miércoles, 30 de junio de 2021

¿Se puede aprender a ser feliz?



En el hemisferio norte, los días del final de la primavera y comienzo del verano son considerados los más felices del año. Se habla, incluso, del "Yellow Day" para referirse al 20 de junio.

Al contrario, el "Blue Monday" —tercer lunes de enero, pleno invierno—se le llama el "más triste del año".

El secreto de la felicidad de Matthieu Ricard, "el hombre más feliz del mundo" Pero lo cierto es que estos días de "felicidad" y "tristeza" dejan de lado los componentes más importantes para cuantificar estos estados: los mecanismos internos y subjetivos de las personas.

¿Se puede ayudar a las personas a aumentar su felicidad? ¿Cómo se podría fomentar el bienestar subjetivo? ¿Por qué los hallazgos sugieren que los programas de entrenamiento mental ayudan a mejorar el bienestar psicológico?

En definitiva, ¿es la felicidad modulable y entrenable?

¿Qué sabe la ciencia sobre la felicidad?
Un artículo publicado en la revista Frontiers in Psychology evaluó el bienestar subjetivo analizando la efectividad del entrenamiento mental para ayudar a desarrollar nuevas formas de nutrir nuestra propia felicidad.

La sensación de felicidad se ha conceptualizado como el bienestar experimentado por las personas, tanto en pensamientos como en sentimientos.
Desde los primeros estudios, el bienestar subjetivo se ha definido como la forma en que los individuos experimentan la calidad de su vida en tres aspectos mentales diferentes. Eso sí, interrelacionados.

Estos son: el afecto negativo poco frecuente, el afecto positivo frecuente y las evaluaciones cognitivas de satisfacción con la vida en varios dominios (salud física, relaciones y trabajo).

Concepción hedonista
Se ha llevado a cabo un creciente cuerpo de investigación con el objetivo de identificar los factores que afectan a la felicidad, operacionalizados como el bienestar subjetivo.

Aunque la definición de felicidad tiene una larga historia y se remonta a argumentos filosóficos y a la búsqueda de la sabiduría práctica, en los tiempos modernos se ha equiparado al hedonismo.

El hedonismo se basa en el logro del placer inmediato, en la ausencia de afecto negativo y en un alto grado de satisfacción con la propia vida.

No obstante, los expertos actualmente argumentan que el auténtico bienestar subjetivo va más allá de esta visión limitada y apoyan una interpretación de la felicidad como un esfuerzo eudemónico.

Hoy en día, varios académicos sostienen que los altos niveles de bienestar subjetivo dependen de una perspectiva multidimensional que abarca componentes tanto hedónicos como eudemónicos.

La definición de felicidad se ha equiparado con el hedonismo.

Desde este punto de vista los individuos parecen centrarse más en el funcionamiento psicológico óptimo, en vivir una vida profundamente satisfactoria y actualizar su propio potencial, crecimiento personal y sentido de autonomía.

Felicidad modulable y entrenable
En psicología, esta postura se apoya en la teoría de la motivación humana de Maslow.

El programa mencionado para entrenar el bienestar subjetivo fue, esencialmente, un entrenamiento informado y suave de la mente, y en particular de las emociones.

Estuvo basado en el principio de que el bienestar individual está indisolublemente ligado al desarrollo de las virtudes y fortalezas humanas internas.

Como el equilibrio emocional, el yo interno, conciencia, una actitud abierta y solidaria hacia uno mismo y los demás.

Todo ello dota a la persona de una claridad mental que puede fomentar una comprensión más profunda de la propia realidad y la de los demás.

La felicidad es entrenable.

Hasta la fecha, la evidencia sugiere que la felicidad es, en cierta medida, modulable y entrenable.

Por lo tanto, las estrategias cognitivas y conductuales simples que los individuos eligen en sus vidas podrían mejorar la felicidad, más que las condiciones externas y ambientales que proponen el Yellow day.

No todo serán estímulos positivos
Pero, ¿por qué no nos preguntamos lo inverso? ¿Por qué nos entrenamos día a día, sin saberlo, para no ser felices?

La concepción exclusivamente hedonista y externa de la felicidad ha calado en nuestros cerebros sobrestimulados de noticias.

Consejos, novedades y una infinidad de material disponible para ser consumido. Sin elegirlo, sin pedirlo o sin saber por qué y para qué.

Con nuestros cerebros raptados por los input de información externa, buscamos el cero afecto negativo.

Es una objetivo sumamente difícil de alcanzar. Al final, para sobrevivir y adaptarse a la naturaleza humana, existe un gran volumen de emociones displacenteras necesarias que deben ser experimentadas. El afecto negativo forma parte de nuestro día a día.

Para conseguir el bienestar, no debemos poner el foco solo en los externo.

Otra condición que buscamos con demasiada intensidad, duración y frecuencia es el hedonismo.

Obviamos como la habituación disminuirá y cambiará lo hedónico y cómo, para resistirnos a ello, aumentaremos lo deleitable hasta cotas tan altas que serán incompatibles con las demás demandas.

Estado interno
En definitiva, para conseguir un mejor bienestar subjetivo (o felicidad) no debemos poner el foco solo en lo externo.

Saber qué hay que entrenar para conseguir un mejor estado interno está cada vez más cerca.

Los resultados de las investigaciones en psicología muestran que nuestro cerebro podrá adaptarse. Pero, ¿le conviene a la industria que esto suceda? Y lo más importante, ¿queremos que pase?

Los beneficios de los programas deentrenamiento mental contemplativo para mejorar nuestro estado subjetivo de felicidad hablan por si solos.

Eso sí, el desconocimiento general de la población sobre estos programas y medidas hace que sean mirados con desconfianza e incredulidad.

La divulgación de artículos científicos específicos sobre el bienestar subjetivo debe ser un eje central para romper los parapetos que la sociedad tiene sobre la felicidad.

No olvidemos que la humanidad se compone de personas que no cesan, ni han cesado, de buscarla. 

*Fátima Servián Franco es psicóloga general sanitaria y directora del Centro de Psicología RNCR y PDI en la Universidad Internacional de Valencia. Esta nota apareció originalmente en The Conversation y se publica aquí bajo una licencia de Creative Commons.

martes, 29 de junio de 2021

_- 3 sorprendentes retos de la nueva lista de 23 problemas matemáticos del siglo XXI

_- "¿Quién de nosotros no se alegraría de levantar el velo detrás del cual se esconde el futuro; de echar un vistazo a los próximos avances de nuestra ciencia y a los secretos de su desarrollo durante los siglos futuros?".

Con esas palabras, el gran matemático prusiano David Hilbert abrió su charla en el Congreso Internacional de Matemáticos en París, el mismo en el que presentó una lista de 23 problemas matemáticos cuya resolución consideraba esencial para desvelar ese futuro que le intrigaba.

La colección fue tremendamente influyente e inspiradora.

Sus contemporáneos y sucesores se pusieron a hacer la difícil tarea y, desde entonces, 17 de los que se conocen como "los problemas de Hilbert" han sido parcial o totalmente resueltos.

Y todos, hasta los intentos fallidos, han llevado al desarrollo de matemáticas muy profundas a lo largo del camino.

Ahora, 121 años más tarde, para marcar el lanzamiento de la Agencia de Investigaciones e Invenciones Avanzadas británica, el Instituto de Ciencias Matemáticas de Londres (LIMS) creó una nueva lista de retos matemáticos para nuestra era.

En un simposio, los miembros del Instituto examinaron los más de 100 desafíos que habían recopilado, que incluían las contribuciones de investigadores líderes de todo el mundo, y -siguiendo la pauta de Hilbert- escogieron 23 indudablemente ambiciosos retos.

"Sabemos que algunos mirarán la lista y se preguntarán cómo podemos hablar de cosas tan locas que ni siquiera sabemos cómo empezar a describirlas, pero las matemáticas nos han llevado a lugares mágicos antes muchas veces", le dijo a BBC Mundo el físico Thomas Fink, director del LIMS y encargado de Investigación del Centro Nacional de la Investigación Científica de Francia (CNRS).

"Ni siquiera estamos cerca de obtener las respuestas, pero hay que recordar que estos problemas son una especie de hoja de ruta para los próximos cien años.

Piensa en cuántas cosas sorprendentes que han sucedido en los últimos cien años, tan sorprendentes que parecen salidas del reino de la fantasía; cosas como la mecánica cuántica, que parece milagrosa pero ahora la aceptamos como parte de la realidad", agregó, con un entusiasmo contagioso.

"Entre más nos adentramos en la física teórica y las matemáticas, más bellezas inmensas encontramos, así como monstruos y tesoros... es muy emocionante.
"A veces pienso que el mundo de las matemáticas y la física es más hermoso, más fascinante y más emocionante que la vida ordinaria, y me dan ganas de invitar a la gente a que se una a mi aventura".

Por supuesto, aceptamos su invitación y le pedimos que nos hablara de tres de los desafíos que nos llamaron particularmente la atención: las teorías del libre albedrío, de la simplicidad y de la inmortalidad.

Problema 13: Teoría del libre albedrío

Mucha gente encuentra esto extraño, pero es un problema serio.

El libre albedrío... ¿es un fantasma, una consecuencia de la vida o un atributo más general del momento presente?

Soy un físico teórico, y mis amigos que no son científicos a veces me preguntan cuáles son las cuestiones más grandes que enfrenta la ciencia, y les respondo: aquellas para las que no parece tener ni siquiera el comienzo de una respuesta.

Una de ellas es que aparentemente tenemos libre albedrío; no somos robots, tomamos nuestras propias decisiones, elegimos esto o lo otro y la inteligencia parece de alguna manera relacionada con la toma de decisiones correctas.

Mucho se basa en eso pero ¿qué dice la física sobre el libre albedrío? No mucho, aunque hay ciertas cosas que hemos empezado a entender.

En su libro "La nueva mente del emperador", por ejemplo, el físico matemático Roger Penrose -premio Nobel de Física 2020-, trató de entender la ciencia de la consciencia y exploró cosas fascinantes como qué puede ser; si somos deterministas o hay algo muy distinto a las máquinas en la manera en la que funciona el cerebro; si hay límites en la computación y si somos los humanos capaces de entender cosas que no son computables.

Y la última investigación que hizo otro de mis matemáticos favoritos John Conway (1937-2020) fue sobre algo llamado "el teorema del libre albedrío", la relación entre ciertas interpretaciones de la mecánica cuántica y lo que podríamos pensar es el libre albedrío. Argumentó que es posible que el libre albedrío exista en sistemas mucho más generales que la vida biológica.

¿Qué nueva física se requerirá para comprender este concepto aparentemente vital?

El punto es que, a pesar de que no tenemos muchas de las respuestas o incluso nos resulta difícil enmarcar el problema, eso no significa que el futuro no se abrirá y nos proporcionará formas de entender esto.

Entonces, cualquiera que vaya a ser nuestra comprensión del libre albedrío, ya sea que no existe y es una ilusión, que depende de algo biológico o es que una propiedad mucho más general de la vida, ciertamente las matemáticas jugarán un papel importante.

Problema 19: Teoría de la simplicidad

Esto me apasiona porque me parece que su vida se vuelve cada vez más tecnológica, hay más y más opciones y más complejidad a nuestro alrededor, y siento que no conduce a la satisfacción o el bienestar.

Los físicos hablan mucho acerca de la teoría de la complejidad, sobre cómo entender las reglas simples pueden generar patrones muy complejos.

Un ejemplo son las dunas, esas ondulaciones de arena que se alejan y se dividen y se unen.

La simplicidad de lo complejo.

Hay un proceso muy simple detrás de eso, que es un grano de arena se levanta en el viento y el viento se lo lleva cada vez más rápido y luego, cuando aterriza, golpea otros granos de arena que salen volando, el viento los acelera y se crea ese efecto de contagio.

Ese proceso pequeño y sencillo crea esa hermosa evolución de las ondulaciones en las dunas de arena.

Es así como las reglas simples pueden dar lugar a comportamientos complejos, y hay varios modelos de complejidad.

Pero, a pesar de esfuerzos, aún no tenemos una teoría de la simplicidad: no sabemos cómo describirla matemáticamente, y mucho menos, construirla.

Una posible idea es que esté relacionada con la capacidad de adaptarse fácilmente a diferentes entornos, con encontrar las piezas fundamentales con las que podamos construir lo que necesitamos en situaciones distintas.

Al mismo tiempo, ese sistema quizás sería pequeño, pues no querríamos que el número de configuraciones posibles -el número de formas de poner los bloques juntos- fuera astronómicamente grande.

Quizás la clave sea encontrar bloques fundamentales que puedan satisfacer distintas necesidades.

Al tener demasiadas opciones gastas mucha capacidad intelectual tratando de encontrar la mejor y a veces te hace menos creativo.

La música, con sus 7 notas, es un lindo ejemplo de cómo a veces las restricciones pueden hacernos más creativos.

Problema 23: Teoría de la inmortalidad

Esto es algo en lo que he trabajado recientemente.

En primer lugar hay una diferencia entre morir y envejecer. Y ser inmortal no significa vivir para siempre, significa que podrías vivir para siempre.

Uno se puede morir si lo atropella un auto o algo así, pero lo que es extraño sobre la vida es que envejecemos. Es como si hubiera algo dentro de la vida que dice: 'después de cierto tiempo, tienes que morir'.

Eso es muy extraño. ¿Por qué hay una muerte programada?

La creencia tradicional es que el envejecimiento es una acumulación de errores en el almacenamiento de la información biológica que nos codifica.

Pero cada vez hay más evidencia de que no es tan simple.

Lo que nos gustaría establecer, en primer lugar, es si el envejecimiento es un proceso termodinámicamente fundamental.

Un paso para hacerlo es demostrar que el envejecimiento no es inherente a la teoría fundamental de la evolución, sino que la norma es la inmortalidad.

La razón por la que morimos sería más bien porque desde el punto de vista de la selección natural es una opción evolutiva ventajosa pues abre la puerta para que la descendencia produzca mejores modelos de nosotros mismos.

Si podemos probar que el envejecimiento es un atributo elegido por la selección natural y no es fundamental, tal vez podamos ralentizar ese proceso y reducir sus efectos.

Es muy misterioso pero cada vez hay más evidencia experimental que indica que así es.

Lo que se descubrió, por ejemplo, con las células pluripotentes -que pueden llevarse de vuelta a su estado original y programarlas para que se conviertan en un tipo de célula diferente- es que todos los indicadores de envejecimiento de esas células también se revierten... como si la devolvieras al estado de edad 0.

Además, hay un puñado de especies en las que el "programa muerte" no parece manifestarse.

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Los otros 20 problemas

Para no dejarte con la curiosidad, ya que -si llegaste hasta aquí obviamente eres de los nuestros-, aquí están los demás desafíos (¡no menos interesantes!):

1. Teoría del todo

Carecemos de una sola teoría que describa el Universo. La gravedad, descrita por la relatividad general, no es consistente con nuestra teoría cuántica de campos de las otras tres fuerzas. ¿Se resolverá esto mediante la teoría de cuerdas, la gravedad cuántica de bucles o algo nuevo? ¿Cuáles son las consecuencias comprobables de tal teoría, que está más allá del límite de la experimentación humana?

2. Hipótesis de Riemann

Los intentos de resolver la hipótesis de Riemann han inspirado ramas completamente nuevas de las matemáticas. Por ejemplo, la función zeta de Riemann es el tipo más simple de función L, y parece desempeñar un papel en las matemáticas modernas similar a los polinomios en las matemáticas antiguas. ¿Qué nuevos conceptos se necesitan para resolver el más importante de los problemas abiertos?

3. Termodinámica de la vida

Según la teoría de Darwin, la evolución es el resultado de la mutación, la selección y la herencia. Pero desde una perspectiva de la física, no entendemos cómo comenzó la vida en primer lugar. ¿Cuál es la base termodinámica para la autorreplicación y la adaptación emergentes, de las cuales la biología es solo un ejemplo? ¿Se puede utilizar para crear vida artificial digital?

4. La estructura de la innovación

A pesar de los avances en nuestra comprensión de la evolución, lo que impulsa la innovación sigue siendo difícil de alcanzar. La innovación tecnológica opera en un espacio en expansión de bloques de construcción, en el que las combinaciones de tecnologías se convierten en nuevas tecnologías. ¿Podemos caracterizar la innovación de forma matemática, de modo que podamos predecirla e influir en ella a través de intervenciones?

5. Física del autoensamblaje

El autoensamblaje es cómo se pliegan las proteínas, se forman los copos de nieve y se ensamblan los virus. Se puede utilizar para fabricar objetos complejos y a nanoescala a bajo costo. Debido a que es una encarnación física de la computación, está profundamente relacionada con la decidibilidad. ¿Se puede combinar la física estadística con la teoría de la computabilidad para construir una teoría integral del autoensamblaje?

6. Constante cosmológica

Solo una pequeña fracción del Universo observable está formada por materia conocida. Se conjetura que la mayoría es materia oscura y energía oscura, para las cuales no hay consenso en la explicación. ¿Por qué la energía del punto cero del vacío cuántico no causa una gran constante cosmológica? ¿Qué lo anula? ¿Se necesita nueva física fundamental para reformular la gravedad?

7. Programa Langlands

Existe evidencia de una gran teoría unificada para las matemáticas, llamada Programa Langlands. Busca relacionar formas automórficas en geometría y teoría de números con la teoría de representación en álgebra. La prueba de Wiles del último teorema de Fermat puede verse como solo un ejemplo de ello. ¿Cómo podemos avanzar y ampliar este Programa, y ​​qué frutos dará cuando lo hagamos?

8. IA inteligente

Lejos de acercarse a la inteligencia artificial general, la IA no ha progresado más allá del ajuste de curvas de alta dimensión. ¿Qué conocimientos matemáticos podrían conducir a una IA más inteligente, como el razonamiento causal, los módulos funcionales o una representación del entorno? ¿Existen límites fundamentales para la IA y qué podría decirnos esto sobre la inteligencia humana?

9. Reparable en lugar de robusto

Para estar seguros del éxito frente a la incertidumbre, hacemos planes que pueden hacer frente a lo inesperado. Una forma es ser robusto: capaz de absorber un revés conocido. Otro es ser reparable: fácilmente modificable ante contratiempos desconocidos. Nuestros enfoques de las amenazas, como la guerra o el cambio climático, tienden a ser sólidos. ¿Cómo sería una teoría de la reparabilidad?

10. El sistema operativo de la vida

Las redes de regulación genética gobiernan la morfogénesis y determinan la identidad celular. La concisión de virus sugiere que este software genético usa subrutinas, como software digital. ¿Cuáles son las leyes que rigen el procesamiento de la información genética? ¿Pueden arrojar luz sobre el sistema operativo de la vida, preparando el escenario para un análogo biológico de la revolución del silicio?

11. El universo matemático

Wigner notó la efectividad irrazonable de las matemáticas en física. Hoy, estamos viendo lo contrario: los intentos de avanzar en la física, como la teoría de cuerdas, están impulsando las matemáticas. ¿Existe una convergencia entre estas dos disciplinas, y debería eso influir en cuánto financiamos y avanzamos en matemáticas? ¿Se puede hacer riguroso el universo matemático de Tegmark?

12. Descripción de la estructura de la red

La ciencia de las redes, que extrae el significado de las redes del mundo real, es popular pero poco sofisticada. Para realizar su potencial, debe basarse en conceptos más rigurosos de la teoría de grafos y más allá. ¿Podemos formalizar nociones de geometría y topología de red que sean compatibles con sus análogos continuos, y una termodinámica para describir las desviaciones que se alejen de ellos?

13. Teoría del libre albedrío

14. Creatividad colectiva

En 1665, la publicación de las primeras revistas científicas aceleró la investigación al facilitar la suma de avances pequeños de varios científicos en vez de esperar a grandes progresos que, hechos en el aislamiento, podían ser más lentos. Ahora, las plataformas de colaboración anónimas como Wikipedia indican que podemos se puede acelerar mucho más. Pero, ¿por qué y cuándo funciona la creatividad colectiva? ¿Pueden las plataformas como Polymath de Gowers transformar el proceso de descubrimiento?

15. Materia programable

Podemos hacer que las superficies y los volúmenes cambien de forma mediante el uso de polímeros que respondan a la temperatura y la corriente. ¿Cuáles son el alcance y los límites de tal materia programable? ¿Podemos utilizar la geometría diferencial, los avances recientes en origami algorítmico y otras herramientas matemáticas para proporcionar un lenguaje para la ingeniería inversa de formas y mecanismos útiles?

16. Fundación de TCC

¿Se puede hacer rigurosa la teoría cuántica de campos, que describe todas las partículas e interacciones elementales? Un problema abierto es demostrar que para cualquier grupo de calibre compacto, existe una teoría de Yang-Mills en cuatro dimensiones y predice una partícula más ligera con masa positiva. Esto probablemente requerirá nuevos tipos de matemáticas y ofrecerá una nueva perspectiva de la física.

17. Dualidades matemáticas

Las dualidades juegan un papel clave en cómo formamos conocimientos en física y matemáticas. Los ejemplos incluyen la correspondencia de Langlands geométrica, dualidades a través de las teorías de cuerdas y campos cuánticos, y la clasificación ADE. ¿Son las dualidades un artefacto de cómo desciframos nuevas teorías, o tienen una causa más fundamental? ¿Podemos sistematizarlos para descubrir más?

18. IA ingeniosa

Tanto la evolución como la innovación hacen uso de módulos funcionales interoperables para aumentar las probabilidades de que los retoques tengan éxito. Pero los algoritmos de aprendizaje profundo, por el contrario, están conectados globalmente. Esto los hace difíciles de construir de manera jerárquica, así como también difíciles de entender para los humanos. ¿Podemos formular un marco para la IA que se pueda diseñar?

19. Teoría de la simplicidad

20. Conjeturas asistidas por IA

Las buenas conjeturas pueden inspirar nuevas ramas de las matemáticas. Provienen de detectar patrones y aplicar el instinto. Debido a que las matemáticas son exactas y no hay coincidencias de equivalencia, la detección automática de patrones es inmune al sesgo que normalmente se encuentra en la búsqueda de alta dimensión. ¿Pueden las máquinas ayudar a identificar las conjeturas de los candidatos y acelerar la investigación teórica?

21. Matemáticas de causalidad

La causalidad es fundamental para la forma en que hacemos predicciones y estructuramos la sociedad. Sin embargo, nuestras matemáticas para describirla son pobres. ¿Puede una teoría de la causalidad más sofisticada ayudar a desbloquear desafíos como la IA inteligente, el sistema operativo de la vida e incluso cómo construimos teorías físicas? ¿Cómo pasar de una noción microscópica a una macroscópica de causalidad?

22. Aparición de la virtud

La base del agente racional plenamente informado de la economía es inadecuada para describir el comportamiento del mundo real, especialmente la actividad virtuosa. ¿Pueden los conocimientos desde la visión microscópica de la ciencia del comportamiento y la visión macroscópica de la termodinámica formar la base de una teoría de juegos cooperativos que explique el surgimiento de la virtud en los individuos y las organizaciones?

23. Teoría de la inmortalidad 

lunes, 28 de junio de 2021

_- La peligrosa labor del hombre que "desprograma" a jóvenes atrapados en grupos de culto y de odio


_- ¿Cómo convencer a las personas a las que un culto peligroso les ha lavado el cerebro de que olviden todo lo que creen que es verdad y comiencen una nueva vida?

Ese es el desafío de Rick Alan Ross, quien justamente se dedica a eso.

Ross es un especialista de renombre mundial en intervenciones de cultos. En el pasado se le ha llamado un desprogramador de culto y, más sensacionalmente, un "destructor de culto".

Ayuda a la gente a dejar las sectas destructivas y otros grupos controvertidos o radicales.

"En su esencia, todos estos grupos comparten factores definitorios: un líder totalitario que se convierte en objeto de adoración, el proceso de adoctrinamiento resulta en una influencia indebida, y luego el grupo es destructivo, lastima a la gente", le dice a la BBC.

Ross, quien se aproxima a los 70 años, ha participado en más de 500 intervenciones en todo el mundo. Y ha puesto su vida en peligro al luchar contra estos a veces poderosos grupos.

Ross ha trabajado con sectas y grupos de odio durante más de 30 años.

"He estado bajo la protección del FBI y del Departamento de Justicia de Estados Unidos. Me acosaron investigadores privados, me demandaron cinco veces... Grupos incluso compraron mi basura para obtener información sobre mí. Me acosaron bastante a lo largo de los años", cuenta.

El problema con los grupos peligrosos, afirma Ross, es más amplio de lo que parece.

El complejo de Jonestown, en Guyana, fue sede de un suicidio masivo encabezado por el reverendo Jim Jones, del Templo del Pueblo.

Pero hay muchos otros incidentes de alto perfil, desde el asesinato de Sharon Tate y otras siete personas, perpetrado por seguidores del culto de la "Familia Manson" en 1969, hasta la reciente condena a 120 años de prisión del líder del culto sexual Nxivm por delitos de tráfico sexual.

Ross jugó un papel en esa condena al poner al descubierto las tácticas del grupo y testificar en la corte, en octubre pasado.

"Observamos a estos grupos y pensamos 'están tan locos', pero no nos damos cuenta de que, dentro de ese grupo, todo lo que los rodea está siendo manipulado", dice Ross, en declaraciones al programa de radio Outlook del Servicio Mundial de la BBC.

Un culto puede romper el sentido de la realidad de una persona y obligarla a construir uno nuevo, creando un cisma entre lo que el grupo dice que es real y lo que es verdaderamente real.

Ross experimentó esto por primera vez a los 30 años, cuando visitaba a su abuela en un hogar de ancianos en Arizona.

Ella le contó que una enfermera estaba predicando y tratando de reclutarla en lo que resultó ser un controvertido grupo religioso que tenía como objetivo la conversión de los judíos.

"Estaba muy molesto, sentí que quería protegerla. Fui al director del asilo de ancianos y hubo una investigación que descubrió que un grupo había pedido subrepticiamente a sus miembros que trabajaran de manera encubierta en el asilo de ancianos con el fin de apuntar a las personas mayores", dice el experto en cultos.

Ross luego pasó a trabajar en un programa para apoyar a prisioneros judíos, que también estaban siendo atacados por grupos religiosos extremos o grupos de odio.

Pasaba sus días entre cultos y autos: compraba y vendía vehículos viejos en un desguace, hasta que renunció para convertirse en un desprogramador de tiempo completo.

"Empecé a recibir referencias de familias que decían: 'Mira, no sé qué hacer. Mi hijo, mi hija, está involucrada en este grupo. ¿Puedes ayudarme?' Y comencé a sentarme y hablar con estas personas junto con un psicólogo", dice.

"Las familias se sentían muy aliviadas, porque muchos de estos grupos eran peligrosos. Algunos de ellos abusaron de los niños, otros fueron violentos. Muchos de ellos llevaron a la gente a la angustia psicológica y al distanciamiento familiar".

Pero, ¿qué implica exactamente la técnica de desprogramación de culto?

"Siempre ha sido el mismo proceso básico, pero se ha vuelto cada vez más sofisticado", dice Ross. "Es rebobinar el proceso de reclutamiento de la secta y examinarlo: ¿Cómo ingresaste, qué técnicas se usaron para reclutarte? ¿Fuiste engañado? ¿Te atraparon en el grupo?".

Se necesitan horas y horas de conversaciones para desentrañar los subterfugios empleados por las sectas, desde la hipnosis hasta la presión de los compañeros, la privación de comida y el contacto físico, todo diseñado para crear un sentido de pertenencia exclusiva.

La desprogramación también implica investigar exhaustivamente el culto en cuestión y los términos que usa, para que Ross pueda hablar con el miembro en su misma longitud de onda.

La mayoría de sus intervenciones, dice, comienzan por sorpresa para evitar que el grupo "sabotee el esfuerzo".

"El individuo puede ir a la secta y decir: 'Bueno, mi familia quiere hablar conmigo sobre mi participación en este grupo. ¿Qué crees que debería hacer?' Y el grupo diría: 'No vayas'".

La intervención sorpresa puede llevar a la ira y la tristeza, admite el experto en sectas, a una sensación de "estar siendo emboscado".

"La familia le explica al individuo cuáles son sus preocupaciones. Y yo estoy allí y hablo sobre por qué me trajeron. Es un diálogo que suele durar dos o tres días", dice Ross, quien afirma que su tasa de éxito es "aproximadamente siete de cada 10".

"Es decir, al final de la intervención alrededor del 70% de la gente dice: 'Me voy a tomar un descanso del grupo'".

"Estos grupos tienen un líder totalitario que se convierte en objeto de culto".

Amenazas de muerte
A mediados de la década de 1980, los medios de comunicación comenzaron a notar el trabajo de Ross con grupos radicales y sectas.

Simultáneamente, el desprogramador estadounidense se convirtió en un objetivo de los mismos grupos que estaba tratando de combatir.

"Me han llamado, ya sabes, Satanás ... y palabras que no voy a repetir. Hay grupos que realmente me guardan rencor y me odian", dice.

"Pero pensé que el hecho de que a estos grupos no les agradara era evidencia de que estaba teniendo algún impacto y que estaban preocupados por los miembros que estaban perdiendo, porque con frecuencia la desprogramación tendría un efecto dominó".

Ha recibido múltiples amenazas de muerte a lo largo de su carrera. La primera fue en 1988, luego de que expusiera en la televisión al líder de un polémico grupo.

"Yo diría que no pasa un mes sin que me envíen por correo electrónico alguna amenaza, o el Departamento de Justicia me envía una advertencia sobre un grupo que me tiene en una lista de objetivos", dice.

También ha sido duramente criticado. Algunas personas lo han acusado de odiar la religión y de intentar restringir las libertades religiosas.

De manera más generalizada, muchas personas también critican las técnicas de desprogramación como una forma de modificación forzada de la conducta o incluso como un "lavado de cerebro" en sí mismo.

Las intervenciones de desprogramación se realizan sin previo aviso, para evitar que otros miembros del grupo interfieran.

Ante estas acusaciones, Ross dice que solo persigue grupos que supongan algún tipo de peligro para sus seguidores.

"Me enfoco en el comportamiento, no en la creencia. La gente puede creer todo tipo de cosas con las que no estaría de acuerdo, pero si no hacen daño, si no lastiman a los niños, si no están involucrados en un comportamiento destructivo, nunca aparecerían en mi radar".

¿Contra la voluntad?
La principal controversia en torno a su trabajo está relacionada con la desprogramación involuntaria, un proceso que ocurre sin un consentimiento para ser desprogramado y que a veces puede involucrar restricción física.

La desprogramación involuntaria de un menor bajo la supervisión de un padre o tutor es legal en EE.UU.

Pero si ese alguien es un adulto, es más complicado.

¿Cómo justificaba el desprogramador retener a alguien contra su voluntad y, potencialmente, también ponerse en riesgo de ser acusado de secuestro?

"Bueno, de la forma en que lo veía, no era mi elección, sino la elección de la familia", dice.

"La familia había decidido que esta era su última alternativa para salvar a alguien que amaba. Y quizás fue una elección controvertida en el sentido de que no es correcto retener a alguien en contra de su voluntad. Pero dadas las opciones, lo elegían como el mal menor. Y estaba dispuesto a trabajar con ellos".

"A veces era cuestión de vida o muerte. Por ejemplo, he tenido una situación en la que alguien estaba recibiendo insulina y el grupo le decía que deje de usarla. Por lo tanto, había mucho en juego en algunas de estas intervenciones".

Ross ha sido criticado por sus técnicas de desprogramación involuntarias y acusado de restringir las libertades religiosas.

De los más de 500 casos que tuvo Ross, dice que una docena fueron involuntarios. Su último, y posiblemente el más conocido caso de este tipo fue la desprogramación de Jason Scott, en 1991.

La madre de Jason había pertenecido a un grupo controvertido, con el cual se había peleado, y quería que sus tres hijos adolescentes se fueran con ella.

"[La madre] estaba terriblemente angustiada. Uno de sus hijos había sido abusado sexualmente, lo que la había precipitado a dejar el grupo. Y sabía que a Jason se le había organizado un matrimonio arreglado con una mujer del grupo".

Contrató a Ross. Pudo desprogramar a los dos hijos menores, pero Jason, el mayor, de 18 años, se negó. Luchó contra los guardias de seguridad que había contratado su madre y terminó siendo llevado a la fuerza a un refugio.

Allí, Ross se sentó y habló con él y otros miembros de la familia durante unos cinco días. Y al final, Jason parecía haberse recuperado.

Se necesitan horas de charlas guiadas para convencer a alguien de que está siendo controlado, dice el experto.

Pero la intervención fue un fracaso. Jason escapó, regresó al grupo religioso y lo denunció a la policía. Ross fue arrestado y acusado de encarcelamiento ilegal. Fue absuelto, pero la cosa no terminó allí.

En 1995, Jason demandó a Ross en un juicio civil. Declaró que había sufrido un trato despectivo, intimidación, violencia y vigilancia constante durante la intervención.

El caso judicial terminó cuando Ross fue declarado responsable de conspiración para privar a Jason Scott de sus derechos civiles y libertades religiosas.

Tuvo que pagar más de US$2 millones en daños. "Me declaré en quiebra. Y fue un momento muy difícil en mi vida", dice.

Pero en un giro inesperado de los acontecimientos, Jason terminó reconciliándose con sus hermanos y su madre. También llegó a un acuerdo con Ross, quien en lugar de US$2 millones tuvo que pagar US$5.000.

Y, en un giro de 180 grados, Jason pidió la ayuda del experto en cultos para desprogramar a su esposa, que todavía estaba en el grupo.

"Sabes, esto es lo que sucede a menudo en una desprogramación fallida. La persona obtiene bastante información y es posible que no actúe de inmediato, pero tal vez más tarde lo haga".

"Y Jason básicamente dejó el grupo por muchas de las razones que habíamos discutido durante la intervención, porque reconoció que lo mejor para él era irse ", dice Ross.

"La gente puede creer todo tipo de cosas con las que no estaría de acuerdo, pero si no hacen daño, nunca aparecerían en mi radar", dice Ross.

Este caso, sin embargo, le hizo cuestionar algunas de sus prácticas.

"Independientemente de las circunstancias, decidí no volver a realizar una desprogramación involuntaria en un adulto", dice.

Algunos de sus casos más exitosos, a su vez, han dado lugar a lazos de muchos años.

"Algunas personas se mantienen en contacto, me envían tarjetas de Navidad, me invitan a bodas. Realmente lo aprecio. Una mujer a la que ayudé a salir de un grupo que esterilizaba a sus miembros, cuando tuvo su primer hijo me envió un imagen del bebé", dice Ross.

"Otros siguen adelante con sus vidas y se olvidan de mí. Lo cual creo que está perfectamente bien, ya que tal vez estoy asociado con sus recuerdos desagradables de estar en un grupo muy abusivo". 

domingo, 27 de junio de 2021

El verdadero peligro de la inflación que se avecina

Por Juan Torres López | 19/06/2021 | Economía

Fuentes: Público

Los hechos no dejan lugar a dudas: los precios están subiendo en todas las economías y, en algunos casos, muy por encima de los niveles anteriores a la pandemia. 
En Estados Unidos, la tasa de variación anual ha sido del 5% en mayo pasado, cuando el objetivo de la Reserva Federal es del 2%; en Europa, la subida anual es mucho menor, del 2%, pero iguala ya el máximo establecido por el Banco Central Europeo. En España, ha sido del 2,7%, pero si se contemplan las subidas en algunos sectores o bienes y servicios concretos, es muchísimo mayor: la gasolina de 95 octanos ha subido un 23% en el último año, el transporte en general un 9,4%, el conjunto de electricidad, gas y otros combustibles un 25,5%, los servicios Covid-19 un 6,9% y la vivienda un 10,4%.

Sobre las causas inmediatas de esta subida no hay gran discusión entre los economistas porque están bastante claras:

– Los confinamientos provocaron una gran caída de la demanda en muchos sectores y, por tanto, de los precios. Eso hizo que los índices generales que sirven de base de referencia bajaran, de modo que la recuperación ha provocado lógicamente un repunte inevitable, no demasiado preocupante mientras si solo significa una vuelta a la normalidad de los intercambios.

– Las medidas contra la Covid-19 también dieron lugar a cierres de la producción en muchas actividades de producción y distribución que han ocasionado cuellos de botella en las redes de suministro. Eso provoca escasez de muchas materias primas y productos que igualmente ocasiona subidas de precios muy elevadas: la madera ha llegado a subir casi un 400%, los fletes marítimos un 300%, la gasolina un 197% y el petróleo un 147%, el aluminio el 99%, el estaño el 89%, el cobre el 80%, la colza el 72%, el maíz el 64%, el platino el 66%, el algodón el 50%… y así muchos otros.

Los cuellos de botella incluso se están dando en los mercados laborales. Muchas empresas, sobre todo las que utilizan empleo de bajo salario, indican que encuentran dificultades para disponer de trabajadores, bien porque requieren nuevas cualificaciones al haberse reinventado, bien porque los subsidios y ayudas se mantienen tan generosos que no compensa el empleo de muy bajo salario.

– Finalmente, todo eso se ha producido cuando la vuelta a la normalidad ha estado acompañada de un gran incremento de gasto por parte de los gobiernos y de un ahorro acumulado extraordinario que, al comenzar a gastarse, impulsa fuertemente la demanda.

Sin embargo, sí que hay un fuerte debate sobre la posibilidad de que estas subidas se consoliden, iniciando un proceso inflacionario generalizado en todas las economías que obligara a tomar medidas excepcionales.

Esta tesis es la que mantienen en Estados Unidos quienes consideran que los programas de gasto de la administración Biden están siendo excesivos y que producen un sobrecalentamiento de la economía que inevitablemente va a desencadenar una fuerte inflación. Entre sus defensores no solo están los economistas más conservadores y vinculados al Partido Republicano sino otros como Larry Summers y Olivier Blanchard que, curiosamente, justo antes de la pandemia mantenían que la economía de Estados Unidos sufría un «estancamiento secular» por escasez de demanda.

La mayoría de los dirigentes de los grandes bancos centrales coinciden en reconocer que se está produciendo un brote inflacionario pero que es de carácter temporal, de modo que no hay necesidad de tomar, por ahora, medidas contundentes para tratar de frenarlo. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha dicho repetidamente en las últimas semanas que está concentrado en volver al pleno empleo y que no se dejará influir por aumentos temporales de la inflación. El gobernador del Banco de Inglaterra ha dicho que observa la inflación «con mucho cuidado» pero sin preocuparse. Diversos responsables del Banco Central Europeo han reiterado más o menos lo mismo, que las subidas de precios no se prolongarán en el tiempo y que en la zona euro no hay riesgo de sobrecalentamiento.

Es lógico que los banqueros centrales digan eso porque saben perfectamente que una de las causas que siempre tiene la inflación es que haya expectativas de que va a producirse. Por eso, y aunque sepan que puede ocurrir lo contrario, nunca van a reconocerlo de antemano. De hecho, la historia económica nos enseña que los procesos inflacionarios se desencadenan siempre sin previo aviso y cuando todo el mundo se empeñaba en decir que no iban a producirse.

Como yo no tengo esa obligación, mantengo una opinión menos optimista sobre lo que puede ocurrir con las subidas de precios que ya han empezado a darse. No creo que vayan a ser tan temporales como se dice, creo que pueden extenderse al conjunto de la economía y, sobre todo, me preocupa que los bancos centrales utilicen, cuando esto se produzca, un remedio que sea peor que la enfermedad.

Las principales razones que me llevan a pensar que la inflación puede llegar para quedarse durante algunos largos años son las siguientes:

– Los cuellos de botella y los problemas de oferta que provocan subida de precios no están ocasionados solamente por la pandemia. Con anterioridad, se había comenzado a manifestar una crisis industrial en casi todo el mundo que se manifestaba en la caída de la tasa de beneficio y de producción en sectores estratégicos. La pandemia no la ha resuelto y lo que nos vamos a encontrar, cuando volvamos enteramente a la normalidad, es un recrudecimiento de esa crisis previa.

– Las mencionadas subidas de precios en las materias primas y en muchos productos básicos para la producción de casi todos los bienes y servicios tampoco tiene que ver exclusivamente con factores coyunturales, sino con la endémica falta de competencia en los mercados capitalistas. El caso del transporte marítimo que tanto influye en el aprovisionamiento y los costes es claro: siete de los grandes armadores de contenedores controlan el 75% del mercado y tres alianzas el 80% del transporte marítimo. Y más o menos lo mismo ocurre en otros sectores cruciales: dos empresas controlan el 75% del comercio mundial de granos y cuatro el 80% del comercio mundial de alimentos o el 95 por ciento del mercado mundial de semillas comerciales, por poner solo algún ejemplo.

– Las subidas de precios no se están produciendo solo porque suban los costes sino como una estrategia de muchas empresas para recuperar la rentabilidad perdida en un contexto de expansión de la demanda.

– La globalización que había permitido deslocalizar el empleo hacia los países con salarios muy bajos, disminuyendo así el poder de negociación de los trabajadores, está en crisis y no va a volver a producirse, al menos, con tanta facilidad como antes. Será más fácil, pues, que haya subidas de salarios que presionen sobre los precios.

– China ha cambiado su modelo productivo y está comenzando a centrar el impulso de su economía en el mercado interno más que en las exportaciones y esto le obliga a acaparar un suministro de materias primas y bienes intermedios que antes fluía a la economía internacional, tensionando así sus precios de forma permanente.

– La pandemia, la desarticulación sectorial que se produce y otros factores diversos pueden frenar la productividad durante bastante tiempo y eso presionará también al alza los precios.

– La transición ecológica es inevitable y también lo es que vaya acompañada de subidas de precios porque implica costes de producción y distribución más elevados.

– Sabemos por experiencia que la inflación se autoalimenta así que puede bastar con que las subidas de precios se produzcan durante unos meses para que se disparen durante mucho un periodo mucho más prolongado.

En resumen, es difícil saber qué va a pasar en los próximos meses o años con las subidas de precios, pero lo cierto es que hay diversas circunstancias que permiten sospechar que no van a ser tan circunstanciales como las autoridades monetarias están obligadas a decir que serán para no provocarlas ellas mismas.

Lo importante, sabiendo que las subidas de precios son inevitables tras una pandemia que produce distorsiones en los mercados, es saber qué hacer si estas subidas son algo más que puntuales, si aumentan sustancialmente y prolongan en el tiempo.

Lo que me preocupa al respecto es que los bancos centrales y los economistas de opinión dominante en general han mantenido hasta ahora tesis sobre los procesos inflacionarios que se ha podido comprobar que estaban equivocadas.

Se ha demostrado, por ejemplo, que es falso que haya que aumentar el desempleo y reducir el nivel de actividad para frenar la inflación (esto se analiza  aquí). Y, en concreto, que para evitar que suban los precios hay que moderar las subidas salariales. Para Estados Unidos se ha demostrado, por el contrario, que si la Reserva Federal quiere mantener su objetivo de inflación lo que debe hacer es dejar que los salarios reales crezcan más rápido que la productividad laboral durante algunos años (se demuestra aquí).

También se ha comprobado que es falsa la creencia que ha servido para diseñar y justificar las políticas económicas de los últimos años. Se decía que las economías se pueden estabilizar, simplemente controlando la inflación con una política monetaria activa y con recortes de gasto. La realidad es que estas políticas ni han evitado las crisis ni han estimulado la recuperación cuando estas se han producido.

Por el contrario, la pandemia ha terminado de demostrar que la política fiscal es fundamental para evitar el colapso, no sólo garantizando la demanda y la actividad, sino creando capital e impulsando y dando salida a la oferta cuando los mercados se bloquean.

Por tanto, el mayor peligro que puede producir la inflación que inevitablemente se avecina es que los bancos centrales vuelvan a equivocarse tratando de hacerle frente simplemente con subidas de tipos de interés, provocando más desempleo y reduciendo la capacidad inversora de los gobiernos cuando las empresas no tienen capacidad de generar el capital necesario para recuperar la producción.

En Estados Unidos parece que lo tienen claro y no se van a dejar llevar de momento, por los viejos errores. En Europa, la situación no está tan clara. Un documento reciente de La Comisión Europea (aquí) reconoce y recomienda a los gobiernos que den prioridad a las inversiones pero también plantea que deben comenzar a abordarse reformas presupuestarias estructurales, en la misma línea de vuelta a la austeridad que reclamó hace unos días en The Financial Times el antiguo ministro de Finanzas alemán y actual presidente del Bundestag, Wolfgang Schäuble: «La paz social de Europa requiere un retorno a la disciplina fiscal» (aquí).

O los gobiernos y los bancos centrales cambian y dejan a un lado los viejos dogmas que no han funcionado y entienden que ahora las subidas de precios se producen por problemas de oferta que requieren inversión pública, demanda sostenida y empleo, o vamos a tener una vuelta a la normalidad que será más dura y costosa que la propia pandemia. 

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sábado, 26 de junio de 2021

“En un mundo perfecto Juan Mari Arzak me adoptaría”: la irreverente guía póstuma de Anthony Bourdain. Tres años después de suicidarse, un último libro con material suyo y con la participación de su mano derecha repasa los placeres del mediático cocinero, entre ellos su amor por España y el jamón


El vitriólico chef y comunicador Anthony Bourdain sigue viviendo en sus libros. En junio de 2018, a los 61 años, su muerte causó una gran conmoción en el mundo gastronómico.

Cuando se cumplen tres años de su desaparición se lanza en español una guía irreverente de viajes, Comer, viajar, descubrir, editada por Planeta Gastro. Bajo el título en inglés World Travel. An Irreverent Guide, salió en Estados Unidos en plena pandemia, el pasado año, y fue posible por la voluntad de Laurie Woolever. La mano derecha del chef en sus aventuras televisivas, a quien llamaba “mi lugarteniente”, utilizó material que había recopilado con Bourdain en los viajes y recogió opiniones de amigos y colegas que vivieron momentos gastronómicos con el mediático chef.

El libro no contiene fotos, pero sí ilustraciones de Wesley Allsbrook, al estilo de los trabajos de campo decimonónicos. Recorre 43 países, todo un maratón de sensaciones y descubrimientos, con la ironía y el tono gamberro habituales del escritor y cocinero. “Yo soy un contador de historias. Voy a sitios y vuelvo de ellos. Y os cuento lo que me hicieron sentir”, decía Bourdain, cuya cuenta de Instagram aún sigue activa con la última foto de un contundente desayuno en Francia. De su natal Nueva York a su admirada Kioto. De Argentina a Australia, el olfato de Bourdain nos guía por lo más sabroso. “Quizá, después de todo, sí haya cabida en este mundo para otra guía de viajes, una repleta del ácido ingenio de Tony, de sus perspicaces observaciones, de algunas de las oblicuas revelaciones que hizo acerca de los misteriosos contornos de su corazón abatido”, confiesa Allsbrook en la introducción del libro.

En ese recorrido mundial de su guía póstuma figura España, uno de los últimos países en los que hizo escala. “¿Cómo puede ser tan bueno un jamón? ¿Cómo puede ser tan fantástico algo que viene metido en una lata? Las cosas más básicas... Una anchoa, una aceituna, un trozo de queso. Las cosas sencillas de verdad, las pequeñas cosas que aquí ves todos los días, eso es lo bueno de España”, escribe Bourdain en sus notas. Y ejemplifica sus preferencias en dos de sus destinos favoritos, donde tenía buenos amigos y colegas: San Sebastián y Cataluña. Los hermanos Ferran y Albert Adrià le hicieron de cicerones y con Juan Mari y Elena Arzak tenía una relación especial.

“En un mundo perfecto, en otra vida, yo viviría en San Sebastián. Todo esto, toda esta comida, este lugar, sería un derecho natural, y de algún modo Elena Arzak sería mi hermana, y Juan Mari Arzak me adoptaría. Yo amo a este hombre, adoro a Elena”, confiesa Bourdain. Durante una grabación de Parts Unknown, su última serie gastronómica para la CNN, le contaba a la hija del chef vasco: “Mi padre murió muy joven. Pero a mí me gustaría que Juan Mari supiera que desde la primera vez que vine aquí, siento que me ha cuidado como lo haría un padre. Ha sido un amigo fiel, siempre me ha apoyado y quiero que sepa que le aprecio.” Su propia experiencia de paternidad la vivió Bourdain a los 50 años, con el nacimiento de su hija Ariane (hoy adolescente de 14 años), fruto de su relación con la gerente de restaurante y experta en artes marciales Ottavia Busia.

Bajo su apariencia dura, Anthony Bourdain (Nueva York, 25 junio 1956) era un tipo sensible. Era un buscador incansable de sensaciones. Sus programas (No Reservations, Parts Unknown) eran una ventana abierta a las culturas culinarias del mundo, sus cuatro décadas de trabajo constituyen un apetitoso legado de conocimiento gastronómico y, como en sus libros (Confesiones de un chef, Malos tragos, Crudo, el manga Get Jiro…), siempre aparecía el lado salvaje de la cocina. Tanto en lo profesional como en lo personal era un insatisfecho nato.

¿Causas de su trágico final a los 61 años, en pleno rodaje en Francia de su docuserie Parts Unknown? Al parecer, la depresión y el agotamiento, además de una complicada relación abierta con la actriz Asia Argento, una montaña rusa de infidelidades mutuas y encuentros y desencuentros.

Esa agitada vida de Bourdain en el lado salvaje queda patente en un documental que precisamente se ha presentado estos días en el Tribeca Film Festival y que será emitido por CNN y HBO Max. Roadrunner, dirigido por Morgan Neville (ganador del Oscar por el documental sobre los coristas de las estrellas de la música A 20 pasos de la fama), muestra filmaciones del chef en sus programas y tomas extra de las grabaciones, así como entrevistas con familiares y amigos (a excepción de Argento). “Me gustaría vivir como una persona normal, pero realmente no sé lo que es eso”, dice Anthony Bourdain en pantalla. Y las imágenes recogen algo que dijo y que suena terriblemente real: “Nunca hay final feliz”.

Fuente: El País.

viernes, 25 de junio de 2021

_- Cientos de niños negros que acabaron en escuelas para "subnormales" en Reino Unido en las décadas de los 60 y 70

_- En el Reino Unido de las décadas 1960 y 1970, cientos de niños negros fueron etiquetados como "educativamente subnormales" y enviados erróneamente a escuelas para alumnos que se consideraba tenían poca inteligencia. 

Por primera vez, algunos exalumnos han hablado de sus experiencias para un nuevo documental de la BBC.

En la década de 1970, cuando tenía 6 años, Noel Gordon fue enviado a lo que se conocía en aquel momento como un internado "educativo para subnormales" (ESN), situado a 24 kilómetros de su casa.

"Esa escuela era un infierno", dice Noel. "Pasé 10 años allí, y cuando me fui a los 16, no pude conseguir trabajo porque ni siquiera podía deletrear o llenar una solicitud de empleo".

Aproximadamente un año antes de unirse a la escuela ESN, Noel había sido ingresado en el hospital para que le extrajeran un diente. Le administraron un anestésico, pero resultó que tenía anemia de células falciformes no diagnosticada y el anestésico desencadenó una reacción grave.

Noel dice que los problemas de salud resultantes lo llevaron a ser percibido como con dificultades de aprendizaje y a ser recomendado para una "escuela especial". Sin embargo, ni él ni sus padres recibieron ninguna prueba o explicación de su discapacidad.

"Alguien vino y dijo que habían encontrado un internado especial con una matrona donde se ocuparían de mis necesidades médicas", dice Noel.

Durante esa conversación también dijeron que Noel era "un idiota. Estúpido".

Pero los padres de Noel no se dieron cuenta de que su nueva escuela era para los llamados "subnormales" desde el punto de vista educativo. Se habían mudado a Inglaterra desde Jamaica a principios de los años 60 y tenían grandes expectativas en la educación de su hijo.

Noel pasó la primera noche en el internado llorando, pensando en su madre. Sentía que la escuela era fría e institucional.

"Aún me viene el olor de los viejos escritorios de madera. ¡Ah! y el abuso racial en mi primer día", dice.

Un estudiante le lanzó insultos raciales en el aula, pero no fue reprendido: el maestro simplemente le dijo que se sentara.

La escuela no seguía el plan de estudios del resto. Y aunque un maestro le dio a Noel un cuaderno para que escribiera, nunca le enseñaron gramática básica o cómo escribir. Hizo algunas sumas y restas básicas, pero durante las clases principalmente hacía manualidades y jugaba.

Sus padres sólo se dieron cuenta de qué tipo de escuela era cuando Noel, que entonces tenía 7 años, fue golpeado por un alumno de 15 años y su padre lo visitó por primera vez.

Recuerda que su padre le dijo al director: "Esta es una escuela para niños discapacitados", utilizando un término obsoleto.

Dice que el director respondió: "Sí, pero no nos gusta usar esa palabra, los llamamos aprendices lentos".

El padre de Noel, aunque devastado, se sintió impotente para cambiar las cosas.

Noel no tuvo la oportunidad de realizar exámenes y obtener calificaciones. Reflexionando sobre ello ahora, dice que ser etiquetado como subnormal desde el punto de vista educativo lo hizo sentir inferior por el resto de su vida y le generó muchos problemas psicológicos.

"Dejar la escuela sin ningún título es una cosa, pero dejar la escuela pensando que eres estúpido es completamente diferente. Te quita la confianza", dice.

La etiqueta
El término "educativamente subnormal" derivó de la Ley de Educación de 1944 y se utilizó para definir a quienes se creía que tenían una capacidad intelectual limitada.

"Esa etiqueta hizo que los niños se sintieran inferiores", dice el profesor Gus John, activista de la educación, quien llegó a Reino Unido desde el país insular caribeño Granada en 1964 como estudiante, y pronto se dio cuenta del problema.

"Los estudiantes de las escuelas ESN no irían a la universidad. Si tenían suerte, se convertirían en labradores.

"El término paralizaba y mataba cualquier sentido de autoconfianza y ambición".

Las escuelas primarias y secundarias de ESN clasificaban a los niños entre los que tenían "discapacidades de aprendizaje moderadas", discapacidades de aprendizaje "graves" o aquellos "imposibles de enseñar".

Estas categorías eran amplias y cuando se recomendaba a los estudiantes para las escuelas ESN, los profesores y psicólogos no siempre daban razones sólidas.

Si bien algunos de estos centros tenían buenos ejemplos de enseñanza, en muchos se pasaban por alto las necesidades de los alumnos.

Los estudiantes negros fueron enviados a estas escuelas en proporciones significativamente más altas.

Los realizadores del documental vieron un informe de 1967 de la ahora desaparecida Inner London Education Authority (ILEA , la Autoridad de Educación del Interior de Londres), que mostraba que la proporción de niños inmigrantes negros en las escuelas ESN (28%) era el doble que la de los de las escuelas ordinarias (15%).

"El porcentaje de niños negros en las escuelas ESN comparado con el de las escuelas normales era escandaloso", dice Gus John.

Pero ¿por qué se definió a tantos niños negros como "subnormales"?

"Racismo desenfrenado"
Las cifras de las décadas de 1960 y 1970 muestran que, en promedio, el rendimiento académico de los niños negros era más bajo que el de sus homólogos blancos. Eso alimentó la creencia generalizada de que los niños negros eran intelectualmente inferiores a los blancos.

Un informe de la autoridad local filtrado en 1969, escrito por un director llamado Alfred Doulton, argumentó que los niños antillanos en general tenían un cociente intelectual más bajo.

La afirmación se basaba en los resultados de las pruebas de cociente intelectual a los que se sometía comúnmente a los alumnos de primaria.

Uno de los principales defensores de esas teorías fue Hans Eysenck, exprofesor del Instituto de Psiquiatría del King's College de Londres.

Creía que la inteligencia estaba determinada genéticamente y citaba un estudio estadounidense que parecía mostrar que el cociente intelectual de los niños negros caía, en promedio, 12 puntos por debajo de los niños blancos.

Sobre ello, Gus John dice en el documental: "Cuando personas como Eysenck escribieron sobre raza e inteligencia, lo que en realidad estaban haciendo era justificar todos esos tropos que habían estado flotando durante el período de esclavitud, en el que la gente creía que no solo que los negros eran subhumanos sino también que no se podía esperar que actuaran o fueran tan inteligentes como los blancos".

Muchos maestros veían a los niños negros como intelectualmente inferiores y temían que el hecho de que hubiera "demasiados" alumnos negros en una clase afectara negativamente el logro de los alumnos blancos.

Tras una protesta de padres blancos en Southall, al oeste de Londres, en junio de 1965, el gobierno emitió una guía que abordaba las necesidades sociales, lingüísticas y las posibles necesidades médicas de los niños inmigrantes, y recomendaba mantener un límite de aproximadamente el 30% de inmigrantes en cualquier escuela.

Como consecuencia, muchas autoridades locales adoptaron la política de transporte en autobús: enviar a los niños inmigrantes a escuelas fuera de su área local en un intento de limitar el número de minorías étnicas en las escuelas.

La práctica finalmente se abolió en 1980.
"El sistema educativo alimentó y legitimó la idea de que los menores negros caribeños eran menos inteligentes que otros niños. Por eso muchos de ellos terminaron en las escuelas ESN.

"Fue un racismo desenfrenado", dice Gus John.

El problema del lenguaje
Muchos equipararon erróneamente la raza con la capacidad intelectual. Pero como argumentó la fallecida psicóloga educativa Mollie Hunte, los malos resultados de los estudiantes negros no se debieron a su capacidad intelectual sino a que las pruebas utilizadas para evaluarlos tenían un sesgo cultural.

Como explica Gus John, los exámenes utilizaban referencias y vocabulario con los que los niños caribeños recién llegados no estaban familiarizados.

"Un elemento clave fue el idioma", dice el profesor John. "Si habían crecido en un hogar jamaicano, usaban inglés jamaiquino —patois o criollo—.

"El problema que tenía la mayoría de los estudiantes caribeños era que como era un derivado del inglés estándar, nadie creía que necesitaran apoyo con el idioma".

Como resultado, no recibieron la ayuda adicional que recibieron otros niños inmigrantes que no hablaban inglés antes de llegar.

Según el profesor John, los maestros no intentaron comprender las barreras culturales que enfrentaban los niños negros y las evaluaciones no consideraron sus circunstancias domésticas y socioeconómicas, ni el impacto de la migración.

Muchos niños viajaban a Reino Unido una vez que sus padres se habían instalado. Llegaban a un país desconocido para vivir con extraños virtuales, a quienes no habían visto en años.

"Ese desplazamiento causó mucho trauma", dice el profesor John. "Hubo dolor y duelo. Esos niños a menudo no volvían a ver a sus abuelos".

"Descartados"
Según el activista de la educación, había una cultura de bajas expectativas entre los profesores.

Las dificultades de aprendizaje se confundieron con problemas de aprendizaje y los niños negros simplemente fueron "descartados" y enviados a las escuelas ESN.

Eso es lo que le sucedió a Maisie Barrett, de Leeds, una ciudad del norte de Inglaterra, quien fue enviada a uno de estos centros a los siete años, en la década de 1960.

"Inicialmente fui a una escuela convencional. Allí, una maestra le dijo a mi madre que no podía aprender. Nos dijeron que estaría mejor en una escuela especial".

Maisie dice que la decisión de enviarla a una escuela ESN fue un error que arruinó sus oportunidades de vida. Como a Noel, no le enseñaron lo necesario.

"Jugábamos, teníamos discotecas... Yo lo llamo una 'escuela libre' porque la educación era muy básica y jugamos mucho más de lo que estudiábamos", dice.

Fue solo en sus 30, décadas después, que a Maisie le diagnosticaron dislexia.

"En lugar de ayudarme con mis dificultades de aprendizaje, simplemente me tacharon de estúpida. Los maestros nunca se tomaron el tiempo de averiguar por qué tenía problemas para aprender. Eso arruinó mi confianza", dice.

"Era lenta, pero un maestro debería haberse tomado el tiempo para ayudarme a aprender".

Según Maisie, la falta de aprendizaje y apoyo era solo una parte del problema.

"Fui a una escuela que era una institución racista", dice.

Con el tiempo, tanto a Noel como a Maisie se les ofreció la oportunidad de asistir a escuelas ordinarias. Para entonces, era demasiado tarde.

En el caso de Noel, fue a una escuela secundaria local a tiempo parcial desde los 12 años y pasó el resto de la semana en la escuela ESN.

"En la escuela secundaria de medio tiempo, me ausentaba debido a la intimidación de no tener amigos y no poder leer", dice Noel.

Maisie dejó su escuela ESN a la edad de 13 años y comenzó en la escuela secundaria regular.

"Mi mamá me puso en contacto con una trabajadora social negra que, después de evaluarme, dijo que yo era inteligente y señaló que me ubicaran en la escuela ESN por racismo", dice Maisie.

Sin embargo, para entonces, incapaz de leer o escribir, Para Maisie la escuela secundaria fue extremadamente desafiante y terminó sin calificaciones.

No tan "especiales"
Inicialmente, muchos caribeños que emigraron al Reino Unido durante las décadas de 1960 y 1970 tenían una visión favorable de las escuelas ESN.

A menudo denominadas "escuelas especiales" por los maestros, los padres caribeños, con poco conocimiento sobre el sistema educativo británico, pensaban que estas brindarían un mejor apoyo y aprendizaje a sus hijos.

"Cuando le dijeron a mi madre que me habían recomendado para una escuela especial, la recuerdo sonriendo. Ella pensó que una escuela especial significaba una escuela mejor", dice Maisie.

Esta presunción sobre las escuelas "especiales" también se derivaba de las experiencias de los caribeños con los centros educativos en sus lugares de origen.

"La educación británica era vista como un camino hacia la movilidad social y las aspiraciones de los padres eran muy altas", dice Gus John.

"Los maestros tenían un perfil alto en las comunidades caribeñas, y los padres inicialmente confiaban en los profesores británicos. Fue un shock descubrir que sus hijos estaban siendo descritos como subnormales".

Sin embargo, cuando empezaron a notar las dificultades de sus hijos con los conceptos básicos de lectura y escritura, se preocuparon y surgieron grupos de padres dispuestos a la acción.

Por ejemplo, en 1970, después de descubrir que había un número desproporcionadamente alto de niños negros en las escuelas ESN del norte de Londres, un grupo llamado North London West Indian Association se quejó formalmente ante la Junta de Relaciones Raciales, alegando discriminación en virtud de la Ley de Relaciones Raciales de 1968.

Remedios
En 1971, un libro titulado "Cómo el niño antillano se vuelve subnormal desde el punto de vista educativo en el sistema escolar británico" resultó fundamental para cambiar la opinión de los padres negros.

El autor, el escritor y maestro granadino Bernard Coard, enseñaba en una escuela ESN y había notado la gran cantidad de niños caribeños allí. Cuando un grupo de padres preocupados le pidió que investigara el tema, escribió el libro en un tiempo récord.

Sostuvo que las escuelas ESN estaban siendo utilizadas por las autoridades educativas como un "vertedero" para los niños negros, y que los maestros estaban confundiendo el trauma causado por la inmigración con una falta de inteligencia.

El trabajo fundamental de Bernard Coard condujo a una acción positiva y a un fuerte aumento en las escuelas complementarias para negros.

Eran escuelas sabatinas creadas por padres negros con el objetivo de elevar el nivel educativo de los niños. Enseñaban materias del currículum junto con la historia negra, para elevar la autoestima de los niños, ayudarlos a obtener calificaciones y prepararlos para el empleo.

Después de años de presión y campañas, la Ley de Educación de 1981 consagró la inclusión en la legislación y el término "educativamente subnormal" fue abolido como una categoría definitoria.

Una investigación del gobierno sobre la educación de niños de grupos étnicos minoritarios publicada en 1985 encontró que los bajos puntajes de CI promedio de los niños antillanos no eran un factor significativo en su bajo rendimiento académico.

En cambio, se descubrió que el prejuicio racial en la sociedad en general jugaba en ello un papel crucial.

Pero para Noel como para Maisie, el impacto de su tiempo en las escuelas ESN permanece.

"La etiqueta cambió tanto y ESN paralizó mi confianza. Nunca me dieron las herramientas para ser la persona que podría haber sido", dice Maisie.

A pesar de escribir dos libros y obtener cuatro títulos después de dejar la escuela, incluidos los estudios caribeños y la escritura creativa, Maisie ha tenido dificultades para encontrar trabajo a lo largo de los años.

Actualmente desempleada y con dos hijos adultos, trabajó como trabajadora de apoyo para disléxicos, pero fue despedida hace unos años.

Maisie siente que se ha pasado la vida "tratando de ponerse al día" desde que dejó la escuela ESN.

Noel descubrió que realmente le gusta aprender y ha acumulado una serie impresionante de diplomas como adulto, incluida una licenciatura en informática.

Pero aunque la pared de su casa está cubierta de certificados, todavía tiene dificultades para leer y escribir.

"Esa escuela ESN me arruinó", dice Noel.

Y a pesar de los importantes avances realizados desde entonces, persisten las disparidades en la educación de los niños negros.

"Las preocupaciones que solíamos tener sobre los ESN todavía persisten, en vista de la cantidad de niños negros en unidades de derivación de alumnos", dice Gus John.

Estas unidades fueron establecidas en 1993 para acoger a alumnos excluidos de las escuela ordinarias.

Pero hay en ellas una cantidad desproporcionada de alumnos negros, hasta tres veces más en algunos de estos centros.

Al considerar el impacto a largo plazo de las escuelas ESN, el mayor pesar de Gus John es que "toda una generación fue disuadida de soñar en grande".

Fuente: BBC.

jueves, 24 de junio de 2021

Gratitud en acción

Lo primero que quiero hacer, por un deber del corazón y una elemental coherencia con el contenido de este artículo, es dar las gracias a quien lo ha inspirado. 

Mi querido amigo Laurentino Heras, me ha enviado como regalo su último libro de poemas (“Palabras en malva y negro”) y, por si fuera poco, ha añadido otro libro titulado “Gratitud y educación”, cuyo autor es Owen M. Griffith. El subtítulo nos da muchas pistas sobre el contenido: “Otra forma de enseñar, aprender y vivir”. Dentro de este segundo libro incluye un recorte de prensa con un artículo de Laura Ferrero titulado “Escapar del rayo”. Es un artículo sobre la gratitud. Y me invita a plantear en este espacio que él sigue con fidelidad cada sábado desde hace muchos años, algunas reflexiones sobre la gratitud. Y así lo voy a hacer, con sumo gusto. Dice Jean de la Bruyère, a quien he citado en alguna ocasión cuando he tenido que dar las gracias públicamente, que el único exceso permitido en nuestro mundo es el de mostrar auténtica gratitud.

Pronunciamos muchas veces al día la palabra gracias. Se calcula que unas 20 veces. Es probable que se haya convertido en una rutina, en una muletilla y que, en muchas ocasiones, la palabra se haya vaciado de contenido y haya perdido la verdadera emoción que podría encerrar. Por ejemplo, cuando en un restaurante nos indican en qué mesa podemos sentarnos, decimos gracias. Cuando nos entregan la carta volvemos a decir gracias. Cuando nos sirven el primer plato, repetimos la palabra gracias. Si pedimos que nos traigan otra servilleta, acompaños la petición con un nuevo gracias. Cuatro veces en unos minutos. Pero ¿realmente nos sentimos agradecidos? Dice Lura Ferrero en el citado artículo: “El gran tema no es dar las gracias sino ser capaces de expresar gratitud. El problema de las palabras es que se gastan, se les deshilachan los bordes y terminan dejando de significar”.

¿Qué se dice?, le preguntamos a nuestros niños cuando reciben un regalo, un elogio, una invitación, una caricia… ¿Qué se dice? Pues se podrían decir muchas cosas, pero lo cierto es que siempre responden con la misma palabra:

– ¡Gracias!

Luego sonreímos pensando que, de esta manera, demuestran que están bien educados, que han adquirido buenos modales.

Existe un sentimiento holístico de gratitud que se puede experimentar por el simple y maravilloso hecho de estar vivos. Hay un episodio en la vida del escritor Paul Auster que ha rememorado una y otra vez en entrevistas y conferencias porque, según cuenta, marcó toda su historia. Cuando tenía 14 años, su madre le envió a un campamento de varano en la montaña. Un día salió de excursión con sus compañeros y de repente, en medio del boque, se desató una tormenta eléctrica. Los responsables dijeron a los chicos que corrieran hasta llegar a un claro. Para ello tuvieron que arrastrarse en fila india por debajo de una cerca de alambre de púas. Justo en el momento en el que el chico que iba delante de Paul se agachaba, un rayo cayó sobre el alambre y el chico murió en el acto. El escritor no se dio cuenta de que estaba muerto y lo arrastró hacia el claro. Durante una hora, en medio de la tormenta y los relámpagos, trató de despertarlo sin atreverse a reparar en la rigidez, en que lentamente se fue poniendo azul, en el color morado de los labios. Ese fue para Paul Auster, uno de los momentos fundacionales de su vida y de su carrera. Fue consciente de la aleatoriedad de la existencia. Podía no haber escapado del rayo. Se apoderó de él un sentimiento incontrovertible: podría haberle tocado a él y no a su compañero. Dice Auster que, cada mañana, antes de levantarse de la cama da las gracias. Probablemente da las gracias a todo aquello que no controlamos: al destino, al azar, a la fortuna, a la casualidad.

En un tiempo en el que se pone el énfasis en los derechos que tenemos como seres humanos, en el que exigimos con vehemencia aquello que se nos debe, se corre el peligro de no reparar en todo aquello que la vida nos ha regalado. “Gracias a la vida, que me ha dado tanto”, cantaba Joan Baez con voz estremecida y vibrante. No todos se acuerdan de decir estas cosas. No todos viven así.

Nos producen lástima las personas ingratas. Hay que aprender a ser agradecidos. Hay que practicar la gratitud. Me han parecido sugerentes algunas propuestas que hace Owen en el citado libro “Gratitud y educación”. Un libro en el que se nos insta a educar esa actitud en las escuelas. Una de esas propuestas es el “diario de gratitud”. Consiste en un diario en el que cada día se explicitan cinco motivos por los que deberíamos sentirnos agradecidos. Al final del curso tendremos en el diario más de mil motivos de gratitud. Se trata no solo de enumerar sino de añadir el correspondiente por qué.

Otra sugerencia se refiere a la “gratitud en acción”. Si realmente estamos agradecidos deberíamos demostrarlo ayudando a los demás. Dice el autor: “Los estudiantes demostraron que la gratitud es más que un sentimiento agradable para ellos, y que puede llegar a convertirse en una forma de vivir conscientemente y un modo de tomar medidas para mejorar nuestro mundo”.

Una tercera sugerencia es “la visita de gratitud” que consiste en la tarea de escribir una carta de gratitud a una persona a la que no se haya agradecido adecuadamente lo que ha hecho y acudir a su encuentro para entregarla y leérsela al destinatario o destinataria.

Al final del libro el profesor Griffith, propone una última iniciativa: “En nuestras aulas y en nuestras vidas, podemos hacer depósitos en las cuentas de gratitud de otros al encontrar algo por lo que estar agradecidos por alguien y luego expresarlo. El reto está en encontrar una nueva persona y hacer un depósito en su cuenta bancaria de gratitud”.

Cuenta el autor que, en cierta ocasión, asistió al Congreso “Transformar nuestras aulas mediante la gratitud” en el Greated Good Center for Science de la Universidad de California, en Bekeley. Veinticinco expertos en aprendizaje socioemocional, junto con veinticinco maestros exploraron el último plan de estudios que se estaba probando en todo el país a través del Proyecto de Gratitud Juvenil.

El prologuista de la obra, Jeffrey J. Froh, profesor asociado en Hofstra University, habla de tres principios que su investigación y la de otros colegas han podido identificar y que pueden utilizar los adultos para promover la gratitud en niños y adolescentes. Principios que han incorporado a su “curriculum para la gratitud”:

– Darse cuenta de la intenciones: se trata de invitar a niños y jóvenes a adivinar la intención que hay tras los regalos, beneficios y ayudas que reciben.

– Apreciar los costos: cuando alguien ofrece ayuda, sacrifica tiempo, realiza esfuerzos o invierte dinero para poder realizarla. Es conveniente pensar en todo ello.

– Reconocer el valor de los beneficios: cuando alguien brinda ayuda, genera un beneficio para quien la recibe. ¿Por qué no explicitarlo? Puede hacerse completando esta frase: Mi día (o mi vida) es mejor porque…

Estamos tan habituados a disfrutar de muchos bienes que no reparamos en todo lo que hay detrás de ellos (personas, medios, tiempos, costos…) para que lleguen hasta nosotros. Y pocas veces pensamos en que hay muchos miles de personas en el mundo que carecen de muchas de las comodidades de las que disfrutamos de forma casi inconsciente.

Uno de esos beneficios de los que disfrutamos es el aprendizaje que nos brinda la escuela. Hay estudiantes que no solo no lo valoran sino que lo desprecian y rechazan.

Nuestra hija Carla asistió durante un año a un Colegio público de la ciudad de Galway (Irlanda). En ese colegio tenían una hermosa costumbre que consistía en que los niños y las niñas daban las gracias cada día a sus profesores y profesoras por lo que les habían enseñado. Se convirtió en un hábito tan cotidiano como decir buenos días o buenas tardes.

Pido prestadas unas palabras a Owen Griffith que sirvan de punto final: “La reciente investigación científica ha confirmado que practicar la gratitud puede llegar a remodelar nuestros cerebros de manera positiva, lo que nos permite ver todo lo bueno que sucede en nuestra vida y en el mundo, mejorando la vida de las personas de manera poderosa y estimulante”. Así sea. Así es.

Fuente: blog de Miguel Ángel Santos Guerra.

miércoles, 23 de junio de 2021

_- Operación Barbarroja: 10 preguntas para entender el “peor error” de Hitler en la Segunda Guerra Mundial

_- El 22 de junio de 1941, la Alemania nazi lanzó la operación Barbarroja, su gran ofensiva contra la Unión Soviética entonces comandada por José Stalin. 

Se trató de la mayor invasión militar de la historia, y la arriesgada apuesta con la que Adolf Hitler pretendía decantar decisivamente a su favor el sino de la Segunda Guerra Mundial.

Pero las cosas no salieron cómo el führer había planeado, y los historiadores consideran el fracaso de la operación un punto de inflexión en la contienda y el principio del fin de la superioridad alemana.

La Operación Barbarroja dio inicio a 6 meses de batallas titánicas entre dos superpotencias totalitarias, una contienda que acabaría por resultar decisiva en el desenlace de la guerra.

Bautizada como Barbarroja por Federico Barbarroja, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico del siglo XII, la invasión alemana de la URSS supuso la ruptura del pacto Germano-Soviético firmado en 1939.

Las fuerzas del Eje lanzaron 3 millones de hombres, divididos en tres grupos con las ciudades de Leningrado, Kiev y Moscú como objetivo respectivamente.

Las fuerzas soviéticas fueron tomadas por sorpresa y sufrieron terribles bajas en los primeros combates. Se calcula que murieron millones de hombres, y ciudades como Kiev, Smolensk y Viazma fueron conquistadas por los nazis.

Aunque estos también pagaron un alto precio, y la mejora paulatina de las defensas soviéticas, junto con la dureza del invierno ruso frenaron el avance de la Wehrmacht, la infantería alemana, en diciembre, cuando ya había llegado a las puertas de Moscú. Entretanto, Hitler había tomado la decisión de no pasar a la ofensiva en Leingrado, sometiéndola en cambio a un largo asedio.

Aunque las tropas soviéticas sobrevivieron al embate inicial, las fuerzas alemanas lanzaron nuevos ataques en 1942 y avanzaron aún más dentro del territorio de la URSS. Fue la batalla de Stalingrado, entre 1942 y 1943, lo que haría cambiar el curso del pulso bélico y acabó empujando al repliegue alemán.

Ahora que se cumplen 80 años del inicio de la invasión, el historiador británico Anthony Beevor, especialista en historia militar y en la Segunda Guerra Mundial, respondió a 14 preguntas de BBC History para intentar entender el peor error de Hitler.

1. ¿Tenía Hitler un plan a largo plazo para invadir la URSS?

Adolf Hitler cambiaba con frecuencia su actitud hacia las grandes empresas, pero creo que su invasión de la URSS es algo que viene desde ya el final de la Primera Guerra Mundial.

Su aborrecimiento del bolchevismo era absolutamente visceral, pero esa idea estuvo influida también por la ocupación alemana de Ucrania en 1918 y la creencia de que podría convertirse en un gran granero en el futuro.

Asegurar ese territorio podría evitar que se repitiera el bloqueo británico y la consiguiente hambruna en Alemania que se dieron en la Primera Guerra Mundial. Así que fue algo estratégico, pero también instintivo.

En realidad, el plan no se concretó en detalle hasta diciembre de 1940. Curiosamente, Hitler justificó la invasión de la URSS ante sus generales como la única forma de sacar a Reino Unido de la guerra.

Si la Unión Soviética era derrotada, entonces los británicos no tendrían más remedio que rendirse, lo que era un análisis un tanto particular de la situación.

2. ¿Fue el pacto Germano-Soviético algo más que una solución temporal para Hitler?

Fue muy deliberado. Hitler comprendió que tenía que derrotar primero a los aliados occidentales.

Y esto muestra una notable confianza, sobre todo si uno piensa que el ejército francés era considerado el más potente entonces.

Stalin, por su parte, tenía grandes esperanzas de que los Estados capitalistas y la potencia nazi se desangrarían mutuamente hasta quedar exangües.

El pacto Germano-Soviético era esencial para él también, porque acababa de purgar a todo el Ejército Rojo y necesitaba posponer todo posible enfrentamiento con Alemania. 

3. Se suele criticar que los alemanes esperaron demasiado para lanzar la invasión. ¿Está de acuerdo con esto? 

Sin duda, es cierto que la operación Barbarroja se lanzó demasiado tarde y ha habido mucho debate sobre el porqué de esa tardanza. Una vieja teoría afirma que fue la invasión de Grecia en abril de 1941 lo que la aplazó, pero ya en la época se sabía que el motivo principal fue el tiempo.

El invierno de 1940-1941 había sido muy lluvioso y esto causó dos problemas. En primer lugar, los aeródromos avanzados de la Luftwaffe, la aviación militar alemana, habían quedado totalmente inundados y simplemente no podían recibir aviones hasta que no se secaran.

En segundo lugar, el mal tiempo retrasó la redistribución de los vehículos de transporte hacia el frente oriental.

Otra cuestión interesante es que cerca del 80% de las divisiones alemanas de transporte motorizado procedían en realidad del derrotado ejército francés.

Es una de las razones por las que Stalin detestaba a los franceses y en la Conferencia de Teherán de 1943 defendió que debían ser tratados como traidores y colaboracionistas. El hecho de que no hubieran destruido sus vehículos al rendirse era para Stalin un punto muy serio en su contra. 

4. Se sabe que Stalin era extremadamente paranoico. ¿Cómo pudo ignorar tantas advertencias sobre un ataque alemán? 

Esta es una de las grandes paradojas de la historia.

A Stalin, uno de los hombres más suspicaces de todos, lo engañó Hitler. Ha llevado a toda una serie de teorías diferentes, incluida la de que Stalin estaba planeando invadir Alemania primero.

Sin embargo, esa teoría no tiene demasiado sentido.

Se basa en un documento de un plan de contingencia soviético del 11 de mayo de 1941 en el que el general Zhukov y otros, que estaban al tanto de los planes nazis de invasión, examinaban posibles respuestas.

Una de las ideas que contemplaron fue la de un ataque preventivo. Pero el Ejército Rojo era entonces totalmente incapaz de llevar a cabo una acción así. Para empezar, ¡porque el transporte principal de su artillería eran los tractores que se estaban utilizando para la cosecha!

Pero es interesante cómo Stalin rechazó todas y cada una de las señales de alarma que le llegaron. No solo de los británicos, sino de sus propios diplomáticos y espías...

Quizá la explicación esté en que estaba convencido desde la Guerra Civil española de que todo el que vivía en el extranjero se había corrompido y era instintivamente antisoviético.

Por eso ignoró los avisos que llegaron desde Berlín, incluso cuando le enviaron un pequeño diccionario para las tropas alemanas en el que figuraban expresiones como “llévame a tu granja comunal”. Estaba convencido de que eran todos provocaciones inglesas para forzar una lucha con Alemania.

Sin embargo, es extraordinario que Stalin aceptara incluso las garantías de Hitler de que se estaban desplazando tantas tropas hacia el este para alejarlas del radio de acción de los bombarderos británicos, que en aquel tiempo eran tan débiles que eran incapaces de hacer ninguna mella en las fuerzas alemanas. 

5. ¿Cuáles eran los objetivos alemanes? ¿Buscaban realmente una conquista total de la URSS? 

El plan era avanzar hacia lo que se llamó la línea AA, de Arcángel a Astracán. Esto les habría llevado más allá de Moscú y más allá del Volga.

Por eso, cuando llegó la batalla por Stalingrado, muchos soldados alemanes creían que con solo capturar la ciudad y llegar hasta el Volga habrían ganado la guerra.

La idea era que las tropas soviéticas que hubieran sobrevivido a las grandes batallas al comienzo de la ofensiva no serían más que un remanente y se las podría mantener a raya mediante bombardeos.

Mientras tanto, las áreas conquistadas de Rusia y Ucrania quedarían abiertas a la colonización y los asentamientos alemanes. De acuerdo con el Plan de Hambre alemán, la población de las principales ciudades habría muerto de inanición. Calculaban en 35 millones los muertos.

Todo el proyecto dependía de un rápido avance hasta la línea AA y, sobre todo, de la destrucción del Ejército Rojo mediante grandes sitios.

Algunos de estos sitios efectivamente tuvieron lugar. Kiev, por ejemplo, resultó ser una de las mayores batallas en número de prisioneros capturados en la historia de la humanidad. 

6. ¿Tuvieron los alemanes alguna posibilidad de éxito? 

A finales de 1941, en un momento de pánico, Stalin le dijo al embajador búlgaro que pensaba que Moscú iba a ser capturada y todo quedaría hecho pedazos.

Pero Stamenov, el embajador, respondió: “Está loco. Incluso si se retira hasta los Urales, acabará ganando”.

Para mí, esto ilustra una clave por la que la Operación Barbarroja no iba a funcionar. El tamaño del país significaba que la Wehrmacht y sus aliados rumanos y húngaros nunca tuvieron tropas suficientes para la conquista y ocupación de un territorio tan vasto.

En segundo lugar, Hitler no había aprendido la lección del asalto japonés sobre China, en el que otra fuerza altamente mecanizada y técnicamente superior atacó un país de una enorme extensión.

Aquello reveló que puedes imponerte al principio, pero el shock y el terror provocado por la crueldad, que también Hitler utilizó contra la Unión Soviética, acaba provocando tanta resistencia como pánico y caos.

Hitler nunca tuvo esto en cuenta. “Patea la puerta y toda la estructura se derrumbará”, era la frase que seguía usando, pero subestimaba completamente el patriotismo de la mayoría del pueblo soviético, y su rabia y determinación de continuar la lucha. 

7. ¿Sería correcto afirmar que Stalin fue un impedimento para la defensa soviética? 

Su negativa a permitir las retiradas, en especial del sitio de Kiev, conllevó la pérdida de cientos de miles de hombres. Fue una orden de resistir o morir en la que había muy poca flexibilidad.

Fue solo en la última fase de la retirada a Moscú que Stalin dio un poco más de margen, y estuvo bien que lo hiciera porque eso preservó tropas suficientes para poner a salvo la ciudad. 

8. ¿Llegó a haber algún peligro de que el régimen soviético colapsara en las primeras fases de la invasión? 

No hubo ninguna posibilidad de una revuelta popular ni nada parecido que lo derrocara.

De hecho, no eran muchas las críticas, porque realmente nadie sabía lo que estaba pasando y el enfado de la gente en ese momento estaba totalmente centrado en los alemanes y en su traición al pacto Germano-Soviético.

El riesgo principal para Stalin era un golpe palaciego. Hubo un momento en que algunos líderes soviéticos fueron a verle a la dacha en la que se había retirado en completa depresión.

Los vio llegar y pensó que habían llegado para arrestarlo, pero pronto se dio cuenta de que estaban tan asustados como él y lo convencieron de que tenía que seguir adelante. 

9. ¿Cuán decisivo resultó el invierno ruso en la batalla por Moscú? 

No hay duda de que la severidad de aquel invierno fue importante.

Fue especialmente frío, con temperaturas que cayeron a veces por debajo de los 40º bajo cero y los alemanes no estaban equipados para eso, ni en lo que se refiere al armamento ni a la ropa.

Las ametralladoras alemanas, por ejemplo, se congelaban a menudo y tenían que orinar sobre ellas para tratar de calentarlas.

Los blindados Panzer tenían unas orugas muy estrechas, por lo que no se podían manejar en la nieve, mientras que las más anchas de los soviéticos T-34 les daban ventaja.

La dureza del invierno ruso frenó el avance de la temible infantería alemana

Los alemanes ya habían visto ralentizado su avance por los fangos del otoño y la nieve no hizo sino empeorar las cosas. Tuvieron que encender fuegos bajo los motores de los aviones durante la noche para asegurarse de que arrancarían al llegar a la mañana siguiente. 

10 ¿Fue la invasión de la URSS el peor error de Hitler? 

Lo fue. 

Si hubiera mantenido el status quo resultante de la derrota de Francia y fortalecido sus ejércitos sostenidamente con los recursos de los países que ya había conquistado, hubiera estado en una posición muy fuerte.

Entonces, si Stalin hubiera intentado lanzar un ataque preventivo en 1942 y 1943, hubiera sido desastroso para la Unión Soviética.

No hay duda de que fue el momento decisivo de la guerra. Un 80% de las bajas de la Wehrmacht se produjeron en el frente oriental; fue la Operación Barbarroja lo que quebró la columna vertebral del ejército alemán. 


Nota: 
Más que hablar de errores hablaría de crímenes. los que iba cometiendo Hitler.

Lo que no se entiende es que un cabo de la I G M, gobernara a toda una nación y a un ejército como el alemán considerado como el más selectivo, aristocrático y mejor preparado de su tiempo. Y ese ejército le obedeciera ciegamente en su camino al desastre y el hundimiento. La "nobleza prusiana" dio un ejemplo de necedad y estulticia increíble. Y fue derrotado por un ejercito formado por hijos de obreros y campesinos,...  Cierto que con 27 millones de muertos. 

Surgen, además, muchas preguntas. Por ejemplo, si los alemanes perdieron la guerra por qué no pagaron con las mismas muertes su derrota siendo, además, que ellos invadieron la URSS a traición, sin declaración previa de guerra y rompiendo sin aviso el pacto Germano-soviético de no agresión.
Sin olvidar que la mayoría de la población nunca votó a los nazis, aunque nos repitan una y otra vez lo contrario. El 60% de los alemanes nunca le votaron.

“¡Oh Alemania, pálida madre! 
Entre los pueblos te sientas cubierta de lodo. 
Entre los pueblos marcados por la infamia 
tú sobresales”. 

Bertolt Brecht