Las nueces contienen más y mejores antioxidantes que otros frutos secos de cáscara dura.
Los estudios han demostrado que los frutos secos, en particular los de cáscara dura, son alimentos muy nutritivos y buenos para la salud, en particular para el bienestar del corazón.
Ahora, una nueva investigación centrada en los frutos de cáscara dura encontró que, entre ellos, la nuez es un producto natural "casi perfecto" por su alto nivel de antioxidantes y proteínas.
Además de sus beneficios nutricionales, estos productos contienen altos niveles de polifenoles, compuestos químicos antioxidantes que ayudan al organismo a contrarrestar los efectos de las moléculas que causan oxidación y dañan a las células.
Estudios pasados sugieren que el consumo regular de estos frutos secos puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, cdeterminados tipos de cáncer y diabetes tipo 2.
Más y mejores antioxidantes
Según los científicos de la Universidad de Scranton, Pensilvania (EE.UU.), entre todos los frutos secos de cáscara dura las nueces contienen una combinación de antioxidantes mayor en número y calidad que cualquiera de ellos.
El estudio -que fue presentado durante la Reunión Anual de la Sociedad Química Estadounidense- analizó los niveles de nutrientes en nueve tipos de frutos de cáscara dura: las nueces, pistachos, almendras, cacahuates (maníes), nuez de Brasil, piñones, anacardo (castaña de cajú o nuez de la India en distintos países), macadamias y pacanas.
Todos estos productos son ricos en nutrientes como vitamina E, minerales, y ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados.
Los científicos encontraron que la nuez contenía más antioxidantes polifenoles que cualquier otro fruto.
"Hallamos que está por encima de los manís, las almendras, las pacanas, los pistachos y otras nueces", afirma el doctor Joe Vinson, quien dirigió el estudio.
"Un puñado de nueces contiene casi dos veces más antioxidantes que una cantidad equivalente de otro fruto seco de cáscara dura que se consume comúnmente".
"Pero lamentablemente la gente no come suficientes nueces. Y este estudio muestra que se debe ingerir más de este producto como parte de una dieta sana", añade el investigador.
Grasas "buenas"
El doctor Vinson encontró que las nueces no sólo contienen más antioxidantes que otros frutos secos, sino que además los antioxidantes que contiene son mucho más poderosos y potentes.
Por ejemplo, los polifenoles antioxidantes de la nuez son entre cuatro y 15 veces más potentes que la vitamina E, que -se sabe- es muy beneficiosa por sus poderosos efectos antioxidantes.
El estudio analizó el nivel de antioxidantes en nueve tipos de frutos secos.
Otra ventaja para elegir a la nuez como una fuente de antioxidante, dice el doctor Vinson, es que no suele comerse tostada como otros frutos secos."El calor que se desprende al tostar el fruto por lo general reduce la calidad de sus antioxidantes", afirma."La gente come nueces crudas y sin tostar, y así se obtiene toda la efectividad de esos compuestos", agrega.
Una creencia equivocada sobre estos productos, por la cual no se suelen comer grandes cantidades de ellos, es que se piensa que engordan por su alto contenido de calorías y grasas.
Pero tal como señala el doctor Vinson, "las nueces contienen grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas, que son "grasas buenas", y no contienen las dañinas grasas saturadas que pueden causar estrechamiento de las arterias".
Y para completar sus beneficios como alimento "casi perfecto", las nueces son una fuente rica de proteínas de alta calidad, que según los investigadores pueden sustituir a la carne, además de vitaminas, minerales, fibra y están libres de lácteos y gluten.
Según el doctor Venison, basta con comer unas siete nueces al día para obtener todo el potencial de los beneficios a la salud de estos productos. BBC. Ciencia 2011. Más información sobre alimentos sanos para el corazón.
lunes, 23 de mayo de 2011
domingo, 22 de mayo de 2011
Recortes y polarización social: Así es España.
Según las últimas cifras aportadas por la Agencia de Estadística de la Unión Europea (Eurostat), la España social continúa, 33 años después de haber terminado la dictadura, a la cola de la Unión Europea social de los 15, el grupo de países de la UE de semejante nivel de riqueza que España (UE-15). Y ello a pesar de los considerables avances que se hicieron durante estos años (y muy en particular en el periodo 2004-2008) en corregir el enorme retraso social heredado de la dictadura. Su gasto público social, que incluye el gasto en servicios públicos del Estado del bienestar (tales como sanidad, educación, y servicios sociales, entre otros) y transferencias públicas a personas (tales como pensiones de vejez y otras), es el más bajo de la UE-15. Un 27,9% del PIB, en comparación con el 33,8% promedio de la UE-15 para 2009. Si escogemos otro indicador, el gasto público social por habitante (7.180 euros estandarizados), estamos también a la cola de la UE-15 (cuyo promedio es 9.189 euros estandarizados). Y si analizamos el porcentaje de la población adulta que trabaja en los servicios públicos del Estado del bienestar vemos también que tal porcentaje, el 9%, es el más bajo de la UE-15 (cuyo promedio es 15%). En Suecia, el país que tiene el Estado del bienestar más desarrollado en la UE-15, tal porcentaje es el 25%, es decir, uno de cada cuatro suecos trabaja en tales servicios. España no llega a uno de cada diez.
Estas cifras muestran la falsedad del argumento utilizado por las voces conservadoras y neoliberales que acusan al Estado del bienestar español de estar hipertrofiado, atribuyendo el estancamiento económico de España a un excesivo sector público (incluido el sector público social) que –según tales voces– está obstaculizando a la economía, no permitiéndola salir de la crisis. Esta situación se debe al enorme poder que las clases pudientes (la burguesía financiera e industrial, la pequeña burguesía y la clase media profesional de renta alta) han tenido en la historia de España y que continúan teniendo sobre el Estado español (tanto central como autonómico). Esta clase utiliza los servicios privados en su mayoría. Van a la sanidad privada cuando caen enfermos, y envían a sus hijos a la escuela privada que recibe un subsidio público bajo el nombre de concierto...
...El sistema escolar español reproduce la estructura social de España. Las escuelas privadas atienden prioritariamente a los sectores de mayor renta y las escuelas públicas atienden a las clases populares. Esta situación es altamente preocupante, pues educa a dos tipos de ciudadanos, los de primera y los de segunda. La mejor escuela de Europa es la finlandesa, donde el hijo del banquero y el del empleado de banca van a la misma escuela, una situación impensable en España. Es sorprendente que los nacionalismos, tanto centrales como periféricos, a los cuales se les llena la boca hablando de patria y nación, apoyen a la vez sistemas escolares que dividen a sus ciudadanos. Los recortes de gasto público educativo acentuarán todavía más tal polarización educativa por clase social, dificultando la movilidad social, una de las más bajas de la UE-15. Así es España. Leer todo el artículo de Vicenc Navarro aquí en blog Público.
Estas cifras muestran la falsedad del argumento utilizado por las voces conservadoras y neoliberales que acusan al Estado del bienestar español de estar hipertrofiado, atribuyendo el estancamiento económico de España a un excesivo sector público (incluido el sector público social) que –según tales voces– está obstaculizando a la economía, no permitiéndola salir de la crisis. Esta situación se debe al enorme poder que las clases pudientes (la burguesía financiera e industrial, la pequeña burguesía y la clase media profesional de renta alta) han tenido en la historia de España y que continúan teniendo sobre el Estado español (tanto central como autonómico). Esta clase utiliza los servicios privados en su mayoría. Van a la sanidad privada cuando caen enfermos, y envían a sus hijos a la escuela privada que recibe un subsidio público bajo el nombre de concierto...
...El sistema escolar español reproduce la estructura social de España. Las escuelas privadas atienden prioritariamente a los sectores de mayor renta y las escuelas públicas atienden a las clases populares. Esta situación es altamente preocupante, pues educa a dos tipos de ciudadanos, los de primera y los de segunda. La mejor escuela de Europa es la finlandesa, donde el hijo del banquero y el del empleado de banca van a la misma escuela, una situación impensable en España. Es sorprendente que los nacionalismos, tanto centrales como periféricos, a los cuales se les llena la boca hablando de patria y nación, apoyen a la vez sistemas escolares que dividen a sus ciudadanos. Los recortes de gasto público educativo acentuarán todavía más tal polarización educativa por clase social, dificultando la movilidad social, una de las más bajas de la UE-15. Así es España. Leer todo el artículo de Vicenc Navarro aquí en blog Público.
jueves, 19 de mayo de 2011
Quienes son los responsables de la crisis actual.
La imprudencia de las élites
Los tres últimos años han sido un desastre para la mayoría de las economías occidentales. Estados Unidos registra un paro de larga duración masivo por primera vez desde los años treinta. Mientras tanto, la moneda única europea se está viniendo abajo. ¿Cómo ha salido todo tan mal?
Bueno, lo que oigo repetir cada vez con más frecuencia a los miembros de la élite política -sabios autoproclamados, funcionarios y expertos de prestigio- es la afirmación de que la culpa es en su mayoría de los ciudadanos. La idea es que nos metimos en este lío porque los votantes querían algo a cambio de nada, y los políticos sin personalidad respondieron a la insensatez del electorado.
Así que este parece un buen momento para señalar que este punto de vista que culpa a la ciudadanía no solo es interesado, sino completamente erróneo.
El hecho es que lo que ahora mismo estamos experimentando es un desastre que se transmite de arriba abajo. Las políticas que nos metieron en este follón no eran respuestas a las exigencias ciudadanas. Eran, salvo unas pocas excepciones, políticas abanderadas por pequeños grupos de personas influyentes, y en muchos casos, las mismas personas que ahora nos dan lecciones a los demás sobre la necesidad de ponernos serios. Y al tratar de echarle la culpa a la plebe, las élites están eludiendo algunas reflexiones muy necesarias sobre sus propios errores catastróficos...
...En Europa, la historia oficial actual es que los Gobiernos de los países con problemas escucharon excesivamente a las masas y prometieron demasiado a los votantes mientras recaudaban muy pocos impuestos. Y para ser justos, esa historia es razonablemente cierta en el caso de Grecia. Pero no es en absoluto lo que pasó en Irlanda y España, que tenían poca deuda y superávits presupuestarios la víspera de la crisis.
La verdadera historia de la crisis europea es que los dirigentes crearon una moneda única, el euro, sin crear las instituciones que se necesitaban para hacer frente a los periodos de bonanza y de dificultad dentro de la zona euro. Y el motor de la moneda única europea fue el proyecto de sentido descendente por excelencia, una visión impuesta por la élite a un electorado tremendamente reticente.
¿Tiene alguna importancia todo esto? ¿Por qué debería preocuparnos el esfuerzo por achacar la culpa de las malas políticas a la ciudadanía?
Una posible respuesta es la responsabilidad simple y llana. No deberíamos permitir que quienes defendieron políticas que destrozaron el presupuesto durante la época de Bush pretendan hacerse pasar por halcones del déficit; aquellos que elogiaron a Irlanda no deberían darnos sermones sobre el gobierno responsable.
Pero yo diría que la principal respuesta es que al inventar historias sobre nuestras dificultades actuales que absuelven a quienes nos han puesto en esta situación, eliminamos toda posibilidad de aprender de la crisis. Tenemos que culpar a quien corresponde, para dar una lección a nuestras élites políticas. De lo contrario, harán todavía más daño en años venideros.
Leer todo el artículo de Paul Krugman en "El País" aquí.
Los tres últimos años han sido un desastre para la mayoría de las economías occidentales. Estados Unidos registra un paro de larga duración masivo por primera vez desde los años treinta. Mientras tanto, la moneda única europea se está viniendo abajo. ¿Cómo ha salido todo tan mal?
Bueno, lo que oigo repetir cada vez con más frecuencia a los miembros de la élite política -sabios autoproclamados, funcionarios y expertos de prestigio- es la afirmación de que la culpa es en su mayoría de los ciudadanos. La idea es que nos metimos en este lío porque los votantes querían algo a cambio de nada, y los políticos sin personalidad respondieron a la insensatez del electorado.
Así que este parece un buen momento para señalar que este punto de vista que culpa a la ciudadanía no solo es interesado, sino completamente erróneo.
El hecho es que lo que ahora mismo estamos experimentando es un desastre que se transmite de arriba abajo. Las políticas que nos metieron en este follón no eran respuestas a las exigencias ciudadanas. Eran, salvo unas pocas excepciones, políticas abanderadas por pequeños grupos de personas influyentes, y en muchos casos, las mismas personas que ahora nos dan lecciones a los demás sobre la necesidad de ponernos serios. Y al tratar de echarle la culpa a la plebe, las élites están eludiendo algunas reflexiones muy necesarias sobre sus propios errores catastróficos...
...En Europa, la historia oficial actual es que los Gobiernos de los países con problemas escucharon excesivamente a las masas y prometieron demasiado a los votantes mientras recaudaban muy pocos impuestos. Y para ser justos, esa historia es razonablemente cierta en el caso de Grecia. Pero no es en absoluto lo que pasó en Irlanda y España, que tenían poca deuda y superávits presupuestarios la víspera de la crisis.
La verdadera historia de la crisis europea es que los dirigentes crearon una moneda única, el euro, sin crear las instituciones que se necesitaban para hacer frente a los periodos de bonanza y de dificultad dentro de la zona euro. Y el motor de la moneda única europea fue el proyecto de sentido descendente por excelencia, una visión impuesta por la élite a un electorado tremendamente reticente.
¿Tiene alguna importancia todo esto? ¿Por qué debería preocuparnos el esfuerzo por achacar la culpa de las malas políticas a la ciudadanía?
Una posible respuesta es la responsabilidad simple y llana. No deberíamos permitir que quienes defendieron políticas que destrozaron el presupuesto durante la época de Bush pretendan hacerse pasar por halcones del déficit; aquellos que elogiaron a Irlanda no deberían darnos sermones sobre el gobierno responsable.
Pero yo diría que la principal respuesta es que al inventar historias sobre nuestras dificultades actuales que absuelven a quienes nos han puesto en esta situación, eliminamos toda posibilidad de aprender de la crisis. Tenemos que culpar a quien corresponde, para dar una lección a nuestras élites políticas. De lo contrario, harán todavía más daño en años venideros.
Leer todo el artículo de Paul Krugman en "El País" aquí.
miércoles, 18 de mayo de 2011
lunes, 16 de mayo de 2011
El movimiento Democracia Real Ya! convocó a los ciudadanos de más de 50 ciudades por todo el Estado
Miles de personas exigen en las calles un cambio político y económico urgente.
Decenas de miles de personas, convocadas por el movimiento pacífico Democracia real ya, salieron ayer a las calles en más de cincuenta ciudades del estado para protestar contra la situación política actual.
La mayor manifestación tuvo lugar en Madrid donde los ciudadanos abarrotaron la capital bajo el lema "No somos mercancías en manos de políticos y banqueros", que abrió la marcha a las 18:00 horas en la plaza Cibeles con destino a la Puerta del Sol.
Al grito de “no les votes”, muchos de los asistentes, principalmente jóvenes, vestían camisetas amarillas con el lema "sin casa, sin curro, sin pensión y sin miedo", firmadas por Juventud sin futuro, y muchos otros llevaban camisetas negras con la leyenda "las calles son nuestras".
Los participantes corearon consignas como "España escucha así es como se lucha" y exhibieron pancartas pequeñas alusivas a la insumisión de Islandia a reconocer su deuda.
Antes de iniciarse la manifestación, el portavoz de Democracia real ya, Fabio Gándara, declaró que a pesar de que "no hay culpables claros de la situación política y social actual, hay que articular una respuesta frente a una ley electoral falsa, que condena al país al bipartidismo".
Gándara señaló que "ya era hora de que la gente saliera a la calle en España, después de que lo hayan hecho en países como Francia o Islandia". Más aquí. Y aquí en "El País".
Aquí la página WEB de Democracia Real Ya¡¡ (foto de Internet)
Decenas de miles de personas, convocadas por el movimiento pacífico Democracia real ya, salieron ayer a las calles en más de cincuenta ciudades del estado para protestar contra la situación política actual.
La mayor manifestación tuvo lugar en Madrid donde los ciudadanos abarrotaron la capital bajo el lema "No somos mercancías en manos de políticos y banqueros", que abrió la marcha a las 18:00 horas en la plaza Cibeles con destino a la Puerta del Sol.
Al grito de “no les votes”, muchos de los asistentes, principalmente jóvenes, vestían camisetas amarillas con el lema "sin casa, sin curro, sin pensión y sin miedo", firmadas por Juventud sin futuro, y muchos otros llevaban camisetas negras con la leyenda "las calles son nuestras".
Los participantes corearon consignas como "España escucha así es como se lucha" y exhibieron pancartas pequeñas alusivas a la insumisión de Islandia a reconocer su deuda.
Antes de iniciarse la manifestación, el portavoz de Democracia real ya, Fabio Gándara, declaró que a pesar de que "no hay culpables claros de la situación política y social actual, hay que articular una respuesta frente a una ley electoral falsa, que condena al país al bipartidismo".
Gándara señaló que "ya era hora de que la gente saliera a la calle en España, después de que lo hayan hecho en países como Francia o Islandia". Más aquí. Y aquí en "El País".
Aquí la página WEB de Democracia Real Ya¡¡ (foto de Internet)
Más cine, por favor
La Gran Depresión generó alguna de la mejor ficción escrita, varias de las mejores películas y muchas grandes fotografías del siglo XX. Cómo olvidar los rostros cansados de los ciudadanos que bailan sin cesar en un local cerrado -porque allí tienen donde comer y dormir- en el maratón filmado por Pollack en ¡Danzad, danzad, malditos! Si uno ve ¡Qué bello es vivir!, de Capra, se le graban para siempre las caras asustadas de los vecinos de Bedford Falls al iniciarse el pánico bancario.
O Las uvas de la ira, de Ford, y La fuerza bruta, de Lewis Milestone, basadas en la novela homónima (la primera) y en De ratones y hombres, de Steinbeck. El Fitzgerald de El Gran Gatsby, con las enormes desigualdades de los felices veinte; el Dos Passos de la Trilogía USA, las mejores novelas de Hammett, parte de Faulkner y algo del mejor jazz se vinculan con esos tiempos. O la increíble foto de Dorotea Lange, titulada Madre emigrante: en una autopista ve un coche averiado y a su lado una madre exhausta, con dos niños agotados que se apoyan en sus hombros.
Para reflejar todo aquel sufrimiento, los creadores necesitaron un cierto distanciamiento. Hoy, en la Gran Recesión en la que estamos instalados -la otra gran crisis mayor del capitalismo- comienzan a aparecer las primeras obras que la reflejan. Entre ellas, en el cine. Ya se ha comentado suficientemente aquí y en otros muchos artículos la autopsia del capitalismo que supone Inside jobs, de Charles Ferguson. El boca a boca de los espectadores ha logrado que se multiplique el número de salas donde se expone.
Merecen igual suerte otras dos películas complementarias de aquella, que también expresan las vicisitudes de lo que está ocurriendo. La primera, de ficción, describe el caso de una industria de chimenea en EE UU (unos astilleros), perteneciente a un gran conglomerado societario, que despide a miles de personas acabando con su "sueño americano". Se trata de The company men. Bastantes de los cinco millones de parados españoles se reconocerán en esa vulnerabilidad que sobreviene cuando se va al paro, en la deshumanización del proceso y en el hecho de que los principales ejecutivos de la empresa ganan más dinero cuanta más gente despiden. La paradoja surge cuando aquella persona que está encargada de echar a la gente es también despedida por sus superiores a pesar de su eficacia.
La segunda, un documental de Erwin Wagenhofer, se titula Vamos a hacer dinero (una sola sala en Madrid). En ella -tiene inferior calidad que Inside jobs- se sigue el rastro del dinero a través del mundo de las finanzas; por ejemplo, adónde se destinan nuestros ahorros aplicados en un fondo de pensiones privados. Y se desarrolla el concepto de gánster económico (asesino económico en el filme), que tan felizmente ha incorporado en sus libros John Perkins a la literatura técnica del momento. Parte del mejor análisis económico está hoy en el cine. JOAQUÍN ESTEFANÍA en "El País" de 15/05/2011
O Las uvas de la ira, de Ford, y La fuerza bruta, de Lewis Milestone, basadas en la novela homónima (la primera) y en De ratones y hombres, de Steinbeck. El Fitzgerald de El Gran Gatsby, con las enormes desigualdades de los felices veinte; el Dos Passos de la Trilogía USA, las mejores novelas de Hammett, parte de Faulkner y algo del mejor jazz se vinculan con esos tiempos. O la increíble foto de Dorotea Lange, titulada Madre emigrante: en una autopista ve un coche averiado y a su lado una madre exhausta, con dos niños agotados que se apoyan en sus hombros.
Para reflejar todo aquel sufrimiento, los creadores necesitaron un cierto distanciamiento. Hoy, en la Gran Recesión en la que estamos instalados -la otra gran crisis mayor del capitalismo- comienzan a aparecer las primeras obras que la reflejan. Entre ellas, en el cine. Ya se ha comentado suficientemente aquí y en otros muchos artículos la autopsia del capitalismo que supone Inside jobs, de Charles Ferguson. El boca a boca de los espectadores ha logrado que se multiplique el número de salas donde se expone.
Merecen igual suerte otras dos películas complementarias de aquella, que también expresan las vicisitudes de lo que está ocurriendo. La primera, de ficción, describe el caso de una industria de chimenea en EE UU (unos astilleros), perteneciente a un gran conglomerado societario, que despide a miles de personas acabando con su "sueño americano". Se trata de The company men. Bastantes de los cinco millones de parados españoles se reconocerán en esa vulnerabilidad que sobreviene cuando se va al paro, en la deshumanización del proceso y en el hecho de que los principales ejecutivos de la empresa ganan más dinero cuanta más gente despiden. La paradoja surge cuando aquella persona que está encargada de echar a la gente es también despedida por sus superiores a pesar de su eficacia.
La segunda, un documental de Erwin Wagenhofer, se titula Vamos a hacer dinero (una sola sala en Madrid). En ella -tiene inferior calidad que Inside jobs- se sigue el rastro del dinero a través del mundo de las finanzas; por ejemplo, adónde se destinan nuestros ahorros aplicados en un fondo de pensiones privados. Y se desarrolla el concepto de gánster económico (asesino económico en el filme), que tan felizmente ha incorporado en sus libros John Perkins a la literatura técnica del momento. Parte del mejor análisis económico está hoy en el cine. JOAQUÍN ESTEFANÍA en "El País" de 15/05/2011
domingo, 15 de mayo de 2011
El ataque contra la clase obrera
Hace una década, una palabra útil fue acuñada en honor del 1 de Mayo por los activistas laborales italianos:
"precariedad". Se refería, al principio a la gente trabajadora "en los márgenes". En la mayor parte del mundo, el día 1 de Mayo es una fecha feriada de los trabajadores internacionales, ligada a la amarga lucha de los trabajadores estadounidenses en el siglo XIX en demanda de una jornada laboral de ocho horas. El 1 de Mayo pasado lleva a una reflexión sombría.
Luego se extendió para aplicarse al creciente "precariado" en el núcleo de la fuerza laboral, el "proletariado precario" que padecía los programas de desindicalización, flexibilización y desregulación que son parte del ataque contra la fuerza laboral en todo el mundo.
Para ese entonces, incluso en Europa, había preocupación creciente acerca de lo que el historiador laboral Ronaldo Munck, citando a Ulrich Beck, llama la "brasilinización de Occidente" "...la proliferación del empleo temporal e inseguro, la discontinuidad y formalidad relajada en las sociedades occidentalizadas que hasta entonces han sido bastiones del empleo completo".
La guerra del Estado y las corporaciones contra los sindicatos se ha extendido recientemente al sector público, con legislación para prohibir las negociaciones colectivas y otros derechos elementales.
Incluso en Massachusetts, favorable a los trabajadores, la Cámara de Representantes votó, justo antes del 1 de Mayo, por restringir marcadamente los derechos de los oficiales policíacos, maestros y otros empleados municipales en cuanto a negociar sobre la atención a la salud -asuntos cruciales en Estados Unidos, con su sistema privatizado disfuncional y altamente ineficiente de cuidado a la salud.
El resto del mundo puede asociar el 1 de mayo con la lucha de los trabajadores estadounidenses por sus derechos básicos, pero en Estados Unidos esa solidaridad está suprimida en favor de un día feriado jingoísta.
El día 1 de Mayo es el "Día de la Lealtad", así designado por el Congreso en 1958 para la "reafirmación de la lealtad a Estados Unidos y por el reconocimiento del legado de libertad americana".
El presidente Eisenhower proclamó, además, que el Día de la Lealtad es también el Día de la Ley, reafirmado anualmente con el izamiento de la bandera y la dedicación a la "Justicia para Todos", "Fundaciones de Libertad" y "Lucha por la Justicia".
El calendario de Estados Unidos tiene el Día del Trabajo, en septiembre, en celebración del retorno al trabajo después de unas vacaciones que son más breves que en otros países industriales.
La ferocidad del ataque contra las fuerzas laborales por las clases de negocios de EEUU está ilustrada por el hecho de que Washington, durante 60 años, se ha abstenido de ratificar el principio central de la ley laboral internacional, que garantiza la libertad de asociación.
El analista legal Steve Charnovitz lo llama "el tratado intocable en la política estadounidense", y observa que nunca ha habido un debate sobre este asunto.
La indiferencia de Washington respecto de algunas convenciones apoyadas por la Organización Internacional del Trabajo (ILO, en sus siglas en inglés) contrasta marcadamente con su dedicación a hacer respetar los derechos de precios monopólicos de las corporaciones, ocultos bajo el manto de "libre comercio" en uno de los Orwellismos contemporáneos.
En 2004, la ILO informó que "inseguridades económicas y sociales se multiplican con la globalización y las políticas asociadas con ella, a medida que el sistema global económico se ha tornado más inestable y los trabajadores soportan cada vez más la carga, por ejemplo, mediante reformas a las pensiones y a la atención de la salud".
Este era lo que los economistas llaman el periodo de la Gran Moderación, proclamado como "una de las grandes transformaciones de la historia moderna", encabezada por EEUU y basada en la "liberación de mercados" y particularmente en la "desregulación de los mercados financieros".
Este elogio al estilo estadounidense de mercados libres fue pronunciado por el editor del Wall Street Journal, Gerard Baker, en enero de 2007, apenas meses antes de que el sistema se desplomara -y con él el edificio entero de la teología económica sobre el que estaba basado- llevando a la economía mundial al borde del desastre.
El desplome dejó a Estados Unidos con niveles de desempleo real comparables con los de la Gran Depresión, y en muchas formas peores, porque bajo las políticas actuales de los amos esos empleos no regresarán, como lo hicieron mediante estímulos gubernamentales masivos durante la Segunda Guerra Mundial y en las décadas siguientes de la "era dorada" del capitalismo estatal.
Durante la Gran Moderación, los trabajadores estadounidenses se habían acostumbrado a una existencia precaria. El incremento en el precariado estadounidense fue orgullosamente proclamado como un factor primario en la Gran Moderación que produjo un crecimiento más lento, estancamiento virtual del ingreso real para la mayoría de la población, y riqueza más allá de los sueños de la avaricia para un sector diminuto, una fracción de uno por ciento, en su mayor parte de directores ejecutivos, gerentes de fondos de cobertura y otros en esa categoría.
El sacerdote supremo de esta magnífica economía fue Alan Greenspan, descrito en la prensa empresarial como "santo" por su brillante conducción. Enorgulleciéndose de sus logros, testificó ante el Congreso que dependían en parte de "una moderación atípica en los aumentos de compensaciones (que) parece ser principalmente una consecuencia de una mayor inseguridad de los trabajadores".
El desastre de la Gran Moderación fue rescatado por esfuerzos heroicos del gobierno para recompensar a los autores del mismo. Neil Barosky, al renunciar el 30 de marzo como inspector general del programa de rescate, escribió un revelador artículo en la sección de Op-Ed del New York Times acerca de cómo funcionaba el rescate.
En teoría, el acto legislativo que autorizó el rescate fue una ganga: las instituciones financieras serían salvadas por los contribuyentes, y las víctimas de sus malos actos serían compensadas en cierta forma por medidas que protegerían los valores de los hogares y preservarían la propiedad de los mismos.
Parte de la ganga fue cumplida: las instituciones financieras fueron recompensadas con enorme generosidad por haber causado la crisis, y perdonadas por crímenes descarados. Pero el resto del programa se vino a pique.
omo escribe Barofsky: "las ejecuciones hipotecarias siguen aumentando, con entre 8 y 13 millones de juicios previstos durante la existencia del programa" en tanto que "los mayores bancos son 20% o más grandes de lo que eran antes de la crisis y controlan una parte mayor de nuestra economía que nunca antes. Asumen, razonablemente, que el Gobierno los rescatará nuevamente, de ser necesario.
De hecho, las agencias de clasificación de crédito incorporan rescates futuros del Gobierno en sus evaluaciones de los bancos más grandes, exagerando las distorsiones del mercado que les proporcionan una ventaja injusta sobre instituciones más pequeñas, que continúan luchando por sobrevivir".
En pocas palabras, el programa del presidente Obama fue "un regalo para los ejecutivos de Wall Street" y un golpe al plexus solar para sus indefensas víctimas.
El resultado debe sorprender sólo a aquellos que insisten con ingenuidad inalterable en el diseño e implementación de la política, particularmente cuando el poder económico está altamente concentrado y el capitalismo de Estado ha entrado en una etapa nueva de "destrucción creativa", para pedir prestada la famosa frase de Joseph Schumpeter, pero con un giro: creativa en cuanto a formas de enriquecer y dar más poder a los ricos y poderosos, mientras que el resto queda libre para sobrevivir como pueda, mientras celebra el Día de la Lealtad y la Ley.
Fuente: http://www.ultimasnoticias.com.ve/Opinion-Original/Firmas/Noam-Chomsky/El-ataque-contra-la-fuerza-obrera.aspx
"precariedad". Se refería, al principio a la gente trabajadora "en los márgenes". En la mayor parte del mundo, el día 1 de Mayo es una fecha feriada de los trabajadores internacionales, ligada a la amarga lucha de los trabajadores estadounidenses en el siglo XIX en demanda de una jornada laboral de ocho horas. El 1 de Mayo pasado lleva a una reflexión sombría.
Luego se extendió para aplicarse al creciente "precariado" en el núcleo de la fuerza laboral, el "proletariado precario" que padecía los programas de desindicalización, flexibilización y desregulación que son parte del ataque contra la fuerza laboral en todo el mundo.
Para ese entonces, incluso en Europa, había preocupación creciente acerca de lo que el historiador laboral Ronaldo Munck, citando a Ulrich Beck, llama la "brasilinización de Occidente" "...la proliferación del empleo temporal e inseguro, la discontinuidad y formalidad relajada en las sociedades occidentalizadas que hasta entonces han sido bastiones del empleo completo".
La guerra del Estado y las corporaciones contra los sindicatos se ha extendido recientemente al sector público, con legislación para prohibir las negociaciones colectivas y otros derechos elementales.
Incluso en Massachusetts, favorable a los trabajadores, la Cámara de Representantes votó, justo antes del 1 de Mayo, por restringir marcadamente los derechos de los oficiales policíacos, maestros y otros empleados municipales en cuanto a negociar sobre la atención a la salud -asuntos cruciales en Estados Unidos, con su sistema privatizado disfuncional y altamente ineficiente de cuidado a la salud.
El resto del mundo puede asociar el 1 de mayo con la lucha de los trabajadores estadounidenses por sus derechos básicos, pero en Estados Unidos esa solidaridad está suprimida en favor de un día feriado jingoísta.
El día 1 de Mayo es el "Día de la Lealtad", así designado por el Congreso en 1958 para la "reafirmación de la lealtad a Estados Unidos y por el reconocimiento del legado de libertad americana".
El presidente Eisenhower proclamó, además, que el Día de la Lealtad es también el Día de la Ley, reafirmado anualmente con el izamiento de la bandera y la dedicación a la "Justicia para Todos", "Fundaciones de Libertad" y "Lucha por la Justicia".
El calendario de Estados Unidos tiene el Día del Trabajo, en septiembre, en celebración del retorno al trabajo después de unas vacaciones que son más breves que en otros países industriales.
La ferocidad del ataque contra las fuerzas laborales por las clases de negocios de EEUU está ilustrada por el hecho de que Washington, durante 60 años, se ha abstenido de ratificar el principio central de la ley laboral internacional, que garantiza la libertad de asociación.
El analista legal Steve Charnovitz lo llama "el tratado intocable en la política estadounidense", y observa que nunca ha habido un debate sobre este asunto.
La indiferencia de Washington respecto de algunas convenciones apoyadas por la Organización Internacional del Trabajo (ILO, en sus siglas en inglés) contrasta marcadamente con su dedicación a hacer respetar los derechos de precios monopólicos de las corporaciones, ocultos bajo el manto de "libre comercio" en uno de los Orwellismos contemporáneos.
En 2004, la ILO informó que "inseguridades económicas y sociales se multiplican con la globalización y las políticas asociadas con ella, a medida que el sistema global económico se ha tornado más inestable y los trabajadores soportan cada vez más la carga, por ejemplo, mediante reformas a las pensiones y a la atención de la salud".
Este era lo que los economistas llaman el periodo de la Gran Moderación, proclamado como "una de las grandes transformaciones de la historia moderna", encabezada por EEUU y basada en la "liberación de mercados" y particularmente en la "desregulación de los mercados financieros".
Este elogio al estilo estadounidense de mercados libres fue pronunciado por el editor del Wall Street Journal, Gerard Baker, en enero de 2007, apenas meses antes de que el sistema se desplomara -y con él el edificio entero de la teología económica sobre el que estaba basado- llevando a la economía mundial al borde del desastre.
El desplome dejó a Estados Unidos con niveles de desempleo real comparables con los de la Gran Depresión, y en muchas formas peores, porque bajo las políticas actuales de los amos esos empleos no regresarán, como lo hicieron mediante estímulos gubernamentales masivos durante la Segunda Guerra Mundial y en las décadas siguientes de la "era dorada" del capitalismo estatal.
Durante la Gran Moderación, los trabajadores estadounidenses se habían acostumbrado a una existencia precaria. El incremento en el precariado estadounidense fue orgullosamente proclamado como un factor primario en la Gran Moderación que produjo un crecimiento más lento, estancamiento virtual del ingreso real para la mayoría de la población, y riqueza más allá de los sueños de la avaricia para un sector diminuto, una fracción de uno por ciento, en su mayor parte de directores ejecutivos, gerentes de fondos de cobertura y otros en esa categoría.
El sacerdote supremo de esta magnífica economía fue Alan Greenspan, descrito en la prensa empresarial como "santo" por su brillante conducción. Enorgulleciéndose de sus logros, testificó ante el Congreso que dependían en parte de "una moderación atípica en los aumentos de compensaciones (que) parece ser principalmente una consecuencia de una mayor inseguridad de los trabajadores".
El desastre de la Gran Moderación fue rescatado por esfuerzos heroicos del gobierno para recompensar a los autores del mismo. Neil Barosky, al renunciar el 30 de marzo como inspector general del programa de rescate, escribió un revelador artículo en la sección de Op-Ed del New York Times acerca de cómo funcionaba el rescate.
En teoría, el acto legislativo que autorizó el rescate fue una ganga: las instituciones financieras serían salvadas por los contribuyentes, y las víctimas de sus malos actos serían compensadas en cierta forma por medidas que protegerían los valores de los hogares y preservarían la propiedad de los mismos.
Parte de la ganga fue cumplida: las instituciones financieras fueron recompensadas con enorme generosidad por haber causado la crisis, y perdonadas por crímenes descarados. Pero el resto del programa se vino a pique.
omo escribe Barofsky: "las ejecuciones hipotecarias siguen aumentando, con entre 8 y 13 millones de juicios previstos durante la existencia del programa" en tanto que "los mayores bancos son 20% o más grandes de lo que eran antes de la crisis y controlan una parte mayor de nuestra economía que nunca antes. Asumen, razonablemente, que el Gobierno los rescatará nuevamente, de ser necesario.
De hecho, las agencias de clasificación de crédito incorporan rescates futuros del Gobierno en sus evaluaciones de los bancos más grandes, exagerando las distorsiones del mercado que les proporcionan una ventaja injusta sobre instituciones más pequeñas, que continúan luchando por sobrevivir".
En pocas palabras, el programa del presidente Obama fue "un regalo para los ejecutivos de Wall Street" y un golpe al plexus solar para sus indefensas víctimas.
El resultado debe sorprender sólo a aquellos que insisten con ingenuidad inalterable en el diseño e implementación de la política, particularmente cuando el poder económico está altamente concentrado y el capitalismo de Estado ha entrado en una etapa nueva de "destrucción creativa", para pedir prestada la famosa frase de Joseph Schumpeter, pero con un giro: creativa en cuanto a formas de enriquecer y dar más poder a los ricos y poderosos, mientras que el resto queda libre para sobrevivir como pueda, mientras celebra el Día de la Lealtad y la Ley.
Fuente: http://www.ultimasnoticias.com.ve/Opinion-Original/Firmas/Noam-Chomsky/El-ataque-contra-la-fuerza-obrera.aspx
sábado, 14 de mayo de 2011
lunes, 9 de mayo de 2011
'Hip-hop' de Keynes y Hayek
El famoso folleto de Stéphane Hessel Indignez vous (Indignaos, en versión española) pretende indignar a la misma generación que un irritado joven lector de EL PAÍS, Daniel M, denominaba el otro día, de manera graciosa pero injusta, "jóvenes ADSL" (Anestesiados, Decaídos, Sumisos y Laboriosos). Otros pretenden llegar a esos mismos jóvenes y convencerles de que deben participar más activamente en la vida política y económica, pero lo hacen no con libros, sino con un nuevo tipo de panfletos más acordes con su cultura musical y visual: los vídeos-rap.
Uno de los mejores ejemplos de esos nuevos pasquines es el estupendo vídeo hip-hop protagonizado por Keynes y Hayek que acaba de aparecer en la web. Se llama El combate del siglo, y en él los dos economistas más significativos del siglo XX, el británico que alentó a la socialdemocracia y el austriaco que impulsó el liberalismo, contraponen sus ideas sobre el papel que deben tener los Gobiernos frente a las crisis: ¿hasta qué punto hay que reducir o que impulsar el gasto? http://econstories.tv/2011/04/28/fight-of-the-century-music-video/.
El rap es bastante pegadizo y aunque simplifica necesariamente las teorías de los dos grandes maestros, no pierde el sentido fundamental del enfrentamiento e incluso mete un par de chistes dedicados exclusivamente a economistas académicos. Rodado como un verdadero vídeo musical, perfecto técnicamente en sonido e imagen, The fight of the century es la segunda parte de un vídeo menos perfecto denominado Fear the boom and bust, con los mismos protagonistas, que apareció en enero de 2010 y que tuvo dos millones de seguidores (se puede ver también en YouTube, el original en inglés y una especie de copia a la española).
¿Qué camino debemos elegir?, rapea el estribillo del Combate del siglo. "Miro al mundo, caso por caso; cuando la gente sufre, me subo las mangas y hago lo que puedo, para curar, para curar nuestra enfermedad", asegura Keynes. "La economía no es un coche. No hay motor que arreglar. La economía somos nosotros. Fuera la llave de apretar", contesta Hayek.
La idea de los vídeos, elaborados por John Papola, un joven y premiado productor norteamericano, que ha colaborado en esta ocasión con Russ Roberts, un profesor de la potente universidad pública George Mason, cerca de Washington, es promover el debate entre los jóvenes e interesarles en la economía, por lo menos la economía política, utilizando instrumentos más próximos a su forma de relacionarse. Cuando llegue el momento de escuchar un discurso electoral, podrán recordar el hip-hop de Keynes y Hayek, y distinguir mejor en qué lado quieren estar y dónde se sienten más cómodos.
Quizá no sería tan mala idea promover esos raps entre los jóvenes españoles que están convocados para las próximas elecciones y que, en algunos casos, se sienten ADSL y en otros, quizá, furiosos ante la aparente imposibilidad del sistema para ofrecer una salida razonable a la increíble cifra de paro que soportan. El vídeo de Papola ayuda, sobre todo, a entender una cosa fundamental: no da igual pensar una cosa que otra y, sobre todo, es falso que no exista más que una única manera de enfocar y encarar una crisis económica. No fue nunca lo mismo Keynes que Hayek, ni viceversa, aunque a veces muchos de sus seguidores parezcan confundirse y, sobre todo, confundirnos, lo que es muy lamentable porque tanto uno como otro fueron sinceros en la defensa de sus ideas.
Ahora que la Federación de Asociaciones de Prensa propone que los periodistas nos neguemos a participar en ruedas de prensa donde no se permita preguntar, quizá deberíamos negarnos también a que sigan pasando los días sin que el PP, y en especial Mariano Rajoy, nos diga siquiera una palabra sobre lo que piensa hacer. Va siendo hora de empezar a cantarle el hip-hop de John Papola por la calle. ¿No crees que hay motor que arreglar? ¿Quieres tirar la llave de apretar?
SOLEDAD GALLEGO-DÍAZ, "El País" 08/05/2011
Otra versión en español de Mexico.http://youtu.be/h_tQ-wXly4k
Uno de los mejores ejemplos de esos nuevos pasquines es el estupendo vídeo hip-hop protagonizado por Keynes y Hayek que acaba de aparecer en la web. Se llama El combate del siglo, y en él los dos economistas más significativos del siglo XX, el británico que alentó a la socialdemocracia y el austriaco que impulsó el liberalismo, contraponen sus ideas sobre el papel que deben tener los Gobiernos frente a las crisis: ¿hasta qué punto hay que reducir o que impulsar el gasto? http://econstories.tv/2011/04/28/fight-of-the-century-music-video/.
El rap es bastante pegadizo y aunque simplifica necesariamente las teorías de los dos grandes maestros, no pierde el sentido fundamental del enfrentamiento e incluso mete un par de chistes dedicados exclusivamente a economistas académicos. Rodado como un verdadero vídeo musical, perfecto técnicamente en sonido e imagen, The fight of the century es la segunda parte de un vídeo menos perfecto denominado Fear the boom and bust, con los mismos protagonistas, que apareció en enero de 2010 y que tuvo dos millones de seguidores (se puede ver también en YouTube, el original en inglés y una especie de copia a la española).
¿Qué camino debemos elegir?, rapea el estribillo del Combate del siglo. "Miro al mundo, caso por caso; cuando la gente sufre, me subo las mangas y hago lo que puedo, para curar, para curar nuestra enfermedad", asegura Keynes. "La economía no es un coche. No hay motor que arreglar. La economía somos nosotros. Fuera la llave de apretar", contesta Hayek.
La idea de los vídeos, elaborados por John Papola, un joven y premiado productor norteamericano, que ha colaborado en esta ocasión con Russ Roberts, un profesor de la potente universidad pública George Mason, cerca de Washington, es promover el debate entre los jóvenes e interesarles en la economía, por lo menos la economía política, utilizando instrumentos más próximos a su forma de relacionarse. Cuando llegue el momento de escuchar un discurso electoral, podrán recordar el hip-hop de Keynes y Hayek, y distinguir mejor en qué lado quieren estar y dónde se sienten más cómodos.
Quizá no sería tan mala idea promover esos raps entre los jóvenes españoles que están convocados para las próximas elecciones y que, en algunos casos, se sienten ADSL y en otros, quizá, furiosos ante la aparente imposibilidad del sistema para ofrecer una salida razonable a la increíble cifra de paro que soportan. El vídeo de Papola ayuda, sobre todo, a entender una cosa fundamental: no da igual pensar una cosa que otra y, sobre todo, es falso que no exista más que una única manera de enfocar y encarar una crisis económica. No fue nunca lo mismo Keynes que Hayek, ni viceversa, aunque a veces muchos de sus seguidores parezcan confundirse y, sobre todo, confundirnos, lo que es muy lamentable porque tanto uno como otro fueron sinceros en la defensa de sus ideas.
Ahora que la Federación de Asociaciones de Prensa propone que los periodistas nos neguemos a participar en ruedas de prensa donde no se permita preguntar, quizá deberíamos negarnos también a que sigan pasando los días sin que el PP, y en especial Mariano Rajoy, nos diga siquiera una palabra sobre lo que piensa hacer. Va siendo hora de empezar a cantarle el hip-hop de John Papola por la calle. ¿No crees que hay motor que arreglar? ¿Quieres tirar la llave de apretar?
SOLEDAD GALLEGO-DÍAZ, "El País" 08/05/2011
Otra versión en español de Mexico.http://youtu.be/h_tQ-wXly4k
domingo, 8 de mayo de 2011
Por qué la política de recortes de gasto y empleo público es un error
En varios artículos publicados en SistemaDigital.es he ido desgranando las causas de la escasa recuperación económica que radica, en parte, en las políticas de austeridad que está siguiendo el gobierno español bajo la presión de la Unión Europea (y muy en especial del gobierno alemán de la canciller Merkel) así como del Fondo Monetario Internacional. Estas políticas de austeridad están equivocadas y están perjudicando la recuperación económica española que necesita precisamente unas políticas contrarias a las que se están siguiendo, con una expansión muy notable del gasto público, orientado sobre todo a la creación de empleo. No existe conciencia en los establishments políticos y mediáticos del país de que el mayor problema económico y social que tiene España es el desempleo. Si España tuviera el porcentaje de la población adulta que trabaja en los servicios público del estado del bienestar (tales como sanidad, educación, vivienda pública, servicios sociales, escuelas de infancia, servicios domiciliarios a personas con dependencia, entre otros) que tiene Suecia, 25% (en lugar del 9% actual), España tendría casi cinco millones más de trabajadores en tales servicios de los que tiene ahora. Como consecuencia no habría desempleo en nuestro país, que actualmente supera los cuatro millones. El elevado desempleo en España está basado, en parte, en el escaso desarrollo de su estado del bienestar que no está proveyendo suficiente empleo público.
Por otra parte, este desempleo contribuye enormemente a la falta de demanda, responsable de la escasa recuperación de la economía española. Esta creación de empleo debería financiarse con el aumento de la carga impositiva y de su progresividad, eliminando los recortes de impuestos que se han ido aplicando en los últimos quince años y que han beneficiado predominantemente al 20% de la población de renta superior. España es el país de la UE-15 que tiene menos ingresos al estado, solo un 34% del PIB, comparado con un 44% para el promedio de la UE-15 y un 54% en Suecia. Si España tuviera la carga fiscal que tiene Suecia, el estado español ingresaría 200.000 millones de euros más de los que ingresa ahora, con los cuales podría corregir las enormes insuficiencias del estado del bienestar, además de eliminar el desempleo y estimular la demanda, el mayor problema que tiene la economía española.
De lo que las autoridades económicas parecen no darse cuenta es que la causa del estancamiento económico es la falta de demanda que ha empeorado todavía más con el crecimiento del desempleo. Para entender esta situación, tenemos que entender que la burbuja inmobiliaria fue el motor del crecimiento económico español durante estos años anteriores al inicio de la crisis. España construyó muchas más viviendas de las que el país necesitaba a unos precios desorbitados que exigieron un enorme endeudamiento de las familias. El precio de las viviendas (por metro cuadrado) creció nada menos que un 106% desde que se estableció el euro, en 1999, hasta el 2007. Los salarios (el precio real del trabajo) crecieron solo un 8%. La enorme distancia entre estos precios de la vivienda (que aumentaron espectacularmente, muy por encima del aumento de los costes de producción) y los salarios requería un enorme endeudamiento, financiado predominantemente por la banca española, pero también por la banca alemana y en menor grado por la francesa. Tal endeudamiento les dio enormes beneficios.
Cuando la burbuja inmobiliaria estalló las familias quedaron en una situación dificilísima, en parte consecuencia de la excesiva protección que tiene la banca versus el ciudadano hipotecado. Pero, desde el punto de vista de la economía, un grave problema era y continúa siendo que el mercado de la vivienda, además de colapsarse, no se está reavivando. Es característico de un sistema especulativo monopolístico que tal mercado no exista, es decir el mal llamado mercado inmobiliario no funciona como mercado. A pesar de que hay un millón de viviendas vacías, el precio de la vivienda ha bajado solo un 18% desde 2007, el inicio de la crisis. Tal como apunta Wolfgang Münchau en el Financial Times (en su artículo “A complacent Europe must realise that Spain will be next” (11/04/2011)), esta situación está llevando a una situación insostenible. Según Münchau el precio de la vivienda debería bajar un 30% más a fin de reavivar el mercado, un elemento central de la recuperación. Es más, debido a que el precio de las hipotecas, en la medida que baje el precio, sobrepasará el precio de la vivienda, se crearán grandes desfalcos y crisis bancarias y de las cajas de ahorros, acentuando todavía más la falta de demanda y el desempleo. Como bien escribe Daniel Gross en su artículo “Europe’s Subprime Quagmire”, el excesivo poder de la banca (y escaso poder del usuario de la banca) ha creado un desmesurado endeudamiento y gran escasez de la demanda. Y este poder de la banca dificulta también resolver el problema, pues aunque la persona hipotecada haya perdido la vivienda, la deuda le imposibilita recuperar la demanda.
Creerse que el mercado en si resolverá este problema es de una ingenuidad muy costosa. A no ser que el estado intervenga, sustituyendo esta enorme escasez de demanda mediante el gasto público la situación no mejorará. Y a no ser que el estado actúe más activamente creando empleo y garantizando el crédito, mediante medidas mucho más progresistas (como el establecimiento de bancas públicas), no habrá recuperación económica. Vicenç Navarro. Sistema Digital. (Foto del autor; Vista de Badajoz desde el Puente Viejo)
Por otra parte, este desempleo contribuye enormemente a la falta de demanda, responsable de la escasa recuperación de la economía española. Esta creación de empleo debería financiarse con el aumento de la carga impositiva y de su progresividad, eliminando los recortes de impuestos que se han ido aplicando en los últimos quince años y que han beneficiado predominantemente al 20% de la población de renta superior. España es el país de la UE-15 que tiene menos ingresos al estado, solo un 34% del PIB, comparado con un 44% para el promedio de la UE-15 y un 54% en Suecia. Si España tuviera la carga fiscal que tiene Suecia, el estado español ingresaría 200.000 millones de euros más de los que ingresa ahora, con los cuales podría corregir las enormes insuficiencias del estado del bienestar, además de eliminar el desempleo y estimular la demanda, el mayor problema que tiene la economía española.
De lo que las autoridades económicas parecen no darse cuenta es que la causa del estancamiento económico es la falta de demanda que ha empeorado todavía más con el crecimiento del desempleo. Para entender esta situación, tenemos que entender que la burbuja inmobiliaria fue el motor del crecimiento económico español durante estos años anteriores al inicio de la crisis. España construyó muchas más viviendas de las que el país necesitaba a unos precios desorbitados que exigieron un enorme endeudamiento de las familias. El precio de las viviendas (por metro cuadrado) creció nada menos que un 106% desde que se estableció el euro, en 1999, hasta el 2007. Los salarios (el precio real del trabajo) crecieron solo un 8%. La enorme distancia entre estos precios de la vivienda (que aumentaron espectacularmente, muy por encima del aumento de los costes de producción) y los salarios requería un enorme endeudamiento, financiado predominantemente por la banca española, pero también por la banca alemana y en menor grado por la francesa. Tal endeudamiento les dio enormes beneficios.
Cuando la burbuja inmobiliaria estalló las familias quedaron en una situación dificilísima, en parte consecuencia de la excesiva protección que tiene la banca versus el ciudadano hipotecado. Pero, desde el punto de vista de la economía, un grave problema era y continúa siendo que el mercado de la vivienda, además de colapsarse, no se está reavivando. Es característico de un sistema especulativo monopolístico que tal mercado no exista, es decir el mal llamado mercado inmobiliario no funciona como mercado. A pesar de que hay un millón de viviendas vacías, el precio de la vivienda ha bajado solo un 18% desde 2007, el inicio de la crisis. Tal como apunta Wolfgang Münchau en el Financial Times (en su artículo “A complacent Europe must realise that Spain will be next” (11/04/2011)), esta situación está llevando a una situación insostenible. Según Münchau el precio de la vivienda debería bajar un 30% más a fin de reavivar el mercado, un elemento central de la recuperación. Es más, debido a que el precio de las hipotecas, en la medida que baje el precio, sobrepasará el precio de la vivienda, se crearán grandes desfalcos y crisis bancarias y de las cajas de ahorros, acentuando todavía más la falta de demanda y el desempleo. Como bien escribe Daniel Gross en su artículo “Europe’s Subprime Quagmire”, el excesivo poder de la banca (y escaso poder del usuario de la banca) ha creado un desmesurado endeudamiento y gran escasez de la demanda. Y este poder de la banca dificulta también resolver el problema, pues aunque la persona hipotecada haya perdido la vivienda, la deuda le imposibilita recuperar la demanda.
Creerse que el mercado en si resolverá este problema es de una ingenuidad muy costosa. A no ser que el estado intervenga, sustituyendo esta enorme escasez de demanda mediante el gasto público la situación no mejorará. Y a no ser que el estado actúe más activamente creando empleo y garantizando el crédito, mediante medidas mucho más progresistas (como el establecimiento de bancas públicas), no habrá recuperación económica. Vicenç Navarro. Sistema Digital. (Foto del autor; Vista de Badajoz desde el Puente Viejo)
miércoles, 4 de mayo de 2011
"Advertencia", una película de Bardem estrenada en 1985
La biografía de Giorgi Dimitrov se emitió por la segunda cadena el 27/01/1985, hace ya 26 años.
Advertencia, una película hasta entonces inédita en España de Juan Antonio Bardem, Realizada en 1982 y ganadora del festival de Karlovy Vary, narra la historia de Giorgi Dimitrov, el fundador del Partido Comunista búlgaro, detenido en Alemania y acusado por los nazis de haber intervenido en el incendio del Reichstag. La película describe su largo exilio y el proceso en el que desarrolló su propia defensa, llamando incluso a declarar al todopoderoso ministro nazi Hermann Goering.
DIEGO GALÁN. Advertencia no había sido estrenada en España hasta ahora, aunque su director fuese Juan Antonio Bardem, uno de los más prestigiosos cineastas de nuestro país, especialmente contratado por la cinematografía búlgara, que, en unión de la soviética, quiso rendir homenaje a su líder en el primer centenario de su nacimiento. Película de gran presupuesto y de un admirable rigor documental, que insiste en cubrir el desconocimiento que pueda existir respecto a la personalidad de Dimitrov.
Con esa responsabilidad trabajó Bardem: "Hay que suministrar toda la información previa. No es una historia de chico y chica en la que se pueda heredar códigos anteriores. Se debe explicar la época, lo que está pasando, quién es Dimitrov, de dónde viene... Por eso dura más de dos horas. Quizá ello explique el nulo interés mostrado por los distribuidores españoles, aunque creo que políticamente Advertencia puede interesarnos hoy."
Otra película búlgara narró el proceso a Dimitrov: "Se titula Yunque o martillo, utilizando un verso de Goethe que Dimitrov pronunció en el juicio. Se es yunque o se es martillo: no hay otra alternativa".
La advertencia, pues, sería esta: "La necesidad de una unidad política de todas las fuerzas de izquierda, de un frente común de lucha contra el capital, la reacción, el fascismo creciente... Dimitrov se dio cuenta que se debía perseguir esa unidad. Años más tarde fue el gestor de los frentes populares".
Juan Antonio Bardem, que trabajó durante año y medio en la realización de la película, considera que ha contado con mayores medios técnicos que en cualquiera de sus anteriores: "No he trabajado en Hollywood, pero es idéntico. Una vez aceptado el guión, hay que hacerlo. Yo veía, con mi mentalidad de hombre del subdesarrollo, que podía costar mucho dinero lo que luego en la pantalla iba a durar escasos segundos, y hasta me sentía a veces inclinado a renunciar al rodaje de momentos tan costosos. Pero es absurdo. Esos breves momentos pueden ser los que acaben conformando el ambiente de la película."
"Me siento muy orgulloso de ella. Creo que está bien el ensamblaje de la parte dramática con la documental, con las canciones, que, lamentablemente, no han podido subtitularse. El encuentro mítico en el proceso entre Dimitrov y Goering, cara a cara, es uno de los momentos más importantes y que yo más aprecio en la película: Dimitrov cita, como testigo, a Goering, presidente del Reichstag y ministro del Interior. Lo acosa de tal manera, que Goering pierde los estribos. Pero de ello no había material documental y tuvimos que encontrar una solución que no partiera de la elección de un actor que interpretara al personaje, porque así como nadie conoce el rostro de Dimitrov, el de Goering tiene una imagen pública conocida."
"Itsvan Szabo, en Mephisto, hizo aparecer a un Goering sin citarlo, utilizándolo como personaje, pero sin decirlo, y salvó el conflicto. La solución que yo encontré fue la de trasponer esa parte del juicio a una especie de representación infantil, como si se tratara de un cartel de ciegos, mientras otros niños leen lo que realmente se dijo en el juicio. Creo que es un sistema que funciona estupendamente, aunque tampoco hayamos podido subtitular ahora la cancioncita que habla de eso".
"El proceso", continúa el director, "fue filmado por los nazis, pero no se ha conservado ese material. Sólo el sonido, y en él nos hemos basado para recomponer el juicio. La reproducción no puede ser exacta: duró tres meses. Pero sí está condensado en las intervenciones claves".
"En este sentido", añade con humor, "mucha gente va a creer que los diálogos los he escrito yo. Pero cuanto se dice durante el juicio fue dicho allí realmente. Mi trabajo ha sido condensarlo. Los diálogos los escribió Dimitrov. Las críticas, a Dimitrov, por favor".
El director más comercial en Bulgaria
Aun siendo Advertencia una de las dos películas más comerciales en la historia del cine búlgaro, y de haber sido su director premiado con el Premio Dimitrov, Bardem decidió continuar su trabajo en España: "Uno es de aquí, de la calle de Valverde, y debe trabajar aquí. Una cosa es hacer una película de su mundo y para su mundo y otra tratar de conectar las distintas culturas". Cuenta Bardem con humor sus primeras sensaciones en Bulgaria, donde toda su obra es ampliamente conocida: "Cuando iba a visitar los estudios todo el mundo decía 'don Bardem', lo que hinchaba mi vanidad. Hasta que me enteré de que 'donbardem' significa 'buenos días".
"Estoy trabajando con entusiasmo en el proyecto sobre Lorca", película que inicialmente producía la cinematografía soviética y para la que no se encontró coproductor español. La posterior intervención del Estado mexicano quedó congelada, por sus graves problemas económicos. El guión, escrito en colaboración con Ian Gibson, ha sido finalmente aprobado por Televisión Española: "Antes se hablaba de censura política, y la había. Ahora, también como antes, existe la censura económica. De ahí que está claro que la intervención del Estado en la realización de películas sea fundamental. Sólo en manos de capitalistas ya sabemos el cine que se hace. El proteccionismo es la única fórmula de que no desaparezca el cine. En el sentido de que las multinacionales no engullan las cinematografías locales luchamos todos. Quedó claramente expuesto en las actas de Madeira y lo está igualmente en la actitud de todos los Gobiernos sensibilizados".
Más aquí.
Advertencia, una película hasta entonces inédita en España de Juan Antonio Bardem, Realizada en 1982 y ganadora del festival de Karlovy Vary, narra la historia de Giorgi Dimitrov, el fundador del Partido Comunista búlgaro, detenido en Alemania y acusado por los nazis de haber intervenido en el incendio del Reichstag. La película describe su largo exilio y el proceso en el que desarrolló su propia defensa, llamando incluso a declarar al todopoderoso ministro nazi Hermann Goering.
DIEGO GALÁN. Advertencia no había sido estrenada en España hasta ahora, aunque su director fuese Juan Antonio Bardem, uno de los más prestigiosos cineastas de nuestro país, especialmente contratado por la cinematografía búlgara, que, en unión de la soviética, quiso rendir homenaje a su líder en el primer centenario de su nacimiento. Película de gran presupuesto y de un admirable rigor documental, que insiste en cubrir el desconocimiento que pueda existir respecto a la personalidad de Dimitrov.
Con esa responsabilidad trabajó Bardem: "Hay que suministrar toda la información previa. No es una historia de chico y chica en la que se pueda heredar códigos anteriores. Se debe explicar la época, lo que está pasando, quién es Dimitrov, de dónde viene... Por eso dura más de dos horas. Quizá ello explique el nulo interés mostrado por los distribuidores españoles, aunque creo que políticamente Advertencia puede interesarnos hoy."
Otra película búlgara narró el proceso a Dimitrov: "Se titula Yunque o martillo, utilizando un verso de Goethe que Dimitrov pronunció en el juicio. Se es yunque o se es martillo: no hay otra alternativa".
La advertencia, pues, sería esta: "La necesidad de una unidad política de todas las fuerzas de izquierda, de un frente común de lucha contra el capital, la reacción, el fascismo creciente... Dimitrov se dio cuenta que se debía perseguir esa unidad. Años más tarde fue el gestor de los frentes populares".
Juan Antonio Bardem, que trabajó durante año y medio en la realización de la película, considera que ha contado con mayores medios técnicos que en cualquiera de sus anteriores: "No he trabajado en Hollywood, pero es idéntico. Una vez aceptado el guión, hay que hacerlo. Yo veía, con mi mentalidad de hombre del subdesarrollo, que podía costar mucho dinero lo que luego en la pantalla iba a durar escasos segundos, y hasta me sentía a veces inclinado a renunciar al rodaje de momentos tan costosos. Pero es absurdo. Esos breves momentos pueden ser los que acaben conformando el ambiente de la película."
"Me siento muy orgulloso de ella. Creo que está bien el ensamblaje de la parte dramática con la documental, con las canciones, que, lamentablemente, no han podido subtitularse. El encuentro mítico en el proceso entre Dimitrov y Goering, cara a cara, es uno de los momentos más importantes y que yo más aprecio en la película: Dimitrov cita, como testigo, a Goering, presidente del Reichstag y ministro del Interior. Lo acosa de tal manera, que Goering pierde los estribos. Pero de ello no había material documental y tuvimos que encontrar una solución que no partiera de la elección de un actor que interpretara al personaje, porque así como nadie conoce el rostro de Dimitrov, el de Goering tiene una imagen pública conocida."
"Itsvan Szabo, en Mephisto, hizo aparecer a un Goering sin citarlo, utilizándolo como personaje, pero sin decirlo, y salvó el conflicto. La solución que yo encontré fue la de trasponer esa parte del juicio a una especie de representación infantil, como si se tratara de un cartel de ciegos, mientras otros niños leen lo que realmente se dijo en el juicio. Creo que es un sistema que funciona estupendamente, aunque tampoco hayamos podido subtitular ahora la cancioncita que habla de eso".
"El proceso", continúa el director, "fue filmado por los nazis, pero no se ha conservado ese material. Sólo el sonido, y en él nos hemos basado para recomponer el juicio. La reproducción no puede ser exacta: duró tres meses. Pero sí está condensado en las intervenciones claves".
"En este sentido", añade con humor, "mucha gente va a creer que los diálogos los he escrito yo. Pero cuanto se dice durante el juicio fue dicho allí realmente. Mi trabajo ha sido condensarlo. Los diálogos los escribió Dimitrov. Las críticas, a Dimitrov, por favor".
El director más comercial en Bulgaria
Aun siendo Advertencia una de las dos películas más comerciales en la historia del cine búlgaro, y de haber sido su director premiado con el Premio Dimitrov, Bardem decidió continuar su trabajo en España: "Uno es de aquí, de la calle de Valverde, y debe trabajar aquí. Una cosa es hacer una película de su mundo y para su mundo y otra tratar de conectar las distintas culturas". Cuenta Bardem con humor sus primeras sensaciones en Bulgaria, donde toda su obra es ampliamente conocida: "Cuando iba a visitar los estudios todo el mundo decía 'don Bardem', lo que hinchaba mi vanidad. Hasta que me enteré de que 'donbardem' significa 'buenos días".
"Estoy trabajando con entusiasmo en el proyecto sobre Lorca", película que inicialmente producía la cinematografía soviética y para la que no se encontró coproductor español. La posterior intervención del Estado mexicano quedó congelada, por sus graves problemas económicos. El guión, escrito en colaboración con Ian Gibson, ha sido finalmente aprobado por Televisión Española: "Antes se hablaba de censura política, y la había. Ahora, también como antes, existe la censura económica. De ahí que está claro que la intervención del Estado en la realización de películas sea fundamental. Sólo en manos de capitalistas ya sabemos el cine que se hace. El proteccionismo es la única fórmula de que no desaparezca el cine. En el sentido de que las multinacionales no engullan las cinematografías locales luchamos todos. Quedó claramente expuesto en las actas de Madeira y lo está igualmente en la actitud de todos los Gobiernos sensibilizados".
Más aquí.
martes, 3 de mayo de 2011
Flamenco social
“El flamenco vinculado a raices sociales va desapareciendo”
Alfredo Grimaldos es uno de los estudiosos con un posicionamiento más claro y crítico. Ha publicado una enjundiosa ‘Historia Social del Flamenco’, que falta hacía.
Alfredo Grimaldos es uno de esos periodistas en peligro de extinción, uno de los que asustan cuando amenazan con escribir y reciben querellas cuando escriben. También se dedica al flamenco, y su posicionamiento como estudioso es uno de los más claros y críticos. Sobre este campo ha publicado, además de diversos textos, un libro-disco sobre el cantaor jerezano Luis el de la Pica (El duende taciturno) y, recientemente, en la editorial Península, una enjundiosa Historia Social del Flamenco.
En el libro defiendes que el flamenco está ligado a una extracción social muy determinada.
Si coges el primer cancionero flamenco, el de “Demófilo”, la cantidad de letras alusivas a la represión, la cárcel y la guardia civil son tremendas. El flamenco siempre ha sido una música con un gran poso de rebeldía; una música en la que se ha cantado a la marginación, a la discriminación racial; en definitiva, a la pobreza, pero sin una elaboración política grande; salvo, como digo en el libro, en los momentos de la República, en los que unos cuantos cantaores –payos, es importante la matización– cantan a Fermín Galán, a García Hernández y a los capitanes de Jaca, etc. Cantan a la República y se comprometen con ese proceso. Después, en los años duros de la posguerra, se vuelve a cantar a la pobreza y la marginación.
“El flamenco vinculado a las raíces sociales desaparece, como el lince ibérico o los bolcheviques”
La gran transformación se produce con Pepe Menese y las letras de Francisco Moreno Galván, los dos de la Puebla de Cazalla y militantes del PCE.
Renuevan las coplas flamencas partiendo de las raíces populares. En los discos de Menese se habla abiertamente de los maquis, la guerrilla, los últimos fusilamientos de Franco, la muerte de Grimau y de Centeno, etc.
¿Qué queda de ese flamenco áspero y reivindicativo?
Progresivamente, el flamenco fue saliendo de sus círculos naturales y se fue convirtiendo en otra cosa en la medida en que la sociedad iba evolucionando, se globalizaba. No se puede analizar aisladamente el flamenco.
Una determinada forma de flamenco, que es la que a mí me gusta, se está acabando. Ya no salen cantaores de ese corte, la sociedad es otra; el patio de vecinos donde vivía la Piriñaca y nació el Terremoto, el tabanco donde cantaba el Sordera, eso ya no existe. Ahora hay cantaores globales, como Miguel Poveda, que ha aprendido a cantar escuchando discos y que lo canta todo bien, a un nivel profesional, pero sin sabor ni pellizco: las alegrías no saben a Cádiz, las bulerías no saben a Jerez... El flamenco vinculado a las raíces sociales va desapareciendo, como desaparece el lince ibérico o los bolcheviques.
¿Queda algún reducto?
El último es Jerez, pero incluso los jovencitos que salen de Jerez y dan cuatro voces medio bien dadas ya no quieren ser Mairena, quieren ser Michael Jackson, es decir: ganar dinero con 20 años; y eso se gana en el mundo del pop y del rock, donde el público es poco exigente.
En Jerez sigue saliendo gente, como el Mijita, que canta bien, pero, como decía Gila: “¿comparado con quién?”. Si comparas esta generacion del Mijita con la del Capullo, el Torta, Fernando el de la Morena..., y si comparas a su vez esa con la anterior: Terremoto, el Sordera..., verás que va todo en declive.
“Antes había gente que cantaba y bailaba de maravilla y que podían pasar a primera fila en cualquier momento”
En los carteles de las cumbres flamencas de los ‘80 había cien artistas, y cada uno con su singularidad. Ves lo que hay ahora y te das cuenta de que esto es un embudo, que cada vez hay menos y que lo que quedan son artistas globalizados tipo Poveda. Es lo que hay. Rancapino ya no va a salir ninguno. Eso se ha acabado.
¿No tenías esperanzas en Fernando Terremoto hijo?
Bien, pero comparado con Terremoto padre... El hijo era buen cantaor, pero Terremoto padre era otra dimensión.
Como Vicente Soto Sordera respecto a su padre Manuel, ¿no?
Pero Vicente Soto, por conocimiento, por vivencia, porque tiene un compás de la hostia, porque ha cantado para baile..., es uno de los grandes actuales, es el enlace con la vieja generación.
Como Enrique de Melchor (en la guitarra) o José Mercé. Mercé puede hacer pamplinas, pero cuando se sube a un esce(mata)nario la cosa va por derecho, y si hay que cantar por seguiriyas y partirse los riñones, a ver quién se mide con Mercé.
Recuerdo que una vez, después de entrevistarle sobre un disco suyo , ya en el bar, le pregunté si cuando grabó el disco Bandera de Andalucía, con letras de Caballero Bonald, él, un gitanito de Jerez con 20 años, sabía lo que estaba cantando, si sabía de esas cosas autonomistas, o era como esa gitana que durante la Guerra Civil, cuando bombardeaban Madrid los fascistas, decía “¡ay madre mía la que han liao aquí los payos!”. Y me respondió: “Sí que lo sabía; estuve trabajando cuatro años con Gades. Lo primero que hizo Gades fue explicarnos un poco el tinglado y de allí, nos llevó al cine a ver Morir en Madrid de Fréderic Rossif...
No quiero que haya ninguna guerra, pero si hubiera alguna sabría cuál es mi bando”.
El flamenco espectacular ha existido desde los años ‘50 (los de la ópera flamenca), pero siempre quedaba algo al margen. ¿Se ha perdido?
Antes se cantaba, bailaba y tocaba la guitarra de miedo pero que quizá luego tenía miedo escénico o trabajaba a gusto en otra cosa. El último ejemplo de esto es Luis el Zambo. El Zambo se hace profesional con 50 años.
Era pescadero, pero como vio que el trabajo iba decayendo y que faltaban cantaores como él, dio el salto. Es uno de los grandes cantaores que hay ahora, su eco es una cosa fuera de serie. Antes era habitual encontrar cantaores semiprofesionales.
Había un caldo de cultivo en los barrios (en las familias) de gente que cantaba y bailaba de maravilla y que podían pasar a primera fila en cualquier momento. Ahora no hay ya. Siquiera se reúnen.
No queda una escena flamenca compartida? ¿Una vivencia común entre sus intérpretes?
Cuento en el libro que en los ‘70 se gastaban el dinero conforme lo ganaban en comerse un pollo, beberse una botella de vino y escucharse cantar uno a otro. Ahora no. Mercé mismo te dice que él se pasa el día en su casa viendo el fútbol, sale en su coche, actúa, vuelve y no se relaciona con otros flamencos.
Y no es el único. No hay ese mutuo enriquecimiento. Si ya lo traes de familia puesto, no te lo puede quitar nadie, pero los nuevos... Fijaos en la diferencia: Mercé sale de una familia de gitanos, escuchó cantar en su bautizo y todos los días de su vida, su tío es el Sordera, su tatarabuelo es Paco la luz...
Alfredo Grimaldos es uno de los estudiosos con un posicionamiento más claro y crítico. Ha publicado una enjundiosa ‘Historia Social del Flamenco’, que falta hacía.
Alfredo Grimaldos es uno de esos periodistas en peligro de extinción, uno de los que asustan cuando amenazan con escribir y reciben querellas cuando escriben. También se dedica al flamenco, y su posicionamiento como estudioso es uno de los más claros y críticos. Sobre este campo ha publicado, además de diversos textos, un libro-disco sobre el cantaor jerezano Luis el de la Pica (El duende taciturno) y, recientemente, en la editorial Península, una enjundiosa Historia Social del Flamenco.
En el libro defiendes que el flamenco está ligado a una extracción social muy determinada.
Si coges el primer cancionero flamenco, el de “Demófilo”, la cantidad de letras alusivas a la represión, la cárcel y la guardia civil son tremendas. El flamenco siempre ha sido una música con un gran poso de rebeldía; una música en la que se ha cantado a la marginación, a la discriminación racial; en definitiva, a la pobreza, pero sin una elaboración política grande; salvo, como digo en el libro, en los momentos de la República, en los que unos cuantos cantaores –payos, es importante la matización– cantan a Fermín Galán, a García Hernández y a los capitanes de Jaca, etc. Cantan a la República y se comprometen con ese proceso. Después, en los años duros de la posguerra, se vuelve a cantar a la pobreza y la marginación.
“El flamenco vinculado a las raíces sociales desaparece, como el lince ibérico o los bolcheviques”
La gran transformación se produce con Pepe Menese y las letras de Francisco Moreno Galván, los dos de la Puebla de Cazalla y militantes del PCE.
Renuevan las coplas flamencas partiendo de las raíces populares. En los discos de Menese se habla abiertamente de los maquis, la guerrilla, los últimos fusilamientos de Franco, la muerte de Grimau y de Centeno, etc.
¿Qué queda de ese flamenco áspero y reivindicativo?
Progresivamente, el flamenco fue saliendo de sus círculos naturales y se fue convirtiendo en otra cosa en la medida en que la sociedad iba evolucionando, se globalizaba. No se puede analizar aisladamente el flamenco.
Una determinada forma de flamenco, que es la que a mí me gusta, se está acabando. Ya no salen cantaores de ese corte, la sociedad es otra; el patio de vecinos donde vivía la Piriñaca y nació el Terremoto, el tabanco donde cantaba el Sordera, eso ya no existe. Ahora hay cantaores globales, como Miguel Poveda, que ha aprendido a cantar escuchando discos y que lo canta todo bien, a un nivel profesional, pero sin sabor ni pellizco: las alegrías no saben a Cádiz, las bulerías no saben a Jerez... El flamenco vinculado a las raíces sociales va desapareciendo, como desaparece el lince ibérico o los bolcheviques.
¿Queda algún reducto?
El último es Jerez, pero incluso los jovencitos que salen de Jerez y dan cuatro voces medio bien dadas ya no quieren ser Mairena, quieren ser Michael Jackson, es decir: ganar dinero con 20 años; y eso se gana en el mundo del pop y del rock, donde el público es poco exigente.
En Jerez sigue saliendo gente, como el Mijita, que canta bien, pero, como decía Gila: “¿comparado con quién?”. Si comparas esta generacion del Mijita con la del Capullo, el Torta, Fernando el de la Morena..., y si comparas a su vez esa con la anterior: Terremoto, el Sordera..., verás que va todo en declive.
“Antes había gente que cantaba y bailaba de maravilla y que podían pasar a primera fila en cualquier momento”
En los carteles de las cumbres flamencas de los ‘80 había cien artistas, y cada uno con su singularidad. Ves lo que hay ahora y te das cuenta de que esto es un embudo, que cada vez hay menos y que lo que quedan son artistas globalizados tipo Poveda. Es lo que hay. Rancapino ya no va a salir ninguno. Eso se ha acabado.
¿No tenías esperanzas en Fernando Terremoto hijo?
Bien, pero comparado con Terremoto padre... El hijo era buen cantaor, pero Terremoto padre era otra dimensión.
Como Vicente Soto Sordera respecto a su padre Manuel, ¿no?
Pero Vicente Soto, por conocimiento, por vivencia, porque tiene un compás de la hostia, porque ha cantado para baile..., es uno de los grandes actuales, es el enlace con la vieja generación.
Como Enrique de Melchor (en la guitarra) o José Mercé. Mercé puede hacer pamplinas, pero cuando se sube a un esce(mata)nario la cosa va por derecho, y si hay que cantar por seguiriyas y partirse los riñones, a ver quién se mide con Mercé.
Recuerdo que una vez, después de entrevistarle sobre un disco suyo , ya en el bar, le pregunté si cuando grabó el disco Bandera de Andalucía, con letras de Caballero Bonald, él, un gitanito de Jerez con 20 años, sabía lo que estaba cantando, si sabía de esas cosas autonomistas, o era como esa gitana que durante la Guerra Civil, cuando bombardeaban Madrid los fascistas, decía “¡ay madre mía la que han liao aquí los payos!”. Y me respondió: “Sí que lo sabía; estuve trabajando cuatro años con Gades. Lo primero que hizo Gades fue explicarnos un poco el tinglado y de allí, nos llevó al cine a ver Morir en Madrid de Fréderic Rossif...
No quiero que haya ninguna guerra, pero si hubiera alguna sabría cuál es mi bando”.
El flamenco espectacular ha existido desde los años ‘50 (los de la ópera flamenca), pero siempre quedaba algo al margen. ¿Se ha perdido?
Antes se cantaba, bailaba y tocaba la guitarra de miedo pero que quizá luego tenía miedo escénico o trabajaba a gusto en otra cosa. El último ejemplo de esto es Luis el Zambo. El Zambo se hace profesional con 50 años.
Era pescadero, pero como vio que el trabajo iba decayendo y que faltaban cantaores como él, dio el salto. Es uno de los grandes cantaores que hay ahora, su eco es una cosa fuera de serie. Antes era habitual encontrar cantaores semiprofesionales.
Había un caldo de cultivo en los barrios (en las familias) de gente que cantaba y bailaba de maravilla y que podían pasar a primera fila en cualquier momento. Ahora no hay ya. Siquiera se reúnen.
No queda una escena flamenca compartida? ¿Una vivencia común entre sus intérpretes?
Cuento en el libro que en los ‘70 se gastaban el dinero conforme lo ganaban en comerse un pollo, beberse una botella de vino y escucharse cantar uno a otro. Ahora no. Mercé mismo te dice que él se pasa el día en su casa viendo el fútbol, sale en su coche, actúa, vuelve y no se relaciona con otros flamencos.
Y no es el único. No hay ese mutuo enriquecimiento. Si ya lo traes de familia puesto, no te lo puede quitar nadie, pero los nuevos... Fijaos en la diferencia: Mercé sale de una familia de gitanos, escuchó cantar en su bautizo y todos los días de su vida, su tío es el Sordera, su tatarabuelo es Paco la luz...
¿Cómo va a cantar ese igual y con el mismo soniquete que el que nace en Alpedrete y empieza a cantar escuchando discos? Se puede hacer otro flamenco, musical y profesionalmente de calidad, pero ese flamenco con saborcito y pellizco; ése ya...
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lunes, 2 de mayo de 2011
domingo, 1 de mayo de 2011
Una vez indignados, ¿qué viene después?
“Cada vez hay más motivos para que la sociedad se movilice, y los actos del Primero de Mayo son de los primeros. -Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CCOO-.
Si ya andaba de capa caída el Primero de Mayo, este año encima coincide con el comercial Día de la Madre, que me temo moviliza más que aquél.
Por si no bastaba con la desmovilización y la división de los trabajadores, y con el boicoteo que el Día del Trabajo sufre en Madrid desde que declararon el dos de mayo Día de la Comunidad -de modo que la manifestación más potente y visible, la de la capital, se diluye en un largo puente-; por si no era suficiente, hoy encima estamos más pendientes de llevar flores a mamá que de salir a la calle por nuestros derechos.
Tampoco ayudan mucho a la movilización los sindicatos mayoritarios, que con su política de agarrarse al diálogo social a toda costa, su incomprensible visto bueno a la reforma de pensiones, y la falta de continuidad en la protesta tras la huelga general, han desconcertado a muchos trabajadores que sí ven motivos para salir a la calle.
He buscado la columna que escribí hace justo un año, en el anterior Primero de Mayo, y en ella recomendaba ir a las manifestaciones con el pañuelo a mano para llorar juntos, porque la situación para los trabajadores era entonces de lágrima fácil. Viendo cómo nos ha ido desde entonces hasta aquí, casi deberíamos haber dicho aquello de “virgencita, que me quede como estoy.”
En un año, de un mayo a otro, nos ha caído encima una reforma laboral, otra de pensiones, y trescientos mil parados más. Y todavía puede ser peor, pues sigue pendiente la negociación colectiva, entre continuos llamamientos a una moderación salarial que, en expresión del ministro de Trabajo, debería durar lustros. Sobran los motivos, y sin embargo la movilización sigue siendo escasa y discontinua.
Todo el mundo habla últimamente del libro del francés Hessel, Indignaos, que por lo visto se está vendiendo mucho, y espero que también leyendo. La indignación se ha puesto de moda, pero está visto que sólo con ella no vamos muy lejos. A ver si, una vez todos indignados, viene alguien y nos da la siguiente instrucción, que bien podría ser “actuad”, o bien “organizaos”. Falta nos hace.
Isaac Rosa. Público
Fuente: http://blogs.publico.es/trabajarcansa/2011/05/01/una-vez-indignados-%C2%BFque-viene-despues/
¿Por qué no se produce un estallido social?
Si ya andaba de capa caída el Primero de Mayo, este año encima coincide con el comercial Día de la Madre, que me temo moviliza más que aquél.
Por si no bastaba con la desmovilización y la división de los trabajadores, y con el boicoteo que el Día del Trabajo sufre en Madrid desde que declararon el dos de mayo Día de la Comunidad -de modo que la manifestación más potente y visible, la de la capital, se diluye en un largo puente-; por si no era suficiente, hoy encima estamos más pendientes de llevar flores a mamá que de salir a la calle por nuestros derechos.
Tampoco ayudan mucho a la movilización los sindicatos mayoritarios, que con su política de agarrarse al diálogo social a toda costa, su incomprensible visto bueno a la reforma de pensiones, y la falta de continuidad en la protesta tras la huelga general, han desconcertado a muchos trabajadores que sí ven motivos para salir a la calle.
He buscado la columna que escribí hace justo un año, en el anterior Primero de Mayo, y en ella recomendaba ir a las manifestaciones con el pañuelo a mano para llorar juntos, porque la situación para los trabajadores era entonces de lágrima fácil. Viendo cómo nos ha ido desde entonces hasta aquí, casi deberíamos haber dicho aquello de “virgencita, que me quede como estoy.”
En un año, de un mayo a otro, nos ha caído encima una reforma laboral, otra de pensiones, y trescientos mil parados más. Y todavía puede ser peor, pues sigue pendiente la negociación colectiva, entre continuos llamamientos a una moderación salarial que, en expresión del ministro de Trabajo, debería durar lustros. Sobran los motivos, y sin embargo la movilización sigue siendo escasa y discontinua.
Todo el mundo habla últimamente del libro del francés Hessel, Indignaos, que por lo visto se está vendiendo mucho, y espero que también leyendo. La indignación se ha puesto de moda, pero está visto que sólo con ella no vamos muy lejos. A ver si, una vez todos indignados, viene alguien y nos da la siguiente instrucción, que bien podría ser “actuad”, o bien “organizaos”. Falta nos hace.
Isaac Rosa. Público
Fuente: http://blogs.publico.es/trabajarcansa/2011/05/01/una-vez-indignados-%C2%BFque-viene-despues/
¿Por qué no se produce un estallido social?
sábado, 30 de abril de 2011
¿Sufrir es inevitable?
Aunque crea malestar, muchas personas pueden convertirse en adictas al sufrimiento. La mejor opción es no temer a mirar en uno mismo, aceptar los cambios y poder observar desde el desapego para tener una perspectiva clara que ayude a ver la dirección correcta.
El dolor y el placer nos impulsan a la acción, al deseo y al cambio. Ambos pueden crear adicción. El dolor lo sentimos en el cuerpo. A nivel emocional y mental experimentamos sufrimiento. Un sufrir que surge en la mente por pensar negativamente de uno mismo, de los demás y de la vida misma, viviendo con rabia, en la frustración y sumergido en las quejas.
Cuando uno se vuelve adicto a estas formas de sufrir llega a identificarse con ellas. Intentar superarlas puede sentirse como una amenaza hacia su propia identidad. No se ve a sí mismo dejando de sufrir. Muchas personas no quieren o no saben cómo salir de ese estado.
Hay personas que se aíslan en su tristeza y dolor. Exclaman: "No me entiendes". Se separan de las personas que pueden ayudarle. En el fondo quieren su cariño y ayuda. Pero se encierran dificultando e incluso impidiéndose ese apoyo. Quieren ayuda, pero bloquean la posibilidad de aceptarla. Estas emociones negativas se transforman en rasgos comunes del paisaje de nuestra vida cotidiana.
Rechazamos la idea de eliminarlos, con la creencia de que es natural sufrir y que eso es la realidad, y somos incapaces de imaginar la vida sin nuestra dosis diaria de negatividad y de adrenalina.
SIN MIEDO
"Dile a tu corazón que el miedo a sufrir es peor que el sufrimiento mismo" (Paulo Coelho)
Impartí un curso de pensamiento positivo y meditación a un joven entusiasmado con sus aprendizajes en clase. Su madre, al verle tan satisfecho, también se apuntó. En pocas sesiones se sentía mucho más tranquila. Aun así, decidió dejar de meditar y abandonó el curso a medias porque estaba dejando de sufrir y de tener miedo por lo que les podía pasar a sus siete hijos. La meditación estaba despertando en ella un amor libre de miedos que le provocó un choque interno: creía que amar a alguien es sufrir por él.
En nombre del amor sufrimos. En vez de amar desde un espacio de libertad, intentamos ayudar desde la preocupación y el miedo, y así agobiamos, controlamos y dependemos. No dejamos ser.
Cuando hay demasiado dolor no podemos asentarnos en nuestro poder verdadero y experimentar nuestra energía de amor. El miedo al amor y a la grandeza de lo que puede conseguir con su poder le impide levantarse para recuperar su potencial. Tememos nuestra grandeza, y este miedo nos mantiene en un estado restringido y doloroso. Solo el poder del amor verdadero puede ayudarnos a sacar el sufrimiento reprimido del subconsciente a la conciencia consciente. El amor no se aferra a las cosas: libera el pasado y desbloquea la energía.
SOLO SI LO PERMITE
"Nadie puede herirte sin tu consentimiento" (Eleanor Roosevelt)
Lo que nos daña, mucho más que lo que nos ocurre, es nuestro consentimiento a lo que nos sucede. Nadie le puede herir, excepto si usted lo permite. ¿Cómo lo permite? Siendo una aspiradora que hace suyo todo lo del otro, lo bueno y lo malo. Sus expectativas y su insatisfacción constante le llevan a esperar del otro. Y esto le abre a sufrir, sus deseos se multiplican y permanece el vacío interior.
Revise sus expectativas, sus deseos, sus proyecciones, y entre en su silencio interior para aprender a soltar. Abra su corazón y deje que salga el dolor. No lo necesita. No lo justifique. No acumule más sufrimientos.
Un estado emocional, mental y espiritual sano rebosa de paz, amor y bienestar. El estado normal del cuerpo es de salud. Cuando enferma, siente malestar y/o dolor. El dolor viene como una señal, para informarnos de que algo se ha desviado de la normalidad y requiere de nuestra atención. Por tanto, aunque pueda parecer que el dolor causa sufrimiento, la paradoja es que está sirviendo como una señal para prevenir complicaciones mayores y para que pueda dar tratamiento inmediato al mal.
El sufrimiento es un mensajero. Nos señala que tenemos los ojos cerrados frente a nuestra verdadera naturaleza espiritual. Lo que ocurre es que en lugar de escuchar, con frecuencia tapamos y negamos que el problema existe o lo justificamos, con lo que no permitimos que se disuelva. Lo importante es percibir que se puede convertir en un estímulo para la transformación.
Cuando sufrimos, buscamos el origen del malestar. Pero la tendencia es buscar culpables fuera de nosotros. Para sanar el dolor hemos de ir hacia el interior. Solo así nos daremos cuenta de que quizá las causas están en nuestra manera repetitiva de pensar, en nuestras actitudes defensivas o en nuestra incomprensión de nuestras relaciones y del mundo que nos rodea. Aceptar y tolerar nos sana, y una parte consiste en ver el sufrimiento como un proceso de aprendizaje. Tolerar no es aguantar, sino comprender y amar. Desde ahí crece la compasión.
LA MENTE COMO CALMANTE
"El sufrimiento deriva del apego" (Julio César)
El dolor físico, emocional o mental invita a incrementar el poder interior y a desapegarte. En el dolor físico, el aprendizaje del desapego facilita soltar el "nudo" y calmar la sensación de dolor. Este entrenamiento empieza por concentrar la energía en el interior del centro de la frente, detrás de los ojos, tener pensamientos de paz y desde este punto, considerado como el tercer ojo, irradiar rayos pacíficos por todo el cuerpo. Después de enfocar la energía en el centro de la frente, te desapegas del cuerpo, te centras en crear paz. Con tu mente calmas el dolor.
La solución espiritual es impedir que aparezcan las emociones que nos llevan al sufrimiento extrayendo del núcleo de nuestra conciencia cualidades de amor y paz, empleándolas en pensamientos y actitudes con motivación de entrega dirigidas al mundo que nos rodea. Se trata de concentrarnos en nuestras cualidades positivas naturales y no obsesionarse ni dar espacio a las negativas para que estas se vayan disolviendo.
Cuando vive una situación que le está provocando dolor, estabilícese entrando en el silencio. Observe de dónde viene ese dolor para soltarlo. La respuesta suele estar relacionada con la forma en que los demás actúan con usted. Sus deseos y expectativas le atrapan en el dolor. No acepta lo que es tal como es...
Leer todo aquí. MIRIAM SUBIRANA en El País,03/04/2011
El dolor y el placer nos impulsan a la acción, al deseo y al cambio. Ambos pueden crear adicción. El dolor lo sentimos en el cuerpo. A nivel emocional y mental experimentamos sufrimiento. Un sufrir que surge en la mente por pensar negativamente de uno mismo, de los demás y de la vida misma, viviendo con rabia, en la frustración y sumergido en las quejas.
Cuando uno se vuelve adicto a estas formas de sufrir llega a identificarse con ellas. Intentar superarlas puede sentirse como una amenaza hacia su propia identidad. No se ve a sí mismo dejando de sufrir. Muchas personas no quieren o no saben cómo salir de ese estado.
Hay personas que se aíslan en su tristeza y dolor. Exclaman: "No me entiendes". Se separan de las personas que pueden ayudarle. En el fondo quieren su cariño y ayuda. Pero se encierran dificultando e incluso impidiéndose ese apoyo. Quieren ayuda, pero bloquean la posibilidad de aceptarla. Estas emociones negativas se transforman en rasgos comunes del paisaje de nuestra vida cotidiana.
Rechazamos la idea de eliminarlos, con la creencia de que es natural sufrir y que eso es la realidad, y somos incapaces de imaginar la vida sin nuestra dosis diaria de negatividad y de adrenalina.
SIN MIEDO
"Dile a tu corazón que el miedo a sufrir es peor que el sufrimiento mismo" (Paulo Coelho)
Impartí un curso de pensamiento positivo y meditación a un joven entusiasmado con sus aprendizajes en clase. Su madre, al verle tan satisfecho, también se apuntó. En pocas sesiones se sentía mucho más tranquila. Aun así, decidió dejar de meditar y abandonó el curso a medias porque estaba dejando de sufrir y de tener miedo por lo que les podía pasar a sus siete hijos. La meditación estaba despertando en ella un amor libre de miedos que le provocó un choque interno: creía que amar a alguien es sufrir por él.
En nombre del amor sufrimos. En vez de amar desde un espacio de libertad, intentamos ayudar desde la preocupación y el miedo, y así agobiamos, controlamos y dependemos. No dejamos ser.
Cuando hay demasiado dolor no podemos asentarnos en nuestro poder verdadero y experimentar nuestra energía de amor. El miedo al amor y a la grandeza de lo que puede conseguir con su poder le impide levantarse para recuperar su potencial. Tememos nuestra grandeza, y este miedo nos mantiene en un estado restringido y doloroso. Solo el poder del amor verdadero puede ayudarnos a sacar el sufrimiento reprimido del subconsciente a la conciencia consciente. El amor no se aferra a las cosas: libera el pasado y desbloquea la energía.
SOLO SI LO PERMITE
"Nadie puede herirte sin tu consentimiento" (Eleanor Roosevelt)
Lo que nos daña, mucho más que lo que nos ocurre, es nuestro consentimiento a lo que nos sucede. Nadie le puede herir, excepto si usted lo permite. ¿Cómo lo permite? Siendo una aspiradora que hace suyo todo lo del otro, lo bueno y lo malo. Sus expectativas y su insatisfacción constante le llevan a esperar del otro. Y esto le abre a sufrir, sus deseos se multiplican y permanece el vacío interior.
Revise sus expectativas, sus deseos, sus proyecciones, y entre en su silencio interior para aprender a soltar. Abra su corazón y deje que salga el dolor. No lo necesita. No lo justifique. No acumule más sufrimientos.
Un estado emocional, mental y espiritual sano rebosa de paz, amor y bienestar. El estado normal del cuerpo es de salud. Cuando enferma, siente malestar y/o dolor. El dolor viene como una señal, para informarnos de que algo se ha desviado de la normalidad y requiere de nuestra atención. Por tanto, aunque pueda parecer que el dolor causa sufrimiento, la paradoja es que está sirviendo como una señal para prevenir complicaciones mayores y para que pueda dar tratamiento inmediato al mal.
El sufrimiento es un mensajero. Nos señala que tenemos los ojos cerrados frente a nuestra verdadera naturaleza espiritual. Lo que ocurre es que en lugar de escuchar, con frecuencia tapamos y negamos que el problema existe o lo justificamos, con lo que no permitimos que se disuelva. Lo importante es percibir que se puede convertir en un estímulo para la transformación.
Cuando sufrimos, buscamos el origen del malestar. Pero la tendencia es buscar culpables fuera de nosotros. Para sanar el dolor hemos de ir hacia el interior. Solo así nos daremos cuenta de que quizá las causas están en nuestra manera repetitiva de pensar, en nuestras actitudes defensivas o en nuestra incomprensión de nuestras relaciones y del mundo que nos rodea. Aceptar y tolerar nos sana, y una parte consiste en ver el sufrimiento como un proceso de aprendizaje. Tolerar no es aguantar, sino comprender y amar. Desde ahí crece la compasión.
LA MENTE COMO CALMANTE
"El sufrimiento deriva del apego" (Julio César)
El dolor físico, emocional o mental invita a incrementar el poder interior y a desapegarte. En el dolor físico, el aprendizaje del desapego facilita soltar el "nudo" y calmar la sensación de dolor. Este entrenamiento empieza por concentrar la energía en el interior del centro de la frente, detrás de los ojos, tener pensamientos de paz y desde este punto, considerado como el tercer ojo, irradiar rayos pacíficos por todo el cuerpo. Después de enfocar la energía en el centro de la frente, te desapegas del cuerpo, te centras en crear paz. Con tu mente calmas el dolor.
La solución espiritual es impedir que aparezcan las emociones que nos llevan al sufrimiento extrayendo del núcleo de nuestra conciencia cualidades de amor y paz, empleándolas en pensamientos y actitudes con motivación de entrega dirigidas al mundo que nos rodea. Se trata de concentrarnos en nuestras cualidades positivas naturales y no obsesionarse ni dar espacio a las negativas para que estas se vayan disolviendo.
Cuando vive una situación que le está provocando dolor, estabilícese entrando en el silencio. Observe de dónde viene ese dolor para soltarlo. La respuesta suele estar relacionada con la forma en que los demás actúan con usted. Sus deseos y expectativas le atrapan en el dolor. No acepta lo que es tal como es...
Leer todo aquí. MIRIAM SUBIRANA en El País,03/04/2011
viernes, 29 de abril de 2011
Un empleado de France Télécom reabre la crisis de los suicidios al quemarse a lo bonzo
El Gobierno de Sarkozy tuvo que tomar medidas en 2009 tras quitarse la vida 44 trabajadores en año y medio por las condiciones estresantes en la empresa. Leer todo aquí.
ANTONIO JIMÉNEZ BARCA | París, El País, 26/04/2011
ANTONIO JIMÉNEZ BARCA | París, El País, 26/04/2011
Los jueces vascos anulan las cláusulas abusivas de decenas de hipotecas
Argumentan que los clientes no sabían el producto que les colocaban y, en algún caso, que fueron engañados
«¿Qué es un 'swap'?», preguntó el juez. La respuesta de la entidad financiera figura en el informe pericial que presentó durante la vista: «En la línea con las mejores prácticas de valoración de este tipo de instrumentos -indicó-, para poder estimar los pagos futuros asociados al comportamiento del activo subyacente, se asume como hipótesis de su evolución un proceso estocástico browniano geométrico compuesto por un factor determinista y otro aleatorio».
¿Han entendido algo? El cliente que había pleiteado contra la entidad financiera por haberle colocado un 'swap', tampoco; y la Administración de Justicia, otro tanto.
Los tribunales del País Vasco han dado ya la razón, al menos, a medio centenar de particulares y de pequeñas empresas que habían demandado a varios bancos y cajas de ahorro por haberles vendido ese producto financiero como si fuera un 'seguro' que se incorporaba a la hipoteca de un piso o a una línea de descuento de una empresa, en teoría para cubrirse contra subidas de los tipos de interés; en realidad, no les aclararon que la situación era distinta si bajaban. A la postre, se trataba de una operación de alto riesgo, conocida también como 'click', permuta financiera, etc., con la cual no sólo no se protegieron, sino que han acabado pagando más dinero, aparte del préstamo. Y sin poder hacer nada, ya que los costes de cancelación eran onerosos.
En el conjunto de España, las anulaciones judiciales de los 'swap' -con la obligación de devolver el dinero cobrado además del crédito-, ya se cuentan por varios cientos (unas doscientas sentencias aparecen en la web de afectados 'www.asuapedefin.com). Fue la Audiencia de Álava la primera que confirmó en Euskadi una condena de este tipo en 2009, a raíz de una demanda civil presentada por la asociación Ausbanc. Pero ya son varios los juzgados vascos de Primera Instancia y también la Audiencia de Vizcaya los que han puesto en el punto de mira esos productos, difíciles de explicar en los juicios incluso para las entidades que los habían vendido. Traducido a un lenguaje sencillo, los litigios consisten en que, bien un particular que quería contratar o renovar una hipoteca de interés variable, bien una pequeña empresa que tenía un préstamo, crédito o línea de descuento en análogas condiciones, fueron animados a apostar, sin tener conciencia de ello, a que el euribor subiría por encima de un nivel, y hasta un determinando punto, en cuyo caso el banco se comprometía a pagarles una suma.
Con esa contrapartida, los clientes creían haberse asegurado una cobertura para la hipoteca o el préstamo frente a los aumentos del precio del dinero, pero muchos no caían en la cuenta de que si los tipos bajaban por debajo de cierto límite, entonces serían ellos los que deberían abonar una suma adicional, además del importe de la operación crediticia. Y ese montante añadido se calcularía a través de unas fórmulas ininteligibles para un profano. Estas ofertas aparecieron en la mayoría de bancos y cajas de ahorro -pero no en las cajas vascas- desde mediados de la pasada década, tanto antes como después de la crisis de las hipotecas 'subprime' en 2007. En algunos casos, sobre todo a partir de 2008, solían ser la única posibilidad de obtener un préstamo o de renovarlo, y se planteaban a los clientes cuando la tendencia del precio del dinero ya no era a subir, como había ocurrido en 2006, sino a bajar. Los perjuicios no tardaron en aparecer cuando el Euribor viró a la baja y los afectados descubrieron las consecuencias de lo que habían firmado.
Derivados financieros
Los 'swaps' -se calcula que se han formalizado tres millones de en España- son derivados financieros y se llaman así porque equivalen a cruzar una apuesta sobre algo: a que el tipo de interés subirá o bajará, a que una moneda se depreciará o no, a que un crédito será fallido a no... Esa fórmula ha permitido a inversores profesionales y a empresas de gran tamaño alcanzar cierto de grado de cobertura en sus operaciones. En ocasiones esos productos se revenden en los mercados secundarios en paquetes complejos, opacos y desregulados, una práctica a la que se achaca el descarrilamiento financiero internacional de 2008. Warren Buffet, el inversor más rico del mundo, aseguró que no quería saber nada de esas operaciones porque no las entendía.
«Pero en el País Vasco se han vendido 'swaps' incluso a alguna persona que no sabe leer ni escribir», asegura un abogado bilbaíno que representa legalmente a ciudadanos que se consideran engañados por los bancos y que afirman haber sufrido perjuicios a causa de ello. Marisa Gracia, delegada de Ausbanc en el País Vasco, asegura tener «unas 300 demandas sólo en esta comunidad autónoma», a las que habría que añadir los casos que llevan otros bufetes. El perfil de los demandantes de Ausbanc no es, precisamente, el del cliente que asume un alto riesgo, una circunstancia que las entidades financieras han estado siempre obligadas a verificar, aunque ahora lo hacen en virtud de una regulación europea recogida en la legislación española. Esos clientes damnificados son parejas corrientes con la hipoteca de un piso, pequeños empresarios, un ganadero, un fabricante de quesos, un zapatero... Y no faltan profesionales versados en cuestiones legales, como abogados y hasta un miembro de la carrera judicial.
Actualmente, los jueces están dando la razón a la mayor parte de los ciudadanos que han presentado demandas contra los 'swaps' y que han pedido la anulación de esos contratos. Ahora bien, para ganar el caso hay que demostrar que se ha producido el 'vicio de consentimiento' recogido en el Código Civil; es decir, hay que dejar claro que a alguien le han vendido una cosa sin que supiera que se trataba de otra; y, además, sin haber tenido la posibilidad de enterarse, ya sea porque no le han informado de todo, ya porque le han hablado de manera equívoca o incomprensible ('el proceso estocástico browniano geométrico', por ejemplo).
No obstante, una sentencia de la Sala Primera de la Audiencia de Álava y que anula un 'swap', va un poco más allá y aprecia la existencia de dolo en un procedimiento; eso significa que, según el tribunal, ha existido un engaño urdido por la entidad financiera. «En definitiva -reza la resolución-, el ofrecimiento de un producto con una finalidad diferente a la real, ocultando las consecuencias negativas que supone para el cliente suscribirlo, y el ofrecimiento de una ampliación del crédito para vencer su natural prudencia, son constitutivas de la maquinación o insidia de las que habla el artículo 1.269 del Código Civil, porque nunca hubiera contratado sin la insistencia del banco, sin el convencimiento de que era una especie de seguro, y sin la oferta de ampliar el crédito que previamente ya disponía».
En principio, las resoluciones sobre los 'swaps' sólo se pueden recurrir al Tribunal Supremo (TS) si la reclamación excede los 250.000 euros. No obstante, el TS ha admitido un recurso contra una sentencia de la Audiencia de Asturias, en el que se considera como la cuantía en juego todo el préstamo.
Fuente: Diario Vasco
«¿Qué es un 'swap'?», preguntó el juez. La respuesta de la entidad financiera figura en el informe pericial que presentó durante la vista: «En la línea con las mejores prácticas de valoración de este tipo de instrumentos -indicó-, para poder estimar los pagos futuros asociados al comportamiento del activo subyacente, se asume como hipótesis de su evolución un proceso estocástico browniano geométrico compuesto por un factor determinista y otro aleatorio».
¿Han entendido algo? El cliente que había pleiteado contra la entidad financiera por haberle colocado un 'swap', tampoco; y la Administración de Justicia, otro tanto.
Los tribunales del País Vasco han dado ya la razón, al menos, a medio centenar de particulares y de pequeñas empresas que habían demandado a varios bancos y cajas de ahorro por haberles vendido ese producto financiero como si fuera un 'seguro' que se incorporaba a la hipoteca de un piso o a una línea de descuento de una empresa, en teoría para cubrirse contra subidas de los tipos de interés; en realidad, no les aclararon que la situación era distinta si bajaban. A la postre, se trataba de una operación de alto riesgo, conocida también como 'click', permuta financiera, etc., con la cual no sólo no se protegieron, sino que han acabado pagando más dinero, aparte del préstamo. Y sin poder hacer nada, ya que los costes de cancelación eran onerosos.
En el conjunto de España, las anulaciones judiciales de los 'swap' -con la obligación de devolver el dinero cobrado además del crédito-, ya se cuentan por varios cientos (unas doscientas sentencias aparecen en la web de afectados 'www.asuapedefin.com). Fue la Audiencia de Álava la primera que confirmó en Euskadi una condena de este tipo en 2009, a raíz de una demanda civil presentada por la asociación Ausbanc. Pero ya son varios los juzgados vascos de Primera Instancia y también la Audiencia de Vizcaya los que han puesto en el punto de mira esos productos, difíciles de explicar en los juicios incluso para las entidades que los habían vendido. Traducido a un lenguaje sencillo, los litigios consisten en que, bien un particular que quería contratar o renovar una hipoteca de interés variable, bien una pequeña empresa que tenía un préstamo, crédito o línea de descuento en análogas condiciones, fueron animados a apostar, sin tener conciencia de ello, a que el euribor subiría por encima de un nivel, y hasta un determinando punto, en cuyo caso el banco se comprometía a pagarles una suma.
Con esa contrapartida, los clientes creían haberse asegurado una cobertura para la hipoteca o el préstamo frente a los aumentos del precio del dinero, pero muchos no caían en la cuenta de que si los tipos bajaban por debajo de cierto límite, entonces serían ellos los que deberían abonar una suma adicional, además del importe de la operación crediticia. Y ese montante añadido se calcularía a través de unas fórmulas ininteligibles para un profano. Estas ofertas aparecieron en la mayoría de bancos y cajas de ahorro -pero no en las cajas vascas- desde mediados de la pasada década, tanto antes como después de la crisis de las hipotecas 'subprime' en 2007. En algunos casos, sobre todo a partir de 2008, solían ser la única posibilidad de obtener un préstamo o de renovarlo, y se planteaban a los clientes cuando la tendencia del precio del dinero ya no era a subir, como había ocurrido en 2006, sino a bajar. Los perjuicios no tardaron en aparecer cuando el Euribor viró a la baja y los afectados descubrieron las consecuencias de lo que habían firmado.
Derivados financieros
Los 'swaps' -se calcula que se han formalizado tres millones de en España- son derivados financieros y se llaman así porque equivalen a cruzar una apuesta sobre algo: a que el tipo de interés subirá o bajará, a que una moneda se depreciará o no, a que un crédito será fallido a no... Esa fórmula ha permitido a inversores profesionales y a empresas de gran tamaño alcanzar cierto de grado de cobertura en sus operaciones. En ocasiones esos productos se revenden en los mercados secundarios en paquetes complejos, opacos y desregulados, una práctica a la que se achaca el descarrilamiento financiero internacional de 2008. Warren Buffet, el inversor más rico del mundo, aseguró que no quería saber nada de esas operaciones porque no las entendía.
«Pero en el País Vasco se han vendido 'swaps' incluso a alguna persona que no sabe leer ni escribir», asegura un abogado bilbaíno que representa legalmente a ciudadanos que se consideran engañados por los bancos y que afirman haber sufrido perjuicios a causa de ello. Marisa Gracia, delegada de Ausbanc en el País Vasco, asegura tener «unas 300 demandas sólo en esta comunidad autónoma», a las que habría que añadir los casos que llevan otros bufetes. El perfil de los demandantes de Ausbanc no es, precisamente, el del cliente que asume un alto riesgo, una circunstancia que las entidades financieras han estado siempre obligadas a verificar, aunque ahora lo hacen en virtud de una regulación europea recogida en la legislación española. Esos clientes damnificados son parejas corrientes con la hipoteca de un piso, pequeños empresarios, un ganadero, un fabricante de quesos, un zapatero... Y no faltan profesionales versados en cuestiones legales, como abogados y hasta un miembro de la carrera judicial.
Actualmente, los jueces están dando la razón a la mayor parte de los ciudadanos que han presentado demandas contra los 'swaps' y que han pedido la anulación de esos contratos. Ahora bien, para ganar el caso hay que demostrar que se ha producido el 'vicio de consentimiento' recogido en el Código Civil; es decir, hay que dejar claro que a alguien le han vendido una cosa sin que supiera que se trataba de otra; y, además, sin haber tenido la posibilidad de enterarse, ya sea porque no le han informado de todo, ya porque le han hablado de manera equívoca o incomprensible ('el proceso estocástico browniano geométrico', por ejemplo).
No obstante, una sentencia de la Sala Primera de la Audiencia de Álava y que anula un 'swap', va un poco más allá y aprecia la existencia de dolo en un procedimiento; eso significa que, según el tribunal, ha existido un engaño urdido por la entidad financiera. «En definitiva -reza la resolución-, el ofrecimiento de un producto con una finalidad diferente a la real, ocultando las consecuencias negativas que supone para el cliente suscribirlo, y el ofrecimiento de una ampliación del crédito para vencer su natural prudencia, son constitutivas de la maquinación o insidia de las que habla el artículo 1.269 del Código Civil, porque nunca hubiera contratado sin la insistencia del banco, sin el convencimiento de que era una especie de seguro, y sin la oferta de ampliar el crédito que previamente ya disponía».
En principio, las resoluciones sobre los 'swaps' sólo se pueden recurrir al Tribunal Supremo (TS) si la reclamación excede los 250.000 euros. No obstante, el TS ha admitido un recurso contra una sentencia de la Audiencia de Asturias, en el que se considera como la cuantía en juego todo el préstamo.
Fuente: Diario Vasco
miércoles, 27 de abril de 2011
Chloe, la película de ayer, martes 26, en el cine club.
Lo que más me gustó del film fue: 1. El hecho de utilizar el escenario natural de la ciudad de Toronto para el rodaje. 2. La música. El contenido principal me resultó frío y algo forzado, no convincente para un hispano, aunque para los estereotipos que tenemos de los angloamericanos funciona y 3. El hecho de que la prostitución no es solo un intercambio comercial como muchos nos quieren hacer ver, en el film vemos que el contrato comercial el toma y daca del cuerpo por dinero se rompe por los sentimientos. El amor, su aparición, rompe la frialdad del intercambio comercial. Amanda Seyfried, muestra la realidad de la vida y la desigualdad e injusticia que supone esa relación que parece neutral y puramente de "mercado"; la prostitución no es "un oficio más". Lo cual lo muestra de una forma muy realista, elegante y artística la película.
Catherine (Julianne Moore), una ginecóloga de éxito que lleva una vida acomodada, aunque monótona, junto a su marido David (Liam Neeson) y su hijo Michael (Max Thieriot), comienza a tener sospechas de que David la engaña. Tras conocer casualmente a Chloe (Amanda Seyfried), una joven y bella prostituta de lujo, decide contratarla para que seduzca a su marido y poner a prueba su fidelidad. Pero los relatos de los encuentros de Chloe con David no sólo prenden en Catherine la mecha de los celos, sino también una serie de deseos ocultos que la desconciertan. Atrapada en una telaraña de pasiones y sentimientos encontrados, Catherine descubrirá que en el peligroso juego de seducción de Chloe toda su familia está implicada.
NOTAS DE PRODUCCIÓN
Para poner sobre papel un guión que narrara la irresistible historia de intriga erótica, el productor Ivan Reitman se puso en contacto con Erin Cressida Wilson, quien escribió el guión de La Secretaria y Retratos de una Pasión, trabajo que causó admiración a los productores. De esta manera comenzaron una colaboración que duraría cuatro años. "Lo gracioso es que comencé escribiendo esta película siendo Chloe y la terminé siendo Catherine; tanto tiempo tardé en escribirla", comparte Wilson riéndose durante la grabación en Toronto. "Estos personajes todavía me fascinan."
En la primavera de 2007, Reitman envió el guión a su compatriota canadiense, el cineasta Atom Egoyan. "Acudimos a Egoyan para que se encargara de la dirección ya que, ideológicamente, mucho de lo que se trata en esta película él ya lo había abordado en sus filmes. Hay una clara conexión entre su trabajo y la temática de Chloe", explica Reitman. Son característicos de Egoyan los personajes ricos y complejos, la dinámica familiar, las diferencias entre las apariencias y la realidad y la naturaleza subjetiva de la verdad que se entretejen a lo largo de CHLOE.
Al recibir el guión, Egoyan lo encontró interesante por diferentes razones. "Me interesa mucho el proceso de narración de historias y cómo la gente cuenta sus propias vidas, y CHLOE realmente examina todo esto", aporta Egoyan. "Fue genial recibir el guión ya que, finalmente, tenía la oportunidad de trabajar con Erin, soy un gran admirador suyo. Me fascinan sus obras de teatro e historias eróticas, y, por supuesto, el hecho de que el proyecto viniera a través de Reitman, que es alguien por quien siento un gran respeto, fue increíble".
Dirigida por Atom Egoyan ("Ararat", "El Viaje de Felicia", "Exótica") protagonizada por Julianne Moore ("Un Hombre Soltero", "A Ciegas", "Lejos del Cielo"), Liam Neeson ("Furia de Titanes", "Venganza", "La Lista de Schindler") y Amanda Seyfried ("Mamma Mia!", "Alpha Dog", "Nueve Vidas"), CHLOE es un intenso thriller dramático de tintes eróticos.
Producida por dos directores de éxito Ivan Reitman ("Los Cazafantasmas", "Poli de Guardería", "Dave, presidente por un día" o "Evolution") y Jason Reitman ("Up in the Air", "Juno", "Gracias por Fumar") y con guión de Erin Cressida Wilson ("Retrato de una Obsesión", "La Secretaria"), CHLOE está basada en la película francesa de 2003 "Natalie X", protagonizada por Gérard Depardieu, Fanny Ardant y Emmanuelle Beart.
Para esta nueva versión, Atom Egoyan ha querido potenciar la carga sexual y psicológica de la historia y sus personajes, centrando CHLOE en los peligros de la fantasía de querer reinventarse a uno mismo.
Sobre el personaje...
La guionista de Chloe, Erin Cressida Wilson, admite que Julianne Moore fue la primera y única actriz que iba a ser Catherine Stewart. "Escribí el papel pensando en Julianne. Como es lógico, me quedé absolutamente encantado cuando aceptó". "La única cosa que Catherine creía entender era su relación con su marido e hijo y, de repente, ya no comprende nada y se siente fuera de lugar" declara Moore de su personaje. "La gente que ella quiere parece tan distantes. Su intención (al contratar a Chloe) es comprender a su marido, encontrar la forma de entender qué es lo que él quiere. Y, por tanto, la intimidad que desarrolla con Chloe es para acercarse a su marido. Formar parte de una película donde se trata la naturaleza de las relaciones íntimas y lo peligroso y fuerte que pueden llegar a ser es realmente apasionante".
Toronto como escenario, plató y estudio del film.
La ciudad de Toronto está muy presente en la película: desde restaurantes como el Café Diplomatico y The Rivoli, a lugares tales como los hoteles The Windsor Arms y The Fairmont Royal York. La escenografía de fondo que incluye la CN Tower, la Art Gallery of Ontario diseñada por Frank Ghery y el Ontario College of Art diseñado por Will Alsop, funcionan como personajes de la película. "Lo increíble de CHLOE es el hecho de que disfrutamos y celebramos Toronto y aprovechamos cada oportunidad que nos brinda para homenajear lugares específicos", aporta Sarossy entusiasmado. "Como cineastas, grabamos Toronto como Nueva York o Chicago, o como casi cualquier otra ciudad, no obstante, ésta ha sido una maravillosa oportunidad para mostrar Toronto y hemos disfrutado enormemente las libertades que nos brindaba para narrar la historia".
A Egoyan le entusiasmó la posibilidad de mostrar la ciudad. "Lo que me encantó de esta historia, tanto como haber escogido a estos fantásticos actores, es haberla ambientado en una ciudad que conozco tan bien", explica. "Destacar esta época del año, donde vamos dejando atrás el invierno anticipándonos a la primavera, junto con nuestra elección de lugares, explica visualmente la idea de la gente tratando de encontrar espacios donde protegerse de las inclemencias del exterior. Gente intentando refugiarse en áreas donde no sean vulnerables o donde están protegidos, ésta es la metáfora de la cinta ya que los actores hacen esto mismo con sus relaciones en la película y es interesante tener un estilo visual que recree este sentimiento de refugio".
Con una oficina en "Yorkville", el lujoso barrio de Toronto, asidua a salas de té, restaurantes y bares de hoteles de lujo, el mundo de Catherine y el territorio de Chloe sugieren cierto glamour y elegancia. La noción tiende a desvanecerse a medida que la historia se acerca hacia el hogar de los Stewart (una casa de cristal donde todo "se contiene").
La "Casa Ravine" de Toronto, construida por el arquitecto Drew Mandel fue elegida hogar de los Stewart. La casa muestra una serie de cubos acristalados que penden sobre la ladera de un bosque. Esta sirvió como escenario para muchas escenas claves de la película. No obstante, la habitación principal fue reinventada en el estudio de grabación con mucho más espacio por el diseñador de producción Philip Barker. El diseño de Barker respetaba el concepto global de la casa, así como sus líneas estéticas, e incluía obras de arte de los artistas canadienses Ed Burtynsky y Joanne Tod. El arquitecto Mandel visitó el plató en varias ocasiones. "Me honra que mi casa juegue un papel tan importante en la película. Es como si Atom, Philip y yo hubiéramos colaborado en silencio"
"UN REMAKE QUE MEJORA AL ORIGINAL Y POR FIN UN FILME DE MUJERES EN INGLÉS QUE SUPERA A LOS FRANCESES EN EL GÉNERO QUE MEJOR HACEN". Mick LaSalle: San Francisco Chronicle
Catherine (Julianne Moore), una ginecóloga de éxito que lleva una vida acomodada, aunque monótona, junto a su marido David (Liam Neeson) y su hijo Michael (Max Thieriot), comienza a tener sospechas de que David la engaña. Tras conocer casualmente a Chloe (Amanda Seyfried), una joven y bella prostituta de lujo, decide contratarla para que seduzca a su marido y poner a prueba su fidelidad. Pero los relatos de los encuentros de Chloe con David no sólo prenden en Catherine la mecha de los celos, sino también una serie de deseos ocultos que la desconciertan. Atrapada en una telaraña de pasiones y sentimientos encontrados, Catherine descubrirá que en el peligroso juego de seducción de Chloe toda su familia está implicada.
NOTAS DE PRODUCCIÓN
Para poner sobre papel un guión que narrara la irresistible historia de intriga erótica, el productor Ivan Reitman se puso en contacto con Erin Cressida Wilson, quien escribió el guión de La Secretaria y Retratos de una Pasión, trabajo que causó admiración a los productores. De esta manera comenzaron una colaboración que duraría cuatro años. "Lo gracioso es que comencé escribiendo esta película siendo Chloe y la terminé siendo Catherine; tanto tiempo tardé en escribirla", comparte Wilson riéndose durante la grabación en Toronto. "Estos personajes todavía me fascinan."
En la primavera de 2007, Reitman envió el guión a su compatriota canadiense, el cineasta Atom Egoyan. "Acudimos a Egoyan para que se encargara de la dirección ya que, ideológicamente, mucho de lo que se trata en esta película él ya lo había abordado en sus filmes. Hay una clara conexión entre su trabajo y la temática de Chloe", explica Reitman. Son característicos de Egoyan los personajes ricos y complejos, la dinámica familiar, las diferencias entre las apariencias y la realidad y la naturaleza subjetiva de la verdad que se entretejen a lo largo de CHLOE.
Al recibir el guión, Egoyan lo encontró interesante por diferentes razones. "Me interesa mucho el proceso de narración de historias y cómo la gente cuenta sus propias vidas, y CHLOE realmente examina todo esto", aporta Egoyan. "Fue genial recibir el guión ya que, finalmente, tenía la oportunidad de trabajar con Erin, soy un gran admirador suyo. Me fascinan sus obras de teatro e historias eróticas, y, por supuesto, el hecho de que el proyecto viniera a través de Reitman, que es alguien por quien siento un gran respeto, fue increíble".
Dirigida por Atom Egoyan ("Ararat", "El Viaje de Felicia", "Exótica") protagonizada por Julianne Moore ("Un Hombre Soltero", "A Ciegas", "Lejos del Cielo"), Liam Neeson ("Furia de Titanes", "Venganza", "La Lista de Schindler") y Amanda Seyfried ("Mamma Mia!", "Alpha Dog", "Nueve Vidas"), CHLOE es un intenso thriller dramático de tintes eróticos.
Producida por dos directores de éxito Ivan Reitman ("Los Cazafantasmas", "Poli de Guardería", "Dave, presidente por un día" o "Evolution") y Jason Reitman ("Up in the Air", "Juno", "Gracias por Fumar") y con guión de Erin Cressida Wilson ("Retrato de una Obsesión", "La Secretaria"), CHLOE está basada en la película francesa de 2003 "Natalie X", protagonizada por Gérard Depardieu, Fanny Ardant y Emmanuelle Beart.
Para esta nueva versión, Atom Egoyan ha querido potenciar la carga sexual y psicológica de la historia y sus personajes, centrando CHLOE en los peligros de la fantasía de querer reinventarse a uno mismo.
Sobre el personaje...
La guionista de Chloe, Erin Cressida Wilson, admite que Julianne Moore fue la primera y única actriz que iba a ser Catherine Stewart. "Escribí el papel pensando en Julianne. Como es lógico, me quedé absolutamente encantado cuando aceptó". "La única cosa que Catherine creía entender era su relación con su marido e hijo y, de repente, ya no comprende nada y se siente fuera de lugar" declara Moore de su personaje. "La gente que ella quiere parece tan distantes. Su intención (al contratar a Chloe) es comprender a su marido, encontrar la forma de entender qué es lo que él quiere. Y, por tanto, la intimidad que desarrolla con Chloe es para acercarse a su marido. Formar parte de una película donde se trata la naturaleza de las relaciones íntimas y lo peligroso y fuerte que pueden llegar a ser es realmente apasionante".
Toronto como escenario, plató y estudio del film.
La ciudad de Toronto está muy presente en la película: desde restaurantes como el Café Diplomatico y The Rivoli, a lugares tales como los hoteles The Windsor Arms y The Fairmont Royal York. La escenografía de fondo que incluye la CN Tower, la Art Gallery of Ontario diseñada por Frank Ghery y el Ontario College of Art diseñado por Will Alsop, funcionan como personajes de la película. "Lo increíble de CHLOE es el hecho de que disfrutamos y celebramos Toronto y aprovechamos cada oportunidad que nos brinda para homenajear lugares específicos", aporta Sarossy entusiasmado. "Como cineastas, grabamos Toronto como Nueva York o Chicago, o como casi cualquier otra ciudad, no obstante, ésta ha sido una maravillosa oportunidad para mostrar Toronto y hemos disfrutado enormemente las libertades que nos brindaba para narrar la historia".
A Egoyan le entusiasmó la posibilidad de mostrar la ciudad. "Lo que me encantó de esta historia, tanto como haber escogido a estos fantásticos actores, es haberla ambientado en una ciudad que conozco tan bien", explica. "Destacar esta época del año, donde vamos dejando atrás el invierno anticipándonos a la primavera, junto con nuestra elección de lugares, explica visualmente la idea de la gente tratando de encontrar espacios donde protegerse de las inclemencias del exterior. Gente intentando refugiarse en áreas donde no sean vulnerables o donde están protegidos, ésta es la metáfora de la cinta ya que los actores hacen esto mismo con sus relaciones en la película y es interesante tener un estilo visual que recree este sentimiento de refugio".
Con una oficina en "Yorkville", el lujoso barrio de Toronto, asidua a salas de té, restaurantes y bares de hoteles de lujo, el mundo de Catherine y el territorio de Chloe sugieren cierto glamour y elegancia. La noción tiende a desvanecerse a medida que la historia se acerca hacia el hogar de los Stewart (una casa de cristal donde todo "se contiene").
La "Casa Ravine" de Toronto, construida por el arquitecto Drew Mandel fue elegida hogar de los Stewart. La casa muestra una serie de cubos acristalados que penden sobre la ladera de un bosque. Esta sirvió como escenario para muchas escenas claves de la película. No obstante, la habitación principal fue reinventada en el estudio de grabación con mucho más espacio por el diseñador de producción Philip Barker. El diseño de Barker respetaba el concepto global de la casa, así como sus líneas estéticas, e incluía obras de arte de los artistas canadienses Ed Burtynsky y Joanne Tod. El arquitecto Mandel visitó el plató en varias ocasiones. "Me honra que mi casa juegue un papel tan importante en la película. Es como si Atom, Philip y yo hubiéramos colaborado en silencio"
"UN REMAKE QUE MEJORA AL ORIGINAL Y POR FIN UN FILME DE MUJERES EN INGLÉS QUE SUPERA A LOS FRANCESES EN EL GÉNERO QUE MEJOR HACEN". Mick LaSalle: San Francisco Chronicle
Recortes innecesarios y perjudiciales en la sanidad pública en Cataluña y en España
Los profesionales y empleados del sector público sanitario catalán se han movilizado en contra de los enormes recortes del gasto público sanitario que ha impuesto el nuevo gobierno de la Generalitat, como parte de sus medidas de austeridad, necesarias –según tal gobierno- para reducir el déficit y cumplir los requisitos establecidos por Bruselas. A este argumento se ha sumado otro proveído por el Conseller de Salut, el Sr. Boi Ruiz quién, antes de ser nombrado para ocupar tal cargo, había sido Presidente de la Patronal Hospitalaria privada. El Conseller Boi Ruiz indicó, en una entrevista a la televisión pública catalana TV3, que los recortes eran necesarios para salvar la sanidad pública, pues, en caso de no realizarse, la sanidad pública se colapsaría. En un debate de tertulianos que siguió la entrevista al Conseller, todos los tertulianos acentuaron la necesidad de hacer recortes, mostrando sus diferencias en como deberían hacerse. No es pues sorprendente que en una encuesta entre los televidentes del programa (muchos de ellos de simpatías próximas a la sensibilidad nacionalista conservadora de TV3), la enorme mayoría (el 78%) se declaraba a favor de los recortes. Y toda una batería de columnistas próximos al partido gobernante (que son muy abundantes no solo en la televisión y radio pública del gobierno de la Generalitat sino también en los mayores medios de difusión en Cataluña) acentuaron la necesidad de tales recortes. Una voz representativa es Pilar Rahola, la cual, en su columna de La Vanguardia, reproducía los argumentos que había dado el Conseller, atribuyendo las enormes manifestaciones en contra de los recortes a la proximidad de las campañas electorales municipales y sindicales, quejándose de la politización que la oposición estaba haciendo de tales recortes que ella consideraba necesarios.
Tal argumento ignora que los recortes son, en realidad, motivados políticamente respondiendo a intereses particulares en lugar de generales. Tales recortes, en un sistema público escasamente financiado, significan un daño considerable al sector sanitario catalán. El gasto público sanitario per cápita de Catalunya es de 1.410 euros estandarizados (euros homologados en su capacidad de compra en países de distinto nivel de riqueza) y de 1.744 en España, siendo los más bajos de la UE-15 cuyo promedio es de 2.102, y ello a pesar del crecimiento muy notable de tal gasto durante el periodo 2003-2010, en que la Generalitat estuvo gobernada por las izquierdas. Cataluña, cuyo PIB per cápita es el 120% del promedio de la UE-15, tiene un gasto público sanitario per cápita de solo el 80% del promedio de la UE-15. Catalunya se gasta solo el 4.5% del PIB en sanidad, frente al 6.7% en España y el 7.5% en la UE-15.
El problema no es el excesivo gasto público sino los escasos ingresos al estado
Tales recortes no solo son muy perjudiciales sino que son innecesarios. En realidad el bajo gasto público sanitario per cápita no es, como las derechas nacionalistas constantemente acentúan, debido “al expolio de Catalunya por parte de España”, sino a las políticas fiscales regresivas llevadas a cabo en el estado español (incluyendo el catalán) con el apoyo de CiU. España y Cataluña tienen los ingresos al estado más bajos de la UE-15. Solo el 34% del PIB, comparado con el 44% en la UE-15 y el 54% en Suecia. Ni que decir tiene que el históricamente heredado centralismo del estado español explica que todavía haya una sobrecarga de “solidaridad” de Cataluña con España en los intercambios fiscales entre el estado central y el gobierno autonómico catalán, sobrecarga que debe corregirse (el déficit fiscal de Catalunya respecto al Estado es mayor que el que ocurre en sistemas federales como Alemania y EEUU) y se estaba corrigiendo durante los pactos fiscales que tomaron lugar durante el gobierno tripartito, entre tal gobierno y el gobierno central. Pero acentuar esta dimensión (muy rentable políticamente para los nacionalistas y secesionistas) es ocultar el mayor expolio que no es de nación sino de clase social, es decir el hecho de que las clases pudientes catalanas (en alianza con las clases pudientes castellanas y de otros pueblos y naciones de España) no están contribuyendo al estado en la medida que deberían, y ello como consecuencia de la regresividad de las políticas fiscales (que se acentuarán con los recortes de los impuestos a los grupos más pudientes de la población como el impuesto de sucesiones, y la propuesta eliminación del gravamen de las rentas superiores aprobado por el gobierno de izquierdas anterior) y del elevado fraude fiscal en el que incurren sobre todo las rentas superiores.
Un caso semejante ocurre a nivel de todo el estado. El déficit total de la sanidad española es de 15.000 millones de euros, una cantidad que representa la mitad de la cifra que los propios inspectores de Hacienda del Ministerio de Economía han indicado que podría corregirse revirtiendo las reformas regresivas que se hicieron en los últimos quince años (con el apoyo de CiU) y que afectarían a solo una minoría de la población. Como indicó en su día el Fondo Monetario Internacional, dos terceras partes del déficit estructural del Estado español (que incluye al gobierno central y a los autonómicos) se debe a los recortes de impuestos que han ido tomando lugar en España (y en otros país de la UE-15) durante los últimos quince años. El boom inmobiliario y su elevado crecimiento económico había ocultado este déficit estructural del estado, que apareció con toda claridad cuando el boom inmobiliario estalló.
El déficit, pues, debería reducirse no mediante los recortes de gasto público sino a través de la reversión de las políticas fiscales regresivas que han ido ocurriendo durante estos años. Y esto aplica tanto al Estado Central como a los estados autonómicos. En realidad, el Estado, incluyendo la Generalitat de Catalunya, ya tiene los medios para corregir esta regresividad fiscal. Es más, hay medidas que serían enormemente populares como hacer impuestos finalistas para la sanidad grabando el tabaco y el alcohol (que tienen los impuestos más bajos de la UE-15), así como exigir a las Mutuas Patronales que paguen los costes de los enfermos por causas laborales (que representan casi el 18% de pacientes hospitalarios) y que hoy no pagan. Ninguna de estas alternativas se está considerando.
Las consecuencias de la pobreza del sector público
Lo que el sistema sanitario requiere es más, no menos fondos. Se exagera la evaluación positiva de la población del sistema sanitario español, considerándola como “excelente”, lo cual no concuerda con los datos. La evaluación del sistema público sanitario español es un aprobado alto (6.4), que ni siquiera llega a notable. Y ello se debe a la subfinanciación, de la cual la medicina privada se beneficia. España y Cataluña tienen el gasto menor en la sanidad pública y el gasto mayor en la privada de los países de la UE-15. La segunda viene determinada por la primera. Y estos recortes beneficiarán a la privada, la cual aumentará incluso más mediante la desgravación del aseguramiento privado, medida que los conservadores-neoliberales propondrán. Los profesionales que trabajan en el sector privado están mal pagados y es un insulto considerar sus reivindicaciones resultado de la necesidad de calentar el patio consecuencia de las elecciones sindicales.
Una última observación. Los recortes tan notables que están ocurriendo en la sanidad pública catalana se presentarán como “modelos a seguir” en las otras Comunidades Autonómicas. Y su origen es la presión que el Estado (tanto central como autonómico) está recibiendo del Fondo Monetario Internacional y de las fuerzas conservadoras-liberales que dominan las instituciones europeas. Tales presiones se presentan como necesarias a fin de “tranquilizar a los mercados financieros”, fórmula que se utiliza constantemente para justificar los enormes recortes de no solo la sanidad sino también de la educación pública y otros componentes del estado del bienestar. En este argumento se ignora deliberadamente que, tal como indiqué antes, el déficit del estado (tanto central como autonómicos) puede reducirse mediante el aumento de los impuestos de los grupos que se beneficiaron más de las políticas neoliberales que se han estado imponiendo a la población durante estos años, alternativa que nunca es considerada. De ahí que el consenso que se está intentando crear alrededor de la necesidad de aceptar los recortes de gasto público sanitario y social, sea un intento claramente político y propagandístico, apologético de las relaciones de poder existentes en nuestro país, sin que tenga validez científica. Si el estado autonómico (central y autonómico) tuviera las mismas políticas fiscales que, por ejemplo, Suecia, el estado español ingresaría más de 200.000 euros más de los que ingresa ahora, cantidad más que suficiente para evitar los recortes de gasto social, reduciendo el déficit del estado. Que ello no se haga se debe al enorme dominio que las fuerzas conservadoras y neoliberales tienen en nuestro país. Así de claro. Vicenç Navarro. El Plural
Tal argumento ignora que los recortes son, en realidad, motivados políticamente respondiendo a intereses particulares en lugar de generales. Tales recortes, en un sistema público escasamente financiado, significan un daño considerable al sector sanitario catalán. El gasto público sanitario per cápita de Catalunya es de 1.410 euros estandarizados (euros homologados en su capacidad de compra en países de distinto nivel de riqueza) y de 1.744 en España, siendo los más bajos de la UE-15 cuyo promedio es de 2.102, y ello a pesar del crecimiento muy notable de tal gasto durante el periodo 2003-2010, en que la Generalitat estuvo gobernada por las izquierdas. Cataluña, cuyo PIB per cápita es el 120% del promedio de la UE-15, tiene un gasto público sanitario per cápita de solo el 80% del promedio de la UE-15. Catalunya se gasta solo el 4.5% del PIB en sanidad, frente al 6.7% en España y el 7.5% en la UE-15.
El problema no es el excesivo gasto público sino los escasos ingresos al estado
Tales recortes no solo son muy perjudiciales sino que son innecesarios. En realidad el bajo gasto público sanitario per cápita no es, como las derechas nacionalistas constantemente acentúan, debido “al expolio de Catalunya por parte de España”, sino a las políticas fiscales regresivas llevadas a cabo en el estado español (incluyendo el catalán) con el apoyo de CiU. España y Cataluña tienen los ingresos al estado más bajos de la UE-15. Solo el 34% del PIB, comparado con el 44% en la UE-15 y el 54% en Suecia. Ni que decir tiene que el históricamente heredado centralismo del estado español explica que todavía haya una sobrecarga de “solidaridad” de Cataluña con España en los intercambios fiscales entre el estado central y el gobierno autonómico catalán, sobrecarga que debe corregirse (el déficit fiscal de Catalunya respecto al Estado es mayor que el que ocurre en sistemas federales como Alemania y EEUU) y se estaba corrigiendo durante los pactos fiscales que tomaron lugar durante el gobierno tripartito, entre tal gobierno y el gobierno central. Pero acentuar esta dimensión (muy rentable políticamente para los nacionalistas y secesionistas) es ocultar el mayor expolio que no es de nación sino de clase social, es decir el hecho de que las clases pudientes catalanas (en alianza con las clases pudientes castellanas y de otros pueblos y naciones de España) no están contribuyendo al estado en la medida que deberían, y ello como consecuencia de la regresividad de las políticas fiscales (que se acentuarán con los recortes de los impuestos a los grupos más pudientes de la población como el impuesto de sucesiones, y la propuesta eliminación del gravamen de las rentas superiores aprobado por el gobierno de izquierdas anterior) y del elevado fraude fiscal en el que incurren sobre todo las rentas superiores.
Un caso semejante ocurre a nivel de todo el estado. El déficit total de la sanidad española es de 15.000 millones de euros, una cantidad que representa la mitad de la cifra que los propios inspectores de Hacienda del Ministerio de Economía han indicado que podría corregirse revirtiendo las reformas regresivas que se hicieron en los últimos quince años (con el apoyo de CiU) y que afectarían a solo una minoría de la población. Como indicó en su día el Fondo Monetario Internacional, dos terceras partes del déficit estructural del Estado español (que incluye al gobierno central y a los autonómicos) se debe a los recortes de impuestos que han ido tomando lugar en España (y en otros país de la UE-15) durante los últimos quince años. El boom inmobiliario y su elevado crecimiento económico había ocultado este déficit estructural del estado, que apareció con toda claridad cuando el boom inmobiliario estalló.
El déficit, pues, debería reducirse no mediante los recortes de gasto público sino a través de la reversión de las políticas fiscales regresivas que han ido ocurriendo durante estos años. Y esto aplica tanto al Estado Central como a los estados autonómicos. En realidad, el Estado, incluyendo la Generalitat de Catalunya, ya tiene los medios para corregir esta regresividad fiscal. Es más, hay medidas que serían enormemente populares como hacer impuestos finalistas para la sanidad grabando el tabaco y el alcohol (que tienen los impuestos más bajos de la UE-15), así como exigir a las Mutuas Patronales que paguen los costes de los enfermos por causas laborales (que representan casi el 18% de pacientes hospitalarios) y que hoy no pagan. Ninguna de estas alternativas se está considerando.
Las consecuencias de la pobreza del sector público
Lo que el sistema sanitario requiere es más, no menos fondos. Se exagera la evaluación positiva de la población del sistema sanitario español, considerándola como “excelente”, lo cual no concuerda con los datos. La evaluación del sistema público sanitario español es un aprobado alto (6.4), que ni siquiera llega a notable. Y ello se debe a la subfinanciación, de la cual la medicina privada se beneficia. España y Cataluña tienen el gasto menor en la sanidad pública y el gasto mayor en la privada de los países de la UE-15. La segunda viene determinada por la primera. Y estos recortes beneficiarán a la privada, la cual aumentará incluso más mediante la desgravación del aseguramiento privado, medida que los conservadores-neoliberales propondrán. Los profesionales que trabajan en el sector privado están mal pagados y es un insulto considerar sus reivindicaciones resultado de la necesidad de calentar el patio consecuencia de las elecciones sindicales.
Una última observación. Los recortes tan notables que están ocurriendo en la sanidad pública catalana se presentarán como “modelos a seguir” en las otras Comunidades Autonómicas. Y su origen es la presión que el Estado (tanto central como autonómico) está recibiendo del Fondo Monetario Internacional y de las fuerzas conservadoras-liberales que dominan las instituciones europeas. Tales presiones se presentan como necesarias a fin de “tranquilizar a los mercados financieros”, fórmula que se utiliza constantemente para justificar los enormes recortes de no solo la sanidad sino también de la educación pública y otros componentes del estado del bienestar. En este argumento se ignora deliberadamente que, tal como indiqué antes, el déficit del estado (tanto central como autonómicos) puede reducirse mediante el aumento de los impuestos de los grupos que se beneficiaron más de las políticas neoliberales que se han estado imponiendo a la población durante estos años, alternativa que nunca es considerada. De ahí que el consenso que se está intentando crear alrededor de la necesidad de aceptar los recortes de gasto público sanitario y social, sea un intento claramente político y propagandístico, apologético de las relaciones de poder existentes en nuestro país, sin que tenga validez científica. Si el estado autonómico (central y autonómico) tuviera las mismas políticas fiscales que, por ejemplo, Suecia, el estado español ingresaría más de 200.000 euros más de los que ingresa ahora, cantidad más que suficiente para evitar los recortes de gasto social, reduciendo el déficit del estado. Que ello no se haga se debe al enorme dominio que las fuerzas conservadoras y neoliberales tienen en nuestro país. Así de claro. Vicenç Navarro. El Plural
martes, 26 de abril de 2011
Sí, existen alternativas.
En su última columna en el diario Público, el poeta Luís García Montero comenta el último libro del historiador Toni Judt y destaca una afirmación de éste: “la mejor manera de medir el grado de esclavitud en el que una ideología mantiene a un pueblo es la incapacidad colectiva para imaginar alternativas”. Este enunciado merece contextualizarse y exportarse en nuestros días.
Seguramente, si hiciésemos una macroencuesta a toda la población española, la gran mayoría no sería capaz de formular alternativas reales al sistema capitalista neoliberal que está devorando a grandes bocados nuestro Estado del Bienestar, nuestro futuro como jóvenes. Pero, ¿obedece esa impresión mayoritaria a la realidad de los movimientos sociales que intentan abrirse camino en la jungla capitalista?
Gracias en parte a Internet, a revistas, periódicos, blogs y publicaciones críticas en general, vamos conociendo la existencia de multitud de colectivos y asociaciones que se están constituyendo al margen de los mecanismos “institucionales” de expresión y manifestación de nuestra soberanía popular. Nacen al margen de partidos políticos y sindicatos movimientos como “Jóvenes sin futuro”, las “Mesas de Convergencia”, “Críticos y Ciudadanos” o “Lux Propia”. Agrupaciones de personas que, al margen de tener una ideología o unas creencias más o menos definidas, comparten unas preocupaciones y unas necesidades que se hacen más críticas a medida que los gobiernos y los establishments financieros van promoviendo reformas que recortan los derechos sociales que fuimos conquistando en décadas pasadas.
Frente a la retórica y la semántica totalitaria de los grandes medios de comunicación y de los partidos políticos mayoritarios, frente a la tiranía de los mercados y de instituciones como el FMI o la OCDE, miles de ciudadanos, de todas las capas sociales, se esfuerzan hoy día por generar un nuevo discurso que sea capaz de construir una nueva realidad política, económica, social, medioambiental y cultural. Desde nosotros y para nosotros, la población, intentamos que este discurso alternativo, crítico y humano llegue al máximo número de personas para que puedan vislumbrar y comprender que sí que existen alternativas a este modelo depredador de la humanidad y del planeta. Leer todo aquí. (Foto del puente peatonal sobre el Mondego, Pedro e Inés, Coimbra, Portugal. Del autor)
Seguramente, si hiciésemos una macroencuesta a toda la población española, la gran mayoría no sería capaz de formular alternativas reales al sistema capitalista neoliberal que está devorando a grandes bocados nuestro Estado del Bienestar, nuestro futuro como jóvenes. Pero, ¿obedece esa impresión mayoritaria a la realidad de los movimientos sociales que intentan abrirse camino en la jungla capitalista?
Gracias en parte a Internet, a revistas, periódicos, blogs y publicaciones críticas en general, vamos conociendo la existencia de multitud de colectivos y asociaciones que se están constituyendo al margen de los mecanismos “institucionales” de expresión y manifestación de nuestra soberanía popular. Nacen al margen de partidos políticos y sindicatos movimientos como “Jóvenes sin futuro”, las “Mesas de Convergencia”, “Críticos y Ciudadanos” o “Lux Propia”. Agrupaciones de personas que, al margen de tener una ideología o unas creencias más o menos definidas, comparten unas preocupaciones y unas necesidades que se hacen más críticas a medida que los gobiernos y los establishments financieros van promoviendo reformas que recortan los derechos sociales que fuimos conquistando en décadas pasadas.
Frente a la retórica y la semántica totalitaria de los grandes medios de comunicación y de los partidos políticos mayoritarios, frente a la tiranía de los mercados y de instituciones como el FMI o la OCDE, miles de ciudadanos, de todas las capas sociales, se esfuerzan hoy día por generar un nuevo discurso que sea capaz de construir una nueva realidad política, económica, social, medioambiental y cultural. Desde nosotros y para nosotros, la población, intentamos que este discurso alternativo, crítico y humano llegue al máximo número de personas para que puedan vislumbrar y comprender que sí que existen alternativas a este modelo depredador de la humanidad y del planeta. Leer todo aquí. (Foto del puente peatonal sobre el Mondego, Pedro e Inés, Coimbra, Portugal. Del autor)
lunes, 25 de abril de 2011
¿No hay alternativas?
En su libro El refugio de la memoria(1) (Taurus, 2011), escrito mientras una esclerosis lateral iba paralizando su cuerpo hasta llevarlo a la muerte, el historiador Toni Judt escribe una afirmación tajante: “Sabemos perfectamente que la fe sin límites en los mercados desregulados mata”...
El neoliberalismo mata. Me acuerdo de Toni Judt al leer un estudio publicado por David Stuckler en el British Medical Journal, “Crisis presupuestaria, salud y programas de bienestar social”, en el que se analiza la relación entre los recortes de los gobiernos europeos y el aumento de la mortalidad. Ahorramos a costa de adelantar nuestra llegada a la tumba. Las muertes por tuberculosis aumentarán en Europa un 4,3 % y un 1,2 % la mortalidad cardiovascular. Este es el horizonte vital en el que la derecha civilizada que gobierna en Catalunya anuncia que reducirá un 10 % su inversión sanitaria, uniéndose al club de los desmanteladores de la sanidad pública, encabezado por las comunidades de Madrid y Valencia. Según las encuestas, los ciudadanos van a agudizar con su voto en las próximas elecciones esa tendencia ideológica a la privatización sanitaria. Vivimos y moriremos de rodillas.
La dirección política parece clara. Se trata de expulsar de la sanidad pública a las clases medias. El que pueda que pague su propia salud. La atención pública atenderá sólo a los más pobres. Y claro está, como denuncia con frecuencia el diputado Gaspar Llamazares, una medicina para pobres está condenada a ser una pobre medicina, una oferta caritativa de servicios en vez de un derecho universal. Los ciudadanos serán unos irresponsables si se empeñan en mantener sus derechos. Ellos tendrán la culpa de todas las desgracias al reclamar un gasto insostenible. Frente a eso la mejor receta neoliberal implica el recorte de inversiones públicas y la confianza en la iniciativa privada.
¿Recortar inversiones? Aunque la ideología totalitaria del neoliberalismo nos impida imaginar alternativas, los datos reales son tozudos. El nuevo hospital de Asturias, puesto en marcha con inversión pública directa, ha costado 350 millones de euros. El hospital de Majadahonda, con menos camas, gracias a la inestimable colaboración de la iniciativa privada, nos cuesta 1.250 millones. Un informe de la UGT (¡qué incómodos son siempre los sindicatos!) demuestra que una cama de hospital, en concertación con la iniciativa privada, cuesta un 30% más que en la sanidad pública. ¿Necesitamos ahorrar? Pues atención a este dato analizado por CCOO. Los ochos hospitales de Madrid creados a través del método PFI (iniciativa de financiación privada) costarán unos 5.000 millones. La inversión pública directa hubiese reducido el gasto a 700 millones. Después de que estallara la burbuja inmobiliaria, ya podemos suponer dónde fue a esconderse la especulación que tanto anima los entresijos madrileños de Esperanza Aguirre. Y para los partidarios del copago como camino y fe de ahorro, otro dato: el gasto farmacéutico español, ámbito en el que se ha instalado tan buen consejo, duplica la media del gasto europeo.
El totalitarismo de la ideología neoliberal tiene que ser muy fuerte para conseguir que comulguemos con estas ruedas de molino. Toni Judt murió de parálisis. A nosotros nos va a pasar lo mismo como no seamos capaces de imaginar una alternativa. Leer más aquí. Luis García Montero – Público.
«(1) Hermoso y conmovedor. A pesar de que Judt falleció demasiado pronto, esta obra póstuma es más reconfortante que triste.» JOHN BANVILLE, The Guardian.
El neoliberalismo mata. Me acuerdo de Toni Judt al leer un estudio publicado por David Stuckler en el British Medical Journal, “Crisis presupuestaria, salud y programas de bienestar social”, en el que se analiza la relación entre los recortes de los gobiernos europeos y el aumento de la mortalidad. Ahorramos a costa de adelantar nuestra llegada a la tumba. Las muertes por tuberculosis aumentarán en Europa un 4,3 % y un 1,2 % la mortalidad cardiovascular. Este es el horizonte vital en el que la derecha civilizada que gobierna en Catalunya anuncia que reducirá un 10 % su inversión sanitaria, uniéndose al club de los desmanteladores de la sanidad pública, encabezado por las comunidades de Madrid y Valencia. Según las encuestas, los ciudadanos van a agudizar con su voto en las próximas elecciones esa tendencia ideológica a la privatización sanitaria. Vivimos y moriremos de rodillas.
La dirección política parece clara. Se trata de expulsar de la sanidad pública a las clases medias. El que pueda que pague su propia salud. La atención pública atenderá sólo a los más pobres. Y claro está, como denuncia con frecuencia el diputado Gaspar Llamazares, una medicina para pobres está condenada a ser una pobre medicina, una oferta caritativa de servicios en vez de un derecho universal. Los ciudadanos serán unos irresponsables si se empeñan en mantener sus derechos. Ellos tendrán la culpa de todas las desgracias al reclamar un gasto insostenible. Frente a eso la mejor receta neoliberal implica el recorte de inversiones públicas y la confianza en la iniciativa privada.
¿Recortar inversiones? Aunque la ideología totalitaria del neoliberalismo nos impida imaginar alternativas, los datos reales son tozudos. El nuevo hospital de Asturias, puesto en marcha con inversión pública directa, ha costado 350 millones de euros. El hospital de Majadahonda, con menos camas, gracias a la inestimable colaboración de la iniciativa privada, nos cuesta 1.250 millones. Un informe de la UGT (¡qué incómodos son siempre los sindicatos!) demuestra que una cama de hospital, en concertación con la iniciativa privada, cuesta un 30% más que en la sanidad pública. ¿Necesitamos ahorrar? Pues atención a este dato analizado por CCOO. Los ochos hospitales de Madrid creados a través del método PFI (iniciativa de financiación privada) costarán unos 5.000 millones. La inversión pública directa hubiese reducido el gasto a 700 millones. Después de que estallara la burbuja inmobiliaria, ya podemos suponer dónde fue a esconderse la especulación que tanto anima los entresijos madrileños de Esperanza Aguirre. Y para los partidarios del copago como camino y fe de ahorro, otro dato: el gasto farmacéutico español, ámbito en el que se ha instalado tan buen consejo, duplica la media del gasto europeo.
El totalitarismo de la ideología neoliberal tiene que ser muy fuerte para conseguir que comulguemos con estas ruedas de molino. Toni Judt murió de parálisis. A nosotros nos va a pasar lo mismo como no seamos capaces de imaginar una alternativa. Leer más aquí. Luis García Montero – Público.
«(1) Hermoso y conmovedor. A pesar de que Judt falleció demasiado pronto, esta obra póstuma es más reconfortante que triste.» JOHN BANVILLE, The Guardian.
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