sábado, 27 de agosto de 2016

¿Por qué empezó y qué pasó en la guerra de más de 50 años que desangró a Colombia?

Es el conflicto interno más antiguo del hemisferio occidental y en sus más de 50 años no hay ningún colombiano cuya vida no haya afectado.

Las cifras lo dicen todo: más de 260.000 muertos, decenas de miles de desaparecidos, casi siete millones de desplazados, violaciones, secuestros e incontables tragedias personales.

Pero, ¿cómo empezó el conflicto? ¿quiénes son sus protagonistas? y ¿por qué una de las democracias más estables de América Latina ha vivido en guerra por más medio siglo?


BBC Mundo hace un repaso por estos puntos, para trazar los orígenes, causas e hitos del conflicto armado interno colombiano.

¿Cuáles son los orígenes de la violencia?
Tal vez decir que los conflictos colombianos pueden rastrearse hasta la época de la Conquista, es remontarse demasiado atrás en el tiempo. Pero sí es relevante saber que en el siglo XIX y hasta los primeros años del XX hubo unos niveles muy intensos de violencia fratricida que marcaron el futuro de Colombia, con decenas de miles de muertos.

Era un enfrentamiento entre partidarios liberales y conservadores, una relación de fuerzas que alimentaría todos los conflictos del país a partir de entonces.

La confrontación bipartidista nunca cesó.

La más profunda expresión del enfrentamiento conservador-liberal se desató a partir de 1948, con el asesinato del popular candidato liberal Jorge Eliécer Gaitán.

En todo el país comenzaron salvajes choques, en un primer momento con epicentro en Bogotá, aunque luego se fue convirtiendo en un conflicto principalmente rural, terriblemente sangriento.

Este período, que se extendió hasta fines de la década del 50, recibió el sencillo y explícito nombre de La Violencia. También dejó más de 200.000 muertos.

¿Cómo comenzó el conflicto con las FARC?
"En esa época había mucha desigualdad social y ahí empezaron los conflictos", recuerda Juan Esteban Vélez Cañaveral, un campesino de Antioquia que tuvo que dejar su tierra por varios años escapando de los reclutadores de las FARC.
Aunque las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia no comenzaron como tales.

Sus orígenes son los de un grupo de autodefensa integrado por campesinos de tendencia liberal desplazados durante el período de La Violencia, que más tarde adoptaron la ideología comunista.
"Tumbaron monte para abrir un claro en la selva o se establecieron en la parte alta de las cordilleras", explica en su libro Stephen Ferry. "Eran colonos que aprendieron a sobrevivir en la frontera, sin ningún tipo de lealtad hacia el Estado".

Hacia 1964 estos campesinos comunistas se habían concentrado en una de esas zonas de cordillera, en el centro del país. El lugar se llama Marquetalia, en el departamento del Tolima.
"Las zonas de guerrilla eran imaginadas o representadas como zonas de dominio de la libertad", dice el historiador Gonzalo Sánchez.

En Marquetalia, habían constituido una suerte de "república independiente", conformada por unos 50 hombres que pelearon durante La Violencia, junto a sus familias.

Era una de las más de 100 bandas armadas que rechazaron la posibilidad de desmovilizarse tras ese conflicto y que tenían un razonable poder militar y político.

A la cabeza de este grupo estaba Manuel Marulanda Vélez, "Tirofijo", un combatiente formado en las guerrillas liberales de inicios de los 50, quien se convertiría en el primer jefe de las FARC.

A mediados de 1964, las fuerzas del gobierno atacaron Marquetalia con centenares de hombres, forzando la huida de los campesinos armados. Tras ser derrotados y dispersarse, Marulanda, junto a Jacobo Arenas (otro de los líderes originales del grupo), fundan primero una guerrilla de nombre Bloque Sur, que en 1966 finalmente adopta el nombre de FARC.

Ese es generalmente considerado el origen de la más grande guerrilla de Colombia, con la que las fuerzas del Estado han venido combatiendo desde entonces.

Pero las FARC no fueron sólo un producto de la historia colombiana, sino también de lo que ocurría en el mundo: surgen en el marco de las luchas de liberación latinoamericanas, alimentadas por la tensión EE.UU.-Unión Soviética de la Guerra Fría. Son una guerrilla comunista, de inspiración marxista-leninista.

Y no son las únicas organizaciones guerrilleras de corte comunista que nacen a partir de esa época.

Casi en simultáneo se constituye el Ejército de Liberación Nacional (ELN), inspirado en la Revolución Cubana, que entrenó a sus líderes, y que hoy continúa en lucha con el gobierno.

Más tarde surgen el Ejército Popular de Liberación (EPL, maoísta), el M-19 (más urbano) y otras guerrillas, que ya se han desmovilizado.

Recrudecimiento del conflicto
Recién a principios de la década del 80, las FARC deciden que tendrán como objetivo la toma del poder, cuando pasan a llamarse FARC-EP (por Ejército del Pueblo).

A finales de esa década, el surgimiento de grupos paramilitares de derecha alentados por sectores de las Fuerzas Armadas y algunos terratenientes, empresarios y políticos, así como narcotraficantes, profundizaron la violencia del enfrentamiento armado.

Además de enfrentarse con la guerrilla, asesinaron a campesinos y dirigentes sociales.
Por esta misma época comienza a tener más y más influencia el narcotráfico en el conflicto armado colombiano, del que progresivamente se van sirviendo tanto los grupos paramilitares como la propia guerrilla.

Hacia el año 2000, Estados Unidos comienza a proveer asistencia técnica y económica en la lucha contrainsurgente y antidrogas, en el marco del Plan Colombia, inyectando en 15 años unos US$10.000 millones en el país.

Eso permitió la modernización de las Fuerzas Militares y Policía, que hoy suman cerca de medio millón de efectivos.

También hacia el año 2000, las FARC alcanzan su mayor capacidad militar, con unos 20.000 hombres en armas.

Los años siguientes registran una sucesión de hechos dramáticos, con métodos más violentos de guerra.

En el caso de la guerrilla se destaca el secuestro, mientras que los grupos paramilitares realizan numerosas masacres. Ambos grupos, además de fuerzas estatales, realizaron violaciones a los derechos humanos.
Consecuentemente, la mayoría de los muertos del conflicto han sido civiles.

¿Por qué el conflicto se extendió por tanto tiempo?
Cuando se pregunta en las calles de las ciudades y en el campo, las causas que dan muchos colombianos son recurrentes:
falta de empleo y oportunidades; 
desigualdad, 
concentración de la riqueza, 
injusticia social; 
falta de tolerancia, indiferencia; corrupción.

A pesar de sus riquezas naturales, Colombia es uno de los países más desiguales del mundo, el tercero después de Haití y Honduras en el continente americano.
"El conflicto en Colombia es distinto de otras guerras civiles en el mundo que suelen tener causas étnicas, económicas o religiosas claras", argumenta Stephen Ferry en su libro "Violentología".


Es incluso difícil para los colombianos definir la naturaleza del conflicto, agrega, y cita diferentes explicaciones: un lucrativo negocio bélico que se autoperpetúa influenciado por el narcotráfico; "un ciclo de represalias por las atrocidades cometidas en el pasado"; una guerra de clases de campesinos revolucionarios contra un sistema corrupto.

Bandera en apoyo a la Unión Patriótica

Y según Álvaro Villarraga, del Centro Nacional de Memoria Histórica, hay tres elementos que están en el origen del conflicto:

-la tendencia a ejercer violencia desde el poder y la política
-la falta de resolución en la cuestión de la propiedad de la tierra en el campo
-las faltas de garantías para la pluralidad y el ejercicio de la política.

 ¿Por qué llega el fin del conflicto con las FARC ahora?
Este no es la primera vez que se trata de alcanzar la paz entre gobierno y FARC.

En 1984, hubo un primer intento en el que parte de las FARC se sumaron a un partido político, la Unión Patriótica, cuyos miembros fueron blanco de escuadrones de extrema derecha y miles fueron asesinados.
Desde entonces, esa guerrilla ha tenido una profunda desconfianza de dejar las armas.

Hubo un nuevo intento en 1991-92 y otro en 1998-2002 que por diversos motivos fracasaron.
Durante los gobiernos del presidente Álvaro Uribe (2002-2010) se lanzó una profunda ofensiva contra las FARC, que incluyó bombardeos a campamentos rebeldes, y se extendió durante el gobierno de su sucesor y actual presidente, Juan Manuel Santos.
En los ataques del gobierno se diezmaron las fuerzas guerrilleras y mataron a varios de sus máximos líderes (entre los cuales no estaba Manuel Marulanda, quien murió de viejo en un campamento del grupo)

Hoy se estima que las FARC tienen unos 7.000 hombres en armas.
Existe el argumento de que este debilitamiento puso a los rebeldes en una posición más razonable para negociar.

Pero también hay un contraargumento: que tras más de una década de ofensiva estatal militar las fuerzas del gobierno no lograron derrotar a las FARC. Para ellos también era razonable pensar en negociar.

En cualquier caso, en noviembre de 2012, se iniciaron los diálogos de La Habana entre los líderes guerrilleros y el gobierno de Juan Manuel Santos.

¿Paz definitiva?
Los acuerdos de La Habana con las FARC son un elemento esencial para alcanzar una paz estable y duradera en Colombia, pero no son suficientes.

Juan Manuel Santos, Raúl Castro y Timochenko

Por una parte, el ELN sigue activo y, aunque hubo avances hacia un proceso de paz con esta guerrilla, todavía no ha comenzado y no parece que esté cerca su inicio.

Por otra parte, los grupos paramilitares que surgieron para combatir a las FARC y que se desmovilizaron oficialmente a mediados de la década pasada, no entregaron las armas por completo.

Muchos de sus miembros se aglutinaron en las que hoy el gobierno llama grupos armados organizados (antes las llamaba bandas criminales o bacrim), entidades criminales con capacidad de control territorial en ciertas partes del país y alto poder de fuego.
Estos grupos se dedican a la extorsión, al narcotráfico, al tráfico de personas y a la minería ilegal, entre otras actividades y representan una seria amenaza para la paz.

Y según muchos activistas sociales y defensores de derechos humanos, algunos siguen en su rol original, como instrumentos de la extrema derecha, atemorizando a la población y tratando de acallar a los líderes comunitarios.

Finalmente, y esto es crucial, muchos creen que una paz sólida en Colombia sólo se podrá conseguir cuando se hayan resuelto las causas fundamentales del conflicto que todo ciudadano de este país parece tener tan claras.

Como decíamos al principio:
-falta de empleo y oportunidades; desigualdad, concentración de la riqueza; injusticia social; falta de tolerancia, indiferencia; corrupción.

Tal vez el esperado acuerdo con las FARC abra una oportunidad para comenzar a resolverlas de una vez por todas.

http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-37181413

-Texto completo y definitivo (.pdf)

Cruz Elena, la mujer de 100 años que lleva 70 como testigo de la guerra en Colombia.

Un nuevo informe sobre las inversiones y préstamos de las empresas financieras a la industria armamentística revela que 19 bancos y cajas de ahorro, 19 entidades de inversión de capitales, 3 aseguradoras y 3 empresas públicas mantienen inversiones en esta industria. BBVA y el Banco Santander encabezan este listado.

Yago Álvarez
El Salmón Contracorriente.

La industria armamentística, en un planeta repleto de conflictos bélicos, sigue siendo uno de los negocios más rentables para los inversores. Ni los embargos o prohibiciones de ventas de armas a los países en conflicto o donde no se respetan los derechos humanos han conseguido disminuir este controvertido comercio. Según el instituto de investigación SIPRI, las exportaciones globales de armas a Oriente Medio aumentaron un 61% entre 2006-2010 y 2011-2015. Los fondos de inversión, que han necesitado otros mercados donde invertir su capital tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, han encontrado en la industria armamentística uno de sus principales nichos de mercado para invertir y prestar.

El nuevo informe “Los bancos que invierten en armas” del Centre Delás desvela cuáles son las inversiones en la industria armamentística, ya bien sea porque forman parte de su accionariado mediante la compra de acciones o porque les prestan dinero de las empresas financieras españolas y las extranjeras con actividad en el país.

El informe revela la financiación de 34 empresas de armas. Destacan por su controversia las empresas fabricantes de armas nucleares, con una presencia constante de los misiles nucleares Trident, recientemente cuestionados en Reino Unido. Entre las empresas que financian los bancos de este informe se encuentran algunas de las principales compañías de armamento del mundo, como las norteamericanas Boeing, General Dynamics, Honeywell International, Lockheed Martin, Northrop Grumman , Textron y Raytheon, la italiana Finameccania, la británica BAE Systems, la europea Airbus, las españolas Indra y Navantia, la coreana Poongsan y las francesas Safran y Thales.

Entre las entidades que financian la industria armamentística aparecen bancos comerciales y/o de inversión, pequeñas entidades financieras que gestionan grandes patrimonios, empresas aseguradoras e incluso entidades públicas, lo que muestra que las inversiones en armas son una práctica ampliamente extendida en el sector financiero. Las entidades financieras identificadas como Banca Armada en este informe han dedicado 80.000 millones de euros a la financiación del sector armamentístico.

Los bancos, aseguradoras y empresas de inversión españolas han dedicado entre 2011 y 2015 casi 5.900 millones de euros al sector armamentístico; el resto de bancos, algunas de las grandes corporaciones internacionales de la banca, han desviado hacia el sector de las armas de racimo, nucleares y convencionales más de 71.000 millones de euros.

BBVA y Banco Santander invierten 4.264 millones de euros La banca armada española sigue estando liderada por el BBVA y el Santander, que son las entidades financieras que han dedicado en este último periodo, tal y como venía ocurriendo en el pasado, más recursos a dar apoyo a las empresas de armas que todo el resto de entidades financieras españolas, poniéndose a la altura de los mayores inversores en la industria armamentística del mundo. Entre estos dos bancos invierten 4.264 millones de euros en empresas armamentísticas, un 72% del total invertido por las entidades financieras españolas. También destaca el papel de Acciona, dedicada principalmente a actividades no financieras, pero que con 371 millones de euros se sitúa en el tercer lugar del nuevo ranking de la banca armada española, aunque lejos de los 1.518 millones de la entidad que se encuentra en el segundo lugar, el Banco Santander.







También se invierte en armas con nuestro dinero No sólo los bancos comerciales o gestoras de fondos invierten en el lucrativo negocio del armamento, varias entidades públicas también invierten el dinero del contribuyente en esta controvertida industria.

Es destacable el papel de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), una empresa pública que tiene una importante participación accionarial en Indra, tras haberla adquirido de Bankia como medida de apoyo a este banco durante la crisis económica que recientemente atravesó la entidad, y que además tiene el 100% de la propiedad de la principal empresa de barcos de guerra española, Navantia. SEPI es la cuarta entidad en el ranking de banca armada con más de 368 millones de euros invertidos en empresas de armamento.

El Instituto de Crédito Oficial (ICO) y el Fondo de Garantía de Depósitos de Entidades de Crédito completan esta lista de inversiones en armamento por parte de organismos públicos con 48 millones por parte del ICO. El Fondo de Garantía no ha hecho pública su cifra.

Bankia, con una participación accionarial por parte del Estado de más del 60% tras el rescate bancario, también tiene invertidos más de 180 millones de euros, ocupando así el sexto lugar de la clasificación.

Empresas controvertidas pero rentables Es importante también el rol de importantes entidades financieras que tienen como clientes algunas de las empresas españolas de armamento más controvertidas, como es el caso de Maxam. La empresa de armamento afincada en Burgos, tiene una controvertida trayectoria produciendo bombas y municiones que después fueron prohibidas por su gran impacto humanitario o por suministrar material explosivo o de caza a lugares en conflicto armado. Maxam ha recibido el favor de numerosos bancos españoles. Banca March, Caixabank, Bankia, Banco Popular, Sabadell y Bankinter han invertido o prestado a esta empresa. Además de estos bancos, el BBVA, Santander, Sabadell, BMN, Caja Rural y Unicaja, e incluso del Instituto de Crédito Oficial también han colaborado de algún modo con ella.

Fuente: http://www.elsalmoncontracorriente.es/?BBVA-y-Banco-Santander-encabezan

viernes, 26 de agosto de 2016

El mal docente o El lanzador de cuchillos con la enfermedad de Parkinson

Un mal docente es como un lanzador de cuchillos con la enfermedad de Parkinson. El desastre está asegurado. Las heridas o la muerte son más que probables en quien actúa como sujeto experimental, por muchas dotes acrobáticas que tenga. No se librará de las heridas o de la muerte.

No dejarías ni un segundo a mi hija delante de ese lanzador. Los riesgos serían extremos. Cuando anunciase que iba a marcar el perfil de la cabeza con los cuchillos clavados en la pared, nadie se quedaría impasible en el sitio, salvo un suicida. Cualquier persona medianamente sensata emprendería una veloz carrera.

El problema del sistema educativo es que, en algunas etapas, es obligatorio. Y ese lanzador seguirá clavando cuchillos si alguien no se lo impide. Hay que apartarle de la función hasta la completa curación.

Pero, ¿quién y por qué es un mal docente?
Quien no sabe. Es un mal docente el que no sabe lo que tiene que enseñar, el que no domina su campo disciplinar, el que no conoce a sus alumnos y alumnas ni se esfuerza por hacerlo, el que no conoce en qué mundo vive ni en qué institución enseña…

Quien no sabe hacer. Es un mal docente quien no sabe enseñar, quien no tiene estrategias didácticas para conseguir la motivación necesaria para que aprendan, el que no sabe gobernar el aula ni relacionarse con sus colegas ni con sus alumnos…

Quien no quiere. Es un mal docente el que no tiene voluntad para hacer bien la tarea, el que no se preocupa por prepararse, por relacionarse, por llevar a cabo con perfección las exigencias de su profesión…

Quien no sabe ser. Es un mal docente quien no da ejemplo, quien no tiene respeto por sí mismo ni por los alumnos ni por su profesión, el que desprecia su función con malas actitudes, malos comportamientos y pésimas relaciones…

Quien no puede. Se convierte en un mal docente quien no dispone de las condiciones necesarias para hacer bien la tarea. Si el piso no es firme, si el cuchillo es de mala calidad, si la visibilidad es deficiente, puede originar un desastre.

Hay unas soluciones genéricas que hacen muy difícil que tengamos docentes malos o malos docentes (es muy diferente decir un griego desnudo que un desnudo griego). Esas soluciones tienen que ver con los procesos de selección, de formación inicial, de formación permanente y de organización del profesorado.

No puede seguir funcionando el sistema con el estado de opinión implantado de que quien no vale para otra cosa vale para ser docente. Hay que revertir esa forma de pensar. Es decir, hay que plantearse que para realizar una tarea tan compleja y tan importante hay que elegir a las mejores personas de un país.

Hay que plantear una formación inicial rigurosa, consistente, práctica y orientada a la acción. Con una potente simbiosis de teoría y de práctica. En grupos pequeños (no masificados), con buenos formadores e instituciones con sensibilidad y capacidad de innovación.

El docente no se forma de una vez para toda la vida. El saber se incrementa de forma exponencial, los contextos se modifican, los aprendices cambian, las circunstancias se modifican. La formación permanente o formación en la acción tienen que fortalecerse y perfeccionarse.

Finalmente, la cuarta exigencia para que tengamos buenos docentes, es que se organice su práctica de forma racional y exigente. Dignificar la profesión desde la política, desde la sociedad y desde la actuación de las familias es muy importante para que los docentes actúen con solvencia. A pesar de todo, por motivos diferentes, puede haber en la docencia casos de profesionales que no dan la talla, que son un peligro para los alumnos y las alumnas. Conozco casos en los que año tras año, los alumnos y las familias expresan quejas justificadas de mal proceder de algunos docentes. Quejas fundadas, argumentadas y evidentes.

Me preocupa que no se haga nada para evitar situaciones inadmisibles. Todo el mundo sería partidario de impedir al lanzador de cuchillos con la enfermedad de Parkinson que practicase con personas de carne y hueso. No habría problema en que lo hiciese con muñecos de trapo mientras no esté curado.

Suele haber consenso sobre estos malos docentes. Es decir, los alumnos, los padres y las madres, los colegas y los directivos se muestran unánimes ante la desaprobación por el proceder de un mal docente.

Lo que pasa es que no se quiere o no se puede entrar en la faena y decir: usted no puede dedicarse a esta delicada tarea con una actitud o con un comportamiento como el suyo. Hay en estas actuaciones perversas una escala de diversa naturaleza y grado: desde los abusos y el maltrato hasta la incompetencia intelectual y didáctica.

Las autoridades educativas tienen una especial responsabilidad en estas cuestiones. Pero no solo ellas. Los colega, las familias y alumnos no pueden permitir que se causen daños al prójimo sin abrir la boca, pensando que “el que venga detrás, que arree”.

Desde mi punto de vista habría que seguir cuatro pasos en la intervención:
1. Diagnosticar con rigor y claridad lo que sucede en el caso concreto que es objeto de preocupación. ¿Qué es lo que pasa realmente? ¿En qué consiste el problema? ¿Cuál es el origen del mismo? No es igual que el profesor no sepa a que el profesor no quiera. Porque si no sabe, puede aprender. Pero si no quiere, es muy difícil solucionar el problema.

2. Dialogar con el interesado para ver qué posición tiene ante la situación. No es igual que reconozca el problema a que se cierre en banda achacando la situación a los demás. Ese diálogo está en la base del diagnóstico y de la intervención.

3. Actuar de manera racional y ética. Eso quiere decir que hay que tener en cuenta los intereses del docente y los intereses de los alumnos y de las alumnas. No se puede permitir que el lanzador de cuchillos siga causando heridas y muerte de forma impune. La casuística sería infinita. No es igual el caso de un docente que está dispuesto a solucionar el problema que el de otro que se niega en redondo a tomar cartas en el asunto. Y así, de forma temporal, habría que apartar de la docencia a esos lanzadores que son una amenaza evidente y constante para los alumnos y alumnas. Hay puestos en la administración educativa que no conllevan responsabilidad directa con los alumnos.

4. Finalmente, habría que evaluar periódicamente la intervención que se ha efectuado. No siempre ha de considerarse irrevocable una decisión. Porque pueden cambiar muchas variables de la situación o las actitudes de las personas. Hay enfermedades que con un buen tratamiento tienen curación. En todos los pasos de este proceso hay que actuar con extremada cautela y con el máximo respeto a las personas. A todas las personas. La ética ha de presidir estas intervenciones para que todos se sientan comprendidos. En cualquier campo esta es una exigencia fundamental, pero en la educación es consustancial a la naturaleza de la tarea.

No ignoro que a los docentes se les lanzan cuchillos afilados desde muchos lados del sistema. Ellos y ellas también deben ser protegidos del daño. Pero esa es harina de otro costal.


Muere José Monleón, hombre clave del teatro español. El crítico, ensayista y dramaturgo valenciano ha fallecido a los 89 años

En los años sesenta y setenta, el gran referente, la vara de medir por excelencia, el hombre que nos instruía y nos enseñaba a ver teatro, era José Monleón, uno de los personajes clave en la historia de nuestra escena, que escribía sus críticas en Triunfo, y un diluvio de crónicas, entrevistas y ensayos en Primer Acto, posiblemente la revista teatral más influyente que ha habido en este país, fundada por él en 1957. Núria Espert me contó que fue Monleón quien le descubrió, entre muchos otros creadores, a Grotowski, llevándole a ver la primera representación de su Akropolis en L’Epée du Bois, un teatro de madera, portátil, en las afueras de París.

Había nacido en Tavernes de la Valldigna (Valencia), en 1927. Su destino, por tradición familiar, era la abogacía, pero a los 27 años dejó su propio bufete en Valencia y se trasladó a Madrid para matricularse en la Escuela de Cine, formando parte de la promoción de Picazo, Patino y Summers, entre otros. El cine y el teatro, pues, fueron sus primeras pasiones, en Nuestro cine y Triunfo. En los primeros sesenta formó también, con Anastasio Alemán y Antonio Valdés, el Teatro Popular Español, que daba sus funciones en una carpa en Cuatro Caminos (Madrid) y persuadió a José Ángel Ezcurra, el editor de Triunfo, de la necesidad de crear Primer Acto, “que nació”, como le contaría a Pedro Víllora, “para acercarse a un teatro que estaba prohibido por razones políticas y también culturales”. La crítica era para Monleón, en aquella época, “un espacio que permitía una reflexión social, política y estética que de otro modo era muy difícil de justificar”; una ventana abierta a lo que se hacía fuera (viaja por primera vez a Sudamérica, al Festival de Manizales, en 1967) y un apoyo, generoso y constante, al llamado “teatro independiente” que comenzaba a brotar, sorteando mil dificultades, en nuestro país.

Entre 1963 y 1970 dirige la colección teatral de la editorial Taurus y escribe prólogos para las obras de Arniches, Buero, Gala, Martín Recuerda, Sastre y muchos otros. Como ensayista fecundísimo debuta con Treinta años del teatro de la derecha (1971), al que seguirán El teatro de Max Aub (1972), García Lorca (1973), El teatro del 98 frente a la sociedad española (1975), Cuatro autores críticos: Rodríguez Méndez, Martín Recuerda, Nieva y Campos (1976), Larra: escritos sobre teatro (1977), América Latina: Teatro y Revolución (1978), Rafael Alberti y Nuria Espert, poesía y voz de la escena española (1979), El mono azul: Teatro de urgencia y romancero de la guerra civil (1979). Libros posteriores de notable interés son: Tiempo y teatro de Rafael Alberti (1990), y Humanismo y barbarie (2003).

De 1977 a 1992 fue catedrático de Sociología Teatral en la Real Escuela Superior de Arte Dramático; profesor visitante en las universidades de Albany y Purdue, en Estados Unidos; ejerció la crítica teatral en Diario 16 hasta finales de la década de los ochenta y comandó el programa semanal América está cerca, en Radio Nacional de España. Desde 1984 a 1990 dirigió el Festival de Teatro Clásico de Mérida, el Festival de Teatro y Música de Elche desde 1994 y el Festival Internacional Madrid Sur desde 1996, pero quizás su aportación más importante sea la fundación y dirección, desde 1991, del Instituto Internacional de Teatro del Mediterráneo, que puso en contacto las escenas de los países del sur de Europa.

Entre sus muchas adaptaciones y puestas en escena cabe destacar La buena persona de Sezuán, de Brecht; Rebelión en Asturias, de Camus; Lorca y el flamenco, Amics i coneguts (donde dirigió a Espert y Julieta Serrano), y textos propios como Proceso a Kafka (1971), Paraíso roto (1992), Sefarad (1993), Guardo la llave (1993), La noche de Casandra (2001), El clavel y la espada (2003), Historias del transtierro (2003) o la que sería su última obra, ¿Quién ha sido? (2004), sobre los atentados del 11-M.

Monleón recibió, entre otras distinciones, el premio de Cultura de la Comunidad de Madrid (1999), la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes (2003), el premio Nacional de Teatro (2004), la Cruz de San Jordi (2006) y el Max de Honor (2011).

COMBATIVO OPTIMISMO
En otoño de 2011, a los 84 años, acompañado por Núria Espert y Joaquín Estefanía, José Monleón presentó en el Círculo de Bellas Artes Siglo XXI: la evolución pendiente, su texto más ambicioso, que abarcaba los acontecimientos de nuestra historia reciente, “desde el estallido y el desarrollo de la crisis económica hasta las revueltas árabes o la aparición en España del 15-M”, como reseñó la periodista Rosana Torres. Fue una celebración del volumen recién publicado, pero también un homenaje a su trayectoria vital e intelectual y su combativo optimismo. “Ahora nos invitan a que aceptemos que el mundo es horrible”, dijo entonces Monleón, “pero no hay que rendirse ante el terrorismo de lo que está mal: este libro es una invitación a pensar cómo resolverlo, a seguir y aportar lo que haga falta para cambiarlo. Como decía Gramsci, la indiferencia no es vida. Y como decía Espriu, el hombre no es si no es libre. Somos unos silenciosos miserables frente al dolor humano, porque no nos preguntamos el porqué de este absurdo”.

http://cultura.elpais.com/cultura/2016/07/15/actualidad/1468601326_500508.html

Mecanización del pensamiento

Hace muchos años llegó a mis manos un experimento de Abraham S. Luchins que luego he reproducido muchas veces en clases y conferencias. Lo he incluido en mi libro “Ideas en acción. Ejercicios para la enseñanza y el desarrollo emocional. (publicado el año pasado en la Editorial Homo Sapiens de Rosario, Argentina).

Se trata de realizar ocho sencillos ejercicios matemáticos consistentes en conseguir una cantidad operando con otras tres (nunca se dice que hay que utilizar necesariamente las tres) que brinda el experimentador. Este hace en voz alta los dos primeros, que actúan como ejemplos de solución. Resuelven el problema y, además, se convierten en el modelo para resolver.

Pondré un ejemplo: Con 21, 127 y 3 hay que obtener 100. Y se les indica que la respuesta es 127 menos 21, menos 3, menos 3=100. Tomando el mayor, restando una vez el siguiente y dos veces el tercero se obtiene la solución. La fórmula es muy sencilla: A, menos B, menos 2C.

Luego, los sujetos realizan cuatro ejercicios más en los que casi de forma inexorable repiten la fórmula utilizada por el experimentador en los dos primeros. Al final se realizan dos ejercicios críticos. Veamos el último. Con 15, 39, y 3 hay que obtener 18. En este caso se puede operar de dos maneras: una es la que se ha venido utilizando en los seis anteriores: 39 menos 15, menos 3, menos 3=18. La otra es mucho más fácil: 15 mas 3=18, pero casi nadie la ve. Se han habituado a la solución compleja. Han mecanizado su pensamiento. No han visto la solución sencilla.

Resulta que en seis ejercicios, estando en situación de alerta, las personas mecanizan una forma de actuación compleja que les impide ver la más fácil. Cuando alguno cae en la cuenta de que se puede resolver también de una forma más sencilla, suele utilizar las dos o descartar la simple, por creer que hay que reproducir la forma propuesta o que hay que utilizar los tres números, aunque no se haya exigido. Les da seguridad el hecho de copiar el modelo.

Se ven sorprendidos por la ceguera que ha producido la mecanización de solucirarles tiempo, buscar de cinco minutos, que pueden trabajar en grupo y que se premia producir la forma. Les pregunto: ¿qué tal veinte años resolviendo de la misma manera las cuestiones? ¿Qué tal si, además, se premia la forma tradicional de actuar? ¿Qué tal si se hubiesen habituado a la solución fácil?

¿Cómo resuelven los sujetos los dos problemas críticos? Según cuatro criterios que se refuerzan entre sí:

- Como se plantea en el modelo propuesto: los participantes resuelven los ejercicios 7 y 8, como el experimentador resolvió el 1 y el 2. La fuerza de los modelos, cuando son muy potentes, no deja margen a la innovación, al pensamiento divergente Hay que reproducir el ejemplo. He visto muchos cuestionarios de evaluación del profesorado. La mayoría de ellos reproduce una forma típica de ser profesor, un modelo estandarizado que deja poco margen para la discrepancia. Como han solucionado los anteriores: los ejercicios 7 y 8 se resuelven como el 1, 2, 3, 4, 5 y 6. Es decir según la fuerza de la rutina, que es el cáncer de las instituciones. ¿Cómo lo haremos? Como el año pasado. ¿Cómo lo solucionaremos? Como siempre. ¿Cómo lo hacemos?  Como habitualmente lo hemos hecho.

Lejos de cuestionar lo que se hace, se acepta como criterio de buena actuación aquello que siempre  se ha hecho, que ha dado solución a los problemas hasta el momento.

- Como todos lo solucionan: este es un ejercicio que, cuando se realiza en grupo, hace posible echar una miradita a quienes están al lado. Cada uno comprueba que los demás están dando la misma respuesta. Algunos hacen casilleros en los que colocan ordenadamente los números. El pensamiento que se genera es el siguiente: si todos lo estamos haciendo de la misma forma, todos lo estamos haciendo bien. Alguna vez he estado tentado de decir a algunos sujetos antes de comenzar el ejercicio: cuando lleguemos al 7, haced en la hoja el signo una gran integral o la matriz de una raíz cuadrada. El estupor de quienes están al lado no se haría esperar.

- ¿Por qué haces eso? No es necesario. Basta restar.

- Como permiten las circunstancias, dado el escaso tiempo disponible de que disponen para hacer los dos últimos: en efecto, yo concedo solamente unos segundos para realizar los ejercicios 7 y 8. Si el experimentador dijese que disponen de cinco minutos, que pueden trabajar en grupo y que se premiará al que vea otra forma de solución diferente a la anterior, todos caerían en la cuenta de la forma sencilla de resolver el problema. Y, al sobrarles tiempo, buscarían otras caminos de solución novedosa. Una cosa es decir: como se salga usted del camino trazado tendrá un castigo y otra: si encuentra usted un camino nuevo tendrá un premio.

Lo que estoy queriendo decir con estas reflexiones es que hay que buscar caminos para la innovación, que hay que cuestionar la forma de intervenir en la solución de los problemas. La innovación no surge si no se formulan preguntas y las preguntas no surgen si no se pone en tela de juicio lo que se hace. Hemos visto algunas causas que matan las preguntas (influencia del modelo, rutina,  presión social y malas condiciones). Hay más, claro está. Algunas son personales, como la comodidad, que responde al principio siguiente: pudiendo no hacer nada, ¿por qué vamos a hacer algo? También frenan la innovación el escepticismo, el fatalismo y el pesimismo que  siembran el desaliento antes de comenzar. La desesperanza es el gran enemigo de la mejora. Las mas experiencias vividas, el cansancio, la pereza intelectual son obstáculos a veces insuperables.

Hay quien tiene miedo a equivocarse si empieza un camino nuevo, pero no pone en cuestión la forma habitual de hacer las cosas. Es más, dan como criterio de bondad el hecho de hacerlo como siempre se ha hecho. En el experimento las formas de actuación previas a los ejercicios críticos daban un buen resultado. No sucede siempre lo mismo en la vida,.

Hay también dificultades institucionales. Hay organizaciones que obedecen al lema: hagámoslo como siempre mientras no se demuestre que hay otra forma de hacerlo mejor. Otras, sin embargo, responden al lema contrario: hagámoslo de forma diferente, salvo que se demuestra que la tradicional es la mejor. La fagocitosis de los inmovilistas respecto al impulso innovador de los inconformistas es otro obstáculo muy poderoso. La invocación de la experiencia con ánimo destructivo: “eso ya lo intentamos hace años  y no valió para nada…” . Y por supuesto, las malas condiciones de tiempo, de espacio, de estímulos…

Hay climas institucionales en los que la innovación no puede florecer porque las preguntas se agostan antes de formularse. La cultura de algunas organizaciones está dominada por la rutina y por las tradiciones, de manera que se hacen  herméticas a los interrogantes y, por consiguiente, a la mejora.


http://blogs.opinionmalaga.com/eladarve/2016/08/06/mecanizacion-del-pensamiento/

jueves, 25 de agosto de 2016

Los niños en Iraq están en las líneas de fuego y son constante e incesante blanco de los ataques. 3,6 millones de niños se encuentran en grave peligro por la creciente violencia.

Unicef

Material multimedia disponible para descarga: http://uni.cf/291HUIdhttp://uni.cf/291HUId 3,6 millones de niños en Iraq – 1 de cada 5 en el país –corren serio riesgo de muerte, lesiones, violencia sexual, secuestro o reclutamiento por parte de fuerzas armadas. Estos datos, recogidos en el informe publicado hoy por UNICEF Un alto precio para los niños, revelan que el número de niños en peligro de estas violaciones ha crecido en 1,3 millones en los últimos 18 meses.

Los hallazgos muestran que 4,7 millones de niños necesitan ayuda humanitaria – la tercera parte de todos los niños iraquíes – mientras muchas familias se enfrentan ahora a unas condiciones deterioradas después de las operaciones militares en Faluya y en los alrededores de Mosul.

“Los niños en Iraq están en las líneas de fuego y son constante e incesante blanco de los ataques”, declaró Peter Hawkins, representante de UNICEF Iraq. “Llamamos a todas las partes a la moderación, y a respetar y proteger a los niños. Debemos ayudarlos con el apoyo que necesitan para recuperarse de los horrores de la guerra y contribuir a un Iraq más pacífico y próspero”.

El informe de UNICEF documenta la escalada y la complejidad de la crisis humanitaria en un país abatido por casi 4 décadas de conflicto, inseguridad y negligencia, donde el impacto sobre los niños empeora cada día.

Un total de 1.496 niños han sido secuestrados en el país en los últimos 2 años y medio. Esto se traduce en 50 niños secuestrados al mes, con muchos forzados a luchar o abusados sexualmente.

“El rapto de niños de sus hogares, de sus escuelas y de sus calles es horrible”, cuenta Hawkins. “Estos niños están siendo arrancados de sus familias y sometidos a abusos y explotación”.

El informe muestra también que casi el 10% de los niños en Iraq – más de millón y medio – han sido forzados a huir de sus hogares en varias ocasiones por culpa de la violencia que empezara en 2014. Aproximadamente 1 de cada 5 escuelas no se pueden utilizar por culpa del conflicto, y casi 3,5 millones de niños en edad escolar no acceden a la educación.

Para hacer llegar ayuda a niños en desesperada necesidad, UNICEF y sus aliados están trabajando bajo condiciones de extrema dificultad. Ha proporcionado apoyo psicológico a más de 100.000 niños en el último año y medio; provisto de agua limpia a más de 750.000 personas desde el inicio del año; ha vacunado a 5,6 millones de niños contra la polio; y ha apoyado a más de 710.484 niños para que accedan a la escuela.

UNICEF urge a tomar acción inmediata para proteger los derechos de los niños en Iraq mediante 5 pasos:

· Poner fin al asesinato, mutilación, secuestro, tortura, detención, violencia sexual y reclutamiento de los niños. Detener los ataques a colegios, instalaciones y personal médico.

· Proporcionar acceso humanitario incondicional y sin trabas para todos los niños dondequiera que estén en el país, incluidas zonas que no están bajo el control del gobierno. En áreas donde el conflicto está presente, los civiles que deseen desplazarse deben tener un acceso seguro y recibir los servicios que necesiten.

· Extender y mejorar la educación para niños que están fuera del colegio con clases de recuperación. Aumentar el acceso a la enseñanza y dotar a maestros y niños con materiales educativos y de capacitación. Esos son los niños que reconstruirán Iraq y contribuirán a un futuro más pacífico y estable.

· Proveer de programas psicológicos y recreativos para ayudar a que los niños se recuperen y que puedan reconectar con su infancia.

· Aumentar los fondos ya que los recursos se están acabando y se están teniendo que recortar el apoyo que salva la vida de los niños. UNICEF necesita 100 millones de dólares para responder a las necesidades de los niños de Iraq en 2016.

Fuente original:

https://www.unicef.es/sala-prensa/en-iraq-36-millones-de-ninos-se-encuentran-en-grave-peligro-por-la-creciente-violencia

miércoles, 24 de agosto de 2016

Llamamiento para salvar los archivos y la casa museo del conocido marxista húngaro Georg Lukacs, que el gobierno actual de Hungría quiere cerrar y desentenderse para destruirlo.

SAVE THE GEORG LUKACS ARCHIVE

To whomever it may concern! We, the subscribers to this letter, are concerned about the future of the Georg Lukacs Archive (GLA) in Budapest. Given the difficulties the GLA faces due to the current political situation in Hungary, we believe that a secured continuation of the work of the GLA can only be based upon the independence of the GLA from any other institution. To this end, we strongly support the idea of the establishment of an independent international foundation. In our opinion this foundation should above all take over the literary estate and archive of Georg Lukacs. Furthermore, if at all possible it should also take over the former flat of Georg Lukacs to enable the GLA to continue its important work at the place where it has always been. To put it in a nutshell, we should strive for an independent future for the GLA at its historical place – the former flat of Georg Lukacs in Budapest.

We the subscribers are willing to do what we can to make the initiative of the International Georg Lukacs Foundation a success.

 Please let us know when and what specific support is needed!

http://www.save-georg-lukacs-archive.org/

https://www.marxists.org/archive/lukacs/

GUARDAR EL ARCHIVO Lukács
De John Bellamy Foster
- Una solicitud de Amigos de Monthly Review:

Desde el momento en que el actual gobierno de derecha en Hungría llegó al poder, el archivo de Georg Lukács -marxista por excelencia del siglo 20-, ha sido objeto de un ataque brutal. Ha sido privado gradualmente de su subvención de la Academia de Ciencias de Hungría y de su capacidad del pago a su personal. Ahora, el gobierno amenaza con vender la propiedad en la que se encuentra y dispersar el archivo. Una fundación se ha formado en Hungría la cual tratar de proteger y preservar el archivo. Un número de miembros del comité editorial de Monthly Review, autores y amigos, se han unido a este esfuerzo y han ayudado a organizar una carta internacional de solidaridad y protesta. Para avanzar en ese esfuerzo, el autor de la revisión mensual y amigo, István Mészáros nos ha pedido hacer un llamamiento a ustedes:

Estimados amigos y compañeros, Mi muy amado Maestro y Amigo, Georg Lukács, vivía en un apartamento en la orilla del río Danubio. Tuve el privilegio de quedarme allí con él en innumerables ocasiones a lo largo de los años. Después de su muerte, se convirtió en el Archivo Apartamento Lukács, bajo la autoridad de la Academia de Ciencias de Hungría. Lamentablemente, sin embargo, debido a la interferencia del Gobierno, el Archivo está ahora amenazado de cierre, y su Biblioteca y los documentos históricamente más importantes con un futuro totalmente incierto.

Esto no debemos permitir que ocurra. Miles de personas han manifestado su apoyo en Hungría y en todo el mundo a favor del Archivo Lukács.
Si los lectores de la Revista Mensual se unieron a ellos sería de gran ayuda en todos los sentidos en este esfuerzo vital para salvar el Archivo Lukács, en beneficio de las futuras generaciones de investigadores, y por nuestra causa común de una transformación socialista.

En solidaridad, István Mészáros
Por favor, considere agregar su nombre a la carta de apoyo.
John Bellamy Foster por el comité editorial de la Revista Mensual

martes, 23 de agosto de 2016

El genocidio franquista según el profesor Daniel Feierstein. "Parte del objetivo de la Transición fue que no se transformara el orden que levantó el genocidio franquista"

Daniel Feierstein es uno de los mayores expertos en el estudio y análisis de las prácticas genocidas que asolaron al mundo en el siglo XX.

Daniel Feierstein es sociólogo y doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires. Se desempeña como profesor titular de la cátedra Análisis de las Prácticas Sociales Genocidas en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos A., y como director del Centro de Estudios sobre Genocidio y de la Maestría en Diversidad Cultural, ambos en la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Es experto independiente por las Naciones Unidas para la elaboración de las Bases de un Plan Nacional de Derechos Humanos argentino.- CHRISTIAN GONZÁLEZ

MADRID.- Describir la trayectoria profesional de Daniel Feierstein (Buenos Aires, Argentina, 1967) ocuparía más líneas que paciencia tiene el lector para leer cargos, títulos y publicaciones varias. Una manera breve de resumir la importancia del personaje pasa por señalar que Feierstein es uno de los mayores expertos en el estudio y explicación de las prácticas genocidas que asolaron al mundo durante el siglo XX.

Recibe a Público antes de participar en una mesa redonda en la librería Traficantes de Sueños de Madrid sobre los crímenes de la dictadura franquista. Antes de llegar a la capital de España ha ofrecido conferencias en Londres, Atenas y Barcelona, entre otros lugares. La conversación con Fierstein, no obstante, corre el riesgo de derivar en complejos conceptos y referencias a tratados internacionales y/o convenciones de las Naciones Unidas. Es un riesgo.

El objetivo de la entrevista, sin embargo, pasa por aclarar conceptos básicos y fundamentales para conocer más y mejor la historia reciente de España.

¿Qué es un genocidio? ¿Cometió el franquismo un genocidio en España? ¿Repercute en la actualidad española aquel genocidio?
Sin duda. En los dos sentidos: en el sociológico y en el jurídico. En el sociológico, el eje del genocidio es la destrucción de la identidad de un pueblo y creo que está muy claro que en el caso español se buscó destruir la identidad del pueblo español. Y en el sentido jurídico del término también se puede decir que existió un genocidio porque la Convención sobre Genocidio de la ONU incluye la intención de la destrucción parcial de un grupo nacional. Y aún cuando no deja claro si el grupo nacional puede ser el mismo entre los perpetradores y las víctimas, y está abierto a interpretación, creo que en el caso español es absolutamente interpretable que el objetivo del franquismo fue destruir parcialmente el grupo nacional español. Querían transformar España a través del terror.

La Convención sobre el genocidio señala que se trata de la destrucción total o parcial de un "grupo nacional, étnico, racial o religioso". Hay quien interpreta que en España no hubo genocidio porque se trata de una lucha fratricida entre miembros de un mismo grupo nacional.

Exacto. Esa es la discusión. Pero la idea de que hay dos grupos es la idea del genocida. Todos los genocidios siempre se implementaron para transformar al propio grupo. El nazismo pretendió transformar Alemania y después transformar a Europa. Y convencer a la población de que había determinados grupos que no formaban parte del grupo nacional. Y esto fue lo que sucedió en España. Los genocidas planteaban que los rojos no formaban parte del grupo y por eso tenían que ser expulsados, erradicados. Todos los genocidios son intentos de transformar al propio grupo.

El Gobierno español y la Justicia han dicho que en España no hubo genocidio. Y ante esta posición parece que estamos ante el eterno debate de dos posturas enfrentadas y sin una verdad.

¿Cómo explicar que sí hubo un genocidio?
El Gobierno español impide la discusión. Para decir que sí o que no hubo un genocidio hay que abrir las causas y un Tribunal tiene que analizar las evidencias, escuchar a los testigos, que pueda tomar pruebas históricas del caso y luego, analizando la Convención sobre Genocidio, dirimir si lo hubo o si no lo hubo. Cuando alguien impide la discusión no está diciendo que no hubo genocidio sino que lo que está diciendo es que no se puede discutir el asunto.

¿El genocidio es sólo el asesinato de miles de personas?
"Los genocidas planteaban que los rojos no formaban parte del grupo y, por eso tenían que ser expulsados, erradicados". El genocidio es principalmente la matanza de miembros del grupo pero tiene cinco acciones:

1. La matanza;

2. El sometimiento del grupo a condiciones que provoquen su destrucción;

3. Las lesiones al grupo tanto físicas como psíquicas;

4. Impedir los nacimientos dentro del grupo; y

5. Transferir los hijos del grupo que sufre la represión al otro grupo que la aplica.

En España se han dado las cinco acciones. Hay genocidios, condenados, que sólo han implementado dos o tres de estas acciones. España implementó los cinco ejes de la Convención de la ONU. Por eso, la decisión de la Audiencia Nacional contraviene toda la normativa internacional. Habría que revisarla y ponerlo a discusión con juristas internacionales.

Un argumento habitual es que la izquierda también cometió asesinatos y que, por tanto, también habría cometido un genocidio. La gran diferencia es el control del monopolio de la violencia. Esto es: quién tiene la capacidad de llevar a cabo determinadas acciones organizadas sistemáticamente. En estos casos, hay dos cuestiones a analizar.

1. La primera es si había un aparato de poder con la capacidad de monopolio de la violencia para implementar esas acciones genocidas.

2. En segundo término, tener en cuenta el riesgo que implica equiparar las acciones de quienes llevan a cabo un plan sistemático de destrucción de quienes resisten ese plan sistemático de destrucción.

Esta equivalencia es muy dañina para la sociedad porque pone en un plano de igualdad lo que de ninguna manera puede ser igual.

En España lo que había era un gobierno democrático elegido por la población con su determinado porcentaje de votos y una oposición, que disentía de este Gobierno y apostaba por otra opción política con un determinado porcentaje de voto. En esta situación, hubo un golpe de Estado militar que a través de la violencia y el terror intenta destruir esa experiencia política. Estas dos situaciones no son equivalentes. Lo que no quiere decir que no tenga que ser revisado políticamente, moralmente, las acciones de la República española o de determinados grupos de izquierdas que defendían a la República. Creo que sí merece ser revisado, pero que la Justicia no es el lugar, pero sí un debate político que puede ser enriquecedor.

¿Se puede afirmar, sin ninguna duda, de que las élites militares y políticas que prepararon el golpe de Estado del 18 de julio de 1936 tenían un "plan sistemático de destrucción" del adversario?
Sin duda. Está muy claro. Es un trabajo de la Justicia el comenzar a revisar documentos militares del franquismo y comenzar a abrirlos a la discusión para ver el papel que tuvo el terror en esta transformación social que acometieron. Dice que el objetivo de un genocidio es eliminar la identidad de un pueblo e imponerle la identidad de las élites.

¿España sufre aún los efectos de ese genocidio de hace 80 años y de la imposición de la identidad de la élite al pueblo?
España es uno de los casos paradigmático donde se siente el efecto en la actualidad. Todo genocidio tiene sus niveles de efectividad y de logros, pero me parece que el caso español destaca por la imposibilidad de abrir la discusión. España y Turquía son los dos casos donde fue más difícil abrir una discusión colectiva. No sólo jurídica. Sino incluso una discusión social y política sobre lo que ocurrió. Esto tiene que ver con varios efectos: lo extensa de la dictadura franquista, que atravesó a varias generaciones. El otro elemento que no se tomó en cuenta suficientemente es la importancia de la apropiación sistemática de menores que se calcula en no menos de 30.000 casos. Es inconcebible. En Argentina hubo alrededor de 500 y se considera una barbaridad. Esto es importante porque atraviesa con el terror a toda la segunda generación. De tener siempre la duda con el origen. Es un elemento fundamental para entender el silencio de la Transición. La mayoría de los casos históricos logran determinados efectos pero cuando termina el régimen que lo implementó comienzan a abrirse discusiones a veces con la posibilidad de plantear acciones jurídicas.

"España tiene una gran oportunidad ante sí para poner en cuestión todo ese proceso de la Transición"

En España hasta los 90 no se abrieron con cierta fuerza los debates sobre el pasado. Tenemos 20 años de Transición con una especie de pacto de silencio particularmente emblemático. Es algo para revisar en el presente y plantearse cuáles fueron los elementos del caso español que generaron tanto nivel de silencio y aún hoy tanta insistencia en que no hay que mirar para atrás, en que la Transición debe ser rescatada, que fue el modo de pacificar el país... Estas peticiones consisten en asumir los objetivos de los genocidas muchos años después y dentro de un un régimen muy distinto de lo que fue el régimen genocida.

¿Una de las consecuencias es que esas mismas élites pueden seguir en una situación de poder privilegiada que se ganó con las armas durante la Guerra Civil?
Sí. Pero el poder no es sólo seguir gobernando. Se trata de que la transformación de la sociedad no se toca. En ningún nivel. En general, podríamos decir que ha sido difícil tocar las transformaciones de la sociedad después de un proceso genocida. Parte del objetivo de la Transición fue que no fuera transformado el orden económico, que no fuera transformada la Justicia, el orden político... que los cimientos que levantó el genocidio a través del terror no se puedan discutir.
Y eso está en la base de la idea de la reconciliación.

Siempre plantean la reconciliación en los términos del genocida, que no se pueda tocar o cuestionar nada de lo que el genocidio construyó. Este es el desafío fundamental para la sociedad española: el revisar toda la estructura concebida por las autoridades genocidas.

Un ejemplo: cuando finaliza la dictadura de Argentina los organismos de derechos humanos señalaron que había que dar de baja a todos los jueces, a todos los funcionarios que habían trabajado en relaciones exteriores avalando al gobierno militar. A toda la estructura del Estado que habían participado en el genocidio. Esto implicaba poner en cuestión el aparato y el presidente, que era Alfonsín, dijo que no había suficientes jueces para nombrar si había que sustituir a los jueces que habían colaborado. La respuesta de los organismos de derechos humanos fue muy sólida. Les dijo que cualquier estudiante, cualquier abogado joven sería infinitamente mejor que un juez que había desarrollado su acción durante un genocidio. Este es el gran desafío para cualquier sociedad tras un proceso genocida.

Ahora se habla mucho de cambio político, ¿es necesario revisar nuestro pasado para poder cambiar España?
España tiene una gran oportunidad ante sí para poner en cuestión todo ese proceso de Transición. La pregunta es si esa oportunidad va a ser aprovechada o no. Si este nuevo proceso lo que va a hacer es simplemente cambiar algunos discursos y sostener esa estructura de impunidad y esa estructura política construida por el terror o si se va a animar a abrir la discusión y a ponerlo en cuestión. Ese es el gran desafío de España en el presente. Puede ser una oportunidad. La estructura política española ha comenzado a estar en jaque y la pregunta es si habrá fuerza política para ponerla realmente en cuestión. Ese es el desafío del presente. "Apelan a ese terror. La pregunta es si ese terror seguirá siendo efectivo o no cuarenta años después del fin del régimen de terror"

Desde el Partido Popular están lanzando el mensaje de que cuidado que vienen los rojos, los comunistas, los radicales, en definitiva. ¿Esto tiene que ver con aquel genocidio fundacional del que habla?
Claro. Es apelar a ese terror. La pregunta es si ese terror seguirá siendo efectivo o no cuarenta años después del fin del régimen de terror. Hay dos generaciones, como mínimo, actuando más. Este es el gran desafío.

Apelan al terror de hace 80 años, pero, ¿será efectivo aún?
La trampa sería si esos sectores políticos que reciben los ataques quisieran desprenderse de esa actuación y tratar de pactar con los autores ideológicos de ese proceso genocida para demostrar que no son disruptivos y que no van a llevar a cabo ninguna transformación ni a poner en cuestión el orden político de la Transición.

En España, para las víctimas de la dictadura y las asociaciones memorialistas, Argentina es una referencia. No sólo porque ha abierto la única causa judicial que investiga a la dictadura de Franco sino porque están revisando y juzgando su propio pasado.

¿Qué está pasando ahora con este proceso con el Gobierno de Macri?
 El Gobierno de Macri es un retroceso en Argentina e implica un intento de destruir algunas conquistas de la última década. No obstante, en este campo precisamente, las conquistas no han sido realizadas por un gobierno y sí por una lucha social. Por tanto, les resulta más difícil revertirlo. Ha habido un desmantelamiento de algunas áreas específicas o el intento de reponer a algunos represores en puestos públicos, pero no ha sido Macri el único. El jefe del Ejército del gobierno anterior tenía vínculos con el régimen genocida también. Me resulta llamativo, en el buen sentido, pese al retroceso que implica el gobierno de Macri, que no se ha puesto en cuestión el proceso de juzgamiento porque tiene un nivel de apoyo popular que implicaría un desgaste importante. "El Gobierno de Macri es un retroceso en Argentina e implica un intento de destruir algunas conquistas de la última década"

¿Macri tiene vínculos con la élite golpista?
Macri tiene relaciones con sectores vinculados, más que con los golpistas, con los sectores económicos que estuvieron detrás del proceso genocida sosteniéndolo, participando en algunos casos directamente y beneficiándose de ese proceso. No sólo tiene vínculos sino que él mismo es el hijo de un empresario que se hace millonario en los negocios estatales con la dictadura militar.

A largo plazo, ¿está planteando el macrismo una batalla por la memoria?
Sí. Justo. Y es una estrategia más inteligente. En lugar de avalar la impunidad y asumir la defensa directo de los represores, lo cual implicaría un costo político altísimo, lo que está haciendo es retrotraer la discusión a comienzos de los años 80 e intentar reinstalar la teoría de los dos demonios. Es lo mismo que sucede en España: plantean que la memoria debe ser completa y que es cierto que hubo hechos muy graves de los represores pero que también habría que revisar los hechos cometidos por los grupos de izquierdas. La política del macrismo tiende a eso. A la igualación de las víctimas y los victimarios. Esto es algo que tiene mucha fuerza en España y que era absolutamente marginal en Argentina y que ahora comienza a cobrar fuerza gracias al apoyo gubernamental.

Entiendo que es una estrategia que busca captar a los más jóvenes. A los que no vivieron la dictadura. Absolutamente. Lo que buscan es esta igualación con mucho trabajo 'periodístico', sin sustento histórico, que busca distorsionar la historia con esta igualación. Esto ha sido bastante fuerte durante los últimos tres o cuatro años en Argentina. Es decir, antes del triunfo del Gobierno de Macri. Hay una verdadera campaña de bombardeo a la población con el intento de equiparar.

http://www.publico.es/politica/genocidio-espanol-transicion-franquista.html

lunes, 22 de agosto de 2016

9 preguntas para entender el caos de Libia desde la caída de Gadafi. Tres gobiernos diferentes, cientos de milicias armadas con intereses opuestos y el auge de Estado Islámico: tras la caída del Gadafi, el que fuera uno de los países más prósperos de África está sumido en una profunda crisis. Te la explicamos. Cómo Libia se está convirtiendo en una nueva base de Estado Islámico

Desde que en octubre de 2011 un levantamiento inspirado por la "primavera árabe" con la inestimable ayuda de la OTAN sacó del poder al comandante Muamar Gadafi, Libia ha estado dominado por el caos.

Las potencias occidentales están cada vez más preocupadas porque el autodenominado Estado Islámico (EI) esté ganando presencia en el país norteafricano y Estados Unidos ha respondido con recientes ataques aéreos contra el grupo extremista.

Te ayudamos a comprender la compleja situación por la que pasa el país respondiendo a 7 interrogantes clave.

1¿Cuál es la verdadera gravedad de la situación?
Sólo las milicias armadas de Libia ejercen realmente el poder y a veces parece que tienen como rehenes a los políticos que dicen respaldar.

Durante el levantamiento contra Gadafi, cualquiera con una pistola podría imponer respeto y así emergieron numerosos grupos armados, hasta 1.700 según algunas estimaciones.

Hay dos parlamentos rivales y tres gobiernos: el último se formó tras unas conversaciones auspiciadas por Naciones Unidas en diciembre con la intención de remplazar a los otros dos.

Pero esta iniciativa aún está en proceso de formación debido en parte por la preocupación de que el nuevo gobierno ha sido impuesto por las potencias occidentales.

Cómo Libia se está convirtiendo en una nueva base de Estado Islámico
Libia, un país rico en petróleo, llegó a tener uno de los mayores niveles de vida de África con atención sanitaria y educación gratuitas, pero 5 años después de la revolución, está inmerso en una crisis financiera.
Esta confusión ha permitido a Estado Islámico ganar terreno.

2¿Es Estado Islámico una amenaza?
Se teme que un enclave de EI en torno a Sirte, la ciudad natal de Gadafi, es un paraíso seguro para que los yihadistas entrenen y planeen ataques a lo largo del Mediterráneo.

Algunos analistas de seguridad describen Libia como un bazar de armas. Está repleto de armas del arsenal de Gadafi, lo que lo convierte en un terreno ideal para los yihadistas que huyen de los bombardeos en Siria e Irak.

EI ha estado atacando las instalaciones de petróleo de Libia, secuestró a varios trabajadores del sector y el año pasado estuvo detrás de dos grandes ataques contra la industria turística de Túnez. Los responsables fueron entrenados en Libia. Túnez construyó una barrera parcial de seguridad a lo largo de su frontera con Libia con la intención de prevenir más atrocidades.

3¿Qué están haciendo las potencias occidentales?
Estados Unidos admitió haber realizado tres ataques aéreos en Libia por primera vez desde 2015. El último fue el 1 de agosto en Sirte.

Es el comienzo de lo que será una campaña sostenida que se limitará a la ciudad con el fin de ayudar a las fuerzas locales contra Estado Islámico para acabar con el grupo en la zona.

9 preguntas para entender qué es Estado Islámico y de dónde surgió. Reino Unido y Francia tienen también fuerzas especiales operando en el país norteafricano. La naturaleza y la dimensión de estas operaciones son secretas.

Tres soldados franceses murieron en julio cuando su helicóptero fue derribado por milicianos que se identificaron como integrantes de un nuevo grupo llamado Brigadas de Defensa de Bengasi (BDB).

A comienzos de este año, se acordó el envío de 6.000 soldados de varios países miembros de la OTAN para entrenar a las milicias locales para frenar a grupos vinculados con EI y dar seguridad a las misiones diplomáticas que buscan regresar a la capital, Trípoli.

Sin embargo, el nuevo gobierno de unidad parece que se niega ahora a permitir o a pedir abiertamente esa presencia y no está claro qué pasará.
Todo el mundo habla de Estado Islámico, pero

4¿qué pasó con al Qaeda?
Todo ello mientras el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, admitió en una entrevista en abril que el "peor error" de su presidencia fue no haber preparado el día después a la caída de Gadafi.

Obama culpó parcialmente del desorden al entonces primer ministro británico, David Cameron, al decir que no había hecho lo suficiente para apoyar al país norteafricano, cuya inestabilidad estaba amenazando a sus vecinos y es un factor en la crisis migratoria que padece Europa.

5¿Cómo acabó Libia teniendo gobiernos enfrentados? 
Las elecciones parlamentarias en 2014 fueron muy disputadas. Los que detentaban el poder se negaron a dejarlo y permanecieron en Trípoli.

El parlamento recién elegido se estableció entonces en la ciudad portuaria de Tobruk, a 1.000 kilómetros de la capital y donde se conformó así un gobierno rival.

Este parlamento aún tiene el respaldo oficial de Naciones Unidas como el cuerpo legislativo de Libia, a pesar de que se opone a la nueva administración de unidad porque quiere que el general Jalifa Haftar, que lidera el combate contra las milicias islamistas, mantenga su papel en un futuro ejército, algo que la ONU no garantiza.

"Me pegaron tan duro que defequé en los pantalones": los desgarradores testimonios de 4 sobrevivientes de Estado Islámico El acuerdo para un gobierno de unidad bajo la mediación de la ONU ha supuesto la formación de un consejo presidencial de nueve miembros liderado por el primer ministro Fayez Sarraj.

6¿Tiene fundamento el temor a que Estado Islámico consiga material nuclear para un ataque?
Llegó a Trípoli en marzo para establecer la administración y ha estado intentando ganar el apoyo de varias milicias y políticos, pero tiene poco poder político real sobre el conjunto del país.

Ingeniero de profesión, Sarraj aprobó el 1 de agosto el ataque aéreo de Estados Unidos sobre posiciones de EI en Sirte. Fue la primera acción coordinada entre su gobierno y Estados Unidos.

7¿Qué diferencia a las milicias?
Las milicias estuvieron unidas en su odio hacia Gadafi, pero sólo por eso. No hubo un único grupo al mando de la rebelión hace 5 años. Diferentes formaciones procedentes de diferentes ciudades libraron sus propias batallas.

También están ideológicamente divididas. Algunas de ellas están formadas por islamistas moderados, otras son secesionistas o monárquicas y otras son liberales.

Además, las milicias están divididas por líneas regionales, étnicas y locales, lo que agrega combustible a la diferencia. Tras más de cuatro décadas de mando autoritario, las milicias tienen escaso entendimiento de los procedimientos democráticos, por lo que fueron y siguen siendo incapaces de forjar compromisos y un nuevo estado basado en el imperio de la ley.

8¿Cuáles son las principales milicias?
En el este y centro del país: El general Jalifa Haftar, un actor importante y que causa divisiones en la política libia, lidera el llamado Ejército Nacional Libio(LNA, en inglés), que está formado por exunidades del ejército y milicias leales. Se autoproclama como el principal oponente de las milicias islamistas y tiene el respaldo del gobierno basado en Tobruk. Se cree que ha coordinado actividades militares con Egipto y Francia.

Consejo de la Shura de los Revolucionarios de Bengasi (BRSC) es una compleja amalgama islamista de combatientes radicales, incluidos aquellos que juran fidelidad a EI. Tiene miembros de Ansar al Sharia, el grupo al que se culpó del asesinato en 2012 del embajador de Estados Unidos Christopher Stevens en Bengasi. Puede estar vinculado también con las Brigadas de Defensa deBengasi (BDB), un nuevo grupo formado por combatientes que fueron expulsados de esa ciudad. Todos tienen en común que luchan contra el general Haftar.

La base de Estado Islámico es la ciudad de Sirte y la componen desertores de grupos locales yihadistas y combatientes extranjeros. Su principal filial en Libia es el Consejo de la Shura de la Juventud Islámica(IYSC).En octubre de2014, el IYSC declaró que Derna, un pequeño pueblo en la costa noreste y situado a 720 km de Trípoli se había convertido en el primer enclave de Libia en unirse al califato global que pretende crear EI. Sin embargo, ha sido expulsado de Derna por el grupo vinculado a Al Qaeda Consejo de la Shura de los Muyaidines de Derna.

En el oeste: Un grupo amplio llamado Amanecer Libio, que controlaba gran parte del oeste, incluyendo Misrata y Trípoli, se ha dividido en varias brigadas con diferentes lealtades. Algunas de ellas apoyan al gobierno de unidad respaldado por la ONU, mientras que otros están indecisos. El grupo tomó Trípoli en agosto de 2014 con la ayuda de un clérigo islámico y fue liderado por combatientes de Misrata, la ciudad que se precia de haber presentado la mayor resistencia a las fuerzas de Gadafi. Algunas de las milicias de Misrata forman una gran parte de la operación contra Estados Islámico en Sirte.

9¿Cómo es la vida diaria en Libia?
La producción de petróleo casi se ha paralizado, los bancos carecen de liquidez y los hospitales se están quedando sin medicinas.

Se estima que 400.000 personas se han visto desplazadas. En las áreas controladas por EI se implementó la ley islámica de forma estricta y el grupo ha realizado crucifixiones y decapitaciones. En abril de 2015, sus hombres mataron a más de 30 trabajadores inmigrantes, la mayoría de ellos etíopes cristianos.

otro tema es: www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-36971817 tu

domingo, 21 de agosto de 2016

_- "La desfachatez intelectual", Ignacio Sánchez-Cuenca publica un riguroso análisis sobre la baja calidad del debate público en España. El gran zasca a 'figurones' como Vargas Llosa, Javier Cercas o Luis Garicano entre otros.

_- Tres frases sirven para hacernos una idea.

Primera: “Esperanza Aguirre es la Juana de Arco del liberalismo” (a pesar de la trama Gürtel, Fundescam y el tamayazo). Lo dice Vargas Llosa y punto.

Segunda: “José Luis Rodríguez Zapatero es el peor gobernante de España desde Fernando VII” (por lo visto, mucho más dañino que Francisco Franco y Miguel Primo de Rivera). Lo dice Félix de Azúa y punto.

Tercera. “Sin Juan Carlos I no habría democracia en España” (qué importa la aportación de los sindicatos, el movimiento estudiantil o el Partido Comunista, además de que en nuestro entorno europeo todo sean democracias). Lo dice Javier Cercas y punto.

El debate público en España funciona a base de sentencias lapidarias, sin verificar, que distintos ‘figurones’ sueltan desde sus poltronas mediáticas. Del público se espera que comulgue con ruedas de molino, basadas en el prestigio de quien enuncia la frase, más que en argumentos bien construidos, que se apoyen con datos verificables.

Esto es lo que denuncia, de manera sólida y minuciosa, el nuevo libro del profesor de Ciencias Políticas Ignacio Sánchez-Cuenca (Valencia, 1966). Su último libro, "La desfachatez intelectual" (Libros de La Catarata), es un sonoro ‘zasca’ a los columnistas de mayor prestigio de nuestra esfera pública. Les acusa de “machismo discursivo”, “cultura de amiguetes” y “provincianismo intelectual”. Estamos ante uno de los títulos más polémicos y necesarios del año. En el capítulo final, Sánchez-Cuenca explica que el panorama comienza a mejorar con un ecosistema mediático más abierto y riguroso. Nos acercamos a su despacho para charlar con el autor.

Pregunta.
¿Cuál fue su motivación para escribir ‘La desfachatez intelectual’?
Respuesta. Sé que el texto puede despertar cierta irritación entre los aludidos. Quería señalar la impunidad que domina el debate público en España. Con esto me refiero a que si uno dice un disparate, una tontería o una ridiculez, no espera ser replicado, sobre todo si es uno de los grandes intelectuales del país. Son lo que yo llamo, de forma un poco cruel, los figurones del mundo intelectual.

P. La forma habitual de contestar a libros como el suyo es el silencio.
R. No tengo ninguna expectativa de respuesta por su parte. Pero sí espero que el libro contribuya a fomentar cierto debate sobre cómo mejorar nuestra esfera pública.

P. Señala el precio de cuestionar a los figurones: si alguien critica con dureza a Fernando Savater, se reducen drásticamente las posibilidades de colarse en El País, de publicar en la revista "Claves de la razón práctica" (que él dirige) o de ganar el Premio Anagrama de ensayo (donde es jurado habitual).
R. Mi ventaja es que no estoy en ese mundillo, ni quiero estar. Me dedico a dar mis clases y publicar en revistas académicas. No aspiro a premios ni a tener una relación privilegiada con ellos. Yo puedo permitirme el lujo, pero quien dependa de su creación ensayística y literaria tiene que pensárselo dos veces a la hora de criticarlos, ya que sus tentáculos son muy largos. No digo que ellos ejerzan un poder coactivo, pero si uno critica con dureza a uno de ellos sus posibilidades de medrar van a ser menores.

P. Aparte de los figurones destacados, ¿diría que existe una tradición de intelectuales invisibilizados? Pienso en Manuel Sacristán, Jesús Ibañez y Francisco Fernández Buey, entre otros.
R. Es una pregunta difícil. Hay intelectuales que no gozan del reconocimiento que merecen y otros disfrutan más del que les corresponde. Lo que no tengo claro es que sea un fenómeno estructural. Los tres autores que mencionas tenían tesis políticas marxistas o muy radicales. Eso ya complica mucho que lleguen al gran público. Es cierto que alguien con planteamientos marxistas no tendría tanto problemas en Francia o Reino Unido. Lo que sucede aquí es que muchos de los intelectuales famosos fueron muy radicales en su juventud, pero terminaron abandonando la izquierda. Sienten un rechazo grande hacia quienes no han seguido su trayectoria. Eso podría explicar la marginación por parte de los Juaristi, los Savater, los Vargas Llosa, etcétera.

P. ¿Por qué estuvieron tan ciegos los intelectuales de éxito durante la crisis económica?
R. Mi tesis es que se obsesionaron con el nacionalismo. No atendían a muchas más cosas. Eso fomentó el aislamiento en el que vivían. Se separaron demasiado de la sociedad. Fueron poco sensibles y muy condescendientes con todo lo que podemos llamar nueva política, me refiero al entorno del 15M. En el fondo, les recuerda un poco a sus años mozos, donde algunos fueron anarquistas, otros marxistas-leninistas y alguno hasta militó en las filas de ETA.

P: Vargas Llosa es la firma donde se aprecia mayor distancia entre su enorme talento literario y el estilo ramplón de sus columnas.
R. Como hombre de letras, es el que más lejos ha llegado. Merece todos los premios Nobel que le quieran dar. Es una figura central en la literatura del siglo XX. El problema es que sus razonamientos políticos son totalmente esquemáticos, previsibles y simplistas. Nos choca mucho porque no quedan tantos intelectuales que razonen con el nivel de desfachatez que él maneja, pero en el pasado hubo muchos como él en la izquierda, que manejaban planteamientos de manual soviético de materialismo histórico. Ahora no nos acordamos de ellos. Pero Vargas Llosa seguramente razona en sus columnas con el mismo simplismo que manejaba cuando era de izquierda en los años sesenta. Hay un abismo entre su obra literaria y su aportación periodística. No tengo una explicación de cómo se puede ser tan brillante en 'Conversación en la catedral', una obra maestra, y tan mostrenco en el debate público. Divide el mundo en liberales y antiliberales, nacionalistas y antinacionalistas, como si no existieran matices. Su apología de Esperanza Aguirre llega al extremo de defender la tesis de que si ella hubiera gobernado España, la crisis hubiera sido mucho menos profunda.

P: ¿Son más responsables los figurones o los directivos que les dieron espacio en los medios?
R: Hay una responsabilidad compartida, pero la principal es la de quien pone su firma en la opinión. Somos muy críticos con el sectarismo de los partidos políticos, con la manera tan brutal en que defienden a los suyos y descalifican a los contrarios, pero en el mundo del debate público pasa algo similar. Se establecen lazos muy fuertes entre periódicos y escuderías literarias del mismo grupo mediático. Les dejan decir lo que sea. Deberían prescindir de los artículos de sus autores si la calidad es mucho menor que las de sus novelas. Una vez entras en el grupo, de ahí no te saca nadie. Se establecen lazos que no son sanos.

P. Cita a César Molinas y cómo da las gracias en un libro a Javier Moreno (ex director de El País) por dejarle decir lo que le da la gana.
R. Molinas es un economista excelente, matemático de formación, con una inteligencia formidable, pero cuando opina de política dice cosas que no tienen base ninguna. ¿Por qué El País le da tanta cancha? Habrá que preguntarles a ellos, porque han publicado análisis de Molinas en portada que no sobreviven el más mínimo escrutinio crítico. En mi libro, se desmontan con datos.

P. Me ha llamado la atención el caso de Javier Cercas. En un dossier de homenaje al rey, suelta una frase rotunda, que dice que “Sin Juan Carlos I no habría democracia en España”. Eso no encaja muy bien con su libro "Anatomía de un instante", donde acusa al rey de cierta complicidad, desidia o ambigüedad con el ambiente golpista previo al 23-F.
R. Disfruto mucho de las novelas de Cercas, pero como columnista se ha vuelto muy sentencioso. Formula grandes frases, que luego no fundamenta. Creo que lo que expone 'Anatomía de un instante' es que el rey no supo cortar el ambiente malsano de las tramas golpistas de la época contra Suárez. Cercas no se ha atrevido a dar el paso de decir que hubo complicidad entre el rey, Armada y los golpistas. Quien sostiene esa tesis es Pilar Urbano. Lo que no entiendo es que se permita el exceso de decir que sin el rey no habría democracia en España. A mí esa frase me parece un absurdo, se mire como se mire. El rey tuvo un papel importante en la forma en que llegó la democracia, pero hoy España sería un país democrático hubiéramos tenido rey o no. Sencillamente, se daban los condiciones sociales y económicas para que la hubiera, como sabe cualquiera que haya estudiado un poco de política comparada. Pero sí, en 'Anatomía de un instante' era más crítico con la figura del rey que en el homenaje colectivo que hizo El País al monarca el día de su abdicación.

P. Su libro transmite la sensación de que El País es un diario que se ha ido degradando con los años.
R: Soy lector suyo de toda la vida. Empecé con poco más de diez años. Hoy lo sigo porque es el diario de referencia en España. A mí siempre me han tratado con extrema generosidad: dejé de colaborar con ellos por voluntad propia y solo tengo agradecimiento con ellos. Lo que sucede es que, desde que estalló la crisis, se produjo un divorcio entre el periódico y sus lectores, que ha sido muy dañino para la marca. Se alejaron demasiado de la España real. Como lector y excolaborador, no me gusta la marcha que ha cogido. Ha traicionado muchos de sus valores fundacionales. Tengo una visión crítica, no han sabido reconocer los problemas nuevos que estaban surgiendo. No han dado la importancia necesaria a los desahucios, ni a la creciente desigualdad, ni a la crisis social en general. Me sorprendió en 2010 la reacción de entusiasmo de El País cuando las instituciones europeas obligan a España a imponer el ajuste fiscal. Su discurso fue “por fin se ha acabado el populismo del PSOE”. Estaban hablando de populismo ya en 2010, años antes de que surgiera Podemos. El País se puso a celebrarlo, en plan “por fin va a haber políticas de Estado”; pues mira dónde nos han llevado esa políticas. Se ha vuelto un diario autocomplaciente.

P. ¿Usted es capaz de distinguir El País de El Mundo y ABC?
R: Se ha producido un fenómeno curioso: la división ahora está entre periódicos de papel (que se parecen cada vez más entre sí) y diarios digitales (que están más atentos a las preocupaciones que dominan la sociedad civil). Esto al margen de que la línea editorial tire a izquierda o a derecha. Los de papel parecen caminar a rastras. Las nuevas tendencias se generan en mayor medida en los medios digitales. Ahora tenemos un ecosistema mediático mucho más plural, cito medios como CTXT, Infolibre, el blog Piedras de papel o plataformas como Agenda Pública o Politikon. Le pongo un ejemplo: todos los figurones tienen opiniones muy rotundas sobre la educación. La mayoría cree que se ha dejado de leer, que nadie escribe como antes, que todo es un desastre. Los expertos matizan mucho esas percepciones. En cualquier caso, yo no quiero que desaparezcan las visiones generalistas, dando paso a especialistas con anteojeras, sino que se establezca un diálogo entre firma de visión amplia y quienes llevan muchos años estudiando un asunto concreto y se quedan pasmados por la alegría con que otros sueltan diagnósticos. Ese cruce me parece enriquecedor. Al abrir el terreno de juego, se ha cuestionado mucho más el papel de los figurones. Se ha demostrado que sus opiniones no tienen tanto valor como se creía.

P. Recuerda una expresión de Jordi Gracia, que habla del “síndrome del Narciso herido”. Como si los figurones pensasen que lo peor de la situación del país fuera que los demás no estamos a la altura de su sensibilidad política y estética.
R. Recomiendo a los lectores ‘El intelectual melancólico’, el panfleto de Jordi Gracia, porque es muy certero y divertido. Hace pensar mucho. Esta es una actitud que caracterizo como una aproximación moral a la política: los intelectuales a los que me refiero piensan que la política realmente existente nunca está a su altura. La actualidad les produce irritación o melancolía, pero no les estimula a buscar soluciones. Esta aproximación estética se remonta a la Generación del 98. Lo que produce son unos vaivenes muy fuertes: de repente, estos intelectuales se entusiasman con una novedad, por ejemplo la aparición de U P y D, que llegan a ver como la solución a todos los males del país. Luego, de repente, les entra la decepción y van a otra ideología. La mayoría han pasado por el marxismo, por la socialdemocracia, por el liberalismo, por el conservadurismo y han completado el espectro hasta el narcisismo. Me parece una aproximación estéril al debate público.

P. Hay un sector que no trata en el libro y que me gustaría que comentara. Me refiero al ala dura de los columnistas, por ejemplo Alfonso Ussía, Jiménez Losantos y Salvador Sostres, que tienen un registro mucho más bestia o kamikaze. ¿Cree que su función es llevar el discurso tan a la derecha que cualquiera a su lado parezca sutil y razonable?
R. En el texto no he querido descender a los infiernos de estas firmas más gamberras o maleducadas, no sé bien cómo calificarlas. Algo que me llamó la atención es que intelectuales con una capacidad estética y moral muy desarrollada sean capaces de juntase con tipos como Hermann Tertsch y Jiménez Losantos en el manifiesto de los Libres e iguales. Esto me dejó muy confundido. En cierta medida, al firmar con ellos, Savater, Trapiello, Juaristi y los otros están legitimando el discurso de Tertsch y Losantos. Hablamos de gente que ha mantenido durante años la teoría de la conspiración del 11-M, defendiendo que fue ETA. Me parece incomprensible que se mezclen.

P. Termino con asunto candente: desmontas bastantes argumentos de Luis Garicano, que ha pasado de ser una firma influyente a ejercer de gurú en las políticas del pacto entre el PSOE y Ciudadanos. Ahora sus opiniones están en el centro del debate político y sus errores los podemos pagar todos. ¿Tendríamos que estar preocupados?
R. Garicano es un gran economista, con un trayectoria brillante, pero cuando opina de política le pasa lo mismo que a muchos de sus colegas. Sencillamente: no han leído lo suficiente para construir los argumentos que maneja. Con Garicano estoy de acuerdo en muchos cosas, por ejemplo su visión de la educación en España, pero cuando se mete de lleno en política no se impone los mismos niveles de exigencia que al hablar de economía. En su libro ‘El dilema de España’ es tremendamente simplista, llega a decir que tenemos que escoger entre Venezuela y Dinamarca. No creo que este sea un dilema real: ni vamos a llegar a los niveles abismales de Venezuela, que es casi un Estado fallido, ni vamos a alcanzar la altura de Dinamarca. Durante las próximas décadas, seremos un país europeo normal de la periferia. Si gana Podemos, esto tampoco va a parecerse a Venezuela, ni se va a descomponer el sistema social y económico. Es de un simplismo tremendo.

P. ¿Más ejemplos?
R. También considero muy pobres los ejemplos que pone para ilustrar sus reformas, cosas como el carné por puntos o la Ley Antitabaco. Esos son ámbitos donde resulta sencillo cambiar las cosas porque no hay ganadores y perdedores. Cuando hay más en juego, como el mercado de trabajo, en el mercado educativo o la caja de las pensiones, los conflictos se complican mucho. Muchos problemas no se pueden cambiar a golpe de BOE, sino que necesitas negociar con los agentes sociales. En esas situaciones, es crucial conseguir un consenso para que la sociedad no disuelva tus decisiones. Los liberales del estilo de Garicano jamás piensan en las consecuencias sociales de sus reformas. Si las cosas les salen mal, se llevan las manos a la cabeza y dicen “Cómo puede ser la sociedad tan irresponsable”. Y no es cuestión de eso, sino de que sus cálculos estuvieron mal hechos desde el principio. Una reforma solo es sostenible si cuenta con el apoyo de la sociedad. Veo una especie de ingenuidad reformista, pensar que se puede cambiar un país de la noche a la mañana. Allá los partidos que quieran hacerle caso.

http://www.elconfidencial.com/cultura/2016-03-14/el-gran-zasca-a-figurones-como-vargas-llosa-javier-cercas-y-luis-garicano_1167404/