Si en Francia no pasa nada, entonces no pasará nada fundamental de signo liberador y progresista a medio plazo en Europa.
El sábado 300.000 personas expresaron su activa protesta organizando más de 2000 bloqueos de carreteras y peajes en toda Francia. Hay que seguir de cerca este fenómeno de los chalecos amarillos, movimiento auto(des)organizado a través de las redes sociales, popular e imprevisible. La jornada del sábado continuó el domingo y más allá. Ahora el movimiento llama a bloquear París el sábado 24… Todo esto pone muy nervioso al establishment mediático y político europeo.
El ministro del interior francés, Christophe Castaner constató, el martes, la “degeneración total de una protesta que en general mantuvo el sábado buena conducta”. “Asistimos a una radicalización con reivindicaciones que ya no son coherentes, que van en todas direcciones”, ha dicho. La CGT, el sindicato francés menos manso, se ha desmarcado pero hasta tres de cada cuatro franceses han expresado según las encuestas su apoyo a esta manifestación en la que se escuchan llamadas a la dimisión del “presidente de los ricos”.
La chispa ha sido la subida de los impuestos a los carburantes. Eso ha llevado a declarar a una ex ministra socialista de medio ambiente, Delphine Batho, típica representante de la izquierda-caviar, que la protesta es una, “acción de solidaridad con el lobby petrolero”. Pero tras la fiscalidad al diesel se esconde una clara cuestión de clase, una injusticia fiscal que grava a la gente del extrarradio, la más encadenada al uso del coche para ir al trabajo, o que trabaja con él (transportistas, agricultores), dibujando toda la geografía de la Francia periférica de las zonas rurales y los extrarradios urbanos. Hay en su protesta un agravio comparativo hacia el trato fiscal que reciben los ricos, con la eliminación del impuesto a las grandes fortunas, y una indignación y hartazgo con las despreciativas declaraciones del Júpiter Macron que cada mes evidencia su mentalidad elitista. Es esta fractura de clase la que asusta: desorganizada, radical e imprevisible.
De repente, como se lee en la prensa alemana, se advierte el peligro provocado por lo que antes se consideraba éxito y victoria: el descabezamiento y la integración de las organizaciones sindicales que todavía defendían intereses de clase. La paradoja del resultado de décadas de políticas encaminadas a descafeinar a los sindicatos es que desemboca en una preocupación ante el peligro que supone la ausencia de interlocutores (sindicales) corruptos con los que negociar cabreos como este.
En unos momentos en los que por toda Europa surgen populismos de signo conservador o reaccionario con los que la derecha capitaliza y canaliza los ríos de descontento y sufrimiento social suscitados por la crisis, hay que estar atento a cualquier manifestación de un movimiento que huele a algo de clase, aunque acabe en agua de borrajas. Si en Europa llegara a formarse algo parecido a un bloque popular-ciudadano antiburgués bien podría ser a partir de este tipo de chispas. Con la actual configuración capitalista de los espacios y geografías, el precio del carburante desempeña un papel no muy diferente al del pan en los motines de antaño. Afortunadamente, tras no pocos titubeos, la France Insoumise de Jean-Luc Melenchon se ha dado cuenta de eso y ha expresado su apoyo a esta protesta. Y el lugar es Francia.
Hace tiempo que modestamente sostengo que si en Francia no pasa nada, es decir que si lo que queda de la mayor tradición social y republicana del continente se demuestra incapaz de reaccionar a esta crisis que incrementa la desigualdad social y arrasa con derechos costosamente adquiridos, entonces no pasará nada fundamental de signo liberador y progresista a medio plazo en esta parte del mundo.
Lo último de Macron es aplicar la directiva europea de reducir las pensiones en un país en el que apenas hay jubilados pobres, como es el caso de Alemania donde ese cepillado se hizo hace años. Macrón expresó la semana pasada todo el delirio narcisista que acompaña al “europeísmo” establecido al decir en Berlín que Europa y el eje franco-alemán tienen, “la responsabilidad de que el mundo no se deslice hacia el caos y sea acompañado en el camino de la paz”. La simple realidad es que es la acción de ese eje, que en Francia se vive crecientemente como mera subordinación a Alemania, la que está creando el caos en la propia Unión Europea con una política neoliberal que excita todo aquello que disuelve y desintegra al “europeísmo”.
(P.S. La visita de Macron a Berlín, en la que obtuvo apoyos a su propuesta de ejército europeo, incluyó ofrenda floral en la Neue Wache, el templete de la avenida Unter den Linden. En tiempos de la RDA, la Alemania comunista, aquello era un memorial a las “víctimas del fascismo y el militarismo”. En los años noventa, tras la reunificación, el memorial fue remodelado a las “victimas de la guerra y la tiranía”, concepto éste último que abraza tanto al nazismo como al comunismo. La remodelación regresó así a la línea de la doctrina establecida por los ex nazis que gobernaron la Alemania occidental en la posguerra y que buscaban su redención en la guerra fría bajo el manto general del “totalitarismo”. La unificación conceptual presentaba al comunismo y al estalinismo como hermanos gemelos del nazismo y el fascismo, ignorando la diferencia ideológica fundamental; que no puede haber un “buen” nazismo, contrario a todo planteamiento humanista, pero sí un “buen” socialismo que desarrolle ideales humanistas radicalmente antagónicos con el antihumanismo estalinista. Hoy el templete incluye una placa que menciona entre las víctimas de la tiranía a los alemanes expulsados de sus hogares en Europa central y oriental tras la derrota de 1945 y a los represaliados por el régimen de Alemania Oriental. Una nueva historia nacional a la carta para unos nuevos tiempos).
(Publicado en Ctxt)
https://rafaelpoch.com/2018/11/21/un-semaforo-frances-en-ambar/
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lunes, 26 de noviembre de 2018
martes, 4 de septiembre de 2018
If you… I’m your comrade. Contra el supremacismo, por la fraternidad; contra las exclusiones, por el encuentro!
Si a usted, como a millones de ciudadanos y ciudadanas europeos antifascistas, no sólo no le avergüenza sino que le emociona y conmueve la fotografía de la entrada en París de la avanzadilla de la 9ª Compañía de la 2ª División Blindada de la Francia Libre [FL] del General De Gaulle, la mítica "División Leclerc", una compañía de choque formara casi íntegramente por exiliados republicanos españoles -146 de 160, más del 90%- bajo mando francés (Raymond Dronne, capitán de la 2ª División del Ejército de la FL: "Los hombres de "La Nueve" habían abrazado nuestra causa espontánea y voluntariamente. Eran, verdaderamente, combatientes de la libertad. Las tumbas de sus muertos jalonan la ruta gloriosa y dolorosa que siguieron desde Normandía a Berchtesgaden, y los supervivientes tuvieron el orgullo y la satisfacción de terminar la guerra en el santuario del nazismo del Nido del Águila");
si a usted lo de “libertad, igualdad, justicia, solidaridad y fraternidad” (es decir, no a la “incivilizada civilización del capital) le parece algo más que una frase gastada que no compromete a nada;
si usted suele releer el poema «Patria» que Juan Bonilla escribió en honor del último verso de Antonio Machado: «Estos días azules y este sol de la infancia/ -lo comprenderás tarde- son tu única patria. / Estuvieron ya antes de que te calentaran/ y seguirán estando cuando te vayas./ Ni banderas ni himnos ni proclamas/ de una mente forjada en preguntas cansadas./ Un corazón latiendo y una mirada/ a la que el mundo dota de hambre y alma./ Estos días azules y este sol de la infancia/ nos defienden del cuento de un borracho/ lleno de ruido y furia que no significa nada»;
si usted no usa los términos “fascista” o “franquista” para etiquetar sin ton ni son (pero con mucha intención en quien lo practica) sus adversarios políticos;
si usted nunca ha suscrito aquello de “todo por la Patria”, sea cual sea la Patria en cuestión;
si a usted no le parece de recibo que una joven periodista de La Directa se exprese en estos términos: “És evident [¡evidente!] que López Arnal ha escollit [escogido] el "Todo por la patria" (constitucional) maridat amb [con] el feixisme contra la democràcia de base [democracia de base!, de base!: qué risa tía Felisa, quin riure, quin riure, quin riure !] dels [de los] CDR;
si usted no sale de su asombro (aunque esté acostumbrado a casi todo y recuerda bien aquella antiquísima barbaridad política del “contra peor mejor”) cuando oye a algunos secesionistas decir que preferían Rajoy a Sánchez y que fue una lástima que en el 1-O “los cuerpos de seguridad españoles” no actuaran de forma más contundente con el saldo de alguna tragedia a recordar en ese “día histórico” (ellos sí, felices, sin ninguna herida, sin ningún coscorrón);
si a usted no le sorprende ni siquiera un “poquito de nada” que los del PDCat, con el vist i plau del expresident amigo del estado de Israel, no estén en absoluto a favor de un cambio progresista de la política fiscal;
si usted es consciente que las cosas pueden ir a peor o a mucho peor porque el sector más ultranacionalista, más políticamente alocado, más “este país es nuestro”, más hooligang, ha tomado el mando (¿momentáneamente?) del mundo secesionistas;
si usted está hasta aquí de las prácticas de liantes que sólo aspiran al lío y más lío;
si a usted le resulta insoportable, lo que de hecho es muy insoportable;
si usted piensa que tiene su qué que nada menos que el xenófobo vicario barcelonés del Sumo Pontífice gerundense sionista hable de “brotes fascistas” para referirse a acciones ciudadanas que no abonan su ultranacionalismo supremacista;
si usted aún recuerda aquello de “España nos roba” y los insultos a los trabajadores andaluces en paro por vagos y bebedores (salario medio en Cataluña: 1.747 euros; salario medio en Andalucía: 1.427 euros; salario medio en Extremadura: 1.333; salario medio español: 1.646);
si usted está desolado viendo -como es fácil ver- que el mal llamado procesismo está mostrando bien a las claras las inconsistencias, el seguidismo, la desnudez, la vaciedad en ocasiones, y, sobre todo, la incapacidad de rectificación y revisión de las izquierdas frente la ofensiva nacional-secesionista, izquierdas que han llegado a hablar de “la Cataluña ocupada por el Rey y las Fuerzas Armadas”;
si usted, como yo, está seguro de que no es posible lo que tal vez sea posible e incluso real: escuchar, e n la Plaza Mayor de Vic, con la megafonía a todo volumen: “No normalicemos la situación de excepcionalidad y de urgencia nacional. Recordemos cada día que todavía hay presos políticos y exiliados. No nos desviemos de nuestro objetivo: la independencia de Cataluña” (según la propia ANC este mensaje, en catalán, acompañado del repicar de campanas del reloj de Ayuntamiento, se emite cada día a las 20 horas);
si usted está hasta aquí de que el monotema marque y llene permanentemente la agenda política española y catalana como si el mundo, las preocupaciones, nuestros problemas y las alternativas se redujera a .Cat, .Cat y .Cat, tapando siempre lo que les interesa tapar (Ejemplo: 1. Las clases trabajadoras de Cataluña -entre 2016 y el segundo trimestre de 2018- han perdido casi 400 euros en poder adquisitivo; 2. Cataluña es la 9ª comunidad autónoma, según criterios de calidad en el trabajo (seguridad laboral, desarrollo profesional, etc), con una puntuación de 5,6 (Navarra, la primera, obtiene un 6,7 puntos y Madrid, la tercera, 6,5); 3. El alquiler representa ya el 29,3% del total de gastos nominales en el conjunto de Cataluña);
si usted es consciente de la contaminación que conllevan los lazos amarillos, las toneladas de plástico distribuidas por todo el territorio mientras la Fiscalía de Medio Ambiente está en perfecto estado de inactividad y silencio por el momento;
si usted es consciente de que las fuerzas secesionistas, que se las dan de demócratas-molt demòcrates han cerrado-secuestrado el Parlamento de Cataluña;
si usted no sale de su asombro con este tuit de Xavier Domènech: “La confusión interesada de Ciudadanos entre un espacio público de todos y todas y un espacio público donde nadie pueda decir nada (sic), esconde en realidad una estrategia deliberada de tensión que muestra lo que realmente son”: ¿fueron Ciudadanos, por alejados que estén ustedes de muchas de sus posiciones económicas y laborales, los que desde el gobierno y las instituciones catalanas no han dejado de impulsar y abonar un enfrentamiento ciudadano etno-lingüístico?;
si a usted eso de que “la calle es mía” o “el carrrer és i serà sempre nostre” le suena mal pero que muy mal (al tiempo que Fraga reaparece en su archivo de los recuerdos salvajes);
si usted está más que alejado de afirmaciones como aquella oscura reflexión de hace tantos y tantos años sobre “la unidad de destino en lo universal”, se hable de Es, de Cat o de los PPCC;
si está usted muy lejos de Rajoy, Aznar, Casado o afines, tan lejos como de Pujol, Mas, Puigdemont, Torra y seguidores y apoyos;
si está harto de que algunos hablen de usted (o de sus amigos, conocidos y familiares) en términos de “chusma”, “murcianos”, “charnegos”, “incultos”, “vagos”, “andaluces”, “colonizadores lingüísticos”, “instrumentos útiles del franquismo” o incluso (esta vez en forma bienintencionada) de “els altres catalans”;
si a usted le sorprende el entusiasmo secesionista, a prueba de todo tipo de contraejemplos, de algunos argentinos catalanes (que usan también la expresión “Estado español” para hablar de España pero nunca “Estado argentino” para hablar de Argentina), mientras apenas oye referencias suyas a la situación del pueblo mapuche o alguna reflexión sobre cuál sería la opinión de esa comunidad si gozaran de la autonomía política que tiene actualmente Cataluña;
si usted suele recordar unos versos de “Los tejedores” de Heinrich Heine (que en mi caso, como en el de Néstor Kohan, conocí al leer la voz “Karl Marx” de Manuel Sacristán en la Enciclopedia Universitas de Salvat hace un porrón de años): “Maldito el rey, el rey de los ricos/ Que no ablandó nuestra miseria,/ Que nos arranca lo que sudamos,/ Que como perros nos manda matar./ Tejemos, tejemos./ Maldita sea la patria falsa,/ Para nosotros humillación/ Siega temprana de toda flor,/ Festín podrido de los gusanos/ Tejemos, tejemos;
si usted, como León Felipe, está harto o hartísimo de tanto cuento falsario nacionalista sobre la República, la guerra civil o la “construcció de una nova República dels somriures”;
si a usted también le entristece que voces como las de Concha Méndez o María Teresa León sean, prácticamente, voces desconocidas en toda España;
si usted piensa que puestos a hablar de “exiliados políticos” (y esta vez en serio) sería justo hablar de Marina Pibernat Vila y su condena por el nacionalismo excluyente realmente existente (y la vergüenza del no apoyo de la dirección de EUiA-J.J. Nuet);
si usted ha sabido del fallecimiento de Josep Fontana con el corazón partío y ha escuchado, con el alma en vivo, la inolvidable y sentida intervención de su editor y amigo Gonzalo Pontón;
si usted se queda sin habla cuando lee estas declaraciones de Elisenda Paluzie, una de las holigangs más hooligans del mundo secesionista: 1. "Desde el ANC [...] estamos valorando hacer una parada de país, tal vez de unas horas, pero es muy embrionario porque hay que hablarlo con los sindicatos. No es algo de la ANC sólo [¡hablarlo con los sindicatos!] ". 2. "Con lo que hizo España [‘¡España hizo!] el 1-O los argumentos favorables a la independencia de Catalunya han aumentado. Ahora se entiende mejor, a la opinión pública en todo el mundo, que los catalanes quieran independizarse";
si usted también piensa que lo del 3 (o más) % es uno de los mayores escándalos de corrupción y manipulación de la España contemporánea (con silencio cómplices a derecha... e izquierda);
si usted tal vez suele pensar en una reflexión de 1949 de Max Delbrück -”Cada célula vida lleva consigo las experiencias de mil millones de años de experimentación por parte de sus ancestros. No es posible explicar de otro modo tanta sabiduría con tan pocas palabras”- cuando lee o relee aquella reflexión (de la que probablemente bebió el mismísimo Carl Sagan) del presidente republicano Manuel Azaña, cuya tumba refleja la desolación de aquella tragedia colectiva: “Todos somos hijos del mismos Sol y tributarios del mismo arroyo”;
si opina, como opinan de hecho algunos (pocos)secesionistas, que los seguidores del «procés» han menospreciado reiteradamente a la ciudadanía catalana (y también a la española) que no comparte su proyecto independentista;
si sabe, en contra de lo que insistentemente aseguran las fuerzas nacionalistas, que España es, a día de hoy, uno de los países del mundo con menos índice de nacionalismo (J. W Becker: Opinión pública internacional e identidad nacional);
si usted no sale de su asombro cuando lee las cosas que lee sobre las alteraciones de lo dicho por Llarena en la querella -¡viva el lío!- de Puigdemont en Bélgica;
si piensa que palabras como las siguientes (Jordi Pujol, 1990): “elección y divulgación de los conceptos que permiten el máximo fortalecimiento de nuestro pueblo (ser más cultos, más modernos, más cívicos, más solidarios, más europeos, amar el trabajo, justo por el trabajo bien hecho, constatar las raíces, vigencia de los valores cristianos…) de acuerdo con los desafíos que plantea el mundo actual… Sólo avanzan los pueblos que son jóvenes. Es necesario concienciar a nuestro pueblo de la necesidad de tener más hijos para garantizar nuestra personalidad colectiva” son excelentes -vomitivos y soeces a un tiempo- ejemplos de supremacismo, catolicismo demográfico, nacional-cristianismo conservador, palabras que muestran la hegemonía generalizada, sin apenas combate, resistencia ni disidencias, del pujolismo (la verdadera filosofía-concepción del mundo de .Cat) durante años y años que llegaron a ser décadas;
si no puede evitar desternillarse de risa durante 19 días y 500 noches y pensar en “leyendas históricas” cuando oye hablar de Cataluña, a día de hoy, en términos de “opresión nacional” o con expresiones afines;
si usted aún recuerda la gran y educada reflexión político-filosófica del expresident sionista, uno de los hijos políticos del gran manipulador y defraudador, tras las elecciones (que perdió y perdieron) del 21D: “¡España tiene un pollo de cojones!”, “Ja, ja, ja, ja, ja...”;
si a usted los Mossos, muchas de las actuaciones de los Mossos, le recuerdan cada vez más las prácticas de una policía política;
si usted se lo ha pasado en grande leyendo los “Apuntes sobre el teoría del pollo” de Pau Luque Sánchez (https://elpais.com/ccaa/2018/08/29/catalunya/1535563409_512228.html; los puntos 9 y 10 de la teoría: “9. Da instrucciones a tu gente para que identifique, basándose en la ley mordaza, a personas que quitan lazos amarillos. Luego haz que pidan la derogación de la ley mordaza en el Congreso. A continuación, haz que la apliquen. Por último, pide que la deroguen e, inmediatamente después, que la apliquen. Y 10. Di a todo el mundo que este próximo otoño va a haber cambios políticos palpables y que vas a aprovechar la ventana de oportunidad. A continuación, monta un pollo detrás de otro hasta que la cantidad de pollos sea tan grande y tan grotesca que (a) hagas creer a la parroquia independentista más abducida que has hecho historia, la que sea; (b) hagas creer a la parroquia españolista furibunda y decimonónica que has hecho contrahistoria alterando la unidad de destino; y (c) te hagas creer a ti mismo que has llevado la práctica del pollo a un nivel sublime”);
si usted no duda de la intencionalidad política de la demanda planteada por Puigdemont y exconsellers ante la jurisdicción belga (todo vale: “vulneración sistemática de los derechos fundamentales de la minoría independentista”; “[ponen] a España al lado de Kazajistán entre los Estados delincuentes que se niegan a someterse a los principios que rigen los derechos fundamentales universales”), sin recusar al juez Llarena dentro del proceso de naturaleza penal que se está siguiendo en España, y piensa, como señala Ramon Campderrich Bravo, que “la actitud de Podemos a día de hoy respecto a la posición del gobierno (cuyos titubeos no lo han sido menos) en relación con la demanda civil contra Llarena es penosa” y que la cuestión de fondo, como también señala RCB, es “si se quiere o no alimentar la repugnante leyenda de un "pueblo" -el de Cataluña- "oprimido por el estado español" y correr el riesgo de permitir sin ofrecer resistencia que Bélgica, que se ha mostrado muy receptiva, según parece, con los catalanistas (sus motivos tendrá, pero serán tan poco idealistas como los de cualquier gobierno) les haga el juego para debilitar al estado español”;
si opina, como yo opino, que “el silencio, el “no les molestemos”, el “calladitos estamos mejor”, el “no tiene mucha importancia”, el ”en el fondo son buena gente”, el “dejémoslos que se entretengan”, el “se sienten muy catalanes y ya está”, etc., etc, todo eso, ha llegado a su fin y que ya basta de falso victimismo que alimenta neuras colectivas y construcciones nacionales interesadas;
si a usted no le parece de recibo pintadas como "Goma-2 / España–0" cerca del CEIP Tàbor (en Provença-Cartagena, un colegio público de Barcelona), sin que nadie (hasta el momento) haya tomado la iniciativa de borrarla;
si para usted el 11S .Cat es, a día de hoy, una fecha excluyente, estrictamente secesionista, y que su 11S es el que recuerda a Salvador Allende, la Unidad Popular y tragedia chilena;
si también piensa que fue un insulto, un insulto político que no conviene olvidar, tildar de “manifestaciones fascistas” (con apoyo de algunos líderes y cuadros de izquierda), las masivas concentraciones populares de octubre de 2017;
si usted opina que no deberían dar lecciones a nadie teniendo en cuenta los éxitos conseguidos en su momento por Plataforma per Catalunya o esta “profunda reflexión” del Moviment Identitari Català, MIC (que defiende una "Catalunya catalana"): "Lucho por ver desaparecer esta garrapata asquerosa tan arraigada, este espíritu castellano que tan cerca tenemos";
si usted piensa que Joaquim Coll no anda muy desencaminado (lo contrario es verdadero) cuando afirma y argumenta : “ La lamentable persistencia de grupúsculos franquistas, por fortuna muy minoritarios, o de extrema derecha españolista, que en algunos casos protagonizan actuaciones violentas, no nos puede confundir sobre el hecho de que hoy el auténtico peligro para la democracia en Catalunya es la ideología separatista. Se trata de un movimiento ultranacionalista de naturaleza hispanófoba, que desprecia al resto de los catalanes, y para el que todo está permitido, desde fabricar 'fake news' en redes, recurrir a la homofobia para criticar a los rivales políticos, hasta cerrar el Parlament si eso conviene a sus intereses. Recurre sin pudor a la manipulación y la mentira, cultiva el resentimiento y el victimismo para atrapar emocionalmente a su parroquia. Se envuelve con la bandera de la libertad pero es una ideología xenófoba, antidemocrática y, por tanto, neofascista”;
si es consciente, cada vez más consciente, de lo que ha significado la interesada ideología (indiscutible en el agoa salvo riesgo de marginación, condena o insulto) de “som un sol poble”;
si el amarillo tal vez fuera su color en tiempos de Donovan (con dudas por aquello de los sindicatos amarillos) pero ya ha dejado de serlo ante el permanente intento de ocupación del espacio público, el de todos y todas, por una simbología secesionista que se impone y imponen en términos sagrados, intocables;
si ha tomado consciencia -con dolor, incluso con rabia- de la fuerte (e injustificable) hispanofobia que alimenta a partidarios (licenciados, ingenieros, doctores, gente aparentemente culta) del movimiento secesionista, abonada institucional, asociativa y familiarmente desde pozos abisales (y abismales) de desconocimiento de las culturas españolas, incluso de la historia popular de España (empezando por la heroica resistencia del pueblo de Madrid durante la guerra civil);
si no le parece mal del todo esta versión de Joan Ferran del poema machadiano “El mañana efímero”: “ La Cataluña de paella y ratafía, procés y melancolía, devota de banderas y Badias, de espíritu victimista y alma de ‘tieta’, tendrá su día, su réquiem sus exegetas... Esa Cataluña inferior cascarrabias y triste, paradigma de la queja, anacrónica y posturera; esa Cataluña inferior, de alboroto festivo y bufones homófobos, esa que llora mientras con la cruz embiste, tendrá algún día nuevos poetas que la redimirán. La Cataluña estomacal de Pilares omniscientes, tractores amarillos, agitadores de pantalla, fanáticos supremacistas, falacias y porcentajes múltiples de tres, jamás engendrará un mañana prometedor…”;
si... descansemos, respiremos, ¡hemos vuelto hace poco de vacaciones! No les canso más. ¡Ya basta de antecedentes de condicionales incompletas! La semana que viene los completo con un solo consecuente.
si a usted lo de “libertad, igualdad, justicia, solidaridad y fraternidad” (es decir, no a la “incivilizada civilización del capital) le parece algo más que una frase gastada que no compromete a nada;
si usted suele releer el poema «Patria» que Juan Bonilla escribió en honor del último verso de Antonio Machado: «Estos días azules y este sol de la infancia/ -lo comprenderás tarde- son tu única patria. / Estuvieron ya antes de que te calentaran/ y seguirán estando cuando te vayas./ Ni banderas ni himnos ni proclamas/ de una mente forjada en preguntas cansadas./ Un corazón latiendo y una mirada/ a la que el mundo dota de hambre y alma./ Estos días azules y este sol de la infancia/ nos defienden del cuento de un borracho/ lleno de ruido y furia que no significa nada»;
si usted no usa los términos “fascista” o “franquista” para etiquetar sin ton ni son (pero con mucha intención en quien lo practica) sus adversarios políticos;
si usted nunca ha suscrito aquello de “todo por la Patria”, sea cual sea la Patria en cuestión;
si a usted no le parece de recibo que una joven periodista de La Directa se exprese en estos términos: “És evident [¡evidente!] que López Arnal ha escollit [escogido] el "Todo por la patria" (constitucional) maridat amb [con] el feixisme contra la democràcia de base [democracia de base!, de base!: qué risa tía Felisa, quin riure, quin riure, quin riure !] dels [de los] CDR;
si usted no sale de su asombro (aunque esté acostumbrado a casi todo y recuerda bien aquella antiquísima barbaridad política del “contra peor mejor”) cuando oye a algunos secesionistas decir que preferían Rajoy a Sánchez y que fue una lástima que en el 1-O “los cuerpos de seguridad españoles” no actuaran de forma más contundente con el saldo de alguna tragedia a recordar en ese “día histórico” (ellos sí, felices, sin ninguna herida, sin ningún coscorrón);
si a usted no le sorprende ni siquiera un “poquito de nada” que los del PDCat, con el vist i plau del expresident amigo del estado de Israel, no estén en absoluto a favor de un cambio progresista de la política fiscal;
si usted es consciente que las cosas pueden ir a peor o a mucho peor porque el sector más ultranacionalista, más políticamente alocado, más “este país es nuestro”, más hooligang, ha tomado el mando (¿momentáneamente?) del mundo secesionistas;
si usted está hasta aquí de las prácticas de liantes que sólo aspiran al lío y más lío;
si a usted le resulta insoportable, lo que de hecho es muy insoportable;
si usted piensa que tiene su qué que nada menos que el xenófobo vicario barcelonés del Sumo Pontífice gerundense sionista hable de “brotes fascistas” para referirse a acciones ciudadanas que no abonan su ultranacionalismo supremacista;
si usted aún recuerda aquello de “España nos roba” y los insultos a los trabajadores andaluces en paro por vagos y bebedores (salario medio en Cataluña: 1.747 euros; salario medio en Andalucía: 1.427 euros; salario medio en Extremadura: 1.333; salario medio español: 1.646);
si usted está desolado viendo -como es fácil ver- que el mal llamado procesismo está mostrando bien a las claras las inconsistencias, el seguidismo, la desnudez, la vaciedad en ocasiones, y, sobre todo, la incapacidad de rectificación y revisión de las izquierdas frente la ofensiva nacional-secesionista, izquierdas que han llegado a hablar de “la Cataluña ocupada por el Rey y las Fuerzas Armadas”;
si usted, como yo, está seguro de que no es posible lo que tal vez sea posible e incluso real: escuchar, e n la Plaza Mayor de Vic, con la megafonía a todo volumen: “No normalicemos la situación de excepcionalidad y de urgencia nacional. Recordemos cada día que todavía hay presos políticos y exiliados. No nos desviemos de nuestro objetivo: la independencia de Cataluña” (según la propia ANC este mensaje, en catalán, acompañado del repicar de campanas del reloj de Ayuntamiento, se emite cada día a las 20 horas);
si usted está hasta aquí de que el monotema marque y llene permanentemente la agenda política española y catalana como si el mundo, las preocupaciones, nuestros problemas y las alternativas se redujera a .Cat, .Cat y .Cat, tapando siempre lo que les interesa tapar (Ejemplo: 1. Las clases trabajadoras de Cataluña -entre 2016 y el segundo trimestre de 2018- han perdido casi 400 euros en poder adquisitivo; 2. Cataluña es la 9ª comunidad autónoma, según criterios de calidad en el trabajo (seguridad laboral, desarrollo profesional, etc), con una puntuación de 5,6 (Navarra, la primera, obtiene un 6,7 puntos y Madrid, la tercera, 6,5); 3. El alquiler representa ya el 29,3% del total de gastos nominales en el conjunto de Cataluña);
si usted es consciente de la contaminación que conllevan los lazos amarillos, las toneladas de plástico distribuidas por todo el territorio mientras la Fiscalía de Medio Ambiente está en perfecto estado de inactividad y silencio por el momento;
si usted es consciente de que las fuerzas secesionistas, que se las dan de demócratas-molt demòcrates han cerrado-secuestrado el Parlamento de Cataluña;
si usted no sale de su asombro con este tuit de Xavier Domènech: “La confusión interesada de Ciudadanos entre un espacio público de todos y todas y un espacio público donde nadie pueda decir nada (sic), esconde en realidad una estrategia deliberada de tensión que muestra lo que realmente son”: ¿fueron Ciudadanos, por alejados que estén ustedes de muchas de sus posiciones económicas y laborales, los que desde el gobierno y las instituciones catalanas no han dejado de impulsar y abonar un enfrentamiento ciudadano etno-lingüístico?;
si a usted eso de que “la calle es mía” o “el carrrer és i serà sempre nostre” le suena mal pero que muy mal (al tiempo que Fraga reaparece en su archivo de los recuerdos salvajes);
si usted está más que alejado de afirmaciones como aquella oscura reflexión de hace tantos y tantos años sobre “la unidad de destino en lo universal”, se hable de Es, de Cat o de los PPCC;
si está usted muy lejos de Rajoy, Aznar, Casado o afines, tan lejos como de Pujol, Mas, Puigdemont, Torra y seguidores y apoyos;
si está harto de que algunos hablen de usted (o de sus amigos, conocidos y familiares) en términos de “chusma”, “murcianos”, “charnegos”, “incultos”, “vagos”, “andaluces”, “colonizadores lingüísticos”, “instrumentos útiles del franquismo” o incluso (esta vez en forma bienintencionada) de “els altres catalans”;
si a usted le sorprende el entusiasmo secesionista, a prueba de todo tipo de contraejemplos, de algunos argentinos catalanes (que usan también la expresión “Estado español” para hablar de España pero nunca “Estado argentino” para hablar de Argentina), mientras apenas oye referencias suyas a la situación del pueblo mapuche o alguna reflexión sobre cuál sería la opinión de esa comunidad si gozaran de la autonomía política que tiene actualmente Cataluña;
si usted suele recordar unos versos de “Los tejedores” de Heinrich Heine (que en mi caso, como en el de Néstor Kohan, conocí al leer la voz “Karl Marx” de Manuel Sacristán en la Enciclopedia Universitas de Salvat hace un porrón de años): “Maldito el rey, el rey de los ricos/ Que no ablandó nuestra miseria,/ Que nos arranca lo que sudamos,/ Que como perros nos manda matar./ Tejemos, tejemos./ Maldita sea la patria falsa,/ Para nosotros humillación/ Siega temprana de toda flor,/ Festín podrido de los gusanos/ Tejemos, tejemos;
si usted, como León Felipe, está harto o hartísimo de tanto cuento falsario nacionalista sobre la República, la guerra civil o la “construcció de una nova República dels somriures”;
si a usted también le entristece que voces como las de Concha Méndez o María Teresa León sean, prácticamente, voces desconocidas en toda España;
si usted piensa que puestos a hablar de “exiliados políticos” (y esta vez en serio) sería justo hablar de Marina Pibernat Vila y su condena por el nacionalismo excluyente realmente existente (y la vergüenza del no apoyo de la dirección de EUiA-J.J. Nuet);
si usted ha sabido del fallecimiento de Josep Fontana con el corazón partío y ha escuchado, con el alma en vivo, la inolvidable y sentida intervención de su editor y amigo Gonzalo Pontón;
si usted se queda sin habla cuando lee estas declaraciones de Elisenda Paluzie, una de las holigangs más hooligans del mundo secesionista: 1. "Desde el ANC [...] estamos valorando hacer una parada de país, tal vez de unas horas, pero es muy embrionario porque hay que hablarlo con los sindicatos. No es algo de la ANC sólo [¡hablarlo con los sindicatos!] ". 2. "Con lo que hizo España [‘¡España hizo!] el 1-O los argumentos favorables a la independencia de Catalunya han aumentado. Ahora se entiende mejor, a la opinión pública en todo el mundo, que los catalanes quieran independizarse";
si usted también piensa que lo del 3 (o más) % es uno de los mayores escándalos de corrupción y manipulación de la España contemporánea (con silencio cómplices a derecha... e izquierda);
si usted tal vez suele pensar en una reflexión de 1949 de Max Delbrück -”Cada célula vida lleva consigo las experiencias de mil millones de años de experimentación por parte de sus ancestros. No es posible explicar de otro modo tanta sabiduría con tan pocas palabras”- cuando lee o relee aquella reflexión (de la que probablemente bebió el mismísimo Carl Sagan) del presidente republicano Manuel Azaña, cuya tumba refleja la desolación de aquella tragedia colectiva: “Todos somos hijos del mismos Sol y tributarios del mismo arroyo”;
si opina, como opinan de hecho algunos (pocos)secesionistas, que los seguidores del «procés» han menospreciado reiteradamente a la ciudadanía catalana (y también a la española) que no comparte su proyecto independentista;
si sabe, en contra de lo que insistentemente aseguran las fuerzas nacionalistas, que España es, a día de hoy, uno de los países del mundo con menos índice de nacionalismo (J. W Becker: Opinión pública internacional e identidad nacional);
si usted no sale de su asombro cuando lee las cosas que lee sobre las alteraciones de lo dicho por Llarena en la querella -¡viva el lío!- de Puigdemont en Bélgica;
si piensa que palabras como las siguientes (Jordi Pujol, 1990): “elección y divulgación de los conceptos que permiten el máximo fortalecimiento de nuestro pueblo (ser más cultos, más modernos, más cívicos, más solidarios, más europeos, amar el trabajo, justo por el trabajo bien hecho, constatar las raíces, vigencia de los valores cristianos…) de acuerdo con los desafíos que plantea el mundo actual… Sólo avanzan los pueblos que son jóvenes. Es necesario concienciar a nuestro pueblo de la necesidad de tener más hijos para garantizar nuestra personalidad colectiva” son excelentes -vomitivos y soeces a un tiempo- ejemplos de supremacismo, catolicismo demográfico, nacional-cristianismo conservador, palabras que muestran la hegemonía generalizada, sin apenas combate, resistencia ni disidencias, del pujolismo (la verdadera filosofía-concepción del mundo de .Cat) durante años y años que llegaron a ser décadas;
si no puede evitar desternillarse de risa durante 19 días y 500 noches y pensar en “leyendas históricas” cuando oye hablar de Cataluña, a día de hoy, en términos de “opresión nacional” o con expresiones afines;
si usted aún recuerda la gran y educada reflexión político-filosófica del expresident sionista, uno de los hijos políticos del gran manipulador y defraudador, tras las elecciones (que perdió y perdieron) del 21D: “¡España tiene un pollo de cojones!”, “Ja, ja, ja, ja, ja...”;
si a usted los Mossos, muchas de las actuaciones de los Mossos, le recuerdan cada vez más las prácticas de una policía política;
si usted se lo ha pasado en grande leyendo los “Apuntes sobre el teoría del pollo” de Pau Luque Sánchez (https://elpais.com/ccaa/2018/08/29/catalunya/1535563409_512228.html; los puntos 9 y 10 de la teoría: “9. Da instrucciones a tu gente para que identifique, basándose en la ley mordaza, a personas que quitan lazos amarillos. Luego haz que pidan la derogación de la ley mordaza en el Congreso. A continuación, haz que la apliquen. Por último, pide que la deroguen e, inmediatamente después, que la apliquen. Y 10. Di a todo el mundo que este próximo otoño va a haber cambios políticos palpables y que vas a aprovechar la ventana de oportunidad. A continuación, monta un pollo detrás de otro hasta que la cantidad de pollos sea tan grande y tan grotesca que (a) hagas creer a la parroquia independentista más abducida que has hecho historia, la que sea; (b) hagas creer a la parroquia españolista furibunda y decimonónica que has hecho contrahistoria alterando la unidad de destino; y (c) te hagas creer a ti mismo que has llevado la práctica del pollo a un nivel sublime”);
si usted no duda de la intencionalidad política de la demanda planteada por Puigdemont y exconsellers ante la jurisdicción belga (todo vale: “vulneración sistemática de los derechos fundamentales de la minoría independentista”; “[ponen] a España al lado de Kazajistán entre los Estados delincuentes que se niegan a someterse a los principios que rigen los derechos fundamentales universales”), sin recusar al juez Llarena dentro del proceso de naturaleza penal que se está siguiendo en España, y piensa, como señala Ramon Campderrich Bravo, que “la actitud de Podemos a día de hoy respecto a la posición del gobierno (cuyos titubeos no lo han sido menos) en relación con la demanda civil contra Llarena es penosa” y que la cuestión de fondo, como también señala RCB, es “si se quiere o no alimentar la repugnante leyenda de un "pueblo" -el de Cataluña- "oprimido por el estado español" y correr el riesgo de permitir sin ofrecer resistencia que Bélgica, que se ha mostrado muy receptiva, según parece, con los catalanistas (sus motivos tendrá, pero serán tan poco idealistas como los de cualquier gobierno) les haga el juego para debilitar al estado español”;
si opina, como yo opino, que “el silencio, el “no les molestemos”, el “calladitos estamos mejor”, el “no tiene mucha importancia”, el ”en el fondo son buena gente”, el “dejémoslos que se entretengan”, el “se sienten muy catalanes y ya está”, etc., etc, todo eso, ha llegado a su fin y que ya basta de falso victimismo que alimenta neuras colectivas y construcciones nacionales interesadas;
si a usted no le parece de recibo pintadas como "Goma-2 / España–0" cerca del CEIP Tàbor (en Provença-Cartagena, un colegio público de Barcelona), sin que nadie (hasta el momento) haya tomado la iniciativa de borrarla;
si para usted el 11S .Cat es, a día de hoy, una fecha excluyente, estrictamente secesionista, y que su 11S es el que recuerda a Salvador Allende, la Unidad Popular y tragedia chilena;
si también piensa que fue un insulto, un insulto político que no conviene olvidar, tildar de “manifestaciones fascistas” (con apoyo de algunos líderes y cuadros de izquierda), las masivas concentraciones populares de octubre de 2017;
si usted opina que no deberían dar lecciones a nadie teniendo en cuenta los éxitos conseguidos en su momento por Plataforma per Catalunya o esta “profunda reflexión” del Moviment Identitari Català, MIC (que defiende una "Catalunya catalana"): "Lucho por ver desaparecer esta garrapata asquerosa tan arraigada, este espíritu castellano que tan cerca tenemos";
si usted piensa que Joaquim Coll no anda muy desencaminado (lo contrario es verdadero) cuando afirma y argumenta : “ La lamentable persistencia de grupúsculos franquistas, por fortuna muy minoritarios, o de extrema derecha españolista, que en algunos casos protagonizan actuaciones violentas, no nos puede confundir sobre el hecho de que hoy el auténtico peligro para la democracia en Catalunya es la ideología separatista. Se trata de un movimiento ultranacionalista de naturaleza hispanófoba, que desprecia al resto de los catalanes, y para el que todo está permitido, desde fabricar 'fake news' en redes, recurrir a la homofobia para criticar a los rivales políticos, hasta cerrar el Parlament si eso conviene a sus intereses. Recurre sin pudor a la manipulación y la mentira, cultiva el resentimiento y el victimismo para atrapar emocionalmente a su parroquia. Se envuelve con la bandera de la libertad pero es una ideología xenófoba, antidemocrática y, por tanto, neofascista”;
si es consciente, cada vez más consciente, de lo que ha significado la interesada ideología (indiscutible en el agoa salvo riesgo de marginación, condena o insulto) de “som un sol poble”;
si el amarillo tal vez fuera su color en tiempos de Donovan (con dudas por aquello de los sindicatos amarillos) pero ya ha dejado de serlo ante el permanente intento de ocupación del espacio público, el de todos y todas, por una simbología secesionista que se impone y imponen en términos sagrados, intocables;
si ha tomado consciencia -con dolor, incluso con rabia- de la fuerte (e injustificable) hispanofobia que alimenta a partidarios (licenciados, ingenieros, doctores, gente aparentemente culta) del movimiento secesionista, abonada institucional, asociativa y familiarmente desde pozos abisales (y abismales) de desconocimiento de las culturas españolas, incluso de la historia popular de España (empezando por la heroica resistencia del pueblo de Madrid durante la guerra civil);
si no le parece mal del todo esta versión de Joan Ferran del poema machadiano “El mañana efímero”: “ La Cataluña de paella y ratafía, procés y melancolía, devota de banderas y Badias, de espíritu victimista y alma de ‘tieta’, tendrá su día, su réquiem sus exegetas... Esa Cataluña inferior cascarrabias y triste, paradigma de la queja, anacrónica y posturera; esa Cataluña inferior, de alboroto festivo y bufones homófobos, esa que llora mientras con la cruz embiste, tendrá algún día nuevos poetas que la redimirán. La Cataluña estomacal de Pilares omniscientes, tractores amarillos, agitadores de pantalla, fanáticos supremacistas, falacias y porcentajes múltiples de tres, jamás engendrará un mañana prometedor…”;
si... descansemos, respiremos, ¡hemos vuelto hace poco de vacaciones! No les canso más. ¡Ya basta de antecedentes de condicionales incompletas! La semana que viene los completo con un solo consecuente.
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=245966
jueves, 24 de mayo de 2018
La comuna de París fructificó en cerezas que saboreamos todavía
Alberto Betancourt Posada
Rebelión
El sábado 26 de mayo a las 14:30 en la puerta del metro Gambeta de París comenzará una caminata al cementerio Pere-Lachaise, al Mur des Fèdèrès (Muro de los comuneros), convocada por la Asociación de Amigos de la Comuna de París. La marcha cumplirá tres objetivos: rendir homenaje a los 147 comuneros fusilados ahí, ratificar la vitalidad de la Comuna y celebrar sus valiosas premoniciones. Arturo Argueta, investigador mexicano de la comunalidad y amigo de la Comuna afirma: “durante los meses de marzo, abril y mayo de 1871 la conciencia colectiva francesa se unió en torno a la idea de crear una república socialista, conformada por una federación de comunas”. A esa revolución, afirma Aruto se le asoció con la canción “El tiempo de las cerezas”, según la cual, se construirá una sociedad en la que: “Los amantes tendrán ganas de hacer locuras/y los enamorados, tendrán sol en el corazón”. Recordar la Comuna es una forma de romper el sitio militar que se le impuso para estrangularla, y su equivalente contemporáneo, el silencio mediático destinado a olvidarla. La comuna fue una realidad fugaz, pero su esplendor político, social y cultural refulge todavía. Como los cerezos, la comuna tuvo múltiples floraciones, Marx, por ejemplo, la consideró como una gran experimento social.
Los amantes tendrán ganas de hacer locuras
La Asociación de Amigos de la Comuna, fundada en 1882 tras el regreso de los comuneros exiliados, afirma que la valiosa experiencia de autogestión nos heredó la igualdad entre hombres y mujeres, como olvidar por ejemplo el papel de Louise Michel, maestra, tiradora, feminista, dirigente, anarquista, con una relación epistolar con Víctor Hugo, exiliada a Nueva Caledonia; la comuna floreció de muchas otras maneras, al promover: la laicidad del estado, la defensa de los servicios públicos, el sufragio universal, el derecho al trabajo (en un mundo en el que la mayoría de los trabajadores pasaban la mayor parte del tiempo buscando empleo), los derechos de los trabajadores, la requisición de empresas abandonadas, la defensa de la república, el acceso a la cultura, la educación pública, la bienvenida a los migrantes y la defensa de los valores republicanos. Vale agregar que la resistencia popular del pueblo mexicano contra la invasión francesa contribuyó de manera decisiva a fortalecer la oposición Luis Napoleón Bonaparte en Francia, y en ese sentido existe un lazo histórico entre la defensa d ela soberanía popular en México y en Francia.
La comuna un gran experimento económico, político cultural y psicológico
Carlos Marx escribió por encargo de la Asociación Internacional de Trabajadores un balance del significado de la Comuna en la historia universal. En su texto La guerra civil en Francia, el gigante de Treveris, recordó que e l 18 de marzo París despertó con los gritos de : “Viva la Comuna”, en ella los trabajadores se dieron cuenta de que habían sido traicionados por las clases dominantes y que ellos mismos tendrían que tomar en sus manos la defensa de la patria, asumir la dirección de la sociedad y organizar la vida. El Segundo Imperio dirigido por Luis Napoleón Bonaparte, tuvo como acta de nacimiento el golpe de estado, como estilo político el populismo y como sostén la espada, sus ambiciones capitalistas condujeron al imperialismo y éste a la invasión prusiana. La comuna fue la antípoda del imperialismo e implicó muchas acciones y reflexiones sobre el hecho la forma en que el estado había perdido su papel de arbitro mediador y paulatinamente se había convertido en el instrumento de dominación de una clase. La comuna alarmó a la nobleza de toda Europa porque su mera existencia suponía el fin de la monarquía. La primera república socialista recuperó para la sociedad funciones que el estado se había apropiado. Disolvió al ejército profesional y creó un ejército de trabajadores en armas. El consejo federativo de las comunas regionales volvió revocables todos los cargos y homologó el salario de los funcionarios estatales al de un obrero calificado. La educación se volvió laica, universal y gratuita. Las fábricas cerradas por bancarrota o por abandono patronal durante la huelga fueron entregadas a las asociaciones de trabajadores. La comuna subvirtió el orden económico, el trabajo dejó de ser una mercancía. Cada trabajador se convirtió en ciudadano. Los trabajadores asumieron un rol dirigente en la sociedad. La comuna expropió a los expropiadores y devolvió los medios de producción, la tierra y el capital a los productores. Reordenó la tecnología bajo la lógica de los productores. Cuando la bandera roja, símbolo de la república del trabajo hondeó en el Hotel de Ville, la comuna reasignó un lugar mucho más modesto a los científicos que solían adoptar un tono oracular. La comuna fue un gran experimento político, económico, cultural y psicológico. El gobierno de Thiers se apresuró a sitiar París para impedir que “la fiebre bovina” de la revolución se propagara al campo.
Roger Marteli escribió en La Commune: si ejercemos nuestra responsabilidad de elegir nuestra historia podremos descubrir más elementos que nos permitan construir el mundo en el que queremos vivir. En un planeta asediado por versiones comerciales, dominantes y efímeras de la historia, recordar la Comuna nos ayuda a explicarnos quienes somos, y en que fundamentos descansa nuestra convicción de que otro mundo es posible. Existen muchas comunas vivas e irradiando rebeldía: los caracoles zapatistas, Cherán, Caracas. Junto con ellas el espíritu de la Comuna de París late hoy en el emocionante encuentro entre trabajadores ferrocarrileros y estudiantes francés, que ha resucitado un fantasma que recorre Europa.
El sábado 26 de mayo a las 14:30 en la puerta del metro Gambeta de París comenzará una caminata al cementerio Pere-Lachaise, al Mur des Fèdèrès (Muro de los comuneros), convocada por la Asociación de Amigos de la Comuna de París. La marcha cumplirá tres objetivos: rendir homenaje a los 147 comuneros fusilados ahí, ratificar la vitalidad de la Comuna y celebrar sus valiosas premoniciones. Arturo Argueta, investigador mexicano de la comunalidad y amigo de la Comuna afirma: “durante los meses de marzo, abril y mayo de 1871 la conciencia colectiva francesa se unió en torno a la idea de crear una república socialista, conformada por una federación de comunas”. A esa revolución, afirma Aruto se le asoció con la canción “El tiempo de las cerezas”, según la cual, se construirá una sociedad en la que: “Los amantes tendrán ganas de hacer locuras/y los enamorados, tendrán sol en el corazón”. Recordar la Comuna es una forma de romper el sitio militar que se le impuso para estrangularla, y su equivalente contemporáneo, el silencio mediático destinado a olvidarla. La comuna fue una realidad fugaz, pero su esplendor político, social y cultural refulge todavía. Como los cerezos, la comuna tuvo múltiples floraciones, Marx, por ejemplo, la consideró como una gran experimento social.
Los amantes tendrán ganas de hacer locuras
La Asociación de Amigos de la Comuna, fundada en 1882 tras el regreso de los comuneros exiliados, afirma que la valiosa experiencia de autogestión nos heredó la igualdad entre hombres y mujeres, como olvidar por ejemplo el papel de Louise Michel, maestra, tiradora, feminista, dirigente, anarquista, con una relación epistolar con Víctor Hugo, exiliada a Nueva Caledonia; la comuna floreció de muchas otras maneras, al promover: la laicidad del estado, la defensa de los servicios públicos, el sufragio universal, el derecho al trabajo (en un mundo en el que la mayoría de los trabajadores pasaban la mayor parte del tiempo buscando empleo), los derechos de los trabajadores, la requisición de empresas abandonadas, la defensa de la república, el acceso a la cultura, la educación pública, la bienvenida a los migrantes y la defensa de los valores republicanos. Vale agregar que la resistencia popular del pueblo mexicano contra la invasión francesa contribuyó de manera decisiva a fortalecer la oposición Luis Napoleón Bonaparte en Francia, y en ese sentido existe un lazo histórico entre la defensa d ela soberanía popular en México y en Francia.
La comuna un gran experimento económico, político cultural y psicológico
Carlos Marx escribió por encargo de la Asociación Internacional de Trabajadores un balance del significado de la Comuna en la historia universal. En su texto La guerra civil en Francia, el gigante de Treveris, recordó que e l 18 de marzo París despertó con los gritos de : “Viva la Comuna”, en ella los trabajadores se dieron cuenta de que habían sido traicionados por las clases dominantes y que ellos mismos tendrían que tomar en sus manos la defensa de la patria, asumir la dirección de la sociedad y organizar la vida. El Segundo Imperio dirigido por Luis Napoleón Bonaparte, tuvo como acta de nacimiento el golpe de estado, como estilo político el populismo y como sostén la espada, sus ambiciones capitalistas condujeron al imperialismo y éste a la invasión prusiana. La comuna fue la antípoda del imperialismo e implicó muchas acciones y reflexiones sobre el hecho la forma en que el estado había perdido su papel de arbitro mediador y paulatinamente se había convertido en el instrumento de dominación de una clase. La comuna alarmó a la nobleza de toda Europa porque su mera existencia suponía el fin de la monarquía. La primera república socialista recuperó para la sociedad funciones que el estado se había apropiado. Disolvió al ejército profesional y creó un ejército de trabajadores en armas. El consejo federativo de las comunas regionales volvió revocables todos los cargos y homologó el salario de los funcionarios estatales al de un obrero calificado. La educación se volvió laica, universal y gratuita. Las fábricas cerradas por bancarrota o por abandono patronal durante la huelga fueron entregadas a las asociaciones de trabajadores. La comuna subvirtió el orden económico, el trabajo dejó de ser una mercancía. Cada trabajador se convirtió en ciudadano. Los trabajadores asumieron un rol dirigente en la sociedad. La comuna expropió a los expropiadores y devolvió los medios de producción, la tierra y el capital a los productores. Reordenó la tecnología bajo la lógica de los productores. Cuando la bandera roja, símbolo de la república del trabajo hondeó en el Hotel de Ville, la comuna reasignó un lugar mucho más modesto a los científicos que solían adoptar un tono oracular. La comuna fue un gran experimento político, económico, cultural y psicológico. El gobierno de Thiers se apresuró a sitiar París para impedir que “la fiebre bovina” de la revolución se propagara al campo.
Roger Marteli escribió en La Commune: si ejercemos nuestra responsabilidad de elegir nuestra historia podremos descubrir más elementos que nos permitan construir el mundo en el que queremos vivir. En un planeta asediado por versiones comerciales, dominantes y efímeras de la historia, recordar la Comuna nos ayuda a explicarnos quienes somos, y en que fundamentos descansa nuestra convicción de que otro mundo es posible. Existen muchas comunas vivas e irradiando rebeldía: los caracoles zapatistas, Cherán, Caracas. Junto con ellas el espíritu de la Comuna de París late hoy en el emocionante encuentro entre trabajadores ferrocarrileros y estudiantes francés, que ha resucitado un fantasma que recorre Europa.
miércoles, 14 de diciembre de 2016
Una muestra en París reconstituye, por primera vez desde 1948, la pinacoteca privada de Sergei Shchukin, un mecenas visionario
La colección que Stalin quiso quemar
Monet tenía 25 años cuando pintó la más atrevida de sus obras hasta aquel momento: un picnic sobre la hierba, tema moderno e impropio del arte en mayúsculas, que inmortalizó con el formato gigante que se solía reservar para las pinturas históricas. Gauguin regresó de Tahití sintiendo que su vida había cambiado para siempre, como también lo haría su arte. Pintó entonces un cuadro dominado por un rosa intenso e irrealista, con dos mujeres polinesias que no solo aparecían desnudas, sino también colocadas en la mitad derecha del cuadro, sin respetar las reglas más básicas del canon pictórico. Solo un par de años antes, Van Gogh sufrió una de sus crisis en Arlés, durante la que se mutiló la oreja. Un doctor acudió a curarle y, para agradecérselo, el holandés lo retrató en un cuadro que condensa la esencia del expresionismo. El médico, que respondía al nombre de Rey, lo encontró ridículo e inverosímil, y decidió abandonarlo en su desván, donde tuvo la misión de tapar un agujero en la pared.
Las tres obras tienen, por lo menos, dos cosas en común. En su tiempo generaron, en el mejor de los casos, la más absoluta indiferencia, antes de revolucionar las reglas de la figuración. Y las tres formaron parte de la colección de Sergei Shchukin, un empresario moscovita que se enriqueció gracias a la floreciente industria textil en la Rusia del siglo XIX. Más tarde, se convertiría también en uno de los coleccionistas de arte más visionarios de su tiempo y en uno de los primeros mecenas que impulsaron las vanguardias en la Francia de entresiglos. Sacudido por distintas tragedias personales y perseguido por los bolcheviques, Shchukin se exilió en París, donde murió en el anonimato en 1936. Años atrás, su colección había sido nacionalizada por Lenin tras la Revolución Rusa. Al llegar al poder, Stalin se planteó quemarla, considerándola un síntoma de decadencia burguesa, en las antípodas del dogma del realismo socialista. Finalmente, prefirió dividirla entre dos museos distintos –el Hermitage de San Petersburgo y el Pushkin de Moscú–, donde permaneció oculta en sus depósitos durante décadas.
Una muestra en la Fundación Louis Vuitton de París reúne ahora este impresionante conjunto por primera vez desde 1948. Muchos ya la consideran la exposición del año: unas 10.000 personas pasan a diario por este centro privado para descubrirla. Se espera que sean un millón antes de su cierre, previsto para el 20 de febrero. Titulada Iconos del arte moderno, la exposición reúne 130 cuadros de la colección Shchukin –sobre un total de 275–, incluyendo 29 obras de Picasso, 22 de Matisse, 12 de Gauguin, 8 de Cézanne y otras de Courbet, Derain, Pissarro o Rousseau. "La lista corta la respiración, igual que un paseo por sus salas. Casi tres años de negociaciones han sido necesarios para reunirlas en París. Es su tesoro nacional, como si España prestara todos sus Velázquez y el Guernica a la vez”, ironiza Jean-Paul Claverie, consejero del magnate Bernard Arnault, propietario de la marca Louis Vuitton, e ideólogo de esta fundación. La negociación, dice, llegó a pasar por el Eliseo y el Kremlin. “Se necesitaba un terreno neutro para reunir las obras, y ese lugar era París, la ciudad donde Shchukin las compró y luego se exilió”, añade.
Los descendientes de Shchukin, protagonistas de un contencioso histórico con el Estado ruso, se tuvieron que comprometer a no reclamar la devolución de los cuadros, como había ocurrido en el pasado. “Nos habían robado la colección y la memoria. Ahora, por lo menos, tenemos la memoria”, se resigna el nieto de Shchukin, André Delocque-Fourcaud, uno de los artífices de esta exposición. “Nunca hemos reclamado la propiedad de los cuadros. En vista de su valor, tienen que estar en un museo, como ya deseó mi abuelo en vida, puesto que pensaba donarlos a su ciudad. Solo exigimos que se reconozca quien fue Shchukin y que esta colección no sea desmembrada”, añade.
La muestra también funciona como un retrato in absentia del coleccionista ruso, quien empezó a coleccionar a los 44 años. Primero a los impresionistas, casi una convención social en su época, pero después también a artistas en plena ruptura con las tendencias dominantes, con los que se familiarizó gracias a Gertrude Stein y su familia, pioneros en el apego por las vanguardias. “Shchukin empezó coleccionando de manera decorativa, pero después se dirigió hacia el arte contemporáneo más radical y más audaz”, afirma la comisaria de la muestra, Anne Baldassari, exdirectora del Museo Picasso de París. En 1908, el empresario decidió abrir su residencia en el Palacio Trubetskoi de Moscú, cada domingo y de forma gratuita, para que los visitantes pudieran admirar su colección en paredes atiborradas de futuras obras maestras. “Y así, Shchukin creó el primer museo de arte contemporáneo del mundo”, suscribe la comisaria.
La muestra contrapone la colección original con una treintena de cuadros de pintores rusos como Malevich, Tatlin o Kliun, que no formaron parte de ella, pero que explican por qué, allá por 1915, los artistas moscovitas se pusieron a pintar rectángulos negros y abrazando así la abstracción de manera especialmente temprana. “Esos jóvenes pintores se reían de Shchukin y de sus intentos de teorizar sobre el arte. Para ellos, era solo un industrial burgués que no entendía nada. Pero, en tres o cuatro años, asimilaron el conjunto de las propuestas de los pintores franceses y entraron en un nuevo terreno. El suprematismo y el constructivismo aparecerán en ese diálogo con la colección”, asegura Baldassari.
‘BOOM’ DEL ARTE PRIVADO EN PARÍS
Que la exposición de la colección Shchukin tenga lugar en la fundación privada fundada por el magnate del lujo Bernard Arnault ha dejado en evidencia a los museos públicos en París, incapaces de asumir los costes faraónicos que ha supuesto la muestra, que Le Monde cifra entre 10 y 13 millones de euros. “El Centro Pompidou, por ejemplo, nunca habría podido sufragarla”, admite el nieto del coleccionista, André Delocque-Fourcaud. En 2015, la Fundación Vuitton ya impresionó al reunir dos cuadros supuestamente imprestables: El grito de Munch y La danza de Matisse. El éxito de este centro privado, que sedujo a 1.200.000 visitantes en su primer año de vida, es una prueba adicional de la reconfiguración del mapa museístico en París, hasta ahora dominado por la iniciativa pública. El millonario François Pinault, propietario de marcas como Saint Laurent y Balenciaga (y máximo rival del poder de Arnault), abrirá su propia fundación de arte en el barrio de Les Halles en 2018. Por su parte, las Galerías Lafayette estrenaron su patronato para el arte contemporáneo en 2013 y ultiman la sede de un museo privado proyectado por Rem Koolhas, que abrirá en el Marais parisino en 2017.
http://cultura.elpais.com/cultura/2016/12/04/actualidad/1480851639_977322.html?rel=lom
Monet tenía 25 años cuando pintó la más atrevida de sus obras hasta aquel momento: un picnic sobre la hierba, tema moderno e impropio del arte en mayúsculas, que inmortalizó con el formato gigante que se solía reservar para las pinturas históricas. Gauguin regresó de Tahití sintiendo que su vida había cambiado para siempre, como también lo haría su arte. Pintó entonces un cuadro dominado por un rosa intenso e irrealista, con dos mujeres polinesias que no solo aparecían desnudas, sino también colocadas en la mitad derecha del cuadro, sin respetar las reglas más básicas del canon pictórico. Solo un par de años antes, Van Gogh sufrió una de sus crisis en Arlés, durante la que se mutiló la oreja. Un doctor acudió a curarle y, para agradecérselo, el holandés lo retrató en un cuadro que condensa la esencia del expresionismo. El médico, que respondía al nombre de Rey, lo encontró ridículo e inverosímil, y decidió abandonarlo en su desván, donde tuvo la misión de tapar un agujero en la pared.
Las tres obras tienen, por lo menos, dos cosas en común. En su tiempo generaron, en el mejor de los casos, la más absoluta indiferencia, antes de revolucionar las reglas de la figuración. Y las tres formaron parte de la colección de Sergei Shchukin, un empresario moscovita que se enriqueció gracias a la floreciente industria textil en la Rusia del siglo XIX. Más tarde, se convertiría también en uno de los coleccionistas de arte más visionarios de su tiempo y en uno de los primeros mecenas que impulsaron las vanguardias en la Francia de entresiglos. Sacudido por distintas tragedias personales y perseguido por los bolcheviques, Shchukin se exilió en París, donde murió en el anonimato en 1936. Años atrás, su colección había sido nacionalizada por Lenin tras la Revolución Rusa. Al llegar al poder, Stalin se planteó quemarla, considerándola un síntoma de decadencia burguesa, en las antípodas del dogma del realismo socialista. Finalmente, prefirió dividirla entre dos museos distintos –el Hermitage de San Petersburgo y el Pushkin de Moscú–, donde permaneció oculta en sus depósitos durante décadas.
Una muestra en la Fundación Louis Vuitton de París reúne ahora este impresionante conjunto por primera vez desde 1948. Muchos ya la consideran la exposición del año: unas 10.000 personas pasan a diario por este centro privado para descubrirla. Se espera que sean un millón antes de su cierre, previsto para el 20 de febrero. Titulada Iconos del arte moderno, la exposición reúne 130 cuadros de la colección Shchukin –sobre un total de 275–, incluyendo 29 obras de Picasso, 22 de Matisse, 12 de Gauguin, 8 de Cézanne y otras de Courbet, Derain, Pissarro o Rousseau. "La lista corta la respiración, igual que un paseo por sus salas. Casi tres años de negociaciones han sido necesarios para reunirlas en París. Es su tesoro nacional, como si España prestara todos sus Velázquez y el Guernica a la vez”, ironiza Jean-Paul Claverie, consejero del magnate Bernard Arnault, propietario de la marca Louis Vuitton, e ideólogo de esta fundación. La negociación, dice, llegó a pasar por el Eliseo y el Kremlin. “Se necesitaba un terreno neutro para reunir las obras, y ese lugar era París, la ciudad donde Shchukin las compró y luego se exilió”, añade.
Los descendientes de Shchukin, protagonistas de un contencioso histórico con el Estado ruso, se tuvieron que comprometer a no reclamar la devolución de los cuadros, como había ocurrido en el pasado. “Nos habían robado la colección y la memoria. Ahora, por lo menos, tenemos la memoria”, se resigna el nieto de Shchukin, André Delocque-Fourcaud, uno de los artífices de esta exposición. “Nunca hemos reclamado la propiedad de los cuadros. En vista de su valor, tienen que estar en un museo, como ya deseó mi abuelo en vida, puesto que pensaba donarlos a su ciudad. Solo exigimos que se reconozca quien fue Shchukin y que esta colección no sea desmembrada”, añade.
La muestra también funciona como un retrato in absentia del coleccionista ruso, quien empezó a coleccionar a los 44 años. Primero a los impresionistas, casi una convención social en su época, pero después también a artistas en plena ruptura con las tendencias dominantes, con los que se familiarizó gracias a Gertrude Stein y su familia, pioneros en el apego por las vanguardias. “Shchukin empezó coleccionando de manera decorativa, pero después se dirigió hacia el arte contemporáneo más radical y más audaz”, afirma la comisaria de la muestra, Anne Baldassari, exdirectora del Museo Picasso de París. En 1908, el empresario decidió abrir su residencia en el Palacio Trubetskoi de Moscú, cada domingo y de forma gratuita, para que los visitantes pudieran admirar su colección en paredes atiborradas de futuras obras maestras. “Y así, Shchukin creó el primer museo de arte contemporáneo del mundo”, suscribe la comisaria.
La muestra contrapone la colección original con una treintena de cuadros de pintores rusos como Malevich, Tatlin o Kliun, que no formaron parte de ella, pero que explican por qué, allá por 1915, los artistas moscovitas se pusieron a pintar rectángulos negros y abrazando así la abstracción de manera especialmente temprana. “Esos jóvenes pintores se reían de Shchukin y de sus intentos de teorizar sobre el arte. Para ellos, era solo un industrial burgués que no entendía nada. Pero, en tres o cuatro años, asimilaron el conjunto de las propuestas de los pintores franceses y entraron en un nuevo terreno. El suprematismo y el constructivismo aparecerán en ese diálogo con la colección”, asegura Baldassari.
‘BOOM’ DEL ARTE PRIVADO EN PARÍS
Que la exposición de la colección Shchukin tenga lugar en la fundación privada fundada por el magnate del lujo Bernard Arnault ha dejado en evidencia a los museos públicos en París, incapaces de asumir los costes faraónicos que ha supuesto la muestra, que Le Monde cifra entre 10 y 13 millones de euros. “El Centro Pompidou, por ejemplo, nunca habría podido sufragarla”, admite el nieto del coleccionista, André Delocque-Fourcaud. En 2015, la Fundación Vuitton ya impresionó al reunir dos cuadros supuestamente imprestables: El grito de Munch y La danza de Matisse. El éxito de este centro privado, que sedujo a 1.200.000 visitantes en su primer año de vida, es una prueba adicional de la reconfiguración del mapa museístico en París, hasta ahora dominado por la iniciativa pública. El millonario François Pinault, propietario de marcas como Saint Laurent y Balenciaga (y máximo rival del poder de Arnault), abrirá su propia fundación de arte en el barrio de Les Halles en 2018. Por su parte, las Galerías Lafayette estrenaron su patronato para el arte contemporáneo en 2013 y ultiman la sede de un museo privado proyectado por Rem Koolhas, que abrirá en el Marais parisino en 2017.
http://cultura.elpais.com/cultura/2016/12/04/actualidad/1480851639_977322.html?rel=lom
martes, 10 de mayo de 2016
El 15-M francés: entre el agotamiento y el "gauchisme". La Nuit Debout cumple un mes sin haber logrado establecerse como fenómeno masivo.
La Nuit Debout parisina ha cumplido un mes. Es el plazo en el que el 15-M madrileño nació, floreció y transformó su acampada inicial en otras manifestaciones. Un mes después de su arranque, el 31 de marzo en la plaza de la República, el movimiento parisino presenta claros signos de agotamiento. Si nunca tuvo un carácter masivo, en los últimos días solo algunos centenares de personas participan en el foro de la plaza de la República. No es solo la presión policial ni la acción disuasoria de los casseurs (literalmente, los rompedores) lo que contribuye al agotamiento, aunque la noche del uno de mayo bastó con que cuatro encapuchados rompieran un par de escaparates en la plaza, para que todos los congregados, totalmente ajenos a esas violencias, fueran desalojados por los gases de la policía.
A falta de base social el movimiento parece estar cociéndose, cada vez más, en la vieja salsa de un tradicional izquierdismo parisino, en el peor sentido, leninista, de la palabra. En su Enfermedad infantil, el revolucionario ruso definió el izquierdismo como un radicalismo que corta el vínculo con las masas e impide al movimiento social implantarse. Si en los primeros días se podía encontrar entre quienes tomaron la palabra en el ágora hasta a un joven votante de Sarkozy, que se declaraba apasionado por los debates, ahora ese sujeto ha desaparecido después de preguntarse por qué no se desmarca la plaza de los casseurs, fuerza verdaderamente disuasoria para la participación de cualquier persona que condena o no ve sentido político alguno en romper un escaparate o en tirarle botellas a la policía.
En la plaza los discursos tienden frecuentemente a una poesía enamorada de sí misma. La importancia del momento es loada continuamente. “¿Cual es el objetivo de Nuit Debout?”, se pregunta François Ruffin, el periodista de Amiens y autor del documental Merci patron, que fue el primero en proponer en febrero ocupar un lugar público. “¿Se trata de combatir la reforma laboral y su mundo, o de inventar una democracia pura en 2.500 metros cuadrados en el corazón del París de los burgueses-bohemios?”. Ruffin ha insistido desde el principio en resaltar la importancia del nexo con el mundo del trabajo. “Mi propósito era trasmitir la palabra de las cajeras de supermercado de provincias, a los parados de Forêt-en-Cabrésis y a las asistentas a domicilio de Poix-du-Nord, de toda una Francia periférica invisible y olvidada, y la paradoja es que la Nuit Debout aún los está ocultando más en beneficio de los de siempre”, dice. El movimiento necesita una victoria contra la ley laboral –contra la que ayer hubo una nueva manifestación, coincidiendo con el inicio de su discusión en la Asamblea Nacional– para demostrar la utilidad de su bella energía, dice Ruffin que se queja del “perfume antisindical” que se respira en la plaza; “los sindicatos no son suficientemente cool, ni jóvenes, ni nuevos”, dice.
En el sector izquierdista no es la ley laboral, sino la poesía del “ fin del trabajo asalariado” lo que se aplaude, los casseurs no son vistos como problema sino como sana legitimidad, independientemente del hecho de la alergia que suscitan en la mayoría fuera del recinto. Instalado en su realidad tribal, al izquierdismo verbal no le interesa gran cosa la vulgar mayoría popular.
Acogido con gritos de “¡Huelga general!”, el secretario general de la CGT, Philippe Martinez, ha explicado en la plaza que una huelga general no se improvisa a gritos sino que se decide en las empresas, algo que hay que currarse. La CGT apoya una huelga de ferroviarios que el 18 de mayo podría paralizar el transporte, pero este fin de semana la plaza se preparará para otra cosa: el Global Debout del 15 de mayo, con la perspectiva de un “movimiento social transnacional”.
Ciertamente no cambiará nada en Europa, ni en el mundo, sin un movimiento transnacional, “pero antes de convocar a esos míticos millones, ¿no habría que superar el millar de participantes en la plaza?”, dice un sindicalista escéptico.
Rafael Poch La Vanguardia
En la plaza los discursos tienden frecuentemente a una poesía enamorada de sí misma. La importancia del momento es loada continuamente. “¿Cual es el objetivo de Nuit Debout?”, se pregunta François Ruffin, el periodista de Amiens y autor del documental Merci patron, que fue el primero en proponer en febrero ocupar un lugar público. “¿Se trata de combatir la reforma laboral y su mundo, o de inventar una democracia pura en 2.500 metros cuadrados en el corazón del París de los burgueses-bohemios?”. Ruffin ha insistido desde el principio en resaltar la importancia del nexo con el mundo del trabajo. “Mi propósito era trasmitir la palabra de las cajeras de supermercado de provincias, a los parados de Forêt-en-Cabrésis y a las asistentas a domicilio de Poix-du-Nord, de toda una Francia periférica invisible y olvidada, y la paradoja es que la Nuit Debout aún los está ocultando más en beneficio de los de siempre”, dice. El movimiento necesita una victoria contra la ley laboral –contra la que ayer hubo una nueva manifestación, coincidiendo con el inicio de su discusión en la Asamblea Nacional– para demostrar la utilidad de su bella energía, dice Ruffin que se queja del “perfume antisindical” que se respira en la plaza; “los sindicatos no son suficientemente cool, ni jóvenes, ni nuevos”, dice.
En el sector izquierdista no es la ley laboral, sino la poesía del “ fin del trabajo asalariado” lo que se aplaude, los casseurs no son vistos como problema sino como sana legitimidad, independientemente del hecho de la alergia que suscitan en la mayoría fuera del recinto. Instalado en su realidad tribal, al izquierdismo verbal no le interesa gran cosa la vulgar mayoría popular.
Acogido con gritos de “¡Huelga general!”, el secretario general de la CGT, Philippe Martinez, ha explicado en la plaza que una huelga general no se improvisa a gritos sino que se decide en las empresas, algo que hay que currarse. La CGT apoya una huelga de ferroviarios que el 18 de mayo podría paralizar el transporte, pero este fin de semana la plaza se preparará para otra cosa: el Global Debout del 15 de mayo, con la perspectiva de un “movimiento social transnacional”.
Ciertamente no cambiará nada en Europa, ni en el mundo, sin un movimiento transnacional, “pero antes de convocar a esos míticos millones, ¿no habría que superar el millar de participantes en la plaza?”, dice un sindicalista escéptico.
Rafael Poch La Vanguardia
sábado, 19 de diciembre de 2015
La cumbre del clima de París, condenada al “éxito”. El actual borrador contiene tantas variantes que lo esencial sigue completamente abierto
Rafael Poch
La Vanguardia
“Cuando se reúnen tantos jefes de Estado y 196 países, el resultado no puede ser más que un éxito”, dice sin ironía el profesor colombiano Germán Palacios de la Universidad amazónica de Leticia. Un éxito en el sentido de la crónica oficial, que nunca admitirá un fracaso, pero también un éxito por las dificultades objetivas que supone poner de acuerdo tantos intereses contrapuestos. Es tan difícil que cualquier consenso es meritorio. Aunque sea kafkiano.
Estados Unidos, el mayor emisor per cápita y por historia, es el gran impedimento. Su Congreso está dominado por negacionistas y neonegacionistas al servicio de las grandes compañías energéticas.
El negacionismo climático es como el del holocausto, porque niega hechos probados, explica el climatólogo francés Eric Guilyardi. Tiene cuatro categorías; 1) No hay calentamiento global; 2) Hay calentamiento, pero no se debe a la acción humana, 3) Se debe a la acción humana, pero no es grave; y 4) Es grave, pero hay soluciones tecnológicas. En los últimos años, los negacionistas del Congreso de Estados Unidos, han pasado de las ya insostenibles categorías 1 y 2 a las 3 y 4.
Como el Congreso de Estados Unidos nunca va a aprobar un acuerdo con obligaciones de reducir emisiones, uno de los éxitos de esta conferencia ha sido “lograr” que el acuerdo no vaya a ser “jurídicamente vinculante”. Esto ya lo adelantó el 11 de noviembre el Secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry. Entonces, el Presidente francés, François Hollande, le respondió que “si no es jurídicamente vinculante, no habrá acuerdo”. Ahora Francia ha vendido como un éxito que no lo sea. La Conferencia rebosa este tipo de pragmatismos realistas con aspecto de absurdo.
En términos geopolíticos el tema climático reposa sobre dos potencias, Estados Unidos y China, que ya es el primer emisor en términos absolutos. A diferencia de sus homólogos norteamericanos, los políticos chinos no son negacionistas, conocen perfectamente la realidad, y su población sufre la contaminación de forma mucho más cruda que la norteamericana. Además, sus grandes corporaciones –las energéticas suelen ser estatales en China– no mandan a los políticos, como ocurre en Estados Unidos, sino al revés: son las chicas de los recados del Comité Central del Partido de Estado. El problema es que China quiere seguir contaminando para “desarrollarse”, por más que ese desarrollo signifique pérdidas materiales –que no se contabilizan oficialmente– pero que superan con creces los índices de crecimiento, como la Academia de Ciencias china ha establecido en diversos estudios.
Sea como sea, el caso es que, por distintos motivos, los dos países están interesados en mantener la situación, poniendo algunos parches. Eso quiere decir un acuerdo que, esencialmente, incrementará las emisiones en el futuro inmediato y cuyo texto se concretará en los próximos días.
De momento el texto borrador del acuerdo ha sufrido una cura de adelgazamiento: solo tiene 29 páginas, pero mantiene 350 corchetes, que definen las diferentes propuestas en suspenso cuya redacción definitiva debe aclararse. En su actual estado es muy difícil pronosticar por dónde irán los tiros.
Por ejemplo, en el artículo tercero que se refiere a la atenuación de emisiones, una opción contempla objetivos cifrados y fechados de reducción de emisiones. Una de ellas habla de una reducción del 70 al 95% para 2050, en relación con el año 2020. Otra variante no contempla ni objetivo ni fecha y prefiere fórmulas vagas.
En el aspecto financiación también se encuentra de todo; desde “superar” los 100.000 millones de dólares anuales (la promesa de dinero “movilizado” que el Norte hizo al Sur en 2009), hasta una fórmula con cantidades que solo apunta que “se tendría” que hacer algo… En el artículo segundo, referido a “propósitos”, dos de las tres opciones del actual borrador mencionan un límite de calentamiento de 1,5 ºC en lugar de los 2 ºC, tal como piden los Estados más expuestos. Es una buena señal, pero habrá que ver en qué queda.
El presidente Obama marcó el “liderazgo” de la cumbre en su primera jornada, nos dijo la crónica oficial (siempre condenada al “éxito), simplemente porque Obama pronunció un discurso cuyo mérito era reconocer el título de primer contaminador. Obama reconoció la existencia de unos “daños y perjuicios” que la emisión de los desarrollados ha creado y sigue creando, pero no admite que de ello se desprenda ninguna obligación o pasivo concreto (liability), como el papa Francisco establece con toda claridad en los artículos 51 y 52 de su encíclica Laudatio si.
El 4 de diciembre el embajador de Estados Unidos para el cambio climático, Todd Stern, dejó las cosas claras cuando dijo en conferencia de prensa que la cuestión de los daños y perjuicios de los desarrollados a los demás era “importante para muchos países”. Y a continuación añadió:
“Solo hay una cosa que no aceptamos y no vamos a aceptar en este acuerdo y es la noción de que debería haber obligación y compensación por daños y perjuicios”. “Esa es la línea roja que no vamos a cruzar, y esa es la línea de casi todos, sino todos, los países desarrollados”. Respecto al tope de 1,5 ºC, Todd ya aclaró entonces que habría “algún reconocimiento, porque es importante para muchos países. Alguna referencia en algún sitio”, dijo.
“Lo único que espero es que no la pifien, necesitamos un acuerdo revisable que incluya el objetivo de 1,5 ºC y que resuelva la financiación para el Sur global. No espero que cambien el sistema, pero que hagan algo contra el cambio climático”, dice Eros Sana, portavoz de la organización 350.0org.
¿Es realista pensar que se cumplan esos tres puntos? “De alguna manera”, responde Sana.”Si no se adopta un calendario de revisión para antes de 2020 será un fracaso. Si no se toma el objetivo de 1,5 ºC, será una catástrofe para los países insulares, y si no ayudan a los países del sur poniendo 100.000 millones sobre la mesa, entonces India y África dirán, “tenemos razón en no querer participar en esto”.
Respecto a los daños y perjuicios, “el punto central no es tanto el cálculo y el pago de la deuda ecológica, sino la petición de que se reconozca el pasivo (liability) ambiental y, sobre todo, que esa deuda no debería seguir aumentando”, dice Joan Martínez Alier, uno de los patriarcas de la economía ecológica en España.
El reconocimiento de ese pasivo, “es la cuestión central de este acuerdo”, dice Sana. “Antes teníamos a Bush que decía “no”, y ahora tenemos a Obama que dice cosas, pide disculpas, reconoce que hay “algo”, pero se niega a reconocer la existencia de un pasivo. Por eso no espero nada en esto de esta cumbre”, dice. El “éxito” está servido.
Fuente: http://www.lavanguardia.com/natural/clima/20151210/30717935165/cumbre-clima-paris-condenada-exito.html
La Vanguardia
“Cuando se reúnen tantos jefes de Estado y 196 países, el resultado no puede ser más que un éxito”, dice sin ironía el profesor colombiano Germán Palacios de la Universidad amazónica de Leticia. Un éxito en el sentido de la crónica oficial, que nunca admitirá un fracaso, pero también un éxito por las dificultades objetivas que supone poner de acuerdo tantos intereses contrapuestos. Es tan difícil que cualquier consenso es meritorio. Aunque sea kafkiano.
Estados Unidos, el mayor emisor per cápita y por historia, es el gran impedimento. Su Congreso está dominado por negacionistas y neonegacionistas al servicio de las grandes compañías energéticas.
El negacionismo climático es como el del holocausto, porque niega hechos probados, explica el climatólogo francés Eric Guilyardi. Tiene cuatro categorías; 1) No hay calentamiento global; 2) Hay calentamiento, pero no se debe a la acción humana, 3) Se debe a la acción humana, pero no es grave; y 4) Es grave, pero hay soluciones tecnológicas. En los últimos años, los negacionistas del Congreso de Estados Unidos, han pasado de las ya insostenibles categorías 1 y 2 a las 3 y 4.
Como el Congreso de Estados Unidos nunca va a aprobar un acuerdo con obligaciones de reducir emisiones, uno de los éxitos de esta conferencia ha sido “lograr” que el acuerdo no vaya a ser “jurídicamente vinculante”. Esto ya lo adelantó el 11 de noviembre el Secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry. Entonces, el Presidente francés, François Hollande, le respondió que “si no es jurídicamente vinculante, no habrá acuerdo”. Ahora Francia ha vendido como un éxito que no lo sea. La Conferencia rebosa este tipo de pragmatismos realistas con aspecto de absurdo.
En términos geopolíticos el tema climático reposa sobre dos potencias, Estados Unidos y China, que ya es el primer emisor en términos absolutos. A diferencia de sus homólogos norteamericanos, los políticos chinos no son negacionistas, conocen perfectamente la realidad, y su población sufre la contaminación de forma mucho más cruda que la norteamericana. Además, sus grandes corporaciones –las energéticas suelen ser estatales en China– no mandan a los políticos, como ocurre en Estados Unidos, sino al revés: son las chicas de los recados del Comité Central del Partido de Estado. El problema es que China quiere seguir contaminando para “desarrollarse”, por más que ese desarrollo signifique pérdidas materiales –que no se contabilizan oficialmente– pero que superan con creces los índices de crecimiento, como la Academia de Ciencias china ha establecido en diversos estudios.
Sea como sea, el caso es que, por distintos motivos, los dos países están interesados en mantener la situación, poniendo algunos parches. Eso quiere decir un acuerdo que, esencialmente, incrementará las emisiones en el futuro inmediato y cuyo texto se concretará en los próximos días.
De momento el texto borrador del acuerdo ha sufrido una cura de adelgazamiento: solo tiene 29 páginas, pero mantiene 350 corchetes, que definen las diferentes propuestas en suspenso cuya redacción definitiva debe aclararse. En su actual estado es muy difícil pronosticar por dónde irán los tiros.
Por ejemplo, en el artículo tercero que se refiere a la atenuación de emisiones, una opción contempla objetivos cifrados y fechados de reducción de emisiones. Una de ellas habla de una reducción del 70 al 95% para 2050, en relación con el año 2020. Otra variante no contempla ni objetivo ni fecha y prefiere fórmulas vagas.
En el aspecto financiación también se encuentra de todo; desde “superar” los 100.000 millones de dólares anuales (la promesa de dinero “movilizado” que el Norte hizo al Sur en 2009), hasta una fórmula con cantidades que solo apunta que “se tendría” que hacer algo… En el artículo segundo, referido a “propósitos”, dos de las tres opciones del actual borrador mencionan un límite de calentamiento de 1,5 ºC en lugar de los 2 ºC, tal como piden los Estados más expuestos. Es una buena señal, pero habrá que ver en qué queda.
El presidente Obama marcó el “liderazgo” de la cumbre en su primera jornada, nos dijo la crónica oficial (siempre condenada al “éxito), simplemente porque Obama pronunció un discurso cuyo mérito era reconocer el título de primer contaminador. Obama reconoció la existencia de unos “daños y perjuicios” que la emisión de los desarrollados ha creado y sigue creando, pero no admite que de ello se desprenda ninguna obligación o pasivo concreto (liability), como el papa Francisco establece con toda claridad en los artículos 51 y 52 de su encíclica Laudatio si.
El 4 de diciembre el embajador de Estados Unidos para el cambio climático, Todd Stern, dejó las cosas claras cuando dijo en conferencia de prensa que la cuestión de los daños y perjuicios de los desarrollados a los demás era “importante para muchos países”. Y a continuación añadió:
“Solo hay una cosa que no aceptamos y no vamos a aceptar en este acuerdo y es la noción de que debería haber obligación y compensación por daños y perjuicios”. “Esa es la línea roja que no vamos a cruzar, y esa es la línea de casi todos, sino todos, los países desarrollados”. Respecto al tope de 1,5 ºC, Todd ya aclaró entonces que habría “algún reconocimiento, porque es importante para muchos países. Alguna referencia en algún sitio”, dijo.
“Lo único que espero es que no la pifien, necesitamos un acuerdo revisable que incluya el objetivo de 1,5 ºC y que resuelva la financiación para el Sur global. No espero que cambien el sistema, pero que hagan algo contra el cambio climático”, dice Eros Sana, portavoz de la organización 350.0org.
¿Es realista pensar que se cumplan esos tres puntos? “De alguna manera”, responde Sana.”Si no se adopta un calendario de revisión para antes de 2020 será un fracaso. Si no se toma el objetivo de 1,5 ºC, será una catástrofe para los países insulares, y si no ayudan a los países del sur poniendo 100.000 millones sobre la mesa, entonces India y África dirán, “tenemos razón en no querer participar en esto”.
Respecto a los daños y perjuicios, “el punto central no es tanto el cálculo y el pago de la deuda ecológica, sino la petición de que se reconozca el pasivo (liability) ambiental y, sobre todo, que esa deuda no debería seguir aumentando”, dice Joan Martínez Alier, uno de los patriarcas de la economía ecológica en España.
El reconocimiento de ese pasivo, “es la cuestión central de este acuerdo”, dice Sana. “Antes teníamos a Bush que decía “no”, y ahora tenemos a Obama que dice cosas, pide disculpas, reconoce que hay “algo”, pero se niega a reconocer la existencia de un pasivo. Por eso no espero nada en esto de esta cumbre”, dice. El “éxito” está servido.
Fuente: http://www.lavanguardia.com/natural/clima/20151210/30717935165/cumbre-clima-paris-condenada-exito.html
jueves, 3 de diciembre de 2015
París, el encuentro del siglo. La Cumbre del Clima medirá la capacidad de encarar retos existenciales
La Cumbre del Clima que se abrió ayer (1-12) en París, con la participación de 150 jefes de Estado y de gobierno y entre grandes medidas de seguridad, añade un punto de urgencia y ansiedad sin análogos en anteriores reuniones globales.
Desde que el consenso científico estableciera hace unos años que la actividad humana se ha convertido en factor de cambio geológico, el antropoceno, las cumbres sobre el clima, estrenadas en Río de Janeiro en 1992, podrían ser reconocidas por un observador marciano como el evento global humano de mayor importancia. Una especie de clave para medir la capacidad humana de asumir los retos del siglo. Un siglo que pide una nueva civilización para ser viable. Desde entonces, las emisiones globales han aumentado más de un 40% y el consenso científico avisa que la humanidad está en el umbral de cambios globales irreversibles sin precedentes históricos.
El tope de 2 grados de aumento de la temperatura media global para fin de siglo, con respecto a la época preindustrial, que debe situar los riesgos en un nivel teóricamente manejable, tiene que lograrse después de que el planeta haya batido, en 2014, “todos los récords en materia de temperaturas registradas, concentración de CO2 y número de fenómenos climáticos extremos”, dijo el Presidente francés, François Hollande, anfitrión del evento en una capital traumatizada por un reciente atentado yihadista planeado en Siria que ha dejado 130 muertos en la ciudad de la luz.
“Somos la primera generación que siente los efectos del calentamiento global, y la última que puede hacer algo para remediarlo”, dijo el Presidente Barack Obama, líder de la nación más poderosa y más emisora (per cápita) del mundo.
Reimagining our world’s energy future will take a shared sense of urgency—from countries, companies, cities, and all of us - learn more from National Geographic at natgeo.com/climate #EarthToParis
Posted by United Nations Foundation on Thursday, November 19, 2015
Anteriores cumbres alcanzaron acuerdos que no fueron suscritos (Kioto, 1997), o idearon conceptos cuya principal virtud era eludir responsabilidades y compromisos claros y concretos. La cumbre de París es heredera de ambas cosas. Con todos sus problemas cuenta con una mayor determinación declarativa hacia ese “acuerdo ambicioso” del que hablan EE.UU y China, los dos principales. Pero esa “estrategia de equilibrios en la cuerda floja ya no sirve”, dijo el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, en su solemne discurso inaugural.
Desde principios de los años noventa, cuando concluyó el mundo bipolar y arrancaron las cumbres de la Tierra, el petróleo está en el centro de la irracional crematística del beneficio que precisa de una caótica e irresponsable geopolítica belicista para sobrevivir. Países enteros han sido, o están siendo, destruidos por el pulso imperial por esos recursos y sus rutas de transporte, y han sido convertidos en agujeros negros; Afganistán, Iraq, Libia, Yemen, Siria… Realizada bajo la sombra del Estado Islámico, la cumbre del clima París tiene que ver con la más básica seguridad y viabilidad de este mundo petrolero, que a diferencia del anterior en el que se formaron las actuales mentalidades, está repleto de armas y recursos de destrucción masiva, lo que convierte sus pulsos y conflictos en algo parecido a una ruleta rusa.
“El calentamiento anuncia conflictos, como las nubes traen tormentas”, dijo Hollande en su discurso. “No es una coincidencia que justo antes de la guerra civil en Siria, el país registrara la peor sequía jamás vivida en el país”, ha dicho el secretario de Estado John Kerry. Esa sequía produjo un enorme desplazamiento de población del norte al sur, en un país multiétnico y multiconfesional en el que la estrategia occidental indujo un nuevo y fatal proyecto de cambio de régimen, que se suma a los que han producido más de un millón de muertos en la región desde la primera guerra de Iraq.
El rápido retroceso de los glaciares del Himalaya anuncia grandes emergencias. Alimentan los grandes ríos de Asia Oriental (Ganges, Amarillo, Yangtzé, Brahmaputra, Irrawady, Mekong…) y garantizan su caudal en época seca. Sin su aporte esos ríos de civilización se convertirían en estacionales: solo con gran caudal en época de lluvias. Y eso cuando el 80% de la cosecha china y el 60% de la India dependen de la irrigación. Siendo China e India los dos primeros productores mundiales de grano, es obvio que las consecuencias serían globales.
William R. Cline, un especialista en contabilidad agraria espera bruscas disminuciones “del 20% o 30%” atribuidas al cambio global en la productividad agrícola de regiones como el Magreb, México, Etiopía o Paquistán, país éste que es una potencia nuclear en tensión con su vecino. El actual escenario de Siria, que incluye tensiones y tanteos entre grandes potencias, puede ser fácilmente superado por otros en el siglo del cambio global. Se impone, dijo ayer en su discurso el Presidente chino, Xi Jinping, “reflexionar sobre el futuro de la gobernanza mundial, sobre la construcción de una comunidad humana con un futuro compartido”. Un acuerdo sobre el clima, jurídicamente vinculante y mínimamente realista en términos de la diferente responsabilidad histórica de unos y otros, se inscribiría en eso y sería un óptimo precedente para los demás retos del siglo, entre ellos la desigualdad global y la proliferación de recursos de destrucción masiva.
“Desde la cumbre de Copenhague de 2009 el coste de la energía solar ha disminuido un 50%”, explica Keya Chatterjee, portavoz de Uscan, una de las muchas organizaciones no gubernamentales que participan en la cumbre. En su prodigiosa encíclica del 24 de mayo (Laudato si) el papa Francisco se puso muy por delante de los políticos al reconocer la “deuda ecológica” entre el Norte y el Sur y relacionar la situación del clima con, “un sistema de relaciones comerciales y de propiedad estructuralmente perverso”. La conciencia social y la economía avanzan junto con las emisiones y los riesgos. ¿Botella medio llena, o medio vacía?
“Respecto a Kioto, hemos cambiado de dimensión”, dice Valérie Masson-Delmotte, coopresidenta del grupo encargado de establecer los hechos científicos sobre causas y evoluciones del cambio climático (GIEGC). Mucho depende de si en esta cumbre se alcanza un acuerdo jurídicamente vinculante que obligue a los contaminadores a realizar profundos recortes en sus emisiones y en el que los más ricos y responsables financien esa “responsabilidad común pero diferenciada” que comunica al Norte con el Sur. En París hay mucho en juego.
La Vanguardia
Fuente: http://blogs.lavanguardia.com/paris-poch/2015/11/30/paris-el-encuentro-del-siglo-47300/
Etiquetas:
calentamiento global,
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viernes, 5 de junio de 2015
Misa republicana en París
Colocando el miércoles los restos de cuatro resistentes en el Panteón republicano de París en medio de una gran ceremonia, una especie de misa laica en el corazón de la capital, François Hollande ha dado una lección de historia. Mejor dicho: de cómo la historia se acomoda desde el poder. La pugna electoral de Hollande para lograr un segundo mandato en las presidenciales de 2017 ya ha empezado. Necesitado de recursos de prestigio, la efectista escenificación del miércoles en el templo que acoge a los grandes hombres de la República desde la época de Voltaire y Rousseau, incluyó una emotiva homilía presidencial. Esencialmente, el asunto consistió en la habitual campaña de imagen y presencia en la que, a falta de otras sustancias, se reduce la política. Respecto al contenido, el discurso del Presidente, que el Elíseo anunciaba como crucial, no pasó de corriente.
Hollande ha logrado que en el Panteón siga sin haber ni un solo resistente comunista, pese a que esa fuerza fue un componente esencial -e inicial- de la Resistencia. Hasta el miércoles, el único resistente allí presente era Jean Moulin, sin duda una personalidad indiscutible y unificadora -pero no comunista como señalamos por error en nuestra crónica de la edición impresa de ayer. Los cuatro que Hollande ha añadido (Geneviève de Gaulle, sobrina del general, la etnóloga Germaine Tillion, Pierre Brossolette, cuadro de los servicios de información gaullistas, y el ex ministro de educación del Frente Popular Jean Zay), todos ellos grandes figuras, mantienen en el Panteón de la República un homenaje incompleto a la Resistencia. El Presidente lo reconoció al decir en su discurso que las cinco personalidades ahora representadas en el Panteón “no son toda la Resistencia”, movimiento con “muchos rostros”, dijo, entre los que citó a, “comunistas, gaullistas, socialistas, radicales y hasta monárquicos”
¿Qué habría costado incluir entre los panteonizados ayer a Marie-Claude Vaillant-Couturier, comunista que fue compañera de internamiento en Ravensbruck de Tillion y de Gaulle, o al emigrante del affiche rouge, Missak Manouchian, líder del grupo filocomunista de los veintitrés fusilados en febrero de 1944, lleno de judíos y extranjeros, entre ellos el español Celestino Alonso? La caída de aquellos veintitrés dio lugar a una intensa campaña de propaganda xenófoba de los nazis y del gobierno de Vichy, no exenta de actualidad en la Europa de hoy. Renunciando a eso, el homenaje fue, ciertamente, incompleto.
La Resistencia no es una rancia memoria. Sus valores de indignación, rebelión y compromiso activo contra la injusticia y la tiranía, son perennes y universales. Su programa, el Programa del Consejo Nacional de la Resistencia de 15 de marzo de 1944, destinado a definir el régimen democrático auspiciado tras la liberación y que lleva la impronta de Jean Moulin, es de una actualidad asombrosa. Contiene el grueso de lo que hoy se necesita; desde, “una verdadera democracia económica y social, que implique apartar las grandes feudalidades económicas y financieras de la dirección de la economía”, hasta “garantizar la subordinación de los intereses particulares al interés general”, pasando por, “una libertad de prensa independiente de la potencia del dinero”, la “instrucción para todos”, la “nacionalización de los grandes medios de producción, las fuentes de energía, las riquezas del subsuelo, los seguros y los grandes bancos”.
Lo que en 1944 era consenso básico para un futuro decente, hoy es “izquierda radical”, “extremismo”, naturalmente “populismo” y otras sandeces. Se comprende, así, por qué la historia debe ser bien acomodada.
Hollande ha logrado que en el Panteón siga sin haber ni un solo resistente comunista, pese a que esa fuerza fue un componente esencial -e inicial- de la Resistencia. Hasta el miércoles, el único resistente allí presente era Jean Moulin, sin duda una personalidad indiscutible y unificadora -pero no comunista como señalamos por error en nuestra crónica de la edición impresa de ayer. Los cuatro que Hollande ha añadido (Geneviève de Gaulle, sobrina del general, la etnóloga Germaine Tillion, Pierre Brossolette, cuadro de los servicios de información gaullistas, y el ex ministro de educación del Frente Popular Jean Zay), todos ellos grandes figuras, mantienen en el Panteón de la República un homenaje incompleto a la Resistencia. El Presidente lo reconoció al decir en su discurso que las cinco personalidades ahora representadas en el Panteón “no son toda la Resistencia”, movimiento con “muchos rostros”, dijo, entre los que citó a, “comunistas, gaullistas, socialistas, radicales y hasta monárquicos”
¿Qué habría costado incluir entre los panteonizados ayer a Marie-Claude Vaillant-Couturier, comunista que fue compañera de internamiento en Ravensbruck de Tillion y de Gaulle, o al emigrante del affiche rouge, Missak Manouchian, líder del grupo filocomunista de los veintitrés fusilados en febrero de 1944, lleno de judíos y extranjeros, entre ellos el español Celestino Alonso? La caída de aquellos veintitrés dio lugar a una intensa campaña de propaganda xenófoba de los nazis y del gobierno de Vichy, no exenta de actualidad en la Europa de hoy. Renunciando a eso, el homenaje fue, ciertamente, incompleto.
La Resistencia no es una rancia memoria. Sus valores de indignación, rebelión y compromiso activo contra la injusticia y la tiranía, son perennes y universales. Su programa, el Programa del Consejo Nacional de la Resistencia de 15 de marzo de 1944, destinado a definir el régimen democrático auspiciado tras la liberación y que lleva la impronta de Jean Moulin, es de una actualidad asombrosa. Contiene el grueso de lo que hoy se necesita; desde, “una verdadera democracia económica y social, que implique apartar las grandes feudalidades económicas y financieras de la dirección de la economía”, hasta “garantizar la subordinación de los intereses particulares al interés general”, pasando por, “una libertad de prensa independiente de la potencia del dinero”, la “instrucción para todos”, la “nacionalización de los grandes medios de producción, las fuentes de energía, las riquezas del subsuelo, los seguros y los grandes bancos”.
Lo que en 1944 era consenso básico para un futuro decente, hoy es “izquierda radical”, “extremismo”, naturalmente “populismo” y otras sandeces. Se comprende, así, por qué la historia debe ser bien acomodada.
La Vanguardia
Fuente original: http://blogs.lavanguardia.com/paris-poch/?p=111
viernes, 29 de mayo de 2015
El colectivo Anemoi en el 70 aniversario de la victoria sobre el nazismo en París
En estos tiempos de incertidumbre y confusión, de ascenso de viejos y nuevos fascismos, el recuerdo de nuestros héroes -la Memoria Histórica- es el mejor modo de luchar contra la amnesia que quieren imponernos las fuerzas de la reacción y de la equidistancia, de mostrar el camino esforzado y valeroso que siguieron nuestros mayores en su lucha contra la agresión nazi-fascista.
Hubo víctimas y verdugos. La Shoah fue uno de los hechos más terribles de la barbarie nazi en el siglo pasado. Seis millones de judíos murieron deportados en los guetos y en los campos de exterminio. También lo fue el olvido... países abandonados a su suerte por las potencias occidentales, pueblos ibéricos que continuaron bajo el yugo de dos feroces dictaduras fascistas apoyadas por el llamado "mundo libre".
El dictador Francisco Franco, que destruyó militarmente la II República española y hundió a nuestro país en un mar de sangre, lo fue ante la pasividad de las potencias occidentales. Después envió sus tropas -la llamada División Azul- en apoyo de Adolf Hitler para reforzar su frente del Este. Franco no solo murió en la cama, torturando y matando hasta el final, sino que muchos años antes había recibido el "espaldarazo" de uno de los pretendidos artífices de la victoria: el general estadounidense Eisenhower. Como contrapartida el "amigo americano" instaló bases militares extranjeras en nuestro territorio desde las que hoy se agrede a otros pueblos con la complicidad del régimen borbónico.
En los actos convocados para la conmemoración del 70 aniversario de la victoria sobre el nazismo tuve el honor de acudir invitado por el "Mouvement Contre le Racisme et pour l'Amitié entre les Peuples" MRAP como representante de los "Amis des Républicains Espagnols de la Région Parisienne" ARE RP y del Colectivo Anemoi.
Entre las personalidades asistentes al acto se encontraba Claire Role-Tanguy, Secretaria General de ACER e hija del legendario Coronel Enri Rol-Tanguy, dirigente de la Resistencia en Francia, ante quien se rindió el general alemán general Dietrich Von Choltitz en el París ocupado. Anteriormente fue oficial de las Brigadas Internacionales en la España republicana, herido en combate en el frente del Ebro. En el inolvidable film ¿Arde París? su papel fue interpretado por Bruno Cremer. En él se rememora la rebelión de París dirigida por la Resistencia, en la que también combatían republicanos españoles en la clandestinidad. Pocos días después llegaba “La Nueve” -perteneciente a la división blindada del general Leclrerc- en apoyo de la Resistencia, liberando Paris. Los blindados de La Nueve, con nombres tan sugerentes como 'Madrid', 'Guernica' o 'Guadalajara' iban tripulados por combatientes republicanos españoles.
Tuve el honor de posar junto a Claire Role-Tanguy (en el centro de la foto) y Rosa Sánchez, miembro de ARE RP, durante la ceremonia en las que ambas depositaron conjuntamente flores ante la placa conmemorativa de La Nueve al borde del Sena.
A continuación transcribo la traducción en castellano de mi intervención durante el acto:
Queridas amigas y amigos:
Tengo el honor de tomar hoy la palabra para honrar a los combatientes de La Nueve que junto a sus compañeros de la Resistencia francesa contribuyeron a la liberación. Lo hago en nombre de los "Amis des Républicains Espagnols en région parsienne" y también del Colectivo Anemoi del que soy miembro. Agradezco a nuestros amigos del MRAP su invitación a este acto y a nuestros amigos de la ACER su presencia.
El Colectivo Anemoi, heredero histórico de los combatientes republicanos españoles, agrupa a militares en activo, en la reserva o retirados, que luchan activamente por la recuperación de los valores destruidos en mi país por la agresión nazi-fascista. Lo hacemos junto a un creciente movimiento de emancipación de los pueblos de España que también luchan por esa misma recuperación.
Parte de esa tarea de regeneración histórica es la investigación y condena de los crímenes del franquismo. Sin ello las pretendidas libertades democráticas españolas son simplemente una burla a todo lo que honramos hoy en este día.
El régimen monárquico de Juan Carlos I y de Felipe VI se está oponiendo al cumplimiento de las órdenes de búsqueda, captura y extradición cursadas por la Juez argentina Servini contra un grupo de presuntos criminales franquistas. La Juez se fundamenta en el principio de Justicia Universal. Esta obstrucción del régimen borbónico a la Justicia era de esperar. Tanto Juan Carlos I como su hijo Felipe VI son herederos y beneficiarios directos del golpe militar de 1936 contra la Republica española. Fue la primera fase de la agresión nazifascista contra los pueblos de Europa que derivó en la Segunda Guerra Mundial. La reciente invitación del rey a los actos de homenaje a la Nueve es un oxímoron, un esperpento histórico que nos avergüenza e indigna a todos los republicanos españoles. Corresponde a una estrategia mediática de manipulación cuyo fin es la consolidación de una monarquía fiel reflejo de la corrupción del sistema.
Deseo recordar en este acto, en el que honramos a los heroicos combatientes de La Nueve y de la Resistencia francesa, a su Coronel Rol-Tanguy, que también combatió en las Brigadas Internacionales en la Guerra de España, y cuya hija Claire nos honra hoy con su presencia. Tampoco puedo dejar de mencionar a Daniel Serrano, entrañable combatiente republicano, decano de nuestro grupo de amigos, y a tantos otros que no pudieron estar hoy con nosotros.
Sirva también este acto para alertar a todos los demócratas sobre el creciente riesgo de una nueva Guerra Mundial que podría derivar en un holocausto de proporciones definitivas: la aniquilación de nuestra especie. Estados Unidos y la OTAN atizan un peligroso conflicto en Ucrania, intentando arrastrar a la Unión Europea a un suicida enfrentamiento con Rusia. No olvidemos nunca que los pueblos eslavos pagaron el más alto tributo en vidas humanas que hizo posible la victoria que hoy celebramos.
Finalizo mi breve intervención honrando la memoria de todos los combatientes que lucharon heroicamente junto a sus compañeros franceses contra el nazismo. Son nuestro ejemplo.
¡Viva la fraternidad entre los pueblos!
¡No pasaran!
París, 8 de mayo de 2015
Manuel Ruiz Robles
Nota:
Apoyaron el acto las siguientes organizaciones:
MRAP, ACDA (Agir pour le Changement et la Démocratie en Algérie), ACER (Amis des Combattants en Espagne Républicaine), ADTF (Association Démocratique des Tunisiens en France, AMF (Association des Marocains en France), APCV (association de promotion des cultures et du voyage), ARE de la RP (Amis des Républicains Espagnols de la région parisienne), Colectivo Anemoi, ATF (Association des tunisiens en France) et associations affiliées en Ile de France (Espace Farabi, IDEAL92, ATF-75), ATMF, (Association des Travailleurs Marocains en France), Femmes Plurielles, FETAF, (Fédération des Travailleurs Africains en France), FTCR (Fédération des Tunisiens pour une Citoyenneté des Deux Rives), IDD (Immigration, Développement, Démocratie) et d'autres associations du FALDI (Forum des Associations des Luttes Démocratiques de l'Immigration), Manifeste des Libertés, UTIT (Union des Travailleurs Immigrés Tunisiens), REMCC (Réseau Euro-Maghrébin Citoyenneté et Culture), Sortir du Colonialisme.
Manuel Ruiz Robles es Capitán de Navío de la Armada (r)
En twitter: @colectivoanemoi
Hubo víctimas y verdugos. La Shoah fue uno de los hechos más terribles de la barbarie nazi en el siglo pasado. Seis millones de judíos murieron deportados en los guetos y en los campos de exterminio. También lo fue el olvido... países abandonados a su suerte por las potencias occidentales, pueblos ibéricos que continuaron bajo el yugo de dos feroces dictaduras fascistas apoyadas por el llamado "mundo libre".
El dictador Francisco Franco, que destruyó militarmente la II República española y hundió a nuestro país en un mar de sangre, lo fue ante la pasividad de las potencias occidentales. Después envió sus tropas -la llamada División Azul- en apoyo de Adolf Hitler para reforzar su frente del Este. Franco no solo murió en la cama, torturando y matando hasta el final, sino que muchos años antes había recibido el "espaldarazo" de uno de los pretendidos artífices de la victoria: el general estadounidense Eisenhower. Como contrapartida el "amigo americano" instaló bases militares extranjeras en nuestro territorio desde las que hoy se agrede a otros pueblos con la complicidad del régimen borbónico.
En los actos convocados para la conmemoración del 70 aniversario de la victoria sobre el nazismo tuve el honor de acudir invitado por el "Mouvement Contre le Racisme et pour l'Amitié entre les Peuples" MRAP como representante de los "Amis des Républicains Espagnols de la Région Parisienne" ARE RP y del Colectivo Anemoi.
Entre las personalidades asistentes al acto se encontraba Claire Role-Tanguy, Secretaria General de ACER e hija del legendario Coronel Enri Rol-Tanguy, dirigente de la Resistencia en Francia, ante quien se rindió el general alemán general Dietrich Von Choltitz en el París ocupado. Anteriormente fue oficial de las Brigadas Internacionales en la España republicana, herido en combate en el frente del Ebro. En el inolvidable film ¿Arde París? su papel fue interpretado por Bruno Cremer. En él se rememora la rebelión de París dirigida por la Resistencia, en la que también combatían republicanos españoles en la clandestinidad. Pocos días después llegaba “La Nueve” -perteneciente a la división blindada del general Leclrerc- en apoyo de la Resistencia, liberando Paris. Los blindados de La Nueve, con nombres tan sugerentes como 'Madrid', 'Guernica' o 'Guadalajara' iban tripulados por combatientes republicanos españoles.
Tuve el honor de posar junto a Claire Role-Tanguy (en el centro de la foto) y Rosa Sánchez, miembro de ARE RP, durante la ceremonia en las que ambas depositaron conjuntamente flores ante la placa conmemorativa de La Nueve al borde del Sena.
A continuación transcribo la traducción en castellano de mi intervención durante el acto:
Queridas amigas y amigos:
Tengo el honor de tomar hoy la palabra para honrar a los combatientes de La Nueve que junto a sus compañeros de la Resistencia francesa contribuyeron a la liberación. Lo hago en nombre de los "Amis des Républicains Espagnols en région parsienne" y también del Colectivo Anemoi del que soy miembro. Agradezco a nuestros amigos del MRAP su invitación a este acto y a nuestros amigos de la ACER su presencia.
El Colectivo Anemoi, heredero histórico de los combatientes republicanos españoles, agrupa a militares en activo, en la reserva o retirados, que luchan activamente por la recuperación de los valores destruidos en mi país por la agresión nazi-fascista. Lo hacemos junto a un creciente movimiento de emancipación de los pueblos de España que también luchan por esa misma recuperación.
Parte de esa tarea de regeneración histórica es la investigación y condena de los crímenes del franquismo. Sin ello las pretendidas libertades democráticas españolas son simplemente una burla a todo lo que honramos hoy en este día.
El régimen monárquico de Juan Carlos I y de Felipe VI se está oponiendo al cumplimiento de las órdenes de búsqueda, captura y extradición cursadas por la Juez argentina Servini contra un grupo de presuntos criminales franquistas. La Juez se fundamenta en el principio de Justicia Universal. Esta obstrucción del régimen borbónico a la Justicia era de esperar. Tanto Juan Carlos I como su hijo Felipe VI son herederos y beneficiarios directos del golpe militar de 1936 contra la Republica española. Fue la primera fase de la agresión nazifascista contra los pueblos de Europa que derivó en la Segunda Guerra Mundial. La reciente invitación del rey a los actos de homenaje a la Nueve es un oxímoron, un esperpento histórico que nos avergüenza e indigna a todos los republicanos españoles. Corresponde a una estrategia mediática de manipulación cuyo fin es la consolidación de una monarquía fiel reflejo de la corrupción del sistema.
Deseo recordar en este acto, en el que honramos a los heroicos combatientes de La Nueve y de la Resistencia francesa, a su Coronel Rol-Tanguy, que también combatió en las Brigadas Internacionales en la Guerra de España, y cuya hija Claire nos honra hoy con su presencia. Tampoco puedo dejar de mencionar a Daniel Serrano, entrañable combatiente republicano, decano de nuestro grupo de amigos, y a tantos otros que no pudieron estar hoy con nosotros.
Sirva también este acto para alertar a todos los demócratas sobre el creciente riesgo de una nueva Guerra Mundial que podría derivar en un holocausto de proporciones definitivas: la aniquilación de nuestra especie. Estados Unidos y la OTAN atizan un peligroso conflicto en Ucrania, intentando arrastrar a la Unión Europea a un suicida enfrentamiento con Rusia. No olvidemos nunca que los pueblos eslavos pagaron el más alto tributo en vidas humanas que hizo posible la victoria que hoy celebramos.
Finalizo mi breve intervención honrando la memoria de todos los combatientes que lucharon heroicamente junto a sus compañeros franceses contra el nazismo. Son nuestro ejemplo.
¡Viva la fraternidad entre los pueblos!
¡No pasaran!
París, 8 de mayo de 2015
Manuel Ruiz Robles
Nota:
Apoyaron el acto las siguientes organizaciones:
MRAP, ACDA (Agir pour le Changement et la Démocratie en Algérie), ACER (Amis des Combattants en Espagne Républicaine), ADTF (Association Démocratique des Tunisiens en France, AMF (Association des Marocains en France), APCV (association de promotion des cultures et du voyage), ARE de la RP (Amis des Républicains Espagnols de la région parisienne), Colectivo Anemoi, ATF (Association des tunisiens en France) et associations affiliées en Ile de France (Espace Farabi, IDEAL92, ATF-75), ATMF, (Association des Travailleurs Marocains en France), Femmes Plurielles, FETAF, (Fédération des Travailleurs Africains en France), FTCR (Fédération des Tunisiens pour une Citoyenneté des Deux Rives), IDD (Immigration, Développement, Démocratie) et d'autres associations du FALDI (Forum des Associations des Luttes Démocratiques de l'Immigration), Manifeste des Libertés, UTIT (Union des Travailleurs Immigrés Tunisiens), REMCC (Réseau Euro-Maghrébin Citoyenneté et Culture), Sortir du Colonialisme.
Manuel Ruiz Robles es Capitán de Navío de la Armada (r)
En twitter: @colectivoanemoi
sábado, 7 de marzo de 2015
Viajar y Comer en París
Comer barato en París. 10 lugares.
Viajar a París. Guía aquí.
20 lugares para comer en París.
El París del Viajero.
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20 lugares para comer en París.
El París del Viajero.
miércoles, 12 de noviembre de 2014
Podemos en París
En el dominó europeo la hipótesis de una reacción en cadena está servida: si Syriza gana en febrero y Podemos se instala en Madrid, Francia estallará.
Jorge Lago, uno de los fontaneros de Pablo Iglesias, ha pasado por París. Su visita ha confirmado la fascinación que el fenómeno Podemos inspira en la gauche francesa. Lago ha sido entrevistado por algunos de los principales medios de comunicación alternativos franceses, como Mediapart (100.000 abonados y una redacción de 50 miembros, que ya es una fuente y referencia ineludible para los medios convencionales) o Arret sur images, el espacio de reflexión mediática con 25.000 abonados que dirige Daniel Schneidermann. Lago, que vivió 13 años en Marsella y habla bien francés, se defendió muy bien. Aquellos “chicos listos” que entrevistamos en Berlín el pasado mayo en vísperas de las europeas (consultar la página en PDF), se han convertido en un factor de primer orden de la política española, hasta el punto de que la hipótesis de un gobierno suyo en España, con alcaldías importantes en su órbita, en Madrid, Barcelona y otras grandes ciudades, ya no es ninguna tontería.
En Podemos hay gente con la cabeza bien amueblada, como lo demuestra el hecho de que han sido capaces de superar el paradigma de lo que queda de la izquierda antifranquista, cuyo principal mensaje es recibido por el 90% de la sociedad española con toda claridad: “no me votes”. Podemos tiene por objetivo la toma del poder por la vía institucional. Ha entendido que el adversario no es la “derecha”, sino algo mucho más amplio y superior: una oligarquía cuya línea y programa perjudica al 90% de la sociedad. Por eso, su táctica es la misma que la del plebiscito chileno de 1988, inmortalizada en la película “No” de Pablo Larraín.
América Latina ha inspirado. Allí diferentes movimientos y caudillos consiguieron llegar al poder apelando a esa aplastante mayoría popular perjudicada. Les llaman “populistas”, pero, primero, la etiqueta no desagrada a los cerebros de Podemos (han leído a Ernesto Laclau, La razón populista, 2005), porque parten del sentido común y no del catecismo radical, y, segundo, constatan que tras muchas décadas de derrotas esos movimientos y caudillos, con todos sus defectos e insuficiencias, han realizado verdaderas transformaciones. ¿Dónde está hoy el consenso de Washington en América Latina?
La diferencia del mundo de hoy con el de los años sesenta es que ahora un mero programa socialdemócrata, con ampliación del estado social, una política fiscal orientada hacia la nivelación y nacionalización de la banca y servicios básicos, es visto como “izquierda radical”, explica Lago. Tiene razón: Oskar Lafontaine, el dirigente de la “izquierda radical” alemana y la mayor figura de ese espectro en Europa, es un simple socialdemócrata. En América Latina el mero hecho de ocuparse presupuestariamente de la mayoría excluida de la población, ha convertido a gente como Chávez, Morales o Correa (un cristiano social) en casi revolucionarios.
La estrategia de Podemos fascina a la gauche francesa, precisamente porque incide de pleno en su debate.
Rafael Poch | 9 noviembre, 2014
Fuente: http://blogs.lavanguardia.com/paris-poch/2014/11/09/podemos-en-paris-53500/#more-32
Jorge Lago, uno de los fontaneros de Pablo Iglesias, ha pasado por París. Su visita ha confirmado la fascinación que el fenómeno Podemos inspira en la gauche francesa. Lago ha sido entrevistado por algunos de los principales medios de comunicación alternativos franceses, como Mediapart (100.000 abonados y una redacción de 50 miembros, que ya es una fuente y referencia ineludible para los medios convencionales) o Arret sur images, el espacio de reflexión mediática con 25.000 abonados que dirige Daniel Schneidermann. Lago, que vivió 13 años en Marsella y habla bien francés, se defendió muy bien. Aquellos “chicos listos” que entrevistamos en Berlín el pasado mayo en vísperas de las europeas (consultar la página en PDF), se han convertido en un factor de primer orden de la política española, hasta el punto de que la hipótesis de un gobierno suyo en España, con alcaldías importantes en su órbita, en Madrid, Barcelona y otras grandes ciudades, ya no es ninguna tontería.
En Podemos hay gente con la cabeza bien amueblada, como lo demuestra el hecho de que han sido capaces de superar el paradigma de lo que queda de la izquierda antifranquista, cuyo principal mensaje es recibido por el 90% de la sociedad española con toda claridad: “no me votes”. Podemos tiene por objetivo la toma del poder por la vía institucional. Ha entendido que el adversario no es la “derecha”, sino algo mucho más amplio y superior: una oligarquía cuya línea y programa perjudica al 90% de la sociedad. Por eso, su táctica es la misma que la del plebiscito chileno de 1988, inmortalizada en la película “No” de Pablo Larraín.
América Latina ha inspirado. Allí diferentes movimientos y caudillos consiguieron llegar al poder apelando a esa aplastante mayoría popular perjudicada. Les llaman “populistas”, pero, primero, la etiqueta no desagrada a los cerebros de Podemos (han leído a Ernesto Laclau, La razón populista, 2005), porque parten del sentido común y no del catecismo radical, y, segundo, constatan que tras muchas décadas de derrotas esos movimientos y caudillos, con todos sus defectos e insuficiencias, han realizado verdaderas transformaciones. ¿Dónde está hoy el consenso de Washington en América Latina?
La diferencia del mundo de hoy con el de los años sesenta es que ahora un mero programa socialdemócrata, con ampliación del estado social, una política fiscal orientada hacia la nivelación y nacionalización de la banca y servicios básicos, es visto como “izquierda radical”, explica Lago. Tiene razón: Oskar Lafontaine, el dirigente de la “izquierda radical” alemana y la mayor figura de ese espectro en Europa, es un simple socialdemócrata. En América Latina el mero hecho de ocuparse presupuestariamente de la mayoría excluida de la población, ha convertido a gente como Chávez, Morales o Correa (un cristiano social) en casi revolucionarios.
La estrategia de Podemos fascina a la gauche francesa, precisamente porque incide de pleno en su debate.
Rafael Poch | 9 noviembre, 2014
Fuente: http://blogs.lavanguardia.com/paris-poch/2014/11/09/podemos-en-paris-53500/#more-32
lunes, 27 de octubre de 2014
Los Nobel a Modiano y Tirole, el triunfo de Piketty y el prestigio de una hornada de autores devuelve a la cultura francesa el esplendor perdido. Sus letras enamoran otra vez. ¡Vive la France!
"Repli sur soi". Hace años que los franceses se autodiagnostican una enfermedad a la que designan con esta expresión, omnipresente en los medios, que podría traducirse como "ensimismamiento", "autoaislamiento" o, literalmente, "repliegue sobre uno mismo". Refleja los achaques de una cultura que, hasta hace poco menos de un siglo, seguía siendo dominante en el planeta. Hoy, en cambio, se vería afectada por su narcisismo y autosatisfacción, aminorada por un agravado déficit de influencia, condenada por la profunda crisis institucional que vive la quinta potencia mundial.
Los ideólogos de este declive cultural se multiplican desde hace década y media. Dicen que la literatura francesa dejó de contar allá por el nouveau roman. Que las traducciones del francés no suponen ni un 1% del mercado anglosajón, mientras que cuatro de cada 10 libros publicados en Francia tienen origen extranjero... seguir leyendo aquí en El País.
Thomas Piketty. Página Web oficial de Piketty
Los ideólogos de este declive cultural se multiplican desde hace década y media. Dicen que la literatura francesa dejó de contar allá por el nouveau roman. Que las traducciones del francés no suponen ni un 1% del mercado anglosajón, mientras que cuatro de cada 10 libros publicados en Francia tienen origen extranjero... seguir leyendo aquí en El País.
Thomas Piketty. Página Web oficial de Piketty
domingo, 9 de febrero de 2014
¿Una posible idea a imitar? Nace en París el primer supermercado colaborativo de Europa. (En España tenemos a Eroski, ¿es lo mismo, es diferente, es mejor?)
"No estábamos satisfechos de la oferta alimentaria. Así que decidimos crear nuestro propio supermercado. No una tienda pequeña sino un supermercado deslumbrante. We can do it". Así relatan sus promotores cómo surgió la idea de La Louve (La loba), el primer supermercado colaborativo de Europa que abrirá sus puertas en junio de 2015 en París. Falta bastante para el día D, y aun así, la historia de la gestación de este proyecto da para mucho y, si me apuran, para una película francesa, por supuesto. Leer más en El País.
El vídeo muestra un supermercado cooperativo que lleva tiempo funcionando con éxito en New York
Aquí Eroski.
miércoles, 6 de julio de 2011
Una calle para Robespierre en la capital, París. Alexis Corbière
Durante el reciente pleno del Ayuntamiento de París he presentado una petición para que se le dedique una calle a Maximilien Robespierre. Por desgracia, ha sido rechazada y Bertrand Delanoë [alcalde de París] hizo saber que se oponía a ello. Yo no acepto que la representación parisina minimice así el papel primordial desempeñado por este hombre durante la Revolución Francesa, acontecimiento fundador de nuestra República, considerando que su pensamiento y sus actos siguen conservando en lo esencial una gran modernidad. Júzguese: es él quien por vez primera, a mediados de diciembre de 1790, emplea la divisa "Libertad, igualdad, fraternidad", convertida desde entonces en la de toda nuestra nación. El fue el primer defensor del sufragio universal y de la soberanía popular. Fue él quien intervino con energía en favor de la abolición de la esclavitud y el fin de la colonización.
Es él quien defendió asimismo la libertad de prensa y exigió incluso, desde 1791, en vano, la abolición de la pena de muerte. Es él, nuevamente el primero que exigió que se concediera la ciudadanía plena a judíos y comediantes.
Su concepción de la República era exigente, defendía el espacio político de la Declaración de Derechos del Hombre y el Ciudadano. Hombre político integral, legislador filósofo, el "Incorruptible" tuvo que enfrentarse a tiempos difíciles en los que nuestro país se vio desgarrado por las invasiones de ejércitos extranjeros, por numerosas traiciones, y trastornado por una terrible guerra civil.
No temáis, que no esquivaré la crítica. Robespierre fue uno de los actores de lo que se llama el Gran Terror. Pero, ¿de qué hablamos exactamente? De un período de dos meses, del 10 de junio al 27 de julio de 1794. Como a ustedes, esto no me produce ningún placer e, igual que ustedes, me opongo ferozmente a la pena de muerte. Pero esta violencia es poca comparada con la ejercida durante siglos por los reyes de Francia, que avalaron las peores masacres y torturas.
Ironías de la Historia
La época fue de una insólita brutalidad, que por otra parte no se interrumpió con la muerte de Robespierre. A este respecto, Termidor no supuso una salida del Terror sino su continuación con otros protagonistas, otros vencedores y otros vencidos, un cambio de proyecto político y no un cambio de medio político. Así fue durante las décadas que siguieron. Adolphe Thiers, al reprimir a la Comuna de París en 1871, hace ejecutar 23.000 personas en una sola Semana Sangrienta. Pese a ello, existe una calle Thiers en el distrito 16º de París.
Robespierre no era en el seno del Comité de Salud Pública el personaje "sediento de sangre" que un vulgar revisionismo ha retratado para la posteridad. ¿Hay que recordar que es absurdo el término "tirano" para describirlo, puesto que no era más que uno de los miembros de una instancia colegiada, el Comité de Salud Pública, elegida y reelegida todos los meses en el seno de la Convención.
La negativa provendría, en fin, ha dicho el alcalde de París, de que Robespierre habría estado en el origen de la iniciativa de la "ley de sospechosos" de 1792, que restringía las libertades públicas. Eso no es exacto. Esa ley fue iniciativa de Jean-Jacques Régis de Cambacérès, miembro de la Convención, que sin embargo, ironías de la Historia, tiene derecho a una calle en París.
Entonces, ¿por qué oponerse a esta demanda, apoyada por numerosos historiadores? Durante la Liberación, las fuerzas parisinas, tras haber luchado contra el ocupante nazi, bautizaron una plaza con el nombre de Robespierre (la actual plaza del mercado de Saint-Honoré). Una mayoría conservadora revocará esta decisión en 1950. Prueba, por si hacía falta, de que la toponimia es siempre política.
Pese a mis desacuerdos, sabemos que desde 2001, gracias al impulso de Bertrand Delanoë, Paris ha "cambiado de época". Es hora de que eso suceda en lo concerniente a la memoria de Robespierre. Lúcido pero obstinado, estoy convencido de que llegaremos a convencer.
Llevará el tiempo que haga falta. Al fin y al cabo, ¿no dura este debate desde hace ya doscientos años? Salud y fraternidad, señor alcalde.
Alexis Corbière concejal del distrito 12º de Paris, es secretario nacional del Parti de Gauche francés. Leer aquí.
Robespierre no era tan Robespierre.
Es él quien defendió asimismo la libertad de prensa y exigió incluso, desde 1791, en vano, la abolición de la pena de muerte. Es él, nuevamente el primero que exigió que se concediera la ciudadanía plena a judíos y comediantes.
Su concepción de la República era exigente, defendía el espacio político de la Declaración de Derechos del Hombre y el Ciudadano. Hombre político integral, legislador filósofo, el "Incorruptible" tuvo que enfrentarse a tiempos difíciles en los que nuestro país se vio desgarrado por las invasiones de ejércitos extranjeros, por numerosas traiciones, y trastornado por una terrible guerra civil.
No temáis, que no esquivaré la crítica. Robespierre fue uno de los actores de lo que se llama el Gran Terror. Pero, ¿de qué hablamos exactamente? De un período de dos meses, del 10 de junio al 27 de julio de 1794. Como a ustedes, esto no me produce ningún placer e, igual que ustedes, me opongo ferozmente a la pena de muerte. Pero esta violencia es poca comparada con la ejercida durante siglos por los reyes de Francia, que avalaron las peores masacres y torturas.
Ironías de la Historia
La época fue de una insólita brutalidad, que por otra parte no se interrumpió con la muerte de Robespierre. A este respecto, Termidor no supuso una salida del Terror sino su continuación con otros protagonistas, otros vencedores y otros vencidos, un cambio de proyecto político y no un cambio de medio político. Así fue durante las décadas que siguieron. Adolphe Thiers, al reprimir a la Comuna de París en 1871, hace ejecutar 23.000 personas en una sola Semana Sangrienta. Pese a ello, existe una calle Thiers en el distrito 16º de París.
Robespierre no era en el seno del Comité de Salud Pública el personaje "sediento de sangre" que un vulgar revisionismo ha retratado para la posteridad. ¿Hay que recordar que es absurdo el término "tirano" para describirlo, puesto que no era más que uno de los miembros de una instancia colegiada, el Comité de Salud Pública, elegida y reelegida todos los meses en el seno de la Convención.
La negativa provendría, en fin, ha dicho el alcalde de París, de que Robespierre habría estado en el origen de la iniciativa de la "ley de sospechosos" de 1792, que restringía las libertades públicas. Eso no es exacto. Esa ley fue iniciativa de Jean-Jacques Régis de Cambacérès, miembro de la Convención, que sin embargo, ironías de la Historia, tiene derecho a una calle en París.
Entonces, ¿por qué oponerse a esta demanda, apoyada por numerosos historiadores? Durante la Liberación, las fuerzas parisinas, tras haber luchado contra el ocupante nazi, bautizaron una plaza con el nombre de Robespierre (la actual plaza del mercado de Saint-Honoré). Una mayoría conservadora revocará esta decisión en 1950. Prueba, por si hacía falta, de que la toponimia es siempre política.
Pese a mis desacuerdos, sabemos que desde 2001, gracias al impulso de Bertrand Delanoë, Paris ha "cambiado de época". Es hora de que eso suceda en lo concerniente a la memoria de Robespierre. Lúcido pero obstinado, estoy convencido de que llegaremos a convencer.
Llevará el tiempo que haga falta. Al fin y al cabo, ¿no dura este debate desde hace ya doscientos años? Salud y fraternidad, señor alcalde.
Alexis Corbière concejal del distrito 12º de Paris, es secretario nacional del Parti de Gauche francés. Leer aquí.
Robespierre no era tan Robespierre.
martes, 30 de marzo de 2010
Noam Chomsky à Paris
Noam Chomsky à Paris
La venue de Noam Chomsky à Paris permettra aux Français de rencontrer et d’entendre l’homme dont le New York Times, un journal qui pourtant ne l’aime guère (et la réciproque est sans doute vraie), a dit qu’il était «sans doute le plus grand intellectuel vivant aujourd’hui». Il est aussi celui qu’on a qualifié de «dissident numéro un de l’Amérique».
Linguiste qui a révolutionné sa discipline, Chomsky est plus largement connu dans le monde pour sa critique du pouvoir, inspirée par la tradition libertaire, pour son ironie mordante envers les bonnes intentions proclamées de la politique étrangère américaine («démocratie», «droit des peuples», etc.) et pour les critiques redoutables qu’il a toujours adressées au «clergé séculier» des intellectuels et des journalistes.
En 1964, au moment de la guerre du Vietnam, Chomsky appuie les étudiants qui refusent leur incorporation ; il refuse de payer ses impôts deux ans plus tard pour ne pas financer des opérations de guerre qu’il réprouve avec véhémence ; l’année suivante, il est arrêté à l’occasion d’une manifestation devant le Pentagone. A l’époque, il est professeur au Massachusetts Institute of Technology (MIT) et, plutôt que de prendre des risques politiques et personnels, il aurait donc pu se couler dans l’existence d’un de ces «nouveaux mandarins» dont le courage se limite à l’envoi d’un point de vue moralisant à un grand journal…
Chomsky n’a jamais hésité à épouser des causes impopulaires, dont la défense du droit d’exprimer des points de vue honnis, y compris par lui-même. Ce choix lui a valu davantage de soucis en France qu’aux Etats-Unis (où la liberté d’expression constitue un principe quasiment absolu).
Plus généralement, il a pour habitude de remuer la plume ailleurs que dans la plaie des autres : «Je suis citoyen des Etats-Unis et j’ai une part de responsabilité dans ce que fait mon pays. J’aimerais le voir agir selon des critères moraux respectables. Cela n’a pas grande valeur morale de critiquer les crimes de quelqu’un d’autre – même s’il est nécessaire de le faire, et de dire la vérité. Je n’ai aucune influence sur la politique du Soudan, mais j’en ai, jusqu’à un certain point, sur la politique des Etats-Unis» (The Guardian, 20 janvier 2001).
Información sobre la conferencia en París de Chomsky aquí. Vista de París aquí.
Sitio oficial de Noam Chomsky
Sitio francés dedicado a Chomsky
Artículo de Chomsky «Le lavage de cerveaux en liberté», août 2007.
Otro artículo, «Au Kosovo, il y avait une autre solution», mars 2000.
La venue de Noam Chomsky à Paris permettra aux Français de rencontrer et d’entendre l’homme dont le New York Times, un journal qui pourtant ne l’aime guère (et la réciproque est sans doute vraie), a dit qu’il était «sans doute le plus grand intellectuel vivant aujourd’hui». Il est aussi celui qu’on a qualifié de «dissident numéro un de l’Amérique».
Linguiste qui a révolutionné sa discipline, Chomsky est plus largement connu dans le monde pour sa critique du pouvoir, inspirée par la tradition libertaire, pour son ironie mordante envers les bonnes intentions proclamées de la politique étrangère américaine («démocratie», «droit des peuples», etc.) et pour les critiques redoutables qu’il a toujours adressées au «clergé séculier» des intellectuels et des journalistes.
En 1964, au moment de la guerre du Vietnam, Chomsky appuie les étudiants qui refusent leur incorporation ; il refuse de payer ses impôts deux ans plus tard pour ne pas financer des opérations de guerre qu’il réprouve avec véhémence ; l’année suivante, il est arrêté à l’occasion d’une manifestation devant le Pentagone. A l’époque, il est professeur au Massachusetts Institute of Technology (MIT) et, plutôt que de prendre des risques politiques et personnels, il aurait donc pu se couler dans l’existence d’un de ces «nouveaux mandarins» dont le courage se limite à l’envoi d’un point de vue moralisant à un grand journal…
Chomsky n’a jamais hésité à épouser des causes impopulaires, dont la défense du droit d’exprimer des points de vue honnis, y compris par lui-même. Ce choix lui a valu davantage de soucis en France qu’aux Etats-Unis (où la liberté d’expression constitue un principe quasiment absolu).
Plus généralement, il a pour habitude de remuer la plume ailleurs que dans la plaie des autres : «Je suis citoyen des Etats-Unis et j’ai une part de responsabilité dans ce que fait mon pays. J’aimerais le voir agir selon des critères moraux respectables. Cela n’a pas grande valeur morale de critiquer les crimes de quelqu’un d’autre – même s’il est nécessaire de le faire, et de dire la vérité. Je n’ai aucune influence sur la politique du Soudan, mais j’en ai, jusqu’à un certain point, sur la politique des Etats-Unis» (The Guardian, 20 janvier 2001).
Información sobre la conferencia en París de Chomsky aquí. Vista de París aquí.
Sitio oficial de Noam Chomsky
Sitio francés dedicado a Chomsky
Artículo de Chomsky «Le lavage de cerveaux en liberté», août 2007.
Otro artículo, «Au Kosovo, il y avait une autre solution», mars 2000.
sábado, 25 de julio de 2009
Viaje a París. El aeropuerto de Badajoz inicia hoy sus vuelos directos a la capital francesa
Aunque es tiempo de verano, de sombrillas en la playa y de baños al sol. Badajoz ha inaugurado VUELOS directos a París desde su aeropuerto para el resto del verano. El aeropuerto pacense estrena hoy su primer destino internacional, la Ciudad de la Luz, que estará conectada con Extremadura hasta el 5 de septiembre.
¿Se realizarán alguna vez a San Francisco?. Lo digo porque, hasta ahora, no hay vuelo directo a esa ciudad desde España y el aeropuerto de Badajoz tiene una pista adecuada para esos vuelos. ¿Recordáis aquel vuelo del Concorde a París?
¿Se realizarán alguna vez a San Francisco?. Lo digo porque, hasta ahora, no hay vuelo directo a esa ciudad desde España y el aeropuerto de Badajoz tiene una pista adecuada para esos vuelos. ¿Recordáis aquel vuelo del Concorde a París?
domingo, 5 de julio de 2009
Les Feuilles Mortes, Jacques Prévert (1945) Edith Piaf, Autumn Leaves
The falling leaves
Drift by the window
The autumn leaves
All red and gold
I see your lips
The summer kisses
The sunburned hands
I used to hold.
Since you went away
The days grow long...
And soon I'll hear
Old winter songs
But I miss you most of all
My darling, when autumn leaves start to fall...
C'est un chanson
Qui nous ressemble
Toi qui m'aimais
Et je t'aimais
Nous vivions tous les deux ensemble
Toi qui m'aimais
Moi qui t'aimais
Mais la vie sépare
Ceux qui s'aiment
Tout doucement
Sans faire de bruit
Et la mer efface sur le sable
Les pas des amants désunis.
Since you went away
The days grow long...
And soon I'll hear
Old winter songs
But I miss you most of all
My darling, when autumn leaves start to fall...
Categoría: Música
Etiquetas:
Edith Piaf Autumn Leaves Les Feuilles Mortes song french english love
Les Feuilles Mortes
Lyrics by Jacques Prévert, (1945)
Music by Joseph Kosma, (1945)
Oh! je voudrais tant que tu te souviennes,
Des jours heureux où nous étions amis,
En ce temps-là, la vie était plus belle,
Et le soleil plus brûlant qu'aujourd'hui.
Les feuilles mortes se ramassent à la pelle,
Tu vois, je n'ai pas oublié.
Les feuilles mortes se ramassent à la pelle,
Les souvenirs et les regrets aussi.
Et le vent du Nord les emporte,
Dans la nuit froide de l'oubli.
Tu vois, je n'ai pas oublié
La chanson que tu me chantais...
(Oh! I really hope you remember
Those happy days when we were friends.
In those times life was more beautiful
And the sun brighter than today's.
The dead leaves gather on the rake.
You see, I have not forgotten...
The dead leaves gather on the rake,
As do the memories and the regrets,
And the north wind carries them
Into the oblivion of the cold night.
You see, I have not forgetten
The song that you used to sing to me.)
Refrain
C'est une chanson qui nous ressemble,
Toi qui m'aimais, moi qui t'aimais.
Nous vivions tous les deux ensemble,
Toi qui m'aimais, moi qui t'aimais.
Mais la vie sépare ceux qui s'aiment,
Tout doucement sans faire de bruit.
Et la mer efface sur le sable,
Les pas des amants désunis.
(It's a song that resembles us.
You, you loved me and I loved you
And we lived together,
You who loved me, I who loved you.
But life separates those who love,
Gently, without making a sound,
And the sea erases from the sand-
The footsteps of separated lovers.)
Les feuilles mortes se ramassent à la pelle,
Les souvenirs et les regrets aussi
Mais mon amour silencieux et fidèle
Sourit toujours et remercie la vie.
Je t'aimais tant, tu étais si jolie.
Comment veux-tu que je t'oublie ?
En ce temps-là, la vie était plus belle
Et le soleil plus brûlant qu'aujourd'hui.
Tu étais ma plus douce amie
Mais je n'ai que faire des regrets
Et la chanson que tu chantais,
Toujours, toujours je l'entendrai !
(The dead leaves gather on the rake
As do the memories and the regrets
But my love, quiet and loyal,
Always smiles and is grateful for life.
I loved you so much, you were so beautiful.
How can you expect me to forget you?
In those times, life was more beautiful
And the sun brighter than today's.
You were my kindest friend
But I only created regrets
And the song that you used to sing,
I hear it always, always...)
(Y cantada por Yves Montand à L`Olympia, para verlo clik en el titular)
Prévert huele a la calle, a la frescura de los primeros amores, a las películas de Marcel Carné y a las canciones inolvidables con música de Joseph Kosma. (Prévert & Kosma son como una marca que vale la pena; vale la pena de verdad releer las letras de "Le feuilles mortes", debajo de este post. ¿Quién escribe algo con tanta melancolía y belleza?) Yves Montand el cantante no habría sido el mismo sin la poesía de Prévert.
En el sitio de L'Express hay un vídeo de una vista al despacho de Prévert que dice mucho sobre su universo. Vale la pena también la foto galería en el mismo sitio para entender lo que era un poeta en la época de Prévert o de Cocteau. Para los desafortunados que no viajan a París, hay un resumen de la visita en el sitio del ayuntamiento y muchos enlaces que merecen más que un vistazo.
Les coulisses du Jardin des papillons por mairiedeparis
sábado, 16 de mayo de 2009
Viaje a París, ya sabéis eso de "siempre nos quedará París" . A la recherche des plats perdus
Aquí tenéis un comentario sobre los 50 platos preferido por los franceses y las direcciones de París para deleitaros con ellos. No me negaréis que es una buena causa para hacer de nuevo una visita a París. Si no eres un adolescente, serás condenado al infierno eterno si comes a base de bocadillos para turistas (hay otros) en París.
par Jean-Claude Ribaut
LE MONDE | 08.05.09 |
Quelques-uns se plaisent, sans craindre le ridicule, à dresser le palmarès des cinquante meilleures tables du monde. Saluons l'initiative plus modeste, mais non moins subjective, de deux gourmandes - Valérie Expert et Véronique André - qui ont recensé les cinquante plats préférés des Français et les meilleures adresses parisiennes où les déguster (Je me ferais bien un... Flammarion, 2009, 17 euros). Avant elles, Claude Lebey s'était risqué à un tel classement. C'est d'ailleurs une constante de la littérature gourmande depuis Grimod de la Reynière (1758-1837), fondateur du genre. L'exercice serait périlleux s'il transformait le lecteur en caméléon, animal qui risque l'accident cardiaque en traversant un plaid écossais ! Quel est, à Paris, le meilleur steak tartare, le plus fin club sandwich ? Pour le premier, par prétérition, la question ne se pose pas. C'est La Rotonde, brasserie traditionnelle des frères Tafanel. Pour les clubs sandwichs non plus, avec un triple choix - boeuf et volaille, saumon fumé, végétarien - au bar du Warwick, élégant hôtel en retrait des Champs-Elysées où l'on sert aussi un "menu bio" (36 euros) et (au déjeuner) au restaurant W, attenant, la cuisine soignée de Frédéric Giraud.
Ignorée par nos consoeurs, peut-on croire que la bouillabaisse ne fasse pas partie du Top 50 de la cuisine française ? L'ethnocentrisme marseillais, certes, considère que celle de Martigues est déjà sujette à caution. Et pourtant la fameuse "bouille" servie chez Dessirier par le jeune chef Olivier Fontaine, même si les poissons ne sont pas pêchés "quelques minutes avant qu'on les prépare" comme l'exigeait Pampille, est servie chaude et parfumée, avec les poissons de roche, de telle façon que "son génie n'en finit plus de nous régaler", comme le disait l'écrivain marseillais Jean-Claude Izzo.
On ne peut imaginer non plus que la volaille de Bresse soit absente d'une sélection d'excellence. Toutes affaires cessantes, car la morille fraîche est éphémère, l'amateur doit goûter la volaille de Bresse à la crème, aux morilles et au vin jaune, de Michel Rostang, dont les recettes les plus réussies font moins appel à la science culinaire qu'à une intuition souvent originale.
Intuitive et gourmande est aussi la cuisine de Jean-Jacques Jouteux, et son filet de boeuf façon Rossini, une prouesse de sensibilité, avec un nuage de beurre clarifié, un cordon de sauce périgueux, la purée légère, le foie gras poêlé et le filet juste saisi. Encore un mal-aimé du Michelin, souvent oublié par les guides, Paul Chêne est le gardien du temple où, en ce moment, les asperges de M. Fouillard, de Saint-Geniès en Périgord, à la sauce mousseline, et le merlan -pescadilla- frit en colère, sont deux plats de saison parfaitement savoureux.
La Rotonde. 105, boulevard du Montparnasse, (Paris-6e). Tél.: 01-43-26-48-26.
Bar du Warwick. 5, rue de Berri, (Paris-8e). Tél.: 01-45-61-82-08.
Dessirier. 9, place du Maréchal-Juin, (Paris-17e). Tél.: 01-42-27-82-14.
Michel Rostang. 10, rue Gustave-Flaubert, (Paris-17e). Tél.: 01-47-63-40-77.
Jean-Jacques Jouteux. 153, rue de Grenelle, (Paris-7e). Tél.: 01-45-51-54-12.
Paul Chêne. 123, rue Lauriston, (Paris-16e). Tél.: 01-47-27-63-17.
Jean-Claude Ribaut
par Jean-Claude Ribaut
LE MONDE | 08.05.09 |
Quelques-uns se plaisent, sans craindre le ridicule, à dresser le palmarès des cinquante meilleures tables du monde. Saluons l'initiative plus modeste, mais non moins subjective, de deux gourmandes - Valérie Expert et Véronique André - qui ont recensé les cinquante plats préférés des Français et les meilleures adresses parisiennes où les déguster (Je me ferais bien un... Flammarion, 2009, 17 euros). Avant elles, Claude Lebey s'était risqué à un tel classement. C'est d'ailleurs une constante de la littérature gourmande depuis Grimod de la Reynière (1758-1837), fondateur du genre. L'exercice serait périlleux s'il transformait le lecteur en caméléon, animal qui risque l'accident cardiaque en traversant un plaid écossais ! Quel est, à Paris, le meilleur steak tartare, le plus fin club sandwich ? Pour le premier, par prétérition, la question ne se pose pas. C'est La Rotonde, brasserie traditionnelle des frères Tafanel. Pour les clubs sandwichs non plus, avec un triple choix - boeuf et volaille, saumon fumé, végétarien - au bar du Warwick, élégant hôtel en retrait des Champs-Elysées où l'on sert aussi un "menu bio" (36 euros) et (au déjeuner) au restaurant W, attenant, la cuisine soignée de Frédéric Giraud.
Ignorée par nos consoeurs, peut-on croire que la bouillabaisse ne fasse pas partie du Top 50 de la cuisine française ? L'ethnocentrisme marseillais, certes, considère que celle de Martigues est déjà sujette à caution. Et pourtant la fameuse "bouille" servie chez Dessirier par le jeune chef Olivier Fontaine, même si les poissons ne sont pas pêchés "quelques minutes avant qu'on les prépare" comme l'exigeait Pampille, est servie chaude et parfumée, avec les poissons de roche, de telle façon que "son génie n'en finit plus de nous régaler", comme le disait l'écrivain marseillais Jean-Claude Izzo.
On ne peut imaginer non plus que la volaille de Bresse soit absente d'une sélection d'excellence. Toutes affaires cessantes, car la morille fraîche est éphémère, l'amateur doit goûter la volaille de Bresse à la crème, aux morilles et au vin jaune, de Michel Rostang, dont les recettes les plus réussies font moins appel à la science culinaire qu'à une intuition souvent originale.
Intuitive et gourmande est aussi la cuisine de Jean-Jacques Jouteux, et son filet de boeuf façon Rossini, une prouesse de sensibilité, avec un nuage de beurre clarifié, un cordon de sauce périgueux, la purée légère, le foie gras poêlé et le filet juste saisi. Encore un mal-aimé du Michelin, souvent oublié par les guides, Paul Chêne est le gardien du temple où, en ce moment, les asperges de M. Fouillard, de Saint-Geniès en Périgord, à la sauce mousseline, et le merlan -pescadilla- frit en colère, sont deux plats de saison parfaitement savoureux.
La Rotonde. 105, boulevard du Montparnasse, (Paris-6e). Tél.: 01-43-26-48-26.
Bar du Warwick. 5, rue de Berri, (Paris-8e). Tél.: 01-45-61-82-08.
Dessirier. 9, place du Maréchal-Juin, (Paris-17e). Tél.: 01-42-27-82-14.
Michel Rostang. 10, rue Gustave-Flaubert, (Paris-17e). Tél.: 01-47-63-40-77.
Jean-Jacques Jouteux. 153, rue de Grenelle, (Paris-7e). Tél.: 01-45-51-54-12.
Paul Chêne. 123, rue Lauriston, (Paris-16e). Tél.: 01-47-27-63-17.
Jean-Claude Ribaut
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