Nuevatribuna |
La reválida es una figura del sistema educativo franquista. ¿En qué tipo de modelo educativo se enmarca esta prueba ‘rescatada’ de aquella época?
Enrique Javier Díez Gutiérrez |
Más: El gobierno en funciones aprueba el sistema de reválidas para ESO y Bachillerato por Real DecretoReválidas: un golpe bajo de Rajoy a la educación.
Las reválidas son figuras obsoletas del sistema educativo franquista marcado por un modelo educativo basado en la disciplina autoritaria, el control por el miedo y el clasismo. Se sintetizaba en lo que popular y acertadamente se denominó “la letra con sangre entra”. Donde se premiaba el esfuerzo individual, la sumisión a la autoridad y la asunción del destino de unos a los estudios de élite y el resto a ser expulsados cuanto antes del sistema educativo.
De 100 alumnos y alumnas que iniciaron la Enseñanza primaria en 1951 (con 6 años), ingresaron solo
27 en la Enseñanza media (con 10 años);
18 aprobaron la Reválida de Bachillerato elemental (con 14 años) y solo
10 el bachillerato superior (con 16 años);
5 consiguieron aprobar el Preuniversitario (17 años) y
3 alumnos culminaron sus estudios universitarios en 1967.
En el curso 1965-66, la media de aprobados en la reválida de bachillerato elemental fue de 50,3% y del 56,9% en la reválida de bachillerato superior. Estas reválidas eran exámenes memorísticos muy temidos, que servían para segregar y expulsar del sistema a la mitad de la población escolar y a prácticamente todos los hijos de la clase trabajadora.
Solo llegaban a la Universidad el 0,5% de los hijos de clase trabajadora.
De 100 niños, hijos de obreros del campo, que iniciaban primaria
llegaban a cursar enseñanza media 4,2
y enseñanzas superiores 0,2.
Mientras que de 100 niños, hijos de directores y gerentes de empresas que iniciaban primaria,
72 cursaban enseñanza media y
14,2 llegaban a enseñanzas superiores.
Por eso incluso la reforma educativa del final del franquismo, la Ley General de Educación (1970), intentó superar la rigidez y exclusión del sistema educativo de la dictadura, con la supresión de las “temidas reválidas”, introduciendo la evaluación continua.
¿Explíquenos en qué sentido “ha reculado” el Gobierno con las reválidas?
Realmente no ha reculado. Aunque pueda dar esa impresión inicial. Pero si se analiza el decreto que el Ministro de Educación, Mendez de Vigo, y su equipo proponen lo único que se plantea es que estas pruebas pierdan parte de su carácter centralista y uniformizador, e incluso se acepta –con la boca pequeña, porque ya veremos qué pasa más adelante, tras las elecciones- no publicar los ránquines con los resultados de las reválidas.
Pero esto no significa que haya variado ni un ápice la filosofía que anima este tipo de pruebas, que supuestamente buscan “elevar” los resultados educativos, como dice el gobierno. Pero está sobradamente demostrado que este tipo de pruebas estandarizadas sólo sirven realmente para fomentar un aprendizaje fundamentalmente memorístico y descontextualizado, mediante un control burocrático de las prácticas escolares y la profesión docente.
Las investigaciones demuestran que, a pesar de los recursos invertidos en este tipo de evaluaciones estandarizadas desde la década de los 90, no hay mejoría consistente ni significativa en los resultados escolares de los países, en los campos o aspectos evaluados. Más bien se observan efectos negativos, así como debilidades técnicas, pues sólo tienen en cuenta lo que el alumnado hace en el momento de realizar las mismas.
Lo que ha hecho en definitiva el Partido Popular es una operación de maquillaje ante las nuevas elecciones, simulando que recula, como maniobra electoralista para un futuro pacto neoliberal con Ciudadanos, pero sin variar en nada la filosofía segregadora de fondo de la LOMCE profundamente excluyente y competitiva.
Una buena parte de la opinión pública sostiene que las reválidas son “segregadoras”. ¿En qué sentido?
Estas pruebas buscan en última instancia identificar, etiquetar y pre-seleccionar desde primaria a aquel alumnado que tiene problemas de aprendizaje de cara a su futura selección definitiva en la secundaria y el bachillerato. Es la finalidad principal. Si su objetivo fuera ayudar en el proceso de aprendizaje, se harían al principio y a lo largo del proceso, como se hace la evaluación continua, y no al final. Si su objetivo fuera apoyar el proceso de aprendizaje y atender las dificultades que surjan, requeriría que se dotaran de recursos, medios y personal para atender dichas dificultades, personalizar la atención educativa y reforzar a quienes más lo necesitan.
Pero, el auge de estas reválidas está acompañado con el recorte de apoyos y recursos que acompaña a la ley, que ya se cifran en 8.000 millones de euros. Si la finalidad fuera diagnosticar las necesidades, cómo se conjuga con un recorte en educación que nos sitúa de nuevo en la cola de los países de la UE, con el compromiso añadido de este gobierno con la Troika de recortar todavía más en educación hasta dejarnos en un 3,9 del PIB, cuando la media de la UE está en un 6,2 y países como Finlandia superan el 7% del PIB.
Está claro que el modelo de las reválidas no está al servicio de la mejora de la educación, que debería ser el objetivo básico. Está mucho más orientada a seleccionar, segregar y sancionar que a identificar los problemas y establecer medidas de mejora. Realmente responde a una concepción neoliberal cuya finalidad fundamental es crear un mercado educativo (financiado públicamente) donde se examine a los centros escolares (proveedores de educación) para que se “esfuercen” en ofrecer un producto atractivo, a la medida de las demandas de los clientes, para que todas las familias, convertidas en consumidores y consumidoras, puedan elegir aquel que más ventajas competitivas les pueda reportar a su prole. Ya no se trata de mejorar todos los centros, ni de garantizar el derecho a la mejor educación de todos los niños y niñas, sino de elegir la “mejor” opción para los míos. Es la consagración de la competitividad darwinista en educación. El triunfo del individualismo y la competencia de todos contra todos.
Y, ¿qué suponen para la comunidad educativa? ¿Cuáles son los ‘efectos colaterales’ negativos?
El problema añadido, como denuncian múltiples profesionales de la educación, son los efectos negativos colaterales de estas evaluaciones estandarizadas:
a) la presión sobre los niños y niñas para que tengan resultados acomodados a las pruebas;
b) el estrés del control continuo y permanente, como si solo se pudiera estudiar mediante la presión y el miedo al examen, olvidando la curiosidad y la pasión por el conocimiento;
c) la selección de aquellos “clientes” que son buenos para no descender en el ranking, y la exclusión de quienes tienen más dificultades de aprendizaje y son los que realmente más nos necesitarían;
d) la deslegitimación de la función docente y la desconfianza hacia el profesorado, ya que no es el profesorado que tiene docencia directa con el alumnado el que evalúa, pues se le expulsa del proceso de valoración final sobre el grado de aprendizaje del alumnado, recurriendo a otros profesionales;
e) la degradación de contenidos: se acaba estudiando lo que se examina y se centra el tiempo y los esfuerzos docentes en preparar al alumnado para resolver pruebas y exámenes, como ya pasa en 2º de Bachillerato de cara a la selectividad;
f) el control sobre el trabajo docente y la pérdida de la innovación educativa, al convertirse el profesorado en “preparadores de pruebas”, sufriendo así un control directo sobre su trabajo y sobre lo que debe enseñar;
g) el coste económico para el sistema, tan alto como inútil, por la realización de las múltiples pruebas externas todos los años. Además, para el alumnado jugarse en una prueba externa los años de escolarización es injusto y contradice la función de la evaluación como mejora de la educación respetando la diversidad y los diferentes ritmos de aprendizaje;
h) el gran negocio que supone una inversión de millones de euros en pagar a grandes empresas privadas como Pearson, McGraw-Hill y Educational Testing, en lugar de dejar que sean los profesores y profesoras los que se ocupen del aprendizaje de su alumnado; y el coste para las familias del alumnado que haya suspendido, cuando tengan que pagar academias para repetir la reválida;
i) la publicidad de estas pruebas convierte la evaluación en un mecanismo de competición entre centros y no de cooperación, y en un dispositivo de clasificación y segregación del alumnado y los centros escolares.
¿Qué opina de los cuestionarios adicionales a familias y profesores?
Los cuestionarios de las reválidas parecen diseñados por Microsoft o Telefónica
El Ministro “en funciones” sigue funcionando, por su cuenta y riesgo, desoyendo el mandato del Congreso que ha aprobado por mayoría abrumadora la paralización de la LOMCE. Ha publicado recientemente, en el BOE del 15 de abril de 2016, una Resolución que implanta “cuestionarios de contexto e indicadores comunes de centro” para la evaluación final de Educación Primaria. Estos cuestionarios que se aplican a alumnado, familias y dirección, analizan el contexto de una forma muy peculiar y sesgada. Inquiriendo al alumnado sobre las veces que ha repetido, no sobre las causas; la frecuencia que ha faltado a clase, no las razones ni el por qué; si utiliza ordenador o tableta para el trabajo escolar, como si eso fuera esencial para el aprendizaje; si hace deberes, cuando están tan cuestionados.
A las familias les pregunta de qué nacionalidad son –como si esto fuera un determinante del aprendizaje-; insiste una y otra vez en si utilizan ordenador o tableta en la casa o “cuántos dispositivos de información digital de uso habitual hay en su casa smartphones, smart TV…”.
Al equipo directivo les pregunta hasta tres veces, como Jesucristo a Pedro, si tienen problemas por la falta o inadecuación de dispositivos tecnológicos para la docencia, la deficiente conexión a internet o la falta o inadecuación de software para la docencia. Parece, en algunos casos, un cuestionario diseñado por Microsoft o Telefónica. No parece que este sea el contexto más relevante que influye en las dificultades o mejora del proceso de enseñanza-aprendizaje. Creo que el Ministro tiene que repasar algunas cuestiones pedagógicas sobre educación, antes de seguir funcionando “sin funciones”.
Ocho comunidades autónomas se han declarado insumisas. ¿Qué puede derivarse de ello?
Izquierda Unida ha venido promoviendo campañas de insumisión a la LOMCE, pues la desobediencia civil ante una ley injusta es legítima. Igualmente lo han hecho confederaciones de asociaciones de madres y padres, sindicatos, mareas verdes y, en definitiva, la comunidad educativa. Cuando ahora un grupo tan numeroso de Comunidades Autónomas se declaran insumisas aplaudiríamos su actitud, si fuera realmente de insumisión. Pero poca “insumisión” es seguir haciendo evaluaciones aunque sean “menos externas”. Realmente no varían sustancialmente la filosofía y el modelo. Por eso creemos que deben pasar de las declaraciones a los hechos. Recordándoles que no se trata solo de paralizar lo no implantado de la ley (sólo un 10%), sino de derogarla, un compromiso que firmaron sus partidos a nivel estatal en la anterior legislatura, y del que ahora no se pueden desdecir.
Porque ya han empezado a sonar las primeras campanas con la primera iniciativa legislativa del PSOE, que pedía la paralización pero no la derogación. Que lo fiaba al futuro, alegando que había que elaborar una alternativa a la ley –cuando el PSOE ha participado en el Acuerdo Social y Político por una Nueva Ley educativa, aunque lo ha hecho a última hora y desde una cierta distancia sin comprometerse mucho-. Vamos que ha empezado a sonar a aquello de “LOMCE de entrada no”, como cuando la OTAN y acabamos metidos hasta el cuello en la Alianza Atlántica. Si a esto añadimos lo que se anunció en materia educativa en el pacto entre PSOE y C’s, el retroceso es clamoroso y casi parece aquello de “donde dije digo, digo diego”.
Tanto en EEUU como en Europa se está empezando a cuestionar este tipo de pruebas. En términos generales, ¿conoce cuál es la situación en los países de la Unión Europea?
Es cierto que con la LOMCE este modelo neoliberal y tecnocrático, centrado en pruebas estandarizadas, ha sido importado acríticamente en nuestro país, justo en momentos en que dichas pruebas son debatidas, cuestionadas y refutadas en muchos países del Norte. De hecho en toda Europa, solo una región belga exige en la UE una reválida al final de la primaria que condiciona la progresión del alumnado. En Malta se han eliminado las pruebas que enviaban a los niños y niñas a un tipo u otro de centros de secundaria. En cuanto a las reválidas de secundaria Irlanda es el único país de toda la UE donde el título se otorga únicamente en función de un examen final externo. Finlandia, Suecia y los países del centro de Europa se basan sólo en las notas y en el trabajo realizado durante el curso, como sucedía hasta ahora en España, antes de entrar la LOMCE en vigor.
Pero lo cierto es que la fiebre examinadora –del alumnado de diversos niveles, de los docentes, de las instituciones escolares (y ahora, ¡incluso de las familias!, según se propone en EE.UU.) – que viene creciendo desde la década de 1990, no se ha traducido en la anunciada "mejoría". Y es que, las reválidas por sí mismas, no mejoran ni cambian nada, solo seleccionan. La experiencia de EEUU, que abusa de pruebas externas, indica que los resultados han sido un desastre y ha reforzado la mediocridad del sistema. En Gran Bretaña docentes y familias están actualmente en huelga como protesta por las evaluaciones-revalidas (SATs) que les van a hacer a los 6-7 años.
En un artículo del Foro de Sevilla, usted y otros profesionales de la docencia advierten del ‘goloso’ negocio que suponen las reválidas para algunas grandes empresas privadas. ¿Cuáles son esas empresas y de cuánto dinero público podemos estar hablando?
Por ejemplo, Servinform S.A., una empresa de externalización de servicios, no educativa, cobrará más de 300.000 €, por las reválidas solo en Madrid (Boletín de la Comunidad de Madrid del 25 de abril de 2016). Haciendo números, el curso 2011-2012, según el Ministerio de Educación, se matricularon 391.246 alumnos en 4º de la ESO y 281.046 en 2º de Bachillerato. Esto generaría casi 700.000 exámenes externos. El monto económico anual de semejante operación no se le escapa a nadie. Además, quienes no hayan superado las reválidas en su momento tendrán una “segunda” oportunidad más adelante, lo que aumentará la cifra del negocio. No olvidemos que el PP ha destinado 14,5 millones en los presupuestos generales del 2016 a reválidas y evaluaciones finales solo en Primaria. Un suculento negocio sobre el que ya están sobrevolando incluso los “fondos buitres”.
Como analiza Carles Sirera, de la Universidad Jaume I de Castelló, la multinacional Pearson, en 2006 compró la National Evaluation Series, la primera empresa norteamericana dedicada al testing y se posicionó a nivel mundial como los principales expertos en medir la “eficacia educativa”. No es un hecho menor, especialmente si tenemos en cuenta que Pearson es el responsable del test PISA. Esta empresa tiene como principal objetivo comercial “lograr el monopolio de la medición de la eficacia del sistema educativo”, tal como afirma en su página web. Es decir, Pearson decidirá qué es el éxito en educación y, al mismo tiempo, serán los máximos proveedores de materiales y cursos complementarios para lograr ese éxito.
¿No es un gran negocio? Por si alguien tiene dudas, Pearson en su web también deja muy claro cuáles son sus prioridades pedagógicas: los accionistas.
La mayoría de las fuerzas políticas se han comprometido a derogar la LOMCE.
¿Cuáles han sido sus efectos más perniciosos o regresivos para la Educación?
La LOMCE ha sido la justificación y coartada ideológica de los recortes del PP en educación, que ya han superado los 5.000 millones de euros durante su legislatura y ha supuesto el recorte de 32.000 docentes en la enseñanza pública
La LOMCE ha sido la justificación y coartada ideológica de los recortes del PP en educación, que ya han superado los 5.000 millones de euros durante su legislatura y ha supuesto el recorte de 32.000 docentes en la enseñanza pública. Ha sido una contrarreforma educativa impuesta que ha sido rechazada por todos los sectores de la comunidad educativa, que han protagonizado una movilización sostenida durante toda la andadura del proyecto de ley, antes y después de su paso por las Cortes. Es una ley que atenta contra el derecho universal a la educación en condiciones de igualdad, que ha supuesto un desmantelamiento aún mayor de la educación pública y cuya finalidad es seleccionar futuras élites dirigentes segregando y excluyendo a quienes más apoyo necesitan.
Sus efectos se han hecho notar de inmediato. Este curso se ha caracterizado por menos calidad, equidad e igualdad de oportunidades, como consecuencia de los recortes en becas, de los programas de compensación educativa, de la masificación de alumnado en las aulas debido al despido de esos 32.000 profesores y profesoras, y una universidad cada vez más privatizada y clasista, que ha triplicado las tasas de las matrículas y recortado el acceso a las becas. Los recortes y la entrada en vigor de una ley segregadora y privatizadora no sólo están deteriorando el servicio público sino que está desviando alumnado y dinero público hacia la enseñanza privada. Estamos en un estado de emergencia educativa, una "crisis educativa" que se hace "insostenible" para la calidad y equidad del sistema y el futuro del país porque cae la inversión, crece el número de alumnado y disminuye el profesorado para atenderle.
Estamos en un estado de emergencia educativa, una "crisis educativa" que se hace "insostenible" para la calidad y equidad del sistema y el futuro del país porque cae la inversión, crece el número de alumnado y disminuye el profesorado para atenderle
La "privatización" encubierta de los ciclos de Infantil y bachillerato; la aplicación de los Reales Decretos del PP 14/2012 y 20/2012, que supusieron el aumento de la ratio del alumnado por aula; el aumento del horario lectivo; la mayor tardanza en las sustituciones de los docentes; los tres decretos que avanzan en la privatización de la universidad pública; el "compromiso" del Gobierno de "rebajar" la inversión educativa al 3,9% del PIB, además del recorte de más de 7.000 millones de euros en los últimos cinco años (entre PSOE y PP), una quinta parte de los fondos públicos destinados a la educación; así como la supresión de medidas de atención a la diversidad, y los recortes o supresión de becas al estudio, de libros, de comedor, de transporte, etc., han disparado la indignación de familias, estudiantes y profesorado viendo cómo los recortes educativos sirven para destinar el dinero público al rescate de la banca, mientras se desmantela la educación pública.
Creo sinceramente que la educación pública está siendo sistemáticamente atacada desde hace tiempo, en diferentes Comunidades Autónomas, especialmente por los gobiernos del PP, cuya ideología mercantilista y privatizadora (“menos Estado y más mercado”) quiere convertir la educación en un negocio, poniendo gran parte de los nuevos centros educativos en manos de la enseñanza privada concertada, mayoritariamente católica. Este proceso de privatización, que pretende convertir la escuela pública en subsidiaria de la privada, se ha acentuado de forma exponencial en los últimos años. Y más ahora que, con el pretexto de la crisis, se está aplicando todo un programa sistemático de recortes sociales y de estrangulamiento económico de lo público.
Un reciente estudio de CCOO muestra que la universidad pública en España es de las más caras de Europa. ¿Qué está suponiendo y qué va a suponer para el futuro?
Desde el curso 2011/2012 hay 77.000 estudiantes menos en las universidades públicas y 5.000 más en las privadas
Efectivamente España se sitúa entre los países de la Unión Europea y del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) con precios medios más elevados, tanto en estudios de Grado como de Máster Oficial. Si a esto le añadimos que sólo un 29% de los estudiantes universitarios, tanto en universidades públicas como privadas de España, ha podido obtener algún tipo de ayuda parcial en forma de beca por parte del Gobierno de la nación. Y le sumamos que España es el país donde más ha crecido la desigualdad desde el inicio de la crisis, según la OCDE.
Esto es resultado del estrangulamiento al que le somete el gobierno a las Universidades Públicas: actualmente disponen de 1.384 millones menos de presupuesto que en 2010, volviendo casi al presupuesto de hace una década. El PP está practicando el estrangulamiento de las Universidades públicas, de la investigación I+D+i, el aumento de los precios de las matrículas y la disminución de becas y ayudas, así como endurecimiento de los requisitos para acceder a ellas, lo que ha provocado que desde el curso 2011/2012 haya 77.000 estudiantes menos en las universidades públicas y 5.000 más en las privadas y de la jerarquía católica, especialmente en los máster más caros.
Pero más allá de esto, parece que quiere dejar asentado su modelo neoliberal en el sistema universitario realizando una auténtica contrarreforma universitaria global, pero aplicada a plazos, mediante diferentes Decretos, como el del 3+2, o del Estatuto de la ANECA, o el de la acreditación del profesorado, o el RD-Ley 20/2015 de acceso y movilidad del profesorado o el de creación de universidades que facilitará el incremento de campus privados, que ya pasaron de 13 a 33 entre 1997 y 2015, a pesar de que el Gobierno habla, insistentemente, de la necesidad de reducir lo que considera un número excesivo de titulaciones y centros.
A este panorama en Educación Superior hemos de añadir que desde 2012 las políticas del gobierno del PP han recortado 7.766 puestos de trabajo en las Universidades Públicas, sustituyendo además empleo fijo y de calidad por docentes con contratos laborales temporales y precarios. Un panorama desolador que dejará la Universidad Pública como un erial tras el paso del Partido Popular por el gobierno estos cuatro últimos años y que hemos de revertir con otro gobierno del cambio si queremos apostar por otra Universidad posible entendida como servicio público que no busque la “competitividad” y la “excelencia”, sino la calidad y la cooperación al servicio de la sociedad, para hacerla más justa, más sabia, más universal, más equitativa, más sostenible, orientada a la formación de personas creativas y críticas con una elevada formación cultural y profesional.
CCOO ha calculado que poner las matrículas gratuitas en las universidades españolas le costaría al Gobierno 1.300 millones de euros cada año, descontando el dinero que ahora se invierte en becas. Como dice este sindicato “un país no puede salir de la crisis si no apuesta por una educación universitaria pública de calidad accesible para toda la población independientemente de su nivel económico”. Por eso Izquierda Unida siempre ha apostado por una Educación Pública gratuita que, desde la primera infancia hasta la universidad, luche contra la lógica del mercado. Una educación que reafirme la prioridad absoluta de los seres humanos sobre la rentabilidad económica.
http://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/revalidas/20160508174131128144.html
miércoles, 3 de agosto de 2016
ENTREVISTA A ENRIQUE JAVIER DÍEZ "En el suculento negocio de las reválidas sobrevuelan incluso los fondos buitres” El responsable federal de Educación de IU nos habla en esta entrevista del gran negocio que suponen para empresas privadas estas pruebas estandarizadas impuestas en la LOMCE.
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ACOSO A FUNCIONARIOS. “Descubrí corrupción e intentaron acabar conmigo”. Un alcalde del PP, cinco ediles y cuatro funcionarios de Palas de Rei (Lugo) son procesados por 15 delitos tras hostigar durante casi diez años a la secretaria municipal
Celia González, secretaria municipal de Palas de Rei (Lugo) y, por tanto, funcionaria habilitada por el Estado para vigilar el respeto a la legalidad en este Ayuntamiento gobernado desde siempre por el PP, trabajó durante años sin que sus compañeros le dirigieran la palabra, con el acceso restringido a ordenadores y documentación oficial, y escuchando a su paso insultos, desprecios y risotadas burlonas. “Me negué a firmar los chanchullos que hacían con subvenciones y contrataciones e intentaron acabar conmigo”, cuenta casi una década después de estallar la pesadilla. La justicia acaba de encausar al alcalde del PP, Pablo Taboada, a cinco concejales de su equipo, a cuatro trabajadores municipales y a un ex alto cargo de la Xunta de Alberto Núñez Feijóo por 15 delitos, entre ellos acoso, amenazas, trato degradante, falsedad, malversación y fraude de subvenciones.
Con 20 años de profesión como equipaje, González llegó en 2007 a este municipio de 3.500 habitantes para ocupar la plaza de secretaria-interventora. Relata que su destino, territorio en el que se alza uno de los pocos castillos medievales que sobrevivieron en Galicia a las revueltas campesinas del siglo XV, resultó ser un “pueblo feudal" en el que alcalde y concejales del PP compaginaban la política con profesiones clave para la vida diaria de un pequeño y envejecido ayuntamiento.
El alcalde de entonces, que hoy ejerce de teniente de alcalde, Fernando Pensado Barbeira, a quien el fiscal pide dos años de cárcel y una década de inhabilitación por prevaricación y acoso, trabajaba como médico en el ambulatorio; su entonces número dos y actual regidor, encausado por los mismos delitos e idéntica condena, lucía placa de policía local; y otra edil era la administrativa que repartía las citas sanitarias. “Todos en Palas dependían de sus favores. Había que votarles porque no había nadie que no les debiera algo”, describe la funcionaria acosada.
Al empleado municipal que, sin titulación, hacía las labores de interventor hasta que González llegó al Ayuntamiento de Palas todos le llamaban Don Carlos. “Él nunca asumió que yo pasaba a realizar sus funciones. Durante los primeros 15 días se empeñó en seguir firmando como interventor y cuando le dije que no podía ser así, empezó la pesadilla”. Carlos Ouro Villamor está acusado de usurpación de funciones públicas, posesión ilegal de cargo público y acoso y el ministerio público pide para él cuatro años de cárcel.
La negativa de la secretaria municipal de Palas a pasar por el aro desató una brutal campaña de desprestigio contra ella. Asegura que los políticos del PP expandieron por el pueblo comentarios insidiosos sobre su vida personal. “Le decían a la gente que yo estaba loca, que mi marido me había dejado y que se había llevado a mis dos hijos por eso. Y en la prensa el alcalde llegó a decir que estaba ‘enferma’ y que era del PSOE”, recuerda González, en compañía de su marido. Cogió una baja por depresión y cuando volvió al Ayuntamiento, asesorada por su abogado, Rafael Arangüena, empezó a recopilar pruebas de todos los “chanchullos” del gobierno local que se negaba a amparar.
Armada con una grabadora y varias agendas en las que registró escrupulosamente su día a día durante años, incluidos desplantes, insultos y documentos incriminatorios, González halló decenas de certificaciones falsas de subvenciones recibidas de otras Administraciones, la principal vía de ingresos del Ayuntamiento. Cuenta cómo destapó que el gobierno local justificaba fraudulentamente el uso de ayudas públicas para obras o servicios que no se realizaban o en los que se gastaba menos de lo que se certificaba, mientras repartía gratificaciones económicas “arbitrarias” entre los empleados más fieles.
González encontró recibos de abonos, insecticidas y semillas para huertos inexistentes; facturas de banquetes en restaurantes a nombre de asociaciones vecinales; casos de trabajadores a los que se pagaba una sola nómina pero por los que el Ayuntamiento recibía doble subvención; técnicos que cobraban pluses por trabajos para los que no tenían competencia… Y también descubrió que Don Carlos utilizaba su nombre para firmar a sus espaldas certificaciones falsas. “Era la fiesta del gasto con subvenciones de otras Administraciones”, resume el abogado de González.
En 2011 presentó la querella que ha dado pie a que ahora la titular del juzgado de primera instancia e instrucción número 1 de Chantada (Lugo) haya abierto juicio oral a 11 personas, entre políticos del PP y trabajadores municipales. En estos cinco años, el actual alcalde, que tras su procesamiento se ha dado de baja en el PP pero sin perder el apoyo del partido, le impuso a González seis expedientes disciplinarios, anulados posteriormente por la justicia, con los que logró dejarla sin sueldo y sin Seguridad Social. El día en que aprobó por primera vez su destitución, rememora la funcionaria, Taboada hizo llamar a todos los empleados municipales de Palas para que asistieran al pleno de castigo. Sin saberlo, la plantilla fue testigo de uno de los actos que han llevado al político popular al banquillo en compañía de su equipo.
“El [actual] alcalde me decía: ‘Te tienes que ir sí o sí”, apunta González, unas palabras que el político del PP cargaba con amenazas, añade la funcionaria, y que volvió a escuchar en la Xunta cuando acudió a pedir ayuda. “Lo único que me ofrecieron fue cambiar de ayuntamiento”. El exdirector general de Administración Local del Gobierno gallego Norberto Uzal se sentará también en el banquillo acusado de prevaricación por suscribir un informe apoyando que la secretaria fuera suspendida de empleo y sueldo.
El PP gallego ha brindado en todo momento su amparo al regidor de Palas y sus ediles, que no han respondido a la invitación de este periódico para dar su versión. Cuando se les abrió juicio oral, Feijóo redujo la causa penal a una “cuestión de organización interna” del Ayuntamiento. “No tiene trascendencia desde el punto de vista de los ciudadanos”, zanjó el presidente de la Xunta sobre una década de pesadilla para Celia González sobre la que planean 15 presuntos delitos.
http://politica.elpais.com/politica/2016/06/21/actualidad/1466532310_568075.html
Con 20 años de profesión como equipaje, González llegó en 2007 a este municipio de 3.500 habitantes para ocupar la plaza de secretaria-interventora. Relata que su destino, territorio en el que se alza uno de los pocos castillos medievales que sobrevivieron en Galicia a las revueltas campesinas del siglo XV, resultó ser un “pueblo feudal" en el que alcalde y concejales del PP compaginaban la política con profesiones clave para la vida diaria de un pequeño y envejecido ayuntamiento.
El alcalde de entonces, que hoy ejerce de teniente de alcalde, Fernando Pensado Barbeira, a quien el fiscal pide dos años de cárcel y una década de inhabilitación por prevaricación y acoso, trabajaba como médico en el ambulatorio; su entonces número dos y actual regidor, encausado por los mismos delitos e idéntica condena, lucía placa de policía local; y otra edil era la administrativa que repartía las citas sanitarias. “Todos en Palas dependían de sus favores. Había que votarles porque no había nadie que no les debiera algo”, describe la funcionaria acosada.
Al empleado municipal que, sin titulación, hacía las labores de interventor hasta que González llegó al Ayuntamiento de Palas todos le llamaban Don Carlos. “Él nunca asumió que yo pasaba a realizar sus funciones. Durante los primeros 15 días se empeñó en seguir firmando como interventor y cuando le dije que no podía ser así, empezó la pesadilla”. Carlos Ouro Villamor está acusado de usurpación de funciones públicas, posesión ilegal de cargo público y acoso y el ministerio público pide para él cuatro años de cárcel.
La negativa de la secretaria municipal de Palas a pasar por el aro desató una brutal campaña de desprestigio contra ella. Asegura que los políticos del PP expandieron por el pueblo comentarios insidiosos sobre su vida personal. “Le decían a la gente que yo estaba loca, que mi marido me había dejado y que se había llevado a mis dos hijos por eso. Y en la prensa el alcalde llegó a decir que estaba ‘enferma’ y que era del PSOE”, recuerda González, en compañía de su marido. Cogió una baja por depresión y cuando volvió al Ayuntamiento, asesorada por su abogado, Rafael Arangüena, empezó a recopilar pruebas de todos los “chanchullos” del gobierno local que se negaba a amparar.
Armada con una grabadora y varias agendas en las que registró escrupulosamente su día a día durante años, incluidos desplantes, insultos y documentos incriminatorios, González halló decenas de certificaciones falsas de subvenciones recibidas de otras Administraciones, la principal vía de ingresos del Ayuntamiento. Cuenta cómo destapó que el gobierno local justificaba fraudulentamente el uso de ayudas públicas para obras o servicios que no se realizaban o en los que se gastaba menos de lo que se certificaba, mientras repartía gratificaciones económicas “arbitrarias” entre los empleados más fieles.
González encontró recibos de abonos, insecticidas y semillas para huertos inexistentes; facturas de banquetes en restaurantes a nombre de asociaciones vecinales; casos de trabajadores a los que se pagaba una sola nómina pero por los que el Ayuntamiento recibía doble subvención; técnicos que cobraban pluses por trabajos para los que no tenían competencia… Y también descubrió que Don Carlos utilizaba su nombre para firmar a sus espaldas certificaciones falsas. “Era la fiesta del gasto con subvenciones de otras Administraciones”, resume el abogado de González.
En 2011 presentó la querella que ha dado pie a que ahora la titular del juzgado de primera instancia e instrucción número 1 de Chantada (Lugo) haya abierto juicio oral a 11 personas, entre políticos del PP y trabajadores municipales. En estos cinco años, el actual alcalde, que tras su procesamiento se ha dado de baja en el PP pero sin perder el apoyo del partido, le impuso a González seis expedientes disciplinarios, anulados posteriormente por la justicia, con los que logró dejarla sin sueldo y sin Seguridad Social. El día en que aprobó por primera vez su destitución, rememora la funcionaria, Taboada hizo llamar a todos los empleados municipales de Palas para que asistieran al pleno de castigo. Sin saberlo, la plantilla fue testigo de uno de los actos que han llevado al político popular al banquillo en compañía de su equipo.
“El [actual] alcalde me decía: ‘Te tienes que ir sí o sí”, apunta González, unas palabras que el político del PP cargaba con amenazas, añade la funcionaria, y que volvió a escuchar en la Xunta cuando acudió a pedir ayuda. “Lo único que me ofrecieron fue cambiar de ayuntamiento”. El exdirector general de Administración Local del Gobierno gallego Norberto Uzal se sentará también en el banquillo acusado de prevaricación por suscribir un informe apoyando que la secretaria fuera suspendida de empleo y sueldo.
El PP gallego ha brindado en todo momento su amparo al regidor de Palas y sus ediles, que no han respondido a la invitación de este periódico para dar su versión. Cuando se les abrió juicio oral, Feijóo redujo la causa penal a una “cuestión de organización interna” del Ayuntamiento. “No tiene trascendencia desde el punto de vista de los ciudadanos”, zanjó el presidente de la Xunta sobre una década de pesadilla para Celia González sobre la que planean 15 presuntos delitos.
http://politica.elpais.com/politica/2016/06/21/actualidad/1466532310_568075.html
martes, 2 de agosto de 2016
La diseñadora alemana que resiste en Siria. Heike Weber vive desde hace tres décadas en el país, donde posee una prestigiosa firma de bordados.
Entre el laberinto de callejas que mapean el barrio antiguo de Damasco, se abre una pequeña portezuela azul que da al magnífico patio interior de una casa árabe. Allí, y bajo el zumbido de la aviación siria, vive Heike Weber, diseñadora alemana de 66 años con tres décadas en Siria. Firma una de las más prestigiosas marcas de bordado artesanal, Anat, en cuya tienda se han vestido tanto las reinas españolas Sofía y Leticia, como la primera dama siria, Asma el Assad. Creció en el Berlín este durante la guerra fría. Fue en la universidad donde conoció al documentalista palestino Jibril, un joven militante del PFLP (Frente Popular para la Liberación de Palestina), hoy su ex marido. Ahí selló su destino con Oriente Medio, región que le habría de brindar vivencias más propias de una rocambolesca novela que de la vida real.
En 1975 pisó por primer vez Beirut, la misma semana que estalló la cruenta guerra civil que desangró Líbano durante 15 años. A los pocos días de aterrizar, y con 25 años, Heike ya corría sobre el asfalto beirutí esquivando los tiroteos. Munidos con una cámara de video, la pareja comenzó uno de los varios documentales que grabarían sobre la guerra, recorriendo desde campos de refugiados bombardeados a los frentes de las milicias palestinas. Tras un breve periodo en Alemania, Weber y su marido, ya con tres hijos, regresaron a Líbano para instalarse en el campo de refugiados palestino de Chatila. De nuevo, la guerra se intensificó con la injerencia de las tropas sirias al norte y las israelíes al sur del país. “A las pocas horas de aterrizar bombardearon el aeropuerto”, cuenta impasible pitillo en mano. Saltando en una misma frase del árabe al inglés relata las largas noches que pasó junto a sus hijos en el melja (refugio en árabe). Cerca de 3.000 hombres, mujeres y niños fueron masacrados en ese campo.
Única mujer foránea militante del PFLP, la entonces joven ajnabie (extranjera en árabe) de larga melena rubia y ojos verdes hizo guardia con su kalashnikov a las puertas de las garitas de su partido, donde se cruzó con los grandes líderes palestinos y libaneses. En 1982, zarpó de las costas libanesas a bordo del mismo barco en el que fueron expulsados miles de milicianos palestinos. Conoce de primera mano el sufrimiento con el que cargan a sus espaldas desplazados y refugiados. Algo de ropa y dos cacerolas que heredó de su madre fueron las únicas pertenencias que pudo rescatar de su hogar, bombardeado por la aviación israelí. “Cuando lo pierdes absolutamente todo te sientes liviana”, se consuela. Sin embargo, las secuelas las remolca silenciosamente el alma. Durante unas vacaciones en Berlín, la mayor de sus hijas con tan sólo cinco años arrastró a una docena de niños germanos a un parking subterráneo. “Estaba convencida de que tenía que ponerlos a salvo de un avión comercial que sobrevolaba la zona”.
Una vez en Siria, se asentaron en el campo de refugiados palestinos de Yarmouk, a las afueras de la capital, hoy escenario de cruentos combates. Motivada por su pasión y conocimientos del tatreez (bordado tradicional palestino), Heike abrió su taller. Tras tres décadas de esfuerzo y trabajo, la guerra le ha privado de su clientela y desperdigado entre la ola de refugiados a aquellas artesanas que durante lustros formó con dedicación. Muchas, irónicamente, rumbo a Alemania. “No pienso irme”, sentencia año tras año desde que comenzó la guerra, y a pesar de que ya hace tiempo que sus tres hijos y la mayoría de sus amigos abandonaron el país. Esta alemana sigue convencida de que cuando las cosas van mal siempre hay una forma de resistir. Y para ella, “simplemente hay que estar aquí”.
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/07/04/actualidad/1467650611_407667.html?rel=cx_articulo#cxrecs_s
lunes, 1 de agosto de 2016
4 pasos para aprender todo lo que quieras recomendados por el Nobel de Física Richard Feynman. BBC Mundo
"Tengo un amigo que es artista y a veces expresa una opinión con la que no estoy de acuerdo", dijo alguna vez el físico Richard Feyman.
"Toma una flor y dice: 'Mira qué bonita es', y yo concuerdo", siguió contando el científico galardonado con el premio Nobel de Física en 1965 por sus contribuciones al desarrollo de la electrodinámica cuántica.
"Luego dice: 'Como artista, yo puedo ver cuán bella es pero tú, como científico, lo desarmas todo y le quitas la gracia'. Es entonces cuando pienso que se descarriló".
Además de su obra sobre la física, a Feyman se le recuerda por su entusiasmo y su don para divulgar la ciencia, a pesar de lo profundamente especializado que era su trabajo.
Este relato que partió de un amigo y una flor muestra por qué a la gente le gustaba escucharlo revelar las delicias de la ciencia.
"Para empezar, la belleza que él ve está a la vista de todos, incluso la mía, creo yo. Quizá yo no tenga su refinamiento estético, pero puedo apreciar la belleza de una flor", explicaba.
"Pero al mismo tiempo, yo veo mucho más en la flor de lo que él ve. Puedo imaginar sus células y las complejas acciones que ocurren en su interior y que también son bellas".
Lo que quiero decir es que no sólo hay belleza en la dimensión que capta la vista, sino que se puede ir más allá" Richard Feynman, 1918 - 1988
THINKSTOCK
"También los procesos, como el que los colores hayan evolucionado para atraer a los insectos, lo que significa que los insectos pueden apreciar el color".
"Y entonces surgen preguntas: ¿El sentido de la estética también lo tienen las formas de vida de la naturaleza? ¿Por qué razón les resulta estético?".
"Toda esa clase de cuestiones interesantes de la ciencia no hacen sino aumentar el misterio y la maravilla de una flor. No entiendo cómo podría restárselo", concluyó.
De lo oscuro a lo claro
Con la flor nos recordó cuán maravillosa es la ciencia. Sin embargo, ¿podremos entenderla?
Esta, por ejemplo, es la explicación que aparece en Wikipedia de uno de los diagramas que hicieron famoso a Feynman desde que los introdujo en 1948.
En este diagrama, un electrón y un positrón se aniquilan, produciendo un fotón que se convierte en un par quark-antiquark, despues de lo cual el antiquark irradia un gluón"
Wikipedia
Clarísimo... para el que sabe.
No obstante, la gente le entendía cuando explicaba cómo funcionaba el mundo que nos rodeaba y se entusiasmaba con su entusiasmo.
Así explicó, en una ocasión, las humildes bandas elásticas.
"Las bandas elásticas o de caucho tienen unas moléculas largas como cadenas y retorcidas, y otras pequeñas".
"Cuando estiras la banda, las cadenas se enderezan pero los átomos pequeños las bombardean constantemente, tratando de que se vuelvan a encoger. Esa es la razón de la resistencia a permanecer estiradas. Y ese bombardeo produce calor".
"Para comprobarlo, tira de una de las bandas elásticas que son más gruesas mientras la tienes entre tus labios y sentirás que la temperatura aumenta, y déjala volver a su tamaño inicial y verás que se enfría".
"Las bandas elásticas siempre me han parecido fascinantes: piensa que mientras están manteniendo un montón de papeles, esos átomos pequeños están perpetuamente bombardeando a las grandes moléculas, año tras año".
El mundo es un gigantesco revoltijo de cosas en movimiento. Es una suerte que no lo veamos magnificado pues así no tenemos que preocuparnos por esos pequeños átomos todo el tiempo"
Richard Feynman
La diferencia entre saber y saber
Muchos sabemos que cuanto más erudita la persona, más claramente habla, y la técnica que Feynman sugirió para aprender lo que quieras nos ayuda a hablar claramente y es muy sencilla.
Empecemos por definir dos clases de sabiduría: una se enfoca en saber el nombre de algo y la otra, en saber algo. La receta para el aprendizaje que nos dejó Feynman se concentra en la segunda y se implementa siguiendo cuatro pasos.
1. Escoge un concepto
Cualquiera. Macroeconomía o economía doméstica, o cualquier cosa en el medio. Química o culinaria, o primero una y luego la otra.
Anota el tema.
2. Enséñalo
Escribe todo lo que sabes sobre como si se lo estuvieras enseñando a un niño.
Aunque parece absurdo, es un paso muy importante.
Asegúrate de que de principio a fin estés utilizando el lenguaje más sencillo. Al usar sólo las palabras más comunes evitas engañarte con la idea de que como conoces el argot, entiendes de qué estás hablando.
3. Retrocede
En el paso 2 probablemente identificaste lagunas en tu conocimiento; cosas que olvidaste o que no pudiste explicar.
Es en este momento en el que realmente empiezas a aprender. Vuelve a la fuente y explora lo que te falta por entender.
Y, con cada subtema, cuando creas que lo tienes claro, trata de plasmarlo en un papel en términos que entendería ese niño al que le estabas enseñando.
Una vez te sientas cómodo con todo lo que te confundía, vuelve a tu escrito original y continúa.
4. Revisa y simplifica
Lee lo que escribiste. Asegúrate una vez más de que no usaste el argot asociado con el tema que te intriga.
Léelo en voz alta.
Si la explicación no es sencilla o suena confusa, tómalo como una indicación de que no estás entendiendo algo. Trata de crear analogías, pues no sólo aclaran sino que te muestran que ya dominas el tema.
El primer principio es que no te debes engañar a ti mismo, y tú eres la persona que más fácilmente te engaña"
Richard Feynman
"Toma una flor y dice: 'Mira qué bonita es', y yo concuerdo", siguió contando el científico galardonado con el premio Nobel de Física en 1965 por sus contribuciones al desarrollo de la electrodinámica cuántica.
"Luego dice: 'Como artista, yo puedo ver cuán bella es pero tú, como científico, lo desarmas todo y le quitas la gracia'. Es entonces cuando pienso que se descarriló".
Además de su obra sobre la física, a Feyman se le recuerda por su entusiasmo y su don para divulgar la ciencia, a pesar de lo profundamente especializado que era su trabajo.
Este relato que partió de un amigo y una flor muestra por qué a la gente le gustaba escucharlo revelar las delicias de la ciencia.
"Para empezar, la belleza que él ve está a la vista de todos, incluso la mía, creo yo. Quizá yo no tenga su refinamiento estético, pero puedo apreciar la belleza de una flor", explicaba.
"Pero al mismo tiempo, yo veo mucho más en la flor de lo que él ve. Puedo imaginar sus células y las complejas acciones que ocurren en su interior y que también son bellas".
Lo que quiero decir es que no sólo hay belleza en la dimensión que capta la vista, sino que se puede ir más allá" Richard Feynman, 1918 - 1988
THINKSTOCK
"También los procesos, como el que los colores hayan evolucionado para atraer a los insectos, lo que significa que los insectos pueden apreciar el color".
"Y entonces surgen preguntas: ¿El sentido de la estética también lo tienen las formas de vida de la naturaleza? ¿Por qué razón les resulta estético?".
"Toda esa clase de cuestiones interesantes de la ciencia no hacen sino aumentar el misterio y la maravilla de una flor. No entiendo cómo podría restárselo", concluyó.
De lo oscuro a lo claro
Con la flor nos recordó cuán maravillosa es la ciencia. Sin embargo, ¿podremos entenderla?
Esta, por ejemplo, es la explicación que aparece en Wikipedia de uno de los diagramas que hicieron famoso a Feynman desde que los introdujo en 1948.
En este diagrama, un electrón y un positrón se aniquilan, produciendo un fotón que se convierte en un par quark-antiquark, despues de lo cual el antiquark irradia un gluón"
Wikipedia
Clarísimo... para el que sabe.
No obstante, la gente le entendía cuando explicaba cómo funcionaba el mundo que nos rodeaba y se entusiasmaba con su entusiasmo.
Así explicó, en una ocasión, las humildes bandas elásticas.
"Las bandas elásticas o de caucho tienen unas moléculas largas como cadenas y retorcidas, y otras pequeñas".
"Cuando estiras la banda, las cadenas se enderezan pero los átomos pequeños las bombardean constantemente, tratando de que se vuelvan a encoger. Esa es la razón de la resistencia a permanecer estiradas. Y ese bombardeo produce calor".
"Para comprobarlo, tira de una de las bandas elásticas que son más gruesas mientras la tienes entre tus labios y sentirás que la temperatura aumenta, y déjala volver a su tamaño inicial y verás que se enfría".
"Las bandas elásticas siempre me han parecido fascinantes: piensa que mientras están manteniendo un montón de papeles, esos átomos pequeños están perpetuamente bombardeando a las grandes moléculas, año tras año".
El mundo es un gigantesco revoltijo de cosas en movimiento. Es una suerte que no lo veamos magnificado pues así no tenemos que preocuparnos por esos pequeños átomos todo el tiempo"
Richard Feynman
La diferencia entre saber y saber
Muchos sabemos que cuanto más erudita la persona, más claramente habla, y la técnica que Feynman sugirió para aprender lo que quieras nos ayuda a hablar claramente y es muy sencilla.
Empecemos por definir dos clases de sabiduría: una se enfoca en saber el nombre de algo y la otra, en saber algo. La receta para el aprendizaje que nos dejó Feynman se concentra en la segunda y se implementa siguiendo cuatro pasos.
1. Escoge un concepto
Cualquiera. Macroeconomía o economía doméstica, o cualquier cosa en el medio. Química o culinaria, o primero una y luego la otra.
Anota el tema.
2. Enséñalo
Escribe todo lo que sabes sobre como si se lo estuvieras enseñando a un niño.
Aunque parece absurdo, es un paso muy importante.
Asegúrate de que de principio a fin estés utilizando el lenguaje más sencillo. Al usar sólo las palabras más comunes evitas engañarte con la idea de que como conoces el argot, entiendes de qué estás hablando.
3. Retrocede
En el paso 2 probablemente identificaste lagunas en tu conocimiento; cosas que olvidaste o que no pudiste explicar.
Es en este momento en el que realmente empiezas a aprender. Vuelve a la fuente y explora lo que te falta por entender.
Y, con cada subtema, cuando creas que lo tienes claro, trata de plasmarlo en un papel en términos que entendería ese niño al que le estabas enseñando.
Una vez te sientas cómodo con todo lo que te confundía, vuelve a tu escrito original y continúa.
4. Revisa y simplifica
Lee lo que escribiste. Asegúrate una vez más de que no usaste el argot asociado con el tema que te intriga.
Léelo en voz alta.
Si la explicación no es sencilla o suena confusa, tómalo como una indicación de que no estás entendiendo algo. Trata de crear analogías, pues no sólo aclaran sino que te muestran que ya dominas el tema.
El primer principio es que no te debes engañar a ti mismo, y tú eres la persona que más fácilmente te engaña"
Richard Feynman
domingo, 31 de julio de 2016
Entrevista a Boaventura de Sousa Santos sobre la embestida de la derecha en la región y su relación con el “fascismo financiero”. “Los más poderosos son quienes más salen del juego democrático para después imponerlo a los de abajo”.
Natalia Aruguete y Bárbara Schijman
Página 12
En medio del actual proceso de transición regresiva en varios países de la región, como Argentina y Brasil, el reconocido jurista y sociólogo propone continuar con la lucha por la igualdad para impulsar un nuevo ciclo constituyente que haga frente a los intentos destituyentes. Los logros alcanzados en los últimos años y sus límites. Los errores de los gobiernos progresistas. Los logros en el nivel de consumo alcanzados en los últimos años en la región no se han podido sostener en el tiempo. La embestida de los sectores de derecha en distintos países de América Latina, asume el investigador portugués Boaventura de Sousa Santos, pone de manifiesto la “fragilidad” de tales conquistas. Frente al actual proceso de transición regresiva en países como Argentina, Brasil, Ecuador y Venezuela, el reconocido jurista y sociólogo propone continuar con la lucha por la igualdad. No una igualdad clásica, sino una agiornada, que define como “igualdad con diferencias”.
–¿Qué nuevas formas cree que toman las luchas por la igualdad en América Latina?
–Las luchas por la igualdad han sido luchas tradicionales en este continente, ya que es un continente muy desigual. Las desigualdades se han profundizado a lo largo de las últimas décadas, excepto quizás en los últimos 12 o 15 años, dependiendo de los países. Algunos gobiernos, salidos muchas veces de movimientos populares, lograron realizar alguna redistribución social aprovechando el boom de los commodities y el alza de precio de los productos primarios; con eso integraron en el consumo –aunque no en términos de ciudadanía, por lo menos en el consumo–, a millones de personas en el continente. Claro. Se está demostrando que estos logros son frágiles y reversibles. De hecho están siendo ya puestos en cuestión en varios países: Argentina es uno de ellos, Brasil puede ser el próximo, Ecuador también, y Venezuela. Dado que no ha sido un proceso sostenible, la lucha por la igualdad debe continuar. No se trata de una lucha clásica por la igualdad entre clases, sino que se trata de una “igualdad con diferencias”.
–¿En qué sentido “igualdad con diferencias”?
–Desde los años 90, pero sobre todo después de 2000, hay una lucha muy fuerte por el reconocimiento a la diversidad protagonizada, sobre todo, por los movimientos indígenas y afrodescendientes. Ya había obviamente una lucha de las mujeres por la diferencia, por la diversidad, pero estos dos movimientos –el afrodescendiente y el indígena–, tuvieron un impacto enorme sobre todo en algunas de las constituciones, como las de Bolivia y de Ecuador, para mostrar que la igualdad para ser incluyente debe tomar en cuenta las diferentes maneras de pertenecer a una cierta comunidad política que es el Estado. Esos fueron logros. Ahora, en este momento, estamos en un proceso de reversión, de transición regresiva.
–¿A qué se refiere cuando habla de que “asistimos a un nuevo ciclo constituyente”?
–Cuando hablo de procesos constituyentes me refiero a procesos que buscan intentar ver de qué manera se puede abrir otro ciclo una vez que éste está agotado o que se presenta como un proceso destituyente, en la medida en que los derechos conquistados se están destituyendo, a veces a través de cambios constitucionales, otras veces sin cambios constitucionales. Por eso también es que las constituciones se están revelando como un papel mojado y con poca eficacia; ellas, que fueron creadas fundamentalmente para crear la idea de seguridad y que podrían aguantarse momentos cíclicos complicados. Pero no es así. Tenemos un tipo de estado de excepción en el que no hay suspensión de las constituciones, no hay dictadura, todo parece hecho dentro de una normalidad democrática pero el hecho es que la democracia se está espaciando. Por eso el apego a un proceso constituyente es a un nuevo proceso que pueda blindarse en relación a las debilidades del proceso anterior.
–¿A qué atribuye el cambio de signo político de algunos gobiernos de la región?
–Creo que es producto de muchos errores por parte de algunos gobiernos, que en su parte final y producto de la degradación del ánimo político, tenían casi actitudes suicidas. Todos sabemos que quizás la presidenta Dilma Rousseff no fue necesariamente la mejor opción para suceder a Lula.
–¿Por qué lo cree?
–Fue una decisión personal suya postular a una persona que nunca se había presentado a elecciones en ninguna parte. Una buena técnica, pero quizás buena para gobernar en períodos de bonanza y no en períodos de turbulencia. Por eso digo que hubo un casi suicidio. Pienso que los gobiernos progresistas no prestaron la atención necesaria para ganar victorias contundentes. Para eso era necesario mantener una lealtad con los grupos sociales con los cuales trabajaron durante años; lealtad que no mantuvieron. Al final de sus mandatos implementaron políticas casi ofensivas.
–¿Por ejemplo? ¿A cuáles se refiere concretamente?
–Por ejemplo, en el caso de Dilma, el hecho de nombrar para ministra de agricultura a Kátia Abreu, la gran mujer representante de los agronegocios. Y así tantas otras cosas ocurrieron en otros países que hicieron parecer que se estaba traicionando todo lo que se había prometido en la campaña electoral. Fueron muchos errores. La gente no es estúpida. La gente quería esta redistribución, ¿quién no? Solamente la clase media puede ser muy crítica por temor a que se le recorte algún beneficio, pero sigue teniendo su salario, su coche... Pero la gente que estaba muy abajo y que finalmente pudo comer, ir al colegio, ir al supermercado… a esa gente le gustaría poder sostener esa política. El caso es que los gobiernos no fueron lo suficientemente elocuentes para que la gente pudiera advertir que lo que la derecha y los medios de comunicación decían era realmente falso.
–Usted atribuye estos cambios de signo político a la fragilidad de los logros alcanzados en los últimos 15 años. Sin embargo, en algunos países los cambios se dieron por la voluntad popular...
–Es una buena pregunta pero complicada de responder. Estos cambios de transformación y de políticas de redistribución social están siendo eliminados a través de procesos democráticos. Por eso puede decirse que es el pueblo el mayor beneficiario de estas políticas, el que se muestra ingrato y vota en contra. En ese sentido habría varias cosas que decir.
–¿Cómo cuáles?
–Primero, es claro que estos gobiernos progresistas cometieron muchos errores; hay quienes no consideran a estos gobiernos progresistas, yo los sigo denominando así en el sentido de que buscaron una redistribución social en un continente marcado por las desigualdades que venían desde la Colonia. Uno de esos errores fue no aprovechar la gran oportunidad que se les dio para transformar políticamente la sociedad: hacer reformas políticas, reformas del sistema fiscal, de los medios de comunicación, de la economía. Y al contrario, de una manera perezosa, aprovecharon el aumento de los commodities y el alza de precios de las materias primas para permitir, a partir de esto, una redistribución social que era dependiente de los precios. Al mismo tiempo, permitieron a las clases oligárquicas, a los sistemas financieros, a los ricos, enriquecerse como nunca. No aprovecharon la gran aceptación, casi hegemónica, que tuvieron en algún tiempo para transformar la política de manera de poder resistir a una situación más adversa. Por eso es que estas formas de inclusión no fueron realmente formas de inclusión democrática y ciudadana.
–¿Qué tipo de inclusión observa en estos procesos?
–Fueron formas de inclusión por el consumo. En ese sentido, estos nuevos sujetos políticos, que en muchos casos por primera vez podían comer tres veces al día, no fueron invitados a ejercer el control sobre las políticas públicas mediante mecanismos de democracia participativa, tampoco fueron invitados a debatir sobre el servicio que se daba en los hospitales y se quedaron, por así decirlo, como pasivos recipientes de un consumo que ahora les era permitido. Por eso esta inclusión es frágil, por eso permite que esta población que fue realmente beneficiada esté sujeta a influencias que pueden de alguna manera disfrazar y pervertir todo lo que se hizo.
–Puntualmente, ¿a qué influencias se refiere?
–Hay influencias sin las cuales no podemos entender qué está pasando. En primer lugar, la presencia de un fascismo mediático. En mi trabajo he distinguido diferentes formas de fascismo: el fascismo del apartheid social, el fascismo territorial, el fascismo paraestatal, el financiero y, obviamente, el fascismo mediático. El fascismo mediático es aquel que permite a los medios, a través de la concentración mediática, manipular de una manera grosera la realidad y las percepciones de la vida cotidiana, de la vida política, de manera que la gente se sienta traicionada por los que apoyó anteriormente y que piense que los que le dieron una nueva vida a través de la inserción en el consumo son los responsables de la crisis. Eso fue lo que ocurrió a través de una manipulación mediática muy inteligente y poderosa que se hizo en todo el continente.
–¿Qué otros elementos coadyuvaron a este tipo de influencias?
–El segundo factor es la presencia del imperialismo norteamericano. No se puede ocultar más que los errores internos que cometieron los gobiernos progresistas no serían tan graves si no hubiera una fuerza internacional muy fuerte proveniente del imperialismo norteamericano que opera por diferentes mecanismos, que por supuesto ahora no son las dictaduras militares pero que son las presiones del sistema financiero internacional y la financiación de organizaciones democráticas en varios países que son democráticos desde la fachada pero que aplican condiciones hostiles a los gobiernos progresistas. Sin ir más lejos, en Brasil está absolutamente documentada la presencia de los hermanos Koch, muy conocidos en Estados Unidos por ser de los más ricos y de los que más promueven políticas de derecha.
–¿En qué consistió el rol de los hermanos Koch en el impeachment llevado a cabo contra Dilma?
–Los Koch Brothers han financiado muchas organizaciones que están hoy en la calle pidiendo el impeachment de Dilma. El imperialismo norteamericano aprovechó los errores cometidos por los gobiernos progresistas para atacar con una violencia sin precedentes. Empezaron por los pequeños países: primero Honduras, luego Paraguay con el golpe parlamentario a Fernando Lugo. Y ahora están intentando con los grandes países: Venezuela, Brasil y Argentina, y debemos decir que lo están haciendo con bastante éxito y que por eso hay que empezar de nuevo.
–¿En qué consiste el “fascismo financiero”?
–Todas las formas de fascismo son formas infra-políticas, no son parte del sistema político, que es democrático, pero condicionan las formas de vida de los que están abajo a través de desigualdades de poder que no son democráticas, que son inmensas y permiten que los grupos que tienen poder casi obtengan un derecho de veto sobre las oportunidades de vida de quienes están más abajo. Si eliminan la escuela pública y la salud pública la gente con bajos recursos podrá enviar a sus hijos a la escuela si es que tiene un amigo o padrino. Ahora, si el padrino no quiere pagar entonces sus hijos ya no irán a la escuela. Es la filantropía: el veto sobre la oportunidad. Es la discrecionalidad, que ocurre de diferentes formas. Por ejemplo, la discrecionalidad de la policía ante los pibes que son negros o que usan gorra. Y que llaman “leyes de convivencia”, pero que no tienen nada de convivencia sino que cuestiona a cualquiera que tenga un comportamiento apenas distinto. Eso es fascismo. Es arbitrariedad. Lo mismo el fascismo del apartheid social. En todas partes hay zonas salvajes de la ciudad y zonas civilizadas, donde existen todos los requisitos de urbanidad, de seguridad y saneamiento básico, y otras zonas donde no hay electricidad, donde el agua está contaminada, etc. Todo esto en un marco de la legalidad. Una discrecionalidad por debajo de los procesos políticos, y por eso digo que vivimos en sociedades que son políticamente democráticas y socialmente fascistas.
–¿Qué rasgos distintivos encuentra en el fascismo financiero?
–El fascismo financiero tiene una característica especial: permite salir del juego democrático para tener más poder sobre el juego democrático. O sea, alguien con muchísimo dinero puede ponerlo en un paraíso fiscal. De este modo sale del juego democrático de los impuestos, pero al salir se queda con más dinero y más poder para poder influenciar el juego democrático y además darles consejos a los ciudadanos de que no deben gastar tanto, que están viviendo por encima de sus posibilidad, que el Estado está gastando más en salud, por supuesto, porque el Estado no está siendo financiado con los impuestos que podría recibir si esta plata estuviera en el país. Se crea una corrupción de la democracia a través de la cual hay dos reglas: los que huyen de las reglas democráticas son los que se quedan con más poder para imponer las reglas democráticas a los otros. Esa es la perversidad del fascismo financiero. Claro que también tiene otras formas como las “agencias de rating” y la especulación.
–¿Qué hay del fascismo político?
–Justamente, el problema radica en ver hasta cuándo se mantiene como fascismo social y cuándo se transforma en fascismo político. Porque hasta ahora, políticamente, las sociedades son democráticas. Hay libertad de expresión, relativa pero existe. Hay elecciones libres, por así decirlo, con toda la manipulación. Hay un mínimo de credibilidad democrática, pero los asuntos de los que depende la vida de la gente están cada vez más sustraídos al juego democrático y los más poderosos son quienes más salen de ese juego democrático para después imponerlo a los que están abajo. Esto a mi juicio es la situación en la que estamos y donde surge la necesidad de un otro proceso constituyente.
–El acceso al saber también es desigual. ¿Se puede hablar de un fascismo del conocimiento?
–Lo que diría es que estamos asistiendo a la mercantilización del conocimiento. Durante mucho tiempo el conocimiento científico valió por su rigor y por la curiosidad de los cientistas que se decidieron a investigar un tema y que llegaban a conclusiones útiles para los países. Hoy ya no es así. El valor del conocimiento es un valor de mercado: el conocimiento contribuye a la innovación, genera patentes. Las universidades están ante una presión enorme por generar recetas propias del conocimiento. Se mercantiliza el conocimiento y por eso las propias universidades están cada vez forzadas a funcionar como corporaciones mercantiles, como empresas, los profesores como proletarios que producen para revistas de impacto, y los estudiantes como consumidores. Hay una mercantilización general del conocimiento y es esto que ha dado impulso al trabajo que me domina hoy sobre las “epistemologías del sur”: intentar llevar a cabo una lucha radical en todo el conocimiento. Por eso trabajo tanto con los movimientos sociales, para mostrar que el conocimiento científico es importante y no se puede demonizar, que la ciencia demuestra que los transgénicos o los insecticidas contaminan el agua y destruyen la vida, que debemos usar esa ciencia, pero tener en cuenta que esa ciencia no es la única válida. En este sentido es necesario descolonizar el saber para poder democratizar la sociedad, despatriarcalizarla y desmercantilizarla.
–¿Es posible aplicar su concepto de “apartheid social” a las políticas segregacionistas hacia los refugiados que se despliegan en varios países europeos?
–Toda la razón en mencionar a Europa, que está bajo la misma presión. Los refugiados son un caso extremo de una política de exclusión, pero lo más significativo es todo el sistema de fascismo financiero, disciplinario, que se aplicó en Grecia, Portugal, España, y que se está aplicando en otros países para intentar exigir que todos los países sigan la misma línea conservadora, de privatización, de liberalización, de destrucción de servicios públicos como salud y educación, de privatización de los servicios que son rentables para el capital. Europa puede hoy con menos arrogancia reconocer y entender mejor lo que pasa en América Latina.
–¿Por qué?
–Porque durante mucho tiempo pensó que ciertas situaciones sólo sucedían en países menos desarrollados, pero hoy Europa está pasando por un proceso de subdesarrollo: algunos países que estaban más desarrollados ahora están siendo subdesarrollados (el caso de Grecia es muy dramático y, desde el año 2000, el caso de Portugal también). Portugal es el único país de la Unión Europea que tiene un gobierno de izquierda que puede ser destruido en cualquier momento por Bruselas porque no está muy interesada en gobiernos de izquierda. Pero es una lucha cada vez más común entre países latinoamericanos y europeos.
–¿Cuál es su mirada hacia los partidos de izquierda?
–Creo que es necesario que redefinamos qué son las izquierdas y cuál es su forma política. Primero, no se puede decir que las izquierdas no aprendan. Voy a dar el ejemplo de la izquierda portuguesa. Durante mucho tiempo los comunistas pensaron que jamás podrían aliarse a los socialistas porque los consideraban de derecha. Ante la posibilidad de que una derecha siguiera gobernando Portugal por cuatro años más decidieron unirse al partido socialista.
–¿Por qué las izquierdas tienden a la fragmentación?
–El problema es que la izquierda partidaria hizo lo que yo llamo “una sociología de ausencias”. Invisibilizó todo lo que no se designaba como izquierda y que no tenía la forma de partido. Por eso lo que falta, a mi juicio, es juntar estas diferentes dinámicas y, para eso, es necesario que las izquierdas abandonen la idea de que los partidos son la única forma de representación política. Los partidos tienen que pasar por una refundación donde la democracia participativa sea constitutiva de la formulación de las políticas, de los partidos, y de las elecciones de los candidatos.
Fuente original: http://www.pagina12.com.ar/diario/dialogos/21-303326-2016-07-04.html
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En medio del actual proceso de transición regresiva en varios países de la región, como Argentina y Brasil, el reconocido jurista y sociólogo propone continuar con la lucha por la igualdad para impulsar un nuevo ciclo constituyente que haga frente a los intentos destituyentes. Los logros alcanzados en los últimos años y sus límites. Los errores de los gobiernos progresistas. Los logros en el nivel de consumo alcanzados en los últimos años en la región no se han podido sostener en el tiempo. La embestida de los sectores de derecha en distintos países de América Latina, asume el investigador portugués Boaventura de Sousa Santos, pone de manifiesto la “fragilidad” de tales conquistas. Frente al actual proceso de transición regresiva en países como Argentina, Brasil, Ecuador y Venezuela, el reconocido jurista y sociólogo propone continuar con la lucha por la igualdad. No una igualdad clásica, sino una agiornada, que define como “igualdad con diferencias”.
–¿Qué nuevas formas cree que toman las luchas por la igualdad en América Latina?
–Las luchas por la igualdad han sido luchas tradicionales en este continente, ya que es un continente muy desigual. Las desigualdades se han profundizado a lo largo de las últimas décadas, excepto quizás en los últimos 12 o 15 años, dependiendo de los países. Algunos gobiernos, salidos muchas veces de movimientos populares, lograron realizar alguna redistribución social aprovechando el boom de los commodities y el alza de precio de los productos primarios; con eso integraron en el consumo –aunque no en términos de ciudadanía, por lo menos en el consumo–, a millones de personas en el continente. Claro. Se está demostrando que estos logros son frágiles y reversibles. De hecho están siendo ya puestos en cuestión en varios países: Argentina es uno de ellos, Brasil puede ser el próximo, Ecuador también, y Venezuela. Dado que no ha sido un proceso sostenible, la lucha por la igualdad debe continuar. No se trata de una lucha clásica por la igualdad entre clases, sino que se trata de una “igualdad con diferencias”.
–¿En qué sentido “igualdad con diferencias”?
–Desde los años 90, pero sobre todo después de 2000, hay una lucha muy fuerte por el reconocimiento a la diversidad protagonizada, sobre todo, por los movimientos indígenas y afrodescendientes. Ya había obviamente una lucha de las mujeres por la diferencia, por la diversidad, pero estos dos movimientos –el afrodescendiente y el indígena–, tuvieron un impacto enorme sobre todo en algunas de las constituciones, como las de Bolivia y de Ecuador, para mostrar que la igualdad para ser incluyente debe tomar en cuenta las diferentes maneras de pertenecer a una cierta comunidad política que es el Estado. Esos fueron logros. Ahora, en este momento, estamos en un proceso de reversión, de transición regresiva.
–¿A qué se refiere cuando habla de que “asistimos a un nuevo ciclo constituyente”?
–Cuando hablo de procesos constituyentes me refiero a procesos que buscan intentar ver de qué manera se puede abrir otro ciclo una vez que éste está agotado o que se presenta como un proceso destituyente, en la medida en que los derechos conquistados se están destituyendo, a veces a través de cambios constitucionales, otras veces sin cambios constitucionales. Por eso también es que las constituciones se están revelando como un papel mojado y con poca eficacia; ellas, que fueron creadas fundamentalmente para crear la idea de seguridad y que podrían aguantarse momentos cíclicos complicados. Pero no es así. Tenemos un tipo de estado de excepción en el que no hay suspensión de las constituciones, no hay dictadura, todo parece hecho dentro de una normalidad democrática pero el hecho es que la democracia se está espaciando. Por eso el apego a un proceso constituyente es a un nuevo proceso que pueda blindarse en relación a las debilidades del proceso anterior.
–¿A qué atribuye el cambio de signo político de algunos gobiernos de la región?
–Creo que es producto de muchos errores por parte de algunos gobiernos, que en su parte final y producto de la degradación del ánimo político, tenían casi actitudes suicidas. Todos sabemos que quizás la presidenta Dilma Rousseff no fue necesariamente la mejor opción para suceder a Lula.
–¿Por qué lo cree?
–Fue una decisión personal suya postular a una persona que nunca se había presentado a elecciones en ninguna parte. Una buena técnica, pero quizás buena para gobernar en períodos de bonanza y no en períodos de turbulencia. Por eso digo que hubo un casi suicidio. Pienso que los gobiernos progresistas no prestaron la atención necesaria para ganar victorias contundentes. Para eso era necesario mantener una lealtad con los grupos sociales con los cuales trabajaron durante años; lealtad que no mantuvieron. Al final de sus mandatos implementaron políticas casi ofensivas.
–¿Por ejemplo? ¿A cuáles se refiere concretamente?
–Por ejemplo, en el caso de Dilma, el hecho de nombrar para ministra de agricultura a Kátia Abreu, la gran mujer representante de los agronegocios. Y así tantas otras cosas ocurrieron en otros países que hicieron parecer que se estaba traicionando todo lo que se había prometido en la campaña electoral. Fueron muchos errores. La gente no es estúpida. La gente quería esta redistribución, ¿quién no? Solamente la clase media puede ser muy crítica por temor a que se le recorte algún beneficio, pero sigue teniendo su salario, su coche... Pero la gente que estaba muy abajo y que finalmente pudo comer, ir al colegio, ir al supermercado… a esa gente le gustaría poder sostener esa política. El caso es que los gobiernos no fueron lo suficientemente elocuentes para que la gente pudiera advertir que lo que la derecha y los medios de comunicación decían era realmente falso.
–Usted atribuye estos cambios de signo político a la fragilidad de los logros alcanzados en los últimos 15 años. Sin embargo, en algunos países los cambios se dieron por la voluntad popular...
–Es una buena pregunta pero complicada de responder. Estos cambios de transformación y de políticas de redistribución social están siendo eliminados a través de procesos democráticos. Por eso puede decirse que es el pueblo el mayor beneficiario de estas políticas, el que se muestra ingrato y vota en contra. En ese sentido habría varias cosas que decir.
–¿Cómo cuáles?
–Primero, es claro que estos gobiernos progresistas cometieron muchos errores; hay quienes no consideran a estos gobiernos progresistas, yo los sigo denominando así en el sentido de que buscaron una redistribución social en un continente marcado por las desigualdades que venían desde la Colonia. Uno de esos errores fue no aprovechar la gran oportunidad que se les dio para transformar políticamente la sociedad: hacer reformas políticas, reformas del sistema fiscal, de los medios de comunicación, de la economía. Y al contrario, de una manera perezosa, aprovecharon el aumento de los commodities y el alza de precios de las materias primas para permitir, a partir de esto, una redistribución social que era dependiente de los precios. Al mismo tiempo, permitieron a las clases oligárquicas, a los sistemas financieros, a los ricos, enriquecerse como nunca. No aprovecharon la gran aceptación, casi hegemónica, que tuvieron en algún tiempo para transformar la política de manera de poder resistir a una situación más adversa. Por eso es que estas formas de inclusión no fueron realmente formas de inclusión democrática y ciudadana.
–¿Qué tipo de inclusión observa en estos procesos?
–Fueron formas de inclusión por el consumo. En ese sentido, estos nuevos sujetos políticos, que en muchos casos por primera vez podían comer tres veces al día, no fueron invitados a ejercer el control sobre las políticas públicas mediante mecanismos de democracia participativa, tampoco fueron invitados a debatir sobre el servicio que se daba en los hospitales y se quedaron, por así decirlo, como pasivos recipientes de un consumo que ahora les era permitido. Por eso esta inclusión es frágil, por eso permite que esta población que fue realmente beneficiada esté sujeta a influencias que pueden de alguna manera disfrazar y pervertir todo lo que se hizo.
–Puntualmente, ¿a qué influencias se refiere?
–Hay influencias sin las cuales no podemos entender qué está pasando. En primer lugar, la presencia de un fascismo mediático. En mi trabajo he distinguido diferentes formas de fascismo: el fascismo del apartheid social, el fascismo territorial, el fascismo paraestatal, el financiero y, obviamente, el fascismo mediático. El fascismo mediático es aquel que permite a los medios, a través de la concentración mediática, manipular de una manera grosera la realidad y las percepciones de la vida cotidiana, de la vida política, de manera que la gente se sienta traicionada por los que apoyó anteriormente y que piense que los que le dieron una nueva vida a través de la inserción en el consumo son los responsables de la crisis. Eso fue lo que ocurrió a través de una manipulación mediática muy inteligente y poderosa que se hizo en todo el continente.
–¿Qué otros elementos coadyuvaron a este tipo de influencias?
–El segundo factor es la presencia del imperialismo norteamericano. No se puede ocultar más que los errores internos que cometieron los gobiernos progresistas no serían tan graves si no hubiera una fuerza internacional muy fuerte proveniente del imperialismo norteamericano que opera por diferentes mecanismos, que por supuesto ahora no son las dictaduras militares pero que son las presiones del sistema financiero internacional y la financiación de organizaciones democráticas en varios países que son democráticos desde la fachada pero que aplican condiciones hostiles a los gobiernos progresistas. Sin ir más lejos, en Brasil está absolutamente documentada la presencia de los hermanos Koch, muy conocidos en Estados Unidos por ser de los más ricos y de los que más promueven políticas de derecha.
–¿En qué consistió el rol de los hermanos Koch en el impeachment llevado a cabo contra Dilma?
–Los Koch Brothers han financiado muchas organizaciones que están hoy en la calle pidiendo el impeachment de Dilma. El imperialismo norteamericano aprovechó los errores cometidos por los gobiernos progresistas para atacar con una violencia sin precedentes. Empezaron por los pequeños países: primero Honduras, luego Paraguay con el golpe parlamentario a Fernando Lugo. Y ahora están intentando con los grandes países: Venezuela, Brasil y Argentina, y debemos decir que lo están haciendo con bastante éxito y que por eso hay que empezar de nuevo.
–¿En qué consiste el “fascismo financiero”?
–Todas las formas de fascismo son formas infra-políticas, no son parte del sistema político, que es democrático, pero condicionan las formas de vida de los que están abajo a través de desigualdades de poder que no son democráticas, que son inmensas y permiten que los grupos que tienen poder casi obtengan un derecho de veto sobre las oportunidades de vida de quienes están más abajo. Si eliminan la escuela pública y la salud pública la gente con bajos recursos podrá enviar a sus hijos a la escuela si es que tiene un amigo o padrino. Ahora, si el padrino no quiere pagar entonces sus hijos ya no irán a la escuela. Es la filantropía: el veto sobre la oportunidad. Es la discrecionalidad, que ocurre de diferentes formas. Por ejemplo, la discrecionalidad de la policía ante los pibes que son negros o que usan gorra. Y que llaman “leyes de convivencia”, pero que no tienen nada de convivencia sino que cuestiona a cualquiera que tenga un comportamiento apenas distinto. Eso es fascismo. Es arbitrariedad. Lo mismo el fascismo del apartheid social. En todas partes hay zonas salvajes de la ciudad y zonas civilizadas, donde existen todos los requisitos de urbanidad, de seguridad y saneamiento básico, y otras zonas donde no hay electricidad, donde el agua está contaminada, etc. Todo esto en un marco de la legalidad. Una discrecionalidad por debajo de los procesos políticos, y por eso digo que vivimos en sociedades que son políticamente democráticas y socialmente fascistas.
–¿Qué rasgos distintivos encuentra en el fascismo financiero?
–El fascismo financiero tiene una característica especial: permite salir del juego democrático para tener más poder sobre el juego democrático. O sea, alguien con muchísimo dinero puede ponerlo en un paraíso fiscal. De este modo sale del juego democrático de los impuestos, pero al salir se queda con más dinero y más poder para poder influenciar el juego democrático y además darles consejos a los ciudadanos de que no deben gastar tanto, que están viviendo por encima de sus posibilidad, que el Estado está gastando más en salud, por supuesto, porque el Estado no está siendo financiado con los impuestos que podría recibir si esta plata estuviera en el país. Se crea una corrupción de la democracia a través de la cual hay dos reglas: los que huyen de las reglas democráticas son los que se quedan con más poder para imponer las reglas democráticas a los otros. Esa es la perversidad del fascismo financiero. Claro que también tiene otras formas como las “agencias de rating” y la especulación.
–¿Qué hay del fascismo político?
–Justamente, el problema radica en ver hasta cuándo se mantiene como fascismo social y cuándo se transforma en fascismo político. Porque hasta ahora, políticamente, las sociedades son democráticas. Hay libertad de expresión, relativa pero existe. Hay elecciones libres, por así decirlo, con toda la manipulación. Hay un mínimo de credibilidad democrática, pero los asuntos de los que depende la vida de la gente están cada vez más sustraídos al juego democrático y los más poderosos son quienes más salen de ese juego democrático para después imponerlo a los que están abajo. Esto a mi juicio es la situación en la que estamos y donde surge la necesidad de un otro proceso constituyente.
–El acceso al saber también es desigual. ¿Se puede hablar de un fascismo del conocimiento?
–Lo que diría es que estamos asistiendo a la mercantilización del conocimiento. Durante mucho tiempo el conocimiento científico valió por su rigor y por la curiosidad de los cientistas que se decidieron a investigar un tema y que llegaban a conclusiones útiles para los países. Hoy ya no es así. El valor del conocimiento es un valor de mercado: el conocimiento contribuye a la innovación, genera patentes. Las universidades están ante una presión enorme por generar recetas propias del conocimiento. Se mercantiliza el conocimiento y por eso las propias universidades están cada vez forzadas a funcionar como corporaciones mercantiles, como empresas, los profesores como proletarios que producen para revistas de impacto, y los estudiantes como consumidores. Hay una mercantilización general del conocimiento y es esto que ha dado impulso al trabajo que me domina hoy sobre las “epistemologías del sur”: intentar llevar a cabo una lucha radical en todo el conocimiento. Por eso trabajo tanto con los movimientos sociales, para mostrar que el conocimiento científico es importante y no se puede demonizar, que la ciencia demuestra que los transgénicos o los insecticidas contaminan el agua y destruyen la vida, que debemos usar esa ciencia, pero tener en cuenta que esa ciencia no es la única válida. En este sentido es necesario descolonizar el saber para poder democratizar la sociedad, despatriarcalizarla y desmercantilizarla.
–¿Es posible aplicar su concepto de “apartheid social” a las políticas segregacionistas hacia los refugiados que se despliegan en varios países europeos?
–Toda la razón en mencionar a Europa, que está bajo la misma presión. Los refugiados son un caso extremo de una política de exclusión, pero lo más significativo es todo el sistema de fascismo financiero, disciplinario, que se aplicó en Grecia, Portugal, España, y que se está aplicando en otros países para intentar exigir que todos los países sigan la misma línea conservadora, de privatización, de liberalización, de destrucción de servicios públicos como salud y educación, de privatización de los servicios que son rentables para el capital. Europa puede hoy con menos arrogancia reconocer y entender mejor lo que pasa en América Latina.
–¿Por qué?
–Porque durante mucho tiempo pensó que ciertas situaciones sólo sucedían en países menos desarrollados, pero hoy Europa está pasando por un proceso de subdesarrollo: algunos países que estaban más desarrollados ahora están siendo subdesarrollados (el caso de Grecia es muy dramático y, desde el año 2000, el caso de Portugal también). Portugal es el único país de la Unión Europea que tiene un gobierno de izquierda que puede ser destruido en cualquier momento por Bruselas porque no está muy interesada en gobiernos de izquierda. Pero es una lucha cada vez más común entre países latinoamericanos y europeos.
–¿Cuál es su mirada hacia los partidos de izquierda?
–Creo que es necesario que redefinamos qué son las izquierdas y cuál es su forma política. Primero, no se puede decir que las izquierdas no aprendan. Voy a dar el ejemplo de la izquierda portuguesa. Durante mucho tiempo los comunistas pensaron que jamás podrían aliarse a los socialistas porque los consideraban de derecha. Ante la posibilidad de que una derecha siguiera gobernando Portugal por cuatro años más decidieron unirse al partido socialista.
–¿Por qué las izquierdas tienden a la fragmentación?
–El problema es que la izquierda partidaria hizo lo que yo llamo “una sociología de ausencias”. Invisibilizó todo lo que no se designaba como izquierda y que no tenía la forma de partido. Por eso lo que falta, a mi juicio, es juntar estas diferentes dinámicas y, para eso, es necesario que las izquierdas abandonen la idea de que los partidos son la única forma de representación política. Los partidos tienen que pasar por una refundación donde la democracia participativa sea constitutiva de la formulación de las políticas, de los partidos, y de las elecciones de los candidatos.
Fuente original: http://www.pagina12.com.ar/diario/dialogos/21-303326-2016-07-04.html
sábado, 30 de julio de 2016
La izquierda quiere frenar la escuela concertada. El gasto por alumno ha caído un 25% más en los colegios públicos que en los subvencionados por el Estado.
Desde 2010, las Administraciones han recortado la financiación por alumno de la escuela pública un 25% más que el de la concertada (privada subvencionada con fondos públicos). Así se recoge en el estudio Cuentas de la Educación en España 2000-2013, de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie). En ese contexto, los nuevos Gobiernos autonómicos de izquierda tratan ahora de poner freno al avance de la concertada. El director de investigación del Ivie, Francisco Pérez, coautor del informe, explica que “en la pública se redujeron los ingresos y los salarios y no se repuso a los profesores que se jubilaban”. “Y, además, creció el número de alumnos”, apunta. Mientras que en los concertados “no se ha seguido este camino y lo que ha pasado depende de lo que haya decidido cada comunidad”. Alfonso Aguiló, presidente de CECE, la patronal de la concertada, sostiene que su sector ha bajado menos porque el Estado invierte por niño la mitad que en la pública, donde se concentran los menores con menos recursos para pagar los libros o el comedor. Sin embargo, un gráfico del Ivie muestra que la escuela concertada recibe algo más que la pública en Primaria e Infantil, unos 3.500 euros por alumno, y algo menos que en la pública en Secundaria y FP, unos 4.500 euros. El PP prefiere que prime la “libertad de elección de los padres” por matricular en la escuela pública o concertada a que sobren plazas en un centro del Estado. “Ni la Constitución ni la Declaración de Derechos Humanos recoge la necesidad de financiar la libertad de enseñanza”, recalcó por su parte el consejero socialista Ángel Felpeto en Castilla-La Mancha. Y recordó que la concertada nació en España “como una respuesta madura para solventar la necesidad de ofrecer una plaza escolar pública a todos los alumnos”. La introdujo su partido, el PSOE. En Madrid cada año se queda corta la dotación para concertada y hay que ampliarla. El Gobierno madrileño sostiene que los concertados están abriendo aulas a medida que pasan los cursos, pero que no hay nuevos. Aguiló reconoce que el “estigma” de la trama de corrupción Púnica, que supuestamente cobró mordidas por conciertos en centros, les pesa. ¿Ha tocado techo la concertada? El experto del Ivie no se atreve a interpretar qué va a pasar. “Hay diferencias muy grandes entre regiones”. La mitad de los menores vascos estudia con concierto, frente al 14,6% de Castilla-La Mancha, los dos extremos. No en todos los parámetros gana la concertada a la pública. Los salarios en la primera son algo inferiores. Y en alumnos por profesor (13,3) supera a la pública (11,5).
En la última precampaña miles de familias se manifestaron en Valencia pidiendo que terminasen los “ataques” a la concertada del Gobierno regional (PSOE y Compromís). El nuevo consejero argumentó que se habían cerrado las mismas aulas que con el PP y que la protesta era “para meter miedo”. La Comunidad Valenciana ha abierto 440 aulas públicas y “negociará” los conciertos de bachillerato —una etapa de la enseñanza que no es obligatoria— “si la oferta pública es suficiente”. Aguiló dice que la “mayor preocupación” está en Valencia, pero que tras el “aviso” de las elecciones generales —donde la izquierda bajó— “están más dialogantes”. Está pendiente de lo que “pueda pasar” en Andalucía, que como Asturias prohibió el concierto con centros que separan por sexo —pero luego el Tribunal Supremo blindó la subvención—. En Baleares “la interlocución es buena”, dice Aguiló. Y en Castilla-La Mancha “no han pasado de las palabras a los hechos”, se alegra. Aragón ha impedido que se construyese un colegio concertado cuando los niños del público aún están en barracones. http://politica.elpais.com/politica/2016/07/06/actualidad/1467841261_697773.html
viernes, 29 de julio de 2016
¿Eres suficientemente inteligente para trabajar en Google? Así consiguieron trabajar en Google, y no sabían nada de tecnología. La única sede de la tecnológica en España, ubicada en Madrid, cuenta con 200 empleados. La media de edad es de 32 años.
Las preguntas extrañas en los procesos de selección de Google no son un mito. Calcular cuántas pelotas de ping pong caben en el interior de un autobús de dos plantas era hasta hace unos años una de las pruebas de lógica que el candidato debía resolver in situ frente a su entrevistador. El objetivo era analizar su habilidad para salir airoso de un problema desconocido. El tema suscitó tal interés que en 2012 el autor estadounidense William Poundstone publicó el best seller Are you Smart enough to work at Google? (en español, ¿eres suficientemente inteligente para trabajar en Google?), una guía en la que desglosaba algunos de los retos de lógica más frecuentes planteados por la tecnológica en sus entrevistas.
En abril de 2015 el máximo responsable de recursos humanos de Google, Laszlo Bock, lanzó Work Rules, un libro en el que aseguraba que ese tipo de preguntas no servían para predecir el comportamiento de los candidatos en sus futuros puestos de trabajo. En su lugar, la compañía emplearía otros métodos avalados por investigaciones para tratar de detectar las posibles reacciones de los entrevistados ante situaciones reales.
Hoy, esa prueba, conocida como General Cognitive Ability, sigue siendo parte del proceso, pero ahora está más enfocada a la realidad del mundo de los negocios, explica Javier Martín, director de recursos humanos de Google España. Preguntar cuántos aviones sobrevuelan el cielo de Madrid en hora punta es una de las opciones. “No se busca una respuesta exacta, sino ver cómo piensa y razona el candidato y su capacidad para identificar las variables. En el caso de los aviones, puede hacer referencia al número de compañías aéreas que operan en el país o a las conexiones del aeropuerto de Barajas”, apunta Martín.
Quienes se plantean incorporarse a Google, tienen que saber que no hace falta ser un experto en tecnología. "Hay muchos graduados que no se presentan a los procesos de selección por ideas preconcebidas que no son ciertas. No contratamos solo a ingenieros informáticos ni a frikis de la tecnología", añade el director de recursos humanos. Cada año la tecnológica recibe a escala internacional una media de 2,5 millones de inscripciones a sus ofertas de empleo.
(1)Imprescindible es tener un buen dominio de inglés, de hecho la primera entrevista es telefónica y en ese idioma. (2)“Una de nuestras normas es que la nacionalidad del entrevistador debe ser distinta a la del candidato”, señala Martín. Los 200 empleados de la sede de Google en España, que abrió sus puertas en 2005 en la planta 26 del rascacielos Torre Picasso en Madrid, realizan más del 50% de sus comunicaciones diarias en inglés.
En Google no se entra enviando el currículum y llamando insistentemente a sus oficinas. (3)Solo se puede optar a las vacantes que oferta la compañía en la web Google Careers, en la que se pueden hacer búsquedas personalizadas y filtrar por ciudad o departamento.
Además de las famosas instalaciones con salas provistas de hamacas para el descanso, futbolines y comida gratuita en cualquier momento del día, en Google se pueden realizar estancias de tres meses en cualquiera de sus 70 sedes internacionales, localizadas en 40 países, o pedir el traslado. En 2015, el 10% de la plantilla de España optó por esa opción. "Incentivamos a los empleados a que cada dos años cambien de rol y para ello les formamos constantemente. Cada trabajador recibe al menos 10 horas de cursos al mes. Avanzan al ritmo de la tecnología", asegura Martín.
El perfil de cuatro trabajadores españoles de la sede de Madrid demuestra que se puede acceder con una licenciatura de letras o sin apenas conocimientos de tecnología. Estas son sus historias.
Fran Ruiz (49 años), director de relaciones internacionales.
Nunca pensé que lo conseguiría; soy de letras puras.
El 24 de agosto de 2006, la portada de The Economist le hizo replantearse su carrera. El tema de apertura Who killed the newspaper (en español, quién mató al periódico) vaticinaba el fin del periodismo impreso en 2043. Tras más de 19 años como periodista en varios medios nacionales, Fran Ruiz decidió ampliar su perfil profesional. Dos años más tarde, se matriculó en un curso de economía y gestión de empresas de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, de tres meses de duración. Pidió permiso a su periódico, en ese momento la Gaceta de los Negocios, y la empresa se hizo cargo del coste de matrícula, unos 4.500 dólares, y le mantuvo el sueldo durante la estancia.
Ese viaje cambió su rumbo. Le fichó una consultora italiana de relaciones internacionales para su sede de Madrid y un año y medio después fue seleccionado por Google. "Pasé siete entrevistas y en ninguna de ellas me hicieron preguntas raras. Se centraron en analizar mi capacidad de resolución de problemas y de liderazgo", cuenta. No se esperaba de él que tuviese nociones básicas de programación ni que supiese cómo gestionar los productos de la compañía.
"Hay que creer en uno mismo y ponerse las pilas con los idiomas, eso es lo más importante", recalca Ruiz, que acaba de cumplir seis años en Google, durante los que ha realizado estancias temporales en las sedes de California, Londres, Dublín y París. "En esta empresa te avalúan cada seis meses en función de los objetivos que alcanzas, son muy exigentes pero se preocupan mucho de tu crecimiento profesional".
Miquel Trías (32 años), analista.
No lo había intentado antes porque no soy graduado en Informática
"La escala temporal en Google es totalmente diferente a la de otras empresas. Cada seis meses hay cambios y tu ritmo de aprendizaje es brutal". Miquel Trías, que se incorporó a la tecnológica hace tres años, es graduado en Física y el primer estudiante de doctorado de ondas gravitacionales en España. "Google siempre había sido el top, pero no lo había intentado antes porque pensaba que solo entraban informáticos".
Tras finalizar el doctorado, cursó un máster en dirección de empresas. "Me di cuenta de las pocas posibilidades que brinda España para la carrera investigadora y tomé otro camino", explica.
De las entrevistas en Google recuerda que no se centraron en sus conocimientos específicos, sino en su capacidad resolutiva. "Durante los cinco años de carrera aprendí a enfrentarme a problemas complicados y a diseñar soluciones creativas. De eso va la física y eso fue lo que valoraron". En la sede de España la mayoría de empleados se dedica a la parte de estrategia de negocio digital, y Miquel ya tiene la vista en Estados Unidos, donde se concentran la mayoría de departamentos de innovación. "En un par de años me gustaría sumarme al equipo de inteligencia artificial".
Anaïs Pérez (32 años), directora de comunicación.
No tenía experiencia en el campo tecnológico
A Anaïs Pérez la seleccionaron para unas prácticas en el departamento de comunicación de Google apenas unos años después de su graduación. Era 2007 y habían pasado dos años desde la apertura de la sede de la tecnológica en Madrid. "No tenía experiencia en el campo tecnológico, pero buscaban a alguien que entendiese cómo funcionan los medios tradicionales y que supiese crear contenidos noticiables".
Tras licenciarse en Periodismo por la Universidad Carlos III, realizó prácticas en Telecinco y la Cadena Ser y dio el saltó a México gracias a una beca del Banco Santander. Se incorporó durante un año a un periódico local de Tehuacán. "Mi principal reto cuando llegué a Google era traducir un lenguaje y unos conceptos ininteligibles para los periodistas". Siete años y medio después, fue nombrada directora de comunicación.
Durante la carrera, Anaïs mejoró su inglés con dos estancias de tres meses en Irlanda y Londres. "Cuando entras en Google el ritmo de aprendizaje del inglés se multiplica y en pocos meses eres perfectamente capaz de comunicar cualquier asunto".
Carmen García (32 años), manager de cuentas estratégicas
Tenía que reinventarme y encajé en Google.
El perfil de Carmen García destaca por su experiencia internacional. Graduada en Ingeniería Industrial por ICAI, cursó un MBA en la India y trabajó durante más de un año en la banca en Nueva York. "Por cuestiones personales regresé a Madrid y decidí intentarlo en Google".
Carmen cree que la seleccionaron por su experiencia en el campo de los negocios y por su espíritu de reinvención. En su currículum también constaba un año y medio de trabajo en una startup y casi dos años en la consultora Deloitte. "En la carrera de ingeniería falta formación en negocio, es la carencia de casi todos los ingenieros", opina. A diferencia del resto de empresas en las que ha trabajado, cree que en Google se fomenta el cambio de rol y la puesta en marcha de nuevas ideas sin miedo al fracaso. "Te permiten arriesgar. Su filosofía es la de probar y medir los resultados. Es muy difícil caer en la monotonía o aburrirse".
http://economia.elpais.com/economia/2016/03/30/actualidad/1459348179_025212.html?rel=mas
En abril de 2015 el máximo responsable de recursos humanos de Google, Laszlo Bock, lanzó Work Rules, un libro en el que aseguraba que ese tipo de preguntas no servían para predecir el comportamiento de los candidatos en sus futuros puestos de trabajo. En su lugar, la compañía emplearía otros métodos avalados por investigaciones para tratar de detectar las posibles reacciones de los entrevistados ante situaciones reales.
Hoy, esa prueba, conocida como General Cognitive Ability, sigue siendo parte del proceso, pero ahora está más enfocada a la realidad del mundo de los negocios, explica Javier Martín, director de recursos humanos de Google España. Preguntar cuántos aviones sobrevuelan el cielo de Madrid en hora punta es una de las opciones. “No se busca una respuesta exacta, sino ver cómo piensa y razona el candidato y su capacidad para identificar las variables. En el caso de los aviones, puede hacer referencia al número de compañías aéreas que operan en el país o a las conexiones del aeropuerto de Barajas”, apunta Martín.
Quienes se plantean incorporarse a Google, tienen que saber que no hace falta ser un experto en tecnología. "Hay muchos graduados que no se presentan a los procesos de selección por ideas preconcebidas que no son ciertas. No contratamos solo a ingenieros informáticos ni a frikis de la tecnología", añade el director de recursos humanos. Cada año la tecnológica recibe a escala internacional una media de 2,5 millones de inscripciones a sus ofertas de empleo.
(1)Imprescindible es tener un buen dominio de inglés, de hecho la primera entrevista es telefónica y en ese idioma. (2)“Una de nuestras normas es que la nacionalidad del entrevistador debe ser distinta a la del candidato”, señala Martín. Los 200 empleados de la sede de Google en España, que abrió sus puertas en 2005 en la planta 26 del rascacielos Torre Picasso en Madrid, realizan más del 50% de sus comunicaciones diarias en inglés.
En Google no se entra enviando el currículum y llamando insistentemente a sus oficinas. (3)Solo se puede optar a las vacantes que oferta la compañía en la web Google Careers, en la que se pueden hacer búsquedas personalizadas y filtrar por ciudad o departamento.
Además de las famosas instalaciones con salas provistas de hamacas para el descanso, futbolines y comida gratuita en cualquier momento del día, en Google se pueden realizar estancias de tres meses en cualquiera de sus 70 sedes internacionales, localizadas en 40 países, o pedir el traslado. En 2015, el 10% de la plantilla de España optó por esa opción. "Incentivamos a los empleados a que cada dos años cambien de rol y para ello les formamos constantemente. Cada trabajador recibe al menos 10 horas de cursos al mes. Avanzan al ritmo de la tecnología", asegura Martín.
El perfil de cuatro trabajadores españoles de la sede de Madrid demuestra que se puede acceder con una licenciatura de letras o sin apenas conocimientos de tecnología. Estas son sus historias.
Fran Ruiz (49 años), director de relaciones internacionales.
Nunca pensé que lo conseguiría; soy de letras puras.
El 24 de agosto de 2006, la portada de The Economist le hizo replantearse su carrera. El tema de apertura Who killed the newspaper (en español, quién mató al periódico) vaticinaba el fin del periodismo impreso en 2043. Tras más de 19 años como periodista en varios medios nacionales, Fran Ruiz decidió ampliar su perfil profesional. Dos años más tarde, se matriculó en un curso de economía y gestión de empresas de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, de tres meses de duración. Pidió permiso a su periódico, en ese momento la Gaceta de los Negocios, y la empresa se hizo cargo del coste de matrícula, unos 4.500 dólares, y le mantuvo el sueldo durante la estancia.
Ese viaje cambió su rumbo. Le fichó una consultora italiana de relaciones internacionales para su sede de Madrid y un año y medio después fue seleccionado por Google. "Pasé siete entrevistas y en ninguna de ellas me hicieron preguntas raras. Se centraron en analizar mi capacidad de resolución de problemas y de liderazgo", cuenta. No se esperaba de él que tuviese nociones básicas de programación ni que supiese cómo gestionar los productos de la compañía.
"Hay que creer en uno mismo y ponerse las pilas con los idiomas, eso es lo más importante", recalca Ruiz, que acaba de cumplir seis años en Google, durante los que ha realizado estancias temporales en las sedes de California, Londres, Dublín y París. "En esta empresa te avalúan cada seis meses en función de los objetivos que alcanzas, son muy exigentes pero se preocupan mucho de tu crecimiento profesional".
Miquel Trías (32 años), analista.
No lo había intentado antes porque no soy graduado en Informática
"La escala temporal en Google es totalmente diferente a la de otras empresas. Cada seis meses hay cambios y tu ritmo de aprendizaje es brutal". Miquel Trías, que se incorporó a la tecnológica hace tres años, es graduado en Física y el primer estudiante de doctorado de ondas gravitacionales en España. "Google siempre había sido el top, pero no lo había intentado antes porque pensaba que solo entraban informáticos".
Tras finalizar el doctorado, cursó un máster en dirección de empresas. "Me di cuenta de las pocas posibilidades que brinda España para la carrera investigadora y tomé otro camino", explica.
De las entrevistas en Google recuerda que no se centraron en sus conocimientos específicos, sino en su capacidad resolutiva. "Durante los cinco años de carrera aprendí a enfrentarme a problemas complicados y a diseñar soluciones creativas. De eso va la física y eso fue lo que valoraron". En la sede de España la mayoría de empleados se dedica a la parte de estrategia de negocio digital, y Miquel ya tiene la vista en Estados Unidos, donde se concentran la mayoría de departamentos de innovación. "En un par de años me gustaría sumarme al equipo de inteligencia artificial".
Anaïs Pérez (32 años), directora de comunicación.
No tenía experiencia en el campo tecnológico
A Anaïs Pérez la seleccionaron para unas prácticas en el departamento de comunicación de Google apenas unos años después de su graduación. Era 2007 y habían pasado dos años desde la apertura de la sede de la tecnológica en Madrid. "No tenía experiencia en el campo tecnológico, pero buscaban a alguien que entendiese cómo funcionan los medios tradicionales y que supiese crear contenidos noticiables".
Tras licenciarse en Periodismo por la Universidad Carlos III, realizó prácticas en Telecinco y la Cadena Ser y dio el saltó a México gracias a una beca del Banco Santander. Se incorporó durante un año a un periódico local de Tehuacán. "Mi principal reto cuando llegué a Google era traducir un lenguaje y unos conceptos ininteligibles para los periodistas". Siete años y medio después, fue nombrada directora de comunicación.
Durante la carrera, Anaïs mejoró su inglés con dos estancias de tres meses en Irlanda y Londres. "Cuando entras en Google el ritmo de aprendizaje del inglés se multiplica y en pocos meses eres perfectamente capaz de comunicar cualquier asunto".
Carmen García (32 años), manager de cuentas estratégicas
Tenía que reinventarme y encajé en Google.
El perfil de Carmen García destaca por su experiencia internacional. Graduada en Ingeniería Industrial por ICAI, cursó un MBA en la India y trabajó durante más de un año en la banca en Nueva York. "Por cuestiones personales regresé a Madrid y decidí intentarlo en Google".
Carmen cree que la seleccionaron por su experiencia en el campo de los negocios y por su espíritu de reinvención. En su currículum también constaba un año y medio de trabajo en una startup y casi dos años en la consultora Deloitte. "En la carrera de ingeniería falta formación en negocio, es la carencia de casi todos los ingenieros", opina. A diferencia del resto de empresas en las que ha trabajado, cree que en Google se fomenta el cambio de rol y la puesta en marcha de nuevas ideas sin miedo al fracaso. "Te permiten arriesgar. Su filosofía es la de probar y medir los resultados. Es muy difícil caer en la monotonía o aburrirse".
http://economia.elpais.com/economia/2016/03/30/actualidad/1459348179_025212.html?rel=mas
jueves, 28 de julio de 2016
Estrategias de manipulación, algo falsamente atribuido a Chomsky
El lingüista Noam Chomsky NO elaboró la lista de las “10 Estrategias de Manipulación” a través de los medios.(1)
It’s a fake. I don’t know the source. Some of it is drawn from, or similar to, things I’ve said. But it is not mine. —Noam Chomsky
En una bonita versión ilustrada del famoso texto, realizada por Germán Ferrero ("Ger"), este artista gráfico nos cuenta que, después de ilustrar el Decálogo, entró en contacto con el propio Chomsky, quien desmintió rotundamente ser el autor. Chomsky le indicó además que, a pesar de su insistencia en desmentir la autoría, se la siguen atribuyendo. Escribe Ger en el prólogo de su versión ilustrada: Como me dijo Noam, 'una vez que algo está en Internet parece imposible de erradicar'.
Chomsky con Jean Bricmont, durante una conferencia conjunta en Bruselas, en marzo de 2011
En octubre de 2010, uno de los colaboradores europeos más habituales de Noam Chomsky, el físico belga de ideología anarquista, Jean Bricmont, decidió escribir un artículo para desmentir la falsa autoría, al ver que el error continuaba propagándose por la Red. Aunque Bricmont era ya una figura conocida en los círculos de la izquierda crítica, tanto por sus escritos como por su activismo y colaboraciones con Chomsky, adquirió especial notoriedad tras la publicación en 2005 de su obra Impérialisme humanitaire. Droits de l’homme, droit d’ingérence, droit du plus fort? (4), cuyo extenso prólogo de 40 páginas es de Noam Chomsky (5). Bricmont también publicó diferentes obras con Chomsky (6), además de artículos. Esta cercanía a Chomsky, el conocimiento de su obra y pensamiento y la amistad que les unía, condujo a Bricmont a publicar el 11 de octubre de 2010 un artículo destinado a zanjar la polémica sobre la falsa autoría. Dicho artículo, que llevaba por título A propos des « dix stratégies de manipulation de masses » attribué à Noam Chomsky, fue publicado en Le Grand Soir, Journal Militant d'Information Alternative.
En dicho artículo, Bricmont recoge las palabras de Chomsky sobre la atribución de autoría en relación con el polémico Decálogo: Como este texto parece ser una simplificación y distorsión de su pensamiento [se refiere al de Chomsky], y como además no pude encontrar su equivalente en inglés, para llegar al fondo de la cuestión le pregunté a él por el texto. Ésta fue su respuesta: "No tengo ni idea de dónde salió eso. Yo no hice esa compilación (...). Supongo que quien lo hizo podría argumentar que son interpretaciones de lo que yo escribí aquí y allá, pero desde luego no de esa forma ni esa lista" (7)
Aunque no hubiesen existido estos desmentidos y otros que no hemos mencionado, es difícil llegar a entender que se haya llegado a dar tanta credibilidad a esta falsa autoría. Como mencionaba Bricmont en su artículo, el hecho de que en inglés la autoría a Chomsky esté mucho menos extendida y sea relativamente reciente, de entrada debiera hacernos sospechar.
Que no exista referencia alguna en la bibliografía oficial de Chomsky (ver www.chomsky.info), ni en las bibliografías oficiosas y que nadie fuese capaz de citar la fuente original, también habría sido suficiente para darnos cuenta que estábamos ante un fake. Como nos recuerda Naief Yehya en alguno de sus comentarios en revistareplicante.com, el hecho de que el Decálogo no apareciera en los websites que suelen publicar los textos de Chomsky, cuando menos habría aconsejado una mínima contrastación de la fuente.
Lo anterior es de aplicación incluso para aquellos que no llegan a ser expertos en la obra política de Chomsky. Ya entrando en contenidos, es verdad que para los no versados, resulta más complicado saber que algunos de los diez principios del Decálogo no encajan ni con calzador en el pensamiento del profesor emérito del MIT. Lo mismo es aplicable al estilo simplista de las 10 estrategias, que tiene nada que ver con el estilo de los trabajos de Chomsky. Como dice Bricmont en el artículo antes citado: El aparente éxito de este texto, ilustra la incomprensión que, sobre el pensamiento de Chomsky en relación con la "manipulación", existe tanto entre algunos de sus partidarios como entre sus opositores.
Bricmont ilustra como ejemplo más visible del hecho anterior, la "10ª estrategia de manipulación". Nos dice:
El décimo principio refleja también por otra parte, fantasías comunes en la extrema izquierda, sobre el conocimiento que el "sistema" tendría del individuo medio gracias a "la biología, la neurobiología y la psicología aplicada", que es muy diferente de lo que piensa Chomsky, quien sabe que el conocimiento (verdadero) científico del ser humano es extremadamente limitado. No obstante, la prueba más definitiva de que Chomsky no es el autor, la tenemos en algo tan sencillo como que el copyright del texto y el nombre del autor real, están perfectamente establecidos sin margen de error. Esto convierte en un ejercicio de irresponsabilidad intelectual la difusión de la falsa autoría. Injustificable y con un plus de gravedad en el caso de aquellos docentes universitarios e investigadores académicos que también han difundido el error, ya que en el caso de estos, más que nadie, están obligados a contrastar fuentes en base a los procedimientos universales establecidos por la praxis científica.
1. La estrategia de la distracción. El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes.La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. ”Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.
2. Crear problemas y después ofrecer soluciones. Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.
3. La estrategia de la gradualidad. Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.
4. La estrategia de diferir. Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.
5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad. La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver “Armas silenciosaspara guerras tranquilas”)”.
6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión. Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido critico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…
7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad. Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposible de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.
8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar, e inculto…
9. Reforzar la autoculpabilidad. Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se auto desvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución!
10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen. En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídos y utilizados por las élites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.
(1) Según Wikipedia: Chomsky, en cambio, no es el autor de “las 10 estrategias de manipulación mediática”, texto que se ha convertido en un fenómeno viral en Internet. El verdadero autor es el francés Sylvain Timsit. El documento fue publicado por primera vez en francés, en el año 2002, con el título original “Stratégies de manipulation”, en la web syti.net. El copyright del texto es de esa fecha y de dicho lugar y el texto todavía se encuentra en el sitio web de origen. El origen de la falsa atribución a Chomsky, estaría en el error que en su día cometió la agencia Pressenza, según ha manifestado Timsit.
https://lanaveva.wordpress.com/2012/03/10/estrategias-de-manipulacion/
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_--La educación exige emociones. El fenómeno es imparable. Los nuevos tiempos exigen desarrollar las capacidades innatas de los niños y cambiar las consignas académicas.
_--¿Estamos educando a las nuevas generaciones para vivir en un mundo que ya no existe? El sistema pedagógico parece haberse estancado en la era industrial en la que fue diseñado. La consigna respecto al colegio ha venido insistiendo en que hay que “estudiar mucho”, “sacar buenas notas” y, posteriormente, “obtener un título universitario”. Y eso es lo que muchos han procurado hacer. Se creyó que, una vez finalizada la etapa de estudiantes, habría un “empleo fijo” con un “salario estable”.
Pero dado que la realidad laboral ha cambiado, estas consignas académicas han dejado de ser válidas. De hecho, se han convertido en un obstáculo que limita las posibilidades profesionales. Y es que las escuelas públicas se crearon en el siglo XIX para convertir a campesinos analfabetos en obreros dóciles, adaptándolos a la función mecánica que iban a desempeñar en las fábricas. Tal como apunta el experto mundial en educación Ken Robinson, “los centros de enseñanza secundaria contemporáneos siguen teniendo muchos paralelismos con las cadenas de montaje, la división del trabajo y la producción en serie impulsadas por Frederick Taylor y Henry Ford”.
La voz de los adolescentes
“Desde muy pequeño tuve que interrumpir mi educación para empezar a ir a la escuela”
Gabriel García Márquez
Si bien la fórmula pedagógica actual permite que los estudiantes aprendan a leer, escribir y hacer cálculos matemáticos, “la escuela mata nuestra creatividad”. A lo largo del proceso formativo, la gran mayoría pierde la conexión con esta facultad, marginando por completo el espíritu emprendedor. Y como consecuencia, se empiezan a seguir los dictados marcados por la mayoría, un ruido que impide escuchar la propia voz interior.
Cada vez más adolescentes sienten que el colegio no les aporta nada útil ni práctico para afrontar los problemas de la vida cotidiana. En vez de plantearles preguntas para que piensen por sí mismos, se limitan a darles respuestas pensadas por otros, tratando de que los alumnos amolden su pensamiento y su comportamiento al canon determinado por el orden social establecido.
Del mismo modo que la era industrial creó su propia escuela, la era del conocimiento emergente requiere de un nuevo tipo de colegio. Básicamente porque la educación industrial ha quedado desfasada. Sin embargo, actúa como un enfermo terminal que niega su propia enfermedad. Ahogada por la burocracia, la evolución del sistema educativo público llevará mucho tiempo en completarse. Según Robinson, “ahora mismo sigue estando compuesto por tres subsistemas principales: el plan de estudios (lo que el sistema escolar espera que el alumno aprenda), la pedagogía (el método mediante el cual el colegio ayuda a los estudiantes a hacerlo) y la evaluación, que vendría a ser el proceso de medir lo bien que lo están haciendo”.
La mayoría de los movimientos de reforma se centran en el plan de estudios y en la evaluación. Sin embargo, “la educación no necesita que la reformen, sino que la transformen”, concluye este experto. En vez de estandarizar la educación, en la era del conocimiento va a tender a personalizarse. Esencialmente porque uno de los objetivos es que los chavales descubran por sí mismos sus dones y cualidades individuales, así como lo que verdaderamente les apasiona.
¿Para qué sirve?
“Educar no consiste en llenar un vaso vacío, sino en encender un fuego latente”
Lao Tsé
En el marco de este nuevo paradigma educativo está emergiendo con fuerza la “educación emocional”. Se trata de un conjunto de enseñanzas, reflexiones, dinámicas, metodologías y herramientas de autoconocimiento diseñadas para potenciar la inteligencia emocional. Es decir, el proceso mental por medio del cual los niños y jóvenes puedan resolver sus problemas y conflictos emocionales por sí mismos, sin intermediarios de ningún tipo.
La base pedagógica de esta educación en auge está inspirada en el trabajo de grandes visionarios del siglo XX como Rudolf Steiner, María Montessori u Ovide Decroly. Todos ellos comparten la visión de que el ser humano nace con un potencial por desarrollar. Y que la función principal del educador es acompañar a los niños en su proceso de aprendizaje, evolución y madurez emocional. En esta misma línea se sitúan los programas de la educación lenta, libre y viva que están consolidándose como propuestas pedagógicas alternativas dentro del sistema. Eso sí, el gran referente del siglo XXI sigue siendo la escuela pública de Finlandia, país que lidera el ranking elaborado por el informe PISA.
La educación emocional está comprometida con promover entre los jóvenes una serie de valores que permitan a los chavales descubrir su propio valor, pudiendo así aportar lo mejor de sí mismos al servicio de la sociedad. Entre estos destacan:
Autoconocimiento. Conocerse a uno mismo es el camino que conduce a saber cuáles son las limitaciones y potencialidades de cada uno, y permite convertirse en la mejor versión de uno mismo.
Responsabilidad. Cada uno de nosotros es la causa de su sufrimiento y de su felicidad. Asumir la responsabilidad de hacerse cargo de uno mismo en el plano emocional y económico es lo que permite alcanzar la madurez como seres humanos y realizar el propósito de vida que se persiga. Autoestima. El mundo no se ve como es, sino como es cada uno de quienes lo observan. De ahí que amarse a uno mismo resulte fundamental para construir una percepción más sabia y objetiva de los demás y de la vida, nutriendo el corazón de confianza y valentía para seguir un propio camino.
Felicidad. La felicidad es la verdadera naturaleza del ser humano. No tiene nada que ver con lo que se tiene, con lo que se hace ni con lo que se consigue. Es un estado interno que florece de forma natural cuando se logra recuperar el contacto con la auténtica esencia de cada uno.
Amor. En la medida que se aprende a ser feliz por uno mismo, de forma natural se empieza a amar a los demás tal como son y a aceptar a la vida tal como es. Así, amar es sinónimo de tolerancia, respeto, compasión, amabilidad y, en definitiva, dar lo mejor de nosotros mismos en cada momento y frente a cualquier situación.
Talento. Todos tenemos un potencial y un talento innato por desarrollar. El centro de la cuestión consiste en atrevernos a escuchar la voz interior, la cual, al ponerla en acción, se convierte en nuestra auténtica vocación. Es decir, aquellas cualidades, fortalezas, habilidades y capacidades que permiten emprender una profesión útil, creativa y con sentido.
Bien común. Las personas que han pasado por un profundo proceso de autoconocimiento se las reconoce porque orientan sus motivaciones, decisiones y acciones al bien común de la sociedad. Es decir, aquello que hace a uno mismo y que además hace bien al conjunto de la sociedad, tanto en la forma de ganar como de gastar dinero.
En vez de seguir condicionando y limitando la mente de las nuevas generaciones, algún día –a lo largo de esta era– los colegios harán algo revolucionario: educar. De forma natural, los niños se convertirán en jóvenes con autoestima y confianza en sí mismos. Y estos se volverán adultos conscientes, maduros, responsables y libres, con una noción muy clara de quiénes son y cuál es su propósito en la vida. El rediseño y la transformación del sistema educativo son, sin duda alguna, unos de los grandes desafíos contemporáneos. Que se hagan realidad depende de que padres y educadores se conviertan en el cambio que quieren ver en la educación
CLAVES PARA SABER MÁS
ANNA PARINI
Libro
¡Esta casa no es un hotel!
Irene Orce (Grijalbo)
Este libro es un manual de educación emocional para padres de adolescentes. Está escrito desde la perspectiva de los chavales, y su intención es proporcionar claves y herramientas para que los adultos aprendan a crear puentes más constructivos con sus hijos.
Documental
La educación prohibida
Un documental que propone cuestionar las lógicas de la escolarización moderna y la forma de entender la educación, visibilizando experiencias educativas diferentes, que plantean la necesidad de un nuevo paradigma educativo. (Este documental está promocionado por empresas multinacionales y muy sutilmente promociona la privatización de la educación, desprestigiando a la Educación Pública, en el momento que se empieza a generalizar en América Latina)
La inteligencia emocional
15 cortometrajes, Aquí
Fuente: http://elpais.com/elpais/2014/12/12/eps/1418401341_900515.html
Pero dado que la realidad laboral ha cambiado, estas consignas académicas han dejado de ser válidas. De hecho, se han convertido en un obstáculo que limita las posibilidades profesionales. Y es que las escuelas públicas se crearon en el siglo XIX para convertir a campesinos analfabetos en obreros dóciles, adaptándolos a la función mecánica que iban a desempeñar en las fábricas. Tal como apunta el experto mundial en educación Ken Robinson, “los centros de enseñanza secundaria contemporáneos siguen teniendo muchos paralelismos con las cadenas de montaje, la división del trabajo y la producción en serie impulsadas por Frederick Taylor y Henry Ford”.
La voz de los adolescentes
“Desde muy pequeño tuve que interrumpir mi educación para empezar a ir a la escuela”
Gabriel García Márquez
Si bien la fórmula pedagógica actual permite que los estudiantes aprendan a leer, escribir y hacer cálculos matemáticos, “la escuela mata nuestra creatividad”. A lo largo del proceso formativo, la gran mayoría pierde la conexión con esta facultad, marginando por completo el espíritu emprendedor. Y como consecuencia, se empiezan a seguir los dictados marcados por la mayoría, un ruido que impide escuchar la propia voz interior.
Cada vez más adolescentes sienten que el colegio no les aporta nada útil ni práctico para afrontar los problemas de la vida cotidiana. En vez de plantearles preguntas para que piensen por sí mismos, se limitan a darles respuestas pensadas por otros, tratando de que los alumnos amolden su pensamiento y su comportamiento al canon determinado por el orden social establecido.
Del mismo modo que la era industrial creó su propia escuela, la era del conocimiento emergente requiere de un nuevo tipo de colegio. Básicamente porque la educación industrial ha quedado desfasada. Sin embargo, actúa como un enfermo terminal que niega su propia enfermedad. Ahogada por la burocracia, la evolución del sistema educativo público llevará mucho tiempo en completarse. Según Robinson, “ahora mismo sigue estando compuesto por tres subsistemas principales: el plan de estudios (lo que el sistema escolar espera que el alumno aprenda), la pedagogía (el método mediante el cual el colegio ayuda a los estudiantes a hacerlo) y la evaluación, que vendría a ser el proceso de medir lo bien que lo están haciendo”.
La mayoría de los movimientos de reforma se centran en el plan de estudios y en la evaluación. Sin embargo, “la educación no necesita que la reformen, sino que la transformen”, concluye este experto. En vez de estandarizar la educación, en la era del conocimiento va a tender a personalizarse. Esencialmente porque uno de los objetivos es que los chavales descubran por sí mismos sus dones y cualidades individuales, así como lo que verdaderamente les apasiona.
¿Para qué sirve?
“Educar no consiste en llenar un vaso vacío, sino en encender un fuego latente”
Lao Tsé
En el marco de este nuevo paradigma educativo está emergiendo con fuerza la “educación emocional”. Se trata de un conjunto de enseñanzas, reflexiones, dinámicas, metodologías y herramientas de autoconocimiento diseñadas para potenciar la inteligencia emocional. Es decir, el proceso mental por medio del cual los niños y jóvenes puedan resolver sus problemas y conflictos emocionales por sí mismos, sin intermediarios de ningún tipo.
La base pedagógica de esta educación en auge está inspirada en el trabajo de grandes visionarios del siglo XX como Rudolf Steiner, María Montessori u Ovide Decroly. Todos ellos comparten la visión de que el ser humano nace con un potencial por desarrollar. Y que la función principal del educador es acompañar a los niños en su proceso de aprendizaje, evolución y madurez emocional. En esta misma línea se sitúan los programas de la educación lenta, libre y viva que están consolidándose como propuestas pedagógicas alternativas dentro del sistema. Eso sí, el gran referente del siglo XXI sigue siendo la escuela pública de Finlandia, país que lidera el ranking elaborado por el informe PISA.
La educación emocional está comprometida con promover entre los jóvenes una serie de valores que permitan a los chavales descubrir su propio valor, pudiendo así aportar lo mejor de sí mismos al servicio de la sociedad. Entre estos destacan:
Autoconocimiento. Conocerse a uno mismo es el camino que conduce a saber cuáles son las limitaciones y potencialidades de cada uno, y permite convertirse en la mejor versión de uno mismo.
Responsabilidad. Cada uno de nosotros es la causa de su sufrimiento y de su felicidad. Asumir la responsabilidad de hacerse cargo de uno mismo en el plano emocional y económico es lo que permite alcanzar la madurez como seres humanos y realizar el propósito de vida que se persiga. Autoestima. El mundo no se ve como es, sino como es cada uno de quienes lo observan. De ahí que amarse a uno mismo resulte fundamental para construir una percepción más sabia y objetiva de los demás y de la vida, nutriendo el corazón de confianza y valentía para seguir un propio camino.
Felicidad. La felicidad es la verdadera naturaleza del ser humano. No tiene nada que ver con lo que se tiene, con lo que se hace ni con lo que se consigue. Es un estado interno que florece de forma natural cuando se logra recuperar el contacto con la auténtica esencia de cada uno.
Amor. En la medida que se aprende a ser feliz por uno mismo, de forma natural se empieza a amar a los demás tal como son y a aceptar a la vida tal como es. Así, amar es sinónimo de tolerancia, respeto, compasión, amabilidad y, en definitiva, dar lo mejor de nosotros mismos en cada momento y frente a cualquier situación.
Talento. Todos tenemos un potencial y un talento innato por desarrollar. El centro de la cuestión consiste en atrevernos a escuchar la voz interior, la cual, al ponerla en acción, se convierte en nuestra auténtica vocación. Es decir, aquellas cualidades, fortalezas, habilidades y capacidades que permiten emprender una profesión útil, creativa y con sentido.
Bien común. Las personas que han pasado por un profundo proceso de autoconocimiento se las reconoce porque orientan sus motivaciones, decisiones y acciones al bien común de la sociedad. Es decir, aquello que hace a uno mismo y que además hace bien al conjunto de la sociedad, tanto en la forma de ganar como de gastar dinero.
En vez de seguir condicionando y limitando la mente de las nuevas generaciones, algún día –a lo largo de esta era– los colegios harán algo revolucionario: educar. De forma natural, los niños se convertirán en jóvenes con autoestima y confianza en sí mismos. Y estos se volverán adultos conscientes, maduros, responsables y libres, con una noción muy clara de quiénes son y cuál es su propósito en la vida. El rediseño y la transformación del sistema educativo son, sin duda alguna, unos de los grandes desafíos contemporáneos. Que se hagan realidad depende de que padres y educadores se conviertan en el cambio que quieren ver en la educación
CLAVES PARA SABER MÁS
ANNA PARINI
Libro
¡Esta casa no es un hotel!
Irene Orce (Grijalbo)
Este libro es un manual de educación emocional para padres de adolescentes. Está escrito desde la perspectiva de los chavales, y su intención es proporcionar claves y herramientas para que los adultos aprendan a crear puentes más constructivos con sus hijos.
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Un documental que propone cuestionar las lógicas de la escolarización moderna y la forma de entender la educación, visibilizando experiencias educativas diferentes, que plantean la necesidad de un nuevo paradigma educativo. (Este documental está promocionado por empresas multinacionales y muy sutilmente promociona la privatización de la educación, desprestigiando a la Educación Pública, en el momento que se empieza a generalizar en América Latina)
La inteligencia emocional
15 cortometrajes, Aquí
Fuente: http://elpais.com/elpais/2014/12/12/eps/1418401341_900515.html
miércoles, 27 de julio de 2016
¿Qué pasa en la Facultad de Letras? Jordi Ibáñez fundamenta la necesidad de la literatura, la filosofía, la filología o la estética frente a una administración que tiende a minimizarlas cuando no a amenazarlas.
Este no es un libro para profesores universitarios. Escrito con generosidad y benevolencia, sin pedantería y sin rencor, puede disfrutarlo cualquier lector “culto” o al menos interesado en “las letras”, pues su tema es el significado y el lugar de esas “letras” en el mundo contemporáneo. Su forma es la de un diario en el que se registran anotaciones con orígenes variados, pero incluso los “tres estudios” con los que acaba el texto mantienen el mismo ritmo estilístico —ensayístico, tentativo, narrativo y exigente— del resto del libro.
En este registro autorreflexivo, Ibáñez despliega los principales argumentos que suelen utilizarse para definir la literatura, la filosofía, la filología o la estética, y para fundamentar su necesidad frente a una administración educativa que, tras haberlas minimizado en el bachillerato, las amenaza en la enseñanza superior; y no es nada complaciente: muestra la grotesca grandilocuencia con la que a menudo sus apologetas —ya sea en calidad de profetas o de resentidos— enaltecen las virtudes de la cultura literaria y crítica al precio de dar de ella una visión ahistórica y falsificada, y matiza con mucha elegancia los argumentos de quienes se presentan como detractores o enemigos de las “humanidades”. Dedica, por ello, una buena porción de páginas a despachar sobre este asunto con los otros dos Jordis, Llovet y Gracia, que han intervenido recientemente en él, desmontando pieza a pieza la melancolía y el entusiasmo, aunque su dictamen no es salomónico ni imparcial. Y, al final (lo cual es cada vez menos corriente), se compromete con una explicación de lo que significan y valen las “letras” en nuestras sociedades, y de su alcance moral y político. Aunque se trate de una conclusión de las que no podrían ocupar los últimos minutos de un telediario, ni siquiera caber en la respuesta a las preguntas de un entrevistador en un programa cultural, ni tampoco tener un lugar relevante en un informe para la mejora de las universidades públicas, todavía puede escribirse en un periódico: «para que el mundo de la política y sus mentiras a medias no lo contagien y lo ensucien todo (…),
para que la lucha por el poder no nos someta a una extendida y sostenida pantomima basada en la práctica de la intoxicación
(…), para que la política, en fin, no se apodere de nuestros mejores y más nobles deseos (…), hay que pensar en unas zonas sagradas, en unos diques de contención, en unos puntos de referencia en los que la posibilidad de decir lo que son las cosas sea todavía una experiencia consistente, dotada de realidad y de sentido». Esos diques son los estudios de filosofía y letras (o, mejor dicho, son lo que constituye el objeto de esos estudios). Y lo malo es que en su interior también los acosadores cuentan con unos poderosísimos aliados dedicados exhaustivamente a convertir las “letras” en una inversión rentable a medio plazo.
Pero, sin ser un libro para profesores de universidad, en sus páginas encontramos quienes lo somos la referencia constante al tormento que, mucho más que la supuesta “pérdida de rango” social que sufrimos, mina diariamente nuestra resistencia y tiende a ocupar todas nuestras conversaciones, antaño dedicadas a temáticas mucho más floridas, amargando la existencia a los más mayores y secuestrando la actividad intelectual y vital de los más jóvenes: me refiero a los sistemas de evaluación y promoción que determinan de antemano a qué congresos hay que asistir, qué artículos hay que escribir y en qué revistas han de publicarse, cuántos puestos de gestión hay que ocupar y, en definitiva, «todo, menos el criterio del interés o la originalidad, o la consistencia real de lo que se presenta para ser evaluado» (y esto no es patrimonio exclusivo de las humanidades, claro está). En los países civilizados, dice Ibáñez, se mira a la cara de los candidatos y se leen sus libros y artículos. En el nuestro, «se evita mirar a nadie a los ojos, conversar con él, leer sus cosas, discutirlas. Toda referencia al talento y la inteligencia se considera un signo de mala educación y una ofensiva impertinencia». Y aquí no estamos sencillamente ante unas medidas impuestas por un poder exterior, sino ante un sistema del que somos tanto víctimas como cómplices. Si todos sabemos que es ignominioso, ¿por qué no hacemos algo al respecto? Pues claro está: porque nos beneficiamos en mayor o menor medida de esa mediocracia, no solamente como evaluados (es mucho más fácil seguir un manual de instrucciones que escribir algo interesante) sino también como evaluadores (es mucho menos comprometido aplicar un baremo numérico que juzgar la calidad de un artículo). Tengan todo esto en cuenta cuando escuchen a rectores y ministros hablar de “calidad de la enseñanza” y de excelencia en la investigación.
El reverso de la historia.
Apuntes sobre las humanidades en tiempo de crisis. Jordi Ibáñez. Barcelona, Calambur, 2016, 298 págs.
http://cultura.elpais.com/cultura/2016/07/19/babelia/1468926221_421135.html?por=friso
En este registro autorreflexivo, Ibáñez despliega los principales argumentos que suelen utilizarse para definir la literatura, la filosofía, la filología o la estética, y para fundamentar su necesidad frente a una administración educativa que, tras haberlas minimizado en el bachillerato, las amenaza en la enseñanza superior; y no es nada complaciente: muestra la grotesca grandilocuencia con la que a menudo sus apologetas —ya sea en calidad de profetas o de resentidos— enaltecen las virtudes de la cultura literaria y crítica al precio de dar de ella una visión ahistórica y falsificada, y matiza con mucha elegancia los argumentos de quienes se presentan como detractores o enemigos de las “humanidades”. Dedica, por ello, una buena porción de páginas a despachar sobre este asunto con los otros dos Jordis, Llovet y Gracia, que han intervenido recientemente en él, desmontando pieza a pieza la melancolía y el entusiasmo, aunque su dictamen no es salomónico ni imparcial. Y, al final (lo cual es cada vez menos corriente), se compromete con una explicación de lo que significan y valen las “letras” en nuestras sociedades, y de su alcance moral y político. Aunque se trate de una conclusión de las que no podrían ocupar los últimos minutos de un telediario, ni siquiera caber en la respuesta a las preguntas de un entrevistador en un programa cultural, ni tampoco tener un lugar relevante en un informe para la mejora de las universidades públicas, todavía puede escribirse en un periódico: «para que el mundo de la política y sus mentiras a medias no lo contagien y lo ensucien todo (…),
para que la lucha por el poder no nos someta a una extendida y sostenida pantomima basada en la práctica de la intoxicación
(…), para que la política, en fin, no se apodere de nuestros mejores y más nobles deseos (…), hay que pensar en unas zonas sagradas, en unos diques de contención, en unos puntos de referencia en los que la posibilidad de decir lo que son las cosas sea todavía una experiencia consistente, dotada de realidad y de sentido». Esos diques son los estudios de filosofía y letras (o, mejor dicho, son lo que constituye el objeto de esos estudios). Y lo malo es que en su interior también los acosadores cuentan con unos poderosísimos aliados dedicados exhaustivamente a convertir las “letras” en una inversión rentable a medio plazo.
Pero, sin ser un libro para profesores de universidad, en sus páginas encontramos quienes lo somos la referencia constante al tormento que, mucho más que la supuesta “pérdida de rango” social que sufrimos, mina diariamente nuestra resistencia y tiende a ocupar todas nuestras conversaciones, antaño dedicadas a temáticas mucho más floridas, amargando la existencia a los más mayores y secuestrando la actividad intelectual y vital de los más jóvenes: me refiero a los sistemas de evaluación y promoción que determinan de antemano a qué congresos hay que asistir, qué artículos hay que escribir y en qué revistas han de publicarse, cuántos puestos de gestión hay que ocupar y, en definitiva, «todo, menos el criterio del interés o la originalidad, o la consistencia real de lo que se presenta para ser evaluado» (y esto no es patrimonio exclusivo de las humanidades, claro está). En los países civilizados, dice Ibáñez, se mira a la cara de los candidatos y se leen sus libros y artículos. En el nuestro, «se evita mirar a nadie a los ojos, conversar con él, leer sus cosas, discutirlas. Toda referencia al talento y la inteligencia se considera un signo de mala educación y una ofensiva impertinencia». Y aquí no estamos sencillamente ante unas medidas impuestas por un poder exterior, sino ante un sistema del que somos tanto víctimas como cómplices. Si todos sabemos que es ignominioso, ¿por qué no hacemos algo al respecto? Pues claro está: porque nos beneficiamos en mayor o menor medida de esa mediocracia, no solamente como evaluados (es mucho más fácil seguir un manual de instrucciones que escribir algo interesante) sino también como evaluadores (es mucho menos comprometido aplicar un baremo numérico que juzgar la calidad de un artículo). Tengan todo esto en cuenta cuando escuchen a rectores y ministros hablar de “calidad de la enseñanza” y de excelencia en la investigación.
El reverso de la historia.
Apuntes sobre las humanidades en tiempo de crisis. Jordi Ibáñez. Barcelona, Calambur, 2016, 298 págs.
http://cultura.elpais.com/cultura/2016/07/19/babelia/1468926221_421135.html?por=friso
El difícil diálogo entre padres e hijos
Ceder en una confrontación verbal con un adolescente no es sinónimo de capitulación
Escuchar es clave para ayudar a crecer y para la salud de las relaciones paternofiliales
Algunos conflictos y rupturas surgen cuando ambas partes creen que tienen razón y no sueltan su idea. Esta actitud aporta seguridad, pero también alimenta el conflicto cuando el otro implicado –por ejemplo, nuestro hijo– opina algo distinto de nosotros. Debatir provoca en algunas personas un temor a perder la sensación de seguridad, a mostrarse vulnerables. Sienten que si ceden les han vencido. Pero si no hay diálogo, la ruptura en la relación está casi asegurada.
"Observando la miseria en las opiniones ajenas, sin adoptar ninguna, descubro la paz interior” Buda.
Las personas construimos una identidad a través de la narrativa: por cómo contamos nuestra historia personal y por cómo transmitimos nuestra opinión. Sentir que tenemos razón, con una opinión bien formulada y clara, es una manera de reafirmar esta identidad. Solemos considerar una debilidad el sentirnos inseguros. Pero mostrarnos dispuestos a modificarla y escuchar a los demás son en realidad indicadores de la fuerza de una persona. Es más sabio reconocer que uno no sabe y mantenerse abierto a otras perspectivas. Esto nos enriquece; nos ayuda a comprender y a decidir con más claridad. “Se produce un placer natural cuando hablamos con alguien que no lo sabe todo, que tiene la mente abierta y está dispuesto a escuchar”, ilustra el autor budista Jack Kornfield.
Juan llega a casa después de una larga jornada. Patricia, su hija de 17 años, está sentada en el sofá. Al poco rato se pelean: esta noche ella quiere salir con sus amigos y él no se lo permite. Juan no siente predisposición para el diálogo porque su mente está ocupada con los problemas del trabajo. Sin prestar la debida atención, su respuesta inmediata es “no”. Y, como adulto, puede exponer tantas razones como precise.
Por lo general, la hija utilizará recursos como “soy la única que no puede”, “todos mis amigos van a ir” o “me lo prometiste”. Argumentos que a menudo no serán considerados como tales por los padres, lo que llevará a la hija a rebelarse. Si los adultos reconocen sus puntos fuertes, ella no sentirá que debe definirse tanto por oposición. Aun así, la reacción es inevitable, y al padre le cuesta aceptarla porque siente que se cuestiona su autoridad. Juan debe plantearse en qué se basa esa influencia sobre Patricia. ¿En el miedo, el respeto, el amor o la confianza? “Que mi hijo cuestione mis enseñanzas no tiene por qué afectar a mi influencia”, sostiene Clara, una madre, “pero si me muestro insegura, no me hará caso. Mi autoridad se basa solo en mi experiencia. Pero, precisamente, la inocencia de los hijos puede hacerles más sabios. Hay que ser honestos y, cuando se oponen frontalmente, debemos recordar que les estamos educando. No se trata de nada personal entre ellos y nosotros”.
Educar no consiste en introducir información, sino en sacar a la luz la verdadera personalidad de alguien. Con los hijos a veces no se trata de dar razones, sino de ayudar a descubrir y predicar con el ejemplo. Se pueden plantear propuestas que comporten una responsabilidad por parte de los hijos y que demuestren confianza por parte de los padres. Las imposiciones tajantes no suelen funcionar. “Un día mi hijo estaba viendo un programa basura”, cuenta Clara. “Debía de tener 12 años. Le propuse que cambiara de canal y él defendió su libertad de elegir diciendo que si tenemos tele es para verla. Le pregunté si le parecería normal que le prohibiese beber un vaso de cianuro, y contestó que sí. ‘Pues para mí’, expliqué, ‘esto envenena tanto tu mente como el cianuro tu cuerpo’. Apago la tele para protegerte de algo, aunque desconoces el daño que te va a hacer. Y ahí se acabó la historia”.
Ejemplos como el siguiente ilustran que quizá no se trate solo de tener razón. “Mireia, mi hija, es rebelde”, explica Francisco, otro padre. “Si le impongo un límite tengo asegurado un conflicto, o que me mienta. Eso no es lo que quiero”. Expone una posible solución. “Una vez, al llegar a casa por la tarde, la encontré viendo la televisión. Le pregunté qué pasaba con los deberes. Le dije que me gustaría que se supiera administrar. ‘Te pediría que apagaras la tele, pero entonces nos enfadaríamos’. La dejé allí, acepté que ella escogiera y yo renuncié a obligarla. Al cabo de media hora la tele estaba apagada, y ella, en su habitación”.
Al plantear un límite, si uno se mantiene abierto al desacuerdo, y escucha y respeta, puede llegar a un mejor entendimiento. La pregunta para Francisco sería: ¿está dispuesto a recibir un “no”, a que ella no haga los deberes? ¿Está dispuesto a escuchar qué quiere su hija? Cuando ella se niegue, la actitud de su hija no debería impedirle interesarse por sus motivos. Se trata de mantenerse abiertos al diálogo sabiendo que se puede poner un límite a los hijos después de escucharlos. Francisco lo explica así: “Quiero que sean conscientes de que he escuchado lo que quieren, y que aun así mantengo mi postura. Lo hago si creo que es por su bien y está conforme con mis valores”. No perder la conexión a pesar de la negativa de la hija es todo un arte.
En ocasiones, no es tanto el contenido de la discusión, sino la forma, lo que produce el conflicto. Al hablar con irritación y con palabras impositivas uno provoca reacciones defensivas. Los enfados calientan el ambiente y no permiten un diálogo sereno. Discutir desde el “tengo razón” genera una distancia entre las partes, e incluso puede quebrarse su conexión. Por eso es importante no dejar las cosas a medias. Javier, un cuarto caso, cuenta: “Cuando discutíamos en casa, mi padre nunca abandonaba a medias la discusión. Decía: ‘Mañana seguimos’. Las cosas importantes hay que finalizarlas. No puede quedar pendiente un sinsentido o una herida. Su enfoque era hablar de ello al día siguiente, después de dejar que se enfriaran los ánimos”. Esto sirve con los hijos, pero también en las relaciones de trabajo y entre los amigos.
Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo" Ludwig Wittgenstein
Si perdemos la conexión entre las partes y se quiebra la relación, ¿merece la pena mantenerse en sus trece? Javier intenta proyectar suavemente sus razones sobre sus hijos. “Permito que corran su carrera. Intento dejar que se equivoquen”. Consiste en dar espacio y permiso para que el otro crezca a su ritmo.
En pareja, es importante hacer equipo. Cuando no hay acuerdo respecto al conflicto con un hijo, conviene hablarlo y decidir en qué va a ceder cada cual, o quién va a llevar la voz cantante. Cuando ellos perciben un desacuerdo entre sus padres, se arriman al sol que más calienta. Esto resulta nefasto, porque divide. La clave para establecer acuerdos está en saber qué es importante para cada uno, en respetar y compartir el criterio de la pareja.
"Si deseas conocer la verdad, solo tienes que dejar de atesorar opiniones” Seng T’san
Sea cual sea el paso que deba darse, casi siempre corresponderá a los padres plantear cambios en la relación con los hijos. Se trata de que estos dejen de ver a sus progenitores como a los abominables seres del no, y de establecer conjuntamente acuerdos y límites.
Los progenitores deben mirar a su hijo como a alguien que va en su mismo barco, y que se enfrenta a las mismas preguntas que ellos se plantearon a su edad. “Me acerca a ellos el seguir cuestionándome las cosas”, explica Clara. “Cuando exponen sus razones, muchas veces están tratando de definir quiénes son. Ayudarlos a conocerse a sí mismos me facilita la salida del enfrentamiento”.
Más que de tener razón, se trata de apelar a ella. Está en las manos de los padres que la vida con sus hijos consista en una relación de crecimiento, en lugar de convertirse en una contienda de desgaste mutuo.
VIRTUD NEGOCIADORA
El difícil diálogo entre padres e hijos
Cuando dos personas se enfrentan, es imprescindible llegar a un acuerdo para no perpetuar el conflicto y sanear la relación. Roger Fisher y William L. Ury, de la Universidad de Harvard, se centraron en la psicología del diálogo en su libro Obtenga el sí. El arte de negociar sin ceder. En él señalaron la importancia de determinar qué necesidades son inamovibles y cuáles flexibles para que pueda terminarse la discusión con éxito. Negociar es un arte que utilizamos en todos los ámbitos: el personal, el político y el profesional. Hay quien cree que en toda discusión una de las partes debe ganar, aplastando al oponente, y la otra debe ceder. Pero existen alternativas.
Estos autores plantean las siguientes propuestas:
1. No identifique a las personas con el problema.
2. Céntrese en los intereses, no en las posiciones.
3. Ofrezca opciones que beneficien a ambas partes e
4. insista en utilizar criterios objetivos.
http://elpais.com/elpais/2015/03/13/eps/1426266785_376459.html
Escuchar es clave para ayudar a crecer y para la salud de las relaciones paternofiliales
Algunos conflictos y rupturas surgen cuando ambas partes creen que tienen razón y no sueltan su idea. Esta actitud aporta seguridad, pero también alimenta el conflicto cuando el otro implicado –por ejemplo, nuestro hijo– opina algo distinto de nosotros. Debatir provoca en algunas personas un temor a perder la sensación de seguridad, a mostrarse vulnerables. Sienten que si ceden les han vencido. Pero si no hay diálogo, la ruptura en la relación está casi asegurada.
"Observando la miseria en las opiniones ajenas, sin adoptar ninguna, descubro la paz interior” Buda.
Las personas construimos una identidad a través de la narrativa: por cómo contamos nuestra historia personal y por cómo transmitimos nuestra opinión. Sentir que tenemos razón, con una opinión bien formulada y clara, es una manera de reafirmar esta identidad. Solemos considerar una debilidad el sentirnos inseguros. Pero mostrarnos dispuestos a modificarla y escuchar a los demás son en realidad indicadores de la fuerza de una persona. Es más sabio reconocer que uno no sabe y mantenerse abierto a otras perspectivas. Esto nos enriquece; nos ayuda a comprender y a decidir con más claridad. “Se produce un placer natural cuando hablamos con alguien que no lo sabe todo, que tiene la mente abierta y está dispuesto a escuchar”, ilustra el autor budista Jack Kornfield.
Juan llega a casa después de una larga jornada. Patricia, su hija de 17 años, está sentada en el sofá. Al poco rato se pelean: esta noche ella quiere salir con sus amigos y él no se lo permite. Juan no siente predisposición para el diálogo porque su mente está ocupada con los problemas del trabajo. Sin prestar la debida atención, su respuesta inmediata es “no”. Y, como adulto, puede exponer tantas razones como precise.
Por lo general, la hija utilizará recursos como “soy la única que no puede”, “todos mis amigos van a ir” o “me lo prometiste”. Argumentos que a menudo no serán considerados como tales por los padres, lo que llevará a la hija a rebelarse. Si los adultos reconocen sus puntos fuertes, ella no sentirá que debe definirse tanto por oposición. Aun así, la reacción es inevitable, y al padre le cuesta aceptarla porque siente que se cuestiona su autoridad. Juan debe plantearse en qué se basa esa influencia sobre Patricia. ¿En el miedo, el respeto, el amor o la confianza? “Que mi hijo cuestione mis enseñanzas no tiene por qué afectar a mi influencia”, sostiene Clara, una madre, “pero si me muestro insegura, no me hará caso. Mi autoridad se basa solo en mi experiencia. Pero, precisamente, la inocencia de los hijos puede hacerles más sabios. Hay que ser honestos y, cuando se oponen frontalmente, debemos recordar que les estamos educando. No se trata de nada personal entre ellos y nosotros”.
Educar no consiste en introducir información, sino en sacar a la luz la verdadera personalidad de alguien. Con los hijos a veces no se trata de dar razones, sino de ayudar a descubrir y predicar con el ejemplo. Se pueden plantear propuestas que comporten una responsabilidad por parte de los hijos y que demuestren confianza por parte de los padres. Las imposiciones tajantes no suelen funcionar. “Un día mi hijo estaba viendo un programa basura”, cuenta Clara. “Debía de tener 12 años. Le propuse que cambiara de canal y él defendió su libertad de elegir diciendo que si tenemos tele es para verla. Le pregunté si le parecería normal que le prohibiese beber un vaso de cianuro, y contestó que sí. ‘Pues para mí’, expliqué, ‘esto envenena tanto tu mente como el cianuro tu cuerpo’. Apago la tele para protegerte de algo, aunque desconoces el daño que te va a hacer. Y ahí se acabó la historia”.
Ejemplos como el siguiente ilustran que quizá no se trate solo de tener razón. “Mireia, mi hija, es rebelde”, explica Francisco, otro padre. “Si le impongo un límite tengo asegurado un conflicto, o que me mienta. Eso no es lo que quiero”. Expone una posible solución. “Una vez, al llegar a casa por la tarde, la encontré viendo la televisión. Le pregunté qué pasaba con los deberes. Le dije que me gustaría que se supiera administrar. ‘Te pediría que apagaras la tele, pero entonces nos enfadaríamos’. La dejé allí, acepté que ella escogiera y yo renuncié a obligarla. Al cabo de media hora la tele estaba apagada, y ella, en su habitación”.
Al plantear un límite, si uno se mantiene abierto al desacuerdo, y escucha y respeta, puede llegar a un mejor entendimiento. La pregunta para Francisco sería: ¿está dispuesto a recibir un “no”, a que ella no haga los deberes? ¿Está dispuesto a escuchar qué quiere su hija? Cuando ella se niegue, la actitud de su hija no debería impedirle interesarse por sus motivos. Se trata de mantenerse abiertos al diálogo sabiendo que se puede poner un límite a los hijos después de escucharlos. Francisco lo explica así: “Quiero que sean conscientes de que he escuchado lo que quieren, y que aun así mantengo mi postura. Lo hago si creo que es por su bien y está conforme con mis valores”. No perder la conexión a pesar de la negativa de la hija es todo un arte.
En ocasiones, no es tanto el contenido de la discusión, sino la forma, lo que produce el conflicto. Al hablar con irritación y con palabras impositivas uno provoca reacciones defensivas. Los enfados calientan el ambiente y no permiten un diálogo sereno. Discutir desde el “tengo razón” genera una distancia entre las partes, e incluso puede quebrarse su conexión. Por eso es importante no dejar las cosas a medias. Javier, un cuarto caso, cuenta: “Cuando discutíamos en casa, mi padre nunca abandonaba a medias la discusión. Decía: ‘Mañana seguimos’. Las cosas importantes hay que finalizarlas. No puede quedar pendiente un sinsentido o una herida. Su enfoque era hablar de ello al día siguiente, después de dejar que se enfriaran los ánimos”. Esto sirve con los hijos, pero también en las relaciones de trabajo y entre los amigos.
Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo" Ludwig Wittgenstein
Si perdemos la conexión entre las partes y se quiebra la relación, ¿merece la pena mantenerse en sus trece? Javier intenta proyectar suavemente sus razones sobre sus hijos. “Permito que corran su carrera. Intento dejar que se equivoquen”. Consiste en dar espacio y permiso para que el otro crezca a su ritmo.
En pareja, es importante hacer equipo. Cuando no hay acuerdo respecto al conflicto con un hijo, conviene hablarlo y decidir en qué va a ceder cada cual, o quién va a llevar la voz cantante. Cuando ellos perciben un desacuerdo entre sus padres, se arriman al sol que más calienta. Esto resulta nefasto, porque divide. La clave para establecer acuerdos está en saber qué es importante para cada uno, en respetar y compartir el criterio de la pareja.
"Si deseas conocer la verdad, solo tienes que dejar de atesorar opiniones” Seng T’san
Sea cual sea el paso que deba darse, casi siempre corresponderá a los padres plantear cambios en la relación con los hijos. Se trata de que estos dejen de ver a sus progenitores como a los abominables seres del no, y de establecer conjuntamente acuerdos y límites.
Los progenitores deben mirar a su hijo como a alguien que va en su mismo barco, y que se enfrenta a las mismas preguntas que ellos se plantearon a su edad. “Me acerca a ellos el seguir cuestionándome las cosas”, explica Clara. “Cuando exponen sus razones, muchas veces están tratando de definir quiénes son. Ayudarlos a conocerse a sí mismos me facilita la salida del enfrentamiento”.
Más que de tener razón, se trata de apelar a ella. Está en las manos de los padres que la vida con sus hijos consista en una relación de crecimiento, en lugar de convertirse en una contienda de desgaste mutuo.
VIRTUD NEGOCIADORA
El difícil diálogo entre padres e hijos
Cuando dos personas se enfrentan, es imprescindible llegar a un acuerdo para no perpetuar el conflicto y sanear la relación. Roger Fisher y William L. Ury, de la Universidad de Harvard, se centraron en la psicología del diálogo en su libro Obtenga el sí. El arte de negociar sin ceder. En él señalaron la importancia de determinar qué necesidades son inamovibles y cuáles flexibles para que pueda terminarse la discusión con éxito. Negociar es un arte que utilizamos en todos los ámbitos: el personal, el político y el profesional. Hay quien cree que en toda discusión una de las partes debe ganar, aplastando al oponente, y la otra debe ceder. Pero existen alternativas.
Estos autores plantean las siguientes propuestas:
1. No identifique a las personas con el problema.
2. Céntrese en los intereses, no en las posiciones.
3. Ofrezca opciones que beneficien a ambas partes e
4. insista en utilizar criterios objetivos.
http://elpais.com/elpais/2015/03/13/eps/1426266785_376459.html
martes, 26 de julio de 2016
Editorial del NYT. La Siniestra Ley Mordaza de España, (23-04-2015)
El 10 de abril, un grupo llamado No Somos Delito o no somos un crimen, proyecta un holograma de protesta de manifestantes que presentan delante del edificio del Parlamento en Madrid. Por el momento, las protestas virtuales en forma de hologramas no son ilegales en España. Increíblemente, sin embargo, casi cualquier otro tipo de protesta pacífica pronto lo será si una nueva ley entra en vigor en la fecha prevista el 1 de julio.
La ley de seguridad pública - apodada "ley mordaza" - definiría la protesta pública por personas reales en frente del Parlamento y otros edificios del gobierno como una "perturbación de la seguridad pública" sancionables con una multa de 30.000 euros. Las personas que participan en protestas espontáneas cerca de los servicios públicos, centros de transporte, centrales nucleares o instalaciones similares correrían el riesgo de una multa asombrosa de € 600.000. El "uso no autorizado" de imágenes de los servicios de seguridad o la policía - presumiblemente destinados a los reporteros gráficos o simples ciudadanos con cámaras de toma de fotografías de policías o soldados - también por dibujar una de € 30.000, por lo que es difícil documentar los abusos.
La ley fue introducida en 2013 por el gobierno del primer ministro Mariano Rajoy, cuyo partido conservador goza de una mayoría en ambas cámaras del Parlamento. La cámara baja aprobó la ley en diciembre, y, a pesar de las súplicas de los grupos de derechos y las Naciones Unidas, el Senado lo aprobó el mes pasado.
El objetivo principal de la ley, al parecer, es ayudar al partido en el gobierno a mantener su posición en el poder, al desalentar las protestas contra la austeridad que se convertía en un amplio apoyo para el partido populista Podemos. Podemos parece que va a hacer grandes avances en las elecciones de este año.
La Comisión Europea debe actuar con rapidez para condenar la nueva ley. Maina Kiai, el relator especial de las Naciones Unidas sobre los derechos a la libertad de reunión pacífica, ha instado a los legisladores españoles a rechazar la medida, argumentando: "Los derechos a la protesta pacífica y expresar colectivamente una opinión son fundamentales para la existencia de una conexión y la sociedad democrática ". la nueva ley mordaza de España perturbadoramente se remonta a los días oscuros del franquismo. Que no debe tener lugar en una nación democrática, donde los españoles, como ciudadanos de la Unión Europea, tienen más que un derecho virtual para pacíficas protestas colectivas.
Fuente: NYT
http://www.nytimes.com/2015/04/23/opinion/spains-ominous-gag-law.html?_r=1
La ley de seguridad pública - apodada "ley mordaza" - definiría la protesta pública por personas reales en frente del Parlamento y otros edificios del gobierno como una "perturbación de la seguridad pública" sancionables con una multa de 30.000 euros. Las personas que participan en protestas espontáneas cerca de los servicios públicos, centros de transporte, centrales nucleares o instalaciones similares correrían el riesgo de una multa asombrosa de € 600.000. El "uso no autorizado" de imágenes de los servicios de seguridad o la policía - presumiblemente destinados a los reporteros gráficos o simples ciudadanos con cámaras de toma de fotografías de policías o soldados - también por dibujar una de € 30.000, por lo que es difícil documentar los abusos.
La ley fue introducida en 2013 por el gobierno del primer ministro Mariano Rajoy, cuyo partido conservador goza de una mayoría en ambas cámaras del Parlamento. La cámara baja aprobó la ley en diciembre, y, a pesar de las súplicas de los grupos de derechos y las Naciones Unidas, el Senado lo aprobó el mes pasado.
El objetivo principal de la ley, al parecer, es ayudar al partido en el gobierno a mantener su posición en el poder, al desalentar las protestas contra la austeridad que se convertía en un amplio apoyo para el partido populista Podemos. Podemos parece que va a hacer grandes avances en las elecciones de este año.
La Comisión Europea debe actuar con rapidez para condenar la nueva ley. Maina Kiai, el relator especial de las Naciones Unidas sobre los derechos a la libertad de reunión pacífica, ha instado a los legisladores españoles a rechazar la medida, argumentando: "Los derechos a la protesta pacífica y expresar colectivamente una opinión son fundamentales para la existencia de una conexión y la sociedad democrática ". la nueva ley mordaza de España perturbadoramente se remonta a los días oscuros del franquismo. Que no debe tener lugar en una nación democrática, donde los españoles, como ciudadanos de la Unión Europea, tienen más que un derecho virtual para pacíficas protestas colectivas.
Fuente: NYT
http://www.nytimes.com/2015/04/23/opinion/spains-ominous-gag-law.html?_r=1
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