viernes, 28 de enero de 2022

Conflicto de Ucrania y Rusia: cómo empiezan las guerras

La historia demuestra que a lo largo de los siglos se han manejado todo tipo de pretextos para desatar conflictos y que sus consecuencias son imposibles de controlar y de imaginar

En La princesa prometida, la ya clásica película de Rob Reiner, el personaje de Vizzini, un despiadado espía siciliano, asegura: “Empezar una guerra es un trabajo muy prestigioso con una larga y gloriosa tradición”. Pero en este caso no se trata de un conflicto entre los imaginarios reinos de Florín y Guilder dentro de un cuento, sino del peligro real de un ataque contra un país soberano como Ucrania por parte de una potencia militar y energética como Rusia. La historia alberga varias lecciones, entre ellas que a lo largo de los siglos se han manejado todo tipo de pretextos para montar un casus belli y que las consecuencias de un conflicto son siempre imposibles de controlar y de imaginar. Y que, una vez puestos en marcha algunos mecanismos, resulta muy difícil dar marcha atrás. Y también que las guerras pueden tener causas, pero no son accidentes naturales como los terremotos: las desencadenan un puñado de seres humanos, aunque la tragedia reside en que las sufren, en cambio, millones de otros seres humanos.

La historiadora canadiense y profesora en Oxford Margaret MacMillan dedica un capítulo de su último libro, La guerra. Cómo nos han marcado los conflictos (Turner), a las razones esgrimidas a lo largo de la historia para justificar guerras e invasiones, empezando por Troya —”un hombre roba la mujer de otro”— hasta el hundimiento del Maine en la bahía de La Habana en 1898, que justificó el ataque estadounidense contra España. Aunque, en este caso, fue sobre todo una invención de la prensa sensacionalista: se trata de una de las muchas tormentas de desinformación con las que empiezan las guerras y en las que la Rusia de Putin es especialmente hábil. Sin embargo, MacMillan sostiene que ningún estallido se produce en el vacío. “Las causas de una guerra pueden parecer absurdas o incoherentes”, escribe, “pero detrás de ellas suele haber disputas y tensiones mucho más profundas. A veces basta una chispa para que una pila enorme de madera arda en llamas”.

Un momento clave en cualquier conflicto reside en su punto de inflexión: ¿cuándo es demasiado tarde para pararlo? En un artículo sobre la crisis de Ucrania, la revista británica The Economist recordaba esta semana una frase del gran historiador A.J.P. Taylor: “La Primera Guerra Mundial se hizo inevitable una vez que se emitieron las órdenes de movilización en Berlín”. “La complejidad de los horarios de los ferrocarriles de principios del siglo XX, de los que dependían entonces los movimientos de las tropas, hacía prácticamente imposible cualquier alteración”, prosigue la revista.

Pocos analistas piensan que, pese a la indudable y rotunda movilización rusa, se haya superado en Ucrania ese momento sin marcha atrás, pero siempre resulta más fácil leer el pasado que el presente. Netflix acaba de estrenar la película Múnich, basada en un libro de Robert Harris, que trata de salvar la cara a Neville Chamberlain, el primer ministro británico que firmó en la ciudad bávara en 1938 el pacto por el que entregaba a Hitler los Sudetes y que permitió al dictador nazi preparar la guerra total en Europa. El filme describe a Chamberlain como un político obsesionado por la Primera Guerra Mundial, que quiere evitar a toda costa otra generación masacrada. “Hasta que un conflicto ha empezado, se puede evitar”, sostiene el personaje. Sin embargo, los espectadores del siglo XXI saben lo que Chamberlain desconocía: la Segunda Guerra Mundial ya era imparable, porque Hitler había tomado la decisión de atacar y solo buscaba ganar tiempo.


Tony Blair, George W. Bush y José María Aznar, antes de la reunión en marzo de 2003 en las islas Azores en la que se decidió el comienzo de la guerra en Irak. A la derecha, Sadam Husein.

La Administración de George W. Bush estuvo inventando durante años una intrincada red de mentiras para justificar una invasión de Irak. Cada vez un número mayor de evidencias muestra que la construcción del caso contra Sadam Husein empezó pocos días después de los atentados del 11 de septiembre contra Washington y Nueva York. ¿Cuándo fue inevitable la guerra? ¿Sirvieron para algo todas las sesiones del Consejo de Seguridad antes de que los misiles comenzasen a caer sobre Bagdad el 20 de marzo de 2003? Seguramente, no. Y, desde luego, cuando millones de ciudadanos se manifestaron en todo el mundo contra la guerra, el 15 de febrero de 2003 —un momento de rebelión cívica que Ian McEwan retrató en su novela Sábado—, la Casa Blanca ya había tomado la orden de invadir, que se había cristalizado en una enorme movilización militar en torno al golfo Pérsico.

Irak es un caso paradigmático de una guerra en la que todo parece controlado —empezando por las mentiras con las que arranca—, pero que se convierte en un desastre de imprevisibles consecuencias. El pasado, de nuevo, ofrece numerosos ejemplos. En el año 415 antes de nuestra era, Atenas decidió fletar una expedición contra la poderosa ciudad griega de Siracusa. El pretexto era que dos ciudades aliadas de Atenas, y rivales de Siracusa, habían pedido ayuda a la ciudad-Estado griega. En realidad, se trataba de una lucha por la expansión helena en el Mediterráneo y de un episodio más de la guerra del Peloponeso contra Esparta. Las fuerzas atenienses fueron derrotadas en el puerto de Siracusa dos años más tarde, una debacle militar que acabó por destruir la democracia ateniense.

“La incursión ateniense también trajo consigo un resultado terrible”, escribe Donald Kagan en La guerra del Peloponeso (Edhasa). “Pérdidas devastadoras en hombres y embarcaciones, rebeliones generalizadas a través del Imperio y la entrada en escena del poderoso Imperio persa. Estos motivos contribuyeron significativamente a expandir la opinión generalizada de que Atenas estaba acabada”. En el año 411, por primera vez en un siglo, se instauró una dictadura en la ciudad que había inventado la democracia.

De todos los desastres de la historia que trajeron imprevisibles y devastadoras consecuencias el más intrigante sigue siendo la Primera Guerra Mundial. Los historiadores llevan más de un siglo tratando de buscar el verdadero motivo por el que empezó el conflicto: desde que se produjo el asesinato del archiduque Francisco Fernando, heredero del Imperio austrohúngaro, en Sarajevo, el 28 de junio de 1914, hasta que estallaron las hostilidades transcurrieron cinco semanas durante las que las potencias europeas fueron incapaces de parar un mecanismo estúpido, que las llevaba a la debacle de forma bastante involuntaria. El historiador Christopher Clark acuñó el concepto de “sonámbulos” en el libro que lleva ese título (Galaxia Gutenberg) para describir la manera en que los responsables del estallido caminaron decididamente hacia el abismo sin ser conscientes de que iban a provocar 20 millones de muertos, 21 millones de heridos, la destrucción de tres imperios y, al final del camino, la Segunda Guerra Mundial.

“¿Cómo pudo hacerse Europa eso a sí misma y al mundo?”, se pregunta Margaret MacMillan en su libro sobre el principio del conflicto, 1914. De la paz a la guerra (Turner). “Hay muchas explicaciones posibles, tantas que resulta difícil decantarse por una”, escribe. Al final, deja claro que “muy pocas cosas en la historia son inevitables”, que las masacres de Lovaina, de Verdún, del Somme, no tuvieron por qué existir. Pero también sostiene que “las fuerzas, las ideas, los prejuicios, las instituciones y los conflictos son ciertamente factores importantes, pero no tienen en cuenta a los individuos —que al final no fueron tantos— en cuyas manos estaba decir ‘sí, adelante, desatemos una guerra’, o bien ‘no, detengámonos”. Las guerras las declaran —y las impiden— seres humanos. Pero, sobre todo, las sufren.

https://elpais.com/internacional/2022-01-27/conflicto-de-ucrania-y-rusia-como-empiezan-las-guerras.html#?rel=lom

jueves, 27 de enero de 2022

_- ¿Por qué me tiembla el párpado? Y qué hacer para detenerlo.


_- P: Hay veces que el párpado me tiembla durante varios días… incluso semanas. Es algo incómodo y molesto. ¿Qué hago para que deje de hacerlo? ¿Debo preocuparme?
 
Aunque los espasmos de los párpados son molestos, “pocas veces son síntoma de algo grave”, señaló Stephanie Erwin, optometrista del Instituto Oftalmológico Cole de la Clínica Cleveland.

El espasmo ocular más común consiste en una serie de contracciones musculares llamada mioquimia palpebral, la cual provoca temblores involuntarios e intermitentes en el párpado, casi siempre en el inferior.

Erwin añadió que solo un párpado se ve afectado en cada ocasión porque la contracción se origina en el músculo que está alrededor del ojo y no en el nervio que controla el reflejo del parpadeo, el cual manda el mismo mensaje a ambos ojos de manera simultánea.

Los espasmos pueden durar desde algunas horas hasta días o meses.

“Si el espasmo persiste durante un periodo largo o va acompañado de otros síntomas, sería bueno acudir con un oftalmólogo para que lleve a cabo una revisión y estar seguros de que no está ocurriendo ninguna otra cosa”, comentó.

Si el temblor se extiende a otros músculos del rostro o si vemos que ambos ojos se contraen al mismo tiempo, quizá se trate de un problema más grave. Otras señales de alerta pueden ser que el párpado se caiga o que el ojo se ponga rojo.

Pero si es un solo párpado el que se contrae, casi siempre se trata de un caso benigno (y a menudo exasperante) de mioquimia palpebral.

En cuanto a la causa por la que sucede, “nadie sabe con exactitud por qué”, dijo Alice Lorch, una oftalmóloga del hospital Massachusetts Eye and Ear en Boston.

En ocasiones, por ejemplo, esto se origina debido a una pequeña irritación provocada por un lente de contacto que roza contra el párpado, afirmó.

No obstante, los especialistas señalan que lo que casi siempre provoca el temblor del párpado es el estrés, la falta de sueño o el consumo excesivo de cafeína. Otro causante es el ojo seco, un padecimiento común entre las personas que pasan la mayor parte del día mirando la pantalla. Los estudios han demostrado que parpadeamos menos cuando estamos viendo las pantallas de los dispositivos digitales, lo cual hace que sintamos los ojos secos.

Lorch aseguró que no existe ninguna solución rápida para la mioquimia palpebral una vez que esta se manifiesta. Pero las lágrimas artificiales, unas gotas que lubrican el ojo, son una buena ayuda. Lo ideal es elegir unas gotas que no contengan conservadores químicos, ya que a veces estos pueden irritar los ojos. También se recomienda masajear los ojos al ducharse o ponerles un paño caliente húmedo antes de irse a dormir, cosa que ayudará a relajar los músculos y a dilatar las glándulas de los bordes de los párpados. Esto hace que haya una mayor circulación de aceite en los ojos y que las lágrimas no se evaporen tan rápido.

Otras medidas preventivas incluyen descansar más y reducir el estrés.

“Los espasmos son una señal de que el cuerpo te está pidiendo que bajes tu ritmo”, dijo Raj Maturi, portavoz de la Academia Estadounidense de Oftalmología.

Reducir el consumo de cafeína también puede evitar los temblores palpebrales debido a que la cafeína en grandes cantidades en ocasiones provoca que los músculos se tensen. Según Lorch, no hay ningún problema si se toman una o dos tazas de café al día.

También es importante mantenerse hidratado y llevar una dieta balanceada que incluya alimentos altos en potasio (las papas, los plátanos y las lentejas son una fuente importante de este mineral), magnesio (que encontramos en los vegetales de hojas verdes, los granos integrales, los frijoles, las nueces y el pescado) y calcio (presente en los productos lácteos, las sardinas, los vegetales de hojas verde oscuro o los cereales fortificados para el desayuno), ya que tal vez los espasmos se originen por la deficiencia de estos minerales.

Hay quienes dicen que el agua tónica sirve para aliviar el temblor de los párpados porque contiene una pequeña cantidad de quinina, que es un medicamento aprobado por la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por su sigla en inglés) para tratar la malaria y que también ha sido usada, sin que este uso esté aprobado, para aliviar los calambres nocturnos en las piernas, algo que la FDA afirma que no es ni seguro ni eficaz. No existen pruebas científicas de que el agua tónica evite o mitigue las contracciones de los párpados.

De manera excepcional, los médicos inyectan una cantidad pequeña de bótox en el músculo orbicular que está alrededor de los párpados a fin de detener los espasmos, pero esto “solo se practica en casos graves”, dijo Erwin.

Los especialistas aseguran que, por lo general, la mioquimia palpebral desaparece sola sin que haga falta que intervengan los médicos. A la mayoría de los pacientes les basta con descansar, tomar medidas para reducir el estrés, lubricar el ojo y esperar a que pase.

Christina Caron es reportera de la sección Well, y cubre la salud mental y la intersección de la cultura y los cuidados de salud. Antes fue reportera de crianza, reportera de temas generales y correctora de estilo en el Times.

NYT.
https://www.nytimes.com/es/2022/01/01/espanol/temblor-ojo-parpado.html#:~:text=No%20obstante%2C%20los%20especialistas%20se%C3%B1alan,del%20d%C3%ADa%20mirando%20la%20pantalla.

miércoles, 26 de enero de 2022

Intervención en la rueda de prensa de presentación de un llamamiento para que haya una candidatura ciudadana unitaria a la izquierda del PSOE en Andalucía

Buenos días.

Agradezco su presencia y paso a explicarles a ustedes la razón por la he apoyado este documento.

El presidente Moreno Bonilla tiene fama de ser un político de buenas formas y ciertamente hay que agradecerle que no haya enfangado la política andaluza a base de insultos y barbaridades, como han hecho otros lideres de su partido en Madrid o Murcia.

Pero eso no quita que las consecuencias que está teniendo su gestión en las condiciones de vida de la ciudadanía andaluza estén siendo desastrosas.

En plena pandemia se ha despedido a 8.000 sanitarios. Las listas de espera se han disparado. La sanidad pública está colapsando en Andalucía. Y El profesorado de la enseñanza pública está sometido a una presión sin igual.

Eso está ocurriendo porque el PP tiene en Andalucía la misma estrategia que en el resto del Estado: entregar el sector público a los intereses privados. Ni siquiera lo disimula.

Con la excusa de eliminar trámite administrativos, Moreno Bonilla ha privilegiado a grandes empresas. No a todas. A las que cuentan con su favor político. Y lo ha hecho también sin disimulo: consintiendo o beneficiando a la actividad ilegal desde la agricultura hasta en los medios de comunicación, pasando por el urbanismo.

El gobierno de Moreno incluso ha mentido a los andaluces cuando presentó las auditorías a los entes públicos, diciendo que indicaban lo que de verdad no indican. Solo buscaban aniquilar por cualquier medio al adversario, aunque lo haga con guante de seda.

Destrozando el medio ambiente, permitiendo la desecación de Doñana, que se construya en cualquier sitio o que se levanten hoteles gigantescos en el Cabo de Gata no se crean empleos, ni riqueza. Se destruyen.

Y no se puede olvidar que Moreno abrió la puerta a la extrema derecha y ha envalentonado a Vox, que difunde un discurso lleno de violencia, totalitarismo y xenofobia.

Hemos firmado este documento porque no queremos que siga ocurriendo todo esto.

Porque queremos evitar que se sigan destruyendo Servicios públicos para ponerlos en manos de los negocios privados que los encarecen y dan peor servicio.

Porque queremos evitar que gobierne la extrema derecha que amenaza las libertades y el avance democrático de los últimos 40 años.

Porque queremos que se reproduzcan en nuestra tierra las políticas y los logros sociales que está consiguiendo el gobierno de la nación y hacerlo de la manera en que propone Yolanda Díaz, dando protagonismo a la gente y ofreciendo un proyecto al conjunto de la sociedad..

También porque creemos que es imprescindible reforzar el papel de Andalucía en un Estado que sea cada día más el de la España plural y el de la España democrática y de los valores republicanos.

Y, lo más importante. Hemos firmado este documento porque sabemos que nada de esto será posible si las fuerzas a la izquierda del PSOE acuden divididas a las urnas.

Hemos firmado, o al menos yo he firmado este documento, para exigir a esas fuerzas progresistas que colaboren y pongan lo que les une por delante de las diferencias.

Estamos viviendo momentos históricos. Están en peligro el bienestar conquistado durante décadas y las libertades civiles. Europa está al borde de la guerra. Me dirijo a las amigas y amigos que dirigen los partidos a la izquierda del PSOE, a los de Podemos, Izquierda Unida, Andaluces Levantaos y Adelante Andalucía para pedirles que no sean irresponsables y que se unan. Que se unan sin excusas de ningún tipo.

Les exigimos que forjen cuanto antes una candidatura electoral unitaria, confeccionada con generosidad e inteligencia, con humildad y eficacia que represente no solo a sus organizaciones sino a quienes día a día levantan a Andalucía y hacen lo mejor que tenemos. Y que lleve a su programa las demandas de sentido común de la gente común y corriente.

No es coherente decir que se defiende la autonomía y el protagonismo de Andalucía en el conjunto del Estado y al mismo tiempo poner piedras en el camino que lleva a poner en marcha un proyecto político unitario, el imprescindible para avanzar hacia el cambio efectivo y el progreso en nuestra tierra.

En estas circunstancias que considero excepcionales, yo estoy dispuesto, como creo que muchos cientos y miles de andaluces, a dar el paso que haga falta dar para ayudar a que esa candidatura tenga éxito. Ofrezco con la mayor humildad y modestia toda mi capacidad de trabajo y me pongo al servicio de las organizaciones que la pongan en marcha para lo que haga falta, como un eslabón más de la cadena.

Pero son las organizaciones políticas quienes tienen que dar el primero paso para unirse y convocar y movilizar a la sociedad.

Quienes serán responsables de lo que pase en el futuro de Andalucía tienen ahora nombres y apellidos: Martina Velarde, Toni Valero, Esperanza Gómez, Modesto González, Teresa Rodríguez. Yo me dirijo a ellos para pedirles unidad, unidad y unidad. Para decirles que en estos momentos tan excepcionales no hay excusa ninguna para fallar.

JUAN TORRES LOPEZ.

https://juantorreslopez.com/intervencion-llamamiento-candidatura-unitaria-andalucia/

P.D.: Estoy muy de acuerdo con lo aquí expresado.

martes, 25 de enero de 2022

_- A bulo limpio

_- Cada día se hace más necesario disponer de criterios para discernir qué tipo de información es la que nos llega. En primer lugar porque la cantidad de información que recibimos es abrumadora. A través de la televisión, de las redes, de la radio, de la prensa, de libros y revistas, de conversaciones con amigos y conocidos, recibimos tanta información que no podemos asimilarla en su integridad. Y menos, analizarla. En segundo lugar porque hay muchos intereses en juego en la información que circula. Intereses de muy diverso tipo: políticos, económicos, religiosos, ideológicos, comerciales, publicitarios… En tercer lugar porque abundan los especialistas en el engaño y porque, esos especialistas manejan con maestría los secretos de la información.

Decía Aldous Huxley que una verdad sin interés puede ser eclipsada por una falsedad emocionante. Tenemos la tendencia a aceptar como ciertas aquellas noticias que apoyan nuestras creencias y a rechazar las que las cuestionan. “¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido entre el conocimiento? ¿Dónde el conocimiento que hemos perdido entre la información?”, dice T. S. Elliot.

En Francia, una insidia transfóbica se está utilizando como munición electoral. El bulo en cuestión afecta a la primera dama, Brigitte Macron, 23 años mayor que su esposo. Según el bulo, la esposa del presidente sería originariamente un hombre llamado Jean-Michel Trogneux, lo que es completamente falso. El episodio revela un transfondo de carácter más general. La deriva trumpista de la vida política francesa promovida por la ultraderecha sería el más importante de ellos, especialmente si las presidenciales de 2022 terminan enzarzadas en perversas teorías de la conspiración como ha sucedido con las dos últimas estadounidenses.

El equipo de abogados de la primera dama francesa pretende realizar una tarea complicada. Rastreará a todos los usuarios que han compartido este bulo en las redes sociales y también investigará el origen del mismo. Algunas informaciones apuntan a que el origen del rumor estaría en el medio de comunicación de extrema derecha, Faits et Documents.

En diciembre de 2020 una imagen se viralizó bajo el mismo argumento que se ha empleado con Brigitte Macron: la exprimera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, nació con sexo masculino. En esa imagen se ve al expresidente del país, Barack Obama, junto a su mujer, la cual aparece con el pelo rapado y los rasgos faciales cambiados. En este caso, la imagen que pretendía servir para demostrar que Michelle era una mujer transexual era un montaje realizado a partir de una fotografía compartida por Obama en su perfil de twiter.

Durante el mes de mayo en “Maldita sea” comenzaron a recibir capturas de pantalla de una publicación que comparaba dos supuestas imágenes de la esposa del presidente del Gobierno Pedro Sánchez, Begoña Gómez: una actual y una antigua. La publicación afirmaba que el presidente del país se había casado con un trans.

Lo bulos se crean, se difunden y se mantienen. Ayer mismo le oí decir a Donald Trump que en las últimas elecciones se había producido un fraude que le había arrebatado la presidencia. Es decir que, contra todas las evidencias y contra la decisión de los tribunales, sigue alimentando ese bulo que utiliza para promoverse como candidato a las próximas elecciones.

En España, las declaraciones del Ministro Alberto Garzón en The Guardian han sido manejadas tan arteramente por el Partido Popular que se han convertido en un auténtico bulo. Un bulo que se ha transformado en el eje de la campaña electoral de la comunidad de Castilla y León. El Ministro de consumo no está contra los ganaderos, ni ha dicho que España exporte carne de mala calidad, ni ha pretendido dañar los interés del país. No. Ha dicho que la carne que se produce en las macrogranjas es de peor calidad que la que procede de la ganadería extensiva. Una obviedad con la que todos estamos de acuerdo. No está contra los ganaderos sino a favor de unas posiciones que promueve la Unión Europea. Con la cantidad de ocasiones en las que la oposición ha echado pestes del gobierno y del país! Ahora están en la denuncia al gobierno por la distribución de fondos europeos.

La prueba de la trampa es el insidioso lema que ha resumido la historia: Ganadería o comunismo. Una dicotomía disparatada y tramposa. Es decir lo bueno y lo malo. Es decir, nosotros estamos con los buenos y ellos son los malos. Y se han lanzado a las granjas como si nunca hubieran pensado en otra cosa. Están queriendo decir que solo les importan las vacas, los ganaderos y la patria. Cuando lo único que les importa son los votos. Qué burda trampa. Lo que más me sorprende es que haya una sola persona que se la trague. ¿Alguien puede pensar que esta maniobra es completamente ajena a la campaña electoral de la comunidad de Castilla y León?

Tengo delante de mí un libro titulado “Bulos científicos. De la tierra plana al coronavirus”, de Alexandre López-Borrull, Doctor en Química y Licenciado en documentación. Se presenta, curiosamente, como “experto en desinformación y revistas científicas”.

Los dos términos que configuran el título del libro parecen contradictorios. O es un bulo y, por consiguiente, no es una noticia científica o es un dato científico y entonces no se puede calificar de bulo. Un bulo es una noticia falsa que se difunde, generalmente, con el fin de hacer daño a alguien.

El autor analiza quince bulos. Sobre el origen del virus, la llegada del hombre a la luna, el negacionismo de las vacunas, la existencia del Sida, el creacionismo frente al evolucionismo, el corte de digestión al bañarse, el cambio climático, la clonación humana, la homeopatía, las curas contra el cáncer, los transgénicos…

Hay un capítulo en el que me quiero detener, aunque sea brevemente. El título ya nos dice muchas cosas. “Trump y Bolsonaro. Cuando tu presidente es el bulo científico”. ¿Por qué estos perfiles por encima de otros?, se pregunta el autor. Y lo explica así: “Principalmente porque, aunque estos presidentes fueron elegidos de forma democrática, existe un debate político, social y académico de cómo se ayudaron en mayor o menor medida de las fake news difundidas por campañas masivas de desinformación, tanto en Estados Unidos donde se investigó la “trama rusa” como en Brasil con un uso intensivo de whatsapps. Nadie como Donadl Trump ejemplifica el uso del concepto fake news para situar en la otra orilla (la de la mentira) a los medios que le son críticos”. Ambos mandatarios se convirtieron en negacionistas activos. Jair Bolsonaro tachó la crisis de “truco mediático”. Todo el mundo sabe que Trump aconsejaba el desinfectante como un buen remedio contra el virus y Bolsonaro apostaba por la hidroxicloroquina. ¡Qué barbaridad!

Existe otra forma de burlarse de la verdad. Consiste en negar un hecho cierto o de darle la vuelta a unas declaraciones y considerarlas bulos, cuando no lo son.

¿Qué hacer ante los bulos? El Informe de la OCDE, “Lectores del siglo XXI: desarrollo de habilidades de alfabetización en un mundo digital”, presentado en mayo de 2021, señalaba que el 54% de los estudiantes no saben distinguir entre noticias verdaderas y falsas, y que carecen de los conocimientos necesarios para navegar con criterio por internet y para hacer un uso responsable de las tecnologías.

Esta situación es sobradamente conocida desde mucho tiempo atrás: organismos internacionales como la UNESCO, la Comisión Europea y el Parlamento Europeo están reclamando a los gobiernos desde hace décadas que introduzcan en sus sistemas educativos contenidos relacionados con la educación mediática. Por ello, no debe extrañarnos que, en noviembre de 2020, en plena pandemia, el Parlamento Europeo aprobara el Informe sobre el refuerzo de la libertad de los medios de comunicación: protección de los periodistas en Europa, discurso del odio, desinformación y papel de las plataformas, una muestra indudable que expresa la enorme preocupación que existe en la Unión Europea sobre la necesidad de avanzar en el campo de la alfabetización mediática.

Una de las tareas de la educación es facilitar las herramientas necesarias para interpretar la realidad que nos llega, para discernir lo que es verdadero y lo que es falso, para descubrir los hilos ocultos que mueven la realidad y la información, para detectar los bulos creados. La educación es el mejor detector de mentiras.

El Adarve.

lunes, 24 de enero de 2022

Ruta gastronómica por Sanlúcar de Barrameda, entre el sabor de la huerta y el mar

La localidad gaditana, donde la manzanilla y los langostinos son religión y las verduras de navazo y los guisos marineros protagonizan su cocina, es la nueva Capital Española de la Gastronomía.

Sanlúcar de Barrameda, localidad gaditana de 70.000 habitantes, es mucho más que los 146.000 kilos de langostinos que se vendieron en su lonja en 2020 y las 7.000 hectáreas de viñedos que nutren sus 21 bodegas de las que sale un tesoro enológico: la manzanilla. Sanlúcar no solo es el paraíso del bon vivant, sino uno de los pueblos con más encantos naturales, arquitectónicos, artísticos e históricos de España, aunque este año la protagonista es su gastronomía. Villa agrícola y marinera, la riqueza que le brinda el estuario del Guadalquivir es la base de una cocina en la que conviven tradición e innovación y por la que ha sido elegida Capital Española de la Gastronomía 2022. Es la primera vez que este reconocimiento recae en un pueblo y no en una capital de provincia (en Fitur recibe el relevo de Murcia). Los sanluqueños, acostumbrados a recibir visitas, están dispuestos a encandilar a todo el que se siente a sus mesas. “Hasta aquí hemos toreado en festivales, pero ahora nos están echando un vitorino y tenemos que ponernos enfrente para cortarle el rabo o que nos mate en el intento”, como resume en un símil taurino Fernando Hermoso, propietario de la famosa Casa Bigote, uno de los restaurantes más concurridos de Bajo de Guía.

El viajero puede acercarse a la gastronomía sanluqueña en la barra de los bares que ofrecen tapas elaboradas con algunas de las 140 especies que se pescan en la zona; en las terrazas en las que compartir guisos marineros o en restaurantes en los que las técnicas más vanguardistas realzan productos locales tan especiales como las verduras de navazo, una forma ancestral de cultivo con agua salobre que ha estado a punto de extinguirse por su falta de rentabilidad y que Rafael Monge ha recuperado con el proyecto Cultivo Desterrado.

El maridaje con sus vinos es algo tan arraigado que en la zona existe un dicho popular: “Todo lo que nada, con fino o manzanilla; todo lo que vuela, con amontillado, y todo lo que anda, con oloroso”. Por eso una buena opción para descubrir Sanlúcar es comenzar con una visita al nuevo Centro de Interpretación de la Manzanilla (Cima), abierto en junio de 2021 en Las Covachas, magnífico edificio porticado del siglo XV y uno de los pocos ejemplos del gótico civil andaluz. El lugar acerca al universo manzanillero con utensilios de la vendimia y enseres de las bodegas, además de organizar catas. Desde que se fundó Delgado Zuleta en 1744, Sanlúcar está ligada a este vino dorado que actualmente se ofrece con más de 100 marcas distintas y cuyos secretos pueden descubrirse en sus siete bodegas abiertas al público (Delgado Zuleta, Hidalgo La Gitana, Barbadillo, Argüeso, La Cigarrera, Covisan e Infantes de Orleans Borbón).

Un paseo entre los puestos del mercado de abastos, justo al lado de Las Covachas, permite conocer la materia prima y acercarse al punto de información que el Ayuntamiento ha habilitado durante la capitalidad gastronómica, reconocimiento que concede desde 2012 la Federación Española de Periodistas de Turismo en colaboración con la de la Hostelería de España, la Secretaría de Estado de Turismo y el Ministerio de Agricultura. El galardón coincide, además, con el quinto centenario de la primera vuelta al mundo que concluyó cuando la nao Victoria, con Juan Sebastián Elcano al mando, atracó en el puerto de Sanlúcar el 6 de septiembre de 1522, demostrando así que la Tierra es redonda.

Subiendo la Cuesta de Belén se llega al Barrio Alto, la parte originaria del pueblo que domina la bahía, con el horizonte del parque nacional de Doñana, con bares de toda la vida como El Loli, en el que la tercera generación de la misma familia sirve tapas y raciones tan apetitosas como corvina con salsa de jamón y langostinos o coquinas de fango al ajillo. A un tiro de piedra, el bar del Partido Comunista tiene fama por su fritura de pescado a precios muy asequibles, y la vecina taberna Los Caracoles, por sus huevas de caballa, capirotes de gambas o pulpitos cabezones. Platos que pueden disfrutarse en las terrazas, bañadas por ese sol sanluqueño que brilla 320 días al año. Las caballerizas de la Casa del Corregidor, convertida en el hotel Posada de Palacio, albergan al restaurante El Espejo, que ofrece “producto local elaborado con técnicas globales”, como lo define su chef, el sanluqueño José Luis Tallafigo, quien volvió a su pueblo en 2015 después de pasar por importantes cocinas nacionales para crear su propio negocio. Tallafigo es el fan número uno de los productos del navazo: patatas, zanahorias, guisantes, remolachas, hierbas aromáticas… cultivados en huertas en arena de la playa y regadas con agua salobre, una técnica que fue el motor económico de la zona en el siglo XVIII que estaba casi perdida y a la que las patatas de Sanlúcar deben su fama.

También en el Barrio Alto se encuentra el suntuoso palacio de Los Guzmanes, donde vivió la aristócrata, historiadora y escritora Luisa Isabel Álvarez de Toledo, XXI duquesa de Medina Sidonia conocida como la Duquesa Roja. Un monumento del siglo XVI hoy convertido en hotel con una cafetería en sus jardines en la que aislarse del mundo (palacioguzmanes.com).

En el centro y el Barrio Bajo, construido sobre los antiguos navazos, es imprescindible visitar una bodega. Por ejemplo, La Gitana, fundada en 1792 y en manos de la octava generación de la familia Hidalgo. Aquí se puede pasear por su bodega-catedral, una construcción de 14,5 metros de altura y anchos muros en la que los vientos del Atlántico le aportan frescura a estos vinos de crianza biológica con denominación de origen Manzanilla de Sanlúcar desde 1964. Aquí se encuentra también la otra apuesta de Tallafigo: el restaurante Entrebotas, reabierto tras una reforma en mayo de 2020, en plena pandemia: un espacio más informal que El Espejo y que ofrece arroces melosos, pescados y carnes cocinados con brasas de sarmientos (los recortes de las vides).

El templo de las tortillitas de camarones
En el Barrio Bajo también se puede, y se debe, ir de tapas. Empezando por la concurrida plaza del Cabildo, donde en 1939 Balbino Izquierdo abrió un despacho de vinos en el que en la década de los ochenta comenzaron a servir guisos caseros para acompañar las copas y hoy se ha convertido en todo un clásico: Casa Balbino, el llamado “templo de las tortillitas de camarones”. Esa delicia crujiente que sale de sus sartenes es la primera de las 70 tapas que ofrece su carta, en la que también destacan los rollitos de langostino con berenjena, los pimientos rellenos o el cazón a la marinera.

Otros locales con solera son la taberna Pedro Hernández Santolalla, un antiguo colmado que ocupa el bajo de una casa de cargadores de Indias del siglo XVI junto a un nuevo y coqueto hotel boutique —Albariza—, y Casa Perico, con sus guisos marineros. Si lo que se busca es un restaurante de estética moderna puede elegir entre La Lobera o Argüeso. Para los enamorados del vino no hay mejor rincón que la Taberna der Guerrita, con el enólogo Armando Guerra al frente, restaurante en el que hay que probar los garbanzos con tagarninas.

Pero Sanlúcar, con sus seis kilómetros de playas, tiene en la zona de Bajo de Guía, donde se junta el curso del río Guadalquivir con las aguas del Atlántico, su mejor escaparate. Además de la famosa cocina de Casa Bigote, con sus insuperables langostinos y guisos como la raya en salsa de naranja agria o el rape al pan frito, están Poma, con sus arroces marineros y el pescado de roca a la sal, o el Mirador de Doñana, donde se puede disfrutar de una sopa de galeras o de su ensaladilla de gambas y huevos de choco. La zona de Bajo de Guía, en cuyas orillas hasta 1967 se subastaba cada mañana el pescado que capturaba la flota, pasó de ser la parte trasera del municipio a convertirse en un bello y soleado comedor en el que todos quieren sentarse a la mesa.

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domingo, 23 de enero de 2022

_- Por qué acumulamos cosas, y cómo remediarlo.

_- Todas esas “cosas” en nuestros cajones, armarios y rincones son un peligro, pero hay formas de mantenerlas a raya.

Muchos de nosotros aprovechamos las largas y solitarias horas de los confinamientos de 2020 por la COVID-19 para sacar de nuestros clósets, cajones y gabinetes la ropa de una era pasada, alimentos empacados que hace mucho caducaron y archivos que ya no son relevantes. Al principio, yo estaba entre esas personas y con entusiasmo completé tareas sencillas y me deshice de vestidos y trajes que ya no me quedaban bien, zapatos en los que ya no podía caminar, cientos de contenedores de plástico y vidrio vacíos.

Se sintió bien al principio, pero pronto perdí el interés en deshacerme de cosas y carecía de la energía física y mental para encargarme de lo que faltaba.

Además, después de 55 años de vivir en la misma casa, ten por seguro que había mucho más que debía desechar. Los espacios vacíos tienen una manera de llenarse. De verdad envidio a las amistades y los vecinos que eliminaron muchas cosas y tuvieron que deshacerse de botes de basura llenos de artículos que ya no usaban o no eran útiles.

No obstante, hace poco, cuando una tubería que tenía una fuga empapó la alfombra en mi sótano, donde durante décadas almacené todo aquello que no utilizaba, pero de lo que no me podía deshacer, volví a la acción. No hay nada como una crisis, pequeña o grande, para obligarnos a lidiar con una acumulación inimaginable de cosas.

El desorden es un peligro
Personas como yo, que llenan las áreas de almacenamiento mientras los espacios de la vida cotidiana se mantengan ordenados, no llegan a ser unos acumuladores, una categoría que tiene su propio diagnóstico psiquiátrico. Sin embargo, tener muchas cosas conlleva sus propios riesgos, como el estrés crónico y repetido que puede provocar; por ejemplo, cuando se busca con frenesí un documento importante entre montones de misceláneos o se corre a toda velocidad para arreglar pilas de basura antes de que lleguen visitantes.

Eso sin mencionar el riesgo de tropezarse con objetos que no están en el lugar que les corresponde. Cuando mi amigo de 61 años, quien parece no poder deshacerse de nada, tuvo complicaciones a raíz de una lesión en la cabeza que lo mantuvo en el hospital durante varias semanas, su esposa se sintió motivada a limpiar muchos objetos que estaban desperdigados por su departamento antes de que él volviera a casa.

Además, el desorden distrae, roba tu atención de pensamientos y tareas que valen la pena. Consume tiempo y energía y disminuye la productividad. Aunado a eso, un estudio de 2015 de la Universidad Saint Lawrence descubrió que una habitación en desorden está ligada con el mal dormir.

La carga del desorden ni siquiera termina cuando morimos. Cuando mi amigo Michael y sus hermanos limpiaron la casa de su madre de 92 años en Florida después de su fallecimiento, entre las muchas cosas repetidas que encontraron estaban ocho frascos idénticos de mostaza, 60 latas de trozos de piña, 72 rollos de toallas de papel, 11 andadores y cuatro sillas de ruedas. Hubo que llevarse camiones cargados de cosas, algo que resultó muy costoso. Me gustaría que mi familia tuviera mejores cosas por las cuales preocuparse o reírse cuando yo muera.

Razones por las que acumulamos
Quizá te preguntes por qué personas como yo o la madre de mi amigo guardamos tantas cosas que quizás nunca necesitaremos. El temor de quedarnos sin ese artículo en la casa es una razón por la que compro al mayoreo, en especial cuando los productos deseados están en oferta. Sin duda, un miedo similar resultó en las compras de pánico de papel higiénico, pasta y frijoles enlatados al principio de la pandemia. Nunca olvidé lo que una vecina dijo cuando, en medio de una fiesta de vecinos, le preguntaron dónde guardaba el resto de sus toallas de papel. “En la tienda”, respondió.

Cuando me siento triste, no me resisto a la terapia de las compras, a menudo compro otro traje de baño o una chaqueta abrigadora para agregar a mi extensa colección. Scott Bea, un psicólogo clínico en la Clínica Cleveland, ha destacado que nuestra sociedad de consumo impulsa a mucha gente a coleccionar cosas que no necesita.

Algunas personas también se sienten obligadas a aferrarse al pasado, como un amigo que conserva el programa de cada evento al que ha asistido durante las seis últimas décadas. Por culpa o sentimientos, a algunas se les dificulta dejar ir los regalos inútiles de personas que aman o admiran. “¿Qué pasa si un día vienen y descubren que ya no lo tengo?” es un razonamiento común.

Tengo muchas razones para no botar un artículo que no uso desde hace tiempo. Si es algo que he atesorado durante un largo periodo de tiempo, como los cubiertos y la porcelana que mi esposo y yo compramos con nuestros regalos de bodas hace 46 años, quiero dárselos a alguien que sé que los apreciará y los usará. Además, tengo un miedo cuasi irracional de que tan pronto como me deshaga de algo, descubriré que lo necesito.

Aun así, con frecuencia me armo de valor y dono a organizaciones benéficas que recolectan ropa y artículos del hogar en mi vecindario. Vivo en una cuadra con mucho tráfico peatonal y dejo “regalos” (desde champús y zapatos hasta macetas y marcos para fotografías) en el frente de la casa; los artículos suelen desaparecer en horas.

Cuando me di cuenta de que era momento de decir adiós a archivos profesionales con décadas de antigüedad, solicité la ayuda de asistentes, les instruí que no me dejaran ver nada de lo que tirarían de mis cajones. ¡Ahora haré lo mismo con los cientos de libros relacionados con mi trabajo que nunca volveré a abrir!

Consejos para limpiar el desorden
Establece un plan. Puede que quieras ir habitación por habitación o centrarte en una categoría como los abrigos o los zapatos, pero evita cambiar de rumbo a mitad de camino antes de haber terminado la tarea que empezaste.

Establece objetivos razonables en función del tiempo y la resistencia de que dispongas. Si un armario entero es demasiado intimidante, incluso una tarea tan pequeña como limpiar los artículos de un solo cajón o estante puede hacer que empieces en la dirección correcta.

Si un enfoque más gradual es más manejable, considera la sugerencia de mi amiga Gina: mantener un contenedor en cada habitación para guardar las cosas de las que te quieres deshacer. Cuando te pruebes algo que ya no te quede bien o no se vea bien, irá directamente a la bolsa de donaciones, no volverá al armario.

Si es necesario, pide ayuda a un amigo, a un familiar o a un asesor pagado que no tenga el mismo apego a tus posesiones.

Crea tres pilas: conservar, donar y descartar. No te equivoques en tu evaluación inicial; tira inmediatamente la pila de descartes y programa una recogida para las donaciones o llévalas a un destino que valga la pena.

Si el desorden incluye objetos que guardas para otras personas, considera la posibilidad de darles un plazo para que los recojan, o sugiéreles que alquilen un almacén.

Por último, evita la reincidencia. Resístete a rellenar los espacios que has despejado con más cosas.

Jane Brody es la autora de la columna de salud Personal Health, un puesto que ha tenido desde 1976. Ha escrito más de una decena de libros incluyendo los éxitos de ventas Jane Brody’s Nutrition Book y Jane Brody’s Good Food Book.

sábado, 22 de enero de 2022

CORRUPCIÓN POLÍTICA. Joaquim Bosch: “Perseguimos en bici a corruptos que huyen en Mercedes”


El magistrado recopila en ‘La patria en la cartera’ la historia de la corrupción en España, analiza sus causas y propone soluciones.

Joaquim Bosch (Cullera, Valencia, 57 años) ingresó en la carrera judicial hace casi dos décadas por vocación. Era el primero en su familia que terminaba los estudios básicos. Publica La patria en la cartera (Ariel), un exhaustivo ensayo sobre la corrupción en España, de la que dice que “solo se conoce la punta del iceberg”.

Pregunta. Una de las tesis del libro es que la corrupción actual tiene su origen en el franquismo, pero luego hay 400 páginas más con los escándalos de los 46 años siguientes. ¿No es mucho para ser inercia de la dictadura?

Respuesta. La responsabilidad es exclusiva de los gobernantes democráticos, pero para entender por qué ha sido tan fácil corromperse en España hay que examinar ese periodo. Las estructuras clientelares del franquismo pasaron a ser estructuras clientelares de los principales partidos.

P. Recuerda que hasta 1997 no se retiraron las monedas con la imagen de Franco y opina que el “pacto de silencio” de la Transición permitió la institucionalización de la corrupción.
R. Cerca de la mitad de los últimos ministros de Franco continuó en política; la otra mitad, en los consejos de administración de las principales empresas del país y lo mismo pasó a todos los niveles: alcaldes, concejales, gobernadores civiles...El partido único del franquismo y los sindicatos verticales se disolvieron, pero sus miles de empleados pasaron a la Administración. Todo ese poso tenía que generar consecuencias. Javier Pradera explicaba que la corrupción fue uno de los costes que tuvo que asumir la democracia como herencia del franquismo. Era muy difícil cuestionar la corrupción de la dictadura, igual que los crímenes y violaciones de derechos humanos cometidos porque implicaba deslegitimar a aquellos que continuaban en política y con los que se estaban realizando grandes pactos de Estado. Hay que agradecer a la Transición que en muy poco tiempo se lograra articular un sistema democrático y una Constitución equiparable a la de los países europeos, pero en esas circunstancias era muy difícil cuestionar las prácticas corruptas de la dictadura y eso explica en gran parte su continuidad.

“Los políticos no tienen toda la culpa. Hay un electorado corrupto”

P. Hasta 2015 no entró en vigor el delito de financiación ilegal de los partidos políticos. ¿Por qué?
R. Por el conflicto de intereses. En líneas generales se mantuvieron leyes que en el franquismo posibilitaron la corrupción en el ámbito de la contratación pública, del nombramiento de altos cargos, las dinámicas clientelares… Las reformas se hicieron tarde y mal. En 1995 se aprobó el código penal de la democracia, muy poco después de los escándalos Naseiro y Filesa. Era el espacio idóneo para regular el problema de la financiación de los partidos políticos, pero no se hizo. La legislación de constatación pública actual, de 2017, se ha aprobado a instancias de una directiva europea. Hay otra que dice que tenemos que proteger a los denunciantes de la corrupción. Nos obligan. Tenemos una cantidad de aforados sin equivalente en países democráticos; los delitos de corrupción son los que más indultos reciben, los órganos que debían vigilar la acción política han sido colonizados... Todo ha favorecido la corrupción.

P. Recopila casos mucho más antiguos que el franquismo, pero subraya que no es lo mismo un Lazarillo que un Roldán, la picaresca que la corrupción...
R. Es habitual asignar esto a razones de tipo cultural, a la picaresca. El Lazarillo de Tormes era un huérfano intentando sobrevivir. Los corruptos tienen un elevado nivel de vida y pretenden vivir mejor a costa de los organismos públicos. Es falso que exista un carácter hispánico que predisponga a la corrupción. Esto es un problema de configuración de las instituciones. En el sigo XIX no había grandes diferencias entre la corrupción en España y en Dinamarca. A finales del siglo XIX y durante el siglo XX hay un proceso de democratización y mejora de las instituciones en los países europeos, pero España se queda rezagada primero con la Restauración, luego con la tentativa de reformismo democrático de la II República, frenada por el golpe de Estado y con la corrupción general del franquismo. Cuando tengamos un sistema de solidez institucional como el de Alemania, Dinamarca o Suecia, si seguimos teniendo corrupción podremos echar la culpa a la sangría, la paella o la siesta, mientras tanto, no.

P. O sea, que no existe un gen corrupto ni siquiera en el caso de todos los Borbones poco ejemplares que cita en el libro.
R. Casos como el de la regente María Cristina, Alfonso XIII o las acusaciones actuales contra el rey emérito obedecen al sistema institucional, a una figura como la inviolabilidad, a la falta de transparencia y de rendición de cuentas. Si el problema fuera genético no tendría solución, pero afortunadamente, no es cultural. Y lo demuestran países que en el pasado tuvieron muchos problemas y hoy lideran los indicadores internacionales de control de la corrupción.

P. Botsuana, por cierto, ha llegado a estar en niveles de percepción de la corrupción más bajos que España. ¿Es una distorsión?
R. España está ahora en los indicadores internacionales en la franja de Taiwan, Botsuana, Costa Rica o Chile. Esos países hace años estaban peor, pero hicieron un esfuerzo de reformas. Aquí ha faltado voluntad política.

Es absolutamente imposible juzgar en plazos razonables los casos de corrupción con los instrumentos que tenemos.

P. ¿Se ha robado por encima de nuestras posibilidades?
R. Sí. La corrupción nos cuesta al año miles de millones de euros, cantidades muy superiores a las del rescate bancario, por ejemplo. Economistas que han analizado el fenómeno nos dicen que si no hubiera habido esos niveles de corrupción cuando murió Franco España estaría hoy en una renta per cápita cercana a la de Finlandia y por encima de la media de la Unión Europea. Un estudio financiado por el BBVA indica que si se aplicaran las reformas institucionales necesarias nuestro país podría conseguir en pocos años un incremento importante del PIB. Los indicadores de potencial de productividad, formación y capacidad económica de España no son muy diferentes a los de países como Francia o Alemania; lo que nos diferencia, lo que nos falla, es la organización de nuestras instituciones.

P. ¿A qué países o qué reformas debería imitar España?
R. Está casi todo bastante inventado: infraestructuras éticas, controles internos, mecanismos que aporten medios para perseguir y condenar la corrupción, transparencia en la actuación pública y un funcionamiento democrático de los partidos políticos son los factores que consiguen tener la corrupción en límites bajos. En todos esos ámbitos queda mucho trabajo por hacer pero es perfectamente realizable si hay voluntad política.

P. Habla también de un “electorado corrupto”, que consiente o incluso aplaude esas prácticas. Pero la clase política aparece señalada desde hace años en el CIS como uno de los principales problemas del país.
R. En todos los estudios europeos, España está en los lugares más bajos de confianza en la clase política. Esa percepción tiene mucho que ver con la corrupción, pero no se puede echar toda la culpa a los políticos o exculpar completamente a la ciudadanía, que también tiene responsabilidades. Hay alcaldes implicados en corrupción que han sido reelegidos reiteradamente. Ese electorado apoya la corrupción porque cree que le beneficia o porque considera que no es importante. Y en este ámbito también se debe trabajar institucionalmente generando infraestructuras éticas, en el ámbito educativo, para hacer valer la importancia de que la política sea honesta para el conjunto.

P. ¿Faltan mecanismos de control también en la judicatura? ¿Tiene medios suficientes para detectar abusos o incluso trastornos en los jueces?
R. Una característica peculiar de la corrupción en España es que, a diferencia de otros países, es fundamentalmente política. No la hay apenas en las fuerzas de seguridad, en la Administración o en la judicatura… Está muy concentrada. Aquí hay comunidades autónomas donde han sido condenados o investigados el presidente, los consejeros, los presidentes de Diputación, los alcaldes de las principales ciudades... Eso se debe a secuelas del franquismo y a cómo se configuraron luego los partidos políticos y el enorme poder que han tenido. En la judicatura, afortunadamente, ha habido muy pocos casos de corrupción y han tenido condenas conocidas. La judicatura tiene recursos suficientes para detectar situaciones anómalas o problemas de salud mental y hay planes en marcha para mejorar en ese aspecto. Nuestro gran problema es la falta de medios. Es absolutamente imposible juzgar en plazos razonables los casos de corrupción con los instrumentos que tenemos y eso explica que los casos duren diez años, que se genere sensación de impunidad y que muchas veces sea muy difícil conseguir todas las pruebas. A menudo los jueces perseguimos en bicicleta a corruptos que escapan en Mercedes.

P. De los múltiples casos de diferentes etapas históricas que recopila en el libro, ¿Cuál cree que ha sido el más grave?
R. El más grave a partir de los hechos probados en las sentencias es Gürtel porque no es un caso de cuatro manzanas podridas, sino de un eficaz sistema de corrupción que relaciona a la tesorería de uno de los principales partidos con toda una trama de sobornos y adjudicaciones fraudulentas con consecuencias en el ámbito electoral y con manejo de millones de euros de dinero negro. Concurren todo el catálogo de los delitos de la corrupción y los riesgos más importantes para nuestro sistema de integridad institucional. También es especialmente grave el caso de los ERE en Andalucía porque enlaza con prácticas del franquismo sobre cómo se tejen redes clientelares que favorecen el ejercicio del poder manejando muchísimos millones de dinero público desde espacios institucionales que están diseñados para mejorar la vida de las personas y no para repartir prebendas masivas.

P. ¿La corrupción es como los alijos de droga, que solo se detecta un pequeño porcentaje?
R. La corrupción conocida es solo la punta del iceberg. Existen auténticas tramas organizadas con ingeniería financiera que desvían el dinero a paraísos fiscales y saben hacer desaparecer el rastro del delito. El porcentaje que llega al juzgado es muy pequeño comparado con la corrupción existente.

https://elpais.com/espana/2022-01-19/joaquim-bosch-perseguimos-en-bici-a-corruptos-que-huyen-en-mercedes.html

viernes, 21 de enero de 2022

LIBROS. El gran libro de la conciencia estadounidense. Se reedita en español ‘La otra historia de Estados Unidos’,

‘La otra historia de Estados Unidos’, la obra más influyente del historiador Howard Zinn, favorito de Bob Dylan, Ben Affleck o Matt Groening.
                                                           

 Primero fue un libro modesto; luego, uno de culto entre universitarios; después, un superventas; y, finalmente, una obra influyente como pocas en la historia estadounidense. La otra historia de Estados Unidos, el libro escrito por el historiador Howard Zinn (Nueva York, 1922- Santa Mónica, 2010), guarda todos los elementos del triunfo de los ignorados, la misma esencia a la que apela esta obra fundamental sobre los acontecimientos del pueblo estadounidense. Con ingenio y un profundo sentido crítico Zinn fue capaz de dar la vuelta a la historia oficial gracias a que aplicó una visión de abajo arriba sobre los hechos que marcaron a la nación de George Washington desde su fundación y adoptó el punto de vista de los explotados y perdedores política y económicamente.

Howard Zinn: "La Constitución de EEUU se creó para servir a los poderosos"
La otra historia de Estados Unidos se publicó en 1980. Fue un libro de tapa dura de apenas unos miles de ejemplares. La editorial HarperCollins apenas apostó por él, sin ninguna promoción, a pesar de que su autor era un profesor que ya causaba furor entre sus estudiantes del Spelman College y la Universidad de Boston. En pocas semanas se agotó. Alumnos y exalumnos acudieron en tromba a por él. Sin embargo, no se reeditó. La editorial esperaba que podía haber devoluciones y tenía otras prioridades internas. Finalmente, el editor de Howard Zinn, Hugh Van Dusen, convenció a HarperCollins para reimprimirlo en una edición popular y asequible. El libro se empezó a vender sin parar. Se convirtió en un fenómeno editorial, pero algo más importante: fue un referente cultural. A día de hoy, lleva casi tres millones de ejemplares vendidos y ha sido traducido en 20 idiomas.

Uno de esos idiomas es el español. Las Otras Voces, una pequeña editorial alternativa, lo editó en 1997, pero quedó descatalogado. Ahora, Pepitas de Calabaza lo ha rescatado en un formato de tapa dura en el que añade un prólogo de Anthony Arnove, escritor y productor que trabajó con Zinn en el documental The People Speak, una mirada a Estados Unidos a través de temas como la guerra, las clases sociales, la raza o los derechos de las mujeres. Arnove también colaboró en un interesante libro de entrevistas al historiador fallecido, quien sirvió de inspiración para muchos académicos, escritores y pensadores en Norteamérica. “Cambió radicalmente la forma en que millones de personas entendían la historia”, afirma Arnove en su prólogo.

Zinn, quien quedó marcado en la adolescencia por leer las obras completas de Charles Dickens, era el Woody Guthrie de los estudios históricos. De hecho, le admiraba incondicionalmente. Como el aguerrido músico que recorrió el país de costa a costa para combatir a los fascistas y los explotadores capitalistas y cantar a los perdedores de la Gran Depresión, Zinn, que se reconocía activista desde que participó en la lucha de los movimientos civiles, era una mente brillante que guardaba un fuerte compromiso con la realidad. “No debemos aceptar la memoria de los estados como cosa propia. Las naciones no son comunidades y nunca lo fueron. La historia de cualquier país disimula terribles conflictos de intereses entre conquistadores y conquistados, amos y esclavos, capitalistas y trabajadores, dominadores y dominados por razones de raza y sexo”, escribía en el primer capítulo de La otra historia de Estados Unidos dedicado a la llegada de Colón a Norteamérica, un texto que sirvió para elaborar el argumento de un capítulo de Los Soprano, donde se ve en primer plano el libro de Zinn. No fue su única referencia en las pantallas: Matt Damon incluyó una escena en El indomable Will Hunting en la que Ben Affleck lo cita como “un libro que te dejará boquiabierto” y Matt Groening lo hace visible en un episodio de Los Simpsons.

De alguna forma, Zinn tenía algo de personaje contracultural y, por eso, fue boicoteado por el entorno universitario más conservador. No pudieron con él. Su pensamiento era inquebrantable y enlazó también muy bien con algunas de las voces más independientes de la música norteamericana. Bob Dylan, tan esquivo para cualquier llamada, no dudó en participar en The People Speak para aportar su visión sobre las grietas del sueño americano. También lo hicieron Bruce Sprinsgteen, Ry Cooder, Taj Mahal, Alisson Moore, Pink, Van Dyke Parks o John Legend. A su muerte, el mismo día que la de JD Salinger, Eddie Vedder, de Pearl Jam, declaró que “fue una continua fuente de inspiración”. Y Willie Nelson señaló: “Esperaba que una vez que la gente entendiera que tiene el poder de cambiar las cosas, las cambiara”.

La otra historia de Estados Unidos es el gran libro de la conciencia norteamericana. Con prosa ágil y el uso de documentos de la época a modo de testimonios entre libros, manifiestos, poemas, películas, canciones o cómics, es una brillante y conmovedora historia del pueblo desde el punto de vista de los desfavorecidos. Y lo es desde el mismo origen de la nación en la Guerra de la Independencia. “La casta dirigente blanca encontró una artimaña: el lenguaje de la libertad y la igualdad para afrontar una revolución contra Inglaterra, y así reunir los blancos suficientes para desarticular más alianzas como la de la rebelión de Bacon”, escribe Zinn. Una rebelión que en 1676 aterró a la casta colona porque los esclavos negros y criados blancos pobres se unieron por primera vez ante la injusticia, que quedó registrada en la laureada Declaración de Independencia: “Algunos americanos fueron claramente excluidos del círculo de intereses, como los negros, los indios y las mujeres”.

De principio a fin, el libro está atravesado por la mirada solidaria hacia todos los excluidos. “La esclavitud africana carecía de dos de los elementos que hacían de la esclavitud americana la forma más cruel de esclavitud de la historia: el frenesí de beneficio ilimitado que nace de la agricultura capitalista y la reducción del esclavo a un rango infrahumano con la utilización del odio racial”, afirma Zinn. La igualdad racial es una constante en su visión. También los derechos de las mujeres, a las que dedica un valioso capítulo sobre el movimiento feminista: “El control de las mujeres en la sociedad era ingeniosamente efectivo. No lo ejercía directamente el estado. En su lugar se utilizaba a la familia: los hombres para controlar a las mujeres, las mujeres para controlar a los niños. Todos debían preocuparse por ejercer la violencia hacia los demás cuando las cosas no iban bien”.

Y, con todo, este recorrido hasta el siglo XXI -Zinn añadió capítulos en las numerosas reediciones hasta el 11-S y la lucha contra el terrorismo-, es especialmente deslumbrante en repensar la identidad estadounidense desde la desigualdad, fijándose en obreros, sindicatos y todo tipo de trabajadores explotados. Fue extraordinariamente profético sobre lo que llamó “el 99%” frente al “1%” muchos años antes de que el movimiento Occupy Wall Street popularizara esos términos. Como escribió The New York Times Book Review sobre el libro: “Zinn supo invertir las áreas de las sombras y las luces de la historia”. Y lo hizo hasta conseguir que la resistencia y la insumisión fueran concebidas en la conciencia histórica de su país.

https://elpais.com/cultura/2022-01-19/el-gran-libro-de-la-conciencia-estadounidense.html


jueves, 20 de enero de 2022

_- BACTERIAS. Una mujer supera una de las peores infecciones conocidas gracias a un tratamiento con virus.

_- Científicos y médicos describen cómo salvaron a una ciudadana belga herida en un atentado de una bacteria resistente a todos los antibióticos

El 22 de marzo de 2016 Karen Northshield —de 30 años— estaba en el aeropuerto de Bruselas cuando estalló una bomba a pocos metros. Era un ataque terrorista islamista en el que murieron 35 personas incluidos tres de los suicidas autores de la masacre. Hoy se publica el asombroso relato científico de cómo Northshield consiguió salvar la vida. Fue gracias a un tratamiento experimental con virus que permitieron acabar con una infección por una bacteria que se había vuelto resistente a todos los antibióticos, un problema global que cada año mata a más de un millón de personas en todo el mundo.

Tras la explosión, Northshield fue trasladada de urgencia al Hospital Erasmo de la capital belga. Su corazón ya no latía. Los médicos consiguieron reanimarla. Le amputaron parte de la cadera e hicieron una intervención de urgencia para salvarle la pierna. Cuatro días después, cuando la situación parecía estabilizada, empezó el verdadero infierno: una bacteria de la especie Klebsiella neumoniae había infectado su muslo izquierdo y no respondía al tratamiento con ninguno de los antibióticos existentes. Los médicos se dieron cuenta de que aquel microbio podría ser más peligroso para la vida de Northshield que la bomba que casi la mata.

La bacteria que había infectado a esta paciente forma parte de ESKAPE, el grupo con las seis especies de microbios resistentes a antibióticos más peligrosas, según la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Estos microorganismos suponen una de las principales amenazas para la salud global. La OMS calcula que estas infecciones que se ceban en pacientes hospitalizados matarán a 10 millones de personas al año en 2050. Son tres veces más muertes que todas las que causó la covid en 2020.

“Yo estaba de guardia en la UCI cuando llegó esta paciente y me encargué de ella durante tres años, dos de tratamiento y uno de rehabilitación”, recuerda la médico Anaïs Eskenazi, primera autora del estudio en el que se describe al detalle cómo consiguieron curar a Northshield. El relato es escalofriante: cinco operaciones, incluidas la extirpación de parte del estómago y el bazo, autotrasplantes de tejido y finalmente esa infección que no desapareció durante cuatro meses de tratamiento con todos los antibióticos existentes.

Tras unos meses de dudas, el equipo médico decidió recurrir a un tratamiento experimental que suele usarse como último recurso: usar virus especializados en matar bacterias para combatir la infección. Había primero que buscar los mejores virus contra esta bacteria, algo que no es sencillo, pues los virus bacterianos, o fagos, son la entidad biológica más numerosa de la Tierra.

“Estos virus están en todas partes, en los intestinos, en la garganta, en la piel, hay 10 veces más fagos que bacterias”, explica Jean-Paul Pirnay, biólogo molecular del Hospital Militar Reina Astrid de Bélgica. Pirnay dirige el grupo más avanzado de Europa en el uso de estos para combatir infecciones bacterianas imposibles de vencer solo con antibióticos. El experto recurrió al Instituto Eliava de Georgia, que lleva más de un siglo aplicando la terapia de fagos contra infecciones. Es una herencia que se remonta a la Unión Soviética, donde floreció esta técnica en la II Guerra Mundial, en especial durante horribles batallas como la de Stalingrado, recuerda Pirnay.

El equipo analizó el genoma de la bacteria que infectaba a Northshield y comenzó a buscar un fago capaz de matarla. Lo encontraron en agua de una alcantarilla. Tras preparar los virus para la terapia se le administraron a la paciente directamente en la zona infectada.

La terapia combinada de fagos y antibióticos eliminó la infección por completo, según relata este martes el equipo médico en Nature Communications. Tres años después del tratamiento Northshield ya puede andar de nuevo con la ayuda de muletas e incluso participa en eventos deportivos, tal y como ella misma ha relatado en el libro Dans le souffle de la bombe (En la onda expansiva), publicado en francés el año pasado.

“Este es uno de los tratamientos más prometedores contra las bacterias resistentes”, resalta Eskenazi. Estos microbios suelen acumularse en finas capas adheridas a materiales de cirugía o tratamiento, como las prótesis coronarias o las sujeciones metálicas fijadas a los huesos rotos de Northshield. “Un equipo de la Universidad de Leiden, en Holanda, creó esas mismas películas en el laboratorio y demostró que la terapia combinada de fagos y antibióticos conseguía eliminar la infección mucho mejor que estos tratamientos por separado”, detalla Eskenazi.

Parte del éxito se debe al “entrenamiento de los fagos”, explica Pirnay. Esto consiste en dirigir la evolución de estos virus cultivando una generación tras otra junto a las bacterias que infectan al paciente. En cada ronda se seleccionan los virus que más bacterias matan y se pasa a la siguiente. El resultado es una tropa de élite contra ese patógeno en concreto. “Los fagos son inofensivos para las personas porque llevamos evolucionando junto a ellos durante millones de años. El único inconveniente de este tipo de terapia es su especificidad; para cada bacteria hay que encontrar el fago que puede combatirla”, detalla Pirnay.

En los últimos años, el equipo de Pirnay ha tratado con fagos a más de 100 pacientes en 12 países, incluido uno en el Hospital Virgen de la Macarena de Sevilla. Era un hombre de 58 años que llevaba un año con una infección sanguínea causada por Pseudomonas aeruginosa, otra de las bacterias del grupo más peligroso.

Los médicos solicitaron a Pirnay un preparado de fagos y se lo aplicaron al paciente, que superó la infección, explica María del Mar Tomás, experta en fagos del Hospital Universitario A Coruña, que participó en el tratamiento de este paciente. “Los fagos consiguen que las bacterias dejen de ser resistentes a antibióticos”, detalla la microbióloga. “Los virus bacterianos atacan las mismas dianas moleculares que usan las bacterias para evitar el efecto de los antibióticos. Si primero administras fagos y después antibióticos, bloqueas su resistencia y las infecciones remiten”, señala.

Pilar Domingo Calap es una cazadora de fagos. “Los encontramos en cualquier sitio, aguas residuales, acequias, suelos, incluso en las plantas del centro de la ciudad”, explica esta microbióloga del Instituto de Biología Integrativa de Sistemas de Valencia. Su laboratorio ha encontrado más de 200 tipos de fagos capaces de combatir K. pneumoniae. También trabaja en casos específicos de unos pocos pacientes con infecciones resistentes, por ejemplo un chaval con fibrosis quística que está esperando un trasplante doble de pulmón y que sufre una infección resistente a antibióticos, explica.

Estas terapias están aún dando sus primeros pasos y su aplicación generalizada es complicada, explica Domingo. “En Europa en general, salvo en los países del Este, no está regularizado el uso de fagos en clínica. Es necesaria una legislación concreta para poder utilizarlos de forma rutinaria. En Francia o Bélgica los gobiernos ya están invirtiendo en estas terapias experimentales, aunque todavía queda mucho camino por recorrer para su regularización. En España solo se permite como tratamiento compasivo. Desde la Red Española de Bacteriófagos estamos intentando que la Agencia de Medicamentos nos permita regularizar su utilización”, detalla.

https://elpais.com/ciencia/2022-01-18/una-mujer-supera-una-de-las-peores-infecciones-conocidas-gracias-a-un-tratamiento-con-virus.html#?rel=lom

miércoles, 19 de enero de 2022

_- Bondad anónima

_- No conozco ningún otro signo de superioridad que la bondad. Beethoven (1770-1827) 

Decía Ernesto Sábato que “en la bondad se encierran todos los géneros de la sabiduría”. Es cierto. He abierto el artículo con esta cita porque hay mucha gente que identifica al bueno con el tonto, al generoso con el ingenuo, al altruista como estúpido. “Es tan bueno, que parece tonto”, se dice. El inteligente solo mira por sí mismo. Es necesario llegar a descubrir con Platón que “buscando el bien de nuestros semejantes encontramos el nuestro”.

Voy a contar algo que ha pasado hace unos días. Explicaré dónde y qué. Hay un supermercado de Mercadona en una barriada de Málaga que se llama El Palo. Yo fui paleño durante ocho años. Y todavía conservo el ático en el que viví. Muchas veces iba a comprar a ese supermercado que se encuentra a pocos metros de mi vivienda. Y hoy en día, aunque ahora vivo en La Cala del Moral, acudo algunas veces a él por comodidad o por nostalgia.

Pues bien, en estas navidades, me han enviado una noticia que me ha llamado la atención. Y que ha tenido lugar en ese Mercadona de El Palo. Una señora mayor (84 años contantes y sonantes) deposita su compra sobre la cinta y contempla cómo la cajera va pasando los diversos productos por el lector óptico. Cuando la cajera termina le dice el total (62 euros) que tiene que abonar y le pregunta si va a pagar con tarjeta. La respuesta de la anciana es afirmativa. Saca de su bolso una cartera, extrae la tarjeta bancaria y la introduce por la ranura del datáfono. Cuando marca el pin, comprueba que hay un error. Vuelve a introducir otro número y se repite el rechazo. La señora se pone muy nerviosa porque ve que la gente de la cola empieza a impacientarse.

Llama por teléfono a su hijo con el fin de que la ayude a recordar el pin de su tarjeta. Pero el hijo no responde a la llamada porque, como se ha sabido después, se encuentra visitando a su hermana, ingresada en un Hospital y, en ese momento, está hablando con los médicos. La señora, desbordada por la situación, se echa a llorar desconsoladamente.

Encuentra en su bolso 15 euros y cuando le va a decir a la cajera que deje solo productos que puede pagar con el dinero que lleva, esta le dice para su sorpresa:

Señora, puede llevárselo todo. Ha pagado su cuenta ese joven con jersey marrón que está atravesando la puerta de salida.
Lo que más me ha llamado la atención de esta historia es que el joven se fuese sin decirle a la señora que él se había hecho cargo de su cuenta. Lo cual significa que no se trata de un préstamo sino de una donación, ya que no espera recuperar ese dinero. Pero, sobre todo, su retirada silenciosa muestra claramente que no pretendía conseguir el reconocimiento de la desconsolada compradora. Esa persona hizo buenas las palabras de Séneca: “La mayor recompensa de una buena acción es haberla hecho”.

La noticia ha tenido más relevancia porque la señora ha resultado ser la madre del conocido chef Chicho Marín, que busca al joven benefactor con un tuit que se ha hecho viral. Dice así: “Almas buenas. Gracias a la persona que hoy, con tanta generosidad, le ha pagado la compra a mi madre al ver que no se acordaba del pin. Si lees esto me gustaría poder pagártelo. Gracias de corazón. Ha llorado mucho por su impotencia ante la falta de memoria”. Que yo sepa, el generoso y anónimo donante no se ha presentado, sea por no conocer el reclamo del hijo, sea porque desea mantener el anonimato. En una llamada al supermercado acabo de comprobar que no se ha sabido nada más del joven donante.

Creo que hechos de este tipo, deberían ocupar obligatoriamente la cabecera de los periódicos, de los telediarios y de los informativos de la radio. ¿Por qué suelen ser noticia los escándalos financieros, los robos de bancos, los timos más diversos en los que el interés de algunos conlleva el daño de los demás…?

Si fuese obligatorio abrir las noticias con hechos de este tipo podríamos tener otra imagen sobre la realidad, sentir más seguridad en las casas y en la calle, ideas que podríamos imitar, un mayor optimismo sobre el futuro de la especie… Pero no. Una noticia llamativa es una desgracia, un delito, un robo, un atentado, una violación, un secuestro, un atraco, un asesinato…

Hace ya algunos años leí el libro “El poder de la bondad”, de Piero Ferrucci. Lo he recuperado ahora de la biblioteca. Dice el autor en las primeras páginas: “Ningún periódico publicará mañana la noticia de una madre que leyó a su hijo un cuento para que se durmiera, o de un padre que le preparó el desayuno a su hija, o de alguien que nos ha escuchado con atención, de un amigo que nos ha ayudado, o de un extraño que nos ha llevado la maleta…”.

Estoy seguro de que son más numerosos los hechos marcados por la generosidad, por el amor, por el respeto, por la honestidad, por la confianza, por la empatía, por el perdón, por la gratitud, por la humildad, por la paciencia, por la comprensión, por la bondad, que aquellos que muestran la perversión o la maldad de los seres humanos.

Las personas bondadosas son más fuertes y están destinadas a vivir una vida más interesante, más larga y más satisfactoria que las personas que carecen de esta cualidad. Sharon Salzberg, en su maravilloso libro Loving Kindness, cita la forma en que Buda enumera los beneficios de la bondad. Si una persona es bondadosa dormirá con facilidad, se despertará con alegría, tendrá sueños agradables, la gente le querrá, los animales le amarán, los devas (seres celestiales) le protegerán, los peligros externos no le lastimarán, lucirá un rostro radiante, su mente será serena, no morirá en un estado de confusión, renacerá en un ámbito feliz.

La bondad beneficia a los destinatarios de esa actitud pero también a quienes son bondadosos. Hay un refrán español que siempre me ha parecido pesimista y mezquino: “por la caridad entró la peste”. A veces, por ser generosos, nos vemos perjudicados. Dice Piero Ferrucci en el libro citado: “El auténtico beneficio de la generosidad, para quien la ofrece, no es un beneficio material sino una revolución interior. Nos volvemos más fluidos, más dispuestos a arriesgarnos. Concedemos menos importancia a los bienes materiales y más a las personas. Y los límites entre nosotros y los demás son menos radicales, de forma que nos sentimos parte de un todo en el que es posible compartir recursos, emociones y nuestro propio ser”.

La bondad debe ejercerse con alegría. Cuando necesitamos ayuda nos gusta recibirla de alguien que se alegra de brindarla y no de quien se sacrifica al hacerlo. La alegría y el buen humor son componentes básicos de la bondad. Decía Ernest Heminguay: “La gente buena, si se piensa un poco, ha sido siempre gente alegre”.

Desde que Norman Cousins se curó a sí mismo de espondilitis anquilosante (artritis crónica, AS por sus siglas en inglés) viendo vídeos de los hermanos Marx han proliferado los estudios sobre los efectos sanadores del humor, que tiene otras virtualidades, por empleo, fomenta nuestra creatividad. Los sujetos que acababan de ver una película cómica resolvían un problema práctico mejor que quienes no la habían visto. También se ha comprobado que el sentido del humor pose la facultad de aliviar el dolor físico, de reducir el estrés, de reforzar el sistema inmunitario y de disminuir la presión sanguínea. Me gusta decir que el humor es un forma de bondad.

Fuente: El Adarve. Miguel Ángel Santos Guerra.

martes, 18 de enero de 2022

Réquiem de John le Carré por un mundo acabado.

La novela póstuma del maestro de los libros de espionaje alberga un reguero de claves sobre su mirada decepcionada a la sociedad británica. “El país en el que creyó se estaba evaporando”, cuenta su hijo Nick.

Un caballero inglés que se deja caer por una nueva librería de pueblo y que entabla amistad con su dueño hasta el punto de sugerirle una comunidad en torno a los clásicos podría ser tan entrañable como parece, salvo —¡cuidado!— en una novela de John le Carré. El viejo maestro de las novelas de espionaje, fallecido de neumonía a los 89 años hace 13 meses, no nos abandonó a nuestra suerte sino que dejó sembradas sorpresas. Y la más importante de ellas sale ya a la luz: Proyecto Silverview (Planeta) es su obra póstuma, un auténtico réquiem por ese mundo británico que ha descarrilado. La novela guarda claves de su pensamiento decepcionado y de una concepción de la lealtad aferrada a los principios por encima de cualquier imposición. Como El Cid, Le Carré seguirá ganando guerras después de su muerte.

Una novela póstuma, último misterio de John le Carré
“Es un réquiem por el servicio de inteligencia tal y como él lo había descrito hasta entonces”, cuenta su hijo más joven, Nick Cornwell, por videoconferencia desde Londres. “En todas sus novelas siempre quedaba alguien íntegro como Smiley que hacía lo que había que hacer, capaz de llevar el Santo Grial y sacar el mundo adelante en medio de una catástrofe. Y en esta novela ya no queda nadie. Creo que mi padre encontró esa idea muy difícil cuando la escribió y que esa es una de las razones por las que la guardó”.

Tres años antes de morir, David Cornwell, al que todos conocemos como John le Carré (1931-2020), encargó a su hijo Nick que se hiciera cargo de sus obras si quedaba algo inacabado. Hay fragmentos, hay artículos o material que siguen en revisión, pero lo más completo y coherente que dejó sin publicar fue esta novela de 2014, guardada casi como ese luminoso Santo Grial que solo Smiley podría llevar a su altar. “Estuvo a punto de enviarla para su publicación cuando la terminó y por alguna razón la aparcó. A veces hablaba de retomarla, de trabajarla más, como cualquier escritor. Cuando fui a leerla yo temía que fuera mala pero me encontré que era perfecta: completa, reflexiva, corta como sus primeras obras, contenida, centrada en la hipocresía británica y muy próxima a Una verdad delicada, que es la perfecta destilación de su escritura”, cuenta el hijo. La edición ha sido mínima porque, como asegura su hijo, “él corrió la maratón y yo le di el empujoncito final para que cruzara la meta”. El resultado “es un clásico de Le Carré en todos los sentidos”.

¿Es por tanto un réquiem por Inglaterra?
—Cuando la escribió no era tanto un réquiem como esa música que suena en una película justo antes de que muera el personaje. En 2014 hubo unas elecciones en las que pasó lo contrario de lo esperado, luego vino el Brexit y ahí seguimos, en nuestra decadencia. Es un libro que observa y reconoce el momento en el que todo empieza a torcerse.

Los servicios de espionaje eran para John le Carré una metáfora de la propia sociedad británica, cuenta su hijo. Y el aroma a decepción que traza la novela desde la mirada de ese caballero que frecuenta la librería y que —sí, lo han adivinado— es un viejo espía será indeleble. “El fin de la verdad y la integridad en el servicio de inteligencia se convierte aquí en una acusación al Reino Unido”.

Los (buenos) espías de Proyecto Silverview han perdido la fe en su país y en el servicio de inteligencia; y el libro rezuma esa pelea habitual en Le Carré entre la lealtad a los principios, a los amigos y amores que lo han dado todo, frente a la lealtad a los funcionarios, a la burocracia, a las órdenes frías dictadas tantas veces por la conveniencia política y los intereses oscuros. Y ese sentimiento que plasmó Le Carré en 2014 en estas páginas solo fue creciendo y profundizándose en él al mismo ritmo en que el Reino Unido optó por el Brexit y la distancia del mundo. “El país en el que él creyó”, asegura Nick Cornwell, “se estaba evaporando”.

Y eso no significa que tuviera nostalgia de la Guerra Fría. Él la odiaba por todo lo que se hizo mal en la época que tan bien supo reflejar y, por el contrario, albergó grandes esperanzas en la oportunidad que se abrió a su término: aspiró entonces y creyó posible un futuro de libertad, a salvo de totalitarismos y de unilateralidad, de gran acercamiento a Europa y con soluciones para los más vulnerables, describe Cornwell con gran emoción en su tono. “Toda su escritura es sobre compasión, sobre comunidad. ¿Significa eso que perdió la fe? No lo sé, pero que se desaprovechara esa oportunidad disparó su ira e hizo su escritura más feroz”. De lo que tuvo nostalgia, lo que lamentó, es que el mundo no aprovechara esa oportunidad. “Él siempre miró al futuro, quería un futuro mejor en lugar de un pasado mejor”.

“No hemos cambiado el mundo”, reflexiona uno de los viejos espías que protagonizan Proyecto Silverview. “Creo que yo habría sido más útil en un club juvenil”.

Y ese derrotismo concentrado en el microcosmos de un pequeño pueblo en la costa británica que reúne todos los males del mundo, como describe su hijo, es el sabor que deja la novela en el paladar.

—¿Recibió el reconocimiento que sintió que merecía?
—No creo que ningún autor del mundo crea que le han reconocido como se merece. En el mundo anglosajón y sobre todo en Reino Unido fue interpretado como autor de thriller porque cometió la temeridad de vender libros. Pero solo tenía que viajar y verse fuera para ser acogido como escritor esencial, literario, único para reflejar la Guerra Fría y sus consecuencias.

El libro también es un libro sobre la muerte. La de Deborah, una de las protagonistas, es un retrato premonitorio de la de la propia esposa de John le Carré, fallecida de cáncer apenas dos meses después que él. Pero tras las reflexiones sobre la lucha, la ira y la fragilidad que desencadena la enfermedad se cierra el telón, se vuelve a abrir y llega lo más parecido a la inmortalidad. “Es imposible saber si él será eterno, pero mientras debatamos sobre Guerra Fría, el siglo XX y sus consecuencias en el siglo XXI habrá que hacer referencias a él porque capturó ese momento de una manera única”, asegura Nick. “Su habilidad para detectar historias que con el tiempo se convierten en titulares fue especial, así que concluyo que sí: él estará ahí para siempre”. Su gran legado, si por algo quisiera ser recordado Le Carré, dice, es por la compasión.

Cornwell, cuarto hijo del autor, afrontó las muertes de su padre (en diciembre por neumonía) y de su madre (en febrero por cáncer) en plenas restricciones por la pandemia y por ello no perdona al habitante de Downing Street: “Sí, soy uno de tantos que no pudimos hacer lo que hubiéramos querido haber hecho por nuestros padres en sus últimos días, mientras el primer ministro bebía vino en Downing Street. Por eso estoy enfadado con él”. El episodio de las fiestas de Boris Johnson mientras los ciudadanos sufrían bien podría ser otro capítulo de un libro de Le Carré, pero ese no lo veremos. A cambio, leeremos Proyecto Silverview.

El País. https://elpais.com/cultura/2022-01-13/requiem-de-john-le-carre-por-un-mundo-acabado.html

lunes, 17 de enero de 2022

_- El momento decisivo de la legislatura.

_- Al esfuerzo que han hecho los negociadores del texto por alcanzar un denominador común merece que se le dé una oportunidad de comprobar cuáles son los efectos que surte. Una norma jurídica no se sabe realmente lo que puede dar de sí hasta el momento en que es aplicada

Hasta el momento, a pesar de la enorme turbulencia política y económica casi desde el día en que Pedro Sánchez fue investido presidente del Gobierno, la mayoría parlamentaria de la investidura se ha venido consolidando a través del ejercicio de las potestades legislativa y presupuestaria, que son las dos primeras funciones que el artículo 66.2 de la Constitución atribuye a las Cortes Generales. La mayoría de investidura se ha venido confirmando de manera reiterada como mayoría de gobierno, algo que no había ocurrido desde 2016.

En este mes de febrero de 2022 esa confirmación de la mayoría de investidura como mayoría de gobierno se va a ver sometida a una prueba más dura que todas aquellas por las que ha tenido que pasar en estos dos últimos años. El Congreso de los Diputados tiene que convalidar el Real Decreto-ley mediante el cual se ha aprobado la reforma laboral.

Aunque formalmente el Real Decreto-ley ha sido dictado por el Gobierno, todo el mundo sabe que el texto ha sido pactado con los agentes sociales que, conviene recordar, tienen un reconocimiento de su relevancia constitucional nada menos que en el artículo 7 incluido en el Título Preliminar de la Constitución.

Dada la naturaleza del pacto, lo más lógico y apropiado sería que el Real Decreto-ley fuera convalidado sin más, de acuerdo con lo previsto en el artículo 86.2 de la Constitución y que las Cortes no acordaran su tramitación, una vez convalidado, como “proyecto de ley por el procedimiento de urgencia”, posibilidad contemplada en el artículo 86.3 CE.

No creo que haya nadie que esté de acuerdo con lo establecido en dicho Real Decreto-ley al 100%. Ni siquiera los que han participado en la negociación. Pero parece ser, a tenor de las opiniones solventes manifestadas desde su aprobación, que supone una mejora de entidad respecto a la norma aprobada en su día por el Gobierno del PP sin negociación de ningún tipo.

Al esfuerzo que han hecho los negociadores del texto por alcanzar un denominador común merece que se le dé una oportunidad de comprobar cuáles son los efectos que surte. Una norma jurídica no se sabe realmente lo que puede dar de sí hasta el momento en que es aplicada. Esto ocurre con casi todas las normas jurídicas, pero más que en casi todas en una como la que acaba de ser aprobada para la reforma del mercado de trabajo.

Como nada impide que, una vez convalidado el Real Decreto-ley y comprobada si su eficacia es la que los negociadores esperan o no, se pueda proceder a su reforma, debería darse un voto de confianza a los negociadores y posponer la tramitación de un proyecto o una proposición de ley de reforma a la valoración que se hiciera de la experiencia acumulada mediante su aplicación.

Reabrir en sede parlamentaria en abstracto el debate antes de que se haya comprobado a través de la aplicación la eficacia de la reforma aprobada introduciría incertidumbres que se añadirían a las que ya se están generando como consecuencia de la propagación de las nuevas variantes de la Covid-19, el aumento de la inflación, la interrupción de las cadenas de suministros de componentes básicos para la producción industrial…

Cosa distinta es que en el debate previo a la convalidación se pongan de manifiesto cuales son las dudas que la norma suscita y que se pueda alcanzar un compromiso acerca de una rendición de cuentas ante el Congreso de los Diputados acerca de los resultados de la aplicación, a fin de que, si se considera conveniente, se puedan introducir las rectificaciones pertinentes. Se podría extender el compromiso a la fijación de una fecha razonable para el debate de rendición de cuentas.

En alguna ocasión ya he adelantado que la reforma laboral era la exigencia inexcusable de esta legislatura. En pocas semanas tiene que pasar la prueba decisiva.

domingo, 16 de enero de 2022

El Gobierno español rechaza dos Proyectos de Resolución de la ONU condenando el nazismo, el neonazismo y el racismo

Hasta la presente, el socio minoritario del Gobierno de coalición, Unidas Podemos, mantiene silencio.

Se pregunta uno cómo el gobierno de un país que sufrió cuarenta años de dictadura, tras un golpe de estado que dio lugar a una agresión monstruosa al pueblo español, financiada por la oligarquía y ejecutada por una parte del ejército gracias a la ayuda del fascismo italiano y el nazismo alemán, con una represión cruenta que alfombró de muertos las cunetas y llenó campos de concentración y cárceles, que obligó al exilio a miles de españoles y españolas, se abstiene ahora de condenar el nazismo y el neonazismo.

Se pregunta uno cómo el gobierno actual, que se autotitula de izquierdas, que presume de recuperar la memoria democrática facilitando la búsqueda de los represaliados y asesinados por el franquismo, renuncia a condenar el nazismo y el neonazismo.

Escandaliza que un gobierno formado por socialdemócratas, unos más a la izquierda que otros, al menos aparentemente, rechace dos Proyectos de Resolución que fueron objeto de análisis y votación en el seno de la Asamblea General de las Naciones Unidas en el pasado mes de noviembre de 2020.

El primer Proyecto de Resolución (A/C.3/76/L.57/Rev.1) tiene por título «Combatir la glorificación del nazismo, el neonazismo y otras prácticas que contribuyen a exacerbar las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia«.

En este documento podemos leer que: «el neonazismo es algo más que la mera glorificación de un movimiento ya pasado; es un fenómeno contemporáneo con fuertes intereses en la desigualdad racial que ha centrado sus esfuerzos en obtener un apoyo amplio para sus falsas afirmaciones de superioridad racial». Al mismo tiempo, muestra profunda preocupación «por cualquier forma de glorificación del movimiento nazi, del neonazismo y de quienes fueron en su día miembros de la organización Waffen-SS, por medios como la construcción de monumentos conmemorativos y la organización de manifestaciones públicas para glorificar el pasado nazi, el movimiento nazi y el neonazismo, la declaración o el intento de declarar participantes en movimientos de liberación nacional a esos miembros y a quienes lucharon contra la coalición antihitleriana, colaboraron con el movimiento nazi y cometieron crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, y el cambio del nombre de calles para glorificarlos». Finalmente, este primer Proyecto de Resolución insta a los Estados a «declarar como acto punible conforme a la ley toda difusión de ideas basadas en la superioridad o en el odio raciales, toda incitación a la discriminación racial, así como todo acto de violencia o toda incitación a cometer tales actos contra cualquier raza o grupo de personas de otro color u origen étnico, y toda asistencia a actividades racistas, incluida su financiación»

En este primer Proyecto de Resolución, aprobado por 121 votos, España se abstuvo junto al resto de países de la Unión Europea, votando en contra solamente Estados Unidos y Ucrania.

El segundo Proyecto de Resolución (A/C.3/76/L.61/Rev.1) se titula «Llamamiento mundial para la adopción de medidas concretas para la eliminación del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia y para la aplicación y el seguimiento generales de la Declaración y el Programa de Acción de Durban«

En este otro documento se exhorta a los Estados a que «honren la memoria de las víctimas de las injusticias históricas de la esclavitud, la trata de esclavos, incluida la trata transatlántica de esclavos, el colonialismo y el apartheid» y afirma que todos los seres humanos «nacen libres e iguales en dignidad y derechos y tienen la capacidad de contribuir de manera constructiva al desarrollo y bienestar de la sociedad y que todas las doctrinas de superioridad racial son científicamente falsas, moralmente condenables, socialmente injustas y peligrosas y deben rechazarse, al igual que las teorías con que se pretende determinar la existencia de distintas razas humanas», para finalmente reconocer y afirmar que «la lucha mundial contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, así como contra todas sus abominables formas y manifestaciones contemporáneas, es una cuestión prioritaria para la comunidad internacional».

Este segundo Proyecto de Resolución, aprobado con el voto de 125 miembros, contó con el voto en contra del Gobierno de España, haciendo causa común con Alemania, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Israel, Australia, Austria, entre otros.

Si la abstención del Gobierno de España, en la primera Propuesta de Resolución de condena de exaltación del nazismo y el neonazismo, es de todo punto incompresible, el voto en contra de la segunda Propuesta de Resolución para la adopción de medidas para la eliminación del racismo, la discriminación racial y la xenofobia termina de colmar el vaso.

La explicación, si es que la tiene, de la posición del Gobierno más progresista de la historia ante estos dos Proyectos de Resolución de Naciones Unidas, seguramente está en qué país vota en contra de ambos y tiene la capacidad de marcar la política internacional de España sometiéndola a un vasallaje propio de la Edad Media. En ambos casos, son los Estados Unidos.

Hasta la presente, el socio minoritario del Gobierno de coalición, Unidas Podemos, mantiene silencio.

Para la izquierda española que se resiste a claudicar de los principios que son su razón de ser y existir, que le dan el componente de clase imprescindible para luchar por la transformación radical del capitalismo, al que siguen considerando un «sistema criminal e injusto», para esa izquierda que hace de la lucha contra el neonazismo, el fascismo y la discriminación racial una de sus señas de identidad y reivindica la reparación y el reconocimiento de los asesinados y muertos en la lucha contra la dictadura franquista, para la izquierda que encarna y no renuncia a sus principios es intolerable la posición del gobierno de coalición respecto de los Proyectos de Resolución votados en la Asamblea General de la ONU en noviembre de 2021.

Fuente:

sábado, 15 de enero de 2022

El mundo al revés: el disparate Djokovic,

Ninguna sociedad democráticamente constituida debería permitir que se le echase un pulso como está haciendo el tenista al Estado australiano. Que suceda es un indicador de la regresión democrática que avanza desde hace tiempo.

— Australia investiga si Djokovic mintió en su formulario de entrada ocultando un viaje a España

Las autoridades australianas investigan si el tenista serbio Novak Djokovic mintió a su entrada a Australia cuando aseguró que no había visitado ningún tercer país las dos semanas previas, lo que podría conllevar que su visado fuera cancelado de nuevo, según fuentes del Gobierno citadas por medios locales.

Djokovic consiguió este lunes permiso de un tribunal australiano para permanecer en el país a pesar de no estar vacunado contra la COVID-19 tras recurrir la revocación de su visado, aunque el Gobierno australiano sigue teniendo potestad para expulsarlo del país.

Una fuente del Gobierno federal ha confirmado este martes al diario The Sydney Morning Herald que se está examinando la declaración de viaje que el deportista envió para solicitar el visado de entrada gracias a una exención médica por no haberse vacunado contra la COVID-19.

Según el documento, Djokovic marcó la casilla "no" en la cuestión de si había realizado algún viaje durante los 14 días previos a la llegada al país, que tuvo lugar casi en la medianoche del pasado miércoles en un vuelo que partió desde España e hizo escala en Dubai.

El tenista, que según sus documentos médicos aportados estaba infectado con la COVID-19 el 16 de diciembre, pasó la Navidad en Belgrado de acuerdo con las fotografías publicadas en las redes sociales, antes de trasladarse a España, desde donde abordó un avión el 4 de enero con tránsito en Dubái y destino final en la ciudad australiana.

Djokovic aseguró a los oficiales, conforme apunta la fuente, que fue la federación de tenis de Australia, organizadores del Abierto de Australia, la que rellenó el citado documento.

Las leyes australianas consideran como una "infracción grave" una declaración falsa y puede acarrear una pena máxima de hasta 12 meses de cárcel.

Inmigración sigue estudiando su deportación
A su llegada a Australia, las autoridades de inmigración retuvieron al tenista de 34 años, anularon su visado y le enviaron a un hotel donde permaneció aislado hasta el lunes, al considerar insuficientes las pruebas aportadas para lograr una exención médica de vacunación.

Los abogados del tenista apelaron la decisión ante un tribunal de Melbourne que dio la razón al deportista serbio, quien este lunes ya pudo entrenar con libertad para preparar el Abierto de Australia. A pesar de la victoria judicial, el ministro de Inmigración australiano, Alex Hawke, podría usar su potestad para revocar el visado de Djokovic y expulsarle del país.

Hawke ha remarcado este martes que sigue considerando "a fondo" si volver a cancelar el visado. En un escueto comunicado de su oficina, subraya que el ministro "está considerando si cancelar el visado de Djokovic" mediante el uso que le concede el artículo 133C(3) de la Ley de Inmigración australiana.

"En línea con el debido proceso, el ministro Hawke considerará a fondo el asunto. Como el problema está en curso, por razones legales es inapropiado hacer más comentarios", apunta el departamento gubernamental, según recoge el canal público ABC.

El tenista serbio ha completado su segunda sesión de entrenamiento mientras espera la decisión del ministro de Inmigración. El balcánico ha peloteado en la pista Rod Laver Arena, escenario en el que levantó hasta nueve títulos de Grand Slam, junto a su entrenador Goran Ivanisevic, según unas imágenes aéreas emitidas este lunes por ABC.