domingo, 16 de julio de 2017

Lo que la ‘verdad’ esconde. A propósito de fraudes y violencias en 1936.

Manuel Álvarez Tardío y Roberto Villa utilizan abundantes fuentes primarias, pero desprecian buena parte de las aportaciones de la historiografía local y rehúyen las investigaciones que les son contrarias en su libro sobre la victoria del Frente Popular


Hace tres años, cuando agotaba su último año de vida Ricardo de la Cierva, otros historiadores, Stanley Payne y Jesús Palacios, publicaron Franco. Una biografía personal y política (Madrid, Espasa, 2014), una obra que se anunciaba como “definitiva” y seguía la línea blanqueadora de la figura del dictador realizada antaño por el exministro de Cultura. En su labor de reactualizar tópicos de la publicística antirrepublicana, Payne y Palacios cuestionaban la legitimidad de la victoria del Frente Popular (en adelante, FP) e insistían en el carácter revolucionario y conflictivo de su gestión. Esta obra mereció, al año siguiente, la dura contestación de un grupo de historiadores, coordinado por Ángel Viñas, en el número extraordinario de una revista digital de Historia Contemporánea (‘Sin respeto por la historia. Una biografía de Franco manipuladora’, Hispania Nova, núm 1. 2015). Contrariamente a los anteriores, la tesis de estos últimos defendía el proyecto del FP como coherente con el modelo de democracia de masas de aquellos años treinta, negaba el fraude masivo y explicaba el golpe en respuesta a la amenaza del orden social.

La misma editorial Espasa acaba de editar una monografía que viene a mediar en ese debate. Desde hacía meses, el propio Payne venía anunciando esa novedad bibliográfica y vanagloriándose de que avalaba su tesis de manera empírica, quebrando así el “último de los grandes mitos políticos del siglo XX”. Así lo ha escrito el historiador de origen tejano en la faja de la cubierta del libro firmado por dos jóvenes historiadores, Manuel Álvarez Tardío y Roberto Villa García (1936. Fraude y violencia en las elecciones del Frente Popular. Madrid, Espasa, 2017). La estrategia comercial de la monografía de estos profesores de la Universidad Rey Juan Carlos ha sido agresiva y exitosa, al incidir en que “cambiará nuestra perspectiva de las elecciones de febrero de 1936, que dieron la victoria al FP, describiendo y demostrando la existencia de fraude electoral y el ambiente de extrema violencia que imperó en los meses anteriores y posteriores”. Un argumento muy goloso. Sin embargo, Álvarez Tardío y Villa (en lo sucesivo, MAT y RV) afirman que su único horizonte es la Historia, sin entrar en interpretaciones políticas, y que sus datos no sólo son novedosos sino también incuestionables. Aseguran que, a diferencia de otros historiadores y escritores, no interpretan la República mirando desde atrás, desde la Guerra Civil, sino desde la propia realidad de los hechos históricos. En definitiva, hacen gala de objetividad frente a cualquier interpretación ideologizada, de la que reniegan.

Pese a la declaración de intenciones de los autores, han proliferado en redes sociales alusiones al “pucherazo del 36”, contribuyendo a alimentar la tesis neofranquista de que el verdadero golpe a la República lo dio la izquierda, descargando de responsabilidad a la sublevación militar del 18 de julio. Un columnista de ABC, Hermann Tertsch, ha llegado a acusar de “miedo a la verdad” a los supuestos “guardianes del mito de la Santa República de Inmaculada Democracia” quienes, a su juicio, “tienen miedo a saber que no quedaba democracia tras los golpes de 1934 y el fraude de 1936”. En una entrevista radiofónica a MAT y RV en es.Radio, en la que participó el propio Tertsch, y difundida por LibertadDigital, Federico Jiménez Losantos cree probado así el totalitarismo del FP, una interpretación de la que sus autores se apartan en dicha entrevista, pero no desmienten. Hasta la Fundación Francisco Francoha publicado un manifiesto, a partir del libro para, en un alarde de cinismo casi surrealista, pedir al Congreso de los Diputados que declare golpistas a los partidos y sindicatos históricos (PSOE, ERC, PNV, PCE, UGT y CNT) constitucionales.

A partir de aquí, cabe preguntarse: 1) si es cierto o no que queda avalada la tesis de Payne; 2) si es verdad que los autores han descubierto una novedad que ningún otro historiador había descifrado; 3) si queda demostrado que MAT y RV no tienen más objetivo que la ciencia histórica; y 4) si sus datos son definitivos. Veamos:

Expectación y recelo
Más allá de la versión interesada de la derecha mediática, la novedad editorial ha sido recibida con expectación en los ambientes historiográficos especializados, no exenta de cierta desconfianza, para comprobar si se confirma la solvencia de una investigación que se supone desmonta la visión idealizada que aún conserva la memoria de la República.

La lectura de sus primeras doscientas páginas (los tres capítulos iniciales) podría ser prescindible. Es más relevante el capítulo cuarto, donde se cuenta con tino cómo se llevó a cabo “la operación de centro”. El quinto (campaña) y el sexto (la violencia electoral) no aportan nada especialmente relevante. Es en los siguientes, a partir de la mitad del libro, donde los autores basan su argumentación más poderosa. Mediante una investigación casi detectivesca, se hace un rastreo sistemático de la prensa y de varios archivos –en especial, aunque no sólo, el del Congreso de los Diputados— para detectar numerosas irregularidades en el recuento de voto, a raíz del precipitado cambio de gobierno, tras la dimisión del presidente Portela, en un contexto de desórdenes y “maniobras para modificar el reparto de escaños o, al menos, la interrupción del recuento en las circunscripciones con un resultado ajustado”, que pudo hinchar el número de diputados frentepopulistas, aunque no se puede cuantificar (pág. 380). Y aquí viene lo más relevante. A diferencia de lo pregonado en ciertos medios, los propios autores niegan que se pueda cuestionar la legitimidad de la victoria de la coalición de izquierdas, pese a que titulan el capítulo octavo, entre interrogaciones, ‘¿Una victoria del Frente Popular?’. En este sentido, MAT y RV descartan que “los resultados del Frente Popular fueran un mero subproducto del fraude, como proclamarían sus adversarios comenzada ya la Guerra Civil” y dan por sentado que obtuvo más escaños que sus oponentes, aunque la incógnita está en saber cuántos, por las manipulaciones de los días siguientes a la celebración de las elecciones en las circunscripciones con el resultado más apretado (págs. 371 y 381). En una entrevista en El Español, los autores proporcionan el titular de que “no fue un pucherazo, sino un fraude localizado”. Este argumento desmonta, sin duda, el primero de los interrogantes planteados, pues el nivel de fraude, por alto que fuera, no deslegitima su triunfo de la candidatura frentepopulista. Efectivamente, cae un mito, pero no el que se anuncia en la cubierta del libro, sino el de la ilegitimidad del FP. Curioso.

Por otra parte, resulta muy didáctica su descripción de la complejidad del recuento y del procedimiento electoral. La dinámica electoral de la República parece un verdadero galimatías, en comparación con los procesos electorales actuales, pues, además de las listas abiertas, la composición de las candidaturas variaba de una provincia a otra y los electores podían repartir sus votos.

Respondamos a la segunda cuestión. ¿Es tan novedosa esta investigación?
Santos Juliá, en ‘Las cuentas galanas de 1936’ (El País, Babelia, 1-4-2017), ha negado la mayor. Aunque no resta importancia a su “trabajo ímprobo” con las actas, advierte una obviedad, que la obra ha sido recibida con “fanfarria” por la “derecha más rancia”. En su opinión, ni hay tal tabú sobre el fraude (era conocido, se había hablado en su momento en las Cortes y hubo estudios pioneros, como el de Tusell en Cuadernos para el Diálogo en 1971) ni sobre la violencia del 36 (pues hay excelentes estudios de Rafael Cruz y Eduardo González Calleja). Y acusa a los autores de usar “una vía engañosa para denunciar el supuesto fraude que dio la victoria al Frente Popular en los comicios de ese año”.

La respuesta de MAT y RV a una crítica tan demoledora no ha sido menos contundente. En su ‘Santos Juliá y sus ‘cuentos galanos’, se han vuelto a desmarcar de posicionamiento ideológico o político alguno, culpan al catedrático de Historia Social y del Pensamiento político de la UNED de no haber leído bien su libro y le descubren no pocas contradicciones en su columna de Babelia. En un sentido más genérico, sin citar nombres de contradictores, han vuelto a defender su trabajo como riguroso en una columna de El Mundo titulada ‘El pucherazo de la discordia’.

Precisamente, esa actitud de “no si no, nosotros no decimos, pero decimos, pero no compartimos, pero oiga damos la razón” ha sido calificada como “burdo juego de prestidigitación por José Luis Martín Ramos (en EspaiMarx, 20-4-2017). Este catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad Autónoma de Barcelona ha subrayado las carencias de esta obra en una extensa reseña, en la que reprocha a sus autores el empleo de “argumentaciones falaces”, “escamoteo de datos”, “interpretaciones insidiosas y juicios de intenciones”. Resumiendo mucho, viene a decir que:

1. MAT y RV ofrecen una visión edulcorada de la CEDA y responsabilizan de la polarización política y la violencia a las izquierdas. Exoneran sistemáticamente los comportamientos de las fuerzas policiales y ponen bajo sospecha las movilizaciones del FP, como una amenaza para la democracia.
2. Los autores comparan las elecciones de febrero de 1936 sólo con las de noviembre de 1933, como referente de limpieza electoral, pero no con las anteriores, lo que, a su juicio, resulta una mala praxis historiográfica. Y manipulan las estadísticas, al comparar campañas con diferente duración y mezclar actos de violencia política con movilizaciones sociolaborales.
3. Conceden más fiabilidad a las memorias de Gil Robles o a las opiniones del embajador portugués que a las memorias de Martínez Barrio o del embajador británico, porque concuerdan mejor con su argumentario.
4. Consideran “normal”, y no una extralimitación, que Gil Robles pidiera a Portela que solicitase a Alcalá-Zamora el estado de guerra.
5. Nadie negaba la presencia de fraude, sino que fuera de tal calibre que volcara el resultado en beneficio del FP. Los autores vienen a confirmarlo.
6. Para Martín Ramos, las Cortes que analizaron los resultados electorales eran legítimas y el partidismo de la comisión de Actas no era monopolio de la izquierda, sino fruto del marco electoral.

En definitiva, que la segunda cuestión también queda en entredicho, ya que MAT y RV no han conseguido probar ningún “vuelco” respecto de lo sabido hasta ahora.

¿Y la tercera? ¿Son MAT y RV investigadores carentes de posicionamiento ideológico o político, que sólo hacen Historia? Afirmaba el historiador Eric Hobsbawm, en su estudio sobre ‘Pierre Bourdieu (Sociología crítica e historia social’, New Left review, 101, 2016, pp. 41-52), que la comprensión de la realidad “pasa inevitablemente a través del bosque denso y oscuro de las suposiciones y deseos que el investigador porta consigo. No nos acercamos a nuestro trabajo como mentes puras sino como hombres y mujeres educados en un contexto particular… y en un momento concreto en la historia”.

Los autores habían firmado con anterioridad (en 2010), de manera conjunta y desde una perspectiva exclusivamente política, como un objeto de estudio autónomo, una interpretación global del periodo republicano (El precio de la exclusión: la política durante la Segunda República) en una editorial católica (Encuentros). Subrayaban entonces el déficit de legitimidad y el fiasco del proyecto democratizador. El libro reseñado, sobre el fraude del FP, está en sintonía con esa línea argumental. La mayor diferencia ahora es el impacto de la editorial que lo publica y la repercusión mediática.

El politólogo Manuel Álvarez Tardío tiene una extensa obra publicada en solitario. En su tesis doctoral, editada por el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales en 2002 (Anticlericalismo y libertad de conciencia. Política y religión en la Segunda República Española, 1931-1936), destacó la centralidad de la “revolución religiosa” en el diseño del discurso y la acción de gobierno de la coalición republicano-socialista, que supuso una merma en la libertad de conciencia respecto a la monarquía constitucional. Su siguiente obra (El camino a la democracia en España, 1931 y 1978), publicada en 2005 por la editorial Gota a gota, de la Fundación FAES, contrapuso a los errores de la etapa republicana la exitosa Transición. En la misma editorial salió el pasado año una biografía sobre la contribución del líder de la CEDA a la democratización de la política conservadora (Gil-Robles. Un conservador en la República). El libro que nos ocupa sería la culminación de este proceso. La República, además de excluyente y revolucionaria, habría terminado su fase constitucional con un fraude electoral.

Por su parte, el historiador Roberto Villa García, un experto en procesos electorales, se ha mostrado indulgente con el nivel de fraude y corrupción de los comicios a diputado en 1879, antes de institucionalizarse el turno, y defendido que las elecciones de 1933 (La República en las urnas. El despertar de la democracia en España, Madrid, Marcial Pons, 2013) fueron las primeras verdaderamente libres. Con la obra que nos ocupa, en coautoría, cerraría el círculo: las derechas habrían ganado limpiamente en 1933 pero las izquierdas no lo hicieron así en 1936. El fraude que minusvalora a inicios de la Restauración, lo subraya al final de la República.

Difícilmente se puede colegir, a partir de su trayectoria, que son “mentes puras”. Ricardo Robledo ha advertido en ‘La Segunda República no fue Caperucita Roja’ (Ctxt, 114, 26-4-2017) que el empeño de la llamada “historia objetiva” en “desidealizar la República”, cargando las tintas sobre quienes la defendieron, puede provocar un desenfoque que dé lugar “a lecturas erróneas si no perversas” y que el libro de MAT y RV forma parte de la “batalla historiográfica por la memoria que ha de quedar”. Quedan, por tanto, dudas razonables del cumplimiento de la tercera cuestión planteada.

Las ausencias también importan
El título del libro induce a equívocos, pues no fueron las elecciones “del” Frente Popular, sino las que ganó esta coalición de izquierdas. Y un análisis pormenorizado de la metodología seguida descubre carencias que no concuerdan con la supuesta “verdad” que parecen demostrar. Además de lo que dicen, interesa comprobar también lo que esconden.

Resulta decepcionante su uso del aparato bibliográfico. Cuantitativamente, es bastante magro, dada la abundante literatura sobre la República. Rastreando la notable extensión de páginas dedicadas a las notas, las bibliográficas son mínimas, en relación a las hemerográficas. Y el recurso a la suma de citas diversas en la misma nota dificulta saber de dónde procede cada uno de los datos y revelaciones de las presuntas irregularidades y actos violentos, dificultando su verificación. Desde el punto de vista cualitativo, sorprenden algunas ausencias. En contraste con las autocitas, los demás historiadores suelen ser mencionados a modo de inventario o para contradecirlos. Remito para ello a la reseña que ha escrito Ángel Viñas en La aventura de la Historia. No menos preocupante es el uso interesado y limitado de los estudios locales sobre las elecciones de 1936. Interesado porque sólo cuando reiteran una conclusión compartida recurren a ellos. Limitado porque hay vacíos notables. Más tarde, retomaré esta cuestión.

Resulta impecable que los autores decidan partir de las fuentes primarias, principalmente libros de memorias, prensa y actas electorales, en vez de limitarse a repetir, como suele ser habitual, hechos no contrastados. Es una excelente manera de analizar las elecciones sin apriorismos. Pero una vez conseguido esto, no se entiende el escaso recurso a las fuentes secundarias, para contrastar y, llegado el caso, complementar los datos obtenidos. Desdeñar buena parte de la investigación historiográfica disponible para privilegiar las fuentes primarias o los resultados de investigaciones propias y de algunos colegas cercanos no parece compatible con el rigor científico. Abundando en las carencias metodológicas, MAT y RV reducen el enfrentamiento electoral a una pugna entre las dos Españas, de manera que los votos que se detraen a una alimentan a la otra. Un buen ejemplo es su Tabla XIV (pág. 420-421), en la que engloban en el mismo recuento a la derecha y el centro-derecha. La realidad fuera más compleja. La pretensión de presentar dichas elecciones como la pugna entre dos bloques monolíticos y antagónicos, de modo que los votos presuntamente usurpados a los unos se asignan a los otros, carece de fundamento, pese a ser el argumento más socorrido –junto al caos de la primavera del 36— para el revisionismo historiográfico. Desde el punto de vista formal, predomina el estilo narrativo y la historia política. Los autores no se interesan tanto por los factores de la movilización social como por sus consecuencias. No obstante, renunciar a las herramientas de la historia social para explicar un proceso que trasciende el mero cotejo de actas electorales implica asumir el riesgo de obtener una visión parcial de los hechos.

Su relato muestra otras debilidades. MAT y RV responsabilizan a Portela y a Alcalá-Zamora de no frenar los conatos violentos iniciales y de haberse echado en manos de Azaña. Consideran, sin embargo, más lógico que el presidente de la República hubiera confiado en la propuesta de Gil-Robles y el general Franco para declarar el estado de guerra, lo que, a su juicio, no sería un “golpe legal”, sino una medida de orden público. Es uno de los “contrafactuales” (que hubiera pasado si…), tan fáciles de manipular, que Santos Juliá les ha reprochado. Porque creer en la bondad de la propuesta (que venía de un ministro de Guerra cuyo lema de campaña había sido “Estos son mis poderes” y del general que había enviado la Legión para reprimir la revolución de Asturias y se convertiría, meses más tarde, en el generalísimo de los sublevados) para garantizar un recuento más limpio, no deja de ser una ingenuidad que sólo desde un acto de fe puede hacerse. Y, por cierto, de la trama golpista, tejida antes de las elecciones, nada se habla.

Una buena muestra de su proceder –que en términos vulgares, se podría calificar de “ley del embudo”—, es cómo los autores valoran más creíbles las protestas de las derechas, tras el cambio de Gobierno, que las denuncias previas de los interventores del FP (pág. 358) contra el aparato gubernativo portelista y los ayuntamientos de derechas. En esta línea cabe también situar su crítica a la reposición de los concejales izquierdistas tras las elecciones (en un epígrafe titulado “a por los ayuntamientos”) sin contextualizar que las derechas habían hecho lo propio tiempo atrás, tras octubre del 34.

¿España se ha vuelto Cuenca?
Tampoco los datos que proporcionan son definitivos. La razón es el escaso uso de la bibliografía especializada de ámbito local. Valga un ejemplo. Quien suscribe esta reseña investigó dichas elecciones en su tesis doctoral (Cuenca durante la II República. Elecciones, partidos y vida política, 1931-1936, UCLM, 1997), publicada hace dos décadas, y las sospechas de fraude en la circunscripción de Cuenca recayeron en las autoridades convocantes. Sólo se conservan los resultados de una treintena de municipios (incluida la capital) y los totales de la provincia. Imposible rastrear las actas. Las denuncias vinieron de parte de los interventores de izquierdas y recaían en la presión municipal y los manejos gubernativos. Esta es una de las ausencias del libro de MAT y RV, la evaluación de la incidencia del control de los gobiernos municipales, en manos del centro y la derecha, en los resultados. Aunque, de haberlo hecho, su principal argumento se hubiera resentido: ¿cómo explicar las irregularidades y coacciones de las derechas en una provincia en que las principales víctimas fueron los candidatos del FP?

Vayamos a los números. Los procedimientos habituales para cuantificar los resultados electorales, con una legislación tan complicada, son dos: a) los votos expresados, que suma todas las papeletas por candidaturas (su recuento prima porcentualmente a las mayorías, que es el procedimiento que usó, por ejemplo, Tusell); y b) la media de votos, donde la suma de cada lista se divide entre el número de miembros (recuento que favorece a las minorías y su porcentaje da superior a cien). Pues bien, MAT y RV siguen un procedimiento particular, al realizar la media de votos dividiendo cada lista (incluso los candidatos en solitario) entre el mismo número miembros (cuatro en el caso de Cuenca, que eran los candidatos por las mayorías). Este sistema no es mejor ni peor que otros, pero perjudica el recuento de las minorías. Si ese ha sido su proceder en otras provincias, sus cuentas habría que interpretarlas con cuidado. Compárense los resultados en la circunscripción de Cuenca, en las elecciones de 19 de febrero de 1936, según uno u otro procedimiento, teniendo en cuenta que el centro presentaba sólo dos candidatos y los monárquicos independientes (otros), sólo uno:

Seguir aquí.
http://ctxt.es/es/20170503/Firmas/12537/II-republica-frente-popular-golpe-de-estado-alvarez-tardio-roberto-villa.htm

Muere Maryam Mirzakhani, la primera mujer en ganar una medalla Fields de Matemáticas. La profesora ha fallecido a los 40 años en un hospital de EE UU a consecuencia de un cáncer de mama

La iraní Maryam Mirzakhani, la primera mujer que recibió la medalla Fields, considerada el premio Nobel de las Matemáticasha muerto este sábado en Estados Unidos a los 40 años de un cáncer. Así lo ha confirmado la prensa iraní, que cita a un familiar. Y también Firouz Naderi, un científico de la Nasa amigo suyo. "Una luz se ha apagado hoy. Me rompe el corazón... se ha ido demasiado pronto", ha escrito en su perfil de Instagram.

Mirzakhani, que también poseía la nacionalidad estadounidense, era profesora en la Universidad de Stanford. En 2014 obtuvo la medalla Fields por sus "impresionantes avances en la teoría de las superficies de Riemann y sus espacios modulares". El galardón se entrega cada cuatro años durante la celebración del Congreso Internacional de Matemáticas y premia por sus descubrimientos sobresalientes a un máximo de cuatro matemáticos menores de 40 años. Mirzakhani también fue la primera iraní en recibir este premio.

Hace cuatro años, un año antes de recibir la medalla Fields, a Mirzakhani le fue diagnosticado un cáncer de mama. Este sábado ha fallecido en un hospital de EE UU en el que estaba ingresada en la unidad de cuidados intensivos después de sufrir la tercera recaída de su enfermedad, que se había extendido a su médula ósea hace unas semanas. Sus padres viajaron desde Irán el pasado lunes para poder cuidar de su hija y de su familia. Mirzakhani estaba casada con el científico checo Jan Vondrák y juntos tenían una hija llamada Anahita.

La profesora de Stanford nació en 1977 en Teherán y pasó su infancia en la capital iraní. Fue una adolescente brillante y ganó la Olimpiada Internacional de Matemáticas en 1994 y en 1995. En 1999 se licenció en Matemáticas en la Sharif University of Technology, en Irán, y en 2004 se doctoró en la Universidad de Harvard, en EE UU. En 2008, con 31 años, comenzó a dar clases en la Universidad de Stanford.

Mirzakhani recibió el premio Blumenthal de la American Mathematical Society en 2009. En 2013, fue galardonada con el Ruth Lyttle Satter en Matemáticas, también otorgado por la American Mathematical Society, y en 2014 ganó el Premio de Investigación Clay, concedido por el Instituto Clay de Matemáticas. La medalla Fields fue el galardón más importante que recibió durante su carrera.

https://elpais.com/elpais/2017/07/15/ciencia/1500123537_307923.html

sábado, 15 de julio de 2017

Misión cumplida, las armas nucleares son ilegales.

Waldo Mendiluza
Prensa Latina



La presidenta de la conferencia de las Naciones Unidas para negociar un tratado que prohíba las armas nucleares, Elayne Whyte, mostró ayer satisfacción por el éxito del foro y adoptarse de manera categórica el instrumento multilateral. La embajadora costarricense señaló que las delegaciones participantes en la conferencia, celebrada aquí del 15 de junio al 7 de julio, dejan la sala de sesiones con la satisfacción de cumplir el mandato dado en diciembre pasado por la Asamblea General de la ONU, de dotar a la comunidad internacional de una norma que prohíba los letales artefactos.

De acuerdo con Whyte, el tratado responde al reclamo de todos los pueblos del planeta de construir un mundo de paz, libre de las armas nucleares.

El texto tiene la legitimidad de ser el fruto de un trabajo intenso desde febrero, sobre todo de las consultas e intercambios de visiones de las últimas tres semanas, en las cuales logramos acercar diversas posiciones, dijo.

La diplomática calificó el tratado de un legado histórico para la humanidad y una oportunidad de decirle a las futuras generaciones que si es posible heredar un mundo sin las únicas armas de extermino en masa que faltaban por prohibir.

Por algunos segundos se pensó en la adopción del acuerdo por consenso, pero en medio de la cerrada ovación de las delegaciones que celebraban el éxito de la conferencia, Holanda solicitó una votación.

Como resultado del sufragio, 122 países apoyaron la prohibición de las armas nucleares, Singapur se abstuvo y Holanda votó en contra, un escenario previsto aquí por expertos, considerando que la nación europea fue el único miembro de la OTAN presente en las negociaciones, y en algunos momentos de las mismas mostró indicios de su postura.

Los Estados poseedores de armas nucleares decidieron no formar parte de las discusiones, una conducta que para diplomáticos, activistas y científicos carece de justificación y debe corregirse.

El tratado que se abrirá a la firma el 20 de septiembre, y entrará en vigor cuando lo ratifiquen 50 naciones, incluye la posibilidad de que los países poseedores se incorporen al mismo, después de cumplir los requisitos establecidos.

La iniciativa aprobada hoy refleja la preocupación de la comunidad internacional por las catastróficas consecuencias humanitarias que traería el empleo de las armas nucleares, y reconoce por tanto la necesidad de eliminarlas.

En ese sentido, prohíbe su desarrollo, prueba, producción, adquisición, posesión, almacenamiento y transferencia, así como la amenaza de su uso.

También recoge la obligación de asistir a las víctimas y de atender los daños ambientales derivados de los ensayos con armas nucleares.

La presidenta de la conferencia resaltó en declaraciones a Prensa Latina el compromiso mostrado por las delegaciones y el aporte de la sociedad civil.

Asimismo, Whyte destacó el activo rol desempeñado durante el proceso por países de América Latina.

Fuente:
http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=99194&SEO=mision-cumplida-las-armas-nucleares-son-ilegales

viernes, 14 de julio de 2017

Entrevista al sociólogo Rubén Juste, autor de “Ibex 35. Una historia herética del poder en España” (Capitán Swing) IBEX 35: el gobierno de los grandes negocios

En 2016 la multinacional petrolera Repsol obtuvo unos beneficios netos de 1.736 millones de euros, el resultado más brillante del último cuatrienio. Los ingresos de los próceres de la entidad caminaron por la misma senda. El consejero delegado, Josu Jon Imaz, percibió 2,9 millones de euros; el presidente de Repsol, Antonio Brufau, 2,75 millones de euros y los miembros del consejo de administración de la petrolera se repartieron 12,75 millones de euros. Repsol es un ejemplo de esplendor en el IBEX 35 (índice de referencia en la bolsa española). Otro es el Banco Santander, que en el primer trimestre de 2017 alcanzó unos beneficios netos de 1.867 millones de euros, un 14% más que en los tres primeros meses de 2016. Las remuneraciones de la cúpula directiva son tan pingües como las de la entidad financiera. La presidenta, Ana Botín, percibió 7,37 millones de euros en 2016; el sueldo del vicepresidente, Rodrigo Echenique, se situó en 3,8 millones de euros, y el consejo de administración obtuvo retribuciones por un valor de 25,8 millones de euros.

El sociólogo Rubén Juste (Toledo, 1985) revela las vías por las que acumularon poder, los entresijos, las conexiones con la política y el modo de operar de las empresas del IBEX 35, cuyo valor en bolsa representa el 50% del PIB español, pero sólo pagan el 7% del total de los impuestos. En el libro “IBEX 35. Una historia herética del poder en España” (Capitán Swing), este sociólogo que realizó su tesis doctoral sobre las “puertas giratorias” explica en detalle los orígenes del “selectivo” en 1992, el peso del sector público en el impulso inicial, la orientación que imprimieron a los grandes negocios los gobiernos de Felipe González y Aznar, y aspectos como el aterrizaje de las corporaciones españolas en América Latina, convertida en un “centro importantísimo para la apropiación de excedentes”. Ruben Juste ha pasado los últimos años indagando entre los papeles de la Comisión Nacional del Mercado de Valores y otras instituciones, con el fin de pergeñar un libro de cerca de 300 páginas que caracteriza lo que Podemos llama “La Trama”. De hecho, “en las moradas del IBEX habitan las cinco mayores fortunas de España”, resume el sociólogo.

-El año 1992 no sólo fue el de la Exposición Universal de Sevilla y las Olimpiadas de Barcelona. El 14 de enero de ese año nació el índice bursátil IBEX 35. Mencionas a 35 consejeros que proceden del Estado franquista. ¿Puede hablarse de un hilo de continuidad con las oligarquías de la dictadura? ¿Qué importancia tienen estos viejos apellidos en el IBEX de 2017?
Mil novecientos noventa y dos, como digo, es el año en que se prueban alianzas heterodoxas. Un símbolo claro es el del ex ministro de Economía, Miguel Boyer, que ese enero de 1992 posaba en la revista Hola mostrando su mansión y su familia junto a Isabel Preysler. Ese matrimonio, como símbolo de la beautiful people del PSOE, mostraba que las alianzas entre las viejas élites de la dictadura y los cuadros del partido socialista estaban de moda. Además, está el hecho de que Boyer ese año estuviera en la nómina de las Koplowitz, como consejero de Focsa. Casualmente, una empresa que se había llevado el 30% de la obra pública de las Olimpiadas, aunque no fuera la empresa más grande en ese momento.

Esas Olimpiadas son un ejemplo claro del transformismo que logra el PSOE con las viejas élites franquistas, a las que ponen en forma de cara a la incorporación al mercado único. La puesta en forma pasaba por reformular sus dominios clásicos: la banca y la industria. El partido socialista puso en forma al Banco Santander, al Banco Bilbao, al Central, pero no desbancó a sus dirigentes. Más bien, como ilustro en el caso de Banesto y Conde, el PSOE mostraba una cierta predilección por un núcleo asociado al OPUS y que hundía sus garras en el desarrollismo franquista. Era el núcleo de los tres “súper López”, con los que Solchaga y Mariano Rubio tenían mejor relación que con las bases del PSOE.

-¿Por qué fue tan importante el Estado y las empresas públicas en los inicios del “selectivo” español?
Las 7 empresas públicas en 1992 aportaban un tercio de la capitalización del índice, es decir, un quinto de las empresas del Ibex valían un tercio del Ibex35. De hecho la empresa de mayor valor del Ibex era Telefónica, la primera multinacional española, que bajo los mandos de un Solana, Javier, había ya empezado a expandirse por Latinoamérica.

Las empresas fuertes de capital privado pasaban por la banca o la energía, sectores productivos que no eran de gran tamaño si se compara con las grandes empresas industriales del Instituto Nacional de Industria. La reconversión industrial de los 80, promocionada y dirigida por Solchaga, tenía claro que las grandes empresas pasaban por heredar una parte de lo público. En los 80 se privatiza a una media de 7,5 empresas por año, empresas que eran rentables, ya que aportaban unos beneficios en su conjunto por valor de 4.700 millones de euros antes de su privatización, mientras las que generaban pérdidas lo hacían por valor de 700 millones. En cambio, el sector privado tenía poco músculo, y debían heredar parte del potencial de la empresa pública para competir internacionalmente, en un momento en que España se incorporaba al mercado común. Ejemplo lo dieron los bancos, que en los 90 luchaban por hacerse con la industria que se ponía en venta. Era el proyecto de Mario Conde, pero también el de Solchaga a través del Banco Central.

-“Las reformas estructurales no han ido mal en general, aunque mi partido no las comparta”, afirmaba el exministro de Industria y Economía del PSOE, Carlos Solchaga. ¿Por qué fue importante este político y economista en la historia del IBEX 35? ¿Qué fue la “Beautiful People del PSOE?
Hay que empezar aclarando que Carlos Solchaga no nace en el PSOE. Se lo encuentra una vez que ha salido del Banco de España y ha conocido a Luis Angel Rojo, Miguel Boyer, a Mariano Rubio, o a Carlos Bustelo. Se afilia al PSOE después de esta etapa, cuando ingresa en el Banco Vizcaya. A pesar de esta tardía afiliación, disfrutará de un inmenso poder sobre el PSOE, principalmente sobre Felipe González, que nunca torció una decisión del ex ministro. Esto lo acredita Jorge Semprún en su autobiografía, que retrata a un Alfonso Guerra solitario, sin capacidad de contestar una decisión del grupo de Solchaga. El poder de Solchaga se basaba en una red de relaciones que tenía el navarro, y que no tenía ningún otro de los miembros del gobierno. Era un intermediario necesario con la ortodoxia económica del franquismo y sus élites económicas, es decir, garantizaba la continuidad del círculo que controló el país desde el Plan de Estabilización de 1959. Ejemplo es la colocación de muchas piezas claves de ese grupo en el área industrial del Estado durante la etapa de Solchaga como Ministro de Industria.

-¿Quiénes formaban este sector tan influyente?
Un núcleo fundamental del grupo era Ferrovial, donde coincidían Leopoldo Calvo-Sotelo, Claudio Boada, Rafael del Pino, José María Amusátegui, José María López de Letona, o Mariano Rubio. Era un núcleo que ambicionaba el poder político y que lo consiguió plenamente en el tardofranquismo, con Carrero Blanco, con UCD, y luego con el PSOE. Tenían su propio Lobby, el Círculo de Empresarios, así como un proyecto: hacerse con el control del sistema financiero y el mercado de valores. Eso fue la beutiful people, y la síntesis es Ibercorp, un banco de inversión donde participaron los miembros socialistas del grupo y que supuso finalmente su caída. Es más, en 1988, Mariano Rubio, el gobernador del Banco de España, hizo 600 operaciones en bolsa a través de esta instrumental.

-Aznar empezó, llegó al gobierno en 1996. Su programa de “modernización” económica se resumía en devolverle el poder a la empresa. ¿Cómo se materializó esta idea?
Se materializó liquidando el poder que tenía el Estado sobre las grandes empresas públicas, al vender las participaciones que le quedaban. No es una estrategia muy diferente a la del PSOE, lo que le diferenciaba era el ritmo, ya que lo completaron en un corto periodo de tiempo. También las formas eran diferentes, y en vez de centralizar las relaciones en un grupo afín vinculado a un ministerio o a un pasado común, Aznar incluye a Génova 13, que se constituirá como el centro de creación de grandes empresarios. Era el momento de colocar a afines en las grandes empresas privatizadas, pero también en cajas de ahorros que financiarían años después las operaciones de la segunda beautiful people, la del PP, que abarcará a los constructores que hoy aparecen en los papeles de Bárcenas, y en muchos casos de financiación irregular que recorren todo el territorio.

-¿De qué modo actuaban?
El sistema era claro: detrás de un candidato debía ir un empresario. Eso agrandaba el sistema de coalición entre el poder económico y político que había en el PSOE. Aznar creo un gigante que creció durante el boom de la construcción y de las infraestructuras, y que hoy no sabemos cómo deshacernos de él.

-Uno de los grandes hitos se produce en 2010. Ese año las compañías no financieras del IBEX acumulan grandes apuros. Telefónica acumula deudas por valor de 45.000 millones de euros; y entre las seis grandes constructoras (Ferrovial, Sacyr, ACS, FCC, Acciona y OHL) suman una deuda de 65.334 millones de euros. ¿Cómo logran salir del pozo?
Los años de crisis fueron muy duros para las constructoras. En 2012 el Wall Street Journal escribió un artículo en el que hablaba de un riesgo sistémico en España, y apuntaba directamente a ACS como centro neurálgico y símbolo de ese riesgo. Ese año todos mirábamos a las cajas de ahorros, pero el problema era el valor de un negocio vinculado al ladrillo y las infraestructuras. En 2010, año de la campaña #Estoloarreglamosentretodos estas empresas presionaron para que se impusiera un marco laboral más favorable, lo hicieron primero con esta campaña tan mediática que financiaron, y después en verano con un ataque directo al gobierno para que aprobara una reforma laboral.

Mientras, el gobierno lanzó un programa de inversión de 17.000 millones destinado a grandes infraestructuras, justo el año de los primeros grandes recortes de Zapatero. Desde entonces, las constructoras han ido saliendo gracias a que el gobierno rescató a las Cajas de Ahorro y pudieron refinanciar muchos de los grandes préstamos que tenían con estas entidades. Con eso, y con la ayuda del ICO que les ayudó a salir al exterior. Pasaron de tener el 70% del negocio en España a un 30% actualmente. En la operación fueron fundamentales los cuadros del Estado que ficharon para la operación, así como el rescate de Bankia, la madre de las entidades de crédito de las grandes constructoras. Si hubieran dejado caer Bankia, las constructoras hubieran quebrado. El rescate tenía un fin claro: que no cayera la beautiful people del PP. Y el PSOE colaboró en esa operación.

-En el libro destacas que las 35 grandes empresas del IBEX representan, además del 50% del PIB español, un estado dentro del propio Estado. ¿Por qué el IBEX “se hace gobierno” con la crisis? ¿En qué punto radica el salto cualitativo respecto a la etapa anterior?
Los ingresos del Estado actualmente representan el 70% de los ingresos de las 35 empresas del Ibex35. Por otro, su valor en bolsa equivale al 50% del PIB, es decir, lo que indica su carácter de entidades “demasiado grandes para caer”. Además de ello, tiene la característica de estar nutrida por un numero significativo de ex altos cargos del Estado y altos cuerpos de la administración. En concreto, de un 20% a un 25% de los miembros de sus consejos de administración a lo largo de sus 25 años de historia.

En 2010 este poder se hace visible cuando presionan a Zapatero para que haga ajustes en el mercado de trabajo, así como en el propio Estado. Fue un imperativo que evidenciaba que un Ibex35 endeudado era más fuerte que un Estado menos endeudado, además de más importante para aquellos que entonces gobernaban. A partir de entonces Zapatero dejo de tener sentido, y él mismo se dio cuenta. El artículo 135 fue el punto álgido de una operación que trataba de desviar la deuda corporativa al propio Estado, y de ajustar los riesgos por esa vía.

-Sin embargo, los fondos de inversión extranjeros tienen una penetración cada vez mayor en las energéticas españolas; y cerca de la mitad del valor en bolsa de las empresas del IBEX está en manos extranjeras. ¿Invalida esto las tesis de tu libro sobre “una historia herética del poder en España?
Para nada, lo que indica es que el Ibex es un instrumento de dominación política, social, y económica para aquel que lo posee. Es un grupo de empresas que controlan la mayor parte del mercado bancario, hipotecario, el energético, telecomunicaciones, licitaciones públicas, infraestructuras, etc… El Ibex, como muestro al final, es una pantalla desde la que sus dueños pueden ejercer un inmenso poder. Y ahora son los grandes fondos de inversión los que controlan esta máquina. Después de haber desbancado a las constructoras, los grandes fondos buscan los sectores de mayor rentabilidad de este entramado: el bancario y en el energético.

Pero vamos, es una tesis que aparece claramente dibujada en el libro: España (concentrada en el Ibex), queda en manos extranjeras, y en esa operación aparecen los grandes fondos de inversión extranjeros, y Blackrock como su máximo exponente.

-En el capítulo de “puertas giratorias”, resaltas que por ejemplo en la compañía Enagás había diez consejeros que desempeñaron un cargo previo en la Administración del Estado; seis en AENA, cinco en la empresa Técnicas Reunidas y cuatro en Iberdrola, entre otras. ¿Qué casos te han llamado especialmente la atención?
Luis Ángel Rojo, gobernador del Banco de España y máximo responsable de la intervención y subasta de Banesto, como consejero del Santander, la entidad a la que se adjudicó el banco presidido por Mario Conde. Luego están los casos de los que llamo los “sacerdotes”: Felipe González, Pedro Solbes, Miguel Boyer, Ángel Acebes, José María Aznar (aunque de asesor). Todos ellos altos cargos del PP y del PSOE que han acabado en eléctricas. Hay un indicio claro, dónde acaba uno de ellos, hay negocio. Por eso animo a los inversores a que busquen políticos en los consejos de administración. Es un indicador de posible negocio. El problema es que esos negocios implican muchas veces la ruina de la empresa. Es el caso de Abengoa, casa de Josep Borrell, de Carlos de Borbón y otros, y que utilizó información privilegiada para favorecer a inversores que apostaban a su caída.

-¿En qué áreas de negocio se concentran estos vínculos estrechos con la política?
El que ahora la mayoría de puertas giratorias se centren en el sector bancario y el energético coincide con la apuesta de los inversores internacionales. Justamente en septiembre del año pasado presentaron un nuevo producto de inversión, los ETF sectoriales que replicarían los valores de empresas del sector bancario y energético. Es la apuesta actual, y coincide con la apuesta del PP y del PSOE.

-¿Por qué llamas a Isidre Fainé, presidente de Gas Natural Fenosa y de la Fundación Bancaria La Caixa el “consejero de oro”?
Bueno, es el que más asientos ocupaba en empresas del Ibex35. Eso indicaba que era muy codiciado. El porqué ya aparece en el libro… y es su función como patriarca. Los ex altos cargos del PP y PSOE suelen acabar en consejos de administración donde el manresano está. Así pues, el poder ha sabido ser generoso con su protector. Es una ley básica que no tiene que ver con la eficiencia del mercado, sino con la estructura de poder.

-En el extenso currículo de Guillermo de la Dehesa figura que fue asesor del FMI sobre gestión de la deuda externa, consultor del Banco Mundial en materia de liberalización del comercio y asesor de los gobiernos de Brasil y Polonia en materia de privatizaciones. ¿Por qué es importante en la historia del IBEX 35?
Guillermo de la Dehesa es el arquitecto de la expropiación de Rumasa, como secretario general de comercio. Fue la mano derecha de Miguel Boyer y luego de Carlos Solchaga, para pasar después a Goldman Sachs, y luego dar el salto a la vicepresidencia del Banco Santander. De la Dehesa es una pieza fundamental para articular la “trama”, que consiste en estar en el centro de la vida política, económica y social del país. Por eso es también miembro del patronato del museo del Reina Sofía, del museo del Prado, o del Círculo de Bellas Artes. Es un enlace fundamental con la ortodoxia neoliberal global, a través de su participación en numerosos círculos exclusivos y su prolífica obra sobre los beneficios de la globalización. Es el “intelectual” neoliberal del PSOE, un cuadro muy apreciado arriba, aunque no tanto abajo.

-Por último, ¿qué importancia ha tenido América Latina en los balances y cuentas de las grandes empresas españolas?
Ha sido fundamental. En la era Aznar Telefónica era el primer inversor institucional en América Latina. Eso dice mucho. Por eso habría que ver la liberación frente a la trama en una dimensión global. El Ibex ha sido un centro importantísimo de extracción de excedente de América Latina, en una época marcada por el consenso de Washington y las privatizaciones a precio de saldo. Cosas de la historia, ahora España está abocada a repetir esas historia, al ser ahora nosotros el eslabón final de una cadena de extracción de excedente que va a Berlín, Gran Bretaña y EE.UU. Las grandes empresas españolas han expoliado literalmente los recursos públicos de Latinoamérica. Ahora toca sentir lo que es ser víctima de un experimento de la ortodoxia neoliberal.

jueves, 13 de julio de 2017

Introducción al pensamiento crítico de François Houtart. Nuevo libro sobre su aporte a la teología de la liberación

La Teología de la Liberación no se interesa tanto en la existencia de Dios –si Dios existe o no. Se interesa en saber dónde está Dios, es decir, en la lucha de la liberación de los pueblos. (...) Actualmente este tipo de Teología es más necesaria que nunca, frente a la globalización del capital." Con esa asertiva, uno de los teólogos más destacados de la Teología de la Liberación, el belga François Houtart, sitúa de qué manera esa orientación libertadora del cristianismo fortalece el diálogo con las demandas de las poblaciones oprimidas en todo el globo y cómo la religión y la doctrina social pueden caminar articuladas.

Este mensaje resume la vida del sociólogo y sacerdote François Houtart, que se apagó el pasado 6 de junio de 2017 en Quito (Ecuador) a los 92 años.

Houtart deja una huella indeleble en múltiples campos del saber y del quehacer eco-humano: ciencias sociales, sociología de la religión, ciencia política, ecología, movimientos sociales, etcétera. Fue pionero en los estudios de sociología de la religión que cultivó a través de numerosas publicaciones y que enseñó durante más de tres décadas en la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), fundando el Centro Tricontinental CETRI en 1976. Allí se formaron varias generaciones de políticos, teólogos, científicos sociales, politólogos, economistas y activistas sociales, que aprendieron, bajo su magisterio, a interpretar críticamente la realidad social y a transformarla luchando contra los mecanismos opresores que operan en ella.

El teólogo español Juan José Tamayo subraya que “sus análisis críticos del capitalismo y su interpretación ética de las religiones contribuyeron a dar soporte sociológico y dimensión económico-política a la teología de la liberación, muchos de cuyos cultivadores lo consideran su maestro. La ética es, para él, la teología primera; las ciencias sociales, la palabra primera; la revolución, inherente al cristianismo; la praxis de liberación, concreción del amor cristiano; la utopía, la meta hacia la que caminar” (1).

Homenaje al maestro François

En ocasión de la celebración del funeral (2) de François Houtart en programa el próximo miércoles 28 de junio de 2017, h. 6.00PM en Notre-Dame de Stockel (Bélgica), yo he pensado de publicar un libro en homenaje a Houtart, maestro con el cual he personalmente compartido investigaciones y amistad.

El libro se titula: “Construyendo puentes entre la teología y la emancipación de los pueblos. Introducción al pensamiento crítico de François Houtart”, Observatorio SELVAS Edición, 2017, pág. 110.

Esta publicación tiene el objetivo de presentar una introducción al pensamiento crítico de Houtart con relación a la teología y a la emancipación de los pueblos.

En este libro se analizan algunos importantes aportes de Houtart en la perspectiva de “la iglesia de los pobres” impulsada por el Papa Francisco, la histórica beatificación de Monseñor Oscar Romero, obispo y mártir de San Salvador, temas enfocados en el segundo capítulo.

En el tercer capítulo se recupera un artículo publicado en 1984 que documenta el ataque a la teología de la liberación por parte de Mons. López Trujillo - Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano CELAM.

Se analiza la “opción preferencial por los pobres” con relación al balance del pontificado de Juan Pablo II.

En el cuarto capítulo se recuperan algunas notas biográficas escritas por el mismo Houtart con relación a la Juventud Obrera Católica JOC. Yo sigo el proceso continental de la JOC en Latinoamérica desde su congreso en Asunción del 2001; en este libro se encuentra una carta abierta de 2012, escrita por Rodolfo Romero Garcete y Pedro Parra Gaona (ex presidentes nacionales de JOC-Paraguay) a la Presidencia de la Conferencia Episcopal Paraguay CEP, que demuestra cuanto sea actual el mensaje de la JOC y el aporte de Houtart. El quinto capítulo concentra su atención en Camilo Torres que fue muy cercano de François, durante los años que éste permaneció en Europa, adelantando sus estudios de Sociología. Fue su profesor y amigo personal.

La fuerza de la fe cristiana para la liberación de los pueblos

En el espléndido libro El alma en la tierra. Memorias de François Houtart, publicado por el Instituto Cubano del Libro, Carlos Tablada resume en dos ideas-fuerza la trayectoria del sacerdote belga que se vivía como latinoamericano: lealtad a su fe y al ideal de justicia social. Con ellas vivió hasta el último momento.

A François la fe cristiana lo orientó en la búsqueda de las causas de la injusticia y del análisis de los mecanismos de apropiación de las riquezas del mundo por una minoría.

Houtart estuvo fuertemente ligado al movimiento de la Teología de la Liberación, siendo considerado uno de sus más radicales exponentes, incluso vinculándose a la Revolución Sandinista; por eso, fue parte de las controversias que, entre 1980 y 1990, provocaron la condena y sanción de la Santa Sede contra esa vertiente cristiana de pensamiento al servicio de los pueblos.

El antropólogo jesuita boliviano Xavier Albó subraya que “Durante el Concilio Vaticano II (1962-1965), Houtart participó activamente como experto. Sus ideas están por ejemplo en la Introducción de la Gaudium et Spes. Desarrolló un estilo muy abierto en el diálogo interreligioso en el ámbito mundial. Estuvo desde su fundación en la revista Concilium de la universidad de Nigmegen (Holanda), entonces católica. Es por todo ello que François Houtart fue uno de los primeros europeos de la teología de la liberación, antes y después que Gustavo Gutiérrez consagrara ese nombre” (3).

En febrero de 2016 vino a Colombia para los actos académicos y políticos con ocasión del 50 aniversario de la muerte del padre Camilo Torres. Al entregarme el libro El bien común de la humanidad, escribió esta dedicatoria que me honra: “A Cristiano, en muy cordial recuerdo de la reflexión y de la acción cristiana, con el Papa Francisco que abra tantos nuevos espacios”.

En la lectio magistralis que Houtart (acompañado por Lilia Solano) ha hecho en febrero de 2016 en la Universidad Pedagógica de Colombia sobre Camilo Torres– gracias a la invitación del profesor Alfonso Torres, destaca que “El sueño de Camilo de una unidad popular tiene bases en la realidad. Lo que falta es el desarrollo de una perspectiva común para la construcción de un nuevo paradigma, y para definir a nivel colombiano lo que es el Bien Común de la Humanidad contribuyendo así a su construcción global”.

Al final de esta conferencia se acerca a François un joven seminarista que se había escapado del Seminario Diocesano por escucharlo aquella tarde de lluvia, porque “en seminario no permiten leer los libros de Houtart”. A este joven seminarista de 20 años he pensado para elaborar este libro de introducción al pensamiento crítico de Houtart entre teología y emancipación de los pueblos…

En aquella ocasión François explica que “la Iglesia católica como institución ha estado muy ausente de todo el proceso de paz hasta ahora en Colombia. Y esta es la oportunidad de retomar, reencontrar, un papel profético, en el que anuncie los valores fundamentales del reino de Dios: la justicia, la paz y el amor, de manera concreta y no abstracta. Tal vez con la inspiración del papa Francisco pueda cambiar y mejorar en un país como Colombia”.

Al respecto Houtart expresa su profunda esperanza en el Papa Francisco: “Pienso que hasta ahora ha hecho cosas impresionantes. Entre ellas esa encíclica Laudato Sí que debe ser estudiada a fondo. El Papa muestra a veces sorprendente voluntad de cambio de estructuras: en el campo de la organización eclesiástica y, lo que es extremadamente importante, en materia de las finanzas. Es un camino trascendente y muy peligroso porque despierta resistencias inmensas. También en materia de orientaciones que chocan con la tradición, como acogimiento a los homosexuales, sacramentos a los divorciados, la consulta a la Iglesia sobre la vida familiar, etc. El Papa quisiera imponer un comportamiento sencillo, ajeno a la suntuosidad y al boato, cercano a la gente corriente.

No podemos decir que el Papa Francisco adhiera a la Teología de la Liberación. Es un hombre abierto, que abre espacios y va lejos, siempre dentro de la doctrina social de la Iglesia, acercándose a una condena clara al capitalismo depredador” (5).

Una anécdota de papa Francisco con relación a Mons. López Trujillo

Hay que hacer justicia frente a los gravísimos ataques de Mons. López Trujillo durante su Presidencia del CELAM.

Treinta y cinco años después del asesinato de monseñor Oscar Arnulfo Romero (23 marzo de 2015), el Vaticano reconoció que hubo una campaña para denigrar al religioso centroamericano, cuya beatificación estuvo bloqueada en la época de Juan Pablo II y reivindicada en la nueva era de Francisco, que lo considera un modelo para América Latina. “López Trujillo temía que la beatificación de Romero se transformara en la canonización de la Teología de la Liberación”, recordó Andrea Riccardi, fundador de la comunidad de San Egidio, el movimiento católico que apoyó y financió la causa de Romero.

Los enemigos de la canonización del prelado centroamericano arremetieron aún antes de que la causa fuera abierta formalmente y lo criticaban por su cercanía al teólogo jesuita Jon Sobrino, censurado por años por el Vaticano como uno de los grandes exponentes de la Teología de la Liberación, quien sobrevivió a la matanza perpetrada en 1989 por militares salvadoreños contra seis compañeros jesuitas (6).

Al respecto Houtart analiza que “En los años 30 hubo en El Salvador una represión cruenta. En los años 50, en nombre de sus convicciones religiosas, la Juventud Obrera Cristiana (JOC) ayudó a los jóvenes de los medios populares a resistir. En los años 60 y 70 los diferentes movimientos emancipadores en el mundo se opusieron a las dictaduras militares que preparaban la era neoliberal. En toda América central, en particular en Guatemala, El Salvador y Nicaragua, nacieron movimientos de liberación inspirados por la revolución cubana y sus conquistas sociales. Las comunidades eclesiales de base, fruto de la inspiración del Concilio Vaticano II, hicieron el lazo entre la fe de los pueblos y el proyecto de emancipación social. La teología de la liberación colocaba a Dios en el seno mismo de la historia dando de nuevo sentido a la evangelización para realizar concretamente los valores del reino de Dios: justicia e igualdad en la condición humana, amor, paz, no violencia activa y lucha contra el sistema de muerte que era el resultado de la lógica económica dominante.

Todo esto se inscribía en el contexto más amplio de la guerra fría y la lucha contra el comunismo, lo cual había hecho que los poderes occidentales se aliaran con los gobiernos de derecha de sudamérica y que ignoraran las exacciones que hacían en el nombre de la defensa de los valores occidentales. Una parte importante de la jerarquía católica participaba en este proceso, desde los arzobispados locales hasta las altas autoridades romanas”.(7)

Monseñor Jesús Delgado, secretario personal de Mons. Romero, durante una conferencia de prensa en Vaticano en marzo de 2015 con relación al lanzamiento en italiano de un libro con las cartas inéditas de Romero entre 1977 y 1980 con el título “La iglesia no puede callar” relató cómo durante la reunión de Conferencia Episcopal de América Latina y el Caribe celebrada en la localidad brasileña de Aparecida en 2007 fue preguntando a todos los cardenales presentes si pensaban que Romero subiría a los altares.

Delgado desveló como el entonces arzobispo de Buenos Aires, el cardenal Jorge Bergoglio, le confesó que él si fuera papa beatificaría a Romero.

"Llegué donde Bergoglio y le dije: señor cardenal, ¿usted piensa que monseñor Romero será beatificado? y señalé con respeto al cardenal López Trujillo".

Bergoglio, dijo, continuó: "Si yo hubiese llegado a ser papa, lo primero que hubiera hecho sería enviar a López Trujillo a San Salvador a beatificar a monseñor Romero"(8).

Es una anécdota muy significativa que ha recordado también el famoso teólogo jesuita argentino Juan Carlos Scannone, principal autor de la "Teología del pueblo", durante su conferencia en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá en febrero de 2016.

Conclusión

Concluyendo, François Houtart nos deja un legado de cómo vivir la fe cristiana en un mundo dividido entre pocos multimillonarios y multitud de miserables, y de lo que significa ser discípulo de Jesús en este convulso inicio del siglo XXI.

Al mismo tiempo François expresa su sintonía con Francisco: no ha habido en la historia otro Papa que haya hecho tantas críticas y tan profundas al capitalismo como Papa Francisco.

Eso de convocar tres encuentros mundiales con movimientos sociales no lo hizo ningún otro Papa y ninguna Conferencia Episcopal. Creo que su defensa de los pobres y los refugiados, la consigna de las tres ‘T’ (trabajo, techo y tierra), refleja también la contribución de François Houtart a la Iglesia y a la sociedad moderna.

LIBRO

Construyendo puentes entre la teología y la emancipación de los pueblos.

Introducción al pensamiento crítico de François Houtart.

Autor: Cristiano Morsolin. Edición: Centre Tricontinental CETRI y Observatorio SELVAS, Bogotá: 2017, pág. 110.

Descargar online el libro:

http://www.cetri.be/IMG/pdf/libro_houtart_morsolin__junio_2017.pdf

Notas:

http://internacional.elpais.com/internacional/2017/06/12/actualidad/1497298356_260827.html

Une cérémonie religieuse sera célébrée le mercredi 28 juin 2017 à 18h en l’église Notre-Dame de Stockel, 1150 Woluwe-Saint-Pierre, Belgique. Pour adresser vos condoléances à la famille de François: condoleances.chanoine.houtart@gmail.com http://www.cetri.be/Ceremonie-des-funerailles-de?lang=fr

Xavier Albó .Filemón Escobar y François Houtart. La Razón. La Paz: 18 de junio de 2017

http://www.la-razon.com/opinion/columnistas/Filemon-Escobar-Francois-Houtart_0_2729727044.html

http://www.puntofinal.cl/832/houtart832.php

http://www.prensalibre.com/internacional/vaticano-reconoce-que-se-intento-denigrar-a-romero

http://www.jornada.unam.mx/2015/05/17/opinion/022a1mun

http://www.terra.com.co/noticias/mundo/europa/exsecretario-de-romero-la-oposicion-social-y-politica-freno-la-beatificacion,786b21cdcf45b410VgnCLD200000b1bf46d0RCRD.html

Cristiano Morsolin, investigador y trabajador social italiano radicado en Latinoamérica. Desde 2001 trabaja en proyectos de cooperación internacional en Ecuador, Perú, Colombia, Bolivia y Brasil. Co-fundador del Observatorio sobre Latinoamérica SELVAS de Milán. Actualmente colabora con la Universidade Estadual de Maringa (Brasil) y el Centre Tricontinental CETRI (Bélgica). Autor de varios libros, analiza la relación entre derechos humanos, movimientos sociales y políticas emancipadoras.

Blog: https://diversidadenmovimiento.wordpress.com/

miércoles, 12 de julio de 2017

Exposición presentada en la 5ª Universidad de verano del CADTM Europa durante el plenario de apertura el 30 de junio de 2017 en Wépion (Namur)


Se trata de combatir un sistema capitalista depredador de la Naturaleza.

Hay que combatir el sistema capitalista que, dos siglos después de la llamada revolución industrial, ha acumulado en la atmósfera lo que provoca el calentamiento climático.

-Es un sistema que no considera la Naturaleza más que como una materia a explotar, a mercadear para obtener de ella el máximo beneficio.

-Un sistema capitalista que limita a un gran número de países y de pueblos que los habitan a producir para la exportación de materias primas al precio más bajo posible.

-Un sistema que empuja a los países y los pueblos a cultivar productos agrícolas que no consumen y a consumir mercancías que no producen.

-Un sistema que desarrolla centrales nucleares por cuyo cierre nosotros luchamos.

-Un sistema capitalista que mantiene e incluso refuerza la explotación y la opresión de las mujeres.

-Un sistema capitalista que va, igualmente, a la par con el sistema- deuda .

El sistema de las deudas privadas ilegítimas

Este sistema-deuda ha existido mucho antes que el sistema capitalista |1|. Se ha mantenido e incluso reforzado de manera sofisticada con el desarrollo del capitalismo |2|

El endeudamiento privado se ha utilizado desde hace milenios como un mecanismo de desposesión: a los campesinos de sus tierras, a los artesanos de sus herramientas. La esclavitud por deuda ha causado estragos en el mundo antiguo durante siglos.

El sistema de las deudas privadas ilegítimas pasa, generalmente, por la imposición de condiciones de préstamo y de reembolso que lo hacen imposible. Esto conduce a la desposesión (desposesión de la vivienda, de la tierra, de las herramientas de trabajo) y/o a la obligación de consagrar largos años, incluso décadas, al pago de la deuda.

En el pasado, han tenido lugar múltiples revueltas para liberarse de las deudas privadas ilegítimas, ya sea en la Grecia antigua o en la Europa del Norte en la Edad Media.

Estas luchas contra las deudas ilegítimas se retoman hoy:

-Luchas de campesinos por la anulación de las deudas en India,

-Luchas de mujeres contra los microcréditos en Marruecos,

-Luchas de estudiantes contra el fardo de las deudas estudiantiles en EEUU, en Chile, en Canadá |3| y en Reino Unido,

-Luchas de familias víctimas de los créditos hipotecarios abusivos y de los desahucios en España, en EEUU, en Grecia y en Irlanda.

Las deudas públicas ilegítimas

El sistema de las deudas ilegítimas es igualmente utilizado por el sistema capitalista para someter las políticas de los poderes públicos a los deseos del Gran Capital. Mientras que la deuda pública podría servir para financiar un vasto programa de transición ecológica… es utilizada para imponer políticas antisociales, políticas extractivistas, productivistas, políticas que favorecen la competición entre los pueblos.

El endeudamiento público no es malo en sí. Los poderes públicos pueden recurrir al préstamo para financiar un vasto programa de transición ecológica:

-para financiar el cierre total de las centrales nucleares;
-para reemplazar las energías fósiles por energías renovables respetuosas con el medio ambiente;
-para reducir radicalmente el transporte por carretera y aéreo en beneficio de los transportes colectivos y por tren.

El préstamo público puede ser pues legítimo si se hace al servicio de proyectos legítimos y si quienes contribuyen al préstamo lo hacen igualmente de manera legítima.

El CADTM no duda en decir que las grandes empresas y los hogares más ricos deberían contribuir al préstamo sin sacar ventaja, es decir, a interés 0. La mayoría de los hogares podría contribuir de manera voluntaria con una tasa de interés real positiva.

Esto es exactamente lo contrario de lo que pasa, los estados y las administraciones locales se endeudan para financiar la mayoría de las veces políticas ilegítimas:

-financiar gastos en armamento;
-financiar elefantes blancos;
-financiar lo nuclear;
-financiar partenariados público-privados;
-financiar el reembolso de anteriores deudas ilegítimas;
-financiar rescates bancarios.

Así pues, la deuda pública sirve para financiar gastos ilegítimos. La manera de financiar el reembolso de la deuda es igualmente ilegítima. Las grandes empresas y los hogares ricos pagan muy pocos impuestos o ninguno. Son los y las de abajo quienes deben apretarse el cinturón para pagar la deuda. Los bancos privados prestan a los estados a tasas lucrativas para ellos mientras que piden dinero al banco central a interés 0, como es el caso de la zona euro o Japón.

La conclusión es simple: Hay que acabar con el sistema de las deudas ilegítimas privadas y públicas.

El CADTM ofrece con entusiasmo sus fuerzas a nivel internacional y a nivel local junto con los movimientos sociales, los ciudadanos y las ciudadanas preparadas para luchar por el repudio de las deudas ilegítimas, sean públicas o privadas.

En ciertos casos, si los poderes públicos desean involucrarse en este combate, el CADTM está disponible para prestar su colaboración principalmente para la realización de auditorías con participación ciudadana. Es lo que se ha hecho en Ecuador en 2007-2008, en Paraguay en 2008, en Grecia en 2015.

Notas:
1| ver http://www.cadtm.org/Romper-el-circ...
2| ver http://www.cadtm.org/Romper-las-cad...
3| (ver http://www.cadtm.org/Luttes-dettes-... )

Eric Toussaint es maître de conférence en la Universidad de Lieja, es el portavoz de CADTM Internacional y es miembro del Consejo Científico de ATTAC Francia.
Es autor de diversos libros, entre ellos:
-Procès d’un homme exemplaire, Ediciones Al Dante, Marsella, 2013;
-Una mirada al retrovisor: el neoliberalismo desde sus orígenes hasta la actualidad , Icaria, 2010;
-La Deuda o la Vida (escrito junto con Damien Millet) Icaria, Barcelona, 2011;
-La crisis global, El Viejo Topo, Barcelona, 2010;
-La bolsa o la vida: las finanzas contra los pueblos, Gakoa, 2002.

Es coautor junto con Damien Millet del libro
-AAA, Audit, Annulation, Autre politique, Le Seuil, París, 2012.
Este último libro ha recibido el premio Prix du livre politique, otorgado por la Feria del libro político de Lieja.
Ultimo libro:
-Bancocracia Icaria Editorial, Barcelona 2015.
Es coordinador de las publicaciones Comisión de la Verdad Sobre la Deuda

Fuente:
http://www.cadtm.org/Acabar-con-las-deudas-ilegitimas

martes, 11 de julio de 2017

Belén Gopegui. ¿Qué es más importante: la historia o las palabras que surgen para contarla?

Hay escritores y escritoras que huyen de los focos, de la fama, incluso de los entrevistadores. Belén Gopegui (Madrid, 1963) es una de ellas. Pese a la insistencia de que una conversación alrededor de un café permite un tipo de entrevista más cálida y cercana, Gopegui no cede. Su negativa es amable, desde una timidez que desarma, pero inflexible. Tras un intercambio de varios correos electrónicos, este periodista envía unas preguntas que quizá jamás hubiera formulado en una entrevista presencial. Quedan en el limbo las no pronunciadas, las ni siquiera pensadas. Me gustan las entrevistas que fluyen, que se dejan llevar, que parecen tener vida propia. Son las mejores si quien está enfrente no es un político.

¿Qué es más importante: la historia o las palabras que surgen para contarla?

No hay forma de separarlas.

¿Cómo nace en usted una novela? ¿Un chispazo, una frase, una historia, una noticia? ¿Existe un patrón o cada libro es diferente?

En general por sedimentación. Aquel acarreo de materiales que estudiábamos con respecto a los ríos, las imágenes, las historias, las voces se van depositando y un día necesitas contarlo todo.

Cuando se pone a escribir una historia, ¿existe un plan definido, un mapa de la novela, una hoja de ruta más o menos precisa, o se deja llevar?

Como he contado otras veces, escribir se parece a pintar algo para saber cómo es, con la aparente contradicción que implica: quieres contar, o pintar, algo determinado, y a la vez esperas durante el proceso saber mejor qué es lo que estás queriendo pintar o contar.

Antonio Lobo Antunes sostiene que cuando se termina una novela comienza la búsqueda de la novela debajo de la hojarasca, que el escritor se transforma en un ebanista, en un pulidor de su propia historia. ¿Está de acuerdo?

Cada persona tendrá sus métodos. Por mi parte, suelo preferir ensamblar piezas ya terminadas. Escribir es un proceso mental y físico y a veces no se trata tanto de pulir como de romper y comenzar.

Javier Marías, en cambio, afirma que cuando da por terminado un párrafo ya no lo toca. Saramago escribía dos folios al día y Graham Greene ocho horas, saliera lo que saliera. ¿Cómo es su manera de trabajar? ¿Corrige mucho?

'El comité de la noche' es el último libro de Belén Gopegui Tenía entendido que Greene trabajaba con un número de palabras que debía alcanzar, pero imagino que iría cambiando en distintas etapas de su vida. En mi caso, la vida diaria se entromete, se trata de buscar el tiempo posible de escritura en cada momento. ¿Corregir? A veces escribo fragmentos íntegros, otras los voy limando.

Su última novela, ‘El comité de la noche’ (Literatura Ramdom House), tiene como fondo el negocio de las farmacéuticas, el comercio de la sangre y la salud. Es un tema de actualidad: los límites morales del negocio.

Es un tema que también viene de lejos, aquello del fetichismo de la mercancía, del valor de uso y el valor de cambio, vender y venderse. Cierto que, a medida que pasa el tiempo, el capitalismo necesita ampliar mercados y arrasar nuevos límites. Es un proceso de expansión acelerado que, paso a paso, negocio a negocio, invade y ocupa todos los espacios, todas las imaginaciones. Por otro lado, la mayoría de las novelas tratan de un tema común, cómo vivir, y a veces, cómo poder vivir.

¿Por qué las farmacéuticas no investigan en medicinas para pobres, tratamientos contra la malaria o el ébola?

Supongo que lo sabemos, ¿no?

Un intelectual, los escritores lo son, ¿deben tener compromiso social? ¿Dentro o fuera de sus escritos? ¿Ese compromiso dentro de la novela estropea o impulsa la novela?

¿Hay alguna persona que pueda no tener vínculos de compromiso con su comunidad? No, es imposible. ¿Es mejor desarrollar esos vínculos colaborando en colectivos, escribiendo artículos, hablando de lo que habla, escribiendo novela para olvidar los golpes de la vida, o para intentar aprender a parar los que puedan pararse, o para justificarlos? Mejor para quién, mejor según qué se necesite. En todo caso, también sería curioso preguntarnos si el hecho de que a un personaje no le guste el brócoli estropea la novela, o si hablar, pongamos, de Toronto, estropea la novela, o si la estropea hablar de la amistad o de Boris Vian o de la Primera Guerra Mundial, etcétera.

Pienso en Hertha Müller y en su libro ‘Todo lo que tengo lo llevo conmigo’, y en Danilo Kis y su novela ‘Una tumba para Boris Davidovich’. Son puñetazos en la conciencia. Por no hablar de ‘Archipiélago Gulag’, de Aleksandr Solzhenitsyn.

La editora Elsa Aguiar ha escrito: "quienes editan", y yo diría también quienes escriben y publican, "obran siempre como" colaboradores necesarios de la reproducción de normas que cada obra lleva consigo de forma más o menos implícita o explícita. Las obras culturales nunca se limitan a describir: siempre, además, prescriben porque las normas sociales implícitas se adquieren por absorción de discurso social, ya sea en forma de literatura, de anuncios, de cine, o de conductas cotidianas". Creo que sus palabras son aplicables tanto a las novelas que usted cita como a otras de amor y lujo, las metaliterarias, la Bibilia, y demás narraciones públicas. Después hay que ver qué describe y prescribe cada una y con qué procedimientos.

¿Tiene algo que ver el periodismo con la literatura, o los periodistas que se pasan de bando ya eran escritores camuflados, como García Márquez o Hemingway?

Prefiero el verbo estar pues atañe a lo que hacemos, y según lo que hagamos y cómo lo hagamos seremos una cosa u otra. El periodismo da la noticia, la novela procura construir o ampliar la experiencia, pero ambas actividades no están completamente separadas.

Ha estallado una gran polémica en Alemania y Francia con el último libro de Martin Amis, ‘The Zone of Interest’. Es una trama amorosa en un tono de comedia ligera dentro del campo de Auschwitz. ¿Hay límites o el límite es la autocensura?

El dilema, a mi modo de ver, no debería estar en los temas sino en el blanco, en la correlación de fuerzas. Si el humor va dirigido contra el más débil, es menos humor que prepotencia.

¿Cómo vive la España actual, la de los recortes, los desahucios, la corrupción? ¿Le afecta como escritora, como mujer?

Creo que la España actual viene, una vez más, de lejos. Vivo en ella, me afecta, claro.

¿Están las mujeres escritoras en España castigadas por la desigualdad salarial, o solo depende de la previsión de ventas?

El salario está en relación con otros elementos entre los que destaca la fuerza de quienes lo cobran y, en el mundo de la cultura y en otros, su llamado capital simbólico que no sería sino una parte más de esa fuerza. En la medida en que las mujeres no han acabado aún con el patriarcado, su salario sigue estando condicionado por esta relación de fuerza desigual, además de por las relaciones de clase y otras relaciones de poder. En el caso de la escritura, hay discusión acerca de si podemos llamar salario a lo que cobra un autor. Pero lo sea o no, las mujeres que escriben, no sólo libros, también artículos y otras colaboraciones, lo hacen en un sistema patriarcal, y eso tiene consecuencias.

En España la mayoría de los lectores son mujeres.

Lo que vendría a significar que en España la mayoría de los lectores son lectoras, un malabarismo más al que nos obligan las reglas no neutrales del idioma. No conozco esos datos, no sé si distinguen o discriminan entre quienes leen en las bibliotecas, quienes compran libros, quienes leen en la red. Los estudios de las prácticas de lectura suelen ser imprecisos. Tampoco creo que leer sea en sí mismo significativo si no lo vinculamos a qué se lee y para qué.

Existe una literatura de mujeres o no cree en los adjetivos.

Existen marcas en los textos, por origen social, por experiencias vividas, por renta, por género, etcétera. En todos los textos. Unas se convierten en armas arrojadizas y otras no llegan a ser o sí según las épocas: hace años se hablaba de literatura católica, no se suele hablar de literatura de ricos aunque sí proletaria, tampoco se suele hablar de literatura de la mitad de la humanidad sino que algunos textos de una mitad son apropiados por el canon y otros, relegados o expulsados.

¿Escribir tiene horario o cuando una historia te habita en como un demonio que nunca sale?

Suelo convivir con la historia también cuando no estoy escribiendo.

Es posible que Internet y el libro digital acaben con el libro de papel, ¿cómo es su relación con el papel y con el libro digital?

Guardo mejor en la memoria lo que he leído en papel. En ocasiones, si necesito no llevar demasiado peso, uso dispositivos electrónicos para leer.

¿Ha leído alguno en una pantalla?

Sí.

Belén Gopegui ¿Sigue en la Fundación Robo? ¿En qué consiste su trabajo, su denuncia?

Participo, como muchas otras personas, en uno de los proyectos de la Fundación Robo además de ser oyente adicta de sus temas. Me interesó mucho esa idea de ir publicando periódicamente en la red canciones escritas en estos momentos de urgencia, además de versiones, adaptaciones, colaboraciones. Formo parte de Asalto, su "facción literaria" y mucho más inmadura pues si la música siempre ha tenido un componente colectivo y socializador, los últimos siglos han confinado la literatura a las paredes de las habitaciones. Asalto surgió con la idea de generar textos breves a los que acudir, angustias sofocadas que en lugar de conducirnos al hundimiento, movilizasen. Pero con las nuevas incorporaciones se espera que logren cuajar algunos proyectos narrativos más extensos y de elaboración colectiva.

Se considera una mujer de izquierdas, ¿qué significa ser de izquierdas hoy, tras el hundimiento de la URSS, la visualización de que en Europa del Este no había paraísos sino dictaduras y la crisis de la socialdemocracia?

Bueno, su descripción me parece discutible. Diría que, por un lado, antes de conformarse con el calificativo de dictadura para los intentos de poner en práctica el socialismo, conviene tener presente la enumeración de Carlos Fernández Liria cuando señala cómo en todo el siglo XX no hubo un solo ejemplo de victoria electoral de quienes propugnaban salir de capitalismo que no fuera seguida de un golpe de Estado o de una interrupción violenta del orden democrático; ni uno solo en el que se mostrara que opciones comunistas o verdaderamente socialistas tenían derecho a ganar las elecciones, así: "Guatemala en 1944 y 1954, Indonesia en 1965, Brasil en 1964, Chile en 1973, Irán en 1953, República Dominicana en 1963, Haití en 1990 y de nuevo en 2004, Nicaragua en 1990, Argelia en 1992, España en 1936, o la red Gladio en Italia y parte de Europa".

De igual modo pienso que en los intentos de socialismo hay, como en nuestras llamadas democracias, paso del tiempo, contradicciones, partes, virtudes, ataques, defectos, y que en nada nos ayuda descartarlos con una palabra sin analizarlos y valorar lo bueno y descartar lo malo. Un leve matiz: ¿le preguntaría usted a un escritor si se considera un varón de izquierdas, o simplemente un hombre o una persona de izquierdas? Por otro lado, importa menos lo que una persona se considere a sí misma que lo que sus acciones manifiesten. En cuando a las ideas políticas, tanto el marxismo como el ecofeminismo me parecen imprescindibles.

Volvemos a la literatura: ¿ortodoxos o heterodoxos?

Depende de que las normas que se quieran romper o seguir se juzguen buenas o no.

¿Y en política, personas del régimen o disidentes?

"Su propia vocación", decía Graham Greene, conduce al escritor a ser católico en una sociedad protestante, a ser comunista en una sociedad capitalista...", estoy de acuerdo en parte. Sin embargo, la llamada vocación no puede nublar el criterio y habrá ocasiones en que disentir sea estar a favor de lo que se juzga malo, y asentir de lo bueno.

Si tuviera que elegir un modelo: Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia o Brasil.

¿Quién me haría tener que elegir y por qué?

¿Se siente estafada por las tarjetas en negro? Ese asunto tiene otra novela.

Más allá de la hipocresía y el engaño de quienes defienden el respeto a la propiedad privada y jamás respetan la propiedad pública, creo que si las organizaciones ligadas a proyectos emancipadores siguen manteniendo vínculos no sólo con quienes usaron tarjetas, sino con quienes presidieron fundaciones opacas, etcétera, se hundirán con justicia y sin remedio.

Escribir ficción permite vengarse de la realidad.

No, permite indagar en formas y caminos que a veces calman y a veces proporcionan visiones, momentos de intensidad y de alegría, incluso leves instrucciones para defenderse de lo que nos hacen y para cambiarlo.

Después, con la excusa de las fotografías, Gopegui accede a un encuentro breve en la cafetería de La Casa Encendida. En él explica que odia los coloquialismos, que no es capaz de leerse después, que siente vergüenza. Nada de entrevistas en televisión, pocas en radio. “Desde que existe el podcast tampoco me gustan. No es como antes, que se radiaba y ya está, ahora quedan; tres meses después puedes seguir escuchándote. No desaparecen”. Belén Gopegui vende suficientes libros para poder esquivar las promociones. “Si eres actriz tienes que estar bajo los focos, pero no es necesario para escribir”.

Para ella, escribir es un asunto solitario y esa soledad no concluye con la publicación. Bebe un té durante la conversación que fluye por otros derroteros, como el lenguaje y el machismo. Le digo que esa podría haber sido la entrevista. “Para el próximo libro; me ha convencido”, afirma desde una sonrisa. De momento tenemos este: El comité de la noche (Literatura Random House). Para el siguiente habrá que esperar.

_- Cuando el rey iguala a franquistas con sus víctimas. Olga Rodríguez eldiario.es

_- Si aplicamos la lógica del discurso de Felipe VI podríamos imaginarle afirmando que tanto los aliados como los nazis nos helaron el corazón . De Italia diría que hubo "falta de reconocimiento y de respeto" tanto por parte de Mussolini como de los demócratas. El rey entrega una medalla a un exministro franquista pero no homenajea ni defiende verdad, justicia y reparación para las víctimas del franquismo.

En España es habitual que las autoridades homenajeen a personalidades con un pasado franquista mientras niegan reconocimiento, verdad, justicia y reparación a las víctimas. La medalla que el exministro de la dictadura Rodolfo Martín Villa recibió este miércoles en el Congreso es un ejemplo. Semejante gesto, una gota más en el enorme magma de la impunidad que reina en este país, contrasta con la desprotección e invisibilidad que sufren las víctimas.

Como han recalcado al menos cinco mecanismos de Naciones Unidas, España ni investiga ni permite investigar la desaparición de más de cien mil personas durante el régimen franquista. Como denuncian diversas organizaciones de derechos humanos, entre otras Amnistía Internacional, a las víctimas se les sigue negando sus derechos.

Como recordaba en una información el diario New York Times en 2014, "hoy en día, la política, los negocios y la ley en España están salpicados de personas con vínculos directos o indirectos con Franco. (...) Los tribunales españoles han rechazado oír estos casos [de las víctimas] durante cuarenta años".

Como ha señalado el relator de Naciones Unidas Pablo de Greiff, España ha hecho muy poco por las víctimas de su dictadura: "Algunos problemas no desaparecen. No pueden ser barridos bajo la alfombra. La gente, como es lógico, no olvida".

Y como siempre decía el abogado Carlos Slepoy, en España se practicó una persecución sistemática contra aquellas personas que se opusieron al golpe de Estado de 1936 y defendieron la democracia.

Pretender presentar los crímenes de lesa humanidad del franquismo como simples bajas en el frente de batalla es ignorar que en cientos de pueblos y ciudades los golpistas, casa por casa, arrestaron, tirotearon e hicieron desaparecer a gente cuyo único "delito" era ser republicano.

La represión continuó a lo largo de las siguientes décadas, llegó hasta los años setenta –con asesinatos y torturas– y sobrepasó la muerte de Franco, con la matanza de Vitoria en marzo de 1976, en la que la policía disparó con fuego real y pelotas de goma a trabajadores en huelga reunidos en asamblea. Murieron cinco personas y 150 resultaron heridas de bala.

El ministro de Relaciones Sindicales en aquella época era Rodolfo Martín Villa, a quien la justicia argentina ordenó detener en 2014 precisamente por los hechos de Vitoria. Como recuerda la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica, Martín Villa también fue ministro de Gobernación cuando se ordenó la quema de miles de documentos para borrar los crímenes del franquismo. Y e s el mismo a quien los reyes entregan ahora una medalla por su papel en la Transición española y en las elecciones constituyentes de 1977.

A pesar de las denuncias de la ONU, Felipe VI nunca ha reconocido o defendido justicia, verdad y reparación para las familias de las víctimas que a día de hoy siguen buscando los restos de sus padres, abuelos o hermanos. A pesar de las innumerables pruebas de los crímenes de lesa humanidad de la dictadura, el rey continúa sin mencionarlos.

Quizá por eso este miércoles el monarca tergiversó en el Congreso los versos de Antonio Machado. En vez de recitar "una de las dos Españas ha de helarte el corazón", el rey readaptó su significado y habló de "las dos Españas que helaban el corazón de Antonio Machado".

El poema real, escrito cuando aún reinaba Alfonso XIII, dice así:

"Ya hay un español que quiere vivir
y a vivir empieza
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes
al mundo, te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón"

Machado, republicano, tuvo que huir de la España que le helaba el corazón. La dura ruta hacia el exilio quebró su frágil salud y murió poco después de llegar a Francia. Fue enterrado con la bandera republicana, la de la democracia aplastada por los franquistas.

Hoy, décadas después, un rey español retuerce las palabras del poeta y con ello, nuestra memoria. No solo manipulando a Machado, sino evitando mencionar el nombre de Franco, las atrocidades de la dictadura, el sufrimiento de las víctimas, la impunidad de los crímenes del franquismo y el elevado número de desaparecidos.

Felipe VI afirmó el miércoles que "la falta de reconocimiento y de respeto dividieron a los españoles", como si no hubiera habido un responsable claro del golpe de Estado y de la persecución sistemática. También dijo que desde 1812 las sucesivas constituciones no fueron capaces de "proporcionar ni garantizar la estabilidad política, el progreso social y económico ni la convivencia en paz y libertad", como si el gobierno republicano no hubiera dejado más remedio a Franco que sublevarse ante su "imposibilidad de garantizar la convivencia en paz y libertad".

Si aplicamos la lógica de su discurso, podríamos imaginar al rey afirmando que tanto los aliados como los nazis nos helaron el corazón. De Italia diría que hubo "falta de reconocimiento y de respeto" tanto por parte de Mussolini como de los demócratas que lucharon contra los fascistas. Y puede que para definir la Sudáfrica del apartheid afirmara que tanto los negros como el gobierno de Pretoria cometieron crímenes, para igualar de ese modo a opresores y oprimidos y concluir que todo fue "una tragedia", término con el que este miércoles definió la Guerra Civil y la dictadura.

Al fin y al cabo, 40 años después de las elecciones constituyentes españolas la Casa Real presume de que por primera vez desde la muerte de Franco un rey ha usado la palabra dictadura en las Cortes para referirse a... la dictadura. Presentar semejante atraso como mérito en un discurso marcado por una falsa equidistancia es un insulto a todas las víctimas y familiares que nunca han recibido medallas, ni homenajes oficiales ni atención por parte de los reyes y de tantas otras autoridades.

Fuente:
http://www.eldiario.es/zonacritica/rey-iguala-franquistas-victimas_6_659744036.html

lunes, 10 de julio de 2017

_- Seymour Hersh desenmascara el mito de las armas químicas de Siria. "Trump sabía que Damasco no había usado armas químicas".

_- Antes de dar la orden de atacar la base aérea siria de Shayrat, el presidente estadounidense, Donald Trump, sabía que Damasco no había usado armas químicas en la ciudad de Kahn Cheikhoun, reveló el periodista estadounidense, Seymour Hersh.

Según el reporte de Sputnik, Hersh afirma que Trump tomó la decisión sin tener en cuenta la opinión de expertos, y luego su Administración trató de crear en los medios un panorama que la pudiera justificar.

En su investigación, Hersh se basó en los datos recibidos por parte de numerosas fuentes del Gobierno y servicios de inteligencia de EEUU.

De acuerdo con Hersh, Washington sabía de la operación inminente sobre ataques aéreos de las fuerzas sirias contra Kahn Cheikhoun, de los cuales le informó Rusia a fin de evitar víctimas entre agentes de Washington integrados en las filas de los terroristas.

"En aquel momento, los datos de los servicios de inteligencia mostraban que el 4 de abril, la Fuerza Aérea de Siria estaba controlando el lugar del encuentro de los terroristas. Para efectuar la operación, los rusos les proporcionaron una bomba guiada, equipada con una ojiva convencional", escribe Hersh en su artículo para el diario alemán 'Welt am Sonntag'.

Hersh señala que el objetivo del ataque sirio fue un edificio de dos pisos donde planeaban reunirse los extremistas. En el sótano del edificio se encontraba un depósito con misiles, armas y municiones, además de detergentes químicos a base de cloro que se usan para limpiar los cuerpos de los fallecidos antes de enterrarlos. Durante el ataque, los proyectiles impactaron el edificio, después de lo cual, se dispersó en el aire una gran cantidad de cloro en forma de nube.

El periodista recalcó que "varios días antes los servicios rusos informaron sobre la operación a los estadounidenses que se encontraban en Doha". Según Hersh, uno de los asesores de seguridad de Trump dijo: "No fue un ataque con armas químicas. Es un mito".

Sin embargo, al cabo de varias horas, prosigue Hersh, Trump ordenó efectuar un ataque en respuesta al supuesto uso de armas químicas después de haber visto algunas fotos de adultos y menores de edad afectados gravemente a causa de las sustancias venenosas. Así describe Hersh su reacción:

"Manos a la obra", proclamó Trump a pesar de que le aseguraron que no había pruebas del uso de armas químicas por parte de las fuerzas sirias.

Según el artículo de Hersh, los militares le ofrecieron a Trump cuatro guiones: renunciar al ataque, atacar el aeródromo, efectuar ataques masivos de varios objetos militares sirios y puntos de mando con el uso de bombarderos y aún aniquilar físicamente al presidente sirio, Bashar al Assad.

Trump eligió el segundo, y se lanzaron los 59 misiles Tomahawk desde los buques de guerra Ross y Porter que en aquel momento se encontraban en el mar Mediterráneo.

"Desde el inicio y hasta el final todo eso fue un típico show de Trump", cita el periodista a uno de los asesores de la Casa Blanca para seguridad.

Fuente:
http://www.lahaine.org/mm_ss_mundo.php/seymor-hersh-trump-sabia-que

domingo, 9 de julio de 2017

Como ganar a la izquierda

Slavoj Zizek
CounterPunch

Una vieja maldición china dice “Que vivas en tiempos interesantes!” – Los tiempos interesantes son tiempos de problemas, confusión y angustia. Y parece que en algunos países “democráticos”, estamos asistiendo últimamente un raro fenómeno que muestra que vivimos en tiempos interesantes: surge un candidato de la “nada” y gana las elecciones. Es un momento de confusión pero, es también la construcción de un movimiento en torno a un nombre - Berlusconi y Macron son un ejemplo.

¿De qué signo es este proceso? Definitivamente no se trata de un movimiento popular que vaya más allá de los partidos tradicionales - por el contrario, las nuevas fuerzas políticas cuentan con el pleno apoyo de establishment social y económico. Su función es ocultar los antagonismos sociales reales – y hacer aparecer una unidad mágica contra lo que algunos denominan la amenaza “fascista”.

Hace décadas, Vaclav Havel fue el primero en dejar escapar este sueño: después de haber sido elegido Presidente, hizo una original sugerencia a Helmut Kohl, “¿Por qué no trabajamos juntos para disolver todos los partidos políticos? ¿Por qué no creamos simplemente el gran partido de Europa ?” Podéis imaginar sonrisa escéptica de Kohl.

Este excepcional fenómeno es una las consecuencias visibles de un reordenación, de largo plazo, del espacio político en Europa. Hasta hace poco, el espacio político estaba dominado por dos Partidos que cubrían todo el cuerpo electoral, un Partido de Centro- Derecha (democristiano, liberal-conservador) y un Partido de Centro- Izquierda (socialista, socialdemócratas), acompañados de partidos más pequeños (ecologistas, neofascistas, etc.).

Ahora, esta surgiendo progresivamente un Partido que representa al capitalismo Global, que por lo general tiene una relativa tolerancia al aborto, los derechos de los homosexuales y de las minorías religiosos o étnicas; se opone a este naciente Partido Globalista un Partido anti-inmigración, que, en su periferia, es acompañado de grupos directamente xenófobos.

Un caso ejemplar es Polonia: después de la desaparición de los ex-comunistas, los principales partidos son; el “anti-ideológico” partido liberal centrista del ex primer ministro Donald Tusk y el partido conservador cristiano de los hermanos Kaczynski.

La pregunta es: ¿cuál de estos dos partidos - conservadores o liberales - tendrá éxito en presentarse como la encarnación de la política pos-ideológica contra aquellos que “todavía están atrapados en los viejos espectros ideológicos”? En los años noventa, los conservadores estaban mejor posicionados; más tarde, los izquierdistas liberales parecían haber ganando terreno.

Este proceso nos lleva de nuevo a Berlusconi y Macron: estos nuevos movimientos surgen de la “nada” cuando ninguno de los viejos partidos - conservadores o liberales- logra imponerse como el nuevo “ extremo centro”. Entonces, el establishment entra en pánico y tiene que inventar un nuevo movimiento, precisamente, con el fin de mantener las cosas como están.

Los nombres de estos respectivos movimientos suenan similares por su “universalidad vacía”, que se ajusta a todos y a todo. ¿Quién no está de acuerdo con “Forza Italia”! o con “La Republique En Marche!”. Ambos nombres designan el sentido abstracto de un movimiento victorioso que va hacia adelante sin especificar la dirección y su objetivo.

Hay, por supuesto, una diferencia obvia entre los dos procesos, acentos diferentes:

Berlusconi entró en escena después de una gran campaña contra la corrupción, que derrumbó toda la configuración política tradicional en Italia (solo los ex comunistas se mantuvieron como fuerza viable) mientras Macron entra en escena contra el “populismo xenófobo” de Le Pen. Su papel esta descrito por algunos de sus partidarios: Marine Le Pen gradualmente ha logrado ser “des-diabolizada”, es decir, ahora se le percibe como un político “normal” (aceptable), entonces la tarea consiste en “re-diabolizarla”, para mostrar que sigue siendo la misma xenófobo y no debe ser tolerada por la sociedad.

Como la operación de re-diabolización es claramente insuficiente: hay que levantar, inmediatamente, un líder surgido de la sociedad civil (Macron es una reacción Le Pen). Precisamente la función de la “diabolización” es para ocultar este enlace y para localizar a un político fuera de nuestro espacio democrático.

Como históricamente, la izquierda ha denunciado la xenofobia, no es de extrañar que con un enemigo diabolizado, la izquierda radical no tenga espacio político ante una imagen diabolizada. En las últimas elecciones en Francia, el escepticismo de la izquierda sobre Macron fue denunciado inmediatamente como un apoyo a Le Pen. Así podemos aventurar la hipótesis que la eliminación de la izquierda fue el verdadero objetivo de la operación, y que el enemigo demonizado consistió en un provechosa estratagema.

Julian Assange escribió recientemente que la elite del Partido Demócrata ha adoptado la consigna “No hemos perdido - Rusia ganó” porque si no lo hicieran, la insurgencia creado por Bernie Sanders, en las recientes elecciones, terminaría ganando al Partido para la izquierda. De la misma manera que los demócratas estadounidenses diabolizan a Trump para deshacerse de Sanders (porque este representa una amenaza para el establishment Demócrata) el establishment francés diaboliza a Le Pen para deshacerse de una potencial radicalización de izquierda.

El Reino Unido es un caso especial, allí uno de los viejos partidos – El Partido Laborista, bajo el liderazgo de Corbyn - está resultando ser la principal amenaza. Así que tal vez, debemos imaginar un nuevo “extremo centro ” anti-Brexit compuesto por el ala Blair del Laborismo, los demócratas liberales y los conservadores anti-Brexit. Todos ellos van a utilizar el Brexit como pretexto, pero en realidad su objetivo es deshacerse del Laborismo de Corbyn. Vivimos efectivamente en tiempos interesantes.

Publicada por https://www.counterpunch.org/
Traducción Emilio Pizocaro