viernes, 23 de enero de 2015

Ayudar a los pobres en la educación: El poder de un simple empujón

Hay enormes desigualdades en la educación en los Estados Unidos. (Y como ha señalado la OCDE, también en España está aumentando)

Un niño nacido en una familia pobre sólo tiene una probabilidad del 9 por ciento de obtener un título universitario, pero las probabilidades son del 54 por ciento para un niño de una familia de altos ingresos. Estas brechas se abren temprano, con los niños pobres ya menos preparados que sus compañeros de clase en el jardín de infantes.

¿Cómo podemos acortar estas diferencias?
 Mediante reformas, contenciosos, ambiciosos titulares sobre el sistema educativo se agolpan en los medios: el núcleo común, la eliminación de la condición de funcionario de los maestros, las escuelas charter. El debate se calienta y, a veces, de mala forma (un libro reciente sobre la educación se titula "La Guerra de los maestros").

Sin embargo, ya que estos debates causan malestar, los investigadores han ido a la búsqueda en silencio de pequeñas reformas, eficaces para mejorar la educación. Han identificado conductas de "empujones" que los estudiantes mejores y sus familias les dan al tomar pequeños pasos que pueden marcar grandes diferencias en el aprendizaje. Estas medidas son baratas, por lo que las escuelas o las organizaciones no lucrativas pueden usarlas inmediatamente.

Vamos a empezar con la universidad.
En cada paso del proceso, los estudiantes de bajos ingresos son más propensos a tropezar en el camino que le llevaría a la educación superior. Incluso el verano después de la escuela secundaria es un tiempo peligroso, con un 20 por ciento de aquellos que planean asistir a la universidad que en realidad no se inscriben - "Derretimiento del verano", un fenómeno conocido como barreras burocráticas, como el proceso laberíntico de solicitar ayuda financiera, explican algunas de la no continuidad.

Mientras eran estudiantes de posgrado en Harvard, dos jóvenes profesores diseñaron y probaron un programa para ayudar a los estudiantes para que persistan en sus planes universitarios. Benjamin L. Castleman, ahora en la Universidad de Virginia, y Lindsay C. Página, en la Universidad de Pittsburgh, establecieron un sistema de mensajes automáticos, de textos personalizados que le recordaban a los estudiantes de secundaria los plazos de solicitud y matrículas universitarias. Los textos incluyen enlaces a formularios requeridos y consejeros en vivo.

¿El resultado?
Los estudiantes que recibieron los textos eran más propensos a inscribirse en la universidad: un 70 por ciento, comparado con el 63 por ciento de los que no lo consiguieron. Siete puntos porcentuales es un gran aumento en este campo, al igual que las ganancias producidas por las becas que cuestan miles de dólares. Sin embargo, este programa cuesta sólo $ 7 por estudiante.

Los mismos investigadores también probaron un programa de mensajes de texto para interactuar con los estudiantes y que no abandonasen la universidad. El problema es importante porque la tasa de graduación de los estudiantes universitarios de bajos ingresos es tristemente baja; dos tercios la dejan sin un título. Los estudiantes universitarios de los Comunity College recibieron textos que les recordaban cuando completar sus formularios de inscripción y becas, en particular las solicitudes de ayuda. Entre estudiantes de primer año que recibieron los textos, el 68 por ciento llegó a completar su segundo año, en comparación con el 54 por ciento de los que no recibieron esos mensajes ("empujones"). Esto, también, supone un gran impacto - especialmente para un programa que cuesta sólo $ 5 por estudiante.

Sabemos que estos programas funcionaron porque fueron evaluados, al igual que todas las innovaciones citadas en esta columna, utilizando un ensayo aleatorio y controlado. Los ensayos aleatorios, que eran raros en la investigación de la educación, son cada vez más comunes. El Works Clearinghouse, que revisa y valora la calidad de la investigación en educación, enumera 242 ensayos aleatorios.

Los estudiantes fueron asignados aleatoriamente a recibir mensajes de texto o no recibirlos. Debido a que los dos grupos se seleccionaron al azar, eran básicamente indistinguibles en el inicio del estudio. Ellos se diferenciaron cuando los textos alteraron el comportamiento de aquellos que los obtuvieron en comparación con aquellos que no lo recibieron.

Los mensajes de texto no ayudarán a todos a llegar a la universidad, y las intervenciones baratas no resolverán todos los problemas. Pero si que resuelven algunos problemas para algunos estudiantes, liberando tiempo y recursos financieros para aquellos que necesitan otro tipo de ayuda.

Algunos estudiantes necesitan asesoramiento personal para ayudar a equilibrar las demandas de la escuela, la familia y el trabajo. Por desgracia, los consejeros no dan abasto, a menudo llevando el número de casos de miles de estudiantes.

Dos investigadores de la Universidad de Stanford, Eric P. Bettinger y Rachel Baker, analizaron un programa de asesoramiento innovador en el que un entrenador académico profesional llama a estudiantes en riesgo para hablar de la gestión del tiempo y habilidades de estudio. El entrenador puede ayudar a un estudiante a planificar la cantidad de tiempo para dedicar en cada clase en los días que se acerca al final, por ejemplo. Los resultados son impresionantes, con los estudiantes entrenados por sus mayores probabilidades de permanecer en la universidad y graduarse. Este programa es más caro que los mensajes de texto - $ 500 por estudiante por semestre - pero los efectos persisten durante años después de que el entrenamiento ha terminado.

¿Pueden ayudar a los niños más pequeños esas acciones?
Susanna Loeb y Benjamin N. York, ambos también en Stanford, desarrollaron un programa de alfabetización para los niños en edad preescolar en San Francisco. Enviaron a los padres textos describiendo actividades sencillas que desarrollan habilidades de alfabetización, como señalar las palabras que riman o comienzan con el mismo sonido. Los padres que reciben los textos pasaron más tiempo con sus hijos en estas actividades y sus hijos tenían más probabilidades de saber el abecedario y los sonidos de las letras. Costó unos pocos dólares por familia.

Investigadores de la Universidad de Chicago y la Universidad de Toronto también están trabajando en métodos para desarrollar la alfabetización. Ariel Kalil, Susan E. Mayer y Philip Oreopoulos enviaron textos a las familias con consejos sobre cómo leer con sus niños en edad preescolar. El resultado fue que los padres emplearon sustancialmente más tiempo leyendo con sus hijos.

Los investigadores también están probando el efecto de dar a los padres más información sobre los esfuerzos de sus hijos en la escuela. Una escuela en Los Ángeles, en colaboración con Peter Bergman, de la Universidad de Columbia, enviaba mensajes personalizado de texto a los padres de estudiantes de secundaria y preparatoria. Los textos dijeron a los padres cuando sus hijos no entregaban las tareas escolares, enumerando los números de página y los problemas específicos que los estudiantes debían completar. Los padres y los estudiantes respondieron: las tareas completadas subieron un 25 por ciento y las calificaciones y resultados de exámenes se mejoró. Otras formas de comunicación entre la escuela y los padres mejoraron, también, con los padres a dos veces más probabilidades de llegar a los profesores de sus hijos.

Estos "empujones" de luz no pueden resolver todos los problemas, a un largo plazo. Pero, pueden ayudar a muchos estudiantes, a un bajo costo.

¿Por qué las escuelas, distritos y estados no se apresuran a establecer estas medidas? Tal vez porque los programas no tienen electorado natural. Ellos no son capital o mano de obra intensiva, porque no crean muchos puestos de trabajo o contratos lucrativos. No crean una gran iniciativa costosa que un político puede señalar en un discurso de campaña. Ellos sólo hacen su trabajo, de manera efectiva y barata.

Susan Dynarski es profesora de economía, educación y políticas públicas en la Universidad de Michigan. Ha asesorado a la administración de Obama en las conclusiones de su investigación de políticas en auxilio de estudiantes. Síguela en Twitter endynarski.

Fuente: http://www.nytimes.com/2015/01/18/upshot/helping-the-poor-in-higher-education-the-power-of-a-simple-nudge.html?emc=edit_tnt_20150117&nlid=31217582&tntemail0=y&_r=0&abt=0002&abg=1

Distinta justicia para todos

Las resoluciones judiciales de hoy sobre los casos Bárcenas y Aguirre, demuestran que a todos los ciudadanos sin distinción se nos aplica la misma ley: La del embudo.-  Pozuelo de Alarcón, Madrid 22 ENE 2015. Cartas al director. El País. 

jueves, 22 de enero de 2015

Carta a la escuela de unos padres agradecidos a sus maestros

Mi médica de familia, una excelente profesional de la salud y aún mejor persona, si esto es posible, me manda la carta que ella y su marido le escribieron a los profesores de su hijo pequeño cuando éste acabó la enseñanza primaria. Reproduzco a continuación el texto:

“El menor de nuestros hijos ha completado su etapa escolar y, por ello, queremos haceros llegar esta carta que quiere ser a la vez de despedida y agradecimiento.

Durante todos estos años han recibido el mejor regalo que jamás obtendrán en la vida, aunque ellos aun no lo saben. Lo que han aprendido durante este tiempo de vosotros es la base del resto de todo su conocimiento, y no nos referimos solo al académico porque “saber” es necesario para ¡tantas cosas!…

En adelante, cada vez que lean el periódico, obtengan el carnet de conducir, mantengan una conversación, comprendan una película o hablen en público, estarán aplicando sin saberlo, todo lo que les habéis enseñado; ese tesoro compuesto de cosas necesarias como leer, resolver problemas, escribir, conocer el curso de los ríos, pensar, preguntar, saber los estados de la materia, hablar correctamente, conocer los números naturales, responder, dominar las reglas gramaticales, estarse quieto, mejorar, ser diferentes, saber qué es un pentagrama, perder, criticar entender en inglés, tolerar, expresar ideas y, sobre todo, tenerlas…

Gracias a todos y a todas y especialmente a… (aquí aparece el nombre de ocho profesores y seis profesoras).

Intentaremos que ellos mantengan las ilusión de aprender como vosotros mantenéis la ilusión de enseñar.

Un abrazo”.

Ojalá hubiese muchos padres y madres así. Personas conscientes de la importancia de la educación y sensibles respecto a la importancia de la tarea de quienes dedican su vida a la enseñanza. La tarea de la familia es decisiva.
Fuente: Miguel Ángel Santos Guerra.
http://blogs.opinionmalaga.com/eladarve/2015/01/10/gracias-por-ensenarme/

RECORTES SANITARIOS » Un millón de funcionarios ven recortados sus servicios médicos

Pacientes de oncología y cardiología son forzados a cambiar de centro.

Millón y medio de personas —un millón de funcionarios y medio millón de sus familiares beneficiarios— se enfrentan, en 2015, a recortes en la asistencia sanitaria que les presta la mutualidad Muface, dependiente del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. Las tres grandes aseguradoras privadas que este año han firmado el concierto con Muface (Adeslas, Asisa y DKV) han recortado su cartera de médicos y hospitales, de forma que hay especialidades e incluso centros enteros a los que ya no pueden acudir. Ello ha motivado que personas ya en tratamiento hayan tenido que cambiar de hospital o que se vean obligadas a solicitar autorizaciones para cada una de las pruebas o las consultas que necesitan.

Es lo que le ha sucedido a una funcionaria del Estado, con 34 años en Muface, que pide el anonimato para contar su historia. Le detectaron un cáncer de pulmón, a finales de 2013, y fue operada en su hospital, el HM Sanchinarro, a través de la aseguradora Adeslas. Al pedir hora en noviembre para su revisión trimestral, en enero, le preguntaron si era “de Adeslas particular o de Adeslas Muface”. “Ya no atendemos a nadie de Muface”, asegura que le contestaron. Ahí empezó una peregrinación por diferentes oficinas para enterarse de qué estaba sucediendo. Tras mucho insistir, Adeslas accedió a continuar su tratamiento un año. “Pero dicen que las pruebas me las van a hacer en otro sitio”, precisa.
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Mutualismo

Los funcionarios del Estado pueden elegir dónde recibir su asistencia sanitaria: con entidades privadas o en la sanidad pública. A 1 de diciembre de 2014, había 1.518.434 personas adscritas a Muface. Algo más del 81% escogieron la privada el año pasado, entre una de las aseguradoras que firmaron el concierto con Muface.

Los mutualistas eligen, a principios de año, entre la pública y la privada, y dentro de esta, con qué aseguradora entre las que han firmado el concierto. Este año lo han hecho Adeslas, Asisa, DKV e Igualatorio de Cantabria. En todos los casos, tienen garantizadas las mismas prestaciones. Sin embargo, las aseguradoras deciden con qué hospitales o con qué médicos contratan a su vez esos servicios. En 2015, las aseguradoras ya no tienen convenio con varios centros sanitarios del Grupo Quirón. El Sindicato Unificado de Policía (SUP) informa de que ninguna de las tres grandes aseguradoras ofrece ya los tres hospitales de este grupo en Barcelona. En Madrid, los funcionarios siguen pudiendo acudir a San José y San Camilo, las clínicas más pequeñas. En el hospital más grande, el de Pozuelo, se han limitado las especialidades que cubren las compañías, añade.

"Si hay un problema, ¿adónde voy de urgencias?"

Esther (nombre figurado) asegura haber vivido “un suplicio” en las últimas semanas. Esta funcionaria, del Cuerpo Nacional de Policía, de 53 años, padece un cáncer de ovarios del que recayó el año pasado. “Llevo ocho años con mi oncóloga. Se ha creado una complicidad. Me conoce y conoce mi caso. Sabe lo que me va bien y lo que no. En una enfermedad como el cáncer, la confianza hace mucho”, explica. Tras operarse, el año pasado, ha seguido yendo a revisión a su hospital, el Quirón de Pozuelo, a través de la aseguradora Adeslas. Cuando se enteró de que había cambios en el convenio de los funcionarios, llamó para enterarse: “Me dijeron que con la tarjeta de Muface ya no me atendían, que a partir de ahora mi aseguradora tendría que autorizarme cada cosa. Pero fue el hospital el que me lo dijo. Adeslas nunca me informó de nada”.

Empezó a presentar instancias. Quería que siguieran tratándola en su hospital de siempre, con el equipo de siempre. “No me contestaban. Tengo que empezar otra vez con la quimioterapia y he estado en un sinvivir. La otra vez tuve tranquilidad, pero ahora todo son nervios e incertidumbres”, relata. El viernes pasado, por fin le autorizaron la quimioterapia, pero ahora no sabe a qué atenerse en el futuro. “De palabra, sin darme nada por escrito, en la Quirón aseguran, por ejemplo, que no puedo acudir en caso de emergencia. ¿Si tengo una complicación, adónde voy de urgencias?”, se pregunta.

Un portavoz del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas asegura que la continuidad asistencial de los pacientes con dolencias graves —el mismo hospital, el mismo médico— está garantizada en los seis meses siguientes a la baja del catálogo de proveedores de un centro sanitario o de una especialidad. En el caso de pacientes de las especialidades de Oncología y Psiquiatría, este periodo se alarga hasta un año.

Muface entiende la continuidad asistencial, es decir, el tratamiento en el mismo centro, “en sentido amplio”, explica dicho portavoz. Es decir, los casos en los que a un paciente se le autoriza a seguir con las consultas con su oncólogo, pero le mandan a otros centros para hacerse las pruebas o para las urgencias no serían legales. “Si un paciente se siente perjudicado, que pida amparo a Muface”, añade. Fuentes de Adeslas aseguraron que están cumpliendo "a rajatabla" lo que indica el convenio e indicaron que entienden el nerviosismo de los pacientes pero piden tranquilidad porque todos "van a seguir con su médico".
Fuente: http://politica.elpais.com/politica/2015/01/20/actualidad/1421791624_348636.html

Sobre los seguros
En su edición del pasado 21 de enero informan ustedes de los increíbles recortes y cambios que están efectuando Muface y sus aseguradoras a los funcionarios, sin comunicarles una sola palabra. Ponen ustedes un par de casos de Adeslas. Creo que será interesante avisar a los que están en Asisa de que también a nosotros nos están machacando. Hube de pasar una revisión en la Dexeus de Barcelona y sólo cuando llegué allí desde Madrid supe que Muface ya no lo cubría. Lo más canallesco es que tanto Asisa como Muface ocultan la información. No hay modo de saber qué han eliminado y qué queda. No hay guías, no hay catálogos, no hay listas y si alguien se aventura en la Red puede acabar en los huesos.

Me parece que ni un sólo político ha dicho una palabra al respecto. Los más escépticos suponemos que es una iniciativa del Gobierno para que muramos los más viejos y salgamos más baratos.- A 22 ENE 2015 - El País. Cartas al director.

BJORN STEVENS. DIRECTOR DEL INSTITUTO MAX PLANCK DE METEOROLOGÍA » “Es aterrador vivir en una sociedad en la que la verdad no importa”. El climatólogo de Naciones Unidas huyó de EEUU por sus políticas anticientíficas

En diciembre de 1947, el físico Albert Einstein, harto del ambiente de caza de brujas contra los intelectuales de izquierdas que se apoderaba de EE UU, estalló. “Vine a EE UU porque oí que en este país existía una gran, gran libertad. Cometí un error al escoger EE UU como una tierra de libertad, un error que no puedo borrar del balance de mi vida”, afirmó, según documentación confidencial del Gobierno.

Salvando las distancias, lo mismo le ocurrió al investigador estadounidense Bjorn Stevens. En 2008, cuando era profesor de la Universidad de California en Los Ángeles, salió huyendo de su país, indignado por las maniobras del presidente George W. Bush para amordazar a los científicos y alejarlos de la toma de decisiones. Hoy, este experto en nubes es director del Instituto Max Planck de Meteorología, con sede en Hamburgo (Alemania), y ha sido uno de los autores principales del último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas, que ha vinculado definitivamente las emisiones de CO2 al calentamiento que sufre la Tierra.

Stevens, nacido en Augsburgo (Alemania) en 1966 y criado en EE UU, de madre alemana y padre estadounidense, observa ahora desde su exilio cómo el Partido Republicano, el de George W. Bush, asume el control del Congreso de su país. El científico, acostumbrado a subirse a aviones para cazar nubes, ha tomado uno en esta ocasión para acudir a Madrid como jurado de los premios Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA.

Pregunta. ¿Por qué dejó EE UU?
Respuesta. Al comienzo de la década de 2000, cuando la Guerra del Golfo, había un ambiente contra la Ilustración. Vivir en una sociedad así, en la que la verdad no desempeña ningún papel, es muy desalentador. Cuando Bush fue elegido la primera vez pensé: “Bueno, estas cosas pasan”. Pero luego vi lo que hizo y cómo todo el mundo sabía lo que estaba pasando, y pese a todo fue elegido una segunda vez. Era muy insatisfactorio vivir en una sociedad así, en la que la verdad no importa. Sobre todo para un científico. Para un científico la verdad es lo más importante. Es aterrador vivir en una sociedad en la que la verdad no importa, y ese era el caso de EE UU en aquella época.

P. ¿Era más difícil todavía para un científico del clima?
R. Nunca he estado realmente implicado en la ciencia del clima para convencer a nadie de nada. A las personas les gusta saber cómo funciona el mundo en el que viven y nos pagan para que se lo digamos. Yo no he interactuado con el mundo de la política ni era mi objetivo influir en las políticas. Solo espero que la gente escuche a la ciencia. Espero que los políticos escuchen a los científicos y acepten lo que dicen. Y deberían escuchar también a otras personas, a la industria, para tomar buenas decisiones. Lo que no deberían hacer es negar lo que aseguran los científicos del clima, porque no hay razones para hacerlo. Al final, las decisiones de los políticos dependen de factores de los que conozco muy poco. Todo lo que puedo pedir es que no pretendan que los científicos dicen cosas que no dicen. Afirmamos que el clima se está calentando, y que pensamos que es por las actividades humanas y porque hay más CO2. Si creen que otros temas son más importantes y deciden que sigamos viviendo como lo hacemos, me parece una decisión justa, siempre que dejen claras las bases de sus decisiones.

P. El Partido Republicano ha asumido en los últimos días el control del Congreso de EEUU. ¿Cómo cree que esto puede afectar a las políticas climáticas y a la ciencia del clima?
R. En mi opinión, los republicanos siempre han sido el partido más fundamentalista. Tienen tendencia a legislar el mundo que ellos desearían que existiera, no el que existe. Cabría esperar que aceptaran cómo funciona el mundo, algo que para mí es básico en el pensamiento de la Ilustración, pero el Partido Republicano es antiintelectual y anti-Ilustración. Y esto dificulta mucho que un país avance basándose en una mejor comprensión del mundo, al margen de cuáles sean tus ideas políticas y lo que creas que es mejor para la economía o para la gente. La política debería ser algo racional, basada en información. Pero el Partido Republicano tiene una dilatada historia de ignorar la información que considera inconveniente. Por ejemplo, vemos una negación de cómo es el mundo en su política exterior. Para mí es muy negativo que haya un partido que tiene miedo al conocimiento porque podría contradecir su idea de cómo debería ser el mundo. Esto es lo más alarmante, así es muy difícil crear políticas basadas en el conocimiento.

P. ¿Cree que los republicanos pueden poner en peligro las políticas climáticas de Obama?
R. Obama ha dado algunos pasos importantes. Y claro que los republicanos pueden ponerlos en peligro. En el Congreso pueden limitar los fondos necesarios para implementar políticas eficaces. También pueden limitar los fondos que permiten a EE UU ser parte de la comunidad de países que buscan soluciones. Tenemos un problema, el clima está cambiando y tenemos que buscar soluciones. Y si tenemos EE UU, con todos sus recursos, concentrado en el negacionismo, tenemos un problema. Nos gustaría ver a EE UU, con todo su poder intelectual y sus recursos, siendo parte de la comunidad de países que buscan soluciones.

P. ¿Cree que Obama ha hecho suficiente en cuanto al cambio climático?
R. Es difícil de decir, porque juzgas en función de lo que esperabas. Si juzgas en función de lo que hizo Bush, Obama ha dado pasos tremendos. Si juzgas en función de lo que esperabas de él hace seis años, cuando fue elegido, entonces puede ser muy decepcionante.

P. El presidente del Gobierno español aludió en 2007 a un primo suyo, catedrático de Física, para poner en duda la ciencia del clima. "Yo de este asunto sé poco, pero mi primo supongo que sabrá. Y entonces dijo: "Oiga, he traído aquí a diez de los más importantes científicos del mundo y ninguno me ha garantizado el tiempo que iba a hacer mañana en Sevilla. ¿Cómo alguien puede decir lo que va a pasar en el mundo dentro de 300 años?", afirmó. Hay personas que siguen pensando así.
R. Hay una buena respuesta para el presidente. Si es verano, se le puede preguntar si el invierno será más frío, porque se puede predecir. Esto es el clima. Es el hecho de que los cambios en los patrones de radiación solar hacen que el invierno sea más frío que el verano. Cuando hablamos de predicción climática, lo hacemos en este sentido. Por supuesto que no podemos predecir el tiempo exacto que hará un día concreto del próximo invierno. Predecir el clima del futuro se parece mucho más a predecir que el invierno es más frío que el verano que a predecir si va a llover un día concreto de la semana que viene. Mucha gente se confunde con esto, incluso algunos físicos inteligentes.

P. Su trabajo está dedicado a estudiar la dinámica de las nubes. ¿Qué preguntas trata de responder?
R. La mayor parte de la luz es reflejada por la Tierra y calienta. Pero no toda la luz provoca un calentamiento. Una parte es reflejada hacia el espacio y eso hace que la Tierra vista desde fuera sea un planeta brillante. La pregunta es cuánta luz solar es reflejada por la Tierra y eso depende en buena medida de lo nublada que esté. Lo que se refleja, que se denomina albedo, es aproximadamente un 30% de lo que llega. Y la mayor parte se debe a las nubes. Si cambias el albedo un poco, al 31% o al 32%, tendría un efecto enorme en la temperatura de la Tierra. El efecto de un 1% más en el albedo sería similar a duplicar el CO2. Así que el albedo de la Tierra es muy importante y sabemos muy poco sobre por qué es 30%, o sobre si podría ser 40% o 10%. Una de las cosas que hacemos estudiando las nubes es intentar entender qué controla el albedo. Hay muchos factores que intervienen en ese número.

P. Usted dice que la crítica constructiva es el alma de la ciencia. ¿Puede hacer un poco de crítica constructiva sobre la ciencia del clima?
R. No entendemos bien, en absoluto, cómo la circulación atmosférica cambiará a medida que se caliente la Tierra. La circulación atmosférica es la trayectoria de los ciclones, el monzón, los sistemas polares. Hay patrones en esta circulación. Todo lo que aprende un niño sobre dónde se forman los ciclones, sobre dónde están las regiones polares, depende mucho de la circulación atmosférica. Si calientas el clima, puedes imaginar que todo se queda igual pero con mayor temperatura. Pero también tenemos razones para pensar que habrá cambios en la circulación atmosférica. Quizá los ciclones sean más potentes, o los monzones. Sabemos muy poco de cómo cambiará la circulación. Hacemos modelos muy complejos, pero unos dicen una cosa y otros dicen la contraria. Hay poco acuerdo. Para mí es uno de los grandes desafíos. Es un misterio y debemos tener mucho cuidado con utilizar los modelos como si fueran bolas de cristal. Al mismo tiempo, es muy difícil comunicar a la gente que sabemos algo y desconocemos otras cosas. A menudo, en nuestro campo no admitimos que no sabemos algo por miedo a que la gente piense que no sabemos lo que pasa si metes más CO2 a la atmósfera. Pero es desacertado, porque la ciencia se mueve por las cosas que desconocemos. No pasa nada, admitamos que tenemos problemas en nuestra comprensión del clima.

P. Usted fue uno de los autores principales del último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas. ¿Qué espera de la próxima cumbre del clima que tendrá lugar en diciembre en París y de la que podría salir un acuerdo internacional de reducción de emisiones de CO2?
R. No espero gran cosa, así que espero sorprenderme de manera positiva. La calidad de la información de la que disponen los políticos no va a cambiar enormemente, así que tendrán que tomar decisiones con una cierta incertidumbre. No pasa nada, lo hacen todo el tiempo. Los países van a la guerra con mucha menos información.

P. ¿Cree que sigue habiendo una brecha entre los científicos y los políticos en cuanto al cambio climático?
R. Para mí es difícil saber hasta qué punto los políticos entienden la ciencia. Es entendible si quieres entenderla e inviertes tiempo en entenderla. Y hay científicos que se explican muy bien. Los políticos tienen que tomar decisiones difíciles y a menudo es mejor para ellos no entender algunas cosas porque eso facilita que tomen las decisiones que quieren tomar. El gran desafío es exigir a nuestros políticos que intenten informarse a partir del mejor conocimiento disponible. El que quiera saber, tiene información comprensible a su disposición.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2015/01/12/ciencia/1421066242_376658.html

miércoles, 21 de enero de 2015

El puto autobús. Este modesto vehículo, al que apenas prestábamos atención, juega ahora un papel determinante en cientos de vidas

Ha muerto Concha Caballero, descanse en paz. Un pequeño homenaje es volver a leer uno de sus muchos artículos escritos en El País, sin olvidar que fue portavoz de IU en el Parlamento andaluz.

Me llama una alumna de mi instituto. Acaba de terminar el bachillerato con matrícula de honor y ha obtenido unas notas de selectividad que le permiten escoger la carrera que deseaba. Me dice que se ha matriculado en la UNED, la Universidad a Distancia, y le pregunto extrañada por qué.

—Me hubiera gustado conocer el ambiente universitario pero no va a poder ser.

Me explica que su padre y su madre están en paro. Han estado haciendo cálculos y no pueden pagar los ciento y pico euros mensuales que suponen el desplazamiento diario desde Coria del Río a la Universidad Pablo Olavide. Le contesto que no se preocupe, que estoy segura de que le concederán la beca que ha solicitado, que si no se la conceden a ella con su magnífico expediente y su situación familiar, no habrá becas para nadie.

—Ya lo sé —me contesta— pero el problema es que las becas no empiezan a pagarlas hasta febrero o marzo y no podemos adelantar ese dinero.

Le digo que hay algunos fondos para esas situaciones. Me dice que ya ha preguntado y que están saturados. Me ve tan afectada que es ella la que se dedica a animarme.

—No te preocupes. Es solo una racha de mala suerte. El año que viene será distinto. Ya verás.

A los dos días me encuentro en la puerta del instituto a una pareja de jóvenes estudiantes que terminaron también el curso pasado con estupendas calificaciones y una inesperada historia de amor. Los hacía en la Universidad pero me dicen que han venido a matricularse en el único ciclo superior de formación profesional que existe en la localidad, el de Informática. Algo totalmente ajeno a sus aspiraciones y a la orientación de sus estudios. Me cuentan exactamente la misma historia. Los pocos kilómetros que separan este pueblo de la ciudad de Sevilla se han convertido en un foso insuperable. El pago de las becas se produce con retraso y eso les obliga a adelantar un dinero que no poseen. Siento una profunda rabia.

—No pasa nada. De verdad —me dice él con más convencimiento que ella—. No vamos a perder el año. Vamos a buscar algún trabajillo y ahorrar para poder empezar la carrera el próximo curso.

Frente a los cristales de secretaría está la madre de uno de los alumnos del centro. Tanto ella como su marido están parados desde hace más de tres años. Les pregunto si ha mejorado la situación.

—Bueno… vamos tirando. Tenemos la suerte de tener la casa pagada y mi padre se hace cargo de los gastos extras, que si unos zapatos, una equipación… nos arreglamos con muy poco.

—¡Ojalá las cosas mejoren! —le digo sin mucha convicción—.

—¡De verdad! Todos los días cuando me levanto me acuerdo de los que no tiene nada, asegura.

Me hace sonreír el optimismo histórico que nos permite sobrevivir y esa compasión que quita peso a las penas propias.

En la sala de profesores discutimos las actividades extraescolares para este curso. Mejor dicho podamos, recortamos, escatimamos las que se solían hacer en años pasados. Recordamos con humor cuándo proponían ir a Cancún o a la Riviera Maya. Ahora ir a Granada ya es un lujo y las actividades son muy modestas: visitar algún museo de Sevilla, asistir a una función de teatro o participar en la feria del libro.

—Aún así habrá alumnos que no podrán pagar el billete del autobús —nos advierte alguna compañera—.

Antes Sevilla estaba muy cerca, ahora muy lejos. El modesto autobús al que apenas prestábamos atención juega ahora un papel determinante en cientos de vidas. Nunca pensé que subir a un autobús o a un vagón del metro llegase a ser un problema. Era el dinero menudo que volaba de nuestros bolsillos sin saber cómo. El mismo que hoy se cuenta, se mide, se planifica.

Camino de casa observo a los viajeros que esperan en la marquesina con cara de indiferencia. Desde luego no son privilegiados. Como siempre, el conductor ha ocupado buena parte de la calzada e interrumpe el tráfico hasta que embarcan todos los viajeros. El vehículo va casi vacío. No sabe que se ha convertido en un nuevo símbolo de la escasez. El puto autobús.
Fuente:  27 SEP 2013 -  El País, Andalucía. ESPECIAL Andalucía Domingo
Más: Concha Caballero, el lado humano de la política. Fue la primera mujer portavoz de un grupo en el Parlamento

El exterminio en Navas del Madroño. En enero de 1937, 68 venteros fueron fusilados en Cáceres sin saber por qué los mataban

Una de las cosas peores que te pueden pasar en esta vida es que te maten y no sepas por qué. Esto les sucedió hace ahora justamente 78 años a 68 vecinos del pueblo cacereño de Navas del Madroño. En su mayoría, tenían entre 30 y 50 años, habían formado una familia y trabajaban en el campo o en la cantería, aunque no faltaban los carreros, los pescadores ni los comerciantes.

Entre el 27 de diciembre de 1937 y mediados de enero de 1938, los 68 venteros, que así se llaman los de Navas, fueron detenidos sin explicaciones y trasladados a la cárcel de Cáceres. El 9 de enero de 1937 fue especialmente kafkiano: llegaron varios camiones cargados de guardias y de falangistas, detuvieron a medio centenar de vecinos y se los llevaron. Los presos tranquilizaban a sus mujeres y a sus hijos. Es una equivocación, decían. No pasará nada. Pero pasó.

Antes de que acabara aquel terrible mes de enero del 37, los 68 venteros habían sido fusilados. Solo el día 15, los pelotones acabaron con la vida de 54 hombres de Navas. Y murieron sin saber por qué morían.

«Manuel Conde Paz, Antonio Conde Paz, Benigno Corchado Canales.». Mediodía del sábado 17 de enero de 2015. Unas 60 personas rodean a Ana María García Cava. Es la presidenta de la Asociación de Familiares de Víctimas del Franquismo en Navas del Madroño, constituida en 2012 y formada por representantes de 30 familias que padecieron aquel exterminio sin explicación. Ana lee la lista de los 68 fusilados ante el monumento erigido en su honor en el cementerio del pueblo. Hace un frío que congela hasta las palabras. Menos mal que, cada 10 o 15 nombres, Flora Talavera lee un poema dedicado a las víctimas y pone un poco de calor en el ambiente. Flora es ama de casa y nieta de Juan Canales, uno de los fusilados sin saber por qué.

«La mañana estaba clara, ella estaba blanqueando», recita Flora y los presentes vuelven a imaginar aquel inexplicable 9 de enero, que tantas veces les contaron sus madres y sus abuelas en la clandestinidad de la lumbre de invierno. «Gracias, señor Chaves, por habernos dado voz», declama otro verso. Entre los presentes, el historiador Julián Chaves, que ha investigado el exterminio de Navas y lo ha referido en varios libros.

Del camposanto a la Casa de Cultura. Conferencia del profesor José Hinojosa, que aporta nuevos datos para entender lo que los fusilados no comprendieron. El desencadenante del exterminio en Navas fue la famosa lista de Máximo Calvo, que sería como la de Schindler, pero al revés: los que en ella aparecían, no se salvaban. Este activista comunista fue muerto tras un tiroteo en Almoharín el 27 de diciembre de 1937. Llevaba unos papeles cifrados en su cartera. El 28 se descifraron. En ellos aparecía una relación de vecinos de Navas susceptibles de ser convencidos para la causa. Ni Máximo los conocía ni los vecinos sabían quién era Máximo. Pero fueron exterminados. Por si acaso.

Espinosa matiza la explicación de la lista como único desencadenante. Entre 1931 y 1936, Navas fue un pueblo particularmente luchador, muy azotado por el paro, con episodios de tensión social que no se dieron en el resto de Extremadura como un conato revolucionario en octubre de 1934, al tiempo que los mineros se levantaban en Asturias. «Esto sí pudo marcar los fusilamientos», resume el historiador.

Los venteros interiorizaron aquel intento de exterminio hasta bien entrada la democracia. Solo se exteriorizaba en síntomas como que las películas que siempre triunfaban en Navas, según me contaba un empresario cinematográfico que proyectaba filmes por las cárceles y los pueblos de España, eran las que acababan con una venganza. Pero el drama 'La taberna de Cadalso' de Miguel Murillo, sobre la vida de Máximo Calvo y los sucesos de Navas, tardó años en representarse en un pueblo al que le costaba enfrentarse cara a cara con su tragedia. Ahora, por fin, empieza a conocerse la verdad del exterminio.

Fuente: Diario Hoy. J. R. ALONSO DE LA TORRE.

La caridad sector en crecimiento‏

Un sector que crece en los EE UU

En 2013, en los EE UU existían 1.429.801 organismos sin ánimo de lucro, de los cuales, 966.599 eran organizaciones caritativas, 96.584 fundaciones y 366.618 en la categoría de "otro" (cámaras de comercio, asociaciones civiles, etc.) En 2013, el importe de las donaciones caritativas llegaban a 335.170 millones de dolares (es decir 268.000 millones de euros y el 3% del PIB). El 72% de esta suma fue entregado por particulares, el 15% de fundaciones, el 5% por empresas privadas y el resto correspondía a herencia. A título comparativo, en 2012, la totalidad de las donaciones (de empresas y particulares) alcanzaba los 4.000 millones de euros (es decir, el 0,2 % del PIB en Francia; eran 9.300 millones de libras esterlinas (es decir, 11.630 millones de euros y el 0,7 % del PIB) en el Reino Unido en 2011-2012; se elevaba a 10.600 dólares canadienses (es decir, 7.400 millones de dólares y el 0,5% del PIB) en Canadá en 2010 (Últimas estadísticas disponibles).

Cerca de un tercio (el 31,5 %) de esos 335.170 millones de dólares fueron donados a organismos de caridad religiosos o a parroquias; el 16% al sector de educación; el 12,5% a la ayuda social (no religiosa); el 10,5% a fundaciones encargadas de distribuir subvenciones; el 9,5 % al sector sanitario; el 5% al arte y la cultura; el 4,5 % a causas humanitarias; 3% a causas ambientales, y el 7,5% a cusas diversas.

En 2012, más de una cuarta parte (el 26,5%) de los estadounidenses adultos, es decir, 64,5 millones de personas, declararon haber hecho voluntariado en algún organismo sin fines lucrativos, lo que representa 7.900 millones de horas de trabajo gratuito por un importe total estimado en 175.000 millones de dólares. Benoît Bréville.
Fuente: Le monde Diplomatique diciembre 2014.

martes, 20 de enero de 2015

La Academia no sabe de ciencias

Qué prisa se da la Real Academia Española de la Lengua para introducir en el Diccionario vocablos o acepciones nuevas que supuestamente recogen el habla popular, con lo que intenta dar una imagen de modernidad, cuando no de gracejo. Así se recogen voces como canalillo, chatear (cuando ya no se chatea) y próximamente quizá selfi, dron, apli, etcétera. Sin embargo, el lenguaje científico sigue siendo una catástrofe en el Diccionario. Consulten vocablos biológicos de uso muy corriente como protozoo, que pasó de ser animal microscópico… a organismo, casi siempre microscópico, cuyo cuerpo está formado por una sola célula o por una colonia de células iguales entre sí. Esta definición sirve también para bacteria, alga u hongo. Por cierto, bacteria (según la RAE) es un microorganismo unicelular procarionte, cuyas diversas especies causan las fermentaciones, enfermedades o putrefacción, en los seres vivos o en las materias orgánicas, olvidando la inmensidad de especies bacterianas que no hacen ninguna de estas tres cosas; o alga, que la Academia considera una planta talofita con clorofila; o, aún peor, hongo, que sería una planta talofita sin clorofila. Y así podríamos seguir casi eternamente.

Ya he perdido la esperanza de que la RAE realmente se sitúe a la altura cultural y científica de la comunidad hispanohablante, porque las próximas enmiendas del Diccionario me temo que no mejorarán el rico léxico científico, pero terminarán por admitir cocreta, porque lo dice mucha gente.—  Madrid 5 ENE 2015 - El País.

domingo, 18 de enero de 2015

Eres lo que "te gusta"

El comportamiento en Facebook permite a un ordenador hacer un perfil psicológico de sus usuarios más acertado que el de sus amigos o familiares, según un estudio. Cien ‘me gusta’ bastan para saber el sexo, raza o ideología de un usuario de Facebook
Una máquina te conoce mejor que tus amigos y familiares. Esa es la principal conclusión de un estudio con miles de usuarios de la red social Facebook.

Analizando sus me gusta, una máquina puede conocer la personalidad de un sujeto mejor que sus amigos y familiares. Los autores de la investigación creen que esto ayudará a la relación entre máquinas y humanos pero alertan de los peligros que puede suponer para lo más íntimo del ser humano, su forma de ser, pensar o sentir.

Investigadores del Psychometrics Centre de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y del departamento de Ciencias de la Computación de la Universidad de Stanford (Estados Unidos) consiguieron que casi 90.000 usuarios de Facebook realizaran un test de personalidad de 100 preguntas. También tuvieron acceso a sus me gusta en la red social. Partían de la idea de que el comportamiento en las redes da pistas fiables sobre cómo es una persona. Crearon entonces un programa que, como si fuera un psicólogo digital, pudo detectar los principales rasgos psicológicos con unas decenas de me gusta.
En realidad, lo que querían saber es si las máquinas podían juzgar mejor a los humanos que los propios humanos. Para ello, lograron también que compañeros de trabajo, amigos y familiares dibujaran un perfil psicológico de los usuarios de Facebook estudiados, mediante un cuestionario estándar en psicología.

Con sólo 10 me gusta, el programa fue capaz de determinar la personalidad con mayor certeza que los juicios emitidos por un colega del trabajo. La máquina, además, afina su valoración a medida que tiene más información de lo que se hace en Facebook. Con sólo 70 me gusta, ya sabe más de uno que su compañero de piso y, con 150, más que una madre. Solo la pareja de cada participante rivalizó con la máquina. Pero, si disponía de 300 me gusta o más, el ordenador no tenía rival. Teniendo en cuenta que la media de me gusta de un usuario es de 227, en la mayoría de los casos los ordenadores juzgan mejor que los humanos.

"Los ordenadores pueden ganarnos en nuestro mejor juego", dice el investigador de la Universidad de Stanford y coautor del estudio, Michal Kosinski. "Predecir los rasgos psicológicos de los otros es una habilidad social básica, crucial para el éxito y, en el pasado, para la supervivencia, perfeccionada en millones de años de evolución. Y, ahora, un modelo informático relativamente simple basado en una gran base de datos nos supera con mucha facilidad", añade.

Buscando validar sus primeros resultados, los investigadores obtuvieron una submuestra de más de 14.000 usuarios de Facebook que habían sido valorados no por un allegado si no al menos por dos. Pero aún con un perfil psicológico doble, la máquina volvió a superar a los humanos. Un fruto de su trabajo es una página donde cualquiera puede compartir sus me gusta y dejar que la máquina lo psicoanalice.

En una tercera medición, los investigadores quisieron saber si el ordenador podía predecir determinadas conductas propias como el consumo de drogas, la tendencia a la depresión o la orientación política. Tal y como publican en la revista científica PNAS, en 12 de las 13 conductas estudiadas, la máquina acertó más que los allegados. Aquí, los resultados confirman un trabajo anterior de Kosinski y colegas de Cambridge que mostraba cómo 100 'me gusta' bastaban para saber el sexo, raza o ideología de un usuario de Facebook

Para Kosinski, los ordenadores tienen un par de ventajas sobre los humanos a la hora de analizar la personalidad de una persona: "Por encima de todo, las máquinas pueden conservar y recuperar grandes cantidades de información y, además, pueden analizar todos estos datos con algoritmos". Esto las hace menos vulnerables al fallo, el olvido y al pensamiento muchas veces irracional propio de la mente humana.

Los investigadores creen muy cercano un escenario en el que existan sistemas automatizados, certeros y asequibles para determinar la personalidad, lo que podría mejorar la toma de decisiones, desde a quién contratar, a qué político votar o hasta de quién enamorarse. Sin embargo, también reconocen el riesgo de dejar que las máquinas jueguen a ser psicólogos o que empresas y gobiernos empiecen a usarlas como tales.

Control del usuario de sus propios datos
En palabras de Kosinski: "predecir la personalidad es, como cualquier otra tecnología, moralmente neutral. Podemos usarla para mejorar nuestra vida o hacernos daño, igual que con los cuchillos. Ciertamente, tenemos que proceder con cautela, ya que la tecnología actual funciona bien y podría beneficiar (o dañar) a un gran número de personas".

Para los investigadores es necesario diseñar sistemas y políticas que minimicen los riesgos. "Dos principios deberían guiarnos: transparencia y control", sostiene Kosinski. Por un lado, "tenemos que ayudar a los usuarios a entender que sus datos están ahí fuera, cómo están siendo usados y cómo pueden ser usados", explica. Por el otro, "tenemos que conseguir que los usuarios tomen un control total de sus datos y decisión sobre para qué fines pueden ser usados", concluye.

El problema, como han demostrado ya otros es que los datos personales han escapado al control de sus dueños. "El factor social de la privacidad hace que el control de este tipo de predicciones esté fuera del individuo", recuerda el investigador español de Escuela Técnica Federal de Zúrich, David García, ajeno a esta investigación. Este experto en redes sociales demostró recientemente cómo una red social puede inferir detalles personales, como la orientación sexual, no sólo de sus usuarios si no también de los amigos que no están en la red.

"Los patrones que enlazan la amistad con los 'me gusta' podrían explotarse para predecir la personalidad de usuarios que no lo desean. Es decir, imaginemos que me gusta Snooki [personaje de un reality show estadounidense] pero no quiero que se usen mis datos. Si a la mayor parte de mis amigos también les gusta Snooki, quien tenga los datos de mis amigos puede deducir que soy una persona extrovertida sin tener mis me gusta", razona García.

sábado, 17 de enero de 2015

CUANDO LAS LUCES DE NAVIDAD NO BRILLAN

Una gran amiga envió esta emotiva y bella carta al diario local "Hoy". Sencillamente me ha gustado y por eso la traigo aquí, con todos mis mejores deseos.

Mensajes y más mensajes, convocándonos a la alegría por decreto, a las felices celebraciones y tiernos reencuentros, insistiendo una y otra vez, hasta la extenuación, en la obligación de pasarlo bien, que para eso es Navidad. Pero sucede que la vida es, muchas veces, y para muchos, cruel, despiadada y las luces navideñas no brillan por igual para todos. El dolor no tiene vacaciones ni firma treguas, aunque sea Navidad.

Cuando la angustia nos puede, cuando vemos el futuro como una amenaza, esas continúas invitaciones al amor, a la cordialidad, esas reuniones con familiares, amigos y compañeros, por imperativo social, solo sirven para acrecentar sentimientos de impotencia, de rabia, de infinita tristeza, sobre todo si, día a día, nosotros o algún ser querido, se enfrenta a una enfermedad cuyo solo nombre causa estremecimientos o cuando nos pesan ausencias imposibles de suplir y que ese tiempo de navidad las hace más presentes y dolorosas.

El dolor y la nostalgia acompañan nuestras horas navideñas. Nos pesa cada instante y ni esos spots televisivos, ni esas desmesuradas manifestaciones de alegría callejera pueden amortiguar ante el sufrimiento de un ser querido, frente a la incertidumbre con la que despertamos cada día. Sólo los que han pasado por algo similar pueden entenderme y saben que es sentirse roto en Navidad. Salir a la calle y ver gente repletas de bolsas, sobrados de luz y calor… ajenos a todo desgarro, nos produce aún más dolor y tristeza.

Son muchos los que en estas fechas, cuando el tiempo nos arropa y el pasado se siente más largo que el futuro, cuando nos pesa más la carga vital que los proyectos, manifiestan síntomas depresivos, ansiedad y apatía, que, en ocasiones, llevan a una cierta fobia a esta época del calendario y a hundirnos en la soledad y el abatimiento, haciéndonos sentir con patológica intensidad nuestras personales tragedias. Es cierto que este fenómeno no se recoge aún como tal en ninguno de los manuales que clasifican a las enfermedades mentales, pero presagio que no tardará en hacerse.

Pasado ya este tiempo de brindis continuos, impuestos mucha veces por artificiosas circunstancias, no quiero terminar estas líneas sin manifestar mi solidaridad con los que sufren, brindar con ellos y desearles que, aunque sea a lo lejos, difusa y tenue, avisten alguna luz de esperanza. Este resquicio es el que me hace levantarme con fuerzas cada mañana.
Concha Flores

Persiguiendo a Stephen Hawking. La ecuación que Hawking quiere ver grabada en su lápida demuestra que los agujeros negros no lo son tanto, y dejan escapar radiación


Antes de que me inscribiera como estudiante de doctorado en la Universidad de Cambridge en 1964, me encontré con un cursillista que me llevaba dos años en los estudios. Andaba y hablaba con dificultad. Era Stephen Hawking. Me enteré de que sufría una enfermedad degenerativa y que no iba a acabar a tiempo su doctorado, pero de forma increíble ha sobrevivido por más de cincuenta años. Y no solamente se ha limitado a eso; se ha convertido en el científico más famoso del mundo, aclamado por sus brillantes investigaciones y sus best sellers sobre el espacio, el tiempo y el cosmos. Pero sobre todo, por su increíble triunfo sobre la adversidad”.

Estas magníficas pinceladas de Hawking nos las ofrece el legendario astrónomo británico Martin Rees, de la Universidad de Cambridge. Rees trabajó en el mismo edificio de la Facultad que él, y recuerda los días en que empujaba su silla hasta la oficina, cuando a veces Hawking le pedía que le abriese un abstruso libro de teoría cuántica. “Se quedaba ahí paralizado, durante horas, y ni siquiera podía pasar página. Me preguntaba por lo que pasaba por su mente, y si se estaba apagando. Pero en un año concibió la mejor idea que había tenido en su vida, encapsulada en una ecuación que quiere ver grabada sobre su lápida”.

Eran tiempos en los que Hawking todavía susurraba dentro de su parálisis. Ahora, el genio estaría completamente desconectado del mundo de no ser por su silla, recientemente renovada por el equipo de Intel. Hawking habla al mundo usando un único músculo, el de su mejilla. Sólo lo vi en una ocasión, hace años, pero la gente a su alrededor se quedaba impresionada cuando sonreía. La nueva silla es un prodigio de la tecnología: algoritmos que predicen textos avanzados e intuyen las palabras, infrarrojos que detectan el movimiento de la mejilla, medidores de la tensión y la temperatura, navegación por Internet, y la misma voz original diseñada por el ingeniero Dennis Klatt, del MIT, que Hawking no quiere abandonar.

Su enfermedad avanza inexorable; amenaza con romper algún día este cordón umbilical tecnológico. Pero mientras Hawking consiga no perder su último movimiento, su voz computerizada seguirá siendo parte de la cultura popular. Aparece mezclada con el punteo de la guitarra de David Gilmour en Talkin’ Hawking, el tema que Pink Floyd, la legendaria banda de rock sinfónico, le ha dedicado en su último álbum. Se rumorea que The Theory of Everything (La teoría del todo), la película de James Marsh sobre la vida del genio ya estrenada en EE UU, podría darle al actor Eddie Redmayne su primer Oscar por su sorprendente transformación.

Hawking aparece en The Big Bang Theory, Los Simpson y Star Trek. ¿Por qué se ha convertido en un icono de la cultura popular? “Lo siento, la cultura no es mi campo. Mi negocio es la ciencia”, nos responde Kip Thorne, el físico que asesoró a Christopher Nolan en Interestellar y uno de los mejores amigos de Hawking, a quien ayudó en momentos difíciles en su carrera. Lawrence Krauss –uno de los más inteligentes cosmólogos y hábil escritor científico– sí accede a enviarnos sus impresiones por correo electrónico. Hawking combina dos cosas que lo convierten en el científico perfecto para el público. “Inspira a la gente por su dolencia, su coraje personal para seguir adelante a pesar de obstáculos muy notables. Y también porque su trabajo versa sobre la relatividad general, la teoría que desarrolló Einstein. Así que para los periodistas es más fácil arroparlo con la manta de Einstein, lo que fascina al público”. Nicolás Cardiel, astrofísico de la Universidad Complutense de Madrid, no lo duda. “Gracias a su popularidad, la divulgación de ideas tan poco intuitivas y relacionadas con el origen mismo del universo, o los agujeros negros, consigue ver la luz”.

Martin Rees explica que esa ecuación que Hawking quiere ver grabada en su lápida demuestra que los agujeros negros no lo son tanto, y dejan escapar radiación. Es una idea que espera confirmación experimental, esencial en la teoría de las supercuerdas y objeto de debate 40 años después. Por eso Hawking no ha recibido (aún) el Nobel, pero sí el Premio Milner, que reconoce los avances en física teórica con tres millones de dólares.

Hawking mantiene intacta su capacidad de sorpresa. Alguien que rompe límites: así nos lo resume Rees, una de las personas que más le han acompañado a lo largo de su vida. “El concepto de una mente prisionera viajando a través del cosmos ha atrapado la imaginación de la gente. Si él hubiera obtenido la misma distinción en otra ciencia, pongamos la genética, en vez de la cosmología, el triunfo de su intelecto contra la adversidad probablemente no hubiera adquirido la misma resonancia ante el público de todo el mundo”.
Fuente: El País semanal. http://elpais.com/elpais/2015/01/12/eps/1421060204_320236.html

viernes, 16 de enero de 2015

Gente mala y fea. Quizá la mayoría de los individuos prefieran ser buenos, pero lo primero que escogen es no meterse en líos

Yo suelo escribir bastante sobre la buena gente. Y no sólo escribo: pienso a menudo en ella. Cuando aprieta la zozobra, cuando abrir un periódico te araña el corazón, cuando te enteras de alguno de los horrores que suceden por el mundo, como la reciente matanza de niños cometida por los talibanes, consuela recordar que hay muchísimos individuos maravillosos que nunca salen en las noticias y a quienes no prestamos atención. Pero existen, de eso no tengo duda. Vivo en la certidumbre de que la mayoría de los humanos son razonablemente buenos.

Sin embargo, hoy me han entrado ganas de hablar de los malos. Y no de los completos monstruos, de los psicópatas, de los criminales, de los fanáticos; no hablo de la perversión monumental y sin paliativos de los talibanes, o de los que queman vivas a sus mujeres, o de los que ordenan torturar salvajemente a un preso, o de quienes, como Blasco, exconseller de Cooperación y Solidaridad de la Generalitat Valenciana, roban el dinero donado con generosa urgencia por los ciudadanos para socorrer a los damnificados del terremoto de Haití (esa también es una manera de matar). No. Me refiero a los malos insidiosos y mezquinos, a los malos mediocres pero feroces en su cobarde medianía. Y me temo que ese tipo de gente abunda más que el malvado monumental.

Un día llegué a casa de una amiga y encontré que su puerta había sido manchada con violentos brochazos de pintura verde chillón. Vive en una casa antigua del centro de Madrid, un edificio popular, con muchos vecinos, añosos y supuestamente afables en su mayoría. Pues bien: la presidenta de la comunidad, una mujer todavía joven, había mandado un escrito protestando por una nimiedad contra uno de los vecinos, con la intención de recoger firmas en su contra. Mi amiga, que no tenía nada que reprocharle a ese hombre, no firmó. Al día siguiente, todas las puertas de quienes se abstuvieron, que fueron unos cuantos, aparecieron marcadas con ese color verde vómito, como las puertas de los egipcios de la Biblia. En fin, hace falta ser muy vándalo, muy descerebrado y muy cobarde para actuar así. Y, además, hace falta ser malo.

Las comunidades de propietarios parecen fomentar estas furias locas, esta animosidad estúpida y dañina Las comunidades de propietarios parecen fomentar estas furias locas, esta animosidad estúpida y dañina: no es el único caso que conozco de batallas campales entre vecinos. Y suceden cosas aún peores; de hecho, este artículo se me ocurrió tras leer un acongojante comentario que dejó en mi Facebook Gema Martínez González, a raíz de un texto mío de EL PAÍS en el que hablaba de los muchos ancianos discapacitados que no pueden salir de sus casas porque viven en pisos altos sin ascensor. Gema escribió: “Yo soy enfermera y voy a sus casas, les llamamos ancianos confinados porque podrían salir a la calle si tuvieran ascensor, pero quedan encerrados en sus pisos; y en mi barrio se da otra circunstancia, hay portales en los que la comunidad pone el ascensor con llave y el que no paga (porque no tiene dinero para hacerlo) no tiene llave, yo he ido a hacer visitas a un anciano y el vecino, al saber al piso que iba, ¡no me ha dejado subir con su llave!”. No me digan que no es el más perfecto y desnudo ejemplo de la crueldad imbécil: una comunidad entera coaligada para impedir que un pobre viejo pueda pisar la calle. Es decir, condenándolo a una cadena perpetua hasta la muerte, sin juicio, sin defensa y sin apelación. En verdad repugnante.

Me pregunto si todos esos vecinos serán igual de malos, o si habrá uno o dos energúmenos en la escalera empeñados en prohibirle el ascensor al anciano y los demás se limitarán a seguir la corriente dominante; y no por miedo a represalias concretas, sino por pereza y cobardía moral. Porque, pensándolo bien, ahora se me ocurre que la mayor parte de la gente quizá no sea buena, sino amorfa, volátil cual pluma en tormenta. Y que, por egoísmo y debilidad, se adapta a lo que haya. Quizá incluso la mayoría de los individuos prefirieran ser buenos; pero lo primero que escogen es no meterse en líos, sin saber que ése es el mayor lío posible, el error fatal que arruinará sus vidas, como explicó tan bien Martin Niemöller en su celebérrimo poema: “Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista (ni socialdemócrata, ni sindicalista, ni judío…). Cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar”. Por eso es tan importante el clima ético de un país, por eso son tan importantes los líderes de opinión, los modelos sociales, el ejemplo de los dirigentes, la moral pública: para fomentar la rectitud en el corazón de los tibios y minimizar la aparición de la gente mala, tonta y fea.
4 ENE 2015 -El País.
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jueves, 15 de enero de 2015

Yo también

O nos unimos con el islam moderado contra la barbarie, o estamos abocados a una guerra mundial de inimaginables dimensiones


Sí, yo también me indigno cuando escucho a los imanes y a los musulmanes conservadores decir esas barbaridades retrógradas que dicen. E igualmente me indigno cuando se las oigo a los obispos españoles y a los reaccionarios que les apoyan, como el obispo de Alcalá hablando de las feministas demoníacas y del loby gay que ha “infectado” al PP. Son opiniones con consecuencias a veces muy graves (la oposición católica al condón fomenta el sida, el machismo islámico esclaviza a las mujeres…), pero en ningún momento me creo que ni siquiera ese disparatado obispo de Alcalá esté a favor de coger un kalashnikov y ejecutar a una docena de personas. Pues bien, lo mismo sucede con los musulmanes conservadores: no son terroristas. Eso sí, los conservadores son mayoría en el islam; los progresistas son una amplia minoría, quizá el 30%, y son las primeras víctimas de los fundamentalistas. Una argelina de izquierdas me dijo: “Quisimos modernizar la sociedad de golpe, implantando el laicismo occidental e ignorando nuestra propia cultura, y nos equivocamos”. Hace 60 años, también España era terriblemente machista y reaccionaria: los emigrantes que llegaban a Europa eran como las familias árabes tradicionales de hoy. Hay que apoyar no ya a los musulmanes progresistas, sino a la mayoría moderada, para que anden su camino hacia el respeto a unos derechos humanos que son el patrimonio de todos. Y hay que hacerlo sin soberbia, porque nuestra sociedad también está llena de miserias, y sin prejuicios: estoy harta de oir que los musulmanes no condenan estos atentados, cuando lo cierto es que ha habido montones de condenas y de manifestaciones, pero nosotros simplemente las ignoramos. O nos unimos con el islam moderado contra la barbarie, o estamos abocados a una guerra mundial de inimaginables dimensiones.
Fuente: Rosa Montero. El País. http://elpais.com/elpais/2015/01/12/opinion/1421082656_973110.html

Belén Gopegui: “Hay mucha alta literatura muy cursi” La escritora publica 'El comité de la noche', una novela que mezcla intriga y compromiso, recopila sus ensayos sobre escritura y política y reedita ''El padre de Blancanieves'

¿Qué tiene que pasar para que el libro de una aguafiestas se convierta en un certero retrato social sin cambiar una coma? Una crisis, eso es lo que tiene que pasar. Podría ser el caso de algunas novelas de Belén Gopegui (Madrid, 1963). Pese a que hablaban de los mundos de Internet y la precariedad laboral, algunos críticos las consideraban anacrónicas porque planteaban soluciones que pasan por el compromiso político y la movilización.

Como en su última novela, El comité de la noche, que parte de una noticia difundida por la agencia Europa Press en 2012 en la que se contaba que una multinacional farmacéutica ofrecía 70 euros semanales a los parados que donasen sangre. En un bar de su barrio, la escritora madrileña critica el glamour del fracaso, duda de la novela como género y defiende algo tan espinoso para un escritor como la bondad.

PREGUNTA. El comité de la noche se ha publicado en un momento en que se ve con buenos ojos la literatura social. ¿Se siente más comprendida que cuando todo era color de rosa?
RESPUESTA. Un vocabulario y unos planteamientos que resultaban llamativos hace años ahora son alimentos cotidianos. Lo común, por ejemplo. En mi caso procedía de aquel filósofo a cuyas clases iba, Juan Blanco. La realidad ha dado la vuelta y un concepto como ese ahora es más cercano.

P. Rafael Chirbes está escamado de la unanimidad en torno a su obra, tan descarnada al contar los desastres recientes. Ahora le sopla el viento a favor, dice, pero en otro momento lo considerarían un radical peligroso.
R. Hay una parte de la narrativa del fracaso a la que no considero radical ni ahora ni antes porque nos hace permanecer donde estamos. Aunque se esté de acuerdo en la crítica, en lo que menos de acuerdo se está es en cómo se aborda la posibilidad de salir de la situación criticada.

P. En Rompiendo algo dice usted que esa narrativa del fracaso le conviene al sistema. ¿Por qué?
R. El fracaso tiene que ver con la frase más reaccionaria que ha habido siempre: “Esto es lo que hay”. Y por lo tanto no se puede hacer nada. Todos los personajes fracasados tienen un halo literario, incluso admirable. A nadie le importa identificarse con un fracasado porque la mayoría de los que aparecen en las narraciones tienen glamour. Y ese glamour no ayuda a intentar cambiar las cosas. Puede ayudar a comprender, pero no sirve para movilizar ningún impulso. Si cualquier intento está condenado al fracaso, mejor no intentar nada, ¿no?... continua.
http://cultura.elpais.com/cultura/2014/12/30/babelia/1419945272_995715.html

miércoles, 14 de enero de 2015

Fiera herida. De pronto ante la perspectiva de volver a elegir representantes, empieza a despertarse de la extraña ensoñación

Bueno, pues ya estamos en año de elecciones. Los tres transcurridos desde las últimas generales pesan como siete u ocho, tan penosos han sido para gran parte de la población y tanto se ha hecho notar el Gobierno (para fatal), con su mayoría absolutísima, su falta de escrúpulos y de visión de la realidad. Zapatero da la impresión de pertenecer a un difuso pasado remoto, y no hace tanto que regía –es un decir– los destinos de la nación. También resultan lejanos los mil años en que ETA mataba, y paró cuando aún se alojaba ese Presidente en La Moncloa. Eran legión los que necesitaban escolta, y ahora hay dificultades para asignarles misiones o cometidos a esos guardaespaldas que impidieron muchas muertes. La época en que los políticos más catalanistas no habían sido presa de un virus contagioso y desaforado, se ve perdida en la noche de los tiempos: tres años de fervor patriótico, sordo a todo razonamiento y proclive a fantasías oníricas inspiradas en los valles de Siete novias para siete hermanos, Brigadoon y Horizontes perdidos (es decir, Shangri-La), se hacen eternos hasta para la más entusiasta portadora del virus, la señora Forcadell, que debe de estar necesitando a gritos una cura de reposo. Lo anterior a estos tres años está desdibujado, entre brumas, parece antediluviano e irreal.

De pronto, sin embargo, ante la perspectiva de volver a elegir representantes, empieza a despertarse de la extraña ensoñación. “Podemos cambiar”, nos decimos con cierta sorpresa. “¿Os acordáis de que no siempre vivimos bajo la vara de Rajoy, de que no siempre estuvimos así?” Si eso nos pasa a los ciudadanos, uno aseguraría que con mayores motivo y previsión debería sucederles a los partidos, que, si no un modelo de sociedad, se jugarán el sueldo de sus diputados, senadores, ministros, presidentes autonómicos, consejeros, alcaldes y concejales. Podrían encontrarse con muchos de ellos en el paro, con la obligación de buscarles “salidas”, sea en Europa o en la empresa privada ex-pública, mediante las llamadas “puertas giratorias”, perfectamente engrasadas en este país. El trastorno psicológico tiene aún peor arreglo. Es sabido que quienes pierden un cargo se sienten estupefactos y deprimidos durante largo tiempo. No acaban de entender que ya no les suenen los teléfonos pidiéndoles favores, que no haya un coche esperándolos, que no los inviten a casi nada, que nadie les vaya a comprar lo que necesiten, que sus órdenes las oigan sólo su marido o su mujer. En el mejor de los casos se quedan en un estado beatífico y ensimismado; en el peor, respiran resentimiento y maldicen la incomprensión y la ingratitud de la gente. Siguen sin percatarse de que en sus días gloriosos nadie los requería por su irresistible personalidad, sino por el puesto que ocupaban (salvo allegados y familia, claro está, cuando no se hubieran hartado de ellos).

El PP parece ahora mismo un animal acorralado, una fiera herida, y ya se sabe cuán peligrosas se tornan éstas

Así que uno mira en primer lugar hacia quienes todavía tienen más poder, el Gobierno y su partido. Nada bueno puedo decir, lo saben ustedes de sobra, pero como ciudadano me asalta enorme preocupación al observar cómo encaran este 2015 de forzosos cambios. Si no otra cosa, lo que es seguro es que el PP no obtendrá mayoría absoluta, y lo lógico sería que intentara perder lo menos posible, amortiguar el batacazo comparativo que sin duda se pegará. Y lo que uno advierte son, por el contrario, pulsiones suicidas entre sus dirigentes. El PP parece ahora mismo un animal acorralado, una fiera herida, y ya se sabe cuán peligrosas se tornan éstas. Lejos de tender algún puente, rectificar dañinas medidas económicas y políticas, procurar no inspirar miedo (más miedo) al electorado moderado para frenar las deserciones, se encastilla en sus posiciones más autoritarias y más de extrema derecha. No se asume la corrupción infecciosa; se ponen trabas sin cuento para acceder a los datos sobre los políticos; se nombra un nuevo portavoz todavía más cínico que el anterior, un individuo asentidor (siempre se lo ve asentir servilmente a cada estornudo de Rajoy en el hemiciclo) y faltón (no pierde oportunidad de soltar algo ofensivo para todo el que no asienta con tantos cabezazos como él).

Como los anteriores jefes de TVE no le parecían lo bastante abyectos al Gobierno, coloca a otros procedentes de TeleMadrid en recompensa por haber hundido y abochornado a esta cadena. El resultado son unos informativos grotescos que produce sonrojo mirar, sectarios, censores, reminiscentes del No-Do, llenos de sucesos y de reportajes “pintorescos” que nada tienen de noticias. Luego fuerza a marcharse al Fiscal General Torres-Dulce, hombre –eso al menos– con la dignidad aprendida de los westerns de Ford, Hawks, Mann y Walsh, y acaba con todo vestigio de la división de poderes. Aprueba en el Parlamento la llamada “Ley Mordaza”, de la que me ocupé por extenso cuando se conoció su anteproyecto, en una columna titulada “Neofranquismo”, creo, reproducida en diarios extranjeros para oprobio del Ministro del Interior y de Rajoy. Pero les da igual enajenarse aún más a la gente, exacerbar su enfado y su desesperación; les trae sin cuidado perder más votos de los que ya han perdido in pectore, y muchos son. Parece que no disciernan el futuro cercano y corran hacia el acantilado. Tal vez esté en su sangre, no lo puedan evitar. O tal vez sea que pretenden morir matando. De ser esto último, protéjanse y pónganse bien a cubierto, porque un año todavía da mucho de sí, para cobrarse víctimas.
 11 ENE 2015 - El País semanal.

Problemas en las aulas. Si A, entonces B, quizás

Ya sé que la vida cotidiana en las aulas, sobre todo en Secundaria, tiene problemas que son difícilmente superables para algunos docentes. No es fácil para esta chica, afrontar la tarea de enseñar cuando se tiene delante un grupo que no quiere aprender y otro que está empeñado en que nadie aprenda.

Pienso con frecuencia en los profesores y profesoras que tienen dificultades para captar la atención de sus alumnos, que tienen un grupo ingobernable, que están al frente de una clase en la que no es posible conseguir unos minutos de silencio… Esas clases en las que se emplea más tiempo en establecer el orden que en trabajar.

Situación que se agrava cuando no se cuenta con los padres y madres como aliados. Cuando piensas que el comunicar a los padres la situación será de una gran ayuda y te encuentras con que los padres están en otras cosas o están para defender la conducta de un sinvergüenza.

Se tata de casos en los que nada surte efecto. Ni los elogios, ni las promesas, ni las amenazas, ni los castigos… Nada. Incluso la expulsión es celebrada por algunos alumnos como un triunfo, como un desafío, como un motivo de satisfacción.

Me imagino a esos colegas acudiendo al trabajo como si de un campo de torturas se tratara. En lugar de ir a disfrutar de la hermosa tarea de enseñar, van asustados a librar batallas en las que tienen que soportar los desaires, los insultos e, incluso, las amenazas de los alumnos. Arrastran la misma sensación de impotencia que experimenta un médico ante un enfermo desahuciado. Pobres docentes. Pienso mucho en ellos (y en ellas).

Hay quien piensa que el trabajo del docente es fácil. No lo considero así. Recuerdo aquel artículo de Manuel Rivas, titulado “Amor y odio en las aulas”. Dice el escritor gallego: “Mucha gente todavía considera que los maestros de hoy viven como marqueses y que se quejan de vicio, quizá por la idea de que trabajar para el Estado es una especie de bicoca perfecta. Pero si a mi me dan a escoger entre una excursión “Al filo de lo imposible” y un jardín de infancia, lo tengo claro. Me voy al Everest por el lado más duro. Ser enseñante no solo requiere una formación académica. Un buen profesor o maestro tiene que tener el carisma del Presidente del Gobierno, lo que ciertamente está a su alcance; la autoridad de un conserje, lo que ya resulta más difícil y las habilidades combinadas de un psicólogo, un payaso, un disc jockey, un pinche de cocina, un puericultor, un maestro budista y un comandante de la Kfor. Conozco una profesora que solo desarmó a sus alumnos cuando demostró tener unos conocimientos futbolísticos inusuales, lo que le permitió abordar con éxito la evolución de las especies”.

Ante las dificultades que aparecen en el aula se puede reaccionar de diferente manera. Una de ellas es abandonar la causa, dejar el trabajo, aceptar la derrota y largarse con viento fresco. Resulta muy duro que aquellos por quienes el profesor se desvive, aquellos a quienes pretende enseñar, no solo no quieran aprender sino que dediquen su inteligencia y energía a hacerle la vida imposible. Nunca me han gustado las bromas, y menos las crueles, que algunos alumnos gastan a sus profesores.

Luis Landero escribió hace algunos años, una excelente novela titulada “Absolución”. El protagonista es una persona con espíritu nómada que dura muy poco en los empleos que asume. Uno de ellos es el de profesor. No le va bien. Un buen día, mientras los alumnos dan muestras fehacientes de insensibilidad y desinterés, el profesor recoge sus papeles, los mete en la cartera, se dirige hacia la puerta del aula y, sin mediar palabra, se va para siempre. Cuando camina por el pasillo hacia la salida, vuelve sobre sus pasos, abre la puerta del aula y dice en voz alta y clara:
- Que os jodan.
No me gusta esta opción. Supone una retirada, la aceptación de un fracaso. Sí, se acaba el problema para ese profesor, pero la huida es una derrota. Y más cuando se hace de esta manera despectiva. Además, abandonar el trabajo, tal como hoy está el empleo, resulta muy difícil. Así que, a sufrir.

Otra manera de afrontar el conflicto es acomodarse a él. Dar por bueno ese clima de falta de respeto, aceptar esas actitudes de abierto desprecio a los demás, de agresividad hacia la autoridad y de violencia institucionalizada. Desde la impotencia o la comodidad, el profesional decide callarse, aguantar y endurecer la capa de su indiferencia. Lo importante es cobrar al final del mes, no que los alumnos aprendan y convivan. Renuncia a pasarlo bien, a vivir felizmente su trabajo a cambio de un pequeño estipendio.

La tercera es la opción por la que apuesto. Se trata de afrontar la situación con valentía, inteligencia y amor. Lo primero que hay que hacer para ello es conocer bien lo que sucede. No se puede negar la evidencia. Hay un problema. Un problema difícil de resolver. Pero es preciso diagnosticar qué es lo que pasa. Se puede observar con atención, entrevistar a los alumnos, hacer un sociograma, preguntar a otros colegas, pedir ayuda a especialistas (orientadores, terapeutas… que tenga la escuela).

Lo segundo es reconocer que, si no hubiese problema alguno, si los alumnos supieran comportarse, si tuviesen interés por el conocimiento, si fuesen respetuosos, solidarios y trabajadores, no haría falta que existiesen ni los profesores ni las escuelas.

Es necesario, en tercer lugar, pensar que hay solución. La educabilidad se rompe en el momento que pensamos que el potro no puede aprender y que nosotros no podemos ayudarle a conseguirlo. Creer que hay solución es un parte de la solución.

Después hay que compartir las preocupaciones con los colegas. Sin miedo, sin vergüenza, sin agresividad. Tenemos tendencia a pensar que solo nosotros padecemos problemas, que solo a nosotros nos resulta difícil. Y no es así. Cuántos docentes han dañado su autoconcepto que solo ellos son incapaces de afrontarlos y resolverlos…

Y luego hay que intervenir. Hay que tomar decisiones. Tratar de ganarse a los líderes del grupo, pedir colaboración a los padres, crear un “carnet de convivencia” por puntos que se pueden ir perdiendo y ganando, realizar algunas dinámicas de grupo en horas de tutoría… No hay soluciones mágicas. En educación no sucede que si A entonces B; lo que realmente pasa es que si A, entonces B, quizás.

Por eso hay que tener paciencia y saber esperar. No indefinidamente, pero hay que esperar. Y evaluar lo que sucede. Y analizar las causas de los fracasos para aprender de ellos. Hace unos años pronuncié la conferencia de apertura en un Congreso de Médicos celebrado en Marbella, un Congreso peculiar ya que tenía como objetivo estudiar “los errores médicos”. ¿Por qué no analizar nuestros errores y aprender de ellos?

Y hay que leer. Hay cientos de libros sobre estas cuestiones. Rosa Barocio, por ejemplo, ha escrito “Disciplina con amor”, “Disciplina con amor en el aula”, “Disciplina con amor para adolescentes”… También es bueno escribir. Porque el pensamiento caótico y errático que tenemos sobre la práctica educativa, cuando escribimos, acaba por quedar ordenado y nos permite comprender lo que pasa.
Fuente:  Miguel Ángel Santos Guerra
 http://blogs.opinionmalaga.com/eladarve/2014/12/13/si-a-entonces-b-quizas/

martes, 13 de enero de 2015

Silenciar la realidad. En economía, la distancia entre la España real y la gubernamental es abismal

El ministro de Economía, Luís de Guindos, empezó el año por lo grande, siguiendo la estela de su jefe, el presidente de Gobierno. En las primeras declaraciones del año, en la cadena SER, afirmó que los que han mantenido su puesto de trabajo durante la crisis, unos 17 millones de personas, han perdido el miedo que tenían hace dos o tres años a quedarse sin empleo. Seguramente quería decir que si no fuese así, no se podría explicar que el consumo lleve creciendo cuatro meses consecutivos. Hasta hace poco no consumían ni los que tenían empleo.

Unos días antes, y por dos veces casi consecutivas con una diferencia de 15 días (en conferencia de prensa en La Moncloa, y en Telefónica, ante los grandes empresarios) Mariano Rajoy había hablado del “despegue definitivo” de la economía y de “las Navidades de la recuperación”.

Se ha iniciado la escapada de las consignas propagandísticas con el objeto de ganar las elecciones. Pronto Guindos será sustituido por otro dirigente popular, y éste por otro, y todos convendrán en que “la recuperación es una realidad”, y se guardarán la espalda retóricamente afirmando que “esto no quiere decir que hayamos dejado atrás la crisis”.

Estas afirmaciones no se corresponden con la opinión de los ciudadanos. Según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el 40% de los españoles cree que la situación económica es mala y el 42,3%, que es muy mala; el 47,5% entiende que es igual que un año antes y el 39,2%, que es peor que entonces; el 45,3% piensa que dentro de un año será igual y el 25%, que será peor. En cuanto al paro, un 76% afirma que es el principal problema del país.

¿A qué se debe tal distancia entre la España real y la España gubernamental? Negar la realidad sería no admitir que muchos indicadores macroeconómicos (no todos) han mejorado en los últimos meses, pero negar la realidad es, también, minusvalorar o silenciar los rasgos que hacen de España un país devastado por la crisis y por la gestión de la crisis que ha practicado el Gobierno (los últimos gobiernos). Gilliam Tett, periodista destacada del Financial Times en el seguimiento de la Gran Recesión —sobre todo en su fase financiera— ha escrito mucho sobre los “silencios sociales”, aquellos temas sobre los que se procura no hablar o se marginan del discurso oficial en materia económica. Dice que esos silencios sociales, aspectos de la vida cotidiana que habitualmente se omiten o se ignoran, suelen ser tan importantes o más que las cuestiones que son desveladas, ya que son esos silencios los que ayudan a reproducir un sistema y las estructuras de poder a lo largo del tiempo.

En los discursos de Rajoy y de Guindos no se ha mencionado el crecimiento espectacular de la precariedad entre la gente que aún trabaja, facilitada sobre todo por la reforma laboral del PP (empleos a tiempo parcial, temporales, falsos autónomos, becarios,…); la devaluación salarial que ha dado lugar a una caída permanente de la renta disponible familiar, muy superior a la de los principales países de nuestro entorno; la multiplicación de la desigualdad de la renta y la riqueza, que ha crecido de manera muy acelerada y que ha hecho de nuestro país uno de los más desiguales de Europa, acompañado de otros que no forman parte de nuestro entorno más cercano; el deterioro sumamente alarmante de algunos pilares del sistema de protección social, que ha dejado de ser universal (sanidad, educación y, sobre todo, seguro de desempleo,…).

El Gobierno del PP se ha apuntado, cuatro meses antes de las elecciones municipales y autonómicas y casi un año antes de las generales, a la ideología del pensamiento positivo que se basa en el optimismo de los dirigentes, no en la esperanza de los ciudadanos; que se trata de diseminar por contagio repitiendo mil veces el mismo discurso; y que cree que multiplicando el mensaje de esa mejora de la macroeconomía las cosas irán menos mal (sobre todo para quienes lo expanden políticamente).

A partir de ahora tratarán de que la gente vea la botella medio llena, aunque esté rota y hecha añicos en el suelo desde hace tiempo.
Fuente: http://economia.elpais.com/economia/2015/01/04/actualidad/1420404572_799607.html
Viñeta de El Roto 13 de enero 2015

Mensajes de tranquilidad. Aunque no lo parezca, el Gobierno de EE UU ha tenido un 2014 lleno de éxitos

Tal vez esté proyectando, pero las navidades me han parecido inusualmente mustias este año. Las tiendas parecían menos abarrotadas de lo normal, la gente más cabizbaja. Había incluso menos música de ambiente. Y en cierto modo, no sorprende: a los estadounidenses les han estado bombardeando todo el año con noticias terribles que retratan un mundo descontrolado y un Gobierno desbordado, sin idea de qué hacer.

Pero si observamos lo que realmente ha ocurrido este año, vemos algo completamente distinto. En medio de todo el menosprecio, varias políticas oficiales importantes han funcionado muy bien, y los mayores éxitos corresponden a las políticas más menospreciadas. Nunca oirán esto en Fox News, pero 2014 ha sido un año en el que el Gobierno federal, en especial, ha demostrado que, si quiere, puede hacer muy bien las cosas que importan.

Empecemos por el ébola, un tema que ha desaparecido tan pronto de los titulares que resulta difícil acordarse del pánico generalizado que provocó hace solo unas semanas. A juzgar por la información en los medios de comunicación, en especial en la televisión por cable, aunque sin excluir a los demás, Estados Unidos estaba a punto de convertirse en una versión real de The Walking Dead. Y muchos políticos rechazaron los esfuerzos de las autoridades sanitarias para afrontar la enfermedad con métodos convencionales. Insistían, por el contrario, en que necesitábamos prohibir todos los viajes entre Estados Unidos y África occidental, encarcelar a cualquiera que llegase del lugar equivocado y cerrar la frontera con México. (No, no tengo idea de por qué alguien pensó que esta última medida podía tener sentido).

Sin embargo, resulta que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, a pesar de algunos errores iniciales, sabían lo que estaban haciendo, lo cual no debería sorprendernos: tienen mucha experiencia en el control de enfermedades, y de las epidemias en particular. Y mientras el virus del ébola sigue matando a muchas personas en algunas partes de África, aquí no se ha producido ningún brote.

Pensemos a continuación en la situación de la economía. No cabe duda de que la recuperación de la crisis de 2008 ha sido dolorosamente lenta y debería haber sido mucho más rápida. La economía ha estado lastrada en especial por los inauditos recortes en el gasto y el empleo públicos. Pero lo que nos cuentan a diario es que la política económica constituye un desastre sin paliativos, y que la supuesta hostilidad del presidente Obama hacia las empresas dificulta la inversión y la creación de puestos de trabajo. De modo que al mirar las cifras reales uno se sorprende un tanto al descubrir que el crecimiento y la creación de empleo han sido considerablemente mayores durante la recuperación de Obama de lo que lo fueron durante la recuperación de Bush en la década anterior (incluso dejando a un lado la crisis del final), y que si bien la vivienda sigue deprimida, la inversión empresarial ha sido bastante fuerte.

Es más, los datos recientes indican que la economía está cobrando fuerza, con un crecimiento del 5% en el cuatro trimestre. Ah, y no es que importe mucho, pero a algunos les gusta afirmar que el éxito económico debería juzgarse por el comportamiento de la Bolsa. Y las cotizaciones bursátiles —que tocaron fondo en marzo de 2009, entre las declaraciones que hicieron destacados economistas republicanos de que Obama estaba matando la economía de mercado— se han triplicado desde entonces. A lo mejor la gestión económica no ha sido tan mala después de todo.

Por último, hablemos del triunfo oculto a simple vista del plan de atención sanitaria de Obama, que está acabando su primer año de aplicación plena. Hace gran honor a la eficacia de la campaña propagandística contra la reforma sanitaria —que ha exagerado cualquier defecto, sin mencionar jamás que el problema ha quedado resuelto, e inventado fallos que nunca han ocurrido— el que a menudo me encuentre con personas, algunas progresistas, que me preguntan si el Gobierno será capaz en algún momento de conseguir que el programa funcione. Por lo visto nadie les ha dicho que funciona, y muy bien.

De hecho, el primer año ha superado todas las expectativas en todos los frentes. ¿Recuerdan las afirmaciones de que el número de personas que perderían el seguro superaría al de aquellas que lo obtendrían? Pues bien, el número de estadounidenses sin seguro se ha reducido en aproximadamente 10 millones; los miembros de la élite que nunca han carecido de seguro no tienen idea de la diferencia positiva que eso supone para la vida de las personas. ¿Recuerdan las afirmaciones de que la reforma destrozaría el presupuesto? En realidad, las primas fueron mucho menores de lo que se presagiaba, el gasto total en salud se está moderando, y las medidas concretas para controlar los costes están funcionando muy bien. Y todo parece indicar que el segundo año estará caracterizado por un éxito mayor.

Y hay más. Por ejemplo, a finales de 2014, la política exterior del Gobierno de Obama, que intenta contener amenazas como la Rusia de Vladimir Putin o el Estado Islámico en lugar de lanzarse irreflexivamente a un enfrentamiento militar, pinta muy bien.

El hilo conductor de todo esto es que, a lo largo del pasado año, un Gobierno estadounidense sometido a constantes críticas, acusado constantemente de ineficaz o algo peor, ha conseguido de hecho muchas cosas. En múltiples frentes, el Gobierno no ha sido el problema, sino la solución. Nadie lo sabe, pero 2014 ha sido el año del "Sí, podemos".
Paul Krugman es profesor de Economía de la Universidad de Princeton y Premio Nobel de Economía en 2008. Fuente: http://economia.elpais.com/economia/2014/12/26/actualidad/1419614300_890793.html

lunes, 12 de enero de 2015

El año en que Grecia y España perdonaron la deuda de Alemania

En 1953, un gran número de estados perdonaron más del 60 por ciento de la deuda que el país teutón había acumulado durante las dos guerras mundiales

En nuestro habitual recorrido por los temas más comentados de la blogosfera, hoy destacamos un artículo publicado en el blog «Asamblea Popular 15M Villa de Vallecas», que desvela cómo la misma Alemania que hoy exige a países como Grecia, Portugal o España grandes sacrificios para controlar su déficit y pagar su deuda pública, consiguió que la comunidad internacional le perdonase la suya.

Todo ocurrió en 1953, cuando una Alemania devastada por la Segunda Guerra Mundial se encontraba sumida en una gran crisis que le imposibilitaba pagar sus deudas, que ascendían a unos 38.800 millones de marcos de la época. El Estado se encontraba al borde de la quiebra.

Ante esta situación, los principales acreedores del país germano, liderados por Reino Unido, Francia y Estados Unidos, pero entre los que también se encontraban otros países como Canadá, Dinamarca, Grecia, Irlanda, Italia, o España, se reunieron en Londres para tratar de buscar una solución a ese enorme problema.

Las negociaciones se extendieron entre el 27 de febrero y el 8 de agosto de 1953 y tuvieron como resultado el llamado «Acuerdo de Londres», que redujo la deuda alemana en un 62,6 por ciento y determinó un calendario de pagos para los 14.500 millones de marcos restantes. Esto no solo permitió que el país se recuperase rápidamente, sino que muy pronto lo situó a la cabeza del crecimiento económico del continente.

Sin embargo, los líderes germanos parecen no haber aprendido nada de la historia y, en lugar de corresponder a la generosidad con la que fueron tratados hace seis décadas, han decidido aplicar mano dura a aquellos países que les permitieron regenerar su economía y evitar una quiebra segura.

Lástima que este apasionante capítulo de la historia reciente no se estudie en los colegios españoles, griegos ni, por supuesto, alemanes.
Más: http://verdecoloresperanza.blogspot.com.es/2011/11/carta-abierta-de-mikis-theodorakis-y.html#links
25 países, entre ellos Grecia y la España pobre, perdonaron el 62% de la deuda de Alemania