Los fondos públicos que recibe la organización son los más bajos de los últimos cinco años
La Confederación ha ayudado en total a cinco millones de personas de 40 países
La pobreza se perpetúa en España. Cáritas registró en 2013 el mayor aumento del número de personas atendidas desde el inicio de la crisis. 2,5 millones de ciudadanos en riesgo de exclusión social, 600.000 más que en 2012, buscaron su ayuda. Esa cifra representa un 31% de aumento en un año frente al 24,6% del año 2008. En la organización apuntan a dos tipos de hogares como los especialmente vulnerables: las familias numerosas y las madres solteras. La crisis económica “se está cebando con los hogares con más miembros o con personas dependientes”, explicó Sebastián Mora, el secretario general de Cáritas en la presentación de la Memoria Anual de 2013 que elabora la organización.
Griselys, dominicana de 28 años, encabeza una de esas familias monoparentales que menciona Cáritas en su informe. Desde hace cuatro meses, cuando su marido ingresó en prisión, mantiene sola a sus tres hijos, de tres, cinco y siete años. Lo logra a través de las ayudas sociales. Ayer mismo Griselys recibió 70 euros de Cáritas para comprar cuadernos y lapiceros para sus hijos. “También voy a la organización a pedir una bolsa de alimentos, pero hay que hacer cola desde las 5.00 de la mañana, y hay días en los que no hay comida para todos porque no dan abasto”. Gabriela Jorquera, coordinadora de la Red Europea de la Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en Madrid, valora el aumento reportado por Cáritas como “muy significativo, ya que es una de las organizaciones más grandes de España”. Jorquera también habla de las familias monoparentales como colectivo golpeado fuertemente por la crisis. “Siempre tienen más riesgo de pobreza porque solo cuentan con un sueldo para vivir, pero en el caso de las mujeres es más grave porque su salario suele ser más bajo”.
Francisco Lorenzo, coordinador del equipo de estudios de Cáritas, constata este cambio de perfil de las personas que acuden a la organización. “Cada vez hay más familias numerosas entre los atendidos, además de un aumento en el número de españoles”. En 2007 la crisis económica “golpeaba especialmente a los inmigrantes”, recuerda Lorenzo, pero en los últimos años el porcentaje se ha igualado. Entre ese año y 2008, el número de atendidos por Cáritas aumentó un 71,1%.
La organización ha percibido también un cambio en el número de problemáticas por las que acude la gente. Mientras hace años se ayudaba a la población por temas relacionados con pérdida de empleo, y todas las consecuencias que eso conlleva, ya sea el pago del alquiler, la alimentación y demás necesidades básicas, este último año también se ha hecho frente a una falta de medios sanitarios, como la dispensación de medicamentos. Ana de la Calle, directora del centro social de Villaverde (Madrid), cuenta que no solo reparten alimentos. “Este año hemos visto cómo las familias nos piden hasta vacunas”. De la Calle se refiere a algunas de las que han retirado de la Seguridad Social como “la de la meningitis”. “A la vuelta del verano hemos notado una gran afluencia de gente, sobre todo de familias con hijos porque uno puede comer cualquier cosa, pero cuando no tienes para darles a tus hijos…”, lamenta esta trabajadora social. El comedor que ella atiende tiene capacidad para 200 plazas al día, pero no logran mermar la lista de espera.
El director de Acción Social de Acción Contra el Hambre, Luis González, trabaja diariamente con desempleados de larga duración. “Nos hemos encontrado con que la vulnerabilidad de este colectivo ha aumentado muchísimo”. Precisamente Acción Contra el Hambre está preparando un informe sobre la situación nutricional de estas familias. “No se puede decir que la desnutrición esté directamente relacionada con los procesos de exclusión social, pero sí la inseguridad alimentaria”. González recuerda que tanto personas mayores como núcleos familiares se han visto obligados a modificar su dieta.
De lunes a viernes Griselys y sus tres hijos acuden a un comedor social de Villaverde y viven —“sobreviven”, aclara ella— en un piso del Ivima, que la mujer logra pagar con los 532 euros de la Renta Mínima de Inserción (RMI) que le entrega la Comunidad de Madrid desde hace tres meses. Pero Griselys se muerde siempre las uñas contando los días que le quedan para llegar a fin de mes. “Días antes de llegar al 30 de septiembre ya estaba molestando a una vecina para que me dejase un litro de leche o algo para darles a los niños por las noches”.
En la Memoria de Cáritas también hay lugar para los datos positivos. El número de voluntarios que han acudido a la organización en los últimos cinco años ha aumentado un 30%, lo que se traduce en 18.000 personas solidarias más. La organización también ha informado de que ha atendido a 2,5 millones de personas en otros 40 países. En cuanto al dinero destinado a los colectivos que atienden, se encuentran las personas mayores para las que se reservan 28,5 millones de euros; familia e infancia con 22,8 millones, personas sin hogar con 21 millones e Inmigrantes con 4,7 millones.
La organización ha podido dar cobertura a las necesidades de las personas que han acudido a ella gracias a los fondos privados (el 75 % del total), ya que los públicos que se han invertido son los más bajos de los últimos cinco años. Mientras que en 2009 la financiación pública superaba los 87 millones de euros, en 2013 apenas llega a los 73 millones. Evolución totalmente opuesta a las donaciones de particulares que han aumentado 25 millones de euros en el último año, llegando a los 218.290.147 euros.
Fuente: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/09/29/actualidad/1411989045_795090.html
Extrema situación de pobreza
La verdad es que este es un país singular, parece no interesar a nadie hablar de la situación de extrema pobreza que existe en España, ya son una de cada cuatro personas, hemos llegado a los 2.500.000 hogares sin recursos y somos el quinto país de Europa donde más ha crecido la desigualdad. Nos guste o no, esta es la realidad. Comienza a ser habitual ver diariamente un nuevo caso de corrupción, mientras todos contemplamos impotentes e indignados cómo esos corruptos se enriquecen a nuestra costa, al tiempo que la pobreza en España aumenta un 30%, según el último informe de Cáritas, situación que amenaza con una fractura social si no se remedia pronto. Mientras tanto, los políticos parecen mirar hacia otro lado, pues en estos últimos meses se habla de todo menos de esta grave situación. ¿Acaso el Gobierno no considera este un asunto de extrema importancia?
Menos mal que en este país contamos con la valiosa colaboración de Cáritas y la inestimable ayuda de todos los voluntarios y donantes, porque, si no fuera por ellos, ¡pobres de nosotros!
PABLO RIVERO URGELL Benidorm, Alicante 2 OCT 2014
viernes, 3 de octubre de 2014
jueves, 2 de octubre de 2014
¿En qué países es mejor ser anciano?
Fred acaba de cumplir 70 años en Noruega y Zaina hace poco celebró sus 61 en Tanzania. Aunque sus edades sean similares, sus vidas no lo son.
Él espera vivir hasta los 85 años: habita en un país donde la salud y el transporte están subsidiados y además posee una pensión estatal y otra de la compañía privada en la que solía trabajar.
Zaina, en cambio, no tiene ninguna esperanza de recibir una pensión y posee una expectativa de vida que no supera los 75 años.
Sus casos le ponen rostro al Global AgeWatch Index, el ranking publicado este miércoles por la organización británica HelpAge, que mide el bienestar de los ancianos en cuatro áreas: seguridad salarial, salud, capacidades personales y ambiente social favorable.
Personas mayores
La publicación del informe coincide con la conmemoración del día internacional de las personas mayores.
El estudio refleja los datos de 96 países que representan el 91% de las personas mayores de 60 años en todo el mundo.
Uno de los puntos más destacados es el hecho de que América Latina registró los cambios más llamativos en comparación con las cifras de 2013, sobre todo en lo que se refiere a seguridad salarial.
El mejor vs. el peor
El país del mundo donde los ancianos viven mejor es Noruega, seguido por Suecia, que fue el líder en 2013.
En el tercer puesto se ubica Canadá, seguido por Suiza y Alemania. Holanda ocupa la sexta posición y Estados Unidos la octava.
Señores mayores
Las pensiones ayudan a que los ancianos se mantengan activos y sean autosuficientes por más tiempo.
Todos los países del top 10, con la excepción de Japón (9), se ubican en Europa Occidental, América del Norte y Australasia.
Un alto Producto Interno Bruto (PIB) per capita, sistemas de pensiones de amplia cobertura, buenos servicios de salud y ambientes sociales favorables, son algunas de las cualidades de los primeros 20 países de la lista.
Mientras, en el otro extremo, Afganistán es el país que ofrece las peores condiciones para los ancianos.
Muy cerca están Mozambique (95), Tanzania (92) y Uganda (89).
¿Y en América Latina?
Chile fue país latinoamericano en obtener el mejor puesto: el número 22.
A esa nación le sigue Uruguay (23), Panamá (24), Costa Rica (26), Argentina (31) y Ecuador (33).
En el nivel intermedio se ubica Bolivia (51), Colombia (52), Nicaragua (54), El Salvador (57) y Brasil (58).
Venezuela (76) fue el país latinoamericano en obtener la posición menos favorable, mientras que Honduras se ubicó muy cerca, en el puesto 75.
Pareja de ancianos
Se espera que en 2050, la cantidad de personas mayores de 60 años, aumente a 21%.
El informe pone especial atención a las pensiones y cómo ellas pueden contribuir a que la gente permanezca activa y sea autosuficiente por más tiempo.
México (30) y Perú (42) son citados como ejemplos de países en los que ha aumentado considerablemente el número de pensionados con resultados positivos.
Sin embargo, una de las conclusiones del estudio es que solo la mitad de la población mundial aspira a recibir una pensión básica en la vejez, por lo que urge a los gobiernos a actuar más rápido para extender las coberturas mientras la cantidad de ancianos aumenta.
En el mundo, según el informe, hay un total de 868 millones de personas mayores de 60 años, cerca del 12% de la población global.
Para 2050, está previsto que aumente a 21%.
Fuente: BBC.
Él espera vivir hasta los 85 años: habita en un país donde la salud y el transporte están subsidiados y además posee una pensión estatal y otra de la compañía privada en la que solía trabajar.
Zaina, en cambio, no tiene ninguna esperanza de recibir una pensión y posee una expectativa de vida que no supera los 75 años.
Sus casos le ponen rostro al Global AgeWatch Index, el ranking publicado este miércoles por la organización británica HelpAge, que mide el bienestar de los ancianos en cuatro áreas: seguridad salarial, salud, capacidades personales y ambiente social favorable.
Personas mayores
La publicación del informe coincide con la conmemoración del día internacional de las personas mayores.
El estudio refleja los datos de 96 países que representan el 91% de las personas mayores de 60 años en todo el mundo.
Uno de los puntos más destacados es el hecho de que América Latina registró los cambios más llamativos en comparación con las cifras de 2013, sobre todo en lo que se refiere a seguridad salarial.
El mejor vs. el peor
El país del mundo donde los ancianos viven mejor es Noruega, seguido por Suecia, que fue el líder en 2013.
En el tercer puesto se ubica Canadá, seguido por Suiza y Alemania. Holanda ocupa la sexta posición y Estados Unidos la octava.
Señores mayores
Las pensiones ayudan a que los ancianos se mantengan activos y sean autosuficientes por más tiempo.
Todos los países del top 10, con la excepción de Japón (9), se ubican en Europa Occidental, América del Norte y Australasia.
Un alto Producto Interno Bruto (PIB) per capita, sistemas de pensiones de amplia cobertura, buenos servicios de salud y ambientes sociales favorables, son algunas de las cualidades de los primeros 20 países de la lista.
Mientras, en el otro extremo, Afganistán es el país que ofrece las peores condiciones para los ancianos.
Muy cerca están Mozambique (95), Tanzania (92) y Uganda (89).
¿Y en América Latina?
Chile fue país latinoamericano en obtener el mejor puesto: el número 22.
A esa nación le sigue Uruguay (23), Panamá (24), Costa Rica (26), Argentina (31) y Ecuador (33).
En el nivel intermedio se ubica Bolivia (51), Colombia (52), Nicaragua (54), El Salvador (57) y Brasil (58).
Venezuela (76) fue el país latinoamericano en obtener la posición menos favorable, mientras que Honduras se ubicó muy cerca, en el puesto 75.
Pareja de ancianos
Se espera que en 2050, la cantidad de personas mayores de 60 años, aumente a 21%.
El informe pone especial atención a las pensiones y cómo ellas pueden contribuir a que la gente permanezca activa y sea autosuficiente por más tiempo.
México (30) y Perú (42) son citados como ejemplos de países en los que ha aumentado considerablemente el número de pensionados con resultados positivos.
Sin embargo, una de las conclusiones del estudio es que solo la mitad de la población mundial aspira a recibir una pensión básica en la vejez, por lo que urge a los gobiernos a actuar más rápido para extender las coberturas mientras la cantidad de ancianos aumenta.
En el mundo, según el informe, hay un total de 868 millones de personas mayores de 60 años, cerca del 12% de la población global.
Para 2050, está previsto que aumente a 21%.
Fuente: BBC.
¿Quién ayuda al Tercer Mundo?
Con la muerte en Madrid del médico y misionero de la Orden de San Juan de Dios Manuel García Viejo (Q.E.P.D) se elevan a dos los muertos europeos —ambos españoles— por el virus del ébola. Estas muertes, otros contagiados europeos y estadounidenses y, sobre todo, las previsiones sobre una posible expansión de la enfermedad en EE UU han movido al presidente Obama a reclamar públicamente más medios para luchar contra la enfermedad, detectada en 1976, y que ha provocado, según anunció la OMS el pasado día 22, el contagio de unas 5.843 personas, y alrededor de 2.804 fallecidos. Contrasta la rapidez con la que el mundo occidental parece dispuesto a enfrentarse al ébola al sentirse amenazado, frente a la desidia con la que contempla el hecho de que, según los mismos expertos de la OMS, se produzcan al año 2.000 millones de casos de diarrea que producen la muerte de 1,5 millones de niños menores de cinco años (uno cada tres minutos).
¿Cómo es posible tal hecho? La respuesta parece sencilla: la diarrea no supone ningún peligro para nuestro Primer Mundo. Ante estos datos, tan solo una pregunta: ¿dónde quedó el famoso 0,7% de los presupuestos como ayuda a los países subdesarrollados?
Fuente: El País. Tomás Díez Vivas.
¿Cómo es posible tal hecho? La respuesta parece sencilla: la diarrea no supone ningún peligro para nuestro Primer Mundo. Ante estos datos, tan solo una pregunta: ¿dónde quedó el famoso 0,7% de los presupuestos como ayuda a los países subdesarrollados?
Fuente: El País. Tomás Díez Vivas.
miércoles, 1 de octubre de 2014
Allen France: “Convertimos problemas cotidianos en trastornos mentales”. Catedrático emérito de la Universidad de Duke, dirigió la considerada 'biblia' de los psiquiatras
Allen Frances (Nueva York, 1942) dirigió durante años el Manual Diagnóstico y Estadístico (DSM), en el que se definen y describen las diferentes patologías mentales. Este manual, considerado la biblia de los psiquiatras, es revisado periódicamente para adaptarlo a los avances del conocimiento científico. El doctor Frances dirigió el equipo que redactó el DSM IV, a la que siguió una quinta revisión que amplió considerablemente el número de entidades patológicas. En su libro ¿Somos todos enfermos mentales? (Ariel, 2014) hace autocrítica y cuestiona que el considerado como principal referente académico de la psiquiatría colabore en la creciente medicalización de la vida.
Pregunta. En el libro entona un mea culpa, pero aún es más duro con el trabajo de sus colegas en el DSM V. ¿Por qué?
Respuesta. Nosotros fuimos muy conservadores y solo introdujimos dos de los 94 nuevos trastornos mentales que se habían sugerido. Al acabar, nos felicitamos, convencidos de que habíamos hecho un buen trabajo. Pero el DSM IV resultó ser un dique demasiado endeble para frenar el empuje agresivo y diabólicamente astuto de las empresas farmacéuticas para introducir nuevas entidades patológicas. No supimos anticiparnos al poder de las farmacéuticas para hacer creer a médicos, padres y pacientes que el trastorno psiquiátrico es algo muy común y de fácil solución. El resultado ha sido una inflación diagnóstica que produce mucho daño, especialmente en psiquiatría infantil. Ahora, la ampliación de síndromes y patologías en el DSM V va a convertir la actual inflación diagnóstica en hiperinflación.
P. ¿Todos vamos a ser considerados enfermos mentales?
R. Algo así. Hace seis años coincidí con amigos y colegas que habían participado en la última revisión y les vi tan entusiasmados que no pude por menos que recurrir a la ironía: habéis ampliado tanto la lista de patologías, les dije, que yo mismo me reconozco en muchos de esos trastornos. Con frecuencia me olvido de las cosas, de modo que seguramente tengo una predemencia; de cuando en cuando como mucho, así que probablemente tengo el síndrome del comedor compulsivo, y puesto que al morir mi mujer, la tristeza me duró más de una semana y aún me duele, debo haber caído en una depresión. Es absurdo. Hemos creado un sistema diagnóstico que convierte problemas cotidianos y normales de la vida en trastornos mentales.
P. Con la colaboración de la industria farmacéutica...
R. Por supuesto. Gracias a que se les permitió hacer publicidad de sus productos, las farmacéuticas están engañando al público haciendo creer que los problemas se resuelven con píldoras. Pero no es así. Los fármacos son necesarios y muy útiles en trastornos mentales severos y persistentes, que provocan una gran discapacidad. Pero no ayudan en los problemas cotidianos, más bien al contrario: el exceso de medicación causa más daños que beneficios. No existe el tratamiento mágico contra el malestar.
P. ¿Qué propone para frenar esta tendencia?
R. Controlar mejor a la industria y educar de nuevo a los médicos y a la sociedad, que acepta de forma muy acrítica las facilidades que se le ofrecen para medicarse, lo que está provocando además la aparición de un mercado clandestino de fármacos psiquiátricos muy peligroso. En mi país, el 30% de los estudiantes universitarios y el 10% de los de secundaria compran fármacos en el mercado ilegal. Hay un tipo de narcóticos que crean mucha adicción y pueden dar lugar a casos de sobredosis y muerte. En estos momentos hay ya más muertes por abuso de medicamentos que por consumo de drogas.
P. En 2009, un estudio realizado en Holanda encontró que el 34% de los niños de entre 5 y 15 años eran tratados de hiperactividad y déficit de atención. ¿Es creíble que uno de cada tres niños sea hiperactivo?
R. Claro que no. La incidencia real está en torno al 2%-3% de la población infantil y sin embargo, en EE UU están diagnosticados como tal el 11% de los niños y en el caso de los adolescentes varones, el 20%, y la mitad son tratados con fármacos. Otro dato sorprendente: entre los niños en tratamiento, hay más de 10.000 que tienen ¡menos de tres años! Eso es algo salvaje, despiadado. Los mejores expertos, aquellos que honestamente han ayudado a definir la patología, están horrorizados. Se ha perdido el control.
P. ¿Y hay tanto síndrome de Asperger como indican las estadísticas sobre tratamientos psiquiátricos?
R. Ese fue uno de los dos nuevos trastornos que incorporamos en el DSM IV y al poco tiempo el diagnóstico de autismo se triplicó. Lo mismo ocurrió con la hiperactividad. Nosotros calculamos que con los nuevos criterios, los diagnósticos aumentarían en un 15%, pero se produjo un cambio brusco a partir de 1997, cuando las farmacéuticas lanzaron al mercado fármacos nuevos y muy caros y además pudieron hacer publicidad. El diagnóstico se multiplicó por 40.
P. La influencia de las farmacéuticas es evidente, pero un psiquiatra difícilmente prescribirá psicoestimulantes a un niño sin unos padres angustiados que corren a su consulta porque el profesor les ha dicho que el niño no progresa adecuadamente, y temen que pierda oportunidades de competir en la vida. ¿Hasta qué punto influyen estos factores culturales?
R. Sobre esto he de decir tres cosas. Primero, no hay evidencia a largo plazo de que la medicación contribuya a mejorar los resultados escolares. A corto plazo, puede calmar al niño, incluso ayudar a que se centre mejor en sus tareas. Pero a largo plazo no ha demostrado esos beneficios. Segundo: estamos haciendo un experimento a gran escala con estos niños, porque no sabemos qué efectos adversos pueden tener con el tiempo esos fármacos. Igual que no se nos ocurre recetar testosterona a un niño para que rinda más en el fútbol, tampoco tiene sentido tratar de mejorar el rendimiento escolar con fármacos. Tercero: tenemos que aceptar que hay diferencias entre los niños y que no todos caben en un molde de normalidad que cada vez hacemos más estrecho. Es muy importante que los padres protejan a sus hijos, pero del exceso de medicación.
P. ¿En la medicalización de la vida, no influye también la cultura hedonista que busca el bienestar a cualquier precio?
R. Los seres humanos somos criaturas muy resilientes. Hemos sobrevivido millones de años gracias a esta capacidad para afrontar la adversidad y sobreponernos a ella. Ahora mismo, en Irak o en Siria, la vida puede ser un infierno. Y sin embargo, la gente lucha por sobrevivir. Si vivimos inmersos en una cultura que echa mano de las pastillas ante cualquier problema, se reducirá nuestra capacidad de afrontar el estrés y también la seguridad en nosotros mismos. Si este comportamiento se generaliza, la sociedad entera se debilitará frente a la adversidad. Además, cuando tratamos un proceso banal como si fuera una enfermedad, disminuimos la dignidad de quienes verdaderamente la sufren.
P. Y ser etiquetado como alguien que sufre un trastorno mental, ¿no tiene también consecuencias?
R. Muchas, y de hecho cada semana recibo correos de padres cuyos hijos han sido diagnosticados de un trastorno mental y están desesperados por el perjuicio que les causa la etiqueta. Es muy fácil hacer un diagnóstico erróneo, pero muy difícil revertir los daños que ello conlleva. Tanto en lo social como por los efectos adversos que puede tener el tratamiento. Afortunadamente, está creciendo una corriente crítica con estas prácticas. El próximo paso es concienciar a la gente de que demasiada medicina es mala para la salud.
P. No va a ser fácil…
Leer todo en El País.
La necesidad de medicar
José M. Rubio-Lorente Nueva York, EE UU. 1 OCT 2014. Carta a El País
Me gustaría dar una opinión profesional en respuesta al doctor Frances sobre la entrevista publicada recientemente en la que habla de la “medicalización” de los problemas cotidianos de la vida. La decisión de “medicar” síntomas como la ansiedad o depresión relacionadas con las dificultades de la vida debe responder a dos preguntas: ¿interfieren lo suficientemente con la vida de la persona como para necesitar ayuda? Así lo reconoce DSM-5. El hecho de que tengan que ver con estresores vitales no los hacen menos síntomas, siempre que interfieran persistentemente con la vida del individuo. En tal caso: ¿existe alguna intervención apropiada para tal diagnóstico? La ciencia demuestra contundentemente la eficacia de ciertos tratamientos para ciertos problemas, pero desafortunadamente la eficacia es cuestionable en otros casos. Como en los trastornos adaptativos o de personalidad, donde dificultades de la vida pueden resultar en síntomas prominentes. Aquí es cuestionable medicar, pero no por falta de necesidad, sino de eficacia.
En la persona está la responsabilidad de afrontar con todos los recursos disponibles las frustraciones y dificultades de la vida. Pero en nosotros los médicos está la de una aplicación responsable de la medicina basada en la ciencia y la ética.
Pregunta. En el libro entona un mea culpa, pero aún es más duro con el trabajo de sus colegas en el DSM V. ¿Por qué?
Respuesta. Nosotros fuimos muy conservadores y solo introdujimos dos de los 94 nuevos trastornos mentales que se habían sugerido. Al acabar, nos felicitamos, convencidos de que habíamos hecho un buen trabajo. Pero el DSM IV resultó ser un dique demasiado endeble para frenar el empuje agresivo y diabólicamente astuto de las empresas farmacéuticas para introducir nuevas entidades patológicas. No supimos anticiparnos al poder de las farmacéuticas para hacer creer a médicos, padres y pacientes que el trastorno psiquiátrico es algo muy común y de fácil solución. El resultado ha sido una inflación diagnóstica que produce mucho daño, especialmente en psiquiatría infantil. Ahora, la ampliación de síndromes y patologías en el DSM V va a convertir la actual inflación diagnóstica en hiperinflación.
P. ¿Todos vamos a ser considerados enfermos mentales?
R. Algo así. Hace seis años coincidí con amigos y colegas que habían participado en la última revisión y les vi tan entusiasmados que no pude por menos que recurrir a la ironía: habéis ampliado tanto la lista de patologías, les dije, que yo mismo me reconozco en muchos de esos trastornos. Con frecuencia me olvido de las cosas, de modo que seguramente tengo una predemencia; de cuando en cuando como mucho, así que probablemente tengo el síndrome del comedor compulsivo, y puesto que al morir mi mujer, la tristeza me duró más de una semana y aún me duele, debo haber caído en una depresión. Es absurdo. Hemos creado un sistema diagnóstico que convierte problemas cotidianos y normales de la vida en trastornos mentales.
P. Con la colaboración de la industria farmacéutica...
R. Por supuesto. Gracias a que se les permitió hacer publicidad de sus productos, las farmacéuticas están engañando al público haciendo creer que los problemas se resuelven con píldoras. Pero no es así. Los fármacos son necesarios y muy útiles en trastornos mentales severos y persistentes, que provocan una gran discapacidad. Pero no ayudan en los problemas cotidianos, más bien al contrario: el exceso de medicación causa más daños que beneficios. No existe el tratamiento mágico contra el malestar.
P. ¿Qué propone para frenar esta tendencia?
R. Controlar mejor a la industria y educar de nuevo a los médicos y a la sociedad, que acepta de forma muy acrítica las facilidades que se le ofrecen para medicarse, lo que está provocando además la aparición de un mercado clandestino de fármacos psiquiátricos muy peligroso. En mi país, el 30% de los estudiantes universitarios y el 10% de los de secundaria compran fármacos en el mercado ilegal. Hay un tipo de narcóticos que crean mucha adicción y pueden dar lugar a casos de sobredosis y muerte. En estos momentos hay ya más muertes por abuso de medicamentos que por consumo de drogas.
P. En 2009, un estudio realizado en Holanda encontró que el 34% de los niños de entre 5 y 15 años eran tratados de hiperactividad y déficit de atención. ¿Es creíble que uno de cada tres niños sea hiperactivo?
R. Claro que no. La incidencia real está en torno al 2%-3% de la población infantil y sin embargo, en EE UU están diagnosticados como tal el 11% de los niños y en el caso de los adolescentes varones, el 20%, y la mitad son tratados con fármacos. Otro dato sorprendente: entre los niños en tratamiento, hay más de 10.000 que tienen ¡menos de tres años! Eso es algo salvaje, despiadado. Los mejores expertos, aquellos que honestamente han ayudado a definir la patología, están horrorizados. Se ha perdido el control.
P. ¿Y hay tanto síndrome de Asperger como indican las estadísticas sobre tratamientos psiquiátricos?
R. Ese fue uno de los dos nuevos trastornos que incorporamos en el DSM IV y al poco tiempo el diagnóstico de autismo se triplicó. Lo mismo ocurrió con la hiperactividad. Nosotros calculamos que con los nuevos criterios, los diagnósticos aumentarían en un 15%, pero se produjo un cambio brusco a partir de 1997, cuando las farmacéuticas lanzaron al mercado fármacos nuevos y muy caros y además pudieron hacer publicidad. El diagnóstico se multiplicó por 40.
P. La influencia de las farmacéuticas es evidente, pero un psiquiatra difícilmente prescribirá psicoestimulantes a un niño sin unos padres angustiados que corren a su consulta porque el profesor les ha dicho que el niño no progresa adecuadamente, y temen que pierda oportunidades de competir en la vida. ¿Hasta qué punto influyen estos factores culturales?
R. Sobre esto he de decir tres cosas. Primero, no hay evidencia a largo plazo de que la medicación contribuya a mejorar los resultados escolares. A corto plazo, puede calmar al niño, incluso ayudar a que se centre mejor en sus tareas. Pero a largo plazo no ha demostrado esos beneficios. Segundo: estamos haciendo un experimento a gran escala con estos niños, porque no sabemos qué efectos adversos pueden tener con el tiempo esos fármacos. Igual que no se nos ocurre recetar testosterona a un niño para que rinda más en el fútbol, tampoco tiene sentido tratar de mejorar el rendimiento escolar con fármacos. Tercero: tenemos que aceptar que hay diferencias entre los niños y que no todos caben en un molde de normalidad que cada vez hacemos más estrecho. Es muy importante que los padres protejan a sus hijos, pero del exceso de medicación.
P. ¿En la medicalización de la vida, no influye también la cultura hedonista que busca el bienestar a cualquier precio?
R. Los seres humanos somos criaturas muy resilientes. Hemos sobrevivido millones de años gracias a esta capacidad para afrontar la adversidad y sobreponernos a ella. Ahora mismo, en Irak o en Siria, la vida puede ser un infierno. Y sin embargo, la gente lucha por sobrevivir. Si vivimos inmersos en una cultura que echa mano de las pastillas ante cualquier problema, se reducirá nuestra capacidad de afrontar el estrés y también la seguridad en nosotros mismos. Si este comportamiento se generaliza, la sociedad entera se debilitará frente a la adversidad. Además, cuando tratamos un proceso banal como si fuera una enfermedad, disminuimos la dignidad de quienes verdaderamente la sufren.
P. Y ser etiquetado como alguien que sufre un trastorno mental, ¿no tiene también consecuencias?
R. Muchas, y de hecho cada semana recibo correos de padres cuyos hijos han sido diagnosticados de un trastorno mental y están desesperados por el perjuicio que les causa la etiqueta. Es muy fácil hacer un diagnóstico erróneo, pero muy difícil revertir los daños que ello conlleva. Tanto en lo social como por los efectos adversos que puede tener el tratamiento. Afortunadamente, está creciendo una corriente crítica con estas prácticas. El próximo paso es concienciar a la gente de que demasiada medicina es mala para la salud.
P. No va a ser fácil…
Leer todo en El País.
La necesidad de medicar
José M. Rubio-Lorente Nueva York, EE UU. 1 OCT 2014. Carta a El País
Me gustaría dar una opinión profesional en respuesta al doctor Frances sobre la entrevista publicada recientemente en la que habla de la “medicalización” de los problemas cotidianos de la vida. La decisión de “medicar” síntomas como la ansiedad o depresión relacionadas con las dificultades de la vida debe responder a dos preguntas: ¿interfieren lo suficientemente con la vida de la persona como para necesitar ayuda? Así lo reconoce DSM-5. El hecho de que tengan que ver con estresores vitales no los hacen menos síntomas, siempre que interfieran persistentemente con la vida del individuo. En tal caso: ¿existe alguna intervención apropiada para tal diagnóstico? La ciencia demuestra contundentemente la eficacia de ciertos tratamientos para ciertos problemas, pero desafortunadamente la eficacia es cuestionable en otros casos. Como en los trastornos adaptativos o de personalidad, donde dificultades de la vida pueden resultar en síntomas prominentes. Aquí es cuestionable medicar, pero no por falta de necesidad, sino de eficacia.
En la persona está la responsabilidad de afrontar con todos los recursos disponibles las frustraciones y dificultades de la vida. Pero en nosotros los médicos está la de una aplicación responsable de la medicina basada en la ciencia y la ética.
martes, 30 de septiembre de 2014
Holanda, culto a la bici Icono, medio de transporte y objeto de deseo. Los Países Bajos, donde hay más bicis que personas, celebran en 2014 el año de la bicicleta. Proponemos un recorrido a golpe de pedal
Holanda está celebrando en 2014 el año de la bicicleta. Y aunque allí todas las mañanas son una fiesta del pedal, la efeméride es la excusa perfecta para subirse al sillín y recorrer un país con más bicicletas (18 millones) que habitantes (16,7 millones). Con más de 100.000 kilómetros habilitados, comenzó a apostar por las bicis en la década de los setenta. “Actualmente Holanda no se entiende sin ellas”, dice Aletta Koster, directora de la Embajada Ciclista de Holanda (www.dutchcycling.nl), un curioso organismo oficial creado para extender la doctrina del pedal por el mundo.
Ámsterdam
Aterrizamos en Schiphol, el aeropuerto de la capital holandesa, en cuyas instalaciones nos cruzamos con una elegante bicicleta de madera, la Boughbike, diseñada por Jan Gunneweg. La usan los trabajadores del aeropuerto dentro del plan de movilidad interno. Inspirados por esta imagen de bienvenida, al llegar al centro nos alquilamos una bici en cualquier esquina y comenzamos la ruta. Lo primero que sorprende es el número de ciclistas: unos van a trabajar, otros llevan colgadas las bolsas de la compra, los papás transportan a sus hijos camino del colegio sentados en sillitas o remolques para varios, hay muchas señoras mayores pedaleando (esto último, indicativo de ciudad amigable para las bicis o bikefriendly)... Los coches no pitan a los ciclistas y los peatones están acostumbrados al ajetreo. Hay semáforos específicos para bicis en la mayoría de los cruces. Bienvenidos a un modelo con futuro: una ciudad donde el 38% de los habitantes elige la bici a diario (otro 28% el coche, y otro 34% camina o usa el transporte público). Ámsterdam tiene más de 400 kilómetros de carriles bicis, una vía ideal para descubrir los canales, declarados patrimonio mundial por la Unesco; el año pasado se celebraron los 400 años de la construcción del denominado canal ring, que circunvala la ciudad. Para profundizar en este alarde de ingeniería se puede visitar el museo Het Grachtenhuis (http://hetgrachtenhuis.nl), dedicado a estas prodigiosas vías de comunicación acuática (hay aparcamientos para bicis en este y en todos los principales museos). Y para no perderse por los canales, la guía City Cycling Amsterdam (4 euros), de la editorial Thames & Hudson (www.thamesandhudson.com), incluye los más variados itinerarios a pedales.
Siguiendo el curso del agua se llega al famoso Barrio Rojo. Tras aparcar la bici, cruzar alguno de sus angostos callejones y echar un vistazo a los escaparates donde se exhiben mujeres semidesnudas dedicadas a la prostitución, parada en Begijnhof (www.begijnhofamsterdam.nl), un inesperado y tranquilo patio que sorprende en medio de esta tumultuosa zona. Era el jardín de un antiguo convento de viudas y solteras que, sin haber hecho votos monásticos, se encomendaban a Dios. Está muy cerca del Amsterdam Museum (www.amsterdammuseum.nl), donde se cuenta la historia de la ciudad.
“No hay una manera más antiholandesa de llegar”, repicaban los tabloides neerlandeses el pasado marzo. Hablaban de la visita a la capital que realizó Barack Obama. En su primera parada, el presidente bloqueó con su coche el acceso al carril bici que cruza los bajos del RijksMuseum (www.rijksmuseum.nl/es). Unos metros por debajo de La noche de ronda de Rembrandt, de La Lechera de Vermeer o de los verdes de Veronese, se puede ir en bici al amparo de arcos neogóticos; casi como si se circulase a través de una catedral. “Pedalear por este pasaje te provoca una sensación muy especial. Cuando lo cruzo pienso: vivo en Amsterdam y esto es genial”, cuenta Gerrit Faber, representante de la Unión Ciclista Holandesa (Fietserbond; www.fietsersbond.nl). El museo, fundado a principios del siglo XIX y que se instaló en su actual sede en 1895, reabrió sus puertas el pasado abril tras una década cerrado. Durante este tiempo se realizó una colosal reforma a cargo del estudio de arquitectos sevillanos Cruz y Ortiz, que tuvieron que modificar su proyecto original para mantener el paso ciclista que cruza la institución. En los jardines, accesibles de manera gratuita, se puede disfrutar de una exposición de esculturas de Alexander Calder.
Pero no solo las bicicletas son omnipresentes en Ámsterdam: las tiendas dedicadas a ellas también aparecen en cualquier rincón. Van Moof (http://vanmoof.com) es una de ellas. Aquí te tunean la bicicleta instalando la denominada rueda holandesa, un invento neerlandés que convierte una bici normal en eléctrica. También tienen sillines, complementos o luces. “Aquí estamos acostumbrados a que en cada barrio haya, como mínimo, una tienda dedicada a las dos ruedas”, cuenta Julius Brenninkmeijer, uno de los fundadores de Fietsklik (www.fietsklik.com). En su tienda, en la cuidada zona de Oude Waal, además de distribuir un transportín de diseño ideado por ellos, venden gadgets. Es solo una muestra de los artilugios que se pueden encontrar en las tiendas de esta ciudad. No muy lejos —en bicicleta nada está lejos en Ámsterdam— aparece Berry (http://berryamsterdam.nl), un coqueto café con todo tipo de leches (soja, avena…), zumos y smoothies para recuperar fuerzas y donde reciben con esta simpática frase: “I love you berry much”.
A pesar de que las bicis forman parte de la vida cotidiana de los Países Bajos, la apropiación que los modernos han realizado de ellas no pasa desapercibida. FietsKantine (www.defietskantine), literalmente la cantina de las bicicletas, es el epítome de lo hipster. Tienda, cafetería y barbería, este espacio concentra los tres elementos más identificativos del movimiento. El responsable de este concentrado, Luuk de Leeuw, estaba harto de su trabajo como consultor y tomó la iniciativa. “Quería dedicarme a un negocio donde pudiera hacer algo con las manos”, dice. Y lo primero que le pasó por la cabeza fueron las bicis. Normal. Ámsterdam es la mejor ciudad del mundo para pedalear. No lo dicen los neerlandeses sino sus vecinos de Copenhague a través del Copenhagenize Index, un índice que, anualmente, valora 150 ciudades y decide cuáles son las más bikefriendlys (Copenhague es la segunda; Utrecht la tercera, y Sevilla, la mejor posicionada de España, ocupa la cuarta posición). Las únicas valoraciones negativas que obtiene Ámsterdam están relacionadas con los problemas de saturación de velocípedos que tiene el centro histórico, que puede impactar a los que no estén muy acostumbrados a moverse en un mar de bicicletas. A pesar de ello, la circulación es muy relajada. En cualquier caso, si el gentío abruma, siempre se puede pedalear hasta De Ceuvel (http://deceuvel.nl), una antigua zona industrial reconvertida, a través de la arquitectura y los proyectos sostenibles, en un vivero para emprendedores. Además de tomar un café en su restaurante, se puede realizar una visita guiada en la que explican el proyecto...
Fuente: Viajes de El País.
Bicis de madera, http://www.boughbikes.com/
Ámsterdam
Aterrizamos en Schiphol, el aeropuerto de la capital holandesa, en cuyas instalaciones nos cruzamos con una elegante bicicleta de madera, la Boughbike, diseñada por Jan Gunneweg. La usan los trabajadores del aeropuerto dentro del plan de movilidad interno. Inspirados por esta imagen de bienvenida, al llegar al centro nos alquilamos una bici en cualquier esquina y comenzamos la ruta. Lo primero que sorprende es el número de ciclistas: unos van a trabajar, otros llevan colgadas las bolsas de la compra, los papás transportan a sus hijos camino del colegio sentados en sillitas o remolques para varios, hay muchas señoras mayores pedaleando (esto último, indicativo de ciudad amigable para las bicis o bikefriendly)... Los coches no pitan a los ciclistas y los peatones están acostumbrados al ajetreo. Hay semáforos específicos para bicis en la mayoría de los cruces. Bienvenidos a un modelo con futuro: una ciudad donde el 38% de los habitantes elige la bici a diario (otro 28% el coche, y otro 34% camina o usa el transporte público). Ámsterdam tiene más de 400 kilómetros de carriles bicis, una vía ideal para descubrir los canales, declarados patrimonio mundial por la Unesco; el año pasado se celebraron los 400 años de la construcción del denominado canal ring, que circunvala la ciudad. Para profundizar en este alarde de ingeniería se puede visitar el museo Het Grachtenhuis (http://hetgrachtenhuis.nl), dedicado a estas prodigiosas vías de comunicación acuática (hay aparcamientos para bicis en este y en todos los principales museos). Y para no perderse por los canales, la guía City Cycling Amsterdam (4 euros), de la editorial Thames & Hudson (www.thamesandhudson.com), incluye los más variados itinerarios a pedales.
Siguiendo el curso del agua se llega al famoso Barrio Rojo. Tras aparcar la bici, cruzar alguno de sus angostos callejones y echar un vistazo a los escaparates donde se exhiben mujeres semidesnudas dedicadas a la prostitución, parada en Begijnhof (www.begijnhofamsterdam.nl), un inesperado y tranquilo patio que sorprende en medio de esta tumultuosa zona. Era el jardín de un antiguo convento de viudas y solteras que, sin haber hecho votos monásticos, se encomendaban a Dios. Está muy cerca del Amsterdam Museum (www.amsterdammuseum.nl), donde se cuenta la historia de la ciudad.
“No hay una manera más antiholandesa de llegar”, repicaban los tabloides neerlandeses el pasado marzo. Hablaban de la visita a la capital que realizó Barack Obama. En su primera parada, el presidente bloqueó con su coche el acceso al carril bici que cruza los bajos del RijksMuseum (www.rijksmuseum.nl/es). Unos metros por debajo de La noche de ronda de Rembrandt, de La Lechera de Vermeer o de los verdes de Veronese, se puede ir en bici al amparo de arcos neogóticos; casi como si se circulase a través de una catedral. “Pedalear por este pasaje te provoca una sensación muy especial. Cuando lo cruzo pienso: vivo en Amsterdam y esto es genial”, cuenta Gerrit Faber, representante de la Unión Ciclista Holandesa (Fietserbond; www.fietsersbond.nl). El museo, fundado a principios del siglo XIX y que se instaló en su actual sede en 1895, reabrió sus puertas el pasado abril tras una década cerrado. Durante este tiempo se realizó una colosal reforma a cargo del estudio de arquitectos sevillanos Cruz y Ortiz, que tuvieron que modificar su proyecto original para mantener el paso ciclista que cruza la institución. En los jardines, accesibles de manera gratuita, se puede disfrutar de una exposición de esculturas de Alexander Calder.
Pero no solo las bicicletas son omnipresentes en Ámsterdam: las tiendas dedicadas a ellas también aparecen en cualquier rincón. Van Moof (http://vanmoof.com) es una de ellas. Aquí te tunean la bicicleta instalando la denominada rueda holandesa, un invento neerlandés que convierte una bici normal en eléctrica. También tienen sillines, complementos o luces. “Aquí estamos acostumbrados a que en cada barrio haya, como mínimo, una tienda dedicada a las dos ruedas”, cuenta Julius Brenninkmeijer, uno de los fundadores de Fietsklik (www.fietsklik.com). En su tienda, en la cuidada zona de Oude Waal, además de distribuir un transportín de diseño ideado por ellos, venden gadgets. Es solo una muestra de los artilugios que se pueden encontrar en las tiendas de esta ciudad. No muy lejos —en bicicleta nada está lejos en Ámsterdam— aparece Berry (http://berryamsterdam.nl), un coqueto café con todo tipo de leches (soja, avena…), zumos y smoothies para recuperar fuerzas y donde reciben con esta simpática frase: “I love you berry much”.
A pesar de que las bicis forman parte de la vida cotidiana de los Países Bajos, la apropiación que los modernos han realizado de ellas no pasa desapercibida. FietsKantine (www.defietskantine), literalmente la cantina de las bicicletas, es el epítome de lo hipster. Tienda, cafetería y barbería, este espacio concentra los tres elementos más identificativos del movimiento. El responsable de este concentrado, Luuk de Leeuw, estaba harto de su trabajo como consultor y tomó la iniciativa. “Quería dedicarme a un negocio donde pudiera hacer algo con las manos”, dice. Y lo primero que le pasó por la cabeza fueron las bicis. Normal. Ámsterdam es la mejor ciudad del mundo para pedalear. No lo dicen los neerlandeses sino sus vecinos de Copenhague a través del Copenhagenize Index, un índice que, anualmente, valora 150 ciudades y decide cuáles son las más bikefriendlys (Copenhague es la segunda; Utrecht la tercera, y Sevilla, la mejor posicionada de España, ocupa la cuarta posición). Las únicas valoraciones negativas que obtiene Ámsterdam están relacionadas con los problemas de saturación de velocípedos que tiene el centro histórico, que puede impactar a los que no estén muy acostumbrados a moverse en un mar de bicicletas. A pesar de ello, la circulación es muy relajada. En cualquier caso, si el gentío abruma, siempre se puede pedalear hasta De Ceuvel (http://deceuvel.nl), una antigua zona industrial reconvertida, a través de la arquitectura y los proyectos sostenibles, en un vivero para emprendedores. Además de tomar un café en su restaurante, se puede realizar una visita guiada en la que explican el proyecto...
Fuente: Viajes de El País.
Bicis de madera, http://www.boughbikes.com/
lunes, 29 de septiembre de 2014
José Saramago vuelve a hablar a los lectores. Se publica la novela inacabada ‘Alabardas’ sobre la violencia y el negocio de armas. En el libro participan Saviano y Günter Grass
Saviano escribe sobre 'Alabardas'
Con el mar de Lanzarote, a su izquierda, y el jardín de su casa, delante, asomados en dos ventanas, José Saramago empezó a escribir la novela que dejó inacabada y que verá la luz el 1 de octubre: Alabardas (Alfaguara). La escribió en uno de los salones de su casa, en un sillón color teja rodeado de tonos verdes donde nunca antes había escrito ningún libro. Donde para un tema como el de la industria del armamento y el tráfico de armas continuó la exploración de dos rutas literarias: más depuración en lo escrito y más sentido del humor e ironía.
El Nobel portugués (Azinhaga, 1922-Tías, Lanzarote, 2010) relata sobre el negocio armamentístico, sí, pero también le habla al lector, lo interpela, le cuenta una historia y en ella le pregunta por su posición y responsabilidad moral ante esa situación. O, como dice el poeta y ensayista Fernando Gómez Aguilera, “hurga en su conciencia, para incomodar, intranquilizar y depositar en el ámbito personal el desafío de la regeneración: la eventualidad, si bien escéptica, de encarrilar la alternativa de un mundo más humano”.
Todo empezó a tomar cuerpo el 15 de agosto de 2009, tras la publicación de Caín, con la primera nota de trabajo: “Es posible, quien sabe, que quizá pueda escribir otro libro. Una antigua preocupación (por qué nunca se ha producido una huelga en una fábrica de armas)”. Alcanzó a escribir tres capítulos que dejó en su ordenador, con copias impresas en una carpeta roja sobre el escritorio. Y en otro documento de word esbozado parte de la historia protagonizada por Artur Paz Semedo que “trabaja desde hace casi veinte años en el servicio de facturación de armamento ligero y municiones de una histórica fábrica de armas”. Un hombre separado de su mujer, “no porque él lo hubiese querido, sino por decisión de ella, que, por ser convencida militante pacifista, acabó no pudiendo soportar ni un día más sentirse ligada por los lazos de la obligada convivencia doméstica”.
Pura coherencia.
Pura pregunta que Saramago lanza en una palabra de diez letras: Coherencia. Y de ahí en adelante más. Una historia de esas que encadenan al mundo gobiernos, empresas y ciudadanos, y que nace de otra pregunta: ¿vendió la empresa donde trabaja Artur Paz Semedo armas a los fascistas de la Guerra Civil española?
Eso es Alabarda, cuyo nombre completo sería “Alabardas, alabardas, espingardas, espingardas”, título extraído de la tragicomedia Exortaçao da Guerra, del dramaturgo Gil Vicente. Una novela en la que el escritor no solo cambió de lugar a la hora de escribir y ahondó en otros registros, sino que debido a su enfermedad alteró su rutina creativa y lo hizo cada vez que pudo. En otros tiempos, recuerda Pilar del Río, su viuda, “dedicaba la mañana a la correspondencia, escribir artículos de prensa o conferencias; mientras, en las tardes, escribía novelas. Pero últimamente tiempo el tiempo le apretaba y ya no tenía horas. ‘El tiempo aprieta’, decía”.
Alcanzó a Saramago ese tiempo, y lo escrito en esa premura se ve ahora en 149 páginas. Una edición especial que incluye los apuntes del autor, un artículo de Roberto Saviano, un texto de Gómez Aguilera y todo embellecido con los dibujos de Günter Grass… lobos rabiosos y asustados, sombras fantasmales, piernas y brazos en marcha militar, sembradíos de armas, cuervos, cuervos…
Imágenes que acompañan un libro, como escribe Saviano, “de páginas que son un criptograma del murmullo continuo de las misteriosas revelaciones que recibimos. Como un manual de traducción de sonidos, percepciones e indignaciones. En Artur las revelaciones que he visto son las de todos los hombres y mujeres que se han defendido de la idiotez al darse cuenta de haber comprendido los dos caminos que existen: quedarse aquí, soportando la vida, charlando con ironía, tratando de acumular algo de dinero y familia y poco más, o bien otra cosa”.
Cuatro años después de muerto, Alabardas se publica con los sentimientos encontrados de Pilar del Río. Desde el principio tuvo claro que lo editaría: “El lector tiene derecho a conocer aquello que le ocupaba al autor que admiraba y por qué se había preocupado tanto. Más en un hombre como Saramago que estaba entre la vida y la muerte trabajando”. Incluso así, cuando podía, escribía dos hojas diarias, en la impresora hacía dos copias, una para su carpeta roja y otra para su mujer, y al día siguiente matizaba o corregía. Lo sorprendente, cuenta Del Río, eran la bonhomía y la ligereza y el humor que quería transmitir un hombre muy enfermo que no sabía si podía acabar el libro. Una novela que será presentada el 2 de octubre en Lisboa con varios actos especiales: por la mañana habrá una visita con los medios a la Fábrica de Braço de Prata, antigua Fábrica de Armas y hoy día Centro Cultural; por la tarde (17 horas) en el Teatro Nacional D. Maria II se dará una rueda de prensa con Baltasar Garzón, Roberto Saviano y António Sampaio da Nóvoa.
Es el diálogo continuado de José Saramago con los lectores en esta Alabardas que escribió en un sitio inédito para él, con ordenador, en su sillón color teja y frente a la mejor obra de la casa, según él: dos ventanas: una con vista al mar y la isla de Fuerteventura y la otra con los árboles del jardín que plantaron juntos.
Fuente: El País.
Pilar del Río: "Le faltaron unos meses para acabar la novela"
“Es una obra de madurez, con una gran ironía y en donde introduce nuevas técnicas narrativas”. Así juzga Pilar del Río la última obra de José Saramago. Pero la compañera del escritor y directora de la fundación del mismo nombre en Lisboa va más allá de la crítica literaria. “José vivía obsesionado por dos grandes ideas, el poder y su responsabilidad, y la barbarie de las guerras y la violencia. De la primera idea surgió Caín. No podía entender cómo el libro sagrado de los cristianos comenzaba con un fratricidio. Alabardas... nace de su segunda obsesión”.
“Esta novela es una idea recurrente desde que oyó que durante la Guerra Civil española se encontró una bomba con un mensaje en portugués en su interior: “Esta bomba no reventará”. Un ser anónimo, una persona, pese a trabajar en una armería, hace todo lo que está en su mano para evitar la violencia. Ese es el mensaje que José quería transmitir. La indiferencia en la que vivimos mientras dedicamos a la industria del armamento más dinero que a la educación o la sanidad. No es una novela sobre la guerra, es una novela sobre la lucha personal. Un canto al activismo individual para cambiar lo establecido, lo que damos por invariable, consciente o inconscientemente desde que nacemos”.
Pilar del Río cuenta que Saramago tenía en su cabeza la novela. “La escribió a continuación de Caín. En su casa de Lanzarote la desarrollaba pese a su debilidad y sus dolores, pero sin parar, porque decía que no quería perder el tiempo, que le iba a faltar. Le faltaron solo unos meses”.
Con el mar de Lanzarote, a su izquierda, y el jardín de su casa, delante, asomados en dos ventanas, José Saramago empezó a escribir la novela que dejó inacabada y que verá la luz el 1 de octubre: Alabardas (Alfaguara). La escribió en uno de los salones de su casa, en un sillón color teja rodeado de tonos verdes donde nunca antes había escrito ningún libro. Donde para un tema como el de la industria del armamento y el tráfico de armas continuó la exploración de dos rutas literarias: más depuración en lo escrito y más sentido del humor e ironía.
El Nobel portugués (Azinhaga, 1922-Tías, Lanzarote, 2010) relata sobre el negocio armamentístico, sí, pero también le habla al lector, lo interpela, le cuenta una historia y en ella le pregunta por su posición y responsabilidad moral ante esa situación. O, como dice el poeta y ensayista Fernando Gómez Aguilera, “hurga en su conciencia, para incomodar, intranquilizar y depositar en el ámbito personal el desafío de la regeneración: la eventualidad, si bien escéptica, de encarrilar la alternativa de un mundo más humano”.
Todo empezó a tomar cuerpo el 15 de agosto de 2009, tras la publicación de Caín, con la primera nota de trabajo: “Es posible, quien sabe, que quizá pueda escribir otro libro. Una antigua preocupación (por qué nunca se ha producido una huelga en una fábrica de armas)”. Alcanzó a escribir tres capítulos que dejó en su ordenador, con copias impresas en una carpeta roja sobre el escritorio. Y en otro documento de word esbozado parte de la historia protagonizada por Artur Paz Semedo que “trabaja desde hace casi veinte años en el servicio de facturación de armamento ligero y municiones de una histórica fábrica de armas”. Un hombre separado de su mujer, “no porque él lo hubiese querido, sino por decisión de ella, que, por ser convencida militante pacifista, acabó no pudiendo soportar ni un día más sentirse ligada por los lazos de la obligada convivencia doméstica”.
Pura coherencia.
Pura pregunta que Saramago lanza en una palabra de diez letras: Coherencia. Y de ahí en adelante más. Una historia de esas que encadenan al mundo gobiernos, empresas y ciudadanos, y que nace de otra pregunta: ¿vendió la empresa donde trabaja Artur Paz Semedo armas a los fascistas de la Guerra Civil española?
Eso es Alabarda, cuyo nombre completo sería “Alabardas, alabardas, espingardas, espingardas”, título extraído de la tragicomedia Exortaçao da Guerra, del dramaturgo Gil Vicente. Una novela en la que el escritor no solo cambió de lugar a la hora de escribir y ahondó en otros registros, sino que debido a su enfermedad alteró su rutina creativa y lo hizo cada vez que pudo. En otros tiempos, recuerda Pilar del Río, su viuda, “dedicaba la mañana a la correspondencia, escribir artículos de prensa o conferencias; mientras, en las tardes, escribía novelas. Pero últimamente tiempo el tiempo le apretaba y ya no tenía horas. ‘El tiempo aprieta’, decía”.
Alcanzó a Saramago ese tiempo, y lo escrito en esa premura se ve ahora en 149 páginas. Una edición especial que incluye los apuntes del autor, un artículo de Roberto Saviano, un texto de Gómez Aguilera y todo embellecido con los dibujos de Günter Grass… lobos rabiosos y asustados, sombras fantasmales, piernas y brazos en marcha militar, sembradíos de armas, cuervos, cuervos…
Imágenes que acompañan un libro, como escribe Saviano, “de páginas que son un criptograma del murmullo continuo de las misteriosas revelaciones que recibimos. Como un manual de traducción de sonidos, percepciones e indignaciones. En Artur las revelaciones que he visto son las de todos los hombres y mujeres que se han defendido de la idiotez al darse cuenta de haber comprendido los dos caminos que existen: quedarse aquí, soportando la vida, charlando con ironía, tratando de acumular algo de dinero y familia y poco más, o bien otra cosa”.
Cuatro años después de muerto, Alabardas se publica con los sentimientos encontrados de Pilar del Río. Desde el principio tuvo claro que lo editaría: “El lector tiene derecho a conocer aquello que le ocupaba al autor que admiraba y por qué se había preocupado tanto. Más en un hombre como Saramago que estaba entre la vida y la muerte trabajando”. Incluso así, cuando podía, escribía dos hojas diarias, en la impresora hacía dos copias, una para su carpeta roja y otra para su mujer, y al día siguiente matizaba o corregía. Lo sorprendente, cuenta Del Río, eran la bonhomía y la ligereza y el humor que quería transmitir un hombre muy enfermo que no sabía si podía acabar el libro. Una novela que será presentada el 2 de octubre en Lisboa con varios actos especiales: por la mañana habrá una visita con los medios a la Fábrica de Braço de Prata, antigua Fábrica de Armas y hoy día Centro Cultural; por la tarde (17 horas) en el Teatro Nacional D. Maria II se dará una rueda de prensa con Baltasar Garzón, Roberto Saviano y António Sampaio da Nóvoa.
Es el diálogo continuado de José Saramago con los lectores en esta Alabardas que escribió en un sitio inédito para él, con ordenador, en su sillón color teja y frente a la mejor obra de la casa, según él: dos ventanas: una con vista al mar y la isla de Fuerteventura y la otra con los árboles del jardín que plantaron juntos.
Fuente: El País.
Pilar del Río: "Le faltaron unos meses para acabar la novela"
“Es una obra de madurez, con una gran ironía y en donde introduce nuevas técnicas narrativas”. Así juzga Pilar del Río la última obra de José Saramago. Pero la compañera del escritor y directora de la fundación del mismo nombre en Lisboa va más allá de la crítica literaria. “José vivía obsesionado por dos grandes ideas, el poder y su responsabilidad, y la barbarie de las guerras y la violencia. De la primera idea surgió Caín. No podía entender cómo el libro sagrado de los cristianos comenzaba con un fratricidio. Alabardas... nace de su segunda obsesión”.
“Esta novela es una idea recurrente desde que oyó que durante la Guerra Civil española se encontró una bomba con un mensaje en portugués en su interior: “Esta bomba no reventará”. Un ser anónimo, una persona, pese a trabajar en una armería, hace todo lo que está en su mano para evitar la violencia. Ese es el mensaje que José quería transmitir. La indiferencia en la que vivimos mientras dedicamos a la industria del armamento más dinero que a la educación o la sanidad. No es una novela sobre la guerra, es una novela sobre la lucha personal. Un canto al activismo individual para cambiar lo establecido, lo que damos por invariable, consciente o inconscientemente desde que nacemos”.
Pilar del Río cuenta que Saramago tenía en su cabeza la novela. “La escribió a continuación de Caín. En su casa de Lanzarote la desarrollaba pese a su debilidad y sus dolores, pero sin parar, porque decía que no quería perder el tiempo, que le iba a faltar. Le faltaron solo unos meses”.
domingo, 28 de septiembre de 2014
La pluma fotográfica de Kapuscinski. La Virreina acoge las imágenes con las que el periodista polaco documentó la caída de la URSS
Por fortuna –la misma diosa que le dio el don de aplicar al periodismo lo mejor del realismo mágico literario— Ryszard Kapuscinski no sabía dibujar. Y aquel niño de una pobre aldea cercana a Varsovia en plena segunda guerra mundial no imaginaba pues cómo retener y dar eternidad a todo lo extraordinario que ocurría a su alrededor. Con los años, y el dinero de un colega del periódico, compró una rudimentaria cámara soviética, una Zorka (mala copia de una Leica alemana). La fotografía iba a mitigar su angustia ancestral y se convertiría en otra ventana desde la que documentar y entender el mundo. Con los años de oficio conservó unas 10.000 instantáneas, una ínfima parte de las que pudo salvar de dos grandes depredadores de negativos: las extremas condiciones tropicales de sus viajes por Asia, África y América Latina y las confiscaciones en fronteras y frentes bélicos.
Entre 1989 y 1991, el mejor reportero polaco del pasado siglo decidió analizar in situ la descomposición final del imperio soviético. Marca de la casa, quería reflejar esa crisis “no desde un único punto de vista sino en toda su enorme dimensión geográfica y cultural”. En una de sus ya míticas fases documentales, Kapuscinski (1932-2007) invirtió la lectura de 57 libros (desde informes económicos a Guerra y paz, para captar el alma rusa) y recorrió de punta a punta las repúblicas soviéticas: hizo 60.000 kilómetros. En ese proceso que daría lugar a uno de sus mejores libros de reportajes, El imperio, entraban, claro, las fotos; inéditas, conservó diversos centenares, una demasiado corta pero demostrativa selección de las cuales conforman la muestra Ryszard Kapuscinski, L’ocàs de l’imperi, que desde hoy y hasta el 23 de noviembre puede visitarse en La Virreina-Centre de l’Imatge, de Barcelona.
Roland Barthes consideraba que toda buena fotografía es aquella que contiene un punctum, propiedad misteriosa proporcionada por un detalle que lleva a quien la contempla a la reflexión. Kapuscinski, lector del semiólogo francés, aplica esa teoría en cada una de las 36 instantáneas de las 50 que acogió en 2010 la exposición inicial en Varsovia. Fiel a su primer maestro y prestamista, el fotógrafo Janusz Zarzycki --que consideraba que todo fotorreportaje debe tener presencia del ser humano y que fotografiar era encontrarse frente a él cara a cara y salir vencedor de ello--, hay gente, multitudes y muchos primeros planos en las instantáneas en blanco y negro de Kapuscinski. El reportero suele estar cerca de lo fotografiado, fruto también de su credo periodístico: “Para tener derecho a explicar se tiene que tener un conocimiento directo, físico, emotivo, olfativo, sin filtros, de lo que se habla”, defendía. Por eso ese primer plano de dos mujeres en una misma manifestación en Moscú en 1990 ó 1991; el punctum está en sus cabezas: una, la de piel tersa y cuidada, lleva un gorro de astracán; la otra, de tez surcada por una pobreza inclemente, un modestísimo pañuelo atado de manera burda. Está también una mísera comida colectiva improvisada en 1990 en una calle de una región de Azerbayán donde los niños recuerdan, por contexto e indumentaria, a los de la España de los años 40. O la ridícula (por desvalida) y apretujada formación de soldados rusos que en Moscú contemplará (absurdo impedirlo) el paso de una manifestación de 300.000 personas de la oposición democrática que se acerca.
Es un muy buen fotógrafo Kapuscinsi, pero aun es mejor reportero. En las imágenes está la obsesión infantil, que se traduce en combinar instantánea estética con detalle periodístico: “Comunismo para los comunistas y para el pueblo, ¡vida!”, reza el cartel del joven de cazadora tejana al que casi no se ve el rostro de tan atrás que tira el cuello para mirar al cielo. Tras el golpe de estado frustrado de 1991, un soldado y un militar de alta graduación acompañan un cosaco y un pope sosteniendo un retrato del último zar de Rusia. En Ucrania, en 1991, de una en aparente simple imagen de un conjunto escultórico del que sobresale un Lenin gigante, dos pequeñas pintadas del pedestal le dan todo el sentido: “Fin del leninismo”; “¿Dónde están nuestras casas, hospitales y escuelas?”.
Fuente: El País.
Entre 1989 y 1991, el mejor reportero polaco del pasado siglo decidió analizar in situ la descomposición final del imperio soviético. Marca de la casa, quería reflejar esa crisis “no desde un único punto de vista sino en toda su enorme dimensión geográfica y cultural”. En una de sus ya míticas fases documentales, Kapuscinski (1932-2007) invirtió la lectura de 57 libros (desde informes económicos a Guerra y paz, para captar el alma rusa) y recorrió de punta a punta las repúblicas soviéticas: hizo 60.000 kilómetros. En ese proceso que daría lugar a uno de sus mejores libros de reportajes, El imperio, entraban, claro, las fotos; inéditas, conservó diversos centenares, una demasiado corta pero demostrativa selección de las cuales conforman la muestra Ryszard Kapuscinski, L’ocàs de l’imperi, que desde hoy y hasta el 23 de noviembre puede visitarse en La Virreina-Centre de l’Imatge, de Barcelona.
Roland Barthes consideraba que toda buena fotografía es aquella que contiene un punctum, propiedad misteriosa proporcionada por un detalle que lleva a quien la contempla a la reflexión. Kapuscinski, lector del semiólogo francés, aplica esa teoría en cada una de las 36 instantáneas de las 50 que acogió en 2010 la exposición inicial en Varsovia. Fiel a su primer maestro y prestamista, el fotógrafo Janusz Zarzycki --que consideraba que todo fotorreportaje debe tener presencia del ser humano y que fotografiar era encontrarse frente a él cara a cara y salir vencedor de ello--, hay gente, multitudes y muchos primeros planos en las instantáneas en blanco y negro de Kapuscinski. El reportero suele estar cerca de lo fotografiado, fruto también de su credo periodístico: “Para tener derecho a explicar se tiene que tener un conocimiento directo, físico, emotivo, olfativo, sin filtros, de lo que se habla”, defendía. Por eso ese primer plano de dos mujeres en una misma manifestación en Moscú en 1990 ó 1991; el punctum está en sus cabezas: una, la de piel tersa y cuidada, lleva un gorro de astracán; la otra, de tez surcada por una pobreza inclemente, un modestísimo pañuelo atado de manera burda. Está también una mísera comida colectiva improvisada en 1990 en una calle de una región de Azerbayán donde los niños recuerdan, por contexto e indumentaria, a los de la España de los años 40. O la ridícula (por desvalida) y apretujada formación de soldados rusos que en Moscú contemplará (absurdo impedirlo) el paso de una manifestación de 300.000 personas de la oposición democrática que se acerca.
Es un muy buen fotógrafo Kapuscinsi, pero aun es mejor reportero. En las imágenes está la obsesión infantil, que se traduce en combinar instantánea estética con detalle periodístico: “Comunismo para los comunistas y para el pueblo, ¡vida!”, reza el cartel del joven de cazadora tejana al que casi no se ve el rostro de tan atrás que tira el cuello para mirar al cielo. Tras el golpe de estado frustrado de 1991, un soldado y un militar de alta graduación acompañan un cosaco y un pope sosteniendo un retrato del último zar de Rusia. En Ucrania, en 1991, de una en aparente simple imagen de un conjunto escultórico del que sobresale un Lenin gigante, dos pequeñas pintadas del pedestal le dan todo el sentido: “Fin del leninismo”; “¿Dónde están nuestras casas, hospitales y escuelas?”.
Fuente: El País.
sábado, 27 de septiembre de 2014
Javier Marías también rechazaría el Premio Cervantes. El autor habla del aborto, la Posguerra o la Transición en la presentación de 'Así empieza lo malo'
No faltó humor en la presentación de Así empieza lo malo, la novela número catorce en el universo literario de Javier Marías (Madrid, 1951). En el Círculo de Bellas Artes de Madrid, el autor ha hablado de la inesperada chispa que descubrió en Rajoy ayer, de cómo Gallardón, desjusticiado, tal vez busque justicia por su cuenta y de que la gente hoy en día, así en general, "está loca". Pero una de sus sonrisas más genuinas la esbozó cuando llegó la pregunta de si "perdonaría" que le concedieran el premio Cervantes, que se falla en noviembre: "No. Cuando rechacé el Premio Nacional de Narrativa [por Los enamoramientos] ya dije que no aceptaría ningún galardón, ni invitación del Gobierno. ¿Quién paga el Cervantes? Pues ya tiene su respuesta".
También se adelantó a las chanzas que se quieran hacer si su nueva obra no gusta: "Desde la primera página uno descubre que en vez de Así empieza lo malo debiera titularse Así empieza lo peor. Como es facilón, prefiero hacer el chiste yo". Pero no es su novela precisamente una comedia. En realidad es una prolongación más de esa "gran novela" en temas y a veces hasta en personajes que lleva escribiendo desde que debutó a los 19 años con Los dominios del lobo.
En Así empieza lo malo traza un triángulo entre un matrimonio en podredumbre —el de Beatriz Noguera y Eduardo Muriel, cineasta español con parche, como John Ford— y ese personaje testigo de intimidades que tanto explota la literatura. Marías carga al voyeur con el peso de los años, porque la acción que recuerda sucede en la España del 81, antes (y no es baladí para la historia) de que se permita el divorcio, pero el personaje se encuentra en la España del aquí y ahora. "Esta es una novela de personajes. De la vida privada. Como se dice en la obra, cuenta una historia tenue, de las que muchas veces no salen del ámbito íntimo".
Pero Así empieza lo malo también tiene una "posible" lectura política. Muy relacionada con dos períodos clave del siglo XX español: la Transición y la Posguerra. Marías defiende la primera, aunque luego se haya "torcido" y reconociendo lo difícil de asumir la amnistía total para el régimen franquista: "No hay nada perfecto, pero tengan en cuenta que llevamos 40 años con un país normal —con elecciones, con partidos políticos— cuando la normalidad en España se contaba por trienios". De la segunda dice cosas más duras en su novela. Página 46: "Algunos individuos notables que habían apoyado a Franco [...] comenzaron a fraguarse biografías ilusorias, a presumir de demócratas desde la época ateniense y a proclamar que su antifranquismo venía de antiguo, cuando no de siempre". Un poco más adelante, en la página 50, una advertencia desde el pasado al presente de ese cineasta tuerto y larguirucho que prefiere pensar tumbado en el suelo: "Tardará en olvidarse cómo somos o cómo podemos ser, y además con facilidad, basta una cerilla".
Que haya púas en ciertos pasajes no quiere decir que Marías se haya puesto la toga de juez. Porque para el escritor madrileño la "moralina" en los temas es lo que el "adorno" a la prosa: "Es ridículo que en el siglo XXI un escritor se dedique a dar lecciones, tomar partido o algo que se le parezca". Eso sí, bromear no le molesta, como con las declaraciones del presidente Rajoy ayer tras el gran fiasco de su legislatura, la reforma fallida de la ley del aborto: "Por una vez me han parecido chistosas. Una de las razones que adujo para esta retirada fue: 'Hombre es que no se puede tener una ley que un nuevo Gobierno vaya a cambiar al día siguiente de ganar las elecciones'. Pues hombre para eso cambie la de educación, la de tasas judiciales...".
Fuente: El País.
También se adelantó a las chanzas que se quieran hacer si su nueva obra no gusta: "Desde la primera página uno descubre que en vez de Así empieza lo malo debiera titularse Así empieza lo peor. Como es facilón, prefiero hacer el chiste yo". Pero no es su novela precisamente una comedia. En realidad es una prolongación más de esa "gran novela" en temas y a veces hasta en personajes que lleva escribiendo desde que debutó a los 19 años con Los dominios del lobo.
En Así empieza lo malo traza un triángulo entre un matrimonio en podredumbre —el de Beatriz Noguera y Eduardo Muriel, cineasta español con parche, como John Ford— y ese personaje testigo de intimidades que tanto explota la literatura. Marías carga al voyeur con el peso de los años, porque la acción que recuerda sucede en la España del 81, antes (y no es baladí para la historia) de que se permita el divorcio, pero el personaje se encuentra en la España del aquí y ahora. "Esta es una novela de personajes. De la vida privada. Como se dice en la obra, cuenta una historia tenue, de las que muchas veces no salen del ámbito íntimo".
Pero Así empieza lo malo también tiene una "posible" lectura política. Muy relacionada con dos períodos clave del siglo XX español: la Transición y la Posguerra. Marías defiende la primera, aunque luego se haya "torcido" y reconociendo lo difícil de asumir la amnistía total para el régimen franquista: "No hay nada perfecto, pero tengan en cuenta que llevamos 40 años con un país normal —con elecciones, con partidos políticos— cuando la normalidad en España se contaba por trienios". De la segunda dice cosas más duras en su novela. Página 46: "Algunos individuos notables que habían apoyado a Franco [...] comenzaron a fraguarse biografías ilusorias, a presumir de demócratas desde la época ateniense y a proclamar que su antifranquismo venía de antiguo, cuando no de siempre". Un poco más adelante, en la página 50, una advertencia desde el pasado al presente de ese cineasta tuerto y larguirucho que prefiere pensar tumbado en el suelo: "Tardará en olvidarse cómo somos o cómo podemos ser, y además con facilidad, basta una cerilla".
Que haya púas en ciertos pasajes no quiere decir que Marías se haya puesto la toga de juez. Porque para el escritor madrileño la "moralina" en los temas es lo que el "adorno" a la prosa: "Es ridículo que en el siglo XXI un escritor se dedique a dar lecciones, tomar partido o algo que se le parezca". Eso sí, bromear no le molesta, como con las declaraciones del presidente Rajoy ayer tras el gran fiasco de su legislatura, la reforma fallida de la ley del aborto: "Por una vez me han parecido chistosas. Una de las razones que adujo para esta retirada fue: 'Hombre es que no se puede tener una ley que un nuevo Gobierno vaya a cambiar al día siguiente de ganar las elecciones'. Pues hombre para eso cambie la de educación, la de tasas judiciales...".
Fuente: El País.
viernes, 26 de septiembre de 2014
Los antiguos Erasmus tienen un 23% menos de desempleo. Bruselas atribuye mejores perspectivas laborales a los europeos que han disfrutado la beca
Las becas Erasmus favorecen la inserción laboral de los europeos. La Comisión Europea ha presentado esta mañana un estudio sobre el impacto de estas becas, una de las principales señas de identidad de la Unión Europea, en el futuro laboral y personal de quienes las disfrutan. Los alumnos Erasmus tienen un 23% menos de tasa de paro cinco años después de graduarse y sus probabilidades de sufrir desempleo de larga duración (superior a 12 meses) representan la mitad que en el resto de los estudiantes.
El trabajo, basado en casi 80.000 respuestas y con entrevistas directas a alumnos, profesores y empresarios en ocho países europeos -entre ellos España-, arroja los primeros datos concretos sobre los beneficios de este programa. “El mensaje es claro: si estudias o te formas en el extranjero, tienes más probabilidades de mejorar tus perspectivas de empleo", ha explicado la comisaria europea de Educación, Androulla Vassiliou, que lleva cada año al 5% de los europeos a estudiar fuera de su país (más de 250.000 en el curso 2011-2012).
Fuente: El País.
Foto: bicis de madera.
El trabajo, basado en casi 80.000 respuestas y con entrevistas directas a alumnos, profesores y empresarios en ocho países europeos -entre ellos España-, arroja los primeros datos concretos sobre los beneficios de este programa. “El mensaje es claro: si estudias o te formas en el extranjero, tienes más probabilidades de mejorar tus perspectivas de empleo", ha explicado la comisaria europea de Educación, Androulla Vassiliou, que lleva cada año al 5% de los europeos a estudiar fuera de su país (más de 250.000 en el curso 2011-2012).
Fuente: El País.
Foto: bicis de madera.
jueves, 25 de septiembre de 2014
Solo los locos y los economistas creen en el crecimiento sin fin. Cuarta Conferencia Internacional sobre Decrecimiento para la Sostenibilidad Ecológica y la Equidad Social
A partir de la segunda mitad del siglo XX, el crecimiento económico se transformó en un objetivo evidente de las políticas públicas y el producto interno bruto pasó a ser el índice más importante para medir la actividad económica.
Esta fue la premisa subyacente de la Cuarta Conferencia Internacional sobre Decrecimiento para la Sostenibilidad Ecológica y la Equidad Social, celebrada en la ciudad alemana de Leipzig este mes, que hizo un balance del movimiento del “decrecimiento”, cuyo objetivo es desacreditar el dogma del crecimiento y abogar por un replanteamiento fundamental de los conceptos y las prácticas económicas convencionales.
Muchos seguidores del movimiento, que argumentan que “toda persona que piense que el crecimiento puede continuar indefinidamente o está loca o es economista”, basan su filosofía en un libro de 1972, “Los límites del crecimiento”, de Donella Meadows y otros autores, que analiza los resultados de una simulación por computadora de un crecimiento económico y demográfico exponencial, con recursos finitos.
La conferencia de Leipzig fue la cuarta de su tipo, después de París (2008), Barcelona (2010) y Venecia (2012), pero la mayor de todas, con unos 3.000 participantes. Se organizaron cientos de talleres, debates y películas o presentaciones de científicos, investigadores, activistas y miembros de organizaciones no gubernamentales que se reunieron para discutir el decrecimiento económico, la sostenibilidad y las iniciativas ambientales.
El reconocido economista ecuatoriano Alberto Acosta, quien fuera presidente de la Asamblea Nacional Constituyente de Ecuador en el bienio de 2007-2008, dijo a los participantes que en China, que se presenta como un caso próspero de crecimiento económico, 75 por ciento de esa expansión beneficia solo a 10 por ciento de la población, mientras que los enormes centros urbanos chinos están tan contaminados que incluso el gobierno quiere construir ciudades ecológicas.
Acosta, quien desarrolló la iniciativa Yasuní-ITT, un plan para renunciar a la explotación petrolera en el Parque Nacional Yasuní, argumenta que el “extractivismo” es una de las prácticas más dañinas vinculadas al capitalismo tardío, ya que se extraen cada vez más recursos naturales no renovables de la tierra y se pierden para siempre, a la vez que producen enormes cantidades de emisiones nocivas.
Para contrarrestar el extractivismo, Acosta aboga por el “buen vivir”, que se basa en el “sumak kawsay” o vida plena de los pueblos quechuas andinos, una manera de vivir basada en la comunidad, con equilibrio ecológico y sensibilidad cultural.
Para el griego Giorgos Kallis, un investigador ambiental y profesor de la Universidad de Barcelona, el decrecimiento tiene que proporcionar espacio para la acción crítica y para reconfigurar el desarrollo desde abajo, en el intento de dedicarle menos tiempo a la economía capitalista y más a la economía de cuidados.
Cuando se le preguntó si el concepto de decrecimiento no era demasiado radical o incómodo, Kallis dijo: “Sí, tal vez el decrecimiento no caiga bien, pero ese es precisamente el punto, que no caiga bien. Es hora de hacer que este mensaje sea relevante”.
La activista social y escritora canadiense Naomi Klein, conocida principalmente por su libro “No logo: el poder de las marcas”, que para muchos se convirtió en un manifiesto del movimiento contra la globalización empresarial, estuvo presente en la conferencia por Skype para decirles a los participantes que el cambio radical en la política y el paisaje físico es la única posibilidad real de escapar al desastre.
Las estrategias reformistas no bastan, advirtió Klein.
Uno de los principales defensores del movimiento del decrecimiento es el holandés Francois Schneider, uno de los primeros activistas que lo impulsaron con un recorrido en burro de un año por Francia, en 2006. Schneider también fundó la asociación académica Investigación y Decrecimiento.
“El cambio sistémico implica a segmentos enteros de la sociedad”, dijo Schneider a IPS. “No se trata solo de una pequeña parte y tampoco esperamos que una decisión del Parlamento Europeo lo cambie todo. El diálogo es la clave. Y presentando muchas propuestas diferentes”, añadió.
Tomando el ejemplo del transporte y la movilidad explicó que es inútil encarar la transformación de este elemento en forma aislada porque “el transporte está vinculado a la energía y la publicidad está ligada a la industria del automóvil”.
Vijay Pratap, activista indio del movimiento juvenil socialista y miembro de Diálogos del Sur de Asia sobre la Democracia Ecológica, reclamó la inclusión de las mayorías marginadas en el movimiento por el decrecimiento. “Salvo que iniciemos los procesos para que puedan convertirse en líderes de su propia liberación, no podrá existir una sociedad postcrecimiento real”, advirtió.
Aunque quedó satisfecho con lo que consideró un enfoque muy igualitario y democrático de la organización de la conferencia, Pratap señaló que se debería asegurar la inclusión de “aquellos que no hablan inglés, no saben navegar las redes sociales por Internet y no tienen acceso a los organismos donantes filantrópicos internacionales”.
Según Pratap, que participó como organizador en el encuentro del Foro Social Mundial en Bombay en 2004, esa fue una gran lección aprendida en esa ocasión.
Lucía Ortiz, directora del programa de Amigos de la Tierra Internacional y activa en los movimientos sociales de Brasil, no tuvo pelos en la lengua cuando proclamó en Leipzig que “el decrecimiento es la bala para desmantelar la ideología del crecimiento”.
La próxima conferencia, que tendrá lugar en 2016, tendrá mucho más éxito que la de este año, aseguró Kallis.
Al comentar sobre el incremento de la participación de París en 2008, cuando asistieron unos pocos cientos de personas, a los 3.000 de Leipzig este año, bromeó: “A este ritmo, dentro de 20 años, vamos a tener a todo el mundo en la conferencia.”
Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2014/09/solo-los-locos-y-los-economistas-creen-en-el-crecimiento-sin-fin/
Holanda, culto a la bici.
Bicis de madera, aquí.
miércoles, 24 de septiembre de 2014
El valor del saber. En nuestra sociedad el conocimiento se ha industrializado de manera acelerada. Es un bien más
La idea de que vivimos en una sociedad del conocimiento se ha convertido en un lugar común. El saber y la formación, se dice, son los principales recursos, y quien invierta en formación estará invirtiendo en el futuro. A primera vista parecería que se cumple así el sueño de una sociedad formada. Una segunda mirada es más bien decepcionante: mucho de lo que se presenta como “sociedad del conocimiento” no deja de ser un gesto retórico que tiene menos que ver con la idea de formación que con intereses políticos y económicos inmediatos. Uno tiene incluso la impresión de que en la sociedad del conocimiento precisamente lo que no tiene ningún valor propio es el conocimiento, en la medida en que el saber es definido de acuerdo con criterios, expectativas, aplicaciones y valoraciones externas.
Se dice que la sociedad del conocimiento ha sustituido a la sociedad industrial, pero da la impresión de que, al contrario, es el saber el que se ha industrializado de manera acelerada y se piensa la producción, transmisión, almacenamiento y aplicación del saber como si se tratara de un bien más. De hecho el lenguaje es muy delator: nos hablan de transferir la investigación en tecnologías, es decir, en zonas de rentabilidad económica.
La Universidad está sufriendo una enorme presión de funcionalización económica inmediata, lo que se pone de manifiesto en esa alianza ideológica entre las cantidades y la pedagogía, en virtud de la cual todo es resuelto en magnitudes contables y dispuesto para su utilidad mercantil gracias a una genérica capacitación pedagógica. Para comprender este proceso basta con reflexionar sobre la significación que tienen algunos procedimientos en marcha: la acreditación está todavía muy condicionada por el peso de las cantidades; los nuevos créditos ECTS están pensados a la medida de las normas industriales; la euforia del PowerPoint sirve para prescindir de las conexiones lógicas; el impulso del trabajo en equipo funciona como procedimiento para favorecer la homogeneización y disuadir de la creatividad individual; los rankings son un producto de la mentalidad del management aplicada a la enseñanza…
Lo que todo esto revela es que no estamos hablando tanto de formación como de un tipo de saber que es tratado como una materia prima y que convierte a los estudiantes en algo disponible para el mercado de trabajo. El saber y la formación no son ningún fin en sí, sino un medio para los mercados emergentes, la cualificación de los puestos de trabajo, la movilidad de los servicios y el crecimiento de la economía. No es extraño que el lenguaje de los valores inmateriales adopte la forma del capital: como capital humano, social o relacional. Toda capacidad humana se convierte en una capacidad de la que se puede hacer un balance. De ahí la dificultad a la que se enfrentan aquellas materias en las que se ejercita una forma de pensamiento que no tiene relación inmediata con una praxis, como las lenguas clásicas, las matemáticas, el arte, la música, la filosofía… Domina el modelo de la empleabilidad y la competitividad. Como nos advierten reiteradamente, en un mundo que cambia velozmente, en el que se modifican las competencias, habilidades y contenidos exigidos, la “falta de formación” (lo dicen con otras palabras, pero es esto) se convierte en una virtud que permite al sujeto, con flexibilidad, rapidez y sin cargas, ponerse a disposición de las exigencias del mercado.
Ahora bien el “hombre flexible”, que está dispuesto a aprender toda su vida, que pone sus habilidades cognitivas a disposición de los mercados frenéticos es una caricatura de la formación humana. Sin capacidad sintética, sin sentido ni interpretación, un saber así no es más que piezas prefabricadas (módulos y créditos), que se pueden poner a disposición de casi cualquier cosa y se olvidan. De un saber fragmentado y universalmente disponible no se sigue ningún ideal de formación ni de sentido crítico.
Todo esto revela un profundo desconcierto acerca de lo que significa el saber y de su utilidad social última. El saber es más que información con utilidad inmediata; es una forma de apropiación del mundo: conocimiento, comprensión y juicio. Sin reelaboración y apropiación subjetiva en términos de comprensión, la mayor parte de las informaciones se quedan como algo meramente exterior. A diferencia de la información, que es interpretación de datos en orden a la acción, el saber es una interpretación de datos en orden a describir su relación causal y su consistencia interna. Los datos y conceptos sólo se convierten en saber cuando pueden ser vinculados de acuerdo con criterios lógicos y consistentes que constituyan una totalidad con sentido. El saber existe únicamente allí donde algo es explicado o comprendido. Saber significa siempre poder dar una respuesta a la pregunta acerca del qué y el porqué.
El valor del saber que la Universidad está obligada a representar no es el del almacenamiento, la competencia o la utilidad inmediata. Cuando sostenemos que la Universidad es un espacio en el que hay docencia e investigación no estamos aludiendo a dos actividades que deban realizarse al mismo tiempo sino a la naturaleza del saber que se cultiva en la Universidad; que uno enseña lo que investiga e investiga lo que enseña quiere decir que nos interesa aquella dimensión del saber que lo tiene como algo provisional, revisable, discutible, sujeto a crítica; de alguna manera nos dedicamos a enseñar lo que no sabemos. Para el saber asegurado están otras academias de noble oficio.
La Universidad es el lugar de la problematización del saber, donde el saber es continuamente revisado y convertido en objeto de reflexión. Este tipo de saber no se puede producir donde no hay una cierta libertad frente a la utilidad, el imperativo de la relevancia para la praxis, la cercanía social, la actualidad. El saber en este sentido se escapa de los modelos estandarizables y reproducibles; remite siempre a una creatividad que no se puede institucionalizar en procedimientos que la aseguren. Y esto es precisamente lo que está en juego: la consideración del saber como una mercancía o como algo que tiene valor en sí mismo, como mera pericia que se transmite o como juicio crítico que cada uno (cada sujeto, cada generación) debe adquirir. DANIEL INNERARITY 6 SEP 2014 -
Fuente: http://cultura.elpais.com/cultura/2014/09/04/babelia/1409839711_470047.html
Se dice que la sociedad del conocimiento ha sustituido a la sociedad industrial, pero da la impresión de que, al contrario, es el saber el que se ha industrializado de manera acelerada y se piensa la producción, transmisión, almacenamiento y aplicación del saber como si se tratara de un bien más. De hecho el lenguaje es muy delator: nos hablan de transferir la investigación en tecnologías, es decir, en zonas de rentabilidad económica.
La Universidad está sufriendo una enorme presión de funcionalización económica inmediata, lo que se pone de manifiesto en esa alianza ideológica entre las cantidades y la pedagogía, en virtud de la cual todo es resuelto en magnitudes contables y dispuesto para su utilidad mercantil gracias a una genérica capacitación pedagógica. Para comprender este proceso basta con reflexionar sobre la significación que tienen algunos procedimientos en marcha: la acreditación está todavía muy condicionada por el peso de las cantidades; los nuevos créditos ECTS están pensados a la medida de las normas industriales; la euforia del PowerPoint sirve para prescindir de las conexiones lógicas; el impulso del trabajo en equipo funciona como procedimiento para favorecer la homogeneización y disuadir de la creatividad individual; los rankings son un producto de la mentalidad del management aplicada a la enseñanza…
Lo que todo esto revela es que no estamos hablando tanto de formación como de un tipo de saber que es tratado como una materia prima y que convierte a los estudiantes en algo disponible para el mercado de trabajo. El saber y la formación no son ningún fin en sí, sino un medio para los mercados emergentes, la cualificación de los puestos de trabajo, la movilidad de los servicios y el crecimiento de la economía. No es extraño que el lenguaje de los valores inmateriales adopte la forma del capital: como capital humano, social o relacional. Toda capacidad humana se convierte en una capacidad de la que se puede hacer un balance. De ahí la dificultad a la que se enfrentan aquellas materias en las que se ejercita una forma de pensamiento que no tiene relación inmediata con una praxis, como las lenguas clásicas, las matemáticas, el arte, la música, la filosofía… Domina el modelo de la empleabilidad y la competitividad. Como nos advierten reiteradamente, en un mundo que cambia velozmente, en el que se modifican las competencias, habilidades y contenidos exigidos, la “falta de formación” (lo dicen con otras palabras, pero es esto) se convierte en una virtud que permite al sujeto, con flexibilidad, rapidez y sin cargas, ponerse a disposición de las exigencias del mercado.
Ahora bien el “hombre flexible”, que está dispuesto a aprender toda su vida, que pone sus habilidades cognitivas a disposición de los mercados frenéticos es una caricatura de la formación humana. Sin capacidad sintética, sin sentido ni interpretación, un saber así no es más que piezas prefabricadas (módulos y créditos), que se pueden poner a disposición de casi cualquier cosa y se olvidan. De un saber fragmentado y universalmente disponible no se sigue ningún ideal de formación ni de sentido crítico.
Todo esto revela un profundo desconcierto acerca de lo que significa el saber y de su utilidad social última. El saber es más que información con utilidad inmediata; es una forma de apropiación del mundo: conocimiento, comprensión y juicio. Sin reelaboración y apropiación subjetiva en términos de comprensión, la mayor parte de las informaciones se quedan como algo meramente exterior. A diferencia de la información, que es interpretación de datos en orden a la acción, el saber es una interpretación de datos en orden a describir su relación causal y su consistencia interna. Los datos y conceptos sólo se convierten en saber cuando pueden ser vinculados de acuerdo con criterios lógicos y consistentes que constituyan una totalidad con sentido. El saber existe únicamente allí donde algo es explicado o comprendido. Saber significa siempre poder dar una respuesta a la pregunta acerca del qué y el porqué.
El valor del saber que la Universidad está obligada a representar no es el del almacenamiento, la competencia o la utilidad inmediata. Cuando sostenemos que la Universidad es un espacio en el que hay docencia e investigación no estamos aludiendo a dos actividades que deban realizarse al mismo tiempo sino a la naturaleza del saber que se cultiva en la Universidad; que uno enseña lo que investiga e investiga lo que enseña quiere decir que nos interesa aquella dimensión del saber que lo tiene como algo provisional, revisable, discutible, sujeto a crítica; de alguna manera nos dedicamos a enseñar lo que no sabemos. Para el saber asegurado están otras academias de noble oficio.
La Universidad es el lugar de la problematización del saber, donde el saber es continuamente revisado y convertido en objeto de reflexión. Este tipo de saber no se puede producir donde no hay una cierta libertad frente a la utilidad, el imperativo de la relevancia para la praxis, la cercanía social, la actualidad. El saber en este sentido se escapa de los modelos estandarizables y reproducibles; remite siempre a una creatividad que no se puede institucionalizar en procedimientos que la aseguren. Y esto es precisamente lo que está en juego: la consideración del saber como una mercancía o como algo que tiene valor en sí mismo, como mera pericia que se transmite o como juicio crítico que cada uno (cada sujeto, cada generación) debe adquirir. DANIEL INNERARITY 6 SEP 2014 -
Fuente: http://cultura.elpais.com/cultura/2014/09/04/babelia/1409839711_470047.html
martes, 23 de septiembre de 2014
La democracia del siglo XXI. Con reglas de juego correctas podríamos restaurar un crecimiento rápido y compartido
La recepción en Estados Unidos, y en otras economías avanzadas, del reciente libro de Thomas Piketty (El Capital en el Siglo XXI) da testimonio de la cada vez mayor preocupación sobre la creciente desigualdad. El libro de Piketty refuerza aún más la colección ya abrumadora de pruebas sobre la vertiginosa subida de la proporción de ingresos y riqueza en la parte más alta de la distribución del ingreso y la riqueza.
El libro de Piketty, además, ofrece una perspectiva diferente sobre los 30 o más años posteriores a la Gran Depresión y a la Segunda Guerra Mundial: ve a este período como una anomalía histórica, tal vez causada por la inusual cohesión social que los eventos catastróficos pueden estimular. En dicha época de rápido crecimiento económico, la prosperidad fue ampliamente compartida, y todos los grupos avanzaron; sin embargo, aquellos grupos en la parte inferior vieron mayores ganancias porcentuales.
Piketty también arroja nueva luz sobre las “reformas” que promocionaron Ronald Reagan y Margaret Thatcher en la década de los ochenta como potenciadoras del crecimiento del cual todos se beneficiarían. De manera posterior a dichas reformas sobrevino un crecimiento más lento y una mayor inestabilidad a nivel mundial, y además, el crecimiento que sí aconteció benefició en su gran mayoría a aquellos en la parte superior de la distribución.
Pero el trabajo de Piketty va más allá: plantea problemas fundamentales tanto sobre la teoría económica como sobre el futuro del capitalismo. Piketty documenta un gran incremento en el ratio riqueza/producción. En la teoría estándar, tales incrementos estarían asociados con una caída en el rendimiento del capital y un aumento en los salarios. Sin embargo, hoy en día el rendimiento del capital no parece haber disminuido, a pesar de que los salarios sí disminuyeron. (En Estados Unidos, por ejemplo, los salarios medios han disminuido alrededor de un 7% en las últimas cuatro décadas).
La explicación más obvia es que el incremento en la riqueza medida no corresponde a un incremento en el capital productivo —y los datos parecen ser consistentes con esta interpretación—. Gran parte del incremento en la riqueza provino de un incremento en el valor de los inmuebles. Antes de la crisis financiera de 2008, se pudo evidenciar en muchos países la presencia de una burbuja inmobiliaria; incluso hasta ahora, puede no se haya “corregido” dicha situación de manera completa. El aumento en el valor también puede representar la competencia entre los ricos por bienes que denotan una “posición” —una casa en la playa o un apartamento en la Quinta Avenida de la ciudad de Nueva York—.
A veces, un aumento en la riqueza financiera medida corresponde a casi nada más que un simple desplazamiento desde la riqueza “no medida” hacia esa riqueza medida —y estos desplazamientos pueden, en los hechos, reflejar un deterioro en el desempeño de la economía en general—. Si aumenta el poder monopólico o las empresas (como, por ejemplo, los bancos) desarrollan mejores métodos para la explotación de los consumidores comunes, ello se mostrará como mayores ganancias y, cuando dichas ganancias se capitalizan, se mostrarán como un aumento en la riqueza financiera.
No obstante, cuando lo anteriormente detallado sucede, el bienestar social y la eficiencia económica por supuesto que caen, incluso de manera simultánea a un aumento oficial en la riqueza medida. Nosotros simplemente no tomamos en cuenta la disminución correspondiente al valor del capital humano —es decir, no tomamos en cuenta la disminución de la riqueza de los trabajadores—.
Por otra parte, si los bancos tienen éxito en el uso de su influencia política para socializar las pérdidas y retener más y más del total de sus ganancias mal habidas, la riqueza medida en el sector financiero aumenta. No medimos la disminución correspondiente a la riqueza de quienes pagan impuestos. Del mismo modo, si las corporaciones convencen a los gobiernos para que estos paguen más de lo debido por sus productos (tal como las grandes compañías farmacéuticas pudieron lograrlo), o si las corporaciones obtienen acceso a recursos públicos a precios por debajo de los precios del mercado (tal como las empresas mineras pudieron lograrlo), aumenta la riqueza financiera medida, a pesar de que existe una disminución en la riqueza de los ciudadanos comunes.
Lo que hemos estado observando —estancamiento de los salarios e incremento en la desigualdad, incluso a medida que la riqueza aumenta— no refleja el funcionamiento de una economía de mercado que se considera como normal, sino que refleja lo que yo denomino como “capitalismo sucedáneo” (en inglés ersatz capitalism). El problema puede que no sea cómo los mercados deberían funcionar o cómo dichos mercados funcionan en los hechos, pero puede que el problema se ubique en nuestro sistema político, el mismo no ha logrado garantizar que los mercados sean competitivos; y además, dicho sistema político ha diseñado reglas que sustentan mercados distorsionados en los que las corporaciones y los ricos pueden (y por desgracia sí lo hacen) explotar a todos los demás.
Los mercados, por supuesto, no existen en un espacio vacío. Tienen que haber reglas del juego, y éstas son establecidas a través de procesos políticos. Los altos niveles de desigualdad económica en países como Estados Unidos y, cada vez más en países que han seguido el modelo económico de dicho país, conducen a la desigualdad política. En un sistema como el que se describe, las oportunidades para el progreso económico se tornan, a su vez, en desiguales, y consecuentemente refuerzan los bajos niveles de movilidad social.
Por lo tanto, el pronóstico de Piketty sobre niveles aún más altos de desigualdad no refleja las inexorables leyes de la economía. Simples cambios —incluyendo la aplicación de niveles más altos de impuestos a las ganancias de capital y las herencias, un mayor gasto para ampliar el acceso a la educación, la aplicación rigurosa de las leyes antimonopolio, reformas a la gobernanza corporativa que contengan los salarios de los ejecutivos, y regulaciones financieras que frenen la capacidad de los bancos para explotar al resto de la sociedad— reducirían la desigualdad y aumentarían la igualdad de oportunidades de manera muy notable.
Si logramos tener las reglas de juego correctas, podríamos incluso ser capaces de restaurar el crecimiento económico rápido y compartido que caracterizaba a las sociedades de clase media de la mitad del siglo XX. La principal interrogante a la que nos enfrentamos hoy en día realmente no es un cuestionamiento sobre el capital en el siglo XXI. Es una pregunta sobre la democracia en el siglo XXI.
Joseph E. Stiglitz, premio Nobel de Economía, es profesor universitario en la Universidad de Columbia. Su libro más reciente, en coautoría con Bruce Greenwald, es Creating a Learning Society: A New Approach to Growth, Development, and Social Progress.
Fuente: El País.
Thomas Piketty. Página Web oficial de Piketty
El libro de Piketty, además, ofrece una perspectiva diferente sobre los 30 o más años posteriores a la Gran Depresión y a la Segunda Guerra Mundial: ve a este período como una anomalía histórica, tal vez causada por la inusual cohesión social que los eventos catastróficos pueden estimular. En dicha época de rápido crecimiento económico, la prosperidad fue ampliamente compartida, y todos los grupos avanzaron; sin embargo, aquellos grupos en la parte inferior vieron mayores ganancias porcentuales.
Piketty también arroja nueva luz sobre las “reformas” que promocionaron Ronald Reagan y Margaret Thatcher en la década de los ochenta como potenciadoras del crecimiento del cual todos se beneficiarían. De manera posterior a dichas reformas sobrevino un crecimiento más lento y una mayor inestabilidad a nivel mundial, y además, el crecimiento que sí aconteció benefició en su gran mayoría a aquellos en la parte superior de la distribución.
Pero el trabajo de Piketty va más allá: plantea problemas fundamentales tanto sobre la teoría económica como sobre el futuro del capitalismo. Piketty documenta un gran incremento en el ratio riqueza/producción. En la teoría estándar, tales incrementos estarían asociados con una caída en el rendimiento del capital y un aumento en los salarios. Sin embargo, hoy en día el rendimiento del capital no parece haber disminuido, a pesar de que los salarios sí disminuyeron. (En Estados Unidos, por ejemplo, los salarios medios han disminuido alrededor de un 7% en las últimas cuatro décadas).
La explicación más obvia es que el incremento en la riqueza medida no corresponde a un incremento en el capital productivo —y los datos parecen ser consistentes con esta interpretación—. Gran parte del incremento en la riqueza provino de un incremento en el valor de los inmuebles. Antes de la crisis financiera de 2008, se pudo evidenciar en muchos países la presencia de una burbuja inmobiliaria; incluso hasta ahora, puede no se haya “corregido” dicha situación de manera completa. El aumento en el valor también puede representar la competencia entre los ricos por bienes que denotan una “posición” —una casa en la playa o un apartamento en la Quinta Avenida de la ciudad de Nueva York—.
A veces, un aumento en la riqueza financiera medida corresponde a casi nada más que un simple desplazamiento desde la riqueza “no medida” hacia esa riqueza medida —y estos desplazamientos pueden, en los hechos, reflejar un deterioro en el desempeño de la economía en general—. Si aumenta el poder monopólico o las empresas (como, por ejemplo, los bancos) desarrollan mejores métodos para la explotación de los consumidores comunes, ello se mostrará como mayores ganancias y, cuando dichas ganancias se capitalizan, se mostrarán como un aumento en la riqueza financiera.
No obstante, cuando lo anteriormente detallado sucede, el bienestar social y la eficiencia económica por supuesto que caen, incluso de manera simultánea a un aumento oficial en la riqueza medida. Nosotros simplemente no tomamos en cuenta la disminución correspondiente al valor del capital humano —es decir, no tomamos en cuenta la disminución de la riqueza de los trabajadores—.
Por otra parte, si los bancos tienen éxito en el uso de su influencia política para socializar las pérdidas y retener más y más del total de sus ganancias mal habidas, la riqueza medida en el sector financiero aumenta. No medimos la disminución correspondiente a la riqueza de quienes pagan impuestos. Del mismo modo, si las corporaciones convencen a los gobiernos para que estos paguen más de lo debido por sus productos (tal como las grandes compañías farmacéuticas pudieron lograrlo), o si las corporaciones obtienen acceso a recursos públicos a precios por debajo de los precios del mercado (tal como las empresas mineras pudieron lograrlo), aumenta la riqueza financiera medida, a pesar de que existe una disminución en la riqueza de los ciudadanos comunes.
Lo que hemos estado observando —estancamiento de los salarios e incremento en la desigualdad, incluso a medida que la riqueza aumenta— no refleja el funcionamiento de una economía de mercado que se considera como normal, sino que refleja lo que yo denomino como “capitalismo sucedáneo” (en inglés ersatz capitalism). El problema puede que no sea cómo los mercados deberían funcionar o cómo dichos mercados funcionan en los hechos, pero puede que el problema se ubique en nuestro sistema político, el mismo no ha logrado garantizar que los mercados sean competitivos; y además, dicho sistema político ha diseñado reglas que sustentan mercados distorsionados en los que las corporaciones y los ricos pueden (y por desgracia sí lo hacen) explotar a todos los demás.
Los mercados, por supuesto, no existen en un espacio vacío. Tienen que haber reglas del juego, y éstas son establecidas a través de procesos políticos. Los altos niveles de desigualdad económica en países como Estados Unidos y, cada vez más en países que han seguido el modelo económico de dicho país, conducen a la desigualdad política. En un sistema como el que se describe, las oportunidades para el progreso económico se tornan, a su vez, en desiguales, y consecuentemente refuerzan los bajos niveles de movilidad social.
Por lo tanto, el pronóstico de Piketty sobre niveles aún más altos de desigualdad no refleja las inexorables leyes de la economía. Simples cambios —incluyendo la aplicación de niveles más altos de impuestos a las ganancias de capital y las herencias, un mayor gasto para ampliar el acceso a la educación, la aplicación rigurosa de las leyes antimonopolio, reformas a la gobernanza corporativa que contengan los salarios de los ejecutivos, y regulaciones financieras que frenen la capacidad de los bancos para explotar al resto de la sociedad— reducirían la desigualdad y aumentarían la igualdad de oportunidades de manera muy notable.
Si logramos tener las reglas de juego correctas, podríamos incluso ser capaces de restaurar el crecimiento económico rápido y compartido que caracterizaba a las sociedades de clase media de la mitad del siglo XX. La principal interrogante a la que nos enfrentamos hoy en día realmente no es un cuestionamiento sobre el capital en el siglo XXI. Es una pregunta sobre la democracia en el siglo XXI.
Joseph E. Stiglitz, premio Nobel de Economía, es profesor universitario en la Universidad de Columbia. Su libro más reciente, en coautoría con Bruce Greenwald, es Creating a Learning Society: A New Approach to Growth, Development, and Social Progress.
Fuente: El País.
Thomas Piketty. Página Web oficial de Piketty
domingo, 21 de septiembre de 2014
La importancia de las lenguas. Al ritmo actual, de 6000 lenguas nos quedaremos con 600 en 90 años... cada 14 días desaparece una lengua. La fiebre del inglés
En TEDxDubai, la veterana profesora de inglés Patricia Ryan pregunta provocadoramente: el mundo, al centrarse en el inglés, ¿está impidiendo la difusión de grandes ideas en otras lenguas? (Por ejemplo: ¿y si Einstein hubiera tenido que pasar el examen de inglés TOEFL?). Una apasionada defensa de la traducción y de la difusión de ideas.
sábado, 20 de septiembre de 2014
El engañabobos fiscal del PP
La reforma es pura injusticia y tampoco ayudará al crecimiento
El presidente del PP andaluz disparata cuando pide al Gobierno andaluz que “rebaje la presión fiscal a los ciudadanos” poniendo como ejemplo a Rajoy.
Sin haber tocado el conjunto del sistema impositivo, no se puede asegurar que sus reformas en el IRPF o en el impuesto sobre sociedades del viernes pasado vayan a disminuirla. Y tampoco se puede afirmar que Rajoy haya bajado los impuestos porque, como han señalado los técnicos del Ministerio de Hacienda, los contribuyentes que ganan menos de 11.200 euros al año (el 47%) no gozarán de ninguna rebaja fiscal en el IRPF, que solo será sustancial para el 0,3% que percibe más de 150.000 euros anuales. Y la del impuesto sobre sociedades solo beneficiará a las grandes empresas que ya de por sí pagan poco: en 2011 recibían el 60% de los beneficios empresariales y solo aportaron el 24% de la recaudación de ese impuesto, según un reciente informe de Oxfam Intermón.
La reforma de Rajoy es pura injusticia que tampoco ayudará mucho al crecimiento porque incentiva más el ahorro que el consumo.
Las palabras de Moreno Bonilla escandalizan cuando millones de familias españolas se disponen a presentar su declaración de la renta para aportar al Estado 46 veces más que las grandes empresas españolas. Según ese último informe, el esfuerzo fiscal en 2012 de una persona con dos hijos a su cargo e ingresos medios de 16.500 euros fue del 15,6% de su renta y de cerca del 28% si era soltera, sin hijos y con ingresos medios de 41.300 euros anuales. Mientras, las diez mayores empresas del Ibex 35 solo pagaron el 18% de su beneficio, los grupos consolidados de grandes empresas una media del 3,5%, los grandes bancos españoles solo el 5% en 2013 y los grandes patrimonios que operan a través de Sicav un 1%.
El Gobierno busca generar ilusión fiscal en algunos contribuyentes de rentas más bajas ante las próximas elecciones. Pero la estrategia se le volverá en su contra porque, con tan baja carga fiscal para los más ricos, la reforma irá acompañada de una provisión de servicios públicos cada vez menor o de coste más elevado. ¿A quién se cree el PP que va a engañar concediendo ahora 100 euros mensuales a las familias con grandes dependientes por un coste total de unos 435 millones de euros cuando ya ha recortado casi 2.280 millones en dependencia? La gente ya no es tan tonta como creen sus dirigentes.
Lo que hace falta no es recurrir al engañabobos de la bajada de impuestos, como hace el PP para disimular los efectos reales de sus reformas, sino hacer que haya más justicia fiscal y que los más ricos y los grandes propietarios y banqueros también los paguen.
Fuente: Juan Torres. El País.
El presidente del PP andaluz disparata cuando pide al Gobierno andaluz que “rebaje la presión fiscal a los ciudadanos” poniendo como ejemplo a Rajoy.
Sin haber tocado el conjunto del sistema impositivo, no se puede asegurar que sus reformas en el IRPF o en el impuesto sobre sociedades del viernes pasado vayan a disminuirla. Y tampoco se puede afirmar que Rajoy haya bajado los impuestos porque, como han señalado los técnicos del Ministerio de Hacienda, los contribuyentes que ganan menos de 11.200 euros al año (el 47%) no gozarán de ninguna rebaja fiscal en el IRPF, que solo será sustancial para el 0,3% que percibe más de 150.000 euros anuales. Y la del impuesto sobre sociedades solo beneficiará a las grandes empresas que ya de por sí pagan poco: en 2011 recibían el 60% de los beneficios empresariales y solo aportaron el 24% de la recaudación de ese impuesto, según un reciente informe de Oxfam Intermón.
La reforma de Rajoy es pura injusticia que tampoco ayudará mucho al crecimiento porque incentiva más el ahorro que el consumo.
Las palabras de Moreno Bonilla escandalizan cuando millones de familias españolas se disponen a presentar su declaración de la renta para aportar al Estado 46 veces más que las grandes empresas españolas. Según ese último informe, el esfuerzo fiscal en 2012 de una persona con dos hijos a su cargo e ingresos medios de 16.500 euros fue del 15,6% de su renta y de cerca del 28% si era soltera, sin hijos y con ingresos medios de 41.300 euros anuales. Mientras, las diez mayores empresas del Ibex 35 solo pagaron el 18% de su beneficio, los grupos consolidados de grandes empresas una media del 3,5%, los grandes bancos españoles solo el 5% en 2013 y los grandes patrimonios que operan a través de Sicav un 1%.
El Gobierno busca generar ilusión fiscal en algunos contribuyentes de rentas más bajas ante las próximas elecciones. Pero la estrategia se le volverá en su contra porque, con tan baja carga fiscal para los más ricos, la reforma irá acompañada de una provisión de servicios públicos cada vez menor o de coste más elevado. ¿A quién se cree el PP que va a engañar concediendo ahora 100 euros mensuales a las familias con grandes dependientes por un coste total de unos 435 millones de euros cuando ya ha recortado casi 2.280 millones en dependencia? La gente ya no es tan tonta como creen sus dirigentes.
Lo que hace falta no es recurrir al engañabobos de la bajada de impuestos, como hace el PP para disimular los efectos reales de sus reformas, sino hacer que haya más justicia fiscal y que los más ricos y los grandes propietarios y banqueros también los paguen.
Fuente: Juan Torres. El País.
viernes, 19 de septiembre de 2014
Le cerveau ne pense pas tout seul. El cerebro no piensa solo
Les progrès de l’imagerie cérébrale ont réactivé un vieux fantasme : celui de pouvoir tout expliquer par l’observation du cerveau — la pauvreté, la délinquance, l’échec scolaire… Lourde de dérives potentielles, cette illusion repose sur de fausses évidences.
A la fin des années 1980, la convergence des progrès en physique nucléaire et en informatique a permis l’avènement de l’imagerie par résonance magnétique fonctionnelle (IRMf) et le développement spectaculaire des neurosciences cognitives, c’est-à-dire l’étude des mécanismes neurobiologiques de la cognition et de ses dysfonctionnements, le terme de cognition étant ici entendu comme quasi synonyme de pensée. Entre cinq et huit articles se référant à l’IRMf paraissent désormais chaque jour dans les revues scientifiques internationales. Certains auteurs bénéficiant de relais médiatiques importants laissent entendre que l’imagerie cérébrale permettrait de lire dans nos pensées, de deviner nos préférences politiques, de prédire nos compétences sociales et de dévoiler notre personnalité.
Près de trois siècles après que le célèbre anatomiste de la Renaissance André Vésale eut situé l’esprit dans le cerveau, Franz Joseph Gall (1758-1828) proposa de le décomposer en facultés localisées dans des régions cérébrales spécifiques. Cette doctrine, la phrénologie, se propagea en Europe et aux Etats-Unis tout au long du XIXe siècle. Elle joua un rôle déterminant dans la psychotechnique, la science de l’application pratique de la psychologie, dans les débuts de la criminologie et de la police scientifique. Cesare Lombroso (1835-1909), fondateur de l’école italienne de criminologie, défendra ainsi sa thèse du « criminel né » (1876), et Alphonse Bertillon (1853-1914) inventera l’anthropométrie judiciaire.
La croyance en l’association d’une région cérébrale propre à chaque faculté psychologique et d’une « bosse » correspondante sur la boîte crânienne (dont la célèbre « bosse des maths ») a bien été invalidée. En revanche, l’hypothèse d’une dissociation possible de l’esprit en composants élémentaires correspondant à des substrats cérébraux spécifiques persiste. Là où l’indispensable neuro-imagerie médicale identifie les anomalies anatomiques du cerveau, permettant de diagnostiquer une lésion ou une tumeur, la neuro-imagerie cognitive, née de la rencontre avec (...)
par Evelyne Clément, Fabrice Guillaume, Guy Tiberghien et Bruno Vivicorsi, septembre 2014
Fuente: http://www.monde-diplomatique.fr/2014/09/CLEMENT/50779
El cerebro no piensa solo
Los avances en las imágenes cerebrales han revivido una vieja fantasía: la de ser capaz de explicarlo todo mediante la observación del cerebro - la pobreza, la delincuencia, fracaso escolar ... pesados abusos potenciales, esa ilusión se basa en pruebas falsas.
A finales de 1980, la convergencia de los avances en la física nuclear y la informática ha llevado a la llegada de la imagen de resonancia magnética funcional (fMRI) y el espectacular desarrollo de la neurociencia cognitiva, es decir, la estudiar los mecanismos neurobiológicos de la cognición y su disfunción, la cognición término que se entiende aquí como cuasi sinónimo de pensamiento. Entre cinco y ocho artículos que se refieren a la fMRI ahora aparecen a diario en revistas científicas internacionales. Algunos autores se benefician de la facilidad de los medios importantes, sugieren que las imágenes cerebrales podría leer nuestras mentes, adivinar nuestras preferencias políticas, predecir nuestras habilidades sociales y revelar nuestra personalidad.
Casi tres siglos después de que el famoso anatomista del Renacimiento Andrés Vesalio había localizado a la mente en el cerebro, Franz Joseph Gall (1758-1828) propuso dividirlo en facultades localizadas en regiones específicas del cerebro. Esta doctrina, la frenología, se extendió por Europa y Estados Unidos durante el siglo XIX. Ella jugó un papel clave en la psicología industrial, la ciencia de la aplicación práctica de la psicología en los primeros días de la criminología y la ciencia forense. Cesare Lombroso (1835-1909), fundador de la escuela italiana de criminología, defenderá también su tesis del "criminal nato"(1876), y Alphonse Bertillon (1853-1914) inventará la antropometría judicial.
La creencia en la combinación de una facultad psicológica para cada región del cerebro y una "caja" que corresponde al cráneo (incluyendo el famoso "cajón de las matemáticas") fue invalidado. Sin embargo, la hipótesis de una posible disociación de la mente en componentes elementales correspondientes a los sustratos cerebrales específicos persiste. Ahí dónde las indispensables neuroimaginería médica identifica las anormalidades anatómicas del cerebro, permitiendo diagnosticar una lesión o tumor, la neuroimagen cognitiva, nacida del rencuentro con (...)
A la fin des années 1980, la convergence des progrès en physique nucléaire et en informatique a permis l’avènement de l’imagerie par résonance magnétique fonctionnelle (IRMf) et le développement spectaculaire des neurosciences cognitives, c’est-à-dire l’étude des mécanismes neurobiologiques de la cognition et de ses dysfonctionnements, le terme de cognition étant ici entendu comme quasi synonyme de pensée. Entre cinq et huit articles se référant à l’IRMf paraissent désormais chaque jour dans les revues scientifiques internationales. Certains auteurs bénéficiant de relais médiatiques importants laissent entendre que l’imagerie cérébrale permettrait de lire dans nos pensées, de deviner nos préférences politiques, de prédire nos compétences sociales et de dévoiler notre personnalité.
Près de trois siècles après que le célèbre anatomiste de la Renaissance André Vésale eut situé l’esprit dans le cerveau, Franz Joseph Gall (1758-1828) proposa de le décomposer en facultés localisées dans des régions cérébrales spécifiques. Cette doctrine, la phrénologie, se propagea en Europe et aux Etats-Unis tout au long du XIXe siècle. Elle joua un rôle déterminant dans la psychotechnique, la science de l’application pratique de la psychologie, dans les débuts de la criminologie et de la police scientifique. Cesare Lombroso (1835-1909), fondateur de l’école italienne de criminologie, défendra ainsi sa thèse du « criminel né » (1876), et Alphonse Bertillon (1853-1914) inventera l’anthropométrie judiciaire.
La croyance en l’association d’une région cérébrale propre à chaque faculté psychologique et d’une « bosse » correspondante sur la boîte crânienne (dont la célèbre « bosse des maths ») a bien été invalidée. En revanche, l’hypothèse d’une dissociation possible de l’esprit en composants élémentaires correspondant à des substrats cérébraux spécifiques persiste. Là où l’indispensable neuro-imagerie médicale identifie les anomalies anatomiques du cerveau, permettant de diagnostiquer une lésion ou une tumeur, la neuro-imagerie cognitive, née de la rencontre avec (...)
par Evelyne Clément, Fabrice Guillaume, Guy Tiberghien et Bruno Vivicorsi, septembre 2014
Fuente: http://www.monde-diplomatique.fr/2014/09/CLEMENT/50779
El cerebro no piensa solo
Los avances en las imágenes cerebrales han revivido una vieja fantasía: la de ser capaz de explicarlo todo mediante la observación del cerebro - la pobreza, la delincuencia, fracaso escolar ... pesados abusos potenciales, esa ilusión se basa en pruebas falsas.
A finales de 1980, la convergencia de los avances en la física nuclear y la informática ha llevado a la llegada de la imagen de resonancia magnética funcional (fMRI) y el espectacular desarrollo de la neurociencia cognitiva, es decir, la estudiar los mecanismos neurobiológicos de la cognición y su disfunción, la cognición término que se entiende aquí como cuasi sinónimo de pensamiento. Entre cinco y ocho artículos que se refieren a la fMRI ahora aparecen a diario en revistas científicas internacionales. Algunos autores se benefician de la facilidad de los medios importantes, sugieren que las imágenes cerebrales podría leer nuestras mentes, adivinar nuestras preferencias políticas, predecir nuestras habilidades sociales y revelar nuestra personalidad.
Casi tres siglos después de que el famoso anatomista del Renacimiento Andrés Vesalio había localizado a la mente en el cerebro, Franz Joseph Gall (1758-1828) propuso dividirlo en facultades localizadas en regiones específicas del cerebro. Esta doctrina, la frenología, se extendió por Europa y Estados Unidos durante el siglo XIX. Ella jugó un papel clave en la psicología industrial, la ciencia de la aplicación práctica de la psicología en los primeros días de la criminología y la ciencia forense. Cesare Lombroso (1835-1909), fundador de la escuela italiana de criminología, defenderá también su tesis del "criminal nato"(1876), y Alphonse Bertillon (1853-1914) inventará la antropometría judicial.
La creencia en la combinación de una facultad psicológica para cada región del cerebro y una "caja" que corresponde al cráneo (incluyendo el famoso "cajón de las matemáticas") fue invalidado. Sin embargo, la hipótesis de una posible disociación de la mente en componentes elementales correspondientes a los sustratos cerebrales específicos persiste. Ahí dónde las indispensables neuroimaginería médica identifica las anormalidades anatómicas del cerebro, permitiendo diagnosticar una lesión o tumor, la neuroimagen cognitiva, nacida del rencuentro con (...)
jueves, 18 de septiembre de 2014
Los minerales imprescindibles para vivir
Jo Lewin bbcgoodfood.com
Leche
Los minerales no tienen que ser un misterio. A pedido de BBC GoodFood, la nutricionista Jo Lewin ofrece un repaso general de los más esenciales y consejos sobre cómo obtenerlos forma natural.
El cuerpo humano usa los minerales para muchas cosas, entre ellas mantener a los huesos y las células de la sangre saludables.
Junto a las vitaminas, son componentes fundamentales de las enzimas y coenzimas.
Si un mineral esencial que falta, su cuerpo no será capaz de desempeñarse al 100%.
Por ejemplo, el zinc es necesario para la enzima que activa la vitamina A, que es vital para la buena visión. Sin esta enzima la vitamina A no es usada correctamente por el cuerpo. Esta deficiencia puede resultar en ceguera nocturna.
Calcio
El calcio es importante para la actividad de muchas enzimas del cuerpo y es esencial para el desarrollo y mantenimiento de huesos y dientes.
Además, la contracción de los músculos, la liberación de neurotransmisores, la regulación de los latidos del corazón y la coagulación de la sangre dependen del calcio.
Es posible que durante el crecimiento, el embarazo y la lactancia se requiera una mayor demanda.
La deficiencia del calcio en los niños puede provocar raquitismo, mientras que en los adultos puede contribuir a la hipertensión arterial y la osteoporosis.
Cómo conseguirlo
Consuma tres porciones de lácteos por día: tres rebanadas de queso, un yogur y un vaso grande de leche proporcionará la ingesta diaria recomendada (IDR).
Las mejores fuentes de calcio son los productos lácteos, los pescados de huesos pequeños como las sardinas y anchoas, los vegetales verdes, frutos secos como las almendras y las semillas de sésamo, tofu y albaricoques.
También se puede comprar el pan fortificado con calcio, pero es mucho mejor conseguirlo en fuentes naturales.
Fósforo
Granos y semillas
El fósforo es uno de los minerales más necesarios, pues juega un papel en el metabolismo energético, la absorción del calcio y la conversión de proteínas para el crecimiento, mantenimiento y reparación de células y tejidos.
Cómo conseguirlo
Es fácil de encontrar, está presente en la mayoría de los alimentos, incluyendo aquellos ricos en proteínas.
Las fuentes alimenticias son la carne, la leche, los cereales integrales, los frutos secos y las semillas.
Magnesio
El magnesio es esencial para activar muchas enzimas, músculos y funciones nerviosas.
Cuando hay una deficiencia, es posible sentir calambres musculares, dolores de cabeza, pérdida del apetito, insomnio y una predisposición al estrés.
Cómo conseguirlo
El magnesio está presente de forma abundante en los alimentos integrales (no procesados, no refinados).
Las mejores fuentes son: algas marinas, frutas cítricas, vegetales de hojas verdes como brócoli, frutos secos, repollo, cereales integrales y tofu.
Cromo
Manzanas
El cromo es vital para el factor de tolerancia a la glucosa (FTG), un sistema de enzimas que trabaja con la insulina para absorber la glucosa en las células, regulando los niveles de azúcar en la sangre.
Puede agotarse por el exceso de azúcares refinados o productos que contengan harina blanca, y la falta de ejercicio.
Su ausencia provocaría una intolerancia a la glucosa.
Cómo conseguirlo
Está presente en la levadura de cerveza, los cereales integrales, las papas, manzanas, nabos y bananas.
Hierro
Yema de huevo
Está presente en cada célula del cuerpo y es esencial para la vida humana.
Desempeña un papel central en la producción de la hemoglobina, presente en los glóbulos rojos, que transporta el oxígeno desde los pulmones a los tejidos del cuerpo y dióxido de carbono de los tejidos a los pulmones.
También está presente en varias enzimas clave para la producción de energía y el metabolismo, incluyendo la síntesis de ADN. La deficiencia de hierro -la más común del mundo- puede conducir a la anemia.
Cómo conseguirlo
Una porción de carne roja o de sardinas servida con algún vegetal de hoja verde y oscura como la col rizada (kale, en inglés) cumplirá los requerimientos de la IDR.
También está presente en las vísceras, las yemas de huevo y los cereales fortificados.
Selenio
El selenio trabaja con la vitamina E para prevenir el daño de los radicales libres a las membranas celulares.
Es clave para un sistema inmunológico saludable, la fertilidad y el funcionamiento de la tiroides.
También ayuda a regular la presión arterial.
Cómo conseguirlo
Algunas nueces de Brasil o un sándwich de gambas hecho con pan integral proporcionarían la ingesta diaria.
Otras buenas fuentes son las vísceras, los mariscos, la mantequilla, el aguacate y los cereales integrales.
Zinc
Pistachos
Es parte de las más de 200 enzimas del cuerpo.
Juega un papel en más reacciones que cualquier otro mineral.
Sus niveles adecuados son necesarios para un buen funcionamiento del sistema inmune.
Su deficiencia resulta en una mayor susceptibilidad para contraer infecciones.
Es esencial para el mantenimiento de la visión, el gusto y el olfato.
Cómo conseguirlo
Está presente en pescados, mariscos, carnes rojas y magras, semillas, frutos secos, legumbres y cereales integrales.
Potasio
Vegetal
Las acelgas tienen un alto contenido en potasio.
Ayuda a que los músculos y nervios funcionen correctamente, reduce el riesgo de problemas cardiovasculares y presión arterial alta, alivia la fatiga, la irritabilidad y la confusión.
Las personas mayores pueden sufrir del exceso de este mineral, pues sus riñones pierden la capacidad de eliminarlo.
Cómo conseguirlo
El potasio está presente en muchos alimentos, especialmente en frutas como el mango o plátano y verduras como acelgas, champiñones y espinacas.
Sodio
El sodio es un componente de la sal, que está naturalmente presente en casi todos los alimentos que comemos.
La mayoría de la gente come más sal de la que es buena para su salud. A los adultos se les recomienda consumir no más de 6 gramos de sal al día (el equivalente a 2,5 gramos de sodio).
Cómo conseguirlo
Tres cuartas partes de nuestro consumo de sal proviene de alimentos procesados, como los cereales para el desayuno, las sopas, salsas y otros enlatados.
Más consejos y recetas en BBC GoodFood (http://www.bbcgoodfood.com/)
Leche
Los minerales no tienen que ser un misterio. A pedido de BBC GoodFood, la nutricionista Jo Lewin ofrece un repaso general de los más esenciales y consejos sobre cómo obtenerlos forma natural.
El cuerpo humano usa los minerales para muchas cosas, entre ellas mantener a los huesos y las células de la sangre saludables.
Junto a las vitaminas, son componentes fundamentales de las enzimas y coenzimas.
Si un mineral esencial que falta, su cuerpo no será capaz de desempeñarse al 100%.
Por ejemplo, el zinc es necesario para la enzima que activa la vitamina A, que es vital para la buena visión. Sin esta enzima la vitamina A no es usada correctamente por el cuerpo. Esta deficiencia puede resultar en ceguera nocturna.
Calcio
El calcio es importante para la actividad de muchas enzimas del cuerpo y es esencial para el desarrollo y mantenimiento de huesos y dientes.
Además, la contracción de los músculos, la liberación de neurotransmisores, la regulación de los latidos del corazón y la coagulación de la sangre dependen del calcio.
Es posible que durante el crecimiento, el embarazo y la lactancia se requiera una mayor demanda.
La deficiencia del calcio en los niños puede provocar raquitismo, mientras que en los adultos puede contribuir a la hipertensión arterial y la osteoporosis.
Cómo conseguirlo
Consuma tres porciones de lácteos por día: tres rebanadas de queso, un yogur y un vaso grande de leche proporcionará la ingesta diaria recomendada (IDR).
Las mejores fuentes de calcio son los productos lácteos, los pescados de huesos pequeños como las sardinas y anchoas, los vegetales verdes, frutos secos como las almendras y las semillas de sésamo, tofu y albaricoques.
También se puede comprar el pan fortificado con calcio, pero es mucho mejor conseguirlo en fuentes naturales.
Fósforo
Granos y semillas
El fósforo es uno de los minerales más necesarios, pues juega un papel en el metabolismo energético, la absorción del calcio y la conversión de proteínas para el crecimiento, mantenimiento y reparación de células y tejidos.
Cómo conseguirlo
Es fácil de encontrar, está presente en la mayoría de los alimentos, incluyendo aquellos ricos en proteínas.
Las fuentes alimenticias son la carne, la leche, los cereales integrales, los frutos secos y las semillas.
Magnesio
El magnesio es esencial para activar muchas enzimas, músculos y funciones nerviosas.
Cuando hay una deficiencia, es posible sentir calambres musculares, dolores de cabeza, pérdida del apetito, insomnio y una predisposición al estrés.
Cómo conseguirlo
El magnesio está presente de forma abundante en los alimentos integrales (no procesados, no refinados).
Las mejores fuentes son: algas marinas, frutas cítricas, vegetales de hojas verdes como brócoli, frutos secos, repollo, cereales integrales y tofu.
Cromo
Manzanas
El cromo es vital para el factor de tolerancia a la glucosa (FTG), un sistema de enzimas que trabaja con la insulina para absorber la glucosa en las células, regulando los niveles de azúcar en la sangre.
Puede agotarse por el exceso de azúcares refinados o productos que contengan harina blanca, y la falta de ejercicio.
Su ausencia provocaría una intolerancia a la glucosa.
Cómo conseguirlo
Está presente en la levadura de cerveza, los cereales integrales, las papas, manzanas, nabos y bananas.
Hierro
Yema de huevo
Está presente en cada célula del cuerpo y es esencial para la vida humana.
Desempeña un papel central en la producción de la hemoglobina, presente en los glóbulos rojos, que transporta el oxígeno desde los pulmones a los tejidos del cuerpo y dióxido de carbono de los tejidos a los pulmones.
También está presente en varias enzimas clave para la producción de energía y el metabolismo, incluyendo la síntesis de ADN. La deficiencia de hierro -la más común del mundo- puede conducir a la anemia.
Cómo conseguirlo
Una porción de carne roja o de sardinas servida con algún vegetal de hoja verde y oscura como la col rizada (kale, en inglés) cumplirá los requerimientos de la IDR.
También está presente en las vísceras, las yemas de huevo y los cereales fortificados.
Selenio
El selenio trabaja con la vitamina E para prevenir el daño de los radicales libres a las membranas celulares.
Es clave para un sistema inmunológico saludable, la fertilidad y el funcionamiento de la tiroides.
También ayuda a regular la presión arterial.
Cómo conseguirlo
Algunas nueces de Brasil o un sándwich de gambas hecho con pan integral proporcionarían la ingesta diaria.
Otras buenas fuentes son las vísceras, los mariscos, la mantequilla, el aguacate y los cereales integrales.
Zinc
Pistachos
Es parte de las más de 200 enzimas del cuerpo.
Juega un papel en más reacciones que cualquier otro mineral.
Sus niveles adecuados son necesarios para un buen funcionamiento del sistema inmune.
Su deficiencia resulta en una mayor susceptibilidad para contraer infecciones.
Es esencial para el mantenimiento de la visión, el gusto y el olfato.
Cómo conseguirlo
Está presente en pescados, mariscos, carnes rojas y magras, semillas, frutos secos, legumbres y cereales integrales.
Potasio
Vegetal
Las acelgas tienen un alto contenido en potasio.
Ayuda a que los músculos y nervios funcionen correctamente, reduce el riesgo de problemas cardiovasculares y presión arterial alta, alivia la fatiga, la irritabilidad y la confusión.
Las personas mayores pueden sufrir del exceso de este mineral, pues sus riñones pierden la capacidad de eliminarlo.
Cómo conseguirlo
El potasio está presente en muchos alimentos, especialmente en frutas como el mango o plátano y verduras como acelgas, champiñones y espinacas.
Sodio
El sodio es un componente de la sal, que está naturalmente presente en casi todos los alimentos que comemos.
La mayoría de la gente come más sal de la que es buena para su salud. A los adultos se les recomienda consumir no más de 6 gramos de sal al día (el equivalente a 2,5 gramos de sodio).
Cómo conseguirlo
Tres cuartas partes de nuestro consumo de sal proviene de alimentos procesados, como los cereales para el desayuno, las sopas, salsas y otros enlatados.
Más consejos y recetas en BBC GoodFood (http://www.bbcgoodfood.com/)
miércoles, 17 de septiembre de 2014
martes, 16 de septiembre de 2014
"Los que mandan tienen muy claro que hay que desplazar la culpa (responsabilidad) (1) a la gente". Antonio Baños describe la asfixiante desigualdad venidera.
Cuando la economía, como un engendro monstruoso, se vuelve contra las personas, no cabe esperar que sea uno de sus secuestradores quien la rescate. Tomando la economía como asunto político, Antonio Baños (Barcelona, 1967) le pega un buen repaso a los dogmas de una fe deshumanizada. La economía no existe fue el título de su primer libro, y la tesis estaba bien resumidita en el título. “No existe, pero jode”, puntualiza este barcelonés, periodista –aunque no fue a recoger el título porque “costaba como 20.000 pelas”– y músico, que se enorgullece de no haber pisado jamás una escuela de negocios no fuera que se le contagiara algo. Su (de)formación como (anti)economista comenzó de crío con unos fascículos de la editorial Orbis y se ha ido construyendo al margen de las grandes escuelas de pensamiento económico: “Yo soy anticapitalista. Esa es la gran escuela. Este es el marco general: capitalismo, caca. El capitalismo funciona muy bien, pero es agotador y destruye muchas vidas. No compensa”.
Mucha gente ha comprado esa idea que da tanta rabia de 'con la que está cayendo', como si la crisis fuera un fenómeno atmosférico, algo inevitable. Y eso tiene mucho que ver con la manera en la que el lenguaje económico se ha blindado. “Lo que hay que hacer es devolver el debate económico al juego político, es decir, a la discusión pública. Mucha gente ha comprado esa idea que da tanta rabia de “con la que está cayendo”, como si la crisis fuera un fenómeno atmosférico, algo inevitable. Y eso tiene mucho que ver con la manera en la que el lenguaje económico se ha blindado”, remata.
Nos dirigimos a una era de ricos asquerosamente ricos y pobres casi en el estatus de esclavos. De ahí todo ese discurso de la reinvención y del emprendedor, que si te va mal no es porque el sistema no funcione, es porque tú no estás bien formateado o porque no tienes los huevos emprendedores ...y según apunta Baños, el capitalismo ... ya lleva tiempo ensayando nuevos discursos con los que preparar el camino a una nueva era, lo que él llama una Nueva Edad Media (NEM) con ricos asquerosamente ricos y pobres casi en el estatus de esclavos, como argumenta en su segundo libro, Posteconomía: “Los que mandan tienen muy claro que hay que desplazar la culpa a la gente. De ahí todo ese discurso de la reinvención y del emprendedor, que si te va mal no es porque el sistema no funcione, es porque tú no estás bien formateado o porque no tienes los huevos emprendedores. O, como dicen, el espíritu emprendedor, que es algo que te cae del cielo, como el Espíritu Santo”.
El modelo de la opresión futura es Google o Amazon. Son los que aumentan la desconexión entre quienes saben cómo funciona el mundo, y los que somos usuarios sin entender nada. La esclavitud no tiene por que ser a látigo, puede ser a base de apps Y puestos a ser históricamente rigurosos, Baños está convencido que esa NEM ya tiene sus aristócratas, y no son solo los banqueros y los gobiernos: “El modelo de la opresión futura es Google o Amazon”, explica. “La NEM no tiene por que ser a látigo, puede ser a base de apps. Antes, si se te rompía el carro, más o menos todo el mundo sabía cómo arreglarlo. Ahora el conocimiento es cada vez más críptico. Aumenta la desconexión entre quienes saben cómo funciona el mundo, y los que somos usuarios sin entender nada. La tecnología es cada vez más restrictiva”.
“Lo peor vendrá cuando comprendas que ya no hay otra opción”, cantaban Los Punsetes. Se acaba la crisis, empieza la miseria.
Fuente: El País.
(1) El problema es que los que en teoría deberían ser los máximos responsables, buscan la manera de no serlo, evitan responder de sus obligaciones y tareas, no responden ante los administrados. Esto ocurre cada vez más en los gobiernos; estatal, regional o local. También ocurre cada vez más en las empresas y bancos. Así un gerente se aumenta el sueldo o lo "blinda" independientemente de los malos resultados obtenidos y no responden de ellos. Y vemos como más empresas o bancos que han sido llevados a la quiebra, despiden a los trabajadores pero los gestores, que han conducido a esa quiebra, disfrutan de grandes sueldos y jubilaciones como si ellos no fuesen responsables de los catastróficos resultados. El gobierno de turno concede préstamos a fondo perdido de los presupuesto generales, sin consecuencias para ellos y si para el país que dispone de menos inversión en educación, sanidad, servicios sociales, etc., con el aumento consiguiente del paro y la pobreza.
Un caso muy clarificador es lo que está ocurriendo en educación. El proceso muy sutil proviene de los EEUU., con el objetivo aparentemente bueno de diagnosticar y evaluar los resultados de la enseñanza en el aprendizaje del alumnado, se imponen unos exámenes a nivel estatal para llevarlo a cabo. Ahora bien la responsabilidad exclusiva de los resultados recaen en los profesores. De esta forma los factores educativos como los gestores del sistema, funcionarios directivo de educación, servicio de inspección, centros de formación del profesorado, inicial y permanente, son exonerados de los resultados. También los importantes factores socioeconómicos y culturales, como la clase social del alumnado, la cultura, sus conocimientos de la lengua, su origen étnico o social, el nivel cultural de su familia, la lengua materna, etc. Se ignoran y por lo tanto no se toman también como causas de esos resultados. Cuando se sabe que un factor fundamental es el nivel cultural y, sobre todo, socioeconómico de la familia el principal indicador del éxito en los estudios. Todos ellos desaparecen en la práctica y queda solo el profesorado y el alumnado como únicos responsables de los resultados. Uno tendrán éxito o no dependiendo de "su esfuerzo" en exclusiva y otros de su "dedicación y habilidades naturales". Los altos responsables ministeriales de la gestión educativa y del gobierno se han lavado las manos. Y sigue sin mejorarse la formación, la supervisión y la pobreza en la que millones de niños sobreviven a duras penas en nuestra sociedad, donde, desde la llamada crisis ha aumentado la marginación, desigualdad y penuria económica.
En los EE. UU. la comprobación empírica de los resultados, el cúmulo de evidencias obtenido del ingente número de pruebas y estudios, han hecho que se cambie la Ley Bush, por unanimidad de las Cámaras y aquí continuamos con un remedo de copia de esa Ley.
Esperemos que las evaluaciones cambien de procedimientos, de contenidos, de objetivos y sirvan para tomar decisiones de mejoras a todos los niveles; de aula, de centro, de región y ministeriales. Que se mejore la formación, inicial y permanente, la supervisión y los presupuestos que hagan posible todo ello.
lunes, 15 de septiembre de 2014
Las 20 máximas de Paulo Freire
1. Es necesario desarrollar una pedagogía de la pregunta. Siempre estamos escuchando una pedagogía de la respuesta. Los profesores contestan a preguntas que los alumnos no han hecho.
2. Una visión de la alfabetización que va más allá del ba, be, bi, bo, bu. Porque implica una comprensión crítica de la realidad social, política y económica en la que está el alfabetizado.
3. Enseñar exige respeto a los saberes de los educandos.
4. Enseñar exige la corporización de las palabras por el ejemplo.
5. Enseñar exige respeto a la autonomía del ser del educando.
6. Enseñar exige seguridad, capacidad profesional y generosidad.
7. Enseñar exige saber escuchar.
8. Nadie es, si se prohíbe que otros sean.
9. La Pedagogía del oprimido, deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación.
10. No hay palabra verdadera que no sea unión inquebrantable entre acción y reflexión.
11. Decir la palabra verdadera es transformar al mundo.
12. Decir que los hombres son personas y como personas son libres y no hacer nada para lograr concretamente que esta afirmación sea objetiva, es una farsa.
13. El hombre es hombre, y el mundo es mundo. En la medida en que ambos se encuentran en una relación permanente, el hombre transformando al mundo sufre los efectos de su propia transformación.
14. El estudio no se mide por el número de páginas leídas en una noche, ni por la cantidad de libros leídos en un semestre. Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas.
15. Solo educadores autoritarios niegan la solidaridad entre el acto de educar y el acto de ser educados por los educandos.
16. Todos nosotros sabemos algo. Todos nosotros ignoramos algo. Por eso, aprendemos siempre.
17. La cultura no es atributo exclusivo de la burguesía. Los llamados "ignorantes" son hombres y mujeres cultos a los que se les ha negado el derecho de expresarse y por ello son sometidos a vivir en una "cultura del silencio"
18. Alfabetizarse no es aprender a repetir palabras, sino a decir su palabra.
19. Defendemos el proceso revolucionario como una acción cultural dialogada conjuntamente con el acceso al poder en el esfuerzo serio y profundo de concientización.
20. La ciencia y la tecnología, en la sociedad revolucionaria, deben estar al servicio de la liberación permanente de la HUMANIZACION del hombre. No siempre es fácil sepultar a nuestros muertos... la presencia de la ausencia nos va volviendo más capaces... Nadie que sufra una pérdida sustancial continúa siendo el mismo de antes. La reivindicación es una exigencia de la vida.
2. Una visión de la alfabetización que va más allá del ba, be, bi, bo, bu. Porque implica una comprensión crítica de la realidad social, política y económica en la que está el alfabetizado.
3. Enseñar exige respeto a los saberes de los educandos.
4. Enseñar exige la corporización de las palabras por el ejemplo.
5. Enseñar exige respeto a la autonomía del ser del educando.
6. Enseñar exige seguridad, capacidad profesional y generosidad.
7. Enseñar exige saber escuchar.
8. Nadie es, si se prohíbe que otros sean.
9. La Pedagogía del oprimido, deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación.
10. No hay palabra verdadera que no sea unión inquebrantable entre acción y reflexión.
11. Decir la palabra verdadera es transformar al mundo.
12. Decir que los hombres son personas y como personas son libres y no hacer nada para lograr concretamente que esta afirmación sea objetiva, es una farsa.
13. El hombre es hombre, y el mundo es mundo. En la medida en que ambos se encuentran en una relación permanente, el hombre transformando al mundo sufre los efectos de su propia transformación.
14. El estudio no se mide por el número de páginas leídas en una noche, ni por la cantidad de libros leídos en un semestre. Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas.
15. Solo educadores autoritarios niegan la solidaridad entre el acto de educar y el acto de ser educados por los educandos.
16. Todos nosotros sabemos algo. Todos nosotros ignoramos algo. Por eso, aprendemos siempre.
17. La cultura no es atributo exclusivo de la burguesía. Los llamados "ignorantes" son hombres y mujeres cultos a los que se les ha negado el derecho de expresarse y por ello son sometidos a vivir en una "cultura del silencio"
18. Alfabetizarse no es aprender a repetir palabras, sino a decir su palabra.
19. Defendemos el proceso revolucionario como una acción cultural dialogada conjuntamente con el acceso al poder en el esfuerzo serio y profundo de concientización.
20. La ciencia y la tecnología, en la sociedad revolucionaria, deben estar al servicio de la liberación permanente de la HUMANIZACION del hombre. No siempre es fácil sepultar a nuestros muertos... la presencia de la ausencia nos va volviendo más capaces... Nadie que sufra una pérdida sustancial continúa siendo el mismo de antes. La reivindicación es una exigencia de la vida.
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