domingo, 14 de julio de 2013

Cómo encajar las críticas. Buscamos ser valorados, por eso nos cuesta aceptar los reproches. La forma de realizarlas y el fin que persiguen son básicos para que resulten efectivas

Dime cómo criticas y te diré quién eres…

Dime cómo recibes juicios ajenos y te diré cómo quieres ser.

Defenderse de los ataques verbales y encajar los reproches no es una labor sencilla. Se necesitan grandes dosis de confianza y seguridad para recibir la opinión de los demás, y paciencia y autocontrol para criticar a otros de forma constructiva. Cada vez que recibe una censura, su autoestima se viene abajo. La reprobación le abre los ojos y se da cuenta de que no es perfecto, que tiene fallos. Vivimos en una sociedad en la que se sobrevalora el éxito y se menosprecia el fracaso. Por eso cuesta tanto encajar lo que a otros no les gusta de nosotros.

Un primer motivo por el que no recibimos con agrado la crítica es por la necesidad de sentirnos acep­­ta­­dos por los demás. Buscamos que nos valoren, que es justo lo contario de ser criticados. El modo con el que las personas suelen formular reproches es la segunda razón por la que nos cuesta aceptarlos. La mayoría de las veces se hace en tono despectivo, con ira, rabia y por personas que no son capaces de controlar lo que dicen.

El tercer motivo por el que no queremos escuchar cosas negativas sobre nosotros mismos radica en que normalmente a ninguno nos gusta equivocarnos, porque hace que sintamos que no somos perfectos.

Existen distintas causas por las que las personas hacen reproches. En cada una de ellas encontrará la fórmula para responder con asertividad.

Por rabia. Personas que se han enfadado y necesitan desahogarse diciéndole cómo se ha equivocado y lo mal que lo ha hecho. Proyectan el odio que sienten en ese momento. Son juicios llenos de rabia, dirigidos a la persona y no a lo que ha sido el motivo del conflicto. Estas opiniones dolorosas le hacen sentir ridículo, mala persona… Lo peor de todo es que este tipo de crítica sirve para poco. No comunican qué se espera de usted, ni cómo poner fin al conflicto. Son comentarios destructivos que poco a poco van quemando la relación. Ante esta gente, uno termina por callar y sucumbir, hasta que llega el día en que no puede más y toma decisiones.

La persona que las realiza no tiene por qué tener intención consciente de querer dañarle. Simplemente, le falta capacidad para transmitir su enfado de forma asertiva.

¿Cómo debe actuar con ellos? Pídales calma y un volumen y un tono de voz conversacionales. No se ponga a la defensiva. No servirá para nada. Dé ejemplo.

Cuando tenga ese clima de tranquilidad, siéntese y escuche. Esté pendiente de lo que le dicen y pregunte.

Si encuentra que la queja o la petición tienen fundamento, reconozca su equivocación o su torpeza y comprométase con el cambio. Escuchar la crítica no le obliga a estar de acuerdo con ella o con su totalidad. En este caso, dígaselo. Todo siempre en un ambiente tranquilo.

Por machacar. A veces, el objetivo es minusvalorar a los otros. Hay personas que solo así se sienten importantes. Como son muy manipuladores, la mayoría de las veces nos damos cuenta tarde, cuando ya nos sentimos débiles y pequeños. Este tipo de comentarios están relacionados con el maltrato psicológico. No permita que le falten al respeto, no siente precedentes. Corte a la persona y dígale que no se vuelva a dirigir a usted en términos destructivos. No deje que se explique ni que le argumente si no va a ser bajo un clima de autocontrol.

¿Cómo debe actuar con ellos? Piense que si ellos no cambian, que es lo más probable, usted tiene que hacerse respetar. Así que tome decisiones. Mantenga un contacto ocular directo y transmita de forma clara y directa, pero sin gritar, que no va a escuchar ningún comentario en el que se le falte al respeto.

Practique el tiempo fuera. Comunique a la persona que va a salir de la habitación que están compartiendo y que no volverá hasta que ella no se calme y puedan hablar sosegadamente. Si es necesario, salga de casa o del lugar de trabajo y dígale cuánto tiempo tardará en volver. Muchas de estas personas van detrás de usted porque no son capaces de parar y reflexionar, le asfixian. No refuerce su comportamiento prestándoles atención ni dándoles explicaciones.

Si se calma y le habla con respeto, aplique los pasos del punto anterior. Fuente: El País.

"Dios es la materia. Está clarísimo” Este físico ha desarrollado programas que han mejorado desde la Alta Velocidad al control de los maltratadores

Pregunta. Ahora peligra el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. ¿Cómo se arregla?

Respuesta. Con el traspaso, no de Messi o Cristiano Ronaldo, con el de un lateral de primera división, daría. Es cuestión de 70 millones de euros, lo que le acusan a Barcenas de haberse llevado y un poco más.

P. Cuestión de dinero.
R. Sí, pero de inversión positiva. Un dinero que luego se recupera, eh. También de sensibilidad, pero como todavía llevamos muchos genes de la abuela mona, es complicado.

P. ¿Cómo dice?
R. La abuela mona, sí, entre el 80 y el 90% de los genes que tenemos provienen del primate, lo que ocurre que esos instintos hay que atemperarlos con cultura y un poco de Educación.

P. Y la política, ¿sirve?
R. Para frenar el crecimiento de la entropía, es decir, el desorden. Para eso hay que tomar decisiones. Pero si en un partido se dedican a enfrentarse unos contra otros, ¿cómo quieren después que en la sociedad se controle el caos?

P. Si fueran capaces de explicarles desde la ciencia tres o cuatro nociones, ¿nos vale?
R. Es importante ser respetuoso con lo que se conoce de la ciencia y funciona, por ejemplo que somos frutos de la evolución y no debemos caer en la ingenua idea de que el hombre es libre. Un neurocientífico sabe que sólo el 5% de las decisiones que tomamos en la vida son soberanas.

P. Con su Instituto de Magnetismo Aplicado han trasladado la ciencia a usos prácticos de la sociedad. ¿Cómo se dan tan poco importancia?
R. Pues la verdad es que nuestros inventos han servido para el AVE, la medicina, creando desde un esfínter artificial a un sensor de válvulas cardiacas, o la famosa pulsera para detectar maltratadores.

P. También ha trabajado para la Defensa en plan Doctor Q, el que le presenta los artilugios a James Bond.
R. Inventamos una pintura que despistaba los radares, la probaron en las marinas de Estados Unidos, Francia, Israel, Bélgica. Hasta al Pentágono llegamos. Y con sede en Las Rozas…

P. Alguna culpa tendrán sus colegas a la hora de no contarlo.
R. Los científicos contamos la partitura y eso no se entiende, necesitamos intérpretes que extraigan la música. A menudo nos perdemos en nuestros propios términos, hay veces que el lenguaje sirve para evitar la comunicación. En ese terreno nos ganan los filósofos, aunque se empeñen en decir que no es posible el conocimiento. Manda huevos.

P. ¿No será que también se ponen zancadillas ustedes?
R. Tenemos los mismos genes que cualquiera, no tanto poder como otros, pero sí somos envidiosos y vanidosos. A todos nos gusta ser Estrellita Castro.

P. También se divertirán.
R. Mucho… Sobre todo cuando descubrimos algo que nunca nadie ha visto antes. A mí me pasó con el fenómeno de la magnetostricción. Consiste en saber que al imanar un material, este se alarga. También me ocurrió al ver unas nanopartículas del oro que eran magnéticas como el hierro. Esa fue buena. Una compañera tuya me dijo: “Te has cubierto de gloria, Antonio, eres el primer científico que en vez de convertir el hierro en oro, has convertido el oro en hierro, ¡estarás contento!”.

P. ¿Cómo se descubre a un gran físico en ciernes?
R. Por su curiosidad entusiasta y por saber que la certeza es posible. Pero si seguimos la influencia de la filosofía y su discurso de que el conocimiento no es posible, vamos listos. ¡Madre mía! ¿Quién ha puesto a esos tipos ahí? Son casi tan malos como los pedagogos.

P. Yo creía que eran más enemigos de la ciencia los curas.
R. Son más entretenidos, muy parecidos a los filósofos, la clave está en que se conformen con el poco espacio para sus diatribas que les dejamos los científicos y no den el coñazo. Cada vez los tenemos más acotados. Cuanto más descubrimos deben ceñirse a la evidencia.

P. ¿Cómo se llevan la ciencia y la moral?
R. Bien. Mientras el cerebro sepa que es mejor no ir a lo bruto por la vida.

P. ¿Y con Dios? ¿Se hablan?
R. Dios es la materia. Nos da pistas el Catecismo cuando dice aquello de que es omnipresente, omnipotente. ¡Son propiedades de la materia! Está clarísimo.

Perfil
Del foro, descarado, simpático y práctico, Antonio Hernando (Madrid, 1947) es uno de esos científicos gracias a los cuales el progreso sigue su marcha. Responsable del Instituto de Magnetismo Aplicado, este físico ha desarrollado programas que han mejorado desde la Alta Velocidad al control de los maltratadores con pulseras magnéticas. Tiene teorías de sobra para explicar el caos. Y lo logra. Fuente, El País.

Un mundo al revés. Los gobiernos se han convertido en espías para hacer más ricos a los ricos

Muchos libros e incluso investigaciones de instituciones como el Parlamento Europeo han puesto de manifiesto en los últimos años que el espionaje de Estados Unidos y otros gobiernos ha sido continuado, arbitrario y casi siempre realizado al margen de las normas o acuerdos internacionales.

Los hechos son impresionantes. Las agencias de información controlan prácticamente la totalidad de las comunicaciones que se llevan a cabo en el mundo cada día, cada hora o cada segundo; bien sean telefónicas o, por supuesto, a través de la red. Algo que según se dice supone vigilar unas 3.000 millones de ellas en todo el mundo, que es lo que se calcula que controla la red de espionaje conocida como Echelon.

Pero las pruebas que ha presentado en los últimos días el antiguo informático de la CIA y la NSA, Edward Snowden, suponen un gran salto cualitativo en el conocimiento que tenemos de todas las cloacas y miserias que el Gran Hermano ha creado últimamente.

Por si nos quedaba alguna duda, su denuncia corrobora que todos sin distinción estamos siendo vigilados, que todos somos sospechosos por definición y que de todos nosotros se sabe todo lo que decimos, sin que quien nos vigila se someta a ningún tipo de prevención ni control legal. Aunque ni siquiera eso es lo más revelador de sus denuncias.

La justificación que siempre se ha dado para saltarse las leyes, e incluso las normas que los propios gobiernos han dictado, es la seguridad y, más concretamente, la lucha contra el terrorismo. Pero las denuncias de Snowden demuestran que nada de eso es verdad. Ahora sabemos que Estados Unidos no vigila a sospechosos, sino a millones de personas normales y corrientes y a sus aliados, a unas 38 embajadas, la inmensa mayoría de ellas de países amigos tan interesados o más en combatir el terrorismo, así como también a diversas instituciones europeas.

Los datos que ha revelado Snowden demuestran igualmente que la información que busca con prioridad el espionaje estadounidense y las comunicaciones que más le interesan no son las relativas a las amenazas terroristas sino las que tienen que ver con los centros económicos y financieros y las que pueden beneficiar a sus grandes bancos y empresas. Algo que ya detectó una investigación del Parlamento Europeo cuando descubrió que grupos empresariales como Thomson-CSF o Airbus habían perdido negocios multimillonarios a favor de empresas estadounidenses después de haber sido espiados.

No es verdad, pues, que el control ilegal al que nos someten se haga para proporcionarnos más seguridad frente al terrorismo. Se nos vigila para favorecer al 1% de la sociedad que se queda con más de 90% de los ingresos y de la riqueza que se está creando en el mundo.

Los gobiernos, y especialmente el de Estados Unidos, se han convertido en espías de sus ciudadanos para hacer aún más ricos a los más ricos de entre los ricos y lo hacen saltándose incluso los mandatos constitucionales que se supone garantizan que las personas y todo lo que nos pertenece quede a salvo de pesquisas y aprehensiones arbitrarias.

Las peripecias y amenazas que está sufriendo Snowden demuestran que nuestro mundo está Patas arriba, como dice el título de un libro de Eduardo Galeano. Demasiados gobiernos, con Estados Unidos a la cabeza, se han convertido en estados que no respetan los derechos humanos y que persiguen a quienes tienen la valentía de denunciarlo. Quien delinque queda impune y quien lucha contra los delincuentes es el perseguido y condenado de antemano.

Se nos hace creer que las policías, los espías y las agencias de información están para protegernos y resulta que son, en realidad, la mano que utilizan los de arriba para ganar más dinero, crear miedo y silenciarnos. Se nos dice que luchan para defender los derechos humanos cuando en realidad los pisotean para proteger a quienes solo buscan quedarse con todo. Son el príncipe malo del poema de José Agustín Goytisolo.
@juantorreslopez

Una época oscura. Hay analistas que piensan que esta será una crisis cerrada en falso que se reproducirá más temprano que tarde

El mundo, y sobre todo Estados Unidos, entró en la Gran Depresión de los años treinta con unos niveles de desigualdad insoportables. Sin embargo, salió de la principal crisis económica que ha padecido el capitalismo, y de la Segunda Guerra Mundial, con una distribución de la renta más equitativa y una creciente sociedad de clases medias. Ello duró tres décadas y media, hasta que la revolución conservadora se hizo hegemónica y cambió radicalmente el sentido de la redistribución (que era el objetivo principal de tal revolución).

Cuando comienza la Gran Recesión se había multiplicado exponencialmente la desigualdad en el interior de los países. Una de las principales diferencias de esta crisis respecto de la anterior es que se va a salir de la misma sin haber corregido tal disfunción, incluso profundizándola. Hay analistas que piensan que, por ello, esta será una crisis cerrada en falso que se reproducirá más temprano que tarde.

La Gran Recesión estuvo motivada, en buena parte, por la eliminación sistemática de la regulación financiera en los tres anteriores decenios. La política tampoco estuvo a la altura de las circunstancias porque lo permitió. En términos generales se puede decir que el sistema bancario mundial ha sido rescatado de sus dificultades (no se sabe si definitivamente o todavía necesitará otra ronda de ayudas), pero que las iniciativas para crear empleo masivo han sido del todo insuficientes desde el principio. Ello ha incrementado aún más la desigualdad.

Economistas como Paul Krugman, Robin Wells y otros (léase Occupy Wall Street. Manual de uso, con aportaciones de Cassidy, Rajan, Reich, Reinhgardt, Rogoff, Roubini, Volcker y otros, además de los citados. Editorial RBA) entienden que la mayor desigualdad no es una consecuencia de la crisis económica, sino su origen. La desigualdad (de ingresos, pero sobre todo de riquezas) ha generado una política polarizada que incapacita para actuar juntos frente a la crisis. “La desigualdad extrema en la distribución de ingresos condujo a una polarización política extrema, y esto obstaculizó enormemente que se diera una respuesta política a la crisis” (La espiral creciente: desigualdad, polarización y la crisis, Krugman y Wells).

Otra cuestión es por qué no se discute más sobre estas tesis tan provocadoras. En el mismo libro, la redactora jefe del Financial Times en Estados Unidos, Gillian Tett, escribe un texto titulado Ocultos a plena vista, en el que desarrolla “aquello de lo que no se habla”, los silencios sociales o los aspectos de la vida diaria que habitualmente se omiten o ignoran. Tett, que se define como discípula del sociólogo Pierre Bourdieu, lo cita con las siguientes palabras: los efectos ideológicos más seguros son aquellos que para ejercerse no precisan de palabras y no piden más que un silencio cómplice. O, en palabras del novelista Upton Sinclair: “Es difícil hacer que un hombre entienda algo cuando su salario depende de que no lo entienda”. Fuente: El País, Joaquín Estefanía.

viernes, 12 de julio de 2013

Por qué la deuda pública no debería pagarse

Vicenç Navarro. El Plural.com

No hay plena conciencia a nivel popular de l as causas de los recortes públicos, y ello como consecuencia de la timidez de los medios de mayor difusión a la hora de enfrentarse a la banca, a la cual deben gran cantidad de dinero. En el caso de que ustedes crean que estoy exagerando, les ruego que consideren los siguientes datos. Pero antes permítanme que explique que el argumento que se utiliza para recortar el gasto público es que el Estado (tanto central como autonómico) debe dinero a aquellas instituciones financieras que se lo han prestado.

La primera pregunta es ¿Por qué el Estado tiene que prestar dinero cuando en realidad podría imprimirlo y crearlo? Hay suficiente papel en el país para imprimir tanto dinero como el Estado necesite. Esto es lo que ocurre en los países que tienen su propio Banco Central. Pero España no tiene un Banco Central. Lo que se llama Banco Central Europeo (BCE) no es un Banco Central, en realidad es un lobby de la banca como he indicado varias ocasiones. Lo que hace el BCE es imprimir dinero y se lo presta a intereses muy bajos (menos de un 1%) a la banca privada, en teoría para facilitar el crédito. Pero el crédito no existe ni se le espera. La banca privada tiene otras inversiones mucho más jugosas que le generan mucho más dinero, como es comprar bonos públicos del Estado español, que tienen unos intereses muy altos, del 5 al 6 y al 7%. Es el negocio del siglo. Y el Estado que necesita dinero queda endeudado hasta la médula. Como reflejaba el presupuesto para este año, el Estado español tiene que pagar en intereses nada menos que 38.590 millones de euros, que es el equivalente al 3,86% del PIB, una cantidad mayor que la de los recortes de gasto público en los servicios públicos del estado del bienestar (como sanidad y educación) que están haciendo tanto daño.

Pero la cosa es incluso peor. Las instituciones financieras poseen bonos públicos (que generan los intereses) y estos bonos tienen un periodo de expiración que el Estado tiene que pagar cuando termina el plazo. Pues bien, cuando se suman estas cifras (la de los bonos que expiran este año) a las anteriores, resulta que el Estado tiene que pagar este año un total equivalente a nada menos que un 19% del PIB. Esta es la cantidad que el estado tiene que pagar este año a las instituciones financieras (calculado por Eduardo Garzón en su blog).

¿Y quiénes son estas entidades? Pues la banca española es la que tiene el 38,74% de la deuda pública y la extranjera (en la que domina la alemana) tiene el 37,29%. Y a ellos va el dinero que se consigue a base de recortes. ¿Lo entienden? Naturalmente, la gente se enojaría si supiera esto. Y de ahí la creación de todo un aparato mediático para que la gente no se entere y acepte el argumento de que hay que recortar su sanidad, sus pensiones y una larga lista de transferencias y servicios públicos para que disminuyan el déficit y la deuda pública y así se dé confianza a los mercados financieros (es decir, a la banca) para que estos mercados les presten dinero al estado de nuevo. Hay toda una serie de instrumentos que promueven esta visión de la realidad, desde los mayores medios de desinformación a centros de estudios económicos como Fedea, financiada por la banca, la misma banca que aparece en los asuntos comerciales como la gran cuidadora del bienestar de la ciudadanía.

La ciudadanía comienza ya a ver que todo es una farsa, que se reproduce con la complicidad de la clase política gobernante y los medios. En realidad, es un problema de fácil solución, que consiste en que el Estado no tenga que pedir prestado a la banca privada, creando su propio Banco Central. De hecho, si España hubiera tenido su propio Banco Central, la deuda pública española sería en lugar del 84% del PIB, el 30%. ¿Se dan cuenta?

jueves, 11 de julio de 2013

La Plataforma de Afectados por la Hipoteca presenta un manual con los pasos a seguir para realojar a familias desahuciadas

Pau Rodríguez, eldiario.es

Solo en Cataluña, más de 600 personas, repartidas en 12 edificios, han recuperado ya un techo gracias a la llamada Obra Social de la plataforma de afectados por la hipoteca. El documento recomienda buscar las máximas complicidades una vez hecha pública la ocupación... La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) ha difundido desde Barcelona un documento en el que detalla todo el proceso que se debe seguir para realojar a las familias que han sido víctimas de desahucios y qué hay que hacer para, tras la ocupación de una vivienda, acabar consiguiendo un alquiler social, el objetivo final de estas acciones. El manual, pensado para facilitar el trabajo a las diferentes plataformas de todo el Estado, contiene información legal para favorecer a los realojados, modelos de documentación para solicitar ayuda a Administraciones y vecinos, o el perfil de edificios más adecuados para esta finalidad.

Solo en Cataluña, cuyas plataformas han sido pioneras en lo que ha pasado a llamarse Obra Social de la PAH, se han ocupado un total de 12 edificios, que dan cobijo a más de 600 personas. En algunos casos se ha conseguido el alquiler social, como sucedió en Terrassa con un bloque de CatalunyaCaixa, y en Sabadell, por ejemplo, la juez llegó a denegar el desahucio de un edificio de 40 viviendas ocupadaspor considerar que prevalecía el uso social del inmueble. Ahora la intención de las plataformas catalanas es "exportar el modelo", en palabras de Ada Colau, una de las portavoces, aunque ya en otras zonas del Estado, como Andalucía, se están llevando a cabo estas ocupaciones.

La fase previa: con discreción escoger el edificio adecuado

El manual de la PAH establece los criterios que habría que tener en cuenta antes de entrar en el bloque. En primer lugar, que las familias en cuestión hayan "agotado todas las vías antes de llegar al desahucio", y que puedan acreditar mediante documentos su situación de necesidad. Entonces, con ayuda de los vecinos y de la PAH, pero en un grupo reducido -sin dar demasiados detalles-, se debe buscar el edificio.

Según la PAH, el bloque de pisos idóneo para este objetivo debe ser de obra nueva, propiedad de una entidad financiera -si puede ser nacionalizada- y que lleve tiempo totalmente vacío. En este sentido, la plataforma recomineda comprovar in situ que no vive nadie en el inmueble. Para saber a qué entidad financiera pertenece, la PAH explica que hay que acceder al Registro de la Propiedad del municipio.

La ocupación: de la discreción a la máxima visibilidad

En su documento, la PAH contempla tanto los realojamientos en grupo -la mayoría de los que se han producido- como los individuales -a menudo la reocupación de la propia vivienda-, pero para ambos prevé protocolos similares de ocupación. Principalmente dos: ocupar tras una manifestación, aprovechando la "legitimidad social" de la PAH, en sus propios términos, o hacerlo a escondidas, con el apoyo de un grupo reducido.

A nivel legal, en ambas situaciones se recomienda "reivindicar públicamente la acción" una vez consumada, para que no se considere un robo. Se trata de una estrategia para dar visibilidad a la ocupación que tiene en cuenta tres flancos: informar a la policia y a las administraciones, mediante carteles y documentos colgados a la puerta; avisar a todos los vecinos y entidades para conseguir el máximo apoyo, y enviar un comunicado a la prensa. Para todos estos casos la PAH tiene modelos de documentos colgados en su página web.

En caso de que aparezca la policía al poco tiempo, la plataforma aconseja que uno de los nuevos inquilinos se identifique, básicamente para que pueda acceder a la información de posibles desalojos.

Una vez consolidada: a por el alquiler social

La rápida campaña de proyección pública tiene como objetivo presionar a la entidad financiera propietaria para que acceda a negociar con los realojados. Durante este proceso, la PAH recomienda enviar cartas a ayuntamientos y al Colegio de Abogados, y seguir dando visibilidad a la situación "para legitimarla". "El alquiler social nunca debe superar el 30% de los ingresos de las familias", detalla la plataforma.

Paralelamente, el manual aporta información sobre cómo dar de alta los suministros y avisa de la importancia de que las familias se empadronen en su nueva vivienda, para que tengan acceso a los centros médicos o a las escuelas.

"De la burbuja a la Obra Social"

La presentación de este protocolo es la enésima campaña de la PAH para dar respuesta a una "situación de emergencia habitacional generalizada", como expresa Colau, que la Administración no ha solucionado "pese a haber recibido más de un millón de firmas en forma de ILP", ha añadido Guillem, uno de los activistas del colectivo. Precisamente ayer la plataforma hizo públicos datos de un estudio -que se publicará integro en septiembre- que revelan como uno de cada tres afectados llegó a destinar todos los ingresos familiares a pagar la hipoteca, o como más del 80% de los afectados no tienen alternativa habitacional a su casa en caso de desahucio.

Durante la presentación del manual, la PAH ha dufundido un vídeo didáctico e ilustrativo sobre el proceso que ha llevado a la creación de la pataforma y posteriormente al nacimiento de la Obra Social.

Fuente: http://www.eldiario.es/catalunyaplural/PAH-presenta-realojar-familias-desahuciadas_0_151885043.html

Una observación sobre el juego de Yanis Varoufakis y el concepto de racionalidad económica

Una observación sobre el juego de Yanis Varoufakis y el concepto de racionalidad económica

Salvador López Arnal Para Alberto Montero Soler, que lo hubiera dicho mejor y con más punta crítica Esta observación se refiere a una variante del dilema del prisionero que da sustento básico, como es sabido, a la teoría de juegos [1].

En el capitulo 2.VII –“Los dos gremlins: los mercados liberal y monetario”- de su libro sobre el minotauro global-capitalista, Yanis Varoufakis [YV] señala que los CEO, los directores ejecutivos de las empresas capitalistas, están cautivos de la paradoja de la profecía. La formula así: si todos predecimos buenos tiempos, llegarán buenos tiempos y nuestras optimistas predicciones se verán confirmadas. Por el contrario, si profetizamos malos tiempos, llegarán malos tiempos, validando de este modo nuestro pesimismo inicial. La profecía, “por tanto” escribe YV, se cumple a sí misma (o por sí misma). De ahí infiere YV: los magnates de las corporaciones no pueden basar sus decisiones ni en análisis científicos de los mercados ni en líneas de pensamiento racional.

El autor nos remite a un cuadro [2] donde se resume un sencillo juego que capta el dilema. El objetivo de esta nota es discutir el ejemplo y sus corolarios. El cuadro lleva por título “Cuando la razón cede ante la expectativa”. Fielmente reconstruido, este es mi propósito al menos, tan sólo con alguna variante nominal, diría así:

Nelson Nandela [NM], Angela Davis [AD] y Santiago Alba Rico [SAR], no son estos los nombres elegidos por YV, son invitados a jugar un sencillo juego. A pesar de tener diez mil tareas pendientes de mucho mayor interés, aceptan. La cortesía es la cortesía.

Están sentados en habitaciones diferentes, aislados unos de otros (pero no secuestrados como lo estuvo el presidente Evo Morales). A cada uno/una se le entrega 100 euros, una regla, un resultado y una opción.

La opción: quedarse los 100 euros o ponerlos en un fondo común (Dada la cosmovisión de nuestros participantes no haría falta continuar: los pondrían en un fondo común destinado a fines humanitarios críticos y transformadores. Sea como fuere, prosigamos cautamente con la narración).

La regla: deben contribuir con los 100 euros, en su totalidad, no valen cantidades intermedias, o con nada, es decir, pueden no contribuir (No valen términos medios: o todo o nada. Introducir esas posibilidades añadiría mayor realismo antropológico a la situación pero complicaría el experimento mental y los experimentos mentales, como quería el mismísimo Einstein, están para simplificar situaciones).

El resultado-premio: si se llega a 300 euros en el fondo, la suma se multiplica por 10 (o por 1.000 si se quiere hacerla más tentadora) y la cantidad resultante, que no suma como escribe YV, se divide en partes iguales que se entregan a cada uno de los participantes. Por el contrario, si el fondo no contiene esa cantidad (contendrá por tanto 200, 100 o 0 euros), lo alcanzado se evaporará en el aire, como señalaron los jóvenes Marx y Engels, y cada participante saldrá del juego con el dinero con el que se ha quedado (con 0 euros si ha participado en el fondo, y esta opción no ha sido general, o con 100 euros si ha sido un listillo-idiota insolidario).

En nuestro caso, dada nuestra “elección antropológica”, no habría ninguna duda: NM, AD y SAR saldría cada uno con 1.000 euros o con 100 mil, dependiendo del multiplicador, e irían a entregarlos a causas imprescindibles. Como no todo el mundo, desgraciadamente, es como NM, AD y SAR podemos continuar.

YV señala que la mejor de las situaciones, es decir, la más razonable, es el caso apuntado anteriormente: todos ponen el dinero entregado en el fondo común. Pero la pregunta, tal como él la formula, es la siguiente: ¿contribuirán realmente todos al fondo?

Pensemos no en NM, en AD o en SAR sino en Obama, Mas, Rajoy o Frau Merkel, o, si se quiere, en un individuo indeterminado “representativo”, esta “pieza antropológica” que suele ser el modelo antropológico de las teorías usuales sobre la racionalidad económica: un maximizador de beneficios personales de talante neoliberal y encefalograma poliético plano. Un individuo así podría razonar así: “si creo, es decir, si confío en que los otros dos aportarán cada uno los 100 euros, entonces tiene todo el sentido del mundo (YV dixit), es decir, sería razonable, que yo también contribuyera. Pero si creo que uno de ellos no lo va a hacer (YV formula este paso con impreción: “si uno de ellos no lo hace”) entonces no debería entregar mis 100 euros. ¿Por qué? “Porque 100 euros son más que nada”. ¡Y a correr que es viernes!

Para YV, para que nuestro primer individuo indeterminado decida aportar sus 100 euros tiene que pensar lo siguiente:

1. Que el segundo piense que él y el tercero contribuirán al fondo.
2. Que el tercero pronosticará (mejor: pensará) que el segundo y él mismo contribuirán al fondo.
Si son todos optimistas, si el optimismo prevalece, bingo; si triunfa el pesimismo, desastre y pérdidas o ganancias mínimas (Esto último exige una precisión marginal: si triunfa el pesimismo parcial, uno o dos saldrían con 100 euros y el otro o los otros sin nada. Si triunfa el pesimismo general, todos saldrían con 100 euros).

La mejor estrategia estaría en función, en opinión de YV, de la estimación de cada uno sobre el optimismo de sus otros dos compañeros de juego. Lo formula así: optimismo. ¿Esa es la palabra?

YV no señala en parte alguna que los tres participantes sean desconocidos entre sí o que no sepan nada unos de otros. Añadamos esa premisa. Una vez añadida: ¿se infiere de la situación lo que YV parece inferir?

Este juego, en opinión del autor del minotauro global, ofrece un ejemplo de lo que los filósofos denominan –él lo es de hecho- como regresión infinita. No está claro en mi opinión que la casilla clasificatoria sea precisamente esta. No acabo de ver que estemos ante algún regressus al infinitum y más allá. Sea como fuere añade, en su opinión, “una situación donde es imposible resolver qué hacer de manera racional”. Incluso, añade YV, si los tres participantes fuesen hiperracionales (¿y eso qué puede significar?, ¿absoluta ausencia de sentimientos, de valores éticos?) y respetaran la inteligencia de los otros participantes al máximo (respetar aquí tal vez sea equivalente a confiar), no sabrían que hacer. Nuestra racionalidad, digámoslo así, se ha topado con un muro. YV, en tono de tragedia existencial filosófico-literaria, escribe: “Esta es la materia del verdadero drama humano representado en un escenario donde la paradoja de la profecía hace imposible toda predicción negativa”.

¿Concluye bien nuestro sabio economista-filósofo? Creo que no:

1. Si hay conocimiento entre participantes, las estrategias pueden ser fáciles. Si yo juego con Jordi Torrent y Alberto Montero Soler, no tengo ninguna duda racional: apuesto por el fondo común. Es más que razonable y altamente probable que ellos hagan lo mismo.
2. Si hay desconocimiento general, lo razonable es apostar por el fondo. ¿Por qué? Primero, pero no más sustantivo, por un argumento de sabor pascaliano: la ganancia apuesta-fondo es mucho mayor que la ganancia apuesta-mío-todo-es-mío. En segundo lugar, porque si no acertamos, si no cantamos bingo, si los demás han leído compulsivamente a Friedman y son seguidores de Mario Draghi, enseñamos a los otros o al otro a qué hubieran podido ganar más si hubieran confiado en los demás y hubieran obrado con una perspectiva más amplia, no cegada por el individualismo más ruin.
3. Por dignidad, si se quiere, que es un nudo que tiene que ver con la racionalidad globalmente considerada que no es precisamente la del minotauro global: no debemos apostar por opciones pesimistas (¡dejemos el pesimismo para tiempos mejores!), aun a riesgo de perder determinados premios, porque con ello abonamos senderos de perdición, pesimismo y embrutecimiento humanos que venden como normal y racional lo que no es sino disparate, anormalidad e irracionalidad global y complejamente considerada.
En definitiva: racional es también hacernos mejores y hacer mejores a los demás. ¿Por qué? Porque en el fondo, y en la superficie, todos ganamos con ello. No forzosamente (aunque también en ocasiones) en términos crematísticos. Pero es que el economicismo estrecho, estrechísimo, no es equivalente al materialismo (en el buen sentido del concepto, que lo tiene) ni siquiera es tampoco un humanismo almado… ni siquiera desalmado. Es un acto de barbarie que separa lo que no es separable: racionalidad y pulsión poliética.

Notas:
[1] En comunicación personal de 3 de julio de 2013, Alberto Montero Soler señalaba: “[…] el dilema del prisionero da sustento básico a la teoría de juegos y se articula en torno al comportamiento del homo economicus que es la piedra de toque de toda la economía neoclásica: un individuo racional, con información perfecta (el problema se presenta, como en el juego, cuando carece de información plena), maximizador y egoísta. En definitiva, un "prenda", que decían en mi barrio. Ese agente, que altivamente estos economistas denominan como "el agente representativo", es ajeno a cualquier consideración moral y solidaria y, además, es un ser atómico y anómico, que ve la sociedad como la suma simple de seres como él mismo y tiene incapacidad para entender la existencia de fines superiores a los propios… YV utiliza un razonamiento para explicar un comportamiento que él sabe perfectamente que no se explica empíricamente con ese entramado teórico tan aparentemente sofisticado. El comportamiento de los inversores financieros está sobradamente demostrado que no es racional sino que, por el contrario, es profundamente irracional y que, además, no es individualista sino que es gregario. Académicamente lo llamamos "comportamiento de rebaño" y se caracteriza, grosso modo, por la existencia de algunos actores a los que el "rebaño" considera líderes y que, al moverse, arrastran a todas las ovejas detrás, aún sabiendo ellas que lo que aislada e individualmente puede ser un comportamiento racional y correcto, cuando lo acomete toda la manada se convierte en algo profundamente irracional. Cuando determinados actores importantes deciden vender porque creen que el precio del activo va a bajar no ocurre que el resto de agentes no tiene en cuenta esa decisión sino que, precisamente, y de forma que es irracional venden provocando, efectivamente, la caída del precio. La profecía se cumple no porque aisladamente hayan llegado a la misma conclusión partiendo del recelo hacia el resto; sino porque gregariamente actúan sin atender a criterios de racionalidad.”
[2] Yanis Varoufakis, El minotauro global. Estados Unidos, Europa y el futuro de la economía mundial. Capitán Swing, Madrid, 2012 (traducción de Carlos Valdés y Celia Recarey), p. 76.
Salvador López Arnal Para Alberto Montero Soler, que lo hubiera dicho mejor y con más punta crítica

El ahorro está en el móvil

Algunas aplicaciones para móviles ayudan a reducir el consumo de energía y ahorrar gastos

El capitán Kirk se comunicaba con la tripulación del USS Entrerprise con un dispositivo muy parecido a lo que hoy conocemos como teléfono móvil. Star Trek no solo profetizó esta tecnología, sino que la inspiró, según reconoció Martin Cooper, un empleado de Motorola considerado el padre de los celulares. Pero los móviles han avanzado mucho más de lo que vaticinó la serie de los sesenta. No solo sirven para hablar y mandar mensajes, los ‘smartphone’ y las miles de aplicaciones que se pueden descargar en ellos permiten conocer el tiempo que hará mañana, jugar, retocar fotografías, leer el periódico, y también ahorrar.

Consumir menos electricidad o agua en el hogar son cuestiones que afectan no sólo al bolsillo, sino también al Planeta. Conseguirlo es posible si se sabe cómo y hay aplicaciones móviles que llevan la información y las herramientas para hacerlo a la palma de la mano. Algunas de ellas dan consejos, otras ofrecen opciones más avanzadas para controlar, con estadísticas, el gasto energético en casa y calcular en qué partidas se derrocha y en cuáles se puede ahorrar. Las opciones son tan diversas como las necesidades de cada uno, solo hay que buscar (y encontrar) la aplicación adecuada.

En casa

¿Quiere saber qué alimentos en su nevera están a punto de caducar para evitar el derroche de comida y ahorrar en la lista de la compra? Su móvil le avisa. De descarga gratuita, Vencimiento de alimentos-Saver permite introducir las fechas de caducidad, incluso las fotos del producto, y activar una alerta para cuando falten pocos días para su vencimiento. Cada español derrocha 163 kilogramos de alimentos consumibles al año. Esta aplicación puede ayudar a evitarlo y, además, informa de dónde se puede donar el producto en caso de que no se vaya a consumir. Food Planner o Best Before son opciones parecidas para gestionar la despensa de manera eficiente.

Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente es uno de los Objetivos del Milenio de las Naciones Unidas. Para ello, una de las metas es “incorporar los principios del desarrollo sostenible en las políticas y los programas nacionales y reducir la pérdida de recursos del medio ambiente”. Eso es competencia de los Estados, pero en casa, cada uno también puede hacer lo suyo. Víctor Pascual, ingeniero informático desarrollador de la aplicación para móvil Ahorro en casa, se aplica un “truco muy simple” de los muchos que aporta en su creación. “Meter una botella de dos litros en la cisterna reduce el agua que expulsa en cada descarga. Aunque esto no suponga mucho ahorro en la factura, que no es de las más cuantiosas, si lo hacemos muchas personas, se ahorra agua que es un recurso escaso”, explica.

Pascual creó esta smartguía con consejos para ahorrar en el hogar porque pensó que era “interesante reunir esta información en un momento de crisis”. Las recomendaciones que da, extraídas de páginas web especializadas, de organizaciones como Greenpeace y blogs, están categorizadas por fuentes de energía y partes de la casa. La mayoría de indicaciones las ha probado él mismo. “Te ahorras dinero”, asegura. El único inconveniente que le han comunicado algunos usuarios es que no esté disponible para iPhone, según dice. Lo que sí recibe son sugerencias de métodos de ahorro que va incorporando y actualizando en la aplicación.

En español también está disponible Ahorro de energía en el hogar. Se trata de “un libro electrónico” gratuito con información extraída de la web de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos, según explica su desarrollador Edgar Correa, de la empresa Esctec. Él mismo ha comprobado algunos. “Vivo en un área muy caliente en verano y fría en invierno en el noroeste de Estados Unidos y los consejos que más practico son los relacionados con las ventanas. En verano hay que mantenerlas cerradas durante el día para que el sol no entre y así mantener las habitaciones frescas y el aire acondicionado no trabaje duro. Se ahorra energía”, explica. “Las recomendaciones realmente son útiles, también para ahorrar dinero, ya que ayudan a reducir la facturas”, afirma.

La herramienta Ahorraenergía para móviles, desarrollada por Gas Natural Unión Fenosa, va un paso más allá. Permite saber cuánto se puede ahorrar eligiendo un equipamiento más eficiente para el hogar. Concretamente, consiste en un doble simulador –uno para electrodomésticos y otro para iluminación- que permite calcular cuánto se ahorraría con artefactos más eficientes, en función de los que se tengan.

En el caso de los electrodomésticos, la aplicación pide introducir el tipo de aparato (secadora, frigorífico, lavavajillas, lavadora, aire acondicionado, horno) y su etiquetado energético para, posteriormente, calcular el importe de ahorro económico anual con otros más eficientes. Además, también informa de la reducción de emisiones de CO2 con un aparato que consumiera menos energía.

En cuanto a la iluminación, la herramienta estima el ahorro con una iluminación más adecuada, sustituyendo bombillas de alto consumo por unas más eficientes. El cálculo se realiza en función de los vatios de potencia de las bombillas en el hogar y de las horas de consumo diario.

Al volante

La casa no es el único entorno en el que se puede ahorrar energía y dinero. También se pueden instalar en los móviles sistemas para reducir el gasto y el consumo de combustible para el coche.

Por “necesidad personal”, Alberto Alonso creó Gasolineras de España. No importa en qué punto de la geografía española se haya quedado seco el tanque de gasolina, esta aplicación informa de cuáles son (y dónde están) las estaciones cercanas más baratas. Aún más, estima cuánto ahorrará por litro repostado y cuánto le costará llegar. “La gente pedía saber si es rentable ir”, explica Alonso. “El ahorro está asegurado, unos euros cada vez que llenas el tanque es mucho dinero en un año”, explica. En este sentido, el desarrollador reconoce que una gran parte de los usuarios son camioneros que, además, le sugieren mejoras. “Con depósitos tan grandes, ellos notan mucho la diferencia de precios entre gasolineras”, dice.

Para el ahorro de combustible durante la conducción, es decir, herramientas que informen en vivo de qué se puede hacer para reducir el consumo durante el trayecto en función de la velocidad y características del vehículo, todavía no hay muchas, muy pocas disponibles en español y no todas con información precisa, según los usuarios. Por 0,77 euros está disponible Fuelfit, y gratis GreenMeter.

Un GPS en el teléfono que informe de la situación del tráfico puede ayudar, sin embargo, a evitar atascos y con ello el gasto innecesario de combustible. Comprobar el estado de la circulación es un hábito sencillo bueno para el medio ambiente, para el bolsillo, y para los nervios del conductor.

No sin mi móvil

La guinda de los ahorros en el móvil son las aplicaciones para disminuir el consumo de batería del propio teléfono. Juice Defender es de las que gozan de mejor crítica por parte de los usuarios y expertos. Hay dos versiones, una gratuita y otra de pago con mayores posibilidades. Permite configurar el dispositivo para que gaste lo menos posible y, además, alerta de cuándo otra aplicación está consumiendo batería de manera ‘fantasma’, cuando no se está usando. Battery Booster y Battery HD son otras de las cientos de opciones disponibles gratuitas. Probarlas no cuesta nada y pueden ahorrar muchos enfados cuando a mitad del día, en el transcurso de una conversación, justo cuando más necesario es, al móvil le da por apagarse. ¿Quién no ha escuchado al compañero de trabajo exclamar “Si lo he cargado esta mañana”?
Fuente: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/07/10/actualidad/1373492965_494565.html

Nace una Red de Solidaridad Popular que huye de la caridad y trata de recuperar un espacio de la izquierda

Su objetivo es "cubrir las necesidades básicas e inmediatas de las familias que se han quedado sin recursos por culpa de las políticas neoliberales"

"A diferencia de la solidaridad, que es horizontal y se ejerce de igual a igual, la caridad se practica de arriba abajo, humilla a quien la recibe y jamás altera ni un poquito las relaciones de poder: en el mejor de los casos, alguna vez habrá justicia, pero en el alto cielo. Aquí en la tierra, la caridad no se perturba la injusticia. Sólo se propone disimularla". El discurso, escrito por Eduardo Galeano y publicado en su libro Patas arriba, podría servir de reclamo para la recién creada Red de Solidaridad Popular, una asociación de ámbito estatal que busca "cubrir las necesidades básicas e inmediatas de las familias que se han quedado sin recursos por culpa de las políticas neoliberales". Quien habla así es Ismael González, responsable de la Red. La Red de Solidaridad Popular, que este miércoles presentará una de sus vertientes en el Puente de Vallecas, Madrid, nace con el objetivo de emular a Socorro Rojo Internacional (SRI), la organización impulsada por la Internacional Comunista en los años 20 que pretendía internacionalizar la solidaridad, o a los Programas de Superviviencia de los Panteras Negras. La idea de crear la Red germina, cuenta González, hace un año: "Varios compañeros nos planteamos la urgencia de cubrir las necesidades de esa parte de la población que se ha quedado sin recursos, en situación de emergencia social, y no pueden hacer frente a algo tan básico como son, sobre todo, la alimentación y la educación. Están desarticulando el Estado del Bienestar y nosotros queremos recuperar todos esos derechos e incluso conseguir otros nuevos".

Desde el principio, los promotores de la Red están convencidos de que hay que apostar por el modelo de solidaridad y no por el de caridad. "El planteamiento -señala González- es el de trabajar desde la igualdad y la dignidad". Esto significa que no vale con donar alimentos, o libros escolares, y luego retirarse; ni tampoco recoger alimentos, o libros escolares, y volver a casa. El coordinador de la Red se explica: "Tanto las personas que aportan como las que reciben tienen el mismo tratamiento. Quien reciba algo, debe seguir trabajando en ayudar a cubrir las necesidades de otras familias en la misma situación. Lo mismo sucede con quien entrega. Siempre que hay recogida de alimentos o libros, tratamos de explicar en qué consiste la Red y por qué deberían participar en ella. Lo mismo ocurre cuando realizas entrega de alimentos o libros: se habla con todas las personas que acuden al lugar y se les comenta que en dos semanas hay que realizar otra actividad similar y que ellos deberían ayudar".

Ahora mismo, el trabajo de la Red se centra principalmente en las Despensas de Alimentos (suelen conocerse como Banco de Alimentos, aunque la Red opina que también es importante incidir en el tema del lenguaje), y en la contribución a la Educación, a través de ayudas para comedores, libros escolares, etc. En algunos lugares, sin embargo, ya se ha comenzado a laborar en el tema de huertos: "Las mismas personas que están afectadas por la crisis abogan, a través de huertos populares, por una soberanía alimentaria". Si bien no hay programas implantados respecto a la Sanidad, es algo que está en estudio, afirma González. "Hay cuestiones que tienen su dificultad: no es lo mismo repartir alimentos que medicamentos, sobre todo por asuntos legales". No obstante, sí se han realizado, por ejemplo, acompañamientos a personas inmigrantes a las que no dejaban entrar en determinados Centros de Salud. Con el tiempo, también se crearán programas de apoyo a los mayores y de intercambio con jóvenes, aquello que se conoce como Banco de Recurso del Tiempo.

La Red, aunque quiere estar presente en todo el Estado, cuenta actualmente con afluentes en diversos barrios de Madrid (Retiro -que se unirá a Puente de Vallecas-, Rivas, Fuenlabrada y Parla), en Cartagena, Murcia, en Camargo, Cantabria, y próximamente se constituirá en Aragón. Pese a tratarse de una asociación registrada en el Ministerio del Interior, no tiene un contenido "excesivamente formal", sino que funciona por asambleas locales. "Por nodos", dice González. Esto quiere decir que la Red no está planteada de forma que "nosotros lo planteamos, nosotros lo creamos", sino que ofrece apoyo metodológico a cada localidad que quiera propulsarla.

En principio, se trata de un proyecto independiente desde la perspectiva política y autonómico en lo referido a la organización. Cuenta, de todos modos, con el apoyo de Izquierda Unida, que la potenció. Con todo, al igual que sucedió en el pasado con Socorro Rojo Internacional, la Red de Solidaridad Popular no esconde su ideología y aboga por recuperar un espacio que antaño, con experiencias justamente como la de SRI, ocupaba la izquierda y que en los últimos años, véase el caso de Amanecer Dorado en Grecia, ha tratado de utilizar la extrema derecha para lograr el apoyo popular.

Por ello, uno de los aspectos más importantes es el de darse a conocer. Por ahora, el método utilizado es el del boca a boca. "La gente que es ayudada por la Red y al mismo tiempo trabaja para ella se lo cuenta a otras personas y así vamos generando los nodos", apunta el responsable de la Red, que añade además que quien lo desee puede contactar con ellos y enterarse de todo lo que hacen a través de su página web.

Fuente: http://www.publico.es/458661/nace-una-red-de-solidaridad-popular-que-huye-de-la-caridad-y-trata-de-recuperar-un-espacio-de-la-izquierda

miércoles, 10 de julio de 2013

“Los políticos no gestionan bien las emociones”

El catedrático defiende la incorporación en las escuelas de la educación en inteligencia emocional

Pablo Fernández Berrocal (Málaga, 1964), director del Máster de Inteligencia Emocional  de la Universidad de Málaga, es un experto en identificar emociones, propias y ajenas. El catedrático de Psicología es un tipo alto, de aspecto pulcro, que mientras habla observa con atención a su interlocutor, intentando leer en sus expresiones y en su lenguaje no verbal algún mensaje oculto que le permita averiguar cómo se siente. Sin embargo, lo hace de tal manera que no provoca un sentimiento de incomodidad en la otra persona. Y es que la inteligencia emocional no solo consiste en aprender a reconocer tus estados de ánimo y los de los demás, sino también en saber cómo gestionarlos.

“Un buen manejo de las emociones puede ayudar a prevenir la depresión o la ansiedad”, explica en la sede de la Fundación Botín, en Santander, donde ha participado en el programa de Educación Responsable que organiza esta fundación con la Universidad de Cantabria.

El catedrático defiende la incorporación en las escuelas de la educación en inteligencia emocional. Opina que los primeros que deberían recibir estas clases son los políticos. “No están gestionando bien las emociones de los españoles. Cuando la gente siente miedo y desconfianza, los dirigentes deben saber orientarles y darles una esperanza realista, en vez de contarles milongas”, argumenta. Los que diseñan las políticas y sus asesores, cuenta, utilizan la inteligencia emocional para manipular a los ciudadanos, generando emociones negativas como el miedo o el sentimiento de culpa. “Necesitamos líderes emocionalmente inteligentes, si nos dejan caer en el escepticismo y la desesperanza, no vamos a salir del atolladero”, dice con convicción.

Berrocal prefiere centrarse en los beneficios que puede aportar una buena educación en este campo: mejor salud física y mental, menor consumo de drogas, menos conflictos interpersonales, mejores relaciones de pareja… Hasta una mejor sexualidad, añade, explicando que un estudio ha demostrado que las mujeres con más inteligencia emocional tienen más facilidad para tener orgasmos. En el ámbito profesional, pone a Estados Unidos como ejemplo: “Allí, las empresas están viendo que seleccionar a las personas solo por su currículo y su inteligencia cognitiva no es una garantía de éxito porque, superado un mismo nivel de competencias, lo que marca la diferencia entre un profesional y otro es su capacidad para gestionar bien el estrés y las relaciones con sus compañeros”.

La lista de razones que ofrece para integrar esta asignatura en la educación pública parece larga, aunque Berrocal es consciente de que uno de los obstáculos es que el país anda corto de recursos. Pero considera que el sistema educativo general necesita “un cambio radical”, aunque no cree que la Ley Wert sea el camino para lograrlo. “No podemos hacer que una universidad sea más competitiva disminuyendo los fondos para investigación y recortando puestos de profesores”. En su opinión, los planes de estudios están desfasados y son obsoletos. Se queja de que se está enseñando a los alumnos “cosas de hace 60 años” y no se aplican los avances en neurociencias. Se ve que el catedrático lamenta sinceramente esta carencia: “Tenemos mucho potencial porque somos un país muy emocional, pero necesitamos educar esa emocionalidad”.

La policía rescata a una discapacitada del burdel Paradise. La joven ha sido explotada por su madre desde que cumplió 18 años

Pero quienes son los responsables? Por qué no se cierra Paradise? leer más de la noticia aquí en El País.

El mayor burdel de Europa

Con la desconfianza en el ADN

-Los españoles, junto con los franceses, somos los europeos que más recelo mostramos hacia el prójimo
-Sociólogos e historiadores coinciden en que es un carácter forjado durante siglos
-Influyen la corrupción y la religión, la crisis solo lo agudiza


Los españoles somos tolerantes, familiares, poco religiosos, estamos en general bastante satisfechos con nuestras vidas y nos importa más el equilibrio entre la vida privada y la laboral que el nivel del salario.

Estas son algunas de las conclusiones del informe  Values and Worldviews II sobre estilos de vida, valores y creencias realizado por la Fundación BBVA, un trabajo que toma como base 15.000 encuestas realizadas a ciudadanos de 10 países miembros de la Unión Europea.

Arrepentirse y tener perdón permite da manga ancha entre los católicos.

Algunas de las conclusiones del informe encajan con las ideas predominantes en el imaginario colectivo europeo: italianos y polacos son los que muestran un mayor nivel de religiosidad; a los franceses les atrae la seguridad de un empleo fijo, a los suecos les gusta estar bien informados (más del 70% lee el periódico todos los días)... El estudio pone de relieve, sin embargo, una característica de los españoles mucho menos conocida hasta ahora: España es el país, junto con Francia, con mayor nivel de “desconfianza interpersonal”. Con un resultado de 4,7 puntos, tan solo uno por encima de los franceses, los españoles no solo se colocan por debajo del resto de los países analizados (Alemania, Dinamarca, Italia, Países Bajos, Polonia, Reino Unido, República Checa y Suecia), sino que ni siquiera se acercan a la media, situada en 5,5.

Que no se aplique castigo a quienes mienten exacerba el recelo generalizado

La falta de confianza en las instituciones se extiende al resto de la ciudadanía

Según este informe, los españoles no creen que se pueda confiar en otras personas, exceptuando las que formen parte de su círculo más cercano de familiares y amigos. ¿Cuándo y por qué ha surgido esta actitud? ¿Tiene algo que ver la crisis económica o con la coyuntura política actual? ¿O siempre hemos sido desconfiados por naturaleza? Puesto que no existe apenas literatura sobre el tema, los expertos coinciden en que es muy difícil dar una respuesta científica a estas cuestiones. Pero precisamente, es la literatura la que primero se viene a la cabeza: un lazarillo de Tormes y un viejo ciego compartiendo un racimo de uvas.

—¿Sabes en qué veo que las comiste de tres a tres?

—En que comía yo dos a dos y callabas.

Pura picaresca. Hay algunas teorías sociales, psicológicas e históricas al respecto que pueden dar algunas otras pistas. La primera, aunque es de la historia reciente, remite a la política. Es la más recurrente y establece una relación entre la desconfianza hacia las instituciones políticas y hacia los individuos. “Los españoles tienen poca confianza en las instituciones, valoran de forma más negativa la democracia y tienen un nivel de asociación bastante bajo”, señala la socióloga Chelo Perera, coordinadora del estudio, que considera que estos pueden ser algunos de los factores que expliquen el origen de esta actitud desconfiada. Según explica, cuanta más inestabilidad política y corrupción, mayor nivel de desconfianza interpersonal.

Teniendo en cuenta que en España, la media de confianza en los políticos es de un 1,5 en una escala de 0 a 10, según el estudio Values and Worldviews, y que no suele haber día en el que los medios no recojan alguna información sobre corrupción, ya se trate de la contabilidad b de un partido o de un caso sobre ERE irregulares, esta teoría podría tener fundamentos sólidos. Si sumamos que a confiar y a desconfiar se aprende como consecuencia de repetidas interacciones sociales, como explica la doctora en Psicología de la Universidad Complutense, María Luisa Vecina, es “lógico” que los españoles se muestren desconfiados hoy, ya que “acumulan experiencias negativas donde se ha traicionado su confianza”. El hecho de que no se les haya aplicado “el castigo social correspondiente” a los que han actuado egoístamente aprovechándose de la confianza depositada en ellos no favorece el clima de confianza.

Pero, ¿por qué esa desconfianza hacia los políticos y las instituciones se extiende a los ciudadanos que, en principio, no han tenido nada que ver con esas traiciones? El sociólogo Jaime Andreu, Decano del Colegio de Política y Sociología de Andalucía, razona que las instituciones son la base de la sociedad y están formadas por individuos: “Si desconfiamos de esa base, estamos desconfiando de nuestra propia sociedad y, por ende, de sus ciudadanos”. El experto matiza que hay que excluir de este grupo a los miembros de los círculos más íntimos, como amigos y familiares, los únicos a los que los españoles consideran dignos de su confianza. “La confianza disminuye conforme la distancia social aumenta”, comenta. El sociólogo también defiende que el clima de corrupción política multiplica la desconfianza, tanto institucional como interpersonal.

Aclarada la cuestión sobre cómo la inestabilidad política representa un papel importante en el origen de la desconfianza de los españoles, cabría analizar cómo incide en dicho rasgo del carácter la crisis económica que azota al país desde hace más de un lustro.

Andreu deja claro que no existen datos sociológicos al respecto, pero sostiene que es un sentimiento que se fraguó poco antes de que naciera la democracia, en los años setenta, ya que desde su nacimiento, los españoles empezaron a desconfiar de las instituciones democráticas. En su opinión, desde entonces, se ha seguido una tendencia descendente que, en la actualidad, se ha visto reforzada por la crisis económica.

La coordinadora del estudio, por el contrario, opina que el elevado nivel de desconfianza de los españoles no está directamente relacionado con la situación económica del país. Perera admite una relación con la baja confianza en las instituciones democráticas, pero considera que la desconfianza es un rasgo que forma parte del carácter de los españoles más allá de la coyuntura económica actual.

Para arrojar algo de luz sobre esta discrepancia, consultamos a José Miguel Campo Rizo, secretario general del Colegio Oficial de Historiadores. Campo Rizo también establece la misma relación entre desconfianza hacia las instituciones y hacia los ciudadanos y afirma que en España no nos fiamos de nuestras instituciones “desde siempre”. El historiador sostiene que “tópicos como la envidia y la picaresca del carácter español han sido forjados a lo largo de la historia” y se remonta a un siglo antes de la democracia para poner un ejemplo. “El siglo XIX fue una centuria de guerras civiles, enfrentamientos por corrupción y denuncias entre ciudadanos. Somos un país internamente enfrentado entre nosotros”, señala.

Campo Rizo, al igual que la coordinadora del estudio, tampoco considera que sea un fenómeno asociado directamente a la situación de la economía española. A pesar de reconocer que la crisis no ha hecho más que exacerbar este sentimiento, no cree que se trate de algo coyuntural por la debacle económica, sino de “un rasgo propio del pueblo español”. Un carácter que, según él, no se puede cambiar. Si las instituciones son fruto de los ciudadanos que conforman la sociedad, aunque intentemos copiar el modelo de otros países que funcionen mejor, como por ejemplo Finlandia, nunca lo lograremos, “sencillamente porque los españoles no somos como los finlandeses”, sentencia.

Los resultados del informe confirman la diferencia que nos separa, al menos en términos de desconfianza hacia los demás, de países como Dinamarca, Holanda o Suecia, donde registran los niveles más altos de confianza interpersonal y la mejor valoración de sus instituciones políticas y sus sistemas democráticos.

Otra historiadora, Ana Clara Guerrero de la Torre, profesora titular en el departamento de Historia Contemporánea de la UNED, concuerda con su colega en que existe una disparidad entre los pueblos latinos de Europa del sur, como Francia y España, y los pueblos del norte. Según su teoría, estas diferencias podrían tener un origen religioso, ya que unos tienen cultura católica y otros son protestantes o calvinistas. “En el ámbito católico, el que miente es el listo, porque luego se arrepiente y Dios le perdona; eso permite una manga ancha que no existe en los países protestantes o calvinistas, donde los ciudadanos son más conscientes de su comportamiento y más responsables de unos actos por los que tienen que responder ante la sociedad”, explica.

Guerrero cita la obra del Lazarillo de Tormes [el clásico del siglo XVI que cuenta cómo un crío tiene que aprender a engañar a los demás para sobrevivir] para defender que “hasta en literatura nos encontramos con ejemplos del mundo de la picaresca que caracteriza a los españoles”; un rasgo que además, asocia especialmente a los países del sur.

La coordinadora del estudio, en cambio, no cree que se pueda establecer esa relación entre países latinos en el caso de la desconfianza interpersonal. Sostiene que, aunque sea cierto que en España, Francia, Grecia o Portugal tengan un nivel de confianza medio-bajo en la mayoría de la gente, Italia se sitúa en un nivel intermedio. Como muestra el informe, estos vecinos mediterráneos superan la media europea, con un 5,7. Por tanto, no considera que la desconfianza forme parte de un patrón asociado al carácter latino.

Discusiones sobre vínculos latinos aparte, y si aceptamos que la desconfianza es un rasgo propio del carácter español, cabe preguntarse cómo puede afectar la desconfianza al futuro del país. Y viceversa: ¿son previsibles cambios que recorten este nivel de recelo?

La mayoría de los expertos consultados ven el futuro con relativo optimismo. El sociólogo Jaime Andreu opina que una de las cosas buenas que provocará la crisis es que “tarde o temprano se producirán cambios sociales y políticos y mejorará el funcionamiento de las instituciones, y entonces aumentará la confianza de los ciudadanos en las instituciones y por extensión, en sus compatriotas”. Andreu considera que las sociedades se van regenerando a sí mismas y, cuando se desequilibran, llega un momento en que se vuelven a equilibrar. En su opinión, la sociedad española “tiene un problema de infravaloración, porque también demuestra valores muy positivos”. Es curioso que, aunque nuestro nivel de desconfianza interpersonal sea tan bajo, eso no afecta a nuestros niveles de tolerancia.

La responsable del estudio, ofrece datos del informe que respaldan esta opinión: los españoles destacan por encima de la media europea en lo que se refiere a aceptar el matrimonio entre personas del mismo sexo y la adopción por parte de parejas homosexuales o a prácticas como el divorcio o la eutanasia. Además, al igual que su colega sociólogo, opina que a medida que la situación política se vaya estabilizando y los valores democráticos se asienten, la confianza, tanto institucional como personal, aumentará.

El historiador José Miguel Campo Rizo, se muestra convencido de que la desconfianza se moderará en las nuevas generaciones gracias a fenómenos como el auge de las redes sociales, que modifican notablemente las formas de socialización y exigen un mayor nivel de confianza en el otro para no quedarse fuera de determinados circuitos. Para la psicóloga María Luisa Vecina, en épocas difíciles como la actual el cerebro humano adopta posiciones “directamente enfocadas a la supervivencia”, por lo que desconfiar “es lo más normal”.

Habrá que esperar pues a que lleguen tiempos mejores para comprobar si somos capaces de empezar a confiar en los demás... sigue. Fuente: El País.

¡Lo están vendiendo todo!

Si ya es preocupante el recorte de derechos y servicios que estamos sufriendo, lo es aún más la ola de privatizaciones con que lo acompañan, porque hipotecan el futuro. Cuatro ejemplos: Hemos pagado con dinero de todos el agujero de Bankia y Catalunya Banc y ahora la regalan al mejor postor; el agua la pagaremos en Cataluña mucho más cara porque han vendido un bien que en toda Europa es público; muchos departamentos de la Generalitat pagarán un dineral para seguir como inquilinos en un edificio que antes era suyo y el Ayuntamiento de Barcelona vende los 15 aparcamientos más rentables. Como gobiernen mucho tiempo, CiU y el Partido Popular lo venderán todo. ¿Nos resignamos sin decir nada?— Xavier Riu. Fuente: El País, cartas al Director. XAVIER RIU Barcelona 10 JUL 2013

El sistema educativo español traumatizado por los exámenes

Como el camino que llevamos en Educación es el de volver a los años sesenta. Tiene interés, más que historico, los análisis de la educación española de la época. Últimamente he leído un libro interesantísimo que encontré en una librería de saldo. "La enseñanza en España" Colección EBRO. 1969.

Es un librito editado en Francia. (La colección EBRO era próxima al PCE). Los autores son profesores que no firman con sus nombres para evitar represalias. Compartiré con vosotros, poco a poco, algunas perlas.

La lectura de este libro me ha sugerido el siguiente comentario que comparto con vosotros

EL SITEMA EDUCATIVO ESPAÑOL ESTÁ TRUMATIZADO POR “LOS EXÁMENES”

Durante muchos años los profesores de la enseñanza pública tenían por misión poner exámenes y los alumnos lo que entendían por formación era prepara exámenes.

Uno de los lastres de la Enseñanza Pública española es la obsesión por los exámenes. A pesar de que se han cambiado las condiciones y las leyes, la tradición del “profesor-examinador” pesa como una losa. El sistema educativo español está traumatizado, aún hoy en día, por un largo periodo obsesivo. Hay que sacudirse ya el trauma. Creo que los nuevos profesores deberíamos ganar en perspectiva y ver que no hay porqué repetir lo que han hecho con nosotros

Víctor Gracía Hoz en su libro “La Educación en España del siglo XX” analizaba muy bien esta situación en un capítulo titulado “La psicosis nacional por los exámenes”.
Fuente: http://educacion-orcasur.blogspot.com.es/2012/08/para-ganar-en-perspectiva-en-la.html

Durante muchos años, en el Bachillerato eran abundantes los “alumnos libres”. Alumnos que no podían asistir a los Institutos (los pocos que había) y que cursaban sus estudios en “academias de piso”. Este tipo de alumnos iban al Instituto una vez al año a examinarse. Esto era frecuente por la complicación de los desplazamientos. en las ciudades y, más aún en el medio rural. Y sobre todo por falta de medios económicos, sus padres no podían costearle una pensión en la ciudad o un internado. Mientras, en Francia desde los tiempos de Napoleón, existían internados en los Liceos a donde podían acudir el alumnado procedente del medio rural y era gratis el dormir, comer y estudiar en ellos. ¿Cómo no iba a haber diferencias en ciencias y educación entre España y Francia? En este país estudiar para el pobre era vencer toda una carrera de obstáculos en la que desde luego los hijos de la clase obrera no podían correr, excepto casos excepcionales. Sí, se fundaron las llamadas Universidades Laborales, a finales de los 60, para poder aprovechar el "capital humano" que se estaba dilapidando y a la vez con una finalidad ideológica de integrar y desclasar a lo mejor de esa clase, que sirviera a la clase dominante agradecida y no fuesen rebeldes al servicio de su propia clase.
Por ejemplo, en el curso 1965-66, la distribución del alumnado de bachillerato (según el Libro Blanco de la Educación) era así:

Alumnos oficiales, 179.487
Alumnos colegiados en centros privados: 366.807
Alumnos libres: 287.996

(Los alumnos colegiados cursaban estudios en centros homologados privados)

Esta situación se ha mantenido hasta los años ochenta.

Para hacerse una idea de la hipertrofia que suponía examinar a estos alumnos libres voy a dar unos datos de 1965. En aquella época había en Madrid 32.046 alumnos libres. Que se examinaban repartiéndose así :

Instituto “Cardenal Cisneros” examinó a 10.333. El “Ramiro de Maeztu” a 4.4575. El “Beatriz Galindo” a 5.116. El “Isabel La Católica” a 2.554 El resto de alumnos, se repartía en cantidades menores.”

¿Os imagináis que un claustro actual como el del “Cisneros” tuviese que examinar: a sus propios alumnos, a los alumnos de 4º y 6º de bachillerato que hacían las reválidas (todos: oficiales, colegiados y libres) y además ¡todos los años! a más de 10.000 alumnos libres, en junio y en septiembre de todas las asignaturas?

No es de extrañar que el sistema haya resultado traumatizado por semejante experiencia.

Creo que los nuevos profesores deberíamos ganar en perspectiva y ver que no hay porqué repetir lo que han hecho con nosotros.

Copio aquí textualmente dos párrafos del libro citado arriba:

“Las consecuencias negativas del sistema [de revalidas] son gravísimas para el niño porque rebasan con mucho el aspecto académico para afectar la esencia misma de su formación humana: la ciencia, la cultura, las adquisiciones más costosas y nobles del saber humano le son mostradas en una perspectiva completamente deformada, como fuente de angustia y no de enriquecimiento, lo que dejará en él una huella decisiva . El amor a la verdad, los hábitos de reflexión y análisis no sólo no se fomentan sino que se evitan como contraproducentes.
Y sobre todo se le inicia, en su más temprana infancia, a la picaresca y al truco, a la hipervaloración de la suerte sobre el esfuerzo, en una palabra a la inmoralidad, le enseña a adaptarse a la injusticia y vivirla como un fenómeno natural”

“El sistema [de las alumnos libre] hace que los profesores no puedan funcionar realmente como tales, sino como personas que ayudan a preparar un examen. Ni el centro, ni los profesores pueden asumir función educadora alguna. Ni siquiera enfocar didácticamente las materias que explican de un modo mínimamente creador, pues la facultad de juzgar los resultados les está enajenada. Pueden enseñar, pero no calificar, es decir no pueden enseñar realmente. Pueden sólo amoldarse a los diversos tipos de examen del centro oficial donde están matriculados

NOS ESTAMOS CARGANDO LA CIENCIA CON "EL MUNDO=EXAMEN"

Santiago Ramón y Cajal escribió un libro fabuloso: "Reglas y consejos a los investigadores científicos. Los tónicos de la voluntad"

El viene a decir que la investigación científica consiste en estar pensando mucho tiempo sobre la misma cosa.

Cuando en "Mundo examen" les decimos a los chicos cosas como:
1) No estudies problemas laboriosos. En un examen no te los pueden poner porque no da tiempo.
2) Si no sabes una pregunta pasa a otra. No pierdas el tiempo.
3) No repases, es preferible hacer lo más que puedas aunque esté regular o imcompleto.
4) Estudia para los globales. Aprende un poquito de cada cosa, siempre por encima. No leas los libros completos, solo los resúmense. No deduzcas las fórmulas, solo aplícalas. No profundices. No hagas experimentos. Cuando tengas dudas no preguntes,...

NOS ESTAMOS CARGANDO LA CIENCIA
Yo cuando veo a los chicos correr como pollos sin cabeza intentando memorizar unos apuntes. les digo. ¿Os imagináis a Don Santiago Ramón y Cajal, todo angustiado, corriendo con el microscopio de un lado para otro?
De educación en ORCASUR

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  • martes, 9 de julio de 2013

    El FMI exige a la Unión Europea que limpie su banca. Lagarde carga contra la autocomplacencia del Eurogrupo y reclama al BCE medidas no convencionales. Los socios europeos acuerdan seguir con el rescate a Grecia

    Los escépticos y los optimistas se miran de reojo en Europa. Bruselas y los 17 ministros de Finanzas del Eurogrupo mostraron este lunes, una vez más, su lado más positivo: acordaron dar luz verde a las ayudas a Grecia a pesar de los retrasos en las reformas, y en todo lo demás se congratularon de cómo van las cosas (con toda Europa en recesión; con más de 26 millones de parados) y metieron bajo la alfombra la media docena de problemas más acuciantes que se divisan en el horizonte, al menos hasta las elecciones alemanas del 22 de septiembre, convertidas ya en la madre de todas las elecciones. El escepticismo, en grado sumo, llegó por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI): su directora gerente, Christine Lagarde, exigió a Europa que limpie de una vez su sistema financiero, cinco años después del inicio de la crisis y tras haber comprometido más de un billón y medio de euros en la banca. Y reclamó al BCE que active de una vez medidas no convencionales: que vaya más allá de las meras palabras. En un sensacional revés a la autocomplacencia europea, Lagarde dejó un augurio venenoso: “El crecimiento brilla por su ausencia, el paro crece y la incertidumbre es elevada: la eurozona sigue siendo vulnerable y puede verse sometida a nuevos episodios de estrés”.

    Tras esa declaración de intenciones, Lagarde se atrevió a mentar la bicha en presencia del presidente del Eurogrupo, Jeoren Dijsselbloem, y del comisario Olli Rehn: la banca es el problema. Nadie sabe exactamente cómo están los bancos, pero el FMI se teme lo peor: “Europa debe reparar de una vez los balances, evaluar la magnitud de los problemas con un examen creíble de los activos y tener listo un plan para satisfacer las potenciales necesidades de capital”. Ese examen llegará en 2014, pero no hay —ni por asomo— un plan convincente por si, como se teme, el BCE detecta un agujero considerable.

    Nadie sabe cuánto dinero falta exactamente: los grandes bancos alemanes, franceses y holandeses se empacharon de activos tóxicos antes de la crisis, que aún no han salido a la superficie. España ha acometido una reestructuración formidable, pero el agravamiento de la recesión hace que los socios alberguen serias dudas todavía sobre qué hay bajo las alfombras. Y la gestión europea de la crisis no ayuda: “El reto exige una resupuesta política completa: limpiar el sistema bancario, pero también completar la unión bancaria de forma rápida, apoyar la demanda desde el punto de vista fiscal y poner en marcha las reformas estructurales necesarias”.

    El Fondo pide al Eurobanco que baje los tipos e inyecte más liquidez

    Europa ha hecho ya todo eso, y a la vez nada de eso. La unión bancaria está en marcha, pero ha ido rebajando su ambición por las imposiciones de Berlín. Bruselas ha cambiado la austeridad a ultranza por el nuevo mantra de las reformas, pero la sospecha es que pocas cosas han variado en realidad. Y lo más importante: el BCE tiene previsto realizar un examen exhaustivo de los activos de la banca el año próximo, pero los socios europeos no han creado un dique de contención suficiente (apenas hay 60.000 millones para la recapitalización directa), y han retrasado y jibarizado a conciencia el proyecto original.

    También hubo un buen revés para el BCE, que la semana pasada anunció por enésima vez que hará todo lo necesario, pero que no acaba de pasar de las musas al teatro: ni activa medidas no convencionales ni ha conseguido atajar la fragmentación financiera. Lagarde les cantó las cuarenta a los ministros del Eurogrupo, a quienes presentó un informe demoledor que se hará público en unos días, pero también dejó un recado para el Eurobanco: pidió al BCE un papel mucho más activo. El FMI quiere que Fráncfort ponga en marcha un cambio de política que “ayude a anclar las expectativas sobre tipos de interés, lo que ahora resulta incluso más necesario por la incertidumbre del mercado acerca del abandono de las políticas monetarias no convencionales en EE UU”. El Fondo pide abiertamente más rebajas de tipos (desde el 0,50% actual) que incluyan tipos negativos para los depósitos de los bancos para combatir las presiones deflacionarias. Y reclama una nueva inyección de liquidez a largo plazo que admita incluso activos “específicamente vinculados a nuevos préstamos a pymes”. También pide al BCE que estudie la compra de activos financieros privados, como en EE UU y Japón.

    Y además, Grecia. La eurozona y el FMI acordaron un desembolso total de 6.800 millones en nuevas ayudas a Atenas, dividido en varios tramos y sujetos al cumplimiento de los recortes y reformas pactados. Pese a las turbulencias políticas de las últimas semanas, Grecia salva así una nueva bola de partido. Pero habrá más. Eso es seguro.
    Fuente: El País- Nota; ver la foto original publicxada en papel, no aparece en internet, en este es otra distinta. En papel aparecen tres personajes con una risas forzadas tremendas, ¿De que se ríen estos personajes? La sensación que dan es muy siniestra. La imagen, de risotadas en plena crisis, con millones de parados sin recibir ni un duro, con los bancos y banqueros llevandose el dinero a espuertas y sin responsabilidad ninguna,... es tremendo. A donde nos quieren llevar estos personajes?...

    http://economia.elpais.com/economia/2013/07/08/actualidad/1373315415_694223.html