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viernes, 8 de julio de 2016

Pinochetismo periodístico Plan A, Plan B y Plan C (a propósito de un editorial de El País)

El 5 de junio, un editorial de El País cargaba contra el "magma populista y radical formado por Podemos e IU", una "opción rupturista" que parecen hoy preferir muchos votantes "exasperados por la crisis económica y política". Los beneméritos guardianes de nuestra ingenuidad tienen que advertir frente a "esa impostura que puede costarle muy cara a la sociedad española" ("Una gran impostura - El centro izquierda retrocede ante la pinza del populismo y el catastrofismo").

Si algo debería hoy llamarnos la atención es el fenomenal estrechamiento de perspectiva política que ha ido afianzándose durante los decenios de profundización neoliberal que tenemos tras nosotros. Escribir PPSOE no es una broma, sino una apretada síntesis de análisis político de largo alcance. Este sistema, uno de cuyos potentes altavoces es El País, no tolera más opción que entre neoliberalismo a lo bruto, o neoliberalismo "con rostro humano". Y el conglomerado de mass-media, en efecto, da algo de miedo, como señalaba José Sanclemente. El editorial de El País practica lo que acaso habría que llamar pinochetismo periodístico.

Así las cosas, lo que nos inquieta a alguna gente es la distancia creciente entre las políticas que podrán llevarse a cabo incluso si PPSOE es derrotado en las urnas (y tenemos por tanto un gobierno asociado a Unidxs Podemos, las mareas ciudadanas y los nuevos municipalismos) y las políticas que, desde un análisis realista, tendríamos que ser capaces de llevar a cabo, en este segundo decenio del siglo XXI que yo vengo llamando, desde hace algún tiempo, el Siglo de la Gran Prueba. El congreso del Partido Socialdemócrata Alemán SPD en Bad Godesberg se celebró en noviembre de 1959. A pesar de lo cual, en cierta forma, ¡ahí seguimos! No desde luego el PSOE, cuyo neoliberalismo "con rostro humano" hace tiempo que sólo la pereza mental permite seguir asociando con la izquierda. Pero sí otros actores políticos: en su reciente encuentro con empresarios españoles en el Hotel Ritz, Pablo Iglesias "ha desgranado su habitual discurso: la defensa de una salida neokeynesiana a la crisis. El líder de Podemos se ha reivindicado, como ya hiciera ante los empresarios catalanes en Sitges, como la nueva socialdemocracia".

Resulta interesante en este punto revisar brevísimamente el reciente debate de Esteban de Manuel Jerez con Vicenç Navarro, vale decir, ecología política frente a socialdemocracia clásica… El primero, en efecto, reprocha al segundo no salir de los planteamientos de la socialdemocracia de los primeros decenios del siglo XX (sería el plan A frente al neoliberalismo vigente del PPSOE, plan A que, como hemos visto, Pablo Iglesias hace suyo). Frente a esto, subraya Esteban con razón, como no tenemos un planeta B, nos hace falta un plan B –que sería el programa de Equo sintetizado en la fórmula Green New Deal. La tragedia es hoy que si el plan A tiene ochenta años de retraso, el plan B tiene treinta o cuarenta. Desde un análisis más realista de la situación, más vale ir preparando un plan C que nos sirva para ir construyendo arcas de Noé… A esto lo podríamos llamar quizá ecosocialismo descalzo.

Y es que en 2014, por vez primera en la historia de la era industrial (salvo shocks petrolíferos), menguó la disponibilidad de energía por persona. Y en 2015, por primera vez, la temperatura promedio de la superficie de la Tierra superó un grado centígrado de aumento con respecto a la época preindustrial. Como señala Juan Carlos Barba, hemos chocado ya contra el iceberg, pero aún no nos damos por enterados…

Hoy ya hemos alcanzado the limits to growth, los límites del crecimiento sobre los que alertaba el primer informe al Club de Roma en 1972; sabemos que un ulterior crecimiento basado en el consumo de mayor cantidad de recursos naturales y mayor ocupación de espacio ambiental alejará todavía más a nuestras sociedades de una economía sustentable; y es obvio que, al sobrepasar los límites, estamos bloqueando aceleradamente opciones que podríamos necesitar en el futuro. La época en que las sociedades humanas y sus economías eran relativamente pequeñas con respecto a la biosfera, y tenían sobre ésta relativamente poco impacto, pertenece irrevocablemente al pasado. Parece que no acabamos de hacernos cargos de la dureza de las rupturas y discontinuidades históricas que tenemos por delante, vinculadas con la escasez de energía y materiales, el deterioro de las condiciones climáticas y ecológicas y el aumento de la conflictividad social y geopolítica –al borde del abismo. La fantasía básica de nuestra época es que el crecimiento exponencial de las tecnologías digitales sobrecompensará el descenso energético y los demás límites biofísicos… Y es pura fantasía –pese a que el orden existente se apoya en ella.

"Muchos son los problemas, una la solución: economía mapuche de subsistencia" (reza uno de los ARTEFACTOS del poeta chileno Nicanor Parra). Hoy cabe sospechar que, de forma sustentable, podríamos estabilizar economías de subsistencia modernizadas, con energías renovables y tecnologías intermedias… pero no esas economías industriales hipertecnológicas cada vez más automatizadas que espera el sentido común dominante. La cuestión no estriba en ser optimistas o pesimistas: se trata, antes que nada, de analizar la realidad sin hacernos trampas en el solitario. La cultura dominante se ha situado –y nos ha situado a todas y a todos- fuera de la realidad. Basta con reflexionar un rato sobre clima y energía para darse cuenta de ello… Nuestras sociedades desiguales, petrodependientes y biocidas no deberían reprimir esta reflexión, a comienzos del Siglo de la Gran Prueba. Por eso, amigos y amigas, votemos bien el 26-J –es decir, votemos a la candidatura de Unidxs Podemos- y no pongamos en duda ni un momento que, incluso si "los nuestros" llegan al gobierno, todo estará por hacer: comenzando por las ciclópeas tareas de pedagogía política y autoconstrucción sociocultural que necesitamos para iniciar los caminos que llevan hacia los planes B y C.

Jorge Riechmann. Profesor y miembro del Consejo Ciudadano autonómico de Podemos en la Comunidad de Madrid.

Fuente: http://www.eldiario.es/tribunaabierta/Plan_6_523957623.html

martes, 26 de abril de 2016

Carta del embajador de Cuba en España al director de El País

Estimado director de El País:

He guardado silencio ante las reiteradas manipulaciones en días pasados sobre mi país que acumula su “diario-empresa”. Uno podría preguntarse, con ironía o sin ella, si hemos perdido la oportunidad de resolver los complejos problemas que enfrentamos en Cuba al no disponer de los consejos de El País para solucionarlos.

“Retórica y realidad” fue el título escogido para el editorial de su diario sobre Cuba del pasado 18 de abril, cuando la retórica y la realidad de ese medio no lo hacen uno de comunicación y sí una empresa que se preocupa más por pagar sus deudas y mantenerse a flote, que por informar a sus lectores. ¿En qué oscuro lugar de la redacción de su “fábrica” ustedes determinan lo que desean los cubanos y “un marco económico realista” para Cuba? ¿Será que “realista” significa despedir a empleados públicos, disminuir renta básica, privatizarlo todo; dejar que el 1% que controla la mayoría de los ingresos mundiales y el crimen organizado, también controle los destinos de mi país como los fondos buitres controlan las empresas Prisa y El País?

Realidad es que Cuba a pesar de que se mantienen las sanciones de los EEUU que constituyen un auténtico bloqueo económico, comercial y financiero, es uno de los 44 países con alto índice de desarrollo humano, el primero que eliminó la desnutrición infantil en América Latina; el 28 país más saludable del mundo según el Foro de Davos; el segundo mejor país de su continente para ser madre y el quinto en la región como buen gobierno, de acuerdo a Transparency International; es el mío, el país que dedica mayor porcentaje de su PIB a la educación y el segundo con la menor tasa de homicidios per cápita de su continente.

Entiendo ahora la libertad creativa de su editorialista: su empresa es pura retórica.

Saludos,

Eugenio Martínez Enríquez
Embajador de Cuba ante el Reino de España

miércoles, 23 de marzo de 2016

Cambiar el mundo

Si a cualquiera de nosotros nos preguntasen si nos gusta el mundo en que vivimos, seguramente contestaríamos que no. El problema es que si a continuación nos preguntasen si estamos haciendo algo para mejorarlo, probablemente responderíamos también que no. Pobreza, contaminación, guerras… son también la causa de nuestra desidia y desinterés. El mundo puede arder a nuestro alrededor, que nosotros seguiremos votando a los que le prenden fuego. A todos esos líderes civilizados para quienes el crecimiento económico está por encima de los millones de vidas humanas que cada año se ahogan entre el hambre y las alambradas. Líderes amables y cercanos, razonables y eficaces. Educados. Ellos son los primeros responsables de este mundo salvaje y egoísta, violento e irracional. Consecuencia directa de un capitalismo al que, según parece, nadie se atreve a toser.— PABLO GONZÁLEZ CABALLERO
>Madrid >6 MAR 2016El País.

lunes, 20 de julio de 2015

Kureishi: “Nuestra religión verdadera es el fundamentalismo financiero” “He pasado más tiempo hablando de mis libros que escribiéndolos”, dice Hanif Kureishi. No lo dice como una queja, sino porque, afirma, forma parte de su “trabajo” Con su aire de estrella del pop en zapatillas, pasó por Madrid esta primavera. Su último libro, protagonizado por un furioso narrador de origen indio, se titula ‘La última palabra’

El escritor británico Hanif Kureishi. / BARBARA ZANON


“He pasado más tiempo hablando de mis libros que escribiéndolos”, dice Hanif Kureishi mientras trasiega agua con gas en el bar de un hotel madrileño. No lo dice como una queja, sino porque, afirma, forma parte de su “trabajo”. Hombre de opiniones contundentes, en la conversación encuentra un hueco para preguntar por la salud de los periódicos en España o la opinión de los aficionados madrileños sobre Cristiano Ronaldo, al que adora desde los tiempos del portugués en el Manchester United, su equipo. O, para ser más exactos, su religión. Como en todas las entrevistas de los últimos tiempos, también en esta termina apareciendo Podemos. Con su aire de estrella del pop en zapatillas, pasó por Madrid esta primavera durante La Noche de los Libros. El último suyo, protagonizado por un furioso narrador de origen indio, se titula La última palabra (editorial Anagrama).

Cada tiempo tiene sus grandes temas, y el tema del nuestro es el regreso de la religión como política, dice el protagonista de su último libro. ¿Está de acuerdo? Sí y no. Yo creo que hay dos: uno es el islam; el otro, la supremacía del neoliberalismo. En España lo saben bien, y en Portugal, y en Grecia. De hecho, en todo Occidente. Cómo vive la gente, dónde duerme, cómo sueña incluso, está marcado por el neoliberalismo. En Reino Unido fuimos pioneros en los ochenta con el thatcherismo. Ahora lo vivimos en todo su esplendor.

¿Y cuál es el papel de la religión? Algunos están más preocupados por el islam que por nuestra religión verdadera, que ya digo que es el neoliberalismo, el fundamentalismo financiero. Otra cosa es el terrorismo, y otra, la inmigración, que es uno de los efectos del neoliberalismo. Necesitamos buenas ideas sobre esas dos cosas, no tópicos. Hasta el racismo ha cambiado.

¿Es distinto ahora que en su infancia? Ahora el racismo está mucho más organizado. Está más en el mainstream. Entonces era un fenómeno callejero, ahora Marine Le Pen puede llegar a presidenta de Francia. En el fondo, el racismo se basa en una idea mítica de lo que es un inmigrante. Antes nacía del desprecio hacia el Tercer Mundo, hacia la gente de color. Ahora es fruto de la desesperación de gente que ve que su mundo, sus derechos, su trabajo, su seguridad están siendo destruidos, pero no por la inmigración, sino por el sistema. El capitalismo es una revolución, la más rápida y exitosa que hayamos conocido nunca.

¿Se acabó el multiculturalismo? Es que nunca ha existido. Hemos tenido y tenemos una sociedad monocultural. Solo hay un sistema, ya digo: el neoliberalismo. Yo no veo otro. Lo que hay es una sociedad multirracial hecha de escoceses, ingleses, irlandeses, paquistaníes y lo que sea, pero dentro del mismo sistema. No parece haber alternativa. Bueno, ustedes tienen ese nuevo partido, ¿Podemos? Veremos si tienen otras soluciones. En fin, no es que el multiculturalismo haya triunfado o fracasado, es que todavía no ha empezado.

¿No hay alternativa? Tiene que haberla. Hay muchas formas de capitalismo. Por ejemplo, el sistema en el que yo crecí, basado en los derechos sociales, en un Estado de bienestar fuerte. También teníamos partidos de izquierda… Ya no queda nada. La idea incluso de Estado de bienestar ha quedado arrasada. Vivimos en la precariedad. Mis hijos tienen muchas menos oportunidades de las que yo tuve. Tengo que pagar sus estudios y, además, esos estudios no les van a garantizar un trabajo.

¿En qué momento cambió todo? Con Thatcher, ya digo. Decía ser una patriota. Quería tanto a Inglaterra que destruyó el sistema público de vivienda, los sindicatos… Reagan lo hizo en Estados Unidos. ¿Resultado? Ahora vivimos en un fundamentalismo financiero. Todo se mide en dinero. En Londres ya no quedan más que dos clases sociales: los ricos y sus sirvientes. Ya casi no hay clase media, no se pueden permitir vivir en la ciudad. Lo curioso es que se trata de una ideología que la gente no ve. Promete mucho –fama, éxito, trabajo incluso–, pero no es más que publicidad. ¿Qué hacemos en cuanto tenemos algo de dinero? Ir de compras.

¿Toda la culpa es del sistema? Ir de compras no es obligatorio. Es cierto, pero los que tenían que luchar por los derechos de los débiles se pasaron al otro bando. Tony Blair fue un thatcherista. Ella misma dijo que su mayor éxito había sido Tony Blair. Estaba orgullosa de él.

¿La clase trabajadora se ha vuelto conservadora? Murdoch tuvo mucha influencia, desplazó a todos los medios de comunicación hacia la derecha. Vivimos un tiempo interesante, pero no tengo mucha esperanza: la precariedad, la vuelta de la religión…

¿Cuál era el papel de la religión en su vida cuando era joven? Mi padre y sus hermanos hacían chistes. Veían a la gente religiosa como tú puedes ver a un cura. Sabían que eran hipócritas o tontos. Formaban parte del paisaje. Mis tíos eran de clase media, intelectuales, digamos. Pensaban que la religión estaba muerta y que aquella gente era un chiste. Por eso fue un shock, sobre todo en Pakistán, el regreso del islam. Mi familia no daba crédito porque era gente de la izquierda anticlerical. Ahora mis primos, con los que me crié, se han vuelto muy religiosos, van a la mezquita.

¿Por qué ellos y no usted? Porque en el Tercer Mundo había un agujero ideológico. Bueno, no sé si en todo el Tercer Mundo; en Pakistán, seguro. Nunca iban a ser comunistas, así que necesitaban una ideología que les diera una identidad: eran antiamericanos, antiimperialistas. Fue una ideología que funcionaba en las mezquitas y en la calle porque ya eran musulmanes como usted pueda ser católico, socialmente. Solo hubo que politizarlos. Lo vieron como una solución. Estaban hartos de los británicos primero y de los americanos después, de los occidentales. Se ve a los radicales, pero la mayoría de los musulmanes lo que quieren es libertad, educación, trabajo. Lo que pasa es que no tienen una voz, una representación, no hay un partido laico. Tampoco Occidente ha apoyado a esos partidos, así que no hay otras ideas ni forma de permitir que surjan. El islam lo ha ocupado todo. En el fondo, la mayoría de la gente no es creyente, pasa como en los antiguos países comunistas: tienes que rezar, seguir esas costumbres, decir esto, callar lo otro. La gente lleva una doble vida. De puertas afuera, va cubierta y reza. De puertas adentro, hacen fiestas y toman drogas, y piensan: que les den a los del Gobierno.

¿Va con frecuencia a Pakistán? Fui el año pasado. Hubo un Pakistán que pudo ser próspero, pero todo está destruido. Ahora todo el mundo lleva pistolas. Es como las películas del Oeste. Las mujeres van ­siempre cubiertas, tienen miedo. Se ha destruido el espacio público.

Otro tema que se plantea en su nuevo libro es la vuelta de la figura del padre después de acabar con ella en los años sesenta. Me refería a la idea de autoridad, de obediencia. Es así. Sobre todo en el islam, tienes que obedecer, no hay sentido de la duda o espacio para otras ideas. Es como ver la Fox todo el rato. Pero no es solo autoridad, es sumisión. Eso da a la gente cierto idealismo porque les promete el paraíso. Lo único que tienes que hacer es obedecer, renunciar a la libertad de pensar.

¿Cómo es usted como padre? Soy permisivo y a la vez estricto. Mis hijos pueden hacer lo que quieran, pero tienen que estudiar. No me importa si van a fiestas, tienen relaciones sexuales o se drogan, pero tienen que estudiar y comportarse con educación. Es algo implícito, no hay una regla escrita. Ellos han visto que yo he trabajado duro para ser escritor. Cuesta ser un escritor de éxito, sobre todo si vienes de donde yo vengo. Eso lo saben. Mis dos hijos mayores se van a licenciar ahora en Filosofía. Son gemelos, de 21 años. El otro tiene 17, está terminando la secundaria.

¿Tienen cosas en común con usted? Trato de mantener una relación entre todas las generaciones de mi familia. A todos nos interesa la literatura, la política, esas cosas. Es un vínculo. Es algo así como el Kureishi way of life. Y, por supuesto, tienen que ser del Manchester United.

Incluso viviendo en Londres. Que fuesen del Arsenal sería un pequeño drama. Por suerte, odian al Chelsea [risas]. Cuando hay partido, vemos la tele con las bufandas del Manchester. Es obligatorio. Soy permisivo, pero no tanto.

¿Han leído sus libros? No.

¿Ni han visto sus películas? No creo. Toman distancia.

¿Usted las ha vuelto a ver? Ni loco. Hace poco hicieron en Londres un pase de Mi hermosa lavandería porque se cumplen 25 años del estreno, o 30, ya ni me acuerdo. Estaba todo el mundo, los actores, el equipo, todos. Stephen Frears y yo nos fuimos al bar. Ni se me ocurre volver a verla. No quiero pasarme el rato viéndole los defectos. Prefiero mirar hacia delante.

¿Leyó usted las novelas de su padre? Sí, cuando estaba escribiendo Mi oído en su corazón. Son interesantes porque hablan de cómo era crecer en el Imperio Británico. En Bombay los soldados estaban presentes todo el rato. Les tenían miedo. Cuando llegó la II Guerra Mundial se tuvieron que poner del lado de los británicos contra Hitler. No podían ser a la vez anti y probritánicos. Es muy interesante porque en algún momento todos somos minoría para alguien.

¿Escribió El buda de los suburbios porque sentía que nadie había hablado de ese mundo? Yo había leído mucha literatura inglesa –H. G. Wells, Graham Greene–; también tenía mucha influencia americana: el primer Philip Roth –el de El lamento de Portnoy–, tal vez de Bellow. De Salinger sobre todo. Había leído mucho sobre gente de barrio en Estados Unidos y quería escribir sobre un chaval de barrio, pero en Reino Unido, gente que escuchaba música pop y se drogaba. Y sobre la inmigración. Nunca había leído nada sobre la inmigración en Londres. Bueno, un par de cosas, y alguna buena, pero todas tristes, del tipo “cómo el racismo me arruinó la vida”. El buda de los suburbios es un libro alegre, optimista. Me divertí mucho escribiéndolo. Tuve que inventarme un tono, pero en eso consiste ser escritor, en inventarte una voz en la que quepa todo lo que piensas.

¿Hay ahora un mundo del que nadie esté hablando? Tal vez. Me gustaría leer la novela de un joven español o italiano sobre la crisis, sobre cómo es sentir que no tienes futuro, que la generación de tus padres la cagó, sobre cómo grandes naciones europeas han terminado dirigidas por las instituciones financieras internacionales. O la historia de esos inmigrantes que huyen de África.

En muchas ocasiones van a un país cuya lengua no hablan. No es el caso de los protagonistas de sus libros. Supongo que habrá que esperar. Es cierto. Yo nunca me sentí en un idioma extranjero. Ya en India, mi familia hablaba inglés. El idioma fue una suerte. Si escribes en francés es más difícil que te traduzcan o triunfar en Estados Unidos. Mi hermosa lavandería fue un éxito allí. Y eso que en algunos sitios la pasaron con subtítulos. El éxito de la película me ayudó mucho.

¿Preferiría el Oscar de Hollywood o el Nobel de Literatura? Qué pregunta. Para mí, escribir un guion, una novela o un ensayo es todo lo mismo: escribir, contar una historia. Cuando un director me pide un guion, trato de darle la mejor historia que puedo. Ahora, de hecho, estoy buscando una para el cine y no se me ocurre nada. La verdad es que nunca sabes si se te volverá a ocurrir algo interesante.

El protagonista de La última palabra detesta a Forster y a Orwell, pero adora a Jean Rhys. ¿Comparte sus gustos? El odio, no; el amor, sí. Me encanta Jean Rhys, su fuerza, su melancolía, su crudeza al mismo tiempo; la vida en la calle, en los bares, esos amores fugaces y desgarradores, la precariedad de su vida.

Muy actual. Sí, se podría hacer una buena película con sus historias, ahora que lo pienso. Nunca sabes de dónde te va a venir una idea.

De hecho, cuando parecía que era usted el cronista callejero de los inmigrantes, la fetua contra su amigo Salman Rushdie le llevó a escribir El álbum negro y Mi hijo el fanático. ¿No tuvo miedo? La fetua me hizo pensar en el islam, el radicalismo, la integración, todo eso. No tuve miedo porque nunca blasfemé. No soy tan tonto.

¿Rushdie lo fue? No, no, él escribió un buen libro. No como las caricaturas, que sí eran una tontería.

¿Las danesas? No, las de Charlie Hebdo. Ni siquiera eran graciosas. Salman las ­defendió, y es cierto que uno tiene que defenderlas, pero nunca me parecieron ni graciosas ni inteligentes. Pero yo defiendo su derecho a dibujar lo que quieran. Blasfemar es un derecho, algo muy importante. Yo nunca lo usaría, pero lo defendería siempre. Odio el autoritarismo religioso que te dice lo que puedes hacer o decir, pero los dibujos de Charlie Hebdo no me gustaron. No por motivos morales, sino estéticos: eran muy feos. Y nada inteligentes, como digo. Una provocación facilona. Pero, insisto, defendería en cualquier sitio su derecho a dibujarlos. Eso no me da miedo.

¿Tampoco teme a Naipaul? El escritor que sale en La última palabra se parece a él. Nunca dije que lo fuera o que no lo fuera. Siempre he escrito sobre jóvenes, pero también mis personajes envejecen, ¿no? Ese era un personaje sobre el que me divirtió escribir: un hombre fastidioso, descreído, vanidoso, un loco. Lo iba escribiendo como salía, sin pensar. Me lo pasé muy bien.

¿Ha leído su biografía? Tiene cosas en común con su novela. No leo mucho. Leo sobre todo periódicos, poesía, filosofía para ver si puedo echar una mano a mis hijos. Y como soy profesor de escritura, tengo que leer lo que escriben mis alumnos.

Alguna vez ha dicho que escribir es fácil si sabes cómo.
¿Se puede aprender a escribir?
¿Se puede enseñar?
Escribir es todo un trabajo. Tener éxito, no digamos. Antes hablábamos de Jean Rhys. Piensa en ella y en su fracaso durante años. Contó maravillosamente su trocito de mundo: las calles, los cafés, el alcohol, el amor, el sexo… Tiene una visión personal del mundo, una visión muy fuerte. Eso es lo que necesitas para escribir, y eso lo tienes o no lo tienes. Mucha gente no lo tiene por mucho que haya leído o por muy inteligente que sea. Escribir tiene que ver con eso: una visión del mundo. Puede ser pequeña, pero debe ser personal, única. Y profunda. Y que interese a los demás, claro. Es como un truco de magia. Eso no se puede enseñar.

Usted ha escrito y dirigido. ¿Cómo se traslada esa visión tan personal del mundo a una película? Es muy difícil. Tú vas con tu visión del mundo y tienes que convencer a un director que tiene que convencer a un productor que tiene que convencer a un banquero. Tienes que saber manejar a toda esa gente manteniendo tu visión del mundo. Hay directores que solo tienen la capacidad de gestión, pero no la visión. Tienes que ser una persona excepcional: Hitchcock, o Scorsese, o Woody Allen, o David Lynch.

¿Cómo fue su experiencia en el cine? Me gusta ese mundo, los actores, los rodajes, pero no quiero ser director, quiero ser escritor. Es más fácil. Y, para mí, más divertido.

Siempre habla de divertirse. ¿Cuál fue el libro más duro de escribir? Intimidad. Tenía que ser a la vez directo y distante. ­Tenía que escribir sobre mi ­propia experiencia, sobre lo que me estaba pasando, mi separación, pero tenía que ser un libro. Fue duro. Tenía que escribir ­cosas que odiaba tener que escribir, cosas que normalmente piensas, pero no dices. El amor, el fin del amor. Sabía que mucha gente iba a odiarlo, pero estoy orgulloso de haberlo escrito. No he vuelto a leerlo.

Hace poco vendió sus manuscritos a la Biblioteca Británica. ¿No releyó sus diarios antes de entregarlos? No. Había cientos de cuadernos. Siempre llevo uno encima, como una cámara fotográfica: están llenos de ideas instantáneas que hay que atrapar. En alguno está la primera frase de El buda de los suburbios, tal cual: “Me llamo Karim Amir y soy inglés de los pies a la cabeza, casi”. Se me ocurrió un día y pensé que ahí había algo. En otro están los días en que Salman me iba contando que estaba escribiendo una nueva novela. Era, precisamente, Los versos satánicos. Pero no voy a releer todo eso. Necesitaría otra vida para revisar lo que he escrito en esta. Ni loco. Se estaban pudriendo en mi casa y pensé: que se pudran en la Biblioteca Británica.
http://elpais.com/elpais/2015/06/05/eps/1433503401_687025.html

martes, 30 de junio de 2015

La Unesco condena el bombardeo contra la ciudad vieja de Saná. La Unesco critica los bombardeos internacionales sobre la capital de Yemen, patrimonio de la humanidad

Varios edificios del casco antiguo de Saná, la capital de Yemen, resultaron destruidos este viernes por un cohete y seis de sus habitantes murieron en el derrumbe, según el recuento de la agencia estatal de noticias Saba. Esa fuente atribuye el proyectil, que no llegó a estallar, a un bombardeo de la coalición que dirige Arabia Saudí. Pero un portavoz militar de esa campaña negó que su aviación hubiera atacado esa zona histórica, declarada patrimonio de la humanidad. El incidente se produce en vísperas de las conversaciones de paz que la ONU ha convocado en Ginebra el próximo lunes.

Entre los edificios destruidos se encuentra, según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), un complejo de casas tradicionales en el barrio de Al Qasimi, junto al jardín urbano de Miqshama. Las imágenes del antes y el después que de inmediato difundieron algunos vecinos en las redes sociales muestran el daño irreparable causado a esos rascacielos de adobe de varios siglos de antigüedad característicos de Yemen. Sus fachadas ocre con dibujos blancos que parecen puntillas enmarcando puertas y ventanas, constituyen la postal de un país que ahora se está desmoronando como sus viviendas.

“Me causa un profundo dolor la pérdida de vidas humanas así como el daño infligido a una de las joyas del paisaje urbano islámico más antiguas del mundo”, declaró Irina Bokova, la directora general de la Unesco en un comunicado. “Esta destrucción sólo va a exacerbar la situación humanitaria y reitero mi llamamiento a todas las partes para que respeten y protejan el patrimonio cultural de Yemen”, añadió.

Desde el amanecer, la aviación aliada estuvo bombardeando posiciones y depósitos de armas de los rebeldes, la milicia Huthi y la facción del Ejército fiel al expresidente Ali Abdalá Saleh. Sin embargo, no está claro cuál era el objetivo en la ciudad vieja, tras cuyas murallas están censados 6.500 edificios, 103 mezquitas y 14 casas de baños. Al parecer, según testigos citados por France Presse, el misil ni siquiera estalló, lo que no impidió que cinco edificios de tres pisos se derrumbaran bajo el impacto aplastando a varios de sus inquilinos.

“No hemos llevado a cabo operaciones en la ciudad”, declaró el portavoz de la coalición árabe, el general Ahmed Asiri, al ser preguntado por France Presse.

“Según las fuentes yemeníes, fue un ataque aéreo y el problema es que los ataques aéreos han dañado ya muchos lugares [históricos]. Muchos. Por todo el país”, recalca por correo electrónico el consultor de la Unesco Marco Livadiotti, especialista en Yemen.

Saná es uno de los asentamientos urbanos más antiguos continuamente habitados. Las raíces de su casco antiguo se remontan a 2.500 años y algunas de sus construcciones han permanecido en pie desde hace diez siglos. Aunque es la primera vez que un proyectil cae directamente sobre esa zona, los vecinos ya se habían quejado con anterioridad de daños en algunas casas como consecuencia de los bombardeos contra el cercano Ministerio de Defensa.

Desde el inicio de la campaña militar, se han producido sin embargo otros perjuicios al patrimonio sea por bombardeos aéreos o por combates terrestres entre las distintas facciones, según ha denunciado la Unesco. El pasado martes resultó gravemente dañado el recinto otomano de Al Owrdhi, en el exterior del casco histórico. Fuera de Saná también han sido alcanzados lugares arqueológicos como la ciudad amurallada preislámica de Baraquish, el castillo medieval de Al Cairo en Taiz, la presa de Mareb, el museo de Dhamar o la mezquta del Imam al Hadi en Saada, una aljama de 1.200 años de antigüedad que al parecer ha quedado completamente destruida.

“Están creando odio y animosidad para un largo tiempo”, se lamenta un ex embajador yemení en declaraciones a EL PAÍS. “No hay cobertura [informativa]… ni denuncia”, se queja dolido por la escasa atención internacional. Este diplomático, como la mayoría de los observadores, tiene “pocas esperanzas” en las conversaciones de paz que la ONU ha organizado a partir del lunes en Ginebra.

Se trata del primer intento de desbloquear el conflicto entre del presidente internacionalmente reconocido, Abdrabbo Mansur Hadi, y los rebeldes Huthi respaldados por las fuerzas leales a Saleh. Arabia Saudí y sus aliados decidieron intervenir en marzo para frenar el ascenso de los Huthi que desde septiembre del año pasado habían puesto en jaque al Gobierno de Hadi. Riad ve la mano de Irán detrás de ese grupo.

“La delegación que viaja desde Riad representa al Gobierno en el exilio, pero sirve más a los intereses saudíes que a los nacionales y no tiene influencia sobre las acciones militares; en cuanto a quienes van desde Saná están bajo mucha presión, pero no van a aceptar las resoluciones de la ONU a no ser que consigan una recompensa como que la salida de Hadi y una nueva fórmula de reparto de poder”, explica el diplomático. En su opinión, “la única esperanza para la población es que se consiga una tregua humanitaria, algo a lo que Riad no parece favorable”.

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Rascacielos de adobe
A pie de calle, estos edificios de adobe y troncos de palmeras se muestran robustos. Muros de un metro de espesor garantizan el apoyo de los pisos superiores, cuya superficie se va reduciendo a medida que se gana en altura. Los sucesivos niveles marcan la transición de lo público a lo privado. El primer piso acoge el diván, o salón de recibir, un ámbito esencialmente masculino. En el siguiente, se halla la sala de reunión familiar, que en ocasiones dobla como dormitorio, y por encima las habitaciones privadas, incluida la cocina, el dominio tradicional de las mujeres. El último piso, o mafrach, se reserva para las reuniones con familiares o amigos muy cercanos a los que por la tarde se invita a mascar qat, leer poesía o escuchar música tradicional.
Fuente: http://internacional.elpais.com/internacional/2015/06/12/actualidad/1434110208_241263.html

jueves, 26 de febrero de 2015

Casi desnudo, como los hijos de la mar.

Así cruzó la frontera francesa Antonio Machado acompañado de su madre, su hermano José y otros muchos españoles que se fueron para no volver. Sus versos resultaron proféticos. Se sentía viejo y cansado y apenas sobrevivió un mes. Murió el 22 de febrero de 1939 en Colliure y su ataúd fue cubierto con la bandera republicana y portado por milicianos del quinto regimiento. Y allí descansa, a orillas del mar, en un lugar apacible y hermoso del que no se debe trasladar.

Detrás dejaba recuerdos de un patio de Sevilla, una juventud apenas mencionada en sus poemas, un amor enterrado en el Espino de Soria, otro del que lo separó la guerra, algunos libros emblemáticos de la poesía de principios de siglo, unos personajes apócrifos a través de los cuales nos mostró su visión filosófica de la vida y el homenaje más hermoso que se puede hacer a un maestro por parte de un escritor que, paradójicamente, se aburría impartiendo clases de francés: Juan de Mairena. Y una vida limpia. Y un halo de honradez que le lleva a reconocer en un discurso ante las juventudes socialistas que el marxismo no era su ideología.

En estas fechas en que rememoramos la figura de su admirado maestro Giner de los Ríos, fundador de la Institución Libre de Enseñanza, y en que se cumple el 76º aniversario de su muerte, es ineludible evocar al autor de Soledades, galerías y otros poemas y de Campos de Castilla: don Antonio Machado, el bueno. Mi poeta.

En su bolsillo, un último verso: “Estos días azules y este sol de la infancia”.— Sevilla 22 FEB 2015.
http://elpais.com/elpais/2015/02/20/opinion/1424444568_704607.html

viernes, 6 de febrero de 2015

"Hotel 22". En Silicon Valley, California, los sin-hogar utilizan una linea de autobuses -la 22- que circula durante las 24 horas como refugio durante la noche

Cuando pensamos en Silicon Valley, tendemos a imaginar un mundo de extrema riqueza y oportunidades ilimitadas. ¿Cómo nos olvidamos de las poblaciones que han sido desplazadas o descuidadas por el auge reciente de la  tecnología?.
El aumento de los precios de las propiedades en la zona han creado unos costes de vida insostenibles, especialmente para los pobres. Al mismo tiempo, Silicon Valley carece de suficientes viviendas asequibles y refugios para desamparados.

Este video Op-Doc muestra escenas de un autobús público durante la noche que se ha hecho popular en la región para las personas sin hogar. (De acuerdo con un informe del año pasado del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano, el 75 por ciento de las más de 7.500 personas sin hogar en el área de Silicon Valley no se encuentran en los refugios, la tasa más alta entre las principales ciudades del país.)

La línea 22 es una ruta de autobús que funciona las 24 horas en el Silicon Valley, viajando entre San José y Palo Alto. Las personas sin hogar pagan la tarifa para viajar en el autobús por la noche a lo largo de su recorrido de hora y media, bajando en cada extremo, y con frecuencia a caballo varias veces de ida y vuelta. La práctica se ha prolongado durante años, y el autobús se conoce coloquialmente como "Hotel 22."

Oí hablar de este fenómeno mientras vivía en Palo Alto como estudiante en la Universidad de Stanford. Fue el contraste con mi imagen de Silicon Valley lo que a mi me hizo que decidiera viajar en el autobús. Lo que en él vi parecía como un microcosmos de los desafíos que enfrenta esta población desposeída. Y a pesar de que su mayoría se mantienen a sí mismo, los que a veces duermen entran en conflicto directo con los viajeros nocturnos que también viajan en el autobús a esas horas.

Filmé en el transcurso de una semana y monté las imágenes para representar una noche en el autobús. Espero que esta película sea una ventana a las desigualdades de esta nación que tan fácilmente pueden pasar desapercibidas.

Este vídeo forma parte de una serie producida por cineastas independientes que han recibido el apoyo de la organización no lucrativa Instituto Sundance.

Elizabeth Lo es una directora de cine de no ficción y candidata al Master MFA en el programa de Cine Documental de la Universidad de Stanford. "Hotel 22" es su primera película en el Festival de Cine de Sundance.

Op-Docs  es un foro de cortos, documentales obstinados, producidos con la latitud creativa de cineastas y artistas independientes. Más información sobre Op-Docs y la forma de presentar a la serie.
Ver el vídeo aquí, en el NYT.
La pobreza y los sin hogar en España.

viernes, 23 de enero de 2015

Distinta justicia para todos

Las resoluciones judiciales de hoy sobre los casos Bárcenas y Aguirre, demuestran que a todos los ciudadanos sin distinción se nos aplica la misma ley: La del embudo.-  Pozuelo de Alarcón, Madrid 22 ENE 2015. Cartas al director. El País. 

sábado, 10 de enero de 2015

¿Nos hundimos, o nos hunden?

Soy una autónoma con un pequeño comercio de mueble y decoración que llegó a tener siete personas trabajando a jornada completa y en el que actualmente estamos dos a media jornada, y yo misma. La crisis nos trajo una radical bajada de ventas, pero con duros ajustes en los gastos hemos ido aguantando.

En febrero del año pasado, en previsión de que la situación no mejorase, solicité a mi banco una refinanciación y ampliación del hipotecario. La directora de la sucursal me dijo que eso es lo que había que hacer: poner medidas antes de que se presentaran los problemas. No debe practicar lo que recomienda porque hasta agosto no me dieron contestación, negativa, por cierto. Pedí entonces sencillamente una novación, es decir, bajar las cuotas estirando el plazo de amortización. A día de hoy, cuatro meses después, no se han dignado a responder. En las últimas tres visitas a la sucursal, no he conseguido tampoco ver a la directora, me remiten a vagos momentos de enero porque “están con el fin de año”.

Si una empresa como la mía, sin deudas, sin letras devueltas, con un historial de más de veinte años sin problemas, una tasación del local seis veces superior al valor de la hipoteca pendiente y un valor de inventario que a precio de coste lo duplica, no consigue ya no un crédito, sino que ni siquiera una prolongación de los plazos de amortización, ¿cómo va a salir adelante este país?—  Jaca, Huesca 8 ENE 2015 -

domingo, 2 de noviembre de 2014

SONDEO METROSCOPIA. Podemos supera a PP y PSOE

La encuesta de Metroscopia que EL PAÍS publica este domingo sitúa por primera vez a la formación de Pablo Iglesias como líder en intención de voto. El PSOE aventaja al PP en cinco puntos. Más en El País.

lunes, 4 de agosto de 2014

Jugar es algo muy serio. La muestra 'Playgrounds' reflexiona sobre la capacidad del juego para recuperar un espacio público cada vez más privatizado.

Decía Wittgenstein que no es posible encontrar un núcleo de significación común compartido por todos los juegos y que sólo cabe descubrir entre algunos de ellos “parecidos de familia” (también hay, podríamos añadir, bastardos que parecen haberse colado en el álbum sin credenciales de parentesco alguno). Y no es solamente que haya juegos muy diferentes —como el boxeo o las cartas—, es que llamamos jugar a cosas bien distintas y a veces contradictorias: la estresante competición deportiva, el deambular sin rumbo definido, el relajado descanso después del trabajo, el esforzado oficio del turista, una función teatral, la furiosa invasión infantil del parque recreativo, o el desafío electrónico en el espacio virtual. Playgrounds es una muestra que reúne un amplio mosaico de obras de arte contemporáneo en una propuesta muy ambiciosa: se trata, para empezar, de delimitar, dentro de esa vasta y heterogénea masa, aquellos juegos que se desarrollan en el espacio público (quedan excluidos, pues, los juegos de salón y, en general, los privados); una vez hecho esto, el argumento consiste en buscar en esa clase de juegos, de acuerdo con algunas de las apuestas críticas que se han ido generando en los programas estéticos alternativos, una posibilidad de recuperar ese terreno privatizado y mercantilizado, una ocasión para “reinventar la democracia” a partir de lo que sería, según los comisarios, el último vestigio de resistencia contra la lógica implacable del capitalismo. Ambiciosa, sí, la propuesta no es en absoluto descabellada: se apoya en una ambigüedad que hoy es constitutiva de la propia noción de juego,y que al mismo tiempo que permite sustentar la hipótesis, amenaza con subvertir su sentido o trivializarlo.

¿A qué ambigüedad nos referimos? En nuestra cultura, por razones que serían largas de explicar, el concepto de juego disfruta de una situación privilegiada. Por una parte, acumula todo el prestigio de lo no serio y de la inocencia salvaje de los niños, del posibilismo de lo ficticio, de lo lúdico, de lo festivo y lo gratuito, de lo gozoso y lo creativo, incluso del sexo y del amor, frente a las connotaciones negativas del trabajo y las actividades adultas que generan obligaciones y responsabilidades; y es, no conviene olvidarlo, la metáfora más repetida para pensar la actividad artística. Pero, por otra parte, funciona igualmente como modelo, paradigma y esquema de todas las cosas serias a las que presuntamente se opone, de tal manera que, como ha mostrado en los últimos tiempos la llamada teoría de juegos, también sirve para explicar instancias tan aparentemente poco lúdicas como la estrategia militar y la guerra, el comercio, la industria, las finanzas, la política o el matrimonio. Parece tener el mágico derecho a reunir en un solo paquete el principio del placer y el principio de realidad. Los movimientos artísticos y las corrientes ideológicas que, desde mediados del siglo pasado, desplegaron un discurso crítico contra los deshilachados pilares de la modernidad (recogiendo impulsos revulsivos que venían ya de los utopismos decimonónicos) dirigieron sus dardos contra la rigidez de las estructuras sociales, encarnadas en las sólidas edificaciones del Movimiento Moderno, que a su vez simbolizaban todas las intransigencias de la sociedad industrial (las fronteras ocio/trabajo, privado/público, burguesía/proletariado, masculino/femenino, etcétera). El juego podía, entonces, servir como metáfora para que la llamada “izquierda artística”, que alcanzó plena visibilidad en Mayo del 68, reivindicase la flexibilización de esos férreos corsés, la apertura de las citadas fronteras y la licuación de aquellas ominosas solideces, alcanzando potencialidades que nadie dudaba en calificar de revolucionarias, sin necesidad de emplear expresiones de alto riesgo (como la que en uno de los paneles de la exposición habla del niño como “sujeto político autónomo”) o de dudosa gramaticalidad (como “demanda de agencia”, “empoderamiento” o “no obstante a…”).

Pero el hecho de que el juego se haya convertido en clave para entender las actividades serias no es una simple casualidad. Va de la mano de la instalación generalizada de un nuevo régimen socioeconómico —líquido y no sólido, flexible y no rígido— en el cual, objetivamente, las fronteras entre el ocio y el trabajo, entre las clases sociales y entre los géneros, o entre lo público y lo privado se han vuelto permeables y fluidas, pero no precisamente en el sentido imaginado por los utopistas del XIX o por los radicales del XX, sino en uno, contrario, que nos enseña hoy el rostro infernal de la flexibilidad, la adaptabilidad y la movilidad: el juego ha sido tan sistemáticamente colonizado por los mismos que privatizaron y mercantilizaron el espacio público que lo que hoy es legítimo es dudar de su potencial revolucionario, y de las capacidades críticas de un discurso ampliamente fagocitado por sus enemigos. Quienes han presentado esta muestra no ignoran nada de esto, y precisamente la oportunidad de su trabajo consiste en permitirnos visualizar el desgaste de ese discurso y en obligarnos a reflexionar no solamente acerca de qué sería hoy lo genuinamente “revolucionario”, sino también sobre el significado de las relaciones entre arte y política en un mundo como el nuestro y en una coyuntura como la presente. No vaya a ser que alguien piense que el arte es sólo un juego de salón que los entendidos practican en los museos.

Playgrounds. Reinventar la plaza. Museo Reina Sofía. Santa Isabel, 52. Madrid. Hasta el 22 de septiembre. Fuente, El País.

sábado, 2 de agosto de 2014

Jordi Pujol o Blancanieves

A Jordi Pujol, un día de 1960, lo pillaron in fraganti entonando a grito pelado El cant de la Senyera en el graderío del Palau de la Música delante de cuatro ministros. He aquí las consecuencias: dos años y ocho meses de prisión para el cantante, 100 millones de beneficios en el primer ejercicio bancario; el mártir orina sangre en los interrogatorios, 200 millones de ganancias; el héroe sale de la cárcel y es confinado a Gerona, 300 millones de superávit; Jordi Pujol vuelve en olor de reunión clandestina, en plan adalid de sótano, el abad le bendice, y ya tiene 400 millones en el haber, aparte de la fe y el descuento de letras.

Jordi Pujol nació en Barcelona en el año 1930, nieto de unos payeses de Premià de Dalt. En aquel tiempo cualquier catalán con futuro tenía la obligación de llegar a este mundo en el seno de una familia de fabricantes de hilatura o de menestrales con botica, gorra y guardapolvo, pero el padre de Jordi Pujol, vástago de un industrial del corcho venido a menos, con negocios de tapones para champaña francés, sólo trabajaba de empleado en la banca Marsans. Era uno de esos subalternos de botones dorados que sella pólizas de crédito con estampilla, se alimenta de escudella, vota a Esquerra Republicana, pero teme a Dios y a los guardias. Entonces la infancia parecía un abril lleno de himnos y por las Ramblas corría la libertad con barretina, había alegres escopetazos sindicalistas y pasteles de crema para burgueses con canotier, novios anarquistas con cananas bajaban de la Font del Gat repartiéndose cartuchos, las criadas cantaban la Santa Espina por el patio de luces, el camarada Companys saludaba a la senyera con el sombrero en la tetilla y los hombros salpicados de caspa, el señor Esteve tomaba la última zarzaparrilla en el bar La Puñalada y el parvulillo Pujol iba a la escuela Blanquerna, donde en el teatrillo de fin de curso él siempre hacía el papel de enanito del bosque en el cuento de Blancanieves. De pronto, en medio de la fiesta comenzó una lluvia de hierros.

Adolescente con cantimplora
Jordi Pujol pasó la guerra con los abuelos payeses en el pueblo del Ampurdán. Su niñez campestre está dorada con pan de maíz y butifarra casera, lejanas noticias del bombardeo de la ciudad, cunetas con milicianos, carretas con colchones que van al exilio y primeros ejercicios solitarios con la gramática catalana de Marvá entre vacas de estilo románico. También hay en su adolescencia la melancolía de una gripe en cuyo ámbito evanescente el infante leyó El sentiment de la pátria, de Maragall, y Elogi a Catalunya, de Vallés i Pujals, empanado con dos cataplasmas de harina de linaza, mientras en la Díagonal tropas nacionales y obispos con correajes, falangistas, rentistas y monjas redivivas celebraban una misa de victoria sobre los escombros.
...

Fuente: Artículo publicado en El País por Manuel Vicent en el 83. Leer todo aquí,
http://elpais.com/diario/1983/11/12/sociedad/437439602_850215.html

viernes, 20 de junio de 2014

No solo las becas Fulbright

El artículo del domingo 15 de junio La vida después de una Fulbright nos refiere la apertura de horizontes y posibilidades formativas, entonces para nosotros insospechadas, que hallaron y absorbieron aquellos becarios y cómo ha influido en su vida profesional y personal y en la de los que se han formado en su entorno.

Una experiencia similar se dio entre los médicos, un buen número de los cuales hicieron su formación en Estados Unidos (realicé mi formación durante cinco años en hospitales universitarios de Filadelfia y conozco el proceso). Ejemplos notables serían el cardiólogo Valentín Fuster o el cirujano ortopédico Miguel Cabanela, llamado para operar al rey Juan Carlos, entre otros. Muchos volvieron aportando ideas y maneras de hacer que, junto con los esfuerzos de colegas formados aquí, han determinado los importantes avances de la medicina española en los últimos 30 años, colocándola en una posición notable en el panorama mundial (sobre todo si se considera de dónde partíamos). Otros científicos y profesionales han recorrido experiencias formativas paralelas.

Recoger y analizar la influencia que colectivamente este grupo haya podido tener en la modernización científica y técnica del país proporcionaría claves tanto para una mejor comprensión de ese proceso como para una planificación más eficiente de la formación en el futuro.— . Alicante 17 JUN 2014 -  Catedrático de Medicina y reumatólogo,

jueves, 15 de mayo de 2014

Mensajes desmoralizadores

Los mensajes euforizantes del Gobierno a cuenta de la supuesta recuperación tienen en mí el efecto justamente opuesto: me desmoralizan.

Me desmoraliza comprobar que a diario me toman por tonto de baba interpretando y retorciendo hasta lo inverosímil datos estadísticos que dicen claramente lo que parece que dicen: que esto no se arregla y que por la senda elegida no solo no se arreglará en un futuro previsible sino que se está haciendo todo lo posible para hacer irreversible esta caída al precipicio. Sí, me refiero especialmente a las perspectivas para la juventud de este país, que pasan por una mayor dificultad de acceso a la educación, por una incapacidad de proporcionar trabajo a los jóvenes una vez formados en su adecuado nivel de formación —y, en realidad, en cualquier nivel— y por la emigración como única salida posible, con lo que ello implica de renuncia de este país a su futuro.

Y lo que más me desmoraliza es comprobar lo poco que el Gobierno hace al respecto, salvo repetir la melodía del flautista de Hamelin en distintos instrumentos.— Luis José Herrero López. El País Cartas al director.
Seccción Cartas al Director

martes, 22 de abril de 2014

El viaje de la vida

Ante el reto de vivir, dice Ulises, hay cinco cosas que no hay que empeñarse en variar:

1. Todo cambia y todo acaba.
2. Las cosas no siempre suceden como las habíamos planeado.
3. La vida no siempre es justa.
4. El dolor forma parte de la vida.
5. La gente no es siempre amorosa y leal.

Tenemos necesidades como personas, y la felicidad se refiere a la satisfacción de esas necesidades.
El camino de la aceptación, de reconocer que lo que es, lo es, acaba siendo más beneficioso ante las falsas ilusiones.
Ulises fue astuto al jugar con el engaño, por eso ideó el caballo de Troya. Les dio a sus oponentes la ilusión que necesitaban ver, sucumbiendo al final por su propia ceguera. Una cosa es tener ilusión y la otra vivir de ilusiones.

Entre las fuentes más importantes de la felicidad están:
-una sensación de seguridad;
-un buen pronóstico;
-autonomía o control sobre nuestras vidas;
-buenas relaciones;
-y la práctica de una actividad especializada y significativa.

Si no está satisfecho, hay una buena probabilidad de que sea por falta de algo en esta lista. (NYT)

Fuente: Leer más en El País Semanal.
Los divorciados

Cuidar las relaciones

martes, 18 de marzo de 2014

Primavera

Me gustan las personas que van por la calle con una especie de alegría en el cuerpo, el puro gozo animal de saberse vivo

Me gustan los viejos que se sientan en los bancos de la calle con sus pequeños perros repantingados sobre el asiento a su lado, unos animales tan mayores como ellos, igual de cachazudos e impertinentes mirones; los dos, humano y chucho, de vuelta ya de los afanes mundanos, amigos tan íntimos que ya no necesitan hablarse ni ladrarse, porque les basta con saberse juntos y disfrutar tranquilos de la contemplación del río de la vida.

Me gustan los bebés que están dando sus primeros pasos y que se acuclillan inestables y alargan la mano con absorto y concentradísimo cuidado para coger una margarita, objeto fabuloso que jamás han visto; su esfuerzo es tal y su lentitud de movimientos tan penosa que parecen astronautas en gravedad cero, y de algún modo lo son, porque esos pequeños exploradores están descubriendo el Cosmos, y esa margarita es más alienígena para ellos que la constelación de Andrómeda.

Me gusta que el camello del barrio (un subsahariano) les dé migas de pan a los pajaritos (la vida es poliédrica).

Me gusta ver a esas parejas de ancianos que llevan tanto tiempo juntos que se parecen en todo; y que, agarrados de la mano como dos niños, van paseando por las alamedas moteadas de sol con un vaivén gemelo de reuma y de cojera.

Me gustan los hombres y mujeres entrados en carnes y en fatiga que, vestidos de deporte, trotan desarboladamente y van más despacio que yo cuando ando despacio, pero que, aun así, se esfuerzan y no se rinden.

Me gustan esas parejas de adolescentes fundidas en un beso de tornillo, altos hornos de feromonas, explosivos paraísos de los primeros amores.

Me gustan las personas que van por la calle con una especie de alegría en el cuerpo, el puro gozo animal de saberse vivo, y que, cuando cruzan los ojos contigo, te sonríen. Los días buenos espero ser yo también una de ellas.

Fuente:
Rosa Montero, El País.

martes, 25 de febrero de 2014

10 viajes por España

10 escapadas con alojamiento asequible
Hace unos días una lectora del blog me escribía en un comentario que estaban muy bien esos viajes maravillosos y lejanos de los que suelo hablar, pero que para la mayoría de los mortales eran lugares inalcanzables por su elevado costo. Y tenía razón. Los periodistas de viajes solemos dejarnos llevar por lo exótico y lo espectacular, y olvidamos con frecuencia hablar también de esos otros rincones más cercanos y asequibles, que en definitiva son a los que va la mayoría de viajeros. Y España está llena de ellos. Así que para enmendar mi error aquí van 10 propuestas de viaje por España económicas, que se pueden hacer con un presupuesto muy ajustado. En cada una de ellas he añadido un alojamiento de buena relación calidad/precio con habitación doble por menos de 50 euros (las tarifas pueden variar según temporada). Además en cualquiera de esos diez destinos es fácil encontrar también hostales y pensiones más baratas.

Estas son las 10 propuestas:

1. Daroca, laguna de Gallocanta y monasterio de Piedra (Zaragoza y Teruel)
Entre los valles del Jiloca y del río Piedra, al sur de Zaragoza, se abre una comarca poco conocida pero llena de encantos. En localidades como Daroca encontraremos algunos de los mejores ejemplos de mudéjar aragonés. La laguna de Gallocanta es el gran aeropuerto intermedio de miles de grullas centroeuropeas, que pasan el invierno en este humedal; uno de los mayores espectáculos que la naturaleza reserva a los amantes de la ornitología. La ruta acaba en el Monasterio de Piedra, un oasis de verdor en medio de los secarrales aragoneses.
Para dormir:, Albergue Allucant:  (en la laguna de Gallocanta), en habitaciones múltiples, 13€. Habitación doble, 50€.

2. El valle de1 Baztán (Navarra)
Encajado entre el puerto de Velate y la cordillera pirenaica, el Baztán, el valle más extenso de Navarra, es también uno de los paisajes más bucólicos y bien conservados de toda la comunidad foral. Un escenario de prados verdes y cuadriculados, caseríos de piedra y bosques de frondosas que parece sacado de un cuento de Pío Baroja. Elizondo es su capital, pero está lleno de pueblecitos encantadores con genuinos caseríos navarros, como Erratzu o Amaiur. Si dejamos el Baztán por el norte, una vez pasado el puerto de Otsondo, aparecen las cuevas de Zugarramurdi (la catedral de la brujería navarra).
Para dormir La Posada de Ziga:(Ziga), doble 50€.

3. Cabárceno y los valles de Carriedo y Pas (Cantabria)
La reutilización de una antigua mina a cielo abierto permitió crear en Cantabria uno de los parques zoológicos más originales de España. Pináculos de piedra caliza, estrechas hondonadas, valles excavados a pico y más de 4.000 árboles de 64 especies distintas forman el paisaje quebrado y laberíntico del Parque de la Naturaleza de Cabárceno, un muestrario de la fauna de los cinco continentes. Desde allí se puede remontar el río Pisueña para visitar Villacarriedo y Selaya, dos núcleos urbanos de casonas cántabras rodeadas de infinitos prados verdes. La ruta puede acabar en Liérganes tras descubrir San Roque de Riomiera, una de las tres villas pasiegas.
Para dormir: Posada La Casona de Linares (Selaya); doble, 40€.

4. Grazalema y los pueblos blancos (Cádiz y Málaga)
Una enorme masa de bosque mediterráneo (alcornoques, quejigos, encinas y algarrobos) cubre esta sierra gaditana y malagueña. Pueblos de geranios y cal como Grazalema, Benamahoma, El Bosque o Ubrique puntean de blanco el interminable lienzo verde de los árboles. Aunque la verdadera joya ecológica del Parque Natural de la sierra de Grazalema ocupa una pequeña mancha de apenas mil hectáreas, a altitudes superiores a los 1.000 metros y en suelos calizos de zonas de umbría. Es el bosque de pinsapos, una conífera emparentada con los abetos de la zona fría del hemisferio norte que hace unos 15.000 años se adaptó a estas condiciones climáticas sureñas y se quedó a vivir en unos pocos rincones de Andalucía.
Para dormir:  Hospedería Casa de las Piedras (Grazalema); doble desde 48€.

5. Los valles moriscos de la Marina Alta (Alicante)
A apenas media hora de coche de la costa alicantina, atestada de turistas y edificios de apartamentos, se abren tres valles pequeños, escondidos y de innegable sabor levantino. Son los valles más escondidos de la comarca de la Marina Alta (Gallinera, Alcalá y Ebo), últimos reductos moriscos de Alicante, un lugar donde las huertas y los azarbes, las aldeas blancas de callejuelas frescas, las palmeras y los campanarios destacando sobre la techumbre de adobe de las casas morunas nos hablan de otro Alicante muy alejado del tópico de sol y playa. Una ruta con salida y llegada en Pego por un territorio desconocido para la mayoría de viajeros.
Para dormir: Hotel Rural Barranc De L’infern (Vall d’Ebo); doble desde 50€.

6. Ruta de los tres templos (Guipúzcoa)
Los ríos Urola y Deba marcan una ruta por el corazón verde de Guipúzcoa en busca de tres de los santuarios más conocidos y queridos de Euskadi. El primero es la suntuosa basílica de Loiola, en Azpeitia, levantada sobre el solar donde nació el fundador de la Compañía de Jesús. Sin dejar el cauce del Urola, seguiremos después hacia Zumárraga y la ermita de la Antigua, una iglesia medieval con un riquísimo artesonado de madera. Tras saltar la cabecera del río Deba y visitar Oñate, la villa más señorial de la comarca, subiremos hasta el santuario de Arantzazu, la patrona de Guipúzcoa, uno de los lugares míticos de peregrinación del País Vasco.
Para dormir: Goiko Benta (Arantzazu, Oñati); doble 52€.

7. Parque de las sierras de Cazorla, Segura y Las Villas (Jaén)
Con 214.000 hectáreas —el mayor espacio natural protegido de España— y 24 municipios que viven de la agricultura y la ganadería encajados en su perímetro, el parque natural de las sierras de Cazorla, Segura y Las Villas ha pasado de ser tan solo ese lugar donde Félix Rodríguez de la Fuente filmaba las berreas de los ciervos a ser admirado por todos como una asombrosa masa forestal en medio de la Andalucía de secanos y olivares, en la que nacen el Guadalquivir y el Segura y en la que triscan en libertad miles de ciervos, gamos, muflones, cabras hispánicas y jabalís. Lo mejor es entrar por la localidad de Cazorla y recorrer el parque por la carretera que va en paralelo al pantano de El Tranco.
Para dormir: hotel rural La Hortizuela (Coto Ríos); doble desde 45€.

8. Cardona y Solsona (Barcelona y Lleida)
Una ruta por el prepirineo catalán en busca de Cardona y Solsona, dos ciudades medievales de gran importancia histórica. Cardona conserva la fortaleza más poderosa e influyente de Cataluña, hoy reconvertida en parador de turismo. Bajo su superficie se encuentra la famosa montaña de sal, uno de los yacimientos salinos más importantes de Europa; la extracción de sal ya acabó y hoy la mina se ha reconvertido en un parque turístico con visitas a las galerías. Solsona es una de las grandes ciudades monumentales de la Cataluña interior, como atestiguan sus muchos edificios religiosos y civiles.
Para dormir: hostal La Catalana (Llorenç de Morunys); doble desde 50€.

9. A Mariña (Lugo)
La carretera N-634, que une las localidades lucenses de Mondoñedo y Ribadeo, enlaza dos de los puntos más importantes de esta provincia gallega, tanto en el interior como en los rincones de la costa, bautizada como la Mariña Lucense. El litoral alberga playas tan famosas y espectaculares como la de Las Catedrales, la de Los Castros y la de Esteiro. Y pueblos pesqueros como Foz. En el interior queda Mondoñedo, una de las ciudades más monumentales de Lugo y una de las siete capitales históricas de Galicia.
Para dormir:  hotel gastronómico Boa Vista  (Viveiro); doble desde 46€.

10. Sierra de Gredos (Ávila)
La sierra de Gredos presenta las mayores elevaciones del Sistema Central y también su más variada colección de flora y fauna. Se puede empezar la ruta por el desconocido valle de Iruelas, en las riberas del río Alberche, seguir por Navaluenga y luego pasar el puerto de Serranillos para caer a la vertiente sur de Gredos y el valle del Tiétar. Una vez allí hay que visitar la mancomunidad del Barranco de las Cinco Villas: San Esteban del Valle, Santa Cruz del Valle, Villarejo del Valle, Mombeltrán y Cuevas del Valle (la que más sabor a arquitectura tradicional ha logrado conservar en su recinto urbano). Y terminar en Arenas de San Pedro, la capital del alto Tiétar.
Para dormir: hotel rural Los Molinillos (El Arenal); doble, 50€.
Fuente: Viajes El País.

domingo, 23 de febrero de 2014

La cuenta suiza

El senador Granados se ha marchado muy enfadado. La dimisión es un gesto que le honra, porque así nos hemos enterado de que estaba en el Senado. También formaba parte del Senado Luis Bárcenas, encarcelado por el caso Gürtel. Mucha gente considera inútil la Cámara alta. Incluso hay quien dice que es un cementerio para dinosaurios de la política. El problema es que no le prestamos la suficiente atención. Ni al cementerio ni a los dinosaurios. Lo cierto es que el senador Granados se ha ido muy enojado. Con su partido, con los periodistas, con todos. ¡El pollo que le han montado por una simple cuenta suiza! Se le veía con ganas de bramar: “A ver, ¡que tire la primera piedra el pringado que no tiene 1,5 millones de euros en Suiza!”. Una de las mutaciones faciales más curiosas es la de estos personajes que llevan el poder impreso en el morro y lo pierden por un soplo inesperado del espíritu. El personaje fatuo es ahora un tipo perplejo, y con el peor resentimiento, el del gomoso que ya no puede espetar al pueblo subalterno el: “¿Sabe usted con quién está hablando?”, porque incluso su jefa, una Grande de España, le afea la conducta. Pero el cabreo de Granados es un síntoma. El investigado Álvarez Cascos, exsenador y exministro, arremete contra la policía que lo investiga. Los políticos tocados por la Operación Pokémon mandan callar al fiscal con la enigmática frase: “Cada uno a lo suyo”. ... Cambiando de tema, a una juez de Lugo se le escapó sobre un imputado por corrupción: “Fulano es un pésimo delincuente”. ¡Será una excepción! Yo pienso que, en general, tenemos una corrupción de bastante calidad.
Fuente: Manuel Rivas, El País.

sábado, 15 de febrero de 2014

Jazztel es la operadora más agresiva en televenta y la más incumplidora

Jazztel es, con diferencia, la operadora de telecomunicaciones más agresiva en las campañas de televenta y también la que más incumple el código deontológico de buenas prácticas que firmaron los operadores en julio de 2012 para evitar el acoso y las malas prácticas con los consumidores.

Así lo certifica el último panel de control realizado por los propios operadores en el último trimestre del año pasado, en el que se pone de manifiesto que, según la muestra, el 63% de las llamadas son emitidas por Jazztel; el 9,9% por Telefónica; el 8,8% por Ono, el 7,8% por Vodafone; el 6,5% por Orange; el 0,9% por Yoigo y el restante 3,1% por otros operadores.

Fuente: Leer más en El País: http://economia.elpais.com/economia/2014/02/14/actualidad/1392399771_952569.html

martes, 28 de enero de 2014

Muere Pete Seeger,

Muere Pete Seeger, combativo padre del folk de Estados Unidos.
El compositor y cantante estadounidense, icono de la música norteamericana, muere a los 94 años, por FERNANDO NAVARRO

La vida en un puñado de versos, por BARBARA CELIS (2012)

El concierto prohibido
Pete Seeger cantó por primera vez en España en 1971: el 7 de febrero, en un abarrotado polideportivo de Terrassa. También estuvo en Sevilla y en San Sebastián. Pero, cosas del régimen franquista, su presentación del sábado 14 de febrero en la Escuela de Ingenieros de la Universidad de Barcelona, en la Diagonal -entonces oficialmente avenida del Generalísimo Francisco Franco-, fue prohibida a última hora por el gobernador civil. Hubo despliegue de grises a caballo y duras cargas policiales. Aunque Seeger sí cantó en Barcelona: al día siguiente, y sin anunciar, en el bar Llopart, del barrio de Sants. Lo hizo -como recuerda Joaquim Vilarnau en el número de julio/agosto de este año de la revista catalana de Folc- ante poco más de 30 personas y los habituales parroquianos, que seguían jugando sus partidas de cartas o parchís en las mesas de mármol. Poco después le invitaron amablemente a abandonar el país.

Fue Raimon quien le convenció para venir por fin a España: Seeger, que en 1943 había grabado siete canciones de la Brigada Lincoln -El valle del Jarama, Si me quieres escribir...-, no tenía pensado pisar el país mientras Franco viviera. Volvió cuando el dictador ya no estaba. En varias ocasiones. El 10 de marzo de 1978 ofreció un recital, grabado por TVE, en el Palacio Municipal de los Deportes de Barcelona -al día siguiente Pete Seeger debutaría en Madrid con una actuación en el Pabellón de Deportes del Real Madrid-, en el que lucía una pegatina en defensa de la libertad de expresión en solidaridad con Els Joglars, que estaban procesados por un tribunal militar por su obra de teatro La torna. El 23 de abril de 1993, el neoyorquino participó en Barcelona en el concierto de los 30 años de la canción de su amigo Raimon Al vent.
Fuente: El País.


Pete Seeger- Sanga Music Inc -BMI

Where have all the flowers gone, long time passing?
Where have all the flowers gone, long time ago?
Where have all the flowers gone?
Young girls have picked them everyone.
Oh, when will they ever learn?
Oh, when will they ever learn?

Where have all the young girls gone, long time passing?
Where have all the young girls gone, long time ago?
Where have all the young girls gone?
Gone for husbands everyone.
Oh, when will they ever learn?
Oh, when will they ever learn?

Where have all the husbands gone, long time passing?
Where have all the husbands gone, long time ago?
Where have all the husbands gone?
Gone for soldiers everyone
Oh, when will they ever learn?
Oh, when will they ever learn?

Where have all the soldiers gone, long time passing?
Where have all the soldiers gone, long time ago?
Where have all the soldiers gone?
Gone to graveyards, everyone.
Oh, when will they ever learn?
Oh, when will they ever learn?

Where have all the graveyards gone, long time passing?
Where have all the graveyards gone, long time ago?
Where have all the graveyards gone?
Gone to flowers, everyone.
Oh, when will they ever learn?
Oh, when will they ever learn?

Where have all the flowers gone, long time passing?
Where have all the flowers gone, long time ago?
Where have all the flowers gone?
Young girls have picked them everyone.
Oh, when will they ever learn?
Oh, when will they ever learn?

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