Por Álvaro Colomer-
La periodista británica Frances Stonor Saunders cambió la percepción sobre la intelectualidad europea cuando publicó, en 1999, La CIA y la guerra fría cultural, una no-ficción ensayística ahora reeditada por Debate.
Con este documento excepcional, la investigadora demostró que, durante la Guerra Fría, el gobierno estadounidense lanzó un programa secreto de propaganda cultural destinado a arrinconar el pensamiento procomunista que imperaba en las vanguardias europeas.
En su lugar, la CIA respaldó a aquellos intelectuales que defendían una forma de vida más acorde con la versión norteamericana.
Así pues, a lo largo de seiscientas páginas, el lector irá conociendo los detalles de aquella conspiración cultural y se adentrará en el universo de manipulaciones que terminó auspiciando movimientos artísticos tan populares como el expresionismo abstracto.
1 - Cuando usted publicó La CIA y la guerra fría cultural, algunos políticos y periodistas la acusaron de tener una perspectiva ‘santurrona’ sobre la realidad geopolítica de Occidente. Incluso llegaron a decir que parecía usted un ‘sacerdote católico’.
Ahora que su obra se reedita en España, ¿cómo definiría el libro?
- Bueno, en primer lugar me gustaría decir que no creo que nadie me hubiera aceptado como sacerdote católica, y no sólo porque mi condición femenina me descalifica para el puesto, sino porque no permito que nadie me dicte lo que debo pensar. Ahora bien, desde que escribí el libro, me he preguntado en varias ocasiones si mi punto de vista sobre aquellos acontecimientos fue demasiado piadoso o moralista. Algunos críticos se sorprendieron de que me asombrara tanto por el hecho de que la CIA interviniera en la vida cultural del mundo no-comunista, y eso me hizo plantearme si realmente yo había pecado de tener una visión de la política demasiado naïf o, si se prefiere, demasiado juvenil. Cuando pienso en lo doctrinario, o binario, del clima intelectual durante la Guerra Fría, llego a la conclusión de que ambos bandos se empecinaron en sus respectivas posiciones y de que no buscaron una ‘tercera vía’ que permitiera alcanzar una especie de neutralismo que expulsara la opresión ideológica y facilitara un universo cultural verdaderamente independiente.
No me sorprendió descubrir que la Unión Soviética castigaba esa independencia de un modo muy agresivo, pero no me esperaba que Estados Unidos hubiera patrocinado la desaparición de cualquier intento de alcanzar una neutralidad cultural en Occidente.
2 - La CIA y la guerra fría cultural dejó en muy mala posición a la CIA.
¿Sufrió usted algún tipo de presión antes o después de la publicación de su libro?
- No creo que la CIA se preocupara demasiado por mi trabajo. De hecho, muchos de sus partidarios insistieron en que todo lo que yo había hecho era mostrar el modo en que la Agencia luchaba por imponer la libertad cultural. LA CIA siempre se ha sentido orgullosa de su papel como ministerio de Cultura secreto durante la Guerra Fría. Creó ese papel no tanto para hacer frente al intervencionismo soviético como para salvar a los Estados Unidos de sus propios instintos totalitarios, tal y como manifestó el senador McCarthy. Evidentemente, una vez que la CIA se hubo convertido en actor internacional del mundo cultural le costó renunciar a ese papel y el precio de esa vanidad hizo que la empresa colapsara. Pero, volviendo a la pregunta, puedo decir que no experimenté ninguna presión por parte de la CIA. En realidad, creo que nunca me tomaron en serio.
3 - En el prefacio que usted ha escrito para esta nueva edición, comenta que la intromisión de la CIA en los asuntos culturales del mundo occidental tuvo repercusiones en determinados movimientos posteriores, como el feminismo, la Nueva Izquierda, el Poder Negro, las madres solteras, la inmigración…
¿Qué aprendieron los gobiernos o las clases dirigentes sobre los movimientos culturales tras la experiencia extraída durante la Guerra Fría cultural?
El activismo político de la década de los 60 y 70, que se materializó en el feminismo, la Nueva Izquierda, el Poder Negro, el movimiento estudiantil, etc., mostraba el descontento con las políticas oficiales, y el gobierno de Estados Unidos estaba lógicamente preocupado por controlar dichos movimientos tanto en su propio territorio como en el extranjero. Para los estadounidenses, el grado en que el gobierno espió ilegalmente a los representantes de dichos movimientos e intentó patrocinar organizaciones paralelas que los debilitara, sirve de voz de alarma para recordar el modo en que los estados pretenden controlar las vidas de sus ciudadanos.
4 - La CIA defendió su intervencionismo cultural alegando que sus agentes se limitaron a conseguir que determinadas personas dijeran algo que igualmente hubieran dicho más adelante.
¿Se atrevería usted a imaginar cómo habría sido la cultura europea contemporánea si la CIA no hubiera intervenido en la evolución de la misma durante la llamada Guerra Fría?
- Desconozco cómo habría sido la cultura europea si la CIA no hubiera intervenido, y preferiría no construir una hipótesis de ese tipo. Pero lo que sé es que veinte años de subsidios ocultos (en cantidades incomparables con las de cualquier otra organización pública o privada, a excepción de las de la Unión Soviética) influyeron marcadamente en el mercado de las ideas y en la manera en que dichas ideas terminaron implantándose. De todas formas, es justo decir que mucha gente cobró (secretamente) por decir algo que hubiera dicho de cualquier modo, y que la libertad de expresión no fue intervenida, o al menos no lo fue como norma general. En realidad, nunca se trató de un asunto de coacción (que es lo que hicieron los soviéticos), sino de un espaldarazo para quienes tenían un determinado punto de vista sobre la realidad y de la promesa de una recompensa para quienes apoyaran dicho punto de vista.
5 - El escritor judío Arthur Koestler se refirió a los intelectuales que se dejaron comprar como un ‘circuito internacional académico de putas por teléfono’.
Realmente, parece increíble que los intelectuales de los que usted habla no se dieran cuenta de que el dinero que recibían, los viajes que les regalaban, los hoteles que les pagaban o la gente de la alta sociedad con la que de pronto se codeaban, eran consecuencia de una manipulación orquestada por un gobierno.
¿Cree que la independencia de los intelectuales, así como su autoridad moral, quedó por siempre socavada como consecuencia de aquel grupo de artistas y pensadores que se vendieron a la CIA?
- La revelación de que hubo muchas personalidades del ámbito de la cultura que vivieron durante mucho tiempo del dinero de la CIA deja en mala posición a una determinada época de la historia intelectual. Es cierto que muchos de los beneficiarios no tenían ni idea de la intervención de la CIA (a fin de cuentas, era un secreto) en el patrocinio de sus proyectos y se disgustaron mucho cuando el asunto se hizo público. Pero también es cierto que algunos tenían excusas muy pobres para justificar su desconocimiento. Algunos lo sabían, eran los que formaban parte de la trama, y el descubrimiento de que consintieron que mintieran a sus colegas durante muchos años, hizo que se considerara que ‘habían envenenado los pozos del discurso intelectual’.
6 - El ensayista estadounidense Stephen Koch mostró, en ‘El fin de la inocencia’, el modo en que Henri Münzenberg inició una campaña de propaganda comunista desde el París de los años 30. Y usted ha mostrado, en La CIA y la guerra fría cultural, el modo en que el gobierno estadounidense hizo lo mismo en pro de una visión americana de la cultura.
¿Qué parecidos pueden establecerse entre los métodos propagandísticos del bloque comunista y los del bando norteamericano?
- El peligro de la comparación entre los métodos de propagada de los dos bloques es que puedes ser acusado de ambivalencia moral, de sugerir que ambos bandos eran igual de malos. Algunos críticos me acusaron de no estudiar las incursiones de los soviéticos en el ámbito cultural o de no enfatizar su terrible historia en la supresión de la libertad intelectual. Pero yo creo que mi libro señala claramente la horrible situación de los pensadores y artistas soviéticos, y denuncia el hundimiento moral al que fueron sometidos dichos intelectuales. Sin embargo, yo llegué a la conclusión de que el modo estadounidense de librar la batalla para el control de las mentes fue negligente, un "punto muerto" en la historia, y eso es lo que quise mostrar en mi libro.
7 - Uno de los aspectos más controvertidos de su libro es la revelación de que el expresionismo abstracto de Jackson Pollock fue aupado por la CIA, la cual temía que los movimientos intelectuales de Europa –cubismo, futurismo, expresionismo, etc.- continuaran acercándose al comunismo. El expresionismo abstracto de Pollock era ideal para enfrentarlo al muralismo soviético y, de alguna forma, representaba los ideales de libertad que Estados Unidos decía defender. Esta afirmación invita a pensar que Pollock tal vez no hubiera alcanzado un hueco en la Historia del Arte sin la intervención de la CIA.
¿Hasta qué punto puede decirse que el intervencionismo estadounidense alteró por siempre la Historia del Arte europeo?
- Hay un debate interminable sobre si el respaldo de la CIA al expresionismo abstracto marcó alguna diferencia tanto en la actitud de los artistas como en la evolución de la corriente estética. Pero de lo que no hay duda es de que la CIA encontró una oportunidad ideológica en el expresionismo abstracto y de que por eso lo promovió. Es irónico, por no decir algo más fuerte, que la vanguardia americana de posguerra, muchos de cuyos representantes eran teórica o activamente simpatizantes de la izquierda, terminara siendo la niña mimada del capitalismo burgués y que sus cuadros acabaran colgados en los vestíbulos de los bancos e incluso en las paredes de la sede de la CIA en Langley. Mi tesis dice que el lavado ideológico del expresionismo abstracto fue el resultado de un pensamiento típico durante la Guerra Fría y que nos permite estudiar el modo en que se construye una cultura oficial.
8 - Los intelectuales españoles que se vieron más afectados por la estrategia de la CIA para dominar el panorama cultural europeo fueron aquellos que se unieron en torno a la revista ‘Cuadernos del Congreso por la Libertad de la Cultura’. Esta publicación, escrita en español y afincada en París, gozó de prestigio entre los antifranquistas. Su director, el trostkista valenciano Julián Gorkin, atrajo a falangistas desengañados –Dionisio Ridruejo o Pedro Laín Entralgo-, a liberales exiliados –Salvador de Madariaga- y a pensadores represaliados –Julián Marías-.
¿En qué otros aspectos pudo afectar la estrategia de la CIA a la intelectualidad española?
[-Tengo toda una carpeta sobre España, pero está almacenada y no la he abierto desde hace quince años. De manera que ahora mismo no me siento capaz de responder a esta pregunta.]
9 - ¿Ha detectado usted otros intentos de mecenazgo clandestinos que, de una forma u otra, sean consecuencia directa de la guerra fría cultural?
- La historia sobre el modo en que se libró la Guerra Fría cultural en Sudamérica, Asia y África ocuparía muchos libros. En mi investigación, encontré material relativo a estas zonas, pero enseguida me di cuenta de que debía limitar mi trabajo a la Europa occidental, porque no tenía recursos para una investigación mundial. Aún así, siempre tuve la esperanza de que mi libro abriera las puertas a otras investigaciones en nuevos territorios. Mi ensayo ha sido traducido a catorce idiomas y, siempre que viajo para dar alguna charla, animo a los activistas a que escriban sobre el modo en que la Guerra Fría cultural afectó a sus países.
10 - En el prefacio escrito para la nueva edición de la ‘La CIA y la guerra fría cultural’, usted recuerda el modo en que realizó la investigación. Habla de la época en que hizo la investigación documental (en primavera y verano, con un calor terrible) y de momentos de euforia, y aprovecha para comentar que ‘estos hallazgos accidentales constituyen un poderoso argumento a favor de la importancia de la investigación primaria por encima de la investigación online’. Usted escribió este libro en 1999.
¿Ha cambiado mucho el método de investigación periodística?
-Vivimos en un tiempo en que las épocas pueden ser contadas por semanas o incluso días. Además, existe una especie de amnesia voluntaria que hace que las acciones y decisiones tomadas por los responsables políticos y los grupos de presión pueda ser rápidamente olvidadas. Pero creo que ahora, igual que cuando yo escribí el libro, la Historia debe tener el derecho a sacarnos del olvido, y el periodismo tiene la responsabilidad de hacer eso. Tiene el tiempo y los recursos necesarios para investigar el poder, actuando como un freno contra los abusos. Sin embargo, hay que reconocer que hoy quedan pocos espacios para fomentar el tipo de periodismo que acabó dictando la verdad sobre el Watergate.
Más de Maruja Torres. http://www.marujatorres.com/2012/el-arte-abstracto-y-la-cia/
Un comentario. Aracne:
Cómo me alegro de encontrar por aquí la mención a ese libro de la Stonor Saunders, que también para mí hace años, fue una revelación. Directrices duraderas de la CIA, en el Arte, la Política, la moral pública: “el sujeto se mueve en la dirección que uno quiere`por razones que piensa son propias”.
Esa Tesis Doctoral se basa en el 25% del material desclasificado… El día que esté el 50 o el 100 % nos llevaremos grandes sorpresas, no solo sobre Cuba y las Artes…
Claro que sin necesidad de esa documentación, nuestro gran Josep Renau ya decía cosas parecidas, basadas en su propia experiencia. Si podéis encontrarlo os sugiero un librillo (de solo 75 págs.) editado por “Debate”, en el 2002: J. Renau, “Arte contra las élites”.
Son tres artículos. El primero: “Significación de la obra de arte como objeto del mercado artístico”.
El tercero: Función del fotomontaje. Homenaje a John Hearffieldt.
Aunque solo sea por rendir homenaje a Renau, habría que leerlo. No estamos tan sobrados de puntos de apoyo…
Tomado del blog de Marcos Ordoñez:
La primera noticia que tuve de la relación entre la CIA y el expresionismo abstracto fue, si no recuerdo mal, hará unos diez años, cuando la historiadora Frances Stonor Saunders publicó Who Paid the Piper? CIA and the Cold War, también conocido como The Cultural Cold War - The CIA and the World of Arts and Letters, que apareció en 1999 (aquí fue editado por Debate dos años más tarde: La CIA y la guerra fría cultural) y donde se detallaba, entre otros asuntos, la financiación y promoción de la obra de Pollock, Rothko, Motherwell, etc, entre 1950 y 1967 a través del Congress for Cultural Freedom y las grandes exposiciones del "New American Painting", como Masterpieces of the Twentieth Century (1952) y Modern Art in the United States (1955) en varias capitales europeas.
Donald Jameson, ex-funcionario de la agencia, fue el primero en admitir esa intención del gobierno americano, pese a la oposición inicial del presidente Truman, que había dicho "Si esto es arte, yo soy un hotentote". Por su parte, en declaraciones a The Independent, Jameson afirmó que "Nosotros inventamos el expresionismo abstracto".
Ayer, leyendo Notas para Silvia, uno de los muchos y espléndidos dietarios de Josep Pla, me encontré con esta entrada:
"Cronológicamente, el arte abstracto ha coincidido con estos años de la guerra fría, y lo que le ha dado una gran importancia es el interés, sobre todo crematístico, que ha tenido en Estados Unidos, en Nueva York, concretamente. Es extraño que nadie haya remarcado que al considerar Rusia que el arte de su régimen era el realismo en su forma más verista, los Estados Unidos tenían que imponer un arte completamente diferente, por no decir opuesto. La política y la religión siempre han sido factores decisivos de las cuestiones artísticas".
Este texto, originalmente escrito en catalán, pertenece a las entradas del mes de agosto de 1962.
Es cosa cierta que Pla tenía una intuición portentosa para muchos asuntos. ¿O tenía unas fuentes de información realmente privilegiadas?
domingo, 8 de septiembre de 2013
Entrevista a Frances Stonor Saunders con motivo de la reedición de LA CIA Y LA GUERRA FRÍA CULTURAL (Debate)
sábado, 7 de septiembre de 2013
La Larga y oscura noche indonesia. ‘The act of killing’ apenas puede describirse y, en algunos momentos, casi no puede mirarse
En un depravado universo paralelo veteranos de las SS o de los escuadrones de la muerte argentinos llegan a la vejez rodeados de la admiración respetuosa de sus vecinos y participan en alegres programas en vivo de la televisión en los que el público les aplaude desde el graderío del estudio. Están tan orgullosos de sus hazañas pasadas que no sólo las cuentan a cara descubierta en un documental, mostrando a la cámara con detalle cómo llevaban a cabo sus torturas y ejecuciones. También aceptan con agrado la invitación a convertirse en intérpretes de dramatizaciones para el cine, en las que unas veces repetirán sus papeles de verdugos y otras, como por juego, se pondrán en el lugar de las víctimas, dejándose desfigurar con crudos maquillajes de efectos especiales, truculencias de películas ínfimas de terror.
El ambiente de las entrevistas y de los ensayos en el plató irá de lo nostálgico a lo festivo. Algún joven torturador y asesino de entonces, ahora viejecillo enjuto de una elegancia anticuada, pasará fluidamente de simular un estrangulamiento a dar unos pasos de baile. Sus zapatos muy lustrados improvisarán sin música quiebros de chachachá sobre un suelo de cemento que hace casi cincuenta años fue un lodazal de sangre. Los veteranos de aquellas organizaciones paramilitares que entonces se ocuparon con tanto éxito de las operaciones de limpieza contra el enemigo interno se unen a los jóvenes reclutas uniformados en actos multitudinarios en los que participan desde la tribuna ministros del Gobierno actual. Botas negras, boinas ladeadas, uniformes de combate con manchas de camuflaje como a llamaradas naranjas y negras. Hace mucho calor siempre y todo el mundo suda y fuma Marlboro. Los veteranos declaran sin disimulo alguno su doble condición de patriotas y de gánsteres. El gobernador de la provincia en la que viven los agasaja en su residencia oficial y declara que los gánsteres son elementos muy valiosos en la sociedad.
Una de las hipótesis más intrigantes y menos plausibles de la Física es la existencia de un número ilimitado de universos simultáneos. El que acabo de esbozar, no sin repulsión, está situado en Indonesia y lo ha explorado cámara en mano, durante nueve años, el cineasta Joshua Oppenheimer. El resultado es una película, The act of killing, que apenas puede describirse, y que en algunos momentos casi no puede mirarse, y no porque se complazca en la habitual pornografía de la crueldad, la sangre y las vísceras. Tampoco permite la coartada virtuosa de ponerse sin esfuerzo del lado de las víctimas y en contra de los verdugos, previamente alejándolos a todos en el blanco y negro de los documentales sobre atrocidades de hace mucho tiempo, en una narración consoladora y hasta ejemplar en el que después del crimen viene alguna forma de castigo, de redención o expiación. Después de Auschwitz vienen los juicios de Núremberg, el proceso de Eichmann; después de la guerra sucia en Argentina, la frágil figura heroica del fiscal Julio César Strassera; incluso en el genocidio de Ruanda o en el Camboya ha habido formas incompletas o rudimentarias de restitución, al menos una conciencia universal aproximada de lo que sucedió.
En Indonesia, en algo menos de un año, entre 1965 y 1966, alrededor de un millón de personas fueron asesinadas a consecuencias de un golpe de Estado militar. Como los militares declaraban levantarse para salvar al país del comunismo contaron con el apoyo inmediato y generoso de los principales Gobiernos occidentales. La Embajada de los Estados Unidos en Yakarta suministró a los sublevados listas de millares de sospechosos de pertenecer al Partido Comunista. Pero no eran sólo militares los que mataban, y las víctimas no sólo eran comunistas. Incitados por sus mulás, musulmanes devotos mataban para erradicar la amenaza siempre funesta del ateísmo. En la isla de Bali, de mayoría hindú, los altos sacerdotes hinduistas reclamaban sacrificios humanos para satisfacer a los espíritus ofendidos por años de sacrilegio y desorden social. En algunas zonas del país los cristianos se unían a los musulmanes y a los hindúes en la persecución de posibles comunistas. En otras los cristianos eran asesinados como infieles por musulmanes y por hindúes. Activistas sindicales, profesores, librepensadores, artistas, gente rara, campesinos descontentos, cualquiera podía ser condenado sin remisión y ejecutado sobre la marcha, sus casas incendiadas, sus familias perseguidas hasta el exterminio. En Bali murieron asesinadas unas ochenta mil personas, el cinco por ciento de la población. Las ejecuciones en masa se celebraban a veces acompañadas por orquestas de la bellísima música gamelán —sus percusiones etéreas se harían más rotundas para animar a los asesinos y ahogar los gritos—.
Los miembros de la minoría china —forasteros, comerciantes, identificables— eran el chivo expiatorio perfecto. Uno de los verdugos lo recuerda en la película de Oppenheimer con cierta nostalgia: iba por la calle y mataba a todos los chinos a los que veía; su novia de entonces era china: aprovechó la ocasión para matar a su suegro. Pero ni él ni sus amigos eran militares, ni particularmente devotos del islam. Eran chorizos de medio pelo, aficionados a las películas americanas, las de gánsteres y las de vaqueros, los musicales de Elvis Presley. En lugares remotos del mundo el cine violento americano induce sueños de heroísmo y vocaciones sanguinarias. En Yugoslavia, en Chechenia, en los años noventa, matones ...
La pesadilla es tan poderosa que dura más que la película. Salgo del cine, en Madrid, a un callejón trasero, y me parece que he desembocado en esa noche indonesia, en un universo paralelo, de pronto no inverosímil, en el que habrá genocidas que se conviertan en estrellas de reality show.
The act of killing. Directores: Joshua Oppenheimer y Christine Cynn. Producción: Dinamarca, Noruega y Reino Unido, 2012. Estrenada en España el viernes 30 de agosto.
El ambiente de las entrevistas y de los ensayos en el plató irá de lo nostálgico a lo festivo. Algún joven torturador y asesino de entonces, ahora viejecillo enjuto de una elegancia anticuada, pasará fluidamente de simular un estrangulamiento a dar unos pasos de baile. Sus zapatos muy lustrados improvisarán sin música quiebros de chachachá sobre un suelo de cemento que hace casi cincuenta años fue un lodazal de sangre. Los veteranos de aquellas organizaciones paramilitares que entonces se ocuparon con tanto éxito de las operaciones de limpieza contra el enemigo interno se unen a los jóvenes reclutas uniformados en actos multitudinarios en los que participan desde la tribuna ministros del Gobierno actual. Botas negras, boinas ladeadas, uniformes de combate con manchas de camuflaje como a llamaradas naranjas y negras. Hace mucho calor siempre y todo el mundo suda y fuma Marlboro. Los veteranos declaran sin disimulo alguno su doble condición de patriotas y de gánsteres. El gobernador de la provincia en la que viven los agasaja en su residencia oficial y declara que los gánsteres son elementos muy valiosos en la sociedad.
Una de las hipótesis más intrigantes y menos plausibles de la Física es la existencia de un número ilimitado de universos simultáneos. El que acabo de esbozar, no sin repulsión, está situado en Indonesia y lo ha explorado cámara en mano, durante nueve años, el cineasta Joshua Oppenheimer. El resultado es una película, The act of killing, que apenas puede describirse, y que en algunos momentos casi no puede mirarse, y no porque se complazca en la habitual pornografía de la crueldad, la sangre y las vísceras. Tampoco permite la coartada virtuosa de ponerse sin esfuerzo del lado de las víctimas y en contra de los verdugos, previamente alejándolos a todos en el blanco y negro de los documentales sobre atrocidades de hace mucho tiempo, en una narración consoladora y hasta ejemplar en el que después del crimen viene alguna forma de castigo, de redención o expiación. Después de Auschwitz vienen los juicios de Núremberg, el proceso de Eichmann; después de la guerra sucia en Argentina, la frágil figura heroica del fiscal Julio César Strassera; incluso en el genocidio de Ruanda o en el Camboya ha habido formas incompletas o rudimentarias de restitución, al menos una conciencia universal aproximada de lo que sucedió.
En Indonesia, en algo menos de un año, entre 1965 y 1966, alrededor de un millón de personas fueron asesinadas a consecuencias de un golpe de Estado militar. Como los militares declaraban levantarse para salvar al país del comunismo contaron con el apoyo inmediato y generoso de los principales Gobiernos occidentales. La Embajada de los Estados Unidos en Yakarta suministró a los sublevados listas de millares de sospechosos de pertenecer al Partido Comunista. Pero no eran sólo militares los que mataban, y las víctimas no sólo eran comunistas. Incitados por sus mulás, musulmanes devotos mataban para erradicar la amenaza siempre funesta del ateísmo. En la isla de Bali, de mayoría hindú, los altos sacerdotes hinduistas reclamaban sacrificios humanos para satisfacer a los espíritus ofendidos por años de sacrilegio y desorden social. En algunas zonas del país los cristianos se unían a los musulmanes y a los hindúes en la persecución de posibles comunistas. En otras los cristianos eran asesinados como infieles por musulmanes y por hindúes. Activistas sindicales, profesores, librepensadores, artistas, gente rara, campesinos descontentos, cualquiera podía ser condenado sin remisión y ejecutado sobre la marcha, sus casas incendiadas, sus familias perseguidas hasta el exterminio. En Bali murieron asesinadas unas ochenta mil personas, el cinco por ciento de la población. Las ejecuciones en masa se celebraban a veces acompañadas por orquestas de la bellísima música gamelán —sus percusiones etéreas se harían más rotundas para animar a los asesinos y ahogar los gritos—.
Los miembros de la minoría china —forasteros, comerciantes, identificables— eran el chivo expiatorio perfecto. Uno de los verdugos lo recuerda en la película de Oppenheimer con cierta nostalgia: iba por la calle y mataba a todos los chinos a los que veía; su novia de entonces era china: aprovechó la ocasión para matar a su suegro. Pero ni él ni sus amigos eran militares, ni particularmente devotos del islam. Eran chorizos de medio pelo, aficionados a las películas americanas, las de gánsteres y las de vaqueros, los musicales de Elvis Presley. En lugares remotos del mundo el cine violento americano induce sueños de heroísmo y vocaciones sanguinarias. En Yugoslavia, en Chechenia, en los años noventa, matones ...
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The act of killing. Directores: Joshua Oppenheimer y Christine Cynn. Producción: Dinamarca, Noruega y Reino Unido, 2012. Estrenada en España el viernes 30 de agosto.
La Universidad busca ‘padrinos’ para estudiantes sin dinero
La rectora de Málaga propone crear una bolsa para para captar donaciones de particulares
La Complutense plantea abrir su fondo de emergencia al mecenazgo
Estudiar en la Universidad se hace cada vez más complicado para los alumnos con menos recursos, que sufren un importante encarecimiento de las tasas académicas en muchas comunidades autónomas y más restricciones para acceder a las becas. Y, ante esta situación, algunas universidades se movilizan para captar las donaciones de empresas y de particulares que quieren aportar su ayuda para costear de forma altruista los estudios a alumnos sin recursos.
La llamada que una pensionista hizo en julio a la Universidad de Málaga emocionó a Adelaida de la Calle, la rectora de esta institución. Aquella señora, a pesar de no tener una economía holgada, se ofrecía para pagarle los estudios a un alumno que se hubiera quedado fuera de la enseñanza superior por problemas económicos. Tras rememorar este miércoles esta llamada y advertir que se está apreciando un descenso del número de matriculados, De la Calle dijo que propondrá crear en su universidad una bolsa para canalizar este tipo de donaciones. La también presidenta de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) argumentó que, “igual que se apadrina a un niño”, también se podría “apadrinar a un estudiante, pagando una matrícula”.
De la Calle tiene previsto trasladar este jueves esta propuesta al equipo de gobierno de la Universidad de Málaga. Lo hará durante la reunión que mantendrá con sus vicerrectores. “Queremos montar esta acción social”, señaló la rectora. Sin embargo, también apuntó que se debe analizar la viabilidad legal de la medida, que aún está en ciernes.
Más aquí en El País
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De la Calle tiene previsto trasladar este jueves esta propuesta al equipo de gobierno de la Universidad de Málaga. Lo hará durante la reunión que mantendrá con sus vicerrectores. “Queremos montar esta acción social”, señaló la rectora. Sin embargo, también apuntó que se debe analizar la viabilidad legal de la medida, que aún está en ciernes.
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Los recortes en los campus
Menos dinero. Desde 2010, los presupuestos públicos para universidad han perdido, al menos, 1.200 millones de euros, en torno a un 12,3%, según cálculos del Gabinete de Estudios de CC OO, que no cuenta los descensos sufridos en la financiación procedente de los proyectos del Plan Nacional de Investigación. Las subvenciones de ese plan (del que los investigadores de las universidades consiguen en torno al 60%) han caído alrededor de un 26% (110 millones) entre 2008 y 2012. La última convocatoria se hizo en diciembre de 2011.
Matrículas más caras. El real decreto de recortes educativos aprobado hace un año cambió el sistema por el que se fijaban los precios públicos. El resultado ha sido que para la mitad de los estudiantes la universidad es sustancialmente más cara, con subidas de entre el 22% y el 92% en dos años en Madrid, Cataluña, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Canarias y Castilla-La Mancha. En los másteres oficiales y las recargas de precio a los repetidores, el aumento ha sido mayor.
Becas menos accesibles. Se han endurecido los requisitos académicos para conseguir becas generales, las destinadas a alumnos con menos recursos. Para conseguir la exención del pago de la matrícula las exigencias son un poco menores (5,5 de nota media) que para una ayuda de dinero (6 o 6,5, dependiendo de la rama de estudios).
Retrasos. A la crisis, al aumento de precios y ese endurecimiento de los requisitos, se sumaron el curso pasado los retrasos en la concesión de las becas generales, que mantuvieron a muchos de los beneficiarios asfixiados durante más de la mitad del curso.
Ayudas de emergencia. En ese contexto, muchas universidades han aumentado o puesto en marcha programas de ayudas de emergencia para rescatar estudiantes sin recursos. Algunos de ellos tienen partidas para aquellos que han perdido la beca del ministerio por el endurecimiento de los requisitos.
Menos docentes y más alumnos. Los campus públicos han perdido al menos 13.200 puestos de trabajo en los últimos cinco años, un 8,8%, según Administraciones Públicas. En ese tiempo, el número de estudiantes creció en unos 89.000 (7%). Sin embargo, el curso pasado los campus públicos sufrieron un leve descenso en los alumnos de grado (0,2%) y perdieron por primera vez alumnado de máster: un 5,3%.
Ana Botella, el inglés y para qué sirven los cascos. La alcaldesa de Madrid responde hablando de infraestructuras al ser preguntada por el paro
El Intermedio, espacio humorístico de La Sexta, rescató en su programa de anoche pasajes de una rueda de prensa de la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, el día anterior en Buenos Aires. En un momento de la comparecencia, que comparte con el presidente de Madrid, Ignacio González, y con el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, un periodista le pregunta en inglés si cree que un país con una tasa paro tan elevada debe organizar unos Juegos.
En su respuesta, Botella obvia completamente el tema y habla de las infraestructuras deportivas, que primero dice que están hechas al 90% y luego, al 80%. Blanco, consciente de que esa no era la pregunta, decide echarle un capote a Botella y le dice a Botella al oído que era sobre el paro y que si quiere que la complete... con la mala suerte de que lo hace a micrófono abierto
El conductor del programa, El Gran Wyoming, también bromea sobre el uso que hace la alcaldesa de Madrid, en plena promoción ante la prensa internacional de la candidatura de Madrid 2020, de los cascos de traducción. En las imágenes, se ve que Botella prescinde de ellos para el inglés pero sí se los pone para el español. En un discurso de presentación de la candidatura en marzo, que dio en inglés y que leyó como suele hacer, la alcaldesa, que no es precisamente una oradora en castellano, ya mostró importantes problemas de pronunciación.
Para ser justos, el programa añade otro momento de la rueda de prensa, en el que el que demuestra sus problemas con el inglés es el propio Blanco. "No listen the ask", responde a un periodista, literalmente, a lo comanche, "no escuchar la preguntar".
Botella y Blanco son los últimos ejemplos de un mal que aqueja a todo el país. Son famosos ya el "it’s very difficult todo esto"! de Mariano Rajoy de Mariano Rajoy a David Cameron, el "morry crismas" sevillano de Sergio Ramos, el rocambolesco acento de José María Aznar, el desconocimiento del idioma de José Luis Rodríguez Zapatero y la pronunciación de Emilio Botín.
En su respuesta, Botella obvia completamente el tema y habla de las infraestructuras deportivas, que primero dice que están hechas al 90% y luego, al 80%. Blanco, consciente de que esa no era la pregunta, decide echarle un capote a Botella y le dice a Botella al oído que era sobre el paro y que si quiere que la complete... con la mala suerte de que lo hace a micrófono abierto
El conductor del programa, El Gran Wyoming, también bromea sobre el uso que hace la alcaldesa de Madrid, en plena promoción ante la prensa internacional de la candidatura de Madrid 2020, de los cascos de traducción. En las imágenes, se ve que Botella prescinde de ellos para el inglés pero sí se los pone para el español. En un discurso de presentación de la candidatura en marzo, que dio en inglés y que leyó como suele hacer, la alcaldesa, que no es precisamente una oradora en castellano, ya mostró importantes problemas de pronunciación.
Para ser justos, el programa añade otro momento de la rueda de prensa, en el que el que demuestra sus problemas con el inglés es el propio Blanco. "No listen the ask", responde a un periodista, literalmente, a lo comanche, "no escuchar la preguntar".
Botella y Blanco son los últimos ejemplos de un mal que aqueja a todo el país. Son famosos ya el "it’s very difficult todo esto"! de Mariano Rajoy de Mariano Rajoy a David Cameron, el "morry crismas" sevillano de Sergio Ramos, el rocambolesco acento de José María Aznar, el desconocimiento del idioma de José Luis Rodríguez Zapatero y la pronunciación de Emilio Botín.
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viernes, 6 de septiembre de 2013
Canarias amplía las comidas gratis para alumnos hasta los 16 años
Unos 38.000 estudiantes de la enseñanza obligatoria podrían beneficiarse de esta medida
En Andalucía se ofrecen alimentos en infantil y primaria
El Gobierno de Canarias anunció este martes que extenderá el servicio gratuito de comedor a los alumnos de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) cuyas familias no dispongan de recursos o se encuentren en situación de exclusión social. Unos 38.000 escolares de tres a 16 años podrían beneficiarse de esta medida que llega por primera vez a la ESO; en Andalucía, la otra comunidad donde existe una iniciativa similar, esta se circunscribe al segundo ciclo de infantil y la primaria (de tres a 12 años).
Tras las quejas hace un año de las asociaciones de padres por la fuerte disminución de las becas de comedor en la mayor parte de España, trabajadores sociales y docentes han ido viendo cómo se deterioraba la situación y aumentaban los casos de menores que no se alimentan adecuadamente, bien porque se saltan comidas, bien porque no tienen acceso a algunos alimentos básicos (la fruta, por ejemplo) o directamente, que “pasan hambre”, aseguraba hace unas semanas en este diario Gustavo García Herrero, director del albergue municipal y la casa de amparo de Zaragoza.
Así, a las iniciativas de ofrecer comidas gratuitas en los comedores escolares que comenzaron el curso pasado en Canarias y en Andalucía, se unieron este verano otras similares en Extremadura, la Diputación de Valencia o los Ayuntamientos de Barcelona, Terrasa, Tarragona y Amposta.
En Canarias también se mantuvieron abiertos los comedores este verano para ofrecer comida gratis a más de 6.000 alumnos menores de 12 años. El éxito de esta medida ha motivado que el consejero de Educación, José Miguel Pérez, anunciara que se ofrecerán almuerzos gratuitos para todos aquellos alumnos que lo precisen, además de ampliar la gratuidad a los desayunos en toda la secundaria. Por el momento, el ejecutivo no ha desvelado cuál será el coste de esta medida, sin embargo, fuentes de la Consejería de Educación aseguran que superará ampliamente el presupuesto aprobado para mantener los comedores escolares abiertos durante los meses de verano, que rondó el millón y medio de euros. A pesar de ello, el ejecutivo regional destinará una partida para comedores en el curso que ahora empieza que asciende a 11 millones de euros, de los cuales se empleará la “cantidad que sea necesaria para que ningún niño de Canarias que esté en situación de exclusión social pase hambre”, explicó Pérez. En este punto, el consejero indicó que la partida económica definitiva se sabrá cuando empiece el curso escolar, previsto para el 9 de septiembre en la provincia de Santa Cruz de Tenerife y el 10 en Las Palmas de Gran Canaria, y se confeccionen las listas de comensales.
El proceso de selección de los alumnos que se beneficiarán de los desayunos y almuerzos gratis será similar al adoptado en el verano. Tanto los directores de centros como los servicios sociales de los Ayuntamientos canarios confeccionarán un informe a partir del cual se seleccionará a los candidatos al servicio gratuito en función de los niveles de renta y situación de exclusión social de las familias. “Somos la primera administración de España que pone en marcha una actuación de estas características y, en el caso de los comedores escolares que han permanecido abiertos durante el verano, todo estudiante del que hayamos tenido conocimiento y que tiene dificultades ha podido tener cubierta su alimentación”, indicó Pérez.
En Canarias, el número de escolares que iniciarán el nuevo curso superará los 170.000 de los cuales, 53.000 son de educación infantil y 117.900 de primaria. En cuanto a la Educación Secundaria Obligatoria se espera que cursen estudios 85.000 escolares. De todos ellos, 74.000 alumnos usarán el servicio de comedor y el 52% podrá tener gratis las comidas y los desayunos.
Un problema social
Malnutrición.
Trabajadores sociales y docentes alertaron el último curso de un aumento de los menores que no se alimentan adecuadamente. El Gobierno canario vio que un 16% de alumnos se dieron de baja del comedor porque ya no podían pagar la cuota. En junio, Barcelona detectó 2.865 escolares con malnutrición.
Comedores de verano.
Los Gobiernos de Canarias, Andalucía y Extremadura, diputaciones como la de Valencia o Ayuntamientos como Barcelona, Terrasa, Tarragona y Amposta han ofrecido en verano comidas gratis a 12.000 menores.
Todo el curso.
Canarias y Andalucía continuarán este curso que empieza los programas de comida gratis que empezaron el pasado. Andalucía espera llevar tres comidas diarias a 50.000 escolares.
La reivindicación.
Las principales asociaciones de padres y la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales han reclamado que no se reduzcan las becas de comedor y un estudio sobre la situación de los menores en riesgo de malnutrición en toda España.
Fuente: El País.
En Andalucía se ofrecen alimentos en infantil y primaria
El Gobierno de Canarias anunció este martes que extenderá el servicio gratuito de comedor a los alumnos de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) cuyas familias no dispongan de recursos o se encuentren en situación de exclusión social. Unos 38.000 escolares de tres a 16 años podrían beneficiarse de esta medida que llega por primera vez a la ESO; en Andalucía, la otra comunidad donde existe una iniciativa similar, esta se circunscribe al segundo ciclo de infantil y la primaria (de tres a 12 años).
Tras las quejas hace un año de las asociaciones de padres por la fuerte disminución de las becas de comedor en la mayor parte de España, trabajadores sociales y docentes han ido viendo cómo se deterioraba la situación y aumentaban los casos de menores que no se alimentan adecuadamente, bien porque se saltan comidas, bien porque no tienen acceso a algunos alimentos básicos (la fruta, por ejemplo) o directamente, que “pasan hambre”, aseguraba hace unas semanas en este diario Gustavo García Herrero, director del albergue municipal y la casa de amparo de Zaragoza.
Así, a las iniciativas de ofrecer comidas gratuitas en los comedores escolares que comenzaron el curso pasado en Canarias y en Andalucía, se unieron este verano otras similares en Extremadura, la Diputación de Valencia o los Ayuntamientos de Barcelona, Terrasa, Tarragona y Amposta.
En Canarias también se mantuvieron abiertos los comedores este verano para ofrecer comida gratis a más de 6.000 alumnos menores de 12 años. El éxito de esta medida ha motivado que el consejero de Educación, José Miguel Pérez, anunciara que se ofrecerán almuerzos gratuitos para todos aquellos alumnos que lo precisen, además de ampliar la gratuidad a los desayunos en toda la secundaria. Por el momento, el ejecutivo no ha desvelado cuál será el coste de esta medida, sin embargo, fuentes de la Consejería de Educación aseguran que superará ampliamente el presupuesto aprobado para mantener los comedores escolares abiertos durante los meses de verano, que rondó el millón y medio de euros. A pesar de ello, el ejecutivo regional destinará una partida para comedores en el curso que ahora empieza que asciende a 11 millones de euros, de los cuales se empleará la “cantidad que sea necesaria para que ningún niño de Canarias que esté en situación de exclusión social pase hambre”, explicó Pérez. En este punto, el consejero indicó que la partida económica definitiva se sabrá cuando empiece el curso escolar, previsto para el 9 de septiembre en la provincia de Santa Cruz de Tenerife y el 10 en Las Palmas de Gran Canaria, y se confeccionen las listas de comensales.
El proceso de selección de los alumnos que se beneficiarán de los desayunos y almuerzos gratis será similar al adoptado en el verano. Tanto los directores de centros como los servicios sociales de los Ayuntamientos canarios confeccionarán un informe a partir del cual se seleccionará a los candidatos al servicio gratuito en función de los niveles de renta y situación de exclusión social de las familias. “Somos la primera administración de España que pone en marcha una actuación de estas características y, en el caso de los comedores escolares que han permanecido abiertos durante el verano, todo estudiante del que hayamos tenido conocimiento y que tiene dificultades ha podido tener cubierta su alimentación”, indicó Pérez.
En Canarias, el número de escolares que iniciarán el nuevo curso superará los 170.000 de los cuales, 53.000 son de educación infantil y 117.900 de primaria. En cuanto a la Educación Secundaria Obligatoria se espera que cursen estudios 85.000 escolares. De todos ellos, 74.000 alumnos usarán el servicio de comedor y el 52% podrá tener gratis las comidas y los desayunos.
Un problema social
Malnutrición.
Trabajadores sociales y docentes alertaron el último curso de un aumento de los menores que no se alimentan adecuadamente. El Gobierno canario vio que un 16% de alumnos se dieron de baja del comedor porque ya no podían pagar la cuota. En junio, Barcelona detectó 2.865 escolares con malnutrición.
Comedores de verano.
Los Gobiernos de Canarias, Andalucía y Extremadura, diputaciones como la de Valencia o Ayuntamientos como Barcelona, Terrasa, Tarragona y Amposta han ofrecido en verano comidas gratis a 12.000 menores.
Todo el curso.
Canarias y Andalucía continuarán este curso que empieza los programas de comida gratis que empezaron el pasado. Andalucía espera llevar tres comidas diarias a 50.000 escolares.
La reivindicación.
Las principales asociaciones de padres y la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales han reclamado que no se reduzcan las becas de comedor y un estudio sobre la situación de los menores en riesgo de malnutrición en toda España.
Fuente: El País.
¿Se acerca el Vaticano a la teología de la liberación? Un congreso de teólogos debate en Madrid sobre la vigencia de esta corriente del pensamiento cristiano, severamente execrada por Juan Pablo II y el papa Ratzinger.
El comienzo del curso religioso en España, esta primera semana de septiembre, tiene cada año dos acontecimientos especiales: las celebraciones del primer día del Nuevo Año Judío, esta vez el 5774, que empezó el miércoles con la salida de la primera estrella, y el multitudinario congreso de la Asociación de Teólogos Juan XXIII, que abre esta tarde en Madrid su 33 edición en la sede central del sindicato Comisiones Obreras con un tema muy de actualidad, la teología de la liberación y la pobreza en el mundo.
El Vaticano ha anunciado que la primera encíclica escrita en solitario por el papa Francisco se titulará Beati pauperes (Bienaventurados los pobres), y que se publicará probablemente antes de navidad. ¿Es un paso más del supuesto acercamiento – o, al menos, comprensión-, del Vaticano hacia la teología de la liberación, la corriente del pensamiento cristiano perseguida y execrada por los papas anteriores, el polaco Juan Pablo II y el alemán Benedicto XVI? Todavía en 2009 el papa Ratzinger advirtió a los obispos de Brasil, de visita en Roma, sobre los “desastrosos efectos” de esa corriente teológica en la Iglesia romana. Les recordó la instrucción ‘Libertatis Nuntius’ sobre esa teología, emitida por la Congregación para la Doctrina de la Fe cuando lo presidía él mismo. "Sus consecuencias más o menos visibles hechas de rebelión, división, discordancia, ofensa, anarquía aún ahora se hacen sentir, creando en nuestras comunidades diocesanas gran sufrimiento y una grave pérdida de fuerzas vivas", dijo Ratzinger.
El debate vuelve a la calle avivado por la publicación el martes pasado en el periódico oficial del Papa, L'Osservatore Romano, de un artículo firmado por Gustavo Gutiérrez, el sacerdote peruano que dio nombre a la Teología de la liberación con la publicación en 1971 de un libro con ese título, traducido ya a medio centenar de idiomas, seguido de La fuerza histórica de los pobres (Lima, 1979). L'Osservatore Romano recogía ese día fragmentos del su libro De la parte de los pobres. Teología de la liberación, teología de la Iglesia, además de nuevas reflexiones del religioso peruano, cobijado ahora en un convento de dominicos en Francia, sobre la pobreza y en contra del "neoliberalismo económico" y de la "deshumanización de la economía".
“La Teología de la liberación, hoy” es el título del congreso de este año, que cuenta con la participación especial del obispo mexicano Raúl Vera, diocesano de Saltillo, y del jesuita Juan Masiá, castigado por su teología bioética. El obispo Vera se inició en el episcopado como auxiliar de Samuel Ruiz, el mítico prelado de Chiapas, y fue ‘exiliado’ por Roma más tarde a Saltillo por sus simpatías con el movimiento indigenista (ha sido acusado, incluso, de zapatista). Es una de las voces más interpelantes en México, muy críticas con el llamado Primer Mundo, y más escuchadas en el mundo desde América Latina. Hablará el sábado a los congresistas sobre ‘La Iglesia de los pobres’.
Pese a que todos los congresos de Teología de la Asociación Juan XXIII se han movido en el horizonte de la corriente teológica bautizada por Gustavo Gutiérrez y han seguido su metodología y orientación, nunca antes se había abordado como tema específico y monográfico. Se hace este año “respondiendo a las peticiones de no pocos congresistas habituales, precisamente en un momento en el que se oyen voces de que la Teología de la Liberación no goza de buena salud, incluso que ha muerto, y otros informes médico-ideológicos similares, la mayoría de las veces procedentes de adversarios de dicha teología que confunden su deseo mortífero con la realidad, que es muy otra”. Lo afirma el secretario general de la asociación organizadora, Juan José Tamayo, él mismo relevante teólogo de la liberación.
Pese a los nuevos aires renovadores del cristianismo romano, propiciados por el papa Francisco, los teólogos convocados entre hoy y el domingo en número que suele superar el millar van a reflexionar sobre esta pregunta: ¿Puede asumir la Iglesia institucional la teología de la liberación? Esto opina Tamayo: “A la vista de no pocos de los gestos, palabras, actitudes y opciones del papa Francisco, la respuesta parece ser afirmativa. Así lo creen importantes sectores religiosos y laicos, incluidos los progresistas y hasta algunos teólogos –no así las teólogas- de la liberación. Yo creo, sin embargo, que una teología de la liberación que hace de la opción por los pobres su imperativo categórico es difícilmente asumible por la institución eclesiástica por el lugar social en el que se ubica –los pobres, los movimientos sociales-, la radicalidad de sus opciones –interculturalidad, pluralismo y diálogo interreligioso, diversidad sexual-, la revolución metodológica que implica y la crítica del poder eclesiástico y de sus instituciones. En los discursos pronunciados durante su visita en Brasil el papa Francisco ni siquiera citó la teología de la liberación. Tampoco se encontró con ninguno de sus cultivadores, muy numerosos en Brasil. A lo más que puede llegar la institución eclesiástica es a respetar la teología de la liberación, establecer una moratoria, no condenarla, a no sancionar a sus cultivadores y cultivadoras”.
El congreso de la Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII cuenta con gran presencia y representación de las diferentes teologías de la liberación del mundo: América Latina, Asia, África y Europa. Ayer jueves lo abrió Juan Torres, catedrático de Economía de la Universidad de Sevilla, y uno de los más prestigiosos economistas con propuestas alternativas al neoliberalismo, que tan catastróficas consecuencias está ocasionando en los sectores más vulnerables de la sociedad.
El Vaticano ha anunciado que la primera encíclica escrita en solitario por el papa Francisco se titulará Beati pauperes (Bienaventurados los pobres), y que se publicará probablemente antes de navidad. ¿Es un paso más del supuesto acercamiento – o, al menos, comprensión-, del Vaticano hacia la teología de la liberación, la corriente del pensamiento cristiano perseguida y execrada por los papas anteriores, el polaco Juan Pablo II y el alemán Benedicto XVI? Todavía en 2009 el papa Ratzinger advirtió a los obispos de Brasil, de visita en Roma, sobre los “desastrosos efectos” de esa corriente teológica en la Iglesia romana. Les recordó la instrucción ‘Libertatis Nuntius’ sobre esa teología, emitida por la Congregación para la Doctrina de la Fe cuando lo presidía él mismo. "Sus consecuencias más o menos visibles hechas de rebelión, división, discordancia, ofensa, anarquía aún ahora se hacen sentir, creando en nuestras comunidades diocesanas gran sufrimiento y una grave pérdida de fuerzas vivas", dijo Ratzinger.
El debate vuelve a la calle avivado por la publicación el martes pasado en el periódico oficial del Papa, L'Osservatore Romano, de un artículo firmado por Gustavo Gutiérrez, el sacerdote peruano que dio nombre a la Teología de la liberación con la publicación en 1971 de un libro con ese título, traducido ya a medio centenar de idiomas, seguido de La fuerza histórica de los pobres (Lima, 1979). L'Osservatore Romano recogía ese día fragmentos del su libro De la parte de los pobres. Teología de la liberación, teología de la Iglesia, además de nuevas reflexiones del religioso peruano, cobijado ahora en un convento de dominicos en Francia, sobre la pobreza y en contra del "neoliberalismo económico" y de la "deshumanización de la economía".
“La Teología de la liberación, hoy” es el título del congreso de este año, que cuenta con la participación especial del obispo mexicano Raúl Vera, diocesano de Saltillo, y del jesuita Juan Masiá, castigado por su teología bioética. El obispo Vera se inició en el episcopado como auxiliar de Samuel Ruiz, el mítico prelado de Chiapas, y fue ‘exiliado’ por Roma más tarde a Saltillo por sus simpatías con el movimiento indigenista (ha sido acusado, incluso, de zapatista). Es una de las voces más interpelantes en México, muy críticas con el llamado Primer Mundo, y más escuchadas en el mundo desde América Latina. Hablará el sábado a los congresistas sobre ‘La Iglesia de los pobres’.
Pese a que todos los congresos de Teología de la Asociación Juan XXIII se han movido en el horizonte de la corriente teológica bautizada por Gustavo Gutiérrez y han seguido su metodología y orientación, nunca antes se había abordado como tema específico y monográfico. Se hace este año “respondiendo a las peticiones de no pocos congresistas habituales, precisamente en un momento en el que se oyen voces de que la Teología de la Liberación no goza de buena salud, incluso que ha muerto, y otros informes médico-ideológicos similares, la mayoría de las veces procedentes de adversarios de dicha teología que confunden su deseo mortífero con la realidad, que es muy otra”. Lo afirma el secretario general de la asociación organizadora, Juan José Tamayo, él mismo relevante teólogo de la liberación.
Pese a los nuevos aires renovadores del cristianismo romano, propiciados por el papa Francisco, los teólogos convocados entre hoy y el domingo en número que suele superar el millar van a reflexionar sobre esta pregunta: ¿Puede asumir la Iglesia institucional la teología de la liberación? Esto opina Tamayo: “A la vista de no pocos de los gestos, palabras, actitudes y opciones del papa Francisco, la respuesta parece ser afirmativa. Así lo creen importantes sectores religiosos y laicos, incluidos los progresistas y hasta algunos teólogos –no así las teólogas- de la liberación. Yo creo, sin embargo, que una teología de la liberación que hace de la opción por los pobres su imperativo categórico es difícilmente asumible por la institución eclesiástica por el lugar social en el que se ubica –los pobres, los movimientos sociales-, la radicalidad de sus opciones –interculturalidad, pluralismo y diálogo interreligioso, diversidad sexual-, la revolución metodológica que implica y la crítica del poder eclesiástico y de sus instituciones. En los discursos pronunciados durante su visita en Brasil el papa Francisco ni siquiera citó la teología de la liberación. Tampoco se encontró con ninguno de sus cultivadores, muy numerosos en Brasil. A lo más que puede llegar la institución eclesiástica es a respetar la teología de la liberación, establecer una moratoria, no condenarla, a no sancionar a sus cultivadores y cultivadoras”.
El congreso de la Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII cuenta con gran presencia y representación de las diferentes teologías de la liberación del mundo: América Latina, Asia, África y Europa. Ayer jueves lo abrió Juan Torres, catedrático de Economía de la Universidad de Sevilla, y uno de los más prestigiosos economistas con propuestas alternativas al neoliberalismo, que tan catastróficas consecuencias está ocasionando en los sectores más vulnerables de la sociedad.
El banquero sombrío. Ackerman deja Zurich por presunta inducción a un suicidio. Antes liquidó al capitalismo renano
Hay banca en la sombra y banqueros sombríos: que también hacen banca clandestina, fuera del balance. Aunque sean tan juguetones como el expresidente del primer banco europeo, el Deutsche Bank (DB), Josef Ackerman, galardonado como “Banquero europeo del año” en 2010. Se recuerda a este suizo por sus juergas en la sede de la cancillería, prestada por su amiga, frau Merkel. Y por su trepidante feminismo, pues postulaba cooptar mujeres para el consejo, porque “lo harían más bonito y lleno de colorido”.
Este tipo, que llegó a presidir la patronal bancaria mundial, el Institute of International Finance (IIF), dimitió la semana pasada de su último cargo, la presidencia de la aseguradora Zurich. Lo hizo porque se dijo que indujo, al menos en parte, el suicidio de su director financiero, Pierre Wauthier, al aplicarle una “presión indebida”, lo que investiga la Justicia.
Pero la desastrosa carta de servicios de Ackerman viene de más lejos. Él es uno de los que rindió el capitalismo renano al capitalismo anglosajón, o sea, a la economía financiera de casino imperante en Wall Street y en la City. El modelo renano suponía el apoyo bancario a la industria; la financiación de esta más por la banca que por los mercados de capitales; la primacía de la actividad crediticia sobre la especulativa; la moderación de beneficios; la protección social y la concertación de rentas. Acabó con todo ello.
Ya en 1996, cuando procedente del Credit Suisse llegó al consejo del DB como responsable de la banca de inversión, se propuso imitar los peligrosos modos inventados por Goldman Sachs. Compró Bankers Trust en 1998 e introdujo así a su casa como jugador en Wall Street y en el tapete verde de las finanzas separadas de la economía real. Usó la más enloquecida ingeniería financiera (derivados, creación de beneficios fantasma, ocultación de deudas) para favorecer las trampas de clientes dolosos como Enron (energía) o World.Com (teleco), aquellas faraónicas quiebras de 2001 y 2002.
Ya como presidente (de 2006 a 2012) multiplicó la locura. Como uno de los grandes protagonistas de Wall Street —no todos eran norteamericanos— que provocaron la crisis, se dedicó a fabricar y vender hipotecas subprime, derivados insolventes y otros productos tóxicos.
Por ejemplo, “a los estúpidos inversores alemanes de Dusseldorf”, como documentó Michael Lewis (The big short, Penguin, Londres, 2010) ¿Quiénes eran esos estúpidos? Pues la banca pública IKB, que tuvo que ser nacionalizada en 2007 (coste al contribuyente: 10.000 millones), con lo que Ackerman se salvó de responder por la mercancía averiada que le colocó: un buen dineral. DB ni siquiera informó al organismo de supervisión bancaria de su tropelía... hasta que logró deshacerse de sus propios productos.
También ganó con el rescate del Hypo Real Estate, salvando los miles de millones que le había prestado, no en vano era muy escuchado por las alfombras rojas del poder. Y se le premió con la fusión del Postbank, millones de clientes.
Ackerman usó su presidencia del IIP y del directorio del Foro de Davos para empujar a Europa a “privatizar sus cajas de ahorros y bancos públicos siguiendo el modelo anglosajón”, narra Andy Robinson en su estupendo “Un reportero en la montaña mágica” (Ariel, 2013).
Fiel al paradigma anglosajón, llevó al paroxismo la política de bonus y paracaídas de oro a los directivos. Él mismo predicó con el ejemplo y se embolsó 43 millones de euros. Contribuyó a que el sueldo de un consejero-delegado alemán multiplicase por 147 veces el de un trabajador. Y logró que a Mannesman, de la que era consejero, la procesaran por dar bonus excesivos no previstos en los contratos.
Dejó al DB con múltiples condenas y procesos abiertos en EE UU, Alemania, Italia... Por estafa, lavado de dinero, manipulación del líbor, evasión fiscal, falsificación de balances y similares lindezas. Respondía que era por envidia cochina.
¿Benefició al Deutsche Bank? Lo hizo grande. A costa de romper su solidez: es el penúltimo en reservas (en relación a activos) de los 18 grandes bancos del mundo, pero la elefantiasis le protege. Sus sucesores andan inyectándole liquidez. Él se negaba. En el casino se juega con fichas.
Fuente: El País.
Nota: Las fotos nada tienen que ver con la noticia excepto que ante tanta sombra apetece más que una foto del banquero sombrío, un poco de luz y nadie mejor que la modelo Kate Upton, que es noticia hoy en los principales diarios sobre todo su foto desfilando en ropa interior. Las curvas tienen premio... Y merecen un lugar entre tantas oscuridad e individuos sombríos y malvados. Si ya sé que me dirán eso es machismo!!! Bueno, lo asumo, en ello he estado criado y educado por mujeres, y por más que intento superarlo me persigue y caigo en ello, disculpas... a mis amigas...
Este tipo, que llegó a presidir la patronal bancaria mundial, el Institute of International Finance (IIF), dimitió la semana pasada de su último cargo, la presidencia de la aseguradora Zurich. Lo hizo porque se dijo que indujo, al menos en parte, el suicidio de su director financiero, Pierre Wauthier, al aplicarle una “presión indebida”, lo que investiga la Justicia.
Pero la desastrosa carta de servicios de Ackerman viene de más lejos. Él es uno de los que rindió el capitalismo renano al capitalismo anglosajón, o sea, a la economía financiera de casino imperante en Wall Street y en la City. El modelo renano suponía el apoyo bancario a la industria; la financiación de esta más por la banca que por los mercados de capitales; la primacía de la actividad crediticia sobre la especulativa; la moderación de beneficios; la protección social y la concertación de rentas. Acabó con todo ello.
Ya en 1996, cuando procedente del Credit Suisse llegó al consejo del DB como responsable de la banca de inversión, se propuso imitar los peligrosos modos inventados por Goldman Sachs. Compró Bankers Trust en 1998 e introdujo así a su casa como jugador en Wall Street y en el tapete verde de las finanzas separadas de la economía real. Usó la más enloquecida ingeniería financiera (derivados, creación de beneficios fantasma, ocultación de deudas) para favorecer las trampas de clientes dolosos como Enron (energía) o World.Com (teleco), aquellas faraónicas quiebras de 2001 y 2002.
Ya como presidente (de 2006 a 2012) multiplicó la locura. Como uno de los grandes protagonistas de Wall Street —no todos eran norteamericanos— que provocaron la crisis, se dedicó a fabricar y vender hipotecas subprime, derivados insolventes y otros productos tóxicos.
Por ejemplo, “a los estúpidos inversores alemanes de Dusseldorf”, como documentó Michael Lewis (The big short, Penguin, Londres, 2010) ¿Quiénes eran esos estúpidos? Pues la banca pública IKB, que tuvo que ser nacionalizada en 2007 (coste al contribuyente: 10.000 millones), con lo que Ackerman se salvó de responder por la mercancía averiada que le colocó: un buen dineral. DB ni siquiera informó al organismo de supervisión bancaria de su tropelía... hasta que logró deshacerse de sus propios productos.
También ganó con el rescate del Hypo Real Estate, salvando los miles de millones que le había prestado, no en vano era muy escuchado por las alfombras rojas del poder. Y se le premió con la fusión del Postbank, millones de clientes.
Ackerman usó su presidencia del IIP y del directorio del Foro de Davos para empujar a Europa a “privatizar sus cajas de ahorros y bancos públicos siguiendo el modelo anglosajón”, narra Andy Robinson en su estupendo “Un reportero en la montaña mágica” (Ariel, 2013).
Fiel al paradigma anglosajón, llevó al paroxismo la política de bonus y paracaídas de oro a los directivos. Él mismo predicó con el ejemplo y se embolsó 43 millones de euros. Contribuyó a que el sueldo de un consejero-delegado alemán multiplicase por 147 veces el de un trabajador. Y logró que a Mannesman, de la que era consejero, la procesaran por dar bonus excesivos no previstos en los contratos.
Dejó al DB con múltiples condenas y procesos abiertos en EE UU, Alemania, Italia... Por estafa, lavado de dinero, manipulación del líbor, evasión fiscal, falsificación de balances y similares lindezas. Respondía que era por envidia cochina.
¿Benefició al Deutsche Bank? Lo hizo grande. A costa de romper su solidez: es el penúltimo en reservas (en relación a activos) de los 18 grandes bancos del mundo, pero la elefantiasis le protege. Sus sucesores andan inyectándole liquidez. Él se negaba. En el casino se juega con fichas.
Fuente: El País.
Nota: Las fotos nada tienen que ver con la noticia excepto que ante tanta sombra apetece más que una foto del banquero sombrío, un poco de luz y nadie mejor que la modelo Kate Upton, que es noticia hoy en los principales diarios sobre todo su foto desfilando en ropa interior. Las curvas tienen premio... Y merecen un lugar entre tantas oscuridad e individuos sombríos y malvados. Si ya sé que me dirán eso es machismo!!! Bueno, lo asumo, en ello he estado criado y educado por mujeres, y por más que intento superarlo me persigue y caigo en ello, disculpas... a mis amigas...
Obama ante el conflicto sirio
Barack Obama, premio Nobel de la Paz, ha dicho que “nadie está más cansado de la guerra que yo”. Supongo que esta afirmación incluye a los millones de personas que han perdido a familiares y amigos, pasan hambre y privaciones o malviven en campos de refugiados que carecen de los más elementales servicios higiénicos. Todos entendemos qué quiso decir el presidente. Pero el uso del lenguaje es importante y una frase de este tipo constituye una ofensa a esa gente por parte de alguien cuya única relación con la guerra consiste en la lectura de informes y reuniones con sus asesores.
Se justifica una intervención armada en Siria por razones humanitarias, como respuesta a las cerca de 1.400 muertes por el uso de armas químicas. Una cifra intolerable, por supuesto, pero que resulta incomparable con los 850 millones que pasan hambre severa o los 2,6 millones de niños que mueren cada año por causa de la malnutrición. Resulta sospechoso que la indignación de nuestros líderes políticos no se extienda a estas tragedias, que hasta el momento no han merecido una reacción tan exaltada por su parte ni la adopción de medidas de emergencia para afrontarlas. Si lo que se pretende es contribuir a lograr una división de Siria que la convierta en un poder más débil para favorecer los intereses occidentales en la zona, que se diga claramente. Pero el recurso a razones humanitarias ante la tragedia que está viviendo el pueblo sirio resulta intolerable.
Fuente: Augusto Klappenbach Minotti. Pinto, Madrid, cartas al director, El País.
Se justifica una intervención armada en Siria por razones humanitarias, como respuesta a las cerca de 1.400 muertes por el uso de armas químicas. Una cifra intolerable, por supuesto, pero que resulta incomparable con los 850 millones que pasan hambre severa o los 2,6 millones de niños que mueren cada año por causa de la malnutrición. Resulta sospechoso que la indignación de nuestros líderes políticos no se extienda a estas tragedias, que hasta el momento no han merecido una reacción tan exaltada por su parte ni la adopción de medidas de emergencia para afrontarlas. Si lo que se pretende es contribuir a lograr una división de Siria que la convierta en un poder más débil para favorecer los intereses occidentales en la zona, que se diga claramente. Pero el recurso a razones humanitarias ante la tragedia que está viviendo el pueblo sirio resulta intolerable.
Fuente: Augusto Klappenbach Minotti. Pinto, Madrid, cartas al director, El País.
jueves, 5 de septiembre de 2013
Entrevista a Marc Balaguer, director del documental "Por qué?! Una crisis endémica" “Los culpables ya están claros, ahora tenemos que intentar hacer algo”
Brais Benítez
La Marea
Se lo ha calificado como el Inside Job español. El documental Por qué?! Una crisis endémica traza un diagnóstico de la crisis española a partir de las entrevistas a una treintena de catedráticos, pensadores, y protagonistas de la esfera económica del país. La idea de realizar la película, explica su director, el profesor de economía Marc Balaguer, surgió de la necesidad de tener un relato propio de la crisis española, caracterizada por el estallido de la burbuja inmobiliaria y cuyas consecuencias se han extendido al ámbito político y social.
La película, estrenada en la plataforma online Filmin, pretende ser un relato “no crispado” del origen y la evolución de la crisis. Señalar culpables, defiende Balaguer, dificulta el consenso, y así “difícilmente se generan propuestas”, asegura. Ya no hay margen para la inacción, apunta el profesor, “ni de aquí ni de la Unión Europea”. Y si gobiernos y mercados no toman medidas, mantiene Balaguer, estas deberán venir de la mano de la ciudadanía.
¿Por qué es una crisis endémica?
Estamos en 2013, han pasado siete años de esta crisis y no hay un diagnóstico común. La izquierda tiene muchos diagnósticos, con distintos culpables, la derecha también, pero nadie se ha puesto de acuerdo. Esto es como ir al médico, si no sabes por qué tienes una enfermedad difícilmente encontrarás la cura. Si no sabemos lo que nos ha pasado y por qué nos ha pasado difícilmente encontraremos una solución. De aquí viene el título.
Tampoco existía hasta ahora un trabajo audiovisual que buscase un diagnóstico a la crisis española….
Parece que en el mundo audiovisual se ve la crisis como una sucesión de elementos, como si fuéramos espectadores pasivos de una serie de acontecimientos. Un día es el paro, el otro son los datos de morosidad, los problemas de la arquitectura europea… Documentales como Inside Job te explican la evolución de la crisis en Estados Unidos, desde un punto de vista, con un enfoque, y en cambio aquí no teníamos nada de esto. Esto es lo que quisimos hacer: tener un diagnóstico común de lo que nos ha pasado.
Porque caso español tiene sus propias características dentro de la crisis global…
Sí, el relato que hace Inside Job, El Capital, u otras películas no nos encajaban. Nosotros lo que teníamos era una burbuja inmobiliaria de narices, y al petar ha ido afectando, primero, al sector inmobiliario, después al sector financiero, a los bancos, después al mundo económico, perjudicando mucho al sistema productivo y a la base económica del país; después a las personas y al paro; y a la pobreza y la desigualdad. Y finalmente a la esfera política, porque esfera económica y esfera política y social están relacionadas, y así lo muestra el documental.
Así que es una concatenación de distintas crisis…
Sí. En EEUU, por ejemplo, la crisis no ha afectado tanto a la clase política como aquí, que se ha producido una crisis de legitimidad. En cambio, en todos los países del sur de Europa sí. Portugal, Grecia, Italia, España, son países en los que la crisis ha traspasado del mundo económico para ir al ámbito social y político. Este es seguramente el mayor problema que tenemos en estos países y también en el conjunto de Europa. Lo que hicimos nosotros, seguramente sacrificando otras cosas que también son interesantes, es intentar explicar esta concatenación. No aportamos explicaciones nuevas, pero las ponemos en común y las relacionamos las unas con las otras.
¿Dónde sitúa el documental las responsabilidades de la burbuja inmobiliaria?
Es una responsabilidad muy compartida por casi todos los agentes económicos. Bancos, gobiernos, incluso las personas. Todos estos agentes económicos se beneficiaban de la burbuja, y cuando esta petó aun hizo más grande el perjuicio, porque todos salieron perjudicados.
¿No tuvieron algunos de estos agentes una mayor incidencia en que esto continuase así?
Hay una reflexión del filósofo Josep Ramoneda en la película que dice que todos tenían responsabilidad, pero que no es la misma la del empresario que la del trabajador, y tampoco la de la persona que da la hipoteca como la que la recibe, eso también debe quedar claro.
Mensajes como que la vivienda nunca bajaría de precio y que lo más inteligente era endeudarte se promovieron desde algunos sectores…
Quien tiene el poder tiene más facilidad de hacer girar la tortilla hacia sus intereses, en el caso de la burbuja es muy claro. José García Montalvo, catedrático de la UPF, dice que esta burbuja se alimentó por una serie de tópicos como que la vivienda nunca bajaría de precio, que no se rompería nunca porque los extranjeros que invertían lo hacían para venir a vivir aquí y no para especular… Después la realidad evidenció que esto no era así. Mucha de la inversión extranjera que venía, cuando comenzó a verse que esto petaría, se fue, lo que hizo que aun petase de forma más fuerte. En estos casos queda muy claro que los beneficiados son unos y los perjudicados son el conjunto de la ciudadanía.
¿Uno de los grandes errores fue dejar de lado la industria?
Seguramente fue el gran error. En el documental se dice que hubo algún momento en que casi dos tercios de los créditos que daban bancos y cajas eran al sector inmobiliario y a promociones inmobiliarias. Así que la industria recibía solo un tercio, y eso cuando en los momentos álgidos de la burbuja la construcción representaba menos del 15% de la economía española. Que se hiciese esto durante un ciclo largo hizo que mucha industria no se desarrollase, lo que provocó que en el futuro no tuviéramos industrias, que es lo que nos pasa ahora. La burbuja inmobiliaria antes de la crisis ya se cargó a la industria, y ahora la salida, que debería ser en manos de la industria, no se puede tener porque nos falta, y los trabajadores que trabajan en la industria ya no trabajan porque estaban en la construcción. Ahora tenemos que montar un modelo productivo nuevo, y eso es muy complicado.
¿La crisis ha afectado a todos por igual?
Hay una parte del documental en que hablamos de cómo la crisis llega a la sociedad, y explicamos, por ejemplo, que la dación en pago llega a los promotores pero no al conjunto de la ciudadanía. La película la empezamos a hacer hace un año y medio y este debate aun está de actualidad. También hay otros aspectos en que se ve esto: el más de 50% de paro juvenil que tenemos es en gran parte consecuencia de esta gran crisis de la construcción, y el 25% que tenemos de paro también. Son personas que estaban cobrando unos sueldos muy elevados en la construcción y ahora tienen grandes problemas de formación, de reciclaje para poder llegar a otras profesiones. Renunciaron a formarse, y su decisión era racional en aquél momento, porque lo que se cobraba en la construcción era mucho más de lo que se podía llegar a cobrar incluso con estudios.
Hay quien calificado el documental de “blando”…
Es un formato con un discurso no crispado. Lo que pasa mucho en este país es que la izquierda y la derecha no se ponen de acuerdo, y esto genera inacción. Y es seguramente lo que ha pasado también en esta crisis por parte de los gobiernos, ha habido una muy mala gestión. Creemos que esto es lo que no puede ser. Espectadores que han visto nuestro documental nos han dicho que no acusamos a nadie. ¡Es que es voluntariamente! Porque cuando tú estás acusando o cuando hay un debate crispado, difícilmente esto genera propuestas, y si no hay propuestas no habrá soluciones. Tratamos de señalar todo aquello que se ha hecho mal para que no vuelva a pasar, y buscar las herramientas para encontrar las soluciones, y encontrarlas ya.
¿Sin señalar a los culpables?
Está bien culpabilizar, pero ya es suficiente. Es una forma de flagelarnos, te quedas hecho polvo. Los culpables ya están claros, ya lo sabemos, ahora tenemos que intentar hacer algo. Nos dicen que es un poco blanda, pero es que no es el tema ir a cuchillo.
¿La película concluye sobre posibles soluciones?
El objetivo primordial era el de tener un relato propio de la crisis. A partir de aquí sí que se sacan algunas conclusiones de lo que se debería hacer. Una es que la inacción ya no es posible, ni de aquí ni de la Unión Europea. Ya que no tenemos dinero ni recursos, y eso lo apunta el profesor Martínez Abascal, pues como mínimo pactemos, pongámonos de acuerdo en las cosas básicas, porque sin acuerdo no saldremos de esta. Después, desde un punto de vista más conceptual, la película hace una reflexión sobre la ciudadanía. Si realmente los agentes empresariales, los gobiernos, no han hecho nada para dar solución a esta crisis, la ciudadanía debe recuperar su papel y debe hacerlo de alguna forma.
¿Iniciativas como la de la PAH irían en ese sentido?
La PAH en el fondo es eso, es decir: “Bueno, ya no podemos confiar más en los gobiernos ni en los mercados, vamos a asumir nosotros como ciudadanía ciertas cosas”. Y se están impulsando, también desde el cooperativismo. La actividad económica también pasa por este tipo de iniciativas. Ahora estamos en un proceso de cambios muy importantes, son estas iniciativas las que deben generar una actividad económica que nos debe dar un nuevo modelo productivo y la manera de salir de la crisis.
Fuente: http://www.lamarea.com/2013/08/26/una-crisis-endemica/
Se lo ha calificado como el Inside Job español. El documental Por qué?! Una crisis endémica traza un diagnóstico de la crisis española a partir de las entrevistas a una treintena de catedráticos, pensadores, y protagonistas de la esfera económica del país. La idea de realizar la película, explica su director, el profesor de economía Marc Balaguer, surgió de la necesidad de tener un relato propio de la crisis española, caracterizada por el estallido de la burbuja inmobiliaria y cuyas consecuencias se han extendido al ámbito político y social.
La película, estrenada en la plataforma online Filmin, pretende ser un relato “no crispado” del origen y la evolución de la crisis. Señalar culpables, defiende Balaguer, dificulta el consenso, y así “difícilmente se generan propuestas”, asegura. Ya no hay margen para la inacción, apunta el profesor, “ni de aquí ni de la Unión Europea”. Y si gobiernos y mercados no toman medidas, mantiene Balaguer, estas deberán venir de la mano de la ciudadanía.
¿Por qué es una crisis endémica?
Estamos en 2013, han pasado siete años de esta crisis y no hay un diagnóstico común. La izquierda tiene muchos diagnósticos, con distintos culpables, la derecha también, pero nadie se ha puesto de acuerdo. Esto es como ir al médico, si no sabes por qué tienes una enfermedad difícilmente encontrarás la cura. Si no sabemos lo que nos ha pasado y por qué nos ha pasado difícilmente encontraremos una solución. De aquí viene el título.
Tampoco existía hasta ahora un trabajo audiovisual que buscase un diagnóstico a la crisis española….
Parece que en el mundo audiovisual se ve la crisis como una sucesión de elementos, como si fuéramos espectadores pasivos de una serie de acontecimientos. Un día es el paro, el otro son los datos de morosidad, los problemas de la arquitectura europea… Documentales como Inside Job te explican la evolución de la crisis en Estados Unidos, desde un punto de vista, con un enfoque, y en cambio aquí no teníamos nada de esto. Esto es lo que quisimos hacer: tener un diagnóstico común de lo que nos ha pasado.
Porque caso español tiene sus propias características dentro de la crisis global…
Sí, el relato que hace Inside Job, El Capital, u otras películas no nos encajaban. Nosotros lo que teníamos era una burbuja inmobiliaria de narices, y al petar ha ido afectando, primero, al sector inmobiliario, después al sector financiero, a los bancos, después al mundo económico, perjudicando mucho al sistema productivo y a la base económica del país; después a las personas y al paro; y a la pobreza y la desigualdad. Y finalmente a la esfera política, porque esfera económica y esfera política y social están relacionadas, y así lo muestra el documental.
Así que es una concatenación de distintas crisis…
Sí. En EEUU, por ejemplo, la crisis no ha afectado tanto a la clase política como aquí, que se ha producido una crisis de legitimidad. En cambio, en todos los países del sur de Europa sí. Portugal, Grecia, Italia, España, son países en los que la crisis ha traspasado del mundo económico para ir al ámbito social y político. Este es seguramente el mayor problema que tenemos en estos países y también en el conjunto de Europa. Lo que hicimos nosotros, seguramente sacrificando otras cosas que también son interesantes, es intentar explicar esta concatenación. No aportamos explicaciones nuevas, pero las ponemos en común y las relacionamos las unas con las otras.
¿Dónde sitúa el documental las responsabilidades de la burbuja inmobiliaria?
Es una responsabilidad muy compartida por casi todos los agentes económicos. Bancos, gobiernos, incluso las personas. Todos estos agentes económicos se beneficiaban de la burbuja, y cuando esta petó aun hizo más grande el perjuicio, porque todos salieron perjudicados.
¿No tuvieron algunos de estos agentes una mayor incidencia en que esto continuase así?
Hay una reflexión del filósofo Josep Ramoneda en la película que dice que todos tenían responsabilidad, pero que no es la misma la del empresario que la del trabajador, y tampoco la de la persona que da la hipoteca como la que la recibe, eso también debe quedar claro.
Mensajes como que la vivienda nunca bajaría de precio y que lo más inteligente era endeudarte se promovieron desde algunos sectores…
Quien tiene el poder tiene más facilidad de hacer girar la tortilla hacia sus intereses, en el caso de la burbuja es muy claro. José García Montalvo, catedrático de la UPF, dice que esta burbuja se alimentó por una serie de tópicos como que la vivienda nunca bajaría de precio, que no se rompería nunca porque los extranjeros que invertían lo hacían para venir a vivir aquí y no para especular… Después la realidad evidenció que esto no era así. Mucha de la inversión extranjera que venía, cuando comenzó a verse que esto petaría, se fue, lo que hizo que aun petase de forma más fuerte. En estos casos queda muy claro que los beneficiados son unos y los perjudicados son el conjunto de la ciudadanía.
¿Uno de los grandes errores fue dejar de lado la industria?
Seguramente fue el gran error. En el documental se dice que hubo algún momento en que casi dos tercios de los créditos que daban bancos y cajas eran al sector inmobiliario y a promociones inmobiliarias. Así que la industria recibía solo un tercio, y eso cuando en los momentos álgidos de la burbuja la construcción representaba menos del 15% de la economía española. Que se hiciese esto durante un ciclo largo hizo que mucha industria no se desarrollase, lo que provocó que en el futuro no tuviéramos industrias, que es lo que nos pasa ahora. La burbuja inmobiliaria antes de la crisis ya se cargó a la industria, y ahora la salida, que debería ser en manos de la industria, no se puede tener porque nos falta, y los trabajadores que trabajan en la industria ya no trabajan porque estaban en la construcción. Ahora tenemos que montar un modelo productivo nuevo, y eso es muy complicado.
¿La crisis ha afectado a todos por igual?
Hay una parte del documental en que hablamos de cómo la crisis llega a la sociedad, y explicamos, por ejemplo, que la dación en pago llega a los promotores pero no al conjunto de la ciudadanía. La película la empezamos a hacer hace un año y medio y este debate aun está de actualidad. También hay otros aspectos en que se ve esto: el más de 50% de paro juvenil que tenemos es en gran parte consecuencia de esta gran crisis de la construcción, y el 25% que tenemos de paro también. Son personas que estaban cobrando unos sueldos muy elevados en la construcción y ahora tienen grandes problemas de formación, de reciclaje para poder llegar a otras profesiones. Renunciaron a formarse, y su decisión era racional en aquél momento, porque lo que se cobraba en la construcción era mucho más de lo que se podía llegar a cobrar incluso con estudios.
Hay quien calificado el documental de “blando”…
Es un formato con un discurso no crispado. Lo que pasa mucho en este país es que la izquierda y la derecha no se ponen de acuerdo, y esto genera inacción. Y es seguramente lo que ha pasado también en esta crisis por parte de los gobiernos, ha habido una muy mala gestión. Creemos que esto es lo que no puede ser. Espectadores que han visto nuestro documental nos han dicho que no acusamos a nadie. ¡Es que es voluntariamente! Porque cuando tú estás acusando o cuando hay un debate crispado, difícilmente esto genera propuestas, y si no hay propuestas no habrá soluciones. Tratamos de señalar todo aquello que se ha hecho mal para que no vuelva a pasar, y buscar las herramientas para encontrar las soluciones, y encontrarlas ya.
¿Sin señalar a los culpables?
Está bien culpabilizar, pero ya es suficiente. Es una forma de flagelarnos, te quedas hecho polvo. Los culpables ya están claros, ya lo sabemos, ahora tenemos que intentar hacer algo. Nos dicen que es un poco blanda, pero es que no es el tema ir a cuchillo.
¿La película concluye sobre posibles soluciones?
El objetivo primordial era el de tener un relato propio de la crisis. A partir de aquí sí que se sacan algunas conclusiones de lo que se debería hacer. Una es que la inacción ya no es posible, ni de aquí ni de la Unión Europea. Ya que no tenemos dinero ni recursos, y eso lo apunta el profesor Martínez Abascal, pues como mínimo pactemos, pongámonos de acuerdo en las cosas básicas, porque sin acuerdo no saldremos de esta. Después, desde un punto de vista más conceptual, la película hace una reflexión sobre la ciudadanía. Si realmente los agentes empresariales, los gobiernos, no han hecho nada para dar solución a esta crisis, la ciudadanía debe recuperar su papel y debe hacerlo de alguna forma.
¿Iniciativas como la de la PAH irían en ese sentido?
La PAH en el fondo es eso, es decir: “Bueno, ya no podemos confiar más en los gobiernos ni en los mercados, vamos a asumir nosotros como ciudadanía ciertas cosas”. Y se están impulsando, también desde el cooperativismo. La actividad económica también pasa por este tipo de iniciativas. Ahora estamos en un proceso de cambios muy importantes, son estas iniciativas las que deben generar una actividad económica que nos debe dar un nuevo modelo productivo y la manera de salir de la crisis.
Fuente: http://www.lamarea.com/2013/08/26/una-crisis-endemica/
El gran traidor
Nokia le pagaba el sueldo y los bonus, pero Stephen Elop ha trabajado durante tres años para entregar el símbolo de Finlandia a Microsoft
El caballo de madera, introducido en Troya con soldados escondidos en su barriga para acabar con la ciudad desde dentro, fue una broma infantil comparada con lo que ha hecho Stephen Elop con el simbolo tecnológico de Finlandia. En solo tres años ha acabado con Nokia y se lo ha entregado como una baratija a Microsoft, su ex empresa.
El trabajo de Elop en Nokia (2010-2013) ha sido de lo más burdo y descarado en favor de Microsoft y en contra de la propia empresa que le pagaba, ante la pasividad del Consejo de Administración. El canadiense Stephen Elop, ex de Microsoft, cogió Nokia con el 34% de cuota de mercado de móviles y lo deja en el 3%; cogió la empresa con la acción a 12 dólares y la deja en 3; de los 125.000 trabajadores solo quedan 97.000. Cuando llegó Elop, Nokia tenía beneficios trimestrales de 820 millones de euros ahora pierde más de 100. El sistema operativo Symbiam era el primero del mundo y ahora prácticamente no existe. También ha tenido tiempo para cerrar todas las plantas de fabricación de teléfonos de Nokia en Finlandia. Todo, según repetía reiteradamente Elop, por un futuro brillante de Nokia. Pues no, será por un futuro brillante de Microsoft.
Si hace años Europa se quedó sin fabricantes de ordenadores, ahora también, gracias a Elop, sin fabricantes de móviles. Quizás la puntillosa comisaria europea Kroes debería repasar las ayudas que la Comisión Europea dio a Nokia para sus desarrollos tecnológicos, ya que han pasado a propiedad de una empresa norteamericana. También quizás despierte alguna comisión de ética profesional que sin duda hay en Finlandia, uno de los países menos corruptos del mundo, por lo menos hasta la llegada de Elop.
Elop ha sido el gran traidor de Nokia. Su fichaje causó críticas desde el primer momento por proceder de Microsoft, y a los pocos meses se justificaron al anunciar que Nokia prescindiría de su sistema operativo, el primero del mundo, Symbian; pero no adelantaba su muerte -que hubiera ocurrido más tarde- en beneficio del sistema que la empresa estaba desarrollando, Meego, sino en beneficio de uno de Microsoft que aun iba a tardar un año en salir. Con ese anuncio, aceleró la muerte de Symbian y por tanto de Nokia. Ningún consumidor se iba a comprar un móvil con un sistema que iba a desaparecer un año de después.
No hay caso igual en la industria del móvil: Del 34% al 3% en menos de tres años. Un descalabro tal no es casualidad. Es la consecuencia de un trabajo metódico y premeditado para hundir una marca y favorecer a un tercero: Microsoft. Porque Elop, no solo decidió que el sistema operativo de Nokia era una porquería. También decidió su sustituto, Microsoft, y además, lo más sospechoso de todo, en exclusiva. Samsung, Huawei, HTC, LG, ZTE fabrican móviles con diferentes sistemas. Nokia solo con Microsoft. Más aún, la fidelidad de Nokia hacia la marca de Redmond no era correspondida, pues Microsoft incluso estrenó su sistema operativo Windows Phone con otras marcas.
Sin duda, si Nokia hubiera lanzado móviles con Android, no habría perdido tanto mercado, y tampoco si no hubiera anunciado la muerte de Symbian; pero el acuerdo con Microsoft solo ha favorecido a una parte.
Si la estrategia del caballo de Troya del siglo XXI fue de Steve Ballmer se merece un retiro dorado. Ha conseguido comprar Nokia por un precio irrisorio, ha tenido a un ejecutivo de confianza en Nokia trabajando para él, pero el sueldo, los bonus, los coches y la casa se lo pagaba Nokia. Si Roma no pagaba a traidores, parece que Redmond sí. Microsoft le guarda a Elop el sillón sucesorio de Ballmer.
Fuente: Javier Martín. El País.
Ver más: El largo declive.
Elop el candidato a Microsoft
Microsoft afina la máquina con la compra de Nokia por 5.440 millones.
Finlandia ve la venta de su mayor empresa como el fin de un sueño.
El caballo de madera, introducido en Troya con soldados escondidos en su barriga para acabar con la ciudad desde dentro, fue una broma infantil comparada con lo que ha hecho Stephen Elop con el simbolo tecnológico de Finlandia. En solo tres años ha acabado con Nokia y se lo ha entregado como una baratija a Microsoft, su ex empresa.
El trabajo de Elop en Nokia (2010-2013) ha sido de lo más burdo y descarado en favor de Microsoft y en contra de la propia empresa que le pagaba, ante la pasividad del Consejo de Administración. El canadiense Stephen Elop, ex de Microsoft, cogió Nokia con el 34% de cuota de mercado de móviles y lo deja en el 3%; cogió la empresa con la acción a 12 dólares y la deja en 3; de los 125.000 trabajadores solo quedan 97.000. Cuando llegó Elop, Nokia tenía beneficios trimestrales de 820 millones de euros ahora pierde más de 100. El sistema operativo Symbiam era el primero del mundo y ahora prácticamente no existe. También ha tenido tiempo para cerrar todas las plantas de fabricación de teléfonos de Nokia en Finlandia. Todo, según repetía reiteradamente Elop, por un futuro brillante de Nokia. Pues no, será por un futuro brillante de Microsoft.
Si hace años Europa se quedó sin fabricantes de ordenadores, ahora también, gracias a Elop, sin fabricantes de móviles. Quizás la puntillosa comisaria europea Kroes debería repasar las ayudas que la Comisión Europea dio a Nokia para sus desarrollos tecnológicos, ya que han pasado a propiedad de una empresa norteamericana. También quizás despierte alguna comisión de ética profesional que sin duda hay en Finlandia, uno de los países menos corruptos del mundo, por lo menos hasta la llegada de Elop.
Elop ha sido el gran traidor de Nokia. Su fichaje causó críticas desde el primer momento por proceder de Microsoft, y a los pocos meses se justificaron al anunciar que Nokia prescindiría de su sistema operativo, el primero del mundo, Symbian; pero no adelantaba su muerte -que hubiera ocurrido más tarde- en beneficio del sistema que la empresa estaba desarrollando, Meego, sino en beneficio de uno de Microsoft que aun iba a tardar un año en salir. Con ese anuncio, aceleró la muerte de Symbian y por tanto de Nokia. Ningún consumidor se iba a comprar un móvil con un sistema que iba a desaparecer un año de después.
No hay caso igual en la industria del móvil: Del 34% al 3% en menos de tres años. Un descalabro tal no es casualidad. Es la consecuencia de un trabajo metódico y premeditado para hundir una marca y favorecer a un tercero: Microsoft. Porque Elop, no solo decidió que el sistema operativo de Nokia era una porquería. También decidió su sustituto, Microsoft, y además, lo más sospechoso de todo, en exclusiva. Samsung, Huawei, HTC, LG, ZTE fabrican móviles con diferentes sistemas. Nokia solo con Microsoft. Más aún, la fidelidad de Nokia hacia la marca de Redmond no era correspondida, pues Microsoft incluso estrenó su sistema operativo Windows Phone con otras marcas.
Sin duda, si Nokia hubiera lanzado móviles con Android, no habría perdido tanto mercado, y tampoco si no hubiera anunciado la muerte de Symbian; pero el acuerdo con Microsoft solo ha favorecido a una parte.
Si la estrategia del caballo de Troya del siglo XXI fue de Steve Ballmer se merece un retiro dorado. Ha conseguido comprar Nokia por un precio irrisorio, ha tenido a un ejecutivo de confianza en Nokia trabajando para él, pero el sueldo, los bonus, los coches y la casa se lo pagaba Nokia. Si Roma no pagaba a traidores, parece que Redmond sí. Microsoft le guarda a Elop el sillón sucesorio de Ballmer.
Fuente: Javier Martín. El País.
Ver más: El largo declive.
Elop el candidato a Microsoft
Microsoft afina la máquina con la compra de Nokia por 5.440 millones.
Finlandia ve la venta de su mayor empresa como el fin de un sueño.
miércoles, 4 de septiembre de 2013
Otra memoria de España es posible, porque es la verdadera, no propagandas y mentiras
Hugo Martínez Abarca
Cuarto Poder
Cada año, el 25 de agosto, París conmemora el aniversario de su liberación del fascismo. En los últimos años participa en los desfiles la bandera de la Segunda República Española, la bandera tricolor, en reconocimiento a La Nueve, la 9ª Compañía de la 2ª División Blindada de Francia, compuesta por republicanos españoles que, tras perder la Guerra Civil siguieron combatiendo por la democracia y, esta vez en Francia, protagonizaron la derrota del fascismo.
Apenas en un puñado de medios digitales hemos tenido noticia de esta conmemoración del heroísmo y la decencia protagonizado por compatriotas que tuvieron que huir de su país.
Uno de los triunfos más importantes de la derecha española y que garantiza una hegemonía cultural más sólida es habernos convencido de que el ADN de España es el vertebrado por Isabel La Católica, Torquemada, Felipe II, El Cid, Franco o Aznar. Los episodios reaccionarios de nuestra Historia constituirían, gracias a esta triunfante imagen de lo español, la normalidad; mientras que los brotes ilustrados, los episodios de democracia, de emancipación, los científicos y pensadores, los luchadores por la libertad, los episodios de convivencia entre diferentes… son anomalías dentro de una línea de continuidad en nuestra esencia reaccionaria, católica, anti-ilustrada y quema-herejes.
La memoria colectiva es lo que da identidad y consiguiendo que nuestra memoria sea la de una tradición reaccionaria se consigue que de alguna manera intuyamos que toda lucha por la emancipación es en nuestro país una lucha contra natura.
En América Latina comprendieron bien la importancia de asumir que los procesos liberadores no sólo no son una anomalía sino que forman parte de la esencia de sus pueblos. Por eso aparece la figura del libertador Bolívar como inspirador de nuevos procesos de liberación de sus pueblos. Hablan de socialismo del siglo XXI, sí, porque no son procesos tradicionalistas, pero se definen bolivarianos para situarse en el punto presente de la larga tradición de lucha por la libertad y la soberanía que definió la primera independencia de sus países.
Conseguir que el imaginario colectivo identifique una lucha como contraria a la esencia de un país es casi definitivo. Ya pueden estar regalando la economía a la troika y a Bruselas y la política exterior a Washington, que conseguirán que aparezca como antiespañol quien ose proponer un modelo de país en el que manden su pueblo y no sus curas y sus banqueros. Lo español es el vivan las caenas, lo emancipador es afrancesado y siempre antiespañol. Al fin y al cabo es en París donde se homenajea a la bandera tricolor.
Si queremos construir un nuevo país, y más nos vale quererlo, tenemos que modificar el imaginario colectivo y engarzar nuestras luchas con la memoria que adecenta nuestro país.
No sólo tenemos la II República española como fuente de ejemplos históricos, aunque también: desde la propia constitución que nos situaba en la vanguardia democrática, el voto de la mujer, el laicismo… a la resistencia antifascista con el ejemplo de solidaridad internacional más inmenso que ha conocido la humanidad, las Brigadas Internacionales, seguido por la lucha antifascista en la Segunda Guerra Mundial referida supra. También la propia resistencia contra la dictadura franquista es una de las herencias más dignas de las que sentirnos justos continuadores y cuyos protagonistas siguen siendo en muchísimos casos referentes de honestidad, valentía y generosidad. Son héroes que se jugaban la vida y la libertad por su país, mucho más patriotas que los felones que lo gobernaban con la palabra patria en la boca todo el día.
Las raíces de otra memoria española podrían tener muchas ramificaciones. Frente al España Una tenemos la I República Española que intentó un avanzado modelo federal de Pi i Margall (“¡España no habría perdido su imperio colonial de haber seguido sus consejos!“ reza la lápida de su tumba desmintiendo la imagen desintegradora del federalismo); también de la I República heredamos el ejemplo de Salmerón que antes que firmar una pena de muerte firmó su dimisión como presidente, ejemplo de que en nuestra historia cabe defender los derechos humanos desde el poder político e incluso dimitir. Frente a la España católica intransigente de Santiago Matamoros podemos incluso enarbolar el casi mítico Toledo de las tres culturas; frente a la España cateta tenemos una serie de pensadores musulmanes, judíos y cristianos que habitaron la península durante unos siglos.
Por supuesto a casi cada fenómeno se le pueden oponer pegas, contextos e incluso evidenciar que son sólo idealizaciones. Cómo no. La memoria es una construcción subjetiva. Como lo es la memoria de un individuo, que es la base de su identidad. De lo que se trata es de oponer una identidad distinta, emancipadora y libre, a la esencia de lo español que han conseguido que asumamos. La memoria (colectiva o individual) siempre tiene algo de mítico: lo tiene cuando la derecha reaccionaria celebra el 2 de mayo y a El Cid y lo tiene cuando la izquierda latinoamericana canoniza a Bolívar.
La identidad se nutre de diversos alimentos, pero la memoria es la base de una dieta triunfante. Por eso es tan importante para la derecha española que no tengamos una memoria democrática que rechace el genocidio franquista: es crucial que la memoria colectiva no identifique a criminales y a víctimas sino que borre de su memoria un episodio ya cicatrizado. Aznar no fue ningún imbécil cuando puso tanto empeño en promocionar una serie de intelectuales que reescribieran la Causa General franquista y confrontaran con la superioridad moral de la izquierda.
La tarea de recuperar episodios y personajes que permiten fraguar una memoria distinta es necesaria para construir un nuevo país que tenga raíces sólidas, para que como pueblo entendamos que la anomalía es entregar nuestro destino a un puñado de grandes fortunas y de élites ajenas al control popular, que lo normal, lo que llevamos en nuestro ADN, es luchar por la libertad, por la emancipación, por la soberanía popular, por los derechos humanos. Es una tarea que toca a nuestros intelectuales. Si la emprenden con éxito, el camino quedará muy allanado.
Hugo Martínez Abarca es miembro del Consejo Político Federal de Izquierda Unida y autor del blog Quien mucho abarca.
Fuente: http://www.cuartopoder.es/tribuna/otra-memoria-de-espana-es-posible/5000
Cuarto Poder
Cada año, el 25 de agosto, París conmemora el aniversario de su liberación del fascismo. En los últimos años participa en los desfiles la bandera de la Segunda República Española, la bandera tricolor, en reconocimiento a La Nueve, la 9ª Compañía de la 2ª División Blindada de Francia, compuesta por republicanos españoles que, tras perder la Guerra Civil siguieron combatiendo por la democracia y, esta vez en Francia, protagonizaron la derrota del fascismo.
Apenas en un puñado de medios digitales hemos tenido noticia de esta conmemoración del heroísmo y la decencia protagonizado por compatriotas que tuvieron que huir de su país.
Uno de los triunfos más importantes de la derecha española y que garantiza una hegemonía cultural más sólida es habernos convencido de que el ADN de España es el vertebrado por Isabel La Católica, Torquemada, Felipe II, El Cid, Franco o Aznar. Los episodios reaccionarios de nuestra Historia constituirían, gracias a esta triunfante imagen de lo español, la normalidad; mientras que los brotes ilustrados, los episodios de democracia, de emancipación, los científicos y pensadores, los luchadores por la libertad, los episodios de convivencia entre diferentes… son anomalías dentro de una línea de continuidad en nuestra esencia reaccionaria, católica, anti-ilustrada y quema-herejes.
La memoria colectiva es lo que da identidad y consiguiendo que nuestra memoria sea la de una tradición reaccionaria se consigue que de alguna manera intuyamos que toda lucha por la emancipación es en nuestro país una lucha contra natura.
En América Latina comprendieron bien la importancia de asumir que los procesos liberadores no sólo no son una anomalía sino que forman parte de la esencia de sus pueblos. Por eso aparece la figura del libertador Bolívar como inspirador de nuevos procesos de liberación de sus pueblos. Hablan de socialismo del siglo XXI, sí, porque no son procesos tradicionalistas, pero se definen bolivarianos para situarse en el punto presente de la larga tradición de lucha por la libertad y la soberanía que definió la primera independencia de sus países.
Conseguir que el imaginario colectivo identifique una lucha como contraria a la esencia de un país es casi definitivo. Ya pueden estar regalando la economía a la troika y a Bruselas y la política exterior a Washington, que conseguirán que aparezca como antiespañol quien ose proponer un modelo de país en el que manden su pueblo y no sus curas y sus banqueros. Lo español es el vivan las caenas, lo emancipador es afrancesado y siempre antiespañol. Al fin y al cabo es en París donde se homenajea a la bandera tricolor.
Si queremos construir un nuevo país, y más nos vale quererlo, tenemos que modificar el imaginario colectivo y engarzar nuestras luchas con la memoria que adecenta nuestro país.
No sólo tenemos la II República española como fuente de ejemplos históricos, aunque también: desde la propia constitución que nos situaba en la vanguardia democrática, el voto de la mujer, el laicismo… a la resistencia antifascista con el ejemplo de solidaridad internacional más inmenso que ha conocido la humanidad, las Brigadas Internacionales, seguido por la lucha antifascista en la Segunda Guerra Mundial referida supra. También la propia resistencia contra la dictadura franquista es una de las herencias más dignas de las que sentirnos justos continuadores y cuyos protagonistas siguen siendo en muchísimos casos referentes de honestidad, valentía y generosidad. Son héroes que se jugaban la vida y la libertad por su país, mucho más patriotas que los felones que lo gobernaban con la palabra patria en la boca todo el día.
Las raíces de otra memoria española podrían tener muchas ramificaciones. Frente al España Una tenemos la I República Española que intentó un avanzado modelo federal de Pi i Margall (“¡España no habría perdido su imperio colonial de haber seguido sus consejos!“ reza la lápida de su tumba desmintiendo la imagen desintegradora del federalismo); también de la I República heredamos el ejemplo de Salmerón que antes que firmar una pena de muerte firmó su dimisión como presidente, ejemplo de que en nuestra historia cabe defender los derechos humanos desde el poder político e incluso dimitir. Frente a la España católica intransigente de Santiago Matamoros podemos incluso enarbolar el casi mítico Toledo de las tres culturas; frente a la España cateta tenemos una serie de pensadores musulmanes, judíos y cristianos que habitaron la península durante unos siglos.
Por supuesto a casi cada fenómeno se le pueden oponer pegas, contextos e incluso evidenciar que son sólo idealizaciones. Cómo no. La memoria es una construcción subjetiva. Como lo es la memoria de un individuo, que es la base de su identidad. De lo que se trata es de oponer una identidad distinta, emancipadora y libre, a la esencia de lo español que han conseguido que asumamos. La memoria (colectiva o individual) siempre tiene algo de mítico: lo tiene cuando la derecha reaccionaria celebra el 2 de mayo y a El Cid y lo tiene cuando la izquierda latinoamericana canoniza a Bolívar.
La identidad se nutre de diversos alimentos, pero la memoria es la base de una dieta triunfante. Por eso es tan importante para la derecha española que no tengamos una memoria democrática que rechace el genocidio franquista: es crucial que la memoria colectiva no identifique a criminales y a víctimas sino que borre de su memoria un episodio ya cicatrizado. Aznar no fue ningún imbécil cuando puso tanto empeño en promocionar una serie de intelectuales que reescribieran la Causa General franquista y confrontaran con la superioridad moral de la izquierda.
La tarea de recuperar episodios y personajes que permiten fraguar una memoria distinta es necesaria para construir un nuevo país que tenga raíces sólidas, para que como pueblo entendamos que la anomalía es entregar nuestro destino a un puñado de grandes fortunas y de élites ajenas al control popular, que lo normal, lo que llevamos en nuestro ADN, es luchar por la libertad, por la emancipación, por la soberanía popular, por los derechos humanos. Es una tarea que toca a nuestros intelectuales. Si la emprenden con éxito, el camino quedará muy allanado.
Hugo Martínez Abarca es miembro del Consejo Político Federal de Izquierda Unida y autor del blog Quien mucho abarca.
Fuente: http://www.cuartopoder.es/tribuna/otra-memoria-de-espana-es-posible/5000
Ascensión Concheiro, ‘Chonchiña’, un siglo sobre la tierra, La gallega protagonizó una vida de novela durante la Guerra Civil y el exilio
El problema que se dilucida con la cuestión de la memoria histórica no es tanto el olvido, ese inexorable “olvido que seremos”, como la intencionada e impune substracción por parte de los ladrones de esperanza. Con Chonchiña la memoria estaba segura. Era un arca hecha con la mejor madera de la humanidad. Había cumplido cien años el pasado primero de mayo. Ascensión Concheiro, Chonchiña, recibió ese día el mejor homenaje y tal vez en el mejor lugar, en México DF, donde pasó “la época más feliz de mi vida”: gente amiga, curtida en exilios y diásporas, le cantó Las Mañanitas. Y en aquella jornada onírica, ¡un cumpleaños de cien años!, ella correspondió con una chispa de la historia, con una benéfica provocación: cantó La Internacional.
Ahora que la única internacional en activo es el FMI, el canto de Chonchiña sonó a la manera de lo que se escucha por vez primera, como un lieder romántico en que la “joven abandonada” de Schumann serían los parias de la tierra. Ella era siempre así. La sentías así. Cercana y diferente a un tiempo. Una belleza misteriosa y transparente, que ironizaba con el paso del tiempo. Una fuerza ajena al odio, y que nacía de la ternura. Pero de una ternura firme. Valerosa. Sin tonterías. En su casa, fuese en la mejicana calle de Aguascalientes, próxima al mercado de Medellín, o en el barrio de San Bartomeu, en Tui, no había un resquicio para la injusticia.
Chonchiña regresó a México DF a finales del año pasado. Volvía a la tierra de acogida, donde había vivido con su esposo, el médico Francisco Paco Comesaña, desde 1947 hasta la muerte de Franco en 1975. Allí trabajaron y lucharon. Conocieron a gente extraordinaria, como Diego Rivera o Frida Khalo. Fueron 34 años de exilio en México, además en Cuba, adonde llegaron en 1944 a bordo del Marqués de Comillas. Chonchiña hizo la travesía embarazada y daría luz a un niño, Francisco Javier, en el hospital habanero Hijas de Galicia, y que llegaría a ser un gran violinista. La historia se repetía. El doctor Comesaña también había nacido en Cuba. Condenado a pena de muerte por su defensa del régimen legal republicano, fue esa circunstancia, la nacionalidad cubana, la que le salvó in extremis de las manos del verdugo, presionado el franquismo por una fuerte campaña de solidaridad en toda América. Venían nuevos vientos. El Eje se tambaleaba. Ya en México, nacería una niña, Mariángeles. Poeta, activista cultural, fue en su casa donde Asunción Concheiro falleció la pasada madrugada del sábado.
Es una de esas noticias que al principio tratas con incredulidad. La muerte de Chonchiña era una hipótesis que podía enunciarse, pero que parecía de naturaleza irreal. No solo por haber cruzado esa barrera de los cien años cantando La Internacional como una canción de cuna. Sino por todo lo demás. Por la manera en que ella y Paco consiguieron resistir, mantenerse abrazados tantos años, frente a la maquinaria pesada del crimen. Cuando España, como dice con precisión el verso de César Vallejo, “cayó de la tierra para abajo”.
Asunción era la séptima de una familia de doce hijos, con raíces en Ordes (Galicia). De su sensibilidad y humor, habla este fragmento que aparece en Los recuerdos que llenan mi vida (México, abril de 2013) Cuando conoció a Paco, ambos tenían 18 años. Lo contaban como un amor a primera vista. Un fogonazo fotográfico en la cámara oscura de la Alameda de Santiago. Paco empezaba entonces los estudios de Medicina, que terminó en junio de 1936. Pertenecía entonces a las Juventudes Socialistas. Sus referencias vocacionales eran las de aquellos que abrían a la medicina social, como Nóvoa Santos, Marañón o aquel médico Rodríguez, el de las cigarreras de A Coruña, que equivalía el solo a “una seguridad social”.
Cuando estalló el golpe, Comesaña se sumó a las iniciativas para defender las instituciones democráticas. El 26 de julio, se reunió con Chonchiña para presentarle a su madre. Tenían 23 años. Ella fue testigo de cómo una partida de guardias y falangistas lo detenían y lo golpeaban con saña hasta cubrirlo de sangre. Y ahí empezó su vía crucis. Las torturas, las sacas y asesinato de los compañeros, la simulación de paseos, la farsa de los juicios sumarísimos... El doctor Comesaña fue condenado a muerte. La sentencia estuvo a punto de cumplirse en varias ocasiones. Lo salvó esa campaña en la que incluso tomó parte el conservador Diario de La Habana. Como preso, vivió un peregrinaje por diferentes presidios. Chonchiña seguía esa estela. Vio como los presos recorrían cientos de kilómetros en ferrocarril, en pleno invierno, con el único alimento de una lata de sardinas (y nada para abrirla).
En esa deriva por el amor y la muerte, hay un episodio especial. El día en que dos guardias civiles, convencidos por el doctor Comesaña, acceden a que pasen su “noche de bodas” en una pensión de Vigo, antes de que Paco ingrese en el presidio de San Simón, esa “fábrica de cadáveres”. En aquella noche, también onírica, Comesaña se presentó como comandante y a los guardias como sus escoltas. Paco y Chonchiña no quisieron revelar nunca la identidad de aquellos dos hombres que se jugaron la vida por permitirles una noche de amor.
Se ha muerto Chonchiña. Se ha muerto una luciérnaga. Solo queda arrodillarse en un prado, frente al mar, mirando a México, y decir: “Amén.”
Fuente: Manuel Rivas. El País
Ahora que la única internacional en activo es el FMI, el canto de Chonchiña sonó a la manera de lo que se escucha por vez primera, como un lieder romántico en que la “joven abandonada” de Schumann serían los parias de la tierra. Ella era siempre así. La sentías así. Cercana y diferente a un tiempo. Una belleza misteriosa y transparente, que ironizaba con el paso del tiempo. Una fuerza ajena al odio, y que nacía de la ternura. Pero de una ternura firme. Valerosa. Sin tonterías. En su casa, fuese en la mejicana calle de Aguascalientes, próxima al mercado de Medellín, o en el barrio de San Bartomeu, en Tui, no había un resquicio para la injusticia.
Chonchiña regresó a México DF a finales del año pasado. Volvía a la tierra de acogida, donde había vivido con su esposo, el médico Francisco Paco Comesaña, desde 1947 hasta la muerte de Franco en 1975. Allí trabajaron y lucharon. Conocieron a gente extraordinaria, como Diego Rivera o Frida Khalo. Fueron 34 años de exilio en México, además en Cuba, adonde llegaron en 1944 a bordo del Marqués de Comillas. Chonchiña hizo la travesía embarazada y daría luz a un niño, Francisco Javier, en el hospital habanero Hijas de Galicia, y que llegaría a ser un gran violinista. La historia se repetía. El doctor Comesaña también había nacido en Cuba. Condenado a pena de muerte por su defensa del régimen legal republicano, fue esa circunstancia, la nacionalidad cubana, la que le salvó in extremis de las manos del verdugo, presionado el franquismo por una fuerte campaña de solidaridad en toda América. Venían nuevos vientos. El Eje se tambaleaba. Ya en México, nacería una niña, Mariángeles. Poeta, activista cultural, fue en su casa donde Asunción Concheiro falleció la pasada madrugada del sábado.
Es una de esas noticias que al principio tratas con incredulidad. La muerte de Chonchiña era una hipótesis que podía enunciarse, pero que parecía de naturaleza irreal. No solo por haber cruzado esa barrera de los cien años cantando La Internacional como una canción de cuna. Sino por todo lo demás. Por la manera en que ella y Paco consiguieron resistir, mantenerse abrazados tantos años, frente a la maquinaria pesada del crimen. Cuando España, como dice con precisión el verso de César Vallejo, “cayó de la tierra para abajo”.
Asunción era la séptima de una familia de doce hijos, con raíces en Ordes (Galicia). De su sensibilidad y humor, habla este fragmento que aparece en Los recuerdos que llenan mi vida (México, abril de 2013) Cuando conoció a Paco, ambos tenían 18 años. Lo contaban como un amor a primera vista. Un fogonazo fotográfico en la cámara oscura de la Alameda de Santiago. Paco empezaba entonces los estudios de Medicina, que terminó en junio de 1936. Pertenecía entonces a las Juventudes Socialistas. Sus referencias vocacionales eran las de aquellos que abrían a la medicina social, como Nóvoa Santos, Marañón o aquel médico Rodríguez, el de las cigarreras de A Coruña, que equivalía el solo a “una seguridad social”.
Cuando estalló el golpe, Comesaña se sumó a las iniciativas para defender las instituciones democráticas. El 26 de julio, se reunió con Chonchiña para presentarle a su madre. Tenían 23 años. Ella fue testigo de cómo una partida de guardias y falangistas lo detenían y lo golpeaban con saña hasta cubrirlo de sangre. Y ahí empezó su vía crucis. Las torturas, las sacas y asesinato de los compañeros, la simulación de paseos, la farsa de los juicios sumarísimos... El doctor Comesaña fue condenado a muerte. La sentencia estuvo a punto de cumplirse en varias ocasiones. Lo salvó esa campaña en la que incluso tomó parte el conservador Diario de La Habana. Como preso, vivió un peregrinaje por diferentes presidios. Chonchiña seguía esa estela. Vio como los presos recorrían cientos de kilómetros en ferrocarril, en pleno invierno, con el único alimento de una lata de sardinas (y nada para abrirla).
En esa deriva por el amor y la muerte, hay un episodio especial. El día en que dos guardias civiles, convencidos por el doctor Comesaña, acceden a que pasen su “noche de bodas” en una pensión de Vigo, antes de que Paco ingrese en el presidio de San Simón, esa “fábrica de cadáveres”. En aquella noche, también onírica, Comesaña se presentó como comandante y a los guardias como sus escoltas. Paco y Chonchiña no quisieron revelar nunca la identidad de aquellos dos hombres que se jugaron la vida por permitirles una noche de amor.
Se ha muerto Chonchiña. Se ha muerto una luciérnaga. Solo queda arrodillarse en un prado, frente al mar, mirando a México, y decir: “Amén.”
Fuente: Manuel Rivas. El País
El documental "The act of killing" y el contexto político que propició la matanza de comunistas indonesios
“El revolucionario que no va hasta el final cava su propia tumba”, Georges-Jacques Danton
La matanza de comunistas en Indonesia es una página de horror y reacción en la historia contemporánea que se ha procurado y casi conseguido ocultar. En muchas ocasiones en que me he referido a esos acontecimientos me encontré o con el absoluto desconocimiento de mis interlocutores o con sus muestras de incredulidad. En 1965 yo vivía en París y seguí en “Le Monde” (cuando ese periódico todavía ofrecía un considerable grado de fiabilidad, hoy lamentablemente no es así) aquellos acontecimientos, aquel genocidio en el que por “Le Monde” me enteré de que fueron asesinados en cuatro semanas más de medio millón de comunistas, algunos quemados vivos en las calles. Hoy se sabe que la cifra fue finalmente mucho mayor. Parece ser que en el documental “The Act of Killing”, de Joshua Oppenheimer ("En Indonesia matamos a todos los comunistas") se descubre que acabaron con la vida de un millón de personas en menos de un año. No he visto el documental, pero por todo lo que he podido leer sobre él, mucho me temo que a pesar de la valiosa aportación que supone “destapar” ese genocidio, adolezca de la carencia de dos fundamentales aspectos de aquellos hechos: Por un lado el papel de la CIA en fabricar un supuesto intento de golpe de los comunistas, lo que fue reconocido por el gobierno estadounidense hace algunos años al hacer públicos documentos desclasificados de la CIA, hasta entonces materia de alto secreto; y por otro lado, el contexto político que favoreció dicha matanza y que explicaré brevemente:
El PKI (Partido Comunista de Indonesia) era un partido que en el cisma del comunismo entre la URSS y la RPCh, era considerado pro-chino, maoista, y consecuentemente respondía a los dictados de Pekin adoptando posiciones nacionalistas y apoyando las políticas anticolonialistas y opuestas a Occidente del gobierno del presidente general Sukarno, líder de la independencia de Indonesia y genuino representante de la burguesía local.
Con un creciente apoyo popular y casi 3 millones de afiliados en 1965, el PKI era el mayor partido comunista del mundo aparte de los de la URSS y la República Popular China. La creciente influencia del PKI incomodaba a los Estados Unidos. Asimismo, y aunque Sukarno mantuvo una cierta benevolencia con los comunistas indonesios, veía peligrar su régimen ante el rápido y fuerte ascenso de éstos. También veían peligrar sus privilegios sociales los líderes religiosos del Islam (ya entonces Indonesia era el país con más musulmanes del mundo), así como de los sectores del ejército más vinculados, o pertenecientes, a la burguesía nacional. En la noche del 30 de septiembre de 1965 tras una serie de actos violentos patrocinados por la CIA, el PKI fue acusado de instigar un intento de golpe de estado, y sirvió de pretexto para el golpe de estado del general Suharto. El PKI sufrió una durísima represión, en la que más de 500.000 de sus miembros y simpatizantes fueron asesinados y más de un millón fueron detenidos. Las listas de sospechosos de ser comunistas fueron proporcionadas por la CIA. En1966, el PKI y toda su órbita quedaron totalmente al margen de la ley.
Algunos de estos hechos fueron reflejados en la popular novela y película “El año que vivimos peligrosamente” , que estuvo prohibida en Indonesia hasta 1999. La novela fue escrita por el australiano Cristopher Koch y llevada al cine por Peter Weir en 1983.
Según Amnistía Internacional, en 1998 aún quedaban 13 ancianos en las cárceles indonesias acusados de pertenecer al PKI. Los antiguos miembros del PKI estaban todavía en 2004 apartados de determinados trabajos, incluso en la Administración Pública.
En 1965 la política de China era la de apoyar a los gobiernos nacionalistas, recuerdo que cuando se referían al Presidente indonesio le llamaban “el hermano Sukarno”. El PKI controlaba incluso alguna de las grandes islas de Indonesia, tenía sus propias universidades, un brazo militar que, en fotos de la época, pude ver como se permitía desfilar por Yakarta con sus flamantes uniformes rojos.
Tal era el poder del PKI que se podía hablar casi de una situación de “doble poder”, un equilibrio de fuerzas entre las clases populares dirigidas por los comunistas y la burguesía nacional compuesta en gran parte por los altos mandos del Ejército. Lógicamente las situaciones de doble poder no se pueden mantener mucho tiempo y el equilibrio entre las fuerzas es frágil y está llamado a romperse, bien sea con una revolución social (en Indonesia no podía ser otra que la toma del poder del PKI) o una contrarevolución que fue lo que allí ocurrió, cuando una parte del Ejército tomó la iniciativa y con la ayuda de EEUU rompió dicho equilibrio, exterminó a los comunistas e implantó la dictadura del corrupto general pro-yanqui Suharto que se mantuvo en el poder durante 34 años. Algunos partidos comunistas que actuando bajo la batuta de Moscú o de Pekín supeditaron el hacer la revolución a los intereses nacionales de Rusia o de China pagaron caro, muy caro, su falta de independencia y la renuncia a hacer la revolución. Al PKI le supuso su exterminio. Y al pueblo indonesio sufrir durante décadas una cruel dictadura y ser inducido a buscar refugio en el fundamentalismo islámico. Ya lo decía el revolucionario francés Georges-Jacques Danton “El revolucionario que no va hasta el final cava su propia tumba”, el propio Danton, por conciliador, acabó con su cuello en la guillotina al no ser consecuente con sus palabras.
Pepe Arrastia.
La matanza de comunistas en Indonesia es una página de horror y reacción en la historia contemporánea que se ha procurado y casi conseguido ocultar. En muchas ocasiones en que me he referido a esos acontecimientos me encontré o con el absoluto desconocimiento de mis interlocutores o con sus muestras de incredulidad. En 1965 yo vivía en París y seguí en “Le Monde” (cuando ese periódico todavía ofrecía un considerable grado de fiabilidad, hoy lamentablemente no es así) aquellos acontecimientos, aquel genocidio en el que por “Le Monde” me enteré de que fueron asesinados en cuatro semanas más de medio millón de comunistas, algunos quemados vivos en las calles. Hoy se sabe que la cifra fue finalmente mucho mayor. Parece ser que en el documental “The Act of Killing”, de Joshua Oppenheimer ("En Indonesia matamos a todos los comunistas") se descubre que acabaron con la vida de un millón de personas en menos de un año. No he visto el documental, pero por todo lo que he podido leer sobre él, mucho me temo que a pesar de la valiosa aportación que supone “destapar” ese genocidio, adolezca de la carencia de dos fundamentales aspectos de aquellos hechos: Por un lado el papel de la CIA en fabricar un supuesto intento de golpe de los comunistas, lo que fue reconocido por el gobierno estadounidense hace algunos años al hacer públicos documentos desclasificados de la CIA, hasta entonces materia de alto secreto; y por otro lado, el contexto político que favoreció dicha matanza y que explicaré brevemente:
El PKI (Partido Comunista de Indonesia) era un partido que en el cisma del comunismo entre la URSS y la RPCh, era considerado pro-chino, maoista, y consecuentemente respondía a los dictados de Pekin adoptando posiciones nacionalistas y apoyando las políticas anticolonialistas y opuestas a Occidente del gobierno del presidente general Sukarno, líder de la independencia de Indonesia y genuino representante de la burguesía local.
Con un creciente apoyo popular y casi 3 millones de afiliados en 1965, el PKI era el mayor partido comunista del mundo aparte de los de la URSS y la República Popular China. La creciente influencia del PKI incomodaba a los Estados Unidos. Asimismo, y aunque Sukarno mantuvo una cierta benevolencia con los comunistas indonesios, veía peligrar su régimen ante el rápido y fuerte ascenso de éstos. También veían peligrar sus privilegios sociales los líderes religiosos del Islam (ya entonces Indonesia era el país con más musulmanes del mundo), así como de los sectores del ejército más vinculados, o pertenecientes, a la burguesía nacional. En la noche del 30 de septiembre de 1965 tras una serie de actos violentos patrocinados por la CIA, el PKI fue acusado de instigar un intento de golpe de estado, y sirvió de pretexto para el golpe de estado del general Suharto. El PKI sufrió una durísima represión, en la que más de 500.000 de sus miembros y simpatizantes fueron asesinados y más de un millón fueron detenidos. Las listas de sospechosos de ser comunistas fueron proporcionadas por la CIA. En1966, el PKI y toda su órbita quedaron totalmente al margen de la ley.
Algunos de estos hechos fueron reflejados en la popular novela y película “El año que vivimos peligrosamente” , que estuvo prohibida en Indonesia hasta 1999. La novela fue escrita por el australiano Cristopher Koch y llevada al cine por Peter Weir en 1983.
Según Amnistía Internacional, en 1998 aún quedaban 13 ancianos en las cárceles indonesias acusados de pertenecer al PKI. Los antiguos miembros del PKI estaban todavía en 2004 apartados de determinados trabajos, incluso en la Administración Pública.
En 1965 la política de China era la de apoyar a los gobiernos nacionalistas, recuerdo que cuando se referían al Presidente indonesio le llamaban “el hermano Sukarno”. El PKI controlaba incluso alguna de las grandes islas de Indonesia, tenía sus propias universidades, un brazo militar que, en fotos de la época, pude ver como se permitía desfilar por Yakarta con sus flamantes uniformes rojos.
Tal era el poder del PKI que se podía hablar casi de una situación de “doble poder”, un equilibrio de fuerzas entre las clases populares dirigidas por los comunistas y la burguesía nacional compuesta en gran parte por los altos mandos del Ejército. Lógicamente las situaciones de doble poder no se pueden mantener mucho tiempo y el equilibrio entre las fuerzas es frágil y está llamado a romperse, bien sea con una revolución social (en Indonesia no podía ser otra que la toma del poder del PKI) o una contrarevolución que fue lo que allí ocurrió, cuando una parte del Ejército tomó la iniciativa y con la ayuda de EEUU rompió dicho equilibrio, exterminó a los comunistas e implantó la dictadura del corrupto general pro-yanqui Suharto que se mantuvo en el poder durante 34 años. Algunos partidos comunistas que actuando bajo la batuta de Moscú o de Pekín supeditaron el hacer la revolución a los intereses nacionales de Rusia o de China pagaron caro, muy caro, su falta de independencia y la renuncia a hacer la revolución. Al PKI le supuso su exterminio. Y al pueblo indonesio sufrir durante décadas una cruel dictadura y ser inducido a buscar refugio en el fundamentalismo islámico. Ya lo decía el revolucionario francés Georges-Jacques Danton “El revolucionario que no va hasta el final cava su propia tumba”, el propio Danton, por conciliador, acabó con su cuello en la guillotina al no ser consecuente con sus palabras.
Pepe Arrastia.
Está pasando, lo estamos sufriendo
Frente a nosotros una situación descorazonadora; y ¿qué hemos hecho para merecer esto?: pues que una parte de la población española, con derecho a voto, votó en contra de los intereses de la mayoría. Y como el Sistema lo permite, el partido que se llama popular, representante de la derecha más rancia y extrema, con mayoría absoluta parlamentaria y minoría absoluta social, está ejecutando su política, como si rodillo fuera, dejando a los habitantes de este país en la miseria más mísera.
Todos los datos estadísticos indican, que pese a las reformas que pretendían solucionar los problemas sociales y económicos de los españoles, están resultando un fracaso; salvo que lo que se pretendiese fuera, precisamente eso: ajustar la situación, a imagen y semejanza de la ideología neoliberal que representa el gobierno, eliminando derechos, servicios públicos y dejando el Estado hecho unos zorros.
Decía yo que «la crisis ha terminado», dando por bueno lo que se escucha a los voceros del gobierno, cuando vaticinan que todo va a mejor, salvo algunas cosas, y tienen razón: la crisis ha terminado. Ha llegado a su fin, aunque no se vean los brotes verdes, ni la luz al final del túnel, porque todo es «un tronco con ramas secas, por falta de riego; y un túnel sin fin, frío y oscuro». Aquí estamos. Es su modelo y lo sufrimos.
La crisis en EEUU de hace seis años, contagió al mundo entero una Gran Recesión. A quienes peor les ha ido, han sido a aquellos países cuya economía se basaba en burbujas, que explotaron, cuando les llegó la onda norteamericana. Desde entonces, con fórmulas económicas neoliberales, se han desmontando los modelos de «bienestar», pactados y construidos tras la Segunda Guerra Mundial. Y con el fin de la guerra fría, oscuridad y crujir de dientes para los desposeídos. La crisis fue provocada, por quienes pretendieron mayores beneficios a corto plazo —capitalismo financiero especulativo—, que desvincularon el capital de la economía real, con el compromiso de los gobiernos de no intervención y alejar a la ciudadanía del funcionamiento de la economía.
«Ya hay una generación de jóvenes, que se ha hecho adulta, con una falta crónica de perspectivas sociales, una política de desigualdad creciente, de contorsionismo ideológico y de corrupción política», son palabras de Joaquín Estefanía. La «carrera cuesta abajo» es evidente en casi todos los ámbitos: relaciones laborales, protección social, política fiscal, legislación medioambiental, regulación financiera y un largo etcétera. Todo para el poder, nada para el pueblo.
En España, el gobierno, en lugar de trabajar para solucionar los problemas de la mayoría, se dedica a legislar, por decreto y sin debate, para beneficiar exclusivamente a quienes representan: el poder económico y sus amistades peligrosas. La corrupción, en sobres, ya abiertos, campea por despachos e instituciones, dejando las arcas públicas exhaustas para servir a la ciudadanía. No existe una democracia real. Se parece más a una «plutocracia», en la que el partido, que se llama popular, es más una marioneta, que ostentan un poder absoluto, al servicio de sus valedores y el interés general, relegado a segundo plano, desplazado por el interés del capital financiero.
El paro, la economía, la corrupción, el fraude, los políticos en particular, la política y los partidos en general, son los principales problemas de España; mejor dicho, de los españoles. Se les llena la boca de patrioterismo y de ¡España!, olvidando la razón de ser del Estado: el bienestar de las personas que vivimos en este país, a quienes con sus cosas y su peor hacer, nos amargan la existencia. Los recortes en sanidad, los desahucios, los bancos, la educación, las pensiones, las dependencia y otros problemas de índole social, son otras tantas preocupaciones de la ciudadanía y que con todo, hacen que la vida, de por si dura, se presente como ingrata y desalentadora.
El modelo —España es un Estado social y democrático y de Derecho—, está perdiendo la dimensión social de su declaración, al dar prioridad a lo económico en detrimento de lo social. Un ejemplo es la reforma de la Constitución, aprobada a finales de 2011, en la que se introdujo el artículo 135, quedando obligados a dar prioridad al pago de la deuda, por encima de cualquier otro derecho fundamental; o con el rescate permanente a los bancos, por encima de gastos sociales, prestaciones y pensiones.
La democracia ha quedado viciada, por los propios partidos políticos, que se han alejado de la ciudadanía, de sus intereses y de la propia democracia. El Sistema debe abrirse a nuevas vías de participación; debe reformarse la ley de financiación de los partidos, para evitar, en lo posible, casos como el de los ERE, Gürtel o Barcenas, de presunta financiación ilegal. Es preciso reformar la ley electoral con listas desbloqueadas y la eliminación de la barrera electoral del 3%, que garanticen la proporcionalidad y equidad del voto y la igualdad de oportunidades para todas las opciones políticas y ciudadanas, acercando la voluntad popular, al reparto de escaños en los parlamentos.
El Estado está viéndose perjudicado en su propio ser, por las privatizaciones de entidades y servicios y por la venta sistemática de su patrimonio. Frente a la política que vacía de contenido el Estado, una Administración eficaz y eficiente, al servicio de la ciudadanía. Es inaplazable reformar la Constitución, que cierre el modelo autonómico y avance hacia el estado federal, laico y republicano, basado en la transparencia y mayor participación social, para la mejor convivencia y el mejor bienestar.
Las mayorías absolutas caen en el despotismo. Existe la impresión que desde la política se engaña sistemáticamente a los ciudadanos y se miente sin consecuencias; la justicia no se aplica por igual y la ley no es igual para todos; la política del gobierno está causando víctimas reales: parados, dependientes y enfermos; la innovación, el desarrollo y el avance tecnológico se desprecia y la cultura se grava con más impuestos; los niños vuelven a pasar hambre y los jóvenes no tienen futuro; el fraude fiscal es una constante desventaja; desaparece la enseñanza universal y gratuita, con imposiciones ideológicas y religiosas; las leyes ya no recogen el sentir del pueblo; la austeridad solo se reparte entre los que menos tenemos; y se criminaliza las protestas. ¿Más cosas? Las hay.
Está pasando, lo estamos sufriendo, y tenemos que combatirlo.
Víctor Arrogante. Diario Progresista
@caval100
Fuente: http://www.diarioprogresista.es/esta-pasando-lo-estamos-sufriendo-36520.htm
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