Un político muere. Va al otro mundo y pregunta por el camino del cielo.
Le dicen que las normas están muy claras. Tiene que pasar 24 horas en el cielo y otras 24 en el infierno. Después tendrá que hacer una elección importantísima. Tendrá que decidir dónde quiere pasar la eternidad. Sin posibilidad de corregir la elección. El político dice que, por supuesto, prefiere ir al cielo.
-No, le dicen. La elección tiene que realizarse después de la prueba, no antes. ¿Por dónde quiere usted empezar?
-Por el infierno, dice el político.
Abren las puertas del infierno. Entra y ve a otros políticos de su partido paseando, con trajes elegantes. El clima es magnífico, los rostros muestran una juventud y una belleza extraordinarias. Camina sin rumbo y llega a un campo de golf, con un verde que es una alfombra. Se detiene para jugar unos hoyos. Mientras juega, siente la punzada del hambre y pregunta a uno de los jugadores dónde se puede comer algo en el infierno.
-Mire, cerquita de donde estamos hay un restaurante llamado El Tridente.
Magnífica cocina, excelentes vinos. Y, por supuesto, completamente gratuito.
Da las gracias al amable informante, se despide de los compañeros de juego y se encamina hacia el restaurante. Piensa que puede tardar más de lo que su apetito le exige y detiene a un taxi que lleva el cartel de libre. Le pide que le lleve al restaurante El Tridente. Charla animadamente con el simpático taxista y, cuando llega, le pide la cuenta.
-No, por favor, es gratuito, sea cual sea la distancia.
El restaurante es lujoso. Se sienta en un mesa cerca de los ventanales que miran a un maravilloso paisaje. Le traen la carta. Efectivamente, no aparecen los precios. Recuerda que le han dicho que es gratuito. Pide caviar ruso, langosta a la termidor, chuletas de cordero y un vino tinto recomendado por el camarero como el mejor del restaurante y de todo el infierno.
Está encantado de cómo va el día. Por megafonía se anuncia que van a dar comienzo los festejos, bailes y juegos de ese día. Le pregunta al camarero cómo se llega a los escenarios de la fiesta. Le dice que en la puerta hay taxis que le llevarán con rapidez. Le desea que lo pase bien.
Entra en el primer taxi y le pide al taxista que le lleve a la zona de baile. El ambiente no puede ser más festivo, se nota que la gente está animada y contenta.
Se encuentra con grupos de personas con vasos en la mano, bebiendo y charlando alegremente. Se dirige a la barra y pide un gin tonic. Le aborda un grupo de chicas. Una de ellas le llama especialmente la atención. Salen a la pista de baile…
-La noche es joven, dice cuando su pareja le pregunta si está cansado.
Pasan las horas. Casi no recuerda por qué está allí. Está amaneciendo. En
el mismo lugar de la fiesta sirven el desayuno… Está tan feliz que se sorprende cuando le vienen a decir que han acabado las 24 horas de estancia en el infierno. Se despide de sus amigas y se dirige a la puerta de salida feliz, porque recuerda que ahora le toca ir al cielo. Así que si esto es el infierno, ¿qué no encontraré en el cielo?, se dice.
Le conducen a las puertas del cielo. Abren las puertas y ve unas nubes blancas esponjosas de diferentes tamaños. Le entregan un arpa, a pesar de sus protestas porque no sabe tocarla. Le dicen que puede pasar de una nube a otra sin problema. Cuando pregunta si va a venir alguien más y le dicen que no, pide acabar con esa prueba porque ya tiene la decisión tomada. Le dicen que no es posible. Tiene que pasar allí las 24 horas reglamentarias. Se le hace aburrido y eterno.
Cuando termina las dos pruebas le dicen que es el momento decisivo. Tiene que decir dónde quiere pasar toda la eternidad. Le advierten con insistencia de que no hay marcha atrás. Dice que no tiene dudas, que quiere ir al infierno, que está seguro de que no se arrepentirá porque ha hecho allí buenas amistades y se lo ha pasado en grande. Firma el documento que le presentan sobre su decisión.
Abren las puertas del infierno y cuando entra se lleva un susto tremendo: siguen allí los políticos de su partido, que ahora visten con andrajos y buscan comida en la basura, el clima es insoportable, el olor pestilente, los rostros son tristes y decrépitos… El campo de golf está calcinado.
Pregunta dónde se puede comer algo y le dicen que lo que encuentre en la basura. La decepción es tremenda y la irritación indescriptible. Quiere cambiar la decisión y le dicen que le advirtieron varias veces que no se podía modificar la decisión. Era para toda la eternidad. Va a protestar a las oficinas del infierno:
-Ayer pasé aquí 24 horas inolvidables. Ahora, que he elegido, esto es insoportable. ¿Qué ha pasado aquí?
La respuesta le deja atónito:
-Muy sencillo, señor. Es que ayer en el infierno estábamos en campaña electoral.
Hasta aquí la historia. Desde aquí el recuerdo de que mañana tenemos que votar en Andalucía. Creo que la historia es elocuente. En campaña electoral se promete todo a todos. Aseguran que se hará un puente en un lugar donde no hay ni río. Pero somos los votantes quienes tenemos que analizar y que decidir. ¿Se cumplieron las promesas? ¿Se explicó por qué no se cumplieron? Se pidió disculpas por no haber cumplido lo prometido?
También respecto a los pactos se hacen promesas que luego se incumplen. No pactaremos con esta fuerza bajo ningún concepto. O pactaremos con esta otra para conseguir un buen gobierno. Y luego, ¿qué?
Me preocupa que el señor Juanma Moreno desprecie de forma tan dura al partido con el que ha gobernado. Juan Marín (que por cierto piensa que antes de él estaba la nada y que en tres años ha convertido a Andalucía en el modelo de Europa) se muestra orgulloso de lo que ha hecho el gobierno y promete seguir trabajando con su presidente desde las 8 de la mañana del día 20. Pero no le han dicho una palabra de gratitud por el apoyo, ni le incluyen nunca en un pacto futuro. Porque Moreno repite como un mantra que él quiere gobernar solo (¿sin Ciudadanos, señor Moreno?) en una alianza con los andaluces. ¿Y eso qué es?
El señor Feijoó dice que si al PSOE le parece tan negativo pactar con Vox, por qué no apoya con su abstención la formación de un gobierno del PP. Y por qué, si su partido considera tan indeseables a los de extrema izquierda, a los independentistas y a los filoetarras, ¿por qué no apoyó un gobierno del PSOE con su abstención?
Y, para ganar votos, se ponen en marcha estrategias inadmisibles. No vale todo para persuadir a quienes van a votar, como la escena en la que un supuesto afiliado del PP rompe el carnet en presencia de la señora Olona diciendo que el debate le había convencido cuando, en realidad, es una persona que ya apoyó a Vox y, al parecer, votó a su favor en las anteriores elecciones. Lo supe desde el primer momento que vi la escena.
Luego he visto confirmada mi sospecha. Qué mentira. Qué teatro más tramposo con pésimos actores ¡Ah, es que estamos en campaña electoral!
Yo no voy a votar para que otros no gobiernen, voy a votar para que se pongan en marcha políticas de izquierdas, solidarias, feministas, progresistas…
Concurren a las elecciones 22 partidos y federaciones y 5 coaliciones. No todas tienen implantación en las 8 provincias (7 partidos de los 22 y 4 coaliciones de las 5). La fragmentación de la izquierda puede ser un obstáculo o una ayuda. Espero que lo que vaticinan las encuestas sea desmentido por las urnas. Decía Winston Churchill que solo se fiaba de las encuestas que él había manipulado previamente.
Las urnas son la cuna, no el ataúd de la democracia. Quiero decir que después de las elecciones, los ciudadanos y ciudadanas tenemos que seguir participando para que las promesas electorales, tanto las programáticas como las relativas a los pactos, se cumplan de forma inexcusable.
Cuando leas esto, amable lector, amable lectora, ya se conocerán los resultados de las elecciones andaluzas. Ya estaremos empezando a ver si las promesas electorales eran un señuelo o realmente tenían visos de verdad. Esa comprobación es una forma de control democrático.
El Adarve-
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sábado, 18 de junio de 2022
viernes, 23 de agosto de 2019
Pedro y el lobo
José Manuel Barreal San Martín
Rebelión
En algún momento, cuando los efluvios partidistas y parciales se acomoden a la realidad, se dirá que una vez en un país llamado España, hubo un tiempo en el que se estuvo en puertas de que un gobierno de izquierdas, más o menos, pudo haberse formado y así estar en disposición de llevar a cabo políticas progresistas en beneficio de la mayoría. Un joven presidente llamado Pedro se pasó, por aquel entonces, varios días cuidando el rebaño de las ideas que tenía y que éstas no se saliesen del las vallas del redil político. Esas ideas que se llamaban de progreso quiso compartirlas con un joven llamado Pablo y su organización política. Mientras ambos hablaban y hablaban, Pedro, como pastor mayor, vigilaba muy atento para que ninguna idea se extraviara. Un día Pedro, que se cansaba de hablar y hablar y se aburría, se le ocurrió una idea para divertirse un poco y así gastar una broma a quienes eran sus vecinos de partido y también a Pablo y los suyos, comenzó a gritar: ¡Socorro! ¡Que viene el lobo! ¡Que viene el lobo, ayuda por favor!
Los habitantes de los pueblos de alrededor se sobresaltaron al oír esos gritos tan estremecedores y salieron corriendo en ayuda de Pedro. Cuando llegaron junto a él, encontraron al presidente riéndose a carcajadas. ¡Ja ja ja! ¡Os he engañado a todos! ¡No hay ningún lobo!
La gente, enfadada, se dio media vuelta y regresó a sus casas. La prensa habló de ese supuesto lobo que asustó a Pedro. Un sector, pidió expertos cazadores para escarmentar al osado lobo. Otro, más ecuánime y escéptico le dio la importancia que tenía el tema y subrayó que tanto el pastor, como el lobo, deberían de llevarse mejor ya que a ambos les iba a convenir par el futuro del rebaño social del país.
¡Qué largos se le hacían los días, a Pedro!… Así, decidió que sería divertido y estaría genial repetir la broma... Otra vez comenzó a gritar: ¡Socorro! ¡Socorro! ¡Necesito ayuda! ¡He visto un enorme lobo atemorizando a los pueblos de alrededor!
Pedro gritaba tanto que su voz se oía por todos los sitios, acrecentada por el eco; la gente asustada corría y gritaba. Un numeroso grupo de personas se reunió en las plazas de los pueblos y se organizó rápidamente para acudir en ayuda del joven presidente y escarmentar al lobo. Todos juntos se pusieron en marcha; pero el lobo no estaba por ninguna parte. Por segunda vez sorprendieron al presidente riéndose a mandíbula batiente. ¡Os he vuelto a engañar, pardillos! ¡Ja ja ja!
La gente, muy enfadada y sin entender nada, regresó a los pueblos y a sus respectivas casas. No compartían esa broma tan pesada. El tiempo transcurría y llegaba a su fin y ambos seguían, día tras día, con su respectivas ideas. Para uno el redil era suficiente y no había que cambiarlo, para el otro había que aumentarlo y dar más cobijo. Los días pasaban lentos, el aburrimiento se evidenciaba, nada salía que convenciese a ambos. A Pablo, porque sospechaba de Pedro y a éste porque sospechaba del otro. Las gentes de los pueblos, no daban crédito, no entendían nada. Estaban temiendo que efectivamente, el depredador apareciese realmente y fuese tarde para combatirlo. Mandaron mensajeros a ambos. El "Sí pero", tanto de uno como de otro, no vislumbraba buen pastoreo social. Esperaban...
Pedro, que por tercera vez chillaba ¡Ayudadme! ¡El lobo, está aquí!, no consiguió que se le hiciese caso y las gentes del lugar, creyendo que se trataba de otra exageración, siguieron con sus trabajos y sus faenas cotidianas. Nadie acudió en su ayuda. Pero el lobo llegó, ahora era real. Sus ojos refulgían y su diabólica sonrisa no auguraba nada bueno.
Lo que no se dice en esta adaptación libre de "Pedro y el lobo" es si ambos sufrieron en su tiempo político la falta de tacto y de interés por los pueblos y sus gentes. Su falta de entendimiento cuando uno, Pedro, consideraba que la presencia de Podemos en el ejecutivo resultaba como la del lobo en el cuento y así ejercer sobre él una vigilancia permanente. O, cuando el otro, Pablo, pretendía formar parte de un rebaño, léase gobierno, dentro del mismo, manejando parte de ese gobierno, como un "redil" paralelo y autónomo. Efectivamente, ni uno es "el lobo", ni el otro "pastorea" bien el "rebaño" de la política. Hartazgo y desilusión, generaron en las buenas gentes de los lugares del cuento.
Sin embargo, una pregunta quedó en el aire y es si, muchos y muchas, se negarán a ser, otra vez, rebaño de borregos y encima "esquilaos".
Rebelión
En algún momento, cuando los efluvios partidistas y parciales se acomoden a la realidad, se dirá que una vez en un país llamado España, hubo un tiempo en el que se estuvo en puertas de que un gobierno de izquierdas, más o menos, pudo haberse formado y así estar en disposición de llevar a cabo políticas progresistas en beneficio de la mayoría. Un joven presidente llamado Pedro se pasó, por aquel entonces, varios días cuidando el rebaño de las ideas que tenía y que éstas no se saliesen del las vallas del redil político. Esas ideas que se llamaban de progreso quiso compartirlas con un joven llamado Pablo y su organización política. Mientras ambos hablaban y hablaban, Pedro, como pastor mayor, vigilaba muy atento para que ninguna idea se extraviara. Un día Pedro, que se cansaba de hablar y hablar y se aburría, se le ocurrió una idea para divertirse un poco y así gastar una broma a quienes eran sus vecinos de partido y también a Pablo y los suyos, comenzó a gritar: ¡Socorro! ¡Que viene el lobo! ¡Que viene el lobo, ayuda por favor!
Los habitantes de los pueblos de alrededor se sobresaltaron al oír esos gritos tan estremecedores y salieron corriendo en ayuda de Pedro. Cuando llegaron junto a él, encontraron al presidente riéndose a carcajadas. ¡Ja ja ja! ¡Os he engañado a todos! ¡No hay ningún lobo!
La gente, enfadada, se dio media vuelta y regresó a sus casas. La prensa habló de ese supuesto lobo que asustó a Pedro. Un sector, pidió expertos cazadores para escarmentar al osado lobo. Otro, más ecuánime y escéptico le dio la importancia que tenía el tema y subrayó que tanto el pastor, como el lobo, deberían de llevarse mejor ya que a ambos les iba a convenir par el futuro del rebaño social del país.
¡Qué largos se le hacían los días, a Pedro!… Así, decidió que sería divertido y estaría genial repetir la broma... Otra vez comenzó a gritar: ¡Socorro! ¡Socorro! ¡Necesito ayuda! ¡He visto un enorme lobo atemorizando a los pueblos de alrededor!
Pedro gritaba tanto que su voz se oía por todos los sitios, acrecentada por el eco; la gente asustada corría y gritaba. Un numeroso grupo de personas se reunió en las plazas de los pueblos y se organizó rápidamente para acudir en ayuda del joven presidente y escarmentar al lobo. Todos juntos se pusieron en marcha; pero el lobo no estaba por ninguna parte. Por segunda vez sorprendieron al presidente riéndose a mandíbula batiente. ¡Os he vuelto a engañar, pardillos! ¡Ja ja ja!
La gente, muy enfadada y sin entender nada, regresó a los pueblos y a sus respectivas casas. No compartían esa broma tan pesada. El tiempo transcurría y llegaba a su fin y ambos seguían, día tras día, con su respectivas ideas. Para uno el redil era suficiente y no había que cambiarlo, para el otro había que aumentarlo y dar más cobijo. Los días pasaban lentos, el aburrimiento se evidenciaba, nada salía que convenciese a ambos. A Pablo, porque sospechaba de Pedro y a éste porque sospechaba del otro. Las gentes de los pueblos, no daban crédito, no entendían nada. Estaban temiendo que efectivamente, el depredador apareciese realmente y fuese tarde para combatirlo. Mandaron mensajeros a ambos. El "Sí pero", tanto de uno como de otro, no vislumbraba buen pastoreo social. Esperaban...
Pedro, que por tercera vez chillaba ¡Ayudadme! ¡El lobo, está aquí!, no consiguió que se le hiciese caso y las gentes del lugar, creyendo que se trataba de otra exageración, siguieron con sus trabajos y sus faenas cotidianas. Nadie acudió en su ayuda. Pero el lobo llegó, ahora era real. Sus ojos refulgían y su diabólica sonrisa no auguraba nada bueno.
Lo que no se dice en esta adaptación libre de "Pedro y el lobo" es si ambos sufrieron en su tiempo político la falta de tacto y de interés por los pueblos y sus gentes. Su falta de entendimiento cuando uno, Pedro, consideraba que la presencia de Podemos en el ejecutivo resultaba como la del lobo en el cuento y así ejercer sobre él una vigilancia permanente. O, cuando el otro, Pablo, pretendía formar parte de un rebaño, léase gobierno, dentro del mismo, manejando parte de ese gobierno, como un "redil" paralelo y autónomo. Efectivamente, ni uno es "el lobo", ni el otro "pastorea" bien el "rebaño" de la política. Hartazgo y desilusión, generaron en las buenas gentes de los lugares del cuento.
Sin embargo, una pregunta quedó en el aire y es si, muchos y muchas, se negarán a ser, otra vez, rebaño de borregos y encima "esquilaos".
lunes, 15 de abril de 2019
Dia de mitines en elecciones generales
La Ertzaintza ha tenido que cargar contra algunos de los manifestantes contra Ciudadanos. La Ertzaintza ha tenido que cargar contra algunos de los manifestantes contra Ciudadanos.
EFE
La campaña ha arrancado fuerte, muy fuerte. El primer fin de semana ha sido más que intenso con todos los candidatos a las elecciones generales 2019 echados a la carretera y dando mítines, algunos con doblete al día, en medio de recibimientos caldeados y muy tensos en la calle.
Los cabezas de cartel recorren España y algunos se están encontrando con acogidas poco cariñosas. El de Ciudadanos, Albert Rivera, ha dado este domingo su mitin en Rentería (Gipuzkoa) entre gritos de "fascista" e "hijo de puta", pitos, caceroladas y rodeado de balcones repletos de lazos amarillos y símbolos independentistas. La Ertzainta ha tenido que cargar ya finalizado el mitin contra los que protestaban por la presencia de Cs.
Para todos los públicos Rivera defiende la "libertad" entre insultos, gritos y símbolos independentistas en Renteríareproducir video 00.40 min Rivera defiende la "libertad" entre insultos, gritos y símbolos independentistas en Rentería Muy tenso fue también el recibimiento al candidato de Vox, Santiago Abascal, en Bilbao, este sábado con cinco detenidos, siete contusionados, daños materiales y cargas policiales tras el lanzamiento de piedras, botellas y bengalas por parte de concentrados convocados por Ernai, la organización juvenil de la izquierda abertzale.
Para todos los públicos Tensión en Alsasua durante la celebración de un acto de la plataforma España Ciudadanareproducir video 01.18 min Tensión en Alsasua durante la celebración de un acto de la plataforma España Ciudadana El jueves, en el mismo día del arranque de la campaña, la número dos de Barcelona por el PP, Cayetana Álvarez de Toledo, sufrió el acoso de un grupo de jóvenes a su entrada a la Universidad de Barcelona que protestaban por su presencia.
Banderas y símbolos usados como arma arrojadiza
Cada mitin está cargado de banderas, las que se ondean en los actos y de las que se habla. Durante el fin de semana se han visto banderas españolas, muchas; pero también esteladas, ikurriñas y banderas navarras en los mítines del País Vasco, epicentro este domingo de la campaña con actos de Albert Rivera, Pablo Iglesias y Santiago Abascal.
El mitin de Unidas Podemos, en Eibar (Gipuzkoa), ha estado inundado de banderas republicanas, con motivo del aniversario de la proclamación de la II República, modelo de Estado que ha defendido el líder de Podemos junto con el de IU, Alberto Garzón. Precisamente, Iglesias ondeó este sábado la bandera tricolor canaria, un emblema que fue símbolo de las aspiraciones independentistas de las islas, lo que le ha costado críticas.
Para todos los públicos Iglesias ondea la bandera independentista canaria en un mitin patrióticoreproducir video 00.38 min Iglesias ondea la bandera independentista canaria en un mitin patriótico
Y siguiendo con las imágenes simbólicas, Casado dio un mitin este sábado junto a su número dos, Adolfo Suárez Illana, junto a la estatua del expresidente Suárez en Ávila, una de las figuras que más reivindica el 'popular'.
Duros reproches a rivales y posibles aliados futuros
En los primeros mítines de esta campaña recién iniciada los candidatos están cargando duramente contra rivales naturales pero también contra posibles aliados futuros.
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias no pierden ocasión para lanzar feroces críticas contra lo que definen como el "trío de Colón", los "tres temores", el "trifachito", la "derecha de las tres siglas" y "los tres pianistas de José María Aznar". Este domingo Iglesias ha añadido una nueva fórmula a las múltiples ideadas por la izquierda para citar al bloque formado por PP, Cs y Vox: "Híbrido extraño entre Don Pelayo y Margaret Thatcher".
El candidato socialista ha llegado a citar a Blas Piñar, de Fuerza Nueva, para comparar este partido con Vox, además de insistir en que "la ultraderecha marca el paso de la derecha", en la que incluye a Cs y a su líder, al que acusa de "chaquetero". Tanto Sánchez como Iglesias reprochan a estos partidos apropiarse de la bandera española con un "patriotismo falso".
Entre Sánchez e Iglesias de momento, no hay ataques muy duros, aunque Iglesias ha insistido este domingo en preguntar al presidente si va a pactar con Cs- en lo que sería, a su juicio, un gobierno "de derechas". Sánchez, de momento, no menciona a Unidas Podemos ni a su líder en los mítines, aunque insiste en la necesidad de aglutinar en torno al PSOE el voto contra PP, Cs y Vox.
En el bloque de la derecha, por su parte, la temperatura va subiendo. La batalla también ha comenzado por ese lado con un aumento de los dardos entre Rivera y Casado, que en precampaña se ofrecieron cargos y ahora pelean por ver quien lidera para repetir en España el modelo andaluz. Eso sí, las críticas más potentes van, por parte de ambos, a Sánchez: "Enemigo de la patria", "peligro para España" y "el zorro cuidando de las gallinas" son algunos de los 'piropos' dedicados al socialista.
El candidato de Vox casi ataca con la misma virulencia a PSOE que al PP de Casado, al que define como "traidor a la patria" y acusa de "arrodillarse ante Otegi".
Cerrado el primer fin de semana de campaña, los candidatos, sin descanso, afrontan una Semana Santa en la que no pararán, aunque sí reducirán los actos y mítines sobre todo en los días festivos.
Fuente RTVE
EFE
La campaña ha arrancado fuerte, muy fuerte. El primer fin de semana ha sido más que intenso con todos los candidatos a las elecciones generales 2019 echados a la carretera y dando mítines, algunos con doblete al día, en medio de recibimientos caldeados y muy tensos en la calle.
Los cabezas de cartel recorren España y algunos se están encontrando con acogidas poco cariñosas. El de Ciudadanos, Albert Rivera, ha dado este domingo su mitin en Rentería (Gipuzkoa) entre gritos de "fascista" e "hijo de puta", pitos, caceroladas y rodeado de balcones repletos de lazos amarillos y símbolos independentistas. La Ertzainta ha tenido que cargar ya finalizado el mitin contra los que protestaban por la presencia de Cs.
Para todos los públicos Rivera defiende la "libertad" entre insultos, gritos y símbolos independentistas en Renteríareproducir video 00.40 min Rivera defiende la "libertad" entre insultos, gritos y símbolos independentistas en Rentería Muy tenso fue también el recibimiento al candidato de Vox, Santiago Abascal, en Bilbao, este sábado con cinco detenidos, siete contusionados, daños materiales y cargas policiales tras el lanzamiento de piedras, botellas y bengalas por parte de concentrados convocados por Ernai, la organización juvenil de la izquierda abertzale.
Para todos los públicos Tensión en Alsasua durante la celebración de un acto de la plataforma España Ciudadanareproducir video 01.18 min Tensión en Alsasua durante la celebración de un acto de la plataforma España Ciudadana El jueves, en el mismo día del arranque de la campaña, la número dos de Barcelona por el PP, Cayetana Álvarez de Toledo, sufrió el acoso de un grupo de jóvenes a su entrada a la Universidad de Barcelona que protestaban por su presencia.
Banderas y símbolos usados como arma arrojadiza
Cada mitin está cargado de banderas, las que se ondean en los actos y de las que se habla. Durante el fin de semana se han visto banderas españolas, muchas; pero también esteladas, ikurriñas y banderas navarras en los mítines del País Vasco, epicentro este domingo de la campaña con actos de Albert Rivera, Pablo Iglesias y Santiago Abascal.
El mitin de Unidas Podemos, en Eibar (Gipuzkoa), ha estado inundado de banderas republicanas, con motivo del aniversario de la proclamación de la II República, modelo de Estado que ha defendido el líder de Podemos junto con el de IU, Alberto Garzón. Precisamente, Iglesias ondeó este sábado la bandera tricolor canaria, un emblema que fue símbolo de las aspiraciones independentistas de las islas, lo que le ha costado críticas.
Para todos los públicos Iglesias ondea la bandera independentista canaria en un mitin patrióticoreproducir video 00.38 min Iglesias ondea la bandera independentista canaria en un mitin patriótico
Y siguiendo con las imágenes simbólicas, Casado dio un mitin este sábado junto a su número dos, Adolfo Suárez Illana, junto a la estatua del expresidente Suárez en Ávila, una de las figuras que más reivindica el 'popular'.
Duros reproches a rivales y posibles aliados futuros
En los primeros mítines de esta campaña recién iniciada los candidatos están cargando duramente contra rivales naturales pero también contra posibles aliados futuros.
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias no pierden ocasión para lanzar feroces críticas contra lo que definen como el "trío de Colón", los "tres temores", el "trifachito", la "derecha de las tres siglas" y "los tres pianistas de José María Aznar". Este domingo Iglesias ha añadido una nueva fórmula a las múltiples ideadas por la izquierda para citar al bloque formado por PP, Cs y Vox: "Híbrido extraño entre Don Pelayo y Margaret Thatcher".
El candidato socialista ha llegado a citar a Blas Piñar, de Fuerza Nueva, para comparar este partido con Vox, además de insistir en que "la ultraderecha marca el paso de la derecha", en la que incluye a Cs y a su líder, al que acusa de "chaquetero". Tanto Sánchez como Iglesias reprochan a estos partidos apropiarse de la bandera española con un "patriotismo falso".
Entre Sánchez e Iglesias de momento, no hay ataques muy duros, aunque Iglesias ha insistido este domingo en preguntar al presidente si va a pactar con Cs- en lo que sería, a su juicio, un gobierno "de derechas". Sánchez, de momento, no menciona a Unidas Podemos ni a su líder en los mítines, aunque insiste en la necesidad de aglutinar en torno al PSOE el voto contra PP, Cs y Vox.
En el bloque de la derecha, por su parte, la temperatura va subiendo. La batalla también ha comenzado por ese lado con un aumento de los dardos entre Rivera y Casado, que en precampaña se ofrecieron cargos y ahora pelean por ver quien lidera para repetir en España el modelo andaluz. Eso sí, las críticas más potentes van, por parte de ambos, a Sánchez: "Enemigo de la patria", "peligro para España" y "el zorro cuidando de las gallinas" son algunos de los 'piropos' dedicados al socialista.
El candidato de Vox casi ataca con la misma virulencia a PSOE que al PP de Casado, al que define como "traidor a la patria" y acusa de "arrodillarse ante Otegi".
Cerrado el primer fin de semana de campaña, los candidatos, sin descanso, afrontan una Semana Santa en la que no pararán, aunque sí reducirán los actos y mítines sobre todo en los días festivos.
Fuente RTVE
martes, 27 de diciembre de 2016
LA UTILIDAD DE LO INÚTIL
Por Agustín L de la Cruz.
En medio de la banalidad mediática triunfante, aderezada en estos días por la agonía del dragón Cebrián y por las patéticas luchas internas de los partidos políticos, peleas por el poder disfrazadas de combates ideológicos; en medio también de esa fantástica nacionalización de las autopistas radiales ruinosas, ejercicio de virtud neoliberal-comunista que no debería escandalizarnos tanto como el ya consolidado rescate bancario; en medio, cómo no, del consumismo rampante propio de las navidades, surgen como un soplo de brisa fresca las lecciones contenidas en el librito La utilidad de lo inútil, del filósofo italiano Nuccio Ordine. Veamos un ejemplo de su diagnóstico:
“Los bancos y los acreedores reclaman implacablemente, como Shylock en El mercader de Venecia , la libra de carne viva de quien no puede restituir la deuda. Así, con crueldad, muchas empresas (que se han aprovechado durante décadas de la privatización de los beneficios y la socialización de las pérdidas) despiden a los trabajadores, mientras los gobiernos suprimen los empleos, la enseñanza, la asistencia social a los discapacitados y la sanidad pública. El derecho a tener derechos queda sometido a la hegemonía del mercado, con el riesgo progresivo de eliminar cualquier forma de respeto por la persona. Transformando a los hombres en mercancías y dinero, este perverso mecanismo económico ha dado vida a un monstruo, sin patria y sin piedad, que acabará negando también a las futuras generaciones toda forma de esperanza”.
¿Y cuál es el tratamiento que receta Ordine para resquebrajar el pensamiento único y dominante que consume toda esperanza? Las tareas inútiles, los saberes sin aparente aplicación práctica, los comportamientos que carecen de beneficio económico inmediato:
“Sólo el saber puede desafiar una vez más las leyes del mercado. Yo puedo poner en común con los otros mis conocimientos sin empobrecerme. Puedo enseñar a un alumno la teoría de la relatividad o leer junto a él una página de Montaigne dando vida al milagro de un proceso virtuoso en el que se enriquece, al mismo tiempo, quien da y quien recibe”.
¿Para qué sirve lo inútil, de qué sirve leer a Montaigne, entender la teoría de la relatividad, visitar el Museo del Prado, escuchar a Miles Davis, contemplar un bosque o escribir, salvando las distancias, para Politocracia? Para nada, es decir, para todo lo que importa. En palabras de Eugène Ionesco: “Si no se comprende la utilidad de lo inútil, la inutilidad de lo útil, no se comprende el arte. Y un país en donde no se comprende el arte es un país de esclavos o de robots, un país de gente desdichada, de gente que no ríe, un país sin espíritu; donde no hay risa, hay cólera y odio”.
Ante esta situación insostenible que nos hemos dado todos, en la cual reina la dictadura de los mercados o, como dice el propio Ordine, la democracia comercial, hay dos salidas que se contraponen, a pesar de los denodados esfuerzos del poder por confundirlas en una sola mediante la burda etiqueta de populistas: el fascismo y el humanismo. El primero echa la culpa de la pobreza a los todavía más pobres, a los excluidos, a los inmigrantes, a las mujeres; el segundo señala a los realmente culpables, a quienes toman y aplican las decisiones: la élite política y empresarial, y propone soluciones que no pasan exclusivamente por lo político, puesto que el cambio exterior y colectivo ha de estar acompañado de un cambio interior e individual que nos sitúe por encima de nuestras propias mezquindades.
En esta encrucijada entre quienes impulsan el neofascismo como última vuelta de tuerca del orden establecido, y quienes colocan al ser humano por encima de un sistema monstruoso que devora a sus hijos y al planeta entero, en tierra de nadie pero con la capacidad de desnivelar la balanza, queda la socialdemocracia, que ante la duda suele tomar partido por los primeros, y cuyos dirigentes forman parte de esa élite que toma y aplica las decisiones que conducen al desastre. ¿Hasta cuándo?
http://politocracia.es/la-utilidad-de-lo-inutil/
En medio de la banalidad mediática triunfante, aderezada en estos días por la agonía del dragón Cebrián y por las patéticas luchas internas de los partidos políticos, peleas por el poder disfrazadas de combates ideológicos; en medio también de esa fantástica nacionalización de las autopistas radiales ruinosas, ejercicio de virtud neoliberal-comunista que no debería escandalizarnos tanto como el ya consolidado rescate bancario; en medio, cómo no, del consumismo rampante propio de las navidades, surgen como un soplo de brisa fresca las lecciones contenidas en el librito La utilidad de lo inútil, del filósofo italiano Nuccio Ordine. Veamos un ejemplo de su diagnóstico:
“Los bancos y los acreedores reclaman implacablemente, como Shylock en El mercader de Venecia , la libra de carne viva de quien no puede restituir la deuda. Así, con crueldad, muchas empresas (que se han aprovechado durante décadas de la privatización de los beneficios y la socialización de las pérdidas) despiden a los trabajadores, mientras los gobiernos suprimen los empleos, la enseñanza, la asistencia social a los discapacitados y la sanidad pública. El derecho a tener derechos queda sometido a la hegemonía del mercado, con el riesgo progresivo de eliminar cualquier forma de respeto por la persona. Transformando a los hombres en mercancías y dinero, este perverso mecanismo económico ha dado vida a un monstruo, sin patria y sin piedad, que acabará negando también a las futuras generaciones toda forma de esperanza”.
¿Y cuál es el tratamiento que receta Ordine para resquebrajar el pensamiento único y dominante que consume toda esperanza? Las tareas inútiles, los saberes sin aparente aplicación práctica, los comportamientos que carecen de beneficio económico inmediato:
“Sólo el saber puede desafiar una vez más las leyes del mercado. Yo puedo poner en común con los otros mis conocimientos sin empobrecerme. Puedo enseñar a un alumno la teoría de la relatividad o leer junto a él una página de Montaigne dando vida al milagro de un proceso virtuoso en el que se enriquece, al mismo tiempo, quien da y quien recibe”.
¿Para qué sirve lo inútil, de qué sirve leer a Montaigne, entender la teoría de la relatividad, visitar el Museo del Prado, escuchar a Miles Davis, contemplar un bosque o escribir, salvando las distancias, para Politocracia? Para nada, es decir, para todo lo que importa. En palabras de Eugène Ionesco: “Si no se comprende la utilidad de lo inútil, la inutilidad de lo útil, no se comprende el arte. Y un país en donde no se comprende el arte es un país de esclavos o de robots, un país de gente desdichada, de gente que no ríe, un país sin espíritu; donde no hay risa, hay cólera y odio”.
Ante esta situación insostenible que nos hemos dado todos, en la cual reina la dictadura de los mercados o, como dice el propio Ordine, la democracia comercial, hay dos salidas que se contraponen, a pesar de los denodados esfuerzos del poder por confundirlas en una sola mediante la burda etiqueta de populistas: el fascismo y el humanismo. El primero echa la culpa de la pobreza a los todavía más pobres, a los excluidos, a los inmigrantes, a las mujeres; el segundo señala a los realmente culpables, a quienes toman y aplican las decisiones: la élite política y empresarial, y propone soluciones que no pasan exclusivamente por lo político, puesto que el cambio exterior y colectivo ha de estar acompañado de un cambio interior e individual que nos sitúe por encima de nuestras propias mezquindades.
En esta encrucijada entre quienes impulsan el neofascismo como última vuelta de tuerca del orden establecido, y quienes colocan al ser humano por encima de un sistema monstruoso que devora a sus hijos y al planeta entero, en tierra de nadie pero con la capacidad de desnivelar la balanza, queda la socialdemocracia, que ante la duda suele tomar partido por los primeros, y cuyos dirigentes forman parte de esa élite que toma y aplica las decisiones que conducen al desastre. ¿Hasta cuándo?
http://politocracia.es/la-utilidad-de-lo-inutil/
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domingo, 9 de octubre de 2016
PENSADORES DEL 21 José Luis Villacañas: “La crisis del PSOE tiene su origen en la ruptura de su vínculo con la inteligencia”. El pensador, catedrático de Filosofía de la Complutense, advierte del peligro de procesos de burocratización y estrechamiento intelectual de partidos como el PSOE. “Cuando se mata la inteligencia de un país, el proceso es irreversible”.
“Y volverán a pasar las ovejas ante la mano del que las cuenta”
Jeremías, 33, 13
Prefiere, humilde, las citas de otros a las suyas propias. Y existen millones de referencias del pensador, historiador, poeta y filósofo, de extensísima bibliografía que abarca tesis, ensayos, novelas, artículos periodísticos o memorias. Como las que encabezan esa cita bíblica de Jeremías, La mano del que cuenta, en las que el narrador, modesto, tampoco se explica a sí mismo, sino las vivencias de una familia de campesinos andaluces que marcaron su existencia: “Max Weber decía que la peor condición social de todas es la del campesino. Mi padre se aferró a su trozo de tierra en el que encontró la doble condición de la libertad absoluta y la esclavitud total. A esas virtudes le debo todo lo que soy: la vinculación libre a la filosofía que es, a la vez, autoesclavización y resistencia. La manía de leer es tan pulsional como la de arar. Yo no sé leer sin subrayar y creo que es en la lectura donde dejo la huella que deja el arado”.
Hoy José Luis Villacañas (Úbeda, 1955) ara frente a un ordenador de un sobrio despacho de la facultad de Filosofía de la Complutense en la que sorprende una enorme pancarta: "Filosofía no se cierra". Por ahí, por el difícil porvenir de las humanidades, empieza el discurso del catedrático, director del Departamento de Historia de la Filosofía: “A la especie humana le cuesta mucho aprender. Es muy sintomático que se pongan en cuestión las humanidades cuando se están observando por doquier los devastadores efectos de las sociedades poco formadas, poco reflexivas, poco capaces de orientarse en su propia historia. El fundamentalismo, el populismo, el nacionalismo fanático, solo se curan con las humanidades. Y sin embargo, ante ese precipicio, la respuesta es más barbarie e incapacidad de hacernos con nuestro propio legado cultural”.
A pesar de la humildad de su entorno, él dice que tuvo la “inmensa fortuna” de educarse en el colegio de la Sagrada Familia de Úbeda, en el que iban a morir los jesuitas de La Sapienza de Roma, gentes de “extraordinario valor intelectual”, que “hicieron creer a mi familia –renueva su modestia- que yo tenía cierto horizonte”. Y vaya si lo tenía. En la Universidad de Valencia se licenció gracias a una beca que le costeó carrera, manutención y estancia en el centenario colegio mayor San Juan de Ribera, “un palacio construido en el s XVI sobre la fortaleza musulmana de Burjassot, un sueño para cualquiera”. Y de allí salió licenciado, casado y kantiano.
Vuelve a sus orígenes para explicar el porqué de su tesis y sus decenas de ensayos sobre Immanuel Kant. “En el hablar de la gente de mi entorno social, de mi abuelo, de mi padre, se reiteraba la expresión ‘esto no es de ley’. Un querido amigo lo identificó en mis memorias y dijo -y es lo más bonito que han dicho nunca de mí- ‘Ahora comprendemos por qué José Luis tenía que dedicarse a Kant’. Ya era un kantiano incluso antes de saber quién era Kant’”. Eran los años previos a la muerte de Franco, “el ambiente intelectual estaba dominado por la escolástica católica y el marxismo, dos formas residuales del enfrentamiento español, de las dos Españas”. Frente a eso, el estudioso pensó que “el país necesitaba hacerse fuerte en una condición moderna y Kant significaba la modernidad crítica pero perpetuadora de valores como la libertad individual, el sentido del deber, la estructura democrática… una tercera España”.
“Hoy soy un viejo kantiano decepcionado”, continua después de la interrupción de una jovencísima alumna de mirada temerosa. “Creía que la Ilustración era abrir los ojos, pero no basta con abrir los ojos. Mi último libro kantiano se titula así Dificultades con la Ilustración. Pensábamos que iba a correr más y no ha corrido tanto. De hecho, todo lo que está pasando en España forma parte de un estancamiento intelectual que empieza a registrarse en el segundo mandato de Aznar, en el momento en el que España se siente satisfecha. El defecto histórico de este país siempre ha sido ese: sentirse satisfecho demasiado pronto. Ahí está el origen de todos nuestros males”.
“¿Hablamos de Pedro Sánchez, de Susana Díaz?” y ríe Villacañas con la pregunta. Una risa breve, de segundos. Enseguida le cambia el rostro al filósofo que confiesa, por tradición familiar, su cercanía al Partido Socialista. “La crisis del PSOE tiene su origen en la ruptura de su vínculo con la inteligencia. Antes, cualquiera que tenía algo que decir lo canalizaba colaborando con el PSOE, pero a partir de los 80 el partido fue expulsando de su seno todo lo que tenía que ver con la intelectualidad, fue estrechando la capacidad de integración y generando una lógica de ‘alto cargo’. Todo el que se acercaba al PSOE, yo entre ellos, era sospechoso de buscar el botín. Aquello construyó un partido burocrático, sin ideas, sin frescura y sin capacidad de conectar”.
Y advierte de que procesos como el del PSOE, que extiende a otros partidos, no tienen vuelta atrás: “Cuando se mata la inteligencia de un país, el proceso es irreversible; la siguiente generación será una generación desnortada”, afirma. Exceptúa a Podemos y lo explica con lo que día a día observa en el campus o en su facultad. “Aquí cualquiera se avergonzaría de decir que pertenece al PSOE o al PP. El que se siente vivo explora la posibilidad que tiene de emplear su inteligencia alrededor de Podemos, o de gente como Iñigo Errejón que permite que la inteligencia opere a su lado”.
Con el número dos de la formación de Iglesias debatió no hace demasiado sobre su penúltimo libro ‘Populismo’, un ensayo en el que el filósofo se distancia de Ernesto Laclau y de su “operación de laboratorio, una idea tecnificada” a la que opone la tradición política, contrastada en la práctica, del republicanismo. “La tesis del libro es que el populismo es una comunidad de salvación en tiempos en los que no existe salvación. Está justificado como reacción, porque politiza las sociedades frente a la despolitización del neoliberalismo. Pero si el populismo quiere ser algo más que un muro de contención temporal tiene que estar en condiciones de canalizar la pasión política hacia el republicanismo, que sí tiene una teoría económica, social e institucional alternativa al neoliberalismo”.
Y así, como quien no quiere la cosa, entra de lleno Villacañas en el debate entre las dos corrientes de Podemos: “la que se da cuenta de que estamos volviendo a la normalidad, que está pasando el momento de la dureza política, y considera que hay que impedir que ese regresar a la normalidad sea volver a las manos del neoliberalismo. Y otra que apuesta por mantener la lógica populista en el sentido de enfrentamiento rígido, politización dura, con la idea de que eso avanzará hacia la crisis orgánica. Y eso es un error”, sentencia.
“La teoría real es que la crisis política siempre es consecuencia, no causa. Por mucho que tengas un discurso radicalizado, si se vuelve a una zona de mayor tranquilidad social, eso no va a prender y vas a perder una oportunidad”. Y cree el pensador que no estamos para perder oportunidades, que hay mucho que cambiar en lo que califica como “la dictadura de gobierno con la que España ha estabilizado la Transición y la democracia”. Y por poner algunos ejemplos, se despacha contra “el actual parlamentarismo, inexistente y estéril” o el poder judicial, mientras reclama una transformación del poder territorial y una reforma de la Constitución de corte federal.
De ello habla en ‘Historia del poder político en España’, en el que explica como España se constituyó como Estado, no como nación, a partir del Tribunal de la Inquisición. Pero hay una joven estudiante de mirada temerosa, que lleva una hora aguardando en la puerta de su despacho, y una clase a la que atender a partir de la una. El jueves el catedrático no estará para nadie más que para aquella mujer que conoció cuando era becario en un colegio mayor de Valencia y para los dos hijos de la pareja, profesores universitarios también. “Estoy tres días en la facultad y después me pierdo, desaparezco, para estudiar y escribir”. Es decir: para arar esa tierra que le apasiona y lo esclaviza como es la Filosofía.
http://www.publico.es/culturas/jose-luis-villacanas-crisis-del.html
domingo, 26 de junio de 2016
Dudan
Belén Gopegui
Diagonal
Van a votar, contra un PP previsible y un PSOE entregado a Ciudadanos. No es casi nada un voto. Pero existe. Por lo demás, ahora ya saben que la lucha no se delega.
Dudan. Porque lo vieron entonces y creen volver a verlo ahora. Era el año 82, algo iba a cambiar. Los votos iban a traer otras relaciones sociales y económicas. Y votaron, y se desencadenó un proceso de engaño y miedo. Un miedo deshonesto, inconfesable, pues a grandes rasgos resultaba conveniente y conducía al yate y a la OTAN, al enriqueceos y a la comodidad de quien se apoya en espaldas ajenas.
Empezó Mitterrand nacionalizando unas cuantas empresas hasta que le dijeron basta. El PSOE no pudo siquiera lograr que algunos médicos del sistema público dejasen de trabajar además en la sanidad privada, detrayendo recursos. Lo intentó. Hubo otras muchas cosas, miles, que no llegó a intentar. Y nunca dijo que si hubiera avanzado más habría recibido presiones y habría tenido que movilizar a un electorado que, desde su punto de vista, prefería estar de fiesta.
Dudan. Miran a esos cargos del PSOE que odian de antemano lo que va a venir y quieren que su partido haga cualquier cosa menos intentar ser lo que un día dijo querer ser. Miran a quienes estrenan voto para que algo cambie. ¿Y si no cambia? No son cínicos, ni cínicas.
Piensan, con racionalidad, que las instituciones de la Ilustración son un buen modo de organizar a una sociedad en equilibrio, pero no son el modo suficiente para corregir el desequilibrio de partida: funcionan cuando el poder está dividido. Cuando no lo está, cuando la mayor parte radica en las grandes empresas que poseen el privilegio de dar o quitar trabajo, las instituciones quedan condenadas a gestionar, mejor o peor, lo que hay. A no ser que el poder de las grandes empresas encuentre un contrapeso.
Dudan. Barajan abstenerse. Esperar con el ya te lo dije en los labios. Luego piensan que no estamos en el 82. La degradación ambiental y el agotamiento de los recursos es tan cierta que no intentar nada sería un asesinato; el feminismo aun cuando siga siendo apartado, negado, no va a volver atrás, pues una cosa es la espuma a la que se permite asomar a la superficie y otra la conciencia y la fuerza de las mujeres; la explotación es más visible; si el miedo se repitiera no sería el mismo, llovería sobre mojado y el miedo encontraría respuesta.
Van a votar, contra un PP previsible y un PSOE entregado a Ciudadanos. No es casi nada un voto. Pero existe. Por lo demás, ahora ya saben que la lucha no se delega.
Fuente: https://www.diagonalperiodico.net/culturas/30747-dudan.html
Diagonal
Van a votar, contra un PP previsible y un PSOE entregado a Ciudadanos. No es casi nada un voto. Pero existe. Por lo demás, ahora ya saben que la lucha no se delega.
Dudan. Porque lo vieron entonces y creen volver a verlo ahora. Era el año 82, algo iba a cambiar. Los votos iban a traer otras relaciones sociales y económicas. Y votaron, y se desencadenó un proceso de engaño y miedo. Un miedo deshonesto, inconfesable, pues a grandes rasgos resultaba conveniente y conducía al yate y a la OTAN, al enriqueceos y a la comodidad de quien se apoya en espaldas ajenas.
Empezó Mitterrand nacionalizando unas cuantas empresas hasta que le dijeron basta. El PSOE no pudo siquiera lograr que algunos médicos del sistema público dejasen de trabajar además en la sanidad privada, detrayendo recursos. Lo intentó. Hubo otras muchas cosas, miles, que no llegó a intentar. Y nunca dijo que si hubiera avanzado más habría recibido presiones y habría tenido que movilizar a un electorado que, desde su punto de vista, prefería estar de fiesta.
Dudan. Miran a esos cargos del PSOE que odian de antemano lo que va a venir y quieren que su partido haga cualquier cosa menos intentar ser lo que un día dijo querer ser. Miran a quienes estrenan voto para que algo cambie. ¿Y si no cambia? No son cínicos, ni cínicas.
Piensan, con racionalidad, que las instituciones de la Ilustración son un buen modo de organizar a una sociedad en equilibrio, pero no son el modo suficiente para corregir el desequilibrio de partida: funcionan cuando el poder está dividido. Cuando no lo está, cuando la mayor parte radica en las grandes empresas que poseen el privilegio de dar o quitar trabajo, las instituciones quedan condenadas a gestionar, mejor o peor, lo que hay. A no ser que el poder de las grandes empresas encuentre un contrapeso.
Dudan. Barajan abstenerse. Esperar con el ya te lo dije en los labios. Luego piensan que no estamos en el 82. La degradación ambiental y el agotamiento de los recursos es tan cierta que no intentar nada sería un asesinato; el feminismo aun cuando siga siendo apartado, negado, no va a volver atrás, pues una cosa es la espuma a la que se permite asomar a la superficie y otra la conciencia y la fuerza de las mujeres; la explotación es más visible; si el miedo se repitiera no sería el mismo, llovería sobre mojado y el miedo encontraría respuesta.
Van a votar, contra un PP previsible y un PSOE entregado a Ciudadanos. No es casi nada un voto. Pero existe. Por lo demás, ahora ya saben que la lucha no se delega.
Fuente: https://www.diagonalperiodico.net/culturas/30747-dudan.html
miércoles, 13 de enero de 2016
El coco
“Los hombres nacen bajo el yugo, y, criados y educados después en la servidumbre, sin mirar más allá, se acomodan a vivir tal y como han nacido; sin pensar disponer de otro bien ni de otro derecho que aquellos que han encontrado, aceptan la situación en que han nacido como condición natural.”
Étienne de La Boétie, Sobre la servidumbre voluntaria, 1548.
Algunos de los cientos de miles de españoles que vivimos en el extranjero hemos vuelto a casa para votar en las elecciones y el horizonte que hemos encontrado en provincias es desolador. Los partidos de siempre, los del “si usted lo dice… señorito” de Delibes, han arrasado en regiones asoladas por el paro, la pobreza y la emigración, como si todo lo que nos pasase fuera un castigo a nuestra particularidad endémica. Ninguna estadística ni encuesta señala una buena situación económica, social o política, ningún ciudadano siente que su territorio prospera. En los pueblos pequeños doblan a diario las campanas y las calles principales de las capitales extremeñas están plagadas de “Se traspasa”, con miles de jóvenes preparándose oposiciones que no se convocarán con el mismo ímpetu que antes se rezaba a San Antonio. Vivimos en una constante decadencia soportada sólo por la expectativa de un milagro, en forma de lotería o de oposición, un cruce del destino que nos garantice la supervivencia en la mediocridad cotidiana. Sin embargo, elección tras elección, elegimos a los mismos gobernantes, a nuestros “señoritos”, movidos por un secreto afán sociológico de perpetuar en el poder al cacique sin valorar su gestión.
Desde fuera las cosas se ven bastante claras: gobiernos corruptos e inmorales sin ningún aprecio por el estado ni por la ciudadanía llevan años repartiéndose cargos y prebendas. Estos partidos-mafia, aplaudidos y refrendados electoralmente cada cuatro años por una ciudadanía complaciente: “lo que usted diga, señorito…”, han puesto a su servicio todo el poder de las instituciones para vender y arruinar el país en nombre de un nacionalismo mal entendido, resignificado en la órbita de las narrativas hasta el punto de identificar la patria con intereses privados. A partir de complejos sistemas imaginarios proyectados por los medios de comunicación –que subsisten a veces por la “generosidad” de partido o por el interés de grupos de poder en el control de la opinión-, han inoculado el mensaje de la no alternativa o de la seriedad de estado frente a la inexperiencia o el peligro.
Cánovas arriba y Cánovas abajo, no hay conversación en la que se haya justificado el voto a PPSOE a partir de la gestión, sino que la sombra de Podemos ha actuado como agente movilizador. Estos días he escuchado barbaridades que no superan la condición de falacia, pero por su fortaleza ejemplarizante construyen modelos dicotómicos. Dos señores decían que por la ley electoral Podemos había tenido más diputados de los que le correspondían, que lo “habían oído”; otros, que Podemos iba a expropiarnos las casas; en la pescadería unas señoras hablaban que el “coletas” iba a quitar las pensiones; y unos jóvenes “habían leído” que unas mujeres de Podemos habían profanado una iglesia y habían introducido en su vagina Formas Consagradas. Como sabrán, todas estas informaciones son falsas, pero atemorizan más si cabe a una sociedad precarizada. Que tenga que aclarar el alcalde de Valencia que no va a prohibir la paella desmintiendo una noticia dice mucho de nuestra cultura política y nutre las memorias del cine nacional, de Berlanga a Cuerda. La lectura codifica los mensajes políticos en la prensa y de esta forma defender el referéndum en Cataluña equivale a pedir su independencia; cobrar el IBI a la Iglesia se transforma con el teléfono “escacharrao” en la quema de conventos y la violación de monjas, “que lo he oído o lo he escuchado, señorito…”; subir impuestos a las grandes fortunas se convierte en quitar las pensiones y expropiar casas; y así hasta un sinfín de disparates que culminan en el aquelarre de podemitas desnudas y hombres con coleta copulando con el diablo las noches de luna llena. Un jefe de mesa me comentó asombrado: “pues estuve con una de interventora de Podemos y era maja y pacífica, una cosa muy extraña…” Si alguno de los “¿está bien, señorito?” se hubiera preocupado al menos de informarse comprobaría atónito que Podemos lo conforman principalmente personas de mediana edad, médicos, profesores y funcionarios, con presencia también importante de jóvenes de alta cualificación académica, ciudadanos con experiencia en asociaciones sociales e incluso cristianos de base. Pero no importa, porque la maquinaría mediática ha funcionado y más en provincias que languidecen a la espera.
No he vivido la guerra civil, pero estos días he comprendido aquel lamento de Max Aub en Campo de los Almendros. Y ahora sé que estos optimistas –no sólo de Podemos-, buscadores del bien común, desinteresados y justos, “son lo mejor de España”, los únicos que de verdad se han alzado sin fuerzas contra una economía que mata, insolidaria y esclavista, y contra una clase política que del poder ha hecho opresión y de la responsabilidad, corrupción. “Por la sola justicia, cada uno a su modo, como han podido, sin que les importara su comodidad, su familia, su dinero”, lo han intentado con dignidad. Éstos, “no lo olvides”, imperfectos y contradictorios, son “lo mejor de España.” Una España maltrecha y decente que volverá por mera inercia generacional, aunque seamos en provincias los últimos en verla aparecer.
César Rina in Artículo
Étienne de La Boétie, Sobre la servidumbre voluntaria, 1548.
Algunos de los cientos de miles de españoles que vivimos en el extranjero hemos vuelto a casa para votar en las elecciones y el horizonte que hemos encontrado en provincias es desolador. Los partidos de siempre, los del “si usted lo dice… señorito” de Delibes, han arrasado en regiones asoladas por el paro, la pobreza y la emigración, como si todo lo que nos pasase fuera un castigo a nuestra particularidad endémica. Ninguna estadística ni encuesta señala una buena situación económica, social o política, ningún ciudadano siente que su territorio prospera. En los pueblos pequeños doblan a diario las campanas y las calles principales de las capitales extremeñas están plagadas de “Se traspasa”, con miles de jóvenes preparándose oposiciones que no se convocarán con el mismo ímpetu que antes se rezaba a San Antonio. Vivimos en una constante decadencia soportada sólo por la expectativa de un milagro, en forma de lotería o de oposición, un cruce del destino que nos garantice la supervivencia en la mediocridad cotidiana. Sin embargo, elección tras elección, elegimos a los mismos gobernantes, a nuestros “señoritos”, movidos por un secreto afán sociológico de perpetuar en el poder al cacique sin valorar su gestión.
Desde fuera las cosas se ven bastante claras: gobiernos corruptos e inmorales sin ningún aprecio por el estado ni por la ciudadanía llevan años repartiéndose cargos y prebendas. Estos partidos-mafia, aplaudidos y refrendados electoralmente cada cuatro años por una ciudadanía complaciente: “lo que usted diga, señorito…”, han puesto a su servicio todo el poder de las instituciones para vender y arruinar el país en nombre de un nacionalismo mal entendido, resignificado en la órbita de las narrativas hasta el punto de identificar la patria con intereses privados. A partir de complejos sistemas imaginarios proyectados por los medios de comunicación –que subsisten a veces por la “generosidad” de partido o por el interés de grupos de poder en el control de la opinión-, han inoculado el mensaje de la no alternativa o de la seriedad de estado frente a la inexperiencia o el peligro.
Cánovas arriba y Cánovas abajo, no hay conversación en la que se haya justificado el voto a PPSOE a partir de la gestión, sino que la sombra de Podemos ha actuado como agente movilizador. Estos días he escuchado barbaridades que no superan la condición de falacia, pero por su fortaleza ejemplarizante construyen modelos dicotómicos. Dos señores decían que por la ley electoral Podemos había tenido más diputados de los que le correspondían, que lo “habían oído”; otros, que Podemos iba a expropiarnos las casas; en la pescadería unas señoras hablaban que el “coletas” iba a quitar las pensiones; y unos jóvenes “habían leído” que unas mujeres de Podemos habían profanado una iglesia y habían introducido en su vagina Formas Consagradas. Como sabrán, todas estas informaciones son falsas, pero atemorizan más si cabe a una sociedad precarizada. Que tenga que aclarar el alcalde de Valencia que no va a prohibir la paella desmintiendo una noticia dice mucho de nuestra cultura política y nutre las memorias del cine nacional, de Berlanga a Cuerda. La lectura codifica los mensajes políticos en la prensa y de esta forma defender el referéndum en Cataluña equivale a pedir su independencia; cobrar el IBI a la Iglesia se transforma con el teléfono “escacharrao” en la quema de conventos y la violación de monjas, “que lo he oído o lo he escuchado, señorito…”; subir impuestos a las grandes fortunas se convierte en quitar las pensiones y expropiar casas; y así hasta un sinfín de disparates que culminan en el aquelarre de podemitas desnudas y hombres con coleta copulando con el diablo las noches de luna llena. Un jefe de mesa me comentó asombrado: “pues estuve con una de interventora de Podemos y era maja y pacífica, una cosa muy extraña…” Si alguno de los “¿está bien, señorito?” se hubiera preocupado al menos de informarse comprobaría atónito que Podemos lo conforman principalmente personas de mediana edad, médicos, profesores y funcionarios, con presencia también importante de jóvenes de alta cualificación académica, ciudadanos con experiencia en asociaciones sociales e incluso cristianos de base. Pero no importa, porque la maquinaría mediática ha funcionado y más en provincias que languidecen a la espera.
No he vivido la guerra civil, pero estos días he comprendido aquel lamento de Max Aub en Campo de los Almendros. Y ahora sé que estos optimistas –no sólo de Podemos-, buscadores del bien común, desinteresados y justos, “son lo mejor de España”, los únicos que de verdad se han alzado sin fuerzas contra una economía que mata, insolidaria y esclavista, y contra una clase política que del poder ha hecho opresión y de la responsabilidad, corrupción. “Por la sola justicia, cada uno a su modo, como han podido, sin que les importara su comodidad, su familia, su dinero”, lo han intentado con dignidad. Éstos, “no lo olvides”, imperfectos y contradictorios, son “lo mejor de España.” Una España maltrecha y decente que volverá por mera inercia generacional, aunque seamos en provincias los últimos en verla aparecer.
César Rina in Artículo
miércoles, 1 de mayo de 2013
Gran Bretaña. Llamamiento a crear un partido de izquierda.
Ken Loach, Kate Hudson, Gilbert Achcar. Viento Sur.
[The Spirit of ´45 (El espíritu del 45), la nueva película de Ken Loach es un documental, basado en imágenes de archivo, que relata el nacimiento del estado del bienestar en el Reino Unido al final de la guerra, bajo el mandato del gobierno laborista de Clement Attlee. Aquel período estuvo marcado por una ola de nacionalizaciones sin precedentes -y sin equivalencia en los países occidentales- así como por la creación del NHS, (el sistema público de salud), entre otras cosas.
El estreno de la película, el pasado mes, en las pantallas británicas ha dado ocasión a una verdadera gira de reuniones públicas: muy rápidamente las discusiones se han centrado en el balance del estado del bienestar, los ataques actuales que intentan desmantelarlo, la deriva derechista del Partido Laborista. Y la necesidad de un nuevo partido...
Es ésta una preocupación que en un primer momento fue desarrollada por Ken Loach en varias entrevistas, entre ellas la concedida a la página Open Democracy:
“Si los sindicatos dicen que vamos a hacer lo que hicimos hace un siglo, que vamos a fundar un partido para representar los intereses del mundo del trabajo y que no apoyaremos más que a los candidatos que defiendan una política de izquierdas, entonces podremos reemprender nuestra marcha hacia adelante. Pero tenemos necesidad de un nuevo partido y de un nuevo movimiento (...). En las últimas elecciones internas a la dirección del Partido Laborista, no había siquiera un candidato que representara a la izquierda de ese partido. Y es que ese partido ha sufrido las purgas realizadas por Blair y su sector. Los sindicatos deben cortar los lazos (con él) y volver a empezar con todos los que se sitúan en la izquierda, con quienes se implican en campañas militantes, en defensa del NHS, a favor de la vivienda, los servicios sociales. Con toda esa gente...”
Este “llamamiento” informal, repetido en numerosas páginas web -entre ellas la de Socialist Resistence, la organización británica de la Cuarta Internacional- se ha convertido rápidamente en un verdadero llamamiento, una petición que ha recogido ya más de 7.000 firmas. Este fenómeno ha desembocado en la creación de una red -LeftUnity- dotada de grupos de base que debaten sobre la creación de un nuevo partido.
La cuestión de un nuevo partido no está, por otra parte, limitada a las discusiones de los círculos de la izquierda revolucionaria, donde el llamamiento de Ken Loach no va a dejar de provocar movimientos. Se ha abierto al debate político británico, en particular gracias a la publicación en el Guardian de una tribuna firmada por Ken Loach, Kate Hudson (secretaria general del CND, la campaña por el desarme nuclear) y Gilbert Achcar (académico y ensayista) cuya traducción publicamos a continuación.
François Coustal]
El Partido Laborista nos ha traicionado. Necesitamos un nuevo partido de izquierda
Gran Bretaña necesita de un partido que rechace las políticas neoliberales y mejore la vida de la gente corriente. ¡Ayudadnos a crearlo!
Ken Loach, Kate Hudson, Gilbert Achcar
La austeridad agrava la catástrofe económica que sufre Europa, como ocurrió muy recientemente a la población chipriota, pero George Osborne /1 prosigue la misma política desastrosa. El presupuesto anunciado la semana pasada no es una sorpresa: Osborne ha anunciado todavía más recortes presupuestarios así como la extensión del bloqueo de los salarios en el sector público, lo que significa un descenso del poder adquisitivo. Nos hunde aún más profundamente en un agujero económico, como muestra la revisión de las previsiones de crecimiento dadas por la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria: una tasa de crecimiento del 0,6% en lugar del 1,2% inicialmente previsto. Esto se parece mucho a una nueva recesión y no al prometido crecimiento; y es la gente corriente la que paga su precio. La violencia de los ataques económicos del gobierno no conoce límites. En bienestar social, en los subsidios de desempleo, en los impuestos locales o los impuestos sobre las habitaciones desocupadas /2, aplica otras tantas políticas punitivas dirigidas contra los miembros más vulnerables de la sociedad.
Si se la juzgara en función de los objetivos que dice perseguir, se podría fácilmente afirmar que la política gubernamental es ineficaz: el déficit será superior en 61.500 millones de libras más de lo previsto (unos 73.000 millones de euros). Pero, por supuesto, la realidad es que las políticas de austeridad han sido concebidas para desmantelar el estado del bienestar, bajar los salarios y privatizar completamente la economía, destruyendo todas las conquistas económicas y sociales obtenidas por las capas populares desde la Segunda Guerra Mundial. Desde el punto de vista de lo que busca el gobierno, sus políticas son eficaces.
La sociedad va comprendiendo cada vez más lo que quiere realmente el gobierno y, en consecuencia, crece la oposición y se discuten alternativas en materia de política económica. La semana pasada, el Guardian ha publicado un llamamiento de 60 economistas que explican que lo peor está por venir: quedan aún el 80% de los recortes presupuestarios a realizar...
Esas políticas económicas alternativas están en debate, pero a nivel político ¿hacia donde podemos dirigirnos para que sean defendidas como partido? Si queremos luchar por una alternativa, ¿quién está de nuestra parte? En el pasado, muchos esperaban que el Partido Laborista actuara a nuestro favor y con nosotros; pero ese no es ya el caso. ¿El subsidio de desempleo? La semana pasada, el Partido Laborista se ha abstenido y ahora el gobierno puede excluir de él a un cuarto de millón de demandantes de empleo. ¿La tasa por las habitaciones desocupadas? ¿La abolirá algún gobierno laborista?
Tenemos necesidad de políticas que rechacen los recortes presupuestarios de los conservadores, que regeneren la economía y mejoren la vida de las capas populares. No obtendremos nada de todo eso del Partido Laborista. Esto no deja lugar a dudas: en el pasado, hubo algunos logros laboristas destacables, como el estado del bienestar, el servicio de salud pública, una economía redistributiva que hizo posibles niveles más altos que nunca en igualdad en la educación y la salud. Pero estos logros pertenecen ya al pasado. Hoy el Partido Laborista está del lado de los recortes presupuestarios y las privatizaciones. Él mismo desmantela su gran obra del pasado. El Partido Laborista nos ha traicionado. Nada lo muestra más claramente que la película El espíritu del 45.
El Partido Laborista británico no está solo en el giro a la derecha y la conversión a las políticas económicas neoliberales. Sus partidos hermanos en Europa han seguido el mismo camino desde hace dos decenios. Pero, en otras partes de Europa, nuevos partidos o nuevas coaliciones -como Syriza en Grecia o Die Linke en Alemania- han comenzado a ocupar el espacio que dejaron vacante y a ofrecer una alternativa política, una visión económica y social. Hay que acabar con la anomalía que deja a Gran Bretaña sin una alternativa política de izquierdas para defender el estado del bienestar, la inversión creadora de empleos, la vivienda y la educación, la transformación de la economía.
Por esta razón, llamamos al pueblo a unirse al debate para la fundación de un nuevo partido de izquierdas. La clase obrera no puede permanecer sin representación política, sin defensa, precisamente cuando todas sus victorias y todas sus conquistas están siendo destruidas.
Notas :
1/ Ministro de Economía y Finanzas del gobierno Cameron
2/ No es realmente un impuesto aunque haya sido bautizado como “el impuesto de dormitorio". Es un invento del gobierno que quita dinero de las ayudas de la seguridad social por cada habitación vacía que tienen en su domicilio personas con pocos recursos. Es una forma de obligar a los pobres que reciben subsidio de alquiler a ir buscando viviendas mas pequeñas. Fue introducido al mismo tiempo que se redujo del 50 al 45 por ciento en la tasa de IRPF para los mas ricos (ndt).
http://www.guardian.co.uk/commentis...
http://www.gauche-anticapitaliste.org/content/grande-bretagne-lappel-de-ken-loach
Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR
Fuente: http://www.vientosur.info/spip.php?article7921
[The Spirit of ´45 (El espíritu del 45), la nueva película de Ken Loach es un documental, basado en imágenes de archivo, que relata el nacimiento del estado del bienestar en el Reino Unido al final de la guerra, bajo el mandato del gobierno laborista de Clement Attlee. Aquel período estuvo marcado por una ola de nacionalizaciones sin precedentes -y sin equivalencia en los países occidentales- así como por la creación del NHS, (el sistema público de salud), entre otras cosas.
El estreno de la película, el pasado mes, en las pantallas británicas ha dado ocasión a una verdadera gira de reuniones públicas: muy rápidamente las discusiones se han centrado en el balance del estado del bienestar, los ataques actuales que intentan desmantelarlo, la deriva derechista del Partido Laborista. Y la necesidad de un nuevo partido...
Es ésta una preocupación que en un primer momento fue desarrollada por Ken Loach en varias entrevistas, entre ellas la concedida a la página Open Democracy:
“Si los sindicatos dicen que vamos a hacer lo que hicimos hace un siglo, que vamos a fundar un partido para representar los intereses del mundo del trabajo y que no apoyaremos más que a los candidatos que defiendan una política de izquierdas, entonces podremos reemprender nuestra marcha hacia adelante. Pero tenemos necesidad de un nuevo partido y de un nuevo movimiento (...). En las últimas elecciones internas a la dirección del Partido Laborista, no había siquiera un candidato que representara a la izquierda de ese partido. Y es que ese partido ha sufrido las purgas realizadas por Blair y su sector. Los sindicatos deben cortar los lazos (con él) y volver a empezar con todos los que se sitúan en la izquierda, con quienes se implican en campañas militantes, en defensa del NHS, a favor de la vivienda, los servicios sociales. Con toda esa gente...”
Este “llamamiento” informal, repetido en numerosas páginas web -entre ellas la de Socialist Resistence, la organización británica de la Cuarta Internacional- se ha convertido rápidamente en un verdadero llamamiento, una petición que ha recogido ya más de 7.000 firmas. Este fenómeno ha desembocado en la creación de una red -LeftUnity- dotada de grupos de base que debaten sobre la creación de un nuevo partido.
La cuestión de un nuevo partido no está, por otra parte, limitada a las discusiones de los círculos de la izquierda revolucionaria, donde el llamamiento de Ken Loach no va a dejar de provocar movimientos. Se ha abierto al debate político británico, en particular gracias a la publicación en el Guardian de una tribuna firmada por Ken Loach, Kate Hudson (secretaria general del CND, la campaña por el desarme nuclear) y Gilbert Achcar (académico y ensayista) cuya traducción publicamos a continuación.
François Coustal]
El Partido Laborista nos ha traicionado. Necesitamos un nuevo partido de izquierda
Gran Bretaña necesita de un partido que rechace las políticas neoliberales y mejore la vida de la gente corriente. ¡Ayudadnos a crearlo!
Ken Loach, Kate Hudson, Gilbert Achcar
La austeridad agrava la catástrofe económica que sufre Europa, como ocurrió muy recientemente a la población chipriota, pero George Osborne /1 prosigue la misma política desastrosa. El presupuesto anunciado la semana pasada no es una sorpresa: Osborne ha anunciado todavía más recortes presupuestarios así como la extensión del bloqueo de los salarios en el sector público, lo que significa un descenso del poder adquisitivo. Nos hunde aún más profundamente en un agujero económico, como muestra la revisión de las previsiones de crecimiento dadas por la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria: una tasa de crecimiento del 0,6% en lugar del 1,2% inicialmente previsto. Esto se parece mucho a una nueva recesión y no al prometido crecimiento; y es la gente corriente la que paga su precio. La violencia de los ataques económicos del gobierno no conoce límites. En bienestar social, en los subsidios de desempleo, en los impuestos locales o los impuestos sobre las habitaciones desocupadas /2, aplica otras tantas políticas punitivas dirigidas contra los miembros más vulnerables de la sociedad.
Si se la juzgara en función de los objetivos que dice perseguir, se podría fácilmente afirmar que la política gubernamental es ineficaz: el déficit será superior en 61.500 millones de libras más de lo previsto (unos 73.000 millones de euros). Pero, por supuesto, la realidad es que las políticas de austeridad han sido concebidas para desmantelar el estado del bienestar, bajar los salarios y privatizar completamente la economía, destruyendo todas las conquistas económicas y sociales obtenidas por las capas populares desde la Segunda Guerra Mundial. Desde el punto de vista de lo que busca el gobierno, sus políticas son eficaces.
La sociedad va comprendiendo cada vez más lo que quiere realmente el gobierno y, en consecuencia, crece la oposición y se discuten alternativas en materia de política económica. La semana pasada, el Guardian ha publicado un llamamiento de 60 economistas que explican que lo peor está por venir: quedan aún el 80% de los recortes presupuestarios a realizar...
Esas políticas económicas alternativas están en debate, pero a nivel político ¿hacia donde podemos dirigirnos para que sean defendidas como partido? Si queremos luchar por una alternativa, ¿quién está de nuestra parte? En el pasado, muchos esperaban que el Partido Laborista actuara a nuestro favor y con nosotros; pero ese no es ya el caso. ¿El subsidio de desempleo? La semana pasada, el Partido Laborista se ha abstenido y ahora el gobierno puede excluir de él a un cuarto de millón de demandantes de empleo. ¿La tasa por las habitaciones desocupadas? ¿La abolirá algún gobierno laborista?
Tenemos necesidad de políticas que rechacen los recortes presupuestarios de los conservadores, que regeneren la economía y mejoren la vida de las capas populares. No obtendremos nada de todo eso del Partido Laborista. Esto no deja lugar a dudas: en el pasado, hubo algunos logros laboristas destacables, como el estado del bienestar, el servicio de salud pública, una economía redistributiva que hizo posibles niveles más altos que nunca en igualdad en la educación y la salud. Pero estos logros pertenecen ya al pasado. Hoy el Partido Laborista está del lado de los recortes presupuestarios y las privatizaciones. Él mismo desmantela su gran obra del pasado. El Partido Laborista nos ha traicionado. Nada lo muestra más claramente que la película El espíritu del 45.
El Partido Laborista británico no está solo en el giro a la derecha y la conversión a las políticas económicas neoliberales. Sus partidos hermanos en Europa han seguido el mismo camino desde hace dos decenios. Pero, en otras partes de Europa, nuevos partidos o nuevas coaliciones -como Syriza en Grecia o Die Linke en Alemania- han comenzado a ocupar el espacio que dejaron vacante y a ofrecer una alternativa política, una visión económica y social. Hay que acabar con la anomalía que deja a Gran Bretaña sin una alternativa política de izquierdas para defender el estado del bienestar, la inversión creadora de empleos, la vivienda y la educación, la transformación de la economía.
Por esta razón, llamamos al pueblo a unirse al debate para la fundación de un nuevo partido de izquierdas. La clase obrera no puede permanecer sin representación política, sin defensa, precisamente cuando todas sus victorias y todas sus conquistas están siendo destruidas.
Notas :
1/ Ministro de Economía y Finanzas del gobierno Cameron
2/ No es realmente un impuesto aunque haya sido bautizado como “el impuesto de dormitorio". Es un invento del gobierno que quita dinero de las ayudas de la seguridad social por cada habitación vacía que tienen en su domicilio personas con pocos recursos. Es una forma de obligar a los pobres que reciben subsidio de alquiler a ir buscando viviendas mas pequeñas. Fue introducido al mismo tiempo que se redujo del 50 al 45 por ciento en la tasa de IRPF para los mas ricos (ndt).
http://www.guardian.co.uk/commentis...
http://www.gauche-anticapitaliste.org/content/grande-bretagne-lappel-de-ken-loach
Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR
Fuente: http://www.vientosur.info/spip.php?article7921
martes, 19 de febrero de 2013
Teoría sobre Beatriz Talegón
Líbreme Marx de escribir que celebro las lágrimas de cocodrilo de Beatriz Talegón en la mani de ayer. Líbreme Lenin de cuestionar su integridad intelectual y moral. Líbreme Mao de usar palabras como OTAN, GAL, ETT, Yugoslavia, Afganistán, Libia o expresiones como reforma laboral, ERE irregular, reconversión industrial, rescate bancario, reforma constitucional exprés o Ley de Partidos.
Y líbreme Guevara de sospechar o intuir determinada estrategia populista al servicio de la cual la Talegón se deja manipular.
Tengo una teoría más plausible de lo que aquí está sucediendo.
Atención. Aunque Beatriz aparenta tener la misma edad que yo, nada más lejos de la realidad. ¿Han visto alguna vez Futurama? Pues eso es lo que le ha pasado a Beatriz Talegón: Ella vivía en la época de Pablo Iglesias, y le escuchó decir frases como “es cierto que aspiramos a llevar representantes de nuestras ideas al parlamento, pero jamás hemos creído que desde allí pueda destruirse el orden burgués y establecer el orden social que nosotros defendemos”. O: “este partido está en la legalidad mientras la legalidad le permita adquirir lo que necesita; fuera de la legalidad cuando ella no le permita realizar sus aspiraciones". O: “nosotros estamos dispuestos a vencer -¿se entiende?-, no a defendernos. A matar y a dejarnos matar. A todo”.
Pero, entonces, se produjo un misterioso accidente y Beatriz Talegón acabó criogenizada durante casi un siglo. Salió de la cámara y se fue directa a una manifestación en Madrid por el derecho a la vivienda. Y, pobre de ella, se encontró con que la gente (“violentos”, como los calificó después en La Sexta) la abucheaba por ser del PSOE. Acabó, pues, rompiendo a llorar, mientras la policía del régimen la escoltaba fuera de la manifestación.
Beatriz, yo te defiendo. Nadie te comprende, nadie sabe lo que estás sufriendo. Lo que pasa es que tú te has pasado los últimos 90 ó 100 años en una cámara de criogenia, y no sabes que ahora la sigla PSOE representa a los mismos que en tu época representaban Sagasta y el Partido Liberal.
En caso de que no hubieras pasado un siglo criogenizada, me alegraría de que te echen de las manifestaciones y de que llores, porque te lo mereces. Porque, si esa cámara de criogenia no existiera, tus lágrimas no podrían darme pena a la vez que las lágrimas de tantas familias desahuciadas por las leyes del suelo y el fomento de la especulación del PSOE, de tantos usuarios de servicios públicos recortados para pagar una deuda privada hecha pública por el PSOE mediante inyecciones de dinero a la banca, de tantos alumnos de institutos sin medios porque el dinero va a la miserable concertada que creó el PSOE, de tantos enfermos en hospitales con listas de espera infinitas por culpa de la ley 15/97 que abre la puerta a la privatización de la gestión hospitalaria y fue votada por PSOE y PP entre otros, de tantos jóvenes que no cotizan y no tienen convenio colectivo por culpa de la reforma laboral del PSOE o de tanto preso político por culpa de la Ley de Partidos votada por PSOE y PP (y el PA, por cierto) entre otros. En suma, de tanta gente que llora por culpa del PSOE.
Si no existiera esa cámara criogénica, tendría que decirte que las lágrimas de una pija con ínfulas de progre-guay y las lágrimas del pueblo al que dicha pija colabora en aplastar y oprimir no pueden darme pena simultáneamente, por lo que debo elegir. Y que una mujer que llora por no ser aplaudida por aquellos a los que hace llorar es una psicópata que debería estar encerrada con una camisa de fuerza.
Beatriz Talegón, sé que estás triste, como el niño de Inteligencia Artificial. Como él, deberías esperar millones de años, a ver si vuelves a ser feliz. A lo mejor si vuelves a tu cámara resulta que en algún punto de la historia vuelve a surgir algún partido que, casualmente, tenga de siglas PSOE y pretenda hacer alguna “revolución” (como dijiste en el congreso aquel).
Mientras tanto, tal vez deberías ir pensando en cambiar de partido.
¿O es que tienes miedo a ser abucheada allá donde tengas la desfachatez de aparecer?
¿O es que no eres más que una máscara y detrás acecha, como siempre, Emilio Botín?
¿O es que en el PSOE habéis tomado a la gente por gilipollas y ahora estáis cagados de miedo al ver que la cosa se os va de las manos…?
Fuente: Manuel Navarrete.
Lo que Beatriz Talegón no dijo y debería haber dicho, Vicenc Navarro
Y líbreme Guevara de sospechar o intuir determinada estrategia populista al servicio de la cual la Talegón se deja manipular.
Tengo una teoría más plausible de lo que aquí está sucediendo.
Atención. Aunque Beatriz aparenta tener la misma edad que yo, nada más lejos de la realidad. ¿Han visto alguna vez Futurama? Pues eso es lo que le ha pasado a Beatriz Talegón: Ella vivía en la época de Pablo Iglesias, y le escuchó decir frases como “es cierto que aspiramos a llevar representantes de nuestras ideas al parlamento, pero jamás hemos creído que desde allí pueda destruirse el orden burgués y establecer el orden social que nosotros defendemos”. O: “este partido está en la legalidad mientras la legalidad le permita adquirir lo que necesita; fuera de la legalidad cuando ella no le permita realizar sus aspiraciones". O: “nosotros estamos dispuestos a vencer -¿se entiende?-, no a defendernos. A matar y a dejarnos matar. A todo”.
Pero, entonces, se produjo un misterioso accidente y Beatriz Talegón acabó criogenizada durante casi un siglo. Salió de la cámara y se fue directa a una manifestación en Madrid por el derecho a la vivienda. Y, pobre de ella, se encontró con que la gente (“violentos”, como los calificó después en La Sexta) la abucheaba por ser del PSOE. Acabó, pues, rompiendo a llorar, mientras la policía del régimen la escoltaba fuera de la manifestación.
Beatriz, yo te defiendo. Nadie te comprende, nadie sabe lo que estás sufriendo. Lo que pasa es que tú te has pasado los últimos 90 ó 100 años en una cámara de criogenia, y no sabes que ahora la sigla PSOE representa a los mismos que en tu época representaban Sagasta y el Partido Liberal.
En caso de que no hubieras pasado un siglo criogenizada, me alegraría de que te echen de las manifestaciones y de que llores, porque te lo mereces. Porque, si esa cámara de criogenia no existiera, tus lágrimas no podrían darme pena a la vez que las lágrimas de tantas familias desahuciadas por las leyes del suelo y el fomento de la especulación del PSOE, de tantos usuarios de servicios públicos recortados para pagar una deuda privada hecha pública por el PSOE mediante inyecciones de dinero a la banca, de tantos alumnos de institutos sin medios porque el dinero va a la miserable concertada que creó el PSOE, de tantos enfermos en hospitales con listas de espera infinitas por culpa de la ley 15/97 que abre la puerta a la privatización de la gestión hospitalaria y fue votada por PSOE y PP entre otros, de tantos jóvenes que no cotizan y no tienen convenio colectivo por culpa de la reforma laboral del PSOE o de tanto preso político por culpa de la Ley de Partidos votada por PSOE y PP (y el PA, por cierto) entre otros. En suma, de tanta gente que llora por culpa del PSOE.
Si no existiera esa cámara criogénica, tendría que decirte que las lágrimas de una pija con ínfulas de progre-guay y las lágrimas del pueblo al que dicha pija colabora en aplastar y oprimir no pueden darme pena simultáneamente, por lo que debo elegir. Y que una mujer que llora por no ser aplaudida por aquellos a los que hace llorar es una psicópata que debería estar encerrada con una camisa de fuerza.
Beatriz Talegón, sé que estás triste, como el niño de Inteligencia Artificial. Como él, deberías esperar millones de años, a ver si vuelves a ser feliz. A lo mejor si vuelves a tu cámara resulta que en algún punto de la historia vuelve a surgir algún partido que, casualmente, tenga de siglas PSOE y pretenda hacer alguna “revolución” (como dijiste en el congreso aquel).
Mientras tanto, tal vez deberías ir pensando en cambiar de partido.
¿O es que tienes miedo a ser abucheada allá donde tengas la desfachatez de aparecer?
¿O es que no eres más que una máscara y detrás acecha, como siempre, Emilio Botín?
¿O es que en el PSOE habéis tomado a la gente por gilipollas y ahora estáis cagados de miedo al ver que la cosa se os va de las manos…?
Fuente: Manuel Navarrete.
Lo que Beatriz Talegón no dijo y debería haber dicho, Vicenc Navarro
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