sábado, 4 de julio de 2020

:. Explotación infantil a través del trabajo: un fenómeno contemporáneo de esclavitud

:: La explotación infantil es la utilización de menores de edad por parte de personas adultas, para fines económicos o similares, en actividades que afectan a su desarrollo personal y emocional y al disfrute de sus derechos. Es altamente perjudicial y su erradicación, un desafío mundial.

No todo trabajo infantil es explotación
El trabajo infantil es esclavitud cuando ese trabajo interfiere con su educación y cuando se origina por condiciones de vulnerabilidad.

Conflictos armados, orfandad, catástrofes naturales y situaciones de pobreza son frecuentemente aprovechados por auténticas mafias y redes organizadas de explotación infantil.

No es esclavitud cuando se dan tareas apropiadas, que inciden en fomentar las habilidades y responsabilidades del niño.

Por ello, en el debate sobre trabajo y explotación infantil, hay que hilar fino y atender específicamente a qué actividades se dedican los niños y las niñas.

La extrema pobreza tiene la forma de un niño trabajando
La explotación infantil es, al mismo tiempo, consecuencia y causa de la pobreza, y en ella se aúnan todas las miserias.

Lleva a los niños al sótano en el ascensor social, fomenta mayores índices de analfabetismo, provoca enfermedades y malnutrición, y contribuye a su envejecimiento precoz.

Los niños provenientes de los hogares más pobres y de zonas rurales son sus principales víctimas. Se calcula que a nivel global hay cerca de 152 millones de niños y niñas trabajando indebidamente.

Casi la mitad de ellos, 72 millones, realizan trabajos peligrosos, sobre todo en África subsahariana, en Asia y el Pacífico, y en América Latina y el Caribe.

Los derechos del niño, socavados por la explotación
Los factores culturales, el nivel socioeconómico de la familia y las políticas públicas de apoyo a la infancia son determinantes para que se produzca este fenómeno. De hecho, en algunos países, son los propios progenitores quienes inciden en prácticas de explotación laboral.

Para Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), hay trabajo infantil inapropiado cuando se obliga al niño a trabajar a una edad muy temprana, en jornadas excesivas, en condiciones de estrés, en ambientes inapropiados, con exceso de responsabilidad, y bajo salario, sin acceso a la educación, y minando su dignidad y su autoestima; en suma, dificultando su pleno desarrollo social y psicológico.

La explotación infantil existe aunque la Convención de los Derechos del Niño contemple que “la humanidad debe al niño lo mejor que puede darle”, y esto es lo que le ayudará a “desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente, en forma saludable, en condiciones de libertad y de dignidad”, debiendo ser protegidos “contra toda forma de abandono, crueldad y explotación”. Hay que hacer algo al respecto.

Uno de los métodos más efectivos para intentar que los niños y las niñas no comiencen a trabajar demasiado temprano es establecer la edad laboral mínima por ley, pero con eso no basta, el control efectivo es esencial, y el apoyo a las familias en riesgo de exclusión, fundamental.

La OIT (Organización Internacional del Trabajo) alerta del riesgo de que la crisis provocada por la pandemia empuje al mercado laboral a gran número de niños y niñas para ayudar a la subsistencia de sus familias.

Los tipos de explotación infantil: los sectores de la esclavitud
La tolerancia al trabajo infantil en el ámbito de la economía sumergida, en lugares clandestinos y muchas veces insalubres, y la falta de contratos y por tanto de derechos laborales, convierte a los niños en víctimas propiciatorias para la explotación, la humillación y el maltrato.

Es lo que ocurre con las niñas maquiladoras del norte de México, que trabajan largas jornadas en fábricas, sobre todo textiles, a destajo, y a cambio de salarios de hambre.

O en Asia, con los niños explotados en fundiciones, extrayendo cargas de cristal de hornos a altas temperaturas y sin condiciones de seguridad, sufriendo graves secuelas por fatiga calórica, quemaduras, mermas auditivas, o lesiones oculares por las partículas de vidrio en suspensión, sílice, plomo y vapores tóxicos.

O en África, donde la explotación infantil se da pequeñas zonas mineras, en las que sufren trastornos de salud por la falta de medidas de protección en condiciones adversas, no solo por la tensión física, sino también por lesiones causadas por la desproporción entre su capacidad de resistencia y la carga de trabajo. Igual ocurre en las canteras de países sudamericanos, como Perú o Guatemala.

O en los talleres de curtido y artesanías, en los que pasan largas horas en cuclillas, como ocurre en el tejido de alfombras o elaboración de calzado, además de enfermedades respiratorias, por falta de higiene y exceso de polvo y residuos, les provocan enfermedades por los productos químicos, como benceno, tintes y adhesivos.

Pero en la explotación infantil también hay roles de género: el servicio doméstico es la explotación de las niñas (como las petite bonne marroquíes), especialmente de zonas rurales y pobres, cuyos progenitores las entregan a familias adineradas, con la esperanza de que tengan mejores condiciones de vida pero, en cambio, son esclavizadas y no se les permite acceder a la educación.

La agricultura, la ganadería y la pesca también pueden ser formas de explotación infantil, viéndose expuestos a agentes químicos (fertilizantes o plaguicidas tóxicos, como en las plantaciones de soja), y obligados a una dedicación extenuante.

En muchas ciudades, niños y niñas son vendedores ambulantes de baratijas, alimentos, participantes de un sector de la economía sumergida en el que la calle acaba convirtiéndose en su hábitat.

Trabajadores infantiles dignificando su condición
Pero muchos trabajadores infantiles y adolescentes han conseguido organizarse en movimientos asociativos (Niños, Niñas y Adolescentes Trabajadores, NATs) y luchan por que se diferencie el trabajo infantil de la explotación.

Además, rechazan que actividades ilícitas como la mendicidad, la prostitución o la delincuencia se identifiquen con las que para ellos son su medio de vida y la única oportunidad, en sus países y su situación, de ayudar a sus familias y salir adelante.

Estas agrupaciones reivindican que se les permita trabajar en condiciones dignas, defendiendo que su trabajo contribuye a su madurez progresiva y su responsabilidad en la adquisición de destrezas, como en el caso de los aprendices.

Propuestas de reflexión
Aunque existe una pugna entre las estrategias de abolición del trabajo infantil promovidas por los organismos internacionales y la realidad de muchos niños, niñas y adolescentes, también hay un irrefutable punto de consenso: se debe erradicar la pobreza infantil.

La falta de compromisos políticos firmes por parte de los gobiernos, la inexistencia de una legislación homogénea y efectiva, y la ausencia de políticas sociales con perspectivas de infancia siguen impidiendo la erradicación de la explotación infantil.

Hay que poner el acento, la lupa, especialmente en los sectores en los que adultos esclavistas emplean a niños y niñas: las fábricas de cerillas y fuegos artificiales, las alfarerías o los jinetes de camellos en Oriente Medio, son ejemplos gráficos de los fenómenos denunciados.

A veces la presión internacional lo único que ha conseguido ha sido una mayor desprotección para los trabajadores infantiles. Grupos empresariales del textil, tras recibir acusaciones por el empleo de mano de obra infantil en Asia, han optado por incentivar códigos internos de conducta y echar a los niños y las niñas de sus factorías, sin preocuparse por su destino ni el de sus familias.

Todos somos responsables y, por tanto, culpables, al comprar sin pensar en qué manos hicieron ese producto más barato, o pasear por una ciudad obviando el hecho de que hay niños y niñas trabajando en las calles, cuando deberían estar en el colegio.

Hace falta conciencia y acción por parte de todos
Las familias, la infancia y la adolescencia, deben tener acceso a herramientas que les permitan acceder a unas condiciones de vida dignas.

A la vez, se debe sensibilizar al conjunto de la sociedad para que denuncie, reaccione y repruebe el trabajo infantil inaceptable y cualquier otra forma de explotación (también la trata y el tráfico de personas).

Luego hay que dar un paso más. De la sensibilización y el compromiso hay que avanzar hacia una educación universal de calidad y a un compromiso real por la erradicación de la pobreza infantil. Una meta estrechamente ligada con el octavo ODS: acabar con el trabajo infantil para 2025.

Entre lo macro (acabar con la pobreza y el subdesarrollo) y lo micro (fomentar iniciativas locales contra la explotación laboral infantil) se encuentra el camino de los derechos humanos y de la infancia.

Carlos Villagrasa es profesor titular de Derecho Civil de la Universidad de Barcelona, en España, y presidente de la Asociación para la Defensa de los Derechos de la Infancia y la Adolescencia (ADDIA).

Fuente:
http://www.ipsnoticias.net/2020/06/explotacion-infantil-traves-del-trabajo-fenomeno-contemporaneo-esclavitud/

viernes, 3 de julio de 2020

La ilusión de abolir la prostitución

Movilización en Madrid para pedir el fin de la violencia de género y de la prostitución EFE
Movilización en Madrid para pedir el fin de la violencia de género y de la prostitución EFE

Como nunca antes en la historia de las luchas sociales la prostitución está siendo considerada aceptable por una parte de la izquierda. El cáncer social que supone aceptar que la mujer es el sexo que debe prestarse a los deseos salaces del varón por una miserable cantidad de dinero, que ha sido siempre una de las enfermedades crónicas del Patriarcado, y de cuyo negocio se lucran con ingentes cantidades de dinero las mafias internacionales, se intentó erradicar por las más preclaras figuras políticas, sociales e intelectuales del mundo hace siglos. En España desde Concepción Arenal las pensadoras y activistas feministas pretendieron lograr que se aboliera en todo el mundo, como se planteó en la Convención Internacional contra la Trata de 1905. Es interesante consultar el artículo que escribió Lenin en aquella ocasión y la polémica que desató sobre la libertad sexual. Pero ciertamente así se llevó a cabo en la URSS a partir de la Revolución de Octubre.

Las anarquistas españolas pusieron mucho énfasis en la crítica de la permisividad que sus compañeros de ideología mantenían hacia la prostitución, reprochándoles que frecuentaran los prostíbulos. En las Cortes de la II República, impulsada por Clara Campoamor se abolió la prostitución y Federica Montseny, la primera mujer ministra española, que lo fue de Sanidad, anarquista, la llevó a cabo cerrando los lupanares y creando los «liberatorios de prostitución», en plena guerra Civil.

El largo tiempo que atravesamos en la dictadura no permitió que se reclamara la abolición, pero ciertamente no existía ninguna duda tanto en la moral social mayoritaria como en la conciencia feminista de que ser prostituida era la explotación y la humillación más grave que podía sufrir una mujer.

Ha sido con la llegada de la democracia cuando la ideología capitalista –y no se debe añadir el calificativo de liberal porque es un disparate- se adueñó del discurso dominante y la mafia de la prostitución ha introducido en la conciencia social la idea de que la prostitución «libre» es aceptable, a veces hasta recomendable, como un trabajo más. No se califique de liberal esta concepción porque es un insulto a los liberales, aquellos que lucharon contra la esclavitud y la prostitución durante todo el siglo XIX, y cuyo partido fundó John Stuart Mill, el filósofo y diputado inglés, uno de nuestros admirados feministas, que tanto trabajó para lograr el voto para la mujer. En España, desde las Cortes de Cádiz en 1812, los liberales lucharon heroicamente contra la reacción tiránica y a favor de la República.

Pero ya sabemos que hoy los términos clásicos se desprecian y se corrompen. Desde que el marxismo es execrado por los posmodernos para sustituir este método de conocimiento por el engrudo ideológico que nos sirven todos los días los políticos, incluyendo a los de izquierdas, y aún peor, la Universidad convertida en un páramo del pensamiento, hablar de esclavitud sexual para definir la prostitución provoca rechazo en los sectores que se lucran del negocio, que son muchos más de los que la mayoría de la ciudadanía conoce.

Si mi abuela, anarquista, Regina de Lamo, resucitara y oyera que la prostitución se denomina ahora «trabajo sexual», y que políticas con poder ejecutivo financian una «escuela de prostitución», que unas cuantas propagandistas aseguran que es una buena solución económica para las mujeres, y que las que persistimos en lograr la abolición somos anticuadas, ñoñas, prejuiciadas y putofóbicas –nuevo vocablo en el vocabulario posmoderno de las prostituidoras- volvería a morirse. Y con ella todas las grandes pensadoras y activistas feministas de dos siglos: Alejandra Kollöntai, Rosa Luxemburgo, Clara Zetkin, Federica Montseny como ya he mencionado, Clara Campoamor, Victoria Kent, Margarita Nelken, Dolores Ibárruri, las precursoras que nos abrieron un luminoso camino en la selva oscura del Patriarcado y que ahora son despreciadas.

Lo más penoso es comprobar que hoy no debemos abrigar muchas esperanzas de que se apruebe en España la abolición de la prostitución. A pesar de las Plataformas y Frentes y Asociaciones y Asambleas abolicionistas, demasiadas para que tengan verdadera fuerza, que la reclaman y que incluso se proponen elaborar la ley, lo cierto es que una ley se aprueba en el Parlamento y no en la calle ni en las reuniones, asambleas, jornadas y conferencias que de cuando en cuando se realizan. Y en el Parlamento en este momento tenemos partidos públicamente prostituidores: Podemos, Ciudadanos, Esquerra Republicana y Mas País que con 61 escaños pueden frenar cualquier proyecto de ley en ese sentido. Los demás, PSOE, PP, PNV, y los nacionalistas, sin que estén defendiendo la regulación de la prostitución como hacen los otros, se muestran muy tibios en su afán de acabar con ella.

Si contamos que tanto el PSOE como el PP han gobernado decenas de años por mayorías absolutas o con la ayuda de los nacionalistas y nunca han planteado un proyecto de ley abolicionista, no sé por qué ahora, con la debilidad parlamentaria que todos padecen iban a hacerlo.

Como decía Lenin «excepto el poder todo lo demás es pura ilusión», y el poder desde luego hoy no lo tiene el Movimiento Feminista. A pesar de su demostración de capacidad de convocatoria de masas en las manifestaciones, las declaraciones de sus dirigentes de que nos encaminamos a la abolición de la prostitución son puras ilusiones.

Del PSOE no sabemos qué acabará haciendo, a pesar de las declaraciones abolicionistas de las mujeres del partido, que por otro lado se han conformado durante los 24 años que han gobernado con que la abolición quedara siempre en la cuneta, y en este tema con menos poder sin el apoyo de UP. Los de la derecha, algunos incluso confesionales, se harán los exquisitos con enmiendas y sugerencias y abstenciones haciéndonos perder el tiempo. Y al final la aritmética parlamentaria no será suficiente para dar una alegría al Movimiento abolicionista, que cree, ensoñado en sus ilusiones, que con manifestaciones en la calle y asambleas multitudinarias se cambian leyes y gobiernos. Cuando nunca ha sido así. Ni siquiera ante movimientos internacionales que sacaron a la calle a millones de personas en ocasiones memorables como las que se opusieron a la guerra de Irak, y que ya tristemente hemos comprobado cómo se hundió a esa región del planeta en la destrucción, la miseria y el conflicto perpetuo, sin que ninguno de sus autores recibiera el castigo que se merecían.

Es cierto que el MF ha luchado y protestado activamente desde que se acabó la dictadura y que gracias a su esfuerzo se logró aprobar algún artículo de la Constitución prohibiendo discriminaciones y más tarde leyes más o menos progresistas. Pero que tales avances no nos hagan engañarnos. En cada una de esas ocasiones hubo partidos políticos que votaron a favor de la causa, porque si no nunca hubieran ganado. Y ahí tenemos el voto femenino en las Cortes Constituyentes de la República, la Constitución de 1978, y las siguientes leyes de divorcio, aborto, violencia, igualdad, matrimonio homosexual, a las que los partidos dominantes dieron el visto bueno.

Porque o triunfa una revolución, que suele llevar aparejada una guerra, o se ganan las elecciones parlamentarias y se forma gobierno, o te quedas en la calle con una pancarta en la mano. Que es lo que lleva haciendo el Movimiento Feminista hace cuarenta años.

LIDIA FALCÓN O’NEILL es licenciada en Derecho, en Arte Dramático y Periodismo y Doctora en Filosofía. Nombrada Doctora Honoris Causa por la Universidad de Wooster, Ohio. Es fundadora de las revistas Vindicación Feminista, y Poder y Libertad, que actualmente dirige. Creadora del Partido Feminista de España y de la Confederación de Organizaciones Feministas del Estado Español. Ha participado en el Tribunal Internacional de Crímenes contra la Mujer de Bruselas, en el congreso Sisterhood Is Global de Nueva York, en todas las Ferias Internacionales del Libro Feminista y en los Foros Internacionales de la Mujer de Nairobi y de Beijín.

Fuente:

https://blogs.publico.es/lidia-falcon/2020/06/17/la-ilusion-de-abolir-la-prostitucion/

jueves, 2 de julio de 2020

_- Manuel Vicent: "La derecha siempre ha tratado a la izquierda como el amo del cortijo trata al aparcero"

_- Manuel Vicent (Villavieja, Castellón, 1936) dice que ha pasado el confinamiento razonablemente bien. Vive en un chalé con su patio, cuenta, donde por lo menos hace un poco ejercicio. "Pero el problema del confinamiento es mental", señala por teléfono. "Esto que dicen que los escritores siempre estamos confinados y que por lo tanto estamos acostumbrados... Eso no es verdad. El escritor tiene que salir, porque la creación se nutre de vivir, y de vivir fuera". Su nueva novela, Ava en la noche (Alfaguara), se libró por los pelos de quedar encerrada en las librerías: tenía que salir el 26 de marzo, a tiempo para la campaña primaveral, las ferias del libro y las compras de verano. Se edita ahora, en un mundo completamente distinto a aquel en el que fue escrita. A cambio, Vicent contesta desde casa a los periodistas. Algo es algo.

El mundo de Ava en la noche queda muy, muy lejos de este 2020. Estamos en el Madrid de finales de los cincuenta, que era el Madrid gris de la dictadura y los barrios hambrientos, pero también era otra cosa: una extensión de Hollywood en la que reinaba Ava Gardner, con el Chicote, el Hilton, Lana Turner, Frank Sinatra... Otro mundo. Y también ahí el reverso de la moneda, el lujo y la riqueza tocados por la oscuridad: José María Jarabo Pérez-Morris, hijo de la altísima burguesía, socialite, bon vivant, estafador y, finalmente, asesino, ejecutado a garrote vil en 1959. Dos Españas de sombras chinescas que funcionan de manera similar a los universos que se cruzaban en su anterior novela, la ácida La regata. Aquí, el protagonista, un estudiante de Derecho valenciano recién llegado a Madrid, podría parecer un trasunto de Vicent, con el que comparte varios rasgos biográficos. Pero quizás también eso sea solo un espejismo.

Pregunta. En Ava en la noche describe la presencia casi mítica de la actriz en aquel Madrid. ¿De qué era símbolo entonces?
Respuesta. En ese momento, Ava Gardner era el símbolo de una libertad que se le negaba a los españoles. Ava ejercía esa libertad de manera absoluta, sin darse cuenta de que la ejercía en medi de una dictadura. Era una libertad casi como espectáculo, como una seducción o una fascinación. Los españoles se limitaban a contemplarla como un espectáculo. Era la misma que ejercían los actores y actrices de Hollywood y de los distintos países, que venían a rodar aquí, celebraban sus fiestas, y la gente común, la gente subalterna y tributable, se limitaban a ver cómo se divertían. De hecho, ese ha sido un modo peculiar durante siglos en España: la diversión de los pobres ha sido contemplar cómo se divertían los ricos. Ese era el mito de Ava Gardner. En la novela se desarrolla como un mito inalcanzable, como la propia libertad. Está y no está, acaba de salir, no ha venido todavía, enseguida vendrá. Algo inalcanzable que se alejaba en el momento en que creías acercarte a ella. Es una metáfora, porque el protagonista de la historia no llega a verla nunca.

P. Pero usted sí llegó a verla, algo más tarde, ¿no?
R. Sí, sí, fue más tarde, en el Oliver una noche... Pero no le di ninguna importancia, porque, aparte de que por entonces no me interesaba mucho, el mito estaba ya desactivado, todo el limón estaba exprimido ya. Alguien dijo: "Mira, ahí está Ava Gardner". Pues nada.

P. Insiste en que ella se divertía, como otros actores, sin ser consciente de que lo hacía en una dictadura. Ahora quizás eso nos parezca cuestionable, pero entonces ¿se le criticaba esto, había cierta oposición?
R. No, no. Algunos, por supuesto sí, los más concienciados políticamente o quienes estaban en la lucha clandestina. Pero era algo de otro mundo. Todas esas fantasmagorías que los chavales veían en las pantallas, resultaba que todos esos héroes eran de carne real y mortal en aquel Madrid de la noche. Tú podías ver a Audrey Hepburn o a Rita Hayworth o a Gary Cooper, y era... era un horizonte inalcanzable. No llegabas a protestar ni nada, era una fascinación más. Otra forma de adoración.

P. Por una parte, estas figuras desafiaban toda la moralidad franquista, pero por otra parte funcionaban como propaganda.
R. Claro, ellos estaban muy protegidos por la policía, e incluso a los periodistas no se les permitía acercarse demasiado a ellos, y mucho menos sacar escándalos. A la dictadura le servía: mirad, Hemingway, aquel que vino con la Guerra Civil al bando republicano, y aquí está, tomando vino en la Cervecería Alemana, o aquí en Botín tomando cochinillo, o en los toros en Pamplona; aquí está Gary Cooper, el de Por quién doblan las campanas, pues aquí está, bailando en el Hilton. Estaban también vigilados, claro pero se les dejaba hacer porque daban muy buena imagen.

P. En una novela con Ava Gardner en portada, el lector puede esperar un cierto glamour. Pero lo que nos encontramos en las primeras páginas es un ajusticiamiento con garrote vil. ¿Cómo existía ese pequeño Hollywood entre tanta miseria?
R. El caso de Jarabo fue muy famoso. El hecho de que ajusticiaran con garrote vil nada menos que a un tipo que había estudiado en el Colegio del Pilar... Agarrotar a un pilarista, en los años cincuenta, era una cosa explosiva. ¡Un vástago de la oligarquía madrileña, sobrino del presidente del Tribunal Supremo! Eso era una sombra oscurísima en aquel Madrid de las fiestas y los artistas de Hollywood. El contraste, desde luego, es muy violento. Porque el glamour era una pantalla.

P. En el proceso de escritura, ¿cuándo llegó la idea de insertar el crimen de Jarabo?
R. Yo conocí el crimen, la experiencia del protagonista es la mía. Yo estaba estudiando en València y el defensor de Jarabo era el catedrático mío de Derecho Penal. Él, en nuestras clases, nos contaba todos los pormenores tanto del crimen como de la defensa y el juicio. Yo lo vivía lleno de fascinación, en ese momento penal, porque este hombre puso de moda la teoría del psicópata como atenuante. Por otra parte, aunque en València había crímenes —el del Cine Ideal, la envenenadora...—, lo de Madrid sonaba como una especie de modernidad delictiva. Eso sí que son verdaderamente criminales, nos decíamos, no los de València, que son como crímenes pasionales, muy poco sofisticados. Cuando llega el protagonista a Madrid, se encuentra con la doble fantasmagoría: por una parte, el rumor casi literario de que Jarabo no había sido ejecutado realmente, sino que se había salvado y sobrevivía; por otra, el fantasma de Ava Gardner, que estaba en su momento de máximo esplendor nocturno. Alguien que presumía de haberle encendido un pitillo a Ava Gardner, ese ya había hecho su biografía. Y no digamos el que había subido con ella en el ascensor del Hilton.

P. Entonces el lector tiene razón al sospechar que tras el protagonista se esconden algunas de sus experiencias biográficas.
R. Son experiencias... ¿Es real todo lo que se cuenta? Pues es verosímil, no real. La realidad, en las novelas, destruye la imaginación. El protagonista vivió lo que yo viví también, de una forma distinta. Él quiere ser director de cine, y no sé si lo consigue al final, y yo me dediqué a escribir. Ya está.

P. ¿Qué queda de aquel Madrid, de ese pequeño Hollywood?
R. No queda nada, absolutamente nada. Aquello era mujeres imposibles, héroes en las sombras y una férrea dictadura y una lucha clandestina y también emocionante, las juergas y las luchas... Había una doble alcantarilla, una alcantarilla de conspiración y otra alcantarilla de alcohol. Después esos dos mundos llegaron a cruzarse, ya alrededor de la muerte de Franco. En ese momento se producía un hecho muy evidente, que es que la dictadura había sido ya quebrada por la clase media. El hecho de que un aparato como el 600 te permitiera moverte, quebrar el tiempo y el espacio... Yo siempre lo he repetido mil veces, que para mí Franco murió atropellado por el 600. Que falleciera diez años después no es más que la causa biológica. La dictadura estaba quebrada ya por esas conquistas pequeñas de placeres cotidianos, de sueños que se estaban realizando, y eso rompió el espinazo de la dictadura. El impulso hacia ese horizonte de libertad era muy fuerte. En parte porque ahí se habían sumado los hijos de los vencedores a los hijos de los vencidos, que habían confluido en la universidad.

P. En la novela, insiste en la relación entre la política y la estética. De hecho, el protagonista se ve fascinado estéticamente, y no solo políticamente, por la izquierda. ¿Piensa que la batalla política es todavía estética, y viceversa?
R. Las ideologías se difunden sobre un campo estético. Primero es la estética, que es la que abre el camino. En los años setenta en España, ser comunista era, más que un principio político y de lucha contra la dictadura, que lo era, un principio estético, era lo que se tenía que llevar. Después, ser progre era estéticamente lo que había que ser. Y luego ser progre ha resultado ser un insulto, una cosa revenida, pasada de moda. Evidentemente, el nazismo y el fascismo italiano tuvieron una parafernalia estética. El franquismo no, el franquismo siempre ha sido cutre. También la revolución bolchevique tuvo una primera oleada de estética. El castrismo, cuando bajan los barbudos de la sierra, Fidel y el Che Guevara, es un momento estético absolutamente irrefrenable. Aquí parece que juega mucho la frivolidad, pero no hay que confundir la estética con la estéticienne. ¿Dónde está hoy la estética? No lo sé, no lo sé, en ninguna parte.

P. ¿Ahora es estéticamente atractiva la izquierda?
R. No, yo creo que va muy mal, por desgracia. Y tampoco sé si ser un Borjamari es estético o no, si andar dándole vueltas a las llaves de la moto o del Ferrari es estético. No, creo que los Borjamaris que se manifiestan no tienen ninguna estética.

P. Algunos manifestantes de las marchas convocadas por Vox tomaron una decisión que pordía calificarse tanto de política como de estética: sacar la bandera franquista de nuevo a la calle. ¿Qué sensación le produjo a usted?
R. Es lo de siempre: la derecha se cree que este país es suyo, es su finca, y a la izquierda siempre la ha tratado como el amo del cortijo trata al aparcero. Le exige que sea honrado en el mejor de los casos, que pague lo que le debe y que se porte bien. Por otra parte, la izquierda tiene una sensación de okupa, tiene interiorizado todavía que este país es de los otros, incluso ganando por mayoría absoluta. Felipe González, después de dos o tres mayorías, seguía teniendo complejo, esto de que cualquier día vienen y nos echan. A la derecha le cabrea muchísimo que la izquierda ocupe el poder, no lo concibe, no entra en su ADN. Piensan que no les toca estar ahí, porque la izquierda no ama España como ellos: la bandera es suya, España es suya, los sentimientos patrióticos son suyos... Hubo un momento en la Transición en que ese virus estaba muy aminorado, cuando, por lo que sea, por la ilusión de libertad o por el miedo a la izquierda, aceptaron tirar del carro de la democracia. Pero volvió el odio, y en eso estamos.

Info Libre.

miércoles, 1 de julio de 2020

Los 6 rasgos de personalidad que pueden definir tu éxito profesional. David Robson. BBC Capital.

¿Eres curioso, meticuloso y competitivo? ¿Tienes también cualidades más misteriosas como "alta capacidad de adaptación", "aceptación de la ambigüedad y de "tolerancia al riesgo"?

Si es así, ¡felicidades! De acuerdo con una nueva investigación en psicología, esas seis características conforman una personalidad de "alto potencial" que te llevarán lejos en la vida.

La verdad, por supuesto, tiene algunos matices más. Resulta que esas mismas características, en exceso, pueden dificultar tu desempeño y, por tanto, el verdadero secreto del éxito puede residir en saber exactamente dónde caes dentro de cada espectro y cómo sacar el mayor provecho a tus fortalezas y gestionar tus debilidades.

Este nuevo enfoque promete ser un paso importante en los esfuerzos por entender la forma compleja como nuestra personalidad afecta nuestra vida laboral.

¿Eres tímido en el trabajo? Cómo hacerte notar en un mundo de presumidos Por qué nos comportamos como personas diferentes en la casa y en el trabajo En el pasado, los intentos de captar nuestra personalidad en el trabajo han tenido resultados cuestionables.

Partiendo de la idea de que los avances recientes en psicología podían rendir mejores frutos, los psicólogos Ian MacRae y Adrian Furham, investigadores del University College de Londres, han logrado identificar seis rasgos que se vinculan de forma consistente con el éxito laboral y que ellos ahora han combinado en el Inventario de Rasgos de Alto Potencial (HPTI, por sus siglas en inglés).

MacRae señala que cada rasgo puede tener también sus inconvenientes y excesos, lo que quiere decir que existe un valor óptimo para cada uno.

Destaca que la importancia relativa de cada rasgo viene determinada por el tipo de trabajo que la persona hace, por lo que la medida óptima debe adaptarse a esas condiciones particulares.

Tomando esto en cuenta, BBC Mundo te cuenta cuáles son esas seis características de tu personalidad que te pueden llevar al éxito laboral.

1.- Meticulosidad
La gente meticulosa se asegura de cumplir sus planes al pie de la letra.

Son buenos a la hora de controlar sus impulsos y en recordar la sabiduría de sus decisiones para el largo plazo. Después del coeficiente intelectual, este rasgo es considerado uno de los mejores indicadores de los resultados que la persona alcanzará en su vida como, por ejemplo, el éxito en los estudios.
La meticulosidad es un rasgo útil para las tareas de planificación estratégica.

La meticulosidad es un rasgo útil para las tareas de planificación estratégica. En el ambiente laboral, la atención a los detalles es esencial para una buena planificación estratégica pero en exceso puede convertirte en alguien demasiado rígido e inflexible.

2.- Capacidad de adaptación

Todo el mundo se enfrenta a situaciones que generan ansiedad pero quienes tienen gran capacidad de adaptación pueden trabajar con más facilidad bajo presión, sin permitir que esto afecte negativamente su comportamiento y decisiones.

Las personas que no tienen una buena dosis de este rasgo parecen tener un desempeño pobre en el trabajo pero sus efectos pueden mitigarse con una mentalidad apropiada.

Varios estudios indican que ser capaces de reenfocar una situación estresante como una fuente potencial de crecimiento más que como una amenaza a nuestro bienestar puede ayudar a las personas a recuperarse de estas experiencias de una forma más rápida y productiva.

3.- Aceptación de la ambigüedad
¿Eres de las personas que prefieren que sus tareas sean predecibles y están bien definidas o disfrutas de lo desconocido?

Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES Image caption

La capacidad para manejarse en situaciones de incertidumbre permite reaccionar ante los cambios con más facilidad.
La gente con alta tolerancia a la incertidumbre puede incorporar muchos puntos de vista antes de tomar una decisión, lo que quiere decir que son menos dogmáticas y tienen opiniones más matizadas.

"La poca tolerancia a la ambigüedad puede considerarse como un tipo de característica dictatorial. Ellos intentan sintetizar mensajes complejos en un único punto, lo que puede ser un rasgo típico del liderazgo destructivo", dice MacRae

Alguien que puede aceptar la ambigüedad tendrá facilidad para reaccionar a los cambios, como un escenario económico cambiante o la aparición de nuevas tecnologías, y hacer frente a problemas complejos.

Una baja capacidad para aceptar la ambigüedad no siempre es algo negativo. En algunos asuntos, como los relacionados con las leyes y regulaciones, puede ser mejor usar un enfoque ordenado que permita resolver todos los detalles en el proceso.

4.- Curiosidad
Comparado con otros rasgos mentales, de alguna manera la curiosidad ha recibido poca atención por parte de los psicólogos.
La curiosidad te ayuda a aprender con más facilidad y aumenta tu satisfacción general con el trabajo.


La curiosidad te ayuda a aprender con más facilidad y aumenta tu satisfacción general con el trabajo. Sin embargo, investigaciones recientes señalan que un interés inherente en nuevas ideas trae muchas ventajas al lugar de trabajo: puede significar que eres más creativo y flexible en los procedimientos que usas, te ayuda a aprender con más facilidad y aumenta tu satisfacción general con el trabajo.

Un exceso de curiosidad, sin embargo, también puede llevarte a tener una "mente de mariposa", volando de un proyecto a otro sin terminar de ejecutarlos.

5.- Tolerancia al riesgo
¿Evitarías una confrontación potencialmente desagradable o prefieres ir adelante ante ella sabiendo que el malestar en el corto plazo resolverá la situación y traerá beneficios a largo plazo?

La capacidad para hacer frente a situaciones difíciles es crítica para los puestos gerenciales donde necesitas tomar decisiones para favorecer el bien general, incluso cuando tienes que hacer frente a una fuerte oposición.

6.- Competitividad
Hay una frontera fina entre luchar para lograr el éxito personal y entrar en una situación poco saludable de celos por el avance de otros.

En su mejor faceta, la competitividad puede ser una potente motivación que te lleva a hacer el esfuerzo adicional necesario para alcanzar una meta. Su peor cara, sin embargo, puede llevar a la ruptura del equipo de trabajo.
El exceso de competitividad puede llevar a la ruptura de los equipos de trabajo.
El exceso de competitividad puede llevar a la ruptura de los equipos de trabajo.

Juntos, estos seis rasgos contienen la mayor parte de lo que hasta ahora se sabe sobre los muchos atributos que influencian el desempeño laboral, en especial para aquellos que tienen su mirada puesta en posiciones de liderazgo.

Casi todas las personas caerán fuera del rango óptimo de algunos de estos rasgos pero eso no tiene por qué ser un problema si tenemos compañeros de trabajo que puedan refrenarnos.

MacRae ya ha validado el HTPI en varios sectores, haciendo seguimiento al desempeño de directivos de empresas multinacionales durante varios años.

Aunque la investigación sigue en desarrollo, un artículo académico publicado el año pasado demostró que estos rasgos pueden predecir medidas subjetivas y objetivas de éxito.

En un análisis, las respuestas de los participantes explicaban en torno a 25% de la variación de los ingresos de los participantes.

En ese estudio, la competitividad y la aceptación de la ambigüedad resultaron ser los indicadores más fuertes del ingreso económico que cada persona recibía, mientras que la meticulosidad parecía ser el rasgo que mejor permitía predecir los niveles de satisfacción subjetiva.

https://www.bbc.com/mundo/vert-cap-44192540


8 consejos para tener éxito y ser feliz de Jack Ma, el hombre más rico de China y fundador de Alibaba
27 octubre 2017

martes, 30 de junio de 2020

_- Qué es el cociente de adaptabilidad (AQ), la medida de "inteligencia" clave para encontrar trabajo en el futuro.

_- Antes, si querías evaluar qué tanto alguien podría ascender en la escala profesional, podrías haber considerado pedirle que hiciera una prueba de cociente intelectual.

Durante años se pensó que la prueba del cociente intelectual (IQ, por sus siglas en inglés), que mide la memoria, el pensamiento analítico y la capacidad matemática, era una de las mejores formas de predecir nuestras perspectivas de trabajo futuras.

Más recientemente, se ha prestado mayor atención a la inteligencia emocional (EQ, por sus siglas en inglés), caracterizada como un conjunto de habilidades interpersonales, de autorregulación y comunicación.

La EQ ahora es generalmente vista como un kit de herramientas que juega un papel importante en ayudarnos a tener éxito en múltiples aspectos de la vida.

Tanto el IQ como la EQ se consideran importantes para nuestro éxito profesional. Pero hoy en día, a medida que la tecnología redefine cómo trabajamos, las habilidades que necesitamos para prosperar en el mercado laboral también están evolucionando.

Por ello, hay que agregar el coeficiente de adaptabilidad -o AQ- un conjunto subjetivo de cualidades definidas libremente como la capacidad de cambiar y florecer en un entorno de cambio rápido y frecuente.

"El IQ es lo mínimo que necesitas para conseguir trabajo, pero el AQ es qué tanto éxito tendrás con el tiempo", explica Natalie Fratto, vicepresidenta de Goldman Sachs en Nueva York, que se interesó en el AQ cuando estaba invirtiendo en start-ups tecnológicas. Posteriormente presentó una charla TED muy popular sobre el tema.

Fratto dice que el AQ no es solo la capacidad de absorber nueva información, sino la capacidad de resolver lo que es relevante, desaprender el conocimiento obsoleto, superar los desafíos y hacer un esfuerzo consciente para cambiar.

El cociente de adaptabilidad también implica flexibilidad, curiosidad, coraje, resistencia y habilidades para resolver problemas.

A medida que la sociedad cambia, ¿podría el AQ ser más crucial para el éxito profesional que el IQ? Si es así, ¿hay alguna manera de perfeccionar tu AQ para preparar tu carrera para el futuro?

Adaptarse o volverse obsoleto
Amy Edmondson, profesora de liderazgo y gestión en la Harvard Business School, dice lo que hace el AQ más valioso que el IQ es la velocidad vertiginosa del cambio en el lugar de trabajo.

La tecnología ha cambiado enormemente cómo se realizan muchos trabajos, y esta alteración continuará: en los próximos tres años, 120 millones de personas en las 12 economías más grandes del mundo podrán necesitar nuevas habilidades debido a la automatización, según un estudio de IBM de 2019.

Los puestos que implican detectar patrones en los datos -abogados que revisan documentos legales o médicos que hacen un diagnóstico del paciente, por ejemplo- son fáciles de automatizar, dice Dave Coplin, director ejecutivo de The Envisioners, una consultora de tecnología con sede en Reino Unido.

Esto se debe a que un algoritmo puede realizar estas tareas más rápido y con mayor precisión que un humano, explica.

Los puestos que implican detectar patrones en los datos son fáciles de automatizar.
Para evitar la obsolescencia, los trabajadores que realizan estos trabajos necesitan desarrollar nuevas habilidades como la creatividad para resolver nuevos problemas, empatía para comunicarse mejor y responsabilidad, usando la intuición humana para complementar el conocimiento de las máquinas.

"Si un algoritmo puede hacer el 30% de las tareas que solía hacer, ¿qué puedo hacer con esa capacidad libre? Los exitosos son aquellos que eligen hacer cosas que los algoritmos no pueden hacer".

Edmondson dice que cada profesión requerirá adaptabilidad y flexibilidad, desde la banca hasta las artes.

Pongamos que eres un contador. Tu cociente intelectual te ayudará a pasar los exámenes para calificar, luego tu EQ te ayudará a conectarte con el entrevistador, conseguir un trabajo y desarrollar relaciones con clientes y colegas. Después, cuando los sistemas cambien o los aspectos del trabajo se automaticen, necesitarás tu AQ para acomodar esta innovación y adaptarte a nuevas formas de desempeñar tu labor.

Los tres cocientes son complementarios, ya que todos te ayudan a resolver problemas y, por lo tanto, a adaptarte, explica Edmondson. Un candidato ideal posee los tres, pero no todos los tienen.

"Hay genios rígidos", dice. Con un buen IQ, pero nada de AQ te costará adoptar nuevas formas de trabajar usando tus habilidades existentes, y un bajo AQ hace que sea más difícil adquirir otras nuevas".

Preguntando "¿y si...?"
El AQ se busca cada vez más a nivel de contratación. Según el estudio de IBM, 5.670 ejecutivos calificaron globalmente las habilidades conductuales como las más críticas para la fuerza laboral actual, y la principal de ellas fue la "disposición a ser flexible, ágil y adaptable al cambio".


Un estudio de IBM encontró que "la disposición a ser flexible y adaptable al cambio" era la habilidad más crítica para los trabajadores en 2019. Will Gosling, de la consultora británica Deloitte, dice que no existe un método definitivo, como puede ser la prueba de cociente intelectual, para medir la adaptabilidad, pero las empresas han despertado y están cambiando sus procesos de reclutamiento para ayudar a identificar a las personas que pueden tener un alto AQ.

Deloitte ha comenzado a utilizar simulaciones inmersivas online en las que se evalúa a los candidatos sobre qué tan bien se adaptan a los posibles desafíos laborales -una de ellas implica elegir cómo animarían a sus reacios colegas a unirse al equipo de triatlón de la empresa-.

La consultora también busca contratar personas que hayan demostrado que pueden desempeñarse en diferentes funciones, industrias o geografías. "Esto demuestra que son ágiles y aprenden rápido", explica Gosling.

Fratto, de Goldman Sachs, por su parte, sugiere tres formas en las que el AQ podría manifestarse en potenciales candidatos: si pueden imaginar posibles versiones del futuro preguntando "¿y si…?", si pueden desaprender información para desafiar las presunciones y si disfrutan explorando o buscan nuevas experiencias.

La experta dice que esta no es una receta definitiva para el AQ, pero los reclutadores deben plantear este tipo de preguntas para descubrir señales del cociente en los candidatos. De hecho, se las hace a los fundadores de start-ups que buscan su inversión.

"Misión crítica"
Lo bueno del AQ es que, aunque no puede medirse, los expertos dicen que puedes trabajar para desarrollarlo.

"Los exitosos son aquellos que eligen hacer cosas que los algoritmos no pueden hacer", dice Amy Edmondson. Penny Locaso, fundadora de la compañía educativa BKindred, dice que algunas personas tienen personalidades más curiosas o valientes, lo que puede explicar por qué son naturalmente mejores para adaptarse que otras.

"Sin embargo, si uno no continúa navegando por el borde de su incomodidad, la adaptabilidad con la que nace podría disminuir con el tiempo".

Sugiere tres formas para aumentar la adaptabilidad: primero, limitar las distracciones y aprender a concentrarse para que se pueda determinar qué adaptaciones hacer.

Segundo, hacer preguntas incómodas, como pedir un aumento de sueldo, para desarrollar el coraje y normalizar el miedo.

En tercer lugar, tener curiosidad por las cosas que te fascinan a través de conversaciones más que buscando la respuesta en Google, algo "que hace que nuestros cerebros sean perezosos" y disminuye nuestra capacidad para resolver desafíos difíciles.

Otto Scharmer, profesor titular de la MIT Sloan School of Management, quien ha escrito libros sobre el aprendizaje del futuro emergente, sugiere otros métodos. En una charla TED, recomienda estar abierto a nuevas posibilidades, tratar de ver una situación a través de los ojos de otra persona y reducir el ego para sentirse cómodo con lo desconocido.

Una cosa que sí sabemos es que los lugares de trabajo del futuro funcionarán de manera diferente. Puede que no todos estemos cómodos con el ritmo del cambio, pero podemos prepararnos.

Como dice Edmondson: "Aprender a aprender es fundamental para la misión. La capacidad de aprender, cambiar, crecer, experimentar será mucho más importante que la experiencia en el tema". BBC Mundo

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lunes, 29 de junio de 2020

¿Qué ocurre con los niños prodigio cuando crecen?

Antes de poder caminar, ya Michael Kearney había empezado a dominar el inglés.

Desde que tenía cuatro meses, cuando pronunció su primera palabra, Kearney tenía las características de un niño prodigio.

Educado en casa por sus padres, su desarrollo intelectual se aceleró a un ritmo frenético. Tras pasar rápidamente por la secundaria y el bachillerato, Kearney ingresó en la Universidad de Alabama en 1991, con solo 8 años.

Dos años más tarde, se graduó en Antropología, lo que supuso su entrada en el Libro Guinness de los Récords como el graduado universitario más joven. Esta marca permanece imbatible a día de hoy.

El éxito académico continuó en su adolescencia y hasta que cumplió 20 años. En ese tiempo consiguió dos másteres, un doctorado y un millón de dólares que se ganó en un juego de trivial.

Lo que sucedió desde entonces está menos documentado. Desde finales de la década de los 2000 no existe mucha más huella documental en internet sobre Kearney.

Hoy en día, según averiguó la BBC, el hombre de 35 años vive su vida fuera del foco público y su último paradero conocido es la ciudad de Nashville, Tennessee, Estados Unidos.

Desde el maestro músico Wolfgang Amadeus Mozart hasta la talentosa matemática Ruth Lawrence, no hay dos niños prodigios iguales. Sin embargo, el caso de Michael Kearney es un recordatorio de que la precocidad no necesariamente garantiza el éxito y la atención durante toda la vida adulta.

Laurent Simons, el niño prodigio
El caso de Laurent Simons, un niño genio belga de 9 años, recuerda a todo lo que también prometía Michael Kearney en su momento.

Él también posee talentos excepcionales que ha canalizado en actividades académicas. Si alguien podía romper el récord universitario de Kearney, el pequeño Laurent parecía ser el indicado.

Primero apareció en los titulares en 2018, cuando a los 8 años se graduó de la escuela secundaria junto a jóvenes que tenían 18. Se dice que Simons tiene un cociente intelectual de 145, y desde entonces ha captado la atención de los medios.

Con sus credenciales de niño prodigio consolidadas, el siguiente paso era obtener el título de ingeniería eléctrica en la Universidad de Eindhoven, en Países Bajos. Desde noviembre, Simons estaba en camino de completar el curso de tres años antes del 26 de diciembre, el día de su décimo cumpleaños.

Laurent Simons leyendo.
Laurent Simons, de nueve años, estaba estudiando para obtener el título de ingeniería eléctrica. Al parecer, tenía el antiguo récord de Kearney en el punto de mira.

Pero a principios de este mes, la universidad dijo que no sería factible que Simons completara el curso antes de cumplir los 10 años, y le ofreció una fecha de graduación a mediados de 2020. Sus padres, Alexander y Lydia, rechazaron la oferta e inmediatamente lo sacaron del curso. Dijeron que continuaría sus estudios en una universidad en Estados Unidos.

Laurent Simons deja la universidad porque no le iban a dejar graduarse antes de los 10 años En su defensa, la universidad argumentó que si Simons apresuraba el curso, su desarrollo académico se vería afectado.

La institución también se posicionó en contra de "ejercer una presión excesiva sobre este estudiante de 9 años" que, según dijo, tenía "un talento sin precedentes".

Laurent Simons, en la foto junto a sus padres, iba a terminar en 10 meses un curso que requiere 3 años. Rompa el récord o no, el progreso académico de Simons sigue siendo excepcional. De cualquier forma, se espera que se gradúe de la universidad, cuando sea y donde sea.

Aunque la presión para graduarse se ha intensificado, a Simons no parece afectarle. En las entrevistas se muestra seguro y optimista por un futuro lleno de posibilidades. Entre sus objetivos está estudiar medicina y fabricar órganos artificiales.

Según la profesora de psicología de la Universidad de Boston Ellen Winner, Laurent tiene "furor por superarse", es decir, una motivación imparable para dominar sus habilidades.

Cuando Laurent se convierta en adulto, quizás llegue al tope de esa habilidad, permitiendo que otros individuos de edad similar le alcancen. Como resultado, puede que su talento sea menos especial.

"Cuando los prodigios no realizan la transición a creadores adultos, pueden llegar a sentirse como fracasados", dijo Winner a la BBC. "Nadie se interesa por un chico de 21 años que puede tocar el violín con habilidad, que domina el cálculo o que entiende latín o griego".

La profesora de psicología Ellen Winner dijo que Laurent tiene "furor por superarse".

Prodigio en matemáticas
Gabriel Carroll, de 30 años, se siente incómodo cuando otros hablan sobre su ilustre pasado como niño prodigio.
"Es como si no hubiera hecho nada desde entonces", dijo a la BBC.

Pero la vida adulta de Carroll está lejos de ser un fracaso. Como profesor de economía en la Universidad de Stanford, persiguió una carrera vinculada a su don de resolver problemas matemáticos.

En sus exámenes SAT (Pruebas de evaluación académica) de séptimo grado, Carroll obtuvo la puntuación más alta de California, incluyendo un perfecto 800 en matemáticas.

En la escuela secundaria, su habilidad matemática se puso a prueba contra las mejores mentes jóvenes del mundo en la Olimpiada Internacional de Matemáticas, donde ganó dos medallas de oro en 1998 y 2001.

Al hablar de sus logros, Carroll usa un tono humilde. Se encuentra más cómodo señalando sus debilidades que sus fortalezas.

Gabriel Carroll consiguió la nota más alta de matemáticas en el estado de California el séptimo grado.
"Me siento menos habilidoso en la interacción social y las emociones de lo que habría sido si no estuviera tan centrado en la parte técnica", dice.

Destaca como sus padres, ambos trabajadores tecnológicos en California, le inculcaron su gusto por lo que hace. Ellos fueron "extremadamente importantes" en su desarrollo, enseñándole matemáticas y dándole libros de problemas para resolverlos desde que tenía seis años.

Con respecto a su crianza, se siente "muy afortunado en general", pero tiene un "par de lamentos".

Se refiere a la capacidad de niño de poder actuar con independencia, libre de la influencia abierta de sus padres. Este hecho cobra una relevancia particular en el contexto de los niños prodigio, cuyos padres comúnmente se les describe como dominantes e insistentes.

Etiqueta
"Soy consciente del mito, o creencia popular, de que los padres de alguna manera deben estar presionando a sus hijo para que viva sus sueños. Creo que esto es cierto en algunos casos, pero no en la mayoría", dijo Jennifer Pike, una violinista que irrumpió desde muy joven en la música clásica.

Jennifer Pike ganó el premio a Músico del Año de la BBC a los 12 años.

Pike, y no sus padres, fue la que tomó la iniciativa. Su autodeterminación se hizo más evidente en 2002, al ganar la competición de Músico Joven del Año de la BBC cuando solo tenía 12 años.

En ese momento se convirtió en la ganadora más joven de ese premio, récord que mantuvo durante seis años. Desde entonces, su mayor desafío ha sido "superar esa percepción propia en algún momento de su vida".

"La gente quiere mantenerte en esa caja", dijo Jennifer, ahora de 30 años.

"Nada más que probar"
Anne-Marie Imafidon, una emprendedora tecnológica con un máster en la Universidad de Oxford, en Reino Unido, dice que no puede imaginar una vida fuera de esa caja.
"Siempre he tenido esa etiqueta", dijo a la BBC.

La etiqueta fue puesta desde que Anne-Marie y sus cuatro hermanos fueron nombrados "la familia más inteligente de Reino Unido" por los medios británicos.

Imafidon destacaba en la escuela por sus habilidades en computación, matemáticas y lenguajes. Superó dos Certificados Generales de Educación Secundaria cuando aún cursaba la primaria y a los 11 años se convirtió en la persona más joven en recibir el nivel A, el más alto, en computación.

Anne-Marie Imafidon tiene un máster en la Universidad de Oxford

Casi 20 años después, Imafidon dice que no le queda nada más por probar.

Y eso es porque no se considera a sí misma una genio de la forma que "se ven en las películas". Sobresalir en su campo de dominio, es decir, las matemáticas y las ciencias de la computación, es suficiente para ella.

La diferencia entre un adulto genio y un niño prodigio es importante. Según Winner, la profesora de psicología, un prodigio es un niño muy precoz en cierto campo, dominando un campo que ya se ha inventado. Un genio sería alguien que revoluciona un área de conocimiento.

"La mayoría de los prodigios no dan el salto en la edad adulta desde la maestría hasta los grandes descubrimientos creativos", dijo Winner. "Algunos lo hacen, la mayoría no. En cambio, la mayoría se convierten en expertos en las áreas que dominan, siendo profesores de matemáticas o intérpretes en una orquesta, por ejemplo".

Al igual que Imafidon y Carroll, Jennifer Pike dijo que "nunca definió el éxito en términos de logros de ese tipo". Sus objetivos de vida son mucho más modestos.

"Estoy feliz de tener una carrera y haber sobrevivido este recorrido", dijo Jennifer.

Laurent Simons dijo tener "planes gigantes" para el futuro en su cuenta de Instagram. Sobrevivir al tránsito de la niñez a la adultez con el aura de éxito intacta es exactamente lo que consiguieron los tres. Sus dones han trascendido la niñez, consiguiendo reconocimiento como adultos.

En cuanto a los niños prodigios que no lo hicieron, queda como una historia de advertencia para la próxima generación.

Por ahora, Laurent Simons asume su momento, publicando sobre sus "planes gigantescos" en Instagram.

Pero la profesora Winner dijo que los niños prodigios como él deberían desconfiar de la escena pública. Dadas las pruebas y tribulaciones de la vida adulta, no hace falta ser un genio para entender por qué.

https://www.bbc.com/mundo/noticias-50879819

domingo, 28 de junio de 2020

Gran hambruna de Irlanda: la crisis que provocó la muerte de un millón de personas por confiar en las fuerzas del mercado Stefania Gozzer BBC News Mundo

La pandemia de covid-19 ha golpeado de manera especialmente dura a las comunidades indígenas de Estados Unidos. Y, al otro lado del Atlántico, hay una isla donde mucha gente siente que es su deber hacer algo al respecto: Irlanda.

En la página web GoFundMe, una campaña que busca recaudar fondos para las comunidades Navajo y Hopi suma ya más de US$4 millones. Entre los donantes, abundan los apellidos irlandeses.

"Desde Irlanda, con mucho amor", escribe en el muro de la campaña RJ MacReady, que aportó US$200. "Irlanda recuerda", escribe Rachel Adams, que puso US$20.

Su gratitud se remonta a otra gran crisis que ni siquiera les tocó vivir en carne propia, como recuerda Christopher Doughan, que donó US$25: "En Irlanda, no olvidamos y no olvidaremos. Gracias por su increíble bondad hace más de 170 años".

En 1845, la isla de Irlanda sufrió un desastre alimentario del que no lograría salir durante los siguientes cinco años y que acabaría cobrándose la vida de más de un millón de personas y empujando a emigrar a otro millón y medio.

El episodio pasó a la historia como la Gran Hambruna Irlandesa. 1845-1851.

"Redujo en más de un tercio los habitantes de la isla de Irlanda en un periodo de seis años", le explica a BBC Mundo Christine Kinealy, directora del Instituto de la Gran Hambruna de Irlanda.

La hambruna fue tan brutal y prolongada que, cuando el empobrecido pueblo nativo americano de los Choctaw oyeron sobre ella, reunieron el dinero que pudieron (US$170 de la época, unos US$5.000 actuales según la revista Time) y se lo enviaron a los irlandeses, que desde entonces se sienten hermanados con las comunidades indígenas de Estados Unidos.

Pero ¿qué provocó una tragedia de tal dimensión que, casi dos siglos después, aún inspira un sentimiento de fraternidad tan fuerte?

La hambruna de la patata
En la década de 1840, la isla de Irlanda formaba parte del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda. Carecía de gobierno propio, aunque contaba con más de 100 escaños en el Parlamento británico.

"En la práctica, era una colonia de Reino Unido", le asegura a BBC Mundo Gaia Narciso, directora del Departamento de Economía de Trinity College, de Dublín.
Familia irlandesa a las puertas de su casa en Killarney.
Familia irlandesa a las puertas de su casa en Killarney.

Kinealy coincide: "Irlanda había sido esencialmente empobrecida y era una colonia de Gran Bretaña y las mejores tierras habían sido dadas a los colonos, que en su mayoría eran protestantes ingleses y escoceses".

"El 85% de la población nativa irlandesa era católica y sobrevivía con muy poco, así fue como acabaron dependiendo tanto de la papa", afirma. "Ningún otro país de Europa tenía una dependencia tan alta de un solo tipo de cosecha".

La papa, originaria de Perú y llevada a Europa tras la conquista de América, se volvió rápidamente el elemento esencial de la dieta irlandesa.

El increíble viaje de la papa andina, el tubérculo que transformó el mundo
En las décadas anteriores, la población de la isla de Irlanda había crecido más que la de cualquier país de Europa Occidental, como explicó el historiador económico irlandés Cormac Ó Gráda en un análisis al que se puede acceder en la página web de la Sociedad de Historia Económica.

Si bien los irlandeses igualaban en casi un tercio a la población de Gran Bretaña, apenas percibían dos quintos de sus ingresos per cápita.

El tercio más pobre subsistía intercambiando mano de obra por un pedazo de tierra donde poder cultivar. Y la mejor forma de sacar provecho a ese limitado terreno era sembrar papa, un alimento muy completo nutricionalmente y que no requería de mucho espacio para su cultivo y almacenamiento.

¿Podrías sobrevivir comiendo un solo tipo de alimento?
Hasta que, en 1845, una plaga de hongos que atacaba las cosechas de papas se expandió por Europa.

"La plaga llegó de México. Lo raro que tenía era que no podías ver por fuera si la planta estaba enferma o no. Recién al momento de la cosecha, cuando sacabas la papa, veías que estaba podrida", explica Gaia Narciso.

El 85% de la población nativa irlandesa era católica y sobrevivía con muy poco. Así fue como, cosecha tras cosecha, los irlandeses iban descubriendo que su principal fuente de alimentación se desvanecía.

Una penuria que duró más de un lustro y que explica porque otro de los nombres que se da a este episodio histórico es el de la "hambruna irlandesa de la papa".

Fuerzas del mercado
Si bien las continuas pérdidas de cosechas de papa ya eran en sí una gran tragedia para el pueblo irlandés, los historiadores coinciden en que las acciones del gobierno británico, entonces en manos de los Whigs, el antiguo Partido Liberal, amplificaron sus efectos.

La élite y la clase media británica de la época no veían con buenos ojos las ayudas estatales para paliar la crisis, como explicó en un artículo publicado por la BBC en 2017 el historiador James Donnelly.

Él señala tres doctrinas económicas populares en aquella época como las responsables de la falta de solidaridad: el laissez-faire, la creencia protestante en la divina providencia y los "enraizados" prejuicios étnicos contra los irlandeses católicos.

El laissez-faire o "dejar hacer" es una corriente que se opone a que los gobiernos interfieran en la economía de un país y que defiende que, sin estas intervenciones, las fuerzas del mercado serán los suficientemente libres para alcanzar el equilibrio por sí solas.

"Así que el gobierno británico no quiso traer comida ni impedir que esta saliera del país", explica Christine Kinealy.

"Eso fue desastroso porque grandes cantidades de alimentos salieron de Irlanda mientras que el país se moría de hambre literalmente por esa creencia de que el mercado se autorregularía, lo cual no sucede ni sucedió".

Como explica Donnelly, bajo esta doctrina el gobierno británico rechazó medidas como prohibir la exportación de granos en Irlanda, que podrían haber servido para alimentar a la población local.

Pero, ante la cantidad de muertes, había que hacer algo así que entre 1846 y 1847, el gobierno invirtió en obras públicas para crear empleos en una medida que no solo no duró sino que solo proveyó a unos pocos de salarios insuficientes.
Un millón y medio de irlandeses tuvieron que emigrar. La mayoría, a América del Norte.
Un millón y medio de irlandeses tuvieron que emigrar. La mayoría, a América del Norte.

"El problema era que la gente estaba debilitada porque no tenía acceso a comida y tenía que hacer estos trabajos pesados. Además, los salarios eran extremadamente bajos… Fue un total fracaso en términos de organización", afirma Narciso.

"Eran trabajos físicos duros 12 horas al día, seis días a la semana (72 horas semanales), para ganar salarios muy bajos. Había mucha hambruna porque los sueldos eran muy bajos y los precios de la comida muy altos…", asegura Kinealy.

"Para finales de 1846, ya estábamos viendo una mortalidad en masa en Irlanda".

La medida no duró más que un invierno y fue reemplazada con los comedores populares, que en el verano de 1847 llegaron a alimentar a tres millones de personas.

Pero este esquema apenas duró seis meses y, según Donnelly, el motivo fue una vez más el laissez-faire.

"La idea de alimentar directamente a una gran proporción de la población irlandesa violaba todas las preciadas nociones de los Whigs de cómo un gobierno y una sociedad deben funcionar", escribió Donnelly.

Para ser coherentes con el laissez-faire, el gobierno también se negó a facilitar la emigración de irlandeses.

"En ese sentido, el virrey irlandés de hecho propuso limpiar la provincia occidental de Connacht de los 400.000 pequeños agricultores empobrecidos que eran demasiado pobres para emigrar por su cuenta”, dijo Donnelly.

"Pero la mayoría del gabinete de ministros Whigs vio poca importancia a gastar dinero público para acelerar un proceso que ya se estaba llevando a cabo ‘de manera privada’ a gran ritmo".

Asilos para pobres
Una vez fueron cerrados los comedores populares, a los más necesitados no les quedó más que recurrir a las workhouses o asilos para pobres.

"No son un lugar al que uno quiera ir", explica Narciso. "Estaban superpoblados. Ir a un asilo de pobres era el último recurso".

Casas en ruinas en el pueblo de Tullig, en 1849, durante la Gran Hambruna.
Los asilos para pobres han sido descritos como una de las instituciones más tenebrosas de Irlanda. La gente sin recursos acudía a ellos en busca de comida y techo a cambio de trabajo.

Una vez dentro, las familias eran separadas y las condiciones de vida eran lo suficientemente desagradables para fomentar que la gente quisiera irse y evitar así que estos lugares acabaran abarrotados.

Aún así, estos asilos alcanzaron su capacidad máxima aquel 1847. A partir de entonces, se convirtieron en la única forma de asistencia pública en Irlanda.

Al laissez-faire se sumó, según Donnelly, la creencia que había en Gran Bretaña de que la hambruna en Irlanda era un castigo divino, un acto de providencia para librar a los irlandeses de un régimen agrario que los británicos veían como ineficiente y abusivo.

"Según las autoridades británicas de la época, el funcionamiento de la divina providencia se revelaba en las operaciones sin restricciones de la economía de mercado y, por lo tanto, era malo interferir con su correcto funcionamiento", escribió Donnelly en su artículo.

Por último, están los prejuicios contra los irlandeses que había en Gran Bretaña.

"Todas las decisiones que concernían a Irlanda venían de Londres, y la gente que gobernaba Irlanda en aquella época no era muy solidaria", afirma Kinealy. "Creían que los irlandeses eran ociosos y que eran pobres porque eran ociosos".

"Si se daba mucha ayuda, habría más hambrunas. Así que había una idea de que ‘No puedes ser muy generoso porque eso solo crearía dificultades de dependencia y las cosas nunca mejorarían".

En opinión de la experta: "Las decisiones que se tomaron en Londres y el tipo de ayuda que se dio a los pobres irlandeses, en cierta forma, exacerbaron los problemas y no trajeron ayuda a la gente".

La hambruna solo se resolvió cuando la plaga acabó, algo que, en algunas zonas de Irlanda, no se dio hasta 1851.
tumbas en Irlanda
Un millón de irlandeses murieron debido a esta crisis.
"Irlanda nunca se recuperó de esa pérdida de población", asegura Kinealy.

Antes de la hambruna, 8,5 millones de personas vivían en la isla de Irlanda. Un número que, incluso hoy en día, no se ha vuelto a alcanzar.

Cómo el gobierno colonial británico dejó morir de hambre a un millón de indios

En la actualidad, Irlanda del Norte, que pertenece a Reino Unido, cuenta con cerca de 1,9 millones de habitantes y la República de Irlanda no llega a los 5 millones.

El legado de esta experiencia traumática se ve aún tanto en la demografía actual de la isla como en aquellas donaciones de irlandeses en GoFundMe para las poblaciones nativo americanas que más sufren la pandemia de covid-19.

Pero va incluso más allá, como explica Gaia Narciso, que dirige una investigación para establecer la relación entre la hambruna y los movimientos que consiguieron la independencia de la República de Irlanda en 1921.

"Lo que encontramos es que la gente cuyas familias habían estado más expuestas a la hambruna resultaron los que tenían más probabilidades de rebelarse contra el mando británico 70 años después".

Para ella, la lección que deja es que en momentos de crisis es que "lo importante es proveer ayudas" a quienes más lo necesitan.

"Felizmente, en la actualidad, la respuesta ha sido la opuesta a la que vimos en el siglo XVIII".

https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52826839

sábado, 27 de junio de 2020

_- Emmy Noether, la mujer cuyo teorema revolucionó la física y a quien Einstein calificó de un absoluto "genio matemático".

_- Cuando la alemana Emmy Noether quiso estudiar matemáticas, no estaba permitido que las mujeres se inscribieran en la universidad.

Años después, cuando consiguió que le dieran permiso para dar clases a estudiantes universitarios, no recibió salario.

Aun así, para Albert Einstein, "la señorita Noether fue el genio matemático creativo más importante que haya existido desde que comenzó la educación superior para las mujeres".

Se le considera la madre del algebra moderna con sus teorías sobre anillos y cuerpos, pero su aporte a la ciencia no se restringe a las matemáticas.

Su trabajo es fundamental para entender la teoría de la relatividad.
Y tampoco se limita a ella.

Noether es clave para comprender todas las teorías de la física.
"Al conocer su historia te preguntas: ¿qué otras contribuciones hubiese hecho una persona con ese tipo de genio matemático si todas las puertas hubiesen estado abiertas para ella desde el primer día?", le dice a BBC Mundo Mayly Sánchez, profesora de Física del departamento de Física y Astronomía de la Universidad del Estado de Iowa, en Estados Unidos.

Sin salario
Nació en 1882 y su padre, el matemático Max Noether, enseñaba en la Universidad de Erlangen, en Baviera.

Emmy Noether nació en el seno de una familia apasionada por las matemáticas. El claustro de esa casa de estudios había dicho que permitir que las mujeres se registraran "derrocaría todo el orden académico".

Sin embargo, dos años después -indica la Sociedad Estadounidense de Física (APS, por sus siglas en inglés: American Physical Society)- Noether fue una de las dos estudiantes a la que se le permitió inscribirse en esa universidad.

Pero no con los mismos derechos que el resto de estudiantes.

Sólo se le permitía entrar como oyente a las clases y eso si los profesores daban la autorización expresa de que podía entrar al aula.

"Pero eso fue suficiente para que pasara el examen de graduación en 1903 y para que calificara a un título equivalente al de una licenciatura", indica Michael Lucibella, autor de la biografía sobre Noether publicada por APS.

"Pasó el año siguiente estudiando en la Universidad de Gotinga, pero regresó a Erlangen cuando la universidad finalmente revocó las restricciones contra las estudiantes y terminó su disertación sobre invariantes para las formas biquadráticas ternarias en 1907", señala el escritor.

Pese a que la universidad dio un paso adelante para permitir a mujeres estudiantes, continuaba excluyendo a las mujeres de tener posiciones en la facultad.

"Noether enseñó en Erlangen por los siguientes siete años sin salario, en algunas ocasiones reemplazando a su padre", indica Lucibella.

"Somos una universidad, no un sauna"
En 1915, el gran matemático alemán David Hilbert trató de llevarla a la Universidad de Gotinga, pero recibió el rechazo de sus colegas en el departamento de matemáticas.

No veo por qué el sexo de los candidatos sea un argumento contra su admisión. Somos una universidad, no un sauna
David Hilbert, matemático

"¿Qué pensarán nuestros soldados cuando regresen a la universidad y encuentren que se les pedirá que aprendan de una mujer?", un profesor se quejó de la propuesta.

A lo que Hilbert respondió:
"No veo por qué el sexo de los candidatos sea un argumento contra su admisión. Somos una universidad, no un sauna".

Noether tuvo que dar clases bajo el nombre de Hilbert por los siguientes cuatro años y sin pago alguno.

Lucibella explica que la esperanza de Hilbert de contar con la matemática en la Universidad de Gotinga era que su conocimiento y experiencia sobre "la teoría invariante -los números que se mantienen constantes incluso aunque sean manipulados de diferentes maneras- pudiera ser llevada a la incipiente teoría general de la relatividad de Albert Einstein, que parecía violar la (ley) de la conservación de energía".

El teorema de Noether
Noether desarrolló un teorema que es clave para entender la física de partículas elementales y la teoría cuántica de campos.

En pocas palabras, "para comprender toda la física más sofisticada", le dice a BBC Mundo Manuel Lozano Leyva, catedrático de Física Atómica y Nuclear de la Universidad de Sevilla.

Una copa de vino para entender un teorema clave en la física.
"Cuando Einstein vio el trabajo de Noether sobre las invariantes, le escribió a Hilbert: 'Estoy impresionado de que esas cosas puedan ser entendidas de una manera tan general. La vieja guardia de Gotinga debería aprender algunas lecciones de la señorita Noether. Se ve que sabe de lo suyo'", indica la biografía de APS.

Pero en qué consiste este teorema.
Le pasamos la tiza al profesor Lozano, quien durante 30 años se lo enseñó a sus alumnos en España.

"El teorema conceptualmente es muy sencillo y matemáticamente muy complicado. Se trata de relacionar la simetría con las cantidades conservadas", le dice el docente a BBC Mundo.

El profesor de Física Manuel Lozano Leyva se declara un enamorado del teorema de Noether.

"¿Qué es una simetría?", empieza.

"Imagínese que tengo una copa de vino en la mano y le digo que cierre los ojos. Mientras los tiene cerrados, giro la copa en su eje y después le digo que los abra. Seguramente no se dará cuenta si la copa se ha movido o no".

"Pero si el giro que hago es perpendicular a ese eje, es decir, le doy la vuelta a la copa, y le digo que abra los ojos, sí se dará cuenta que ha habido una transformación, que le ha pasado algo a la copa".

"Eso significa que la copa es simétrica con respecto a las rotaciones en relación a un eje y no es simétrica respecto a las rotaciones en otro eje".

Es un teorema sumamente elegante, trae la belleza de un concepto de simetría a lo que son los principios de la física

Mayly Sánchez, Universidad del Estado de Iowa
"Ahora piense", señala el profesor, "en cantidades físicas que todo el mundo conoce como lo es la energía, que ni se crea ni se destruye, sino que se transforma. Eso se llama una cantidad conservada".

"Lo que hizo Emmy Noether fue fundamentalmente relacionar la simetría de un sistema con las cantidades físicas que se conservan y esas cantidades son una herramienta fundamental a la hora de plantear problemas y de resolverlos en física".

Y eso afecta a todos los sistemas físicos, desde el sistema planetario hasta un cristal, los metales. "¡Todo!", dice con emoción el profesor.

"El teorema más bello del mundo"
El teorema creado por la científica alemana ha recibido un sinnúmero de adjetivos y no precisamente fríos.

La profesora Sánchez explicándoles el teorema de Noether a sus alumnos en Estados Unidos.

"Lo llaman el teorema más bello del mundo, pero no es solo que sea hermoso por las cuestiones de la simetría sino que es de una potencia matemática tremenda y de una potencia de cálculo fantástica", indica Lozano.

"Mis estudiantes quedaban maravillados cuando se los enseñaba porque, aunque sea matemáticamente difícil de formular, las consecuencias son muy grandes".

"A esta mujer le debemos mucho todos los físicos", señala el académico desde España.

Y esa opinión la comparte la profesora Sánchez desde Estados Unidos.

"Es un teorema sumamente elegante, trae la belleza de un concepto de simetría a lo que son los principios de la física", le dice a BBC Mundo.

"Noether es una de esas figuras en la historia de la física que se te escoden y después la descubres", cuenta.

"Cuando aprendí el teorema por primera vez, me enamoré del concepto. Mi profesor nos dio una clase bellísima de cómo este era uno de los principios más elegantes de la física y, ahora, que enseño la misma materia en el pregrado, todavía me emociono cuando doy esa clase. Es uno de los puntos donde la física y la matemática se conectan de una manera muy bonita".

"Lo que no me dijo el profesor ese día es que el teorema de Noether estaba escrito por Emmy Noether. Nunca me dijo que era una mujer y solo años más tarde, en mi doctorado, descubrí que había sido una mujer la que lo concibió".

"Los chicos de Noether"
Tras el fin de la Primera Guerra Mundial, hubo algunos avances en materia de los derechos de las mujeres en Alemania.

El Nazismo obligó a mentes brillantes como Noether y Einstein a abandonar su país.
"Noether recibió un pequeño salario en la Universidad de Gotinga en 1923", señala Lucibella. "Sin embargo, nunca se le otorgó el rango de profesora titular".

La mayoría de los estudiantes de la matemática eran hombres. Se les conocía como "Los chicos de Noether", indica la Sociedad Estadounidense de Física.

Con el surgimiento del Nazismo en Alemania, Noether tuvo que abandonar la vida académica en su país debido a la puesta en vigencia de una ley que sacaba a los judíos de posiciones gubernamentales y universitarias, recuerda Lucibella.

Noether fue despedida de la casa de estudios de Gotinga.
"Inicialmente recibió a los estudiantes en su casa, pero finalmente fue forzada a abandonar Alemania, junto a muchos otros académicos judíos", señala Lucibella.

Se fue a Estados Unidos, en donde continuó con su vida académica en el Colegio Bryn Mawr de Princeton y en el Instituto de Estudios Avanzados de esa ciudad.

En 1935, le detectaron un tumor en la pelvis. Fue operada y aunque la intervención fue un éxito, una serie de complicaciones la llevaron a la muerte cuatro días después.
Tenía 53 años.

La carta de Albert Einstein en honor a Emmy Noether tras su muerte
"A juicio de los matemáticos vivos más competentes, la señorita Noether fue el genio matemático creativo más importante que haya existido desde que comenzó la educación superior para las mujeres.

En el campo del álgebra, en el cual los matemáticos más talentosos han estado ocupados por siglos, ella descubrió métodos que han probado ser de una importancia enorme en el desarrollo de la actual generación de matemáticos jóvenes.

La matemática pura es, a su manera, la poesía de las ideas lógicas.

Nacida en una familia judía que se distinguió por el amor al aprendizaje, Emmy Noether, quien, pese a los esfuerzos del gran matemático de Gotinga, Hilbert, nunca alcanzó la posición académica que se merecía en su propio país, pero aun así se rodeó de un grupo de estudiantes e investigadores en Gotinga, quienes ya se han convertido en distinguidos profesores e investigadores.

Su desinteresado y significativo trabajo realizado durante muchos años fue recompensado por los nuevos gobernantes de Alemania con un despido, el cual le costó su ingreso para poder mantener su (estilo de) vida simple y la oportunidad de continuar con sus estudios matemáticos.

Sus amigos visionarios de la ciencia en este país (EE.UU.) fueron afortunados de poder hacer las gestiones necesarias con el Colegio Bryn Mawr y (la Universidad de) Princeton para que ella encontrara en Estados Unidos, hasta el día de su muerte, no solo colegas que apreciaron su amistad sino pupilos agradecidos, cuyo entusiasmo hizo de sus últimos años los más felices y quizás los más fructíferos de su carrera entera".

Fragmentos de la carta que escribió Albert Einstein y que dirigió a The New York Times. Fecha: 1 de mayo de 1935

https://www.bbc.com/mundo/noticias-39231616

viernes, 26 de junio de 2020

Cómo vuelan los pájaros desde hace 120 millones de años. La actividad de la proteína SHH en el tercer día de incubación es clave para el desarrollo de las plumas.

Un colibrí busca miel en la zona de Guápiles, al este de San José (Costa Rica).
Un colibrí busca miel en la zona de Guápiles, al este de San José (Costa Rica).JEFFREY ARGUEDAS / EFE

El vencejo común puede vivir en el aire, sin posarse, durante casi un año. El colibrí tiene un vuelo comparable al de una mosca. Son las dos especies en las cuales piensa Juan Benito, experto en la evolución de las aves e investigador del departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Cambridge, cuando se le pregunta por los pájaros que mejor cumplen esta hazaña. “Se me hace complicado imaginar que se pueda llegar a volar mejor. Estas dos aves no han cambiado mucho en 50 millones de años. El sistema muscular ya ha avanzado mucho desde los dinosaurios voladores. Creo que es la estructura de vuelo definitiva”, comenta.

Esta estructura en cuestión se prepara desde los primeros momentos de incubación del embrión de pollo gracias a señales moleculares de la proteína Sonic Hedgehog (SHH). Las células recuerdan la información recibida para proceder al desarrollo cuando es el momento adecuado. Tanto la posición como la morfología de las plumas se forma gracias a la expresión de esta proteína en torno al tercer día de incubación que dura unos 20 días en total, cifra que varía en función de la especie. Un estudio publicado en la revista Development demuestra que el mismo sistema desarrolla el esqueleto del pájaro y sus plumas, para lo que la SHH juega un papel fundamental.

Una fragata común vuela sobre las playas de Cartagena (Colombia) que permanecen cerradas a causa de la pandemia de coronavirus.

Una fragata común vuela sobre las playas de Cartagena (Colombia) que permanecen cerradas a causa de la pandemia de coronavirus. Una fragata común vuela sobre las playas de Cartagena (Colombia) que permanecen cerradas a causa de la pandemia de coronavirus. RICARDO MALDONADO ROZO / EFE

Marian Ros, investigadora del Instituto de Biomedicina y Biotecnologı́a (CSIC-SODERCAN) de la Universidad de Cantabria y coautora del trabajo, explica que lo más sorprendente fue que, al impedir la señalización de SHH mediante el uso de una droga, no se formaban las plumas de vuelo, es decir, las más complejas, fuertes y largas que constituyen una gran estructura para permitir los primeros impulsos del animal y mantenerlo en el aire.

Esta proteína no es exclusiva de los pájaros y mucho menos de las plumas. Es un elemento genético esencial en la formación de las extremidades de todos los tetrápodos. “Ya se sabía mucho de cómo SHH influye en la formación de los dedos. Es responsable de la graduación y de que cada dedo de la mano sea diferente, pero no se sabía que tenía un papel tan importante para las plumas de vuelo y que mandaba una función adicional", explica la experta. En la evolución de especies, cuando un mecanismo funciona para algo, se suele reutilizar. "Es muy probable que estuviera ya en uso para que los dedos sean diferentes y ahora confirmamos que se utiliza también para hacer plumas más especiales y más grandes”, estima Ros.

El primer dinosaurio que voló se llamaba ‘Archaeopteryx’ y tenía plumas de vuelo idénticas a las de las aves actuales hace 150 millones de años Las plumas son el tejido clave del vuelo y la mayor ventaja de las aves sobre otros animales voladores. Aunque la forma del ala ayude, que el ambiente favorezca el movimiento o que la estructura muscular del animal sea más o menos potente, cada pluma se controla de manera independiente y permite modular el vuelo. Benito lo confirma: “Tienen un mínimo de 30 vértices que les permite controlar el movimiento. Cada pluma actúa. Los pájaros cuentan con una flexibilidad mucho más mayor que cualquier otra especie. El murciélago por ejemplo, solo tiene cinco opciones gracias a sus dedos”. El color de las plumas también es importante. Cuanto más negras, mejor, ya que la melanina les hace más resistentes. “Si miras una paloma blanca verás que tiene la punta de sus alas oscuras. Es por eso. El color da resistencia”, ejemplifica el investigador de la Universidad de Cambridge.

Cuando existían dinosaurios
La proteína SHH se encarga de dibujar el patrón del esqueleto. Desde que existían los dinosaurios, este elemento clave para el crecimiento modificó poco a poco la morfología de las especies y se fueron perdiendo los dedos. Por otro lado, los huesos se aligeraron, pero guardaron la solidez. Lo que eran escamas terminaron siendo plumas. Todo esto para que las especies pudiesen empezar a volar hace 150 millones de años.

Unos de los primeros dinosaurios que voló se llamaba Archaeopteryx y tenía plumas de vuelo idénticas a las de las aves actuales. “En la mayoría de los dinosaurios se encuentran plumas de algún tipo por lo que parece que la evolución de las de vuelo fue un paso fundamental en ese momento”, explica Matthew Towers, coautor e investigador del departamento de Ciencias Biomédicas de Universidad de Sheffield (Reino Unido). Unos 30 millones de años más tarde, llegaron unos importantes cambios en el esqueleto. Uno de ellos es la fusión entre algunas de las vértebras y los huesos de la faja pélvica, según un estudio publicado en la revista PNAS que describe el fósil de pájaro más antiguo encontrado hasta ahora con esta morfología “moderna”.

En esa era muy lejana, algunos animales tenían alas aunque todavía no sirvieran para volar. La comunidad científica asoció la aparición de ese miembro a la selección sexual. “Este estudio no tiene implicaciones en el origen del vuelo porque se estima que las alas es una estructura preexistente que luego se aprovechó”, asegura Benito. En definitiva, la proteína SHH siempre estuvo ahí, pero con el paso del tiempo — a escala geológica — surgieron mutaciones genéticas que la llevaron a desarrollar plumas y permitieron que las aves conquistasen el cielo.

https://elpais.com/ciencia/2020-06-12/como-vuelan-los-pajaros-desde-hace-120-millones-de-anos.html