domingo, 7 de mayo de 2017

La debilidad del Estado Español ante la Iglesia católica


José Aguza Rincón

Un año más comienza la campaña de la declaración de hacienda en la que una gran parte de la ciudadanía deberá cumplir con la obligación de informar sobre sus bienes y patrimonios y digo una gran parte porque no toda cumple con tan importante deber. Amplios sectores relacionados con “el estado eclesial” se encuentran exentos de dicha obligación, aunque eso sí, para reclamar parte de lo que otros declaran y abonan, sí que lo hacen.

Como cada año, la Iglesia realiza sus campañas publicitarias pidiendo a los ciudadanos que marquen la casilla de la Iglesia para recibir de éstos a través del Estado un buen pellizco de sus impuestos. Sin embargo en los últimos años no tienen bastante con reclamar dicha casilla, sino que también solicitan marcar los dos apartados, el de la Iglesia y el de Fines Sociales… o sea recibir por todas partes. ¡Es inaudita la falta de moral y de ética de quienes predican la austeridad que se conviertan en individuos avariciosos y codiciosos, totalmente alejados de lo que su propia religión predica!.

Para empezar los católicos deberían escuchar las palabras de su propio pastor, el papa Francisco, cuando dice “El dinero corrompe, no hay escapatoria. Enferma el pensamiento y la fe y la hace andar por otros caminos. De ahí nacen las envidias y los conflictos que consideran la religión como una fuente de lucro”.

Por otra parte Mateo, el que fuera recaudador de impuestos, reconvertido en apóstol y evangelista (aunque existan fuentes que cuestionen esta última apreciación), ya lo decía en sus Evangelios VI.19 “No queráis amontonar tesoros para vosotros en la tierra…” y VI,24 “Ninguno puede servir a dos señores … No podéis servir a Dios y a las riquezas”.

La ignorancia es la madre de infinitos males y el pueblo español sigue siendo un pueblo ignorante y desconocedor de su historia, así como de los orígenes de algunos asuntos como el que nos incumbe. La sociedad actual vive una situación de parálisis intelectual permanente, aún a pesar de los modernos medios de comunicación con que cuenta.

En el siglo XVIII la Revolución Francesa terminaría con el poder de la monarquía y de la Iglesia, dando paso a una etapa de progreso, basándose en fundamentos como el pragmatismo, el empirismo y el racionalismo y de la que España poco ha aprendido.

El origen de estos “derechos” no corresponden a tiempos inmemoriales de la Iglesia, sino a épocas muy recientes y de acuerdos de la monarquía española con la curia, allá por el siglo XIX, concretamente a la década moderada (1844-1854) de la reina Isabel II, que a través de su ministro de Gobernación Pedro José Pidal, sería el responsable de firmar en 1851 el primer Concordato con la Santa Sede.

Con posterioridad a dicho acuerdo, los únicos Concordatos firmados correspondieron a gobiernos fascistas como el rubricado por Benito Mussolini, primer ministro del rey Víctor Manuel de Italia, en los Pactos de Letrán el 11 de febrero de 1929 con el cardenal Pietro Gasparri en nombre de Pío XI y más tarde el Reichskonkordat firmado el 20 de julio de 1933 por el de en aquel tiempo presidente alemán Paul von Hindenburg a través del vicecanciller Franz von Papen y el cardenal Eugenio Pacelli (más tarde llamado Papa Pío XII) en nombre del entonces Papa Pío XI.

Los artífices de regularizar las relaciones político-religiosas del Estado con la Iglesia, fueron inicialmente el propio Franz von Papen y el sacerdote católico político de derechas Ludwig Kaas, que previamente habían apoyado la Ley Habilitante que otorgaba plenos poderes al líder nazi Adolfo Hitler.

Y el último acuerdo recuperado en España en los años cincuenta y que sigue en vigor con las modificaciones de 1976 y 1979, vuelve a ser el Concordato entre el Estado Español y la Santa Sede, inicialmente firmado en época de la Dictadura de Franco en la Ciudad del Vaticano el 27 de agosto de 1953 por el entonces ministro de Asuntos Exteriores Alberto Martín Artajo y su sucesor el embajador de España en la Santa Sede Fernando María Castiella y Maíz con el Secretario de Estado representante de la Iglesia Domenico Tardini.

Franco en la indispensabilidad de reconocimiento de su régimen nacionalcatolicista, buscaba incesantemente apoyos de miembros de la iglesia para perpetuar sus fines y en esa necesidad se dirige al Papa Pío XI con un tono de humildad y sumisión que más bien parece una carta humillante y rastrera, recordándole el centenario del primer Concordato español con la Santa Sede y solicitándole “lo antes posible la celebración de un Concordato según la tradición católica de la nación española… Y asegurarán una pacífica y fecunda colaboración entre la Iglesia y el Estado en España … Seguro de su comprensión y benevolencia postrado ante su Santidad, besa humildemente su sandalia el más sumiso de vuestros hijos”.

Así surgió de nuevo en España este indignante acuerdo, que a pesar de haber sido ratificado por la Constitución de 1978, habría que cuestionarse seriamente dicha constitucionalidad, dado que amparado por dicha norma, nadie ha presentado recurso contra el fondo del mismo ante el Tribunal Constitucional u organismos superiores como el de la Haya.

El Concordato español de 1953 reconocía que el Estado español se comprometía a sufragar los gastos de la actividades de la Iglesia y otorgarle privilegios legales, políticos, económicos y fiscales, a cambio de la potestad de Franco (además de pasear en todos los actos religiosos bajo palio) para nombrar obispos y el apoyo de ésta a su autárquico régimen para facilitar su reconocimiento internacional.

Entre los privilegios recibidos por la Iglesia estaban las exenciones fiscales, subvenciones para el mantenimiento de su patrimonio, restauración y construcción de nuevos edificios, el derecho a fundar estaciones de radio y publicaciones de libros, prensa y revistas, censura de material cultural (libros, prensa, radio, cine, música, etc.), matrimonios canónigos obligatorios para todos los católicos, monopolio en la enseñanza de la religión en las instituciones educativas tanto públicas como privadas o la exención del servicio militar para el clero, lo que dejaba muy clara la confesionalidad católica del Estado.

Tras la muerte del Dictador, este acuerdo fue sustancialmente modificado por otro firmado en Ciudad del Vaticano el 28 de julio de 1976 por el entonces Ministro de Asuntos Exteriores, el propagandista católico Marcelino Oreja Aguirre y el Perfecto del Consejo para Asuntos de la Iglesia, el cardenal Giovanni Villot.

Con posterioridad se volvería a rectificar, firmando cuatro acuerdos entre España y la Santa Sede el 3 de enero de 1979, con total secretismo y alevosía cinco días después de la entrada en vigor de la Constitución del día 28 de diciembre de 1978 y publicándose en el BOE número 300 de 15 de diciembre de 1979 (páginas 28781-28784).

El acuerdo, como decía, negociado en secreto y paralelamente a la discusión de los textos de la Constitución y de la redacción del polémico artículo 16 que garantizaba la libertad religiosa y de culto, sería ratificado por el rey Juan Carlos, tras la firma de nuevo de Marcelino Oreja y del cardenal Villot.

Dichos acuerdos eran referentes a asuntos jurídicos, culturales y de enseñanza, asuntos económicos y de asistencia religiosa, además de multitud de disposiciones de difícil digestión democrática, como podrían ser las relacionadas con la conservación de patrimonio e inmatriculaciones, financiación de fondos públicos, actividades doctrinales y comerciales o régimen de exención de impuestos, lo que podríamos considerar como un paraíso fiscal legalizado.

El Estado con dicho acuerdo se sigue comprometiendo a colaborar con la Iglesia en la consecución de su adecuado sostenimiento económico a través de los presupuestos generales, asignándole un porcentaje del rendimiento de la imposición de renta que actualizará anualmente y que estará exenta de recortes independientemente de la situación de las arcas públicas, lo que no se respeta igualmente en el caso de servicios públicos como la enseñanza, la sanidad, las pensiones o la asistencia social.

Es más que criticable esta situación por parte de los distintos gobiernos democráticos y de grupos políticos, de los que no se salvan algunos que se dicen de izquierdas, que siguen participando como representantes públicos en actos religiosos o favoreciendo tanto privilegios eclesiásticos tanto económicos, así como de utilización y apropiación de espacios públicos, edificios, casas, plazas o locales, rayando el abuso y la legalidad.

No son pocos los grupos especialmente críticos, tanto de índole laicos, como cristianos que han reclamado a distintos gobiernos del PSOE o al actual Gobierno de Rajoy esta situación. Desde el teólogo Juan José Tamayo a colectivos como la Asociación de Teólogos Juan XXIII o Cristianos de Base han mostrado su rechazo a estos privilegios de la Iglesia católica en España.

En muchos casos se denuncia la supuesta aconfesionalidad del Estado, lo que supone el respeto al principio de separación entre éste y las diferentes confesiones, donde la escuela pública no debe impartir en su espacio ningún tipo de enseñanza confesional.

Opino que es tiempo de que la ciudadanía despierte de su aletargamiento místico y de esa apatía generalizada para que comience a reclamar lo que social y legalmente le corresponde.

José Aguza Rincón. Colectivo Prometeo. FCSM.

sábado, 6 de mayo de 2017

La desigualdad medida con otra “vara”: el índice de Palma.

El Estado como tal (Blog)



La última estimación oficial de la desigualdad en Cuba, hace veinte años, se hizo con el índice de Gini. Ahora existe un indicador nuevo: el índice de Palma. Para el diseño de políticas,  hay expertos que opinan que el índice de Palma es superior al índice de Gini.

Hasta donde conozco, nunca ha sido calculado para el caso de Cuba. No sería muy difícil hacerlo pues se utiliza la misma base de datos que se emplea para calcular el índice de Gini. Sería como decir “te llevas dos por el precio de uno”. Su cálculo no es complicado, pero muy probablemente se enfrentaría a las mismas dificultades que ha encontrado la divulgación del índice de Gini en el país, respecto al cual no hemos noticia en las últimas dos décadas.

Considero que la utilización del índice de Palma tendría dos grandes ventajas a la hora de diseñar las políticas que pudieran encaminar a Cuba en una trayectoria de crecimiento inclusivo, es decir un alto crecimiento económico cuyos beneficios son distribuidos de manera equitativa.

En primer lugar, esta nueva “vara” para medir la desigualdad permitiría a los funcionarios cubanos hacerse una representación precisa no solamente de la desigualdad de la sociedad en su conjunto (algo que refleja el índice de Gini) sino, sobre todo, informar lo que ocurre con la desigualdad al interior de la sociedad.

En segundo lugar, el índice de Palma les facilitaría a los funcionarios disponer de evidencia concreta que permitiera pensar en acciones efectivas para movilizar, como inversión, un ingreso nacional que pudiera estar muy desigualmente distribuido y que, por tanto, requiere de medidas segmentadas y no generales.

El coeficiente de Palma se calcula a partir de la división de la parte del ingreso nacional bruto que va hacia el 10% de la población más rica del país entre la parte del ingreso nacional correspondiente al 40% de la población más pobre.

La metodología utilizada por Palma divide la población total en diez “deciles” (resultado de dividir una serie de datos en diez partes iguales). El “medio” se define por los “deciles” del 5 al 9 (D5 a D9), mientras que “los extremos” están formados por dos grupos: el “decil” más rico (D10) y el 40% más pobre de la población, que abarca los “deciles” del 1 al 4 (D1 a D4).

El propio Palma ha explicado con claridad en que consiste el índice que ha desarrollado:

“Encontré que cuando se compara la desigualdad entre países, nunca se debe a lo que sucede en el medio de la población, es decir, en lo que se lleva la mitad que se ubica en el medio y el medio alto, deciles 5 a 9 del ingreso“.

“Esa mitad se lleva algo muy cercano a la mitad del ingreso de una sociedad en casi todos los países, sean ricos o pobres, grandes o chicos, democracias o dictaduras, tengan o no recursos naturales, un buen nivel de educación o de gobernabilidad“, agrega.

“Es un fenómeno asombroso. Toda la gran diversidad distributiva en el mundo se debe a lo que pasa en la otra mitad de la torta. En específico, lo que se lleva el 10% más rico“.

Los resultados del estudio de Palma se ilustran el siguiente gráfico:

Gráfico tomado de: Palma, José Gabriel. “Homogeneous middles vs. heterogeneous tails, and the end of the ‘Inverted-U’: the share of the rich is what it’s all about”. Cambridge Working Papers in Economics (CWPE) 1111, January 2011. Pag 22. Disponible en http://www.econ.cam.ac.uk/dae/repec/cam/pdf/cwpe1111.pdf

Los países se han organizado a lo largo del eje horizontal según el orden creciente del por ciento del ingreso nacional que va al subconjunto más pobre de la población (D1 a D4). Esto significa que los países con mayor desigualdad se ubican a la izquierda del eje horizontal (p.ej. Africa del Sur) y los que tienen menos desigualdad se ubican hacia la derecha (p.ej. Japón).

No agrego nada más a las consideraciones técnicas sobre el índice de Palma.  texto original publicado por Palma en 2011, los interesados en leer más sobre el tema pudieran revisar una versión revisada publicada en 2016, y otros textos  aquíaquí y aquí.

Me concentraré en la dimensión política de la utilización del índice de Palma. Para empezar, ese autor ha expresado que la medición de la relación entre el porcentaje del ingreso que se lleva el 10% más rico y lo que se lleva el 40% “nos habla de un fenómeno político fascinante. Mientras en todo el mundo la clase media tiene la misma capacidad para apropiarse de una mitad de la torta, el poder relativo de los ricos y pobres varía enormemente cuando llega al momento de distribuir la otra mitad“.

Palma cita el caso de su país: “En Chile, por ejemplo, el 10% más rico ha resistido con mucho éxito los intentos distributivos de los cinco gobiernos de centro-izquierda desde el retorno a la democracia…Por eso, la desigualdad apenas se ha reducido en un mínimo vergonzoso. La así llamada nueva izquierda de América Latina ha tenido mucho más éxito en bajar los niveles de pobreza que en mejorar la distribución del ingreso“.

Existe un interesante artículo publicado por BBC en el que Palma explica las diferencias que se observan en América Latina en los resultados de los dos índices (Gni y Palma).

Dice Palma que la medición de la desigualdad tiene claras consecuencias a nivel de políticas públicas, mencionando el caso de los primeros años del siglo XXI en América Latina, cuando el boom de las materias primas permitió avances en la lucha contra la pobreza, pero no en la lucha contra la desigualdad. “En realidad lo que se hizo mediante políticas públicas como el salario mínimo, la formalización del trabajo o la bolsa familia en Brasil, fue sacar a muchos que vivían debajo de la línea de la pobreza y colocarlos en un nivel de pobreza…Pero como ahora se hace evidente, cuando los pobres ganan más les es más difícil sostener sus logros en el tiempo. Para los ricos es diferente pues siempre pueden recuperar el terreno perdido… Esta asimetría ayuda a entender porque ha sido tan difícil mejorar la desigualdad en América Latina en forma sostenida”.

Citando el caso de Brasil, Palma considera que, en países de ingreso medio, especialmente medio alto, no es tan complicado sacar a la población de la pobreza. “Todo el plan Bolsa de familia en Brasil que sacó de la pobreza a muchas de las 13 millones de familias que beneficiaba costó 0,5% del PIB por año“.

“Cambiar la desigualdad es otra cosa. Ello necesariamente pasa por cambiar la estructura tributaria, como en la OCDE, por reducir la evasión y elusión de impuestos, aumento del salario y formalización del trabajo, transferencia a los pobres. Es muy fácil saber lo que hay que hacer, otra cosa es tener la voluntad para hacerlo“.

Anoto, de paso, que Palma ha sido muy crítico con las políticas económicas y sociales tanto de la izquierda tradicional como de la llamada “nueva izquierda” latinoamericana, de las que ha expresado que “representa cada día menos a los agobiados”. No estoy diciendo aquí que Palma tenga la razón o no. Lo que digo es que expresa argumentos interesantes.

Concluyo con una invitación a reflexionar sobre la implicación del posible uso del índice de Palma en el proceso de diseño de las políticas de la “actualización” en Cuba. Resultaría interesante poder comprobar si el patrón de distribución identificado por Palma es válido para Cuba. Es decir, si el 50% del ingreso nacional se distribuye en “el medio” y el otro 50% es disputado por “los extremos”. Obviamente eso requiere primero que se mida la desigualdad del país y ello no está ocurriendo.

Más interesante aun sería poder estudiar quiénes constituyen “los extremos” sociales en Cuba (el 10% más rico y el 40% más pobre), quiénes representan “el medio”, cuánto habría cambiado esa estructura social respecto a la época anterior a la crisis, así como tratar de comprender la manera en que pudieran manifestarse eventuales contradicciones distributivas en la política nacional.

El asunto es importante, para poder entender –entre otras cosas- dónde debería enfocarse la captación del ingreso nacional para convertirlo en inversión nacional, un tema urgente porque se estima que el país no podrá crecer entre 5 y 7 por ciento anual si no logra cubrirse la brecha inversión de aproximadamente 10 mil millones de pesos que hoy existe.

 Fuente:
http://elestadocomotal.com/2017/04/26/la-desigualdad-medida-con-otra-vara-el-indice-de-palma/

_--Thomas Piketty y la deuda pública

_--Para Benoît Hamon, candidato del Partido Socialista en la elección presidencial de 2017, la deuda se debe ante todo negociar a escala europea, y allí «se decidirá la mutualización de una parte de las deudas soberanas con el fin de reducir el coste del crédito». Esto se haría con el fin, y se espera que así sea, de reducir la deuda. El candidato afirma también la necesidad de «romper con la lógica de la austeridad», renegociando, por ejemplo, el famoso límite del 3 % de déficit público.

El 27 de febrero de 2017, Benoît Hamon declaró en France Inter: «Será necesario valorar sobre lo que podamos o no podamos reembolsar. Hay una deuda respecto al planeta que no podemos reembolsar. Hay una deuda respecto a los banqueros que podemos renegociar.» |1|

Thomas Piketty, asesor sobre las cuestiones europeas para el candidato Hamon, dice que no hay que encarar solamente el caso francés, sino el conjunto de deudas de la zona euro. Comenzando por la de Grecia: «Lo más urgente es imponer una moratoria para la deuda griega, al menos hasta que el país encuentre su nivel de riqueza de 2007», explicó al diario Le Monde, el autor del libro El capital en el siglo XXI (Fondo de Cultura Económica, 2014).

En un artículo de opinión publicado en el diario Liberation, Thomas Piketty criticaba severamente al gobierno francés y al alemán, que practican políticas neoliberales y que contribuyen a imponer a países como Grecia y España medidas antisociales en nombre del pago de la deuda. Thomas Piketty escribe: «La palma de la amnesia se la lleva Alemania, con Francia como fiel segundón. En 1945, estos dos países tenían una deuda pública que superaba el 200 % de sus respectivos PIB. En 1950, esa deuda había bajado hasta menos del 30 % del PIB. ¿Qué había pasado? ¿Habrían aparecido de repente excedentes presupuestarios que permitieron pagar la deuda? Evidentemente no: fue por medio de la inflación y del repudio simple y llano que Alemania y Francia se liberaron de sus deudas en el siglo pasado. Si hubieran intentado conseguir, pacientemente, excedentes del 1 % o 2 % del PIB todavía estarían en aquella situación de endeudamiento, y les habría sido mucho más difícil a los gobiernos de la posguerra invertir en crecimiento. Sin embargo, son esos dos países los que aleccionan, desde 2010–2011, a los países del sur de Europa sobre el pago de sus deudas públicas, que deberán hacerlo hasta el último euro. Se trata de un egoísmo corto de vista, puesto que el nuevo tratado presupuestario adoptado en 2012, bajo la presión alemana y francesa, que organiza la austeridad en Europa (con una reducción excesivamente rápida del déficit y un sistema de sanciones automáticas totalmente inoperante) ha conducido a una recesión generalizada en la zona euro.» |2|

Es el momento para que el CADTM trate de nuevo el análisis de la deuda pública propuesto por Thomas Piketty en su libro El capital en el siglo XXI, |3| que se ha convertido durante el año 2014 en un best seller, traducido a varios idiomas. El CADTM se toma la libertad de retomar una parte de los argumentos desarrollados por Thomas Piketty, pero adopta un enfoque diferente con respecto a las soluciones aportadas. En primer lugar se presenta la posición resumida de Piketty, luego se desarrollan las soluciones propuestas por el CADTM. |4|

En su libro de casi 1.000 páginas en su versión original, Thomas Piketty dedica una decena de ellas, muy interesantes, a la cuestión de la deuda pública en el transcurso de los últimos dos siglos, centrando su análisis principalmente en Francia y Reino Unido. Tiene razón cuando afirma que el estudio del pasado en materia de deuda pública es útil para comprender y afrontar los retos de la actual crisis: «Este complejo problema del endeudamiento de los Estados y de la naturaleza de su patrimonio interesa tanto al mundo actual como al de 1800, y el estudio del pasado puede ilustrarnos sobre la muy acuciante realidad del mundo actual. A pesar de que la deuda pública está todavía lejos de alcanzar, en este comienzo del siglo XXI, el nivel astronómico que tenía a comienzos del siglo XIX, al menos en Reino Unido, llega en Francia y en numerosos países a estar muy cerca de esos récords históricos y suscita, indudablemente, aún más confusión en el mundo actual que en la época napoleónica.» |5|

Entre fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, Francia y Reino Unido adoptaron políticas totalmente diferentes en cuestión de deuda pública. Mientras que en los años 1760-1770 la deuda pública alcanzaba cerca del 100 % de la renta nacional en ambos países, cuarenta o cincuenta años después, la situación había cambiado completamente: la deuda pública francesa se elevaba a sólo un 20 % de la renta nacional en 1815, mientras que la británica había explotado y representaba el 200 % de la renta nacional.

¿Cómo se había llegado a esa situación? En Francia, el peso del reembolso de la deuda pública y el rechazo del pueblo a ser el único pagador tuvieron un papel central en la explosión revolucionaria de 1789. Las medidas en curso durante la Revolución redujeron radicalmente el peso de la deuda pública. Piketty resume de la siguiente manera la concatenación de los hechos: «La incapacidad de la monarquía francesa para modernizar sus impuestos y poner fin a los privilegios fiscales de la nobleza es bien conocida, así como la solución revolucionaria final con la convocatoria en 1789 de los Estados Generales, que desembocó en la instauración de un nuevo régimen fiscal desde 1790-1791 — especialmente, mediante un impuesto a la propiedad que obligaba a contribuir a todos los propietarios de tierras y a los derechos de sucesión que afectaban al conjunto de patrimonios— y en la “quiebra de los dos tercios” en 1797 (que en realidad es un default aún más masivo si se tiene en cuenta el episodio de los asignados |6| y de la inflación que se produjo), lo que permite saldar las cuentas del Antiguo Régimen. Es así como la deuda pública francesa se encuentra reducida de golpe a niveles extremadamente bajos a comienzos del siglo XIX (menos del 20 % de la renta nacional en 1815).» |7|

La trayectoria británica es totalmente diferente. Con el fin de afrontar la guerra ante la declaración de independencia de las 13 colonias británicas en América del Norte, y «sobre todo las múltiples guerras con Francia durante el periodo revolucionario y napoleónico, la monarquía británica optó por endeudarse sin límites. La deuda pública pasó así de cerca del 100 % de la renta nacional a comienzos de los años 1770 a cerca del 200 % en 1810, o sea diez veces más que en Francia, en la misma época.» |8|

Piketty explica que el Reino Unido necesitó un siglo de rigor presupuestario con continuos superávit, para reducir progresivamente su endeudamiento a menos del 30 % de la renta nacional a comienzos de la década de 1910.

¿Qué lecciones podemos sacar de la experiencia británica? En principio, no hay ninguna duda, según Piketty, que la importante deuda pública reforzó el peso de los patrimonios privados en la sociedad británica. Los ricos locales prestaron al Estado sin hacerse rogar.

Thomas Piketty prosigue: «… este endeudamiento público tan fuerte, globalmente, sirvió bastante bien al interés de los prestamistas y de sus descendientes, al menos en comparación con una situación en que la monarquía británica habría financiado sus gastos haciéndoles pagar impuestos. Desde el punto de vista de los que tienen los medios, es evidentemente mucho más interesante prestar una determinada suma al Estado (y luego recibir los intereses durante décadas) que pagar los impuestos (sin contrapartidas).» |9| Y agrega que el recurso masivo del Estado al endeudamiento público permitió a los banqueros aumentar el tipo de interés, lo que benefició muchísimo a los ricos prestamistas: empresarios, rentistas, banqueros...Y eso era muy similar a la situación que caracteriza a la época actual.

Según Piketty, la diferencia esencial con el siglo XX (véase más adelante) es que la deuda se reembolsaba a precio de oro durante el siglo XIX: «...la inflación fue prácticamente nula desde 1815 hasta 1914, y el tipo de interés correspondiente a los títulos de renta del Estado era considerable (generalmente entre el 4 % y el 5 %) y en particular netamente superior a la tasa de crecimiento. En esas condiciones, la deuda pública podía ser un excelente negocio para los que poseían un patrimonio y para sus herederos.» |10| Piketty nos propone que imaginemos que: «...la deuda pública... acumulada sea igual al 100 % del PIB. Supongamos que el gobierno no busca pagar el principal sino que se contenta con satisfacer los intereses de cada año... Si el tipo de interés es del 5 %, necesitará cada año pagar el 5 % del PIB a los poseedores de esta deuda pública suplementaria, y así indefinidamente. Eso es lo que, aproximadamente, le pasó al Reino Unido en el siglo XIX.» |11|

Desplacémonos en el tiempo y en el espacio: en Grecia, en 2014, la deuda pública alcanza el 175 %. Si suponemos que el Estado paga la deuda a la Troika y a otros acreedores con un tipo de interés medio del 5 %, |12| y si también consideramos que el crecimiento es nulo |13| y la tasa de inflación también es nula, Grecia tendrá que pagar a sus acreedores hasta las calendas griegas el equivalente al 8 % de su PIB sin reducir el stock de la deuda ya que estaría pagando solamente los intereses. |14|

Volvamos al siglo XIX: el stock de la deuda pública francesa, muy limitado en 1815, aumenta rápidamente en las décadas posteriores y en particular durante las monarquías censatarias (1815-1848). Después de la derrota de Waterloo en 1815, el Estado francés se endeuda fuertemente para financiar las indemnizaciones que debía pagar a los ejércitos de ocupación. Lo hace nuevamente en 1825, para financiar los famosos «mil millones de los emigrados» |15| abonados a los aristócratas exiliados durante la Revolución, para recompensarles, principalmente, por la confiscación de una parte de sus tierras. En total, la deuda pública aumentó el equivalente a más del 30 % de la renta nacional. Bajo el Segundo Imperio, las deudas se pagaron hasta el último céntimo.

Piketty nos recuerda el opúsculo La lucha de clases en Francia (La Lutte des classes en France) redactado por Karl Marx en 1849-1850, en el que denuncia al nuevo ministro de finances de Luis-Napoleón Bonaparte, Achille Fould, digno representante de los banqueros y de las altas finanzas, que decidió aumentar los impuestos sobre las bebidas con el fin de poder pagar a los rentistas. Veinte años más tarde, debido a la derrota frente a Prusia en la guerra de 1870-1871, el Estado francés aumentaba aún más la deuda pública para pagar un tributo de guerra equivalente a cerca del 30 % de su renta nacional. Finalmente, la política favorable a los acreedores en materia de endeudamiento, que prosiguió durante el periodo 1880-1914 llevó la deuda pública a un nivel más elevado en Francia que en el Reino Unido: entre el 70 % y 80 % de la renta nacional contra menos del 50 % en la época anterior.

Piketty agrega: «La renta de un título del Estado era una inversión muy segura durante todo el siglo XIX y contribuyó a reforzar la importancia y la prosperidad de los patrimonios privados, de la misma manera que en el Reino Unido.» Su conclusión es que la política de endeudamiento público llevada a cabo en el siglo XIX en Francia y en Reino Unido «permite comprender por qué los socialistas del siglo XIX, comenzando por Karl Marx, tenían una gran desconfianza respecto de la deuda pública, ya que la percibían —con una cierta clarividencia— como un instrumento al servicio de la acumulación del capital privado.» |16| Y prosigue con toda razón al afirmar: «...una gran parte de la deuda pública (...) la posee, en la práctica, una minoría de la población a pesar de que la deuda conlleva también una redistribución importante en el interior del país (...). Considerando la fortísima concentración que siempre caracterizó la distribución de los patrimonios, (..., estudiar estas cuestiones ignorando las desigualdades entre los grupos sociales es lo mismo que silenciar una buena parte de lo que se estudia y de las realidades que están en juego.» |17| Piketty explica que en Francia se asistió a un cambio importante en el transcurso del siglo xx en materia de gestión de la deuda pública. Los poderes públicos aprovecharon la inflación y la utilizaron para reducir el valor real de la deuda:«La consecuencia para el Estado es que a pesar de una fuerte deuda pública inicial (cerca del 80 % de la renta nacional en 1913) y de los elevados déficits durante el periodo 1913-1950, en particular durante los años de la guerra, la deuda pública francesa se encontraba en 1950 a un nivel relativamente bajo (cerca del 30 % del ingreso nacional), al igual que en 1815. Los enormes déficits de la Liberación fueron prácticamente anulados de inmediato por una inflación superior al 50 % anual durante cuatro años consecutivos, de 1945 a 1948, con una atmósfera política de alta tensión. De alguna manera fue el equivalente a la bancarrota de los dos tercios de 1797: se saldan las cuentas del pasado con el fin de poder reconstruir el país con una baja deuda pública.» |18|

Sobre la base de esta experiencia, se desarrolló en la segunda mitad del siglo XX una visión bien diferente de la de Marx y los socialistas del siglo XIX, fundada en la convicción de que el endeudamiento público podía ser un instrumento al servicio de una política de gastos públicos y de redistribución social a favor de los más modestos.

«La diferencia entre estas dos visiones es bastante sencilla: en el siglo XIX, la deuda se pagaba a precio de oro, lo que beneficiaba a los prestamistas y favorecía el refuerzo de los patrimonios privados; en el siglo xx, la deuda fue ahogada por la inflación pagándose con una moneda devaluada y, de hecho, permitió financiar los déficits por los que habían prestado su patrimonio al Estado, sin tener que aumentar los impuestos en la misma proporción. Esta visión “progresista” de la deuda pública continúa impregnado considerablemente los espíritus en este comienzo del siglo XXI, aunque la inflación desde hace tiempo se redujo a niveles cercanos a los del siglo XIX y sus efectos distributivos son relativamente oscuros.» |19| Thomas Piketty tiene toda la razón al insistir sobre los peligros de una visión unilateralmente positiva de la deuda pública.

¿Cuáles son las propuestas?

Tratemos ahora las propuestas que hace Piketty. Desde el principio precisa:

«Entiéndaseme bien: no tengo ningún aprecio particular por la deuda pública de la que ya apunté varias veces que a menudo acaba favoreciendo redistribuciones en sentido contrario, desde los más modestos hacia aquellos que tienen los medios para prestar al Estado (y a los que sería preferible hacerles pagar los impuestos).» |20| No podemos dejar de estar de acuerdo con Piketty. Además agrega que el «capital nacional está extremadamente mal repartido, con una riqueza privada que se apoya sobre la pobreza pública, y que, especialmente, tiene como consecuencia que gastamos mucho más en intereses de la deuda que lo que invertimos, por ejemplo, en nuestra enseñanza superior. Por otro lado es una realidad bastante vieja: teniendo en cuenta el crecimiento relativamente lento que se sucede desde los años 1970-1980, estamos en un periodo histórico en el que la deuda le sale globalmente muy cara a las finanzas públicas. Y esta es la razón principal por la que es necesario reducir rápidamente esta deuda (…)». |21|

Para reducir la deuda pública, Thomas Piketty pensó en dos soluciones que posteriormente rechazó y nos propone una tercera. La primera solución era la de privatizar los activos públicos con el objetivo de reembolsar la deuda. La segunda solución consistía en anular la deuda. La tercera que propugna es la recaudación de un impuesto excepcional progresivo «de forma que los patrimonios más modestos no lo tendrían que pagar, y en cambio pedir más a los patrimonios más elevados». |22|

No nos extenderemos aquí sobre la primera solución ya que es evidente que es algo a combatir. Sabemos que fue puesta en práctica por los gobiernos actuales que prolongan la ola de privatizaciones comenzada en los años 1980-1990.

Con respecto a la segunda solución, la anulación de la deuda que Piketty rechaza, es porque, evidentemente, plantea mal el problema, ya que no piensa en los diferentes escenarios de anulación de la deuda. Sólo menciona explícitamente la fórmula aplicada a la deuda griega en marzo 2012 mediante una operación llamada de haircut, mientras existen otras propuestas.

Y tiene razón en rechazar el tipo de anulación parcial de la deuda concebida por la Troika (Comisión Europea, BCE y FMI) para Grecia. Esta anulación estuvo condicionada por medidas que constituyen violaciones de los derechos económicos, sociales, políticos y civiles del pueblo griego, y que hundieron todavía un poco más a Grecia en una espiral descendente. Se trataba de una operación que tenía por objetivo permitir que los bancos extranjeros (principalmente franceses y alemanes) se liberaran del problema con pérdidas limitadas, que los bancos griegos se recapitalizaran a costa del Tesoro Público y que la Troika reforzara en forma duradera su influencia en Grecia. La deuda pública griega representaba el 130 % del PIB en 2009, y después de la anulación parcial llegó al 157 % en 2012, pero en 2013 alcanzó un nuevo máximo: ¡el 175 % del PIB! La tasa de desempleo que era del 12,6 % en 2010 se elevó hasta el 27 % en 2013 (y al 50 % entre los menores de 25 años). Por lo tanto, Piketty tiene razón cuando rechaza ese tipo de haircut que sólo tiene por objetivo mantener con vida a la víctima para poder desangrarla mejor. Por el contrario, se equivoca cuando no considera seriamente una anulación o suspensión del pago de la deuda decidida por el país deudor, con sus condiciones y bajo control de su ciudadanía. Es lo que hicieron en contextos diferentes Ecuador, en 2008-2009, e Islandia a partir de 2008. Ecuador, basándose en una auditoría organizada por las autoridades del país y realizada con una participación ciudadana activa entre 2007 y 2008, suspendió unilateralmente el pago de una parte de su deuda, la que estaba en forma de títulos que tenían fecha de vencimiento en 2012 y 2030, cuyos principales tenedores eran bancos extranjeros. |23| El resultado fue positivo: Ecuador pudo recomprar el 91 % de los títulos mencionados a un 35 % de su valor. Y como consecuencia, habiéndose ahorrado ese dinero que correspondía al pago de la deuda, pudo aumentar en forma notable los gastos sociales, especialmente en los ámbitos de la educación y de la sanidad pública. (En el anexo 1 se ofrece una presentación más completa de la experiencia ecuatoriana). Sin embargo, en el caso de Ecuador, no debemos tomar como modelo la experiencia que se está desarrollando, y es indispensable conservar una mirada crítica sobre ella. No obstante, la experiencia ecuatoriana en auditoría y suspensión unilateral del reembolso de la deuda demuestra que es perfectamente posible para un país plantear un acto unilateral fundamentado con argumentos sólidos y, en consecuencia, tener la posibilidad de mejorar los gastos públicos en ámbitos como educación y sanidad.

Por su parte, Islandia rechazó en forma unilateral, a partir de 2008, asumir las deudas de los bancos privados que habían quebrado por su exposición en el exterior. Esto se hizo en un clima de fuertes movilizaciones ciudadanas que presionaron al gobierno islandés para que no cediera ante las exigencias de los acreedores extranjeros, en particular del Reino Unido y de los Países Bajos.

Y, ¿qué pasó luego en Islandia? Debido al desplome del sistema bancario en 2008, Islandia se negó a indemnizar a los ciudadanos de Países Bajos y Reino Unido que habían colocado fondos en las filiales de bancos islandeses, que acababan de quebrar, por un total de 3.900 millones de euros. Fueron las mismas autoridades británicas y neerlandesas las que indemnizaron a sus ciudadanos y exigieron el reembolso de esas indemnizaciones a Islandia. Bajo la presión popular (manifestaciones, ocupaciones de plazas, referéndum), las autoridades de Reykiavik rechazaron esa demanda. Y eso tuvo como consecuencia la inscripción de Islandia en la lista de organizaciones terroristas, la congelación de los haberes islandeses en Reino Unido y la presentación de una denuncia de Londres y La Haya contra Reykiavik ante el Tribunal de la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC o EFTA por sus siglas en inglés). |24| Por otro lado, Islandia bloqueó totalmente la salida de capitales del país. Finalmente, ha salido del conflicto mucho mejor que otros países europeos que aceptaron las exigencias de los acreedores… Por supuesto, hay que evitar hacer de Islandia un modelo pero podemos sacar enseñanzas de su experiencia.

Los casos de Ecuador y de Islandia constituyen dos experiencias recientes que deben estudiarse seriamente ya que demuestran que al lado del haircut a la griega u otras formas de reestructuración, existen otras soluciones para la anulación de una deuda. |25|

Estos dos ejemplos muestran que desobedecer a los acreedores no es una catástrofe y de ninguna manera acarrea el desmoronamiento del país.

Pero volvamos a la posición defendida por Thomas Piketty. Éste está convencido de que una anulación no afectará significativamente a los acreedores más ricos ya que lograrán «reestructurar a tiempo su cartera» y por lo tanto «nada garantiza que aquellos que efectivamente contribuirán serán los que deban hacerlo». |26| Esta afirmación todavía no ha sido demostrada. Piketty no nos ofrece ninguna prueba basada en ejemplos concretos o en datos estadísticos. Sin embargo, la historia muestra que cuando un país da a entender que podría suspender el pago de su deuda o cuando suspende efectivamente ese pago, el precio de los títulos de la deuda se desploma y es muy difícil para los grandes tenedores de títulos librarse de ellos a buen precio. |27| Eso es lo que pasó en Ecuador entre 2007 y 2009, y todos los que siguen de cerca lo que pasa en los mercados de deuda saben que es prácticamente imposible deshacerse de un gran paquete de títulos sin afrontar pérdidas importantes en caso de suspensión o anulación unilateral de las deudas. Por otra parte, se puede imaginar muy bien que un país decrete la anulación o una suspensión unilateral del pago y tome medidas para indemnizar a los pequeños inversores y proteger el ahorro de los más modestos. Es posible obligar a contribuir a los que deben hacerlo y proteger a los que lo merecen.

Tratemos ahora la propuesta que hace Piketty para reducir el peso de la deuda. Después de haber pensado sobre la posibilidad de «… un impuesto proporcional del 15 % sobre todos los patrimonios privados…», |28| rechaza esa propuesta porque «no tendría mucho sentido aplicar un impuesto proporcional |29| sobre todos los patrimonios privados europeos.» |30| Piketty sostiene que «vale más aplicar un baremo progresivo, de manera que los patrimonios más modestos no paguen y que los patrimonio más ricos paguen más». |31|
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http://www.cadtm.org/Thomas-Piketty-y-la-deuda-publica

viernes, 5 de mayo de 2017

Buenos Aires. Desde aquí no escucho el crujido que anuncia que tantas cosas se están viniendo abajo.

Me ha recibido un otoño espléndido. Días radiantes, luminosos, y una temperatura amable, casi cómplice. En La Rural, la Feria del Libro es una fiesta de encuentros con amigos y lectores. He venido a trabajar y sin embargo tengo la sensación de estar de vacaciones, porque los días se alargan, las citas se multiplican y el cansancio no aparece.

No existe cambio de planes capaz de arruinar mi humor, ni siquiera el horario me está afectando. Desde que llegué duermo de un tirón y me lo explico recordando que esta ciudad y yo somos viejos amantes. El flechazo que me deslumbró cuando la conocí ha madurado conmigo, la despiadada seducción de la primera vez ha desembocado en un amor maduro, tranquilo, pero no por eso menos placentero.

Como vi hace muchos años todo lo que hay que ver, paseo por sus calles sin la urgencia del turista, me dejo llevar por su voluntad y disfruto de cada rincón sin hacerme preguntas. Qué bien, pienso solamente, qué gusto, y de repente, me acuerdo de mi teléfono móvil porque hace muchas horas que no lo veo. Se habrá descargado, pronostico, pero no, cuando lo saco del bolso le queda mucha batería.

Y entonces lo entiendo, comprendo mi bienestar, esta inesperada alegría. Porque desde que llegué no he sabido nada de la Operación Lezo, de la familia Pujol, de la Púnica, de la Gürtel, del fiscal Anticorrupción, de la Audiencia Nacional, de la cárcel de Soto del Real. La pestilencia de España no es lo suficientemente poderosa como para cruzar el océano, desde aquí no escucho el crujido que anuncia que tantas cosas se están viniendo abajo. Por eso respiro tan bien, por eso camino con los pies ligeros. Pronto volveré a casa, pero en estos días horribles, Buenos Aires me ha dado un nuevo motivo para amarla. No lo olvidaré.
Almudena Grandes.

http://elpais.com/elpais/2017/04/29/opinion/1493484389_668406.html

FRANÇOISE BARRÉ-SINOUSSI | VIRÓLOGA. “A Rajoy le diría que será responsable de muertes si no dona al Fondo Mundial contra el Sida”. La descubridora del VIH y premio Nobel de Medicina critica la pasividad del Gobierno español.

Los hombres han ganado el 97% de los premios Nobel de ciencia desde 1901. La viróloga francesa Françoise Barré-Sinoussi es una de las pocas mujeres que ha logrado meter la cabeza en ese mundo reservado a los varones durante más de un siglo. En 1983, cuando el sida era una enfermedad de origen desconocido, la investigadora y su colega Luc Montagnier desenmascararon al culpable que supuestamente se cebaba con homosexuales, heroinómanos, hemofílicos y haitianos: un nuevo virus, bautizado como VIH. En 2008, ambos científicos fueron recompensados con el premio Nobel de Medicina. Hoy, a sus 70 años, la parisina Barré-Sinoussi sigue investigando el virus con el que hoy viven unos 37 millones de personas en todo el mundo. La semana pasada, pasó por Madrid para dar una conferencia sobre la carrera para conseguir una cura, en una jornada organizada por el Instituto de Salud Carlos III. Más de 40 millones de personas han fallecido a causa de enfermedades relacionadas con el VIH desde aquel 1983, pero los actuales tratamientos antirretrovirales permiten que millones de pacientes lleven hoy una vida normal.

Pregunta. España no dona ni un euro al Fondo Mundial contra el Sida desde hace seis años.
Respuesta. Es inadmisible.

P. ¿Qué le diría usted al presidente Mariano Rajoy?
R. Le diría lo mismo que le dije a mi presidente en Francia, François Hollande. Su Gobierno anunció que probablemente reduciría la dotación de Francia al Fondo Mundial. Pedí inmediatamente una cita con él, fui a su despacho y le dije: "Usted no puede hacer esto. Usted no tiene derecho. Si disminuye la dotación al Fondo Mundial, usted tendrá muertos sobre la conciencia. Usted será responsable de la muerte de personas. Es necesario que usted sea perfectamente consciente de ello".

P. Se lo dijo a la cara.
R. Sí. Y no disminuyó la dotación.

P. Entonces debería visitar también a Rajoy.
R. No sé si con el próximo francés tendré éxito.

P. Médicos Sin Fronteras ha criticado los "precios astronómicos" [10.000 euros al año] de los últimos fármacos contra el VIH.
R. Los tratamientos de tercera línea son demasiado caros, por supuesto. Hay muy pocos países de escasos recursos que tengan acceso a esos tratamientos. Y, además, estamos en una situación en la que vemos aumentar las resistencias a los antirretrovirales de primera línea. Vamos a necesitar tratamientos de segunda y tercera línea, cada vez más. Por supuesto que son muy caros y comparto la opinión de Médicos Sin Fronteras. La ONG también ha denunciado el precio de los tratamientos contra la hepatitis C. Tenemos un tratamiento de tres meses que cura. Que cura. Su precio es inadmisible.

P. Ninguna mujer ha sido galardonada en la última edición de los premios Nobel. Desde 1901, el 97% de los ganadores en las categorías de ciencias han sido hombres. ¿Le parece normal?
R. No es normal. Ha habido algunas mujeres premiadas en años anteriores. Si vemos la evolución a lo largo del tiempo, vemos un aumento del número de mujeres galardonadas con el Nobel. Creo que esa evolución va a continuar. Soy optimista. Yo no soy feminista en absoluto. Yo lucho para que las mujeres sean reconocidas de manera equivalente a los hombres.

P. Eso es el feminismo.
R. No, el feminismo, por ejemplo, es imponer en los consejos de administración un 50% de hombres y un 50% de mujeres. Y que busquemos mujeres que no tengan necesariamente el mismo valor, para llegar a ese 50%. Para mí eso es inadmisible. Para mí el feminismo es eso, decir: hacen falta mujeres y las metemos. No, hacen falta mujeres del mismo valor. Y no es ese el espíritu actual, incluido el de los políticos, que ponen ministras o mujeres en el gobierno solo para llegar al 50%. A mi juicio deberían tener la misma calidad. Y con los premios Nobel ocurre lo mismo. Yo creo que cada vez tendremos más mujeres. También depende de la disciplina. En investigación en Química y Física hay menos mujeres que en el dominio biomédico. Así que creo que tendremos más Nobel en investigación biomédica que en Química y Física, porque ahí hay más hombres. En el futuro también podría haber una evolución, más mujeres en esas disciplinas y por lo tanto un aumento también de los premios Nobel.

P. Hablando de premios Nobel de Química, uno de ellos, el bioquímico estadounidense Kary Mullis, sostiene que no existe una prueba formal del vínculo entre el VIH y el sida. ¿Ha hablado alguna vez con él?
R. No, nunca he hablado con él. Me niego a hablar con gente que dice idioteces. A mí me contactó el gobierno del presidente sudafricano Thabo Mbeki, en la época en la que se negaba a reconocer la existencia del virus y, por lo tanto, a hacerse cargo de los ciudadanos. Me negué a formar parte de su comité. Les dije que no podía perder el tiempo, que todavía teníamos mucho trabajo para intentar tratar y desarrollar medidas de prevención para las personas afectadas. "Francamente, no puedo perder el tiempo en un comité para discutir cosas que han sido sobradamente demostradas científicamente", les respondí. Yo soy científica. Me baso en datos científicos. Y los datos científicos han demostrado claramente el vínculo entre el virus y la enfermedad. Este tipo de afirmaciones son peligrosas. Hay pacientes que han dejado el tratamiento a causa de estas observaciones y han caído enfermos. Hay que pararlos, porque son peligrosos.

P. Hay unos cuantos galardonados con el Nobel que dicen tonterías.
R. Claro. La gente no se da cuenta, pero los galardonados con el Nobel son seres humanos como los demás. Hay de todo entre los Nobel.

P. Por ejemplo, su colega Luc Montagnier [el octogenario científico, que compartió el Nobel con Barré-Sinoussi por el descubrimiento del VIH, sostiene en los últimos años, sin pruebas, que el agua puede recordar unas supuestas ondas electromagnéticas emitidas por el ADN de virus y bacterias].
R. No voy a hablar de Montagnier. No hablo de él. Él es libre para decir lo que quiera.

P. La probabilidad de adquirir el virus teniendo una relación sexual sin preservativo con una persona con VIH es del 0,04% en hombres que penetran vaginalmente, del 0,08% en mujeres penetradas vaginalmente, del 0,11% penetrando analmente y del 1,38% siendo penetrado analmente. No es tan fácil adquirir el virus.
R. Es cierto que la transmisión del virus es débil, pero siempre respondo que aunque varias relaciones sexuales no son suficientes para infectarse con el VIH, con una sola puede bastar. Y no lo sabes. Depende de la cantidad de virus presente en las secreciones genitales del hombre o de la mujer. La relación sexual puede ser contaminante o no contaminante según la cantidad de virus. ¿Conoces con antelación la cantidad antes de tener una relación sexual? Entonces no te arriesgues. Es mejor protegerse.

P. Imparte una conferencia sobre la búsqueda de una cura. ¿Cuáles son los principales desafíos?
R. No tenemos vacuna, tampoco tenemos un tratamiento que cure y, a largo plazo, en los pacientes tratados aparecen comorbilidades [otras patologías asociadas]. Hay un porcentaje de pacientes que desarrollarán envejecimiento prematuro, cáncer, enfermedades cardiovasculares, problemas neurológicos como el párkinson... Esos son los grandes desafíos para la ciencia. Y, al margen de la ciencia, tenemos el desafío del acceso al tratamiento y a las herramientas de prevención. Respecto a los tres grandes desafíos científicos, necesitamos avanzar en el conocimiento. ¿Cuáles son los mecanismos para inducir protección? ¿Cuáles son los mecanismos para eliminar totalmente el virus del cuerpo de pacientes en tratamiento? ¿Cuáles son los mecanismos para restaurar por completo la defensa inmunitaria y evitar la comorbilidad? Todos esos mecanismos requieren investigación básica.

P. Hará falta dinero.
R. Hace falta dinero.

http://elpais.com/elpais/2017/04/10/ciencia/1491844316_633818.html

jueves, 4 de mayo de 2017

_--ULTIMAS NOTICIAS DEL MACHISMO. Legalizar la subrogación de la maternidad (dicho más claro; que los ricos puedan alquilar los vientres) desembocará en la explotación de las mujeres pobres, que no podrán elegir con libertad.

_--LA MAYORÍA de las españolas de edades comprendidas entre los 20 y los 35 años no pueden tener hijos aunque lo deseen. Están en las condiciones óptimas para concebir, gestar y parir hijos sanos, con todas las garantías para su propia salud y la de sus bebés, pero el sistema no se lo permite. Muchas mujeres jóvenes son madres frustradas, sometidas a una variedad específicamente machista de la violencia que ejerce el mercado laboral contra los españoles de su edad. No tienen empleo o trabajan en condiciones precarias, con becas o contratos temporales que no les renovarán en el caso de que cometan la osadía de quedarse embarazadas. No tienen casa propia, ni perspectivas de independizarse, y saben que, en sus condiciones, la maternidad es una heroicidad que empieza en la cola del paro. Nadie tiene derecho a exigirles que sean heroínas.

En un país donde las bajas tasas de natalidad se perfilan como uno de los peligros del futuro, esta situación podría revertirse, o al menos paliarse, con políticas feministas. Legislando contra la brecha salarial, aprobando un permiso de paternidad obligatorio e intransferible, penalizando la discriminación laboral de las mujeres fértiles. Pero estas medidas, con las que, de boquilla, están de acuerdo todos los políticos, no se han llegado a proponer ni forman parte del programa de ningún partido. Podría parecer sorprendente que, en esta situación, se desarrolle una campaña a favor de la regulación de la maternidad subrogada. Podría parecerlo, pero no lo es.

Las mujeres siempre han gestado y parido hijos para que otros se los quiten. Antiguamente, era frecuente que las criadas embarazadas de sus señores se vieran forzadas a entregar a sus hijos e hijas a las señoras de la casa donde servían. En la posguerra, se les robaban a las presas políticas para regalárselos a buenas familias franquistas. Más adelante, el robo de niños y niñas se convirtió en un negocio. Esto forma parte de nuestra tradición, tanto como el mito de la libre elección integrará la tradición de nuestros descendientes. Quizás por eso, los comités de bioética que impiden que la clonación de seres humanos, siendo técnicamente posible, sea legal no se han preocupado por la dignidad de las personas a quienes ahora se pretende convertir en ganado de cría. ¿No son humanas? Sí, pero son mujeres.

La preocupación por el mal uso que pueda hacerse de los clones humanos no se aplica en este caso. Los partidarios de la maternidad subrogada alegan que su legislación impedirá una contraprestación económica y que las madres subrogadas decidirán libremente. Pero, con la autoridad que me otorga haber gestado y parido hijos, opino que la libre elección no existe. A mí, que he pasado por ese proceso, me resulta inconcebible que una mujer decida afrontarlo libremente, con o sin dinero de por medio, porque conviene recordar que el dinero no es la única moneda susceptible de comprar la voluntad de una persona. Y no estoy en condiciones de negar que puedan existir casos excepcionales, pero sí estoy segura de que legalizar la subrogación desembocará, inevitablemente, en la explotación de mujeres pobres, que venderán su fertilidad porque no podrán elegir con libertad. Cualquier elección entre la pobreza y un embarazo subrogado no puede considerarse de ninguna manera una elección libre. Espero que los expertos en bioética estén de acuerdo conmigo al menos en eso.

Con independencia del origen del espermatozoide y el óvulo fecundado, el vínculo entre una mujer gestante y el bebé que durante nueve meses forma parte de sí misma es tan profundo que negarlo me parece, como mínimo, un acto de ignorancia y, como máximo, un derroche de cinismo. Los hijos son de las mujeres que los gestan y los paren. Son suyos en sentido literal, puesto que no existirían sin ellas, porque han formado parte de su propio cuerpo y de él han nacido. Cualquier ley que otorgue más valor a un contrato, con contraprestación económica o sin ella, que a la voluntad de la madre de un bebé sería una ley injusta. Y algo más. Su aprobación abriría la puerta a una nueva variedad del machismo, un nuevo camino para ejercer violencia sobre las mujeres.

Tal vez no lo parezca, pero así es.

No es un derecho, y no se puede invocar como tal, que yo pueda alquilar por gusto los vientres de mujeres pobres. Pues ¿cuántas ricas consienten en embarazarse para otros u otras?
Disfrazar lo que es una necesidad, como acto de libertad, es no sólo un fraude, sino un abuso, una forma encubierta de vuelta a la esclavitud. El capitalismo quiere mercantilizar todo aunque sea camuflando su objetivo.

http://elpaissemanal.elpais.com/columna/almudena-grandes-noticias-del-machismo/

miércoles, 3 de mayo de 2017

50 asociaciones se unen para que España rechace los vientres de alquiler. “No somos incubadoras”, claman los colectivos que piden la prohibición de una feria sobre gestación subrogada prevista en mayo en Madrid.

“Las mujeres no son ganado para satisfacer el deseo de unos pocos”. La nueva Red Estatal contra el Alquiler de Vientres, integrada por 50 asociaciones, reclama con esta frase a los partidos políticos que esta controvertida práctica no se legalice en España. Su primer gran acto público, con el que también quieren concienciar a la sociedad, será una protesta para pedir que se prohíba una feria de  gestación subrogada prevista en Madrid en mayo.

“No somos incubadoras, ni vasijas ni úteros o vientres de alquiler: somos mujeres, vidas humanas con las que pretenden montar un nuevo negocio que lucrará al más fuerte y someterá a las más débiles”. El mensaje es parte de la carta de presentación de la Red Estatal contra el Alquiler de Vientres, un nuevo colectivo que pide que España no legisle a favor de una práctica expresamente prohibida por la Ley de Reproducción Asistida de 2006, la gestación subrogada, también conocida como vientre de alquiler.

“Nuestra misión es dar a conocer a toda la sociedad española lo que se esconde tras esta práctica ilegal, servirse del cuerpo de las mujeres como su fuéramos tanques criogénicos, autentico ganado para satisfacer a unos pocos”, ha explicado este lunes en la presentación de la plataforma Sonia Damas, presidenta de En Clave Feminista.

Feria comercial
La primera gran intervención pública de la red será una concentración contra la celebración de la feria  Surrofair, un evento previsto en un hotel de Madrid los próximos 6 y 7 de mayo para “discutir sobre las diferentes posibilidades en gestación subrogada”, según indican los organizadores en su web.

“Las Administraciones públicas [en referencia al Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad] deberían prohibir con la ley en la mano la posibilidad de que la feria se realice”, añade la portavoz de No Somos Vasijas, Alicia Miyares. Insiste en que “no es una técnica de reproducción asistida más” y recuerda que supone la renuncia de la gestante a la filiación del niño, “un derecho fundamental” que en España se garantiza en el parto.

La red está compuesta sobre todo por colectivos feministas. De momento, cuentan con el apoyo de medio centenar de asociaciones (que se pueden consultar en  en su web) pero aspiran a “triplicar” los apoyos en las próximas semanas.

También participan ocho asociaciones LGTBI (lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales). Ramón Martínez es vicepresidente de Somos Diferentes, registrada hace dos meses con “una veintena” de activistas LGTBI que busca “articular un discurso que no conculque los derechos de las mujeres”, en el debate sobre los vientres de alquiler. Quiere recabar el apoyo de las grandes asociaciones que representan a este colectivo, cuya postura está dividida como ocurre en los partidos políticos: “Hay un montón de trabas para adoptar, pero la solución no es pasar por encima del derecho de las mujeres”.

Elena Rábade, del Partido Feminista —que también integra la red—, considera que esta práctica “está muy cerca de las redes de trata de seres humanos”. “¿Por qué no es ético el tráfico de órganos y sí el alquiler de vientres?”, pregunta.

LEGISLAR SOLO EL ALTRUISMO NO CONVENCE: “ES UNA TAPADERA”
Ciudadanos anunció en febrero que prepara una propuesta legislativa sobre la gestación subrogada inspirada en el modelo de Canadá, un sistema altruista sin compensación económica. La posibilidad de regular los también llamados vientres de alquiler ha abierto  un debate interno en el seno de los otros tres grandes partidos (PP, PSOE y Podemos). La nueva plataforma apela a los políticos “que se posicionan de izquierdas y feministas” contra una posible legislación. “El altruismo es una tapadera”, sostiene Alicia Miyares, de No Somos Vasijas. “Cuando miramos países con legislaciones restrictivas y altruistas, como Reino Unido y Canadá, lo más evidente es que no hay mujeres nacidas en esos países dispuestas a un embarazo para donar a su hijo. El objetivo que se persigue es una legislación que va a facilitar [a quienes tienen un hijo a través de gestación subrogada] el reconocimiento inmediato y el registro de manera automática”.

http://politica.elpais.com/politica/2017/04/17/actualidad/1492429458_766419.html

martes, 2 de mayo de 2017

TRATA DE SERES HUMANOS | 1 5.600 víctimas de esclavitud afloran en España tras los cambios legales. Los datos de personas liberadas en cinco años, tras la introducción del delito de trata en 2010, dan la primera gran fotografía del fenómeno.

Un total de 5.695 personas han sido liberadas en España por las fuerzas de seguridad de su esclavitud, como víctimas de trata y por explotación sexual o laboral principalmente, de 2012 a 2016, según Interior. Tras los cambios legales de 2010 y 2015, que han dado impulso a la lucha contra esta lacra, es la primera fotografía fiel de un fenómeno muy ignorado. Un negocio que ya casi supera al tráfico de droga y al de armas, según el Relator Nacional para la Trata de Seres Humanos. Solo en 2016 se estimaron en 23.846 las personas en situación de riesgo, y en el caso de la explotación sexual la mayoría estaban en clubes de alterne. Los expertos coinciden en que la situación no cambiará si no se afronta un debate serio sobre el proxenetismo en España.

En 2000, recuerdan en la Fiscalía, no hubo un solo caso de violencia de género en Madrid, pero eso no quería decir que no existiera el problema. Simplemente no había voluntad de verlo ni los instrumentos adecuados. La ley de 2004 cambió de golpe la realidad, porque la sacó a la luz. Con la trata de seres humanos, esclavitud pura y dura en forma de explotación sexual o laboral principalmente, está ocurriendo lo mismo. Empujada por la UE —el convenio de Varsovia es de 2005— y la preocupación mundial, España introdujo el delito por primera vez en el código penal en 2010. Otra reforma en 2015 afinó la mira con nuevos supuestos. El resultado de esta lenta maniobra de sensibilización, que aglutina a fuerzas de seguridad, fiscales, jueces y ONG, se refleja en un informe del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) del ministerio de Interior, al que ha tenido acceso EL PAÍS. Por primera vez fotografía el fenómeno con una perspectiva de cinco años y revela lo invisible que está ante nuestros ojos. Y es brutal: 4.430 víctimas de trata y explotación sexual, o solo de este segundo delito, de 2012 a 2016. Si se suman las de explotación laboral, perseguida con más ahínco desde 2015, ascienden a 5.675 personas. Y 20 más son de otros tipos de trata. Solo en 2016, el dato más reciente, el total de víctimas suma 1.046.

Cada caso es una historia de terror, y  esclavitud pura y dura en forma de explotación sexual o laboral. Además de la exigencia de la deuda contraída con el viaje, que a menudo nunca termina de saldarse, siempre hay un componente de violencia y amenaza que aprisiona a las víctimas y les impide pedir ayuda. Están aisladas y a menudo no hablan español. En Figueras, la hermana del tratante custodiaba al bebé de una mujer rumana, obligada a prostituirse en una rotonda de La Junquera. En otro caso, el delincuente mandó al niño de tres años de la víctima a Ibiza y solo se lo dejaba ver por Skype si mandaba el dinero. En el drama de las nigerianas, el viaje por el desierto puede durar más de un año, las violan por el camino, quedan embarazadas y luego les quitan el niño. En otros casos el chantaje es con amenazas a la familia que queda en el país de origen. Han llegado a quemarles la casa, dar palizas o incluso al asesinato.

Son especialmente graves los casos de menores halladas en clubes de alterne y pisos. "Cada vez acogemos más menores, o muy jóvenes, que lo eran cuando fueron captadas", advierte Marta González, directora de Proyecto Esperanza, una de las principales ONG que ayuda a rescatar víctimas. La protección de menores víctimas de trata es otro punto débil del sistema. No hay centros de acogida específicos para ellos y que sea un asunto de competencia autonómica genera disfunciones. Igualmente sobrecogedores son los casos de víctimas discapacitadas: hace unos meses la Policía rescató en un piso de Madrid a una chica con deficiencia mental tras saber de su existencia por los comentarios jocosos de un foro de usuarios de prostitución en Internet. En 2012, una víctima rumana que logró escapar y fue de nuevo capturada acabó atada a un radiador, rapada al cero y con un tatuaje en la muñeca que le recordaba su precio, con un código de barras. La mostraban a sus compañeras de piso para que vieran lo que les podía ocurrir.

La trata, que a nivel internacional aparece formalmente en escena en la convención de la ONU de Palermo de 2000, implica una captación con engaño, un traslado a otro país o lugar y una finalidad de explotación final con supresión de libertad. Incluye formas menos conocidas, como la explotación laboral, aún subestimada. La lucha contra ella en España apenas ha comenzado, sufre lagunas legales y ya está destapando escenarios insospechados. En este caso las víctimas suelen ser hombres, de la agricultura, a talleres textiles, restaurantes, locales de kebab o wok, y con mujeres, en bares y servicio doméstico. Solo en estos dos años han sido arrestadas 534 personas, pero los expertos detectan problemas de definición legal: "La ley requiere una reforma profunda que clarifique conceptos, es muy difícil determinar lo que es explotación laboral pura y dura y lo que son condiciones por debajo de las normas. Se actúa y hay sentencias, pero se requiere mayor claridad legislativa. Es una finalidad de la trata sin definir", afirma Enrique López Villanueva, de la oficina del Relator Nacional contra la Trata, figura creada en 2014. Las otras formas de trata introducidas en 2015, más reducidas pero también muy difíciles de perseguir, son para la comisión de delitos, como hurtos o droga, la mendicidad, matrimonios forzados y tráfico de órganos.

No obstante, la trata con fines de explotación sexual es mayoritaria de forma abrumadora, y sus víctimas son mujeres en un 96 % de los casos. Rumanas, chinas y nigerianas son las nacionalidades más frecuentes de las víctimas, con modalidades de engaño que varían en cada caso. El lover boy en el caso rumano, un chico que seduce a la víctima con la promesa de una vida mejor, o el vudú en las nigerianas, por increíble que parezca. Siempre se repite el mismo relato: los tratantes cierran el acuerdo en el pueblo de la víctima con un ritual mágico, en el que se quedan con un paquetito con su nombre. Contiene restos de pelo púbico, uñas o de sangre menstrual y sella que es de su propiedad. Este mecanismo es suficiente para aterrorizar a las víctimas e impedirles denunciar. Entran en juego grandes diferencias culturales. E incluso las víctimas no son conscientes de serlo. Pero los estereotipos ocultan un dato más: hay muchas víctimas de trata españolas, algunos años ocupan incluso las primeras posiciones por nacionalidades, y cada vez es más frecuente la trata doméstica, dentro del país.

¿Por qué esto no se para? Según la docena de expertos consultados, porque es un negocio y porque a los políticos no les interesa. En España hay 1.700 clubes de alterne que mueven 5 millones de euros al día, datos policiales, además del dinero de publicidad, periódicos incluidos. "La trata no se puede desvincular de la explotación final. Por eso depende de cómo se regule el delito final:  si el proxenetismo es libre es un paraíso para los tratantesNo se puede perseguir con eficacia la trata sin prohibir el proxenetismo", sentencia Joaquín Sánchez Covisa, fiscal de sala de extranjería y uno de los magistrados de referencia en este campo.

Los máximos responsables del Cuerpo Nacional de Policía y Guardia Civil contra la trata, fiscales y jueces especializados, las ONG que trabajan con víctimas, coinciden en opinar que habría que prohibir el proxenetismo, que nadie se pueda lucrar de la prostitución de un tercero. En España cualquiera puede vivir de la prostitución de otra, solo se castiga cuando hay violencia, coacción o una situación abusiva, pero es casi imposible de probar si la víctima no denuncia. Y es muy difícil que lo hagan. Las investigaciones son complejas, requieren cooperación internacional y se apoyan en escuchas.

"Es absurdo pensar que es libre una mujer que trabaja 24 horas y al cabo de un año no tiene cuenta, ni dinero, ni propiedades, ni paga el alquiler del piso en el que vive, ni puede rechazar un cliente", explica Beatriz Sánchez, la fiscal que en 2012 logró condenar al capo rumano Ioan Clamparu, Cabeza de Cerdo, el mayor proxeneta de trata de Europa. Le cayeron 30 años. Opina que el sistema está muy por detrás de los tratantes en cuanto a medios y presupuesto, y que los recursos de protección de víctimas y testigos son muy deficientes.También en algunos casos son problemáticos los intérpretes lingüísticos, cuando víctimas o sospechosos hablan en dialectos de sus países de origen.

Lo cierto es que ante algunos casos flagrantes basta el sentido común y una sensibilidad media: "¿Te puedes creer que una paraguaya que no habla castellano, solo guaraní, va a venir porque quiere a un piso de Bilbao donde vive encerrada las 24 horas?", expone otro fiscal. Con todo, los cuerpos policiales realizaron en 2016 más de 2.500 inspecciones en lugares de prostitución, el 73 % en clubes. De 2012 a 2016 arrestaron a 3.000 personas por trata y explotación sexual, y desarticularon 277 grupos criminales.

La última reforma del código penal en 2015 estuvo a punto de castigar el proxenetismo totalmente, lo que hubiera significado el cierre de clubes e incluso prohibir la publicidad erótica. El texto pasó en el Congreso, pero en el Senado una mano, la del Partido Popular, retocó el texto y asoció el proxenetismo al concepto de explotación, que abre un margen de interpretación y sigue dificultando la prueba. Se introdujo la "vulnerabilidad" de la víctima como un criterio más de limitación, pero sigue siendo muy vago, aunque las fuerzas de seguridad están usando esta vía en sus operaciones, a la espera de que el Supremo se manifieste.

"En gran medida es un problema de demanda. Mientras no la atajemos no acabaremos con el problema. No digo prohibir o legalizar, hay que regular, legislar. Los proxenetas se aprovechan del vacío legal", apunta Enrique López Villanueva, de la oficina del Relator Nacional contra la Trata. "Cierras un club por trata, reabre a los dos días y vuelve a tener clientes", confirma María Gavilán, jueza sustituta de la comunidad de Madrid, especializada en este tema, de la Asociación de Mujeres Juezas Españolas (AMJE). Una directiva de la UE de 2011 indica expresamente a los países miembros que deben estudiar la posibilidad de medidas para criminalizar el uso de servicios de víctimas de trata. Muchos expertos plantean que la trata necesitaría una ley integral, como la de violencia de género, para afrontarla con eficacia, aunque es un punto de discusión.

Villanueva toca otro tema tabú: España es un destino de turismo sexual, "aunque no es algo que se reconozca ni es un tema fácil de abordar". Por ejemplo, los clubes de La Jonquera, en la frontera con Francia, constituyen el mayor prostíbulo de Europa. "Se ha avanzado muchísimo a nivel normativo, pero en la práctica hay dificultades, queda mucho por avanzar en sensibilización, y sería importante que también llegara al poder judicial", observa Marta González, de Proyecto Esperanza. La cooperación entre fuerzas policiales y ONG que trabajan sobre el terreno ha dado un salto enorme, con una instrucción específica de junio de 2016, y los fiscales también están muy formados. La especialización de profesionales y la concienciación colectiva son decisivas, porque el gran paso es saber identificar los casos de trata cuando se tienen delante.

Es difícil recabar la opinión de los clubes de alterne. En el pasado existió una asociación de empresarios de estos locales, llamada ANELA, pero ya no está activa y actualmente no hay una organización como tal que represente a este sector. Si puede ser representativo, uno de ellos ha aceptado hablar, y él mismo aclara que su opinión no es en absoluto representativa: “Puede extrañar, pero yo estoy a favor de la abolición del proxenetismo y la prostitución. Sin embargo, siendo realistas, no creo que se vaya a acabar y mientras tanto creo que se debe regularizar y que no exista un vacío legal, del que se aprovechan las mafias”, dice Alberto Martínez, que tiene tres clubes en Barcelona, va abrir uno en Madrid y lleva 20 años en este negocio. En Cataluña la prostitución está regularizada en parte, los clubes deben tener licencia y están en un registro. Está a favor de llevar una actividad “limpia y transparente”, pero asume que en este negocio hay mafias y malas prácticas. “La imagen del sector es muy negativa, es así, comprendo que nos metan a todos en el mismo saco”, acepta.

"España es el tercer país en demanda de prostitución, según la ONU, detrás de Tailandia y Puerto Rico, la clave es la demanda", insiste Rocío Mora, directora de Apramp, otra de las ONG de referencia. Para ella es una obviedad que "son muy pocas las mujeres que se prostituyen, que están ahí porque quieren, la inmensa mayoría son víctimas de trata o explotación sexual". Enumera indicios de que detrás de esas chicas hay una organización: viven encerradas en pisos o clubes donde comen y cenan, e incluso a las que están en la calle les llevan la comida y la leña para las fogatas. "Hay mujeres que a la hora de llegar al aeropuerto ya aparecen en la calle Montera de Madrid y no saben ni en qué ciudad están", denuncia. Apramp tiene equipos, formados por supervivientes de trata, que recorren las calles en busca de víctimas: en 2016 rescataron a 1259, que entraron en sus programas para rehacer su vida.

Katy, nombre ficticio de una superviviente de trata brasileña, que ahora trabaja para Apramp: "Piensas que un día terminará, pero la deuda no baja, solo sube. Yo he generado dinero como para tener una vida acomodada, pero te lo roban. Y estás sola, en este oficio no hay amigos. Es raro que un cliente tenga sensibilidad. Te dicen: 'No quiero escuchar problemas, para eso me quedo con mi mujer'. Es muy raro que una mujer esté en esto porque quiere. El oficio más antiguo del mundo no es la prostitución, es mirar para otro lado".

ESCLAVITUD EN ESPAÑA EN 2017


EL PAÍS inicia una serie de reportajes sobre la trata de seres humanos, un fenómeno ignorado, pero de preocupación mundial. Los expertos exigen a los políticos un debate serio sobre la persecución del proxenetismo. Durante toda la semana, este diario publicará más de una decena de reportajes y entrevistas para abordar este drama desde numerosas perspectivas. Para proteger su identidad, los nombres de las víctimas son ficticios. http://politica.elpais.com/politica/2017/04/14/actualidad/1492152357_266303.html?rel=lom

Literatura universal

1 MAY 2017
Leo en diferentes medios que la asignatura de Literatura Universal se elimina de Bachillerato y deja paso al irremediable desamparo intelectual de los jóvenes. Lo leo con la gracia que me hacen los neoprofetas que se rasgan las vestiduras lamentándose del lodazal moral e intelectual en el que quedarán los jóvenes (amantes todos de la literatura), como si la impartición de dicha asignatura en 2º de Bachillerato fuera a cambiar en algo su situación. Seamos serios. Los jóvenes no sienten atractivo por la literatura; el pragmatismo y materialismo de la sociedad se lo impiden y el sistema educativo no hace nada por remediarlo. Si de verdad queremos fomentar la apreciación de la literatura, hemos de cambiar nuestra visión del mundo e implicar a toda la comunidad educativa en vez de llorar amargamente y maldecir a Rajoy. Además, la asignatura de Literatura Universal no se elimina, sino que deja de ser optativa en 2º de Bachillerato y pasa a 1º. Me pregunto, pues, qué tipo de retroceso puede ser éste.— Álvaro Sánchez Cosculluela. Zaragoza.

Nota.
Una evidencia de alguien que hace como que no se quiere enterar. Acusa a los jóvenes irónicamente de ser todos unos "amantes de la literatura", aunque les disculpa un poco, pues ante una "sociedad materialista y pragmática" ellos serían la consecuencia, no la causa. Acusa al sistema educativo de "no hacer nada por remediarlo". Y termina con un enigma y una defensa; el enigma es "cambiar nuestra visión del mundo" -sin exponer cual es su visión-. Y culpa a "toda la comunidad" a la que hay que "implicar" y no llorar -somos llorones  y maldecimos a Rajoy-. Ahí nos da indicios para resolver el enigma de su ideología, franquista, hablan de valores pero cometieron perjurio y crímenes sin parangón. ¿A esos valores se refiere? a autonombrarse "caudillo por la gracia de Dios" cuando era una dictadura asesina. Y ¿no es Rajoy, -que por cierto fue ministro de educación-, como presidente el responsable de la situación?

Me parece la carta, de un descaro e intento de confusión y manipulación intolerable, impublicable en un diario como El País, lo que muestra su actual posición. 

El resultado de la política educativa del PP es quitar fondos y profesores a la educación pública, alegando "crisis" y aumentar las subvenciones a la educación privada. Con los impuestos de los pobres se educan los ricos gratis y a "su manera" y a para todos, con la llamada "Ley de Calidad" se proponen eliminar la filosofía, la historia y la literatura, áreas que pueden ser la base de una visión crítica de la sociedad. Lo que a ellos no conviene.

lunes, 1 de mayo de 2017

Los trabajadores exigen recuperar sus salarios coincidiendo con el Primero de Mayo.

1. Los sindicatos aprovecharán el Primero de Mayo para exigir a la oposición que no ponga excusas para luchar por recuperar salarios y derechos perdidos por la crisis. CCOO y UGT reclaman que la bonanza alcance también a los empleados.

Manifiesto del 1º de mayo. No hay progreso sin trabajo digno.

http://www.sinpermiso.info/textos/manifiesto-del-1-de-mayo-no-hay-progreso-sin-trabajo-digno

Historia de la prostitución. Cómo se convirtió la prostitución en la profesión más moderna del mundo.

http://www.truthdig.com
Kajsa Ekis Ekman (Estocolmo, 1980) es una escritora sueca autora de “Being and Being Bought–Prostitution, Surrogacy and the Split Self” (“El Ser y la Mercancía–Prostitución, Subrogación y Disociación”) y de “Stolen Spring–The Eurocrisis Seen From Athens”. Es miembro del Centro Sueco de Estudios Marxistas y da conferencias en los cinco continentes sobre derechos de las mujeres, teoría de la crisis económica y capitalismo. Escribe para el diario sueco Dagens Nyheter.

Cuando se conoció la noticia de que la vicepresidenta de una de las “organizaciones de trabajadoras-es del sexo” consultada por Amnistía Internacional en política sobre prostitución había sido condenada por tráfico de seres humanos y proxenetismo, muchas abolicionistas se sintieron horrorizadas, pero no sorprendidas, ya que “los derechos de las trabajadoras del sexo” cada día se utilizan más como eufemismo de los derechos de los proxenetas, los propietarios de burdeles y de los hombres que pagan por sexo. El discurso del “trabajo sexual” ha hecho posible que “el oficio más antiguo” se convierta en la profesión más moderna del mundo. La prostitución ya no es considerada como un vestigio medieval patriarcal, sino subversiva, liberadora, incluso feminista.

A los movimientos feministas se les vendió la prostitución como el derecho de la mujer a su propio cuerpo; a los neoliberales, como un símbolo del libre mercado; a la izquierda, como “trabajo sexual” que necesita sindicatos y derechos laborales; a los conservadores, como un acuerdo privado convenido entre dos personas al margen de toda intervención social; al movimiento LGTB, como sexualidad que exige su derecho a expresarse. La prostitución se convirtió en un camaleón capaz de adaptarse a todas las ideologías. Y cuando la izquierda abraza la prostitución como “trabajo”, lo hace pasando por alto que el marxismo considera el trabajo como algo intrínsecamente alienante que debería ser abolido y el resultado de la pérdida de la capacidad de trabajadores y trabajadoras a decidir sobre sus propias vidas. Otro elemento ausente es la conciencia sobre la forma utilizada por el capitalismo para expandirse de manera incesante en cada vez más dimensiones de nuestra vida, haciéndonos ver nuestros cuerpos y mentes como meras mercancías.

El discurso del trabajo del sexo fue inicialmente un discurso marginal surgido en el ambiente político creativo y caótico de California. Obtuvo relevancia cuando el gobierno holandés lo promocionó con miras a preparar el terreno a la re-legalización de la industria del sexo. Holanda, con su floreciente industria sexual, tenía a todas luces un interés económico en obtener impuestos de ella. El argumento de que la prostitución era un trabajo como cualquier otro resultó ser muy útil. Pero si la prostitución tenía que ser considerada una profesión, era fundamental que hubiera sindicatos, y así fue cómo la organización De Rode Draad (El Hilo Rojo) se convirtió en el primer sindicato de este tipo en el mundo. De Rode Draad fue fundado por el gobierno holandés y presentado como el sindicato de las “trabajadoras del sexo”, pero fue financiado con dinero público desde el momento de su creación y su dirección siempre estuvo en manos de sociólogos y sociólogas, no de personas en situación de prostitución. Hay hoteles en Ámsterdam que ponen a disposición de los turistas folletos en los que se les asegura que no deben sentirse culpables de pagar por sexo, ya que “muchas” prostitutas pertenecen al sindicato De Rode Draad.

Las referencias a este sindicato son algo prácticamente insoslayable en los libros sobre feminismo de los años 80. Y sin embargo, De Rode Draad nunca llegó a tener más de cien miembros, jamás intervino en un solo conflicto laboral en un burdel y sus representantes, como el sociólogo Jan Visser y la investigadora y escritora Sietske Altink , no tenían ninguna experiencia en prostitución. Sietske Alkink, en el transcurso de una conferencia en 2009, dijo que la demanda de prostitución disminuiría “ya que las mujeres casadas han mejorado mucho en cuestión de sexo”. Actualmente trabaja en el Comité Internacional por los Derechos de las Trabajadoras y los Trabajadores del Sexo en Europa (ICRSE), en el que -curiosamente- nos encontramos a menudo con los mismos políticos, universitarios y trabajadores sociales apareciendo una y otra vez y construyendo su carrera profesional a base de hablar del derecho a hacer algo que ellos personalmente no han hecho.

Dado que la industria del sexo ha aumentado en el mundo entero, el discurso del trabajo sexual ha adquirido un estatus hegemónico. Y así fue cómo segmentos de la izquierda y del movimiento feminista se tragaron el anzuelo de la propaganda con el plomo y el sedal: luchar a favor de la prostitución se convirtió en luchar por la libertad. Resulta cuando menos extraño. Hace cien años, la lucha contra la prostitución era un asunto crucial tanto para el movimiento obrero como para el movimiento de las mujeres. Recordemos aquellos carteles del sindicato británico de estibadores que se hicieron tan populares y en los que se leía “No pararemos hasta barrer toda la miseria, la prostitución y el capitalismo” y “An injury to one is an injury to all”, que las feministas convirtieron en la consigna “Nos tocan a una, nos tocan a todas”. Los estibadores tenían claro que la prostitución condenaba a sus hermanas de la clase obrera a ser utilizadas por los hombres de clase alta y no estaban dispuestos a permitirlo.

Por lo que se refiere al movimiento de las mujeres, lucharon contra la prostitución antes incluso de exigir el derecho al voto: acabar con la trata de esclavos y esclavas era lo más urgente y prioritario. La prostitución no ha cambiado. Sigue siendo la misma industria, los mismos hombres con dinero comprando mujeres pobres, la misma explotación, la misma violencia y la misma trata (aquello que en el pasado se llamaba “trata de blancas”). Lo que cambió fue la etiqueta. Como dice Sonia Sánchez , una mujer argentina superviviente de la prostitución: “Existe un feminismo que es muy útil para los proxenetas, un movimiento sin movimiento, liderado casi exclusivamente por universitarias, muy lejos del feminismo popular.” Pasé cuatro años viajando por Europa y estudiando las organizaciones del “trabajo sexual” para mi libro L’être et la marchandise (El ser y la mercancía). Vi cómo se repetía siempre el mismo patrón: una organización de “trabajo sexual” con una web muy elaborada y una presencia en las redes impresionante, con cientos o miles de miembros con experiencia en trabajo sexual que en realidad eran tres que quedaban para tomar café.

Eso es lo que ocurría, por ejemplo, con el grupo francés Les Putes (ahora llamado STRASS). También era frecuente encontrar a personas relacionadas con la investigación o con ong’s copando la junta directiva mientras que sólo había una persona en la organización con experiencia en prostitución. Esta persona era la única, por supuesto, que hablaba con los medios, como era el caso del ICRSE (International Committee on the Rights of Sex Workers in Europe). En el caso de la organización española Ambit Donà, no contaban ni con una sola persona ejerciendo la prostitución, por mucho que aseguraran “defender el derecho a ser putas”.

A veces, los grandes sindicatos contaban con una sección para las personas en situación de prostitución, como era el caso de CCOO en España o el sindicato Ver.di alemán, con escasos resultados. Ni una sola persona en situación de prostitución se afilió a CCOO. En la sección sindical alemana de las trabajadoras sexuales me dijeron que “nunca habían tenido más que unas cuantas afiliadas” y que nunca habían tenido ningún conflicto laboral, a pesar de que la industria de la prostitución alemana es la más importante de Europa, con más de un millón de personas vendiendo sexo todos los días. Igual de decepcionantes fueron los resultados de la regulación en Alemania: sólo un 1% de las mujeres prostituidas se registraron como “trabajadoras sexuales”.

Cuando el Estado se preguntó la razón y realizó una encuesta, muchas mujeres en situación de prostitución respondieron que lo que ellas deseaban era dejarla tan pronto como pudieran y que no querían ver la prostitución más que como una solución temporal. Huschke Mau, una superviviente alemana de la prostitución, escribió : «Como la mayoría de prostitutas, yo no me registré como tal porque tenía miedo de no poder dejarlo si lo hacía. Porque tenía miedo de que me preguntaran por qué ya no quería seguir trabajando como prostituta si era un trabajo como otro cualquiera. Y eso fue exactamente lo que pasó cuando quise dejarlo. Busqué ayuda en la sanidad pública y sólo recibí incomprensión. Y no conseguí salir.

¿Qué se supone que tenía que decir en la oficina de empleo si iba a pedir una prestación para poder pagar el alquiler y la comida sin necesidad de tener que chupar diez pollas cada día? ¿No me preguntarían cómo me había ganado la vida en los últimos tres meses? Y si se lo dijera, ¿no me preguntarían por qué no quería seguir haciéndolo, habiendo un burdel fantástico allí cerca que me podía contratar? Una mujer que había tenido que volver a las organizaciones “de trabajo sexual” con la esperanza de encontrar refugio me contó que la usaron sólo como herramienta de propaganda.

TAMPET, otra organización holandesa, recibe millones de euros de la Unión Europea para luchar contra el VIH, pero utilizan ese dinero para repartir condones entre las mujeres inmigrantes y en hacer campaña a favor de la despenalización. Cuando hablé con su representante, otra trabajadora social, me contó que a menudo las mujeres le pedían que las ayudara a salir de la industria del sexo y que ella les respondía que su trabajo no era sacar a las mujeres de ahí, sino enseñarles a ser mejores prostitutas.» A veces, tras la fachada de los derechos de las “trabajadoras sexuales”, hay hasta proxenetas.

Es lo que ocurre con Douglas Fox, que se autodenomina “chico escort independiente”, aparece a menudo en los medios hablando de los derechos de los trabajadores y las trabajadoras sexuales y de lo malo que es el feminismo. Esto es lo que dice Huschke Mau de ese fenómeno que nos encontramos a nivel internacional: «Cuando habláis de BesD (Berufsverband erotische und sexuelle Dienstleistungen, organización alemana de trabajadoras sexuales), os referís a ella como “una organización de trabajadoras sexuales organizadas”, pero ¿os dais cuenta que sólo representa al 0,01% de las prostitutas alemanas? ¿Qué tipo de organización de prostitutas es ésa que incluye también a los propietarios de los burdeles? ¿Explotadores que crean un ‘sindicato’ para representar a las trabajadoras? Que un patrón no tenga los mismos intereses que los trabajadores y las trabajadoras es algo obvio para la izquierda, excepto cuando se trata de prostitución.

Y así fue que el International Union of Sex Workers (IUSW) fue rápidamente invitado a incluirse como sección dentro del gran sindicato británico GMB y ahí sigue. La idea de organizar “sindicatos de trabajadoras del sexo” es muy poderosa. Sin embargo, en el transcurso de mi investigación, no encontré ni una sola organización que funcione verdaderamente como un sindicato; es decir, que haya sido creada y financiada por sus miembros, se componga únicamente de personas de ese sector y tenga como adversarios naturales a empresarios y otras personas que obtienen beneficios del sector. La mayoría de estos grupos forman parte en realidad de un lobby que pretende a toda costa legalizar todos los aspectos de la industria del sexo a través del etiquetado de la prostitución como “trabajo”.» Los sindicatos en general hablan de problemas profesionales, de las largas jornadas de trabajo, de los riesgos y de la lucha por los beneficios que genera la actividad profesional.

Pero lo más extraño de los auto-denominados sindicatos de “trabajadores-as del sexo” -aparte de no contar con afiliación y de su total fracaso en llevar adelante denuncias laborales contra proxenetas y propietarios de burdeles- es su insistencia en que el “trabajo sexual” es estupendo. Y, sin embargo, la prostitución presenta unos índices de riesgos laborales que pocos trabajos tienen: un 82% de las personas en situación de prostitución han sido físicamente agredidas, el 83% han sido amenazadas con un arma y el 68% han sufrido violación. La tasa de mortalidad entre las mujeres que se dedican a la prostitución es más elevada que la de cualquier otro grupo femenino, incluso mayor que la de mujeres sin techo y mujeres toxicómanas.

¿Un sindicato que de verdad representara a las personas en situación de prostitución no debería hablar de estas cosas? Pues muchas de las organizaciones arriba mencionadas hacen justo lo contrario: enmascaran los problemas. Sólo dicen lo mucho que empodera estar en la prostitución, que es una verdadera liberación del patriarcado y una excelente manera de desafiar sus límites. Dejadme que os diga que eso es algo que nunca vais a oír en la calle.

Fuente: http://www.truthdig.com/report/item/how_prostitution_became_the_worlds_most_modern_profession_2016090