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miércoles, 29 de julio de 2015

Hollywood contra Amnistía Internacional. Actrices como Meryl Streep o Emma Thompson firman una carta para pedir a la ONG que no apoye la despenalización de la prostitución

Hollywood se opone a la legalización internacional de la prostitución. Y ese rechazo ha creado el primer encontronazo que se recuerda entre Amnistía Internacional y actrices como Meryl Streep, Kate Winslet, Lena Dunham, Anne Hathaway o Emma Thompson. El mes próximo la ONG, una de las favoritas de los actores, debatirá en Dublín la conveniencia de recomendar a gobiernos y organismos internacionales la despenalización de la prostitución. De momento sólo se trata de un documento de trabajo interno titulado Draft policy on sex work (Borrador de la política sobre trabajo sexual), que los diferentes responsables de la organización someterán a votación en su reunión anual. Pero su mera existencia ha sido suficiente para que más de 400 organizaciones de derechos humanos y defensa de la mujer tomen nota y escriban una carta, firmada por las actrices mencionadas y otras como Emily Blunt, Lisa Kudrow o Angela Bassett, pidiéndole a Amnistía Internacional que tire el documento a la papelera.

“Nos preocupa muchísimo la propuesta de Amnistía que llevaría a la legalización de burdeles, proxenetas y consumidores de sexo, los pilares de la industria sexual, que mueve 99.000 millones de dólares a escala global”, reza la carta. En ella se reconoce la importancia histórica que ha tenido la ONG en el reconocimiento global de los derechos humanos de las mujeres y también se subraya que al igual que Amnistía, los firmantes consideran que no se debería penalizar a las mujeres que ejercen la prostitución. Sin embargo, “si se aprueba la descriminalización de los burdeles, el proxenetismo y el consumo de sexo por dinero lo que se estará aprobando de facto es un apartheid de género en el que un grupo de mujeres podrá defenderse frente a los abusos sexuales y tendrá oportunidades económicas y educativas y otro en cambio tendrá una vida marcada por la imposibilidad de elegir y será objeto de consumo para hombres y de ganancias para proxenetas, propietarios de burdeles y traficantes”.

Precisamente las organizaciones que luchan contra el tráfico de mujeres, encabezadas por Coalition Against Trafficking in Women (CATW), son las que más ruido están haciendo para que la célebre ONG, una de las más respetadas internacionalmente, no apruebe el documento. Además de la carta apoyada por actrices y organizaciones de todo el planeta, CATW ha creado anuncios que ya circulan por las redes sociales y ha lanzado una petición en change.org para que todo el que quiera la firme, aunque por ahora ha conseguido 4.000 rúbricas. Por su parte, Amnistía Internacional no ha hecho declaraciones oficiales ante la polémica pero el pasado lunes sí contestó a preguntas de la revista Hollywood Reporter a través de un portavoz: “Las trabajadoras sexuales son particularmente vulnerables a las violaciones de derechos humanos. Es un tema importante que provoca muchas reacciones. Todavía estamos en proceso de consultas y no se ha tomado ninguna decisión”.
http://elpais.com/elpais/2015/07/29/estilo/1438183129_031470.html

miércoles, 10 de junio de 2015

Una monja en el prostíbulo. Un grupo de religiosas en ruta por clubs y carreteras rescata a mujeres de las mafias. Desde el inicio de la crisis ven más españolas ejerciendo la prostitución

Un grupo de monjas hace ruta todas las semanas por clubs de alterne, carreteras, cortijos y pisos de Almería donde se ejerce la prostitución. Son adoratrices y oblatas que hace años que no se ponen el hábito y viajan en una furgoneta en la que, a veces, se producen milagros. En la parte trasera de ese vehículo, habilitada como un pequeño salón en el que las religiosas reparten café y preservativos, se han transformado vidas enteras; las de decenas de mujeres obligadas a vender su cuerpo por redes mafiosas o por pura desesperación. La ruta termina en una casa de acogida cuyo domicilio es confidencial, por seguridad. Reciben a EL PAÍS con la condición de no revelar esa ubicación ni la identidad de sus inquilinas.

“Me engañó un gitano rumano”, relata Erika, víctima de trata. Ella tenía entonces 12 años; él, 27. “Me dijo que vendríamos a España, que yo podría trabajar de limpiadora…”. Con 14 se quedó embarazada. “Así que me vendió a otro gitano rumano”. Erika no sabe por cuánto dinero, pero sí sabe que le engañó, porque cuando su nuevo dueño descubrió que iba a ser madre, la molió a palos para intentar provocarle un aborto. No lo consiguió y ella regresó a su país, Rumanía, para dar a luz. “Ese mismo día, el gitano que me había traído a España se presentó en el hospital y me dijo: ‘Tú eres mía”. Se la llevó. “Me obligó a trabajar enseguida. La mujer de mi padre se quedó con mi niña”. De vuelta en España, le obligaba a darle 300 euros al día. “Si no los conseguía, me pegaba una paliza”. La torturaba metiendo su cabeza en el frigorífico e intentando cerrar la puerta. En una ocasión, le rajó los muslos con un cuchillo y chorreando sangre, la obligó a tener relaciones sexuales con él. “Un cliente me animó a denunciar a la policía". El juicio está pendiente y Erika, que ahora tiene 24 años, ya no vive en la casa de acogida. La monja María José Palomino recuerda que el día que la conoció se puso enferma; era la forma en que su cuerpo rechazaba aquel inacabable recuento de “perrerías”.

España es el segundo país de la Unión Europea con más casos detectados de explotación sexual -el primero es Italia-. Solo desde el pasado enero, la policía ha detenido a 264 personas en 76 operaciones contra estas mafias e identificado a “más de 4.900 víctimas potenciales”. De ellas, 117 fueron asistidas por ONG -14 eran menores de edad- y 66 adquirieron la condición de testigos protegidos. Entre abril de 2013 y diciembre de 2014 fueron 1.450 detenidos, 11.751 víctimas potenciales detectadas, 774 acogidas y más de 29 millones de euros incautados. Según Interior, el negocio mueve cinco millones de euros al día en España.

Uno de los lugares favoritos de esas mafias es también uno de los más desagradables. “Me impresionó mucho. Nunca se me había pasado por la cabeza que en un lugar así se pudiera ejercer la prostitución”, recuerda Palomino de su primera visita a los cortijos de Roquetas (Almería). Techos de uralita. Una silla en la puerta para advertir a los clientes. Mantas sobre la tierra. Bichos por todas partes. “Le pregunté a las chicas si alguna vez habían ido al pueblo, al cine, a la compra...Una de las nigerianas me explicó que llevaba siete años allí metida y que el dueño le llevaba de vez en cuando bolsas de comida”. El propietario, un español de 35 años, le cobraba 500 euros al mes por el alquiler de aquel cuchitril infecto, pero oportunamente rodeado de invernaderos, es decir, de mano de obra barata en busca de sexo barato. El servicio allí cuesta 10 euros. Y ni siquiera: Fatema, marroquí, de 28 años, tenía que darle tres al dueño del cortijo en el que trabajaba.

“Allí iban muchos hombres: inmigrantes, españoles, jóvenes, viejos, borrachos, sucios...", recuerda Fatema. "Había muchas chicas como yo, más de 20: rusas, nigerianas, marroquíes... Sufrimos mucho. A mi familia nunca le conté la verdad. Les decía que estaba trabajando de panadera, en el tomate...”. Ella había llegado con 21 años a España para trabajar en la fresa, en Huelva, pero aquello solo duró 15 días. Su padre había muerto y ella tenía que enviar dinero a casa para mantener a su madre, su hermano y sus dos hijos. Trabajó en los cortijos hasta que un día, las monjas en ruta dieron con ella y la ayudaron a salir del infierno. Ahora tiene un contrato como interna en una casa, ha conseguido los papeles y ha podido regresar a Marruecos. Llevaba seis años sin ver a sus pequeños.

Palomino cuenta que hace años nunca veía a mujeres marroquíes ejerciendo la prostitucióny cree que ahora empieza a haber redes de trata de musulmanas. “Sé de una señora que contrató a un hombre musulmán para que enamorara a una chica por Internet y se la llevara a Murcia. Ella se escapó y vino aquí. Ahora ya no está con nosotras, pero nos llamó diciendo que estaba embarazada. Cuando se quedan en estado, las abandonan”.

Muchos de esos cortijos están hoy cerrados porque una de las víctimas denunció a la policía. Palomino y Elena Guerra, la trabajadora social que asiste a las religiosas en el proyecto, hablan con verdadero orgullo de ella: “Levantó medio Poniente”, dicen, refiriéndose a una de las zonas predilectas de las redes de explotación. Por eso la perdieron tan pronto de vista. “Cuando están en peligro, las envían a otro lugar para que nadie pueda encontrarlas. Los explotadores las tienen aterrorizadas”. A rumanas, búlgaras, rusas... las amenazan con hacer daño a su familia. A las nigerianas, con el vudú.

El miedo se prolonga muchos meses después de haber recuperado la libertad. Margarita Navío y María Elisa Altadill, superiora y secretaria de las adoratrices en Madrid -donde también tienen casas de acogida- relatan que algunas de las chicas "apenas salen a la calle" y otras "se disfrazan con pelucas" por miedo a que sus explotadores las encuentren.

Cada vez más españolas en los clubs
Palomino tiene ahora asignados en la ruta los clubs de alterne y los pisos de prostitución. “A los dueños de los locales casi nunca les vemos cuando entramos. En 13 años no hemos tenido ningún problema. Lo más, una vez que un cliente borracho me cogió de la cintura y me dijo: “¡Esta sí que es guapa!”, recuerda la religiosa. “Hace años no veías españolas. Desde la crisis sí. En un club me encontré a una señora que parecía que tenía 60 años, aunque decía que tenía 51, y a su hija, de 25. Las dos trabajaban allí". A Guerra también le sorprendió encontrar a una chica de su edad, treinteañera, en un club un día. “Era gallega. Se había ido a Almería para que nadie la reconociera. Dijo que era opositora”.

Los clubs son el único sitio de la ruta en el que las monjas no reparten preservativos, porque las mujeres que trabajan allí suelen tener más dinero. “Cuando estás en esto, no te planteas si preservativos sí o no. Piensas en el bien de las chicas y ya está. Nadie de la Iglesia nos lo ha recriminado nunca. Lo que no hacemos es acompañarlas a abortar. Les informamos de que tenemos una casa de gestantes y, si quieren interrumpir el embarazo, es su libertad, pero no vamos con ellas”, explica Palomino. Gracias a un convenio con la Junta de Andalucía pueden ofrecer a estas chicas una tarjeta sanitaria temporal, pese a que muchas de ellas no tienen ni pasaporte.“Algunas se enteran al hablar con nosotras de que están en España”, dice Guerra.

“Por una sola ya hubiera valido la pena”, asegura Palomino, que ha ayudado a decenas de mujeres. Solo en 2014, acogieron a 30 en la casa, 8 de ellas, víctimas de trata. La congregación celebra a menudo grandes triunfos: el primer cumpleaños en libertad de alguna de las chicas, papeles para una, trabajo para otra, o el premio de Derechos Humanos Rey de España, que concede el Defensor del Pueblo y les entregó Felipe VI el pasado abril. Pero también se llevan grandes disgustos: esclavas de las mafias que el día del juicio se desdicen y abandonan el juzgado con su explotador; mujeres que tras lograr salir de la explotación terminan con un novio maltratador, al que justifican. “Psicológicamente las desmontan", explica Guerra. "Algunas llegan a creer que no merecen otra vida y se sabotean a sí mismas".

Pero también se llevan grandes disgustos: esclavas de las mafias que el día del juicio se desdicen y abandonan el juzgado con su explotador; mujeres que tras lograr salir de la explotación terminan con un novio maltratador, al que justifican. “Psicológicamente las desmontan", explica Guerra. "Algunas llegan a creer que no merecen otra vida y se sabotean a sí mismas".

Si es víctima o sospecha que alguna mujer puede estar siendo explotada por una red de trata, la policía ha habilitado una línea telefónica para denunciar de forma confidencial: 900 10 50 90

MÁS INFORMACIÓN



“Quería arrancarme la piel después de cada cliente”
NATALIA JUNQUERA
Lucía se prostituyó durante cinco años en pisos y clubs de Almería. Ahora lleva dos en una casa de acogida. / FRANCISCO BONILLA

El miércoles cumplió 31 años, pero es otro día, el 1 de agosto, cuando Lucía (nombre falso) celebra su aniversario. “Ese día entré aquí y volví a la vida”, relata. Lleva casi dos años en la casa de acogida. Los cinco anteriores, esta portuguesa, que hoy estudia un módulo de farmacia, se prostituyó en pisos y clubs de Almería. “Mi novio me animó a venirnos a España. Dijo que él ganaba un buen sueldo –era camionero- y que no hacía falta que yo trabajara. Llegamos en mayo de 2007. Yo estaba embarazada. Luego descubrí que se gastaba todo el dinero en juego, porque era ludópata, y lo metieron en la cárcel porque mató a una persona con el camión. Así que yo me vi sin trabajo, con mi hija de un año, un alquiler, y mi madre, que había venido a España. El día antes de la Navidad de 2008 abrí la nevera y no tenía nada que darle a mi niña. Nada. Todo el mundo al que había pedido ayuda me dijo que no podía seguir ayudándome y me acordé de un piso que tenía unas lucecitas en la puerta. Era evidente a qué se dedicaban... Y llamé”.

Las cuatro encargadas –una francesa, una alemana, una brasileña y una colombiana- le dieron unas instrucciones tras desnudarla para tomarle las medidas y comprobar si era “apta”. “Me explicaron que ellos se llevaban la mitad. Que el servicio costaba 50 euros 20 minutos, 60 media hora y 100 una hora entera. Que se cobraba a la semana, los lunes...”, recuerda Lucía. “Allí había chicas de todos los colores. Organizaban una especie de desfile y el cliente escogía. Ese mismo día me quedé. Recuerdo como si fuera ayer la primera vez, la peor. Llorando. Ahí me di cuenta de en qué me había convertido. ¿Dinero fácil? No hay dinero más difícil de ganar que ese”, cuenta entre lágrimas. “Al terminar, pedí un adelanto y compré pañales y leche”. Enseguida empezó la crisis. “Venían menos clientes y los que venían pedían rebajas. Me echaron de la casa en la que estaba porque no podía pagar el alquiler, así que nos fuimos a una pensión. Pero la pensión costaba casi tanto como lo que yo ganaba a la semana. Fui a hablar con la trabajadora social del Ayuntamiento y con mi madre tomamos la decisión de dejar a la niña en un centro, al que podía ir a visitarla. Llevarla allí es lo mejor que podía hacer, pero cuando me vi sin ella, el trabajo se me hizo insoportable. Estaba en el club y la oía llorar, como si estuviera allí. Una compañera me dijo: 'Eso se te pasa con una raya', y si las cosas estaban mal, las empeoré. Me sentía fracasada como madre, como mujer... no podía perdonarme. Me drogaba para no pensar, y me enganché”. Su hija fue dada en adopción.“El mes que viene cumple 7 años. A veces veo niñas que se le parecen, o que hacen un gesto o un sonido como los que ella hacía. Cuando sea mayor, me gustaría que supiera la verdad de lo que pasó”.

Recuerda perfectamente el día en que esas monjas en ruta dieron con ella. “La primera vez me hice la dormida. La segunda vez que vinieron al piso, una de ellas me preguntó: ¿Tú qué haces aquí? Recuerdo que me tocó, me cogió de la mano mientras me hablaba, y eso me impresionó mucho”. Hacía años que nadie tocaba a Lucía así: para mostrar cariño. “Cuando estas monjas aparecieron en mi vida, yo no me reconocía en el espejo. Quería arrancarme la piel después de estar con cada cliente. Pensé: 'si pierdo este tren, puede que no pase otro'... La hermana María José me dijo el otro día: 'He estado en el piso, he visto tu antigua cama, y no sabes lo que me he alegrado de que ya no estuvieras allí”.

GABRIELA: “Me encerraron un año en una habitación de hotel”
Gabriela es búlgara, tiene 31 años y sonríe sin parar, como si nunca hubiera pasado un año encerrada en un hotel en Algeciras en el que la que la puerta solo se abría para recibir comida y palizas. “Vine a España con una amiga de mi barrio. Me dijo que ella iba a trabajar y que yo podía quedarme en su casa, aprender español y buscarme algún trabajo”. Era diciembre de 2011. “Creo que ella sí sabía a lo que venía, pero yo no. Su novio nos metió en un hotel grande. Me quitó el pasaporte, el móvil... y no me dejaba salir. Como no hacía lo que él quería [prostituirse], me pegaba, con las manos y con el cinturón”.

Un día consiguió escapar y fue corriendo a la policía. “Trajeron a una persona que hablaba mi idioma y me dijo que estuviera tranquila, que iba a ir a una casa de acogida para descansar. A él lo cogieron, a ella no sé”, dice, refiriéndose a su amiga. Tiempo después, pensó que se había enamorado, pero tuvo que terminar denunciando a su novio por malos tratos. “Una noche fuimos de fiesta con sus amigos y me dijo que me acostara con ellos. Me negué y me pegó una paliza”.

Gracias a esa denuncia, Gabriela consiguió los papeles para residir legalmente en España y ahora hace un curso de limpieza para intentar encontrar trabajo como asistenta. Repite mucho la expresión “poco a poco”. Como si además de a quien le escucha, se lo recordara a sí misma.

Le gusta hacer fotos y echa de menos a su familia. “Lo más difícil que he hecho en mi vida ha sido contarle a mi padre lo que me pasó. Mi madre no sabe nada, se hubiese muerto de pena”.

martes, 1 de octubre de 2013

Entrevista con Miguel Pajares autor de "Cautivas" "La magnitud que en España tiene la prostitución puede relacionarse con la magnitud del crimen organizado, el dinero negro y la economía sumergida”

Corina Tulbure Rebelión

Acabas de publicar la novela Cautivas, una ficción sobre la trata de mujeres basada en hechos reales y has leído el testimonio de muchas víctimas. ¿Cuáles son las principales causas que empujan a las mujeres hacia las redes de explotación sexual?

Los motivos son variados, pero la pobreza es una causa muy importante. En los años ‘90, la pobreza en los países del antiguo bloque comunista alcanzó enormes dimensiones, y, en esa situación, muchas jóvenes se dejaban engañar fácilmente con promesas de paraísos. Además, el crimen organizado alcanzó también mucha importancia. La combinación de ambas cosas derivó en la expansión explosiva de la trata de mujeres. Las víctimas de trata proceden también de otros países, como algunos países asiáticos o centroafricanos; en ellos también se conjuran la pobreza y el crimen organizado.

¿Hay mujeres que caen en la redes de trata por no tener los papeles?
Puede haberlas, pero creo que lo que más se detecta es la existencia de mujeres que han sido traídas por redes de trata y que, una vez aquí, viven sin documentación. Es decir, la irregularidad es posterior al sometimiento.

¿Cuáles son los problemas de una víctima a la hora de denunciar?
Este es un aspecto clave para las organizaciones que luchan contra la trata de mujeres. La mayoría de las víctimas no denuncian por miedo. Ellas creen que si denuncian se enfrentan a la posibilidad de que su familia sufra represalias en el lugar de origen. Por otra parte, el Estado (español, en nuestro caso) no ha puesto los medios necesarios para facilitar esas denuncias: no tenemos un sistema de testigos protegidos muy bien establecido. El único avance que se produjo hace unos años fue la introducción en la legislación de un artículo que dice que si la mujer denuncia, y tal denuncia sirve para encausar a los tratantes, se le concederá el permiso de residencia. Pero yo creo que esto es muy insuficiente: a las víctimas de trata se les debería abrir mucho más las puertas de la obtención de la residencia y del asilo.

Muchas de las mujeres que salen de los pisos en los que estaban secuestradas o de un CIE no tienen un domicilio, ¿no vuelven a caer en las redes?
Puede ser, pero también pueden ser detectadas por alguna entidad y derivadas a las ONG que atienden este tipo de situaciones. Hay organizaciones dedicadas a luchar contra la trata y a atender a las víctimas que tienen pisos en los que las pueden acoger. Tu comentario sobre las mujeres que salen de los CIE también merece una reflexión: ¿Cómo es posible que una víctima de explotación sexual sea encerrada en un Centro de Internamiento para Extranjeros? Ésta es una buena pregunta para reflexionar. Muestra que para la policía es más importante que ella no tenga papeles de residencia que el hecho de que sea una víctima de trata sexual. Es del todo inaceptable.

Tu libro empieza con la frase “escaparse de las redes de explotación sexual es sólo el principio…”. Una vez a salvo de las redes, ¿cuáles son las mayores dificultades de las mujeres? ¿Volverán a ser las mismas?
Permíteme que primero te aclare que esa frase que aparece bajo el título en la portada del libro a lo que hace referencia es a la trama criminal que se narra en la novela, por tanto, no tiene nada que ver con lo que me has preguntado. Sin embargo, tu pregunta es muy importante: ¿cuáles son las dificultades de una mujer que ha sido liberada de una situación de esclavitud sexual? Son muchas y su recuperación puede ser muy lenta; necesita atención psicológica y apoyo material. Por suerte, esto lo hacen algunas organizaciones, pero muchas de las víctimas que no son detectadas, pueden vivir después arrastrando graves problemas psíquicos y de adaptación a su medio social.

Existe una real inserción en la sociedad, ¿o se pasa de la explotación a la precariedad?
En muchos casos es así, sobre todo, cuando son mujeres extranjeras que después de liberadas siguen viviendo en el país al que las trajeron. Algunas consiguen el permiso de residencia, pero otras no. En cualquier caso, la precariedad es lo que espera a la mayoría de ellas.

¿Existe un sistema legal de protección de las víctimas, una vez se encuentren fuera de las redes de trata?
En España, durante 2011 y 2012 estuvo vigente el Plan Integral de Lucha contra la Trata y se plantearon algunos mecanismos de protección. Pero ese plan no se ha renovado después, y tales mecanismos son hoy en día muy insuficientes. No podemos decir que haya un buen sistema legal de protección de las víctimas, y lo cierto es que las organizaciones que trabajan en este campo están exigiendo que se apruebe una Ley Integral de lucha contra la trata. Esta exigencia, coincide, por otra parte, con lo requerido por la directiva europea de lucha contra la trata. España está incumpliendo esa directiva porque no ha hecho su transposición a nuestras leyes, y el plazo de transposición acabó el 6 de abril de 2013.

Según la Asociación para la Prevención y Reinserción de la Mujer Prostituida, España es el primer país en Europa en cuanto a la magnitud del fenómeno de la prostitución. ¿A qué se debe esta estadística?
La verdad es que yo no he estudiado el fenómeno de la prostitución en sí, lo que he estudiado es la prostitución forzada, es decir, la trata de mujeres. De todas formas, la magnitud que en España tiene la prostitución puede tener algo que ver con la también enorme magnitud del crimen organizado, el dinero negro y la economía sumergida. Supongo que mucho de ese dinero se ha invertido en prostíbulos, pero lo cierto es que no tengo datos.

A la vista de esta estadística, ¿por qué no existe una legislación de lucha contra la trata? A quien más favorece este silencio legislativo, dado que en los medios se habla de mafias de procedencia extranjera, pero las mafias están aquí porque existe gente autóctona que colabora.
Esa es la pregunta que se hacen las organizaciones que trabajan en la lucha contra la trata y, como te dije, están exigiendo una Ley Integral. Pero desde el poder no se le da mucha importancia a este fenómeno y quizá la sociedad tampoco. Puede ser que el hecho de que la mayoría de las mujeres que sufren este crimen sean extranjeras es lo que hace que la sociedad mire hacia otro lado. Por otra parte, es cierto que las mafias que se enriquecen con este crimen están compuestas por gentes de variada procedencia, y a veces se ha detectado que había policías y políticos colaborando con las organizaciones criminales.

¿Qué te parecen las medidas legislativas de otros países, como Suecia por ejemplo, que persigue a los clientes?
Esta pregunta hace referencia estrictamente al tema de la prostitución. Lo que en Suecia se penaliza no es la prostitución forzada sino la prostitución en sí. Y, como te he comentado, no es un tema sobre el que yo haya querido definirme en mi novela. Sabrás que hay una polémica muy fuerte, incluso dentro del feminismo, entre las organizaciones que hacen una clara distinción entre la prostitución voluntaria y la forzada, y las que consideran que toda prostitución ha de ser erradicada, abolida.

Miguel Pajares es autor de varios libros sobre el fenómeno de la inmigración y es presidente de CEAR Cataluña. Acaba de publicar la novela Cautivas en la Plataforma editorial, novela que narra la vida de mujeres inmigrantes victimas de trata.

Sobrevivientes de trata cuestionan que la ONU proponga legalizar la prostitución

Lucy Westcott IPS

El largo debate sobre cómo regular el trabajo sexual llegó a un punto de ruptura entre la ONU y organizaciones que combaten la trata de personas. Estas creen que el foro mundial debe revisar su posición, reflejada en dos informes que promueven la despenalización de todos los aspectos de la prostitución.
“Cuando vimos los reportes nos preocupamos”, dijo Lauren Hersh, directora de la oficina neoyorquina de Igualdad Ya, que lidera la campaña pública lanzada la penúltima semana de septiembre.

“Es atroz que haya agencias de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) que reclamen mantener los burdeles”, declaró a IPS.

La coalición, integrada por 98 organizaciones, pide a la entidad multilateral que revise los informes, publicados el año pasado, para que reflejen las experiencias de sobrevivientes de la prostitución y para incluir una gama más amplia de puntos de vista sobre el impacto de legalizar la industria del sexo.

Los reportes en cuestión son dos. Uno de ellos, “Sex Work and the Law in Asia and the Pacific” (El trabajo sexual y la ley en Asia Pacífico), fue respaldado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (Onusida). El segundo, “El VIH y la ley: Riesgos, derechos y salud”, fue publicado por la Comisión Global sobre VIH y Derecho del PNUD.

Ambos se centran en reducir el VIH (virus de inmunodeficiencia humana) y la enfermedad que causa, el sida, protegiendo simultáneamente los derechos de quienes trabajan en la prostitución.

Las sobrevivientes de trata sexual dicen que es imperativo abordar la demanda que mantiene vivo el negocio de la prostitución, y que eso no está adecuadamente abordado en los informes.

Ante un pedido de declaraciones, un portavoz del PNUD señaló que los reportes examinan los problemas del trabajo sexual a través de los lentes específicos de la epidemia del VIH, y que condenan fuertemente el tráfico sexual.

“El PNUD defiende y promueve el respeto de los derechos humanos para todos, especialmente los más excluidos y marginados. El informe ‘Sex Work and the Law…’ distingue claramente entre trabajo sexual adulto consensuado y trata humana con fines de explotación sexual”, dijo el portavoz.

Fuentes del UNFPA y de Onusida dijeron a IPS que la declaración del PNUD refleja de modo preciso la posición de sus agencias.

Los estudios también proponen la despenalización de la industria sexual como una forma de promover la capacidad de las personas que se prostituyen de negociar el uso de condones. Pero Igualdad Ya señala que el apremio económico es el que ejerce presión para mantener relaciones sexuales sin preservativo, pues a menudo los clientes ofrecen más dinero para que así sea.

Si las mujeres son esclavizadas o controladas por un proxeneta, tienen menos capacidad de insistir en el uso de profilácticos.

En un comunicado, el PNUD señaló que la penalización del trabajo sexual aumenta la vulnerabilidad ante el VIH y limita el acceso a los preservativos y a los servicios de salud sexual.

Pero Hersh cree que “a menudo son los proxenetas y los clientes quienes dictan el uso de condones, porque las mujeres pueden obtener más dinero no usándolos”.

Hersh enfatizó que la coalición no intenta perjudicar los esfuerzos de la campaña contra el VIH/sida. Igualdad Ya lleva casi un año llegando a la ONU a través de canales internos, inclusive mediante el envío de una carta firmada por más de 80 organizaciones a Michel Sidibé, el director ejecutivo de Onusida.

La prostitución es legal en muchos países, entre ellos Suiza. Hace poco se instalaron en Zurich “cabinas sexuales” para promover la seguridad de las prostitutas. Pero la situación sigue siendo dura para hombres y mujeres en estados que legalizan o despenalizan la prostitución, según Igualdad Ya.

“Uno de los principales problemas es que los informes no incluyeron consultas a nuestros socios en el terreno, particularmente a organizaciones lideradas por sobrevivientes”, dijo Hersh a IPS.

Stella Marr, directora ejecutiva y cofundadora de la organización internacional Sex Trafficking Survivors United, es una sobreviviente de la explotación sexual. Fue cooptada a los 20 años y ejerció la prostitución durante una década.

“Si no abordamos la demanda, siempre habrá tráfico”, dijo Marr a IPS. Los informes de la ONU la “entristecen”, agregó.

Marr cree que la mejor solución es el modelo nórdico, que penaliza la compra de sexo pero despenaliza la práctica de la prostitución.

Ella abandonó la prostitución cuando un cliente le ofreció ayuda y un lugar seguro para vivir durante dos años. No conoce a nadie más a quien le haya ocurrido algo así.

“El hecho de que yo haya salido no significa que fui fuerte. Fui afortunada”, dijo Marr.

Las voces de las sobrevivientes de la industria del sexo no se escuchan tan fuerte como las de quienes siguen en la actividad, por la vergüenza que las persigue, dijo Rachel Moran, integrante y fundadora de Survivors of Prostitution-Abuse Calling for Enlightenment (SPACE) International, que fue prostituida entre los 15 y los 22 años.

Otra faceta de los informes que Igualdad Ya quiere abordar es la definición de “trata” que da la ONU. En el Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños, del foro mundial, los estados miembro acordaron una definición amplia, que refleja una variedad de experiencias vividas por sobrevivientes de la explotación sexual.

Los informes de la ONU de 2012 recomiendan acotar y reelaborar la definición, lo que podría significar que muchas personas que fueron sometidas ya no sean consideradas víctimas y que los traficantes no sean responsabilizados.

“Entiendo que es difícil… Hay que tener una manera de ayudar a la gente a salir de esa vida”, dijo Marr.

“Necesitan ser reconocidas como víctimas de trata… No creemos que nadie lo elija”, añadió.

Con todo, Igualdad Ya es optimista en relación a próximos documentos, y pone como ejemplo un estudio de Asia-Pacífico, recientemente lanzado por el PNUD, el UNFPA y ONU Mujeres, según el cual la compra de sexo en la región está fuertemente asociada a las violaciones y a la violencia sexual generalizada contra las mujeres.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2013/09/sobrevivientes-del-trafico-sexual-cuestionan-a-la-onu/

lunes, 30 de septiembre de 2013

Pretty Woman - El grave problema de la prostitución

ODETE SANTOS

Y si hay cuestiones que nos hacen decir que el mundo está al revés, uno de ellas es, sin duda, "la prostitución".

Con la ayuda de la industria del cine de color rosa a través de la película Pretty Woman (1) , incluso se nos lleva a pensar que la prostitución es algo hermoso, romántico ... ¡Viva la libertad de las mujeres para ejercer la prostitución!, ya que con el tiempo se convierte en una nueva Cenicienta hecha en la globalización neoliberal.

En nombre de la libertad
De hecho, los proxenetas, los ahora considerados empresarios o "emprendedores", vocabulario aprendido rápidamente de los neoliberales y a hablar del derecho de las mujeres a vender su cuerpo poniéndolo al servicio del placer de los hombres.

Pero el cuerpo humano no está en venta, no pueden ser objeto de comercio. El cuerpo humano en los diferentes estadios de su constitución y desarrollo no puede ser patentado y luego ser sometidos a cualquier tipo de negocio.

De hecho, en un asunto relacionado con los derechos humanos de las mujeres, es necesario que no dejamos introducir este nuevo giro del idioma supuestamente a favor de las mujeres y sus derechos.

Nos dicen que, además, de la prostitución forzada, será una opción voluntaria para las mujeres mayores que han decidido libremente poner en el comercio legal su cuerpo y tienen el derecho de hacer lo que su cuerpo necesita.

Lamenta que las mujeres como Elisabeth Badinter (filósofa francesas) han abrazado la idea que es tan errónea como afirmar que la prostitución es la profesión más antigua del mundo.

Tomando casos verdaderamente excepcionales como el retratado en la película Belle de Jour, de Buñuel (2), la prostitución, dicha voluntaria, siempre existe el uso de cualquier mujer vulnerable. Por lo tanto, a pesar del hecho de que el documento final de la Conferencia de Beijing expresamente condenan la prostitución forzada, la verdad es que la Convención contra la Delincuencia Organizada Transnacional y su Protocolo Adicional en Materia de Trata de Mujeres y Niños, firmada en Palermo en el año 2000 no adopta ese plazo y no se refiere explícitamente a aplicar a la trata de mujeres consentimiento para eludir así la responsabilidad penal de los autores, y apunta a la tipificación del delito y la existencia de cualquier tipo de vulnerabilidad.

Dicho sea de paso, ya firmada la Convención de Nueva York el 21 de marzo de 1950, a raíz de una serie de convenios de la Liga de las Naciones, que nacían para castigar o desenmascarar la inducida por los efectos de la prostitución de otra persona, aun con su consentimiento y quienes explotan la prostitución de otra persona, aun con su consentimiento.

La mayoría de las partes de acuerdo en que los signatarios de la Convención fueron a castigar a cualquier persona que realizaba, dirigía o con conocimiento para financiar una casa de prostitución o contribuir a dicha financiación, o los que consciente en tomar, total o parcialmente, una propiedad u otro lugar con el propósito de la prostitución ajena.

La mayoría fueron a que ratifiquen la Convención para castigar cualquier intento de tráfico o la totalidad de preparación o actuación de la misma y abolir todas las prácticas legales, reglamentarias y administrativas que se requiere para inscribirse en registros especiales tiene especial o documentos conforme a excepcionales condiciones de supervisión o de la notificación, las personas que se entregan o asumen caer en la prostitución.

¿Las trabajadoras del sexo?
Era posible llegar a las convenciones siguientes con campañas abolicionistas que propugnaban la despenalización de la prostitución y el castigo de los que tomaron ventaja de la prostitución ajena (proxenetas). También era posible llegar allí debido a que dos años antes había sido adoptada la Declaración de los Derechos Humanos. En la marea de garantías para los seres humanos, la solución obvia es la de suprimir el proxenetismo considerando a las prostitutas explotadas.

Hoy, sin embargo, los tiempos son diferentes. Estamos en tiempo de perdida de los derechos y las amenazas graves a la dignidad humana.

No es de extrañar por eso que hoy estamos en plena campaña para que la prostitución está regulada.

Se habla hoy de las víctimas de la prostitución como si se tratara de "trabajadores sexuales" y los proxenetas como empresarios y hombres de negocios.

Pero las actividades sexuales no pueden ser considerados como un trabajo.

El trabajo originalmente hizo posible la transformación de un cerebro de mono en el cerebro humano.

El trabajo explica el paso al ser humano vertical, decisivo para el paso del mono al hombre.

El trabajo es lo que hizo posible el desarrollo de la sociedad.

"Y ya nos encontramos diferencia características entre el grupo de los monos y la sociedad humana? El trabajo".

(...) "El desarrollo del trabajo necesariamente contribuyó a fortalecer los lazos entre los miembros de la sociedad, se multiplican los casos de asistencia mutua, la cooperación y el bien común cada vez más claro en la conciencia individual de la utilidad de esta cooperación." (3)

Ahora, no se reconocerá ninguna de estas características de la actividad ejercida por las víctimas de la prostitución.

Lo que reconoce y explica esta nueva forma de ver la prostitución es la mercantilización de las relaciones sociales, es el resultado de neoliberalismo.

Como afirma Richard Poulin, profesor de sociología en la Universidad de Ottava, el triunfo del neoliberalismo en los años 80 permitió acelerar la mercantilización de las relaciones sociales que se tradujo en un aumento considerable de las industrias del sexo y el refuerzo de su legitimidad.

Y llegar al mismo descaro del Sur de donde parte la idea de la prostitución como estrategias para el desarrollo de los países.

E incluso para el pago de la deuda de los Estados de Asia y África, el Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial insta a los Estados a desarrollar estas industrias de "diversión", sacrificando así a las mujeres.

La prostitución es violencia
La situación es muy preocupante. Debido a la prostitución florece alrededor la delincuencia organizada, la trata de seres humanos, los crímenes muy violentos como asesinatos en serie, la corrupción.

La OIT estima en 2,45 millones de personas las que son objeto de trata con fines de explotación sexual.

En los Países Bajos, el 80% de las trabajadoras sexuales son de origen extranjero, el 70% de los cuales son indocumentados.

Es conocido por el ejemplo holandés, la regulación de la prostitución no detiene la prostitución ilegal y aumenta la propia prostitución infantil.

La alcaldía de Amsterdam finalmente decidió cerrar su barrio rojo, ya que, según Karina Schaapman, ex prostituta y actual concejal municipal, la situación se volvió incontrolable.

Paraíso para los traficantes de personas, las zonas de prostitución en los Países Bajos ha influido, finalmente, en el aumento de la prostitución infantil.

De acuerdo con organizaciones de derechos del niño con sede en Amsterdam, los niños que se prostituían pasaron de 4.000 en 1996 a 15.000 en 2001.

El calvario de las mujeres explotadas sexualmente es evidente en la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en el proceso contra Rusia y Chipre, el 7 de enero de 2010.

Era una mujer joven rusa que no quiso seguir trabajando en un cabaret en Chipre, después de salir de este cabaret, para el que había sido contratado como "artista", fue entregada por la policía al propietario de este cabaret y encontró la muerte en circunstancias sin investigar adecuadamente por la policía chipriota, precipitándose al suelo cayendo de una planta 5.

La prostitución es de hecho una actividad de alto riesgo.
Y ahí nos encontramos incluso los asesinatos en serie, algunos de los cuales se hizo famoso por matar mujeres, incluso trabajando en burdeles, dónde se afirma que tienen más seguridad y eso se alega para perseguirlas en las calles y propugnar la legalización de los burdeles.

En los Países Bajos fueron asesinadas 50 mujeres entre 1992 y 2004 dentro de los prostíbulos existentes.

No se entiende bien la decisión, en 2010 de Himel, Juez de la Corte Suprema de Ontario para invalidar algunas de las disposiciones legales relativas a la prostitución con el argumento de que violaba la Carta Canadiense de Derechos y Libertades. El juez sostuvo que la prohibición de los prostíbulos y el sistema de comunicación utilizado por las prostitutas, y los paseos, buscaron la seguridad y poner en peligro la vida de las prostitutas

Pero lo que realmente pone en peligro la vida de las mujeres y las niñas son los proxenetas que utilizan contra ellas la violencia extrema para mantenerlas totalmente sumisas.

Por cierto, dos de los tres autores del caso decidido por el juez Himel eran proxenetas.

Víctimas
Afirmar que "La prostitución es la profesión más antigua del mundo", es falso. No hay ningún hecho histórico que permita tal afirmación.

Y no se puede considera una profesión hacer de esclavos en los tiempos modernos. Seguramente hay otras maneras de asegurar los derechos. En primer lugar el difícil camino de la libertad condicional. Pero también la búsqueda de otras respuestas, que hay en Canadá, donde los derechos sociales están vinculados a la ciudadanía y el lugar de residencia y no el trabajo.

No es legalizando la expresión más violenta del patriarcado (pero tal vez, quién sabe, como castigan a los clientes en Suecia) que vamos a lograr la igualdad, el fin de la discriminación, en suma, lo que en Suecia se llama "Mujeres de Paz".

Notas.
( 1) Título de una película muy romántica sobre una prostituta, protagonizada por Richard Gere y Julia Roberts
( 2 ) Belle de Jour es una mujer de la nobleza que se prostituye sólo por buscar el placer por una formación incorrecta de su sexualidad.
( 3 ) El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre, extraído de La Dialéctica de la Naturaleza y Origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, Engels, 1876.
ODETE SANTOS

lunes, 23 de septiembre de 2013

23 de septiembre, Día Internacional contra de la Explotación Sexual y Trata de Personas. Contra la esclavitud y la explotación sexual, ¡ni un paso atrás!

Colectivo Feminista Trece Rosas

Hoy, Día Internacional contra de la Explotación Sexual y Trata de Personas, desde el Colectivo Feminista Trece Rosas, manifestamos nuestro compromiso en la lucha contra cualquier forma de esclavitud y violación de los derechos humanos. La trata de personas con fines de explotación sexual afecta a todas las regiones del mundo, especialmente a las más pobres, siendo especialmente vulnerables mujeres, niñas y niños de Europa del Este, África o América Latina y Asia.

Organismos internacionales como la OIT estiman que la esclavitud con fines de explotación sexual afecta cada año a unas 2.500.000 personas, constituyéndose como un mercado humano transnacional que genera miles de millones de dólares anuales, situándose en el tercer lugar entre los negocios ilícitos más lucrativos, tras el tráfico de drogas y de armas.

Las víctimas de este crimen ven privados sus derechos más básicos, como el derecho a la vida, a la seguridad, a la integridad física, a vivir sin sufrir violencia, a la libertad sexual y reproductiva, o a tener una infancia y adolescencia libres, entre otros muchos. También son forzadas a prácticas crueles como abortos forzados, matrimonios serviles, mendicidad y trabajos forzados, e incluso a la extracción de órganos.

Además de ser una grave violación de los derechos humanos, la trata de personas con fines de explotación sexual es violencia machista. Aproximadamente el 90% de sus víctimas son mujeres y niñas en situaciones de especial vulnerabilidad, explotadas sexualmente en el negocio mundial de la prostitución. Estas mujeres, son objeto de tratos degradantes e inhumanos, por parte de las redes y mafias así como por parte de los hombres que compran mujeres en el mercado prostitucional.

Es de vital importancia concienciar a la sociedad de que los hombres consumidores de prostitución son cómplices de esta esclavitud inhumana y responsables de su existencia. Con su comportamiento, favorecen la extorsión, la explotación, la opresión, los malos tratos y la violencia que sufren las víctimas de la trata de personas.

La prostitución es una forma más de violencia de género que afecta a las mujeres por el hecho de serlo. Y en particular a las mujeres pobres o en situación de vulnerabilidad social, principales objetivos de las redes y mafias de trata de personas.

Ante este problema, desde el Colectivo Feminista Las Trece Rosas reivindicamos:

Que los poderes públicos sitúen los derechos de las víctimas de trata dentro de sus prioridades políticas, para darles una atención adecuada que garantice su protección, asistencia y reparación de los daños sufridos.

Compromiso de todos los agentes implicados en el problema, especialmente cuerpos y fuerzas de seguridad y del sistema judicial, para castigar este crimen sin hacer pasar a las mujeres por una doble victimización.

Visibilización de la violencia sufrida por las víctimas de la trata con fines de explotación sexual, tanto por parte de las redes y mafias como en los círculos de la prostitución, y aumentar los niveles de protección para aumentar las denuncias de dichos delitos.

Sensibilización por parte de los medios de comunicación, evitando la publicación de anuncios de contactos, que encubren en muchos casos a redes organizadas de explotación sexual.

Rechazo social de la prostitución y de cualquier forma de explotación sexual.

Reconocimiento legal de la prostitución como violencia de género y como base de la existencia de la trata de personas con fines de explotación sexual.

Rechazo social del demandante de prostitución, principal causante de la trata de personas con fines de explotación sexual.

Trabajar en el ámbito de la prevención incidiendo en las raíces culturales de la demanda de prostitución.

Contra la esclavitud y la explotación sexual, ¡ni un paso atrás!

sábado, 31 de agosto de 2013

La prostitución, un análisis anticapitalista

Reseña del libro "La prostitución" de Beatriz Gimeno,
Ángela Solano. La Hiedra.
La prostitución Beatriz Gimeno.
Edicions Bellaterra, 2011.   304 pgs, 22€

La prostitución, un análisis anticapitalista
Despenalizar o no regular en absoluto, ese suele ser el centro del debate. Gimeno abarca el tema ahondando en el auténtico significado de la prostitución, qué la origina y cuál es su función hoy día.

Abarcar el tema de la prostitución y hacerlo desde una postura verdaderamente feminista no es tan sencillo como puede parecer. Prueba de ello son los enconados debates que se dan entre abolicionistas y regulacionistas. Beatriz Gimeno, licenciada en Filología semítica y archivística y activista del movimiento feminista y LGTB, analiza en su libro La prostitución toda esta problemática, enfrentando y cuestionando ambas posturas para tratar de establecer una propuesta de mínimos que pueda ser compartida por ambas como punto de partida.

Plusvalía de género y estigma social
Para Gimeno, la clave reside en las relaciones que se establecen entre hombres y mujeres a través de la prostitución, lo que impide considerar el sexo como una mercancía más, ya que posee unos significados simbólicos concretos. La prostitución hunde sus raíces en las dicotomías de género y sus desigualdades, en la división sexual del trabajo y la normatividad del heterosexismo, pero también es una cuestión de clase, en la que las personas inmigrantes suelen padecer una mayor vulnerabilidad. Según Gimeno, estos son los ejes que vertebran la prostitución; para ella no se trata de comprar sexo, sino de comprar poder y simular una fantasía de dominación que reafirma la masculinidad hegemónica. A este concepto lo llama “plusvalía de género”.

Muchas dirán que la prostitución no es un problema de género porque también hay prostitutos, pero esta división sexual del trabajo donde ellas son aquello que ellos desean no es reversible. Aunque las mujeres sean usuarias de prostitución, no compran plusvalía de género, ya que no reafirman su feminidad mediante el sexo.

Gimeno también habla del “estigma social” que recae sobre las mujeres que practican la prostitución, ya que muchas feministas piensan que esa es la raíz del problema y por eso piden la consideración de la prostitución como un trabajo más. Quienes así lo hacen caerían en dos contradicciones. La primera es que cualquier legitimación de la prostitución no solo no debilita el estigma sino que lo refuerza y lo extiende a todas las mujeres. El estigma existe porque es necesario para que exista la prostitución, ya que como hemos dicho no se vende sexo sino devaluación femenina y plusvalía de género masculina.

Regulación: legitimación del sexismo
Para la autora, la segunda contradicción que se comete al defender la legalización nos remite a la teoría de que los derechos sólo se obtienen por medio del trabajo, lo que solo es un argumento válido para los neoliberales. Según Gimeno, la regulación de la prostitución sólo beneficia a los empresarios del sexo. Su razonamiento se basa en que con la regulación se divide a las mujeres en legales e ilegales, empeorando la situación de las más desfavorecidas y la de todas en general. En una sociedad globalizada con una oferta casi ilimitada las condiciones de trabajo siempre son malas, pero la autora ignora por ejemplo las conquistas que pueden alcanzarse mediante la organización de las prostitutas empleando herramientas como los sindicatos. Por otro lado, la regulación de cualquier mercado en condiciones capitalistas sirve para naturalizar y aumentar la oferta. Allí donde la prostitución tiene cierta legitimación o visibilidad social, la industria del sexo se presenta como un mundo de glamour, como sucede en Italia con las velinas de Berlusconi.

Gimeno insiste en que regular sería un gran retroceso en la lucha feminista porque implica legitimar moral y socialmente, y legitimar la prostitución es legitimar el sexismo, reforzar el discurso y las actitudes machistas y el concepto de masculinidad tradicional. Mediante la regulación lo que se controla es a las propias mujeres, sus comportamientos, sus cuerpos, su salud y su sexualidad. A cambio, como en cualquier regulación laboral en el capitalismo, se ofrecen unos derechos supeditados a los intereses de terceros, derechos que son escasos y que podrían conseguirse de otra forma.

La solución que Gimeno propone es hacer frente a la desigualdad de género estructural sin olvidar los derechos y la dignidad de estas mujeres. Debemos adoptar medidas sociales para ayudarlas y buscar la penalización de quienes se lucren con la prostitución ajena, trabar alianzas (por ejemplo entre abolicionistas y antitrafiquistas) pero sin dejar de cuestionar los roles de género y deslegitimar su demanda, influyendo en la socialización incluso desde la escuela, mediante currículos sobre sexualidad. El anticapitalismo, inseparable del feminismo, es una vez más nuestra mejor herramienta para lograrlo.
Ángela Solano es militante de En lucha / En lluita.
Fuente: http://enlucha.wordpress.com/2013/05/28/beatriz-gimeno-la-prostitucion/

Noticia aparecida hoy en el Periódico Extremadura: 20 denuncias por prostitución entre julio y agosto. 31/08/13
LA POLICIA Local ha tramitado durante los meses de junio a agosto 20 denuncias por ejercer la prostitución en la calle. La mayoría de ellas se establecieron contra un número reducido de prostitutas, según explicó la Polícia Local. Las últimas denuncias se efectuaron el jueves en el entorno de la avenida de Joaquín Costa, junto a la denominada carretera de Circunvalación, una zona donde hace años ejercen la prostitución cerca de 30 mujeres. La Policía Local realiza un seguimiento especial durante el periodo estival para evitar que regrese la prostitución en masa debido a la crisis económica. EFE
Notas:
¿Las denuncias sólo a ellas? ¿Se reconoce la causa, la llamada crisis económica, y se quiere solucionar con multas? ¿Si tuviesen el dinero de las multas se expondrían a prostituirse? ¿En qué mundo estamos? Lo que se pretende es simplemente ocultar la realidad social y continuar sin proponer ninguna solución real. Ni, aún menos, abordar el problema de la pobreza y el paro como principal causa.

sábado, 29 de junio de 2013

"Diario de una puta. Espejo de miserias", de Mauro Zúñiga Araúz

Fermín Caballero Bojart. Cubaencuentro

"Diario de una Puta. Espejo de Miserias", del escritor panameño Mauro Zúñiga Araúz, se presentó en Madrid el 28 de mayo pasado en el Centro de Arte Moderno. Posteriormente, participó en la Feria del Libro de Madrid.

Es para mí un privilegio estar hoy sentado entre dos grandes narradores. Por ello doy gracias a Luis Rafael y a todos los que habéis venido a escucharnos pero muy especialmente a Omayra Huertas, la mujer protagonista, sin la cual el doctor Mauro Zúñiga Araúz hoy no estaría aquí, porque gracias a su diario nos ha reunido para hablar de su obra.

Obra que Editorial Verbum cataloga dentro de su Colección de Narrativa.

La novela que se presenta hoy y ahora, por primera vez en España, con el sugerente título Diario de una puta. Espejo de miserias aborda, a través de la vida de una mujer, su lucha por sobrevivir y superar todos los obstáculos que cruelmente padece desde niña y que se interponen en su infernal trayecto hacia la madurez. Desembocando en el ejercicio de la prostitución acuciada por su propia madre.

Novela social y psicológica que se alimenta, a lo largo de sus dos primeros tercios, de la experiencia mundana de la violencia en sus más diversas variedades. Maltratada en su hogar, testigo de abusos constantes, la novela arranca en una atmósfera sórdida que resume lo que Omayra ha vivido de niña y presagia lo que vivirá hasta el desenlace final.

Pero el drama no es todo. Hay una balanza que equilibra la búsqueda constante del yo. Una exaltación del amor propio, tan necesaria para triunfar en la vida y que es lo que el autor ha querido apuntalar como conflicto. La superación de uno mismo a través de la identidad con el valor más profundo que una persona siempre debe de conservar: el amor a su propia condición de ser humano.

Equilibrios internos son los que de alguna manera mantienen vivo el interés en cada capítulo. Se sucede a cada desarrollo-desenlace de tensión, su antítesis. Donde el hombre capaz de causar la mayor aberración, puede, como género humano, ser el creador de las más bellas obras. Como el regalo que recibe la propia Omayra de su maestra, un libro de pinturas famosas con la biografía de sus pintores.

Antes de continuar no quiero pasar por alto ...

Para finalizar y antes de pasar la palabra al autor, quiero concluir con una pequeña selección de críticas literarias que la obra ha recibido en otros medios, desde su primera publicación en Panamá en 2010:

1. “En resumen, tenemos entre manos una buena obra, esgrimida por su autor con conocimiento de causa y, más que como un libro, como un estetoscopio en el cual ausculta los síntomas de la sociedad.” (De Ariel Barría Alvarado).

2. “Para el lector casual como para el amante de las ciencias humanas este libro representará un espejo profundo y novedoso, una radiografía social. Expone la explotación de la mujer, los abortos clandestinos, el incesto, los secuestros, la prostitución, homosexualidad, lesbianismo, miedos, sobrevivencia, el mundo de las pandillas, el vicariato, la violencia en todas sus modalidades.” (De la catedrática de la Universidad de Panamá Yolanda Crespo).

3. “Esta breve novela aborda temas densos que retratan las incongruencias y carencias sociales, no solo de Panamá, sino también de todo este mundo que también está globalizado en sus privaciones y penurias. También plasma con detalles una enorme y enlutada realidad que se repite en todos los territorios de la tierra. Mauro, como debe ser, no se conforma con lograr un relato novelístico valioso y novedoso; él es un hombre comprometido con la sociedad que lo alberga y, por ello, subyace bajo la factura propiamente literaria, un anhelo de renovar y purificar nuestra irredenta realidad social”(Isabel Barragán de Turner).

4. “En Diario de una puta, el autor nos muestra la vida de una mujer castigada por el entorno y la prostitución, para formar un caleidoscopio de miserias a través de personajes efímeros que hablan de la dignidad perdida frente a una moral enferma de sexo, en una metáfora de la lucha del sujeto por recuperar la humanidad” (Rafael Guerrero Ríos. Le Monde Diplomatique).
Fermín Caballero Bojart. Cubaencuentro
Leer todo el articulo aquí.
Fuente: http://www.cubaencuentro.com/cultura/articulos/presentacion-de-diario-de-una-puta-espejo-de-miserias-284567 hw2IU/edit

sábado, 27 de abril de 2013

La Policía Nacional han desarticulado una organización criminal que explotó sexualmente a más de 100 mujeres paraguayas en España.

La Policía Nacional han desarticulado una organización criminal que explotó sexualmente a más de 100 mujeres paraguayas en España, en el marco del Plan Policial contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual lanzado este mes.

Bien por la Policia Nacional. Sin duda han hecho una buena labor.

Dicho esto me pregunto:
¿Si son explotadas, quién las explota o se aprovecha de su explotación? Por que no se ha detenido a ninguno de ellos, me refiero claramente a "los llamados clientes".

Que curiosamente a nada que se investigue te dicen que tienen un "pacto entre caballeros" (¡menudos caballeros!) para guardar silencio sobre los que acuden, lo que hacen, como lo hacen y como se comportan en esos lugares. Pues "como pagan" "exigen" y el trato, excepto excepciones, es de verdadera maltrato, como un amo a su exclavo. Y no son perseguidos, al contrario, si se quejan de que se niegan a hacerle cualquier servicio, por repugnante que les parezcan, son maltratadas y castigadas de forma física, mental y con coste de dinero.

¿Dónde están los derechos constitucionales de estas mujeres tan invocados en tantas otras ocasiones? de pena. ¡¡¡Hasta cuando!!!

¿Estas personas no merecen se sujetos de derechos?
¿Donde está los defensores de los derechos humanos?
Y los tenemos en todas las ciudades, los conocemos todos. los que mantienen esa explotación alardean de ser "muy hombres".

Sólo conozco el caso de Suecia, donde se persigue "al cliente" ese "caballero" del que hablabamos y no a la mujer de la que dicen "libremente ha elegido esa profesión".

Cuando sabemos todos que, ni es libre, ni es profesión,...
Fuente: El País. Noticias de última hora dia 27 de abril 11:45.

miércoles, 23 de febrero de 2011

The Girlfriend Experience, la película de ayer en el cine club


The Girlfriend Experience es una película experimental que se desarrolla en New York, estadounidense, de 2009, dirigida por Steven Soderbergh y escrita por Brian Koppelman y David Levien. Fue protagonizada por Sasha Grey, quien ha trabajado como actriz porno en la vida real.
Soderbergh citó a las películas El desierto rojo de Michelangelo Antonioni y Gritos y susurrosde Ingmar Bergman como sus influencias.
  • Sasha Grey, como Christine, alias Chelsea.
  • Chris Santos, como Chris, un entrenador personal, novio de Chelsea.
  • Peter Zizzo, como un hombre casado adinerado, cliente favorito de Chelsea.
  • Timothy J. Cox, como un hombre de negocios.
  • Timothy Davis, como Tim.
  • Jeff Grossman, como un agente de negocios.
  • Ted Jessup, como "Chatty John".
  • Kimberly Magness, como "Happy Hour".
  • Ken Myers, como un maître de restaurante.
  • Bridget Storm, como una cliente.
  • Glenn Kenny, como un crítico de "The Erotic Connoisseur".
  • Freedom Tickler, como músicos callejeros.
La película recibió una valoración de un 58% respecto a críticas en el sitio Rotten Tomatoes, con el consenso de que "la más reciente producción de Steven Soderbergh es muy elaborada, pero emocionalmente imprecisa".
Roger Ebert calificó la película con cuatro de cuatro estrellas, declarando: "Esta película es una verdad acerca de la naturaleza humana. Se ven claramente las necesidades y deseos. No es universal, pero dentro de este enfoque particular, es implacable." Chazz Lyon, del sitio Gone Cinema Poaching, le concedió a la película cuatro de cuatro estrellas, manifestando que: "Para mi dinero, el estilo de la decimonovena película de Soderbergh, estructuralmente innovadora y visualmente impactante es, sin excepción, la mejor película del año 2009 hasta la fecha y la primera obra maestra del año".
En el extremo opuesto del espectro, Kyle Smith del New York Post otorgó a la película una estrella de cuatro. David Edelstein de la New York Magazine se quejó de que "la mayor parte del diálogo es lánguido, y no importa cuanto Soderbergh corta y sutura, la película es un cadáver con extremidades temblorosas".
MI COMENTARIO.
La película describe la vida diaria de "una chica de compañía" en Nueva York. Comienza tratando de hacer ver que es "un trabajo como otros", incluso la chica tiene novio que, aparentemente, acepta su "trabajo" sin más. A veces, el trabajo consiste en ofrecer compañía y conversación a un estresado y triste "hombre de negocios", lo que podemos considerar una especie de terapia afectiva, y en ese caso es una terapeuta más. Pero la película va mostrando, poco a poco, la cara oculta de los personajes y con ellos de la sociedad; sus debilidades, sus vicios y morbosidad. Y, sobre todo, como ella se ve requerida a ser "la que desea que sea el que paga" perdiendo su aparente, al principio, libertad y personalidad. Así se van sintiendo moldeada y va deslizándose, suave e inexorablemente, hasta que se ve convertida en un ser algo extraño incluso para ella misma. 

Llega el momento en que no se conoce y se ve forzada a satisfacer necesidades a "individuos repelentes que llevan varios días sin ducharse" y que incluso la manipulan, hasta tal punto que incluso no le pagan, incumpliendo todas sus acuerdos o promesas, y quebrando "su trabajo" o forma de buscarse la vida. En este proceso, o baño de realidad, pierde a su novio y se encuentra convertida en un ser solitario en la gran ciudad, donde ha perdido su "espíritu" entendido como libertad, personalidad, iniciativa, autocontrol sobre su "trabajo"... 

En definitiva, la película describe perfectamente la transición desde la sensación de libertad en su trabajo, su aparente juego divertido, autonomía e iniciativa, el sentido de autocontrol sobre el mismo, hasta la paulatina conciencia de malestar, de perdida de control sobre "el trabajo", hasta la plena percepción -no sé si plenamente consciente- de alienación.

La película la muestra metida de lleno en una vorágine, sórdida, morbosa, sucia, desagradable, donde ha perdido la libertad de iniciativa que creía poseer y es una victima más del lado oscuro de nuestras sociedades, nuestro estilo de vida. Ya no es la chica mona que tiene un "trabajo rentable" que "lo controla y lleva una vida normal", es una victima más de este sistema de explotación capitalista de juego sucio e imprevisible, que también, nos va mostrando la película, como otra historia paralela. Se trata, nada menos, que de la crisis económica en la que estamos desde el 2008, y del proceso de las elecciones presidenciales norteamericanas, cuando sale elegido Obama, aunque el judío ortodoxo le indique, en medio de un encuentro y mostrando sus miedos, que debe votar a los republicanos, a McCain.

La película no tiene una secuencia temporal lineal, el montador ha incrustado pasajes cuya realización temporal no corresponde al intervalo en el que se ve en el film, sino que son secuencias cortadas de otras escenas e intercaladas en otras secuencias, que no corresponderían si el tempo se desarrollase exclusivamente en una secuencia temporal lineal. Un ejemplo claro son las escenas intercaladas del viaje del grupo de hombres, donde va su exnovio, a las Vegas. Cuando se ve la primera escena del viaje en avión aun no se tiene idea, por la narración principal, de ese viaje. Además, la grabación de la escena es de aficionados, con lo cual le da un toque de realismo como si estuviese tomada por uno de ellos con su cámara personal, como ocurre en la escena, con mal sonido, inadecuado enfoque y falta de definición. Lo que contribuye a desorientar, por momentos, al espectador, que se pregunta qué está ocurriendo, hasta que otra secuencia llega a mostrarnos la razón de las escenas del viaje, entonces todo se aclara para el espectador. Ese juego temporal llena de confusión al espectador normal.

Lo que más me gusta de la película es que toma partido. Desmonta la idea engañosa, que tantos se han encargado y se encargan de vender como cierta -véase "Pretty Woman", entre otras muchas- tratando de hacernos creer que la improbable excepción es la regla. El cuento de Hadas donde la prostituta se casa con el chico guapo, bueno y rico, con "El principe", lo que no es, en absoluto, verdad, pero consiguen a fuerza de repetirlo, que se lo crean muchas chicas y mucha gente. Ello contribuye sin duda a la percepción del "oficio" no solo como normal, sino incluso como oportuno y valioso, ya que es un peldaño a la "felicidad", la gran mentira en el 99,99% de las veces.


La prostitución está llena de maltrato, esclavitud, trata de blanca, mentiras, delitos y crímenes no investigados, véanse la cantidad de maletas con mujeres descuartizadas que han aparecido en España, sobre todo por Levante, sin que se esclarezcan los hechos. Y el carácter simbólico del crimen es nítido; quiere irte? ahí tienes tu maleta donde harás el viaje a tu sueño eterno. Las demás, las que intenten liberarse del "oficio", ¡¡¡Ahí tenéis lo que les pasa a las que intenta escapar!!!.

No faltan otras muchas escenas esclarecedoras; la conversación de "los amigos" en el avión, nos muestra un machismo y misoginia terribles, aunque la fachada sea de "modernos, liberales y agradables chicos". El recurso al personaje del periodista sirve también para cuestionarse otras muchas cosas, mediante sus incisivas preguntas, que parecen obvias. Las fiestas, en la vida real y entre personas "normales" trabajadores, no millonarios, no suelen durar mucho.

En medio de la polémica que existe, dentro incluso de la izquierda, sobre si la prostitución es un trabajo, una profesión, como cualquier otra -y se debiera legalizar- o no lo es -y se debería prohibir y perseguir a los "clientes" e intermediarios-. Esta película opta por mostrar, en una inmersión de realismo, que la prostitución, incluso la de lujo, no es un trabajo normal, como cualquier otro; sino que esta lejos de serlo, aunque tantos se empeñen en hacernos creer lo contrario, pintándola de color de rosa. En este sentido, y otros muchos, la película es muy esclarecedora y recomendable.

martes, 17 de agosto de 2010

Así montaron la prostitución

La primera modalidad de la explotación sexual infantil y femenina se organizó en nombre de las deidades. Los guardianes de fe sumerios se aprovechaban de sus ingenuas fieles y les exigían placeres corporales a beneficio del templo, reservándose el derecho de pernada. Hoy en Ghana los sacerdotes confiscan a las niñas de las familias pecadoras y endeudadas y tras nombrarlas trokosis “esposas de dios”, les someten a todo tipo de abusos durante años.
En su categoría profana y una vez aparecida la propiedad privada, los hombres acordaron comprar mujeres para tener el derecho exclusivo y vitalicio sobre su cuerpo y alma, y mantener a otras (tras deshonrarlas y acusarlas del exceso libidinoso) para su uso colectivo en régimen de alquiler.
Las religiones semíticas sentenciaron que “la mujer es el reposo del hombre” y legitimaron incluso el acceso gratuito a ellas cuando son “botín de la guerra”. Precisamente, las guerras han sido la principal cantera del negocio del sexo. Con derrotadas, violadas y secuestradas han abarrotado durante siglos harenes y burdeles. Los niños y jóvenes varones tampoco se salvaban: también eran destinados al gozo masculino.
Hoy hay que distinguir entre la prostitución tradicional a pequeña escala, fruto de las desigualdades económicas y la violencia del sistema patriarcal, del tráfico transnacional de seres humanos para la industria de sexo. Este crimen organizado que engulle o escupe a millones de mujeres y niños del mundo para convertirlos en mercancía que, como otra materia prima, circula en un solo sentido, de sur a norte o de este a oeste, resulta más rentable y menos arriesgado que el tráfico de droga, ya que para funcionar sólo necesita de un cuerpo, que además rinde decenas de veces al día.
A sus pies existe toda una tupida red internacional de extorsionadores, transportistas, autoridades corruptas, hostales, clubes y clientes que ahogan las miserias de su vida conyugal en las lágrimas de las esclavas sexuales, quienes han sufrido indecibles torturas. Sin esa demanda, se acabaría el negocio.
Hay que proteger a la prostituida y no a la prostitución. La penalización del reclamo de servicios sexuales y la prohibición de los burdeles y negocios vinculados es un imperativo. ¿Quién cree posible dignificar la esclavitud o llamarla “trabajo”? (Nazanín Amirian, en Público) Más aquí.
Más en la BBC.