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sábado, 18 de octubre de 2014

5 alimentos que fortalecen el sistema inmunológico

"Una dieta balanceada que incluya vegetales y frutas es la mejor manera de proveer al sistema inmunitario con las vitaminas y minerales que lo fortalecen", le dice a BBC Mundo Emma Williams, de la Fundación Británica de Nutrición.

A continuación, te presentamos una lista de cinco alimentos que ayudan al organismo a defenderse de invasores.

Moluscos
Estos animales marinos, que pueden estar desnudos o cubiertos por una concha, contienen zinc, un elemento esencial para las células del sistema inmunitario.
Las gambas tienen zinc, elemento esencial para células que responden a las enfermedades.
Según un artículo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, cuando en el cuerpo humano existe una deficiencia de este químico, las células T (o linfocitos), que coordinan la respuesta inmune celular, dejan de funcionar como es debido.
Sin embargo, es importante tener que en cuenta que el exceso de esta sustancia puede inhibir el mecanismo que defiende al organismo de las enfermedades.
Según el Servicio de Salud Nacional de Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés), la cantidad de zinc recomendada diariamente para las mujeres se encuentra entre 4 y 7 miligramos y para los hombres entre 5 y 9 miligramos.

Yogur
Al igual que otros productos lácteos fermentados, este alimento tiene probióticos, también conocidos como "bacterias buenas".
Se definen como microorganismos vivos que, cuando se administran en la cantidad adecuada, son capaces de regular la respuesta inmune, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
Los probióticos tienen varios beneficios para los seres humanos, entre ellos la prevención de resfriados y gripes, o la disminución de la severidad de los síntomas si la enfermedad no se puede evitar, de acuerdo a un artículo de la Clínica Mayo, en Estados Unidos.
Según el mismo documento, las "bacterias buenas" también ayudan a prevenir infecciones vaginales, del tracto urinario y aceleran la recuperación de ciertas infecciones intestinales, como el síndrome del intestino irritable.

Ajo
En pruebas realizadas en laboratorios, investigadores han comprobado que el ajo tiene propiedades que permiten combatir las infecciones, las bacterias, los virus y los hongos.
Aunque se necesitan más estudios para determinar los beneficios específicos de esta planta en los seres humanos, una investigación realizada en países del sur de Europa encontró un vínculo entre la frecuencia en el consumo de ajo y cebolla y un riesgo menor en el desarrollo de ciertos tipos de cáncer.
Según WebMD, un sitio web estadounidense con información acerca de aspectos relacionados con la salud, el ajo tiene una variedad de antioxidantes que ataca a los "invasores" del sistema inmunitario.
"Uno de sus blancos es el Helicobacter Pylori, una bacteria asociada con algunas úlceras y con el cáncer de estómago".

Cereales
Varios estudios científicos sugieren que la deficiencia de vitamina B6, que se encuentra en la avena, el germen de trigo y el arroz, disminuye la respuesta del sistema inmunitario.
Un ejemplo de esta situación, según un artículo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, en EE.UU., es la capacidad que tienen los linfocitos de madurar y transformarse en varios tipos de células T y B.
El suplemento moderado de cantidades que permitan nivelar la deficiencia de vitamina B6, restaura el funcionamiento del sistema inmune.

Frutas cítricas
Según un artículo de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., los refriados de la gente que consume vitamina C regularmente pueden durar menos tiempo y sufrir de síntomas menos severos.
La vitamina C puede ayudar a que la gripe dure menos.
Adicionalmente, la vitamina C es importante para la formación de proteínas que se usan en la piel, los tendones, los ligamentos y los vasos sanguíneos.
También ayuda a la cicatrización de heridas y a la reparación de cartílagos, huesos y dientes.
Fuente: BBC

jueves, 18 de septiembre de 2014

Los minerales imprescindibles para vivir

Jo Lewin bbcgoodfood.com
Leche
Los minerales no tienen que ser un misterio. A pedido de BBC GoodFood, la nutricionista Jo Lewin ofrece un repaso general de los más esenciales y consejos sobre cómo obtenerlos forma natural.
El cuerpo humano usa los minerales para muchas cosas, entre ellas mantener a los huesos y las células de la sangre saludables.
Junto a las vitaminas, son componentes fundamentales de las enzimas y coenzimas.
Si un mineral esencial que falta, su cuerpo no será capaz de desempeñarse al 100%.
Por ejemplo, el zinc es necesario para la enzima que activa la vitamina A, que es vital para la buena visión. Sin esta enzima la vitamina A no es usada correctamente por el cuerpo. Esta deficiencia puede resultar en ceguera nocturna.

Calcio
El calcio es importante para la actividad de muchas enzimas del cuerpo y es esencial para el desarrollo y mantenimiento de huesos y dientes.
Además, la contracción de los músculos, la liberación de neurotransmisores, la regulación de los latidos del corazón y la coagulación de la sangre dependen del calcio.
Es posible que durante el crecimiento, el embarazo y la lactancia se requiera una mayor demanda.
La deficiencia del calcio en los niños puede provocar raquitismo, mientras que en los adultos puede contribuir a la hipertensión arterial y la osteoporosis.

Cómo conseguirlo
Consuma tres porciones de lácteos por día: tres rebanadas de queso, un yogur y un vaso grande de leche proporcionará la ingesta diaria recomendada (IDR).

Las mejores fuentes de calcio son los productos lácteos, los pescados de huesos pequeños como las sardinas y anchoas, los vegetales verdes, frutos secos como las almendras y las semillas de sésamo, tofu y albaricoques.
También se puede comprar el pan fortificado con calcio, pero es mucho mejor conseguirlo en fuentes naturales.

Fósforo
Granos y semillas
El fósforo es uno de los minerales más necesarios, pues juega un papel en el metabolismo energético, la absorción del calcio y la conversión de proteínas para el crecimiento, mantenimiento y reparación de células y tejidos.

Cómo conseguirlo
Es fácil de encontrar, está presente en la mayoría de los alimentos, incluyendo aquellos ricos en proteínas.
Las fuentes alimenticias son la carne, la leche, los cereales integrales, los frutos secos y las semillas.

Magnesio
El magnesio es esencial para activar muchas enzimas, músculos y funciones nerviosas.
Cuando hay una deficiencia, es posible sentir calambres musculares, dolores de cabeza, pérdida del apetito, insomnio y una predisposición al estrés.

Cómo conseguirlo
El magnesio está presente de forma abundante en los alimentos integrales (no procesados, no refinados).
Las mejores fuentes son: algas marinas, frutas cítricas, vegetales de hojas verdes como brócoli, frutos secos, repollo, cereales integrales y tofu.

Cromo
Manzanas
El cromo es vital para el factor de tolerancia a la glucosa (FTG), un sistema de enzimas que trabaja con la insulina para absorber la glucosa en las células, regulando los niveles de azúcar en la sangre.
Puede agotarse por el exceso de azúcares refinados o productos que contengan harina blanca, y la falta de ejercicio.
Su ausencia provocaría una intolerancia a la glucosa.

Cómo conseguirlo
Está presente en la levadura de cerveza, los cereales integrales, las papas, manzanas, nabos y bananas.

Hierro
Yema de huevo
Está presente en cada célula del cuerpo y es esencial para la vida humana.
Desempeña un papel central en la producción de la hemoglobina, presente en los glóbulos rojos, que transporta el oxígeno desde los pulmones a los tejidos del cuerpo y dióxido de carbono de los tejidos a los pulmones.
También está presente en varias enzimas clave para la producción de energía y el metabolismo, incluyendo la síntesis de ADN. La deficiencia de hierro -la más común del mundo- puede conducir a la anemia.

Cómo conseguirlo
Una porción de carne roja o de sardinas servida con algún vegetal de hoja verde y oscura como la col rizada (kale, en inglés) cumplirá los requerimientos de la IDR.
También está presente en las vísceras, las yemas de huevo y los cereales fortificados.

Selenio
El selenio trabaja con la vitamina E para prevenir el daño de los radicales libres a las membranas celulares.
Es clave para un sistema inmunológico saludable, la fertilidad y el funcionamiento de la tiroides.
También ayuda a regular la presión arterial.

Cómo conseguirlo
Algunas nueces de Brasil o un sándwich de gambas hecho con pan integral proporcionarían la ingesta diaria.
Otras buenas fuentes son las vísceras, los mariscos, la mantequilla, el aguacate y los cereales integrales.

Zinc
Pistachos
Es parte de las más de 200 enzimas del cuerpo.
Juega un papel en más reacciones que cualquier otro mineral.
Sus niveles adecuados son necesarios para un buen funcionamiento del sistema inmune.
Su deficiencia resulta en una mayor susceptibilidad para contraer infecciones.
Es esencial para el mantenimiento de la visión, el gusto y el olfato.

Cómo conseguirlo
Está presente en pescados, mariscos, carnes rojas y magras, semillas, frutos secos, legumbres y cereales integrales.

Potasio
Vegetal
Las acelgas tienen un alto contenido en potasio.
Ayuda a que los músculos y nervios funcionen correctamente, reduce el riesgo de problemas cardiovasculares y presión arterial alta, alivia la fatiga, la irritabilidad y la confusión.
Las personas mayores pueden sufrir del exceso de este mineral, pues sus riñones pierden la capacidad de eliminarlo.

Cómo conseguirlo
El potasio está presente en muchos alimentos, especialmente en frutas como el mango o plátano y verduras como acelgas, champiñones y espinacas.

Sodio
El sodio es un componente de la sal, que está naturalmente presente en casi todos los alimentos que comemos.
La mayoría de la gente come más sal de la que es buena para su salud. A los adultos se les recomienda consumir no más de 6 gramos de sal al día (el equivalente a 2,5 gramos de sodio).

Cómo conseguirlo
Tres cuartas partes de nuestro consumo de sal proviene de alimentos procesados, como los cereales para el desayuno, las sopas, salsas y otros enlatados.
Más consejos y recetas en BBC GoodFood (http://www.bbcgoodfood.com/)

domingo, 14 de septiembre de 2014

Ocho hábitos saludables

“Hay que volver a los patrones de vida que tenían nuestros abuelos y bisabuelos, a lo que hacían hace un siglo en la cuenca mediterránea. Ahora mismo no es cierto que hagamos una dieta o tengamos un estilo de vida mediterráneo. Antes, la alimentación era más moderada, se comía de todo pero no todos los días y, desde luego, carnes y pescados no con tanta regularidad. Y también hay que abandonar el estilo de vida sedentario. Nuestros abuelos iban a por leña o a lavar al río, se movían. Nosotros, como mínimo, debemos procurar caminar”, avanza Giuseppe Russolillo, director de la Conferencia Mundial de Dietética y presidente de la Fundación Española de Dietistas y Nutricionistas.

Lo cierto es que en una vida sin tiempo para nada, demasiado sedentaria e hiperconectada, no existe la receta mágica para mejorar nuestra salud de la noche a la mañana, pero sí se pueden integrar en el día a día pequeños hábitos adaptados a este ritmo frenético que nos ayuden a vivir mejor y más sano. Por eso, recopilamos ocho pequeñas y sencillas acciones que podemos convertir en patrones cotidianos. Y aquí viene lo mejor: ninguna le llevará más de 5 minutos.

1. Tome, al menos, una pieza de fruta para desayunar. Además del sabor y las vitaminas, habrá consumido una de las cinco raciones de verdura y fruta recomendadas cada día. “Un zumo y dos piezas de fruta es una ración perfecta para el desayuno. Las frutas aportan citoquímicos vegetales, también llamados compuestos bioactivos, que previenen numerosas enfermedades como la diabetes, la hipertensión arterial, la obesidad o el cáncer”, explica Russolillo.

Y nos da un consejo más. Para solucionar los problemas de falta de tiempo (puede que alguna tarde no tenga tiempo de ir al mercado), lo mejor es tirar de frutas y verduras congeladas o conservadas en tarro de cristal (las encontrará en supermercados y tiendas ecológicas), en almíbar o caseras. Si, por el contrario, optamos por su variedad fresca, lo mejor, según el especialista, es mantenerlas a temperatura ambiente en algún lugar fresco de la casa.

2. Planifique para comer sano. “Es muy conveniente dedicar cinco minutos a planificar los menús de la semana”, aconseja Mercedes Sanchis, investigadora del Instituto de Biomecánica de Valencia y coordinadora del área de aplicación de conocimiento de la promoción de la salud. "Así podremos organizar la alimentación en función de la semana que vayamos a tener. Si es más estresante, por ejemplo, introduciremos más hidratos de carbono”, añade. A mayor gasto energético (ya sea físico o mental), más hidratos requerirá el cuerpo. Por contra, las personas con trabajos sedentarios o poco estresantes, al quemar menos calorías, deberían desechar los hidratos. La carne roja también es un gran aliado para los días especialmente duros.

3. Sepa qué comprar en el supermercado. Russolillo nos da algunas ideas saludables que podemos convertir en básicos en nuestra mesa. La primera pasa por comprar pan integral en lugar de blanco. "Porque es más rico en fibra, vitaminas y minerales. La fibra se digiere más lentamente y esto hace que la glucosa llegue más despacio a la sangre y el aporte enérgico sea constante. Y, además, es buena para el tránsito intestinal, ayuda a disminuir el colesterol y sacia mucho más".

"Una o dos copas de vino tinto al día también son saludables”, añade Sanchis. Sobre los beneficios del vino tinto para salud se han publicado cantidades ingentes de estudios. Entre las investigaciones recientes que recomiendan una copita de vino tinto diaria, además de las conocidas que se refieren a sus beneficios cardiovasculares, destacamos una publicada en la revista Cancer Science, que garantiza que el resveratrol (el compuesto antimicrobiano de la uva) mejora la efectividad de los tratamientos contra el cáncer de próstata; y otra del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación de la Universidad Autónoma de Madrid, publicada por la revista Journal of Agricultural and Food Chemistry, que revela que el vino tinto es bueno para prevenir caries y mejorar la salud dental gracias a los polifenoles, que sirven para desacelerar el crecimiento de la flora bacteriana de dientes y encías.

4. Muévase. Pero, ¿y qué podemos hacer en cinco minutos? Sanchis y Russolillo nos dan varias ideas. Desde una serie de abdominales diaria en casa a subir siempre por las escaleras, bajar una parada antes del metro o el autobús y terminar el trayecto andando. También podemos invertir más tiempo en salud, desplazándonos en bicicleta o a pie. “Los niveles de sedentarismo son tan elevados que con esto ya sería suficiente”, apunta Russolillo. Aunque en este caso, quizás, lo ideal sería rascar algo más de tiempo. “Lo recomendable es hacer entre 30 y 35 minutos de ejercicio, tres o cuatro veces a la semana”, coinciden los expertos.

5. Haga estiramientos. La mayoría de nosotros pasamos el día sentados delante del ordenador por obligación. Un buen truco consiste en parar cinco minutos cada hora para hacer estiramientos. Rotación de cuello a, sin levantarnos de la silla, estirar toda la espalda hacia el suelo para notar cómo se destensa. Estos gestos también sirven para liberar la mente y volver con más concentración a la actividad.

6. Medite. “Hay que fomentar los patrones de enriquecimiento personal porque está demostrado que son muy saludables mentalmente. Una buena idea sería dedicar cinco minutos a relajarnos y respirar con una música tranquila y luz tenue”, explica la investigadora Mercedes Sanchis.

7. Quiérase y le querrán. La investigadora agrega una pauta más en este sentido: Utilizar esos cinco minutos para cuidar nuestro aspecto e imagen. No hablamos de moda, estilo o combinación de colores. Nos referimos a mirarnos en el espejo, sentirnos bien con nosotros mismos y querernos un poquito. Así, añade Sanchis, "no solo proyectaremos una imagen más segura de nosotros mismos sino que los demás también nos mirarán mejor. O, quizás, no nos importará tanto".

8. Desconecte. Apague el ordenador, el smartphone, la tableta y todos los dispositivos electrónicos una hora antes de irse a la cama. Tal como le explicamos en el Manual Básico Para Dormir Mejor, la única máxima durante este rato es la relajación.
Fuente: El País.

domingo, 10 de agosto de 2014

La crisis nos pone enfermos

Enfermedades y dolencias relacionadas con el estrés asociado a la situación económica y laboral
Fuente: El País.

Alimentos contra el estrés.

1. Leche.
2. Chocolate.
3. Vino tinto, un vaso.
4. Pistachos.
5. Nueces.
6. Limones.
7. Lentejas.
8. Lombarda.
9. Tisanas.
10. Yogur.
Fuente: HUFFINGTON POST. http://www.huffingtonpost.es/2014/08/09/como-saber-que-tienes-estres_n_5657198.html

jueves, 10 de julio de 2014

El dogma de la incompetencia. La ideología se ha impuesto por completo a las pruebas en el debate político sobre la sanidad

Han estado pendientes de las noticias sobre Obamacare? La Ley de Asistencia Sanitaria Asequible ha dejado de ocupar las primeras páginas, pero sigue llegándonos información sobre cómo está funcionando (y casi todo son buenas noticias). De hecho, la reforma sanitaria ha tenido una buena racha desde marzo, cuando quedó claro que las inscripciones superarían las expectativas a pesar de los problemas iniciales de la página web del Gobierno federal.

Lo interesante de este éxito es que ha ido acompañado a cada paso de gritos que anunciaban un desastre inminente. En estos momentos, según mis cálculos, los enemigos de la reforma sanitaria pierden por 0 a 6. Es decir, han hecho al menos seis predicciones concretas sobre el modo en que Obamacare fracasaría; todas y cada una han resultado erróneas.

“Errar es humano”, escribió Séneca. “Persistir en ello es diabólico”. Todo el mundo hace predicciones incorrectas. Pero equivocarse tan escandalosa y sistemáticamente requiere un esfuerzo especial. ¿De qué va todo esto, entonces?

A muchos lectores no les sorprenderá la respuesta: es una cuestión de política e ideología, no de análisis. Pero aunque esta observación no resulte especialmente sorprendente, vale la pena señalar que la ideología se ha impuesto por completo a las pruebas en el debate político sobre la sanidad.

Y no me refiero solo a los políticos; hablo de los analistas. Llama la atención la cantidad de supuestos expertos en sanidad que han hecho afirmaciones sobre Obamacare que estaba claro que no podían defender. Por ejemplo, ¿se acuerdan del “susto de las primas”? El otoño pasado, cuando recibíamos los primeros datos sobre las primas de los seguros, los analistas de la asistencia sanitaria conservadores se apresuraron a afirmar que los consumidores se enfrentaban a un aumento enorme del gasto. Era evidente, incluso en aquel momento, que esas afirmaciones eran engañosas; ahora sabemos que la gran mayoría de los estadounidenses que contratan un seguro a través de los nuevos mercados consiguen una cobertura bastante barata.

¿Y recuerdan las afirmaciones sobre que los jóvenes no se inscribirían, de modo que Obamacare entraría en una “espiral mortífera” de aumento de los costes y disminución de las inscripciones? Pues no está pasando: un nuevo estudio de Gallup ha comprobado que mucha gente ha conseguido un seguro gracias al programa y que la mezcla de edades de los recién inscritos parece bastante positiva.

Lo que resultaba especialmente extraño de las incesantes predicciones de desastre de la reforma sanitaria era que ya sabíamos, o deberíamos haber sabido, que un programa como la Ley de Asistencia Sanitaria Asequible era probable que funcionase. Obamacare se inspiró considerablemente en el modelo del Romneycare, que funciona en Massachusetts desde 2006, y guarda un gran parecido con sistemas extranjeros que han tenido éxito, como el de Suiza. ¿Por qué no iba a funcionar el sistema en Estados Unidos?

Pero la firme convicción de que el Gobierno no puede hacer nada útil —una creencia dogmática en la incompetencia del sector público— es ahora una parte fundamental del conservadurismo estadounidense, y es evidente que el dogma de la incompetencia ha hecho imposible que los asuntos políticos se analicen de forma racional.

No siempre ha sido así. Si nos remontamos dos décadas, hasta la última gran lucha sobre la reforma sanitaria, los conservadores parecían estar relativamente lúcidos en lo que respectaba a las posibilidades políticas, aunque se mostrasen extremadamente cínicos. Por ejemplo, el famoso memorando de 1993 de William Kristol que instaba a los republicanos a destruir el plan sanitario de Bill Clinton advertía explícitamente de que si se ponía en práctica el Clintoncare, era muy probable que acabase considerándose un éxito, lo que a su vez “sería un mazazo para los argumentos republicanos que abogan por reducir la intervención gubernamental como forma de defender a la clase media”. Así que era crucial asegurarse de que esa reforma nunca se hiciese realidad. En la práctica, Kristol estaba diciéndole a la gente de su propio partido que la historia de la incompetencia gubernamental es algo que uno les vende a los votantes para que apoyen las bajadas de impuestos y la liberalización, no algo en lo que uno mismo crea necesariamente.

Pero eso era antes de que los conservadores se retirasen del todo a su propio universo intelectual. Fox News aún no existía; los analistas políticos de las fundaciones de derechas solían iniciar su carrera profesional en puestos relativamente no políticos. Todavía era posible contemplar la idea de que la realidad no era lo que uno quería que fuese.

Ahora es diferente. Resulta difícil pensar en alguien de la derecha estadounidense que se plantee siquiera la posibilidad de que Obamacare pueda funcionar o, en cualquier caso, que esté dispuesto a admitir esa posibilidad en público. En vez de eso, hasta los supuestos expertos siguen vendiéndonos historias imposibles sobre un desastre inminente después de que su verdadera oportunidad de detener la reforma sanitaria haya quedado atrás, y venden esas historias no solo a los catetos, sino también los unos a los otros.

Y seamos claros: aunque haya sido divertido ver a la derecha aferrarse a sus fantasías sobre la reforma sanitaria, también da miedo. Al fin y al cabo, esta gente sigue teniendo una capacidad considerable de causar daños políticos y, cualquier día de estos, podrían reconquistar la Casa Blanca. Y uno no quiere, por nada del mundo, tener ahí a gente que niega los hechos que no les gustan. Es decir, gente que podría hacer cosas impensables, como declarar una guerra sin un buen motivo. Ah, ¡esperen!
Fuente: Paul Krugman, El País.  Paul Krugman es profesor de Economía de Princeton y premio Nobel de 2008.

miércoles, 9 de julio de 2014

La mamá que ayuda a curar el miedo de los niños con cuentos de mono

Un libro sobre un mono escrito a mano por una madre que intentaba explicar una operación a su hija pequeña, ahora ayuda a decenas de miles de niños a no temerle a los hospitales.


La inglesa Helen Sadler dibujó la historia "El mono tiene una operación" cuando su hija Josephine tenía 18 meses y estaba a punto de ser sometida a una operación de pulmón.
Ahora, casi seis años después, el personaje forma parte del pénsum de libros de escuelas en el Reino Unido. El objetivo es ayudar a los niños a entender las situaciones que pueden encontrar en los hospitales, en las consultas del médico e incluso la vida.

También los motiva a llevar una vida saludable.
Todo empezó en 2007, cuando tras el escáner de ultrasonido de las 20 semanas de gestación a Sadler le dijeron que su bebé tenía una enfermedad hereditaria que consistía en la formación de quistes en los pulmones, y que la niña necesitaría de una operación grande a los 18 meses.

Pero, en la medida que fue preparando a Josephine para la sala de operaciones, Helen se dio cuenta que no habían muchos libros que explicaran a su hija lo que estaba sucediendo.

"Cuando fuimos a la cita preoperatorio, todo fue muy traumático y bastante aterrador", cuenta esta madre. "El hospital (en Brighton) tenía unas buenas fotografías que te explicaban todo el proceso, pero no te las podías llevar a casa". "Todo fue muy rápido y no podías absorber nada, y los niños estaban tan aterrados como los padres", agrega. Así que se basó en un juguete para dibujar a su personaje Mono y creó la historia de cómo este animal iba al hospital para una intervención.
"Esta historieta hecha a mano la tuvimos que haber leído cada día durante las tres o cuatro semanas previas (a la intervención). Para cuando llegó el día de la operación ella señalaba a las máquinas que hacían 'beep, beep, beep' y comentaba que era como en el cuento del mono".

Sadler cuenta que su hija estaba muy segura y que los especialistas le dijeron que eso había ayudado a que se acelerara su recuperación.
"Para los niños, visitar un hospital varias veces los hace ansiosos y que tengan miedo, es el temor a lo desconocido", dice por su parte el doctor Varadarajan Kalidasan, el pediatra que operó a Josephine.

No pueden vocalizar, y algunas veces no entienden por qué tienen que pasar por ciertas situaciones. Utilizar este concepto de una mascota, un animal o un peluche, lo hace más impersonal, como si le estuviera pasando a alguien más y la ansiedad disminuye", agrega.

El éxito del libro persuadió a Sadler a ayudar a otros en la misma situación. Para pagar por la primera impresión de "Mono tiene una operación" (Monkey Has An Operation), su esposo organizó una caminata de 160km para recoger fondos.

Después, el Hospital Real Alexandra de Brighton le pidió que hiciera una segunda parte con "Mono tiene una prueba de sangre" (Monkey Has A Blood Test). Y lo siguiente fue una petición para que escribiera una historia para las escuelas que explicara cómo funciona el sistema de salud británico en el Reino Unido.
Ahora, el personaje forma parte del pensum de 19.000 colegios del país. El paquete incluye un libro guía, etiquetas, un afiche, una marioneta, una canción y un certificado que anima a los niños a ejercitarse y comer bien.
Sadler está produciendo más de 60 títulos y su siguiente proyecto es trabajar en el aspecto de la salud emocional y el bienestar, lo que confiesa ser bastante difícil.
"Estamos abordando temas complejos como Mono siendo testigo de abuso de alcohol, abuso doméstico, pobreza, o un ambiente en que papá y mamá se están gritando todo el tiempo o están muy ocupados, y el personaje logra salir de esas situaciones".
Fuente: BBC. http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/07/140701_salud_testimonio_escritora_mono_gtg.shtml

miércoles, 25 de junio de 2014

Cómo cuidar cuando se sufre de hambre. No es sencillo sacar adelante a un niño desnutrido. Tampoco a su madre. Se aíslan. Se abandonan. Se deprimen...

El apoyo psicosocial a ambos es clave para detener la desnutrición.
Una experiencia en el hospital de Madaoua, en Níger

En el hospital de Madaoua había un bebé de cinco meses que llevaba días ingresado. La madre había perdido a dos hijos y la familia del marido consideraba que era culpa de la leche materna, así que decidió no amamantar al tercer hijo. El niño ingresó en el hospital por desnutrición severa con complicaciones médicas. La recomendación de los doctores era que le diera el pecho al mismo tiempo que tomaba la leche terapéutica. El promotor de salud trabajó con esta madre escuchando sus preocupaciones y haciéndole valorar las recomendaciones del médico. Hicimos un par de sesiones con ella y luego vino la familia del marido. Entre todos decidieron que ella le diera el pecho, y también aceptó participar en otras actividades de grupo. Al final de mi visita, pocos días después, ya podíamos ver que el bebé había mejorado mucho, igual que la relación entre la mamá y su hijo.

Los niños desnutridos tienen cambios en su comportamiento: son menos activos y tienen menos tendencia a explorar su entorno. También hay cambios en sus emociones y en su relación con los demás; es habitual que rechacen relacionarse con otros niños y adultos. Estos cambios retroalimentan el círculo de la desnutrición. Por ejemplo, como el niño desnutrido tiende a aislarse de su entorno, es habitual que no quiera ingerir alimentos, agravando todavía más su estado porque ya que de por sí un niño desnutrido tiene menos apetito. Al mismo tiempo, al relacionarse menos con la madre o el cuidador, se ralentiza todo el crecimiento, imposibilitando que el pequeño tenga un desarrollo sano. Todo esto puede afectar a su evolución, por eso es importante contar con un apoyo psicosocial dentro de los programas de nutrición.

Los meses más complicados para Níger están a la vuelta de la esquina. Los casos de malaria y desnutrición, las enfermedades más comunes en esta zona, se disparan de julio a octubre, coincidiendo con la estación de lluvias y el periodo de escasez de alimentos. Para responder a este pico, es muy importante trabajar a nivel comunitario y gestionar de manera adecuada la pediatría y la unidad de nutrición de los hospitales de referencia de Madaoua y Bouza. El componente psicosocial está presente tanto en la atención hospitalaria como ambulatoria.

Un aspecto básico y esencial del trabajo psicosocial es asegurar la humanización de los cuidados médicos, teniendo en cuenta los aspectos culturales para que sea una asistencia efectiva. En el hospital, por ejemplo, tenemos que trabajar con todo el personal para asegurarnos que todos conocen y cuidan estos aspectos. Deben informar bien a la madre o al cuidador de cuál es la situación del niño, cómo va a ser el tratamiento y cómo funciona el hospital. También deben dar un espacio a las personas para ser escuchadas y poder resolver sus dudas. Humanizando la atención, damos un apoyo a la salud integral de los niños y sus familias, no solo la salud física. Así podemos conseguir mejorar la eficacia de los programas.

Un niño desnutrido agudo severo con complicaciones médicas debe ser ingresado en el hospital para recibir tratamiento. Normalmente, el niño ingresa en la fase uno del programa, donde recibe leche terapéutica y atención más continuada; cuando empieza a mejorar, pasa a la fase dos, donde toma alimentos terapéuticos preparados (RUTF, por sus siglas en inglés). ...
Fuente: El País.

MÁS INFORMACIÓn



800 madres y 18.000 menores de cinco años mueren al día por causas evitables El informe Estados Mundial de la Madres 2014, de Save the Children, advierte de las elevadas tasas de mortalidad materna e infantil en el mundo

sábado, 21 de junio de 2014

El gen mutado que protege el corazón. Alteraciones en el APOC3 reducen los triglicéridos y disminuyen un 40% el riesgo de infarto

De forma independiente y por caminos distintos, dos grupos de investigadores –uno estadounidense, otro danés- han rastreado el ADN de miles de pacientes hasta dar con el gen APOC3 y llegar a una misma conclusión: las mutaciones en este gen protegen el corazón y las arterias. Las alteraciones detectadas no solo reducen significativamente los niveles de triglicéridos –un tipo de grasa que circula por la sangre cuyo exceso se asocia a lesiones vasculares-, sino que disminuyen el riesgo de sufrir lesiones coronarias (infartos, ictus) hasta en un 40%, como publican en el New England Journal of Medicine.

En las sociedades occidentales, estas enfermedades son la principal causa de muerte, en buena medida, por la mala alimentación y el estilo de vida. En España, el 30% de los fallecimientos se deben a procesos cardiovasculares, por encima de la suma de los tumores. Buena parte de la responsabilidad es del colesterol malo (LDL, lipoproteínas de baja densidad), al adherirse a las paredes de las arterias, endurecerlas y estrecharlas. Aunque existe una familia de fármacos, las estatinas, que se ha mostrado eficaz a la hora de combatir estas grasas.

Sin embargo, frente a los triglicéridos –otro de los agentes causantes de arterioesclerosis-, los fármacos existentes (fibratos, niacina, ácidos grasos omega 3) no han alcanzado el mismo nivel de resultados. Solo ayudan moderadamente a reducir los niveles en sangre y no aportan beneficios sensibles en cuanto a paliar el riesgo cardiovascular. Por ello, estos dos trabajos han despertado el interés entre los investigadores y médicos que velan por la buena salud de las arterias.
...
El gen APOC3 es especialmente activo en el hígado, donde produce una proteína (la apolipoproteína C3) que transporta los triglicéridos a través de la corriente sanguínea hasta su destino. Al llegar a los tejidos, estos lípidos se degradan y se transforman en ácidos grasos, es decir, en energía. Este proceso es posible gracias a una enzima. El problema es que la apolipoproteína anula la actividad enzimática, por lo que, si abunda, los triglicéridos no se metabolizan, se acumulan en la sangre y lesionan las arterias.

El trabajo de los científicos de la Universidad de Pensilvania y del Hospital General de Massachusetts analizó los exomas (la parte más activa del genoma, la que fabrica proteínas) de 4.000 personas en busca de mutaciones que se pudieran asociar con los niveles de triglicéridos en la sangre. Tras un complejo proceso de selección y descarte, los investigadores advirtieron que cuatro mutaciones diferentes en el APOC3 no solo comprometían la fabricación de la proteína, sino que se relacionaban con una caída del 40% de la tasa de triglicéridos. Mientras la presencia habitual ronda los 150 miligramos por decilitro, entre estas personas la cifra bajaba hasta los 85. La mutación les ayudaba a tener poca apolipoproteína C3.

Una vez comprobado que cambios en las bases (las letras que componen el alfabeto genético accttgga…) del gen APOC3 se traducen en un menor nivel de triglicéridos quedaba por determinar si, además, estas personas eran menos sensibles a desarrollar enfermedades cardiovasculares. A partir de 110.000 muestras de pacientes, los investigadores estadounidenses analizaron los perfiles genéticos y compararon aquellos que tenían las mutaciones identificadas con sus historiales clínicos. El resultado fue que la alteración genética se asociaba a una caída del 40% de la posibilidad de tener un infarto, ictus, isquemia crónica y el resto de lesiones coronarias.

Este es el aspecto que más destaca Civeira del trabajo: evidenciar que la reducción de los niveles de la apolipoproteína C-3 en sangre se traduce en una mejora de la salud del paciente, lo que no sucede con los medicamentos que se usan hasta ahora para tratar el exceso de triglicéridos.
“A partir de nuestros hallazgos, podemos predecir que si bajamos los triglicéridos mediante la inhibición del gen APOC3 habrá una reducción del riesgo de patología coronaria”

MÁS INFORMACIÓN

Fuente: El País. http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/06/19/actualidad/1403191139_284139.html

miércoles, 18 de junio de 2014

El exilio por una cuestión de conciencia

Llevo nueve años trabajando como psiquiatra en el Sistema Nacional de Salud, pero por primera vez he tomado conciencia del desamparo en el que viven las personas que se encuentran en una situación de gran fragilidad. Durante esta semana he tenido que abordar un caso de violencia intrafamiliar, la víctima posee un diagnóstico psiquiátrico. En primer lugar, tuve que vivir la frustración de que todos esos recursos que se presupone que existen para casos de violencia son falsos. Las órdenes de alejamiento tardan hasta 72 horas en ser emitidas, los alojamientos de emergencia son escasos y es necesario tener un perfil muy definido, no hay un servicio de acompañamiento a las víctimas para realizar trámites o simplemente para recoger sus efectos personales antes de instalarse en una nueva vivienda.

Resulta vergonzoso comprobar cómo el Estado se gasta millones de euros en campañas para la prevención y la concienciación, pero es incapaz de crear la infraestructura necesaria que garantice una cierta protección. En este momento, me resulta absolutamente comprensible que a pesar de los esfuerzos realizados en apariencia, las víctimas de violencia de género crezcan todos los años...Mi segunda gran frustración se ha producido recientemente. Me resulta profundamente decepcionante formar parte de una sociedad hipócrita, donde todo se camufla bajo discursos basados en lo políticamente correcto. Siempre he ejercido mi profesión desde una idea de cambio y recuperación, pero en este momento me resulta evidente que solo ejerzo un rol de agente de control social. Hace unas semanas el señor Gallardón en su reforma del Código Penal propuso el internamiento prolongado de pacientes psiquiátricos por peligosidad potencial, sin que hayan cometido ningún delito. Ésa va a ser mi función a partir de ahora, la gestión de cadenas perpetuas encubiertas de personas inocentes. Ante todo esto, lo único que puedo decir es que si en momentos me planteé la emigración como una opción económica, hoy me planteo el exilio por una cuestión de conciencia.—   Ciudad Real 16 JUN 2014 - El País

lunes, 9 de junio de 2014

Educación preescolar y primeros años de vida

Los primeros años son un determinante clave de la salud. El Marmot Review reconoció esto en su objetivo político prioritario - 'Dar a cada niño el mejor comienzo en la vida "- que es fundamental para reducir las desigualdades de salud en todo el ciclo de vida, y otras desigualdades sociales y económicas en toda la vida. Las bases para prácticamente todos los aspectos del desarrollo humano - física, intelectual y emocional - se establecen en la primera infancia. Lo que sucede durante estos primeros años (a partir de la matriz) tiene efectos de por vida en muchos aspectos de la salud y el bienestar - de la obesidad, enfermedades del corazón y la salud mental, para el logro educativo y el estatus económico.

Las desigualdades en la educación y las habilidades también afectan a la salud física y mental, así como los ingresos, el empleo y la calidad de vida. Para lograr la equidad desde el inicio, la inversión en los primeros años es crucial. Sin embargo, la reducción de las desigualdades en todo el gradiente también requiere un compromiso sostenido con los niños y jóvenes a través del apoyo continuo de la familia, la educación, la formación y el empleo.

Los intentos de reducir el gradiente social de competencias y cualificaciones deben involucrar el trabajo de colaboración que involucra a las escuelas, las familias y las comunidades. Aquí usted puede encontrar ejemplos de actividades, programas e informes que se centran en los primeros años, dentro de la familia, los entornos educativos, comunitarios y de salud. Estos estudios de casos a menudo toman un enfoque holístico intersectoriales y varían de programas previos al nacimiento de una variedad de intervenciones centradas en los años escolares.
Fuente: UCL (University College London, Institute of Health Equity)

domingo, 8 de junio de 2014

Las depresiones aumentan casi un 20% en la crisis, según expertos en salud pública. Estar en paro o tener dificultades para pagar la hipoteca, los factores de riesgo más influyentes

La crisis económica pasa factura a la salud mental de las personas. La Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) ha sido la última comunidad científica en unirse a las voces que alertan de un incremento de los trastornos mentales derivado de la situación económica. Expertos en salud pública han constatado esta mañana en la presentación del informe SESPAS 2014 Crisis económica y salud, que los trastornos depresivos en España han aumentado un 19,4% entre 2006 y 2010. Según el estudio, elaborado por más de medio centenar de investigadores, estar desempleado o tener un familiar en paro “constituyen el factor de riesgo más importante para este aumento”. Las personas con dificultades para pagar la hipoteca también tienen un 11% más de posibilidades de sufrir trastornos mentales que la población en general. Además de un aumento de los trastornos depresivos, el estudio, que ha empleado datos del informe IMPACT sobre la prevalencia de trastornos mentales en atención primaria en España antes y después de la crisis (2006-2010), ha revelado un incremento del 10,8% en las personas que padecen distimia y de un 4,6% en los casos de dependencia de alcohol. “Los resultados obtenidos antes y durante la crisis económica indican que aumentaron de manera significativa los trastornos del estado de ánimo, los de ansiedad y el abuso de alcohol”, ha explicado Inma Cortès-Franch, editora del informe. Más en El País.

martes, 3 de junio de 2014

Éxitos falsos. Tras dos años de recortes, las supuestas victorias se han conseguido a costa de los más vulnerables

Si recordamos qué ha pasado en la sanidad española en los últimos años, lo primero que nos viene a la mente es que hemos ido a peor. La verdad es que es fácil poner encima de la mesa los temas que ha puesto en marcha el actual Gobierno, algunos con “éxito”, dada la gran preocupación generada.

Según el informe de la OCDE sobre evolución del gasto en salud en los países miembros publicado en febrero de 2014, los recortes sanitarios en España se han producido en los productos farmacéuticos, en la prevención y en salud pública y en los costes de los servicios de salud a través de la disminución de los salarios y puestos de trabajo.

Aunque tenemos ya la sanidad pública más barata de nuestro entorno —eso sí, con un nivel de prestaciones y accesibilidad que ha sido hasta ahora el referente para muchos de los países europeos y americanos— parece que el camino trazado para ella es el de lanzarla cuesta abajo. Somos uno de los países que, según  el último análisis del Gasto General de los Gobiernos  recogido en el informe Eurostat —la oficina estadística europea—, ha destinado a gastar en salud, protección social (incluido el desempleo), educación o vivienda un porcentaje menor que la media europea. Sin embargo, el gobierno español presupuesta por encima de esa media en Orden Público y Seguridad o para Asuntos Económicos (un 7,7% del PIB frente al 4,1% general). Es decir, es la voluntad política de quien gobierna la que decide cuáles son las prioridades y cómo se gestionan. Como plantea Martin Mckee, experto en salud pública y colaborador de la OMS, “no se debería hacer recortes en temas esenciales”. “La austeridad es una decisión política, no una necesidad”, concluye.

Pero la realidad es que se nos han presentado como “éxitos” los recortes en derechos y oportunidades en salud, así como ciertas iniciativas para romper el Sistema Nacional de Salud (SNS). El Ministerio de Sanidad ha conseguido crear un sistema menos equitativo y más insolidario, alejándonos más de ese principio de Universalidad del que tan orgulloso se sentía este país. El Gobierno español ha recortado, a través de la aplicación del Real Decreto 16/2012, el derecho a la atención sanitaria pública a los emigrantes (denunciado, entre otros, por el informe Médicos del Mundo o, a título personal, por el cardiólogo salmantino Máximo Diego), a españoles en paro en el extranjero y a españoles que contribuyen con sus impuestos. Situación general que el Consejo de Europa critica duramente a través de  un informe de su comisario de Derechos Humanos, Nils Muiznieks, y del informe de Desigualdades en Salud de los países de la UE   realizado por Michael Marmot. Los recortes presupuestarios, se dice en esos informes, “han repercutido en la disponibilidad, el acceso y la calidad de los servicios sanitarios”, mientras sus responsables llaman la atención sobre “un deshacer lo andado hasta ahora en la sanidad española”. Bajo el argumento de los altos costes que genera el “turismo sanitario”, se esconde la exclusión mayoritaria de la asistencia sanitaria pública a los inmigrantes indocumentados, replica la ministra Ana Mato al primero de los citados informes. Y lo hace recurriendo a algo tan extraño como lo de ser “equitativos y solidarios”,  cuando los hechos son tan diferentes. Porque una cosa es el turismo sanitario y otra bien distinta son los inmigrantes sin papeles.

Junto a lo anterior, la intención del Gobierno de disminuir los gastos “insostenibles” del SNS mediante la aplicación de distintos copagos, puede que sí haya tenido algún éxito, pero ha sido a costa de sablear a los jubilados y a los que menos tienen, sobre todo.

Del total de los 5.500 millones de euros que pregona el Ministerio haber conseguido ahorrar hasta ahora, cerca de un 37% se debe a la reducción del gasto en farmacia. Gracias a la estrategia positiva del SNS se ha logrado reducir la prescripción de medicamentos por los profesionales en un 14.7% interanual; y, como ya queda dicho, otro buen pellizco de ese ahorro se ha conseguido gracias al dinero pagado por los pensionistas y ciudadanos de menores ingresos, aumentando con ello el gasto privado de la Sanidad y la menor contribución pública.

Mas no se crea que estas medidas de ahorro se han realizado de acuerdo a criterios de necesidad del paciente, económica o sanitaria, o para reducir el gasto público de verdad, no.

... Sin duda el SNS tiene aspectos que mejorar. En algunas comunidades autónomas en las que no gobierna el PP estas mejoras están siendo evidentes, o al menos se están paliando los estragos de la crisis. En todo caso, lo que ha de estar claro es que las limitaciones presupuestarias marcadas por Madrid no justifican determinadas políticas. Por supuesto que con los recursos disponibles se puede avanzar; todo depende hacia dónde se canalice el dinero. Se puede avanzar, por ejemplo, en mejorar la organización sanitaria y la gestión de los servicios o incorporando las mejores prácticas clínicas. Se puede avanzar en trasparencia y en hacer más eficiente el sistema. Y todo esto lo saben de sobra los profesionales del sector y los ciudadanos que participan en su sistema sanitario...
Joaquín Carmona Díaz-Velarde es médico y exdirector General de Asistencia Sanitaria del Servicio Andaluz de Salud.
Fuente: El País.

domingo, 25 de mayo de 2014

La verdadera razón del éxito de la dieta mediterránea

La combinación de aceite de oliva y ensalada de hojas y vegetales es lo que le da a la dieta mediterránea su lado saludable.

Este fue el descubrimiento de científicos en Estados Unidos, quienes explicaron en la revista The Proceedings of the National Academy of Sciences que cuando estos dos grupos se juntan forman ácidos grasos nitro que bajan la presión arterial.

El estudio hecho en ratones sugiere que las grasas no saturadas en el aceite de oliva suma fuerzas con el nitrito en los vegetales.
Los especialistas consideran que este efecto también se produce cuando los vegetales se combinan con nueces y aguacates. La llamada dieta mediterránea -inspirada en la cocina tradicional de países como Grecia, España e Italia- durante mucho tiempo se ha asociado a la buena salud y un buen corazón.
Normalmente consiste en una abundancia en vegetales, fruta fresca, cereales integrales, aceite de oliva y nueces. También cuenta con aves de corral y pescado, en vez de mucha carne roja, mantequilla o grasa animal.
Si bien cada componente de la dieta mediterránea tiene beneficios nutricionales obvios, los investigadores querían averiguar sobre lo que precisamente hace de esta dieta, como un todo, tan buena para la salud.

Reacción química
El profesor Philip Eaton, de la King's College de Londres, y sus colegas de la Universidad de California en EE.UU., creen que es la fusión de los ingredientes de la dieta lo que produce los ácidos grasos nitro.
Fuente: BBC.

sábado, 24 de mayo de 2014

Una enfermedad llamada paro. Los desempleados tienen más problemas de salud que los ocupados

Hace unos días se publicaron los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) sobre desempleo en España con resultados que arrojan un problema de una magnitud aterradora y de muy difícil solución. Son, estos datos, más fiables que los de paro registrado por el INEM que excluyen a distintos colectivos. Cualquier informe de prospectiva señala que existe un riesgo de desempleo estructural y que aunque la economía crezca, el crecimiento puede ser sin generar empleo, muy especialmente en población poco calificada.

Hace 25 años defendí mi tesis doctoral. Se trataba de un estudio epidemiológico sobre la relación entre el desempleo y el estado de salud, comparando empleados (501) con parados (567) en edad de trabajar del municipio de Madrid, utilizando un cuestionario que se pasó en los domicilios. La variable dependiente era el estado de salud y la independiente la actividad laboral (empelado/desempleado, con/sin subsidio, empleo eventual/estable y duración del desempleo).

Los resultados fueron una mayor prevalencia de problemas de salud percibida y autoinformada en la población de desempleados frente a la de empleados. Los inventarios de síntomas crónicos y agudos también dieron unos resultados peores. Y las puntuaciones en GHQ y NHP fueron mayores (peor salud mental) en los desempleados.

En el análisis del camino crítico efectuado se comprobó los factores que influyen positiva (soporte familiar, social y económico) y negativamente (estrés económico y vital) en la salud de los desempleados.

Se delimitaron poblaciones más vulnerables (varones de edad media e individuos pertenecientes a clases sociales bajas con escasa calificación profesional). Además utilizaban menos y peor los recursos sociosanitarios existentes. Había pues una consistente asociación entre desempleo y salud.

Se precisan otros diseños para probar causalidad. El estrés económico es el que más y mejor nos explicó cómo se llega de una situación a la otra. El soporte familiar amortigua y alivia. Recuerdo que a finales de los 80 del siglo pasado España tenía un paro del 25% y los subsidios no estaban generalizados. 25 años después estamos en una situación parecida. Si repitiéramos el estudio los resultados no diferirían mucho.

Las poblaciones más vulnerables son conocidas: percepción económica agotada, escaso soporte familiar, baja calificación profesional que dificulta empleabilidad y extracción socioeconómica baja. Es aquí donde tienen que ir los recursos públicos tras la austeridad aplicada a los programas de protección social. Y no parece que las políticas vayan en esta dirección.

A continuación, enumeramos posibles amortiguadores necesarios ante una situación tan preocupante como la que tenemos en España y de la que no se vislumbra arreglo en el corto y medio plazo: distribuir recursos sociosanitarios en función de necesidades; mejorar la accesibilidad; entrenar a los profesionales de atención primaria en la detección de problemas de salud con este origen; promover redes de apoyo social y de autoayuda que llenen de un contenido de utilidad el tiempo libre forzoso; recalificación y reciclaje en jóvenes que abandonaron prematuramente los estudios; mejorar las estrategias de búsqueda y creación de empleo a través de la colaboración entre iguales; luchar contra la desconsideración social hacia el desempleo desde las escuelas y disponer de más espacios físicos (culturales, deportivos, recreativos) que faciliten la interacción social. La inacción nos llevara a que nos sorprendan estadísticas como el incremento de suicidios y de determinadas patologías mentales.

Por último, es imperativo sanear el sistema económico y el marco de relaciones laborales. ...
España es el país mas desigual de la UE y el tercero en cuanto a coeficiente de Gini. Dada la tendencia a prolongarse una salida real a la crisis a medio plazo, el Estado debe asegurar la igualdad de oportunidades si quiere evitar la inestabilidad política. También los esfuerzos han de dirigirse a la preservación del Estado del bienestar, adaptándolo al equilibrio entre gastos e ingresos, pero también con un sistema fiscal eficaz y equitativo. Sin sacrificar la equidad, hay que lograr que las clases medias altas y altas se beneficien de este Estado del bienestar, siendo partícipes de un esfuerzo que no vean como algo ajeno para que estén dispuestas a financiarlo y evitar un Estado asistencial. En la UE, si recuperara el liderazgo perdido, habría que preservar en la idea de un modelo que combinara innovación y competitividad con una protección social avanzada. Los países nórdicos lo han hecho con un éxito razonable...
Fuente: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/05/20/actualidad/1400599346_595492.html
Más, La crisis económica deja en la UE seis millones de desempleados más y 2,5 billones de deuda adicional

martes, 6 de mayo de 2014

Michael Marmot, La injusticia social provoca problemas de salud y muerte prematura a gran escala

BERTA CHULVI
Michael Marmot ha coordinado el informe “Los determinantes sociales y las desigualdades en materia de salud en Europa”, publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2013. Marmot es una autoridad en este campo y dirige el Instituto de Equidad y Salud del University College de Londres. En la presentación del informe en España, Michael Marmot afirmó que el alto desempleo juvenil en nuestro país es una emergencia sanitaria. Sobre esta y otras cuestiones se pronuncia en esta entrevista.

Tal y como expresó usted al inicio del informe final de la OMS, la injusticia social mata a gran escala. Sin embargo, en Europa no pensamos en esos términos, ¿por qué? Nos hemos acostumbrado a pensar en las causas inmediatas de los problemas de salud, como el hábito de fumar, el alcoholismo, los hábitos de alimentación, la falta de ejercicio físico, pero es necesario pensar a otro nivel para determinar el origen de las causas de los problemas de salud, es decir, las circunstancias en las que la gente crece, vive, trabaja y envejece y los factores políticos, sociales y económicos que moldean esas condiciones. Analizados en conjunto, estos factores crean desigualdades de salud que son evitables. Nuestra incapacidad de solucionar esta situación no solo es algo socialmente injusto, sino que además conlleva problemas de salud y la muerte prematura en gran escala.

¿Considera que la actual crisis económica y las políticas de austeridad aplicadas por los gobiernos europeos implican un nuevo escenario de desigualdades en materia de salud en Europa?
Hay evidencias de situaciones pasadas que demuestran que muchas de las consecuencias de las crisis económicas y de las medidas tomadas para controlarlas pueden tener efectos a largo plazo en la salud. Las consecuencias más inmediatas son el desempleo de larga duración, mayor precariedad en el empleo, peores condiciones de trabajo (por ejemplo, contratos de cero horas), la reducción de la protección social y la educación, y otras políticas que afectan las condiciones sociales. En la medida que estos cambios tengan un impacto diferencial en distintos países, en las diferentes regiones de esos países y entre diversos grupos sociales, existen más probabilidades de que se perpetúen las desigualdades y la brecha social en el campo de la salud.

El informe señala que en España más del 40% de los jóvenes menores de 25 años está desempleado, ¿cuáles son en su opinión las consecuencias de esa situación para la salud?
El alto desempleo juvenil en España es una emergencia sanitaria que, si no se ataja, tendrá consecuencias para futuras generaciones. El Gobierno español debe introducir medidas de protección social para evitar el deterioro de la generación joven, que afronta el riesgo de problemas mentales y una tasa de mortalidad más alta. Es urgente promulgar políticas económicas y sociales que posibiliten a estas personas un futuro.

Tras analizar los determinantes sociales de las desigualdades en salud, ¿qué papel le atribuye usted a las condiciones de trabajo?
Las condiciones de trabajo pueden afectar a la salud a través de la exposición directa a agentes físicos, químicos y biológicos peligrosos, de un entorno ergonómico desfavorable y de factores psicosociales que generan estrés. Este último factor incluye los desequilibrios entre las exigencias del trabajo y el control que tienen de estas los individuos, así como el desequilibrio entre el esfuerzo requerido para realizar un trabajo y su recompensa psicológica. También depende de aspectos como deficiencias en la gestión y dirección y de la precariedad. En general existe un gradiente social en todos estos factores que conlleva al empeoramiento de la salud en las ocupaciones de la escala socioeconómica más baja.

El informe final mencionado anteriormente propone mantener o desarrollar servicios de salud que se financien con fondos públicos y sean independientes de los empresarios. ¿Hasta qué punto es importante esa independencia? ¿Puede darnos algunos ejemplos que soporten este razonamiento?
Los empresarios son responsables de las condiciones en el lugar de trabajo, tanto de los aspectos relacionados con la organización del trabajo, la estructura de la dirección como de los contratos y las condiciones de trabajo cotidianas de los trabajadores. En la medida en que cualquiera de estos aspectos tenga un impacto negativo en la salud de los trabajadores en un ámbito concreto, una de las obligaciones de la salud laboral es señalar la responsabilidad del empresario. Para que esta dinámica sea eficaz, requiere de independencia y de una legislación laboral adecuada. La principal evidencia de esta afirmación es el gradiente social de las condiciones adversas de salud y trabajo: los empresarios sufren menos adversidades y los trabajadores de las escalas más bajas se enfrentan a las peores. Por ejemplo, desequilibrios en la demanda y el control, en el esfuerzo y recompensa, exposición a cancerígenos.

El informe subraya la necesidad de alcanzar una mayor coherencia en la acción en todos los sectores y todos los agentes implicados en la salud, ¿puede darnos algún ejemplo de falta de coherencia y sus consecuencias?
Los Ministerios de Sanidad se centran fundamentalmente en el tratamiento de problemas de salud. Tienen muy poca influencia en el impacto sobre la salud del empleo, la reducción de las ayudas sociales y otros determinantes sociales de las condiciones de vida cotidianas. Esa es una muestra clarísima de descoordinación: lo que un ministerio procura el otro lo deshace.

Entre las recomendaciones del informe, ¿puede señalar algunas que sean de especial relevancia en el caso de España?
Lo primero es asegurar a todos los niños y niñas un buen comienzo en la vida. Es especialmente importante que se realicen esfuerzos para mitigar el impacto de las actuales condiciones económicas en la futura salud de los niños y niñas españoles. Se trata fundamentalmente de asegurar condiciones adecuadas de alimentación, educación y un nivel de vida digno en los primeros años de vida. En segundo lugar es necesario reducir el período en el que los jóvenes se ven afectados por el desempleo o la falta de formación adecuada para el futuro. El tercer aspecto es la protección de todos los grupos en situación vulnerable frente a los más duros impactos de las adversidades económicas que atraviesan los países.

1,3 billones al año
El informe de la OMS cifra el coste evitable de las desigualdades en salud en la Unión Europea en 1,3 billones de euros al año. Una cifra que supera el producto interior bruto de todos los países europeos, excepto Alemania (2,6 billones), Gran Bretaña (1,9 billones), Francia (2 billones) e Italia (1,5 billones). Esta cifra es el resultado de calcular los costes de las enfermedades y discapacidades laborales a través de su impacto en la producción más los impuestos dejados de pagar y el coste de los tratamientos adicionales sufragados por las Administraciones públicas. El informe de la OMS plantea que la forma más efectiva de reducir las desigualdades en salud es actuar sobre las condiciones sociales en las que la gente nace, crece, vive, trabaja y envejece. Es decir, los determinantes sociales de la salud.

Según la OMS, una acción eficaz exige políticas públicas que promuevan un adecuado crecimiento en la infancia, mayor calidad de la educación y la formación, un trabajo justo y seguro, calidad del hábitat, adecuada protección social e inclusión social, envejecimiento en condiciones de igualdad, comunidades cohesivas y sistemas universales de salud pública.
Fuente: Por Experiecia.com de CC.OO.

miércoles, 30 de abril de 2014

Fuster: “El paciente que no se cuide podrá ser rechazado por el sistema” Solo un 20% de los enfermos intervenidos controlan cuatro factores de riesgo un año después

Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en España, pero su prevención no está resultando nada fácil. Y ello no sucede porque no se sepa qué hay que hacer.

En un curso magistral que ha dado en la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo, Valentín Fuster, director del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), resumió en siete los factores de riesgo (tabaco, colesterol, hipertensión, diabetes, sedentarismo, obesidad y edad) y, no sin cierto desánimo, admitió que los ensayos muestran que “solo los profesionales y los obsesivos” parecen dispuestos a cambiar sus hábitos. Ante una “epidemia silenciosa” que “la gente no se cree”, puede llegar a suceder que “el paciente sea rechazado por los sistemas sanitarios”, advirtió. Algo que ya empieza a barajarse en países como Reino Unido o Suecia, añadió.

Los ensayos empiezan a mostrar esta impermeabilidad de los pacientes a los consejos médicos. Por ejemplo, en una revisión de estudios hecha con personas que ya han tenido un infarto, publicada en abril, Fuster y otros investigadores constataron que un año después del suceso, solo el 20% había conseguido controlar cuatro de los factores (se medía tabaquismo, colesterol, hipertensión y azúcar).

Y si esto sucede entre quienes ya le han visto las orejas al alobo, la idea de que quienes se consideran impunes cambien sus hábitos le parece al cardiólogo una entelequia. “No queremos creer lo que nos está ocurriendo. No va a haber un cambio de hábitos, porque la población no se cree vulnerable. Por eso hay una epidemia”, dijo Fuster. En la misma línea de reconocer una situación peligrosa, Fuster fue tajante: "No me digan que en España se sigue la dieta mediterránea".

Aunque todavía no hay datos, la misma idea subyace en el estudio Focus 1 que está realizando el equipo del investigador. Su objetivo es medir por qué las personas que han tenido un accidente cardiaco o cerebrovascular no toman la medicación que evitaría una recaída. El tratamiento básico es, en principio, sencillo: tres pastillas –anticoagulante, antihipertensión y anticolesterol-. La evidencia de que el cumplimiento terapéutico (lo que se denomina adherencia) es escaso llevó al CNIC, en colaboración con laboratorios Ferrer, que colaboraron en la preparación del encuentro de Santander al que fue invitado EL PAÍS, a desarrollar la polypill, una píldora que incluye los tres compuestos en un solo comprimido. “No se trata de ponerlos todos juntos”, advirtió Fuster. La idea es facilitar que se siga el tratamiento, y que sea más barato –“hemos aprendido que lo que encarece el medicamento es la distribución”, dijo el médico-. La polypill, de momento, está permitida en siete países latinoamericanos. Se espera que el año que viene se apruebe en Europa, y que al siguiente esté también en EE UU.

Esta idea de una pastilla a dosis fijas contradice uno de los principios que parecen regir la nueva medicina: los tratamientos personalizados, admitió Fuster. De alguna manera, las enfermedades cardiovasculares son algo “difuso” y, por lo que dijo el médico, de momento escapan a las nuevas tendencias: ni la genética como factor predictivo, ni el uso de células madre ni los tratamientos individualizados han demostrado de momento una gran utilidad. Sigue habiendo que acudir a la anatomía y la fisiología clásicas.

En la misma línea, Fuster defendió el uso de los nuevos anticoagulantes que se dan a dosis única y no hay que regularlos en función de analíticas periódicas a los pacientes. Es un debate que en España enciende a los especialistas entre defensores del Sintrom y los del Dabigratán. El problema de este último, más nuevo y cómodo para el paciente, es, por un lado, su precio. De hacho los médicos de primaria acaban de emitir un comunicado protestando porque no les dejan recetarlos en todas las comunidades. Por otro, que hay que ser muy riguroso con los horarios ya que si no hay riesgo de sobredosis, admitió Fuster. Por eso él, que tiene a sus pacientes en EE UU, es claro: a los que usen los anticoagulantes antiguos y les va bien, que sigan con ellos; a los nuevos pacientes, que empiecen con los nuevos. Si pueden pagárselo, algo que en países con sistemas de sanidad privados es muy importante...
Fuente: El País.

martes, 17 de diciembre de 2013

¿Un lexatin? No, mejor váyase a sudar al parque. La prescripción de ejercicio físico en sustitución de algunos medicamentos gana adeptos en todas las especialidades médicas

En los periódicos salen muchas veces noticias que despiertan admiración, pero no extrañeza. Noticias de este cariz: un hombre de 102 años se prepara para batir su propio récord de la hora en bicicleta para centenarios. Hace dos años, un francés,  un francés, llamado Robert Marchand, que ha combatido en dos guerras, ha sido bombero en París, ha trabajado de leñador en Canadá y después de jardinero hasta los 76 años, fue capaz de recorrer en un velódromo 24,251 kilómetros durante 60 minutos en bicicleta. Desde entonces, Marchand, que lleva una vida autónoma en soledad y hasta sigue conduciendo su coche, se ha sometido a un seguimiento científico por parte de fisiólogos franceses y a un riguroso plan de entrenamiento que le ha permitido, sorprendentemente, mejorar su forma física y su capacidad de rendimiento, pese a su envejecimiento. “Tiene un consumo de oxígeno de 35 mililitros por kilo y por minuto, que es el normal en una persona de 45 años”, explica, admirada, la fisióloga Véronique Billat. “Y hace tres meses tenía el consumo de oxígeno de un hombre de 55 años… En nada ha ganado 10 años”...

Más que de los mecanismos por los que el ejercicio actúa como un medicamento, Izquierdo prefiere hablar de ejemplos prácticos, cuenta, por ejemplo, cómo el ejercicio físico ayuda a frenar el desarrollo del alzhéimer, pues el entrenamiento de fuerza sirve para mejorar la función cognitiva y cuenta cómo en ciertos hospitales de Estados Unidos los pacientes renales se someten a hemodiálisis mientras pedalean en bicicletas estáticas. “Es una forma de romper el bucle: los enfermos se fatigan mucho porque no se mueven y, como se fatigan, no se mueven. No les mata el riñón, sino la fatiga y la falta de movimiento”, dice Izquierdo, que ha coordinado el libro Ejercicio físico es salud, en el que se detalla la prescripción de ejercicio para tratar y prevenir enfermedades como la hipertensión, la diabetes, enfermedades cardiovasculares y enfermedad pulmonar obstructiva, osteoporosis, cáncer de colon, cáncer infantil, artritis reumatoide, fibrosis quística y depresión.
Leer más aquí en El País.

viernes, 15 de noviembre de 2013

El coste humano de las políticas de recorte. Por qué la austeridad mata.

"La política no es más que medicina a gran escala" Rudolph Virchow, 1848

Interesante libro de David Stuckler y Sanjay Basu, editado por Taurus en 2013. D. Stuckler es investigador en la Universidad de Oxford en Inglaterra y S. Basu es epidemiólogo y trabaja en la Universidad de Stanford en California.

Es el primer libro que aborda el debate político y económico sobre la llamada "crisis" desde una nueva y muy necesaria perspectiva: su coste humano. La recesión económica global ha tenido un impacto brutal sobre la riqueza de los países pero todavía ignoramos cómo afecta a un elemento esencial; el bienestar humano y mental de sus ciudadanos.

¿Por qué tras enfrentarse a la crisis la salud de unos países (como Grecia) se ha deteriorado mientras en otros (como Islandia) ha mejorado? Tras una década de investigaciones los autores nos demuestran que incluso ante las peores catástrofes económicas los efectos negativos de la salud pública no son inevitables. Es la mala gestión de los gobiernos la que puede conducir a un desastroso saldo de tragedias humanas.

El libro presenta una conclusión demoledora; los recortes son seriamente perjudiciales para su salud. Son las recetas de austeridad, las que agravan fatalmente las consecuencias de la crisis, mutilando programas sociales claves justo en el momento en el que más se necesitan, empeorando el desempleo y obstaculizando la recuperación.

En el se defiende que las decisiones económicas no son únicamente una cuestión de ideologías, de tasas de crecimiento y de déficit presupuestarios, sino también una cuestión de vida o muerte. Solo un sistema más justo e igualitario, acompañado de políticas inteligentes que refuercen las redes públicas de protección, garantizará el bienestar de nuestras sociedades.

Y ¿qué propone?
Curar el cuerpo económico.
Ante todo "No hacer daño".
En segundo lugar, ayudar a la gente a volver a trabajar.
Tercero, invertir en salud pública.

lunes, 14 de octubre de 2013

"Mi cura del cáncer fue un milagro muy currado". La médica de familia y superviviente de cáncer Odile Fernández explica cómo cambios sencillos en la alimentación y el estilo de vida pueden prevenir y alterar la evolución de la enfermedad

En los últimos tres años, la doctora andaluza Odile Fernández ha vivido el más difícil todavía. Superó un cáncer cuando los oncólogos estimaban que sólo tenía el 5 por ciento de posibilidades de curación y, contra todo pronóstico, quedó embarazada de un bebé, su segundo hijo, que ahora tiene dos meses.

Como tantos otros enfermos, ya embarcada en un tratamiento de quimioterapia Fernández preguntó a los oncólogos qué comer y qué medidas tomar para combatir por su cuenta la enfermedad. De su negativa a aceptar la respuesta del equipo que le atendía –"no hagas nada y come todo lo que te apetezca"–nace su libro 'Mis recetas anticáncer', que se publicó en junio y está en su quinta edición. “El problema es que los médicos no tienen formación sobre nutrición y todo les da miedo”, señala Fernández frente a un batido de mango, kiwi y manzana –su desayuno– en una cafetería de Madrid. “El cáncer es la enfermedad del miedo. Pero comer lechuga no va a tener una interacción con la quimio”.

Fernández, de 34 años, insiste en que el libro se titula así porque esas son las recetas que le funcionaron a ella. “No hay ninguna fórmula mágica. Pero el mensaje que quiero hacer llegar es que podemos hacer mucho contra el cáncer a través de la alimentación. No seas el sujeto pasivo. Infórmate, muévete, pregunta, toma las riendas de tu enfermedad junto a tu equipo médico”.

¿En qué medida cree que su curación se debe a los cambios en su alimentación y estilo de vida, versus tratamiento convencional?

No sabemos si fue la quimio o la alimentación. Lo que creo es que fue todo. Me habían dado un 95 por ciento de posibilidades de morir en cinco años. En principio, no se planteó como quimio curativa, sino paliativa, que podía alargar la vida unos meses o años. Pero yo no quería vivir unos pocos meses más, quería sanarme. Así que hice mi quimio junto con grandes cambios en la alimentación y en el tema emocional.

¿Cuáles fueron, en esencia, estos cambios?
Lo primero fue eliminar todo lo refinado y azucarado; los niveles altos de azúcar se relacionan con niveles más altos de cáncer. Después eliminé fritos, barbacoas, precocinados, la comida fácil de microondas. En aquel momento hacía muchas guardias y me alimentaba con mucha prisa, no había tiempo para cocinar. En lugar de eso, introduje verdura cruda y fruta y eliminé la leche y la carne.

¿Y en el estilo de vida?
Dejé de trabajar, se acabaron las guardias. Aprendí a mantener la mente en calma a través de la meditación. Era muy perfeccionista, muy dada a los demás, y aprendí a sosegarme, a pensar primero en mí y después en los otros. Empecé a hacer ejercicio. Perdí 25 kilos en la época de la quimio. Una de las cosas más importantes es tener el peso adecuado. Y aprender a decir que no, a relajarte.

¿Si tuviera que recomendar un único cambio en la dieta, cuál sería?
Huir de la comida envasada y comer alimentos frescos y de temporada. Mira cómo comían nuestras abuelas. Recuperemos la dieta mediterránea tradicional, la alimentación hecha en casa.

¿Por qué dice no a la leche?
En la facultad nos dicen que la leche es buena por el calcio, para la osteoporosis. Pero observemos las estadísticas: donde hay más osteoporosis es en los países donde más leche se consume. La leche no es tan buena. Nos enseñan ese dogma y no nos lo planteamos, pero es antinatural. Para digerirla necesitamos lactasa. La tenemos al 100 por cien cuando somos pequeños, pero a partir de los 6 o 7 años va descendiendo. Estamos concebidos para tomar leche sólo de pequeños, cuando la necesitamos.

¿Qué tiene de malo la carne?
Un alto consumo, sobre todo de carne roja y embutidos, aumenta la incidencia de cáncer, principalmente de colon. La carne no tiene fibra, viene cargada de nitratos, de pesticidas, de omega 6 por el tipo alimentación que llevan los animales. La carne blanca podríamos consumirla con moderación. Pero el problema es que somos hiper-carnívoros: hay gente que toma carne tres veces al día. En la dieta mediterránea original se hacía matanza en Navidad y se tiraba de ello todo el año.

¿Nos recomienda un plato anticancerígeno?
El gazpacho, que es de mi tierra. Lleva tomate, cebolla, ajo, aceite de oliva, pimiento y pepino, todos ellos alimentos anti-cáncer y crudos.

¿Cómo se alimenta ahora?
Procuro seguir la misma alimentación que hacía durante la quimio. Mucha gente descubre que la alimentación influye y víctima del miedo cambia, pero luego vuelve a las andadas. Sin embargo, el cambio hay que mantenerlo en el tiempo.

Hay quien ha seguido todo esto –una alimentación y un estilo de vida más saludable– y no le ha funcionado. ¿Cuál es el mensaje para estas personas?
No hay fórmula mágica, y por eso tenemos tanto miedo al cáncer. No hay ningún tratamiento que sea totalmente efectivo. El problema es que no hay una enfermedad, sino enfermos, y cada caso es diferente. Hay casos de cáncer muy extendido que se curan, y otros muy localizados que se extienden. Yo creo que el tratamiento emocional marca la diferencia. No es lo mismo enfrentar un cáncer desde la positividad y la alegría que desde el miedo y la soledad. Aquí se demuestra el poder de lo emocional, pero no sólo en el cáncer sino en todas las enfermedades. Por eso reivindico que seamos parte activa.

No recomienda usar la olla exprés, presente en todos los hogares. ¿Por qué?
Porque alcanza los 140 grados, y queremos conservar los fitoquímicos de los alimentos, que se pierden a partir de los 95 grados. Está bien para legumbre y cereal, pero si metes verdura le haces fosfatina.

Asumía que la barbacoa era una forma de cocinar saludable hasta que leí su libro.
Lo que es saludable es la plancha, siempre y cuando no quemes el alimento. Pero en la barbacoa, ese color negro son los benzopirenos, carcinógenos… Lo ideal es cocinar el vapor, sin grasa ni aceite.

Recomienda encarecidamente las setas…
En Japón, donde más se consumen, algunos oncólogos lo utilizan como suplemento alimentario. Permiten que la quimio se tolere mejor.

La colonia, mejor no olerla.
Para que perduren tanto, los perfumes tienen ftalatos (un grupo de compuestos químicos). Cuanto más permanezcan en nuestro cuerpo, peor para nuestra salud. "Sexy para ellas, veneno para el bebé", decía una campaña en EEUU para mamás embarazadas. Los perfumes van al torrente sanguíneo; se asocia con cáncer de mama. Lo ideal son aceites esenciales o algo que se está perdiendo: ser más sencillos y oler a personas, no enmascarar nuestro olor.

¿Y de dónde bebemos agua?
Este es un tema muy controvertido. El agua del grifo de Madrid, por ejemplo, contiene muchos tóxicos. Se podrían eliminar si en lugar de filtrar con sales de aluminio, como se hace ahora, se filtrase con filtros de carbono. El agua embotellada no es la solución: es un atentado ecológico.

¿Cuál fue la reacción de sus compañeros tras su curación?
Cuando se cumplieron los dos años libre de enfermedad, me dijeron que había sido un milagro. Pero les dije que no, que era un milagro que había hecho yo. Lo mío es un milagro muy currado. La reacción de mis compañeros de primaria fue buena. Recomiendan mucho el libro, no sólo para cáncer, también para diabetes, hipertensión, obesidad… Los especialistas son más reacios.

¿Qué planes tiene tras la baja por maternidad?
Tengo mi plaza en atención primaria. Me gustaría continuar en sanidad pero centrada en el paciente oncológico, aconsejando sobre alimentación y estilos de vida.

¿Cuál fue para usted la mayor sorpresa al investigar y, después, escribir este libro?
El poder de los alimentos, de la naturaleza. Cómo contienen fitoquímicos anti cáncer, y como algunos medicamentos incorporan fitoquímicos en quimio. La curcumina de la cúrcuma, por ejemplo, o la quimio que se extrae de un alga del mar. Si tiene poder a nivel de laboratorio ¿por qué no tomar nosotros más algas, más cúrcuma, etc? Me sentí engañada porque nadie me hablase de esto, sólo de quimio, de radioterapia.

Pero es lo que a menudo hacen los médicos: en cuanto entras a la consulta tienen lista la receta.
Hay pacientes que si no salen de la consulta con su pastilla creen que eres un mal médico. Pero cada vez más profesionales contamos al paciente lo que puede hacer para prevenir la enfermedad. Los médicos y sanitarios tenemos mucho poder en este sentido. Más medicina preventiva y menos pastillas.

@nataliamartin es periodista. Si quieres ponerte en contacto con ella escribe a natalia@vidasencilla.es
Fuente; El País.

Nota:
El que una alimentación adecuada a base de verduras, hortalizas, cereales, legumbres, frutos secos, frutas y aceite de oliva, junto a huevos, pescado y poca carne roja o ninguna -lo que conocemos por cocina mediterránea- así como nada de comidas enlatada o procesadas industrialmente, con mucha sal y aditivos químicos, tiene beneficios para la salud, parece indiscutible.

Otra cosa muy distinta es que con ello podamos curar, una vez contraído, un cáncer... Esa afirmación no se basa en evidencias científicas y puede ser un fraude médico. Los diarios están llenos de noticias de este tipo. La ciencia parece que, por distintas y variadas razones, no acaba de formar parte de la cultura cotidiana y la mayoría de la gente se guía por un tipo de pensamiento no formal, no científico, seudocientífico, Hay mucho fraude.

https://elpais.com/elpais/2017/08/30/ciencia/1504118737_744798.html?rel=lom

https://verdecoloresperanza.blogspot.com/2014/06/las-facturas-de-la-mentira.html

Libro recomendado: La pseudociencia. ¡Vaya timo! Mario Bunge.