sábado, 22 de septiembre de 2018

Marta Harnecker: una vida de luchas

Entrevista a la escritora y educadora latinoamericana Marta Harnecker:
una vida de luchas

Arleen Rodríguez Derivet
Rebelión


Por las calles de Cuba, caminan personas con cientos de historias; en cualquier sitio del país hombres y mujeres hacen de la sencillez una costumbre. A la Luz del Recuerdo un programa radial para que usted nos acompañe, y sea testigo de una historia contada por sus protagonistas.

Arleen Rodríguez: Hola, buenísimas noches, a la Luz del Recuerdo vuelve y este domingo y les traigo una invitada muy especial. Es una mujer muy conocida en el ámbito de la intelectualidad política en América Latina y en Europa, seguramente también en Asia, pero de cualquier manera yo voy a darle la bienvenida y a recordar con muchísima gente que sí la conoce de Cuba, a Marta Harnecker.

Buenas noches Marta

1. Marta : Buenas noches Arleen y gracias por invitarme en este programa.
§ Arleen: Bueno, A la Luz del Recuerdo vamos a animar con canciones. Este es un disco que nos regaló la Embajada Venezolana aquí, y que es tan bonito, y a mí se me ocurrió mientras asistía al evento que organizó Marta en La Habana para recordar a Chávez en su espacio de Memoria Popular Latinoamericana, porque es parte del mundo de Chávez, que no todo el mundo conoce la manera en que cantaba y que se expresaba, ¿quién ha visto un político expresar sus sentimientos cantando, no? Entonces estás de acuerdo Marta que nos acompañemos de este disco.

2. Marta : Por supuesto.
§ Arleen: Este disco que son temas interpretados por él en medio de un debate, en medio de una charla política... En medio de un Aló Presidente agarraba el micrófono y se ponía a cantar. Entonces vamos a empezar con un tema que se llama “Que me coma el tigre”, una canción popular en Venezuela, y es una de las cosas que cantó Chávez en Venezuela mientras animaba quién sabe qué reunión.
(Luego de escuchar la canción)

Bueno, y animados con esa manera especial de cantar de Chávez seguimos aquí. Marta Harnecker, chilena y cubana.

3. Marta : Yo me defino como chileno-cubana, porque mi segunda patria es Cuba
§ Arleen: Es que viviste más años en Cuba que en Chile.

4. Marta : No, no tanto porque tengo bastante juventud acumulada, pero bueno viví 29 años en Cuba.
§ Arleen: Sí, pero casi tantos como en Chile , ¿ no ?

5. Marta : Por eso te digo , un poquito más.
§ Arleen: Bueno , de cualquier manera...

6. Marta : Casi tantos.
§ Arleen: Marta Harnecker, yo un día descubro en un libro de Marta , que tiene más de 80 libros —se ha dicho una cantidad de libros que no se puede creer—, descubro—te decía— que es psicóloga y digo, pero cómo ¿psicóloga?, y en este evento que hizo lo volvió a repetir. Marta entró a nuestras vidas, digo en Cuba, como una filósofa o por lo menos esa es la impresión que uno tenía con aquel libro que nos enseñó y que era casi un manual para estudiar el marxismo

7. Marta : Los Conceptos Elementales del Materialismo Histórico
§ Arleen: Exacto

8. Marta : Claro, porque lo que pasa es que yo estudié Psicología ; y fui a Francia, y en Francia fue donde descubrí el marxismo y me apasionó.
9. Yo era una católica militante, dirigente de la Acción Católica Universitaria. Cuando llego a París iba casi todos los días a la Iglesia, y mi gran preocupación eran los pobres, entonces cuando descubro que el marxismo me explica por qué existen pobres y ricos. Eso me apasionó.

10. Además, mi profesor fue Luis Althusser, y en ese momento Althusser estaba empezando a ser uno de los filósofos más conocidos en Europa, y para mí ha sido mi padre espiritual en mi conversión al marxismo.

11. Tú sabes que yo soy muy apasionada, entonces toda la gente piensa que yo me convierto de atea en militante y no, yo fui siempre de familia cristiana, aunque no demasiado militante.
§ Arleen: No del Opus Dei.

12. Marta : No, no ¡para nada!
§ Arleen: Pero sí una religiosa practicante.

13. Marta : Sí, además en la época en que yo estoy de Presidenta de la Acción Católica, nosotros empezamos a tener relaciones con los sectores pobres. Nuestra generación, te digo mi pololo, mi novio en aquel momento, trabajó en las minas de carbón porque la Iglesia nos pedía que fuéramos a centros de trabajo a hacer unas encuestas y eso fue lo que marcó mucho mi vida, yo no quería ser burguesa.

14. Yo sabía que toda la gente que iba a la universidad con inquietudes sociales terminaba siendo un burgués más, entonces yo quería ponerme un antídoto, una vacuna contra eso, entonces me fui a trabajar a la fábrica de pastas Lucchetti.

15. Después de eso, vine a Cuba como dirigente estudiantil en el 60, cuando todavía los guerrilleros tenían el pelo largo; y para mi , Cuba fue lo que me marcó políticamente.

16. Cuando trato de defender a Cuba al volver a Chile me dice una autoridad de la Iglesia —yo era dirigente en ese momento de la Acción Católica—: “No hables de Cuba porque pones en peligro el nombramiento de un Cardenal”. Ahí yo empecé a distanciarme.
§ Arleen: ¿Ya había pasado Althusser?

17. Marta: No, no, en ese momento sus ideas eran mi primera motivación. En el 60 fue eso.

18. Luego, voy en el 63 a Francia y fui con una orientación de un grupo: Jacques Chonchol, que fue ministro de Agricultura de Allende y Julio Silva Solar...Todos ellos eran cristianos marxistas, entonces mi primer contacto en Francia fue un cura comunista que me indicó que a Althusser le gustaba trabajar con la juventud y que lo contactara, y fue así que conocí a Althusser, y logré tener con él un intercambio de casi tres veces a la semana. Vivíamos a 50 metros. Yo vivía en un hotel en la calle Feullantines y la Escuela Normal donde vivía y era profesor Althusser quedaba muy cerca.

19. Entonces empecé a estudiar bajo su orientación y Althusser me indicó estudiar El Capital. Él decía que había que ir al corazón de su pensamiento.

20. A mí Althusser me enseñó a leer críticamente, a entender un texto, a poder ser cristiana y marxista. Yo no tuve ese problema de la fe. Simplemente, por un proceso que sería muy largo narrar .

21. Después de un tiempo dejé de tener esa fe, pero yo siempre he dicho que hay algo común entre el cristianismo y el marxismo; y es que el cristianismo te orienta a amar a la gente, y el marxismo te da los instrumentos para que ese amor sea realidad; transformes las circunstancias, transformes la sociedad, para que el amor pueda ser real.
§ Arleen: Fíjate Marta que una de las cosas tremendas que tú estás diciendo y que yo pienso que es lo que terminó emparentándote tan estrechamente con Chávez, porque Chávez era católico y marxista sin discusión. Después vamos a hablar de eso; pero uno se pregunta también, escuchándote; en qué momento y quién fue el que confrontó al marxismo con la religión que terminaron separándose cuando los verdaderos cristianos deberían ser...

22. Marta: Yo creo que fue mucho una mala lectura que se hizo. Justamente, a mí Althusser me enseñó el método para leer correctamente; hay gente que no sabe leer. No se puede negar que Marx habló de la religión como el opio del pueblo y eso fué lo que tomaron los ortodoxos del marxismo para negar la religión, pero claro , no entienden que eso lo dijo Marx en un momento en que el cristianismo en el campesinado en Alemania, en el campesinado europeo, impedía que esa gente se incorporara al proceso de cambio. Esas circunstancias explican que Marx haya señalado el cristianismo como el opio del pueblo. Yo coincido con Tomás Moulián, por ejemplo, en que las telenovelas que se transmiten por los medios audiovisuales son el opio del pueblo de hoy.
§ Arleen: Y el hecho de que sean adormecedoras, porque lo son, de voluntades, o de movilización como las telenovelas, no quita el derecho de la gente a verlas o disfrutarlas, el asunto es hacerlo críticamente.

23. Marta: No, además, hay telenovelas y telenovelas
§ Arleen: Claro

24. Marta: A mí me encantan y me acuerdo siempre que Faride Zerán, una compañera que trabajó conmigo en Chile Hoy cuando fui directora de la revista, siempre me decía: “Mira, sería mucho más productivo que hiciéramos telenovelas revolucionarias”, porque, evidentemente, una telenovela bien hecha puede transmitirte cantidad de valores o contravalores. Todo el asunto es como tú la enfoques ¿no? Yo llamo a los escritores y a las personas inclinadas a la literatura a escribir telenovelas.
§ Arleen: ¿Tú quieres que yo te confiese un secreto, cuando descubrí tu libro sobre Los elementales del materialismo histórico me decía por qué esto no cayó en mis manos cuando estaba en la Universidad, hubiera entendido todo, porque en ese esfuerzo también sale la sicóloga, la que trata de enseñar

25. Marta: Pedagoga, te diría yo
§ Arleen: Ok, también

26. Marta : Yo tengo una gran vocación pedagógica y creo que es una herencia familiar, porque fíjate, mis tatarabuelos fueron los primeros profesores normales que vinieron de Alemania a Chile a fundar las Escuelas Normales. Mi padre, que era ingeniero, tenía una gran capacidad pedagógica y yo cuando chica decía que él tenía que ser Presidente de la República, porque explicaba las cosas tan claramente.

27. Entonces; tengo una vocación pedagógica real y creo que la descubrí fundamentalmente con este libro en el que traté de exponer en forma sencilla el pensamiento de Althusser. Y, a pesar de que, Althusser es un filósofo muy complicado, yo hice el esfuerzo.

28. Un grupo de latinoamericanos que estaban en París me invitó a hacerles un curso sobre Materialismo Histórico, y las notas de ese curso se transformaron luego en este libro, que nunca pensé, ni creo que nadie, ni Orfila que lo público en Siglo XXI; que iba a transformarse en el manual que fue. Un manual que se introdujo en las universidades en un momento en que se abrió la Universidad a la cátedra de Marxismo, porque antes no existía; y entonces los manuales soviéticos no convencían. El único manual que era más potable, digamos, para introducirlo en la Universidad era el mío.

29. Confieso que en las primeras ediciones cometí el error de poner preguntas de control, de memorización, luego de cada capítulo; pero viendo sus resultados negativos: memorización en lugar de comprensión; decidí eliminar dichas preguntas y dejar sólo aquellas que implicaba reflexión. Eso fue en la edición del 85 donde además amplío mucho el contenido del texto agregando capítulos y reestructurándolo. Arleen: Esa es la edición que yo conozco, la del 85...

30. Marta : Tú tienes la edición donde hay un capítulo largo sobre transición y donde pongo preguntas solo de reflexión, además de una introducción que dice el marxismo es un antidogma, y cuento un poco, digamos, el aporte de Althusser en mi proceso. Entonces yo fuí su divulgadora en un lenguaje asequible.

31. Yo comencé a escribir tarde: ya tenía 26, 27, 28 años y no había escrito nada. ¿Cómo empezó la cosa? Porque traduje dos libros de Althusser, para tener dinero para vivir en París. Empecé por La Revolución Teórica de Marx , que en francés se llamaba Pour Marx. Además de la traducción hice una introducción y se la mostré a Althusser, y este me dijo: “Oye, tú has puesto en un lenguaje tan sencillo esta introducción”. Me has interpretado muy bien y en forma muy sencilla. Y claro, ¡por supuesto que no pudo ceder a la tentación de agregar algunas cosas Y luego me dice que tengo que hacer un libro con él y Etienne Balibar, que era su colaborador más cercano. Lo interesante es que me invitó, no por ser una intelectual, sino para que pusiera en palabras sencillas lo que ellos pensaban.

32. Ese proyecto por desgracia no se pudo implementar, hasta me empezó a pagar Masperó para hacer ese libro —eso fue el último año que yo estuve en París, pero Althusser cayó en una depresión muy grande que le impidió trabajar y no se pudo hacer. Entonces yo decidí devolverle el dinero que me había pasado Masperó. Él no podía creerlo.
§ Arleen: Masperó, la editorial, digo esto para quienes no la conocen.

33. Marta : La editorial francesa, sí. Cuando voy a Masperó y le digo que le devuelvo el dinero él me dice que nunca había tenido a alguien que le devolviera dinero. Finalmente quedamos de acuerdo en que yo —con mis notas sobre el materialismo histórico— haría un libro sobre el tema.

34. Cuando Althusser se mejoró, le dijo a Masperó que ese libro no se podía publicar en Francia, porque yo había tenido acceso a textos que él todavía no había publicado. Menos mal que estuvo de acuerdo en que lo publicara en América Latina. § Arleen: Bueno, pues un libro que todavía aquí no se consigue.

35. Marta : Este libro estuvo vetado aquí para que sepas, por eso es que tú no lo conociste en su primera época.

§ Arleen: No sé quién me dio esa edición, quizás cayó en mis manos para los 90, pero sé que es la edición del 85, pero aquí sí se hicieron varias ediciones...

36. Marta : ¿Se hicieron? Yo no conozco ninguna hecha en Cuba, me encantaría ver alguna. § Arleen: Entonces la que yo tengo no es cubana... Yo estaba casi segura que lo habíamos editado aquí, pero además una edición del papel menos bueno una edición bastante sencilla.

37. Marta : Es que hubo muchas ediciones, y varias piratas. § Arleen : Hablábamos de Marta sicóloga que de repente a lo que se dedica es educar respecto al marxismo

38. Marta: Y que después hice una coleccioncita de cuadernos de educación popular. § Arleen: Ya tenías desde el principio la idea de la educación popular

39. Marta : Te decía que este libro lo hice para trabajadores, para gente sin formación académica y al hacer clases con él me di cuenta que había algunos aspectos que eran más complicados, entonces decidimos con Gabriela Uribe a hacer esta pequeña colección.

40. Antes con Allende, empezamos con Gaby a hacer unos pequeños textos: “¿Libertad para quién?”, “Democracia para quién”, porque la oposición atacaba a Allende y decía que venía la dictadura, el totalitarismo; uno sobre medios de producción, medios de consumo para decirle a la gente no le van a quitar el refrigerador, no le van a quitar el carro, eso no tiene nada que ver con el marxismo.

41. Y esos libritos se empezaron a hacer luego con dibujitos pero los trabajadores, cuando íbamos a los sindicatos con estos textos con dibujos, nos decían “Nosotros somos grandes, nosotros no necesitamos muñequitos, háganos libros”, y ahí surgió esa colección de libritos. Esta tarea me apasionó. Ver cómo podía llegar a la gente con una cosa fácil. Mi pasión es como llegar con las ideas sencillas a la gente. § Arleen : Claro, pero digo ahí empezó ya la vocación...

42. Marta: La divulgación o educación popular, claro, y como además militaba en el Partido Socialista cuando Allende, nosotros hacíamos reuniones con campesinos y con obreros. Yo había tenido antes la experiencia de las cátedras universitarias, y en la cátedra universitaria era una discusión eterna: un grupo me tildaba de reformista porque era de la Unidad Popular, el MIR me criticaba.

43. Los trabajadores aprendían para aplicar de inmediato, entonces a mí me apasionó ese trabajo con los sectores, digamos, que no tienen una formación académica, y por eso es que yo te corrijo; yo no soy muy nombrada ni citada por los académicos, los que me conocen a mí son los militantes y los partidos políticos.
§ Arleen: Si, es más bien de base es cierto, pero creo también que en la Academia se ha respetado mucho tu nombre

44. Marta: Búscate algún libro de un intelectual que me cite. Es difícil encontrar uno.
§ Arleen: Verdad?

45. Marta: Sí, porque para ellos lo que digo son cosas demasiado sencillas. § Arleen: Bueno, vamos a hacer otra pausa acompañándonos de Chávez como si estuviéramos ahora mismo allá en Venezuela y él está cantándonos. Esto tiene una explicación más profunda, ya lo verán cuando hablemos un poquito de los recuerdos que Marta está activando en su paso por aquí por La Habana. Conversamos esta noche con Marta Harnecker a la Luz del Recuerdo. Antes de que aparezca tu libro de Los fundamentos teóricos del materialismo histórico . ..

46. Marta: Los conceptos elementales del materialismo histórico. § Arleen: Tú me corriges un poco la plana en cuanto nunca fuiste citada por académicos, sin embargo todas las referencias a ti que se podían encontrar en los años en que yo me acerco a Marta Harnecker eran alusiones a una persona muy respetada en el ámbito de la filosofía, quizás por eso de la Educación Popular, ahora, tú entras al mundo del Partido Socialista de Allende muy joven y empiezas, decías, a trabajar para educar un poco a los trabajadores de acuerdo al momento climático que estaba viviendo ese país, ¿no empiezas así?

47. Marta: Cuando entro al Partido Socialista me encargan de la formación política de la militancia y nosotros en la campaña habíamos empezado a hacer cosas. En ese momento no existían los videos, usábamos diapositivas. Íbamos al campo a hacer campaña electoral con las diapositivas sobre la historia del movimiento campesino, esa era la primera cosa y después de ahí empezamos a hacer los libros. Las diapositivas habían sido elaboradas por Orlando Lüber y Gastón Ancelovici. § Arleen: Claro, recuerdas ese momento como algo clave para lo que fues después la evolución de tu pensamiento. Pero pasando a otro tema, en este libro que acaba de ganar El Premio del Libertador al Pensamiento Crítico en el 2013 hablabas de Chile como el laboratorio del neoliberalismo y todo lo que ocurrió allí en la época de Pinochet, etcétera pero antes de eso hay un momento de ebullición, de efervescencia que parece ser el principio de lo que vendría después para América Latina

48. Marta: Claro, yo digo que el Chile de Allende fue el precursor en el siglo XX del socialismo en el siglo XXI, porque Allende fue el primero que trató por vía pacífica de ir construyendo la nueva sociedad. Ahora me acabo de enterar —porque he estado estudiando y visitando Kerala., un estado Indio—, que en ese estado, en el 56, se había elegido por vía pacífica un gobierno comunista, este gobierno no era presidencialista, pero en todo caso sí había habido esa experiencia de marxistas en el gobierno que nosotros no conocíamos.

49. A mí me parece muy interesante cómo Allende ya planteó la necesidad de repensar el socialismo si este se daba por la vía pacífica. Decía y que tenía que ser un socialismo “con vino tinto y empanadas”, dos cosas típicamente chilenas. O sea, un socialismo que se enraizara en las tradiciones nuestras. Allende entendió muy bien que para hacer este tránsito desde la institucionalidad heredada tú tenías que tener a la mayoría del pueblo a tu favor, y no se si la izquierda entendió eso. § Arleen: La participación... Tú insiste mucho en la participación, que es el signo que distingue el socialismo latinoamericano de las experiencias europeas.

50. Marta : O sea, que este socialismo tiene que construirse con la gente y que tiene que tener un apoyo mayoritario . § Arleen: ¿No debería ser todo socialismo eso? ¿No fue eso lo que falló en Europa?

51. Marta : Yo creo que sí. Hay que entender por qué de un día para otro ese sistema colapsó, y yo la explicación que tengo es que la gente no se sentía dueña de ese proyecto de sociedad, porque no lo defendieron como uno piensa que se defiende algo si uno se siente dueño se eso.

52. Pero yo digo que a veces se echa por la borda aquello bueno que tuvo, y algo de bueno debió tener. De repente tu empiezas a criticar el socialismo como si nada bueno hubiese existido, claro que existió, y toda la izquierda mundial y las fuerzas progresistas miraron como una esperanza esa sociedad que empezó a eliminar las desigualdades para darle oportunidades a la gente más pobre, que se preocupó de dar becas, de la educación, de la salud, una serie de cosas. Además , hubo un salto en el desarrollo económico enorme comparado con la pobreza que existía en la Rusia pre‑revolucionaria. Entonces evidentemente que hubo desde el Estado soluciones a lo que llamamos democracia social, pero el tema es que eso transforma al pueblo en receptor de soluciones del Estado y no te desarrolla a las personas. § Arleen: Son objeto y no sujeto...

53. Marta : Y no sujeto, no te desarrolla la persona ; la persona no crece, no se siente dueña, no se siente protagonista § Arleen: Exacto.

54. Marta . Y lo que queremos es eso, y como hay grandes debilidades en el tránsito institucional hacia la nueva sociedad, porque tú no tienes el poder del Estado que se tiene cuando se hacen revoluciones en que se destruyen el aparato del Estado como fueron las revoluciones clásicas, estas transformaciones necesitan más todavía este apoyo popular. Yo siempre digo que Lenin aún con esa revolución armada que produjo la destrucción del aparato del Estado, lo primero que hizo cuando triunfó en un país campesino, fue abandonar el programa agrario radical que tenía el Partido Bolchevique, y asumir el programa socialista revolucionario para el campo que los campesinos apoyaban, porque sabía que para hacer una revolución y consolidarla requería el apoyo de la inmensa mayoría de la gente. § Arleen: Ganarse, ganarse a la gente

55. Marta : Así es, y mucho más en la vía pacífica se requiere esto, y entiendo que es Arrate quien dice que la izquierda chilena fue demasiado ortodoxa para el proyecto heterodoxo de Allende. Porque mucha gente de izquierda pensaba que aún en Chile el momento insurreccional iba a venir. Muchos de la izquierda decían que éramos reformistas los que pensábamos en la vía pacífica. No fuimos capaces de entender la importancia de la amplitud, éramos sectarios: como nosotros creíamos tener la verdad de las ideas revolucionarias, los demócratas cristianos que eran centro izquierda y que eran nuestros aliados, fueron transformados por nosotros en nuestros enemigos. Fuimos muy sectarios con ellos. § Arleen: Claro, porque esto es como un virus genético que tiene la izquierda: el sectarismo.

56. Marta : Bueno, especialmente en la izquierda vanguardista de nuestra época: los comunistas y todos los marxistas leninistas digamos, que veníamos de la formación del partido de vanguardia, el partido que tiene la verdad, ¿no es cierto? teníamos que transmitir nuestra verdad a la clase obrera, al campesinado. Criticar lo que hicimos no niega la necesidad de tener un instrumento político. Es fundamental tener un instrumento político. Estamos viendo en Europa, en América Latina insurrecciones espontáneas que no llevan a nada, se derrumban por falta de conducción política. § Arleen: Defiendes que lo que hay es un “toma y daca”, no es un “daca” solamente

57. Marta : Tiene que haber un instrumento político, a mí me gusta la palabra instrumento, porque el partido debe ser el instrumento adecuado a cada realidad ; y eso era lo que no hacíamos nosotros , que tomábamos el modelo bolchevique de partido, que fue bueno para la Rusia zarista ; y lo aplicábamos en Chile donde había una democracia liberal burguesa. § Arleen: Claro.

58. Marta : Yo te confieso que yo llegué en Chile con las normas de clandestinidad que se usaban en España en la época de Franco, y hacíamos reuniones clandestinas en una democracia. Eso es un poco ridículo, no, pero bueno, así era. § Arleen: Nunca se pudo desprender el partido de esas prácticas efectivamente, y ahí hay la confrontación también de quienes estaban más radicalizados en ese pensamiento.

59. Marta : O sea, la izquierda estaba confrontada. § Arleen . Yo insisto en todo esto porque me encanta tu vida personal y seguirle la ruta y todo eso que le va a encantar a muchos de nuestra audiencia, pero estoy desesperada como periodista por saltar a quién sigue siendo motivo incluso de polémica dentro de la izquierda. ¿Quién fue el que inventó el término “socialismo del Siglo XXI”?

60. Marta: No fue Chávez § Arleen: No fue Chávez, fue Marta Harnecker

61. Marta: No. Te quiero decir que en Chile en el 2000 Tomás Moulián —un sociólogo de izquierda excelente— publicó un libro que se llama El socialismo del Siglo XXI: la Quinta Vía, y eso no se sabe... § Arleen: ¿Por qué Quinta?

62. Marta: Debe haber usado esa palabra en contrate con la Cuarta Internacional. § Arleen: Okay, ya, ya…

63. Marta: Pero, bueno te digo eso porque aquí, en Cuba, se cree que Heinz Dietrich fue el creador, porque Dietrich se declara el autor... § Arleen: ¿Se auto adjudica la autoría?

64. Marta: Se adjudica esa autoría y no tienen nada que ver los planteamientos de Dietrich con el socialismo del siglo XI concebido por Chávez. Dietrich es diríamos muy ... § Arleen: ¿Tecnocrático?

65. Marta : Tecnocrático, exactamente, lo contrario del planteamiento del socialismo como algo construido por la gente, lo contrario del protagonismo popular. Hubo personas que nos dijeron que era mejor no ponerle ese nombre al socialismo, porque ese nombre ha sido rechazado acá en Cuba, por eso, en relación con Dietrich. Pero nosotros pensamos que sí es importante mantener el nombre porque quien acuñó el término —yo distingo entre quién lo usó por primera vez y quien acuñó et término—. Fue Chávez quien lo acuñó. Arleen: Quien levantó esa bandera...

66. Marta . Dicen, no sé si es cierto o no que Fidel le había recomendado no hablar de socialismo ya que esta palabra tenía una fuerte carga negativa y que Chávez, a pesar de eso, decidió usarla. § Arleen: Por la guerra mediática y todo eso, claro

67. Marta : Sí, y que Chávez decidió hacerlo porque Chávez cuando se proponía una cosa la hacía. ¿Y qué hizo él desde el momento que asumió esa palabra que ya estaba quemada?: le puso socialismo del Siglo XXI para diferenciarlo de las prácticas del capitalismo de Estado, de la dirección de arriba hacia abajo... Él critica esas cosas y se dedicó desde que empezó a usar el término a hacer pedagogía popular en todas las intervenciones que hacía, que eran muchas en la semana y muy largas. Él explicaba con ejemplos prácticos_ “Bueno mira, esto es el capitalismo” y mostraba lo que podría ser la solución socialista, y a pesar de tener una audiencia en Venezuela era contrario al socialismo, después de algunos años más de la mitad de la población acepta como una cosa positiva el socialismo.
§ Arleen: Algo natural ...

68. Marta : Natural, exactamente, y solución de los problemas que este monstruo que provoca todas estas desigualdades provoca: el capitalismo neoliberal.
§ Arleen: Claro, porque cuando Chávez llega a la presidencia año 1999 ya no es un fantasma el que recorre el mundo, son un montón de fantasmas porque al fantasma original del comunismo se le une todo el fantasma del derrumbe y del fracaso.

69. Marta : El neoliberalismo estaba en auge en América Latina, nadie pensaba y de hecho yo escribí un libro: La Izquierda en el Umbral del Siglo XXI, que fue publicado acá como Haciendo Posible lo Imposible, en el 99. En ese momento estaba empezando el proceso en Venezuela, todavía Chávez no se había revelado bien, yo planteo que no se ve en el horizonte una posible revolución y ¡mira como cambio el mapa de América Latina! Hace diez años era completamente distinto.
§ Arleen: Claro, vamos a hacer otra pausa, seguimos cantando con Chávez
§ Arleen: Marta Harnecker, A la Luz del Recuerdo, chilena, cubana, escritora, sicóloga, periodista también.

70. Marta : No socióloga, periodista sí, por afición, porque yo dirigí la revista política Chile Hoy. Era una revista tipo tabloide y tenía dos o tres páginas de entrevista a algún personaje, entonces ahí empecé a iniciarme de entrevistadora con un excelente periodista uruguayo, no me preguntes el nombre ahora porque tengo una memoria limitada dada mi juventud acumulada (González Bermejo) y descubrí mi vocación periodística en un proceso revolucionario como era el chileno. Era un momento apasionante, además la revista tenía característica de poner en palabras sencillas estudios de intelectuales de izquierda que no llegaban a la gente.
§ Arleen : Era una revista teórica

71. Marta : No, era una revista política normal que sacó de los cajones de los intelectuales trabajos que eran interesantes para entender el proceso, y los transformaba en artículos atractivos al lector.
§ Arleen: En ese sentido era una revista teórica, quiero decir tipo Tricontinental, cosas así, que publica los originales de los intelectuales del momento, de los políticos...

72. Marta : Pero era una traducción periodística de esos artículos.
§ Arleen: Ah, se simplificaban, se editaban

73. Marta : Claro, y además poníamos el micrófono al pueblo, o sea, nos íbamos a los cordones industriales. Cuando había huelga en una mina del cobre, o en el salitre, allí estábamos nosotros, allí estaba yo como directora. Tenía un buen subdirector que era el que hacia la edición y toda la cosa burocrática, y yo me dedicaba a entrevistar con Faride Zerán que ahora es decana de la Facultad de Periodismo de la Universidad de Chile.
§ Arleen: Una gran periodista…

74. Marta: Extraordinaria periodista, claro, entonces era muy jovencita. Entonces me apasionó el periodismo. Además nuestro criterio era que en la revista, las críticas que hubiese al proceso las hiciera la gente. Muchas veces los periodistas hacen críticas, en un sentido es muy fácil criticar. Intelectualmente uno encuentra siempre cosas que son imperfectas, pero es distinto que un intelectual critique, a que la gente te diga cómo está sintiendo los errores del proceso.

75. Fue una experiencia muy linda, y la revista llegó a ser respetada también por la oposición, porque ésta se quería informar y esa información la encontraba en nuestra revista. Creo que uno de los grandes problemas que tenemos con el periodismo en los procesos revolucionarios es que no sabemos hacer periodismo desde el gobierno; hacemos propaganda, no informamos.
§ Arleen: Exacto.

76. Marta : No permitimos que el periodismo te sirva para alertar, para divulgar lo bueno y también mostrar lo malo, y permitir que se corrija el proceso. Eso es lo que me apasionó a mí.

77. Bueno en un momento , hasta nos vetó el gobierno, porque hicimos entrevistas a los huelguistas del Cobre. Los demócrata-cristianos huelguistas tenían algunas cosas correctas, errores nuestros del sectarismo y nos pareció que eso debía estar presente en nuestra revista. Y qué paso? Codelco , luego de haberse comprometido a comprar para repartir el triple del tiraje habitual; logró que se evitara su divulgación y que se recogieran revistas de los kioskos . Esa experiencia fué muy importante, y por supuesto que entrevistamos a Allende, a Corvalán, a Maira, a Miguel Enríquez
§ Arleen: ¿Cómo era Allende?

78. Marta : Allende era muy buena gente. Te puedo contar una anécdota de Allende. Estábamos haciéndole la entrevista y había que servir agua o algo, y había que poner hielo en los vasos y yo no vi la cuchara para el hielo y llegué y pesqué con la mano el hielo, entonces él me dice: “Marta, ¿te estás lavando las manos?”. El era así, muy sencillo.
§ Arleen: Digamos, comparándolo con otros líderes latinoamericanos, más Mujica, más Chávez

79. Marta: Bueno yo a Mujica no lo conocí, lo encuentro maravilloso, y Chávez para mí de los que yo conocí, el primer presidente que entrevisto es a él. Antes entrevisté a varios líderes de las guerrillas. Bueno a Tabaré Vásquez antes de que fuera presidente, cuando era Intendente de Montevideo, y dirigentes de las guerrillas de El Salvador, de Guatemala, de Colombia, pero no había entrevistado a ningún presidente, entonces yo iba con mucho susto. La verdad es que me empujaron mis amigos para que hiciera la entrevista... En general yo aparezco muy segura, pero no creas, soy tímida en el fondo. Me decían: “¿Cómo no lo vas a entrevistar si vas a Venezuela, a mí me había invitado la juventud. Fui a Venezuela para dar unas charlas sobre cuestiones sobre Presupuesto Participativo, porque yo había hecho el libro sobre la experiencia de Porto Alegre y MEPLA el documental. Porto Alegre era como el modelo, y era copiados en varios países y a mí me invitaban a dar charlas como si yo fuera la experta del proceso, a mí me daba risa porque yo solo había puesto el micrófono. La verdad es que aprendí mucho poniendo el micrófono.

80. Ahora puedo contarte la historia de cómo llegué a Chávez.

81. Primero, yo estaba haciendo esto libros-testimonios acerca de cinco experiencias de alcaldías del PT de Brasil, alcaldías de protagonismo popular, así las llamaba yo. Conocí a un alcalde de Caroní, en la región del Orinoco en Venezuela , quien me invitó a hacer un libro testimonio sobre dicha alcaldía, y en ese momento ya había ganado Aristóbulo Istúriz, el actual vicepresidente de la República, en la alcaldía de Caracas. Él es un dirigente extraordinario, muy carismático ...
§ Arleen: Y que también es educador popular...

82. Marta : Claro, es educador e hizo una experiencia muy interesante participativa en Caracas. Yo estaba haciendo entonces unos libros-testimonio sobre alcaldías de protagonismo popular y estas dos personas militaban en la Causa R, que después fue la Patria para T odos.
§ Arleen: El PPT...

83. Marta : Muy interesante experiencia la de ellos, la de Maneiro, que fue un intelectual venezolano, que fue el primero que dijo que la democracia que tenemos que construir, no es simplemente agregar a la democracia política liberal burguesa la democracia social , el ingrediente social: salud, educación, etcétera, sino tenemos que transformar la democracia misma mediante el protagonismo de la gente. Él decía que era muy distinto que una pasarela, o sea, un paso de nivel en una avenida, sea una conquista de una comunidad que se organiza para lograr la pasarela , a que el Estado llegue y decida, bueno, aquí hay que poner una pasarela.

84. Maneiro influyó mucho en esta gente, yo creo que influyó en la Constitución Bolivariana que es la primera constitución en el mundo en que se plantea el protagonismo de la gente, es decir, que la gente se desarrolle humanamente a través del protagonismo.

85. En algunas constituciones está presente la participación, pero no esa afirmación de que el desarrollo humano se logra a través de la práctica revolucionaria. Marx decía que al cambiar las circunstancias, te vas cambiando a ti mismo al mismo tiempo, que es a través de las luchas que los trabajadores se van liberando de ese “estiércol del pasado”, de la cultura heredada.
§ Arleen: Se va limpiando...

86. Marta: Se va limpiando con la práctica, con las luchas, con las conquistas de la clase obrera organizada. Para mí la Cauda R era el futuro de Venezuela, era el partido de nuevo tipo. Maneiro decía que el partido debía construirse donde hay movimiento. Ellos iban donde estaba la gente: en las industrias de Guayana, en la universidad en ese momento y entre algunos intelectuales. Después desaparece el movimiento en la universidad, entonces se prioriza fundamentalmente trabajar donde hay movimiento, en algunos barrios de Caracas, en la empresa metalúrgica Sidor. Es muy interesante la relación instrumento político-movimiento social que plantea Maneiro.
§ Arleen: ¿Ya Chávez estaba...?

87. Marta: Espérate, espérate, en ese momento Chávez acababa de salir de la prisión
§ Arleen: Estamos hablando del año 94, 93

88. Marta: 1994.En eso estaba yo cuando Chávez aparece en Cuba, antes de ser candidato a presidente, y hace un discurso en la Universidad. Entonces yo no conocía a Chávez y quedé maravillada con su discurso. Cuando veo que cita a Neruda, uno piensa que eso es cosa de un intelectual, no de un militar. Por ejemplo, Pinochet era un militar totalmente ignorante. Y veo a este militar venezolano que tiene una visión tan enorme... Hace poco que oí ese discurso de nuevo y si tú lo oyes, verías cómo ya en el 94 Chávez vislumbraba una cantidad de cosas. Entonces yo le escribo a la Causa R, y ahí está la carta, les digo: compañeros este es el líder de Venezuela, ustedes tienen que trabajar en lo local y apoyar a Chávez como principal líder.
§ Arleen: Si, y sobre todo el prejuicio contra un militar— lo que tú decías—, ese prejuicio estaba en toda América Latina.

89. Marta: Claro, aunque la Causa R en el 92 y Maneiro tenía la idea de que el aspecto militar era fundamental, Maneiro venía de una guerrilla y había visto la necesidad de la vía institucional. El hablaba que una pata de la mesa tenía que ser la militar. Chávez consideraba que no se debía hablar de pata militar, sino de movimiento cívico‑militar. Esa es quizás la diferencia que en ese momento se ve entre ambos. Yo estuve leyendo el libro de Ramonet sobre Chávez y ahí explica esta cosa.
§ Arleen: ¿Sí?

90. Marta: Yo descubrí a Chávez cuando vino a Cuba. No recuerdo bien cuándo le envío el libro que había hecho en Cuba sobre el Partido de los Trabajadores de Brasil, que es un libro‑testimonio donde yo entrevisto a Lula y a los cuatro o cinco primeros mosqueteros que fundan el PT, muy interesante. El libro se llama El sueño era posible, porque la verdad que el PT en los inicios era una maravilla, después se ha burocratizado mucho y tiene varios problemas. Entonces le escribo a Chávez y le digo: “Comandante, si quiere yo le hago una entrevista sobre su movimientos (el MBR 200 Militar). Le envié el libro creo que con Pablo Medina en 1994 y nunca más supe qué pasó.

91. Cuando triunfó Chávez en Venezuela yo escribí cómo se veía un poco la cosa en este país en el libro que estaba redactando La Izquierda en el Umbral del Siglo en 1999.Me tenté y pongo aquí lo que entonces escribí: “Luego de comprobar el indudable avance institucional de la izquierda latinoamericana en varios países, no quisiera terminar este punto sin señalar los enormes desafíos que se le plantean en este terreno, entre ellos: cómo ser al mismo tiempo un partido de gobierno sin dejar de ser un partido de lucha; cómo evitar caer en las prácticas políticas tradicionales y lograr diferenciarse de los demás partidos políticos frente a una opinión pública cada vez más escéptica de la política y de los políticos; cómo usar los espacios institucionales para fortalecer y no debilitar al movimiento popular; cómo evitar que sus cuadros no sean cooptados por el sistema; cómo lograr ser más que meros administradores de la crisis. [1] ”

92. Voy a Venezuela después del golpe. Antes del golpe iba a ir, yo había sido invitada por el Instituto de la Juventud para hacer un recorrido por el país, pero por la improvisación de ellos, en lugar de programar y avisarme se aparecieron en mi casa el día anterior al golpe —por supuesto que no sabíamos nada de eso— y me dicen: “Vámonos mañana a Venezuela”, pero eso era imposible porque, como yo no había recibido señales de ellos, ya me había comprometido con otra gente. Si no fuera por eso hubiera llegado justo el día del golpe.

93. Luego del golpe, aprovechando que había sido invitada por el alcalde de Guacara para ir a Venezuela a hablar del presupuesto participativo, mis amigos me insisten que aproveche de entrevistar a Chávez y fue así como decido enviarle con el embajador venezolano, Germán Sánchez un cuestionario para Chávez, pero no pasa nada. De repente recibo una llamada de parte de su Secretaría “Marta, el presidente dice que te vengas mañana para acá porque quiere hablar contigo”. Yo asocié esa llamada al cuestionario que le había mandado a través del embajador. Y le digo: “Mira, aquí no hay vuelo todos los días, yo me voy a ir lo antes posible” Me fui el sábado. El programa Aló Presidente es el domingo y me invita a asistir a ese programa como te invitó a ti y a un grupo de periodistas, nos llevaron en un avión que partía al Vigía cerca del Estado de Mérida. Nos subimos los periodistas al avión, y entra Chávez y se dirige a mí y me dice “Maaarta!!!”, parece que alguien le había dicho algo de mi libro La Izquierda en el Umbral que tiene en la contraportada la explicación de por qué la política es el arte de hacer posible lo imposible. Chávez me saluda y le regalo ese libro,.

94. Al bajarnos del avión me invita a irme con él en el jeep, él manejando. Yo iba con un equipo de audio bastante grande semi profesional de grabación que me había conseguido Piñeiro. Lo llevaba por si acaso, pero el repuesto de baterías del equipo estaba en una maleta que no iba con nosotros. La anécdota que contaba ayer Alarcón es así. Íbamos yo y él en el jeep, entonces me empieza a hablar de la historia, y le digo, “Oye, perdona, yo voy a grabarte”. Y así lo hice, pero llegamos al Vigía y en ese momento a mí se me acabaron las baterías, pero decidimos seguir conversando sin grabadora. En ese momento le pregunto qué le pareció el cuestionario que le envié y me dice que no sabe nada de cuestionarios, que no ha recibido nada. Después, cuando yo ya trabajo como asesora de él en el Palacio de Miraflores, me doy cuenta de la cantidad de papeles que le llegan diariamente y que él no tiene capacidad de analizar todo, porque además es alguien que cuando te da una entrevista lo toma con calma, dedica mucho tiempo a ella. Cuando un Presidente da una entrevista , da 10 minutos a una persona, pero como él era tan humano extendía las entrevistas. Si tú fueras racional dirías tiene que cortar, pero era la forma de ser de él.

95. Descubro que él no me ha invitado por la entrevista que yo quería hacerle, sino porque había hecho lo que justamente dijo Germán Sánchez: tenia los libros que le habían dedicado y como estaba el tema de las elecciones en Brasil de Lula, él había pedido que le reuniera todos los libros acerca de Brasil y ahí descubrió o redescubrió mi libro sobre el PT y la dedicatoria que le puse sobre la posibilidad de entrevistarlo, y dijo: “Bueno, que Marta venga a entrevistarme.” O sea, que mi cuestionario no tenía nada que ver con la invitación que recibí. Así fue como se inició una entrevista que se transformó en el libro Un hombre, un pueblo que también fue publicado acá y queremos republicar de nuevo porque eso fue publicado en el 2003, ¡imagínate ahora todos los jóvenes que no tienen idea de eso!

96. La entrevista duró como 18 horas, pero en distintas circunstancias y en una de esas circunstancias él me invitó a ir en el helicóptero a Orchila y entrevistarlo en el vuelo porque íbamos a ir a la casa presidencial que existía en esa isla donde él a veces iba a descansar con su familia. El me dice: “Tú me entrevistas en el helicóptero porque allá no; ese lugar es sagrado, yo tengo que dedicarme a mi familia”. Pero tuve la suerte de que hubo un problema climático y el helicóptero con la hija se tuvo que volver, entonces tuve la noche para entrevistarlo. Y cuando se terminaron parte de los temas de la entrevista seguimos conversando y yo aproveché para transmitirle —sin grabadora— las inquietudes de la gente de izquierda, las críticas que había sobre su gobierno.

97. Y durante las 18 horas de la entrevista siempre traté de que hubiera un espacio para transmitirle la opinión de la gente. Luego, en un momento que estamos terminando la entrevista, me acuerdo que estábamos en Mérida y estaba la hija chiquita de él tomando leche en un pomo, ya tenía tres años o algo así, él estaba separado de la mujer y en ese contexto me dice: “Marta yo quiero que tú vengas a trabajar conmigo, yo quiero una persona crítica a mi lado.

98. En ese momento yo estaba empezando mi relación con mi compañero actual, Michael Lebowitz, y ante esa invitación yo dudé en responder porque ya habíamos planeado con Mike pasar la mitad del año en Cuba y la mitad del año en Canadá. Yo creo que Chávez percibió la duda y no me forzó a nada, sino que me dijo: “Marta ven y vas, y así estuve durante un año yendo y viniendo hasta que Michael se liberó de la Universidad y pudo irse conmigo a Venezuela y ahí estuvimos. Me nombró la coordinadora asesora. ¡Imagínate!, yo, que no tenía ninguna experiencia de gobierno. Hice lo que pude, pero al año le dije: mira yo creo que realmente esto me queda grande a mí. El insistió que siguiera.

99. La verdad es que no éramos asesores, en ese sentido yo quedé un poco frustrada. No hubo nunca un diálogo del grupo de asesores con él para intercambiar.

100. ¿Qué hacíamos nosotros? Escribirle y le decíamos: “Mira pensamos que tienes que decir esto, hacer esto, o, está pasando esto.” Explicándole cómo algunos ministros estaban haciendo las cosas mal. Yo llegué a ser peligrosa para esos ministros. Yo diría que me rechazaba mucha gente por ser chilena, por ser mujer y por ser la persona que tenía un telefonito con el Presidente y que le decía cosas que los dejaban mal parados. Por desgracia Chávez que era tan espontáneo a veces les decía: “La Marta me dijo que tú... ¡Imagínate! Ese telefonito era maravilloso para tener un control de esa gente. En la experiencia que yo tengo con Chávez, siempre me llamó la atención la humanidad de Chávez —de ahí el nombre del libro: “Un hombre, un pueblo.” Y también yo tuve esa sensación, igual que tú, de sus manos, eran unas manos muy fuertes.
§ Arleen: Muy cálidas, al mismo tiempo muy vivas. Las manos del Che Guevara tenían cierto parecido.

101. Marta: Bueno yo nunca tuve la oportunidad de verlas de cerca.
§ Arleen: Yo tampoco, pero imaginé, a partir del libro de Aleida que recuerda su relación personal con el Ché y dice que cuando ella y su amiga lo vieron por primera vez allá en el Escambray, la amiga salió fascinada, y dice “¡Que hombre tan bonito!” Pero yo no me había fijado que tenía unas manos hermosísimas. Yo a partir de ese libro empecé a mirarle en las fotos las manos del Ché, y es verdad que eran tremendas manos y quizás por eso se las cortaron. Marta Harnecker a la Luz del Recuerdo. Esta noche ni más ni menos en exclusiva los recuerdos activados. Marta ha venido a activar los recuerdos de la gente en Cuba sobre Chávez. Estas haciendo un libro sobre eso.

102. Marta: No
§ Arleen: Qué propósito hay en esto qué están haciendo en MEPLA

103. Marta : En el nuevo programa de Mepla lo que queremos es profundizar sobre el pensamiento del socialismo en el siglo XXI
§ Arleen: Rescatar las cosas...

104. Marta: Rescatar, por supuesto, estamos tratando de rescatar lo que Chávez pensó sobre el socialismo del Siglo XXI, y de hecho hay compañeros del Instituto de Filosofía que nos contaban que están estudiando este tema. Tenemos relación con el Instituto que estudia el Pensamiento de Hugo Chávez en Barinas, Venezuela, que dirige Adán Chávez. § Arleen: ¿Qué valor tiene para el pensamiento de Chávez sobre el socialismo del Siglo XXI las anécdotas personales sobre Chávez que aquí en La Habana se acaban de lanzar?

105. Marta: Hay que acercarse al pensamiento también con el corazón, y las anécdotas hacen que la gente perciba ese aspecto, simpatice con el hombre y a lo mejor es más fácil desde el amor, digamos desde la emoción , llegar luego a estudiar su pensamiento. El partir de lo humano fue una iniciativa porque queremos acercar a la juventud a este Programa. También queremos inaugurar una Sala Hugo Chávez, pero todavía no tenemos el local.
§ Arleen: Hay una Marta Harnecker que viene de la experiencia chilena, que pasa por la experiencia cubana, que llega a la experiencia venezolana, pero transitando por la experiencia brasileña y otras experiencias revolucionarias en América Latina. Siente que Chávez tiene un pensamiento como para considerar que puede articularse un programa desde el pensamiento de Chávez...

106. Marta: Claro, yo creo que Chávez inaugura una nueva era en América Latina, un proceso revolucionario distinto al cubano, un proceso revolucionario que es por la vía institucional.

107. Él entendió muy bien que para avanzar por la vía institucional tenía que cambiar las reglas del juego institucional y por eso él cuando decide pasar de la insurrección a la vía pacífica, hay que recordar que lo hace porque cuando recorre el país se da cuenta que la gente no quiere la guerra, la gente quiere la Paz.

108. El percibe eso y dice: “Bueno, no podemos hacer una insurrección si no tenemos la simpatía del pueblo. Tenemos que buscar la vía pacífica; pero no ir a las elecciones por ir a las elecciones y ganarlas, tenemos que cambiar las reglas del juego, por eso es que su bandera para ir a las elecciones es la de la Asamblea Constituyente y eso marcó un rumbo para otros gobiernos de América Latina como el boliviano y el ecuatoriano que hicieron también su Constituyente.

109. Entonces viene muchas veces la pregunta: ¿Y por qué no se hizo eso en el Chile de Allende? Yo insisto siempre que tú haces una Constituyente para cambiar las reglas del juego, pero para cambiar las reglas del juego tú tienes que tener mayoría, porque si tú haces una Constituyente y estas en minoría y no tienes la fuerza suficiente te sale peor, o sea, creas unas barreras muy complicadas para avanzar. Entonces nosotros en Chile nunca tuvimos una clara mayoría; de hecho las últimas cosas daban siempre cuarenta y tantos por cientos a favor de la Unidad Popular, lo que era mucho cuando se partió de un treinta y tanto por ciento, pero nunca se llegó a tener una mayoría clara desde el punto de vista de las encuestas, etc.

110. Y no hubo un Chávez, eso pienso yo, podrán los compañeros chilenos opinar distinto, que se arriesgara a cambiar la correlación de fuerza haciendo un trabajo casa por casa, porque yo me pregunto ¿qué hubiera pasado si se hubiese hecho lo que en Venezuela se hizo cuando la oposición planteó el referéndum a Chávez? En ese momento Chávez tenía un nivel de simpatía popular de menos del 30 por ciento. En ese momento él perdía, pero fue al referéndum decidido a ganar esta batalla, y preparó las condiciones para ganarla.

111. Ahí surge una idea, que no se ha conocido, además de las misiones que fueron muy importantes; la idea de con qué instrumento político hago yo esto. Lo que existía en ese momento era el movimiento de Quinta República, que, como él decía, había reunido a mucha gente oportunista, no era el partido revolucionario que se necesitaba. Entonces él decide relacionarse con los simpatizantes que no estaban en el Partido, ¿y cómo relacionarse y hacer trabajar a sus simpatizantes? Ahí plantea la idea de las patrullas; diez personas que simpatizan con Chávez se unen y cada una de esas diez personas trabaja otras diez. Yo creo fue una idea brillante, y creo es una idea que deberíamos imitar. § Arleen: Es decir, esa idea no es de los asesores de Chávez, es original de Chávez...

112. Marta: Bueno, a lo mejor le dijimos algo. Mike tenía la idea de la mano con sus cinco dedos... No importa quien tenga la idea, lo que importa es que él la puso en práctica. A lo mejor la idea se la dio algún asesor, pero lo importante es que él entendió que el instrumento político que tenía no servía, que tenía que llegar más allá de los militantes, que tenía que llegar a los simpatizantes.

113. Como yo soy reportera de base hice muchas veces entrevistas a gente muy sencilla que eran parte de esas patrullas. Tengo la anécdota de una compañera que estaba aprendiendo a leer, y le digo: “¿Cómo haces tú la campaña, cómo haces el trabajo de patrullera? “Bueno, yo voy a mis clases de alfabetización, luego llego a mi casa y hago la comida para mi familia y luego me voy a visitar las casa de mi barrio”. Le pregunto: ¿Y con qué vas, llevas un panfleto, un afiche?: “No, yo les cuento lo que está pasando con mi vida, que estoy aprendiendo a leer y ahora tengo salud y los médicos cubanos me están atendiendo gratis.” Esa era su propaganda.

114. A veces se nos olvida, que podemos hacer muchas cosas con ese trabajo de hormiga. Yo digo que hay que recordar los tiempos pasados de los años 20, de los 30, cuando no había imprentas grandes y la gente trabajaba con medios muy pobres. Ahora para hacer algo estamos esperando que nos llegue el panfleto, que nos llegue el autobús para movilizarnos. Eso pasa en Venezuela. en las movilizaciones muchas veces el Estado tiene que poner los vehículos.

115. Bueno fue tan efectivo este nuevo elemento de las patrullas, no era solo eso por supuesto; había a nivel de la zona electoral el Grupo de Batalla electoral y había un Comando y Chávez, como era militar, delineaba en un mapa que calles que había que visitar y qué patrulla debía hacer ese trabajo, pero por supuesto eso no se cumplió porque la gente iba a las casas más cercanas a su casa.

116. Fue una iniciativa tan importante y tan exitosa que Chávez trato de transformar las patrullas que cumplían un fin político en patrullas de acción social, pero en esto cometía un error porque el trabajar en lo que se llama participación popular comunitaria es un trabajo que no es político, o sea, no es político en el sentido partidista, no debe ser político.

117. Tú tienes que hacer una buena comunidad, un buen municipio para todos los que quieran un municipio solidario, humanista, etcétera. Tú no puedes marginar a quien no apoye a tu partido. Entonces es confundir un instrumento para ganar un proyecto político con uno para ganar un proyecto social. Ahí surgió la idea de los consejos comunales probablemente, pero ya eso es participación popular,
§ Arleen: Los consejos comunales que han venido a ser a la larga lo que más se ha sostenido con fuerza y con autenticidad,¿no? La verdadera fuerza...

118. Marta: Y yo te diría que ese es el gran aporte de Chávez, porque quiso hacer un socialismo construido por la gente, participativo, de protagonismo popular. No basta con que tú tengas la idea, tú tienes que crear las condiciones y entre las condiciones está justamente el tema de qué espacios son los mejores para participar, porque como decía Aristóbulo Istúriz las grandes asambleas no son igual a democracia. No es la gran asamblea en que tú preguntas y hay miles de personas que levantan la mano y se piensa que eso es la mayor democracia. El decía: “Democracia no es asambleísmo, es gente igualmente informada”.

119. Él hizo muchas asambleas, y después descubrió que era mucho mejor trabajar en grupos pequeños: en los comités de agua, en los comités de viviendas, de salud, etcétera.

120. Ahí surgió, y ahora estoy pensando contigo en voz alta, porque no me había puesto a pensar en eso, el consejo comunal como una idea de participación popular y Chávez fue el que basado en algunas experiencias, nosotros habíamos estudiado una experiencia en Sucre donde un grupo había hecho una experiencia de gobierno comunitario y esa experiencia se le pasó a Chávez junto a algunas otras reflexiones que habíamos tenido en un Encuentro de Solidaridad, y teníamos la experiencia de los comités de salud cuando vienen los médicos cubanos; los comités de tierras urbanas que fue una iniciativa de María Cristina Iglesias: legalizar las tierras urbanas que habían sido tomadas por las gentes que venía del campo a la ciudad y se instalaba en los Cerros sin ningún papel que avalara su terreno.

121. Todas estas experiencias reúnen a una cierta cantidad limitada de familias y ese fue el espacio que Chávez ideó para la verdadera participación de la gente.200 y 400 familias en las zonas urbanas densamente pobladas, y entre 50 y 100 familias en las zonas urbanas, y en las zonas más alejadas hasta diez familias, eso dependía de cada realidad.

122. Lo interesante es que él planteó darle a esa organización comunitaria una cantidad de dinero para hacer una pequeña obra, y ahí hubo una gran discusión en planificación porque los tecnócratas decían que estábamos diluyendo el presupuesto nacional, que cómo le vas a dar dinero a una comunidad que no sabe nada de planificación. Finalmente triunfó la idea de Chávez.

123. El dijo: “Organícense y hagan un plan”, eso significaba articular todo lo que había organizado en la comunidad. Era muy importante ponerlos a trabajar en algo, el dinero no era la dádiva que llega, el regalo. Era contra una propuesta de trabajo, un proyecto concreto que había que hacer. Después se estuvo viendo que lo ideal era tener una conexión entre el plan nacional y estos los plancitos.
§ Arleen: Lo que ustedes terminan descubriendo mientras Chávez va transformando todo eso es que no se puede hacer socialismo del Siglo XXI ajustándose al esquema de la democracia burguesa porque te entierras...

124. Marta: No, claro, porque la democracia burguesa es que si tú eliges a alguien democráticamente, libremente, supongamos; porque siempre están los medios de comunicación que interfieren allí, el que es conocido por los medios tiene una ventaja enorme, bueno eso ha pasado acá cuando uno quiere ser lo más democrático que hay con el sistema de las biografías, pero bueno, Arleen Rodríguez, por favor, por mucho que pongan quien eres en un papel todo el mundo te conoce. Entonces ¿cómo hacer cuando en Venezuela se rechaza la democracia representativa?

125. Ese era uno de los desafíos, pero bueno, la idea, creo era de Maneiro, la idea era de que a esa democracia representativa era obsoleta, que había que replantearse la idea de democracia trasformando a la democracia misma. Como a los venezolanos no les gusta la palabra “representante”, idearon la palabra vocero o vocera, porque estas comunidades organizadas tenían que hacer llegar su voz más arriba. Se le puso el término de vocero o vocera a la persona que representa el consejo comunal en instancias superiores.

126. Al comienzo eso era el municipio, pero después se vio la necesidad de pensar en una instancia intermedia: la comuna que es la articulación de varios consejos comunales en un determinado territorio con un proyecto económico que permita una cierta subsistencia, eso no siempre se cumple. § Arleen: ¿Eso ha llegado a cristalizar allí?

127. Marta: Espera, primero quiero decirte que este vocero/a o delegado/a realmente es un representante. ¿Cuál es la diferencia?, que el o la vocera debe responder a la comunidad, y es mandatada por ella y si no responde a los intereses de su comunidad es revocado, eso es fundamental.

128. Entonces yo siempre insisto a los compañeros que nosotros no podemos pensar en hacer democracia directa solamente, que eso sólo se da en los pequeños espacios y que siempre tenemos que pensar en un sistema de representación, y que la critica que tenemos al sistema de representación burgués es que es poco representativo, o sea, nosotros queremos que sea más representativo y que sea realmente democrático.
§ Arleen: Pero no cero representativo...

129. Marta: No cero, claro, tiene que haber un sistema, y nosotros hemos hecho unos estudios sobre el sistema de delegación yugoslavo. Y en Cuba hay de alguna manera un esfuerzo por hacer eso con el Poder Popular que debería ser más dinámico, pero bueno, la idea es la de una persona en la que se delega un mandato y que si no responde puede ser revocado.
§ Arleen: Ahora Marta, yo quiero retomar una pregunta que te hacía hace mucho rato ya. Durante mucho tiempo, Chávez hablaba constantemente de Allende, como hablaba de Evita Perón y hablaba de Perón también y hablaba de una serie de líderes anteriores ¿Cuánto de esa gente hay en el modo de hacer y de gobernar de Chávez y en su ideario?

130. Marta: Yo no sé.
§ Arleen: Pero estuviste cerca de Allende y cerca de él.

131. Marta: Bueno sí, yo lo único que sé es que Chávez decía: “Mi vía es la vía pacífica pero a la diferencia de Allende en que era una vía pacífica desarmada, la mía es una vía pacífica armada”, y decía esto no porque el pueblo estuviese armado en milicias, sino porque él contaba con el apoyo militar.

132. Esta idea, que te decía se desarrolla en el libro de Ramonet donde Chávez explica la idea de la unión cívico‑militar de la que te hablé anteriormente.
§ Arleen: Y que viene de la experiencia de febrero del 92, desde ahí viene...

133. Marta: Creo que viene de una concepción anterior, porque en las discusiones que se tenía con las guerrilleros que se desarmaban en ese momento, había esta idea de la pata armada, la pierna armada, pero Chávez planteaba como alternativa la unidad cívico‑militar, o sea, la idea de que el soldado es parte del pueblo, solo que esta armado.

134. Es interesante cómo surge ese movimiento en las Fuerzas Armadas de Chávez. Algunos de ellos ..., porque yo entrevisté a varios militares, tengo un librito sobre los militares venezolanos, algunos de ellos decían que iban a la frontera a buscar guerrilleros y se encontraban con gente muy pobre y compartían la ración militar con ellos.

135. Esa radicalización que se produce cuando se contacta la pobreza, que ya no se conoce solo por libros... Esa es una experiencia que yo viví en Chile, porque el cristianismo me llevaba a ayudar a los pobres, entonces estuve en poblaciones callampas (poblaciones pobres, marginales), yo estuve en los hospitales también, y veía a la gente pobre y eso me radicalizo a mí que yo venía de una familia burguesa. Nuestra familia fue ascendiendo en nivel económico, comencé andábamos en bicicleta —yo entonces tenia doces años— hasta que terminamos con un carro mi mamá y un carro mi papá, o sea, una familia que progresó con el trabajo, pero progresó.

136. Por eso es que yo considero tan importante el trabajo político de los estudiantes con los sectores populares, porque eso radicaliza Y por eso pensé siempre cuando estaba en Cuba que lindo sería que se mandase a trabajar a los estudiantes a poblaciones pobres en otros países, para que vivan eso y esas son cosas que marcan, y yo te decía que yo quise estar en una fábrica trabajando por eso, para que eso me marcara y no llegara a ser una burguesa más.

137. Pero bueno nos estamos alejando un poco del tema
§ Arleen: No, no, no, yo estaba tratando de entender porque muchas veces sorprendía, no a mi sola, he oído opiniones diversas, pero en aquellos largos Aló Presidente que en que Chávez citaba lo mismo a Frank Fanón, que a Mariátegui, que a Neruda, que a Marx, que a Nitche...

138. Marta: Lo que pasa es que él era un lector increíble, asimilaba miles de cosas pero él armaba su propio muñeco digamos, no adhería a un pensamiento sino que de cada cosa que leía sacaba sus propias conclusiones para integrarlas a su proyecto. Yo creo que era un hombre con una capacidad intelectual y memoria increíbles. Y una de las frustraciones del grupo de asesores era que le mandábamos papelitos y nunca sabíamos cuándo y cómo él integraba nuestras ideas. Uno gozaba cuando oía que en el Aló Presidente hablaba de algunas de las ideas que le habíamos mandado, pero nunca fue algo que lográramos en una discusión con él.
§ Arleen: Es decir este no es un líder que recibe ideas de grupos asesores y las repite tal cual las escucha, es un hombre que las procesa y las devuelve creativamente...

139. Marta: Y enriquecidas por supuesto
§ Arleen: Tu lo dice en tu libro que hay un antes y un después de Chávez y para él el socialismo era creación dolorosa ...

140. Marta: Con la idea de Mariátegui de la “creación heroica”, o sea, en el sentido que es creación, buscar respuesta en nuestras realidades. Bueno, el propio Fidel dice: “No hay un esquema ni manual del socialismo, tenemos que construirlo”, entonces ahí está Simón Rodríguez que te habla de inventar para no errar, nosotros tenemos que inventar.
§ Arleen: Bueno, esta Martí que dijo: “Si sale vino del plátano y si sale amargo es nuestro vino”. Martí en cierta medida hablaba de que en esos tiempos está naciendo el hombre nuevo a América, que ya no es el que copia de Europa y que coge el pensamiento inglés o las maneras francesas...

141. Marta: Bueno, y en esa creación de pensamiento es que estamos nosotros tratando de implementar este programa nuevo sobre el socialismo del siglo XXI en MEPLA, para que sea un espacio de reflexión en que se encuentren intelectuales de otras partes del mundo con intelectuales cubanos.
§ Arleen: ¿Cómo lo tienes concebido, cada qué tiempo, crearán un espacio, un lugar, dónde...?

142. Marta: La idea es iniciar este año probablemente con dos actividades, una en julio con el Aniversario de Chávez y otra con el Aniversario 25 de MEPLA. Ahí hacer estos encuentros también en provincia. Eso es muy importante. Y con la idea de que no sea gente que venga a exponer ponencias, que venga a leer papeles, porque muchas veces en estos encuentros de intelectuales tú tienes gente sentada en una mesa y cada quien lee su papel y no hay realmente creación de pensamiento nuevo, simplemente cada uno de los ponentes comunica unas ideas y no se intercambian ni se enriquecen las ideas. Para evitar esto concebimos hacerlo mediante cuestionarios, un cuestionario que se puede preparar con asesoría de distintas personas, de distintos grupos de jóvenes también. Determinar antes de que nuestros invitados vengan qué cosas son las que queremos que respondan, y en base a ese cuestionario que se repartiría previamente a los invitados, se haría la dinámica de la reunión grabando para que el audio de esa discusión esté disponible para todo el que lo quiera dentro y fuera del país. Y decimos audio porque lo ideal sería un documental pero eso es mucho más complicado, mucho más costoso y queremos facilitar las cosas. No vamos a editar, simplemente eso fue lo que se grabó.
§ Arleen: Claro, pero decía esto va a tener una secuencia...

143. Marta: Después, en la medida que vayamos logrando realizarlo, por ahora estamos conformando el grupo de gente que debe trabajar con nosotros. O sea, lo que hagamos dependerá de la dinámica que tengamos, y por eso yo ayer a la gente que nos acompañó le decía: “Apóyennos porque esta es una iniciativa que tenemos que construir entre todos.”
§ Arleen: Claro, para que esté atenta toda nuestra audiencia, como se llama el Programa?

144. Marta : El nuevo programa de MEPLA se llama: “Socialismo del Siglo XXI”.
§ Arleen: Inspirado en Chávez y la idea de ustedes es crear un espacio que lleve el nombre de Chávez, podría ser en una Universidad...

145. Marta : Bueno, el ICAP quedó en conseguirnos un espacio y pensábamos hacerlo en el Memorial Salvador Allende. No sé si podremos hacerlo allí o en otro lugar
§ Arleen: Bueno Marta ya estamos en los finales y nos queda tanto por hablar, fíjate que saltamos de ti. Hablaste de Piñeiro que fue tu compañero y es uno de esos héroes que uno siempre lamenta que ya no esté, me encantaría haberlo tenido en este programa también. Un hombre que es un mito también dentro de la lucha armada dentro de América Latina y todo lo que significó; y hablamos del trabajo al que te estás dedicando hoy en el Centro de Investigaciones “Memoria Popular Latinoamericana”, pero Chávez, digamos, nos vuelve a robar todo el interés y el pensamiento. Tenemos que hablar un día, quizás, de qué falló en Chávez porque la revolución de Chávez cuán segura puede estar; de lo que está pasando hoy en América Latina, en fin, que me debes un montón de análisis, pero quiero dejarte estos últimos cinco minutos para algo de lo que te parezca indispensable hablar en nuestra conversación de esta noche.

146. Marta: Te decía que yo había sido invitada por ser crítica: yo creo que la crítica dentro de la revolución es muy importante y especialmente en nuestra realidad latinoamericana con estos tránsitos pacíficos tan complicados, con estos instrumento políticos muchas veces no adecuados a las necesidades.

147. Nuestros gobernantes deben saber que es importante recibir la crítica popular. Nosotros fuimos educados, yo por lo menos, en que había que lavar la ropa sucia en casa.

148. Pero tú sabes que Fidel en el libro de Ramonet, no sé si tu lo leíste con atención, habla de la crítica pública, y de que no basta de hacerla en lugares cerrados, sino que hay que hacerla en escuelas y en lugares abiertos y que eso puede ser un golpe a la revolución, que eso puede ayudar al enemigo a atacarnos, pero… que más ayuda a la revolución.

149. Yo creo que eso es una realidad, la crítica puede ser un alerta a tiempo para enmendar, pero tiene que ser una crítica pública constructiva. Tenemos que plantear soluciones porque es muy fácil decir que todo está mal. ¿Qué es lo que tú propones para resolverlo?

150. Yo recuerdo que una vez los trabajadores venezolanos se habían tomado el Ministerio del Trabajo y Chávez pasó por ahí, y quizá se podía pensar que el presidente iba a decirles: “Oye —como algunos otros lo han hecho—, no me hagan olas por favor, no vayan a esa huelga, ustedes están en un gobierno progresista”. Pero él les dijo: “Compañeros, los felicito, ese ministerio tiene muchas taras burocráticas y ustedes me están ayudando a corregirlas”. Eso es una cosa importante.

151. Después, en los últimos tiempos, planteó que quién ponía el micrófono para recoger la crítica del pueblo eran los canales opositores, y no el canal del Estado y dijo que éste debía poner el micrófono para permitir que el pueblo sea el interlocutor nuestro y nos critique. Yo creo que eso es una cosa importante para estos procesos.

152. Yo siempre he pensado que es tan terrible la desaparición de Chávez, porque era un hombre con tanta energía, con tantos proyectos, que debe ser terrible el sentir que se le acababa el tiempo... § Arleen: Uno siempre tendrá la duda viva de que su muerte pudo haber sido inducida...

153. Marta: Eso….pudo ser, pudo ser.
§ Arleen: Bueno, si alguien quería el imperio sacarse de adelante, era un hombre tan creativo, tan original y con tantas potencialidades para América Latina, y miren lo que ha pasado, después que él no está se ha debilitado tanto el movimiento de integración latinoamericana.
§ Nos debemos otra charla, quizás que tú nos traigas acá algunas de esas voces. Te invito para que el programa pueda reproducir algunas de esas anécdotas que vas colectando y que van demostrando la supervivencia, la otra vida de Chávez, como él diría. Gracias por venir.

154. Marta: Gracias Arleen por esta posibilidad de conversar tan largo, nos es fácil encontrar la posibilidad de esto.
§ Arleen: Este programa está para eso, para la memoria, y mira cuanto puede hallar de ayuda la memoria popular latinoamericana. Marta Harnecker esta noche, chilena, cubana, latinoamericana podríamos decir, y sobre todo una mujer que va guardando la memoria popular latinoamericana con toda la falta que nos está haciendo ◄

Transcripción: Carmen Arencibia
Edición Inés Harnecker

[1] . Párrafo 254.

viernes, 21 de septiembre de 2018

Una guerra contra el proyecto chino

Las barreras comerciales de Trump contra China significan el inicio de la guerra contra la “Nueva ruta de la seda”,
el único proyecto abierto, integrador, universalista y no basado en la lógica de la imposición del más fuerte que existe en el mundo de hoy.

Donald Trump ha lanzado esta semana aranceles por valor de 2000.000 millones de dólares contra productos chinos que se suman a anteriores medidas. No tiene que ver con aluminio, ni coches ni acero, como ocurre con Europa, sino que hay que leerlo como una exigencia a que China renuncie a su ascenso al estatus de gran potencia. Y esa exigencia está respaldada militarmente. Es decir, la guerra comercial que Washington ha declarado tiene grandes posibilidades de ser prolegómeno de una guerra propiamente dicha, una guerra militar. Veamos por qué.

La política china está ganando peso y prestigio en el mundo desde cualquier punto de vista con su llamada “Nueva ruta de la seda” (Belt and Road Initiative). Los desórdenes del presidente broncas colocan a Xi Jinping en el papel de serio y previsible estadista de proyección mundial. Su prudencia y previsibilidad contrastan aún más al lado de la oferta que Estados Unidos viene lanzando al mundo: una oferta basada en la fuerza, mayormente militar, y regida por la fórmula, “o estás conmigo, o estás contra mí”. Al lado de eso, la “Nueva ruta de la seda” puede leerse como alternativa sostenible: el único proyecto abierto, integrador, universalista y no basado en la lógica de la imposición del más fuerte que existe en el mundo de hoy. ¿Qué significa?

De puertas adentro: tercera fase desde 1949
Para China la “Nueva ruta de la seda” es la tercera gran fase desde el establecimiento de la República Popular en 1949. La primera fase fue la revolución maoísta que levantó al país del suelo. La segunda, sobre los cimientos de la revolución, fue la modernización económica de Deng Xiaoping y sus sucesores. Esa modernización se hizo en el bien entendido de que China debía ser prudente y humilde en la esfera internacional: no meterse en conflictos ni presentar ambiciones que comprometieran su prioridad de desarrollo interno en una etapa tan delicada. Con Xi Jinping se llega a la tercera gran fase: definir y afirmar el papel de China en el mundo.

Tras el impulso económico y modernizador de las últimas décadas, la intervención directa de China en los asuntos mundiales se ha convertido en condición de la continuidad del ascenso chino. Y eso no solo por la necesidad de estabilizar y garantizar los suministros que alimentan su fábrica global: por una simple cuestión de la escala adquirida por su poderío, la prudente no intervención y discreción internacional pregonada por Deng Xiaoping ha comenzado a quedarse desfasada. Los imperativos del mismo “ascenso chino” que hasta hace poco exigían discreción, exigen ahora una mayor intervención en el mundo.

De puertas afuera: asumir responsabilidades globales
Desde el punto de vista de las relaciones entre grandes potencias China ha iniciado con esta tercera fase el primer movimiento del relevo hacia el papel de superpotencia. Lanzada en septiembre de 2013, la nueva ruta de la seda es un gran proyecto de integración económica de Asia, África y Europa mediante colosales inversiones en infraestructuras. Una red de corredores energéticos, vías de comunicación y transporte terrestres y marítimas, e integraciones financieras, destinada a afianzar y expandir la economía global. Con su lanzamiento previsto para el 2021 y una perspectiva hasta el año 2049, ya implica, como proyecto, a una sesentena de países -muchos de ellos sin más cálculo que recibir inversiones chinas- que representan el 70% de la población mundial, el 55% del PIB y el 75% de los recursos energéticos globales conocidos. La iniciativa se basa en tres principios; apertura hacia todos los países, carácter integrador basado en el respeto a la idiosincrasia y opciones de desarrollo de cada uno de ellos, y normas de mercado. El resultado implícito de esta iniciativa es crear un nuevo paradigma geopolítico alternativo al del hegemonismo. En Washington lo entienden perfectamente y lo ven como un verdadero desafío al dominio de Eurasia y de la economía mundial ejercido por Estados Unidos. Y no están dispuestos a permitirlo. Si todo eso funciona, el ascenso de China solo puede ser detenido por la guerra.

¿Primera salva comercial de un conflicto militar?
De momento ha comenzado como guerra comercial -ignorando el hecho de que el 40% de la exportación china al resto del mundo procede de multinacionales americanas y europeas instaladas en China- sin embargo el pivot to Asia (el traslado al entorno de China del grueso de la fuerza aeronaval de Estados Unidos) y los incidentes y tensiones en el Mar de la China meridional, avisan de una dinámica militar bien concreta y conocida. Eso, y no las simplezas del “segundo Mao” publicadas con tanta frecuencia en nuestros medios de comunicación, es lo que explica los poderes ampliados de los que Xi Jinping ha sido dotado: esperando una fase turbulenta que incluye tensión militar en el mejor de los casos y conflicto abierto en el peor, los dirigentes chinos se han puesto un cinturón de seguridad, algo que no tiene nada que ver con Mao, de la misma forma en que la sociedad china actual no es la de entonces.

Con eso en las previsiones, el objetivo militar chino a medio plazo no es desafiar el dominio militar global de Estados Unidos, un objetivo que sería irreal, agotador y extremadamente peligroso, sino sembrar dudas entre los generales americanos sobre las posibilidades de una victoria de Estados Unidos en un pulso militar regional en el Mar de China meridional, donde se acumulan las tensiones del pivot to Asia.

La estrategia de China se dirige a disolver las alianzas de Estados Unidos en Asia Oriental y el Pacífico occidental. Pekín considera esas alianzas reliquias de la guerra fría y confía en que su peso comercial con los países de la región implicados -que ya es superior al de Estados Unidos- sea determinante en ese proceso de disolución. Al mismo tiempo, China fortalece su potencial aeronaval.

Con Xi Jinping se ha realizado un cambio radical en la estructura de las fuerzas armadas chinas y en la doctrina militar de China, constata el ex primer ministro australiano Kevin Rudd, uno de los raros gobernantes occidentales que habla y lee chino. El objetivo es, “sembrar la duda sobre la capacidad de Estados Unidos de vencer en un conflicto militar con China en la región alrededor de las islas en disputa y en el propósito de defender Taiwan”, dice Rudd. Muy pronto, China podrá desafiar el dominio militar regional (que no global) de Estados Unidos allí. Las primeras salvas de esta guerra están siendo disparadas con munición comercial, pero no hay que engañarse: no tiene que ver con comercio, tiene que ver con dos ofertas para diseñar el futuro. Todos los escepticismos sobre el futuro papel de China en el mundo son legítimos, pero de esas dos ofertas solo una es militarista.

https://rafaelpoch.com/2018/09/20/una-guerra-contra-el-proyecto-chino/

¿La utopía anarcofeminista* alcanzada? La revolución de las mujeres kurdas y lo que debemos aprender.

Pilar Villanueva

El desconcierto

Las mujeres kurdas, intentan destruir el menosprecio colonial de su cultura y tomar responsabilidad de sus propias vidas y decisiones. Se juntan y discuten la forma en que la dominación del sistema patriarcal mantiene su poder a través de la separación entre una mujer y otra. No solo están luchando por su liberación, sino que también por la de todas las mujeres del mundo.



Rojava es la región kurda ubicada al norte de Siria y que desde la antigüedad ha sido un lugar altamente dinámico, pues Mesopotamia es uno de los tres lugares donde se vivó la revolución del Neolítico. No resulta tan extraño que sea en esta región donde se esté desarrollando lo que puede llegar a ser una de las más importantes revoluciones de la historia. Actualmente, Rojava está dividida en tres cantones o unidades administrativas: Kobane en el centro, Jazira en el este, y Afrin en el oeste. Este último cantón fue recientemente ocupado por las fuerzas especiales de Turquía y los y las kurdas actualmente están intentando recuperarlo. Los tres cantones funcionan de manera cooperativa para hacer frente al Estado Islámico (IS). Asimismo, no toda la población de estas regiones es kurda, sino que hay kurdos/as, árabes, asirios/as, turcómanos/as, y personas de distintos grupos religiosos como musulmanes, cristianas y yazidíes.

Fue en el 2011 que el movimiento kurdo de liberación declaró su intención de construir un nuevo modelo de sociedad basado en el confederalismo democrático. Posteriormente, en el 2012 se produjeron una serie de levantamientos populares con el fin de liberar a las ciudades y los pueblos de Rojava donde habitaban mayoritariamente kurdos y kurdas, y que estaban bajo la dictadura de Ba’ath. Así, el movimiento estableció un nuevo sistema democrático y en el 2014 declararon por primera vez su autonomía democrática.

El Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) fue una las organizaciones claves que dio nacimiento y fortaleció al movimiento kurdo de liberación. El PKK fue fundado en el 1978 por revolucionarios/as kurdos/as y turcos/as, entre quienes se encontraban sus líderes Abdullah Öcalan y Sakine Cansiz, que formaron este partido como un movimiento de liberación marxista-leninista. En medio de un ajetreo político donde el régimen de Ba’ath en Siria estaba en contra del gobierno turco por la propiedad sobre el agua, el PKK inicia la guerrilla contra este Estado, que los/las estaba reprimiendo violentamente y que ocupaba el norte de Kurdistán ,en 1984. Tanto hombres como mujeres kurdas y/o simpatizantes se unieron a esta guerrilla, lo que marcó esta participación de las mujeres desde el comienzo y que luego se traduciría en la creación el ejército de mujeres llamado La Unión de Mujeres Libres de Kurdistán (YAJK). Las mujeres que entonces se unieron a la guerrilla rechazaron los tradicionales roles patriarcales y crearon un nuevo rol de luchadoras de la libertad. Así, en las montañas de Kurdistán, las mujeres crearon principios de organización autónoma entre mujeres, un liderazgo dual, y el requisito de que existiera un mínimo de 40% de participación de las mujeres en todas las áreas, aspectos que hoy se aplican a todas las regiones de Kurdistán.

Öcalan fue arrestado el 1999 por las fuerzas especiales turcas gracias a la intervención de la CIA. En un comienzo el líder del PKK fue sentenciado a muerte, pero gracias a su intervención legal a través de un acuerdo de paz, se llegó al confinamiento solitario en prisión. Fue aquí donde Öcalan comenzó a estudiar y referenciar las escrituras del teórico libertario Murray Bookchin, historiadores como Wallerstein y Foucault, además de algunos movimientos sociales como el de los zapatistas. Gracias al aprendizaje de estas experiencias y teorías, Öcalan crea el modelo del Confederalismo Democrático y la Autonomía Democrática.

El confederalismo democrático uno los principios del municipalismo libertario, la ecología social y el feminismo. Es un concepto para representar la democratización radical de la sociedad, donde el rol y participación de la mujer es de primera importancia, pues tal como dice el líder del PKK, “un movimiento no tiene oportunidad de crear una sociedad libre real y duradera a menos que la liberación de las mujeres sea una parte esencial de sus prácticas” (traducción propia de Revolution in Rojava, p. 43). Asimismo, este nuevo sistema social propone una administración política propia, donde todos los grupos de la sociedad y todas las identidades culturales puedan expresarse en las reuniones locales, convenciones o consejos. Se busca la integración de la sociedad como un todo y lo político es parte de la vida diaria. Así, esta revolución basada en el confederalismo democrático se comprende como antiestatal, pues funciona por medio de una economía comunal, es decir, cada comunidad tiene una autonomía; y anticentrista, con un trabajo desde abajo. En otras palabras, “mientras la nación democrática sería el espíritu, la autonomía democrática representaría el cuerpo”.

Lo más interesante y distinto en esta revolución, en comparación a todas las que hemos tenido en la historia, es que lo central es la liberación de la mujer. Las y los kurdos están creando una sociedad libre del Estado, y para lograrlo saben que primero deben vencer al patriarcado. Y esta idea está a la base tanto de la democrática organizada en comunas, como del confederalismo a mayor escala.

Las mujeres kurdas, en medio de una cultura y región donde al ser violadas son abandonadas por sus familias por ser una vergüenza, o son asesinadas para salvar el ‘honor’, nos han (de)mostrado que la emancipación de la mujer puede ocurrir bajo cualquier circunstancia y lugar si es que hay organización, autodefensa y camaradería. Las mujeres han enfrentado la cultura en el mundo islámico que no solo desdeña a la mujer abusada y/o violada, sino que también donde el ‘honor’ del hombre se encuentra en la habilidad de controlar a las mujeres y niñas/as.

15 años luego de que Öcalan fuera raptado y encarcelado, eran principalmente las mujeres quienes apoyaban el movimiento de liberación, pues sabían que en esta filosofía radicaba su libertad e igualdad. Las mujeres kurdas, intentan destruir el menosprecio colonial de su cultura y tomar responsabilidad de sus propias vidas y decisiones. Se juntan y discuten la forma en que la dominación del sistema patriarcal mantiene su poder a través de la separación entre una mujer y otra. Estas mujeres no solo están luchando por su liberación, sino que también por la de todas las mujeres del mundo. Su principio es crear nuevos valores que se contrapongan a la cultura materialista del patriarcado, y reconfigurar los medios de expresión propios de las mujeres, su arte y su cultura. Por tanto, si es que existe algún referente donde el feminismo, las mujeres y sus aliados/as debemos mirar, es hacia Kurdistán y su revolución. Si ellas lo están logrando en medio de una guerra, una cultura de dominación masculina y un aprisionamiento familiar, nosotras también podemos.
*P. D.: no entiendo por qué llama anarco feminista. Sus ideales son marxistas.

Fuente:
http://www.eldesconcierto.cl/2018/08/22/la-utopia-anarcofeminista-alcanzada-la-revolucion-de-las-mujeres-kurdas-y-lo-que-debemos-aprender/

Lo indefendible: Idlib y la izquierda

Leila's blog

Traducción para Rebelión de Loles Oliván Hijós.

El sábado pasado los ataques aéreos del régimen y rusos se intensificaron en Idlib en lo que parece ser el preludio de la campaña anunciada para recuperar el control de la provincia. Solo un día antes, miles de hombres, mujeres y niños sirios tomaron las calles en más de 120 ciudades y pueblos en las restantes áreas liberadas coreando el lema “elegimos la resistencia”.

Se manifestaban por sus vidas. Idlib alberga en la actualidad a tres millones de personas, un tercio de las cuales son menores. Más de la mitad de la población actual son desplazados o han sido evacuados por la fuerza a la provincia desde otros lugares. Tienen escasas opciones para huir del asalto. Las fronteras están cerradas y no quedan zonas seguras. Pero no quieren ser expulsados de sus hogares por la fuerza. En las protestas muchos portaban pancartas en las que se leía el rechazo al llamamiento del enviado de la ONU Staffan de Mistura solicitando que los civiles sean evacuados a zonas controladas por el régimen, donde podrían desaparecer en cámaras de tortura o ser reclutados por la fuerza, como les ha sucedido antes a otros. La 'reconciliación' en el contexto sirio significa volver al sometimiento, a la humillación y a la tiranía.

Las pancartas y las consignas lo dejaban claro: el objetivo de las protestas era evitar un ataque del régimen y de los que le apoyan, mostrar al mundo que hay civiles en Idlib cuyas vidas están amenazadas, y seguir afirmando su rechazo a Assad. Entre la multitud resonaba el lema “as shaab yurid isqat al nizam” (la gente quiere la caída del régimen) rememorando los primeros días del levantamiento. No solo protestaban por el fascismo interno sino también por los imperialismos extranjeros, el de Rusia y el de Irán, que respaldan al dictador en su campaña para acabar con la oposición interna.

Sin embargo, una vez más, los llamamientos de los manifestantes pacifistas sirios han sido ignorados por la “izquierda pacifista” occidental. En lugar de pedir que se ponga fin al bombardeo o reclamar apoyo para las víctimas de la guerra, muchos han preferido comprar el discurso del régimen –“guerra contra el terrorismo”– que sostiene que el objetivo del asalto es eliminar a los combatientes yihadistas. Una falacia que debería haberse desvanecido el sábado. El hospital Sham de la aldea de Has, en el sur de Idlib, fue blanco de bombas de barril y misiles hasta quedar fuera de servicio. Se habían trasladado sus instalaciones bajo tierra, a una cueva, en un fútil intento final de protegerlo del bombardeo aéreo. Según la Unión de Organizaciones de Asistencia Médica y Socorro, tres hospitales, dos Centros de Defensa Civil y un sistema de ambulancias fueron atacados los días 6 y 7 de septiembre en Idlib y el norte de Hama, dejando a miles de personas sin atención médica.

Los grupos extremistas tienen presencia en Idlib –algunos han sido enviados por el propio régimen tras evacuarlos de otros lugares. Hayaat Tahrir Al Sham (HTS), que tenía antes vínculos con Al Qaeda, domina gran parte de la provincia con sus 10.000 combatientes. Sin embargo, lejos de ser un “bastión de Al Qaeda”, HTS no ha conseguido el apoyo de la mayor parte de la población que continuamente ha opuesto resistencia a la presencia del grupo y a su ideología reaccionaria. En las protestas del viernes pasado en la ciudad de Idlib HTS disparó munición real para disolver la manifestación. La multitud rápidamente se volvió contra sus combatientes llamándolos shabiha (insulto que antes se reservaba para los matones del régimen) y gritando “Jolani fuera”, en referencia al líder del grupo.

Muchos sectores de la 'izquierda' sostienen que entre una población de tres millones de individuos no queda 'buena gente' a la que apoyar. O consideran que la presencia de unos cuantos miles de extremistas es justificación suficiente para arrasar Idlib hasta dejarla en ruinas y castigar colectivamente a sus residentes. Obvian a la mayoría invisible de los sirios y sirias que no usa armas para imponer su poder como si fueran irrelevantes. Han elegido ignorar a quienes han resistido toda forma de autoritarismo y a quienes se han comprometido a crear un futuro mejor para sus familias, sus comunidades y la sociedad en general. [Esa izquierda] Presenta un binario grotescamente simplificado en el que la alternativa se dirime entre Assad y Al Qaeda como si el conflicto y el arraigo de la intensa lucha social se redujera a un mero partido de fútbol entre dos equipos. La parte a la que respaldan es un régimen fascista –porque al menos es “laico”–, un régimen que arroja a los niños a la muerte mientras duermen, que opera en campos de muerte en los que se tortura a los disidentes hasta morir y que ha sido acusado por la ONU de “crimen de exterminio”. A cualquiera que se resista a regresar al control del régimen se le tacha de enemigo y se convierte en objetivo legítimo a atacar. Libertad, democracia, justicia social, dignidad son metas a las que solo deberían aspirar los occidentales. El resto debería callarse y hacer las paces.

Desde esta visión internacional siniestra y racista, todo el mundo es de Al Qaeda o simpatizante. Que haya mujeres en las comunidades rurales y conservadoras que no se visten como las mujeres occidentales o que tienen que vencer valientemente numerosos obstáculos y amenazas a su seguridad para participar en la esfera pública (como hicieron en las protestas del viernes pasado) se considera muestra de sus inclinaciones terroristas, justificación en sí misma para su aniquilación. En lugar de solidarizarse con las valerosas mujeres de Idlib que se resisten tanto al régimen como a otros grupos armados extremistas y que luchan por superar costumbres sociales tradicionales y patriarcales profundamente arraigadas, prefieren apoyar a un Estado que envía milicias para llevar a cabo campañas de violaciones masivas en comunidades disidentes o que inserta ratas en las vaginas de las mujeres detenidas. La deshumanización de los sirios y de las sirias se ha planificado de tal manera que muchos se resisten a creer que entre el caos y los señores de la guerra pueda haber seres humanos comunes y corrientes dignos de apoyar, personas como “nosotros”.

Cuesta entender que las devastadoras campañas de bombardeos llevadas a cabo por el Estado sirio y por Rusia en áreas residenciales densamente pobladas que han matado a cientos de miles de personas, puedan ser ignoradas por cualquiera que se declare militante “contra la guerra”. Parece que las vidas sirias solo importan cuando son destruidas por bombas occidentales. El “antiimperialismo” de hoy se está utilizando como tapadera de apoyo a regímenes totalitarios por personas lo suficientemente privilegiadas como para no haber experimentado nunca lo que es vivir bajo su yugo. No contentos con ignorar los crímenes de guerra y otras atrocidades masivas, pretenden que se absuelva a los culpables y niegan que hayan ocurrido atrocidades. Circulan por doquier teorías conspirativas –a menudo originadas en el Estado ruso o en los medios de extrema derecha– sobre ataques químicos y “falsas banderas” que solo pretenden blanquear los crímenes del régimen y justificar el ataque contra civiles y trabajadores humanitarios. Siria se ha convertido en motivo de conversación para marcarse puntos políticos sin pensar dos veces en el peligro real que tales acusaciones falsas crean para la vida de las personas, ni en el profundo dolor y la ofensa que causan a las víctimas.

En su reciente libro, Indefensible: Democracy, Counter-Revolution and the Rhetoric of Anti-imperialism [Indefendible: Democracia, contrarrevolución y la retórica del antiimperialismo], Rohini Hensman se pregunta “cómo ha llegado a usarse la retórica del antiimperialismo para apoyar las contrarrevoluciones contrarias a la democracia en todo el mundo”. Argumenta que hay tres clases de “pseudo-antiimperialistas”. Los primeros son los que creen que “Occidente es el único opresor en todos los contextos”, obran desde un “etnocentrismo occidental” que los hace ajenos al hecho de que gentes de otras partes del mundo tengan como ellos voluntad propia, y que puedan ejercerla tanto para oprimir a los demás como para luchar contra la opresión”. La segunda categoría son los “neo-estalinistas” que “apoyarán cualquier régimen respaldado por Rusia, no importa lo derechista que sea”. El tercero “está compuesto por tiranos e imperialistas, perpetradores de crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad, genocidios y agresiones, que apenas reciben un atisbo de crítica occidental, reclaman de inmediato que están siendo criticados por ser antiimperialistas”.

Para apoyar su argumento, Hensman ofrece una descripción detallada del verdadero antiimperialismo en oposición al “pseudo-antiimperialismo” a través de casos de estudio en Rusia y Ucrania, Bosnia y Kosovo, Irán, Iraq y Siria. Demuestra cómo autodenominados “izquierdistas” han apoyado reiteradamente a regímenes autoritarios contra las luchas democráticas populares, difundiendo la intolerancia antimusulmana, construyendo alianzas tácticas con fascistas, diseminando teorías de la conspiración y propaganda del Kremlin/o del Estado, participando en la negación del genocidio o en las atrocidades y culpando a las víctimas. Su excelente libro viene a recordar oportunamente que las narrativas propagadas en torno a Siria, en las que una extrema izquierda se hace eco de argumentos de la extrema derecha y en las que se prioriza la geopolítica sobre las luchas y las vidas de las personas, son ejemplo inquietante de algo mucho más profundo.

Mientras las bombas caen sobre Idlib, son pocos los sirios y sirias que esperan ver manifestaciones internacionales en apoyo de su causa o en defensa de sus vidas. Aquellos que reivindican el “internacionalismo” los abandonaron y se retiraron al aislacionismo o, peor aún, a la apología del fascismo. Si no se hace frente e esta cuestión, no será posible construir un movimiento internacional contra el autoritarismo, el imperialismo, la guerra y el capitalismo. Mientras tanto, los horrores que llevaron al mundo a declarar “nunca más” volverán a repetirse una y otra vez.

Fuente:
https://leilashami.wordpress.com/2018/09/14/indefensible-idlib-and-the-left/#more-970 .

Publicado inicialmente en Freedom

P. D.: Tiene toda la pinta de tratarse de una Fake News. Incluso el lugar original de publicación "Freedom" parece avalarlo. Los servicios secretos occidentales tienen una especial querencia por llamarse Free, Freedom, etc., después se olvidan de la libertad como en Kosovo, Irak, Libia, Yemen, Afganistán, la antigua Yugoeslavia. Siempre aparece una llamada a la libertad, a los derechos Humanos, y después de cambiado los gobiernos por uno prooccidental, "si te vi no me acuerdo". Estamos hartos de la utilización a sangre y fuego de los instrumentos llamados Derechos Humanos, o Libertad como palanca para apoderarse de las riquezas minerales o geopolíticas y aumentar su influencia en el mudo

_- Los trabajadores de Navantia y sus familias tienen derecho a sobrevivir, pero toca reflexionar si es ético hacerlo sobre la muerte de miles de civiles. Sobrevivir gracias a la muerte.

_- Finalmente el Ministerio de Defensa ha autorizado el envío a Arabia Saudí del cargamento de 400 bombas de precisión láser paralizado por Margarita Robles la pasada semana. El gobierno saudí amenazó con suspender a su vez la compra a España de cinco corbetas por valor de 1.813 millones de euros, de llevarse a cabo la suspensión de contrato anunciada por la ministra. Este contrato, según la empresa pública encargada de la construcción, Navantia, generaría cerca de 6.000 puestos de trabajos, entre directos e indirectos. El asunto ha provocado un interesante debate entre intereses y valores enfrentados. Por un lado, trabajadores que veían peligrar sus empleos y que se vieron apoyados por diferentes políticos, especialmente por el alcalde de Cádiz, José María González, Kichi, quien afirmó: “el contrato (de Navantia con Arabia Saudí) me parece necesario. Significa trabajo y nosotros somos constructores de barcos, lo hemos hecho desde la época de los fenicios. En Arabia Saudí los derechos humanos no son respetados y estoy en contra de eso, pero mientras, ¿qué comemos? Hoy en día soy alcalde de esta ciudad y la responsabilidad es mirar por el interés de sus vecinos y la construcción de los barcos no va a acabar con la guerra en Yemen. Si no los hacemos nosotros, los harán otros”.

Expuesto lo anterior debemos de contemplar algunos datos necesarios para comprender la situación.
El 25 de marzo de 2015, una coalición internacional dirigida por Arabia Saudí atacó desde el aire a las milicias de los hutíes en Yemen, uno de los países más pobres de Oriente Medio. Era el inicio de la guerra que, desde entonces, golpea a la población del país árabe. Los saudís quieren derrocar a los rebeldes hutíes, de religión chiíta, que llegaron al poder de Yemen a principios de 2015. A diferencia del gobierno anterior de Yemen, el gobierno hutí se alinearía con Irán, Rusia o China, algo intolerable para Arabia Saudí y Estados Unidos. Por ello, en 2015, armas valoradas en casi 546 millones de euros salieron de las fronteras españolas con destino a Arabia Saudí, un 46% más que en 2014.

El mismo año en que comenzó la guerra de Yemen, el Gobierno del Partido Popular autorizó contratos para vender, durante los años siguientes, armamento valorado en 584 millones de euros a esta monarquía del Golfo. Entre los tipos de armas que España permitió exportar al país saudí había rifles, obuses, municiones, torpedos, misiles. Entre ellas estaban las 400 bombas de precisión láser cuya venta se planteó frenar por el Ejecutivo de Sánchez ante el riesgo de que pudieran utilizarse para bombardear Yemen. Las bombas que vamos a vender a Arabia Saudí son similares a las que en 2015, les vendió la Administración de Obama: 4.000 bombas GBU-12 Paveway II. Trump, por su parte, prometió vender 104.000 bombas guiadas a los saudíes.

Uno de los motivos por los que el Gobierno de Pedro Sánchez anunció que revisaría las condiciones de venta de armamento español a los países de la coalición fue que, pocos días antes de esa decisión, el 9 de agosto de 2018, un proyectil lanzado por la coalición liderada por Arabia Saudí cayó sobre un grupo de niños que viajaba en autobús escolar al norte de Yemen. Al menos 40 menores murieron en el ataque.

Amnistía Internacional ha documentado más de 36 bombardeos que “podrían constituir” violaciones y crímenes en virtud del derecho internacional. Las bodas, funerales, los mercados y los centros médicos son algunos de los objetivos de los bombardeos de la coalición liderada por Arabia Saudí en Yemen. El 23 de abril la aviación saudí bombardeó la celebración de una boda en la provincia yemení de Haya, 33 personas fallecieron y 41 resultaron heridas a causa del ataque, cuyo objetivo fueron las tiendas de invitados. Una imagen difundida por medios locales permitió identificar el origen de la munición utilizada en el ataque. Se trataba de los restos de una bomba guiada por láser GBU-12 Paveway II, fabricada por la empresa norteamericana Raytheon. Estos son ejemplos de la “utilidad” y “eficacia” de las bombas que venderemos a Arabia Saudí.

Desde el inicio del conflicto, según datos de Naciones Unidas, 6.660 civiles han muerto y 10.563 han resultado heridos, aunque “la cifra real es probablemente significativamente más alta”, reiteran los expertos. Las fuerzas saudíes también han cometido “tratos crueles y tortura, actos denigrantes, violaciones y al reclutamiento de niños menores de 15 años o haberlos utilizado como parte activa en las hostilidades”, según la ONU. Un total de 2,3 millones se han desplazado internamente a causa de la violencia.

En cuanto a las corbetas que estamos fabricando para los saudíes, que nadie imagine que son unos pacíficos barcos civiles. Se trata de buques de guerra que, en el mejor de los casos, sirven, según denuncian las ONG’s, para mantener el bloqueo naval que impide a Yemen la llegada de la ayuda humanitaria.

En esas corbetas se transportan helicópteros artillados (NH-90, AB-212, AB-412 o Eurocopter AS-565) y hasta dos embarcaciones semirrígidas de 5,5 metros de eslora cada una, lo que permite realizar acciones de asalto. Al tratarse de un buque de guerra, puede incorporar varios cañones de hasta 76 mm y sistemas de misiles SAM y SSM, así como dos lanzadores triples de torpedos.

Por supuesto que los trabajadores de Navantia y sus familias tienen derecho a sobrevivir. Pero visto la anterior, toca reflexionar si es ético sostener esa manutención en la muerte de miles de civiles por el ejército de una monarquía absolutista. Sentencias del tipo de “si no las vendemos nosotros se las venderán otros” o “mi responsabilidad es mirar por el interés de mis vecinos como alcalde”, como han dicho los sindicatos y el alcalde de Cádiz, son razonamientos inmorales e incluso xenófobos. Recuerda ese argumento de la ultraderecha de que los que importan son los españoles y no los seres humanos. ¿A Kichi le importan los gaditanos (mejor dicho, su puesto de trabajo) y no los seres humanos no gaditanos? ¿De verdad el sindicalismo español no sabe ni de internacionalismo, ni de derechos humanos, ni de solidaridad hasta el punto de interesarse solo por los empleos de su empresa? Hubo un tiempo en que trabajadores de Europa se negaban a trabajar en las industrias que vendían armamento al bando golpista de Franco. Es evidente que todos los que defendemos el fin de la venta de armas a Arabia Saudí o cualquier otra dictadura debemos pensar en una alternativa para esos trabajadores, como desde el ecologismo la planteábamos para los mineros del carbón u otras reconversiones industriales que hubo en España. Algunas veces me parece estar viendo la película El Verdugo, de Berlanga, donde el protagonista plantea que lo suyo es solo un trabajo que, además, quiere que herede su hijo. Porque si se trata de mantener de puestos de trabajo y mantener a tus hijos a costa de cualquier cosa, también el ladrón de bancos o el torturador (menos mal que alguien asumió perder un puesto de trabajo cuando se jubiló Billy el Niño) deberían mantenerse. La humanidad ha mejorado cuando los principios éticos y los derechos humanos se han puesto por delante de cuestiones particulares como el empleo de algunos, es el caso de la prohibición de las bombas de racimo o las minas antipersona, o el embargo a la Sudáfrica del apartheid. Es indiscutible que, en todos esos casos, se perdieron muchos puestos de trabajo, pero se entendió que había un motivo mayor.

Del mismo modo, países como Alemania, Bélgica, Holanda o Noruega ya no autorizan ni exportan armas que se puedan utilizar en el conflicto de Yemen, siguiendo directrices de la ONU y el Parlamento Europeo.

Lo preocupante es que España vive un boom en la venta de armas al mundo como nunca antes en su historia. Los millones de euros facturados entre el 2015 y 2017 han convertido a España en uno de los mayores proveedores mundiales de armas a Arabia Saudí. En estos años, ha ocupado el cuarto puesto en la lista de los principales exportadores de armas a la monarquía del Golfo, y ha conseguido posicionarse como el séptimo país del planeta que más comercializa armamentos y material bélico. Quizás lo que está haciendo la industria militar española es aprovecharse de que otros países sí tienen escrúpulos para apropiarnos de ese mercado.

Existe otro detalle todavía mucho más preocupante, como señala Pere Ortega, del Centre Delàs d’Estudis per la Pau, Navantia, empresa pública propiedad del Estado, es una empresa donde su cuenta de resultados siempre ha sido negativa. En 2016 se perdieron 230 millones, y en los últimos diez años 730 millones de euros. Y si pierde dinero es porque los costes de producción de sus buques son superiores al valor de su venta. Por tanto, las cinco corbetas que se venderán a Arabia Saudí por 1.800 millones para cubrir sus costes de producción deberían tener un valor más elevado. Las pérdidas se subsanan con recursos del Estado, es decir, ni Navantia ni los españoles ganamos dinero vendiendo esas armas a los saudíes, al contrario, se las vendemos por debajo de su coste, estamos subvencionando las armas con las que Arabia Saudí masacra en Yemen o impiden la llegada de alimentos y ayuda humanitaria a una población donde se calcula que siete millones de personas están al borde de la inanición. Este es otro argumento para ir trabajando en una alternativa a los trabajadores de Navantia. Como señala Ortega, los sindicatos de Navantia, el ayuntamiento de Cádiz, el Gobierno de Andalucía y el Gobierno del Estado no se han puesto a investigar y diseñar un plan de conversión de esa naviera. No se ha buscado la complicidad de colegios profesionales de ingenieros, de asociaciones profesionales y de empresarios para llevar un plan de revitalización de la zona. Y seguro que es posible una reindustrialización y puesta en marcha de nuevos servicios en toda la bahía de Cádiz para limitar el impacto negativo de una conversión industrial de Navantia. Según Ortega, ese es el único camino para una empresa, que todos los años pierde dinero y cuyos puestos de trabajo son ineficientes por lo que valdría más la pena estudiar su conversión del ámbito militar y pasar a producir bienes y servicios de carácter civil que, cuando menos, no producirían ese desgarro moral, que es vender armas para la guerra.

Es curioso como, desde el poder, se apoyan unas causas de defensa de puestos de trabajo y no otras. Paradójicamente la mayoría no sabe que España está perdiendo dinero y puestos de trabajo por apoyar las sanciones a Rusia e Irán propuestas por Estados Unidos, puesto que se está bloqueando importantes ventas a esos países, sobre todo de productos agrícolas, sin que ni medios ni gobernantes hayan protestado o al menos reconocido. Países que, por cierto que no están bombardeando a nadie.

La sociedad española en general debe hacer suyo el problema de los puestos de trabajo de Navantia, pero también los trabajadores y sus familias deben hacer suyo el drama de la muerte de miles de personas por las armas que ellos fabrican. Esa es la solidaridad que nos hace humanos.

Pascual Serrano es periodista. Su último libro es ‘Medios democráticos. Una revolución pendiente en la comunicación’ (Akal, 2016)

Fuente:

http://www.cuartopoder.es/ideas/opinion/2018/09/16/sobrevivir-gracias-a-la-muerte/

jueves, 20 de septiembre de 2018

El poder de la blasfemia

El poder de la blasfemia

Santiago Alba Rico
Cuarto Poder

Willy Toledo ha pasado una noche en la cárcel por blasfemar. Si hay algo eterno que podemos llamar aún España -y eso para todos, por muy ligeros o postmodernos que nos queramos- es precisamente esta combinación: la cárcel y la blasfemia.

Toledo se ha cagado en Dios, lo que es una estupidez; o lo parecía antes de que una asociacion católica lo denunciase y un juez admitiese a trámite la denuncia. En España todo el mundo blasfema; todo el mundo ha blasfemado siempre, sobre todo los católicos y, cuando en España todo el mundo era católico, blasfemaban sólo los católicos. Ahora bien, cuando los católicos españoles se cagan en Dios no están pensando en Dios sino en la Iglesia. España -recuerda Villacañas en su libro sobre el poder político- ha sido un país extraño en el que la Iglesia ha regido durante siglos de modo inquisitorial los destinos de una población naturaliter cristiana, de manera que el anticlericalismo furibundo español, antes de adoptar formas ateas, era profundamente católico: pensemos, por ejemplo, en la quema de conventos de 1834, cuando los vecinos católicos de Lavapiés atribuyeron la epidemia de peste que asolaba la ciudad a un envenenamiento de las fuentes públicas por parte de las órdenes religiosas instaladas en Madrid.

Por lo demás, siempre he interpretado en este sentido un misterioso pasaje de los Episodios Nacionales en el que Galdós, en el marco de la primera guerra carlista, habla de la relación difícil del aspirante Don Carlos con su máximo general, Rafael Maroto, un hombre de cuyo fervoroso catolicismo nadie podía dudar. Pues bien, dice Galdós en las últimas páginas de su novela Vergara: “(Don Carlos) odiaba cordialmente a Maroto, no por mal militar, que no lo era, ni por desafecto a su causa, sino porque en cierta ocasión de apuro, atravesando la frontera de Portugal, había soltado D. Rafael en los regios oídos la interjección más común en bocas españolas, desacato que el meticuloso Rey no perdonó nunca”. ¿Qué “interjección” se le escapó al impulsivo y beato Maroto que su rey, tan necesitado de su ayuda, no le pudo perdonar? Sin duda una blasfemia; probablemente un “me cago en Dios”; y si su rey no se lo pudo perdonar no fue porque descubriese de pronto que su general era ateo, sino porque se percató de que era algo peor: un católico anticlerical y, por lo tanto, un carlista tibio (como quedó demostrado en el famoso “abrazo de Vergara” con Espartero en 1839).

Más allá de este caso sujeto a especulación, todos sabemos que los católicos blasfeman y se cagan en Dios no contra Dios sino contra la Iglesia, dentro de la cual muchos de ellos se han sentido siempre incómodos o engrilletados. En este sentido, uno de los graves errores de la Segunda República Española, y más en una situación de rebelión militar “católica”, fue la de obligar a los blasfemos católicos a elegir entre el ateísmo y la Iglesia, dentro de la cual los católicos al menos podían blasfemar. Es fuera de la Iglesia donde no se puede, como lo demuestra la denuncia contra Willy Toledo por parte de una asociación compuesta sin duda por católicos que blasfeman libremente, pero que no pueden aceptar el anticlericalismo consciente y premeditado de un ateo.

Muchos católicos se cagan en Dios por amor a Dios y rechazo de la Iglesia. Incluso muchos curas se cagan en Dios, porque esa expresión, junto a “me cago en la hostia”, se encuentra en la línea de salida -en la superficie- del rico repertorio blasfemo y palabroto del pueblo español plurinacional. Esas “interjecciones” están ahí, a disposición de todos, y salen del alma apenas una contrariedad, pequeña o grande, asalta nuestras vidas. Un católico blasfema, aunque no lo sepa, contra la Iglesia; y la Iglesia le perdona su anticlericalismo plebeyamente cristiano. Un cura blasfema, en cambio, para unirse más al Dios en el que cree firmemente (los que creen firmemente en él). O para interiorizar su misión como su representante y apropiarse -fervor rayano en la herejía- parte de su sustancia divina.

El “me cago en Dios” de un cura es como el “me cago en tu madre” de una madre que regaña al hijo que ha cortado los flecos del sillón o hecho trizas la vajilla. Al cura blasfemo (que es el bueno, el verdadero creyente) le sale del alma regañar a Dios con un “me cago en Dios” -pienso en algunos teólogos de la liberación ante flagrantes casos de injusticia- porque lo sienten suyo y así lo hacen más suyo, y se lo arrebatan un poco a los “malos” que invocan su nombre con solemnidad hipócrita y distancia humanamente despectiva.

No se puede escapar de España blasfemando. Todos blasfeman; todos blasfemamos. Lo que los católicos blasfemos no pueden quizás tolerar del “me cago en Dios” de Willy Toledo es precisamente que no le ha “salido del alma”; que le ha salido de la ideología, de la voluntad fría -diría Pavese- de añadir un clavo en la crucifixión de Cristo. Que no le haya salido del alma sino de la ideología vuelve en realidad más ingenua e infantil la blasfemia: una palabrota antigua, un poco obsoleta o pasada de moda, la autocomplacencia afirmativa y audaz de un niño en la fase oral que paladea el verbo más que el nombre y al que excita su propio coraje escatológico.

Ahora bien: ocurre que algunos católicos no ven aquí una niñería antigua, como la veo yo, ni un empobrecimiento ideológico; ven, del mismo modo que esos fanáticos musulmanes que atacan las pésimas e infantiles caricaturas del Charlie Hebdo, un ataque real a su Dios, al que creen absolutamente real, de manera que de pronto la blasfemia banal de Toledo, que pincha en nervio vivo, adquiere un sentido que en el contexto sociológico actual no tiene. Ese “sentido”, en todo caso, podía haberse quedado ahí, en una batalla en internet entre un niño valiente y un grupo de fanáticos musulmanes (quiero decir católicos) si no fuese porque, de manera inesperada, ha intervenido la justicia, y no precisamente, como sería de rigor, para defender al niño malhablado de los fanáticos ofendidos.

Porque es aquí donde interviene el otro rasgo típicamente “español”: la cárcel. Lo que da verdadero sentido, de manera retrospectiva, a la infantil blasfemia de Toledo (que se vuelve así grande, misteriosa y subversiva) es la cárcel. Es en este “sentido” adventicio, a contrapelo del contexto social, donde estamos ahora obligados a movernos todos, con independencia de lo que pensemos del twit de Toledo; blasfemar tiene el sentido que le ha conferido la persecución judicial y ya no podemos escapar a él, y no debemos hacerlo, en defensa precisamente del contexto social (que disolvería el sentido de la blasfemia) y, en consecuencia, de la libertad de expresión. Por alargar la cosa más allá de un “me cago en Dios” ideológico, podemos decir que Toledo, Hasel, Valtonyc, los independentistas catalanes encarcelados -y todo ello al margen de que nos gusten o no sus canciones o sus posiciones políticas- no habrían hecho nada si nada se hubiera hecho contra ellos. El “sentido” de sus actos, derivado del fanatismo religioso y de la persecución judicial, se habría perdido en el contexto social, como una chiquillada o una broma, si el Estado español fuese un poco más democrático -fuese realmente democrático.

Resulta que en España, el país más blasfemo y descarado del mundo, el más frívolo y más olvidadizo, tiene sentido blasfemar, además de sonido. Así que ahora, por culpa de unos fanáticos y una mala ley, estamos obligados a tomárnoslo en serio, ese sentido, hasta que se disuelva de nuevo -y desaparezca inaudible- en el repertorio palabrotero banal y en la banal rutina democrática.

Fuente: