jueves, 16 de abril de 2015

_- Los inesperados debates de la vieja señora. El Banco de Inglaterra promueve animadas discusiones sobre la creciente desigualdad

_- El Banco de Inglaterra, también conocido como la Vieja Señora de Threadneedle Street, tiene fama de hacer cosas inesperadas.
No respecto a la política monetaria (Gran Bretaña siempre ha estado fuera del euro), sino en otras esferas. Su actual gobernador, por ejemplo, seleccionado entre varios candidatos, se llama Mark Carney, tiene 50 años y, por primera vez en la historia, no es británico, sino canadiense. Cuando le nombraron, hace ya dos años, aseguró que proporcionaría estímulos a la economía británica para favorecer el crecimiento y que no cejaría hasta que el paro se situara por debajo del 7% (en febrero pasado fue del 5,7%). Además, no para de criticar la política económica europea.

En cualquier caso, con Carney o sin él, el Banco de Inglaterra llama casi siempre la atención por su abierto interés por el debate intelectual y político (casi como el Banco de España, ¿no?). Hace pocos meses convocó un seminario con el economista francés Thomas Piketty e invitó a un buen grupo de profesores británicos a discutir sobre la desigualdad. Un amplio resumen puede leerse en el Quarterly Bulletin 2015 de la entidad.

Una de las conclusiones más compartidas por los invitados fue que el acceso a una educación de calidad y gratuita es uno de los elementos fundamentales para impedir la desigualdad.
Educación de calidad de tres a cinco años, porque, según los profesores Blundell y Attanasio, que presentaron numerosos datos de Reino Unido, existe una estrecha relación entre el grado de desarrollo cognitivo de un niño o niña de cinco años y su vida posterior como adulto. Otros participantes criticaron duramente el sistema educativo universitario norteamericano, que está estrechamente vinculado con el aumento de la desigualdad en la sociedad estadounidense. El acceso igualitario (gratuito y muy amplio) a la educación universitaria, consensuaron, es fundamental en ese deseo de alcanzar un mayor equilibrio.

Los profesores también están muy de acuerdo en que hay que imponer altos impuestos en las herencias.
No se trata de que unos padres no puedan dejar un piso, o unos ahorros limitados, a sus hijos. Se trata de que, a cuenta de ese deseo, bastante natural, se han dejado de gravar fuertemente herencias que han alcanzado volúmenes exagerados, en algunos casos abrumadores. No hay nada que justifique que las nuevas generaciones no arranquen de un nivel más parecido, coincidieron.

En general, los asistentes se mostraron bastante de acuerdo en que los sistemas tributarios se basan fundamentalmente en la noción de que los ricos aceptan los impuestos a cambio de que se garantice el derecho a la propiedad.
Parece un acuerdo razonablemente honesto, pero el trato puede quedar en peligro si se produce una desigualdad exagerada, puntualizó el profesor Besley. Es lo que está ocurriendo en Estados Unidos, cuyo nivel de desigualdad no puede ser atribuido a la globalización, porque esa misma globalización no ha tenido el mismo efecto en Alemania, por ejemplo, que hasta ahora es mucho más igualitaria.

Uno de los intervinientes, profesor Lindert, explicó que no siempre la igualdad es producto de una política tributaria determinada. Hay casos que se deben más bien a “accidentes históricos”.
Por lo que se ve, algunas sociedades asiáticas presentan situaciones más igualitarias que otras, antes incluso de tomar en cuenta los impuestos, por alguno de esos “accidentes”. Un ejemplo seria Taiwán, que se mantiene cerrada a la inmigración (lo que hace que los salarios más bajos se mantengan inesperadamente altos) y que, al mismo tiempo, tiene un sistema educativo exitoso.

Buena parte del debate celebrado en el Banco de Inglaterra sería perfecto para ser trasladado a España, antes de que se celebren las elecciones municipales y autonómicas. Sería muy instructivo saber qué piensan, por ejemplo, los candidatos a presidentes de las comunidades de la educación de tres a cinco años, o de la gratuidad y alcance de la educación universitaria, porque de ellos va a depender, al menos en parte, ese apartado.
¿Tienen algo que decir los candidatos a alcaldes sobre los impuestos locales a las herencias? Recuerden lo que dicen los sabios: no se traguen el cuento de que se trata de defender el piso de sus hijos. Ni por asomo.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2015/04/02/opinion/1427992261_605151.html

miércoles, 15 de abril de 2015

"Me declaro culpable" (de insubordinación). Howard Zinn y Paula Giddings

Introducción de Tom Engelhardt.

Para mí es una doble satisfacción publicar esta entrada a cuatro manos –un fragmento de un texto escrito por Howard Zinn en 1960 sobre las estudiantes del Spelman College que protestaron y se manifestaron, y otro en el que la historiadora Paula Giddings recuerda a Zinn y lo que significó Spelman hace 55 años–, un préstamo de la revista The Nation disponible en la página de TomDispatch. En primer lugar, Zinn, que murió en 2010, fue una de las figuras que colaboró con este sitio web. Siendo profesor en Spelman, participó activamente con sus alumnas en el Movimiento por los Derechos Civiles y por ello –como nos recuerda Giddings– fue despedido en 1963 por "insubordinación". En 2005 [fue invitado a dar el discurso de graduación, y] regresó orgulloso a Spelman [por tal motivo]. TomDispatch publicó [y sinpermiso tradujo en 2010] el texto del discurso de graduación en el que Zinn, con la impermeabilidad al desaliento y al desencanto que le caracterizaba, señaló lo que habían logrado quienes salieron a protestar en aquella época. ("La lección que esa historia entraña es que no debemos desesperar, que si tienes razón y te empeñas, las cosas cambiarán. Puede que el gobierno intente engañar a la gente, puede que los diarios y la televisión hagan lo propio, pero la verdad siempre halla el modo de salir a la luz. La verdad tiene un poder mayor que el de cien mentiras".)

En segundo lugar, TomDispatch es un proyecto del Nation Institute, lo que significa que The Nation es nuestro segundo hogar. Los dos textos interconectados que se reproducen más abajo han sido extraídos del monumental número especial que acaba de publicar la revista con motivo de su 150 aniversario, y aparecen en esta página gracias a la amabilidad de Katrina vanden Heuvel, la editora de The Nation durante las dos últimas décadas. Soy lo suficientemente viejo como para, forzando un poco la imaginación, poder pensar que llevo leyendo la revista ese siglo y medio. Pero, en realidad, no fue hasta los agitados años 60 cuando la encontré por primera vez, eché mano de ella con alivio y no la he soltado a lo largo de las décadas siguientes. Por eso siento una alegría especial al celebrar sus 150 años de vida y al comprobar que está más fuerte que nunca (no como algunos de nosotros).

Junto con otras publicaciones con las que tropecé en estos años, como I. F. Stone’s Weekly, The Nation ofrecía una alternativa muy necesaria a las anteojeras de los medios dominantes. En la era de Internet, décadas después de que muchas otras publicaciones alternativas desaparecieran, vanden Heuvel resume su papel y el de la revista de esta conmovedora manera: "Sobre todo, me veo como la administradora de una idea que ha sostenido a The Nation desde su fundación: la idea de que siempre hay alternativas –en la historia, en la política, en la vida– que podrían hacer de nuestro país y del mundo un lugar mucho más humano, justo y seguro". TomDispatch felicita a The Nation en su 150 aniversario con esta entrada doble. Tom

[El extracto de un texto de Howard Zinn de 1960, y el de Paula Giddings publicados en TomDispatch.com provienen del número especial que la revista The Nation acaba de publicar con motivo de su 150 aniversario, el cual estará en los quioscos a partir de abril. Aparecen aquí con el permiso de los editores de la revista.]

Del colegio para señoritas a los piquetes [1] Howard Zinn (6 de agosto de 1960)
Una tarde, hace algunas semanas, cuando el cerezo silvestre del campus del Spelman College estaba recién florecido y la hierba muy corta y aromática, una atractiva joven de piel canela atravesó el jardín en dirección a su residencia para fijar una petición en el tablón de anuncios. Decía así: "Señoritas que quieran participar en piquetes, por favor firmar aquí".

La petición, en un lenguaje poco corriente, revelaba que dentro de la dramática revuelta de los estudiantes negros de los college en el Sur se ha estado desarrollando otro fenómeno. Se trata de la toma de posición de las jóvenes mujeres negras con estudios en contra de lo aconsejado por sus mayores, generación tras generación: sé amable, educada y fina, no hables alto y no te metas en líos. En el campus de uno de los college para chicas negras más importantes del país –beato, formal, incrustado en la tradición de la elegancia y la moderación– estas exhortaciones están suscitando, por primera vez, un rechazo firme.

Las chicas del Spelman College siguen siendo "amables", pero no hasta el punto de dejar de marchar con pancartas de protesta por delante de los supermercados en el mismo corazón de Atlanta. Son educadas, pero de alguna manera esos buenos modales se han matizado al declarar recientemente que utilizarán cualquier método no violento para acabar con la segregación. Y en cuanto a lo de no meterse en líos, lo estaban haciendo muy bien hasta esta primavera, cuando catorce de ellas fueron detenidas y encarceladas por la policía de Atlanta. Las rígidas misioneras de Nueva Inglaterra que ayudaron a fundar el Spelman College a finales del siglo XIX probablemente lamentarían esta evolución de los acontecimientos, y los conservadores que hoy forman parte de la administración y el profesorado están bastante descontentos. Pero la respetabilidad ha dejado de ser respetable entre las jóvenes mujeres negras que estudian hoy en el college.

"Siempre puedes reconocer a una chica Spelman", se jactaron las ex-alumnas y los amigos del college durante años. La "chica Spelman" caminaba con gracilidad, hablaba correctamente, iba a misa los domingos, servía el té con elegancia y tenía todos los atributos asociados al producto final de un buen colegio privado para señoritas. Si por casualidad también terminaban desarrollándose el intelecto, el talento y la conciencia social, se trataría de subproductos no deseados.

Eso está cambiando. Sería exagerado decir: "Siempre puedes reconocer a una chica Spelman... porque está detenida". Pero la afirmación contiene algo de verdad.

Howard Zinn (1922–2010) escribió en The Nation desde 1960 hasta 2008. Todos esos artículos están compilados en Some Truths Are Not Self-Evident: Essays in The Nation on Civil Rights, Vietnam and the “War on Terror” (eBookNation, 2014).

Aprender la insubordinación Paula J. Giddings (Marzo, 2015)
En la época actual, con el feminismo "corporativo" [2] en un extremo del espectro y un discurso "anti-respetabilidad" en el otro, el ensayo del fallecido Howard Zinn nos habla de otro significado anterior de la liberación de las mujeres.

Zinn era descendiente de judíos rusos, un historiador influyente y, en 1960, un profesor muy querido en el Spelman College, la universidad para mujeres negras más antigua en la entonces segregada ciudad de Atlanta. El atributo "colegio para señoritas" en el título fue bien merecido: las chicas de Spelman, cuyas cartas de aceptación incluían la petición de acudir al campus con guantes blancos y faja, eran moldeadas para honrar las virtudes de la "verdadera-feminidad": devoción, pureza, domesticidad y sumisión.

Sin embargo, para 1960 las alumnas de Zinn habían pasado de ser modelos de cortesía "amables, educadas y finas" a ser manifestantes decididas que participaban en piquetes, organizaban sentadas y a veces eran detenidas y encarceladas por sus actividades. "[L]a respetabilidad ha dejado de ser respetable entre las jóvenes mujeres negras que estudian hoy en el college", concluía Zinn.

Esas jóvenes habían nacido en los años 40, e independientemente del origen y la formación de sus padres (que podían ser aparceros, profesores o médicos), su generación estaba destinada a pertenecer a un nuevo estrato de la sociedad estadounidense: la "burguesía negra", como la denominó el sociólogo E. Franklin Frazier. Una clase económica que literalmente estaba apretujada entre una pequeña élite negra y las masas negras, y que en buena medida surgió porque un número sin precedentes de mujeres con estudios, que históricamente habían sido excluidas de los trabajos desempeñados generalmente por mujeres, en ese momento tuvieron acceso no solo a las profesiones de la élite, sino también a los empleos administrativos, clericales y de la función pública.

Para las mujeres negras, que soportaban una enorme carga de estereotipos de hipersexualidad, este avance significó mucho más que un triunfo de simple movilidad social. Ahora, con estudios, más chicas podían escapar del trabajo de servicio doméstico y personal, donde eran objeto de explotación sexual no solo por parte de sus empleadores. Ser capaz de evitar un futuro tan desmoralizador había sido el sueño de generaciones de madres para sus hijas. Un sueño que escuché a menudo a mi propia abuela, que había emigrado al norte para que mi madre pudiera ser la primera de la familia con estudios universitarios. Era mucho lo que estaba en juego al intentar aprovechar estas nuevas oportunidades, y rebosaba intención y emoción.

En 1960, Spelman, al igual que otras instituciones educativas para negros –incluyendo aquellas que formaron y dieron empleo a los grandes abogados de los derechos civiles y a los grandes intelectuales de la época– toleraba mal las actividades estudiantiles que Zinn alentaba y a veces lideraba. Una cosa era apoyar la integración y la igualdad, y otra muy distinta aprobar una sentada en la biblioteca segregada o enfurecer a los políticos influyentes ocupando la parte de la Asamblea Legislativa de Georgia que podía ser visitada solo por blancos. Aunque estas acciones no eran tan dramáticas como los enfrentamientos mucho más violentos a los que estamos habituados, estas jóvenes mujeres también estaban poniendo sus vidas en peligro. La expulsión, la pérdida de una beca o de la posibilidad de estudiar y trabajar a la vez podían acabar con sus esperanzas de un futuro relativamente asegurado, y protegido.

No obstante, esta fue la generación Spelman de la que formó parte Ruby Doris Smith Robinson, una antigua debutante que entendió que el futuro a largo plazo de otras era más importante que su inmediato bienestar. Abandonó el college para unirse a los Freedom Riders [3]; se convirtió en una de las promotoras del "Jail, No Bail" [4]; y fue la primera mujer a la cabeza del Comité Coordinador Estudiantil No Violento (SNCC, por sus siglas in inglés), la principal organización juvenil.

Las feministas actuales podrían tener en cuenta la manera como Zinn entendió que sus estudiantes "amables, educadas y finas" no habían abandonado la respetabilidad, sino que la habían redefinido. Aquellas jóvenes comprendieron que estaban en un momento en el que la virtud requería comportarse mal, no hacerse un hueco en el sistema, un momento en el que cambiar las costumbres opresivas no iba a lograrse exhibiendo una conducta individual sin trabas que reforzaba estereotipos peligrosos.

Las antiguas alumnas de Spelman Alice Walker, ganadora del premio Pulitzer, y Marian Wright Edelman, fundadora de Children’s Defense Fund, reconocen que Zinn fue una figura clave en su propia transformación activista. El tipo de historia que él escribió y enseñó analizaba intelectualmente la tradición de la resistencia negra, como recordaba Edelman, animándolas a "pensar fuera de los marcos establecidos y a cuestionar en vez de aceptar la sabiduría popular". Para Walker, siempre temerosa de perder la beca que tanto necesitaba, el hecho de que Zinn no solo les apoyara sino que participara en las manifestaciones estudiantiles, le dio ánimos para "seguir" a pesar del riesgo.

El profesor también estaba asumiendo un riesgo, y en 1963 fue despedido de Spelman por insubordinación. "Me declaro culpable", respondió con orgullo, y al final esa experiencia les hizo mejores a todos, a las alumnas y al profesor. En una entrevista, Zinn dijo una vez que sus años en Spelman fueron "probablemente los años más interesantes, emocionantes e instructivos para mí. Aprendí yo más de mis alumnas que mis alumnas de mí".

[1] "Finishing school for pickets" en el inglés original. Un finishing school era un colegio privado para señoritas donde se aprendía a comportarse en sociedad. [N. de T.]
[2] "[L]ean-in" en el original en inglés. La autora está haciendo alusión al libro Lean In de la estadounidense Sheryl Sandberg, publicado en español con el título Vayamos adelante. [N. de T.]
[3] Los Freedom Riders eran activistas del movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos que viajaron en autobús por el Sur para probar la efectividad del fin de la segregación. [N. de T.]
[4] Al ser detenidos, algunos activistas hacían votos de "jail-no-bail", es decir, se oponían a que se pagara la fianza para no gastar el dinero de la campaña a favor de los derechos civiles. [N. de T.]
Paula J. Giddings es profesora de Estudios Afroamericanos en el Smith College y la editora de la antología Burning All Illusions: Writings From The Nation on Race (2002). Ha escrito varios libros, entre ellos Ida: A Sword Among Lions.
2015 The Nation Magazine
Fuente: http://www.tomdispatch.com/blog/175972/


https://rebelion.org/autor/howard-zinn/

martes, 14 de abril de 2015

14 de abril, día de la República. No pienses en una república


Peonia o rosa de Alejandría

No pienses en una república
Isaac Rosa eldiario.es

Tras cuatro décadas sacando la tricolor cada 14 de abril y cantando lo de “España, mañana, será republicana”, no parece que mañana España vaya a ser una república. Y menos una república tricolor, heredera del intento de hace 84 años. Tras desperdiciar el año pasado la mejor bala (o incluso la única bala) de que ha dispuesto el movimiento republicano en cuarenta años, hoy Felipe VI es un rey consolidado, que ha superado el momento más crítico de la monarquía.

Y sin embargo, hoy estamos más cerca de la república de lo que hemos estado nunca. El número de republicanos va en aumento, y las fuerzas republicanas pueden conseguir más poder institucional del que han disfrutado nunca. No, no me miréis así, no deliro. Como diría Lakoff, no pienses en una república, y ya verás como sí.

Obviamente si en las encuestas preguntamos por la república, el resultado es deprimente. No es una prioridad para la mayoría de ciudadanos. Pero si preguntamos por valores republicanos, la cosa cambia. Eso sí, sin llamarlos republicanos, el dichoso marco de referencia. ¡Ya te he dicho que no pienses en un elefante!.

Cada vez hay más ciudadanos partidarios de una democracia con derechos y libertades plenos, sin mordazas ni recortes, con una división de poderes digna de tal nombre, y controles democráticos. Cada vez más preocupados por la desigualdad social y la redistribución de la riqueza, y partidarios de un Estado que no abandone a los vulnerables. Cada vez es más hegemónica la exigencia de justicia y el rechazo a la corrupción. No deja de crecer el número de quienes exigen una educación de calidad, pública, y de quienes rechazan los privilegios de la iglesia católica. ¿Hace falta que siga enumerando valores republicanos que hoy defiende la mayoría?

En cuanto a las fuerzas políticas, los republicanos están más cerca que nunca de gobernar unos cuantos ayuntamientos y quizás alguna comunidad autónoma. La mayoría evita llamarse republicanos, pero nadie diría que las distintas confluencias municipales son monárquicas, ni por supuesto lo ha sido nunca Izquierda Unida. En cuanto a Podemos, claro que son republicanos, aunque eviten a conciencia pronunciar la palabra que activa en nuestros cerebros ese marco condenado al fracaso.

Tenemos más ciudadanos y fuerzas republicanas, pero no solo por eso la república está más cerca: lo está también porque el deterioro del sistema conduce irremediablemente a su reforma, que será más o menos intensa dependiendo de la correlación de fuerzas. Pero incluso en el peor de los casos, habrá reforma constitucional más temprano que tarde, y el resultado será más republicano que el actual.

Ah, y ¿qué pasa con el rey? ¿Es que vamos a aceptar ese oxímoron de quienes defienden una “monarquía republicana”? A mí el rey no me preocupa mucho. O al menos no tanto como los valores republicanos. Sin que ello suponga renunciar a democratizar la jefatura del Estado (ni dejar de acudir a las manifestaciones, que son además una forma de reparación y memoria a nuestros republicanos).

Llámenme ingenuo, pero pienso que si consiguiéramos avanzar hacia la república sin nombrarla y sin empezar por la corona, le haríamos una maniobra envolvente al rey que acabaría volviendo insostenible la jefatura de Estado hereditaria. Si pretendemos conseguir la república empezando la casa por el tejado, comiéndonos al rey sin antes tumbar el resto de piezas, podemos seguir otros cuarenta años manifestándonos cada abril. Igual hay que dejar la pieza más difícil (la que activa el marco a evitar) para el final, y construir la república sin esperar a que caiga el monarca. Es más: quizás lo estamos haciendo ya y ni nos hemos enterado.
Fuente original: http://www.eldiario.es/zonacritica/no_pienses_en_una_republica_6_376972340.html

Los planes de los países ricos contra el calentamiento son insuficientes. La ONU recibe los objetivos de recorte de emisiones ante la cumbre de París

Un total de 32 países desarrollados, que son responsables de casi el 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo industrializado, han presentado ya sus planes a Naciones Unidas para mitigar el cambio climático, de cara al acuerdo internacional que se quiere alcanzar en la cumbre de París a finales de este año. El objetivo establecido por los científicos para evitar el umbral climático de peligro —aumento de la temperatura media del planeta en dos grados centígrados— sería una reducción de entre el 40% y el 70% de las emisiones globales, hacia mediados de siglo, respecto a 2010. Esto significa que los países desarrollados, en conjunto, deben reducir sus emisiones entre el 80% y el 90% (respecto a 1990), hacia 2050. Y el objetivo que debería salir de París, para que sea efectivo a partir de 2020, todavía esta lejos.

La UE, “actuando en conjunto” los 28 países que la integran, está dispuesta a reducir un 40% sus emisiones en 2030, respecto al nivel de 1990, según ha comunicado a la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC, en sus siglas en inglés). Mientras, EE UU, en su comunicación del pasado martes, se fija una reducción del 26% al 28% — “esforzándose por el 28%”— en 2025, pero respecto a sus emisiones de 2005, y hay que tener en cuenta que en esa fecha eran un 16% superiores a las de 1990. “Podemos lograr este objetivo utilizando las leyes que ya están publicadas y estará establecido cuando el presidente deje el cargo”, declaró Brian C. Deese, asesor de Obama para cambio climático, según informó The New York Times...
Fuente:
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/04/02/actualidad/1427998941_442269.html


España tendrá que contener sus gases difusos en un 25% o 30%

Aunque la Unión Europea ha presentado ante Naciones Unidas un objetivo colectivo de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de un 40% en 2030, sobre el nivel de 1990, aún no se ha realizado todo el reparto interno del compromiso entre los 28 países, según informa la Oficina Española de Cambio Climático (Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente). “Hay distintos criterios y aún no sabemos cómo se hará el reparto definitivo”, añade.

Pero hay que tener en cuenta que la UE aborda el problema con dos grandes sectores diferenciados: las emisiones difusas, es decir, las del transporte, la edificación, etcétera, y las generadas en las industrias y plantas energéticas. “El reparto [pendiente de las emisiones entre los 28 países de la UE], en todo caso, es en los sectores difusos y “según estimaciones de la OCDE, a España le puede corresponder un objetivo de reducción de entre el 25% y el 30% de las emisiones difusas en 2030 respecto a 2005”, señalan fuentes de Medio Ambiente.

Los sectores energético e industrial están regulados en la UE en el Sistema de Comercio de Emisiones (ETS), por el que se asigna a las plantas una cantidad de gases máxima y pueden completar su cumplimiento comprando derechos en el mercado de emisiones.

“El objetivo [el 40% de reducción] será asumido colectivamente por la UE, de la manera que sea más efectiva respecto al coste, con reducciones en los sectores ETS y no-ETS sumando el 43% y el 30% sobre 2005, respectivamente”, dice el documento aprobado por el Consejo Europeo en octubre de 2014. “Todos los países miembros participarán en este esfuerzo, equilibrando consideraciones de ecuanimidad y solidaridad”.

En el Protocolo de Kioto, cada uno de los entonces 15 países de la UE, incluida España, se comprometió a reducir sus emisiones en un 8% en 2008-2012 respecto a 1990. Pero el objetivo colectivo se repartió entre los países atendiendo a sus situaciones concretas, de manera que muchos de ellos aceptaron (siempre dentro de la UE) asumir mayores compromisos que ese 8%, de manera que otros pudieron aumentar sus emisiones. Así España cumplía con Kioto.

Para el período 2013-2020, la UE mantiene el objetivo de reducir las emisiones en un 20% sobre el nivel de 2005 y, en el reparto de las difusas, España tiene asignada una caída del 10%. En cuanto al ETS, para este mismo período, más de 11.000 plantas energéticas e industriales, así como compañías aéreas, están incluidas en el sistema, cubriendo el 45% de las emisiones de la UE.

La película del cine club. La señorita Julia


Jessica Chastain, Colin Farrell, Samantha Morton. Dirección, Liv Ullmann. Basada en la adaptación del clásico teatral de August Strindberg narra la historia de la hija de un rico terrateniente que seduce a su criado durante la noche de San Juan. Y en la que se expone por un lado las diferencias y luchas de clases y por el otro el machismo y el papel de la mujer como ser secundario, sometido y dominado en la sociedad


La obra funciona más como teatro que como cine, se desarrolla en el decorado de la casa y solo aparecen los tres personajes y algo del paisaje. Los actores muestran un buen trabajo y sin duda da para una buena tertulia.

Premios
2014: Seminci de Valladolid: Sección oficial largometrajes a concurso.

Críticas
"La excelentísima pero estática adaptación de la obra clásica de Strindberg hecha por Liv Ullmann no funciona como película, a pesar de sus impresionantes interpretaciones."
Dennis Harvey: Variety

"Miss Julie es una clase magistral de interpretación... para el teatro. Como película, la meticulosa adaptación de Ullmann resulta forzada e histriónica (...) Puntuación: ★★ (sobre 4)"
Michael O'Sullivan: The Washington Post

"Una adaptación austera y recortada que hace una cosa extremadamente bien: permite brillar a los actores Jessica Chastain, Samantha Morton y -especialmente- a Colin Farrell (...) Puntuación: ★★★ (sobre 5)"
Joe Neumaier: New York Daily News

"'Miss Julie' lo tiene casi todo - buenos actores, escenarios impecables y una dirección rica en detalles emocionales- pero carece de locura y pasión y sin ello, se convierte en un mero ejercicio intelectual"
Mick LaSalle: San Francisco Chronicle

"Las interpretaciones son intensas y veraces. Y percibes el amor y el conocimiento que posee la directora de la amarga obra de Strindberg. Pero no puedo evitar mirar de vez en cuando el reloj y pensar en mis cosas."
Carlos Boyero: Diario El País

"Cuando el teatro es gran cine. (...) Jessica Chastain forma un dueto admirable con Colin Farrell. (...) No se trata de una película fácil. (...) Puntuación: ★★★★★ (sobre 5)"
Lluís Bonet Mojica: Diario La Vanguardia.

lunes, 13 de abril de 2015

Muere el escritor Eduardo Galeano a los 74 años

El escritor uruguayo Eduardo Galeano (3 de septiembre de 1940) ha muerto en Montevideo (Uruguay), su ciudad natal, a los 74 años. Galeano, escritor y periodista, es conocido por su obra esencial Las venas abiertas de América Latina, que escribió en 1971, pero también por su medio centenar de libros en los que trataba el documental, la ficción y el periodismo.

Galeano estaba ingresado en el Centro de Asistencia del Sindicato Médico del Uruguay, CASMO 2, de Montevideo desde el viernes a causa de complicaciones derivadas de un cáncer de pulmón, del que ya había sido tratado en 2007. La noticia de su fallecimiento fue confirmada por Radio Nacional de España , y más tarde por el Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay confirmó también el fallecimiento del escritor en su página web.

El escritor (cuyo nombre completo era Eduardo Germán María Hughes Galeano) había dejado preparado para su publicación un texto inédito que quería se publicara tras su fallecimiento, según confirma la agencia EFE. La editorial Siglo XXI preparará la publicación de esta, probablemente en el mes de mayo, que aparecerá simultáneamente en España, México y Argentina.

Esta semana a la venta un nuevo libro del escritor llamado Mujeres, considerado un experimento editorial. La obra, también de la editorial Siglo XXI, es una antología de sus mejores textos sobre las mujeres, uno de los principales temas que recorrieron su obra. La selección, que ocupa más de 200 páginas, fue realizada por el propio autor. Por ella desfilan Marilyn Monroe, Juana de Arco, Teresa de Ávila o Rigoberta Menchú, así como las hazañas colectivas de mujeres anónimas

A los 14 años, Galeano ya vendía sus primeras caricaturas a los diarios montevideanos. En los sesenta comenzó su carrera periodística, trabajando como editor en el semanario Marcha y durante dos años en el diario Época. Tras el golpe de estado de 1973, Galeano tuvo que dejar Uruguay (entonces llevaba una década siendo director de publicaciones de la Universidad de Uruguay) y se marchó a vivir a la vecina Argentina, donde fundó un magacín cultural de nombre Crisis. En 1976 continuó su exilio en Barcelona. Cuando volvió a Uruguay, ya en 1985, fundó un semanario llamado Brecha. El fútbol (y su pasión por Nacional, uno de los principales clubes uruguayos), las mujeres, la cultura y, por supuesto, América Latina fueron algunos de los grandes temas en torno a los que giró su obra. Nacido en el seno de una familia de clase alta y católica de ascendencia italiana, española, galesa y alemana, siempre fue un activo, aunque independiente, militante de la izquierda. Apoyó la victoria de Tabaré Vázquez y el Frente Amplio en Uruguay en 2004.

Había sido proclamado doctor Honoris Causa por distintas universidades: La Habana, El Salvador, la Universidad Veracruzana de México, la Universidad Nacional de Cuyo, Argentina; y la de Buenos Aires. Se casó tres veces: con Silvia Brando, Graciela Berro y Helena Villalba. Tuvo una hija, Verónica, con su primera mujer, y dos hijos, Florencia y Claudio, con la segunda.

Las venas abiertas de América Latina se convirtió con los años en una obra fundamental para entender la política del continente. Tanto es así que en 2009, durante la V Cumbre de las Américas celebrada en Trinidad y Tobago, Hugo Chávez le regaló una copia de la obra al presidente de EEUU, Barack Obama. Tal fue el alcance del gesto que el libro se situó en pocos días en el puesto número 10 de los más vendidos del portal Amazon, cuando ocupaba el lugar 60.280 del ránking de ventas.

"Las venas... fue un punto de partida, no de llegada. A partir de ahí fui desarrollando un lenguaje propio. Abarqué otros estados, otros perfiles, otros temas de la realidad", comentó en febrero de 2013 en una entrevista con el Colectivo de Escritores Aristóteles de España.

Fuente: http://www.huffingtonpost.es/2015/04/13/muere-eduardo-galeano_n_7053818.html

Frases se Eduardo Galeano
"Podéis prohibir el agua, no la sed".
"Este es un mundo violento y mentiroso pero no podemos perder la esperanza y el entusiasmo por cambiarlo"
http://cultura.elpais.com/cultura/2015/04/13/actualidad/1428933394_654775.html

Más sobre Galeano, http://elpais.com/elpais/2015/04/16/opinion/1429187479_825713.html?rel=rosEP
Galeano en El País. http://elpais.com/tag/eduardo_galeano/a/

El PP responde a Ruz. Las amenazas de quien tiene el poder nunca son gratuitas. Ejercer la independencia judicial parece un oficio de alto riesgo.

El pasado 23 de Marzo, un auto del juez Ruz afirmó que el PP tuvo una caja B en su contabilidad durante 18 años, imputó a Bárcenas, Lapuerta y Páez como presuntos autores de un delito contra la Hacienda Pública y, seguidamente, declaró al PP responsable civil subsidiario por el delito atribuido a sus empleados. Es decir, que el PP deberá pagar las responsabilidades civiles que se exijan a Bárcenas y demás acusados, si estos no pagan.

El auto describe meticulosamente que los imputados recibían dinero en efectivo, pese a que la ley exige que se ingrese en cuentas corrientes de entidades de crédito abiertas exclusivamente pare ese fin. Lo entregaban personalmente individuos vinculados con sociedades del sector de la construcción, en su mayoría adjudicatarias de contratos públicos. Este dinero se ingresaba fraccionando las entregas para no superar los límites legalmente establecidos. Con la misma meticulosa precisión, el auto describe el destino del dinero: retribuciones y sueldos complementarios del partido, campañas electorales y gastos de la formación política —incluidas las obras en la sede central y otras— y servicios especiales como el de una presentadora de TV por participar en un acto del PP o o del Instituto de Estudios Sociales de Pedro Arriola. Esos ingresos y gastos quedaban al margen de la contabilidad oficial del Partido y presentada ante el Tribunal de Cuentas.

El juez, conforme con el criterio del fiscal y de la Audiencia, argumenta que esas donaciones y esos gastos, destinados a pagos fiscalmente opacos y ajenos a la contabilidad oficial, no cumplen con el requisito de transparencia legalmente establecido, por lo cual no están exentas de tributación.

El mismo día 23 de marzo, el PP hizo pública una nota de prensa en la que niega la existencia de la caja B, niega que exista obligación de tributar por lo que denomina “las supuestas donaciones que desconocía” y a continuación afirma que las donaciones a los partidos políticos siempre han estado exentas de tributación del impuesto de sociedades. La nota expresa una indisimulada irritación ante la osadía del juez, capaz de importunar al partido del gobierno, que, al parecer, se cree intangible e infalible. Y, en consecuencia, en el quinto y último apartado de la nota, el PP decía lo siguiente: “Con el debido respeto a las decisiones judiciales, el PP se reserva las acciones legales que le correspondan, en el ejercicio de su derecho de defensa, en el momento procesal oportuno”.

Como el mundo del derecho, de los procesos y de los leguleyos es tan endemoniadamente abstruso, críptico y ambiguo, conviene hacer un breve comentario sobre lo que el PP ha podido querer decir, o dejar dicho, con eso de “se reserva las acciones legales”.

Ejercer una acción legal es comparecer ante un juzgado o tribunal, con el correspondiente abogado, iniciando un proceso con la pretensión de obtener una condena, una declaración de derechos o cualquier otra tutela judicial. La acción legal es, necesariamente, contra alguien. La reserva de las acciones legales que anuncia el PP significa que se guarda para un momento posterior la posibilidad de acudir a un juzgado para actuar contra alguien. ¿Contra quien? Pues, lógicamente, si la nota quiere desautorizar al juez, será contra él contra quien ejercerá las acciones legales, en el momento procesal oportuno.

No era oportuno el momento en que el PP intentó colarse en el proceso fingiendo querer ser acusador, para defender sus propios intereses y ocultar sus irregularidades, ayudando subrepticiamente a Bárcenas en los primeros momentos. Su impostura quedó al descubierto y fue expulsado del proceso como acusador. Ahora su único derecho de defensa en este asunto consiste en defenderse como responsable civil, porque se le exigirá pagar lo que no paguen Bárcenas y compañía. Por lo tanto no será en este proceso, sino en otro, donde podrá ejercer las anunciadas acciones legales contra Ruz. Sin demasiados disimulos, está mandando un preocupante recado al juez. Parece estar diciéndole “Tu actuación contra el PP fracasará, y cuando acabe todo esto vamos a por ti”. Ante tan excesiva advertencia, expresiones de la nota tales como “con el debido respeto a las decisiones judiciales” y “en el ejercicio del derecho de defensa”, resultan hipócritas e inútiles.

Las acciones legales pueden ser acciones penales, en cuyo caso irían dirigidas a conseguir la condena de Ruz como prevaricador, con expulsión de la carrera judicial, y, posiblemente, además, pueden ser civiles para reclamarle una indemnización millonaria, insoportable con los ingresos de un funcionario público.

A primera vista esta amenaza debería parecer inviable, pero es escalofriante recordar recientes experiencias de otros jueces. Las veladas amenazas de quien tiene el poder nunca son gratuitas. Ejercer la independencia judicial en estos tiempos parece un oficio de alto riesgo.
Josep Maria Mena fue fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. El País.
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2015/04/03/catalunya/1428085451_353640.html

domingo, 12 de abril de 2015

Una muela. España presumirá de honrar a sus mejores artistas, cuando lo cierto es que los ha maltratado siempre y continúa haciéndolo

Durante siglos la Iglesia Católica hizo un gran negocio de las reliquias. Allí donde se tenía una, la gente supersticiosa acudía a verla, daba generosas limosnas al templo que aseguraba albergarla y beneficiaba a la ciudad en cuestión con un incremento de visitantes, que hoy llamaríamos turistas. Así que llegó a ser asombrosa la cantidad de reliquias existentes en todas partes, algunas de ellas milagrosamente repetidas. Qué sé yo, cuatro o cinco lugares poseían el peroné de San Vicente, las tibias de Santa Justa se multiplicaron; había mantos que se habían echado a los hombros seis o siete apóstoles. Cada iglesia juraba guardar el vaso del que bebió Santiago, el anillo romano de San Eustaquio, la gorra de San Lorenzo o el mechero con que el Bautista encendió su último pitillo, antes de que lo decapitaran. Cualquier cosa valía para engañar a una población fervorosa, ingenua y atemorizada. Allí donde se ha permitido analizar los huesecillos, se ha demostrado a menudo que ni siquiera eran humanos, sino de liebres, perros o cabras; lo mismo con la mayoría de objetos, pertenecientes a épocas modernas, es decir, del siglo XVIII en adelante.

Hoy sólo los muy locos siguen creyéndose estas patrañas, y con todo son bastantes, o bien a la gente le divierte contemplar las antiguas estafas. Yo he visto largas colas en Turín para arrodillarse ante la Santa Sábana o como se llamen esos trazos tan feos y chuscos. Pero claro, la religiosidad ha ido en declive y ya no atrae a las masas como antaño, el número de fanáticos y crédulos ha descendido vertiginosamente. Pero la vieja lección de la Iglesia la han aprendido bien los políticos: hoy se puede sacar dinero de las sobras de un escritor admirado, o de un pintor, o hasta de un músico. No por otra razón se ha tratado de sacar de Collioure el esqueleto del pobre Machado, o se ha levantado media Granada (y lo que aún nos queda) en busca del de García Lorca. Suponen las autoridades que los cursis del mundo peregrinarían hasta sus sepulturas para dejarles mensajes, flores y versos. Y probablemente estén en lo cierto: casi todos tenemos una edad cursi, yo recuerdo haber depositado una rosa, a los veintidós años, sobre la tumba de Schubert en Viena. Al menos el compositor llevaba allí enterrado (creo) desde su temprano adiós al aire, y nadie había tenido la desvergüenza de exhumarlo, trasladarlo, marear y manosear sus huesos. Perturbar los restos de alguien me parece –además de una chorrada, como dijo bien Francisco Rico– una falta de respeto, aunque a la persona que fueron le dé evidentemente lo mismo.

Yo he visto largas colas en Turín para arrodillarse ante la Santa Sábana o como se llamen esos trazos tan feos y chuscos

Ahora un Ayuntamiento endeudado hasta las cejas ha gastado buen dinero en rebuscar los de Cervantes, con el único fin de hacer caja. Los responsables de la excavación han hallado una mandíbula y unas esquirlas que podrían haber sido del autor del Quijote, muerto hace 399 años: fragmentos mezclados con los de otros individuos que no interesan lo más mínimo porque no darían un céntimo. Cuando esto se publique no sé si los políticos habrán apremiado a los investigadores a certificar que por lo menos una muela es cervantina. Ignoro si a esa muela se le estará erigiendo un mausoleo para que lo inauguren la alcaldesa Botella, el Presidente de Madrid casi cesante, quién sabe si el del Gobierno con unos ministros, corregidores de Alcalá, Argamasilla y otros sitios que pelean por haber sido la verdadera cuna de Cervantes o el “lugar de La Mancha” de cuyo nombre nadie puede acordarse. Si todo eso sucede, no será sino dos cosas: un embaucamiento comparable a los de la antigua Iglesia y una desfachatada operación de maquillaje.

España presumirá de honrar a sus mejores artistas, cuando lo cierto es que los ha maltratado siempre y –lo que es peor– continúa haciéndolo. Los mismos individuos que saldrían en televisión con la muela colgada al cuello, o se harían fotos mordiéndola como los deportistas sus medallas, son los que envidian y detestan a los escritores actuales; los que han presupuestado cero euros para las bibliotecas públicas en 2012 (y no sé si en los años siguientes); los que han subido el IVA al 21% (el más alto de Europa) para el cine y el teatro; los que remolonean para atajar la piratería cultural que arruina a muchos artistas, por si pierden votos entre los incontables piratas; los que desde Hacienda amenazan y persiguen a cineastas y periodistas; los que rara vez leen un libro o asisten a una función de nada; los que suprimen la Filosofía de los estudios secundarios y restituyen la catequesis más rancia, contraria al saber y a la ciencia; los que reducen a lo bestia la ayuda a la Real Academia Española y jamás ponen pie en ella (casi preferible esto último, para que así no la mancillen); los que no mueven un dedo para que los ciudadanos sean más ilustrados y civilizados, o lo mueven sólo para que cada día lo sean menos y se vuelvan tan brutos como ellos. Estos son los que ahora celebran haber encontrado, quizá, unas cuantas astillas de una cadera de Cervantes. Alguien les habrá chivado que es un nombre venerado y que escribió unas obras maestras aún leídas por suficientes excéntrico.
Javier Marías. El País.
elpaissemanal@elpais.es

Sergey Malov

Esta semana, en concreto el miércoles 8 de abril dio un recital en el salón de plenos de la Diputación Provincial, Sergey Malov, de origen ruso, nacido en 1983 en San Petesburgo. De padres músicos y graduado en el conservatorio superior de Salzburgo, Austria y en la Escuela Suprior de Música Hanns Eisler de Berlín.
Interpretó a Bach, las Suites 1, 2, y 3. Además, de explicarnos en español (domina 6 idiomas) el instrumento que utilizaba Sergey fabricado en Polonia y las cuerdas especiales fabricadas para ese instrumento en Viena, nos concedió otras piezas al violín a petición del público.

sábado, 11 de abril de 2015

Alemania, en dos tiempos. Los ojos de su nieta le explicaron todo lo que estaba viendo en los suyos, Alemania, años sesenta, el frío, la primera explotación…

Se empeñó en ir a buscarla al aeropuerto.

Su hijo y su nuera no sólo no lo entendieron, sino que hasta se enfadaron un poco con él. Se dio cuenta de que interpretaban su insistencia como una muestra de senilidad, pero se mantuvo firme. Ya sabía él que desde el pueblo hasta Barajas había más de cien kilómetros, que el coche era pequeño, que en el maletero no había suficiente espacio para el equipaje de su nieta, que tendría que hacer el viaje de vuelta con un bulto sobre las rodillas, pero no cedió. Él tenía sus motivos, y ni su hijo ni su nuera podrían entenderlos. Su nieta sí, y por eso era imprescindible que le encontrara en el vestíbulo del aeropuerto.

Al principio, cuando llamaba sólo una vez a la semana para contar problemas, él estaba tranquilo. Su hijo tampoco lo entendía. Hemos estado hablando con la niña por Skype, le contaba, como si él supiera lo que le estaba diciendo, y la hemos encontrado animada, ¿sabes?, aunque dice que todo es muy difícil, que las cosas no son como las pintan aquí, que ha encontrado una habitación que no le gusta mucho, porque las que le gustan son muy caras, en fin… Él no sabía lo que era Skype, pero sabía lo que le pasaba a la niña y todavía no estaba preocupado.

La niña se llamaba Laura, tenía 24 años, y había empezado un máster en Biología Molecular que no había podido terminar porque su madre ganaba exactamente la mitad desde que el ERE de su empresa la pasó por encima, obligándole a aceptar un contrato a tiempo parcial, y el sueldo de su padre no daba para tanto. Él se ofreció entonces a pagar la matrícula, pero su nieta no quiso aceptarlo. Yo te lo agradezco en el alma, le dijo, pero, tal y como están las cosas, es mucha responsabilidad… Después, con una madurez que enterneció al anciano, enumeró sus razones.

Tenía dos hermanos más, y el pequeño aún no había terminado el Bachiller, la empresa de su madre no iba bien, el negocio de su padre pasaba por demasiados baches. No es justo que te lo gastes en mí, concluyó. Es mejor que lo guardes y que esperemos a ver qué pasa. Yo, de momento, he decidido irme a Alemania. Tengo un par de compañeros que han encontrado trabajo allí. Intentaré ahorrar todo lo que pueda, y… No me mires así, abuelo.

Él no era consciente de estar mirándola de una manera especial, pero se equivocaba. Los ojos de su nieta le explicaron todo lo que estaba viendo en los suyos, Alemania, años sesenta, un viaje en tren que no terminaba nunca, el frío, el desconcierto, la incapacidad para comunicarse en un idioma infernal, la primera decepción, la primera explotación, una adaptación trabajosa, un progreso incierto, y luego, de golpe, una vida distinta, otro idioma, otro clima, otras costumbres, otra manera de trabajar y, al fin, mucho más dinero. Él había emigrado y le había ido bien, pero después de nueve años, cuando consiguió ahorrar lo que se había propuesto, decidió volver. Tenía compañeros que se habían quedado, pero él había vuelto y nunca se había arrepentido.

Su nieta no quiso que le diera nombres, ni direcciones, pero él se empeñó en meterle una nota en el bolsillo cuando fue al aeropuerto a despedirla. Desde entonces no había pasado ni un año y su nieta había ido mucho más deprisa que él, quizá porque en los años sesenta del siglo XX había trabajo de sobra para quien lo quisiera, y ahora no lo había.

La niña ha vuelto a llamar, empezó a contarle su hijo demasiado pronto, y eso que llamó anteayer, pero está muy contenta. Ha encontrado dos trabajos, uno por la mañana y otro por la tarde, y no le pagan mucho, pero la he encontrado más ilusionada, no sé, con más esperanza… Malo, pensó él, aunque no quiso decirlo en voz alta. Malo que llame tan seguido, malo que dé tan buenas noticias, malo… Por eso, la tercera etapa no le cogió por sorpresa. Cuando su nieta volvió a llamar poco, menos que al principio, para contar que echaba mucho de menos a la familia, que los días eran muy oscuros, que estaba muy triste aunque le iba muy bien, por fin habló con su hijo.

Si te dice que está pensando en volver, dile que vuelva, que nosotros también la echamos mucho de menos. Pero ¿qué dices?, protestó él. ¿Ahora va a volver? ¿Ahora que tiene dos trabajos, que está contenta, que ha hecho amigos? Ni hablar, yo no le digo eso. Que sí, hazme caso, replicó su padre. Lo demás, que no tenía dos trabajos, que no estaba contenta, que no había hecho amigos, se lo guardó para sí mismo.

Por eso, cuando Laura llamó por última vez para anunciar que ya se había sacado el billete, se empeñó en ir a buscarla al aeropuerto.

Por eso, cuando salió por la puerta y le vio, se lanzó a sus brazos antes de abrazar a su padre, antes de besar a su madre.
Fuente: El País.
www.almudenagrandes.com

Aprender

Aprender es una recompensa; no un castigo. Aprender es un placer; no una tarea. Aprender es un privilegio, no una negación.
(Glenn Doman)

Aprender es un premio; no un castigo. Aprender es un placer; no un sufrimiento. Aprender es una liberación; no una condena. Aprender es disfrutar; no padecer. Aprender es una diversión; no un trabajo. Y aunque a veces es necesario un esfuerzo para aprender ciertas cosas, este se hace como en un juego.
(?)

Rollo May, psicólogo estadounidense:
“En nuestra sociedad, lo opuesto al coraje no es la cobardía, sino la conformidad.”

viernes, 10 de abril de 2015

Europa tras la II Guerra Mundial. Callaron las armas y continuó el infierno. Keith Lowe describe en ‘Continente salvaje’ el horror vivido en los años posteriores por mucho de los pueblos europeos.

Bajó el telón de la II Guerra Mundial, pero los cuatro jinetes del apocalipsis no dejaron de galopar. En Europa, en un mundo devastado por cinco años de contienda, la gente se las prometía muy felices al firmarse la paz y sin embargo lo que siguió fue un espanto. En un continente devuelto a una condición casi medieval, inmerso en un completo caos, con destrucciones sin cuento, las instituciones colapsadas y la sed de venganza a la orden del día, el desastre humano y moral era absoluto. A mostrar ese siniestro panorama que fue el envenenado legado de la contienda ha dedicado Keith Lowe (Londres, 1970), uno de los más destacados de la nueva generación de historiadores británicos, su libro Continente salvaje, Europa después de la Segunda Guerra Mundial (Galaxia Gutenberg), un libro que se lee con el corazón en un puño especialmente ante la suma de nuevos horrores y vejaciones que tuvieron que aguantar los supervivientes en una cruel nueva vuelta de tuerca de la historia sobre sus víctimas.

¿Fue peor la posguerra que la guerra? “No llegaría yo tan lejos como a afirmar eso”, responde Lowe. “En algunas áreas quizá, aunque en general no. Pero mientras en algunos lugares el fin de la guerra se celebraba con fiestas, en otros continuaba la violencia, e incluso eran parte de las celebraciones la muerte y la vergüenza de otros. Cientos de miles de personas fueron asesinadas o se las dejó morir después de la guerra”. El historiador recalca que es una falsa idea la de que en 1945 todo volvió a la normalidad. “Hizo falta una transición que estuvo llena en muchos sitios, cuanto más al Este peor, de injusticias, atropellos y crueldad, fue una época sin ley”.

El libro muestra que las democracias podían ser muy vengativas. “No tanto como los regímenes totalitarios pero sí, la venganza forma parte de la naturaleza humana, es algo innato y difícil de controlar, y hubo una gran ola de venganza en toda Europa”. Continente salvaje presenta casos —menos conocidos que los de las acusadas de colaboracionismo en Francia rapadas (¡20.000!)— como el de las mujeres y niños marginados y privados de derechos en Noruega, las primeras por ser parejas de soldados alemanes y los segundos por ser el fruto de esas uniones. Lowe explica que el 10 % de las noruegas de entre 15 y 30 años tuvieron novios alemanes durante la guerra. Se tachaba a esas mujeres de traidoras a la nación, aunque ellas y otras en su mismo caso en otros países de Europa consideraban sus relaciones un asunto privado, como la actriz francesa Arletty que, cuenta el historiador, durante su juicio en París por su affaire con un oficial alemán exclamó: “Mi corazón pertenece a Francia, pero mi vagina es mía”.

En cuanto a los niños, Lowe apunta que los soldados alemanes engendraron entre uno y dos millones en la Europa ocupada. En 1945 un diario noruego consideraba a los del país escandinavo “una minoría bastarda peligrosa” susceptible de convertirse en el futuro en “una quinta columna entre la población noruega pura”.

Una de las tragedias que sobrevino con la paz fue la de la deportación forzosa de poblaciones desplazadas a lugares en los que les aguardaban duros castigos. “Los británicos y estadounidenses entregamos a los soviéticos a millares de refugiados y prisioneros de guerra procedentes de Europa oriental, como 70.000 cosacos y al ejército de Vlásov, sabiendo que les esperaba en muchos casos la muerte (los que caían en manos del Ejército Rojo tenían 90 veces más probabilidades de morir que los que apresaban los aliados occidentales)”.

Lo que ocurrió con los judíos fue terrible. “Sobre todo porque tenemos la idea de que el Holocausto generó una gran empatía con los judíos tras la guerra y ese no fue el caso. En muchos lugares se reavivó el antisemitismo. Los judíos supervivientes volvían a sus casas sin nada y tuvieron que luchar para recuperar sus propiedades. En ese conflicto, no hubo compasión con las víctimas". Lowe recoge casos como los de la judía holandesa superviviente de los campos a la que un conocido la recibió diciendo: "Tienes suerte de no haber estado aquí, ¡no sabes el hambre que hemos pasado!". En Hungría, Eslovaquia y Polonia hubo verdaderos pogromos. Al menos 500 judíos fueron asesinados en Polonia entre la rendición alemana y el verano de 1946”.

Lowe, que inauguró en Barcelona el proyecto Espacio de Humanidades. Mediterráneo y Europa, en el Palau Macaya de la Obra Social La Caixa, está de acuerdo en la comparación de la Europa de 1945 con la de la Guerra de los Treinta Años. “Todas las estructuras de la sociedad cayeron, las cosechas se perdieron, incluso las que pudieron recogerse no había manera de transportarlas, todo estaba destruido: el hambre fue peor que durante la guerra”. Había huérfanos por todas partes, señala el historiador, cientos de miles sino millones que se habían quedado sobre todo sin padre. Y muchos niños perdidos; 35.000 solo en Berlín en verano del 45. "Los niños eran el futuro para construir una nueva sociedad pero muchos estaban profundamente traumatizados. Hay muchos testimonios de niños a los que aterrorizaba la simple visión de un hombre en uniforme. Toda una generación se quedó sin referentes masculinos, con los padres muertos o prisioneros durante largos años". Muchos pueblos se quedaron sin hombres, lo que tuvo un efecto traumático en toda una generación de mujeres. "Los hombres se convirtieron en un bien muy preciado". En la URSS había al final de la guerra 13 millones más de mujeres que de hombres.

A Lowe le cuesta decir qué es lo que le conmueve más de todos los dramas de su libro. "Pero con lo que tengo pesadillas es con lo que se hizo a los civiles alemanes en los campos de prisioneros. Algunos guardias trataron de imitar lo que habían hechos los nazis en nombre de la venganza. No digo que algunos alemanes no merecieran castigo pero eso no es excusa para la brutalidad que se ejerció sobre ellos, lo que les hicieron”.

Para el historiador lo más importante es que la nueva Europa, la nuestra, se forjó en medio de "esa época violenta y vengativa", y fue entonces cuando "muchas de nuestras aspiraciones, de nuestros prejuicios y rencores cobraron forma”.
Fuente: http://cultura.elpais.com/cultura/2015/02/17/actualidad/1424208186_419351.html

jueves, 9 de abril de 2015

El intento de los neoconservadores estadounidenses de revisar la historia de la 2ª Guerra Mundial

Wayne Madsen
Desde el derrumbe de la Unión Soviética, Estados Unidos viene poniendo en el poder a sus viejos colaboradores nazis en el este de Europa. Al cuestionar el papel de la URSS en la 2ª Guerra Mundial, Washington está tratando de despojar a la actual Federación Rusa de su mito nacional. Estados Unidos pretende así alcanzar 2 objetivos: destruir la zona de influencia de Rusia y acabar a la vez con la identidad rusa. Para lograrlo tendrá que reescribir la Historia y rehabilitar el nazismo. Después del derrumbe de la Unión Soviética, el ex presidente de Estados Unidos y antiguo combatiente de la guerra fría Richard Nixon dedicó sus últimos años de vida a velar porque Rusia ocupara su lugar en la comunidad internacional. Nixon aconsejó al entonces presidente Bill Clinton sobre la manera correcta de tratar con la Federación Rusa, reconocida internacionalmente como el Estado sucesor de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Algo que Nixon nunca habría tolerado es la tendencia conservadora a negar el importante papel que Rusia desempeñó en la Segunda Guerra Mundial –lo que los rusos llaman «La Gran Guerra Patria»– y en la victoria de los Aliados contra la Alemania nazi. Los actuales dirigentes de Estados Unidos y sus compinches en Gran Bretaña, en el este de Europa y en otros países incluso serían llamados a capítulo por Nixon por haberse negado a participar en la ceremonia anual del 9 de mayo, o «Día de la Victoria», en Moscú.

Nixon, quien criticó a la administración de George H. W. Bush por la ayuda patéticamente inadecuada que se destinó a Rusia después del derrumbe de la Unión Soviética, tendría poco tiempo que perder con los círculos políticos estadounidenses que hoy pretenden desgastar a Rusia y ponerla de rodillas.

Entre quienes ejercen presión a favor de un endurecimiento de las sanciones contra Rusia e ignoran su significativo papel en la victoria de la Segunda Guerra Mundial se hallan los hijos e hijas de los emigrados fascistas y nazis provenientes del este de Europa que llegaron a Estados Unidos en los años posteriores a la guerra, en su mayoría gracias a la «Operación Paperclip» de la CIA [1], huyendo de los juicios a los que pendían sobre sus cabezas por haber apoyado la causa nazi en sus países de origen.

Aquellos emigrados participaron en la formación de diversos grupos de extrema derecha que giraban alrededor de las «Naciones Cautivas», organización estimulada por la administración Eisenhower y las posteriores administraciones estadounidenses. De aquella constelación de organizaciones fascistas surgieron el sionista ucranio-estadounidense Lev Dobriansky y su hija Paula Dobriansky, ex responsable en el Departamento de Estado durante la administración de George Bush hijo, así como el ex colaborador de la Gestapo en Hungría, Gyorgy Schwartz, quien más tarde se cambió el nombre y pasó a llamarse George Soros [2]. Los descendientes de aquellos inmigrados figuran actualmente en los gobiernos de todo el centro y el este de Europa.

Los grupos que gravitan alrededor de aquellos emigrados a Estados Unidos, como la Fundación Heritage [3], el American Enterprise Institute (AEI) [4] y la Brookings Institution [5], así como Human Rights Watch, fundada por George Soros, trabajan a favor de que se reescriba la historia de la Segunda Guerra Mundial. Al parecer, muchos de esos grupos neoconservadores e históricamente revisionistas preferirían que, en vez de reconocer la victoria de la Unión Soviética sobre el fascismo, se conmemorasen con tristeza las derrotas de los regímenes títeres de los nazis en los países bálticos, así como en Ucrania, Bielorrusia y Moldavia.

Así que las marionetas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en diversos países del centro y del este de Europa están inmersas en una guerra propagandística contra Rusia para reducir al mínimo la participación internacional en la celebración del 9 de mayo en Moscú.

En el marco de esta guerra propagandística, el jefe de la inteligencia militar checa, general Andor Sandor, retirado desde 2002, afirmó recientemente que los rusos practican el espionaje a gran escala en Praga. El objetivo de esta historia es presionar al presidente checo Milos Zeman, quien había expresado públicamente su intención de ignorar un supuesto consenso de la OTAN para boicotear las celebraciones rusas del 9 de mayo. Mientras tanto, la oposición checa anunció que tratará de lograr que el parlamento retire el financiamiento al viaje del presidente a Moscú. Praga constituye un punto sensible en las relaciones de Rusia con Occidente. La República Checa sigue negándose a autorizar la apertura de bases de la OTAN en su territorio, aunque Praga sigue albergando actividades anti-rusas como las transmisiones de Radio Free Europe/Radio Liberty y el trabajo de diversas ONGs financiadas por George Soros. Los interlocutores de Soros en el Parlamento Europeo también están presionando al presidente serbio Tomislav Nikolic para que anule sus planes de ir a Moscú y el medio de presión que han encontrado es poner en la balanza el pedido de adhesión de Serbia a la Unión Europea.

Tres ex embajadores estadounidenses en Ucrania –Steven Pifer, John Herbst y William Taylor– han exhortado abiertamente a dirigentes europeos, como el primer ministro británico David Cameron, el presidente francés Francois Hollande y la canciller alemana Angela Merkel –esta última debía salir el 10 de mayo para Moscú para depositar allí una ofrenda floral en el marco de una ceremonia oficial– a asistir a una celebración del «Día de la Victoria» en Kiev. Y estos últimos dirigentes europeos han decidido boicotear la ceremonia del 9 de mayo y el desfile militar en Moscú. Los 3 embajadores lacayos incluso escribieron en el diario estadounidense Los Angeles Times que «aunque los presidentes Clinton y George W. Bush fueron a Moscú en 1995 y en 2005, el presidente Barack Obama no celebrará el acontecimiento en Moscú sino en Kiev» [6]. Los embajadores se niegan a reconocer que si los dirigentes occidentales hacen esa celebración en Kiev, lo harán junto a todo tipo de neonazis y paleonazis, incluyendo a verdaderos partidarios de Adolf Hitler y del jefe nazi y miembro de la Waffen SS Stepan Bandera.

Los 3 embajadores estadounidenses Pifer, Herbst y Taylor están lejos de ser los únicos en lanzar llamados a conmemorar el sacrificio de 27 millones de soviéticos durante la Segunda Guerra Mundial en una ciudad donde los neonazis y mercenarios skinheads de toda Europa tienen en sus manos el poder político y militar. Pifer trabaja para la Brookings Institution, un importante centro de la agitación y propaganda anti-rusa, mientras que Herbst era un intermediario militante a favor del respaldo de la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID, siglas en inglés), de la CIA y de los grandes medios de comunicación a favor de la revolución naranja de Kiev. Taylor, como coordinador-jefe de la ayuda gubernamental estadounidense a la ex Unión Soviética y al este de Europa, trabajó estrechamente con la organización de Soros y con la National Endowment for Democracy (NED) [7] recogiendo fondos para grupos proestadounidenses de extrema derecha en la región.

Mientras que Obama y sus amigos no estarán en Moscú, el primer ministro griego Alexis Tsipras, quien ha exigido de Alemania el pago de compensaciones de guerra para su país, hará caso omiso del boicot de la OTAN y se unirá a Zeman para asistir a la ceremonia conmemorativa organizada en la Plaza Roja. Es posible que los dirigentes de Islandia, Noruega, de los Países Bajos, Eslovaquia y Hungría también decidan romper filas y separarse de los demás miembros de la OTAN volando a Moscú para participar en la ceremonia del 9 de mayo.

En lo que puede ser considerado como una bofetada diplomática para el régimen de Kiev y sus padrinos occidentales, los dirigentes de las Repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania, estarán presentes en la Plaza Roja, junto a los dirigentes de otros 30 países, como China, la India, Serbia, Macedonia, Bosnia Herzegovina, Montenegro, Egipto y Sudáfrica, en una situación que confiere a su estatus un reconocimiento de facto. Además, también estarán presentes los dirigentes de las Repúblicas de Osetia del Sur y de Abjasia, lo cual constituye una derrota diplomática para las autoridades de Georgia, que ven esas dos repúblicas como parte del Estado georgiano.

Al mismo tiempo, mientras ellos llaman a boicotear la celebración del Día de la Victoria en Moscú, los dirigentes de los países bálticos acogerán en sus capitales diversas conmemoraciones nazis.

- La presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaitė, graduada de la Foreign Service School de la Universidad de Georgetown en Washington, uno de los terrenos de reclutamiento preferidos de la CIA, no tiene ninguna intención de impedir las ceremonias anuales ante la tumba del títere nazi lituano y constructor de campos de concentración Juozas Ambrazevicius Brazaitis, cuyos restos fueron repatriados hace algunos años a Lituania desde Connecticut (Estados Unidos), antes de ser inhumado nuevamente en Kaunas, con honores militares.

- El presidente de Estonia, Toomas Hendrik Ilves, ex jefe del buró local de Radio Free Europe, financiada por la CIA, respaldó en 2007 la decisión del gobierno de Estonia de desplazar una estatua erigida en homenaje a la victoria soviética desde Tallin hacia una base militar en la periferia de la ciudad, donde ahora se encuentra muy cerca del centro de ciberguerra de la OTAN.

- Mientras los dirigentes de Letonia se unían a sus colegas bálticos en la competencia por el boicot contra la ceremonia de Moscú, veteranos y partidarios de la Legión Letona, división de la Waffen SS durante la Segunda Guerra Mundial, desfilaban orgullosamente por las calles de Riga durante una ceremonia que organizan cada año, desde 1991 [8]. El presidente letón Andris Berzins no ha hecho nada en respuesta a la ceremonia nazi en Letonia, pero sí dice que le parece abominable que un dirigente occidental reconozca el papel de Rusia celebrando el día de la victoria contra Hitler. El propio Berzins fue durante mucho tiempo socio del Stockholms Enskilda Bank, propiedad de la familia sueca Wallenberg, acusada de colaboración con la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial, lo cual le valió figurar en la lista de embargos del gobierno estadounidense.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el presidente de Polonia, Bronislaw Komorowski, se unieron a sus socios bálticos en el esfuerzo por revisar el papel de Rusia en la historia de la Segunda Guerra Mundial. El ministro polaco de Relaciones Exteriores Grzegorz Schetyna incluso quiso reescribir la historia afirmando que Ucrania liberó el campo de concentración de Auschwitz. El ministro ruso de Relaciones Exteriores respondió señalando que «todo el mundo sabe que Auschwitz fue liberado por el Ejército Rojo, en el que todas las nacionalidades sirvieron heroicamente» y agregó que Polonia «distorsiona» la historia.

Tratar de imponer una parodia de la Historia. Eso es lo que hacen los dirigentes de la OTAN cuando presionan a los dirigentes de otros países –desde Corea del Sur y Japón hasta Bulgaria y Austria– para que no envíen representantes oficiales a la celebración de Moscú.

Esta maniobra recuerda el boicot contra los Juegos Olímpicos organizados en Moscú, en 1980, una acción encabezada por Estados Unidos y totalmente infantil en materia de diplomacia que a la larga hizo más daño al movimiento olímpico internacional que a la URSS.

Notas:
[1] «"Operación Paperclip": de los V2 a la Luna», Red Voltaire, 7 de enero de 2005.
[2] «George Soros, especulador y filántropo», Red Voltaire, 3 de febrero de 2004.
[3] «La Fundación Heritage: pensamiento “listo para servir”», Red Voltaire, 27 de febrero de 2005.
[4] «El Instituto Norteamericano de la Empresa», Red Voltaire, 13 de marzo de 2005.
[5] «La Brookings Institution, think tank de buenos sentimientos», Red Voltaire, 2 de febrero de 2005.
[6] “Kiev, not Moscow, should be the choice for marking V-E Day”, Steven Pifer, John Herbst & William Taylor, Los Angeles Times, 16 de marzo de 2015.
[7] «La NED, vitrina legal de la CIA», por Thierry Meyssan, Оdnako (Rusia), Red Voltaire, 11 de octubre de 2010.
[8] «La presidenta de la Letonia rehabilita el nazismo», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 20 de marzo de 2005.
Wayne Madsen. Exfuncionario de la National Security Agency (NSA), se convirtió en periodista investigador especializado en el espionaje electrónico, posteriormente en el espionaje en general.

Fuente: http://www.voltairenet.org/article187164.html

miércoles, 8 de abril de 2015

El fatalismo de la desigualdad inevitable. Las preferencias del conjunto de la sociedad deben pesar más que las de los muy ricos

La desigualdad económica es posiblemente el fenómeno más perturbador al que se enfrentan en este inicio del siglo XXI los sistemas políticos democráticos de nuestros países, así como también el propio sistema de economía de mercado, el capitalismo.

La razón es que la desigualdad es un poderoso disolvente del pegamento que una sociedad pluralista y una economía de mercado necesitan para poder funcionar de forma eficaz. La materia de ese pegamento invisible es la confianza social. Esa confianza es la que facilita la cooperación tanto en el seno de la sociedad como en el de las empresas. En la medida en que disminuye la confianza, la desigualdad impide la cooperación y la existencia de un proyecto de futuro compartido.

En este sentido, quienes se deberían preocupar más por la desigualdad son los partidarios de la libre empresa. Tienen que recordar que el núcleo moral que legitima el sistema de economía de mercado no es la rentabilidad ni la eficiencia, sino las oportunidades de progreso social que es capaz de ofrecer, especialmente a aquellos que más las necesitan.

Para aquellos para los que este argumento moral no sea suficiente, hay que recordar que la desigualdad también perturba el crecimiento económico. La investigación académica y de instituciones como el FMI o la OCDE de los últimos años es concluyente: la desigualdad daña el crecimiento y hace al capitalismo más volátil, más maníaco depresivo de lo que ya lo es por naturaleza.

Sin embargo, la desigualdad no está en la agenda política de los Gobiernos. Este es un hecho sorprendente y hasta intrigante.

¿Cómo explicar este desinterés del sistema político tradicional por la desigualdad?
Existen dos posibles explicaciones, no excluyentes entre sí.
La primera es que, conscientes o no, las políticas de los Gobiernos están respondiendo más a las preferencias de los muy ricos que a las del resto de la sociedad. A medida que la desigualdad ha ido aumentando a lo largo de las tres últimas décadas, la capacidad de influencia política de los muy ricos ha ido aumentando. Un ejemplo paradigmático es la agenda fiscal mínima que, desde EE UU, se ha ido imponiendo en todos los países desarrollados. Pero hay otros muchos ejemplos.

Es un hecho que los ricos son más influyentes a la hora de introducir sus intereses y preferencias en la agenda política. Lo que no está claro es cómo lo consiguen. La vía parece ser la desigualdad en la representación política. De la misma forma que los economistas calculan el índice de Gini para medir la desigualdad económica, algunos politólogos han buscado calcular un índice de Gini de la desigualdad de representación política. Los resultados son muy ilustrativos. Cuanto menos representativas son las cámaras altas de un país, mayor es la desigualdad.

La segunda explicación es que los Gobiernos han aceptado sin más la idea de que la desigualdad es una consecuencia inevitable del juego de las fuerzas del mercado frente a la que no se puede luchar. Esta creencia está muy extendida, especialmente entre los economistas y las élites. Por un lado, las nuevas tecnologías y la robótica inteligente producirían una inevitable desigualdad de ingresos entre los más y menos capacitados en el dominio de estas tecnologías. Por otro, la globalización, en la medida en que pone a competir a los trabajadores de distintos países, reduciría de forma inevitable los ingresos de los trabajadores de países con salarios altos. Las fuerzas del mercado actuando como la fuerza del destino en la tragedia griega clásica.

Este fatalismo de la desigualdad inevitable no tiene fundamento. Los Gobiernos pueden influir en las pautas que siguen el progreso técnico y la globalización. Esas fuerzas ya operaron en el pasado y, con la ayuda de políticas e instituciones sociales y regulatorias adecuadas, fueron fuentes de progreso social y de aumento de oportunidades para todos. Las fuerzas del mercado se comportan como un caballo de carreras, que dejado a su libre albedrío puede ir hacia cualquier lugar, pero embridado puede llevarnos a la meta que deseemos.

Las causas fundamentales del crecimiento de la desigualdad no están en las fuerzas del mercado, sino en los cambios políticos que tuvieron lugar a partir de finales de los años setenta. Esos cambios no eran inevitables. Y son reversibles.

De hecho, la fotografía de la evolución de la desigualdad en los países desarrollados ofrece caras muy diferentes. Allí donde las políticas operaron en la dirección adecuada, esas fuerzas del mercado no han producido mayor desigualdad. Al contrario, se ha logrado reducirla. Por desgracia, ese no es el caso de España, que se ha puesto a la cabeza de la desigualdad en la UE.

No hay ningún fatalismo en las fuerzas del mercado. El crecimiento de la desigualdad no es una tendencia inevitable.

Pero que no sea inevitable no significa que vaya a ser fácil revertirla. Se necesitarán políticas y acciones de muy diferente tipo. Probablemente lo más importante es lograr que las preferencias del conjunto de la sociedad pesen más que las de los muy ricos en las prioridades de las políticas públicas. Para ello, la representación política en nuestras instituciones tiene que reflejar mejor las preferencias de las clases medias y trabajadoras.

Tengo para mí que ese es el sentido de la fuerte demanda de cambio político que hay en España. Por eso, la próxima legislatura debería ser profundamente reformista.
Antón Costas es catedrático de Economía en la Universidad de Barcelona.
http://economia.elpais.com/economia/2015/03/27/actualidad/1427449472_108759.html

Grecia cifra la deuda de Alemania por la invasión nazi en 279.000 millones. La cantidad comprendería los préstamos concedidos y el valor de las piezas expoliadas

El Gobierno griego ha plasmado finalmente en la cifra de 279.000 millones de euros la demanda de reparaciones por la ocupación nazi de Grecia durante la Segunda Guerra Mundial. La comisión del Parlamento griego sobre el tema que comenzó a funcionar la semana pasada busca reclamar las reparaciones, pero también la devolución de los préstamos concedidos por el Gobierno griego títere impuesto por los invasores y de las piezas arqueológicas expoliadas. Atenas hace público este informe precisamente en una semana clave de negociación con sus acreedores, en la que deberá afrontar un pago al FMI, una subasta de Letras del Tesoro, además de prepararse para el desembolso de salarios y pensiones el próximo día 15.

Durante su comparecencia ante esta comisión, el viceministro de Finanzas, Dimitris Mardas, ha explicado que Berlín debe 278.700 millones de euros según los cálculos de la Oficina General Contable del Estado. Los créditos suman de por sí 10.300 millones de euros. La reivindicación de las reparaciones de guerra ha tenido más repercusión en los últimos años, coincidiendo con la crisis y los sucesivos rescates griegos de la troika (Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y Comisión Europea) que suman un total de 240.000 millones de euros.

Alemania en cambio rechaza las reclamaciones griegas y asegura que ha cumplido con todas sus obligaciones y recuerda el abono a Grecia de 115 millones de marcos alemanes a Grecia en 1960.

Por otra parte, el Gobierno ha asegurado que no se incluirá una subida del IVA en la lista de reformas presentada a los acreedores internacionales, según el portavoz del Gobierno, Gavriil Sakellaridis, que ha realizado declaraciones a la emisora de radio privada Real FM.

"Por parte del Gobierno griego no hay incremento del IVA para ninguna isla en la lista de reformas presentada", ha afirmado. "Pero el debate está abierto", ha advertido. En cuanto a la reunión del domingo en Estados Unidos entre el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, y la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, Sakellaridis ha destacado que se produjo a petición del ministro griego.

"Varoufakis tenía un viaje a Washington previsto para entrevistarse con cargos del Ministerio de Finanzas estadounidense, reuniones que se producirán hoy, y como estaba de visita en Washington, pedimos esta reunión con la señora Lagarde", ha explicado. En la reunión se abordó en conjunto el programa de reformas planteado por el Gobierno griego. "Hubo un debate de fondo sobre el marco de las reformas", ha asegurado Sakellaridis.

Este mismo lunes, fuentes del Gobierno griego han asegurado que Lagarde no pidió a Varoufakis, ...
Fuente: http://internacional.elpais.com/internacional/2015/04/07/actualidad/1428400924_433682.html

martes, 7 de abril de 2015

El economista y las manos sucias. El sentimiento de crisis va pasando sin que haya intentos serios de autocrítica

La presencia de académicos y profesores universitarios al frente de las responsabilidades económicas de un país (caso de Varoufakis en Grecia) no es excepcional. Hay numerosos ejemplos. Por citar uno, el de Fuentes Quintana como vicepresidente económico del Gobierno de Adolfo Suárez. Fuentes salió escaldado de aquella experiencia. Hay momentos en los que los economistas tienen que ensuciarse las manos, en el sentido sartriano, en el mundo de la política.

Quizá por casualidad, quizá por necesidad, en los últimos días han coincidido en este periódico dos reflexiones sobre el papel del economista en la sociedad. En la primera, del catedrático Santiago Carbó (Economía de la interpretación, del 24 de marzo), se incidía en las contradicciones que se producen entre lo académico y lo mediático, entre la investigación y la divulgación de la economía, que generan en ocasiones la necesidad de rectificar lo que dicen que se ha dicho. Y ponía los ejemplos de Piketty y de los profesores Reinhard y Rogoff, al menos aparentemente malinterpretados en sus tesis. La segunda reflexión, del economista venezolano Moisés Naím (La fraudulenta superioridad de los economistas, del 28 de marzo), era una autocrítica de su propia profesión: por su arrogancia (desprecia cuanto ignora), su falta de independencia (cuanto más se acerca al mundo de los negocios más se condiciona su agenda, conclusiones y recomendaciones) y su ignorancia (su incapacidad para ofrecer soluciones revela que su instrumental teórico necesita urgentemente una inyección de nuevas ideas sobre la conducta humana).

Hay más líneas de trabajo que han transformado el papel de los economistas. Es muy riguroso referirse a ellos como hace el profesor de la Universidad Carlos III de Madrid José Luis Ferreira: cuando habla de economistas se refiere solo a los que investigan en Economía y publican en las principales revistas académicas, o a los que sin investigar, conocen y usan los resultados de las investigaciones hechas por los demás. Las opiniones y actos de otras personas —tengan una titulación en Economía o no— que no se ajusten a lo anterior no constituyen el cuerpo de la Economía. (Economía y pseudociencia, Díaz & Pons Editores). Una concepción tan ajustada de la profesión arrojaría en el extremo a los extramuros de la misma a los que practican la política económica o la economía política. Tal torre de marfil solo existe en algunas universidades y servicios de estudios, y la economía es mucho más rica.

Ningún departamento universitario de Economía ha sido cerrado por equivocarse tanto

Por ejemplo, el mundo de la economía debería debatir hoy aspectos que son difíciles de encontrar en las revistas teóricas, tales como: 1) por qué el sentimiento de la crisis va pasando sin que haya habido ningún intento serio por rectificar los errores doctrinarios que llevaron a la economía de tantos países a la parálisis; 2) cómo fue que la complejidad del sistema superó con creces la capacidad de los participantes, expertos económicos y guardianes; incluso después de la recesión resulta endiabladamente difícil comprender lo que ha sucedido. Algunos consiguieron unir los puntos adecuados, de la forma correcta y en el momento oportuno, pero fueron una minúscula minoría dentro de la profesión; 3) ninguno de los economistas que fallaron en su pronóstico y en sus recomendaciones de política económica —esto es, fracasaron— ha sido despedido por incompetente, ni ningún departamento de Economía ha sido clausurado por sus errores ni como medida de reducción del gasto público o privado, como ha sucedido en tantos otros sectores productivos o intelectuales.

El profesor de la universidad norteamericana de Notre Dame, Philip Mirowski, señala un responsable intelectual de ese fracaso: "Sin duda, la Segunda Guerra Mundial habría tenido lugar sin Martin Heidegger, Carl Schmitt y otros intelectuales nazis, pero no está tan claro que la crisis hubiera ocurrido sin la escuela de economía neoclásica de Chicago. Chicago ha sido el principal vivero inicial de la teoría financiera moderna, que ha proporcionado inspiración intelectual directa y justificación para la mayor parte de la innovación de los derivados financieros (...) de los últimos 30 años" (Nunca dejes que una crisis te gane la partida, editorial Deusto).

¿Tienen algo que decir de todo esto las organizaciones profesionales de economistas? El Colegio de Economistas de Madrid, por ejemplo, instalado en la mediocridad y la molicie, nada de nada.
Fuente: http://economia.elpais.com/economia/2015/03/29/actualidad/1427646073_315191.html

lunes, 6 de abril de 2015

La exposición de la Politica de Fondos de Covertura en Nueva York. Trabajando para exponer los mecanismos que los fondos de cobertura y los multimillonarios utilizan para influir en el gobierno y la política con el fin de ampliar su riqueza, influencia y poder. La política que impulsan los multimillonarios y los daños colaterales que inflige a nuestras comunidades, nuestro clima, nuestra economía y nuestra democracia.

Hace dos semanas, varios autobuses llenos de neoyorquinos hicieron una peregrinación a Greenwich, Conn., Para visitar la finca frente al mar del titán de fondos de cobertura Paul Tudor Jones II, donde, baste decir, que no fueron invitados a ver la vajilla de china. Era una tarde de sábado lluviosa y los manifestantes, muchos de ellos gente trabajadora que se han sentido engañados por las injusticias de un sistema fiscal que favorece a unos pocos enriquecidos, estaban allí para llamar la atención sobre la agenda educativa del señor Jones, construida sobre la premisa de que los ricos extravagantes saben mejor cómo enseñar a leer, y a su apoyo a los candidatos y causas republicanas en la Legislatura del Estado de Nueva York, que perjudican a los pobres y la clase trabajadora.

Es este tipo de gasto político, un total de US $ 1,6 millones en los últimos 12 años, sostienen, que socava sus esfuerzos filantrópicos a través de la Fundación Robin Hood, la organización benéfica de lucha contra la pobreza que él creó. Para los civiles, por supuesto, el Sr. Jones puede parecer como alguien que necesita trabajos de reparación en la causa y efecto, un multimillonario cuya industria prospera en la extracción de valor económico de inversiones en lugar de producir, y sin embargo se siente cómodo hablando sobre el impacto corrosivo de la desigualdad.

"Cuando comenzamos a poner la justicia a la par con las ganancias", dijo Jones en un TED Talk recientemente, "entonces tenemos la cosa más valiosa del mundo. Volvemos a nuestra humanidad". Al escuchar que es como escuchar el Real Housewives of Orange County decir que una vez que empezamos comprende la restricción sobre el espectáculo de los consumidores, vamos a estar bien en nuestro camino a un nuevo capítulo en la dignidad cultural.

Los que hicieron el viaje a Connecticut marchaban en nombre de un grupo llamado los Heged Clippers, una naciente organización respaldada por la Federación Americana de Maestros, grupos laborales y comunitarios prominentes, y Zephyr Teachout, el ex candidato demócrata liberal para gobernador. Está dirigido a exponer las formas como los fondos de cobertura sangran la economía a través de la práctica de auto-interés y luego extienden el daño mediante la pródigas compras de la influencia política. Según un análisis realizado por el grupo, los administradores de fondos de cobertura han donado $ 40 millones en contribuciones políticas en el estado de Nueva York en los últimos 15 años, con el gobernador Andrew M. Cuomo recibiendo cerca de $ 5 millones. Muchos de esos donantes son prominentes partidarios de las escuelas charter, y casi todos presumiblemente denuncian la eliminación de las lagunas fiscales que magnifican sus fortunas.

Los Hedge Clippers producen y emiten informes a una velocidad que haría envidiar a muchos estudiantes graduados. Esta semana se dio a conocer un documento que detalla el flujo de dinero de los gestores de fondos de cobertura y los operadores de alta frecuencia en las arcas de Rahm Emanuel; en Chicago, la tenencia de alcaldía del Sr. Emanuel ha sido cuestionada por una oferta desde la izquierda. Otro informe ofreció una lista de compradores en One57, el condominio de apartamentos ultralujosos en Manhattan que se benefició de importantes ventajas fiscales.

En Nueva York, los Hedge Clippers han estado protestando a un ritmo muy vivo. Una manifestación se llevó a cabo recientemente fuera del 15 Central Park West, una torre de lujo que funciona como dormitorio financiero de la industria. Ese día la atención se centró en el gestor de fondos de cobertura Daniel S. Loeb, el presidente de la red de escuelas autónomas Success Academy, que compró un apartamento en el edificio hace siete años. En la manifestación, los Hedge Clippers ofrecen un tutorial al público sobre las formas complicadas de la forma de operar de los fondos (Hedge Found) para acumular dinero - la llamada de dos horas y veinte sistema de compensación, por ejemplo - y las formas en que sus cargas fiscales se mantienen relativamente bajas.

Otra acción tuvo lugar frente al Club de Harvard en el centro de Manhattan, donde se celebraba un simposio de un día llamado: "Bonos y Pizarras, Invertir en las escuelas charter". Otro tenía a manifestantes apareciendo en restaurantes caros, como el Bar Polo y Del Frisco. "Todo esto realmente comenzó con: "¿Qué vamos a hacer con estos personajes?" Stephen Lerner, miembro de Iniciativa Kalmanovitz en la Universidad de Georgetown para el Trabajo y los trabajadores pobres, me dijo. "Si usted está preocupado acerca del dinero en la política, ahí están los fondos de cobertura; si usted está preocupado acerca de la financiación de los servicios públicos, esos son los fondos de cobertura; si usted está preocupado acerca de la privatización de las escuelas públicas, ahí están los fondos de cobertura".

Los Hedge Clippers tienen un enfoque más singular que lo que nunca hizo Occupy Wall Street. Les gustaría que los impuestos recaudados a los súperricos; que quieren los fondos de pensiones y las universidades para desinvertir de los fondos de cobertura; quieren la participación en cuenta que se aplica un tipo impositivo más elevado a nivel federal y de las lagunas a su alrededor en los códigos fiscales locales para evitarlos. En la ciudad de Nueva York, los fondos de cobertura gigantes y fondos de capital privado no están sujetos al impuesto sobre la participación en cuenta; si lo fueran, la ciudad sería $ 200 millones más rica cada año, de acuerdo con James Parrott, economista en jefe del Instituto de Política Fiscal. El subsidio fiscal va a los pobres por medio del crédito por ingreso del trabajo, (es decir, lo pagan los mismos trabajadores) y es sólo la mitad de eso.

¿Cuándo la gente se sentirá masívamente realmente enojado por conocer estos mecanismos de favoritismo? Un nuevo libro, "La Edad de la aquiescencia," por el historiador laboral Steve Fraser, plantea esa pregunta, y pregunta por qué nuestra nueva Edad de Oro no ha aportado nada que se acerque a los disturbios y el activismo de la anterior. Hay muchas razones, pero una es que pocos estadounidenses entienden realmente la malversación de la industria financiera de la forma en que los trabajadores de la fábrica del siglo XIX podían experimentar, de forma clara y visceralmente, cómo los jefes de las acerías y los magnates del ferrocarril les estaban explotando a ellos. La relación entre las masas que luchan y los peces gordos que les saqueaban era en cierto sentido más crucial e íntima.

Hoy nos enteramos de multimillonarios, en tonos de admiración o simplemente descarados, en las revistas de moda que relata sus divorcios y sus juguetes. Si usted es un ayudante de salud en el hogar que gana $ 11 la hora, es probable que no tengas una suscripción a la revista Vanity Fair. Los Hedge Clippers pueden lograr mucho si simplemente convierten los pocos secreto en algo ampliamente infame.
Fuente: NYT. http://www.nytimes.com/2015/03/29/nyregion/exposing-hedge-fund-politics.html?emc=edit_tnt_20150327&nlid=31217582&tntemail0=y&_r=0

Cambridge contra Cambridge. El fracaso del pensamiento único en la Gran Recesión ha alumbrado una generación de economistas heterodoxos. Solo les une la crítica al neoliberalismo y a la escuela neoclásica

En lo más hondo de la crisis económica, en el año 2009, Paul Krugman, con la libertad intelectual que le daba el Premio Nobel de Economía, se inventó una división de su profesión y habló de los “economistas de agua salada” (más keynesianos) y los “economistas de agua dulce” (los neoclásicos). Hasta antes de la quiebra de Lehman Brothers ambos grupos habían firmado una falsa paz basada, sobre todo, en la confluencia de opiniones que salvaban a los mercados de sus fallos. Eran los años de la Gran Moderación, en los que las cosas iban básicamente bien. La recesión que llegó terminó con esa paz postiza, durante la cual las fricciones entre ambos grupos de economistas habían permanecido dormidas sin que se hubiera producido ninguna convergencia real entre sus posiciones. Fue entonces cuando Alan Greenspan, que había sido presidente de la Reserva Federal y era denominado “el maestro” por unos y otros, admitió encontrarse en un estado de “conmoción e incredulidad” porque “todo el edificio intelectual se había hundido”.

Un lustro después, aquella distinción krugmanita ha pasado de moda y es difícil encontrar economistas que defiendan a campo abierto la teoría económica que ha llevado al fracaso del pensamiento único neoliberal y a la gestión de la crisis económica más larga y profunda desde los años treinta del siglo pasado. El historiador del pensamiento económico de la Universidad norteamericana de Notre Dame Philip Mirowski se sorprende de que, a pesar de ese fracaso evidente, los neoliberales (los economistas “de agua dulce”) parecen haber eludido toda responsabilidad por propiciar las condiciones para que se materializase la crisis: ninguno de esos profesionales “fue despedido por incompetente. Los economistas no han sido expulsados de sus puestos en el Gobierno. Ningún departamento de Economía ha sido clausurado, ni por sus errores ni como medida de ahorro de costes” (Nunca dejes que una crisis te gane la partida, ediciones Deusto).

Ahora hay una verdadera avalancha de economistas heterodoxos de muy diferentes escuelas. Lo único que les une es la crítica al neoliberalismo y a la escuela neoclásica, y un cierto neokeynesianismo. En el libro citado, Mirowski centra geográficamente esas críticas: sin duda la II Guerra Mundial habría tenido lugar sin Martin Heidegger, Carl Schmitt u otros intelectuales nazis, pero no está tan claro que hubiera ocurrido la crisis económica sin la escuela neoclásica de Chicago. Chicago ha sido el padrino intelectual de la autorregulación que ha llevado a tantos abusos.

Dentro de unos meses llegará a España la obra canónica del economista neokeynesiano australiano Steve Keen (Debuking Economics, traducida Desenmascarando la economía, Capitán Swing). Keen se autodefine dentro de la “tradición científica de Marx-Schumpeter-Keynes-Joan Robinson- Piero Sraffa-Hyman Minsky”. Lo peculiar de este economista es que ha atizado a otros autores pretendidamente keynesianos como Krugman, por ser neoclásicos camuflados: “El establishment neoclásico (sí, Paul, eres parte de ese establishment) ha ignorado toda la investigación de los economistas no neoclásicos como yo por décadas. Así que es bueno ver cierto compromiso en lugar de una ignorancia deliberada o, más probablemente ciega, a otros análisis alternativos”.

Esta polémica recuerda a otra de hace medio siglo, que fue conocida como Cambridge contra Cambridge y que enfrentó a los discípulos directos de Keynes en el Cambridge británico (Robinson, Sraffa, Kaldor,…) con los del Cambridge de Massachusetts, en EE UU (Paul Samuelson, Robert Solow…). Los norteamericanos llegarían al premio Nobel; los británicos, no. Joan Robinson calificó a los primeros como “keynesianos bastardos”.

En distintas proporciones, los famosísimos Thomas Piketty y Yanis Varoufakis también son economistas heterodoxos. El francés, por haber conseguido con su libro El capital en el siglo XXI  (Fondo de Cultura Económica) lo que ninguno de sus colegas antes (ni siquiera Joseph Stiglitz en El precio de la desigualdad, editorial Taurus): introducir la desigualdad en el centro de la política económica tras largas décadas de ser orillada por el pensamiento ortodoxo que la consideraba una característica natural del capitalismo. En colaboración con otros jóvenes colegas como Emmanuel Saez o Gabriel Zucman (La riqueza oculta de las naciones, editorial Pasado y Presente), Piketty ha llevado sus argumentos de la economía a la política: concentraciones extremas de renta y riqueza como las que se dan en nuestras sociedades amenazan la democracia. Guste o no, las tesis de un científico social francés no habían influido tanto en el mundo anglosajón desde La democracia en América, de Tocqeville. ... seguir leyendo.  Madrid 5 ABR 2015 - 
Fuente: http://economia.elpais.com/economia/2015/04/01/actualidad/1427901366_003243.html