en estos pequeños genios?

Nunes señala que, durante mucho tiempo, se creyó que una inteligencia superior a la media estaba relacionada con el nivel de maduración de una región de la materia gris llamada corteza prefrontal, situada cerca de la frente.

"Pero hoy en día, gracias a los estudios con resonancia magnética funcional y otras técnicas, sabemos que esta zona relacionada con la inteligencia es mucho más amplia", explica.

"De hecho, no es un lugar específico. Lo más relevante aquí es la red de neuronas y cómo estas células se conectan e interactúan entre sí", añade.

Uno de los estudios que detalla estos aspectos fue publicado en 2014 por expertos del Centro Vasco de Cognición, Cerebro y Lenguaje, en España, y de las universidades de California en Berkeley y Davis, en Estados Unidos.

Dos niños leyendo. 
Dos niños leyendo.

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La manera en que las neuronas interactúan entre sí determina la inteligencia.

"Las mejoras en las funciones cognitivas superiores desde la infancia hasta la edad adulta reflejan la integración de sistemas cerebrales complejos y ampliamente distribuidos", escriben los científicos.

En otras palabras, la forma en que las neuronas -responsables de transmitir los impulsos nerviosos relacionados con el razonamiento y la memoria, entre otras funciones- "hablan" y crean conexiones fuertes parece ser decisiva en este caso.

De hecho, la formación de una red neuronal sólida desde la infancia es importante durante toda la vida, según los investigadores, e incluso puede retrasar la aparición de signos de demencia en la vejez.

Nunes añade que durante nuestros años de formación hay una valiosa ventana en la que los estímulos cognitivos tienen un impacto aún más profundo.

"Esta plasticidad cerebral está en su punto más activo hasta los tres años", señala.

En este contexto, el término plasticidad se refiere precisamente a la capacidad de las células nerviosas para cambiar y establecer conexiones sólidas mediante el aprendizaje y los estímulos externos.
Una mujer le lee un libro a un grupo de niños.

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Una mujer le lee un libro a un grupo de niños. 

La lectura es una de las actividades más enriquecedoras desde el punto de vista cognitivo.

Nunes destaca el trabajo del economista estadounidense James Heckman que defienda la idea de que invertir en la primera infancia, en esos primeros años de vida, como la principal estrategia para formar ciudadanos con más habilidades y capacidades.

"Y esto tiene una base en la neurociencia, porque estamos hablando del periodo de mayor capacidad cerebral", afirma.

"Así que si el individuo recibe este apoyo inicial, es más fácil que más adelante rinda mejor y tenga una mayor calidad de vida".

Y para alguien que ya posee de forma natural una inteligencia fuera de lo común o una habilidad específica excepcional, estos estímulos pueden representar el salto necesario para alcanzar un cierto estatus de genio en un área concreta del conocimiento.

"Por otro lado, una persona puede incluso poseer una determinada habilidad, pero si crece en un entorno desfavorable, no la desarrollará", observa Nunes.

Vale la pena considerar aquí que, aunque los tres primeros años de vida representan esta valiosa ventana, ejercitar el cerebro a cualquier edad es fundamental para mantener la memoria y el razonamiento agudos.

Evitar las exigencias

Nunes advierte que, dependiendo de cómo perciban los mayores la inteligencia fuera de serie de un niño, puede convertirse en una fuente de angustia para los más pequeños.

"Es bueno que los padres reconozcan las habilidades de sus hijos y las fomenten", dice.

"Pero el niño no puede convertirse solo en esa habilidad. Podemos tener un genio de las matemáticas, pero sigue siendo un niño".

Esto ocurre cuando al niño sólo se le reconoce su don y ya no puede hacer otra cosa o incluso se le disuade de explorar otras áreas de conocimiento.

"En ese momento, ya no es algo que el niño disfrute, que le haga feliz, sino que se convierte en una carga", dice el neuropediatra.

"El papel de los padres aquí es encontrar un equilibrio y nunca poner demasiadas responsabilidades o expectativas en los niños", concluye.

La izquierda anti-‘woke’ .

Sahra Wagenknecht, en una imagen de archivo.
Sahra Wagenknecht, en una imagen de archivo.A. BECHER (EFE)
El objetivo de Sahra Wagenknecht, la figura más relevante de Die Linke, es distanciarse de la superioridad moral de la nueva izquierda culturalista, ecologista, feminista y anticolonialista.

Antes de fin de año es casi seguro que se producirá una escisión en Die Linke, el partido alemán más a la izquierda. Sahra Wagenknecht, su figura más relevante y carismática, está a punto de crear un nuevo partido. Con ello no solo produciría la práctica desaparición parlamentaria de su partido originario, ahora mismo al borde del límite del 5% necesario para acceder al Bundestag, sino que también, y esto es lo extraordinario, puede desinflar considerablemente las expectativas de la extrema derecha, la AfD. ¿Cómo es posible, se preguntarán, que la cara más visible de la extrema izquierda puede atraer a la vez a votantes más ultras de la derecha? Según los sondeos, podría llegar a alcanzar el 10% de los votos totales, más que duplicando los de su partido original, pero podría llevarse 4 de cada 10 votantes de los dos partidos mencionados. En esto consiste el enigma del “conservadurismo de izquierdas” que dice representar. ¿Aparte de su carisma, qué es lo que la hace tan atrayente para quienes se colocan fuera del establishment?

En su libro Die Selbstgerechten (Los fariseos), no deja títere con cabeza. Su objetivo es distanciarse de la superioridad moral de la nueva izquierda culturalista, ecologista, feminista y anticolonialista, que habría sido conquistada por el liberalismo de izquierdas de raigambre woke; esto es, del discurso que se habría hecho fuerte en partidos como Los Verdes para desde allí buscar su hegemonía en la opinión pública.

Al final se acabaría enredando en cuestiones sobre qué estilos de vida son los políticamente correctos en vez de sobre lo que de verdad debería preocupar a la izquierda: las cuestiones relativas a quién ostenta el verdadero poder; el económico, por supuesto. A aquellos les preocupa más, a la postre, fiscalizar el lenguaje para sostener el blablablá feminista y ecologista que cambiar la base material que hace imposible la cohesión social o que pueda traducirse en algo verdaderamente emancipador. Dicho en buen marxista, serían recursos ideológicos destinados a encubrir la reproducción del poder de siempre, el del capital; cambiarlo todo para que todo siga igual. Las empresas reemplazan sus fuentes de negocios mediante la creación de productos ecológicos o introduce mujeres en sus órganos de dirección, pero su situación de poder social permanece inalterada.

Estos tics anti-woke son agua de mayo también para los electores de ultraderecha, así como el pacifismo radical de Wagenknecht en el conflicto de Ucrania o el establecer claros límites a la inmigración. Los hipermoralizados verdes no tienen ningún problema, dice, en aplaudir el rearme del país, y el problema no es ocuparnos de los asilados, sino de eliminar la explotación en África; antes de acoger a los de fuera hay que velar además por el bienestar de los de dentro. Lo que predica, en suma, conecta bien con gran parte de los grupos que votan a la AfD porque se sienten social y económicamente marginados y alienados por el nuevo discurso, que perciben como intolerante frente a quienes disienten de él. Lo que está por ver es si bastará para reconducirlos hacia una izquierda que se ve a sí misma como la “auténtica”, la de siempre. Aunque ya nada puede evaluarse con las categorías tradicionales.

Stalingrado

 



Hace 81 años finalizó la Batalla de Stalingrado, la más sangrienta y encarnizada de la historia, la suma total de víctimas mortales por ambas partes supera con creces los dos millones de soldados; se prolongó desde el 17 de julio de 1942 hasta el 2 de febrero de 1943, cuando, luego de feroces e ininterrumpidos combates, culminó con la victoria del Ejército Soviético sobre el poderoso Sexto Ejército Alemán, comandado por el General Paulus, algo que nadie en el mundo occidental esperaba.

La derrota de Stalingrado fue una catástrofe militar para los alemanes, cuyas tropas no pararían de retroceder hasta rendirse en Berlín ante el Mariscal Zhúkov, dos años y cuatro meses después. La Batalla de Stalingrado fue el punto de inflexión de la Segunda Guerra Mundial, marcó el inicio de la victoria de los Aliados en dicha guerra, sentó las bases para la expulsión del territorio de la URSS de todos los invasores, resquebrajó los pactos y alianzas nazis y generó esperanzas de victoria en los pueblos que luchaban contra el nazi-fascismo.

El 18 de diciembre de 1940, Hitler firmó la orden para desarrollar el conjunto de medidas políticas, económicas y militares, conocidas como “Plan Barbarrosa”. En el se contemplaba la destrucción de la Unión Soviética en tres o cuatro meses. El alto mando alemán estaba tan seguro de su éxito que, luego del cumplimiento del plan, planificaba la toma, a través del Cáucaso, de Afganistán, Irán, Irak, Egipto y la India, donde las tropas alemanas esperaban encontrarse con las japonesas. Esperaban también que se les unieran España, Portugal y Turquía. Dejaron para después la toma de Canadá y EEUU, con lo que lograrían el dominio del mundo.

A finales de abril de 1941, la dirección política y militar de Alemania estableció la fecha definitiva para el ataque a la URSS: el domingo 22 de junio de ese mismo año, a las cuatro en punto de la madrugada. Ese día, la Wehrmacht se lanzó al ataque en un frente de más de 3.500 kilómetros de extensión.

El 3 de julio de 1941, Stalin se dirigió al pueblo soviético en un discurso, célebre porque, pese a no ocultar la gravedad de la situación en frente, sus palabras imbuían en el pueblo soviético la seguridad en la futura victoria. En su discurso dijo: “Nuestras tropas luchan heroicamente, a pesar de las grandes dificultades, contra un enemigo superiormente armado con tanques y aviones. (…) El propósito de la guerra popular consiste no sólo en destruir la amenaza que pesa sobre la Unión Soviética sino también en ayudar a todos aquellos pueblos de Europa que se encuentran bajo el yugo alemán. (…) Camaradas, nuestras fuerzas son poderosas. El insolente enemigo se dará pronto cuenta de ello. (…) ¡Hombres del Ejército Rojo, de la Armada Roja, oficiales y trabajadores políticos, luchadores guerrilleros! ¡Camaradas! ¡Los pueblos de Europa esclavizados os miran como libertadores! ¡Sed dignos de tan alta misión! La guerra en la que estáis luchando es una contienda libertadora, una guerra justa. Ojalá, os inspiren en esta lucha los espíritus de nuestros grandes antepasados. (…) ¡Adelante, hacia la Victoria!” Se necesitó del colosal esfuerzo del pueblo soviético para revertir la grave situación y vencer.

La primera victoria soviética se dio cuando la Wehrmacht fue derrotada en las puertas de Moscú. Sobre esta batalla, el General Douglas MacArthur escribe: “En mi vida he participado en varias guerras, he observado otras y he estudiado detalladamente las campañas de los más relevantes jefes militares del pasado. Pero en ninguna parte había visto una resistencia a la que siguiera una contraofensiva que hiciera retroceder al adversario hacía su propio territorio. La envergadura y brillantez de este esfuerzo lo convierten en el logro militar más relevante de la historia”.

La siguiente victoria se dio en Stalingrado. Cuando el General Vasili Chuikov llegó a hacerse cargo de la comandancia del 62º Ejército que en esa Batalla enfrentó al Sexto Ejército Alemán, fuerza élite que había conquistado Europa continental, el Mariscal Yeriómenko le preguntó: “¿Camarada, cuál es el objetivo de su misión?” Su respuesta fue: “Defender la ciudad o morir en el intento”. Yeriómenko tuvo la certeza de que Chuikov había entendido perfectamente lo que le exigían.

Según Chuikov, “por todas las leyes de las ciencias militares, los alemanes debieron ganar la batalla de Stalingrado y, sin embargo, la perdieron. Es que nosotros creíamos en la victoria. Esa fe nos permitió vencer y evitó que fuésemos derrotados”. Comprendía cabalmente que Alemania ganaba la guerra si triunfaba en Stalingrado.

Comenzó con menos de 20.000 hombres y 60 tanques, pese a ello fortificó las defensas en los lugares donde era posible contener al enemigo, especialmente, en la colina de Mamáyev Kurgán; además, estimuló el uso de francotiradores, uno de ellos, el famoso Vasili Záitsev. Chuikov seguía la doctrina del conde Suvorov: “Sorprender al contrincante significa vencerlo”. Por eso, luchaba en las condiciones que los alemanes detestaban, ello le permitió derrotarlos.

Sobre la Batalla de Stalingrado, el General alemán, Dorr, escribió: “El territorio conquistado se medía en metros, había que realizar feroces acciones para tomar una casa o un taller. (…) Estábamos frente a frente con los rusos, lo que impedía utilizar la aviación. Los rusos eran mejores que nosotros en el combate casa por casa, sus defensas eran muy fuertes”. El General Chuikov fue quien ideó esa forma de lucha, en la que el espacio de separación de sus tropas de las alemanas jamás excedan el radio de acción de un lanzador de granadas.

Después de tres meses de sangrientos combates, los alemanes habían capturado el 90% de la ciudad y dividido a las fuerzas soviéticas en tres bolsas estrechas. Gracias a la moral combativa de los defensores de Stalingrado, los alemanes lograron avanzar apenas medio kilómetro en doce días de la ofensiva de octubre del 1942. El 11 de noviembre, y por última vez, los alemanes atacaron en Stalingrado, intentaron llegar al río Volga en un frente de cinco kilómetros; el ataque fracasó porque los rusos defendieron cada metro de su tierra.

Stalin, en el discurso del 7 de noviembre, anunció que “pronto llegará la fiesta a nuestro barrio”; en efecto, el 19 de noviembre de 1942 se dio inicio a la operación Urano, ofensiva soviética que fue preparada en el mayor de los secretos, por lo que para los alemanes fue inesperada, el lugar adonde convergían las tenazas del ataque era la estratégica aldea Kalach y su puente. El pueblo soviético exclamó con todo júbilo: “¡Comenzó!” Al cuarto día, el 23 de noviembre, 330.000 soldados alemanes fueron cercados en un anillo de entre 40 a 60 kilómetros de amplitud. El ultimátum enviado al General Paulus por el Mariscal Rokossovsky fue rechazado.

El 30 de enero, Hitler ascendió al General Paulus al rango de Mariscal de Campo. En realidad, el acenso era una orden de suicidio, pues en la historia de las guerras no hubo un sólo caso en que un mariscal de campo hubiera sido prisionero. Pero Paulus no tenía la intención de dispararse por ese cabo bohemio, como informó a varios generales, y prohibió hacerlo a sus oficiales, que debían compartir la suerte de sus soldados.

La resistencia alemana en Stalingrado cesó el 2 de febrero de 1943, luego de arduos combates en los que fracasaron todos los intentos por romper el cerco. El Ejército Soviético capturó un mariscal de campo, 24 generales, 25.000 oficiales y 91.000 soldados. Paulus fue hecho prisionero y en 1944 se unió al Comité Nacional por una Alemania Libre. En 1946 fue testigo en los Juicios de Núremberg. Antes de partir hacía Dresde, donde fue jefe del Instituto de Investigación Histórica Militar de la República Democrática Alemana, declaró: “Llegué como enemigo de Rusia, me voy como un buen amigo de ustedes”. Murió en Dresde el 1 de febrero de 1957.

La Wehrmacht perdió en la batalla de Stalingrado más de un millón de hombres, el 11% del total de todas las pérdidas alemanas durante la Segunda Guerra Mundial, el 25% de las fuerzas que en esa época operaban en el Frente Oriental. Fue la peor derrota sufrida por el Ejército Alemán durante toda su historia. En Memorias de un Soldado, el General Guderian escribe: “Después de la catástrofe de Stalingrado, a finales de enero de 1943, la situación se hizo bastante amenazadora, aún sin la intervención de las potencias occidentales”.

La casi totalidad del material militar que se empleó en Stalingrado fue fabricado en las fábricas que los técnicos de la URSS habían trasladado desde las zonas centrales de Rusia hasta el otro lado de los Urales, con los alemanes pisándoles los talones.

Una historia épica de esta batalla es la de la Casa de Pávlov. Los alemanes fueron incapaces de apropiarse de este fortín, defendido por una docena de aguerridos soldados rusos. Los hombres de Yákov Pávlov, suboficial que tomó el edificio y comandó su defensa, eliminaron más soldados del enemigo que los soldados alemanes que murieron durante la liberación de París.

¡Gloria eterna al heroico pueblo soviético que libró al mundo del nazi-fascismo!

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

jueves, 1 de febrero de 2024

_- El desafío ateo de Gonzalo Puente Ojea, el embajador que provocó una crisis entre España y el Vaticano

_- Un minucioso estudio analiza la obra del pensador radical, cesado como representante diplomático ante la Santa Sede por divorciarse.


Gonzalo Puente Ojea, ex embajador de España en el Vaticano, en 1995.


Declararse ateo en España resulta aún hoy, muchas veces, una insolencia. En los años 40 del siglo pasado podía incluso llevarte a la cárcel, como a los protestantes, e, incluso, ante un pelotón de fusilamiento. El despropósito viene de lejos. En plena Ilustración europea se prohibían en España los libros que argumentaban la existencia de Dios, por subversivos. Dios parecía tan evidente que no necesitaba demostración alguna. En consecuencia, apenas un 2% de los españoles se identificaba como ateo. Hoy llegan al 18,2%, según el CIS. Otro 15,2% dice ser agnóstico. En ese contexto, que la editorial Laetoli lance su último libro con el título El desafío ateo de Puente Ojea resulta un atrevimiento admirable. Lo ha escrito Miguel Ángel López Muñoz, un investigador cuya línea principal de estudio es el pensamiento irreligioso español, en sus perspectivas filosófica, jurídica, histórica y política. Antes había dedicado numerosos artículos en publicaciones nacionales e internacionales a quien es ahora su objeto primero de estudio: el historiador y filósofo Gonzalo Puente Ojea.

Diplomático con misiones consulares en Francia, Estados Unidos y Argentina, Puente Ojea (Cienfuegos, Cuba, 1924-Getxo, España, 2017), fue también un político que siempre decía lo que pensaba. Lo hizo cuando, como subsecretario del Ministerio de Asuntos Exteriores en el primer Gobierno de Felipe González, en 1982, redactaba informes sobre cómo abordar la transición desde el nacionalcatolicismo franquista a un régimen laico. Cuando González sustituyó en Exteriores a Fernando Morán por Francisco Fernández Ordóñez, Puente Ojea cesó en el cargo y pidió ir a Roma como embajador ante la Santa Sede. 

Al papa Juan Pablo II le enfadó en 1985 que España solicitase el plácet para acoger a un ateo, pero acabó aceptando. Dos años más tarde, Puente Ojea anunció que se divorciaba para volverse a casar. El Vaticano desató entonces los jabalíes de la maledicencia. Lo sorprendente fue que el ministro cedió a las presiones y retiró del cargo, de malas maneras, al embajador. Puente Ojea no se amilanó; al contrario, decidió desvelar hasta los más escabrosos secretos de disputa tan poco religiosa en Mi embajada ante la Santa Sede. Textos y documentos, 1985-1987. No es anécdota intrascendente el que un cardenal de la Curia le reconociese los vicios del cuerpo diplomático y de no pocos cardenales, aunque “en fin, no son castos, pero son cautos´.

Por ateo, no. Por divorciarse

La copiosa bibliografía con que cierra López Muñoz un libro de 558 páginas abunda en este conflicto, al que EL PAÍS dedicó mucha atención. En El desafío ateo de Puente Ojea se analiza cómo se produjeron las resistencias del Papa a aceptar a un ateo como embajador, y también las circunstancias en que se produjo la posterior humillación del Estado. Lo que más le dolió a Puente Ojea fue que Fernández Ordóñez no lo defendiese cuando el asunto llegó al Congreso. Por el contrario, el ministro lo denigró. “Sobre mi persona y las circunstancias de mi cese se han acumulado, con el mayor desorden de la mente y con una delirante incoherencia narrativa, toda suerte de falsedades, disparates y difamaciones”, escribió.

¿Fue consciente de que pedir la embajada ante el Vaticano era meterse en la boca del lobo? López Muñoz tiene su teoría. “Puente Ojea solicita esa embajada como ejercicio de coherencia y responsabilidad del funcionario diplomático servidor del Estado y al Gobierno socialista que lo nombró, es decir, como defensor de la legalidad de su país con lealtad y eficacia. No caben acusaciones ni de ingenuo, ni de provocador, ni de incoherente al reconocer de facto a un Estado como la Santa Sede”, dice a EL PAÍS.

En cambio, Puente Ojea sí era consciente de que iba a enfrentarse a una “negación represiva contra el ateísmo”. Lo había dejado por escrito: “Nadar contra corriente en cuestiones que se consideren fundamentales —y es de modo eminente el caso cuando se trata de religión— no equivale a contrastar ideas o convicciones, sino a condenarse al aislamiento, la marginación o el olvido. No suscita el diálogo, sino el silencio, la muerte civil, la supresión simbólica”. Tachar a Puente Ojea como “el embajador del ateísmo” era una rectificación demasiado burda de los usos de la diplomacia. Para ser embajador en la Unión Soviética no era necesario ser comunista, o para serlo en Arabia Saudí no es imprescindible ser musulmán, ni probablemente recomendable.

“La España oficial había dejado de ser católica.

” Con meticulosidad extraordinaria y estilo ameno, López Muñoz aporta todos los términos de la disputa. Su conclusión es que el embajador desarrolló el cargo adoptando “una postura equilibrada, prudente, honesta y dialogante con las autoridades vaticanas, con las ideas muy claras”. Pone como ejemplo el discurso ofrecido a Juan Pablo II en la entrega de sus cartas credenciales, y los gestos de satisfacción del propio pontífice. Casi una década más tarde, Puente Ojea escribe: “Al solicitar y obtener ese puesto no perseguía coronar mi carrera con un final brillante, sino cumplir mi firme proyecto de mostrar de modo público y bien visible que la España oficial había dejado de ser católica —aunque ciertas ambigüedades de la redacción del artículo 16 de la Constitución dejaron la puerta abierta a las viciosas prácticas cripto-confesionales de los Gobiernos que se sucedieron desde 1978. De esta manera, tuve el honor de protagonizar un capítulo inédito de la soberanía del Estado español ante la Iglesia romana”.

El exembajador en el Vaticano, Gonzalo Puente Ojea, y el actor Guillermo Toledo, en enero de 2003 durante un acto contra la guerra de Irak.

El exembajador en el Vaticano, Gonzalo Puente Ojea, y el actor Guillermo Toledo, en enero de 2003 durante un acto contra la guerra de Irak. EFE Y tan inédito. López Muñoz resume cómo “fracasaron estrepitosamente [anteriores gobiernos] frente a la intransigente y airada reacción pontificia, que hizo patente una vez más su resolución de acoger a representantes diplomáticos españoles solamente si eran creyentes y católicos obedientes”. Lo cierto es que Puente Ojea regresó a Madrid, pidió la jubilación y, en medio de una atención mediática extraordinaria en los principales medios europeos, se centró en escribir e influir de manera importante en el debate religioso y confesional en una España “inhóspita y dolorida”, según frase de Enrique Tierno Galván, el otro gran intelectual ateo del momento. Los diplomáticos demócratas cabían en el despacho del subsecretario Nacido en Cuba –su padre era allí cónsul general-, Puente Ojea ya era en 1987 un referente fundamental en el combate hacia la laicidad y la secularización, y también un faro para un sector del servicio diplomático durante la dictadura franquista, y después. López Muñoz refleja el ambiente con palabras del embajador Ramón Villanueva Echevarría. “La carrera diplomática estaba enfeudada con el franquismo e invadida por excombatientes y falangistas. De los 444 diplomáticos que había en 1960, 113 entraron mediante exámenes patrióticos. En aquel ambiente, Puente Ojea era un faro para los nuevos. Los diplomáticos demócratas cabíamos todos en su despacho”. Tampoco eran muchos los combatientes por el Estado laico. 

Puente Ojea va a ocuparse del tema en incontables libros, conferencias y entrevistas. Pronto, se hace cargo de la presidencia de Europa Laica, la organización que nació “para amargar, con verdades irrefutables, los abusos o embustes financieros de algunos jerarcas”. También discute con el PSOE, al que acusa de rendir pleitesía a los obispos, “por miedo o por indigencia intelectual”. Por ejemplo, es muy crítico con José Luis Rodríguez Zapatero, que asume el poder en el partido y en el Gobierno con el compromiso de ir caminando hacia la laicidad y de acabar con los dineros que el Estado entrega cada año, directamente, a través del IRPF, a la Conferencia Episcopal —140 millones en 2007; este año 352 millones, sin que los católicos pongan nada de su bolsillo—, y acaba elevando un 37% los porcentajes a entregar, mediante un simple canje de notas entre el ministro de Asuntos Exteriores y el nuncio del Vaticano. “La Iglesia católica no podía ni imaginar una situación como la actual, donde ha incrementado exponencialmente sus ingresos a costa del Estado, incumple sine die su compromiso de autofinanciación, cuenta con todas las prebendas en el ámbito educativo, simbólico o inmobiliario y está liberada de cargar con la legitimación del régimen que lo sustenta”, sostiene López Muñoz. El impacto del primer libro Puente Ojea, un pensador oceánico, de incontables registros, ya había deslumbrado con la publicación en 1974 de un libro impactante: Ideología e historia. El cristianismo como fenómeno ideológico. Lo escribió aún vivo el dictador Francisco Franco, cuando la libertad intelectual podía costar cara. Desde entonces, pese a los intentos de silenciarlo y de groseros ataques personales desde los ámbitos teológicos, ha sido el referente del pensamiento y la militancia laicista. “Por más que muchos autores lo usen sin citarlo, podemos observar su magisterio en pensadores como Antonio Piñero, Raúl González Salinero, Gabriel Albiac o Carlos García Gual”, afirma el autor de El desafío ateo de Puente Ojea. 

 El historiador Antonio Piñero, que escribe el prólogo del libro, todavía recuerda el impacto que le causó la lectura del primer Puente Ojea. “Fue un pionero, el que portaba la luz que iluminaba el camino entre la niebla, el que roturó seriamente el campo aún en barbecho del análisis crítico de la religión y de sus mitos, el que exponía sus conclusiones pese a la estigmatización que la manifestación de su libertad le iba a ocasionar”.