_- Miguel Ángel Villena
El diario
- El nuevo director del Instituto, catedrático y escritor procedente de IU, reconoce que su nombramiento es un gesto hacia la izquierda y anuncia más coordinación con América Latina para fomentar el español
- "El Cervantes es un instrumento magnífico para romper tópicos y falsedades sobre España"
- "Las fuerzas progresistas deben dialogar frente a un liberalismo feroz e inhumano"
Catedrático universitario de Literatura, poeta, novelista, columnista de periódicos y activista cultural de la izquierda, pocos intelectuales ofrecen una trayectoria más variada e intensa que la de Luis García Montero (Granada, 1958), nombrado la pasada semana nuevo director del Instituto Cervantes, el organismo encargado de la promoción y difusión del español con sedes en 44 países y miles de estudiantes repartidos por todo el mundo.
La oferta la recibió directamente del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y de la vicepresidenta, Carmen Calvo, y tras consultar con su mujer, la escritora Almudena Grandes, aceptó el cargo "con ilusión, responsabilidad y exigencia". Buen conocedor de varios centros del Cervantes como conferenciante, "aunque no es lo mismo ir de invitado que gestionar la institución", García Montero afirma: "nuestro idioma es un valor fundamental en más de una veintena de países hispanohablantes y una tarea básica pasa también por el apoyo a la literatura latinoamericana y por una mayor coordinación con los organismos de promoción del español en América".
Identifica nuestro ámbito cultural con el ámbito del idioma este escritor conocido y leído en México, Argentina, Colombia o Chile, donde ha impartido cursos y charlas con frecuencia. Y añade, por ejemplo, que las medidas de Estados Unidos contra los hispanos y el español le duelen como si fueran heridas propias.
Enseñanza del español, acción cultural y más fondos
No le cabe duda a Luis García Montero de que el Cervantes debe sostenerse con firmeza sobre dos patas: por un lado, la enseñanza del español y por otro, la acción cultural. "Ambas", opina, "deben ser complementarias y funcionar como vasos comunicantes cada vez más. En la Universidad de Granada he tenido alumnos extranjeros que han venido a estudiar a España a través de sus experiencias en el Cervantes donde, además de ir a clase, han podido ver películas españoles o exposiciones de artistas de nuestro país".
Explica a su vez que, "el Cervantes, con 28 años de funcionamiento, todavía está lejos de la potencia de un British Council o de un Goethe". Y añade: "también se halla muy lejos de aquellos viejos centros culturales franquistas que conocimos la gente de mi generación". Con 120 millones de euros de presupuesto, resulta evidente que la institución necesita más fondos y García Montero se declara dispuesto a pelear por mayores dotaciones económicas convencido de que "las inversiones en cultura no son en absoluto un derroche, sino que muy al contrario se convierten en un beneficio económico y social para la sociedad española en su conjunto".
Al margen de estar persuadido de que la expansión del Cervantes pasa por Estados Unidos, Brasil y Asia, este intelectual de hablar suave y pausado, que intercala con naturalidad su charla con citas de poetas o de filósofos, defiende que "el idioma español debe sacar pecho en Europa y el Cervantes es un magnífico instrumento para romper tópicos y falsedades sobre España que se han extendido en los últimos años", en alusión al conflicto independentista en Cataluña.
En esa línea, García Montero apuesta por una mayor presencia en las actividades del Instituto de las otras lenguas que se hablan en nuestro país, aparte del castellano. "No es una idea que me haya inventado yo, sino que los estatutos del Cervantes incluyen claramente la obligación de defender y divulgar el catalán, el gallego o el euskera. Es un objetivo que pienso impulsar con naturalidad porque creo profundamente en la riqueza lingüística de nuestro país que hay que vivir como un privilegio".
Compañero de generación y admirador de escritores como el gallego Manuel Rivas o el vasco Bernardo Atxaga, discípulo declarado del poeta catalán Joan Margarit, el nuevo director del Cervantes se precia de conocer las tradiciones literarias que conviven en nuestro país. "Me siento muy andaluz y mi formación y mi educación han bebido de inmensos escritores de mi tierra como Federico García Lorca, Antonio Machado o Rafael Alberti. Pero siempre he estado abierto a otras culturas y a derribar máscaras y tópicos sobre los distintos pueblos de España".
Defensa de la educación humanística
Con una triple dependencia ministerial (Asuntos Exteriores y Cooperación, Educación y Cultura) que ha provocado más de un enfrentamiento en el pasado por el control del Cervantes, García Montero comenta que ya se ha reunido con los tres ministros y confía en el diálogo constante para avanzar y en la suma de esfuerzos. "Está claro", señala, "que sin educación humanística es imposible la democracia y, por ello, debemos remar todos en esa dirección. La cultura debe ser ante todo una formación de conciencias críticas y libres y una apuesta por la imaginación moral".
"De todas maneras", reconoce, "resulta lógico que esos tres ministerios estén implicados en la gestión del Cervantes porque debemos comprender que la cultura equivale a educación y formación, y no ha de caer en el entretenimiento banal y superficial en el que algunos tratan de encuadrarla".
Militante del PCE desde su juventud y, más tarde, dirigente de Izquierda Unida y candidato a la Comunidad de Madrid en 2015 , Luis García Montero reivindica con pasión su compromiso político y reclama "la necesidad de diálogo de las fuerzas progresistas frente a un liberalismo feroz e inhumano".
Desligado un tanto de IU en los últimos tiempos, aunque cree que conserva su ficha de militante en Granada, este poeta premiado en numerosas ocasiones y condecorado en Andalucía comenta que el encargo del Gobierno del PSOE para el Cervantes se centra "en el compromiso social y cultural para gestionar el Instituto sin partidismos. Se puede considerar mi nombramiento, al igual que algunos otros, como un guiño a una izquierda amplia al llamar a gente que no tenemos ni hemos tenido carné del PSOE".
Al hilo de estas reflexiones, García Montero recuerda su amistad con Rafael Alberti, sobre el que escribió su tesis doctoral, y afirma con rotundidad, a la altura de sus 60 años, que "lo más importante para mí, según pasa el tiempo, es mantener la lealtad con el pasado y aprender a no ser sectario". "Alberti siempre decía", evoca el director del Cervantes, "que se puede admirar a Góngora y a Quevedo al mismo tiempo. Rafael me enseñó también a escuchar mucho a los jóvenes, algo que trato de practicar con mis alumnos de la Universidad de Granada donde soy profesor desde 1981".
En definitiva, Luis García Montero defiende a la gente del mundo de la cultura y de la educación que, contra viento y marea y tras años de brutales recortes, ha mantenido su vocación. "Entre esa gente se encuentran los profesionales del Instituto Cervantes y confío, a pesar de las dificultades, en reforzar esa senda de la cultura y la educación como servicios públicos y de calidad".
Fuente:
https://www.eldiario.es/cultura/politicas_culturales/Luis-Garcia-Montero-Cervantes-Espana_0_795820545.html
miércoles, 1 de agosto de 2018
¿El futuro del trabajo sin sindicatos?
Manuel Zaguirre
Rebelión
¡ El futuro del trabajo humano frente a los cambios tecnológicos desbocados es un tema de actualidad universal. Y es lógico porque de lo que se trata es del futuro de las sociedades humanas en su conjunto, de la economía a las libertades, no en balde el trabajo en su acepción más amplia es el motor del proceso histórico, generador y transformador de los recursos naturales y modo de vida y sustento de la gran mayoría.
La OIT (Organización Internacional del Trabajo), agencia especializada de Naciones Unidas, lleva ya mucho tiempo promoviendo un gran esfuerzo de reflexión, elaboración y debate sobre el futuro del trabajo en el mundo. Todo ello será volcado en 2019, el Año del Centenario de Naciones Unidas, en una diversidad de eventos que contarán con la presencia del sindicalismo, el mundo empresarial y gubernamental, y representantes del mundo académico, teniendo especial relevancia la presencia del Papa Francisco en dichos eventos. Indudablemente, el hecho de que por primera vez en la historia de la OIT sea su Director General un sindicalista, el compañero Guy Ryder, tiene mucho que ver con este compromiso tan activo de la institución que dirige. El ascendiente español por razones familiares del británico Guy Ryder sería otro valor añadido pero algo más subjetivo.
En un orden de cosas más inmediato y próximo, este tema del futuro del trabajo empieza a entrar en las agendas de los sindicatos si bien con lentitud, riesgo de retraso histórico y temor a formular propuestas y alternativas desde la lógica y naturaleza del Sindicato con mayúscula. Por el contrario, hay una sobreabundancia de “expertos” en el debate y un déficit de pensamiento sindical y humanista.
No obstante, vamos abriendo camino. Pienso en un librito de reciente aparición y obligada referencia (Trabajo y sindicato en el capitalismo globalizado. No tengáis miedo de lo nuevo), con autoría de compañeros muy curtidos en el pensamiento y en la lucha sindical como José Luis López Bulla y Javier Tébar, y un potente prólogo de Antonio Baylos.
Yo mismo, siendo la última expresión del Credo, agoté una hora larga hace unos días en un programa radial con cobertura en toda Catalunya, con el tema monográfico del sindicalismo ante el futuro del trabajo. Y este mismo tema, y algunos otros colaterales, me llevará a Perú en agosto y a Mexico en noviembre.
Es decir, el tema está llamado, guste o no, a instalarse en el centro de nuestro pensamiento y nuestra acción sin posibilidad de eludirlo. Por ello, me llena de sorpresa un evento a celebrar en Barcelona los días 4 al 6 de Julio. El evento, en forma de Jornadas, lo organiza la Universidad Progresista de Verano de Catalunya, una entidad que pivota sobre CCOO y UGT, bajo el título “El futuro del trabajo: ¿utopía o distopía?”. Voy donde quería llegar desde el inicio de estas líneas: en las Jornadas hay 40 ponentes de materias diversas en relación al tema central. De esos 40, son sindicalistas los secretarios generales de CCOO y UGT de Catalunya, que consumirán un turno de salutación en la sesión inaugural, un compañero economista de uno de los dos sindicatos organizadores y una compañera del comité de empresa del AVE cuya filiación sindical no aparece. Eso es todo. Los 36 restantes son académicos, políticos, periodistas, y algún futbolista incluso.
Sin desmerecer lo más mínimo la importancia y el esfuerzo que conllevan estas Jornadas, entenderán mi sorpresa ante el hecho de que un encuentro sobre el futuro del trabajo no tenga un mayor nivel de participación y centralidad el Sindicalismo con mayúscula. Una cierta inhibición o un cierto miedo del Sindicato, confederal y solidario, ante este desafío puede ser desastroso. Pues, a mí al menos, me resulta inimaginable el Trabajo en el futuro sin un Sindicalismo potente y unido en el triple terreno del pensamiento, la organización y la representación contractual del Trabajo. Para ello mañana necesitamos hoy en notable medida repensar y reinventar el Sindicalismo como expresión del Trabajo que queremos hoy y mañana.
Obviamente, ya me inscribí y participaré con interés en las Jornadas de marras. Por la cuenta que me trae.
Manuel Zaguirre. Exsecretario general de la USO. Militante PSC.
Rebelión
¡ El futuro del trabajo humano frente a los cambios tecnológicos desbocados es un tema de actualidad universal. Y es lógico porque de lo que se trata es del futuro de las sociedades humanas en su conjunto, de la economía a las libertades, no en balde el trabajo en su acepción más amplia es el motor del proceso histórico, generador y transformador de los recursos naturales y modo de vida y sustento de la gran mayoría.
La OIT (Organización Internacional del Trabajo), agencia especializada de Naciones Unidas, lleva ya mucho tiempo promoviendo un gran esfuerzo de reflexión, elaboración y debate sobre el futuro del trabajo en el mundo. Todo ello será volcado en 2019, el Año del Centenario de Naciones Unidas, en una diversidad de eventos que contarán con la presencia del sindicalismo, el mundo empresarial y gubernamental, y representantes del mundo académico, teniendo especial relevancia la presencia del Papa Francisco en dichos eventos. Indudablemente, el hecho de que por primera vez en la historia de la OIT sea su Director General un sindicalista, el compañero Guy Ryder, tiene mucho que ver con este compromiso tan activo de la institución que dirige. El ascendiente español por razones familiares del británico Guy Ryder sería otro valor añadido pero algo más subjetivo.
En un orden de cosas más inmediato y próximo, este tema del futuro del trabajo empieza a entrar en las agendas de los sindicatos si bien con lentitud, riesgo de retraso histórico y temor a formular propuestas y alternativas desde la lógica y naturaleza del Sindicato con mayúscula. Por el contrario, hay una sobreabundancia de “expertos” en el debate y un déficit de pensamiento sindical y humanista.
No obstante, vamos abriendo camino. Pienso en un librito de reciente aparición y obligada referencia (Trabajo y sindicato en el capitalismo globalizado. No tengáis miedo de lo nuevo), con autoría de compañeros muy curtidos en el pensamiento y en la lucha sindical como José Luis López Bulla y Javier Tébar, y un potente prólogo de Antonio Baylos.
Yo mismo, siendo la última expresión del Credo, agoté una hora larga hace unos días en un programa radial con cobertura en toda Catalunya, con el tema monográfico del sindicalismo ante el futuro del trabajo. Y este mismo tema, y algunos otros colaterales, me llevará a Perú en agosto y a Mexico en noviembre.
Es decir, el tema está llamado, guste o no, a instalarse en el centro de nuestro pensamiento y nuestra acción sin posibilidad de eludirlo. Por ello, me llena de sorpresa un evento a celebrar en Barcelona los días 4 al 6 de Julio. El evento, en forma de Jornadas, lo organiza la Universidad Progresista de Verano de Catalunya, una entidad que pivota sobre CCOO y UGT, bajo el título “El futuro del trabajo: ¿utopía o distopía?”. Voy donde quería llegar desde el inicio de estas líneas: en las Jornadas hay 40 ponentes de materias diversas en relación al tema central. De esos 40, son sindicalistas los secretarios generales de CCOO y UGT de Catalunya, que consumirán un turno de salutación en la sesión inaugural, un compañero economista de uno de los dos sindicatos organizadores y una compañera del comité de empresa del AVE cuya filiación sindical no aparece. Eso es todo. Los 36 restantes son académicos, políticos, periodistas, y algún futbolista incluso.
Sin desmerecer lo más mínimo la importancia y el esfuerzo que conllevan estas Jornadas, entenderán mi sorpresa ante el hecho de que un encuentro sobre el futuro del trabajo no tenga un mayor nivel de participación y centralidad el Sindicalismo con mayúscula. Una cierta inhibición o un cierto miedo del Sindicato, confederal y solidario, ante este desafío puede ser desastroso. Pues, a mí al menos, me resulta inimaginable el Trabajo en el futuro sin un Sindicalismo potente y unido en el triple terreno del pensamiento, la organización y la representación contractual del Trabajo. Para ello mañana necesitamos hoy en notable medida repensar y reinventar el Sindicalismo como expresión del Trabajo que queremos hoy y mañana.
Obviamente, ya me inscribí y participaré con interés en las Jornadas de marras. Por la cuenta que me trae.
Manuel Zaguirre. Exsecretario general de la USO. Militante PSC.
Uno de cada cinco jóvenes con trabajo se encuentra en riesgo de pobreza. La proporción de trabajadores en riesgo de pobreza ha crecido en España 2,2 puntos en cinco años.
Ana Isabel Cordobés
Cuarto Poder
Los peor parados son los jóvenes entre 18 y 25 años: el riesgo de pobreza ha crecido en 6 puntos en solo un lustro
Tener trabajo ya no asegura unas condiciones de vida dignas. Eso es lo que se desprende de numerosos estudios sobre un fenómeno que cada vez es más conocido y menos ajeno: los trabajadores pobres o en riesgo de pobreza. El último estudio que lo corrobora es la encuesta de condiciones de vida publicada por Eurostat.
Casi uno de cada cinco jóvenes con trabajo se encuentra en riesgo de pobreza. Y es un dato mucho peor ahora que en el inicio de la crisis. Ahora, el 18,3% de los trabajadores entre 18 y 25 años tiene riesgo de caer en pobreza. En 2011, la proporción era del 13,1%. Más de 6 puntos de diferencia en tan solo cinco años (los datos de Eurostat recogen cifras de 2016). Estos datos completan el mapa mundial, en el que España es el séptimo país de la OCDE con mayor proporción de trabajadores pobres.
La proporción de trabajadores pobres jóvenes es la cuarta más alta de toda la Unión Europea, por detrás de Rumanía, con un 31,2%, Dinamarca, con un 21,3%, y Grecia, con un 19%. Entre el resto de trabajadores también aumenta el riesgo de pobreza, pero de una manera más sosegada y solo disminuye entre aquellos trabajadores en edad de jubilación o ya jubilados, los mayores de 65 años.
9 de cada 10 jóvenes viven aún con sus padres
Las consecuencias de la alta proporción de trabajadores jóvenes pobres se refleja en el aumento de jóvenes entre 18 y 24 que viven con sus padres. El 92,4% de ellos no han podido independizarse y tener su propio hogar. 4 de cada 10 jóvenes de 25 a 34 años también viven con sus padres. La proporción ha crecido respecto al inicio de la crisis. En 2011, eran un 36,6% de los jóvenes. Más del 25% de todos ellos están empleados a tiempo completo.
Uno de cada cuatro hogares sin hijos, en riesgo de pobreza
Tener a cargo niños o jóvenes en dependencia económica no exime a los hogares españoles de salir del riesgo de exclusión por pobreza. El 23,8% de los hogares sin hijos a su cargo se encuentra en riesgo de pobreza. Entre aquellos con hogares a su cargo, el porcentaje asciende al 32%.
La situación es crítica entre aquellos adultos solos con hijos a su cargo: el 53% de ellos se encuentra en riesgo de pobreza. La soledad en la crianza es un factor esencial en la posible carencia de medios económicos: existe una diferencia marcada entre aquellos hogares con un adulto e hijos a su cargo y aquellos con dos adultos. Las familias con dos adultos e hijos a su cargo en riesgo de pobreza baja a la mitad, el 25,4%.
Fuente:
http://www.cuartopoder.es/economia/2018/07/25/uno-de-cada-cinco-jovenes-con-trabajo-se-encuentra-en-riesgo-de-pobreza/
Cuarto Poder
Los peor parados son los jóvenes entre 18 y 25 años: el riesgo de pobreza ha crecido en 6 puntos en solo un lustro
Tener trabajo ya no asegura unas condiciones de vida dignas. Eso es lo que se desprende de numerosos estudios sobre un fenómeno que cada vez es más conocido y menos ajeno: los trabajadores pobres o en riesgo de pobreza. El último estudio que lo corrobora es la encuesta de condiciones de vida publicada por Eurostat.
Casi uno de cada cinco jóvenes con trabajo se encuentra en riesgo de pobreza. Y es un dato mucho peor ahora que en el inicio de la crisis. Ahora, el 18,3% de los trabajadores entre 18 y 25 años tiene riesgo de caer en pobreza. En 2011, la proporción era del 13,1%. Más de 6 puntos de diferencia en tan solo cinco años (los datos de Eurostat recogen cifras de 2016). Estos datos completan el mapa mundial, en el que España es el séptimo país de la OCDE con mayor proporción de trabajadores pobres.
La proporción de trabajadores pobres jóvenes es la cuarta más alta de toda la Unión Europea, por detrás de Rumanía, con un 31,2%, Dinamarca, con un 21,3%, y Grecia, con un 19%. Entre el resto de trabajadores también aumenta el riesgo de pobreza, pero de una manera más sosegada y solo disminuye entre aquellos trabajadores en edad de jubilación o ya jubilados, los mayores de 65 años.
9 de cada 10 jóvenes viven aún con sus padres
Las consecuencias de la alta proporción de trabajadores jóvenes pobres se refleja en el aumento de jóvenes entre 18 y 24 que viven con sus padres. El 92,4% de ellos no han podido independizarse y tener su propio hogar. 4 de cada 10 jóvenes de 25 a 34 años también viven con sus padres. La proporción ha crecido respecto al inicio de la crisis. En 2011, eran un 36,6% de los jóvenes. Más del 25% de todos ellos están empleados a tiempo completo.
Uno de cada cuatro hogares sin hijos, en riesgo de pobreza
Tener a cargo niños o jóvenes en dependencia económica no exime a los hogares españoles de salir del riesgo de exclusión por pobreza. El 23,8% de los hogares sin hijos a su cargo se encuentra en riesgo de pobreza. Entre aquellos con hogares a su cargo, el porcentaje asciende al 32%.
La situación es crítica entre aquellos adultos solos con hijos a su cargo: el 53% de ellos se encuentra en riesgo de pobreza. La soledad en la crianza es un factor esencial en la posible carencia de medios económicos: existe una diferencia marcada entre aquellos hogares con un adulto e hijos a su cargo y aquellos con dos adultos. Las familias con dos adultos e hijos a su cargo en riesgo de pobreza baja a la mitad, el 25,4%.
Fuente:
http://www.cuartopoder.es/economia/2018/07/25/uno-de-cada-cinco-jovenes-con-trabajo-se-encuentra-en-riesgo-de-pobreza/
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Olimpiada Internacional de Física
Veo las noticias y entre pachangas de pretemporada y la eterna sorpresa del calor en verano, no hay mención para el mayor logro español del pasado fin de semana. El sábado, en Lisboa, Alejandro Epelde Blanco se alzaba con una medalla de oro en la Olimpiada Internacional de Física. Esta competición reúne anualmente a los mejores estudiantes preuniversitarios de 90 países para enfrentarlos a dos duros exámenes (práctico y teórico) en los que resuelven problemas de muy alto nivel. Entre estos 450 alumnos, Alejandro ha conseguido la primera medalla de oro en la historia de la delegación española —que ha vuelto con otras dos medallas de bronce y una mención de honor— después de 40 años participando. Si hubiera conseguido ese resultado con pasaporte estadounidense, o chino, las puertas de las mejores Universidades de su país se abrirían gratuitamente para recibirle; y las instituciones educativas a las que ha representado se harían eco de su éxito. Alejandro es español y nuestras preocupaciones y las de nuestras instituciones no son ni la ciencia ni la educación. Es hora de replantearnos lo que de verdad nos importa como sociedad, pues esto condicionará nuestro futuro.— Jaime Redondo Yuste. Leganés (Madrid).
martes, 31 de julio de 2018
Julian Assange en la cuerda floja
Editorial de La Jornada
Más allá de la opinión que cada quien tenga sobre los métodos de trabajo de Julian Assange, una eventual condena en su contra sería muy mala noticia no sólo para el periodismo sino para la verdad y la justicia.
Asilado desde hace más de seis años en la embajada de Ecuador en Londres, inmovilizado por las redes de la diplomacia, el ciberactivista y periodista australiano Julian Assange (nacionalizado ecuatoriano en enero pasado) corre el riesgo de quedar librado a un indeseable destino. El gobierno del país sudamericano que preside Lenin Moreno, en efecto, está dando muestras de que la situación de Assange le está causando más inconvenientes de los que está dispuesto a afrontar, porque la presión ejercida por Estados Unidos para lograr la extradición del programador no cede, y el político de Alianza País parece considerar que, en última instancia, su gestión está cargando con un oneroso problema heredado de la administración anterior encabezada por Rafael Correa.
Diversos medios de prensa informaron el viernes 27 de julio que, al salir de una reunión del Foro América-Europa Press, celebrado en la capital española, Moreno se habría manifestado partidario de que el fundador de WikiLeaks abandone la embajada. Sin embargo, poco después el propio mandatario se apresuró a darle a esa versión un matiz menos drástico: tarde o temprano el confinado deberá abandonar el edificio donde se aloja, pero en una salida que debe ser producto de una gestión entre los gobiernos de Ecuador y de Inglaterra. La razón, según el presidente ecuatoriano, es que desea tener la certidumbre de que la vida de Assange no corre peligro (si EU lograra extraditarlo podría ser condenado a muerte). Pero no está dentro de la normativa internacional, ni dentro de nuestro deseo, ni de los deseos del señor Assange, permanecer refugiado toda la vida.
La aclaración de Lenin Moreno sirvió para tranquilizar a los sectores preocupados por la suerte del programador que asegura haber filtrado, él solo, más documentos clasificados del gobierno estadunidense que toda la demás prensa junta. Pero la tranquilidad no duró más que unas pocas horas, porque el ex presidente ecuatoriano Rafael Correa comentó a la cadena informativa RT su sospecha de que Moreno habría acordado con Washington la entrega de Assange. Tajante, calificó de hipócrita completo a su sucesor en el gobierno y expresó su temor de que los días de Assange en la embajada estarían contados.
Si bien el caso del periodista nunca se apartó por completo del interés público, su situación de impasse lo mantuvo durante largo tiempo en un relativo segundo plano, hasta que otra cadena de noticias (la CNN) aseguró que varios documentos vinculados con la presunta injerencia de Rusia en las elecciones estadunidenses de 2016 provendrían de WikiLeaks, y puso a Assange otra vez en la cresta de la ola.
El desenlace del asunto podría no estar lejano, y de no mediar algún acontecimiento imprevisto probablemente no se resuelva en favor del hombre que, con todo el aparato propagandístico de EU (y sus aliados europeos) en contra, se ha hecho acreedor de numerosos premios internacionales por su labor de difusión y en pro del derecho a la información de la ciudadanía.
Más allá de la opinión que cada quien tenga sobre los métodos de trabajo de Julian Assange, una eventual condena en su contra sería muy mala noticia no sólo para el periodismo sino para la verdad y la justicia porque para ponerlo en palabras de la Fundación para la Paz de Sidney, Australia, que le otorgó su máximo galardón, su empeño de exigir responsabilidades y mayor transparencia a gobiernos de todo el mundo, enfrentándose al secretismo oficial es sin duda elogiable.
Fuente: http://www.jornada.com.mx/2018/07/29/opinion/002a1edi
Más allá de la opinión que cada quien tenga sobre los métodos de trabajo de Julian Assange, una eventual condena en su contra sería muy mala noticia no sólo para el periodismo sino para la verdad y la justicia.
Asilado desde hace más de seis años en la embajada de Ecuador en Londres, inmovilizado por las redes de la diplomacia, el ciberactivista y periodista australiano Julian Assange (nacionalizado ecuatoriano en enero pasado) corre el riesgo de quedar librado a un indeseable destino. El gobierno del país sudamericano que preside Lenin Moreno, en efecto, está dando muestras de que la situación de Assange le está causando más inconvenientes de los que está dispuesto a afrontar, porque la presión ejercida por Estados Unidos para lograr la extradición del programador no cede, y el político de Alianza País parece considerar que, en última instancia, su gestión está cargando con un oneroso problema heredado de la administración anterior encabezada por Rafael Correa.
Diversos medios de prensa informaron el viernes 27 de julio que, al salir de una reunión del Foro América-Europa Press, celebrado en la capital española, Moreno se habría manifestado partidario de que el fundador de WikiLeaks abandone la embajada. Sin embargo, poco después el propio mandatario se apresuró a darle a esa versión un matiz menos drástico: tarde o temprano el confinado deberá abandonar el edificio donde se aloja, pero en una salida que debe ser producto de una gestión entre los gobiernos de Ecuador y de Inglaterra. La razón, según el presidente ecuatoriano, es que desea tener la certidumbre de que la vida de Assange no corre peligro (si EU lograra extraditarlo podría ser condenado a muerte). Pero no está dentro de la normativa internacional, ni dentro de nuestro deseo, ni de los deseos del señor Assange, permanecer refugiado toda la vida.
La aclaración de Lenin Moreno sirvió para tranquilizar a los sectores preocupados por la suerte del programador que asegura haber filtrado, él solo, más documentos clasificados del gobierno estadunidense que toda la demás prensa junta. Pero la tranquilidad no duró más que unas pocas horas, porque el ex presidente ecuatoriano Rafael Correa comentó a la cadena informativa RT su sospecha de que Moreno habría acordado con Washington la entrega de Assange. Tajante, calificó de hipócrita completo a su sucesor en el gobierno y expresó su temor de que los días de Assange en la embajada estarían contados.
Si bien el caso del periodista nunca se apartó por completo del interés público, su situación de impasse lo mantuvo durante largo tiempo en un relativo segundo plano, hasta que otra cadena de noticias (la CNN) aseguró que varios documentos vinculados con la presunta injerencia de Rusia en las elecciones estadunidenses de 2016 provendrían de WikiLeaks, y puso a Assange otra vez en la cresta de la ola.
El desenlace del asunto podría no estar lejano, y de no mediar algún acontecimiento imprevisto probablemente no se resuelva en favor del hombre que, con todo el aparato propagandístico de EU (y sus aliados europeos) en contra, se ha hecho acreedor de numerosos premios internacionales por su labor de difusión y en pro del derecho a la información de la ciudadanía.
Más allá de la opinión que cada quien tenga sobre los métodos de trabajo de Julian Assange, una eventual condena en su contra sería muy mala noticia no sólo para el periodismo sino para la verdad y la justicia porque para ponerlo en palabras de la Fundación para la Paz de Sidney, Australia, que le otorgó su máximo galardón, su empeño de exigir responsabilidades y mayor transparencia a gobiernos de todo el mundo, enfrentándose al secretismo oficial es sin duda elogiable.
Fuente: http://www.jornada.com.mx/2018/07/29/opinion/002a1edi
Adivinar que quiere quien evalúa
14 julio, 2018
Algunas veces, cuando pienso en la evaluación de los aprendizajes de los alumnos y de las alumnas, creo que la clave del éxito de los evaluados y evaluadas consiste en adivinar lo que quiere escuchar, ver o leer el profesor.
Por eso los estudiantes acaban desarrollando unas capacidades adaptativas extraordinarias. ¿Qué es lo que desea este evaluador? Y, como cada uno es diferente, tienen que hacer estudios de alta psicología cotidiana para realizar un diagnostico certero.
– A éste le obsesiona que se repita todo al pie de la letra. Decía una maestra: “Niños y niñas, atención: esto es muy importante. Tenéis que aprenderlo de memoria. Bueno, y si no sois capaces de aprenderlo de memoria, lo podéis decir con vuestras palabras”.
– Éste es un fanático de la creatividad. Como no te inventes algo, como no digas algo ingenioso, como no te salgas de la literalidad del texto, no apruebas.
– Éste valora mucho que no te limites al mínimo exigido. Por consiguiente, tienes que hacer trabajos extra, tienes que añadir un par de folios a lo exigido.
– Ésta valora sobremanera la pulcritud en la presentación. Exámenes y trabajos tienen que estar primorosamente ordenados. Más que el contenido importa la forma.
– Aquél es un obseso de las faltas de ortografía. (Tuve un profesor de Didáctica en la Complutense que suspendía por tres faltas. Un día le dijo a una alumna: “Señorita Encarnación Garcés Garcés, tiene usted suspenso el examen. Solo le he leído el nombre y los apellidos. Ha omitido usted las tres tildes”).
– A éste le camelas si le dices que es el mejor del mundo. Y ahí está la cohorte de aduladores que le sigue, le persigue y le asedia por los pasillos, a la entrada, a la salida y en el patio haciéndole los honores.
– Este otro se conmueve si le dices que mamá o papá están enfermos de gravedad o en trámites de separación o en una crisis económica del todo insuperable.
Y así sucesivamente.
¿Cómo alcanzan los estudiantes este saber?
Hay tres fuentes fundamentales.
1. La primera es ”radio macuto”, que funciona muy bien en las escuelas. Los alumnos de cursos inferiores pasan una información de gran valor a los del curso siguiente. Les cuentas a los herederos cómo es cada uno de los docentes. Qué quieren. Qué exigen.
2. La segunda fuente es la principal: se trata de estudiar con intensidad la forma de ser, las preferencias (las manías), los deseos del profesor. Los alumnos tienen múltiples cámaras de captación invisibles.
3. La tercera son las indicaciones del propio docente. A mi juicio esta fuente, por raro que parezca, no es la más importante. Porque algunas veces los profesores dicen que solicitan unas cosas, pero luego lo que valoran son otras. Se lo he oído decir muchas veces a los alumnos:
– Dice que no hace falta aprender las cosas de memoria pero, como no repitas lo que dice el libro, estás perdido.
Este mecanismo adivinatorio se pone de manifiesto muy claramente cuando el profesor hace una pregunta en clase. Los alumnos van respondiendo según su parecer (a veces se trata de preguntas que no tienen una respuesta unívoca) y hasta que alguien no dice lo que el profesor tenía en su cabeza al formular la pregunta no se da por satisfecho:
– Exactamente. Eso es. Enhorabuena.
Lo cual quiere decir algo así: acertaste, adivinaste mi pensamiento.
Hace poco me han contado un caso que muestra con claridad meridiana lo que estoy diciendo. A un alumno le piden en un enunciado lo siguiente: Escribe los números siguientes: 15, 10 y 2. El niño escribe: 16, 11 y 3. Cuando ve la nota negativa, pregunta qué es lo que ha hecho mal. El profesor le dice que tenía que haber escrito otra vez: 15, 10 y 12. Ha hecho una interpretación que no coincide con la del evaluador, pero que es correcta. Otra cosa es que se le hubiera pedido lo siguiente. “Escribe los números que siguen a los siguientes”.
El proceso adivinatorio tiene, a mi juicio, cinco momentos importantes:
La explicación y las consignas
Hay profesores que ponen todo el énfasis en la preparación de la evaluación. Todo se encamina al éxito en las pruebas. Desde el primer día generan la sensación de que más importante que aprender es demostrar que se ha aprendido. “Tenéis que tener en cuenta…”, “debéis preparar…”, “tenéis que andar con cuidado”, “lo más importante para las pruebas”… En esas advertencias se indica cuáles son los criterios, cuáles son las preferencias, cuáles son indicadores de éxito… Todo el mundo puede saber a qué atenerse. Unas veces están más claras que otras, pero las indicaciones existen siempre. Y sirven para que el alumno pueda guiarse en esa selva tupida que es la evaluación.
La preparación de las pruebas
El estudiante prepara las pruebas con la finalidad de alcanzar el mayor éxito posible. De ahí que en el estudio trate de acomodarse más al buen resultado que al aprendizaje provechoso y placentero. Estudia para aprobar, no para aprender. Me gusta decir que una evaluación de naturaleza pobre, propicia un proceso de enseñanza y aprendizaje pobre.
La confección de las pruebas
Si se estudian las pruebas que los profesores (no todos, claro) realizan a los alumnos y alumnas, se podrá comprobar que muchas exigen la contestación precisa a la pregunta o cuestión formulada.
No invitan a opinar, a crear, a comentar, a investigar, a replantear… Muchas invitan a repetir. Uno de los motivos para hacerlo de esta manera es pensar que así se facilita la corrección “justa”.
Siempre me ha parecido una trampa el nombre de “pruebas objetivas”. ¿Objetivas? Un profesor puede poner una prueba objetiva para suspender a todos, para aprobar a todos, para subir dos o tres puntos a todos, para bajar las calificaciones… ¿Objetivas? Solo en apariencia. Se las califica así porque se corrigen mediante una fórmula matemática: aciertos menos errores partido por N-1. Eso puede inducir al error. No hay nada más subjetivo que una prueba objetiva.
La corrección de las pruebas
Este tipo de pruebas (me refiero a las que exigen respuestas memorísticas o cerradas) tienen una aparente forma de corrección justa y precisa. Solo aparente, digo. Se han hecho investigaciones que muestran que para que haya rigor en la corrección de ejercicios de ciencias harían falta por lo menos 12 correctores. Se me dirá que la solución a un problema está bien o está mal. Pues no. Dese la corrección a varios evaluadores y se verá lo que sucede.
La negociación de los resultados
Pocas veces he visto negociar los resultados de las evaluaciones de los aprendizajes. En escasas ocasiones lo propone el profesor y casi nunca el alumno. Porque éste tiene miedo de salir perjudicado si lo hace. (“Fui a buscar cuatro décimas y salí sin cuatro puntos”, decía un alumno que fue a reclamar).
El hecho de que haya poder en el proceso evaluador refuerza esta nociva forma de entender la evaluación. Porque no suele ser fruto de la negociación sino de la imposición. A lo sumo al alumno se le pide opinión cuando los criterios están ya elaborados. Poca cosa.
Hasta qué punto será cierta la tesis que aquí mantengo que, cuando les pregunté a un grupo de alumnos chilenos si hacían autoevaluación, uno de ellos contestó:
– Sí, hombre, como que vamos a ser capaces de adivinar la nota que nos va a poner el profesor.
http://mas.laopiniondemalaga.es/blog/eladarve/2018/07/14/adivinar-a-quien-evalua/
Algunas veces, cuando pienso en la evaluación de los aprendizajes de los alumnos y de las alumnas, creo que la clave del éxito de los evaluados y evaluadas consiste en adivinar lo que quiere escuchar, ver o leer el profesor.
Por eso los estudiantes acaban desarrollando unas capacidades adaptativas extraordinarias. ¿Qué es lo que desea este evaluador? Y, como cada uno es diferente, tienen que hacer estudios de alta psicología cotidiana para realizar un diagnostico certero.
– A éste le obsesiona que se repita todo al pie de la letra. Decía una maestra: “Niños y niñas, atención: esto es muy importante. Tenéis que aprenderlo de memoria. Bueno, y si no sois capaces de aprenderlo de memoria, lo podéis decir con vuestras palabras”.
– Éste es un fanático de la creatividad. Como no te inventes algo, como no digas algo ingenioso, como no te salgas de la literalidad del texto, no apruebas.
– Éste valora mucho que no te limites al mínimo exigido. Por consiguiente, tienes que hacer trabajos extra, tienes que añadir un par de folios a lo exigido.
– Ésta valora sobremanera la pulcritud en la presentación. Exámenes y trabajos tienen que estar primorosamente ordenados. Más que el contenido importa la forma.
– Aquél es un obseso de las faltas de ortografía. (Tuve un profesor de Didáctica en la Complutense que suspendía por tres faltas. Un día le dijo a una alumna: “Señorita Encarnación Garcés Garcés, tiene usted suspenso el examen. Solo le he leído el nombre y los apellidos. Ha omitido usted las tres tildes”).
– A éste le camelas si le dices que es el mejor del mundo. Y ahí está la cohorte de aduladores que le sigue, le persigue y le asedia por los pasillos, a la entrada, a la salida y en el patio haciéndole los honores.
– Este otro se conmueve si le dices que mamá o papá están enfermos de gravedad o en trámites de separación o en una crisis económica del todo insuperable.
Y así sucesivamente.
¿Cómo alcanzan los estudiantes este saber?
Hay tres fuentes fundamentales.
1. La primera es ”radio macuto”, que funciona muy bien en las escuelas. Los alumnos de cursos inferiores pasan una información de gran valor a los del curso siguiente. Les cuentas a los herederos cómo es cada uno de los docentes. Qué quieren. Qué exigen.
2. La segunda fuente es la principal: se trata de estudiar con intensidad la forma de ser, las preferencias (las manías), los deseos del profesor. Los alumnos tienen múltiples cámaras de captación invisibles.
3. La tercera son las indicaciones del propio docente. A mi juicio esta fuente, por raro que parezca, no es la más importante. Porque algunas veces los profesores dicen que solicitan unas cosas, pero luego lo que valoran son otras. Se lo he oído decir muchas veces a los alumnos:
– Dice que no hace falta aprender las cosas de memoria pero, como no repitas lo que dice el libro, estás perdido.
Este mecanismo adivinatorio se pone de manifiesto muy claramente cuando el profesor hace una pregunta en clase. Los alumnos van respondiendo según su parecer (a veces se trata de preguntas que no tienen una respuesta unívoca) y hasta que alguien no dice lo que el profesor tenía en su cabeza al formular la pregunta no se da por satisfecho:
– Exactamente. Eso es. Enhorabuena.
Lo cual quiere decir algo así: acertaste, adivinaste mi pensamiento.
Hace poco me han contado un caso que muestra con claridad meridiana lo que estoy diciendo. A un alumno le piden en un enunciado lo siguiente: Escribe los números siguientes: 15, 10 y 2. El niño escribe: 16, 11 y 3. Cuando ve la nota negativa, pregunta qué es lo que ha hecho mal. El profesor le dice que tenía que haber escrito otra vez: 15, 10 y 12. Ha hecho una interpretación que no coincide con la del evaluador, pero que es correcta. Otra cosa es que se le hubiera pedido lo siguiente. “Escribe los números que siguen a los siguientes”.
El proceso adivinatorio tiene, a mi juicio, cinco momentos importantes:
La explicación y las consignas
Hay profesores que ponen todo el énfasis en la preparación de la evaluación. Todo se encamina al éxito en las pruebas. Desde el primer día generan la sensación de que más importante que aprender es demostrar que se ha aprendido. “Tenéis que tener en cuenta…”, “debéis preparar…”, “tenéis que andar con cuidado”, “lo más importante para las pruebas”… En esas advertencias se indica cuáles son los criterios, cuáles son las preferencias, cuáles son indicadores de éxito… Todo el mundo puede saber a qué atenerse. Unas veces están más claras que otras, pero las indicaciones existen siempre. Y sirven para que el alumno pueda guiarse en esa selva tupida que es la evaluación.
La preparación de las pruebas
El estudiante prepara las pruebas con la finalidad de alcanzar el mayor éxito posible. De ahí que en el estudio trate de acomodarse más al buen resultado que al aprendizaje provechoso y placentero. Estudia para aprobar, no para aprender. Me gusta decir que una evaluación de naturaleza pobre, propicia un proceso de enseñanza y aprendizaje pobre.
La confección de las pruebas
Si se estudian las pruebas que los profesores (no todos, claro) realizan a los alumnos y alumnas, se podrá comprobar que muchas exigen la contestación precisa a la pregunta o cuestión formulada.
No invitan a opinar, a crear, a comentar, a investigar, a replantear… Muchas invitan a repetir. Uno de los motivos para hacerlo de esta manera es pensar que así se facilita la corrección “justa”.
Siempre me ha parecido una trampa el nombre de “pruebas objetivas”. ¿Objetivas? Un profesor puede poner una prueba objetiva para suspender a todos, para aprobar a todos, para subir dos o tres puntos a todos, para bajar las calificaciones… ¿Objetivas? Solo en apariencia. Se las califica así porque se corrigen mediante una fórmula matemática: aciertos menos errores partido por N-1. Eso puede inducir al error. No hay nada más subjetivo que una prueba objetiva.
La corrección de las pruebas
Este tipo de pruebas (me refiero a las que exigen respuestas memorísticas o cerradas) tienen una aparente forma de corrección justa y precisa. Solo aparente, digo. Se han hecho investigaciones que muestran que para que haya rigor en la corrección de ejercicios de ciencias harían falta por lo menos 12 correctores. Se me dirá que la solución a un problema está bien o está mal. Pues no. Dese la corrección a varios evaluadores y se verá lo que sucede.
La negociación de los resultados
Pocas veces he visto negociar los resultados de las evaluaciones de los aprendizajes. En escasas ocasiones lo propone el profesor y casi nunca el alumno. Porque éste tiene miedo de salir perjudicado si lo hace. (“Fui a buscar cuatro décimas y salí sin cuatro puntos”, decía un alumno que fue a reclamar).
El hecho de que haya poder en el proceso evaluador refuerza esta nociva forma de entender la evaluación. Porque no suele ser fruto de la negociación sino de la imposición. A lo sumo al alumno se le pide opinión cuando los criterios están ya elaborados. Poca cosa.
Hasta qué punto será cierta la tesis que aquí mantengo que, cuando les pregunté a un grupo de alumnos chilenos si hacían autoevaluación, uno de ellos contestó:
– Sí, hombre, como que vamos a ser capaces de adivinar la nota que nos va a poner el profesor.
http://mas.laopiniondemalaga.es/blog/eladarve/2018/07/14/adivinar-a-quien-evalua/
ACCIDENTE DE TREN DE SANTIAGO. “Hubo una cacería del Gobierno contra el maquinista para proteger intereses comerciales”. Las víctimas del Alvia señalan en el Congreso a los exministros José Blanco, Ana Pastor y Rafael Catalá por rebajar la seguridad en la línea donde murieron 80 personas.
Cuando al fin salió de la UCI después de resultar gravemente herido en el accidente del tren Alvia que descarriló a las puertas de Santiago el 24 de julio de 2013, Jesús Domínguez entró en la web de Adif. Allí descubrió que la empresa pública de infraestructuras ferroviarias seguía presumiendo falsamente de que toda la línea de alta velocidad entre Ourense y la capital de Galicia, en la que él había elegido viajar con su pareja y dos sobrinas pequeñas “por seguridad”, contaba con un sistema de frenado automático que, si así fuera, hubiera evitado la tragedia. Fue la primera “mentira” del Gobierno con la que se tropezó, pero no la única.
Tras cinco años tirando del hilo, el portavoz de la víctimas de aquella catástrofe que dejó 80 muertos y más de 140 heridos ha desenmarañado este martes en el Congreso de los Diputados la madeja de decisiones políticas que rebajaron la seguridad en la fatídica curva de Angrois. Y ha denunciado que la “maquinaria del Estado trabajó para ocultar las responsabilidades de quienes fueron negligentes” y “contaminar a la opinión pública”, concentrando toda la culpa en Francisco José Garzón, el maquinista que se despistó y no frenó a tiempo.
La intervención de Domínguez como portavoz de la Plataforma Víctimas Alvia 04155, la asociación mayoritaria de heridos y familiares de fallecidos, ha sido la primera de la comisión de investigación del accidente que se ha abierto en las Cortes tras muchos intentos frustrados con los votos de PP y PSOE, los dos partidos implicados en el diseño y gestión de la línea ferroviaria en la que ocurrió el accidente. El representante de las víctimas ha señalado a tres exministros, el socialista José Blanco y los populares Ana Pastor y Rafael Catalá, como los cargos políticos responsables de varias decisiones que fueron claves para que el error humano del conductor desencadenara la mayor tragedia ferroviaria de los últimos 40 años en España.
Según ha explicado Domínguez, Blanco dirigía el Ministerio de Fomento cuando se cambió el proyecto de alta velocidad entre Ourense y Santiago y se suprimió el sistema de frenado automático ERTMS en los ocho kilómetros de vía que daban entrada a la capital gallega, el tramo más peligroso por las curvas. Pastor era ministra y Catalá, secretario de Estado de Transportes cuando se decidió desconectar este dispositivo también dentro del tren para evitar los retrasos que provocaban ciertos problemas técnicos. Bajo el mando de estos políticos, ha proseguido, se hizo “caso omiso” a la alerta del jefe gallego de maquinistas sobre la peligrosidad del pronunciado giro donde el Alvia se salió de la vía, un punto donde hasta “en cuatro ocasiones” se optó por no realizar el análisis de riesgos al que “obligaba la normativa”. “Nuestra seguridad dependía de que el maquinista se acordara de frenar”, ha resumido Domínguez sobre una línea que costó cerca de 3.000 millones de euros.
Con toda España y parte del extranjero conmovidos y pendientes de lo ocurrido, una atención que el paso de los años han ido diluyendo, el Gobierno emprendió el mismo día del siniestro “una cacería contra el maquinista”, sostienen los afectados, que fue convertido en el "malo malísimo". El objetivo, esgrimen, era “tapar el resto de responsabilidades” y “proteger” los intereses económicos de las constructoras que se valían del prestigio de la alta velocidad ferroviaria española para acceder a millonarios contratos en distintos países del mundo. “Había intereses comerciales y con un accidente no puedes concursar”, ha incidido Domínguez, quien recordó que Catalá y Feijóo llegaron a "sugerir que había intereses económicos para desacreditar la alta velocidad española".
El portavoz de los supervivientes atribuye a esa campaña del Gobierno de Mariano Rajoy contra el conductor la filtración a las pocas horas del accidente de un audio mutilado de Garzón que recogía la parte de sus palabras en las que reconocía no haber frenado a tiempo pero no el momento posterior en el que también desvelaba que el peligro de aquella curva ya había sido denunciado. A ese episodio se ha referido en su comparecencia, María Cristina Liras, que perdió a su hijo de 27 años en el accidente y es vocal de la Plataforma Víctimas Alvia 04155: "¿Saben ustedes lo que es escuchar el audio del conductor diciendo: “Esto ya lo había avisado a los de Seguridad, somos humanos, un día iba a pasar?”.
Las víctimas han criticado asimismo la divulgación por parte del Ministerio de Interior, como supuesta prueba de la temeridad del maquinista, de una antigua publicación de Facebook en la que Garzón mostraba cómo los Alvia alcanzaban los 200 kilómetros por hora. Además de que se trataba de una velocidad permitida, ni siquiera conducía él.
Reproches del PP
A preguntas de los diputados de la comisión, Domínguez no ha dudado en afirmar que hubo un “pacto” para salvaguardar a “todos los que formaban parte de ese pastel”. Solo así se explica, defiende, que los cargos de Fomento implicados en la gestión de la línea ferroviaria entre Ourense y Santiago no solo no fueran destituidos sino que fueron "premiados" con ascensos. Entre ellos Catalá, que fue aupado a ministro de Justicia.
El representante del PP en la comisión de investigación, el diputado gallego Celso Delgado Arce, ha declinado hacerle preguntas al compareciente y ha dedicado sus minutos de intervención a subrayar la "gran complejidad técnica" de la causa judicial, aún en instrucción y con ocho imputados, y a reprocharle al portavoz de las víctimas que haya acusado a Blanco, Pastor y Catalá de "desviarse en su recto proceder" en la gestión del asunto.
Domínguez le ha replicado que las responsabilidades que él le atribuye a los tres son políticas, no penales. Y ha añadido que "la causa es compleja" porque se cambió al juez cuando el sumario ya acumulaba más de 20.000 folios; la fiscalía "no quería investigar"; y la Xunta de Alberto Núñez Feijóo "eligió a peritos sin experiencia que pertenecen al Estado" y cuyos dictámenes discrepaban de los del único perito independiente y los técnicos de la Comisión Europea. "Eso de decir que aquí no hay nada claro es un poco infantil. Bajo mi punto de vista y con todos los respetos", ha concluido el representante de las víctimas.
"EUROPA DESMONTÓ LA VERDAD OFICIAL QUE IMPUSO FOMENTO" S. V.
Las víctimas del Alvia han contado a los diputados cómo desde el primer momento se les agilizaron los trámites burocráticos y se les ofrecieron ayudas económicas para zanjar el asunto, pero nunca se cumplieron sus demandas para investigar lo ocurrido. Hasta el punto de que en una reunión con el fiscal del caso, Antonio Roma, y viendo que el representante del ministerio público "solo hablaba de dinero", un miembro de la asociación que perdió a su hijo en el accidente le espetó: "¿Cuánto vale la vida de mi hijo?".
En estos cinco años, ha relatado Jesús Domínguez, los familiares de fallecidos y supervivientes en el accidente han visto cómo los cargos públicos llamados a declarar por el juez se negaban a hablar; cómo Fomento tardaba hasta cuatro años en entregar al juzgado documentación de relevancia; y cómo fue la Comisión Europea la que finalmente "desmontó la verdad oficial que con Pastor al frente [los responsables del ministerio] quisieron imponer", gracias al informe de la Agencia Ferroviaria Europea que ha dado un giro a la instrucción judicial.
https://politica.elpais.com/politica/2018/07/10/actualidad/1531223414_477681.html
Tras cinco años tirando del hilo, el portavoz de la víctimas de aquella catástrofe que dejó 80 muertos y más de 140 heridos ha desenmarañado este martes en el Congreso de los Diputados la madeja de decisiones políticas que rebajaron la seguridad en la fatídica curva de Angrois. Y ha denunciado que la “maquinaria del Estado trabajó para ocultar las responsabilidades de quienes fueron negligentes” y “contaminar a la opinión pública”, concentrando toda la culpa en Francisco José Garzón, el maquinista que se despistó y no frenó a tiempo.
La intervención de Domínguez como portavoz de la Plataforma Víctimas Alvia 04155, la asociación mayoritaria de heridos y familiares de fallecidos, ha sido la primera de la comisión de investigación del accidente que se ha abierto en las Cortes tras muchos intentos frustrados con los votos de PP y PSOE, los dos partidos implicados en el diseño y gestión de la línea ferroviaria en la que ocurrió el accidente. El representante de las víctimas ha señalado a tres exministros, el socialista José Blanco y los populares Ana Pastor y Rafael Catalá, como los cargos políticos responsables de varias decisiones que fueron claves para que el error humano del conductor desencadenara la mayor tragedia ferroviaria de los últimos 40 años en España.
Según ha explicado Domínguez, Blanco dirigía el Ministerio de Fomento cuando se cambió el proyecto de alta velocidad entre Ourense y Santiago y se suprimió el sistema de frenado automático ERTMS en los ocho kilómetros de vía que daban entrada a la capital gallega, el tramo más peligroso por las curvas. Pastor era ministra y Catalá, secretario de Estado de Transportes cuando se decidió desconectar este dispositivo también dentro del tren para evitar los retrasos que provocaban ciertos problemas técnicos. Bajo el mando de estos políticos, ha proseguido, se hizo “caso omiso” a la alerta del jefe gallego de maquinistas sobre la peligrosidad del pronunciado giro donde el Alvia se salió de la vía, un punto donde hasta “en cuatro ocasiones” se optó por no realizar el análisis de riesgos al que “obligaba la normativa”. “Nuestra seguridad dependía de que el maquinista se acordara de frenar”, ha resumido Domínguez sobre una línea que costó cerca de 3.000 millones de euros.
Con toda España y parte del extranjero conmovidos y pendientes de lo ocurrido, una atención que el paso de los años han ido diluyendo, el Gobierno emprendió el mismo día del siniestro “una cacería contra el maquinista”, sostienen los afectados, que fue convertido en el "malo malísimo". El objetivo, esgrimen, era “tapar el resto de responsabilidades” y “proteger” los intereses económicos de las constructoras que se valían del prestigio de la alta velocidad ferroviaria española para acceder a millonarios contratos en distintos países del mundo. “Había intereses comerciales y con un accidente no puedes concursar”, ha incidido Domínguez, quien recordó que Catalá y Feijóo llegaron a "sugerir que había intereses económicos para desacreditar la alta velocidad española".
El portavoz de los supervivientes atribuye a esa campaña del Gobierno de Mariano Rajoy contra el conductor la filtración a las pocas horas del accidente de un audio mutilado de Garzón que recogía la parte de sus palabras en las que reconocía no haber frenado a tiempo pero no el momento posterior en el que también desvelaba que el peligro de aquella curva ya había sido denunciado. A ese episodio se ha referido en su comparecencia, María Cristina Liras, que perdió a su hijo de 27 años en el accidente y es vocal de la Plataforma Víctimas Alvia 04155: "¿Saben ustedes lo que es escuchar el audio del conductor diciendo: “Esto ya lo había avisado a los de Seguridad, somos humanos, un día iba a pasar?”.
Las víctimas han criticado asimismo la divulgación por parte del Ministerio de Interior, como supuesta prueba de la temeridad del maquinista, de una antigua publicación de Facebook en la que Garzón mostraba cómo los Alvia alcanzaban los 200 kilómetros por hora. Además de que se trataba de una velocidad permitida, ni siquiera conducía él.
Reproches del PP
A preguntas de los diputados de la comisión, Domínguez no ha dudado en afirmar que hubo un “pacto” para salvaguardar a “todos los que formaban parte de ese pastel”. Solo así se explica, defiende, que los cargos de Fomento implicados en la gestión de la línea ferroviaria entre Ourense y Santiago no solo no fueran destituidos sino que fueron "premiados" con ascensos. Entre ellos Catalá, que fue aupado a ministro de Justicia.
El representante del PP en la comisión de investigación, el diputado gallego Celso Delgado Arce, ha declinado hacerle preguntas al compareciente y ha dedicado sus minutos de intervención a subrayar la "gran complejidad técnica" de la causa judicial, aún en instrucción y con ocho imputados, y a reprocharle al portavoz de las víctimas que haya acusado a Blanco, Pastor y Catalá de "desviarse en su recto proceder" en la gestión del asunto.
Domínguez le ha replicado que las responsabilidades que él le atribuye a los tres son políticas, no penales. Y ha añadido que "la causa es compleja" porque se cambió al juez cuando el sumario ya acumulaba más de 20.000 folios; la fiscalía "no quería investigar"; y la Xunta de Alberto Núñez Feijóo "eligió a peritos sin experiencia que pertenecen al Estado" y cuyos dictámenes discrepaban de los del único perito independiente y los técnicos de la Comisión Europea. "Eso de decir que aquí no hay nada claro es un poco infantil. Bajo mi punto de vista y con todos los respetos", ha concluido el representante de las víctimas.
"EUROPA DESMONTÓ LA VERDAD OFICIAL QUE IMPUSO FOMENTO" S. V.
Las víctimas del Alvia han contado a los diputados cómo desde el primer momento se les agilizaron los trámites burocráticos y se les ofrecieron ayudas económicas para zanjar el asunto, pero nunca se cumplieron sus demandas para investigar lo ocurrido. Hasta el punto de que en una reunión con el fiscal del caso, Antonio Roma, y viendo que el representante del ministerio público "solo hablaba de dinero", un miembro de la asociación que perdió a su hijo en el accidente le espetó: "¿Cuánto vale la vida de mi hijo?".
En estos cinco años, ha relatado Jesús Domínguez, los familiares de fallecidos y supervivientes en el accidente han visto cómo los cargos públicos llamados a declarar por el juez se negaban a hablar; cómo Fomento tardaba hasta cuatro años en entregar al juzgado documentación de relevancia; y cómo fue la Comisión Europea la que finalmente "desmontó la verdad oficial que con Pastor al frente [los responsables del ministerio] quisieron imponer", gracias al informe de la Agencia Ferroviaria Europea que ha dado un giro a la instrucción judicial.
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lunes, 30 de julio de 2018
El PP agita el miedo a la llegada de “millones” de inmigrantes Casado promete “defender” a las fuerzas de seguridad “de las propias autoridades”
El nuevo PP de Pablo Casado, como otros líderes de la derecha de Europa y EE UU, abraza “la defensa de las fronteras” como una de sus banderas y parte de la “oposición contundente” que ha ordenado hacer contra el Gobierno de Pedro Sánchez. Casado alerta del “efecto llamada” y acusa a los socialistas de “demagogos” en materia migratoria. “No es posible que haya papeles para todos y que España pueda absorber millones de africanos”, declaró este domingo, al tiempo que prometió “defender” a las fuerzas de seguridad “de las propias autoridades”.
Las acusaciones de Casado contrastan con los datos oficiales de la llegada de inmigrantes irregulares a España. Según el Ministerio de Interior, los extranjeros sin papeles llegados por vía marítima a nuestro país desde que comenzó 2018 son 17.605, cuando en 2017, con el Gobierno de Mariano Rajoy, fueron 21.971. Por vía terrestre, es decir a través de Ceuta y Melilla, entraron el año pasado 3.280 personas, mientras en lo que va de 2018 han llegado 3.292.
Pese a los datos, el líder del PP ha sostenido que “la izquierda no tiene el monopolio de los buenos sentimientos". "Nosotros somos solidarios con quien lo necesita”, dijo Casado, a modo de introducción, antes de hacer un discurso contrario a las políticas de acogida y de mano dura para frenar lo que llama “el efecto llamada”. Con esta narrativa, el nuevo presidente del PP se suma a la línea dura planteada por numerosos líderes de la derecha europea.
Ada Colau ✔
@AdaColau Seamos sinceros y responsables: Europa se fundó para defender la vida y decir nunca más al racismo ni el fascismo ¿somos o no somos demócratas? ¿Y europeos? Normalizar declaraciones como las d Casado o Salvini es el 1er paso hacia la destrucción de Europa y de la misma democracia Pablo Casado Blanco ✔
@pablocasado_ No es posible que haya papeles para todos, ni es sostenible un estado de bienestar que pueda absorber a los millones de africanos que quieren venir a Europa y tenemos que decirlo, aunque sea políticamente incorrecto. Seamos sinceros y responsables con esta cuestión. https://twitter.com/PPopular/status/1023569128366452736 …
“Lo que los españoles están buscando es que haya un partido que diga claramente que no es posible que haya papeles para todos y que España absorba a millones de africanos que quieren venir a Europa”, insistió Casado durante un acto de partido en Ávila. El tono recordaba al de José María Aznar, el presidente del Gobierno que endureció la ley de extranjería con tres reformas en ocho años, auspiciadas por el mismo concepto: “el efecto llamada”.
Casado envolvió su discurso en la misma filosofía de defensa de las ideas “sin complejos” que repitió durante la campaña de primarias hasta ser elegido nuevo presidente del PP. “Tenemos que decirlo, aunque no sea políticamente correcto. En materia de inmigración hay que ser responsables y sinceros, no populistas. Es un tema que está preocupando a la gente”. El secretario general de VOX, Javier Ortega Smith, partido cuyos votos pretende recuperar Casado, aseguró este domingo que lo que ocurre con la inmigración no es “una crisis humanitaria”, sino una “invasión programada por organizaciones criminales y gobiernos extranjeros cómplices”.
El presidente de los populares culpó al presidente de Gobierno de provocar ese “efecto llamada”, como han sugerido otros políticos europeos. “Mientras Sánchez estaba en Valencia recibiendo a un barco, en Almería y en Algeciras estaban llegando 1.500 inmigrantes”, dijo. “Hay un millón de inmigrantes esperando en las costas libias planteándose una nueva ruta a través de España” y “estudios de ONG que dicen que hay 50 millones de inmigrantes africanos recabando dinero para poder hacer estas rutas en las que las mafias les cobran de 2.000 a 4.000 euros dejándoles en ataúdes flotantes”, añadió.
Defensor de la policía
Casado dedicó buena parte de su intervención a erigirse en defensor de las fuerzas de seguridad del Estado. “El PP no va a consentir ataques a policías y va a apoyar sin complejos ni fisuras a la Policía y la Guardia Civil”, dijo, antes de anunciar que se desplazaría a Ceuta para “abrazar” a los agentes y “darles las gracias por defender las fronteras de España y los derechos y libertades de los españoles”.
Casado aprovechó su defensa de la labor de los cuerpos de seguridad para reivindicar la polémica ley de seguridad ciudadana aprobada por el Gobierno de Rajoy y conocida como ley mordaza. “Para eso estaba la ley. No solo para evitar que a policías indefensos y sin casco les estuvieran dando ladrillazos mientras un locutor que ahora dirige un partido político como Podemos decía que se emocionaba en su programa de televisión; sino también para que nuestros agentes de la Guardia Civil y Policía no sean atacados con cal viva, humillados y encima vilipendiados por las propias autoridades que debían defenderles. No vamos a consentirlo”.
DESFILE DE VISITAS POLÍTICAS A CEUTA
“Ayer Pablo Casado anunció que visitará Ceuta el miércoles para apoyar a la policía y la Guardia Civil. Pocas horas después, el ministro del Interior y Albert Rivera han informado que también visitarán la cuidad autónoma. Está claro que el PP vuelve a liderar la iniciativa política”, tuiteó este domingo el partido a última hora de la tarde.
Dos horas antes, el líder de Ciudadanos también había hecho su anuncio: “Mañana [por el lunes] estaré en Ceuta escuchando y apoyando a los agentes de la policía nacional y guardia civil que hacen cumplir la ley en nuestra frontera”.
La inmigración se ha convertido en una de las principales fuentes de munición contra el Gobierno de Pedro Sánchez para los partidos de centro derecha.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, visitó el sábado Algeciras para conocer la situación sobre el terreno y “respaldar y agradecer” la labor de las fuerzas de seguridad. También Sánchez alabó su “profesionalidad, humanidad y respeto a la ley incluso en las circunstancias más difíciles”.
https://elpais.com/politica/2018/07/29/actualidad/1532879940_875696.html
Las acusaciones de Casado contrastan con los datos oficiales de la llegada de inmigrantes irregulares a España. Según el Ministerio de Interior, los extranjeros sin papeles llegados por vía marítima a nuestro país desde que comenzó 2018 son 17.605, cuando en 2017, con el Gobierno de Mariano Rajoy, fueron 21.971. Por vía terrestre, es decir a través de Ceuta y Melilla, entraron el año pasado 3.280 personas, mientras en lo que va de 2018 han llegado 3.292.
Pese a los datos, el líder del PP ha sostenido que “la izquierda no tiene el monopolio de los buenos sentimientos". "Nosotros somos solidarios con quien lo necesita”, dijo Casado, a modo de introducción, antes de hacer un discurso contrario a las políticas de acogida y de mano dura para frenar lo que llama “el efecto llamada”. Con esta narrativa, el nuevo presidente del PP se suma a la línea dura planteada por numerosos líderes de la derecha europea.
Ada Colau ✔
@AdaColau Seamos sinceros y responsables: Europa se fundó para defender la vida y decir nunca más al racismo ni el fascismo ¿somos o no somos demócratas? ¿Y europeos? Normalizar declaraciones como las d Casado o Salvini es el 1er paso hacia la destrucción de Europa y de la misma democracia Pablo Casado Blanco ✔
@pablocasado_ No es posible que haya papeles para todos, ni es sostenible un estado de bienestar que pueda absorber a los millones de africanos que quieren venir a Europa y tenemos que decirlo, aunque sea políticamente incorrecto. Seamos sinceros y responsables con esta cuestión. https://twitter.com/PPopular/status/1023569128366452736 …
“Lo que los españoles están buscando es que haya un partido que diga claramente que no es posible que haya papeles para todos y que España absorba a millones de africanos que quieren venir a Europa”, insistió Casado durante un acto de partido en Ávila. El tono recordaba al de José María Aznar, el presidente del Gobierno que endureció la ley de extranjería con tres reformas en ocho años, auspiciadas por el mismo concepto: “el efecto llamada”.
Casado envolvió su discurso en la misma filosofía de defensa de las ideas “sin complejos” que repitió durante la campaña de primarias hasta ser elegido nuevo presidente del PP. “Tenemos que decirlo, aunque no sea políticamente correcto. En materia de inmigración hay que ser responsables y sinceros, no populistas. Es un tema que está preocupando a la gente”. El secretario general de VOX, Javier Ortega Smith, partido cuyos votos pretende recuperar Casado, aseguró este domingo que lo que ocurre con la inmigración no es “una crisis humanitaria”, sino una “invasión programada por organizaciones criminales y gobiernos extranjeros cómplices”.
El presidente de los populares culpó al presidente de Gobierno de provocar ese “efecto llamada”, como han sugerido otros políticos europeos. “Mientras Sánchez estaba en Valencia recibiendo a un barco, en Almería y en Algeciras estaban llegando 1.500 inmigrantes”, dijo. “Hay un millón de inmigrantes esperando en las costas libias planteándose una nueva ruta a través de España” y “estudios de ONG que dicen que hay 50 millones de inmigrantes africanos recabando dinero para poder hacer estas rutas en las que las mafias les cobran de 2.000 a 4.000 euros dejándoles en ataúdes flotantes”, añadió.
Defensor de la policía
Casado dedicó buena parte de su intervención a erigirse en defensor de las fuerzas de seguridad del Estado. “El PP no va a consentir ataques a policías y va a apoyar sin complejos ni fisuras a la Policía y la Guardia Civil”, dijo, antes de anunciar que se desplazaría a Ceuta para “abrazar” a los agentes y “darles las gracias por defender las fronteras de España y los derechos y libertades de los españoles”.
Casado aprovechó su defensa de la labor de los cuerpos de seguridad para reivindicar la polémica ley de seguridad ciudadana aprobada por el Gobierno de Rajoy y conocida como ley mordaza. “Para eso estaba la ley. No solo para evitar que a policías indefensos y sin casco les estuvieran dando ladrillazos mientras un locutor que ahora dirige un partido político como Podemos decía que se emocionaba en su programa de televisión; sino también para que nuestros agentes de la Guardia Civil y Policía no sean atacados con cal viva, humillados y encima vilipendiados por las propias autoridades que debían defenderles. No vamos a consentirlo”.
DESFILE DE VISITAS POLÍTICAS A CEUTA
“Ayer Pablo Casado anunció que visitará Ceuta el miércoles para apoyar a la policía y la Guardia Civil. Pocas horas después, el ministro del Interior y Albert Rivera han informado que también visitarán la cuidad autónoma. Está claro que el PP vuelve a liderar la iniciativa política”, tuiteó este domingo el partido a última hora de la tarde.
Dos horas antes, el líder de Ciudadanos también había hecho su anuncio: “Mañana [por el lunes] estaré en Ceuta escuchando y apoyando a los agentes de la policía nacional y guardia civil que hacen cumplir la ley en nuestra frontera”.
La inmigración se ha convertido en una de las principales fuentes de munición contra el Gobierno de Pedro Sánchez para los partidos de centro derecha.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, visitó el sábado Algeciras para conocer la situación sobre el terreno y “respaldar y agradecer” la labor de las fuerzas de seguridad. También Sánchez alabó su “profesionalidad, humanidad y respeto a la ley incluso en las circunstancias más difíciles”.
https://elpais.com/politica/2018/07/29/actualidad/1532879940_875696.html
La banca ignora el 36% de las quejas de clientes que acepta el Banco de España. Según el informe de 2017, se presentaron 5.927 reclamaciones en las que la entidad obró mal, pero solo rectificaron en 3.552 casos.
Los bancos se resisten a rectificar en todos los casos en los que el Banco de España dice que sus clientes tienen razón.
Según el último informe del supervisor, que analiza todo 2017, se presentaron 5.927 reclamaciones en las que la entidad había obrado de forma incorrecta. Sin embargo, los bancos solo asumieron su error en 3.552 casos, el 64% del total, y en las otras 2.017 ocasiones han mantenido su posición, por lo que a los clientes solo les queda acudir a la vía judicial, que es costosa y lenta. La legislación no obliga a las entidades a cumplir el dictamen del supervisor, aunque se afirme que ha habido abuso bancario.
Las cifras de 2017 suponen un cambio respecto a la situación anterior en las reclamaciones. De hecho, son casi inversas, es decir, en 2016, los bancos solo rectificaron en el 36,8% de los casos en los que el Banco de España dio la razón a los clientes. Ahora, el sector financiero rectifica en el 64% de los casos, casi el doble.
¿Por qué este cambio de actitud? La banca ha modificado su proceder tras comprobar el profundo malestar del Banco de España por su actitud. El supervisor entendió que el sector tenía una falta de voluntad para atajar el problema de las reclamaciones, algo que afecta directamente a la reputación de la banca, según comentaron fuentes del supervisor en una comparecencia pasada. Las entidades que más se resistían a admitir sus errores fueron sometidas a estrictos controles de su política comercial, incluido un nuevo protocolo de mejora del servicio, que ha tenido efectos.
Quejas casi triplicadas
En total, en 2017 el Banco de España recibió 40.176 quejas de los clientes bancarios, cifra récord y un 277% más que el año anterior, cuando se recibieron 14.462. Entre los allanamientos (acuerdo previo) y las veces que la entidad admitió su error, un total de 5.243 reclamaciones lograron su objetivo, lo que supone solo un 13% del total. En el camino se han quedado el 87% de los casos, pero por razones muy diferentes. El 81% de las quejas están relacionadas con las hipotecas, el 8% con las cuentas y los depósitos y el 3,6% con las tarjetas. Quedan por resolver 358 reclamaciones.
Otro elemento que ha ayudado a que los bancos reconozcan sus errores es que la vía judicial está siendo muy desfavorable. Según el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), desde abril de 2017 hasta marzo de 2018, los juzgados especializados en hipotecas han recibido 208.651 casos y han resuelto en total 29.849, el 14%. Es decir, cada día laborable (con agosto inhábil) se presentan 915 casos contra los bancos y se resuelven 128. El 97,6% de las sentencias han sido favorables a los clientes. El 97,6% de las sentencias han sido favorables a los clientes.
Pero el problema es mayor porque antes de llegar al Banco de España los clientes deben reclamar a su entidad. El año pasado, solo la banca cotizada —Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Sabadell y Popular—, recibió más de 864.884, según las propias entidades. recibió más de 864.884, según las propias entidades. La cifra es cuatro veces superior a la de 2016 en buena medida, según el sector, por el auge de quejas sobre cláusulas suelo y de reparto de gastos de la hipoteca, como adelantó Cinco Días. De estas quejas, solo se dio la razón al cliente en un 21% de los casos, según las propias entidades.
Quizá por este aluvión de protestas, en 1.691 ocasiones, en cuanto el Banco de España informó a la entidad que tenía una queja puesta por un determinado cliente, el banco afectado se allanó, es decir, admitió su culpa. A partir de ese momento, se anula el procedimiento.
“Unas mayores tasas de rectificación son bienvenidas en la medida en que suponen resolver la controversia a favor del cliente. Por otro lado, impulsan al Departamento de Conducta de Mercado y Reclamaciones a incluir en sus acciones supervisoras actuaciones específicas encaminadas a inducir a las entidades a asumir sus criterios en fases anteriores del procedimiento de reclamación e incluso, ya idealmente, en su origen”, apuntaron fuentes del supervisor.
LA MITAD DE LAS DEMANDAS, INCOMPLETAS O IMPROCEDENTES
La mitad de las quejas que recibe el Banco de España, 20.149 en total en 2017, no se admitieron o tenían documentación insuficiente. Según el informe, se inadmitieron 12.676 reclamaciones por razones variadas, aunque la más común fue que iban dirigidas contra entidades no supervisadas por el Banco de España.
“En 7.473 ocasiones, se solicitó al interesado que aportase cierta documentación, sin que hasta la fecha haya respondido”, apunta el informe oficial, por lo que oficialmente queda archivado. La mayor parte de los casos se trata de clientes que no habían presentado previamente la reclamación ante la entidad afectada, un paso ineludible. Otro gran bloque, 8.800 expedientes, son pertinentes pero “no se puede emitir ningún pronunciamiento”, dice el Banco de España. En su mayoría son gastos de formalización de la hipoteca, por lo que el supervisor “exige a la entidad” que cumpla con la sentencia del Supremo.
https://elpais.com/economia/2018/07/17/actualidad/1531852029_626713.html
Según el último informe del supervisor, que analiza todo 2017, se presentaron 5.927 reclamaciones en las que la entidad había obrado de forma incorrecta. Sin embargo, los bancos solo asumieron su error en 3.552 casos, el 64% del total, y en las otras 2.017 ocasiones han mantenido su posición, por lo que a los clientes solo les queda acudir a la vía judicial, que es costosa y lenta. La legislación no obliga a las entidades a cumplir el dictamen del supervisor, aunque se afirme que ha habido abuso bancario.
Las cifras de 2017 suponen un cambio respecto a la situación anterior en las reclamaciones. De hecho, son casi inversas, es decir, en 2016, los bancos solo rectificaron en el 36,8% de los casos en los que el Banco de España dio la razón a los clientes. Ahora, el sector financiero rectifica en el 64% de los casos, casi el doble.
¿Por qué este cambio de actitud? La banca ha modificado su proceder tras comprobar el profundo malestar del Banco de España por su actitud. El supervisor entendió que el sector tenía una falta de voluntad para atajar el problema de las reclamaciones, algo que afecta directamente a la reputación de la banca, según comentaron fuentes del supervisor en una comparecencia pasada. Las entidades que más se resistían a admitir sus errores fueron sometidas a estrictos controles de su política comercial, incluido un nuevo protocolo de mejora del servicio, que ha tenido efectos.
Quejas casi triplicadas
En total, en 2017 el Banco de España recibió 40.176 quejas de los clientes bancarios, cifra récord y un 277% más que el año anterior, cuando se recibieron 14.462. Entre los allanamientos (acuerdo previo) y las veces que la entidad admitió su error, un total de 5.243 reclamaciones lograron su objetivo, lo que supone solo un 13% del total. En el camino se han quedado el 87% de los casos, pero por razones muy diferentes. El 81% de las quejas están relacionadas con las hipotecas, el 8% con las cuentas y los depósitos y el 3,6% con las tarjetas. Quedan por resolver 358 reclamaciones.
Otro elemento que ha ayudado a que los bancos reconozcan sus errores es que la vía judicial está siendo muy desfavorable. Según el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), desde abril de 2017 hasta marzo de 2018, los juzgados especializados en hipotecas han recibido 208.651 casos y han resuelto en total 29.849, el 14%. Es decir, cada día laborable (con agosto inhábil) se presentan 915 casos contra los bancos y se resuelven 128. El 97,6% de las sentencias han sido favorables a los clientes. El 97,6% de las sentencias han sido favorables a los clientes.
Pero el problema es mayor porque antes de llegar al Banco de España los clientes deben reclamar a su entidad. El año pasado, solo la banca cotizada —Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Sabadell y Popular—, recibió más de 864.884, según las propias entidades. recibió más de 864.884, según las propias entidades. La cifra es cuatro veces superior a la de 2016 en buena medida, según el sector, por el auge de quejas sobre cláusulas suelo y de reparto de gastos de la hipoteca, como adelantó Cinco Días. De estas quejas, solo se dio la razón al cliente en un 21% de los casos, según las propias entidades.
Quizá por este aluvión de protestas, en 1.691 ocasiones, en cuanto el Banco de España informó a la entidad que tenía una queja puesta por un determinado cliente, el banco afectado se allanó, es decir, admitió su culpa. A partir de ese momento, se anula el procedimiento.
“Unas mayores tasas de rectificación son bienvenidas en la medida en que suponen resolver la controversia a favor del cliente. Por otro lado, impulsan al Departamento de Conducta de Mercado y Reclamaciones a incluir en sus acciones supervisoras actuaciones específicas encaminadas a inducir a las entidades a asumir sus criterios en fases anteriores del procedimiento de reclamación e incluso, ya idealmente, en su origen”, apuntaron fuentes del supervisor.
LA MITAD DE LAS DEMANDAS, INCOMPLETAS O IMPROCEDENTES
La mitad de las quejas que recibe el Banco de España, 20.149 en total en 2017, no se admitieron o tenían documentación insuficiente. Según el informe, se inadmitieron 12.676 reclamaciones por razones variadas, aunque la más común fue que iban dirigidas contra entidades no supervisadas por el Banco de España.
“En 7.473 ocasiones, se solicitó al interesado que aportase cierta documentación, sin que hasta la fecha haya respondido”, apunta el informe oficial, por lo que oficialmente queda archivado. La mayor parte de los casos se trata de clientes que no habían presentado previamente la reclamación ante la entidad afectada, un paso ineludible. Otro gran bloque, 8.800 expedientes, son pertinentes pero “no se puede emitir ningún pronunciamiento”, dice el Banco de España. En su mayoría son gastos de formalización de la hipoteca, por lo que el supervisor “exige a la entidad” que cumpla con la sentencia del Supremo.
https://elpais.com/economia/2018/07/17/actualidad/1531852029_626713.html
MÁS INFORMACIÓN
Pour lire Piketty, el retorno de la economía política.
Jose Candela
Economistas frente a la crisis
Por lo tanto, la ficción de la mercancía provee un principio de organización vital en lo referente al conjunto de la sociedad, afectando casi todas sus instituciones en la forma más variada, a saber: el principio según el cual no debiera permitirse ningún arreglo o comportamiento que pudiera impedir el funcionamiento efectivo del mecanismo de mercado según los lineamientos de la ficción de las mercancías (Karl Polanyi, 1942. La Gran Transformación)
Casi setenta y cinco años después de la publicación del último gran clásico de la Economía Política, el estadístico y economista francés Thomas Piketty recupera la tradición crítica perdida por el pensamiento económico en el siglo XX, para ofrecernos una nueva obra clásica. Con él, la economía vuelve a ser una forma de exponer las limitaciones del hogar humano, en el seno de unas concretas relaciones sociales, regidas por unas instituciones políticas claramente idiosincrásicas a esa sociedad.
Piketty no se cansa de repetirnos, desde los primeros capítulos de la obra, que la economía necesita recabar y difundir información, siempre en renovación por el cambio de las tecnologías que la procesan, sobre esas relaciones sociales y esas instituciones. Y nos advierte sobre los cambios que, en una larga elipse, nos devuelven al inicio de la gran crisis de la sociedad capitalista, provocada por el propio desarrollo de la acumulación del capital en el cambio de siglo de la Belle Èpoque a la Gran Guerra. Pero ni las relaciones sociales son las mismas, ni los actores sociales, ni las ficciones nacionalistas que sustentan las estructuras políticas son equiparables. En ese nuevo escenario, la economía de mercado que explosionó en la gran crisis de inicios del siglo XX, generando una guerra civil europea de 30 años, que fue la mayor matanza en la historia humana; esa ficción del mercado autorregulado pretende volver a imponerse desde finales del siglo XX, a caballo de la globalización y de la incapacidad de la organización política entre las naciones, surgida de la II Guerra mundial y el hundimiento soviético de 1989.
El autor, siguiendo la escuela clásica, recurre al relato histórico para mostrar cómo todo cambia durante el siglo XX, mientras las relaciones sociales en Europa y los principales países capitalistas intentan mantener sus rasgos oligárquicos, productos del propio mecanismo de la acumulación de capital. Nuevos actores, irrumpidos en el cataclismo de las matanzas bélicas y el hundimiento de los imperios coloniales, marcan de forma clara los nuevos rasgos de la desigualdad pos-neoliberal, desde la clase media creada por las políticas para embridar a la economía de mercado, a las nuevas potencias industriales asiáticas, emergidas de una nueva forma de nacionalismo no liberal. Obra indudable de la acción del estado, en apoyo, según las naciones concretas, de grupos sociales culturalmente muy diversos, pero, en general, antiliberales. Nuevas configuraciones sociales lideradas en los àíses del viejo capitalismo por una oligarquía, en cuyo centro ya no están los rentistas del Mundo de ayer, sino los altos ejecutivos, que además influyen directamente en los gobiernos, como ha sido el papel jugado por Goldman Sachs en el enfoque de la gestión de la crisis de 2008, y en las políticas económicas, y sobre todo monetaria y bancaria europea desde esa fecha.
En ese mundo, que el autor consigue describir gracias a la estadística, destaca un fenómeno asociado al proceso de globalización: la pérdida de una gran cantidad (entre un 6 y un 10 %) de información sobre la riqueza mundial. Es la misma alerta que el antiguo director de Le Monde Diplomatique, Ignacio Ramonet lanzaba en la última década del siglo XX. Más concreto, gracias al soporte de las estadísticas elaboradas por los equipos con los que ha trabajado veinte años, Pikettty nos dice que la integración de las cifras financieras globales, dan el resultado de que la humanidad debe a Marte, u otro planeta del sistema solar, una cifra significativa de su riqueza; desarrolla la idea con el funcionamiento de los “paraísos fiscales”, para sostener una de sus aportaciones políticas más importantes: solo la construcción de instituciones de política económica democráticas y de escala suficiente (el autor huye de las utopías, aunque la Unión Europea nos lo parezca también, estando en manos de quien está) permitirá acometer las acciones tributarias que, sin necesidad de las grandes matanzas del siglo XX, permitan revertir las consecuencias de la vuelta de la acumulación de capital no regulada, ni sometida a tributación. Su apuesta central es un impuesto progresivo sobre el capital.
Piketty no solo postula la necesidad de más Europa; es plenamente consciente de que sus instituciones tienen que responder a una cultura política democrática, en clara divergencia con el liberalismo neoclásico. Esta premisa implica la compañía de un control de la información financiera. En la época de la revolución informática, y de los robots de inversión y gestión financiera, los procesos de gestión son informáticos, y la difusión y control de los contenidos definen la trasparencia como base de la democracia. En ese criterio democrático, más aún que en el recaudatorio, es donde reside la virtualidad del Impuesto sobre las Transacciones Financieras. Una vieja idea de la democracia radical que, como tantas ideas de los últimos años, se pierde porque la izquierda sabe mucho de lo que hay que hacer, pero no se imagina hacia donde quiere ir. En eso, también el Capital del Sigl XXI es un ejemplo de Economía Política, Piketty quiere gobernar democráticamente la globalización, desde una Europa que aún, no se sabe por cuanto tiempo, conserva los valores que la tragedia de 1914-1945 movilizó en Europa, y crearon ese paréntesis en la historia que es la democracia del bienestar. Solo desde el tamaño demográfico y económico que supone la Unión, canalizado a través de un gobierno democrático, pueden cambiarse las tendencias a la desigualdad extrema, que dominan la acumulación de capital dejada a la autorregulación del mercado. Por eso, el autor termina su libro con esta advertencia a los economistas: “Todos los ciudadanos deberían interesarse seriamente por el dinero, su comportamiento, los hechos y las evoluciones que lo rodean: Quienes tienen mucho nunca se olvidan de defender sus intereses. Negarse a usar cifras rara vez favorece a los más pobres”.
Fuente:
https://economistasfrentealacrisis.com/pour-lire-piketty-el-retorno-de-la-economia-politica/
Economistas frente a la crisis
Por lo tanto, la ficción de la mercancía provee un principio de organización vital en lo referente al conjunto de la sociedad, afectando casi todas sus instituciones en la forma más variada, a saber: el principio según el cual no debiera permitirse ningún arreglo o comportamiento que pudiera impedir el funcionamiento efectivo del mecanismo de mercado según los lineamientos de la ficción de las mercancías (Karl Polanyi, 1942. La Gran Transformación)
Casi setenta y cinco años después de la publicación del último gran clásico de la Economía Política, el estadístico y economista francés Thomas Piketty recupera la tradición crítica perdida por el pensamiento económico en el siglo XX, para ofrecernos una nueva obra clásica. Con él, la economía vuelve a ser una forma de exponer las limitaciones del hogar humano, en el seno de unas concretas relaciones sociales, regidas por unas instituciones políticas claramente idiosincrásicas a esa sociedad.
Piketty no se cansa de repetirnos, desde los primeros capítulos de la obra, que la economía necesita recabar y difundir información, siempre en renovación por el cambio de las tecnologías que la procesan, sobre esas relaciones sociales y esas instituciones. Y nos advierte sobre los cambios que, en una larga elipse, nos devuelven al inicio de la gran crisis de la sociedad capitalista, provocada por el propio desarrollo de la acumulación del capital en el cambio de siglo de la Belle Èpoque a la Gran Guerra. Pero ni las relaciones sociales son las mismas, ni los actores sociales, ni las ficciones nacionalistas que sustentan las estructuras políticas son equiparables. En ese nuevo escenario, la economía de mercado que explosionó en la gran crisis de inicios del siglo XX, generando una guerra civil europea de 30 años, que fue la mayor matanza en la historia humana; esa ficción del mercado autorregulado pretende volver a imponerse desde finales del siglo XX, a caballo de la globalización y de la incapacidad de la organización política entre las naciones, surgida de la II Guerra mundial y el hundimiento soviético de 1989.
El autor, siguiendo la escuela clásica, recurre al relato histórico para mostrar cómo todo cambia durante el siglo XX, mientras las relaciones sociales en Europa y los principales países capitalistas intentan mantener sus rasgos oligárquicos, productos del propio mecanismo de la acumulación de capital. Nuevos actores, irrumpidos en el cataclismo de las matanzas bélicas y el hundimiento de los imperios coloniales, marcan de forma clara los nuevos rasgos de la desigualdad pos-neoliberal, desde la clase media creada por las políticas para embridar a la economía de mercado, a las nuevas potencias industriales asiáticas, emergidas de una nueva forma de nacionalismo no liberal. Obra indudable de la acción del estado, en apoyo, según las naciones concretas, de grupos sociales culturalmente muy diversos, pero, en general, antiliberales. Nuevas configuraciones sociales lideradas en los àíses del viejo capitalismo por una oligarquía, en cuyo centro ya no están los rentistas del Mundo de ayer, sino los altos ejecutivos, que además influyen directamente en los gobiernos, como ha sido el papel jugado por Goldman Sachs en el enfoque de la gestión de la crisis de 2008, y en las políticas económicas, y sobre todo monetaria y bancaria europea desde esa fecha.
En ese mundo, que el autor consigue describir gracias a la estadística, destaca un fenómeno asociado al proceso de globalización: la pérdida de una gran cantidad (entre un 6 y un 10 %) de información sobre la riqueza mundial. Es la misma alerta que el antiguo director de Le Monde Diplomatique, Ignacio Ramonet lanzaba en la última década del siglo XX. Más concreto, gracias al soporte de las estadísticas elaboradas por los equipos con los que ha trabajado veinte años, Pikettty nos dice que la integración de las cifras financieras globales, dan el resultado de que la humanidad debe a Marte, u otro planeta del sistema solar, una cifra significativa de su riqueza; desarrolla la idea con el funcionamiento de los “paraísos fiscales”, para sostener una de sus aportaciones políticas más importantes: solo la construcción de instituciones de política económica democráticas y de escala suficiente (el autor huye de las utopías, aunque la Unión Europea nos lo parezca también, estando en manos de quien está) permitirá acometer las acciones tributarias que, sin necesidad de las grandes matanzas del siglo XX, permitan revertir las consecuencias de la vuelta de la acumulación de capital no regulada, ni sometida a tributación. Su apuesta central es un impuesto progresivo sobre el capital.
Piketty no solo postula la necesidad de más Europa; es plenamente consciente de que sus instituciones tienen que responder a una cultura política democrática, en clara divergencia con el liberalismo neoclásico. Esta premisa implica la compañía de un control de la información financiera. En la época de la revolución informática, y de los robots de inversión y gestión financiera, los procesos de gestión son informáticos, y la difusión y control de los contenidos definen la trasparencia como base de la democracia. En ese criterio democrático, más aún que en el recaudatorio, es donde reside la virtualidad del Impuesto sobre las Transacciones Financieras. Una vieja idea de la democracia radical que, como tantas ideas de los últimos años, se pierde porque la izquierda sabe mucho de lo que hay que hacer, pero no se imagina hacia donde quiere ir. En eso, también el Capital del Sigl XXI es un ejemplo de Economía Política, Piketty quiere gobernar democráticamente la globalización, desde una Europa que aún, no se sabe por cuanto tiempo, conserva los valores que la tragedia de 1914-1945 movilizó en Europa, y crearon ese paréntesis en la historia que es la democracia del bienestar. Solo desde el tamaño demográfico y económico que supone la Unión, canalizado a través de un gobierno democrático, pueden cambiarse las tendencias a la desigualdad extrema, que dominan la acumulación de capital dejada a la autorregulación del mercado. Por eso, el autor termina su libro con esta advertencia a los economistas: “Todos los ciudadanos deberían interesarse seriamente por el dinero, su comportamiento, los hechos y las evoluciones que lo rodean: Quienes tienen mucho nunca se olvidan de defender sus intereses. Negarse a usar cifras rara vez favorece a los más pobres”.
Fuente:
https://economistasfrentealacrisis.com/pour-lire-piketty-el-retorno-de-la-economia-politica/
Descargas eléctricas como ‘terapia’ escolar. Una juez avala el polémico método que utiliza un colegio de EE UU con el apoyo de los padres.
La“terapia de aversión” tiene como objetivo cambiar un comportamiento. Cuando se quiso sanarla homosexualidad, los doctores exponían a sus pacientes a imágenes excitantes para después aplicarles una descarga eléctrica. Así, la persona reprimía sus impulsos al asociarlos a la experiencia dolorosa. El Centro Educativo Juez Rotenberg (JRC) de Massachusetts castiga a sus alumnos con capacidades diferentes utilizando un tratamiento similar desde hace 30 años. Es el único que aplica este sistema en EE UU y en junio logró el respaldo de una juez para continuar su labor, pese al repudio de las organizaciones de defensa de los derechos de las personas con discapacidad y la Unión Americana por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés). Los padres de los alumnos celebraron la noticia: “Hemos intentado y continuaremos probando todo lo que está disponible para nuestros hijos”.
El centro defiende utilizar el tratamiento cuando los alumnos están en riesgo de hacerse daño a sí mismos o a otros. Sin embargo, Andre McCollins sabe que no es así. En 2012 se publicó un vídeo en el que se veía al joven autista enfadado porque no quería quitarse el abrigo en la sala. El castigo a su rebeldía fue someterlo durante siete horas a 31 descargas eléctricas mientras lo tenían amarrado boca abajo a una camilla y con un casco en la cabeza. Quedó catatónico durante un mes. “No tenía idea de que torturaban a los niños en la escuela”, reconoció la madre de McCollins en los tribunales tras demandar a la institución. Llegaron a un acuerdo por un monto que no fue revelado.
El tratamiento no funciona como una terapia de electrochoque. Los niños y adultos con trastornos emocionales y con discapacidades de aprendizaje tienen atado a las piernas y muñecas un dispositivo de descarga eléctrica gradual. El personal posee un control remoto en el que presionan un botón cuando quieren castigarlos, según cuenta The Washington Post, que visitó el centro en una oportunidad. Pueden enviar una descarga de hasta 45,5 miliamperios de electricidad, lo que produce un fuerte dolor e importantes contracciones musculares. Los efectos secundarios incluyen quemaduras, complicaciones cardiacas y estrés postraumático.
En 2014, una petición reunió 300.000 firmas para que la FDA, máxima autoridad sanitaria de EE UU, prohibiera usar estos dispositivos en tratamientos a personas con discapacidad. Tras dos años de investigaciones, la FDA informó que el JRC utilizaba el tratamiento aversivo en 50 alumnos y presentó formalmente su rechazo. El entonces director interino de la Oficina de Evaluación de Dispositivos sostuvo: "Estos artefactos son peligrosos y un riesgo para la salud pública, y creemos que no deberían usarse”. La FDA aprobó en 2016 un reglamento que los prohibe, pero aún no se implementa porque "continúan revisando los comentarios a su expediente".
Un momento clave para renovar las fuerzas de los detractores fue cuando el relator especial sobre la Tortura de la ONU denunció la práctica del centro en 2011: “Eso no es un tratamiento, es tortura”. La administración de Massachusetts intentó frenar al establecimiento en 2014, pero tras un largo proceso, el Juzgado Familiar del Condado de Bristol negó en junio la moción. “(El Estado) no pudo demostrar que exista un consenso profesional de que el tratamiento aversivo de nivel III utilizado en el centro no se ajusta al estándar de atención aceptado para tratar a las personas con discapacidades intelectuales y de desarrollo”, sentenció la juez Katherine Field. El Departamento de Salud de Massachusetts apeló la decisión y el establecimiento respondió a través de un comunicado: “Confiamos en que el tribunal tomó la decisión correcta conforme al testimonio de expertos y familiares y otras pruebas presentadas y estamos seguros de que la decisión se ratificará”.
Los padres de los alumnos han mostrado su “repudio” a las autoridades del Estado por “actuar de mala fe”, además de publicar una declaración en la que defendían el amor a sus hijos. Ahora, con la apelación como próxima batalla legal, esperan “con ansia” que el tribunal no cambie de opinión: “Nunca uno de estos supuestos defensores o activistas nos ofreció un tratamiento nuevo o mejor para nuestros hijos”.
https://elpais.com/internacional/2018/07/25/actualidad/1532554917_551061.html
El centro defiende utilizar el tratamiento cuando los alumnos están en riesgo de hacerse daño a sí mismos o a otros. Sin embargo, Andre McCollins sabe que no es así. En 2012 se publicó un vídeo en el que se veía al joven autista enfadado porque no quería quitarse el abrigo en la sala. El castigo a su rebeldía fue someterlo durante siete horas a 31 descargas eléctricas mientras lo tenían amarrado boca abajo a una camilla y con un casco en la cabeza. Quedó catatónico durante un mes. “No tenía idea de que torturaban a los niños en la escuela”, reconoció la madre de McCollins en los tribunales tras demandar a la institución. Llegaron a un acuerdo por un monto que no fue revelado.
El tratamiento no funciona como una terapia de electrochoque. Los niños y adultos con trastornos emocionales y con discapacidades de aprendizaje tienen atado a las piernas y muñecas un dispositivo de descarga eléctrica gradual. El personal posee un control remoto en el que presionan un botón cuando quieren castigarlos, según cuenta The Washington Post, que visitó el centro en una oportunidad. Pueden enviar una descarga de hasta 45,5 miliamperios de electricidad, lo que produce un fuerte dolor e importantes contracciones musculares. Los efectos secundarios incluyen quemaduras, complicaciones cardiacas y estrés postraumático.
En 2014, una petición reunió 300.000 firmas para que la FDA, máxima autoridad sanitaria de EE UU, prohibiera usar estos dispositivos en tratamientos a personas con discapacidad. Tras dos años de investigaciones, la FDA informó que el JRC utilizaba el tratamiento aversivo en 50 alumnos y presentó formalmente su rechazo. El entonces director interino de la Oficina de Evaluación de Dispositivos sostuvo: "Estos artefactos son peligrosos y un riesgo para la salud pública, y creemos que no deberían usarse”. La FDA aprobó en 2016 un reglamento que los prohibe, pero aún no se implementa porque "continúan revisando los comentarios a su expediente".
Un momento clave para renovar las fuerzas de los detractores fue cuando el relator especial sobre la Tortura de la ONU denunció la práctica del centro en 2011: “Eso no es un tratamiento, es tortura”. La administración de Massachusetts intentó frenar al establecimiento en 2014, pero tras un largo proceso, el Juzgado Familiar del Condado de Bristol negó en junio la moción. “(El Estado) no pudo demostrar que exista un consenso profesional de que el tratamiento aversivo de nivel III utilizado en el centro no se ajusta al estándar de atención aceptado para tratar a las personas con discapacidades intelectuales y de desarrollo”, sentenció la juez Katherine Field. El Departamento de Salud de Massachusetts apeló la decisión y el establecimiento respondió a través de un comunicado: “Confiamos en que el tribunal tomó la decisión correcta conforme al testimonio de expertos y familiares y otras pruebas presentadas y estamos seguros de que la decisión se ratificará”.
Los padres de los alumnos han mostrado su “repudio” a las autoridades del Estado por “actuar de mala fe”, además de publicar una declaración en la que defendían el amor a sus hijos. Ahora, con la apelación como próxima batalla legal, esperan “con ansia” que el tribunal no cambie de opinión: “Nunca uno de estos supuestos defensores o activistas nos ofreció un tratamiento nuevo o mejor para nuestros hijos”.
https://elpais.com/internacional/2018/07/25/actualidad/1532554917_551061.html
domingo, 29 de julio de 2018
Imagina. En ese extraño país la democracia parece estar tutelada aun por ese dictador desde su tumba.
Imagina que el 14 de abril de 1931 se instituyó en un extraño país una República con una Constitución democrática. Imagina que, en julio de 1936, un general golpista se proclamó a sí mismo salvador de la patria y derribó a sangre y fuego ese régimen legalmente constituido, provocando una guerra civil con medio millón de muertos y otros tantos desterrados. Imagina que, después de su victoria, este general sumió a ese extraño país en una dictadura férrea de 40 años sin dejar de fusilar a miles de ciudadanos bajo juicios sumarísimos y mientras mantenía las cárceles llenas de presos políticos se sirvió de ellos como esclavos para construir un mausoleo faraónico perforando una montaña bajo una desmesurada cruz de granito.
Imagina que ese panteón situado a las afueras de la capital del Estado le sirvió de propia sepultura y que allí permanecen sus despojos todavía, pero, antes de morir, este general golpista nombró a su sucesor a título de rey, quien después de verse envuelto en varios escándalos de corrupción tuvo que abdicar en su hijo.
Imagina que uno de los ministros de este dictador fundó una formación política de derechas con el nombre de Partido Popular, que ha gobernado en ese extraño país gracias a una Transición democrática cuyos aciertos han permitido a los ciudadanos, no sin ciertos riesgos, vivir en libertad bajo una Constitución, que parte del territorio no acata. Imagina que un juez alemán muy escrupuloso ha recibido una euroorden para que entregue a ese extraño país a uno de sus políticos prófugo de la justicia.
Pensando en lo que sería Alemania si tuviera a Hitler en un gran mausoleo cerca de Berlín, tal vez ese juez no consiga desprenderse de ciertos prejuicios al sospechar, aunque sea de forma difusa y muy confusa, que, en ese extraño país, la democracia parece estar tutelada aún por ese dictador desde su tumba.
https://elpais.com/elpais/2018/07/27/opinion/1532693032_489793.html
Imagina que ese panteón situado a las afueras de la capital del Estado le sirvió de propia sepultura y que allí permanecen sus despojos todavía, pero, antes de morir, este general golpista nombró a su sucesor a título de rey, quien después de verse envuelto en varios escándalos de corrupción tuvo que abdicar en su hijo.
Imagina que uno de los ministros de este dictador fundó una formación política de derechas con el nombre de Partido Popular, que ha gobernado en ese extraño país gracias a una Transición democrática cuyos aciertos han permitido a los ciudadanos, no sin ciertos riesgos, vivir en libertad bajo una Constitución, que parte del territorio no acata. Imagina que un juez alemán muy escrupuloso ha recibido una euroorden para que entregue a ese extraño país a uno de sus políticos prófugo de la justicia.
Pensando en lo que sería Alemania si tuviera a Hitler en un gran mausoleo cerca de Berlín, tal vez ese juez no consiga desprenderse de ciertos prejuicios al sospechar, aunque sea de forma difusa y muy confusa, que, en ese extraño país, la democracia parece estar tutelada aún por ese dictador desde su tumba.
https://elpais.com/elpais/2018/07/27/opinion/1532693032_489793.html
Hallan 40.000 nuevos documentos de Negrín sobre Catalunya, el POUM y la Guerra
Agencias
La familia del último presidente del Gobierno de la República ha encontrado en el sótano de su vivienda de París información relevante
La familia de Juan Negrín, el último presidente del Gobierno de la República, ha hallado en el sótano de su vivienda de París un baúl con unos 40.000 documentos desconocidos, muchos de los cuales tratan sobre el Estatut de Catalunya de 1933, el proceso al POUM y la Guerra Civil.
La presidenta de honor de la Fundación Negrín, Carmen Negrín, nieta del gobernante republicano, ha confirmado a Efe que esos documentos, cuyo hallazgo ha sido adelantado por RNE, aparecieron al intentar ordenar una colección de cerca de 8.000 libros que estaba almacenada en un sótano de la vivienda familiar, para preservarlos de las humedades que comenzaban a afectar a ese lugar.
"Tuvimos que hacer sitio y movimos unos baúles que yo creía que estaban vacíos desde hacía tiempo. Pero había uno que pesaba muchísimo y que llevaba la etiqueta 'documentos'", relata Carmen Negrín, cuya fundación calcula inicialmente que, por el volumen del baúl, el descubrimiento puede ser de alrededor de 40.000 folios.
La nieta del presidente del Gobierno republicano y el investigador universitario que le estaba ayudando a seleccionar los libros que Negrín guardaba en el sótano no han tenido tiempo todavía para leer esos expedientes, pero sí que han hojeado muchos de ellos; sobre todo, aquellos cuyos títulos les han llamado la atención.
Una parte de ellos, explica Carmen Negrín, se remonta al periodo republicano previo a la Guerra Civil, cuando su abuelo era diputado. En esa parte de los papeles del baúl, destacan por su cantidad los documentos relativos al Estatuto de Autonomía de Catalunya de 1933. Entre ellos, hay informes, debates y documentos emitidos por la Comisión Mixta en la que se debatió aquel Estatut.
También hay un volumen considerable de documentos que se refieren a uno de los momentos más importantes de la fase final de la Guerra Civil en el bando republicano: el proceso que condujo a la disolución del Partido Obrero de Unificación Marxista, el POUM.
En mayo 1937, tras los enfrentamientos que militantes anarquistas y del POUM (partido de inspiración trostkista) mantuvieron en Barcelona con las autoridades de la República, buena parte de los dirigentes del POUM fueron detenidos y juzgados por rebelión. El baúl inédito de Negrín contiene información sobre todo ese proceso, que él vivió en primera persona como presidente del Gobierno de la República, cargo al que fue promovido precisamente en mayo de 1937 en sustitución de Francisco Largo Caballero.
La colección de expedientes también contiene varios informes fechados en Londres, "de al menos dos centímetros de grosor", del Comité de No Intervención, el organismo creado a instancias de Francia y el Reino Unido con el propósito de evitar la intervención extranjera en la Guerra Civil española (algo que no cumplieron ni Alemania, ni Italia, ni tampoco la Unión Soviética).
Carmen Negrín explica que le ha sorprendido que algunos tienen fecha de 1943 -es decir, de cuatro años después de terminar la guerra en España-, y también que varios llevan impresos los sellos de "secret" y "top secret", lo que obligará a consultar con el Reino Unido si esos documentos aún tienen la condición de clasificados.
Al revisar los libros de Negrín que aún permanecen en el sótano, su nieta ha encontrado algunos que considera "muy interesantes", también por su relación con el POUM y los movimientos anarquistas y, sobre todo, por las dedicatorias que llevan.
Carmen Negrín recuerda que, cuando se disolvió el POUM y la biblioteca de ese partido salió a subasta, su abuelo pidió a un familiar que comprara para él todos los libros de ella que pudiera.
Entre esos libros de la biblioteca del POUM en manos de Negrín, detalla, han recuperado uno de una Asociación anarcosindicalista aliada del partido de Andrés Nin con una dedicatoria manuscrita llamativa: de Joseph Goebbels, el ministro nazi de Propaganda.
También hay otro de 1933 con origen en la misma biblioteca del que solo se publicaron en su día 50 ejemplares firmado por una veintena de alemanes, junto a una foto de Hitler. "Hay una cantidad de propaganda nazi impresionante en los libros que mi abuelo hizo comprar a mi tío cuando se disolvió el POUM. Da una idea de lo que era la biblioteca del POUM y de esa Asociación Anarcosindicalista. Es interesante ver las relaciones", añade.
La nieta de Negrín ya adelanta que la intención de la familia es que esos 40.000 documentos se trasladen a Las Palmas de Gran Canaria, para unirlos al archivo de la Fundación, si bien antes tendrán que pedir permiso a los Archivos Nacionales de Francia. Carmen Negrín no descarta que el legado de su abuelo dé nuevas sorpresa.
La familia del último presidente del Gobierno de la República ha encontrado en el sótano de su vivienda de París información relevante
La familia de Juan Negrín, el último presidente del Gobierno de la República, ha hallado en el sótano de su vivienda de París un baúl con unos 40.000 documentos desconocidos, muchos de los cuales tratan sobre el Estatut de Catalunya de 1933, el proceso al POUM y la Guerra Civil.
La presidenta de honor de la Fundación Negrín, Carmen Negrín, nieta del gobernante republicano, ha confirmado a Efe que esos documentos, cuyo hallazgo ha sido adelantado por RNE, aparecieron al intentar ordenar una colección de cerca de 8.000 libros que estaba almacenada en un sótano de la vivienda familiar, para preservarlos de las humedades que comenzaban a afectar a ese lugar.
"Tuvimos que hacer sitio y movimos unos baúles que yo creía que estaban vacíos desde hacía tiempo. Pero había uno que pesaba muchísimo y que llevaba la etiqueta 'documentos'", relata Carmen Negrín, cuya fundación calcula inicialmente que, por el volumen del baúl, el descubrimiento puede ser de alrededor de 40.000 folios.
La nieta del presidente del Gobierno republicano y el investigador universitario que le estaba ayudando a seleccionar los libros que Negrín guardaba en el sótano no han tenido tiempo todavía para leer esos expedientes, pero sí que han hojeado muchos de ellos; sobre todo, aquellos cuyos títulos les han llamado la atención.
Una parte de ellos, explica Carmen Negrín, se remonta al periodo republicano previo a la Guerra Civil, cuando su abuelo era diputado. En esa parte de los papeles del baúl, destacan por su cantidad los documentos relativos al Estatuto de Autonomía de Catalunya de 1933. Entre ellos, hay informes, debates y documentos emitidos por la Comisión Mixta en la que se debatió aquel Estatut.
También hay un volumen considerable de documentos que se refieren a uno de los momentos más importantes de la fase final de la Guerra Civil en el bando republicano: el proceso que condujo a la disolución del Partido Obrero de Unificación Marxista, el POUM.
En mayo 1937, tras los enfrentamientos que militantes anarquistas y del POUM (partido de inspiración trostkista) mantuvieron en Barcelona con las autoridades de la República, buena parte de los dirigentes del POUM fueron detenidos y juzgados por rebelión. El baúl inédito de Negrín contiene información sobre todo ese proceso, que él vivió en primera persona como presidente del Gobierno de la República, cargo al que fue promovido precisamente en mayo de 1937 en sustitución de Francisco Largo Caballero.
La colección de expedientes también contiene varios informes fechados en Londres, "de al menos dos centímetros de grosor", del Comité de No Intervención, el organismo creado a instancias de Francia y el Reino Unido con el propósito de evitar la intervención extranjera en la Guerra Civil española (algo que no cumplieron ni Alemania, ni Italia, ni tampoco la Unión Soviética).
Carmen Negrín explica que le ha sorprendido que algunos tienen fecha de 1943 -es decir, de cuatro años después de terminar la guerra en España-, y también que varios llevan impresos los sellos de "secret" y "top secret", lo que obligará a consultar con el Reino Unido si esos documentos aún tienen la condición de clasificados.
Al revisar los libros de Negrín que aún permanecen en el sótano, su nieta ha encontrado algunos que considera "muy interesantes", también por su relación con el POUM y los movimientos anarquistas y, sobre todo, por las dedicatorias que llevan.
Carmen Negrín recuerda que, cuando se disolvió el POUM y la biblioteca de ese partido salió a subasta, su abuelo pidió a un familiar que comprara para él todos los libros de ella que pudiera.
Entre esos libros de la biblioteca del POUM en manos de Negrín, detalla, han recuperado uno de una Asociación anarcosindicalista aliada del partido de Andrés Nin con una dedicatoria manuscrita llamativa: de Joseph Goebbels, el ministro nazi de Propaganda.
También hay otro de 1933 con origen en la misma biblioteca del que solo se publicaron en su día 50 ejemplares firmado por una veintena de alemanes, junto a una foto de Hitler. "Hay una cantidad de propaganda nazi impresionante en los libros que mi abuelo hizo comprar a mi tío cuando se disolvió el POUM. Da una idea de lo que era la biblioteca del POUM y de esa Asociación Anarcosindicalista. Es interesante ver las relaciones", añade.
La nieta de Negrín ya adelanta que la intención de la familia es que esos 40.000 documentos se trasladen a Las Palmas de Gran Canaria, para unirlos al archivo de la Fundación, si bien antes tendrán que pedir permiso a los Archivos Nacionales de Francia. Carmen Negrín no descarta que el legado de su abuelo dé nuevas sorpresa.
¿Por qué tanto odio a Rafael Correa?
Ollantay Itzamná
Rebelión
Un juzgado del Ecuador acaba de girar orden de captura internacional para detener a uno de los defensores principales de los derechos humanos de los pueblos de América Latina y del Ecuador, el ex Presidente Rafael Correa. Lo acusan por delitos de asociación ilícita y secuestro en el caso de la supuesta retención del ex legislador ecuatoriano Fernando Balda, ocurrido en Colombia, en 2012, en base a la declaración de un ex policía imputado (colaborador eficaz) quien indica: “Envié cartas al Presidente Correa”.
Mientras esto ocurre, los ex gobernantes neoliberales más corruptos que entregaron las riquezas de los pueblos latinoamericanos a empresas extranjeras disfrutan de sus vacaciones perpetuas en los EEUU. Caso Gonzalo Sánchez, de Bolivia, Alejandro Toledo, del Perú… Gobernantes fraudulentos y/o corruptos como los actuales de Guatemala u Honduras, mientras tengan la venia del gobierno de los EEUU., son intocables. Temer de Brasil, Macri de Argentina, con denuncias públicas en su contra, siguen gobernando a favor de los intereses del Imperio.
El teatro de mal gusto de la “guerra anti corrupción” impulsado por el gobierno norteamericano, y aplaudido por la candidez latinoamericana, no es más que la continuación de la falsa “guerra anti comunista”.
En la década de los 70, del pasado siglo, torturaban y aniquilaban físicamente a los defensores. Ahora, mediante el linchamiento mediático y judicial, destruyen la honra e integridad moral de los defensores. La finalidad siempre la misma: doblegar a los defensores, y convertirlos en monstruos.
A Rafael Correa, cual coloso ecuatoriano se levanto y desafió al Imperio, durante una década, desde el Palacio de Carondelet, intentan anularlo jurídicamente y políticamente, porque los jinetes de la muerte saben que su Julio Brutus (Lennin Moreno) tiene sus días contados, no por discapacitado físico, sino por su actual condición moral de traidor. El romano Brutus, el traidor/asesino de su padre Julio César, se suicidó derrotado por la culpa. El traidor ensillado también sucumbirá como villano.
¿Qué es lo que imperdonable que hizo Rafael Correa?
Según informes del Banco Mundial para el año 2000, más del 64% de ecuatorianos se encontraba en situación de pobreza. Correa, en su década de gobierno (2007-2017) redujo la pobreza de su país al 21%. Es decir, más de 6 millones de ecuatorianos dejaron de ser pobres en ese período.
Rafael Correa reestructuró todo el sistema tributario del país. Y ese dinero recaudado distribuyó a las familias empobrecidas, mediante políticas sociales. Todo un ejemplo de democratización económica en tiempos de recesión mundial.
Convirtió al Ecuador en un país referente mundial, no sólo en la justicia tributaria y equidad social, sino también por la construcción de la envidiable red caminera moderna jamás antes vista en el país. Expandió, como nunca en el país, el acceso a los servicios públicos como derechos humanos fundamentales. Los mercaderes de los servicios públicos jamás le perdonarán estas y otras osadías.
Para el 2007, en el fenómeno migratorio, Ecuador era lo que actualmente son Guatemala, Honduras, El Salvador: estampidas migratorias hacia afuera. Con Correa, los migrantes ecuatorianos retornaron a su país, con políticas de retorno planificado. Es más, desde la nueva Constitución Política (2008), se impulsó en este país ecológicamente mega diverso, la ciudadanía latinoamericana.
Rafael Correa, junto a la pléyade de libertarios latinoamericanos del siglo XXI, impulsó la dignidad y soberanía regional de América Latina mediante la creación de la CELAC, ALBA, UNASUR y otras instancias. Todo ello fuera del consenso de Washington. Sacó al Ecuador de los grilletes económicos de la CIADI-BM.
Cual si fuese el David latinoamericano, Correa expulsó al usurpador ejército norteamericano del territorio ecuatoriano (Manta). Humilló, sin buscarlo, la prepotencia de la geopolítica norteamericana en el caso Assange, USAID, etc.
Correa, en 2007, encontró un Ecuador en acelerado proceso de descomposición sociopolítica. Pero para el 2017, logró colocar a dicho país andino amazónico en la vitrina mundial, como un modelo a seguir.
En resumen, nuestro defensor de derechos Rafael Correa fue y es una muralla viva contagiosa que frenó y frena el anexionismo comercial y político norteamericano de América Latina
La oligarquía imperial norteamericana y sus cómplices regionales acostumbrados a ver en los latinoamericanos guiñapos vasallos jamás aceptarán, ni permitirán, que defensores libertarios latinoamericanos pasen a la historia como héroes, semilleros de libertad, dignidad y soberanía. Por eso linchan a Lugo, Cristina, Lula, Dilma, Rafael, Maduro… Pero, millones de latinoamericanos ya hemos despertando, y vamos tras nuestros inconclusos, sueños emancipatorios.
Rebelión
Un juzgado del Ecuador acaba de girar orden de captura internacional para detener a uno de los defensores principales de los derechos humanos de los pueblos de América Latina y del Ecuador, el ex Presidente Rafael Correa. Lo acusan por delitos de asociación ilícita y secuestro en el caso de la supuesta retención del ex legislador ecuatoriano Fernando Balda, ocurrido en Colombia, en 2012, en base a la declaración de un ex policía imputado (colaborador eficaz) quien indica: “Envié cartas al Presidente Correa”.
Mientras esto ocurre, los ex gobernantes neoliberales más corruptos que entregaron las riquezas de los pueblos latinoamericanos a empresas extranjeras disfrutan de sus vacaciones perpetuas en los EEUU. Caso Gonzalo Sánchez, de Bolivia, Alejandro Toledo, del Perú… Gobernantes fraudulentos y/o corruptos como los actuales de Guatemala u Honduras, mientras tengan la venia del gobierno de los EEUU., son intocables. Temer de Brasil, Macri de Argentina, con denuncias públicas en su contra, siguen gobernando a favor de los intereses del Imperio.
El teatro de mal gusto de la “guerra anti corrupción” impulsado por el gobierno norteamericano, y aplaudido por la candidez latinoamericana, no es más que la continuación de la falsa “guerra anti comunista”.
En la década de los 70, del pasado siglo, torturaban y aniquilaban físicamente a los defensores. Ahora, mediante el linchamiento mediático y judicial, destruyen la honra e integridad moral de los defensores. La finalidad siempre la misma: doblegar a los defensores, y convertirlos en monstruos.
A Rafael Correa, cual coloso ecuatoriano se levanto y desafió al Imperio, durante una década, desde el Palacio de Carondelet, intentan anularlo jurídicamente y políticamente, porque los jinetes de la muerte saben que su Julio Brutus (Lennin Moreno) tiene sus días contados, no por discapacitado físico, sino por su actual condición moral de traidor. El romano Brutus, el traidor/asesino de su padre Julio César, se suicidó derrotado por la culpa. El traidor ensillado también sucumbirá como villano.
¿Qué es lo que imperdonable que hizo Rafael Correa?
Según informes del Banco Mundial para el año 2000, más del 64% de ecuatorianos se encontraba en situación de pobreza. Correa, en su década de gobierno (2007-2017) redujo la pobreza de su país al 21%. Es decir, más de 6 millones de ecuatorianos dejaron de ser pobres en ese período.
Rafael Correa reestructuró todo el sistema tributario del país. Y ese dinero recaudado distribuyó a las familias empobrecidas, mediante políticas sociales. Todo un ejemplo de democratización económica en tiempos de recesión mundial.
Convirtió al Ecuador en un país referente mundial, no sólo en la justicia tributaria y equidad social, sino también por la construcción de la envidiable red caminera moderna jamás antes vista en el país. Expandió, como nunca en el país, el acceso a los servicios públicos como derechos humanos fundamentales. Los mercaderes de los servicios públicos jamás le perdonarán estas y otras osadías.
Para el 2007, en el fenómeno migratorio, Ecuador era lo que actualmente son Guatemala, Honduras, El Salvador: estampidas migratorias hacia afuera. Con Correa, los migrantes ecuatorianos retornaron a su país, con políticas de retorno planificado. Es más, desde la nueva Constitución Política (2008), se impulsó en este país ecológicamente mega diverso, la ciudadanía latinoamericana.
Rafael Correa, junto a la pléyade de libertarios latinoamericanos del siglo XXI, impulsó la dignidad y soberanía regional de América Latina mediante la creación de la CELAC, ALBA, UNASUR y otras instancias. Todo ello fuera del consenso de Washington. Sacó al Ecuador de los grilletes económicos de la CIADI-BM.
Cual si fuese el David latinoamericano, Correa expulsó al usurpador ejército norteamericano del territorio ecuatoriano (Manta). Humilló, sin buscarlo, la prepotencia de la geopolítica norteamericana en el caso Assange, USAID, etc.
Correa, en 2007, encontró un Ecuador en acelerado proceso de descomposición sociopolítica. Pero para el 2017, logró colocar a dicho país andino amazónico en la vitrina mundial, como un modelo a seguir.
En resumen, nuestro defensor de derechos Rafael Correa fue y es una muralla viva contagiosa que frenó y frena el anexionismo comercial y político norteamericano de América Latina
La oligarquía imperial norteamericana y sus cómplices regionales acostumbrados a ver en los latinoamericanos guiñapos vasallos jamás aceptarán, ni permitirán, que defensores libertarios latinoamericanos pasen a la historia como héroes, semilleros de libertad, dignidad y soberanía. Por eso linchan a Lugo, Cristina, Lula, Dilma, Rafael, Maduro… Pero, millones de latinoamericanos ya hemos despertando, y vamos tras nuestros inconclusos, sueños emancipatorios.
sábado, 28 de julio de 2018
¿Será España una democracia?
Jean Ortiz
Rebelión
Ya no me acuerdo de quien dijo un día algo así: en España se puede ser demócrata (de pandereta, añado yo) sin haber sido antifascista, sin haber roto con el franquismo.
Es difícil hablar de democracia a propósito de un país que no hace del antifascismo un referente de su identidad, tras largos años de crímenes fascistas masivos, un país que deja tirados en las fosas comunes, en las cunetas, a unos 130 000 republicanos antifascistas (entre 114 000 y 150 000 según las fuentes), fusilados por los franquistas. España es el segundo país en el mundo, después de Camboya, donde más hubo ( y quedan), cantidad de “desaparecidos”, asesinados y amontonados en fosas: 1 850 fosas localizadas en el primer “mapa de fosas”. (Para “comparar”: Chile tiene unos 3 000 “desaparecidos”).
Es difícil hablar de «democracia» a propósito de un país donde el pasado ha sido y sigue siendo, de alguna manera, casi ocultado, enterrado, sin asumir, un país donde el franquismo (“centinela de Occidente”) sociológico, ideológico, impregna todavía amplios sectores de la sociedad, un país donde el olvido del pasado ha sido una estrategia política impuesta por las clases dominantes. El franquismo sigue, 80 años después del golpe cívico-militar de julio del 36, globalmente impune. El fascismo español no ha sido juzgado, ni como tal, como régimen, ni a través de sus verdugos. Esa exigencia callada (la impunidad para el franquismo), entraba en el famoso “pacto” (consensuado) de “la transición”, en los años 1977-78, tras la muerte del dictador el 20 de noviembre de 1975. "Pacto del silencio y del olvido".
España es un país donde un juez prestigioso y pertinente, eficaz, independiente: el juez Baltazar Garzón, ha sido condenado a muerte profesional, sometido a juicio y obligado a dimitir, por querer investigar la feroz dictadura franquista (sus crímenes de toda clase), sus jefes (ninguno ha sido juzgado). El diario “El País” del 15 de mayo del 2010, lleva en su primera plana, el titular: “Garzón cae por querer investigar el franquismo”.
Los verdugos han muerto en sus camas, o pasean todavía libres, pese a sus crímenes de lesa-humanidad, (crímenes que no prescriben). España es un país donde un alto dirigente socialista, ex jefe del gobierno de “alternancia” de octubre de 1982, Felipe González, (que alecciona al mundo entero sobre “derechos humanos”) se jacta de haberlos violados. González confesó al diario “El País” el 20 de abril del 2001:“nosotros decidimos no hablar del pasado”; es decir explícitamente: no tocar al franquismo y a su heredera, la monarquía, ilegítima. Desde la Iglesia hasta sectores de la “izquierda moderada”, muchos falsos demócratas siguen cacareando sin fin, cínicamente, las mismas mentiras, y nos contestan, cuando exigimos “justicia” :“no se pueden reabrir las heridas del pasado”... ¡Heridas que nunca antes fueron cerradas, y un pasado que no pasa! El revisionismo es tan peligroso como el olvido. Hoy en día, el riesgo principal, en la “batalla de la memoria”, me parece ser la “re-escritura”, neo-conservadora, de la historia de la República, de la Guerra de España, del franquismo, de las Resistencias... criminalizando a los Republicanos, a los combatientes por la República, a los guerrilleros, presentándoles como “agentes del comunismo internacional”, “títeres de la KGB”, como si el antifascismo fuese una manipulación de Moscú...
En España, poco a poco, desde hace unos diez años, gracias al trabajo militante de las “asociaciones de memoria” (ARMH, Foro de la memoria, Federación de los foros, etc.), de las asociaciones de víctimas, y a las investigaciones de historiadores “progres”, se está recuperando paulatinamente la memoria republicana (de la Segunda República proclamada el 14 de abril de 1931). Ahora se puede hablar e incluso reivindicar la República, la “Tercera”, que sea más social, más anticapitalista que la de 1931, exigir un referéndum entre monarquía y República, como lo proponen los comunistas, los militantes de Izquierda Unida, los de Podemos, algunos sectores minoritarios del PSOE, la izquierda radical, los anarquistas, los movimientos sociales de maestros, de jornaleros del campo, el sindicato andaluz de trabajadores (SAT), de enfermeras, de “sin techo”, de desahuciados... Los partidos del sistema, ellos, niegan y se oponen a la necesidad de una democracia completa, en un país que sea múltiple.
La derecha cavernícola y la mayor parte de los dirigentes “socialistas”, adheridos al social-liberalismo, rechazan la perspectiva constituyente y se aferran todavía a un modelo caducado de “transición modélica”, de colaboración de clases...
Hoy en día, se ve la bandera tricolor republicana en la mayoría de los actos militantes. Van hablando “los silencios de la historia”, que fue hasta hace poco historia oficial, la de los “vencedores” de la “cruzada”, y van rellenándose los huecos del olvido pactado.
Estamos rompiendo el cerco de la desmemoria. Fundamentalmente por el compromiso de los militantes de la memoria, en España, apoyados por un fuerte movimiento memorial al otro lado del Pirineo, en Francia. En los dos países, las clases dominantes temen que esos movimientos “memorialistas” enlacen con, (o se vuelvan) los movimientos sociales. Frente al auge del “retorno republicano”, como lo escribí en el libro “Espagne, la République est de retour”[1], los dos grandes partidos, ex-pilares del sistema, los socialistas (PSOE) y la derecha neo-franquista (el Partido popular, apoyado por "Ciudadanos"), se niegan a cualquier referéndum sobre la monarquía y la autodeterminación de los pueblos de España. Rechazan la propuesta democrática, que va creciendo, de un proceso constituyente para institucionalizar lo que España es: una “nación de naciones”, y avanzar hacia una “federación” o “confederación” (para otros), acabar con la España al revés, “una”, uni-nacional, para derogar la constitución de 1978, bastante continuista y democrática solo en apariencia. El ejército es presentado como “garante de la unidad de España”, un país, según la constitución, “no confesional”, pero no definido como “laico”. Bajo el seudo-referéndum de 1978 sobre la constitución, iba pareja la transformación de España en una monarquía parlamentaria. Pero no fue eso -monarquía o república- lo que se le preguntó a los españoles. Para la mayoría del pueblo (y ahí radicaba el engaño), votar “sí” a la constitución no era asumir la monarquía.
La crisis, el fracaso del “modelo de la transición pactada”, de un proceso supervisado en la primavera de 1977 por Estados Unidos y la Internacional Socialista (Vernon Walters, H. Smith, W. Brandt, H. Kissinger) trastoca todos los papeles. En realidad, la “transición modélica” resulta pura leyenda, puro mito, pura falacia y montaje politiquero. El franquismo se recicló muy rápidamente en “monarquía parlamentaria”, en “democracia”. Como dicen algunos Españoles “rojos”: muchos franquistas se acostaron “fachas” y despertaron demócratas.
El golpe militar del 18 de julio del 1936 y la larguísima dictadura franquista no fueron ni un “pronunciamiento” de los habituales ni una “dictadura” como otras. El destacado historiador anglosajón Paul Preston habla de “holocausto” premeditado, planificado. Los vencedores lo querían irreversible para aplastar definitivamente a las clases populares. “Holocausto” según Preston para caracterizar el terror y la represión franquista, y ese miedo que no acaba nunca, que se trasmite de generación en generación. Desde el principio, Franco, como Mola, Queipo de Llano, planteaban la necesidad de "depurar", de "limpiar" a España del “gen” de la revolución, del marxismo, del anarquismo... Entrevistado el 27 de julio de 1936 en Tetuán, por el periodista Jay Allen, Franco declaraba querer “salvar a España del marxismo a cualquier precio”. No se trataba sólo de ganar la guerra sino de paralizar al pueblo por el terror. Los golpistas concebían la guerra como una guerra de exterminio. En agosto del 1936, en Badajoz, mataron a más de 10 000 personas; la plaza de toros se tiñó de sangre. La “columna de la muerte” arrasó a pueblos enteros. Un terror estimulado desde arriba, desde la dirigencia; llamamientos repetidos a violar (una terrible violencia de género), a matar, a “depurar”...
En septiembre de 2013 (“Cadena Ser”, 30 de septiembre), una vez más, la ONU exigió a España que acabase con la Ley de Amnistía del 15 de octubre de 1977, en realidad ley de auto-amnistía, de impunidad, ley finalmente de “punto final” (la expresión es latinoamericana). El artículo 2 de la ley da la tónica: se amnistía al personal del régimen por los delitos cometidos, en el ejercicio de sus funciones, contra los derechos de las personas... Con la Ley de Responsabilidades políticas de 1939, a cada apresado, a cada condenado republicano, se le incauta los bienes; se los roban los terratenientes, los vecinos, los bancos... El artículo 10 de la ley dice: “En toda condena se impondrá, necesariamente, sanción económica”. Queda por escribir la historia de la espantosa represión económica contra las familias republicanas, el gran saqueo a cargo de las autoridades, así como de las familias afines al régimen... El incalculable botín franquista... Y ni una palabra acerca de una necesaria “reparación”, de la devolución de los bienes incautados (propiedades, cuentas bancarias...), como sería lo normal jurídica y moralmente. Ni se menciona tal posibilidad...
En Andalucía existen oficialmente 61 958 expedientes de incautación de bienes (cifra infravalorada por el miedo a denunciar) a los represaliados, despojados de lo poco que tenían. En esa misma Andalucía, entre 1936 y 1945, hubo 57 801 fusilados (49 718 republicanos y 8 083 franquistas). El tema del equiparamiento del terror, de “los dos campos” , el dogma mentiroso del “todos culpables”, tan querido y cacareado por los “demócratas naftalina”, se revela una verdadera farsa, una manipulación asquerosa. No se puede equiparar el terror republicano espontáneo, que duró las primeras semanas, y el terror fascista planificado, promovido por las autoridades, en forma de revancha de clase, y que se prolongó hasta los años setenta. Cuando se investiga, se profundiza la represión, como lo hicieron los historiadores Tuñón de Lara, Francisco Moreno, Francisco Espinosa, Ángel Viñas, Javier Tusel, Reig Tapia... uno se da cuenta de la falacia del tema del “equilibrio del terror y de la memoria”, de la falacia del concepto de “responsabilidad colectiva”.
Los socialistas lo han plasmado cuando, el 12 de octubre (¡día de la “raza”!) del 2004, hicieron desfilar juntos (el “Desfile de la Victoria”) a un nazi español de la División Azul, y a un héroe republicano español, que combatió con el general Leclerc, en la 2da DB, para liberar a Francia. Esta fue parte de “La Nueve” (160 hombres), compuesta principalmente por anarquistas y comunistas españoles, fue la que primero entró en París, participó en los últimos combates, unas horas antes de verse liberada la capital, por una insurrección popular.
Hoy día todavía, a la borbónica familia real, metida en muchos escándalos, se le protege en la medida de todo lo posible. El “caso Garzón”, la corrupción estructural, los muchísimos escándalos mayúsculos que afectan a unos y a otros, como el enorme “caso Gürtel”, que conciernen y comprometen sobre todo al Partido popular, no le impidieron ganar las elecciones, ni gobernar el país. “Forrarse” es considerado como algo normal. A la mayoría de los jueces, no les importa un pepino la supeditación de la justicia. La crisis catalana y del “pacto territorial”, reflejan con creces esa falta de independencia judicial. El Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional son los que han acabado con el juez Garzón. Como en los “viejos tiempos”, hoy día, las cárceles catalanas se han vuelto a llenar de presos políticos “independentistas” (la mayor parte de ellos “ediles”). El “nuevo” rey Felipe VI se ha salido de su papel pronunciando un discurso anticatalán, de inspiración y contenido ultraconservador, brutal, represivo. ¡¡Se han caído las máscaras!! El supuesto “rey de todos los españoles” ha seguido à Rajoy y al PP.
España se ha puesto deliberadamente fuera de la normativa internacional de los derechos humanos, incluso tras adoptar, sin los votos del PP, en el 2007, la nueva ley (ni siquiera se le llama “de memoria” y no lleva una sola vez la palabra “república”). El texto descafeinado fue votado el 31 de diciembre del 2007. Los militantes de la memoria presionaron al gobierno socialista (de Zapatero) para conseguir por fin una verdadera ley de memoria... Tras meses de vacilaciones, de consultas (incluso con los grupos franquistas) el texto, basado en el “equilibrio de la memoria”, no satisfizo a nadie. Ni justicia, ni verdad, ni reparación. España no cumple con la legislación internacional en los casos de “desapariciones forzadas” (fosas comunes). 80 años después de la guerra, siguen sin anularse los tribunales militares sumarios, sus juicios sumarísimos y sentencias criminales. Quedan por rehabilitar, entre otros fusilados o “agarrotados”, Puig Antich, Julián Grimau, Miguel Hernández, Cristino García, militantes anarquistas torturados, del FRAP, el presidente catalán Companys...
El entonces jefe del gobierno, Mariano Rajoy, el 20 de febrero del 2008, barrió con todas las ayudas estatales a las asociaciones que abren fosas y hacen el trabajo que tuvieran que hacer las autoridades. Exclamó: “ni un euro para las fosas”. Al estado sin embargo le incumbe hacerse cargo de la localización, la exhumación y la identificación de los “desaparecidos” (un ejemplo: dos fosas de más de 2 000 víctimas en los cementerios de Córdoba). Socialistas y “pepistas” ni han cumplido ni cumplen. Los gobiernos sucesivos han evadido sus responsabilidades. Una periodista y novelista francesa, Renée Lafont, fusilada por los franquistas el primero de setiembre del 36, yace olvidada en la fosa común del cementerio cordobés de la Salud... Unos militantes franceses han lanzado, a principios del 2018, una campaña internacional para que el gobierno francés y el español exhuman sus restos, y los trasladen, con los debidos honores, a Francia. ¡¡Ningún gobierno “democrático” ha contestado!!
En la España “democrática”, todavía no se ha desfranquizado en profundidad. Quedan decenas de calles con nombres de fascistas... Y qué decir del único “parque temático fascista” en el mundo: ¡¡el faraónico Valle de los Caídos!! Un mausoleo a la gloria de los “vencedores”, un lugar de exaltación al fascismo, construido durante 20 años con el dinero de las arcas públicas; y utilizando el trabajo de 20 000 presos antifascistas, explotados, humillados, maltratados como esclavos. El Valle, mantenido con los recursos de los contribuyentes, fue y sigue siendo además un gran negocio. En la gigantesca basílica está la tumba del dictador Franco... Al acabar la guerra, España contaba con 400 000 presos republicanos. Una cifra récord. Se fusilaba sin parar pese a (oficialmente) haber “terminado la guerra” el uno de abril de 1939.
En las (post)dictaduras latinoamericanas, a las que España exportó su “modelo” de transición, se crearon Comisiones de la Verdad... En España, no ha habido comisión alguna, ningún rastro de Comisión Verdad-Justicia-Reparación. La ley de amnistía de 1977 no permite que se investiguen los crímenes franquistas. Cada intento se enfrenta al rechazo del PSOE, de Ciudadanos y del PP. El desamparo jurídico y político de las víctimas y de sus asociaciones, la falta de apoyo institucional, les obliga a acudir a jueces extranjeros como la jueza María Servini de Cubria, en Argentina.
A ese terrible balance de violaciones de los derechos humanos sin respuesta, cabe añadir el insoportable caso de los niños robados (más de 30 000) a sus familias republicanas, “subversivas”, diabolizadas, para entregarlos, en adopción plena, quitándoles nombre y apellido, a familias “cristianas” adictas al franquismo, que les “lavaban el cerebro”. Esa “depuración política”, promovida y organizada por el franquismo, la Falange y la Iglesia, estribando en decretos, leyes oficiales (entre otros un decreto de noviembre de 1949), se ha vuelto un negocio hasta entrados los años 1990 (una ley de 1987 pretende poner fin a ese crimen de Estado). El Estado español no ha hecho nada para enfocar, tratar de responder a ese crimen de lesa-humanidad, buscar y encontrar a esos muertos-vivos. En Argentina, las comisiones han “recuperado” adultos, que fueron “niños robados” por los militares.
Y ni que hablar de la represión económica y de su “reparación” como corresponde en esos casos.
Muchas empresas que ayudaron a Franco, en la construcción del insultante y gigantesco mausoleo del Valle de los Caídos, quedan hoy entre las más importantes del país.
Las que ayudaron a Franco se beneficiaron de concesiones estatales: mano de obra esclava, barata, batallones de presos republicanos ¡¡“rehabilitándose” por el trabajo!! Hoy día, los descendientes de esa oligarquía franquista campean siempre entre los más ricos de España. Es el caso de FECSA (absorbida por ENDESA), de los hermanos March, banqueros del franquismo, de los HUARTE, de los BOTIN, de la ingente constructora ACS, presidida por Florentino Pérez, actual presidente del Real Madrid...
Los Huarte han entrado en el gigante de la construcción “OBRASCON, HUARTE, LAIN”, JUAN BANUS ha sido el caudillo corrupto de Puerto Banus... 43 ministros de Franco fueron dirigentes en el sector bancario. El neo-franquista líder del PP, J-M Aznar, es nieto de Manuel Aznar Zubigaray, ex director de la agencia de prensa EFE, y después embajador en la ONU...” Son los mismos perros”, decía mi tía Pilar, “con collares diferentes”.
El 10 de enero de 1939, el ministro republicano de Exteriores, Álvaro del Bayo, en un discurso en la Sociedad de las Naciones, increpaba a las “democracias occidentales” culpables por la capituladora “no intervención”, exclamando : “El día vendrá en que se acuerden todos ustedes de nuestros muertos”. Las supuestas “democracias occidentales”, por intereses de clase, prefirieron, y no siempre solapadamente, el fascismo al Frente popular. Hoy día, el contexto internacional exige que reevaluemos el antifascismo.
Si España fuese una democracia, lo sería pues muy “incompleta”, con muchas carencias, con un montón de cuentas pendientes, con la ausencia de juicio político a la dictadura, con impunidad oficial de los torturadores... No puede haber democracia plena que no esté basada en Verdad-Justicia-Reparación. Un día, el rey Juan Carlos le gritó a Hugo Chávez: “¿Por qué no te callas”? Tras ese balance, poco democrático: ¿Quién debería callarse?
Nota:
[1] ORTIZ, Jean, Espagne: La république est de retour, Ed. Atlantica, Biarritz, 2014.
Jean Ortiz, hijo de un combatiente republicano de Albacete que luego pasó a ser guerrillero en Francia, es maestro de Conferencias y profesor en la Universidad de Pau (Francia). Especialista del siglo veinte español. Autor de varios libros y de documentales sobre la República, la guerra de España, la represión franquista, las fosas comunes, los guerrilleros españoles, el antifascismo...
Ya no me acuerdo de quien dijo un día algo así: en España se puede ser demócrata (de pandereta, añado yo) sin haber sido antifascista, sin haber roto con el franquismo.
Es difícil hablar de democracia a propósito de un país que no hace del antifascismo un referente de su identidad, tras largos años de crímenes fascistas masivos, un país que deja tirados en las fosas comunes, en las cunetas, a unos 130 000 republicanos antifascistas (entre 114 000 y 150 000 según las fuentes), fusilados por los franquistas. España es el segundo país en el mundo, después de Camboya, donde más hubo ( y quedan), cantidad de “desaparecidos”, asesinados y amontonados en fosas: 1 850 fosas localizadas en el primer “mapa de fosas”. (Para “comparar”: Chile tiene unos 3 000 “desaparecidos”).
Es difícil hablar de «democracia» a propósito de un país donde el pasado ha sido y sigue siendo, de alguna manera, casi ocultado, enterrado, sin asumir, un país donde el franquismo (“centinela de Occidente”) sociológico, ideológico, impregna todavía amplios sectores de la sociedad, un país donde el olvido del pasado ha sido una estrategia política impuesta por las clases dominantes. El franquismo sigue, 80 años después del golpe cívico-militar de julio del 36, globalmente impune. El fascismo español no ha sido juzgado, ni como tal, como régimen, ni a través de sus verdugos. Esa exigencia callada (la impunidad para el franquismo), entraba en el famoso “pacto” (consensuado) de “la transición”, en los años 1977-78, tras la muerte del dictador el 20 de noviembre de 1975. "Pacto del silencio y del olvido".
España es un país donde un juez prestigioso y pertinente, eficaz, independiente: el juez Baltazar Garzón, ha sido condenado a muerte profesional, sometido a juicio y obligado a dimitir, por querer investigar la feroz dictadura franquista (sus crímenes de toda clase), sus jefes (ninguno ha sido juzgado). El diario “El País” del 15 de mayo del 2010, lleva en su primera plana, el titular: “Garzón cae por querer investigar el franquismo”.
Los verdugos han muerto en sus camas, o pasean todavía libres, pese a sus crímenes de lesa-humanidad, (crímenes que no prescriben). España es un país donde un alto dirigente socialista, ex jefe del gobierno de “alternancia” de octubre de 1982, Felipe González, (que alecciona al mundo entero sobre “derechos humanos”) se jacta de haberlos violados. González confesó al diario “El País” el 20 de abril del 2001:“nosotros decidimos no hablar del pasado”; es decir explícitamente: no tocar al franquismo y a su heredera, la monarquía, ilegítima. Desde la Iglesia hasta sectores de la “izquierda moderada”, muchos falsos demócratas siguen cacareando sin fin, cínicamente, las mismas mentiras, y nos contestan, cuando exigimos “justicia” :“no se pueden reabrir las heridas del pasado”... ¡Heridas que nunca antes fueron cerradas, y un pasado que no pasa! El revisionismo es tan peligroso como el olvido. Hoy en día, el riesgo principal, en la “batalla de la memoria”, me parece ser la “re-escritura”, neo-conservadora, de la historia de la República, de la Guerra de España, del franquismo, de las Resistencias... criminalizando a los Republicanos, a los combatientes por la República, a los guerrilleros, presentándoles como “agentes del comunismo internacional”, “títeres de la KGB”, como si el antifascismo fuese una manipulación de Moscú...
En España, poco a poco, desde hace unos diez años, gracias al trabajo militante de las “asociaciones de memoria” (ARMH, Foro de la memoria, Federación de los foros, etc.), de las asociaciones de víctimas, y a las investigaciones de historiadores “progres”, se está recuperando paulatinamente la memoria republicana (de la Segunda República proclamada el 14 de abril de 1931). Ahora se puede hablar e incluso reivindicar la República, la “Tercera”, que sea más social, más anticapitalista que la de 1931, exigir un referéndum entre monarquía y República, como lo proponen los comunistas, los militantes de Izquierda Unida, los de Podemos, algunos sectores minoritarios del PSOE, la izquierda radical, los anarquistas, los movimientos sociales de maestros, de jornaleros del campo, el sindicato andaluz de trabajadores (SAT), de enfermeras, de “sin techo”, de desahuciados... Los partidos del sistema, ellos, niegan y se oponen a la necesidad de una democracia completa, en un país que sea múltiple.
La derecha cavernícola y la mayor parte de los dirigentes “socialistas”, adheridos al social-liberalismo, rechazan la perspectiva constituyente y se aferran todavía a un modelo caducado de “transición modélica”, de colaboración de clases...
Hoy en día, se ve la bandera tricolor republicana en la mayoría de los actos militantes. Van hablando “los silencios de la historia”, que fue hasta hace poco historia oficial, la de los “vencedores” de la “cruzada”, y van rellenándose los huecos del olvido pactado.
Estamos rompiendo el cerco de la desmemoria. Fundamentalmente por el compromiso de los militantes de la memoria, en España, apoyados por un fuerte movimiento memorial al otro lado del Pirineo, en Francia. En los dos países, las clases dominantes temen que esos movimientos “memorialistas” enlacen con, (o se vuelvan) los movimientos sociales. Frente al auge del “retorno republicano”, como lo escribí en el libro “Espagne, la République est de retour”[1], los dos grandes partidos, ex-pilares del sistema, los socialistas (PSOE) y la derecha neo-franquista (el Partido popular, apoyado por "Ciudadanos"), se niegan a cualquier referéndum sobre la monarquía y la autodeterminación de los pueblos de España. Rechazan la propuesta democrática, que va creciendo, de un proceso constituyente para institucionalizar lo que España es: una “nación de naciones”, y avanzar hacia una “federación” o “confederación” (para otros), acabar con la España al revés, “una”, uni-nacional, para derogar la constitución de 1978, bastante continuista y democrática solo en apariencia. El ejército es presentado como “garante de la unidad de España”, un país, según la constitución, “no confesional”, pero no definido como “laico”. Bajo el seudo-referéndum de 1978 sobre la constitución, iba pareja la transformación de España en una monarquía parlamentaria. Pero no fue eso -monarquía o república- lo que se le preguntó a los españoles. Para la mayoría del pueblo (y ahí radicaba el engaño), votar “sí” a la constitución no era asumir la monarquía.
La crisis, el fracaso del “modelo de la transición pactada”, de un proceso supervisado en la primavera de 1977 por Estados Unidos y la Internacional Socialista (Vernon Walters, H. Smith, W. Brandt, H. Kissinger) trastoca todos los papeles. En realidad, la “transición modélica” resulta pura leyenda, puro mito, pura falacia y montaje politiquero. El franquismo se recicló muy rápidamente en “monarquía parlamentaria”, en “democracia”. Como dicen algunos Españoles “rojos”: muchos franquistas se acostaron “fachas” y despertaron demócratas.
El golpe militar del 18 de julio del 1936 y la larguísima dictadura franquista no fueron ni un “pronunciamiento” de los habituales ni una “dictadura” como otras. El destacado historiador anglosajón Paul Preston habla de “holocausto” premeditado, planificado. Los vencedores lo querían irreversible para aplastar definitivamente a las clases populares. “Holocausto” según Preston para caracterizar el terror y la represión franquista, y ese miedo que no acaba nunca, que se trasmite de generación en generación. Desde el principio, Franco, como Mola, Queipo de Llano, planteaban la necesidad de "depurar", de "limpiar" a España del “gen” de la revolución, del marxismo, del anarquismo... Entrevistado el 27 de julio de 1936 en Tetuán, por el periodista Jay Allen, Franco declaraba querer “salvar a España del marxismo a cualquier precio”. No se trataba sólo de ganar la guerra sino de paralizar al pueblo por el terror. Los golpistas concebían la guerra como una guerra de exterminio. En agosto del 1936, en Badajoz, mataron a más de 10 000 personas; la plaza de toros se tiñó de sangre. La “columna de la muerte” arrasó a pueblos enteros. Un terror estimulado desde arriba, desde la dirigencia; llamamientos repetidos a violar (una terrible violencia de género), a matar, a “depurar”...
En septiembre de 2013 (“Cadena Ser”, 30 de septiembre), una vez más, la ONU exigió a España que acabase con la Ley de Amnistía del 15 de octubre de 1977, en realidad ley de auto-amnistía, de impunidad, ley finalmente de “punto final” (la expresión es latinoamericana). El artículo 2 de la ley da la tónica: se amnistía al personal del régimen por los delitos cometidos, en el ejercicio de sus funciones, contra los derechos de las personas... Con la Ley de Responsabilidades políticas de 1939, a cada apresado, a cada condenado republicano, se le incauta los bienes; se los roban los terratenientes, los vecinos, los bancos... El artículo 10 de la ley dice: “En toda condena se impondrá, necesariamente, sanción económica”. Queda por escribir la historia de la espantosa represión económica contra las familias republicanas, el gran saqueo a cargo de las autoridades, así como de las familias afines al régimen... El incalculable botín franquista... Y ni una palabra acerca de una necesaria “reparación”, de la devolución de los bienes incautados (propiedades, cuentas bancarias...), como sería lo normal jurídica y moralmente. Ni se menciona tal posibilidad...
En Andalucía existen oficialmente 61 958 expedientes de incautación de bienes (cifra infravalorada por el miedo a denunciar) a los represaliados, despojados de lo poco que tenían. En esa misma Andalucía, entre 1936 y 1945, hubo 57 801 fusilados (49 718 republicanos y 8 083 franquistas). El tema del equiparamiento del terror, de “los dos campos” , el dogma mentiroso del “todos culpables”, tan querido y cacareado por los “demócratas naftalina”, se revela una verdadera farsa, una manipulación asquerosa. No se puede equiparar el terror republicano espontáneo, que duró las primeras semanas, y el terror fascista planificado, promovido por las autoridades, en forma de revancha de clase, y que se prolongó hasta los años setenta. Cuando se investiga, se profundiza la represión, como lo hicieron los historiadores Tuñón de Lara, Francisco Moreno, Francisco Espinosa, Ángel Viñas, Javier Tusel, Reig Tapia... uno se da cuenta de la falacia del tema del “equilibrio del terror y de la memoria”, de la falacia del concepto de “responsabilidad colectiva”.
Los socialistas lo han plasmado cuando, el 12 de octubre (¡día de la “raza”!) del 2004, hicieron desfilar juntos (el “Desfile de la Victoria”) a un nazi español de la División Azul, y a un héroe republicano español, que combatió con el general Leclerc, en la 2da DB, para liberar a Francia. Esta fue parte de “La Nueve” (160 hombres), compuesta principalmente por anarquistas y comunistas españoles, fue la que primero entró en París, participó en los últimos combates, unas horas antes de verse liberada la capital, por una insurrección popular.
Hoy día todavía, a la borbónica familia real, metida en muchos escándalos, se le protege en la medida de todo lo posible. El “caso Garzón”, la corrupción estructural, los muchísimos escándalos mayúsculos que afectan a unos y a otros, como el enorme “caso Gürtel”, que conciernen y comprometen sobre todo al Partido popular, no le impidieron ganar las elecciones, ni gobernar el país. “Forrarse” es considerado como algo normal. A la mayoría de los jueces, no les importa un pepino la supeditación de la justicia. La crisis catalana y del “pacto territorial”, reflejan con creces esa falta de independencia judicial. El Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional son los que han acabado con el juez Garzón. Como en los “viejos tiempos”, hoy día, las cárceles catalanas se han vuelto a llenar de presos políticos “independentistas” (la mayor parte de ellos “ediles”). El “nuevo” rey Felipe VI se ha salido de su papel pronunciando un discurso anticatalán, de inspiración y contenido ultraconservador, brutal, represivo. ¡¡Se han caído las máscaras!! El supuesto “rey de todos los españoles” ha seguido à Rajoy y al PP.
España se ha puesto deliberadamente fuera de la normativa internacional de los derechos humanos, incluso tras adoptar, sin los votos del PP, en el 2007, la nueva ley (ni siquiera se le llama “de memoria” y no lleva una sola vez la palabra “república”). El texto descafeinado fue votado el 31 de diciembre del 2007. Los militantes de la memoria presionaron al gobierno socialista (de Zapatero) para conseguir por fin una verdadera ley de memoria... Tras meses de vacilaciones, de consultas (incluso con los grupos franquistas) el texto, basado en el “equilibrio de la memoria”, no satisfizo a nadie. Ni justicia, ni verdad, ni reparación. España no cumple con la legislación internacional en los casos de “desapariciones forzadas” (fosas comunes). 80 años después de la guerra, siguen sin anularse los tribunales militares sumarios, sus juicios sumarísimos y sentencias criminales. Quedan por rehabilitar, entre otros fusilados o “agarrotados”, Puig Antich, Julián Grimau, Miguel Hernández, Cristino García, militantes anarquistas torturados, del FRAP, el presidente catalán Companys...
El entonces jefe del gobierno, Mariano Rajoy, el 20 de febrero del 2008, barrió con todas las ayudas estatales a las asociaciones que abren fosas y hacen el trabajo que tuvieran que hacer las autoridades. Exclamó: “ni un euro para las fosas”. Al estado sin embargo le incumbe hacerse cargo de la localización, la exhumación y la identificación de los “desaparecidos” (un ejemplo: dos fosas de más de 2 000 víctimas en los cementerios de Córdoba). Socialistas y “pepistas” ni han cumplido ni cumplen. Los gobiernos sucesivos han evadido sus responsabilidades. Una periodista y novelista francesa, Renée Lafont, fusilada por los franquistas el primero de setiembre del 36, yace olvidada en la fosa común del cementerio cordobés de la Salud... Unos militantes franceses han lanzado, a principios del 2018, una campaña internacional para que el gobierno francés y el español exhuman sus restos, y los trasladen, con los debidos honores, a Francia. ¡¡Ningún gobierno “democrático” ha contestado!!
En la España “democrática”, todavía no se ha desfranquizado en profundidad. Quedan decenas de calles con nombres de fascistas... Y qué decir del único “parque temático fascista” en el mundo: ¡¡el faraónico Valle de los Caídos!! Un mausoleo a la gloria de los “vencedores”, un lugar de exaltación al fascismo, construido durante 20 años con el dinero de las arcas públicas; y utilizando el trabajo de 20 000 presos antifascistas, explotados, humillados, maltratados como esclavos. El Valle, mantenido con los recursos de los contribuyentes, fue y sigue siendo además un gran negocio. En la gigantesca basílica está la tumba del dictador Franco... Al acabar la guerra, España contaba con 400 000 presos republicanos. Una cifra récord. Se fusilaba sin parar pese a (oficialmente) haber “terminado la guerra” el uno de abril de 1939.
En las (post)dictaduras latinoamericanas, a las que España exportó su “modelo” de transición, se crearon Comisiones de la Verdad... En España, no ha habido comisión alguna, ningún rastro de Comisión Verdad-Justicia-Reparación. La ley de amnistía de 1977 no permite que se investiguen los crímenes franquistas. Cada intento se enfrenta al rechazo del PSOE, de Ciudadanos y del PP. El desamparo jurídico y político de las víctimas y de sus asociaciones, la falta de apoyo institucional, les obliga a acudir a jueces extranjeros como la jueza María Servini de Cubria, en Argentina.
A ese terrible balance de violaciones de los derechos humanos sin respuesta, cabe añadir el insoportable caso de los niños robados (más de 30 000) a sus familias republicanas, “subversivas”, diabolizadas, para entregarlos, en adopción plena, quitándoles nombre y apellido, a familias “cristianas” adictas al franquismo, que les “lavaban el cerebro”. Esa “depuración política”, promovida y organizada por el franquismo, la Falange y la Iglesia, estribando en decretos, leyes oficiales (entre otros un decreto de noviembre de 1949), se ha vuelto un negocio hasta entrados los años 1990 (una ley de 1987 pretende poner fin a ese crimen de Estado). El Estado español no ha hecho nada para enfocar, tratar de responder a ese crimen de lesa-humanidad, buscar y encontrar a esos muertos-vivos. En Argentina, las comisiones han “recuperado” adultos, que fueron “niños robados” por los militares.
Y ni que hablar de la represión económica y de su “reparación” como corresponde en esos casos.
Muchas empresas que ayudaron a Franco, en la construcción del insultante y gigantesco mausoleo del Valle de los Caídos, quedan hoy entre las más importantes del país.
Las que ayudaron a Franco se beneficiaron de concesiones estatales: mano de obra esclava, barata, batallones de presos republicanos ¡¡“rehabilitándose” por el trabajo!! Hoy día, los descendientes de esa oligarquía franquista campean siempre entre los más ricos de España. Es el caso de FECSA (absorbida por ENDESA), de los hermanos March, banqueros del franquismo, de los HUARTE, de los BOTIN, de la ingente constructora ACS, presidida por Florentino Pérez, actual presidente del Real Madrid...
Los Huarte han entrado en el gigante de la construcción “OBRASCON, HUARTE, LAIN”, JUAN BANUS ha sido el caudillo corrupto de Puerto Banus... 43 ministros de Franco fueron dirigentes en el sector bancario. El neo-franquista líder del PP, J-M Aznar, es nieto de Manuel Aznar Zubigaray, ex director de la agencia de prensa EFE, y después embajador en la ONU...” Son los mismos perros”, decía mi tía Pilar, “con collares diferentes”.
El 10 de enero de 1939, el ministro republicano de Exteriores, Álvaro del Bayo, en un discurso en la Sociedad de las Naciones, increpaba a las “democracias occidentales” culpables por la capituladora “no intervención”, exclamando : “El día vendrá en que se acuerden todos ustedes de nuestros muertos”. Las supuestas “democracias occidentales”, por intereses de clase, prefirieron, y no siempre solapadamente, el fascismo al Frente popular. Hoy día, el contexto internacional exige que reevaluemos el antifascismo.
Si España fuese una democracia, lo sería pues muy “incompleta”, con muchas carencias, con un montón de cuentas pendientes, con la ausencia de juicio político a la dictadura, con impunidad oficial de los torturadores... No puede haber democracia plena que no esté basada en Verdad-Justicia-Reparación. Un día, el rey Juan Carlos le gritó a Hugo Chávez: “¿Por qué no te callas”? Tras ese balance, poco democrático: ¿Quién debería callarse?
Nota:
[1] ORTIZ, Jean, Espagne: La république est de retour, Ed. Atlantica, Biarritz, 2014.
Jean Ortiz, hijo de un combatiente republicano de Albacete que luego pasó a ser guerrillero en Francia, es maestro de Conferencias y profesor en la Universidad de Pau (Francia). Especialista del siglo veinte español. Autor de varios libros y de documentales sobre la República, la guerra de España, la represión franquista, las fosas comunes, los guerrilleros españoles, el antifascismo...
Antivalores: la otra cara de la historia
Juan J. Paz-y-Miño Cepeda
Rebelión
En la conciencia filosófica del siglo XVIII e inicios del XIX quedó en claro que la labor empírica de los historiadores era insuficiente para comprender la evolución humana. La historiografía retrataba pasiones, un cúmulo de intereses contrapuestos, la ruina y la victoria en medio de ambiciones personales, la heroicidad y el altruismo junto a las guerras y las dominaciones. Pero debía existir algo más allá o por debajo de los hechos históricos que permita explicar su racionalidad en el largo tiempo.
Nació así la filosofía de la historia, un esfuerzo intelectual por tratar de descubrir el sentido y la finalidad de los acontecimientos históricos. Para los filósofos de la historia, no cabía admitir una naturaleza humana perversa y tampoco un destino que condenaba permanentemente la moralidad y la justicia. La historia debía entenderse como progreso y ascenso constante en la conquista de una sociedad superior y plenamente beneficiosa para el ser humano, que se moviliza por sobre las ruindades, los odios y las bajezas de todo orden.
Esa intención por clarificar el sentido y la racionalidad histórica, que estuvo presente en los ilustrados franceses, y que alcanzó singular expresión en el idealismo alemán, tuvo su remate intelectual en la obra de G. W. F. Hegel (1770-1831) y particularmente en su genial Lecciones sobre la Filosofía de la Historia Universal, conferencias universitarias impartidas en 1820, aunque publicadas en 1837.
Para Hegel, los simples acontecimientos no revelan la naturaleza ni el sentido de la historia. Solo el pensamiento puede dar cuenta de la racionalidad oculta en la superficialidad de los hechos. Toda la irracionalidad humana, los odios, las ambiciones, los sufrimientos, junto a los actos sublimes y a los hechos grandiosos, que deben ser recogidos fielmente y hasta en forma detallada, son manifestaciones del espíritu universal, que encuentra su particular expresión en el espíritu de un pueblo, que atraviesa distintas etapas. Ese camino, que en Hegel va desde Oriente hasta Occidente, descubre que la historia se encamina a la conquista de la libertad del espíritu. Esa es la racionalidad que preside la historia, le otorga sentido y le traza una finalidad.
Desde luego, en Hegel la conquista de la libertad del espíritu como eje de la historia resultó una interpretación inversa a la realidad. En todo caso, motiva a entender que en historia cuentan tanto los hechos “positivos” como los “negativos”: la guerra y la paz, los héroes y los villanos, la bondad y la maldad. Hoy sabemos bien que forman parte de las luchas por el poder, de las confrontaciones entre clases sociales, de los momentos de avance o retroceso en la sociedad, cuyo desenvolvimiento no es lineal, ni supone siempre el camino hacia el progreso y hacia la edificación de la mejor sociedad.
En la historia de América Latina cabe contraponer distintos momentos históricos: los procesos de independencia frente al coloniaje a inicios del siglo XIX, por ejemplo, fueron cruciales para movilizar a amplios sectores sociales y para sembrar altos valores, como la libertad, la soberanía de los pueblos, la independencia anticolonial, el autogobierno, los derechos humanos. En contraste, el dominio oligárquico, tan largamente extendido en la vida republicana de los países latinoamericanos, también cultivó una serie de mecanismos económicos convertidos en verdaderos antivalores humanos: el rentismo, la explotación latifundista a campesinos e indígenas sometidos a formas serviles, la esclavitud, la dominación elitista, la exclusión de la democracia.
4 Las revoluciones liberales, durante la segunda mitad del siglo XIX, despertaron nuevos valores: el laicismo, el respeto al pensamiento libre, la libertad de cultos, etc. La conciencia social que generó la Revolución Mexicana de 1910 inaugura una era de esperanzadores conceptos y valores sociales. Los gobiernos “populistas” de los años 30, movilizaron igualmente conciencia y valores renovados: antimperialismo, nacionalismo, función social de la propiedad, acción social del Estado, el desarrollo como proyecto modernizador.
El avance del capitalismo no solo ha provocado modernización y progreso, sino que igualmente ha introducido una serie de antivalores, derivados de la propia naturaleza del régimen capitalista: individualismo, egoísmo, afán de lucro sin fin, acumulación rentista o explotadora de la fuerza de trabajo.
En América Latina se vive hoy otro momento de contraposición en cuanto a valores humanos. El triunfo de las derechas políticas, el ascenso de los principios neoliberales, la implantación de economías empresariales y hasta la arremetida contra los gobiernos progresistas, han dejado atrás el sentido nacional, la reivindicación de la soberanía, la valoración de la dignidad de nuestros pueblos, el freno a la expansión imperialista, la sujeción de los intereses privados a los intereses nacionales, la afirmación de los derechos y garantías sociales y laborales frente a la avaricia del capital.
5 Han aparecido otras formas de movilizar la lucha política, cargada de antivalores que parecen ser normales para liquidar toda memoria del pasado inmediato o cualquier proceso reformista o izquierdista que atente contra las elites dominantes del presente, sin que se descarte el asesinato político. En América Latina la traición más descarada, el giro en las decisiones de Estado, la judicialización de la política, el lawfer, la corrupción mediática, la persecución institucional, la venganza y el revanchismo, el odio, la arbitrariedad, el perdón a los evasores de impuestos, el estrangulamiento a las capacidades estatales, la subordinación al imperialismo o la magnificación irracional del mercado y de la empresa privada, se justifican como expresión de un nuevo tiempo.
La reconstitución de viejos poderes, de la mano de gobernantes subordinados a las derechas económicas y políticas, ha implicado la pérdida de aquellos sentidos de la historia que debían apuntar a construir la dignidad de una nación, su soberanía, la justicia imparcial, la ética pública, la equidad social, la institucionalidad del Estado frente a las ambiciones gremialistas privadas, el latinoamericanismo como oposición al imperialismo, el buen vivir en contraste con la riqueza solo a favor de una elite. La historia se mueve, pero camina hacia atrás.
Blog del autor: Historia y Presente
Rebelión
En la conciencia filosófica del siglo XVIII e inicios del XIX quedó en claro que la labor empírica de los historiadores era insuficiente para comprender la evolución humana. La historiografía retrataba pasiones, un cúmulo de intereses contrapuestos, la ruina y la victoria en medio de ambiciones personales, la heroicidad y el altruismo junto a las guerras y las dominaciones. Pero debía existir algo más allá o por debajo de los hechos históricos que permita explicar su racionalidad en el largo tiempo.
Nació así la filosofía de la historia, un esfuerzo intelectual por tratar de descubrir el sentido y la finalidad de los acontecimientos históricos. Para los filósofos de la historia, no cabía admitir una naturaleza humana perversa y tampoco un destino que condenaba permanentemente la moralidad y la justicia. La historia debía entenderse como progreso y ascenso constante en la conquista de una sociedad superior y plenamente beneficiosa para el ser humano, que se moviliza por sobre las ruindades, los odios y las bajezas de todo orden.
Esa intención por clarificar el sentido y la racionalidad histórica, que estuvo presente en los ilustrados franceses, y que alcanzó singular expresión en el idealismo alemán, tuvo su remate intelectual en la obra de G. W. F. Hegel (1770-1831) y particularmente en su genial Lecciones sobre la Filosofía de la Historia Universal, conferencias universitarias impartidas en 1820, aunque publicadas en 1837.
Para Hegel, los simples acontecimientos no revelan la naturaleza ni el sentido de la historia. Solo el pensamiento puede dar cuenta de la racionalidad oculta en la superficialidad de los hechos. Toda la irracionalidad humana, los odios, las ambiciones, los sufrimientos, junto a los actos sublimes y a los hechos grandiosos, que deben ser recogidos fielmente y hasta en forma detallada, son manifestaciones del espíritu universal, que encuentra su particular expresión en el espíritu de un pueblo, que atraviesa distintas etapas. Ese camino, que en Hegel va desde Oriente hasta Occidente, descubre que la historia se encamina a la conquista de la libertad del espíritu. Esa es la racionalidad que preside la historia, le otorga sentido y le traza una finalidad.
Desde luego, en Hegel la conquista de la libertad del espíritu como eje de la historia resultó una interpretación inversa a la realidad. En todo caso, motiva a entender que en historia cuentan tanto los hechos “positivos” como los “negativos”: la guerra y la paz, los héroes y los villanos, la bondad y la maldad. Hoy sabemos bien que forman parte de las luchas por el poder, de las confrontaciones entre clases sociales, de los momentos de avance o retroceso en la sociedad, cuyo desenvolvimiento no es lineal, ni supone siempre el camino hacia el progreso y hacia la edificación de la mejor sociedad.
En la historia de América Latina cabe contraponer distintos momentos históricos: los procesos de independencia frente al coloniaje a inicios del siglo XIX, por ejemplo, fueron cruciales para movilizar a amplios sectores sociales y para sembrar altos valores, como la libertad, la soberanía de los pueblos, la independencia anticolonial, el autogobierno, los derechos humanos. En contraste, el dominio oligárquico, tan largamente extendido en la vida republicana de los países latinoamericanos, también cultivó una serie de mecanismos económicos convertidos en verdaderos antivalores humanos: el rentismo, la explotación latifundista a campesinos e indígenas sometidos a formas serviles, la esclavitud, la dominación elitista, la exclusión de la democracia.
4 Las revoluciones liberales, durante la segunda mitad del siglo XIX, despertaron nuevos valores: el laicismo, el respeto al pensamiento libre, la libertad de cultos, etc. La conciencia social que generó la Revolución Mexicana de 1910 inaugura una era de esperanzadores conceptos y valores sociales. Los gobiernos “populistas” de los años 30, movilizaron igualmente conciencia y valores renovados: antimperialismo, nacionalismo, función social de la propiedad, acción social del Estado, el desarrollo como proyecto modernizador.
El avance del capitalismo no solo ha provocado modernización y progreso, sino que igualmente ha introducido una serie de antivalores, derivados de la propia naturaleza del régimen capitalista: individualismo, egoísmo, afán de lucro sin fin, acumulación rentista o explotadora de la fuerza de trabajo.
En América Latina se vive hoy otro momento de contraposición en cuanto a valores humanos. El triunfo de las derechas políticas, el ascenso de los principios neoliberales, la implantación de economías empresariales y hasta la arremetida contra los gobiernos progresistas, han dejado atrás el sentido nacional, la reivindicación de la soberanía, la valoración de la dignidad de nuestros pueblos, el freno a la expansión imperialista, la sujeción de los intereses privados a los intereses nacionales, la afirmación de los derechos y garantías sociales y laborales frente a la avaricia del capital.
5 Han aparecido otras formas de movilizar la lucha política, cargada de antivalores que parecen ser normales para liquidar toda memoria del pasado inmediato o cualquier proceso reformista o izquierdista que atente contra las elites dominantes del presente, sin que se descarte el asesinato político. En América Latina la traición más descarada, el giro en las decisiones de Estado, la judicialización de la política, el lawfer, la corrupción mediática, la persecución institucional, la venganza y el revanchismo, el odio, la arbitrariedad, el perdón a los evasores de impuestos, el estrangulamiento a las capacidades estatales, la subordinación al imperialismo o la magnificación irracional del mercado y de la empresa privada, se justifican como expresión de un nuevo tiempo.
La reconstitución de viejos poderes, de la mano de gobernantes subordinados a las derechas económicas y políticas, ha implicado la pérdida de aquellos sentidos de la historia que debían apuntar a construir la dignidad de una nación, su soberanía, la justicia imparcial, la ética pública, la equidad social, la institucionalidad del Estado frente a las ambiciones gremialistas privadas, el latinoamericanismo como oposición al imperialismo, el buen vivir en contraste con la riqueza solo a favor de una elite. La historia se mueve, pero camina hacia atrás.
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