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miércoles, 21 de febrero de 2024

Retrato de la resistencia franquista.

La lucha por mantener el legado de Franco en el siglo XXI
Concentración profranquista en julio de 2018 en el Valle de Cuelgamuros.
Llenan los juzgados de recursos contra la aplicación de la ley de memoria, convocan concursos literarios sobre Franco y vierten contenido negacionista en internet.

Llenan los juzgados de recursos contra la aplicación de una ley, la de memoria, oponiéndose a la retirada de estatuas, nombres de calles y vestigios franquistas y a las exhumaciones para que otros reciban los restos de sus seres queridos. Convocan “concursos literarios” que premian con 5.000 euros el mejor texto sobre “Francisco Franco. Su figura, su obra y su legado”. Vierten en páginas web, redes sociales y supuestos medios de comunicación contenidos que llaman “alzamiento” al golpe de Estado de 1936 y “Caudillo”, “jefe de Estado”, “Generalísimo”… al dictador. Niegan la represión. Disponen de una editorial que publica títulos como Franco, la hoja de servicios de un soldado; La obsesión con Franco. Cómo defenderse de las leyes de memoria o Crónicas de la tiranía feminista. Concurren a las elecciones con Falange Española de las Jons, que el pasado 23 de julio obtuvo 5.104 votos (en 2019 fueron 616). Una red de fundaciones, asociaciones, exmilitares y pseudohistoriadores ejerce en España de resistencia franquista, es decir, antidemocrática.

El comisionado de Naciones Unidas Pablo de Greiff, que asesoró al Gobierno en la elaboración de la ley de memoria, lo califica de “anomalía absoluta” y recuerda que en el entorno europeo existe una legislación que impide la apología del odio y criminaliza el negacionismo. En Alemania, el Código Penal condena la incitación al odio y la xenofobia, así como la negación del Holocausto, la defensa del nazismo y el uso de símbolos (esvásticas, saludo nazi...). En Italia se penaliza la apología del fascismo. En España, PP y Vox han pactado derogar las leyes autonómicas de memoria allí donde gobiernan. En Cantabria, donde el PRC permitió, con su abstención, la investidura de la candidata popular para que no dependiera de la extrema derecha, PP y Vox acaban de aprobar en el Parlamento regional la derogación de la norma autonómica, aprobada en noviembre de 2021, sustituyéndola por otra. La norma estatal prevé la extinción de fundaciones que hagan apología del franquismo, ensalzando el golpe de Estado, a la dictadura o a a sus dirigentes con menosprecio y humillación de la dignidad de las víctimas, pero el adelanto electoral dejó ese procedimiento en suspenso.

Estos son los principales activos de la resistencia franquista y antimemorialista:

Fundación Nacional Francisco Franco. Creada en 1976, se presenta como “institución cultural, sin adscripción política”. Diversos artículos en su página web describen así al dictador: “Consiguió durante su magistratura construir los cimientos sobre los que fue posible que construyera la democracia que disfrutamos”; “su descollante figura tiene muchas más dimensiones positivas que negativas y sus aciertos son muy considerablemente superiores a sus equivocaciones”; “ha buscado siempre el contacto directo y cordial con el pueblo español, que, a su vez, le ha correspondido con adhesión incondicional, otorgándole una autoritas plena y sin fisuras, en un fenómeno sin parangón posible con cualquier otro político de nuestra Historia contemporánea”. En el artículo Guernica: tragedia, mentira y farsa, firmado por Miguel Platón y publicado originalmente en la web Libertad Digital, se presenta como una especie de logro que solo murieron 126 personas y se presume de “la reconstrucción modélica de la villa efectuada por Regiones Devastadas” tras el bombardeo franquista, apoyado por la aviación nazi. El brutal ataque, uno de los primeros bombardeos indiscriminados contra población civil, inspiró la obra más célebre de Picasso.

La jueza Eva María Bru Peral, del Juzgado de lo Contencioso Administrativo 10 de Madrid, acaba de estimar un recurso de la Fundación Franco contra la concesión de la licencia de obra para las exhumaciones de restos de víctimas de la Guerra Civil que fueron enterradas en el Valle de Cuelgamuros sin el consentimiento de sus familias. En su sentencia afirma que no se siente “vinculada” por la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que, en junio de 2022, levantó las medidas cautelares que ya había impuesto la misma jueza en noviembre de 2021, paralizando las obras necesarias para intervenir en las criptas. El Tribunal Supremo también revocó ese auto. El Alto Tribunal se ha pronunciado en varias ocasiones sobre la “legitimación activa”, es decir, la capacidad para formar parte de un proceso judicial como recurrente, de la Fundación Franco a la hora de llevar a los tribunales sus objeciones a la ley de memoria. En abril de 2023 estableció que el cambio de denominación de calles, por ejemplo, no le provoca un perjuicio concreto “salvo el sentimiento de nostalgia” y que por tanto, “no puede configurar un interés que pueda ser tildado de legítimo, atendida su vinculación con ese efecto objetivamente exaltador que comportaban las denominaciones [de las calles]”.

Abogados. Luis Felipe Utrera Molina y Francisco Javier Zaragoza Ivars. El recurso que estimó la juez Bru Peral para anular la concesión de la licencia de obra en el Valle de Cuelgamuros lo firman también dos abogados con fuertes vínculos franquistas. Francisco Javier Zaragoza Ivars es hijo de Pedro Zaragoza Orts, falangista, alcalde de Benidorm entre 1950 y 1967 y miembro de la Fundación Franco hasta que falleció en 2009, a los 85 años. Luis Felipe Utrera Molina es hijo de José Utrera Molina, ministro en la dictadura y secretario general del Movimiento. Ambos abogados fueron muy activos en los tribunales para tratar de impedir la exhumación y traslado de los restos de Franco. Con la misma estrategia, Zaragoza Ivars logró que el juez José Yusty suspendiera la licencia urbanística necesaria —el Supremo aprobó finalmente el procedimiento—. Yusty, hijo y nieto de almirantes franquistas, es célebre en la carrera judicial por sus ataques a la memoria histórica, que a su juicio, “representa el ansia de venganza y el odio de los vencidos de la Guerra Civil”. El magistrado defiende el escudo franquista como “el auténticamente constitucional”. Esa cascada de recursos en los juzgados retrasó durante años el inicio de las actuaciones en el mausoleo. Manuel Lapeña murió en septiembre de 2021, a los 97 años, sin haber podido recuperar los restos de su padre pese a contar, desde 2016, con una sentencia judicial que autorizaba la exhumación.

Álvaro Romero Ferreiro. Editorial SND. Conductor de autobuses, en 2014 fundó la editorial SND, donde ha publicado los siguientes libros: Tejero, un hombre de honor; Franco en el banquillo. La defensa toma la palabra y Franco, memoria imborrable, además de una especie de trivial sobre el dictador, Franco, el juego, “una oportunidad de demostrar que estamos muy orgullosos de nuestro pasado y nuestros antepasados”. La respuesta correcta a la pregunta sobre el “alzamiento” es: “Fue necesario para salvar a España del modelo fracasado de la II República. Los alzados, encabezados por Sanjurjo, Mola y Franco, eran conscientes de que estallaría una guerra terrible pero, tras el asesinato de Calvo Sotelo por elementos del Frente Popular, comprendió que no había otra alternativa que sublevarse contra el Gobierno”. Romero se presenta como patrono de la Fundación Franco y “columnista y tertuliano habitual en varios medios de comunicación, entre ellos Mediterráneo Digital, Radio Inter y Radio Ya, Decisión Radio e Informa Radio”.

Medios. Ferreiro también se presenta como fundador de ÑTV, que cuenta con un programa específico sobre Franco y vuelca en internet contenidos que reniegan del Estado democrático: “La maquinaria del nuevo Régimen inventó un folletín (...) La Carta Magna era el principio y el fin de la Patria franquista, es decir, de la España unida. Ese panfleto del 78 al que aún muchos demócratas de pacotilla aplauden y dicen que hay que cumplir fue la inyección en vena para que los incautos y benevolentes españolitos la respetaran y aplaudieran (...) Y claro, todos ellos aclamándole como un buen rey demócrata y parlamentario y que actúa perfectamente como exige la Prostitución del 78. Viendo este presumido arrogante, casado con una roja...”. El pasado marzo el canal 7NN anunció el cese de sus emisiones tras haber invertido más de cinco millones de euros. Sus propietarios son los hermanos José Ángel y Jaime Alonso García, ex altos cargos de la Fundación Francisco Franco. Fernando Paz, codirector del canal, tertuliano habitual en Intereconomía, fue candidato de Vox en Albacete hasta que el partido tuvo que prescindir de él después de que se conocieran unas declaraciones suyas relativizando y minimizando el Holocausto durante una conferencia en la sede de Falange. El pasado julio cerró Decisión Radio, heredera de Radio Ya, de la que fue presidente Rafael López-Diéguez, yerno del histórico ultra Blas Piñar y antiguo dirigente del partido de extrema derecha Alternativa Española.

Militares retirados. En julio de 2018, un grupo de 181 militares retirados publicó una “declaración de respeto y desagravio al general Francisco Franco” en la que defendían la Guerra Civil -“Llegado aquel momento crucial para la supervivencia de la nación española, [Franco] asumió la responsabilidad que le entregaron sus compañeros de armas para ejercer el mando único de la España asediada por el comunismo”- y pedían que, dados sus “documentados servicios a la Patria”, se tratase al dictador con “la gratitud correspondiente”. Entre los firmantes figuraban condenados por el 23-F. El comunicado puede leerse todavía en la página web de la Asociación de Militares Españoles (AME), que en la revista que edita, Militares, ha entrevistado también a Juan Chicharro, presidente de la Fundación Franco.

miércoles, 15 de noviembre de 2023

Convertirse en un atleta para superar los 100 años .

Athletics
AthleticsJOSÉ A. RODA
El ejercicio físico es uno de los principales aliados para retrasar el envejecimiento. ¿La clave? Según el doctor Peter Attia, elegir prácticas que podamos mantener toda la vida.

Decía el presidente Kennedy que el mejor momento para reparar un tejado es cuando hay sol. Del mismo modo, podríamos decir que el mejor momento para preocuparnos por nuestra esperanza y calidad de vida es cuando todavía tenemos salud. Como el elixir de la eterna juventud no existe ni todavía la ciencia ha conseguido revertir el envejecimiento de nuestras células, necesitamos encontrar una alternativa más realista y al alcance de todos. Esta consiste en convertirnos en un atleta de la vida, así lo sugiere el doctor en Medicina Peter Attia, autor del libro Outlive: The Science and Art of Longevity (supervivencia: la ciencia y el arte de la longevidad), Harmony Books, cuya publicación está siendo un best seller en Estados Unidos. Para ello, necesitamos un cambio de mentalidad, es decir, comprender y abordar el antienvejecimiento desde una estrategia proactiva, sin esperar a contraer una enfermedad o a asustarnos por la pérdida de un ser querido.

Prepararnos para convertirnos en un atleta de la vida pasa por comprender y por actuar en nuestra longevidad. Cualquiera de nosotros podría enfrentarse a los “cuatro jinetes”, que son las principales causas de muerte y de los deterioros de nuestros cuerpos: la insuficiencia cardiaca, el cáncer, las enfermedades neurodegenerativas y las disfunciones metabólicas o diabetes tipo 2. En la medida que sepamos de qué se alimentan dichas enfermedades y pasemos a la acción, estaremos mejor preparados para minimizar su impacto.

La estrategia proactiva necesita aterrizarse en tácticas concretas. Las más adecuadas las podemos intuir, como el ejercicio físico, una dieta equilibrada, una buena rutina de descanso, cuidar nuestra salud emocional y revisar las moléculas exógenas, como medicamentos, hormonas o suplementos. Pues bien, de todas ellas, curiosamente, si hubiera que destacar una, la táctica que más nos ayuda a reducir el envejecimiento es el ejercicio físico. No solo fortalece el corazón y los músculos, sino que mejora la circulación de la sangre y nuestra longevidad. De hecho, el doctor Attia aporta datos muy motivadores hasta para los más escépticos: pasar de cero minutos de ejercicio físico a hora y media a la semana puede reducir el riesgo de morir por cualquiera de los “cuatro jinetes” en un 14%. Además, un ejercicio regular sostenido nos aporta de media una década de vida más en comparación con una vida sedentaria.

Los estudios de la doctora Wendy Suzuki, profesora de Neurociencia de la Universidad de Nueva York, corroboran el refuerzo cognitivo que se produce en el cerebro con la actividad. Un ejercicio prolongado en el tiempo refuerza nuestro hipocampo y la corteza prefrontal, que son los grandes aliados a la hora de reducir las enfermedades neurológicas.

Pero aumentar nuestra longevidad a través del ejercicio físico no requiere practicar un deporte intenso. Es más, este enfoque proactivo no pivota sobre la disminución de calorías ni la búsqueda de estar más atractivos. Significa, en cambio, trabajar en las tres dimensiones fundamentales que nos defienden de los “cuatro jinetes”, independientemente de los años que tengamos: la resistencia y eficiencia aeróbica, la fuerza y la estabilidad. Por ejemplo, en el caso de la resistencia y eficiencia aeróbica, Attia sugiere entrenar cardio en la zona 2, es decir, en aquella que podemos mantener una conversación con alguien mientras entrenamos, pero lo suficientemente rápida para que la conversación sea un tanto tensa e incómoda. Es decir, una actividad aeróbica clasificada en un nivel fácil y moderado.

Igualmente, a la hora de definir nuestras actividades vale la pena centrarse en aquellas que realmente nos gustaría seguir manteniendo cuando superemos el siglo de edad. Como si tuviéramos que hacer un decatlón con aquello que realmente nos interesa. José Luis Llorente, exdeportista de élite y coautor del libro Vitamina X (Alienta, 2019), sugiere diversas actividades adaptadas a los gustos personales, desde yoga o esquí de fondo (deporte que practican personas de avanzada edad en los países nórdicos) al baile. De hecho, un experimento conducido por científicos alemanes mostró que seis meses de práctica de un programa de baile impactó, más que el simple ejercicio, en el volumen cerebral en áreas relacionadas con procesos cognitivos superiores.

Por último, cabe recordar que, aunque el deporte sea la piedra angular de nuestra longevidad, no podemos ignorar las otras prácticas fundamentales: 

-una alimentación rica en nutrientes, 
-un descanso reparador y 
-saber cuidar nuestras emociones 
son ingredientes básicos para vivir más años y en mejores condiciones.

Pilar Jericó es autora del blog Laboratorio de felicidad.

Actividades para nuestro decatlón centenario
El doctor Attia sugiere que entrenemos nuestro cuerpo centrándonos en las actividades que nos gustaría hacer cuando superemos los 100 años.

Algunos ejemplos:
— Caminar 2,5 kilómetros por un sendero montañoso. 
— Levantarnos del suelo por nuestros propios medios, apoyándonos como máximo en un brazo. 
— Recoger a un niño del suelo. 
— Colocar una maleta de nueve kilos en el compartimento superior de un avión. 
— Tener sexo. 
— Subir cuatro tramos de escaleras en tres minutos. 
— Abrir un frasco. 

viernes, 15 de septiembre de 2023

MATEMÁTICAS. De los hombres pájaro a los hermanos Wright: las matemáticas que nos ayudaron a surcar el aire La trigonometría y la geometría clásica han sido fundamentales desde el diseño de los trajes voladores hasta el desarrollo de los primeros aviones

La trigonometría y la geometría clásica han sido fundamentales desde el diseño de los trajes voladores hasta el desarrollo de los primeros aviones.

Primer vuelo de los hermanos Wright
Primer vuelo de los hermanos Wright.NASA
En estos momentos hay entre ocho mil y veinte mil aviones surcando el cielo simultáneamente en el mundo. Cada uno de estos vuelos es posible gracias a las matemáticas, en aspectos que van desde la planificación del consumo del combustible al diseño y mejora de los aparatos. Los primeros vehículos que permitieron al ser humano alzarse sobre la superficie terrestre (globos aerostáticos, dirigibles, planeadores y aviones) se sustentaron en diversos conceptos geométricos, algebraicos o analíticos.  

En el siglo IX, los hombres pájaro se convirtieron en precursores de la aviación. Sin un soporte teórico y únicamente con la esperanza de poder volar, abrían las alas tejidas a sus trajes y se lanzaban de grandes alturas, fallando una y otra vez en el intento. Tras ellos, el primer vuelo en paracaídas, más o menos exitoso, fue realizado por el químico, físico y matemático Abbas Ibn Firnás (810, Ronda; 887, Córdoba) en ese mismo siglo, lo que sentaría las bases para los futuros diseñadores de aeronaves.

La trigonometría y la geometría clásica desempeñaron un papel esencial en el estudio de la aviación durante este primer periodo; permitieron a los pilotos y navegantes calcular distancias, ángulos y altitudes con mayor precisión. En concreto, fueron clave los métodos trigonométricos que el matemático árabe Al-Biruni había desarrollado entre los siglos X y XI para resolver problemas astronómicos y geodésicos, como la medición del radio de la Tierra.

Las primeras aeronaves que surcaron los cielos fueron las “más ligeras que el aire”, que se llenan con helio o hidrógeno, de manera que su peso total es menor que el peso del aire que desplazan. Ejemplos de estas aeronaves son el globo aerostático, cuyo primer vuelo fue realizado por los hermanos Montgolfier; y el dirigible, diseñado en Alemania por Ferdinard von Zeppelin. Para definir su diseño y estabilidad se usaron los estudios sobre proporciones y volúmenes que Leonardo Fibonacci había hecho en los siglos XII y XIII. También se emplearon sus trabajos sobre proporciones armónicas, para establecer las dimensiones de diferentes componentes de las aeronaves (como las alas, fuselajes u otros elementos), lo que dio como resultado diseños armónicos y estéticamente agradables.

En los siglos del XVIII al XIX, las investigaciones en geometría permitieron desarrollar perfiles de alas más eficientes. Un perfil aerodinámico es una forma geométrica, normalmente curva, en alas de aviones,  de helicópteros, alerones y timones, diseñada para optimizar el comportamiento de una superficie que interactúa con un flujo de aire, garantizando el menor arrastre (resistencia) posible causado por el viento.

Matemáticos como Daniel Bernoulli estudiaron la geometría de las alas y también otros aspectos estructurales, que buscaban lograr, por primera vez, el vuelo de una aeronave más pesada que el aire. Aunque no lo consiguió, el trabajo de Bernoulli fue clave para comprender la interacción existente entre el aire y los objetos. De hecho, uno de los teoremas que propuso se sigue empleando hoy en día en una de las explicaciones de por qué vuelan los aviones. Este determina cómo la velocidad del viento, al interactuar con las alas, causa una distribución de presiones que elevan un avión.
Ejemplo del principio de Bernoulli aplicado a un perfil aerodinámico asimétrico en contacto con el aire. Debido a la alta velocidad por encima del perfil, existe una presión baja en esta zona, mientras que hay baja velocidad y presión alta, debajo del mismo. Esta diferencia de presiones crea una fuerza de levantamiento.
Ejemplo del principio de Bernoulli aplicado a un perfil aerodinámico asimétrico de un ala en contacto con el aire. Debido a la alta velocidad por encima del perfil, existe una presión baja en esta zona, mientras que hay baja velocidad y presión alta, debajo del mismo. Esta diferencia de presiones crea una fuerza de sustentación .Y.D.

Y.D. Otro enfoque frecuente para justificar el vuelo de las aeronaves recurre a la tercera ley de Isaac Newton: las partículas del viento son direccionadas hacia abajo, lo que causa la fuerza de levantamiento en el avión. Efectivamente, las leyes del movimiento y de la gravitación universal formuladas por Newton en el siglo XVII (una descripción matemática precisa de cómo los cuerpos se mueven en el espacio) fueron la base para establecer los principios del vuelo de los aviones en tiempos cercanos a su invención. Sin embargo, en la actualidad hay otras explicaciones más aceptadas, basadas en el uso de la dinámica de fluidos computacionales.

En 1799, el británico George Cayley desarrolló el perfil de ala simétrica, en el que la parte superior como la inferior son iguales, uno de los primeros perfiles aerodinámicos reconocidos. Sin embargo, el verdadero avance en el diseño de perfiles aerodinámicos no se produjo hasta finales del siglo XIX, con nuevas investigaciones exhaustivas sobre la aerodinámica de las alas. Fue entonces cuando Otto Lilienthal realizó numerosos vuelos en planeadores (aeronaves diseñadas para volar sin motor). A través de sus experimentos, recopiló datos y refinó perfiles aerodinámicos que maximizaban la sustentación y minimizaban la resistencia.
Palas de un motor turbofán moderno. En el centro del motor se aprecia una espiral sobre una forma cónica utilizada para ahuyentar aves durante el vuelo.
Palas de un motor turbofán moderno. En el centro del motor se aprecia una espiral sobre una forma cónica utilizada para ahuyentar aves durante el vuelo.JORGE LÁSCAR
Unos años más tarde, en 1903, los hermanos Wright fueron los primeros en lograr el vuelo motorizado controlado. Su trabajo, basado principalmente en experimentos con túneles de viento, es la base en la comprensión de la forma de las palas en los motores turbofán, los más utilizados en los aviones comerciales actualmente. Este tipo de motores contiene un ventilador de gran tamaño que comprime el aire entrante, el cual es mezclado con combustible, generando gases de alta velocidad que son expulsados para propulsar la aeronave. El diseño óptimo de la geometría de estos vehículos permite reducir la resistencia del aire, ahorrando combustible, reduciendo el ruido de los motores y evitando turbulencia durante los vuelos.

Desde comienzos del siglo pasado, la industria aeronáutica ha evolucionado de manera abrupta gracias al uso de herramientas teóricas y computacionales, diversos teoremas, ideas y teorías matemáticas que se emplean en el análisis y la optimización de diversos aspectos de la aviación. A esto dedicaremos un siguiente artículo de Café y Teoremas.

Yoshua Díaz Interian es investigador predoctoral en el Instituto Politécnico Nacional (México).

Café y Teoremas es una sección dedicada a las matemáticas y al entorno en el que se crean, coordinado por el Instituto de Ciencias Matemáticas (ICMAT), en la que los investigadores y miembros del centro describen los últimos avances de esta disciplina, comparten puntos de encuentro entre las matemáticas y otras expresiones sociales y culturales y recuerdan a quienes marcaron su desarrollo y supieron transformar café en teoremas. El nombre evoca la definición del matemático húngaro Alfred Rényi: “Un matemático es una máquina que transforma café en teoremas”.

martes, 9 de mayo de 2023

_- Cómo mantener fuerte y en forma un cuerpo que envejece.

_- La disminución de la fuerza muscular y ósea empieza antes de lo que imaginas. Crea un hábito de entrenamiento inteligente ahora.

Cuando somos jóvenes, el ejercicio nos permite correr una carrera después de trasnochar o surfear en la nieve con una dieta a base de Doritos. Pero a medida que envejecemos, estar en forma se vuelve mucho más importante, ya que aumenta nuestros niveles de energía, previene lesiones y mantiene ágil nuestra mente.

El envejecimiento hace que los músculos pierdan masa, la densidad ósea disminuya y las articulaciones se vuelvan más rígidas, lo que afecta al equilibrio, la coordinación y la fuerza. Al mismo tiempo, los cambios hormonales y la inflamación persistente de bajo nivel pueden preparar el terreno para enfermedades crónicas como el cáncer, enfermedades cardiovasculares y la diabetes.

Y los cambios empiezan antes de lo que uno piensa. Los músculos comienzan a encogerse a los 30 años y continúan su espiral descendente en la mediana edad, llegando a perder hasta el 25 por ciento de su masa máxima a los 60 años.

Pero hay esperanza: el ejercicio puede frenar la pérdida muscular, el deterioro cognitivo y la fatiga. “Nunca es demasiado tarde ni demasiado pronto para empezar a hacer ejercicio”, afirmó Chhanda Dutta, gerontóloga del Instituto Nacional del Envejecimiento.

Sin embargo, no puedes empezar así como así a levantar 70 kilos en el gimnasio. Empieza poco a poco, experimenta y aumenta la intensidad de manera gradual.

Los expertos sugieren ejercicios que se enfoquen en una o más de cuatro categorías de la condición física, que se deterioran con la edad: flexibilidad, equilibrio, resistencia y fuerza. Preservar la función en estos ámbitos puede evitar lesiones y discapacidades y mantenerte activo e independiente durante más tiempo.

Según Brian Feeley, jefe de medicina deportiva de la Universidad de California en San Francisco, no hay un ejercicio que funcione como una fórmula mágica para prevenir el envejecimiento. A continuación, cinco movimientos, dirigidos a diferentes zonas del cuerpo, que puedes probar.

Fortalece el tren inferior: sentadillas y escaleras
Diane Butts, actriz y modelo neoyorquina de 60 años, sube escaleras para mantenerse en forma. “Los días que no voy al gimnasio o no doy mis 10.000 pasos, me siento un poco mal”, dice Butts.Credit...Nicholas Sansone para The New York Times

Una de las formas más sencillas y eficaces de fortalecer la parte inferior del cuerpo es la sentadilla. Es importante mantener el trasero detrás de ti y los pies lo más paralelos posible.Credit...Nicholas Sansone para The New York Times

Durante el ejercicio, “podría haber lesiones cuando estás cansado y tus músculos no pueden reaccionar con tanta rapidez”, afirmó Feeley. Las sentadillas ayudan a prevenir esta fatiga al fortalecer los músculos grandes del tren inferior, a la vez que mueven varias articulaciones al mismo tiempo, lo cual mejora la resistencia general, así como el equilibrio y la coordinación.

Feeley sugiere hacer tres series de 10 a 15 sentadillas cuatro veces por semana. Para mejorar el equilibrio, hazlas con un pie o con los dos sobre una almohada. O, para centrarte en la fuerza, haz sentadillas sujetando pesos libres, cerca del pecho para empezar o extendidos delante de ti para trabajar más el tronco.

Si no te gustan las sentadillas, pero quieres fortalecer los mismos grupos musculares, intenta subir escaleras, un ejercicio que se puede adaptar a distintos niveles de condición física, según Maria Fiatarone Singh, geriatra de la Universidad de Sídney. Empieza subiendo y bajando las escaleras y poco a poco aumenta la velocidad o usa pesas en los tobillos.

Para aumentar la dificultad, sube las escaleras saltando sobre uno o dos pies, agarrándote al pasamanos si es necesario por seguridad. “Saltar es un movimiento de fuerza para los extensores de la cadera y la rodilla”, similar al entrenamiento de fuerza de los ejercicios de salto de caja, explica Fiatarone Singh. Si tienes poco tiempo, conviértelo en un ejercicio de alta intensidad, con cuatro series de cuatro minutos de esfuerzo de alta intensidad, descansando tres minutos entre series, cuatro veces por semana.

¿No dispones ni siquiera de ese tiempo? “Incluso cuatro minutos, cuatro días a la semana, mejoran significativamente la capacidad aeróbica”, afirma Fiatarone Singh.

Aumenta tu ritmo cardíaco con una caminata nórdica
La marcha nórdica utiliza la parte superior del cuerpo para impulsar el cuerpo hacia delante. Es importante mantener los brazos rectos y los bastones inclinados hacia atrás para que empujen a cada paso.Credit...Nicholas Sansone para The New York Times

A Michael Schaefer, médico de rehabilitación física de los Hospitales Universitarios en Cleveland y aficionado al esquí de campo traviesa, le encantan las caminatas o marchas nórdicas: un ejercicio para el que necesitas bastones ergonómicos que nos hacen realizar los mismos movimientos; no tiene que haber nieve.

“La caminata nórdica no tiene comparación como ejercicio aeróbico porque no solo se usan los principales grupos musculares de las piernas y las caderas, sino también el tronco, los hombros y los brazos”, explicó Schaefer. Este ejercicio reduce la presión arterial y mejora el consumo de oxígeno del cuerpo. Y cuando se recorren colinas o terrenos irregulares, se fortalecen los tobillos y se pone a prueba el sistema vestibular, un sistema sensorial alojado en el oído interno que mejora el equilibrio y la coordinación.

“Comienza con 15 a 20 minutos, tres veces a la semana y aumenta a una hora”, aconsejó Schaefer.

Tal vez te lleve algún tiempo acostumbrarte al movimiento básico —caminar con los bastones para impulsar el movimiento—, pero los videos en internet o unirte a algún grupo de caminata nórdica de tu localidad pueden ayudarte a empezar. La clave está en balancear los brazos como si fueran péndulos de un reloj, manteniendo los codos relativamente rectos, colocando el bastón detrás de ti y empujando a medida que avanza la pierna contraria.

Gillian Stewart, directora del programa de Nordic Walking UK, recomienda comprar bastones de marcha nórdica, ya que están inclinados hacia la posición que se adopta durante el ejercicio. En caso de apuro, Schaefer dice que “los bastones normales sirven”, pero no los de esquí.

Entrena el tren superior: cuélgate
No es necesario que hagas dominadas para que saques provecho de una barra de dominadas. Colgarse durante un minuto puede ser una buena forma de fortalecer el agarre y los brazosCredit...Nicholas Sansone para The New York Times

Si fuera por la kinesióloga Katy Bowman, el propósito de Año Nuevo de todo el mundo incluiría un recorrido por el pasamanos o las barras. “Es un movimiento tan primario y utiliza todas estas partes de nuestro tren superior” que de otro modo no se utilizan muy a menudo, comentó Bowman.

Colgarse de una barra horizontal fortalece el agarre de las manos y la movilidad de los hombros, así como el abdomen, además de estirar el tren superior, desde el pecho hasta la columna y los antebrazos.

Como sucede con cualquier ejercicio, lo mejor es ir poco a poco: empieza colgándote de una barra con los pies apoyados en una caja o una silla para que los músculos que no están acostumbrados a soportar una carga se acostumbren a aguantar cierta tensión. A partir de ahí, pasa a una suspensión activa, en la que los omóplatos se contraigan y desciendan (como si estuvieras a punto de empezar una dominada), el tronco y los brazos estén en tensión y las manos estén separadas al ancho de los hombros.

Balancéate levemente de adelante hacia atrás o de derecha a izquierda para trabajar aún más todos los músculos del abdomen y la columna vertebral. O mezcla tu agarre —con las manos mirando hacia afuera o hacia ti o una y una— para trabajar diferentes músculos. Un agarre con la mano viendo hacia afuera, por ejemplo, carga más los bíceps que un agarre viendo hacia adentro, que trabaja los dorsales.

Y no necesitas equipo sofisticado para colgarte. Bowman sugirió crear una estación para colgarse en tu casa con una “barra de puerta para dominadas de 20 dólares que no requiere mucho para instalarse”. Comentó que desde que instaló la suya, ha notado un aumento radical en la fuerza de su tren inferior y su agarre, lo cual está relacionado con una disminución de la mortalidad cardiovascular y por cualquier causa. Un poco da para mucho: empieza con ejercicios de 20 segundos, dos veces al día, hasta llegar a un minuto completo.

“La mejor forma de progresar es realizar ejercicios de suspensión cortos y frecuentes distribuidos a lo largo del día”, afirma Bowman. Una vez que te sientas cómodo estando colgado durante un minuto, Bowman recomienda hacer entre ocho y 10, con una hora de descanso entre ellas. Estos descansos también dan tiempo a la piel de las manos para adaptarse.

Fortalece el tronco y las caderas con un deslizador
Las planchas son una forma sencilla de fortalecer el tronco. Para aumentar la dificultad, sube las rodillas hacia el pecho. ¿Lo quieres más difícil?: utiliza deslizadores bajo los pies.Credit...Nicholas Sansone para The New York Times

Si trabajas en una oficina o en un escritorio, tanto tiempo sentado puede afectar los flexores de la cadera, los músculos que te ayudan a doblar las rodillas hacia la cintura y a estabilizar la columna vertebral. Además, encorvarse sobre el escritorio acorta los músculos del pecho y alarga los de la espalda, lo que contribuye a la aparición del cuello de texto, o de escritor, que es una distensión muscular y debilidad de la parte inferior del cuello, los hombros y la parte superior de la espalda.

Para contrarrestarlo, Nicole Sciacca, especialista en movilidad de Los Ángeles, combina las escaladoras con los deslizadores, pequeños discos sobre los que se apoyan las manos o los pies y que se deslizan libremente por el suelo (o se pueden utilizar platos de papel). Entrenar sobre una superficie inestable aumenta la intensidad del ejercicio, ya que obliga a trabajar el tronco —en especial el diafragma, el transverso abdominal y el suelo pélvico— para mantener la posición.

“Es estupendo porque obliga a fortalecer toda la parte delantera del cuerpo que permanece inactiva cuando pasas mucho tiempo frente a un escritorio o en un auto”, explica Sciacca.

Si es la primera vez que trabajas el tren superior del cuerpo y el tronco, Sciacca sugiere mantener una posición de plancha durante 30 segundos. Una vez que te sientas cómodo, coloca los pies en los deslizadores, adopta la misma posición y trabaja para mantenerte estable.

A medida que avances, mueve un pie por debajo del cuerpo hasta que la rodilla te llegue al pecho. Desliza ese pie hacia fuera mientras el otro entra. Continúa alternando los pies hasta completar tres rondas de ocho repeticiones, manteniendo el tronco fuerte y la espalda recta. También puedes intentar un esfuerzo cronometrado de 60 segundos cuando estés listo para hacer más. Las variaciones incluyen llevar las rodillas hacia adentro y luego hacia afuera al mismo tiempo o barrer las piernas hacia afuera en un movimiento de salto.

Mejor
La espuma es una buena forma de aumentar la elasticidad de la fascia. Experimenta entre rodar antes y después de un entrenamiento y las partes del cuerpo que más se benefician.Credit...Nicholas Sansone para The New York Times

Tala Khalaf, fisioterapeuta de la Universidad de Stanford en Palo Alto, California, considera que la fascia —un sistema de tejido conectivo que envuelve nuestros músculos y órganos— es la Cenicienta de la medicina ortopédica. Durante años, este tejido, repleto de nervios sensoriales y que puede parecer una especie de envoltura alrededor de los músculos o dentro de ellos, ha permanecido en la oscuridad, ignorado y minimizado.

Pero investigaciones de la última década han revelado que el tejido fascial es un componente crucial del sistema musculoesquelético. A medida que envejecemos, la fascia pierde flexibilidad y elasticidad, lo que contribuye al dolor de espalda, la rigidez y la limitación de la amplitud de movimiento.

Khalaf, quien también es miembro del cuerpo docente del Programa de Residencia Clínica de Fisioterapia Ortopédica de la Universidad de Stanford, explica que una solución son los rollos de espuma, que masajean los pliegues de la fascia y mejoran la flexibilidad. Lo mejor de todo es que los movimientos básicos son sencillos y rápidos. Las zonas más comunes son las pantorrillas, los muslos y la espalda. Experimenta para ver qué ejercicios proporcionan más alivio.

Un programa de ejercicios para que empieces
Ahora, únelo todo, con el objetivo de ejercitarte al menos cinco días a la semana. Feeley recomienda mezclar y combinar ejercicios que incidan en las cuatro dimensiones de la forma física, pero señala que los componentes pueden reorganizarse, dependiendo de lo que te guste y quieras mejorar.

Día 1:
Sentadillas/escaleras
Rollo de espuma
Caminata nórdica

Día 2:
Escaladoras
Colgarse
Caminata nórdica

Día 3:
Sentadillas/escaleras
Rollo de espuma

Día 4:
Escaladoras
Rollo de espuma
Caminata nórdica

Día 5:
Sentadillas/escaleras
Colgarse

martes, 21 de julio de 2020

_- En la resistencia romana (testimonio de Alfredo Reichlin)

_- Alfredo Reichlin (Barletta, 1925 - Roma 2017) –partisano, periodista, director de L’Unità desde 1958, Secretario regional del PCI en la Puglia y Diputado nacional desde 1968–, presenta en este texto, que traducimos con motivo del veinte aniversario de la muerte de Valentino Gerratana (Scicli, 1919 - Roma, 2000), una semblanza personal del autor de la edición crítica de los Quaderni gramscianos.

Esta reseña se centra no tanto en una producción académica fructífera –si bien, como gustaba de recordar Fernández Buey, significativa más por la paciente e impoluta unidad de rigor y método que por el número de páginas que colma lo escrito– sino en los años en los que Gerratana, alias Santo, ejerció como dirigente clandestino al mando de los Grupos de Acción Patriótica (GAP) que movilizaron, entre otros, al propio Reichlin. En este sentido, se trata de un documento precioso, pues viene a remediar, siquiera tímidamente, la escasez de noticias acerca del Gerratana partisano; escasez consciente, alimentada por una pudorosa reserva –pocas veces las descripciones acerca del carácter de una persona alcanzan un consenso de tal unanimidad como en el caso de Gerratana, circunscritas todas ellas a la constelación semántica de los términos “serio”, “riguroso” y “solitario”– en la que no hicieron mella las condecoraciones (la medalla de plata al valor militar) que, ya en democracia, recibió por los servicios prestados en la lucha contra la bestia fascista.

Con la misma disciplina que combatió a los tedeschi aceptó en los primeros años de la posguerra la petición de Palmiro Togliatti que le llevaría a dirigir, entre 1946 y 1948, el diario La voce della Sicilia, pieza clave en las campañas en favor de la democracia que el PCI llevó a cabo en la isla. Desde allí se desplazará a Turín, en donde colabora con la editorial Einaudi y continúa su labor periodística en L’Unità y Rinascita.

Desde 1972 ostenta la cátedra de historia de la filosofía en Salerno, en la que ejercerá, con una breve interrupción que le lleva a Siena, hasta su jubilación en los años 90. La misma disciplina que caracterizó su militancia se observa en su trabajo intelectual, siendo este una buena prueba de cómo la alta cultura, erudita pero pobre de ornamentos, puede ser puesta al servicio de la causa de los subalternos. Quizás el mayor ejemplo –que en absoluto desmerece sus demás investigaciones e intervenciones– sea el monumental trabajo que supone la realización de la Edición Crítica de los Quaderni del carcere entre 1966 –momento en que recibe el encargo de Franco Ferri, a la sazón Director del Instituto Gramsci de Roma– y 1975.

Sirvan como testimonio –esta vez sí cuantitativo– de su monumental labor las más de mil páginas que abarca el aparato crítico que compone el cuarto volumen de su edición. Si bien ésta supuso un impulso inestimable para los estudios gramscianos, democratizando la posibilidad de una lectura diacrónica que hasta entonces quedaba reservada para los grandísimos conocedores de los Cuadernos como Franco de Felice, Gerratana no dejó de reconocer, si bien poniendo de manifiesto su parcialidad, el valor de la edición precedente, viendo en esta una “operación hegemónica” bifaz, capaz de impregnar la cultura política de la Italia democrática con el legado gramsciano al tiempo que socavaba los tics estalinistas –que tan bien identificó y supo contrastar con el genuino leninismo el propio Gerratana– en el seno del PCI.

Culmen de su trayectoria fue el reconocimiento como primer presidente de la International Gramsci Society, fundada en Formia, con motivo del Congreso Gramsci nel mondo, en 1987. El texto de Reichlin que nos ocupa, “Nella resistenza romana”, constituye el segundo capítulo del compendio Valentino Gerratana “filósofo democrático” (Roma, Carocci, 2011), en el que Guido Liguori y Eleonora Forenza, los editores, recogen las actas de un congreso celebrado en Roma y dedicado a la figura y obra de Gerratana en los 10 años de su muerte [Anxo Garrido].

Recuerdo el día en el que me encontré con Valentino Gerratana. Era el invierno de 1944 en la Roma ocupada por los alemanes. La cita era en un pequeño restaurante cerca de la plaza Fiume. Conservo la impresión de su cara: delgadísimo, con la barba negra mal afeitada que hacía sus ojos más tristes y severos. Pocas palabras y largos silencios. Luigi Pintor y yo éramos niños. Nos habíamos licenciado en el instituto pocos meses antes. Era allí donde alguien nos había dicho que podíamos encontrar al hombre del "centro", esta palabra pronunciada en voz baja y con enorme cautela indicaba el Comando secreto de los comunistas.

Mirando a aquel hombre que me parecía sin edad pensé: por fin, esto va en serio. Valentino se correspondía a la perfección, efectivamente, con la imagen que me había hecho de un jefe comunista, un hombre cuyas órdenes no eran discutibles. Del que uno se podía fiar. Que podía decirnos dónde y cómo empezar a disparar. Y así fue. Alguien –creo que Lucio Lombardo Radice– había garantizado que nosotros tres (Luigi Pintor, Arminio Savioli y yo) éramos nuevos posibles "gappisti" dignos de confianza. Formábamos una célula, es decir, aquella unidad mínima de combate que por razones de seguridad clandestina podía tener relación con el conjunto de la red solo a través de una persona. Aquella persona era Valentino Gerratana, nombre de batalla "Santo". Nuestra tarea era "hacerle la vida imposible al ocupante": estas fueron las directrices generales que recibimos de "Santo" aquel día.

En aquellos meses febriles y estremecedores (al menos para mí) volví a verlo –si no recuerdo mal– quizás solo otra vez. Más tarde en una estupenda jornada de sol en una Roma bulliciosa y vulgar, llena de prostitutas y de contrabandistas, con las calles recorridas por inestables camionetas llenas de gente y por las furgonetas americanas, lo reencontré. El partido (entidad todavía misteriosa para mí) nos había convocado en un gran inmueble de ferroviarios en la avenida Regina Margherita, donde vivía uno de nosotros. Fue allí donde vi por primera vez la cara de aquellos veinte jóvenes desconocidos que habían golpeado severamente a la guarnición alemana de Roma, hasta el atentado de Via Rasella, y la habían obligado a ponerse a la defensiva hasta el punto de fijar el toque de queda a las cinco de la tarde. Éramos los componentes del famoso GAP Central. Un puñado de jóvenes intelectuales, muchos de los cuales llegaron a ser famosos más tarde: Salinari, Calamandrei, Gerratana, Trombadori, Bentivegna, Carla Capponi y otros y otras. Entre ellos estaba también Marisa Musu, que se convirtió en la primera mujer de Gerratana. Era muy escasa la presencia de proletarios.

Aquellos jóvenes no venían de Moscú o del exilio, sino de de las escuelas y de las universidades italianas, y lo que les movía no eran tanto los textos del comunismo (que leímos después), sino un extraño pastiche ideal y cultural que no se reducía al mito soviético y que se había formado en los años treinta. Había nacido en aquellos años un sentimiento nuevo, el antifascismo, que repensaba la gran tradición democrática del historicismo italiano y al mismo tiempo se mezclaba con las experiencias más modernas del siglo XX europeo. Después, a partir del gran cinismo de extranjero en la propia patria à la Prezzolini y del hedonismo dannunziano, nacía una cultura que se llamó del esfuerzo y que mostraba huellas incluso del actualismo "gentiliano".

El mito soviético importaba, naturalmente. Pero si aquellos años treinta fueron tan importantes fue porque nos sucedió de todo: la aparición del fascismo y los espectaculares triunfos de la planificación soviética, la guerra de España y las primeras experiencias socialdemócratas. En definitiva, aquel conjunto de cosas que habían alimentado la llamada "guerra civil europea". Es en aquellos años y en aquel clima cuando las vanguardias juveniles descubrieron el famoso esfuerzo. Así fue también para Valentino.

Él había nacido en Scicli, en Sicilia, en 1919 y tuvo sus primeros contactos con las organización comunista clandestina en 1939, en Salerno, donde frecuentaba el curso de la academia militar. Su compañero de curso era Giaime Pintor, y fue allí donde se conocieron y se hicieron amigos. Giaime, algunos años después, le presentó a Carlo Salinari, fino literato, crítico de arte, alumno de Sapegno, jefe partisano, hombre de una frialdad y lucidez impresionantes.

Creo que allí comenzó el compromiso político de Gerratana: por ello en mi mente conviven aquellos dos jóvenes (Giaime y Valentino). Aunque muy diferentes entre sí, sobre todo por su carácter y su relación con el mundo, con los amigos, con el gusto por la vida, yo creo que sirve para ambos aquel fragmento de la última carta de Giaime al hermano Luigi, que releída hoy me parece de una dramática actualidad: "el camino hacia la política – señalaba Giaime– es un fenómeno que he constatado en muchos de los mejores, parecido a lo que sucede en Alemania cuando se agotó la última generación romántica”._ Y continuaba observando que:

"fenómenos de este tipo se reproducen cada vez que la política deja de ser administración ordinaria y emplea todas las fuerzas de una sociedad para salvarla de una grave enfermedad, para responder a un peligro extremo. Una sociedad moderna se basa sobre una gran variedad de especificaciones, pero puede subsistir únicamente si conserva la posibilidad de abolirlas en un cierto momento para sacrificar todo a una única exigencia revolucionaria. Es este el sentido moral, no técnico, de la movilización: una juventud que no se muestra “disponible”, que se pierde completamente en las diversas técnicas, está en peligro. En un cierto momento los intelectuales deben ser capaces de transferir su experiencia sobre el terreno de la utilidad común, cada uno debe saber asumir su puesto en una organización de combate. […] Esto –añadía Giaime con palabras muy graves– vale sobre todo para Italia. Hablo de Italia no porque la sienta más cerca que Alemania o que América, sino porque los italianos son la parte del género humano con la que me encuentro naturalmente en contacto y sobre la cual puedo actuar más fácilmente.

Los italianos son un pueblo débil, profundamente corrompido por su historia reciente, siempre a punto de ceder a una vileza o a una debilidad. Pero ellos siguen produciendo minorías revolucionarias de primer orden: filósofos y obreros que están a la vanguardia de Europa. Italiana nació del pensamiento de pocos intelectuales: el Risorgimento, episodio excepcional de nuestra historia política, ha sido el esfuerzo de otras minorías para devolver a Europa a un pueblo de africanos y de levantinos. Hoy en ninguna nación civil es tan grande la separación entre las posibilidades vitales y la condición actual: nos toca a nosotros colmar esta separación y declarar el Estado de emergencia"

Si se me permite una nota personal, quisiera decir únicamente que Giaime había sido nuestro hermano mayor, un gran amigo à la Alain Fournier. Por esto no puedo olvidar aquella noche, tristísima del invierno de 1943 cuando Luigi, el hermano, mi compañero de escuela y de pupitre, vino a decirme que había llegado la noticia de la muerte de Giaime, destrozado por una mina en un campo del Alto Volturno mientras trataba de atravesar las líneas enemigas y de unirse a los partisanos. Fue entonces cuando decidimos tomar las armas que habían caído de sus manos. Entramos en los GAP. Y allí, como he dicho, encontramos a nuestro nuevo jefe, Valentino Gerratana. Casi una señal del destino.

Sobre las crónicas de aquella lucha no diré nada. Hay cosas que no recuerdo bien, otras que prefiero olvidar. Yo no soy un héroe y he vivido aquellos meses como una pesadilla, bien consciente del riesgo (que a mí yo joven le parecía insoportable) de acabar en las manos de las SS, en Via Tasso, en una cámara de tortura. Sobre la Resistencia romana hay que decir, ante todo que las condiciones en las que se desarrolló eran particularmente difíciles. Roma no era Turín y ni siquiera Bolonia. No había en la ciudad las grandes fábricas ni en los alrededores el rural emiliano. Roma tras el 8 de septiembre había permanecido aislada. Detenidas las construcciones inmobiliarias y los trabajos públicos, una parte de los empleados estatales empujada al norte, la vida económica paralizada, comenzó a pesar mes a mes el problema del hambre. Muchas familias romanas buscaban refugio en el campo mientras en la ciudad afluían todos aquellos que, en la perspectiva de una liberación considerada inminente, esperaban reconectarse con las regiones meridionales.

La lucha de los patriotas romanos se desarrolla por lo tanto en condiciones muy difíciles, en una ciudad que se encontró en la retaguardia inmediata de un gran campo de batalla en el cual, sobre todo tras el desembarco de Anzio, se concentraba un alto número de aguerridas divisiones alemanas. Las cuales, de hecho, habían transformado la llamada “ciudad abierta” en la base principal de sus operaciones y en el centro de sus comandos, de su abastecimiento, de sus conexiones. También políticamente la Resistencia Romana se desarrolla en condiciones particularmente difíciles, estando todavía vivas las diferencias políticas el seno del propio Comité de liberación nacional y fuera de él.

El gran mérito del PCI fue comprender que contra las maniobras, las intrigas, las discusiones bizantinas, el arma más eficaz era la acción audaz de los patriotas, la osadía de los GAP, la lucha del pueblo romano. Y esta acción avanzó en la ciudad, desde los primeros, tímidos, actos, desde los grandes escritos murales y desde los mítines móviles del 7 de noviembre hasta los ataques contra los centros del enemigo (el hotel Flora y el cine reservado a las tropas alemanas en la plaza Barberini), hasta la gran semana de ataque general inmediatamente después del desembarco de Anzio, cuando se llegó al límite extremo de la preparación de la insurrección. Esta fue detenida en el último momento, por el vuelco de la situación militar y el contraataque alemán en el frente de Anzio.

El movimiento patriótico pagó severamente, con graves y dolorosas pérdidas, el hecho de haberse descubierto con la intensificación de los ataques y en la preparación de la insurrección. Nuestras fuerzas fueron fuertemente golpeadas debido a una traición que llevó al arresto de Calamandrei, de Pintor y de otros por parte de la banda Koch que había hecho de la prisión Jaccarino, entonces en Via Romagna, un lugar de tortura.

A los supervivientes como yo nos fue ordenado reaccionar a cualquier precio. Y lo hicimos. Por suerte se amplió la participación popular en la lucha contra el hambre y las deportaciones (manifestaciones de mujeres en la Avenida del Milizie, manifestaciones por el pan, etc.). Y la lucha continuó cada vez más dura y decidida en los meses sucesivos, antes y después del ataque de los GAP en Via Due Macelli y en Via Rasella.

La huelga del 3 de mayo dio muestras de numerosos episodios la valentía de los patriotas y del amplio consenso; sacó también a relucir las insuficiencias de un movimiento en el cual la vanguardia audaz y restringida, puesta a prueba duramente por los episodios de la lucha, no se apoyaba sobre un amplio movimiento de masas y necesitaba nutrirse continuamente de nuevas energías. Los jefes –como ya he dicho– fueron Valentino Gerratana y Carlo Salinari. Pero no pudimos solos.

Debo recordar que en las Fosse Ardeatine cayeron 335 mártires de la Resistencia romana. Había de todo, generales y soldados, obreros e intelectuales, comunistas y monárquicos, católicos y judíos, dirigentes de partido y simples ciudadanos. Aquella sangre generosa ha bañado la ciudad antigua, secular, y le ha dado nueva vida. Si hoy Roma es una ciudad democrática grande y viva, es porque ha sabido, con el sacrificio y con la lucha en los diez meses de su resistencia, ocupar su puesto en la gran batalla por la libertad y la independencia de Italia.

Del Gerratana filósofo no me corresponde hablar a mí. Era muy estricto pero tenía un sentimiento laico del comunismo. Y creo que esto explica la manera en la que se aproximó a Gramsci y como lo ha leído. Un comunismo que no afirma principios definitivos ni metas últimas, que no se inventa instituciones válidas de una vez por todas. Un comunismo que no se piensa a sí mismo como el fin de la historia. Un movimiento histórico de gran alcance que –como tal– ha fracasado, pero que deja a sus espaldas la necesidad de un horizonte mental capaz de iluminar la lucha de las clases y de las hegemonías a nivel planetario.

Comparto el juicio de Fabio Frosini: Gerratana era un hombre completamente comprometido con la difícil empresa de cuadrar el círculo de la historia (de la experiencia) y de la teoría. Y esto por medio de aquel acto creativo llamado “política”, es decir, por medio de aquel acto que es y sigue siendo realmente “creativo” (es decir, transformador, revolucionario) que es la Gran Política. Y lo es a condición de que consiga evitar reducirse a mera “confirmación” de la teoría tanto como evitar alejarse de los movimientos reales. En definitiva, Lenin y Gramsci, las figuras sobre las que más reflexionó Gerratana, los hombre que han logrado mantenerse a la altura de esta tarea, junto a pocos otros, como Labriola.

Era de verdad un “filósofo democrático”. Un filósofo cuya personalidad –dice el propio Gerratana con Gramsci– no se limita a la propia individualidad física. sino que es más bien “una relación social activa de modificación del ambiente cultural”. Es una relación que, para ser válida, dice Valentino siempre citando a Gramsci, debe permanecer abierta, como la relación activa de ciencia y vida, nunca concluida en la completa perfección de un proceso que ya no tiene necesidad de ser renovado. Porque si es verdad que “todo maestro es siempre un alumno y todo alumno un maestro”_, esto vale no solo y no tanto para las relaciones didácticas habituales como para aquella gran escuela que es la vida en su desarrollo histórico. Desde este punto de vista la teoría gramsciana de la hegemonía no solo adquiere una connotación crucial, sino que alcanza también su mayor expresión.

Alfredo Reichlin Fue partisano, periodista, director de L’Unità desde 1958, Secretario regional del PCI en la Puglia y Diputado nacional desde 1968

Fuente:

"Valentino Gerratana. 'Filósofo democrático'", Roma: Carocci, 2011 (International Gramsci Society - Italia)
Traducción: Anxo Garrido

domingo, 5 de abril de 2020

Manolis Glezos, héroe de la resistencia griega

Estandarte de la izquierda helena, labró su leyenda al arriar la bandera con la esvástica de la Acrópolis durante la ocupación nazi de Atenas

La noche del 30 al 31 de mayo de 1941, dos chavales treparon a la entrada de la Acrópolis, donde ondeaba la bandera con la esvástica desde que, apenas un mes antes, las tropas nazis entraran en Atenas. Apóstolos Lakis Santas, de 19 años, y Manolis Glezos, de 18 años, arriaron la enseña y desaparecieron en la oscuridad, mientras daban a luz una leyenda. Lakis Santas murió en 2011 y Glezos, estandarte de la izquierda griega, soltó amarras a los 98 años este lunes, en Atenas, de una insuficiencia cardiaca.

Corrían los duros años de la Segunda Guerra Mundial, cuando Grecia era un bocado apetitoso en disputa entre las fuerzas del Eje y el Tercer Reich. La ocupación nazi (1941-1944) desencadenó uno de los periodos más negros de la historia reciente del país: las matanzas de civiles en Dístomo o Kalávryta; una hambruna que mató a cientos de miles de personas; ejecuciones sumarias, como la del hermano menor de Glezos. Más tarde, una guerra civil (1946-1949) que hizo jirones a la izquierda griega. Desde el primer día de la ocupación, como un resistente y fecundo sarmiento, el combatiente Glezos encarnó entre la escombrera de siglas la llama de la resistencia, así como el compromiso sin componendas. A un superviviente como él no le dolieron prendas en romper con Syriza, formación de la que fue diputado (2012) y europarlamentario (2014), cuando la izquierda gobernaba por primera vez el país, tras el vergonzante rescate que Alexis Tsipras se vio obligado a aceptar en 2015.

Como otro gran titán, el compositor Mikis Theodorakis –compañero de viaje y de protestas–, las de Glezos fueron verdades del barquero: incluso dentro de Syriza se asumían por pertinentes sus tirones de orejas, mientras seguían acudiendo a él como quien va de romería a un santo laico. Numerosos dirigentes del partido, así como de la conservadora Nueva Democracia, en el poder, glosaron este lunes su figura como “símbolo de la nación”. El Gobierno anunció también que su sepelio será sufragado con fondos públicos.

El que el general De Gaulle llamó en su día “el primer resistente de Europa” ha muerto como vivió, peleón hasta el punto de batirse el cobre en primera fila, tragando gases lacrimógenos como cualquiera, en las infinitas protestas antiausteridad en Atenas. Glezos nunca dejó de reclamar a Berlín las compensaciones de guerra por la ocupación nazi, lo que no impidió que durante una ceremonia en memoria de las víctimas de la invasión, en 2017, auxiliara al embajador alemán en Grecia, abucheado por los asistentes, arguyendo que los hijos de los criminales no deben pagar por los delitos de sus padres.

Originario de Apírazos, un hermoso pueblecito de la isla de Naxos del que también fue alcalde, Glezos se trasladó a Atenas de pequeño con su familia. Y como Grecia era pobre, con una pobreza mansa, limpia y honesta como gusta recordar el escritor Petros Márkaris, hizo de todo para sobrevivir: fue mancebo en una farmacia, estudiante frustrado por la guerra, periodista amateur, escritor, poeta, librero. Y político sobre todas las cosas, con ese aspecto de viejo lobo de mar, una sonrisa inmarcesible bajo la fronda del bigote, y su pelambrera blanca como un golpe de luz entre la marea de claveles rojos que cada noviembre conmemoran la masacre del Politécnico de Atenas de 1973, que precipitó el fin de la dictadura de los coroneles.

En la hoja de servicios a la siempre menguada izquierda griega, Glezos apuntó torturas, dos condenas a muerte, 16 años de cárcel y periodos de destierro y extrañamiento en las islas-prisión del Egeo. La movilización internacional, con De Gaulle, los escritores Albert Camus y Jean Paul Sartre y el pintor Pablo Picasso a la cabeza, le sacó en dos ocasiones del atolladero.

En una de sus últimas entrevistas, Glezos rememoraba la hazaña que protagonizaron él y su amigo Lakis en 1941. “Me preguntan siempre por la bandera, pero el principal recuerdo que tengo de esa noche es mi madre. Cuando llegué a casa, pasada la medianoche, la vi esperándome en la escalera. Me cogió de la oreja, me llevó a la cocina y en voz muy baja, para no despertar al resto de la familia, me preguntó dónde había estado. Entonces yo abrí la bolsita que llevaba y le enseñé un trozo de la esvástica que había recortado. Me abrazó, me besó y me dijo: ‘Vete a dormir’. A la mañana siguiente, mi padrastro le preguntó dónde me había metido la víspera. Mi madre respondió: ‘Subió a la terraza a ver la Acrópolis’. Es el recuerdo más conmovedor que tengo [de aquella noche], el de mi madre”.

https://elpais.com/internacional/2020-03-30/manolis-glezos-heroe-de-la-resistencia-griega.html

https://www.sinpermiso.info/textos/adios-al-rebelde-manolis-glezos-primer-partisano-de-europa

viernes, 2 de noviembre de 2018

_- Muere Joachim Ronneberg, jefe del comando que saboteó la bomba atómica nazi. El último de los héroes de Telemark, fallecido con 99 años, evitó en 1943 el gran proyecto militar de Hitler.

_- Ya no quedan héroes de Telemark, y el mundo está más vacío de valor y de aventura. El legendario Joachim Ronnenberg, el último de los miembros del famoso grupo de comandos que saboteó las instalaciones de fabricación de agua pesada de Vermok, en Rjukan, en la región de Telemark (Noruega), fundamentales para el proyecto de bomba atómica nazi, ha fallecido el pasado día 21 en su localidad natal noruega de Aalesund a los 99 años. Ronnenberg, entonces con 23 años y teniente, era el jefe de la pequeña fuerza de valientes que asaltó la planta hidroeléctrica de la empresa Norsk Hydro el 27 de febrero de 1943 y voló con explosivos su equipo para fabricar agua pesada, alejando los sueños de Hitler de conseguir un arma nuclear, a Dios gracias.

Eran nueve, llegaron en una helada noche de invierno vistiendo ropa blanca de camuflaje, enterrados en nieve hasta la cintura, armados con metralletas Thompson, pistolas y granadas, cargados con los explosivos y portando cada uno una ampolla con cianuro just in case —como les dijeron los instructores ingleses—, por si acababan en manos de los alemanes, previsiblemente poco comprensivos con los saboteadores aunque llevaran debajo uniforme militar británico.

La osada operación en la Noruega ocupada, una de las más famosas y exitosas de comandos en la Segunda Guerra Mundial y una verdadera lección de supervivencia en condiciones drásticas, fue recreada de manera bastante libre —demasiado, según el propio Ronneberg— en la famosa película Los héroes de Telemark (1965), de Anthony Mann, con Kirk Douglas y Richard Harris. La reciente serie noruega La guerra del agua pesada (2015), explica los hechos de manera mucho más ajustada a la realidad histórica. No hubo disparos y los comandos no sufrieron bajas ni tuvieron que matar a nadie.

El ataque de Ronnenberg y su grupo, la denominada Operación Gunnerside, montada por las fuerzas especiales británicas del SOE (Special Operations Executive) y la resistencia noruega, era en realidad la culminación de una serie de frenéticos y desesperados intentos para acabar con la amenaza que suponía el agua pesada —óxido de deuterio, moderador de la reacción en cadena para fabricar una bomba de plutonio— que se obtenía, antes de la guerra, al producir fertilizante, en la pequeña localidad del centro de Noruega. En el curso de un intento anterior, la Operación Freshmann, habían muerto, al estrellarse los dos planeadores Horsa que los transportaban para infiltrarlos en la Noruega ocupada o fusilados tras capturarlos los nazis, una treintena de paracaidistas británicos.

La introducción del comando noruego —formado por exiliados en Gran Bretaña— en una de las regiones más salvajes y frías del país escandinavo requirió a sus miembros enormes dosis de coraje y aguante. Un primer grupo de tres (Swallow) se adelantó para preparar una pequeña base en una cabaña aislada. Ronnenberg llegó en paracaídas en el segundo grupo de seis. Tardaron cinco días en encontrarse. Esquiaron (no en balde eran noruegos) hasta el objetivo. A la fábrica (hoy visitable como museo) solo se podía acceder por un vertiginoso puente sobre el río Mana muy vigilado por los alemanes. Los comandos descendieron por uno de los lados de la garganta, cruzaron la corriente por un puente de hielo y treparon esforzadamente por el otro lado. Mientras los demás los cubrían, Ronneberg y Fredrik Kayser, a los que se unieron después otros dos miembros del equipo de demolición, entraron en la factoría, pusieron las cargas y salieron pitando. Una operación limpia. Quien firma estas líneas tuvo el privilegio de revivir la acción durante el rodaje in situ en febrero de 2014 de la serie noruega. Durante unos segundos, en un descanso, en medio de la nieve en el barranco, incluso pude sostenerle la metralleta al actor Tobias Santelmann, que encarnaba a Ronneberg, mientras se comía un bocadillo.

Mientras los demás los cubrían, Ronneberg y Fredrik Kayser, a los que se unieron después otros dos miembros del equipo de demolición, entraron en la factoría, pusieron las cargas y salieron pitando. Una operación limpia.

Ronneberg, un hombre alto y en su madurez con aspecto de Clint Eastwood, decía que solo había entendido la importancia de lo que sus comandos y él hicieron después del lanzamiento de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki. Pensó que, de haber fallado ellos, Londres podía haber quedado como las ciudades japonesas. Sabían que era una misión casi suicida. “A menudo pensábamos que era un viaje solo de ida”. También señalaba que la huida de 320 kilómetros a Suecia tras el sabotaje, con millares de alemanes enfurecidos persiguiéndolos a través de la Noruega cubierta de nieve, había sido “el mejor fin de semana de esquí de mi vida”. Así hablan los valientes. Se salvaron todos, alguno, como Knut Haugland, para luego formar parte de la expedición de la Kon-Tiki, nada menos. Ronneberg, que había escapado a Escocia en un bote tras la invasión alemana en 1940 y se había alistado para regresar a luchar, realizó otras misiones durante la guerra. Recibió numerosa condecoraciones, entre ellas la Cruz de Guerra con espadas noruega y la DSO (Orden de Servicios Distinguidos) británica (sin duda todo el equipo mereció la Cruz Victoria). Tras la guerra trabajó en la radio pública de su país. Siempre se mostró reservado y modesto sobre su papel en la operación en Telemark y advirtió a los jóvenes que hay que estar dispuestos en todo momento a luchar por la paz y la libertad.

La primera ministra de Noruega, Erna Solberg manifestó al conocer la noticia de la muerte de Ronneberg: “Era uno de nuestros grandes héroes. La última de las grandes figuras de la Resistencia”. En 2014 se le había dedicado una estatua (que lo mostraba de manera muy realista y ataviado de comando) en su ciudad.

El esfuerzo de los héroes de Telemark sirvió para detener la producción de agua pesada varios meses, seguramente decisivos para que Hitler no tuviera su bomba. Pero luego, por si acaso, los aliados decidieron bombardear la planta (algo que se había descartado para evitar la muerte de civiles). El ataque masivo de 160 bombarderos estadounidenses en noviembre de 1943 causó la muerte de 22 noruegos. Posteriormente, en febrero de 1944, la resistencia hundió en el vecino lago Tinn el transbordador que partía para llevar a Alemania las últimas existencias de agua pesada. Murieron otros 14 civiles noruegos. Todo lo cual hace más notable la gesta incruenta de Ronneberg y los suyos, esos hombres valientes, inolvidables.

https://elpais.com/cultura/2018/10/29/actualidad/1540830126_610772.html

jueves, 18 de octubre de 2018

Brasil: un país históricamente golpeado. La tragicomedia de errores de la primera vuelta en las elecciones del Brasil y el “¿Qué hacer?”, de Lenin, en la segunda vuelta.





Al leer y analizar la tragedia, Franz von Sickingen, en una carta fechada el 6/mar/1859, Karl Marx argumentó al respecto: la tragedia de Lassale tiene un error grave porque no ha sabido identificar el conflicto de base de aquel periodo histórico, que no se dio entre caballeros medievales y príncipes, sino entre campesinos y príncipes, ocurrido dos años después, entre 1524 y 1525.

Con ese argumento, el autor de El Capital (1867) nos proporcionó un verdadero axioma para el realismo estético: el acierto de la plasmación literaria de la historia como tragedia y de la tragedia como historia está en dependencia de la definición del conflicto que importa en una época dada, bajo el punto de vista de la lucha de clases.

Por consiguiente, errar el conflicto que define la tragedia de una época es incurrir en un error fatal, imperdonable, por el simple hecho de que el epicentro de la tragedia, no siendo visualizado ni debidamente representado, produce, como efecto, mistificaciones, equívocos evaluativos, desencuentros: una verdadera comedia de errores, tema, por ejemplo, de Don Quijote (1604/5), del escritor español Miguel de Cervantes Saavedra.

En ese contexto, lo que habitualmente se llama tragicomedia, siendo la mezcla entre la tragedia y la comedia, cuando no se atiene al conflicto de base de una época dada, la tendencia que emerge es la transformación de dicho conflicto en tragicomedia: una tragedia figurada como comedia de los errores históricos acumulados.

Bajo ese punto de vista, la tragicomedia de la historia de la lucha de clases brasileña (y eso vale también para nuestra oligarquía, para nuestras Fuerzas Armadas...), como en el episodio de los molinos de viento de la novela Don Quijote, de Miguel de Cervantes, tiene que ver con el hecho de que tendencialmente hemos luchado contra blancos equivocados y, más allá, blancos producidos tácticamente para enredarnos y hacernos perder la cabeza, el corazón, en fin, el foco vital, en falsos conflictos, teniendo en cuenta la tragedia histórica que nos toca realmente: nuestro estatuto colonial.

Considerando los argumentos presentados, es posible señalar que la especificidad del conflicto de base de la lucha de clases brasileña tiene la siguiente configuración histórica: fuimos colonia de Portugal, de 1500 a 1822; de Inglaterra, entre 1822 y 1889; de EE.UU, considerando la Doctrina Monroe (1823), de 1889 hasta hoy. En ese sentido, el desafío histórico fundamental del pueblo brasileño, y, por extensión, de la Izquierda, no es otro sino este: independencia nacional (económica, política, militar, cultural, étnica, de género), con soberanía popular.

Por lo tanto, hace más de cien años los EE.UU someten al pueblo brasileño a un verdadero régimen de esclavitud, impidiendo su desarrollo económico, tecno-científico, su soberanía popular, cultural e histórica. En asociación con la no menos colonizada oligarquía interna, para ello, cada treinta años en promedio Tío Sam nos ha golpeado. El golpe de 1889, disfrazado con el advenimiento de la Primera República y el fin del Imperio. El golpe de 1930, que decretó el fin de la Primera República y el inicio de la Nueva República (nacida, como la anterior, golpeada). El golpe de 1954, con el desencadenamiento trágico marcado por el “suicidio” del presidente Getúlio Vargas. El golpe militar/mediático/empresarial de 1964, que fue, en rigor, la continuidad del golpe de 1930. Y el actual golpe jurídico/mediático/militar de 2016, que derribó a la presidente electa Dilma Rousseff.

Sin contar el hecho de que, en realidad, los golpes que hemos sufrido son continuos (como una permanente contrarrevolución), todos cumplieron el siguiente objetivo transversal: atacar la memoria económica, política, cultural (como el “incendio” del Museo de la UFRJ), sobre todo la de resistencia, que produjimos en los intersticios de los golpes. El primer efecto trágico de eso es: hemos sido un pueblo desmemoriado. El segundo efecto trágico (efecto del efecto, como una tragicomedia) es: a cada golpe nos volvemos más parecidos, de forma caricaturesca, con nuestro agresor. El tercer efecto (efecto del efecto del efecto) es: hemos tenido una relación de Ideal de Ego con el país que nos esclaviza. El cuarto efecto del efecto del efecto del efecto trágico es: ceguera histórica acumulada: lo que nos vuelve extremadamente vulnerables a la comedia de errores; a la tragicomedia de la lucha de clases contra los “molinos de viento”. Todo esto, se da igual en Colombia. Lo único que cambia es que hemos sido esclavos de menos países: España y EE.UU. De los otros, no nos hemos dado cuenta, jejeje. Ah, y que pocos han leído Don Quijote, jeje.

Un golpe por acumulación por destrucción del Estado brasileño

Nunca es tarde para recordar que el actual golpe fue protagonizado por la operación Lava Jato o Lava a Chorros, iniciada en marzo de 2014. Esta, imitando la operación Manos Limpias, en Italia, se asoció a los medios corporativos y, teniendo en cuenta el sistema jurídico brasileño, actuó y actúa fuera de la ley de comienzo a fin, sea en lo que se refiere a las conducciones coercitivas (todas ilegales); sea en lo que atañe a las prisiones preventivas (todas ilegales); sea en lo que toca a las delaciones premiadas, que deben cargar su lastre en pruebas objetivas y ser objeto del más absoluto secreto judicial, lo que efectivamente no ocurrió ni ocurre, una vez que la prueba ha sido lo que menos importa y que todo es usado, precisamente, para activar la “ametralladora giratoria” del sistema de calumnias de los medios corporativos, sin contar lo peor: la prueba tiende a ser la propia noticia: la calumnia.

Esto es, algo muy parecido a esa outra comedia (musical) de equivocaciones que es la canción Cowboy fora da lei, del rockero Raul Seixas, en la que el vaquero ya no es Bush II ni Obama (además, no hay vaqueros negros) pues ha sido reemplazado por un animador de reality shows, muy parecido a Hitler en sus acciones, ya no en el fenotipo, y también a Bolsonazi. En la letra solo hay que cambiar prefeito (alcalde) por presidente y se tiene a éste último de protagonista: “Mamãe, não quero ser prefeito/ Pode ser que eu seja eleito/ E alguém pode querer me assassinar/ Eu não preciso ler jornais/ Mentir sozinho eu sou capaz/ Não quero ir de encontro ao azar.” “Mamá, no quiero ser presidente/ Puede ser que yo sea elegido/ Y alguien pueda querer asesinarme/ No necesito leer periódicos/ Soy capaz de mentir solito/ No quiero ir contra el azar.” https://www.youtube.com/watch?v=4syrZTW2aiI

Considerando el golpe permanente, a la moda ‘Manual del Golpe’, de Gene Sharp, si en el ámbito de la sentencia televisada del Mensalão, en 2007 y 2008, el entonces presidente del Supremo Tribunal Federal (STF), Joaquim Barbosa, condenó, basado en lo que fue conocido como dominio del hecho y, por lo tanto, sin pruebas, algunos de los principales líderes petistas, como José Dirceu y José Genuíno, en el ámbito de la operación Lava Jato el dominio del hecho se transformó en acto de oficio indeterminado, justificando, de ese modo, la condena de Lula da Silva, igualmente sin pruebas, así como la propia economía brasileña, una vez que el combate a la corrupción nunca fue su verdadero blanco, sino más bien lo contrario: la operación Lava Jato sirvió de soporte para el saqueo de las grandes empresas brasileñas, ya no más por medio de las privatizaciones basadas en la acumulación por desposesión, para recordar la tesis de David Harvey de la década de 1990, sino por la acumulación por destrucción, con el objetivo de empujar al país hacia la categoría de países parias, bajo el punto de vista económico, tecno-científico y social.

En ese contexto, Bolsonazi no constituye una sorpresa. Así, no es verdad que los dueños de los medios de producción del golpe, EE.UU, prefiriesen un perfil de centro para dar continuidad al desgobierno Temer, como el candidato del PSDB, Geraldo Alckmin. Bolsonazi es el tipo escupido de la acumulación por destrucción del estado brasileño y, así, de su economía y de su sociedad. Bien entendido, él es la continuidad de la Propuesta de Enmienda Constitucional, PEC 55, que congeló los gastos del Estado brasileño por 20 años a partir del 2017, aunque fue aprobada en diciembre de 2016. http://www.lr21.com.uy/mundo/1313932-brasil-senado-aprueba-pec-55-gasto-publico

La tragicomedia de los errores de la resistencia al golpe y de la lucha contra Bolsonaro

El primer acto de resistencia, propiamente dicho, contra el actual golpe tuvo como bandera: “¡Fuera, Temer!”. Por medio de nuestra instituida ceguera histórica, que nos bloquea para avistar nuestro verdadero conflicto de base, nos dejamos llevar por una caricatura que no tenía ni tiene importancia alguna, por ser un cobarde corrupto chantajeado. Mientras tanto, la operación Lava Jato seguía destruyendo la economía brasileña y chantajeando no solo a toda la clase política, sino también a la propia jerarquía del judicial, incluyendo a los ministros del STF.

Mientras estaba suelto, Lula da Silva dio un show de resistencia consecuente. Sacó de escena el “¡Fuera, Temer!” y se concentró en una resistencia afirmativa, denunciando a sus perseguidores del poder judicial y llamando al pueblo común, que es más que la suma de sus partes, a votar a creer en el país y a luchar por la restitución de la soberanía nacional. Con eso, la operación Lava Jato sufrió un revés importante, en términos de apoyo popular e incluso el Partido de los Trabajadores, el blanco principal, recuperó parte de su imagen positiva, siendo anotado por todas las encuestas como el partido menos desgastado por la política fascista del falso combate a la corrupción.

Aunque consideremos que haberse entregado a sus verdugos “fuera de la ley” haya sido un error histórico, incluso después de su arresto, al insistir en la bandera “Elección sin Lula es fraude”, Lula consiguió poner en suspenso la actual elección tutelada por los golpistas (nunca fue tan posible la existencia de fraude en la urna electrónica), razón por la cual, incluso preso, su popularidad continuó en aumento, abonando a su vez la victoria en la primera vuelta, con amplia ventaja, de acuerdo con todas las encuestas, si pudiera presentarse.

En ese contexto, la tragedia de la lucha de clases brasileña, aunque de forma errante y titubeante, estaba enfrentando el conflicto histórico que importa, a saber: los articuladores internos del golpe, al servicio del Tío Sam, fueron visualizados por primera vez, por medio de la resistencia al golpe, resistencia protagonizada por Lula da Silva.

Sobre todo después de la decisión favorable de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, que legitimó el derecho de Lula a ser candidato, a nuestro entender la decisión más acertada del PT habría sido mantener su candidatura hasta el final, poniendo así en suspenso unos comicios tutelados por los golpistas y que tienen como objetivo legitimar, vía urnas, el golpe dado a Dilma en 2016. Esa decisión, si se llevara a cabo, no obstante el efecto negativo de hacer que el PT no presentara candidato a la presidencia para los actuales comicios, contribuiría de forma fundamental a liberar el camino a Ciro Gomes, el candidato del Partido Democrático Laborista (PDT, en portugués, por Trabalhista), anotado en las encuestas como el más votado para derrotar a Bolsonazi en la segunda vuelta.

Sin embargo, como las decisiones políticas no siempre son maquiavélicas y las cosas son lo que resultaron y no lo que deseamos, la escogencia de Fernando Haddad, del PT (como cabeza de chapa) y Manuela d’Ávila, del PCdoB (como vice) enfrentó el primer desafío, el de la transferencia de votos del lulismo. En ese contexto, en las dos primeras semanas en que Haddad se presentó como candidato de Lula, el traslado de votos de éste para aquél no paraba de crecer, lo que hizo a aquél aproximarse, en las encuestas de intención de voto, a Bolsonazi, con una nítida tendencia a sobrepasarlo ya en la primera vuelta.

Una alerta roja, en el doble sentido del término, fue encendida entre los administradores del golpe: era necesario detener la transferencia de votos de Lula a Haddad, lo que fue hecho al mismo tiempo, por medio de los siguientes procedimientos:

Callar (y ya se sabe que, de acuerdo con Lyotard, “mandar a callar es como mandar a matar”) a Lula da Silva de cualquier manera, impidiendo cualquier entrevista con él, aunque tal decisión sea absolutamente inconstitucional: al cabo, golpe es golpe; La apropiación del autodeclarado apartidario movimiento “Él No”, aprovechándose de su marca de género para transformarlo en guerra de los sexos, repitiendo así la guerra de las razas del siglo XIX: entonces, no se hablaba de la única raza que hay, la humanidad; La divulgación criminal, hecha directamente por el “juez” (otro cowboy fora da lei) Sérgio Moro, de delaciones sin pruebas de Antônio Palocci, ex ministro de Lula y de Dilma Rousseff, contra éstos últimos;

Entrevista exclusiva, y no menos ilegal, al candidato Jair Bolsonazi realizada por un canal de TV de la Iglesia Universal del Reino de Dios, la Record, en el mismo horario y día del último debate entre los candidatos, hecho por TV Globo, con la ausencia de Jair Bolsonazi; Con rarísimas excepciones, la entrada en escena de las Iglesias Pentecostales del Brasil, con sus pastores no solo declarando su voto por el candidato del golpe, sino, más allá de eso, transformándolas, las Iglesias, en verdaderos comités o jihads de los evangélicos contra el candidato profano de la supuesta diversidad sexual;

Toda esa “jihad” (o guerra no santa) antipetista fue activada por medio de algoritmos instalados en soportes como Watts y redes (anti)sociales, multiplicando, así, memes caricaturescos, en el ámbito de la “lucha de los sexos”, con el objeto doble de detener las transferencias de voto de Lula a Haddad y, también, de incorporar las clases populares lulistas a la campaña del (b)andidato del golpe.

Ese conjunto de factores, como una bomba, activó una ola pro-Bolsonazi en vísperas de los comicios, transformando el “Ele Não” en “PT Não”, alimentando, así, de miedo y de odio, a millones de electores que votarían por Lula da Silva, pero que efectivamente no votaron por Fernando Haddad. Esa situación —una verdadera guerra híbrida contra la transferencia de votos de Lula a Haddad— no solo consiguió parar esa transferencia, sino también hacerla migrar al candidato de los golpistas, lo que explica la derrota de candidatos que estaban al frente de las encuestas, como Dilma Rousseff, quien concurría al senado por Minas Gerais, así como Fernando Pimentel, que aspiraba al gobierno de Minas; y también el combativo senador Roberto Requião, quien disputaba su reelección al senado por el Estado de Paraná, más allá de “ene” casos más... sin contar la emergencia del hasta entonces inexpresivo partido de Jair Bolsonazi, Partido Social Liberal (una imitación del partido de Hitler), que logró transformarse en la segunda mayor bancada de la Cámara de Diputados, formando mayoría con otras siglas inexpresivas, empujadas por la misma ola fascista que los factores de guerra híbrida ya descritos han motivado.

Evidentemente, la ola fascista solo fue posible por dos motivos y el primero es el más obvio: callar a Lula y sustituir la lucha de clases anti-colonial brasileña por la tragicomedia de los errores, que son desvíos de desvíos de nuestro conflicto histórico de base, ya analizados en este ensayo. El segundo motivo es: al no enfrentar la lucha de clases a partir de nuestro conflicto de base, pero por el sesgo de la tragicomedia de los errores históricos de la ceguera brasileña, los candidatos del PT con más chance de ganar, así como el propio Haddad, quedaron a la defensiva, favorecendo, así, la ola fascista pro-Bolsonazi que ocurrió en vísperas de los comicios, con su desenlace en el último domingo, precisamente, el día de la elección de la primera vuelta.

Conclusiones

Los administradores internos del golpe, con el epicentro en la operación Lava Jato, muy probablemente van a entrar en escena nuevamente en la segunda vuelta de las elecciones brasileñas, activando el fascismo del poder judicial contra la candidatura de Haddad. Todo puede suceder; lo peor, lo que significa que no está fuera del escenario la conducción coercitiva, seguida de prisión preventiva, de líderes petistas como la propia Dilma Rousseff, si dedujeran que eso tendría un impacto positivo a favor del candidato del golpe y de los golpistas.

Como estamos en el meollo de la tragedia de la colonización brasileña, no hay otra salida: Haddad necesita evitar a toda costa la tragicomedia de los errores, muchas veces activada por los propios administradores del golpe, para enfocar lo que realmente interesa: denunciar el golpe; como no es posible pensar la táctica ni la estrategia para la segunda vuelta, sin una crítica objetiva a los errores cometidos en la primera, pensamos lo siguiente al respecto:

1. El mayor error en la primera vuelta fue no haber enfrentado la injusticia de la estructura judicial. Ese fue y será el tema que los golpistas esgrimieron y esgrimirán y el PT quedó a la absoluta defensiva. Para el pueblo (no solo brasileño), Lula preso es señal de que cometió crimen de corrupción de hecho... no sin aclarar aquí, desde luego, que no se le metió a la cárcel por ningún delito y, menos, con prueba alguna en su contra: de eso hay suficientes documentos y testimonios, como los que aquí se adjuntan: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=240470 y http://www.rebelion.org/noticia.php?id=240897.

Es necesario desenmascarar esa injusticia enfocándose en la “justicia”, denunciando a Bolsonazi por sus tantos delitos (como el de usar testaferros para hacerse, con sus tres hijos, a 13 inmuebles en Rio de Janeiro, a través del programa “Minha Casa” de Lula) y, de paso, mostrando, por a+b, que Lula está preso injustamente y que, además, es un preso político: lo que no es cualquier cosa, sino un argumento jurídico, legal y constitucional que, de paso, denota violación del DIH (caso ONU decretando su libertad y venales jueces brasileños negándola) y del Estado de derecho, así como de la Ley brasileña. https://veja.abril.com.br/blog/sensacionalista/bolsonaro-anuncia-o-projeto-minhas-casas-minha-vida/.

Es necesario relacionar la estructura judicial al golpe y a la profundización de la crisis económica. Es necesario martillar en el mismo clavo o repetir hasta el cansancio, que la operación Lava Jato desempleó a millones de brasileños. Es necesario explicar al pueblo (también al colombiano y demás pueblos del mundo) cuál es el problema histórico de Brasil: su estatuto colonial. Es necesario comparar a Lula con Tiradentes, con Getúlio Vargas, con Juscelino Kubitschek;

2. Otro error grave fue el desvio del tema de la lucha de clases hacia el tema de la guerra de géneros, teniendo en cuenta la especificidad del caso brasileño, que en casi nada, a propósito, difiere del caso colombiano. Vimos que ese desvio no agrega votos y favorece tremendamente la candidatura del adversario: es el tema preferido por el nazi-fascismo;

3. Faltó, también en la primera vuelta, una crítica incisiva a la biografía política del adversario de la segunda, para mostrar cuál es su verdadero rostro, no el que se les quiere vender a los brasileños por parte de sus amigos fascistas/golpistas: puesto que, por contraste, se trata de un político que odia al trabajador, que votó para liquidar los derechos laborales y que buscará acabar con la jubilación del pueblo brasileño.

Como en Colombia ya empieza a hacerlo el MinFinca, no MinHacienda, Alberto Carraspillo, no Carrasquilla, atendiendo las “recomendaciones” del FMI y siguiendo los lineamientos del, en su orden, presidente y subpresidente Uribe/Duque, dado que, para completar la faena criminal, el primero de éstos sostiene que hay que elevar la edad de jubilación, en tanto, para él y solo para él, la edad promedio de las mujeres es mayor que la de los hombres (dato que se extrapoló al garete del reciente y manipulado censo) y que, por ende, dicha jubilación es insostenible. La única jubilación viable, en tal sentido y por ahora, sería la jubilación política del (b)andidato Bolsonazi y no por razones exiguas, sino de alto contenido jurídico y socio/político: los delitos ya citados y su peligrosísimo carácter racista, xenófobo, sexista, misógino y apologista de la tortura. En suma, un auténtico enajenado de lo que se conoce como la condición humana y, por contraste, lo más cercano a la desnaturalización del tipo Uribe/Trump/Peña Nieto/Temer/Piñera.

En fin, en ambos casos, el de Brasil y el de Colombia, también por ahora, no queda otra salida que irnos a la lucha de clases. Con voluntad y sin dilaciones. Se sabe que el enemigo no duerme: bueno, tampoco puede hacerlo por su rol hierático/hienático. Sus viles funciones se lo impiden. En cambio, a Haddad, le queda reivindicar la figura de Lula a través de su decidida/decisiva vocación de educador, político y, más que nada, humanista.