Hemos traducido este artículo del periodista estadounidense Ben Norton por ser uno de los más exhaustivos que se han escrito sobre un importante acontecimiento que ha pasado prácticamente desapercibido en los grandes y principales medios de comunicación españoles y europeos.
Un comité designado por el parlamento británico para evaluar la intervención de Reino Unido en la guerra de Libia ha concluido que todos los argumentos en los que se basaron quienes lideraron la coalición internacional atacante eran mentiras y exageraciones infundadas. Que fue una enorme irresponsabilidad por parte de los parlamentarios británicos apoyar una guerra basando sus decisiones en informaciones difundidas por medios de comunicación y otras fuentes sesgadas con intereses ocultos, y sin prever las graves conseciencias.
Nos vemos en la obligación de ofrecer algunas consideraciones sobre el informe ya que deja el papel fundamental de Estados Unidos en segundo plano, porque su objetivo es evaluar la actuación de su gobierno y no la de otros. Creemos que no concede el peso que realmente tuvo el Departamento de Estado de EEUU, bajo las órdenes de Hillary Clinton, en el inicio, incitación, desinformación y desarrollo de y sobre la guerra. Tras la publicación de los emails de Hillary Clinton ha quedado en evidencia que este papel fue de mayor peso del que el comité británico ha concedido. No olvidemos que el país aliado, colaborador y socio incondicional de los principales financiadores de la guerra de agresión a Libia, Qatar y Emiratos Árabes, es EEUU.
Documentos desclasificados del gobierno de EEUU desvelaron hace tiempo que desde los años 60 la diplomacia estadounidense lleva a cabo la estrategia -para acceder a los recursos africanos- de presionar a los países aliados y de la OTAN para que intervengan en África e impidan a los gobiernos nacionales controlar los recursos, quedando ellos como “observadores preocupados” ante la opinión pública y los propios gobiernos presionados. Esta estrategia que ha dado excelentes resultados durante los últimos 50 años se repite una y otra vez ante las narices de todo el mundo. Aunque es obvio que la apabullante ayuda militar y de inteligencia de EEUU, lo que se llama ahora de “Seguridad”, es lo que verdaderamente hace posible la intervención de otros países como Francia y Reino Unido en África. Este “observador preocupado” contactó con Sarkozy y le contó que Gadafi tenía infinitas toneladas de oro y plata porque quería implantar una moneda panafricana “que sustituyese al franco francés”, algo que el Banco Central de Francia no puede permitirse.
Hay que recordar que este plan era conocido porque el propio Gadafi lo venía proponiendo en las cumbres de la Unión Africana desde hacía años, y Francia nunca corrió a bombardear Libia por ello, a pesar de ser un país invitado a todas las reuniones de la UA, sino que se hacía cargo de ello por otros medios.
Sin embargo, los emails de los asesores de Clinton y de ella misma dejan entrever una clara intención de “malmeter” a Sarkozy y a su equipo, haciéndole ver de paso, que en EEUU cuando la popularidad de un presidente cae, el entrar en una guerra exterior le permite recuperar la popularidad, le hace caer en la cuenta de que puede hacerse con los recursos que van a quedar “sin dueño” en el Sáhara y le deja claro que no se preocupe por sus fuerzas militares, que no le faltará respaldo. De este modo, una vez más, EEUU queda como el “observador preocupado” y logra su objetivo principal que es acabar con el plan de Gadafi de comerciar el petróleo y el gas de la Organización de Países Productores de Petróleo, OPEP, en una moneda basada en oro, que podría ser el dínar libio, pero también cualquier otra, y no en el dólar estadounidense que no está basada en nada y su emisión por parte de la Reserva Federal es totalmente opaca. Eso sí es un peligro para el llamado Establishment económico mundial, encabezado por EEUU.
Esta estrategia se puede ver en diversos hechos que no suelen analizarse en los medios, como por ejemplo lo ocurrido cuando en uno de los primeros momentos de la intervención, la OTAN se había estancado combatiendo a las fuerzas de Gadafi, pero inmediatamente surgió de la nada un submarino estadounidense en el Mediterráneo, el USS Florida, y lanzó 100 misiles crucero contra el ejército de Libia en una sola noche, con lo que abrió un corredor para que los franceses, británicos y demás (España también intervino) pudieran seguir con “su” intervención.
Esta narrativa: “Francia no quiere perder su influencia”, “protestas internas suplican a la ex colonia intervención”, “quere tener el control de los recursos”, es muy similar a la de otras guerras de Francia en África, pero en todas hay un componente que se repite y que nunca se analiza: en cuestión de días, un descomunal despliegue militar -suministrado rapidamente por EEUU y aliados del Golfo- arrasa con países de escasa población y no preparados ni interesados en ninguna guerra. Francia necesita mantener el franco CFA, sí, pero sin el empuje, la incitación y el apoyo de EEUU no entraría tan alegremente en guerras en África, y de paso, EEUU logra su objetivo de impedir que los gobiernos africanos controlen sus propios recursos naturales y financieros.
Mientras tanto, el control de la información que crea la opinión pública sigue siendo un asunto tomado demasiado a la ligera por todos, incluso por informes tan importantes como estos. Por ejemplo, algunas de las fuentes de los propios investigadores británicos son tan sesgadas como las qataríes y saudís que ellos denuncian, ya que se ocupan más que de informar, de exonerar a EEUU por esta guerra -de la que no se depurarán responsabilidades, a pesar de estos informes-, como el New York Times, Washington Post o las palabras del propio Obama.
Investigación británica: Gadafi no iba a masacrar a civiles; los bombardeos occidentales empeoraron el extremismo islámico.
Un nuevo informe publicado por el Parlamento británico muestra que la guerra de la OTAN sobre Libia de 2011 se basó en una serie de mentiras.
“Libya: Examination of intervention and collapse and the UK’s future policy options” (Libia: Examen de la intervencion y colapso y las futuras opciones políticas de Reino Unido), una investigación realizada por el Comité de Asuntos Exteriores de la bipartita Cámara de los Comunes condena el papel interpretado por el Reino Unido en la guerra, que derrocó el gobierno del líder Muamar Gadafi en Libia, y sumió el país del norte de África en el caos.
“No hemos visto pruebas de que el Reino Unido llevase a cabo un análisis apropiado de la naturaleza de la rebelión en Libia”, afirma el informe. “La estrategia de Reino Unido se basó en suposiciones erróneas y en una comprensión incompleta de las pruebas”.
El Comité de Asuntos Exteriores concluye que el gobierno británico “no fue capaz de identificar que la amenaza a los civiles fue exagerada y que los rebeldes incluían un elemento islamista importante”.
“La investiación libia, que se lanzó en julio de 2015, se basó en más de un año de investigaciones y entrevistas con políticos, académicos, periodistas y más. El informe, que fue publicado el 14 de septiembre, revela lo siguiente:
Gadafi no estaba planeando masacrar civiles. Este mito fue exagerado por los rebeldes y los gobiernos occidentales, que basaron sus intervenciones en poca información de Inteligencia.
La amenaza de los extremistas islamistas, que tuviron una gran influencia en las revueltas, fue ignorada -y los bombardeos de la OTAN hicieron esta amenaza incluso mayor, proporcionando a ISIS una base en el norte de África.
Francia, que inició la intervención militar, estuvo motivada por intereses económicos y políticos, no humanitarios.
Las revueltas -que fueron violentas, no pacíficas- probablemente no hubieran tenido éxito si no hubiera sido por la intervención y la ayuda militar extranjera. Los medios de comunicación extranjeros, particularmente Al Jazera de Qatar y Al Arabiya de Arabia Saudí, también difundieron rumores infundados sobre Gadafi y el gobierno libio.
Los bombardeos de la OTAN hundieron a Libia en un desastre humanitario, matando a miles de personas y desplazando a otros cientos de miles, transformando Libia de ser el país africano con el mayor nivel de vida a un estado fallido devastado por la guerra.
Mito sobre que Gadafi iba a masacrar a civiles y falta de información de Inteligencia
“A pesar de su retórica, la proposición de que Muamar Gadafi había ordenado la masacre de civiles en Bengazi no se apoyaba en ninguna prueba disponible”, afirma claramente el Comité de Asuntos Exteriores.
“Mientras que Muamar Gadafi ciertamente amenazó con violencia a aquellos que se levantaron en armas contra su gobierno, esto no se traducía necesariamente en una amenaza contra todo el mundo en Begazi”, añade el informe. “En resumen, la escalada de amenazas a los civiles fue presentada con una certeza injustificada”.
El sumario del informe también señala que la guerra “no contó con información precisa de Inteligencia”. Añade que “Al parecer, agentes de Inteligencia de Estados Unidos describieron la intervención como una decisión tomada a la ligera”.
Esto dessafía y contradice lo que las figuras políticas afirmaron en aquellos momentos previos a los bombardeos de la OTAN. Después de los violentos levantamientos que estallaron en Libia en febrero, y de que Bengazi -la segunda ciudad más grande de Libia- fuera tomada por los rebeldes, figuras de la oposición en el exilio como Soliman Bouchuiguir, presidente de la Liga para los Derechos Humanos con sede en Europa, afirmaron que si Gadafi retomaba la ciudad, “se produciría un auténtico baño de sangre, una masacre como la que se vivió en Ruanda”.
El informe del Parlamento británico, sin embargo, señala que el gobierno libio había retomado ciudades de los rebeldes a primeros de febrero de 2011, antes de que la OTAN lanzase su campaña de ataques aéreos, y las fuerzas de Gadafi no habían atacado a los civiles.
El 17 de marzo, señala el informe, dos días antes de que la OTAN empezase a bombardear, Gadafi dijo a los rebeldes en Bengazi: “Tirad vuestras armas, exactamente como hicieron vuestros hermanos en Ajdabiya y otros lugares. Ellos depusieron sus armas y están a salvo. Nunca los hemos perseguido”.
El Comité de Asuntos Exteriores añade que, cuando las fuerzas del gobierno de Libia retomaron la ciudad de Ajdabiya en febrero, no atacaron a los civiles. Gadafi “también intentó apaciguar a los protestantes en Begazi con una oferta de ayuda al desarrollo antes de desplegar finalmente las tropas”, añade el informe.
En otro ejemplo, el informe indica que, después de luchar en febrero y marzo en la ciudad de Misrata, la tercera ciudad más grande de Libia, que también había sido tomada por los rebeldes, solamente un 1% de las personas matadas por el gobierno de Libia eran mujeres y niños.
“La disparidad entre las muertes de hombres y mujeres sugiere que las fuerzas del régimen de Gadafi atacaban a los combatientes en una guerra civil y no a civiles indiscriminadamente”, asegura el Comité.
Altos funcionarios británicos admitieron en la investigación del Parlamento que no tuvieron en cuenta las actuaciones que de verdad estaba llevando a cabo Gadafi, sino que pidieron la intervención militar en Libia basándose en su retórica.
En febrero, Gadafi pronunció un acalorado discurso amenazando a los rebeldes que habían tomado el control de las ciudades. Dijo que “solo eran unos cuantos” y “unos pocos terroristas”, y los llamó “ratas” que “están convirtiendo Libia en los emiratos de Zawahiri y Bin Laden”, haciendo referencia a líderes de Al Qaeda.
Al final de su discurso, Gadafi prometió “Limpiar Libia, palmo a palmo, casa por casa, hogar por hogar, callejón por callejón” de estos rebeldes. Muchos medios occidentales, sin embargo, dieron por sobreentendido e informaron rotundamente que estas palabras significaban una amenaza para todos los manifestantes. Un periodista israelí popularizó esta línea de información convirtiéndolo en una canción titulada “Zenga Zenga” (callejón, en árabe). El vídeo de Youtube con el discurso remezclado circuló por todo el mundo.
El Comité de Asuntos Exteriores apunta en su informe que, en aquel momento, los funcionarios británicos “carecían de información de Inteligencia fiable”. William Hague, que sirvió como Secretario de Estado británico para Asuntos Exteriores y de la Commonwealth durante la guerra en Libia, afirmó al Comité que “Gadafi había prometido “ir casa por casa, habitación por habitación, exigiendo su venganza contra el pueblo de Bengazi”, citando erróneamente el discurso de Gadafi, añadiendo que “un montón de gente iba a morir”.
“Dada la falta de información de Inteligencia fiable, tanto Lord Hague como el doctor Fox destacaron el impacto de la retórica de Muamar Gadafi a la hora de tomar su decisión”, apunta el informe, también haciendo referencia al entonces Secretario de Estado para la Defensa, Liam Fox.
George Joffé, un académico del King’s Collegue de la Universidad de Londres, y un experto en Oriente Medio y Norte de África, declaró al Comité de Asuntos Exteriores para su investigación que, mientras que Gadafi algunas veces utilizaba una retórica intimidatoria bastante de “helarte la sangre”, ejemplos del pasado mostraban que el líder libio que tanto tiempo llevaba en el poder era “muy cuidadoso” para evitar la muerte de civiles.
En una ocasión, contó Joffé, “en lugar de intentar eliminar las amenazas al régimen en el este, en Cyrenaica, Gadafi se pasó seis meses intentando pacificar a las tribus del lugar”. Gadafi “hubiera sido muy cuidadoso con la respuesta real” agregó Joffé en el informe. “El temor a la masacre de civiles fue enormemente exagerado”.
Alison Pargeter, investigadora senior del Instituto Royal United Services, y especialista en Libia que también fue entrevistada para las investigaciones, se mostró de acuerdo con Joffé. Pargeter dijo al Comité que en aquel momento no había pruebas reales de que Gadafi se estuviera preparando para lanzar una masacre contra sus propios civiles”.
“Emigrados opositores a Muamar Gadafi explotaron la agitación en Libia exagerando la amenaza a los civiles y alentando a las potencias occidentales a intervenir”, señala el informe, resumiendo el análisis de Joffé.
Pargeter añadió que los libios que se oponían al gobierno exageraron el uso de “mercenarios” por parte de Gadafi, un término que a menudo se utiliza como sinónimo para designar a los libios de ascendencia subsahariana. La investigadora añade que los libios le habían dicho: “Los africanos están viniendo. Nos van a masacrar. Gadafi está mandando africanos a las calles. Van a matar a nuestras familias”.
“Creo que eso se amplificó demasiado”, asegura Pargeter. Este mito amplificado llevó a la violencia extrema. Los libios negros fueron reprimidos violentamente por parte de los rebeldes libios. La AP (Associated Press) informó en septiembre de 2011: “Fuerzas rebeldes y civiles armados están acorralando a miles de libios negros y migrantes del África Subsahariana”. Señalaba: “Prácticamente todos los detenidos dicen que son trabajadores migrantes inocentes”.
(Los crímenes que cometieron los rebeldes contra los libios negros iban a llegar a ser mucho peor. En 2012, hubo informes sobre que los libios negros fueron metidos en jaulas por los rebeldes y obligados a comer banderas. Como informó previamente Salon, Human Right Watch (HRW), también advirtió en 2013 de “graves y continuandas violaciones de los derechos humanos cometidas contra los habitantes de la ciudad de Tawergha, que son considerados por lo general como seguidores de Muamar Gadafi.” Los habitantes de Tawergha eran mayoritariamente descendientes de esclavos negros y eran muy pobres. HRW informó de que los rebeldes libios llevaron a cabo el “desplazamiento forzado de unas 40.000 personas y que las detenciones arbitrarias, las torturas y los asesinatos son generalizados, sistemáticos y lo suficientemente organizados como para considerarse crímenes contra la humanidad”.)
En julio de 2011, el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner reconoció que Gadafi es alguien dado “a utilizar una retórica exagerada”, pero en febrero, los gobiernos occidentales convirtieron sus discursos en armas.
El Comité de Asuntos Exteriores señala en su informe que, a pesar de la falta de información de las agencias de Inteligencia, “el gobierno de Reino Unido se centró exclusivamente en la intervención militar” como solución en Libia, ignorando otras formas disponibles de compromiso político y diplomáticas.
Esto es coherente con la información difundida por The Washington Times, que averiguó que el hijo de Gadafi, Saif, había esperado negociar un alto el fuego con el gobierno de Estados Unidos. Saif Gadafi abrió comunicaciones sigilosamente con la Jefatura del Estado Mayor Conjunta, pero la entonces Secretaria de Estado Hillary Clinton intervino y pidió al Pentágono que detuviera las conversaciones con el gobierno de Libia. “La Secretaria Clinton no quiere negociar en absoluto”, dijo a Saif un funcionario de Inteligencia de EEUU.
En marzo, la Secretaria Clinton había llamado a Muamar Gadafi una “criatura” “que no tiene conciencia y que amenazará a cualquiera que se ponga en su camino”. Clinton, que tuvo un papel de liderazgo en presionar para que la OTAN bombardease Libia, afirmó que Gadafi “haría cosas terribles” si no se le detenía.
Desde marzo hasta octubre de 2011, la OTAN llevó a cabo una campaña de bombardeos contra las fuerzas del gobierno de Libia. Afirmaba estar en una misión humanitaria para proteger a los civiles. En octubre, Gadafi fue brutalmente asesinado -sodomizado con una bayoneta por los rebeldes. (Al oír la noticia de su muerte, la Secretaria Clinton anunció, en directo en televisión, “We came, we saw, he died!” (¡vinimos, vimos y él murió!).
El informe del Comité de Asuntos Exteriores no obstante señala que, si bien la intervención de la OTAN fue vendida como una misión humanitaria, su objetivo ostensible fue logrado en tan solo un día.
El 20 de marzo de 2011, las fuerzas de Gadafi retrocedieron aproximadamente 40 millas [algo mas de 64 kilómetros] de Bengazi, después de que atacaran los aviones franceses. “Si el objetivo primordial de la intervención de la coalición era la urgente necesidad de proteger a los civiles en Bengazi, entonces este objetivo se logró en menos de 24 horas”, dice el informe. Sin embargo la intervención militar continuó durante varios meses más.
El informe explica: “la intervención limitada para proteger a los civiles se transformó en una política oportunista de cambio de régimen”. Este punto de vista ha sido cuestionado por Micah Zenko, un alto rango del Consejo de Relaciones Exteriores. Zenko utilizó los propios materiales de la OTAN para demostrar que “la intervención libia lo que pretendía desde el principio era el cambio de régimen”.
En su investigación, el Comité de Asuntos Exteriores cita un informe de Amnistía Internacional de junio de 2011, que señala que “la mayoría de la cobertura de los medios occidentales ha presentado desde el principio un punto de vista muy sesgado de la lógica de los acontecimientos, presentando el movimiento de protesta como completamente pacífico y sugiriendo repetidamente que las fuerzas de seguridad del régimen estaban masacrando impunemente a manifestantes desarmados que no suponían ninguna amenaza para la seguridad.”
Amnistía Internacional también dijo que fue incapaz de encontrar pruebas para las acusaciones de que el gobierno de Libia había dado viagra a sus tropas y los había alentado a violar a mujeres en las zonas tomadas por los rebeldes. La Secretaria de Estado Clinton, entre otros, había contribuido a esta mentira no probada.
Extremistas islamistas y la expansión de las armas libias
Hoy, Libia alberga la mayor base del grupo extremista genocida ISIS fuera de Irak y Siria. Otros grupos islamistas se apoderaron de grandes franjas de territorio después de que fuera destruido el gobierno de Libia.
“Ahora está claro que las milicias de militantes islamistas tuvieron un papel importante en la rebelión de febrero de 2011 y después”, afirma claramente el Comité de Asuntos Exteriores.
“La información de las agencias de inteligencia sobre el alcance de la implicación de los elementos militantes islamistas en la rebelión anti-Gadafi fue del todo inadecuada”, añade el informe. Cita al antiguo jefe de Estado Mayor de Defensa británico David Richards, quien “confirmó que la información de inteligencia sobre la composición de las milicias rebeldes “no era tan buena como uno hubiera deseado”.
La investigación preguntó a Richards si sabía si miembros del Grupo combatiente islamista de Libia afiliado a Al-Qaeda estaban participando en la rebelión de marzo de 2011. Dijo que “era una zona gris”. Richards recordó que “libios respetables estaban asegurando a la Oficina de Exteriores que “Extremistas islamistas no se beneficiarían de las revueltas, pero admitió, con el beneficio de la retrospectiva, que aquello no era más que un deseo en el mejor de los casos”.
“La posibilidad de que los grupos militantes extremistas intentaran beneficiarse de la rebelión no debería haberse reservado para la retrospectiva”, comenta el Comité. “Las conexiones libias con grupos extremistas militantes transnacionales eran conocidas antes de 2011, porque muchos libios habían participado en la insurgencia iraquí y en Afganistan con Al-qaeda.”
La destrucción del gobierno de Libia por parte de la OTAN también causó que algunas de sus inmensas reservas de armas y municiones “cayeran en manos de milicias” y que fueran traficadas por todo el norte y oeste de África y Oriente Medio”, señala el Comité de Asuntos Exteriores.
“La incapacidad de la comunidad internacional para asegurar las armas abandonadas por el régimen de Gadafi alimentó la inestabiliad en Libia y permitió que aumentase el terrorismo por todo el norte y oeste de África y Oriente Medio”
Cita un estudio de un panel de expertos de la ONU, que encontró armas del antiguo gobierno de Libia en Argelia, Chad, Egipto, Gaza, Mali, Níger, Túnez y Siria. El panel de la ONU señala que “armas originarias de Libia han reforzado significativamente la capacidad militar de grupos terroristas que operan en Argelia, Egipto, Mali y Túnez”.
Un estudio anterior del Parlamento británico citado por el informe también descubrió que las armas libias terminaron en las manos de Boko Haram, el grupo extremista afiliado a ISIS que ha llevado a cabo masacres de civiles en Nigeria.
El Antiguo Jefe de Estado Mayor de Defensa, Richards dijo a los investigadores que el Reino Unido esperaba impedir que las armas y munición del gobierno de Libia fueran confiscadas, pero no pudo recordar que el gobierno británico “hiciera nada para lograrlo”.
Motivaciones políticas y económicas de Francia
El Comité de Asuntos Exteriores confirma que “Francia lideró a la comunidad internacional en avanzar el caso para una intervención militar en Libia en febrero y marzo de 2011.” El Reino Unido se unión después, seguido de Estados Unidos.
El informe también señala que las principales razones para que Francia presionase en pro de la intervención militar en Libia eran los “recursos financieros casi sin fondo” de Gadafi, el plan del líder libio de crear una divisa alternativa al Franco francés en África. “El plan a largo plazo de Gadafi de suplantar a Francia como poder dominante en el FrancAfrique” y el deseo de “aumentar la influencia francesa en el norte de África”.
Inicialmente, los Estados Unidos no estaban decididos sobre la intervención militar en Libia, según el informe. “Había divisiones en el gobierno estadounidense”, descubrió la investigación. Esto confirma lo que ha dicho el presidente Obama después (dijo que la guerra de Libia había sido su “mayor error”), y lo que el New York Times averiguó en su propia investigación detallada.
Francia y el Reino Unido fueron los primeros en presionar a la comunidad internacional para imponer una zona de exclusión aérea en Libia, aparentemente para proteger a los civiles, según el informe. Sin embargo, una vez que estuvo a bordo del plan, los Estados Unidos fueron los que más agresivamente presionaron para la intervención militar.
“Los Estados Unidos fueron fundamentales en ampliar los términos de la resolución 1973 [Del Consejo de Seguridad de la ONU] más allá de la imposición de la zona de exclusión aérea para incluir la autorización de “Todas las medidas necesarias para proteger a los civiles”, señala el informe. “En la práctica, esto llevó a la imposición de una zona de exclusión vial y la autoasumida autoridad para atacar a todo el comando del gobierno de Libia y su red de comunicaciones al completo”.
Explicando las motivaciones de Francia, el informe cita un email de abril de 2011 a la entonces secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton que destacaba que “Gadafi tenía recursos financieros casi sin fondo para continuar indefinidamente”.
“El gobierno de Gadafi tiene 143 toneladas de oro, y una cantidad similar de plata”, escribió el asistente de Clinton Sidney Blumenthal, citando “fuentes con acceso a asesores de Saif al-Islam Gadafi”, el hijo de Gadafi.
Se pretendía que este oro “fuera utilizado para establecer una moneda pan-africana basada en el Dínar de oro líbio”, dice Blumenthal, citando “individuos con conocimientos”. Añadió que “Este plan había sido siseñado para proporcionar a los países del África francófona una moneda alternativa al Franco francés”.
“Oficiales de Inteligencia franceses descubrieron este plan poco después de que comenzase la actual rebelión, y esto fue uno de los factores que influyeron en la decisión de Sarkozy de comprometer a Francia con el ataque a Libia”, escribió Blumenthal, haciendo referencia al entonces presidente francés Nicolas Sarkozy, del partido de derechas Unión por un Movimiento Popular.
Los oficiales de Inteligencia francesa articularon 5 factores que motivaron a Sarkozy:
“1- Un deseo de obtener una mayor participación en la producción de petróleo de Libia
2- Aumentar la influencia de Francia en el Norte de África
3- Mejorar su situación política a nivel interno en Francia
4- Proporcionar al ejército francés una oportunidad de reafirmar su posición en el mundo
5- Hacerse cargo de la preocupación de sus asesores por los planes a largo plazo de Gadafi, para suplantar a Francia como poder dominante en el África francófona.”
El papel crucial de la intervención extranjera
El informe del Parlamento británico señala que los bombardeos de la OTAN “movieron la balanza militar en la guera civil de Libia en favor de los rebeldes”.
“La combinación del potencial aéreo de la coalición con el suministro [extranjero] de armas, Inteligencia y personal a los rebeldes garantizó la derrota militar del régimen de Gadafi”, añade el Comité de Asuntos Exteriores.
La resolución 1973, en marzo de 2011, del Consejo de Seguridad de la ONU que impuso una zona de exclusión aérea en Libia, se suponía que era para garantizar una extricta implementación del embargo de armas”, sigue señalando el informe, pero “la comunidad internacional miró para otro lado ante el suministro de armas a los rebeldes.”
Las fuerzas rebeldes sobre el terreno dentro de Libia “estaban reforzadas por personal y servicios de Inteligencia proporcionados por” Reino Unido, Francia, Turquía, Qatar y Emiratos Arabes Unidos, según desvela la investigación.
El entonces jefe de Defensa británico David Richards también dijo a los investigadores que el Reino Unido “tenía unas cuantas personas empotradas” en las fuerzas rebeldes sobre el terreno.
Richards hizo hincapié en “el grado en que los elementos de los Emiratos Árabes y Qatar… tuvieron un papel importantísimo en el éxito de las operaciones sobre el terreno”.
Citando a The Guardian, el informe señala que Qatar dio en secreto misiles antitanques de fabricación francesa a algunos grupos rebeldes. La investigación también dice que Qatar, una monarquía teocrática “canalizo sus armas hacia milicias favorecidas en lugar a a todos los rebeldes en conjunto.”
Por otra parte, Alison Pargeter, la expecialista en Libia, dijo al Comité “También creo que los medios árabes tuvieron un papel importante aquí”.
La especialista destacó Aljazeera, un medio de comunicación qatarí, y Al Arabiya, un medio de comunicación saudí, por difundir historias infundadas sobre Gadafi y el gobierno libio. Estos medios “verdaderamente estaban difundiendo exageraciones que después resultaron no ser ciertas”, explica.
Desastre humanitario y ecos de la guerra de Irak
El informe del Comité de Asuntos Exteriores reprocha a Rerino Unido, Estados Unidos y Francia por no haber articulado “una estrategia para apoyar y dar forma a la Libia post Gadafi”.
El resultado de esto, señala el informe en el sumario, “fue el colapso político y económico, la guerra entre milicias y entre tribus, crisis humanitaria y migratoria, violaciones generalizadas de los derechos humanos, la propagación de las armas del régimen de Gadafi por toda la región y el crecimiento de ISIS en el norte de África”.
El Comité cita en informe de Human Right Wotch de 2016, que indica:
“[Libia] se dirige hacia una crisis humanitaria, con casi 400.000 personas desplazadas internamente y el aumento de la interrupción de los servicios básicos, como el suministro de electricidad y combustible. Fuerzas implicadas en el conflicto continuan llevando a cabo con total impunidad detenciones arbitrarias, torturas, asesinatos ilegales, ataques indiscriminados, secuestros y desapariciones forzadas de gente de sus casas. El sistema nacional de justicia criminal se ha derrumbado en la mayoría de las partes del país, empeorando la crisis humanitaria”.
Antes de los bombardeos de la OTAN de 2011, por otro lado, Libia había sido la nación más rica de África, con la esperanza de vida más alta y el Producto Interior Bruto per cápita más alto. En su libro “Perilous Interventions” (intervneciones peligrosas) el antiguo representante de la India en la ONU, Hardeep Singh Puri, señala que antes de la guerra, Libia tenía menos pobres en su población que los Países Bajos. Los libios tenían acceso gratuito a una sanidad y edicación pública, acceso gratuito a la electricidad y a préstamos sin intereses, y la mujer gozaba de una gran libertad que había sido aplaudida por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en enero de 2011, en vísperas de la guerra que destruyó su gobierno.
Hoy Libia sigue siendo un país tan peligroso que de hecho el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes no pudo viajar al país durante sus investigaciones. Señala en el informe que una delegación visitó el norte de África en marzo de 2016. Se reunieron con políticos libios en Túnez, pero “no pudieron visitar Tripoli, Bengazi, Tobruk o ningún otro lugar en Libia debido al colapso de la seguridad interna y el estado de derecho”.
El informe sobre Libia del Parlamento británico llega justo dos meses después del informe Chilcot, la investigación del gobierno británico sobre la guerra de Irak, que también admite que la invasión de Irak liderada por Estados Unidos estuvo basada en numerosas mentiras, y de igual modo desvela que la guerra no ha hecho sino reforzar a Al-Qaeda y otros extremistas.
Citando la investigación de la guerra de Irak, el informe de Libia hace comparaciones entre las acciones de la administración del ex Primer Ministro Tony Blair y la de David Cameron. En 2010, Cameron creó el Consejo de Seguridad Nacional, ostensiblemente para proporcionar un modo de supervisión que no había antes de la invasión de Irak en 2003.
El informe de Libia, sin embargo, pide al gobierno británico que encargue una revisión independiente del Consejo de Seguridad Nacional. Esta revisión “debería estar informada de las conclusiones de la investigación sobre Irak y examinar si las debilidades en la toma de decisiones deo gobierno en relación con la intervención en 2003 han sido abordadas con la llegada del Consejo de Seguridad Nacional”, dice el informe.
En el único momento de humor en el -por otro lado macabro- informe, el Comité resume la situación humanitaria en Libia hot escribiendo, “En abril de 2016, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, describió la Libia de después de la intervención como un “Espectáculo de mierda”. Es difícil estar en desacuerdo con esta sucinta valoración”.
Por Ben Norton – @BenjaminNorton. Ben Norton es un reportero especializado en asuntos políticos que escribe en Salon.
Fuente: Salon – U.K. Parliament report details how NATO’s 2011 war in Libya was based on lies.
Traducido y editado por el equipo de redacción de UMOYA.
viernes, 30 de julio de 2021
jueves, 29 de julio de 2021
_- Puntualización al exministro Ignacio Camuñas
_- Empiezo esta puntualización declarando mi ignorancia. No conocía a Ignacio Camuñas en el papel de historiador sentando cátedra sobre el pasado. He quedado sorprendido que no quisiera discutir con sus aparentes "colegas". Las afirmaciones que ha hecho en un discursito que ha corrido como el fuego por las redes sociales son muy rotundas. La responsabilidad de la guerra civil corresponde a la República; el 18 de julio no fue un golpe de Estado; la derecha no es la culpable del 36; hay que responder a la izquierda. Es decir, las derechas (Vox, PP, C´s) deben pasar a la ofensiva y olvidarse de los más o menos 5.000 libros (Eduardo González Calleja) que se han escrito sobre el período republicano.
Hay que regresar, en consecuencia, a los embustes de los conspiradores de 1936: peligro inminente, revolución roja a la vuelta de la esquina, riesgo existencial para la PATRIA. Se materializaron en una guerra civil que siempre desearon las izquierdas. Camuñas retoma el espíritu de la Carta Colectiva del Episcopado español (1937) y del Dictamen sobre la ilegitimidad de los poderes actuantes en 18 de julio de 1936 (1939).
Tan altisonante palabrería se halla en la misma línea que las denuncias contra el "Gobierno social-comunista", como si la URSS siguiera existiendo, un peligro inminente se abatiera sobre el Occidente cristiano (singularmente sobre España) y los equivalentes de la Comintern continuaran proyectando amenazas sobre el baluarte de la civilización europea, expuesto a las influencias foráneas, a los refugiados de otras creencias y colores de piel, a la delicuescencia de las costumbres y, no en último término, al abuso despótico de los poderes del Estado. ¿Y el PP? Vuelve a sus orígenes, a los "siete magníficos", que probablemente Camuñas no ha olvidado.
Es decir, en el año de gracia jacobeo de 2021 un retorno. No, por supuesto, de la República, sino del gran régimen que levantó a España de la ruina en la que la habían dejado las variopintas izquierdas, merced a la sabiduría del Inmarcesible, aunque innombrable.
Quedan olvidadas muchas cosas. La conspiración monárquica, militar, fascista, cuyos orígenes remontan a, por lo menos, 1932. A las estupideces que propagaron incansablemente La Nación y los medios de su cuerda. A la ayuda solicitada a Mussolini en dinero para pagar a pistoleros falangistas y fomentar la subversión de un sector del Ejército. También, cuando llegó el momento, para obtener armamento. En suma, todo lo que los historiadores hemos ido aprendiendo a lo largo de los últimos cuarenta años, visitando archivos, buscando papeles, entrecruzando evidencias.
Él, Ignacio Camuñas, ministro del Gobierno de España en los años primeros de la Transición, dotado de presciencia, conoce a la perfección los mecanismos que han impulsado la Gran Historia de España. Se pronuncia, con verbo arrebatador, sobre verdades trascendentes, cuya actualidad inmanente hace suya. Son eternas, aunque las izquierdas, enconadas, siguen desparramando vituperios sobre un pasado que deforman, prostituyen, aborrecen. No él.
Para llorar. Recuerda los años iniciales de la República Federal de Alemania, cuando la huella nacionalsocialista seguía perviviendo, más o menos disfrazada, en ciertos despachos ministeriales, en algunas minorías del Bundestag y en una publicística de medio pelo en la que encontraban acomodo los testimonios de militares, diplomáticos y pensadores que todavía no habían renegado de su pasado inmediato. Una arruga en la historia. Como la dictadura franquista.
¿Y qué decir del líder del PP? Uno de sus antecesores, ministro de Desinformación y Turismo, hubiese saltado a la brecha, recitado de memoria treinta o cuarenta páginas de datos, referencias, autores, todos en atropellada confusión. Él, en cambio, se contenta con una sonrisita cómplice, como abobado ante la facundia del orador que lanza rayos y centellas contra las izquierdas, siempre culpables de los desmanes que llevaron a la guerra civil. Porque lo dice él.
Moraleja: empieza a levantarse el telón sobre lo que nos espera de cara a los debates parlamentarios del proyecto de Ley de Memoria Democrática. Ya lo anuncia el Sr. Casado: la eliminará de un plumazo y la sustituirá por una ley sobre la Concordia.
Pero, ¿qué concordia puede desarrollar y elaborar un partido que se niega a aceptar la Historia y prefiere "su" pequeñita historia de simples creencias?. Porque muchos españoles no nos vemos representados ni en él ni en ella. Como simples ciudadanos. También como historiadores.
¿Me permitirá Ignacio Camuñas que le refiera a mis dos últimos libros sobre los orígenes de la guerra civil? Han tenido algún éxito y estoy ya deseando que bien él, en plan de historiador, o con la ayuda de alguno de sus "colegas", desmonte "mis" falacias, "mis" argumentos y, sobre todo, los papeles que he ido recopilando a lo largo de tres años en casi veinte archivos españoles y extranjeros. Le deseo, les deseo, mucho ánimo y mucha suerte. Los necesitarán.
Ángel Viñas Historiador, economista, diplomático. Es catedrático emérito de la UCM.
Hay que regresar, en consecuencia, a los embustes de los conspiradores de 1936: peligro inminente, revolución roja a la vuelta de la esquina, riesgo existencial para la PATRIA. Se materializaron en una guerra civil que siempre desearon las izquierdas. Camuñas retoma el espíritu de la Carta Colectiva del Episcopado español (1937) y del Dictamen sobre la ilegitimidad de los poderes actuantes en 18 de julio de 1936 (1939).
Tan altisonante palabrería se halla en la misma línea que las denuncias contra el "Gobierno social-comunista", como si la URSS siguiera existiendo, un peligro inminente se abatiera sobre el Occidente cristiano (singularmente sobre España) y los equivalentes de la Comintern continuaran proyectando amenazas sobre el baluarte de la civilización europea, expuesto a las influencias foráneas, a los refugiados de otras creencias y colores de piel, a la delicuescencia de las costumbres y, no en último término, al abuso despótico de los poderes del Estado. ¿Y el PP? Vuelve a sus orígenes, a los "siete magníficos", que probablemente Camuñas no ha olvidado.
Es decir, en el año de gracia jacobeo de 2021 un retorno. No, por supuesto, de la República, sino del gran régimen que levantó a España de la ruina en la que la habían dejado las variopintas izquierdas, merced a la sabiduría del Inmarcesible, aunque innombrable.
Quedan olvidadas muchas cosas. La conspiración monárquica, militar, fascista, cuyos orígenes remontan a, por lo menos, 1932. A las estupideces que propagaron incansablemente La Nación y los medios de su cuerda. A la ayuda solicitada a Mussolini en dinero para pagar a pistoleros falangistas y fomentar la subversión de un sector del Ejército. También, cuando llegó el momento, para obtener armamento. En suma, todo lo que los historiadores hemos ido aprendiendo a lo largo de los últimos cuarenta años, visitando archivos, buscando papeles, entrecruzando evidencias.
Él, Ignacio Camuñas, ministro del Gobierno de España en los años primeros de la Transición, dotado de presciencia, conoce a la perfección los mecanismos que han impulsado la Gran Historia de España. Se pronuncia, con verbo arrebatador, sobre verdades trascendentes, cuya actualidad inmanente hace suya. Son eternas, aunque las izquierdas, enconadas, siguen desparramando vituperios sobre un pasado que deforman, prostituyen, aborrecen. No él.
Para llorar. Recuerda los años iniciales de la República Federal de Alemania, cuando la huella nacionalsocialista seguía perviviendo, más o menos disfrazada, en ciertos despachos ministeriales, en algunas minorías del Bundestag y en una publicística de medio pelo en la que encontraban acomodo los testimonios de militares, diplomáticos y pensadores que todavía no habían renegado de su pasado inmediato. Una arruga en la historia. Como la dictadura franquista.
¿Y qué decir del líder del PP? Uno de sus antecesores, ministro de Desinformación y Turismo, hubiese saltado a la brecha, recitado de memoria treinta o cuarenta páginas de datos, referencias, autores, todos en atropellada confusión. Él, en cambio, se contenta con una sonrisita cómplice, como abobado ante la facundia del orador que lanza rayos y centellas contra las izquierdas, siempre culpables de los desmanes que llevaron a la guerra civil. Porque lo dice él.
Moraleja: empieza a levantarse el telón sobre lo que nos espera de cara a los debates parlamentarios del proyecto de Ley de Memoria Democrática. Ya lo anuncia el Sr. Casado: la eliminará de un plumazo y la sustituirá por una ley sobre la Concordia.
Pero, ¿qué concordia puede desarrollar y elaborar un partido que se niega a aceptar la Historia y prefiere "su" pequeñita historia de simples creencias?. Porque muchos españoles no nos vemos representados ni en él ni en ella. Como simples ciudadanos. También como historiadores.
¿Me permitirá Ignacio Camuñas que le refiera a mis dos últimos libros sobre los orígenes de la guerra civil? Han tenido algún éxito y estoy ya deseando que bien él, en plan de historiador, o con la ayuda de alguno de sus "colegas", desmonte "mis" falacias, "mis" argumentos y, sobre todo, los papeles que he ido recopilando a lo largo de tres años en casi veinte archivos españoles y extranjeros. Le deseo, les deseo, mucho ánimo y mucha suerte. Los necesitarán.
Ángel Viñas Historiador, economista, diplomático. Es catedrático emérito de la UCM.
miércoles, 28 de julio de 2021
Olor a podrido en el Tribunal Constitucional
La tesis de la necesidad del estado de excepción en lugar del estado de alarma para hacer frente a la emergencia sanitaria generada por la irrupción de la COVID-19 se puso en circulación muy pronto. El 14 de abril de 2020 ya lo denuncié en este mismo espacio. Desde entonces se ha venido trabajando, unas veces de manera abierta, otras de forma subrepticia, a favor de dicha tesis, que al final ha acabado haciendo suya el Tribunal Constitucional (TC) en la sentencia dada a conocer la semana pasada, aunque todavía no se conozca en su literalidad.
La iniciativa se traduciría en un recurso de inconstitucionalidad interpuesto por VOX contra el Decreto de declaración del primer estado de alarma. No parecía en principio que dicha iniciativa fuera a tener mucho recorrido. Fernando Valdés fue el magistrado al que se asignó la redacción del proyecto de sentencia y la conclusión a la que llegó se pronunció inequívocamente por la constitucionalidad del recurso al estado de alarma para hacer frente a la pandemia. Parecía incluso que se trataba de un caso que podría ser resuelto por una mayoría clara, que podía incluso llegar a la unanimidad en el TC.
Pero Fernando Valdés se inhabilitó para continuar ejerciendo como magistrado constitucional por un acto de violencia contra su mujer, por el que está siendo investigado judicialmente, aunque todavía no haya llegado a la fase del juicio oral y no se haya dictado sentencia. Tras conocerse dicha conducta, era evidente que Fernando Valdés tenía que dejar de ser magistrado constitucional, independientemente de lo que pueda decir la sentencia que en su día se dicte en este asunto.
El magistrado Pedro González-Trevijano lo sustituiría como ponente en la redacción del proyecto de sentencia. Con esta sustitución el impulso a la tesis del estado de excepción frente al estado de alarma cobraría nueva vida.
No es de extrañar. Pedro González-Trevijano fue rector de la Universidad Rey Juan Carlos, de la que era y sigue siendo catedrático de Derecho Constitucional. Fue un Rector de trayectoria poco clara. Llegó a estar implicado en un posible caso de soborno. Pero fue conocido, sobre todo, por ser el rector que dio cobertura a las irregularidades del también catedrático de Derecho Constitucional, Enrique Álvarez Conde, en beneficio de muy importantes dirigentes del PP en dicha Universidad, entre las que destacó Cristina Cifuentes. El sistema de mamandurrias académicas, por utilizar la expresión de Esperanza Aguirre, a favor de dirigentes del PP fue, sin duda, el motivo por el que el PP lo propuso para ser magistrado del TC. Su parcialidad partidista como rector era la mejor garantía de lo que sería su ejecutoria como magistrado constitucional.
Y en este terreno el PP nunca se equivoca. Desde que pasó a ser ponente de la sentencia sobre el recurso de inconstitucionalidad sobre el estado de alarma, Pedro González-Trevijano ha venido trabajando subrepticiamente para articular una mayoría que se ha lanzado sobre los despojos de la ponencia de Fernando Valdés como ave carroñera, legitimando con ello el discurso político de VOX y PP.
La sentencia es un paso más en la tarea de agitación contra el Gobierno por parte de órganos constitucionales, que carecen de legitimación democrática directa y cuya renovación resulta imposible cuando el PP se encuentra en la oposición. Aún siendo grave, no es la sentencia lo peor. Lo peor es que supone un indicador de lo que va a ser la ejecutoria del TC en lo que queda de legislatura. Nadie puede llamarse a engaño. El olor a podrido que emana de esta sentencia, por venir de donde viene, se va a ir extendiendo por todo el sistema político generando un clima difícilmente respirable.
Fuente: Javier Pérez Royo
La iniciativa se traduciría en un recurso de inconstitucionalidad interpuesto por VOX contra el Decreto de declaración del primer estado de alarma. No parecía en principio que dicha iniciativa fuera a tener mucho recorrido. Fernando Valdés fue el magistrado al que se asignó la redacción del proyecto de sentencia y la conclusión a la que llegó se pronunció inequívocamente por la constitucionalidad del recurso al estado de alarma para hacer frente a la pandemia. Parecía incluso que se trataba de un caso que podría ser resuelto por una mayoría clara, que podía incluso llegar a la unanimidad en el TC.
Pero Fernando Valdés se inhabilitó para continuar ejerciendo como magistrado constitucional por un acto de violencia contra su mujer, por el que está siendo investigado judicialmente, aunque todavía no haya llegado a la fase del juicio oral y no se haya dictado sentencia. Tras conocerse dicha conducta, era evidente que Fernando Valdés tenía que dejar de ser magistrado constitucional, independientemente de lo que pueda decir la sentencia que en su día se dicte en este asunto.
El magistrado Pedro González-Trevijano lo sustituiría como ponente en la redacción del proyecto de sentencia. Con esta sustitución el impulso a la tesis del estado de excepción frente al estado de alarma cobraría nueva vida.
No es de extrañar. Pedro González-Trevijano fue rector de la Universidad Rey Juan Carlos, de la que era y sigue siendo catedrático de Derecho Constitucional. Fue un Rector de trayectoria poco clara. Llegó a estar implicado en un posible caso de soborno. Pero fue conocido, sobre todo, por ser el rector que dio cobertura a las irregularidades del también catedrático de Derecho Constitucional, Enrique Álvarez Conde, en beneficio de muy importantes dirigentes del PP en dicha Universidad, entre las que destacó Cristina Cifuentes. El sistema de mamandurrias académicas, por utilizar la expresión de Esperanza Aguirre, a favor de dirigentes del PP fue, sin duda, el motivo por el que el PP lo propuso para ser magistrado del TC. Su parcialidad partidista como rector era la mejor garantía de lo que sería su ejecutoria como magistrado constitucional.
Y en este terreno el PP nunca se equivoca. Desde que pasó a ser ponente de la sentencia sobre el recurso de inconstitucionalidad sobre el estado de alarma, Pedro González-Trevijano ha venido trabajando subrepticiamente para articular una mayoría que se ha lanzado sobre los despojos de la ponencia de Fernando Valdés como ave carroñera, legitimando con ello el discurso político de VOX y PP.
La sentencia es un paso más en la tarea de agitación contra el Gobierno por parte de órganos constitucionales, que carecen de legitimación democrática directa y cuya renovación resulta imposible cuando el PP se encuentra en la oposición. Aún siendo grave, no es la sentencia lo peor. Lo peor es que supone un indicador de lo que va a ser la ejecutoria del TC en lo que queda de legislatura. Nadie puede llamarse a engaño. El olor a podrido que emana de esta sentencia, por venir de donde viene, se va a ir extendiendo por todo el sistema político generando un clima difícilmente respirable.
Fuente: Javier Pérez Royo
martes, 27 de julio de 2021
_- Seguro que no lo cubre
_- Quien más quien menos ha tenido algún problema con sus seguros de hogar, de coche, de moto, de viajes, de salud, de vida… Probablemente más que menos. Lástima que no compartamos más a menudo las experiencias de pequeños fraudes que vivimos. Tendríamos más conciencia de la indefensión ciudadana ante los poderosos y nos uniríamos para hacernos más fuertes.
Cuando ves y escuchas la publicidad que hacen las empresas aseguradoras, parece que te ofrecen una ayuda imprescindible e ilimitada. No habrá más problemas porque todos te los resolverá el seguro. Cuando te llaman para suscribir una póliza todo son ventajas. Se diría que estás haciendo el negocio de la vida. Por poco dinero, total seguridad.
No se acaba la enumeración de los daños que solucionará la nueva póliza. Una póliza que, por otra parte, se te presenta como la más rentable del mercado: la que te da más por menos. Y firmas casi emocionado sintiendo el respaldo de una gran compañía que, por un módico precio, te ofrece las garantías más elevadas que puedas imaginar. No necesitas ni leer las numerosas cláusulas después de todo lo que te han dicho. Y firmas como un bendito. En la letra pequeña no reparas y, de hacerlo, no te enteras ni de la mitad.
El problema llega al dar el primer parte de un siniestro. Cuando se produce el daño, piensas en la tranquilidad que supone estar cubierto por aquella firma salvadora. Pero entonces viene el problema.
He oído decir que es mejor tener un seguro y no necesitarlo que necesitarlo y no tenerlo. El problema se produce cuando tienes un seguro y, a la hora de la verdad, que es la cobertura de los siniestros, es como si no lo tuvieras.
Pondré dos ejemplos (entre cientos), extraídos de mi reciente experiencia. Uno se refiere a la aparición de unas humedades en una pared de la entrada de la casa. Me habían dicho que el seguro repararía los daños producidos por la humedad, no la causa de los mismos. Con esa tranquilidad (¡menos mal que tengo un seguro de hogar!) llamé para comunicar el problema. Vino el perito a ver lo que estaba pasando. Comprobó que había una mancha grande de humedad y decidió abrir una cala para comprobar si había tuberías (sé que hay máquinas de detectan el paso de tuberías y las fugas que puedan existir, pero nunca las he visto). En el lugar de la cala no había tuberías, de modo que en ese momento concluyó que la humedad era consecuencia de filtraciones del terreno. Diagnóstico rápido, poco riguroso y, aquí está la clave, interesado. Porque resulta que el seguro no cubre los daños producidos por filtración. Hay tuberías en otros lugares, por ejemplo debajo del suelo de la entrada, pero allí nadie exploró.
Lo que sí cubre el seguro es el tapado de la cala que se había hecho en la pared, me dijeron. Solo faltaba que no fuera así. Vino el albañil de una empresa reparadora y, cuando terminó, me dijo que no podía pintar porque estaba húmedo y que, cuando secase, hiciese una llamada para pintar en las condiciones deseables. Dejé pasar tres o cuatro semanas. Llamé a la empresa reparadora y cuál no fue mi sorpresa cuando me dijeron que el seguro les había comunicado que no cubría la pintura. Es decir, que mi seguro no solo no me había solucionado el problema sino que me había ocasionado un gasto, ya que de mi bolsillo tenía que pagar a un pintor para que viniese a pintar aquella parte que el seguro había decidido romper para hacer una exploración que les venía bien para realizar un diagnostico arbitrario.
Llamé por teléfono al seguro. Hablé primero con una persona que me repitió una vez tras otra la misma frase: en caso de filtración no cubre la pintura. Yo insistía: no cubre la pintura de los daños, pero sí tiene que cubrir la de la cala que se ha practicado. Luego hablé con otra persona que, acaso para acabar con mi insistencia me dijo que le parecía razonable y justa mi demanda y que en ese momento se estaba poniendo en comunicación con la empresa reparadora para que fueran a pintar. Quedé muy satisfecho de la gestión. Había ganado la batalla. Cuál no fue mi sorpresa cuando llamo a la empresa reparadora y me dicen que no ha llegado ningún comunicado de la aseguradora.
Sabía el nombre de la persona con la que había hablado pero, claro, “es imposible localizarla”. Tampoco es posible hablar con algún supervisor o responsable que pueda hacer algo más que repetir lo que dice la cláusula invocada para la denegación.
Conclusión: a pagar de mi bolsillo el desaguisado y a buscar una empres particular para que localice el origen de la humedad y ponga remedio al problema. Y otra vez a echar mano de la cartera.
El segundo ejemplo. Un temporal de viento rompió uno de los toldos de la casa. La póliza del seguro cubría la reparación de los daños. Di el parte, y me felicité de estar pagando un seguro. Me preguntaron por el día del temporal de viento. Me dijeron que tenían que informarse en el observatorio de la zona de la velocidad que había alcanzado el viento. Si era inferior a 80 kilómetros por hora, el seguro no cubría el percance. ¿Qué había sucedido? Pues que la velocidad del viento no había alcanzado la velocidad mínima de 80 kilómetros por hora.
Ya sé que lo has firmado. Ya sé que tenías que haber leído con detenimiento la letra pequeña. Pero no voy a eso. Voy a la lógica de la cláusula. ¿Qué más da la velocidad del viento si ha roto el toldo? ¿Cuál es el motivo por el que no cubre el daño si el viento sopla a 79 kilómetros por hora?
Y te dicen: ¿no vio usted lo que firmaba? Pues no, no lo vi. Me fie de la información que me dieron por teléfono. Y lo peor es que si elijo otro seguro, voy a encontrar una cláusula similar sobre la velocidad del viento, kilómetro arriba, kilómetro abajo. ¿Qué hacer?
Hace algunos años tuvimos un seguro del que nos echaron porque habíamos recibido más de lo que habíamos pagado. Es decir, que solo son válidas las reglas del juego cuando gana uno de los jugadores, que es el que las impone.
No sé dónde he leído que los seguros son como los vinos. Si no se nota la diferencia hay que elegir el más barato. Ahora bien, al día siguiente no hay que quejarse del dolor de cabeza.
¿A qué vienen estos minuciosos relatos, quizá tediosos para algún lector o lectora? A reivindicar nuestra condición de ciudadanos y ciudadanas en una sociedad depredadora. A reivindicar la formación para la ciudadanía. A invitar a que pasemos de una mentalidad ingenua a una mentalidad crítica, como proponía Paulo Freire. A pedir que seamos fuertes y perseverantes en las pequeñas luchas.
Muchas veces nos dejamos engañar demasiado fácilmente. Nos informamos de manera superficial. Hacemos comparaciones poco rigurosas. Firmamos a la ligera. Somos poco exigentes con nuestros derechos. Batallamos poco cuando se produce una negativa. Nos damos fácilmente por vencidos. Perdemos la esperanza en la victoria. Pensamos que no merece la pena el esfuerzo. Como consecuencia, el pez grande se sigue comiendo a los peces chicos.
Son numerosas las películas que analizan casos escandalosos en los que la justicia hace doblegar la cerviz a una compañía de seguros de renombre. Acabo de ver una vez más The Rainmaker (titulada en España “Legítima defensa” y en Argentina “El poder de la justicia”). Es una película de 1997, dirigida por Francis Ford Coppola. Un abogado imberbe (Matt Damon) y un auxiliar al que han suspendido seis veces el examen de graduación (Danny DeVito), ganan la partida millonaria a una gigantesca compañía de seguros que había denegado una y otra vez, de forma fraudulenta, un trasplante de médula a un enfermo de leucemia por la negativa a la petición reiterada de la madre, había fallecido.
Pero claro, no se hace una película sobre cómo una clausula interesada sobre la velocidad del viento deja sin cobertura la rotura de un toldo o sobre cómo se hace un diagnóstico interesado que atribuye a las filtraciones del terreno una persistente humedad en la pared de la casa de un ciudadano de a pie.
Refleja bien la tensión entre el seguro y el tomador este pensamiento de Woody Allen: “Nietzsche dice que nosotros viviremos la misma vida nuevamente. ¡Dios mío, yo tendré que ver de nuevo a mi agente de seguros!”.
El Adarve, blog de Miguel Ángel Santos Guerra.
Cuando ves y escuchas la publicidad que hacen las empresas aseguradoras, parece que te ofrecen una ayuda imprescindible e ilimitada. No habrá más problemas porque todos te los resolverá el seguro. Cuando te llaman para suscribir una póliza todo son ventajas. Se diría que estás haciendo el negocio de la vida. Por poco dinero, total seguridad.
No se acaba la enumeración de los daños que solucionará la nueva póliza. Una póliza que, por otra parte, se te presenta como la más rentable del mercado: la que te da más por menos. Y firmas casi emocionado sintiendo el respaldo de una gran compañía que, por un módico precio, te ofrece las garantías más elevadas que puedas imaginar. No necesitas ni leer las numerosas cláusulas después de todo lo que te han dicho. Y firmas como un bendito. En la letra pequeña no reparas y, de hacerlo, no te enteras ni de la mitad.
El problema llega al dar el primer parte de un siniestro. Cuando se produce el daño, piensas en la tranquilidad que supone estar cubierto por aquella firma salvadora. Pero entonces viene el problema.
He oído decir que es mejor tener un seguro y no necesitarlo que necesitarlo y no tenerlo. El problema se produce cuando tienes un seguro y, a la hora de la verdad, que es la cobertura de los siniestros, es como si no lo tuvieras.
Pondré dos ejemplos (entre cientos), extraídos de mi reciente experiencia. Uno se refiere a la aparición de unas humedades en una pared de la entrada de la casa. Me habían dicho que el seguro repararía los daños producidos por la humedad, no la causa de los mismos. Con esa tranquilidad (¡menos mal que tengo un seguro de hogar!) llamé para comunicar el problema. Vino el perito a ver lo que estaba pasando. Comprobó que había una mancha grande de humedad y decidió abrir una cala para comprobar si había tuberías (sé que hay máquinas de detectan el paso de tuberías y las fugas que puedan existir, pero nunca las he visto). En el lugar de la cala no había tuberías, de modo que en ese momento concluyó que la humedad era consecuencia de filtraciones del terreno. Diagnóstico rápido, poco riguroso y, aquí está la clave, interesado. Porque resulta que el seguro no cubre los daños producidos por filtración. Hay tuberías en otros lugares, por ejemplo debajo del suelo de la entrada, pero allí nadie exploró.
Lo que sí cubre el seguro es el tapado de la cala que se había hecho en la pared, me dijeron. Solo faltaba que no fuera así. Vino el albañil de una empresa reparadora y, cuando terminó, me dijo que no podía pintar porque estaba húmedo y que, cuando secase, hiciese una llamada para pintar en las condiciones deseables. Dejé pasar tres o cuatro semanas. Llamé a la empresa reparadora y cuál no fue mi sorpresa cuando me dijeron que el seguro les había comunicado que no cubría la pintura. Es decir, que mi seguro no solo no me había solucionado el problema sino que me había ocasionado un gasto, ya que de mi bolsillo tenía que pagar a un pintor para que viniese a pintar aquella parte que el seguro había decidido romper para hacer una exploración que les venía bien para realizar un diagnostico arbitrario.
Llamé por teléfono al seguro. Hablé primero con una persona que me repitió una vez tras otra la misma frase: en caso de filtración no cubre la pintura. Yo insistía: no cubre la pintura de los daños, pero sí tiene que cubrir la de la cala que se ha practicado. Luego hablé con otra persona que, acaso para acabar con mi insistencia me dijo que le parecía razonable y justa mi demanda y que en ese momento se estaba poniendo en comunicación con la empresa reparadora para que fueran a pintar. Quedé muy satisfecho de la gestión. Había ganado la batalla. Cuál no fue mi sorpresa cuando llamo a la empresa reparadora y me dicen que no ha llegado ningún comunicado de la aseguradora.
Sabía el nombre de la persona con la que había hablado pero, claro, “es imposible localizarla”. Tampoco es posible hablar con algún supervisor o responsable que pueda hacer algo más que repetir lo que dice la cláusula invocada para la denegación.
Conclusión: a pagar de mi bolsillo el desaguisado y a buscar una empres particular para que localice el origen de la humedad y ponga remedio al problema. Y otra vez a echar mano de la cartera.
El segundo ejemplo. Un temporal de viento rompió uno de los toldos de la casa. La póliza del seguro cubría la reparación de los daños. Di el parte, y me felicité de estar pagando un seguro. Me preguntaron por el día del temporal de viento. Me dijeron que tenían que informarse en el observatorio de la zona de la velocidad que había alcanzado el viento. Si era inferior a 80 kilómetros por hora, el seguro no cubría el percance. ¿Qué había sucedido? Pues que la velocidad del viento no había alcanzado la velocidad mínima de 80 kilómetros por hora.
Ya sé que lo has firmado. Ya sé que tenías que haber leído con detenimiento la letra pequeña. Pero no voy a eso. Voy a la lógica de la cláusula. ¿Qué más da la velocidad del viento si ha roto el toldo? ¿Cuál es el motivo por el que no cubre el daño si el viento sopla a 79 kilómetros por hora?
Y te dicen: ¿no vio usted lo que firmaba? Pues no, no lo vi. Me fie de la información que me dieron por teléfono. Y lo peor es que si elijo otro seguro, voy a encontrar una cláusula similar sobre la velocidad del viento, kilómetro arriba, kilómetro abajo. ¿Qué hacer?
Hace algunos años tuvimos un seguro del que nos echaron porque habíamos recibido más de lo que habíamos pagado. Es decir, que solo son válidas las reglas del juego cuando gana uno de los jugadores, que es el que las impone.
No sé dónde he leído que los seguros son como los vinos. Si no se nota la diferencia hay que elegir el más barato. Ahora bien, al día siguiente no hay que quejarse del dolor de cabeza.
¿A qué vienen estos minuciosos relatos, quizá tediosos para algún lector o lectora? A reivindicar nuestra condición de ciudadanos y ciudadanas en una sociedad depredadora. A reivindicar la formación para la ciudadanía. A invitar a que pasemos de una mentalidad ingenua a una mentalidad crítica, como proponía Paulo Freire. A pedir que seamos fuertes y perseverantes en las pequeñas luchas.
Muchas veces nos dejamos engañar demasiado fácilmente. Nos informamos de manera superficial. Hacemos comparaciones poco rigurosas. Firmamos a la ligera. Somos poco exigentes con nuestros derechos. Batallamos poco cuando se produce una negativa. Nos damos fácilmente por vencidos. Perdemos la esperanza en la victoria. Pensamos que no merece la pena el esfuerzo. Como consecuencia, el pez grande se sigue comiendo a los peces chicos.
Son numerosas las películas que analizan casos escandalosos en los que la justicia hace doblegar la cerviz a una compañía de seguros de renombre. Acabo de ver una vez más The Rainmaker (titulada en España “Legítima defensa” y en Argentina “El poder de la justicia”). Es una película de 1997, dirigida por Francis Ford Coppola. Un abogado imberbe (Matt Damon) y un auxiliar al que han suspendido seis veces el examen de graduación (Danny DeVito), ganan la partida millonaria a una gigantesca compañía de seguros que había denegado una y otra vez, de forma fraudulenta, un trasplante de médula a un enfermo de leucemia por la negativa a la petición reiterada de la madre, había fallecido.
Pero claro, no se hace una película sobre cómo una clausula interesada sobre la velocidad del viento deja sin cobertura la rotura de un toldo o sobre cómo se hace un diagnóstico interesado que atribuye a las filtraciones del terreno una persistente humedad en la pared de la casa de un ciudadano de a pie.
Refleja bien la tensión entre el seguro y el tomador este pensamiento de Woody Allen: “Nietzsche dice que nosotros viviremos la misma vida nuevamente. ¡Dios mío, yo tendré que ver de nuevo a mi agente de seguros!”.
El Adarve, blog de Miguel Ángel Santos Guerra.
lunes, 26 de julio de 2021
_- Los secretos de los centenarios.
_- Un estudio del Hospital Universitario de Ámsterdam sigue la evolución de 332 mayores de 100 años que conservan su capacidad cognitiva para contribuir a la lucha contra el alzhéimer.
Suena el timbre, y abre la puerta la dueña de la casa, Susan Hosang-Van Riemsdijk. Reside en la ciudad de Hilversum, en el centro de Países Bajos, en un inmueble de planta baja e independiente. Es un sábado de julio, corre una ligera brisa, y ella misma ha plantado las flores que adornan la entrada. Nada parece excepcional, a no ser por la edad de la anfitriona: 102 años. En perfecta forma, vive sola, nada, va en bicicleta y conduce su auto en distancias cortas, juega al bridge, sigue una dieta equilibrada y tiene una estrecha relación con sus dos hijas, seis nietos y 14 biznietos. Los centenarios son un grupo de población único para analizar los fundamentos genéticos de la longevidad, así como los factores de riesgo que determinan los desórdenes degenerativos y Susan es una de los 332 holandeses de dicha generación que participan en un estudio sobre la relación entre la salud y la capacidad cognitiva en la vejez. Dirigido por la bioquímica Henne Holstege desde el Hospital Universitario de Ámsterdam, los científicos han observado que el genoma de esta liga de centenarios está enriquecido con elementos genéticos protectores. A pesar de que con la edad han acumulado en su cerebro proteínas relacionadas con el alzhéimer, ellos parecen resistir los efectos de estos factores de riesgo, y esta investigación puede contribuir a la mejora de los tratamientos para pacientes con demencia.
Según explica Holstege, que investiga desde 2013 a los centenarios, si llegas a esa edad “la posibilidad de desarrollar demencia es mayor que la de morir, de modo que, una vez cumplido un siglo, no debería quedar nadie sano desde el punto de vista cognitivo”. Añade que hay personas que conservan la salud cognitiva pasados incluso los 110 años —los llamados supercentenarios— y le interesa saber “cómo es científicamente posible cumplir un siglo con una buena capacidad cognitiva, cuáles son los mecanismos moleculares que mantienen la salud mental a largo plazo, y qué papel juega la herencia”, asevera en conversación telefónica. Para lograrlo, su equipo visita anualmente desde 2013 a los integrantes del grupo de estudio, con un promedio de edad de 100 años y medio, para medir su atención, percepción, comprensión o memoria. También piden muestras de heces, estas últimas para analizar la microbiota. Un 75% son mujeres y más de la mitad viven independientes en residencias. Los expertos han secuenciado asimismo su genoma, y lo comparan con el ADN de otras personas aquejadas de demencia en colaboración con el Centro para el Alzhéimer, de Ámsterdam. Aspiran con ello a trazar las variantes genéticas protectoras enriquecidas en los centenarios sanos, y que los distinguen del resto de la población.
El genoma es una de las herramientas para entender qué va mal en un cerebro con demencia “porque entre un 60% y un 80% de la posibilidad de tenerla, o bien de sufrir alzhéimer, que es la forma prevalente, viene definido por factores genéticos
Suena el timbre, y abre la puerta la dueña de la casa, Susan Hosang-Van Riemsdijk. Reside en la ciudad de Hilversum, en el centro de Países Bajos, en un inmueble de planta baja e independiente. Es un sábado de julio, corre una ligera brisa, y ella misma ha plantado las flores que adornan la entrada. Nada parece excepcional, a no ser por la edad de la anfitriona: 102 años. En perfecta forma, vive sola, nada, va en bicicleta y conduce su auto en distancias cortas, juega al bridge, sigue una dieta equilibrada y tiene una estrecha relación con sus dos hijas, seis nietos y 14 biznietos. Los centenarios son un grupo de población único para analizar los fundamentos genéticos de la longevidad, así como los factores de riesgo que determinan los desórdenes degenerativos y Susan es una de los 332 holandeses de dicha generación que participan en un estudio sobre la relación entre la salud y la capacidad cognitiva en la vejez. Dirigido por la bioquímica Henne Holstege desde el Hospital Universitario de Ámsterdam, los científicos han observado que el genoma de esta liga de centenarios está enriquecido con elementos genéticos protectores. A pesar de que con la edad han acumulado en su cerebro proteínas relacionadas con el alzhéimer, ellos parecen resistir los efectos de estos factores de riesgo, y esta investigación puede contribuir a la mejora de los tratamientos para pacientes con demencia.
Según explica Holstege, que investiga desde 2013 a los centenarios, si llegas a esa edad “la posibilidad de desarrollar demencia es mayor que la de morir, de modo que, una vez cumplido un siglo, no debería quedar nadie sano desde el punto de vista cognitivo”. Añade que hay personas que conservan la salud cognitiva pasados incluso los 110 años —los llamados supercentenarios— y le interesa saber “cómo es científicamente posible cumplir un siglo con una buena capacidad cognitiva, cuáles son los mecanismos moleculares que mantienen la salud mental a largo plazo, y qué papel juega la herencia”, asevera en conversación telefónica. Para lograrlo, su equipo visita anualmente desde 2013 a los integrantes del grupo de estudio, con un promedio de edad de 100 años y medio, para medir su atención, percepción, comprensión o memoria. También piden muestras de heces, estas últimas para analizar la microbiota. Un 75% son mujeres y más de la mitad viven independientes en residencias. Los expertos han secuenciado asimismo su genoma, y lo comparan con el ADN de otras personas aquejadas de demencia en colaboración con el Centro para el Alzhéimer, de Ámsterdam. Aspiran con ello a trazar las variantes genéticas protectoras enriquecidas en los centenarios sanos, y que los distinguen del resto de la población.
El genoma es una de las herramientas para entender qué va mal en un cerebro con demencia “porque entre un 60% y un 80% de la posibilidad de tenerla, o bien de sufrir alzhéimer, que es la forma prevalente, viene definido por factores genéticos
Holstege indica que el genoma es una de las herramientas para entender qué va mal en un cerebro con demencia “porque entre un 60% y un 80% de la posibilidad de tenerla, o bien de sufrir alzhéimer, que es la forma prevalente, viene definido por factores genéticos”. Y añade: “Vemos que los centenarios han mantenido la eficacia de la respuesta inmunitaria —en el grupo de estudio algunos han superado un cáncer o el coronavirus— y se trata de saber cómo han resistido el declive de las defensas contra las enfermedades para proteger así a los que están en riesgo de deterioro mental”. Un 30% del grupo de estudio consiente en donar su cerebro a la ciencia llegado el momento.
La larga vida de una holandesa, Hendrikje van Andel-Schipper, que falleció en 2005 a los 115 años con plena lucidez, fue lo que llevó a la bioquímica a interesarse por estos mayores. Países Bajos no figura en la lista de las denominadas Zonas Azules del mundo donde hay gente que supera el promedio de edad de su entorno —están Japón, Grecia, Costa Rica, California e Italia— pero cuenta con una cifra llamativa de centenarios en buena forma. En 2020, había 2.006 mujeres y 392 hombres, de cien o más años, en una población de 17 millones de habitantes, según la Oficina Central de Estadística. Para el año 2029, la misma fuente espera que haya unos 3.400 centenarios “debido a un pequeño baby boom.
Susan Hosang-Van Riemsdijk nació en 1919 y sus hijas tienen 74 y 70 años. En las fotos que adornan su sala de estar ambas parecen mucho más jóvenes. Su esposo, sin embargo, que era ingeniero electrónico, falleció a los 67 años. “Muy joven, una pena; era fumador”, dice, para relatar luego un capítulo de su juventud que resume la fortaleza física de ella y las penurias de la ocupación nazi del país durante toda la II Guerra Mundial. Con su marido escondido “en el hueco que quedaba entre el comedor y la cocina para que no le llevaran a hacer trabajos forzados a Alemania”, Susan iba a buscar comida en una bicicleta con ruedas reforzadas con madera y neumático de coche. “Pesaba mucho, pero recorría 145 kilómetros de ida, y otros tantos de vuelta, en busca de alimentos en una granja situada al este del país. Había más gente que hacía lo mismo, y los granjeros no querían dinero o joyas. Solo pedían ropa, y la primera vez volví vestida con un pijama que era lo único que me quedaba”, recuerda. Al principio de su matrimonio no trabajó, “así eran las cosas”, pero entre sus 50 y 80 años se dedicó a la pedicura, la estética y los masajes japoneses shiatsu, para lo que obtuvo los correspondientes diplomas.
Otro de los que participa en la investigación es Frits Brockhus, también de 102 años, que vive en la ciudad de Zandvoort, al oeste del país, famosa por su circuito de fórmula 1. Fue investigador policial durante tres décadas. Ágil y jovial, su jardín se llena de gorriones durante la charla. “Suelo desayunar fuera y se posan en mis rodillas esperando alguna migaja”, asegura. Se cuida la vista y el oído, le gustan la carne y el arenque y toma algo de vino, apenas ha fumado, lee en inglés al escritor británico John Le Carré y escucha música clásica. Y ha hecho mucho ejercicio. “He practicado fútbol y bádminton, senderismo y natación, y he usado a fondo la bici”, explica, para mostrar luego el triciclo de última generación con el que visita a su hija, de 64 años, yerno y dos nietas, a los que está muy unido. Sus retratos decoran el salón y los muestra encantado. Son 14 kilómetros entre ida y vuelta a casa de la hija, y hace dos años podía hacer hasta 80 kilómetros. Aunque también se ha caído: una vez en una partida de bádminton, con 80 años, y se rompió el fémur. A los 92 años, un perro lo tiró de la bici y pasó dos meses en reposo con una fractura de pelvis.
La madre de Susan llegó a los 95 años. Frits es el séptimo de 10 hermanos, y dos de sus hermanas cumplieron 102 años, una tercera 103 y otra 98. Los dos hermanos que le quedan tienen 98 y 95 años. Otro más falleció a los 52 años, “de fumar”, señala. Él califica su matrimonio de muy feliz, y se emociona al recordar que perdieron una hija a los 17 años, por un tumor cerebral, y a otros dos bebés. Su memoria es la del siglo XX, y la II Guerra Mundial le sorprendió con 21 años, cuando ya trabajaba en la policía local holandesa. “Fue una época muy difícil porque nunca sabías si la Gestapo iba a aparecer. Luego estaban los bombardeos, o cuando algún avión era derribado y nadie salía vivo. Espantoso”, recuerda. Sin conocerse, ambos centenarios coinciden en que “el ejercicio físico te ayuda a envejecer en mejores condiciones”. Según Henne Holstege, “cuanto mejor están cognitivamente, más años viven y vemos que sus hijos se benefician del factor hereditario”, y se ha propuesto aprender de ellos.
https://elpais.com/ciencia/2021-07-24/los-secretos-de-los-centenarios.html
La larga vida de una holandesa, Hendrikje van Andel-Schipper, que falleció en 2005 a los 115 años con plena lucidez, fue lo que llevó a la bioquímica a interesarse por estos mayores. Países Bajos no figura en la lista de las denominadas Zonas Azules del mundo donde hay gente que supera el promedio de edad de su entorno —están Japón, Grecia, Costa Rica, California e Italia— pero cuenta con una cifra llamativa de centenarios en buena forma. En 2020, había 2.006 mujeres y 392 hombres, de cien o más años, en una población de 17 millones de habitantes, según la Oficina Central de Estadística. Para el año 2029, la misma fuente espera que haya unos 3.400 centenarios “debido a un pequeño baby boom.
Susan Hosang-Van Riemsdijk nació en 1919 y sus hijas tienen 74 y 70 años. En las fotos que adornan su sala de estar ambas parecen mucho más jóvenes. Su esposo, sin embargo, que era ingeniero electrónico, falleció a los 67 años. “Muy joven, una pena; era fumador”, dice, para relatar luego un capítulo de su juventud que resume la fortaleza física de ella y las penurias de la ocupación nazi del país durante toda la II Guerra Mundial. Con su marido escondido “en el hueco que quedaba entre el comedor y la cocina para que no le llevaran a hacer trabajos forzados a Alemania”, Susan iba a buscar comida en una bicicleta con ruedas reforzadas con madera y neumático de coche. “Pesaba mucho, pero recorría 145 kilómetros de ida, y otros tantos de vuelta, en busca de alimentos en una granja situada al este del país. Había más gente que hacía lo mismo, y los granjeros no querían dinero o joyas. Solo pedían ropa, y la primera vez volví vestida con un pijama que era lo único que me quedaba”, recuerda. Al principio de su matrimonio no trabajó, “así eran las cosas”, pero entre sus 50 y 80 años se dedicó a la pedicura, la estética y los masajes japoneses shiatsu, para lo que obtuvo los correspondientes diplomas.
Otro de los que participa en la investigación es Frits Brockhus, también de 102 años, que vive en la ciudad de Zandvoort, al oeste del país, famosa por su circuito de fórmula 1. Fue investigador policial durante tres décadas. Ágil y jovial, su jardín se llena de gorriones durante la charla. “Suelo desayunar fuera y se posan en mis rodillas esperando alguna migaja”, asegura. Se cuida la vista y el oído, le gustan la carne y el arenque y toma algo de vino, apenas ha fumado, lee en inglés al escritor británico John Le Carré y escucha música clásica. Y ha hecho mucho ejercicio. “He practicado fútbol y bádminton, senderismo y natación, y he usado a fondo la bici”, explica, para mostrar luego el triciclo de última generación con el que visita a su hija, de 64 años, yerno y dos nietas, a los que está muy unido. Sus retratos decoran el salón y los muestra encantado. Son 14 kilómetros entre ida y vuelta a casa de la hija, y hace dos años podía hacer hasta 80 kilómetros. Aunque también se ha caído: una vez en una partida de bádminton, con 80 años, y se rompió el fémur. A los 92 años, un perro lo tiró de la bici y pasó dos meses en reposo con una fractura de pelvis.
La madre de Susan llegó a los 95 años. Frits es el séptimo de 10 hermanos, y dos de sus hermanas cumplieron 102 años, una tercera 103 y otra 98. Los dos hermanos que le quedan tienen 98 y 95 años. Otro más falleció a los 52 años, “de fumar”, señala. Él califica su matrimonio de muy feliz, y se emociona al recordar que perdieron una hija a los 17 años, por un tumor cerebral, y a otros dos bebés. Su memoria es la del siglo XX, y la II Guerra Mundial le sorprendió con 21 años, cuando ya trabajaba en la policía local holandesa. “Fue una época muy difícil porque nunca sabías si la Gestapo iba a aparecer. Luego estaban los bombardeos, o cuando algún avión era derribado y nadie salía vivo. Espantoso”, recuerda. Sin conocerse, ambos centenarios coinciden en que “el ejercicio físico te ayuda a envejecer en mejores condiciones”. Según Henne Holstege, “cuanto mejor están cognitivamente, más años viven y vemos que sus hijos se benefician del factor hereditario”, y se ha propuesto aprender de ellos.
https://elpais.com/ciencia/2021-07-24/los-secretos-de-los-centenarios.html
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domingo, 25 de julio de 2021
_- La derrota de Annual, cien años de olvido
_- Hace un siglo, el Ejército español sufrió una de las mayores derrotas de su historia en Annual, una población perdida en la región marroquí del Rif. En 18 días, entre 8.000 y 13.000 soldados perdieron la vida frente a las tribus rifeñas. El desastre, que marcó el rumbo de las siguientes dos décadas trágicas en España, no está en la agenda ni del Estado marroquí ni del español, inmersos en la actual crisis diplomática
Este sol de julio se abalanza sobre la llanura marroquí de Annual con una brutalidad que contribuye a ponerse en la piel de los miles de soldados españoles caídos mientras huían desde aquí a Melilla. Aquella desbandada sucedió hace un siglo, entre el 22 de julio y el 9 de agosto de 1921. Muchos murieron de sed en sus fortines, los legendarios blocaos, asediados por los rifeños. Otros fallecieron tiroteados mientras intentaban huir. Y otros tantos, torturados después de entregarse a pocos kilómetros de allí, en el fuerte de Monte Arruit, con las orejas, las narices y los testículos mutilados.
El historiador Juan Pando escribió en su Historia secreta de Annual (Temas de Hoy, 1999): “Nunca, hasta entonces, había perdido la España contemporánea un ejército al completo. En bloque y de la forma espantosa —asesinado, en su mayoría, luego de capitular en sus posiciones—”. Y el periodista Manuel Leguineche, autor de Annual 1921. El desastre de España en el Rif (Alfaguara, 1996), se refirió a ella como “la peor guerra en el peor momento en el peor sitio del mundo (…). Una batalla que nadie quiso oír durante 75 años”.
Annual es una explanada cercana a una aldea de varios cientos de habitantes, a 60 kilómetros de Melilla en línea recta y a 50 de la ciudad de Nador. Ahí fue donde cayó el general Silvestre, el general más joven del Ejército español, con 50 años, que venía de fraguar una carrera heroica en la guerra de Cuba y presumía de tener tres testículos, como prueba eximia de su valor. Silvestre fue derrotado por un hombre que no presentaba ninguna experiencia militar: Abdelkrim el Jatabi (1882-1963), un traductor al servicio de España, colaborador del periódico español El Telegrama del Rif, que había sido nombrado en 1914 kadí kodat, o juez de jueces, en Melilla. O sea, la máxima autoridad judicial en “asuntos indígenas”.
La intención de Silvestre era conquistar Alhucemas, a 30 kilómetros de Annual en línea recta. Pero se vio emboscado por Abdelkrim y sus tropas huyeron en desbandada en dirección a Melilla. El camino quedó moteado por miles de cadáveres; entre 8.000 y 13.000. De aquel desastre afloró una radiografía de España que puso de relieve todos los males del país: un ejército corrupto, mal instruido y peor armado para las ínfulas coloniales que tenía; un monarca, Alfonso XIII, de vocación militar, que apoyó al general Silvestre como su gran favorito y después al general golpista Miguel Primo de Rivera como su tabla de salvación; y una clase política que no pudo depurar responsabilidades, a pesar de los intentos de diputados como el socialista Indalecio Prieto.
En medio de ese desastre, la dignidad del Ejército afloró en la figura del general de división Juan Picasso, tío del pintor malagueño. A él se le encomendó investigar qué ocurrió en Annual. Tras nueve meses de trabajo, presentó en el Congreso de los Diputados un informe de 2.433 folios, el famoso Expediente Picasso. Los numerosos testimonios que recogió hicieron que mucha gente volviera su cabeza hacia Alfonso XIII como uno de los principales responsables del desastre. Al verse en peligro, el rey auspició el advenimiento de la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930). Después llegó la República y Alfonso XIII partió al exilio. Y después Francisco Franco reclutó a cerca de 100.000 marroquíes para combatir a los españoles que defendían la Constitución de 1931. La mayoría eran rifeños. Y emplearon en la Guerra Civil la misma violencia que usaban y sufrían desde hacía décadas.
Todo ese cúmulo de desgracias se fue fraguando en esta llanura de Annual donde hoy apenas queda como recuerdo un pequeño monumento con la cara de Abdelkrim pintada y una placa escrita en árabe donde se lee: “Proteged vuestra historia”. Pero la historia del Rif está poco preservada. No hay un solo museo. En los manuales del colegio apenas se le dedica algún párrafo a la “epopeya de Annual”. La figura de Abdelkrim sigue siendo incómoda para Marruecos. Porque Abdelkrim fue el líder que consiguió unir a las tribus del Rif contra España y contra… Marruecos. Derrotó al Ejército español y creó una república independiente, entre 1921 y 1926. Después, España y Francia perpetraron los bombardeos con armas químicas contra la población civil de ese territorio.
Omar Lemallam, presidente de la Asociación Memoria del Rif, explica que el nombre de Abdelkrim solo se le ha puesto en el Rif a una escuela, un pantano, una avenida y un instituto. Añade que desde que se produjeron las protestas del llamado Hirak rifeño, a finales de 2016, se cortaron las ayudas para la memoria del Rif.
“El poder”, señala Lemallam, “cree que cuando se empieza hablando de Abdelkrim y de la resistencia se termina hablando de otras cosas”. Es decir, del sueño de un Rif autónomo o independiente. “Lo que hace a Abdelkrim tan importante”, continúa Lemallam, “no son las batallas que ganó, sino que consiguiera unir a tribus rivales para intentar construir un Estado moderno”.
Hoy, las tribus no tienen el peso que tenían en la cultura rifeña. Pero aún se distingue cada una por su acento, por la forma de pronunciar ciertas palabras. La figura de Abdelkrim, que nunca fue olvidada en el Rif, recobró fuerza con las protestas del Hirak. La mecha que encendió las manifestaciones fue la muerte en 2016 de un vendedor de pescado, triturado en un camión de basura cuando intentaba impedir que la policía le confiscara su mercancía.
Aquellas protestas empezaron con alegres cánticos que reclamaban hospitales, empleo y otras demandas sociales. Pero en vez de gritar “Dios, patria y rey”, tal como el Estado proclama en miles de murales, los rifeños coreaban “Dios, patria y pueblo”. Las manifestaciones terminaron con una represión jamás vista durante el reinado del actual monarca, Mohamed VI. Cientos de jóvenes rifeños acabaron encarcelados y otros huyeron en patera hacia España. Las cuatro figuras más destacadas del Hirak, incluido el personaje más carismático, Nasser Zafzafi, continúan en la cárcel, con penas de hasta 20 años, acusados de atentar contra la integridad del Estado. El Tribunal Supremo ratificó sus condenas en junio.
La única esperanza de que salgan Zafzafi y los tres activistas condenados consiste en que Mohamed VI les indulte. Algunos rifeños esperan que esa gracia real se otorgue con ocasión de la Fiesta del Cordero, prevista en torno al mismo 22 de julio, que marca el centenario de Annual. Otros temen que tardarán varios años en ser indultados.
Las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla con Marruecos están cerradas desde marzo de 2020 a causa de la pandemia. A esa crisis sanitaria se le ha unido la tensión diplomática entre los dos países. Tensión que sobrevino después de que Marruecos intentase que el Gobierno español modificara su posición respecto al Sáhara Occidental y después de que el Ministerio de Asuntos Exteriores español autorizase en abril la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Gali, en un hospital de Logroño. El resultado es que no hay fecha prevista para abrir las fronteras. A pesar de que la población rifeña próxima a las ciudades autónomas españolas se ha manifestado en varias ocasiones para que se abran.
El historiador Vicente Moga, que nació en 1953 en las minas rifeñas de Uixán, bajo el protectorado español, y trabaja como director del Archivo General de Melilla, lamenta que se haya perdido en este centenario una ocasión para crear una “dinámica de conciliación entre los dos pueblos que se enfrentaron hace tanto tiempo”. Moga prepara la edición íntegra en cinco volúmenes del Expediente Picasso, que presentará en Melilla el 30 de octubre. Y anuncia que el 29 de julio se inaugurará en Melilla la exposición Cien años de soledad. Annual 1921-2021.
Moga afirma que los estamentos militares españoles siguen recordando Annual como una afrenta. Dice que prefieren hablar de la “reconquista” posterior del Rif antes que del “desastre”. “En Melilla estos estamentos solo hablan de panteones de héroes, mientras que en Marruecos apenas se divulga la historia de Annual”, lamenta el historiador. La foto de Abdelkrim sigue presente en muchas casas del Rif, de puertas adentro. Pero ya nadie suele reivindicar su legado en público. Un antiguo simpatizante de las protestas, que solicita el anonimato, resume lo que puede ser la opinión de otros muchos: “Yo ya no hago nada. Una cosa es defender tus principios… Y otra es suicidarse”.
Cien años después de Annual, el Majzén, que es como en Marruecos se suele aludir al palacio real, controla cualquier movimiento en la tierra de los descendientes de Abdelkrim. Al llegar a Annual, un Mercedes negro aparca detrás del coche de los autores de este reportaje. Dos hombres salen del automóvil. No son turistas y tampoco sienten la necesidad de identificarse, a pesar de que uno de ellos graba con su teléfono a los periodistas.
Al cabo de un rato se avienen a intercambiar impresiones. Comentan que, antes de que cerraran la frontera con Melilla, solían venir los fines de semanas autobuses desde esta ciudad para ver esa llanura. Cuando se les pregunta de qué vive la gente ahora en la zona, se ríen. Y después uno de ellos aventura: “De la agricultura”. Y el otro añade: “Pero la mayoría de los jóvenes sueñan con irse a España”. Y entre bromas pregunta: “¿Usted no tendrá un visado para mí?”.
El trauma que supuso Annual para España queda reflejado en la literatura con obras como La forja de un rebelde, de Arturo Barea; Imán, de Ramón J. Sender, o, por citar una más reciente, El nombre de los nuestros, de Lorenzo Silva. Entre las investigaciones históricas, algunas de las más divulgadas son Abrazo mortal, de Sebastian Balfour, y la biografía Abd-el-Krim el Jatabi, de María Rosa de Madariaga. La obra póstuma del historiador y periodista Jorge M. Reverte, El vuelo de los buitres (Galaxia Gutenberg), hace hincapié en la perspectiva de los rifeños.
El protectorado español en el norte de África (1912-1956) se dividía en dos zonas: una próxima a Melilla y otra a Ceuta. En medio quedaba Alhucemas, donde reinaba la tribu de Abdelkrim. El general Manuel Fernández Silvestre pretendía conquistar la anhelada ciudad que impedía ejercer un dominio total sobre el protectorado. El general había llegado en enero de 1921 hasta la explanada de Annual sin encontrar resistencia y creía que la victoria estaba al alcance de la mano. Pero el primer aviso de que su buena estrella estaba a punto de apagarse llegó el 1 de junio, desde el monte Abarrán, una posición avanzada, a nueve kilómetros de Annual. Aquel día, las huestes de Abdelkrim mataron a 24 soldados españoles. A Silvestre le informaron de que Abdelkrim estaba uniendo a varias tribus rivales, pero hizo caso omiso del dato.
El segundo y definitivo toque de atención llegó desde el monte Igueriben, que se atisba desde la llanura de Annual. Allí había desde el 7 de junio unos 350 soldados españoles. La fuente de agua más próxima estaba a cuatro kilómetros. Las fuerzas de Abdelkrim rodearon el blocao y lo atacaron el 17 de julio. Los españoles se quedaron muy pronto sin agua. Cuatro días después ya habían muerto 339. Llegaron tan pocos supervivientes a Annual y lo hicieron tan espantados que se produjo la desbandada.
Por los desfiladeros imponentes de Izumar fueron cayendo más y más soldados, perseguidos por las tropas de Abdelkrim. No se sabe si el general Silvestre fue alcanzado por alguna bala o se suicidó. La mayoría de los muertos era gente humilde, que no había podido librarse del servicio militar abonando una cantidad de dinero, como hacían miles de ciudadanos de la clase media. Los rifeños llamaban a aquellos soldados “los de los pantalones remendados” o “los comedores de sapos”.
España era un país en declive que había recogido las migajas coloniales que le dejaron en el norte de África el Reino Unido y Francia, recelosos cada uno de ellos del otro. A España se le encomendó gestionar su “protectorado” y modernizar la zona. Y al mismo tiempo se negociaba con las distintas tribus la explotación de las minas.
A 30 kilómetros de Melilla están las ruinas de las minas de hierro de Uixán, donde en su día había un poblado español. Ahora un niño pastor grita la palabra “arumis” cuando ve a los extranjeros, la misma palabra amazig con la que se designaba hace un siglo a los “cristianos”. La riqueza hace tiempo que desapareció.
Ahora, los herederos de los soldados rifeños de Abdelkrim en las inmediaciones de estas minas exhaustas viven de la agricultura y de las remesas que llegan de los emigrantes de Europa. “Otra gente se dedica al comercio de coches importados de Europa”, explica Lemallam.
En medio de aquella desbandada en el camino hacia Melilla apareció el regimiento de caballería Alcántara nº 14. Su jefe era el teniente coronel Fernando Primo de Rivera, hermano del futuro dictador Miguel Primo de Rivera. Este oficial y sus 691 hombres cubrieron la retirada de más de 3.000 soldados con el sacrificio de los que saben que van a morir. Cargaron en varias ocasiones contra un enemigo más numeroso y fallecieron casi todos. En 2013 este regimiento recibió de forma colectiva la Cruz Laureada de San Fernando, la mayor condecoración militar española. El escritor Arturo Pérez-Reverte lamenta que no se haya filmado ni una sola película sobre ellos. También existen voces críticas que señalan que aquel sacrificio “suicida” del regimiento no tenía ninguna lógica y reflejaba un desprecio por la vida propio de la época.
Algunos intelectuales rifeños familiarizados con Annual lo ignoran todo sobre el regimiento Alcántara. Y otros, como Huseín Bojdadi, coordinador del grupo Thawsna (cultura, en lengua amazig) para documentar el patrimonio oral en el Rif oriental, creen que los españoles le dan demasiada importancia a esa gesta.
En el fuerte de Monte Arruit es donde se vivió con mayor dramatismo el desastre de Annual. Allí, los supervivientes de Annual y los soldados que guarnecían el cuartel, en total unos 3.000, fueron cercados desde el 29 de julio hasta el 9 de agosto, a la espera de que las tropas de Melilla les auxiliaran. Cosa que nunca sucedió. Extenuados por los disparos del enemigo y la sed, la mayoría de los soldados se rindieron. Pero fueron asesinados, algunos decapitados, una vez que entregaron sus armas.
Sorprende al llegar a Monte Arruit que no exista ningún monte, sino una cuesta suave. En lo alto de ella se situaba el fuerte. Y ahora, en aquel lugar donde tantos españoles padecieron miedo y sed, hay un depósito de agua de la Oficina Nacional de Electricidad y Agua Potable, en donde ondea la bandera roja de Marruecos. Arruit tenía hace un siglo 500 habitantes y hoy tiene 50.000.
Huseín Bojdadi, vecino del pueblo, comenta: “Los españoles decían que la gente de la tribu de Arruit, la de los beni bu yahi, eran traidores. Pero no cuentan que ellos no respetaron los acuerdos con esta tribu. Algunos mandos abusaban de las mujeres. Eso es un dato importante que suele olvidarse. Y el otro es que, cuando los españoles se rindieron, entraron seis rifeños a requisar las armas. Y hubo soldados dentro que no querían rendirse y fusilaron a los rifeños”.
La historiadora Rosa María de Madariaga considera normal que los vecinos de Arruit intenten “blanquear” el comportamiento de los miembros de la tribu beni bu yahi. Aclara que quienes masacraron a los soldados desarmados no pertenecían a la resistencia rifeña al mando de Abdelkrim, sino a cabilas (tribus) de la región oriental, algunas de las cuales, como los beni bu yahi, “no eran ni siquiera berberófonas, sino arabófonas”. No obstante, De Madariaga asume que hay un “fondo de verdad” en la versión que se transmite en Arruit. “Que los oficiales [españoles] de la policía indígena violaban con frecuencia a mujeres de las cabilas es un hecho incuestionable. El socialista Indalecio Prieto denunciaba en un famoso discurso en el Parlamento en octubre de 1921 el caso de un capitán que había violado a cerca de ’50 mujeres moras”. Respecto al fusilamiento de los rifeños, la historiadora explica que se produjo cuando un grupo de unos 30 cabileños se acercaron al fuerte enarbolando banderas blancas, con la intención de parlamentar, y el pánico aumentó entre los asediados. “Fue entonces cuando se oyó la orden de disparar contra los que se encontraban ya a sus puertas, dejando el suelo sembrado por unos 50 cadáveres”, precisa De Madariaga. Y concluye que la matanza de soldados españoles, después de haber rendido las armas, “sería una venganza por aquel ametrallamiento de los beni bu yahi, que intentaban parlamentar con los españoles la rendición de la posición”.
Bojdadi añade que, a pesar de aquel hecho traumático, los ancianos de Arruit guardaban un buen recuerdo de los españoles. “Porque dejaron carreteras, colegios, nos enseñaron a cultivar… Aún hoy, cuando llevamos mucho tiempo sin que llueva, hay quienes dicen que es por venganza de los españoles. Y en cuanto a los jóvenes de aquí, ellos solo quieren llegar a España, porque la ven como El Dorado”, concluye.
De la presencia española va quedando cada vez menos rastro en el Rif. La generación de Nasser Zafzafi, de 41 años, apenas habla español. Pero los ancianos como su padre sí lo hablan. No obstante, en la plaza central de Alhucemas destaca el colegio español Melchor de Jovellanos. Allí ejerce de secretario el profesor de Historia Miguel Ángel Rodríguez Tato, que se confiesa muy interesado en la historia del pueblo rifeño. “Me atrae su anarquismo. Son muy indómitos. Esto ha sido una sociedad tan pobre que ni siquiera surgió una élite que pudiera vivir de los recursos de los demás. Por eso no hay ni castillos, ni palacios, ni fortalezas”.
El País Semanal
Este sol de julio se abalanza sobre la llanura marroquí de Annual con una brutalidad que contribuye a ponerse en la piel de los miles de soldados españoles caídos mientras huían desde aquí a Melilla. Aquella desbandada sucedió hace un siglo, entre el 22 de julio y el 9 de agosto de 1921. Muchos murieron de sed en sus fortines, los legendarios blocaos, asediados por los rifeños. Otros fallecieron tiroteados mientras intentaban huir. Y otros tantos, torturados después de entregarse a pocos kilómetros de allí, en el fuerte de Monte Arruit, con las orejas, las narices y los testículos mutilados.
El historiador Juan Pando escribió en su Historia secreta de Annual (Temas de Hoy, 1999): “Nunca, hasta entonces, había perdido la España contemporánea un ejército al completo. En bloque y de la forma espantosa —asesinado, en su mayoría, luego de capitular en sus posiciones—”. Y el periodista Manuel Leguineche, autor de Annual 1921. El desastre de España en el Rif (Alfaguara, 1996), se refirió a ella como “la peor guerra en el peor momento en el peor sitio del mundo (…). Una batalla que nadie quiso oír durante 75 años”.
Annual es una explanada cercana a una aldea de varios cientos de habitantes, a 60 kilómetros de Melilla en línea recta y a 50 de la ciudad de Nador. Ahí fue donde cayó el general Silvestre, el general más joven del Ejército español, con 50 años, que venía de fraguar una carrera heroica en la guerra de Cuba y presumía de tener tres testículos, como prueba eximia de su valor. Silvestre fue derrotado por un hombre que no presentaba ninguna experiencia militar: Abdelkrim el Jatabi (1882-1963), un traductor al servicio de España, colaborador del periódico español El Telegrama del Rif, que había sido nombrado en 1914 kadí kodat, o juez de jueces, en Melilla. O sea, la máxima autoridad judicial en “asuntos indígenas”.
La intención de Silvestre era conquistar Alhucemas, a 30 kilómetros de Annual en línea recta. Pero se vio emboscado por Abdelkrim y sus tropas huyeron en desbandada en dirección a Melilla. El camino quedó moteado por miles de cadáveres; entre 8.000 y 13.000. De aquel desastre afloró una radiografía de España que puso de relieve todos los males del país: un ejército corrupto, mal instruido y peor armado para las ínfulas coloniales que tenía; un monarca, Alfonso XIII, de vocación militar, que apoyó al general Silvestre como su gran favorito y después al general golpista Miguel Primo de Rivera como su tabla de salvación; y una clase política que no pudo depurar responsabilidades, a pesar de los intentos de diputados como el socialista Indalecio Prieto.
En medio de ese desastre, la dignidad del Ejército afloró en la figura del general de división Juan Picasso, tío del pintor malagueño. A él se le encomendó investigar qué ocurrió en Annual. Tras nueve meses de trabajo, presentó en el Congreso de los Diputados un informe de 2.433 folios, el famoso Expediente Picasso. Los numerosos testimonios que recogió hicieron que mucha gente volviera su cabeza hacia Alfonso XIII como uno de los principales responsables del desastre. Al verse en peligro, el rey auspició el advenimiento de la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930). Después llegó la República y Alfonso XIII partió al exilio. Y después Francisco Franco reclutó a cerca de 100.000 marroquíes para combatir a los españoles que defendían la Constitución de 1931. La mayoría eran rifeños. Y emplearon en la Guerra Civil la misma violencia que usaban y sufrían desde hacía décadas.
Todo ese cúmulo de desgracias se fue fraguando en esta llanura de Annual donde hoy apenas queda como recuerdo un pequeño monumento con la cara de Abdelkrim pintada y una placa escrita en árabe donde se lee: “Proteged vuestra historia”. Pero la historia del Rif está poco preservada. No hay un solo museo. En los manuales del colegio apenas se le dedica algún párrafo a la “epopeya de Annual”. La figura de Abdelkrim sigue siendo incómoda para Marruecos. Porque Abdelkrim fue el líder que consiguió unir a las tribus del Rif contra España y contra… Marruecos. Derrotó al Ejército español y creó una república independiente, entre 1921 y 1926. Después, España y Francia perpetraron los bombardeos con armas químicas contra la población civil de ese territorio.
Omar Lemallam, presidente de la Asociación Memoria del Rif, explica que el nombre de Abdelkrim solo se le ha puesto en el Rif a una escuela, un pantano, una avenida y un instituto. Añade que desde que se produjeron las protestas del llamado Hirak rifeño, a finales de 2016, se cortaron las ayudas para la memoria del Rif.
“El poder”, señala Lemallam, “cree que cuando se empieza hablando de Abdelkrim y de la resistencia se termina hablando de otras cosas”. Es decir, del sueño de un Rif autónomo o independiente. “Lo que hace a Abdelkrim tan importante”, continúa Lemallam, “no son las batallas que ganó, sino que consiguiera unir a tribus rivales para intentar construir un Estado moderno”.
Hoy, las tribus no tienen el peso que tenían en la cultura rifeña. Pero aún se distingue cada una por su acento, por la forma de pronunciar ciertas palabras. La figura de Abdelkrim, que nunca fue olvidada en el Rif, recobró fuerza con las protestas del Hirak. La mecha que encendió las manifestaciones fue la muerte en 2016 de un vendedor de pescado, triturado en un camión de basura cuando intentaba impedir que la policía le confiscara su mercancía.
Aquellas protestas empezaron con alegres cánticos que reclamaban hospitales, empleo y otras demandas sociales. Pero en vez de gritar “Dios, patria y rey”, tal como el Estado proclama en miles de murales, los rifeños coreaban “Dios, patria y pueblo”. Las manifestaciones terminaron con una represión jamás vista durante el reinado del actual monarca, Mohamed VI. Cientos de jóvenes rifeños acabaron encarcelados y otros huyeron en patera hacia España. Las cuatro figuras más destacadas del Hirak, incluido el personaje más carismático, Nasser Zafzafi, continúan en la cárcel, con penas de hasta 20 años, acusados de atentar contra la integridad del Estado. El Tribunal Supremo ratificó sus condenas en junio.
La única esperanza de que salgan Zafzafi y los tres activistas condenados consiste en que Mohamed VI les indulte. Algunos rifeños esperan que esa gracia real se otorgue con ocasión de la Fiesta del Cordero, prevista en torno al mismo 22 de julio, que marca el centenario de Annual. Otros temen que tardarán varios años en ser indultados.
Las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla con Marruecos están cerradas desde marzo de 2020 a causa de la pandemia. A esa crisis sanitaria se le ha unido la tensión diplomática entre los dos países. Tensión que sobrevino después de que Marruecos intentase que el Gobierno español modificara su posición respecto al Sáhara Occidental y después de que el Ministerio de Asuntos Exteriores español autorizase en abril la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Gali, en un hospital de Logroño. El resultado es que no hay fecha prevista para abrir las fronteras. A pesar de que la población rifeña próxima a las ciudades autónomas españolas se ha manifestado en varias ocasiones para que se abran.
El historiador Vicente Moga, que nació en 1953 en las minas rifeñas de Uixán, bajo el protectorado español, y trabaja como director del Archivo General de Melilla, lamenta que se haya perdido en este centenario una ocasión para crear una “dinámica de conciliación entre los dos pueblos que se enfrentaron hace tanto tiempo”. Moga prepara la edición íntegra en cinco volúmenes del Expediente Picasso, que presentará en Melilla el 30 de octubre. Y anuncia que el 29 de julio se inaugurará en Melilla la exposición Cien años de soledad. Annual 1921-2021.
Moga afirma que los estamentos militares españoles siguen recordando Annual como una afrenta. Dice que prefieren hablar de la “reconquista” posterior del Rif antes que del “desastre”. “En Melilla estos estamentos solo hablan de panteones de héroes, mientras que en Marruecos apenas se divulga la historia de Annual”, lamenta el historiador. La foto de Abdelkrim sigue presente en muchas casas del Rif, de puertas adentro. Pero ya nadie suele reivindicar su legado en público. Un antiguo simpatizante de las protestas, que solicita el anonimato, resume lo que puede ser la opinión de otros muchos: “Yo ya no hago nada. Una cosa es defender tus principios… Y otra es suicidarse”.
Cien años después de Annual, el Majzén, que es como en Marruecos se suele aludir al palacio real, controla cualquier movimiento en la tierra de los descendientes de Abdelkrim. Al llegar a Annual, un Mercedes negro aparca detrás del coche de los autores de este reportaje. Dos hombres salen del automóvil. No son turistas y tampoco sienten la necesidad de identificarse, a pesar de que uno de ellos graba con su teléfono a los periodistas.
Al cabo de un rato se avienen a intercambiar impresiones. Comentan que, antes de que cerraran la frontera con Melilla, solían venir los fines de semanas autobuses desde esta ciudad para ver esa llanura. Cuando se les pregunta de qué vive la gente ahora en la zona, se ríen. Y después uno de ellos aventura: “De la agricultura”. Y el otro añade: “Pero la mayoría de los jóvenes sueñan con irse a España”. Y entre bromas pregunta: “¿Usted no tendrá un visado para mí?”.
El trauma que supuso Annual para España queda reflejado en la literatura con obras como La forja de un rebelde, de Arturo Barea; Imán, de Ramón J. Sender, o, por citar una más reciente, El nombre de los nuestros, de Lorenzo Silva. Entre las investigaciones históricas, algunas de las más divulgadas son Abrazo mortal, de Sebastian Balfour, y la biografía Abd-el-Krim el Jatabi, de María Rosa de Madariaga. La obra póstuma del historiador y periodista Jorge M. Reverte, El vuelo de los buitres (Galaxia Gutenberg), hace hincapié en la perspectiva de los rifeños.
El protectorado español en el norte de África (1912-1956) se dividía en dos zonas: una próxima a Melilla y otra a Ceuta. En medio quedaba Alhucemas, donde reinaba la tribu de Abdelkrim. El general Manuel Fernández Silvestre pretendía conquistar la anhelada ciudad que impedía ejercer un dominio total sobre el protectorado. El general había llegado en enero de 1921 hasta la explanada de Annual sin encontrar resistencia y creía que la victoria estaba al alcance de la mano. Pero el primer aviso de que su buena estrella estaba a punto de apagarse llegó el 1 de junio, desde el monte Abarrán, una posición avanzada, a nueve kilómetros de Annual. Aquel día, las huestes de Abdelkrim mataron a 24 soldados españoles. A Silvestre le informaron de que Abdelkrim estaba uniendo a varias tribus rivales, pero hizo caso omiso del dato.
El segundo y definitivo toque de atención llegó desde el monte Igueriben, que se atisba desde la llanura de Annual. Allí había desde el 7 de junio unos 350 soldados españoles. La fuente de agua más próxima estaba a cuatro kilómetros. Las fuerzas de Abdelkrim rodearon el blocao y lo atacaron el 17 de julio. Los españoles se quedaron muy pronto sin agua. Cuatro días después ya habían muerto 339. Llegaron tan pocos supervivientes a Annual y lo hicieron tan espantados que se produjo la desbandada.
Por los desfiladeros imponentes de Izumar fueron cayendo más y más soldados, perseguidos por las tropas de Abdelkrim. No se sabe si el general Silvestre fue alcanzado por alguna bala o se suicidó. La mayoría de los muertos era gente humilde, que no había podido librarse del servicio militar abonando una cantidad de dinero, como hacían miles de ciudadanos de la clase media. Los rifeños llamaban a aquellos soldados “los de los pantalones remendados” o “los comedores de sapos”.
España era un país en declive que había recogido las migajas coloniales que le dejaron en el norte de África el Reino Unido y Francia, recelosos cada uno de ellos del otro. A España se le encomendó gestionar su “protectorado” y modernizar la zona. Y al mismo tiempo se negociaba con las distintas tribus la explotación de las minas.
A 30 kilómetros de Melilla están las ruinas de las minas de hierro de Uixán, donde en su día había un poblado español. Ahora un niño pastor grita la palabra “arumis” cuando ve a los extranjeros, la misma palabra amazig con la que se designaba hace un siglo a los “cristianos”. La riqueza hace tiempo que desapareció.
Ahora, los herederos de los soldados rifeños de Abdelkrim en las inmediaciones de estas minas exhaustas viven de la agricultura y de las remesas que llegan de los emigrantes de Europa. “Otra gente se dedica al comercio de coches importados de Europa”, explica Lemallam.
En medio de aquella desbandada en el camino hacia Melilla apareció el regimiento de caballería Alcántara nº 14. Su jefe era el teniente coronel Fernando Primo de Rivera, hermano del futuro dictador Miguel Primo de Rivera. Este oficial y sus 691 hombres cubrieron la retirada de más de 3.000 soldados con el sacrificio de los que saben que van a morir. Cargaron en varias ocasiones contra un enemigo más numeroso y fallecieron casi todos. En 2013 este regimiento recibió de forma colectiva la Cruz Laureada de San Fernando, la mayor condecoración militar española. El escritor Arturo Pérez-Reverte lamenta que no se haya filmado ni una sola película sobre ellos. También existen voces críticas que señalan que aquel sacrificio “suicida” del regimiento no tenía ninguna lógica y reflejaba un desprecio por la vida propio de la época.
Algunos intelectuales rifeños familiarizados con Annual lo ignoran todo sobre el regimiento Alcántara. Y otros, como Huseín Bojdadi, coordinador del grupo Thawsna (cultura, en lengua amazig) para documentar el patrimonio oral en el Rif oriental, creen que los españoles le dan demasiada importancia a esa gesta.
En el fuerte de Monte Arruit es donde se vivió con mayor dramatismo el desastre de Annual. Allí, los supervivientes de Annual y los soldados que guarnecían el cuartel, en total unos 3.000, fueron cercados desde el 29 de julio hasta el 9 de agosto, a la espera de que las tropas de Melilla les auxiliaran. Cosa que nunca sucedió. Extenuados por los disparos del enemigo y la sed, la mayoría de los soldados se rindieron. Pero fueron asesinados, algunos decapitados, una vez que entregaron sus armas.
Sorprende al llegar a Monte Arruit que no exista ningún monte, sino una cuesta suave. En lo alto de ella se situaba el fuerte. Y ahora, en aquel lugar donde tantos españoles padecieron miedo y sed, hay un depósito de agua de la Oficina Nacional de Electricidad y Agua Potable, en donde ondea la bandera roja de Marruecos. Arruit tenía hace un siglo 500 habitantes y hoy tiene 50.000.
Huseín Bojdadi, vecino del pueblo, comenta: “Los españoles decían que la gente de la tribu de Arruit, la de los beni bu yahi, eran traidores. Pero no cuentan que ellos no respetaron los acuerdos con esta tribu. Algunos mandos abusaban de las mujeres. Eso es un dato importante que suele olvidarse. Y el otro es que, cuando los españoles se rindieron, entraron seis rifeños a requisar las armas. Y hubo soldados dentro que no querían rendirse y fusilaron a los rifeños”.
La historiadora Rosa María de Madariaga considera normal que los vecinos de Arruit intenten “blanquear” el comportamiento de los miembros de la tribu beni bu yahi. Aclara que quienes masacraron a los soldados desarmados no pertenecían a la resistencia rifeña al mando de Abdelkrim, sino a cabilas (tribus) de la región oriental, algunas de las cuales, como los beni bu yahi, “no eran ni siquiera berberófonas, sino arabófonas”. No obstante, De Madariaga asume que hay un “fondo de verdad” en la versión que se transmite en Arruit. “Que los oficiales [españoles] de la policía indígena violaban con frecuencia a mujeres de las cabilas es un hecho incuestionable. El socialista Indalecio Prieto denunciaba en un famoso discurso en el Parlamento en octubre de 1921 el caso de un capitán que había violado a cerca de ’50 mujeres moras”. Respecto al fusilamiento de los rifeños, la historiadora explica que se produjo cuando un grupo de unos 30 cabileños se acercaron al fuerte enarbolando banderas blancas, con la intención de parlamentar, y el pánico aumentó entre los asediados. “Fue entonces cuando se oyó la orden de disparar contra los que se encontraban ya a sus puertas, dejando el suelo sembrado por unos 50 cadáveres”, precisa De Madariaga. Y concluye que la matanza de soldados españoles, después de haber rendido las armas, “sería una venganza por aquel ametrallamiento de los beni bu yahi, que intentaban parlamentar con los españoles la rendición de la posición”.
Bojdadi añade que, a pesar de aquel hecho traumático, los ancianos de Arruit guardaban un buen recuerdo de los españoles. “Porque dejaron carreteras, colegios, nos enseñaron a cultivar… Aún hoy, cuando llevamos mucho tiempo sin que llueva, hay quienes dicen que es por venganza de los españoles. Y en cuanto a los jóvenes de aquí, ellos solo quieren llegar a España, porque la ven como El Dorado”, concluye.
De la presencia española va quedando cada vez menos rastro en el Rif. La generación de Nasser Zafzafi, de 41 años, apenas habla español. Pero los ancianos como su padre sí lo hablan. No obstante, en la plaza central de Alhucemas destaca el colegio español Melchor de Jovellanos. Allí ejerce de secretario el profesor de Historia Miguel Ángel Rodríguez Tato, que se confiesa muy interesado en la historia del pueblo rifeño. “Me atrae su anarquismo. Son muy indómitos. Esto ha sido una sociedad tan pobre que ni siquiera surgió una élite que pudiera vivir de los recursos de los demás. Por eso no hay ni castillos, ni palacios, ni fortalezas”.
El País Semanal
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sábado, 24 de julio de 2021
Pablo de Greiff, exrelator de la ONU: “La Fundación Franco es una anomalía en Europa”
El experto, que ha asesorado al Gobierno en la nueva ley de memoria, advierte del riesgo de manipular la historia y negar que la Guerra Civil comenzase con un golpe de Estado
Su nombre se repitió el martes en multitud de ocasiones en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en la que Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, presentó la nueva ley de memoria. La razón es que el demoledor informe que Pablo de Greiff redactó en 2014 tras visitar España como relator especial de la ONU ha sido fundamental en la redacción de la norma que el Gobierno llevará a las Cortes. En los últimos meses, De Greiff ha sido consultado en varias ocasiones por el secretario de Estado para la memoria democrática, Fernando Martínez, y ha ido recibiendo los borradores del texto. El martes, tras la presentación del documento, el experto en derechos humanos charló con EL PAÍS desde Nueva York, donde es profesor de Derecho en la NYU.
Pregunta. ¿Cuáles eran las principales carencias o defectos de la ley de memoria de 2007?
Respuesta. España podía haber hecho mucho más en ese momento. La interpretación de la ley de amnistía hacía al sistema judicial completamente inaccesible a los ciudadanos y creo que eso era un error. La ley privatizaba la búsqueda de restos y hacía que toda la carga recayera en los familiares de las víctimas, cuando era el Estado quien debía asumirla, y permitía que no hubiera equidad dependiendo del territorio donde se encontraran las fosas. La anulación de las sentencias era algo fundamental y al Gobierno le faltó determinación. Uno siempre vuelve de estas misiones con una imagen particularmente dolorosa. La mía en España fue la de una mujer que tenía la misma edad de mi madre y que me explicó que a ella le habían dicho que a sus padres los habían fusilado por ser asesinos. Ella, que tenía cinco años cuando ocurrió, lloraba diciéndome que lo había creído hasta que supo que los habían matado por ser maestros y pertenecer a un sindicato de maestros. Esa carga sobre los ciudadanos es cruel. Siempre pensé que la anulación de las sentencias era un tema relativamente fácil de solucionar. Varios países que pasaron por ese mismo proceso lo habían hecho. Para las familias era crucial sobre todo en un contexto en el que las víctimas del otro lado han sido homenajeadas y beneficiadas económicamente mientras ellos eran olvidados y represaliados. Ha habido una asimetría brutal en el tratamiento de las víctimas, y la ley no hacía lo suficiente para restablecer ese balance.
P. ¿Qué cambios de la nueva ley le parecen más importantes?
R. La ley expresa la voluntad del Gobierno de hacerse cargo de las exhumaciones y centralizar el proceso. Y que se cree un fiscal especial también es muy importante porque abre posibilidades que hasta ahora las víctimas no tenían. Veremos qué atribuciones y recursos se le da.
P. Otra de las novedades de la norma es que prevé la extinción de fundaciones como la que lleva el nombre de Franco. ¿Es su existencia una anomalía en Europa?
R. Absoluta. En el entorno europeo no hay nada parecido y existe una legislación que impide la apología del odio y criminaliza el negacionismo. La nueva ley acerca a España en este sentido al contexto europeo, donde no cabe una Fundación Hitler o una Fundación Mussolini.
P. El líder de la oposición en España, Pablo Casado, ha sugerido en el Parlamento que la Guerra Civil no comenzó por un golpe de Estado.
R. Wow. La democracia necesita tener respeto por la verdad. Nada me aterra más en este momento que la forma en que se está manipulado la Historia a nivel político en tantos lugares del mundo. Es una amenaza brutal. Y es especialmente triste porque están utilizando métodos democráticos para socavar la democracia. Nos debe preocupar a todos, independientemente de si uno es de izquierdas o de derechas.
El País.
Su nombre se repitió el martes en multitud de ocasiones en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en la que Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, presentó la nueva ley de memoria. La razón es que el demoledor informe que Pablo de Greiff redactó en 2014 tras visitar España como relator especial de la ONU ha sido fundamental en la redacción de la norma que el Gobierno llevará a las Cortes. En los últimos meses, De Greiff ha sido consultado en varias ocasiones por el secretario de Estado para la memoria democrática, Fernando Martínez, y ha ido recibiendo los borradores del texto. El martes, tras la presentación del documento, el experto en derechos humanos charló con EL PAÍS desde Nueva York, donde es profesor de Derecho en la NYU.
Pregunta. ¿Cuáles eran las principales carencias o defectos de la ley de memoria de 2007?
Respuesta. España podía haber hecho mucho más en ese momento. La interpretación de la ley de amnistía hacía al sistema judicial completamente inaccesible a los ciudadanos y creo que eso era un error. La ley privatizaba la búsqueda de restos y hacía que toda la carga recayera en los familiares de las víctimas, cuando era el Estado quien debía asumirla, y permitía que no hubiera equidad dependiendo del territorio donde se encontraran las fosas. La anulación de las sentencias era algo fundamental y al Gobierno le faltó determinación. Uno siempre vuelve de estas misiones con una imagen particularmente dolorosa. La mía en España fue la de una mujer que tenía la misma edad de mi madre y que me explicó que a ella le habían dicho que a sus padres los habían fusilado por ser asesinos. Ella, que tenía cinco años cuando ocurrió, lloraba diciéndome que lo había creído hasta que supo que los habían matado por ser maestros y pertenecer a un sindicato de maestros. Esa carga sobre los ciudadanos es cruel. Siempre pensé que la anulación de las sentencias era un tema relativamente fácil de solucionar. Varios países que pasaron por ese mismo proceso lo habían hecho. Para las familias era crucial sobre todo en un contexto en el que las víctimas del otro lado han sido homenajeadas y beneficiadas económicamente mientras ellos eran olvidados y represaliados. Ha habido una asimetría brutal en el tratamiento de las víctimas, y la ley no hacía lo suficiente para restablecer ese balance.
P. ¿Qué cambios de la nueva ley le parecen más importantes?
R. La ley expresa la voluntad del Gobierno de hacerse cargo de las exhumaciones y centralizar el proceso. Y que se cree un fiscal especial también es muy importante porque abre posibilidades que hasta ahora las víctimas no tenían. Veremos qué atribuciones y recursos se le da.
P. Otra de las novedades de la norma es que prevé la extinción de fundaciones como la que lleva el nombre de Franco. ¿Es su existencia una anomalía en Europa?
R. Absoluta. En el entorno europeo no hay nada parecido y existe una legislación que impide la apología del odio y criminaliza el negacionismo. La nueva ley acerca a España en este sentido al contexto europeo, donde no cabe una Fundación Hitler o una Fundación Mussolini.
P. El líder de la oposición en España, Pablo Casado, ha sugerido en el Parlamento que la Guerra Civil no comenzó por un golpe de Estado.
R. Wow. La democracia necesita tener respeto por la verdad. Nada me aterra más en este momento que la forma en que se está manipulado la Historia a nivel político en tantos lugares del mundo. Es una amenaza brutal. Y es especialmente triste porque están utilizando métodos democráticos para socavar la democracia. Nos debe preocupar a todos, independientemente de si uno es de izquierdas o de derechas.
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viernes, 23 de julio de 2021
_- Alguien terminará con los toros y no será Twitter. La red cerró la cuenta de un fan de Morante de la Puebla por fomentar el placer sádico
_- Los algoritmos nos dan alegrías en ocasiones, como cuando han puesto nombre a la fiesta de los toros (que no es sino la fiesta de los toreros y taurinos, si es que por fiesta entendemos un acto de diversión y disfrute, como nos indica la RAE). Twitter ha cerrado la cuenta de un fan del diestro Morante de la Puebla por “fomentar el placer sádico” al exhibir imágenes de una corrida tan sangrientas que violaban los términos de uso de la red, esa ristra de condiciones que aceptamos siempre sin leer y que van constituyéndose en leyes del nuevo mundo.
No es hora de alegrarse del cierre de cuenta alguna. Pero sí de analizar cómo las redes no solo se han convertido en la arena en la que se dirimen batallas colosales, en la que se ganan o se pierden elecciones, sino en tribunales capaces de sentenciar con rapidez lo que en el mundo real nos cuesta más. Donald Trump fue expulsado de Twitter después de apelar a la movilización que desembocó en el asalto al Capitolio, un intento de golpe de Estado en directo que sigue sin una investigación judicial ni legislativa como se merece. Pronto acudiremos a Twitter para que decida si un estado de alarma es constitucional por no esperar a que sus señorías tengan un ratito para ponerse a ello.
Twitter le ha puesto nombre a los toros, decíamos, pero no será Twitter quien acabe con ellos. La supuesta fiesta estaba en declive con caídas del 60% de las corridas en la última década ya antes de la pandemia. En una encuesta realizada por el Gobierno (2014-2015), el 90,5% de los españoles reconoce no asistir a festejos taurinos. Un 40% aduce falta de interés y un 20% asegura que, directamente, no lo entiende. El 56,4% de los españoles está en contra de los toros y solo el 24,7% a favor, según otra encuesta de 2019 para El Español que mostraba claramente la división entre el votante de izquierdas y de derechas, sobre todo de Vox.
El público ha ido abandonando la fiesta no tanto por razones económicas, como alega el sector, como por el desenganche emocional de un modelo que avergüenza a las nuevas generaciones, según recogen otras encuestas. Que la tauromaquia forma parte de la cultura española es indudable. Que incluye la diversión a partir del sufrimiento y muerte de un animal, también. Twitter lo ha dicho: placer sádico. Pero no será esta red quien acabe con ellos, sino una sociedad en progresiva evolución. @BernaGHarbour
No es hora de alegrarse del cierre de cuenta alguna. Pero sí de analizar cómo las redes no solo se han convertido en la arena en la que se dirimen batallas colosales, en la que se ganan o se pierden elecciones, sino en tribunales capaces de sentenciar con rapidez lo que en el mundo real nos cuesta más. Donald Trump fue expulsado de Twitter después de apelar a la movilización que desembocó en el asalto al Capitolio, un intento de golpe de Estado en directo que sigue sin una investigación judicial ni legislativa como se merece. Pronto acudiremos a Twitter para que decida si un estado de alarma es constitucional por no esperar a que sus señorías tengan un ratito para ponerse a ello.
Twitter le ha puesto nombre a los toros, decíamos, pero no será Twitter quien acabe con ellos. La supuesta fiesta estaba en declive con caídas del 60% de las corridas en la última década ya antes de la pandemia. En una encuesta realizada por el Gobierno (2014-2015), el 90,5% de los españoles reconoce no asistir a festejos taurinos. Un 40% aduce falta de interés y un 20% asegura que, directamente, no lo entiende. El 56,4% de los españoles está en contra de los toros y solo el 24,7% a favor, según otra encuesta de 2019 para El Español que mostraba claramente la división entre el votante de izquierdas y de derechas, sobre todo de Vox.
El público ha ido abandonando la fiesta no tanto por razones económicas, como alega el sector, como por el desenganche emocional de un modelo que avergüenza a las nuevas generaciones, según recogen otras encuestas. Que la tauromaquia forma parte de la cultura española es indudable. Que incluye la diversión a partir del sufrimiento y muerte de un animal, también. Twitter lo ha dicho: placer sádico. Pero no será esta red quien acabe con ellos, sino una sociedad en progresiva evolución. @BernaGHarbour
jueves, 22 de julio de 2021
Ikea sigue usando madera sucia
De acuerdo con una investigación de Earthsight, IKEA es cómplice en la tala de hasta cuatro millones de árboles en Siberia para la fabricación de mobiliario infantil de la serie Sundvik.
Nada más fácil que hacer propósito de enmienda. En julio de 2020 la ONG británica Earthsight publicó un informe que revelaba cómo la multinacional sueca había estado adquiriendo madera de Ucrania procedente de la tala ilegal para fabricar sus muebles. Un año más tarde, Earthsight vuelve a publicar otro informe, al que El Salto ha tenido acceso antes de su publicación, sobre la misma compañía y en el que denuncia exactamente las mismas prácticas.
En esta ocasión se trata de la fabricación de mobiliario infantil —concretamente el de la popular serie Sundvik y que además de muebles incluye una casa de muñecas— con madera procedente de la tala ilegal de bosques en Rusia, el mayor exportador de madera del mundo. De acuerdo con la investigación de Earthsight, IKEA es cómplice en la tala de hasta cuatro millones de árboles en Siberia. Como ocurrió con la investigación del año pasado centrada en Ucrania, esta madera estaba certificada como “legal” y “sostenible” por el Forest Stewardship Council (FSC), ayudando a encubrir la operación, antes de enviarse a un fabricante indonesio que suministra muebles a centros de IKEA de todo el mundo, incluyendo Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea. La ONG británica ha llegado a calcular que alguien adquiere un producto que contiene esta madera cada dos minutos.
Earthsight ha invertido un año en visitar los lugares donde se produce la tala y analizar pormenorizadamente documentos oficiales y protocolos de aduanas
Como recuerda Earthsight, los bosques de Siberia son tan importantes como el Amazonas de Brasil y “las empresas madereras que suministran a IKEA y otros fabricantes están contribuyendo a una enorme pérdida de biodiversidad en la región, haciéndola cada vez más proclive a devastadores incendios”.
ExportLes
Como en sus investigaciones anteriores, Earthsight ha invertido un año en visitar los lugares donde se produce la tala y analizar pormenorizadamente documentos oficiales y protocolos de aduanas así como imágenes por satélite, una novedad que permite cazar a los infractores incluso en los lugares más remotos, como es el caso.
La matriz donde se origina este nuevo escándalo que salpica al gigante del mueble sueco es ExportLes, una empresa maderera propiedad del oligarca Evgueni Bakurov que opera en el oblast de Irkutsk. ExportLes ha estado acusada de violar las leyes de protección forestal y medioambiental en varias ocasiones, talando más árboles de los permitidos, también en zonas protegidas, bajo el pretexto de que se trataba de árboles enfermos.
La empresa maderera infringió hasta en 11 ocasiones entre 2012 y 2018 las licencias de tala, un delito gracias al cual acumuló 689.000 metros cúbicos adicionales de madera
Peor aún: en ocasiones los únicos árboles que quedan en pie son precisamente los muertos, porque no sirven para la producción de madera. Se trata de un modus operandi basado en los hechos consumados: cuando el sistema judicial ha terminado su investigación e incluso fallado en contra de Bakurov, el bosque ha desaparecido. Además, Earthsight denuncia que, como consecuencia de la tala, la erosión del suelo deja una peligrosa vía abierta para el control de inundaciones. Los operarios de ExportLes tampoco acostumbran a cumplir con la normativa que les obliga a retirar los restos de madera, lo que incrementa el riesgo de incendios, que se ceban con los bosques siberianos con una periodicidad cada vez más frecuente como consecuencia, también, del cambio climático. En 2019 la magnitud de los incendios forzó al Kremlin a movilizar a las fuerzas armadas para sofocarlos.
Bakurov se enorgullece con todo de su relación con Ikea. “Hemos elegido su compañía porque nos envía troncos más rápido de lo que nosotros podemos transferirle el dinero”, se dice que un representante de la empresa sueca le comunicó en una ocasión. Para conseguir esta proeza ExportLes recurre a algunas de las acciones ilegales arriba enumeradas. Según los documentos judiciales consultados por Earthsight, la empresa maderera infringió hasta en 11 ocasiones entre 2012 y 2018 las licencias de tala, un delito gracias al cual acumuló 689.000 metros cúbicos adicionales de madera, como señala la ONG británica, una cantidad suficiente para llenar el Royal Albert Hall casi ocho veces. Se calcula que ExportLes y otras empresas madereras propiedad de Bakurov (Deep Forest, Vertical-B y Vilis) han talado 2,16 millones cúbicos de madera de bosques protegidos en los últimos 10 años. Por este motivo, Earthsight denuncia que FSC incurre en ‘greenwashing’ a la hora de proporcionar su certificado a una madera que en realidad ha sido obtenido mediante la tala ilegal.
Una vez talada, la madera se envía a través de una firma de procesado de madera rusa, Uspekh, que suministra la materia después principalmente al fabricante de muebles indonesio PT Karya Sutarindo (PTKS), que se dedica a producir muebles, entre otros, para IKEA, que es su principal cliente (hasta un 96% de las ventas de PTKS en 2019 las registró la empresa sueca). Earthsight ha calculado que PTKS recibía troncos de 1.700 árboles mensuales procedentes, en su mayoría, de la tala ilegal realizada por ExportLes.
Estos muebles terminan a través de empresas de exportación europea en los expositores de las tiendas de IKEA de toda Europa. Quizá, en una ironía sombría, algunos de ellos terminen en Rusia, donde estos bosques centenarios, que han resistido durante siglos las bajas temperaturas extremas constituyen un símbolo nacional, apreciado por su población y que se encuentra presente como escenario en cuentos, mitos y leyendas de su rico folklore y hasta en el himno del país.
IKEA responde
Earthsight reclama a los gobiernos estadounidense y de la UE, como ha hecho antes, cambios en su legislación para evitar que se repitan casos como los de Ucrania, denunciado en su informe de 2020, o Rusia.
Como viene siendo práctica habitual de esta ONG británica, antes de publicar su informe lo remitieron a las empresas que en él aparecen, que negaron participar en cualquier tipo de actividad ilegal. IKEA reconoció recibir madera suministrada por las compañías de Bakurov, pero defendió que la madera había sido obtenida “legalmente”. Admitió, eso sí, que debido a algunas “prácticas preocupantes” que no especificó había suspendido sus relaciones con ExportLes esta primavera. FSC —no es la primera vez que se encuentra bajo sospecha— negó por su parte cualquier tipo de error en su certificación, pero retiró el sello a las empresas de Bakurov.
IKEA es el mayor consumidor de madera del mundo: 21 millones de metros cúbicos en 2019, casi el equivalente a un árbol por segundo
“Valoramos las acciones que IKEA y FSC han tomado en las últimas semanas”, afirma Sam Lawson, el director de Earthsight, en la nota de prensa remitida a los medios de comunicación, “pero siguen siendo completamente insuficientes”. “Se trata de problemas sistémicos que requieren soluciones sistémicas, que van más allá de un consumidor, de un suministrador o de un país”, continúa.
La ONG menciona en su informe el apetito voraz e insaciable de los consumidores europeos y asiáticos. Debido a su modelo de ‘fast furniture’, IKEA es el mayor consumidor de madera del mundo: 21 millones de metros cúbicos en 2019, casi el equivalente a un árbol por segundo. La posición de monipolio de la que goza la compañía –siempre a la búsqueda de nuevos mercados, mayores márgenes de beneficio y menores costes de producción– invita a las empresas de tala a violar la ley con tal de mantener como cliente a IKEA. “Los gobiernos en Europa y EE UU necesitan actuar urgentemente para detener el flujo de madera robada de una vez por todas”, apostilla Lawson. En las conclusiones de su informe, la ONG no deja lugar a dudas de que apelar al cliente es insuficiente: “Si la humanidad quiere evitar un colapso climático catastrófico, la única manera de que ocurra es a través de una acción gubernamental”.
Fuente: https://www.elsaltodiario.com/biodiversidad/ikea-investigacion-earthsight-tala-ilegal-arboles-rusia
Nada más fácil que hacer propósito de enmienda. En julio de 2020 la ONG británica Earthsight publicó un informe que revelaba cómo la multinacional sueca había estado adquiriendo madera de Ucrania procedente de la tala ilegal para fabricar sus muebles. Un año más tarde, Earthsight vuelve a publicar otro informe, al que El Salto ha tenido acceso antes de su publicación, sobre la misma compañía y en el que denuncia exactamente las mismas prácticas.
En esta ocasión se trata de la fabricación de mobiliario infantil —concretamente el de la popular serie Sundvik y que además de muebles incluye una casa de muñecas— con madera procedente de la tala ilegal de bosques en Rusia, el mayor exportador de madera del mundo. De acuerdo con la investigación de Earthsight, IKEA es cómplice en la tala de hasta cuatro millones de árboles en Siberia. Como ocurrió con la investigación del año pasado centrada en Ucrania, esta madera estaba certificada como “legal” y “sostenible” por el Forest Stewardship Council (FSC), ayudando a encubrir la operación, antes de enviarse a un fabricante indonesio que suministra muebles a centros de IKEA de todo el mundo, incluyendo Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea. La ONG británica ha llegado a calcular que alguien adquiere un producto que contiene esta madera cada dos minutos.
Earthsight ha invertido un año en visitar los lugares donde se produce la tala y analizar pormenorizadamente documentos oficiales y protocolos de aduanas
Como recuerda Earthsight, los bosques de Siberia son tan importantes como el Amazonas de Brasil y “las empresas madereras que suministran a IKEA y otros fabricantes están contribuyendo a una enorme pérdida de biodiversidad en la región, haciéndola cada vez más proclive a devastadores incendios”.
ExportLes
Como en sus investigaciones anteriores, Earthsight ha invertido un año en visitar los lugares donde se produce la tala y analizar pormenorizadamente documentos oficiales y protocolos de aduanas así como imágenes por satélite, una novedad que permite cazar a los infractores incluso en los lugares más remotos, como es el caso.
La matriz donde se origina este nuevo escándalo que salpica al gigante del mueble sueco es ExportLes, una empresa maderera propiedad del oligarca Evgueni Bakurov que opera en el oblast de Irkutsk. ExportLes ha estado acusada de violar las leyes de protección forestal y medioambiental en varias ocasiones, talando más árboles de los permitidos, también en zonas protegidas, bajo el pretexto de que se trataba de árboles enfermos.
La empresa maderera infringió hasta en 11 ocasiones entre 2012 y 2018 las licencias de tala, un delito gracias al cual acumuló 689.000 metros cúbicos adicionales de madera
Peor aún: en ocasiones los únicos árboles que quedan en pie son precisamente los muertos, porque no sirven para la producción de madera. Se trata de un modus operandi basado en los hechos consumados: cuando el sistema judicial ha terminado su investigación e incluso fallado en contra de Bakurov, el bosque ha desaparecido. Además, Earthsight denuncia que, como consecuencia de la tala, la erosión del suelo deja una peligrosa vía abierta para el control de inundaciones. Los operarios de ExportLes tampoco acostumbran a cumplir con la normativa que les obliga a retirar los restos de madera, lo que incrementa el riesgo de incendios, que se ceban con los bosques siberianos con una periodicidad cada vez más frecuente como consecuencia, también, del cambio climático. En 2019 la magnitud de los incendios forzó al Kremlin a movilizar a las fuerzas armadas para sofocarlos.
Bakurov se enorgullece con todo de su relación con Ikea. “Hemos elegido su compañía porque nos envía troncos más rápido de lo que nosotros podemos transferirle el dinero”, se dice que un representante de la empresa sueca le comunicó en una ocasión. Para conseguir esta proeza ExportLes recurre a algunas de las acciones ilegales arriba enumeradas. Según los documentos judiciales consultados por Earthsight, la empresa maderera infringió hasta en 11 ocasiones entre 2012 y 2018 las licencias de tala, un delito gracias al cual acumuló 689.000 metros cúbicos adicionales de madera, como señala la ONG británica, una cantidad suficiente para llenar el Royal Albert Hall casi ocho veces. Se calcula que ExportLes y otras empresas madereras propiedad de Bakurov (Deep Forest, Vertical-B y Vilis) han talado 2,16 millones cúbicos de madera de bosques protegidos en los últimos 10 años. Por este motivo, Earthsight denuncia que FSC incurre en ‘greenwashing’ a la hora de proporcionar su certificado a una madera que en realidad ha sido obtenido mediante la tala ilegal.
Una vez talada, la madera se envía a través de una firma de procesado de madera rusa, Uspekh, que suministra la materia después principalmente al fabricante de muebles indonesio PT Karya Sutarindo (PTKS), que se dedica a producir muebles, entre otros, para IKEA, que es su principal cliente (hasta un 96% de las ventas de PTKS en 2019 las registró la empresa sueca). Earthsight ha calculado que PTKS recibía troncos de 1.700 árboles mensuales procedentes, en su mayoría, de la tala ilegal realizada por ExportLes.
Estos muebles terminan a través de empresas de exportación europea en los expositores de las tiendas de IKEA de toda Europa. Quizá, en una ironía sombría, algunos de ellos terminen en Rusia, donde estos bosques centenarios, que han resistido durante siglos las bajas temperaturas extremas constituyen un símbolo nacional, apreciado por su población y que se encuentra presente como escenario en cuentos, mitos y leyendas de su rico folklore y hasta en el himno del país.
IKEA responde
Earthsight reclama a los gobiernos estadounidense y de la UE, como ha hecho antes, cambios en su legislación para evitar que se repitan casos como los de Ucrania, denunciado en su informe de 2020, o Rusia.
Como viene siendo práctica habitual de esta ONG británica, antes de publicar su informe lo remitieron a las empresas que en él aparecen, que negaron participar en cualquier tipo de actividad ilegal. IKEA reconoció recibir madera suministrada por las compañías de Bakurov, pero defendió que la madera había sido obtenida “legalmente”. Admitió, eso sí, que debido a algunas “prácticas preocupantes” que no especificó había suspendido sus relaciones con ExportLes esta primavera. FSC —no es la primera vez que se encuentra bajo sospecha— negó por su parte cualquier tipo de error en su certificación, pero retiró el sello a las empresas de Bakurov.
IKEA es el mayor consumidor de madera del mundo: 21 millones de metros cúbicos en 2019, casi el equivalente a un árbol por segundo
“Valoramos las acciones que IKEA y FSC han tomado en las últimas semanas”, afirma Sam Lawson, el director de Earthsight, en la nota de prensa remitida a los medios de comunicación, “pero siguen siendo completamente insuficientes”. “Se trata de problemas sistémicos que requieren soluciones sistémicas, que van más allá de un consumidor, de un suministrador o de un país”, continúa.
La ONG menciona en su informe el apetito voraz e insaciable de los consumidores europeos y asiáticos. Debido a su modelo de ‘fast furniture’, IKEA es el mayor consumidor de madera del mundo: 21 millones de metros cúbicos en 2019, casi el equivalente a un árbol por segundo. La posición de monipolio de la que goza la compañía –siempre a la búsqueda de nuevos mercados, mayores márgenes de beneficio y menores costes de producción– invita a las empresas de tala a violar la ley con tal de mantener como cliente a IKEA. “Los gobiernos en Europa y EE UU necesitan actuar urgentemente para detener el flujo de madera robada de una vez por todas”, apostilla Lawson. En las conclusiones de su informe, la ONG no deja lugar a dudas de que apelar al cliente es insuficiente: “Si la humanidad quiere evitar un colapso climático catastrófico, la única manera de que ocurra es a través de una acción gubernamental”.
Fuente: https://www.elsaltodiario.com/biodiversidad/ikea-investigacion-earthsight-tala-ilegal-arboles-rusia
miércoles, 21 de julio de 2021
Terapia rápida racional y Creencias irracionales por Ellis
Albert Ellis, un referente en la terapia cognitiva, puso de manifiesto las principales creencias irracionales que la gente tiene:
Necesidad de aceptación. Pensar que se necesita la aprobación y apoyo de todas las personas para cada cosa que hacemos.
Altas autoexpectativas. Creer que se debe tener éxito y ser competente en todo lo que hacemos.
Culpabilización. Pensar que la gente debe ser castigada por sus errores. Este pensamiento se suele aplicar a los demás y a uno mismo.
Reacción a la frustración. Pensar que es horrible cuando las cosas no son como deberían. Demos pensar que es normal sentirse angustiado cuando las cosas van mal.
Irresponsabilidad emocional. Pensar que se tiene poco control sobre la infelicidad y conformarse con ella. Es decir, cuando algo malo ocurre podemos pensar que no tenemos nada que hacer y nos conformamos con la situación.
Preocupación acerca de futuros problemas. Sentirse ansioso ante la posibilidad de que algo suceda (pero debemos pensar que el mundo no es un lugar seguro). Estas personas rumian las cosas que podrían ir mal y esto les genera mucho malestar.
Evitación de problemas. Pensar que es más fácil evitar problemas y responsabilidades que afrontarlos.
Dependencia. Pensar que se debe disponer siempre de alguien más fuerte. Estas personas se sienten incapaces de manejar problemas cotidianos de una manera competente y suelen pensar: “esto es demasiado para mí” o “esto es mucha responsabilidad”.
Indefensión. Pensar constantemente “yo soy así y no puedo hacer nada para remediarlo”. En otras palabras, no hacer nada para mejorar la situación propia por el pensamiento de que no se puede remediar su situación.
Perfeccionismo. Pensar que todos los problemas tienen una solución perfecta y que la persona no se puede sentir feliz hasta que la encuentre. Sin embargo, esto no es realista porque nadie es perfecto.
Necesidad de aceptación. Pensar que se necesita la aprobación y apoyo de todas las personas para cada cosa que hacemos.
Altas autoexpectativas. Creer que se debe tener éxito y ser competente en todo lo que hacemos.
Culpabilización. Pensar que la gente debe ser castigada por sus errores. Este pensamiento se suele aplicar a los demás y a uno mismo.
Reacción a la frustración. Pensar que es horrible cuando las cosas no son como deberían. Demos pensar que es normal sentirse angustiado cuando las cosas van mal.
Irresponsabilidad emocional. Pensar que se tiene poco control sobre la infelicidad y conformarse con ella. Es decir, cuando algo malo ocurre podemos pensar que no tenemos nada que hacer y nos conformamos con la situación.
Preocupación acerca de futuros problemas. Sentirse ansioso ante la posibilidad de que algo suceda (pero debemos pensar que el mundo no es un lugar seguro). Estas personas rumian las cosas que podrían ir mal y esto les genera mucho malestar.
Evitación de problemas. Pensar que es más fácil evitar problemas y responsabilidades que afrontarlos.
Dependencia. Pensar que se debe disponer siempre de alguien más fuerte. Estas personas se sienten incapaces de manejar problemas cotidianos de una manera competente y suelen pensar: “esto es demasiado para mí” o “esto es mucha responsabilidad”.
Indefensión. Pensar constantemente “yo soy así y no puedo hacer nada para remediarlo”. En otras palabras, no hacer nada para mejorar la situación propia por el pensamiento de que no se puede remediar su situación.
Perfeccionismo. Pensar que todos los problemas tienen una solución perfecta y que la persona no se puede sentir feliz hasta que la encuentre. Sin embargo, esto no es realista porque nadie es perfecto.
Técnica ABC para combatir los pensamientos irracionales.
técnica ABC
Esta técnica se basa en demostrar que las creencias que tenemos son irracionales. Para ello, tenemos que realizar una tabla en la que detallemos por columnas lo siguiente:
A: El acontecimiento
B: Evaluación que hacemos de lo que ha pasado
C: Emoción que nos genera y lo que hacemos
Pongamos un ejemplo:
A: Acontecimiento
Nos caemos en la calle
Esta técnica se basa en demostrar que las creencias que tenemos son irracionales. Para ello, tenemos que realizar una tabla en la que detallemos por columnas lo siguiente:
A: El acontecimiento
B: Evaluación que hacemos de lo que ha pasado
C: Emoción que nos genera y lo que hacemos
Pongamos un ejemplo:
A: Acontecimiento
Nos caemos en la calle
B: Evaluación
Me está mirando todo el mundo, soy una persona muy patosa, qué desastre
C: Emoción
Malestar, vergüenza y ansiedad
Irracional
Racional
Nos caemos en la calle Esto le puede pasar a cualquiera Molesto
Podemos ver que el mismo acontecimiento (nos caemos en la calle) puede generar emociones muy negativas (malestar, vergüenza, ansiedad) o simplemente negativas (molestia). La única diferencia entre ambas es la evaluación que la persona hace del acontecimiento.
Por ello, cuando nos pase algo por el estilo tenemos que poner la siguiente técnica en práctica: técnica ABCDE. En este caso las columnas de la tabla serían las siguientes:
A: El acontecimiento
B: Evaluación que hacemos de lo que ha pasado
C: Emoción que nos genera y lo que hacemos
D: Cuestionarse los pensamientos irracionales
E: Nuevo pensamiento racional
Pongamos un ejemplo:
Nos caemos en la calle Esto le puede pasar a cualquiera Molesto
Podemos ver que el mismo acontecimiento (nos caemos en la calle) puede generar emociones muy negativas (malestar, vergüenza, ansiedad) o simplemente negativas (molestia). La única diferencia entre ambas es la evaluación que la persona hace del acontecimiento.
Por ello, cuando nos pase algo por el estilo tenemos que poner la siguiente técnica en práctica: técnica ABCDE. En este caso las columnas de la tabla serían las siguientes:
A: El acontecimiento
B: Evaluación que hacemos de lo que ha pasado
C: Emoción que nos genera y lo que hacemos
D: Cuestionarse los pensamientos irracionales
E: Nuevo pensamiento racional
Pongamos un ejemplo:
Salimos a la calle con la camisa sucia Todo el mundo me está mirando, van a pensar que soy una persona mal aseada Malestar, angustia, ansiedad
¿Quién te está mirando? Nadie se está fijando en tu camisa, hay más gente en la calle. Además, pueden estar mirando lo guapo que vas
Indiferencia
Como se puede ver, para crear un nuevo pensamiento lo más importante es la D: el cuestionamiento, el debate o la disputa de nuestro pensamiento. Nos tenemos que cuestionar para poder crear un pensamiento más racional. En ese caso, puede ser que la gente no nos esté mirando o que si nos mira sea por otra cosa que nada tiene que ver con llevar una pequeña mancha en la camisa. Llevar una mancha en la camisa es algo que a todo el mundo le podría llegar a pasar.
Documento con la tabla para que puedas completarla y rebatir tu mismo tus pensamientos
Técnica ABCDE.pdf
¿Quién te está mirando? Nadie se está fijando en tu camisa, hay más gente en la calle. Además, pueden estar mirando lo guapo que vas
Indiferencia
Como se puede ver, para crear un nuevo pensamiento lo más importante es la D: el cuestionamiento, el debate o la disputa de nuestro pensamiento. Nos tenemos que cuestionar para poder crear un pensamiento más racional. En ese caso, puede ser que la gente no nos esté mirando o que si nos mira sea por otra cosa que nada tiene que ver con llevar una pequeña mancha en la camisa. Llevar una mancha en la camisa es algo que a todo el mundo le podría llegar a pasar.
Documento con la tabla para que puedas completarla y rebatir tu mismo tus pensamientos
Técnica ABCDE.pdf
En el caso de que tengas dificultades para cuestionar tus pensamientos irracionales, te recomiendo que pidas ayuda a un profesional de la salud mental.
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