La depresión es un trastorno que impide el funcionamiento diario; la tristeza es otra cosa
Disfrutar de la vida depende de valorar lo realmente importante y evitar recrearse en lo negativo
...
La tristeza no siempre lleva a una depresión. Eso son palabras mayores que se refieren a un trastorno psicológico que impide el funcionamiento cotidiano. Hasta lo más sencillo, como arreglarse, cocinar y comer de forma equilibrada, se convierte en un mundo. La depresión afecta a su vida personal, familiar, laboral y social. El futuro se contempla como un lugar desolador, y algunos afectados pierden hasta las ganas de vivir. La persona con depresión suele requerir tratamiento farmacológico y psicológico.
Pero ¿y la tristeza, esa pérdida de ilusión, la sensación de vivir a medias, esa dificultad para sentir placer? Afecta a muchísima gente. No llega a incapacitar, pero sí los sumerge en una vida gris, pobre en emociones, en la que el tiempo pasa sin dejar huella.
¿Por qué hay personas que disfrutan de la vida y otras que no? Aquí tiene algunas claves, que además dependen de usted.
Tener otro ritmo de vida. Huya de la “prontomanía”. Es la obsesión por contestar a todo de forma inmediata, pronto, ya, como si el mundo se fuera a acabar en los próximos segundos. Las nuevas tecnologías le están quitando los mismos minutos que cree que adelanta dando respuesta a todo ipso facto. Frene, pare. Usted y su entorno han decidido que son urgentes tareas que no lo son. Reeduque a sus compañeros de trabajo, amigos y familia.
Pasar de la fantasía a la acción. En mis conferencias suelo preguntar a los asistentes: ¿si pudiera elegir ahora con su varita mágica otra vida en la que no fuera profesionalmente quien es, a qué le gustaría dedicarse? Nadie contesta “ser millonario”. La mayoría de las respuestas están relacionadas con actividades o formación a la que uno puede acceder cuando quiera: “sería cocinero, fotógrafa, músico, daría la vuelta al mundo en bicicleta, escribiría un libro…”. Casi todo tiene que ver con la parte más creativa de las personas y con nuestra capacidad para expresar nuestro talento. Son profesiones, pero pueden ser hobbies. ¿Por qué no organiza su agenda y busca tiempo para apuntarse a un curso de cocina, o de fotografía, o para hacer más deporte? Igual debería establecerlo como una prioridad. Le hará más feliz que cualquier antidepresivo.
Busque el placer con los amigos y familia, y disfrute de la vida social. Un estudio del investigador y profesor en psicología Richard Wiseman demostró que somos más felices con las experiencias que vivimos con amigos y los viajes que hacemos que con cualquier objeto material que compramos. Nos da felicidad los momentos que compartimos, las risas, y lo recordamos siempre como un placer, mientras que el valor de lo que compramos se olvida rápidamente. Invierta tiempo en experiencias, le será más gratificante que lo que gasta en comprar ropa, zapatos o relojes.
No deje para la jubilación todo lo que tiene pendiente: leer, aprender a dibujar o bailes de salón. Las personas se preocupan tanto por el futuro que dejan de vivir y ser felices en el presente. Ser responsable con las obligaciones es genial, pero tener la agonía de que nunca puede estar tranquilo es un sinvivir. La vida tiene tanto de incertidumbre que es imposible mantenerlo todo bajo control. Disfrute de lo que la vida le ofrece con las personas que quiere. Ahora, aquí y en este momento.
Bese, toque, achuche, busque el calor. El afecto y el amor son grandes fuentes de bienestar. A las personas les gusta sentirse queridas, y las muestras de afecto son la prueba más sincera y directa de amor. Toque incluso a la gente más lejana, mire con cariño a quien le atiende en una cafetería, verá cómo recibe enseguida una respuesta recíproca. El afecto se siembra.
Esperar cosas buenas de la vida. Significa tener esperanza. ¿Hasta ahora ha tenido éxito en su vida cuando se ha dedicado a anticipar las desgracias? No, rotundo. Pensar que va a tener suerte y creer que su momento le espera a la vuelta de la esquina le permite implicarse con más esfuerzo y dedicación en sus proyectos. Y lo hará porque espera obtener un resultado. Pero si piensa que la vida no le depara nada bueno, bajará los brazos y no se esforzará. La esperanza es una fuente de motivación, le empuja para darlo todo. Es la profecía autocumplida. Espere también cosas buenas de las personas, “bieninterprete” las intenciones y comentarios que reciba.
Cambiar el foco de atención. ¿En qué está pensando, en lo que tiene o en lo que le falta? Las personas felices lo son no porque tengan más que los demás, sino porque centran la atención en lo importante.
Dé otro valor a lo que siente. Las emociones son buenas todas, incluso las que cree que le hacen daño. Se necesita el miedo, la ansiedad y la tristeza. Son termómetros. El miedo y el estrés le advierten de que existen amenazas, y su tristeza, de que algo va mal. Pero el termómetro solo es el pistoletazo de salida, no un aviso para que nos recreemos en lo mal que nos encontramos. Deje el victimismo de lado, le hace débil y no le permite reaccionar. Sus emociones son el aviso de que tiene que reaccionar. Si la amenaza es verdadera, luche, corra, y si lo está pasando mal, actúe e introduzca un cambio en su vida. Si espera que las circunstancias cambien para empezar a dar pasos, igual se queda sentado toda la vida. Y no exagere lo que siente, no le da más valor del que tiene. Si decide dedicarle toda su atención, sentirá las emociones más intensas de lo que son. Deje la hipervigilancia para otros temas y busque algo que le cambie el estado de ánimo: la música, una charla con amigos, pasear, maquillarse y un largo etcétera.
Compararse. Siempre hemos dicho que uno es como es y que no debe compararse con nadie. Pero a veces las personas se vuelven el ombligo del mundo y pierden la perspectiva de lo afortunadas que son en la vida. Solo se miden con su estado de bienestar anterior o con quienes tienen más suerte o están mejor posicionadas. Rara vez se comparan con quien sufre, con quien tiene dificultades o con quien no tiene trabajo o menos recursos económicos. Sea empático, póngase en ese lugar, verá cómo su vida no es tan miserable. Y si fuera capaz de echar una mano a personas más desfavorecidas, comprobaría cómo recupera la ilusión por detalles de su propia existencia a los que ahora no da ningún valor.
Convénzase de que merece ser feliz. ¿Por qué tiene esa idea absurda de que en esta vida estamos para sufrir? Estamos para disfrutar y para sacarle todo el jugo que se pueda. Hay personas a quienes les da miedo ser felices. Tienen la creencia completamente irracional que relaciona este sentimiento con sentirse culpables y atraer las desgracias. Un pensamiento del tipo “estoy tan feliz que algo malo tiene que llegar”. Estas ideas les llevan a frenar su estado de bienestar, por miedo a tentar a la mala suerte y que se pongan enfermos o se muera alguien o pierdan el trabajo. No hay una relación directa entre disfrute y que vengan mal dadas. Lo cierto es que la vida trae buenos y malos momentos, no siempre controlables por nosotros. Así que es normal encontrarse con piedras y dificultades en el camino, pero no son la consecuencia de que seamos felices, sino de que se tienen que vivir y nos pasan a todos, vienen en el reparto de la vida. Hay que buscar y provocar nuestros estados de paz y felicidad personales.
La felicidad no se compra, sino que se deleita en cada momento de nuestra vida. Deje de invertir en cosas y hágalo en tiempo, risas, cenas, una buena copa de vino, disfrutar de la amistad, de un café, de una llamada de teléfono relajada, de un paseo, de los detalles que se le escapan buscando la felicidad en el mapa del tesoro. Claro que podría estar mejor de lo que está, usted, su vecino y yo también. Pero pensar en ello le limita. Disfrute lo que tiene y no deje de esforzarse para seguir viviendo experiencias.
PELÍCULA
‘En busca de la felicidad’,
dirigida por Gabriele Muccino
y protagonizada por Will Smith
MÚSICA
‘Color esperanza’, de Diego Torres
LIBRO
‘El guerrero pacífico’, de Dan Millaman
Fuente: El País.
martes, 28 de enero de 2014
Muere Pete Seeger,
Muere Pete Seeger, combativo padre del folk de Estados Unidos.
El compositor y cantante estadounidense, icono de la música norteamericana, muere a los 94 años, por FERNANDO NAVARRO
La vida en un puñado de versos, por BARBARA CELIS (2012)
El concierto prohibido
Pete Seeger cantó por primera vez en España en 1971: el 7 de febrero, en un abarrotado polideportivo de Terrassa. También estuvo en Sevilla y en San Sebastián. Pero, cosas del régimen franquista, su presentación del sábado 14 de febrero en la Escuela de Ingenieros de la Universidad de Barcelona, en la Diagonal -entonces oficialmente avenida del Generalísimo Francisco Franco-, fue prohibida a última hora por el gobernador civil. Hubo despliegue de grises a caballo y duras cargas policiales. Aunque Seeger sí cantó en Barcelona: al día siguiente, y sin anunciar, en el bar Llopart, del barrio de Sants. Lo hizo -como recuerda Joaquim Vilarnau en el número de julio/agosto de este año de la revista catalana de Folc- ante poco más de 30 personas y los habituales parroquianos, que seguían jugando sus partidas de cartas o parchís en las mesas de mármol. Poco después le invitaron amablemente a abandonar el país.
Fue Raimon quien le convenció para venir por fin a España: Seeger, que en 1943 había grabado siete canciones de la Brigada Lincoln -El valle del Jarama, Si me quieres escribir...-, no tenía pensado pisar el país mientras Franco viviera. Volvió cuando el dictador ya no estaba. En varias ocasiones. El 10 de marzo de 1978 ofreció un recital, grabado por TVE, en el Palacio Municipal de los Deportes de Barcelona -al día siguiente Pete Seeger debutaría en Madrid con una actuación en el Pabellón de Deportes del Real Madrid-, en el que lucía una pegatina en defensa de la libertad de expresión en solidaridad con Els Joglars, que estaban procesados por un tribunal militar por su obra de teatro La torna. El 23 de abril de 1993, el neoyorquino participó en Barcelona en el concierto de los 30 años de la canción de su amigo Raimon Al vent.
Fuente: El País.
Pete Seeger- Sanga Music Inc -BMI
Where have all the flowers gone, long time passing?
Where have all the flowers gone, long time ago?
Where have all the flowers gone?
Young girls have picked them everyone.
Oh, when will they ever learn?
Oh, when will they ever learn?
Where have all the young girls gone, long time passing?
Where have all the young girls gone, long time ago?
Where have all the young girls gone?
Gone for husbands everyone.
Oh, when will they ever learn?
Oh, when will they ever learn?
Where have all the husbands gone, long time passing?
Where have all the husbands gone, long time ago?
Where have all the husbands gone?
Gone for soldiers everyone
Oh, when will they ever learn?
Oh, when will they ever learn?
Where have all the soldiers gone, long time passing?
Where have all the soldiers gone, long time ago?
Where have all the soldiers gone?
Gone to graveyards, everyone.
Oh, when will they ever learn?
Oh, when will they ever learn?
Where have all the graveyards gone, long time passing?
Where have all the graveyards gone, long time ago?
Where have all the graveyards gone?
Gone to flowers, everyone.
Oh, when will they ever learn?
Oh, when will they ever learn?
Where have all the flowers gone, long time passing?
Where have all the flowers gone, long time ago?
Where have all the flowers gone?
Young girls have picked them everyone.
Oh, when will they ever learn?
Oh, when will they ever learn?
Más en la BBC.
http://www.peteseegermusic.com/
España en el corazón: http://www.cdbaby.com/cd/spaininmyheart
El compositor y cantante estadounidense, icono de la música norteamericana, muere a los 94 años, por FERNANDO NAVARRO
La vida en un puñado de versos, por BARBARA CELIS (2012)
El concierto prohibido
Pete Seeger cantó por primera vez en España en 1971: el 7 de febrero, en un abarrotado polideportivo de Terrassa. También estuvo en Sevilla y en San Sebastián. Pero, cosas del régimen franquista, su presentación del sábado 14 de febrero en la Escuela de Ingenieros de la Universidad de Barcelona, en la Diagonal -entonces oficialmente avenida del Generalísimo Francisco Franco-, fue prohibida a última hora por el gobernador civil. Hubo despliegue de grises a caballo y duras cargas policiales. Aunque Seeger sí cantó en Barcelona: al día siguiente, y sin anunciar, en el bar Llopart, del barrio de Sants. Lo hizo -como recuerda Joaquim Vilarnau en el número de julio/agosto de este año de la revista catalana de Folc- ante poco más de 30 personas y los habituales parroquianos, que seguían jugando sus partidas de cartas o parchís en las mesas de mármol. Poco después le invitaron amablemente a abandonar el país.
Fue Raimon quien le convenció para venir por fin a España: Seeger, que en 1943 había grabado siete canciones de la Brigada Lincoln -El valle del Jarama, Si me quieres escribir...-, no tenía pensado pisar el país mientras Franco viviera. Volvió cuando el dictador ya no estaba. En varias ocasiones. El 10 de marzo de 1978 ofreció un recital, grabado por TVE, en el Palacio Municipal de los Deportes de Barcelona -al día siguiente Pete Seeger debutaría en Madrid con una actuación en el Pabellón de Deportes del Real Madrid-, en el que lucía una pegatina en defensa de la libertad de expresión en solidaridad con Els Joglars, que estaban procesados por un tribunal militar por su obra de teatro La torna. El 23 de abril de 1993, el neoyorquino participó en Barcelona en el concierto de los 30 años de la canción de su amigo Raimon Al vent.
Fuente: El País.
Pete Seeger- Sanga Music Inc -BMI
Where have all the flowers gone, long time passing?
Where have all the flowers gone, long time ago?
Where have all the flowers gone?
Young girls have picked them everyone.
Oh, when will they ever learn?
Oh, when will they ever learn?
Where have all the young girls gone, long time passing?
Where have all the young girls gone, long time ago?
Where have all the young girls gone?
Gone for husbands everyone.
Oh, when will they ever learn?
Oh, when will they ever learn?
Where have all the husbands gone, long time passing?
Where have all the husbands gone, long time ago?
Where have all the husbands gone?
Gone for soldiers everyone
Oh, when will they ever learn?
Oh, when will they ever learn?
Where have all the soldiers gone, long time passing?
Where have all the soldiers gone, long time ago?
Where have all the soldiers gone?
Gone to graveyards, everyone.
Oh, when will they ever learn?
Oh, when will they ever learn?
Where have all the graveyards gone, long time passing?
Where have all the graveyards gone, long time ago?
Where have all the graveyards gone?
Gone to flowers, everyone.
Oh, when will they ever learn?
Oh, when will they ever learn?
Where have all the flowers gone, long time passing?
Where have all the flowers gone, long time ago?
Where have all the flowers gone?
Young girls have picked them everyone.
Oh, when will they ever learn?
Oh, when will they ever learn?
Más en la BBC.
http://www.peteseegermusic.com/
España en el corazón: http://www.cdbaby.com/cd/spaininmyheart
DÍA EUROPEO DE LA PROTECCIÓN DE DATOS
Hoy, 28 de Enero, se celebra por octavo año consecutivo el Día de la Protección de Datos en Europa. Esta celebración, promovida por la Comisión Europea, el Consejo de Europa y las autoridades de protección de datos de los Estados miembros de la Unión Europea, tiene como objetivo principal impulsar entre los ciudadanos el conocimiento de sus derechos y responsabilidades en materia de protección de datos y privacidad.
La creación del Día de la Protección de Datos se remonta a 2006, año en que el Comité de Ministros del Consejo de Europa estableció el 28 de enero como efeméride para festejar el Día de la Protección de Datos en Europa, en conmemoración del aniversario de la firma del Convenio 108, piedra angular de la protección de datos en Europa (DESCARGAR CONVENIO).
La celebración del día de protección de datos llega en el momento en que la reforma del Reglamento General de Protección de Datos espera ser votada por el Consejo de la Unión Europea. Tras la propuesta de reforma del texto por la Comisión Europea en enero de 2012 y de la votación de la Comisión LIBE del Parlamento Europeo el pasado octubre de 2013, se espera que antes de las elecciones europeas del próximo mayo, se tenga la respuesta del Consejo.
Las propuestas sobre la futura legislación contemplan el derecho a ser olvidado, es decir, a que las personas puedan borrar sus datos salvo que haya razones legítimas para mantenerlos. También incluyen multas por perder o divulgar los datos de los usuarios.
Las raíces de la reforma son dos propuestas: un reglamento que establece el marco general; y una directiva específica sobre el tratamiento de datos en material judicial y en investigaciones policiales.
Derecho a ser olvidado
"El derecho a ser olvidado, la necesidad de dar tu consentimiento cuando se usen o se transfieran tus datos y las sanciones en caso de infracción del derecho a la privacidad son los tres elementos centrales que pido a los estándares de protección de datos de todos los ciudadanos de la UE", explica el eurodiputado verde alemán Jan-Philipp Albrecht, ponente de la propuesta de reglamento.
"Hasta ahora, todos los Estados de la UE han abordado la protección de datos por su cuenta", añade Albrecht antes de explicar que "la nueva reglamentación será válida en toda la UE, lo que ayudará a reforzar los derechos de los consumidores, ofrecerá seguridad jurídica a las empresas y aumentará la confianza de los ciudadanos en las empresas".
"La reforma de la legislación sobre la protección de datos es una necesidad acuciante para Europa, dictada por los rápidos avances tecnológicos, los cambios sociales y un mundo construido alrededor de las comunicaciones en la red", asegura el eurodiputado socialista griego Dimitrios Droutsas, ponente de la directiva. "La Comisión, el Parlamento y también el Consejo tenemos que trabajar con diligencia para garantizar a los ciudadanos el más elevado grado de protección antes del final de esta legislatura en 2014".
Un estudio publicado a finales de 2012 por el Parlamento Europeo advierte que "la nube informática plantea a la protección de datos un desafío subestimado o incluso ignorado". Ese mismo estudio puntualiza que "la principal preocupación que surge de la dependencia creciente de la nube no es tanto el posible aumento de la delincuencia en la red, sino la pérdida de control sobre la identidad individual y los datos".
Ir a la Agencia de Protección de datos aquí.
La creación del Día de la Protección de Datos se remonta a 2006, año en que el Comité de Ministros del Consejo de Europa estableció el 28 de enero como efeméride para festejar el Día de la Protección de Datos en Europa, en conmemoración del aniversario de la firma del Convenio 108, piedra angular de la protección de datos en Europa (DESCARGAR CONVENIO).
La celebración del día de protección de datos llega en el momento en que la reforma del Reglamento General de Protección de Datos espera ser votada por el Consejo de la Unión Europea. Tras la propuesta de reforma del texto por la Comisión Europea en enero de 2012 y de la votación de la Comisión LIBE del Parlamento Europeo el pasado octubre de 2013, se espera que antes de las elecciones europeas del próximo mayo, se tenga la respuesta del Consejo.
Las propuestas sobre la futura legislación contemplan el derecho a ser olvidado, es decir, a que las personas puedan borrar sus datos salvo que haya razones legítimas para mantenerlos. También incluyen multas por perder o divulgar los datos de los usuarios.
Las raíces de la reforma son dos propuestas: un reglamento que establece el marco general; y una directiva específica sobre el tratamiento de datos en material judicial y en investigaciones policiales.
Derecho a ser olvidado
"El derecho a ser olvidado, la necesidad de dar tu consentimiento cuando se usen o se transfieran tus datos y las sanciones en caso de infracción del derecho a la privacidad son los tres elementos centrales que pido a los estándares de protección de datos de todos los ciudadanos de la UE", explica el eurodiputado verde alemán Jan-Philipp Albrecht, ponente de la propuesta de reglamento.
"Hasta ahora, todos los Estados de la UE han abordado la protección de datos por su cuenta", añade Albrecht antes de explicar que "la nueva reglamentación será válida en toda la UE, lo que ayudará a reforzar los derechos de los consumidores, ofrecerá seguridad jurídica a las empresas y aumentará la confianza de los ciudadanos en las empresas".
"La reforma de la legislación sobre la protección de datos es una necesidad acuciante para Europa, dictada por los rápidos avances tecnológicos, los cambios sociales y un mundo construido alrededor de las comunicaciones en la red", asegura el eurodiputado socialista griego Dimitrios Droutsas, ponente de la directiva. "La Comisión, el Parlamento y también el Consejo tenemos que trabajar con diligencia para garantizar a los ciudadanos el más elevado grado de protección antes del final de esta legislatura en 2014".
Un estudio publicado a finales de 2012 por el Parlamento Europeo advierte que "la nube informática plantea a la protección de datos un desafío subestimado o incluso ignorado". Ese mismo estudio puntualiza que "la principal preocupación que surge de la dependencia creciente de la nube no es tanto el posible aumento de la delincuencia en la red, sino la pérdida de control sobre la identidad individual y los datos".
Ir a la Agencia de Protección de datos aquí.
lunes, 27 de enero de 2014
domingo, 26 de enero de 2014
La literatura hispana se convierte en potencia cultural en EE UU. Derribadas las barreras originales, se ha forjado una nueva identidad cuyo catalizador es el español.
El fenómeno de fusión es aplicable a la potencia de su literatura, que se expresa en inglés
Estados Unidos no se entiende si se ignora el español. El significado de toponímicos como Los Ángeles, El Paso, Colorado o Nevada es transparente. Otros conllevan una historia más recóndita, como California, término procedente de las novelas de caballerías, en cuya lectura se forjó la imaginación de los conquistadores, quienes proyectaban sus fantasías sobre la inasible realidad en la que se veían inmersos. California era el nombre de una isla habitada exclusivamente por mujeres donde se asentaban los dominios de la mítica Calafia, la reina negra de Las Sergas de Esplandián (1510). El origen de la latinización de Estados Unidos se remonta a 1848, año en que se firma el Tratado de Guadalupe-Hidalgo, en virtud del cual México cede al poderoso vecino del norte más de la mitad de su territorio nacional a cambio de 15 millones de dólares. La cesión incluía la totalidad de lo que hoy constituyen los Estados de California, Nevada, Utah, Nuevo México y Texas, así como extensas zonas de Arizona, Colorado, Wyoming, Kansas y Oklahoma. Con las tierras, pasó a pertenecer a otra nación una población cuyo idioma era el español. Tan traumático trasvase selló de manera irreversible el destino bilingüe y bicultural del país, fenómeno reforzado por un flujo migratorio que mantiene permanentemente viva la fuerza de la lengua española y las culturas de que es vehículo.
Es en este vasto contexto donde, tras más de siglo y medio de pervivencia de la tradición literaria en castellano, surge la figura de Rolando Hinojosa-Smith, decano de las letras chicanas, cuyo nombre ha sonado en más de una ocasión como candidato al Premio Cervantes. La propuesta está doblemente justificada, ya que a sus méritos como escritor se añade su valor como representante de una forma de escribir que hunde sus raíces en lo más profundo de nuestra historia literaria.
La obra narrativa de Hinojosa-Smith, de una cohesión admirable, consta de 15 novelas que se integran en una serie conocida como Viaje de la muerte en Klail City. El lenguaje de Hinojosa-Smith remite directa y deliberadamente al de los prosistas castellanos del siglo XV. Un año después de su publicación, Hinojosa-Smith cambió el título originario de la segunda entrega de la serie (Klail City y sus alrededores) por otro tomado de una obra compuesta a mediados del siglo XV por el historiador Fernán Pérez de Guzmán. Imposible encontrar credenciales castellanas más prístinas que estas: Pérez de Guzmán fue bisabuelo de Garcilaso de la Vega, tío del marqués de Santillana y sobrino del canciller Pedro López de Ayala. El guiño de Hinojosa-Smith no se queda ahí. La cuarta novela de la saga lleva el título de una obra de Hernán Pérez del Pulgar que data de 1488 (y por tanto es, al igual que Generaciones y semblanzas anterior a la existencia misma del vocablo América). Hinojosa-Smith se limitó tan solo a cambiar un vocablo: Claros varones de Belken, en lugar del originario Claros varones de Castilla. Belken es el nombre de un condado ficcional de impronta faulkneriana cuya capital es Klail City, una de las ciudades de un valle situado a orillas de la frontera entre Texas y México. Escenario de todas las novelas de Hinojosa-Smith, el valle es un lugar a la vez mítico y real.
Hace unos meses, la editorial Xordica recuperó para los lectores españoles la primera novela de Hinojosa-Smith, Estampas del valle, obra publicada hace más de cuatro décadas, y con la que su autor obtuvo el Premio Quinto Sol. El retraso pone de relieve la falta de atención por parte de nuestro mundo editorial hacia la literatura de los latinos de Estados Unidos. Son varias las ramas que integran esta tradición. La de mayor peso, por razones históricas y de contigüidad geográfica, es la de origen mexicano, seguida de las de procedencia caribeña: puertorriqueños, dominicanos, y cubanos, cada una con sus rasgos distintivos. A ello se suma la producción, considerablemente irregular, que aportan las comunidades oriundas del resto de América Latina. El fenómeno más interesante en relación con los diversos grupos de origen hispánico es la erosión de las barreras que los mantenían separados, lo cual ha desembocado en la forja de una nueva identidad. En Estados Unidos hay inmigrantes de origen mexicano, caribeño, sur o centroamericano, pero todos se sienten latinos o hispanos. El catalizador de este proceso es el español, cuya fuerza se renueva de manera constante gracias al flujo incesante de emigrantes. Este fenómeno de fusión se aprecia también en la literatura, aunque es preciso señalar que el vehículo expresivo es (incertidumbres futuras aparte) mayoritariamente el inglés.
Seguir leyendo en El País.
Estados Unidos no se entiende si se ignora el español. El significado de toponímicos como Los Ángeles, El Paso, Colorado o Nevada es transparente. Otros conllevan una historia más recóndita, como California, término procedente de las novelas de caballerías, en cuya lectura se forjó la imaginación de los conquistadores, quienes proyectaban sus fantasías sobre la inasible realidad en la que se veían inmersos. California era el nombre de una isla habitada exclusivamente por mujeres donde se asentaban los dominios de la mítica Calafia, la reina negra de Las Sergas de Esplandián (1510). El origen de la latinización de Estados Unidos se remonta a 1848, año en que se firma el Tratado de Guadalupe-Hidalgo, en virtud del cual México cede al poderoso vecino del norte más de la mitad de su territorio nacional a cambio de 15 millones de dólares. La cesión incluía la totalidad de lo que hoy constituyen los Estados de California, Nevada, Utah, Nuevo México y Texas, así como extensas zonas de Arizona, Colorado, Wyoming, Kansas y Oklahoma. Con las tierras, pasó a pertenecer a otra nación una población cuyo idioma era el español. Tan traumático trasvase selló de manera irreversible el destino bilingüe y bicultural del país, fenómeno reforzado por un flujo migratorio que mantiene permanentemente viva la fuerza de la lengua española y las culturas de que es vehículo.
Es en este vasto contexto donde, tras más de siglo y medio de pervivencia de la tradición literaria en castellano, surge la figura de Rolando Hinojosa-Smith, decano de las letras chicanas, cuyo nombre ha sonado en más de una ocasión como candidato al Premio Cervantes. La propuesta está doblemente justificada, ya que a sus méritos como escritor se añade su valor como representante de una forma de escribir que hunde sus raíces en lo más profundo de nuestra historia literaria.
La obra narrativa de Hinojosa-Smith, de una cohesión admirable, consta de 15 novelas que se integran en una serie conocida como Viaje de la muerte en Klail City. El lenguaje de Hinojosa-Smith remite directa y deliberadamente al de los prosistas castellanos del siglo XV. Un año después de su publicación, Hinojosa-Smith cambió el título originario de la segunda entrega de la serie (Klail City y sus alrededores) por otro tomado de una obra compuesta a mediados del siglo XV por el historiador Fernán Pérez de Guzmán. Imposible encontrar credenciales castellanas más prístinas que estas: Pérez de Guzmán fue bisabuelo de Garcilaso de la Vega, tío del marqués de Santillana y sobrino del canciller Pedro López de Ayala. El guiño de Hinojosa-Smith no se queda ahí. La cuarta novela de la saga lleva el título de una obra de Hernán Pérez del Pulgar que data de 1488 (y por tanto es, al igual que Generaciones y semblanzas anterior a la existencia misma del vocablo América). Hinojosa-Smith se limitó tan solo a cambiar un vocablo: Claros varones de Belken, en lugar del originario Claros varones de Castilla. Belken es el nombre de un condado ficcional de impronta faulkneriana cuya capital es Klail City, una de las ciudades de un valle situado a orillas de la frontera entre Texas y México. Escenario de todas las novelas de Hinojosa-Smith, el valle es un lugar a la vez mítico y real.
Hace unos meses, la editorial Xordica recuperó para los lectores españoles la primera novela de Hinojosa-Smith, Estampas del valle, obra publicada hace más de cuatro décadas, y con la que su autor obtuvo el Premio Quinto Sol. El retraso pone de relieve la falta de atención por parte de nuestro mundo editorial hacia la literatura de los latinos de Estados Unidos. Son varias las ramas que integran esta tradición. La de mayor peso, por razones históricas y de contigüidad geográfica, es la de origen mexicano, seguida de las de procedencia caribeña: puertorriqueños, dominicanos, y cubanos, cada una con sus rasgos distintivos. A ello se suma la producción, considerablemente irregular, que aportan las comunidades oriundas del resto de América Latina. El fenómeno más interesante en relación con los diversos grupos de origen hispánico es la erosión de las barreras que los mantenían separados, lo cual ha desembocado en la forja de una nueva identidad. En Estados Unidos hay inmigrantes de origen mexicano, caribeño, sur o centroamericano, pero todos se sienten latinos o hispanos. El catalizador de este proceso es el español, cuya fuerza se renueva de manera constante gracias al flujo incesante de emigrantes. Este fenómeno de fusión se aprecia también en la literatura, aunque es preciso señalar que el vehículo expresivo es (incertidumbres futuras aparte) mayoritariamente el inglés.
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viernes, 24 de enero de 2014
La tertulia literaria en la Red
Los clubes de lectura ‘online’ que explotan la interacción entre usuarios, autores y editores están en plena ebullición
Lectyo es la última plataforma puesta en pie
Anobii. Shelfari. Lecturalia.Goodreads.
Y ahora, un puente para el lector en castellano Lectyo. Es el nuevo léxico de la red destinado a una de las experiencias y placeres de siempre: leer. Vivir la historia, sea en ebook o en el papel, sigue igual. Pero la tertulia en la que se discute, critica y se intercambian futuras lecturas ha cambiado para siempre con Internet. Las redes sociales pensadas como clubes de lectura han explotado. Van desde lo mainstream, con mastodontes como Goodreads, de Amazon, con sus 25 millones de usuarios registrados, a lo más alternativo, como los clubes de lectura online dedicados a un género, como theromancebookclub.com. Y se encuentran en todos los idiomas, con Lecturalia a la cabeza del mundo hispanohablante o la china Douban, que atrajo a los intelectuales para montar foros de disidencia en el enjambre de 68 millones de usuarios que posee y que está sometido a una férrea censura del régimen chino.
En este entorno en plena expansión, la fundación Germán Sánchez Ruipérez, que lleva 30 años dedicada a la difusión de la lectura en castellano sin ánimo de lucro, lanza su apuesta: Lectyo. Su creador, Luis González, que tuvo su idea feliz esperando un vuelo en Lisboa, cree que todavía hay mucho margen para innovar: “Las redes sociales son una herramienta muy potente y admiro lo que ha conseguido Goodreads, pero han estado en las manos de los agentes inadecuados. Es hora de que lectores, industria y autores dialoguen en un espacio sin intereses extraliterarios”.
El Internet literario
Lectyo. La nueva red social creada por la fundación Sánchez Ruipérez está orientada a los lectores en castellano. Trata de fomentar el interés por la literatura al margen de la industria.
Goodreads. La número uno indiscutible, al menos en éxito, de estos nuevos clubes de lectura: 25 millones de usuarios y más de 360 millones de reseñas.
Lecturalia. Red orientada a los hispanohablantes, con las funciones clásicas de sistema de valoración de uno a cinco estrellas y posibilidad de compartir reseñas.
Más en El País.
Lectyo es la última plataforma puesta en pie
Anobii. Shelfari. Lecturalia.Goodreads.
Y ahora, un puente para el lector en castellano Lectyo. Es el nuevo léxico de la red destinado a una de las experiencias y placeres de siempre: leer. Vivir la historia, sea en ebook o en el papel, sigue igual. Pero la tertulia en la que se discute, critica y se intercambian futuras lecturas ha cambiado para siempre con Internet. Las redes sociales pensadas como clubes de lectura han explotado. Van desde lo mainstream, con mastodontes como Goodreads, de Amazon, con sus 25 millones de usuarios registrados, a lo más alternativo, como los clubes de lectura online dedicados a un género, como theromancebookclub.com. Y se encuentran en todos los idiomas, con Lecturalia a la cabeza del mundo hispanohablante o la china Douban, que atrajo a los intelectuales para montar foros de disidencia en el enjambre de 68 millones de usuarios que posee y que está sometido a una férrea censura del régimen chino.
En este entorno en plena expansión, la fundación Germán Sánchez Ruipérez, que lleva 30 años dedicada a la difusión de la lectura en castellano sin ánimo de lucro, lanza su apuesta: Lectyo. Su creador, Luis González, que tuvo su idea feliz esperando un vuelo en Lisboa, cree que todavía hay mucho margen para innovar: “Las redes sociales son una herramienta muy potente y admiro lo que ha conseguido Goodreads, pero han estado en las manos de los agentes inadecuados. Es hora de que lectores, industria y autores dialoguen en un espacio sin intereses extraliterarios”.
El Internet literario
Lectyo. La nueva red social creada por la fundación Sánchez Ruipérez está orientada a los lectores en castellano. Trata de fomentar el interés por la literatura al margen de la industria.
Goodreads. La número uno indiscutible, al menos en éxito, de estos nuevos clubes de lectura: 25 millones de usuarios y más de 360 millones de reseñas.
Lecturalia. Red orientada a los hispanohablantes, con las funciones clásicas de sistema de valoración de uno a cinco estrellas y posibilidad de compartir reseñas.
Más en El País.
jueves, 23 de enero de 2014
España destruye empleo por sexto año consecutivo y el paro supera el 26%
El desempleo baja en el cuarto trimestre de 2013 en apenas 8.400 personas, hasta los 5,89 millones. Se destruyen 65.000 puestos de trabajo en el periodo, según los datos de la EPA. Leer más en El País.
martes, 21 de enero de 2014
Yo tengo razón, tú estás equivocado
Somos adictos a "tener razón", pero quedar cautivos de nuestras opiniones es un trampa
Escuchar a los demás es prueba de empatía y respeto, claves para crecer y estar en paz
La mayoría de nosotros creemos que podemos cambiar lo que los demás piensan; de otro modo, no pasaríamos tanto tiempo en la vida dándole vueltas a “qué opinan los demás de nosotros” y tratando de mejorar su juicio sobre nuestra persona. Eleanor Roosevelt dijo: “Nadie puede hacer que te sientas inferior si tú no lo permites”. Esta afirmación pone el foco de atención hacia nosotros mismos y no en los demás; por ello, quizá el único pensamiento que precisa ser cambiado es la creencia de que “los demás deberían pensar diferente”.
Querer tener razón es la enfermedad crónica de la humanidad, seguramente una de las causas que han enfrentado más a las personas, las naciones y las religiones organizadas del planeta. La posesión de las personas por sus propias ideas es siempre una causa de sufrimiento. El problema, al consistir las creencias en “posesiones mentales” no visibles, ha sido buscar la solución a nuestras diferencias tratando de cambiar a los demás antes que examinar la causa real de los conflictos (la necesidad de tener razón).
En demasiadas ocasiones comprobamos cómo querer imponer nuestras razones y opiniones a los demás nos cuesta caro. Tal vez logremos desautorizar las ideas de alguien, pero al final acabamos con una razón más y un amigo menos. ¿Vale la pena? Seguramente no. El resultado es que querer estar siempre en posesión de la verdad consume una gran cantidad de energía y tiempo que nos impide disfrutar de los demás y de la paz mental de saber que en el fondo todos tenemos nuestra propia lógica.
¿Es mejor tener razón a toda costa antes que ser feliz? Que cada uno responda esta pregunta con sinceridad.
La perspectiva materialista o newtoniana del universo nos conduce a cosificar todo con lo que entramos en contacto, ya sea algo material o inmaterial. Incluso lo no material, como un pensamiento, acaba tomando forma y se convierte en objeto de conflicto. Así, una idea o una creencia se acaban convirtiendo en una posesión, una propiedad, algo que debe ser defendido para que no perezca.
Todo pensamiento consciente, repetido durante un tiempo, se convierte en un programa mental invisible. Con el tiempo acumulamos opiniones, creencias, que pasan a conformar lo que llamamos identidad construida o ego. Si alguien agrede esas posesiones mentales, en realidad es como si lanzara un ataque personal, porque confundimos pensamiento e identidad. No parece sensato confundir lo que somos con lo que pensamos, pero esto no lo tienen tan claro quienes se aferran a sus creencias con desesperación.
Tener opiniones es normal, también tener gustos y preferencias… pero que esas ideas y predilecciones le tengan a uno cautivo o secuestrado es una trampa. El libre pensamiento es una conquista humana, pero la libertad de opinión se convierte en una desventaja cuando las posiciones mentales impiden abrirse a nuevas perspectivas o puntos de vista que no concuerdan con las propias.
La pregunta ¿somos nuestras creencias? se responde con un rotundo no. Desde luego, tenemos convicciones, pero en esencia no somos lo que pensamos; a un nivel profundo y esencial, nuestras opiniones no pueden definirnos. Pero llegar a esta claridad no es sencillo ni rápido. De hecho, los conflictos del mundo son tanto disputas por pertenencias materiales (cosas) como por posesiones inmateriales (ideales). Cuando entendemos que tenemos una mente y la usamos, pero que no somos esta, nos liberamos de su contenido y nos autoexcluimos de cualquier conflicto y, por tanto, sufrimiento.
Fuente: El País.
Escuchar a los demás es prueba de empatía y respeto, claves para crecer y estar en paz
La mayoría de nosotros creemos que podemos cambiar lo que los demás piensan; de otro modo, no pasaríamos tanto tiempo en la vida dándole vueltas a “qué opinan los demás de nosotros” y tratando de mejorar su juicio sobre nuestra persona. Eleanor Roosevelt dijo: “Nadie puede hacer que te sientas inferior si tú no lo permites”. Esta afirmación pone el foco de atención hacia nosotros mismos y no en los demás; por ello, quizá el único pensamiento que precisa ser cambiado es la creencia de que “los demás deberían pensar diferente”.
Querer tener razón es la enfermedad crónica de la humanidad, seguramente una de las causas que han enfrentado más a las personas, las naciones y las religiones organizadas del planeta. La posesión de las personas por sus propias ideas es siempre una causa de sufrimiento. El problema, al consistir las creencias en “posesiones mentales” no visibles, ha sido buscar la solución a nuestras diferencias tratando de cambiar a los demás antes que examinar la causa real de los conflictos (la necesidad de tener razón).
En demasiadas ocasiones comprobamos cómo querer imponer nuestras razones y opiniones a los demás nos cuesta caro. Tal vez logremos desautorizar las ideas de alguien, pero al final acabamos con una razón más y un amigo menos. ¿Vale la pena? Seguramente no. El resultado es que querer estar siempre en posesión de la verdad consume una gran cantidad de energía y tiempo que nos impide disfrutar de los demás y de la paz mental de saber que en el fondo todos tenemos nuestra propia lógica.
¿Es mejor tener razón a toda costa antes que ser feliz? Que cada uno responda esta pregunta con sinceridad.
La perspectiva materialista o newtoniana del universo nos conduce a cosificar todo con lo que entramos en contacto, ya sea algo material o inmaterial. Incluso lo no material, como un pensamiento, acaba tomando forma y se convierte en objeto de conflicto. Así, una idea o una creencia se acaban convirtiendo en una posesión, una propiedad, algo que debe ser defendido para que no perezca.
Todo pensamiento consciente, repetido durante un tiempo, se convierte en un programa mental invisible. Con el tiempo acumulamos opiniones, creencias, que pasan a conformar lo que llamamos identidad construida o ego. Si alguien agrede esas posesiones mentales, en realidad es como si lanzara un ataque personal, porque confundimos pensamiento e identidad. No parece sensato confundir lo que somos con lo que pensamos, pero esto no lo tienen tan claro quienes se aferran a sus creencias con desesperación.
Tener opiniones es normal, también tener gustos y preferencias… pero que esas ideas y predilecciones le tengan a uno cautivo o secuestrado es una trampa. El libre pensamiento es una conquista humana, pero la libertad de opinión se convierte en una desventaja cuando las posiciones mentales impiden abrirse a nuevas perspectivas o puntos de vista que no concuerdan con las propias.
La pregunta ¿somos nuestras creencias? se responde con un rotundo no. Desde luego, tenemos convicciones, pero en esencia no somos lo que pensamos; a un nivel profundo y esencial, nuestras opiniones no pueden definirnos. Pero llegar a esta claridad no es sencillo ni rápido. De hecho, los conflictos del mundo son tanto disputas por pertenencias materiales (cosas) como por posesiones inmateriales (ideales). Cuando entendemos que tenemos una mente y la usamos, pero que no somos esta, nos liberamos de su contenido y nos autoexcluimos de cualquier conflicto y, por tanto, sufrimiento.
Fuente: El País.
lunes, 20 de enero de 2014
El amor. Ese será el verdadero final de la crisis que vivimos, la derrota del monstruoso pulpo que nos ahoga
Es triste reconocerlo, pero la infidelidad de Hollande me ha inspirado, más que asombro o indignación, una profunda envidia. Si no fuera española, me lo habría tomado de otra manera. La depresión de Trierweiler, el sex-appeal de Gayet, el vodevil del apartamento reservado para los desahogos de los presidentes de la República, las intervenciones cruzadas en una célebre rueda de prensa, son suficientes para provocar una intensa discusión sobre lo público y lo privado, pero, por desgracia, yo no me la puedo permitir.
El bulevar de Gamonal, las declaraciones del secretario de Estado de Seguridad, el vocabulario de Ana Botella, la imputación de Cristina de Borbón, la carta del fiscal Horrach, la crisis del PSC, el encuentro de Mas con un dirigente de la Liga Norte, el baile de los indultos, las estrategias de los condenados por corrupción para eludir el ingreso en prisión, la trayectoria de Blesa, la actuación de los antidisturbios contra los bomberos de Madrid... Y todo esto sin tirar de hemeroteca, en los 20 días escasos que llevamos de 2014 y saltándome la ley del aborto de Gallardón para no repetirme en exceso.
¿Quién puede opinar sobre el amor cuando le ha tocado vivir en una época, en un país como este? Sería interesante, sería refrescante, novedoso, hasta agradable, pero no cabe en una España tan negra como si Goya la hubiera pintado en la cima de su desesperación. Se me ocurre que ese será el verdadero final de la crisis que vivimos, la derrota del monstruoso pulpo que nos ahoga con todos y cada uno de sus incontables tentáculos. Algún día podremos volver a hablar del amor, del adulterio, de las mujeres abandonadas, de las amantes resplandecientes. Algún día, podremos volver a ser frívolos e, incluso, a hacer chistes de gusto dudoso. La medida de nuestra pobreza es que hayamos podido llegar a echarlos de menos.
Fuente: Almudena Grandes, El País. Dibujo Fuente: http://urbansketchers-portugal-norte.blogspot.com.es/
El bulevar de Gamonal, las declaraciones del secretario de Estado de Seguridad, el vocabulario de Ana Botella, la imputación de Cristina de Borbón, la carta del fiscal Horrach, la crisis del PSC, el encuentro de Mas con un dirigente de la Liga Norte, el baile de los indultos, las estrategias de los condenados por corrupción para eludir el ingreso en prisión, la trayectoria de Blesa, la actuación de los antidisturbios contra los bomberos de Madrid... Y todo esto sin tirar de hemeroteca, en los 20 días escasos que llevamos de 2014 y saltándome la ley del aborto de Gallardón para no repetirme en exceso.
¿Quién puede opinar sobre el amor cuando le ha tocado vivir en una época, en un país como este? Sería interesante, sería refrescante, novedoso, hasta agradable, pero no cabe en una España tan negra como si Goya la hubiera pintado en la cima de su desesperación. Se me ocurre que ese será el verdadero final de la crisis que vivimos, la derrota del monstruoso pulpo que nos ahoga con todos y cada uno de sus incontables tentáculos. Algún día podremos volver a hablar del amor, del adulterio, de las mujeres abandonadas, de las amantes resplandecientes. Algún día, podremos volver a ser frívolos e, incluso, a hacer chistes de gusto dudoso. La medida de nuestra pobreza es que hayamos podido llegar a echarlos de menos.
Fuente: Almudena Grandes, El País. Dibujo Fuente: http://urbansketchers-portugal-norte.blogspot.com.es/
domingo, 19 de enero de 2014
Israel Ruiz, vicepresidente del MIT, considera clave el talento, y tomar decisiones difíciles
“Las apuestas arriesgadas definen el futuro y permiten hacerlo nuestro”
Es uno de los impulsores de edX, la plataforma 'online' que revoluciona la educación tradicional
Hace dos años consiguió la nacionalidad estadounidense y no se plantea regresar a España
En el Instituto Tecnológico de Massachusetts las ideas hallan un ecosistema ideal para crecer
Desde uno de esos lugares donde se diseña el futuro hay un español que quiere cambiar el mundo. Israel Ruiz (Hospitalet de Llobregat, Barcelona, 1971) tiene en sus manos esa arma que tantos reconocen como poderosa pero que no muchos saben manejar: la educación. La educación desde la innovación. Como vicepresidente ejecutivo y tesorero del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) supervisa un presupuesto de 2.100 millones de euros anuales, pero sobre todo gestiona una abrumadora concentración de talento.
En solo 12 años, Ruiz ha llegado a la cúspide de una de las instituciones más prestigiosas y vanguardistas del mundo, convirtiéndose en su número dos, administrador y gestor: es, en definitiva, el alcalde del MIT, una ciudad de 30.000 personas. Cuando los terroristas del maratón de Boston asesinaron a un policía en el mismo campus del MIT, fue también el encargado de activar todo el dispositivo de emergencia, coordinar las comunicaciones y organizar la colaboración con la policía de la ciudad.
A pesar de su trayectoria y de ser el español con mayores posibilidades de impacto en la educación y la innovación a nivel global, Israel Ruiz es casi un desconocido en su país. Un campeón oculto, utilizando la terminología que se aplica a esas empresas exitosas y discretas que saben aprovechar sus oportunidades, pero resultan invisibles para el gran público. Poco le preocupa esto, y, sin embargo, sus ambiciones son enormes.
Democratizar la educación mundialmente ya suena grande, y así define la esencia de ese proyecto que puede dar un vuelco a cómo aprendemos, dónde y con quién lo hacemos. La educación digital se presenta como la última de las grandes disrupciones. Ruiz forma parte del pequeño equipo que lidera edX, la plataforma sin ánimo de lucro que surge del histórico acuerdo entre Harvard y el MIT para impulsar en Internet cursos gratuitos de nivel universitario.
La tecnología cambió la música, la fotografía, la edición de libros; cambiaron los medios, o la manufactura de industrias como el acero, y ahora le llega el turno a la educación. Donde algunos ven riesgos y problemas, otros ven oportunidades. Es la misma filosofía vital que en su último año en la Politécnica de Cataluña, antes de graduarse como ingeniero industrial, le llevó a trabajar a Nissan en busca de la “vida real” que la universidad no le ofrecía; la que le llevó a escuchar a su mentor y jefe para volar, viajar, mejorar su inglés, trabajar en Hewlett Packard y buscar, en 1999, oportunidades en ese lugar mítico para científicos, ingenieros y emprendedores que es el MIT. Allí cursó un máster y se especializó en finanzas y estrategia aplicada a empresas de tecnología. Su plan era quedarse cinco años. Pero no le iban a dejar escapar. En un ecosistema donde prima la meritocracia, a este ingeniero del barrio de Santa Eulalia le han dado mucho poder. Y, de paso, la nacionalidad estadounidense.
¿Se fue para no volver?
Mi proyecto profesional está en Estados Unidos y solo volvería por algo de impacto, con una visión internacional. Un proyecto con un nivel de escala que no veo. Y ambición. En español, esta palabra está mal vista, pero España, aun siendo un país pequeño, no tiene por qué tener ideas pequeñas, puede tenerlas ambiciosas, de futuro. Son ideas que cuestan, y aquí –la entrevista se realizó el pasado 2 de enero en Barcelona– te dicen cosas como "es una americanada”, como soñar demasiado. Soñando igual no llegas donde quieres, pero te lleva a un sitio mejor. Esto lo veo tan difícil que creo que puedo ayudar más desde donde estoy, y el impacto que tengo y las posibilidades de ejecución se magnifican en una proporción desmesurada en una región como Massachusetts. La gente buena puede tener su sitio en todas las partes del mundo, pero el nivel de escala allí es mucho mayor. Replicarlo no voy a poder hacerlo nunca, y volver, ni me lo planteo.
Se deja escapar mucho talento, más aún en época de crisis. ¿Cómo ve desde la distancia lo que está ocurriendo en España?
Hay gente con mucho talento, y una de las cosas que más valoro, aunque parezca que voy a contracorriente, es que la gente se vaya. Lo mejor que le puede pasar a España es que se entienda que hay gente muy buena. Hasta ahora, la imagen de país no existe. Se define por tres o cuatro cosas que son estereotipos. Este talento, que hasta ahora estaba cautivo, sale por las necesidades y son nuestros mejores embajadores. Ha existido una formación educativa que permite ese movimiento. El factor negativo es que el entorno no les ha ayudado aquí. Cuando miro lo que pasa en Boston y la vecina Cambridge, es increíble la concentración de talento internacional en esa región, que puedas hablar con gente en la misma sintonía, que permite que tus ideas fructifiquen, pasar de una etapa de indecisión a otra, porque la creación y la innovación necesitan unas fases, y allí se acelera por el entorno. Aquí el entorno está en algunos sitios, pero es un microcosmos.
¿Y cómo hacemos para combinar esa necesidad de talento fresco, inmediato, con la importancia de que la gente viaje, se forme, vea mundo?
Solo nos fijamos en la fuga de talentos hacia fuera y no hablamos de la importación de talentos hacia dentro. Ese es un factor clave en la competitividad española. Hasta que ese flujo sea igual o mayor que el flujo exterior, España no competirá bien. Si aquí no se dan las oportunidades de hacer cosas, se van a ir. Pero eso no es tan grave como que estemos conectados. Tener un programa para mantener conectada a esa gente con España. Es una inversión mínima. Las conexiones son internacionales, y si va pasando el tiempo, se pierden. Debemos decidir en qué vamos a ser competitivos internacionalmente y no se puede competir en el mundo global solo con el talento español. Lo que hay que hacer es crear la estructura de soporte y de conexión disciplinar, una conexión intelectual... Leer todo aquí en El País.
¿Cuáles son los cimientos del innovador? ver aquí en El País. Fuente: El País Semanal.
Es uno de los impulsores de edX, la plataforma 'online' que revoluciona la educación tradicional
Hace dos años consiguió la nacionalidad estadounidense y no se plantea regresar a España
En el Instituto Tecnológico de Massachusetts las ideas hallan un ecosistema ideal para crecer
Desde uno de esos lugares donde se diseña el futuro hay un español que quiere cambiar el mundo. Israel Ruiz (Hospitalet de Llobregat, Barcelona, 1971) tiene en sus manos esa arma que tantos reconocen como poderosa pero que no muchos saben manejar: la educación. La educación desde la innovación. Como vicepresidente ejecutivo y tesorero del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) supervisa un presupuesto de 2.100 millones de euros anuales, pero sobre todo gestiona una abrumadora concentración de talento.
En solo 12 años, Ruiz ha llegado a la cúspide de una de las instituciones más prestigiosas y vanguardistas del mundo, convirtiéndose en su número dos, administrador y gestor: es, en definitiva, el alcalde del MIT, una ciudad de 30.000 personas. Cuando los terroristas del maratón de Boston asesinaron a un policía en el mismo campus del MIT, fue también el encargado de activar todo el dispositivo de emergencia, coordinar las comunicaciones y organizar la colaboración con la policía de la ciudad.
A pesar de su trayectoria y de ser el español con mayores posibilidades de impacto en la educación y la innovación a nivel global, Israel Ruiz es casi un desconocido en su país. Un campeón oculto, utilizando la terminología que se aplica a esas empresas exitosas y discretas que saben aprovechar sus oportunidades, pero resultan invisibles para el gran público. Poco le preocupa esto, y, sin embargo, sus ambiciones son enormes.
Democratizar la educación mundialmente ya suena grande, y así define la esencia de ese proyecto que puede dar un vuelco a cómo aprendemos, dónde y con quién lo hacemos. La educación digital se presenta como la última de las grandes disrupciones. Ruiz forma parte del pequeño equipo que lidera edX, la plataforma sin ánimo de lucro que surge del histórico acuerdo entre Harvard y el MIT para impulsar en Internet cursos gratuitos de nivel universitario.
La tecnología cambió la música, la fotografía, la edición de libros; cambiaron los medios, o la manufactura de industrias como el acero, y ahora le llega el turno a la educación. Donde algunos ven riesgos y problemas, otros ven oportunidades. Es la misma filosofía vital que en su último año en la Politécnica de Cataluña, antes de graduarse como ingeniero industrial, le llevó a trabajar a Nissan en busca de la “vida real” que la universidad no le ofrecía; la que le llevó a escuchar a su mentor y jefe para volar, viajar, mejorar su inglés, trabajar en Hewlett Packard y buscar, en 1999, oportunidades en ese lugar mítico para científicos, ingenieros y emprendedores que es el MIT. Allí cursó un máster y se especializó en finanzas y estrategia aplicada a empresas de tecnología. Su plan era quedarse cinco años. Pero no le iban a dejar escapar. En un ecosistema donde prima la meritocracia, a este ingeniero del barrio de Santa Eulalia le han dado mucho poder. Y, de paso, la nacionalidad estadounidense.
¿Se fue para no volver?
Mi proyecto profesional está en Estados Unidos y solo volvería por algo de impacto, con una visión internacional. Un proyecto con un nivel de escala que no veo. Y ambición. En español, esta palabra está mal vista, pero España, aun siendo un país pequeño, no tiene por qué tener ideas pequeñas, puede tenerlas ambiciosas, de futuro. Son ideas que cuestan, y aquí –la entrevista se realizó el pasado 2 de enero en Barcelona– te dicen cosas como "es una americanada”, como soñar demasiado. Soñando igual no llegas donde quieres, pero te lleva a un sitio mejor. Esto lo veo tan difícil que creo que puedo ayudar más desde donde estoy, y el impacto que tengo y las posibilidades de ejecución se magnifican en una proporción desmesurada en una región como Massachusetts. La gente buena puede tener su sitio en todas las partes del mundo, pero el nivel de escala allí es mucho mayor. Replicarlo no voy a poder hacerlo nunca, y volver, ni me lo planteo.
Se deja escapar mucho talento, más aún en época de crisis. ¿Cómo ve desde la distancia lo que está ocurriendo en España?
Hay gente con mucho talento, y una de las cosas que más valoro, aunque parezca que voy a contracorriente, es que la gente se vaya. Lo mejor que le puede pasar a España es que se entienda que hay gente muy buena. Hasta ahora, la imagen de país no existe. Se define por tres o cuatro cosas que son estereotipos. Este talento, que hasta ahora estaba cautivo, sale por las necesidades y son nuestros mejores embajadores. Ha existido una formación educativa que permite ese movimiento. El factor negativo es que el entorno no les ha ayudado aquí. Cuando miro lo que pasa en Boston y la vecina Cambridge, es increíble la concentración de talento internacional en esa región, que puedas hablar con gente en la misma sintonía, que permite que tus ideas fructifiquen, pasar de una etapa de indecisión a otra, porque la creación y la innovación necesitan unas fases, y allí se acelera por el entorno. Aquí el entorno está en algunos sitios, pero es un microcosmos.
¿Y cómo hacemos para combinar esa necesidad de talento fresco, inmediato, con la importancia de que la gente viaje, se forme, vea mundo?
Solo nos fijamos en la fuga de talentos hacia fuera y no hablamos de la importación de talentos hacia dentro. Ese es un factor clave en la competitividad española. Hasta que ese flujo sea igual o mayor que el flujo exterior, España no competirá bien. Si aquí no se dan las oportunidades de hacer cosas, se van a ir. Pero eso no es tan grave como que estemos conectados. Tener un programa para mantener conectada a esa gente con España. Es una inversión mínima. Las conexiones son internacionales, y si va pasando el tiempo, se pierden. Debemos decidir en qué vamos a ser competitivos internacionalmente y no se puede competir en el mundo global solo con el talento español. Lo que hay que hacer es crear la estructura de soporte y de conexión disciplinar, una conexión intelectual... Leer todo aquí en El País.
¿Cuáles son los cimientos del innovador? ver aquí en El País. Fuente: El País Semanal.
sábado, 18 de enero de 2014
Mondragón busca reinventarse tras la crisis de Fagor y Eroski
"La Corporación no está en riesgo. Sigue siendo un proyecto con futuro". Así lo aseguraba hace apenas dos meses Txema Gisasola, hasta ayer presidente de la Corporación Mondragón (MCC), grupo que aborda un proceso de redefinición de su futuro arrastrado por las crisis de dos de sus emblemas: Fagor Electrodomésticos y Eroski.
MCC presume de ser la primera entidad cooperativa del mundo, la mayor corporación industrial de Euskadi y la séptima de España y, sobre todo, de personificar un modelo de economía social alternativo al sistema liberal capitalista cuestionado por la crisis económica a partir de 2008.
La recesión, no obstante, no ha perdonado al grupo y le ha llevado a vivir dos hitos inéditos en sus sesenta años de andadura: la entrada de una de sus compañías -la más importante, Fagor Electrodomésticos- en concurso de acreedores; y la dimisión de su presidente.
Txema Gisasola presentó ayer su renuncia "por motivos personales" tras una gestión de sólo un año y medio marcada por el hundimiento de Fagor Electrodomésticos, la compañía que él había dirigido entre 2006 y 2012, los años en los que se precipitó su declive.
La corporación, asentada en el guipuzcoano valle del Alto Deba, agrupa a 110 cooperativas dedicadas a muy diversos sectores, que sumaron en 2012 una facturación de casi 13.000 millones de euros y emplea a más de 80.000 personas.
La agrupación, que representa el 3,2 % del PIB del País Vasco, ha basado su fortaleza en la diversificación de negocios, de manera que el músculo de sectores aún hoy muy dinámicos, como el de la automoción, le había permitido hasta ahora hacer frente a las dificultades de las áreas más afectadas por la crisis.
Sin embargo, el hundimiento de Fagor ha puesto al descubierto los límites de la capacidad solidaria de las cooperativas, después de que la Corporación denegara a esta compañía los 50 millones de euros que reclamó para hacer frente a un plan de viabilidad -había inyectado anteriormente 300 millones-, lo que condujo a la empresa de Arrasate al concurso de acreedores.
continuar leyendo en El País.
MCC presume de ser la primera entidad cooperativa del mundo, la mayor corporación industrial de Euskadi y la séptima de España y, sobre todo, de personificar un modelo de economía social alternativo al sistema liberal capitalista cuestionado por la crisis económica a partir de 2008.
La recesión, no obstante, no ha perdonado al grupo y le ha llevado a vivir dos hitos inéditos en sus sesenta años de andadura: la entrada de una de sus compañías -la más importante, Fagor Electrodomésticos- en concurso de acreedores; y la dimisión de su presidente.
Txema Gisasola presentó ayer su renuncia "por motivos personales" tras una gestión de sólo un año y medio marcada por el hundimiento de Fagor Electrodomésticos, la compañía que él había dirigido entre 2006 y 2012, los años en los que se precipitó su declive.
La corporación, asentada en el guipuzcoano valle del Alto Deba, agrupa a 110 cooperativas dedicadas a muy diversos sectores, que sumaron en 2012 una facturación de casi 13.000 millones de euros y emplea a más de 80.000 personas.
La agrupación, que representa el 3,2 % del PIB del País Vasco, ha basado su fortaleza en la diversificación de negocios, de manera que el músculo de sectores aún hoy muy dinámicos, como el de la automoción, le había permitido hasta ahora hacer frente a las dificultades de las áreas más afectadas por la crisis.
Sin embargo, el hundimiento de Fagor ha puesto al descubierto los límites de la capacidad solidaria de las cooperativas, después de que la Corporación denegara a esta compañía los 50 millones de euros que reclamó para hacer frente a un plan de viabilidad -había inyectado anteriormente 300 millones-, lo que condujo a la empresa de Arrasate al concurso de acreedores.
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¿A cuántos españoles ha expulsado la crisis? Los demógrafos discrepan sobre el número de salidas al extranjero. En algunos casos multiplican por tres la cifra oficial de 225.000. Falta un mecanismo estadístico capaz de registrarlas con rapidez
¿Y si la salida de españoles al extranjero no fuera tan masiva como la sensación que se ha extendido? Así lo plantea un estudio elaborado por Carmen González Enríquez, del Real Instituto Elcano, a partir de la información de los consulados. La investigadora apunta que solo el 2% de los residentes nacionales en el exterior son personas nacidas en España que han hecho las maletas por la crisis, apenas 39.912 personas.
Primeros emigrantes en 1957, para Belgica.
Pero, ¿y si los datos oficiales no reflejaran lo que de verdad sucede y se estuviera subestimando la emigración de nacionales? Este es el punto de vista que defiende Amparo González Ferrer, socióloga y especialista en demografía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Para ella el número de personas que han abandonado el país entre 2008 y 2012 —es decir, las salidas de España, no la suma de nacionales en el extranjero, como recoge el análisis anterior de su colega— está más cerca de las 700.000 personas que de las 225.000 oficiales.
La pérdida de población en España por la emigración es irrebatible a la luz de los datos. Ayer mismo, el padrón que publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE), con fecha de enero de 2013, recoge una caída de 135.538 habitantes en un año hasta los 47.129.783. Tampoco hay dudas de la magnitud de la crisis, del paro —en especial el juvenil, del 54%—, así como de los dramas humanos derivados del hundimiento de las condiciones de vida. Pero ¿en qué medida es elevada la salida de españoles por la situación económica? A este respecto existe un debate entre la comunidad investigadora por la falta de un mecanismo estadístico capaz de registrar con rapidez y eficacia la partida de nacionales.
Carmen González Enríquez, catedrática de Ciencia Política en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), se acercó a esta cuestión a raíz del debate público abierto por la cobertura informativa que se ha prestado a la partida de investigadores (la llamada fuga de cerebros) y, en general, de profesionales cualificados. Su conclusión es que la salida de ciudadanos españoles es muy reducida. “El discurso de que hay una salida masiva de personas es una afirmación exagerada y crea una alarma innecesaria”, comenta. De hecho, el fenómeno es, a su entender, tan limitado, incluso “ridículo” en número, que se pregunta “por qué no son muchos más los que deciden dar el paso de buscar mejores condiciones salariales o vitales en otros países”.
Hay otros trabajos que reflejan conclusiones similares. Por ejemplo, los últimos datos de migraciones del INE. Este informe, con registros del primer semestre de 2013, muestra cómo España pierde población y que ello se debe a su saldo migratorio negativo.
Durante los seis primeros meses del año pasado salieron del país 259.227 personas, pero en su aplastante mayoría (219.537) fueron extranjeros. Es decir, en línea con lo observado por González Enríquez, solo el 10% de las personas que abandonaron el país en el periodo analizado (26.281) son nacidos en España.
La investigadora del Instituto Elcano no pone el foco en los datos de salidas (migraciones), sino en el padrón de españoles residentes en el extranjero (PERE), un documento que confecciona el INE a partir de las inscripciones que realizan los emigrantes en las oficinas consulares. De acuerdo con estos registros, el número de españoles nativos (excluidos los nacionalizados) residentes en el exterior solo ha aumentado un 6% (39.912 personas) entre enero de 2009 y enero de 2013. Mientras en 2009 había 633.750, en 2012 eran 673.662. De ellos, 20.000 están en Europa, 7.000 en Latinoamérica y los otros 13.000 en el resto del mundo.
“Es un buen análisis”, comenta Albert Esteve, del Centro de Estudios Demográficos (CED) de la Universidad Autónoma de Barcelona. “Tanto los datos oficiales de salidas [del INE] como los de destino [del PERE] pueden subestimar en alguna medida a la gente que sale de España y no queda registrada, pero, en general, no hablan de un gran porcentaje de gente que se va”, añade.
González Enríquez considera que la preocupación desatada por la emigración de nacionales está directamente relacionada con que la sociedad española “ha sido excepcionalmente inmóvil durante las últimas décadas”, especialmente desde que en los años setenta se puso fin a la gran ola migratoria del franquismo. Según González Enríquez, permanecer cerca de la casa familiar de padres y amigos “ha sido una prioridad para la mayoría”, lo que explica no solo las reticencias a salir del país, sino “la alarma actual” que, insiste, “no se sostiene en relación con las cifras reales”.
“La experiencia de los años sesenta pesa mucho sobre la situación actual en términos de orgullo patrio”, añade. Entonces, según comenta, no solo se produjo una salida masiva de españoles al extranjero. Además, se trataba de población rural, sin cualificar, cuyo destino era ocupar los puestos más bajos en la industria o el sector de la construcción de los países a los que acudían. Aún permanece en el imaginario colectivo, sostiene, “el recuerdo negativo” de la partida de mano de obra barata con destino al extranjero. Ahora, sin embargo, solo salen trabajadores con formación universitaria. “Para los que parten, poder desplazarse al exterior y encontrar allí trabajo es una bendición. Y con ello no perjudican a la economía española. En estos momentos, el problema es la falta de crédito, no de personal cualificado”, apunta.
La investigadora es consciente de que su trabajo da alas a las tesis gubernamentales, empeñadas en endulzar y quitar gravedad a las consecuencias (pobreza, aumento de la desigualdad, pérdida de poder adquisitivo, golpe a las expectativas vitales) que ha provocado el hundimiento económico en la sociedad española. “Sé que este tema está muy cargado políticamente, pero qué le voy a hacer”, expone. “He llegado a esta conclusión con los datos que he manejado, sin ningún prejuicio; y me he encontrado con la situación que describo”.
Esteve, por su parte, coincide en la idea de que España no se ha convertido en un país de emigración. “El grueso de la dinámica migratoria está protagonizado básicamente por extranjeros o por personas nacionalizadas de origen foráneo”, explica, tal y como ponen de manifiesto los datos del INE. Para este demógrafo del centro de la Universidad Autónoma de Barcelona, la emigración actual responde a una situación de reequilibrio después del alud de extranjeros que recibió España en la última década. “Sobre todo se trata de reajustes de inmigrantes que no se han asentado en el país. Hay algo de población española, pero no es la que lidera el grueso de la estadística migratoria”, insiste.
“La partida de población cualificada fuera de España es una lástima, es un fenómeno preocupante que personas formadas no puedan asentarse y desarrollarse profesionalmente en España; pero cuestión distinta es que esto afecte a mucha gente”, comenta. “La tarea del demógrafo y del sociólogo se centra en analizar los fenómenos y cuantificarlos”.
Estos análisis que muestran unas cifras modestas de salida de españoles se basan en los datos que ofrecen tanto el INE como el padrón de residentes en el extranjero (PERE). Pero para Amparo González Ferrer, del Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CCHS) del CSIC estos números no sirven. No arrojan indicadores precisos a las preguntas que importan para dimensionar la emigración de nacionales: cuántos españoles se marchan y en qué momento lo hicieron.
Por un lado, porque todos los datos beben de la misma fuente: los registros consulares. Los datos de migraciones del INE o las bajas en el padrón se producen —con algo de cocina estadística a partir de otras estimaciones— si los emigrados se dan de alta en el PERE. Es decir, a Juan Pérez se le da de baja en el padrón de Sevilla —y figura como emigrante para el INE— cuando consta su alta en el consulado de Hannover (que recoge el PERE).
El problema es que ni Juan Pérez ni la mayoría de los españoles que salen del país suelen darse de alta en los consulados, por lo que González Ferrer cree que hay una bolsa fantasma de emigrantes nacionales no computados.
La investigadora del CSIC explica que para inscribirse hay que demostrar que se permanecerá en el país al menos un año, para lo que se precisa de un permiso de trabajo de un mínimo de este periodo de tiempo, una condición que no cumplen muchos de los españoles a la llegada a su nuevo destino. Pero además, el alta consular apenas conlleva beneficios (como el voto por correo) y es un trámite incómodo. Hay que desplazarse e implica la baja en el padrón en España, lo que supone la pérdida del médico de cabecera en la localidad de origen o de derechos para acceder, por ejemplo, a una vivienda de protección oficial.
Por ello, buena parte de los españoles en el extranjero solo se inscriben en el consulado si no tienen más remedio —renovar el pasaporte, inscribir a alguno de sus hijos—, lo que puede suceder al cabo de meses o años de vida en el extranjero.
González Enríquez, del Instituto Elcano, es consciente de que no todos los españoles que emigran se inscriben en las oficinas consulares. Ante el riesgo de que los datos que maneja fueran muy inferiores a los reales, comparó las cifras del PERE con las de población española de las oficinas estadísticas de Alemania, Reino Unido, Francia y Suiza (países que recogen el 76% de la emigración española en Europa). Y la conclusión es que la información de los consulados es incluso superior a las de los registros estadísticos de estos países de destino, por lo que concluye que su estudio “no infravalora el número de españoles en el extranjero”.
Pero además de la infranotificación a los consulados, Amparo González-Ferrer destaca otra cuestión por la que no concede fiabilidad a la forma oficial de medir la salida de nacionales. Los informes del PERE muestran una fotografía fija de residentes en el extranjero, es decir, el saldo (la resta) entre las altas y las bajas en los registros consulares en un momento determinado. “Con la foto fíja no ves los flujos de entrada y salida de población, que es donde está la información”, comenta. Por ejemplo, que se va la gente joven en edad de trabajar y los que regresan son jubilados.
Con la intención de tener datos precisos de la entrada de españoles en distintos países, la investigadora ha acudido a los datos oficiales de la llegada de españoles a Reino Unido (la estadística de variaciones residenciales, otra fuente que emplea el INE para actualizar el padrón) y los ha comparado con los registros británicos (solicitudes de alta en la seguridad social de Reino Unido, un trámite imprescindible). El resultado es que las cifras británicas son hasta siete veces más numerosas que los datos oficiales españoles (el mismo estudio comparado con datos alemanes multiplica por seis los datos del INE)...
Fuente: El País
Primeros emigrantes en 1957, para Belgica.
Pero, ¿y si los datos oficiales no reflejaran lo que de verdad sucede y se estuviera subestimando la emigración de nacionales? Este es el punto de vista que defiende Amparo González Ferrer, socióloga y especialista en demografía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Para ella el número de personas que han abandonado el país entre 2008 y 2012 —es decir, las salidas de España, no la suma de nacionales en el extranjero, como recoge el análisis anterior de su colega— está más cerca de las 700.000 personas que de las 225.000 oficiales.
La pérdida de población en España por la emigración es irrebatible a la luz de los datos. Ayer mismo, el padrón que publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE), con fecha de enero de 2013, recoge una caída de 135.538 habitantes en un año hasta los 47.129.783. Tampoco hay dudas de la magnitud de la crisis, del paro —en especial el juvenil, del 54%—, así como de los dramas humanos derivados del hundimiento de las condiciones de vida. Pero ¿en qué medida es elevada la salida de españoles por la situación económica? A este respecto existe un debate entre la comunidad investigadora por la falta de un mecanismo estadístico capaz de registrar con rapidez y eficacia la partida de nacionales.
Carmen González Enríquez, catedrática de Ciencia Política en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), se acercó a esta cuestión a raíz del debate público abierto por la cobertura informativa que se ha prestado a la partida de investigadores (la llamada fuga de cerebros) y, en general, de profesionales cualificados. Su conclusión es que la salida de ciudadanos españoles es muy reducida. “El discurso de que hay una salida masiva de personas es una afirmación exagerada y crea una alarma innecesaria”, comenta. De hecho, el fenómeno es, a su entender, tan limitado, incluso “ridículo” en número, que se pregunta “por qué no son muchos más los que deciden dar el paso de buscar mejores condiciones salariales o vitales en otros países”.
Hay otros trabajos que reflejan conclusiones similares. Por ejemplo, los últimos datos de migraciones del INE. Este informe, con registros del primer semestre de 2013, muestra cómo España pierde población y que ello se debe a su saldo migratorio negativo.
Durante los seis primeros meses del año pasado salieron del país 259.227 personas, pero en su aplastante mayoría (219.537) fueron extranjeros. Es decir, en línea con lo observado por González Enríquez, solo el 10% de las personas que abandonaron el país en el periodo analizado (26.281) son nacidos en España.
La investigadora del Instituto Elcano no pone el foco en los datos de salidas (migraciones), sino en el padrón de españoles residentes en el extranjero (PERE), un documento que confecciona el INE a partir de las inscripciones que realizan los emigrantes en las oficinas consulares. De acuerdo con estos registros, el número de españoles nativos (excluidos los nacionalizados) residentes en el exterior solo ha aumentado un 6% (39.912 personas) entre enero de 2009 y enero de 2013. Mientras en 2009 había 633.750, en 2012 eran 673.662. De ellos, 20.000 están en Europa, 7.000 en Latinoamérica y los otros 13.000 en el resto del mundo.
“Es un buen análisis”, comenta Albert Esteve, del Centro de Estudios Demográficos (CED) de la Universidad Autónoma de Barcelona. “Tanto los datos oficiales de salidas [del INE] como los de destino [del PERE] pueden subestimar en alguna medida a la gente que sale de España y no queda registrada, pero, en general, no hablan de un gran porcentaje de gente que se va”, añade.
González Enríquez considera que la preocupación desatada por la emigración de nacionales está directamente relacionada con que la sociedad española “ha sido excepcionalmente inmóvil durante las últimas décadas”, especialmente desde que en los años setenta se puso fin a la gran ola migratoria del franquismo. Según González Enríquez, permanecer cerca de la casa familiar de padres y amigos “ha sido una prioridad para la mayoría”, lo que explica no solo las reticencias a salir del país, sino “la alarma actual” que, insiste, “no se sostiene en relación con las cifras reales”.
“La experiencia de los años sesenta pesa mucho sobre la situación actual en términos de orgullo patrio”, añade. Entonces, según comenta, no solo se produjo una salida masiva de españoles al extranjero. Además, se trataba de población rural, sin cualificar, cuyo destino era ocupar los puestos más bajos en la industria o el sector de la construcción de los países a los que acudían. Aún permanece en el imaginario colectivo, sostiene, “el recuerdo negativo” de la partida de mano de obra barata con destino al extranjero. Ahora, sin embargo, solo salen trabajadores con formación universitaria. “Para los que parten, poder desplazarse al exterior y encontrar allí trabajo es una bendición. Y con ello no perjudican a la economía española. En estos momentos, el problema es la falta de crédito, no de personal cualificado”, apunta.
La investigadora es consciente de que su trabajo da alas a las tesis gubernamentales, empeñadas en endulzar y quitar gravedad a las consecuencias (pobreza, aumento de la desigualdad, pérdida de poder adquisitivo, golpe a las expectativas vitales) que ha provocado el hundimiento económico en la sociedad española. “Sé que este tema está muy cargado políticamente, pero qué le voy a hacer”, expone. “He llegado a esta conclusión con los datos que he manejado, sin ningún prejuicio; y me he encontrado con la situación que describo”.
Esteve, por su parte, coincide en la idea de que España no se ha convertido en un país de emigración. “El grueso de la dinámica migratoria está protagonizado básicamente por extranjeros o por personas nacionalizadas de origen foráneo”, explica, tal y como ponen de manifiesto los datos del INE. Para este demógrafo del centro de la Universidad Autónoma de Barcelona, la emigración actual responde a una situación de reequilibrio después del alud de extranjeros que recibió España en la última década. “Sobre todo se trata de reajustes de inmigrantes que no se han asentado en el país. Hay algo de población española, pero no es la que lidera el grueso de la estadística migratoria”, insiste.
“La partida de población cualificada fuera de España es una lástima, es un fenómeno preocupante que personas formadas no puedan asentarse y desarrollarse profesionalmente en España; pero cuestión distinta es que esto afecte a mucha gente”, comenta. “La tarea del demógrafo y del sociólogo se centra en analizar los fenómenos y cuantificarlos”.
Estos análisis que muestran unas cifras modestas de salida de españoles se basan en los datos que ofrecen tanto el INE como el padrón de residentes en el extranjero (PERE). Pero para Amparo González Ferrer, del Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CCHS) del CSIC estos números no sirven. No arrojan indicadores precisos a las preguntas que importan para dimensionar la emigración de nacionales: cuántos españoles se marchan y en qué momento lo hicieron.
Por un lado, porque todos los datos beben de la misma fuente: los registros consulares. Los datos de migraciones del INE o las bajas en el padrón se producen —con algo de cocina estadística a partir de otras estimaciones— si los emigrados se dan de alta en el PERE. Es decir, a Juan Pérez se le da de baja en el padrón de Sevilla —y figura como emigrante para el INE— cuando consta su alta en el consulado de Hannover (que recoge el PERE).
El problema es que ni Juan Pérez ni la mayoría de los españoles que salen del país suelen darse de alta en los consulados, por lo que González Ferrer cree que hay una bolsa fantasma de emigrantes nacionales no computados.
La investigadora del CSIC explica que para inscribirse hay que demostrar que se permanecerá en el país al menos un año, para lo que se precisa de un permiso de trabajo de un mínimo de este periodo de tiempo, una condición que no cumplen muchos de los españoles a la llegada a su nuevo destino. Pero además, el alta consular apenas conlleva beneficios (como el voto por correo) y es un trámite incómodo. Hay que desplazarse e implica la baja en el padrón en España, lo que supone la pérdida del médico de cabecera en la localidad de origen o de derechos para acceder, por ejemplo, a una vivienda de protección oficial.
Por ello, buena parte de los españoles en el extranjero solo se inscriben en el consulado si no tienen más remedio —renovar el pasaporte, inscribir a alguno de sus hijos—, lo que puede suceder al cabo de meses o años de vida en el extranjero.
González Enríquez, del Instituto Elcano, es consciente de que no todos los españoles que emigran se inscriben en las oficinas consulares. Ante el riesgo de que los datos que maneja fueran muy inferiores a los reales, comparó las cifras del PERE con las de población española de las oficinas estadísticas de Alemania, Reino Unido, Francia y Suiza (países que recogen el 76% de la emigración española en Europa). Y la conclusión es que la información de los consulados es incluso superior a las de los registros estadísticos de estos países de destino, por lo que concluye que su estudio “no infravalora el número de españoles en el extranjero”.
Pero además de la infranotificación a los consulados, Amparo González-Ferrer destaca otra cuestión por la que no concede fiabilidad a la forma oficial de medir la salida de nacionales. Los informes del PERE muestran una fotografía fija de residentes en el extranjero, es decir, el saldo (la resta) entre las altas y las bajas en los registros consulares en un momento determinado. “Con la foto fíja no ves los flujos de entrada y salida de población, que es donde está la información”, comenta. Por ejemplo, que se va la gente joven en edad de trabajar y los que regresan son jubilados.
Con la intención de tener datos precisos de la entrada de españoles en distintos países, la investigadora ha acudido a los datos oficiales de la llegada de españoles a Reino Unido (la estadística de variaciones residenciales, otra fuente que emplea el INE para actualizar el padrón) y los ha comparado con los registros británicos (solicitudes de alta en la seguridad social de Reino Unido, un trámite imprescindible). El resultado es que las cifras británicas son hasta siete veces más numerosas que los datos oficiales españoles (el mismo estudio comparado con datos alemanes multiplica por seis los datos del INE)...
Fuente: El País
viernes, 17 de enero de 2014
Reflexión amarga con motivo de la muerte de Mandela
Joaquim Sempere
Mientras tanto electrónico
Llama la atención la doble cara del legado político de Nelson Mandela. Por una parte, la derrota del apartheid y la implantación de un régimen de libertades políticas sin distinciones étnicas —una persona, un voto—, mediante un proceso casi totalmente pacífico y marcado por la altura moral excepcional del principal promotor del proceso: Nelson Mandela. Por otra parte, no sólo la pervivencia de la pobreza y de las desigualdades, sino su acentuación. Salvo la emergencia de una nueva clase media negra, el panorama social sólo ha variado substancialmente para empeorar.
Para entenderlo basta con leer el capítulo 10 de La doctrina del shock, de Naomi Klein. En treinta páginas se condensa convincentemente qué ocurrió para que el programa del CNA con el que éste ganó las elecciones de 1994 quedara completamente anulado en sus facetas económico-sociales. Ese programa se inspiraba en la Carta de la Libertad (Freedom Charter), aprobada en una asamblea de 1955 en Kliptown a la que asistieron unos tres mil activistas y donde se sintetizaban las demandas populares recogidas durante meses por unos 50.000 voluntarios que recorrieron pueblos y ciudades de todo el país. La Carta contenía no sólo el fin del apartheid y la implantación del sufragio universal y los derechos humanos, sino también un programa económico-social de nacionalización de la banca, las minas, los servicios públicos y de distribución de la tierra.
La clave del asunto, según Naomi Klein, está en que las negociaciones a las que se dio más importancia y visibilidad mediática fueron las que tuvieron lugar entre Mandela y De Klerk en torno al modelo político. Mandela logró salirse con la suya e impuso su modelo democrático no racista. Pero mientras tanto, entre bambalinas y lejos de los focos, se cocinaban las decisiones sobre el sistema económico en el clima de hegemonía neoliberal entonces ya imperante en el mundo. Las presiones del FMI, el GATT (luego OMC) y de los movimientos de capitales consiguieron anular todos los proyectos contenidos en la Carta de la Libertad. Veinte años después ni siquiera se han logrado las conquistas en materia de enseñanza y sanidad previstas, y la separación de clases no ha cesado de profundizarse. Naomi Klein subraya la escasa atención que el conjunto de la organización del CNA prestó a aquellas negociaciones. Sólo conociendo cómo se coció aquella peculiar transición puede entenderse la frustración en la que desembocó.
La celebración de la magnanimidad, de la grandeza de alma, que Desmond Tutu atribuye como principal virtud a nuestro héroe, es un espectáculo reconfortante. Indica que todavía hay un terreno moral de confluencia en torno a ciertas conductas políticas —aunque haya que descontar la hipocresía, “ese homenaje que el vicio rinde a la virtud”, de muchos de los que hoy le elogian—. La capacidad para ponerse en el lugar del otro —y en particular cuando el otro ha sido un opresor brutal— y para mostrar una generosidad que acaba suscitando en ese otro el respeto y un cierto nivel de arrepentimiento, son una herencia moral de Nelson Mandela que, por sí sola, tiene un valor incondicional. Nos permite pensar que la humanidad puede alcanzar cimas morales elevadas, y esto por sí solo da sentido a mucho de lo que hacemos, aunque esas cimas convivan con abismos de perversión. Pero inmediatamente después de pensar esto nos embarga de nuevo el espanto de ver hasta qué punto la maldad sigue encontrando vías retorcidas para neutralizar la bondad alcanzada.
Durante los dos primeros años de gobierno del CNA se construyeron más de cien mil viviendas para las personas pobres y se realizaron millones de conexiones en hogares privados con las redes de agua, electricidad y teléfono. Pero abrumado por la deuda y presionado internacionalmente para privatizar esos servicios, el gobierno pronto empezó a subir sus precios. Tras una década de gobierno del CNA, millones de personas han visto interrumpidos sus recién conectados servicios de suministro de agua y electricidad por impago de las facturas. Las minas, la banca y los monopolios que —siguiendo las orientaciones de la Carta de la Libertad asumidas como programa electoral por el CNA— debían ser nacionalizadas, siguieron en manos de las mismas compañías privadas. La propiedad de la tierra estaba en 2006 en un 70% en manos de los mismos propietarios blancos de siempre, que constituían el 10% de la población. Un dato resume la situación sanitaria del país: entre 1990 y 2006 la esperanza de vida de los sudafricanos había descendido en trece años (aunque a los factores sociales haya que añadir la difusión del sida).
La clave de esa evolución fue la tremenda presión a que fue sometido el nuevo gobierno implantado tras las primeras elecciones libres por parte del poder financiero, del país y de fuera, para que aceptara la libertad de movimiento de los capitales, la prohibición de ventajas a la industria nacional, la renuncia a la reforma agraria, el pago de una deuda exterior enorme contraída por los últimos gobiernos del apartheid, pago que dejaba exhaustas las arcas estatales, etc. “Al nuevo gobierno se le dio las llaves de la casa pero no la combinación de la caja fuerte”, dice Klein.
Según los testimonios recogidos por Naomi Klein, los acuerdos políticos arrancados a los blancos por el gobierno del CNA fueron un éxito, pero mientras tanto se imponían compromisos económicos leoninos al nuevo gobierno por parte de la oligarquía blanca del país y las entidades supranacionales. Hasta llegó a remitirse el programa económico del CNA a Harry Oppenheimer (expresidente de las gigantes mineras Anglo-American y De Beers) para que éste diera su visto bueno, tratando de evitar shocks de los mercados.
No es nada fácil juzgar las decisiones de los nuevos dirigentes. Las presiones se ejercían en forma de caída en las bolsas de los valores sudafricanos, huida de capitales y chantajes económicos. Pero además el desenlace de la fuerte tensión social podía llevar a un baño de sangre. Como recuerda uno de los líderes del CNA, William Gumede, Sudáfrica corrió el riesgo real de guerra civil durante todo el periodo de transición. Los pobladores de los townships vivían aterrorizados por bandas armadas del Partido Nacional, la policía seguía practicando matanzas, numerosos dirigentes negros eran asesinados. Chris Hani, un militante joven que muchos veían como el sucesor de Mandela, murió bajo los tiros de un asesino racista.
Estas fueron las circunstancias de aquella particular transición. Si hoy el panorama social de Sudáfrica es el que es, se debe a la interferencia brutal de la oligarquía nacional e internacional del dinero. Los nuevos dirigentes del país no se arriesgaron a resistir por la fuerza, temiendo un baño de sangre. Vivieron, además, en pleno apogeo del neoliberalismo, que les fue impuesto con toda clase de amenazas y chantajes. Esta es la otra parte de la historia, la que no se ha contado, la que pone en evidencia la dictadura del gran capital financiero sobre los pueblos de la Tierra. Todo ello pone en evidencia la hipocresía política y mediática con que se ha manipulado un homenaje más que merecido. No es aventurado pensar que si Mandela hubiera optado por resistir, hoy sería demonizado como terrorista (Thatcher ya le endosó este epíteto en su momento) en vez de celebrado como humanista de gran altura moral.
Fuente: http://www.mientrastanto.org/boletin-120/notas/reflexion-amarga-con-motivo-de-la-muerte-de-mandela
Mientras tanto electrónico
Llama la atención la doble cara del legado político de Nelson Mandela. Por una parte, la derrota del apartheid y la implantación de un régimen de libertades políticas sin distinciones étnicas —una persona, un voto—, mediante un proceso casi totalmente pacífico y marcado por la altura moral excepcional del principal promotor del proceso: Nelson Mandela. Por otra parte, no sólo la pervivencia de la pobreza y de las desigualdades, sino su acentuación. Salvo la emergencia de una nueva clase media negra, el panorama social sólo ha variado substancialmente para empeorar.
Para entenderlo basta con leer el capítulo 10 de La doctrina del shock, de Naomi Klein. En treinta páginas se condensa convincentemente qué ocurrió para que el programa del CNA con el que éste ganó las elecciones de 1994 quedara completamente anulado en sus facetas económico-sociales. Ese programa se inspiraba en la Carta de la Libertad (Freedom Charter), aprobada en una asamblea de 1955 en Kliptown a la que asistieron unos tres mil activistas y donde se sintetizaban las demandas populares recogidas durante meses por unos 50.000 voluntarios que recorrieron pueblos y ciudades de todo el país. La Carta contenía no sólo el fin del apartheid y la implantación del sufragio universal y los derechos humanos, sino también un programa económico-social de nacionalización de la banca, las minas, los servicios públicos y de distribución de la tierra.
La clave del asunto, según Naomi Klein, está en que las negociaciones a las que se dio más importancia y visibilidad mediática fueron las que tuvieron lugar entre Mandela y De Klerk en torno al modelo político. Mandela logró salirse con la suya e impuso su modelo democrático no racista. Pero mientras tanto, entre bambalinas y lejos de los focos, se cocinaban las decisiones sobre el sistema económico en el clima de hegemonía neoliberal entonces ya imperante en el mundo. Las presiones del FMI, el GATT (luego OMC) y de los movimientos de capitales consiguieron anular todos los proyectos contenidos en la Carta de la Libertad. Veinte años después ni siquiera se han logrado las conquistas en materia de enseñanza y sanidad previstas, y la separación de clases no ha cesado de profundizarse. Naomi Klein subraya la escasa atención que el conjunto de la organización del CNA prestó a aquellas negociaciones. Sólo conociendo cómo se coció aquella peculiar transición puede entenderse la frustración en la que desembocó.
La celebración de la magnanimidad, de la grandeza de alma, que Desmond Tutu atribuye como principal virtud a nuestro héroe, es un espectáculo reconfortante. Indica que todavía hay un terreno moral de confluencia en torno a ciertas conductas políticas —aunque haya que descontar la hipocresía, “ese homenaje que el vicio rinde a la virtud”, de muchos de los que hoy le elogian—. La capacidad para ponerse en el lugar del otro —y en particular cuando el otro ha sido un opresor brutal— y para mostrar una generosidad que acaba suscitando en ese otro el respeto y un cierto nivel de arrepentimiento, son una herencia moral de Nelson Mandela que, por sí sola, tiene un valor incondicional. Nos permite pensar que la humanidad puede alcanzar cimas morales elevadas, y esto por sí solo da sentido a mucho de lo que hacemos, aunque esas cimas convivan con abismos de perversión. Pero inmediatamente después de pensar esto nos embarga de nuevo el espanto de ver hasta qué punto la maldad sigue encontrando vías retorcidas para neutralizar la bondad alcanzada.
Durante los dos primeros años de gobierno del CNA se construyeron más de cien mil viviendas para las personas pobres y se realizaron millones de conexiones en hogares privados con las redes de agua, electricidad y teléfono. Pero abrumado por la deuda y presionado internacionalmente para privatizar esos servicios, el gobierno pronto empezó a subir sus precios. Tras una década de gobierno del CNA, millones de personas han visto interrumpidos sus recién conectados servicios de suministro de agua y electricidad por impago de las facturas. Las minas, la banca y los monopolios que —siguiendo las orientaciones de la Carta de la Libertad asumidas como programa electoral por el CNA— debían ser nacionalizadas, siguieron en manos de las mismas compañías privadas. La propiedad de la tierra estaba en 2006 en un 70% en manos de los mismos propietarios blancos de siempre, que constituían el 10% de la población. Un dato resume la situación sanitaria del país: entre 1990 y 2006 la esperanza de vida de los sudafricanos había descendido en trece años (aunque a los factores sociales haya que añadir la difusión del sida).
La clave de esa evolución fue la tremenda presión a que fue sometido el nuevo gobierno implantado tras las primeras elecciones libres por parte del poder financiero, del país y de fuera, para que aceptara la libertad de movimiento de los capitales, la prohibición de ventajas a la industria nacional, la renuncia a la reforma agraria, el pago de una deuda exterior enorme contraída por los últimos gobiernos del apartheid, pago que dejaba exhaustas las arcas estatales, etc. “Al nuevo gobierno se le dio las llaves de la casa pero no la combinación de la caja fuerte”, dice Klein.
Según los testimonios recogidos por Naomi Klein, los acuerdos políticos arrancados a los blancos por el gobierno del CNA fueron un éxito, pero mientras tanto se imponían compromisos económicos leoninos al nuevo gobierno por parte de la oligarquía blanca del país y las entidades supranacionales. Hasta llegó a remitirse el programa económico del CNA a Harry Oppenheimer (expresidente de las gigantes mineras Anglo-American y De Beers) para que éste diera su visto bueno, tratando de evitar shocks de los mercados.
No es nada fácil juzgar las decisiones de los nuevos dirigentes. Las presiones se ejercían en forma de caída en las bolsas de los valores sudafricanos, huida de capitales y chantajes económicos. Pero además el desenlace de la fuerte tensión social podía llevar a un baño de sangre. Como recuerda uno de los líderes del CNA, William Gumede, Sudáfrica corrió el riesgo real de guerra civil durante todo el periodo de transición. Los pobladores de los townships vivían aterrorizados por bandas armadas del Partido Nacional, la policía seguía practicando matanzas, numerosos dirigentes negros eran asesinados. Chris Hani, un militante joven que muchos veían como el sucesor de Mandela, murió bajo los tiros de un asesino racista.
Estas fueron las circunstancias de aquella particular transición. Si hoy el panorama social de Sudáfrica es el que es, se debe a la interferencia brutal de la oligarquía nacional e internacional del dinero. Los nuevos dirigentes del país no se arriesgaron a resistir por la fuerza, temiendo un baño de sangre. Vivieron, además, en pleno apogeo del neoliberalismo, que les fue impuesto con toda clase de amenazas y chantajes. Esta es la otra parte de la historia, la que no se ha contado, la que pone en evidencia la dictadura del gran capital financiero sobre los pueblos de la Tierra. Todo ello pone en evidencia la hipocresía política y mediática con que se ha manipulado un homenaje más que merecido. No es aventurado pensar que si Mandela hubiera optado por resistir, hoy sería demonizado como terrorista (Thatcher ya le endosó este epíteto en su momento) en vez de celebrado como humanista de gran altura moral.
Fuente: http://www.mientrastanto.org/boletin-120/notas/reflexion-amarga-con-motivo-de-la-muerte-de-mandela
jueves, 16 de enero de 2014
¿Ilegal o parte de la cultura? El trabajo infantil divide a Bolivia
Veronica Smink BBC Mundo, Cono Sur
Se estima que 850.000 niños y adolescentes trabajan en Bolivia.
¿Deben o no deben trabajar los niños? Esa es la pregunta que tratan de responder por estos días los legisladores en Bolivia, país que está inmerso en una polémica sobre el trabajo infantil en la que hasta el presidente Evo Morales ha terciado diciendo que, por razones culturales, los menores deben trabajar para desarrollar "conciencia social", pese a que contraviene convenios internacionales suscritos por el país.
Se trata de un problema regional, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en América Latina y el Caribe 13 millones de niños forman parte de la fuerza laboral.
A pesar de que en 1973 el organismo adoptó un convenio que prohibió que los menores de 14 años trabajen, en muchos países que son miembros de la organización es muy común ver a menores empleados.
Tal es el caso de Bolivia, donde el 28% de los chicos de entre cinco y 17 años trabaja, según datos de la Defensoría del Pueblo. Si bien el país ratificó el convenio de la OIT en 1997, aún hay muchos que se resisten a imponer por ley una edad mínima para trabajar.
A fines de 2013, un grupo de niños y adolescentes trabajadores protestó frente a la Asamblea Legislativa luego que la Cámara de Diputados aprobara el llamado Código Niña, Niño, Adolescente, que ratifica los 14 años como la edad mínima para trabajar y establece un plan para erradicar el empleo infantil.
La protesta, que fue reprimida por la policía con gases, generó una polémica que llevó al Senado a suspender el debate del Código hasta mediados de enero y a convocar una reunión con los menores, que forman parte de la Unión de Niños, Niñas y Adolescentes Trabajadores de Bolivia (Unatsbo), una organización que agrupa a más de 10 mil chicos.
Empleo infantil en Bolivia
850.000 niños y adolescentes trabajan
87% desempeña oficios considerados peligrosos como la zafra y la minería
77% no recibe sueldo porque ayuda a la familia
(Fuente: Defensoría del Pueblo de Bolivia)
Esta semana, representantes de la Unatsbo fueron recibidos por la presidenta del Senado, Gabriela Montaño, a quien le solicitaron que no se ponga límite de edad para el trabajo independiente (como la venta callejera o el cuidado de vehículos) y se establezcan los 12 años como la edad mínima para el trabajo en relación de dependencia.
El propio presidente Evo Morales terció a favor de los menores, expresando su rechazo a imponer un límite de edad en el nuevo Código.
"Mi experiencia, mi posición: no debería eliminarse el trabajo de niñas, niños y adolescentes, pero tampoco deberían explotar o incitarlos a trabajar. Algunos trabajan por necesidad, pero además eliminar el trabajo de niños es como eliminar que tengan conciencia social", afirmó el mandatario tras reunirse con los jóvenes de la Unatsbo unos días antes de Navidad.
"En las áreas rurales, desde el momento en que se aprende a caminar uno ya presta un servicio a la familia. No es explotación, es sacrificado pero eso es vivencia misma", agregó el mandatario.
Cuestión cultural
Históricamente, el tema del trabajo infantil ha generado polémica en Bolivia y otros países andinos, como Perú, donde muchos creen que es normal que los niños colaboren desde pequeños con las tareas del hogar y ayuden a mantener a su familia.
"En esta región los niños son considerados parte activa de la sociedad y de la economía familiar y desde pequeños cumplen un rol en la comunidad", explicó a BBC Mundo una vocera de la oficina andina de Save The Children, una de varias ONG dedicada a promover los derechos de los niños que no considera que toda forma de trabajo infantil sea explotación.
Lo mismo piensa el presidente Morales, quien cree que el foco debería estar puesto en erradicar las prácticas abusivas de empleo infantil y no todo el trabajo realizado por menores.
El mandatario incluso ha resaltado varias veces su propia historia de vida, recordando cómo ayudaba a su familia a los seis años vendiendo helados, y también usó el ejemplo de sus propios hijos para recalcar los efectos beneficiosos que puede traer el trabajo para los niños y adolescentes.
Contó que envió a sus hijos Eva Liz, de 19 años, y Álvaro, de 17, a pastear llamas en los arenales de su pueblo natal, Orinoca, en el departamento de Oruro, para que aprendan sobre los orígenes de su padre.
"Un poco que conozcan cómo se vive y viven todavía, se trata de eso, no es un castigo, sino que conozcan", afirmó, tras admitir que sus hijos se habían quejado por tener que cumplir con esa tarea.
Los niños que piden trabajar
Pero mientras que los hijos de Morales se quejaron, otros niños reclaman el derecho de poder trabajar.
Por eso, en los últimos años en la región andina surgieron una serie de movimientos de niños trabajadores, como la Unatsbo, que funcionan como sindicatos de menores.
Según ellos, establecer límites de edad para el trabajo infantil no lo erradicará, sino que generará mayor trabajo clandestino.
Sin embargo la OIT rechaza este tipo de argumento.
"El Ministerio de Trabajo y los sistemas de protección de los niños son los responsables de realizar inspecciones y evitar el trabajo clandestino", dijo a BBC Mundo Guillermo Dema, especialista en trabajo infantil de la oficina regional de la OIT.
Según Dema, los argumentos que se utilizan para justificar el empleo infantil son similares a los que se planteaban en el pasado para rechazar la abolición de la esclavitud.
"Dicen que limitar el empleo infantil perjudicará a los niños así como antes decían que si se liberaba a los esclavos morirían de hambre, y que era mejor concentrarse en garantizar la calidad de su empleo", afirmó.
El especialista también consideró "una excusa" el tema cultural, afirmando que en los países del norte también se consideraba una práctica normal y aceptada que los niños trabajasen en siglos pasados.
Además, señaló que otros países andinos, como Colombia, Perú y Ecuador, han trabajado para abolir el empleo infantil, por lo que no se trata de una polémica regional.
"Trampa perversa"
Para Dema, el trabajo infantil es "una trampa perversa que perpetúa la pobreza y la exclusión social".
"El límite de edad de 14 años se impone para que los niños se concentren en su educación, que es la única forma en la que podrán salir de la pobreza", afirmó.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) solo el 2,5% de los niños que trabajan viven en condiciones de extrema pobreza.
Pero, ¿qué pasa con aquellos niños que trabajan por necesidad, como señaló Morales? Después de todo, Bolivia es uno de los países más pobres de Sudamérica y muchos menores trabajan para poder subsistir.
Según el funcionario de la OIT, la solución pasa por priorizar los recursos de otra manera.
"Honduras y Nicaragua lograron reducir el empleo infantil, a pesar de no ser países ricos", ejemplificó Dema.
Para el experto, es responsabilidad del Estado garantizar el derecho a la educación.
"Una nación que no apuesta por la educación y depende de la contribución del trabajo de los niños para su desarrollo es un país no está estableciendo bien sus prioridades", criticó.
La Asamblea Nacional de Bolivia anunció que se crearán dos comisiones para estudiar posibles ajustes al Código Niña, Niño y Adolescente.
Si Bolivia decidiera eliminar o reducir la edad mínima para el empleo infantil quedaría en violación de varios tratados internacionales que subscribió, entre ellos el de la OIT.
Fuente: BBC.
Se estima que 850.000 niños y adolescentes trabajan en Bolivia.
¿Deben o no deben trabajar los niños? Esa es la pregunta que tratan de responder por estos días los legisladores en Bolivia, país que está inmerso en una polémica sobre el trabajo infantil en la que hasta el presidente Evo Morales ha terciado diciendo que, por razones culturales, los menores deben trabajar para desarrollar "conciencia social", pese a que contraviene convenios internacionales suscritos por el país.
Se trata de un problema regional, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en América Latina y el Caribe 13 millones de niños forman parte de la fuerza laboral.
A pesar de que en 1973 el organismo adoptó un convenio que prohibió que los menores de 14 años trabajen, en muchos países que son miembros de la organización es muy común ver a menores empleados.
Tal es el caso de Bolivia, donde el 28% de los chicos de entre cinco y 17 años trabaja, según datos de la Defensoría del Pueblo. Si bien el país ratificó el convenio de la OIT en 1997, aún hay muchos que se resisten a imponer por ley una edad mínima para trabajar.
A fines de 2013, un grupo de niños y adolescentes trabajadores protestó frente a la Asamblea Legislativa luego que la Cámara de Diputados aprobara el llamado Código Niña, Niño, Adolescente, que ratifica los 14 años como la edad mínima para trabajar y establece un plan para erradicar el empleo infantil.
La protesta, que fue reprimida por la policía con gases, generó una polémica que llevó al Senado a suspender el debate del Código hasta mediados de enero y a convocar una reunión con los menores, que forman parte de la Unión de Niños, Niñas y Adolescentes Trabajadores de Bolivia (Unatsbo), una organización que agrupa a más de 10 mil chicos.
Empleo infantil en Bolivia
850.000 niños y adolescentes trabajan
87% desempeña oficios considerados peligrosos como la zafra y la minería
77% no recibe sueldo porque ayuda a la familia
(Fuente: Defensoría del Pueblo de Bolivia)
Esta semana, representantes de la Unatsbo fueron recibidos por la presidenta del Senado, Gabriela Montaño, a quien le solicitaron que no se ponga límite de edad para el trabajo independiente (como la venta callejera o el cuidado de vehículos) y se establezcan los 12 años como la edad mínima para el trabajo en relación de dependencia.
El propio presidente Evo Morales terció a favor de los menores, expresando su rechazo a imponer un límite de edad en el nuevo Código.
"Mi experiencia, mi posición: no debería eliminarse el trabajo de niñas, niños y adolescentes, pero tampoco deberían explotar o incitarlos a trabajar. Algunos trabajan por necesidad, pero además eliminar el trabajo de niños es como eliminar que tengan conciencia social", afirmó el mandatario tras reunirse con los jóvenes de la Unatsbo unos días antes de Navidad.
"En las áreas rurales, desde el momento en que se aprende a caminar uno ya presta un servicio a la familia. No es explotación, es sacrificado pero eso es vivencia misma", agregó el mandatario.
Cuestión cultural
Históricamente, el tema del trabajo infantil ha generado polémica en Bolivia y otros países andinos, como Perú, donde muchos creen que es normal que los niños colaboren desde pequeños con las tareas del hogar y ayuden a mantener a su familia.
"En esta región los niños son considerados parte activa de la sociedad y de la economía familiar y desde pequeños cumplen un rol en la comunidad", explicó a BBC Mundo una vocera de la oficina andina de Save The Children, una de varias ONG dedicada a promover los derechos de los niños que no considera que toda forma de trabajo infantil sea explotación.
Lo mismo piensa el presidente Morales, quien cree que el foco debería estar puesto en erradicar las prácticas abusivas de empleo infantil y no todo el trabajo realizado por menores.
El mandatario incluso ha resaltado varias veces su propia historia de vida, recordando cómo ayudaba a su familia a los seis años vendiendo helados, y también usó el ejemplo de sus propios hijos para recalcar los efectos beneficiosos que puede traer el trabajo para los niños y adolescentes.
Contó que envió a sus hijos Eva Liz, de 19 años, y Álvaro, de 17, a pastear llamas en los arenales de su pueblo natal, Orinoca, en el departamento de Oruro, para que aprendan sobre los orígenes de su padre.
"Un poco que conozcan cómo se vive y viven todavía, se trata de eso, no es un castigo, sino que conozcan", afirmó, tras admitir que sus hijos se habían quejado por tener que cumplir con esa tarea.
Los niños que piden trabajar
Pero mientras que los hijos de Morales se quejaron, otros niños reclaman el derecho de poder trabajar.
Por eso, en los últimos años en la región andina surgieron una serie de movimientos de niños trabajadores, como la Unatsbo, que funcionan como sindicatos de menores.
Según ellos, establecer límites de edad para el trabajo infantil no lo erradicará, sino que generará mayor trabajo clandestino.
Sin embargo la OIT rechaza este tipo de argumento.
"El Ministerio de Trabajo y los sistemas de protección de los niños son los responsables de realizar inspecciones y evitar el trabajo clandestino", dijo a BBC Mundo Guillermo Dema, especialista en trabajo infantil de la oficina regional de la OIT.
Según Dema, los argumentos que se utilizan para justificar el empleo infantil son similares a los que se planteaban en el pasado para rechazar la abolición de la esclavitud.
"Dicen que limitar el empleo infantil perjudicará a los niños así como antes decían que si se liberaba a los esclavos morirían de hambre, y que era mejor concentrarse en garantizar la calidad de su empleo", afirmó.
El especialista también consideró "una excusa" el tema cultural, afirmando que en los países del norte también se consideraba una práctica normal y aceptada que los niños trabajasen en siglos pasados.
Además, señaló que otros países andinos, como Colombia, Perú y Ecuador, han trabajado para abolir el empleo infantil, por lo que no se trata de una polémica regional.
"Trampa perversa"
Para Dema, el trabajo infantil es "una trampa perversa que perpetúa la pobreza y la exclusión social".
"El límite de edad de 14 años se impone para que los niños se concentren en su educación, que es la única forma en la que podrán salir de la pobreza", afirmó.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) solo el 2,5% de los niños que trabajan viven en condiciones de extrema pobreza.
Pero, ¿qué pasa con aquellos niños que trabajan por necesidad, como señaló Morales? Después de todo, Bolivia es uno de los países más pobres de Sudamérica y muchos menores trabajan para poder subsistir.
Según el funcionario de la OIT, la solución pasa por priorizar los recursos de otra manera.
"Honduras y Nicaragua lograron reducir el empleo infantil, a pesar de no ser países ricos", ejemplificó Dema.
Para el experto, es responsabilidad del Estado garantizar el derecho a la educación.
"Una nación que no apuesta por la educación y depende de la contribución del trabajo de los niños para su desarrollo es un país no está estableciendo bien sus prioridades", criticó.
La Asamblea Nacional de Bolivia anunció que se crearán dos comisiones para estudiar posibles ajustes al Código Niña, Niño y Adolescente.
Si Bolivia decidiera eliminar o reducir la edad mínima para el empleo infantil quedaría en violación de varios tratados internacionales que subscribió, entre ellos el de la OIT.
Fuente: BBC.
miércoles, 15 de enero de 2014
Juan Carlos Izpisúa deja la ciencia en España por falta de apoyo
El referente mundial en investigación dimite como director del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona por falta de soportes políticos y financieros. La institución se vacía de contenido.
Leer más aquí.
Telegrama enviado a Juan Carlos Izpisúa por Miguel Ángel Aguilar:
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Telegrama enviado a Juan Carlos Izpisúa por Miguel Ángel Aguilar:
ABC. Con esta ley se seguirá abortando igual, solo que las ricas lo harán con garantías y en el extranjero y las pobres en una carnicera mesa de cocina. Ya hemos vivido eso
Nunca pensé que me tocaría volver a discutir este tema desde tan abajo. Creí que ese nivel básico de debate estaba superado, que era una obviedad, un logro civil comúnmente aceptado. Ese fue mi primer error: todo avance colectivo puede verse amenazado por un impulso reaccionario; no se debe bajar jamás la guardia.
Así que heme aquí volviendo a teclear, 30 años después, el mismo abecedario elemental sobre el aborto. Y así, repetiré que nadie está a favor del aborto: es siempre un horror, una pena, un trauma. Y, desde luego, no es un método anticonceptivo; de hecho, debemos fomentar por todos los medios el acceso a los anticonceptivos para minimizar los embarazos no deseados (por cierto: a veces quienes más protestan contra el aborto son también los más reticentes a la contracepción). De lo que estamos a favor es de una ley justa que permita el acceso igualitario a una intervención que, además de penosa, puede ser peligrosa. Es evidente que hay grandes desigualdades sociales y culturales; hay personas desprotegidas que no conocen bien los métodos anticonceptivos o no tienen acceso a ellos: por dinero, por prejuicio social, por imposición familiar. Y ni siquiera usando un método adecuado se está a salvo de un fallo: el condón, por ejemplo, solo tiene un 98% de efectividad. Por no hablar de la crueldad de no contemplar la malformación del feto como causa suficiente. Como dice Mónica Arango, del Centro de Derechos Reproductivos, desde 1994 más de 30 países del mundo han liberalizado sus leyes de aborto. El retrógrado proyecto de Gallardón (contestado incluso desde el PP) nos descolgaría del entorno europeo y nos dejaría al nivel de la ultracatólica Polonia y de Malta. Con esta ley se seguirá abortando igual, solo que las ricas lo harán con garantías y en el extranjero y las pobres en una carnicera mesa de cocina. Ya hemos vivido eso.
Fuente: Rosa Montero. El País.
Así que heme aquí volviendo a teclear, 30 años después, el mismo abecedario elemental sobre el aborto. Y así, repetiré que nadie está a favor del aborto: es siempre un horror, una pena, un trauma. Y, desde luego, no es un método anticonceptivo; de hecho, debemos fomentar por todos los medios el acceso a los anticonceptivos para minimizar los embarazos no deseados (por cierto: a veces quienes más protestan contra el aborto son también los más reticentes a la contracepción). De lo que estamos a favor es de una ley justa que permita el acceso igualitario a una intervención que, además de penosa, puede ser peligrosa. Es evidente que hay grandes desigualdades sociales y culturales; hay personas desprotegidas que no conocen bien los métodos anticonceptivos o no tienen acceso a ellos: por dinero, por prejuicio social, por imposición familiar. Y ni siquiera usando un método adecuado se está a salvo de un fallo: el condón, por ejemplo, solo tiene un 98% de efectividad. Por no hablar de la crueldad de no contemplar la malformación del feto como causa suficiente. Como dice Mónica Arango, del Centro de Derechos Reproductivos, desde 1994 más de 30 países del mundo han liberalizado sus leyes de aborto. El retrógrado proyecto de Gallardón (contestado incluso desde el PP) nos descolgaría del entorno europeo y nos dejaría al nivel de la ultracatólica Polonia y de Malta. Con esta ley se seguirá abortando igual, solo que las ricas lo harán con garantías y en el extranjero y las pobres en una carnicera mesa de cocina. Ya hemos vivido eso.
Fuente: Rosa Montero. El País.
martes, 14 de enero de 2014
El gran momento de Linux y el software libre. Linux reina en los grandes ordenadores de forma indiscutida y cada vez más en los teléfonos móviles
Proyectos nuevos
Con el software libre como base, encontramos cinco proyectos relativamente nuevos que pueden marcar tendencia en sus áreas:
1. edX. Una plataforma en línea de nueva generación: colaborativa y libre; auspiciada por Harvard, MIT y Berkeley.
2. Ghost. Un software para creación de blogs que podemos ver como "el Wordpress del futuro".
3. OpenStack. Software libre para construir tu propia nube (y un dolor de cabeza para Amazon).
4. Zanata. La plataforma libre para traducción colaborativa. Y un cambio de paradigma en el tema.
5. Lavabit. Sistema de correo cifrado –el mismo que usó Snowden–. El servicio fue cerrado en agosto de 2013 por el Gobierno de los EEUU; en seguida el creador buscó financiación en Kickstarter para liberar el código, y lo consiguió: se espera que Lavabit esté disponible en el escritorio y en móviles
Fuente: eldiario.es
Con el software libre como base, encontramos cinco proyectos relativamente nuevos que pueden marcar tendencia en sus áreas:
1. edX. Una plataforma en línea de nueva generación: colaborativa y libre; auspiciada por Harvard, MIT y Berkeley.
2. Ghost. Un software para creación de blogs que podemos ver como "el Wordpress del futuro".
3. OpenStack. Software libre para construir tu propia nube (y un dolor de cabeza para Amazon).
4. Zanata. La plataforma libre para traducción colaborativa. Y un cambio de paradigma en el tema.
5. Lavabit. Sistema de correo cifrado –el mismo que usó Snowden–. El servicio fue cerrado en agosto de 2013 por el Gobierno de los EEUU; en seguida el creador buscó financiación en Kickstarter para liberar el código, y lo consiguió: se espera que Lavabit esté disponible en el escritorio y en móviles
Fuente: eldiario.es
Informe sobre el atún 2013
¿Y por qué el atún y no la merluza? ¿O la sardina? Dado el estado de nuestros océanos, tendríamos muchas especies de pescado para elegir. Pero el atún tiene algo especial. Quizás sea que se pescan más de cuatro millones de toneladas al año en el mundo. Que en la mayoría de los casos se pesca con métodos poco selectivos y que impactan en el ecosistema marino como la pesca de cerco con FAD (dispositivos agregadores de peces) o el palangre, en cuyas redes y anzuelos quedan atrapados otras especies como tiburones, tortugas, aves marinas o juveniles de atún. Que es la fuente de proteína y de ingresos de muchos estados costeros.
O, por acercar un poco la lupa, porque España lidera la producción, exportación y consumo per cápita a nivel europeo de atún y es la conserva de pescado más consumida en nuestro país
La Guía de Atún se ha elaborado con la información proporcionada por las empresas, la información pública disponible y la información recabada sobre los propios productos por el voluntariado de Greenpeace y que las sitúa en tres rangos de color: rojo (insuficiente), naranja (debe mejorar), verde (bien):
- Rojo: Ortiz, Salica, El Corte Inglés, Albo, Eroski, Conservas Garavilla, Mercadona, Lidl.
- Naranja: Frinsa, Carrefour, Jealsa-Rianxeira, Alcampo, Calvo, Consorcio.
- Verde: ninguna marca evaluada se encuentra en este rango.
Algunas de las marcas evaluadas ya han comenzado a dar pasos para ofrecer a sus clientes un producto de atún más sostenible y comienzan a apostar tímidamente por atún que proviene de pesca selectiva, aunque la pesca no sostenible sigue siendo la mayoritaria. En sus políticas comienzan a incorporar algunos criterios de sostenibilidad pero sin compromisos claros.
Pero, sobre todo, falta información, mucha información. Si coges una lata de atún o bonito poco sabes más allá del nombre de la marca. Sin embargo, las empresas presumen de una trazabilidad casi total desde que se pesca el pez hasta que acaba en la lata. ¿Por qué no trasladan esa información al consumidor? Personalmente quiero saber si mi bonito del Norte ha sido verdaderamente pescado con caña en el Cantábrico por pescadores artesanales o si ha sido pescado con enormes redes de cerco por la flota industrial en algún lugar del Índico para luego ser envasado en el Norte de España. Y aún así se puede seguir llamando “bonito del Norte”.
Por todos estos motivos no aparece ninguna marca en verde en nuestra Guía de Atún, pero no porque queramos ser negativos y derrotistas. Hay mucho por hacer y además se puede hacer. La industria en otros países está avanzando, apostando por la sostenibilidad y por apoyar a quienes explotan los recursos marinos de forma que haya futuro para quienes vienen detrás.
Elvira Jiménez, responsable de la campaña Océanos de Greenpeace España Fuente: El Diario.es
lunes, 13 de enero de 2014
Cinco claves para combatir la soledad en el espacio
Richard Hollingham BBC Future
La lejanía del hogar puede incrementar la sensación de soledad.
Los astronautas deben enfrentar numerosas dificultades, pero la falta de compañía puede a veces volverse la más desalentadora. Para aquellos interesados en lanzarse hacia la frontera última, aquí les presento las mejores formas de vencer la desolación espacial, desde tuitear hasta conversar con robots.
El 28 de marzo de 1934 el almirante estadounidense Richard Byrd estaba de pie frente a su refugio antártico, viendo cómo dos tractores rojos desaparecían en el vacío de la barrera de hielo de Ross. Era su segunda expedición al continente blanco y el aviador y explorador polar había decidido vivir solo, en una aislada base, para estudiar el clima durante el invierno. No vería tractores ni ningún otro indicio de humanidad por más de cuatro meses. Byrd escribió en su diario que al perder de vista a los vehículos, "las cosas del mundo se redujeron a nada".
Esa es una sensación que probablemente se vea magnificada en futuros viajeros a Marte o a otros planetas más lejanos. A medida que sus naves espaciales aceleren hacia nuevos mundos, la Tierra se reducirá primero a una pequeña mancha azul, antes de desvancerse entre las constelaciones.
Sabiendo que las misiones serán cada vez más largas, las agencias espaciales están sirviéndose de estudios sobre la vida en las bases antárticas para desarrollar formas de mantener a los astronautas cuerdos. También están poniendo un especial énfasis en la selección y compatibilidad de los miembros de las tripulaciones, además de fijarse en posibles soluciones tecnológicas. A modo de servicio para los futuros viajeros espaciales, aquí les ofrecemos cinco consejos para mantener a raya a la soledad fuera de la Tierra
1) Llévate bien con tus compañeros de tripulación
Se acabaron los días en que los hombres de fuerte ego y carácter eran considerados "de buena madera". Ahora, para ser seleccionado para un viaje espacial tendrás que tener algunos de los atributos que más valoran los gerentes de recursos humanos, como ser alguien que trabaja bien en equipo. Los psicólogos espaciales rusos llegan incluso a analizar el lenguaje corporal y tono de voz de los candidatos para asegurarse de que serán compatibles entre sí.
Al Worden, quien piloteó el módulo de comando del Apollo 15, es un experto en la soledad del espacio.
El arquetipo de camaradería espacial fue el de la tripulación del Apollo 12: Charles Conrad, Alan Bean y Dick Gordon, quienes pasaron la mayor parte de sus horas juntos, llegando incluso a manejar los mismos automóviles. Las tripulaciones más disfuncionales fueron probablemente las de las misiones Shuttle-Mir (colaboración entre transbordadores de EE.UU. y la estación espacial rusa) de los años 90. Con su limitado manejo del idioma ruso los primeros enviados de la Nasa se sentían aislados de sus compañeros. A eso se sumaron cortes de energía en la estación Mir, un incendio y el choque con una nave de reabastecimiento, pero todo fue exacerbado por una ruptura en las relaciones entre los controladores y los jefes en tierra.
Esos problemas pueden hacer que la tripulación sienta que no se los tiene en cuenta e inclusive puede llevarlos a un leve estado de paranoia. Tres astronautas que visitaban la estación Skylab en 1973-74 se declararon en huelga por la carga de trabajo que se les había asignado. Algo semejante ocurrió en la Tierra, hace pocos años, entre jefes con base en Reino Unido y el personal de una base en la Antártica británica; un conflicto que requirió una rápida cintura diplomática para recomponer relaciones.
Una estrategia alternativa es desarrollar un clima ameno de trabajo sin volverse amigo de los colegas. Después de todo, se trata de una tripulación, no de un grupo de amigos de vacaciones. Este es el enfoque que recomienda el piloto del módulo de comando del Apollo 15 Al Worden. "La relación tiene que ser profesional", dice. "Tienen que haber alguien que comanda, y tiene que haber gente trabajando para (esa persona) y se tiene que mantener ese estatus durante el vuelo si se quiere mantener una mínima salud mental".
2) Hazte amigo de un robot
Kochi Wakata y Kirobo
Digamos que no te estás llevando muy bien con tus compañeros de misión. ¿Qué tal un cibercolega? La ciencia ficción nos ha dado una larga lista de robots listos para compartir emociones humanes, como K-9 de Doctor Who o el afable C3PO de la "Guerra de las Galaxias". En la actualidad los astronautas de la Estación Espacial Internacional (EEI) comparten el lugar con Robonaut 2, un torso humanoide de cabeza dorada montado sobre un poste. La idea es que con el tiempo los robonautas sean capaces de llevar a cabo tareas repetitivas que requieren precisión, sin cometer el tipo de errores que cometen los humanos.
El más simpático robot hoy día puede ser Kirobo, que mide 34 cm de alto, habla y se sumó hace poco a la tripulación de la EEI. Fue diseñado con el objetivo de ofrecer apoyo emocional al astronauta japonés Kochi Wakata. El robot es capaz de reconocer a su amo y responder a sus órdenes.
Japón ha estado experimentando durante varios años con máquinas capaces de ofrecer algo cercano a respuestas emocionales. Mi favorita es Paro, que vi por primera vez en una visita a Japón en 2005. Al levantarla, esta suave e irresistible versión cibernética de un cachorro de foca, emite unos suaves grititos.
Paro, la foca robot.
La idea detrás de la foca robot es que ayude a mejorar la calidad de vida de personas internadas en centros de salud, especialmente personas mayores que se sienten solas o padecen demencia. Muchos hospitales utilizan perros para ayudar a los pacientes a recuperarse, y los investigadores que desarrollaron Paro aseguran que una mascota robot puede ser igual de efectiva; al menos en ciertas situaciones, como ayudar a reforzar funciones cerebrales en adultos mayores con problemas cognitivos. Cualquiera que haya tenido la oportunidad de acariciar a Paro y sentido cuán fácil es olvidar que sus ojos son de plástico, su piel sintética y sus gemidos generados por un microprocesador, podrá imaginar con facilidad que Kochi, el astronauta, no encontró dificultad en adaptarse a Kirobo, a verlo como uno más de la tripulación.
En el futuro inmediato será impracticable llevar al espacio un gato o un perro de verdad -además de ser poco práctico-, al menos hasta que alguien invente la gravedad artificial. Así que una mascota robot parece ser una buena idea.
3) Intenta mantenerte en contacto
Es posible que cualquier persona sensata considere que Clouds Across the Moon, de Rah Band, sea una de las peores canciones pop de los 80. El tema habla de las dificultades del protagonista de mantener una conversación con el comandante Johnson, en el vuelo 247 a Marte. Aunque el viaje de Johnson es al Planeta Rojo, inclusive los astronautas que están más cerca de casa encuentran dificultades a la hora de comunicarse con la Tierra. Aún estando en órbita alrededor de nuestro planeta, donde no hay demoras, la mayoría de la conversaciones en audio y video se dan en horarios fijados por el equipo en tierra y a veces sucede que conversaciones que deberían ser privadas son escuchadas por terceros. El correo electrónico les ha hecho la vida más fácil pero también puede ser interceptado.
Hoy los viajes son a distancias en las que aún se puede hablar con la Tierra.
En cualquier caso, los astronautas que han pasado largos períodos en el espacio sugieren que es extremadamente importante mantener los lazos emocionales con la gente en tierra. Unas fotos de casa, una respuesta en Twitter o una charla con un entusiasta de radio de onda corta pueden hacer una gran diferencia en el estado de ánimo de un astronauta. También ayuda, en el caso de la EEI, que todas las comunicaciones son a través de individuos llamados "comunicadores de cápsula": habitualmente son también astronautas y pueden entender qué les está sucediendo a sus compañeros que están en el espacio.
Las comunicaciones con una nave en viaje a Marte serán mucho más difícil. Los astronautas en la EEI están tan sólo a 350 km de la Tierra, así que tampoco hay demoras en la comunicación. Marte, por el contrario, está a un promedio de 225 millones de kilómetros, una distancia que puede llevarle 22 minutos a una señal de radio. Será entonces imposible mantener conversaciones de ida y vuelta, con lo cual es probable que los intercambios de correo electrónico y redes sociales se vuelvan indispensables.
4) Mantente ocupado
Hasta hace poco un vuelo hasta la EEI llevaba casi tres días en una estrecha cápsula rusa Soyuz. Un astronauta europeo que pasó por esta experiencia (y prefiere no revelar su nombre) dice que lo peor es el aburrimiento. Luego del entusiasmo de los días previos al despegue y la excitación del lanzamiento, se encontró atrapado en una lata sin nada que hacer.
Es difícil imaginar qué se puede hacer dentro de una de estas cápsulas Soyuz.
Quienes participaron de la misión Mars500 experimentaron una sensación similar. Aunque el viaje de 520 días y el aterrizaje fueron simulados y tuvieron lugar en una maqueta de una nave espacial en un suburbio de Moscú, la tripulación tenía muchas actividades para mantenerse ocupada. Fue en el viaje de regreso, habiendo completado el objetivo de la misión y sin mucho que hacer, que llegó el aburrimiento.
Los exploradores antárticos confinados en invierno en sus refugios han tenido que lidiar con el mismo problema. En el viaje del capitán Scott de 1910-1912 los miembros de la expedición se pasaron el invierno reparando su equipo, jugando, tocando música e incluso publicando su propio diario. Hoy en día el personal que se encuentra en Antártica ocupa el tiempo libre con pasatiempos como la fotografía, el arte o la música. Los conciertos de invierno son muy comunes.
Así que aprende a tocar un instrumento o a cantar y súmate a los primeros músicos espaciales, rebosa de contenido tu lector de libros electrónicos (no olvides el cargador) o pasa tu tiempo libre con una cámara en las manos, tomando imágenes de las vistas.
5) Disfruta de tu propia compañía
Si necesitas tener una constante interacción social es posible que el espacio no sea para ti. Cualquiera que pasa un tiempo importante fuera de casa aprende a disfrutar de su propia compañía y de la privacidad de tener su espacio propio. Aún en la relativamente menuda EEI hay lugares donde estar solo, desde los pequeños compartimentos de los que se apropian los astronautas hasta módulos desocupados. Para algunas personas el problema puede no ser la soledad sino el exceso de compañía.
Al Worden tiene este consejo: "Tienes que mantener la distancia entre las personas. Si llegas a un punto en un vuelo en que tienes que descansar, no hacer nada por un rato, necesitas saber que puedes estar solo sin sentirte obligado a hablar con todo el mundo".
¿Cómo le fue entonces al almirante Byrd en su refugio antártico? El capítulo de su libro que narra los sucesos de principios de junio llevar por título "desesperanza". Cuando un grupo que venía a tomar su lugar lo encontró, finalmente, el 11 de agosto, se encontraba en muy mal estado, débil, abatido. Él mismo describe como "en ese milagroso instante, toda la desesperanza y sufrimiento... desapareció y me sentí como si hubiera vuelto a nacer".
Así que si acabas de aceptar un viaje de ida a Marte, tal vez te interese conseguir una copia de “Solo” (Alone, en inglés), su relato de cómo logró soportar los largos y oscuros silencios de la noche antártica.
Además, hazte amigo de otros astronautas, practica conversar con robots, cultiva tus habilidades en redes sociales, interésate en un pasatiempo y aprende a disfrutar de tu propia compañía.
La lejanía del hogar puede incrementar la sensación de soledad.
Los astronautas deben enfrentar numerosas dificultades, pero la falta de compañía puede a veces volverse la más desalentadora. Para aquellos interesados en lanzarse hacia la frontera última, aquí les presento las mejores formas de vencer la desolación espacial, desde tuitear hasta conversar con robots.
El 28 de marzo de 1934 el almirante estadounidense Richard Byrd estaba de pie frente a su refugio antártico, viendo cómo dos tractores rojos desaparecían en el vacío de la barrera de hielo de Ross. Era su segunda expedición al continente blanco y el aviador y explorador polar había decidido vivir solo, en una aislada base, para estudiar el clima durante el invierno. No vería tractores ni ningún otro indicio de humanidad por más de cuatro meses. Byrd escribió en su diario que al perder de vista a los vehículos, "las cosas del mundo se redujeron a nada".
Esa es una sensación que probablemente se vea magnificada en futuros viajeros a Marte o a otros planetas más lejanos. A medida que sus naves espaciales aceleren hacia nuevos mundos, la Tierra se reducirá primero a una pequeña mancha azul, antes de desvancerse entre las constelaciones.
Sabiendo que las misiones serán cada vez más largas, las agencias espaciales están sirviéndose de estudios sobre la vida en las bases antárticas para desarrollar formas de mantener a los astronautas cuerdos. También están poniendo un especial énfasis en la selección y compatibilidad de los miembros de las tripulaciones, además de fijarse en posibles soluciones tecnológicas. A modo de servicio para los futuros viajeros espaciales, aquí les ofrecemos cinco consejos para mantener a raya a la soledad fuera de la Tierra
1) Llévate bien con tus compañeros de tripulación
Se acabaron los días en que los hombres de fuerte ego y carácter eran considerados "de buena madera". Ahora, para ser seleccionado para un viaje espacial tendrás que tener algunos de los atributos que más valoran los gerentes de recursos humanos, como ser alguien que trabaja bien en equipo. Los psicólogos espaciales rusos llegan incluso a analizar el lenguaje corporal y tono de voz de los candidatos para asegurarse de que serán compatibles entre sí.
Al Worden, quien piloteó el módulo de comando del Apollo 15, es un experto en la soledad del espacio.
El arquetipo de camaradería espacial fue el de la tripulación del Apollo 12: Charles Conrad, Alan Bean y Dick Gordon, quienes pasaron la mayor parte de sus horas juntos, llegando incluso a manejar los mismos automóviles. Las tripulaciones más disfuncionales fueron probablemente las de las misiones Shuttle-Mir (colaboración entre transbordadores de EE.UU. y la estación espacial rusa) de los años 90. Con su limitado manejo del idioma ruso los primeros enviados de la Nasa se sentían aislados de sus compañeros. A eso se sumaron cortes de energía en la estación Mir, un incendio y el choque con una nave de reabastecimiento, pero todo fue exacerbado por una ruptura en las relaciones entre los controladores y los jefes en tierra.
Esos problemas pueden hacer que la tripulación sienta que no se los tiene en cuenta e inclusive puede llevarlos a un leve estado de paranoia. Tres astronautas que visitaban la estación Skylab en 1973-74 se declararon en huelga por la carga de trabajo que se les había asignado. Algo semejante ocurrió en la Tierra, hace pocos años, entre jefes con base en Reino Unido y el personal de una base en la Antártica británica; un conflicto que requirió una rápida cintura diplomática para recomponer relaciones.
Una estrategia alternativa es desarrollar un clima ameno de trabajo sin volverse amigo de los colegas. Después de todo, se trata de una tripulación, no de un grupo de amigos de vacaciones. Este es el enfoque que recomienda el piloto del módulo de comando del Apollo 15 Al Worden. "La relación tiene que ser profesional", dice. "Tienen que haber alguien que comanda, y tiene que haber gente trabajando para (esa persona) y se tiene que mantener ese estatus durante el vuelo si se quiere mantener una mínima salud mental".
2) Hazte amigo de un robot
Kochi Wakata y Kirobo
Digamos que no te estás llevando muy bien con tus compañeros de misión. ¿Qué tal un cibercolega? La ciencia ficción nos ha dado una larga lista de robots listos para compartir emociones humanes, como K-9 de Doctor Who o el afable C3PO de la "Guerra de las Galaxias". En la actualidad los astronautas de la Estación Espacial Internacional (EEI) comparten el lugar con Robonaut 2, un torso humanoide de cabeza dorada montado sobre un poste. La idea es que con el tiempo los robonautas sean capaces de llevar a cabo tareas repetitivas que requieren precisión, sin cometer el tipo de errores que cometen los humanos.
El más simpático robot hoy día puede ser Kirobo, que mide 34 cm de alto, habla y se sumó hace poco a la tripulación de la EEI. Fue diseñado con el objetivo de ofrecer apoyo emocional al astronauta japonés Kochi Wakata. El robot es capaz de reconocer a su amo y responder a sus órdenes.
Japón ha estado experimentando durante varios años con máquinas capaces de ofrecer algo cercano a respuestas emocionales. Mi favorita es Paro, que vi por primera vez en una visita a Japón en 2005. Al levantarla, esta suave e irresistible versión cibernética de un cachorro de foca, emite unos suaves grititos.
Paro, la foca robot.
La idea detrás de la foca robot es que ayude a mejorar la calidad de vida de personas internadas en centros de salud, especialmente personas mayores que se sienten solas o padecen demencia. Muchos hospitales utilizan perros para ayudar a los pacientes a recuperarse, y los investigadores que desarrollaron Paro aseguran que una mascota robot puede ser igual de efectiva; al menos en ciertas situaciones, como ayudar a reforzar funciones cerebrales en adultos mayores con problemas cognitivos. Cualquiera que haya tenido la oportunidad de acariciar a Paro y sentido cuán fácil es olvidar que sus ojos son de plástico, su piel sintética y sus gemidos generados por un microprocesador, podrá imaginar con facilidad que Kochi, el astronauta, no encontró dificultad en adaptarse a Kirobo, a verlo como uno más de la tripulación.
En el futuro inmediato será impracticable llevar al espacio un gato o un perro de verdad -además de ser poco práctico-, al menos hasta que alguien invente la gravedad artificial. Así que una mascota robot parece ser una buena idea.
3) Intenta mantenerte en contacto
Es posible que cualquier persona sensata considere que Clouds Across the Moon, de Rah Band, sea una de las peores canciones pop de los 80. El tema habla de las dificultades del protagonista de mantener una conversación con el comandante Johnson, en el vuelo 247 a Marte. Aunque el viaje de Johnson es al Planeta Rojo, inclusive los astronautas que están más cerca de casa encuentran dificultades a la hora de comunicarse con la Tierra. Aún estando en órbita alrededor de nuestro planeta, donde no hay demoras, la mayoría de la conversaciones en audio y video se dan en horarios fijados por el equipo en tierra y a veces sucede que conversaciones que deberían ser privadas son escuchadas por terceros. El correo electrónico les ha hecho la vida más fácil pero también puede ser interceptado.
Hoy los viajes son a distancias en las que aún se puede hablar con la Tierra.
En cualquier caso, los astronautas que han pasado largos períodos en el espacio sugieren que es extremadamente importante mantener los lazos emocionales con la gente en tierra. Unas fotos de casa, una respuesta en Twitter o una charla con un entusiasta de radio de onda corta pueden hacer una gran diferencia en el estado de ánimo de un astronauta. También ayuda, en el caso de la EEI, que todas las comunicaciones son a través de individuos llamados "comunicadores de cápsula": habitualmente son también astronautas y pueden entender qué les está sucediendo a sus compañeros que están en el espacio.
Las comunicaciones con una nave en viaje a Marte serán mucho más difícil. Los astronautas en la EEI están tan sólo a 350 km de la Tierra, así que tampoco hay demoras en la comunicación. Marte, por el contrario, está a un promedio de 225 millones de kilómetros, una distancia que puede llevarle 22 minutos a una señal de radio. Será entonces imposible mantener conversaciones de ida y vuelta, con lo cual es probable que los intercambios de correo electrónico y redes sociales se vuelvan indispensables.
4) Mantente ocupado
Hasta hace poco un vuelo hasta la EEI llevaba casi tres días en una estrecha cápsula rusa Soyuz. Un astronauta europeo que pasó por esta experiencia (y prefiere no revelar su nombre) dice que lo peor es el aburrimiento. Luego del entusiasmo de los días previos al despegue y la excitación del lanzamiento, se encontró atrapado en una lata sin nada que hacer.
Es difícil imaginar qué se puede hacer dentro de una de estas cápsulas Soyuz.
Quienes participaron de la misión Mars500 experimentaron una sensación similar. Aunque el viaje de 520 días y el aterrizaje fueron simulados y tuvieron lugar en una maqueta de una nave espacial en un suburbio de Moscú, la tripulación tenía muchas actividades para mantenerse ocupada. Fue en el viaje de regreso, habiendo completado el objetivo de la misión y sin mucho que hacer, que llegó el aburrimiento.
Los exploradores antárticos confinados en invierno en sus refugios han tenido que lidiar con el mismo problema. En el viaje del capitán Scott de 1910-1912 los miembros de la expedición se pasaron el invierno reparando su equipo, jugando, tocando música e incluso publicando su propio diario. Hoy en día el personal que se encuentra en Antártica ocupa el tiempo libre con pasatiempos como la fotografía, el arte o la música. Los conciertos de invierno son muy comunes.
Así que aprende a tocar un instrumento o a cantar y súmate a los primeros músicos espaciales, rebosa de contenido tu lector de libros electrónicos (no olvides el cargador) o pasa tu tiempo libre con una cámara en las manos, tomando imágenes de las vistas.
5) Disfruta de tu propia compañía
Si necesitas tener una constante interacción social es posible que el espacio no sea para ti. Cualquiera que pasa un tiempo importante fuera de casa aprende a disfrutar de su propia compañía y de la privacidad de tener su espacio propio. Aún en la relativamente menuda EEI hay lugares donde estar solo, desde los pequeños compartimentos de los que se apropian los astronautas hasta módulos desocupados. Para algunas personas el problema puede no ser la soledad sino el exceso de compañía.
Al Worden tiene este consejo: "Tienes que mantener la distancia entre las personas. Si llegas a un punto en un vuelo en que tienes que descansar, no hacer nada por un rato, necesitas saber que puedes estar solo sin sentirte obligado a hablar con todo el mundo".
¿Cómo le fue entonces al almirante Byrd en su refugio antártico? El capítulo de su libro que narra los sucesos de principios de junio llevar por título "desesperanza". Cuando un grupo que venía a tomar su lugar lo encontró, finalmente, el 11 de agosto, se encontraba en muy mal estado, débil, abatido. Él mismo describe como "en ese milagroso instante, toda la desesperanza y sufrimiento... desapareció y me sentí como si hubiera vuelto a nacer".
Así que si acabas de aceptar un viaje de ida a Marte, tal vez te interese conseguir una copia de “Solo” (Alone, en inglés), su relato de cómo logró soportar los largos y oscuros silencios de la noche antártica.
Además, hazte amigo de otros astronautas, practica conversar con robots, cultiva tus habilidades en redes sociales, interésate en un pasatiempo y aprende a disfrutar de tu propia compañía.
domingo, 12 de enero de 2014
Cómo pinchar un año cargado de ilusión. Hay quien plantea como argumento una emoción que es frecuentemente una tontería peligrosa
El año que empieza puede ser un año cargado de ilusión. Ilusión en el análisis económico español, ilusión en Cataluña, ilusión en la marcha de la Unión Europea… Y eso es, precisamente, lo malo. Ilusión significa, según el Diccionario de la Real Academia, “imagen sugerida por los sentidos que carece de verdadera realidad”. Es muy posible que en 2014 los ciudadanos tengamos que emplear muchas de nuestras escasas energías en vislumbrar cuál es la “verdadera realidad”, por encima del aluvión de ilusiones con que se nos abrumará.
En un estupendo artículo titulado Sobre todo, que no decaiga (EL PAÍS 29/12/2013), Manuel Cruz describía la maniobra favorita de los nacionalismos, que consiste en convertir un debate político en un conflicto ente emociones: una, por supuesto, es inequívocamente positiva, la ilusión; la otra, claramente negativa, el miedo. Así que cualquier intento de argumentar se convertirá en 2014 en la mala idea de un cenizo que quiere pinchar el globo de la ilusión o en una sombría amenaza.
Lo mismo se podría aplicar al análisis de la situación económica. El Gobierno está muy ilusionado con los nuevos apuntes macroeconómicos. Por supuesto, son calificados de agoreros quienes argumentan que el coste que está pagando una parte importante de la población es excesivo y que se trata, además, de un segmento de la sociedad que no tuvo responsabilidad en lo sucedido, puesto que se vio aplastada por un terremoto financiero provocado, precisamente, por los grandes predicadores de la ilusión. En los próximos meses veremos cómo surgen grandes apóstoles que nos piden, otra vez, compartir la visión, la fe y la confianza con la que ellos ya han sido bendecidos.
Pues bien, de eso se trata. De pinchar todos los globos de ilusión con que van a querer rodearnos. Pensémoslo bien. Cuando un político, un candidato, en Madrid, en Barcelona, en Sevilla o en último pueblo del último rincón se nos aproxime hablando de lo ilusionado que está, de la gran ilusión con la que encara el futuro, pongamos cara de pocos amigos, recordemos a María Moliner y a la Real Academia, y exijamos argumentos y “verdaderas realidades”. Recordemos que la ilusión no es un argumento, sino, frecuentemente, una tontería y que, a veces es, incluso, muy peligrosa.
Lo primero que tenemos a la vista son las elecciones europeas. Es un buen campo donde empezar a practicar con la aguja. Son unas elecciones importantes. Ya hemos visto lo que puede hacer la Unión Europea, las decisiones que adopta y las consecuencias que tienen para la vida cotidiana de los ciudadanos. Hasta hace poco, nos lo habían contado, pero seguíamos creyendo que la Unión tenía que ver sobre todo con el comercio. Ahora ya sabemos que los Presupuestos Generales del Estado pasan antes por Bruselas que por el Parlamento español y que se cambian y cortan de acuerdo con informes elaborados por técnicos comunitarios. Ahora ya sabemos lo que ha ocurrido en Grecia, y en Portugal; lo que es una troika y qué sucede cuando el presidente de la Comisión es alguien como el actual, José Manuel Barroso, al servicio de una desproporcionada dirección alemana, incapaz de defender el espacio común europeo.
Atentos cuando nos hablen de la ilusión de crear una Europa más próspera, más solidaria, más progresista. Déjense de fantasías y presenten propuestas concretas. Los pasos, incluso los pasitos. Eso es lo que hay que exigir. Por ejemplo, ¿va a defender su grupo la creación de un Fondo Europeo contra el Desempleo? ¿Luchará por conseguir eurobonos que, al menos, garanticen que una determinada parte de la deuda española, portuguesa o griega pague los mismos intereses que la alemana? ¿Qué hará para lograr que la Unión bancaria incluya un verdadero Fondo Europeo de Garantía de Depósitos y no esa aguada “coordinación” de la que ahora se habla? Ninguno de estos tres asuntos son ilusiones. Son cosas concretas que se pueden hacer a nivel europeo, que ya han sido planteadas y discutidas y que no se llevan a cabo por la resistencia, sobre todo, de Alemania.
Fuente: Soledad Gallego Díaz. El País.
solg@elpais.es
En el minuto 39:45 comienza con un solo de piano una bellísima versión con la voz de Ibraim y el piano extraordinario de Roberto Fonseca que merecen ser oídos. Una fusión de canción cubana y piano jaz inigualable, actual, magnífica lección de buena música.
En un estupendo artículo titulado Sobre todo, que no decaiga (EL PAÍS 29/12/2013), Manuel Cruz describía la maniobra favorita de los nacionalismos, que consiste en convertir un debate político en un conflicto ente emociones: una, por supuesto, es inequívocamente positiva, la ilusión; la otra, claramente negativa, el miedo. Así que cualquier intento de argumentar se convertirá en 2014 en la mala idea de un cenizo que quiere pinchar el globo de la ilusión o en una sombría amenaza.
Lo mismo se podría aplicar al análisis de la situación económica. El Gobierno está muy ilusionado con los nuevos apuntes macroeconómicos. Por supuesto, son calificados de agoreros quienes argumentan que el coste que está pagando una parte importante de la población es excesivo y que se trata, además, de un segmento de la sociedad que no tuvo responsabilidad en lo sucedido, puesto que se vio aplastada por un terremoto financiero provocado, precisamente, por los grandes predicadores de la ilusión. En los próximos meses veremos cómo surgen grandes apóstoles que nos piden, otra vez, compartir la visión, la fe y la confianza con la que ellos ya han sido bendecidos.
Pues bien, de eso se trata. De pinchar todos los globos de ilusión con que van a querer rodearnos. Pensémoslo bien. Cuando un político, un candidato, en Madrid, en Barcelona, en Sevilla o en último pueblo del último rincón se nos aproxime hablando de lo ilusionado que está, de la gran ilusión con la que encara el futuro, pongamos cara de pocos amigos, recordemos a María Moliner y a la Real Academia, y exijamos argumentos y “verdaderas realidades”. Recordemos que la ilusión no es un argumento, sino, frecuentemente, una tontería y que, a veces es, incluso, muy peligrosa.
Lo primero que tenemos a la vista son las elecciones europeas. Es un buen campo donde empezar a practicar con la aguja. Son unas elecciones importantes. Ya hemos visto lo que puede hacer la Unión Europea, las decisiones que adopta y las consecuencias que tienen para la vida cotidiana de los ciudadanos. Hasta hace poco, nos lo habían contado, pero seguíamos creyendo que la Unión tenía que ver sobre todo con el comercio. Ahora ya sabemos que los Presupuestos Generales del Estado pasan antes por Bruselas que por el Parlamento español y que se cambian y cortan de acuerdo con informes elaborados por técnicos comunitarios. Ahora ya sabemos lo que ha ocurrido en Grecia, y en Portugal; lo que es una troika y qué sucede cuando el presidente de la Comisión es alguien como el actual, José Manuel Barroso, al servicio de una desproporcionada dirección alemana, incapaz de defender el espacio común europeo.
Atentos cuando nos hablen de la ilusión de crear una Europa más próspera, más solidaria, más progresista. Déjense de fantasías y presenten propuestas concretas. Los pasos, incluso los pasitos. Eso es lo que hay que exigir. Por ejemplo, ¿va a defender su grupo la creación de un Fondo Europeo contra el Desempleo? ¿Luchará por conseguir eurobonos que, al menos, garanticen que una determinada parte de la deuda española, portuguesa o griega pague los mismos intereses que la alemana? ¿Qué hará para lograr que la Unión bancaria incluya un verdadero Fondo Europeo de Garantía de Depósitos y no esa aguada “coordinación” de la que ahora se habla? Ninguno de estos tres asuntos son ilusiones. Son cosas concretas que se pueden hacer a nivel europeo, que ya han sido planteadas y discutidas y que no se llevan a cabo por la resistencia, sobre todo, de Alemania.
Fuente: Soledad Gallego Díaz. El País.
solg@elpais.es
En el minuto 39:45 comienza con un solo de piano una bellísima versión con la voz de Ibraim y el piano extraordinario de Roberto Fonseca que merecen ser oídos. Una fusión de canción cubana y piano jaz inigualable, actual, magnífica lección de buena música.
Mascotas. En países con una democracia más asentada, antes de que un escándalo llegue a la opinión pública, el protagonista ya ha dimitido o le han echado a la calle
Como la mascota que se entretiene royendo un hueso de plástico, a la que el amo lanza una pelota y siempre se la devuelve con la boca, así parecen estar condenados a comportarse los líderes de opinión de este país ante los escándalos que sacuden nuestra vida pública. No importa que la mascota sea contestataria, apacible, nerviosa o una de esas que husmea los genitales de los invitados cuando llegan a tu casa. Cualquiera que sea su carácter, si se consigue educarla bien, le dices siéntate y se sienta, dame la patita y te la da, recoge la pelota y obedece. Incluso irá a hacer sus cosas en el rincón de siempre sobre el periódico en el que firma. Ahora mismo los medios de comunicación han dejado de roer los casos de Gürtel y de los ERE de Andalucía. Las mascotas parecen haberse aburrido de estos juguetes ya demasiado mordidos o babeados y de pronto se muestran felices con otros huesos, peluches o pelotas de todos los colores que les acaban de regalar. El quebrantamiento físico del Rey, la imputación de la infanta Cristina, el destino de la Monarquía, la aventura independentista de Cataluña, la neurosis religiosa aberrante del proyecto de ley sobre el aborto son los nuevos huesos de plástico que los periodistas deberemos roer de aquí al verano. En nuestro circo mediático sucede algo muy peculiar que no se da en los países con una democracia más asentada, donde por regla general antes de que un escándalo llegue a la opinión pública, tal vez por conducir borracho, por haber defraudado al fisco, por mentir en cualquier declaración, por comprar una chocolatina con el dinero del erario o simplemente porque un ministro ha demostrado ser un idiota, el protagonista ya ha dimitido o le han echado a la calle con una patada en el culo o ha ido a la cárcel o ha decidido ahorcarse. Aquí el derecho a la información parece destinado a todo lo contrario. Se trata de roer y babear el hueso, de juguetear con el peluche hasta destrozarlo, de ir una y otra vez por la pelota y devolverla al amo del cotarro hasta que el escándalo de corrupción o un grave problema político, disuelto en saliva, diluya toda su carga explosiva bajo una apabullante y confusa catarata de artículos, opiniones y tertulias, que al final no son sino una forma, mejor o peor, de ganarse la vida.
Fuente: Manuel Vicent. El País.
Fuente: Manuel Vicent. El País.
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