Hay dos momentos del año en los cuales nos sentimos capaces de cambiar nuestra vida. Uno es el periodo navideño, cuando el frío invita al recogimiento y la reflexión.
El otro son las vacaciones de verano.
Tras seis o siete meses derrapando, de repente el mundo parece detenerse, o al menos ralentizarse, y disponemos de largas jornadas para relajarnos y pensar. Vamos a centrarnos en cómo aprovechar este paréntesis para un reajuste reparador que nos ponga las pilas para afrontar nuevos retos e ilusiones en septiembre.
A lo largo del año, damos tanta prioridad a nuestros compromisos y obligaciones que desatendemos totalmente el vehículo que nos permite llegar a todo. Persiguiendo nuestras urgencias, no dudamos en castigar nuestro cuerpo con comida rápida y a destiempo, escasa actividad física y menos horas de sueño de las que precisamos.
Por eso, antes de llenar la agenda de otoño con un aluvión de objetivos, deberíamos consagrar el mes de vacaciones a una revisión profunda para vivificar nuestro organismo. Algunas medidas sencillas pueden ser:
Cocinar con alma. Las prisas de los días laborales hacen que tengamos que comer a menudo fuera o que nos hagamos “cualquier cosa” para salir del paso. Empezaremos nuestro programa revitalizador comprando productos frescos y saludables en el mercado, lo cual es ya un placer, al que se sumará pasar tiempo en la cocina –una de las actividades más relajantes que existen– y en la mesa para disfrutar de los platos.
Recargar las baterías del sueño. Tras una comida sabrosa y equilibrada, las vacaciones nos permiten practicar el noble arte de la siesta, que, según el doctor Eduard Estivill, “no es un invento español, sino una necesidad de nuestro cerebro, como han demostrado las últimas investigaciones sobre cronobiología. Todo el mundo debería regalarse como complemento un buen sueño”. Si hemos dormido lo suficiente por la noche –el verano también está para eso–, no debería exceder los 30 minutos.
En lugar de decidir que en septiembre iremos al gimnasio, es mejor aprovechar este mes de calma para ponernos en forma a través de un ejercicio suave y lúdico. Según donde estemos, nadar 20 minutos al día, ir en bicicleta o practicar un deporte de equipo o de pareja bastará para desentumecer el cuerpo y relajar la mente por la acción benéfica de las feromonas.
“Un cuerpo saludable es la habitación de los invitados del alma, mientras que un cuerpo enfermo es su prisión”
(Francis Bacon)
Incorporando estos tres hábitos a nuestro día a día recobraremos las fuerzas perdidas y podremos afrontar las necesidades de la mente, no menos castigada por un curso de tensiones y ansiedad.
Uno de los cuentos más citados de la tradición zen tiene como protagonista a un guerrero que acude a casa de un maestro venerado por su sabiduría. Mientras el anfitrión le va llenando la taza de té, el recién llegado le explica todos los títulos y logros que ha cosechado los últimos años.
Mientras escucha a su huésped, el maestro sigue vertiendo la infusión hasta que rebasa la taza, manchando toda la mesa. Alarmado, el guerrero le pide que no siga, que el cuenco ya está lleno.
“Exactamente igual que tu mente”, le atiza el maestro. “Vienes tan cargado de ti que no puedo enseñarte nada. Para llenar una taza, primero hay que vaciarla”.
Así como una buena dieta, dormir suficiente y el ejercicio contribuyen a quemar los kilos de más acumulados, antes de diseñar el nuevo curso debemos liberarnos de todo lo que sobrecarga nuestra mente y la inhabilita para recibir más. Los contenidos innecesarios que impiden la entrada de ideas nuevas pueden agruparse en dos categorías:
Malas experiencias que aún resuenan en nuestro espacio mental, generando dolor y culpa o resentimiento, cuando atribuimos el daño a terceros. Hay que pasar página mental para poder vivir nuevos episodios.
Frustraciones por aquello que nos propusimos y no llegamos a hacer o que hicimos mal. Los planes fracasados a veces duelen tanto como los golpes recibidos. Por eso es importante dejarlos también atrás y asumir nuestro derecho a cambiar.
En el momento en el que este tipo de toxinas entran en nuestro circuito mental, necesitamos tirar de la cadena para liberarnos de ellas. La práctica de la meditación es, en ese sentido, una excelente herramienta para vaciar la taza en muy pocas sesiones, ya que nos entrena en buena parte para no pensar.
Cuando nuestro vehículo corporal y mental ruede ya sin fricciones en las largas jornadas veraniegas, podemos ocuparnos de la fascinante tarea de hacer planes para el nuevo curso. Como el estudiante que toma con ilusión los libros nuevos y se propone dar lo mejor de sí mismo, también los adultos enfocamos septiembre con un optimismo que a menudo se ve derribado por la rutina. Veamos algunos de los grandes éxitos de los propósitos veraniegos, sus principales enemigos y cómo prevenirlos:
Adiós a los malos hábitos. Perder peso, hacer ejercicio y dejar de fumar o de beber son propósitos que encabezan los planes que se gestan en verano.
Peligro: plantearse un cambio radical de hábitos el 1 de septiembre implica coincidir con el momento de máxima presión de la rentrée, lo cual dificulta dedicar esfuerzos extra al ya costoso inicio del curso.
Antídoto: haber iniciado ya las nuevas rutinas saludables en el periodo vacacional, cuando estamos más relajados, nos permitirá mantenerlas en medio de la vorágine.
Ser más eficientes en el trabajo. O encontrar un nuevo empleo donde nos dejen serlo. La realización laboral es esencial para que el nuevo curso presente una cara más amable. Especialmente los autónomos, que tienen cierto poder sobre su trabajo, se proponen toda clase de mejoras.
Peligro: no tener en cuenta que muchos problemas vendrán de terceras personas, no de nuestro modo de proceder.
Antídoto: programar nuestra respuesta, pragmática y positiva, para los incordios que se presentarán sin duda en nuestra ocupación.
Reducir gastos. No deja de ser paradójico que sea en el mes con más dispendios cuando decidimos ajustarnos el cinturón.
Peligros: ser poco realistas con la mecánica de los días laborables –no habrá siempre tiempo de prepararse un tupper– y no contar con los imprevistos –por ejemplo, averías domésticas o de nuestro coche.
Antídoto: centrar el ahorro en lo que sí podemos controlar, como la tarifa telefónica y otras facturas, además de anotar nuestros gastos en una hoja de Excel para analizar mensualmente por dónde se escapa el dinero.
Más tiempo con la familia. Sea enfocado a la pareja o a los hijos, este es otro clásico veraniego de difícil cumplimiento una vez arranca el curso.
Peligros: dado que el tiempo se comporta como una divisa –lo invertimos bien o mal– al igual que el dinero, podemos pecar de excesivo optimismo al pensar cómo dispondremos de él.
Antídoto: ir reduciendo desde hoy mismo los compromisos superfluos de nuestra agenda, todo lo que hacemos por obligación y sin necesidad, y conseguir así liberar tiempo para lo que nos resulta prioritario.
El ejercicio básico para descongestionar nuestra mente requiere que nos sentemos, con las piernas en tijera o incluso en una silla, con la espalda recta y los ojos entornados. Dejaremos las manos sobre las rodillas o bien juntas con los pulgares rozándose. Acto seguido centraremos toda nuestra atención en nuestras fosas nasales, en el aire que entra y sale tan lentamente que no podemos ni siquiera oírlo.
A medida que avanzamos en la meditación –al principio bastará con 15 minutos por sesión–, sentiremos cómo la mente se serena y nuestro espacio se va despejando. Cada vez que acuda un pensamiento, cualquiera que sea, lo etiquetaremos como tal y lo dejaremos pasar, sin aferrarnos a él ni rechazarlo, como si se tratara de una nube en un cielo azul de verano.
El psicoterapeuta canadiense Nathaniel Branden asegura que “un objetivo sin un plan de acción es solo una ensoñación”. Seamos concretos y realistas a la hora de programar nuestros propósitos, pero, sobre todo, no olvidemos que la felicidad no se encuentra en el futuro, sino en aquello que hacemos momento a momento.
Sorpresas para reflexionar
1. UN LIBRO
– ‘Casa de verano con piscina’, de Herman Koch (Anagrama).
Esta adictiva novela es un fresco irreverente y a la vez luminoso sobre la comunicación en la familia, el peso de la ambición y las relaciones sociales en el marco de unas vacaciones estivales llenas de trepidantes giros y revelaciones.
2. UN DISCO
– ‘Ridiculous games’, de Anni B Sweet (Subterfuge).
Esta reproducción extendida (EP) de portada veraniega ofrece las últimas grabaciones de la cantante y compositora malagueña que está triunfado, junto con Russian Red, en Japón, entre otros países. Su versión de ‘Religión’ es una delicada sorpresa que invita a la reflexión.
3. UNA PELÍCULA
– ‘El gran azul’, de Luc Besson.
La competición entre dos buceadores que se sumergen a pulmón libre, rodada en la isla griega de Las Cícladas con banda sonora de Eric Serra, es el centro de esta calurosa aventura sobre la amistad, el valor y los propios sueños.
Fuente: El País Semanal, Psicología.
lunes, 8 de julio de 2013
martes, 2 de julio de 2013
lunes, 1 de julio de 2013
La neutralidad del tribunal Internacional de la Haya para los crimenes de la exYugoeslavia (TPIY) y su justa actuación, puesta en entredicho. Un juez del Tribunal para la exYugoslavia denuncia que su presidente presionó para absolver a presuntos criminales de guerra
La recta final del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), que cerrará en 2016, se ha llenado de sombras. Tras 20 años de labor en los que ha conseguido la detención de los 161 principales sospechosos de los crímenes de la guerra de los Balcanes (1991-2001), las dudas sobre la actuación de su presidente, Theodor Meron, abarcan ahora todos los rincones. Polaco de nacimiento, de nacionalidad estadounidense y exasesor de la diplomacia israelí, Meron, de 83 años, habría presionado a sus colegas para que absolvieran a los altos cargos militares acusados por la fiscalía, ya fueran serbios o croatas. La denuncia es terrible, porque merma la credibilidad de un tribunal dedicado por Naciones Unidas a una región azotada por la limpieza étnica. Pero sobre todo porque proviene de uno de sus propios jueces, el danés Frederik Harhoff, en activo desde 2007.
En una carta remitida por correo electrónico a 56 personas, y divulgada por el rotativo danés BT, el jurista llega a preguntarse “si Estados Unidos o bien Israel han influido al presidente del tribunal para que cambiara de rumbo”. “No lo sabremos, pero la tenaz presión ejercida [por Meron] en los casos de Gotovina [exgeneral croata] y Perisic [exgeneral serbio] hace pensar que estaba resuelto a conseguir sendas absoluciones”, señala Harhoff. Ambos oficiales fueron condenados en primera instancia a largas penas de cárcel. Ante Gotovina, a 24 años, en 2011, por perseguir y aniquilar a civiles serbios. Momcilo Perisic, a 27 años, también en 2011, por prestar ayuda financiera y logística a los serbios que mataron a bosnios y croatas.
“Hasta el otoño de 2012, los jefes militares eran considerados responsables de los delitos de sus subordinados en la guerra de la antigua Yugoslavia. Ello alcanzaba a políticos y policías que hubieran apoyado el objetivo general de erradicar a otras etnias de ciertos territorios. Es lo que se llama formar una empresa criminal conjunta”, sigue el juez danés. En su opinión, las cosas empezaron a cambiar con Gotovina. La sala de apelación señaló en 2012 que el exgeneral “no había ordenado o aprobado los crímenes perpetrados por sus hombres”. Lo liberó, y el listón de la responsabilidad subió de grado. En febrero de este año, ocurrió lo mismo con Perisic. Cuando otros dos oficiales serbios, Jovica Stanisic, antiguo jefe de seguridad del Estado serbio, y Franko Simatovic, responsable de las operaciones especiales, fueron exonerados en mayo pasado de haber contribuido a la limpieza étnica en Bosnia y Croacia, el jurista ya no pudo más. La fiscalía, por su parte, apeló este último fallo el viernes pasado.
“La sentencia de Stanisic y Simatovic dice que los acusados ignoraban que su ayuda serviría para cometer crímenes. ¡Pero si les pagan para eso! Para asegurarse de que nadie a sus órdenes delinquirá. Uno puede pensar que los oficiales en países como Estados Unidos o Israel sentían que el TPIY se acercaba demasiado”, afirma Harhoff. “Hemos pasado de tener que probar la contribución de un acusado en un crimen a exigir su intención específica y directa. Un retroceso que me turba. ¿Cómo explicarlo a millares de víctimas? Borrar al otro de una zona considerada propia contradice el orden esencial de la vida. Estas últimas sentencias platean un dilema moral y profesional desconocido para mí. Y lo peor es la sospecha de presión política por parte de algunos colegas. Algo que cambia las premisas de mi servicio a la ley”, concluye la misiva.
Si bien el diario danés BT no explica cómo obtuvo la carta, y nadie quiere hablar abiertamente en el TPIY, el malestar de su fiscal jefe, Serge Brammertz, es conocido. “En general, una absolución demuestra que la justicia funciona, aunque no estamos satisfechos. Mi mayor frustración es que los crímenes se cometieron, nadie lo duda, pero las víctimas quedan sin justicia”, dijo en mayo. Ante la tormenta desatada por Harhoff, el fiscal ha sido cauto y firme. “Nuestro objetivo es terminar el trabajo y que el TPIY demuestre su legitimidad”, afirma en un comunicado oficial. Y añade: “Mi oficina comparte el descontento de las víctimas. Por eso presentaré el viernes [de la semana pasada] una petición de apelación contra la puesta en libertad de Stanisic y Simatovic. La de Perisic merma el respeto por las leyes humanitarias internacionales. En cuanto a Gotovina, estudiamos la posibilidad de pedir una revisión de la apelación”.
La denuncia del juez danés no puede llegar en peor momento. El TPIY cerrará en 2016 y los procesos contra los serbobosnios Radovan Karadzic y Ratko Mladic, acusados del genocidio de Srebrenica, están en marcha y precisan claridad jurídica. Lo mismo ocurre con el serbocroata Goran Hadzic. Pero la mayor duda radica en la repercusión de las absoluciones sobre la protección de los civiles allí donde las fuerzas enfrentadas sean más poderosas que en la antigua Yugoslavia.
Fuente: El País.
En una carta remitida por correo electrónico a 56 personas, y divulgada por el rotativo danés BT, el jurista llega a preguntarse “si Estados Unidos o bien Israel han influido al presidente del tribunal para que cambiara de rumbo”. “No lo sabremos, pero la tenaz presión ejercida [por Meron] en los casos de Gotovina [exgeneral croata] y Perisic [exgeneral serbio] hace pensar que estaba resuelto a conseguir sendas absoluciones”, señala Harhoff. Ambos oficiales fueron condenados en primera instancia a largas penas de cárcel. Ante Gotovina, a 24 años, en 2011, por perseguir y aniquilar a civiles serbios. Momcilo Perisic, a 27 años, también en 2011, por prestar ayuda financiera y logística a los serbios que mataron a bosnios y croatas.
“Hasta el otoño de 2012, los jefes militares eran considerados responsables de los delitos de sus subordinados en la guerra de la antigua Yugoslavia. Ello alcanzaba a políticos y policías que hubieran apoyado el objetivo general de erradicar a otras etnias de ciertos territorios. Es lo que se llama formar una empresa criminal conjunta”, sigue el juez danés. En su opinión, las cosas empezaron a cambiar con Gotovina. La sala de apelación señaló en 2012 que el exgeneral “no había ordenado o aprobado los crímenes perpetrados por sus hombres”. Lo liberó, y el listón de la responsabilidad subió de grado. En febrero de este año, ocurrió lo mismo con Perisic. Cuando otros dos oficiales serbios, Jovica Stanisic, antiguo jefe de seguridad del Estado serbio, y Franko Simatovic, responsable de las operaciones especiales, fueron exonerados en mayo pasado de haber contribuido a la limpieza étnica en Bosnia y Croacia, el jurista ya no pudo más. La fiscalía, por su parte, apeló este último fallo el viernes pasado.
“La sentencia de Stanisic y Simatovic dice que los acusados ignoraban que su ayuda serviría para cometer crímenes. ¡Pero si les pagan para eso! Para asegurarse de que nadie a sus órdenes delinquirá. Uno puede pensar que los oficiales en países como Estados Unidos o Israel sentían que el TPIY se acercaba demasiado”, afirma Harhoff. “Hemos pasado de tener que probar la contribución de un acusado en un crimen a exigir su intención específica y directa. Un retroceso que me turba. ¿Cómo explicarlo a millares de víctimas? Borrar al otro de una zona considerada propia contradice el orden esencial de la vida. Estas últimas sentencias platean un dilema moral y profesional desconocido para mí. Y lo peor es la sospecha de presión política por parte de algunos colegas. Algo que cambia las premisas de mi servicio a la ley”, concluye la misiva.
Si bien el diario danés BT no explica cómo obtuvo la carta, y nadie quiere hablar abiertamente en el TPIY, el malestar de su fiscal jefe, Serge Brammertz, es conocido. “En general, una absolución demuestra que la justicia funciona, aunque no estamos satisfechos. Mi mayor frustración es que los crímenes se cometieron, nadie lo duda, pero las víctimas quedan sin justicia”, dijo en mayo. Ante la tormenta desatada por Harhoff, el fiscal ha sido cauto y firme. “Nuestro objetivo es terminar el trabajo y que el TPIY demuestre su legitimidad”, afirma en un comunicado oficial. Y añade: “Mi oficina comparte el descontento de las víctimas. Por eso presentaré el viernes [de la semana pasada] una petición de apelación contra la puesta en libertad de Stanisic y Simatovic. La de Perisic merma el respeto por las leyes humanitarias internacionales. En cuanto a Gotovina, estudiamos la posibilidad de pedir una revisión de la apelación”.
La denuncia del juez danés no puede llegar en peor momento. El TPIY cerrará en 2016 y los procesos contra los serbobosnios Radovan Karadzic y Ratko Mladic, acusados del genocidio de Srebrenica, están en marcha y precisan claridad jurídica. Lo mismo ocurre con el serbocroata Goran Hadzic. Pero la mayor duda radica en la repercusión de las absoluciones sobre la protección de los civiles allí donde las fuerzas enfrentadas sean más poderosas que en la antigua Yugoslavia.
Fuente: El País.
domingo, 30 de junio de 2013
Por una renta básica universal, entrevista a Daniel Raventós.
DANIEL RAVENTÓS
Todas las reformas que se están haciendo son para que los ricos vivan mejor
"De todos los derechos, el primero es el de existir. Por tanto, la primera ley social es aquella que garantiza a todos los miembros de la sociedad los medios para existir", dijo el político francés Maximilien Robespierre en 1792.
De las raíces de este pensamiento nace la propuesta de renta básica que defiende Daniel Raventós, Doctor en Ciencias Económicas y profe-sor titular en la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona.
La renta básica es un ingreso pagado por el Estado a cada miembro de pleno derecho de la sociedad o residente acreditado, incluso si no quiere trabajar de forma remunerada, sin tomar en consideración si es rico o pobre. Desde hace años la idea ha empezado a calar en diversos movimientos sociales hasta el punto que se ha convertido en una de las principales reivindicaciones del 15-M. De hecho, esta propuesta u otras similares se ha discutido en diversas ocasiones en el parlamento español y en el catalán.
Raventós, que forma parte del Consejo Científico de ATTAC, explica este concepto en ¿Qué es la Renta Básica? y Las condiciones materiales de la Libertad (El Viejo Topo)
La entrevista la realizó para lavanguardia.com, Raquel Quelart.
- ¿Qué necesidades debería cubrir la renta básica?
- El criterio es el umbral de la pobreza, que lo define la Unión Europea. Pobre es aquella persona que recibe entre el 50% y el 60% de la renta por cápita de la zona. Esto significa que una persona que vive sola y perciba en Catalunya menos de 650 euros al mes es pobre. La renta básica tiene que ser al menos igual al lindar de la pobreza.
- En este contexto económico puede parecer un poco utópico defender la renta básica …
- Cualquier medida que favorezca a la población más débil se considera ir contra corriente, porque parece que se asuma que lo único que tiene sentido económico es quitar derechos de la población más perjudicada, la inmensa mayoría, y que los más ricos se queden igual o, incluso, ganen dinero.
- Pero la renta básica sería contraria a la actual política económica …
- Toda política económica está muy bien descrita por las dos palabras que la conforman - política y económica-. "Política" hace referencia a qué grupos beneficiamos y a cuáles perjudicamos, y en función de esto se hace la economía adecuada a los objetivos que políticamente se han dibujado. No existe ninguna medida de política económica que beneficie o perjudique a toda la población por igual.
- ¿En qué grado en una situación como la actual sería viable la medida que usted propone?
- En una situación de crisis quien sale perjudicado de manera mayoritaria es la parte más débil de la población, gente a la que ni siquiera hace un año se le había pasado por la cabeza que podría ser pobre. Esta es una de las razones por la cual una parte importante de la población saldría beneficiada con la renta básica. Además, garantizas que haya demanda y, por tanto, habría más actividad económica y se recaudarían más impuestos.
- ¿Por qué considera que es importante incluir el concepto de universalidad en la renta básica?
- Todo lo que sea condicional cuesta mucho porque hay que controlarlo. Por ejemplo, la gente que está parada tiene que demostrar que tiene derecho a percibir una prestación por desempleo, por lo que debe haber trabajadores públicos que lo comprueben. Las condicionalidades tienen unos costes de administración; la universalidad, no. Cuando el primer gobierno del PSOE estuvo discutiendo la universalidad de la seguridad social, se planteó la posibilidad de excluir al 15% de la población más rica. Al final, concluyeron que excluir tiene más costes.
- ¿ Cómo podría costearse esta medida?
- Profesores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y de la Universidad de Barcelona (UB) elaboramos un estudio entre los años 2003 y 2004 en que se concluía que mediante una reforma del IRPF se podía financiar una renta básica equivalente a 5.400 euros anuales para cada adulto y 2.700 euros para los menores de 18 años. Obviamente, los ciudadanos ganarían o perderían en función del nivel de renta. Los que perderían bastante sería el 2% de la población catalana más rica, aunque continuaría siendo rica. En el estudio nos basamos en los datos oficiales del IRPF, pero no eran reales puesto que los profesores universitarios que hacíamos el estudio aparecíamos como el 10% de la población más rica de Catalunya evade los impuestos, lo cual demuestra el terrible fraude fiscal que existe.
- ¿Considera que las últimas medidas introducidas por el Gobierno español en este sentido luchan contra el fraude fiscal?
- Ni mucho menos. Todas las reformas que se están haciendo son para que los ricos vivan mejor. Según algunos estudios, con la crisis los únicos que están ganando de manera desproporcionada son los más acaudalados, especialmente, el 0,1% más rico.
-Vaya.
- Que hay crisis es evidente, pero todas las medidas de política económica que se están tomando son para pagar a los bancos franceses y alemanes en detrimento de toda la población. La siguiente decisión será recortar las jubilaciones y que los funcionarios sigan perdiendo poder adquisitivo, pese a que hay trabajadores públicos que cobran solo unos 800 euros al mes.
- ¿Por qué la renta básica es diferente de cualquier otra ayuda social?
- La diferencia es que prestaciones como la Renta Mínima de Inserción (RMI) o el seguro por desempleo son condicionadas y la renta básica, no. Solo por vivir en un sitio tú tendrías el derecho de percibirla .
- Usted habla de que esto tendría un efecto psicológico positivo para la población pobre.
- Es lo que muchos trabajadores sociales han puesto en evidencia y que recibe el nombre de estigma. Cuando el paro es minoritario o la pobreza no está tan extendida como ahora, para muchas personas los subsidios de pobreza son su certificado de fracaso social. Algunos estudios hechos hace años en Estados Unidos demuestran que gente que sabía que tenía derecho a recibir determinados subsidios no los pedía porque hacerlo era reconocer que era una fracasada social.
- ¿La introducción de la renta básica significaría la eliminación de otras prestaciones?
- Nuestra propuesta de financiación dice que todos los subsidios monetarios inferiores a la renta básica quedarían suprimidos. Y en el caso de las personas que recibieran prestaciones de cantidad superior, no perderían ni ganarían nada. La renta básica no es acumulativa.
-¿También incluiría la eliminación de las pensiones?
- Una pensión inferior a la renta básica quedaría suprimida y la superior se mantendría. Actualmente ocurre que con una pensión viven tres o cuatro personas de la misma familia. Con una renta básica no solo el pensionista cobraría, sino también su mujer y sus hijos.
- Pero si garantizáramos a todo el mundo un sueldo, quizá mucha gente dejaría de trabajar.
- Esto es absurdo. La gente sería más libre que ahora para dedicarse a lo que le gustara, mientras que ahora se ve obligada a trabajar en cualquier cosa al precio que sea. Hay un pequeño estudio que se hizo hace diez años en Bruselas sobre unas setenta personas a las que les había tocado una asignación mensual de 1000 euros hasta la muerte. A los dos años de cobrarla la mayoría no había dejado su empleo y la minoría que había abandonado su trabajo, lo hizo para tener más tiempo y buscar otra cosa más adecuada a su competencia técnica y a sus gustos.
-Sorprendente.
- Esto enlaza con una de las propiedades de la renta básica: la medida aumentaría la libertad real de buena parte de la ciudadanía, porque permitiría una existencia material más o menos asegurada. Eso de que la gente se conforme con 500 euros al mes independientemente de su formación y ambición personal es tener una concepción muy pobre de la psicología media de nuestra especie. Ya estoy dispuesto a que una pequeña parte de la gente dejara de trabajar a cambio de que la inmensa mayoría de los ciudadanos pudiera vivir de forma más digna de lo que se vive ahora.
- ¿Pero qué ocurriría con los puestos de trabajo mal remunerados?
- Deberían pagar más o bien introducir un incentivo a la invención técnica. Por ejemplo, hay trabajos que cuando era muy joven no pensaba que se podrían mecanizar demasiado y que, luego, ha resultado ser todo lo contrario, como ha ocurrido con la limpieza de las calles. Esto quiere decir que hay muchas labores que se podrían automatizar y estaría muy bien que se hiciera. Una de las cosas interesantes de la productividad es que podemos hacer lo mismo en menos horas, lo que es malo es que solo beneficie a una pequeña parte de la población. Las horas de trabajo en una situación de crisis como la actual están aumentando, la jubilación se está alargando. Es completamente absurdo.
- Por tanto, ¿seríamos igual de productivos con una renta básica?
- O más. Sobre todo si se acepta la idea – que los empresarios acostumbran a no aceptar- de que una persona que trabaja en algo que le gusta es más productiva, y no lo es cuando está descontenta y ve que sus esfuerzos no le sirven de nada, cuando el trabajo es poco estimulante. Son cosas que desde hace muchos años están estudiadas. La renta básica te da la posibilidad de sentirte más realizado.
Lavanguardia.com, 3 de octubre de 2012
Fuente: http://www.lavanguardia.com/libros/20121003/54351498868/entrevista-daniel-raventos-renta-basica.html#ixzz28DdWGOsy
Todas las reformas que se están haciendo son para que los ricos vivan mejor
"De todos los derechos, el primero es el de existir. Por tanto, la primera ley social es aquella que garantiza a todos los miembros de la sociedad los medios para existir", dijo el político francés Maximilien Robespierre en 1792.
De las raíces de este pensamiento nace la propuesta de renta básica que defiende Daniel Raventós, Doctor en Ciencias Económicas y profe-sor titular en la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona.
La renta básica es un ingreso pagado por el Estado a cada miembro de pleno derecho de la sociedad o residente acreditado, incluso si no quiere trabajar de forma remunerada, sin tomar en consideración si es rico o pobre. Desde hace años la idea ha empezado a calar en diversos movimientos sociales hasta el punto que se ha convertido en una de las principales reivindicaciones del 15-M. De hecho, esta propuesta u otras similares se ha discutido en diversas ocasiones en el parlamento español y en el catalán.
Raventós, que forma parte del Consejo Científico de ATTAC, explica este concepto en ¿Qué es la Renta Básica? y Las condiciones materiales de la Libertad (El Viejo Topo)
La entrevista la realizó para lavanguardia.com, Raquel Quelart.
- ¿Qué necesidades debería cubrir la renta básica?
- El criterio es el umbral de la pobreza, que lo define la Unión Europea. Pobre es aquella persona que recibe entre el 50% y el 60% de la renta por cápita de la zona. Esto significa que una persona que vive sola y perciba en Catalunya menos de 650 euros al mes es pobre. La renta básica tiene que ser al menos igual al lindar de la pobreza.
- En este contexto económico puede parecer un poco utópico defender la renta básica …
- Cualquier medida que favorezca a la población más débil se considera ir contra corriente, porque parece que se asuma que lo único que tiene sentido económico es quitar derechos de la población más perjudicada, la inmensa mayoría, y que los más ricos se queden igual o, incluso, ganen dinero.
- Pero la renta básica sería contraria a la actual política económica …
- Toda política económica está muy bien descrita por las dos palabras que la conforman - política y económica-. "Política" hace referencia a qué grupos beneficiamos y a cuáles perjudicamos, y en función de esto se hace la economía adecuada a los objetivos que políticamente se han dibujado. No existe ninguna medida de política económica que beneficie o perjudique a toda la población por igual.
- ¿En qué grado en una situación como la actual sería viable la medida que usted propone?
- En una situación de crisis quien sale perjudicado de manera mayoritaria es la parte más débil de la población, gente a la que ni siquiera hace un año se le había pasado por la cabeza que podría ser pobre. Esta es una de las razones por la cual una parte importante de la población saldría beneficiada con la renta básica. Además, garantizas que haya demanda y, por tanto, habría más actividad económica y se recaudarían más impuestos.
- ¿Por qué considera que es importante incluir el concepto de universalidad en la renta básica?
- Todo lo que sea condicional cuesta mucho porque hay que controlarlo. Por ejemplo, la gente que está parada tiene que demostrar que tiene derecho a percibir una prestación por desempleo, por lo que debe haber trabajadores públicos que lo comprueben. Las condicionalidades tienen unos costes de administración; la universalidad, no. Cuando el primer gobierno del PSOE estuvo discutiendo la universalidad de la seguridad social, se planteó la posibilidad de excluir al 15% de la población más rica. Al final, concluyeron que excluir tiene más costes.
- ¿ Cómo podría costearse esta medida?
- Profesores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y de la Universidad de Barcelona (UB) elaboramos un estudio entre los años 2003 y 2004 en que se concluía que mediante una reforma del IRPF se podía financiar una renta básica equivalente a 5.400 euros anuales para cada adulto y 2.700 euros para los menores de 18 años. Obviamente, los ciudadanos ganarían o perderían en función del nivel de renta. Los que perderían bastante sería el 2% de la población catalana más rica, aunque continuaría siendo rica. En el estudio nos basamos en los datos oficiales del IRPF, pero no eran reales puesto que los profesores universitarios que hacíamos el estudio aparecíamos como el 10% de la población más rica de Catalunya evade los impuestos, lo cual demuestra el terrible fraude fiscal que existe.
- ¿Considera que las últimas medidas introducidas por el Gobierno español en este sentido luchan contra el fraude fiscal?
- Ni mucho menos. Todas las reformas que se están haciendo son para que los ricos vivan mejor. Según algunos estudios, con la crisis los únicos que están ganando de manera desproporcionada son los más acaudalados, especialmente, el 0,1% más rico.
-Vaya.
- Que hay crisis es evidente, pero todas las medidas de política económica que se están tomando son para pagar a los bancos franceses y alemanes en detrimento de toda la población. La siguiente decisión será recortar las jubilaciones y que los funcionarios sigan perdiendo poder adquisitivo, pese a que hay trabajadores públicos que cobran solo unos 800 euros al mes.
- ¿Por qué la renta básica es diferente de cualquier otra ayuda social?
- La diferencia es que prestaciones como la Renta Mínima de Inserción (RMI) o el seguro por desempleo son condicionadas y la renta básica, no. Solo por vivir en un sitio tú tendrías el derecho de percibirla .
- Usted habla de que esto tendría un efecto psicológico positivo para la población pobre.
- Es lo que muchos trabajadores sociales han puesto en evidencia y que recibe el nombre de estigma. Cuando el paro es minoritario o la pobreza no está tan extendida como ahora, para muchas personas los subsidios de pobreza son su certificado de fracaso social. Algunos estudios hechos hace años en Estados Unidos demuestran que gente que sabía que tenía derecho a recibir determinados subsidios no los pedía porque hacerlo era reconocer que era una fracasada social.
- ¿La introducción de la renta básica significaría la eliminación de otras prestaciones?
- Nuestra propuesta de financiación dice que todos los subsidios monetarios inferiores a la renta básica quedarían suprimidos. Y en el caso de las personas que recibieran prestaciones de cantidad superior, no perderían ni ganarían nada. La renta básica no es acumulativa.
-¿También incluiría la eliminación de las pensiones?
- Una pensión inferior a la renta básica quedaría suprimida y la superior se mantendría. Actualmente ocurre que con una pensión viven tres o cuatro personas de la misma familia. Con una renta básica no solo el pensionista cobraría, sino también su mujer y sus hijos.
- Pero si garantizáramos a todo el mundo un sueldo, quizá mucha gente dejaría de trabajar.
- Esto es absurdo. La gente sería más libre que ahora para dedicarse a lo que le gustara, mientras que ahora se ve obligada a trabajar en cualquier cosa al precio que sea. Hay un pequeño estudio que se hizo hace diez años en Bruselas sobre unas setenta personas a las que les había tocado una asignación mensual de 1000 euros hasta la muerte. A los dos años de cobrarla la mayoría no había dejado su empleo y la minoría que había abandonado su trabajo, lo hizo para tener más tiempo y buscar otra cosa más adecuada a su competencia técnica y a sus gustos.
-Sorprendente.
- Esto enlaza con una de las propiedades de la renta básica: la medida aumentaría la libertad real de buena parte de la ciudadanía, porque permitiría una existencia material más o menos asegurada. Eso de que la gente se conforme con 500 euros al mes independientemente de su formación y ambición personal es tener una concepción muy pobre de la psicología media de nuestra especie. Ya estoy dispuesto a que una pequeña parte de la gente dejara de trabajar a cambio de que la inmensa mayoría de los ciudadanos pudiera vivir de forma más digna de lo que se vive ahora.
- ¿Pero qué ocurriría con los puestos de trabajo mal remunerados?
- Deberían pagar más o bien introducir un incentivo a la invención técnica. Por ejemplo, hay trabajos que cuando era muy joven no pensaba que se podrían mecanizar demasiado y que, luego, ha resultado ser todo lo contrario, como ha ocurrido con la limpieza de las calles. Esto quiere decir que hay muchas labores que se podrían automatizar y estaría muy bien que se hiciera. Una de las cosas interesantes de la productividad es que podemos hacer lo mismo en menos horas, lo que es malo es que solo beneficie a una pequeña parte de la población. Las horas de trabajo en una situación de crisis como la actual están aumentando, la jubilación se está alargando. Es completamente absurdo.
- Por tanto, ¿seríamos igual de productivos con una renta básica?
- O más. Sobre todo si se acepta la idea – que los empresarios acostumbran a no aceptar- de que una persona que trabaja en algo que le gusta es más productiva, y no lo es cuando está descontenta y ve que sus esfuerzos no le sirven de nada, cuando el trabajo es poco estimulante. Son cosas que desde hace muchos años están estudiadas. La renta básica te da la posibilidad de sentirte más realizado.
Lavanguardia.com, 3 de octubre de 2012
Fuente: http://www.lavanguardia.com/libros/20121003/54351498868/entrevista-daniel-raventos-renta-basica.html#ixzz28DdWGOsy
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Eduardo Galeano, reflexiones sobre dictaduras.
“Estos 40 años han ayudado a poner en evidencia algunas falsedades del lenguaje. Cuando voy a España y escucho hablar de la Guerra Civil se me paran los pelos que no tengo del espanto que me produce semejante equívoco, porque en España lo que hubo fue un golpe de Estado liderado por Franco contra un régimen democrático. Lo mismo pasa con los términos que usamos para definir lo que ha ocurrido en nuestros países del Sur, que fueron asolados por dictaduras muy semejantes entre sí. Una de las semejanzas más olvidadas es que todos estos golpes fueron cívico-militares, o sea, apoyados y estimulados por el poder civil, sobre todo de algunos políticos que convocaron implícita o explícitamente a los militares para que vinieran a limpiarles la casa de todas esas presencias incómodas que eran esas energías de cambio que se estaban manifestando de diversas maneras, no siempre por la violencia. Eran energías de cambio que estaban vivas en el movimiento estudiantil, en el movimiento sindical y que inquietaban a los dueños del poder. Corrió mucha sangre, hubo mucho dolor en esta operación de limpieza, que fue muy dolorosa para toda la población, todos la sufrimos de un modo directo o indirecto incluso los que tuvimos que marchar al exilio.”
(Reflexiones del escritor Eduardo Galeano en el programa Juguemos en el mundo, AM 750, a propósito del 40º aniversario del golpe de Estado en Uruguay.)
(Reflexiones del escritor Eduardo Galeano en el programa Juguemos en el mundo, AM 750, a propósito del 40º aniversario del golpe de Estado en Uruguay.)
El Detective del Suicidio
Por razones que han eludido la gente siempre, muchos de nosotros parecemos empeñados en nuestra propia destrucción. Recientemente más seres humanos han muerto a causa de suicidio cada año que por asesinato y las guerra combinados. A pesar de los progresos realizados por la ciencia, la medicina y la atención de salud mental en el siglo XX - la secuencia de nuestro genoma, la llegada de los antidepresivos, al reconsiderar asilos y lobotomías - nada ha sido capaz de bajar la tasa de suicidios en la población general . En los Estados Unidos, se ha mantenido relativamente estable desde 1942. A nivel mundial, aproximadamente un millón de personas se suicidan cada año. El año pasado, más soldados en servicio activo estadounidenses se mataron a sí mismos que los que murieron en combate, su tasa de suicidios ha ido en aumento desde 2004. El mes pasado, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades anunció que la tasa de suicidio entre los estadounidenses de mediana edad ha aumentado casi un 30 por ciento desde 1999. En respuesta a ese aumento, informado ampliamente, Thomas Frieden, director del CDC, apareció en la PBS NewsHour y aconsejó a los espectadores que cultivaran una vida social, recibieran tratamiento para problemas de salud mental, ejercicio físico y consumieran alcohol con moderación. En esencia, estaba diciendo, mantenerse fuera de los grupos demográficos con altas tasas de suicidio, que incluyen a las personas con una enfermedad mental como el trastorno del estado de ánimo, el aislamientos social y la adicción a las drogas, así como los grupos de hombres blancos mayores, jóvenes indígenas estadounidenses, los residentes del Southwest, los adultos que sufrieron abusos cuando eran niños y las personas que tienen armas a mano.
Pero la mayoría de las personas en cada uno de esos grupos no tienen pensamientos suicidas - menos aún actúan con ellos - y no existen datos para explicar la diferencia entre los que lo van a hacer y los que no lo hará. Tampoco tenemos ninguna manera de adivinar cuando - en la próxima hora? en la próxima década? - Los factores de riesgo conocidos pueden conducir a un intento. Nuestra comprensión de cómo avanza el pensamiento suicida o cómo detectar y detenerle, es mucho mejor ahora de lo que era hace dos siglos y medio, cuando empezamos a pensar en el suicidio como un problema y prescribir tratamiento médico más que filosófico, para evitar que los baldes de agua fría fueran lanzados a la cabeza.
"Nunca hemos salido y observado, como ecologista o un biólogo se saldría y observaría lo que le interesa durante horas y horas y horas y luego comprender sus propiedades básicas y luego trabajar sobre eso," Mateo K . Nock, el director del Laboratorio de la Universidad de Harvard para la Investigación Clínica y Desarrollo, me dijo. "Nunca lo hemos hecho."
Fue una brillante mañana de diciembre y estábamos en su oficina en el piso 12 del edificio que alberga el departamento de psicología de la escuela, una losa de hormigón blanco que sobresalía por encima de sus vecinos como una torre de vigilancia. A continuación, Cambridge parecía una ciudad de juguete - techos a dos aguas y campanarios, una cinta de carretera, parabrisas guiñando al sol. Nock había mantenido una reunión con cuatro miembros de su equipo de investigación - que en su silla giratoria, que en su sofá - sobre varios de los estudios que estaban en ejecución. Sus ojos azules a juego con su suéter de diamante a cuadros, y fue cuidadosamente sencillo y optimista. Parecía más un entrenador de fútbol juvenil, que estaba un sábado por la mañana con el equipo de primer grado de su hijo, que un experto en la autodestrucción.
En la reunión, escuché a Nock y sus investigadores discutir un estudio que estaban planteado en colaboración con el ejército. Ellos llamaban a los soldados que habían intentado suicidarse recientemente y le pedían que le explicaran lo que habían hecho y por qué. Nock espera que al tamizar a través de las transcripciones de las entrevistas frases o temas repetidos podría sugerir modelos predictivos que podía diseñar pruebas para detectar al soldado en peligro de suicidio. Un psicólogo clínico, que había entrenado a cada uno de sus investigadores a hacer preguntas específicas a través del teléfono. Adam Jaroszewski, un novato de 29 años de edad, con gafas de carey, me dijo que había estado nervioso al llamar a los sujetos en el hospital, donde aún se estaban recuperando, y al sondearlos acerca de por qué intentaron acabar con su vida: ¿Por qué ese momento? ¿Por qué ese método? Podría haber ocurrido cualquier cosa para hacer que cambien de opinión? A pesar de que los soldados se habían ofrecido para hablar, Jaroszewski preocupado por las inflexiones de su voz: ¿cómo iba a hablarles para facilitarles con cariño las respuestas y a la vez el agradecimiento por su participación les sonaran sin ceder su debido tono científico neutral?
Nock, dijo, le dijo que lo que le ayudó a encontrar un equilibrio entre la empatía y la objetividad era imaginandose a Columbo, el desaliñado, amable, persistente interrogador detective de la TV interpretado por Peter Falk. "Sólo trato de ser muy, muy curioso," dijo Nock.
Esa curiosidad ha hecho de Nock, de 39 años, uno de los más originales e influyentes investigadores de suicidio en el mundo. En 2011, recibió un premio de genio MacArthur por inventar nuevas formas de investigar los mecanismos ocultos de un comportamiento que parece tan imposible de desenredar, empíricamente, como el amor o los sueños.
Tratando de estudiar lo que la gente piensa antes de intentar quitarse la vida es como tratar de examinar una sombra con una linterna: el momento en que centro de atención, desaparece. Los investigadores no pueden inducir por ética pensamientos suicidas en el laboratorio y ver como se desarrolla.
Conducta únicamente humana, que no puede ser observado en otras especies.
Y es imposible entrevistar a cualquier persona que ha muerto por suicidio.
Para entenderlo, los psicólogos han empleado con más frecuencia dos métodos frustrantes e imprecisos: se han investigado las vidas de las personas que se han suicidado, y cualquier nota que pueda haber quedado atrás, en busca de pistas sobre lo que su pensamiento podría haber sido, o también se pidió a la gente que han intentado suicidarse que describieran sus procesos de pensamiento - aunque sus estados mentales pueden ser diferentes de los de las personas cuyos intentos fueron letales y sus recuerdos pueden estar incompletos o inexactos.
Tales métodos de investigación pueden generar estadísticas útiles e hipótesis acerca de cómo un impulso suicida podría empezar y cómo se desplaza desde el pensamiento a la acción, pero eso no es lo mismo que la evidencia objetiva sobre la forma en que se desarrolla en tiempo real.
El hermetismo del suicidio no se ha mantenido en la mayoría de los psicólogos que estudian desde la teorización acerca de por qué la gente se suicida. Nock, sin embargo, tiende a acercarse a las teorías desde un ángulo diferente. "Creo que es fácil de generar explicaciones", dijo recientemente. . "Es mucho más difícil de probar estas diferentes explicaciones y ver si los datos las apoyan o no" Al principio, el estrés de combate parece ser la razón obvia para el salto en los suicidios militares - hasta que los investigadores se dieron cuenta de que la tasa ha aumentado entre los soldados que no fueron desplegados. Los expertos de salud pública han especulado que el aumento en los suicidios entre las personas de mediana edad está relacionada con tensiones modernas como los problemas de la economía, el estrés de cuidar a los padres ancianos y niños insolventes, y el acceso sin precedentes a los medicamentos recetados. Nock, por el contrario, tiende a apuntar a un gráfico que muestra la forma en que la tasa de suicidios de 45 a 64 años de edad ha bajado y subido en un período de tiempo más largo - la tasa de hoy es similar a lo que era hace 20 años. El gráfico nos cuenta una historia más complicada. "Mi idea es que hemos tenido las teorías sobre suicidio durante mucho tiempo y no hay datos", dijo. "Por eso queremos trabajar desde el otro extremo."
En efecto, Nock ha comenzado desde cero mediante la búsqueda de una manera de medir con precisión el riesgo de suicidio. Hace tres años, él y su equipo publicaron un artículo sugiriendo que habían encontrado, por primera vez, una prueba objetiva que podría predecir la probabilidad de un intento de suicidio mejor que el propio paciente o su médico podría predecir de un paciente psiquiátrico. Nock ya está funcionando y otras pruebas de cientos de personas - los que han intentado quitarse la vida, los que han tenido pensamientos suicidas y los que no tienen - para ver cómo las puntuaciones iniciales varían de un grupo a otro y si esos resultados terminan previendo, más allá de lo que los métodos actuales pueden, quien tratará de quitarse la vida en el futuro.
Cada punto de datos que recoge Nock le lleva un paso más cerca de su objetivo final: ser capaz de dar a la gente una serie de pruebas que podrían decirles - y sus psiquiatras y médicos de atención primaria y enfermeras escolares - cuan alto es el riesgo de suicidio, en cualquier determinado momento, como la forma en que los cardiólogos pueden utilizar lecturas de colesterol junto con la presión arterial, el peso y la altura para calcular el riesgo de enfermedades del corazón de una persona.
Cada punto de datos es también una persona cuyo imposiblemente complejo consciente e inconsciente pensamientos - acerca de quiénes son, qué quieren, qué es posible y tolerable - Pone de relieve tanto por qué se necesitan las pruebas como por qué es tan sorprendente que en realidad pueda funcionar.
Cuando Melissa estaba creciendo en el sur de California, sus compañeros de juego incluían seis princesas imaginarios. Uno de ellos siempre era capturado, y Melissa, una princesa misma, la salvaría, me dijo. Estábamos en un salón de té en una tarde de febrero en Harvard Square, donde el estrépito de los platos, el silbido del vapor en la leche y el lavado de los objetos con las voces de los camareros a la vez nuestra conversación como ella prefiere. Melissa, que pidió ser identificado sólo por su segundo nombre, llevaba una capa fina, blanca-a cuadros. Ella tenía 18 años, menuda y pálida, con tenues pecas y pelo castaño recogido en un clip de plata. En noviembre pasado, intentó suicidarse en su habitación de residencia universitaria con una sobredosis de pastillas. Ahora, tres meses más tarde, se había completado un programa de tratamiento residencial en el Hospital McLean en Belmont, Massachusetts, y vivía en una casa de transición en Cambridge para los pacientes psiquiátricos. Ella estaba tomando clases en una extensión de escuela local, para volver a su antigua universidad, una academia de artes liberales en otro estado, tendría que volver a empezar.. Conocí a Melissa en el laboratorio de Nock y me quedé impresionado por su memoria cinematográfica. Pero incluso para ella, tratando de recrear el progreso de sus pensamientos suicidas era como tratar de remontar una ola rompiendo de nuevo al océano. Sus padres, sus médicos e incluso Melissa misma no habían conocido que la ola venía hasta que llegó. Ahora todos ellos tenían la esperanza de volver del peligro futuro sin saber exactamente qué buscar.
En el séptimo grado, dijo Melissa, a veces se escribió "notas de despedida" en la cabeza en la ducha. Ese año, ella comenzó a sentirse excluida por sus amigos, y porque era más lenta que otras chicas para alcanzar su etapa de crecimiento, dijo, se veía como una extraña también. Las nociones que había de terminar con su vida estaban en su mayoría fantasía. "Nunca fue algo que hablé, pero siempre estaba un poco allí", dijo. Ella no se había considerado "lo suficientemente valiente" para realmente hacerlo, a pesar de que ahora se considera "valiente" era una palabra extraña para usarla.
Melissa habló de sus años de escuela secundaria con animación, haciendo voces tontas para narrar las ideas ingenuas de su yo más joven. Recordó significativos mensajes de sus compañeros de clase que habían publicado sobre ella en un popular foro en línea, incluso cuando ella simpatizaba con lo que vio como su deseo por encajar en principio, ella comenzó a beber regularmente y fumar marihuana. Ella falleció de hambre por sí misma. Ella luchó con sus padres. Sus calificaciones bajaron. El verano después de su segundo año, Melissa dijo a sus padres que se sentía suicida y tenía que ir a un hospital, los médicos allí la mantuvieron durante cinco días y prescribieron la medicación que su padre, un neurobiólogo, y su madre, un bioquímico, se negaron, ya que sentían que era demasiado fuerte para ella, su madre me lo dijo. Finalmente tenían miedo de dejarla sola, aunque fuera por unos minutos, la inscribieron en un programa de hospitalización por abuso de sustancias y enfermedades mentales. Melissa sintió que los consejeros de allí eran su castigo por su comportamiento en vez de ayudarle a aprender cómo cambiarlo, y la mantuvieron más allá del mes que esperaba. "Me dijeron que estaba resistiendo el tratamiento", dijo. "Realmente lo único que me enseñó fue que tenía que salir de allí. Para salir, tuve que explicar por qué yo era manipuladora, pasivo-agresivo, como mi relacion con los niños expresaba mi sexualidad. "Estos supuestos la ofendian, y ella no creía que fuera cierto. En última instancia, sin embargo, le dijo a los médicos lo que ella pensaba que querían oír, y la dejaron ir.
Melissa vio a un psiquiatra, quien le recetó medicamentos para la depresión y la ansiedad, y ella pasó por varios programas de pacientes externos con mejores resultados. Se trasladó a una nueva escuela por su tercer año de secundaria, lo que alivió la tensión social, era una atleta competitiva, actuado en obras de teatro y recaudó dinero para los niños pobres en la India que se entregó en persona. Fue aceptada por su universidad preferida. El verano antes de salir de casa, en una ceremonia realizada en un centro de tratamiento, me dijo, la madre de otra niña le dijo: "No entiendo por qué estabas aquí, en primer lugar, porque parece que lo tienes todo planeado. "Aparentemente ella aceptó el comentario como un cumplido, aunque se sobresaltó al darse cuenta de que parecía que todo el mundo se dejaba engañar. "En ese punto exacto en el tiempo", dijo, "Yo estaba pensando en nada más que estar viva."
Sus padres, preocupados, estipulaba que estarían dispuestos a pagar su matrícula universitaria sólo si asistió a sesiones de terapia semanales en el centro de servicios de salud de la escuela, que se informe de asistencia perdida para ellos. Pero Melissa quería empezar de nuevo. Saltó sesiones y dejó de tomar su medicación - a pesar de los efectos secundarios potencialmente peligrosos de dejar de fumar abruptamente - salvando las píldoras en una bolsa en su lugar. Su madre me dijo que ella voló a ver cómo estaba, pero Melissa no quería verla. Ella tenía 18 años por aquel entonces, y se encarga de su propia atención médica. En la casa de té, Melissa describió cómo decorar su nueva habitación de la residencia, la colocación de un cartel de Harry Potter que trajo de su casa y hacer la cama con sábanas azules que su madre compró para ella cuando ella tenía 13 años y el miedo de ir a dormir. Encontró a sus amigos, comenzó a beber y usar drogas de nuevo y se quedó retrasada en sus clases. Alrededor de un mes en el semestre, dijo, un episodio doloroso entre ella y un chico que estaba viendo la convirtió en el chismes del campus, haciendo que se sintiese afligida y expuesta. No podía decir exactamente cómo ni cuándo ideó un plan para usar las pastillas que había guardado como "una medida de salida de emergencia."
Ella tiró de un lazo de pelo de color rosa en la muñeca. "Estoy teniendo un momento difícil de explicar esto", me dijo. "No fue un momento específico. Fue todo ".
Le pregunté si los terapeutas que vio alguna vez le preguntaron si ella tenía pensamientos suicidas. "Ellos siempre me preguntaron," ella dijo. "Y la respuesta siempre que dio fue que sí, que tenía pensamientos, y que no me gustaría nada actuar. Era una especie de respuesta robot, y en realidad no era cierto, pero yo no estaba en condiciones de que yo pudiera decir, 'No, me encanta mi vida, y yo no estaba en una posición en la que podría decir "Sí, me paso subterráneo paseos de planificación de mi nota de despedida."
En la noche después de Halloween, Melissa se cernía sobre y de desgaste de su traje de ángel de la noche anterior, cuando ella y su compañero de habitación, vestido como un diablo, fue a una fiesta de la escuela. Una semana antes, ella revivió la relación con el chico que le hizo daño. Ahora ella recibió un mensaje de él diciéndole que deje de ser tan necesitada. Recordó la sensación de que todo el mundo sería mejor si ella desaparecía, ella no estaba haciendo del mundo un lugar mejor y no se merecía estar en el. Sentada en su cama, ella escribió una carta de despedida en su cuaderno preferido, mientras que su compañero de habitación y algunos de sus amigos escuchaban música e hacían los deberes. Cuando los amigos de Melissa le preguntaron si quería ir al comedor para el helado, ella se negó. Cuando se fueron, se tragó las píldoras. Se despertó de un coma en terapia intensiva, intubada. Los paramédicos le habían quitado la ropa con tijeras, revelando la frase "No resucitar" garabateadas en sus antebrazos en Sharpie rojo. No recordaba escribiéndola.
Melissa le resultaba difícil decir por qué trató de suicidarse cuando lo hizo - como aquella noche se diferenciaba de los demás cuando se había sentido herida o triste. "Como que me golpeó todo a la vez", dijo. "Yo estaba detrás en mis clases. Sentí como mis amigos estaban avergonzados por mí. Y, no sé, me sentí tan mal como si me hubiera jodido mi vida que esta era la única manera de salir ".
Nock no tenía intención de dedicar su carrera a la investigación de la autolesión. El hijo de un mecánico de automóviles, que creció con el bombeo de gasolina y aprendió a arreglar los coches en la estación de servicio de sus propios padres en Basking Ridge, NJ, teniendo también otros puestos de trabajo: Auxiliar de esmoquin de alquiler, guardia de pista de hielo, taller de reparación de parabrisas. Fue el primer miembro de su familia en graduarse en la universidad y esperaba usar su título en psicología para convertirse en un médico y trabajar con los pacientes. Pero cuanto más tiempo pasaba con las personas que se hacen daño a sí mismos, más preocupado por el tratamiento de su comportamiento estaba. Su primera práctica, mientras que cursaba una licenciatura en la Universidad de Boston, estaba en una unidad psiquiátrica para pacientes violentos propensos a graves lesiones autoinfligidas: un hombre sacó su ojo, otro llegó con profundos cortes en sus brazos. Nock, que rara vez se menciona a sus propios sentimientos, incluso cuando le pregunté preguntas personales, dijo que creció cerca del paciente más joven en la unidad, un hombre de su edad. "Cuando estaba en tratamiento, era bastante estable, un tipo muy feliz, un hombre muy optimista", dijo Nock. "Hablábamos mucho de hip-hop y el fútbol." Cuando fue liberado, en torno a las prácticas de la época de Nock estaba terminando, se suicidó. Él fue la primera persona que Nock supo que murió por suicidio, y Nock no lo había previsto. Luego pasó a obtener un doctorado en psicología de la Universidad de Yale, y en lugar de unirse a la práctica clínica, se volvió a la academia y la investigación.
No hay nada que en la literatura médica que sugiera un método fiable para identificar con precisión los pacientes suicidas. La primera referencia conocida al suicidio es un poema, escrito en papiro en Egipto hace 4.000 años. Desde entonces y hasta la década de 1700, artistas, filósofos y figuras religiosas, en lugar de médicos o científicos, fueron los únicos que lidiaron con el asunto, de acuerdo con la historia completa de George Howe Colt, "The Enigma of Suicide." Fue un sociólogo Émile Durkheim, quien ofreció la primera teoría unificada de suicidio, "Le Suicide", que se ha basado la ciencia del suicidio desde que fue publicado en 1897. Durkheim sostuvo que se producen sentimientos suicidas en respuesta a la relación de una persona con la sociedad: no forma parte de una comunidad y de repente las interrupciones en el tejido de la vida diaria son posibles desencadenantes. Freud clasificó el suicidio en la misma categoría que el masoquismo, lo que atribuyó a un superyó agresivamente crítico de encender el auto. Teorías psicológicas recientes postulan que el suicidio es impulsado por un intenso dolor mental: desesperanza, un anhelo de escapar, una sensación de no pertenencia, sentimientos de gran manera agravados.
Pero el comportamiento suicida también parece darse en familias, lo que sugiere que tiene raíces biológicas. "Creemos que hay muchos genes - que podría haber cientos, puede haber miles, cada uno de los cuales podrían contribuir con una cantidad pequeña de forma individual" a mayor riesgo, dice Jordan Smoller, especialista en genética psiquiátrica en el Hospital General de Massachusetts, que ha colaborado con Nock. Gustavo Turecki, el director del Grupo de McGill de Estudios de suicidio, también ha demostrado que un factor de riesgo importante relacionado con el suicidio, después de haber sufrido abusos en la infancia, puede causar cambios en los receptores de las células del cerebro que regulan la hormona del estrés cortisol, dejando el cerebro en un estado químico de mayor estado de alerta que hace que una persona a reaccionar de forma exagerada al estrés. "Nuestras emociones están en alguna parte codificada en nuestros cerebros", Turecki me dijo, e identificar qué mecanismos conducen al suicidio podría permitir que un día los científicos tengan tratamientos farmacológicos a medida para reducir el riesgo. Ahora, sin embargo, las pruebas de Nock parecen ofrecer nuestra mejor esperanza para una herramienta de diagnóstico que puede trabajar en cualquier persona, sin importar lo que los factores sociales y biológicos complejos están provocando pensamientos suicidas. También ofrecen una manera de ver cómo funciona este tipo de pensamiento, lo que podría ayudar a entender por qué sucede.
En 2003, durante su primer año enseñando en Harvard, Nock se acercó a su colega Mahzarin Banaji con una propuesta. Banaji había ayudado a desarrollar el Test de Asociación Implícita, que fue presentado a la psicología social hace cinco años y se ha convertido en famoso por su capacidad para medir los prejuicios que los sujetos o bien no les importa reconocer o no se dan cuenta que tienen en temas como la raza, la sexualidad, el sexo y la edad. Nock se preguntó si el I.A.T. podría ser configurado para medir el sesgo de las personas y en contra de estar vivo y estar muerto, y Banaji pensó que valía la pena intentarlo. Ellos experimentaron con varias versiones en el laboratorio de Nock y en el departamento de psiquiatría de emergencia al Hospital General de Massachusetts. Luego ponen su mejora en un ordenador portátil y se lo ofreció a los pacientes generales de comunicación, muchos de los cuales recientemente habían amenazado o intentado suicidarse, 157 accedieron a tomarlo. Encorvado en sillas plásticas de la sala de espera o apoyado en la cuna mientras esperaban a un médico para admitir o descargarlos, a menudo se mostraron agradecidos por una distracción.
El equilibrio del equipo en sus muslos, los pacientes mantuvieron sus dedos índices sobre las teclas del teclado izquierda y derecha. El título "La vida", apareció en la esquina superior izquierda de la pantalla, "muerte" en la parte superior derecha. En el centro, las palabras asociadas con uno de los encabezamientos aparecieron uno a la vez. Los pacientes pinchó la tecla izquierda para enlazar "vivo", "sobrevivir", "respirar", "crecimiento" y "en vivo" con "Vida", el botón derecho corresponde "funeral", "sin vida", "morir", "fallecido" y "suicidio" por "la muerte". Los investigadores pidieron a los voluntarios para hacer esto lo más rápido que pudieron. Cada palabra tiene una respuesta correcta. Si los pacientes se ponen "crecer" con "muerte", por ejemplo, una X roja apareció, y la prueba se detuvo hasta que lleguen a la clave adecuada. La clasificación continuó como las palabras reaparecieron al azar. Después de un minuto, los encabezados cambiaron de bando y se repite el proceso. Entonces aparecieron nuevas rúbricas - "Me", "No Me" - junto con nuevas palabras para ordenar: "yo", "yo", "yo", "mi", "mío", "sí", "suyo" "ellos", "ellos", "sus". Otra vez los encabezados volteado lugares, y la clasificación continuaron.
Una vez que los pacientes que habían establecido un ritmo, la prueba comenzó a medir el sesgo. Las cabeceras se dobló: "La vida" por encima de "Me" y "muerte" por encima "Not Me", obligando a los examinados para golpear el mismo botón al grupo "crecimiento" y "respirar" con el "yo", "mi" y " yo mismo. "" Die "y" funeral "fue con" ellos "," ellos "," ellos ". Teóricamente, el más rápido de los pacientes fueron y el menor número de errores que cometieron en esta parte de la prueba, más que ellos mismos asociados con vivir.
A continuación, "vida" y "muerte" cambiaron de lugar, el intercambio de las asociaciones, la misma clave agrupada "yo" y "mi", con "funeral", "suicidio", "morir", "fallecido" Agilidad en esta parte de la prueba. sugiere una asociación con la muerte.
Los médicos de todo tipo, incluidos los psicólogos, no hacen más que pura casualidad en la predicción de quien intenta el suicidio y quién no. Sus pacientes a menudo mienten sobre sus sentimientos para evitar la hospitalización. Muchos de ellos también parecen inducir a error por accidente, sin darse cuenta de que son un riesgo para sí mismos o la realización, pero sin saber cómo lo dice. Alrededor del 90 por ciento de los jóvenes que se suicidan han visitado a sus médicos de atención primaria dentro de un año, casi el 40 por ciento de los adultos hace menos de un mes. La oportunidad de ayudarles parece enorme, aunque sólo hubiera una manera de ver apariciones anteriores y determinar una inclinación que podrían estar escondidos - tal vez incluso de ellos mismos.
***
Los pacientes generales de comunicación y sus médicos calificados en escalas separadas la probabilidad que pensaban que iban a tratar de quitarse la vida en el futuro. Cuando los investigadores comprueban en cada paciente seis meses más tarde, descubrieron que, como era de esperar, los médicos habían ido mejor que 50-50 en sus predicciones. Propios pacientes, resultó que eran sólo un poco más preciso. El IAT, para sorpresa de todos, superó a los dos. Las personas que ordenan las palabras más rápidamente cuando "la muerte" fue emparejado con "Yo" que con "Not Me" probaron tres veces más propensos a intentar suicidarse que las personas que ordenan las palabras más rápidamente cuando "Life" se combina con "Yo". El IAT, al parecer, estaba recogiendo una señal de aumento de las tendencias suicidas que el método más utilizado para la evaluación de riesgo - una entrevista clínica - había sido incapaz de detectar.
En una mañana inusualmente cálido en enero, un Hospital McLean van Melissa dejó fuera en el laboratorio de Nock, donde uno de sus investigadores postdoctorales, Cassie Glenn, corría el IAT y otros dos ensayos en voluntarios de 12 a 19 años de edad. Se había anunciado para los sujetos en Craigslist y Twitter ya través de volantes en los hospitales. Unos ocho examinados llegaron en el mes pasado, a menudo las tardes de domingo, en rosa sudaderas o jeans con agujeros en las rodillas zip-up, vistiendo Medias Rojas tapas o sombra de ojos brillo. Conocí a una chica que estaba risueña y dos chicos que eran tímidos. Dos voluntarios no eran todavía 18 años y trajeron a sus madres. Glenn, un alegre Roller Derby jugador con un tatuaje colorido debajo de cada muñeca, les dio un formulario de permiso que podrían firmar para que me miro tomar las pruebas o los entrevistan. Protector de sus súbditos, siempre me pidió que esperara fuera de la vista para que no se sienta presionado. Melissa fue la cuarta para firmar en conocerme. Cuando Glenn nos presentó, Melissa le tendió la mano, enumerando ligeramente hacia un bolso con los animales de dibujos animados cosidos en su lado, colgado del hombro opuesto. "¿Sería posible tomar un descanso?" Preguntó Glenn. "¿Podría bajar a fumar un cigarrillo?" Glenn dijo que sí, siempre y cuando ella se fue con ella. "Usted puede venir también", Melissa me dijo: "si quieres hacerme preguntas."
En el exterior, se alza sobre un estante de la bici, el embalaje Marlboro Red 100s contra su palma. Le pregunté por qué se ofreció como voluntaria para las pruebas, y ella me dijo que en la universidad, ella tomó una clase de psicología en la que leyó los estudios de casos sobre famosos. En McLean, curioso acerca de lo que sería como para ser sujeto de investigación, le pidió a los médicos la forma de convertirse en uno. "Siempre he estado interesado, desde el punto de vista de un observador, en lo que dirían de mí", dijo. Hizo una pausa, dio una calada y miró calle abajo mientras exhala, en el papel de un trágico ingenua dejando claro que sabía que estaba en el escenario - es una parte real de ella era vulnerable a mi opinión. Nock me había dicho que hablar con la gente acerca de sus intentos previos de suicidio no aumenta las probabilidades de que se vuelva a intentarlo. Pero sigo preocupado por pedir Melissa revisar su experiencia. Quería saber que ella no le haría daño a sí misma otra vez, pero no pude. Tenía miedo de que si lo hacía, me sentía responsable. Fue, me di cuenta, la misma ansiedad que escuché de los clínicos y los investigadores y familiares y amigos que están involucrados con la gente piensa que es un riesgo elevado de suicidio. No había nada que yo o cualquier otra persona, podría hacer que estar absolutamente seguro de que ella estuviera a salvo.
Tomamos el ascensor al piso de arriba. En una pequeña habitación amarilla, Melissa Glenn instaló en una silla de madera frente a un PC de aspecto antiguo Glenn y yo vimos a través de una ventana cuadrada polarizados detrás de ella. La primera prueba fue el Stroop, que los psicólogos utilizan para identificar las palabras que son especialmente significativos para el tomador de la prueba. En la versión de Nock, las palabras aparecen en pantalla en letra azul o rojo, y lo más rápido posible el examinado empuja una clave si la palabra es de color rojo y otra tecla si es azul. Las personas que están pensando en el suicidio, a sabiendas o no, parecen tener una fracción de segundo más que apretar el botón cuando la palabra en la pantalla se relaciona con el suicidio que cuando es una palabra neutral como "motor" o "museo". Como Melissa tocar las teclas, las palabras apenas registrados como algo más que explosiones de color: La "feliz", "funeral", "suicidas", "solo", "museo", "dead", "placer", "papel", "placer "," papel "," rechazado ".
Luego vino el I.A.T. En la pantalla, las palabras aparecieron y desaparecieron como un time-lapse koan: "fallecido", "die", "yo", "respirar", "yo", "crecer", "mi", "funeral", "suicidio "," sí "," fallecido "," respirar "," crecer "," ellos "," die "," a mí mismo. "
"Me perdí un poco", dijo Melissa disculpándose cuando terminó la prueba y Glenn abrió la puerta. "No te preocupes", dijo Glenn, "Echo de menos algunos, también."
Nock y su equipo se están ejecutando actualmente el IAT y de Stroop en los hospitales locales y militares, así como en el laboratorio. También están experimentando con otras medidas. Glenn tarde dio auriculares Melissa y electrodos conectados debajo de su ojo para medir la cantidad de un músculo se contrae cuando escuchó una explosión de ruido de la intención de asustarla. El ruido fue acompañado de una serie de fotografías, algunas de las cuales estaban relacionadas con el suicidio sin ser demasiado gráfico, como un hombre de pie delante de un tren. La hipótesis de Glenn es que los adolescentes tienen que superar el miedo a la muerte a intentar suicidarse y que cuanto menos sorprendidos que están en la búsqueda de imágenes relacionadas con el suicidio, es más probable que sean para tratar de quitarse la vida en el futuro. El plan de Nock es finalmente combinar cuatro o cinco pruebas que miden ligeramente diferentes procesos cognitivos en una herramienta diagnóstica única que puede entregar una puntuación de riesgo. Sin embargo, las puntuaciones Melissa y otros que ahora tendrá un significado más completo solamente lo largo de meses y años de trabajo - ya que los investigadores a analizar, junto a la luz de lo que los que tomaron el examen van a hacer: ser más o menos deprimido, iniciar o dejar de tener tendencias suicidas pensamientos, daño a sí mismos de otra manera o intento de suicidio. Glenn llamaba Melissa en seis meses y otra vez en un año para preguntarle cómo estaba haciendo y añadir las respuestas a su archivo.
Si estos datos llevan a pruebas de diagnóstico fiables, los investigadores podrían utilizar como una herramienta de medición para el diseño de los estudios de suicidio que reflejan el Estudio del Corazón de Framingham, que ha guiado cómo tratar y prevenir las enfermedades cardiovasculares: hace 65 años, los investigadores comenzaron a rastrear los hábitos de y la compilación de workups médicos regulares en 5209 los residentes de Framingham, Massachusetts, no fue inicialmente claro cuáles son los datos que estaban recogiendo significaban. Pero en las últimas décadas, ya que algunas personas desarrollaron la enfermedad cardíaca y otras no, sus resultados de las pruebas anteriores y el comportamiento comenzaron a revelar cómo la presión arterial alta y el colesterol, el tabaquismo, la obesidad y la falta de ejercicio han ayudado a hacer que, ¿cómo se podrá incorporar los factores en una calculadora para determinar el riesgo y lo que conduciría a que el riesgo de abajo, una vez que estas ideas llevaron a los tratamientos, la tasa de muertes por enfermedades del corazón en todo el país, que ha ido en constante aumento desde el cambio de siglo, se inició un fuerte descenso.
Las pruebas cognitivas, por supuesto, no son a prueba de fallos como un análisis de sangre. Nock dice que es posible que los pacientes que tomaban el IAT o el Stroop para ajustar la velocidad de sus golpes de teclado si desean ocultar sus pensamientos. "Pero es mucho más difícil cambiar la forma de informar sobre la prueba de que al cambiar la forma de informar verbalmente a alguien." Dijo Nock. "Es muy fácil decir:" Yo no quiero suicidarme. Estoy totalmente bien. '"Cualquier persona puede optar por no revelar lo que realmente está pensando. Es mucho más difícil, Nock dijo, para engañar a las pruebas.
Pero incluso si las pruebas podrían ofrecer una puntuación de riesgo de suicidio en estos momentos, los médicos y los investigadores todavía tienen preguntas acerca de cómo se utilice el número para el tratamiento de los pacientes. "Una de las cosas que me pregunto es ¿qué hacer si alguien resultados positivos en una de estas cosas y ellos niegan que son suicidas", dice David A. Brent, que tiene una cátedra en estudios de suicidio en la Universidad de Pittsburgh Facultad de Medicina. "Es cierto que prefiero tener la información que no. Pero es una cosa interesante, ya sabes, para decir: "Mira, de acuerdo con esto usted está pensando en el suicidio." ¿Y usted será capaz de mantener a alguien en el hospital a causa de eso? ¿Cambiaría su tratamiento? Yo no estoy muy seguro ".
La negativa de Nock a aceptar cualquier sabiduría que no puede ser probado, incluyendo la noción aparentemente lógico que simplemente hacer que la gente más suicidas en el tratamiento podría resolver el problema, lo ha puesto en desacuerdo con los médicos que creen que sus métodos de trabajo y que los interrogatorios podría costar vidas . En enero, en colaboración con Ronald Kessler, un epidemiólogo de Harvard, publicó un estudio que muestra que aproximadamente uno de cada ocho adolescentes estadounidenses reportaron experimentar pensamientos suicidas serios. Sorprendentemente, más de la mitad de ellos estaban recibiendo terapia antes o durante el período en que se convirtió en suicida. Algunos médicos Nock por correo electrónico a expresar la ira que iba a hacer este tipo de estadísticas públicas. Su posición, dijo, es que si le dices a la gente de tratamiento no es eficaz, te dejan de venir. "Pero creo que hay un equilibrio aquí", dijo Nock. "Sí, queremos que las personas reciben tratamiento. Pero al mismo tiempo, queremos asegurarnos de que el tratamiento que están recibiendo es eficaz. "Marsha Linehan, profesor de psicología en la Universidad de Washington, ha demostrado que la terapia intensiva diseñada para cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento se puede reducir el riesgo de intentos de suicidio entre los pacientes altamente impulsivos con problemas emocionales graves. Este fue el tratamiento Melissa recibió en McLean. La evidencia preliminar sugiere que las otras intervenciones existentes podrían funcionar también, pero - en gran parte debido a lo difícil que es saber quién es suicida y cuando - la mayoría de las personas en alto riesgo no se benefician de ellos.
Una gran inversión de dinero y recursos humanos del Ejército va a revolucionar el ámbito de la recopilación de datos sobre el comportamiento suicida. Nock y su equipo están participando en el Estudio del Ejército para evaluar el riesgo y la resiliencia en Los militares, que se puso en marcha en 2009 y es la investigación más completa de suicidio jamás emprendido. El acceso del Ejército a miles de voluntarios que llevan estilos de vida comparables y sobresalir en las instrucciones siguientes ofrece un laboratorio único para estudios longitudinales Framingham escala. Nock prevé, por ejemplo, un día radiante de las pruebas IAT, Stroop y otra a los teléfonos para Militares diaria - una hazaña tecnológica impensable hace una década. Estos resultados podrían revelar pensamientos suicidas en tiempo real. También podría ofrecer una manera de controlar a los pacientes que se sabe que un alto riesgo y llamarlos si parecen estar entrando en una peligrosa trama de la mente.
"En este momento, pedimos a la gente si son suicidas", dijo Nock. "Y si dicen que sí, les damos medicamentos para tratar de hacerlos menos deprimido o menos ansioso o menos psicóticos o tener un estado de ánimo más estable. Y entonces hablamos con ellos. Lo hacemos terapia de conversación. Y esencialmente a hablar en no ser suicida más. Y sobre todo, como una estrategia para mucha gente no parece ser curativa. "Pero si los médicos pudieran ver qué pacientes son suicidas en un momento dado, podría ser capaz de volver a entrenar su pensamiento autodestructivo en base a sus calificaciones. Si, como la I.A.T. parece sugerir, asociándose más con la muerte que con la vida aumenta el riesgo de suicidio, romper esa asociación podría disminuirlo. Para averiguarlo, Nock está desarrollando tareas de la computadora que espera podría ayudar a la gente, a través de la práctica rutinaria, a identificarse más con estar vivo que muerto. Sus investigadores también están comenzando a probar si la formación de las personas a pensar más positivamente acerca del pasado y el futuro que les hace menos propensos a intentar el suicidio. Nock habla a menudo de "convertir palancas", como si se tratara de un operador ferroviario-switch dotación de una unión existencial. "¿Podemos pensar en el suicidio como resultado de problemas con la memoria o la cognición o la atención?", Dijo. "Y si es así, ¿podemos gire las palancas en las cosas para que la gente menos propensos a pensar en el suicidio? Por lo tanto, no está dando una pastilla, sino que está dando una formación ".
Antes de conocer a Nock, me pregunté qué alguien cuya investigación requiere constantemente profundizar en el dolor de los demás debe ser. Me imaginé que sería solemne y cansado. Pero él es un mecánico de fondo y el temperamento. Su búsqueda de soluciones es socrático, no quijotesca. Él es un optimista. "Es un problema complejo", me dijo una vez que, a su manera razonable ", pero hay respuestas a la misma." En este punto de su carrera, se ha pedido a cientos de personas por las que trataron de quitarse la vida. Más a menudo que no, sus respuestas han alimentado y no entorpecido su curiosidad.
Una tarde, en su oficina en enero, le pregunté si alguna vez había conseguido una respuesta que tenía sentido para él. Fue una fiesta de la escuela, y la mayor parte del edificio estaba vacío. Nock, trabajando hasta tarde, llevaba un top chándal y tratando de patear a cinco tazas de-un día-hábito café sorbiendo una taza de sidra de manzana. En el exterior, muy por debajo en la oscuridad, los copos de nieve se slicking las carreteras.
Nock empezó a hablar de dolor. Imaginó el edificio estaba en llamas y que salta de la ventana era la única salida. Evocó las infecciones del oído perforación que ninguna droga puede tocar. Él dijo que él sabe lo que se siente al estar en el dolor intenso y tiene una necesidad urgente de que se detenga, a pesar de que nunca ha sido un suicidio. Pero él sabe de su investigación que en la mayoría de los casos, sintiendo suicida - por cualquier razón - es un estado que va y viene. Esto es lo que le impulsa a su vez palancas, para mantener pidiendo a la gente que intentan suicidarse, "¿Por qué?" Tan individual como sus respuestas son, tienden a compartir al menos un detalle. "Casi todos ellos", dijo, "digo," Me alegro de que no muera. "
Todo el mundo desea la vida podría ser diferente; primera opción de nadie es estar muerto. Melissa quiere ser una actriz o un escritor. Eso le molesta, me dijo, a pensar en la angustia que su intento de suicidio causado a su familia y amigos, y ella está trabajando en la construcción de una vida que ella puede sentir la pena vivir. Pero ella ha dicho que también hay momentos en los que se enfrenta el impulso de lastimarse de nuevo. Ella fue siempre la materia-de hecho-cuando hablaba de tratar de quitarse la vida - se sentía, dijo, como contar una historia sobre alguien más. En la tarde nos reunimos en la plaza, parecía cansado de refrito del pasado y con ganas de ir a clase. Trazó una marca húmeda a lo largo de la mesa y habló en voz baja acerca de lo que eufemísticamente se llama su nota de despedida. "La palabra 'suicidio' tipo de sacarme los fanáticos", dijo, "así que trato de no decirlo." Fuente: Por KIM Tingley, The NYT. 26 de junio 2013 Kim Tingley es columnista de OnEarth.org. La última vez que escribió para la revista acerca de la Segunda metro Avenida.
Editor: Dean Robinson
Fuente:
http://www.nytimes.com/2013/06/30/magazine/the-suicide-detective.html?emc=tnt&tntemail0=y#comments
Pero la mayoría de las personas en cada uno de esos grupos no tienen pensamientos suicidas - menos aún actúan con ellos - y no existen datos para explicar la diferencia entre los que lo van a hacer y los que no lo hará. Tampoco tenemos ninguna manera de adivinar cuando - en la próxima hora? en la próxima década? - Los factores de riesgo conocidos pueden conducir a un intento. Nuestra comprensión de cómo avanza el pensamiento suicida o cómo detectar y detenerle, es mucho mejor ahora de lo que era hace dos siglos y medio, cuando empezamos a pensar en el suicidio como un problema y prescribir tratamiento médico más que filosófico, para evitar que los baldes de agua fría fueran lanzados a la cabeza.
"Nunca hemos salido y observado, como ecologista o un biólogo se saldría y observaría lo que le interesa durante horas y horas y horas y luego comprender sus propiedades básicas y luego trabajar sobre eso," Mateo K . Nock, el director del Laboratorio de la Universidad de Harvard para la Investigación Clínica y Desarrollo, me dijo. "Nunca lo hemos hecho."
Fue una brillante mañana de diciembre y estábamos en su oficina en el piso 12 del edificio que alberga el departamento de psicología de la escuela, una losa de hormigón blanco que sobresalía por encima de sus vecinos como una torre de vigilancia. A continuación, Cambridge parecía una ciudad de juguete - techos a dos aguas y campanarios, una cinta de carretera, parabrisas guiñando al sol. Nock había mantenido una reunión con cuatro miembros de su equipo de investigación - que en su silla giratoria, que en su sofá - sobre varios de los estudios que estaban en ejecución. Sus ojos azules a juego con su suéter de diamante a cuadros, y fue cuidadosamente sencillo y optimista. Parecía más un entrenador de fútbol juvenil, que estaba un sábado por la mañana con el equipo de primer grado de su hijo, que un experto en la autodestrucción.
En la reunión, escuché a Nock y sus investigadores discutir un estudio que estaban planteado en colaboración con el ejército. Ellos llamaban a los soldados que habían intentado suicidarse recientemente y le pedían que le explicaran lo que habían hecho y por qué. Nock espera que al tamizar a través de las transcripciones de las entrevistas frases o temas repetidos podría sugerir modelos predictivos que podía diseñar pruebas para detectar al soldado en peligro de suicidio. Un psicólogo clínico, que había entrenado a cada uno de sus investigadores a hacer preguntas específicas a través del teléfono. Adam Jaroszewski, un novato de 29 años de edad, con gafas de carey, me dijo que había estado nervioso al llamar a los sujetos en el hospital, donde aún se estaban recuperando, y al sondearlos acerca de por qué intentaron acabar con su vida: ¿Por qué ese momento? ¿Por qué ese método? Podría haber ocurrido cualquier cosa para hacer que cambien de opinión? A pesar de que los soldados se habían ofrecido para hablar, Jaroszewski preocupado por las inflexiones de su voz: ¿cómo iba a hablarles para facilitarles con cariño las respuestas y a la vez el agradecimiento por su participación les sonaran sin ceder su debido tono científico neutral?
Nock, dijo, le dijo que lo que le ayudó a encontrar un equilibrio entre la empatía y la objetividad era imaginandose a Columbo, el desaliñado, amable, persistente interrogador detective de la TV interpretado por Peter Falk. "Sólo trato de ser muy, muy curioso," dijo Nock.
Esa curiosidad ha hecho de Nock, de 39 años, uno de los más originales e influyentes investigadores de suicidio en el mundo. En 2011, recibió un premio de genio MacArthur por inventar nuevas formas de investigar los mecanismos ocultos de un comportamiento que parece tan imposible de desenredar, empíricamente, como el amor o los sueños.
Tratando de estudiar lo que la gente piensa antes de intentar quitarse la vida es como tratar de examinar una sombra con una linterna: el momento en que centro de atención, desaparece. Los investigadores no pueden inducir por ética pensamientos suicidas en el laboratorio y ver como se desarrolla.
Conducta únicamente humana, que no puede ser observado en otras especies.
Y es imposible entrevistar a cualquier persona que ha muerto por suicidio.
Para entenderlo, los psicólogos han empleado con más frecuencia dos métodos frustrantes e imprecisos: se han investigado las vidas de las personas que se han suicidado, y cualquier nota que pueda haber quedado atrás, en busca de pistas sobre lo que su pensamiento podría haber sido, o también se pidió a la gente que han intentado suicidarse que describieran sus procesos de pensamiento - aunque sus estados mentales pueden ser diferentes de los de las personas cuyos intentos fueron letales y sus recuerdos pueden estar incompletos o inexactos.
Tales métodos de investigación pueden generar estadísticas útiles e hipótesis acerca de cómo un impulso suicida podría empezar y cómo se desplaza desde el pensamiento a la acción, pero eso no es lo mismo que la evidencia objetiva sobre la forma en que se desarrolla en tiempo real.
El hermetismo del suicidio no se ha mantenido en la mayoría de los psicólogos que estudian desde la teorización acerca de por qué la gente se suicida. Nock, sin embargo, tiende a acercarse a las teorías desde un ángulo diferente. "Creo que es fácil de generar explicaciones", dijo recientemente. . "Es mucho más difícil de probar estas diferentes explicaciones y ver si los datos las apoyan o no" Al principio, el estrés de combate parece ser la razón obvia para el salto en los suicidios militares - hasta que los investigadores se dieron cuenta de que la tasa ha aumentado entre los soldados que no fueron desplegados. Los expertos de salud pública han especulado que el aumento en los suicidios entre las personas de mediana edad está relacionada con tensiones modernas como los problemas de la economía, el estrés de cuidar a los padres ancianos y niños insolventes, y el acceso sin precedentes a los medicamentos recetados. Nock, por el contrario, tiende a apuntar a un gráfico que muestra la forma en que la tasa de suicidios de 45 a 64 años de edad ha bajado y subido en un período de tiempo más largo - la tasa de hoy es similar a lo que era hace 20 años. El gráfico nos cuenta una historia más complicada. "Mi idea es que hemos tenido las teorías sobre suicidio durante mucho tiempo y no hay datos", dijo. "Por eso queremos trabajar desde el otro extremo."
En efecto, Nock ha comenzado desde cero mediante la búsqueda de una manera de medir con precisión el riesgo de suicidio. Hace tres años, él y su equipo publicaron un artículo sugiriendo que habían encontrado, por primera vez, una prueba objetiva que podría predecir la probabilidad de un intento de suicidio mejor que el propio paciente o su médico podría predecir de un paciente psiquiátrico. Nock ya está funcionando y otras pruebas de cientos de personas - los que han intentado quitarse la vida, los que han tenido pensamientos suicidas y los que no tienen - para ver cómo las puntuaciones iniciales varían de un grupo a otro y si esos resultados terminan previendo, más allá de lo que los métodos actuales pueden, quien tratará de quitarse la vida en el futuro.
Cada punto de datos que recoge Nock le lleva un paso más cerca de su objetivo final: ser capaz de dar a la gente una serie de pruebas que podrían decirles - y sus psiquiatras y médicos de atención primaria y enfermeras escolares - cuan alto es el riesgo de suicidio, en cualquier determinado momento, como la forma en que los cardiólogos pueden utilizar lecturas de colesterol junto con la presión arterial, el peso y la altura para calcular el riesgo de enfermedades del corazón de una persona.
Cada punto de datos es también una persona cuyo imposiblemente complejo consciente e inconsciente pensamientos - acerca de quiénes son, qué quieren, qué es posible y tolerable - Pone de relieve tanto por qué se necesitan las pruebas como por qué es tan sorprendente que en realidad pueda funcionar.
Cuando Melissa estaba creciendo en el sur de California, sus compañeros de juego incluían seis princesas imaginarios. Uno de ellos siempre era capturado, y Melissa, una princesa misma, la salvaría, me dijo. Estábamos en un salón de té en una tarde de febrero en Harvard Square, donde el estrépito de los platos, el silbido del vapor en la leche y el lavado de los objetos con las voces de los camareros a la vez nuestra conversación como ella prefiere. Melissa, que pidió ser identificado sólo por su segundo nombre, llevaba una capa fina, blanca-a cuadros. Ella tenía 18 años, menuda y pálida, con tenues pecas y pelo castaño recogido en un clip de plata. En noviembre pasado, intentó suicidarse en su habitación de residencia universitaria con una sobredosis de pastillas. Ahora, tres meses más tarde, se había completado un programa de tratamiento residencial en el Hospital McLean en Belmont, Massachusetts, y vivía en una casa de transición en Cambridge para los pacientes psiquiátricos. Ella estaba tomando clases en una extensión de escuela local, para volver a su antigua universidad, una academia de artes liberales en otro estado, tendría que volver a empezar.. Conocí a Melissa en el laboratorio de Nock y me quedé impresionado por su memoria cinematográfica. Pero incluso para ella, tratando de recrear el progreso de sus pensamientos suicidas era como tratar de remontar una ola rompiendo de nuevo al océano. Sus padres, sus médicos e incluso Melissa misma no habían conocido que la ola venía hasta que llegó. Ahora todos ellos tenían la esperanza de volver del peligro futuro sin saber exactamente qué buscar.
En el séptimo grado, dijo Melissa, a veces se escribió "notas de despedida" en la cabeza en la ducha. Ese año, ella comenzó a sentirse excluida por sus amigos, y porque era más lenta que otras chicas para alcanzar su etapa de crecimiento, dijo, se veía como una extraña también. Las nociones que había de terminar con su vida estaban en su mayoría fantasía. "Nunca fue algo que hablé, pero siempre estaba un poco allí", dijo. Ella no se había considerado "lo suficientemente valiente" para realmente hacerlo, a pesar de que ahora se considera "valiente" era una palabra extraña para usarla.
Melissa habló de sus años de escuela secundaria con animación, haciendo voces tontas para narrar las ideas ingenuas de su yo más joven. Recordó significativos mensajes de sus compañeros de clase que habían publicado sobre ella en un popular foro en línea, incluso cuando ella simpatizaba con lo que vio como su deseo por encajar en principio, ella comenzó a beber regularmente y fumar marihuana. Ella falleció de hambre por sí misma. Ella luchó con sus padres. Sus calificaciones bajaron. El verano después de su segundo año, Melissa dijo a sus padres que se sentía suicida y tenía que ir a un hospital, los médicos allí la mantuvieron durante cinco días y prescribieron la medicación que su padre, un neurobiólogo, y su madre, un bioquímico, se negaron, ya que sentían que era demasiado fuerte para ella, su madre me lo dijo. Finalmente tenían miedo de dejarla sola, aunque fuera por unos minutos, la inscribieron en un programa de hospitalización por abuso de sustancias y enfermedades mentales. Melissa sintió que los consejeros de allí eran su castigo por su comportamiento en vez de ayudarle a aprender cómo cambiarlo, y la mantuvieron más allá del mes que esperaba. "Me dijeron que estaba resistiendo el tratamiento", dijo. "Realmente lo único que me enseñó fue que tenía que salir de allí. Para salir, tuve que explicar por qué yo era manipuladora, pasivo-agresivo, como mi relacion con los niños expresaba mi sexualidad. "Estos supuestos la ofendian, y ella no creía que fuera cierto. En última instancia, sin embargo, le dijo a los médicos lo que ella pensaba que querían oír, y la dejaron ir.
Melissa vio a un psiquiatra, quien le recetó medicamentos para la depresión y la ansiedad, y ella pasó por varios programas de pacientes externos con mejores resultados. Se trasladó a una nueva escuela por su tercer año de secundaria, lo que alivió la tensión social, era una atleta competitiva, actuado en obras de teatro y recaudó dinero para los niños pobres en la India que se entregó en persona. Fue aceptada por su universidad preferida. El verano antes de salir de casa, en una ceremonia realizada en un centro de tratamiento, me dijo, la madre de otra niña le dijo: "No entiendo por qué estabas aquí, en primer lugar, porque parece que lo tienes todo planeado. "Aparentemente ella aceptó el comentario como un cumplido, aunque se sobresaltó al darse cuenta de que parecía que todo el mundo se dejaba engañar. "En ese punto exacto en el tiempo", dijo, "Yo estaba pensando en nada más que estar viva."
Sus padres, preocupados, estipulaba que estarían dispuestos a pagar su matrícula universitaria sólo si asistió a sesiones de terapia semanales en el centro de servicios de salud de la escuela, que se informe de asistencia perdida para ellos. Pero Melissa quería empezar de nuevo. Saltó sesiones y dejó de tomar su medicación - a pesar de los efectos secundarios potencialmente peligrosos de dejar de fumar abruptamente - salvando las píldoras en una bolsa en su lugar. Su madre me dijo que ella voló a ver cómo estaba, pero Melissa no quería verla. Ella tenía 18 años por aquel entonces, y se encarga de su propia atención médica. En la casa de té, Melissa describió cómo decorar su nueva habitación de la residencia, la colocación de un cartel de Harry Potter que trajo de su casa y hacer la cama con sábanas azules que su madre compró para ella cuando ella tenía 13 años y el miedo de ir a dormir. Encontró a sus amigos, comenzó a beber y usar drogas de nuevo y se quedó retrasada en sus clases. Alrededor de un mes en el semestre, dijo, un episodio doloroso entre ella y un chico que estaba viendo la convirtió en el chismes del campus, haciendo que se sintiese afligida y expuesta. No podía decir exactamente cómo ni cuándo ideó un plan para usar las pastillas que había guardado como "una medida de salida de emergencia."
Ella tiró de un lazo de pelo de color rosa en la muñeca. "Estoy teniendo un momento difícil de explicar esto", me dijo. "No fue un momento específico. Fue todo ".
Le pregunté si los terapeutas que vio alguna vez le preguntaron si ella tenía pensamientos suicidas. "Ellos siempre me preguntaron," ella dijo. "Y la respuesta siempre que dio fue que sí, que tenía pensamientos, y que no me gustaría nada actuar. Era una especie de respuesta robot, y en realidad no era cierto, pero yo no estaba en condiciones de que yo pudiera decir, 'No, me encanta mi vida, y yo no estaba en una posición en la que podría decir "Sí, me paso subterráneo paseos de planificación de mi nota de despedida."
En la noche después de Halloween, Melissa se cernía sobre y de desgaste de su traje de ángel de la noche anterior, cuando ella y su compañero de habitación, vestido como un diablo, fue a una fiesta de la escuela. Una semana antes, ella revivió la relación con el chico que le hizo daño. Ahora ella recibió un mensaje de él diciéndole que deje de ser tan necesitada. Recordó la sensación de que todo el mundo sería mejor si ella desaparecía, ella no estaba haciendo del mundo un lugar mejor y no se merecía estar en el. Sentada en su cama, ella escribió una carta de despedida en su cuaderno preferido, mientras que su compañero de habitación y algunos de sus amigos escuchaban música e hacían los deberes. Cuando los amigos de Melissa le preguntaron si quería ir al comedor para el helado, ella se negó. Cuando se fueron, se tragó las píldoras. Se despertó de un coma en terapia intensiva, intubada. Los paramédicos le habían quitado la ropa con tijeras, revelando la frase "No resucitar" garabateadas en sus antebrazos en Sharpie rojo. No recordaba escribiéndola.
Melissa le resultaba difícil decir por qué trató de suicidarse cuando lo hizo - como aquella noche se diferenciaba de los demás cuando se había sentido herida o triste. "Como que me golpeó todo a la vez", dijo. "Yo estaba detrás en mis clases. Sentí como mis amigos estaban avergonzados por mí. Y, no sé, me sentí tan mal como si me hubiera jodido mi vida que esta era la única manera de salir ".
Nock no tenía intención de dedicar su carrera a la investigación de la autolesión. El hijo de un mecánico de automóviles, que creció con el bombeo de gasolina y aprendió a arreglar los coches en la estación de servicio de sus propios padres en Basking Ridge, NJ, teniendo también otros puestos de trabajo: Auxiliar de esmoquin de alquiler, guardia de pista de hielo, taller de reparación de parabrisas. Fue el primer miembro de su familia en graduarse en la universidad y esperaba usar su título en psicología para convertirse en un médico y trabajar con los pacientes. Pero cuanto más tiempo pasaba con las personas que se hacen daño a sí mismos, más preocupado por el tratamiento de su comportamiento estaba. Su primera práctica, mientras que cursaba una licenciatura en la Universidad de Boston, estaba en una unidad psiquiátrica para pacientes violentos propensos a graves lesiones autoinfligidas: un hombre sacó su ojo, otro llegó con profundos cortes en sus brazos. Nock, que rara vez se menciona a sus propios sentimientos, incluso cuando le pregunté preguntas personales, dijo que creció cerca del paciente más joven en la unidad, un hombre de su edad. "Cuando estaba en tratamiento, era bastante estable, un tipo muy feliz, un hombre muy optimista", dijo Nock. "Hablábamos mucho de hip-hop y el fútbol." Cuando fue liberado, en torno a las prácticas de la época de Nock estaba terminando, se suicidó. Él fue la primera persona que Nock supo que murió por suicidio, y Nock no lo había previsto. Luego pasó a obtener un doctorado en psicología de la Universidad de Yale, y en lugar de unirse a la práctica clínica, se volvió a la academia y la investigación.
No hay nada que en la literatura médica que sugiera un método fiable para identificar con precisión los pacientes suicidas. La primera referencia conocida al suicidio es un poema, escrito en papiro en Egipto hace 4.000 años. Desde entonces y hasta la década de 1700, artistas, filósofos y figuras religiosas, en lugar de médicos o científicos, fueron los únicos que lidiaron con el asunto, de acuerdo con la historia completa de George Howe Colt, "The Enigma of Suicide." Fue un sociólogo Émile Durkheim, quien ofreció la primera teoría unificada de suicidio, "Le Suicide", que se ha basado la ciencia del suicidio desde que fue publicado en 1897. Durkheim sostuvo que se producen sentimientos suicidas en respuesta a la relación de una persona con la sociedad: no forma parte de una comunidad y de repente las interrupciones en el tejido de la vida diaria son posibles desencadenantes. Freud clasificó el suicidio en la misma categoría que el masoquismo, lo que atribuyó a un superyó agresivamente crítico de encender el auto. Teorías psicológicas recientes postulan que el suicidio es impulsado por un intenso dolor mental: desesperanza, un anhelo de escapar, una sensación de no pertenencia, sentimientos de gran manera agravados.
Pero el comportamiento suicida también parece darse en familias, lo que sugiere que tiene raíces biológicas. "Creemos que hay muchos genes - que podría haber cientos, puede haber miles, cada uno de los cuales podrían contribuir con una cantidad pequeña de forma individual" a mayor riesgo, dice Jordan Smoller, especialista en genética psiquiátrica en el Hospital General de Massachusetts, que ha colaborado con Nock. Gustavo Turecki, el director del Grupo de McGill de Estudios de suicidio, también ha demostrado que un factor de riesgo importante relacionado con el suicidio, después de haber sufrido abusos en la infancia, puede causar cambios en los receptores de las células del cerebro que regulan la hormona del estrés cortisol, dejando el cerebro en un estado químico de mayor estado de alerta que hace que una persona a reaccionar de forma exagerada al estrés. "Nuestras emociones están en alguna parte codificada en nuestros cerebros", Turecki me dijo, e identificar qué mecanismos conducen al suicidio podría permitir que un día los científicos tengan tratamientos farmacológicos a medida para reducir el riesgo. Ahora, sin embargo, las pruebas de Nock parecen ofrecer nuestra mejor esperanza para una herramienta de diagnóstico que puede trabajar en cualquier persona, sin importar lo que los factores sociales y biológicos complejos están provocando pensamientos suicidas. También ofrecen una manera de ver cómo funciona este tipo de pensamiento, lo que podría ayudar a entender por qué sucede.
En 2003, durante su primer año enseñando en Harvard, Nock se acercó a su colega Mahzarin Banaji con una propuesta. Banaji había ayudado a desarrollar el Test de Asociación Implícita, que fue presentado a la psicología social hace cinco años y se ha convertido en famoso por su capacidad para medir los prejuicios que los sujetos o bien no les importa reconocer o no se dan cuenta que tienen en temas como la raza, la sexualidad, el sexo y la edad. Nock se preguntó si el I.A.T. podría ser configurado para medir el sesgo de las personas y en contra de estar vivo y estar muerto, y Banaji pensó que valía la pena intentarlo. Ellos experimentaron con varias versiones en el laboratorio de Nock y en el departamento de psiquiatría de emergencia al Hospital General de Massachusetts. Luego ponen su mejora en un ordenador portátil y se lo ofreció a los pacientes generales de comunicación, muchos de los cuales recientemente habían amenazado o intentado suicidarse, 157 accedieron a tomarlo. Encorvado en sillas plásticas de la sala de espera o apoyado en la cuna mientras esperaban a un médico para admitir o descargarlos, a menudo se mostraron agradecidos por una distracción.
El equilibrio del equipo en sus muslos, los pacientes mantuvieron sus dedos índices sobre las teclas del teclado izquierda y derecha. El título "La vida", apareció en la esquina superior izquierda de la pantalla, "muerte" en la parte superior derecha. En el centro, las palabras asociadas con uno de los encabezamientos aparecieron uno a la vez. Los pacientes pinchó la tecla izquierda para enlazar "vivo", "sobrevivir", "respirar", "crecimiento" y "en vivo" con "Vida", el botón derecho corresponde "funeral", "sin vida", "morir", "fallecido" y "suicidio" por "la muerte". Los investigadores pidieron a los voluntarios para hacer esto lo más rápido que pudieron. Cada palabra tiene una respuesta correcta. Si los pacientes se ponen "crecer" con "muerte", por ejemplo, una X roja apareció, y la prueba se detuvo hasta que lleguen a la clave adecuada. La clasificación continuó como las palabras reaparecieron al azar. Después de un minuto, los encabezados cambiaron de bando y se repite el proceso. Entonces aparecieron nuevas rúbricas - "Me", "No Me" - junto con nuevas palabras para ordenar: "yo", "yo", "yo", "mi", "mío", "sí", "suyo" "ellos", "ellos", "sus". Otra vez los encabezados volteado lugares, y la clasificación continuaron.
Una vez que los pacientes que habían establecido un ritmo, la prueba comenzó a medir el sesgo. Las cabeceras se dobló: "La vida" por encima de "Me" y "muerte" por encima "Not Me", obligando a los examinados para golpear el mismo botón al grupo "crecimiento" y "respirar" con el "yo", "mi" y " yo mismo. "" Die "y" funeral "fue con" ellos "," ellos "," ellos ". Teóricamente, el más rápido de los pacientes fueron y el menor número de errores que cometieron en esta parte de la prueba, más que ellos mismos asociados con vivir.
A continuación, "vida" y "muerte" cambiaron de lugar, el intercambio de las asociaciones, la misma clave agrupada "yo" y "mi", con "funeral", "suicidio", "morir", "fallecido" Agilidad en esta parte de la prueba. sugiere una asociación con la muerte.
Los médicos de todo tipo, incluidos los psicólogos, no hacen más que pura casualidad en la predicción de quien intenta el suicidio y quién no. Sus pacientes a menudo mienten sobre sus sentimientos para evitar la hospitalización. Muchos de ellos también parecen inducir a error por accidente, sin darse cuenta de que son un riesgo para sí mismos o la realización, pero sin saber cómo lo dice. Alrededor del 90 por ciento de los jóvenes que se suicidan han visitado a sus médicos de atención primaria dentro de un año, casi el 40 por ciento de los adultos hace menos de un mes. La oportunidad de ayudarles parece enorme, aunque sólo hubiera una manera de ver apariciones anteriores y determinar una inclinación que podrían estar escondidos - tal vez incluso de ellos mismos.
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Los pacientes generales de comunicación y sus médicos calificados en escalas separadas la probabilidad que pensaban que iban a tratar de quitarse la vida en el futuro. Cuando los investigadores comprueban en cada paciente seis meses más tarde, descubrieron que, como era de esperar, los médicos habían ido mejor que 50-50 en sus predicciones. Propios pacientes, resultó que eran sólo un poco más preciso. El IAT, para sorpresa de todos, superó a los dos. Las personas que ordenan las palabras más rápidamente cuando "la muerte" fue emparejado con "Yo" que con "Not Me" probaron tres veces más propensos a intentar suicidarse que las personas que ordenan las palabras más rápidamente cuando "Life" se combina con "Yo". El IAT, al parecer, estaba recogiendo una señal de aumento de las tendencias suicidas que el método más utilizado para la evaluación de riesgo - una entrevista clínica - había sido incapaz de detectar.
En una mañana inusualmente cálido en enero, un Hospital McLean van Melissa dejó fuera en el laboratorio de Nock, donde uno de sus investigadores postdoctorales, Cassie Glenn, corría el IAT y otros dos ensayos en voluntarios de 12 a 19 años de edad. Se había anunciado para los sujetos en Craigslist y Twitter ya través de volantes en los hospitales. Unos ocho examinados llegaron en el mes pasado, a menudo las tardes de domingo, en rosa sudaderas o jeans con agujeros en las rodillas zip-up, vistiendo Medias Rojas tapas o sombra de ojos brillo. Conocí a una chica que estaba risueña y dos chicos que eran tímidos. Dos voluntarios no eran todavía 18 años y trajeron a sus madres. Glenn, un alegre Roller Derby jugador con un tatuaje colorido debajo de cada muñeca, les dio un formulario de permiso que podrían firmar para que me miro tomar las pruebas o los entrevistan. Protector de sus súbditos, siempre me pidió que esperara fuera de la vista para que no se sienta presionado. Melissa fue la cuarta para firmar en conocerme. Cuando Glenn nos presentó, Melissa le tendió la mano, enumerando ligeramente hacia un bolso con los animales de dibujos animados cosidos en su lado, colgado del hombro opuesto. "¿Sería posible tomar un descanso?" Preguntó Glenn. "¿Podría bajar a fumar un cigarrillo?" Glenn dijo que sí, siempre y cuando ella se fue con ella. "Usted puede venir también", Melissa me dijo: "si quieres hacerme preguntas."
En el exterior, se alza sobre un estante de la bici, el embalaje Marlboro Red 100s contra su palma. Le pregunté por qué se ofreció como voluntaria para las pruebas, y ella me dijo que en la universidad, ella tomó una clase de psicología en la que leyó los estudios de casos sobre famosos. En McLean, curioso acerca de lo que sería como para ser sujeto de investigación, le pidió a los médicos la forma de convertirse en uno. "Siempre he estado interesado, desde el punto de vista de un observador, en lo que dirían de mí", dijo. Hizo una pausa, dio una calada y miró calle abajo mientras exhala, en el papel de un trágico ingenua dejando claro que sabía que estaba en el escenario - es una parte real de ella era vulnerable a mi opinión. Nock me había dicho que hablar con la gente acerca de sus intentos previos de suicidio no aumenta las probabilidades de que se vuelva a intentarlo. Pero sigo preocupado por pedir Melissa revisar su experiencia. Quería saber que ella no le haría daño a sí misma otra vez, pero no pude. Tenía miedo de que si lo hacía, me sentía responsable. Fue, me di cuenta, la misma ansiedad que escuché de los clínicos y los investigadores y familiares y amigos que están involucrados con la gente piensa que es un riesgo elevado de suicidio. No había nada que yo o cualquier otra persona, podría hacer que estar absolutamente seguro de que ella estuviera a salvo.
Tomamos el ascensor al piso de arriba. En una pequeña habitación amarilla, Melissa Glenn instaló en una silla de madera frente a un PC de aspecto antiguo Glenn y yo vimos a través de una ventana cuadrada polarizados detrás de ella. La primera prueba fue el Stroop, que los psicólogos utilizan para identificar las palabras que son especialmente significativos para el tomador de la prueba. En la versión de Nock, las palabras aparecen en pantalla en letra azul o rojo, y lo más rápido posible el examinado empuja una clave si la palabra es de color rojo y otra tecla si es azul. Las personas que están pensando en el suicidio, a sabiendas o no, parecen tener una fracción de segundo más que apretar el botón cuando la palabra en la pantalla se relaciona con el suicidio que cuando es una palabra neutral como "motor" o "museo". Como Melissa tocar las teclas, las palabras apenas registrados como algo más que explosiones de color: La "feliz", "funeral", "suicidas", "solo", "museo", "dead", "placer", "papel", "placer "," papel "," rechazado ".
Luego vino el I.A.T. En la pantalla, las palabras aparecieron y desaparecieron como un time-lapse koan: "fallecido", "die", "yo", "respirar", "yo", "crecer", "mi", "funeral", "suicidio "," sí "," fallecido "," respirar "," crecer "," ellos "," die "," a mí mismo. "
"Me perdí un poco", dijo Melissa disculpándose cuando terminó la prueba y Glenn abrió la puerta. "No te preocupes", dijo Glenn, "Echo de menos algunos, también."
Nock y su equipo se están ejecutando actualmente el IAT y de Stroop en los hospitales locales y militares, así como en el laboratorio. También están experimentando con otras medidas. Glenn tarde dio auriculares Melissa y electrodos conectados debajo de su ojo para medir la cantidad de un músculo se contrae cuando escuchó una explosión de ruido de la intención de asustarla. El ruido fue acompañado de una serie de fotografías, algunas de las cuales estaban relacionadas con el suicidio sin ser demasiado gráfico, como un hombre de pie delante de un tren. La hipótesis de Glenn es que los adolescentes tienen que superar el miedo a la muerte a intentar suicidarse y que cuanto menos sorprendidos que están en la búsqueda de imágenes relacionadas con el suicidio, es más probable que sean para tratar de quitarse la vida en el futuro. El plan de Nock es finalmente combinar cuatro o cinco pruebas que miden ligeramente diferentes procesos cognitivos en una herramienta diagnóstica única que puede entregar una puntuación de riesgo. Sin embargo, las puntuaciones Melissa y otros que ahora tendrá un significado más completo solamente lo largo de meses y años de trabajo - ya que los investigadores a analizar, junto a la luz de lo que los que tomaron el examen van a hacer: ser más o menos deprimido, iniciar o dejar de tener tendencias suicidas pensamientos, daño a sí mismos de otra manera o intento de suicidio. Glenn llamaba Melissa en seis meses y otra vez en un año para preguntarle cómo estaba haciendo y añadir las respuestas a su archivo.
Si estos datos llevan a pruebas de diagnóstico fiables, los investigadores podrían utilizar como una herramienta de medición para el diseño de los estudios de suicidio que reflejan el Estudio del Corazón de Framingham, que ha guiado cómo tratar y prevenir las enfermedades cardiovasculares: hace 65 años, los investigadores comenzaron a rastrear los hábitos de y la compilación de workups médicos regulares en 5209 los residentes de Framingham, Massachusetts, no fue inicialmente claro cuáles son los datos que estaban recogiendo significaban. Pero en las últimas décadas, ya que algunas personas desarrollaron la enfermedad cardíaca y otras no, sus resultados de las pruebas anteriores y el comportamiento comenzaron a revelar cómo la presión arterial alta y el colesterol, el tabaquismo, la obesidad y la falta de ejercicio han ayudado a hacer que, ¿cómo se podrá incorporar los factores en una calculadora para determinar el riesgo y lo que conduciría a que el riesgo de abajo, una vez que estas ideas llevaron a los tratamientos, la tasa de muertes por enfermedades del corazón en todo el país, que ha ido en constante aumento desde el cambio de siglo, se inició un fuerte descenso.
Las pruebas cognitivas, por supuesto, no son a prueba de fallos como un análisis de sangre. Nock dice que es posible que los pacientes que tomaban el IAT o el Stroop para ajustar la velocidad de sus golpes de teclado si desean ocultar sus pensamientos. "Pero es mucho más difícil cambiar la forma de informar sobre la prueba de que al cambiar la forma de informar verbalmente a alguien." Dijo Nock. "Es muy fácil decir:" Yo no quiero suicidarme. Estoy totalmente bien. '"Cualquier persona puede optar por no revelar lo que realmente está pensando. Es mucho más difícil, Nock dijo, para engañar a las pruebas.
Pero incluso si las pruebas podrían ofrecer una puntuación de riesgo de suicidio en estos momentos, los médicos y los investigadores todavía tienen preguntas acerca de cómo se utilice el número para el tratamiento de los pacientes. "Una de las cosas que me pregunto es ¿qué hacer si alguien resultados positivos en una de estas cosas y ellos niegan que son suicidas", dice David A. Brent, que tiene una cátedra en estudios de suicidio en la Universidad de Pittsburgh Facultad de Medicina. "Es cierto que prefiero tener la información que no. Pero es una cosa interesante, ya sabes, para decir: "Mira, de acuerdo con esto usted está pensando en el suicidio." ¿Y usted será capaz de mantener a alguien en el hospital a causa de eso? ¿Cambiaría su tratamiento? Yo no estoy muy seguro ".
La negativa de Nock a aceptar cualquier sabiduría que no puede ser probado, incluyendo la noción aparentemente lógico que simplemente hacer que la gente más suicidas en el tratamiento podría resolver el problema, lo ha puesto en desacuerdo con los médicos que creen que sus métodos de trabajo y que los interrogatorios podría costar vidas . En enero, en colaboración con Ronald Kessler, un epidemiólogo de Harvard, publicó un estudio que muestra que aproximadamente uno de cada ocho adolescentes estadounidenses reportaron experimentar pensamientos suicidas serios. Sorprendentemente, más de la mitad de ellos estaban recibiendo terapia antes o durante el período en que se convirtió en suicida. Algunos médicos Nock por correo electrónico a expresar la ira que iba a hacer este tipo de estadísticas públicas. Su posición, dijo, es que si le dices a la gente de tratamiento no es eficaz, te dejan de venir. "Pero creo que hay un equilibrio aquí", dijo Nock. "Sí, queremos que las personas reciben tratamiento. Pero al mismo tiempo, queremos asegurarnos de que el tratamiento que están recibiendo es eficaz. "Marsha Linehan, profesor de psicología en la Universidad de Washington, ha demostrado que la terapia intensiva diseñada para cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento se puede reducir el riesgo de intentos de suicidio entre los pacientes altamente impulsivos con problemas emocionales graves. Este fue el tratamiento Melissa recibió en McLean. La evidencia preliminar sugiere que las otras intervenciones existentes podrían funcionar también, pero - en gran parte debido a lo difícil que es saber quién es suicida y cuando - la mayoría de las personas en alto riesgo no se benefician de ellos.
Una gran inversión de dinero y recursos humanos del Ejército va a revolucionar el ámbito de la recopilación de datos sobre el comportamiento suicida. Nock y su equipo están participando en el Estudio del Ejército para evaluar el riesgo y la resiliencia en Los militares, que se puso en marcha en 2009 y es la investigación más completa de suicidio jamás emprendido. El acceso del Ejército a miles de voluntarios que llevan estilos de vida comparables y sobresalir en las instrucciones siguientes ofrece un laboratorio único para estudios longitudinales Framingham escala. Nock prevé, por ejemplo, un día radiante de las pruebas IAT, Stroop y otra a los teléfonos para Militares diaria - una hazaña tecnológica impensable hace una década. Estos resultados podrían revelar pensamientos suicidas en tiempo real. También podría ofrecer una manera de controlar a los pacientes que se sabe que un alto riesgo y llamarlos si parecen estar entrando en una peligrosa trama de la mente.
"En este momento, pedimos a la gente si son suicidas", dijo Nock. "Y si dicen que sí, les damos medicamentos para tratar de hacerlos menos deprimido o menos ansioso o menos psicóticos o tener un estado de ánimo más estable. Y entonces hablamos con ellos. Lo hacemos terapia de conversación. Y esencialmente a hablar en no ser suicida más. Y sobre todo, como una estrategia para mucha gente no parece ser curativa. "Pero si los médicos pudieran ver qué pacientes son suicidas en un momento dado, podría ser capaz de volver a entrenar su pensamiento autodestructivo en base a sus calificaciones. Si, como la I.A.T. parece sugerir, asociándose más con la muerte que con la vida aumenta el riesgo de suicidio, romper esa asociación podría disminuirlo. Para averiguarlo, Nock está desarrollando tareas de la computadora que espera podría ayudar a la gente, a través de la práctica rutinaria, a identificarse más con estar vivo que muerto. Sus investigadores también están comenzando a probar si la formación de las personas a pensar más positivamente acerca del pasado y el futuro que les hace menos propensos a intentar el suicidio. Nock habla a menudo de "convertir palancas", como si se tratara de un operador ferroviario-switch dotación de una unión existencial. "¿Podemos pensar en el suicidio como resultado de problemas con la memoria o la cognición o la atención?", Dijo. "Y si es así, ¿podemos gire las palancas en las cosas para que la gente menos propensos a pensar en el suicidio? Por lo tanto, no está dando una pastilla, sino que está dando una formación ".
Antes de conocer a Nock, me pregunté qué alguien cuya investigación requiere constantemente profundizar en el dolor de los demás debe ser. Me imaginé que sería solemne y cansado. Pero él es un mecánico de fondo y el temperamento. Su búsqueda de soluciones es socrático, no quijotesca. Él es un optimista. "Es un problema complejo", me dijo una vez que, a su manera razonable ", pero hay respuestas a la misma." En este punto de su carrera, se ha pedido a cientos de personas por las que trataron de quitarse la vida. Más a menudo que no, sus respuestas han alimentado y no entorpecido su curiosidad.
Una tarde, en su oficina en enero, le pregunté si alguna vez había conseguido una respuesta que tenía sentido para él. Fue una fiesta de la escuela, y la mayor parte del edificio estaba vacío. Nock, trabajando hasta tarde, llevaba un top chándal y tratando de patear a cinco tazas de-un día-hábito café sorbiendo una taza de sidra de manzana. En el exterior, muy por debajo en la oscuridad, los copos de nieve se slicking las carreteras.
Nock empezó a hablar de dolor. Imaginó el edificio estaba en llamas y que salta de la ventana era la única salida. Evocó las infecciones del oído perforación que ninguna droga puede tocar. Él dijo que él sabe lo que se siente al estar en el dolor intenso y tiene una necesidad urgente de que se detenga, a pesar de que nunca ha sido un suicidio. Pero él sabe de su investigación que en la mayoría de los casos, sintiendo suicida - por cualquier razón - es un estado que va y viene. Esto es lo que le impulsa a su vez palancas, para mantener pidiendo a la gente que intentan suicidarse, "¿Por qué?" Tan individual como sus respuestas son, tienden a compartir al menos un detalle. "Casi todos ellos", dijo, "digo," Me alegro de que no muera. "
Todo el mundo desea la vida podría ser diferente; primera opción de nadie es estar muerto. Melissa quiere ser una actriz o un escritor. Eso le molesta, me dijo, a pensar en la angustia que su intento de suicidio causado a su familia y amigos, y ella está trabajando en la construcción de una vida que ella puede sentir la pena vivir. Pero ella ha dicho que también hay momentos en los que se enfrenta el impulso de lastimarse de nuevo. Ella fue siempre la materia-de hecho-cuando hablaba de tratar de quitarse la vida - se sentía, dijo, como contar una historia sobre alguien más. En la tarde nos reunimos en la plaza, parecía cansado de refrito del pasado y con ganas de ir a clase. Trazó una marca húmeda a lo largo de la mesa y habló en voz baja acerca de lo que eufemísticamente se llama su nota de despedida. "La palabra 'suicidio' tipo de sacarme los fanáticos", dijo, "así que trato de no decirlo." Fuente: Por KIM Tingley, The NYT. 26 de junio 2013 Kim Tingley es columnista de OnEarth.org. La última vez que escribió para la revista acerca de la Segunda metro Avenida.
Editor: Dean Robinson
Fuente:
http://www.nytimes.com/2013/06/30/magazine/the-suicide-detective.html?emc=tnt&tntemail0=y#comments
Las pistas en el Ciclo de Suicidio
En promedio, cerca de 700 estadounidenses se suicidan cada semana, pero en las semanas de buen clima de mayo y junio, la cifra se eleva más alta, cerca de 800.
Cada año, los picos de suicidio coinciden con la floración de los tulipanes y las lilas - aumentando aproximadamente un 15 por ciento respecto al promedio anual para crear uno de los patrones epidemiológicos más consistentes de la psiquiatría. Puede parecer perverso que el período de la primavera y principios del verano, como el psicólogo Kay Redfield Jamison lo pone en su espléndido libro "Night Falls Fast," deba contener "la capacidad mayor de auto-asesinato que el invierno con menos frecuencia tiene." Sin embargo, así es.
Este crecimiento sombrío en la primavera confunde la creencia convencional de que los picos de suicidios se dan en invierno. También confunde a los investigadores - y les fascina. A medida que se descubren más ángulos en la biología del estado de ánimo y el comportamiento, se están encontrando nuevas pistas acerca de por qué los suicidios aumentan con el movimiento alrededor del sol. Tenemos la esperanza de resolver este rompecabezas que nos ayudará a entender mejor por qué las personas se suicidan durante todo el año - y tal vez poder reducir el número de suicidios todo el año.
Este esfuerzo tiene una urgencia extra en lo que el Dr. Adam Kaplin, psiquiatra de la Universidad Johns Hopkins, llama una "epidemia de suicidios" - un fuerte aumento de las tasas de números absolutos per cápita desde la recesión que comenzó en 2007, sobre todo, entre las personas de mediana edad. Más de 38.000 personas se suicidaron en los Estados Unidos en 2010 - un salto de 16,5 por ciento de los 32.600 suicidios, cinco años antes, y ello fue un nuevo récord. Los riesgos involucrados en averiguar la dinámica de auto-asesinato sólo parecen aumentar con el tiempo.
La oleada de suicidios de primavera son en realidad la oscilación más grande que se produce durante todo el año. Después de caer a un mínimo anual en febrero (octubre en el hemisferio sur), las tasas suben bruscamente hasta la primavera, caen lentamente en verano, muestran un ligero aumento, de acuerdo con algunos estudios, en el otoño, y entonces comienzan una caída pronunciada en invierno. El pico de la primavera por lo general va del 10 al 25 por ciento por encima de la media anual y del 20 al 50 por ciento por encima del mínimo de febrero.
El incremento de la primavera se observó por primera vez en Europa en el siglo XIX. Muchos estudios, y algunos datos que se examinan de cientos de años atrás, se han documentado desde entonces. Pero la explicación ha resultado difícil, sobre todo debido a la extrema complejidad de los suicidios.
"No hay razón para que la gente lo haga", dijo Nadine Kaslow, psicólogo investigador en la Universidad de Emory. Más bien, dice, la gente suele cometer suicidio debido a factores del sistemas que son personales, sociales y ambientales y se combinan para empujar con energía a una nueva situación de desesperación.
Desde este punto de vista, la primavera añade de alguna manera peso a una carga ya insoportable. Pero, ¿cómo?
Uno de los candidatos tradicionales, favorecido tanto por el Dr. Jamison como por el Dr. Kaslow, es el "efecto promesa rota" - a veces es la decepción aplastante de que la primavera no trae el alivio que el paciente ha esperado.
Además, los psiquiatras han observado durante mucho tiempo que los pacientes con trastorno bipolar y depresión, la primavera puede crear una agitación maníaca que amplifica el riesgo de suicidio - la agitación que ha demostrado desde hace tiempo produce un ritmo creciente de hospitalizaciones por intento de suicidio y de los episodios de manía o esquizofrenia en primavera y verano.
Los investigadores han sospechado durante mucho tiempo que esto puede estar relacionado con la caída en la primavera de la hormona del sueño, la melatonina, una reducción que nos da energía para los días más largos de la primavera, pero a veces puede ayudar a generar una agitación peligrosa. Sin embargo, ese vínculo, como muchos, sigue siendo difícil de encontrar.
En la última década, algunos investigadores se han centrado cada vez más en otro candidato: una relación aparentemente íntima entre el suicidio y la inflamación.
Los estudios de la depresión en pacientes con esclerosis múltiple del Dr. Kaplin, muestran una enfermedad inflamatoria autoinmune. En la EM, dice, la depresión y la inflamación se alimentan entre sí, incluso teniendo en cuenta los efectos psicológicos de alguna enfermedad grave, MS agudiza el riesgo de depresión, y la depresión amplifica la inflamación central para patologías centrales de la enfermedad.
Estudiando esta relación, el Dr. Kaplin sospecha, que son mensajeros químicos del sistema inmune llamadas citoquinas. Algunas citoquinas aumentan la inflamación, mientras que otras lo frenan.
Las citoquinas inflamatorias juegan papeles cruciales en la lucha contra la infección, pero también pueden causar problemas. Cuando las personas con hepatitis C tienen la citocina interferón para ayudar a combatir la infección, por ejemplo, hasta un 40 por ciento de ellos se deprimen y uno de cada 50 intenta el suicidio. Otros estudios sugieren que la actividad de citoquinas inflamatorias reduce los niveles del neurotransmisor serotonina y detiene el crecimiento de nuevas células cerebrales - dos características de la depresión.
Si la inflamación aumenta el riesgo de depresión, ¿qué podría dar lugar a una oleada de suicidios en primavera?
Dr. Kaplin y otros señalan varias posibilidades - "todo especulativo", dice,- no para actuar sobre los hallazgos sino pistas para seguir. En todos los casos, el riesgo sugerido no proviene de un efecto directo, sino a partir de una sensibilidad adicional a la inflamación que podría ser la gota final o el irritante.
Una posibilidad es que muchas personas entran en primavera sensibilizado a la inflamación de los episodios finales de invierno con infecciones estacionales, como los resfriados y la gripe.
Una segunda posibilidad consiste en el polen de los árboles. Dr. Teodor T. Postolache, psiquiatra de la Universidad de Maryland, cree que las grandes cantidades de polen puede causar reacciones inflamatorias impulsadas por las citocinas. Un estudio que buscó relaciones de alto contenido de polen de árbol encuentra altas tasas de suicidio de temporada, otro examinó los cerebros de 34 víctimas de suicidio y encontró patrones de expresión de genes en consonancia con la inflamación motora de citoquinas.
Otra posibilidad consiste en la vitamina D. Los niveles bajos causados por la falta de luz solar en el invierno se cree que conducen a la inflamación, un estudio reciente sugiere una tentativa de relación con el suicidio. Por lo tanto, el Dr. Kaplin se pregunta si las personas que ya están en riesgo de suicidio puede aumentar ese riesgo si entra en la primavera con los sistemas inflamatorios sensibilizados por deficiencias de vitamina D.
"La respuesta a este enigma es probablemente algún tipo de respuesta como "todas las anteriores", dijo.
Aun cuando estos factores inflamatorios se prueben, serán sólo algunos de los muchos -Trastornos del estado de ánimo-, como el divorcio, la pérdida del empleo, el dolor, el trauma, que fertilizar las flores oscuras de primavera. Sin embargo, mientras los investigadores puedan identificar más factores, mejor podremos comprender no sólo el aumento de suicidios de primavera, sino los misterios más grandes del suicidio.
Sin embargo, si los investigadores son cada vez más capaces de identificar a los culpables de temporada, puede ser necesario darse prisa. Uno de los hallazgos más intrigantes de la estacionalidad del suicidio es que este antiguo patrón parece estar desvaneciéndose - posiblemente porque pasamos más tiempo en casa.
Un estudio de los bien cuidados registros mensuales de suicidio de Suiza entre 1880 y 2000, por ejemplo, mostró que la curva de la primavera / verano de crecimiento es más plana en cada período sucesivo de 30 años. Al igual que muchas vidas perdidas en nuestra lucha por comprender el suicidio, esta oleada de primavera puede escapar antes de que podamos recoger plenamente sus ofertas únicas.
Fuente: The NYT. Por DAVID DOBBS, 24 de junio 2013
David Dobbs está trabajando en un libro sobre las raíces genéticas y culturales de temperamento y comportamiento. Siga, si lo desea, a @ David_Dobbs en Twitter.
Cada año, los picos de suicidio coinciden con la floración de los tulipanes y las lilas - aumentando aproximadamente un 15 por ciento respecto al promedio anual para crear uno de los patrones epidemiológicos más consistentes de la psiquiatría. Puede parecer perverso que el período de la primavera y principios del verano, como el psicólogo Kay Redfield Jamison lo pone en su espléndido libro "Night Falls Fast," deba contener "la capacidad mayor de auto-asesinato que el invierno con menos frecuencia tiene." Sin embargo, así es.
Este crecimiento sombrío en la primavera confunde la creencia convencional de que los picos de suicidios se dan en invierno. También confunde a los investigadores - y les fascina. A medida que se descubren más ángulos en la biología del estado de ánimo y el comportamiento, se están encontrando nuevas pistas acerca de por qué los suicidios aumentan con el movimiento alrededor del sol. Tenemos la esperanza de resolver este rompecabezas que nos ayudará a entender mejor por qué las personas se suicidan durante todo el año - y tal vez poder reducir el número de suicidios todo el año.
Este esfuerzo tiene una urgencia extra en lo que el Dr. Adam Kaplin, psiquiatra de la Universidad Johns Hopkins, llama una "epidemia de suicidios" - un fuerte aumento de las tasas de números absolutos per cápita desde la recesión que comenzó en 2007, sobre todo, entre las personas de mediana edad. Más de 38.000 personas se suicidaron en los Estados Unidos en 2010 - un salto de 16,5 por ciento de los 32.600 suicidios, cinco años antes, y ello fue un nuevo récord. Los riesgos involucrados en averiguar la dinámica de auto-asesinato sólo parecen aumentar con el tiempo.
La oleada de suicidios de primavera son en realidad la oscilación más grande que se produce durante todo el año. Después de caer a un mínimo anual en febrero (octubre en el hemisferio sur), las tasas suben bruscamente hasta la primavera, caen lentamente en verano, muestran un ligero aumento, de acuerdo con algunos estudios, en el otoño, y entonces comienzan una caída pronunciada en invierno. El pico de la primavera por lo general va del 10 al 25 por ciento por encima de la media anual y del 20 al 50 por ciento por encima del mínimo de febrero.
El incremento de la primavera se observó por primera vez en Europa en el siglo XIX. Muchos estudios, y algunos datos que se examinan de cientos de años atrás, se han documentado desde entonces. Pero la explicación ha resultado difícil, sobre todo debido a la extrema complejidad de los suicidios.
"No hay razón para que la gente lo haga", dijo Nadine Kaslow, psicólogo investigador en la Universidad de Emory. Más bien, dice, la gente suele cometer suicidio debido a factores del sistemas que son personales, sociales y ambientales y se combinan para empujar con energía a una nueva situación de desesperación.
Desde este punto de vista, la primavera añade de alguna manera peso a una carga ya insoportable. Pero, ¿cómo?
Uno de los candidatos tradicionales, favorecido tanto por el Dr. Jamison como por el Dr. Kaslow, es el "efecto promesa rota" - a veces es la decepción aplastante de que la primavera no trae el alivio que el paciente ha esperado.
Además, los psiquiatras han observado durante mucho tiempo que los pacientes con trastorno bipolar y depresión, la primavera puede crear una agitación maníaca que amplifica el riesgo de suicidio - la agitación que ha demostrado desde hace tiempo produce un ritmo creciente de hospitalizaciones por intento de suicidio y de los episodios de manía o esquizofrenia en primavera y verano.
Los investigadores han sospechado durante mucho tiempo que esto puede estar relacionado con la caída en la primavera de la hormona del sueño, la melatonina, una reducción que nos da energía para los días más largos de la primavera, pero a veces puede ayudar a generar una agitación peligrosa. Sin embargo, ese vínculo, como muchos, sigue siendo difícil de encontrar.
En la última década, algunos investigadores se han centrado cada vez más en otro candidato: una relación aparentemente íntima entre el suicidio y la inflamación.
Los estudios de la depresión en pacientes con esclerosis múltiple del Dr. Kaplin, muestran una enfermedad inflamatoria autoinmune. En la EM, dice, la depresión y la inflamación se alimentan entre sí, incluso teniendo en cuenta los efectos psicológicos de alguna enfermedad grave, MS agudiza el riesgo de depresión, y la depresión amplifica la inflamación central para patologías centrales de la enfermedad.
Estudiando esta relación, el Dr. Kaplin sospecha, que son mensajeros químicos del sistema inmune llamadas citoquinas. Algunas citoquinas aumentan la inflamación, mientras que otras lo frenan.
Las citoquinas inflamatorias juegan papeles cruciales en la lucha contra la infección, pero también pueden causar problemas. Cuando las personas con hepatitis C tienen la citocina interferón para ayudar a combatir la infección, por ejemplo, hasta un 40 por ciento de ellos se deprimen y uno de cada 50 intenta el suicidio. Otros estudios sugieren que la actividad de citoquinas inflamatorias reduce los niveles del neurotransmisor serotonina y detiene el crecimiento de nuevas células cerebrales - dos características de la depresión.
Si la inflamación aumenta el riesgo de depresión, ¿qué podría dar lugar a una oleada de suicidios en primavera?
Dr. Kaplin y otros señalan varias posibilidades - "todo especulativo", dice,- no para actuar sobre los hallazgos sino pistas para seguir. En todos los casos, el riesgo sugerido no proviene de un efecto directo, sino a partir de una sensibilidad adicional a la inflamación que podría ser la gota final o el irritante.
Una posibilidad es que muchas personas entran en primavera sensibilizado a la inflamación de los episodios finales de invierno con infecciones estacionales, como los resfriados y la gripe.
Una segunda posibilidad consiste en el polen de los árboles. Dr. Teodor T. Postolache, psiquiatra de la Universidad de Maryland, cree que las grandes cantidades de polen puede causar reacciones inflamatorias impulsadas por las citocinas. Un estudio que buscó relaciones de alto contenido de polen de árbol encuentra altas tasas de suicidio de temporada, otro examinó los cerebros de 34 víctimas de suicidio y encontró patrones de expresión de genes en consonancia con la inflamación motora de citoquinas.
Otra posibilidad consiste en la vitamina D. Los niveles bajos causados por la falta de luz solar en el invierno se cree que conducen a la inflamación, un estudio reciente sugiere una tentativa de relación con el suicidio. Por lo tanto, el Dr. Kaplin se pregunta si las personas que ya están en riesgo de suicidio puede aumentar ese riesgo si entra en la primavera con los sistemas inflamatorios sensibilizados por deficiencias de vitamina D.
"La respuesta a este enigma es probablemente algún tipo de respuesta como "todas las anteriores", dijo.
Aun cuando estos factores inflamatorios se prueben, serán sólo algunos de los muchos -Trastornos del estado de ánimo-, como el divorcio, la pérdida del empleo, el dolor, el trauma, que fertilizar las flores oscuras de primavera. Sin embargo, mientras los investigadores puedan identificar más factores, mejor podremos comprender no sólo el aumento de suicidios de primavera, sino los misterios más grandes del suicidio.
Sin embargo, si los investigadores son cada vez más capaces de identificar a los culpables de temporada, puede ser necesario darse prisa. Uno de los hallazgos más intrigantes de la estacionalidad del suicidio es que este antiguo patrón parece estar desvaneciéndose - posiblemente porque pasamos más tiempo en casa.
Un estudio de los bien cuidados registros mensuales de suicidio de Suiza entre 1880 y 2000, por ejemplo, mostró que la curva de la primavera / verano de crecimiento es más plana en cada período sucesivo de 30 años. Al igual que muchas vidas perdidas en nuestra lucha por comprender el suicidio, esta oleada de primavera puede escapar antes de que podamos recoger plenamente sus ofertas únicas.
Fuente: The NYT. Por DAVID DOBBS, 24 de junio 2013
David Dobbs está trabajando en un libro sobre las raíces genéticas y culturales de temperamento y comportamiento. Siga, si lo desea, a @ David_Dobbs en Twitter.
Cinco familias recuperan 70 años después los restos de víctimas del franquismo
Fallecieron, de hambre y frío, en una cárcel de exterminio. Entre los cinco dejaron 18 hijos
Lucía, de 10 años, nieta de un superviviente del penal: "La Guerra Civil no pasó hace tanto tiempo"
Cinco familias de presos fallecidos en la cárcel de Valdenoceda (Burgos), una prisión franquista donde se dejaba morir de hambre y frío a los reclusos, recibieron este sábado los restos identificados de sus padres y abuelos, exhumados e identificados ahora gracias a una muestra de saliva de las personas que nunca les olvidaron. Muy emocionados, los hijos y nietos subieron al escenario del Ateneo de Madrid a recoger el pequeño cofre con los restos, que ahora podrán enterrar cerca de sus familias y de sus pueblos.
Los cinco presos que ahora regresan a casa son Roque González Bueno, Pedro Blanco Cobo, Teófilo Gordillo, Miguel Carretero y Pedro Medina Lozano. El más joven tenía 38 años, y el mayor, 61. Entre los cinco dejaron 18 hijos. Casi todos murieron, según su expediente, de "colitis epidémica", un eufemismo para los estragos que causaban el hambre y el frío. en el penal, una antigua fábrica de sedas reconvertida, como tantas otras fábricas o conventos durante la posguerra, en prisión para albergar a decenas de miles de perdedores de la guerra.
José María González, presidente de la Agrupación de Familiares y amigos de Represaliados en Valdenoceda, explicó que todo empezó cuando su padre, después de 50 años de silencio -"de miedo", aclaró- le contó cómo había muerto su abuelo: hecho preso por sus ideas y enviado a la cárcel de exterminio de Valdenoceda. A finales de 2005, solicitaron la primera subvención estatal para exhumar a su abuelo y los presos que le habían acompañado hasta la muerte. En 2006 se la concedieron y la sociedad de ciencias Aranzadi recuperó, tras cinco meses de trabajo, los restos de 114, de los que de momento, han podido ser identificados y entregados a sus familias 26, incluidos los cinco de este sábado. En 2009, la agrupación solicitó una nueva subvención estatal para poder identificarlos a todos genéticamente. "Pero no conseguimos todos los permisos en plazo y perdimos la subvención. En 2012, el Gobierno nos exigió la devolución de la subvención y el pago, además, de 3.927,55 euros en concepto de intereses de demora. Fue humillante", denunció González. "El Gobierno ha reducido las subvenciones a la memoria histórica a cero mientras destina mucho dinero a la rehabiltación del Valle de los Caídos", lamentó. "No entiendo cómo un Gobierno puede dejar pasar la oportunidad histórica de acabar de una vez con las dos Españas".
Francisco Etxeberria, el forense que más fosas del franquismo ha ayudado a abrir en los últimos 12 años, declaró: "Puedo entender incluso a los que son indiferentes, pero no a los que se oponen a que se abran las fosas para que los familiares de las víctimas los entierren dignamente. En este tiempo, hemos abierto unas 300 y recuperado los restos de más de 6.000 víctimas. Pero muchas fosas no las hemos podido encontrar y muchos restos no han podido ser identificados. Por eso, cada uno, como los cinco que entregamos a sus familias hoy aquí, representa a otros muchos que no hemos podido recuperar".
Lucía, 10 años: "La Guerra Civil no pasó hace tanto tiempo"
Lucía Sempere, de diez años, nieta de Ernesto, uno de los pocos presos de aquel penal de exterminio que logró sobrevivir, explicó: “Hay personas que dicen que la guerra pasó hace mucho tiempo y que tenemos que olvidarnos de todo; que lo que hoy estamos entregando a las familias son solo unos pocos huesos, y que estamos abriendo heridas. Y yo digo que eso no es así. Yo solo tengo diez años. No sé todavía por qué unas personas son capaces de hacer tanto daño a otras. pero lo que sí sé es que todo aquello no sucedió hace mucho tiempo. Mi abuelo lo sufrió y cuando yo nací, me cogía en brazos. No pasó hace tanto tiempo. Yo he estado con mi abuelo. Él siempre decía: ‘Yo perdono, pero no olvido'. Y yo le quiero decir a todas a esas personas que dicen que tenemos que olvidarnos de aquello, que se equivocan. Porque si nos olvidamos, quizás los mayores cometan los mismos errores. Tengo 10 años. Soy una niña y quiero mirar al futuro.Sé que el futuro es lo que tengo delante de mí. Por eso quiero aprender de las personas que han vivido muchos años. Y para aprender, tengo que conocer todo lo que sucedió en el pasado. Así que para mirar adelante, primero tengo que saber lo que pasó y lo que vivieron nuestros abuelos. Y aprender de los errores".
Julián de la Morena, nieto también de un represaliado de Valdenoceda, declaró, al recoger los restos de Pedro Blanco Cobo: "Desgraciadamente, aún hoy, más de 70 años después, sigue librándose otra batalla de las dos Españas. Es la batalla de la dignidad, en la que los del bando de Pedro presentan las armas de la razón y de la libertad y el bando oponente, sus monstruosos tanques de la mezquindad y la indecencia. Un puñado de euros pueden ayudar a sanar las heridas de las familias con la recuperación de los restos de sus seres queridos represaliados, como los de Pedro, que siguen rastreramente perdidos por la piel de esta patria que debería ser común, digna y justa para todos".
Lucía, de 10 años, nieta de un superviviente del penal: "La Guerra Civil no pasó hace tanto tiempo"
Cinco familias de presos fallecidos en la cárcel de Valdenoceda (Burgos), una prisión franquista donde se dejaba morir de hambre y frío a los reclusos, recibieron este sábado los restos identificados de sus padres y abuelos, exhumados e identificados ahora gracias a una muestra de saliva de las personas que nunca les olvidaron. Muy emocionados, los hijos y nietos subieron al escenario del Ateneo de Madrid a recoger el pequeño cofre con los restos, que ahora podrán enterrar cerca de sus familias y de sus pueblos.
Los cinco presos que ahora regresan a casa son Roque González Bueno, Pedro Blanco Cobo, Teófilo Gordillo, Miguel Carretero y Pedro Medina Lozano. El más joven tenía 38 años, y el mayor, 61. Entre los cinco dejaron 18 hijos. Casi todos murieron, según su expediente, de "colitis epidémica", un eufemismo para los estragos que causaban el hambre y el frío. en el penal, una antigua fábrica de sedas reconvertida, como tantas otras fábricas o conventos durante la posguerra, en prisión para albergar a decenas de miles de perdedores de la guerra.
José María González, presidente de la Agrupación de Familiares y amigos de Represaliados en Valdenoceda, explicó que todo empezó cuando su padre, después de 50 años de silencio -"de miedo", aclaró- le contó cómo había muerto su abuelo: hecho preso por sus ideas y enviado a la cárcel de exterminio de Valdenoceda. A finales de 2005, solicitaron la primera subvención estatal para exhumar a su abuelo y los presos que le habían acompañado hasta la muerte. En 2006 se la concedieron y la sociedad de ciencias Aranzadi recuperó, tras cinco meses de trabajo, los restos de 114, de los que de momento, han podido ser identificados y entregados a sus familias 26, incluidos los cinco de este sábado. En 2009, la agrupación solicitó una nueva subvención estatal para poder identificarlos a todos genéticamente. "Pero no conseguimos todos los permisos en plazo y perdimos la subvención. En 2012, el Gobierno nos exigió la devolución de la subvención y el pago, además, de 3.927,55 euros en concepto de intereses de demora. Fue humillante", denunció González. "El Gobierno ha reducido las subvenciones a la memoria histórica a cero mientras destina mucho dinero a la rehabiltación del Valle de los Caídos", lamentó. "No entiendo cómo un Gobierno puede dejar pasar la oportunidad histórica de acabar de una vez con las dos Españas".
Francisco Etxeberria, el forense que más fosas del franquismo ha ayudado a abrir en los últimos 12 años, declaró: "Puedo entender incluso a los que son indiferentes, pero no a los que se oponen a que se abran las fosas para que los familiares de las víctimas los entierren dignamente. En este tiempo, hemos abierto unas 300 y recuperado los restos de más de 6.000 víctimas. Pero muchas fosas no las hemos podido encontrar y muchos restos no han podido ser identificados. Por eso, cada uno, como los cinco que entregamos a sus familias hoy aquí, representa a otros muchos que no hemos podido recuperar".
Lucía, 10 años: "La Guerra Civil no pasó hace tanto tiempo"
Lucía Sempere, de diez años, nieta de Ernesto, uno de los pocos presos de aquel penal de exterminio que logró sobrevivir, explicó: “Hay personas que dicen que la guerra pasó hace mucho tiempo y que tenemos que olvidarnos de todo; que lo que hoy estamos entregando a las familias son solo unos pocos huesos, y que estamos abriendo heridas. Y yo digo que eso no es así. Yo solo tengo diez años. No sé todavía por qué unas personas son capaces de hacer tanto daño a otras. pero lo que sí sé es que todo aquello no sucedió hace mucho tiempo. Mi abuelo lo sufrió y cuando yo nací, me cogía en brazos. No pasó hace tanto tiempo. Yo he estado con mi abuelo. Él siempre decía: ‘Yo perdono, pero no olvido'. Y yo le quiero decir a todas a esas personas que dicen que tenemos que olvidarnos de aquello, que se equivocan. Porque si nos olvidamos, quizás los mayores cometan los mismos errores. Tengo 10 años. Soy una niña y quiero mirar al futuro.Sé que el futuro es lo que tengo delante de mí. Por eso quiero aprender de las personas que han vivido muchos años. Y para aprender, tengo que conocer todo lo que sucedió en el pasado. Así que para mirar adelante, primero tengo que saber lo que pasó y lo que vivieron nuestros abuelos. Y aprender de los errores".
Julián de la Morena, nieto también de un represaliado de Valdenoceda, declaró, al recoger los restos de Pedro Blanco Cobo: "Desgraciadamente, aún hoy, más de 70 años después, sigue librándose otra batalla de las dos Españas. Es la batalla de la dignidad, en la que los del bando de Pedro presentan las armas de la razón y de la libertad y el bando oponente, sus monstruosos tanques de la mezquindad y la indecencia. Un puñado de euros pueden ayudar a sanar las heridas de las familias con la recuperación de los restos de sus seres queridos represaliados, como los de Pedro, que siguen rastreramente perdidos por la piel de esta patria que debería ser común, digna y justa para todos".
sábado, 29 de junio de 2013
Se cumplen 100 años del nacimiento de la Física Cuántica.
La revolución de la física de hace un siglo se ha convertido en recurso para las nuevas tecnologías.
Niels Bohr escribió sus tres artículos transgresores en 1913
“El conocimiento verdadero y profundo es el de los átomos y el vacío, pues son ellos los que generan las apariencias, lo que percibimos, lo superficial”, decía Demócrito hace 2.400 años. Sin embargo, el átomo se empezó a entender solo hace 100 años, cuando fue protagonista de una de las mayores revoluciones científicas: la física cuántica. Toda la materia que nos envuelve está hecha de átomos; nuestro cuerpo contiene tantos átomos como estrellas se cree que hay en el universo. Hace un siglo, los físicos se enfrentaron al reto de descifrar la pieza fundamental que constituye la materia del universo.
A finales del siglo XIX, los átomos empezaron a dar algunas pistas sobre su naturaleza. Se observó que cuando un átomo acumula un exceso de energía emite luz de solo ciertos colores (frecuencias). En analogía con la música, el átomo sería como un piano que solo puede emitir los sonidos permitidos por sus teclas, pero no sonidos de una frecuencia intermedia, como lo puede hacer un violín. En 1897, J. J. Thomson demostró experimentalmente que el átomo no era indivisible, como dice su etimología, sino que contenía partículas ligerísimas de carga negativa, los electrones. Thomson modeló el átomo como una masa de carga positiva que tiene incrustados los electrones, como si de un bizcocho de pasas se tratara. Junto a su equipo calculó si la vibración de las pasas podía explicar la luz emitida por los átomos. No tuvo éxito, muy a su pesar.
Poco después, en 1911, Ernest Rutherford demostró que la masa de carga positiva del átomo está concentrada en su centro, descubriendo así su núcleo. Él modeló el átomo a imagen de un sistema planetario en el que los electrones son los planetas, y el núcleo el Sol. Pero ese modelo estaba en conflicto con un fenómeno básico en física: cuando la trayectoria de una partícula cargada, como el electrón, se curva, esta pierde energía mediante la emisión de radiación. Es como si la partícula derrapara al girar y perdiera velocidad. Un cálculo sencillo demuestra que los electrones pierden toda su energía, y en consecuencia el átomo debería colapsarse, en 0,00000001 segundos. Realmente no es así; de hecho los átomos que conforman nuestro cuerpo son los mismos que se crearon en el interior de estrellas hace miles de millones de años.
En 1900, el físico alemán Max Planck se enfrentaba a un fenómeno que estaba en total desacuerdo con la física clásica: el perfil de la gráfica de la radiación emitida por objetos a cierta temperatura. Planck propuso una solución desesperada, pero increíblemente acertada: la radiación no se emitía de forma continua, sino a través de pequeños paquetes de energía, los famosos cuantos de Planck. Y en 1905, Albert Einstein utilizó este hallazgo para explicar el efecto fotoeléctrico; fue su annus mirabilis en que conmocionó al mundo de la física con su teoría de la relatividad especial.
Eran tiempos en que el mar de la ciencia estaba muy revuelto; parecía que los pilares fundamentales de la física se derrumbaban. Frente a estas situaciones hay dos tipos de físicos, los conservadores, que se sienten angustiados, y los transgresores que se miden contra las olas y quieren que el mar no se calme. El físico danés Niels Bohr era de los valientes. En 1911 y con solo 26 años, Bohr fue a Inglaterra a trabajar, primero con el grupo de Thomson y después con Rutherford, que acababa de descubrir el núcleo del átomo. Bohr se preguntó: ¿cómo podemos explicar con la física clásica que un átomo emita luz en pequeños paquetes de energía?
En 1913, Bohr respondió a esta pregunta en tres artículos que describían su modelo del átomo, del que este año se celebra su centenario. El primero de ellos contenía la idea más transgresora: la energía de los electrones que orbitan alrededor del núcleo también viene dada en paquetes, es decir, está cuantizada. Con este supuesto y, dado que la energía del electrón depende de la distancia a la que orbita del núcleo, concluyó que el electrón solo puede orbitar a determinadas distancias, o niveles, del núcleo. Cuando un átomo gana energía, el electrón se desplaza hacia las órbitas más alejadas, y al perderla, salta de órbita en órbita, como si bajara los peldaños de una escalera. Estos saltos, que pueden ser de uno o varios escalones, emiten luz, fotones, cuya frecuencia es proporcional a la diferencia de energía que existe entre los dos niveles orbitales.
De esta manera, tan sencilla, Bohr consiguió explicar muchos de los experimentos sobre la emisión de luz de los átomos. No le importaba que los electrones derraparan al girar y perdieran energía, simplemente postuló que eso no sucedía en estas órbitas, ya que estas eran estables por alguna razón desconocida. El modelo, pese a sus limitaciones, explicaba muchos resultados de las líneas espectrales de los gases y del orden de los elementos en la tabla periódica. Hoy sabemos que el átomo de Bohr es demasiado simple, pero introduce rasgos importantes de la física atómica. Aunque al visualizar el mundo cuántico hay que ser siempre precavido, en el caso del átomo es más correcto imaginar los electrones, no como partículas, sino como nubes difusas alrededor del núcleo, cuya densidad en cada punto representa la probabilidad de encontrar el electrón en ese sitio.
Bohr fue un científico emblemático que aglutinó en su instituto a los mejores físicos cuánticos. Famosas fueron sus discusiones con Einstein sobre la interpretación de la física cuántica. En desacuerdo con él, Bohr creía que la naturaleza, en su expresión más íntima, está indeterminada, o sea, que sí juega a los dados. Y acertó.
El científico danés mantuvo famosos debates con Einstein sobre esta materia
Hoy, en numerosos laboratorios de todo el mundo, miles de físicos y físicas investigan y experimentan acerca de esos fenómenos cuánticos. Los átomos que Bohr imaginó hace 100 años se manipulan como si fueran marionetas: se atrapan individualmente con pinzas ópticas, se enfrían hasta casi el cero absoluto y se manejan sus estados internos con enorme precisión. Hace un siglo, la física cuántica estableció un nuevo paradigma y el conocimiento del átomo supuso un cambio revolucionario en la historia científica y tecnológica del mundo. Ahora, la física cuántica es un recurso sin precedentes para avanzar aún más en la nueva tecnología: desde construir relojes atómicos ultraprecisos o encriptar información muy sensible de manera absolutamente segura, hasta el desarrollo lejano, pero alcanzable, del ordenador cuántico capaz de cálculos hoy día difíciles de imaginar.
Más, "La rareza cuántica de la luz como onda y partícula". Aquí en El País.
Fuente: El País. Oriol Romero-Isart es investigador en el Instituto Max-Planck de Óptica Cuántica en Garching (Alemania).
Niels Bohr escribió sus tres artículos transgresores en 1913
“El conocimiento verdadero y profundo es el de los átomos y el vacío, pues son ellos los que generan las apariencias, lo que percibimos, lo superficial”, decía Demócrito hace 2.400 años. Sin embargo, el átomo se empezó a entender solo hace 100 años, cuando fue protagonista de una de las mayores revoluciones científicas: la física cuántica. Toda la materia que nos envuelve está hecha de átomos; nuestro cuerpo contiene tantos átomos como estrellas se cree que hay en el universo. Hace un siglo, los físicos se enfrentaron al reto de descifrar la pieza fundamental que constituye la materia del universo.
A finales del siglo XIX, los átomos empezaron a dar algunas pistas sobre su naturaleza. Se observó que cuando un átomo acumula un exceso de energía emite luz de solo ciertos colores (frecuencias). En analogía con la música, el átomo sería como un piano que solo puede emitir los sonidos permitidos por sus teclas, pero no sonidos de una frecuencia intermedia, como lo puede hacer un violín. En 1897, J. J. Thomson demostró experimentalmente que el átomo no era indivisible, como dice su etimología, sino que contenía partículas ligerísimas de carga negativa, los electrones. Thomson modeló el átomo como una masa de carga positiva que tiene incrustados los electrones, como si de un bizcocho de pasas se tratara. Junto a su equipo calculó si la vibración de las pasas podía explicar la luz emitida por los átomos. No tuvo éxito, muy a su pesar.
Poco después, en 1911, Ernest Rutherford demostró que la masa de carga positiva del átomo está concentrada en su centro, descubriendo así su núcleo. Él modeló el átomo a imagen de un sistema planetario en el que los electrones son los planetas, y el núcleo el Sol. Pero ese modelo estaba en conflicto con un fenómeno básico en física: cuando la trayectoria de una partícula cargada, como el electrón, se curva, esta pierde energía mediante la emisión de radiación. Es como si la partícula derrapara al girar y perdiera velocidad. Un cálculo sencillo demuestra que los electrones pierden toda su energía, y en consecuencia el átomo debería colapsarse, en 0,00000001 segundos. Realmente no es así; de hecho los átomos que conforman nuestro cuerpo son los mismos que se crearon en el interior de estrellas hace miles de millones de años.
En 1900, el físico alemán Max Planck se enfrentaba a un fenómeno que estaba en total desacuerdo con la física clásica: el perfil de la gráfica de la radiación emitida por objetos a cierta temperatura. Planck propuso una solución desesperada, pero increíblemente acertada: la radiación no se emitía de forma continua, sino a través de pequeños paquetes de energía, los famosos cuantos de Planck. Y en 1905, Albert Einstein utilizó este hallazgo para explicar el efecto fotoeléctrico; fue su annus mirabilis en que conmocionó al mundo de la física con su teoría de la relatividad especial.
Eran tiempos en que el mar de la ciencia estaba muy revuelto; parecía que los pilares fundamentales de la física se derrumbaban. Frente a estas situaciones hay dos tipos de físicos, los conservadores, que se sienten angustiados, y los transgresores que se miden contra las olas y quieren que el mar no se calme. El físico danés Niels Bohr era de los valientes. En 1911 y con solo 26 años, Bohr fue a Inglaterra a trabajar, primero con el grupo de Thomson y después con Rutherford, que acababa de descubrir el núcleo del átomo. Bohr se preguntó: ¿cómo podemos explicar con la física clásica que un átomo emita luz en pequeños paquetes de energía?
En 1913, Bohr respondió a esta pregunta en tres artículos que describían su modelo del átomo, del que este año se celebra su centenario. El primero de ellos contenía la idea más transgresora: la energía de los electrones que orbitan alrededor del núcleo también viene dada en paquetes, es decir, está cuantizada. Con este supuesto y, dado que la energía del electrón depende de la distancia a la que orbita del núcleo, concluyó que el electrón solo puede orbitar a determinadas distancias, o niveles, del núcleo. Cuando un átomo gana energía, el electrón se desplaza hacia las órbitas más alejadas, y al perderla, salta de órbita en órbita, como si bajara los peldaños de una escalera. Estos saltos, que pueden ser de uno o varios escalones, emiten luz, fotones, cuya frecuencia es proporcional a la diferencia de energía que existe entre los dos niveles orbitales.
De esta manera, tan sencilla, Bohr consiguió explicar muchos de los experimentos sobre la emisión de luz de los átomos. No le importaba que los electrones derraparan al girar y perdieran energía, simplemente postuló que eso no sucedía en estas órbitas, ya que estas eran estables por alguna razón desconocida. El modelo, pese a sus limitaciones, explicaba muchos resultados de las líneas espectrales de los gases y del orden de los elementos en la tabla periódica. Hoy sabemos que el átomo de Bohr es demasiado simple, pero introduce rasgos importantes de la física atómica. Aunque al visualizar el mundo cuántico hay que ser siempre precavido, en el caso del átomo es más correcto imaginar los electrones, no como partículas, sino como nubes difusas alrededor del núcleo, cuya densidad en cada punto representa la probabilidad de encontrar el electrón en ese sitio.
Bohr fue un científico emblemático que aglutinó en su instituto a los mejores físicos cuánticos. Famosas fueron sus discusiones con Einstein sobre la interpretación de la física cuántica. En desacuerdo con él, Bohr creía que la naturaleza, en su expresión más íntima, está indeterminada, o sea, que sí juega a los dados. Y acertó.
El científico danés mantuvo famosos debates con Einstein sobre esta materia
Hoy, en numerosos laboratorios de todo el mundo, miles de físicos y físicas investigan y experimentan acerca de esos fenómenos cuánticos. Los átomos que Bohr imaginó hace 100 años se manipulan como si fueran marionetas: se atrapan individualmente con pinzas ópticas, se enfrían hasta casi el cero absoluto y se manejan sus estados internos con enorme precisión. Hace un siglo, la física cuántica estableció un nuevo paradigma y el conocimiento del átomo supuso un cambio revolucionario en la historia científica y tecnológica del mundo. Ahora, la física cuántica es un recurso sin precedentes para avanzar aún más en la nueva tecnología: desde construir relojes atómicos ultraprecisos o encriptar información muy sensible de manera absolutamente segura, hasta el desarrollo lejano, pero alcanzable, del ordenador cuántico capaz de cálculos hoy día difíciles de imaginar.
Más, "La rareza cuántica de la luz como onda y partícula". Aquí en El País.
Fuente: El País. Oriol Romero-Isart es investigador en el Instituto Max-Planck de Óptica Cuántica en Garching (Alemania).
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Novedad editorial (El Viejo Topo). Manuel Sacristán Luzón, "Sobre Gerónimo"
[…] los indios por los que aquí más nos interesamos son los que mejor conservan en los Estados Unidos sus lenguas, sus culturas, sus religiones incluso, bajo nombres cristianos que apenas disfrazan los viejos ritos. Y su ejemplo indica que tal vez no sea siempre verdad eso que, de viejo, afirmaba el mismo Gerónimo, a saber, que no hay que dar batallas que se sabe perdidas. Es dudoso que hoy hubiera una consciencia apache si las bandas de Victorio y de Gerónimo no hubieran arrostrado el calvario de diez años de derrotas admirables, ahora va a hacer un siglo.
Manuel Sacristán Luzón (“Genocidio conseguido o frustrado”, 1974)
En 1975, para la colección “Hipótesis” de Grijalbo que él mismo codirigía junto a Francisco Fernández Buey (1943-2012), Manuel Sacristán Luzón (1925-1985) tradujo, presentó y anotó la autobiografía del indio Gerónimo que había sido recogida a principios del siglo XX por S. M. Barret y reeditada con ligeras modificaciones en 1970 por F. W. Turner III.
Las razones de su interés por la biografía de Gerónimo fueron señaladas unos años después en una conversación con Jordi Guiu y Antoni Munné para las páginas de El Viejo Topo. Estaba, en primer lugar, su vieja pasión por las culturas amerindias. De joven Sacristán estudió náhuatl y confeccionó, con la ayuda de traducciones inglesas y alemanas, su propio diccionario castellano. Estaba, además, una motivación que enlazaba con sus finalidades esenciales (a menudo incomprendidas) de aquellos años, el estudio del ecologismo de las culturas amerindias.
Sacristán recordaba en su presentación del volumen las palabras con las que Turner abría su edición de la historia de Gerónimo: “Para los apologistas de los indios, los aficionados a las cosas indias en general y los anticuarios de tendencia sentimental, el estudio de los chiricahuas y de su historia y la carrera de Gerónimo representan una verdadera piedra de toque. Muchas de esas personas preferirían concentrarse en torno a la historia y las costumbres de otras tribus, como los cheyennes, los navajos o los sioux, ninguna de las cuales fue jamás tan agresiva como la de los chiricahuas. Pero precisamente por eso es tan interesante esta tribu”. Esa era también una motivación central de la redacción de la colección Hipótesis para escoger la narración de Gerónimo como primer ofrecimiento en memoria de Bartolomé de las Casas en el quinto centenario de su nacimiento. Por detrás un gran asunto, el sentido político de la palabra justicia.
Sobre Gerónimo incorpora la presentación y anotaciones de la edición de Grijalbo, junto con fragmentos de la entrevista de Guiu y Munné y una selección de los ensayos comentados –de, entre otros, Pierre Clastres, Lévi-Strauss y H. Dee Brown- que Sacristán usó en su preparación de la edición. Dos breves textos del editor, junto con unas notas complementarias, se suman a esta publicación que se cierra con un hermoso texto de Francisco Fernández Buey sobre las tesis sobre los choques culturales del que fuera su maestro, compañero y amigo... Seguir leyendo aquí.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=170241 Salvador López Arnal. Rebelión
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