viernes, 18 de agosto de 2023

_- La verdadera tragedia de Oppenheimer

J. Robert Oppenheimer
Head and shoulders portrait

_- Tristemente, la historia de la vida de Oppenheimer es relevante para nuestros predicamentos políticos actuales. Oppenheimer fue destruido por un movimiento político caracterizado por demagogos ignorantes, antiintelectuales y xenófobos. Los cazadores de brujas de aquella época son los antepasados directos de nuestros actuales actores políticos de cierto estilo paranoico. Estoy pensando en Roy Cohn, el abogado principal del senador Joseph McCarthy, que intentó hacerle un citatorio a Oppenheimer en 1954, pero le advirtieron que hacerlo podría interferir con la inminente audiencia de seguridad en contra del científico. Sí, ese Roy Cohn, el que le enseñó al expresidente Donald Trump su descarado y totalmente delirante estilo de hacer política. Basta con recordar los comentarios del expresidente sobre la pandemia o el cambio climático, rebatidos por los hechos. Se trata de una visión del mundo que desprecia con orgullo la ciencia.

Después de que el científico más célebre de Estados Unidos fuera acusado falsamente y humillado en público, el caso Oppenheimer supuso una advertencia a todos los científicos para que no se presentaran en la arena política como intelectuales públicos. Esa fue la verdadera tragedia de Oppenheimer. Lo que le ocurrió también dañó nuestra capacidad como sociedad para debatir honestamente sobre la teoría científica, la base misma de nuestro mundo moderno.

La física cuántica ha transformado por completo nuestra comprensión del universo. Y esta ciencia también nos ha conducido a una revolución en la potencia informática e innovaciones biomédicas asombrosas para prolongar la vida humana. Sin embargo, demasiados de nuestros ciudadanos siguen desconfiando de los científicos y no comprenden la búsqueda científica, ni el ensayo y error inherentes a la comprobación de cualquier teoría frente a los hechos mediante la experimentación. Solo hay que ver lo que les ocurrió a nuestros funcionarios de salud pública durante la reciente pandemia.

Nos encontramos en el umbral de otra revolución tecnológica en la que la inteligencia artificial transformará nuestra forma de vivir y trabajar y, sin embargo, aún no tenemos el tipo de discurso civil e informado con sus innovadores que podría ayudarnos a tomar decisiones políticas acertadas sobre su regulación. Nuestros políticos deben escuchar más a innovadores tecnológicos como Sam Altman y a físicos cuánticos como Kip Thorne y Michio Kaku.

Oppenheimer intentaba con desesperación mantener ese tipo de conversación sobre las armas nucleares. Intentaba advertir a nuestros generales que no se trataba de armas para el campo de batalla, sino de armas de puro terror. Sin embargo, nuestros políticos optaron por silenciarlo; el resultado fue que pasamos la Guerra Fría enfrascados en una carrera armamentística costosa y peligrosa.

Hoy en día, las amenazas no tan veladas de Vladimir Putin de desplegar armas nucleares tácticas en la guerra de Ucrania son un duro recordatorio de que nunca podemos ser complacientes a la hora de convivir con las armas nucleares. Oppenheimer no lamentó lo que hizo en Los Álamos; comprendía que no se puede impedir que seres humanos curiosos descubran el mundo físico que les rodea. No se puede detener la búsqueda científica ni desinventar la bomba atómica. No obstante, Oppenheimer siempre creyó que los seres humanos podían aprender a regular estas tecnologías e integrarlas a una civilización sustentable y humana. Esperemos que tenga razón.

Kai Bird es director del Leon Levy Center for Biography y coautor junto con Martin J. Sherwin de American Prometheus: The Triumph and Tragedy of J. Robert Oppenheimer. Ahora está escribiendo la biografía de Roy Cohn.

jueves, 17 de agosto de 2023

_- Jet Lag: vuelve a tu ritmo

An illustration of a woman with long, flowing hair holding a rolling suitcase under a starry sky. She is standing on the other side of a window from two people who have fallen asleep while sitting at a table with coffee cups. There is an outline of a jet in the sky above the awake woman, and a garland of flowers surrounds the whole image. 

_- Finalmente llegaste a París, pero en lugar de subir corriendo a la Torre Eiffel, te estás desmayando en tu soufflé. La culpa es del desfase horario, cuando el ritmo circadiano de tu cuerpo (los tiempos esperados para dormir y despertar) no está sincronizado con tu nueva ubicación, dejándote con niebla mental al mediodía o insomnio a altas horas de la madrugada. No todo el mundo tiene el mismo reloj biológico, por supuesto, y no hay dos viajes exactamente iguales, pero hay algunos trucos que podrían ayudarte a recuperar la energía más rápidamente.

Cambia antes de irte
La diferencia horaria y la dirección en la que viajas contribuyen al desfase horario, dijo Jay Olson, becario postdoctoral de la Universidad de Toronto Mississauga que ha estudiado el fenómeno. El Dr. Olson dijo que viajar hacia el oeste, cuando necesita quedarse despierto y despertarse más tarde para coincidir con la nueva zona horaria, es más fácil para la mayoría de las personas que viajar hacia el este, cuando se espera que haga lo contrario.

Para viajes más cortos, haga un cambio gradual de una hora por día para la cantidad de zonas horarias que cruzará, dijo el Dr. Vishesh Kapur, fundador del Centro de Medicina del Sueño de la Universidad de Washington.

Por ejemplo, si vuela de California a Massachusetts, cruzando tres zonas horarias, intente acostarse y despertarse progresivamente una hora más temprano cada día durante tres días antes del viaje. Por lo general, no es necesario cambiar la hora de acostarse antes de viajar a menos de tres zonas horarias al oeste, dijo.

Aprovecha el poder de la luz
La luz brillante ayuda a mantener nuestro reloj interno sincronizado con el mundo exterior, viajando a través de células especializadas en la retina y señalando la parte del cerebro que establece el horario maestro del cuerpo. Entonces, para viajes más largos, busque o evite la luz brillante en momentos específicos, dijo el Dr. Olson. Comenzando unos días antes de su viaje, cambie gradualmente los tiempos de luz y oscuridad de su origen hacia los de su destino, usando anteojos oscuros, luz solar u otras fuentes de luz.

En los primeros días de su viaje, puede ser complicado determinar los mejores momentos para tener luz. Supongamos que toma un vuelo nocturno de Nueva York a Londres y llega a las 7 a. m. Es posible que su cerebro todavía se sienta como si fueran las 2 a. m., y recibir luz brillante de inmediato podría confundir su reloj interno. En este caso, es posible que desee ponerse anteojos oscuros durante unas horas, luego salir al sol cuando esté más cerca de su hora de despertarse en casa, extendiendo su día en Londres.

En los viajes largos a Asia, cuando el día y la noche se invierten, a menudo es más fácil cambiar el ciclo hacia atrás, dijo Mickey Beyer-Clausen, director ejecutivo de Timeshifter, que fabrica una aplicación de desfase horario del mismo nombre. Por ejemplo, cuando vuele sin escalas de Nueva York a Tokio, que tiene 13 horas de adelanto, piense que tiene 11 horas de atraso (el jet lag no considera la línea de fecha internacional). Eso significa que si aterrizas, digamos, a las 2 p.m. en Japón, a la 1 a. m. en Nueva York, debe contrarrestar el hecho de que su cerebro de Nueva York se está quedando sin dormir. Esto significa buscar luz brillante toda la tarde, especialmente por la noche, hasta la hora de acostarse en Japón. También puede comenzar a adaptarse al horario japonés si se acuesta y busca la luz más tarde de lo normal durante dos noches antes de salir de Nueva York.

Herramientas en línea como Jet Lag Rooster y Timeshifter ayudan a crear un cronograma personalizado basado en variables como diferencias de zona horaria, horas de salida y llegada y otros factores.

Considere la melatonina
Si tiene problemas para conciliar el sueño antes de viajar al este, el Dr. Kapur sugiere tomar un miligramo de melatonina de venta libre unas cuatro horas antes de acostarse, hasta tres días antes del viaje. (La melatonina es una sustancia que se produce naturalmente en el cuerpo cuando cae la noche, lo que indica que es hora de irse a dormir). Esta pequeña dosis es mejor para reducir el desfase horario, dijo el Dr. Olson, porque los estudios muestran que una dosis mayor no No necesariamente funciona mejor y es más probable que produzca efectos secundarios. Los viajeros deben saber que, como suplemento dietético, la melatonina no está regulada por la Administración de Alimentos y Medicamentos.

Toma una siesta rápida
Si se siente agotado mientras su cuerpo se adapta a la nueva zona horaria, acurrúquese para una siesta de 20 minutos, dijo el Dr. Kapur. Si toma una siesta más larga, advierte, la niebla mental puede empeorar o puede tener problemas para conciliar el sueño por la noche.

Refréscate con una ducha de escala
Un chorrito en el aeropuerto entre vuelos largos puede hacer maravillas para un cuerpo cansado. Los aeropuertos con duchas públicas de pago incluyen el Aeropuerto Internacional de Tokio Narita, el Aeropuerto de Múnich y el Aeropuerto Internacional de San Francisco. En algunos aeropuertos, solo salones específicos, como el Delta Sky Club en el Aeropuerto Internacional Seattle-Tacoma, ofrecen duchas. Si no es miembro, no tiene acceso a través de una tarjeta de crédito y realmente necesita un impulso, considere un pase de un día. El IGA Lounge en el Aeropuerto Internacional de Estambul, por ejemplo, cuesta $65. Todos ofrecen toallas, jabón y champú.

Aprovecha al máximo el retraso
Si espera levantarse muy tarde o muy temprano a medida que su cuerpo se adapta, planifique con anticipación. Al principio del viaje, puede que tenga más energía para visitar el Mercado Nocturno de Patpong en Bangkok, la subasta de atún de la mañana en el Mercado de Pescado Toyosu en Tokio o una excursión antes del amanecer para ver el amanecer en el volcán Haleakala en Maui.

Retrasos y Cancelaciones: Conozca sus Derechos

 An illustration of a crowd of people standing in line below a sign that says “Flight Rebooking.” One person is slumped over next to a suitcase, while another person holding a phone is confidently striding past the crowd holding a phone.

Credit...Dani Pendergast

Los retrasos y cancelaciones de vuelos son inevitables y desafortunados, especialmente en verano, cuando más personas vuelan y el clima severo tiende a ocurrir con más frecuencia.

¿Cómo puede volver a encarrilar su viaje cuando las cosas salen frustrantemente mal? Comience por leer la letra pequeña antes de reservar, comprenda lo que se le debe y sea proactivo en el aeropuerto al pedir lo que desea. Aquí está cómo hacerlo.

Prepárate antes de ir
Descargue la aplicación de su aerolínea, que a menudo muestra la ubicación de un avión y también publica actualizaciones oportunas sobre el estado de un vuelo o los cambios de puerta. Las actualizaciones pueden aparecer aquí antes que en cualquier otro lugar.

El día de su vuelo, también puede escanear FlightAware, un servicio de seguimiento de vuelos accesible por aplicación y sitio web, para tener una idea de los retrasos y cancelaciones en los principales aeropuertos. Esté atento al clima también.

Puede ser útil saber con qué aerolíneas se asocia su operador, en caso de que necesite volver a reservar en otra aerolínea. Además de asociaciones como códigos compartidos, cuando una aerolínea opera un vuelo en nombre de otra, o alianzas, la mayoría de las aerolíneas también tienen relaciones conocidas como acuerdos entre líneas que les permiten transferir pasajeros a vuelos en otras aerolíneas.

Esta información no siempre está disponible en línea; los expertos sugieren llamar al servicio de atención al cliente de una aerolínea para obtener más orientación.

Tenga en cuenta que si tiene un boleto con una aerolínea de bajo costo, como Frontier Airlines, Southwest Airlines o Spirit Airlines, lo más probable es que no tenga suerte: generalmente no vuelven a reservar en ninguna otra aerolínea.

Ve más profundo que el tablero
El panel de cancelaciones y demoras de aerolíneas del Departamento de Transporte es un recurso útil que explica en detalle lo que 10 de las aerolíneas nacionales más grandes ofrecen a los pasajeros. Pero este tablero no es su única herramienta. Los planes de servicio al cliente para aerolíneas específicas (ubicados en sus sitios web y con enlaces desde el tablero del D.O.T.) tienen más detalles sobre los derechos de los pasajeros.

Por ejemplo, si su vuelo de United Airlines se cancela por razones dentro del control de la aerolínea, como falta de personal, y se le cambia la ruta a un vuelo que sale al día siguiente, tiene derecho a un cupón para comida, un hotel asociado cercano y transporte.  Si una habitación no está disponible en el hotel de la aerolínea y debe buscar otro alojamiento, United le reembolsará los "costos de hotel razonables". No hay nada en el sitio de atención al cliente de United que indique que se reembolsarán los recibos de comida o de taxi.

Si una demora o cancelación es culpa de la aerolínea, la mayoría de las principales aerolíneas también pueden volver a reservarlo en otra aerolínea. Algunos tienen esta capacidad, independientemente de lo que condujo a la interrupción.

En la mayoría de los casos, American Airlines lo volverá a reservar en otra aerolínea si no hay vuelos de American hasta el día siguiente. Delta Air Lines también se compromete a organizar vuelos en aerolíneas alternativas si es necesario, aunque no está claro en qué circunstancias lo hará.

Crea una estrategia para tu pedido
En los Estados Unidos, si su vuelo se cancela, por cualquier motivo, todas las aerolíneas deben volver a reservarlo en otro vuelo o darle un reembolso rápido, incluso si tiene un boleto no reembolsable, según el Departamento de Transporte.

Cuando la aerolínea causa un retraso o una cancelación, los pasajeros, en la mayoría de los casos, tienen derecho a un puñado de servicios después de que los tiempos de espera hayan excedido las tres horas. Los principales transportistas proporcionarán comidas o vales de comida. Y si los viajeros se ven obligados a pasar la noche, la mayoría de las aerolíneas cubrirán los costos de la estadía en un hotel y el transporte asociado.

Pero obtener lo que le corresponde puede ser un desafío cuando cientos de pasajeros hacen fila y la espera de un representante de servicio al cliente por teléfono puede prolongarse durante horas. Ahí es donde ser estratégico puede marcar la diferencia.

Mary Cropper, especialista en viajes de  Audley Trave desaconsejó pedir ayuda en la puerta de embarque, donde también estarán muchos otros pasajeros. En su lugar, busque el servicio de atención al cliente de una aerolínea. Las salas VIP de los aeropuertos, algunas de las cuales son accesibles con un pase de un día, también pueden ser una vía más rápida para recibir asistencia, dijo.

Cuando se comunique con el representante de servicio al cliente, prepárese con la solicitud específica para el resultado que desea, ya sea que se vuelva a reservar en un vuelo determinado o en un vuelo en una aerolínea asociada, o que salga de un aeropuerto diferente al que podría estar varado. adentro. No se limite a preguntar cuáles son sus opciones.

“Si un arreglo de vuelo alternativo no lo lleva a donde necesita estar o cuando necesita estar allí, pida algo mejor”, dijo James Ferrara, fundador de InteleTravel, una red global de asesores de viajes. Y mencione si es un viajero frecuente o tiene un compromiso inflexible como una boda o una conferencia de trabajo, agregó.

Hazlo
Los expertos dijeron que los pasajeros también pueden tomar el asunto en sus propias manos, ya sea reservando un hotel o un nuevo vuelo, y presentando los recibos más tarde para su reembolso con el equipo de relaciones con el cliente de una aerolínea. Sin embargo, existe cierto riesgo de que una aerolínea no pague la factura, dijo Bobby Laurie, un experto en viajes y ex asistente de vuelo.

“También debe estar 100 por ciento seguro de que está en lo correcto y que se le debe el reembolso”, dijo. “Armado con información, eres el mejor defensor de ti mismo. Pero realmente, realmente, tienes que leer la letra pequeña”.

Comprender que los derechos pueden diferir con los vuelos internacionales
En la Unión Europea, las cancelaciones de vuelos o los retrasos prolongados pueden otorgar a los pasajeros el derecho a un reembolso o a un vuelo de reemplazo. También puede haber una compensación de hasta 600 euros, alrededor de $ 660, según factores como cuánto tiempo esperó, con cuánto tiempo de aviso le avisaron sobre un cambio de horario, la distancia del vuelo y la causa del retraso o cancelación.

La regla cubre a todos los pasajeros, independientemente de su nacionalidad, y vuelos salientes desde y dentro de la Unión Europea, incluso en aerolíneas estadounidenses. En vuelos a E.U. países, se aplica sólo a E.U. portadores

AirHelp, una empresa de compensación de vuelos con sede en Berlín, tiene una guía completa que describe los derechos de los pasajeros en muchos países.

Sepa que podría no tener suerte si el clima cambia
Cualquier compensación o ayuda ofrecida por las aerolíneas depende de si el motivo de la cancelación está bajo el control de la aerolínea, como problemas de personal o mantenimiento. Los problemas de control del tráfico aéreo y el clima no lo son. El clima es la principal causa de retrasos este año hasta la fecha, y los "retrasos progresivos" son la pesadilla de todos los viajeros aéreos.

Puede parecer injusto, pero "si su vuelo se cancela debido a una tormenta eléctrica", dijo Scott Keyes, fundador de Going.com, un sitio web que envía alertas sobre ofertas de viajes, "no espere que la aerolínea cubra sus comidas o Alojamientos.

miércoles, 16 de agosto de 2023

Quién es quién en ‘Oppenheimer’: una guía de las personas y los hechos reales.

In a black-and-white image, a man in a three-piece suit sits in a corner with a pipe in his mouth.
J. Robert Oppenheimer en 1963. Habían revocado su autorización de seguridad del Departamento de Energía de Estados Unidos en la década anterior, una decisión que fue anulada el año pasado.">Credit...Eddie Adams/Associated

El complejo drama de Christopher Nolan describe el desarrollo de la bomba nuclear y las maquinacion políticas de mediados del siglo pasado. Este es el trasfondo.La premisa de Oppenheimer, la película biográfica de Christopher Nolan, es sencilla: contar la historia de J. Robert Oppenheimer, el físico conocido como el “padre de la bomba atómica”. Pero, como en otras películas del director, la ejecución dista mucho de ser sencilla. La película salta entre períodos de tiempo y presenta una vertiginosa variedad de científicos, políticos y posibles agentes comunistas en medio de una serie de audiencias gubernamentales.

Aquí hay una guía para ayudarte a realizar un seguimiento de los personajes y eventos de la vida real de la película.

J. Robert Oppenheimer (interpretado por Cillian Murphy)

El físico teórico estadounidense (interpretado por Cillian Murphy) encabezó el desarrollo de la bomba atómica a través del Proyecto Manhattan.

Nacido en la ciudad de Nueva York en 1904, Oppenheimer cursó sus estudios universitarios en Harvard antes de mudarse a Cambridge, Inglaterra, para realizar estudios de posgrado en física. Allí, se frustró con la insistencia de su tutor, Patrick Blackett, de que se concentrara en el trabajo de laboratorio en lugar de la teoría y se ha reportado que le dio una manzana envenenada. El tutor nunca comió la manzana, pero los funcionarios de la universidad pusieron a Oppenheimer en un período de prueba académica. Dicho esto, el episodio es objeto de historias contradictorias.

Después de recibir su doctorado en física en una universidad alemana, Oppenheimer dictó cátedras en la Universidad de California, Berkeley y el Instituto de Tecnología de California, lo que ayudó a fundar el trabajo de una escuela estadounidense de física teórica.

Con la Segunda Guerra Mundial en marcha, Oppenheimer fue nombrado director de Los Álamos, parte del gigantesco esfuerzo por desarrollar la bomba atómica. Habiéndose enamorado de Nuevo México cuando lo enviaron allí de niño para recuperarse de la disentería, estableció un laboratorio secreto en el desierto de Los Alamos, N.M., coordinando los esfuerzos de los mejores físicos e ingenieros que culminaron en la primera explosión nuclear, en Alamogordo el 16 de julio de 1945, conocida como la prueba Trinity.

Más tarde dirigió el Instituto de Estudios Avanzados, un centro independiente de investigación teórica en Princeton, Nueva Jersey, y se convirtió en presidente del Comité Asesor General de la Comisión de Energía Atómica de los Estados Unidos.

Lewis Strauss (interpretado por Robert Downey Jr.) Robert Downey Jr. interpreta al hombre que hizo campaña para revocar la autorización de seguridad de Oppenheimer.

El principal antagonista de Oppenheimer en la película, Strauss (Robert Downey Jr.) fue presidente de la Comisión de Energía Atómica y líder de la campaña para revocar la autorización de seguridad de Oppenheimer.

Nacido en Virginia Occidental, trabajó de diversas maneras como vendedor ambulante de zapatos, socio de un banco de inversión y burócrata que ayudaba a la Administración de Alimentos del futuro presidente Herbert Hoover durante la Primera Guerra Mundial. Después de la Segunda Guerra Mundial, el presidente Harry S. Truman designó a Strauss a la Comisión de Energía Atómica y se convirtió en su presidente, impulsando el desarrollo de la bomba de hidrógeno. Strauss más tarde se desempeñó como secretario interino de comercio bajo el gobierno de Dwight D. Eisenhower, pero su nominación fue rechazada por el Senado, en parte debido a la indignación de la comunidad científica por el trato que le dio a Oppenheimer.

Jean Tatlock (interpretada por Florence Pugh)

Miembro activo del Partido Comunista del Área de la Bahía, Tatlock (Florence Pugh) era estudiante de posgrado en la Escuela de Medicina de Stanford cuando comenzó a salir con Oppenheimer en 1936. Ella ayudó a presentarle activistas comunistas, alimentando sus simpatías de izquierda. Terminó su relación con Oppenheimer en 1939, aunque él siguió visitándola. Su última reunión, en junio de 1943, fue vigilada por agentes del F.B.I.. En 1944, Tatlock, de 29 años, fue encontrada muerta en su baño. La mayoría de los historiadores concluyen que murió por suicidio.

William Borden (interpretado por David Dastmalchian) Nacido en 1920 en Washington, D.C., Borden (David Dastmalchian) se graduó de la Escuela de Derecho de la Universidad de Yale. Eventualmente trabajó como secretario legislativo para un senador de Connecticut, Brien McMahon, y se convirtió en director de personal del Comité Conjunto sobre Energía Atómica del Congreso en 1949.

En 1953, probablemente con el apoyo de Strauss, envió una carta al director del F.B.I., J. Edgar Hoover, sugiriendo que “lo más probable es que J. Robert Oppenheimer sea un agente de la Unión Soviética”. Este fue el catalizador de una audiencia a puerta cerrada sobre los lazos comunistas de Oppenheimer, expuestos en la película, y la eventual revocación de su autorización de seguridad.

Ernest Lawrence (interpretado por Josh Hartnett)

Lawrence (Josh Hartnett), un científico ganador del Premio Nobel, nació en 1901 en Dakota del Sur. Obtuvo un doctorado en física de Yale y se convirtió en profesor de física en U.C. Berkeley, donde inventó el ciclotrón, un acelerador de partículas que fue fundamental para el desarrollo de la bomba atómica. Fue Lawrence quien ayudó a introducir a Oppenheimer en el Proyecto Manhattan. Después de la guerra, abogó por el desarrollo de armas nucleares de hidrógeno.

Edward Teller (interpretado por Benny Safdie)Benny Safdie como el físico Edward Teller, quien testificó contra Oppenheimer.

Nacido en Budapest, Teller (Benny Safdie) obtuvo su doctorado en física en Alemania y luego se le ofreció una cátedra en la Universidad George Washington, convirtiéndose en ciudadano estadounidense naturalizado en 1941. Conocido por su investigación sobre energía nuclear, se unió al equipo de Oppenheimer en Los Alamos, donde trabajó en la división de física teórica.

Teller estaba obsesionado con la energía del hidrógeno y el desarrollo de una bomba de este tipo, lo que lo llevó a enfrentarse con otros miembros del Proyecto Manhattan. Después de que la Unión Soviética probara un arma atómica en 1949, Teller se convirtió en uno de los principales defensores del desarrollo de bombas de hidrógeno para ganar ventaja en la Guerra Fría.

Más tarde testificó contra Oppenheimer en la audiencia a puerta cerrada y dijo: “Siento que preferiría ver los intereses vitales de este país en manos de alguien a quien entienda mejor y, por lo tanto, en quien confíe más”.

¿Oppenheimer realmente conoció a Einstein?

Sí, eran colegas en el Instituto de Estudios Avanzados. “Aunque conocí a Einstein durante dos o tres décadas, fue solo en la última década de su vida que fuimos colegas cercanos y algo así como amigos”, escribió Oppenheimer en The New York Review of Books en 1966.

Sin embargo, Nolan ha admitido que inventó una escena clave entre los dos: en un momento, Oppenheimer acude al taciturno Einstein para pedirle consejo sobre los cálculos del equipo de Los Álamos, que demostraron que la prueba Trinity podría contenerse y no explotaría el mundo.

“No fue Einstein a quien Oppenheimer consultó al respecto”, dijo Nolan en una entrevista reciente. “Fue a Arthur Compton, quien dirigió un puesto remoto del Proyecto Manhattan en la Universidad de Chicago. Pero yo lo cambié por Einstein”.

¿Cuáles son las dos audiencias que aparecen en la película?

Cillian Murphy, como Oppenheimer. Las escenas en blanco y negro siguen a las audiencias del Senado de 1959 sobre la nominación de Lewis Strauss para secretario de comercio.

La película gira en torno a dos audiencias del comité: una, en 1954, representada a color y la otra, en 1959, en blanco y negro.

La primera fue una reunión secreta de cuatro semanas en la que la Comisión de Energía Atómica deliberó si revocar la autorización de seguridad de Oppenheimer. En medio del susto por los avances tecnológicos soviéticos, los posibles vínculos de Oppenheimer con causas de izquierda habían sido objeto de escrutinio, y la carta de Borden a Hoover proporcionó el punto de inflexión. Cuando el presidente de la comisión, Strauss, informó a Oppenheimer que su autorización de seguridad había sido suspendida, Oppenheimer se negó a renunciar y exigió una audiencia de la Junta de Seguridad del Personal de la comisión.

Esa audiencia fue unilateral desde el principio, ya que a los abogados de Oppenheimer se les prohibió acceder a materiales confidenciales, mientras que el fiscal de la comisión tuvo acceso a cientos de intervenciones telefónicas. En última instancia, la junta de tres personas decidió que Oppenheimer era un ciudadano leal pero que su autorización de seguridad debería ser rescindida.

En 1959, el Senado celebró una audiencia sobre la nominación de Strauss para secretario de Comercio, un proceso acalorado que la revista Time denominó “la batalla más amarga de la historia de Estados Unidos por la confirmación de una nominación presidencial”. La nominación fue rechazada, en una votación de 49 a 46.

¿Qué pasó finalmente con Oppenheimer?
Después de perder su autorización de seguridad, Oppenheimer continuó enseñando y realizando investigaciones con el apoyo de muchos miembros de la comunidad científica, que lo veían como un mártir. En 1963, el presidente Lyndon B. Johnson le otorgó el premio Enrico Fermi, que honra los logros de toda una vida en la ciencia de la energía.

En 1966, se retiró del Instituto de Estudios Avanzados y murió de cáncer de laringe al año siguiente.

En diciembre de 2022, unos días después de que se lanzara un tráiler de Oppenheimer, la secretaria de Energía, Jennifer M. Granholm, anuló la decisión de 1954 de revocar la autorización de seguridad del científico. Citó un “proceso defectuoso” que violó las propias regulaciones de la Comisión de Energía Atómica.

“Ha salido a la luz más evidencia del sesgo y la injusticia del proceso al que fue sometido Oppenheimer”, dijo Granholm, “mientras que la evidencia de su lealtad y amor por el país solo se ha afirmado aún más”.

Christopher Kuo es reportero de cultura para el Times y miembro de la clase de becarios 2023-24.

martes, 15 de agosto de 2023

_- Leica: la cámara que retrató la historia y esquivó su propia muerte.


_- En 1936, en Cerro Muriano (Córdoba), la muerte de un miliciano con los brazos en cruz quedó inmortalizada a través del objetivo de una Leica. En 1960, otra máquina de la casa alemana sirvió para captar una de las imágenes más icónicas y explotadas del revolucionario Ernesto Guevara. El mundo vio, 12 años después, el dolor del napalm en el rostro de una niña por el visor de una M2. Leica era entonces sinónimo de fotografía y saber hacer, pero la llegada de la digitalización a mediados de los noventa la dejó herida de muerte, a un paso de convertirse en una nota al pie de la historia que contribuyó a documentar. Aún había, sin embargo, espacio para un capítulo más. Tras su recuperación a finales de la primera década del milenio, la compañía, que cerró 2022 con una facturación de 500 millones, la mejor de su trayectoria, vuelve a ser un referente, y sus cámaras, objeto de deseo.

Custodiado a su izquierda por cámaras y fotos hechas con ellas, el actual consejero delegado, Mat­thias Harsch, dice que la historia de Leica está ligada a la innovación, un aspecto constante en la mentalidad de la familia Leitz, propietaria de la empresa en sus inicios. “Siempre invirtieron mucho en nueva producción, en la educación de la gente… Esto es algo que impacta de manera positiva en la compañía desde hace más de 100 años”, asegura en una sala exterior de la madrileña Fundación Francisco Giner de los Ríos, escenario de la presentación a mediados de junio del nuevo modelo Q3.

Aunque su nombre está indiscutiblemente asociado al de los Leitz, fue Oskar Barnack, ingeniero de la compañía Ernst Leitz-Wetzlar, que por entonces fabricaba microscopios y binocu­lares, el que alumbró en 1913 el primer prototipo, la UR-Leica. Era ligera, usaba rollo de pelícu­la de 35 mm y hubo que esperar algo más de una década para que, mejorada y patentada, pasase a producción. Antes de la Segunda Guerra Mundial, cuando Ernst Leitz II, que sucedió a su padre en la dirección, y su hija Elsie Kuhn-Leitz ayudaron a judíos perseguidos a abandonar Alemania, en ocasiones haciéndolos pasar por empleados, Leica ya tenía tres cámaras en el mercado. “En la Primera y Segunda guerras mundiales, la compañía se estaba, de alguna manera, desarrollando y creo que durante los sesenta, setenta y ochenta funcionó extremadamente bien”, asegura Harsch.

Sus cámaras pasaron por las manos de Henri Cartier-Bresson, Gerda Taro y Emdre Ernö Friedmann (que usaban el alias Robert Capa), Inge Morath, William Klein, Ilse Bing, Alberto Korda, Nick Ut y Sebastião Salgado, entre otros. Su trayectoria y repu­tación eran sólidas, pero a mediados de los noventa, ya bajo el nombre de Leica y separada de las divisiones Microsystems y Geosystems, a la compañía que había sido capaz de revolucionar la fotografía se le atragantaron los nuevos tiempos.

Cuando la digitalización llamó a su puerta, no tenían todo el dinero necesario para la travesía. “Si pasas de analógico a digital, tienes que creer que lo digital es un mundo nuevo”, cuenta Harsch. “Yo creo que el efecto positivo de una larga trayectoria es que la marca es estable y la gente la conoce, su percepción es clara. Pero, si llegan cambios tecnológicos, a veces estas compañías tienden a pensar que no van a afectarles”. Pero lo hicieron. “Y eso nos condujo a una situación a principio de los años dos mil en la que la compañía estaba más o menos… muerta”.

A un paso de la insolvencia, su tabla de salvación tenía nombre y apellido: Andreas Kaufmann. El inversor comenzó a hacerse con acciones de la compañía, por entonces cotizada en Bolsa, y entre 2002 y en 2006 obtuvo el control del 97% del capital tras llegar a un acuerdo con Hermès, que se había convertido en el principal accionista en 2000. Kaufmann aportó a la compañía, señala Harsch, financiación y visión. Por otro lado, cuando aún compartían accionariado, apostaron por abrir tiendas propias, lo que supuso un punto de inflexión. “Es una experiencia de usuario completamente diferente”, defiende el consejero delegado. “Sin nuestras tiendas propias no creo que Leica estuviera donde está hoy”.

El lanzamiento de la M9 en 2009 selló la recuperación de la empresa. “El resultado fue realmente brillante”, comenta ­Harsch sobre la máquina. Cuando se corrió la voz, relata el directivo, el movimiento se reactivó en todo el mundo. En 2011, con el fin de apuntalar el crecimiento, el gigante del capital riesgo Black­stone adquirió el 45% de las acciones. “Creo que es un buen equilibrio entre un accionista visionario orientado al producto, Kaufmann, y un socio un poco más orientado a las finanzas”, cuenta el directivo.

Precios elevados
Hoy Leica está en el mejor momento de su historia en lo que a facturación se refiere, a pesar de los presagios oscuros que traían consigo los teléfonos inteligentes y sus cada vez mejores cámaras. La compañía cerró el pasado abril el ejercicio fiscal con ingresos de unos 500 millones de euros, un 11% más que el anterior. “Ha sido de récord absoluto”, asegura Harsch. Detrás de estos números está, apunta, su posicionamiento en un mercado de alta gama y la crisis de la covid-19, que hizo que el presupuesto de algunos consumidores pasase de unas actividades a otras, además del trabajo de los últimos años.

Puede que, como dice Harsch, no haya un cliente tipo, pero las Leica no están al alcance de todos. Las compactas tienen un precio de salida de unos 1.300 euros; el cuerpo de la CL cuesta unos 2.500; el de la nueva Q3 ronda los 6.000, y el de la M11, los 8.800. Entre sus usuarios, el consejero delegado cuenta, entre otros, coleccionistas, perfiles del mundo lifestyle —­de los que en ocasiones cree que no hacen fotos, que simplemente quieren tener la cámara— y jóvenes interesados en la fotografía que llegan al ecosistema a través de su mercado de segunda mano.

Leica aspira a alcanzar los 700 millones de facturación en los próximos tres o cuatro años. Para conseguirlo, Harsch apunta a nuevas aperturas en territorios en los que aún hay margen y al potencial del comercio electrónico. También al lanzamiento de nuevos productos dentro y fuera de la fotografía, como los relojes o los proyectores. “El del cinema tv es un mercado enorme”, apunta Harsch. “Para mí va a cambiar la manera en la que vemos televisión en casa”, aventura.

Los fanáticos de 'Oppenheimer' están redescubriendo un documental de 40 años

A black-and-white photograph of J. Robert Oppenheimer in a suit, standing in front of a map of North America.

“The Day After Trinity”, disponible sin suscripción hasta agosto, llegó a la cima de las películas más vistas de Criterion Channel.

Décadas antes de la película "Oppenheimer", J. Robert Oppenheimer y su trabajo sobre la bomba atómica fueron el tema del documental nominado al Premio de la Academia "The Day After Trinity".
Crédito... a través del canal Criterion

Una mañana en la década de 1950, el padre de Jon H. Else señaló hacia Nevada desde su casa en Sacramento. “Había un resplandor naranja que de repente se elevó en el cielo y luego volvió a encogerse”, recordó Else.

Fue, a cientos de kilómetros de distancia, una prueba de arma atómica: un símbolo del mundo que se creó cuando un equipo de estadounidenses dirigido por el físico J. Robert Oppenheimer hizo explotar la primera bomba nuclear una década antes, el 16 de julio de 1945.

Crecer en la era nuclear dejó una impresión en Else, que ahora tiene 78 años.

Más tarde fue productor de la serie ganadora de premios "Eyes on the Prize", un programa sobre el movimiento por los derechos civiles, y dirigió documentales sobre la Gran Depresión y el ciclo "Anillo" de Wagner. Pero antes de todo eso, en 1981, hizo un documental sobre Oppenheimer, el científico cuyo rostro huesudo apareció en las portadas de las revistas de mediados de siglo, y la bomba. Se llamó “El día después de la Trinidad”, en referencia a esa detonación inaugural.

Décadas más tarde, los espectadores acuden en masa a la película de Else, nominada al Premio de la Academia a la mejor película documental, como complemento de la película biográfica de Christopher Nolan "Oppenheimer", que recaudó más de $ 100 millones a nivel nacional en su semana de estreno este mes.

Después de que Criterion Channel hiciera que "The Day After Trinity" estuviera disponible sin suscripción hasta agosto, se disparó a la cima de las películas más vistas del servicio de transmisión este mes, junto con películas dirigidas por Martin Scorsese, Paul Verhoeven, Michael Mann y otros típicamente Letterboxdcore. cineastas

'Oppenheimer': una historia de origen siniestro
La nueva película de Christopher Nolan sobre J. Robert Oppenheimer, el científico que encabezó el desarrollo de la bomba atómica, se estrenó el 21 de julio.

“Hemos visto un gran aumento en las vistas”, dijo Criterion en un comunicado, “y estamos muy contentos con el éxito de la estrategia como una forma de asegurarnos de que esta película encuentre el lugar que le corresponde en la conversación sobre 'Oppenheimer'. En una entrevista telefónica desde California la semana pasada, Else, profesora emérita de la Universidad de California, Berkeley, elogió la película de Nolan, que vio el fin de semana pasado en San Francisco. (Una portavoz de Nolan dijo que no estaba disponible para comentar). “Estas historias tienen que ser contadas cada generación”, dijo Else, “y tienen que ser contadas por nuevos narradores”. La obra de tres horas de Nolan, un lanzamiento de Universal filmado en una película IMAX con un lujoso elenco de actores de Hollywood de marca, comparte mucho con "The Day After Trinity", un documental de 88 minutos financiado por la estación de televisión pública en San José, California. ., y varias becas. El Oppenheimer de "Oppenheimer" (basado en la biografía ganadora del Premio Pulitzer de Kai Bird y Martin J. Sherwin "American Prometheus"), y el Oppenheimer de "The Day After Trinity"son la misma alma brillante, sensible y encantada. “Este hombre que aparentemente era un tipo completamente no violento fue el arquitecto del arma más salvaje de la historia”, dijo Else.

Las películas presentan algunos de los mismos personajes de la vida de Oppenheimer, quien murió en 1967, incluido su hermano, Frank (interpretado en “Oppenheimer” por Dylan Arnold), su amigo Haakon Chevalier (Jefferson Hall) y el físico Isidor Isaac Rabi ( David Krumholtz). Ambas películas construyen Trinity y luego documentan el conflicto entre la esperanza de algunos de sus inventores de que la bomba nunca se usaría en la guerra y su despliegue en Japón, la invención de la bomba de hidrógeno más devastadora y la carrera armamentista nuclear de la Guerra Fría.

Un punto central de la trama en cada película es una audiencia a puerta cerrada en 1954 en la que Oppenheimer fue despojado de su autorización de seguridad del gobierno, en parte debido a asociaciones pasadas de izquierda. David Webb Peoples, coeditor y coguionista de "The Day After Trinity" —cuyos créditos posteriores como guionista incluyen "Blade Runner", "Unforgiven" y "12 Monkeys"— incluso propuso estructurar la película en torno a la audiencia, como Nolan hizo con "Oppenheimer".

“Lo más cerca que estuvo de una autobiografía es su declaración personal al comienzo de la audiencia”, dijo Else, quien se centró en entrevistas con testigos de primera mano, imágenes antiguas y fotografías fijas en lugar de intentar recrear la audiencia.

“También es un drama judicial”, agregó Else, “¿y quién no va a prestar atención a un drama judicial?”.

Un lugar donde va "El día después de la Trinidad" que "Oppenheimer" no va es Hiroshima. En el documental, los físicos del Proyecto Manhattan cuentan cómo deambularon por la ciudad japonesa destrozada. El narrador explica que los Aliados no lo habían bombardeado de antemano para preservar un lugar para demostrar la nueva arma.

Else volvió al tema en su documental de 2007, "Wonders Are Many: The Making of 'Doctor Atomic'", que narra la ópera del compositor John Adams sobre Oppenheimer. Else está trabajando actualmente en un libro sobre pruebas nucleares. Y en 1982, hizo un episodio de una hora de la serie de televisión pública "Nova" sobre el Exploratorium, el museo de ciencias de San Francisco que fue fundado en 1969 por nada menos que Frank Oppenheimer.

“Hacer ‘The Day After Trinity’ fue un viaje bastante duro, es un tema bastante duro”, dijo Else. “Después de que lo terminé, fue un placer pasar un año con el hermano menor de Robert Oppenheimer, Frank, y celebrar la alegría de la ciencia”.

https://www.nytimes.com/2023/07/27/movies/day-after-trinity-oppenheimer-documentary.html

lunes, 14 de agosto de 2023

Caballero mutilado versus jodido cojo


Decía el periodista Joaquín Vidal que, al terminar la guerra civil española, a quien tenía dificultades motoras se le llamaba caballero mutilado si era de derechas y, si era de izquierdas, jodido cojo.

Existe en la política (y en la vida, en general) una forma de actuar muy curiosa cuando valoramos de manera diferente nuestra forma de pensar y de actuar y cuando lo hacemos sobre los mismos juicios y comportamientos de los adversarios. Utilizamos una doble vara de medir para lo que hacemos nosotros o lo que hacen los nuestros y otra para lo que hacen los demás. Los mismos hechos son calificados de manera no digo diferente, sino opuesta. Desde luego, siempre interesada. Voy a poner algunos ejemplos.

¿Cuántas veces ha dicho el PP, y las gentes del PP y, sobre todo, la presidenta de la Comunidad de Madrid que el presidente Sánchez pacta con quienes quieren romper España? ¿Cuántas veces han dicho que se vende a los independentistas dando lo que le exijan? ¿Cuántas veces le han insultado por ello y le han llamado traidor? ¡Sánchez pacta con los independentistas! Es algo horrible e imperdonable. Ese es un componente del sanchismo que es preciso exterminar. Porque la única finalidad que los acuerdos con esos indeseables es mantenerse en el poder, seguir en la Moncloa. El proceder de un psicópata, dicen.

Pues bien, lo primero que ha hecho el señor Feijóo después de ganar las elecciones es llamar al Partido Nacionalista Vasco para negociar su investidura. ¿Son independentistas los diputados del PNV? Pues claro que sí. ¿Cómo es posible? ¿No es algo vergonzoso, indecente y miserable pactar con ellos? ¿No es eso vender a España? ¿Y para qué quiere pactar el señor Feijóo? Lo que en los adversarios es afán de poder en él es sentido de la responsabilidad. En este caso actúa con más coherencia su aliado, ya que Vox dice que con los independentistas no va ni a la vuelta de la esquina. El PNV ha dicho que no quiere saber nada del señor Feijóo ni del PP. No es extraño. Si les han tachado una y otra ve de personas indeseables, ¿por qué ahora van a tenderle la mano? Si hubiese aceptado la negociación, algo le hubiera pedido, ¿no? Y es más que probable que se lo hubiera dado. El argumento para hacerlo hubiera sido la responsabilidad política y el sentido de la democracia; el mandato que habían realizado los electores. Si lo hacen los otros es diferente.

Otra historia de estos días. Se dice por parte de la derecha que Sánchez es capaz de hacer lo posible y lo imposible por permanecer en la Moncloa. ¿Qué quiere decir? Pues que el fin, para él, justifica los medios. Es malo que pacte con Esquerra Republicana y el Partido Nacionalista Vasco, es peor que pacte con prófugos de la justicia y es pésimo que vuelva a pactar con Bildu. Lo peor del mundo. Ayuso ya ha dicho que Sánchez, de espalda a los españoles porque estamos en verano, pactará con indeseables y que ya tiene seguro el apoyo del fugado Puigdemont. ¿Y qué pasa con el señor Feijóo? Pues está haciendo lo mismo, pero lo que él hace es bueno. No tiene ambición de poder, tiene sentido de Estado. Intenta pactar con independentistas (que le dicen que no), pactará con un partido ultraderechista y ahora se propone captar a unos cuantos “socialistas buenos” que traicionen a su partido y a sus votantes. ¿Eso es muy democrático? Pues si lo hace el señor Feijóo, sí. Porque lo hace por España. Es un caballero mutilado. Lo que hace Sánchez es por maldad, él solo se ama a sí mismo. Él es un jodido cojo.

Otro bonito ejemplo. El señor Feijóo se ha pasado toda la campaña (y ahí sigue) pidiéndole a Sánchez que, por sentido de Estado, se comprometa a que gobierne la lista más votada (sabiendo a ciencia cierta que era la suya). Hasta firmó en pleno directo un documento en el que él se comprometía a respetar un acuerdo que tan claramente le favorecía. Para él era una exigencia democrática el que gobernase la lista más votada, un mandato de la ciudadanía. Pero días antes el señor Feijóo obligó (literalmente) a la presidenta de la comunidad extremeña, señora Guardiola, a tragarse sus propias palabras en las que proclamaba unos principios sagrados para que, en lugar de la lista más votada, que era el Partido Socialista, gobernase su partido con Vox.

Al Presidente del gobierno le han estado echando en cara una vez tras otra hasta el cansancio que ha mentido a los españoles y que esas mentiras no podían tolerarse en democracia. Pero él miente de forma descarada a la periodista Silvia Intxaurrondo e incluso le dice despectivamente que de dónde ha sacado los datos, cuando ya los había manejado en el debate a dos y en la entrevista que le hizo el periodista Carlos Alsina. En el análisis de las palabras de los otros esas frases son mentiras, en la propia son inexactitudes.

Le oí a la señora Celia Villalobos decir con agresividad en la televisión que el presidente Sánchez solo quería mantenerse en el poder, que era capaz de todo para seguir en la Moncloa. Decía que a él no le importaba nada España, ni los españoles, solo le importaba el poder. Pero bueno, señora Villalobos, Sánchez tiene el mismo deseo de seguir en la Moncloa que el señor Feijóo en entrar en ella. Pero, claro, para usted el señor Feijóo no lo hace por acceder al poder, lo hace para proteger a España y mejorar la vida de los españoles.

El señor Aznar negoció reiteradamente con ETA. Se conocen diferentes equipos negociadores y lugares en los que trataron de llegar a acuerdos. He de decir que yo le hubiera aplaudido. De hecho, cuando el presidente Zapatero pidió al parlamento autorización para hacerlo, escribí un artículo titulado “Adelante, señor presidente”. Lo que pasa es que ahora, cuando el Partido Socialista acuerda decisiones de gobierno con Bildu, se acusa al presidente de pactar con terroristas, con filoetarras. Nadie respeta y hace más por las víctimas que quien negocia para que no exista ni una más.

Se dijo por activa y por pasiva que ETA dejase al armas y que se incorporase a las instituciones democráticas. Hace doce años que entregó las armas y abandonó el terrorismo. ¿Por qué ahora no se puede dialogar y negociar con Bildu?

Cuando vascos, catalanes o gallegos defienden el nacionalismo de sus territorios con uñas y dientes son tachados de fanáticos, de separatistas, casi de delincuentes y, por supuesto, de antiespañoles. Pero cuando los españoles defienden con entusiasmo su bandera y su cultura y su historia, se consideran patriotas. ¿No quieren separarse ellos también de otras naciones? ¿Por qué no son tachados de separatistas, de antieuropeistas, de delincuentes?

Si desde el Ministerio de Igualdad se propone implantar la educación sexual en las escuelas con el fin de acabar con la ignorancia y de promover las actitudes de respeto a la dignidad de las personas de diferente sexo, el partido ultraderechista Vox dice que se trata de corromper a los niños que son inocentes (una cosa es ser inocente y otra es ser ignorante) atribuyendo a la medida una perversidad que solo está en sus mentes.

Lo mismo sucede en lo que se relaciona con lo religioso. Si los católicos destruyen los símbolos sagrados de otras religiones dicen que están acabando con los ídolos pero si son otras las que destruyen los suyos se les considera sacrílegos. Si la iglesia católica explica su doctrina a los demás está evangelizando, si otras creencias explican sus dogmas a los católicos les están induciendo a la superstición. Si un católico cambia de religión es un renegado o un apóstata pero si alguien decide adoptar la fe católica es un converso. Sería más lógico calificar a los dos de conversos o a los dos de renegados.

A la hora de juzgar falta muchas veces racionalidad y ética. La racionalidad falla al utilizar con poco rigor los argumentos. Pero falta también falla la ética, porque la descalificación gratuita e infundada del prójimo es una falta de respeto. Falta autocrítica rigurosa y falta apertura valiente a la crítica.

Son célebres los versos de Ramón de Campoamor, incluidos en su poema “Las dos linternas”, perteneciente a su obra ”Las Doloras”:

“De Diógenes compré un día
la linterna a un mercader;
distan la suya y la mía
cuanto hay de ser a no ser.
 Blanca la mía parece;
la suya parece negra;
la de él todo lo entristece;
la mía todo lo alegra.
Y es que en el mundo traidor
nada hay verdad ni mentira;
todo es según el color
del cristal con que se mira”.

domingo, 13 de agosto de 2023

¿Quién ingresa a las universidades de élite? Ser rico tiene su propia recompensa

Las universidades de élite se han llenado durante mucho tiempo con los hijos de las familias más ricas: en las escuelas de la Ivy League, uno de cada seis estudiantes tiene padres en el 1 por ciento superior.

Un nuevo estudio de gran tamaño, publicado el lunes, muestra que no ha sido porque estos niños tuvieran calificaciones más impresionantes en promedio o tomaran clases más difíciles. Solían tener puntajes SAT más altos y currículos finamente perfeccionados, y se postularon a una tasa más alta, pero estaban sobrerrepresentados incluso después de tener en cuenta esas cosas. Para los solicitantes con el mismo puntaje SAT o ACT, los niños de familias en el 1 por ciento superior tenían un 34 por ciento más de probabilidades de ser admitidos que el solicitante promedio, y los del 0.1 por ciento superior tenían más del doble de probabilidades de ingresar.

El estudio, realizado por Opportunity Insights, un grupo de economistas con sede en Harvard que estudia la desigualdad, cuantifica por primera vez hasta qué punto ser muy rico es su propia calificación en las admisiones universitarias selectivas.

El análisis se basa en los registros federales de asistencia a la universidad y los impuestos sobre la renta de los padres de casi todos los estudiantes universitarios de 1999 a 2015, y puntajes de exámenes estandarizados de 2001 a 2015. Se enfoca en las ocho universidades de la Ivy League, así como en Stanford, Duke, M.I.T. y la Universidad de Chicago. Agrega un nuevo conjunto de datos extraordinario: las evaluaciones internas de admisión detalladas y anónimas de al menos tres de las 12 universidades, que cubren medio millón de solicitantes. (Los investigadores no nombraron las universidades que compartieron datos ni especificaron cuántas lo hicieron porque les prometieron anonimato).

Los nuevos datos muestran que entre los estudiantes con los mismos puntajes en las pruebas, las universidades dieron preferencia a los hijos de ex alumnos y atletas reclutados, y dieron a los niños de escuelas privadas calificaciones no académicas más altas. El resultado es la imagen más clara hasta el momento de cómo las universidades de élite de Estados Unidos perpetúan la transferencia intergeneracional de riqueza y oportunidades.

"Lo que concluyo de este estudio es que la Ivy League no tiene estudiantes de bajos ingresos porque no quiere estudiantes de bajos ingresos", dijo Susan Dynarski, economista de la Escuela de Graduados en Educación de Harvard, quien revisó los datos. y no participó en el estudio.

En efecto, muestra el estudio, estas políticas equivalían a una acción afirmativa para los hijos del 1 por ciento, cuyos padres ganan más de $611,000 al año. Se produce cuando las universidades se ven obligadas a repensar sus procesos de admisión después de que la Corte Suprema dictaminó que la acción afirmativa basada en la raza es inconstitucional.

“¿Están estas universidades privadas altamente selectivas en Estados Unidos tomando alumnado de familias influyentes de muy altos ingresos y básicamente canalizándolos para permanecer en la cima en la próxima generación?” dijo Raj Chetty, economista de Harvard que dirige Opportunity Insights, y autor del artículo con John N. Friedman de Brown y David J. Deming de Harvard. "Dando la vuelta a esa pregunta, ¿podríamos potencialmente diversificar quién está en una posición de liderazgo en nuestra sociedad cambiando quién es admitido?"

Representantes de varias de las universidades dijeron que la diversidad de ingresos era una prioridad urgente y que habían tomado medidas significativas desde 2015, cuando finaliza la información del estudio, para admitir estudiantes de primera generación y de bajos ingresos. Estos incluyen hacer que la matrícula sea gratuita para las familias que ganan menos de cierta cantidad; dar solo subvenciones, no préstamos, en ayuda financiera; y reclutando activamente estudiantes de escuelas secundarias desfavorecidas.

“Creemos que existe talento en todos los sectores de la distribución del ingreso estadounidense”, dijo Christopher L. Eisgruber, presidente de Princeton. “Estoy orgulloso de lo que hemos hecho para aumentar la diversidad socioeconómica en Princeton, pero también creo que debemos hacer más, y haremos más”.

Acción afirmativa para los ricos
En una opinión concurrente en el caso de acción afirmativa, el juez Neil Gorsuch abordó la práctica de favorecer a los hijos de ex alumnos y donantes, que también es objeto de un nuevo caso. “Aunque también son neutrales desde el punto de vista racial, estas preferencias sin duda benefician más a los solicitantes blancos y ricos”, escribió.

El nuevo artículo no incluyó las tasas de admisión por raza porque investigaciones anteriores ya lo habían hecho, dijeron los investigadores. Descubrieron que las diferencias raciales no estaban impulsando los resultados. Al observar solo a los solicitantes de una raza, por ejemplo, los de las familias de mayores ingresos aún tenían una ventaja. Sin embargo, el 1 por ciento superior es abrumadoramente blanco. Algunos analistas han propuesto diversificar por clase como una forma de lograr más diversidad racial sin acción afirmativa.

Los nuevos datos mostraron que otras universidades privadas selectivas, como Northwestern, N.Y.U. y Notre Dame, tenían una parte igualmente desproporcionada de niños de familias ricas. Las universidades emblemáticas públicas eran mucho más equitativas. En lugares como la Universidad de Texas en Austin y la Universidad de Virginia, los solicitantes con padres de altos ingresos no tenían más probabilidades de ser admitidos que los solicitantes de bajos ingresos con puntajes comparables.

Menos del 1 por ciento de los estudiantes universitarios estadounidenses asisten a las 12 universidades de élite. Pero el grupo juega un papel muy importante en la sociedad estadounidense: asistieron el 12 por ciento de los directores ejecutivos de Fortune 500 y una cuarta parte de los senadores estadounidenses. Lo mismo hizo el 13 por ciento del 0,1 por ciento superior de los asalariados. El enfoque en estas universidades está justificado, dicen los investigadores, porque brindan caminos hacia el poder y la influencia, y diversificar quién asiste tiene el potencial de cambiar quién toma las decisiones en Estados Unidos.

Los investigadores realizaron un análisis novedoso para medir si asistir a una de estas universidades genera éxito en el futuro. Compararon a los estudiantes que estaban en la lista de espera y entraron, con los que no lo hicieron y asistieron a otra universidad. De acuerdo con investigaciones anteriores, descubrieron que asistir a un Ivy en lugar de a uno de los nueve principales programas insignia públicos no aumentó significativamente los ingresos de los graduados, en promedio. Sin embargo, aumentó la probabilidad prevista de un estudiante de ganar en el 1 por ciento superior al 19 por ciento, del 12 por ciento.

Para los resultados distintos de las ganancias, el efecto fue aún mayor: casi duplicó la posibilidad estimada de asistir a una de las mejores escuelas de posgrado y triplicó la posibilidad estimada de trabajar en empresas que se consideran prestigiosas, como organizaciones de noticias nacionales y hospitales de investigación.

“Claro, es una pequeña parte de las escuelas”, dijo el profesor Dynarski, quien estudió admisiones universitarias y trabajó con la Universidad de Michigan para aumentar la asistencia de estudiantes de bajos ingresos, y ocasionalmente ha contribuido con The New York Times. “Pero tener representación es importante, y esto muestra la gran diferencia que hacen las Ivies: la élite política, la élite económica, la élite intelectual están saliendo de estas escuelas”.

La clase media desaparecida
La ventaja para los solicitantes ricos varió según la universidad, según el estudio: en Dartmouth, los estudiantes del 0,1 por ciento superior tenían cinco veces más probabilidades de asistir que el solicitante promedio con el mismo puntaje en la prueba, mientras que en M.I.T. no era más probable que asistieran. (El hecho de que los niños de familias de ingresos más altos tiendan a obtener puntajes más altos en las pruebas estandarizadas y es más probable que reciban capacitación privada sugiere que el estudio en realidad puede subestimar su ventaja de admisión).

Un solicitante con un puntaje alto en el examen de una familia que gana menos de $ 68,000 al año también tenía más probabilidades de ingresar que el solicitante promedio, aunque había muchos menos solicitantes como este.

Los niños de familias de clase media y media alta, incluidos los que asisten a escuelas secundarias públicas en vecindarios de altos ingresos, presentaron una gran cantidad de solicitudes. Pero, en términos individuales, tenían menos probabilidades de ser admitidos que los estudiantes más ricos o, en menor medida, los más pobres con los mismos puntajes en las pruebas. En ese sentido, los datos confirman el sentimiento de muchos padres meramente acomodados de que es cada vez más difícil lograr que sus hijos ingresen a universidades de élite.

“Tuvimos estas distribuciones muy sesgadas de una gran cantidad de niños Pell y una gran cantidad de niños sin necesidad, y el medio desapareció”, dijo un decano de admisiones de la Ivy League, que vio los nuevos datos y habló de forma anónima con el fin de hablar abiertamente sobre el proceso. “No vas a ganar una batalla de relaciones públicas diciendo que tienes un número X de familias que ganan más de $200,000 que califican para ayuda financiera”.

Los investigadores pudieron ver, para casi todos los estudiantes universitarios en los Estados Unidos desde 1999 hasta 2015, dónde solicitaron y asistieron, sus puntajes SAT o ACT y si recibieron una beca Pell para estudiantes de bajos ingresos. También pudieron ver los registros de impuestos sobre la renta de sus padres, lo que les permitió analizar la asistencia por ganancias con más detalle que cualquier investigación anterior. Llevaron a cabo el análisis utilizando datos anónimos.

Para las varias universidades de élite que también compartieron datos de admisiones internas, pudieron ver otros aspectos de las solicitudes de los estudiantes entre 2001 y 2015, incluida la calificación de las oficinas de admisiones. Centraron su análisis en los años más recientes, 2011 a 2015.

Aunque tenían estos datos para una minoría de la docena de las mejores universidades, los investigadores dijeron que pensaban que eran representativos de las otras universidades del grupo (con la excepción del M.I.T.). Las otras universidades admitieron a más estudiantes de familias de altos ingresos, mostraron preferencias por los legados y atletas reclutados, y describieron prácticas de admisión similares en conversaciones con los investigadores, dijeron.

“Nadie tiene este tipo de datos; es completamente inaudito”, dijo Michael Bastedo, profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de Michigan, quien ha realizado una investigación destacada sobre las admisiones universitarias. “Creo que es realmente importante que los esfuerzos de buena fe para reformar el sistema comiencen por poder ver los datos con honestidad y franqueza”.

Cómo se benefician los estudiantes más ricos
Antes de este estudio, estaba claro que las universidades inscribían a más estudiantes ricos, pero no se sabía si era solo porque más aplicaban. El nuevo estudio mostró que eso es parte de eso: un tercio de la diferencia en las tasas de asistencia se debió a que los estudiantes de clase media tenían menos probabilidades de postularse o matricularse. Pero el factor más importante fue que estas universidades tenían más probabilidades de aceptar a los solicitantes más ricos.

Admisiones heredadas
La mayor ventaja para el 1 por ciento fue la preferencia por los legados. El estudio mostró, por primera vez a esta escala, que los legados eran más calificados en general que el solicitante promedio. Pero incluso al comparar a los solicitantes que eran similares en todos los demás aspectos, los legados aún tenían una ventaja.

Cuando los solicitantes de altos ingresos postularon a la universidad a la que asistieron sus padres, fueron aceptados a tasas mucho más altas que otros solicitantes con calificaciones similares, pero en las otras doce universidades principales, no tenían más probabilidades de ingresar.

“Esto no es un espectáculo secundario, no es solo un problema simbólico”, dijo el profesor Bastedo sobre el hallazgo.

Atletas
Uno de cada ocho estudiantes admitidos del 1 por ciento superior era un atleta reclutado. Para el 60 por ciento inferior, esa cifra fue de uno en 20. Eso se debe en gran parte a que los niños de familias ricas tienen más probabilidades de practicar deportes, especialmente deportes más exclusivos que se practican en ciertas universidades, como remo y esgrima. El estudio estimó que los atletas fueron admitidos a una tasa cuatro veces mayor que la de los no atletas con las mismas calificaciones.

“Existe una percepción errónea común de que se trata de baloncesto y fútbol y de niños de bajos ingresos que ingresan a universidades selectivas”, dijo el profesor Bastedo. “Pero los líderes de inscripción saben que los atletas tienden a ser más ricos, por lo que es beneficioso para todos”.

Calificaciones no académicas
Había un tercer factor que impulsaba la preferencia por los solicitantes más ricos. Las universidades en el estudio generalmente otorgan a los solicitantes puntajes numéricos por logros académicos y por virtudes no académicas más subjetivas, como actividades extracurriculares, voluntariado y rasgos de personalidad. Los estudiantes del 1 por ciento superior con los mismos puntajes en las pruebas no obtuvieron calificaciones académicas más altas. Pero tenían calificaciones no académicas significativamente más altas.

En una de las universidades que compartió datos de admisión, los estudiantes del 0.1 por ciento superior tenían 1.5 veces más probabilidades de tener calificaciones no académicas altas que los de la clase media. Los investigadores dijeron que, teniendo en cuenta las diferencias en la forma en que cada escuela evalúa las credenciales no académicas, encontraron patrones similares en las otras universidades que compartieron datos.

El mayor contribuyente fue que los comités de admisiones otorgaron puntajes más altos a los estudiantes de escuelas secundarias privadas no religiosas. Tenían el doble de probabilidades de ser admitidos que estudiantes similares (aquellos con los mismos puntajes SAT, raza, género e ingresos de los padres) de escuelas públicas en vecindarios de altos ingresos. Un factor importante fueron las recomendaciones de los consejeros y maestros de las escuelas secundarias privadas.

“Los padres dicen que un niño ingresó porque era el primer presidente de la orquesta, corrió”, dijo John Morganelli Jr., exdirector de admisiones en Cornell y fundador de Ivy League Admissions, donde asesora a estudiantes de secundaria sobre la solicitud. a la Universidad. “Nunca dicen lo que realmente sucede: ¿el consejero de orientación abogó por ese niño?”

Las cartas de recomendación de los consejeros de escuelas privadas son notoriamente floridas, dijo, y los consejeros llaman a los oficiales de admisiones sobre ciertos estudiantes.

“Así es como se crean las escuelas secundarias”, dijo. “Nadie llama en nombre de un estudiante de ingresos medios o bajos. La mayoría de los consejeros de las escuelas públicas ni siquiera saben que existen estas llamadas”.

¿El fin de las admisiones a ciegas?
En general, el estudio sugiere que si las universidades de élite hubieran eliminado las preferencias por los legados, los atletas y los estudiantes de escuelas privadas, los hijos del 1 por ciento superior habrían formado el 10 por ciento de una clase, frente al 16 por ciento en los años de la estudiar.

Los estudiantes heredados, los atletas y los estudiantes de escuelas privadas no obtienen mejores resultados después de la universidad, en términos de ganancias o de llegar a una escuela o empresa de posgrado superior, encontró. De hecho, generalmente lo hacen algo peor.

El decano de admisiones que habló de forma anónima dijo que el cambio era más fácil decirlo que hacerlo: “Diría que hay mucho más compromiso con esto de lo que puede ser obvio. Es solo que la solución es realmente complicada, y si hubiéramos podido hacerlo, lo habríamos hecho”.

Por ejemplo, no es factible elegir atletas de todo el espectro de ingresos si muchos deportes universitarios son practicados casi en su totalidad por niños de familias con altos ingresos. Los legados son quizás los más complicados, dijo el decano de admisiones, porque suelen ser altamente calificados y su admisión es importante para mantener fuertes lazos con los ex alumnos.

Poner fin a esa preferencia, dijo la persona, "no es una decisión fácil de tomar, dada la respuesta de los ex alumnos, especialmente si no estás en concurrencia inmediata con el resto de las Ivies". (Aunque los hijos de donantes muy grandes también reciben una consideración especial por parte de las oficinas de admisiones, no se incluyeron en el análisis porque son relativamente pocos).

Las personas involucradas en las admisiones dicen que lograr una mayor diversidad económica sería difícil sin hacer algo más: poner fin a las admisiones ciegas a la necesidad, la práctica que impide que los funcionarios de admisiones vean la información financiera de las familias para que su capacidad de pago no sea un factor. Algunas universidades ya están haciendo lo que llaman "admisiones afirmativas de necesidad", con el fin de seleccionar a más estudiantes del extremo inferior del espectro de ingresos, aunque a menudo no lo reconocen públicamente por temor a una represalia.

Existe una herramienta, Landscape from the College Board, para ayudar a determinar si un solicitante creció en un vecindario con privilegios o adversidades significativas. Pero estas universidades no tienen conocimiento de los ingresos de los padres si los estudiantes no solicitan ayuda financiera.

Las universidades de la Ivy League y sus pares recientemente han realizado esfuerzos significativos para reclutar más estudiantes de bajos ingresos y subsidiar la matrícula. Varios ahora hacen que la asistencia sea completamente gratuita para familias por debajo de cierto ingreso: $100,000 en Stanford y Princeton, $85,000 en Harvard y $60,000 en Brown.

En Princeton, una quinta parte de los estudiantes ahora provienen de familias de bajos ingresos y una cuarta parte recibe una beca completa. Recientemente restableció un programa de transferencia para reclutar estudiantes de colegios comunitarios y de bajos ingresos. En Harvard, una cuarta parte de la clase de primer año de este otoño proviene de familias con ingresos inferiores a $85,000, que no pagarán nada. La mayoría de los estudiantes de primer año recibirán alguna cantidad de ayuda.

Dartmouth acaba de recaudar $500 millones para ampliar la ayuda financiera: "Si bien respetamos el trabajo de Opportunity Insights de Harvard, creemos que nuestro compromiso con estas inversiones y nuestras políticas de admisión desde 2015 cuentan una historia importante sobre la diversidad socioeconómica entre los estudiantes de Dartmouth", dijo Jana Barnello, una  portavoz.

Los buques insignia públicos hacen las admisiones de manera diferente, de una manera que termina beneficiando menos a los estudiantes ricos. Las escuelas de la Universidad de California prohíben dar preferencia a legados o donantes, y algunas, como U.C.L.A., no consideran cartas de recomendación. La solicitud solicita el ingreso familiar y las universidades obtienen información detallada sobre las escuelas secundarias de California. Los lectores de la aplicación están capacitados para considerar las circunstancias de los estudiantes, como si trabajaron para mantener a sus familias en la escuela secundaria, como "evidencia de madurez, determinación y perspicacia".

El sistema de la Universidad de California también se asocia con escuelas en el estado, desde prekínder hasta colegios comunitarios, para apoyar a los estudiantes que enfrentan barreras. Hay un programa sólido para estudiantes transferidos de colegios comunitarios de California; en U.C.L.A., la mitad son de bajos ingresos.

El MIT, que se destaca entre las escuelas privadas de élite por mostrar casi ninguna preferencia por los estudiantes ricos, ha tenido durante mucho tiempo la práctica de no dar preferencia a los solicitantes heredados, dijo su decano de admisiones, Stuart Schmill. Sí recluta atletas, pero no reciben ninguna preferencia ni pasan por un proceso de admisión separado (por mucho que pueda frustrar a los entrenadores, dijo).

“Creo que lo más importante aquí es que el talento se distribuye por igual, pero la oportunidad no, y nuestro proceso de admisión está diseñado para tener en cuenta las diferentes oportunidades que tienen los estudiantes en función de sus ingresos”, dijo. “Realmente depende de nuestro proceso desentrañar la diferencia entre talento y privilegio”.

 Actualización: después de la publicación de este artículo, los investigadores revisaron ligeramente sus datos para el gráfico que muestra la ventaja de admisión para los hijos de ex alumnos. El gráfico ahora muestra que los estudiantes heredados de las familias más ricas tienen una ventaja de siete veces, no de ocho.

Fuente: Raj Chetty, David J. Deming y John N. Friedman, “¿Diversificando a los líderes de la sociedad? Los Determinantes y Efectos Causales de la Admisión a Colegios Privados Altamente Selectivos”

El fantasma de Antonio Hernández Mancha.




Lo que mi intuición me dice es que este relato de la falta de legitimidad de Sánchez acabará siendo la coartada de Núñez Feijóo para eximirse de comparecer ante el Congreso y presentar 'su' programa de Gobierno.

— Feijóo se queda sin opciones para la investidura tras el 'no' de Sánchez y el rechazo a buscar la abstención de Junts

Inmediatamente después del desconcierto que provocó el resultado de las elecciones del 23J a la dirección del PP, se ha puesto en marcha el proceso de fabricación del relato de la falta de legitimidad de Pedro Sánchez para formar Gobierno. La carta de Alberto Núñez Feijóo, atribuyéndose la victoria e instando a Pedro Sánchez que reconozca su derrota, ha sido el punto de partida. En ella se han apuntado los argumentos con base en los cuales se pretende construir el relato.

En realidad, los argumentos se reducen a uno. Desde la entrada en vigor de la Constitución ha estado en vigor una suerte de “convención constitucional”, es decir, una suerte de norma no escrita, pero de obligado cumplimiento, que impone que, tras las elecciones generales, únicamente puede formar Gobierno el candidato del partido que haya obtenido más votos y escaños. Así ha sido ininterrumpidamente desde las primeras elecciones constitucionales de 1979 y así debe continuar siendo, ya que, de lo contrario, sería el propio sistema constitucional el que se vería sometido a un grave riesgo.

“Como ganador de las elecciones… no voy a aceptar en ningún caso que se pretenda convertir en minoría a la mitad de los españoles. Marginar a millones de ciudadanos no es conformar mayorías, sino dividir el país”, acaba de escribir Alberto Núñez Feijóo en su cuenta de Twitter.

El hecho de que dicha convención constitucional no haya estado en vigor en los otros dos niveles de nuestra fórmula de Gobierno, el municipal y el autonómico, en lugar de poner de manifiesto que tal convención constitucional no existe, debe ser interpretado a la inversa. Las excepciones municipal y autonómica no supondrían la negación, sino la confirmación de la convención estatal. Serían las excepciones que confirmarían la regla. En la democracia española la convención constitucional a favor de la “lista más votada” solo opera para el Gobierno de la Nación, pero para éste funciona inexorablemente.

Con base en esta interpretación Alberto Núñez Feijóo ha dado por supuesto que ya es el legítimo presidente del Gobierno. De ahí que no se dirija a Pedro Sánchez como presidente en funciones, sino como al candidato del partido que ha perdido las elecciones, y que le intente imponer la fecha en que deben reunirse, “esta misma semana”, a fin de abordar la forma en que debe producirse la transición ordenada del poder, ya que España tiene que enfrentarse con problemas que no admiten ni bloqueos ni incertidumbres. Fecha, orden del día, todo. Que quede claro quién manda.

En este contexto es en el que ha sacado a relucir de forma ambigua el tema de la investidura, sugiriendo que el Rey debería decidir ya que el candidato del partido ganador, Alberto Núñez Feijóo, sería el designado para solicitar la investidura ante el Congreso de los Diputados. La legitimidad para ser presidente del Gobierno la tengo yo. La legalidad debe ser interpretada de conformidad con dicha legitimidad. Esto es así incluso para el Rey. Caso de no hacerse así, el futuro presidente del Gobierno podría ser legal, pero quedarían dudas sobre su legitimidad. E incluso podría verse comprometida la propia figura del Rey.

El problema de esta estrategia es que tiene muy poco recorrido. El 17 de agosto se constituirán las Cortes y los diputados electos tendrán que decidir la composición de la Mesa del Congreso de los Diputados. Y en ese momento se comprobará de qué lado está la mayoría parlamentaria. Y, sobre todo, se verá la soledad del PP, que únicamente puede contar con VOX, lo que le aísla de todos los demás. Y que, con ello, se derrumba su “convención constitucional”, que no admite que se forme Gobierno con un partido cuyo programa es una enmienda a la totalidad a la Constitución. Esto no le impide ser un partido constitucional, pero sí lo inhabilita para formar mayorías de Gobierno legítimas, es decir, inequívocamente democráticas.

Lo que mi intuición me dice es que este relato de la falta de legitimidad de Pedro Sánchez acabará siendo la coartada de Alberto Núñez Feijóo para eximirse de comparecer ante el Congreso de los Diputados y presentar “su” programa de Gobierno. Ya verán como acaba argumentando que, ante el comportamiento de Pedro Sánchez y sus socios, no vale la pena hacer un debate de investidura. De hacerlo, estaría dando indirectamente legitimidad al debate posterior protagonizado por Pedro Sánchez. Mi derrota segura en la investidura sería simultáneamente la certificación de su victoria.

Esto es lo que creo que va a pasar. Su relato sobre la falta de legitimidad de Pedro Sánchez es el reverso de su miedo a debatir “su” programa de Gobierno sin contar con una aprobación asegurada. No tengo la menor duda de que el fantasma de Antonio Hernández Mancha no le está permitiendo dormir bien estos días.

Javier Pérez Royo.