lunes, 28 de diciembre de 2020

Rafael Poch. Indicadores de la incertidumbre

Se ha dicho hasta la saciedad, pero hay que repetirlo: Estados Unidos atraviesa la crisis interna más grave desde su guerra civil. Más de 73 millones de estadounidenses votaron a Trump, Biden no va a controlar las cámaras y es un genuino blandengue del ciego establishment. Así que es posible que el trumpismo continúe sin Trump, como el carlismo sobrevivió a Don Carlos María Isidro, dividiendo y desangrando a la sociedad española en tres kafkianas guerras civiles en nuestro siglo XIX. Además de la actualidad del “síndrome Qing” en Estados Unidos, las elecciones han constatado que el Partido Demócrata no tiene nada que proponer al movimiento popular, reaccionario, antiinstitucional y oscurantista, sobre el que ha navegado Trump y que seguirá ahí.

Y hay que repetirlo porque la situación allá es uno de los indicadores de la incertidumbre global. En Europa, donde los fenómenos de Estados Unidos nos llegan algunos años después, no parecen haber entendido nada de todo el asunto. Las élites europeas no vieron venir la elección de Trump en 2016, malinterpretaron el brexit y este año han vuelto a malinterpretar la política de Estados Unidos, dice Alastair Crooke. Han respirado aliviadas por la victoria de Biden y todavía no ven la relación entre la rebelión popular trumpista y las airadas protestas que se producen en Europa en el marco de la pandemia, contra el confinamiento, y contra la miseria y desigualdad (social y entre países) que esta dispara. Mientras tanto, hace ya bastante tiempo que tenemos en Europa una buena colección de movimientos y fenómenos populares reaccionarios en marcha; desde el lepenismo francés hasta los Ley y Justicia polacos, pasando por los procés y los Vox españoles, sin olvidar a sus parientes alemanes, holandeses, austríacos, húngaros, rusos, fineses, escandinavos, griegos o italianos. El trumpismo está instalado entre nosotros pero seguimos mirando a Estados Unidos como otro planeta. Somos los musulmanes de un yihadismo incomprensible.

Los más lúcidos observadores de Estados Unidos –también allá hay bichos raros como el exembajador Chas W. Freeman– consideran que la actual crisis en su país denota el colapso de la división de poderes, del sistema de controles y contrapesos, y su sustitución por la arbitrariedad y el capricho de un gobierno presidencial a la Calígula, fiscalizado por el complejo militar-industrial-congresual y la influencia extranjera (ciertamente no rusa o china, sino israelí y saudí).

Como el Partido Demócrata en Estados Unidos, la Europa institucional no parece tener nada que proponer a la actual ola de carlismo ultramontano, nada con lo que salirle al paso. Es todo el ensamblaje institucional occidental el que parece inoperante. Se ha mostrado de nuevo impotente e ineficaz ante la pandemia y muestra sus limitaciones, cinismos y defectos. El ocaso de una política ordenada y comprensible en Washington, dice Freeman, “contribuye a la implosión del sistema de normas internacionales creado por los valores de la Ilustración que desembocó en dos siglos de hegemonía occidental”.

A diferencia de Asia Oriental, en Occidente es imposible planificar a veinte años, a una generación vista. A lo más que se llega es a los quinquenios que imponen los ritos electorales, lo que impide toda estrategia en un siglo precisamente caracterizado por sus retos de ciclo medio y largo, como la crisis climática, el desarme de recursos de destrucción masiva o los grandes movimientos de población en dirección a los oasis sociales y ambientales llamados a convertirse en fortalezas ante la amenaza exterior. Si alguien se atreviera desde el gobierno a enfocar esos asuntos lo único seguro es que perdería las siguientes elecciones. Por eso, la mezcla de capitalismo y democracia inventada por Occidente se desprestigia en el mundo, pero quienes asedian esa contradictoria amalgama –sea desde los gobiernos de las potencias no occidentales, sea desde los movimientos populares– ponen mucho más en cuestión su segundo componente que el primero.

No hay modelos con los que emular, competir o rivalizar. Puede que América suscite lástima o indignación, pero desde luego no esperanza. Respecto a China, su ecléctico e incomprensible sistema económico y político carece de todo atractivo fuera de sus fronteras y acaso es únicamente inspirador para dictadores, dice Freeman.

La actitud de Washington de considerar las relaciones internacionales como mera competición y rivalidad entre potencias contradice la interdependencia global y niega la diplomacia. La Unión Europea es un gigante en potencia pero un impotente en la práctica y no parece que el asunto tenga remedio. Los principios de soberanía nacional y del derecho internacional se violan rutinariamente. Los acuerdos internacionales se incumplen o abandonan y Estados Unidos se retira de las organizaciones internacionales que no puede controlar. “Esta generación de políticos americanos no parece entender que si no estás en la mesa formas parte del menú”: Potencias con aspiración a ejercer una hegemonía regional asoman por doquier ocupando los vacíos que ocasiona el declive gran-imperial.

La clase media occidental se desmoraliza, se pauperiza y se instala en el pesimismo. Y todo eso ocurre cuando se desconoce qué pasará con la pandemia, si su virus continuará azotando y mutando tras las vacunas. Si la inmunidad no es duradera, ¿se convertirá la enfermedad en una compañera duradera de la humanidad…?

De lo que no hay duda es de que nos adentramos en un mundo de incertidumbres bajo el signo de la fractura y el desacoplamiento económico y político. Una humanidad fragmentada que contrasta mucho con la naturaleza, integrada y global, de los retos planetarios que no permiten soluciones particulares o regionales.

[Fuente: ctxt]

domingo, 27 de diciembre de 2020

_- Luis García Montero. El peligroso espectáculo del poder judicial

_- La dinámica de malestar y degradación democrática que hemos vivido en los últimos años tiene una de sus razones principales en la judicialización de la política. El espectáculo es amplio: acontecimientos muy llamativos que van desde el recurso constitucional al Estatuto que los catalanes habían votado en 2006 hasta la realidad última de un consejero de Justicia en la Comunidad de Madrid que se ha convertido en consejero de Salud y, casi, en presidente autonómico debido a las grietas abiertas entre las decisiones políticas y judiciales.

El respeto a la Justicia depende de que la Justicia sea respetable. No hay democracia que pueda sostener su dignidad y su razón de ser sin una justicia respetada y respetable. Por eso es tan grave el panorama polémico que domina y que aparece una y otra vez en la prensa sobre la falta de independencia de los jueces. El estribillo de que todos los políticos son iguales es una forma mentirosa de dañar la política. La discusión abierta sobre la independencia de los jueces es una manera perniciosa y mal planteada de discutir sobre la Justicia.

Creo que no debemos confundir la realidad cotidiana de la Justicia con los mecanismos de control del Poder Judicial. Como cualquier persona, quien se dedica a impartir justicia tiene su manera de pensar, sus ideas políticas y sus circunstancias. Los que creemos en el valor del Estado para organizar la convivencia no debemos permitir el descrédito de la política. Lo que sí resulta necesario es que la conciencia política no se convierta en sectarismo partidista a la hora de cumplir honestamente con una profesión. Pero, como digo, los jueces premiados por su partidismo tienen más que ver con el Poder Judicial que con lo que me permito llamar aquí la justicia de base.

Opino sobre la Justicia, claro, por la polémica sobre el bloqueo del Consejo General del Poder Judicial, aunque también porque me han llamado la atención algunas sentencias y algunos nombramientos. Muy razonable y de admirar la sentencia firmada por los jueces Ramón Sáez (progresista) y Francisco Viera (conservador) en la Audiencia Nacional sobre Josep Lluís Trapero, el ex mayor de los Mossos d'Esquadra. Extraño, sin embargo, el nombramiento para un puesto en el Tribunal Supremo de un juez que es conocido por sus votos particulares para evitar que un partido en el Gobierno y su presidente fuesen llamados a declarar.

El peligro no está en los jueces o en sus ideas políticas, sino en el sectarismo a la hora de utilizar los cauces para constituir el poder judicial. Cuando hablamos de independencia judicial y defendemos que los jueces elijan el Consejo General de su Poder, caemos en la trampa del gremialismo, una trampa mortal para cualquier profesión. Los tres poderes del Estado, Legislativo, Judicial y Ejecutivo, nacen de la soberanía popular. Por eso es antidemocrático separar estos poderes del Parlamento elegido por los ciudadanos. No podemos confundir la independencia judicial con dinámicas gremiales autoseparadas de la sociedad.

Si se utiliza bien, la fórmula actual, aunque mejorable, es una buena manera de elegir el Poder Judicial. El problema está en la utilización sectaria de los mecanismos por la cúpula de los partidos. Estamos viviendo hoy un caso extremo con el bloqueo de la renovación del Consejo General del Poder Judicial. El daño que se hace al crédito de la Justicia española es intolerable. Mejor no entrar en detalles ni hablar de las razones por las que no dimite un Presidente que lleva tanto tiempo caducado y fuera de lugar.

Cuando la política desborda sus espacios naturales y quiere apoderarse de las instituciones, la democracia se pone en peligro. Actuar para dirigir un Estado aunque se pierdan las elecciones implica separar a la vida institucional de la soberanía popular. Creo que les corresponde a los jueces protagonizar la protesta en nombre de su honestidad. Del mismo modo que corresponde a los periodistas defender la dignidad democrática del periodismo, se echa en falta que los jueces se opongan a los tristes espectáculos de este Poder Judicial. No se trata de hacer méritos para ser recompensados con un carguillo, sino de vestir la toga con el convencimiento de que la vocación judicial es indispensable en una sociedad democrática.

El profesor Juan-Ramón Capella sugirió hace tiempo un modo imaginativo de elección. El Parlamento puede reunir y proponer una lista de 40 jueces para que después ellos mismos se voten por un sistema selectivo de bolas blancas y negras, decidiendo así el resultado final. Sería una buena opción. No parece tan buen camino el nombramiento del Consejo por la mayoría absoluta de los diputados. Pero será un camino legítimo si se considera el único modo de romper el bloqueo anticonstitucional del Poder Judicial.

[Fuente: infoLibre]

sábado, 26 de diciembre de 2020

Nicolás Sartorius «La nueva anormalidad»: ¿y si no queremos volver a lo de antes?

Mantenga las distancias sociales

Reconozco que en esta época de confinamientos y aislamientos mi confusión ha aumentado. Toda la vida peleando para que se redujesen las distancias sociales y ahora me entero, con desolación, que es necesario mantenerlas por razones sanitario-epidemiológicas. ¿No se podría haber encontrado otra manera de expresar la conveniencia de guardar las separaciones físicas entre personas a fin de dificultar los contagios? Si la distancia social fuese el remedio más eficaz para hacer frente a la Covid-19, España sería el país de Europa mejor dotado para derrotarle. Porque es verdad que somos una nación de personas muy roceras, aficionadas a rozarnos, abrazarnos y besuquearnos a la mínima ocasión, pero también a marcar distancias oceánicas cuando se trata del reparto de los posibles o caudales, o de establecer criterios de igualdad. La prueba de ello es que cuando se dio por finiquitada —es un decir— la crisis de 2008-2009, España era uno de los países más desiguales de Europa. Es bien cierto que, según los informes de la OCDE, en la última década, la desigualdad se ha ensanchado en todos los países de Europa, lo que no es ningún consuelo, si tenemos en cuenta que esta brecha entre pobres y ricos es más grande en nuestro querido país.

Si empezamos nuestro recorrido por la desigualdad «primaria» entre hombres y mujeres, cuya «distancia social» se supone que debe ser la más estrecha, observamos que se han dado avances notables que conviene situar en su contexto. Es decir, si comparamos la actual desigualdad con la de los años de la dictadura, o incluso con el periodo de la Transición, la mejora es indiscutible. La creciente participación de la mujer en los diferentes ámbitos de la vida en sociedad es verificable y cuantificable. Quizá haya sido una de las mayores transformaciones de la sociedad española, por no decir la más relevante. 

Si uno ha tenido la ocasión de conocer, por razón de edad, las condiciones de las mujeres durante las ominosas décadas de la dictadura, se atrevería a decir que se ha tratado de una auténtica revolución. Sin embargo, como la vida es así de dialéctica, todo es relativo y este nuevo panorama de la mujer española hay que compararlo con los países similares de Europa, que también han seguido mejorando en este asunto. Así, en el Índice de Desigualdad de Género (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, 2015), España ocupaba el puesto número quince por detrás de Dinamarca, Países Bajos o Alemania, pero por delante de Italia, Japón o Estados Unidos. 

Si tomamos otro índice del mismo organismo de Naciones Unidas sobre desarrollo de género, que en este caso se centra en tres aspectos —salud, conocimiento y desarrollo humano—, comprobaremos que entre 160 naciones analizadas España ocupa el lugar 36, lo que no está mal pero tampoco es como para tirar cohetes. [...]

La crisis económica de 2008-2009 y su nefasto tratamiento fueron devastadores desde la perspectiva de la igualdad y, sobre todo, de la cruda pobreza absoluta y relativa. Ya en el año 2007, España padecía una de las tasas más altas de indigencia entre los países de la Unión Europea para los diferentes grupos de edad: un 25,5% para la población infantil y un 19,7% para los de mayor edad. Durante la crisis, la situación empeoró todavía más, pues aumentó en más de trece puntos porcentuales, hasta situarnos en el 33,4% de la población en pobreza relativa. Lógicamente, en los tramos de mayor edad, la penuria disminuía debido al colchón que significaba el sistema de pensiones públicas. 

Ahora bien, ¿por qué en España es mayor la desigualdad y la pobreza que en la mayoría de los países de la Unión Europea? ¿Por qué tenemos esta cultura del abrazo, los golpes en la espalda, el besuqueo y el compadreo y luego somos tan poco igualitarios en lo fundamental, como son las condiciones de vida y de trabajo? ¿Es un punto de apariencia o cinismo u obedece a causas que convendría analizar y corregir? 

La desigualdad y la pobreza no son dos realidades iguales, pues un país puede ser pobre e igualitario o ser desigual y muy rico. Sin embargo, el origen de ambas lacras suele ser parecido y consiste, en unos casos, en generar insuficiente riqueza y, además, repartirla injustamente y, en otros, crear abundante riqueza y distribuirla pésimamente. Es lo que sucede en España en términos relativos en comparación con las naciones avanzadas de la Unión Europea. 

Como hemos dejado constancia en el capítulo dedicado a nuestro sistema productivo [...], España cuenta con un tejido empresarial cuya productividad es, en general, inferior a la de nuestros vecinos del Norte. Ligado a lo anterior, contamos con un mercado laboral de los más «flexibles» de Europa, en el sentido de que los empleos con contratos temporales, parciales y/o precarios abundan bastante más que en países como Francia, Alemania e Italia, con los que debemos compararnos. 

La prueba de lo que decimos es que, cuando la economía crece, somos de los que generamos más empleo y, cuando llegan las crisis, destruimos más puestos de trabajo que todos los demás. Esta circunstancia nos debería hacer reflexionar sobre las causas por las que nuestro país es, desde hace décadas, el que cuenta con cifras de paro más abultadas y, a veces, escandalosas. Es francamente complicado achicar distancias sociales cuando se tienen esas cifras tan abusivas y «asociales» de desempleo y de economía sumergida. No hay nada que contribuya más a la desigualdad y a la pobreza, sobre todo a esta última, que la falta de puestos de trabajo decentes, pues los indecentes, que abundan en demasía, tampoco ayudan a combatir ambas lacras.

El panorama se complica cuando analizamos la cantidad y la calidad de nuestro Estado de bienestar [...]. Las desigualdades y la pobreza «secundaria» se corrigen o atenúan por medio de una política fiscal más o menos redistributiva. Sin embargo, cuando se tiene una economía sumergida o informal —en torno al 20%—, casi el doble que la media europea, y la presión fiscal es más de 6 puntos inferior a la media de los países del euro, no se pueden hacer milagros ni tener un Estado social excelente. No me cansaré de repetir que con 80.000 o 100.000 millones de euros menos que las naciones de «nuestro entorno» es ilusorio pretender disfrutar de un Estado social equivalente al de esos socios y colegas del Norte. 

Bastante mérito ha tenido el levantar, prácticamente de la nada, nuestro Estado de bienestar, pero no pretendamos milagros que solo se producen, según se dice, en Lourdes, en Fátima o en Garabandal. Si de verdad deseamos reducir la desigualdad y la pobreza, afrontemos de verdad la cuestión de la propiedad de la riqueza, distribuyamos mejor las rentas, reformemos nuestro sistema fiscal y modernicemos nuestro sistema productivo. Lo demás suele ser literatura generalmente mala.

Porque lo que no podemos hacer es volver a caer en la trampa de que primero hay que crear la riqueza para después repartirla, idea que se plastifica en esa irritante metáfora de que hay que hornear un pastel más grande para que así haya para todos. Esa cantinela la conocemos muy bien los que alguna vez hemos debatido Presupuestos o negociado convenios colectivos. Claro que hay que crear la mayor riqueza que se pueda, garantizando la sostenibilidad, pero al mismo tiempo, y no después, hay que repartirla más y mejor. Entre otras cosas debe de hacerse así porque supone un error económico escindir la creación de riqueza de su reparto, como demuestran los países más avanzados del planeta. 

No hay más que comprobar cuáles son las naciones que mejor han aguantado las crisis y las pandemias. No precisamente los más desiguales y con estados sociales más débiles, sino todo lo contrario, los que tienen sistemas fiscales más potentes, menos pobreza y menos desigualdad. Por eso han sido positivas algunas de las medidas que se han tomado últimamente en España, como han sido la subida del salario mínimo, el crecimiento de las pensiones o la implantación del Ingreso Mínimo Vital. No se ha tratado de una panacea, pero ni se ha hundido el mundo, ni se ha extendido la pandemia más de lo que estaba y, sin embargo, quizá hemos conseguido reducir un poco la «distancia social». 

A más a más, en los casos de Europa y de España, el pastel, en lo esencial, ya está cocinado u horneado y cuando vimos el capítulo dedicado al reparto de la riqueza pudimos verificar que, precisamente durante la crisis, hubo quien acrecentó copiosamente sus caudales. Hay, pues, amplio margen para mejorar nuestra recaudación tributaria sin tener que esperar a ponerle una guinda al pastel. Debería saberse que las modificaciones de las normas fiscales no maduran su fruto de manera súbita, y si en este año fuésemos capaces de reformar nuestro sistema impositivo —que buena falta le hace— sus efectos para el contribuyente se manifestarían en el 2021-2022. Años en los que con suerte se prevén rebotes de la economía, no sé si en forma de V o de U alargada, siempre y cuando no surja un rebrote vírico causado por la mala cabeza de algunos.

Algún día, en fin, tendremos que comprobar si es verdad eso que se dice de que la Covid-19 ha atacado por igual a ricos y a pobres. No me convence que se saquen a pasear algunos casos individuales de personajes poderosos o famosos que han sido infectados. Mi impresión subjetiva —reconozco que no tengo datos— es que la inmensa mayoría de los infectados y fallecidos han pertenecido a las clases modestas y profesionales de la sanidad. En España, el 70% de las defunciones se han producido en las residencias de la tercera edad. Centros en los que, salvo excepciones, viven personas mayores de rentas escasas, pensionistas, viudas, etc., y esto ha sido así en otros países de Europa y no digamos en Estados Unidos, donde la razia se ha cebado entre la gente de color e hispanos. 

Cuando se analice, si es que se llega a analizar algún día, qué ha sucedido en las residencias de mayores o en ciertos barrios populares de algunas capitales, entre ellas Madrid o Barcelona, quizá podamos comprobar la relación existente entre pobreza y epidemia o, más precisamente, entre Covid-19 y mejor o peor Estado de bienestar, en su versión sanitaria. ¿O es que alguien cree que los tajos que se le metieron a la salud pública, en algunas Comunidades Autónomas, ya mencionadas, en los años de la crisis de 2008, no han influido en los desabastecimientos y colapsos que se sufrieron y se siguen padeciendo en los meses agónicos de la pandemia? Yo creo que sí, y así lo manifiesta el personal sanitario que ha estado en la primera línea de fuego, al que con toda justicia se le ha honrado con aplausos durante meses, pero no sé si al final haremos bueno ese refrán que dice: «mucho te quiero perrito, pero pan poquito». Porque tengo la sospecha de que, después de la traumática experiencia vivida, no se han tomado las medidas necesarias para que no se repitan aquellos momentos de angustia. Ya asoma su feo rostro una segunda ola de contagios y de nuevo se oyen quejas de falta de medios y de cierto desbarajuste en algunas Comunidades Autónomas.

[...]

Llegados aquí, conviene llamar la atención sobre las nuevas brechas que se pueden ir abriendo y su relación con la desigualdad. Me refiero a la inquietante cuestión de la «brecha digital», lo que algunos autores han llamado entre los «inforricos e infopobres». Porque en este asunto no se trata solamente de poseer una amplia y potente infraestructura digital, o contar con todo tipo de artefactos TIC (Tecnología de la Información y la Comunicación), si luego no se saben manejar correctamente y sacarles el rendimiento adecuado. Lo mismo sucede con el equipamiento. España ha logrado una progresión notable en los últimos quince años, pues en el acceso a internet ha pasado de un 30-50 %, según el tipo de hogar, al 70-80% en 2016, y similar proporción en la posesión de ordenadores. 

En lo referente al uso de internet, el avance ha sido igualmente considerable, aunque en este caso las diferencias entre colectivos son más acentuadas. Por ejemplo, un varón de 16 a 24 años usó internet un 98,4%; si tenía entre 65 y 74 años, lo utilizó un 34,7%. Si contaba con educación superior el uso fue del 97,8%, mientras que si tenía educación primaria la cifra descendía al 40,8%. [...] La tercera revolución industrial o digital no acabará por sí misma con la «separación social», con la pobreza y la desigualdad. Eso dependerá de la evolución política global, europea y nacional. En una palabra, de la relación de fuerzas sociales y el desarrollo de los acontecimientos, a los que ya hemos hecho referencia. La prueba de lo que decimos es que, en el año 1984, un estudio elaborado por Cáritas, y titulado «Pobreza y marginación», revelaba que unos ocho millones de personas, uno de cada cinco ciudadanos, obtenían ingresos por debajo del umbral de la pobreza. Pues bien, treinta años después, un 22% de la población, algo más de diez millones de personas, sigue teniendo rentas que no superan el referido umbral de penuria. 

Lo inquietante del asunto reside en que la referida indigencia no es mera consecuencia de la crisis, pues el examen de las tendencias previas muestra que la tasa relativa de pobreza se ha mantenido, invariablemente, en torno al 20%, incluso en los momentos de mayor crecimiento económico. Estamos, pues, ante un problema estructural (Jesús Ruiz-Huerta y Rosa Martínez, Tercer informe sobre la desigualdad en España, Fundación Alternativas, 2018).

Con estos datos a la vista, no parece muy atractivo el proyecto de regresar a la «nueva normalidad», si esta consiste en «volver a lo de antes», pero ahora conviviendo con la Covid-19. Reconozco que no sé muy bien qué quiere decir «con-vivir» con un virus, salvo que se trate de una metáfora. En mi opinión, la gran tarea consiste, por el contrario, en destruir el virus e ir construyendo una normalidad nueva, en la que se reduzca al máximo la distancia social, la brecha económico-social-digital y se erradique la pobreza.

http://www.mientrastanto.org/boletin-196/de-otras-fuentes/la-nueva-anormalidad-y-si-no-queremos-volver-a-lo-de-antes

viernes, 25 de diciembre de 2020

5 grandes cambios que revolucionarán el empleo en los próximos años (y cómo pueden afectarte)

Estas son cinco claves sobre el futuro de los empleos, según la visión del WEF.

1. La automatización de la fuerza laboral está creciendo a una velocidad sin precedentes

Como la fuerza laboral se está automatizando más rápido de lo esperado por los expertos, la organización proyecta que desaparecerán 85 millones de puestos de trabajo en los próximos cinco años.

La adopción de nuevas tecnologías por parte de las empresas transformará las tareas, los trabajos y las habilidades que las compañías van a necesitar hacia el año 2025.

La organización proyecta que desaparecerán 85 millones de puestos de trabajo en los próximos cinco años.

Un dato sorprendente del estudio: dentro de cinco años, los empleadores dividirán el trabajo entre humanos y máquinas aproximadamente por igual.

2. La revolución tecnológica creará 97 millones de nuevos empleos al 2025
Así como desaparecerán empleos, también surgirán nuevas oportunidades. La aceleración de los cambios tecnológicos creará 97 millones de puestos de trabajo.

"Cada vez que vemos los datos sobre nuevos empleos es bastante sorprendente", cuenta Vesselina Stefanova.

Cuáles son los empleos verdes más solicitados en el mundo y cómo podemos prepararnos para ellos
Las profesiones emergentes abarcan un amplio rango sectores como, por ejemplo, la economía verde, el análisis de datos o la inteligencia artificial.

Las estadísticas analizadas por la organización también registran un creciente aumento en empleos en ingeniería, computación en la nube y desarrollo de productos.

El Foro Económico Mundial prevé que se crearán 97 millones de nuevos empleos en el 2025 en sectores emergentes.

También seguirán ampliándose sectores como la economía del cuidado de personas, marketing, ventas, creación de contenido (como la gestión de redes sociales), desarrollo de software y aplicaciones, así como tareas enfocadas en la transformación digital.

Recientemente se ha visto un apetito por parte de los empleadores para contratar especialistas en automatización de procesos, analistas de seguridad de la información y especialistas en el internet de las cosas.

10 empleos en alza:

Analistas y científicos de datos
Especialistas en inteligencia artificial y aprendizaje de máquinas
Especialistas en el manejo de grandes volúmenes de datos
Especialistas en marketing y estrategias digitales
Especialistas en procesos de automatización
Profesionales dedicados al desarrollo de negocios
Especialistas en transformación digital
Analistas de seguridad digital
Desarrolladores de software y aplicaciones
Especialistas en internet de las cosas

3. Las tres habilidades más requeridas en el mundo laboral en 2025

El pensamiento analítico, la creatividad y la flexibilidad estarán entre las habilidades más buscadas en 2025.

A ellas se suman la capacidad de pensar de manera crítica y de resolver problemas, características que cruzan distintos perfiles profesionales y que cobrarán una importancia cada vez mayor en el futuro.

La investigación señala que también se ha detectado la necesidad de habilidades como la autogestión, el aprendizaje activo, la resiliencia y la tolerancia al estrés.

Los datos disponibles a través de la conjugación de métricas con la firma LinkedIn y Coursera, le permitieron al WEF indagar más profundamente en los tipos de habilidades especializadas que el mercado laboral va a requerir.

4. Las empresas más competitivas mejorarán las habilidades de sus empleados
Aquellas empresas que se destacan por ser más competitivas van a poner el foco en mejorar las habilidades de sus trabajadores.

Las proyecciones apuntan a que casi la mitad de los trabajadores necesitará volver a capacitarse para poner al día sus destrezas en los próximos años.

El gran desafío de las empresas y los trabajadores será cómo enfrentar el tránsito desde empleos que quedarán obsoletos a los que tendrán mayor demanda.

El llamado "aprendizaje para toda la vida" es un concepto que se está expandiendo rápidamente en las industrias, de tal manera que las capacitaciones constantes serán una pieza fundamental del engranaje productivo.

Sin embargo, esa tarea no solo estará en manos del sector privado, ya que los gobiernos tendrán que apoyar a aquellos grupos de trabajadores que quedarán desplazados por los gigantescos cambios del mercado laboral.

¿Cómo será el mundo laboral después de la pandemia y qué habilidades se necesitarán? En la actualidad, señala la investigación, solo el 21% de las empresas a nivel global señalan que pueden hacer uso de fondos públicos para apoyar a sus empleados a través de iniciativas de re-entrenamiento laboral.

5. El trabajo remoto llegó para quedarse

La pandemia de covid-19 instaló maneras más flexibles de trabajo. Una de ellas, el trabajo remoto, que llegó para quedarse en algunas empresas, dice el estudio.

Alrededor del 84% de los empleadores encuestados por el WEF, dijo estar preparado para digitalizar rápidamente los procesos de trabajo, incluida una expansión significativa del teletrabajo.

El WEF advierte que es probable que la desigualdad se vea agravada por el doble impacto de la revolución tecnológica y la recesión pandémica.

Sin embargo, el 78% de los líderes empresariales prevé algún impacto negativo en la productividad de los trabajadores.

Estos cambios impactarán a una gran mayoría de la fuerza laboral que puede desempeñar sus funciones conectándose a través de internet.

Sin embargo, muchos trabajadores, especialmente en países con menor nivel de desarrollo, se mantendrán completamente fuera del nuevo paradigma del teletrabajo.

Por eso el análisis del WEF advierte que es probable que la desigualdad se vea agravada por el doble impacto de la revolución tecnológica y la recesión pandémica provocada por la pandemia, que está golpeando con más fuerza a las personas de bajos ingresos, las mujeres y los jóvenes.

jueves, 24 de diciembre de 2020

Mackenzie Scott, una de las mujeres más ricas del mundo, dona casi US$6.000 millones de su fortuna.

Fue la mujer más rica del mundo, pero el título le duró tan solo unos días.

La decisión de repartir su fortuna entre diversas ONG ha llevado a Mackenzie Scott al puesto número 18 del índice de multimillonarios de Bloomberg.

Y eso que su patrimonio personal pasó de US$23.600 millones a US$60.900 millones este año, colocándola por un breve período de tiempo como la mujer más acaudalada del mundo.

Scott es la exmujer de Jeff Bezos, el CEO de Amazon, y ahora mismo el hombre más rico de la tierra.

A finales del año pasado, cuando ambos decidían poner fin a su matrimonio, Scott recibió en el acuerdo de divorcio una cuarta parte de las acciones que Bezos mantiene en la compañía que fundó.

El valor de Amazon en bolsa ha aumentado casi un 72% en lo que va de año, lo que impulsó el patrimonio neto de ambos.

La pandemia de coronavirus y los confinamientos en muchas partes del mundo han hecho que las ventas de la plataforma de comercio electrónico se disparen.

Todo el mundo parecía estar comprando online y los beneficios de Amazon reflejaron la tendencia.

Esta cifra catapultó a Scott y la llevó a sobrepasar a la histórica fortuna de Francoise Bettencourt, la heredera de la firma de cosméticos L'Óreal.

Pero la decisión de donar su dinero hasta que su "caja fuerte esté vacía", según sus propias palabras, ha empezado a disminuir su patrimonio, lo que le ha llevado a retroceder varios puestos en tan solo unos meses.

"El año pasado me comprometí a devolver la mayor parte de mi riqueza a la sociedad que me ha ayudado a generarla", dijo.

"No tengo dudas de que la riqueza personal de cualquiera es producto de un esfuerzo colectivo y de estructuras sociales que presentan oportunidades para algunas personas y obstáculos para muchas otras", dijo tras suscribir la iniciativa Giving Pledge el año pasado.

Fundada por Warren Buffett y Bill y Melinda Gates y seguida por más de 200 fortunas globales, el proyecto anima a las personas más ricas del mundo a dedicar la mayor parte de su riqueza a causas benéficas.

La fundación Bill y Melinda Gates está detrás de la iniciativa "Giving Pledge".

Cómo está donando su dinero
En julio, Scott anunció que ya había donado unos US$1.700 millones a 116 organizaciones que incluían cuatro colegios y universidades históricamente negros.

Y en los últimos 4 meses ha repartido unos US$4.200 millones a bancos de alimentos y fondos de ayuda de emergencia.

En una publicación, Scott dijo que lo había hecho para ayudar a los estadounidenses que atraviesan dificultades como consecuencia de la pandemia de covid-19.

"Esta pandemia ha sido como una bola de demolición en las vidas de los estadounidenses que ya estaban pasándolo mal", escribió en un blog el martes.

Por esa razón, explicó que había elegido más de 380 organizaciones benéficas a las que donar parte de su riqueza.

Un equipo de asesores le ayudó a evaluar los proyectos de casi 6.500 organizaciones.

Se considera que ella fue el primer trabajador de Amazon.

"Las pérdidas económicas y las consecuencias en la salud han sido peores para las mujeres, para las personas de color y para las personas que viven en la pobreza. Mientras tanto, los multimillonarios han aumentado sustancialmente su capital".

El banco suizo UBS dijo que a los multimillonarios les había ido "extremadamente bien" durante la pandemia.

La suma de estas dos donaciones alcanza casi los US$6.000 millones este año y se prevé que continúe en el mismo camino.

"Tengo una cantidad desproporcionada de dinero para compartir", escribió al sumarse a la iniciativa Giving Pledge.

Además de Scott, otros signatarios incluyen al fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, y su esposa Priscilla Chan, Elon Musk y el fundador de eBay, Pierre Omidyar, y su esposa Pam. 

Michael Jordan anunció que donaría US$100 millones a Black Lives Matters

Grandes donaciones
Este año ha habido un número relativamente alto de megadonaciones de las celebridades, estrellas del deporte y líderes empresariales que han querido ayudar en la respuesta a la pandemia de covid-19 y otras causas.

Entre los más generosos se encontraba el cofundador de Twitter, Jack Dorsey, quien anunció en abril que estaba transfiriendo US$1.000 de dólares de sus activos a un fondo para mitigar los estragos del coronavirus y otras causas.

Esto representa aproximadamente una cuarta parte de su patrimonio neto de US$3.900 millones de dólares.

Por su parte, Bill Gates y su esposa Melinda han comprometido US$305 millones para vacunas, tratamientos y desarrollos de diagnóstico a través de su fundación benéfica.

La autora de la saga de Harry Potter, JK Rowling, donó US$1,3 millones para ayudar a las personas sin hogar y a las personas afectadas por el abuso doméstico durante la pandemia.

Mark Zuckerberg, CEO de Facebook y su esposa Priscilla Chan donaron US$300 millones para "proteger las elecciones estadounidenses".

La mayor parte del dinero se destinó al "Center for Tech and Civic Life", una organización sin fines de lucro que reclutó trabajadores electorales y les proporcionó equipo de protección personal.

En junio, la leyenda del baloncesto Michael Jordan anunció que donaría US$100 millones a Black Lives Matter y causas de injusticia social durante la próxima década.

miércoles, 23 de diciembre de 2020

Si esto no es prevaricación...


El miércoles publiqué un artículo (Vicio insubsanable) al tener conocimiento de la sentencia del Tribunal Supremo (TS) por la que se ordenaba la repetición del juicio de Arnaldo Otegi por el caso Bateragune. Únicamente conocía el comunicado del TS, pero no la fundamentación jurídica de la sentencia, que ha sido hecha pública este jueves.

Tras haber leído la sentencia, no solamente me reafirmo en lo que publiqué el pasado miércoles, sino que pienso que puedo ir más lejos de lo que entonces sostuve. La sentencia es un caso de libro de prevaricación.

Hay una contradicción en la sentencia entre el relato de los hechos y la fundamentación jurídica de la decisión. En el relato de hechos se reconoce que la sentencia inicial fue de la Audiencia Nacional (AN), pero que a continuación, en la sentencia del TS en el recurso de casación interpuesto por la defensa de Arnaldo Otegi por falta de imparcialidad de la Sala de la AN, se dice textualmente: "Mantenemos el pronunciamiento de la sentencia dictada por la Sala de lo Penal de la AN...".

La falta de imparcialidad en la condena de Arnaldo Otegi no es atribuible, por tanto, a la AN exclusivamente, sino que es atribuible también al TS. Arnaldo Otegi solicitó en su escrito de casación que el TS anulara la sentencia de la AN por falta de imparcialidad y ordenara la repetición del juicio, pero el TS no atendió dicha petición y confirmó la sentencia de la AN. Hizo suya, por tanto, la falta de imparcialidad de la AN. Lo mismo ocurriría a continuación ante el Tribunal Constitucional (TC) al no otorgar el amparo solicitado por Otegi.

La falta de imparcialidad no ha afectado exclusivamente a la Sala de lo Penal de la AN, sino también a la Sala de lo Penal del TS y al TC. Los tres órganos jurisdiccionales han vulnerado el derecho de Otegi a un juez imparcial.

El concurso de esas tres ausencias de imparcialidad han sido necesarias para que se cumpliera la condena impuesta y Otegi pasara seis años privado de libertad. Sin el concurso del TS y el TC no hubiera sido posible. Seis años en prisión, siendo inocente, ya que su presunción de inocencia no había sido destruida de manera constitucionalmente aceptable. Se vulneró su presunción de inocencia al imponérsele la condena por un juez parcial y al confirmarse dicha condena por el TS y el TC.

Estos son hechos incontrovertibles. Figuran así en el la propia sentencia 682/2020 del TS mediante la cual se ordena la repetición del juicio contra él por el caso Bateragune. Ha estado seis años privado de libertad por la decisión de la AN, del TS y del TC, es decir, por todos los órganos judiciales que podían tomar una decisión respecto de su conducta. Estos tres órganos judiciales son, en lo que al caso Bateragune se refiere, el PODER JUDICIAL DEL ESTADO ESPAÑOL. Por eso, a quien condena el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) es al Estado español.

Es obvio que los miles de jueces y magistrados que integran el Poder Judicial no han tomado la decisión, como también lo es que hubo votos particulares tanto en el TS como en el TC, pero la decisión del poder judicial del Estado fue la que fue. Y se hizo cumplir como tal. Seis años en prisión.

En diciembre de 2020 los 16 magistrados que integran la Sala de lo Penal del TS, en la sentencia mediante la que ordenan la repetición del juicio contra Arnaldo Otegui en la AN, advierten en el Fundamento jurídico segundo "que el Estado de Derecho no puede permanecer impasible ante una privación de libertad cuya justificación se ignora..." y decide, en consecuencia, que hay que repetir el juicio para que "se conozca" la justificación de dicha privación de libertad.

En esta frase está el núcleo esencial de la sentencia 682/2020. Otegi ha estado seis años en prisión sin que se sepa muy bien por qué, vienen a decir los 16 magistrados que firman la sentencia. Ahora habrá que explicar por qué ha sido así.

Esto simplemente no es verdad. El TS no puede desconocer que la AN "justificó" por qué condenaba a Otegi. La sentencia de la AN fue una sentencia "motivada". No puede desconocer que el TS "justificó" por qué confirmaba la decisión de la AN. La sentencia del TS también fue "motivada". Y tampoco puede desconocer que el TC "justificó" por qué entendía que ambas decisiones no habían supuesto vulneración de los derechos fundamentales de Otegi. Su sentencia también fue "motivada".

No es verdad, en consecuencia, que "se ignore la justificación de la privación de libertad" de Otegi. Se conoce perfectamente la justificación. Está en la fundamentación jurídica de las tres sentencias dictadas por la AN, el TS y el TC. El problema es que tal justificación se produjo con vulneración del derecho fundamental a un juez imparcial, vulneración imputable a los dos máximos órganos de la justicia ordinaria y al órgano de la Justicia Constitucional.

No se puede justificar lo injustificable. El TS pudo haberlo hecho en la sentencia mediante la que resolvió el recurso de casación. Pudo corregir el vicio de la sentencia de la AN y ordenar la repetición del juicio, como le solicitó la defensa de Arnaldo Otegui. Pero no lo hizo. Tampoco lo hizo el TC, que pudo corregir el vicio de la AN y del TS. Este era el momento procesal en que podía haberse corregido el vicio de falta de imparcialidad.

Ahora ya no puede hacerse. Ni por la AN, ni por el TS, ni por el TC. ¿Puede haber mayor prueba de falta de imparcialidad que intentar corregir unilateralmente a posteriori la propia falta de imparcialidad previa? Porque la falta de imparcialidad ya no es de unos órganos judiciales, sino de todo el Poder Judicial. Para acudir al TEDH se ha tenido que “agotar” la vía judicial en España. El TEDH no constata que ha errado la AN, el TS o el TC, sino que ha errado el poder judicial del Estado español. Como consecuencia de ese error, Arnaldo Otegui ha estado seis años en prisión, sin haber debido estarlo. ¿Puede el TS absolver a la AN, a sí mismo y al TC de haber vulnerado el derecho fundamental de Otegi a un juez imparcial después de haberlo mantenido seis años privado de libertad? ¿Puede el Estado de derecho permanecer impasible ante un acto tan inequívocamente prevaricador?

Al dictar la sentencia 682/2020 en los términos en que lo han hecho los 16 magistrados de la Sala de lo Penal del TS han levantado un acta de acusación contra ellos mismos. 

Javier Pérez Royo Catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Sevilla.

martes, 22 de diciembre de 2020

¿Te cuesta manejar tu dinero? 5 recomendaciones de una experta para mejorar tus finanzas en 2021


    Amanda Clayman acumuló una deuda de US$19.000 antes de convertirse en terapeuta financiera.

La ansiedad, explica Clayman, se produce cuando nuestro cuerpo y nuestro cerebro nos dan una señal de alerta para que prestemos atención a algo que no anda bien.

Es una señal de alerta para que reaccionemos frente a un potencial peligro. Sin embargo, lo que suele ocurrir, es que cuando la gente se siente ansiosa, prefiere no prestar atención.

¿Qué son las neurofinanzas y por qué algunas personas hacen dinero más fácilmente que otras? (y no siempre por trabajar más duro) Es por eso que cuando nos sentimos ansiosos sobre el dinero, dice la especialista, habitualmente tendemos a no pensar en ello y peor aún, a tomar decisiones impulsivas.

Esas decisiones, agrega, agravan las cosas y terminan provocando una mayor ansiedad, que nos deja atrapados en un círculo vicioso.

Por eso lo primero que hay que hacer, señala Clayman, es prestarle atención a la ansiedad y analizar qué nos está pasando.

Estos son los cinco pasos que recomienda para manejar la ansiedad financiera:

1-Abre la puerta a la curiosidad
El primer paso es ser curioso sobre tu dinero. Se trata de desarrollar un genuino interés por saber qué está pasando en tu vida financiera, en vez de focalizarte en resolver cómo pagar un par de deudas.

Para eso, un enfoque adecuado es comenzar por preguntarnos qué nos está diciendo el dinero sobre cómo usamos nuestro tiempo y qué cosas son realmente importantes para nosotros.

2-Presta atención a tu dinero constantemente
Al menos una vez al mes deja un espacio para hacer tres cosas:

Revisar el flujo de dinero que ingresa y sale de tu cuenta bancaria
Anticiparse a lo que viene en términos financieros
Hacer un plan
Por ejemplo, si la renta va a subir, tendrás que cambiar ciertas cosas en tu presupuesto para hacer los ajustes necesarios antes de que llegue el momento. Se trata de adelantarse en vez de esperar que las cosas ocurran.

3-Reconoce tus propios méritos por lo que has conseguido
Es importante reconocer el progreso que has hecho para alcanzar tus objetivos, en vez de buscar la perfección.

Incluso si estás dando pequeños pasos, es un cambio de conducta valioso que te demuestra que eres capaz de hacerlo.

Poner fin a la ansiedad financiera es un proceso que no se consigue de un día para otro.

4-Deja espacio para experimentar
Los adultos estamos acostumbrados a tener que hacer las cosas de la "manera correcta", porque de lo contrario pensamos que hemos fallado.

Muchas veces no existe una sola manera correcta y si miramos alrededor, es posible que se abran varios caminos. El punto es que tenemos que darnos espacio para ser más creativos.

5-La falta de dinero es una "buena noticia"
Aunque puede parecer absurdo que la falta de dinero sea una "buena noticia", en realidad se trata de cambiar la mentalidad respecto a cómo enfrentamos las cosas.

Este paso se refiere a la importancia de cambiar nuestra actitud sobre cómo respondemos a los desafíos en nuestras vidas y cómo desarrollar resiliencia frente a ellos.

Es importante reconocer el progreso que has hecho para alcanzar tus objetivos, en vez de buscar la perfección, dice Clayman.

En vez de pensar "no puedo lidiar con este problema financiero", la forma de enfrentarlo es "puedo ser fuerte, puedo resistir y puedo ser creativo para enfrentar los desafíos".

En el proceso, es probable que descubramos muchas cosas interesantes sobre nosotros mismos y sobre cómo los asuntos personales afectan la manera en que manejamos nuestro dinero.

Pero… "no es una fórmula mágica"
"La terapia financiera y las actitudes que queremos desarrollar en relación al dinero no funcionan como una fórmula mágica", advierte Clayman.

Es un proceso que parte con aceptar que tenemos un desafío y sigue con un viaje de exploración personal para indagar qué nos quiere decir esa señal y diseñar un plan para modificar ciertos hábitos.

La terapeuta recomienda revisar el flujo de dinero que ingresa y sale de tu cuenta, anticiparse lo que viene en términos financieros, y hacer un plan.

Si estamos demasiado ansiosos, es difícil tomar decisiones complejas, porque nos cuesta más ponderar los factores positivos y los factores negativos que están en juego.

Por eso es tan importante, explica la terapeuta, prestarle atención a la ansiedad y aprender a tomar distancia para observar la situación. "Hay que disminuir la velocidad".

En el proceso hay muchas preguntas que vale la pena hacernos: cuál es el sentido de tu trabajo, cuáles son tus prioridades, qué cosas afectan tus objetivos, qué relaciones influyen en tu bienestar financiero, qué cosas puedes cambiar y qué cosas no puedes cambiar.

¿Y si pierdes el trabajo?
En ese caso, sostiene la terapeuta financiera, hay que dar un paso atrás y analizar con calma el escenario.

Es conveniente hablar con aquellas personas con las que tenemos compromisos financieros, como por ejemplo, llamar al dueño de la propiedad que estamos viviendo y pedirle un poco de flexibilidad.

Si estamos demasiado ansiosos, es difícil tomar decisiones complejas, explica Clayman.

Si tenías ciertos ahorros antes de perder el empleo, hay que planificar de qué manera puedes hacerlos durar lo más posible, agrega.

También ayuda pensar que puedes conseguir dinero de maneras alternativas, aunque no sea suficiente para cubrir todos los gastos.

Al menos te sirve para cubrir una parte de lo que debes en la tarjeta de crédito y evitar que se disparen los intereses.

Y no hay que olvidarse de disminuir los gastos. La idea es tratar de determinar qué cosas están bajo nuestro control y cuáles están fuera de nuestro control para hacer un plan que nos permita avanzar en el logro de nuestros objetivos.

lunes, 21 de diciembre de 2020

La relevancia de Gandhi en tiempos de crisis globales

Cuando llega el 2 de octubre los líderes políticos, religiosos y de los negocios en India y otros lugares recuerdan al Mahatma Gandhi, cantan sus alabanzas y juran vivir según los ideales que él apoyaba. Un día después, o quizás esa misma noche, se le deja atrás tan rápidamente como fue recordado esa mañana. Peor aún, vuelven a asesinarlo a él y a los ideales de no violencia, autodependencia y bienestar universal por los que vivió y murió. Y sin embargo, vale la pena preguntarse: ¿en este mes de su 151 aniversario, sigue teniendo relevancia en un mundo cada vez más desgarrado por conflictos y crisis de todo tipo?

De manera interesante, en los últimos años parece haberse reavivado la atención por su vida, ideas y acciones. Varios movimientos locales y globales están aplicando principios como la desobediencia civil y la no violencia, con el reconocimiento explícito e implícito de su inspiración en Gandhi. Otros recuerdan su visión clarividente sobre los impactos ecológicos del ‘desarrollo’ sin restricciones. Pero está también la atención adversa sobre él por algunos de los movimientos antiracistas que recuerdan los puntos de vista racistas que parecía haber apoyado en sus primeros años como activista en Sudáfrica. Y en India se ha convertido en un símbolo cínicamente conveniente de los programas preferidos del gobierno sobre limpieza y, más recientemente, autodependencia; ¡aunque algunas personas animadas implícitamente por el actual régimen hipernacionalista celebran incluso a su asesino Nathuram Godse como un patriota!

Sea lo que sea lo que uno piense sobre la naturaleza en contraste del interés recientemente revivido por su figura, no hay duda de la relevancia de Gandhi en las luchas e iniciativas diarias de gentes de todo el mundo. Directa o indirectamente, sus ideas de swaraj, satyagraha, sarvodaya y ahimsa están vivas, y se han vuelto aún más importantes en un mundo desgarrado por desigualdades crecientes, devastación ecológica y formas antiguas y nuevas de privación de las necesidades básicas para más de dos miles de millones de personas.

Satyagraha: decirle la verdad al poder
Múltiples crisis globales preexistentes se han exacerbado con la pandemia del covid 19 y todavía más por las respuestas de los estados ante ella. En muchos países, el gobierno la ha utilizado como excusa para incrementar las tendencias autoritarias, entre las que se incluye la vigilancia de los ciudadanos en nombre de la seguridad. Además, se ha utilizado como una oportunidad para la toma de decisiones que van abiertamente contra los trabajadores y contra el medio ambiente, sabiendo que la capacidad de disentir se ha reducido mucho entre poblaciones que se supone no deben aventurarse en las calles. Es aquí donde la idea gandhiana de satyagraha, de decir la verdad al poder de forma no violenta, es tan importante.

De muchas maneras diferentes, Gandhi practicaba satyagraha, resistiéndose al poder colonial o a la marginación de los musulmanes en una sociedad con mayoría hindú. Es también interesante que lo usó como un medio para conseguir una base ética para la transformación. Por ejemplo, cuando desconvocó el movimiento nacional de no cooperación contra el dominio colonial como señal de expiación por un incidente en el que miembros del movimiento quemaron una comisaría y mataron a varios policías. Esto está estrechamente relacionado con su constante insistencia en la ahimsa o no violencia, especialmente relevante tanto en la resistencia a las fuerzas de opresión como a no albergar sentimientos de venganza violenta.

Nelson Mandela estuvo inspirado por este llamamiento a un proceso de ‘verdad y reconciliación’ que permitió una transición pacífica para salir del apartheid en Sudáfrica, en lugar de un periodo de actos de venganza sangrienta contra los colonos blancos (que hubiera sido totalmente comprensible dados los horrores del apartheid). Otro discípulo de este enfoque, Martin Luther King, es uno de los predecesores del actual movimiento antiracista en los EEUU, incluida la última rebelión por George Floyd, que es explícitamente no violenta. (Como comentario al margen es interesante que la conexión más explícita con Gandhi parece ser la demanda entre algunos elementos del movimiento antiracista de derribar sus estatuas para protestar por lo que es visto como una actitud racista por su parte cuando estuvo en Sudáfrica, un punto de vista que ha sido matizado por diversos especialistas en Gandhi, incluso profundizando en el periodismo del movimiento negro de ese periodo).

Entre otros que han recogido el enfoque de satyagraha se incluye Extinction Rebellion, un movimiento global de ruptura no violenta que llama la atención sobre la devastación masiva del planeta y de la vida humana por la crisis climática causada por el sistema político y económico dominante. En India, jóvenes de todo el país convocaron una satyagraha el 25 de agosto para protestar por el intento descarado por parte del gobierno de debilitar la legislación que obliga a una valoración del impacto medioambiental de los proyectos de desarrollo. Muchos movimientos de base de resistencia en India han tenido una inspiración similar. El Movimiento Chipko en el Himalaya, organizado por antiguos gandhianos, intentó salvar los bosques de la tala por parte de la industria en los años 70. Como uno de los movimientos medioambientales y de protección de los medios de vida más icónico del mundo, ha inspirado iniciativas similares para salvar bosques en los EEUU y otros lugares. El Narmada Bachao Andolan contra megapantanos en India central ha sido explícitamente no violento, y ha inspirado a movimientos similares en otras partes del mundo. El movimiento global por la paz, la desnuclearización y el desarmeo tiene un legado similar. Esto incluye la Carta de las Naciones Unidas y el multilateralismo, en el que negociadores indios influenciados directamente por Gandhi tuvieron un papel importante.

Sarvodaya: elevar el bienestar colectivo de todos
Para Gandhi, sin embargo, la satyagraha era solo una caja de herramientas de enfoques para conseguir justicia. Viajando a lo largo y ancho del país, comprendió que los niveles abismales de privación y marginación, nacidos de una historia intensamente colonial y feudal, debían ser abordados. No solo se tenía que decir la verdad al poder, sino también dirigirse hacia una acción fundamentada hacia la sarvodaya, la elevación de todos de una manera justa, o como dijo Gandhi en Young India, no «la fórmula utilitaria del mayor bien para el mayor número (sino) … el mayor bien para todos». Esto se podía conseguir mediante nirman, o reconstrucción. Él mismo, y alguno se sus seguidores o consejeros, como el economista JC Kumarappa, inspiraron varios experimentos en generación de medios de vida locales dignos y autodependencia, siendo el hilado de tejido khadi un símbolo crucial.

En la actualidad, diversas iniciativas para conseguir medios de vida dignos y la autodependencia se han inspirado en enfoques gandhianos de una ‘economía no violenta’. El trabajador gandhiano (y conocida personalidad teatral) Prasanna, inició Charaka, una cooperativa de khadi gestionada por mujeres que ha proporcionado medios de vida dignos a 200 mujeres a la vez que promocionaba el trabajo a mano, la autodependencia, y la producción con sensibilidad medioambiental. Ha aparecido recientemente en las noticias (septiembre-octubre de 2020) al ejercer la satyagraha denunciando el impago de cuotas por parte del gobierno, por lo que tuvieron que cerrar durante un mes. No lo han hecho mediante la típica protesta callejera, sino limpiando públicamente las oficinas de la administración local, distribuyendo ropa a los pobres y otros métodos para ‘cambiar el corazón’ de aquellos en el poder.

Elango R., un sarpanch [jefe de la administración local] dalit cerca de Chennai, combina explícitamente los principios gandhianos y marxistas y el anticastismo del icono dalit Babasaheb Ambedkar (quien encabezó el comité para la redacción de la Constitución de India) en su intento de transformar la aldea de Kuthambakkam, donde vive, para dar más dignidad y seguridad de medios de vida a familias dalit. Él ha abogado por una ‘economía en red’ en la que grupos de unas 20 aldeas puedan ser autosuficientes respecto a sus necesidades básicas. Una idea puesta en marcha de una manera algo diferente por otra trabajadora social de inspiración gandhiana, Ela Bhatt, con su idea de una autodependencia ‘en un radio de 100 millas‘. Todas estas ideas son cada vez más discutidas en una India afectada por el covid, mientras las historias de respuesta comunitaria durante el periodo de confinamiento muestran que donde hay comida y autodependencia de medios de vida, hay la máxima resiliencia.

Por todo el mundo hay ejemplos extraordinarios de alternativas constructivas al actual sistema dominante: agricultura sostenible y holística, soberanía comunitaria sobre agua/energía/alimentación y conservación de la naturaleza, solidaridad y economía del compartir, ocupación obrera de instalaciones productivas, recursos y conocimientos comunes, gobernanza local, salud comunitaria y aprendizaje alternativo, fomento de la paz intercomunitaria, reafirmación de la diversidad cultural, pluralismo sexual y de género, y muchas más (véase por ejemplo Vikalp Sangam para cientos de ejemplos de India; para otros lugares, véase Democracia Ecológica Radical. La mayor parte de ellos no tienen necesariamente una inspiración directa en Gandhi, pero el clima de sus ideas y prácticas es probable que haya influido en muchas de ellas, como por ejemplo en los movimientos campesinos de anna swaraj (soberanía alimentaria).

El principio de sarvodaya, y el concepto relacionado de fideicomiso (trusteeship) que defendía Gandhi, puede llevarnos a un cambio radical de foco sobre lo común en lugar de sobre la propiedad privada. En 2013, el gram sabha (asamblea de aldea) de Mendha-Lekha (distrito de Gadchiroli, Maharashtra), tomó la decisión histórica de convertir toda su tierra agrícola privada en tierras comunes de la aldea. Para darle respaldo legal usaron la prácticamente olvidada Ley Gramdan [literalmente ‘donación de tierra’], que fue inspirada por el discípulo de Gandhi Vinoba Bhave.

Gandhi ha sido criticado (quizá de manera justa) por no ser explícitamente anticapitalista, como por ejemplo con sus súplicas a los empresarios industriales para que adoptasen la idea de fideicomiso. Pero también dijo:

«Todo el mundo debería poder conseguir trabajo suficiente como para permitirle llegar a fin de mes. Y este ideal solo se puede conseguir de manera universal si los medios de producción de las necesidades elementales de la vida permanecen bajo control de las masas. Deberían estar disponibles libremente para todos, como deberían estarlo el aire y el agua de Dios. No deberían convertirse en un vehículo de tráfico para la explotación de otros. Su monopolización por cualquier país, nación o grupo de personas sería injusta.»

Esto indica que estaba claramente en contra de que un puñado de individuos (o incluso el estado) poseyese o controlase los medios de producción, como también contra la concentración de riqueza en las manos de unos pocos. Defendía también un enfoque más oriental para conseguir «un socialismo más verdadero y un comunismo más verdadero que el que el mundo haya soñado hasta ahora». Recientemente se han presentado una serie de propuestas para la distribución radical de la riqueza desde la horriblemente perversa concentración a la que se enfrenta hoy el mundo mediante los impuestos, la abolición de la herencia e incluso de la propiedad privada, y otros medios. Estos se pueden ver como medios para conseguir la sarvodaya.

También en el sector de la salud se ven ecos del foco fuertemente articulado de Gandhi sobre la autocuración, sobre facilitar los poderes naturales del cuerpo, sobre el uso de tratamientos con hierbas, etc. en los numerosísimos centros ayurvédicos y de naturopatía por toda India. El Instituto Nacional de Naturopatía radicado en Pune ha construido su extenso programa y alcance según el enfoque de Gandhi sobre la salud. En tiempos de covid, la necesidad de tener cuerpos sanos para estimular la inmunidad usando estos enfoques, para una recuperación más rápida y más plena ha sido ampliamente demostrada. Como también la necesidad de ser autodependiente para las necesidades personales en lugar de la debilitante dependencia de hoy de los ‘profesionales’. Un enfoque defendido con fuerza por el brillante académico Ivan Illich, quien estuvo influenciado por el economista gandhiano JC Kumarappa.

Swaraj: verdadera democracia
Para Gandhi, la máxima expresión de autodependencia era swaraj, traducido de manera bastante inadecuada como autogobierno. Swaraj tiene en realidad un enfoque profundamente democrático y ético que avergüenza a las democracias liberales de hoy, incorporando la libertad y la autonomía pero con responsabilidad hacia la libertad y autonomía de otros, posible únicamente si uno también vive la ética de la autocontención en lugar del loco consumismo promovido por la economía de hoy.

Esta idea de una democracia directa, radical, tiene que ser un eje central de la respuesta a las crisis globales. La mayor parte de los movimientos progresistas políticos y sociales se han orientado a la ‘toma del estado’, a intentar reemplazar los partidos políticos retrógrados por progresistas y hacer que el estado sea responsable. Aunque esto es necesario mientras el estado exista, no supone en lo fundamental un desafío a la naturaleza del estado, o, de hecho, a si es necesario que exista un estado centralizado o no. Ni se ha planteado un desafío adecuado a la centralidad del estado-nación en nuestras vidas, a pesar de los enormes fracasos de esta estructura al abordar tanto problemas internos de su población como asuntos globales (siendo el clima un ejemplo espectacularmente escalofriante). Diversas formas de anarquía, marxistas o gandhianas, han sido básicamente relegadas a los márgenes.

En India, el gobierno solo ha dado algunos pasos titubeantes hacia la democracia directa, y se ha movido muy lejos del ideal de autodependencia para las comunidades (o el país en su conjunto). Las enmiendas constitucionales 73 y 74 prometieron la descentralización del poder de toma de decisiones a aldeas y centros urbanos, pero lo restringieron gravemente al no proporcionar financiación y traspaso de competencias legales. En cualquier caso, su aplicación ha sido, en el mejor de los casos, vacilante. El proceso de Kerala de planificación a nivel de aldea y la iniciativa de comunalización de Nagaland en la que una parte de los fondos del estado (para educación, salud, electricidad, carreteras) van directamente a los consejos de aldea, son ejemplos de estados que se han acercado a las intenciones de la Enmienda 73. Pero incluso ellas han tenido fallos o no es han mantenido el tiempo suficiente.

Para Gandhi swaraj se tiene que construir de abajo arriba, desde la aldea hacia afuera a lo largo del paisaje en lo que él denominaba ‘círculos oceánicos’. Por toda India, diversos individuos que formaron parte del movimiento juvenil del activista gandhiano Jayaprakash Narayan, Chhatra Yuva Sangharsh Vahini, han trabajado con comunidades de aldea para crear autodependencia local en áreas como el agua y la alimentación, y para luchar por la toma de decisiones basada en los gram sabha (asambleas de aldea). En la India central y del este, adivasis y otras comunidades locales han intentado diversos grados de autogobierno. Como declaró hace tres décadas Mendha Lekha (citado más arriba) ‘nosotros elegimos el gobierno en Delhi, pero en nuestra aldea nosotros somos el gobierno’. Unas 90 aldeas en esa misma parte de India han formado una Maha Gramsabha (federación de asambleas de aldea) con una orientación similar.

Paralelos cercanos a estos son las luchas por la autodeterminación de pueblos indígenas y otras comunidades locales en muchas partes del mundo, incluido el derecho a aceptar o rechazar cualquier propuesta externa para un proyecto en sus territorios. Los zapatistas en México y el movimiento kurdo en Asia occidental han conseguido una democracia radical de este tipo a una escala relativamente grande. Muchos otros pueblos en América Latina han proclamado y conseguido el reconocimiento de una plena autodeterminación, y movimientos que reclaman soberanía territorial para las Primeras Naciones en la Isla Tortuga (Canadá / EEUU) y Australia tienen una base similar. Muchas de ellas emanan de cosmologías indígenas que están próximas (aunque la mayoría de manera inconsciente) con los principios gandhianos de swaraj, sarvodaya y satyagraha… y pueden incluso ir más allá en su inmersión completa en la naturaleza.

Se puede plantear por tanto una extensión de swaraj y sarvodaya para abarcar toda la vida, una ‘eco-swaraj‘ o ‘prakritik (natural) swaraj‘, o una democracia ecológica radical. Una avalancha de resoluciones judiciales y legales y demandas de ciudadanos y comunidades en muchas partes del mundo han proclamado que la naturaleza (o algunos de sus elementos, como ríos y montañas) tienen un derecho intrínseco, similar al de una ‘persona jurídica’. Aunque formuladas a menudo dentro del discurso formal occidental y por tanto con tendencia a tener serias limitaciones, estas pueden estar alineadas con visiones del mundo indígenas que reconocen que todos los aspectos de la naturaleza tienen su propio espíritu, que merece tanto respeto como el de los humanos. Viene a la mente el comentario de Gandhi de que el valor de una civilización se puede medir por cómo trata a los animales.

Estas perspectivas han surgido también desde dentro del ‘vientre de la bestia’, por así decir. Movimientos basados en enfoques ecofeministas, por ejemplo, destacan con fuerza la necesidad de acabar con un dominio milenario de una mitad de la humanidad sobre la otra mitad, sanando simultáneamente la ‘brecha metabólica’ entre los humanos y el resto de la naturaleza. Los retos a patrones insostenibles de producción y consumo, incluida la creciente demanda de decrecimiento radical de las economías llamadas ‘desarrolladas’, tendrían una clara relación con la perspectiva gandhiana de autocontención inherente a swaraj, y su crítica mordaz al industrialismo como explotador tanto de la naturaleza como de los humanos.

Es importante destacar que los movimientos de base de resistencia y las alternativas no están atrapados necesariamente en un campo ideológico u otro. Esto es más la preocupación de académicos y activistas profesionales. Más bien, estos movimientos consciente o inconscientemente toman prestado de diversas figuras inspiradoras de la historia, incluidos aquellos en su propio pasado que lucharon por la justicia. Ni habría que presionarlos para una única ‘alternativa’ homogénea para todo el mundo. Una integración continua de tales legados diversos, y el entretejido de un pluriverso de visiones del mundo y prácticas, es lo que nos guiará para dejar atrás un mundo desgarrado por las crisis. 

Traductor: Carlos Valmaseda

Fuente:

domingo, 20 de diciembre de 2020

El olvido que llevó al científico uruguayo Juan Pablo Tosar a un descubrimiento potencialmente revolucionario.

Un descuido durante un experimento llevó al científico uruguayo Juan Pablo Tosar a encontrar un tesoro insospechado.

Su hallazgo no solo reveló acciones de las células que se desconocían, sino que podría acabar trastocando un postulado fundamental de la biología.
Tosar descubrió que los complejos dentro de las células donde se fabrican las proteínas, los llamados ribosomas, también existen fuera de las células, en el espacio entre ellas.

El hallazgo podría derivar en el futuro en aplicaciones prácticas para millones de personas, a través de diagnósticos más tempranos de enfermedades como el cáncer.

Tosar es investigador de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República, Udelar, e investigador asociado del Laboratorio de Genómica Funcional del Institut Pasteur en Montevideo.

Un estudio del bioquímico de 35 años es tapa esta semana de una prestigiosa publicación científica de la Universidad de Oxford. Y su trabajo fue tema de una nota este año en la revista Nature.

BBC Mundo habló con Tosar sobre la importancia de su hallazgo y por qué éste "revela a nivel de las células un universo tan vasto como el de las estrellas".

Te invitamos a seguir paso a paso la historia fascinante de un descubrimiento.

El ARN, actor protagónico
La historia del hallazgo comienza en 2016, cuando Tosar era estudiante de doctorado del doctor Alfonso Cayota en el Institut Pasteur de Montevideo.

Cayota estudiaba el ARN, que al igual que el ADN es un ácido nucleico, un tipo de molécula cuyas funciones tienen que ver con el almacenamiento y la expresión de información genética.

Hay muchos tipos diferentes de ARN y tal vez el más conocido sea el ARN mensajero, un intermediario que lleva desde los genes hasta el ribosoma las instrucciones necesarias para elaborar proteínas.

Pero en los últimos años se ha visto que el ARN es mucho más activo de lo que se pensaba.

"El ARN emergió como un nuevo actor protagónico en lo que es el día a día de la célula, y en la regulación de qué genes van a prenderse y apagarse, o sea, qué genes van a pasar a proteínas y cuáles no", explicó Tosar a BBC Mundo.

"Para hacer una analogía, no es simplemente un negativo, sino que toma decisiones de qué fotos van a ser en color, o en blanco y negro, o qué fotos no van a ser".

El notable ARN extracelular
El ARN en el que Cayota había enfocado su laboratorio era un tipo de ARN poco comprendido: el llamado ARN extracelular, el ARN que no está dentro de las células, sino en el espacio entre ellas.

En los últimos años el ARN extracelular ha cobrado mucha notoriedad, señaló Tosar.

"Por un lado, estudiar ese ARN que viaja por fuera de las células, o sea, que podemos detectarlo en la sangre, en la orina, o en la saliva, nos puede hablar de cómo las células dialogan entre ellas. En otras palabras, cómo una célula puede influir liberando ARN hacia afuera para que genes se prendan y apaguen en un célula distante".

"Entender esa comunicación a distancia es muy importante si queremos entender cómo funcionan las células de nuestro organismo".

Otro motivo del interés en el ARN extracelular es su potencial para el diagnóstico de enfermedades.

"Como estos ARN viajan por los fluidos y se pueden detectar en la sangre u orina, si sabemos el tipo de ARNs que hay en una persona sana y encontramos una anomalía a nivel de estos ARNs extracelulares, esto puede llevar a un diagnóstico temprano de enfermedades, particularmente del cáncer".

"Eso casi no había sido estudiado"
Una de las preguntas que cautivaba a Tosar y sus colegas era cómo esos ARNs no se degradan fuera de la célula.

"Este tema no se estudió por mucho tiempo porque el entorno extracelular, la sangre en particular, se considera un entorno muy hostil para el ARN, porque hay enzimas que lo degradan".

En la década de los 80 se descubrió que las células pueden liberar ARNs en una especie de cápsulas que se llaman vesículas extracelulares o exosomas.

"Son como pedazos de la célula, se podría pensar que la célula libera una especie de cápsula espacial que viaja a otra célula, y en esa cápsula viajan esos ARNs protegidos de las enzimas que los amenazan", explicó el científico.

Pero Tosar no estudiaba esos ARNs protegidos en cápsulas, sino los que flotan en el medio extracelular, en los fluidos biológicos, completamente vulnerables a la degradación de enzimas.

"Vimos tempranamente que había mucho ARN fuera de la célula y fuera de estas cápsulas y eso casi que no había sido estudiado hasta el momento".

El olvido célebre
Fue cuando estudiaba ese ARN extracelular y no contenido en vesículas o cápsulas, que Tosar realizó su famoso experimento.

El científico lo explicó de la siguiente forma.

"Lo que hacemos es que crecemos células como quien crece plantitas en el jardín. A las células hay que darles de comer, crecen en un medio de cultivo, que es un medio líquido".

"Las células comen y eliminan todos sus desechos hacia ese medio que se va a cargar con ARNs extracelulares, y luego eso lo centrifugamos a una alta velocidad para separar estos exosomas o cápsulas y quedarnos con lo que no está dentro de ellas".

Tosar olvidó enfriar el rotor de la centrífuga la noche anterior al experimento.

La máquina que centrifuga las muestras debe operar en frío a unos cuatro grados. Como el rotor es de titanio macizo demora mucho en enfriarse, por lo que hay que colocarlo la noche anterior en una cámara que es como "una heladera gigante".

"Y yo soy muy despistado y muchas veces me he olvidado de hacer eso el día antes".

Tosar se había olvidado de enfriar el rotor, pero decidió de todas formas hacer el experimento.

El resultado fue que no solo el perfil de ARNs extracelulares era diferente, sino que la diferencia era recurrente.

"Comparando en el registro, todas las veces que no había enfriado el rotor debidamente esa diferencia estaba".

La diferencia en los resultados según la temperatura encendió "un chispazo" en el investigador.

"Cuanto más alta es la temperatura las enzimas que degradan el ARN trabajan en forma más eficiente".

"Por ello cuando trabajamos a cuatro grados estamos evitando la degradación. Eso nos hizo preguntarnos, ¿qué pasará si ahora agregamos una enzima que inhiba a las enzimas que degradan al ARN, o sea que degrade al degradador, y repetimos el experimento en esas condiciones?".

"De golpe te dan unos lentes…"
Cuando los investigadores inhibieron las enzimas que degradaban al ARN "el cambio ya no fue sutil, fue un cambio drástico".

Los científicos estaban acostumbrados a ver siempre la misma señal de ARNs extracelulares.

"Pero cuando hicimos el experimento degradando las enzimas, de golpe vino no una señal sino muchas señales muy distintas".

"Es como si uno fuera a un zoológico y cada vez que va hay una sola especie, siempre un papagayo verde, y uno dice qué aburrido, siempre un papagayo verde".

"Y de golpe te dan unos lentes y cuando te pones esos lentes aparece toda la diversidad de animales que hay en la jungla, y fue algo así".

"De golpe entendimos que estábamos entendiéndolo todo mal, y que en el fondo el ARN extracelular era mucho más diverso y heterogéneo de lo que habíamos supuesto".

"Ahora veíamos que hay un montón de distintos ARNs y el problema es que todos ellos se degradaban fruto de las enzimas y sólo veíamos a los más resistentes".

El trabajo de Tosar figura en la tapa de la revista Nucleic Acids Research, de la Universidad de Oxford. El dibujo muestra un ribosoma extracelular (en el centro) rodeado de moléculas de ARN de transferencia (naranjas) siendo atacadas por enzimas que degradan el ARN (tijeras azules), generando fragmentos que resisten a la degradación (amarillo).

"Toda la maquinaria también está afuera"
Al inhibir la acción de las enzimas que degradan al ARN, Tosar y sus colegas desarrollaron una nueva herramienta para revelar la riqueza de ARNs extracelulares.

Y con sus "nuevos lentes", lograron identificar muchos tipos diferentes de esos ARNs, incluyendo el llamado ARN ribosomal, el que se acopla a proteínas para conformar el ribosoma.

"Pudimos identificar al ribosoma, pudimos identificar también que hay ARNs de transferencia, que trabajan junto con el ribosoma, y pudimos identificar a los famosos ARNs mensajeros", afirmó.

"En definitiva, lo que vimos es que toda la maquinaria que fabrica proteínas dentro de la célula también esta fuera, y eso no es una sutileza".

"Teníamos que estar convencidos"
Para confirmar que se trataba efectivamente de ribosomas Tosar viajó a Estados Unidos.

"Nos faltaban pruebas más contundentes de que efectivamente teníamos ribosomas ahí, sabíamos que eso iba a ser algo que iba a generar cierta polémica, porque el ribosoma es la fábrica de proteínas de la célula, no es un ARN cualquiera", relató.

"Si íbamos a decir que había ribosomas en el medio extracelular, era de una responsabilidad mínima estar tan convencidos como pudiéramos de eso".

Hacer las puebas en Uruguay hubiera sido posible pero habría llevado más tiempo.

"La ciencia es una actividad global, y muchas veces lo más eficiente es ir al laboratorio donde son expertos en esa temática".

"Contacté a investigadores de la Universidad de Harvard, Paul Anderson y Pavel Ivanov, ellos conocían nuestros trabajos anteriores".

Tosar convenció entonces a su esposa Patricia, quien es pediatra, y se encontraba en licencia por maternidad. Y la pareja partió con sus dos hijos, un niño de dos años y medio y una bebé, para que el científico confirmara su descubrimiento en el laboratorio de Ivanov en Boston.

Roger Alexander, investigador de ARN en el Instituto de Investigación Pacific Northwest en Seattle, Estados Unidos, dijo a la revista Nature que Tosar "es la punta de lanza en un área muy importante que no había recibido la atención suficiente en nuestro campo".

"Hay mucha biología interesante y mucho potencial clínico en esa área".

"Si íbamos a decir que había ribosomas en el medio extracelular, era de una responsabilidad mínima estar tan convencidos como pudiéramos de eso".

"La ciencia es como las muñecas rusas"
El descubrimiento de ribosomas extracelulares planteó a su vez preguntas fundamentales.

Y es que la ciencia, señala Tosar, "es una cuestión de muñecas rusas, cada vez que se abre hay más y más".

Una de esas preguntas es si los ribosomas extracelulares fabrican proteínas, algo que de confirmarse cuestionaría un pilar fundamental de la biología.

Otra es cómo llegan esos ARNs al espacio entre las células.

"Sabemos que vienen de adentro de las células, pero pueden salir por dos mecanismos", explicó Tosar.

"Uno es el bombeo, como si la célula abriera una compuerta y dejara que salgan estos ARNs al medio extracelular. Hay una línea de trabajo extremadamente interesante que es descubrir si existen esas compuertas en las células que dejan salir a estos ribosomas".

"Y en paralelo tenemos otra hipótesis: que el ARN extracelular es algo que las células liberan cuando mueren".

En la segunda opción la célula no tiene intencionalidad, no quiso liberar el ARN, sino que "al morirse sus pertenencias son liberadas al medio extracelular".

Cuando la muerte celular es programada, por ejemplo, para renovar tejidos, es un fenómeno normal que no genera una respuesta inmune.

"Pero muchas veces ocurre una muerte celular no programada, y eso típicamente ocurre en todos los tumores, ya que en el seno del tumor hay un núcleo de células a las que les faltan nutrientes y oxígeno y esas células tienden como a explotar y liberan todos los ARNs hacia afuera".

"Ahí vino otra pregunta, y empezamos a trabajar con un grupo de inmunólogos porque nosotros no tenemos background en inmunología: ¿será que estos ribosomas, cuando se liberan al medio extracelular, funcionan como alarmas del sistema inmune?

"Las células del sistema inmune pueden leer esos ARNS y decir, aquí hay un ribosoma fuera de la célula, los ribosomas no deberían estar fuera de la célula, esto significa que hay células que están muriendo y el sistema inmune tiene que actuar".

Tosar investiga con sus colegas si los ARNs pueden ser actores clave en nuestras defensas inmunológicas.

"Cuando hay muerte celular no patológica hay liberación de ARNs. Pero si el cáncer exacerba ese proceso y cambia el tipo de ARNs que son liberados a la sangre eso permitiría un diagnóstico del cáncer en etapas más tempranas".

"Ese es uno de los temas en que estamos intentando trabajar".

Los ribosomas liberados por las células podrían servir como alarmas al sistema inmune en el caso de enfermedades como el cáncer.

"Prestar atención a lo que sale mal"
El olvido de Tosar en aquel experimento célebre invita a muchas reflexiones.

Una de ellas es la importancia a veces de "prestar atención no a los resultados que salen bien sino a los que salen mal".

"Hace poco vino a Uruguay invitado por un docente aquí Martin Chalfie, ganador del premio Nobel por ser uno de los que descubrió la proteína verde fluorescente. Y dio una charla en la que dijo una frase que me gustó mucho".

"El decía: cuando haces un experimento y te da como querías, felicitaciones, has hecho una medición. Cuando haces un experimento y no te da como pensabas, felicitaciones, puedes haber hecho un descubrimiento".

El camino personal
Pensar fuera de lo convencional fue una habilidad que Tosar fue aprendiendo de chico.

En el colegio le gustaban muchas cosas, y cuando era adolescente se volcó con pasión a las computadoras.

"Cuando mis padres compraron la primera computadora que hubo en casa quise diseñar juegos, y con herramientas de programación muy rudimentarias armé en el transcurso de un año los fines de semana un juego de póker que tenía la particularidad de que podías hacer trampa", relató.

Un día sus padres mandaron a arreglar la computadora y cuando el técnico formateó el ordenador se borró todo el juego.

"Nunca más quise meterme en el mundo de la computación porque la frustración de haber perdido eso fue grande".

Tosar pensaba tal vez ser ingeniero como su padre, pero todo cambió tras una conversación en el último año de la secundaria con su profesor de química, Justo Laíz.

"Un día le pregunté si hacía otras cosas además de dar clases de química, y me dijo que enseñaba química en la Facultad de Ciencias en la carrera de bioquímica".

Tosar pensaba ser ingeniero, pero una conversación con un profesor en la secundaria le abrió el mundo de la bioquímica.

"Fue la primera vez que escuché la palabra bioquímica y que supe que existía una carrera que conjugaba dos cosas que me gustaban, la biología y la química".

En aquella época muchos pensaban que era difícil hacer la carrera de bioquímica en Uruguay.

"Yo creo que sigue habiendo eso de que 'no se puede hacer acá' y me parece que esa es una de las mayores autolimitaciones que nos hacemos, de pensar que por ser un país pequeño nuestros horizontes tienen que estar restringidos".

"Todos tendemos un poco a reproducir eso pero no hay necesidad, porque el potencial que tenemos es muy grande, y aun cuando no cumplamos los objetivos ambiciosos que podamos proponernos el solo hecho de incursionar en esos caminos termina generando cosas nuevas insospechadas".

El misterio por descubrir
El hallazgo de Tosar nos recuerda según el investigador que hay todo un mundo por explorar en biología.

"Yo cada vez que leo sobre los biólogos moleculares de los 60, 70 me lleno de admiración porque sentaron las bases de la biología molecular, por ejemplo, con el descubrimiento del ARN", afirmó.

"Y a veces te viene el sentimiento de decir bueno, somos la generación que llegó tarde, ahora habrá que pensar en hacer vacunas, terapias, pero no en estudiar cómo funciona la naturaleza".

"Como que ya el partido se terminó y habrá que ir a pulir los detalles".

Pero el descubrimiento de Tosar le mostró que "así como el universo es vasto e inabarcable en lo grande, en las estrellas, también es vasto en lo micro".

"Y en el mundo de lo microscópico, de lo molecular, tal vez lo que conocemos es la punta del iceberg y haya mucho más por descubrir, y no detalles, sino cuestiones fundamentales".

"Hay muchas cosas que siguen siendo un misterio", señaló Juan Pablo Tosar a BBC Mundo.

"La conciencia de ese misterio por descubrir es la fuente del estímulo para seguir trabajando en esto, y para seguir alentando a futuras generaciones a que vale la pena dedicar la vida a tratar de desentrañarlo".

sábado, 19 de diciembre de 2020

La ONU llama al Reino Unido a liberar a Julian Assange

Por | 15/12/2020 | Conocimiento Libre
Fuentes: Proceso

La Organización de las Naciones Unidas urgió al gobierno de Reino Unido a liberar a Julian Assange, quien ha vivido violaciones graves a sus derechos.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) pidió nuevamente al Reino Unido liberar inmediatamente a Julian Assange, quien se encuentra recluido en una prisión de máxima seguridad en espera de ser extraditado a los Estados Unidos.

El relator especial sobre torturas de la ONU, Nils Melzer, denunció que “durante más de una década, se han violado gravemente los derechos de Assange” e insistió al gobierno británico no extraditarlo, debido a “serias preocupaciones en materia de derechos humanos”.

El experto consideró que el confinamiento de Assange puede equivaler a tortura, tratos y castigos crueles y degradantes, no es proporcionado y no tiene base legal, ya que el fundador de Wikileaks no es un criminal convicto y no supone una amenaza para nadie.

El llamado del relator se da a unos días de que se decida si se extradita o no a Assange a el próximo 4 de enero a Estados Unidos. La justicia de ese país lo acusa de espionaje luego de que este diera a conocer crímenes de guerra y otras acciones del país en Iraq y Afganistán.

Fuente: 

viernes, 18 de diciembre de 2020

Dislexia: 10 falsos mitos sobre este trastorno

La detección de la dislexia lo más temprano posible es muy importante.

La dislexia es un trastorno del neurodesarrollo que afecta al aprendizaje de la lectura y fundamentalmente a la velocidad y precisión lectora. Uno de cada catorce niños presenta este trastorno.

Por tanto, es muy frecuente en nuestras aulas. También es unos de los trastornos más conocidos por la sociedad en general. Sin embargo, hay un conjunto de mitos falsos sobre su naturaleza, características e intervención.

Seguidamente vamos a repasarlos y a intentar dar un poco de luz sobre su certeza:

1. De antecedentes familiares disléxicos, hijo disléxico

Tener antecedentes de familiares no determina que el niño/a va a tener dislexia, pero sí que lo predispone. Por tanto, si un niño tiene antecedentes se le debe seguir desde el principio de Educación Infantil para poder detectar e intervenir lo antes posible.

2. Si un niño es zurdo tiene más probabilidades de tener dislexia

Antiguamente se pensaba que ser zurdo provocaba dificultades en la lectura y la escritura y durante muchos años se obligó a estos niños a escribir con la derecha.

Dislexia, el problema de aprendizaje que sigue siendo invisible
Esto ha generado un conjunto de mitos que todavía se mantienen y que no tienen ningún fundamento científico. Ser zurdo no predispone a tener problemas de lectura.

3. Si el niño confunde las palabras en espejo al leer y escribir es disléxico

Leer y escribir en espejo lo hacen muchísimos niños en estadios iniciales del aprendizaje de la lectura pero, posteriormente, estos errores desaparecen.

La dislexia no tiene que ver con una falta de hábito lector sino con un conjunto de variables.

Hay, eso sí, algunos niños con dislexia que arrastran estos errores durante más tiempo, pero no todos lo hacen. Por tanto, este no es un marcador sobre tener dislexia, sino que lo es leer con lentitud y con errores que no son esperables para su edad.

4. La dislexia no se manifiesta hasta los 7 años

Hay una cierta tradición de esperar cuando un niño no aprende a leer al mismo ritmo que los compañeros de clase pensado que posteriormente evolucionará. Esta es una práctica totalmente desaconsejable. Lo importante no es el diagnóstico, sino la detección e intervención lo más temprana posible. No debemos esperar a que fracase y sí empezar a trabajar desde el primer signo de alerta.

5. Un mal hábito de lectura puede provocar la dislexia

La dislexia no se genera por una falta de hábito lector sino por un conjunto de variables. La raíz del problema es una predisposición genética que genera un déficit fonológico, pero este no es suficiente para explicar la heterogeneidad de las dificultades lectoras.

Cuáles son los principales trastornos del lenguaje y cómo detectarlos

Hay numerosos factores de riesgo a nivel biológico, cognitivo y ambiental. Por lo tanto, debemos maximizar los efectos beneficiosos que el ambiente puede aportar, como hacer un trabajo sistemático e intensivo en las escuelas y un hábito de lectura diario en casa.

6. Es una enfermedad que con el tratamiento adecuado se cura

La dislexia no es una enfermedad, es un trastorno del aprendizaje que no se cura, sino que mejora con una tratamiento adecuado.

La dislexia no es una enfermedad, es un trastorno del aprendizaje.

Muchos estudios han mostrado que con una intervención temprana e intensiva entre el 56 % y el 92 % de estos niños logran alcanzar el nivel de lectura promedio. Aunque hay diferentes grados de afectación, cuanto más tarde se haga esa intervención menor será el grado de mejora.

7. Los niños con dislexia son vagos que no se esfuerzan para aprender a leer

Este es un mito que se debe desterrar de las aulas. Los niños con dislexia no son vagos, sino que tienen muchas dificultades para leer.

No hay ningún niño que no quiera aprender a leer bien. Lo importante es proporcionarle a cada uno las mejores estrategias y actividades para que pueda conseguir su máximo potencial.

8. Los disléxicos tienen un cociente intelectual bajo

Justamente un criterio para poder ser diagnosticado con dislexia es tener un cociente intelectual dentro de los parámetros de la normalidad. Por tanto, son niños con una inteligencia normal, pero su dificultad reside justamente en una problemática concreta para automatizar la lectura.

El apoyo en el hogar como en la escuela es fundamental para los niños con dislexia.

El gran reto para ellos es que en la escuela primero se aprende a leer y luego se aprende leyendo y si una de las principales herramientas de aprendizaje esta afectada, su rendimiento escolar también lo estará.

9. Hay algunos métodos milagrosos que curan la dislexia

Existen múltiples y variados métodos que prometen grandes resultados como la integración auditiva (Tomatis), la terapia visual (optometría), las lentes de colores o la integración sensorial. 

Los estudios científicos han mostrado que no producen mejoras en el rendimiento lector. La única intervención que se ha visto que es efectiva es la que se centra en el trabajo de las habilidades fonológicas (la conciencia fonológica y del principio alfabético) y la práctica de la lectura.

10. Las personas con dislexia son más creativas y excelentes en otras áreas

Lamentablemente no es así. Aunque hay muchos listados de famosos con dislexia, su genialidad no es consecuencia de tener este trastorno sino que, al ser muy frecuente, es normal que haya un gran número de personas, también famosas, que la tengan. Sin embargo, el dato esencial y con el que debemos quedarnos es que, aunque esas personas presentaban dislexia, esta no les impidió triunfar en sus respectivos campos.

Esperamos que la clarificación de estos mitos pueda ayudar a una mejor atención de las personas con problemas de lectura, tanto para padres como para docentes.

*Llorenç Andreu es director del Máster Universitario de Dificultades del Aprendizaje y Trastornos del Lenguaje de la Universitat Oberta de Catalunya.

Este artículo fue publicado en The Conversation y reproducido aquí bajo la licencia Creative Commons. Haz clic aquí para leer la versión original.