sábado, 19 de noviembre de 2022

Liz Truss: las claves para entender el caos político que acabó con su gobierno, el más corto en la historia de Reino Unido

Tras haber sustituido a Boris Johnson como primera ministra hace apenas un mes y medio, Liz Truss acaba de renunciar al cargo.

El caos, la molestia y la indignación en el país eran tal que algunos medios estaban cuestionando si Truss duraría más que una lechuga, mientras que otros hacían polémicas comparaciones con Italia, afirmando que su país se parece cada vez más políticamente a su vecino del sur, malfamado por su constante inestabilidad política.

Simon Hoare, un destacado diputado del partido conservador liderado por Truss, advirtió la mañana de este jueves que la primera ministra tenía "12 horas" para salvar su trabajo.

Crispin Blunt, otro parlamentario conservador, juzgó la posición de la primera ministra como "totalmente insostenible", en un momento en el que un número creciente de parlamentarios afirmaban que a Liz Truss se le había acabado el tiempo.

Y tenían razón. Un par de horas después, Truss anunció su salida y pasó a la historia como la que menos tiempo ha durado al mando de la segunda economía de Europa.

Se trata de una crisis sin precedentes en la historia política británica que comenzó poco después de que Truss asumiera el cargo y se acentuó la semana pasada, cuando despidió a su ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, tras cambiar de opinión sobre un polémico programa económico que causó tumulto en los mercados financieros e hizo que la libra esterlina se hundiera a un mínimo de 37 años frente al dólar.

Muchos de sus seguidores se sentían defraudados, pues se trataba de un programa que, según afirmó durante la campaña electoral, impulsaría la estancada economía del país.

Para aumentar el drama y el caos en el seno del ahora difunto gobierno de Truss, su ministra del Interior renunció el miércoles por incumplir el código ministerial al enviar un documento oficial desde su correo personal.

En su carta de renuncia, Suella Braverman expresó su "preocupación" por el rumbo que estaba tomando el gobierno y criticó que se habían "incumplido promesas clave" hechas a los votantes.

"Usamos mucho términos como 'sin precedentes' en comentarios políticos. Pero las últimas semanas, y ciertamente las últimas 24 horas, no se parecen a nada a lo que haya visto", le dice a BBC Mundo Rod Dacombe, director del Centro de Política y Gobierno Británico del King´s College de Londres.

"La transformación del Partido Conservador desde las Elecciones Generales de 2019, donde ganó una gran mayoria Liz Truss entra a Downing St con su esposo después de renunciar

El líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, ha exigido que se organicen elecciones generales, pero Truss anunció que su partido llevaría a cabo una votación para elegir a un nuevo líder conservador.

Según analistas, se puede decir que esta última crisis pone en evidencia que la estabilidad política que por muchos años caracterizó a Reino Unido es cosa del pasado.

En este artículo te explicamos las claves para entender el caos que acabó con el recién nombrado gobierno de Liz Truss.

Su radical apuesta para revivir la economía
Desde su primer día en el cargo, el gobierno de Liz Truss se enfrentó a varios desafíos, como la guerra en Ucrania, la amenaza de una secesión de Escocia, una grave crisis energética y una inflación galopante que afecta cada vez más el bolsillo de millones de británicos.

En una situación ya delicada, el gobierno de Truss optó por anunciar un controvertido paquete económico que, según ella, impulsaría la economía del país.

El plan incluía eliminar la tasa del 45% del impuesto sobre la renta que pagan las personas que ganan más de 150.000 libras esterlinas al año (US$168.000).

La reducción del impuesto sobre la renta para los más ricos habría representado un ahorro fiscal de casi US$3.400 anuales para una persona con un sueldo de 200.000 libras al año (US$224.000).

Truss además anunció un recorte de la tasa básica del impuesto sobre la renta del 20% al 19% y la también polémica eliminación del tope de los incentivos o bonificaciones salariales de los banqueros, que a veces pueden superar el millón de dólares.

Rishi Sunak es el favorito de los corredores de apuestas para reemplazar a Truss.

Pero el paquete fiscal provocó días de turbulencias en los mercados financieros e hizo que la libra cayera frente al dólar a mínimos históricos.

Liz Truss echó a su ministro de Finanzas y anuló la mayoría de las medidas que había anunciado. La promesa de una "Singapur en el Támesis"  Vernon Bogdanor, politólogo e historiador del King's College de Londres, asegura que la crisis actual fue en parte culpa de la influencia del ala más a la derecha del partido conservador que apoya el Brexit y que prometía convertir a Londres en la "Singapur en el Támesis".

"Afirmaron que los recortes de impuestos estimularían el crecimiento y crearían una Gran Bretaña pionera del libre comercio global: una Singapur en el Támesis", le dice a BBC Mundo.

Gráfico
"En cambio, los recortes de impuestos financiados con dinero prestado asustaron a los mercados. En lugar de una Singapur en el Támesis, estamos viendo lo que un comentarista describió como Caracas en el Támesis. En consecuencia, la primera ministra perdió su autoridad", agrega el politólogo británico.

En una entrevista reciente con la BBC, Truss confesó sus errores, pero se mantuvo firme en que lideraría a su partido en las próximas elecciones.

El experto en política británica, Rod Dacombe, explica que Truss ha cometido "numerosos errores" a lo largo de su mandato.

"Empujó demasiado fuerte, demasiado rápido, con reformas económicas", asegura.

Otros errores, según Dacombe, fueron su "incapacidad para gestionar las diversas facciones de su partido" y la "desastrosa mala gestión" de asuntos parlamentarios que se hicieron evidentes la noche del miércoles.

Pérdida de aliados y de credibilidad
En su discurso de renuncia frente a 10 Downing Street, su residencia como primera ministra, Truss reconoció que no pudo "cumplir el mandato por el que fui elegida" por los miembros del Partido Conservador.

Tras darle marcha atrás a su plan de crecimiento, Liz Truss comenzó a recibir críticas de parte de sus propios aliados parlamentarios.

Liz Truss afuera de 10 Downing Street, Londres.

Liz Truss anunció su renuncia después de que varios parlamentarios conservadores le pidieran que se fuera.

El despido de Kwarteng, antiguo ministro de Economía, y la renuncia este miércoles de su ministra del Interior, Suella Braverman, la dejaron aún más aislada.

Tan aislada que Truss tuvo que recurrir a exrivales, como Grant Shapps y Jeremy Hunt, para llenar los puestos vacantes.

Ya para el mediodía de este jueves, más de una docena de conservadores le habían pedido que renunciara.
Luego de su renuncia, Truss permanecerá en el cargo hasta que se anuncie su reemplazo, tras un concurso de liderazgo que se espera que tenga lugar la próxima semana.

Rod Dacombe afirma que el Partido Conservador tratará de nominar a un candidato que pueda unir las diversas facciones del partido.

"Pero es poco probable que lo encuentren. Boris Johnson parece dispuesto a presentarse, lo que será muy divisivo. Rishi Sunak (exministro de Economía) también es un posible candidato, prosigue.

"Si los conservadores no pueden encontrar a alguien que reúna a las diversas facciones del partido, parece inevitable que se celebren unas elecciones generales".

Es asombroso. Hace solo tres meses y medio, estábamos en el mismo lugar anunciando la renuncia del primer ministro anterior, Boris Johnson.

Aquí estamos, apenas 100 días después, y su sucesora, Liz Truss, recorre el mismo camino y pronuncia un conjunto de palabras de forma muy similar.

Y el caos se profundizará. En los próximos días surgirá otro primer ministro.

Los diputados conservadores esperan poder sacar un nombre de sus filas para evitar una competencia entre miembros del Partido Conservador, lo cual tomaría varios meses reemplazar al líder del país.

El próximo primer ministro, si logran encontrar a alguien que pueda unir al partido, se enfrentará a la gran pregunta sobre si es legítimo o no.

Pero debemos recordar, constitucionalmente, vivimos en una democracia parlamentaria y si un nuevo primer ministro puede obtener una mayoría en la Cámara de los Comunes, tiene el derecho constitucional de servir hasta que legalmente se lleven a cabo las próximas elecciones generales.

viernes, 18 de noviembre de 2022

MEMORIA DEMOCRÁTICA La emoción de las víctimas del franquismo en su primer gran homenaje de Estado: “Tengo el corazón lleno”

Pedro Sánchez insta al PP a dejar de buscar “excusas” para no cumplir la Constitución y asegura que “ninguna democracia puede construirse sobre pactos de silencio”



De izquierda a derecha: Benita Navacerrada, Magdalena Rodríguez Plaza e Hilda Farfante, familiares de represaliados del franquismo, durante el homenaje este lunes en el Auditorio Nacional de Música, en Madrid. LUIS SEVILLANO (EL PAÍS)

Casi 47 años después de la muerte de Franco y en el 44 aniversario de la aprobación de la Constitución española, el Estado ha celebrado este lunes en el Auditorio Nacional de Música, en Madrid, el primer acto conmemorativo con motivo del Día de Recuerdo y Homenaje a todas las víctimas del golpe militar, la Guerra Civil y la dictadura. El Gobierno casi en pleno ha asistido a la ceremonia, con los ministros y el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, sentados junto a algunas de las víctimas del franquismo, de avanzada edad y muy emocionadas. “Tengo el corazón lleno”, ha comentado al finalizar el acto Hilda Farfante, de 92 años, hija de dos maestros fusilados con apenas unas horas de diferencia en 1936: Balbina Gayo y Ceferino Farfante.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, han entregado a 20 víctimas y familiares, entre ellos, sacerdotes y republicanos fusilados, encarcelados, represaliados del colectivo LGTBi, líderes feministas, y un representante de la Unión Militar Democrática, Fernando Reinlein, un documento de reconocimiento. “Vamos tarde, demasiado tarde”, ha dicho Sánchez, “pero aún nos queda el poder de la memoria para recordar y honrar a quienes lucharon por la democracia”. El jefe del Ejecutivo ha recordado que miles de personas siguen aún buscando a sus familiares por fosas y cunetas y ha lamentado “las falsedades” vertidas sobre la Ley de Memoria Democrática recientemente aprobada. “¿En nombre de qué se puede negar el deber de todo un Estado a ayudarles en esa búsqueda? No quieren reabrir heridas, sino cerrarlas”.

El Gobierno había invitado a tres dirigentes del PP -su líder nacional, Alberto Núñez Feijóo; la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida- al acto, pero ninguno de los tres acudió. Fuentes del equipo de Ayuso explican que excusaron su asistencia el pasado 24 de octubre y argumentan que “es muy difícil aceptar invitaciones que llegan con solo una semana de margen, porque la agenda de la presidenta está cerrada con un mes de antelación”. Feijóo ha asegurado que derogará la legislación en materia de memoria si llega al poder. Mariano Rajoy no lo hizo durante su etapa en La Moncloa, aunque retiró las partidas presupuestarias para su financiación.

Sánchez ha subrayado la fecha escogida para instaurar este día de homenaje a las víctimas, el aniversario de la Constitución: “Ninguna democracia puede construirse sobre pactos de silencio. Hay que desprenderse de viejas hipotecas. La democracia, como la Constitución, es una conquista colectiva y no puede ser patrimonializada por nadie”. Honrar su espíritu, ha añadido —en alusión a la ruptura, por parte del PP, de las negociaciones para renovar el Consejo General del Poder Judicial—, “exige algo más que proclamar su vigencia. Exige cumplirla de principio a fin, sin excusas ni subterfugios”. El presidente también ha lanzado una advertencia: “Los avances de fuerzas reaccionarias en Europa nos recuerdan que ni el progreso ni la democracia son irreversibles”. La ley de memoria, ha abundado, ofrece “un relato compartido e integrador” con el que fortalecer los valores democráticos.

Pedro Sánchez afirma que es deber del estado ayudar a las víctimas de la Guerra Civil

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acompañado del ministro de la Presidencia, Felix Bolaños, posa con víctimas del Franquismo en el acto de homenaje celebrado hoy lunes en el Auditorio Nacional. Foto: LUIS SEVILLANO | Vídeo: EUROPA PRESS

“Hoy es un día muy importante para nuestro país”, ha insistido el ministro de la Presidencia, quien ha presentado el acto como una forma de “saldar una deuda” con las víctimas del franquismo y, con ello, de contribuir a “la concienciación social y democrática”. “España nunca os volverá a dejar abandonadas. Todas las historias serán contadas. Ningún nombre se va a olvidar”, ha añadido. Al borde de las lágrimas, el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, ha celebrado el homenaje como una victoria colectiva: “Esto nos dignifica como sociedad”.

Auditorio en pie con ‘España camisa blanca’

Durante el acto, que ha comenzado con un minuto de silencio en memoria de todas las víctimas, ha habido dos actuaciones musicales, de la soprano María Bayo, y de las cantantes Ana Belén y Ede -la primera, nacida en plena dictadura; la segunda, de 23 años-, que han interpretado juntas España camisa blanca con todo el auditorio en pie.

Luis Pérez Lara, de 86 años, presidente de la asociación de expresos y represaliados políticos del franquismo, comentaba al abandonar el auditorio: “Hoy es uno de los días más felices de mi vida. Llevo 83 años esperando que ocurriera una cosa así, desde que con tres años empezaron a insultarme por ser hijo de un republicano. Ver al Gobierno casi en pleno en este acto de reconocimiento ha sido muy emocionante”. También lo celebraba el historiador Nicolás Sánchez-Albornoz, de 96 años, que logró fugarse del campo donde trabajaban los presos que construían el Valle de los Caídos, ahora llamado de Cuelgamuros. Benita Navacerrada, de 90 años, lloraba, muy emocionada y sin soltar una foto de su padre, cuyos restos sigue buscando: “Ya era hora de que pasara esto”. En el escenario, al recoger un documento de reconocimiento, la anciana se ha abrazado a Sánchez y a Bolaños, a los que ha dado las gracias por la reciente exhumación de una fosa común en el cementerio de Colmenar Viejo (Madrid). “El ministro me ha dicho que van a seguir buscándole. Estoy muy contenta”.

La cantante Ana Belén actúa en el primer acto conmemorativo con motivo del Día de Recuerdo y Homenaje a todas las víctimas del golpe militar, la Guerra Civil y la dictadura, este lunes en Madrid.

Tomás Montero, nieto de fusilado y dirigente del colectivo Memoria y Libertad, ha recordado cuánto tiempo llevaban esperando un momento así: “Esto es el principio. A partir de ahora, cada año, además de reparar a las familias, este día servirá de enseñanza democrática, para que quien no lo haya vivido pueda conocer lo que pasó”. Un estudio reciente señala preocupantes lagunas de conocimiento entre los jóvenes sobre la Guerra Civil y la dictadura. Fausto Canales ha celebrado que las víctimas, “por fin” tienen “un día de homenaje y de recuerdo”. A sus 88 años, sigue peleando para recuperar los restos de su padre y de su tío, enterrados sin consentimiento familiar en el Valle de Cuelgamuros. Grupos profranquistas trataron de paralizar en los tribunales esas exhumaciones y el Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial, gobernado por el PP, se niega ahora a facilitar la licencia de obra para que comiencen los trabajos. Aún queda mucho por hacer.

Listado de las 20 víctimas de la Guerra Civil y la dictadura a las que se ha entregado un documento de reconocimiento:

José Ariztimuño Olaso, Aitzol. Sacerdote asesinado en Hernani (Gipuzkoa) durante la Guerra Civil.
Adrián de Luz. Sacerdote asesinado durante la Guerra Civil.
Melquíades Álvarez González-Posada. Presidente del Congreso en 1922. Asesinado en la cárcel.
Facundo Navacerrada. Fundador de la UGT en San Sebastián de los Reyes, asesinado en Colmenar Viejo (Madrid) en 1939.
Luis Lucio Lobato. Dirigente comunista. Pasó 26 años en la cárcel.
Julián Grimau. Dirigente comunista fusilado en 1963.
Ana López Gallego. Una de las mujeres ejecutadas en las tapias del cementerio del Este (Madrid) en agosto de 1939 y conocidas como Las 13 Rosas.
Elisa Garrido Gracia. Luchó contra el ejército sublevado en España y contra los alemanes en Francia. Legión de honor del Gobierno francés. Presa en campos de concentración.
Ramón de la Sota. Empresario y político, miembro del PNV, todos sus bienes fueron embargados.
Luisa Genoveva Carnés Caballero. Escritora y periodista, exiliada en México, fue una de las artistas españolas conocidas como las Sin Sombrero.
Fernando Álvarez de Miranda Torres. Primer presidente del Congreso en la democracia.
Balbina Gayo. Maestra, fusilada junto a su marido, también maestro.
Xesús Alonso Montero. Poeta. Fue presidente de la Real Academia Galega, represaliado en varias ocasiones.
Montserrat Peligros. Niña robada.
Francisco Martínez López. Uno de los últimos supervivientes de la guerrilla antifranquista.
Jesús Soriano Carrillo. Miembro del consejo de la masonería.
Juana Doña. Feminista, sindicalista y política madrileña encarcelada durante 14 años.
Jordi Lozano González. Uno de los primeros activistas LGTBI en España. Encarcelado por la dictadura franquista.
Fernando Reinlein, miembro de la UMD, condenado por la dictadura franquista.
Alejandro Ruiz Huerta, abogado, único superviviente de la matanza del despacho laboralista de la calle Atocha.
Actuación de Ede y Ana Belén en el acto en homenaje a las víctimas del franquismo
Actuación de las artistas Ede y Ana Belén que han interpretado 'España camisa blanca' con todo el auditorio en pie. Foto: EDUARDO PARRA | Vídeo: EL P

https://elpais.com/espana/2022-10-31/pedro-sanchez-preside-el-acto-de-homenaje-a-las-victimas-del-franquismo.html?event_log=oklogin

jueves, 17 de noviembre de 2022

Olivier Mannoni, traductor de ‘Mein Kampf’: “El lenguaje conspiracionista es totalitario, no admite réplica”

El francés ha dedicado una década al texto de Adolf Hitler en el marco de ‘Historiar el mal’, edición crítica de ese volumen dirigida por el historiador Florent Brayard

-¿Hay un vínculo directo entre escribir y razonar mal, las ideas confusas y extremas, y Auschwitz? 
-Hay una falta de claridad en el pensamiento, un rechazo de la razón. En Hitler y los nazis hay un lado místico: no son racionalistas. Por marcbassets

El francés ha dedicado una década al texto de Adolf Hitler en el marco de ‘Historiar el mal’, edición crítica de ese volumen dirigida por el historiador Florent Brayard

Historiar el mal, parte de un equipo que ha hecho de historiadores sobre un texto importante para el trabajo histórico. Es un trabajo de grupo, científicamente irreprochable. Es un libro que desmonta una por una las mentiras de Hitler en su texto, porque

Mein Kampf es un libro conspiracionista, de mentiras tanto sobre su biografía como sobre los fenómenos que intenta describir.

P. ¿Cómo describiría su estilo?
R. Su lenguaje es perverso, se funda sobre una gran confusión en el razonamiento, con errores de lógica. Usa técnicas de escritura que sumergen al lector en una confusión mental total. Acumula términos. Muchos adverbios, muchos adjetivos. Un pensamiento circular. Largos discursos rimbombantes. Y, al final, designa a un enemigo, un culpable. Y ahí, al designar el culpable, las frases son extremadamente simples, muy claras.

P. ¿El estilo es el hombre?
R. Sí. De un lado, hay una especie de paranoia que se expresa en la forma del lenguaje. He conocido a verdaderos paranoicos y, cuando hablan, pueden establecer cinco o seis hechos, todo va muy rápido, y los unen con falsas conjunciones lógicas y parece que hayan expuesto un razonamiento. Logran decir, por ejemplo, que su casa está situada en un eje entre las Pirámides y Washington. Esto lo he conocido. Y lo describen como algo lógico y evidente. Y esto se ve en Hitler. Es una lógica loca. Nunca nadie obtuvo un examen psiquiátrico claro de Hitler, pero lo seguro es que el suyo era un cerebro a la vez muy confuso y muy directo: llegó al poder, lo mantuvo diez años y su poder tuvo consecuencias monstruosas. No es simplemente una confusión que desemboca en confusión, sino en la acción.

P. ¿Qué aprendió sobre Hitler, traduciendo Mein Kampf?
R. Creo que, por la naturaleza misma de su razonamiento –que es un razonamiento exterminador aunque la Shoah no se mencione en Mein Kampf– este no puede expresarse dentro de la lógica. El fondo y la forma van juntos. Trabajando con una colega sobre Donald Trump, me di cuenta de que tiene técnicas parecidas, salvando todas las distancias, porque Trump no es un nazi. Pero la violencia de Trump pasaba también por discursos incomprensibles. Y veo lo mismo en discursos conspiracionistas. Es decir, no es tanto que haya cambiado mi opinión sobre Hitler al hacer esta traducción, como sobre el tipo de lenguaje que utiliza y sus consecuencias hasta hoy día.

El discurso conspiracionista presenta paralelismos evidentes con aquella época”

P. ¿Lo ve hoy día?
R. Es flagrante. El discurso conspiracionista presenta paralelismos evidentes con aquella época.

P. ¿Qué paralelismos?
R. La acumulación de hechos inverificables y un tipo de razonamiento y discurso que no permite discusión. Es un lenguaje totalitario en la medida que no admite réplica. No se puede debatir con un conspiracionista, es imposible. Aunque le demuestre que se equivoca, le dirá que es porque no mira las cadenas de televisión correctas o que usted es un cordero incapaz de reaccionar.

P. ¿Hay un vínculo directo entre escribir y razonar mal y confusamente, las ideas confusas y extremas, y Auschwitz?
R. Hay una falta de claridad en el pensamiento, un rechazo de la razón. En Hitler y los nazis hay un lado místico: no son racionalistas. Recrearon una especie de religión. Este misticismo general contribuyó ampliamente a todo esto. El misticismo en la escritura es la exaltación, el énfasis y un rechazo de la razón y de la lógica.

En Hitler y los nazis hay un lado místico: no son racionalistas. Recrearon una especie de religión”

P. ¿No tuvo la tentación de mejorar, al traducirlo, el estilo confuso de Hitler?
R. Los traductores, incluso con un texto malo, intentamos mejorarlo para que sea legible en francés. Cuando uno se encuentra con una frase con cuatro o cinco adverbios, del estilo “él estaba tan extraordinariamente feliz que tomó rápidamente el primer tren para estar absolutamente seguro de no perderlo”, uno se dice, ¡vaya frase! Y lo que se hace es quitar el tan, el rápidamente... Este es nuestro trabajo, lo que se nos pide, a menos que el autor tenga la voluntad de hacerlo así. Al principio, cuando había seis adverbios en el texto de Hitler, dejaba tres.

P. Después, decidió volver al estilo original.
R. Yo había entregado una versión que intentaba hacer que el texto fuese accesible al lector francés. El director de la edición de Historiar el mal, Florent Brayard, me dijo que quería otra cosa: todo el texto, reproduciendo todo lo que lo hacía ilegible en alemán. Y eso fue lo que hicimos: un espejo del texto de Hitler manteniendo todas sus características, todos los defectos.

miércoles, 16 de noviembre de 2022

_- Encuentro europeo contra el fascismo y la extrema derecha

_- En el contexto del I Congreso Internacional sobre la Desbandá, el domingo 30 de octubre de 2022 se celebró en el CEULAJ (Centro Euro-Latinoamericano de la Juventud) de Mollina (Málaga) un encuentro de trece organizaciones europeas para crear una Red Antifascista Internacional que sirva para enfrentar el ascenso de la extrema derecha en numerosos estados de Europa.

Recientemente los partidos fascistas han alcanzado el gobierno en tres países europeos, Hungría, Polonia e Italia, y son fuerzas importantes en numerosos estados del mundo, entre ellos, EE.UU., Brasil y la India –donde también gobiernan la federación-.

Entre las trece organizaciones que se han comprometido a coordinar sus acciones en la lucha antifascista cuentan:

– ASC La Desbandá,
– Encuentro Estatal Republicano
– Coordinadora Andalucía Republicana
– Amical Brigades de Catalunya
– La Comuna. Asociación de Presos y Represaliados por La Dictadura Franquista
– Asociación Andaluza de Víctimas de la Transición
– Movimiento Democrático de Mujeres
– Associació Catalana d’Expresos Polítics del Franquisme
– Amical Antics Guerrillers de Catalunya
– Centre d’Interprétation et d’Investigation de la Mémoire de l’Espagne Républicaine (CIIMER)
– Stowarzyszenie Ochotnicy Wolności (Voluntarios por la libertad, asociación de los brigadistas polacos que lucharon por la II República)
– Associazione Nazionale Partigani d’Italia (ANPI España)
– Grupo de Trabajo contra el Fascismo y la Extrema Derecha de European Left

Esta Red Antifascista se integra en el European Forum of Left, Green and Progressive Forces / Foro Europeo de Fuerzas de Izquierda, Verdes y Progresistas, añadiéndose a la Red Sindicalista, la Red Feminista y la Red de Jóvenes que forman dicho Foro Europeo, apoyado por los partidos verdes, socialistas y de izquierda en el Parlamento Europeo. El Foro ha celebrado seis congresos desde 2017, uno por año, habiéndose celebrado el VI Congreso en Atenas los días 21, 22 y 23 de octubre de 2022.

Esta Red se define como un movimiento social en el que pueden colaborar personas, partidos y organizaciones democráticas para la defensa de los Derechos Humanos universales, ante el peligro criminal que se nos presenta con el auge de los partidos políticos de extrema derecha.

El I Encuentro Antifascista se ha comprometido a realizar próximamente una nueva reunión en 2023 para constituir formalmente la Red Social Europea Antifascista, ofreciéndose los grupos catalanes a preparar este segundo Encuentro en Barcelona, que también podría celebrarse en Roma por invitación de los italianos.

El Encuentro tiene características de movimiento social y está abierto a todas las personas, partidos y organizaciones que sientan la necesidad de sumarse en esta lucha por la democracia. Hacemos un llamamiento a la sociedad europea a sumarse a la movilización contra la extrema derecha en todas sus versiones.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

https://rebelion.org/encuentro-europeo-contra-el-fascismo-y-la-extrema-derecha/

martes, 15 de noviembre de 2022

ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD. ¿La escuela debe dar ayuda extra a los niños de familias pobres? Para Navarra, sí, y por eso tiene muchos más alumnos con necesidades de apoyo

La comunidad considera que un 30% de sus estudiantes requiere atención especial por discapacidad, trastornos de aprendizaje o su situación socioeconómica, un porcentaje muy superior al del resto de autonomías

El 30% del alumnado de Navarra tiene necesidades específicas de apoyo, un 16% más que hace tres años. Es la comunidad con un mayor censo de este estudiantado, muy por delante de Baleares, que es la segunda con un 20%, y muy lejos de Madrid y País Vasco, con el 8%, y Aragón, con un 5%, las autonomías que ocupan el otro extremo de la estadística. La llamativa diferencia se debe a la disparidad de criterios utilizados por unas y otras administraciones a la hora de identificar a unos escolares para los que, según la ley, las administraciones deben “asegurar los recursos necesarios” para su éxito educativo. Por ejemplo, la vulnerabilidad socioeconómica. Navarra sí tiene en cuenta a todos aquellos menores socialmente desfavorecidos, que son 13.048, prácticamente la mitad de todos los 27.471 con necesidades de apoyo. En el caso navarro, hay otros perfiles de alumnos en este colectivo, que son los que únicamente tienen en cuenta en la mayoría de autonomías: aquellos con dificultades de aprendizaje (35%), con necesidades educativas especiales por algún tipo de discapacidad o trastorno (10%) y con altas capacidades intelectuales (3%). Son datos de un informe publicado por la Cámara de Comptos de Navarra, que analiza no solo la detección de este alumnado, sino la respuesta y el seguimiento que les dispensa el departamento. Este estudio se refiere al alumnado inscrito en los centros ordinarios, no a aquellos con discapacidades de mayor grado, que están matriculados en centros específicos de educación especial.

Save the Children lleva mucho tiempo reclamando que el alumnado socioeconómicamente vulnerable sea incluido como colectivo con necesidad de apoyo. De acuerdo con las investigaciones de la ONG sobre la tasa de repetición de curso en España —una de las más altas de Europa, pese a la mejoría del dato durante la pandemia—, “el alumnado socialmente desfavorecido tiene menos oportunidades culturales y sus familias menos capacidad para ofrecer ayuda directa, proporcionar un entorno académicamente estimulante o disponer de gastos privados en forma de actividades de refuerzo y enriquecimiento en horario extraescolar”, explica Álvaro Ferrer, especialista en equidad educativa de la organización.

Sin embargo, no está ocurriendo, añade Ferrer, a pesar de que ese criterio está claramente incluido en la ley (la Lomloe) desde 2020. Y lo sostiene con cifras: mientras “el indicador de pobreza o exclusión social llega a más del 30%”, y al menos un 9% sufre carencias materiales, el porcentaje medio nacional de identificación de alumnado con necesidades de refuerzo educativo apenas supone el 2,7% en primaria y el 2,9% en secundaria, detalla. Las consecuencias, señala Ferrer, son muy graves, puesto que, si no se detecta a este estudiantado, es difícil hacer políticas de escolarización equilibrada y garantizar el seguimiento pedagógico de estos alumnos.

Para el especialista, uno de los grandes problemas es que la ley “no hace una definición concreta de qué es la vulnerabilidad socioeducativa”. Hay excepciones, como Navarra o Cataluña, que identifican claramente esa necesidad de un refuerzo educativo con el riesgo de pobreza y exclusión. En el caso de Navarra, para poder identificar a un alumno como socialmente vulnerable, en ocasiones es necesario que los servicios sociales emitan un informe constatándolo, pero en otras basta con que sean beneficiarios de ayudas al comedor o para la adquisición de material, o que muestran dificultades evidentes para pagar las cuotas o las actividades extraordinarias, como las excursiones.

En Cataluña, los criterios son parecidos, pero además entran directamente en esta categoría de alumnado todos aquellos cuyas familias estén por debajo del indicador de renta de suficiencia que cada año fija la Generalitat (en 2022 es 569,12 euros al mes). Según un informe de 2021 del Síndic de Greuges (Defensor del Pueblo catalán), la mitad de los alumnos con necesidad específica de apoyo educativo en Cataluña lo son por presentar “situaciones socioeconómicas y/o socioculturales desfavorecidas”, categoría que incluye en este caso a los que se incorporan tardíamente al sistema. En Navarra, los alumnos de familias económicamente desfavorecidas y de incorporación tardía suponen dos tercios del total.

Un programa para evitar la segregación
La red educativa navarra se sirve del sistema informático EDUCA para registrar el seguimiento y la atención a estos menores, lo que luego facilita la elaboración anual del Índice de Escolarización. El objetivo de esta herramienta, aplicada por vez primera este curso y novedosa en el territorio nacional, es distribuir de una manera más equitativa al alumnado con necesidad de refuerzo entre los diferentes centros, sean públicos o concertados. Un objetivo que también contempla la ley: las administraciones “atenderán a una adecuada y equilibrada distribución entre los centros escolares del alumnado con necesidad específica de apoyo educativo”.

Una necesidad evidente en Navarra, si nos fijamos en las conclusiones del informe de Comptos, que, si bien no habla directamente de segregación escolar o concentración de alumnado vulnerable (los términos que se emplean en investigación educativa), sí detalla que tres de cada cuatro estudiantes navarros con estas necesidades están matriculados en centros públicos, y eso que la red concertada navarra acoge casi al 36% de los escolares. El desequilibrio, detalla el informe, “está básicamente en el alumnado socialmente desfavorecido, muy mayoritario en los centros públicos”. Y va más allá: la mitad de los centros públicos y el 73% de los concertados podrían acoger más alumnado con necesidad de refuerzo educativo. Otras comunidades, detalla Ferrer, como Cataluña o País Vasco, tienen índices similares.

Es preciso señalar la apreciación que hace este estudio en lo relativo a la financiación de la red pública y concertada, según el informe de Comptos, que calcula un déficit de 2.000 horas de profesorado especialista en la red privada subvencionada.

Modelos lingüísticos y altas capacidades
Por otra parte, Comptos ahonda en una característica que se repite en buena parte de los territorios con lengua propia: la distribución desigual de este alumnado en función del modelo lingüístico. Navarra está dividida en zonas lingüísticas (vascófona, mixta y no vascófona), lo que dificulta el análisis, pero Comptos señala que una media del 92% de los centros que imparten el modelo D (en euskera) pueden atender a más alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo, frente al 43% de los centros que la imparten solo en castellano. De acuerdo con el análisis de Save the Children, en el caso de Euskadi, “el modelo en castellano suele atraer a más alumnado inmigrante y de bajo nivel socioeconómico que las escuelas en euskera por la dificultad añadida que supone la escolarización en una lengua distinta”. No obstante, se trata de un problema que trasciende las lenguas cooficiales, según Ferrer, que apunta que en la Comunidad de Madrid está sucediendo lo mismo con el inglés: “En las escuelas que no son bilingües, que son en castellano, se está acumulando el alumnado inmigrante y de bajo nivel económico. Si no hay medidas correctoras, es un patrón que se da con mucha claridad. En general, los modelos lingüísticos influyen en la segregación escolar”.

Volviendo al informe de Comptos, más allá de la situación de vulnerabilidad socioeconómica o de la discapacidad que pueda padecer un alumno, Navarra ha mejorado notablemente en la detección del alumnado de altas capacidades. El número de censados se ha duplicado en los últimos cuatro cursos, un incremento que se ha debido, en gran medida, a la elaboración y puesta en marcha de una guía de evaluación y protocolos de detección precoz y de actuación. Sin embargo, el informe señala que en este ámbito existe una identificación muy inferior a la realidad: solo el 1% del alumnado escolarizado cumple estas características, mientras que las estimaciones a nivel mundial apuntan a que el 10% de la población mundial tiene altas capacidades. Es decir, solo se identifica a una décima parte de estas personas. Aun así, la media de detección en la comunidad foral es notablemente más alta que la del resto de comunidades, un 0,88%, frente al 0,57%. Otra cifra llamativa: casi 6 de cada 10 alumnos con altas capacidades están matriculados en centros concertados. También para este estudiantado faltan recursos, pues el informe constata que tan solo una minoría tiene asignada alguna hora de pedagogía terapéutica.

lunes, 14 de noviembre de 2022

_- Marta Fernández: “Shakespeare ha sido el escritor más mentiroso”

_- La periodista y escritora publica un libro en el que recoge historias reales de grandes embaucadores de la historia

La periodista y escritora Marta Fernández, en el Madrid de los Austrias, el viernes 28 de octubre. CLAUDIO ÁLVAREZ

Impostores, embaucadores, troleros… El nuevo libro de la periodista y escritora Marta Fernández (Madrid, 49 años), titulado La mentira (HarperCollins), es una selección de sonados engaños cometidos por aprovechados en la historia reciente de la humanidad. Como el tipo que le vendió la torre Eiffel a un empresario de la chatarra recién llegado a París, el joven que dijo haber encontrado una obra perdida de Shakespeare o la publicación del diario de Hitler que no era tal. A ninguno de los elegidos por Fernández le creció la nariz por mentir, como al pobre Pinocho, aunque casi nunca sus embustes no tuvieron un final feliz.

Pregunta. ¿Por qué le ha atraído contar estas historias de mentirosos?
Respuesta. Se nos ha dicho mucho que vivimos la época de la posverdad y las fake news, cuando la hemos vivido siempre. Adán y Eva con la serpiente o el caballo de Troya eran fake news, así que creo que era el momento de reivindicar a grandes impostores, que los ha habido muy divertidos.

P. ¿Qué criterio ha seguido para escogerlos?
R. Casi todos los elegidos me caían bien, por ser muy pícaros o brillantes o malvados, y quería también que no fueran muy modernos.

P. ¿Cuál es su favorito?
R. Me gustan mucho los impostores literarios, como William Henry Ireland, que falsificó una obra de Shakespeare para ganarse el amor de su padre. Sin embargo, quedó como el mayor fracaso del teatro inglés porque no llegó ni a terminarse la primera representación en Londres [abril de 1796] de lo mala que era, hasta el actor principal se reía.

P. ¿Por qué dice en su libro que la ficción es la mentira más hermosa?
R. Porque es la escapatoria para hacer la mentira respetable, tanto como autores o si somos lectores. Los mitos en los que están creadas las sociedades son grandes mentiras fundacionales, aunque seamos conscientes de que nos están mintiendo.

P. ¿Qué escritor ha sido especialmente mentiroso en sus obras?
R. Precisamente, Shakespeare es el mejor mentiroso. Además, era un plagiador consumado de sus contemporáneos, y la mentira está en el corazón de sus obras, con comedias de engaño, el travestismo…

P. ¿Ha llegado a alguna conclusión de por qué soltamos tantas bolas?
R. Hablando con [el paleontólogo] Juan Luis Arsuaga me dijo que sin la mentira no existiríamos como sociedad. Me interesaba saber por qué nos creemos historias rocambolescas, pero los mentirosos no existirían sin los crédulos. Creemos tantas cosas porque la vida es así más fácil, sería horrible dudar de todo desde que salimos de casa.

P. ¿Cómo debe ser una buena mentira?
R. Las que triunfan son las que parten de una semilla de verdad. Victor Lustig es el santo patrón de los estafadores, vendió la torre Eiffel a un empresario de la chatarra gracias al rumor en el París de los años veinte del pasado siglo de que el monumento se iba a desmontar porque era efímero.

P. ¿Hay muchas no verdades en la prensa?
R. Es la paradoja del periodista. Queremos descubrir dónde está la verdad, pero hay mentiras que llegan a los medios por nuestros propios errores. Por ejemplo, la historia de que la retransmisión de Orson Welles de La guerra de los mundos causó el pánico en todo EE UU no es verdad. Lo inventó la prensa porque quería desprestigiar a un medio nuevo y gratuito, la radio.

P. Hasta el célebre semanario alemán Stern publicó unos supuestos diarios de Hitler que eran falsos.
R. Fue un escándalo que obligó a intervenir al Gobierno alemán. Documentándome para ese capítulo, vi cómo habían sido las reuniones de redacción y te dabas cuenta de que algunos periodistas no intentaban descubrir la verdad. Querían tener la mayor exclusiva del siglo y la verdad no iba a estropeárselo.

P. ¿Y qué mentira gorda le han soltado y se la ha creído?
R. Por estar en paz con mi pasado, a veces prefiero olvidar la verdad y quedarme con la mentira que me contaron.

P. ¿Puede contar alguna mentirijilla suya?
R. Es habitual que cuando te encuentras con un compañero de la facultad que hace mucho que no ves le digas que está estupendo y que a ver si nos vemos para tomar unas cañas.

P. Hay caras de buena persona, ¿hay una fisonomía del embaucador?
R. Lo que es común a ellos es que saben escuchar muy bien. Son seductores porque conocen lo que quieres oír. Hay estudios que dicen que los niños que más mienten tienen de mayores más capacidades sociales.

P. La mayoría de casos que recoge son de EE UU y Reino Unido. ¿Se engaña más en el mundo anglosajón?
R. Había que deshacer eso de que los latinos somos especialmente mentirosos. Además, tengo afinidad por el mundo anglosajón y el acceso a fuentes documentales en bibliotecas públicas de esos países es más fácil.

P. Cita un estudio de la Universidad de Massachusetts según el cual dos extraños se pueden mentir hasta tres veces en 10 minutos. Nosotros llevamos casi 20 charlando…
R. [Risas] Ese estudio indicaba además que se mentía sin ninguna finalidad, aunque no fuera una entrevista de trabajo o una cita para seducir al otro. Basta encontrar a alguien con el que queramos agrandar nuestros logros.

domingo, 13 de noviembre de 2022

_- ¿Puede una novela de 1933 sobre el nazismo advertirnos sobre el auge de los totalitarismos en 2022?

_- ‘Los hermanos Oppermann’, de Lion Feuchtwanger, un libro fundamental sobre el nazismo, se convierte en un fenómeno editorial en Estados Unidos



Quema de libros por los nazis en 1933. Las obras de Lion Feuchtwanger estaban entre las que fueron condenadas a la hoguera.
BETTMANN (BETTMANN ARCHIVE)

Lion Feuchtwanger (Múnich, 1884-Los Ángeles, 1958) fue uno de los muchos alemanes que vieron cómo su mundo se caía a pedazos con el ascenso del nazismo y la llegada de Hitler al poder. En los años treinta ya era un escritor famoso —sobre todo por su novela El judío Süß, una denuncia del antisemitismo—, conocido por su pacifismo. Judío, izquierdista, antimilitarista, escritor inteligente y libre: era la encarnación de aquello que los nazis odiaban a muerte. En 1933 inició un largo y peligroso exilio —se refugió en el sur de Francia y tuvo que huir de nuevo tras la invasión alemana de 1940—. Acabó instalándose en la costa oeste de Estados Unidos, donde siguió trabajando con Bertolt Brecht que, como él (y Thomas Mann), había escogido Los Ángeles para su refugio.

La obra que le situó en el punto de mira de los nacionalsocialistas, que enviaron sus libros a la hoguera, fue Los hermanos Oppermann, la historia de una familia judía alemana, publicada en 1934, que logró una enorme repercusión: fue traducida casi inmediatamente a 10 lenguas y vendió 250.000 ejemplares. El Gobierno ya había comenzado a desplegar sus políticas antisemitas e inaugurado el primer campo de concentración —Dachau—(marzo 1933), y las persecuciones de socialdemócratas y comunistas eran moneda corriente. Pero muchos gobiernos dudaban de que fuese tan malo porque consideraban que el comunismo era una amenaza mayor. De hecho, en 1936 se celebraron unos Juegos Olímpicos en Berlín con una nutrida participación internacional. En 1933, muchos alemanes pensaban que todavía podrían controlar a Hitler. El libro de Feuchtwanger dejaba claro que no: que nadie estaba a salvo de la locura homicida del nuevo régimen.

Leído ahora resulta estremecedora la lucidez con la que describe cómo el nazismo acaba por meterse en todos los rincones de la vida. La conclusión del libro es que nadie que trate de pensar por su cuenta podrá vivir en Alemania. También deja claro que la persecución de los judíos nunca se detendrá: pocas obras intuyen de una forma tan clara el Holocausto y la Segunda Guerra Mundial. En una de las muchas tramas del libro, un estudiante de la familia protagonista lee una disertación en clase en la que defiende que “no hay duda de que la traducción de la Biblia de Lutero y los inventos de Gutenberg fueron mucho más importantes para Alemania y su prestigio en el mundo que la batalla del Teutoburgo” [victoria ante las legiones romanas en el siglo I]. Un profesor simpatizante de los nazis (a los que Feuchtwanger llama “los populares”) le denuncia ante el director del instituto, de origen francés, que defiende a su alumno.

Oppermann no es un “buen alemán”, ni podrá serlo nunca, es uno de los argumentos que utiliza el profesor. No voy a adelantar mucho la trama, pero cuando Hitler llega al poder, el director tiene que elegir entre su puesto de trabajo y la pobreza —en el mejor de los casos— o recibir una paliza y acabar en un campo de concentración —en el peor y más probable— o abandonar a su suerte a un alumno que considera excelente y que cree que tiene razón.

“Lo que había aprendido de la historia es que era asombroso que los amenazados en cada momento pensaran en ponerse a salvo demasiado tarde”, explica el narrador. En el fondo, ese es el tema central del libro: cuándo es demasiado tarde, cuándo los que van a ser perseguidos se dan cuenta de que ya no pueden escapar, cuándo los que creían vivir en una democracia ven como están sometidos a una dictadura y ya no pueden esperar más que terror por parte de un Estado que debería defenderles. Y, aunque nada es comparable al nazismo, ese debate tiene ecos contemporáneos demasiado evidentes: ¿hubiese seguido siendo una democracia Brasil si Bolsonaro llega a lograr un segundo mandato? ¿Lo será Estados Unidos si Trump consigue presentarse y ganar en 2024? ¿Lo son Hungría y Polonia? ¿Sobrevivirá intacta la democracia italiana a Meloni? ¿Se respetarán los derechos de las minorías que mayor protección necesitan?


Lion Feuchtwanger y Bertolt Brecht, en 1935. FRED STEIN ARCHIVE (GETTY IMAGES)

La última edición española de esta novela data de 2015, por Edaf, en una traducción de Carlos Fortea, que había publicado antes Alianza Editorial. Sin embargo, en EE UU acaba de ser reeditada con un prólogo de Joshua Cohen, ganador del premio Pulitzer por su novela Los Netanyahus. El libro ha abierto un debate sobre si lo que Feuchtwanger escribió en 1933 puede aplicarse al presente, sobre si aquel novelista judío exiliado trata de advertirnos desde los años treinta sobre lo que estamos viviendo en la actualidad, donde fuerzas antidemocráticas avanzan con paso decidido por Europa y Estados Unidos, mientras creemos que las democracias son demasiado fuertes para ser derrotadas desde dentro.

Los Oppermann”, escribe Cohen en su prólogo, “también demuestra que una obra destinada a alertar puede tener un eco más allá de la emergencia del momento en el que fue publicada, si está escrita con honestidad, una gran habilidad dramática y un profundo sentimiento hacia los seres humanos”. Lo inquietante es que, cuanto más se avanza en el libro, más cercano resulta todo. Por ejemplo, así describe un mundo, como el de Vladímir Putin o Daniel Ortega, en el que lo verdadero y lo falso dejan de tener importancia: “Las nieblas de la mentira se espesaban cada vez más sobre Alemania, entregada a las mentiras que los populares esparcían día tras día en millones de formas, desde los altavoces hasta el papel impreso. Había fundado un ministerio especial con este fin. Con todos los medios técnicos más modernos, se sugería a los hambrientos que estaban saciados, a los oprimidos que eran libres, a los amenazados por la creciente indignación del mundo entero que el mundo entero los envidiaba por su energía y gloria”.

https://elpais.com/cultura/2022-11-03/puede-una-novela-de-1933-sobre-el-nazismo-advertirnos-sobre-el-auge-de-los-totalitarismos-en-2022.html

sábado, 12 de noviembre de 2022

Qué era el Colegio Invisible y cómo allanó el camino a la ciencia experimental moderna

Un colegio, no para estudiantes, sino para eruditos como Christopher Wren.

A mediados de la década de 1640, un grupo de filósofos naturales comenzaron a reunirse en Inglaterra para promover el conocimiento del mundo natural a través de la observación y la experimentación, eso que ahora llamamos ciencia.

Si estás pensando que aquello de observar y experimentar ya se hacía desde hacía mucho tiempo y en muchos lugares, tienes razón, pero recuerda que hay épocas en las que la superstición y la magia gobiernan la razón, los dogmas religiosos silencian a muchos y las lealtades políticas pueden arruinar las carreras hasta de los más brillantes.

Todo eso era cierto en esos momentos en varios sitios de Europa, y el Reino de Inglaterra además vivía el enfrentamiento feroz de realistas y parlamentarios en la Guerra Civil inglesa (1642-51).

Pero ese mismo siglo XVII fue un momento crucial para la historia del pensamiento; grandes filósofos como Francis Bacon y René Descartes alentaron el escepticismo, cambiando el debate del ¿qué es verdad? del Medioevo a ¿de qué puedo estar seguro?

No era un paso fácil: hay gran consuelo en la idea de tener creencias basadas en la "verdad".

Sin embargo, el cuestionamiento -y el autocuestionamiento- es tan indispensable como la curiosidad para el avance del conocimiento, y a eso se dedicaron 12 hombres del Colegio Invisible, que poco después daría a luz a la que hoy es la más antigua sociedad nacional científica del mundo.

El grupo incluía filósofos naturales (hoy llamados científicos) como Robert Boyle -considerado como el primer químico moderno- y Robert Hooke -el primero en visualizar un microorganismo-, y al arquitecto Christopher Wren, también anatomista, astrónomo, geómetra y matemático-físico.

Su lema era Nullius in verba, que literalmente significa "las palabras de nadie" pero se entiende como "no creas nada de meras palabras" o "no tomes la palabra de nadie".

Expresaba la determinación de sus miembros de resistir el dominio de la sabiduría establecida y verificar todas las afirmaciones apelando a hechos determinados por experimentación.

Pero ¿Qué hacían exactamente?
Su nombre, Colegio Invisible, ya había sido usado antes, pero fue adoptado por ese grupo de intelectuales que se encontraban periódicamente para promover lo que por aquel entonces se llamaba "filosofía experimental" o "nueva filosofía" para investigar los secretos de la naturaleza.

Un edificio fantástico sobre ruedas, con alas, nubes, puentes y más

La idea del Colegio Invisible ya estaba plasmada en esta ilustración emblemática, obra de 1618 de Theophilus Schweighardt.

Era particularmente apropiado por ser una institución sin paredes, sin domicilio fijo ni identidad declarada: los miembros se mantenían unidos como grupo a través de cartas y reuniones en Londres y más tarde en Oxford.

Así que era invisible, pero además sus relaciones eran colegiadas, pues operaban con un sentido de interés mutuo y respeto por el trabajo de los demás.

Tras sus impalpables muros, estaba prohibido hablar de la divinidad y de la política.

Tampoco estaba permitido hablar sin claridad o transparencia.

Y era indispensable compartir,
pues el conocimiento es un bien acumulativo:

Si tú tienes un palo, y alguien más tiene un palo, y cada uno le da el palo que tiene al otro, el resultado es que ambos tienen un palo.

Si tú tienes un conocimiento, y alguien más tiene un conocimiento, y ambos se dan su conocimiento, el resultado es que ambos tienen dos conocimientos.


Mucho de esto puede sonar a sentido común, pero la mejor forma de apreciar cuán importante fue su contribución es quizás la alquimia.

El gran acierto
Durante siglos, la gran precursora de la química tuvo un progreso, digamos, irregular.

Por el contrario, el Colegio Invisible puso la química sobre una base sólida en cuestión de un par de décadas.

Retrato grabado en color del físico y químico británico nacido en Irlanda Robert Boyle (1627 - 1691) FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Aunque practicó alquimia, a Boyle se le considera como un padre de la ciencia moderna, racional, empírica y experimental.

¿Qué tenían los colegiados invisibles que a los alquimistas les faltaba?

La voluntad de compartir.
"El problema con la alquimia no era que los alquimistas no hubieran logrado convertir el plomo en oro; nadie podía hacer eso", dice Clay Shirky, de la Universidad de Nueva York.

Desde su perspectiva moderna, el experto en redes sociales afirma que "el problema, más bien, era que los alquimistas habían fallado informativamente".

"Eran oscurantistas. Registraban su trabajo a mano y raramente se lo mostraban a nadie más que sus discípulos".

Efectivamente, como grupo, los alquimistas eran notablemente aislados; por lo general, trabajaban solos, guardaban en secreto sus métodos y sus resultados, las descripciones de los experimentos solían ser incompletas y vagas y rara vez aportaban evidencia.

Boyle mismo describió los escritos de los alquimistas como "libros herméticos que tienen oscuridades tan complicadas que pueden compararse con los acertijos escritos en código.

"Pues después de que un hombre ha superado la dificultad de descifrar las palabras y los términos, encuentra una dificultad nueva y mayor para descubrir el significado de expresiones aparentemente simples".

Su quehacer era algo que se atesoraba.

Eso no permitía que otros replicaran los experimentos e impedía que se acumulara el saber, erradicando errores y confirmando aciertos.

En contraste, en las reuniones del Colegio Invisible, los miembros no solo anunciaban los resultados de sus experimentos sino que explicaban claramente cómo los habían llevado a cabo.

Así, sus pares podían comprobarlos y cumplir con lo que en el siglo XX Karl Popper llamaría "la condición de falsabilidad o refutabilidad", afirmando que el saber no se prueba ni se desaprueba, sino que se convierte en conocimiento cada vez más confiable a través de un proceso que somete las afirmaciones a prueba.

Un siglo transformador
El primer número de la revista Transacciones filosóficas, de la Royal Society, la revista científica de publicación continua más antigua del mundo.

El primer número de la revista Transacciones filosóficas, de la Royal Society, la revista científica de publicación continua más antigua del mundo.

En unos pocos años, varios miembros del Colegio Invisible habían producido avances en química, biología, astronomía y óptica, y habían desarrollado o mejorado una serie de herramientas experimentales seminales, incluidas bombas neumáticas, microscopios y telescopios.

Su insistencia en la claridad del método hizo que su trabajo y su comunidad fueran colaborativos, y los nuevos métodos e ideas se convirtieron rápidamente en insumos para aún más avances.

Su obra se cimentó en la fundación de la Royal Society, o Real Sociedad de Londres para el Avance de la Ciencia Natural, luego de que, en noviembre de 1660, anunciaran formalmente la formación de un "Colegio para la Promoción del Aprendizaje Experimental Físico-Matemático", que se reuniría semanalmente para discutir sobre ciencia y realizar experimentos.

En la segunda reunión, Sir Robert Moray anunció que el rey les había dado el visto bueno y el 15 de julio de 1662 se firmó una carta real que creó la Royal Society of London.

Se convirtió en una red internacional para la investigación práctica y filosófica del mundo físico que, desde sus inicios, ha tenido más de 8.000 miembros, entre ellos más de 280 premios Nobel, con eminencias que van de Isaac Newton, Albert Einstein y Charles Darwin a Dorothy Hodgkin, Alan Turing y Stephen Hawking, por nombrar unos pocos. Todo gracias a que esos colegiales invisibles resolvieron poner minuciosa, metódica y constantemente en práctica las revolucionarias ideas de un siglo que transformó la ciencia.

viernes, 11 de noviembre de 2022

NAZISMO “¡Mamá quiere ahorcarnos!”: en el final del III Reich se suicidaba más la gente corriente con sus hijos que los militares y los altos cargos nazis

World War II
Oficiales del Ejército Rojo observaban los cuerpos de varias suicidas en un parque en Viena al final de la II Guerra Mundial.
El historiador Florian Huber investiga la masiva epidemia de muertes autoinfligidas en la Alemania de 1945 en ‘Prométeme que te pegarás un tiro’

En general se asocian los suicidios de la Alemania nazi sobre todo con los de los altos cargos del régimen que se quitaron la vida al final del Tercer Reich (Hitler, Himmler, Goebbels y Goering), y los de los mandos militares derrotados o caídos en desgracia, entre ellos los mariscales Model, Rommel y Kluge, y los conspiradores más directos del golpe del 20 de julio —la operación Valkiria—, como Tresckow y Beck. El estereotipo más frecuente en el imaginario popular es el de alguien con uniforme descerrajándose un tiro con la pistola de reglamento, como mostraba recurrentemente la película El hundimiento, con el Führerbunker, el último refugio del líder nazi, devenido en abril de 1945 una orgía de autoliquidación. Y, sin embargo, la verdad es muy distinta. Al pensar en los suicidios en el ensangrentado ocaso de la Alemania nacionalsocialista deberíamos visualizar a un ama de casa ahogando a sus hijos pequeños y ahorcándose a continuación, o a una familia matándose todos juntos, ingiriendo veneno.

Porque los suicidios de civiles se dieron en una cantidad muy superior a los de los militares o los jerarcas del partido. De hecho, constituyeron una verdadera epidemia, un fenómeno de locura colectiva en el que confluyeron el pavor a la venganza de los soldados soviéticos y la desesperanza, entre otros factores, y que alcanzó proporciones pasmosas, de decenas de miles de casos. Lo revela en un libro estremecedor, Prométeme que te pegarás un tiro, la historia de los suicidios en masa al final del Tercer Reich (Ático de los Libros, 2022), el historiador alemán Florian Huber (Núremberg, 55 años) que ha investigado documentación inédita sobre este terrible y bastante ignorado capítulo de la II Guerra Mundial.

Huber, productor de diversos documentales de historia sobre temas contemporáneos ganadores de premios internacionales, arranca su libro con un caso paradigmático, el de la pequeña ciudad de Demmin, en Pomerania Occidental. Allí se produjo una asombrosa oleada de suicidios, más de 700 personas, el 10% de la población, ante el avance de las tropas soviéticas y la toma de la localidad, el 1 de mayo. Se suicidaron personas de todas las edades, profesiones y clases sociales. Y se llevaron a la tumba con ellas a bebés y niños. “Era como si las ganas de morir se hubieran apoderado de todo el mundo”, escribe Huber.

La joven esposa de un teniente de la Wehrmacht puso una cuerda alrededor del cuello de su hijo de tres años y lo estranguló para luego ahorcarse ella misma. Un gerente de seguros médicos de 71 años se colgó también con su esposa y su hija después de matar de igual manera a sus nietos de dos y nueve años. En la casa de la familia de comerciantes Günther murieron 12 personas: envenenadas, cortándose las venas, o de los disparos con un rifle de caza. Una testigo recordó el horrible espectáculo de una procesión de mujeres violadas por los soldados soviéticos (hasta dos millones de alemanas fueron forzadas sexualmente al final de la guerra) dirigiéndose tambaleantes hasta el río Tollense para arrojarse a la corriente y ahogarse. Algunas llevaban a sus niños de la mano y muchas con piedras en bolsillos, bolsos y mochilas, como una multiplicación de virginias woolf pomeranas.

Son solo algunos de los casos que describe en su libro el autor. Al preguntarle cuál es para él la peor imagen, la que le ha afectado más personalmente, responde: “En la lista que encontré en la que el jardinero del cementerio de Demmin anotó los muertos que llegaban esos días críticos, cientos y cientos de nombres de hombres, mujeres y niños, con los datos de la edad y la causa de muerte, una lista de horror escrita a mano, figuraba el caso número 135 de una niña de apenas un año, fallecida el 1 de mayo de 1945, ‘estrangulada por su abuelo’. Me afectó de una manera tan fuerte que no pude ni siquiera mencionarlo en el libro. Y todavía sigue persiguiéndome”.
El funcionario del Ayuntamiento de Leipzig Ernst Kurt Lisso junto a su mujer Renate Stephanie y su hija Regina Lisso tras cometer suicidio los tres con cianuro en abril de 1945.
El funcionario del Ayuntamiento de Leipzig Ernst Kurt Lisso junto a su mujer Renate Stephanie y su hija Regina Lisso tras cometer suicidio los tres con cianuro en abril de 1945.
ADMINISTRACIÓN NACIONAL DE ARCHIVOS Y REGISTROS DE ESTADOS UNIDOS (NARA)

Tras el tabú de las violaciones masivas de mujeres alemanas por parte especialmente de las tropas soviéticas (tabú a cuyo final contribuyeron libros como Berlin, la caída, de Antony Beevor), quedaba el de los suicidios en masa. “Fueron completamente tabú durante décadas en nuestro país. Primero en la comunista Alemania del Este, porque las historias habrían arrojado una sombra sobre el glorificado Ejército Rojo. Más tarde, porque esa gente no entraba en el esquema oficial de los alemanes bajo el Tercer Reich, dado que no eran ni villanos ni víctimas. Como resultado, han permanecido olvidados hasta que publiqué mi libro”. ¿De cuántas personas estamos hablando? “Mi investigación sugiere claramente que el número debe estar por encima de las decenas de miles, de toda Alemania. Sin embargo, en el caótico final de la guerra, las estadísticas oficiales, la documentación o los informes médicos casi cesaron de existir. Por tanto, es imposible dar una cifra exacta”.

Sorprende que el suicidio se dio más entre los civiles y la gente ordinaria que entre los militares. 
“Uno de los resultados más impactantes de mi estudio es el hecho de que el fenómeno no estuvo en absoluto circunscrito a los nazis duros que realmente tenían mucho que temer. No, eran hombres, mujeres y niños por igual, jóvenes y viejos, trabajadores y empresarios, enfermeras y doctores, un caleidoscopio de la sociedad alemana. Podía golpear a cualquiera. Por lo tanto, cuando hablamos de esas epidemias de suicidios, no se trata en absoluto de un fenómeno nazi exclusivo, sino de un sentimiento generalizado de fatalidad a través de toda la sociedad alemana”.

La psicología de masas del nazismo

Una parte del libro está consagrada a explicar la psicología de masas del nazismo que conducía inexorablemente, de producirse una derrota, al suicidio. ¿Cuáles eran los pasos de ese proceso? “No debemos olvidar que durante el Tercer Reich, los alemanes habían sido mantenidos en un estado permanente de emergencia y excitación durante 12 años. En los años previos de paz, todo fue esperanza y gloria, fe y amor al Führer. En el primer estadio de la guerra, llegó un sentimiento de orgullo, poder, superioridad y odio. En los años finales, todo era dolor, miedo, desesperación e incluso autodesprecio. Este proceso culminó en la devastadora experiencia de la sagrada Alemania al borde de ser aniquilada”.

Huber explica que hubo muchos más suicidios en la Alemania invadida por los soviéticos que en la que entraron los otros Aliados, a pesar de que —él mismo lo destaca— uno de los casos más conocidos de suicidio múltiple es de la alcaldía de Leipzig, ciudad que conquistaron los estadounidenses. “Durante años y años, la propaganda nazi había clavado a martillazos el miedo a los ‘monstruos mongoles’ en el corazón del pueblo. Y cuando el Ejército Rojo finalmente cruzó las fronteras alemanas en el Este, los soldados soviéticos de hecho cometieron incontables atrocidades entre los civiles. Así que no hay duda de que en las partes invadidas por los soviéticos se produjeron muchos más suicidios que en otras partes. De nuevo sin poder dar cifras exactas, calculo que la proporción debe ser al menos de 20 a 1. En cuanto a Leipzig, es cierto que las más impresionantes y por el otro lado extremadamente raras fotos de suicidas alemanes son las tomadas allí. Con las tropas, como explico en el libro, iban dos mujeres fotógrafas de guerra, Lee Miller y Margaret Bourke-White, que tomaron esas inolvidables imágenes de alemanes, incluidas familias enteras que se habían matado ellos mismos justo minutos antes. Es remarcable que las mejores fotos de ese fenómeno de masas hayan sido tomadas por dos mujeres”.

La epidemia de suicidios invita a reflexionar sobre lo fácil que parece matarse. ¿Cómo pudo tanta gente afrontar esa decisión psíquica y sobre todo materialmente? “Cometer suicidio nunca es fácil y quien lo hace debe estar en un estado mental extremo”, acota Florian Huber. “En Alemania en 1945 muchos factores se juntaron para crear dicho estado: miedo a la violencia, miedo de la venganza rusa, sentimiento de culpa y de complicidad, pérdida del sentido de la vida, pérdida del hogar y de los seres queridos, y una cierta atmósfera contagiosa: cuando más y más gente a tu alrededor se matan, tiendes a hacer lo mismo”. Como observó un testigo de aquellos días oscuros, “la muerte ha perdido su majestuosidad, y se ha convertido en algo cotidiano”.
El mayor de la Volkssturm Walter Doenicke yacía en el suelo del Ayuntamiento de Leipzig tras suicidarse. El mayor de la Volkssturm Walter Doenicke yacía en el suelo del Ayuntamiento de Leipzig tras suicidarse.  ADMINISTRACIÓN NACIONAL DE ARCHIVOS Y REGISTROS DE ESTADOS UNIDOS (NARA)

Respecto a qué medios se emplearon para el suicidio, dice: “La gente usó cualquier manera disponible para darse muerte: ahorcándose, disparándose, acuchillándose, cortándose las venas, envenenándose o ahogándose ellos mismos. Muchos incluso mataron a sus hijos antes”.

Huber admite que su libro se centra deliberadamente en los alemanes ordinarios, no en los militares o el mundo político. “Pero por supuesto hubo muchos oficiales de alto rango que se suicidaron también. Una estadística contaba 53 generales del Ejército de Tierra, 14 de la fuerza aérea y 11 almirantes. Hay que tener en cuenta que esta lista solo incluye los altos mandos”.

IN ENGLISH  The mass suicides by ordinary citizens in the last days of Nazi Germany

En El hundimiento se mostraba con todo detalle el horror de la muerte de la familia Goebbels, con Magda Goebbels, esa Medea del hitlerismo, envenenando a sus hijos. “Algunos nazis se suicidaron cuando supieron que Hitler había muerto, incluso entonces quisieron seguir al Führer a dondequiera que fuera. Pero, aparte de eso, el suicidio de Adolf Hitler no tuvo nada que ver con ese fenómeno de masas. Primero, porque a muchos alemanes había dejado de importarles el líder. Segundo, porque las noticias de la radio sobre su muerte no dijeron que se había suicidado, sino que había caído luchando heroicamente. De modo que Hitler murió con una última gran mentira”.

Al preguntarle por otros episodios similares en la historia al del suicidio masivo de alemanes, el historiador menciona la muerte autoinfligida en el año 73 del millar de habitantes de la fortaleza judía de Masada en la guerra contra los romanos, y la de multitud de civiles japoneses, incluidas familias enteras, durante la batalla de Okinawa, también en 1945. Y hoy, ¿se pueden producir fenómenos semejantes? “No veo en la actualidad ningún conflicto en el que una reacción a esa escala pueda suceder. Las circunstancias en las que Alemania tuvo que ser testigo de su propio hundimiento en 1945 fueron excepcionales y es improbable que se repitan”. 


jueves, 10 de noviembre de 2022

‘Sin novedad en el frente’: formidable versión de la novela antibélica de Remarque sobre la Primera Guerra Mundial

La representante alemana al Oscar a mejor película internacional, producción de Netflix, añade matices políticos a la historia original

“¿Qué harán nuestros padres si un día nos levantamos y les pedimos cuentas? ¿Qué esperan que hagamos cuando llegue una época en la que no haya guerra? Durante años enteros nuestra tarea ha sido matar; este ha sido el primer oficio de nuestras vidas. Nuestro conocimiento de la vida se reduce a la muerte. ¿Qué más puede suceder después de esto? ¿Y qué será de nosotros?”, escribió Erich Maria Remarque en la parte final de Sin novedad en el frente, clásico de la literatura antimilitarista, retrato de la cotidianidad de la Primera Guerra Mundial, del absurdo de la contienda, que vivió de primera mano como combatiente en el bando del káiser alemán Guillermo II.

‘Unicorn Wars’: la nueva joya de la animación para adultos es una guerra sórdida de ositos amorosos contra unicornios La vigencia de este pasaje, y de otros muchos de lenguaje poderoso, sinceridad aplastante y poética del desastre, no admite duda. En un tiempo en el que relativamente cerca de donde el novelista vivió en el filo se sigue luchando pueblo a pueblo, por apenas un palmo de terreno, las reflexiones de Remarque siguen en pie, palabras mayores. Quizá por ello el cine antibélico tiene más sentido que nunca, o puede que el mismo sentido de siempre. Sin novedad en el frente, formidable tercera adaptación de la novela, y primera producida en Alemania, llega a Netflix tras uno de esos estrenos técnicos en los cines, en un puñado de salas y durante tiempo limitado.

Publicada en el año 1929, Sin novedad en el frente tardó muy poco en ser llevada al cine. En 1930, desde Hollywood, Lewis Milestone compuso una poderosa obra de arte, ganadora del Oscar a la mejor película en la tercera edición de los premios. Junto a una espectacular labor de montaje en las secuencias de tralla y metralla, con la cámara atravesando trincheras y sobrevolando las cabezas de los soldados, el director estadounidense mostró con crudeza la vileza de ciertos discursos patrióticos, el cuestionamiento de la institución militar, el incapacitante dolor de la posguerra y las motivaciones y ambiciones ocultas en los altos mandos y en los gobiernos.

La segunda adaptación del libro la realizó para la televisión Delbert Mann, uno de los integrantes de la llamada, precisamente, generación de la televisión (la de Lumet, Pakula, Pollack y Frankenheimer, entre otros), aunque no durante la incipiente de los años cincuenta, antes de que empezaran a dar el salto hacia el cine, sino ya a finales de los setenta, en 1979. Con menos medios, pero con su innato sentido de la narración, Mann logró el Globo de Oro al mejor telefilme y siete candidaturas a los Emmy (el filme se puede ver en Amazon y en Filmin; la versión de Milestone no está en plataformas).

Daniel Brühl, en primer plano, en la adaptación alemana de 'Sin novedad en el frente'. NETFLIX

Adaptación libre
Un sentido del relato que también recupera el desconocido para casi todos Edward Berger, fogueado en la televisión alemana y con dirección de capítulos de series estadounidenses, que con apenas tres largometrajes anteriores al presente (solo uno, Jack, estrenado en España, y notable), de corte más intimista, sorprende con una película de admirable sentido de la ética y de la estética. Una adaptación muy libre, y no solo porque cambie no pocas cosas de la historia de Remarque, manteniendo su sentido antibélico, sino sobre todo porque a partir de su núcleo central añade relevantes matices políticos con una subtrama alrededor de las conversaciones de paz, rendición y armisticio entre Alemania y Francia. Unas secuencias comandadas, tras la caída del káiser, por Mathias Erzberger (interpretado por Daniel Brühl), político y economista antimilitarista, apodado como El Opuesto durante la contienda, que con desgracia consecuente con sus ideas y su trabajo, acabó siendo asesinado por dos militares nacionalistas pocos años después.

Berger abre su obra, seleccionada por su país para aspirar el Oscar a mejor película internacional, con una impresionante secuencia que lo resume todo: el absurdo de la guerra, el dolor físico, el miedo mental, la parálisis y la furia; todo fusionado, espectacular en las formas y sin música, solo con el silencio y el ruido de la muerte. A partir de ahí, ya punteada por una exquisita banda sonora en la que sobresale su eficaz tema principal, apenas tres notas sostenidas y repetidas hasta el impacto, con vientos y cierto matiz electrónico, la película no deja de mostrar el desamparo físico y el ocaso personal. La inutilidad de la guerra de trincheras, luchar por unos metros de terreno, morir por nada, tan característica de la primera contienda mundial, y expresada en otros portentosos títulos, como Senderos de gloria y Gallipoli, se muestra aquí con una crudeza salvaje. A los soldados, si no los mata la guerra, los mata también el hambre. La desolación, el desangrado de los cuerpos y la incomprensión de los soldados, muchos de ellos nada más que críos indefensos.

Una imagen de 'Sin novedad en el frente'.
NETFLIX

Elegante, expresiva, y nunca gratuita en la violenta belleza de sus planos, no exenta de un realismo atroz de barro y hachazos, Sin novedad en el frente, en versión alemana, es un sorprendente triunfo. “Solo un hospital muestra lo que verdaderamente es la guerra”, escribió Remarque. Berger, director revelación, ni siquiera tiene que hacer hincapié en las calamidades clínicas. Le basta con la aspereza de la última mirada, un instante antes del óbito. El del enemigo o el propio. Comprobar que el oponente no es más que otro hombre como tú. Terror, desconcierto. El oficio de matar, y la búsqueda de la piedad.

SIN NOVEDAD EN EL FRENTE
Dirección: Edward Berger.

Intérpretes: Felix Kammerer, Albrecht Schuch, Sebastian Hülk, Daniel Brühl.

Género: bélico. Alemania, 2022.

Duración: 147 minutos.

Plataforma: Netflix.

Estreno: 28 de octubre.

miércoles, 9 de noviembre de 2022

_- EMOCIONES. Si le sonríes a la vida, la vida te devolverá la sonrisa (pero poco)

_- Un trabajo internacional pone a prueba la hipótesis de que sonreír, aunque sea de una manera forzada, mejora el bienestar emocional de quien lo hace

“Algunas veces la alegría es la fuente de tu sonrisa y otras veces la sonrisa es la fuente de tu alegría”, decía el monje budista Thích Nhất Hạnh. “Sonríele a la vida y la vida te devolverá esa sonrisa”, se lee en algunos carteles de Mr Wonderful, la empresa del positivismo ñoño por antonomasia. “Uno no puede evitar que la gente tenga razón por motivos equivocados”, se defendía Arthur Koestler cuando lo criticaban por coincidir con los nazis en sus críticas a Stalin.

La psicología positiva, adaptando enseñanzas filosóficas ancestrales en libros de autoayuda o convirtiendo en merchandising todo tipo de frases motivacionales, es parte de un negocio enorme. La idea de que levantarse por la mañana con la voluntad de comerse el mundo hará que te lo meriendes por la tarde tiene mucho predicamento y uno de los fundamentos de esa filosofía de vida es el poder de la sonrisa. Si sonríes, incluso contra tu voluntad, la vida y tus congéneres serán más amables contigo.

En la psicología académica, la que intenta separar realidad de ilusión y que busca tener razón por los motivos adecuados, la posibilidad de que activar algunos músculos de la cara pueda producir una reacción emocional se estudia con la mayor seriedad desde hace décadas. La llamada hipótesis de retroalimentación facial ya fue propuesta por Charles Darwin en 1872 cuando decía que la expresión exterior de una emoción “la intensifica” o que “incluso la simulación de una emoción hace que esa emoción se despierte en nuestra mente”. William James, uno de los padres de la psicología, planteó en la misma época que, frente a la creencia popular de que experimentar una emoción lleva a producir una expresión física como la sonrisa o el llanto, en realidad sucedía más bien lo contrario. Nos sentimos tristes porque lloramos y no lloramos porque estamos tristes. James, que tenía una fe fanática en la voluntad, creía que si uno se negaba a expresar un sentimiento, ese sentimiento moría.

Ahora, un grupo internacional de investigadores, superando una controversia de décadas, ha mostrado que, aunque no necesariamente por los motivos correctos, los monjes budistas y los carteles de Mr Wonderful tienen algo de razón. Sonreír de forma mecánica mejora el estado de ánimo, aunque solo un poco.

En un trabajo publicado en la revista Nature Human Behaviour se explica cómo se puso a prueba la posibilidad de que la sonrisa tenga un efecto sobre nuestro ánimo con distintas pruebas. Por un lado, se hicieron experimentos en los que los participantes eran conscientes de que estaban sonriendo, acercando la comisura de los labios hacia sus orejas o mirando fotografías de personas sonrientes e imitándolas. Pero también se intentó averiguar si un movimiento muscular inconsciente propio de una sonrisa tiene efectos emocionales. Esto se logra con un experimento clásico que a través de los años ha obtenido resultados controvertidos. Los voluntarios fuerzan la sonrisa sin ellos saberlo mordiendo un lápiz o ponen una cara triste tratando de sujetarlo con los labios, un gesto que los obliga a fruncir el ceño.

Después de analizar los datos de 3.878 participantes en 19 países, los autores, liderados por Nicholas Coles, de la Universidad Stanford (EE UU), observaron que tanto los que imitaban las sonrisas de las fotos como los que las forzaban por su cuenta notaban cierto incremento de su felicidad. Sin embargo, los que sonreían con ayuda del lápiz no experimentaron esa emoción. “Este estudio muestra que para tener ese efecto de ponernos alegres porque generamos la sonrisa es necesario que seamos conscientes de estar sonriendo”, explica José Antonio Hinojosa, profesor de la Universidad Complutense de Madrid y coautor del trabajo.

“Lo que vimos es que sonreír mejora ligeramente el ánimo, aumenta el nivel de felicidad, pero es un efecto parecido al que tendría ver imágenes de perritos o de bebés”, apunta Pedro Montoro, investigador de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), en Madrid, que también firma el estudio. “La escala que utilizamos es de uno a siete y los valores se encuentran un poco por encima del tres. Es una subida estadísticamente significativa, pero a la mayoría de los autores les parece que esto no sería útil como terapia”, continúa.

Los autores confirman que la hipótesis de la retroalimentación facial tiene sentido y se inclinan por pensar que existe una relación bidireccional, cuando uno está contento, sonríe, pero también “es interesante ver que hay un efecto de retroalimentación de lo muscular a la sensación subjetiva”, indica Montoro. Nicholas Coles también apunta a que, al menos en parte, “la experiencia consciente de la emoción se debe basar en las sensaciones corporales”. Hasta cierto punto, nos sentimos tristes porque lloramos y felices porque sonreímos. Coles considera que este tipo de estudios son fundamentales para conocer en profundidad la naturaleza de algo tan esencial para la humanidad como las emociones, pero que ese conocimiento es aún incipiente. Mientras se sigue avanzando, será necesario seguir gestionando las emociones, esperando hacerlo de la forma correcta, aunque no acertemos por los motivos adecuados.

martes, 8 de noviembre de 2022

EDUCACIÓN Los niños que leen en casa con sus padres llevan medio curso de ventaja respecto a los que no lo hacen

La diferente comprensión lectora forjada en el entorno familiar sobre los ocho o nueve años va abriendo una brecha que estalla en secundaria, advierten los expertos

Los niños de cuarto de primaria, de ocho y nueve años, cuyos padres leen con ellos en casa llevan medio curso de ventaja en comprensión lectora respecto a los que no lo hacen. El acompañamiento familiar abre una brecha entre el alumnado en materia de comprensión lectora similar (de hecho, un poco superior) al que generan las diferencias en el nivel socioeconómico de los progenitores, aunque ambos factores están frecuentemente relacionados. De las intervenciones que pueden realizarse en el hogar, la implicación de los padres en la lectura es una de las que tiene efectos más positivos. Se sitúa por detrás, en eficacia, de otra más sutil, las expectativas académicas que los progenitores tienen en sus hijos. Pero muy por delante, por ejemplo, de la supervisión de los deberes de los hijos, una actuación que parece dar pocos frutos, y que no hay que confundir con otra, que según las evidencias disponibles sí es más útil, que consiste en “establecer reglas y rutinas sobre dónde, cuándo y cómo han de realizar los deberes”, todo ello según la recopilación de datos, procedentes entre otras fuentes de las evaluaciones internacionales de Pisa y Pirls, realizada recientemente por la Fundación Bofill.

La entidad, con sede en Barcelona y dedicada al estudio de las políticas educativas desde la perspectiva de la equidad, acaba de lanzar un programa para incrementar el acompañamiento lector en casa, con la advertencia de que se trata de un problema grave. Entre el 20% y el 23,2% de los alumnos españoles tienen bajos niveles de comprensión lectora en cuarto de primaria y cuarto de secundaria respectivamente, lo cual suele ser un predictor de fracaso escolar. Las investigaciones apuntan a que los niños de entornos desfavorecidos que consiguen un alto rendimiento escolar son buenos lectores, con competencias lectoras por encima de la media, lo que según la fundación indica que estas pueden “resultar cruciales para superar el riesgo de exclusión social y generar un alumnado resiliente”. Su campaña Las familias, aliadas de la lectura se dirige a ofrecer a centros educativos, bibliotecas y entidades sociales metodología y recursos prácticos para que puedan llevar a cabo sus propias “acciones de capacitación” de las familias en acompañamiento lector.

Juan Mata, pedagogo y profesor durante 40 años de la Universidad de Granada, ha estudiado a fondo el fenómeno: “A veces parece que la lectura corresponda solo a un ámbito especial, la escuela, pero no es así. La escuela tiene un papel importante, pero el ámbito primario es la familia. El niño o la niña se van impregnando a medida que crecen de lo que encuentran a su alrededor. Y gran parte de lo que la familia ya tiene adquirido, sea en la lectura, en relaciones sociales, en hacer deporte o en bailar, condiciona lo que serán sus gustos y sus inclinaciones”.

Ese proceso, en el caso de la lectura, empieza antes de que el niño ponga un pie en la escuela, y continúa después, señala Mata. Está hecho de lecturas en voz alta antes de irse a dormir, de conversaciones familiares en torno a libros, de visitas con sus padres a las librerías, de la presencia de libros, periódicos o revistas en su casa, de regalos que consisten en cuentos, cómics o novelas. “Ese ecosistema del libro es decisivo, y lamentablemente, lo digo con dolor, con ello empieza una curva que va separando a los niños que entran con naturalidad en el mundo de la lectura y los que no”. La comprensión lectora tiene repercusiones en casi todas las asignaturas, indica Mata, de la Fundación Bofill: “Si no somos capaces de entender el enunciado de un problema matemático, difícilmente lo podremos resolver”.

Se produce, además, una paradoja sobre la que advierte Juan Mata. Y es que la escuela, la mejor arma de la que disponen los alumnos de hogares desfavorecidos para compensar su desventaja inicial, tiende a agrandar, “sin darse cuenta”, esa desigualdad de origen. “Los libros de texto están pensados para niños que sepan leer con fluidez. Los conceptos están pensados para niños con un vocabulario determinado, en cuya formación influye mucho su ámbito familiar o social, determinado. Y así, lentamente, casi desde el principio, empieza una separación entre los niños que comienza con el diferente dominio de la lectura y estalla años después en secundaria”.

Quim, leyendo con su padre, Luis Rivera, en su casa de Valencia.
Quim está a punto de cumplir seis años y todas las noches antes de dormirse, su padre, Luis Rivera, lee con él en su casa de Valencia. Cuando era un bebé, Luis y su pareja, Helga, le leían páginas de sus propios libros en voz alta mientras él se iba quedando dormido en la cama entre los dos. Después le leyeron cuentos clásicos, como Hansel y Gretel. Y ahora suelen ir a la biblioteca a elegirlos juntos, y la lectura en voz alta ha empezado a ser compartida. “Es un momento de mucha complicidad. A veces estamos partiéndonos de risa un rato, porque algunos libros tienen puntos de humor tanto para niños como para adultos”, comenta Luis. Quim dice que le gusta mucho leer con su padre, y sus cuentos favoritos son últimamente “La colla dels 11, Perro apestoso y [Así es] mi corazón”.

Carmen Cañabate, maestra durante décadas en colegios públicos de Almería, buena parte de su carrera en centros de alta complejidad, ha observado las desigualdades que afrontan unos y otros niños en el terreno de la comprensión lectora. “Los niños que crecen en familias que tienen un ambiente cultural rico, que no suele limitarse a los libros, tienen unas experiencias que se notan muchísimo”. Cañabate reivindica el papel de los centros educativos, las bibliotecas escolares y las municipales como elementos que pueden ayudar a paliar dichas diferencias.

La ausencia de acompañamiento lector familiar suele tener una raíz social. Hay progenitores, señala Juan Mata, que no pueden hacerlo, por ejemplo, porque sus jornadas laborales no se lo permiten. Otras, afirma Silvia Blanch, profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona, “tienen una autoestima baja en cuanto a su capacidad lectora, y no se ven capaz de acompañarlos, y otras piensan que no es asunto suyo, sino de la escuela”. Blanch es coautora de la guía del programa Las familias, aliadas de la lectura de la Fundació Bofill. Aunque las indicaciones que contienen resultan útiles en general, la también investigadora explica que han sido diseñadas pensado especialmente en aquellas familias que habitualmente no leen con los niños. Blanch tuvo la experiencia, con un programa anterior, de otro efecto paradójico: “Cuando en el aula había diversidad de familias a nivel sociocultural y económico, las que se enganchaban eran muchas veces las que ya acompañaban a sus hijos. De modo que el punto de partida de estos niños ya era más elevado, y como además hacían el programa, al final había todavía más distancia entre ellos y los que no lo hacían”. Además de proponer títulos para leer conjuntamente y técnicas para potenciar la comprensión de lo leído, la iniciativa de la Fundació Bofill propone a los progenitores estrategias sencillas, que según Blanch también sirven para impulsar sus competencias, como hacer juegos de palabras mientras se va por la calle o en el metro.

Juan Mata cree que el problema de la comprensión lectora y de la desigualdad entre las posibilidades de los niños de recibir el acompañamiento es tan importante, que debería convertirse en una prioridad que trascendiera a la escuela e implicara al conjunto de la sociedad. Y el nuevo programa de la Fundació Bofill va en paralelo a otro, que lleva una década en marcha, en la que son voluntarios (hasta 1.800) que hacen acompañamiento lector, en catalán y en castellano, a niños que no lo reciben en sus casas, en las bibliotecas públicas y en los centros educativos. Uno de estos voluntarios es Mario Armengou, de 76 años, que empezó a participar en el proyecto hace una década, después de jubilarse tras 40 años trabajando en climatización industrial. “Yo no tengo nietos, y hago por estos niños lo que haría si los tuviera, ayudarlos. Da mucha alegría ver cómo se les abren los ojos conforme mejoran”. Alejandra, que es de origen chileno y vive en Barcelona, apuntó a su hija al programa porque no podía ayudarla a leer en catalán y en realidad tampoco en castellano por la atención que requiere su otro hijo, que tiene un trastorno del espectro autista. La niña, que estudia primaria, empezó el curso pasado con el programa, que le ha servido, cuenta, para sentirse más segura en clase: “Me ha ayudado para escribir y también para leer. Antes de apuntarme me costaba mucho leer, y ahora leo más fluidamente, de verdad”, explica la niña.
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