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lunes, 28 de marzo de 2022

La materia de la que está hecha la vida.

El PP se encuentra en 2022 en peor situación que en 2018. Casado no solamente ha deslavazado la organización interna del partido, sino que además ha permitido con su discurso que VOX haya aumentado su presencia.

No acabo de entender por qué Alberto Núñez Feijóo renunció a la oportunidad de convertirse en presidente del PP en 2018, cuando Mariano Rajoy tuvo que abandonar la Presidencia del Gobierno como consecuencia de la aprobación de la moción de censura encabezada por Pedro Sánchez. Si hubiera decidido presentar su candidatura en el Congreso extraordinario que se convocó entonces para sustituir a Mariano Rajoy, se habría producido casi con total seguridad la confluencia en torno a su candidatura que se acaba de producir tras el “golpe” de Isabel Díaz Ayuso contra Pablo Casado.

Cuatro años es mucho tiempo. Especialmente en política. Y más todavía cuando opera en el interior de una organización política extraordinariamente degradada como era el PP tras los casi quince años de la presidencia de Mariano Rajoy, siete de los cuales en calidad, además, de presidente del Gobierno. No se puede perder de vista que el PP dejó de ser Gobierno de la nación tras la certificación judicial de la corrupción por la Audiencia Nacional. Los casos de corrupción se habían ido acumulando y eran sobradamente conocidos, pero hacía falta que fuera acreditada por el poder judicial para que resultara insoportable. Es lo que ocurrió en 2018.

Con Mariano Rajoy se cierra la época que se inició con la llegada de José María Aznar en 1989 con la refundación de AP como PP. Desde 1989 a 2018 hay una generación de dirigentes que se mantiene al frente del partido tanto cuando están en el gobierno, entre 1986 y 2004 y entre 2011 y 2018, como cuando están en la oposición entre 2004 y 2011. Hay una continuidad en el discurso político y en las personas portadoras del mismo, así como también en la práctica continuada de la corrupción en todos los escalones de nuestra fórmula de gobierno.

Quien sustituyera a Mariano Rajoy tenía que hacer un ajuste de cuentas con la trayectoria del PP durante veinte años. No se trataba, por tanto, de una sustitución normal, sino de una sustitución excepcional, ya que tenía que ocuparse, ante todo, de taponar el proceso de deterioro que se había venido acelerando en el interior del partido como paso previo para intentar recuperar la imagen de un partido de gobierno de España.

En esta circunstancia el tiempo es un factor fundamental. No se podían dar pasos en falso, que no solamente no consiguieran revertir el proceso de deterioro, sino que incluso lo aceleraran. Y sin embargo, eso es justamente lo que hizo Alberto Núñez Feijóo al permitir que Pablo Casado se convirtiera en presidente del PP.

El PP se encuentra en 2022 en peor situación que en 2018. Casado no solamente ha deslavazado la organización interna del partido, sino que además ha permitido con su discurso que VOX haya conseguido aumentar su presencia en el escenario político.

Pablo Casado heredó de Mariano Rajoy un partido muy deteriorado. Núñez Feijóo va a heredar de Pablo Casado un partido todavía más deteriorado. Con una competidora interna, como Isabel Díaz Ayuso y con un competidor externo crecido como Santiago Abascal, que le van a privar de autonomía para definir la línea estratégica del PP hacia dentro y hacia fuera.

Y Feijóo no puede hacer responsable a nadie más que a sí mismo de iniciar su ejecutoria como presidente en las circunstancias en que va a hacerlo. Si hubiera optado por serlo en 2018, no tendría a Isabel Díaz Ayuso en la presidencia de la Comunidad de Madrid y habría podido defender su espacio político frente a la penetración de VOX.

Benjamin Franklin nos advirtió frente al riesgo que supone perder el tiempo, porque el tiempo es la materia de la que está hecha la vida. Me imagino que Alberto Núñez Feijóo se tiene que estar arrepintiendo de no haber atendido a la advertencia de B. Franklin. El Gobierno de coalición con VOX en Castilla y León se lo acaba de recordar antes incluso de ser proclamado formalmente presidente. Es la primera estación del vía crucis que le espera.

https://www.eldiario.es/contracorriente/materia-hecha-vida_132_8846646.html

jueves, 3 de febrero de 2022

¿Por qué nos resulta más difícil hacer nuevos amigos cuando somos adultos? (y qué puedes hacer para superarlo)

Si alguna vez has intentado hacer nuevos amigos en tu vida adulta, probablemente habrás entendido por qué la soledad está en su nivel más alto. Hacer nuevos amigos se siente como algo simplemente complicado.

En la escuela, hacer amigos puede ser tan simple como jugar juntos en el pasamanos del patio. Pero como adultos, hacer, desarrollar y mantener amistades puede ser mucho más difícil.

Y esto es importante porque necesitamos amigos. Aunque los viejos amigos son oro, nada permanece igual para siempre. Los viejos amigos se mudan o dedican su tiempo a la crianza de los hijos o a sus carreras.

La soledad puede crecer silenciosamente a tu alrededor y vale la pena tomarla en serio. Hoy en día la evidencia sugiere que la soledad crónica puede ser letal -un impacto equivalente a 15 cigarrillos al día, según las tasas de mortalidad.

Pero no eres solo tú, tampoco. En muchos países, la soledad tiene proporciones epidémicas. Y eso ocurría antes de que la covid-19 nos dificultara vernos con nuestros amigos.

El reto de la confianza
Antes de la pandemia, alrededor de un tercio de los australianos informaron haber sentido al menos un episodio de soledad.

Desde que la covid trajo una interrupción generalizada a nuestro trabajo y nuestra vida social, la soledad se ha disparado.

Ahora las encuestas encuentran que más de la mitad (54%) de los australianos informan haber experimentado una mayor soledad desde el inicio de la pandemia.

Así que, a medida que nos acercamos a una nueva normalidad post-covid, vale la pena hacer un balance de tus amistades y evaluar si sientes que tu vida social está bien o si necesita un poco de ayuda.

En un estudio reciente, cuando los investigadores entrevistaron a personas adultas sobre cómo hacer amigos, estas mencionaron que el desafío más importante es la falta de confianza.

Es decir, a las personas les resultó más difícil confiar en alguien nuevo e invertir completamente en ellos como amigos en comparación con cuando eran más jóvenes.

Quizás por eso muchas personas intentan mantener su círculo de viejos amigos el mayor tiempo posible, así como la confianza que pueden haber construido durante muchos años.

Pero ¿para quién fue más difícil? Las mujeres fueron más propensas que los hombres a decir que no hacían nuevos amigos fácilmente porque les costaba confiar en los demás.

Entonces, ¿Qué pasa con la adultez? Bueno, pues como adultos, tenemos una mayor conciencia de nosotros mismos que cuando somos niños.

Si bien esto suele ser positivo, también significa que somos más conscientes de los riesgos de ser juzgados por otros, de no gustar, de ser rechazados y de ser heridos. O tal vez solo significa que hemos pasado por la escuela secundaria y tenemos 20 años.

Si hemos tenido rechazos previos como amigos o sufrimos un abuso de confianza, es posible que nos resulte más difícil confiar en los demás en el futuro. Confiar en un nuevo amigo significa abrirnos y ser vulnerables, tal como lo hacemos en las relaciones.

La amistad necesita tiempo
Después del tema de la confianza, sigue el del tiempo. La "falta de tiempo" fue la segunda razón más común que dieron las personas cuando se les preguntó por qué les resultaba difícil hacer amigos durante la adultez.

Esto no es una novedad para muchos de nosotros. Cuando tenemos horarios de trabajo exigentes, vidas familiares muy comprometidas, o una combinación de ambos, nuestro tiempo para invertir en amistades disminuye.

Incluso cuando conocemos a un nuevo amigo prometedor, puede ser difícil sacar tiempo para invertir en él. Este es un problema peor para los adultos mayores, dado que la mayoría de las personas encuentran que sus obligaciones aumentan con la edad.

Entonces, ¿Cuánto tiempo lleva realmente hacer amigos? No debería sorprendernos que las amistades más cercanas tomen más tiempo que las casuales.

Investigadores estadounidenses han tratado de cuantificar esto, estimando que se necesitan aproximadamente 50 horas de contacto compartido para pasar de conocidos a amigos casuales. ¿Y para ser un amigos cercanos? Más de 200 horas.

Además, las horas que pasen juntos deben ser de calidad. Si bien es posible que dediques tiempo a tus compañeros de trabajo, las interacciones profesionales no cuentan mucho.

Para desarrollar una nueva amistad necesitas una conexión personal. No tiene que ser una conversación íntima para fortalecer una amistad, los encuentros casuales y las bromas pueden ser igual de importantes.

Hay muchas otras barreras que nos impiden tener las amistades que queremos. Esto puede incluir tener una personalidad introvertida, problemas de salud, inseguridades personales o mantener una fachada formal y no permitir la entrada de amigos potenciales.

Es más probable que las personas mayores mencionen la enfermedad y la discapacidad como una barrera para socializar, mientras que es más probable que los adultos más jóvenes se detengan por la introversión y el miedo al rechazo.

¿Cómo podemos mejorar para hacer amigos en la adultez?
Es completamente posible superar estas barreras como adultos y construir amistades significativas y duraderas. No tenemos que aceptar la soledad como algo inevitable.

Y si bien puedes pensar que todos los demás tienen una gran vida social, recuerda que la soledad está muy extendida.

Entonces, ¿Cómo lo haces?

-Construye amistades durante diez minutos al día.
No tienes que estar escalando montañas o uniéndote intensamente a través de un pasatiempo compartido para solidificar una nueva amistad. Si dedicas diez minutos al día, puedes mantener las amistades existentes y construir otras nuevas. Envía un mensaje de texto, reenvía un meme, inclúyele al chat grupal o llama a alguien rápidamente. No te dejes atrapar por la cantidad de esfuerzo, energía y tiempo que se dedica a construir amistades. Diez minutos al día puede ser todo lo que necesitas.

-Aprovecha al máximo cualquier tiempo de calidad.
Cuando puedas pasar el tiempo adecuadamente con un amigo o conocido, aprovéchalo al máximo. Evita las distracciones si es posible, deja Instagram para el sofá de la casa y mantente presente con tu nuevo amigo.

-Apóyate en tu vulnerabilidad.
A menudo nos asusta la idea de ser vulnerables. Creo que deberíamos aceptarlo. Recuerda que tú tienes el control de cuánto confías y cuánto te abres. Si tienes problemas con la confianza, considera compartir información personal lentamente, en lugar de todo a la vez.

Sí, existe el riesgo de ser vulnerable, pero también existe la posibilidad de conectarse en un nivel significativo con otra persona que muy bien puede convertirse en un buen amigo. Y esa es una buena recompensa.

*Anastasia Hronis es Psicóloga Clínica de la Universidad Tecnológica de Sydney. Esta nota apareció originalmente en The Conversation y se publica aquí bajo una licencia de Creative Commons.

https://www.bbc.com/mundo/noticias-60148994

domingo, 14 de febrero de 2021

_- Cinco maneras de expresar amor, (y solo una te ayudará). Las dificultades surgen cuando no se cumplen las expectativas cruzadas. El problema no radica en la falta de sentimientos, sino en las distintas formas de mostrarlos

_- Muchas parejas se rompen porque no se sienten queridas. Uno espera algo que nunca ocurre y se siente frustrado porque la otra persona no valora los esfuerzos que ha hecho por ella. Las dificultades surgen porque no se cumplen las expectativas cruzadas. En el fondo, el problema no radica en la falta de amor, sino en las distintas maneras de expresarlo. Imagine que un español y un japonés intentan conversar sobre literatura en sus lenguas maternas. Habría un desencuentro en la conversación. Pues en el amor sucede algo parecido.

El estadounidense Gary Chapman, considerado uno de los grandes gurús en el mundo de las relaciones afectivas, sostiene que cada persona tiene un depósito de amor. Debe sentir que este está lleno para percibir que su relación va bien y sentirse querido. El problema es que dicho depósito solo se llena en el lenguaje que esa persona entiende. Por eso necesitamos conocer de qué manera se puede expresar el amor para afianzar nuestra pareja o, incluso, para salvarla. Chapman es autor del superventas Los cinco lenguajes del amor. La primera versión se publicó en 1992 y, hasta la fecha, ha vendido más de 11 millones de copias solo en inglés. Además, se ha traducido a 49 idiomas y está considerado uno de los libros más importantes en la materia.

Decirle a nuestra pareja que la quieres es solo uno de los lenguajes amorosos. Existen cuatro más. Según Chapman, solemos tener un lenguaje primario o preferido relacionado con nuestra infancia. De lo que hayamos visto cuando éramos pequeños o de nuestra manera de ser. Este lenguaje primario no tiene por qué ser el mismo del de nuestra pareja. Ese es el motivo por el que nos sentimos perdidos o incomprendidos. Como vimos al principio, uno habla castellano y, el otro, japonés. Por eso, sugiere conocer cuáles son los cinco idiomas, analizar nuestras preferencias y, lo más importante, saber las de nuestra pareja. En la medida en que conversemos sobre nuestras necesidades y seamos capaces de adaptarnos a lo que la otra persona necesita (y el otro haga lo propio), se reducirán los conflictos o, al menos, será más fácil la comunicación. Para conseguirlo disponemos, incluso, de una encuesta (en inglés). De esa manera podemos conocernos un poco más.
A continuación, veremos cuáles son los cinco lenguajes que propone Chapman para expresar amor:

1. Palabras de afirmación. En este apartado está el poder de la palabra expresada en cartas, conversaciones, mensajes… No es decir un simple te quiero, sino todo aquello que signifique valoración positiva del otro, orgullo por lo que hace la pareja o la felicidad que sentimos porque esté a nuestro lado. 

2. Dar y recibir regalos. No tienen por qué ser objetos materiales de gran valor. Basta con detalles capaces de sorprender a la otra persona, incluso experiencias inolvidables, como un pícnic bajo las estrellas o un paseo por un lugar bonito. En este lenguaje lo que se valora es que el otro se haya acordado de nosotros y lo exprese con un detalle, una experiencia o que haya dedicado tiempo a prepararlo. 

3. Actos de servicio. Las personas que utilicen este lenguaje valoran que el otro haga alguna acción por él (o ella). Basta con una simple tarea doméstica (limpiar la casa o el coche), un favor (enviar una carta) o hacer tareas tediosas. Si el acto en cuestión resulta muy arduo, la persona que se mueve en este lenguaje valorará aún más el gesto. 

4. Tiempo de calidad. En este caso, lo que más se aprecia es el tiempo dedicado sin interrupciones de terceros. Una experiencia que genera espacio para conversar o para profundizar en el vínculo. Se aprecia especialmente la atención completa a la pareja. 

5. Contacto físico. Una caricia, un abrazo o hacer manitas. Son gestos que hace que la otra persona se sienta querida. No significa necesariamente un contacto sexual, más bien se trata de una forma delicada de expresar emociones a través del cuerpo.

Cada lenguaje tiene una mayor o menor importancia dependiendo de cada persona. Si estamos con alguien que tiene una preferencia similar a la nuestra, la relación resultará más fácil. El problema surge cuando lo que a nosotros nos importa figura en el cuarto o quinto puesto del otro. En ese caso, habrá que dedicar mucho trabajo para conocernos mutuamente y saber adaptarnos a nuestra pareja.

jueves, 23 de abril de 2020

_- Día del libro

_- "Todo el mundo me dice que tengo que hacer ejercicio. Que es bueno para mi salud. Pero nunca he escuchado a nadie que le diga a un deportista tienes que leer". José Saramago

El libro es un recipiente donde reposa el tiempo. Emilio Lledó.

Te deseo tiempo
ELLI MICHLER

No te deseo un regalo cualquiera,
te deseo aquello que la mayoría no tiene,
te deseo tiempo, para reír y divertirte,
si lo usas adecuadamente podrás obtener de él lo que quieras.

Te deseo tiempo para tu quehacer y tu pensar
no sólo para ti mismo sino también para dedicárselo a los demás.

Te deseo tiempo no para apurarte y andar con prisas
sino para que siempre estés content@.

Te deseo tiempo, no sólo para que transcurra,
sino para que te quede:

tiempo para asombrarte y tiempo para tener confianza
y no sólo para que lo veas en el reloj.

Te deseo tiempo para que toques las estrellas
y tiempo para crecer, para madurar. Para ser tú.

Te deseo tiempo, para tener esperanza otra vez y para amar,
no tiene sentido añorar.

Te deseo tiempo para que te encuentres contigo mism@,
para vivir cada día, cada hora, cada minuto como un regalo.

También te deseo tiempo para perdonar y aceptar.

Te deseo de corazón que tengas tiempo,
tiempo para la vida y para tu vida.

sábado, 3 de marzo de 2018

“Ahora uno se explota a sí mismo y cree que está realizándose”. El filósofo surcoreano Byung-Chul Han, un destacado diseccionador de la sociedad del hiperconsumismo, explica en Barcelona sus críticas al “infierno de lo igual”.

Las Torres Gemelas, edificios iguales entre sí y que se reflejan mutuamente, un sistema cerrado en sí mismo, imponiendo lo igual y excluyendo lo distinto y que fueron objetivo de un atentado que abrió una brecha en el sistema global de lo igual. O la gente practicando binge watching (atracones de series), visualizando continuamente solo aquello que le gusta: de nuevo, proliferando lo igual, nunca lo distinto o el otro... Son dos de las potentes imágenes que utiliza el filósofo Byung-Chul Han (Seúl, 1959), uno de los más reconocidos diseccionadores de los males que aquejan a la sociedad hiperconsumista y neoliberal tras la caída del muro de Berlín. Libros como La sociedad del cansancio, Psicopolítica o La expulsión de lo distinto (en España, publicados por Herder) compendian su tupido discurso intelectual, que desarrolla siempre en red: todo lo conecta, como hace con sus manos muy abiertas, de dedos largos que se juntan mientras cimbrea una corta coleta en la cabeza.

“En la orwelliana 1984 esa sociedad era consciente  de que estaba siendo dominadahoy no tenemos ni esa consciencia de dominación”, alertó ayer en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona  (CCCB), donde el profesor formado y afincado en Alemania disertó sobre la expulsión de la diferencia. Y dio pie a conocer su particular cosmovisión, construida a partir de su tesis de que los individuos hoy se autoexplotan y sienten pavor hacia el otro, el diferente. Viviendo, así, en “el desierto, o el infierno, de lo igual”.

Autenticidad. Para Han, la gente se vende como auténtica porque “todos quieren ser distintos de los demás”, lo que fuerza a “producirse a uno mismo”. Y es imposible serlo hoy auténticamente porque “en esa voluntad de ser distinto prosigue lo igual”. Resultado: el sistema solo permite que se den “diferencias comercializables”.

Autoexplotación. Se ha pasado, en opinión del filósofo, “del deber de hacer” una cosa al “poder hacerla”. “Se vive con la angustia de no hacer siempre todo lo que se puede”, y si no se triunfa, es culpa suya. “Ahora uno se explota a sí mismo figurándose que se está realizando; es la pérfida lógica del neoliberalismo que culmina en el síndrome del trabajador quemado”. Y la consecuencia, peor: “Ya no hay contra quien dirigir la revolución, no hay otros de donde provenga la represión”. Es “la alienación de uno mismo”, que en lo físico se traduce en anorexias o en sobreingestas de comida o de productos de consumo u ocio.

‘Big data’.“Los macrodatos hacen superfluo el pensamiento porque si todo es numerable, todo es igual... Estamos en pleno dataísmo: el hombre ya no es soberano de sí mismo sino que es resultado de una operación algorítmica que lo domina sin que lo perciba; lo vemos en China con la concesión de visados según los datos que maneja el Estado o en la técnica del reconocimiento facial”. ¿La revuelta pasaría por dejar de compartir datos o de estar en las redes sociales? “No podemos negarnos a facilitarlos: una sierra también puede cortar cabezas... Hay que ajustar el sistema: el ebook está hecho para que yo lea, no para que me lea a mí a través de algoritmos... ¿O es que el algoritmo hará ahora al hombre? En EE UU hemos visto la influencia de Facebook en las elecciones...  Necesitamos una carta digital que recupere la dignidad humana y pensar en una renta básica para las profesiones que devorarán las nuevas tecnologías”.

Comunicación. “Sin la presencia del otro, la comunicación degenera en un intercambio de información: las relaciones se reemplazan por las conexiones, y así solo se enlaza con lo igual; la comunicación digital es solo vista, hemos perdido todos los sentidos; estamos en una fase debilitada de la comunicación, como nunca: la comunicación global y de los likes solo consiente a los que son más iguales a uno; ¡lo igual no duele!”.

Jardín. “Yo soy diferente; estoy envuelto de aparatos analógicos: tuve dos pianos de 400 kilos y durante tres años he cultivado un jardín secreto que me ha dado contacto con la realidad: colores, olores, sensaciones... Me ha permitido percatarme de la alteridad de la tierra: la tierra tenía peso, todo lo hacía con las manos; lo digital no pesa, no huele, no opone resistencia, pasas un dedo y ya está... Es la abolición de la realidad; mi próximo libro será ese: Elogio de la tierra. El jardín secreto. La tierra es más que dígitos y números.

Narcisismo. Sostiene Han que “ser observado hoy es un aspecto central de ser en el mundo”. El problema reside en que “el narcisista es ciego a la hora de ver al otro” y sin ese otro “uno no puede producir por sí mismo el sentimiento de autoestima”. El narcisismo habría llegado también a la que debería ser una panacea, el arte: “Ha degenerado en narcisismo, está al servicio del consumo, se pagan injustificadas burradas por él, es ya víctima del sistema; si fuera ajeno al mismo, sería una narrativa nueva, pero no lo es”.

Otros. Es la clave de sus reflexiones más recientes. “Cuanto más iguales son las personas, más aumenta la producción; esa es la lógica actual; el capital necesita que todos seamos iguales, incluso los turistas; el neoliberalismo no funcionaría si las personas fuéramos distintas”. Por ello propone “regresar al animal original, que no consume ni comunica desaforadamente; no tengo soluciones concretas, pero puede que al final el sistema implosione por sí mismo... En cualquier caso, vivimos en una época de conformismo radical: la universidad tiene clientes y solo crea trabajadores, no forma espiritualmente; el mundo está al límite de su capacidad; quizá así llegue un cortocircuito y recuperemos ese animal original”.

Refugiados. Han es muy claro: con el actual sistema neoliberal “no se siente temor, miedo o asco por los refugiados sino que son vistos como carga, con resentimiento o envidia”; la prueba es que luego el mundo occidental va a veranear a sus países.

Tiempo. Es necesaria una revolución en el uso del tiempo, sostiene el filósofo, profesor en Berlín. “La aceleración actual disminuye la capacidad de permanecer: necesitamos un tiempo propio que el sistema productivo no nos deja; requerimos de un tiempo de fiesta, que significa estar parados, sin nada productivo que hacer, pero que no debe confundirse con un tiempo de recuperación para seguir trabajando; el tiempo trabajado es tiempo perdido, no es tiempo para nosotros”.


EL “MONSTRUO” DE LA UE Y LA “BODA” CATALUÑA-ESPAÑA 

“Estamos en la Red, pero no escuchamos al otro, solo hacemos ruido”, dice Byung-Chul Han, que viaja lo justo y no hace turismo “para no participar del flujo de mercancías y personas”. También reclama una política nueva. Y la relaciona con Cataluña, tema cuya tensión rebaja bromeando:

“Si Puigdemont promete volver al animal original, me hago separatista”.

Y ya en lo político, lo enmarca en el contexto de la Unión Europea: “La UE no ha sido una unión de sentimientos sino comercial; es un monstruo burocrático fuera de toda lógica democrática; funciona a golpe de decretos...; en esta globalización abstracta se da un duelo entre el no lugar y la necesidad de ser de un lugar concreto; el especial está incómodo y genera desasosiego y estalla lo regional. Hegel decía que la verdad es la reconciliación entre lo general y lo particular y eso hoy es más difícil...”. Pero acude a su revolución temporal: “Las bodas forman parte de la recuperación del tiempo de fiesta: a ver si hay una entre Cataluña y España y se reconcilian”.

https://elpais.com/cultura/2018/02/07/actualidad/1517989873_086219.html?rel=lom

miércoles, 1 de febrero de 2017

Venus, Cupido, la Locura y el Tiempo. Autor: Angiolo Bronzino. Fecha: 1540-50 Museo: National Gallery de Londres. Características: 146,5 x 116,8 cm. Estilo: Renacimiento Italiano. Material: Oleo sobre tabla

Venus, Cupido, la Locura y el Tiempo

Comentario
Arte, Ética, dilema moral.

Esta tabla es considerada como la mencionada por Vasari en su "Vida de Bronzino" de 1568: "Ha hecho una pintura de singular belleza que ha sido enviada al rey Francisco de Francia; en ella se ve a Venus desnuda con Cupido besándola; y en el otro lado el Placer y el Juego con varios Amores; en el otro, el Fraude, los Celos y otras pasiones del Amor".

Bronzino trabajó en la corte del duque Cosimo de Medici, haciéndose famoso como retratista oficial. Esta Alegoría posiblemente sea el mencionado regalo de la corte de Toscana a Francisco I de Francia, incluyendo elementos simbólicos y emblemáticos.

El monarca francés era un hombre enamorado de la cultura y el arte italianos, sintiendo gran afición por la heráldica y los emblemas oscurantistas.

Venus. La diosa del amor y la belleza es identificada por la manzana de oro -que le concedió Paris en el famoso juicio- que porta en la mano izquierda y la paloma de la esquina izquierda de la escena. En la mano derecha, Venus lleva la flecha que ha arrebatado a Cupido, el joven que la besa. A los pies de la diosa encontramos unas máscaras, posiblemente símbolos de la sensualidad, que representan la ninfa y el sátiro, levantando la vista hacia los amantes.

El Placer Loco, el niño sonriente que lleva una pulsera en el tobillo, tira pétalos de rosa, sin interesarse por la espina que atraviesa su pie derecho.

Engaño. Tras el Placer se halla el Engaño, hermoso de rostro pero con un horrible cuerpo, ofreciendo en su mano un panal de dulce miel mientras que con la otra oculta el aguijón de su cola.

Celos. En la zona izquierda de la composición se sitúa una oscura figura, considerada tradicionalmente como la representación de los Celos pero identificada en la actualidad como la Sífilis, terrible enfermedad que en el siglo XVI había adquirido proporciones de epidemia.

Amor-pasión, Placer, Engaño. Con todos estos símbolos, se considera que el significado de la composición se identifica con el Amor impuro que es gobernado por el Placer con la ayuda del Engaño, amor que trae dolorosas consecuencias.

Tiempo y Olvido. La figura del Olvido, arriba a la izquierda, sin capacidad de recordar, intenta cubrir la escena con un velo pero el Tiempo se lo impide.

Las frías figuras desnudas se destacan, como si de un esmalte o de mármol se tratara, sobre un intenso azul ultramar, renunciando Bronzino al fondo, de la misma manera que en los dibujos pintados para la fábrica ducal de tapices. La composición muestra la influencia de Miguel Angel, especialmente su famoso cartón que muestra a Venus y Cupido besándose, así como de algunas obras de Pontormo, el maestro de Bronzino. La tabla fue adquirida por la National Gallery en 1860, convirtiéndose en la obra más cargada de erotismo de la colección.

http://www.artehistoria.com/v2/obras/8350.htm

¿Debería decirle al esposo de mi amiga que ella tiene otra relación?
Fiel y leal o fidelidad y lealtad.

http://www.nytimes.com/es/2015/11/16/deberia-decirle-al-esposo-de-mi-amiga-que-ella-tiene-otra-relacion/?smid=fb-espanol&smtyp=cur

miércoles, 11 de mayo de 2016

Ondas Gravitacio… ¿qué?

“Desde que los matemáticos han invadido la teoría de la relatividad, ni yo mismo la entiendo”.

Albert Einstein (1879-1955)

La historia empieza así: “El 14 de septiembre de 2015, científicos de LIGO [por las siglas en inglés de ‘Observatorio de Interferometría Laser para ondas Gravitacionales’] detectaron por primera vez en la historia de la humanidad las arrugas en el espacio-tiempo provocadas por la fusión de dos agujeros negros, predichas hace exactamente cien años por la teoría de la Relatividad General de Albert Einstein.

El descubrimiento supone la comprobación directa de la última predicción de la teoría del gran genio, así como la primera observación de la fusión de dos agujeros negros, y la primera observación directa de un agujero negro de cualquier manera. Además, abre una nueva ventana de observación para la astronomía, que hasta ahora estaba limitada a ondas de luz…”
ondasgravitacionales
Un momento… ¿Qué? ¿Arrugas? ¿Relatividad general? ¿Espacio-ti… empo?

Mucho se puede leer ya sobre la reciente detección de las ondas gravitacionales y la increíble precisión del interferómetro LIGO. ¡Puede medir diferencias en longitudes diez mil veces más pequeñas que el tamaño de un protón! Es tan impresionante que hasta suena ridículo. Pero, ¿de qué estamos hablando? ¿De dónde viene todo esto? Si en verdad estas ondas “gravitacioblabla” se van a convertir en algo importante a partir de este descubrimiento, merece la pena retroceder un poco y olvidarse, por el momento, de LIGO, y del 14 de septiembre de 2015.

Luz, Espacio y Tiempo
Finales del siglo XIX; conforme el siglo veinte se venía abriendo paso apresuradamente, algunos experimentos comenzaron a romper la paz que científicos como James Clerk Maxwell habían creído encontrar hacía unos pocos años. (Los más famosos, por Albert Abraham Michelson y Edward Morley). Maxwell había encontrado finalmente la ansiada respuesta a la pregunta de “qué es la luz”: pues bien, la luz es una onda, como el sonido. Y lo que una onda es, por cierto, es una oscilación que transporta energía de un lado a otro. ¿Y una onda de qué? Si el sonido es una onda de presión, la luz es una onda de electricidad y de magnetismo: una onda electromagnética.

Así que, a finales del siglo XIX, los físicos creían haber alcanzado la cima. Pero los experimentos que mencioné antes arrojaban un comportamiento peculiar a la luz: su velocidad es constante, y toma siempre el mismo valor; no importa quien la emita o quien la mida. A primera vista, no suena muy peculiar, pero pensándolo bien, es bastante raro. Imagina que viajas en un tren a 100 km/h, y en un momento dado te levantas a caminar hacia la parte delantera del tren a 5 km/h. Una chica sentada en el tren mediría tu velocidad en 5 km/h. Sin embargo, un chico sentado en el andén conforme pasa el tren por su lado mediría tu velocidad en 105 km/h (la del tren más la de tu caminar). Ahora hagamos el mismo experimento mental con la luz. La velocidad de la luz es (se ha medido) 300.000 km/s. Imagina ahora que el tren en el que vas viajando se mueve a 200.000 km/s, y tú lanzas un rayo de luz hacia la parte delantera del tren (apuntas con una linterna hacia delante) a la velocidad de la luz, que ya hemos quedado que es 300.000 km/s. La chica de antes, sentada en el tren, mediría la velocidad de la luz en 300.000 km/s. Sin embargo, el chico sentado en el andén mediría 500.000 km/s (la del tren más la de la luz).

Bueno, pues en realidad no. Resulta que en todos los experimentos que se han hecho hasta el día de hoy, el chico del andén mide 300.000 km/s, exactamente lo mismo que la chica sentada en el tren. Ese “empuje” del tren parece no afectar a la luz, de manera que todo el mundo mide la misma velocidad, de 300.000 km/s, no importa cómo se mueva, esté quieto, se esté alejando o se esté acercando. Pensémoslo de otro modo: si yo trato de alcanzar un rayo de luz, aunque pueda acelerarme a velocidades cada vez más cercanas a ésta, la luz siempre se estará alejando de mí a 300.000 km/s. ¡La luz es inalcanzable!

Pero no te esfuerces aún en pensar por qué esto es así. No es una hipótesis, ni un resultado de alguna complicada teoría; es una observación, como que la Tierra da vueltas alrededor del Sol. Lo tomas o lo dejas, pero así es.

Y dado que la velocidad de la luz en el vacío es constante, se le ha asignado, como a todas las buenas constantes de la física, una letra. En este caso, la letra c. A partir de ahora, no te tengo que decir que la velocidad de la luz es 300.000 km/s. Te diré que la velocidad de la luz es c, y con eso bastará. Pero entiende que c es un número fijo y siempre es el mismo.

Einstein se dio cuenta de que cuando uno trata con la luz, no puede sumar velocidades como está acostumbrado (como en el caso del tren), y en el año 1905 publicó una nueva teoría de velocidades, tiempos y demás, a partir de este hecho de que la velocidad de la luz es constante, no importa quien la emita, o quien la mida. A esta teoría se le llama Relatividad Especial, y sus consecuencias son tremendas: las longitudes y los tiempos no son absolutos; un metro o un segundo no miden lo mismo para alguien que está quieto o para alguien que se está moviendo; los metros se contraen, y los segundos se dilatan. Lástima que estos efectos sólo son apreciables cuando las velocidades son cercanas a la velocidad de la luz. Pero me estoy desviando…

En 1907, a un matemático llamado Hermann Minkowski se le ocurrió una cosa curiosa. Dado que velocidad es igual a espacio dividido entre tiempo, podemos expresar la velocidad de la luz como c = e/t, donde e es el espacio que recorre la luz en un tiempo t. De aquí podemos despejar el tiempo, t = e/c, o el espacio, e = c·t. Y dado que c es una constante universal, que siempre vale lo mismo, sin lugar a dudas, podemos decir que el tiempo y el espacio son proporcionales, y se relacionan con esta constante de proporcionalidad, que es c. Esto quiere decir que podemos expresar el tiempo transcurrido en cualquier evento (por ejemplo, el tiempo que tardo en comerme un elote) como una longitud e dividido entre esa constante. Puedo decir que he tardado 10 minutos en comerme mi elote; o puedo decir que he tardado 180 millones de kilómetros en comerme mi elote (es decir, 10 minutos, que son 600 segundos, multiplicado por la velocidad de la luz). A efectos prácticos, estoy diciendo que en el tiempo en que me comí el elote, un rayo de luz en el vacío recorrió 180 millones de kilómetros. Es una manera de expresar un tiempo, tan válida como cualquier otra. Tan sólo que resulta absurdo hacerlo: para tiempos tan pequeños como lo que tardo en comerme un elote, los minutos son mucho más apropiados.

Pero Minkowski no se quedó en una mera cuestión de proporcionalidad. Su interpretación, mucho más profunda, fue que el espacio y el tiempo están íntimamente relacionados entre sí, de manera que uno no tiene sentido sin el otro. Para Minkowski, espacio y tiempo forman parte de una única entidad de cuatro dimensiones que él denominó espacio-tiempo. Así que el espacio-tiempo tiene cuatro coordenadas, una temporal y tres espaciales, y el tiempo y el espacio se relacionan mediante la constante c. Como ejemplo, trata de dibujar un movimiento sencillo en un gráfico espacio-tiempo simplificado. Imagina que estás de pie, y de repente saltas con todas tus fuerzas hacia arriba y vuelves a caer. ¿Cómo se dibujaría esto en el espacio-tiempo de Minkowski? Pon la coordenada que representa la altura que alcanzas con tu salto en el eje vertical, y el tiempo transcurrido en el eje horizontal. En el momento del salto subes muy rápido, y poco a poco te vas frenando para detenerte en el aire justo antes de volver a caer, acelerándote de nuevo hacia el suelo. Dibujado en el espacio-tiempo, esto es una parábola: una línea curva que sube, se tuerce y da media vuelta para volver a caer.

De buenas y a primeras, a Einstein, como seguramente te esté pasando a ti, todo esto del espacio-tiempo le pareció totalmente superfluo y sin ninguna utilidad real. Sin embargo, y como preparación para lo que se avecina, date cuenta de una cosa: en el espacio-tiempo, un movimiento acelerado (como el salto vertical de antes) siempre se representa con una línea curva.

La teoría de la Relatividad General
La idea más feliz de la vida de Einstein (tal y como él mismo lo dijo) le vino dos años después de la publicación de la teoría de la Relatividad Especial, cuando pensaba sobre qué sucedería con los sistemas acelerados. (Algo que había pasado por alto en su teoría). Imagina que estás subiendo en un elevador, y de repente, se rompen los cables que lo sostienen y el elevador cae libremente hacia el suelo. Durante la breve caída, antes del horripilante final, tú, dentro del elevador, estás experimentando lo que supone estar en gravedad cero. Si sueltas una moneda, no verás cómo ésta cae al suelo del elevador, sino que se quedará a tu lado “flotando”; porque todo, tú, el elevador y la moneda, están cayendo con la misma aceleración. Ahora imagina que estás en una cabina en el espacio, realmente en gravedad cero, e imagina que la cabina comienza a propulsarse desde “abajo” y comienza a acelerar con la misma intensidad que acelera la gravedad terrestre. El avance acelerado de la cabina te irá dejando atrás, de manera que sentirás un empuje hacia el suelo exactamente igual que si estuvieras en el campo gravitatorio terrestre. En el primer caso, estás simulando gravedad cero en la Tierra; en el segundo, estás simulando la gravedad terrestre en el espacio. Einstein se dio cuenta de que gravedad y aceleración son equivalentes, en el sentido de que lo que ocurre en presencia de una debería suceder también en presencia de la otra.

Este efecto de que, si estás en una cabina acelerada, el movimiento de la cabina te va dejando atrás, es fácil de comprobar. La próxima vez que subas a un avión, cuando el avión esté acelerando para despegar, siente como tu espalda se pega al respaldo de tu asiento, o lanza una pelota hacia el techo y verás cómo la pelota se va hacia atrás. Si esto lo haces cuando el avión ya está volando a velocidad de crucero, no sentirás nada y la pelota no se irá hacia atrás. Cuando el avión se mueve con velocidad constante es como si el avión estuviese quieto. Esto sólo funciona con movimientos acelerados.

Pero seguro que entiendes que no hay ninguna fuerza oculta en la parte de atrás del avión que atraiga a la pelota mientras el avión está acelerando; el movimiento que observo en la pelota no es real: más bien es el avión el que se mueve, pero como yo estoy amarrado al asiento, para mí parece que es la pelota la que se está moviendo. Pues bueno, este efecto también incluye a la luz; no tendría por qué no hacerlo. Si yo lanzo un rayo de luz hacia arriba o hacia un lado, conforme el avión se está acelerando, el rayo de luz se irá quedando atrás. (Claro, el efecto es pequeñísimo, porque la luz se mueve muy deprisa; para poder apreciarlo, el avión tendría que tener una aceleración grandísima).

Y aquí es donde entra la mente brillante de Einstein, y su equivalencia entre aceleración y gravedad: si un rayo de luz pareciera torcerse en presencia de una aceleración, entonces, el rayo de luz debería parecer torcerse de la misma manera en presencia de un campo gravitatorio. (La palabra “parecer” es importante aquí y quiero que la recuerdes; ten en cuenta que en el caso del avión, la pelota, o la luz, no se tuercen realmente, sino que es el avión, al acelerar, el que provoca esa ilusión). Aun así, ¿cómo va a parecer torcerse la luz en presencia de la gravedad, si (como sabemos desde hace mucho tiempo, y está demostrado por activa y por pasiva) la luz sigue siempre la trayectoria más corta entre dos puntos? Y la trayectoria más corta entre dos puntos es siempre la línea recta. ¿O no lo es?

Retrocedamos algunos siglos. Estamos, quizás, en el siglo XV, y dos imponentes carabelas surcan los mares del pacífico con sus grandes velas izadas. Imagina que los dos navíos se encuentran distanciados, pero sobre la misma línea del ecuador, y piensa que en esta época se creía que la Tierra era plana. Si los dos barcos comenzaran a navegar al mismo tiempo en trayectorias perpendiculares al ecuador, hacia arriba de su mapa por ejemplo, irían avanzando por el océano en trayectorias paralelas… ¡hasta encontrarse en el polo norte! ¿Pero cómo es posible? Si avanzaban en líneas paralelas, ¡que nunca se cortan! Lo que nuestros navegantes no saben es que la superficie por donde navegan –la de la Tierra– no es un plano, ¡sino una esfera! Y al no saber esto, podrían pensar que existe una fuerza misteriosa que está atrayendo a los barcos el uno hacia el otro, porque ellos navegaban en líneas paralelas… ¡Pero esta fuerza es una ilusión! Una ilusión debida al hecho de que se mueven en la superficie de una esfera, y no en un plano, como ellos creen. Después de todo, lo que están experimentando no es una fuerza, sino una curvatura del espacio en el que navegan.

Y aunque pareciera que las trayectorias de los dos barcos se están torciendo la una hacia la otra, no es verdad. Lo que está torcido no son las trayectorias de los barcos, ¡sino el espacio en que se mueven! Visto de otra manera, nuestras carabelas no hacen más que seguir la distancia más corta entre el ecuador y el polo, que en la superficie de una esfera no es una línea recta, sino una línea curva.

Regresemos con Einstein: en donde decíamos “carabelas” ahora diremos “luz”, y en donde decíamos “superficie de la Tierra” ahora diremos “espacio tridimensional”. Ahora quizás podamos contestar a la pregunta de ¿cómo va a parecer torcerse la luz en presencia de la gravedad, si ésta sigue siempre la trayectoria más corta? Existe una manera: esto podría ocurrir si la gravedad no fuese una fuerza realmente, sino el efecto de una curvatura del espacio tridimensional en que vivimos. De ser así, la luz se torcería con el espacio siguiendo la trayectoria más corta, que no siempre sería la línea recta.

Einstein pensó que, quizás, la presencia de una masa enorme como el Sol no ejerce ninguna fuerza misteriosa sobre los planetas, esa que se ha llamado gravedad. Por el contrario, la presencia de una masa enorme como la del Sol lo que hace es que curva el espacio a su alrededor, estirándolo de tal manera que los planetas, cometas, etcétera, no tienen más remedio que seguir una trayectoria curva a su alrededor, en forma de órbita. La manera más fácil de visualizarlo (y la más estándar) es imaginar una sábana bien estirada sobre la que se coloca una pelota en el centro: la masa de la pelota deforma la sábana de tal manera que si lanzamos una canica a su lado, el camino de ésta se torcerá siguiendo la curvatura de la sábana. Como la sábana ejerce una fricción sobre la canica, ésta puede acabar cayendo hacia la pelota; pero si no hubiera fricción, la canica se podría quedar girando alrededor de la pelota en una órbita estable, como lo hacen los planetas. Es una analogía muy buena, muy visual y muy recurrida, pero tiene un problema bastante gordo que nadie nunca menciona.

Este problema se remonta al principio de toda esta locura: la equivalencia entre aceleración y gravedad de la que partió Einstein. Piensa que todo parte de este principio, y si de repente violáramos el principio, se iría todo a la basura. Entonces, si un movimiento se ve torcido en el espacio en presencia de la gravedad, un movimiento acelerado debería también verse torcido en el espacio. Pero aquí hay algo que no cuadra: y es que un movimiento acelerado no está torcido en el espacio (por ejemplo, el salto vertical del ejemplo de antes es puramente un salto en línea recta). Para que un movimiento acelerado se vea torcido, y pueda así haber una relación entre aceleración y gravedad, se necesita la coordenada temporal. Un movimiento acelerado no aparece torcido en el espacio, pero sí en el espacio-tiempo. Para mantener la cordura, la curvatura producida por una masa enorme como el Sol no puede ser una curvatura del espacio y ya. Es totalmente necesario que esta curvatura incluya al espacio y también al tiempo. Si no, se acaba la equivalencia entre gravedad y aceleración, volvemos al principio de la historia, y no podemos seguir. Sin espacio-tiempo, es un callejón sin salida. (Volveremos con esto cuatro párrafos más adelante).

Así que cuando Einstein comenzó a tratar de describir matemáticamente esta relación entre la presencia de una masa y la curvatura que ésta produciría en el espacio para dar lugar a lo que llamamos gravedad, encontró que la única manera de hacerlo era incluyendo también al tiempo, recuperando aquella idea de Minkowski que él mismo había despreciado.

Y la tarea no fue fácil. La curvatura producida por una masa tenía que ser completamente independiente de quien la midiera (aunque el observador se estuviese moviendo y/o acelerando). Einstein tuvo que aprender a abstraerse en las matemáticas de superficies curvas en cuatro dimensiones y en el uso de tensores (dicho mal y rápido, un tensor es una matriz muy complicada que cumple con ese requisito de que es independiente del observador) con la ayuda de su amigo y antiguo compañero de clase, el matemático Marcel Grossmann. Imaginen por un momento que Einstein tenía una profunda idea sobre lo que debía ser la gravedad, un sentimiento que provenía de los mismos experimentos mentales que hemos discutido en los párrafos anteriores; pero que debía ser formalizado de alguna manera. Irónicamente, Einstein no era precisamente amante las matemáticas, y su mayor logro le acabó costando ni más ni menos que ocho años de esfuerzo, frustración, compromiso y dudas. Finalmente, en el año 1915, Albert Einstein lo consiguió. Ninguna teoría de comparable magnitud ha sido nunca gracias a la labor casi exclusiva de un único científico.

Su triunfo consiste en una complicada ecuación que describe de forma precisa cómo la presencia de una masa deforma el espacio-tiempo, y cómo esta deformación del espacio-tiempo define la trayectoria de los cuerpos que se mueven libres en su cercanía. Es la ilusión de la gravedad.

Pero, ¡mucho ojo! Si dejamos de lado el tiempo, y nos quedamos únicamente con el espacio susceptible a ser deformado, ¡la gravedad tal y como la explica Einstein no tendría ningún sentido! Imagina que suelto una pelota desde lo alto de mi balcón: la pelota está quieta entre mis manos, de repente abro los brazos y la pelota cae. Newton diría que la Tierra está ejerciendo una fuerza de atracción sobre la pelota. Einstein diría que la Tierra está curvando el espacio a su alrededor, de forma que la pelota sigue la trayectoria que queda libre de cualquier otra fuerza en un espacio curvo hasta la superficie de la Tierra. ¿Pero qué tontería es esta? ¿Qué trayectoria? ¡Si la pelota estaba quieta! Aunque fuera verdad que la Tierra curva el espacio a su alrededor, ¿por qué tendría mi pelota que ir hacia ningún lado si yo la dejé quietecita entre mis manos? Volviendo a la analogía de la sábana estirada sobre la cual se coloca una pelota y se lanza una canica, aquí tenemos el tremendísimo defecto de esta analogía: ¿por qué cae la canica hacia la pelota? ¿Porque la sábana está curvada? ¡Por supuesto que no! La canica cae hacia la pelota porque la pelota se hunde hacia abajo en la sábana; la canica cae hacia la pelota por la gravedad de la Tierra; y cuando entra en juego la gravedad de la Tierra en una analogía para comprender el efecto mismo de la gravedad, perdón, pero nuestra analogía ya no sirve. Es como tratar de definir un cactus usando la palabra “cactus”.

¿Por qué tendría mi pelota que “caer” si yo la dejé quietecita entre mis manos? La gravedad como deformación del espacio sencillamente no funciona, y no tiene sentido. Sin embargo, la gravedad como deformación del espacio-tiempo funciona a la perfección. En el espacio-tiempo nada está quieto, pues al tiempo no hay quien lo pare. Ya no se trata de otorgar una trayectoria a algo que está quieto, sino de modificar la trayectoria existente, porque la pelota “quieta” entre mis manos posee ya una trayectoria en el espacio-tiempo (se mueve en el tiempo, aunque no se mueva en el espacio). Cuando yo abro mis brazos y dejo la pelota libre, en el espacio-tiempo curvo (por la presencia de la masa de la Tierra) la pelota seguirá la trayectoria marcada por dicha curvatura, que hace que mi pelota caiga al suelo. Piénsalo bien, ayúdate si así es más fácil con un gráfico espacio-tiempo con una coordenada espacial y una temporal, como el de antes, y verás que tiene todo el sentido del mundo.

Por último, aunque se necesita un cuerpo con masa para curvar el espacio-tiempo, la curvatura es una propiedad intrínseca de este espacio-tiempo, así que la gravedad afecta a todos los cuerpos por igual, independientemente de la masa. Y lo que es más, ni si quiera se necesita un cuerpo con masa para sentir la curvatura del espacio-tiempo: según la teoría de Einstein, la luz también siente la gravedad (lo cual no es así con la teoría de Newton). De hecho, la luz lo hace de tal manera que, como mencioné antes, siempre sigue el camino más corto entre dos puntos en el espacio-tiempo; sólo que si el espacio-tiempo es curvo, este camino más corto no es la línea recta.

El siguiente paso para Einstein era decisivo. Su teoría era el resultado directo...

seguir aquí http://naukas.com/2016/03/16/ondas-gravitacio-que/

video de Albert Einstein: https://youtu.be/pItb8zKxnW0

miércoles, 23 de septiembre de 2015

LOS PORQUÉS DEL TIEMPO » La niebla de San Francisco. El origen está en las aguas frías que condicionan el clima de la bahía

Una de las imágenes más famosas del planeta es la del puente Golden Gate, símbolo de la ciudad californiana de San Francisco, emergiendo desde la cerradísima niebla. De clima mediterráneo, esta ciudad americana se caracteriza por sus inviernos frescos y húmedos (con lluvias relativamente abundantes) y unos veranos secos y no muy calurosos. De hecho, la temperatura media durante todo el año no excede los 19-20 grados, ya que su clima fresco está fuertemente condicionado por la omnipresente corriente fría de California (corriente marina que se extiende a lo largo de la costa occidental de América del Norte, desde Alaska hacia el sur, paralela al litoral americano). Mark Twain dijo una vez que, "no he pasado nunca más frío que un verano en San Francisco."

Precisamente el origen de la formación de esta espesa niebla estival lo encontramos en estas aguas frías que condicionan el clima de San Francisco. Esta se forma cuando el aire cálido y húmedo del océano Pacífico se abalanza sobre la corriente fría de California que, como hemos dicho, fluye paralela a la costa. Este aire caliente y húmedo se enfría desde abajo, su humedad relativa aumenta y el vapor de agua se condensa a medida que avanza a través de la bahía o de la tierra formando la niebla. Este tipo de nieblas se llama de advección.

Por cierto, el color del puente es un rojo con acabado en plomo, conocido como naranja internacional, y fue elegido porque no solo armoniza muy bien con el entorno natural, sino que además hace mucho más visible el puente en días de niebla.
http://elpais.com/elpais/2014/07/24/actualidad/1406227094_054418.html

lunes, 21 de septiembre de 2015

Galerna, el vendaval más traicionero. Este fenómeno consiste en un fortísimo temporal de viento que aparece sin avisar


Probablemente sea la palabra que más pánico y respeto haya infundido entre los marineros y las gentes del litoral Cantábrico. Aún hoy se la teme, es la galerna, uno de los fenómenos meteorológicos más espectaculares que tenemos en nuestro país y que consiste en un fortísimo temporal de viento que aparece sin avisar, muy traicionero y que siempre va precedido de un ambiente plácido, tranquilo e incluso caluroso que para nada hace pensar en la llegada de este súbito vendaval. En la actualidad aún se desconocen algunos aspectos que favorecen su formación, de ahí la dificultad para predecirlas. En definitiva, el proceso se origina por la interacción de dos masas de aire de diferentes características. La primera llega desde el mar y es húmeda y fría y la segunda, es la que se encuentra sobre la meseta, mucho más cálida y seca.

Este choque produce, en apenas unos minutos, un brusco cambio en la dirección del viento de suroeste a oeste-noroeste y fuertes rachas iniciales de unos 70km/h que podrán superar los 100km/h a medida que se van desplazando desde Asturias hasta el litoral del País Vasco paralelas a la cordillera cantábrica. La temperatura cae bruscamente unos 12ºC en menos de 20 minutos y el temporal marítimo que se origina puede generar olas de más de 7-8m de altura. También suelen formarse potentes tormentas que descargan con fuerza. No durará mucho el paso de una galerna ya que, después de unos 45-90 minutos infernales, todo vuelve a la normalidad. Una de las más trágicas y mortíferas que se recuerda fue la del ‘Sábado de Gloria’ (20-04-1878) donde murieron ahogados 322 marineros.

http://elpais.com/elpais/2015/08/28/actualidad/1440796913_231138.html

jueves, 23 de abril de 2015

_- Dia del libro. Te deseo tiempo

_- "Todo el mundo me dice que tengo que hacer ejercicio. Que es bueno para mi salud. Pero nunca he escuchado a nadie que le diga a un deportista tienes que leer". José Saramago

El libro es un recipiente donde reposa el tiempo. Emilio Lledó.

Te deseo tiempo
 ELLI MICHLER

No te deseo un regalo cualquiera,
te deseo aquello que la mayoría no tiene,
te deseo tiempo, para reír y divertirte,
si lo usas adecuadamente podrás obtener de él lo que quieras.

Te deseo tiempo para tu quehacer y tu pensar
no sólo para ti mismo sino también para dedicárselo a los demás.

Te deseo tiempo no para apurarte y andar con prisas
sino para que siempre estés content@.

Te deseo tiempo, no sólo para que transcurra,
sino para que te quede:

tiempo para asombrarte y tiempo para tener confianza
y no sólo para que lo veas en el reloj.

Te deseo tiempo para que toques las estrellas
y tiempo para crecer, para madurar. Para ser tú.

Te deseo tiempo, para tener esperanza otra vez y para amar,
no tiene sentido añorar.

Te deseo tiempo para que te encuentres contigo mism@,
para vivir cada día, cada hora, cada minuto como un regalo.

También te deseo tiempo para perdonar y aceptar.

Te deseo de corazón que tengas tiempo,
tiempo para la vida y para tu vida.
https://youtu.be/IJAe59jBfmk
Fuente: Insight
También te deseo que disfrutes con esta canción de Diana Krall

sábado, 22 de marzo de 2014

Otro tiempo

El presidente de la Comunidad de Madrid recibe a las “marchas de la dignidad” con el hospitalario sambenito de “neonazis”

Antonio Sandoval, autor de ¿Para qué sirven las aves?,una obra fascinante que anda emigrando de boca en boca, me informa de que todavía no han llegado los primeros cucos. Miles de ellos estarán ahora atravesando el desierto del Sáhara, en una travesía épica que puede superar los 5.000 kilómetros, según el destino en Europa. Aunque una parte sucumbe en el intento, la mayoría cruza el Estrecho y atraviesa la península Ibérica. Toda una red humana, presencial, está alerta para escuchar ese canto que para la naturaleza tiene un efecto germinal, como el aviso de un despertar. ¿Cuándo deciden emigrar las aves? A mediados del siglo pasado, los investigadores situaron el origen de esa inquietud en un “reloj interior” y denominaron Zugunruhe a ese impulso. A la hora de despertar y ponerse en marcha contra la injusticia debe existir algo parecido a ese reloj interior en la especie humana. Las llamadas “marchas de la dignidad” que confluyen en Madrid para denunciar la “emergencia social” en que vive una parte creciente de la población española obedecen a un instinto de supervivencia. Cuando la justicia queda atrapada bajo la resignación, la sociedad se convierte en una naturaleza muerta. Se ha aprovechado la crisis para retrasar todos los relojes. ¿En qué frigorífico se acumulan las entrañas del tiempo perdido? La OCDE alerta que España es el país europeo donde más se ha agrandado la desigualdad. También en el trato entre el Gobierno y los ciudadanos. A la exigencia de sacrificios, se suma la humillación. El ministro de Hacienda avisa de que no va a quedar títere con cabeza. Es decir, los más ricos pagarán menos. El presidente de la Comunidad de Madrid recibe a las “marchas de la dignidad” con el hospitalario sambenito de “neonazis”. Alguien debería explicarles que entramos en otro tiempo. La gente sincroniza el reloj interior y empieza a ejercer el derecho a levantarse del suelo.
Fuente: El País Manuel Rivas.

martes, 7 de enero de 2014

Brindis. Ante la orilla sagrada donde nos espera el destino, seguir vivos es la victoria

A mitad de enero en la valla publicitaria de enfrente, que a las seis de la tarde ya estaba a oscuras, sobre las piernas largas de esa modelo que anuncia un perfume se detendrá un sol imprevisto, muy dulce; al inicio de febrero, llore o ría la Candelaria, se despertará la savia de los árboles y apuntarán las gemas en las ramas desnudas; en marzo muchos sueños que uno alimentó con el año nuevo ya habrán sido derrotados: no has encontrado trabajo y tampoco has adelgazado; en cambio, las flores que perdieron los almendros han sido recuperadas por los cerezos. Pese a todo, deberás seguir adelante, puesto que el sol cumplirá con su oficio inexorable sin contar con las tormentas del corazón. Puede que este sea el artículo malo que uno repite siempre al comenzar el año, pero el sol, siendo como es una bomba de hidrógeno, también se repite y no pasa nada. Mientras las gotas metálicas del deshielo caen de los cobertizos sobre el humeante estiércol del ganado, de la última nieve resplandeciente de abril nacerán rosas en mayo y las nubes pasarán por las veletas de los campanarios cargadas de bienes o llenas de maleficios contra el trigo y el viñedo que peina las lomas. Sin duda, ante la puerta del verano, con la fe renovada, pensarás: tengo que rebelarme, no voy a dejar que me machaquen más, quiero luchar. Aquellas gemas que despertó la savia serán frutas en los mercados, cerezas de junio, ciruelas de julio, fresquillas de agosto, moscatel de septiembre. Mientras el sol decline la luz para pudrir las hojas amarillas de otoño, si finalmente has conseguido no rendirte, obtendrás también tu propia cosecha, tal vez la brisa deliciosa de un amor, el deleite de las risas con los amigos, la gracia de un placer secreto que te conceda un dios pagano. Cuando en noviembre se cierren los días y el recuerdo de los muertos fermente bajo tierra, surgirá del légamo el presagio de que todo va a resucitar de nuevo. Diciembre dejará caer el sol en el abismo, pero con el solsticio de invierno volverá a crecer desde las tinieblas y ese será el momento de recuperar la inmortalidad de cada hora. Ante la orilla sagrada donde nos espera el destino, levanta la copa y brinda por los buenos días del pasado y por todos los sueños imposibles. Seguir vivos es la victoria.
Fuente: Manuel Vicent. El País.