sábado, 24 de septiembre de 2016
La justicia europea considera ilegal la contratación temporal en la sanidad madrileña
Diagonal
El encadenamiento de contratos temporales para cubrir necesidades permanentes en los servicios de salud infringe el derecho comunitario, según una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha sentenciado que la norma española que permite la utilización de nombramientos de duración determinada sucesivos para atender a necesidades permanentes en el sector de los servicios de salud infringe el Derecho de la Unión Europea (UE).
Este tribunal se pronunció ayer, miércoles 14 de septiembre, sobre el caso de una enfermera que trabajó en el Hospital Universitario de Madrid entre febrero de 2009 y junio de 2013 con un nombramiento de naturaleza temporal que fue renovado en siete ocasiones. Para el TJUE, los sucesivos nombramientos de esta trabajadora "no parecen responder a meras necesidades temporales del empleador".
Con esta sentencia, además, el Alto Tribunal declara que el Derecho europeo se opone a una norma nacional que permite la renovación de nombramientos temporales para atender necesidades temporales en materia de personal, cuando estas necesidades son en realidad permanentes.
El TJUE considera que los nombramientos de duración determinada no pueden renovarse para desempeñar funciones permanentes y estables incluidas en la actividad normal del personal estatutario fijo. La razón objetiva debe poder justificar concretamente la necesidad de atender necesidades provisionales y no necesidades permanentes.
Asimismo, el TJUE recuerda ante todo que el Acuerdo marco impone a los Estados miembros regular en su normativa, a efectos de prevenir los abusos como consecuencia de la utilización sucesiva de contratos de duración determinada, las razones objetivas que justifiquen la renovación de tales contratos, la duración máxima total de los sucesivos contratos de trabajo de duración determinada y el número de sus renovaciones. O, al menos, una de estas tres cuestiones.
María Elena Pérez López fue nombrada para prestar servicios de enfermera en el Hospital Universitario de Madrid durante el período comprendido entre el 5 de febrero y el 31 de julio de 2009. Su nombramiento indicaba como causa justificativa la "realización de servicios determinados de naturaleza temporal, coyuntural o extraordinaria". Sin embargo, fue renovada en siete ocasiones, mediante nombramientos temporales con idéntico contenido.
Un poco antes de la expiración de su último nombramiento, en marzo de 2013, la Administración le notificó, en paralelo, su cese inmediato y su nuevo nombramiento, de modo que prestó servicios de manera ininterrumpida para el hospital entre febrero de 2009 y junio de 2013.
Ella interpuso recurso contencioso-administrativo contra la resolución de cese. A su juicio, sus sucesivos nombramientos no tenían por objeto responder a necesidades coyunturales o extraordinarias de los servicios de salud, sino que en realidad correspondían a una actividad permanente.
El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo n.º 4 de Madrid, que conoce de dicho recurso, solicita al Tribunal de Justicia que dilucide si la norma española que permite la renovación de nombramientos de duración determinada en el sector de los servicios de salud es contraria al Acuerdo marco sobre el trabajo de duración determinada, en virtud del cual los Estados miembros deberán introducir medidas para prevenir los abusos derivados de la utilización de sucesivos contratos o relaciones laborales de duración determinada y evitar de este modo la precarización de la situación de los trabajadores por cuenta ajena.
Tal renovación de nombramientos de duración determinada genera una situación de precariedad que esta trabajadora no es la única en sufrir, habida cuenta del déficit de personal estatutario fijo en el sector sanitario de la Comunidad de Madrid.
Además, el TJUE señala que la Administración pública española no tiene obligación de crear puestos estructurales y que le está permitido proveer los puestos mediante el nombramiento de personal estatutario temporal interino, sin que exista una limitación en cuanto a la duración de los nombramientos ni en cuanto al número de sus renovaciones. De ello se desprende que la situación de precariedad de los trabajadores se convierte en permanente.
Por lo tanto, el TJUE declara que la norma española, al permitir la renovación de nombramientos de duración determinada para cubrir necesidades permanentes y estables, a pesar de que existe un déficit estructural de puestos de personal fijo, infringe el Acuerdo marco.
Fuente:
http://www.diagonalperiodico.net/global/31437-la-justicia-europea-considera-ilegal-la-contratacion-temporal-la-sanidad-madrilena.html
viernes, 23 de septiembre de 2016
Tortillas en Galicia. Parece sencilla y "sin secretos", pero el secreto está en su sencillez, la calidad de sus productos y la habilidades prácticas en su elaboración. Y gran paciencia para aprender
LA TORTILLA DE BETANZOS
Si te gusta muy hecha, eres un talibán pro-cebolla o necesitas una proporción de huevo-patata en la que la segunda gane, casi mejor que te ahorres el viaje a Betanzos.
Si te gusta muy hecha, eres un talibán pro-cebolla o necesitas una proporción de huevo-patata en la que la segunda gane, casi mejor que te ahorres el viaje a Betanzos.
Lo que te vas a encontrar en este pueblo es una tortilla a veces muy melosa, a veces directamente líquida –los que disfrutan comiéndose la patata caliente mojada en el huevo antes de cuajarla vana llorar de felicidad– en la que no hay lugar al asco a la textura babosa. Es sí, si pides una tortilla entera aceptan gentilmente pasarla un poco más a gusto del cliente.
La tortilla de Betanzos solamente lleva 4 ingredientes:
-huevo,
-patata gallega,
-aceite de oliva virgen y sal.
Parece fácil, pero no lo es tanto: ellos solo usan patata gallega, idealmente de la variedad kennebec. Este tipo de patata se cultiva en muchos otros sitios, pero si alguien quiere vivir la experiencia betancera al completo, hay varios sitios donde comprarla online. Los huevos son camperos, de productores locales, de gallinas que corretean a su antojo y comen cereales además de pienso.
Este es uno de los secretos de la textura de la tortilla de Pepa Miranda, que poco tiene que envidiar a la de una cremosa carbonara italiana, hecha solo con yemas. “Es que estos huevos tienen bastante más yema que los normales, y además es más dura, cuesta más romperla y batirla”, nos cuenta.
Le pregunto un buen truco para los que no tenemos acceso a esa maravilla podría ser poner dos o tres yemas sueltas, sin clara, y me dice que sí, que seguramente funcione. En la tortilla de O´Pote es más difícil detectar esta melosidad de la yema, porque la tortilla es mucho más gruesa y cruda, y el huevo en general queda mucho más líquido.
Las patatas se cortan pequeñas, finas e irregulares, y es necesario un buen aceite de oliva y una sartén que no se pegue para poder darle las vueltas sin sufrir: hasta aquí nuestros dos prescriptores tortilleros están de acuerdo y coinciden en la elaboración. De aquí al plato, entramos en una serie de matices, diferencias y detalles que hacen que consigan dos tortillas igual de ricas, pero sustancialmente diferentes.
LAS RECETAS
La tortilla de Casa Miranda
Para hacer una buena tortilla al estilo de Pepa Miranda (no especifica para cuántas personas, sino que “depende del hambre que tengan pueden ser 6, 8 o 10”) necesitaremos una sartén bastante grande. Si la que tenemos es más pequeña o somos poco duchos en el juego de muñeca, podemos usar la mitad o un tercio de los ingredientes.
“Todo lo hacemos en la sartén. Una vez compramos una freidora, pero la verdad es no la hemos usado nunca, está guardada”, confiesa Pepa con un guiño. Si la sartén se pega lo vamos a pasar mal, así que “mejor tener una solo para esto y limpiarla con cuidado”.
Pelamos 1,5 k de buena patata blanca nueva gallega (“si la hay, kennebec”, matiza) y la cortamos en trozos finos –sin llegar a ser una chip, pero poco más gruesa– y de tamaño irregular. Una mandolina puede ayudarnos en esta parte del trabajo.
Ponemos una buena cantidad de aceite de oliva virgen extra en una sartén a fuego fuerte y ponemos las patatas bien secas: pronto bajamos el fuego a medio-bajo para conseguir que la patata quede ligeramente confitada, nos instruye Miranda.
Cuando las patatas empiezan a estar translúcidas y ligeramente doradas en los bordes, es el momento de cascar unos 14 o 15 huevos camperos en un recipiente grande (o 12 huevos y 4 yemas, para conseguir un efecto parecido al de los suyos). “Hay que romper las claras y mezclarlos para que no queden trozos blancos, pero sin pasarse para que no quede muy batido”.
Un poco de sal en el huevo –el truco del pellizco por huevo en total suele funcionar para los principiantes, Pepa asegura que no tiene una medida concreta y que simplemente “va probando”– y otro poco en la patata recién escurrida y caliente. Es el momento de mezclarlo un poco –"esmagarlo", en gallego– y, poco tiempo después, llega el momento de devolver la mezcla a una sartén bien caliente a la que añade un chorrito de aceite.
Pocos segundos después, Pepa le da la vuelta a la tortilla –se puede usar una tapa o plato, con esto lo que consigue que el cuajado no sea uniforme, que haya como pequeñas zonas en las que el huevo está un poco más hecho– y repite el proceso unas dos o tres veces más. “No te puedo decir exactamente porque depende de la sartén, los huevos y otras cosas, pero por ahí va la cosa”, nos sonríe, antes de despedirse con un abrazo de abuela y volver a los fogones.
La tortilla de Mesón O´Pote
Alberto nos cuenta cómo elaboran en O´Pote una tortilla para 4 personas. “Usamos medio kilo de patata kennebec cortada muy fina e irregular. La ponemos en la freidora a 160 grados, que es un fuego bastante alto, hasta que la patata se deshidrata y las puntas están doradas”. Es el momento de verterlas rápidamente en un bol con entre 10 y 12 huevos camperos “mezclados, pero no batidos”, y un pellizco de sal por huevo. “Se deja reposar la mezcla tres minutos para que el huevo coja un poco de temperatura y la patata se ablande lo justo”
En una sartén mediana –esta tortilla queda bastante gordita, más del doble que la de su vecina– y justo antes del punto de humo, se añade un poco de aceite y se vierte la mezcla de huevo y patata, bajando el fuego al mínimo. “Doy la primera vuelta a la tortilla a los 30 segundos, la segunda la dejo un minuto más y después lo dejo otro minuto con el fuego apagado y calor residual”. Se sirve con una pala, que ayudará no solo a romperla sino también a servirla: el que inventó la expresión “menudo desparrame”, seguramente lo hizo después de darse un homenaje con una de las fastuosas tortillas de Alberto.
La tortilla de Betanzos solamente lleva 4 ingredientes:
-huevo,
-patata gallega,
-aceite de oliva virgen y sal.
Parece fácil, pero no lo es tanto: ellos solo usan patata gallega, idealmente de la variedad kennebec. Este tipo de patata se cultiva en muchos otros sitios, pero si alguien quiere vivir la experiencia betancera al completo, hay varios sitios donde comprarla online. Los huevos son camperos, de productores locales, de gallinas que corretean a su antojo y comen cereales además de pienso.
Este es uno de los secretos de la textura de la tortilla de Pepa Miranda, que poco tiene que envidiar a la de una cremosa carbonara italiana, hecha solo con yemas. “Es que estos huevos tienen bastante más yema que los normales, y además es más dura, cuesta más romperla y batirla”, nos cuenta.
Le pregunto un buen truco para los que no tenemos acceso a esa maravilla podría ser poner dos o tres yemas sueltas, sin clara, y me dice que sí, que seguramente funcione. En la tortilla de O´Pote es más difícil detectar esta melosidad de la yema, porque la tortilla es mucho más gruesa y cruda, y el huevo en general queda mucho más líquido.
Las patatas se cortan pequeñas, finas e irregulares, y es necesario un buen aceite de oliva y una sartén que no se pegue para poder darle las vueltas sin sufrir: hasta aquí nuestros dos prescriptores tortilleros están de acuerdo y coinciden en la elaboración. De aquí al plato, entramos en una serie de matices, diferencias y detalles que hacen que consigan dos tortillas igual de ricas, pero sustancialmente diferentes.
LAS RECETAS
La tortilla de Casa Miranda
Para hacer una buena tortilla al estilo de Pepa Miranda (no especifica para cuántas personas, sino que “depende del hambre que tengan pueden ser 6, 8 o 10”) necesitaremos una sartén bastante grande. Si la que tenemos es más pequeña o somos poco duchos en el juego de muñeca, podemos usar la mitad o un tercio de los ingredientes.
“Todo lo hacemos en la sartén. Una vez compramos una freidora, pero la verdad es no la hemos usado nunca, está guardada”, confiesa Pepa con un guiño. Si la sartén se pega lo vamos a pasar mal, así que “mejor tener una solo para esto y limpiarla con cuidado”.
Pelamos 1,5 k de buena patata blanca nueva gallega (“si la hay, kennebec”, matiza) y la cortamos en trozos finos –sin llegar a ser una chip, pero poco más gruesa– y de tamaño irregular. Una mandolina puede ayudarnos en esta parte del trabajo.
Ponemos una buena cantidad de aceite de oliva virgen extra en una sartén a fuego fuerte y ponemos las patatas bien secas: pronto bajamos el fuego a medio-bajo para conseguir que la patata quede ligeramente confitada, nos instruye Miranda.
Cuando las patatas empiezan a estar translúcidas y ligeramente doradas en los bordes, es el momento de cascar unos 14 o 15 huevos camperos en un recipiente grande (o 12 huevos y 4 yemas, para conseguir un efecto parecido al de los suyos). “Hay que romper las claras y mezclarlos para que no queden trozos blancos, pero sin pasarse para que no quede muy batido”.
Un poco de sal en el huevo –el truco del pellizco por huevo en total suele funcionar para los principiantes, Pepa asegura que no tiene una medida concreta y que simplemente “va probando”– y otro poco en la patata recién escurrida y caliente. Es el momento de mezclarlo un poco –"esmagarlo", en gallego– y, poco tiempo después, llega el momento de devolver la mezcla a una sartén bien caliente a la que añade un chorrito de aceite.
Pocos segundos después, Pepa le da la vuelta a la tortilla –se puede usar una tapa o plato, con esto lo que consigue que el cuajado no sea uniforme, que haya como pequeñas zonas en las que el huevo está un poco más hecho– y repite el proceso unas dos o tres veces más. “No te puedo decir exactamente porque depende de la sartén, los huevos y otras cosas, pero por ahí va la cosa”, nos sonríe, antes de despedirse con un abrazo de abuela y volver a los fogones.
La tortilla de Mesón O´Pote
Alberto nos cuenta cómo elaboran en O´Pote una tortilla para 4 personas. “Usamos medio kilo de patata kennebec cortada muy fina e irregular. La ponemos en la freidora a 160 grados, que es un fuego bastante alto, hasta que la patata se deshidrata y las puntas están doradas”. Es el momento de verterlas rápidamente en un bol con entre 10 y 12 huevos camperos “mezclados, pero no batidos”, y un pellizco de sal por huevo. “Se deja reposar la mezcla tres minutos para que el huevo coja un poco de temperatura y la patata se ablande lo justo”
En una sartén mediana –esta tortilla queda bastante gordita, más del doble que la de su vecina– y justo antes del punto de humo, se añade un poco de aceite y se vierte la mezcla de huevo y patata, bajando el fuego al mínimo. “Doy la primera vuelta a la tortilla a los 30 segundos, la segunda la dejo un minuto más y después lo dejo otro minuto con el fuego apagado y calor residual”. Se sirve con una pala, que ayudará no solo a romperla sino también a servirla: el que inventó la expresión “menudo desparrame”, seguramente lo hizo después de darse un homenaje con una de las fastuosas tortillas de Alberto.
Tortilla de Betanzos
Así se hace, paso a paso, la mejor tortilla Alberto García y Lidia Vargas, del Mesón O Pote, explican con detalle esta receta tradicional
Patata, huevo, aceite y sal. Son los ingredientes que se necesitan para realizar uno de los platos más deliciosos de la cocina española.
La sencillez -es probable que si bucea en la despensa de su casa no le falte ninguno de estos productos- ha sido, sin duda, uno de los factores que más ha contribuido a la expansión de la tortilla de patata.
Salvando la eterna batalla entre los defensores y detractores de añadir cebolla, los ingredientes son comunes en todas las cocinas. Aunque sus resultados muy distintos.Sobra decir que la más rica siempre será la de la abuela de cada uno, pero si hay una que se ha ganado el respeto de todos los paladares esa es la de Betanzos, a donde todos los años peregrinan los amantes de este plato. Aparcan el coche ya con la servilleta colgando del cuello y se disponen a localizar una de esas cuatro o cinco casas de comidas en las que se borda la tortilla.
Uno de ellos es el Mesón O Pote, con Alberto García Ponte y Lidia María Vargas a los mandos. Ubicado en el 9 de la calle del Progreso (una de las bulliciosas callejas que bajan desde la plaza del pueblo), su tortilla logró en el 2011 el primer puesto en el certamen Lo mejor de la gastronomía, celebrado en Alicante. Un concurso que no volvió a convocarse, por lo que técnicamente sigue en su poder el cinturón de campeones.
«Respetamos tanto la tradición que no pasamos las tortillas aunque un cliente nos lo pida. Solo hacemos excepciones con embarazadas», sostiene orgulloso Alberto. Aquí se viene a disfrutar de una tortilla con mucho color, cocinada con las mejores materias primas, con patata doradita y huevo muy jugoso».
No está ofertado en carta, pero si alguien tiene un capricho de añadirle cebolla, jamón o cualquier otro producto, desde cocina acceden.
Lo único con lo que no se negocia es con el punto. «Al que le guste pasada, que vaya a otro», zanja el cocinero.
Receta
Se fríe la patata en abundante aceite a 160 grados hasta que esté dorada. En ese momento se introduce en un bol en el que previamente reposaban «mezclados con espátula, no batidos» los huevos. Añadir sal al gusto, «mezclar un poco todo y dejar reposar tres minutos».
Mientras, «atemperamos una sartén de 28 centímetros.
Antes de que llegue a humear echamos un chorrito de aceite de oliva virgen, bajamos al mínimo el fuego y añadimos la mezcla».
Tras saltear brevemente se procede a la primera vuelta «ayudándonos con una virandeira» o plato de apoyo.
«Esperar medio minuto e ir a por la segunda.
Otros 10 o 15 segundos y a por la tercera».
Apagar el fuego y dejar que repose medio minuto. Y al plato.
Ingredientes
Para 4 o 6 raciones se emplean
-«doce huevos de corral ecológicos,
-450 gramos de patata en finas lascas (de Coristanco el 75 % del año, cuando no fríe bien hay que buscarla en otro lado),
-aceite de oliva suave para freír, aceite de oliva virgen para cuajar y sal».
Para acompañar Alberto sugiere «una ensalada de tomate y pimientos de Padrón bien fritos». Todo regado con vino gallego. «Blanco o tinto, da igual. Pero de aquí».
Fuente:
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/coruna/betanzos/2015/07/28/betanzos-secreto-tortilla-puntocuatro-variedades-participaron-primera-cata-patata-gallega/0003_201507G28E7992.htm
jueves, 22 de septiembre de 2016
Stiglitz considera defectuosas las bases del euro, causa de los males de Europa
La moneda única europea fue mal concebida, bajo la influencia de la "ideología neoliberal", y hoy es causa de muchos de los males de la zona euro, como el estancamiento, el desempleo o los populismos, advierte el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz en una entrevista con la AFP.
"Cuando las reglas son malas, se debe cambiarlas, si no, vamos derecho al desastre", afirmó el economista con motivo de la salida en Francia de su libro 'El euro: cómo la moneda única amenaza el futuro de Europa'.
Stiglitz se quitó su corbata por la sofocante y poco habitual temperatura en París para un mes de septiembre. Pero no perdió su elocuencia, en particular para multiplicar sus críticas contra la política económica europea.
"Con modelos económicos erróneos, llegamos obligatoriamente a un mal diagnóstico y a malas recetas", aseguró el muy mediático execonomista jefe del Banco Mundial y Nobel de Economía 2001.
Aunque a veces busque las palabras adecuadas, sus ataques son frontales. Tras el lanzamiento del euro, "los economistas esperaban el primer shock para poner a prueba la moneda. Se produjo en 2008 y las consecuencias fueron desastrosas", resumió el economista estadounidense.
Stiglitz fustiga las reglas, en particular el inquebrantable 3% de déficit fiscal, el máximo autorizado, según las reglas europeas, "que cae del cielo" y que no se basa "en ninguna teoría económica".
"Es Dios el que transmitió los diez mandamientos en el monte Sinaí, pero las reglas del euro son simples seres humanos las que las establecieron", dice, con un sesgo de ironía, pidiendo así la revisión de las normas.
- Un ejemplar para el ortodoxo Schauble -
"La idea de que la austeridad permite volver a tener crecimiento y prosperidad la rechazan en la actualidad la mayoría de los economistas e incluso el FMI (Fondo Monetario Internacional). Por desgracia, sigue siendo la opinión que predomina dentro del gobierno alemán y en particular en su ministerio de Finanzas", sostiene el premio Nobel, que se propone enviar un ejemplar de su libro al ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schauble.
"Estoy seguro de que mi obra no lo convencerá", sonríe Stiglitz, que denuncia en su libro lo que presenta como "la ideología liberal" que reina en la UE.
Y su definición de "ideología" no deja lugar a dudas. "Se trata de una creencia que no está necesariamente basada en pruebas", explicó, recordando que la austeridad fracasó con la Gran Depresión, luego en Asia y en Argentina. "¡Ahora también en Europa!", expresó.
"Los más interesante es que el FMI aprendió del pasado y reconoció que se equivocó", subrayó.
En cambio, sorprende que en Europa aún haya gobiernos como el de Angela Merkel que persisten en exigir políticas de ajuste "incoherentes con las reformas que necesita la zona euro".
- Bueno para bancos, malo para la gente -
Para Stiglitz los errores están en los orígenes mismos del euro. Los europeos "pusieron la carreta delante de los bueyes" al lanzar la moneda única sin crear las instituciones necesarias para gestionarla.
Peor aún, "la moneda única quitó a los Estados los dos mecanismos de ajuste más importantes: la tasa de cambio y las tasas de interés. Los países tienen las manos y los pies atados y sólo disponen de margen en la política fiscal. Lo mismo para el Banco Central Europeo que sólo debe concentrarse en la inflación", enumera.
Stiglitz pide reaccionar para no poner en peligro el proyecto europeo. "El euro es quizás bueno para algunas personas y para los banqueros, pero no lo es para los ciudadanos comunes. La sociedad se estanca, no crece, lo que da impulso a los partidos de extrema derecha", advierte.
En su libro, Stiglitz presenta varias soluciones para sacar a Europa del callejón sin salida en que se encuentra.
Da su preferencia a una zona euro dotada de instituciones que permitan su buen funcionamiento, como un BCE que "no se limite a luchar contra la inflación, sino que se concentre en la lucha contra el desempleo y el crecimiento".
Si los países no aceptan más Europa, propone entonces varias pistas para que haya menos. "La más fácil" sería una salida de Alemania del euro, lo que haría que los otros países fueran más competitivos a través de una devaluación de la moneda única.
Otra opción sería un divorcio de mutuo consentimiento o también la creación "de dos o tres zonas monetarias" a la espera de la creación de las instituciones necesarias.
Fuente:
https://www.afp.com/es/noticias/840/stiglitz-considera-defectuosas-las-bases-del-euro-causa-de-los-males-de-europa
"Cuando las reglas son malas, se debe cambiarlas, si no, vamos derecho al desastre", afirmó el economista con motivo de la salida en Francia de su libro 'El euro: cómo la moneda única amenaza el futuro de Europa'.
Stiglitz se quitó su corbata por la sofocante y poco habitual temperatura en París para un mes de septiembre. Pero no perdió su elocuencia, en particular para multiplicar sus críticas contra la política económica europea.
"Con modelos económicos erróneos, llegamos obligatoriamente a un mal diagnóstico y a malas recetas", aseguró el muy mediático execonomista jefe del Banco Mundial y Nobel de Economía 2001.
Aunque a veces busque las palabras adecuadas, sus ataques son frontales. Tras el lanzamiento del euro, "los economistas esperaban el primer shock para poner a prueba la moneda. Se produjo en 2008 y las consecuencias fueron desastrosas", resumió el economista estadounidense.
Stiglitz fustiga las reglas, en particular el inquebrantable 3% de déficit fiscal, el máximo autorizado, según las reglas europeas, "que cae del cielo" y que no se basa "en ninguna teoría económica".
"Es Dios el que transmitió los diez mandamientos en el monte Sinaí, pero las reglas del euro son simples seres humanos las que las establecieron", dice, con un sesgo de ironía, pidiendo así la revisión de las normas.
- Un ejemplar para el ortodoxo Schauble -
"La idea de que la austeridad permite volver a tener crecimiento y prosperidad la rechazan en la actualidad la mayoría de los economistas e incluso el FMI (Fondo Monetario Internacional). Por desgracia, sigue siendo la opinión que predomina dentro del gobierno alemán y en particular en su ministerio de Finanzas", sostiene el premio Nobel, que se propone enviar un ejemplar de su libro al ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schauble.
"Estoy seguro de que mi obra no lo convencerá", sonríe Stiglitz, que denuncia en su libro lo que presenta como "la ideología liberal" que reina en la UE.
Y su definición de "ideología" no deja lugar a dudas. "Se trata de una creencia que no está necesariamente basada en pruebas", explicó, recordando que la austeridad fracasó con la Gran Depresión, luego en Asia y en Argentina. "¡Ahora también en Europa!", expresó.
"Los más interesante es que el FMI aprendió del pasado y reconoció que se equivocó", subrayó.
En cambio, sorprende que en Europa aún haya gobiernos como el de Angela Merkel que persisten en exigir políticas de ajuste "incoherentes con las reformas que necesita la zona euro".
- Bueno para bancos, malo para la gente -
Para Stiglitz los errores están en los orígenes mismos del euro. Los europeos "pusieron la carreta delante de los bueyes" al lanzar la moneda única sin crear las instituciones necesarias para gestionarla.
Peor aún, "la moneda única quitó a los Estados los dos mecanismos de ajuste más importantes: la tasa de cambio y las tasas de interés. Los países tienen las manos y los pies atados y sólo disponen de margen en la política fiscal. Lo mismo para el Banco Central Europeo que sólo debe concentrarse en la inflación", enumera.
Stiglitz pide reaccionar para no poner en peligro el proyecto europeo. "El euro es quizás bueno para algunas personas y para los banqueros, pero no lo es para los ciudadanos comunes. La sociedad se estanca, no crece, lo que da impulso a los partidos de extrema derecha", advierte.
En su libro, Stiglitz presenta varias soluciones para sacar a Europa del callejón sin salida en que se encuentra.
Da su preferencia a una zona euro dotada de instituciones que permitan su buen funcionamiento, como un BCE que "no se limite a luchar contra la inflación, sino que se concentre en la lucha contra el desempleo y el crecimiento".
Si los países no aceptan más Europa, propone entonces varias pistas para que haya menos. "La más fácil" sería una salida de Alemania del euro, lo que haría que los otros países fueran más competitivos a través de una devaluación de la moneda única.
Otra opción sería un divorcio de mutuo consentimiento o también la creación "de dos o tres zonas monetarias" a la espera de la creación de las instituciones necesarias.
Fuente:
https://www.afp.com/es/noticias/840/stiglitz-considera-defectuosas-las-bases-del-euro-causa-de-los-males-de-europa
Joseph Stiglitz. “Irlanda y Apple estaban haciendo trampas y robando ingresos fiscales” El profesor de Columbia y asesor de la presidencia de Bill Clinton cree que el fenómeno Trump es el resultado de "un tercio de siglo de políticas que han llevado a la desigualdad"
En otoño de 2015 Joseph Stiglitz (Gary, Indiana, 1943), decía: el euro actual “es un desastre”, cualquier otra cosa “sería mejor”, incluso, quebrar la eurozona.
Un año después, en El euro. Cómo la amenaza común amenaza el futuro de Europa (Taurus, 2016) el Nobel de Economía defiende que solo una reforma de la unión monetaria, con una suerte de “euro flexible”, podría salvar el futuro del club europeo. Stiglitz recibe en su despacho en la Universidad de Columbia, donde muestra un verdadero interés por la situación política de España. Asesor principal del presidente Bill Clinton, admite que los grandes partidos americanos han desatendido a los perdedores de la globalización, y que Donald Trump ha sabido leer mejor la frustración de los estadunidenses.
Pregunta. En su libro dice que el euro es el mayor problema de la Unión Europea. Pero el primer país en abandonarla, Reino Unido, no estaba en la zona euro. ¿Qué pasa?
Respuesta.
Reino Unido siempre ha tenido ese fuerte sentimiento de identidad, de no ser como el resto de gente, al otro lado del Canal, pero creo que los problemas del euro han sido cruciales en el camino al Brexit. Una de las imágenes de la UE que los conservadores han propagado es la de esa Bruselas rígida y burocrática, y la forma en que la troika gestionó la crisis de los países tuvo una rigidez muy fea. Es más, el hecho de que en la eurozona quedara claro que no había democracia, que Alemania y unos pocos socios estaban dictando los términos, hizo que los británicos pensaran que eso no era una democracia sana. Si estuviera en Reino Unido y viera lo que ocurre en la zona euro, se preguntaría: ‘¿es este el club al que quiere pertenecer?’. La eurozona ha gestionado tan mal el euro que han hecho la UE menos atractiva.
P. Y ahora que el Brexit es un hecho, ¿qué es más peligroso para la Unión Europea, que la salida les salga bien o que fracasen?
R. Eso es un punto fantástico. Para mí, la actitud de Jean Claude Juncker [presidente de la Comisión Europea] de que debemos ser muy duros, y castigar a Reino Unido para que nadie más quiera salir, es terrible. Lo que él debería decir es que no hemos explicado bien las ventajas de la UE, el por qué es un club del que nadie debería querer irse. No puedes querer que la gente siga en él por miedo, no es saludable ni democrático. Así no lograrás el tipo de solidaridad que permitirá a la UE solventar los problemas comunes de migración o cambio climático. Si todo el mundo siente que está ahí porque no tiene alternativa, será un matrimonio muy infeliz.
P. Y si deja de asustar la salida, puede convertirse en un incentivo para irse.
R. Tiene que ser un incentivo para que la UE funcione mejor. Un ejemplo de algo que creo que ha sido muy bueno es la decisión de Margrethe Vestager [comisaria europea de Competencia] de decir que Irlanda y Apple estaban haciendo trampas y robando ingresos fiscales, porque ese es un ejemplo de comportamiento de un país que perjudica al resto. Por eso necesitas normas.
P. Y una vez el euro existe. ¿Es posible dejarlo?
R. Es la misma pregunta que hay en la UE, si es posible, será un experimento. Y creo que la respuesta será que sí. Una prueba es mirar las relaciones entre Estados Unidos y Canadá, tenemos un mercado común del algún modo, pero no libre migración ni mercado único. No he leído a ningún economista que diga que habría una gran diferencia si tuvieran un mercado único. Las consecuencias políticas, para mí, son más importante que las económicas. Muestra que ha habido un proceso de integración durante 70 años y que ahora empieza un movimiento en dirección contrario.
P. En el origen de la Unión Europea está el mercado único. Con el actual repunte de ese llamado sentimiento proteccionista, ¿cree que hoy se podría impulsar ese proyecto?
R. Cuando se creó la UE y se pusieron las reglas, fue un momento particular de la historia en el que había mucha más confianza en los mercados y la creencia –muy estúpida, desde un punto de vista económico- de que si los gobiernos mantenían las cuentas públicas saneadas, los mercados funcionarían y habría pleno empleo y todo el mundo se beneficiaría. Pero la teoría económica dice que si hay integración, hay ganadores y perdedores, a menos que pongan políticas fuertes para proteger a estos últimos. Los ideólogos olvidaron la distribución. Si hoy hicieras esa unión, tendría que ser diferente, deberías proteger a los perdedores.
P. Hay una ola de un llamado “proteccionismo”. En Estados Unidos, tanto el partido Republicano como el Demócrata han cambiado su sensibilidad hacia la globalización. ¿No ve cambiado el enfoque de Hillary Clinton?¿Qué análisis hace?
R. No es proteccionismo. Nos hemos dado cuenta de que el sistema no cumple como se había prometido. Nuestros líderes y nuestra democracia falló. Dijeron que la liberalización del mercado financiero aceleraría el crecimiento y lo que hizo es dar más dinero al 1% de arriba. La lección es que necesitamos protección.
P. Cuando se habla de protección se cita como proteccionismo, de forma peyorativa.
R. En una sociedad democrática tienes que asegurarte de que la economía funcione para todos, y la nuestra no lo hace. La teoría económica ya lo predijo, y ahora tenemos la evidencia.
P. ¿Es el fenómeno Trump resultado de esto?
R. El fenómeno del ala derecha es la declaración de que los partidos centristas han apoyado una serie de políticas durante un tercio de siglo que han aumentado la desigualdad y dejará atrás a muchas fracciones de la sociedad. La diferencia es que al PP de España, por ejemplo, no parece importarle la gente que han dejado atrás. A los socialistas sí les importa pero no han encontrado forma de hacerlo por la austeridad presupuestaria impuesta por Alemania.
P. España puede ir a unas terceras elecciones. ¿Ve un origen económico?
R. Consecuencia. Cuando en las sociedades las cosas funcionan bien, te puedes comprometer, puedes tener diferencias, pero no divisiones enormes. Si tienes a gente que ha sufrido tanto, no van a querer comprometerse a sufrir más.
P. ¿Cree que la Unión Europea acabó siendo un proyecto egoísta?
R. No, fue un proyecto visionario. Un intento de juntar a grandes países. Pero se basó en esa idea de que la economía de mercado resolvería las cosas por sí misma y llevaría a algo que beneficiaría todos. Esa teoría fue el problema.
http://economia.elpais.com/economia/2016/09/14/actualidad/1473884667_101950.html
Un año después, en El euro. Cómo la amenaza común amenaza el futuro de Europa (Taurus, 2016) el Nobel de Economía defiende que solo una reforma de la unión monetaria, con una suerte de “euro flexible”, podría salvar el futuro del club europeo. Stiglitz recibe en su despacho en la Universidad de Columbia, donde muestra un verdadero interés por la situación política de España. Asesor principal del presidente Bill Clinton, admite que los grandes partidos americanos han desatendido a los perdedores de la globalización, y que Donald Trump ha sabido leer mejor la frustración de los estadunidenses.
Pregunta. En su libro dice que el euro es el mayor problema de la Unión Europea. Pero el primer país en abandonarla, Reino Unido, no estaba en la zona euro. ¿Qué pasa?
Respuesta.
Reino Unido siempre ha tenido ese fuerte sentimiento de identidad, de no ser como el resto de gente, al otro lado del Canal, pero creo que los problemas del euro han sido cruciales en el camino al Brexit. Una de las imágenes de la UE que los conservadores han propagado es la de esa Bruselas rígida y burocrática, y la forma en que la troika gestionó la crisis de los países tuvo una rigidez muy fea. Es más, el hecho de que en la eurozona quedara claro que no había democracia, que Alemania y unos pocos socios estaban dictando los términos, hizo que los británicos pensaran que eso no era una democracia sana. Si estuviera en Reino Unido y viera lo que ocurre en la zona euro, se preguntaría: ‘¿es este el club al que quiere pertenecer?’. La eurozona ha gestionado tan mal el euro que han hecho la UE menos atractiva.
P. Y ahora que el Brexit es un hecho, ¿qué es más peligroso para la Unión Europea, que la salida les salga bien o que fracasen?
R. Eso es un punto fantástico. Para mí, la actitud de Jean Claude Juncker [presidente de la Comisión Europea] de que debemos ser muy duros, y castigar a Reino Unido para que nadie más quiera salir, es terrible. Lo que él debería decir es que no hemos explicado bien las ventajas de la UE, el por qué es un club del que nadie debería querer irse. No puedes querer que la gente siga en él por miedo, no es saludable ni democrático. Así no lograrás el tipo de solidaridad que permitirá a la UE solventar los problemas comunes de migración o cambio climático. Si todo el mundo siente que está ahí porque no tiene alternativa, será un matrimonio muy infeliz.
P. Y si deja de asustar la salida, puede convertirse en un incentivo para irse.
R. Tiene que ser un incentivo para que la UE funcione mejor. Un ejemplo de algo que creo que ha sido muy bueno es la decisión de Margrethe Vestager [comisaria europea de Competencia] de decir que Irlanda y Apple estaban haciendo trampas y robando ingresos fiscales, porque ese es un ejemplo de comportamiento de un país que perjudica al resto. Por eso necesitas normas.
P. Y una vez el euro existe. ¿Es posible dejarlo?
R. Es la misma pregunta que hay en la UE, si es posible, será un experimento. Y creo que la respuesta será que sí. Una prueba es mirar las relaciones entre Estados Unidos y Canadá, tenemos un mercado común del algún modo, pero no libre migración ni mercado único. No he leído a ningún economista que diga que habría una gran diferencia si tuvieran un mercado único. Las consecuencias políticas, para mí, son más importante que las económicas. Muestra que ha habido un proceso de integración durante 70 años y que ahora empieza un movimiento en dirección contrario.
P. En el origen de la Unión Europea está el mercado único. Con el actual repunte de ese llamado sentimiento proteccionista, ¿cree que hoy se podría impulsar ese proyecto?
R. Cuando se creó la UE y se pusieron las reglas, fue un momento particular de la historia en el que había mucha más confianza en los mercados y la creencia –muy estúpida, desde un punto de vista económico- de que si los gobiernos mantenían las cuentas públicas saneadas, los mercados funcionarían y habría pleno empleo y todo el mundo se beneficiaría. Pero la teoría económica dice que si hay integración, hay ganadores y perdedores, a menos que pongan políticas fuertes para proteger a estos últimos. Los ideólogos olvidaron la distribución. Si hoy hicieras esa unión, tendría que ser diferente, deberías proteger a los perdedores.
P. Hay una ola de un llamado “proteccionismo”. En Estados Unidos, tanto el partido Republicano como el Demócrata han cambiado su sensibilidad hacia la globalización. ¿No ve cambiado el enfoque de Hillary Clinton?¿Qué análisis hace?
R. No es proteccionismo. Nos hemos dado cuenta de que el sistema no cumple como se había prometido. Nuestros líderes y nuestra democracia falló. Dijeron que la liberalización del mercado financiero aceleraría el crecimiento y lo que hizo es dar más dinero al 1% de arriba. La lección es que necesitamos protección.
P. Cuando se habla de protección se cita como proteccionismo, de forma peyorativa.
R. En una sociedad democrática tienes que asegurarte de que la economía funcione para todos, y la nuestra no lo hace. La teoría económica ya lo predijo, y ahora tenemos la evidencia.
P. ¿Es el fenómeno Trump resultado de esto?
R. El fenómeno del ala derecha es la declaración de que los partidos centristas han apoyado una serie de políticas durante un tercio de siglo que han aumentado la desigualdad y dejará atrás a muchas fracciones de la sociedad. La diferencia es que al PP de España, por ejemplo, no parece importarle la gente que han dejado atrás. A los socialistas sí les importa pero no han encontrado forma de hacerlo por la austeridad presupuestaria impuesta por Alemania.
P. España puede ir a unas terceras elecciones. ¿Ve un origen económico?
R. Consecuencia. Cuando en las sociedades las cosas funcionan bien, te puedes comprometer, puedes tener diferencias, pero no divisiones enormes. Si tienes a gente que ha sufrido tanto, no van a querer comprometerse a sufrir más.
P. ¿Cree que la Unión Europea acabó siendo un proyecto egoísta?
R. No, fue un proyecto visionario. Un intento de juntar a grandes países. Pero se basó en esa idea de que la economía de mercado resolvería las cosas por sí misma y llevaría a algo que beneficiaría todos. Esa teoría fue el problema.
http://economia.elpais.com/economia/2016/09/14/actualidad/1473884667_101950.html
miércoles, 21 de septiembre de 2016
Elitismo educativo, escuelas concertadas y bilingüísmo
Publicado en 18 marzo, 2016
La educación española está marcada por una anomalía insólita en los países de nuestro entorno: el sistema de conciertos educativos. El 32% de los estudiantes españoles de primaria y secundaria estudian en colegios e institutos de gestión privada, en su mayor parte centros concertados subvencionados en su práctica totalidad con fondos públicos. Muy a grandes rasgos, la escuela concertada es un pilar de los privilegios de los que disfrutan las familias que ocupan aproximadamente el tercio superior de la distribución de rentas y cuyos intereses están manifiestamente sobrerrepresentados en las políticas públicas, los medios de comunicación y los programas de los partidos.
La historia española de la financiación con fondos públicos de la enseñanza de titularidad privada es bien conocida. En los años ochenta, el gobierno del PSOE estableció el sistema de conciertos educativos como una vía para asegurar una universalización rápida de la educación en un contexto en el que no existía suficiente oferta de educación pública. Esa medida, supuestamente transitoria, se encabalgó sobre una larga tradición franquista de subvención a fondo perdido a los colegios religiosos. Por eso los debates en torno a la escuela concertada se han desarrollado casi siempre en torno a la cuestión ideológica de la presencia de la religión en las aulas y el poder que el sistema de conciertos otorga a la iglesia.
En realidad, si ni los gobiernos del PSOE ni los del PP se han planteado jamás un proceso de incorporación de los centros concertados a la red pública no ha sido por razones religiosas sino políticas. La red de enseñanza concertada constituye un elemento central en el sistema de lealtades sociales que durante décadas ha vertebrado el régimen político español. Aún más, aunque la iglesia controla una parte significativa de la red concertada, la confesionalidad es una cuestión importante sólo para un porcentaje relativamente pequeño de las familias que acuden a esos centros. El sistema de conciertos educativos ha sido la forma en que el Estado ha asegurado a la clase media la transmisión de su patrimonio social y cultural, del mismo modo que la burbuja especulativa fue la forma en que le ofreció una vía individual de movilidad social intergeneracional a través de la transmisión del patrimonio inmobiliario. A menudo se señala que una vez igualadas las condiciones socioeconómicas la enseñanza concertada española no ofrece mejores resultados académicos. Es cierto, ofrece algo mucho más importante: la reproducción de las condiciones socioeconómicas.
El resultado es que en España la clase media real (no la aspiracional) disfruta de los privilegios sociales de la educación privada a un coste muy reducido. Este amplio grupo social ha podido esquivar una parte significativa de los problemas asociados a la escolarización de las clases populares y acumular un valioso capital social. El anecdotario sobre las vías de segregación que ponen en marcha los colegios concertados –que en teoría deberían garantizar las mismas condiciones de acceso que los colegios públicos– es inagotable. Abarcan desde los filtros económicos –como las famosas cuotas “voluntarias” o las actividades “complementarias” (añádanse cuantas comillas se considere necesario)– hasta la selección explícita y sin tapujos: en numerosos colegios concertados un criterio de admisión importante es ser hijo de un antiguo alumno.
¿Por qué desde la izquierda se pasa de puntillas sobre este problema? Me temo que la razón de esta timidez es muy antipática: la izquierda española está radicalmente atravesada por el clasemedianismo. La enseñanza concertada –sobre todo, por medio de las cooperativas de profesores o padres– se ha ido convirtiendo cada vez más en un refugio para familias laicas y progresistas con suficientes recursos económicos que buscan modelos educativos alternativos a los que ofrece la educación pública y una mayor capacidad de intervención en su comunidad educativa. No hay ningún motivo para dudar de la sinceridad de esas motivaciones, pero lo cierto es que la realidad de las cooperativas educativas laicas es también la de una profundísima segregación social.
Es un proceso aún minoritario y característico de las grandes ciudades, en especial en Madrid, Cataluña y País Vasco, pero apunta a una tendencia que posiblemente se acelerará en el futuro. El desembarco de la izquierda en la concertada con su discursos acerca de la innovación educativa, las pedagogías blandas o la transversalidad proporciona a esta red una cierta imagen de marca de la que carecía (hasta ahora su principal valor consistía sencillamente en que no era la pública). De hecho, la red de colegios laicos y progresistas es más elitista que la religiosa, que tienen su propio circuito low cost en el que tienen cabida algunos inmigrantes y personas procedentes de las clases populares.
Aún peor, la maquinaria segregadora de la concertada están contaminando cada vez más a la red pública. Empieza a ser frecuente que los centros públicos establezcan triquiñuelas en los procesos de admisión para promover una bunquerización social. Tanto en la Comunidad de Madrid como en el País Vasco, cada vez más centros públicos “prestigiosos” dan puntos en los procesos selectivos a los hijos de antiguos alumnos. Otros renuncian voluntariamente a tener comedor escolar para ahuyentar a los alumnos de bajos ingresos que optan a becas de comedor.
Pero seguramente la herramienta de discriminación social más ambiciosa que se ha ideado en España es el programa de bilingüismo de la Comunidad de Madrid (CAM), una auténtica pesadilla elitista. En la actualidad, la mayor parte de los colegios de educación primaria madrileños son bilingües –hay distritos enteros donde no hay ni un solo colegio no bilingüe– y los que no lo son sufren fortísimas presiones de la administración para que entren al redil. Hay que estar muy alienado por la anglofilia para no percibir que el programa bilingüe de la CAM es un delirio pedagógico sin parangón en ningún lugar del mundo, que ha convertido los centros educativos en academias de idiomas donde una parte significativa de las materias son imposibles de impartir porque alumnos y profesores no comparten las herramientas comunicativas mínimas. Es algo tan sencillo como que los profesores de primaria dan clase de ciencias naturales, historia o ciencias sociales en inglés (y sólo en inglés) a niños de 6, 7 u 8 años que… no hablan inglés.
Hay un dato curioso que permite entender el auténtico objetivo del bilingüísmo en los centros públicos de la CAM. En educación secundaria los resultados académicos de los estudiantes del programa bilingüe son peores en las materias impartidas en inglés pero mejores en matemáticas y lengua española. Es decir, aparentemente dar clase de ciencias en inglés, mejora tu rendimiento en lengua española. La explicación es que los programas bilingües expulsan a las familias más pobres y con menos recursos culturales y que obtienen peores resultados académicos. Al igual que la red de enseñanza concertada, los programas bilingües en educación primaria tiene un objetivo social: permiten que al llegar a la ESO los estudiantes puedan ser distribuidos en función de su nivel de inglés. Poco sorprendentemente, esta criba hace que los estudiantes de las aulas bilingües sean de piel más clara, más ricos y con mayor capital cultural que los demás.
El sistema educativo español, al menos en su tramo obligatorio, parece cada vez más el experimento de un discípulo loco de Bourdieu para observar la reproducción social a gran escala. Madrid es su laboratorio.
[Este texto es un extracto de un artículo más amplio (“Reescolarizar la escuela”) que he publicado en el número 16 de La maleta de Port Bou]
La educación española está marcada por una anomalía insólita en los países de nuestro entorno: el sistema de conciertos educativos. El 32% de los estudiantes españoles de primaria y secundaria estudian en colegios e institutos de gestión privada, en su mayor parte centros concertados subvencionados en su práctica totalidad con fondos públicos. Muy a grandes rasgos, la escuela concertada es un pilar de los privilegios de los que disfrutan las familias que ocupan aproximadamente el tercio superior de la distribución de rentas y cuyos intereses están manifiestamente sobrerrepresentados en las políticas públicas, los medios de comunicación y los programas de los partidos.
La historia española de la financiación con fondos públicos de la enseñanza de titularidad privada es bien conocida. En los años ochenta, el gobierno del PSOE estableció el sistema de conciertos educativos como una vía para asegurar una universalización rápida de la educación en un contexto en el que no existía suficiente oferta de educación pública. Esa medida, supuestamente transitoria, se encabalgó sobre una larga tradición franquista de subvención a fondo perdido a los colegios religiosos. Por eso los debates en torno a la escuela concertada se han desarrollado casi siempre en torno a la cuestión ideológica de la presencia de la religión en las aulas y el poder que el sistema de conciertos otorga a la iglesia.
En realidad, si ni los gobiernos del PSOE ni los del PP se han planteado jamás un proceso de incorporación de los centros concertados a la red pública no ha sido por razones religiosas sino políticas. La red de enseñanza concertada constituye un elemento central en el sistema de lealtades sociales que durante décadas ha vertebrado el régimen político español. Aún más, aunque la iglesia controla una parte significativa de la red concertada, la confesionalidad es una cuestión importante sólo para un porcentaje relativamente pequeño de las familias que acuden a esos centros. El sistema de conciertos educativos ha sido la forma en que el Estado ha asegurado a la clase media la transmisión de su patrimonio social y cultural, del mismo modo que la burbuja especulativa fue la forma en que le ofreció una vía individual de movilidad social intergeneracional a través de la transmisión del patrimonio inmobiliario. A menudo se señala que una vez igualadas las condiciones socioeconómicas la enseñanza concertada española no ofrece mejores resultados académicos. Es cierto, ofrece algo mucho más importante: la reproducción de las condiciones socioeconómicas.
El resultado es que en España la clase media real (no la aspiracional) disfruta de los privilegios sociales de la educación privada a un coste muy reducido. Este amplio grupo social ha podido esquivar una parte significativa de los problemas asociados a la escolarización de las clases populares y acumular un valioso capital social. El anecdotario sobre las vías de segregación que ponen en marcha los colegios concertados –que en teoría deberían garantizar las mismas condiciones de acceso que los colegios públicos– es inagotable. Abarcan desde los filtros económicos –como las famosas cuotas “voluntarias” o las actividades “complementarias” (añádanse cuantas comillas se considere necesario)– hasta la selección explícita y sin tapujos: en numerosos colegios concertados un criterio de admisión importante es ser hijo de un antiguo alumno.
¿Por qué desde la izquierda se pasa de puntillas sobre este problema? Me temo que la razón de esta timidez es muy antipática: la izquierda española está radicalmente atravesada por el clasemedianismo. La enseñanza concertada –sobre todo, por medio de las cooperativas de profesores o padres– se ha ido convirtiendo cada vez más en un refugio para familias laicas y progresistas con suficientes recursos económicos que buscan modelos educativos alternativos a los que ofrece la educación pública y una mayor capacidad de intervención en su comunidad educativa. No hay ningún motivo para dudar de la sinceridad de esas motivaciones, pero lo cierto es que la realidad de las cooperativas educativas laicas es también la de una profundísima segregación social.
Es un proceso aún minoritario y característico de las grandes ciudades, en especial en Madrid, Cataluña y País Vasco, pero apunta a una tendencia que posiblemente se acelerará en el futuro. El desembarco de la izquierda en la concertada con su discursos acerca de la innovación educativa, las pedagogías blandas o la transversalidad proporciona a esta red una cierta imagen de marca de la que carecía (hasta ahora su principal valor consistía sencillamente en que no era la pública). De hecho, la red de colegios laicos y progresistas es más elitista que la religiosa, que tienen su propio circuito low cost en el que tienen cabida algunos inmigrantes y personas procedentes de las clases populares.
Aún peor, la maquinaria segregadora de la concertada están contaminando cada vez más a la red pública. Empieza a ser frecuente que los centros públicos establezcan triquiñuelas en los procesos de admisión para promover una bunquerización social. Tanto en la Comunidad de Madrid como en el País Vasco, cada vez más centros públicos “prestigiosos” dan puntos en los procesos selectivos a los hijos de antiguos alumnos. Otros renuncian voluntariamente a tener comedor escolar para ahuyentar a los alumnos de bajos ingresos que optan a becas de comedor.
Pero seguramente la herramienta de discriminación social más ambiciosa que se ha ideado en España es el programa de bilingüismo de la Comunidad de Madrid (CAM), una auténtica pesadilla elitista. En la actualidad, la mayor parte de los colegios de educación primaria madrileños son bilingües –hay distritos enteros donde no hay ni un solo colegio no bilingüe– y los que no lo son sufren fortísimas presiones de la administración para que entren al redil. Hay que estar muy alienado por la anglofilia para no percibir que el programa bilingüe de la CAM es un delirio pedagógico sin parangón en ningún lugar del mundo, que ha convertido los centros educativos en academias de idiomas donde una parte significativa de las materias son imposibles de impartir porque alumnos y profesores no comparten las herramientas comunicativas mínimas. Es algo tan sencillo como que los profesores de primaria dan clase de ciencias naturales, historia o ciencias sociales en inglés (y sólo en inglés) a niños de 6, 7 u 8 años que… no hablan inglés.
Hay un dato curioso que permite entender el auténtico objetivo del bilingüísmo en los centros públicos de la CAM. En educación secundaria los resultados académicos de los estudiantes del programa bilingüe son peores en las materias impartidas en inglés pero mejores en matemáticas y lengua española. Es decir, aparentemente dar clase de ciencias en inglés, mejora tu rendimiento en lengua española. La explicación es que los programas bilingües expulsan a las familias más pobres y con menos recursos culturales y que obtienen peores resultados académicos. Al igual que la red de enseñanza concertada, los programas bilingües en educación primaria tiene un objetivo social: permiten que al llegar a la ESO los estudiantes puedan ser distribuidos en función de su nivel de inglés. Poco sorprendentemente, esta criba hace que los estudiantes de las aulas bilingües sean de piel más clara, más ricos y con mayor capital cultural que los demás.
El sistema educativo español, al menos en su tramo obligatorio, parece cada vez más el experimento de un discípulo loco de Bourdieu para observar la reproducción social a gran escala. Madrid es su laboratorio.
[Este texto es un extracto de un artículo más amplio (“Reescolarizar la escuela”) que he publicado en el número 16 de La maleta de Port Bou]
Sugata Mitra: “Los exámenes ya no sirven, son una amenaza”. Este profesor de la Universidad de Newcastle ganó el TED Prize en 2013 y su método educativo se sigue en 50 países.
Con una idea tan simple como poner a un grupo de estudiantes a trabajar con un solo ordenador y sin un profesor como supervisor, Sugata Mitra (1952, Calcuta) ganó en 2013 el TED Prize. Consiguió así la atención mediática de todo el mundo y un millón de dólares para poner en marcha su proyecto SOLE (siglas en inglés de Self Organised Learning Environments), en español, entornos de aprendizaje auto organizados, que hoy emplean colegios de 50 países. La charla Construyendo una escuela en la nube, que suma más de 2,6 millones de visitas, fue considerada por TED -organización nacida en 1984 en Estados Unidos para promover la tecnología, educación y diseño- como la más inspiradora del año y con mayor potencial de cambio.
En su conferencia de 20 minutos, este ingeniero, que trabaja como profesor en la Universidad de Newcastle, critica el actual sistema educativo. Cree que se basa en un modelo que se diseñó hace 300 años, en la era de los imperios, cuando los gobiernos formaban ciudadanos idénticos para que funcionasen en cualquier punta del planeta.
Para él, la revolución educativa pasa por acabar con los programas académicos para situar Internet en el centro del aprendizaje. También aboga por el fin de los exámenes como instrumento de evaluación. Simplemente porque “la época de las trincheras ha terminado y los estudiantes ya no necesitan aprender con la amenaza y el miedo como una constante”.
Pregunta. Usted afirma que los exámenes ya no son útiles porque no permiten a los estudiantes pensar con claridad. ¿Ha realizado alguna investigación al respecto?
Respuesta. Tengo la evidencia científica que ha aportado la neurociencia. En el centro de nuestro cerebro se encuentra lo que llamamos el cerebro reptiliano y su función es decidir en cada momento si luchar o volar -escapar ante una situación-. Aunque no somos conscientes, está continuamente evaluando y cuando siente una amenaza apaga otras partes del cerebro como la corteza prefrontal, que juega un papel primordial en la coordinación de pensamientos. Los exámenes son percibidos como una amenaza y, por tanto, la creatividad se bloquea. Si le preguntas a un estudiante qué le pide el cuerpo durante un examen, su respuesta será salir corriendo. El estrés le lleva a pensar que no es el momento para las grandes ideas.
En la era de los imperios se necesitaban personas entrenadas en sobrevivir bajo amenaza, principalmente por las guerras, argumenta Mitra en una entrevista concedida a EL PAÍS con motivo de su visita a España por la puesta en marcha de su método SOLE en tres colegios madrileños, uno público y dos concertados. “Hoy el mundo funciona de otra manera y tenemos que sustituir el miedo por el placer de aprender”, continúa el ideador de un modelo educativo que cuenta con el respaldo económico de gigantes como Microsoft.
P- En la década de los 90, trabajaba para una empresa india de informática. ¿Cuándo comenzó a interesarle la educación?
R- No fue algo premeditado. Me encargaba de diseñar programas formativos, pero al final acabé haciendo lo contrario: demostrar que la tecnología se puede aprender de forma autodidacta. En los noventa éramos pocos los que teníamos ordenador en casa y un día comenté con un grupo de amigos la facilidad con la que nuestros hijos los manejaban sin apenas directrices. A modo de experimento, se me ocurrió incrustar un ordenador en un muro de un barrio pobre de Nueva Delhi para analizar la reacción de los niños. Ocho horas más tarde, estaban navegando por la Red y enseñando a otros a hacerlo. Esos niños nunca habían ido a la escuela y no sabían inglés. Repliqué la misma prueba en zonas remotas de la India y gracias al apoyo económico del Banco Mundial llevé a cabo la primera ivestigación en 2002. El gran descubrimiento: un grupo de niños sin ningún supervisor y con acceso a Internet pueden aprender en nueve meses a manejar un ordenador como cualquier secretario de occidente.
P- ¿Cómo aplicó ese descubrimiento a las aulas?
R- Años más tarde, la Universidad de Newcastle me llamó para llevar el experimento a los colegios de la India. Ahí descubrimos que sucedía lo mismo con las matemáticas, la física o el arte; los niños aprendían sin las lecciones del profesor, solo trabajando en grupos con un ordenador conectado a Internet. La única guía que recibían era una gran pregunta que debían contestar. ¿Por qué llueve? Una profesora de un colegio británico contactó conmigo para llevar el sistema en su centro. Cuando lo probaron, los docentes decían que lo imposible estaba pasando; los chicos aprendían sin una enseñanza dirigida. No hablaban de ventajas o desventajas, solo de que se podía hacer. En los países desarrollados, SOLE acaba con la rigidez del sistema, ayuda a abrir la mente.
P- ¿Qué novedad representa su metodología con respecto a otros modelos de aprendizaje colaborativo, como, por ejemplo, el planteado por los hermanos estadounidense Roger y David Johnson en los sesenta?
R- Ya se hablaba de aprendizaje autodirigido en los años 20. Un caso conocido es el del cura jesuita que puso en marcha un sistema en la India en el que estudiantes de cursos superiores enseñaban a los más pequeños. ¿Cuál es la diferencia? Internet. Mi investigación habla de otra forma en la que los niños pueden aprender, un método más rápido e igual de eficiente.
P- Han surgido muchas voces críticas con su proyecto SOLE. Le han acusado de falta de evidencias científicas que prueben que realmente funciona.
R- Es muy difícil definir qué es funcionar bien cuando ya se está planteando cambiar el modo en que evaluamos. La realidad es que hay más de 1.000 SOLE por el mundo, grupos de niños conectados a Internet y aprendiendo en grupos. La mejor evidencia del éxito del modelo son los datos que hemos recopilado de Twitter: más de 10.000 profesores están hablando de SOLE. Cuando les pregunto a los críticos si han leído mis investigaciones, la respuesta suele ser negativa. Son 15 publicaciones en los últimos 17 años en revistas científicas como British Journal of Educational Technology o American Educational Research Association. Los papers muestran que el aprendizaje de los niños es exponencial, siempre suben de nivel, o que mejora su nivel de inglés, entre otros muchos aspectos. Este año quiero poner en marcha un equipo de investigación en la Universidad de Newcastle para medir el impacto de este aprendizaje.
P- ¿Qué rol juegan los profesores en SOLE?
R- Su trabajo no tiene que ser enseñar, sino dejar que los niños aprendan. Tienen que quitar el foco de ellos mismos, perder el protagonismo. Su función es plantear las preguntas adecuadas, incluso si no conocen la respuesta. Ahí es donde se produce el aprendizaje. No tienen que decir a sus alumnos “yo tengo la respuesta”, sino “esto es lo que habéis encontrado”.
P- ¿Cómo están reaccionando los gobiernos de los diferentes continentes ante su modelo de aprendizaje?
R- Con la excepción de los países escandinavos, que tienen la habilidad de cambiar, la mayoría de gobiernos, especialmente aquellos que tuvieron grandes imperios como Reino Unido o India, no saben cómo avanzar y son incapaces de cambiar. Los burócratas entienden lo que propongo, pero me han llegado a decir que mientras ellos vivan, el cambio de paradigma no se producirá. Los libros de texto son una industria que mueve trillones de dólares, es imposible retirarlos. Su máxima es mantener las cosas como están para conservar su trabajo.
P- ¿Cómo cree que se debe medir el conocimiento?
R- Hay que cambiar la norma de lo que hay que evaluar. Creo que la clave está en analizar la creatividad de cada uno, y con las herramientas que tenemos ahora no se puede. No estoy seguro de si necesitamos la evaluación individual o basta con la del grupo. Ahora el mundo funciona con sinergias. La virtud que se valorará en pocos años será la de ser capaz de hacerse preguntas continuamente y tener la habilidad de contestarlas.
P- ¿Cómo lleva lo de ser un gurú mundial de la educación?
R- Si lo soy, es por accidente. No tengo ninguna habilidad especial para conseguir cambios sociales, y tampoco es mi objetivo. Solo quiero ayudar a los niños a encajar en un escenario en el que todas las reglas serán distintas a las de ahora. En 20 o 30 años, los robots controlarán el mercado laboral y solo sobrevivirán los que sepan construir o inventar. Los llamados makers.
http://economia.elpais.com/economia/2016/09/18/actualidad/1474226496_636542.html
En su conferencia de 20 minutos, este ingeniero, que trabaja como profesor en la Universidad de Newcastle, critica el actual sistema educativo. Cree que se basa en un modelo que se diseñó hace 300 años, en la era de los imperios, cuando los gobiernos formaban ciudadanos idénticos para que funcionasen en cualquier punta del planeta.
Para él, la revolución educativa pasa por acabar con los programas académicos para situar Internet en el centro del aprendizaje. También aboga por el fin de los exámenes como instrumento de evaluación. Simplemente porque “la época de las trincheras ha terminado y los estudiantes ya no necesitan aprender con la amenaza y el miedo como una constante”.
Pregunta. Usted afirma que los exámenes ya no son útiles porque no permiten a los estudiantes pensar con claridad. ¿Ha realizado alguna investigación al respecto?
Respuesta. Tengo la evidencia científica que ha aportado la neurociencia. En el centro de nuestro cerebro se encuentra lo que llamamos el cerebro reptiliano y su función es decidir en cada momento si luchar o volar -escapar ante una situación-. Aunque no somos conscientes, está continuamente evaluando y cuando siente una amenaza apaga otras partes del cerebro como la corteza prefrontal, que juega un papel primordial en la coordinación de pensamientos. Los exámenes son percibidos como una amenaza y, por tanto, la creatividad se bloquea. Si le preguntas a un estudiante qué le pide el cuerpo durante un examen, su respuesta será salir corriendo. El estrés le lleva a pensar que no es el momento para las grandes ideas.
En la era de los imperios se necesitaban personas entrenadas en sobrevivir bajo amenaza, principalmente por las guerras, argumenta Mitra en una entrevista concedida a EL PAÍS con motivo de su visita a España por la puesta en marcha de su método SOLE en tres colegios madrileños, uno público y dos concertados. “Hoy el mundo funciona de otra manera y tenemos que sustituir el miedo por el placer de aprender”, continúa el ideador de un modelo educativo que cuenta con el respaldo económico de gigantes como Microsoft.
P- En la década de los 90, trabajaba para una empresa india de informática. ¿Cuándo comenzó a interesarle la educación?
R- No fue algo premeditado. Me encargaba de diseñar programas formativos, pero al final acabé haciendo lo contrario: demostrar que la tecnología se puede aprender de forma autodidacta. En los noventa éramos pocos los que teníamos ordenador en casa y un día comenté con un grupo de amigos la facilidad con la que nuestros hijos los manejaban sin apenas directrices. A modo de experimento, se me ocurrió incrustar un ordenador en un muro de un barrio pobre de Nueva Delhi para analizar la reacción de los niños. Ocho horas más tarde, estaban navegando por la Red y enseñando a otros a hacerlo. Esos niños nunca habían ido a la escuela y no sabían inglés. Repliqué la misma prueba en zonas remotas de la India y gracias al apoyo económico del Banco Mundial llevé a cabo la primera ivestigación en 2002. El gran descubrimiento: un grupo de niños sin ningún supervisor y con acceso a Internet pueden aprender en nueve meses a manejar un ordenador como cualquier secretario de occidente.
P- ¿Cómo aplicó ese descubrimiento a las aulas?
R- Años más tarde, la Universidad de Newcastle me llamó para llevar el experimento a los colegios de la India. Ahí descubrimos que sucedía lo mismo con las matemáticas, la física o el arte; los niños aprendían sin las lecciones del profesor, solo trabajando en grupos con un ordenador conectado a Internet. La única guía que recibían era una gran pregunta que debían contestar. ¿Por qué llueve? Una profesora de un colegio británico contactó conmigo para llevar el sistema en su centro. Cuando lo probaron, los docentes decían que lo imposible estaba pasando; los chicos aprendían sin una enseñanza dirigida. No hablaban de ventajas o desventajas, solo de que se podía hacer. En los países desarrollados, SOLE acaba con la rigidez del sistema, ayuda a abrir la mente.
P- ¿Qué novedad representa su metodología con respecto a otros modelos de aprendizaje colaborativo, como, por ejemplo, el planteado por los hermanos estadounidense Roger y David Johnson en los sesenta?
R- Ya se hablaba de aprendizaje autodirigido en los años 20. Un caso conocido es el del cura jesuita que puso en marcha un sistema en la India en el que estudiantes de cursos superiores enseñaban a los más pequeños. ¿Cuál es la diferencia? Internet. Mi investigación habla de otra forma en la que los niños pueden aprender, un método más rápido e igual de eficiente.
P- Han surgido muchas voces críticas con su proyecto SOLE. Le han acusado de falta de evidencias científicas que prueben que realmente funciona.
R- Es muy difícil definir qué es funcionar bien cuando ya se está planteando cambiar el modo en que evaluamos. La realidad es que hay más de 1.000 SOLE por el mundo, grupos de niños conectados a Internet y aprendiendo en grupos. La mejor evidencia del éxito del modelo son los datos que hemos recopilado de Twitter: más de 10.000 profesores están hablando de SOLE. Cuando les pregunto a los críticos si han leído mis investigaciones, la respuesta suele ser negativa. Son 15 publicaciones en los últimos 17 años en revistas científicas como British Journal of Educational Technology o American Educational Research Association. Los papers muestran que el aprendizaje de los niños es exponencial, siempre suben de nivel, o que mejora su nivel de inglés, entre otros muchos aspectos. Este año quiero poner en marcha un equipo de investigación en la Universidad de Newcastle para medir el impacto de este aprendizaje.
P- ¿Qué rol juegan los profesores en SOLE?
R- Su trabajo no tiene que ser enseñar, sino dejar que los niños aprendan. Tienen que quitar el foco de ellos mismos, perder el protagonismo. Su función es plantear las preguntas adecuadas, incluso si no conocen la respuesta. Ahí es donde se produce el aprendizaje. No tienen que decir a sus alumnos “yo tengo la respuesta”, sino “esto es lo que habéis encontrado”.
P- ¿Cómo están reaccionando los gobiernos de los diferentes continentes ante su modelo de aprendizaje?
R- Con la excepción de los países escandinavos, que tienen la habilidad de cambiar, la mayoría de gobiernos, especialmente aquellos que tuvieron grandes imperios como Reino Unido o India, no saben cómo avanzar y son incapaces de cambiar. Los burócratas entienden lo que propongo, pero me han llegado a decir que mientras ellos vivan, el cambio de paradigma no se producirá. Los libros de texto son una industria que mueve trillones de dólares, es imposible retirarlos. Su máxima es mantener las cosas como están para conservar su trabajo.
P- ¿Cómo cree que se debe medir el conocimiento?
R- Hay que cambiar la norma de lo que hay que evaluar. Creo que la clave está en analizar la creatividad de cada uno, y con las herramientas que tenemos ahora no se puede. No estoy seguro de si necesitamos la evaluación individual o basta con la del grupo. Ahora el mundo funciona con sinergias. La virtud que se valorará en pocos años será la de ser capaz de hacerse preguntas continuamente y tener la habilidad de contestarlas.
P- ¿Cómo lleva lo de ser un gurú mundial de la educación?
R- Si lo soy, es por accidente. No tengo ninguna habilidad especial para conseguir cambios sociales, y tampoco es mi objetivo. Solo quiero ayudar a los niños a encajar en un escenario en el que todas las reglas serán distintas a las de ahora. En 20 o 30 años, los robots controlarán el mercado laboral y solo sobrevivirán los que sepan construir o inventar. Los llamados makers.
http://economia.elpais.com/economia/2016/09/18/actualidad/1474226496_636542.html
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martes, 20 de septiembre de 2016
¿Por qué China construye una universidad a la semana? Andreas Schleicher Jefe de Educación de la OCDE
China ha estado gestando una revolución silenciosa que está causando un giro importante en la composición mundial de graduados universitarios.
La potencia asiática ha estado construyendo el equivalente a casi una universidad por semana.
Durante décadas, Estados Unidos tuvo la mayor proporción de estudiantes universitarios. Y por esto, también dominaban el mercado profesional.
Como un reflejo de esta antigua supremacía, casi un tercio de los graduados de entre 55 y 64 años en las economías más grandes del mundo son ciudadanos estadounidenses.
Pero ese panorama está cambiando rápidamente entre las generaciones más jóvenes. En términos de "producir" graduados, China ha superado a Estados Unidos y a los sistemas combinados de universidades en los países de la Unión Europea.
La brecha existente se va acentuar todavía más. Las predicciones más modestas estiman un crecimiento para 2030 del 300% de graduados entre 25 y 34 años, comparado con un aumento del 30% esperado en Europa y EE.UU.
Costoso
En EE.UU., muchos estudiantes se enfrentan a dificultades para costear sus estudios superiores. En Europa, la mayoría de los países han puesto un freno a la expansión de universidades, ya sea al no destinar fondos públicos o al no permitir que las instituciones recauden dinero por sí mismas.
Y mientras Occidente ha estado pasivo, China y otros países asiáticos como India adelantan el paso.
No se trata únicamente de un aumento en el número de estudiantes. Los jóvenes chinos e indios tienden a estudiar matemáticas, ciencia, computación e ingeniería –las áreas más relevantes para los avances tecnológicos y de innovación.
En 2013, el 40% de los graduados chinos completó sus estudios en una carrera relacionada con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés). Más del doble que los egresados estadounidenses.
Esto quiere decir que los egresados que son el motor de la prosperidad en las economías basadas en el conocimiento cada vez más tendrán origen chino o indio.
Para el año 2030, China e India podrían formar el 60% de los egresados de carreras STEM, en comparación con solo un 8% de europeos y un 4% de estadounidenses.
Sueldos altos
Países como China e India están apostando su futuro con esta transformación.
Con el incremento de estudiantes en instituciones superiores, se podría pensar que podría haber un exceso de "sobre calificados".
Pero esto no está ocurriendo. En los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que tienen un mayor registro de graduados, la mayoría observa una remuneración que también asciende.
Esto sugiere que un aumento en los "trabajadores del conocimiento" no conduce a una disminución de su salario, a diferencia de la forma en que los avances tecnológicos y la globalización han reducido los ingresos de los trabajadores sin educación universitaria.
El verdadero reto de los países occidentales será prepararse para una futura competencia con las economías asiáticas dentro del sector del conocimiento.
Calidad
Hay quienes cuestionan la calidad y relevancia de los títulos universitarios otorgados en China.
En efecto, todavía no hay una metodología directa que permita comparar los procesos de aprendizaje de los egresados en diferentes universidades y países.
Pero China ha demostrado que es posible inculcar calidad y cantidad simultáneamente en sus escuelas.
En las más recientes pruebas PISA de la OCDE, el 10% más desfavorecido entre los niños de 15 años de edad en Shanghái obtuvo mayores calificaciones en matemáticas que el 10% de los niños de 15 años más privilegiados en EE.UU.
La rápida expansión de China en la educación superior muestra la magnitud del desafío para Occidente y que el futuro podría ser indiferente a la tradición y reputación del pasado.
El éxito será de aquellos individuos, universidades y países que se adapten rápidamente y se abran a los cambios. La tarea para los gobiernos será asegurarse de que sus países asuman estos desafíos.
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/03/160316_china_universidad_semana_popular_ps.shtml
La potencia asiática ha estado construyendo el equivalente a casi una universidad por semana.
Durante décadas, Estados Unidos tuvo la mayor proporción de estudiantes universitarios. Y por esto, también dominaban el mercado profesional.
Como un reflejo de esta antigua supremacía, casi un tercio de los graduados de entre 55 y 64 años en las economías más grandes del mundo son ciudadanos estadounidenses.
Pero ese panorama está cambiando rápidamente entre las generaciones más jóvenes. En términos de "producir" graduados, China ha superado a Estados Unidos y a los sistemas combinados de universidades en los países de la Unión Europea.
La brecha existente se va acentuar todavía más. Las predicciones más modestas estiman un crecimiento para 2030 del 300% de graduados entre 25 y 34 años, comparado con un aumento del 30% esperado en Europa y EE.UU.
Costoso
En EE.UU., muchos estudiantes se enfrentan a dificultades para costear sus estudios superiores. En Europa, la mayoría de los países han puesto un freno a la expansión de universidades, ya sea al no destinar fondos públicos o al no permitir que las instituciones recauden dinero por sí mismas.
Y mientras Occidente ha estado pasivo, China y otros países asiáticos como India adelantan el paso.
No se trata únicamente de un aumento en el número de estudiantes. Los jóvenes chinos e indios tienden a estudiar matemáticas, ciencia, computación e ingeniería –las áreas más relevantes para los avances tecnológicos y de innovación.
En 2013, el 40% de los graduados chinos completó sus estudios en una carrera relacionada con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés). Más del doble que los egresados estadounidenses.
Esto quiere decir que los egresados que son el motor de la prosperidad en las economías basadas en el conocimiento cada vez más tendrán origen chino o indio.
Para el año 2030, China e India podrían formar el 60% de los egresados de carreras STEM, en comparación con solo un 8% de europeos y un 4% de estadounidenses.
Sueldos altos
Países como China e India están apostando su futuro con esta transformación.
Con el incremento de estudiantes en instituciones superiores, se podría pensar que podría haber un exceso de "sobre calificados".
Pero esto no está ocurriendo. En los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que tienen un mayor registro de graduados, la mayoría observa una remuneración que también asciende.
Esto sugiere que un aumento en los "trabajadores del conocimiento" no conduce a una disminución de su salario, a diferencia de la forma en que los avances tecnológicos y la globalización han reducido los ingresos de los trabajadores sin educación universitaria.
El verdadero reto de los países occidentales será prepararse para una futura competencia con las economías asiáticas dentro del sector del conocimiento.
Calidad
Hay quienes cuestionan la calidad y relevancia de los títulos universitarios otorgados en China.
En efecto, todavía no hay una metodología directa que permita comparar los procesos de aprendizaje de los egresados en diferentes universidades y países.
Pero China ha demostrado que es posible inculcar calidad y cantidad simultáneamente en sus escuelas.
En las más recientes pruebas PISA de la OCDE, el 10% más desfavorecido entre los niños de 15 años de edad en Shanghái obtuvo mayores calificaciones en matemáticas que el 10% de los niños de 15 años más privilegiados en EE.UU.
La rápida expansión de China en la educación superior muestra la magnitud del desafío para Occidente y que el futuro podría ser indiferente a la tradición y reputación del pasado.
El éxito será de aquellos individuos, universidades y países que se adapten rápidamente y se abran a los cambios. La tarea para los gobiernos será asegurarse de que sus países asuman estos desafíos.
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/03/160316_china_universidad_semana_popular_ps.shtml
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Contra la pobreza infantil
Termina el año. Y la pobreza sigue. Llega la Navidad. Y la pobreza infantil se hace más patente. Por eso quiero compartir con mis lectores y lectoras una interesante experiencia que se está celebrando en nuestro país para combatir esta lacra social. Me refiero a la Gira “España por la infancia”. Una gira por 52 provincias, impulsada por el Consejo Independiente de Protección de la Infancia, que ha comenzado en Huelva el 20 de noviembre y finalizará el 29 de abril de 2016. Una gira en la que se pretende interpelar a los políticos, a las ONGs, a la escuela, a los sistemas de protección de la infancia, a las empresas, a los medios de comunicación, a las redes sociales y, en último término, a las familias, sobre ese terrible problema que es la pobreza infantil.
Para inspirar y guiar la Gira, Antonio Salvador Jiménez, profesor de la Universidad de Huelva, presidente del Consejo y alma de la iniciativa, ha escrito un libro titulado “España, un país de niños pobres” que, amablemente, me ha invitado a prologar. No se puede olvidar que España es el segundo país de la Unión Europea en pobreza infantil, después de Rumanía.
La pobreza es una lacra social. Sobre todo por sus devastadores efectos sobre la vida de los niños y de las niñas. La pobreza les deja sin presente y sin futuro. Una persona sin infancia es una persona con el futuro truncado, con la vida rota. Deberíamos velar para que todos los niños y las niñas puedan serlo de verdad, no solo cronológicamente. Deberíamos luchar por la dignidad de la infancia, de la adolescencia y de la juventud. Por lógica. Por ética. Por amor.
Robar la infancia es un horrible delito ante el que nadie puede quedar indiferente. Niños maltratados, secuestrados, hambrientos, enfermos, explotados, torturados, militarizados, vendidos, sodomizados… Niños y niñas. No debemos olvidar que las niñas tienen un suplemento gratuito de dolor.
Salvar la infancia es salvar el mundo. Salvar el mundo es salvar la infancia. Tener infancia no es arrastrar los años por el barro de la pobreza, del dolor, de la enfermedad, de la ignorancia, del hambre, de la miseria, de la muerte… Tener infancia no es recorrer en la amargura de la soledad los años primeros de la existencia.
Tener infancia es tener no solo comida, cobijo y vestido. Es tener amor, seguridad, conocimiento, ternura y esperanzas de futuro. Tener infancia es tener el relato de cuentos antes de dormir, juguetes para entretenerse, besos para disfrutar, familia para compartir, manos que te acaricien, escuelas para aprender, hospitales para curarse.
Nadie pidió permiso a los niños para plantarlos en este mundo y convertirlos en víctimas desde el mismo día del nacimiento. Nadie les preguntó si preferían la nada a este calvario que les lleva en poco tiempo de la miseria a la muerte. Los niños y las niñas son inocentes. No han hecho daño a nadie, no han causado ningún mal, no han cometido ningún delito. Nacen con toda la dignidad y ninguno merece pasar por las calamidades que pasa.
¿Cómo podemos soportar tanta injusticia, tanta maldad, tanta indiferencia? ¿Cómo puede seguir dando vueltas este planeta y soportar tanto oprobio en la mente y en el cuerpo de tantos niños y de tantas niñas? ¿De tantos adolescentes y jóvenes?
Hay dos formas de medir la pobreza y la desigualdad económica. La pobreza objetiva absoluta que se define como la situación en la que no están cubiertas las necesidades básicas de la persona, es decir, que existe carencia de bienes y servicios básicos relacionados con la alimentación, la vivienda y el vestido. La pobreza objetiva relativa sitúa el fenómeno de la pobreza en la sociedad objeto de estudio. Desde esta perspectiva se considera que una persona es pobre cuando se encuentra en una situación de desventaja respecto a las personas de su entorno. Esta segunda noción está muy ligada al concepto de desigualdad. La pobreza subjetiva es la opinión que los propios individuos o familiares tienen de su posición económica.
Entiendo que las carencias no son solo de naturaleza material, como decía más arriba Se puede tener carencia de alimento, cobijo o vestido. Pero también se puede carecer de afecto, de seguridad, de esperanza y de futuro. Cuando hablamos de pobreza infantil nos estamos refiriendo a privaciones básicas o dificultades para el acceso a bienes y servicios fundamentales que sufren los niños y las niñas y las familias de las que forman parte, tanto en la dimensión material como en la psicológica.
Hablamos de pobreza de los niños y niñas. Y de pobreza de las familias, nicho en el que nacen y crecen los niños y las niñas. Más de 2,5 millones de niños y niñas en España se encuentran en situación de pobreza en nuestro país.
Hay colectivos sociales en los que los niños y las niñas tienen un riesgo de pobreza elevadísimo. Lamentablemente en los últimos años, como efecto de la crisis, este riesgo ha tenido una tendencia creciente. Hijos e hijas de familias con los dos progenitores en paro, de familias que viven en suburbios, de familias con padres y madres enfermos o discapacitados, de familias inmigrantes, de familias sin cobertura de necesidades básicas (impago de hipotecas, hacinamiento, dificultades para el pago de alquiler, luz, gas y agua…).
Las condiciones de vida de los niños y niñas de estas familias vulnerables hacen pedazos los derechos de las personas (los derechos de niños y de niñas, tanta veces proclamados, tantas veces destruidos) y les dejan sin educación, sin salud y sin futuro.
Hay que romper el silencio sobre las atrocidades que se cometen con los niños y las niñas. Hay que levantar la voz. Y nosotros debemos ser la voz de quienes no la tienen.
Hay que tomar conciencia sobre la responsabilidad de todos y de todas en este tremendo fracaso de la humanidad. Nadie puede lavarse las manos como si la situación no tuviese nada que ver con él.
Hay que actuar. Porque las víctimas siguen sufriendo, siguen muriendo, siguen atropelladas por el tren de la vida que no se detiene. Las autoridades no pueden mirar ni un minuto más para otro lado. Esos niños y esas niñas sufrientes no nos tienen que dejar dormir. Cuando los cimientos fallan, todo el edificio está en peligro.
¿Para qué y por qué los traemos al mundo si no hay sitio para ellos y para ellas? ¿Cuándo nos entrará la cordura necesaria para tratarlos como se merecen? ¿Cuándo desarrollaremos la ética necesaria para proporcionarles una la vida digna y el disfrute de los derechos que les corresponden por el simple hecho de ser personas?
Todos y todas somos interpelados por esta Gira. Es un aldabonazo a las conciencias para luchar por la dignidad de la infancia. Si ni nos importan los niños y las niñas, carecemos de futuro porque la infancia es el gran patrimonio de la humanidad. Esta Gira interpela a los políticos, tantas veces despistados, a los educadores y educadoras, a empresarios y profesionales de los medios de comunicación, a los padres y a las madres de hoy y de mañana. Os brindo este lema interpelante: “Que la infancia de este país sea mejor porque yo estoy viviendo en él”-
http://blogs.opinionmalaga.com/eladarve/2015/12/26/contra-la-pobreza-infantil/
Para inspirar y guiar la Gira, Antonio Salvador Jiménez, profesor de la Universidad de Huelva, presidente del Consejo y alma de la iniciativa, ha escrito un libro titulado “España, un país de niños pobres” que, amablemente, me ha invitado a prologar. No se puede olvidar que España es el segundo país de la Unión Europea en pobreza infantil, después de Rumanía.
La pobreza es una lacra social. Sobre todo por sus devastadores efectos sobre la vida de los niños y de las niñas. La pobreza les deja sin presente y sin futuro. Una persona sin infancia es una persona con el futuro truncado, con la vida rota. Deberíamos velar para que todos los niños y las niñas puedan serlo de verdad, no solo cronológicamente. Deberíamos luchar por la dignidad de la infancia, de la adolescencia y de la juventud. Por lógica. Por ética. Por amor.
Robar la infancia es un horrible delito ante el que nadie puede quedar indiferente. Niños maltratados, secuestrados, hambrientos, enfermos, explotados, torturados, militarizados, vendidos, sodomizados… Niños y niñas. No debemos olvidar que las niñas tienen un suplemento gratuito de dolor.
Salvar la infancia es salvar el mundo. Salvar el mundo es salvar la infancia. Tener infancia no es arrastrar los años por el barro de la pobreza, del dolor, de la enfermedad, de la ignorancia, del hambre, de la miseria, de la muerte… Tener infancia no es recorrer en la amargura de la soledad los años primeros de la existencia.
Tener infancia es tener no solo comida, cobijo y vestido. Es tener amor, seguridad, conocimiento, ternura y esperanzas de futuro. Tener infancia es tener el relato de cuentos antes de dormir, juguetes para entretenerse, besos para disfrutar, familia para compartir, manos que te acaricien, escuelas para aprender, hospitales para curarse.
Nadie pidió permiso a los niños para plantarlos en este mundo y convertirlos en víctimas desde el mismo día del nacimiento. Nadie les preguntó si preferían la nada a este calvario que les lleva en poco tiempo de la miseria a la muerte. Los niños y las niñas son inocentes. No han hecho daño a nadie, no han causado ningún mal, no han cometido ningún delito. Nacen con toda la dignidad y ninguno merece pasar por las calamidades que pasa.
¿Cómo podemos soportar tanta injusticia, tanta maldad, tanta indiferencia? ¿Cómo puede seguir dando vueltas este planeta y soportar tanto oprobio en la mente y en el cuerpo de tantos niños y de tantas niñas? ¿De tantos adolescentes y jóvenes?
Hay dos formas de medir la pobreza y la desigualdad económica. La pobreza objetiva absoluta que se define como la situación en la que no están cubiertas las necesidades básicas de la persona, es decir, que existe carencia de bienes y servicios básicos relacionados con la alimentación, la vivienda y el vestido. La pobreza objetiva relativa sitúa el fenómeno de la pobreza en la sociedad objeto de estudio. Desde esta perspectiva se considera que una persona es pobre cuando se encuentra en una situación de desventaja respecto a las personas de su entorno. Esta segunda noción está muy ligada al concepto de desigualdad. La pobreza subjetiva es la opinión que los propios individuos o familiares tienen de su posición económica.
Entiendo que las carencias no son solo de naturaleza material, como decía más arriba Se puede tener carencia de alimento, cobijo o vestido. Pero también se puede carecer de afecto, de seguridad, de esperanza y de futuro. Cuando hablamos de pobreza infantil nos estamos refiriendo a privaciones básicas o dificultades para el acceso a bienes y servicios fundamentales que sufren los niños y las niñas y las familias de las que forman parte, tanto en la dimensión material como en la psicológica.
Hablamos de pobreza de los niños y niñas. Y de pobreza de las familias, nicho en el que nacen y crecen los niños y las niñas. Más de 2,5 millones de niños y niñas en España se encuentran en situación de pobreza en nuestro país.
Hay colectivos sociales en los que los niños y las niñas tienen un riesgo de pobreza elevadísimo. Lamentablemente en los últimos años, como efecto de la crisis, este riesgo ha tenido una tendencia creciente. Hijos e hijas de familias con los dos progenitores en paro, de familias que viven en suburbios, de familias con padres y madres enfermos o discapacitados, de familias inmigrantes, de familias sin cobertura de necesidades básicas (impago de hipotecas, hacinamiento, dificultades para el pago de alquiler, luz, gas y agua…).
Las condiciones de vida de los niños y niñas de estas familias vulnerables hacen pedazos los derechos de las personas (los derechos de niños y de niñas, tanta veces proclamados, tantas veces destruidos) y les dejan sin educación, sin salud y sin futuro.
Hay que romper el silencio sobre las atrocidades que se cometen con los niños y las niñas. Hay que levantar la voz. Y nosotros debemos ser la voz de quienes no la tienen.
Hay que tomar conciencia sobre la responsabilidad de todos y de todas en este tremendo fracaso de la humanidad. Nadie puede lavarse las manos como si la situación no tuviese nada que ver con él.
Hay que actuar. Porque las víctimas siguen sufriendo, siguen muriendo, siguen atropelladas por el tren de la vida que no se detiene. Las autoridades no pueden mirar ni un minuto más para otro lado. Esos niños y esas niñas sufrientes no nos tienen que dejar dormir. Cuando los cimientos fallan, todo el edificio está en peligro.
¿Para qué y por qué los traemos al mundo si no hay sitio para ellos y para ellas? ¿Cuándo nos entrará la cordura necesaria para tratarlos como se merecen? ¿Cuándo desarrollaremos la ética necesaria para proporcionarles una la vida digna y el disfrute de los derechos que les corresponden por el simple hecho de ser personas?
Todos y todas somos interpelados por esta Gira. Es un aldabonazo a las conciencias para luchar por la dignidad de la infancia. Si ni nos importan los niños y las niñas, carecemos de futuro porque la infancia es el gran patrimonio de la humanidad. Esta Gira interpela a los políticos, tantas veces despistados, a los educadores y educadoras, a empresarios y profesionales de los medios de comunicación, a los padres y a las madres de hoy y de mañana. Os brindo este lema interpelante: “Que la infancia de este país sea mejor porque yo estoy viviendo en él”-
http://blogs.opinionmalaga.com/eladarve/2015/12/26/contra-la-pobreza-infantil/
Miguel Ángel Santos Guerra
>El Adarve
Lecciones y consecuencias de un verano revelador. La construcción progresiva de las condiciones para que se produzcan pogromos
Said Bouamama
Investig'Action
Traducido del francés por Beatriz Morales Bastos.
El verano de 2016 ha estado marcado por tres hechos de diferente naturaleza: el 14 de julio un vil atentado enluta el país, el 21 de julio se aprueba una ley que acaba con el código laboral y que la población y los trabajadores rechazan masivamente, y en Cannes se emite un bando municipal prohibiendo el acceso a las playas a las mujeres que lleven un “burkini”, lo que desencadena en unos días una auténtica epidemia de bandos similares en otras ciudades. Las reacciones sociales y los comentarios políticos y mediáticos que siguieron a estos tres acontecimientos constituyen un excelente analizador del estado de nuestra sociedad, de sus contradicciones y de los intereses que se enfrentan en su seno.
“Radicalización rápida”, estrategia de disimulo y producción de una psicosis colectiva
Desde el 16 de julio el ministro del Interior Bernard Cazeneuve menciona la tesis de una “radicalización rápida” del chófer asesino acompañada de una serie de precisiones angustiosas: “ Los servicios de seguridad no lo conocían porque no se había distinguido a lo largo de los años anteriores por condenas o por su actividad, por una adhesión a la ideología islamista radical. […] Parece que se ha radicalizado muy rápidamente. En cualquier caso, los primeros elementos aparecen a través de testimonios de su entorno […] unos individuos sensibles al mensaje de Daesh se implican en acciones extremadamente violentas sin haber participado necesariamente en combates, sin haber sido adiestrados necesariamente […] La propia manera de cometer su odioso crimen es nueva”. (1)
La tesis de la “radicalización rápida” tiene muchas consecuencias. Acredita la idea de que todos los musulmanes son susceptibles de transformarse rápida y bruscamente en terroristas. En adelante el peligro está ahí donde haya musulmanes o supuestos musulmanes. Así pues, es el momento de desconfiar cada vez que nos crucemos con un musulmán real o supuesto. Por supuesto, se añadirá sistemáticamente que “hay que tener cuidado de no mezclar las cosas” y poner así de relieve que se es consciente de los efectos probables de esta tesis.
El hecho de que el perfil del asesino sea atípico (respecto a lo que los medios de comunicación diseñan desde hace años para ayudarnos a reconocer a los “candidatos al yihadismo”) refuerza aún más la producción de una psicosis colectiva. Ya ni siquiera se puede reconocer a un musulmán compatible con la república gracias a unos hechos simples como “no frecuentar una mezquita”, “no hacer el Ramadán” o “comer cerdo”.
Durante casi dos semanas los “expertos” se han sucedido en nuestros platós para convencernos de un peligro multiforme que exige una desconfianza permanente respecto a determinados conciudadanos nuestros. La perla de los especialistas le corresponde una vez más Mohamed Sifaoui, a quien BFM TV presenta como “periodista especializado en terrorismo islámico” y que considera que la radicalización puede ser “instantánea”: “[la radicalización] se puede realizar el mismo día del atentado ya que los ideólogos islamistas afirman que el atentado kamikaze, el atentado mártir, hace perdonar el conjunto de los pecados”. (2)
Pero este “especialista” no se contenta con acelerar hasta el extremo la rapidez de la radicalización, sino que en el mismo programa pide a sus colegas que no traten de comprender el comportamiento del asesino a partir de una “racionalidad occidental”.
Por consiguiente, estamos ante unos individuos que no funcionan ni razonan como nosotros. Son ajenos a nuestro mundo, no son producto de este y son inexplicables racionalmente. Así es como se construye una psicosis colectiva que elimina a una parte de la población del “Nosotros” social. Ahora bien, cada vez que hay procesos de exclusión de un “Nosotros” social, se autoriza a pasar al acto. Gracias a este tipo de procesos se reúnen las condiciones de posibilidad de que se produzca un pogromo.
Pero Mohamed Sifaoui añade un argumento de peso: la estrategia del disimulo. “El disimulo es una técnica que se aprende en los manuales distribuidos por Daesh”, afirma en el mismo programa. La tesis de la “premeditación disimulada” se añade inmediatamente a la de “radicalización rápida”.
El Fiscal de París, Louis Molins, declara en una rueda de prensa el 21 de julio que “parece que Mohamed Lahouaiej-Bouhlel había pensado su proyecto criminal varios meses antes de pasar al acto”. (3) También anuncia la detención preventiva de cinco sospechosos de ser cómplices. Sin esperar que haya precisiones, los medios se embalan. Los telespectadores y los lectores de los grandes medios aprenden una nueva palabra árabe: “taqiya”. El semanario Mariane publica el titular “Taqiya: el disimulo como nueva arma de guerra” y explica en la entradilla del artículo: “Algunos terroristas lo utilizan como estrategia para pasar bajo los radares de los servicios de inteligencia, otros lo usan como coartada práctica para seguir llevando su vida de occidentalizados: en cualquier caso, el Estado Islámico preconiza la taqiya (el arte del disimulo) para estos «soldados de Dios». Investigación”. (4)
Desde Le Figaro a Nice-Matin pasando por BFM o RTL esta nueva palabra angustiosa entra en el vocabulario. No solo se radicalizan rápido sino que además disimulan para pasar desapercibidos. Decididamente, debemos desconfiar de todos los musulmanes o supuestos musulmanes. Así, unos días después de la primicia se difunde una dosis suplementaria de psicosis.
La oposición de derecha se suma inmediatamente a esta escalada añadiendo un tercer nivel de psicosis. El diputado de [el partido] Les Républicains Georges Fenech pide la creación de un “Guantánamo a la francesa”. El ex alcalde de Niza Christian Estrosi propone unos “centros de detención preventivos para los supuestos yihadistas”. Sarkozy, por su parte, prefiere que quienes presentan riesgo de radicalización lleven una pulsera electrónica, medida que se puede completar con la obligatoriedad de residir en determinado lugar*.
En pocas palabras, no se propone otra cosa que considerar culpables a unos “sospechosos” antes incluso de que hayan cometido el menor delito. El fondo común en el que convergen todas estas propuestas es una justicia de excepción.
El “burkini” como disimulo del “yihadismo”
El asesinato del sacerdote Jacques Hamel en la iglesia de Saint-Étienne-du-Rouvray el 28 de julio acaba de crear las condiciones para que se den los llamados “bandos antiburkini”. El bando municipal se adopta dos días después del drama, aunque un mes después del inicio de la estación. Durante el mes de julio la prensa no hizo eco de ninguna dificultad en las playas a propósito de la vestimenta. Una vez más una práctica social es calificada de “problema” no por la población sino por una autoridad política. El momento en que se dicta el bando indica su carácter oportunista. Se trata simplemente de utilizar el contexto de una intensa emoción vinculada a los dos dramas de julio para hacer avanzar una agenda preestablecida: imponer las cuestiones de la inmigración y de la identidad como dos elementos centrales de las elecciones presidenciales.
Al relacionar estos dos temas con la cuestión del terrorismo se plantea su dimensión problemática. Al establecer esta relación en un momento de emoción intensa se sugiere la necesidad de una “urgencia de la acción” con un llamamiento implícito a cada ciudadano a denunciar a los “infractores”. Así es como un “problema” producido “desde arriba” se transforma en un problema “de abajo” para una parte de la población. La epidemia de bandos que siguen al de Niza confirma el carácter sobreideologizado del “problema”. Mientras que en el mes de julio ninguna de las treinta ciudades que posteriormente adoptarán un decreto similar había hecho constar problema alguno a propósito del “burkini”, de repente el problema aparece en todas partes.
Debido a su argumentación, la resolución provisional del tribunal administrativo del 13 de agosto que valida el bando de Cannes (y da pie a la proliferación de bandos similares) es significativa de los retos que se plantean. “En el contexto del Estado de excepción y de los recientes atentados islamistas ocurridos sobre todo en Niza hace un mes, el uso de una vestimenta distintiva, diferente de la vestimenta habitual de baño puede, en efecto, ser interpretado como que no es, en este contexto, un simple signo de religiosidad” (5), precisa el bando.
En otras palabras, el “burkini” disimula otra cosa. Estamos de nuevo ante la tesis del disimulo que ya habíamos encontrado a propósito del atentado de Niza. Así, las mujeres que llevan burkini se convierten en portadoras de algo completamente diferente: de una negación de los derechos de las mujeres en el mejor de los casos, del terrorismo en el peor.
La inmediata toma de postura de Manuel Valls legitima y refuerza la “gravedad” de la cuestión y la urgencia de adoptar una posición de firmeza. “Estos bandos no son una deriva. Eso es interpretar mal las cosas. Estos bandos se han adoptado en nombre del orden público”, (6) afirma nuestro primer ministro. En una entrevista al Journal La Provence precisa lo que piensa: “El burkini no es una nueva gama de trajes de baño, una moda. Es la traducción de un proyecto político, de contra-sociedad, basado sobre todo en la sumisión de la mujer. […] Algunas personas tratan de presentar a las mujeres que lo llevan como víctimas, como si nosotros pusiéramos en tela de juicio una libertad … Pero someter a la mujer no es una libertad. […] La República debe defenderse frente a las provocaciones. […] Por consiguiente, mantengo que quienes han adoptado los bandos están motivados por la voluntad de fomentar la vida en común, sin una segunda intención política” (7).
Pocas veces la caricatura y la falta de lógica habrán caracterizado tanto el discurso político: para liberar a la mujer hay que negarle un derecho; para fomentar la “vida en común” hay que excluir. Y también pocas veces se habrá destacado tanto el carácter de la supuesta “gravedad” de la situación: contra-sociedad, orden público, sumisión de la mujer, provocación, necesidad de defenderse.
La consecuencia era previsible: en Niza y en Cannes la policía municipal multa y humilla a unas mujeres simplemente por llevar velo. No se trata de derivas, sino de una consecuencia lógica. No se puede establecer una policía de la vestimenta basada en el carácter de la supuesta “peligrosidad” de determinadas vestimentas y sobre la tesis del disimulo, y que la consecuencia no sea una caza a lo que se oculta, esconde, disimula. No es nada nuevo. Recordemos los debates absurdos en la época de la ley sobre el pañuelo [islámico] para saber si la “bandana”** era un velo disimulado.
Como ocurrió en 2004 respecto a la ley sobre el pañuelo, la cantidad de burkinis en las playas francesas ha sido inversamente proporcional a la cantidad de programas, de tomas de postura y de llamadas a la firmeza en el discurso político y mediático. Se pide a cada ciudadana y cada ciudadano que tengan una opinión, aunque la mayoría nunca hayan tenido ocasión de cruzarse con una mujer que llevara esta prenda. Ellas y ellos descubren esta prenda de baño a partir de una pregunta previa: ¿qué disimula?
La consecuencia que se desprende de ello es una exagerada visibilidad del burkini. Aunque antes el ciudadano ordinario lo consideraba una “prenda” de baño, ahora se percibe como un problema. Aunque antes se entendía como algo relativo a una opción individual, ahora se convierte en una cuestión pública y política. Aunque antes incluso podía pasar desapercibido, ahora salta a la vista con todo el trasfondo de los debates y las tomas de postura alarmantes que se oyen en los medios de comunicación.
Como ocurrió en 2004 a propósito del velo, una práctica que tiene varias motivaciones y significaciones diversas se lleva a una causalidad y a un significado único y homogéneo con una connotación problemática. Esto tienen un nombre científico y un nombre popular. En el plano teórico se trata del mismo enfoque esencialista que el difundido masivamente en los discursos políticos y mediáticos desde la década de 1990.
Más simplemente se trata de la estigmatización de los musulmanes reales y supuestos ampliamente difundida por una multitud de islamalgamas: islam incompatible con el feminismo, con el laicismo, con la República, etc. Incluso en el caso de las mujeres que alegan sus creencias religiosas para llevar esta prenda de baño, las explicaciones dominantes invierten la realidad. Aunque esta vestimenta es un signo de una voluntad de presencia en el espacio público, se interpreta como “comunitarismo”. Aunque es un indicador de una “integración en la playa”, se presenta como “amenaza para el orden público”.
Los debates de este verano que, una vez más, han tenido que sufrir nuestros conciudadanos musulmanes o supuestamente musulmanes han estado marcados por tres posturas reveladoras de una sociedad enferma que se niega a afrontar su enfermedad para poder curarla. Aunque la primera sea minoritaria es cada vez más frecuente: la islamofobia sin complejos. Así, la insustituible Nadine Morano declara el 12 de agosto en Europe 1 que «los islamistas, como esta mujer íntegramente velada en el territorio nacional, son comparables a los nazis”. (8)
La segunda es la de la instrumentalización de cara a las elecciones presidenciales. El burkini estival ya está unido a la cuestión de la “identidad nacional” en peligro que habría que proteger de los “enemigos internos” los cuales, además, se han convertido en maestros en el arte de disimular. En adelante se relaciona con las cuestiones de seguridad y de terrorismo que requieren un Estado de excepción casi permanente y unos “Guantánamo” a la francesa.
La tercera postura es la de la llamada a la sumisión y a renunciar a los derechos. La persona que utiliza el término “asilvestrados”*** para denominar a los jóvenes de los barrios populares, Jean Pierre Chevènement, ha salido del armario. Este ex ministro en el que piensa Valls para dirigir la futura Fundación para el Islam de Francia [Fondation pour l’Islam de France] aconseja al musulmán “la discreción” en el espacio público. El hecho de conminar a una categoría de ciudadanos a ser invisible siempre ha sido sinónimo de dominación. La lucha contra la opresión siempre ha llevado consigo unas estrategias de visibilización, ya sea en el caso del movimiento obrero, en el las luchas de liberación nacional o incluso el de las luchas de gays y lesbianas.
Estas tres posturas ponen de relieve el peligro de la actual secuencia histórica en Francia. Lo que ha ocurrido este verano no es sino el desmoronamiento de los diques ideológicos y políticos ante la fascistización. Si bien la decisión del Consejo de Estado que invalida los bandos es una buena noticia, no es el remedio para la enfermedad de la sociedad francesa que revelan los síntomas de este verano. Los llamamientos a modificar la ley se multiplican y forman parte de las promesas de la campaña de las elecciones presidenciales.
La progresiva reunión de las condiciones para que se produzca un pogromo
El verano francés también ha estado caracterizado por varios hechos insignificantes en sí mismos aunque significativos si se consideran en conjunto. Marcan un nuevo umbral cualitativo en la liberación de la palabra explícitamente fascista. Un reportaje de Louise Couvelaire sobre Niza publicado en Le Monde el 23 de julio ofrece unos edificantes ejemplos de ello: “A Sandra, médico y nizarda de adopción desde hace seis años, le tiembla la voz y se le atropellan las palabras: «Lo que está ocurriendo ahora, después del atentado, es de una violencia inédita» , se lamenta.
«Es terrorífico el ascenso del odio hacia los musulmanes». Por primera vez oye relatar los “horrores”, sobre todo de una de sus mejores amigas: “Si me cruzo con una que lleva pañuelo, me la cargo, que se vuelva a su país” […] “Este trágico acontecimiento ha soltado completamente la lengua a los nizardos que se dicen originarios” , analiza Teresa Maffeis, de la Asociación por la Democracia de Niza [Association pour la démocratie à Nice, ADN], militante de causas humanitarias (gitanos, refugiados,…). “Estoy muy preocupada”.
Karim, que desde hace catorce años es camionero en Niza y su región, espera que su agencia de trabajo temporal le vuelva a llamar. “Ahora todo el mundo tiene miedo de un árabe al volante de un camión”, señala y repite la lista de insultos: “Asqueroso gilipollas”, “Hay que erradicarlos a todos”, “Vete a tu país”. “No quieren a los árabes a secas”, añade Malik, de 41 años. “Hay que ver las miradas furibundas que nos lanzan y a los padres que agarran a sus hijos de la mano en cuanto nos ven”. (9)
La participación activa denunciando a las mujeres que llevan burkini, las llamadas de teléfono a la policía para indicarle su presencia en una playa o los aplausos a los policías cuando las multan son actitudes que se han multiplicado a medida que aumentaba el delirio político y mediático de este verano. Estas actitudes nos informan del arraigo de la islamofobia en un parte de la población francesa. Hoy se ven los efectos de más de veinte años de discursos mediáticos y políticos que plantean el Islam como problema para la sociedad francesa. Dos décadas de instrumentalización política dan hoy sus amargos y ácidos frutos.
Lo ocurrido en Cisco [Córcega] no es sino lo que se anuncia en otros lugares y a mayor escala si no reaccionamos colectivamente para detener la actual lógica dominante. Una riña entre “magrebíes” y “vecinos del lugar”, por retomar los términos de la prensa, se transforma al día siguiente en una manifestación de más de quinientas personas que corean consignas significativas como “a las armas”, “estamos en nuestro país”, etc.
El mismo día, el 14 de agosto, un cargo electo, Charles-Antoine Casanova, alcalde de la comuna de Guardale escribe en su página Facebook: “Como cargo electo, pido a mi colega el alcalde de Cisco que en un primer momento tome todas las medidas necesarias para excluir definitivamente de su comuna a todos los magrebíes y a sus familias, hayan estado implicados o no en estos incidentes”. Y añade lo siguiente en la página web de extrema derecha Breizh-info para precisar su idea: “Este gobierno no nos protege, así que estamos obligados a protegernos nosotros mismos y defendernos contra cualquier ataque venga de donde venga”. (19)
Por consiguiente, ¿cuáles han sido las reacciones de respuesta a estos síntomas del arraigo de la islamofobia en una parte de la población francesa? Distinguimos tres: la condena comprensiva, la tesis del racismo histórico de la población francesa y la tesis de la instrumentalización.
La primera ha sido muy dominante. Consiste en hacer preceder (o seguir) la condena de los actos islamófobos de una larga diatriba cuyo objetivo es condenar el “burkini”, el “comunitarismo”, “el islamismo”, etc., según las diferentes declaraciones. De hecho, este tipo de declaración plantea una relación entre los actos islamófobos condenados y los objetos de la demarcación. Al hacerlo, concede una escucha comprensiva y una legitimidad implícita a los hechos denunciados que quita toda eficacia a la condena que sigue o precede. De la misma manera que la actitud de los judíos no fue la causa del antisemitismo en la década de 1930, hoy en día la actitud de los musulmanes no es la causa de la islamofobia.
La segunda reacción consiste en una visión esencialista de la islamofobia francesa. El pueblo de Francia sería islamófobo de modo congénito y esto se revelaría en los momentos de dificultades sociales o de crisis sociales y económicas. Además de que esta tesis solo puede producir posturas de impotencia política, niega el carácter producido políticamente de la islamofobia contemporánea. La islamofobia contemporánea se ha desarrollado en Francia desde arriba a golpe de debates y de leyes sucesivas que consideran un problema y un peligro a los musulmanes o a los supuestos musulmanes. La histerización del debate se debe a los medios de comunicación y a una parte consecuente de la clase política, y no a una brusca y repentina epidemia de islamofobia.
Con todo, esta segunda reacción comporta un elemento de verdad. En la sociedad francesa existe una herencia cultural islamófoba heredada de la historia cultural francesa y que nunca se ha deconstruido ni se ha luchado seriamente contra ella. Sin embargo, esta herencia no es sino un segmento de un racismo colonial más vasto construido al mismo tiempo que el pensamiento republicano dominante. Esto es lo que explica la posibilidad de un “racismo republicano”. Precisamente este elemento de verdad es negado por la tercera reacción que ha marcado el verano francés. Todo esto no sería más que una instrumentalización para ocultar otras cuestiones sociales como la aprobación de la Ley [de reforma laboral] El Khomri.
De hecho, las dos últimas tesis son indisociables y no se pueden separar. Debido a que existe un caldo de cultivo heredado de la historia, los hombres y mujeres políticos eligen una estrategia de distracción y de instrumentalización. A la inversa, la instrumentalización refuerza sistemáticamente el caldo de cultivo existente lo que lleva a que se reúnan progresivamente las condiciones para que se produzca un futuro pogromo. Ni simple racismo preexistente ni resultado únicamente de la instrumentalización, la islamofobia contemporánea es resultado de la lógica infernal constituida por la yuxtaposición histórica de estas dos realidades. El carácter infernal de la lógica se refuerza aún más por el contexto mundial de las guerras por el petróleo y de la teoría del “choque de las civilizaciones” que las legitima.
Hoy es cuando hay que reaccionar para destruir esta lógica dominante. Para ello hay que incluir verdaderamente en las agendas políticas y militantes la lucha contra la islamofobia. Sin esta movilización asistiremos impotentes a una fascistización de nuestra sociedad y a la reunión progresiva de las condiciones para que se produzca un pogromo a cuya sombra el proyecto ultraliberal se podrá desplegar con cada vez menos oposición. Esta lógica no desaparece sola o por medio de la “discreción”. Solo parará por medio de la relación de fuerzas.
Notas
1. Bernard Cazeneuve, declaración del 16 de julio a las 14:30 h, http://www.lejdd.fr/Societe/Attentat-de-Nice-l-enquete-se-poursuit-debut-des-trois-jours-de-deuil-national-797335, consultado el 29 de agosto de 2016 a las 15:30 h.
2. Mohamed Sifaoui, programa especial sobre el atentado de Niza del 16 de julio de 2016 presentado por Pauline Revenaz y François Gapihan, http://www.bfmtv.com/mediaplayer/video/attentat-a-nice-c-est-la-premiere-fois-qu-un-tel-profil-s-exprime-en-france-mohamed-sifaoui-843709.html , consultado el 29 de agosto de 2016 a las 16:30 h.
3. Rueda de prensa de Louis Molins el 21 de julio de 2016, http://www.rtl.fr/actu/societe-faits-divers/attentat-a-nice-ce-qu-il-faut-retenir-de-la-conference-de-presse-de-francois-molins-du-21-juillet-sur-les-avancees-de-l-enquete-7784179987, consultado el 29 de agosto de 2016 a las 18:30 h.
4. Vladimir de Gmeline, “Taqiya: la dissimulation comme nouvelle arme de guerre”, http://www.marianne.net/taqiya-dissimulation-nouvel-art-guerre-100244631.html, consultado el 29 de agosto de 2016 a las 19:00 h.
* En francés “assignation à residence”, una medida que supone la restricción de la libertad de movimientos de una persona e incluso en ocasiones el controlar a las personas a las que frecuenta. A veces va acompañada además del uso de una pulsera electrónica (N. de la t.).
5. “Interdiction des burkinis: la justice conforte l’arrêté de la mairie de Canne”, Le Monde, 13 de agosto, http://www.lemonde.fr/societe/article/2016/08/13/le-tribunal-administratif-valide-l-arrete-municipal-bannissant-le-burkini-a-cannes_4982397_3224.html, consultado el 30 de agosto de 2016 a las 08:00 h.
6. “«Burkini»: Manuel Valls désavoue Najat Vallaud- Belkacem”, http://www.lemonde.fr/religions/article/2016/08/25/burkini-manuel-valls-desavoue-najat-vallaud-belkacem_4987686_1653130.html, consultado el 30 de agosto de 2016 a las 08:45 h.
7. Entrevista a Manuel Valls en La Provence, http://www.laprovence.com/article/politique/4078328/valls-sur-le-burkini-une-vision-archaique-de-la-place-de-la-femme-dans-lespace-public.html, consultado el 30 de agosto de 2016 a las 09:15 h.
** La “bandana” (del hindi, “bandhana”, “atar, atadura”) es un pañuelo para la cabeza hecho de una pieza triangular o cuadrada de tela, atada alrededor de la cabeza o alrededor del cuello con fines decorativos o protectores (N. de la T.).
*** El término utilizado es “sauvageon” con el que se denominaba a los llamados “niños salvajes” (N. de la t.)
8. Entrevista a Nadine Morano, 12 de agosto, http://www.tsa-algerie.com/20160812/video-france-ancienne-ministre-compare-femmes-voilees-aux-nazis/, consultado el 30 de agosto de 2016 a las 09:45 h.
9. Louise Couvelaire, “A Nice, des tensions accrues après l’attentat”, http://www.lemonde.fr/societe/article/2016/07/23/a-nice-l-attentat-a-accru-les-tensions_4973862_3224.html, consultado el 30 de agosto de 2016 a las 10:30 h.
10. Entrevista a Charles-Antoine Casanova en Breizh-info, http://www.breizh-info.com/2016/08/25/48376/sisco-charles-antoine-casanova-maire-de-guargale-sexplique-propos-polemiques-interview, consultado el 30 de agosto de 2016 a las 11:15 h.
Fuente:
http://www.investigaction.net/lecons-et-consequences-dun-ete-revelateur-la-construction-progressive-des-conditions-de-pogromes/
Investig'Action
Traducido del francés por Beatriz Morales Bastos.
El verano de 2016 ha estado marcado por tres hechos de diferente naturaleza: el 14 de julio un vil atentado enluta el país, el 21 de julio se aprueba una ley que acaba con el código laboral y que la población y los trabajadores rechazan masivamente, y en Cannes se emite un bando municipal prohibiendo el acceso a las playas a las mujeres que lleven un “burkini”, lo que desencadena en unos días una auténtica epidemia de bandos similares en otras ciudades. Las reacciones sociales y los comentarios políticos y mediáticos que siguieron a estos tres acontecimientos constituyen un excelente analizador del estado de nuestra sociedad, de sus contradicciones y de los intereses que se enfrentan en su seno.
“Radicalización rápida”, estrategia de disimulo y producción de una psicosis colectiva
Desde el 16 de julio el ministro del Interior Bernard Cazeneuve menciona la tesis de una “radicalización rápida” del chófer asesino acompañada de una serie de precisiones angustiosas: “ Los servicios de seguridad no lo conocían porque no se había distinguido a lo largo de los años anteriores por condenas o por su actividad, por una adhesión a la ideología islamista radical. […] Parece que se ha radicalizado muy rápidamente. En cualquier caso, los primeros elementos aparecen a través de testimonios de su entorno […] unos individuos sensibles al mensaje de Daesh se implican en acciones extremadamente violentas sin haber participado necesariamente en combates, sin haber sido adiestrados necesariamente […] La propia manera de cometer su odioso crimen es nueva”. (1)
La tesis de la “radicalización rápida” tiene muchas consecuencias. Acredita la idea de que todos los musulmanes son susceptibles de transformarse rápida y bruscamente en terroristas. En adelante el peligro está ahí donde haya musulmanes o supuestos musulmanes. Así pues, es el momento de desconfiar cada vez que nos crucemos con un musulmán real o supuesto. Por supuesto, se añadirá sistemáticamente que “hay que tener cuidado de no mezclar las cosas” y poner así de relieve que se es consciente de los efectos probables de esta tesis.
El hecho de que el perfil del asesino sea atípico (respecto a lo que los medios de comunicación diseñan desde hace años para ayudarnos a reconocer a los “candidatos al yihadismo”) refuerza aún más la producción de una psicosis colectiva. Ya ni siquiera se puede reconocer a un musulmán compatible con la república gracias a unos hechos simples como “no frecuentar una mezquita”, “no hacer el Ramadán” o “comer cerdo”.
Durante casi dos semanas los “expertos” se han sucedido en nuestros platós para convencernos de un peligro multiforme que exige una desconfianza permanente respecto a determinados conciudadanos nuestros. La perla de los especialistas le corresponde una vez más Mohamed Sifaoui, a quien BFM TV presenta como “periodista especializado en terrorismo islámico” y que considera que la radicalización puede ser “instantánea”: “[la radicalización] se puede realizar el mismo día del atentado ya que los ideólogos islamistas afirman que el atentado kamikaze, el atentado mártir, hace perdonar el conjunto de los pecados”. (2)
Pero este “especialista” no se contenta con acelerar hasta el extremo la rapidez de la radicalización, sino que en el mismo programa pide a sus colegas que no traten de comprender el comportamiento del asesino a partir de una “racionalidad occidental”.
Por consiguiente, estamos ante unos individuos que no funcionan ni razonan como nosotros. Son ajenos a nuestro mundo, no son producto de este y son inexplicables racionalmente. Así es como se construye una psicosis colectiva que elimina a una parte de la población del “Nosotros” social. Ahora bien, cada vez que hay procesos de exclusión de un “Nosotros” social, se autoriza a pasar al acto. Gracias a este tipo de procesos se reúnen las condiciones de posibilidad de que se produzca un pogromo.
Pero Mohamed Sifaoui añade un argumento de peso: la estrategia del disimulo. “El disimulo es una técnica que se aprende en los manuales distribuidos por Daesh”, afirma en el mismo programa. La tesis de la “premeditación disimulada” se añade inmediatamente a la de “radicalización rápida”.
El Fiscal de París, Louis Molins, declara en una rueda de prensa el 21 de julio que “parece que Mohamed Lahouaiej-Bouhlel había pensado su proyecto criminal varios meses antes de pasar al acto”. (3) También anuncia la detención preventiva de cinco sospechosos de ser cómplices. Sin esperar que haya precisiones, los medios se embalan. Los telespectadores y los lectores de los grandes medios aprenden una nueva palabra árabe: “taqiya”. El semanario Mariane publica el titular “Taqiya: el disimulo como nueva arma de guerra” y explica en la entradilla del artículo: “Algunos terroristas lo utilizan como estrategia para pasar bajo los radares de los servicios de inteligencia, otros lo usan como coartada práctica para seguir llevando su vida de occidentalizados: en cualquier caso, el Estado Islámico preconiza la taqiya (el arte del disimulo) para estos «soldados de Dios». Investigación”. (4)
Desde Le Figaro a Nice-Matin pasando por BFM o RTL esta nueva palabra angustiosa entra en el vocabulario. No solo se radicalizan rápido sino que además disimulan para pasar desapercibidos. Decididamente, debemos desconfiar de todos los musulmanes o supuestos musulmanes. Así, unos días después de la primicia se difunde una dosis suplementaria de psicosis.
La oposición de derecha se suma inmediatamente a esta escalada añadiendo un tercer nivel de psicosis. El diputado de [el partido] Les Républicains Georges Fenech pide la creación de un “Guantánamo a la francesa”. El ex alcalde de Niza Christian Estrosi propone unos “centros de detención preventivos para los supuestos yihadistas”. Sarkozy, por su parte, prefiere que quienes presentan riesgo de radicalización lleven una pulsera electrónica, medida que se puede completar con la obligatoriedad de residir en determinado lugar*.
En pocas palabras, no se propone otra cosa que considerar culpables a unos “sospechosos” antes incluso de que hayan cometido el menor delito. El fondo común en el que convergen todas estas propuestas es una justicia de excepción.
El “burkini” como disimulo del “yihadismo”
El asesinato del sacerdote Jacques Hamel en la iglesia de Saint-Étienne-du-Rouvray el 28 de julio acaba de crear las condiciones para que se den los llamados “bandos antiburkini”. El bando municipal se adopta dos días después del drama, aunque un mes después del inicio de la estación. Durante el mes de julio la prensa no hizo eco de ninguna dificultad en las playas a propósito de la vestimenta. Una vez más una práctica social es calificada de “problema” no por la población sino por una autoridad política. El momento en que se dicta el bando indica su carácter oportunista. Se trata simplemente de utilizar el contexto de una intensa emoción vinculada a los dos dramas de julio para hacer avanzar una agenda preestablecida: imponer las cuestiones de la inmigración y de la identidad como dos elementos centrales de las elecciones presidenciales.
Al relacionar estos dos temas con la cuestión del terrorismo se plantea su dimensión problemática. Al establecer esta relación en un momento de emoción intensa se sugiere la necesidad de una “urgencia de la acción” con un llamamiento implícito a cada ciudadano a denunciar a los “infractores”. Así es como un “problema” producido “desde arriba” se transforma en un problema “de abajo” para una parte de la población. La epidemia de bandos que siguen al de Niza confirma el carácter sobreideologizado del “problema”. Mientras que en el mes de julio ninguna de las treinta ciudades que posteriormente adoptarán un decreto similar había hecho constar problema alguno a propósito del “burkini”, de repente el problema aparece en todas partes.
Debido a su argumentación, la resolución provisional del tribunal administrativo del 13 de agosto que valida el bando de Cannes (y da pie a la proliferación de bandos similares) es significativa de los retos que se plantean. “En el contexto del Estado de excepción y de los recientes atentados islamistas ocurridos sobre todo en Niza hace un mes, el uso de una vestimenta distintiva, diferente de la vestimenta habitual de baño puede, en efecto, ser interpretado como que no es, en este contexto, un simple signo de religiosidad” (5), precisa el bando.
En otras palabras, el “burkini” disimula otra cosa. Estamos de nuevo ante la tesis del disimulo que ya habíamos encontrado a propósito del atentado de Niza. Así, las mujeres que llevan burkini se convierten en portadoras de algo completamente diferente: de una negación de los derechos de las mujeres en el mejor de los casos, del terrorismo en el peor.
La inmediata toma de postura de Manuel Valls legitima y refuerza la “gravedad” de la cuestión y la urgencia de adoptar una posición de firmeza. “Estos bandos no son una deriva. Eso es interpretar mal las cosas. Estos bandos se han adoptado en nombre del orden público”, (6) afirma nuestro primer ministro. En una entrevista al Journal La Provence precisa lo que piensa: “El burkini no es una nueva gama de trajes de baño, una moda. Es la traducción de un proyecto político, de contra-sociedad, basado sobre todo en la sumisión de la mujer. […] Algunas personas tratan de presentar a las mujeres que lo llevan como víctimas, como si nosotros pusiéramos en tela de juicio una libertad … Pero someter a la mujer no es una libertad. […] La República debe defenderse frente a las provocaciones. […] Por consiguiente, mantengo que quienes han adoptado los bandos están motivados por la voluntad de fomentar la vida en común, sin una segunda intención política” (7).
Pocas veces la caricatura y la falta de lógica habrán caracterizado tanto el discurso político: para liberar a la mujer hay que negarle un derecho; para fomentar la “vida en común” hay que excluir. Y también pocas veces se habrá destacado tanto el carácter de la supuesta “gravedad” de la situación: contra-sociedad, orden público, sumisión de la mujer, provocación, necesidad de defenderse.
La consecuencia era previsible: en Niza y en Cannes la policía municipal multa y humilla a unas mujeres simplemente por llevar velo. No se trata de derivas, sino de una consecuencia lógica. No se puede establecer una policía de la vestimenta basada en el carácter de la supuesta “peligrosidad” de determinadas vestimentas y sobre la tesis del disimulo, y que la consecuencia no sea una caza a lo que se oculta, esconde, disimula. No es nada nuevo. Recordemos los debates absurdos en la época de la ley sobre el pañuelo [islámico] para saber si la “bandana”** era un velo disimulado.
Como ocurrió en 2004 respecto a la ley sobre el pañuelo, la cantidad de burkinis en las playas francesas ha sido inversamente proporcional a la cantidad de programas, de tomas de postura y de llamadas a la firmeza en el discurso político y mediático. Se pide a cada ciudadana y cada ciudadano que tengan una opinión, aunque la mayoría nunca hayan tenido ocasión de cruzarse con una mujer que llevara esta prenda. Ellas y ellos descubren esta prenda de baño a partir de una pregunta previa: ¿qué disimula?
La consecuencia que se desprende de ello es una exagerada visibilidad del burkini. Aunque antes el ciudadano ordinario lo consideraba una “prenda” de baño, ahora se percibe como un problema. Aunque antes se entendía como algo relativo a una opción individual, ahora se convierte en una cuestión pública y política. Aunque antes incluso podía pasar desapercibido, ahora salta a la vista con todo el trasfondo de los debates y las tomas de postura alarmantes que se oyen en los medios de comunicación.
Como ocurrió en 2004 a propósito del velo, una práctica que tiene varias motivaciones y significaciones diversas se lleva a una causalidad y a un significado único y homogéneo con una connotación problemática. Esto tienen un nombre científico y un nombre popular. En el plano teórico se trata del mismo enfoque esencialista que el difundido masivamente en los discursos políticos y mediáticos desde la década de 1990.
Más simplemente se trata de la estigmatización de los musulmanes reales y supuestos ampliamente difundida por una multitud de islamalgamas: islam incompatible con el feminismo, con el laicismo, con la República, etc. Incluso en el caso de las mujeres que alegan sus creencias religiosas para llevar esta prenda de baño, las explicaciones dominantes invierten la realidad. Aunque esta vestimenta es un signo de una voluntad de presencia en el espacio público, se interpreta como “comunitarismo”. Aunque es un indicador de una “integración en la playa”, se presenta como “amenaza para el orden público”.
Los debates de este verano que, una vez más, han tenido que sufrir nuestros conciudadanos musulmanes o supuestamente musulmanes han estado marcados por tres posturas reveladoras de una sociedad enferma que se niega a afrontar su enfermedad para poder curarla. Aunque la primera sea minoritaria es cada vez más frecuente: la islamofobia sin complejos. Así, la insustituible Nadine Morano declara el 12 de agosto en Europe 1 que «los islamistas, como esta mujer íntegramente velada en el territorio nacional, son comparables a los nazis”. (8)
La segunda es la de la instrumentalización de cara a las elecciones presidenciales. El burkini estival ya está unido a la cuestión de la “identidad nacional” en peligro que habría que proteger de los “enemigos internos” los cuales, además, se han convertido en maestros en el arte de disimular. En adelante se relaciona con las cuestiones de seguridad y de terrorismo que requieren un Estado de excepción casi permanente y unos “Guantánamo” a la francesa.
La tercera postura es la de la llamada a la sumisión y a renunciar a los derechos. La persona que utiliza el término “asilvestrados”*** para denominar a los jóvenes de los barrios populares, Jean Pierre Chevènement, ha salido del armario. Este ex ministro en el que piensa Valls para dirigir la futura Fundación para el Islam de Francia [Fondation pour l’Islam de France] aconseja al musulmán “la discreción” en el espacio público. El hecho de conminar a una categoría de ciudadanos a ser invisible siempre ha sido sinónimo de dominación. La lucha contra la opresión siempre ha llevado consigo unas estrategias de visibilización, ya sea en el caso del movimiento obrero, en el las luchas de liberación nacional o incluso el de las luchas de gays y lesbianas.
Estas tres posturas ponen de relieve el peligro de la actual secuencia histórica en Francia. Lo que ha ocurrido este verano no es sino el desmoronamiento de los diques ideológicos y políticos ante la fascistización. Si bien la decisión del Consejo de Estado que invalida los bandos es una buena noticia, no es el remedio para la enfermedad de la sociedad francesa que revelan los síntomas de este verano. Los llamamientos a modificar la ley se multiplican y forman parte de las promesas de la campaña de las elecciones presidenciales.
La progresiva reunión de las condiciones para que se produzca un pogromo
El verano francés también ha estado caracterizado por varios hechos insignificantes en sí mismos aunque significativos si se consideran en conjunto. Marcan un nuevo umbral cualitativo en la liberación de la palabra explícitamente fascista. Un reportaje de Louise Couvelaire sobre Niza publicado en Le Monde el 23 de julio ofrece unos edificantes ejemplos de ello: “A Sandra, médico y nizarda de adopción desde hace seis años, le tiembla la voz y se le atropellan las palabras: «Lo que está ocurriendo ahora, después del atentado, es de una violencia inédita» , se lamenta.
«Es terrorífico el ascenso del odio hacia los musulmanes». Por primera vez oye relatar los “horrores”, sobre todo de una de sus mejores amigas: “Si me cruzo con una que lleva pañuelo, me la cargo, que se vuelva a su país” […] “Este trágico acontecimiento ha soltado completamente la lengua a los nizardos que se dicen originarios” , analiza Teresa Maffeis, de la Asociación por la Democracia de Niza [Association pour la démocratie à Nice, ADN], militante de causas humanitarias (gitanos, refugiados,…). “Estoy muy preocupada”.
Karim, que desde hace catorce años es camionero en Niza y su región, espera que su agencia de trabajo temporal le vuelva a llamar. “Ahora todo el mundo tiene miedo de un árabe al volante de un camión”, señala y repite la lista de insultos: “Asqueroso gilipollas”, “Hay que erradicarlos a todos”, “Vete a tu país”. “No quieren a los árabes a secas”, añade Malik, de 41 años. “Hay que ver las miradas furibundas que nos lanzan y a los padres que agarran a sus hijos de la mano en cuanto nos ven”. (9)
La participación activa denunciando a las mujeres que llevan burkini, las llamadas de teléfono a la policía para indicarle su presencia en una playa o los aplausos a los policías cuando las multan son actitudes que se han multiplicado a medida que aumentaba el delirio político y mediático de este verano. Estas actitudes nos informan del arraigo de la islamofobia en un parte de la población francesa. Hoy se ven los efectos de más de veinte años de discursos mediáticos y políticos que plantean el Islam como problema para la sociedad francesa. Dos décadas de instrumentalización política dan hoy sus amargos y ácidos frutos.
Lo ocurrido en Cisco [Córcega] no es sino lo que se anuncia en otros lugares y a mayor escala si no reaccionamos colectivamente para detener la actual lógica dominante. Una riña entre “magrebíes” y “vecinos del lugar”, por retomar los términos de la prensa, se transforma al día siguiente en una manifestación de más de quinientas personas que corean consignas significativas como “a las armas”, “estamos en nuestro país”, etc.
El mismo día, el 14 de agosto, un cargo electo, Charles-Antoine Casanova, alcalde de la comuna de Guardale escribe en su página Facebook: “Como cargo electo, pido a mi colega el alcalde de Cisco que en un primer momento tome todas las medidas necesarias para excluir definitivamente de su comuna a todos los magrebíes y a sus familias, hayan estado implicados o no en estos incidentes”. Y añade lo siguiente en la página web de extrema derecha Breizh-info para precisar su idea: “Este gobierno no nos protege, así que estamos obligados a protegernos nosotros mismos y defendernos contra cualquier ataque venga de donde venga”. (19)
Por consiguiente, ¿cuáles han sido las reacciones de respuesta a estos síntomas del arraigo de la islamofobia en una parte de la población francesa? Distinguimos tres: la condena comprensiva, la tesis del racismo histórico de la población francesa y la tesis de la instrumentalización.
La primera ha sido muy dominante. Consiste en hacer preceder (o seguir) la condena de los actos islamófobos de una larga diatriba cuyo objetivo es condenar el “burkini”, el “comunitarismo”, “el islamismo”, etc., según las diferentes declaraciones. De hecho, este tipo de declaración plantea una relación entre los actos islamófobos condenados y los objetos de la demarcación. Al hacerlo, concede una escucha comprensiva y una legitimidad implícita a los hechos denunciados que quita toda eficacia a la condena que sigue o precede. De la misma manera que la actitud de los judíos no fue la causa del antisemitismo en la década de 1930, hoy en día la actitud de los musulmanes no es la causa de la islamofobia.
La segunda reacción consiste en una visión esencialista de la islamofobia francesa. El pueblo de Francia sería islamófobo de modo congénito y esto se revelaría en los momentos de dificultades sociales o de crisis sociales y económicas. Además de que esta tesis solo puede producir posturas de impotencia política, niega el carácter producido políticamente de la islamofobia contemporánea. La islamofobia contemporánea se ha desarrollado en Francia desde arriba a golpe de debates y de leyes sucesivas que consideran un problema y un peligro a los musulmanes o a los supuestos musulmanes. La histerización del debate se debe a los medios de comunicación y a una parte consecuente de la clase política, y no a una brusca y repentina epidemia de islamofobia.
Con todo, esta segunda reacción comporta un elemento de verdad. En la sociedad francesa existe una herencia cultural islamófoba heredada de la historia cultural francesa y que nunca se ha deconstruido ni se ha luchado seriamente contra ella. Sin embargo, esta herencia no es sino un segmento de un racismo colonial más vasto construido al mismo tiempo que el pensamiento republicano dominante. Esto es lo que explica la posibilidad de un “racismo republicano”. Precisamente este elemento de verdad es negado por la tercera reacción que ha marcado el verano francés. Todo esto no sería más que una instrumentalización para ocultar otras cuestiones sociales como la aprobación de la Ley [de reforma laboral] El Khomri.
De hecho, las dos últimas tesis son indisociables y no se pueden separar. Debido a que existe un caldo de cultivo heredado de la historia, los hombres y mujeres políticos eligen una estrategia de distracción y de instrumentalización. A la inversa, la instrumentalización refuerza sistemáticamente el caldo de cultivo existente lo que lleva a que se reúnan progresivamente las condiciones para que se produzca un futuro pogromo. Ni simple racismo preexistente ni resultado únicamente de la instrumentalización, la islamofobia contemporánea es resultado de la lógica infernal constituida por la yuxtaposición histórica de estas dos realidades. El carácter infernal de la lógica se refuerza aún más por el contexto mundial de las guerras por el petróleo y de la teoría del “choque de las civilizaciones” que las legitima.
Hoy es cuando hay que reaccionar para destruir esta lógica dominante. Para ello hay que incluir verdaderamente en las agendas políticas y militantes la lucha contra la islamofobia. Sin esta movilización asistiremos impotentes a una fascistización de nuestra sociedad y a la reunión progresiva de las condiciones para que se produzca un pogromo a cuya sombra el proyecto ultraliberal se podrá desplegar con cada vez menos oposición. Esta lógica no desaparece sola o por medio de la “discreción”. Solo parará por medio de la relación de fuerzas.
Notas
1. Bernard Cazeneuve, declaración del 16 de julio a las 14:30 h, http://www.lejdd.fr/Societe/Attentat-de-Nice-l-enquete-se-poursuit-debut-des-trois-jours-de-deuil-national-797335, consultado el 29 de agosto de 2016 a las 15:30 h.
2. Mohamed Sifaoui, programa especial sobre el atentado de Niza del 16 de julio de 2016 presentado por Pauline Revenaz y François Gapihan, http://www.bfmtv.com/mediaplayer/video/attentat-a-nice-c-est-la-premiere-fois-qu-un-tel-profil-s-exprime-en-france-mohamed-sifaoui-843709.html , consultado el 29 de agosto de 2016 a las 16:30 h.
3. Rueda de prensa de Louis Molins el 21 de julio de 2016, http://www.rtl.fr/actu/societe-faits-divers/attentat-a-nice-ce-qu-il-faut-retenir-de-la-conference-de-presse-de-francois-molins-du-21-juillet-sur-les-avancees-de-l-enquete-7784179987, consultado el 29 de agosto de 2016 a las 18:30 h.
4. Vladimir de Gmeline, “Taqiya: la dissimulation comme nouvelle arme de guerre”, http://www.marianne.net/taqiya-dissimulation-nouvel-art-guerre-100244631.html, consultado el 29 de agosto de 2016 a las 19:00 h.
* En francés “assignation à residence”, una medida que supone la restricción de la libertad de movimientos de una persona e incluso en ocasiones el controlar a las personas a las que frecuenta. A veces va acompañada además del uso de una pulsera electrónica (N. de la t.).
5. “Interdiction des burkinis: la justice conforte l’arrêté de la mairie de Canne”, Le Monde, 13 de agosto, http://www.lemonde.fr/societe/article/2016/08/13/le-tribunal-administratif-valide-l-arrete-municipal-bannissant-le-burkini-a-cannes_4982397_3224.html, consultado el 30 de agosto de 2016 a las 08:00 h.
6. “«Burkini»: Manuel Valls désavoue Najat Vallaud- Belkacem”, http://www.lemonde.fr/religions/article/2016/08/25/burkini-manuel-valls-desavoue-najat-vallaud-belkacem_4987686_1653130.html, consultado el 30 de agosto de 2016 a las 08:45 h.
7. Entrevista a Manuel Valls en La Provence, http://www.laprovence.com/article/politique/4078328/valls-sur-le-burkini-une-vision-archaique-de-la-place-de-la-femme-dans-lespace-public.html, consultado el 30 de agosto de 2016 a las 09:15 h.
** La “bandana” (del hindi, “bandhana”, “atar, atadura”) es un pañuelo para la cabeza hecho de una pieza triangular o cuadrada de tela, atada alrededor de la cabeza o alrededor del cuello con fines decorativos o protectores (N. de la T.).
*** El término utilizado es “sauvageon” con el que se denominaba a los llamados “niños salvajes” (N. de la t.)
8. Entrevista a Nadine Morano, 12 de agosto, http://www.tsa-algerie.com/20160812/video-france-ancienne-ministre-compare-femmes-voilees-aux-nazis/, consultado el 30 de agosto de 2016 a las 09:45 h.
9. Louise Couvelaire, “A Nice, des tensions accrues après l’attentat”, http://www.lemonde.fr/societe/article/2016/07/23/a-nice-l-attentat-a-accru-les-tensions_4973862_3224.html, consultado el 30 de agosto de 2016 a las 10:30 h.
10. Entrevista a Charles-Antoine Casanova en Breizh-info, http://www.breizh-info.com/2016/08/25/48376/sisco-charles-antoine-casanova-maire-de-guargale-sexplique-propos-polemiques-interview, consultado el 30 de agosto de 2016 a las 11:15 h.
Fuente:
http://www.investigaction.net/lecons-et-consequences-dun-ete-revelateur-la-construction-progressive-des-conditions-de-pogromes/
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Entrevista: “Es importante atender a las fuentes nazis de los escritos de Hannah Arendt”.
“Hannah Arendt … en vez de formular expresamente posiciones tan controvertidas como las de esos autores [en que realmente se inspira] –lo que la habría expuesto a una probable reprobación—, Hannah Arendt supo transmitir su visión de manera indirecta. Procedimiento harto más persuasivo, y cuya eficacia ha contribuido por mucho, luego de los años 80 –tras la derrota política del marxismo en Europa—, al deslizamiento de una fracción de la izquierda culturalista y postmoderna hacia posiciones prontas a tomar en préstamo buena parte de sus conceptos y de su potencial pretendidamente revolucionario a autores de la extrema derecha alemana de los años 30, de Heidegger a Gehlen, pasando por Carl Schmitt. Resulta estupefaciente el espectáculo ofrecido por buena parte de los teóricos de la política, siempre necesitados de valerse de la autoridad de un nombre célebre (…)
“Hannah Arendt es el único escritor político apreciado, a la vez, por doctrinarios de la izquierda más radical –aun tratándose de una autora obviamente antimarxista—, por politólogos liberales –aun cuando convirtió el liberalismo en su blanco—, así como por comunitaristas y autores archiconservadores.”
El periodista Roger-Pol Droit entrevistó el pasado 16 de septiembre para Le Point al filósofo francés Emmanuel Faye, que acaba de publicar en la editorial Albin Michel un libro fundamental, tan erudito y bien investigado como devastador, sobre la filosofía y la publicística políticas de Hannah Arendt (Arendt et Heidegger. Extermination nazie et destruction de la pensée, París, 2016, 518 pàginas, 29 euros). Tras la breve entrevista concedida a Le Point, reproducimos un extracto del Epílogo del libro de Faye en un Anexo intitulado: “¿Cómo se explica el éxito de Hannah Arendt?”. SP.
Le Point : La figura de Hannah Arendt, su obra, incluso su persona, han terminado por ser objeto de una especie de culto. ¿Por qué y cómo?
Emmanuel Faye : La celebridad de Arendt es indisociable de su amistad con Heidegger y del escándalo suscitado por su Eichmann en Jerusalem. En tanto que judía, Arendt ha servido útilmente a modo de fianza para Heidegger: según lo expresó Barbara Cassin, “en ella estaba Heidegger sin Heidegger”. Por otra parte, la desgermanización del nazismo y la voluntad de exonerar de toda responsabilidad a los intelectuales más notorios del régimen –como Martin Heidegger, autor en 1933 de una “Profesión de fe a Hitler”, el jurista Carl Schmitt, que escribió en 1935 una justificación de las leyes raciales de Nuremberg, o el sociólogo Arnold Gehlen, que desarrolló en 1940 una concepción racial del hombre— han contribuido lo suyo al éxito de Arendt en Alemania, acompañando a la rehabilitación intelectual de esos autores nazis (incluido Heidegger). En Francia, Hannah Arendt ha venido a substituir, en la teoría política, la referencia a Marx sin que se hayan comprendido suficientemente las dimensiones anti-igualitarias y deshumanizantes de fondo de sus tesis.
¿Cómo se explica usted que los comentaristas y los exégetas hayan pasado esto por alto?
Los historiadores, Raul Hilberg, autor de La destrucción de los judíos en Europa, o Ian Kershaw, que ha escrito una biografía de referencia sobre Hitler, siempre han sido muy críticos con los trabajos de Hannah Arendt. Es en los ámbitos de la teoría política, de los estudios culturales, y luego, entre los propios filósofos, que su celebridad no ha dejado de crecer a caballo de lecturas demasiado fragmentarias y descontextualizadas. En Francia, la recepción de Arendt fue orquestada a partir de 1972, año en que los jefes de fila del heideggerianismo publicaron La crise de la culture [Originalmente publicado en inglés en 1961 con el título de Between Past and Future].
¿Qué le autoriza a usted a ver de manera tan distinta a Hannah Arendt? ¿Una toma de partido previa? ¿Un método de trabajo?
Para comprender las intenciones de Arendt, hay que tener en cuenta la versión alemana de sus escritos. Se ve entonces, por ejemplo, que el “estar en común” arendtiano es un falso amigo que lo que hace, en realidad, es traducir el Mitsein [literalmente: el Conser] heideggeriano. Me explico: no se trata, según suele creerse, de defender una sociedad democrática en la que coexistan individualidades libres, sino de promover una concepción orgánica de la comunidad política que no reconoce derecho natural alguno a los excluidos. Entonces se entienden mejor los ataques de Arendt al yo y al libre arbitrio individual, o su negativa a reconocer la legitimidad política de las reivindicaciones de los norteamericanos de origen africano durante las luchas por los derechos civiles en los años 60.
Importa, asimismo, prestar atención a las fuentes nazis de los escritos de Arendt, no solamente en lo tocante a los historiadores, sino también a los sociólogos, a los juristas y a los filósofos. Lo más difícil es romper con el culto del que ella ha sido hecha objeto y tomar en serio sus tesis más inaceptables, como la indiferenciación entre víctimas y verdugos en los campos nazis, o la deshumanización de la humanidad en el trabajo.
¿No es una exageración decir que Arendt quiere destruir la filosofía?
La propia Hannah Arendt se cuenta entre quienes se han propuesto “desmantelarla”, y ella misma se sitúa “tras la desaparición de la filosofía”. Exactamente como Heidegger después de 1945, Arendt opone a la filosofía lo que ella llama el “pensamiento”. Mi crítica versa sobre el modo en que el pensamiento queda secuestrado cuando Arendt propone a Heidegger como modelo de pensador frente a Adolf Eichmann, uno de los principales organizadores del exterminio de judíos, a quien ella describe como “desprovisto de pensamiento” y carente de motivo alguno. Los estudios recientes, como el del inglés David Cesarini en su biografía de referencia de Eichmann, muestran, al contrario, que éste no fue un mero ejecutor sin pensamiento, sino un antisemita genocida y fanático.
¿Diría usted que todos los que se han visto marcados por el pensamiento de Heidegger –de Levinas a Badiou, pasando por Sartre y Derrida— han de releerse de manera crítica a la luz del lazo que usted establece entre este pensamiento y el asunto del nazismo?
Hay que distinguir. Levinas, por ejemplo, promueve contra Heidegger una exigencia ética que no puede encontrarse en Arendt. Pero cuando uno descubre, en sus [tardíamente publicados] Cuadernos negros y en algunos de sus cursos de filosofía, con qué radicalidad hizo suyo Heidegger el antisemitismo exterminador de los nacionalsocialistas, se puede legítimamente considerar que las puestas en cuestión están sólo en sus comienzos. Recordemos que Heidegger fue el inspirador de Ahmad Fardid, el ideólogo más importante de la revolución islámica en Irán. De Heidegger también se reclama Alexander Duguin, que busca enfrentar a Rusia con el “Occidente” con argumentos tomados de la “metapolítica” de Heidegger. Y cuando en Francia se ve cómo Alain Badiou pretende renovar lo que él llama la “hipótesis comunista” a partir de la concepción heideggeriana de la comunidad, uno no puede dejar de pensar que está jugando con fuego.
ANEXO: ¿Cómo se explica el éxito de Hannah Arendt? (Un extracto del Epílogo, págs. 516-518)
«¿Cómo es posible que una autora como Arendt, que ha profesado puntos de vista políticos tan aristocráticos y excluyentes como los desarrollados en sus escritos, haya podido ser recibida como una pensadora capaz de refundar el “vivir en común” o, incluso –acabamos de verlo—, como una referencia para repensar los derechos humanos? Sin duda comprenderemos mejor esta contradicción si tomamos consciencia de la forma indirecta de argumentación privilegiada por Arendt, forma que ha contribuido mucho a neutralizar el espíritu crítico de más de un intérprete. He aquí dos ejemplos. En Los orígenes del totalitarismo, sugiere que, al pretender superar las desigualdades naturales que ella considera insuperables, los Estados nacionales, pretendiendo la igualdad, no habrían sino agravado las diferencias y abierto el camino a la radicalización völkisch [populachera]. Asimismo, Arendt da a entender en escritos posteriores –de la Condición del hombre moderno a De la Revolución— que, pretendiendo realizar la igualdad social, la Revolución francesa y los movimientos modernos de emancipación de ella surgidos no habrían hecho sino extender a la sociedad toda el sometimiento de la especie humana a las necesidades de la vida y al imperio ineluctable de la naturaleza. Precipitando el advenimiento de nuestras sociedades de empleados, lo que la democratización social habría hecho es pavimentar el camino del totalitarismo. Esa democratización marcaría el triunfo del hombre trabajador, a quien Arendt se niega a considerar propiamente humano, designándolo con la expresión de homo laborans.
«Se trata de una forma de “chantaje teórico”, merced al cual Arendt nos invita a renunciar, en Los Orígenes del totalitarismo, al principio universal de igualdad y, en la Condición del hombre moderno y, luego, en De la Revolución, a todo proyecto de emancipación económica y social. El caso es que este rechazo de toda política fundada en el principio de una igualdad entendida como derecho natural y favorable a la emancipación humana se retrotrae a determinadas corrientes de ideas. Se pueden mencionar, para los siglos XVIII y XIX ingleses y alemanes, a los contrarrevolucionarios inspirados en las ideas de Burke y, en los primeras décadas del siglo XX alemán, a la galaxia de revolucionarios-conservadores, entre los que Spengler figura como uno de los inspiradores y Moeller van der Bruck como uno de los jefes de fila.
«Sin embargo, en vez de formular expresamente posiciones tan controvertidas como las de esos autores –lo que la habría expuesto a una probable reprobación—, Arendt supo transmitir su visión de manera indirecta. Procedimiento harto más persuasivo, y cuya eficacia ha contribuido por mucho, luego de los años 80 –tras la derrota política del marxismo en Europa—, al deslizamiento de una fracción de la izquierda culturalista y postmoderna hacia posiciones prontas a tomar en préstamo buena parte de sus conceptos y de su potencial pretendidamente revolucionario a autores de la extrema derecha alemana de los años 30, de Heidegger a Gehlen, pasando por Carl Schmitt. Resulta estupefaciente el espectáculo ofrecido por buena parte de los teóricos de la política, siempre necesitados de valerse de la autoridad de un nombre célebre. Cuando la referencia a Marx dejó de ser la referencia dominante, Arendt se convirtió en el nuevo icono de esos teóricos. Los mismos que, unos pocos decenios antes, apelaban a las Tesis sobre Feuerbach como su Biblia, ahora se apoyan en el paradigma arendtiano del vivir en común y de la acción política. Ya no se trata de “transformar el mundo”, sino de propiciar su advenimiento por la vía de la acción común.
«Si Arendt no consigue construir un pensamiento tan articulado como el del autor de El Capital, presenta en política una ventaja federadora que ha contribuido por mucho a su éxito. La estrategia indirecta más arriba descrita le ha permitido, en efecto, hacerse difícilmente vulnerable, no sólo teórica, sino también políticamente. No es cosa fácil atribuirle alguna posición determinada dentro del espectro político. Por eso es hoy, sin duda, Hannah Arendt el único escritor político apreciado, a la vez, por doctrinarios de la izquierda más radical –aun tratándose de una autora obviamente antimarxista—, por politólogos liberales –aun cuando convirtió el liberalismo en su blanco—, así como por comunitaristas y autores archiconservadores.» [1]
Nota: [1] En Francia, y a título de ejemplo, se puede citar a intelectuales tan distintos como Alain Badiou (autor de una apología de Arendt como profeta de la modernidad), Phillipe Raynaud (editor y prologuista de Arendt) y Chantal Delsol (fundadora del Instituto Hannah Arendt).
Emmanuel Faye es profesor de filosofía moderna y contemporánea en la Universidad de Rouen. En 2005 había publicado su gran investigación: Heidegger, l’introduction du nazisme dans la philosophie (París, Albin Michel), traducida al castellano por la Editorial Akal (Madrid, 2009) con el título: Heidegger. La introducción del nazismo en la filosofía. En torno a los seminarios inéditos de 1933-35.
http://www.sinpermiso.info/textos/es-importante-atender-a-las-fuentes-nazis-de-los-escritos-de-hannah-arendt-entrevista
“Hannah Arendt es el único escritor político apreciado, a la vez, por doctrinarios de la izquierda más radical –aun tratándose de una autora obviamente antimarxista—, por politólogos liberales –aun cuando convirtió el liberalismo en su blanco—, así como por comunitaristas y autores archiconservadores.”
El periodista Roger-Pol Droit entrevistó el pasado 16 de septiembre para Le Point al filósofo francés Emmanuel Faye, que acaba de publicar en la editorial Albin Michel un libro fundamental, tan erudito y bien investigado como devastador, sobre la filosofía y la publicística políticas de Hannah Arendt (Arendt et Heidegger. Extermination nazie et destruction de la pensée, París, 2016, 518 pàginas, 29 euros). Tras la breve entrevista concedida a Le Point, reproducimos un extracto del Epílogo del libro de Faye en un Anexo intitulado: “¿Cómo se explica el éxito de Hannah Arendt?”. SP.
Le Point : La figura de Hannah Arendt, su obra, incluso su persona, han terminado por ser objeto de una especie de culto. ¿Por qué y cómo?
Emmanuel Faye : La celebridad de Arendt es indisociable de su amistad con Heidegger y del escándalo suscitado por su Eichmann en Jerusalem. En tanto que judía, Arendt ha servido útilmente a modo de fianza para Heidegger: según lo expresó Barbara Cassin, “en ella estaba Heidegger sin Heidegger”. Por otra parte, la desgermanización del nazismo y la voluntad de exonerar de toda responsabilidad a los intelectuales más notorios del régimen –como Martin Heidegger, autor en 1933 de una “Profesión de fe a Hitler”, el jurista Carl Schmitt, que escribió en 1935 una justificación de las leyes raciales de Nuremberg, o el sociólogo Arnold Gehlen, que desarrolló en 1940 una concepción racial del hombre— han contribuido lo suyo al éxito de Arendt en Alemania, acompañando a la rehabilitación intelectual de esos autores nazis (incluido Heidegger). En Francia, Hannah Arendt ha venido a substituir, en la teoría política, la referencia a Marx sin que se hayan comprendido suficientemente las dimensiones anti-igualitarias y deshumanizantes de fondo de sus tesis.
¿Cómo se explica usted que los comentaristas y los exégetas hayan pasado esto por alto?
Los historiadores, Raul Hilberg, autor de La destrucción de los judíos en Europa, o Ian Kershaw, que ha escrito una biografía de referencia sobre Hitler, siempre han sido muy críticos con los trabajos de Hannah Arendt. Es en los ámbitos de la teoría política, de los estudios culturales, y luego, entre los propios filósofos, que su celebridad no ha dejado de crecer a caballo de lecturas demasiado fragmentarias y descontextualizadas. En Francia, la recepción de Arendt fue orquestada a partir de 1972, año en que los jefes de fila del heideggerianismo publicaron La crise de la culture [Originalmente publicado en inglés en 1961 con el título de Between Past and Future].
¿Qué le autoriza a usted a ver de manera tan distinta a Hannah Arendt? ¿Una toma de partido previa? ¿Un método de trabajo?
Para comprender las intenciones de Arendt, hay que tener en cuenta la versión alemana de sus escritos. Se ve entonces, por ejemplo, que el “estar en común” arendtiano es un falso amigo que lo que hace, en realidad, es traducir el Mitsein [literalmente: el Conser] heideggeriano. Me explico: no se trata, según suele creerse, de defender una sociedad democrática en la que coexistan individualidades libres, sino de promover una concepción orgánica de la comunidad política que no reconoce derecho natural alguno a los excluidos. Entonces se entienden mejor los ataques de Arendt al yo y al libre arbitrio individual, o su negativa a reconocer la legitimidad política de las reivindicaciones de los norteamericanos de origen africano durante las luchas por los derechos civiles en los años 60.
Importa, asimismo, prestar atención a las fuentes nazis de los escritos de Arendt, no solamente en lo tocante a los historiadores, sino también a los sociólogos, a los juristas y a los filósofos. Lo más difícil es romper con el culto del que ella ha sido hecha objeto y tomar en serio sus tesis más inaceptables, como la indiferenciación entre víctimas y verdugos en los campos nazis, o la deshumanización de la humanidad en el trabajo.
¿No es una exageración decir que Arendt quiere destruir la filosofía?
La propia Hannah Arendt se cuenta entre quienes se han propuesto “desmantelarla”, y ella misma se sitúa “tras la desaparición de la filosofía”. Exactamente como Heidegger después de 1945, Arendt opone a la filosofía lo que ella llama el “pensamiento”. Mi crítica versa sobre el modo en que el pensamiento queda secuestrado cuando Arendt propone a Heidegger como modelo de pensador frente a Adolf Eichmann, uno de los principales organizadores del exterminio de judíos, a quien ella describe como “desprovisto de pensamiento” y carente de motivo alguno. Los estudios recientes, como el del inglés David Cesarini en su biografía de referencia de Eichmann, muestran, al contrario, que éste no fue un mero ejecutor sin pensamiento, sino un antisemita genocida y fanático.
¿Diría usted que todos los que se han visto marcados por el pensamiento de Heidegger –de Levinas a Badiou, pasando por Sartre y Derrida— han de releerse de manera crítica a la luz del lazo que usted establece entre este pensamiento y el asunto del nazismo?
Hay que distinguir. Levinas, por ejemplo, promueve contra Heidegger una exigencia ética que no puede encontrarse en Arendt. Pero cuando uno descubre, en sus [tardíamente publicados] Cuadernos negros y en algunos de sus cursos de filosofía, con qué radicalidad hizo suyo Heidegger el antisemitismo exterminador de los nacionalsocialistas, se puede legítimamente considerar que las puestas en cuestión están sólo en sus comienzos. Recordemos que Heidegger fue el inspirador de Ahmad Fardid, el ideólogo más importante de la revolución islámica en Irán. De Heidegger también se reclama Alexander Duguin, que busca enfrentar a Rusia con el “Occidente” con argumentos tomados de la “metapolítica” de Heidegger. Y cuando en Francia se ve cómo Alain Badiou pretende renovar lo que él llama la “hipótesis comunista” a partir de la concepción heideggeriana de la comunidad, uno no puede dejar de pensar que está jugando con fuego.
ANEXO: ¿Cómo se explica el éxito de Hannah Arendt? (Un extracto del Epílogo, págs. 516-518)
«¿Cómo es posible que una autora como Arendt, que ha profesado puntos de vista políticos tan aristocráticos y excluyentes como los desarrollados en sus escritos, haya podido ser recibida como una pensadora capaz de refundar el “vivir en común” o, incluso –acabamos de verlo—, como una referencia para repensar los derechos humanos? Sin duda comprenderemos mejor esta contradicción si tomamos consciencia de la forma indirecta de argumentación privilegiada por Arendt, forma que ha contribuido mucho a neutralizar el espíritu crítico de más de un intérprete. He aquí dos ejemplos. En Los orígenes del totalitarismo, sugiere que, al pretender superar las desigualdades naturales que ella considera insuperables, los Estados nacionales, pretendiendo la igualdad, no habrían sino agravado las diferencias y abierto el camino a la radicalización völkisch [populachera]. Asimismo, Arendt da a entender en escritos posteriores –de la Condición del hombre moderno a De la Revolución— que, pretendiendo realizar la igualdad social, la Revolución francesa y los movimientos modernos de emancipación de ella surgidos no habrían hecho sino extender a la sociedad toda el sometimiento de la especie humana a las necesidades de la vida y al imperio ineluctable de la naturaleza. Precipitando el advenimiento de nuestras sociedades de empleados, lo que la democratización social habría hecho es pavimentar el camino del totalitarismo. Esa democratización marcaría el triunfo del hombre trabajador, a quien Arendt se niega a considerar propiamente humano, designándolo con la expresión de homo laborans.
«Se trata de una forma de “chantaje teórico”, merced al cual Arendt nos invita a renunciar, en Los Orígenes del totalitarismo, al principio universal de igualdad y, en la Condición del hombre moderno y, luego, en De la Revolución, a todo proyecto de emancipación económica y social. El caso es que este rechazo de toda política fundada en el principio de una igualdad entendida como derecho natural y favorable a la emancipación humana se retrotrae a determinadas corrientes de ideas. Se pueden mencionar, para los siglos XVIII y XIX ingleses y alemanes, a los contrarrevolucionarios inspirados en las ideas de Burke y, en los primeras décadas del siglo XX alemán, a la galaxia de revolucionarios-conservadores, entre los que Spengler figura como uno de los inspiradores y Moeller van der Bruck como uno de los jefes de fila.
«Sin embargo, en vez de formular expresamente posiciones tan controvertidas como las de esos autores –lo que la habría expuesto a una probable reprobación—, Arendt supo transmitir su visión de manera indirecta. Procedimiento harto más persuasivo, y cuya eficacia ha contribuido por mucho, luego de los años 80 –tras la derrota política del marxismo en Europa—, al deslizamiento de una fracción de la izquierda culturalista y postmoderna hacia posiciones prontas a tomar en préstamo buena parte de sus conceptos y de su potencial pretendidamente revolucionario a autores de la extrema derecha alemana de los años 30, de Heidegger a Gehlen, pasando por Carl Schmitt. Resulta estupefaciente el espectáculo ofrecido por buena parte de los teóricos de la política, siempre necesitados de valerse de la autoridad de un nombre célebre. Cuando la referencia a Marx dejó de ser la referencia dominante, Arendt se convirtió en el nuevo icono de esos teóricos. Los mismos que, unos pocos decenios antes, apelaban a las Tesis sobre Feuerbach como su Biblia, ahora se apoyan en el paradigma arendtiano del vivir en común y de la acción política. Ya no se trata de “transformar el mundo”, sino de propiciar su advenimiento por la vía de la acción común.
«Si Arendt no consigue construir un pensamiento tan articulado como el del autor de El Capital, presenta en política una ventaja federadora que ha contribuido por mucho a su éxito. La estrategia indirecta más arriba descrita le ha permitido, en efecto, hacerse difícilmente vulnerable, no sólo teórica, sino también políticamente. No es cosa fácil atribuirle alguna posición determinada dentro del espectro político. Por eso es hoy, sin duda, Hannah Arendt el único escritor político apreciado, a la vez, por doctrinarios de la izquierda más radical –aun tratándose de una autora obviamente antimarxista—, por politólogos liberales –aun cuando convirtió el liberalismo en su blanco—, así como por comunitaristas y autores archiconservadores.» [1]
Nota: [1] En Francia, y a título de ejemplo, se puede citar a intelectuales tan distintos como Alain Badiou (autor de una apología de Arendt como profeta de la modernidad), Phillipe Raynaud (editor y prologuista de Arendt) y Chantal Delsol (fundadora del Instituto Hannah Arendt).
Emmanuel Faye es profesor de filosofía moderna y contemporánea en la Universidad de Rouen. En 2005 había publicado su gran investigación: Heidegger, l’introduction du nazisme dans la philosophie (París, Albin Michel), traducida al castellano por la Editorial Akal (Madrid, 2009) con el título: Heidegger. La introducción del nazismo en la filosofía. En torno a los seminarios inéditos de 1933-35.
http://www.sinpermiso.info/textos/es-importante-atender-a-las-fuentes-nazis-de-los-escritos-de-hannah-arendt-entrevista
lunes, 19 de septiembre de 2016
La buena miel. ¿Cómo identificarla? El 76 % de la miel comercializada es "miel falsa"
Alberto Díaz Pinto
Ecoportal
Es bien sabido que la miel tienen una gran cantidad de propiedades beneficiosas para nuestro organismo, aunque, como ocurre prácticamente con todo, su consumo debe ser moderado.
Sin embargo, un reciente estudio ha demostrado que un alto porcentaje de la miel que nos venden en los supermercados y otros centros son alteradas, por lo que no estaríamos disfrutando de sus increíbles propiedades.
La miel pura es uno de los alimentos más nutritivos y beneficiosos que existen, pero en realidad podría no ser tan buena como pensamos
Es bien sabido que la miel tienen una gran cantidad de propiedades beneficiosas para nuestro organismo, aunque, como ocurre prácticamente con todo, su consumo debe ser moderado.
Sin embargo, un reciente estudio ha demostrado que un alto porcentaje de la miel que nos venden en los supermercados y otros centros son alteradas, por lo que no estaríamos disfrutando de sus increíbles propiedades.
La miel pura es uno de los alimentos más nutritivos y beneficiosos que existen, pero en realidad podría no ser tan buena como pensamos
Eso es porque el 76% de las mieles comercializadas han sido “ultra-filtradas” para eliminar las impurezas y todo el polen, según un estudio realizado por Vaughn Bryant, un profesor en la Universidad de Texas A&M y uno de los mejores especialistas en palinología, una disciplina que estudia el polen y esporas.
Precisamente son estas impurezas las que convierten a la miel en un alimento bueno para nosotros. La miel ultrafiltrada carece de muchas vitaminas, aminoácidos y minerales, así como de sus propiedades antibacterianas, antivirales y antifúngicas.
“No conozco a ningún productor de miel que quisiera hacer esto. Eliminar todo el polen solo puede lograrse a través de una ultra filtración, un proceso que solo cuesta dinero y disminuye la calidad de la miel. A mi juicio, estas mieles fueron producidas de manera ilegal y se les ha quitado el polen para no poder rastrear su procedencia“, comenta Mark Jensen, presidente de la Asociación Americana de Productores de Miel.
Y es que desde Asia se están comercializando mieles ultra filtradas para esconder su procedencia. Esto ocurre después de que se descubriera que algunas de estas mieles contenían antibióticos ilegales y estaban contaminadas con metales pesados que podrían tener graves efectos sobre la salud, y también para borrar toda evidencia que delate que fueron producidas de forma ilegal.
Así pues, ¿cómo podemos identificar si una miel es pura?
Según la página permaculturenews, existen 4 formas de identificar si una miel es o no pura:
La prueba del pulgar. Pon una gota de miel sobre tu pulgar. Si escurre o cae hacia un lado, la miel no es pura. Si se mantiene intacta sí lo es.
La prueba del agua. Llena un vaso con agua y vierte una cucharada de miel dentro. La miel pura se mantendrá prácticamente intacta y se sumergirá hasta el fondo del vaso. La miel alterada se disolverá.
La prueba del estante. La miel pura se cristalizará con el tiempo, mientras que la miel alterada seguirá viéndose como sirope líquido, sin importar la cantidad de tiempo que permanezca guardada en tu despensa.
La prueba del papel de cocina. Si viertes un poco de miel en un pedazo de papel de cocina y deja una mancha mojada, la miel está alterada y le han agregado agua. Si es pura no dejará mancha. El problema de este truco es que tampoco dejarán mancha aquellas mieles que hayan sido diluidas en siropes o jarabes azucarados.
Según los resultados recopilados por Bryant en su estudio, aquellas mieles que provenían de mercados locales de agricultores, tiendas “naturistas” o cooperativas, mantenían intactos sus niveles normales de polen. También señaló que era más probable encontrar mieles sin alterar cuando estaban etiquetadas como productos orgánicos
Espero que esta información os haya sido de gran utilidad y que la próxima vez que compréis un tarro de miel, sepáis si os están tomando el pelo.
Fuente:
http://www.ecoportal.net/Eco-Noticias/El-76-de-la-miel-comercializada-es-miel-falsa-.-Como-identificarla
Ecoportal
Es bien sabido que la miel tienen una gran cantidad de propiedades beneficiosas para nuestro organismo, aunque, como ocurre prácticamente con todo, su consumo debe ser moderado.
Sin embargo, un reciente estudio ha demostrado que un alto porcentaje de la miel que nos venden en los supermercados y otros centros son alteradas, por lo que no estaríamos disfrutando de sus increíbles propiedades.
La miel pura es uno de los alimentos más nutritivos y beneficiosos que existen, pero en realidad podría no ser tan buena como pensamos
Es bien sabido que la miel tienen una gran cantidad de propiedades beneficiosas para nuestro organismo, aunque, como ocurre prácticamente con todo, su consumo debe ser moderado.
Sin embargo, un reciente estudio ha demostrado que un alto porcentaje de la miel que nos venden en los supermercados y otros centros son alteradas, por lo que no estaríamos disfrutando de sus increíbles propiedades.
La miel pura es uno de los alimentos más nutritivos y beneficiosos que existen, pero en realidad podría no ser tan buena como pensamos
Eso es porque el 76% de las mieles comercializadas han sido “ultra-filtradas” para eliminar las impurezas y todo el polen, según un estudio realizado por Vaughn Bryant, un profesor en la Universidad de Texas A&M y uno de los mejores especialistas en palinología, una disciplina que estudia el polen y esporas.
Precisamente son estas impurezas las que convierten a la miel en un alimento bueno para nosotros. La miel ultrafiltrada carece de muchas vitaminas, aminoácidos y minerales, así como de sus propiedades antibacterianas, antivirales y antifúngicas.
“No conozco a ningún productor de miel que quisiera hacer esto. Eliminar todo el polen solo puede lograrse a través de una ultra filtración, un proceso que solo cuesta dinero y disminuye la calidad de la miel. A mi juicio, estas mieles fueron producidas de manera ilegal y se les ha quitado el polen para no poder rastrear su procedencia“, comenta Mark Jensen, presidente de la Asociación Americana de Productores de Miel.
Y es que desde Asia se están comercializando mieles ultra filtradas para esconder su procedencia. Esto ocurre después de que se descubriera que algunas de estas mieles contenían antibióticos ilegales y estaban contaminadas con metales pesados que podrían tener graves efectos sobre la salud, y también para borrar toda evidencia que delate que fueron producidas de forma ilegal.
Así pues, ¿cómo podemos identificar si una miel es pura?
Según la página permaculturenews, existen 4 formas de identificar si una miel es o no pura:
La prueba del pulgar. Pon una gota de miel sobre tu pulgar. Si escurre o cae hacia un lado, la miel no es pura. Si se mantiene intacta sí lo es.
La prueba del agua. Llena un vaso con agua y vierte una cucharada de miel dentro. La miel pura se mantendrá prácticamente intacta y se sumergirá hasta el fondo del vaso. La miel alterada se disolverá.
La prueba del estante. La miel pura se cristalizará con el tiempo, mientras que la miel alterada seguirá viéndose como sirope líquido, sin importar la cantidad de tiempo que permanezca guardada en tu despensa.
La prueba del papel de cocina. Si viertes un poco de miel en un pedazo de papel de cocina y deja una mancha mojada, la miel está alterada y le han agregado agua. Si es pura no dejará mancha. El problema de este truco es que tampoco dejarán mancha aquellas mieles que hayan sido diluidas en siropes o jarabes azucarados.
Según los resultados recopilados por Bryant en su estudio, aquellas mieles que provenían de mercados locales de agricultores, tiendas “naturistas” o cooperativas, mantenían intactos sus niveles normales de polen. También señaló que era más probable encontrar mieles sin alterar cuando estaban etiquetadas como productos orgánicos
Espero que esta información os haya sido de gran utilidad y que la próxima vez que compréis un tarro de miel, sepáis si os están tomando el pelo.
Fuente:
http://www.ecoportal.net/Eco-Noticias/El-76-de-la-miel-comercializada-es-miel-falsa-.-Como-identificarla
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