martes, 17 de mayo de 2022

_- Terraplanismo económico y triles de José Carlos Díez para defender a las eléctricas

_- José Carlos Díez es un economista bastante conocido gracias a sus habituales intervenciones en los medios de comunicación, en donde ya ha dado muestras inequívocas de su falta de independencia y servilismo o de su profunda ignorancia.

A diferencia de lo que me ocurre con otros economistas, como pueden ser Daniel Lacalle o Juan Ramón Rallo, por poner solo dos ejemplos con los que tengo grandes diferencias teóricas pero una relación de gran cordialidad y respeto, con Díez no me hablo desde hace tiempo. Es faltón, mal educado y muy desagradable en su trato así que procuro mantenerme alejado de él.

Sin embargo, no me ha quedado más remedio que ocuparme en varias ocasiones de algunas de sus afirmaciones porque son claramente falsas e incluso diría que peligrosas para la economía española, puesto que suele recurrir a la mentira y la manipulación para combatir a quienes, por razones que lógicamente yo desconozco, pone en su punto de mira.

En 2015, el ayuntamiento de Barcelona dirigido por Ada Colau decidió crear una moneda local. Para criticar el proyecto, Díez escribió en el diario El País un artículo lleno de datos falsos y argumentos equivocados que hubieran significado un suspenso para un estudiante de primero de carrera. Tan lamentables eran los errores de Díez que tituló su artículo Ley de Gresham y en su desarrollo confundía lo que esta dice. Señalé todos ellos y sus argumentos manipulados con detalle en un artículo publicado en este mismo diario con el título Economistas que pierden el norte atacando a Podemos.

En plena pandemia, tuve que escribir de nuevo (No hagan caso a José Carlos Díez: Recortar ahora el gasto es suicida) para poner de relieve un nuevo y peligroso error. Estaba proponiendo nada más y nada menos que el gobierno recortara el gasto. ¿Se imaginan ustedes lo que hubiera ocurrido con miles de empresas y con el conjunto de la economía española si el gobierno le hubiera hecho caso?

Han sido tantos los economistas y organismos internacionales que reclamaban entonces justo lo contrario de esa propuesta suicida de Díez que no necesito ahora abundar en argumentos para mostrar su insensatez.

Últimamente, también por razones últimas que yo desconozco, Díez se viene dedicando a difundir mensajes tratando de mostrar que las empresas eléctricas, e Iberdrola en particular, no disfrutan de los llamados en toda Europa «beneficios caídos del cielo». Y lo vuelve a hacer con su prepotencia y feo estilo de siempre.

Hace unos días escribía en su cuenta de Twitter los siguientes mensajes:

«Margen bruto Iberdrola España primer trimestre un 19% menos que primer trimestre de 2021. Cuidado con los que te cuentan que las eléctricas tienen beneficios caídos del cielo. O no tienen ni idea de este negocio o te quieren engañar para conseguir algo».

«Los beneficios de los eléctricas se han desplomado en el primer trimestre un 30% y sigue confundiendo a la gente con la milonga de los beneficios caídos del cielo?»

No se puede mostrar de una forma más obvia que uno se ha convertido en un auténtico terraplanista de la economía y en un tramposo.

Yo creo que, a estas alturas, la naturaleza de esos llamados «beneficios caídos del cielo» en el sector eléctrico es bien conocida, pero la recordaré brevemente.

Es el resultado inevitable de la existencia de un sistema marginalista de fijación de las tarifas eléctricas que implica que el precio de todas las fuentes de producción de luz es el de la más cara en cada momento. Como todas las demás venden la suya (más barata) a precio más elevado se dice que le caen beneficios del cielo. Es una metáfora para decir que percibirán ingresos por encima de su coste de producción y que no recibirían de existir otro sistema de tarifa.

¿Por qué digo que José Carlos Díez es un terraplanista económico cuando niega la existencia de los «beneficios caídos del cielo» en el sector eléctrico? Porque es inevitable, materialmente inevitable que existan en cualquier mercado en donde los precios se fijen según un criterio marginalista y que tenga las características del eléctrico.

Verán ustedes. En realidad, el mecanismo marginalista de fijación del precio funciona con mayor o menor intensidad en todos los mercados: si se quiere satisfacer toda la demanda, debe pagarse lo que cueste producir la última unidad que se produzca para ello y esta es lógicamente la más cara. De hecho, que el precio sea igual al coste marginal, es decir al coste de la última unidad producida, es la condición para que los mercados sean eficientes y las empresas maximicen su beneficios. Aunque en principio, eso sí, los «beneficios caídos del cielo» no tienen por qué aparecer siempre.

¿Cuándo aparecen? Cuando los distintos productores tienen diferentes costes de producción o productividad y cuando no se puede distinguir en qué fuente se ha producido cada unidad de las que se ofrecen al mercado. Justo lo que ocurre en el mercado eléctrico (aunque esto último lo dejo en el aire porque su inevitabilidad podría ser objeto de debate).

En esas condiciones, como el precio necesariamente debe cubrir la unidad de producción más cara, las demás reciben el sobreprecio. Es lo que los economistas llamamos una «renta económica» o «excedente del productor». Y a la cual, por cierto, se pueden añadir o no otros beneficios extraordinarios según que en el sector haya más o menos competencia. Si la hay plenamente, no los habrá y si predomina la concentración será muy elevados.

Negar la existencia de renta económica en el sector eléctrico con sistema marginalista es, por lo tanto, ser un auténtico terraplanista económico. Y hacerlo con los argumentos que utiliza Díez equivale, para colmo, a convertirse en un trilero para confundir a la gente. Por varias razones, unas más elementales que otras.

Por un lado, porque hace trampa y mezcla (como hacen los trileros en la calle) el concepto de beneficio contable con el término de «beneficio caído del cielo» que, como he dicho, es una metáfora referida a una renta. Y el hecho de disfrutar de una renta (el «beneficio caído del cielo») no implica necesariamente que haya beneficio contable como el de Iberdrola que menciona Díez. Además, es otra trampa utilizar los resultados de un trimestre como referencia para pronunciarse sobre los que pueda haber o no estructuralmente. Y porque la caída del margen respecto al año anterior tampoco es significativa, pues hay que considerar periodos más largos y valores absolutos de beneficios.

Por otro, se engaña a la gente ofreciendo esos datos para hacerle creer que las grandes eléctricas -como Iberdrola- están en pérdidas con los precios de la luz por las nubes cuando es sabido que tienen una posición de gran poder en el mercado y en los diferentes subsectores que les permite manipular costes e ingresos.

Lo mismo que Iberdrola puede acomodar su producción para colocarla en el momento en que más beneficio le produce, también puede jugar -como las demás eléctricas dominantes del mercado- con precios y cantidades para obtener los ingresos e imputar los costes donde y cuándo más les conviene, teniendo en cuenta que ocupan posiciones no solo en la fase de producción y no solo en una fuente de generación.

Se puede discutir si es necesario o no que el precio de la luz se fije con un sistema marginalista, o si es inevitable o deseable que la renta económica que se genera en el sector eléctrico se la apropien las empresas o si el Estado puede recuperarlas en todo o en parte, pero no se puede negar que exista. Y puede argumentarse que, a pesar de su existencia, haya empresas que no obtengan beneficios extraordinarios o incluso que sufrieran pérdidas (por razones que tendrían que ser ajenas a la existencia de esa renta o «beneficio caído del cielo»). Pero es un engaño hacerlo con los argumentos (si es que merecen ese nombre) que utiliza José Carlos Díez. Para saber qué ocurre de verdad con las rentas, los costes, los ingresos y los resultados de las eléctricas haría falta que se sometieran a auditorías independientes. Justamente lo que no se ha hecho a pesar de que todos los partidos, menos el PP, han manifestado en alguna ocasión que están a favor de que se realicen.

O Díez desconoce estas cosas tan elementales, como también desconocía la ley de Gresham y otras cuestiones básicas sobre dinero y las finanzas y es, entonces, un pésimo economista; o las conoce perfectamente y las manipula, siendo -en ese caso- una malísima persona.

https://juantorreslopez.com/terraplanismo-economico-y-triles-de-jose-carlos-diez-para-defender-a-las-electricas/

lunes, 16 de mayo de 2022

Carl Sagan y Ann Druyan: cómo el famoso cosmólogo y la documentalista se enamoraron buscando sonidos para los extraterrestres


Carl Sagan y su prometida Ann Druyan en el Waldorf-Astoria alrededor de 1980 en la ciudad de Nueva York.

A unos 320 millones de kilómetros de distancia hay dos asteroides en órbita perpetua. Giran alrededor del Sol, y sus órbitas son como dos anillos de boda entrelazados.

El primero se llama 2709 Sagan, llamado así por el famoso científico planetario Carl Sagan.

El otro es 4970 Druyan, llamado así por su esposa y colaboradora Ann Druyan.

La pareja se enamoró mientras trabajaba en un proyecto verdaderamente extraordinario: hacer un disco recopilatorio para extraterrestres, patrocinado por la NASA, que sigue viajando a través del espacio a bordo de dos sondas espaciales robóticas.

En ese disco hay un mensaje especial sobre la experiencia de estar enamorado. Si los extraterrestres alguna vez se apoderan de él y descubren cómo descifrarlo, será el amor de Ann por Carl lo que pasará a la historia como el prototipo.

"No hagas preguntas estúpidas"
De cierta forma, Ann no parecía la persona ideal para el trabajo de elegir los mayores éxitos de la humanidad para la NASA.

Había sido una buena estudiante en Queens, Nueva York, en los años 50, hija de un trabajador de la confección y una escritora frustrada.

Pero un día se desencantó de la educación formal cuando una profesora la humilló.

"Nos estaba hablando de Pi y cuando dijo que el valor de era 3.14, etc. empecé a tener una experiencia casi mística. Me invadió un sentimiento de alegría en expansión".

"Levanté la mano, muy emocionada, y dije: 'Señora Ramírez, ¿está diciendo que la relación del radio con la circunferencia de un círculo es la misma para todos los círculos de todo el Universo?' Y ella me miró, furiosa, y dijo: 'No hagas preguntas estúpidas'".

"La alegría del descubrimiento se convirtió en algo vergonzoso. En ese momento perdí el entusiasmo por las matemáticas o ciencias".

Se matriculó en la universidad, pero la dejó y se entregó a la contracultura.

"Nuestros ojos se encontraron"
"Cuando llegaron los años 60, fui tan feliz. Tras las restricciones y la supresión de los años 50, había llegado una apertura mágica de todo. Fui a cada manifestación y participé en todo el júbilo de la contracultura".

Salió con el sobrino de Duke Ellington por un tiempo, conoció a la familia y se la pasaba con la "gente chévere", en reuniones con músicos, como John Lennon, y escritores y cineastas, como Nora Ephron, quien un día la invitó a cenar.

"Recuerdo vívidamente escuchar esa risa fantásticamente libre, atractiva y cautivadora proveniente de este hermoso hombre que estaba acostado en la alfombra de la sala de estar de Nora con las manos entrelazadas detrás de su cuello".

"Nuestros ojos se encontraron. Y lo que siguió fue una conversación maravillosa sobre el béisbol y León Trotsky, y prácticamente todo bajo el Sol: el comienzo de una relación absolutamente espectacular".

No había nada romántico entre Ann y Carl en ese momento ni durante los siguientes tres años.

"Trabajamos juntos en un proyecto y nos dimos cuenta de que estábamos sincronizados y teníamos una hermosa complementariedad y así, para mi alegría eterna, cuando el proyecto discográfico Voyager se hizo realidad, una de las primeras personas a las que Carl recurrió fue a mí... y ¡qué suerte tuve de que lo hiciera!"

"Fue increíble"
El proyecto planeaba enviar un mensaje a los extraterrestres a bordo de las sondas Voyager 1 y Voyager 2.

Corría el año 1977. La misión era ir más allá de lo que cualquier nave espacial había ido antes: sobrevolar Júpiter y Saturno, transmitiendo imágenes y datos a la Tierra. Luego a Neptuno y Urano antes de explorar los confines de nuestro Sistema Solar y finalmente el espacio interestelar.

Tanto la Voyager 1 como la Voyager 2 han llegado al "espacio interestelar" y cada una continúa su viaje único a través del Universo.

Si los extraterrestres alguna vez se topaban con las sondas, encontrarían un disco con imágenes y sonidos destinados a reflejar a los terrícolas.

Carl estaba a cargo y reunió un pequeño equipo, que incluía a su esposa Linda, además de su amiga Ann y su novio Tim.

"Fue increíble. Había abandonando la universidad. Tenía 4 o 5 empleos para mantenerme, y estaba escribiendo mi primera novela".

"Carl sabía de mi pasión por la música, y también le gustaba mi forma de pensar. Tan pronto como la NASA aprobó el proyecto, me dijo: 'Quiero hacer esto contigo'; le dije: 'Voy a necesitar un título', porque, como mujer, estaba acostumbrada a no ser escuchada, interrumpida e invisible".

"Además sabía que como no tenía ninguna credencial académica, sin un título, sería muy difícil acceder al tipo de material que soñaba con poner en el disco. Dijo: 'Puedes ser la directora creativa'".

"Me quedé atónita. Significaba que podía decir: 'Hola. Soy la directora creativa de un proyecto de la NASA para crear un mensaje interestelar'. Aunque algunos pensaban que estaba loca, sonaba muy bien".

El sonido del mundo
Ann fue la encargada de crear la lista de reproducción del disco de oro de las Voyager.

"La idea era acudir a varios etnomusicólogos para que el disco no fuera una producción imperial de la música de Estados Unidos, o sólo música europea.

"Realmente quería que fuera completamente global y averiguar qué piezas eran consideradas grandiosas en otras culturas en lugar de incluir las pocas de otros países que los estadounidenses y los europeos se dignaban escuchar.

"La otra cosa que Carl me pidió que hiciera fue crear un ensayo sonoro: contar la historia de nuestro planeta con los sonidos de la Tierra".

¿Cuáles sonidos?
Además de "Sonidos de la Tierra", los discos llevan la inscripción: "Para los creadores de música: todos los mundos, todos los tiempos" grabada a mano en su superficie.

"Quise contar la historia en orden cronológico, empezando con los sonidos geológicos de la Tierra -volcanes, terremotos, rayos, vientos, lluvia, mar-. Luego, los sonidos de la vida -cantos de pájaros, elefantes y animales de todo tipo- hasta que empiezas a escuchar los sonidos de los primates. Y en última instancia, la risa de un humano.

"Es la de Carl, la misma que escuché por primera vez cuando nos conocimos".

"Después de eso, la tecnología humana -trenes, código morse, sirenas de barcos- para pasar al sonido de un beso y el rugido de la multitud en un estadio".

"Además, me conectaron durante una hora a todo tipo de maquinaria que parecía de muy alta tecnología en 1977 para detectar el movimiento ocular, ondas cerebrales, el sonido de mi corazón, mientras yo meditaba sobre la historia de nuestro planeta, y -al final- sobre la gran gloria del amor.

"Así que, al final, está esa grabación personal de mi meditación, junto con el sonido más distante jamás registrado en ese momento: la frecuencia de un púlsar, una estrella de neutrones que gira rápidamente.

"Ese sonido del púlsar y el sonido de mis ondas cerebrales son los sonidos más íntimos y los más distantes del disco... y son muy similares".

¿Y lo malo?
Todo suena maravilloso, pero ¿Qué decir de las voces levantadas en la ira o de la guerra, de esos aspectos menos positivos pero igual de humanas?

"Ese fue uno de los grandes debates. La pregunta era: ¿Contamos toda la historia sobre nosotros? Porque también había 116 imágenes en el disco y nos cuestionamos si debíamos mostrar la nube de hongo, Auschwitz, Camboya, lo que hicieron los belgas en el Congo...

Hay fórmulas, gráficos, ilustraciones y fotografías de lugares, gente, actividades.

"Dimos vueltas y vueltas y al final Carl quiso enviar sólo lo que era hermoso porque esas otras cosas podían ser malinterpretadas: ¿eran una amenaza? ¿un alarde?

"En su opinión, no se podía comunicar cuán profundamente nos duelen estos terribles crímenes que nuestra especie ha cometido".

Un honor para privilegiados
Esa es una muestra de cuán grande era la responsabilidad que tenían sobre sus hombros: representar a la humanidad para los extraterrestres.

"El presupuesto era de apenas US$18.000, que era para transporte y cosas por el estilo. No se destinó dinero a ninguna de las personas involucradas, porque era un honor participar".

Así que la tarea estuvo en manos de seis personas blancas que podían permitirse el lujo de no ser pagadas durante seis meses, una sección muy privilegiada de la población mundial.

"Estábamos decididos a incluir música, sonidos, pensamientos, saludos, no solo en 59 idiomas humanos, sino hasta en el idioma de las ballenas jorobadas.

"Para las selecciones estadounidenses de música, por ejemplo, terminamos con sólo tres artistas, y todos eran afroamericanos.

"Y lo hicimos porque estábamos decididos a no agravar el pecado de la apropiación cultural de una forma de arte que, para EE.UU. y Europa en ese momento, sólo era aceptable si se traducía en la obra de artistas blancos".

¿Cuáles?
"'Dark was the night' de Blind Willie Johnson, que era tan infravalorado como artista y ser humano que murió de exposición a los elementos; no podía permitirse el lujo de refugiarse de la lluvia. Incluimos 'Melancholy Blues' de Louis Armstrong, una obra maestra. Y 'Johnny B. Goode' de Chuck Berry.

"En cada reunión, cada vez que alguien mencionaba a Elvis Presley o alguien así, me ponía de pie y decía 'Chuck Berry' porque lo veía no sólo como uno de los grandes novelistas estadounidenses, pues podía crear una novela de tres minutos de duración que tenía toda la profundidad de la narración de un libro entero".

"Además hay música gamelan javanesa, percusión senegalesa, zampoñas y tambor peruanos, música de los aborígenes de Australia, el canto nocturno de los Indios Navajos, que suena como una canción de grillos..."

"El disco Voyager estaba destinado a audiencias extraterrestres en algún momento de un futuro muy improbable, pero también a una audiencia terrestre, y queríamos decir que apreciábamos las voces de todos. Y creo que eso se sostiene".

La melodía china
 

Al final, 27 piezas de música desde Mozart hasta el mariachi fueron incluidas.

Y una en particular cambió la vida de Ann.

"Fue una experiencia tan emocionante. Ninguno de los miembros del equipo había escuchado nunca una auténtica pieza de música china, y nos avergonzábamos de nuestra ignorancia".

"Tras buscar mucho cuál incluir, un amigo me recomendó un etnomusicólogo de la Universidad de Columbia".

"No dudó ni un momento: '¡Fácil! 'Liu Shui' ('Corrientes de agua'). Es una de las piezas más antiguas de la música china, y trata de nuestra relación con el cosmos".

"La tocó, y me deslumbró. Volví corriendo a mi apartamento en Manhattan y llamé a Carl, que estaba en Arizona dando una charla, y dejé un mensaje con el operador del hotel.

Qué dice el mensaje que el astrónomo Carl Sagan les envió a los extraterrestres (y por qué se armó un escándalo por su diseño)

"Esperé alrededor de una hora, muy emocionada de contarle sobre este descubrimiento, y finalmente timbró el teléfono y escuché esta magnífica y hermosa voz decir:

'Regresé a mi habitación de hotel, y encontré el mensaje de que Annie llamó, y me pregunté: '¿por qué no me dejaste este mensaje hace 10 años?'

"Fue como si me hubiera caído un rayo. Le dije, nerviosa: '¿Para siempre?', y él dijo: '¿Quieres decir casarnos?'"

"Recuerda, habíamos sido amigos por tres años, habíamos estado solos muchas veces, y nunca hubo un indicio, ni un guiño, ni una señal de que la relación fuera otra cosa que lo que era.

"Entonces dije: 'Sí. Me caso contigo'. Y ambos colgamos el teléfono".

"Mi corazón latía como si se fuera a salir de mi pecho. Era como el descubrimiento de una verdad científica".

"Y luego volvió a sonar el teléfono, y entré en pánico porque pensé: 'entró en razón y se dio cuenta de que ya está casado'".

"Me dijo: 'Solo quiero asegurarme de que realmente sucedió. Nos vamos a casar, ¿cierto?'"

"Y le dije: 'Sí, nos vamos a casar'. Y eso fue todo".

El registro de las ondas cerebrales de Ann mientras meditaba sucedió muy poco después de esa declaración de amor y al final, después de pensar en la evolución humana y demás, pensó en la naturaleza del amor.

"Pensé en el amor entre los padres y sus hijos, pero además, uno de los estribillos en mi itinerario mental era: 'estamos en problemas en este pequeño mundo'.

"'Somos un peligro para nosotros mismos y para el resto de la vida con la que compartimos el planeta, pero tenemos algo que potencialmente podría ayudarnos. Tenemos amor'".

"Y comencé a explorar mis propios sentimientos en ese momento, días después de ese magnífico descubrimiento".

"Esa una de las cosas hermosas que enviamos a las estrellas: pudimos enviar algo de la alegría de estar vivos, y de la mayor alegría, en mi opinión, ese sentimiento de conexión completa con otro ser humano".

... y vivieron muy felices...
Pero sus parejas también estaban trabajando en el proyecto y aún quedaban algunas semanas para el final.

"No queríamos hacer cosas a escondidas. Además, si nos permitíamos comenzar nuestra relación antes de que se lanzara una de las naves espaciales con el disco, pondríamos en riesgo toda la misión, por lo que ejercimos un enorme autocontrol".

"Esa llamada telefónica tuvo lugar el 1 de junio y no podíamos estar juntos ni decirle nada a nadie antes del 20 de agosto, el día del primer lanzamiento.

"Pero a la 1:00 en punto del 22 de agosto hablamos con nuestras parejas y les dijimos que nos habíamos enamorado locamente. A partir de ese momento nunca nos separamos".

Ann y Carl se casaron, tuvieron dos hijos y trabajaron juntos durante muchos años. En particular, coescribieron la serie de televisión Cosmos, que se emitió en 1980 y contó la historia de los orígenes de la vida y el Universo.

Hasta el día de hoy, se clasifica como una de las series científicas más exitosas de todos los tiempos.

¿Cómo fue trabajar, vivir y criar una familia juntos todo el tiempo?

"Era el cielo. En serio. Porque para mí, estar con alguien a quien consideraba una de las personas más inteligentes de su tiempo, y que me tratara con tanto amor y respeto, me dio una confianza que nunca antes había tenido".

"¿Que si discutimos a veces sobre palabras que estaban en los guiones finales? Sí. Por supuesto. Pero con Carl, si podías articular una buena razón por la que no estabas de acuerdo con él, ganabas, y eso es justicia".

"¿Y dejaba calcetines o toallas mojadas en el suelo? Sí... pero esa molestia era tan mínima en comparación con lo demás. Fue gran padre, y un marido genial".

...hasta que...
Estuvieron 20 años juntos hasta 1996, cuando Carl murió a los 62 años

Carl Edward Sagan (Nueva York, 9 de noviembre de 1934 - Seattle, 20 de diciembre de 1996) fue una súperestrella del mundo de la ciencia.

"Fue brutal. Todavía recuerdo vívidamente el sentimiento. Lo experimenté como una amputación masiva. Esa es la única forma en que puedo describirlo".

"Estaba profundamente deprimida y lo que rondaba mi cabeza una y otra vez era: 'Quiero morir. No quiero vivir más. No puedes. Eres madre. Lidia con eso', y eso es lo que hice: poner un pie delante de otro".

"Lo mejor de Carl era que no hay ninguna fantasía que yo pudiera tener que fuera mejor que estar con él, y, de la manera más profunda posible, en todo tipo de situaciones, siempre me dejaba encantada".

Como tributo a Carl, Ann revivió su serie Cosmos e hizo otras dos temporadas.

Mientras tanto, su disco de oro, el mensaje interestelar de la humanidad, sigue viajando por el espacio. ¿Alguna vez imagina que un extraterrestre lo encontrará y decodificará?

"Constantemente, y me pregunto: ¿Disfrutará con Bach, Beethoven, la música china y pensará: ¡Wow, qué vida, qué creatividad, qué genialidad tenía este planeta!?

https://www.bbc.com/mundo/noticias-61411910

domingo, 15 de mayo de 2022

Las predicciones de Einstein confirmadas y las que seguimos explorando

Las predicciones de Albert Einstein aún siguen asombrando a la comunidad científica más de un siglo después de que las formulara, tanto las ya confirmadas como las que seguimos explorando.

Albert Einstein está en las primeras posiciones de la lista de los científicos más famosos e icónicos de la historia. Sus teorías de la Relatividad Especial de 1905 y de la Relatividad General de 1915 literalmente revolucionaron la física.

Fue más allá de la teoría de la gravedad de Newton, que estuvo vigente desde 1687. Einstein introdujo además sus famosos experimentos mentales, que también pusieron a prueba los incipientes desarrollos de la mecánica cuántica. Sus aportaciones en este campo merecieron el premio Nobel en Física, que le otorgaron en 1921 por el efecto fotoeléctrico.

Mucha gente cree que el premio Nobel por la Relatividad General, que no le dieron, es una gran deuda pendiente. En esta nueva teoría, la gravedad se entiende como deformación o curvatura del espacio-tiempo, provocada por la distribución de masas y energías.

Cuanta más masa se acumule en menos volumen, más se deforma o curva el espacio-tiempo a su alrededor. Cualquier otra partícula u objeto que pase cerca de estos objetos siente esta curvatura, lo cual hace que su trayectoria cambie.

Predicción confirmada: el día que se observó la curvatura del espacio-tiempo Algunas de las predicciones o consecuencias de la Relatividad General se pusieron a prueba en poco tiempo. En 1919, tan sólo 4 años tras la publicación de la teoría, tuvo lugar un eclipse total de Sol. Era el acontecimiento idóneo para poner a prueba la curvatura del espacio-tiempo.

Hubo varias expediciones científicas que viajaron hasta Brasil y la costa oeste africana para tomar las mejores fotografías y datos de ese eclipse y, sobre todo, de las estrellas que rodeaban el Sol.

El objeto más masivo y compacto que tenemos en nuestras cercanías es el Sol. Lo que se quería comprobar era si la luz de estrellas lejanas se veían afectadas por la curvatura del espacio-tiempo que genera el Sol al pasar cerca de éste.

Si fuera así, su trayectoria se desviaría ligeramente de una línea recta, haciendo que la posición aparente de la estrella en el cielo sufriera un pequeño cambio. La confirmación de este efecto, consistente con las medidas del eclipse de 1919, hicieron a Einstein mundialmente famoso.

Las dudas de Einstein: las vibraciones del espacio-tiempo
Para demostrar experimentalmente otras predicciones de la Relatividad General hemos necesitado esperar bastante más tiempo. En 1916 Einstein comenzó a analizar con mucho detalle sus ecuaciones, y en particular una serie de términos que, tras una pequeña simplificación, se parecen enormemente a una ecuación de ondas: la misma estructura que aparece en múltiples sistemas físicos donde tenemos una perturbación que se propaga transportando energía.

En este caso, las ecuaciones dicen que lo que vibra es el propio espacio-tiempo, y a estas perturbaciones las llamamos ondas gravitatorias.

¿Podrían observarse? ¿Habría alguna manera de "escuchar" las vibraciones del espacio-tiempo?

Durante su vida, Einstein dudó sobre la existencia real de este fenómeno (¿sería quizás un artefacto matemático pero sin realización física?). Einstein no fue la primera ni la única eminencia en física que duda de las consecuencias matemáticas de su teoría. Tuvo sus más y sus menos con colegas y prestigiosas revistas científicas que han dado lugar a interesantísimos relatos.

Sea como fuere, y con la contribución de destacadas personalidades, finalmente se entendió que efectivamente las ondas gravitatorias eran una predicción real de la teoría.

Se analizaron las propiedades de las mismas y solamente quedaba por ver si la carrera tecnológica para comprobar experimentalmente su existencia daba sus frutos.

Predicción confirmada: las ondas gravitatorias se "escucharon" al fin La amplitud de estas ondas es tan tan tan (se pueden poner todos los "tan" que se quieran) extremadamente débil que el propio Einstein no tenía mucha confianza en que fuese posible su detección algún día.

Cada una de las pruebas a las que se sometía a la Relatividad General no era capaz de encontrar discrepancias, pero no detectar ondas gravitatorias o detectarlas con propiedades diferentes a las teorizadas supondría una demostración de que esta teoría no reproducía fielmente la realidad: el guante estaba echado.

"La ecuación E=mc² de Albert Einstein le dio forma a todo el siglo XX": Christophe Galfard, discípulo de Stephen Hawking El éxito del desarrollo tecnológico necesitó de décadas, y de los habituales intentos fallidos que en ciencia no siempre se mencionan, como los pioneros experimentos del físico Joseph Weber con las barras resonantes en los años 60.

Los instrumentos que han sido capaces de conseguir superar finalmente este reto son los interferómetros láser de brazos kilométricos.

La primera detección de ondas gravitatorias tuvo lugar en 2015, fue realizada por los observatorios estadounidenses LIGO y supuso un acontecimiento literalmente histórico.

Las ondas gravitatorias detectadas estaban asociadas además a otra de las consecuencias de la Relatividad General: procedían de la fusión de dos agujeros negros de unas 36 y 29 veces la masa del Sol, y atravesaron los detectores tras viajar unos 1.300 millones de años-luz.

El observatorio europeo Virgo se unió a la toma de datos en el verano de 2017, con una triple detección de una fusión de estrellas de neutrones que incluyó a las ondas gravitatorias en la astronomía de multi-mensajeros. El observatorio KAGRA se unirá a la red global en el próximo periodo de observación, previsto para diciembre de este año.

Cómo Einstein organizaba su tiempo (y por qué a veces se olvidaba hasta de almorzar)  Tenemos ya un total de 90 eventos confirmados, todos ellos tienen como escenario astrofísico la fusión de dos objetos compactos: parejas de agujeros negros, parejas de estrellas de neutrones o bien parejas mezcladas de un agujero negro y una estrella de neutrones.

La puerta de la investigación está abierta a objetos compactos de naturaleza diferente, y las ondas gravitatorias que generen nos pueden dar pistas sobre su estructura y propiedades. Estamos impacientes por ver las nuevas sorpresas que están por llegar.

La constante cosmológica: ¿la mayor "pifia" de Einstein?
En el capítulo de las predicciones de Einstein no podemos olvidar la famosa constante cosmológica, que también le generó contradicciones. Esta constante, sus propiedades y si es capaz de modelar fielmente la evolución y expansión del universo a la luz de futuros datos es la página del libro que se está escribiendo ahora mismo.

Einstein introdujo esta constante en sus ecuaciones para forzar (por creencias personales) un modelo de universo estático, una especie de "energía repulsiva" sin la cual el universo terminaría colapsando por el propio efecto de la gravedad. 

Tras las observaciones en 1931 del físico Edwin Hubble sobre la expansión del universo, Einstein consideró su propuesta como "la mayor pifia" de su obra científica.

Sin embargo, tras las observaciones en 1931 del físico Edwin Hubble sobre la expansión del universo, Einstein consideró su propuesta como "la mayor pifia" de su obra científica. ¿Lo era realmente?

El interés por la constante cosmológica que introdujo Einstein volvió a resurgir con las teorías cuánticas de campos, pues éstas predicen una energía de vacío que se puede comportar, a todos los efectos, como la constante cosmológica que predijo. Así que parece que Einstein, de nuevo, volvió a acertar.

 *Isabel Cordero Carrión es profesora e investigadora de la Facultad de Matemáticas, Universitad de Valencia, España. 

sábado, 14 de mayo de 2022

_- Estado emprendedor, conocimiento y libertad. A propósito de la propuesta de Mariana Mazzucato


_- "La historia nos dice que la innovación es el resultado de un esfuerzo colectivo masivo, no solo de un grupo reducido de jóvenes blancos en California. Si queremos resolver los mayores problemas del mundo, es mejor que entendamos eso."
Mariana Mazzucato, entrevista por cable.

La discusión acerca del papel de Estado en la generación de conocimientos relevantes para la sociedad no puede sustraerse a una realidad previa fundamental. Hoy, en el segundo semestre del año 2021, aun en plena pandemia de Covid-19, tenemos plena conciencia de los efectos de la crisis financiera de 2008 (que la pandemia no ha hecho sino agudizar), de cómo una parte de las causas de la misma puede atribuirse a la re-regulación neoliberal (o contrarreforma) que empezó en la década de 1980 y se aceleró en la de 1990, y de cómo la respuesta basada en políticas públicas de austeridad (promovida por economistas como Alberto Alesina, et al., 2019) contribuyó a un debilitamiento del sector público en todos sus frentes. 

En los últimos cincuenta años, el sistema público de la mayoría de países del mundo no sólo se ha retirado de la producción y distribución de bienes fundamentales (incluidos el agua, la energía o el transporte), sino que ha reducido drásticamente su provisión de servicios (cuando no los ha externalizado) y, lo que resulta fundamental en términos de generación de conocimiento, en muchos casos se ha retirado de la planificación estratégica a largo plazo.

A menudo, la discusión acerca de la necesidad de reducir la deuda pública de los estados olvida que es más relevante su composición que su magnitud. Tener que discutir acerca de cómo gestionar el crecimiento de la deuda pública durante la última década como consecuencia de la absorción de deuda privada (señaladamente, de instituciones financieras privadas) es algo bien distinto que proyectar sobre cómo invertir estratégicamente en áreas clave, como educación e investigación y desarrollo, además de hacerlo teniendo en cuenta parámetros como la innovación, la inclusión y la sostenibilidad. El primer tipo de deuda es inerte, mientras que la segunda es potencialmente fecunda.

No es esta la idea que más ha calado en la opinión publicada en el mundo post-2008, sino más bien la contraria: para que haya mayor competitividad, dinamismo e innovación es preciso que haya más mercado y menos Estado. Esto equivale a aceptar el embeleco de que existe algo así como un orden social espontáneo surgido de mercados libres de la intervención del Estado. Ya Karl Polanyi (1944) demolió concluyentemente esta idea arguyendo que los propios “mercados libres” eran productos de la intervención estatal y que se trataba de una “falacia economicista” (Polanyi, 1977) tratar analíticamente las dinámicas económicas como hechos que preceden y son discontinuos respecto de las realidades políticas y culturales.

Qué duda cabe que el sector público a menudo ha caído en una apatía burocrática, ha practicado el favor a oligopolios privados y ha tenido una escasa visión estratégica de las necesidades comunes a largo plazo. El porqué de este proceso de deterioro no puede sustraerse a la realidad de unas políticas anti-públicas aplicadas durante los últimos decenios que, paradójicamente, se han servido del Estado para la acumulación oligopólica y parasitaria de recursos comunes. Con todo, la idea de que la propia existencia del sector público ahoga la iniciativa privada está profundamente desenfocada. Acaso la autora que más ha contribuido en los últimos años a redefinir el marco de referencia para el análisis del papel del Estado sea la economista Mariana Mazzucato (2018, 2019, 2021).

Su propuesta consiste en revertir el deterioro del sector público, no para que éste simplemente haga cosas que ya están haciendo otros (que siguen el consejo de Keynes 2 ), sino para que se oriente estratégicamente hacia el cambio tecnológico socialmente provechoso e invierta en esta dirección. Mazzucato parte de la premisa que es problemático afrontar mediante el “libre mercado” problemas sociales de gran calado, como el cambio climático, el desempleo juvenil, la obesidad, el envejecimiento y la desigualdad. Para hacer frente a estos desafíos, el Estado debe ponerse en cabeza, no sólo dedicándose a arreglar los fallos del mercado, sino creando y moldeando nuevos mercados, a la vez que regulando los ya existentes (...). Por lo general, estas orientaciones no se generan espontáneamente a través de las fuerzas del mercado; más bien son el resultado de procesos de toma de decisiones estratégicas público-privadas (Mazzucato, 2018: 6).

Para hacer que esto sea posible, en primer lugar, propone que el Estado abandone la mirada estrecha de pretender identificar y elegir ex ante a quienes van a ser los supuestos vencedores en las pugnas mercantiles de la innovación y fiarles sin más su apoyo. Considera más acertado diagnosticar cuáles son las necesidades a largo plazo y prever la dirección que deben tomar el desarrollo económico y el cambio tecnológico, para así ensanchar el conjunto de oportunidades. En segundo lugar, aboga por abandonar la usual evaluación a corto plazo del gasto público. La alternativa es medir la inversión pública por su capacidad de alumbrar mercados en nuevas áreas. En tercer lugar, debe permitirse que las organizaciones públicas experimenten y aprendan, e incluso fracasen. Finalmente, por mor de la existencia de estos fracasos, tiene mucho sentido que el sector público y los contribuyentes recojan buena parte de las ganancias y que no se les atribuya sólo el papel de hacerse cargo de las pérdidas.

Siguiendo a Polanyi, Mazzucato insiste en el carácter mitológico de los mercados autorregulados, pues cualquier mercado está políticamente constituido. Recurriendo a Keynes, sostiene que los mercados capitalistas, independientemente de su origen, necesitan de una constante regulación por la inestabilidad inherente del capitalismo. Asimismo, pone mucho énfasis en mostrar que muchos avances atribuidos por entero al genio de la iniciativa empresarial privada han dependido crucialmente de la inversión públicamente financiada. Es el caso del iPhone, que pudo florecer por la ingente inversión en agencias públicas que llevó a la creación de Internet. Como ocurre también con la investigación médica financiada con fondos públicos procedentes de los impuestos de los contribuyentes (30,000 millones anuales de dólares para los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, sólo por dar una cifra), que permiten que muchas empresas farmacéuticas privadas se concentren más en el desarrollo de medicamentos que en la investigación propiamente dicha (y que en muchos casos han dado prioridad a financiarizar su cartera de inversión mediante la recompra de acciones propias para aumentar su cotización bursátil) (Mazzucato, 2018: 32-34). Lo mismo ocurre con la inversión en el campo de la energía, con compañías como Tesla 3 , SolarCity y SpaceX, que se han beneficiado de apoyos de los gobiernos local, estatal y federal por valor de más de 5,000 millones de dólares, además de sacar provecho de contratos de compra de sus productos por parte del Estado por valor de más del doble de esa cifra. En incontables empresas “innovadoras” el Estado ha ayudado por el lado de la oferta, por el de la demanda y, además, ha aportado la garantía financiera pública a créditos solicitados por ellas.

Desde hace tiempo conocemos críticas bien fundamentadas al modelo de ciencia basado en capital riesgo privado, que en muchas ocasiones tiene un efecto nocivo para la innovación subyacente, muy señalado en el sector biotecnológico (Coriat, Orsi y Weinstein, 2003). Otras críticas se refieren al lugar común, según el cual cuando aumenta el número de patentes en un sector económico es indicativo de que es más innovador que otros. En muchos casos ello no tiene tanto que ver con la excelencia y utilidad de las mismas, sino con cambios regulatorios que han permitido que la investigación financiada con fondos públicos fuera patentable (véase, sin ir más lejos, la Bayth-Dole Act de 1980) o con el hecho de que el capital de riesgo a menudo utiliza la cantidad de patentes como métrica de en qué compañías es más rentable invertir. Boldrin y Levine (2013) han mostrado que las patentes pueden tener cierto efecto positivo en crear incentivos a la invención, pero que tienen un efecto general negativo sobre la innovación.

Resulta de gran interés observar cómo la aportación de Mariana Mazzucato al debate contemporáneo sobre el papel del Estado en la generación de conocimiento relevante para la sociedad, sin ser completamente original, ha sido recibida como una gran novedad simplemente porque va a redropelo de un proceso de laminación de las capacidades del sector público. Por eso, al simpatizar con muchas de las ideas que propone, me parece importante destacar dos dimensiones acerca de la capacidad de los poderes públicos de promover la generación de conocimiento. 

La primera tiene que ver con el problema de la libertad en una sociedad democrática. Si seguimos los ideales de la Ilustración, un Estado tiene la obligación de garantizar la educación libre y la autonomía crítica de todos sus ciudadanos; su ejecución puede ser delegada a todo tipo de agentes educadores, pero su garantía es inalienable. Sólo por esta razón, el papel del Estado en la generación de conocimiento es fundamental. De aquí que la retórica del Estado emprendedor, entendido à la Mazzucato como un Estado que promueve “la innovación tecnológica y el crecimiento económico” puede eclipsar la cuestión de para qué queremos la innovación y el crecimiento. Aunque se entiende bien el sentido de su propuesta de fondo, dar por supuesto que ambos son fines inherentemente deseables es hurtar la discusión sobre cuáles son las mejores vías para promover la libertad y el florecimiento humanos. 

La segunda tiene que ver con la capacidad real del Estado para regular y emprender, algo que en un régimen democrático no depende exclusivamente de las voluntades de las autoridades políticas o de meros arreglos de éstos con ciertas élites económicas, sino que depende de decisiones de la ciudadanía democráticamente encauzadas. Puesto que en las últimas décadas hemos sido testigos de cómo grandes compañías privadas transnacionales han condicionado gravemente, cuando no sometido derechamente, decisiones estatales, nos preguntamos cómo puede embridarse el capitalismo global contrareformado en el que vivimos. Si bien es interesante esta visión económica del Estado emprendedor, se echa de menos una economía política del mismo.

NOTAS

1. Profesor titular de Universidad. Universidad de Barcelona. Departamento de Sociología. Avda. Diagonal, 690. 08034-Barcelona. España (jordimundo@ub.edu). Esta reflexión se ha desarrollado en el marco del proyecto de investigación PGC2018-094324-B-I00 (Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, España).

2. “Lo importante no es que el sector público haga cosas que los particulares ya están haciendo, y que las haga un poco mejor o un poco peor; sino que haga aquello que hoy nadie más está haciendo” (Keynes, 1926: 46).

3. La compañía anunció un beneficio de 1,000 millones de dólares, sólo para en el segundo cuatrimestre de 2021 (Elliot, 2021).


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Alesina, A., C. Favero y F. Giavazzi (2019), Austerity. When it Works and When it Doesn’t, Princeton/Oxford: Princeton University Press.
Boldrin, M. y D.K. Levine (2013), “The case against patents”, Journal of Economic Perspectives, 27 (1): 3-22.
Coriat, B., F. Orsi y O Weinstein (2003), “Does biotec reflect a new science-based innovation regime?”, Industry and Innovation, 10 (3): 231-253.
Elliot, R. (2021), “Tesla’s quarterly profit soars to record $1.1 billion”, The Wall Street Journal, 26 de julio, https://www.wsj.com/articles/tesla-tsla-2q-earnings-report-2021-11627176617 (última consulta: 27 de julio de 2021).
Keynes, J.M. (1926), The End of Laissez-Faire. London: L & V Woolf.
Mazzucato, M. (2018), The Entrepreneurial State. UK: Penguin Books.
Mazzucato, M. (2019), The Value of Everything. Making and Taking the Global Economy. UK: Penguin Books.
Mazzucato, M. (2021), Mission Economy. A Moonshot Guide to Changing Capitalism. New York: Harper.
Polanyi, K., (1944), The Great Transformation, Nueva York: Rinehart and Co.
Polanyi, K., (1977), The Livelihood of Man, ed. Harry Pearson, New York: Academic Press.

Jordi Mundó Es miembro del Comité Editorial de Sin Permiso. Profesor Titular de Filosofía Moral en la Universitat de Barcelona. Ha publicado trabajos sobre ética, filosofía política, filosofía y metodología de las ciencias sociales y cognición social humana.

Fuente:
Ludus Vitalis, vol. XXIX, num. 55, 2021, pp. 173-177.

viernes, 13 de mayo de 2022

_- ¿Es el momento de cortar cabezas?

_- En lugar de empezar exigiendo que se corten cabezas, como se está haciendo en España ¿por qué no se exige que el Gobierno presente un proyecto de ley en el que se tipifique como delito la posesión y el uso del programa Pegasus?

Sabemos con seguridad que el teléfono de Angela Merkel durante los años en que fue canciller de Alemania estuvo intervenido, al menos por los Estados Unidos. Que yo recuerde a nadie se le ocurrió pedir que rodaran cabezas en el Gobierno o en los servicios de inteligencia del país. Y todavía no existía el programa Pegasus, ni habíamos oído hablar de Cambridge Analytica y otras herramientas por el estilo.

Por lo que yo he leído, no creo que haya ningún Gobierno europeo que pueda dar garantías a su población de que no se va a poder hacer uso en su país de herramientas como las que incorpora el programa Pegasus. Mientras la empresa israelí que lo fabrica pueda venderlo y no haya ningún control sobre la forma y las condiciones en las que puede ser adquirido y utilizado, el programa se seguirá produciendo y seguirá siendo adquirido. Y seguirá siendo utilizado con los resultados que ya conocemos. Nadie, independientemente del lugar que ocupe en la arquitectura del Estado, puede impedirlo. Exigir, en consecuencia, que rueden cabezas no conduce a ningún sitio. ¿Garantizaría una cabeza cortada que no se podría volver a hacer uso de ese mismo programa o de otro similar?

La Comisión Europea acaba de decir que el espionaje que posibilita un programa como Pegasus resulta inaceptable, pero ha decidido, con buen criterio en mi opinión, que no es ella la encargada de hacer la investigación pertinente sobre el mismo. Una cosa es que la Unión Europea debería plantearse cómo se debe dar respuesta a escala europea al problema que la existencia de un programa como Pegasus plantea y otra distinta es que la Comisión Europea pueda dar ahora mismo esa respuesta.

La búsqueda de dicha respuesta es obvio que tiene que plantearse en el marco de la Unión Europea, que es el club de Estados con un nivel de exigencia democrática más alta del mundo conocido hasta la fecha. No hay organización con la legitimidad democrática que ella tiene para ocuparse de un problema de esta naturaleza. Pero ese proceso lleva su tiempo y tiene que avanzar de la forma en que avanzan estos asuntos en la Unión.

Pegasus o cualquier programa similar es incompatible con la democracia como forma política. Es imposible garantizar el ejercicio de los derechos constitutivos de la personalidad frente al uso de dicho programa. Y sin los derechos constitutivos de la personalidad hablar de democracia es absurdo. A partir de esta premisa habría que diseñar la respuesta jurídica y exigir que cada Estado miembro la haga suya.

Obviamente, nada impide a cualquier Estado miembro no esperar a que llegue la respuesta de la Unión Europea. Cualquier Estado miembro puede tipificar como delito desde ya la posesión y el uso del programa Pegasus. En lugar de empezar exigiendo que se corten cabezas, como se está haciendo en España ¿por qué no se exige que el Gobierno presente un proyecto de ley en el que se tipifique como delito la posesión y el uso del programa Pegasus? ¿O por qué no se promueve un acuerdo entre los distintos grupos parlamentarios para que se apruebe una ley por el procedimiento de urgencia con dicho contenido?

Tal como está el patio político en nuestro país, me temo que son los que están exigiendo que se corten cabezas los que pueden ver amenazadas las suyas.

https://www.eldiario.es/contracorriente/momento-cortar-cabezas_132_8969616.html

jueves, 12 de mayo de 2022

_- Subidas de tipos de interés: bienvenidos a la próxima recesión

_- La Reserva Federal es la autoridad monetaria de Estados Unidos y a ella se le encomienda que controle y supervise el sistema financiero y que ejecute la política monetaria con un doble objetivo: la estabilidad de los precios y alcanzar el pleno empleo.

Otros bancos centrales, como el europeo, solo tienen como objetivo controlar la subida de precios.

Sin embargo, estamos viviendo la inflación más alta de los últimos cuarenta años y, hasta ahora, prácticamente no han tomado ninguna medida.

Primero dijeron que ere muy pasajera y cuando comenzó a alargarse, no hicieron nada.

¿Cómo es posible que, teniendo todo el poder y estando siempre tan seguros de lo que dicen, no han evitado esta subida de precios tan grande?

Muy sencillo.
Su comprensión de la inflación está equivocada. Se sostiene sobre presupuestos falsos.

Creen que los precios suben porque hay demasiado dinero en circulación y que, por tanto, lo que hay que hacer para frenarla es retirar dinero. Algo que básicamente se supone que pueden conseguir subiendo su precio, es decir, los tipos de interés.

¿Por qué no los han subido ahora?
Pues justamente porque saben perfectamente, sin ningún lugar a dudas, que la inflación se debe a otras causas y no a las que ellos han defendido siempre.

Concretamente, los precios están subiendo debido a la escasez en la oferta de bienes después de la pandemia, a problemas de suministro tras la invasión de Ucrania y al gran poder de grandes empresas que suben injustificadamente sus márgenes.

Los bancos centrales saben perfectamente que, si suben los tipos de interés, no van a resolver esas causas de la subida de precios.

Lo único que se conseguiría subiéndolos sería encarecer la inversión y el consumo a crédito, es decir, frenar las ventas, el empleo y la actividad económica en general: hundir a las economías.

Lo saben y por eso no han hecho nada.
Ahora bien. Lo malo es que, si no hacen nada, los sujetos económicos pensarán que, sin medidas contra la inflación, la inflación va a ser inevitable. Y eso hará, curiosamente, que efectivamente haya inflación.

¿Qué podrían hacer los bancos centrales y el resto de las autoridades económicas?

Reconocer que están equivocados.

Que tienen una idea sobre la inflación equivocada y que, en estos momentos, no sirve de nada subir los tipos de interés porque el roto que van a provocar será peor que el descosido que quieren arreglar.

Lo que hay que hacer es llevar a cabo inversiones urgentes para ampliar la oferta, intervenir sobre los mercados energéticos y de materias primas en donde la concentración de capitales está aumentando los márgenes y haciendo que suban los precios innecesariamente, acabar con las burbujas especulativas que están provocando subidas de precios que se trasladan al resto de la economía.

En lugar de eso, la Reserva Federal, y luego vendrán los demás grandes bancos centrales, ha optado por comenzar a subir los tipos de interés, a pesar de que los estudios que se están haciendo señalan (aquí) que, aunque los subieran hasta el 3% a finales de este año, los precios solo bajarían 0,4 puntos: ¡nada!

Han puesto en marcha el brazo tonto de la política monetaria. La Reserva Federal va a provocar una recesión en Estados Unidos y detrás de ella irá la del resto de los países.

Tiempo al tiempo.

https://juantorreslopez.com/subidas-de-tipos-de-interes-bienvenidos-a-la-proxima-recesion/

miércoles, 11 de mayo de 2022

Los magníficos datos de empleo y cuatro peligros que nos acechan

Los datos de contratación laboral y paro registrado que se acaban de publicar son muy buenos, aunque no será de extrañar que la derecha le ponga pegas en las próximas horas, pues nunca nada le parece bien si es resultado de un gobierno progresista.

Como se analiza con más detalle en otro artículo de este mismo diario, el paro registrado es el más bajo desde 2008; se ha firmado la mayor cifra de contratos indefinidos desde 2001 (700.000), con una proporción sobre el total casi cinco veces mayor que la de antes de la reforma laboral; y por primera vez se superan los 20 millones de contratos.

Estos buenos registros no son el resultado de una sola circunstancia. Sin duda, ha influido la reforma laboral del gobierno que tanto se había criticado. Pero también su gestión de la pandemia que evitó el derrumbe de miles de empresas gracias a la protección de los ERTES y de las ayudas de todo tipo que se recibieron. Ha debido ayudar la política fiscal que ha permitido aumentar los ingresos sin suponer una excesiva carga para la actividad productiva; y no se puede negar el efecto positivo del cambio de orientación en la Unión Europea, al poner en marcha políticas más realistas y menos equivocadas que en la anterior crisis financiera. Y, por supuesto, me parece que debe haber sido decisivo el nuevo clima de diálogo, negociación y acuerdos sociales que está logrando establecer el gobierno de Pedro Sánchez con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, encargada del asunto.

El buen funcionamiento del mercado de trabajo está demostrando, una vez más, que las tesis liberales no son ciertas, pues se está creando empleo sin necesidad de producir la exagerada devaluación salarial de otras etapas.

Por el contrario, es gracias al mantenimiento de la demanda, garantizado por las política fiscal y de empleo, lo que está proporcionando ingresos que se convierten en ventas y beneficios para las empresas y, en consecuencia, en más inversión y puestos de trabajo.

La cúpula empresarial debería tomar nota de la realidad y el gobierno no debe bajar la guardia y seguir protegiendo al máximo la actividad productiva, desoyendo a quienes solo buscan obtener beneficios extraordinarios por la vía del recorte salarial que, en realidad, perjudica al conjunto del empresariado.

Ahora bien, las buenas noticias en materia de empleo no deben ocultar que nuestra economía sigue en zona de riesgo como consecuencia de peligros que, a mi juicio, provienen de cuatro frentes.

En primer lugar, del energético. Aunque se han dado pasos positivos en Bruselas, el oligopolio eléctrico no ha parado y está consiguiendo bloquear parte de su efecto benéfico.

Los altos precios de la energía como consecuencia del mal funcionamiento del mercado están suponiendo un lastre sin parangón para la recuperación económica, así que el gobierno debe redoblar su esfuerzo, no solo regulatorio, sino político y social, para doblegar a quienes, a base de acumular una influencia política brutal desde sus posiciones de privilegio en el mercado, se han convertido en un verdadero cáncer para la economía española.

El segundo peligro proviene de algo que no se termina de reconocer porque las instituciones internacionales no saben cómo hacerle frente. Me refiero a la crisis de oferta que va a seguir provocando bloqueos en los suministros durante mucho tiempo y, como consecuencia, una profunda reestructuración de la industria global.

El gobierno debería abordar el diseño y puesta en marcha de una estrategia nacional de reindustrialización que tenga efectos a corto plazo. Si se hace rápidamente, con acuerdos de Estado y acierto, España tendrá ante sí una oportunidad única; si, por el contrario, perdemos el tren vamos a entrar sin remedio en una etapa de empobrecimiento acelerado.

El tercer peligro proviene de la deuda que estamos acumulando, tanto por su magnitud como por la previsible subida de tipos de interés que el brazo tonto de la política monetaria va a imponer en los próximos tiempos.

Es igualmente urgente disponer de una estrategia nacional que impida que nos impacte de lleno una crisis de deuda en el momento menos pensado.

El último peligro no es menos importante y proviene de la fragmentación social que se está produciendo en España, de la insolidaridad de los grupos de poder económico y financiero y de la maldad de los partidos políticos que -a su servicio- generan la crispación y división que destrozan la convivencia y debilita las instituciones democráticas.

Como dijo el profesor Fuentes Quintana en su célebre alocución a los españoles en julio de 1977, «las soluciones de los problemas económicos nunca son económicas sino políticas. No hay oscuras fórmulas técnicas que permitan resolver las dificultades en un clima de gabinete. Los problemas económicos de un país solo pueden superarse mediante el esfuerzo y la colaboración de todos».

Menciono estas palabras porque revelan justamente aquello de lo que más carecemos en estos momentos en España y sin lo cual va a ser imposible que nuestra economía se recupere.

Si no conseguimos acuerdos nacionales para elaborar las estrategias que he mencionado y pactos de rentas para generar más equidad y poder sostener la demanda, si no se establece un nuevo clima de cooperación y diálogo y si no se frena y controla el privilegio desmesurado de los grupos de poder económico, financiero y mediático, los buenos datos de empleo que acabamos de conocer serán un espejismo que se desvanecerá enseguida

https://juantorreslopez.com/los-magnificos-datos-de-empleo-y-cuatro-peligros-que-nos-acechan/

martes, 10 de mayo de 2022

Catalunya lo complica todo

Sin la conexión catalana, Pegasus habría sido abordado como en los demás países en que se ha hecho uso. Como un problema grave que afecta a la seguridad del Estado, pero que, por eso mismo, tiene que ser abordado con discreción. Al nacionalismo catalán le interesa todo lo contrario

Pegasus ha entrado en la agenda política española por el artículo de The New Yorker sobre el uso de dicho programa para espiar a algo más de sesenta personas insertas en o estrechamente relacionadas con el nacionalismo catalán. El origen del artículo está en una investigación de una universidad canadiense de reconocida solvencia.

Esta conexión con Catalunya es lo que ha convertido a Pegasus en un problema difícilmente manejable. Sin la conexión catalana, Pegasus habría sido abordado como lo ha sido y está siendo en los demás países en que se ha hecho uso de dicho programa. Como un problema grave que afecta a la seguridad del Estado, pero que, por eso mismo, tiene que ser abordado con discreción.

Al nacionalismo catalán le interesa todo lo contrario. Le interesa poner de manifiesto que el Estado español no ha respetado ni la Constitución, ni el Convenio Europeo de Derechos Humanos, ni la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea en la represión de los acontecimientos que tuvieron lugar en los meses de septiembre y octubre de 2017.

Le interesa políticamente, porque el problema de la integración de Catalunya en el Estado sigue siendo un problema fundamentalmente político, aunque esté muy fuertemente judicializado. Y le interesa jurídicamente, porque todavía hay procesos abiertos ante el Tribunal Constitucional, el Tribunal de Justicia, el Tribunal General de la Unión Europea y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

La judicialización del conflicto constitucional entre el Estado y la Generalitat no puede no volverse en contra del interés del Estado por manejar la investigación sobre el programa Pegasus de manera discreta. En todas las causas judiciales que están abiertas, que son todas, ya que si en algunas de ellas se ha agotado la vía judicial española, en ninguna se han pronunciado todavía mediante sentencia firme los tribunales europeos (TJUE y TEDH), se acabará reclamando la información que se haya obtenido mediante el uso del programa Pegasus. No veo de qué forma podrá oponerse el Estado español a que dicha información sea proporcionada al Tribunal que lo reclame.

Convertir el problema político de la integración de Catalunya en el Estado en un problema judicial, en el que el que fuera a la sazón Fiscal General del Estado, José Manuel Maza, definió la estrategia a seguir: persecución de todos los ex miembros del Govern presidido por Carles Puigdemont y de los ex miembros de la Mesa del Parlament presidida por Carme Forcadell por el delito de rebelión, pareció permitir al Gobierno presidido por Mariano Rajoy, controlar el procés.

Ha ocurrido todo lo contrario. El procés se ha internacionalizado de una manera que no se hubiera producido manteniéndolo dentro del ámbito estrictamente político español sin acudir al poder judicial y, además, hace perder al Estado el control de la información en materia tan delicada como el uso de programas de espionaje, ya que es imposible no atender la reclamación que se produzca por parte de órganos judiciales a los que se ha remitido la respuesta del problema.

El hecho de que la información obtenida con el programa Pegasus tenga que ser puesta a disposición de los tribunales que la reclamen y, por tanto, a disposición de los abogados de los procesados, puede poner en entredicho la conducta de los órganos gubernamentales y judiciales españoles en lo que a la respuesta que han dado al conflicto constitucional entre el Estado y la Generalitat se refiere. El contraste entre las fechas en que se obtuvo información y en las que tomaron decisiones la Fiscalía y los tribunales no sabemos todavía a dónde puede conducir, pero no se puede descartar que tenga importantes consecuencias sobre las resoluciones ya dictadas.

Pero, sobre todo, la investigación sobre el uso de Pegasus contra los nacionalistas catalanes va a salpicar la investigación de todos los demás usos que se haya hecho de dicho programa, estén judicializados o no todavía.

Catalunya es un problema constitucional de tal envergadura que no puede ser puesto en manos judiciales, porque el Poder Judicial es constitutivamente incapaz de darle respuesta. El Poder Judicial sirve para lo que sirve y no sirve para lo que no sirve y cuando se pretende hacer uso del mismo para lo que no puede serlo, el resultado es un disparate monumental. Las consecuencias de dicho disparate se están haciendo visibles y lo van a ser todavía más por tiempo indefinido.

https://www.eldiario.es/contracorriente/catalunya-complica_132_8962188.html

lunes, 9 de mayo de 2022

La Segunda Guerra Mundial y la derrota nazi

La Segunda Guerra Mundial fue el conflicto armado de mayores dimensiones de la historia. Se enfrentaron los países que conformaban las Potencias Aliadas y las Potencias del Eje.

Tras seis años de lucha, se declaró el final de la guerra y la caída de los regímenes de Adolf Hitler en Alemania y de Hideki Tojo en Japón.

Durante seis años, la guerra se cobró más vidas y destruyó más tierras y propiedades en todo el mundo que cualquier otra guerra antes conocida. De los cincuenta y cinco millones de personas muertas, seis millones eran judíos, exterminados en los campos de concentración, como parte de la Solución Final. Gitanos, homosexuales y personas de ideología opuesta fueron víctimas de la barbarie.

Europa perdió el poder global que había mantenido. Nació la bipolaridad del poder encarnado por las dos superpotencias. Las monarquías en Italia, Yugoslavia, Albania, Rumania y Bulgaria, perdieron el poder y se convirtieron en republicas. El mundo comunista extendió su influencia sobre Europa Oriental y los Balcanes, planteándose un nuevo conflicto ideológico entre comunistas y democracias occidentales. Nacieron las Naciones Unidas, como instrumento para servir la paz internacional.

El 9 de mayo de 1945, se conmemora como el Día de la Victoria. La rendición incondicional se firmó el 8 de Mayo a las 22,43 (hora de Europa) ante el Mariscal del Ejército Rojo Gueorgui Zhúkov. El Acta de rendición militar se firmó en el Cuartel General de Eisenhower, Comandante Supremo Aliado en Europa, el 7 de mayo en Reims. Tras el suicidio de Adolf Hitler, que no pudo soportar que los soviéticos estuvieran a escasos metros del bunker, la rendición alemana estaba cantada.

El fin, se firmó definitivamente el 2 de septiembre de 1945, en la cubierta del Missouri –acorazado norteamericano anclado en el golfo de Tokio–. Japón, el último aliado de la Alemania nazi, firmaba el acta de capitulación. La Guerra Mundial había estallado el 1 de septiembre de 1939, con la invasión de Polonia por parte de Alemania. En lo que respecta a Asia Oriental y del Pacífico, los japoneses plasmaron sus planes en 1941-1942, ocupando la mayor parte de China y alcanzado las costas de Australia, ocupando las islas Filipinas, Indonesia y todos los países del sudeste de Asia. Alemania y Japón, trataron de dividir el mundo bajo su influencia.

La Guerra en España (1936-1939), llamada civil, pero que fue militar, sirvió de campo de pruebas para Alemania e Italia. Hitler, organizó un nuevo ejército y puso a prueba el nuevo armamento y las nuevas tácticas guerreras. Hitler y Mussolini, entregaron material de guerra a Franco y enviaron tropas especializadas a combatir en suelo español contra el gobierno republicano. Las otras potencias, encabezadas por Francia y apoyada por Reino Unido, se abstuvieron de intervenir, desarrollando su política de No intervención, porque la guerra de España venía a complicar el juego estratégico que se desencadenaba en Europa. Todo fueron ventajas para el nazismo y el fascismo español. La República quedaba abandonada a su suerte.

Las principales causas de la SGM, provienen de las consecuencias de la Primera Guerra Mundial (1914-1918). El tratado de Versalles (1919) estipulaba que las Potencias Centrales (Alemania y sus aliados) aceptasen las responsabilidades morales y materiales por haber causado la guerra; además debían desarmarse. Tuvieron que realizar concesiones territoriales a los vencedores y pagar exorbitantes indemnizaciones económicas a los estados victoriosos.

De otra parte el Plan Dawes (1924), auspiciado por EEUU, pretendía que los aliados vencedores de la Primera Guerra, consiguieran sus reparaciones, buscando la estabilidad de la economía alemana y evitar mayores perjuicios. Alemania en el 20º aniversario de su reunificación (1990), realizó el último pago de las indemnizaciones de la Gran Guerra estipuladas en el Tratado de Versalles. Con el pago terminaron 92 años de un tratado, considerado como una chapuza en sus términos económicos.

La Gran Depresión de 1929, se prolongó durante la década de 1930. Fue otra de las causas de la SGM y sus efectos fueron devastadores en casi todos los países, ricos y pobres, donde la inseguridad y la miseria se transmitieron como una epidemia. Cayeron la renta nacional, los ingresos fiscales, los beneficios empresariales y los precios. Ciudades de todo el mundo se vieron gravemente afectadas. La agricultura y las zonas rurales sufrieron la caída de los precios y de las cosechas, La política del New Deal en 1932, establecida por el presidente Roosevelt, marcó el inicio del final de la Gran Depresión en Estados Unidos, pero no en Alemania. La desaparición de la financiación exterior y el aumento de las dificultades económicas, propiciaron la aparición del nacional-socialismo y la llegada al poder del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán.

Hitler al llegar al poder, procedió al rearme de la nación; firmó tratados estratégicos con Italia y Japón para proyectar aún más lejos sus ambiciones de dominación planetaria. Los Aliados, temerosos de una nueva guerra mundial, trataron de contener la situación mediante una política de apaciguamiento –y ciertas muestras de simpatía hacia el nuevo régimen–, que resultó ser ineficaz y contraproducente. La invasión de Polonia por el ejército nazi en septiembre de 1939, lo desbarató todo. Gran Bretaña y Francia declararon la guerra al Tercer Reich y con ello comenzaba la Segunda Guerra Mundial, que Hitler valoraba como imprescindible necesaria para sus planes, después de asegurar la neutralidad de la URSS, con el pacto de no-agresión.

En la madrugada del 30 de abril de 1945, Hitler se suicidó y Berlín fue tomada por las fuerzas soviéticas. La guerra en el Pacifico terminó en agosto, poco después de que los Estados Unidos lanzaran las bombas atómicas en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Murieron en el acto ciento veinte mil personas. Como consecuencia de todo, EEUU y la Unión Soviética surgieron como las superpotencias que iban a dominar el mundo. La guerra fría, el inicio de la era atómica, la descolonización, y la creación de organismos internacionales como la ONU o las Comisiones Europeas, fueron otras de sus consecuencias. Para España representó el aislamiento internacional, la represión política en el interior y la depresión económica.

Los términos de la rendición de Alemania fueron discutidos desde el 14 de enero de 1944, acordando que el texto definitivo debería estar en un único documento de rendición incondicional. El acta agrupó por temas, como la rendición militar, la entrega de armamento y la retirada alemana de los territorios ocupados, volviendo a las fronteras del 31 de diciembre de 1937. Se incluyó la liberación de los prisioneros de guerra, la repatriación de los presos y esclavos de los campos de concentración nazis, cierre de los servicios de inteligencia alemanes, la no destrucción del arsenal militar e infraestructuras, o trabajar en el proceso judicial por crímenes de guerra contra las máximas autoridades. En la Conferencia de Yalta, febrero de 1945, se acordó que las cuatro potencias Aliadas se repartieran Alemania.

Al finalizar la guerra, los vencedores dividieron el territorio alemán en cuatro zonas de ocupación (norteamericana, inglesa, francesa, y soviética). La ciudad de Berlín, situada en la zona rusa, también fue dividida en cuatro zonas. Más tarde, en 1961 quedaría separada del resto del mundo por el muro de la vergüenza, que cayó en 1989. La ciudad de Berlín, dividida en cuatro zonas, permaneció bajo ocupación militar hasta el 12 de septiembre de 1990, cuando el Tratado sobre el Acuerdo Final Con Respecto a Alemania fue firmado por las cuatro potencias y los dos gobiernos alemanes. La reunificación alemana se produjo el 3 de octubre de 1990 y el país reunificado obtuvo la soberanía el 15 de marzo de 1991.

El número de muertos llegó a cincuenta y cinco millones de personas (España tiene una población de algo más de cuarenta y siete). A esta pavorosa cifra hay que sumar el sufrimiento de la población en general, de los prisioneros, las secuelas físicas y psíquicas de los campos de concentración. Desaparecieron ciudades, vías férreas, carreteras, puentes y plantas industriales, así como quedaron afectados los campos más fértiles. Todo quedó destruido.

La noticia de la rendición de Rheims llegó a Occidente el 8 de mayo y las celebraciones brotaron a lo largo de Europa. En Estados Unidos, los norteamericanos se despertaron con la noticia y declararon el 8 de mayo el día V-E (Victory in Europe). Hubo concentraciones populares en Londres y París para celebrar el triunfo contra la barbarie. En la Unión Soviética, hubo festejos espontáneos, pero el gobierno de Stalin exigió esperar a las celebraciones, tras la rendición alemana que se celebraría en Karlshorst. En la URSS, la Segunda Guerra Mundial fue conocida como la Gran Guerra Patria.

Han pasado setenta y siete años y algunas de sus consecuencias todavía se dejan sentir o están presentes en el desarrollo de las relaciones internacionales. La Segunda Guerra Mundial ha quedado marcada como uno de los conflictos más destructivos en la historia del mundo, aunque parece que se olvidan sus consecuencias. Desde entonces el mundo no ha dejado de guerrear.

https://rebelion.org/la-segunda-guerra-mundial-y-la-derrota-nazi/

_- 1 de mayo: La necesidad de solidaridad es mayor que nunca

_- De Ucrania a la crisis del coste de la vida, pasando por la pandemia, los retos sociales del momento exigen una respuesta solidaria.

El 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, suele ser un día de celebración en todo el mundo. Pero en 2022 tiene lugar bajo una sombra: la sombra de la guerra en Europa, la crisis del coste de la vida para los trabajadores y los continuos perjuicios a la salud y al empleo tras la pandemia. Puede dar la impresión de que hay poco que celebrar.

Sin embargo, la solidaridad que se encuentra en la base del sindicalismo – tema principal del Primero de Mayo– nunca ha quedado mejor demostrada que en la respuesta de los sindicatos europeos a la brutal guerra de Ucrania. Esa solidaridad y dedicación ya se pusieron de manifiesto a lo largo de la pandemia. Los trabajadores han sufrido una crisis tras otra, con pérdida de puestos de trabajo, recortes en el valor de los salarios y disminución del nivel de vida.

La Unión Europea y los gobiernos nacionales deben mostrarse hoy aún más proactivos en la defensa del futuro de la Europa social. Se necesita una enorme inversión para asegurar una recuperación sostenible e inclusiva, para garantizar los ingresos de los trabajadores, lograr una transición justa en el abandono del petróleo, el gas y el carbón rusos, y mantener las normas sociales y medioambientales frente a desafíos sin precedentes.

La Confederación Europea de Sindicatos ha pedido que se tomen medidas de emergencia para reducir los precios de la energía y proteger a hogares, empleos y empresas del impacto de las sanciones. No se debe volver a la desastrosa política de austeridad.

Movilización masiva
La guerra ha desencadenado una movilización sindical masiva, con manifestaciones a favor de la paz, acciones de huelga y boicots espontáneos a productos y envíos rusos. Los sindicatos han iniciado negociaciones con los empresarios y las autoridades para mitigar el impacto de las sanciones en los trabajadores de toda Europa y para integrar a los refugiados ucranianos en los mercados laborales nacionales. La ayuda humanitaria a gran escala ha llegado a los desplazados de Ucrania y a los millones de refugiados que huyen de la invasión de Putin.

Los sindicatos ucranianos han abierto sus locales para acoger a miles de personas, con el apoyo de los trabajadores ferroviarios rumanos del ferrocarril, que han ayudado a transportar colchones y ropa de cama al país. En Polonia, los sindicatos han creado centros de acogida y asesoramiento y han ofrecido alojamiento a cientos de refugiados.

Los sindicatos húngaros y moldavos han creado fondos de ayuda, y también en Moldavia y Eslovaquia los sindicatos están proporcionando camas gratuitas en sus propios hoteles y sanatorios. En Lituania, los sindicatos de profesores transmiten en directo lecciones de historia a los estudiantes ucranianos, mientras que los periodistas griegos han enviado equipos a sus colegas ucranianos que luchan por contrarrestar las mentiras rusas y relatar la verdadera historia de la guerra.

Estos son sólo algunos ejemplos de la abrumadora respuesta sindical y de su oposición al conflicto. A escala europea, estamos muy orgullosos de esta muestra de solidaridad. La CES se ha manifestado con fuerza y claridad para pedir el fin de la guerra y contribuir al esfuerzo de ayuda humanitaria.

Derechos vulnerados
Los ojos del mundo están puestos en Ucrania, pero el 1 de mayo no nos olvidamos de los habitantes de otros países donde se vulneran los derechos de los trabajadores. En Bielorrusia, al menos 14 dirigentes y funcionarios sindicales fueron detenidos recientemente. En Colombia, los sindicalistas ponen su vida en peligro y en Brasil la mala gestión de la pandemia por parte del presidente, Jair Bolsonaro, ha dejado un gran número de muertos. En Turquía, la inflación desenfrenada está causando dificultades crecientes y las actividades sindicales están siendo atacadas.

La UE tiene la responsabilidad de defender los derechos humanos y de los trabajadores en todo el mundo. Por ello, la CES está luchando por una sólida ley de la UE sobre diligencia debida en materia de derechos humanos, para garantizar que las empresas que operan en Europa respeten los derechos de los trabajadores y los sindicatos en todos los países. Se necesita algo más de l que contiene la propuesta de la Comisión Europea, publicada en febrero, para que los trabajadores y los sindicatos participen en la elaboración y el seguimiento de planes empresariales sostenibles sólidos, para que las empresas rindan cuentas y cambien su comportamiento. La semana pasada se cumplió el noveno aniversario de la catástrofe del Rana Plaza en Bangladesh, en la que murieron más de mil trabajadores. No se deben seguir sacrificando vidas en aras de los beneficios.

Los precios se disparan
En Europa, los trabajadores han hecho enormes sacrificios para frenar la propagación del Covid-19. Pero ahora, incluso los que arriesgaron sus vidas en la batalla están viendo cómo se hunde su nivel de vida, debido a la guerra, la pandemia y la crisis logística mundial. Los precios se disparan, pero los salarios no están a la altura.

La CES exige una Europa más justa, con negociación colectiva para todos y salarios mínimos adecuados. Los datos demuestran que la negociación colectiva por parte de los sindicatos está vinculada a unos salarios más altos. La propuesta de directiva sobre salarios mínimos justos no sólo debe poner fin a la creciente desigualdad salarial en la mayoría de los países de la UE, sino también exigir a los Estados miembros que promuevan y apoyen niveles elevados de negociación colectiva, en consonancia con la postura del Parlamento Europeo.

La crisis energética ha puesto de manifiesto la necesidad de una actuación más rápida para eliminar los combustibles fósiles y pasar a fuentes renovables. Los datos más recientes y alarmantes subrayan que la creciente amenaza del cambio climático sólo puede abordarse mediante la solidaridad mundial. Los sindicatos exigen una transición socialmente justa hacia una economía verde y respetuosa con el clima, haciendo hincapié en el apoyo a aquellos cuyas comunidades y medios de vida son más vulnerables.

Igualdad de derechos
Como sindicalistas, luchamos por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Sin embargo, 65 años después de que el Tratado de Roma consagrara el principio de igualdad salarial, la brecha salarial entre hombres y mujeres sigue estancada en torno al 14%. La tan demorada directiva sobre transparencia salarial transparencia salarial puede ser un paso importante hacia la nivelación, pero debe aplicarse a todas las empresas y dar a los representantes sindicales las herramientas para actuar y acabar con la injusticia.

Los sindicatos a nivel europeo y nacional también luchan por mejorar los salarios y las condiciones del creciente número de personas que trabajan en empresas de plataforma. A menudo colaborando a través de las fronteras, han desafiado las afirmaciones de las empresas de que los trabajadores que gestionan son autónomos. Como resultado, muchos trabajadores de plataformas han logrado nuevos derechos a la seguridad y a unos salarios y condiciones laborales decentes, y la comisión ha presentado una legislación que debería confirmar que las empresas de plataformas son empleadores.

El 1 de mayo de 2022 podría ser un día de reflexión tanto como de celebración. Pero una cosa es segura: la necesidad de solidaridad sindical y de los trabajadores nunca ha sido mayor.

Luca Visentini es secretario general de la Confederación Europea de Sindicatos (CES).

La psiquiatra que trata a asesinos en serie, abusadores sexuales y otros culpables de actos de extrema crueldad y violencia

Los pacientes de la doctora Gwnen Adshead son lo que comúnmente la sociedad considera "monstruos".

La doctora Adshead es psiquiatra forense y durante décadas ha trabajado como terapeuta de personas que se han involucrado en atroces formas de violencia.

Gran parte de su experiencia la ha obtenido trabajando en el hospital psiquiátrico de alta seguridad Broadmoor, en Inglaterra.

Junto a la escritora y dramaturga Eileen Horne, la doctora Adshead es la coautora del libro The Devil You Know: Stories of Human Cruelty and Compassion (El demonio conocido: historias de crueldad y compasión humanas, traducido literalmente al español).

En el libro, Adshead cuenta las historias de once de sus pacientes.

Entre ellos está Tony, un asesino en serie que decapitó a su primera víctima; Zahra, quien disfrutaba prenderle fuego a otras personas; y Ian, quien abusó sexualmente de sus dos hijos.

En entrevista con BBC Mundo, Adshead habla acerca de la complejidad de estas personas y de cómo su trabajo se enfoca en entender qué los llevó a cometer tanta crueldad.

Su apuesta es que entender mejor el comportamiento de estas personas, más allá de simplemente juzgarlas, puede ayudar a prevenir más actos violentos, al tiempo que desafía muchas de las ideas que tenemos sobre la naturaleza humana.

"Nuestras mentes están diseñadas para poder disfrutar del sufrimiento de los demás"

¿A qué se refiere el título de su libro?
Viene de un proverbio que dice que quizás es mejor conocer tus propios demonios que no conocerlos. Tiene que ver con que si no sabes qué demonios tienes, es posible que te sorprendan o te veas superados por ellos.

Cuando Elieen Horne, coautora del libro, sugirió ese título, me llamó la atención porque sentí que tiene mucho que ver con el trabajo que hago como terapeuta: de cierta manera, lo que la gente hace es explorar sus demonios internos.

Si asumimos que quizás todos tenemos la capacidad de producir gran maldad, aunque afortunadamente la mayoría de nosotros nunca lo hará, la mayoría de nosotros tenemos demonios que necesitan ser explorados.

Mucho del trabajo que hago como terapeuta es abrir un espacio en el que la gente pueda hablar acerca de esos aspectos de sí mismos que son aterradores y capaces que causar gran crueldad.

Al conocer estas historias creo que es casi inevitable preguntarse si uno mismo sería capaz de cometer semejantes actos…

Es cierto… y siempre me he preguntado si esa es una de las razones por las que siempre mostramos a estas personas en los medios. De hecho, la palabra monstruo está conectada etimológicamente con la palabra mostrar.

Hay algo en la forma en que ponemos a la gente en los medios públicos, las redes sociales, los periódicos, la televisión...

Exponemos a estos "monstruos" y pensamos "¡Oh, que bien que estén ahí", creo que eso quizás nos ayuda a sentir que no somos como ellos.

Pero la verdadera preocupación es: ¿será que bajo ciertas circunstancias cada uno de nosotros tendrá la capacidad de hacer algo monstruoso?

Si muchos factores de riesgo se juntan, ¿nos veríamos en capacidad de cometer una crueldad extrema? Esa es una pregunta muy importante.

Qué dice la ciencia de las personas con psicopatía (y por qué tienen poco que ver con lo que muestran las series policíacas)

¿Y hay respuesta a esa pregunta? ¿Tenemos todos la capacidad de convertirnos en un "monstruo"?

Sí, creo que todos tenemos ese potencial. Si se alinean los factores de riesgo correctos, sí, somos capaces de una gran crueldad.

Usted utiliza el concepto de "entender la crueldad". ¿A qué se refiere?

Cuando hablamos de la maldad humana a menudo se reduce al hecho de ser cruel con otras personas.

Creo que las cosas que tendemos a considerar más malévolas involucran infligir, de manera deliberada, crueldad sobre personas que son extremadamente vulnerables.

Entonces, en mi trabajo, suelo enfocarme particularmente en ayudar a las personas a explorar cómo pudieron llegar a ser tan crueles con otra persona.

Lo que intento es que ellos exploren, expliquen y articulen los sentimientos, las emociones que subyacen esos actos de gran crueldad.

Y también dice que trata de aplicar una "empatía radical" con sus pacientes. ¿Qué significa eso?

La idea general de empatía tiene que ver con ser capaces de ponerse en los zapatos de otra persona.

Cuando vemos a alguien que está angustiado o molesto tratamos de imaginarnos qué se siente ser esa persona, e incluso podemos llegar a sentir alguna respuesta emocional hacia esa persona.

Seguro te habrás dado cuenta de que si estamos sentados junto a alguien que está acongojado, a menudo nos sentimos tristes, eso es parte de la respuesta empática.

Pero cuando trabajas con personas que han sido crueles y con estados mentales desorganizados, hay una necesidad de crear una distancia, necesitas mantenerte cercano pero también mantener una distancia si quieres llegar a la raíz de las cosas.

Así me surgió la idea de la "empatía radical", porque es una empatía que trata de llegar a la raíz de las cosas, pero tiene también cierta distancia que te permita mantener una perspectiva, no solo de esta persona y lo que hizo, sino de las personas a quienes hicieron daño, de manera que no pierdas de vista a las víctimas.

¿Cree que esa "empatía radical" se podría aplicar más allá de su ámbito profesional, en la vida diaria de las personas?

La empatía radical se ha vuelto una necesidad en mi trabajo, como una manera de mantener una mente abierta y crear espacios para ayudar a estos hombres y mujeres a reconocer su crueldad, pero creo que si yo puedo hacerlo, cualquier persona puede hacerlo. No creo que sea una habilidad muy especial.

Y creo que es muy importante, especialmente en estos tiempos donde parece que tenemos estados mentales muy polarizados, no encasillar a otras personas que son distintas a mí.

Quizás tenemos más cosas en común con esas personas de lo que pensamos, incluso si tienen posiciones políticas distintas, u opiniones sobre las vacunas que uno no comparte.

¿Cuál sería el límite entre tener empatía radical y justificar la crueldad?

En el libro me interesó dejar claro que quienes trabajamos como terapeutas de agresores nunca, nunca, ofrecemos una excusa para lo que ocurrió.

No se trata de buscar excusas, sino de entender y explicar cómo alguien llegó a cometer estos actos.

La violencia que he visto en el ámbito en el que trabajo es altamente inusual, la mayoría de las personas no expresan sus emociones con crueldad, entonces cuanta más información podamos recopilar acerca de cómo alguien llegó a ese punto, mejor podremos entenderlos, con el fin de manejar el riesgo en el futuro.

Entonces, a todos nos conviene entender esta violencia, pero nadie está sugiriendo que esta explicación sea una excusa.

Por otro lado, las cortes existen para expresar nuestra condena social a personas que son crueles, y eso me parece totalmente razonable, que condenemos esas acciones, ciertamente queremos dejar claro que eso no está bien y que la persona debe responsabilizarse por lo que hizo.

Mi experiencia es mayormente con personas que han cometido asesinatos en momentos en los que no estaban bien mentalmente. Creo que a esas personas les parece útil entender cómo fueron capaces de hacer eso, y, de esa manera, puedan asumir mayor responsabilidad criminal y moral de la manera en que la sociedad queremos que lo haga.

Entonces es un gana-gana.

¿Cuáles son los principales mitos o asunciones que tenemos respecto a las personas que cometen estos actos?

Primero, hay que tener en cuenta que yo no trato a criminales de guerra. No tengo ninguna autoridad o experticia para hablar de lo que ocurre en la mente de personas que instigaron eventos como el Holocausto, por ejemplo.

Aunque me parece interesante que no se haya pensado que esas personas estaban mentalmente enfermas.

Yo solo trato a personas cuya violencia parece estar relacionada con algún tipo de trastorno mental, y en ese grupo particular he notado un par de cosas.

La primera es que muchos de ellos vienen de un ambiente muy trastornado, han sido expuestos a varios tipos de traumas durante su niñez.


En particular, han sido expuestos a violencia física y descuido de forma crónica durante su niñez. Son personas que vivieron con padres que eran violentos entre ellos, que abusaban de sustancias.

Esos factores aumentan significativamente el riesgo de ser violento en la adultez.

Lo otro que he notado es que son personas que han perdido, o nunca han tenido, la capacidad de relacionarse con otras personas.

Esa capacidad del placer en las relaciones sociales es algo que damos por sentado.

Personas como tú o como yo somos capaces de salir y disfrutar un café o dar una caminata con alguien. Esa capacidad es algo que a menudo está ausente en las personas con las que yo trabajo.

Usted también habla de que si bien las cifras muestran que las mujeres son menos violentas, la realidad es mucho más compleja…

Sí, a ver… es un hecho innegable que en números absolutos muchas menos mujeres que hombres actúan de manera violenta.

Los números son incontrovertibles, pero el porqué es una pregunta digna de Premio Nobel.

La respuesta es que hay muchos factores distintos, pero hay dos aspectos que me interesan en particular.

El primero es ¿hay algo en los tipos de masculinidades que se lo ofrecen a los niños y a los hombres jóvenes que hace que aumente el riesgo de violencia?

Y, de forma contraria, ¿hay algo en la feminidad que pueda resultar como un protector para las mujeres?

Lo que he notado trabajando con mujeres es que sus estados de crueldad son muy similares a los de los hombres.

Entonces, no hay diferencia en los niveles de crueldad, la diferencia está en cifras de quienes finalmente llegan a actuar de esa manera.

Entonces, lo interesante es entender cómo pasas de un estado mental a la acción.

¿Es correcto afirmar que hay personas genéticamente violentas?

No, no es correcto. Hay una gran cantidad de investigación en esa área y no hay ninguna evidencia de que haya genes para la violencia, en absoluto.


Lo que sí hay son genes para neurotransmisores que hasta cierto punto podrían contribuir a que una persona se altere.

Puede haber cierta disposición genética a los trastornos del estado de ánimo que pueden contribuir un poco al riesgo, pero eso representa solo un poco del riesgo de violencia.


Otra de la cosas que ha quedado clara es que nuestros genes son modificados por nuestra experiencia.

Una de las preguntas interesantes es, volviendo un poco a lo que mencionaba sobre los traumas infantiles, ¿hay algo en la exposición crónica al trauma durante la niñez que tenga un impacto en cómo los genes de ciertos neurotransmisores se desarrollan?

Eso es una pregunta empírica, pero incluso si pudieras demostrar eso, está tan lejos de cometer un acto violento que no es realmente significativo.

Si queremos reducir la cantidad de violencia en el mundo no lo lograremos mirando los genes de las personas, lo lograremos observando cómo se enfurece la gente, cómo entran en conflictos, cómo las personas comienzan a comprender las mentes de otros.

¿Cree que su trabajo de alguna manera le sirve de algo a los familiares de las víctimas?

He trabajado con muchas personas que han asesinado a sus familiares. A menudo ellos tienen familiares que van a visitarlos al hospital y que mantienen una relación.

Cuando un familiar mata a otro es una catástrofe para toda la familia.

Mi experiencia es que en esas circunstancias muchas víctimas sienten cierta satisfacción de que su familiar esté recibiendo ayuda.


He trabajado en clínicas de trauma y he conocidos víctimas de violencia muy grave que tienen la esperanza de que la persona que lo atacó reciba ayuda.

La gente puede llegar a ser increíblemente generosa en ese sentido, pero también he conocido víctimas que estaban comprensiblemente llenas de rabia y con afán de venganza.

Y eso lo entiendo, sería una locura de mi parte no entender esa reacción.

¿Qué siente usted al tratar a sus pacientes?
Tristeza, tristeza abrumadora.

Mi experiencia como terapeuta me ha dado un nuevo nivel al significado de la palabra tragedia.

Una tragedia es algo que data de los antiguos griegos en la que la persona comete una acción con consecuencias irreversibles.

De esa manera, nunca puedes volver al lugar al que estabas antes. En la vida hay muchas cosas que podemos cambiar y avanzar hacia algo mejor, pero cuando matas a alguien es como si destruyeras un mundo.

Como dice el Talmud "quien mata a una persona, es como si matara a un mundo entero".

Creo que es trágico cuando eso ocurre. Lo es para quien muere y para quienes lo rodean, pero para el perpetrador también lo es porque no puede volver a la vida que tenía antes.


Entonces, para mí la sensación más abrumadora es siempre la tristeza y un sentido de profunda tragedia.

¿Qué lecciones destaca de su experiencia trabajando con sus pacientes?

Hay un buena noticia y es que la violencia muy grave, particularmente por parte de personas con una enfermedad mental, es muy inusual.

Pero, el otro lado de eso es que el hecho de que sea inusual hace que debamos tomarla muy en serio.


Debemos invertir tiempo, esfuerzos y dinero en acercarnos a los problemas que hace que la gente actúe de manera violenta, porque cuanto mejor lo entendamos, más probable es que tratemos de organizarnos para prevenir que ocurra en el futuro.

A nivel personal, mis pacientes me han enseñado las inmensas posibilidades que las personas cambien para bien.

Que incluso quienes han cometido actos terribles pueden cambiar para bien, no sin pagar un precio, no sin angustia.

He aprendido que en realidad hay poca gente que no logra cambiar si se lo proponen.

Me he visto impresionada y conmovida por el coraje que han mostrado algunas personas que están dispuestas a mirar a sus estados más oscuros y trastornados, están dispuestas a tomar ese riesgo, y creo que eso nos trae esperanzas a todos.