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domingo, 12 de junio de 2016

El inglés Ken Loach gana su segunda Palma de Oro por ‘I, Daniel Blake’

Un grande del cine europeo, el inglés Ken Loach, para una Palma de Oro que premia su calidad artística y su constante llamada de atención sobre las cuestiones más humanas en un siglo XXI digital. El jurado presidido por el cineasta australiano George Miller ha decidido entregar el premio a la mejor película del festival de Cannes I, Daniel Blake, en la que era 12ª participación en la Sección Oficial de Loach, que ya ganó en 2006 con El viento que agita la cebada. En teoría, el realizador se iba a retirar con su anterior película, pero fue una falsa alarma. Aplausos y ovación para un drama escrito de nuevo por Paul Laverty, que cruza dos historias, la de un carpintero recién salido de un infarto, que intenta que el sistema nacional de salud le dé una pensión ante la imposibilidad, certificada medicamente, de volver al tajo. Por otro, una joven madre con dos hijos, que roza la catástrofe vital a punto de caer en la miseria. En el escenario comentó: “Vengo al festival porque es fundamental para la supervivencia del cine. Por favor, resistid”.

El veterano realizador catalán Juanjo Giménez (Barcelona, 1963), con larga carrera como cortometrajista y productor ha ganado la Palma de Oro con Timecode, una historia misteriosa entre dos vigilantes, hombre y mujer, de un aparcamiento subterráneo. Cuando ella acaba su jornada laboral, empieza la de él. Y viceversa. Jornada tras jornada. Hasta que un día ella descubre la pasión de él, lo que hace en esas largas noche de aburrimiento. Giménez recordó al recoger el premio a Luis Buñuel, el otro único español con Palma de Oro (por Viridiana). Sobre cómo había llegado hasta Cannes, días antes había contado: “Me gusta explorar mundos que sienta lejísimos, y aquí ha sido en la danza. Me gusta poner ciertas situaciones en el sitio inadecuado, que le choque al público. El aparcamiento le da un plus a la relación de la pareja. He hecho y he visto cortos toda mi vida, y sé que como creador debes huir de los clichés”.

http://cultura.elpais.com/cultura/2016/05/22/actualidad/1463939568_892845.html

viernes, 23 de mayo de 2014

Jimmy’s hall. El ‘hasta luego’ de Ken Loach. El director británico deja abierta la puerta a más rodajes tras presentar en Cannes la que dijo sería su última película, ‘Jimmy’s hall’


Fue la primera pregunta, como no podía ser de otra manera. "Señor Loach, se rumorea que va a ser su última película: ¿es cierto?" “Lo dije en un momento de máxima presión, con mucho material todavía por rodar. Pero luego llegas hasta el final. Así que vamos a ver el Mundial de fútbol este verano y ya hablaremos en otoño”, fue la respuesta del cineasta británico. Es decir, otro supuesto adiós al cine que suena más bien a un hasta luego. Así que a la espera de la nueva última película de Ken Loach esta mañana se ha podido ver en Cannes la que presenta para optar a su segunda Palma de Oro tras El viento que agita la cebada: Jimmy’s hall.

Ha habido dos secuencias de latigazos en la sección oficial de este año. Una la proporcionan los integristas islámicos de Malí a una joven culpable de cantar en Timbuktu. La otra se ha podido ver hoy y corre a cargo de la iglesia católica, a otra mujer cuyo pecado es parecido: danzar. Por lo menos, la segunda barbaridad no es actual sino que se refiere a principios del siglo XX, donde está ambientado el nuevo filme de Loach.

El largo, inspirado en hechos reales, relata la historia de Jimmy Gralton, un activista irlandés que levantó un círculo de baile, canto e intercambio de ideas en su comunidad y se topó con la feroz oposición de la iglesia. “O Jesús o Jimmy”, suelta en un momento del filme el cura que se esmera en evitar que esos “comunistas” sigan adelante con su música y sus profanidades, aunque a la vez reconoce la pasión de su enemigo. “Los religiosos que se opusieron al Jimmy real eran muy dogmáticos, sostenían que iría al Infierno por escuchar el jazz, música diabólica. Queríamos un antagonista más sofisticado”, aseguró el director, acogido por una ovación en la sala de prensa.

“El filme es un tributo a todos los Jimmys que deben de estar en comunidades de todo el mundo que luchan por cambiar las cosas y corren serios peligros”; defendió Paul Laverty, guionista una vez más del cineasta británico. Y Loach recordó como la lucha de Gralton sigue siendo actual un siglo después, aunque sea en otros términos: “Hoy en día el enemigo serían las grandes compañías que determinan cada aspecto de nuestras vidas. Los poderosos buscan esconder sus secretos, como los que sacó a la luz Chelsea Manning a través de Wikileaks. Desafiar a un sistema tan organizado es desafiar a Dios. Pero encontrar espacio para la disidencia es la mayor cuestión de nuestros tiempos”.

Laverty contó que quedaron con la familia de Gralton para saber más del personaje y llegaron a encontrar un señor de 101 que vivió las experiencias relatadas en el filme y aún recuerda el día en el que el círculo de baile fue derribado. Y otra destrucción centró parte de la conversación: el adiós al celuloide, que Loach se resiste a dejar. “Cuando cortas las secuencias de esa manera consideras atentamente qué haces. Lo puedes tocar, sentir, es más humano”, relató el director. Y explicó cómo, al acabarse la cinta durante el rodaje, tuvieron que recurrir a la ayuda de estudios y cineastas por el mundo. Entre otros, respondió Pixar, que además les envió varios dibujos como regalo.

Al terminar la rueda de prensa, mientras Loach se quedaba firmando autógrafos, le gritaron: “No dejes el cine, no lo dejes”. Habrá que esperar al Mundial. Pero, tras hoy, ya parece menos probable.
Fuente: El País.

lunes, 23 de septiembre de 2013

El espíritu del 45

Lo que está en juego en esta crisis es el modelo social europeo, la mejor utopía factible de la humanidad


La película El espíritu del 45, del director Ken Loach, solo se pasa en una sala de cine en Madrid, y el pasado jueves, en la sesión de noche, apenas tenía una decena de espectadores. En toda España solo circulan ocho copias. A pesar de ser un experimento cinematográfico defectuoso, es una lástima que pase desapercibido, pues el documental refleja el ambiente político de euforia en el que se creó el Estado de bienestar en la Gran Bretaña de después de la II Guerra Mundial.

El laborista Clement Attlee gana arrolladoramente las elecciones al vencedor de la contienda, el conservador Winston Churchill, e inicia inmediatamente la construcción del welfare británico, del cual la gran joya de la Corona es el Servicio Nacional de Salud, durante unas décadas, el ejemplo que intentaron copiar los demás países europeos. Hasta los años ochenta, cuando la señora Thatcher inicia su demolición para dárselo a la iniciativa privada. Attlee se lo encarga a su ministro de Sanidad, Aneurin Beven, un personaje que hay que colocar en el frontispicio de los creadores del Estado de bienestar, junto a Beveridge, Beatrice Webb, etcétera.

En el filme de Loach, compuesto en buena parte por las entrevistas de quienes vivieron la construcción del welfare, hay dos opiniones que retumban por encima de las demás:

—La ampliación de lo público se decidió para evitar el paro y el sufrimiento de quienes se quedaban en el camino, como había sucedido tras la I Guerra Mundial. Hoy hay hogares en los que conviven dos generaciones (padres e hijos) sin puesto de trabajo. ¿Nos hemos olvidado de las lecciones de las dos conflagraciones?

—Las personas que hoy están contribuyendo a destruir el Estado de bienestar son las que ayer se aprovecharon de él para formarse y crecer.

Contrasta este espíritu del 45 con el de 2013, cuando desde el corazón de la rica Europa, Holanda, una de las naciones que más se aplicaron en crear redes de protección ciudadana (“fantástica infraestructura sanitaria y excelentes servicios públicos”, según el Foro Económico Mundial) abre la veda sobre el Estado de bienestar para que sea sustituido por un concepto tan vacío de contenido como la “sociedad participativa”. La semana pasada, un Gobierno compuesto por liberales y socialdemócratas (sic) propuso, por boca del rey Guillermo, “la sustitución del clásico Estado de bienestar de la segunda mitad del siglo XX por una sociedad participativa”.

Lo que está en juego en esta crisis es el modelo social europeo, la mejor utopía factible de la humanidad, que es lo que ha hecho superior a Europa sobre otras partes del mundo durante casi siete décadas. El entusiasmo ciudadano sobre el mismo aparece reiteradamente en el documental de Ken Loach (lástima, la ausencia de cualquier tipo de crítica sobre sus defectos o anquilosamientos por el cambio de la base demográfica de la sociedad). Como también se refleja el triunfo de la ideología de la revolución conservadora sobre la razón.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2013/09/20/opinion/1379670803_970341.html

KEN LOACH ha realizado un documental "El Espíritu del 45" –la victoria laborista británica después de la guerra y la puesta en marcha del programa socialista- porque desespera viendo como el liberalismo económico, ahora, reina dominante.

1945, la contundente victoria del Partido Laborista de CLEMENT ATLEE sobre los Conservadores de WINSTON CHURCHILL, y sobre todo la aplicación de un programa ambicioso: nacionalización de las minas, el transporte y la energía, la creación del Servicio Nacional de Salud, el servicio de salud pública, la construcción de millones de viviendas sociales ...

El documental de KEN LOACH, se basa en gran medida en los asombrosos archivos sobre la situación de la pobreza en el Reino Unido en la época, sobre el entusiasmo que acompañó los comienzos laboristas... También entrevistas cuidadosamente seleccionadas a antiguos sindicalistas y economistas de la izquierda.
Fuente: http://lacomunidad.elpais.com/eurotopia/2013/5/19/ken-loach-es-necesario-revivir-espiritu-1945-

miércoles, 1 de mayo de 2013

Gran Bretaña. Llamamiento a crear un partido de izquierda.

Ken Loach, Kate Hudson, Gilbert Achcar. Viento Sur.

[The Spirit of ´45 (El espíritu del 45), la nueva película de Ken Loach es un documental, basado en imágenes de archivo, que relata el nacimiento del estado del bienestar en el Reino Unido al final de la guerra, bajo el mandato del gobierno laborista de Clement Attlee. Aquel período estuvo marcado por una ola de nacionalizaciones sin precedentes -y sin equivalencia en los países occidentales- así como por la creación del NHS, (el sistema público de salud), entre otras cosas.

El estreno de la película, el pasado mes, en las pantallas británicas ha dado ocasión a una verdadera gira de reuniones públicas: muy rápidamente las discusiones se han centrado en el balance del estado del bienestar, los ataques actuales que intentan desmantelarlo, la deriva derechista del Partido Laborista. Y la necesidad de un nuevo partido...

Es ésta una preocupación que en un primer momento fue desarrollada por Ken Loach en varias entrevistas, entre ellas la concedida a la página Open Democracy:

“Si los sindicatos dicen que vamos a hacer lo que hicimos hace un siglo, que vamos a fundar un partido para representar los intereses del mundo del trabajo y que no apoyaremos más que a los candidatos que defiendan una política de izquierdas, entonces podremos reemprender nuestra marcha hacia adelante. Pero tenemos necesidad de un nuevo partido y de un nuevo movimiento (...). En las últimas elecciones internas a la dirección del Partido Laborista, no había siquiera un candidato que representara a la izquierda de ese partido. Y es que ese partido ha sufrido las purgas realizadas por Blair y su sector. Los sindicatos deben cortar los lazos (con él) y volver a empezar con todos los que se sitúan en la izquierda, con quienes se implican en campañas militantes, en defensa del NHS, a favor de la vivienda, los servicios sociales. Con toda esa gente...”

Este “llamamiento” informal, repetido en numerosas páginas web -entre ellas la de Socialist Resistence, la organización británica de la Cuarta Internacional- se ha convertido rápidamente en un verdadero llamamiento, una petición que ha recogido ya más de 7.000 firmas. Este fenómeno ha desembocado en la creación de una red -LeftUnity- dotada de grupos de base que debaten sobre la creación de un nuevo partido.

La cuestión de un nuevo partido no está, por otra parte, limitada a las discusiones de los círculos de la izquierda revolucionaria, donde el llamamiento de Ken Loach no va a dejar de provocar movimientos. Se ha abierto al debate político británico, en particular gracias a la publicación en el Guardian de una tribuna firmada por Ken Loach, Kate Hudson (secretaria general del CND, la campaña por el desarme nuclear) y Gilbert Achcar (académico y ensayista) cuya traducción publicamos a continuación.

François Coustal]
El Partido Laborista nos ha traicionado. Necesitamos un nuevo partido de izquierda
Gran Bretaña necesita de un partido que rechace las políticas neoliberales y mejore la vida de la gente corriente. ¡Ayudadnos a crearlo!

Ken Loach, Kate Hudson, Gilbert Achcar
La austeridad agrava la catástrofe económica que sufre Europa, como ocurrió muy recientemente a la población chipriota, pero George Osborne /1 prosigue la misma política desastrosa. El presupuesto anunciado la semana pasada no es una sorpresa: Osborne ha anunciado todavía más recortes presupuestarios así como la extensión del bloqueo de los salarios en el sector público, lo que significa un descenso del poder adquisitivo. Nos hunde aún más profundamente en un agujero económico, como muestra la revisión de las previsiones de crecimiento dadas por la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria: una tasa de crecimiento del 0,6% en lugar del 1,2% inicialmente previsto. Esto se parece mucho a una nueva recesión y no al prometido crecimiento; y es la gente corriente la que paga su precio. La violencia de los ataques económicos del gobierno no conoce límites. En bienestar social, en los subsidios de desempleo, en los impuestos locales o los impuestos sobre las habitaciones desocupadas /2, aplica otras tantas políticas punitivas dirigidas contra los miembros más vulnerables de la sociedad.

Si se la juzgara en función de los objetivos que dice perseguir, se podría fácilmente afirmar que la política gubernamental es ineficaz: el déficit será superior en 61.500 millones de libras más de lo previsto (unos 73.000 millones de euros). Pero, por supuesto, la realidad es que las políticas de austeridad han sido concebidas para desmantelar el estado del bienestar, bajar los salarios y privatizar completamente la economía, destruyendo todas las conquistas económicas y sociales obtenidas por las capas populares desde la Segunda Guerra Mundial. Desde el punto de vista de lo que busca el gobierno, sus políticas son eficaces.

La sociedad va comprendiendo cada vez más lo que quiere realmente el gobierno y, en consecuencia, crece la oposición y se discuten alternativas en materia de política económica. La semana pasada, el Guardian ha publicado un llamamiento de 60 economistas que explican que lo peor está por venir: quedan aún el 80% de los recortes presupuestarios a realizar...

Esas políticas económicas alternativas están en debate, pero a nivel político ¿hacia donde podemos dirigirnos para que sean defendidas como partido? Si queremos luchar por una alternativa, ¿quién está de nuestra parte? En el pasado, muchos esperaban que el Partido Laborista actuara a nuestro favor y con nosotros; pero ese no es ya el caso. ¿El subsidio de desempleo? La semana pasada, el Partido Laborista se ha abstenido y ahora el gobierno puede excluir de él a un cuarto de millón de demandantes de empleo. ¿La tasa por las habitaciones desocupadas? ¿La abolirá algún gobierno laborista?

Tenemos necesidad de políticas que rechacen los recortes presupuestarios de los conservadores, que regeneren la economía y mejoren la vida de las capas populares. No obtendremos nada de todo eso del Partido Laborista. Esto no deja lugar a dudas: en el pasado, hubo algunos logros laboristas destacables, como el estado del bienestar, el servicio de salud pública, una economía redistributiva que hizo posibles niveles más altos que nunca en igualdad en la educación y la salud. Pero estos logros pertenecen ya al pasado. Hoy el Partido Laborista está del lado de los recortes presupuestarios y las privatizaciones. Él mismo desmantela su gran obra del pasado. El Partido Laborista nos ha traicionado. Nada lo muestra más claramente que la película El espíritu del 45.

El Partido Laborista británico no está solo en el giro a la derecha y la conversión a las políticas económicas neoliberales. Sus partidos hermanos en Europa han seguido el mismo camino desde hace dos decenios. Pero, en otras partes de Europa, nuevos partidos o nuevas coaliciones -como Syriza en Grecia o Die Linke en Alemania- han comenzado a ocupar el espacio que dejaron vacante y a ofrecer una alternativa política, una visión económica y social. Hay que acabar con la anomalía que deja a Gran Bretaña sin una alternativa política de izquierdas para defender el estado del bienestar, la inversión creadora de empleos, la vivienda y la educación, la transformación de la economía.

Por esta razón, llamamos al pueblo a unirse al debate para la fundación de un nuevo partido de izquierdas. La clase obrera no puede permanecer sin representación política, sin defensa, precisamente cuando todas sus victorias y todas sus conquistas están siendo destruidas.

Notas :
1/ Ministro de Economía y Finanzas del gobierno Cameron
2/ No es realmente un impuesto aunque haya sido bautizado como “el impuesto de dormitorio". Es un invento del gobierno que quita dinero de las ayudas de la seguridad social por cada habitación vacía que tienen en su domicilio personas con pocos recursos. Es una forma de obligar a los pobres que reciben subsidio de alquiler a ir buscando viviendas mas pequeñas. Fue introducido al mismo tiempo que se redujo del 50 al 45 por ciento en la tasa de IRPF para los mas ricos (ndt).
http://www.guardian.co.uk/commentis...
http://www.gauche-anticapitaliste.org/content/grande-bretagne-lappel-de-ken-loach
Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR
Fuente: http://www.vientosur.info/spip.php?article7921

miércoles, 10 de abril de 2013

Sobre el fallecimiento de la baronesa Margaret Thatcher. La justa y razonable sugerencia de Ken Loach

Según el Guardian, Kean Loach ha protagonizado una de las más contundentes reacciones tras el fallecimiento de la baronesa TINA (There is not alternative!).

No sé si contundente pero justa y razonable lo es. Sin duda.

El director de la inolvidable “My name is Joe” ha declarado que "Margaret Thatcher fue la primera ministra británica más destructora y que más ha dividido a la ciudadanía en las últimas décadas. Desocupación masiva, fábricas cerradas, comunidades destruidas. Este es su legado”.

Sus victorias, ha añadido, fueron posibles gracias a la ayuda de líderes corruptos del laborismo. “Es por las políticas que impulsó por lo que nos encontramos en el laberinto actual. Otros primeros ministros han seguido su camino, especialmente Tony Blair. Ella era la organista y él el mono. Recordemos que dijo en una ocasión que Mandela era un terrorista y que tomó té con el torturador y asesino Pinochet".

La conclusión que extrae Loach de las premisas e informaciones anteriores es impecable, digna de un director comprometido, de un ciudadano que siempre ha ido en serio. ¡Es thatcherismo consecuente en estado puro! "¿Cómo hemos de honorarla? Privatizando su funeral. Pongámoslo a subasta y aceptemos la oferta más barata. Es lo que ella hubiera querido". ¡Miss Thatcher estaría encantada! Dicen que siempre fue muy consecuente.
Tomado de Salvador López Arnal

lunes, 18 de febrero de 2013

El cine ruso vuelve a ser social

Las películas presentadas en Berlín acusan el cambio generacional y cierto regreso al intelectual comprometido en Moscú | Ken Loach recuerda el impulso ético que dio origen al Welfare State con su The Spirit of 45.

Los cineastas rusos, ¿vuelven a ser “sociales”? Si hay que juzgar por las dos películas rusas presentadas este año en el festival de Berlín, parece que estamos ante un cambio generacional que presagia la segunda revolución rusa. Se trata de “Za Marksa” (A favor de Marx), de la directora Svetlana Báskova (Moscú, 1965). Su película es una comedia sobre la formación de los nuevos sindicatos independientes en Rusia.

“Para devolver la dignidad a la gente, hay que asustar al poder”, dice Báskova. El título de su película delata lecturas de Althusser (Pour Marx), explica el productor e intelectual orgánico de la obra, Anatolii Osmolovski, según el cual el objetivo de la película es “devolver el debido respeto a la clase obrera”.

La intelligentsia rusa le hizo la cama a la restauración capitalista de Boris Yeltsin en los años noventa. Ahora los nietos de los estalinistas y los hijos de los oportunistas se rebelan contra su legado. Aún no son “narodnikis”, pero comienzan a “ir al pueblo”, como hicieron aquellos en el XIX. Báskova dice haber recorrido muchas fábricas y localidades de provincia, asistiendo a muchas asambleas obreras. De ahí sacó a sus personajes, líderes obreros aún con cierta cultura soviética, que son eliminados físicamente por sus patrones si se atreven a desafiar el estado de cosas. Con Yeltsin querían que Rusia fuera “como allá”, siendo “allá”, Suecia, Alemania o Estados Unidos, pero resultó que el “allá” verdadero se parecía mucho más a México y el Brasil de antes, con muy poco estado de derecho y muchos muertos en las cunetas por exigirlo.

“El ser determina la conciencia”, dijo Marx, y he aquí, que al calor de la nueva realidad social rusa, de flagrante injusticia, de abuso, corrupción y violencia, una nueva generación de cineastas llega a la conclusión que sus abuelos abrazaron: “el arte es el fundamento de la protesta política”, dice Osmolovski.

La otra película de este despertar social ruso ha sido “Dólgaya Schastlívaya Zhizn” (Una larga y feliz vida) de Boris Jlébnikov (Moscú, 1972). Y estamos en lo mismo: el joven administrador de lo que queda de un koljoz, una granja cooperativa, se enfrenta a la corrupción, un drama rural de clara lectura social. Se confirma que algo está cambiando en Rusia.

En la vieja Europa occidental atravesada por la crisis ha sido el británico Ken Loach quien ha traído a Berlín la necesaria memoria de los orígenes del Welfare State con su película documental fuera de concurso, El espíritu del 45. Cuando ideólogos de la actual involución, como el Presidente del BCE, Mario Draghi o la canciller Angela Merkel, abogan o propician, respectivamente, su desmantelamiento, Ken Loach recuerda su génesis histórica.

Al regreso de la guerra, la nación británica tenía claro que no quería volver al país de los años 30, un panorama de pobreza, desempleo y estricto clasismo. Por eso se dio la victoria a los laboristas y se iniciaron las nacionalizaciones de los sectores clave, transporte minería, energía, y se instauró el sistema de seguridad social. Sobre esas bases se levantaron los “treinta gloriosos”: las mejores tres décadas de la historia moderna europea. Loach regresa a aquella época con un documental, que debería ser obligatorio en colegios.

La película recuerda cómo surgió, con qué ideas de solidaridad y justicia social, lo que ahora se recorta. La intención del director es clara: contribuir a alertar sobre los derechos socio-laborales que ahora se restan en una época en la que, como dice uno de los sindicalistas entrevistados, “el capitalismo está maltrecho, pero su ideología triunfa”. Rafael Poch. La Vanguardia
Fuente: http://www.lavanguardia.com/cultura/20130216/54366803790/cine-ruso-social.html

martes, 14 de diciembre de 2010

También la lluvia. Preestreno ayer 13, en Badajoz.

Ayer, algunos a los que nos hicieron sentirnos privilegiados, fuimos invitados a la Premier de la película "También la lluvia". La recomiendo absolutamente.

Una historia que se desarrolla a la vez en varios planos y en varios tiempos, consiguiendo una narración histórica y actual como sólo el 7º Arte puede conseguir, con una fuerza plástica y narrativa magnífica, tremenda. Y con unas verdades que ya era hora de que España se atreviese a encararlas.
Nuestro cine no tiene los medios de los que dispone el norteamericano, pero el ingenio, el apego a lo real y a la verdad, junto con una dirección de actores de primera magnitud mostraron un dominio y maestría que no tiene nada que envidiar a ningún otro cine. Nos mantuvo la atención durante toda la duración del film, nos hizo emocionarnos, pensar, reflexionar, aprender y sentir esa música interior que nos despierta lo mejor de nosotros; la estética y la ética de una auténtica obra de arte.

La empatía que nos logra despertar por el Padre Las Casas y por el también defensor de los indios, hasta ahora, para mi desconocido Fray Antonio Montesinos, la emoción racional al revivir el inicio del Derecho de Gentes. Lo que será, con el tiempo, el embrión de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. O presenciar la crueldad,  la codicia, la ambición sin límites y el desprecio  y los crímenes contra los indígenas, de la mayoría de españoles que marcharon a ese Nuevo Mundo. Lo que tan bien se refleja en la carta de Colón a los Reyes... Y la no menos sorprendente historia real, narrada y filmada a la vez, de como la nueva Globalización se convierte en una nueva rapiña de sus riquezas, privatizando y negociando con sus bienes, en este caso el agua, y la consiguiente reacción y lucha por ese bien de los actuales habitantes.

Lo cual explica, de manera muy plástica, el surgimiento de los nuevos indigenismos, de los que tanto nos hemos reídos y tanto hemos ridiculizado, como el de Bolivia y su presidente Evo Morales, por no ir más lejos, que se refleja también en el trato por parte del productor a los actores indígenas,...

Iré a verla otra vez cuando se estrene comercialmente. Por cierto, aparece como si nada, entre los créditos, una dedicatoria a la memoria de Howard Zinn, el historiador e intelectual americano de primera línea, ya fallecido y del que he sido y soy asiduo lector. Blog del grupo colaborador aquí.


Reseña de También la Lluvia
Las guerras populares que están al llegar

Las generaciones vienen y van. Pero de alguna manera -levantándose sobre los hombros de gigantes- la humanidad avanza hacia algo mejor. Éste es al menos el mensaje de esperanza que sostiene Iciar Bollain en su nueva película, También la lluvia. En mi opinión, ella muestra cómo es este lento camino hacia un mundo mejor, a través de la lucha es una realidad distante.

También la lluvia, cuenta la historia de un equipo de rodaje extranjero que va a rodar una película a Bolivia y que se encuentra de bruces con las revueltas contra la privatización del agua del año 2000. En principio parece una buena idea pero no indica que haya nada de excepcional en ello. A la fin y a la postre, hay revueltas en muchos lugares de la misma manera que se encuentran por doquier equipos de rodaje filmando películas. Entra dentro de "lo normal" que, algunas veces, determinados sucesos afecten la sensibilidad de aquellos extranjeros que se encuentran en situaciones de privilegio. No obstante el verdadera valor de esta película está en cómo se cuenta la historia.

Iciar Bollain, nacida en Madrid en 1967, tiene claro dónde está. Uno de los primeros fotogramas de la película se lo dedica a Howard Zinn. Y entendemos el por qué según nos adentra en la historia. A la vez se nota bastante la influencia de Ken Loach. Iciar Bollain fue actriz antes de dedicarse a escribir guiones y dirigir películas, y uno de sus papeles lo interpretó bajo la dirección de Ken Loach en Tierra y libertad (1995). También trabajó en la sensacional Sublet (1991) que dirigió Chus Gutiérrez. De hecho Gutiérrez y ella son amigas y estrechas colaboradoras. Ambas forman parte de una generación de directoras españolas de cine de extraordinario talento y con una actitud social crítica que no tiene parangón en ningún otro país.

En resumen: Ésta joven cineasta con conciencia social y política está en la vanguardia del nuevo cine español, quizás el más rico en cuanto a creatividad combativa y productividad... (Larry Portis, Counterpunch. Traducción Carlos Valladares)
Leer más aquí.

jueves, 3 de diciembre de 2009

La tarjeta de embarque de Haidar y el asiento de Rosa Parks

El 1 de diciembre de 1955, en Montgomery, Alabama (EEUU), Rosa Parks se negó a obedecer a un conductor de autobuses y ceder su asiento a un pasajero blanco. El viernes 13 de noviembre de 2009, Aminetu Haidar se negó a rellenar su tarjeta de desembarque, tal y como le exigían las autoridades marroquíes de El Aaiún (donde reside), en el Sáhara Occidental controlado por Marruecos.
Hoy observamos con creciente angustia la difícil situación de Aminetu Haidar, madre de dos hijos pequeños, mientras continúa su huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote...
La esencia de este conflicto es la negativa de Marruecos a permitir al pueblo saharaui ejercer el derecho a un referéndum sobre autodeterminación tras ceder España su colonia en 1975. Ni las Naciones Unidas ni la comunidad internacional reconocen la soberanía marroquí de hecho sobre el Sáhara Occidental. Pero al mismo tiempo, permanecen en silencio mientras cientos de miles de saharauis se siguen consumiendo en los campos de refugiados del desierto desde hace ya 34 años...
... volveremos a ver cómo se anteponen los derechos minerales (grandes depósitos de fosfato) y los intereses económicos a los derechos humanos. Imaginar que la tarjeta de embarque de Haidar podría ser el equivalente a que Rosa Parks no cediese su asiento es, quizá, pecar de optimismo. Pero no perdemos la esperanza y enviamos nuestra solidaridad a esta extraordinaria mujer que, a pesar de haber estado "desaparecida" durante cuatro años y haber sido torturada por las autoridades marroquíes, aún tiene valor para seguir resistiendo. Sería una tragedia para la resistencia no violenta y para la posibilidad de una solución pacífica que se le dejase morir.
Hacemos un llamamiento al Gobierno español para que garantice el regreso inmediato de Aminatu, sana y salva, a su patria. (Ken Loach y Paul Laverty en Público) Ver el original aquí.

sábado, 23 de mayo de 2009

En un mundo libre, de Ken Loach

Llevabamos ya bastante temas de música, ya es hora de tocar otro tema algo más prosaico aunque tan real como la música. La filmografía de Ken Loach, el famoso británico aclamado en Cannes y ahora Cannes otra vez se ha puesto en pie para saludar la nueva película del británico Ken Loach, Looking for Cantona, una feliz y optimista historia en torno al mítico futbolista del Manchester United. La mayor ovación en lo que llevamos de Festival ha sido para esta comedia británica, en la que Loach, ganador de la Palma de Oro de Cannes con El viento que agita la cebada, no ha renunciado a incluir sus habituales toques de denuncia social.Loach ha definido Looking for Eric como «una historia sobre la amistad y sobre la aceptación de uno mismo tal y como se es. Es una película contra el individualismo. SE ES MÁS FUERTE ESTANDO EN GRUPO QUE PERMANECIENDO SOLOS>>.

EN UN MUNDO LIBRE, es una película descarnada y sin esperanza. Un retrato real de la situación actual del llamado proletariado emigrante. En la película surgen los hijos del antiguo proletariado, en estos tiempos modernos, actuales, luchando por la supervivencia y para ello, no dudan en pisotear a los que vienen detrás, más desfavorecidos, -en la película inmigrantes parados,- que constituyen el ejército de reserva capitalista, uncidos con el don divino de abaratar el mercado. Y aquí juega el hiperrealismo de la cámara de Kent Loach, su baza extrema y descarnada: los parados son mercancía, que se compran, se vende o se tira, e incluso se joden... Lo único importante son las libras esterlinas, que permiten alcanzar los fines personales -simplemente salir adelante- de cada cual.
No estamos en la película ante ricos y malvados capitalistas que explotan a trabajadores porque toca en el guión; sino ante los cachorros y cachorras del contrato basura, a los que se puede vejar sobándoles lo que todos sabemos comienza al final de la espalda y que aprenden rápido, volviéndose más hijos de puta que sus explotadores.
Eso ocurre con la protagonista y su retrato psicológico, domesticada en las cadenas de la agresividad, lo tiene claro, sabe recibir, encajar y desarrolla una ambición precisa que le permite golpear; aunque deja algún margen para la emoción del sentimiento y los buenos propósitos.
Loach nos presenta el poder de un sistema, el capitalismo salvaje del post tacharismo, capaz de modificar las conductas, instalarse en todos los aspectos de la vida e incluso decidir -para mal- el destino de las personas.
Aunque se estrenó hace algunos meses, hay que verla.

eric cantona
el viento que agita la cebada
sweet sixteen
la cuadrilla
pan y rosas
mi nombre es joe
sólo un beso