Escribir no es difícil, lo difícil es no escribir. L. Tolstói (1828-1910). Saber no es suficiente tenemos que aplicarlo. Querer no basta tenemos que hacerlo. Goethe (1749-1832). No conozco ningún otro signo de superioridad que la bondad. Beethoven (1770-1827). Ni lamentar ni detestar, sino comprender. Spinoza (1632-1677). La única soledad es la ignorancia. Shakespeare (1582-1616). Nada tan vil como ser altivo con el humilde. Séneca (4 a. C. - 65 d. C.).
Se aproxima el Día de Acción de Gracias y las familias se reunirán para comer juntas y quizás disfrutar de otra transmisión televisiva de El Mago de Oz. Esta película clásica de hace 70 años merece ser mirada con mayor atención este año, quizá más que en cualquier otro año, por el mensaje de sus canciones, escritas durante la gran depresión por el letrista ganador del Oscar E.Y. Harburg, conocido como Yip. El Espantapájaros y el Hombre de Hojalata son más complejos de lo que parece a simple vista, y el mensaje de Harburg tiene una nueva resonancia hoy, en medio de la mayor crisis financiera desde la depresión de los años 30.
Harburg se crió en el Lower East Side del bajo Manhattan, en Nueva York. En la secundaria le tocó sentarse, por orden alfabético, junto a Ira Gershwin y ambos comenzaron una amistad que se mantuvo durante toda su vida y que fue determinante para el desarrollo de la música y la cultura estadunidenses del siglo XX. Ernie Harburg, el hijo de Yip y coautor de la biografía ¿Quién puso el arcoiris en el Mago de Oz?, me dijo: “Yip conocía profundamente la pobreza y, citando a Bernard Shaw, decía que el escalofrío de la pobreza nunca deja de recorrerte los huesos. Y esa fue la base de su entendimiento de la vida como lucha”.
Harburg contrajo muchas deudas después de la crisis de Wall Street en 1929. Gershwin le sugirió que escribiera letras de canciones. Poco tiempo después Harburg escribió la canción que captó la esencia de la gran depresión, Hermano, ¿me das 10 centavos? Ernie dijo sobre la industria musical de ese entonces: “Sólo querían canciones de amor o de escape, entonces en 1929 tenías canciones como Volvieron los días felices y tenías todo ese tipo de canciones. No había una sola canción que tratara sobre la gran depresión, en la que todos estábamos viviendo”.
Hermano, ¿me das 10 centavos? se convirtió en un éxito a nivel nacional y continúa siendo una especie de himno de los malos tiempos, la avaricia empresarial y la dignidad de la clase trabajadora.
En la década del 30, Yip Harburg se convirtió en el letrista de El Mago de Oz. También agregó el arcoiris a la historia, que no aparece en el libro original de L. Frank Baum El maravilloso Mago de Oz, publicado en 1900. Esto permitió que Harburg escribiera la famosa canción Over the Rainbow (Sobre el Arcoiris), cantada por la entonces desconocida Judy Garland. Seguir aquí... (Amy Goodman, de Democracy Now)
La canción: "Brother, Can You Spare a Dime?" lyrics by Yip Harburg, music by Jay Gorney (1931).
They used to tell me I was building a dream, and so I followed the mob, When there was earth to plow, or guns to bear, I was always there right on the job. They used to tell me I was building a dream, with peace and glory ahead, Why should I be standing in line, just waiting for bread? Once I built a railroad, I made it run, made it race against time. Once I built a railroad; now it's done. Brother, can you spare a dime? Once I built a tower, up to the sun, brick, and rivet, and lime; Once I built a tower, now it's done. Brother, can you spare a dime? Once in khaki suits, gee we looked swell, Full of that Yankee Doodly Dum, Half a million boots went slogging through Hell, And I was the kid with the drum! Say, don't you remember, they called me Al; it was Al all the time. Why don't you remember, I'm your pal? Buddy, can you spare a dime? Once in khaki suits, gee we looked swell, Full of that Yankee Doodly Dum, Half a million boots went slogging through Hell, And I was the kid with the drum! Say, don't you remember, they called me Al; it was Al all the time. Say, don't you remember, I'm your pal? Buddy, can you spare a dime?
Ellos solían decirme que yo construía un sueño, y entonces seguí la muchedumbre, Cuando había tierra para arar, o arma para llevar, yo estaba siempre allí directamente en el trabajo. Ellos solían decirme que yo construía un sueño, con paz y gloria delante, ¿Por qué debería yo estar de pie en la cola, sólo esperando el pan? Una vez que construí un ferrocarril, lo hice correr, lo hicimos a la carrera contra reloj. Una vez que construí un ferrocarril; ahora esta hecho. ¿Hermano, puede usted darme una moneda de diez centavos? Una vez que construí una torre, hasta el sol, ladrillo, y remache, y cal; Una vez que construí la torre, ahora esta hecha. ¿Hermano, puede usted darme una moneda de diez centavos? Una vez en traje caqui, caramba parecíamos la marea, Lleno de aquel Yanqui Doodly Dum, Medio millón de botas fue afanándose por el Infierno, ¡Y yo era el niño con el tambor! Diga, no lo recuerda, ellos me llamaron Al-; era Al-todo el tiempo. ¿Por qué no lo recuerda, soy su amigo? ¿Compañero, puede darme una moneda de diez centavos? (bis)
"Over the rainbow", de "El mago de Oz" (1939) Una canción que el American Film Institute ha elegido como el mejor tema musical cinematográfico de todos los tiempos.
Interpretada por Judy Garland. Y aquí una versión más actual de Eric Clapton.
Hyman Minsky, el economista que vio venir el desplome aún veía otro problema en el horizonte: su repetición. El capitalismo, como la vida misma, era difícil, e incluso trágico. “No hay ninguna respuesta simple a los problemas de nuestro capitalismo”, escribió Minsky. Desde que el sistema financiero mundial empezara a deshilacharse hace dos años, los distinguidos economistas se ven en apuros a la hora de explicar cómo, por decirlo con exactitud, la peor crisis financiera desde la Gran Depresión ha cogido en paños menores a su profesión entera.
Algunos comentaristas, han comenzado a hablar de la llegada del “momento Minsky”, y un número cada vez mayor de personas con acceso a información privilegiada incluso empiezan a advertir de la llegada de un “colapso Minsky.”
“Minsky” es el diminutivo de Hyman Minsky, un macroeconomista desconocido hasta la fecha que murió hace ya más de una década. Muchos economistas nunca habían oído hablar de él cuando estalló la crisis, y sigue siendo en gran medida una figura oscurecida en el gremio. Pero últimamente ha comenzado a emerger como el más aventajado pensador sobre los sucesos en desarrollo. Un economista a contracorriente en la conformidad de la Norteamérica de la posguerra, un experto en los campos de las finanzas y las crisis, entonces tan poco de moda, Minsky fue uno de los economistas que vio lo que se avecinaba. Predijo, hace decenios, casi con toda exactitud, el tipo de desplome que ha sacudido a la economía mundial recientemente.
La única persona que predijo la crisis también creía que el sistema financiero contenía las semillas de su propia destrucción. “La inestabilidad”, escribió, “es una imperfección inherente al capitalismo de la que éste no puede escapar.”
Puede que la visión de Minsky fuera sombría, pero él no era ningún fatalista: creía que era posible diseñar políticas que pudiesen atemperar los daños colaterales causados por las crisis financieras.
Los economistas han estado a menudo sujetos a poderosas ortodoxias. Esa ortodoxia, era conocida como “síntesis neoclásica.” La vieja creencia en un mercado libre que se autoregulaba y se estabilizaba a sí mismo había absorbido selectivamente algunas de las teorías de John Maynard Keynes, el gran economista de la década de los treinta que escribió extensivamente sobre cómo el capitalismo puede fracasar a la hora de mantener el pleno empleo.
Gracias a Keynes, algunos ahora reconocían que el gobierno podía, bajo ciertas circunstancias, jugar un papel central en la economía –y en el empleo– para mantener la estabilidad del sistema.
Pero Minsky estaba cortado por otro patrón. Mientras que la mayoría de economistas se pasaron los años cincuenta y sesenta estudiando penosamente modelos matemáticos, Minsky hizo una investigación sobre la pobreza, algo que difícilmente puede considerarse el no va más para los economistas. Así que mientras sus colegas de universidad iban ganando premios Nobel y escalando posiciones en la Academia, Minsky palidecía. Fue sin rumbo de trabajo en trabajo, de Brown a Berkeley, y de ahí a la Universidad de Washington. Aún peor: muchos economistas ni siquiera conocían su obra. También empezó a formular una pregunta simple e inquietante: “¿"Eso" podría volver a ocurrir?”, donde “eso” era, lo innombrable: la Gran Depresión.
Aunque Keynes nunca lo afirmó explícitamente, Minsky sostuvo que toda la obra de Keynes conducía a la conclusión de que el capitalismo era por su misma naturaleza inestable y propenso a su desplome.
Podía ir dando bandazos por un acantilado. Este análisis llevaba la marca de su consejero Joseph Schumpeter, el reputado economista austríaco hoy famoso por documentar el incesante proceso de “destrucción creativa” del capitalismo. Pero Minsky se pasó más tiempo pensando en la destrucción que en la creación. Al hacerlo, formuló una intrigante teoría: no sólo el capitalismo era propenso al desplome, escribió, sino que precisamente eran sus períodos de estabilidad económica los que allanaban el camino a crisis monumentales. Minsky llamó a esta idea “la hipótesis de la inestabilidad financiera.”
En el despuntar de una depresión, observó, las instituciones financieras son extraordinariamente conservadoras, como lo son los negocios. Con los prestatarios y prestamistas alimentando la economía con sus acuerdos de alto riesgo, las cosas marchan con suavidad: los préstamos se pagan casi siempre a tiempo, los negocios tienen por lo general éxito y a todo el mundo le va bien. Este éxito, empero, inevitablemente anima a los prestatarios y a los prestamistas a arriesgarse más con la razonable esperanza de conseguir más dinero. Como observó Minsky, “el éxito alimenta el rechazo a la posibilidad de un fracaso.”
Cuando la gente olvida que el fracaso es una posibilidad, una “economía eufórica” se desarrolla finalmente, alimentada por el crecimiento de prestatarios que emprenden riesgos -lo que denominó prestatarios especuladores, cuyos ingresos cubrirían los intereses pero no las deudas principales; y aquellos a quienes denominó “prestatarios Ponzi”, que ni siquiera cubrirían los intereses y sólo podrían pagar sus facturas pidiendo nuevos préstamos. A medida que los miembros de estas últimas categorías creciesen, la economía general se desplazaría de un ambiente conservador pero rentable a un sistema mucho más irresponsable dominado por agentes cuya supervivencia no depende solamente de planes empresariales sólidos, sino del dinero prestado y de créditos a libre disposición.[Que es exactamente lo que ha ocurrido].
Una vez desarrollada una economía como ésta, cualquier pánico podría hacer que se fuera a pique al mercado. El fracaso de una sola empresa, por ejemplo, o la revelación de un fraude asombroso podrían disparar el miedo y un repentino y generalizado intento de la economía por liberarse de la deuda. Este hito -que más tarde recibiría el nombre de “momento Minsky”- crearía un ambiente profundamente inhóspito para todos los prestatarios. Los especuladores y prestatarios Ponzi serían los primeros en venirse abajo, a medida que pierden acceso al crédito que necesitan para sobrevivir. Incluso los agentes más estables pueden encontrarse en la situación de no ser capaces de afrontar sus deudas sin vender sus activos. Esta venta de activos forzada haría entrar el valor de los mismos en una espiral descendente e inevitablemente el agrietado edificio financiero empezaría a venirse abajo. Los negocios se tambalearían y la crisis se extendería a la economía “real” dependiente del sistema financiero ahora en desplome.
Desde los sesenta en adelante Minsky trabajó en esta hipótesis.
La mayor parte de lo que dijo fue a caer en oídos sordos. El fundamentalismo de libre mercado echó raíces: el gobierno era el problema, no la solución. La posibilidad de que “eso” ocurriese de nuevo parecía una broma.
Y a pesar de todo, en este período el sistema financiero -no la economía, sino las finanzas como industria- estaba creciendo a pasos agigantados. Minsky se pasó los últimos años de su vida, a principios de los noventa, advirtiendo de los peligros de la titulización y otras formas de innovación financiera, pero pocos economistas le escucharon. Tampoco prestaron atención a la creciente dependencia de los consumidores y empresas de la deuda, y el empleo creciente del apalancamiento en el sistema financiero.
Después de décadas, habíamos olvidado de verdad el significado de la palabra riesgo. Cuando empresas financieras de varios pisos de altura empezaron a derrumbarse, enviando señales a través de la economía “real”, sus predicciones comenzaron a parecerse mucho a un mapa de carreteras.
Ahora Minsky hace furor. Hace un año un influyente columnista del Financial Times le confió a sus lectores que la relectura de la “obra maestra” de Minsky de 1986 -Stabilizing and Unstable Economy (Estabilizando una economía inestable)- “me había ayudado a aclarar mis ideas respecto a la crisis.” Otros se unieron al coro sin tardanza. A principios de este año, dos pesos pesados de la economía –Paul Krugman y Brad DeLond– se quitaron el sombrero ante él en foros públicos. Es más, el ganador del premio Nobel Paul Krugman tituló una de sus conferencias en la London School of Economics “The Night They Re-read Minsky.” (La noche en que releyeron a Minsky).
¿Ahora qué? Para evitar que el momento Minsky se convirtiese en una calamidad nacional, parte de su solución (que era compartida por otros economistas) era que la Reserva Federal -que él gustaba en llamar “Big Bank”- se adentrase en la brecha y actuase como prestamista en última instancia para las empresas bajo asedio. Inyectando liquidez a las empresas en zozobra, la Reserva Federal podría romper el ciclo y estabilizar el sistema financiero.
La otra solución de Minsky, no obstante, era considerablemente más radical y políticamente un sapo difícil de tragar. La táctica favorita de sacar a la economía de la crisis estaba –y está– basada en la noción keynesiana de “bombear el inflador” (priming the pump) enviando dinero para emplear a grandes masas de mano de obra cualificada y sindicada en la construcción de una línea de ferrocarril, por ejemplo.
Minsky, sin embargo, defendió un acercamiento del tipo “burbuja”, que enviase primero dinero a los pobres y los obreros no cualificados. El gobierno –o como él prefería llamarlo, el “Gran gobierno”– debería convertirse en “última instancia en el empleador”, dijo, ofreciendo trabajo a cualquiera que quisiera ejercer uno a partir de un salario mínimo.
Disponibles para todos, sería incluso más ambicioso que el New Deal, reduciendo considerablemente las cuentas del estado de bienestar al garantizar un empleo para cualquiera que fuese capaz de trabajar. Un programa como éste no sólo ayudaría, según él creía, a los pobres y a los trabajadores no cualificados, sino que también pondría una red de seguridad debajo del salario de todos los demás, previniendo que los salarios de los trabajadores más cualificados cayese precipitadamente, y enviando los beneficios a lo largo de toda la escalera socioeconómica.
Parece que puede afirmarse con seguridad que incluso los responsables políticos más liberales (En el sentido americano, más progresistas) están muy lejos de pensar un papel para el gobierno americano tan expansivo. Un caro programa de pleno empleo estaría demasiado cerca del socialismo como para que fuese cómodo para los políticos...
Resumen del texto escrito por Stephen Mihm, profesor de historia en la Universidad de Georgia y autor de A Nation of Counterfeiters (Una nación de falsificadores), Harvard, 2007. Traducción para www.sinpermiso.info: Àngel Ferrero Fuente: seguir aquí.
Las imprudentes inversiones que ha realizado la Universidad de Harvard han provocado que "los mejores y más brillantes de nuestra sociedad” parezcan enormemente estúpidos. Casi tan estúpidos como una nación que permite que se sigan concentrando formidables cantidades de riqueza. La búsqueda salvaje de obtener estas riquezas, tal y como le recordó al mundo la crisis mundial del otoño pasado, puede destruir la economía y corromper a sociedades enteras. Frente a este despropósito, las grandes universidades, en teoría, debieran ser útiles para frenar estas prácticas. Ofrecernos un refugio frente a las pasiones del mercado. Un lugar donde sobrios estudiosos pudiesen reflexionar sobre los daños que genera la frenética especulación y sobre cómo podemos reparar todo este daño. Harvard, la mayor universidad estadounidense, no ha destacado en los últimos tiempos por ofrecernos esta clase de reflexiones. ¿La razón? Han estado demasiado ocupados intentando hacerse ricos. En el intento de amasar un mayor patrimonio, Harvard, la universidad más rica del mundo, se ha visto conducida a una debacle financiera que le ha costado el puesto de trabajo a cientos de empleados, la congelación de salarios de muchos otros, y ha dejado numerosos proyectos de desarrollo en el campus a medio hacer. "Los inversores de Harvard han practicado los mismos juegos que los grandes bancos", dice el historiador David Kaiser, un ex alumno de Harvard. "La diferencia es que Harvard no es un candidato idóneo para un rescate financiero". Kaiser y otros antiguos alumnos de Harvard de la promoción de 1969 llevan mucho tiempo siendo críticos con las prácticas de inversión de la Universidad. Hace seis años se enteraron de que los responsables de la Compañía de Administración de Harvard, la encargada de gestionar sus inversiones, estaban utilizando fondos de la Universidad para invertir en bonos al más puro estilo de Wall Street. En el año 2002, sólo seis de estos gestores de inversiones se embolsaron un total combinado de 107,5 millones de dólares... ¿Y qué hacían los directivos de Harvard mientras todo esto ocurría? Miraban hacia otro lado. En mayo de 2002, una empleada de la Compañía de Administración de Harvard escribió una carta confidencial al Presidente de la Universidad, Lawrence Summers, advirtiéndole de los riesgos excesivos que se estaban tomando. Nada cambió. Dos meses más tarde, fue despedida por realizar "acusaciones infundadas"... ¿La lección de todo esto? Tanto en el mundo académico como en la sociedad en general, como ya apuntó el erudito Sir Francis Bacon hace más de cuatro siglos, el dinero -como el estiércol- sólo es bueno cuando se esparce... (seguir leyendo el artículo de Sam Pizzigati de Too Much, publicación semanal digital)
El asesinato de los jesuitas y la herencia de 1979 en Nicaragua
Los 20 años de la caída del muro de Berlín han sido un buen pretexto para que la derecha repita hasta la saciedad lo de la “victoria” del capitalismo sobre el socialismo, debido a la superioridad del primero y a la intrínseca barbarie del segundo. Representativa de esta euforia resulta la siguiente opinión:
“Recordaremos el 9 de noviembre de 1989 como el año en que terminó la Guerra Fría, el capitalismo venció al comunismo por su mayor eficiencia económica, pero principalmente por su superioridad moral basada en la libertad de las personas” (Ramón Parellada, Siglo XXI, 12/11/2009).
Como contrapuntos a esta euforia, bien vale la pena recordar algunas cuestiones. En primer lugar, que “ganó” un sistema que mantiene en el hambre y la miseria a millones de personas y que destruye aceleradamente al planeta tierra. Es decir, vale la pena pensar que esta victoria del capitalismo (porque así ha sido pregonada desde muchos espacios) sobre el socialismo, ha sido la victoria del capital sobre el trabajo: una derrota para la vida de la humanidad y la de la naturaleza.
1 Para establecer algunos contrapuntos a esta “victoria”, conviene traer del recuerdo, entre muchos otros, dos memorias que resultan necesarias.
Esta cacareada “superioridad moral” del capitalismo es la misma que ha producido incontables crímenes y violaciones a derechos humanos para instalar o superar los obstáculos a la acumulación de capital así como a los intentos liberadores populares, por ejemplo, a través de dictaduras militar-empresariales como las existentes durante varias décadas en Latinoamérica. Un hecho que también se conmemora en estos días, ayuda a ver hasta donde llega esa “superioridad moral”. En noviembre de 1989, en el contexto de la ofensiva Hasta el tope que lanzó el FMLN, la desesperación del gobierno salvadoreño, apoyado por el gobierno estadounidense, le lleva al recurso de la realización de múltiples crímenes, en los que se incluyen el bombardeo indiscriminado a los barrios pobres de la ciudad de San Salvador. El 15 de ese mes, una unidad de élite del ejército salvadoreño entra en horas de la noche a la universidad Simeón Cañas y asesina fríamente a los jesuitas Ignacio Ellacuría, Ignacio Martín-Baró, Segundo Montes, Juan Ramón Moreno, Amando López y Joaquín López y López, así como a Elba Ramos y su hija Celina. Al respecto, de la Corte indica lo siguiente:
“El crimen de la UCA simboliza a la perfección el destino de las incontables víctimas que la historia viene cobrándose desde el principio de la humanidad, “relato de pasión” que, como ya afirmó Walter Benjamin, hace de la memoria un deber indeclinable, antes que una tarea caprichosa y trivial” (2001: 19).
Una oportunidad perdida Veinte años de la caída del Muro Para muchos alemanes del Este la caída despertó grandes esperanzas de que iban a vivir en un mundo mejor, pero el tiempo ha ido mostrando una realidad en la que han perdido sus ilusiones. Se empezó por destruir el muro, lo que despertó unanimidad y se continuó destruyendo toda la estructura económica, educativa, social y cultural de la antigua RDA, desde la expulsión masiva del profesorado universitario, hasta el cierre de las guarderías, los grandes complejos agro-ganaderos e industriales, primero fueron vendidos por nada y después cerrados, pues con una "garantía" de 5 años de continuidad en su funcionamiento como se firmó en la venta poco futuro se preveía, lo que en realidad no se tenía intención ninguna de hacer cumplir, sobre todo, cuando ya a los tres años se cerró la empresa dedicada a las privatizaciones acabada la tarea fundamental; privatizar, malvender rápidamente las propiedades estatales o colectivas. Las consecuencias son evidentes en el Este, a pesar de haber pasado 20 años, aún no están igualados en sueldos con el oeste, ni en indice de paro; sencillamente no hay donde trabajar. Por ello todas aquellas ilusiones y posibilidades de una mayor libertad a la vez que protección social, de un plumazo y por la fuerza se eliminaron en el proceso. De lo cual, dan cuenta incluso los diarios más prounificación de occidente como el siguiente artículo de "El País" pone de manifiesto. Durante las celebraciones del 20 aniversario "El guía Matthias Rau preparó una excursión única para explicar cómo fue el primero en cruzar el portón de hierro que separaba Friedrichshain (Este) de Kreuzberg (Oeste) cuando caía el muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989. Creció en Templin (Alemania Oriental), donde fue amigo de infancia de la canciller Angela Merkel. El domingo, Rau llevó a unas 30 personas por los escenarios de aquella fecha histórica, en la víspera de su 20º aniversario. Entonces, Rau era técnico de exposiciones en la Academia de las Artes de la República Democrática Alemana (RDA), en la Pariser Platz, junto a la Puerta de Brandeburgo. "Desde los pisos de arriba se veía el Muro delante, conocíamos el horario de la guardia y nos divertía conspirar planes de fuga que no se llevaban a cabo". Con el pelo rubio canoso en media melena, a sus 55 años, Rau gesticula profusamente y, cosas del oficio, habla alto y con un deje teatral. Siente todavía un "ligero escalofrío" cada vez que traspasa la ya imaginaria barrera entre el Este y el Oeste, abierta "ese día feliz">>... La canción Wind of change del grupo alemán Scorpions se hizo famosa hace 20 años. (Seguir leyendo aquí) (ver fotos aquí.)(Y aquí los 14 muros que no han caído.). Más aún. También aquí... Y aún más.
Lura "Flor di nha esperanca" Morna. Además de la maravilla de voz y tonalidad de la canción, fijaros en el toque rítmico y el sonido de la guitarra, son magníficos. No me canso de oirlos. Bueno el video tampoco está nada mal. ¡¡¡Qué bello es el arte!!!
7 de Noviembre: Aniversario de la Revolución de Octubre
La Rusia zarista se guiaba por el antiguo calendario juliano, distinto del gregoriano que hoy se usa en todas partes. Eso hizo que la fecha del triunfo de los soviets, el 25 de octubre según el calendario prerrevolucionario, coincidiese con el 7 de noviembre gregoriano. De ahí procede la aparente contradicción temporal de una Revolución de Octubre que se celebra en noviembre.
La recién nacida Unión Soviética adoptó el calendario gregoriano de inmediato, pero no por ello dejó de aludir a su revolución como culminada en el mes de octubre. Más tarde, la inolvidable película de Eisenstein fijó para siempre esa confusión.
Sobre el 7 de noviembre de 1917 y su importancia histórica se han escrito toneladas de páginas. La Revolución rusa fue la segunda de la historia, pero la primera que ganó el proletariado, pues la francesa –de carácter burgués– dejó intacta la propiedad privada capitalista de los medios de producción como sistema económico imperante. En cambio, la Revolución rusa fue la prueba tangible que necesitaban los parias de la tierra para estar seguros de que el sueño de Marx no era irreal. ¿Cómo no iba a representar el principio de una nueva esperanza? El capitalismo explotador esta vez no siguió en pie, sino que fue reemplazado por el comunismo, bellísimo concepto a pesar de toda la desinformación que ha sufrido durante más de un siglo, y ese comunismo significaba la igualdad en el disfrute de los bienes terrenales.
Que en última instancia aquel edificio se derrumbara siete décadas después no hace menos sublime su construcción. A lo sumo nos confirma que los sueños, una vez realizados, necesitan mimo y lucha diaria durante toda la vida para que no se extingan.
El comunismo, ese bellísimo concepto, sería la “igualdad de disfrute de los bienes terrenales”. Se trata de un concepto básico del materialismo histórico, que se desprende de la sociedad sin clases y de la propiedad pública de los medios de producción. El paraíso, si es que existe, está aquí abajo y no tiene por qué ser sólo para unos pocos, sino para todos. A eso se le llama compartir, lo cual es ajeno a la naturaleza del capitalismo. El mensaje evangélico del cristianismo es exactamente igual que el del comunismo, salvo que se adentra en el terreno del pensamiento mágico para fantasear un hipotético disfrute igualitario en el más allá... Seguir leyendo aquí. “Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de diversas maneras. Sin embargo, lo importante es cambiarlo.” Marx. (Tumba de Karl Marx en el Highgate Cemetery de Londres (Palabras de una entrevista con Manuel Talens, para leerla entera hacer clik en el titular)
Otra política y otros valores para salir de la crisis Después de dos años de una crisis que ha creado millones de desempleados y ha provocado que el número de personas hambrientas y desnutridas en el mundo alcance un nuevo record, están bien claras las causas de esta grave situación. Dejar en plena libertad a los capitales financieros y dejar que los mercados sean los únicos reguladores de las relaciones económicas sólo lleva, como estamos comprobando, a la inestabilidad permanente, a la escasez de recursos financieros para crear empleo y riqueza y a las crisis recurrentes. Se ha demostrado también que la falta de vigilancia e incluso la complicidad de las autoridades con los poderosos que controlan el dinero y las finanzas, esto es, la falta de una auténtica democracia, sólo produce desorden, y que concederles continuamente privilegios, lejos de favorecer a las economías, las lleva al desastre. Dejar que los bancos se dediquen con absoluta libertad a incrementar artificialmente la deuda con tal de ganar más dinero es lo que ha provocado esta última crisis. Pero también es una evidencia que las políticas neoliberales basadas en reducir los salarios y la presencia del Estado, el gasto social y los impuestos progresivos para favorecer a las rentas del capital, han provocado una desigualdad creciente. Y que la inmensa acumulación de beneficios de unos pocos, en lugar de producir el efecto "derrame" que pregonan los liberales, ha alimentado la especulación inmobiliaria y financiera que ha convertido a la economía mundial en un auténtico e irracional casino. Y es evidente que esos desencadenantes de la crisis no tienen que ver solamente con los mecanismos económicos, sino con la política controlada cada vez más por los mercados, por el poder al servicio de los privilegiados y por el predominio de la avaricia y el afán de lucro como el único impulso ético que quieren imponer al resto del mundo los grandes propietarios y los financieros multimillonarios. Por eso la crisis económica que vivimos es también una crisis política y cultural y ecosistémica. Las prácticas financieras neoliberales que la han provocado se justificaron con el predominio de unos valores culturales marcados por la soledad, el individualismo egoísta, la degradación mercantil de los conceptos de felicidad y de éxito, el consumo irresponsable, la pérdida del sentido humano de la compasión y el descrédito de las ilusiones y las responsabilidades colectivas. Seguir leyendo aquí. Y más aquí. Mientras,... Aznar aboga por derrotar "el socialismo intervencionista" para salir de la crisis.
El serbio Goran Paskaljevic se alzó ayer con la Espiga de Oro, el máximo galardón otorgado por la Seminci, con su película Honeymoons (Lunas de miel), un alegato contra las contradicciones de Europa a la hora de dar una oportunidad a muchos ciudadanos de este continente nacidos en países que todavía no forman parte de la UE. La historia de dos parejas que abandonan Albania y Serbia, respectivamente, en busca de una vida mejor en otras zonas europeas, se ve trufada de todos los problemas administrativos a que se enfrentan a diario quienes pretenden hacerlo. No es una historia de inmigración llegada de África, sino de la propia Europa, que se defiende de sí misma por medio de fronteras y burocracia. Además del galardón oficial, Honeymoons obtuvo el premio que otorga la Federación Internacional de Críticos de Cine. Se da la circunstancia de que Paskaljevic es la tercera vez que logra la máxima distinción de la Seminci, que ya logró en 1995 con La otra América y en 2006 con Optimistas. La película de Goran Paskaljevic (Belgrado, 1947) es la primera coproducción cinematográfica entre Serbia y Albania, dos países que han mantenido serias diferencias en los últimos años y que actualmente aspiran a convertirse en miembros de la Unión Europea. El director ha confesado que, pese a esas diferencias, el rodaje, realizado en ambos países, se llevó a cabo "sin problemas", hasta el punto de que, al finalizar el mismo, la despedida de ambos equipos "fue casi melodramática" y se hizo patente "el deseo de hacer otra película juntos". (F. Cantalapiedra. El País) Seguir ...
La presión sobre los niños más pequeños está en cuestión - No se trata de enseñarle de todo y todo a presión sin que tengan la motivación que lo facilita.
"Creo que he perdido la primavera", grita Sara, de cinco años. Está en clase, en el colegio público Teresa de Calcuta de San Sebastián de los Reyes (Madrid). Mientras revuelve en una caja, tiene frente a sí tres fotografías de un mismo paisaje: una tomada en verano, otra en otoño y otra en invierno. Efectivamente, falta la primavera, así que Sara no estaba haciendo ninguna metáfora, pero su inocente comentario enmarca perfectamente el núcleo de este artículo.
A saber: se han adelantado demasiado los objetivos y los contenidos escolares para niños muy pequeños, con lo que el segundo ciclo de la educación infantil se convierte en una especie de mini-primaria para unos niños que deberían estar aprendiendo, tal vez, cosas parecidas a las que les enseñan, pero desde luego de otra manera.
Básicamente esto es lo que dice una de las conclusiones de un reciente estudio dirigido por el profesor de la Universidad de Cambridge Robin Alexander, el mayor repaso hecho a la enseñanza primaria británica en 40 años.
Los expertos aseguran que cuatro y cinco años es muy temprano para empezar a recibir una educación formal, estructurada en materias, y reclaman una enseñanza que les ayude a construir sus destrezas sociales, su lenguaje y su confianza a través de juegos, o simplemente hablando con los niños.
Todo ello, en lugar de primar el aprendizaje de la lectoescritura y los números, como se ven obligados a hacer muchos docentes, presionados por la necesidad de elevar el nivel educativo, dice el informe.
(De El País, 29/10/2009) Seguir aquí leyendo. (en la foto una alumna de 3 años de E. Infantil y el dibujo con su nombre que ha hecho de su familia)
Uno de los encantos de este largo verano o suave otoño, del que disfrutamos, es acercarse los fines de semana a Portugal a hacer una visita o excursión, tomar fotos y comer en un acogedor restaurante uno de los platos típicos como puede ser, un bacalao dorado, un plato que nos gusta, sobre todo, a los extremeños.
Lejos de nuestra frontera no se suele conocer con este nombre de dorado. El bacalao que más se aproxima, por su elaboración y sabor, se llama normalmente á Braz, como en Lisboa o el Norte.
Sobre los mejores sitios para comer bacalao dorado existen muchas opiniones y ahora con esto de las TIC incluso una página web llamada bacalao.desdeinternet.es dedicada exclusivamente a este plato.
Página Web en la que dos ingenieros industriales pacenses, José Alberto y Víctor Espejo, ofrecen una guía para informar donde comer bacalao dorado en Badajoz y alrededores.
Ellos ponen la máxima nota a los bacalaos dorados de “El Real”, en el 15 de Sinforiano Madroñero, a la “Cocina Portuguesa”, en Muñoz Torrero, y al restaurante del hotel Varchotel, en el km. 4 de la carretera de Elvas a Lisboa.
Es evidente que cada uno tiene su particular bacalao dorado, para mi el de "El Cristo", en Elvas y el de "La Pousada Santa Luzia", de la misma ciudad lo preparan pero que muy bien, aunque el plato varia de un día a otro por su textura y sabor. Prefería el de La Pousada, pero la relación precio/calidad considero que beneficia a El Cristo. Una advertencia; pedir un plato por persona es anti dieta y anti todo, no se puede acabar. Hay que pedir media dosis (dose) y, aún así, es mucho; se impone compartir.
Otro buen lugar para degustarlo es El Restaurante Pompilio de San Vicente, a 20 minutos de Badajoz. Un lugar de primera para degustar los platos típicos de la comida alentejana. Os lo recomiendo, y con generosas raciones que puedes llevar para casa.
En Casa A María de Alandroal, con huevos de corral muy amarillos, patatas caseras muy bien fritas y muy recientes, y bacalao de primera deshilachado con mimo. El resultado es un bacalao dorado suave y cremoso que se come con gusto. Otra versión que recomiendo es el “bacalhau espiritual” que sirven en el restaurante Don Pipas de Mourão, entrando en Portugal por Villanueva del Fresno. Es una elaboración de consistencia parecida a las croquetas, con bacalao desmigajado, con patata y zanahoria y lleva un gratinado final al horno. Está muy bueno.
(Existe otra página con este nombre de dorado donde podemos encontrar recetas con bacalao y la historia sobre su pesca, métodos de conservación etc.)
Pero si hablamos de comidas, como los chipirones en su tinta y el bacalao a la vizcaína o la plancha del Restaurante Ascona (parecido a un bacalao al pil-pil, en trozos de lomos exquisitos), pocos lo superan. Es verdad que, de moda como se ha puesto, si es que alguna vez la perdió, sus precios se han visto reservados para bolsillos generosos. A su favor juega el hecho de que la calidad es indiscutible y lo aconsejo sin ninguna duda. La pierna de cordero al horno, tan jugosa como no lo he tomado en ninguna otra parte, las judías con perdiz, el arroz caldoso, la ensalada de perdiz, incluso el vino de la casa está muy aceptable, el trato,... todo.
Y para mi, de los platos de restaurantes cercanos en Portugal, el mero a la braza o las sardinas asadas -en su época, los meses sin "r"- del Cristo y su sopa de verduras, constituyen una comida exquisita y sana, acompañada por un blanco Joao Pires de uvas moscatel con un sabor muy afrutado, resulta excelente. Aunque muchas personas se acercan para degustar la zapateira preparada (buey de mar), los carabineros, cigalas, bogavantes, langosta, percebes, almejas, buzios, navajas, ostras, etc. El bacalao dorado en este caso puede ser una tapa, como resultado de compartir una media entre varios. A su favor tiene el hecho de la gran demanda que mantiene, lo que le facilita la venta y reposición del pescado y marisco y, por tanto, su frescor y calidad. Una relación precio /calidad muy alta, para mi, la mejor del otro lado de la frontera.
“Lo que yo he aprendido, más bien a los golpes, a los porrazos, es a distinguir los dolores evitables de los dolores inevitables. O sea que los dolores que nacen de la pasión humana: el amor que pasa, la vida que pesa, la muerte que pisa, son dolores que nada, joderse, contra eso nada, pero que hay muchos otros dolores evitables que el sistema de poder multiplica. Yo siempre digo que no solamente te cobran el impuesto al valor agregado sino también el impuesto al dolor agregado: por si fueran pocos los dolores inevitables de la condición humana, el sistema te agrega otros, y entonces surgen los dolores evitables. Cada minuto mueren de hambre o de enfermedad curable 10 niños: ése es un dolor evitable...
Los otros nos salvan…
“Y nos pierden”, comenta entre risas cuando le cito a Rulfo, en esa idea que al final siempre son los demás, los otros, los que nos salvan: “en la medida en que la existencia es social –eso lo dijo Marx y es una cosa de sentido común- no hay existencia solitaria, ni siquiera un náufrago en una isla perdida en el océano como puede haber sido Robinson Crusoe, tuvo una inexistencia solitaria, no sólo porque se acercó ahí ese tal Viernes, sino también porque uno está habitado por la memoria de la vida vivida”.
“Gracias a la vida” es la canción favorita de Eduardo, me lo confiesa. ¿A qué le das gracias tú, hoy?, le pregunto. Sonriendo, mirando al fondo de sí mismo, me responde: “a todo lo que dice la canción”.
(Leer todo)
Ella Fitzgerald canta una canción al otoño en Nueva York.
Paco Ibáñez llenó, en París, el teatro del Châtelet; hacía 40 años, en 1969, también en París, el cantante, entonces con 35 años, actuó en La Sorbona y meses después en el Olympia, en dos recitales convertidos después en símbolos puros de resistencia contra el franquismo. "¿Qué cual es la diferencia entre un concierto y otro? Pues mire: que entonces cantó menos canciones de amor. Éramos más jóvenes...". (Tomado del País) Seguir aquí. En Le Monde.
"Education is the most powerful weapon which you can use to change the world.” Nelson Mandela.
(La educación es el arma más poderosa que podemos usar para cambiar el mundo.)
-Y yo diría, también, más limpia.
Mapa que muestra el nivel de educación por países y que coincide con el nivel de vida en esos países.
(Ahora bien, no sabemos qué es primero; la educación o el desarrollo. Sospecho que los dos van de la mano, la excepción a esta relación la rompen países como Cuba, donde la educación es de primer nivel de calidad y generalizada y su desarrollo es inferior)
El expresionismo abstracto no hubiera sido el mismo sin el muralismo mexicano y a los caricaturistas estadouni-denses les habría faltado algo sin la influencia de sus vecinos del sur. El Harlem hispano, también conocido en Nueva York como El Barrio, tiene desde esta semana un renovado y flamante escaparate en el que mostrar cómo los artistas hispanos han contribuido a engrandecer el mundo artístico de una urbe que durante mucho tiempo ha tratado a los latinos como ciudadanos de segunda clase. 40 años después de inaugurado y con una población latina que supera los dos millones de habitantes, el Museo del Barrio reabre sus puertas tras un año y medio de obras. Lo hace en la misma sede de la Quinta Avenida que ha ocupado desde 1977, pero con una nueva fachada, nuevas galerías y, sobre todo, una misión muy clara: subrayar el peso del arte latino en la evolución artística de la ciudad. "El eje de esta nueva etapa se expresa particularmente bien a través de la exposición con la que reinauguramos el museo: Nexus New York: Artistas Latinos / Estadounidenses en la metrópolis moderna. Seguir leyendo aquí. Cuadro, Adversario del fascismo, de Diego Rivera. (Tomado del País.BARBARA CELIS - Nueva York - 19/10/2009)
“Una generación dispuesta a dar un giro, un golpe de timón; una revolución donde las armas son tu voz” -El grito de mi generación, canción de la Semana contra la Pobreza- Ya pasó la Semana contra la Pobreza, así que ya podemos cambiar la chapa de la solapa. ¿Qué toca esta semana? ¿Cambio climático? ¿Alguna enfermedad africana? Pásenme ya el manifiesto que lo firmo. Y avísenme de la mani, que si no llueve ni juega el Madrid me apunto. Sobre todo si al final hay concierto y coreamos una canción bonita. Perdonen la mala baba, los lunes son así. Tengo en alta estima a muchas de las personas y colectivos que se han movilizado contra la pobreza en el mundo, y sé que trabajan mucho más que los días señalados en el calendario de las buenas causas. Pero me temo que este tipo de campañas y canciones, por bienintencionadas que sean, no consiguen más que una adhesión fofa por parte de los ciudadanos. Empezando por el lema: “contra la pobreza”. Yo, por más que miro no veo pobreza por ningún lado. Pobres, un montón, pero nada de pobreza. Al contrario, por todas partes abundancia y lujo. Hay hambre, sí, pero las despensas del mundo están a rebosar. Hay gente en la calle, sí, y miles de pisos vacíos. Hay salarios de miseria, cierto, pero conviven con sueldazos y pensiones millonarias. ¿Dónde está la pobreza? O de otra manera: ¿por qué lo llaman pobreza cuando quieren decir desigualdad? Puede parecer un matiz semántico poco importante, pero define la forma de ver el problema. Supongo que si en vez de contra la pobreza convocan contra la desigualdad, va menos gente. Si suben un escalón más y llaman no contra la pobreza o la desigualdad, sino contra el sistema económico que la causa, menos todavía. Y si llegamos al final de la escalera y decimos “Contra el capitalismo”, huy, nos disuelve la policía. Y nos quedamos sin canción y sin artistas. (de Isaac Rosa) (ver aquí)
Asombroso dato Hablar de cifras de hambrientos en el mundo suele producir una cierta incredulidad y, finalmente, indiferencia: ¿1.000 millones, 1.020 millones de seres humanos con hambre crónica? Quizá nos debería bastar con saber el asombroso dato de que hoy hay más personas desnutridas que hace una década, que la cifra se ha estado incrementando de forma lenta pero constante desde 1997 y que la última crisis económica mundial ha llevado la cifra de hambrientos a niveles históricos. Un balance realmente inesperado para un siglo XXI recién comenzado bajo el símbolo de la globalización y la tecnología. ¿Cómo es posible? ¿No se habla todo el rato de ayuda alimentaria, no hay más ONG que nunca, no ponen los Gobiernos más dinero en programas de ayuda al desarrollo? Pues no... seguir aquí (SOLEDAD GALLEGO-DÍAZ 18/10/2009)
Heterodoxo y progresista, ejerció a lo largo de toda su vida una intensa actividad como profesor, escritor y conferenciante (EFE / EP - Madrid - 12/10/2009) El teólogo Enrique Miret Magdalena ha fallecido este lunes en Madrid a los 95 años tras una larga enfermedad, según han informado fuentes próximas a la familia. Químico de formación, orientó su actividad hacia la teología y la ética. Catedrático de Ética, ejerció a lo largo de toda su vida una intensa actividad como profesor, escritor y conferenciante experto en esos asuntos. Teólogo seglar, heterodoxo y autodidacta, se confesó católico agnóstico y se consideraba ante todo "un hombre de diálogo". Nacido el 12 de enero de 1914 en Zaragoza, Miret Magdalena cursó estudios de bachillerato en el Liceo Francés de Madrid y se doctoró en Ciencias Químicas en 1943 en la Universidad Central de Madrid, ciudad en la que vivió la Guerra Civil refugiado en la Embajada de Paraguay por encontrarse inscrito en la lista de candidatos a ingresar en la Compañía de Jesús. Se dedicó profesionalmente a la especialidad de aislamientos térmicos y acústicos, pero pronto comenzó su labor como escritor, profesor y conferenciante experto en Teología, Ética y Sociología de la Religión y de la Familia y Juventud. Su primer artículo -de los más de 2.000 que publicó- apareció en el periódico Informaciones y poco después comenzó a escribir en la revista Triunfo, en la que trabajó durante 20 años en la sección cultural-religiosa. Fue profesor en la Universidad Pontificia de Salamanca durante cinco años y en la Universidad de Comillas durante doce. Además, enseñó Psicología Moral en el Mary Ward College y fue director de la cátedra libre Pío XII en la Universidad Complutense de Madrid. Fundador y miembro del consejo de redacción de la revista de ciencias sociales Sistema, fundó y dirigió también la revista Espiritualidad seglar, creó la revista Menores y colaboró en varias publicaciones para la juventud. También publicó artículos en periódicos y revistas de información general. (Seguir leyendo aquí)
El grupo que asistimos al encuentro, en la visita guiada que hicimos a Ciudadella, aquí en la puerta de la catedral de la ciudad.
El encuentro, además de productivo, ha sido una maravilla; por las atenciones y buena organización de los compañeros del MRP de Menorca, que lo han hecho tan bien que será muy difícil superarlo. Habrá un antes y un después del XXV Encuentro en Ciudadella, en la Confederación de MRPs.
Si el lugar es extraordinario, la conferencia de bienvenida, como ya es tradicional, fue excelente. A cargo de Vicenç Arnaiz, psicólogo y Director del Instituto para la Primera Infancia de las Islas Baleares. Con las limitaciones de tiempo, me supo a muy poco. Espero que nos podamos hacer de la conferencia completa.
En la clausura otra conferencia interesantísima, "Recordando a Ferrer y Guardia" por Pere Alzina, que además de hablarnos del celebre pedagogo racionalista nos dió una lección de historia sobre las escuelas populares y laicas de Menorca.
El sábado fue un día pleno de sesiones de trabajo y el domingo hubo, además, de la visita a Ciudadella otra visita a una "naveta", construcción megalítica magníficamente conservada e impresionante por su tamaño y su elegante forma.
Mientras, la exquisita atención del personal, la buenísima comida, las magníficas instalaciones y los maravillosos alrededores del Hotel Princesa, ayudaron también a hacer la estancia aún más grata. Y, ya para finalizar, una compañera maestra y soprano, María Camps, acompañada por la guitarra y la voz de Carlos Mangado, nos hizo pasar una noche inolvidable. Las canciones, "Como tú", de León Felipe, "Nos ocupamos del mar" de Javier Krahe, "A galopar" de Rafael Alberti, "Roses Blanques" de Luis Llach, "Gracias a la vida" de Mercedes Sosa y algunas populares de Menorca, entre ellas, "Escolta el vent" hicieron que repitiera con varios bis.
Ver más aquí. Y si haces clik en la foto la verás a toda pantalla con más detalles.
"No se escribe para ser escritor, ni se lee para ser lector. Se escribe y se lee para comprender el mundo. Nadie, pues, debería salir a la vida sin haber adquirido esas habilidades básicas". J. J. Millás.
"Nada curo llorando y nada empeoraré si gozo de la alegría" (Arquílaco).
Tome color. El año pasado, los investigadores alemanes hallaron que sólo echando un vistazo a los tonos de verde pueden impulsar la creatividad y la motivación. No es difícil adivinar por qué: asociamos colores verdes con vegetación, alimentos - tonos que prometen alimento. Esto podría explicar en parte por qué las vistas de paisajes desde la ventana, en programas de investigación, puede acelerar la recuperación del paciente en los hospitales, ayuda al aprendizaje en las aulas y estimula la productividad en el lugar de trabajo.
Esta lluvia amiga... A la tierra la volvió jardín, dicen que el campo se cubrió de verde, el color más bello, el color de la esperanza. Y la isla de mi corazón en pocos días es tempestad que ya viró a bonanza. (De la canción Regreso, de Cesarea Evora).
Joan Manuel Serrat. Aquellas pequeñas cosas,...Uno se cree/que las mató /el tiempo y la ausencia. /Pero su tren/ vendió boleto/ de ida y vuelta./ Son aquellas pequeñas cosas,/que nos dejó un tiempo de rosas/en un rincón,/en un papel/ o en un cajón./Como un ladrón/te acechan detrás/de la puerta./Te tienen tan/a su merced/como hojas muertas/que el viento arrastra/ allá o aquí,/que te sonríen tristes y...
Violeta Parra.
Gracias a la vida (Thanks to the life)
Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio dos luceros que, cuando los abro, perfecto distingo lo negro del blanco, ...
Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me dio el corazón que agita su marco
Cuando miro al fruto del cerebro humano
Cuando miro al bueno tan lejos del malo
cuando miro al fondo de tus ojos claros.
...
Volver a los 17.
Volver a los diecisiete después de vivir un siglo ...
"Una vida humilde y tranquila trae más felicidad que la persecución del éxito y la constante inquietud que implica". Albert Einstein (1879-1955)
Libros
50 Cosas que hay que saber sobre Física, 2009. Joanne Baker
50 Cosas que hay que saber sobre Matemáticas, 2009. Tony Crilly
50 cosas que hay que saber sobre psicología, 2008 Adrian Furnham
A Física en Banda Desenhada. 2005. Larry Gonick e Art Huffman
Al servicio del Reich. La física en tiempos de Hitler. Philip Ball. 2014
Ángel González
Antología, Federico García Lorca
As Pequenas Memórias, José Saramago
Belén Gopegui, El lado frío de la almohada
Blas de Otero
Campos de Castilla, Antonio Machado
Canto General, Pablo Neruda
Cantos Iberos, Gabriel Celaya
Cien años de soledad, Gabriel García Márquez
De Arquímedes a Einstein. 2007. Manuel Lozano Leyva
Einstein et la relativité, Jean Eisenstaedt
El enigma cuántico. Encuentros entre la física y la conciencis. B. Rosenblum y F. Kuttner. Tusquets, 2010.
El factor humano, John Carlin
El libro de las matemáticas. 250 hitos de la historia de las matemáticas, 2011. Clifford A. Pickover. Ilus Books.
El olvido de la razón, Juan José Sebreli
El PCE y el PSOE en (la) transición, Juan A. Andrade Blanco, 2012. Siglo XXI.
El Prisma y el péndulo, Robert Crease
El Quijote, Miguel de Cervantes
El romancero gitano, Federico G.Lorca
Emma. 2001. Howard Zinn.
Eric J. Hobsbawm, Política para una izquierda racional
Eternidades, Juan Ramón Jiménez
Evaluación de la lengua escrita y dependencia de lo literal. 2009. Maite Ruíz Flores
Feynman, Richard P. El carácter de la ley Física
Geometría para turistas. 2009. Claudi Alsina
Giles Macdonogh. Después del Reich. Crimen y castigo en la posguerra alemana. 2011. Galaxia Gutenberg
Hacemos ciencia en la escuela. 2009. Grao
Imperialismo Humanitario. 2008. Jean Bricmont
Imposturas intelectuales, A. Sokal y J. Bricmont
José Hierro
Kosovo. La coartada humanitaria. Isaac Rosa y otros
L`Etat démantelé. 2010. L. Bonelli et W. Pelletier. La Découverte.
La Alemania nazi, Enzo Collotti
La CIA y la guerra fría cultural. Frances Stonor Saunders. Edt. Debate. 2001
La cocina de Menorca, Josep Borrás
La disciplina en la conciencia: Las Brigadas Internacionales, Mirta Núñez
La educación Lenta, 2009. Joan Domenech Francesch
La poesía española de 1935 a 1975. II de la poesía existencial a la poesía social 1944-50
La resistencia Alemana contra Hitler 1933-1945. 2005. Barbara Koehn
Las Ciencias en la escuela, M. Catalá, R. Cubero y otros
Las leyes del caos. Ilya Prigogine. Critica. Drakontos bolsillo, 2008
LEONARDO DA VINCI Walter Isaacson. 2018
Los caminos cuánticos. Feynman. J. Navarro Faus. Nivola, 2007
Los versos del capitán, Pablo Neruda
Marinero en Tierra, Rafael Alberti
Más allá de las imposturas intelectuales. Ciencia, filosofía y cultura. 2009. Alan Sokal
Momentos estelares de la ciencia, 2008. Isaac Asimov
Odas y Sonetos, John Keats (ed. bilingüe)
Odifreddi, Piergiorgio. 2007. Juegos Matemáticos Ocultos en la Literatura. Octaedro.
Pablo Neruda. Antología General, 2010. Real Academia Española
Paroles, Jacques Prévert
Poesía, Miguel Hernández
Poeta en Nueva York, Federico G. Lorca
Qué significa todo eso. Reflexiones de un científico ciudadano. Richard P. Feynman. Crítica. Drakontos, 2010
Science 101 Physics. 2007. Barry Parker.
Sed sabios, convertíos en profetas, G. Charpak y R. Omnès
Seis piezas fáciles, 2008. Richard P. Feynman
Soberanos e intervenidos, Joan E. Garcés. Siglo XXI Editores, 2000. (original del 96)
Sobre la guerra. La paz como imperativo moral, 2008. Howarrd Zinn
Walter Benjamin. 2010. Revista Anthropos
Weinberg Steven, 2010. El sueño de una teoría final. Drakontos