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miércoles, 4 de mayo de 2011

"Advertencia", una película de Bardem estrenada en 1985

La biografía de Giorgi Dimitrov se emitió por la segunda cadena el 27/01/1985, hace ya 26 años.

Advertencia, una película hasta entonces inédita en España de Juan Antonio Bardem, Realizada en 1982 y ganadora del festival de Karlovy Vary, narra la historia de Giorgi Dimitrov, el fundador del Partido Comunista búlgaro, detenido en Alemania y acusado por los nazis de haber intervenido en el incendio del Reichstag. La película describe su largo exilio y el proceso en el que desarrolló su propia defensa, llamando incluso a declarar al todopoderoso ministro nazi Hermann Goering.

DIEGO GALÁN. Advertencia no había sido estrenada en España hasta ahora, aunque su director fuese Juan Antonio Bardem, uno de los más prestigiosos cineastas de nuestro país, especialmente contratado por la cinematografía búlgara, que, en unión de la soviética, quiso rendir homenaje a su líder en el primer centenario de su nacimiento. Película de gran presupuesto y de un admirable rigor documental, que insiste en cubrir el desconocimiento que pueda existir respecto a la personalidad de Dimitrov.

Con esa responsabilidad trabajó Bardem: "Hay que suministrar toda la información previa. No es una historia de chico y chica en la que se pueda heredar códigos anteriores. Se debe explicar la época, lo que está pasando, quién es Dimitrov, de dónde viene... Por eso dura más de dos horas. Quizá ello explique el nulo interés mostrado por los distribuidores españoles, aunque creo que políticamente Advertencia puede interesarnos hoy."

Otra película búlgara narró el proceso a Dimitrov: "Se titula Yunque o martillo, utilizando un verso de Goethe que Dimitrov pronunció en el juicio. Se es yunque o se es martillo: no hay otra alternativa".
La advertencia, pues, sería esta: "La necesidad de una unidad política de todas las fuerzas de izquierda, de un frente común de lucha contra el capital, la reacción, el fascismo creciente... Dimitrov se dio cuenta que se debía perseguir esa unidad. Años más tarde fue el gestor de los frentes populares".

Juan Antonio Bardem, que trabajó durante año y medio en la realización de la película, considera que ha contado con mayores medios técnicos que en cualquiera de sus anteriores: "No he trabajado en Hollywood, pero es idéntico. Una vez aceptado el guión, hay que hacerlo. Yo veía, con mi mentalidad de hombre del subdesarrollo, que podía costar mucho dinero lo que luego en la pantalla iba a durar escasos segundos, y hasta me sentía a veces inclinado a renunciar al rodaje de momentos tan costosos. Pero es absurdo. Esos breves momentos pueden ser los que acaben conformando el ambiente de la película."

"Me siento muy orgulloso de ella. Creo que está bien el ensamblaje de la parte dramática con la documental, con las canciones, que, lamentablemente, no han podido subtitularse. El encuentro mítico en el proceso entre Dimitrov y Goering, cara a cara, es uno de los momentos más importantes y que yo más aprecio en la película: Dimitrov cita, como testigo, a Goering, presidente del Reichstag y ministro del Interior. Lo acosa de tal manera, que Goering pierde los estribos. Pero de ello no había material documental y tuvimos que encontrar una solución que no partiera de la elección de un actor que interpretara al personaje, porque así como nadie conoce el rostro de Dimitrov, el de Goering tiene una imagen pública conocida."

"Itsvan Szabo, en Mephisto, hizo aparecer a un Goering sin citarlo, utilizándolo como personaje, pero sin decirlo, y salvó el conflicto. La solución que yo encontré fue la de trasponer esa parte del juicio a una especie de representación infantil, como si se tratara de un cartel de ciegos, mientras otros niños leen lo que realmente se dijo en el juicio. Creo que es un sistema que funciona estupendamente, aunque tampoco hayamos podido subtitular ahora la cancioncita que habla de eso".

"El proceso", continúa el director, "fue filmado por los nazis, pero no se ha conservado ese material. Sólo el sonido, y en él nos hemos basado para recomponer el juicio. La reproducción no puede ser exacta: duró tres meses. Pero sí está condensado en las intervenciones claves".

"En este sentido", añade con humor, "mucha gente va a creer que los diálogos los he escrito yo. Pero cuanto se dice durante el juicio fue dicho allí realmente. Mi trabajo ha sido condensarlo. Los diálogos los escribió Dimitrov. Las críticas, a Dimitrov, por favor".

El director más comercial en Bulgaria
Aun siendo Advertencia una de las dos películas más comerciales en la historia del cine búlgaro, y de haber sido su director premiado con el Premio Dimitrov, Bardem decidió continuar su trabajo en España: "Uno es de aquí, de la calle de Valverde, y debe trabajar aquí. Una cosa es hacer una película de su mundo y para su mundo y otra tratar de conectar las distintas culturas". Cuenta Bardem con humor sus primeras sensaciones en Bulgaria, donde toda su obra es ampliamente conocida: "Cuando iba a visitar los estudios todo el mundo decía 'don Bardem', lo que hinchaba mi vanidad. Hasta que me enteré de que 'donbardem' significa 'buenos días".

"Estoy trabajando con entusiasmo en el proyecto sobre Lorca", película que inicialmente producía la cinematografía soviética y para la que no se encontró coproductor español. La posterior intervención del Estado mexicano quedó congelada, por sus graves problemas económicos. El guión, escrito en colaboración con Ian Gibson, ha sido finalmente aprobado por Televisión Española: "Antes se hablaba de censura política, y la había. Ahora, también como antes, existe la censura económica. De ahí que está claro que la intervención del Estado en la realización de películas sea fundamental. Sólo en manos de capitalistas ya sabemos el cine que se hace. El proteccionismo es la única fórmula de que no desaparezca el cine. En el sentido de que las multinacionales no engullan las cinematografías locales luchamos todos. Quedó claramente expuesto en las actas de Madeira y lo está igualmente en la actitud de todos los Gobiernos sensibilizados".

Más aquí.

sábado, 16 de diciembre de 2017

Javier Bardem: "En cuanto tienes una opinión te nacen enemigos". “Los actores sabemos cómo se nos tilda cuando levantamos la voz”. La Academia de Cine organiza una jornada de cine y solidaridad, con Elena Anaya, Fernando León, Dani Rovira, Paco Arango o Mabel Lozano entre otros creadores

El cine influye y transforma. Desde el social hasta el más comercial, desde los documentales hasta los grandes taquillazos. “Lo que hay que hacer es usarlo”, contaban varios de los participantes en dos mesas redondas que la Academia de Cine ha organizado este lunes en torno al cine y la solidaridad, y en la que ha anunciado la creación del premio Cine, Ayuda y Solidaridad, que esta primera edición ha sido concedido a Pilar Bardem. Sendas reuniones de cineastas y de creadores de fundaciones que apuestan por el audiovisual como “una herramienta transformadora”, según una acertada definición de la actriz y documentalista Mabel Lozano, que ha centrado sus esfuerzos en dar voz a las víctimas de la trata de mujeres.

Entre los actores presentes, Dani Rovira, creador junto a la también actriz Clara Lago de la fundación Ochotumbao, apuntó en cambiar las maneras de involucrar a la gente: “Hoy, solidaridad y benéfico son palabras denostadas; la gente las escucha y cambia de conversación. Debemos enamorar al público para que se sumen a nuestra causa, porque nos toca ser referentes. Pocas veces la gente te convence de algo desde el enfado, sino desde la alegría, desde la energía positiva”. Una idea que también subrayó Elena Anaya, implicada en la lucha para cuidar el medioambiente: “Hay tiempo para lograr cambios”.

avier Bardem lleva años involucrado en acciones y producción de documentales para Médicos sin Fronteras y para dar voz al pueblo saharaui. Este lunes apuntó: “Los actores somos ciudadanos. Sabemos cómo se nos tilda a quienes levantamos la voz y se nos invita a estar en una esquina calladitos. Por suerte, cumplimos con nuestra obligación como ciudadanos”. Y sobre la fama, el actor incidió: “La popularidad al menos ayuda para que te cojan el teléfono, después tiene que hablar el documental. Nunca he antepuesto la popularidad a ser ciudadano. Es cierto que puedo tener más repercusión, a cambio sufres una crítica desmesurada. Bueno, pros y contras. En el momento en que tienes una opinión, te nacen enemigos. Hay que vivir con ello”. Y por eso, a veces te caen encima los clichés. Un ejemplo es Fernando León, cineasta consagrado en la ficción y en el documental: “Lucho contra la etiqueta [de cineasta social], pero fracaso. Haces películas para visibilizar, para concienciar, de acuerdo. Sin embargo, es necesario que la obra también surja de ti para que te satisfaga. Todo funciona con un mismo mecanismo, el de la empatía”. Peligroso mecanismo, como contó Lozano: “El daño que hizo Pretty Woman en la imagen de la prostitución. El audiovisual crea mitos dificilísimos de desmontar: la realidad es más sórdida”. Lo sabe bien Paco Arango, cuya segunda película como director, Lo que de verdad importa, destina todos sus beneficios a ONG: “Yo peco de comercial para llegar a todo el mundo”.

El cómico Manuel Burque, que además de sus trabajos habituales participa en Radio Gaga —un programa del canal 0 en Movistar que da voz a los invisibles—, habló de la posibilidad real de influir: “Como creadores, debemos de ser conscientes que por muy acotada que esté la película que vamos a hacer siempre se pueden incluir cambios. No tenemos obligación de ser responsables, pero si lo eres, hay muchas posibilidades de realizar cambios”. Y por eso subrayó: “En el humor ahora triunfa el cinismo. Pues os aviso, el cinismo está pasado de moda, el buenismo es el nuevo punk”. O como apuntaron Rovira y José Carnero, creador publicitario y fundador de la ONG Uno entre Cien Mil, dedicada a la leucemia infantil: “¿Cansa que un mismo actor apoye a siete causas? No es que canse, es que es necesario”. Puede que, volviendo a lo dicho por Bardem, Lozano apuntó a otras disciplinas: “El cine es un medio más empático, que por ejemplo, el fútbol”.

Junto a ellos participaron Paula Farias, expresidenta de Médicos sin fronteras; Javier Corcuera, director de documentales y fundador del festival de cine FISahara (que apuntó sobre la pujanza del cine: “Es un instrumento muy fuerte. Yo he hecho películas por solidaridad, y otras han generado solidaridad”), y Mónica Esteban, fundadora y presidenta de Juegaterapia. Todos los participantes han hablado de sus causas, de cómo la vida les ha llevado a ellas, y de cómo, a pesar de las trabas, hay que contar esas historias con protagonistas invisibles: “Si no, ¿quién lo haría?", resumió Fernando León.

https://elpais.com/elpais/2017/12/04/gente/1512414127_697313.html

sábado, 28 de noviembre de 2015

Manifiesto | "No en nuestro nombre" "Nos negamos a participar en el falso mercadeo entre derechos y seguridad", dice un manifiesto contra la guerra que pide no intervenir en Siria tras los atentados del pasado 13 de noviembre en el centro de París

Llamamiento 'No en nuestro nombre'

Los brutales atentados perpetrados en París el pasado 13 de noviembre buscaban instaurar un clima y un régimen de terror entre la población, levantando muros de sospecha y odio entre vecinos, quebrando la vida en comunidad e instaurando la política del miedo en nuestro día a día. Si la respuesta a la barbarie pasa por suspender derechos, recortar libertades y encerrarnos en casa, la victoria del terrorismo será total. Si al dolor por las víctimas inocentes se responde provocando más dolor a otras también inocentes, la espiral será imparable. Si buscamos culpables entre nuestros vecinos y vecinas por el simple hecho de vestir o pensar diferente, si criminalizamos a quienes huyen precisamente de ese mismo horror, estaremos contribuyendo a apuntalar los mismos muros que el fanatismo quiere crear. No podemos permitirlo.

El fanatismo terrorista del Daesh (ISIS) es funcional y retroalimenta al fanatismo racista europeo, mientras nuestros Gobiernos practican recortes de derechos sociales y libertades fundamentales, xenofobia institucional y bombardeos indiscriminados, que se han demostrado ineficaces. Nos negamos a participar en el falso mercadeo entre derechos y seguridad. Aquí, en París, en Iraq o en Siria, son los pueblos los que ponen las muertes mientras unos y otros trafican con influencias, armas e intereses geoestratégicos. El odio fanático de unos no puede esgrimirse como justificación para nuevos odios. Nos negamos a ser rehenes del odio, el terror y la intolerancia, eso sería claudicar ante el terrorismo.

Las y los abajo firmantes creemos que la democracia, los Derechos Humanos y la aspiración a una paz con justicia no son un camino ni una moneda de cambio para nada, sino que constituyen en sí mismos el camino y el horizonte, además de la mejor respuesta contra quienes quieren acabar con ellos. Por eso nos oponemos drásticamente a cualquier respuesta al odio que implique más odio, más intolerancia, más muertes de inocentes y menos derechos y libertades.

Desde el convencimiento de que en estos momentos la ciudadanía no solo no puede esconderse, sino que debe ser protagonista y liderar la respuesta contra el terror, nos convocamos el sábado 28 de noviembre a las 12:00 en la Puerta del Sol de Madrid para mostrar nuestra repulsa a los ataques terroristas de París y Líbano, nuestra repulsa a los bombardeos contra la población civil siria, nuestra repulsa a recortes democráticos como ineficaces garantías de seguridad y nuestra repulsa a la política exterior belicista iniciada por el Trío de las Azores (Bush-Blair-Aznar). Invitamos al resto de municipios a sumarse a esta iniciativa impulsando convocatorias ciudadanas similares.

Contra el terrorismo, contra la islamofobia y contra sus guerras.

Ni los recortes de libertades ni los bombardeos nos traerán la seguridad y la paz.

NO en nuestro nombre.

Firmantes

Ada Colau - Alcaldesa Barcelona

Chechu Monzón “Wyoming” - presentador de TV
 Pilar Bardem – Actriz
 Alberto San Juan – Actor
 Yayo Herrero – Activista Ecologista
 Juan Diego Botto - Actor
 Pepe Viyuela – Actor
 Sukeina Aali-Taleb - Periodista y escritora saharaui
 Xulio Ferreiro - Alcalde de A Coruña
 Belen Gopegui – Escritora 
Pilar Manjón – Presidenta Asociación 11-M Afectados del Terrorismo
 Antonio Segura – Abogado Asociación 11-M Afectados del Terrorismo 
Carlos Bardem – Actor
 Aitana Sánchez Gijón - Actriz
 Jose María Gonzalez “Kichi” - Alcalde de Cádiz
 Emma Suárez - Actriz
 Enrique Villalobos – Presidente FRAVM (Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid)
 Pedro Santiesteve - Alcalde de Zaragoza
 Andrés Lima - Director de teatro
 Antonio de la Torre - Actor y periodista
 Amparo Climent – Actriz
 Pedro del Cura - Alcalde de Rivas
 Marta Sanz – Escritora
 Gerardo Pisarello - Jurista y activista de los derechos humanos
 Isaac Rosa – Escritor
 Saliha ahouari al-lal - Trabajadora social
 Montxo Armendáriz - Cineasta
 Daniel Bernabé – Escritor
 Eduardo Jover – Actor
 Rosana Torres Reinés – Periodista
 Bahia Mahmud Awah - Escritor saharaui
 Liman Boicha - Escritor saharaui
 Ali Salem Iselmu - Activista saharaui
 Mohamed Salem Abdelfatah - Activista saharaui
 Berta Ojea López – Actriz
 Mohamed Said Alilech - Presidente de la asociación jóvenes musulmanes de España
 Esther García - Productora ejecutiva de El deseo
 María Luz Olier Arenas – Actriz
 Mohamed Merabet - Activista
 Pablo Telatko – Trabajador ONCE
 Puy Oria – Productora
 Javier Ceballo – Médico
 Miguel Ángel Alcántara – Productor teatro
 Carlos Olalla – Actor
 Aquilina Blanco Huertas – Enfermera 
Jorge Montes Salguero – Historiador del Derecho UNED
 Marta Simón Alonso – Periodista
 Alejandro Pannocchia Alonso – Operador, Teatro Real
 Mª Pilar Cuesta – Actriz
 José Manuel Seda – Actor
 José María Alfaya – cantautor
 Daniel Martorell – Actor, Cantante, Músico
 José Sarrión – Profesor
 Javi Couso – Activista Anti Guerra
Justa Montero - Activista feminista
Pablo Moreno – Grimey Rafael Anguis – Grimey Orlis Pineda – Cantautor Eduardo Velasco Querino – Actor Raquel Varela Conde – Actriz Luciano Federico – Actor Alfonso Noval Sánchez – Actor Shangay Lily –Artivista, feminista, escritor Marisa Tejada – Directora La Fábrica Ángeles Ramírez - Profesora de la UAM Roberto Montoya - Escritor y periodista Cristina Maristany - Escritora Manolo Garí – Activista ecologista-pacifista María Eugenia Rodríguez Palop - Profesora de Filosofía del Derecho de la Universidad Carlos III Javier Laso - Corresponsal RTVE Pedro Ibarra - Catedrático jubilado de Ciencia Política UPV-EHU Natividad Corral - Psicoanalista Juan Domingo Sánchez Estop - Escritor y filósofo Lago Martínez - Editor de Luzes COLECTIVOS Asociacion marroquí de derechos humanos(AMDH) Asociacion de Refugiados palestinos en España Centro Amani Vía Democrática (marruecos) Frente Democrático para la liberacion de palestina Colectivo Paraguay Resiste

sábado, 13 de noviembre de 2010

Manifestación en Madrid en solidaridad con el pueblo Saharaui.

Una manifestación convocada por la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara ha transcurrido por las calles de Madrid este mediodía, con algunos incidentes y quema de banderas marroquíes y la presencia en su cabecera de dirigentes del PP, IU, UPyD, UGT y CC OO. La marcha, con miles de personas, se inició en la glorieta de Carlos V tras superarse dificultades en la organización de la cabecera y producirse algunos incidentes entre los participantes, como empujones y gritos, así como la quema de algunos símbolos de Marruecos e insultos a este país. Los manifestantes reivindicaron el respeto a los derechos humanos en el Sahara Occidental y pidieron al Gobierno nacional una respuesta firme ante la utilización de la fuerza por parte del Ejecutivo marroquí y el cerrojo informativo que impera desde que el lunes fuerzas militares y policiales arrasaran el campamento Agdaym Izik.
La marcha, que ha llegado hasta la Puerta del Sol, ha estado encabezada por una pancarta, "Marruecos. Fuera del Sáhara 35 años después", tras la que han ido el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, el coordinador general de IU, Cayo Lara, la presidenta de UPyD, Rosa Díez, los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y CC OO, Ignacio Fernández Toxo, además de representantes del mundo de la cultura como Pilar y Javier Bardem y Rosa María Sardá. Precisamente Javier Bardem ha sido uno de los encargados de hablar en la Puerta del Sol: "Hagamos un llamamiento al rey de Marruecos para que frene esta respuesta desproporcionada y cruel. ¿Cuánto vamos a tener que esperar para que la comunidad internacional atienda al pueblo saharaui? Exijamos al Gobierno una actitud clara y firme contra los abusos de Marruecos así como el cese de venta de material bélico a Marruecos".
Durante la protesta, González Pons ha defendido al pueblo saharaui y ha afirmado que los derechos humanos "no pueden someterse a los intereses" de España, en alusión a la postura del Gobierno en este conflicto. Durante su participación en la manifestación a favor del pueblo saharaui, el dirigente del PP, que ha recibido gritos en contra de algunos participantes, ha recordado que los derechos humanos tienen que "ser respetados en cualquier parte del mundo". "Los derechos humanos no pueden someterse a los intereses de España, ya que no es interés de España aquel que esté manchado de sangre. El interés de España tiene que ser siempre limpio", ha concluido González. Más aquí. Y aquí para seguir las noticias del Sahara.

domingo, 27 de noviembre de 2016

Juan Diego Botto: “Marcos Ana era lo que este país debería haber sido”. Cientos de personas despiden al poeta que pasó 23 años en las cárceles franquistas

Fueron tantos, que no cabían todos. Muchos aguardaron bajo la lluvia su turno para poder despedirse. El auditorio madrileño Marcelino Camacho se ha llenado esta tarde de gente que quería o admiraba a Marcos Ana, el preso político que más tiempo pasó en las cárceles franquistas, 23 años. Falleció el pasado jueves, ya cumplidos los 96, y pese a su avanzada edad, uno de los comentarios más repetidos en el homenaje de esta tarde ha sido la sorpresa que les había causado su muerte. El líder de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, ha recordado que el poeta era el último en irse de todas las manifestaciones. "Pensábamos que era eterno", ha dicho el secretario general del Partido Comunista, José Luis Centella. En el centro del escenario, cubrían el ataúd de Marcos Ana dos banderas: la republicana y la roja.

Juan Diego Botto ha recitado, muy emocionado, el poema que da título a la autobiografía de Marcos Ana, Decidme cómo es un árbol. "Es un hombre que permitió que este país pudiera mirarse a la cara y sostenerse la mirada. Porque él es lo que este país debería haber sido", ha añadido el actor de origen argentino.

Marcos Ana se hizo poeta en la cárcel. Escribía en el revés del plato de la comida y se apañaba para sacar sus poemas de prisión con la ayuda de un guardia o haciendo que otro preso que iba a salir en libertad memorizara los versos. Poetas en el exilio, como Rafael Alberti, y el comité de ayuda a los presos ayudaron a difundir su obra. Cuando salió de la cárcel, en 1961, dedicó todos sus años de libertad a homenajear a sus compañeros presos, especialmente, a los que no lograron salir de la cárcel porque murieron antes de hambre, de frío o fueron ejecutados por el Régimen.

La cantautora Lucía Sócam ha intepretado durante el homenaje un poema que Blas de Otero compuso para Marcos Ana cuando el poeta cumplió 22 años entre rejas.

El ex fiscal anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo ha leído sobre el escenario fragmentos de este discurso del poeta: "Conocí, como tantos compañeros, la pérdida de la libertad. Sufrí la tortura, viví al borde de la muerte... podía haberme convertido en una bestia, pero al contrario, mi experiencia personal me llevó a la conclusión de que nunca sería capaz de ejercer la violencia contra nadie precisamente porque la he sufrido. La única venganza a la que yo aspiro es ver triunfando algún día los nobles ideales por los que yo he luchado y por los que miles de demócratas antifranquistas perdieron su vida o su libertad".

Uno de los momentos más emotivos ha sido cuando el hijo del poeta ha recitado, junto al ataúd de su padre, sus versos. "El mejor homenaje que le puedo hacer es leer un poema suyo. Los he leído muchas veces, pero creo que él nunca me oyó". Durante una entrevista con este diario, Marcos Ana explicaba que el peor momento de su vida en prisión eran los días de visita, cuando veía a sus compañeros presos abrazar a sus niños. "A mí se me caían las lágrimas pensando que yo nunca iba a tener eso. Mi hijo ha sido, sin ninguna duda, el amor de mi vida", decía. Fue Vida Sender, hija de unos anarquistas aragoneses, la mujer que le permitió cumplir el sueño de ser padre tras salir en libertad, en 1961. Hoy, en el auditorio Marcelino Camacho, apretaba emocionada la mano de su hijo, que también se llama Marcos, y es documentalista.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, y la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, se acercaron durante el día al auditorio para despedir al poeta. Durante el homenaje, esta tarde, dirigentes del Partido Comunista han incluido referencias a Fidel Castro, fallecido este viernes. Entre el público había militantes del Partido Comunista, de Izquierda Unida y representantes del mundo de la cultura, como Luis García Montero o Almudena Grandes. La actriz Pilar Bardem, también muy emocionada, recordaba así al poeta: "Su corazón era su casa y la tenía abierta a todos. Marcos no ha muerto, sois todos vosotros, todos los jóvenes que tenéis que seguir luchando contra las injusticias, para que ningún viejecito muera de frío".

Alberto Garzón, de Izquierda Unida, ha alabado la poesía militante de Marcos Ana, y ha lamentado que haya jóvenes que no conozcan su vida y obra. El poeta dedicó precisamente su último libro, escrito en 2013, en el contexto de la crisis económica, "a la juventud". Su título: Vale la pena luchar.

http://cultura.elpais.com/cultura/2016/11/26/actualidad/1480185432_869998.html

“A Marcos Ana”

¡Ah de la vida! ¿Nadie me responde?
Quevedo

No hablo por hablar. Escribo
hablando sencillamente:
como en un cantar de amigo.

Nãzim, Marcos, Lina Odena,
Nina van Zandt, compañeros,
en la libertad más bella.

La libertad del que forja
un pueblo libre: Miguel
Hernández cavó la aurora.

¡Ah de la vida! Preguntas
a tientas: «el mar», «el campo»…
Las olas se han vuelto mudas.

Veintidós años… Decidme
cómo es un árbol. Quién silba
arriba en el aire libre.

Quién me recuerda. Quién llama
desde el fondo de una mina.
Espaciosa y triste España.

La libertad por el suelo.
Tú la levantas, la apoyas
en el hombro del obrero.

El olivo y las espigas
te dan la mano, se pasan,
brisa a brisa, la consigna.

Como en un cantar de amigo,
escribo lo que me dictan
la fábrica y el olivo.

Blas de Otero

De: “Que trata de España” – 1960-1964 Recogido en “Blas de Otero – Obra Completa” – 1935 – 1977 Ed. Galaxia Gutenberg – 2013©

Blas de Otero Muñoz nació en Bilbao, el 15 de marzo de 1916.
Miembro de la llamada Generación de los 50′, fue uno de los principales representantes de la poesía social o la conocida como poesía desarraigada, fruto de los tiempos duros que le tocó vivir, la guerra civil española y la terrible dictadura franquista.
Fue un duro opositor de la dictadura franquista, que vio nacer, crecer y morir, lucha que fue constante hasta el final de su vida. Anheló y cantó la democracia durante 40 años, aunque no llegó a ver completamente realizado su sueño, murió en Majadahonda, Madrid el 29 de junio de 1979.

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http://trianarts.com/blas-de-otero-a-marcos-ana/#sthash.R7Xrkdn0.dpuf

Marcos Ana, comentó que estando en prisión, le llegó desde fuera el sonido de una melodía que le gustó especialmente, cuando salió la buscó y al fin un día díó con ella; resultó ser Candilejas de Charles Chaplin. Aquí la tenéis.

lunes, 11 de mayo de 2020

200 personalidades de la cultura piden un cambio social radical Juliette Binoche es la promotora del manifiesto en 'Le Monde'

"No a un regreso a la normalidad": de Robert De Niro a Juliette Binoche, el atractivo de 200 artistas y científicos Por colectivo

Un grupo de personalidades, incluidas Madonna, Cate Blanchett, Philippe Descola, Albert Fert, lanzan un llamamiento al "Mundo", iniciado por Juliette Binoche y Aurélien Barrau, a los líderes y ciudadanos para cambiar profundamente nuestros estilos de vida, consumo y nuestros ahorros.

Tribuna
La pandemia de Covid-19 es una tragedia. Sin embargo, esta crisis tiene la virtud de invitarnos a enfrentar las preguntas esenciales.

Los resultados son simples: los "ajustes" ya no son suficientes, el problema es sistémico.

Por favor, no volvamos a la normalidad
El desastre ecológico actual es parte de una "metacrisis": la extinción masiva de la vida en la Tierra ya no está en duda y todos los indicadores apuntan a una amenaza existencial directa. A diferencia de una pandemia, por grave que sea, es un colapso global cuyas consecuencias serán más allá de toda medida.

Por lo tanto, solemnemente pedimos a los líderes y ciudadanos que salgan de la lógica insostenible que aún prevalece, para finalmente trabajar en una revisión profunda de los objetivos, valores y economías.

Punto de ruptura
El consumismo nos ha llevado a negar la vida en sí misma: la de las plantas, la de los animales y la de un gran número de humanos. La contaminación, el calentamiento global y la destrucción de espacios naturales están llevando al mundo a un punto de quiebre.

Por estos motivos, combinados con las desigualdades sociales cada vez mayores, nos parece impensable "volver a la normalidad".

La transformación radical que se requiere, en todos los niveles, requiere audacia y coraje. No tendrá lugar sin un compromiso masivo y decidido. ¿Cuándo son los actos? Es una cuestión de supervivencia, tanto como dignidad y consistencia.

Lynsey Addario, reportero senior;
Isabelle Adjani, actriz;
Roberto Alagna, cantante lírico;
Pedro Almodóvar, director;
Santiago Amigorena, escritor;
Angèle, cantante;
Adria Arjona, actriz;
Yann Arthus-Bertrand, fotógrafo, director;
Ariane Ascaride, actriz;
Olivier Assayas, director;
Josiane Balasko, actriz;
Jeanne Balibar, actriz;
Bang Hai Ja, pintor;
Javier Bardem, actor;
Aurélien Barrau, astrofísico,
miembro honorario del Institut universitaire de France;
Mikhail Baryshnikov, bailarín, coreógrafo;
Nathalie Baye, actriz;
Emmanuelle Béart, actriz;
Jean Bellorini, director;
Monica Bellucci, actriz;
Alain Benoit, físico, Academia de Ciencias;
Charles Berling, actor;
Juliette Binoche, actriz;
Benjamin Biolay, cantante;
Dominique Blanc, actriz;
Cate Blanchett, actriz;
Gilles Bœuf, ex presidente del Museo Nacional de Historia Natural;
Valérie Bonneton, actriz;
Aurélien Bory, director;
Miguel Bosé, actor, cantante; Stéphane Braunschweig, director;
Stéphane Brizé, director;
Irina Brook, directora;
Peter Brook, director;
Valeria Bruni Tedeschi, actriz, directora;
Khatia Buniatishvili, pianista;
Florence Burgat, filósofa, directora de investigación en Inrae;
Guillaume Canet, actor, director;
Anne Carson, poeta, escritora, Academia de Artes y Ciencias;
Michel Cassé, astrofísico;
Aaron Ciechanover, Premio Nobel de Química;
François Civil, actor;
François Cluzet, actor;
Isabel Coixet, directora;
Gregory Colbert, fotógrafo, director;
Paolo Conte, cantante;
Marion Cotillard, actriz;
Camille Cottin, actriz;
Penélope Cruz, actriz;
Alfonso Cuarón, director;
Willem Dafoe, actor;
Béatrice Dalle, actriz;
Alain Damasio, escritor;
Ricardo Darin, actor;
Cécile de France, actriz;
Robert De Niro, actor;
Annick de Souzenelle, escritor;
Johann Deisenhofer, bioquímico, Premio Nobel de química;
Kate del Castillo, actriz;
Miguel Delibes Castro, biólogo, Real Academia Española de Ciencias;
Emmanuel Demarcy-Mota, director;
Claire Denis, directora;
Philippe Descola, antropólogo, medalla de oro CNRS;
Virginie Despentes, escritora;
Alexandre Desplat, compositor;
Arnaud Desplechin, director;
Natalie Dessay, cantante lírica;
Cyril Dion, escritor, director;
Hervé Dole, astrofísico, miembro honorario del Institut universitaire de France;
Adam Driver, actor;
Jacques Dubochet, Premio Nobel de química;
Diane Dufresne, cantante; Thomas Dutronc, cantante;
Lars Eidinger, actor;
Olafur Eliasson, artista plástico, escultor;
Marianne Faithfull, cantante;
Pierre Fayet, miembro de la Academia de Ciencias;
Abel Ferrara, director;
Albert Fert, Premio Nobel de física;
Ralph Fiennes, actor;
Edmond Fischer, bioquímico, Premio Nobel de medicina;
Jane Fonda, actriz;
Joachim Frank, Premio Nobel de química;
Manuel García-Rulfo, actor;
Marie-Agnès Gillot, bailarina estrella;
Amos Gitaï, director;
Alejandro Gonzales Iñarritu, director;
Timothy Gowers, medalla Fiels de matemáticas;
Eva Green, actriz;
Sylvie Guillem, bailarina estrella;
Ben Hardy, actor;
Serge Haroche, Premio Nobel de física;
Dudley R. Herschbach, Premio Nobel de química;
Roald Hoffmann, Premio Nobel de química;
Rob Hopkins, fundador de ciudades en transición;
Nicolas Hulot, presidente honorario de la Fundación Nicolas Hulot para la Naturaleza y el Hombre;
Imany, cantante;
Jeremy Irons, actor;
Agnès Jaoui, actriz, directora;
Jim Jarmusch, director;
Vaughan Jones, Medalla Fields de Matemáticas;
Spike Jonze, director;
Camélia Jordana, cantante;
Jean Jouzel, climatólogo, Premio Vetlesen;
Anish Kapoor, escultor, pintor;
Naomi Kawase, directora;
Sandrine Kiberlain, actriz;
Angélique Kidjo, cantante;
Naomi Klein, escritora;
Brian Kobilka, Premio Nobel de Química;
Hirokazu Kore-eda, director;
Panos Koutras, director;
Antjie Krog, poeta;
La Grande Sophie, cantante;
Ludovic Lagarde, director;
Mélanie Laurent, actriz;
Bernard Lavilliers, cantante;
Yvon Le Maho, ecofisiólogo, miembro de la Academia de Ciencias;
Roland Lehoucq, astrofísico;
Gilles Lellouche, actor, director;
Christian Louboutin, creador;
Roderick MacKinnon, Premio Nobel de química;
Madonna, cantante; Macha Makeïeff, directora;
Claude Makélélé, futbolista;
Ald Al Malik, rapero;
Rooney Mara, actriz;
Ricky Martin, cantante; Carmen Maura, actriz;
Michel Mayor, Premio Nobel de física;
Medina, rapero;
Melody Gardot, cantante;
Arturo Menchaca Rocha, físico, ex presidente de la Academia Mexicana de Ciencias;
Raoni Metuktire, jefe indio de Raoni;
Julianne Moore, actriz;
Wajdi Mouawad, director, autor;
Gérard Mouroux, Premio Nobel de física;
Nana Mouskouri, cantante;
Yael Naim, cantante;
Jean-Luc Nancy, filósofo;
Guillaume Néry, campeón mundial de apnea;
Pierre Niney, actor;
Michaël Ondaatje, escritor;
Thomas Ostermeier, director;
Rithy Panh, directora;
Vanessa Paradis, cantante, actriz;

James Peebles, Premio Nobel de física;
Corine Pelluchon, filósofa;
Joaquin Phoenix, actor; Apple, cantante; Iggy Pop, cantante; Olivier Py, director; Radu Mihaileanu, director; Susheela Raman, cantante;
Edgar Ramirez, actor;
Charlotte Rampling, actriz;
Raphaël, cantante;
Eric Reinhardt, escritor;
Residente, cantante;
Jean-Michel Ribes, director;
Matthieu Ricard, monje budista;


Richard Roberts, Premio Nobel de medicina;
Isabella Rossellini, actriz;
Cecilia Roth, actriz;
Carlo Rovelli, físico,
miembro honorario del Institut universitaire de France;
Paolo Roversi, fotógrafo;
Ludivine Sagnier, actriz;
Shaka Ponk (Sam y Frah), cantantes;
Vandana Shiva, filósofa, escritora;
Abderrahmane Sissako, director;
Gustaf Skarsgard, actor;
Sorrentino Paolo, director;
Sabrina Speich, oceanógrafa, medalla Albert Defant;
Sting, cantante;
James Fraser Stoddart, Premio Nobel de química;
Barbra Streisand, cantante, actriz, directora;
Malgorzata Szumowska, directora;
Béla Tarr, directora;
Bertrand Tavernier, director;
Alexandre Tharaud, pianista;
James Thierré, director, bailarín;
Mélanie Thierry, actriz;
Tran Anh Hung, director;
Jean-Louis Trintignant, actor;
Karin Viard, actriz;
Rufus Wainwright, cantante;
Lulu Wang, directora;
Paul Watson, navegante, escritor;
Wim Wenders, director;
Stanley Whittingham, Premio Nobel de química;
Sonia Wieder-Atherton, violonchelista;
Frank Wilczek, Premio Nobel de física;
Olivia Wilde, actriz;
Christophe Willem, cantante;
Bob Wilson, director; b Lambert Wilson, actor;
David Wineland, Premio Nobel de física;
Xuan Thuan Trinh, astrofísico;
Muhammad Yunus, economista, Premio Nobel de la Paz;
Zazie, cantante.

miércoles, 14 de abril de 2010

La prensa internacional respalda a Garzón

La mayoría de los rotativos manifiestan su apoyo a la trayectoria del juez y lamentan que esta causa pueda dañar la imagen de la justicia española

EL PAÍS. 14-04-2010

El 'Süddeutsche Zeitung' lamenta la polarización de la justicia española

El periódico muniqués Süddeutsche Zeitung afirma en un artículo titulado “Víctima de los poderosos”, que “sea cual sea la postura que se adopte” frente al juez, “hay algo que no le podrá negar ni su más enconado enemigo: que se escabulla de los casos incómodos”. Y prosigue: “hay buenas razones para considerar vergonzosa la causa contra Garzón. (…) Clama al cielo que Garzón vaya a sentarse en el banquillo de los acusados por una querella de los herederos ideológicos de Franco, entre ellos el partido fascista de la Falange. (…) Aunque la comparación no es exacta es como si, trasladando los hechos a Alemania, se encausara al fiscal del proceso contra Demjanjuk porque un partido nazi se querellara contra él.(…) El caso Garzón es, además, un nuevo ejemplo de la fatal polarización de la justicia española

Más aquí.

'Die Zeit': "Es un escándalo internacional"
El rotativo hamburgués Die Zeit, en el extenso artículo titulado “Solidaridad con el Juez Baltasar Garzón” que lleva la firma de Werner A. Perger, sostiene que “El hombre que como juez de instrucción ha llevado ante el tribunal desde finales de los años ochenta a capos de la droga, terroristas etarras, banqueros de primera fila, políticos internacionales, antiguos miembros del gobierno socialista y políticos locales y regionales conservadores y que desde hace cerca de veinte años está acompañado las 24 horas del día por escoltas, como los fiscales antimafia en Italia, debe responder por ‘prevaricación’. Se ha constituido una peculiar coalición de herederos del fascismo de Franco y archienemigos personales, antiguos izquierdistas, para expulsar al agitador de su cargo con todo el oprobio posible, con efecto disuasorio sobre otros supuestos fanáticos de la justicia.” Y concluye: “La lucha por los derechos humanos es una tarea internacional que requiere la solidaridad de todos quienes tienen competencia sobre ella. Pero requiere además la solidaridad de todos quienes están comprometidos con ella, y con mayor motivo cuando uno de ellos se vea en dificultades por cualquier pretexto nimio. Garzón es uno de estos casos. Para la justicia española, este extraño proceso es ya una vergüenza. Pero si acabara silenciando a Garzón –cosa que hace temer la composición del tribunal–, sería una derrota para la idea y el concepto del derecho penal internacional y para la cooperación contra la criminalidad organizada internacionalmente. Por eso, el caso Garzón no es un bochorno nacional. Es un escándalo internacional.” Más aquí.

"En España la justicia puede convertirse en víctima", dice 'The Guardian'
En el periódico británico The Guardian, el columnista Reed Brody afirma en un artículo titulado “El sombrío ataque al juez Garzón” que “el juez español se ha granjeado muchos enemigos al intentar aplicar en España los mismos principios que ha aplicado con éxito en otros países”. Según Brody: “35 años después de la muerte del general Francisco Franco, por fin en España se va a juzgar a alguien en relación con los crímenes cometidos durante la dictadura franquista y la Guerra Civil. Por desgracia, en este caso el acusado es Baltasar Garzón, el juez que ha intentado investigar esos crímenes”. El articulista considera que “sentar en el banquillo de los acusados a un juez por haber tomado una decisión controvertida, (…) es un peligroso ataque a la independencia judicial”. Y concluye que “gracias a Garzón, España se ha convertido en un símbolo de la justicia para las personas que han sido víctimas de atrocidades en todo el mundo. Ahora, es la justicia la que puede convertirse en España en víctima”. Más aquí.

The Wall Street Journal Europe, en su editorial “La jurisdicción universal se lleva su merecido”, mantiene que el juez Baltasar Garzón ha sobrepasado “su jurisdicción e ignorado la amnistía de 1977”. El periódico financiero recuerda que el procesamiento del difunto dictador Pinochet por parte del juez español “era una receta para la anarquía legal y la discordia internacional” y concluye: “Serán los españoles, en España y según la legislación española, quienes determinen si es legal que un juez español pueda librar de nuevo la Guerra Civil española de hace 70 años. Lo que nos suena correcto. Esperamos que los imitadores de Garzón otorguen a otros países el mismo respeto”.

Jean-Paul Marthoz: "El proceso contra Garzón empaña la imagen de España"
Jean-Paul Marthoz, en el diario belga Le Soir, afirma en un artículo titulado “Baltasar Garzón, culpable por tener razón”: “El juez Baltasar Garzón tendrá que sentarse en el banquillo por prevaricación. Los simpatizantes de ETA aplauden, los nostálgicos del general Pinochet brindan con champán, los extremistas islámicos se muestran exultantes, los herederos del franquismo entonan el Cara al sol con el brazo en alto. El proceso contra Garzón empaña la imagen de España en la escena internacional. Insinúa que cierta España no ha entendido nada y que su adhesión a un régimen de libertad se debe más a la conveniencia que a la convicción”. Más aquí.

'El Tiempo' hace pública su preocupación por el proceso contra el juez
El Tiempo, de Colombia, en su editorial: “La campaña contra Garzón”, argumenta: “Un magistrado del Tribunal Supremo español ha ordenado que se juzgue como reo de ‘múltiples motivos opuestos al ordenamiento jurídico’ al juez Baltasar Garzón, adalid internacional que persiguió a dictadores, procesó a terroristas e investigó a corruptos y mafiosos. La decisión podría traer, como resultado final de la causa, una sanción que aparte a Garzón de los estrados judiciales durante veinte años y liquide así su carrera profesional”. “Preocupa la actuación contra el famoso juez por varias razones. La primera, porque revela una clara campaña de acoso y derribo intuitu personae: el propio auto dictado por el magistrado instructor está salpicado de alusiones impropias en un documento jurídico, como tachar irónicamente su trabajo de mera ‘imaginación creativa’. La segunda, porque tiñe la administración de Justicia de un velo político. De hecho, la acción contra Garzón nace de dos grupúsculos de extrema derecha, dos fantasmones del viejo franquismo. No es un secreto que los sectores más refractarios de la política española ya celebran la posible caída de Garzón, y resulta sospechoso el modo como han coincidido los últimos autos contra Garzón con el apogeo de un escándalo por corrupción del Partido Popular (conservador). En tercer lugar, porque ofrece una imagen de España y su Justicia que no se compadece con la democracia admirablemente recuperada tras más de cuatro décadas de dictadura”. Más aquí.
Por otra parte "...el Tribunal Supremo, por primera vez en su historia, convocó ayer a los principales corresponsales extranjeros a una "reunión informativa", que se realizará el viernes, para explicarles las peculiaridades de los tres procesos abiertos al juez Baltasar Garzón, en vísperas de su suspensión de funciones. La convocatoria, a instancias del presidente de la Sala Penal, Juan Saavedra, se realiza después de que los principales diarios del mundo, entre ellos The New York Times, The Guardian, Le Monde o The Economist, criticaran la "parodia de justicia" en España a propósito de la "injusticia" del Supremo con el juez Garzón.
(Leer toda la noticia aquí.)
Almodóvar, Pilar Bardem y otros actores se encierran por el juez
Un aula universitaria acoge un maratón de memoria histórica.
El director de cine Pedro Almodóvar apadrinó ayer con los actores Juan Diego Botto, José Sacristán, Pepe Viyuela y Pilar Bardem y los escritores Luis García Montero y Almudena Grandes, el encierro con el que las asociaciones de memoria histórica quieren defender la causa del juez Baltasar Garzón. Más aquí.

martes, 5 de junio de 2018

La “regeneración” que apoya Ciudadanos: Ángel Garrido


Cuarto Poder


En política, es un clásico prometer una cosa y hacer otra distinta con todo descaro. Veamos un ejemplo, Felipe González dijo estas palabras en julio de 1982: “A cualquier ministro se le puede seguir la pista para comprobar que del Consejo de Ministro se va al Consejo de Administración de una gran empresa; es decir, que no sale de ese triángulo del poder (…) Tenemos que producir el espectáculo nuevo, público, de un ministro que sea capaz de salir del Consejo de Ministros e irse a su casa, o a su trabajo concreto, olvidándose de cualquier otra prebenda. Si logramos cambiar este esquema, habremos superado uno de los mayores problemas de la Historia de España: el control oligárquico del poder político y del aparato del Estado”. Luego él mismo se iría de la Presidencia del Gobierno al Consejo de Administración de Gas Natural, compañía a la que había regalado la empresa pública Enagás privatizada a precio de ganga.

Creo que Ciudadanos va a batir todos los récords en lo que se refiere a la contradicción entre el programa electoral y el discurso con la práctica política. Ya lleva unas cuantas incoherencias, especialmente entre su teórico alegato regenerador y su práctica de sostener a un partido trufado de corrupción. La próxima es el 17 y 18 de mayo al apoyar la investidura de Ángel Garrido como presidente de la Comunidad de Madrid, designado por Rajoy como sustituto de Cristina Cifuentes. Veamos quién es Ángel Garrido, para ver qué es lo que apoyará el partido de Albert Rivera.

Su historial en el PP es muy largo, y meteórico con Cristina Cifuentes. Estudió en el colegio Tajamar del Opus de Dei; se tituló como ingeniero de minas pero, como él mismo dice, es “político por vocación”: lleva 23 años como cargo público del PP. Fue concejal de Parla y de Madrid desde 1999, se encuadró en el grupo de Esperanza Aguirre en los enfrentamientos con Gallardón. Llega en 2015 a diputado autonómico en la Asamblea de Madrid y será consejero de Presidencia y Justicia en el gobierno de Cifuentes.

Ha estado con Aguirre contra Gallardón, con Cifuentes contra Aguirre… su volatilidad política se refleja en los cambios de bando o banda, en las intrigas internas para ver cómo se colocaba mejor dentro del partido. Ángel Garrido ha sido acusado de machista por la oposición por sus palabras y actitud cuando hacía de escudero de la expresidenta en la moción de censura que presentó Podemos contra ella.

Su actividad en las redes sociales retrata perfectamente a Garrido. Una exhaustiva recopilación de sus tuits demuestra que se ha movido entre hacer la pelota a sus jefes y la agresividad hacia el resto de fuerzas políticas. Destacan, singularmente, sus ataques a la educación pública. Veamos algunos ejemplos de las lindezas que decía.

Ensalzó los recortes de 2011 en educación y calificaba las movilizaciones de la Marea Verde de “jornada de fiesta y verbena para la izquierda que quiere destruir la educación pública”; hace críticas continuas a la enseñanza pública y loas a la privada sostenida con fondos públicos; insultaba a todo el mundo: a la Marea Verde la llama “marea roja”, se mete con los sindicatos continuamente, con los “vendedores de camisetas”… También se hace el graciosillo y dice cosas como esta: es una “marea roja por una enseñanza cejil”; “A las mú güenas tardes a tós! (es para que os hagáis idea de un modelo de enseñanza sindical)”. También defiende cosas tan impresentables como la supresión de 3.300 empleos públicos por Gallardón (26-6-2011).

Se repiten los tuit haciendo la pelota a Mariano Rajoy, Esperanza Aguirre, Cristina Cifuentes, Lucía Figar… Y para hacer méritos, están los ataques sectarios a otros políticos (Rubalcaba, Rosa Díez, Guerra…) y a artistas como los Bardem, etc. Solo una persona mediocre necesita recurrir a estos métodos para conseguir lo que no puede por su propia valía para ascender en una empresa o en la política. En fin, da mucha vergüenza ajena.

Hay otro tuit que es, cuando menos, inquietante después de lo de Cifuentes: “¿Llevarse el albornoz de los hoteles es robar?”. Y no cito barbaridades y el uso de palabras gruesas que se pueden encontrar en los tuit recogidos por los medios de comunicación.

Por último, Ángel Garrido era consejero general de Caja Madrid, en representación del Ayuntamiento de Madrid, cuando le concedieron un préstamo de 310.000 euros del que ocultó información en su declaración de bienes y rentas, y por el que parece que recibió las privilegiadas bonificaciones establecidas en la entidad para sus consejeros.

El Partido Popular es un partido liquidado como indican las encuestas: pierde un tercio de los votos. Pero ahora el peligro para la mayoría social está más en lo que pudiera venir, que en lo que se va por el sumidero de la historia. Ciudadanos llegó como una operación de la oligarquía española para que se produjera un vaso comunicante de los votos perdidos por el PP hacia un receptáculo que los reutilizara al servicio del poder económico. Ciudadanos se ha creado para impedir cualquier cambio político y regeneración verdadera, para ser el recambio neoliberal de la derecha conservadora quemada por la corrupción y los recortes.

Ciudadanos, en bastantes cuestiones, representa posiciones de extrema derecha camufladas bajo una falsa apariencia de modernidad. Hay quien dice que deberían gobernar doce años para que se supiera lo que son capaces de hacer, pero sería un coste muy alto para este país. Estemos atentos a sus actuaciones: Ciudadanos será responsable de que Ángel Garrido sea presidente de la Comunidad de Madrid, un mediocre delfín de Cifuentes, de fidelidad perruna, que significa más de lo mismo. Por tanto, que Ciudadanos no nos cuente lo de la regeneración y la limpieza democrática, porque si hay algo que hable más alto que las palabras son los hechos.

 Fuente:

http://www.cuartopoder.es/ideas/opinion/2018/05/17/para-el-17-la-regeneracion-que-apoya-ciudadanos-angel-garrido/

sábado, 28 de noviembre de 2015

"No se vence al terror con más terror, no se apaga el fuego con más fuego", ha enfatizado, ahora como entonces, Teresa Rodríguez.

No en nuestro nombre muestra su “repulsa a los ataques terroristas de París y Líbano, a los bombardeos contra la población civil siria, a recortes democráticos como ineficaces garantías de seguridad y a la política exterior belicista iniciada por el Trío de las Azores (Bush-Blair-Aznar)”. “Contra el terrorismo, contra la islamofobia y contra sus guerras. Ni los recortes de libertades ni los bombardeos nos traerán la seguridad y la paz. No en nuestro nombre”, reza el texto del llamamiento, promovido también por Pilar Manjón, presidenta de la principal asociación de vícitmas del 11-M, el escritor Isaac Rosa y por actores como Pilar y Carlos Bardem, Aitana Sánchez-Gijón, Emma Suárez, Juan Diego Botto o Chechu Monzón, Wyoming.
http://politica.elpais.com/politica/2015/11/28/actualidad/1448713173_691172.html


se habla de la suerte"

viernes, 28 de febrero de 2025

_- La catadura y la caradura de Abascal y los nuevos fascistas

_- Nunca hubo tanta falsedad, cinismo, inmoralidad y falta de ideales como los que sostienen al fascismo del siglo XXI,

La justificación que el líder de Vox ha hecho en el Congreso de los Diputados de los aranceles que pretende imponer el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es un ejemplo más de su falta de vergüenza e inmoralidad.


Dice Abascal que, si llegaran a establecerse impuestos a las exportaciones españoles, sería «por culpa» de Pedro Sánchez, puesto que se deberían a que este «no cae bien» a Trump.

La poca vergüenza de Abascal se demuestra incluso si esa fuese la verdadera razón que mueve al presidente estadounidense. ¿Cómo un líder político puede considerar en su sano juicio y apoyar al máximo responsable de una potencia mundial que toma decisiones que ponen en jaque al comercio mundial, no sólo a España, en función de que los presidentes de otras naciones le caigan bien o no? Y, sobre todo, cuando sus decisiones afectan a los ingresos y patrimonio de millones de sus compatriotas.

Lo cierto, sin embargo, es que esa no es la razón auténtica de los aranceles y Abascal lo sabe perfectamente. El propio Trump ha confirmado que impondrá aranceles sobre productos procedentes de Argentina, cuyo presidente es socio, amigo y debe caerle perfectamente. E Italia, de imponerse sobre la Unión Europea, tampoco se vería libre de ellos.

Abascal no sólo es un irresponsable si apoya a quien él mismo presenta como un loco que gobierna su país en función de sus querencias. Es un mentiroso cuando justifica los aranceles por la razón que no aduce ni quien los impone.

Según uno de los documentos programáticos de Vox (100 medidas para la España Viva), este partido está en contra del «dirigismo fiscal» y de impuestos que puedan «erosionar la competencia económica», y sostiene que el «sistema fiscal no puede convertirse en un lastre para el crecimiento económico y la creación de empleo». Esto es justamente lo que va a producir en España (en otros muchos países y en los propios Estados Unidos) la política arancelaria de Trump. A pesar de ello, Abascal no ha puesto objeción alguna a sus amenazas y las justifica.

Abascal y su partido, como Trump y todos los fascistas del siglo XXI, se proclaman liberales y defensores del libre mercado y la competencia, aunque sólo cuando eso sirve para eliminar derechos sociales y protección a los desfavorecidos; acaban con ellos para dar ayudas a oligarcas multimillonarios. Por eso les parece bien que Donald Trump se salte a la torera todos los principios que los propios liberales han establecido siempre como los que deben gobernar la política económica que salvaguarda los mercados, la competencia y la eficiencia.

Abascal y su partido se presentan como los grandes defensores de la moralidad y el orden, pero defienden a personajes como Elon Musk de quien se ha escrito en The Wall Street Journal que consume LSD, cocaína, éxtasis y hongos psicodélicos, a menudo en fiestas sexuales privadas en todo el mundo, donde los asistentes firman acuerdos de confidencialidad o entregan sus teléfonos para entrar. Les parece correcto que Donald Trump acabe con la ley que prohíbe cometer delitos de soborno y otras prácticas corruptas a las grandes empresas y bancos estadounidenses (como Goldman Sachs y JPMorgan Chase que fueron condenadas por ello). O les cae bien el propio Trump, condenado en firme por 34 delitos, varios de ellos por maltrato y abuso sexual y difamación a mujeres.

Abascal y su partido se consideran patriotas y los defensores más auténticos de España, pero desprecian, insultan y odian a los españoles que no pensamos como ellos. Son patriotas de pacotilla que descuartizan a su Patria, los peores nacionalistas que no aman ni defienden a España. La rompen en mil pedazos.

Los nuevos fascistas tienen más dinero y han acumulado más poder que los del siglo XX y por eso son posiblemente más peligrosos. Entre otras cosas y principalmente, porque están dispuestos a boicotear cualquier avance que pueda frenar la amenaza más grande que se cierne sobre la vida en el planeta, el cambio climático. Y, como acaban de mostrar cuando hablan de Gaza, porque desprecian el derecho a la vida de los seres humanos. Ni siquiera tienen su grandilocuencia y pomposidad. Hitler mató a millones de personas para construir un imperio. Trump, seguido de vasallos como Abascal, dice estar dispuesto a llevar a cabo una limpieza étnica y asesinar a palestinos inocentes para construir complejos residenciales. Son, eso sí, tan fanfarrones y acomplejados (basta ver a Abascal de puntillas para salir más elevado en las fotos) como el viejo führer asesino o Franco. El psicoanalista austríaco Alfred Adler analizó bien ese tipo de personalidades: “Cuanto mayor es el sentimiento de inferioridad que se ha experimentado, más poderoso es el afán de conquista y más violenta la agitación emocional”.



Más sobre el facismo:

martes, 2 de noviembre de 2021

_- La memoria borrada de la esclavitud en España.

_- La esclavitud fue una práctica muy habitual en España y sus colonias. Pese a su magnitud, son escasas sus huellas en el imaginario colectivo. Muchos historiadores y creadores llenan ahora con sus trabajos ese vacío

En el prólogo del Quijote, Miguel de Cervantes escribe: “Pues al cielo no le plugo / que salieses tan ladino / como el negro Juan Latino” para elogiar el manejo de la lengua de este erudito. Se trata de un esclavo negro que daba lecciones de gramática al nieto del Gran Capitán, que acabó siendo catedrático de Gramática en el siglo XVI. El Museo Metropolitano de Nueva York alberga un retrato pintado por Velázquez en 1650 de Juan de Pareja, un artista que a su vez acabó siendo un pintor importante y del que se conservan dos obras en el Prado. Fue también el esclavo del autor de Las meninas, aunque finalmente lo liberó. La esclavitud está por todas partes en la cultura española hasta el siglo XIX, como forma parte también de los ritmos del flamenco. Cuba, cuando todavía era España, fue el último territorio de Europa en abolirla. Sin embargo, aunque ocupa un lugar cada vez más prominente en la investigación académica y en las librerías, el recuerdo de la esclavitud no existe en el espacio público español.

En muchos otros países europeos el debate, impulsado por el movimiento Black Lives Matter, ya no está solo en que desaparezcan de las calles las estatuas de grandes esclavistas —como ocurrió en Barcelona con el marqués de Comillas, al que Martín Rodrigo y Alharilla ha dedicado el ensayo Un hombre, mil negocios (Crítica)—, sino en visibilizar una historia de sufrimiento y explotación. En Burdeos, desde 2019 una estatua de la esclava Modeste Testas recuerda que fue uno de los principales puertos de Francia para la trata del país. En Nantes se inauguró en 2012 un monumento a la abolición de la esclavitud, presente en muchos rincones de la ciudad, como por ejemplo en las fachadas de las casas nobles que dan al río Loira, en forma de esculturas con la cabeza de negros. Simbolizan de dónde venía la riqueza de las familias propietarias de aquellos edificios. En España, donde puertos como Cádiz o Barcelona fueron centrales en la trata atlántica, esa memoria no existe.

“En el Lazarillo está la esclavitud, también en el Quijote. Cuando te das cuenta la ves por todas partes”, explica Aurelia Martín Casares, catedrática de la Universidad de Málaga experta en este tema y autora, entre otros libros, de Juan Latino. Talento y destino. Un afroespañol en tiempos de Carlos V y Felipe II (Editorial Universidad de Granada). Martín Casares relata que empezó a trabajar en estos temas hace 20 años y que entonces no estaba presente en casi ningún libro de historia. “La memoria de la esclavitud fue silenciada. Nadie pensaba que la población esclava en el Siglo de Oro era tan importante. Ahora es cuando se empieza a tomar conciencia del racismo, de lo que ha supuesto esa historia en el mundo hispano”, sostiene. Cree que uno de los motivos de ese olvido es que no existe en la Península una población de descendientes negro­afri­canos, a diferencia de EE UU, de las colonias holandesas, danesas o de Cuba. En total, los expertos calculan que cerca de 11 millones de seres humanos fueron secuestrados y llevados como esclavos a América. Centenares de miles más murieron durante la travesía.

La ausencia de debate es una anomalía porque España fue el último país europeo en abolir la trata
“La población esclava no se autorre­produce por nacimientos. En todas las épocas las tasas de natalidad son bajas por sus condiciones de vida”, prosigue esta investigadora. “La esclavitud se reproduce por comercio, solo se mantiene donde llegan barcos negreros. Cuando la trata se paraliza o se abole, desciende drásticamente el número de esclavos. Desaparecen las huellas de estas personas esclavizadas, no se ven, sus descendientes son asimilados. También hay que tener en cuenta que en el Cádiz de la modernidad muchos esclavos proceden del Imperio Turco o del norte de África. Estos se integran sin dejar huellas visibles en la población contemporánea”.

“Francia, Inglaterra o Países Bajos han hecho todo lo posible para visibilizar las tratas y dejar claro que se responsabilizan de lo ocurrido”, señala por su parte Fabia Guillén, profesora en la Universidad de Pau y miembro del Ciresc (Centre International de Recherche sur les Esclavages, EHESS-CNRS), en París. “No fue nada fácil y hubo resistencias, pero en conjunto se admite la participación en las tratas negreras. Un aspecto fundamental que puede haber favorecido tal reconocimiento es el carácter colonial de esas tratas y formas de esclavitud. Tanto Inglaterra como Francia o Países Bajos fomentaban aquellas formas de alienación en sus respectivas colonias, muy lejos de los ojos de la metrópoli. Muy distinto parece ser el caso de España y, asimismo, Portugal e Italia, que no conocieron la ley del suelo libre y fueron partícipes de tratas y esclavización no solo en el mundo colonial, sino en su propio suelo desde la Antigüedad hasta por lo menos 1820 (para España). Puede entenderse el malestar y la dificultad a la hora de tener que mirar en el espejo una imagen poco halagüeña de su propia actuación histórica”.

Pero este olvido oficial no se corresponde en absoluto con lo que ocurre en el mundo de la cultura. Solo en los últimos meses se han publicado, aparte del libro de Martín Rodrigo y Alharilla, La esclavitud en el sur de la península Ibérica (Catarata), de Rafael M. Pérez García y Manuel F. Fernández Chaves (coordinadores); Negreros. Españoles en el tráfico y en los capitales esclavistas (Catarata), de José Antonio Piqueras; Barco de esclavos. La trata a través del Atlántico (Capitán Swing), de Marcus Rediker; o El ritmo perdido. El influjo negro en la canción española (Anagrama), reedición de un ensayo de Santiago Auserón sobre la huella de las músicas africanas en los ritmos españoles, como el flamenco.

Ese mismo tema aparece en el documental Gurumbé, del jerezano Miguel Ángel Rosales, o en el filme Cachita, la esclavitud borrada, que Álvaro Begines acaba de estrenar en diferentes plataformas. Uno de sus personajes es el esclavista malagueño Pedro Blanco, que protagoniza la novela histórica Mongo Blanco (2019), de Carlos Bardem, que aparece en el filme, mezcla de documental y recreación ficcionada. El Museo de América, en Madrid, acoge hasta febrero la exposición La esclavitud y el legado cultural de África en el Caribe, organizada por el CSIC, una muestra que recorre las distintas culturas, lenguas y pueblos de África y la esclavitud en América, desde el siglo XVI hasta su total abolición en 1886 (Cuba) y 1888 (Brasil).

“Los únicos países que no han hecho nada por la memoria de la esclavitud son Portugal y España”, asegura Martín Rodrigo y Alharilla. “¿Por qué? Una de las hipótesis es que en Francia, Gran Bretaña y Holanda hay una población afrodescendiente importante y se ha empujado desde la sociedad civil. En España, no ha sido una causa tan importante y las asociaciones existentes no han tenido la misma influencia. Si las cuestiones de memoria histórica vinculadas a la Guerra Civil y a la posguerra no se han resuelto aún y generan debate político, esta cuestión tampoco. Y es una anomalía, porque fue el último país europeo en abolir la esclavitud en sus territorios”.

En Gran Bretaña y Francia la población afrodescendiente ha mantenido vivo su recuerdo

La esclavitud en España empieza en la Antigüedad y se prolonga hasta finales del siglo XIX. La primera expedición esclavista directa entre África y América se produce en 1518 y los primeros cautivos llegan en 1520. El último territorio al que llegan esclavos es la isla de Cuba. Son 350 años, sin tener en cuenta la esclavitud en la Antigüedad y la Edad Media. Sin embargo, como explica Aurelia Martín Casares, en el siglo XIX en la Península la esclavitud era un fenómeno bastante marginal. “En 1817, un tratado firmado por Fernando VII con Gran Bretaña prohíbe el comercio de esclavos, pero respeta la esclavitud existente. En el siglo XIX tan solo pueden ser denominadas como auténticas sociedades esclavistas en el mundo occidental el sur de Estados Unidos, el área caribeña y Brasil (donde un tercio de la población eran esclavos en torno a 1860). Por supuesto en África subsahariana y en el mundo árabe sigue existiendo la esclavitud, incluso hasta bien entrado el siglo XX. En general, en la España del XVIII ya no había demanda. Se convierte en un servicio suntuario, de aristócratas y ricos, no se trata ya del patrón generalizado del XVI en que cualquiera podía comprar un esclavo o una esclava. En la España del siglo XIX no hubo un movimiento abolicionista de grandes dimensiones, no creo que su influencia marcara el final de la esclavitud, aunque algo contribuyó. No obstante, sí había una sociedad abolicionista, revistas abolicionistas… El abolicionismo estuvo ligado al sufragismo y la lucha por el voto de las mujeres”.

El profesor de la Universidad Autónoma y coordinador del Equipo Madrid de Investigaciones Históricas, José Miguel López, autor de La esclavitud a finales del antiguo régimen (Alianza), subraya que ese olvido está presente “en las calles y en las instituciones” porque no se ha hecho un trabajo de borrado sistemático de personajes que hicieron su fortuna con la esclavitud. “Vivimos una desmemoria completa: Carlos III tuvo 20.000 esclavos”, prosigue este investigador que ha querido buscar “la historia de gente sin historia”, como el último esclavo censado en Madrid, en 1830, que trabajaba para una cervecería. Aunque la esclavitud acaba en España en 1837, el proyecto de ley nunca llegó a aprobarse y muchos investigadores sospechan que hubo esclavos hasta mucho más tarde, solo que escondidos como criados o traídos ilegalmente. Incluso, López sostiene que esa misma práctica —camuflar esclavos como sirvientes— se mantuvo hasta el siglo XX en el Sáhara Occidental.

Precisamente ese enorme olvido colectivo es lo que llevó a Álvaro Begines a rodar su película, en la que mezcla la recreación de historias relacionadas con la esclavitud y la trata con entrevistas a diferentes expertos. “Estaba leyendo un ensayo y señalaba que en el siglo XVI había muchos esclavos en Sevilla, que Lope de Vega sostenía que la ciudad era como un ajedrez: uno blanco y uno negro. Nunca me había planteado que hubiese tantos, empecé a estudiar y me di cuenta de que existían muchos estudios de historiadores. Es entonces cuando me planteé dirigir un documental que abriese los ojos sobre esa realidad. Muchos potentados se enriquecieron con la esclavitud. También el clero y la nobleza”.

Una de las historias que cuenta Cachita es la de Cándida la Negra, una antigua esclava que vivió en El Puerto de Santa María (Cádiz) hasta mediados del siglo XX —falleció en 1951— y que demuestra hasta qué punto la esclavitud alcanza la historia de España más reciente. El historiador Manuel Pacheco la conoció a finales de los cuarenta, cuando ya era una anciana, y le dedicó un artícu­lo de investigación titulado Una cara de la esclavitud: la apasionante historia de ‘Cándida la negra’. Joaquín García de Romeu publicó en 2018 una novela sobre ella, La última negra.

Llegó en un cargamento de mujeres de Cuba, seguramente fletado por Antonio López, marqués de Comillas. Se trataba de hijas huérfanas de esclavas que eran exportadas a la Península “para satisfacer los deseos más oscuros” de sus compradores, explica el filme. El barco naufragó en la costa y ella salvó la vida, fue rescatada por un campesino y luego se emparejó con un gitano con el que no tuvo descendencia. Todo esto ocurre en la segunda parte del siglo XIX, cuando la trata ya era ilegal en la Península. La historia de Cándida la negra refleja la cercanía de la esclavitud, pero también las dificultades a las que se enfrentan los investigadores, porque una parte importante de la trata se hizo de forma clandestina, como ocurría con la llegada de barcos esclavistas a Cuba.

La recuperación de la memoria también puede ofrecer sorpresas desagradables: en febrero de 2018 el Tesoro del Reino Unido publicó, con el escándalo consiguiente, que cuando se abolió la esclavitud en 1833 pagó indemnizaciones a los dueños de esclavos (básicamente compró su libertad a sus dueños). No terminó de pagar a los esclavistas hasta 2015, de tal forma que los descendientes de esclavos estuvieron pagando indemnizaciones con sus impuestos a los que esclavizaron a sus padres, que no recibieron ningún tipo de compensación por sus sufrimientos. La memoria nunca es fácil. Tal vez por eso sea tan importante. Como escribe Santiago Auserón en el capítulo El canto esclavo de su ensayo: “La presencia de la negritud y su influjo musical en el Viejo Continente pertenece a una clase especial de sucesos que en la historia de España se han visto abocados a hundirse en el olvido, de suerte que nuestra memoria colectiva está como artificialmente labrada por algunos vacíos significativos”. Fuente: El País. https://elpais.com/babelia/2021-10-23/la-memoria-borrada-de-la-esclavitud-en-espana.html

martes, 24 de enero de 2017

La incómoda memoria de Atocha

Agustín Moreno
Cuarto Poder


Si el eco de su voz se debilita, pereceremos.



Aún era de noche a las 7 de la mañana del 25 de enero de 1977. Varios militantes de las aún ilegales comisiones obreras de la construcción habían quedado frente al hospital Gómez Ulla, cerca del metro de Carabanchel, para repartir panfletos en las obras de la zona. La noticia, que ya recogían las primeras ediciones de los periódicos, fue un mazazo: “Matanza en un despacho de abogados de la calle Atocha”. Los cuatro compañeros conocían bien aquel despacho. En él y en otros de laboralistas les llevaban pleitos por despidos o reclamaciones salariales y les defendían en procesos por actividades antifranquistas ante el Tribunal de Orden Público.

Tras el aturdimiento por la información, la decisión fue rápida, como una manera de conjurar la rabia. Se dirigieron a las obras que pensaban recorrer en el barrio a medio construir de Aluche. En vez de ir dando los boletines de CCOO de la construcción sobre el convenio y las próximas huelgas, fueron informando del crimen. Yo era uno de ellos y nunca olvidaré la respuesta de los trabajadores: se quedaban paralizados ante la información, iban dejando caer las herramientas al suelo y las obras, una tras otra, quedaban paradas. Estas huelgas espontáneas, a iniciativa de un grupo de militantes, ponían de manifiesto el prestigio social de los abogados laboralistas, el nivel de conciencia obrera existente al final del franquismo y las ansias de libertad.

Las consecuencias políticas de aquel atentado realizado por un grupo fascista de la ultraderecha que seguía empeñada en asegurar el franquismo fueron varias. La respuesta de masas que dieron el PCE y CCOO ayudó a dinamizar el proceso democratizador hasta el punto de que, si bien Franco murió en la cama, se podría afirmar que el franquismo murió en la calle en aquella impresionante manifestación de duelo, serenidad y determinación obrera y ciudadana [vídeo, abajo]. En Semana Santa se legalizó el PCE, los sindicatos obreros en vísperas del 1 de Mayo y, en junio, se celebraron elecciones democráticas.

Pero el atentado también cuestiona el modelo canónico de transición idealizada por el supuesto consenso, hasta el punto de poder pensar que fue una transición acordada con una pistola en la sien, en la que hubo casi 600 muertos por la violencia política e institucional. Lo cierto es que las fuerzas democráticas se vieron sometidas al chantaje de la violencia y a tener que decidir entre una democracia de baja intensidad o el alargamiento del proceso de conquista de las libertades.

Atocha ha sido un espejo que quemaba a muchos políticos. Alejandro Ruiz-Huerta, sobreviviente de los atentados de Atocha, tituló su libro, escrito 25 años después de los hechos,  La memoria incómodaSeñalaba que era “un título acaso inquietante, pero que es referencia de todo lo que significaron aquellos hechos en el umbral de la transición”. En el epílogo señalaba: “25 años después podemos decir que hemos pasado de la memoria silenciada a la memoria germinada”. Parece que así ha sido, pero hay que seguir regando estos brotes que van germinando para que no vuelvan a quedar relegados al silencio y al olvido.

La memoria es un compromiso ético.
Hay que reivindicar el uso público de la historia, que diría Jürgen Habermas, para devolver la memoria histórica a los escenarios de la vida social, y uno de ellos es la escuela. Por ello nos metimos con el tema de Atocha en las aulas. Junto con mi amigo Javier Soria, realizamos una experiencia con motivo del 30 aniversario con el alumnado de 4º de ESO del instituto Salvador Allende de Fuenlabrada. Investigamos lo sucedido, proyectamos “Siete días de enero”, de Juan Antonio Bardem, recorrimos los lugares de los hechos (Atocha 55, El abrazo de Juan Genovés en Antón Martín, Sindicato vertical, Salesas, Fundación Abogados de Atocha). El colofón fue un encuentro con Alejandro Ruiz-Huerta y la elaboración un vídeo de 50 minutos, que aún sigo usando para tratar nuestra Historia reciente. Abordamos la transición acercándonos a los hechos con objetividad, que no con neutralidad, para formar ciudadanos conscientes, críticos y comprometidos con la mejora de su sociedad, no mera mano de obra para el mercado. También organizamos un curso de formación sobre memoria histórica con otros institutos de Fuenlabrada en el que íbamos a presentar la experiencia. Pero fue prohibido por el gobierno de Esperanza Aguirre.

Esta prohibición fue una auténtica vergüenza que nos obligó a realizar el curso al margen de la administración educativa. Y un ejemplo más de las resistencias de la derecha a esta cuestión. Son numerosos los incumplimientos de la Ley de Memoria Histórica e incluso la burla a los familiares de las víctimas, como hizo el desvergonzado Rafael Hernando. Lo más reciente es  la negativa del alcalde del PP de Casasimarro (Cuenca) a colocar una placa en un parque con el nombre de una de las víctimas de Atocha, Ángel Rodríguez Leal, natural del pueblo. Su argumento no puede ser más peregrino: “No herir sensibilidades”. Es lo que he dado en llamar el negacionismo del Partido Popular.

Estas resistencias reflejan la textura moral de la derecha.
Lo que dijo Juan Gelman al recibir el premio Cervantes sintetiza lo que significa su actitud:

“Dicen que no hay que remover el pasado, que no hay que tener ojos en la nuca, que hay que mirar adelante y no encarnizarse en reabrir viejas heridas. Están perfectamente equivocados. Las heridas aún no están cerradas. Laten en el subsuelo de la sociedad como un cáncer sin sosiego. Su único tratamiento es la verdad. Y luego, la justicia. Sólo así es posible el olvido ciudadano (…) Y sospecho que no pocos de quienes preconizan la destitución del pasado en general, en realidad quieren la destitución de su pasado en particular”.

Gelman sabía bien de lo que hablaba, pues su hija, su hijo y su nuera fueron secuestrados y asesinados por la dictadura argentina, y tuvo la suerte de recuperar una nieta robada. De ahí su empeño, como el de muchos, en defender que la memoria es una forma inevitable de justicia.

Fuente:
http://www.cuartopoder.es/laespumaylamarea/2017/01/18/1796/1796

Más: Salce Elvira ¡Hace ya 40 años del asesinato de los abogados de Atocha!
http://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/hace-40-anos-asesinato-abogados-atocha/20170119152619135792.html

domingo, 20 de marzo de 2011

"En Argentina tuvieron a Garzón. En España no tenemos a nadie"

Actores, escritores, cantantes, políticos y los secretarios generales de UGT y CC OO acompañan a las víctimas del franquismo en un multitudinario acto de apoyo al juez en la Plaza Mayor de Madrid.

"He venido sin rencor, pero también sin resignación", ha proclamado esta mañana Concha Carretero, represaliada del franquismo y superviviente de la saca por la que fueron fusiladas las 13 Rosas, al subirse a la tribuna colocada en la Plaza Mayor de Madrid para celebrar un acto de apoyo al juez Baltasar Garzón. "Deberíamos tener muchos garzones.¡Seguid, camaradas!", animó la anciana, ex militante de la JSU, a la multitud congregada en solidaridad con el magistrado.

En primera línea le aplaudían a rabiar actores, como Juan Diego, escritores, como Eduardo Mendicutti, Almudena Grandes y Luis García Montero, cantantes, como Miguel Ríos, Ana Belén y Víctor Manuel, políticos, como Gaspar Llamazares e Inés Sabanés y los secretarios generales de UGT y CCOO, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, respectivamente. Detrás de ellos, una multitud de víctimas del franquismo coreaba el nombre del juez que va a sentarse en el banquillo por haber querido atender sus demandas de verdad, justicia y reparación.

"Ahora que la justicia vale menos que el orín de los perros y merece menos categoría que el estiércol", decían los versos de León Felipe que recitó Juan Diego, "¡exigimos al Tribunal Supremo que no juzgue al juez Garzón y le restituya en su puesto! Investigar los crímenes del franquismo no es un delito, lo que es delito es no buscar a más de 150.000 desaparecidos", proclamó Víctor García Cardiel, de Unión Cívica por la República. "Que no se hagan juicios políticos. Que esto no vuelva a cerrarse en falso, como en la transición. ¡No se nos puede engañar dos veces!" ha añadido.

Mar Soriano, portavoz de una plataforma de afectados por el robo de niños, subió a la tribuna acompañada por Carla Artés, la primera nieta recuperada por las Abuelas de Plaza de Mayo argetinas. "Ellas, en Argentina, tuvieron a Garzón. Nosotros en España no tenemos a nadie", aseguró Soriano, que busca a su hermana Beatriz, robada en la clínica de O'Donnell en 1964. "Esos médicos que robaron niños siguen ejerciendo y no pedimos dinero, pedimos justicia". Artés añadió: "Cuando tocan a Garzón, es como si tocaran algo nuestro. Las Abuelas de Plaza de mayo vamos a estar siempre con él. ¡Gracias a este gran señor!"
El poeta Marcos Ana, el hombre que más tiempo estuvo preso en las cárceles del franquismo, 23 años, criticó junto a la actriz Pilar Bardem, "la inacción del Gobierno y los tribunales españoles" a la hora de castigar los crímenes del franquismo y recordó que quizá sea la justicia argentina la que "suplante" a la española y los juzgue si prospera la querella interpuesta en Buenos Aires por víctimas españolas.

El cantante Miguel Ríos contribuyó al acto cantando un poema de Luis García Montero escrito en contra de la guerra de Irak. 


Más sobre información sobre el caso Garzón.

viernes, 17 de agosto de 2018

Puede que Pablo Casado solo quiera parecer peligroso



Y, a continuación, la primera pregunta que debemos hacernos es si en lugar de parecer realmente lo es y, en ese caso, la segunda sería saber hasta qué punto estaría dispuesto a llegar, deseando por nuestra parte que la insaciabilidad que manifiesta solo sea resultado pasajero del entusiasmo de quién en dos días, y mucho antes de lo que podía esperar, ha conseguido el cielo deseado. Por cierto, gracias a una decisión por sorpresa del adversario que ya ha superado el siguiente escalón que él también quiere subir. Por tanto, a nadie debe tanto Casado como a Pedro Sánchez, una clase de deuda imposible de reconocer qué en las peores personas alimenta el odio, según nos cuentan la historia y los psicólogos. Nuestro sujeto de hoy podría ser una de ellas, alguien que justifica sus actos diciendo que la ética exigible la marca la justicia.

Ante tan arriesgado panorama al frente de un partido que quiere gobernar con mayoría absoluta, un consuelo sería que ni a la sociedad española ni a la europea les haya llegado aún la hora de consentir el peligro de ese neo fascismo que tan espontáneamente imaginamos al escuchar a Casado en muchas de las ocasiones en las que se le ocurre abrir la boca, pues no deja de exponer como órdenes bajo amenaza pretensiones que no son sino simples propuestas políticas. Todo lo respetables que se quieran, o no, pero a materializar con escrupuloso respeto por las libertades de los demás, derechos esenciales en cualquier democracia a los que, dicho sea de paso, solo hacen referencia el “peligroso” y los suyos cuando se trata de exigirlo a los demás para que se arruguen ante las exigencias que ellos plantean. Y ni los calores de agosto están siendo capaces de moderar su verborrea.

Reconozco que aún es pronto para realizar estimaciones fiables sobre la cantidad de peligro para la paz futura que se acumula en la ya bien nutrida hemeroteca del nuevo presidente del PP, pero me he puesto a escribir hoy porque sé que usted está de acuerdo conmigo en que sí fue demasiado tarde cuando las potencias occidentales se percataron del peligro que había en los excesos de aquel otro bocazas siempre amenazante llamado Adolf Hitler. Y fatalmente tarde, pues al menos el alemán terminó derrotado, cuando el gobierno legal de España se dio cuenta de lo que realmente había detrás de cada una de las crueldades que desplegaba un tal Francisco Franco cuando, blindado por su mando en plaza, conseguía tener algún adversario en inferioridad de condiciones. Por cierto, lo de este mal bicho sin la menor elocuencia que le permitiera a la autoridad conocer sus verdaderas intenciones.

Si, que quede claro desde el principio que, salvando la distancia que aún le queda por recorrer al joven de moda, y deseando que no elija para ello el peor de los caminos que sospecho, estoy comparando el comportamiento actual de Pablo Casado con el de aquellos dos temibles personajes, antes del 18 de julio de 1936 uno y antes de que conquistara el poder en Alemania el otro. Es decir, cuando solo abusaban de posición dominante dentro de una legalidad que no pudo con las violencias que tan decisivamente contribuyeron a provocar después. La libertad de expresión nos permite exponer en público hasta las comparaciones políticamente más incorrectas de entre todas las que se nos ocurren, pues siempre lo haremos en defensa propia. Por eso, también me viene a la cabeza José Antonio Primo de Rivera, y nunca será para recordarle a Casado lo mismo que él le recordó a Puigdemont cuando trajo a Lluis Companys a colación, despreciando incluso la evidencia de que en la España actual no exista la pena de muerte.

Quiero decir que alguien que se permite amenazar personalmente con ciertos recuerdos, o los desprecios hacia víctimas inocentes como son el burlarse de “las fosas de no sé quién” y de “la guerra del abuelo”, o insultar con nombres y apellidos llamando “imbécil” y “subnormal” a Javier Bardem, o exagerar descaradamente para asustar a millones de españoles de carne y hueso hablando de “millones” de africanos inventados o, tal como he podido escuchar en la SER, insinuar sin el menor fundamento que, “por ejemplo”, “la huelga de los taxistas podría tener relación con la moción de censura contra Rajoy”, solo puede ser calificado como un provocador verbal que, perfectamente calculador, es consciente de que su actuación es alimento intelectual continuo y permanente para grupos de ultraderechistas, a quienes anima para organizar altercados de un terrorismo urbano que, primero de baja intensidad, pasará a mayores si las circunstancias lo facilitan.

El problema es que las circunstancias sí facilitan la expansión de esta peligrosa ideología, admiradora inconfesa de los peores asesinos del siglo XX. La Segunda Guerra Mundial comenzó diez años después de que estallara la gran crisis económica de 1929, y ahora acabamos de cumplir la primera década desde 2008. Además, tenemos el añadido de las migraciones, que tanto juego dan para que los autoritarios sin prejuicios ni principios cultiven el miedo en las cabezas de las acomodadas clases medias occidentales, y también en las de las personas desesperadas, que lo han perdido todo por culpa, precisamente, del insaciable capitalismo que no ha parado de multiplicar la desigualdad gracias a esa misma crisis. A Trump, la solución yanqui, cada día que pasa le queda uno menos y gobierna un país con contrapesos evidentes. Pero uno de sus admiradores es español y joven, presume de no tener esa clase de vergüenza que convierte a las personas en decentes y nuestra Justicia no hace más que el ridículo cuando sale a competir con las que marcan la pauta en Europa, ese mundo tan extraño, donde dimiten hasta presidentes por copiar el 20% de sus tesis doctorales.

Además, ha demostrado el nuevo líder, que dudo que lo sea moralmente para la mayoría de los afiliados del PP, esa clase de osadía que caracteriza a quienes consiguen blindar sus posiciones de dominio mediante chantajes a colectivos que atraviesan situaciones difíciles. Su atrevimiento al presentarse, porque él lo vale, blandiendo el mérito de ser un “listo” al borde del delito, que presume de ello despreciando las evidencias e ignorando las críticas solo porque el ritmo de la justicia y su aforamiento le permiten ganar tiempo, y también porque sabe que nadie le va a sacar ahora un video de “robar cremas” en un Eroski. Y si lo duda usted, ahí está la autocontención de Soraya con lo del “master” de su competidor. Ella sabe que si utiliza ese argumento habría sacado aún menos votos de los compromisarios, pues pensarían que iba en serio contra la corrupción y esa sí que es una “línea roja”, y vital, en el PP. Con su “valentía”, Casado está reivindicando a los suyos dando la cara por ellos al chulearse de una Justicia que persigue a su partido en decenas de casos de corrupción. Vuelven las semejanzas: ¿acaso no fue Hitler, para millones de alemanes, el que los reivindicaba para sacarlos de la gran humillación en que vivían tras la derrota de la Primera Guerra Mundial? Y los actuales migrantes, ¿no nos recuerdan acaso a los judíos como víctima propiciatoria para allanar el camino hacia el poder de aquel loco criminal?

En medio de tanto peligro como proyecta el tal Casado, volveremos al principio para detallar dos de los optimismos que podemos albergar de cara al futuro.

El primero es sociológico y se ha conocido gracias a que las primarias han desvelado algunos detalles de la realidad del PP con los que no se contaba. Por una parte, la debilidad real en cuanto a su implantación en la sociedad. El bajísimo número de cotizantes interesados en participar, en comparación con los más de 800.000 que llevaban años presumiendo, nos hace pensar en un gran descuadre con los elevados recursos necesarios para mantener tanto aparato interno durante tantos años, por lo que quizás la Justicia seguirá destapando fuentes ilegales de financiación, con nuevos encarcelamientos de delincuentes del PP distribuidos por las diferentes geografías en las que han gobernado, con la consiguiente desmoralización entre la “tropa”. Las novedades que llegan sobre la operación “Enredadera” que se investiga en Castilla León son, a este respecto, muy esperanzadoras.

En relación con lo anterior puede tener su valor darle una vuelta al discrepante comportamiento de los 66.706 afiliados que votaron en la primera vuelta de las primarias, al compararlos con el voto de los poco más de 3.000 compromisarios de la segunda y definitiva. Mientras que más del 65% de los afiliados prefirió a cualquier candidato que no fuera directa y personalmente sospechoso de corrupción, el 57% de los compromisarios no tuvo inconveniente alguno en hacerlo, apoyando directamente a un ya de por vida sospechoso de beneficiarse personalmente de su influencia política, diga lo que diga una autoridad judicial para aforados repleta de nombramientos discutibles, en quién acaba de recaer otro más de los conflictos políticos que sus causantes y obligados, los políticos españoles, son incapaces de resolver. Y ya ha salido la guardia pretoriana del presidente presunto a curarse en salud, por si el Tribunal Supremo se “equivoca” e imputa de la manera que no les conviene. Al margen, y con la estadística en la mano, todos los afiliados y compromisarios del PP son conocedores de que su partido ha sido condenado por corrupción, pero solo muchos de los segundos han tenido que coincidir personalmente con momentos reales de esa corrupción y no han hecho nada por atajarla o denunciarla, pasando a formar parte de la cadena de delitos. Con unos cuantos más como Ana Garrido, concejala de Boadilla, o Trías Sagnier, el catalán del PP que sacó a la luz los papeles de Bárcenas, este país sería mucho más limpio.

La salida del PP de cientos de instituciones públicas que han manejado como un activo propio para sacarle rendimientos varios, tanto en forma de dinero inconfesable para repartirse a medias con el partido, como para conseguir posiciones acreedoras varias contra terceros previamente favorecidos por las influencias disponibles, y la convicción de que nada volverá a ser como antes, conducirá inevitablemente al retroceso definitivo de un partido que agrupa intereses individuales, tal como corresponde a la ideología que defiende. Lo presida quien lo presida, y más si apuestan por una presidencia con plomo en las alas.

El segundo optimismo es, lo reconozco, puramente intuitivo. Me recuerda Casado a dos líderes del PP que han fracasado estrepitosamente, y que son buenos colegas suyos en el abuso de los micro autoritarismos verbales que decía, en su caso más desde que ha sido elegido para relevar a Rajoy. Se trata, por ejemplo, de frases como “no consentiré” nada con los independentistas catalanes, que declaró solemnemente a la salida de su entrevista con un Sánchez que, dicho sea de paso, no sé a qué vino que lo recibiera antes de septiembre. O de su tweet de hoy mismo en Vitoria, “El PP no va a tolerar ningún acercamiento de presos etarras”. Son amenazas como las que al chulo del barrio se le contestan con un “y si no, que, fantasma, que no eres más que un fantasma” para que se entere de que tendrá que aguantarse. Me viene a la cabeza José Ramón Bauzá, ex presidente de Baleares que en rueda de prensa antes de unas autonómicas de 2011 que ganó gracias a la crisis económica, declaró que el “no consentiría” incendios como alguno de los que habían tenido lugar durante el gobierno de izquierdas, y después tuvo que tragarse el mayor, con gran diferencia, de toda la historia de Mallorca, que arrasó medio suroeste de la Serra de Tramuntana. O cuando, una vez elegido, dijo que “no consentiría” tantas empresas públicas, pero sí consiguió que la deuda de Baleares se elevara más de un 50%, alcanzando niveles nunca vistos, y eso que contó con la inestimable ayuda de las “primaveras árabes”, que vaciaron de turistas los destinos competidores de Baleares desde el comienzo de su mandato. Ahora vaga por un escaño del Senado, aunque anunció su intención de concurrir a las primarias del PP que después no materializó, quizás a la vista de que lo hacía otro de su misma cuerda, pero con más posibilidades.

El otro caso que me recuerda es el de Cristina Cifuentes, y no porque comparta con Casado el privilegio de no haber tenido que estudiar para sacar un master en la URJC, sino por aquella frase del video casero que publicó la ex de Madrid cuando estaba segura de que podría limpiar esa mancha de tener un master “URJC” que hoy borran de sus currículums incluso los que sí se lo trabajaron. Aquellas imágenes del “Que no me voy, que me quedo…”, tan bochornosas. Recuerdo que en La SER eligieron esta frase, definitiva: “Como buena hija de militar que soy, un paso atrás ni para coger impulso”. ¿Cómo podemos, después de esto, esperar otra cosa de Llarena si, como tantos y tantas, llevan la prepotencia cultivada durante siglos de fracasos no aceptados en un ADN que es el cáncer de España?

Para finalizar, justo es reconocer que Casado es un tipo con suerte. Como olvidar el video de las cremas de Cifuentes, conservado desde hacía años en uno de esos almacenes donde todo partido con fontanería suficiente oculta las bombas de relojería imprescindibles para ajustar cuentas internas. Sacado a la luz en el momento oportuno y por el canal de confianza, allanó literalmente el camino de Casado hacia la presidencia, como en los mejores tiempos de las mejores mafias. No sé si Cifuentes habría derrotado a Casado por ser mujer, flojo argumento de Soraya en este PP que comparten, pero presumiendo de chulerías sobre quien había sido más capaz de conseguir el título universitario más falso y ventajista para unir su destino al del partido también más corrupto, parece indiscutible que ella se habría llevado el mayor apoyo de los 3.000 líderes más sospechosos de toda la política española.