Escribir no es difícil, lo difícil es no escribir. L. Tolstói (1828-1910). Saber no es suficiente tenemos que aplicarlo. Querer no basta tenemos que hacerlo. Goethe (1749-1832). No conozco ningún otro signo de superioridad que la bondad. Beethoven (1770-1827). Ni lamentar ni detestar, sino comprender. Spinoza (1632-1677). La única soledad es la ignorancia. Shakespeare (1582-1616). Nada tan vil como ser altivo con el humilde. Séneca (4 a. C. - 65 d. C.).
El pleno del Parlamento Europeo se ha unido a las recomendaciones emitidas por el Consejo de Europa y las Naciones Unidas para instar al Estado español a que investigue los crímenes cometidos por la dictadura franquista. La eurocámara ha solicitado además a la Comisión Europea que realice una evaluación objetiva de los procesos de la memoria histórica en la Unión y recuerda que incumplir las recomendaciones sobre la materia vulnera principios básicos del Estado de Derecho.
El Parlamento Europeo ha adoptado esta decisión de manera mayoritaria a instancias de un grupo de eurodiputados entre los que se encuentran los vascos Izaskun Bilbao y Josu Juaristi, así como los catalanes Josep-Maria Terricabras, Ernest Maragall, Jordi Sebastià o Ramón Tremosa.
Estos eurodiputados basaron su petición en el artículo 63 del informe realizado por el eurodiputado eslovaco József Nagy sobre el estado de los derechos humanos en la Unión Europea. En concreto, este artículo considera imprescindible que “todos los Estados miembros colaboren con las investigaciones judiciales nacionales o internacionales destinadas a esclarecer responsabilidades en este ámbito y a procurar verdad, justicia y reparación a las víctimas de los crímenes de lesa humanidad cometidos en la Unión por regímenes totalitarios” . Además, este mismo artículo alerta de que “el incumplimiento de las recomendaciones internacionales sobre memoria democrática y de los principios de jurisdicción universal vulnera principios básicos del Estado de Derecho”.
Estos diputados presentaron la iniciativa tras comprobar que, por segunda vez, las autoridades del Estado español se negaban a facilitar las investigaciones judiciales sobre crímenes franquistas que se llevan a caso en la denominada causa argentina que instruye la magistrada María Servini. De hecho, el pasado mes de octubre la Fiscalía General del Estado, organismo dependiente del Gobierno español, envió un escrito a los juzgados, “de obligado cumplimiento” según se detallaba, por el que les señala que no deberían colaborar con la investigación que lleva a cabo la magistrada argentina al considerar que los casos estaban acogidos a la Ley de Amnistía de 1977 y estaban prescritos. Así, en Euskadi se da ahora la circunstancia de que dos jueces han aceptado el exhorto enviado por Servini y tomarán declaración a dos víctimas de la represión franquista, un juez de Gernika y otro de Bilbao; mientras que otros dos magistrados, de Eibar y de Bilbao, se han negado a hacerlo.
DIVERSAS ACTIVIDADES
A lo largo de los últimos meses, este grupo de eurodiputados del Parlamento Europeo ha efectuado diversas actividades en la eurocámara para propiciar un cambio de actitud de las autoridades europeas con respecto a la impunidad que gozan los encausados por los crímenes franquistas. Así, realizaron un homenaje a los últimos fusilados de la dictadura franquista -tres militantes del FRAP y los vascos Angel Otaegi y Jon Paredes Txiki- , o unas jornadas sobre los sucesos del 3 de marzo de 1976 en Gasteiz, cuando fueron asesinados cinco obreros por disparos de la Policía. De estas jornadas salió el compromiso del Ayuntamiento gasteiztarra de convertirse en parte actora de las querellas presentadas por estos hechos. Asimismo, este grupo tiene en preparación unas jornadas sobre ciudades comprometidas con la memoria.
La eurodiputada del PNV y vicepresidenta del grupo ALDE (Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa ) en la eurocámara, Izaskun Bilbao, mostró ayer su satisfacción por la decisión adoptada por el pleno del Parlamento Europeo, algo que consideró como “un paso trascendental”. Bilbao, además, se felicitó por el trabajo realizado por el eurodiputado democristano Jòzsef Nagy, autor del informe sobre la situación de los derechos humanos en la Unión Europea. La eurodiputada jeltzale agradecía asimismo las alusiones que aparecen en el informe a la memoria histórica, al respeto a la diversidad cultural o al incumplimiento de decisiones marco que son clave para las víctimas o para la política penal de la Unión Europea. “Espero ahora que los aludidos se apliquen para aparecer con mejores calificaciones en el próximo informe”, apuntó la vicepresidenta del grupo ALDE en el Parlamento Europeo.
Este artículo denuncia la falta de protección del consumidor frente a los abusos de las empresas productoras de bienes y servicios como consecuencia de su excesiva influencia sobre el Estado español, influencia que debería definirse como corrupción, y que está causando miles de muertos en todo el país. Cito el caso de Volkswagen como ejemplo de ello.
El caso más conocido de corrupción y con mayor visibilidad mediática se produce cuando un grupo económico o financiero paga directamente a un político para que este tome decisiones que les son beneficiosas. Otro caso, también conocido y visible en los medios, se da cuando el político, bien a título personal o representando a un partido, exige un pago de la empresa como condición para que se la contrate para el desarrollo de una actividad o servicio. En ambos casos, la base de dicha corrupción es la complicidad que se desarrolla entre personas o instituciones políticas por un lado, y personas e instituciones económicas o financieras por el otro. España es uno de los países de la Unión Europea de los Quince (UE-15) (el grupo de países de mayor desarrollo económico de la Unión Europea) donde estos tipos de corrupción están más extendidos.
Pero hay otra corrupción política que es masiva en las instituciones políticas españolas de la que raramente se habla en los medios y que responde también a esta complicidad entre el mundo de los negocios y el de la política, complicidad que está dañando enormemente a la ciudadanía española. Me estoy refiriendo a la enorme falta de protección del consumidor en España, que se encuentra totalmente desamparado frente a los abusos en la provisión de bienes y servicios realizados por intereses económicos y financieros que se realizan con la complicidad del poder político, es decir, del Estado español. Estos abusos, resultado de tal complicidad, se dan con más frecuencia con los partidos de derechas (partidos conservadores, como el PP, y partidos liberales, como Convergència Democràtica -ahora Partit Demòcrata Europeu Català-, que pertenece a la misma familia política que Ciudadanos) que con los partidos de izquierdas (aunque también se han dado en gobiernos del PSOE). Y ello como consecuencia de que su proximidad al mundo empresarial es mayor (por lo general) que la de los partidos de izquierdas (que suelen estar más próximos a los sindicatos y movimientos en defensa del consumidor).
Esta situación ha sido una constante en la historia de España, incluyendo durante su periodo democrático. La manera inmodélica como se hizo la transición de la dictadura a la democracia perpetuó la enorme influencia del mundo de las grandes empresas financiera e industriales sobre el Estado español (que había dominado el Estado dictatorial), influencia que corrompe la democracia española y que afecta negativamente a la calidad de vida no solo de los trabajadores (los salarios están entre los más bajos de la UE-15), sino también de los consumidores españoles (que tienen una de las protecciones más débiles y limitadas en la UE-15). Ejemplos de ello hay a miles.
El escándalo de Volkswagen
Uno de los casos más aparatosos (que ha tenido muy poca visibilidad mediática) ha sido el de la empresa alemana productora de automóviles, Volkswagen, la cual era plenamente consciente del daño que estaba causando a la salud (tanto de los usuario de sus vehículos como de la población en general), al alentar el uso de un combustible, el llamado nuevo diesel, que es altamente tóxico y contaminante. Y para ocultar tal gravedad, esta empresa había desarrollado un sistema de gestión del combustible en el vehículo que ocultaba la contaminación de los motores de sus modelos de coche con diesel en las pruebas de emisiones. Para evaluar correctamente el significado de esta canallada (y no puede ser definida de otra manera) hay que ser consciente de que tal producto mata a miles de personas en el mundo, pues es altamente tóxico. La empresa Volkswagen sabía de ello, pues la evidencia científica sobre su toxicidad es abrumadora. Algo idéntico ha pasado en España, por cierto, con la producción y utilización del amianto, sustancia altamente tóxica, un hecho que las empresas productoras ocultaron, dañando enormemente a los trabajadores del amianto y a las comunidades expuestas a tal contaminación (como ha sido el caso del municipio de Cerdanyola del Vallès en Catalunya). Ningún empresario de estas compañías ha terminado en la cárcel. Y tampoco irán los productores de los vehículos Volkswagen que están diseñados para ocultar el impacto contaminante, dañino y mortal del combustible del nuevo diesel.
La inmunidad empresarial en España
Cuando tal ocultación de la intensidad del efecto contaminante en los automóviles Volkswagen se descubrió en Estados Unidos, hubo una demanda de que se sancionara a Volkswagen por sus prácticas deshonestas y perjudiciales hacia los usuarios de sus vehículos y a la sociedad en general. Y muchos países, incluido EEUU, han sancionado a esta compañía, desde que en septiembre de 2015 se descubriera tal canallada. Pero España no es uno de ellos. Con predecible cinismo (y podría añadirse “cara dura”) el Estado español ha dicho “que lo están estudiando”, comentario que ha sido la respuesta continua del gobierno Rajoy del Partido Popular, y que ha colmado la paciencia de la Comisión Europea, que por fin ha abierto un expediente (¡ya era hora!) al Estado español, denunciando su pasividad (pasividad, por cierto, de la que la propia Comisión Europea ha sido también cómplice). Predeciblemente, el Sr. Ministro de Justicia del gobierno del PP, el Sr. Rafael Catalá, respondió a la Comisión Europea indicando que el ministerio lo estaba estudiando (lo han estado estudiando por más de un año). El Ministro de Industria (que era el que “lo está estudiando” desde hace ya más de un año) era el Sr. José Manuel Soria, conocido por su supuesta conexión con los papeles de Panamá, y que fue propuesto por el gobierno del PP para ocupar un alto cargo en el Banco Mundial (siendo un gran amigo del Ministro de Economía, el Sr. Luis de Guindos). Es interesante señalar que el Sr. Manuel Soria tuvo que renunciar al puesto debido a sus supuestas relaciones con los papeles de Panamá, pero nunca se consideró que su complicidad con Volkswagen, evitando con ello sancionar a tal compañía, fuera un motivo que justificara su dimisión. La falta de protección al consumidor que existe en España se basa precisamente en la complicidad entre el Estado español y las industrias altamente contaminantes que continúan gozando de una enorme inmunidad en este país.
Excepto en un caso, en el que se dio la razón parcialmente al comprador, los jueces consideran que los coches afectados no son más contaminantes que los de otras marcas
“Sigo creyendo que las canciones pueden ser buena compañía para quienes cambian el mundo”. “Me mueve lo mismo que cuando empecé: la infinita plasticidad de la música y la posibilidad de compartir ideas”.
En memoria de Natalia Coronel,
que me incitó a dar este pasito
Hijo de Argelia y Dagoberto, Silvio Rodríguez es uno de los trovadores más emblemáticos de lo que se dio en llamar el Movimiento de la Nueva Trova en Cuba, y quizás también –en palabras de Mario Benedetti–:
“uno de los poetas más talentosos de su generación”.
Nacido el 29 de noviembre de 1946 en San Antonio de los Baños, pueblo donde “una loma y un río” le fueron vecinos y que perpetuó en El papalote, Yo soy de donde hay un río, Trovador antiguo y Anoche fue la orquesta, en estos días cumplió 70 años y por esta razón, en exclusiva para Correo del Alba, le hemos preguntado acerca de su vida y otras cuestiones.
¿Cuánto ha influido en su vida y trayectoria artística el provenir de una familia modesta de provincia?
Son mis orígenes, y por eso están en mis canciones; incluso están en algunas más que las que usted menciona. Por ejemplo: En mi calle, Llegué por San Antonio de los Baños, Me veo claramente, y todavía algunas otras.
En el estribillo de una de ellas ha dicho “guajirito soy”, ¿qué le significa eso?
El origen de la palabra es otro, pero en Cuba se le llama guajiro a la gente que nace y trabaja en el campo. Es como decir campesino pero de forma más entrañable.
Durante su infancia y adolescencia fue un devorador de literatura de ciencia ficción y un ávido consumidor de cine del mismo género.
He defendido la ciencia ficción por ser un género un tanto subestimado, a pesar de haber dado a grandes escritores y muy importantes obras. Pero más bien empecé leyendo libros de aventuras. El placer de leer me fue llevando a los clásicos universales y después recalé en la literatura latinoamericana.
También se inclinó por las artes plásticas, matriculando en la Academia de San Alejandro en La Habana, ¿cuándo comenzó a cultivar su afición por el comic y por qué decidió laborar en eso?
A los 15 empecé a estudiar y a trabajar en el semanario Mella. Inicialmente entintaba algunos dibujos a lápiz de Virgilio Martínez, pero terminé a cargo de una página que se llamaba: El Hueco, una historieta muy profunda. Luego seguí dibujando, emplanando y diseñando en publicaciones de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, durante mi servicio militar. Después me desmovilicé y empecé a dedicarme solamente a hacer canciones.
¿Continúa dibujando?
A veces garabateo un poco.
¿Cree que hay puntos de “contacto” entre el arte plástico y el musical? (Lo pregunto porque de inmediato se me viene a la mente la canción Viñeta, donde sus andanzas resultan auténticas imágenes).
Creo que las imágenes que hay en mis canciones en parte se deben a que primero fui dibujante. Siempre he sido un gran admirador de las artes plásticas.
Volviendo a lo “fantástico”, le ha cantado al “espacio”, reclamando en una ocasión que “quiere ser cosmonauta”, ¿esa afición por el mundo exterior proviene de su primera infancia? ¿Le sigue apasionando la astronomía y la física?
Los mundos “exteriores” suelen ser muy interesantes, como también los interiores. Me siguen gustando la astronomía, la física, la biología y en general las ciencias. Y por supuesto las letras, el cine, la danza, todas las artes.
¿Cuándo y por qué se decidió a hacer canciones? ¿Cómo eran sus primeras composiciones y qué temáticas abordaban? ¿Recuerda cómo tituló la primera?
La primera la hice jugando, en el semanario Mella, se llamaba El rock de los fantasmas; Virgilio la cantaba muy bien. Después, en el ejército, empecé a tocar la guitarra y aparecieron otras canciones; allí empecé a inclinarme a componer canciones, en la medida en que la vida militar me lo permitía.
¿Cuándo se sube por primera vez en un escenario para cantar sus canciones?
En los Festivales de Aficionados de las Fuerzas Armadas. Tenía un dúo con un compañero llamado Luis Gómez.
Al día siguiente a mi desmovilización del ejército, el 13 de junio de 1967, debuté en un programa de televisión llamado Música y estrellas. Faltaban meses para que conociera a Pablo y a Noel. Unas semanas después de mi debut en tv, hice mi primer concierto, junto a los poetas de El Caimán Barbudo, en un homenaje que ellos le hacían a la trovadora Teresita Fernández.
¿Cómo evalúa su incursión en televisión –tanto en Música y estrellas como en Mientras tanto–? ¿Fue un estímulo para su posterior carrera musical? ¿Pensó alguna vez dedicarse a la tv?
Para mí fue una gran suerte que el extraordinario pianista y director orquestal Mario Romeu se fijara en mis canciones y me pusiera ante las cámaras de la televisión. Esto ocurrió porque Guillermo Rosales me llevó a casa de Mario, para que conociera a su hija, Belinda, que también hacía canciones. Todos estos sucesos ayudaron mucho a mi proyección posterior porque me dieron a conocer, pero nunca pensé en dedicarme a la televisión.
¿Cuándo y cómo nace la nueva trova cubana? ¿A quién se le ocurre denominarse “trovador” o quién los denomina “trovadores”?
En los 60s, en Cuba, a los que hacíamos canciones y las cantábamos se nos llamaba “compositores e intérpretes”. Después se nos dijo “cantautores”, que fue un término tomado del festival de San Remo, en Italia. Pero yo siempre pedía que me llamaran “trovador”. Era una forma de solidarizarme con los trovadores, que eran los músicos que menos cobraban y estaban marginados de los medios. Otros compañeros también se identificaban con eso. Los periodistas, por su parte, nos iban poniendo nombres, según las modas y sus gustos. Lo mismo nos decían “cantautores” que la “joven trova”, y también nos llamaban “nueva trova”.
En 1972 se oficializó lo que fue nombrado como Movimiento de la Nueva Trova. Recuerdo que nosotros mismos nos reíamos de ese nombre porque sabíamos que pronto dejaría de ser considerada “nueva”.
¿Cuál fue su experiencia musicando filmes del ICAIC? A la luz de los años, ¿cuál fue el real impacto del Grupo Experimentación Sonora (GES) del ICAIC?
El GES reunió a muchos talentos desconocidos, o poco conocidos, y después casi todos se fueron destacando como individualidades. Allí tuvimos la oportunidad de estudiar con grandes maestros. Leo Brouwer fue fundamental porque hizo el plan de estudios y personalmente nos enseñó muchísimo. Leo, que es un genio, tiene una forma propia, abreviada, de enseñanza, gracias a ser autodidacta. Ha sido capaz de condensar cosas que académicamente resultan mucho más extensas y complejas. Ese conocimiento sintetizado lo puso a nuestra disposición y cada cual atrapó lo que pudo.
También contamos con otros dos excelentes maestros: Frederic Smith, un norteamericano genial, aún no descubierto, y Juan Elósegui, un músico de la Orquesta Sinfónica Nacional que nos enseñaba solfeo a los que no sabíamos. Elósegui fue fundamental para mí porque gracias a él pude escribir mis canciones y orquestar un poco.
A fines de 1969 se enrola en la Flota Cubana de Pesca, que le lleva a las costas africanas. Allí compone 62 canciones, ¿qué lo motivó a realizar esa travesía?
Cosas de muy diversa índole, que podrían resumirse en que nací isleño y quería ver lo que había después del horizonte.
Pero, ¿pudo dimensionar –en el viaje o al retorno– la trascendencia de esa expedición creadora que le permitió componer canciones como Playa Girón o Al final de este viaje?
Ni antes ni después he vuelto a pasar tantos meses en tan óptimas condiciones para la creación. Eso lo explica todo.
En aquella época tuvo algunos incidentes con funcionarios de distintos organismos de gobierno que le reprocharon algunas de sus formas de asumir lo artístico y también la crítica, ¿cuál es la relación que debe haber entre el arte –en su caso la canción– y la política y los organismos políticos en una revolución socialista?
Era la primera década de la Revolución y creo que todos estábamos aprendiendo. También había mucha hostilidad contra Cuba y eso creó un instinto de supervivencia acaso un poco desmesurado. Por supuesto que también había oportunismo, gente más papista que el papa, fuera para guardar las apariencias o para destacarse. Pero no me gusta analizar las complejidades esquemáticamente, como si estuviera dictando recetas. Mucho menos pretender dictaminar como se debe ser. Cada persona, cada artista debe ser dueño de escoger cómo es su relación con lo que le rodea. Esa es una responsabilidad y un derecho inalienable de cada cual. Yo había tomado partido por la Revolución por causas de mucho más peso que mi suerte personal, y así me mantuve.
¿Cuánto puede afectar la rigidez ideológica a la creación artística? ¿Cuál debe ser el rol de un artista revolucionario?
Artista-revolucionario. Son dos palabras, aunque las dos debieran ser lo mismo porque los mejores artistas siempre han sido revolucionarios. No en el sentido político, aunque muchas veces también en ese sentido. Lo cierto es que yo no fui un niño prodigio, como Mozart, que desde que nació estaba rodeado de música y haciéndola. En mi caso, lo primero que llegó fue la persona, con sus orígenes de clase y sus consecuentes nociones de vida. Una persona, además, en una circunstancia muy especial como la Revolución Cubana. La vocación se me acabó de definir cuando ya mi persona estaba bastante conformada y había hecho unas cuantas elecciones. Por eso a veces puse mi vocación en función de lo que pensaba como gente. Pero aclaro que esto es sólo mi caso, no tiene que ser igual para todos. Es humano que el compromiso ocurra, o no, de muy diversas maneras.
Es conocida su afición por la poesía, sus preferencias por Vallejo –cuya tumba visitó en París en 1979–, Martí, Guillén, Maikovski y la musicalización de poemas de Rubén Martínez Villena y Miguel Hernández, ¿qué lugar ha ocupado y ocupa la poesía en su vida?
La poesía, afortunadamente, no ocupa mucho espacio; y puede llegar a ser parte de quienes se interesan por ella. Puede que eso me haya sucedido un poco.
¿Cuáles son los poetas que más admira?
Aprendí mucho de Martí, aunque no me di cuenta hasta que pasó mucho tiempo. Siendo un adolescente me impactó la poesía de César Vallejo, porque hablaba como para sí mismo. Me iluminaron las universalidades de Whitman y de Neruda; pero no voy a hacer una lista de poetas: son muchos a los que se les debo algo.
En una ocasión señaló que en la década del setenta se propuso hacer una o más canciones al estilo de Nicolás Guillén, ¿de qué canción o canciones hablaba?
Hay una canción mía que identifico con la manera de usar el ritmo de Guillén: Rabo de nube.
A mediados de la misma década se inscribe como voluntario para integrar una delegación cultural que cantó a los internacionalistas cubanos en Angola.
Yo me inscribí como voluntario para ir a combatir a Angola. Las Fuerzas Armadas, al ver que habíamos varios trovadores en el mismo caso, decidieron hacer una brigada con tres de nosotros (Vicente Feliú, el mago José Álvarez Ayra y yo) para que recorriéramos los frentes. Esa fue la orden que recibimos y a eso nos dedicamos durante algunos meses. Íbamos con guitarras y también armados hasta los dientes. Quiero aclarar que no fuimos los únicos que hicimos eso. Los grupos musicales Los Cañas y Manguaré integraron también brigadas que recorrieron media Angola. El grupo de Teatro Escambray, con Sergio Corrieri al frente, hizo lo mismo. También está el caso del trovador Lázaro García, que fue como soldado de filas en un batallón de Lucha Contra Bandidos.
¿Qué lo motivó ir a la guerra?
Me motivó defender la independencia recién ganada de Angola, un país de donde llegaron parte de mis ancestros. Cuando aterrizamos allá, en febrero de 1976, el ejército de Sudáfrica (el del apartheid) tenía ocupado la mitad del país. Angolanos y cubanos, juntos, logramos expulsarlos.
¿Qué recuerdos guarda de esa experiencia?
Muchos. Puede que algún día me extienda un poco más sobre todo aquello; llevaba un diario.
¿Qué canciones compuso en tierras africanas?
Canción para mi soldado la hice en Cabinda; Pioneros en Maquela do Zombo. Hice algunas otras que sólo tenían sentido en aquellas circunstancias.
Trayéndolo a la actualidad, ¿qué le atrae en el ámbito musical y de presentaciones?
En todas mis presentaciones hay algo de deber asumido, pero hacer música y canciones es un goce. En el disfrute me mueve lo mismo que cuando empecé: la infinita plasticidad de la música y la posibilidad de compartir ideas.
¿Qué lo motiva a realizar la ya famosa “gira por los barrios” en Cuba? ¿En qué consiste esa gira?
Precisamente hoy, que estoy contestando este cuestionario, se cumplen seis años del comienzo de la gira por los barrios. El de hoy va a ser el concierto número 76. Todo empezó porque un policía tocó a mi puerta y me contó que el barrio que él cuidaba merecía “un estímulo”. Era un barrio muy precario, llamado La Corbata. Sólo fui a tratar de ser el “estímulo” que deseaba aquel compañero; no sabía que allí iba a encontrar un camino, pero eso fue lo que hallé y todavía lo sigo.
Igualmente, ¿cómo y por qué se decidió a realizar, durante los años 2007 y 2008, conciertos en los recintos penitenciarios en Cuba?
Siempre he dicho que la cultura tiene que ser constante en las prisiones, que es un trabajo que hay que sistematizar. Las personas que cumplen condenas largas a veces sienten que ya no son parte del mundo, que han sido olvidadas. La cultura tiene el don de aliviar hasta eso. He hecho otras giras por prisiones, y las seguiré haciendo. Aquella fue más grande y se divulgó más porque la anuncié cuando me despedía de la Asamblea Nacional, donde había estado durante tres períodos. Pero el mes que viene vamos a hacer otros dos o tres conciertos en prisiones, sin tanta propaganda.
¿Cuál ha sido el aporte de la cancionística y el arte en general al proyecto político revolucionario cubano?
Lo ignoro. Pero debe haber significado algo porque conozco a mucha gente de la cultura que ha enfocado su trabajo hacia el mejoramiento humano. Y siempre se recoge algo de lo que se siembra. Martí lo resumió en una frase: “Amor con amor se paga”.
Dentro de unos meses se conmemoran los 50 años de la captura y asesinato del Che y sus compañeros en La Higuera – Bolivia, ¿por qué cree sigue siéndonos tan próximo?
Muchas virtudes del Che siguen vigentes. Su capacidad de sacrificio es un ejemplo humano para los siglos por venir. También la radicalidad de su pensamiento. Hubiera sido interesante ver la evolución del Che si hubiera vivido todos estos años. No hay forma de construir algo valioso y duradero si no es desde el apego a la claridad, sin oscurantismos de ningún tipo. Él demostró ser un hombre dispuesto a mantener esa divisa en alto.
¿Tuvo la oportunidad de conocerlo personalmente? ¿Pudo verlo en alguna concentración o marcha?
Choqué con él una madrugada, saliendo de casa de un amigo con el que estudiaba matemáticas. También lo vi avanzando por la calle 23 hacia la esquina de 12, el 16 de abril de 1961, brazo con brazo con Fidel y con el Presidente Dorticós. Marchaban hacia el entierro de las víctimas del bombardeo del día anterior. Era el preludio de la invasión por Playa Girón, el mismo día que Fidel proclamó el carácter socialista de la Revolución, y también el día en que Alberto Korda le hizo al Che su famosa foto.
Recientemente ha dicho que compartió con Vilo Acuña “Joaquín”, ¿en qué circunstancias?
Vilo era jefe de una unidad militar subordinada al Ejército de Occidente, donde se hacía Venceremos, una revista en la que trabajé entre 1965 y 1966. Yo hacía unas historietas críticas con situaciones internas del ejército y Vilo entró un par de veces a saludar a mi jefe, Óscar Azúa, y de paso a mirar los dibujos. Lo recuerdo como un hombre sencillo, de trato sumamente amable.
Desde sus comienzos como trovador el Che está presente en muchas de sus canciones, ¿por qué esa recurrencia? Y, en lo más íntimo, ¿qué le significa su figura?
No me motiva su figura sino su carácter: el Che no sólo era radical hacia afuera, también sabía ser muy franco hacia adentro. Es una virtud que siempre le admiré. Creo que el pueblo cubano lo amaba justamente por eso.
Ya desde principios de la Revolución había una tendencia triunfalista en nuestra prensa. Pero el Che visitaba una fábrica y decía todo lo que encontraba mal. Tampoco ocultó sus reservas con los errores del socialismo. Siempre he identificado a los verdaderos revolucionarios con esas actitudes. Haydée Santamaría, en el sentido de la autocrítica, fue muy parecida al Che. Alfredo Guevara también. Raúl Roa traspasó generaciones con su iconoclasia revolucionaria. Son los ejemplos que me formaron, incluyendo a Fidel, que ha sido ejemplarmente autocrítico. Nuestro Presidente Raúl también ha dicho cosas muy sinceras. Pero hay algunos que consideran que ventilar públicamente nuestros problemas es hacerle el juego al enemigo. Yo considero que el juego se lo hacemos si ocultamos los problemas.
En mayo de 1983, junto a Vicente Feliú, realizó una gira en solidaridad con los damnificados por las sequías en Bolivia, ¿qué recuerdos tiene de esas presentaciones?
Recuerdo que en las minas de Siglo XX, o sea a unos 4 mil metros de altura, cantábamos en el sindicato de los mineros y usábamos un balón de oxígeno entre canción y canción. Aún así no logramos cantar mucho entre los dos, porque no podíamos más, estábamos sin aire. Cuando nos levantábamos para irnos, alguien gritó: Fusil contra fusil... Era demasiado que allí, en Bolivia, aquellos mineros legendarios me pidieran esa canción. Entonces volví a sentarme y la canté como pude.
¿Qué sintió al regresar después de veinte años a la tierra “hija” del Libertador?
Me sentí muy honrado con la invitación del Presidente Evo y poder saludarles a él y a Álvaro.
El día del concierto se nos acercaron unos jóvenes, entre ellos un muchacho, hijo de un minero que también era artesano; su padre me mandaba una máscara preciosa, con elementos extraídos de mis canciones. La conservo cerca. Fue hermoso regresar a Bolivia, aunque por la altura no pudiera volver a La Paz, o a Oruro, o a Cochabamba, como la primera vez.
En el blog que administra (segundacita.blogspot.com) suele intercambiar con los “segundaciteros” un sinfín de criterios y las más disímiles lecturas, ¿qué prefiere leer hoy?
Siempre he leído gran variedad de cosas.
¿Cuál fue el último libro que leyó?
Un cuento oscuro, de Naomi Novik.
¿Cuál es o cuáles son sus escritores preferidos? ¿Los que más le han influido?
Muchos me gustan, pero no sé quienes me han influido más. Seguramente los primeros que leí.
En el campo de la cancionística trovadoresca cubana, ¿pudiera recomendarnos algunos nuevos talentos?
Tres dúos: Lien y Rey, Cofradía y Karma.
Pasando a otro tema, en agosto Fidel cumplió 90 años, ¿qué tan presente ha estado en su vida y obra?
Supe de Fidel cuando yo era un niño y seguramente estará en mí mientras conserve la razón. Fidel es como Prometeo, que repartió la luz entre los hombres.
¿Cuál cree es el legado que nos deja el Comandante?
Algo parecido a lo que nos enseña el Universo: todo está en movimiento.
¿Sigue creyendo que las canciones pueden cambiar el mundo?
Sigo creyendo que las canciones pueden ser buena compañía para quienes cambian el mundo.
Por último, ¿continúa siendo “enemigo” de sí y “amigo” de lo soñado que es? Y, ¿cómo ve su llegada “al club de los 70”?
La verdad es que no me siento enemigo de casi nada. Y, mientras pueda trabajar y disfrutar de los míos, no me importan los años.
Javier Larraín Parada. Profesor de Historia y Geografía, Equipo Editorial Correo del Alba -
¿Crees todo lo que CNN, BBC News y otros te cuentan sobre Siria? Cuidado, te podrían estar engañando. La periodista canadiense Eva Bartlett desenmascara la desinformación masiva con la que ciertos medios cubren los eventos.
LEER MÁS: http://es.rt.com/4ugo
Durante 76 años una investigación de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) ha buscado la respuesta.
El Estudio sobre Desarrollo Adulto* comenzó en 1938 con 700 hombres jóvenes, algunos de la prestigiosa universidad, otros de barrios pobres de Boston.
Y acompañó a lo largo de su vida a esos individuos, monitoreando su estado mental, físico y emocional. La investigación continúa ahora con más de mil hombres y mujeres, hijos de los participantes originales.
El actual director del estudio, el cuarto desde su inicio, es el psiquiatra estadounidense Robert Waldinger, quien también es maestro zen.
Lo importante para mantenernos felices y saludables a lo largo de la vida es la calidad de nuestras relaciones
Robert Waldinger
La charla TED que Waldinger dio sobre el proyecto, "Qué es una buena vida: lecciones del estudio más prolongado sobre la felicidad", se volvió sensación en internet y ya fue descargada más de 11 millones de veces.
"Hay muchas conclusiones de este estudio", dijo Waldinger a BBC Mundo. "Pero la fundamental, que vemos una y otra vez, es que lo importante para mantenernos felices y saludables a lo largo de la vida, es la calidad de nuestras relaciones".
Conectados
"Lo que encontramos es que en el caso de las personas más satisfechas en sus relaciones, más conectadas a otros, su cuerpo y su cerebro se mantienen saludables por más tiempo", señaló el académico estadounidense.
"Una relación de buena calidad significa una relación en la que te sientes seguro, en la que puedes ser tú mismo. Claro que ninguna relación es ideal, pero esas son cualidades que hacen que la gente florezca".
En el otro extremo, está la experiencia de soledad, un sentimiento subjetivo de estar menos conectados de lo que nos gustaría.
"¿Estoy haciendo cosas que tienen un significado para mí? ¿Estoy haciendo cosas que me hacen sentir que importo en el mundo? Éstas son las preguntas que nos planteamos cuando hablamos de felicidad", señaló Waldinger.
"No hablamos de estar contentos en cada momento, porque eso es imposible y todos tenemos días, semanas o años difíciles".
En cuanto a la fama o el dinero, "no es que sean malos, hay gente famosa feliz y gente famosa infeliz".
Lo mismo con el dinero. Pero el estudio muestra de acuerdo al académico que más allá de un nivel en que nuestras necesidades están cubiertas, un aumento en el ingreso no necesariamente nos hará felices.
"No estamos diciendo que no puedas proponerte ganar más dinero o estar orgulloso de tu trabajo y que otros lo noten. Pero es importante no esperar que tu felicidad dependa de esas cosas".
Registros médicos
Los participantes del estudio respondieron a lo largo de décadas cuestionarios sobre su familia, su trabajo, su vida en la comunidad.
"También tuvimos acceso a sus registros médicos, por lo que evaluamos su salud no sólo según lo que ellos decían sino lo que sus doctores e historial medico decían", explicó.
"Cuando comencé a trabajar en el estudio en 2003 grabamos vídeos de los participantes hablando con sus esposas sobre sus preocupaciones más profundas. Y enviamos preguntas a los hijos sobre la relación con sus padres".
Los participantes también se realizaron exámenes de sangre para determinar múltiples indicadores de salud, e incluso análisis de ADN.
"Algunos nos permitieron escanear su cerebro, y en algunos casos donaron su cerebro para que pudiéramos estudiarlo en conexión con todos los otros datos que ya teníamos sobre su vida".
"En mi propia vida"
Cuando la charla de Waldinger se volvió viral, el académico optó por un retiro en silencio durante tres semanas.
"La tradición Zen sostiene que la contemplación nos ayuda a mantenernos con los pies en la tierra y centrados en lo que es más importante en la vida", escribió en ese entonces.
Para dar respuesta al enorme interés del público, el académico creó un blog en internet sobre el estudio, robertwaldinger.com
La investigación ha tenido un impacto profundo en la vida de Waldinger.
"Me ha hecho poner más atención en mis propias relaciones, no sólo en casa sino en el trabajo y en la comunidad", señaló a BBC Mundo.
"Me di cuenta que mis relaciones me dan energía cuando invierto en ellas, cuando les dedico tiempo. Se vuelven más vivas y no agotadoras", agregó.
"La tendencia social es aislarnos, quedarnos en casa para la televisión o estar en redes sociales, pero en mi propia vida me he dado cuenta que cuando estoy más feliz es cuando no estoy haciendo eso".
Ofrecer nuestra presencia
Invertir en una relación para Waldinger significa estar presente.
"Esto está en mi vida como practicante Zen. Lo que noto es que cuando ofrecemos nuestra atención indivisa y completa nos sentimos más conectados unos a otros, y esto también sucede en el trabajo", agregó.
"No se trata de pasar más tiempo en el trabajo, sino de poner más atención en el otro, de conectar más con los otros, en lugar de dar por descontado que el otro siempre está allí".
Conflictos
Waldinger reconoce que puede ser difícil no perder de vista lo que realmente importa.
En parte esto se debe a que recibimos mensajes de nuestra cultura todo el tiempo, con anuncios de publicidad que nos dicen cada día que si compramos algo seremos más felices o nos amarán más.
"Y en los últimos 30 o 40 años se ha glorificado la riqueza, hay billonarios que son héroes sólo porque son billonarios. Esta medida parece más fácil, porque las relaciones son difíciles, cambian, son complicadas".
Robert Waldinger
¿Cuál es el mensaje final de Waldinger a los lectores de BBC Mundo?
"Les diría que traten de ver si pueden tender un lazo hacia otras personas. Y es particularmente importante hacerlo hacia aquellas con quienes tienen algún conflicto".
El estudio ha dejado en claro algo que vale la pena recordar, según el psiquiatra estadounidense.
"Los conflictos realmente minan nuestra energía. Y quiebran nuestra salud".
Una Europa que ha conocido a Hitler, Mussolini y Franco, no debería confundir el rechazo apolítico al compromiso con una forma de sabiduría histórica. Fascistas, nazis y comunistas son rechazados por igual como causantes de la barbarie totalitaria del siglo XX. Dicho compromiso apolítico sería más bien una categoría ética o moral que, además, interesa a un determinado sector político. Debemos, pues, superar este tipo de categorías y transformarlas en categorías históricas, reemplazar el juicio moral por un análisis serio y riguroso de la historia. Hemos de realizar un esfuerzo necesario por historizar nuestro pasado reciente.
Como nos recuerda Enzo Traverso, se establece una simetría antitotalitaria perfecta cuando se transforma la igualdad de las víctimas en la igualdad de las causas por las que lucharon. Sin embargo, la igualdad de las víctimas, señalaba Claudio Magris en Il Corriere della Sera, “no significa la igualdad de las causas por las que murieron. Los alemanes que murieron en el bombardeo de Dresde no son menos dignos de memoria y respeto que los caídos americanos e ingleses, pero no se puede pasar por alto, en una conciliación fraudulenta […] la diferencia sustancial entre la Inglaterra de Churchill y la Alemania de Hitler”.
La noción de política de totalitarismo aplasta todas las diferencias, identifica comunismo y nazismo como dos caras de una misma moneda y no los reconoce como fenómenos discrepantes, lo cual resulta epistemológicamente absurdo. Trata de ocultar antes que esclarecer el pasado, ya que, al manejar esta categoría, no podemos historizar y comprender los objetivos y orígenes de estos movimientos políticos.
De este modo, el antifascismo, entendido como parte de esa herencia totalitaria, ha sido revisado en Italia y Alemania; llegando a ser presentado como una operación propagandista comunista con el fin de proporcionar cierto barniz democrático a sus partidos. Sin pretender aquí obviar los intentos de apropiación de los partidos comunistas de todo el legado de dicho movimiento, reducir el antifascismo a una campaña de marketing comunista, nos impediría ver la verdadera complejidad y pluralidad del fenómeno. El consenso antitotalitario, podría considerarse pues, un consenso antitotalitario liberal y anti-antifascista.
Desde determinadas tribunas políticas, retomando el esquema clásico de Max Weber, utilizado también por Enzo Traverso, se opone la “ética de la responsabilidad” a la “ética de la convicción”. La “ética de la convicción” que habrían representado los brigadistas o los partisanos que lucharon contra en fascismo, conduciría necesariamente a la catástrofe.
Sentaría las bases totalitarias, ya que los partisanos estarían dispuestos a perder la vida por su causa, lo que les convertiría en fanáticos dispuestos a todo por liberar al hombre y construir un mundo mejor. El fin justificaría los medios para lograr el triunfo en nombre de una ideología.
En contraposición, encontraríamos la deseable “ética de la responsabilidad”. Sus objetivos serían más modestos, ya que sus representantes tendrían en cuenta las consecuencias de cada acción que pudieran llevar a cabo. Perseguirían salvar inocentes y contribuir a mitigar los efectos devastadores de la guerra, sin pretender construir un orden social nuevo. Esta ética es privilegiada en los últimos tiempos para denostar el compromiso ideológico en la izquierda, igualado, en último término, al fascismo o al nazismo.
El siglo XX estuvo marcado por una dialéctica del progreso y la reacción y hoy, en nombre de la condena a la violencia y debido a la estigmatización que han sufrido las ideologías, construimos una democracia amnésica. Tras la caída del muro de Berlín, la memoria del “socialismo realmente existente” se equiparó, como elementos indisociables a la memoria del pasado fascista y nazi, desde la dimensión criminal de ambos. Para este fin, sirvió la categoría política de totalitarismo como clave interpretativa. Al ser el nazismo y el comunismo los grandes enemigos de Occidente, ya solo nos quedaría como opción válida el liberalismo, que se erige como su redentor.
En Italia, en los últimos tiempos, se ha rehabilitado y reivindicado el fascismo como parte de la historia nacional, mientras que, a su vez, se ha ido denostando el antifascismo, considerado como una posición ideológica causante de disenso y “antinacional”. En 2001, el presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi, conmemoraba conjuntamente a soldados, judíos, resistentes y fascistas de forma indiferenciada por su estatus común de víctimas. El Estado esquivaba así cualquier responsabilidad respecto a los valores dispares que sustentan todas estas memorias que se estaban homenajeando. Se ponía al mismo nivel, además, a víctimas y verdugos. Como si fueran memorias simétricas y compatibles.
La utilización del antifascismo en la República Democrática Alemana (RDA) como ideología de Estado, impidió que se integrara la memoria del holocausto en la sociedad. Además, perdió su potencialidad como legado de un movimiento de resistencia. Sometido a un fuerte control ideológico en la RDA, el antifascismo, tras la reunificación alemana, fue rechazado por considerarse la ideología de un estado totalitario y, con él, la tradición historiográfica de la RDA que lo sostenía.
En España se eligió una transición amnésica que ha provocado que el trabajo de reparación de la memoria de los vencidos, que incluye exhumar los restos de cientos de miles de republicanos, comunistas y anarquistas fusilados y sepultados en fosas comunes, se haya visto entorpecido o directamente imposibilitado hasta la actualidad.
En los últimos años se ha intensificado el debate sobre un pasado reciente, que ha llegado a las instituciones y que ha incluido el cuestionamiento de los monumentos erigidos en honor del dictador. Así como otras referencias a su causa, y proyectos de renombramiento de un callejero con numerosas referencias al pasado franquista y sus protagonistas durante la guerra civil.
En España también se ha pretendido escenificar la reconciliación haciendo desfilar el 12 de octubre de 2004 a un exiliado republicano de la División Leclerc y a un ex miembro de la División Azul como si, una vez más, fueran memorias simétricas y compatibles. En mayo de 2013, la ex delegada del gobierno del Partido Popular en Cataluña, María de los Llanos de Luna, participó en un homenaje a la División Azul en un acto de celebración del aniversario de la Guardia Civil. Podríamos encontrar más ejemplos similares sin demasiada dificultad.
La amnistía, pese a resultar una herramienta eficaz para implementar una política de reconciliación, en España ha conllevado la negación de la memoria de las víctimas. Además, ha ido acompañada de un pacto del olvido que ha impedido la actuación de la justicia provocando la indignación y el resentimiento de los familiares de las víctimas. En España, como destaca Julián Casanova, tenemos el componente añadido de que no ha habido un proceso de “desnazificación" o “desfascisticización” como el europeo, en el que la derecha, desde su derrota, se ha visto obligada a condenar ese pasado.
Esto tiene implicaciones significativas de cara a implementar políticas que busquen la reparación de la memoria de las víctimas del bando republicano. Desde las instituciones, la derecha puede o bien utilizar el socorrido “y tú más”, mencionando Paracuellos y/o a Santiago Carrillo; o legitimar el pacto del olvido apoyándose en un supuesto sentido de la responsabilidad frente a los que siempre están dispuestos a reabrir heridas. Como si tal cosa fuera posible cuando no han sido cerradas.
En 2000, tras tres lustros viviendo en Londres, Angela Brady (Dublín, 1957) fundó el grupo Architects for Change para defender a las minorías -étnicas o de género- entre el colectivo de arquitectos. Once años después fue elegida presidenta del RIBA (Royal Institute of British Architects), posiblemente, la institución más influyente de la disciplina. Hoy ha hecho suyos los temas candentes de la arquitectura: de la venta de la ciudad como bien de inversión a la sostenibilidad. En el IE de Segovia demuestra tener respuesta para casi todo. Haber construido algunas de sus propuestas fortalece su mensaje.
Pregunta. ¿Por qué las arquitectas reciben menos premios y reconocimiento que los arquitectos?
Respuesta. Esta es, todavía, una profesión orientada a los hombres. Cuando de 2000 a 2005 dirigí el departamento de Mujeres en la arquitectura en el RIBA, el 11% de los arquitectos en Reino Unido eran mujeres. Hoy somos el 22%. En una década estaremos a la par. Pero nuestros salarios siguen estando un 25% por debajo.
P. ¿Por qué?
R. El 95% de los empresarios son hombres. Se han acostumbrado a tratar con hombres.
P. En España hay más mujeres que hombres estudiando arquitectura ¿Cómo va a afectar eso a la profesión?
R. Lo que nos planteamos es por qué el 45 % de las arquitectas deja de trabajar. Se junta una profesión endogámica con que no todos los que estudian arquitectura pueden ser arquitectos.
P. La primera mujer en recibir el Pritzker, Zaha Hadid, vivía en Londres.
R. Abrió caminos para mujeres y hombres. Pero el círculo de los arquitectos es cerrado: se casan entre ellos y si forman una familia la mujer suele renunciar a su profesión.
P. Usted está casada con un arquitecto.
R. Sí, Robin Mallalieu y yo tenemos dos hijos y una relación igualitaria, pero es una excepción, sobre todo en Irlanda, de donde procedo. Me he pasado la vida tratando de vencer la desigualdad desde propuestas. Sólo protestando no se llega a ningún sitio.
P. ¿Cómo consiguieron su primer trabajo?
R. Muchos constructores británicos son irlandeses. Es la herencia de haber sido obreros y prosperar. Confiaron en la idea de comunidad que defendíamos: sin vallas, con mezcla social.
P. Ideó Divercity, una muestra itinerante que viajó por los cinco continentes. ¿Cambió algo?
R. Concienció.
P. ¿Ha cambiado el papel del arquitecto en países que están ya fundamentalmente construidos?
R. En el Reino Unido una ley obliga a la convivencia de ricos y pobres. El 25% de cualquier barrio debe ser vivienda social. Los ricos financian la operación.
P. Cuesta imaginar esa convivencia en España.
R. Está demostrado que lo que afianza las ciudades es la mezcla. La ciudad debe ser una escuela de convivencia.
P. Proteger el pequeño comercio se defendía ya en los años sesenta.
R. Conocer al vecino mejora la vida cotidiana. Hoy en Londres el 95 % de los ciudadanos no conoce a sus vecinos.
P. En España mucha gente necesita vivienda. Pero hay medio millón vacías.
R. Como en Irlanda. La construcción se convirtió en un negocio muy mal planificado. También sucedió en China: se levantaron ciudades nuevas donde la gente no ha querido vivir. No se habla de las ciudades fantasma, pero cada vez hay más. Se construía por el puro lucro.
P. ¿Quién vive en los 232 nuevos rascacielos que se han levantado en Londres en los últimos años?
R. En muchos, nadie. Desde Singapur se invierte en pisos en Londres y Londres se convierte en una ciudad con edificios vacíos. No debería ser legal: las ciudades en las que los ciudadanos no pueden permitirse vivir acaban arruinadas.
P. ¿Qué tipo de ciudades estamos construyendo en el siglo XXI?
R. ¿Apostamos por las personas o por el mero negocio? Ahora el dinero manda.
P. Ha defendido plantar dos millones de árboles en Londres.
R. La mayoría de los ciudadanos es incapaz de nombrar 15 árboles. Eso antes era conocimiento habitual. Los árboles en las ciudades producen sombra, reducen la velocidad, absorben buena parte de la contaminación. Una ciudad con árboles reduce en siete grados su temperatura durante el verano. ¿Se le ocurre una manera más directa de mejorar las ciudades?
P. Los árboles necesitan mantenimiento.
R. Cierto. Aportan muchos beneficios y, sin embargo, las compañías de seguros los cortan porque ese es el mantenimiento más fácil.
P. ¿Hay que sacar los coches de las ciudades?
R. Madrid parece devorada por los coches y con muy pocas bicicletas. Es insostenible.
P. Ir en bicicleta por Madrid exige jugarte la vida.
R. La presencia de los coches en la ciudad cambia cuando la gente quiere. Cuando se dan cuenta de la cantidad de enfermedades, accidentes y mala vida que causan. Pero se debe proteger a los ciclistas si quieres que tu ciudad evolucione. Tenemos que dejar los coches en el siglo XX.
P. ¿Vamos a ver la ‘dubáización’ del mundo?
R. Se pueden actualizar las raíces, pero negarlas es absurdo. ¿Por qué llevar abrigo si sólo necesitas una camiseta? Tiene tan poco sentido globalizar la arquitectura como globalizar el vestir.
Monet tenía 25 años cuando pintó la más atrevida de sus obras hasta aquel momento: un picnic sobre la hierba, tema moderno e impropio del arte en mayúsculas, que inmortalizó con el formato gigante que se solía reservar para las pinturas históricas. Gauguin regresó de Tahití sintiendo que su vida había cambiado para siempre, como también lo haría su arte. Pintó entonces un cuadro dominado por un rosa intenso e irrealista, con dos mujeres polinesias que no solo aparecían desnudas, sino también colocadas en la mitad derecha del cuadro, sin respetar las reglas más básicas del canon pictórico. Solo un par de años antes, Van Gogh sufrió una de sus crisis en Arlés, durante la que se mutiló la oreja. Un doctor acudió a curarle y, para agradecérselo, el holandés lo retrató en un cuadro que condensa la esencia del expresionismo. El médico, que respondía al nombre de Rey, lo encontró ridículo e inverosímil, y decidió abandonarlo en su desván, donde tuvo la misión de tapar un agujero en la pared.
Las tres obras tienen, por lo menos, dos cosas en común. En su tiempo generaron, en el mejor de los casos, la más absoluta indiferencia, antes de revolucionar las reglas de la figuración. Y las tres formaron parte de la colección de Sergei Shchukin, un empresario moscovita que se enriqueció gracias a la floreciente industria textil en la Rusia del siglo XIX. Más tarde, se convertiría también en uno de los coleccionistas de arte más visionarios de su tiempo y en uno de los primeros mecenas que impulsaron las vanguardias en la Francia de entresiglos. Sacudido por distintas tragedias personales y perseguido por los bolcheviques, Shchukin se exilió en París, donde murió en el anonimato en 1936. Años atrás, su colección había sido nacionalizada por Lenin tras la Revolución Rusa. Al llegar al poder, Stalin se planteó quemarla, considerándola un síntoma de decadencia burguesa, en las antípodas del dogma del realismo socialista. Finalmente, prefirió dividirla entre dos museos distintos –el Hermitage de San Petersburgo y el Pushkin de Moscú–, donde permaneció oculta en sus depósitos durante décadas.
Una muestra en la Fundación Louis Vuitton de París reúne ahora este impresionante conjunto por primera vez desde 1948. Muchos ya la consideran la exposición del año: unas 10.000 personas pasan a diario por este centro privado para descubrirla. Se espera que sean un millón antes de su cierre, previsto para el 20 de febrero. Titulada Iconos del arte moderno, la exposición reúne 130 cuadros de la colección Shchukin –sobre un total de 275–, incluyendo 29 obras de Picasso, 22 de Matisse, 12 de Gauguin, 8 de Cézanne y otras de Courbet, Derain, Pissarro o Rousseau. "La lista corta la respiración, igual que un paseo por sus salas. Casi tres años de negociaciones han sido necesarios para reunirlas en París. Es su tesoro nacional, como si España prestara todos sus Velázquez y el Guernica a la vez”, ironiza Jean-Paul Claverie, consejero del magnate Bernard Arnault, propietario de la marca Louis Vuitton, e ideólogo de esta fundación. La negociación, dice, llegó a pasar por el Eliseo y el Kremlin. “Se necesitaba un terreno neutro para reunir las obras, y ese lugar era París, la ciudad donde Shchukin las compró y luego se exilió”, añade.
Los descendientes de Shchukin, protagonistas de un contencioso histórico con el Estado ruso, se tuvieron que comprometer a no reclamar la devolución de los cuadros, como había ocurrido en el pasado. “Nos habían robado la colección y la memoria. Ahora, por lo menos, tenemos la memoria”, se resigna el nieto de Shchukin, André Delocque-Fourcaud, uno de los artífices de esta exposición. “Nunca hemos reclamado la propiedad de los cuadros. En vista de su valor, tienen que estar en un museo, como ya deseó mi abuelo en vida, puesto que pensaba donarlos a su ciudad. Solo exigimos que se reconozca quien fue Shchukin y que esta colección no sea desmembrada”, añade.
La muestra también funciona como un retrato in absentia del coleccionista ruso, quien empezó a coleccionar a los 44 años. Primero a los impresionistas, casi una convención social en su época, pero después también a artistas en plena ruptura con las tendencias dominantes, con los que se familiarizó gracias a Gertrude Stein y su familia, pioneros en el apego por las vanguardias. “Shchukin empezó coleccionando de manera decorativa, pero después se dirigió hacia el arte contemporáneo más radical y más audaz”, afirma la comisaria de la muestra, Anne Baldassari, exdirectora del Museo Picasso de París. En 1908, el empresario decidió abrir su residencia en el Palacio Trubetskoi de Moscú, cada domingo y de forma gratuita, para que los visitantes pudieran admirar su colección en paredes atiborradas de futuras obras maestras. “Y así, Shchukin creó el primer museo de arte contemporáneo del mundo”, suscribe la comisaria.
La muestra contrapone la colección original con una treintena de cuadros de pintores rusos como Malevich, Tatlin o Kliun, que no formaron parte de ella, pero que explican por qué, allá por 1915, los artistas moscovitas se pusieron a pintar rectángulos negros y abrazando así la abstracción de manera especialmente temprana. “Esos jóvenes pintores se reían de Shchukin y de sus intentos de teorizar sobre el arte. Para ellos, era solo un industrial burgués que no entendía nada. Pero, en tres o cuatro años, asimilaron el conjunto de las propuestas de los pintores franceses y entraron en un nuevo terreno. El suprematismo y el constructivismo aparecerán en ese diálogo con la colección”, asegura Baldassari.
‘BOOM’ DEL ARTE PRIVADO EN PARÍS
Que la exposición de la colección Shchukin tenga lugar en la fundación privada fundada por el magnate del lujo Bernard Arnault ha dejado en evidencia a los museos públicos en París, incapaces de asumir los costes faraónicos que ha supuesto la muestra, que Le Monde cifra entre 10 y 13 millones de euros. “El Centro Pompidou, por ejemplo, nunca habría podido sufragarla”, admite el nieto del coleccionista, André Delocque-Fourcaud. En 2015, la Fundación Vuitton ya impresionó al reunir dos cuadros supuestamente imprestables: El grito de Munch y La danza de Matisse. El éxito de este centro privado, que sedujo a 1.200.000 visitantes en su primer año de vida, es una prueba adicional de la reconfiguración del mapa museístico en París, hasta ahora dominado por la iniciativa pública. El millonario François Pinault, propietario de marcas como Saint Laurent y Balenciaga (y máximo rival del poder de Arnault), abrirá su propia fundación de arte en el barrio de Les Halles en 2018. Por su parte, las Galerías Lafayette estrenaron su patronato para el arte contemporáneo en 2013 y ultiman la sede de un museo privado proyectado por Rem Koolhas, que abrirá en el Marais parisino en 2017.
Se acaban de hacer públicos los resultados de la sexta edición de las pruebas PISA (Programme for International Student Assessment). Todo el mundo sabe que PISA es una prueba estandarizada que se aplica de forma trienal a estudiantes de 15 años. La primera aplicación tuvo lugar en el año 2000. Se trata de un proyecto de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) que se ha convertido en un magnífico cesto de piedras para atizar a todo el que se ponga a tiro. Luego vuelvo a esta idea.
PISA evalúa los resultados (no los procesos) obtenidos por los alumnos y las alumnas en tres áreas de conocimiento: ciencias, matemáticas y lectura. No aborda otras áreas del currículo como el arte, la música o la educación física y, por supuesto, nada relacionado con la esfera de las actitudes y los valores.
¿Para qué sirve PISA? Poco se puede deducir de dichas pruebas para la mejora del sistema educativo. Julio Carabaña, catedrático de sociología de la Universidad Complutense, ha publicado recientemente en la Editorial Catarata un libro titulado “La inutilidad de PISA para las escuelas”. A él me remito.
Nos recuerda el autor que, desde su primera edición, PISA advierte de que lo que miden sus pruebas depende de la experiencia acumulada en toda la vida de los alumnos, desde su nacimiento. “Si un país puntúa más que otro no se puede inferir que sus escuelas son más efectivas, pues el aprendizaje comienza antes de la escuela y tiene lugar en una diversidad de contextos institucionales y extraescolares. Sin embargo, si un país puntúa mejor, puede concluirse que el impacto acumulativo de todas las experiencias de aprendizaje, desde la primera niñez hasta los catorce años, en la escuela y fuera de la escuela, ha producido resultados más deseables en ese país” (OCDE, 2001a: 26). Este texto se recoge idéntico en el apéndice sobre la muestra que hay en todos los informes PISA, y la misma advertencia se expresa repetidamente en otros lugares.
Por tanto, para comparar sistemas educativos hay que diferenciar lo aportado a las puntuaciones PISA en cada país por la escuela de lo aportado por los demás factores, tanto naturales como sociales. Solo una vez aisladas estas aportaciones cabría compararlas entre sí y relacionar las diferencias entre las contribuciones con las instituciones y las políticas. Esto es muy difícil de hacer por dos razones. La primera es que no hay un método para aislar la influencia de la escuela; la segunda es que el número de países es siempre pequeño para los análisis estadísticos.
Pero estos informes se han convertido en la Biblia para que, de manera dogmática, cada uno sitúe a las escuelas, a los legisladores, a los maestros o al sistema educativo, donde quiera ponerlo. Casi siempre en mal lugar. Para muchos ciudadanos no hay otro criterio de valoración. No podemos olvidar que se está comparando lo incomparable. No podemos olvidar que se hacen atribuciones completamente gratuitas dada la naturaleza de las pruebas, el número incontrolable de variables que intervienen en los resultados y las advertencias que nos hacen, como hemos visto, los autores de las mismas.
PISA se ha convertido, decía más arriba, en un cesto de piedras para arrojar a quien se desee. Se tiran piedras de arriba hacia abajo sobre quienes están en puestos inferiores, se arrojan piedras de abajo hacia arriba culpando a los gobiernos de todos los males educativos, se lanzan piedras en horizontal contra el profesorado por parte de muchos padres, contra los padres por parte de los profesores, contra el alumnado por parte de quienes los consideran poco esforzados y capaces. Muchas piedras y poco compromiso de todos y cada uno para mejorar el sistema educativo. Ese es, a mi juicio, el problema de PISA.
Porque PISA se ha convertido en un fin, no en un medio como debería ser. Tiene como finalidad, en último extremo, enseñar a tener mejores resultados en las pruebas PISA. Una pura tautología
He firmado un manifiesto demandando la anulación de los contratos que los diversos gobiernos han suscrito con la OCDE. El manifiesto se apoya en cuatro razones. Respeto la redacción del texto.
Político-educativa: los Ministerios de Educación tienen un limitado control de esta evaluación, teniendo como efecto una intensificación de la estandarización de procesos y mediciones. Progresivamente, organismos internacionales como la OCDE han impuesto transformaciones en las políticas educativas en el mundo, alineando los procesos educativos a una concepción limitada de progreso. Esta estandarización incluye la instalación o adaptación de las pruebas nacionales a un parámetro global a través de la presión ejercida por los rankings. Por otra parte, la estandarización ha impulsado la fuerte entrada de empresas privadas que han desplazado a los ministerios de educación, a las y los docentes, a sindicatos y escuelas de la conducción y perfeccionamiento docente han sido alineados a las evaluaciones estandarizadas. En definitiva, esta lógica reduce los procesos de enseñanza-aprendizaje que apuntan a un desarrollo integral y holístico, enraizado en una consciencia histórico-social crítica.
Técnica: PISA promueve rankings de países en virtud de los resultados. Esta práctica busca neutralizar las enormes diferencias culturales, cosmovisiones y características lingüísticas propias de cada contexto nacional. Este factor implica que esta prueba no cumple con los más mínimos criterios de validez y confiabilidad.
Pedagógica: el régimen de pruebas estandarizadas de alto impacto y los procesos que desencadenan han implicado una transformación radical del quehacer de nuestras escuelas. El estrechamiento curricular ha significado la eliminación de asignaturas como artes, música, filosofía e historia. El tiempo escolar se ha reestructurado para dar cabida al entrenamiento para tener éxito en estas pruebas. Cabe señalar que estas mediciones no son sometidas al arbitrio social ni pedagógico. Estas medidas no toman en cuenta los contextos sociales, ni la diversidad de valores y prácticas pedagógicas.
Social y Psicológica: la medición PISA y sus variantes nacionales discriminan, presionan, y estigmatizan a regiones, países y pueblos en sus comparaciones. El control y la presión por obtener buenos puntajes recae finalmente en las comunidades de maestros y estudiantes, instalando un régimen de alto estrés que está destruyendo el clima escolar y estabilidad emocional de nuestras escuelas. La medición ha profundizado prácticas de exclusión y segregación en nuestras escuelas, despojando de su sentido el derecho a la educación.
Los sistemas de evaluación deben estar enraizados en las comunidades, deben atender la complejidad, y deben promover una educación respetuosa de los derechos humanos y sociales. Solo de esta manera formamos ciudadanos y ciudadanas en plenitud.
No hacen falta este tipo de pruebas para saber que es preciso mejorar la selección y formación de docentes y directivos, aminorar la ratio profesor-alumno, incrementar el presupuesto destinado a la educación, intensificar y enriquecer la participación de la familia…
PISA aporta, eso sí, un pequeño beneficio: durante unos días todos y todas hablamos de educación. Con algunos chichones en la cabeza debidos a las pedradas, pero pensamos en la educación.
Aquello que asimilamos sin esfuerzo no deja rastro
El mejor libro es aquel que no se entiende bien del todo. El pésimo libro será, por el contrario, el que comprendemos de arriba abajo. Aquel que asimilamos sin esfuerzo y línea a línea. Con el primero, los tropiezos desprenden esquirlas o condimentos para la imaginación. Con el segundo, la imaginación queda vacante y el lector se complace, como un haragán, en la dificultad igual a cero.
La frase tan valorada de que “todo el saber está en los libros” (letra de Vainica Doble) evoca la pasividad del descubrimiento personal y celebra los catones escolares. Pero el libro, como el cuadro, vale la pena si desazona al receptor. Por el contrario, lo demedia (?) si lo tranquiliza,
Lo no entendido hace viajar y estaciona lo que se entiende del todo. De ahí que cuando se habla, como hizo Estrella de Diego el domingo, en su discurso de ingreso a la Academia, de “malentendido” deba tomarse como una exaltación de la chispa que llega, paradójicamente, de algún punto oscuro en el texto, la pintura o la música. Las Bellas Artes son tales porque no se dejan ver totalmente en cueros.
Los libros al estilo de esas novelas que se tragan de un tirón no dejan rastro alguno. Por el contrario, textos, literarios o no, relativamente complejos convierten ciertas zonas de sombra en ocasionales destellos de inteligencia activa.
Más aún: es imposible disfrutar de algo que se degluta como una porción de obviedad. El “malentendido” es la salsa del conocimiento pero incluso, como decía Lacan (citado por De Diego), constituye la forma idónea de entender. Lo mal entendido es, por carambola, un entendido del mal, y cualquiera sabe de cuánta sabiduría superlativa se halla provista esta película del pensamiento.
No entendemos del todo la obra pero de este modo la obra nos mueve o nos conmueve. No recordamos con precisión las palabras del orador pero entonces la memoria crea su propia cita y produce un objeto nuevo.
El artista ofrece una obra al público pero no para que se acomode a él —característica de los libros o los cuadros vulgares— sino para que lo desequilibre e inquiete en el grado que sea.
De hecho, todas las experiencias importantes de la vida se componen de algún material inesperado o no explicado todavía. La supuesta infertilidad del malentendido filosófico o científico se trasmuta siempre en moléculas, células, y enunciados nuevos.
Políticamente, en fin, el malentendido es lo opuesto a la demagogia. En este último caso oímos aquello que deseamos oír mientras que la revolución, la vanguardia, la creación se componen de objetos inadvertidos con los que choca voluptuosamente la mente. Aquello que es chocante es divertido. Aquello que es raso es funeral.
CORRIENTES Y DESAHOGOS. VICENTE VERDÚ. Estrella de Diego reivindica los malentendidos discurso aquí. Lo inteligible y lo bello
Nota:
Lo expuesto en esta entrada no deja de ser una opinión. La podemos asimilar, en síntesis, a aquello tan antiguo de "La letra con sangre entra". Es lo que ha imperado en la mayoría de la pedagogía en occidente, con el nombre de esfuerzo, dolor, trabajo, en general el producto de algo negativo, producto de un castigo,... Nunca de un disfrute o de un placer. Y no digamos en otros lugares del mundo,...
No obstante, se va abriendo paso, eso sí, muy lentamente, lo que podríamos llamar la pedagogía del disfrute, del estímulo positivo, de la motivación placentera; aprender algo porque nos gusta y nos gusta porque disfrutamos con el nuevo conocimiento, habilidad o actitud. Quién no ha vivido la experiencia de estar en una clase disfrutando del aprendizaje, del nuevo conocimiento o descubrimiento o habilidad que adquirimos y, a veces, también y a la vez disfrutamos del procedimiento o metodología empleada y de la agradable actitud del maestro...
Se ha ido imponiendo en la domesticación de animales, sobre todo perros y caballos (o elefantes). Antes, lo he presenciado en la doma de un caballo, se usaba únicamente el castigo. El dolor causado al animal, y sangraba a base de recibir las heridas de espuelas afiladas. Sin duda, se conseguían que, a pesar de todo el dolor, aprendieran cosas. Pero también aprendían a odiar al domador y en múltiples ocasiones, cuando el animal encontraba la ocasión, coceaba al domador (Hay historias de elefantes que al encontrar a su domador después de años, lo ha matado, de ahí la fama de su memoria, ¡¡tiene memoria de elefante!!).
Recuerdo perfectamente a un domador de unas cuadras del barrio de Triana en Sevilla, en concreto el llamado barrio voluntad construido durante la II República, al que íbamos de niños a verlo trabajar por las tardes. Tenía, el domador, la cara deformada de coces recibidas.
La doma actual consiste en dar, principalmente, estímulos positivos, trozos de manzana, caricias, hablarle con voz cálida y estimulante a la vez que dividir en partes sencillas la tarea a aprender para después ir encadenando lo aprendido en una tarea más compleja.
Nuestra sociedad es castigadora más que premiadora, los castigos crean un mal clima, un deseo de eliminar o evitar la fuente del castigo. El cambio del procedimiento castigador por otros con estímulos positivos, incentivos agradables, supone un cambio de mentalidad, no solo de metodología y supondrá mejorar el clima social.
A lo largo de mi experiencia de vida he disfrutado y aprendido muchísimo con algunos profesores, a la vez que he disfrutado de sus procedimientos o metodología y no he tenido con ellos la sensación de esfuerzo o trabajo. Con otros, he olvidado todo lo aprendido y solo queda el recuerdo de los malos momentos pasados.
Comprendo que en una sociedad que ha sido colonialista y esclavista, el castigo y el dolor, incluso la crueldad, han sido los contravalores hegemónicos que han utilizado para mantener la colonia conquistada y a los colonizados y esclavos, subyugados bajo el poder de la metrópoli o del amo. Sin duda, también los festejos crueles han mantenido esa cultura del castigo como diversión, espectáculo o fiesta, del dominante. Pero, ni es la mejor pedagogía, ni es la que más eficacia o eficiencia tiene. Podríamos seguir hablando de ello largo y tendido.
Existe una película, donde trabaja el actor Robert Redford, El hombre que susurraba a los caballos, donde se ve un ejemplo de aplicación de una doma sin castigo, en este caso una terapia aplicada a un caballo gravemente traumatizado y que parece ya irrecuperable. El domador, R. Redford, es un hombre que lo trata y se relaciona con el caballo como si fuese un humano y a base de estímulos positivos, entre ellos hablándole al oído, y sin aplicarle castigo alguno y, naturalmente, consigue recuperarlo. Consigue ganarlo para la monta, el trabajo, la vida. Es también, sin duda, una metáfora para la vida de muchas personas que han sufrido mucho y estan hartas de esa vida, están deprimidas padecen la indefensión aprendida que estudió el psicólogo Seligman.
¿Ves? No se oye nada”. Estamos en el instituto Claudio Moyano, un imponente edificio modernista situado en el centro de la ciudad de Zamora (63.831 habitantes), al oeste de Castilla y León. Y sí, como dice la directora, María del Tránsito Martín, no se oye un alma. No hay gente por los pasillos ni en la cafetería. Todos están en clase en este centro en el que la verja de entrada siempre está abierta. Es un viernes lectivo. Han pasado tres días desde que Castilla y León se coronó como la región española con mejores resultados en el informe PISA, la evaluación internacional más conocida del mundo.Es la primera de España en ciencias y comprensión lectora y la segunda en matemáticas. Está al nivel de países como Singapur, Finlandia o Canadá. Y eso que no es ni la más rica —tiene 1.300 euros menos de renta que la media nacional— ni la que más invierte en educación (en el sexto puesto de España).
El instituto zamorano, con 735 alumnos y 86 profesores, participó en PISA en 2012. Quedó por encima de la media internacional, de España y de la propia Castilla y León. Aquí se dan algunas de las claves que la región da para su éxito: Chicos respetuosos que “vienen educados de casa”, un ambicioso programa de formación de profesores, actividades específicas para mejorar la convivencia, el refuerzo en lengua y matemáticas y el peso de los idiomas. Es un centro bilingüe en inglés, con secciones específicas en portugués, francés y alemán.
A la directora le dieron los resultados en 2015. Asegura que no le preocupa demasiado una clasificación que tiene a los dirigentes de distintas regiones buscando todo tipo de explicaciones para su bajada o su posición en la tabla. Desde Andalucía, que cuestiona la validez científica de la prueba de la OCDE a Cataluña, que culpa de sus datos a los alumnos inmigrantes. “Si acaso nos parecemos en algo a Finlandia es en el frío”, dice con humor Martín. Los cinco grados que se registran en el exterior hielan las manos en menos de un minuto.
Atender a los alumnos por separado
La ecuación que ha pintado Francisco Ruiz con tiza ocupa toda la pizarra. Siete chicos y cuatro chicas de 12 años (1º de la ESO) siguen sus explicaciones casi sin pestañear. “Hay sumas, restas, multiplicaciones y divisiones. ¿Qué tengo que hacer primero?”. “Sumas”, dicen varios a media voz. Es una clase de desdoble de matemáticas. Hace más de 20 años, según la directora, que el centro separa a los estudiantes en el primer curso en lengua y matemáticas para corregir el nivel de los que van más atrasados sin desmotivar a los que saben más. “Llegan de colegios distintos y con niveles diferentes, por eso es importante separarlos”, explica Ruiz, profesor desde hace 24 años que entró en el Claudio Moyano el curso pasado.“Me llevé una sorpresa. Nunca había visto tanta facilidad para poder atender a alumnos por separado”, asegura.
Según han denunciado distintos sindicatos docentes, los desdobles se han resentido en España con los recortes y la crisis, aunque no existen datos globales sobre este asunto. Ruiz pasó parte de su carrera en la escuela rural, otra de las claves que Castilla y León sitúa en el centro de su éxito por tener hasta cuatro alumnos por profesor y “casi clases particulares”. En esos años abrió un blog en el que colgaba vídeos para los alumnos que no podían ir a clase por las nevadas y que ahora ofrece a los que tienen más dificultad para seguir la clase.
Cuatro plantas más arriba, la profesora Sonia Alejo usa el viaje “de un bocadillo de chorizo” desde la boca al estómago y más allá para explicar a 15 alumnos de 3º de la ESO (14 años) las partes del aparato digestivo sin que se oiga de nuevo una mosca. “Aquí no perdemos un segundo en mandarlos callar”, asegura Alejo. Uno de cada cuatro docentes españoles emplea el 20% del tiempo de clase en intentar mantener el orden, según el informe TALIS de la OCDE (2013), centrado en el papel de los profesores. España está ligeramente por encima de la media en esta variable (perder tiempo en mantener la disciplina) que el informe sitúa como un elemento clave para que el aprendizaje “pueda desarrollarse con garantías”.
La profesora de Biología, exalumna del Claudio Moyano, asegura que lleva “más de 30 cursos de formación” desde que sacó su plaza en 2010. “Es el cuento de nunca acabar”. Casi el 70% de los docentes del centro hacen cursos, según la directora. El profesor es clave para que el modelo funcione, como repiten hasta la saciedad los informes y especialistas internacionales. “Con la crisis ha bajado la inversión pública en formación, la gente tiene que pagárselo de su bolsillo”, explica Enric Prats, profesor de pedagogía Internacional de la Universidad de Barcelona. Según el informe TALIS, el 67% de profesores españoles aseguran haber participado en cursos y talleres, en la media de la OCDE, sin que esto parezca haber influido en una mejora clara al menos en PISA. “La cuestión es saber qué efectos tienen esos cursos en la práctica docente”, añade Prats.
Para mejorar la enseñanza en un instituto, según este experto, es fundamental “tener proyectos lingüísticos o tecnológicos que lleven al equipo docente a una situación de cohesión”. En el Claudio Moyano están las secciones lingüísticas en cuatro idiomas. El filósofo José Antonio Marina, autor del Libro Blanco para la Formación docente encargado por el Ministerio de Educación, hace también hincapié en este tipo de proyectos y otros que faciliten en cuestiones como “el trato y la convivencia”.
La profesora Laura Cárdenas coordina desde una pequeña aula la convivencia del instituto zamorano. Cuenta con dos estudiantes por clase para ese proyecto, con los que analiza si hay peleas entre los chicos. “En un clima de respeto se trabaja mejor”, asegura. Lleva 26 años dando clase y pasó más de 10 en otros destinos, como Mallorca. Recuerda que era “mucho más difícil” mantener la atención de sus alumnos mallorquines. “La diferencia fundamental es que los chavales movían mucho dinero en trabajos temporales y eso les hacía perder interés por el estudio. Aquí los alumnos y las familias son más sobrios”.
La sobriedad, el “estilo castellano de hacer las cosas” que ha puesto encima de la mesa el consejero de Educación castellanoleonés, Fernando Rey, para explicar por qué la región más extensa de España luce en educación. La misma sobriedad con la que, cuando suena el timbre a las dos y cuarto de la tarde, los alumnos abandonan el Claudio Moyano casi sin estruendo, casi en fila, por la puerta principal de un instituto del centro de Zamora cuya verja siempre está abierta.
LA CLAVE FAMILIAR
Iris quiere estudiar Derecho o Psicología en la universidad. Todavía le faltan unos años. Está en 3º de la ESO en el instituto Claudio Moyano de Zamora, donde saca “ochos y nueves” y ejerce de alumna ayudante en el programa de convivecia en su centro. El padre es ingeniero y su madre, profesora de Plástica. Y, aunque asegura que no los suele necesitar para hacer sus tereas, puede que le ayuden más de lo que cree.
El nivel educativo de los padres es el factor no escolar que más afecta en educación, según el informe PISA. Y en este centro castellanoleonés, la mayoría de los chicos provienen de familias con estudios superiores: profesores, médicos, abogados... “Zamora es una ciudad de funcionarios”, dice la directora.
Casi el 80% de los padres de los alumnos de Castilla y León que participaron en PISA tienen un nivel medio alto (al menos uno con bachillerato o FP de grado medio) o alto (titulaciones universitarias). Está por encima de España (75%) y por detrás de lamedia de la OCDE (89%) y de la UE (88). También es menor que otras autonomías con peores resultados, como Cantabria, Aragón, Asturias, según datos del informe español de PISA, que detalla que precisamente el País Vasco, donde los resultados se han resentido de forma significativa en esta última prueba, es donde se da el nivel más alto de formación de las familias de toda España, con un 87% en niveles medio alto y alto.
“Los padres con más nivel social y más formación controlan más a sus hijos”, explica David Matías, uno de los jefes de estudios del Claudio Moyano “No es que el resto de familias no se preocupen, pero lo hacen de otra manera. Si un alumno llega a casa y les dice que no tiene tarea, por ejemplo, deben estar pendientes y decirles que repasen aunque no tengan deberes”.
Someterse a la opinión de la mayoría nos vuelve menos empáticos, menos inclinados a ayudar y mucho más obedientes, sean cuales sean los resultados de nuestras acciones.
SABER CÓMO piensa, siente y actúa alguien es una de las incógnitas más interesantes que podemos plantearnos, pero conocer cómo influye la presencia –real o imaginaria– de otras personas en nuestros sentimientos y actos puede ser aún más relevante y más difícil de entender. De esto se encarga la psicología social.
Algunos de los análisis realizados por esta disciplina han sido trágicamente famosos, como El experimento de la prisión de Stanford, conocido simplemente como El experimento. El estudio, llevado a cabo durante tan solo seis días, del 14 al 20 de agosto de 1971, consistió en mantener recluidos en una prisión simulada en los sótanos de un edificio de esta universidad a 24 estudiantes, todos varones, sanos y socialmente adaptados, de los cuales ninguno había mostrado tendencia ni hacia la agresividad ni hacia la sumisión.
El diseñador y líder del proyecto fue el profesor Philip Zimbardo, quien los dividió en dos grupos y adjudicó al azar el papel de preso o de guardián a cada uno de ellos, reservándose para él mismo el de superintendente. Tanto los participantes como el propio Zimbardo se adaptaron a sus funciones más allá de sus expectativas. Hubo abusos de autoridad y tortura psicológica por parte de los guardias, así como aceptación pasiva y sometimiento en el lado de los presos, incluso acoso entre ellos por propia iniciativa o por orden. Inmerso en su papel, Zimbardo solo fue capaz de darse cuenta del despropósito cuando se lo señaló una observadora externa, que lo calificó de monstruoso y antiético, la única que se atrevió a cuestionar su moralidad entre las personas que tuvieron acceso al experimento sin estar involucradas en él. Solo entonces el investigador recapacitó y puso fin al estudio ocho días antes de la fecha prevista para su conclusión.
Se analizaba la presunta legitimidad de la conducta punitiva, restrictiva, hasta inmoral o agresiva de las personas cuando se les proporciona el apoyo social o institucional. La conclusión principal fue que la situación en la que se encuentra el individuo influye más en su comportamiento que su propia personalidad.
Estas conclusiones son compatibles con otro estudio realizado por Stanley Milgram en 1961 en la Universidad de Yale sobre el principio de obediencia a las figuras de autoridad. Milgram desarrolló un generador de descargas eléctricas con una serie de interruptores etiquetados con los términos “shock leve”, “shock moderado”, “peligro” y “shock severo”, más otros dos marcados con “XXX”. A un lado del interruptor se encontraba el maestro, una persona sana, común y sin tendencias criminales; al otro, un alumno que debía responder a una serie de preguntas. El maestro tenía el cometido de administrar una descarga aparentemente peligrosa al alumno cada vez que este fallaba en sus respuestas.
El alumno era cómplice del investigador y en realidad no sufría descarga alguna, pero las simulaba hasta mostrarse aparentemente agonizante. Si el maestro dudaba en algún momento, se le daba la orden de continuar. Y debía elegir entre obedecer o seguir los dictados de su conciencia. El 65% de los participantes aplicaron las descargas máximas. Prevaleció el deber de “obediencia a la autoridad” frente a los mandatos de la conciencia.
Según el Experimento de conformidad, realizado por el psicólogo estadounidense Solomon Asch en los años cincuenta del pasado siglo, la percepción propia de un individuo se ve influenciada por la de un grupo mayoritario, ya sea porque se siente presionado por la opinión de la mayoría o porque desconfía de su propia percepción. Sin duda, uno de los experimentos más interesantes en psicología social, muchas veces replicado, es el conocido como de la difusión de la responsabilidad o del espectador apático. Diseñado inicialmente por Darley y Latané en 1968, muestra que si nos hallamos a solas ante una persona que necesita ayuda, un 70% de la población le auxiliará o solicitará auxilio, pero si hay más personas alrededor, tan solo lo hará el 40%.
Muchos de estos estudios han sido controvertidos y considerados por algunos científicos como inmorales y abusivos. Si contextualizamos sus resultados, nos resultan sorprendentes, pero no están tan lejos los ejemplos históricos en los que multitudes se comportaron de ese modo “por obediencia debida”. Que los estudios de psicología social puedan mermar nuestra confianza en el futuro, en la humanidad o en ambas cosas es debatible, pero negarnos a conocer nuestra propia naturaleza es descorazonador. Como argumenta el neurocientífico Steven Pinker en su libro Los ángeles que llevamos dentro (Paidós), nos encontramos en el momento histórico en el que las muertes violentas y las agresiones son menos frecuentes. Por tanto, pensar “¿adónde vamos a llegar?” nunca será tan problemático como remontarnos a “de dónde venimos”.
Naturaleza ¿humana?
La gran mayoría de los estudios de psicología social que llegaron a estas conclusiones se realizaron en los llamados “países civilizados”.
También hay estudios sobre la generosidad o la empatía en poblaciones calificadas como “no civilizadas”, como los bosquimanos del Kalahari y tribus aisladas del Amazonas. Los resultados son muy diferentes, y no precisamente por la tendencia a la maldad de los supuestos salvajes. Estas sociedades son más pródigas en otras formas de generosidad y empatía.
Para saber si está en nuestra naturaleza ser abusadores, egoístas o maquiavélicos se deben definir estos conceptos, pues la condición humana no es absoluta.
"No se escribe para ser escritor, ni se lee para ser lector. Se escribe y se lee para comprender el mundo. Nadie, pues, debería salir a la vida sin haber adquirido esas habilidades básicas". J. J. Millás.
"Nada curo llorando y nada empeoraré si gozo de la alegría" (Arquílaco).
Tome color. El año pasado, los investigadores alemanes hallaron que sólo echando un vistazo a los tonos de verde pueden impulsar la creatividad y la motivación. No es difícil adivinar por qué: asociamos colores verdes con vegetación, alimentos - tonos que prometen alimento. Esto podría explicar en parte por qué las vistas de paisajes desde la ventana, en programas de investigación, puede acelerar la recuperación del paciente en los hospitales, ayuda al aprendizaje en las aulas y estimula la productividad en el lugar de trabajo.
Esta lluvia amiga... A la tierra la volvió jardín, dicen que el campo se cubrió de verde, el color más bello, el color de la esperanza. Y la isla de mi corazón en pocos días es tempestad que ya viró a bonanza. (De la canción Regreso, de Cesarea Evora).
Joan Manuel Serrat. Aquellas pequeñas cosas,...Uno se cree/que las mató /el tiempo y la ausencia. /Pero su tren/ vendió boleto/ de ida y vuelta./ Son aquellas pequeñas cosas,/que nos dejó un tiempo de rosas/en un rincón,/en un papel/ o en un cajón./Como un ladrón/te acechan detrás/de la puerta./Te tienen tan/a su merced/como hojas muertas/que el viento arrastra/ allá o aquí,/que te sonríen tristes y...
Violeta Parra.
Gracias a la vida (Thanks to the life)
Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio dos luceros que, cuando los abro, perfecto distingo lo negro del blanco, ...
Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me dio el corazón que agita su marco
Cuando miro al fruto del cerebro humano
Cuando miro al bueno tan lejos del malo
cuando miro al fondo de tus ojos claros.
...
Volver a los 17.
Volver a los diecisiete después de vivir un siglo ...
"Una vida humilde y tranquila trae más felicidad que la persecución del éxito y la constante inquietud que implica". Albert Einstein (1879-1955)
Libros
50 Cosas que hay que saber sobre Física, 2009. Joanne Baker
50 Cosas que hay que saber sobre Matemáticas, 2009. Tony Crilly
50 cosas que hay que saber sobre psicología, 2008 Adrian Furnham
A Física en Banda Desenhada. 2005. Larry Gonick e Art Huffman
Al servicio del Reich. La física en tiempos de Hitler. Philip Ball. 2014
Ángel González
Antología, Federico García Lorca
As Pequenas Memórias, José Saramago
Belén Gopegui, El lado frío de la almohada
Blas de Otero
Campos de Castilla, Antonio Machado
Canto General, Pablo Neruda
Cantos Iberos, Gabriel Celaya
Cien años de soledad, Gabriel García Márquez
De Arquímedes a Einstein. 2007. Manuel Lozano Leyva
Einstein et la relativité, Jean Eisenstaedt
El enigma cuántico. Encuentros entre la física y la conciencis. B. Rosenblum y F. Kuttner. Tusquets, 2010.
El factor humano, John Carlin
El libro de las matemáticas. 250 hitos de la historia de las matemáticas, 2011. Clifford A. Pickover. Ilus Books.
El olvido de la razón, Juan José Sebreli
El PCE y el PSOE en (la) transición, Juan A. Andrade Blanco, 2012. Siglo XXI.
El Prisma y el péndulo, Robert Crease
El Quijote, Miguel de Cervantes
El romancero gitano, Federico G.Lorca
Emma. 2001. Howard Zinn.
Eric J. Hobsbawm, Política para una izquierda racional
Eternidades, Juan Ramón Jiménez
Evaluación de la lengua escrita y dependencia de lo literal. 2009. Maite Ruíz Flores
Feynman, Richard P. El carácter de la ley Física
Geometría para turistas. 2009. Claudi Alsina
Giles Macdonogh. Después del Reich. Crimen y castigo en la posguerra alemana. 2011. Galaxia Gutenberg
Hacemos ciencia en la escuela. 2009. Grao
Imperialismo Humanitario. 2008. Jean Bricmont
Imposturas intelectuales, A. Sokal y J. Bricmont
José Hierro
Kosovo. La coartada humanitaria. Isaac Rosa y otros
L`Etat démantelé. 2010. L. Bonelli et W. Pelletier. La Découverte.
La Alemania nazi, Enzo Collotti
La CIA y la guerra fría cultural. Frances Stonor Saunders. Edt. Debate. 2001
La cocina de Menorca, Josep Borrás
La disciplina en la conciencia: Las Brigadas Internacionales, Mirta Núñez
La educación Lenta, 2009. Joan Domenech Francesch
La poesía española de 1935 a 1975. II de la poesía existencial a la poesía social 1944-50
La resistencia Alemana contra Hitler 1933-1945. 2005. Barbara Koehn
Las Ciencias en la escuela, M. Catalá, R. Cubero y otros
Las leyes del caos. Ilya Prigogine. Critica. Drakontos bolsillo, 2008
LEONARDO DA VINCI Walter Isaacson. 2018
Los caminos cuánticos. Feynman. J. Navarro Faus. Nivola, 2007
Los versos del capitán, Pablo Neruda
Marinero en Tierra, Rafael Alberti
Más allá de las imposturas intelectuales. Ciencia, filosofía y cultura. 2009. Alan Sokal
Momentos estelares de la ciencia, 2008. Isaac Asimov
Odas y Sonetos, John Keats (ed. bilingüe)
Odifreddi, Piergiorgio. 2007. Juegos Matemáticos Ocultos en la Literatura. Octaedro.
Pablo Neruda. Antología General, 2010. Real Academia Española
Paroles, Jacques Prévert
Poesía, Miguel Hernández
Poeta en Nueva York, Federico G. Lorca
Qué significa todo eso. Reflexiones de un científico ciudadano. Richard P. Feynman. Crítica. Drakontos, 2010
Science 101 Physics. 2007. Barry Parker.
Sed sabios, convertíos en profetas, G. Charpak y R. Omnès
Seis piezas fáciles, 2008. Richard P. Feynman
Soberanos e intervenidos, Joan E. Garcés. Siglo XXI Editores, 2000. (original del 96)
Sobre la guerra. La paz como imperativo moral, 2008. Howarrd Zinn
Walter Benjamin. 2010. Revista Anthropos
Weinberg Steven, 2010. El sueño de una teoría final. Drakontos