lunes, 1 de agosto de 2022

La mariposa de Austin. Evaluar con el corazón.

Al terminar una conferencia que impartí hace unos días en un Master de Educación Emocional organizado por la Fundación Liderazgo Chile, intervino uno de los asistentes para expresar su opinión sobre lo que había sido para él mi intervención. (La conferencia tenía el titulo de uno de mis últimos libros: “Evaluar con el corazón”). Hizo hincapié en lo que había aprendido y, al final, hizo una interesante aportación de la que hablaré seguidamente.

Expliqué entre muchas otras cosas, que la evaluación debe ser educativa, no solo porque se refiere a cuestiones relacionadas con la educación sino porque educa a quien la hace y a quien la recibe. Una evaluación que empodere a los alumnos y a las alumnas, haciéndoles protagonistas del proceso. Una evaluación que tenga en cuenta a cada persona en su singularidad y que esté despojada de autoritarismo y de crueldad. Una evaluación que ayude a comprender, a dialogar, a mejorar, a crecer. En definitiva, una evaluación hecha con el corazón.

Conté durante la conferencia la historia de la “Niña de las oes” que, hace algunos años, publiqué en mi libro “La casa de los mil espejos y otros relatos para la educación inicial”. Una profesora chilena le pide a la directora de la escuela que trate de corregir a una alumna que tiene su cuaderno desordenado y poco limpio. No sabe qué hacer con ella. La directora acude a la clase, le pide su cuaderno a la niña, va pasando las hojas en silencio hasta que llega a una página en la que ve una letra “o” perfecta, con su rabito en la parte superior. Le pregunta a la niña quién la ha hecho y, con orgullo, dice que la ha hecho ella. La felicita por la letra tan perfecta y se va. Por la tarde, le dicen que una niña la está esperando en la puerta y que, a pesar de haberle dicho que está en una reunión, no quiere irse para casa sin verla. La directora sale y ve a la niña de la mañana en la puerta con su cuaderno.

¿Querías verme? ¿No querías irte a casa sin hablar conmigo? ¿Qué es eso tan importante que quieres decirme? Quiero que vea esto, dice la niña, mientras le muestra el cuaderno lleno de oes. Si la directora, al ver el cuaderno, le dice a la niña que la presentación de los trabajos que hace daña la vista, que su maestra está desesperada con ella, que es un desastre completo y que no puede seguir así sin recibir un buen castigo, se habría ido a casa entristecida, desanimada y acomplejada. Pero esa directora, con alma de educadora, ve por dónde puede animarla, cómo puede ayudarla, cómo puede motivarla.

Agradezco a Manuel Navarrete que, si no recuerdo mal, era el nombre del interviniente, que me recordase otra historia que conocí hace años, que tenía olvidada y que ahora quiero compartir con mis lectores y lectoras. Se trata de “La mariposa de Austin”.

La historia se recoge en un vídeo en el que un maestro cuenta y enseña a unos alumnos de segundo grado, siete años, el proyecto de una mariposa que los alumnos y alumnas de primer grado, entre ellos Austin, tienen que dibujar en clase.

Austin es un chico norteamericano que cursa primer grado, seis años, en un pueblo llamado Boise perteneciente al estado de Idaho. En su clase, él y sus compañeros estudian las mariposas y por eso deben realizar un proyecto sobre ellas. El proyecto consiste en dibujar desde una perspectiva científica una mariposa a partir del modelo de una fotografía. Concretamente, la mariposa que debe dibujar Austin responde a la especie de “mariposa tigre”, porque tiene en las alas unas rayas parecidas a las de la piel del depredador.

En su primer intento, Austin no acierta del todo con su dibujo y está lejos de aproximarse a la fotografía. Su maestro reconoce que no está mal, pero todavía no se acerca a la mariposa de la fotografía. Aún así la respuesta es: “Austin, buen comienzo”. Para poder mejorarla, Austin se servirá de las críticas y aportaciones de sus compañeros de clase. Son sus compañeros los que le dicen lo que deberá mejorar de cara a su segundo modelo de mariposa.

Austin mejora en su segundo modelo de la mariposa, a partir de las sugerencias de sus compañeros y compañeras. El maestro comenta y valora positivamente que Austin haya sido capaz de escuchar las aportaciones de sus colegas de clase y de llevarlas a la práctica. Pero, aunque el dibujo ha mejorado respecto al primero, todavía no es perfecto, no ha conseguido la excelencia.

Austin deberá realizar un tercer modelo de la mariposa. Y su tercer dibujo aún presenta aspectos mejorables, como así le indican sus compañeros. Ellos son los que de la forma más detallada posible intentan que Austin mejore su dibujo de la mariposa.

El cuarto dibujo supone realmente una grata sorpresa para sus compañeros. Ahora que Austin ha realizado un dibujo realmente parecido a la fotografía tras escuchar a sus compañeros, está preparado para dibujarlo.

Su dibujo final es realmente asombroso y su parecido con la mariposa muy acertado. Finalmente, Austin ha conseguido un dibujo extraordinario, un dibujo que raya la excelencia porque, como su maestro bien indica, ha sido capaz de enfocarlo con una perspectiva científica, con la mirada de un científico

Hay varias cuestiones interesantes en esta historia. Aunque el primer trabajo de Austin es claramente imperfecto, el maestro le dice: “Buen comienzo, Austin”, lo cual significa que valora el esfuerzo y el interés del alumno. Pero no se queda ahí. Sugiere un camino para que pueda superar lo que ha hecho en el primer dibujo. Lejos de desanimarlo, le pone en el camino de la mejora. No le regala la felicitación porque, realmente, Austin ha hecho un esfuerzo.

La segunda lección es cómo consigue el profesor esa ayuda que Austin necesita. Los compañeros y las compañeras le dicen cómo puede mejorar: el tamaño de las alas, la longitud de las antenas…

Y Austin lo intenta de nuevo. Mejora, pero su dibujo de la mariposa todavía se encuentra alejado del modelo. El maestro pregunta a los alumnos qué es lo que le falta al dibujo de Austin para que sea mejor. Los niños y las niñas observan uno y otro y le van diciendo lo que tiene que corregir. Ahora le dicen que dibuje las rayas que aparecen en las dos alas.

El espíritu de superación que invade a Austin se alimenta de la confianza en él que muestran el profesor y los compañeros. Lo intenta una y otra vez y va consiguiendo mejorar el trabajo.

Hasta cinco repeticiones realiza el niño. La última está relacionada con el color. Después de cada ensayo es felicitado por el profesor y ayudado por sus compañeros. Ellos se lo dicen claramente: ahora ya lo puedes pintar. Cuando ven el resultado final, aplauden admirados. Han ayudado a su compañero a alcanzar el éxito. Y han vivido con ilusión la alegría de ver que el compañero, mediante su deseo de superación, ha conseguido realizar bien el trabajo.

La consecución del objetivo muestra otra actitud positiva, que es la de dar por bueno lo que se ha conseguido, como sucede con Austin. Digo esto porque el perfeccionismo nos lleva a considerar que no se puede llegar nunca a un trabajo plenamente satisfactorio. He conocido a profesores que dicen que el diez es para Dios, el nueve para el profesor y, a partir de ahí, ya se puede asignar la calificación a los alumnos y alumnas. Ellos nunca lo pueden hacer perfectamente.

Hay que combinar la felicitación por lo que está bien realizado con el estímulo de la mejora. Un estímulo que puede proceder del propio alumno, de su profesor o, como hemos visto en este caso, de los compañeros y compañeras de quien aprende. El esfuerzo atraviesa todo el proceso, hasta conseguir el logro deseado. Reflexionar y comprender juntos para que mejore cada uno. La evaluación es un proceso de dialogo, comprensión y mejora.

https://flich.org/la-mariposa-de-austin-columna-escrita-por-miguel-angel-santos-guerra/ 

domingo, 31 de julio de 2022

La huida injustificable de Alberto Núñez Feijóo.

El debate sobre el estado de la nación no es derecho constitucional obligatorio, sino opcional, la flexibilidad con que se puede organizar es enorme. Si el PP hubiera planteado en la Junta de Portavoces que sería Núñez Feijóo quien representara al partido en el debate, no existe la menor duda de que habría sido aceptado


El debate del estado de la nación no es Derecho Constitucional obligatorio, como lo es la renovación de los miembros del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) o de los magistrados del Tribunal Constitucional (TC), sino que es Derecho Constitucional opcional. Es el resultado de una iniciativa del presidente Felipe González en el año 1983. Hasta 2015, excepto en los años en que la celebración de las elecciones generales no lo hizo posible, la periodicidad anual era la norma. A partir de 2015, con la quiebra limitada, pero quiebra, del bipartidismo, también el debate del estado de la nación se vería afectado, no habiéndose producido ninguno en siete años.

La recuperación de la “práctica parlamentaria” del debate del estado de la nación se produce en un momento muy difícil tanto en España como en el resto del mundo y singularmente en Europa. De ahí la importancia del mismo. No ha habido ninguno en el que en un debate se tenga que hacer una síntesis de un periodo en el que se han sucedido crisis de distinta naturaleza que no tenían precedentes conocidos ni por los más viejos del lugar.

Justamente por eso, era de suma importancia que en el debate de este año estuviera presente el líder del principal partido de la oposición, que pudiera dar la réplica al discurso del Presidente del Gobierno y ofrecer la visión alternativa de la que su partido es portador.

En este caso la participación del presidente del principal partido de la oposición era todavía más necesaria por el terremoto político que el PP ha tenido que superar en estos últimos meses. El debate sobre el estado de la nación era la ocasión para que Alberto Núñez Feijóo se dirigiera a la sociedad española para explicarle cuál es la visión que él tiene del país y qué proyecto de dirección política del mismo propone.

Dado que el debate sobre el estado de la nación no es derecho constitucional obligatorio, sino opcional, la flexibilidad con que se puede organizar el mismo es enorme. Si el PP hubiera planteado en la Junta de Portavoces que sería Núñez Feijóo quien representara al partido en el debate, no existe la menor duda de que tal planteamiento habría sido aceptado. Tendría que haber sido aceptado, porque no hay ningún obstáculo en la Constitución o en el Reglamento del Congreso de los Diputados que lo impida. Todo lo contrario. Alberto Núñez Feijóo es senador y, por tanto, miembro de las Cortes Generales, que es el órgano que “representa al pueblo español” (art. 66.1 CE). En un debate sobre el estado de la nación no debería haber ningún obstáculo para que pudiera participar con la misma legitimidad democrática que cualquier otro miembro de las Cortes Generales. De no haber sido aceptada la propuesta, el PP podría haber interpuesto un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional. Dada la naturaleza exclusivamente política del debate sobre el estado de la nación no hay mejor decisión acorde con dicha naturaleza que la de que sea el presidente del principal partido de la oposición el que esté expresando la posición de su partido. Y confrontando dicha posición con la expresada por el presidente del Gobierno.

¿Por qué no ha sido así? ¿Por qué Alberto Núñez Feijóo no reunió a la dirección del partido primero para informarle y oír su opinión sobre la conveniencia de ser él el que participara como portavoz del partido en el debate y por qué no ordenó que se trasladara esa propuesta a la Junta de Portavoces para que la aceptara y se comunicara a la Presidenta y a la Mesa del Congreso de los Diputados?

El resultado de la huida del presidente del PP de su responsabilidad de ser portavoz de la posición de su partido sobre el estado de la nación y de singularizar su confrontación con el Presidente del Gobierno respecto de la posición de los demás grupos parlamentarios, lo hemos podido ver todos los españoles. El PP ha estado ausente del debate propiamente dicho. La intervención de su portavoz, Cuca Gamarra, fue patética, dedicando los diez primeros minutos a ETA y el resto no se sabe muy bien a qué. En el debate más importante el principal partido de la oposición ha estado ausente. Y ausente por voluntad de su presidente.

Prudencia no es cobardía, reza un conocido refrán. Pero hay ocasiones en que la prudencia no puede ser interpretada nada más que como cobardía. Y esta es una de ellas. Alberto Núñez Feijóo no podía autoexcluirse del debate más importante de la legislatura. Su obligación era estar en la Tribuna del Congreso de los Diputados y no en un asiento del hemiciclo con cara de circunstancias.

Estas son las ocasiones en las que un dirigente político tiene que acreditar su condición de tal. Resulta evidente que el presidente del PP no ha sabido hacerlo.

Javier Pérez Royo, 

sábado, 30 de julio de 2022

Mario Draghi como indicador

Este jueves 21 de julio estuve pendiente, como me imagino que muchos de los lectores, de la dimisión de Mario Draghi y dediqué bastante tiempo a la lectura de los comentarios que se publicaron sobre la misma.

No fueron, sin embargo, dichos comentarios los que me acabaron llamando la atención. Fue un artículo publicado en The Atlantic ese mismo día, que nada tenía que ver con la dimisión del primer ministro italiano, sino que se centraba en la investigación del Congreso de los Estados Unidos de América sobre la relación de Donald Trump con el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021, el que me abrió una perspectiva nueva sobre lo que había ocurrido en Italia.

El autor del artículo es Brian Klaas, profesor del University College de Londres, que lleva más de diez años dedicado al estudio de cómo mueren las democracias. Uno más de los importantes politólogos, sociólogos y juristas que se están ocupando del tema. “Mis estudios y experiencias me han enseñado que las democracias pueden morir de muchas maneras. En el pasado, la inmensa mayoría tenían una muerte rápida. Pero en el siglo XXI, la mayor parte de las democracias mueren como un enfermo crónico, pero terminal. El sistema se debilita a medida que la enfermedad se extiende. La agonía persiste durante años. Una pronta intervención incrementa la posibilidad de supervivencia, pero cuanto más dura la enfermedad, el milagro se convierte en la única esperanza”. Porque “cuando las democracias empiezan a morir, rara vez se recuperan”.

El autor dedica todo el artículo a los Estados Unidos, pero su argumentación es perfectamente aplicable a la mayor parte de la democracias europeas. Y de manera muy especial a la democracia italiana.

En primer lugar, porque la presidencia del Consejo del Ministros por Mario Draghi ya era en sí misma una anomalía democrática. La trayectoria de Draghi es la de un ejecutivo de Goldman Sachs y de un presidente del Banco Central Europeo y no la de un político que adquiere su legitimidad a través del ejercicio del derecho de sufragio por parte de los ciudadanos en elecciones competidas. Mario Monti fue su predecesor en esta trayectoria. La democracia italiana ha necesitado hacer un paréntesis en el proceso de constitución de Gobierno y poner al frente del mismo a personas que no tenían legitimidad democrática para ocupar la presidencia del Consejo de Ministros.

Que esto ocurra en un sistema democrático es expresión de que la sociedad en la que ocurre no es capaz de hacer una síntesis política de sí misma para poder autogobernarse. Los partidos políticos y el sistema electoral son los instrumentos a través de los cuales las sociedades democráticas hacen la reducción de la complejidad indispensable para poder tomar decisiones y no entrar en un una situación de estancamiento que desemboque en un proceso de descomposición. Cuando no se consigue a través de estos instrumentos y se tiene que buscar un “atajo”, como es el nombramiento como Presidente del Gobierno de alguien que carece de la legitimidad democrática obtenida a través de los instrumentos previstos para ello, ya nos encontramos ante una patología, que se convierte en tanto más grave cuanto más se repite y más dura.

Esto es lo que lleva ocurriendo en Italia desde hace ya mucho tiempo, demasiado tiempo. En mi opinión, desde que Berlusconi se convirtió en el personaje central del funcionamiento del sistema político italiano. Berlusconi ha sido, en cierta medida, el precursor de Donald Trump. Con personajes como ellos la política deja mucho que desear desde una perspectiva democrática. El hecho de que todavía no haya desaparecido de la escena política habla por sí mismo.

Mario Monti primero y Mario Draghi después han sido excrecencias de la erosión de la democracia en Italia. Han sido expresión de la “enfermedad crónica” de la que habla Brian Klaas en el artículo citado. Enfermedad que va acentuando su gravedad con cuanto más tiempo pasa sin que se produzca la rectificación exigible. Y que, muy probablemente, va a desembocar en una situación todavía peor con el resultado de las próximas elecciones, dado que el ambiente en que se van a celebrar difícilmente van a posibilitar la formación de un gobierno.

La dimisión de Draghi es el indicador de un malestar profundo que no se produce exclusivamente en Italia, aunque tal vez sea donde se manifiesta de manera más llamativa. En España, por no irnos más lejos, estamos viviendo una situación anómala desde 2015, con incumplimientos variados de la Constitución, que está operando más como una Constitución “nominal” que como una “normativa”.

La mayor parte de las democracias dignas de tal nombre están pasando por situaciones patológicas. Cada una a su manera, como las familias desgraciadas de Tolstoi, pero prácticamente todas. En Europa el problema se complica porque, además de las democracias nacionales, tenemos que tomar en consideración la Unión Europea, que no puede no verse afectada por lo que ocurra en cada uno de los estados miembros.

El incidente Draghi es un incidente patológico que afecta de manera inmediata y directa a Italia, pero que nos interpela a todos.

Javier Pérez Royo,

viernes, 29 de julio de 2022

'Caso ERES': criminalizar la acción de gobierno

Derivar responsabilidad penal de la tarea de dirección política, sin acreditar actos jurídicos concretos de los que puedan derivarse dicha responsabilidad, es una monstruosidad jurídica de tal magnitud, que resulta literalmente incomprensible que personas que se supone que tienen formación jurídica hayan podido cometerla


El Tribunal Supremo ha comunicado este pasado martes 26 que ha sido básicamente confirmada la sentencia que se dictó en su día por la Audiencia Provincial de Sevilla en el “caso de los ERES”. A diferencia de la sentencia de primera instancia que fue dictada por unanimidad, la sentencia del TS ha sido dictada por una mayoría de tres magistrados contra dos. No conocemos todavía ni la sentencia ni los votos particulares. En consecuencia este artículo no puede entrar en el análisis de la fundamentación jurídica en la que descansan.

Cuando hacia finales de septiembre que se supone que se darán a conocer tanto la sentencia como los votos particulares, tendré ocasión de hacer un análisis de la fundamentación jurídica de los mismos.

Hoy quiero simplemente ofrecer al lector el marco jurídico en el que se desarrolló la operación de los ERES, a fin de que tenga la información necesaria para valorar la decisión del TS cuando se conozca.

Para que se pudieran aprobar los ERES, era imprescindible que existiera una partida presupuestaria con base en la cual pudieran ser financiados. La financiación de los ERES no se produce como consecuencia de una decisión gubernamental, sino de una decisión parlamentaria. El Gobierno, sea el del Estado sea el de una Comunidad Autónoma, tiene que aprobar el Proyecto de Ley de Presupuestos para remitirlos a continuación al Parlamento, que es el órgano constitucional que los debate y aprueba.

La “potestad presupuestaria” (art. 66.2 de la Constitución) reside de manera exclusiva y excluyente en el Parlamento. El Gobierno se limita a elaborar un Proyecto sobre el que pierde el control en el momento en que entra en el Parlamento. Únicamente el Parlamento es portador de una “voluntad presupuestaria”. La manifestación de la voluntad presupuestaria del Estado corresponde única y exclusivamente al Parlamento, sin que el Gobierno participe en lo más mínimo en la misma. Los miembros del Gobierno que sean parlamentarios participarán como los demás miembros de la Cámara en la aprobación de los mismos. Los que no sean parlamentarios, ni siquiera podrán hacerlo.

Queda claro, pues, que sin una partida presupuestaria que sea expresión de la voluntad del Estado o de la Comunidad Autónoma, no pueden existir los ERES. El Parlamento tiene que manifestar expresamente su voluntad, que es la forma en que se expresa la voluntad del Estado o de la Comunidad Autónoma, para que los ERES cobren vida.

En ningún momento se ha acreditado que la acción de los expresidentes de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves y José Griñán, así como la de los demás miembros de los Consejos de Gobierno por ellos presididos, haya ido más allá de la discusión en el seno del Consejo de Gobierno y la aprobación del Proyecto de Ley de Presupuestos de la Comunidad Autónoma de Andalucía. Esa es toda la relación que han tenido con la partida presupuestaria de financiación de los ERES como con cualquiera de las demás que acaban figurando en la Ley de Presupuestos.

En esa operación es imposible que se cometa un delito porque no hay ningún acto con sustantividad que pueda generar una responsabilidad de tipo penal. Insisto en que la “potestad presupuestaria” es exclusivamente parlamentaria. No hay un acto del Gobierno ni de ninguno de sus miembros en el proceso de elaboración del Proyecto de Ley de Presupuestos del que pueda derivarse responsabilidad penal de ningún tipo. Es radicalmente imposible.

Puede ocurrir que, una vez aprobada la Ley de Presupuestos por el Parlamento, de la que tampoco puede derivarse responsabilidad penal de tipo alguno, en la ejecución de los mismos se pueda hacer un uso desviado de alguna partida presupuestaria. En tal supuesto, es evidente que sí puede generarse responsabilidad de tipo penal por quien haya sido protagonista de esta conducta desviada.

El Presidente del Consejo de Gobierno no puede ser nunca protagonista de una tal conducta desviada, porque no interviene jamás en la ejecución de ninguna partida presupuestaria. Un Consejero o Consejera tal vez podría ser protagonista de una conducta de este tipo, aunque es muy poco probable que esto pueda ocurrir. El Consejero o Consejera no desciende al nivel en que se concretan las ejecuciones de las partidas presupuestarias.

En ningún momento en el caso de los ERES se ha acreditando que algún Consejero o Consejera haya participado en la ejecución de la partida presupuestaria que los hizo posibles. No hay ninguna prueba acreditativa de una conducta desviada por parte de ninguno de los miembros del Consejo de Gobierno. Repito: ninguna.

Ya veremos qué dice el TS, pero hasta el momento no se han acreditado conductas delictivas por parte ni de los expresidentes ni de los exconsejeros que han sido condenados. No hay ningún acto constitutivo de delito del que hayan sido protagonistas alguno de ellos en el caso de los ERES por el que puedan haber incurrido en responsabilidad penal.

La Audiencia de Sevilla condenó la “acción de gobierno” del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía. Condenó la “dirección política” de la Comunidad Autónoma por parte del Consejo de Gobierno. La dirección política es, justamente, la primera tarea del Gobierno, como queda claro de la lectura del artículo 97 de la Constitución, que empieza así: “El Gobierno dirige la política…” En esa dirección política ocupa un lugar primordial la aprobación del Proyecto de Ley de Presupuestos, que, justamente por eso, no puede generar responsabilidad de tipo penal alguna.

Derivar responsabilidad penal de la tarea de dirección política, sin acreditar actos jurídicos concretos de los que puedan derivarse dicha responsabilidad, es una monstruosidad jurídica de tal magnitud, que resulta literalmente incomprensible que personas que se supone que tienen formación jurídica hayan podido cometerla.

Esperemos a ver cómo justifican dicha monstruosidad la mayoría que ha ratificado la sentencia y de qué manera la rechazan las firmantes de los votos particulares.

Quedo comprometido a dar la explicación pertinente.

Javier Pérez Royo

jueves, 28 de julio de 2022

_- Al rincón de pensar

_- Estábamos cenando en un estupendo restaurante de Valencia cuando Javier Muñoz, un amigo recién estrenado, en la sobremesa compartida con María Ángeles, formadora como él en Kapta Estrategias, nos cuenta que su hija Belén, con tres añitos, después de tener una pelea con un compañero de clase, recibió la orden de ir al rincón de pensar. Pasados unos minutos, la maestra la llamó para saber a qué conclusiones le había llevado la meditación frente a la pared.

No hace falta esforzarse mucho para adivinar cuáles eran las expectativas de la profesora. Esperaba que en esos minutos hubiese llegado a las conclusiones deseadas: que estaba muy arrepentida de la violencia que había utilizado, que deseaba dar un abrazo al agredido e, incluso, pedirle perdón. Y, por supuesto, que no volvería a pegar a nadie sino a dialogar de forma tranquila para defender sus derechos y sus propiedades. Al rincón de pensar se le atribuyen unas mágicas cualidades que hacen que, quien se sitúe allí durante un corto tiempo, va a acabar concluyendo que se arrepiente de la mala acción y que está dispuesto a no repetir el comportamiento indeseable. Lo cual supondrá, al hacerlo público, una importante lección para quienes escuchan el milagroso resultado de la reflexión.

Belén, dinos lo que has pensado, dice la maestra, esperando la lección que la niña ha aprendido y que todos y todas van a compartir. Para desconcierto de la maestra y sorpresa de los compañeros y compañeras de la clase, dice:

– He pensado que me devuelva el estuche y la mochila porque mañana no pienso venir.

Belén tenía su lógica. Ella prefería, al día siguiente, estar en un lugar donde no hubiera compañeros belicosos ni rincones de pensar y donde nadie le quitase su querido estuche y su imprescindible mochila.

¿Qué hacer ahora? Porque la situación es muy delicada. La profesora no le va a decir: pues toma tu estuche y tu mochila, siéntate y mañana no hace falta que vengas. Otra posibilidad es decirle a Belén:

Ahora vas a volver al rincón, a ver si piensas de otra manera y llegas a una conclusión que me guste más. Porque, por no pensar de una forma rigurosa, has llegado a una conclusión falsa.

Supongamos que Belén vuelve al rincón de pensar, ahora un rato más largo, porque la maestra piensa que mientras más tiempo esté, considerará que lo que ha hecho es muy negativo. A ver si ahora razona de forma deseable y se rompe así la mala repercusión que sus palabras han tenido en el grupo. Porque si todos los que van al rincón de pensar acaban razonando de esa manera, puede desencadenarse una rebelión masiva

Me imagino a Belén en el rincón de pensar, ahora un poco más enfadada, buscando algún nuevo argumento para sostener la conclusión a la que había llegado. Cuando la profesora le vuelve a preguntar sobre lo que ha descubierto, no sería extraño oírla decir:

Quiero que me devuelva el estuche y la mochila ahora mismo porque deseo irme ya. (Para sus adentros se dice que no quiere pasar todo el día en el rincón de pensar y no desea concluir de otra forma). Cuando le oí a Javier esta historia de su hija Belén, me acordé del que fue hace ya algunos años Director General de Universidades, el profesor Miguel Ángel Quintanilla, eminente catedrático de filosofía. Un día le oÍ decir:

Con estas teorías que tenéis los pedagogos de que se debe razonar con los niños lo que está bien y lo que está mal y no imponerlo por la fuerza, cuando mi hijo de cinco años hacía alguna trastada, le decía que teníamos que razonar sobre lo que había pasado. Un día que el niño acababa de hacer una buena faena, le llamé enérgicamente:
Ven aquí ahora mismo.

Y el niño, cruzando los brazos delante de la cabeza para protegerse, repitió varias veces, suplicando:

¡Papá, razonar, no! ¡Razonar, no!

Lo que el niño quería decir era algo así: dame un castigo de cumplimiento rápido y no me hagas sentir incoherente, desaprensivo y mala persona. No me quites un tiempo precioso que puedo dedicar al juego en lugar de sentirme abrumado por un discurso largo, aburrido y humillante.

Y es que en esto de los castigos o las reconvenciones damos muchas cosas por sentadas. Y en educación casi nunca sucede que si A, entonces B. Lo que realmente pasa es que si A, entonces B, quizás.

Padres y educadores hemos de actuar con tacto y equilibrio. Y, por supuesto con amor. Corremos el peligro de actuar con la ley del péndulo. Ahora en un extremo y luego en el otro. De una actitud autoritaria e irracional como la de aquel padre que le decía al hermano mayor: “vete a ver lo que hace el niño y prohíbeselo” a una permisividad absoluta que les permite a los niños y a las niñas hacer siempre lo que les de la gana.

Los niños y las niñas tienen que tener consistencia normativa, tienen que saber a qué atenerse, tienen que saber que hay buenos y malos comportamientos, que han de respetarse los derechos de todos y no solo los suyos. Tienen que saber que existen normas para el bien común y que han de ser respetadas y que tienen derechos, pero también obligaciones.

Cuántas veces pensamos: si damos un castigo severo a un alumno por una falta que ha cometido, todos los demás escarmentarán. Y eso, ¿cómo se sabe? Porque, en algunos casos, en lugar de detestar el mal comportamiento del compañero castigado, lo que hacen es admirarlo como si de un héroe se tratase. No les dan ganas de no imitar el mal comportamiento sino que desean adquirir el coraje de imitarlo. Bueno, de imitarlo y de no ser descubiertos.

Por otra parte, no todos los niños y las niñas son iguales. Un reproche que a un alumno le estimula, a otro le desalienta. Un castigo que a uno le corrige despierta en otro un odio indestructible a quien le ha castigado.

¿Qué es lo que quiero decir con estas dos anécdotas? En primer lugar, que cada caso es único e irrepetible, que cada persona reacciona de manera diferente y no siempre de la forma esperada. Hay que conocer bien a los alumnos y a las alumnas porque no todos reaccionan de la misma manera a los mismos estímulos.

En segundo lugar, hay que poner en tela de juicio nuestras actuaciones. Porque no siempre producen los efectos deseados. Y, a veces, generan efectos nocivos indeseables.

En tercer lugar hay que seguir observando y analizando a través del tiempo las consecuencias que tienen nuestras decisiones. ¿Qué se pretende conseguir? ¿Cómo y cuándo se espera el logro deseado? Si no se consigue, ¿por qué se ha producido el fracaso? Solo así podremos aprender, solo así podremos mejorar.

He hablado de tiempo y plazos porque a veces pensamos que una intervención nuestra, seguida de una promesa de corrección por parte del infractor, ya resuelve el problema para siempre. Y no. Y, a veces, nos desesperamos:

La impaciencia no es buena consejera. ¿No me prometiste ayer que no ibas a decir nunca más una mentira?, decimos indignados ante un nuevo engaño. Claro que lo dijo. Y es probable que lo dijera sinceramente, plenamente convencido. Pero ha vuelto a mentir. Y lo hará ma siguiente con una cestita a recoger las manzanas?n el jardmpos, tienen sus ritmos. ¿Qu aconfesar algunos ás veces. Lo cual no quiere decir que cada vez que promete corregirse no sea sincero. ¿No se van a confesar algunos adultos creyentes cada semana? ¿Qué pasa? ¿No se habían arrepentido? Claro que sí. Pero han vuelto a pecar. Una semana tras otra. Y son adultos.

La impaciencia nos acucia, pero los procesos requieren sus tiempos, tienen sus ritmos. ¿Qué pensaríamos de alguien que planta una semilla de manzano en el jardín y va al día siguiente con una cestita a recoger las manzanas y, al no ver los frutos, destruye la semilla porque no sirve para nada? Qué error, diríamos. Habrá que regar y proteger y cuidar y podar…y esperar con optimismo que algún día tendremos manzanas.

La palabra autoridad proviene del verbo latino auctor, augere, que significa hacer crecer. Quien machaca, silencia, castiga, anula y humilla, tendrá poder, pero no tiene autoridad. Y. ¿cómo se gana esa autoridad? Con el ejemplo, la responsabilidad, la coherencia, la paciencia, la constancia y el amor.

Los adultos insistimos mucho en que no se puede confundir libertad con libertinaje. Nos acordamos menos de decir que no se puede confundir autoridad con autoritarismo. Para saber más sobre estas cuestiones ahí está el libro de José Antonio Marina “La recuperación de la autoridad. Crítica de la educación permisiva y de la educación autoritaria”. Que aproveche.

miércoles, 27 de julio de 2022

_- Guerra Civil, la prueba de fuego de Unamuno, Azaña y Ortega


_- El historiador Raimundo Cuesta, Premio Nacional a la Innovación Educativa, acaba de presentar en el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca su obra “Unamuno, Azaña y Ortega, Tres luciérnagas en el ruedo ibérico” tras décadas de estudio e investigación centradas en lo que Nietzsche denomina (en su ensayo las Tres Caras de Clío) la Historia Crítica, es decir, aquella que trata de ajustar cuentas con el pasado y poner cada cosa en su lugar.

Nuestro autor, cofundador de las plataformas Cronos y Fedicaria, así como de la revista ConCiencia Social, nos sitúa “a las tres lumbreras” entre la espada y la pared, en una España desgarrada por los Hunos y los Otros, en la que al final se impone la dictadura que arroja a Azaña al exilio, destruye interiormente a Unamuno y deja a Ortega “una salida olímpica, más allá del bien y del mal”.

En la presentación, que tuvo lugar el pasado 28 de junio, Cuesta dio una lección magistral, (acompañado por los historiadores Jesús Baigorri y María José Turrión) sobre ”la travesía, en el Mare Procelosum, de esos tres náufragos en 1936”.

”La Guerra Civil selló el destino aciago de las tres luciérnagas, por causas diferentes y destinos contrarios, cuando la República soñada por cada uno de ellos iba a traspasar las puertas del cementerio”, subrayó Cuesta (de origen vasco y cántabro) considerado uno de los historiadores españoles más importantes del siglo XXI.

Al referirse a Ortega, por quien mostró “cierta antipatía”, (aunque reconoció su gran legado, de resonancia internacional señaló, en una sala repleta de público, que el filósofo madrileño defendía “una sofocracia” (un Gobierno de sabios) de vetustas resonancias platónicas” y que observaba con desprecio una hipotética “rebelión de las masas” que podría propagar “la peste revolucionaria”.

Ortega llegó a proponer -señaló Cuesta- “un partido nacional por encima de las izquierdas y las derechas”, algo así como una utópica asociación transversal para superar “las amenazas del comunismo y el fascismo”.

Respecto a Unamuno, a quien se acerca con gran simpatía y perdonando “sus dudas iniciales con el golpe de Estado”, le absuelve con contundencia y argumentos de peso.

“Unamuno fue la proa de la generación del 98 (…) Tras su destierro por oponerse a la dictadura militar de Primo de Rivera, se convierte en un héroe de multitudes y en el refulgente símbolo de la República soñada cuando regresa a su tierra en 1930”, recalcó Cuesta.

Para el historiador afincado en Salamanca “las tres luciérnagas representan otros tantos arquetipos de intelectual profético (Unamuno), político (Azaña) y olímpico (Ortega).

Azaña, el más sosegado e introvertido -dijo Cuesta- se mostró poseído “por una suerte de hundimiento durante la Guerra Civil”.

Para entender la cosa sumariamente sobre el rector y el filósofo madrileño -matizó- “Unamuno fue el Sócrates, y Ortega el Platón de nuestra tradición filosófica” (Salcedo, 1956, “Unamuno y Ortega, diálogo entre dos españoles”. Cuaderno de la Cátedra Miguel de Unamuno, 7, p.108).

Raimundo asimismo arremetió contra la idea de encorsetar a dicha troika “en el saco de las tres Españas”.

“Tras las promesas de la generación del 14 (…) Los tres, con distinto ritmo e intensidad, rompen las amarras con la monarquía y acaban apostando por la República”, enfatizó Cuesta.

Cuesta, que no olvida en ningún momento “la paupérrima situación en la que se encontraba España” (lo que tallaba de diferente forma a las tres luciérnagas) subrayó que “en ese mundo de incertidumbres Azaña, máximo exponente de la República, abogó por una revolución pacífica mediante una alianza entre las clases ilustradas y los trabajadores de orientación socialista”.

Eso chocaba -añadió- con el Gobierno de una “aristocracia intelectual” de Ortega.

Por su parte Unamuno, que “incluso dijo sí al Estatuto de Cataluña de 1932, a pesar de su fuerte oposición” y se mantuvo un “lapso de tiempo” como “filósofo de la duda”, poco antes de fallecer dejó, con claridad meridiana, su “testamento político”.

Poco antes de su muerte natural, el último día del año 36, -recalcó Cuesta- “emborronó unas cuantas cuartillas en las que lamentó su engaño al haber percibido en la sublevación militar una acción encaminada a la defensa de la civilización occidental y no la trastienda, como en ese momento alcanza a ver, de una militarada que abrió un movimiento de ´odio a la inteligencia, la envidia, el resentimiento, el complejo de inferioridad (…)”.

“Esta guerra civil, no es civil. Es un ejército de mercenarios-la legión y los regulares, no el pueblo” (citado por F. Blanco Prieto. Unamuno. Profesor y rector de la Universidad de Salamanca, Salamanca, 2011, pa. 546).

Cuesta elogió a Azaña, quien sufrió, quizás, “un naufragio más duro que Unamuno”.

“Se mantuvo hasta 1939 al frente de la II República, es decir, su compromiso con el régimen nacido en 1931 llegó prácticamente hasta el final. Ello le costó el oneroso tributo de morir en el exilio el 3 de noviembre de 1940 en la localidad francesa de Montauban, únicamente arropado por su mujer, el séquito de fieles amigos y la solidaria ayuda material de la Embajada de México”, recordó Cuesta.

En su exhaustivo ensayo -de más de 500 páginas- Raimundo analiza de forma profunda y pormenorizada la Historia y la Intrahistoria de la vieja España, así como su mutilación física y espiritual, en línea con su pensamiento, reflejado en gran parte de su obra, de que “el franquismo y sus secuaces practicaron una cirugía de cuerpos y almas”, cuyas secuelas seguimos padeciendo en la España actual, en la cual sigue brillando “la patina del fascismo”.

Esta es la web de Raimundo Cuesta: Cronos

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.


https://rebelion.org/guerra-civil-la-prueba-de-fuego-de-unamuno-azana-y-ortega/

martes, 26 de julio de 2022

Eres un animal


¿Por qué es un insulto la frase que encabeza este artículo? Cuando queremos agredir a una persona, decimos de ella que es un animal, un cerdo, un burro, un zorro o una bestia… La verdadera agresión sería decirle a un perro:

– Eres un humano, eres una persona, eres un animal humano…

Porque entre nosotros, los humanos, se produce la auténtica maldad, el crimen organizado, la crueldad planificada, el rencor descontrolado, la envidia destructiva, la guerra organizada, el odio destructivo y el desprecio infundado… Y en los animales, no.

Recuerdo aquel poema en el que unos monos que están subidos a un árbol (el mono es un animal arborícola que habita sobre todo en los árboles genealógicos), contemplan las atrocidades que realizan los seres humanos y se lamentan de tener unos descendientes tan perversos. ¡Qué vergüenza!, dicen.

Anteayer, día 21 de julio, se celebró el Día Mundial del Perro, conmemoración que se viene celebrando desde el año 2004. No sé por qué este día, en plena canícula dentro de nuestro hemisferio. Quizás porque en estas fechas hay muchos perros que son abandonados a su suerte. Hay otros días de celebración relacionados con el perro (Día internacional del Perro Guía, el último domingo de abril; Día internacional del Perro Callejero, el 27 de julio; Día del Perro de Trabajo, el 6 de diciembre; Días nacionales del perro…). Ya sé la relatividad de estas convenciones.

Hay perros famosos: la perrita Laika se convirtió en 1957 en el primer ser vivo que entró en órbita y dio la vuelta a la tierra; el perro Balto recorrió más de mil kilómetros liderando en 1925 el trineo de la expedición que traía las medicinas que salvaron al pueblo de Nome (Alaska); Bobbie regresó a su casa recorriendo cuatro mil kilómetros después de haberse perdido cuando viajaba con sus dueños; Greyfriars Bobby permaneció catorce años hasta su muerte al lado de la tumba de su dueño; Hachiko vagó por una estación durante casi nueve años esperando a su dueño fallecido; Lassie protagonizó diferentes series de televisión, libros y películas desde 1943 hasta nuestros días; Rin Tin Tin, un pastor alemán, fue protagonista de la conocida serie estadounidense que lleva su nombre, Barry fue un San Bernardo que salvó en Suiza a cuarenta personas perdidas en bosques helados durante los catorce años que trabajo como rescatista en el Gran Hospicio…

Estoy leyendo una tesis doctoral que se defenderá en la Universidad de Oviedo el próximo día 7 de septiembre. Seré, afortunadamente, el presidente del tribunal. Digo afortunadamente porque la lectura de una tesis siempre es una ocasión excepcional de aprendizaje. El título del trabajo es el siguiente: “Una nueva filosofía de la educación: La empatía animal”. Está escrita por Beatriz Cimadevilla Alonso. La autora abre el trabajo con una significativa dedicatoria: “Esta tesis está dedicada a todos los animales no humanos que sufren; y a aquellos de mis hermanos animales no humanos que, sin sufrir, forman también parte de mi mundo. Vosotros estáis entre aquellos que dan sentido a mi vida”.

Los animales son víctimas de una concepción especista que ellos no pueden debatir ni rechazar. El término especismo tiene dos acepciones en el diccionario de la Real Academia: 1. Discriminación de los animales por considerarlos especies inferiores y 2. Creencia según la cual el ser humano es superior al resto de los animales, y por ello puede utilizarlos en beneficio propio. Ambas acepciones apuntan en la misma dirección: la de la cosificación de los animales por situarlos en una realidad diferente de y subordinada a la humana. El problema es que no les consideremos seres sintientes, que les convirtamos en cosas que se pueden tirar o golpear.

Hace años que leí el emocionante libro del premio Nobel Konrad Lorenz titulado “El anillo del Rey Salomón”, que en alguna edición tiene otro título: “Hablaba con las bestias, las aves y los peces”. Es impresionante ver cómo el autor investiga, observa y analiza las costumbres de los animales. Hace unos días terminé de releer “Cuando el hombre encontró al perro”, del mismo autor. Dice el premio Nobel en la última frase del libro que la historia de esta relación es “una suma incalculable de amor y fidelidad”.

Compartimos el mundo con los animales. Y, en muchas ocasiones, también la casa. En España, hay en los hogares más perros que niños. Nueve millones de perros, frente a seis millones y medio de niños y niñas. La empatía con los animales es un deber que tenemos cultivar para hacer un mundo más digno.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el 70% de los perros en el mundo no tienen un hogar. En la actualidad existen aproximadamente 300 millones de perros en el mundo, con una gran variedad de razas y tamaños, todos muy cariñosos y dispuestos a servir a sus amos de formas inimaginables. Hoy en día contamos con perros policías, bomberos, lazarillos y de compañía.

Hay quien puede pensar que habiendo tantos problemas y necesidades entre los seres humanos, toda la atención que se preste a los perros se detrae del cuidado a nuestros congéneres. No es así. Más bien es al contrario: quien muestra solidaridad y aprecio por loa animales suele también manifestarlos con los seres humanos.

A mi juicio hay tres pasos que debe dar una sociedad democrática, asentada en valores:

1. El primero es acabar con el maltrato de los animales. Hay muchas costumbres crueles, faltas de respeto y sensibilidad. Y no me refiero solo a esas costumbres salvajes en las que los seres humanos disfrutan, haciendo sufrir a los animales no humanos. Me refiero también al maltrato doméstico: golpear a perros, colgar a galgos (hay miles de galgos ahorcados, acuchillados y abandonados cada año en España), abandonar a su suerte… Comportamientos que deberían tener, por ley, castigos ejemplares. 

2. El segundo es cultivar la empatía, tratar de forma deferente a quienes comparten la vida y el mundo con nosotros. 

3. El tercero consiste en hacer visibles hermosas historias de perros, como la que conté en este mismo espacio con el título “Montse y Chicharita”. Una doble historia de superación heroica en la que una perrita y su ama vencieron la tetraplejía.

Los británicos, cuando muere un perro, dicen que “ganó las alas”. Allí existe una leyenda que dice que los perros vienen a este mundo sin alas y sin hablar para que no se sepa que son ángeles.

Es emocionante el epitafio que escribió Lord Bayron a su perro Boatswain en el monumento que levantó en el jardín de la mansión en la que convivieron. Boatswain era una terranova, que contrajo la rabia y a la que el poeta cuidó en su enfermedad, a costa de contraer la misma enfermedad: 
“Cerca de este lugar/ 
reposan los restos de un ser/ 
que poseyó la belleza sin la vanidad,/ 
la fuerza sin la insolencia,/ 
el valor sin la ferocidad/ 
y todas las virtudes del hombre sin sus vicios./ 
Este elogio, que constituiría una absurda lisonja/ 
si estuviera escrito sobre cenizas humanas,/ 
no es más que un justo tributo a la memoria de Boatswain, un perro/ 
nacido en Newfoundland, en mayo de 1903/ 
y muerto en Newstead Abbey, el 18 de noviembre de 1908…”. 

Solo cinco años de imborrable amistad.

Me gustan las historias de perros. Conozco muchas muy sugerentes. Aquí me voy a referir a una que tiene que ver con mi oficio de profesor. Dice así:

Una familia tiene un perro que presenta síntomas inquietantes de enfermedad. El veterinario, después de explorarlo detenidamente, le receta unas dosis diarias de aceite de bacalao

Todas las mañanas, el dueño va a buscarlo, le arrastra por la fuerza, le sujeta la cabeza entre las rodillas, le abre la boca violentamente y, con una cuchara, le va dando el aceite de bacalao.

Un día, en pleno forcejeo, el perro se libera de la maniobra de su amo, el tarro que este tenía sobre las rodillas va rodando hasta el extremo de la habitación y el perro va corriendo a lamerlo con fruición. No es que no le guste el aceite de bacalao, no le gusta la forma en la que se lo dan.

El ser humano está diseñado para aprender, tiene una curiosidad innata pero algunas formas de enseñar le resultan insoportables. No es que no le guste aprender, lo que no le gusta es la forma en que tratan de enseñarle.

Quiero dedicar este artículo a mi amiga Lola Alcántara, convencida animalista, amante de los perros y creadora del Proyecto Berta (nombre de una sus perras, ya fallecida). Se trata de un proyecto sin ánimo de lucro, que se dedica a rescatar y rehabilitar podencos del mundo de la caza para darles una vida mejor. El mundo sería más habitable (y los perros serían más felices) si todos fuésemos como Lola.

https://mas.laopiniondemalaga.es/blog/eladarve/2022/07/23/eres-un-animal-3/

domingo, 24 de julio de 2022

El videojuego que los médicos prescriben para tratar la hiperactividad en niños

Mientras que a muchos padres les preocupa que sus hijos pasen demasiado tiempo jugando videojuegos, Kelcey Sihanourath se complace al ver a su hijo Owain, de 13 años, tomar su tableta.

A Owain le diagnosticaron TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) cuando estaba en preescolar.

Desde entonces, la familia, que vive en la ciudad estadounidense de Savannah, Georgia, ha llevado a su hijo a ver a terapeutas ocupacionales para ayudarlo a afrontar mejor las tareas de la vida cotidiana.

También probaron el camino de la medicación, pero tuvieron que detenerlo después de que los medicamentos recetados exacerbaran las migrañas regulares del niño hasta enfermarlo.

Como el TDAH seguía afectando el rendimiento escolar de Owain a lo largo de los años, Kelcey "esperaba algo más, cualquier otra opción".

"Pude verlo luchando por entender por qué no podía concentrarse y la frustración que tenía cuando se esforzaba tanto y aún así se distraía", relata.

"Me rompió el corazón, pero me sentí atrapada y completamente inútil".

Un juego muy especial
La ayuda llegó al final de algo que inicialmente parece muy incongruente: un videojuego llamado EndeavorRx.

El juego EndeavorRx ve al usuario correr alrededor del universo.

EndeavorRx se convirtió en 2020 en el primer juego de este tipo aprobado por la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés) para su uso en el tratamiento del TDAH en niños.

El videojuego solo está disponible con receta médica en EE.UU. y a primera vista se parece mucho a otros juegos; consiste en controlar a un pequeño alienígena que corre en una nave espacial a través de diferentes mundos y tiene que recolectar cosas.

El software fue desarrollado en conjunto con neurocientíficos y está diseñado para estimular y mejorar áreas del cerebro que tienen un papel clave en la función de la atención.

La idea es que entrene a un niño con TDAH para realizar mejor varias tareas a la vez e ignorar las distracciones, con un algoritmo informático que mide su desempeño y personaliza la dificultad del juego en tiempo real.

Cuando los médicos lo recetan, a los padres del niño se les envía un enlace de activación que se necesita antes de comenzar a jugar.

Kelcey dice que era "un poco escéptica", pero a fines de 2020 Owain comenzó un programa de tres meses en el que debía jugar 25 minutos al día. Luego hizo otra ronda el año pasado.

"Él admitió que fue un poco más difícil de lo que esperaba", dice su madre. "Pero entendió que lo estaba haciendo para ayudar a mejorar su concentración. Se mantuvo supermotivado a pesar de las dificultades y frustraciones que surgieron".

Cambios positivos
Después de cada una de las sesiones de Owain, Kelcey anotó su comportamiento diario en la aplicación y siguió su progreso.

Pronto comenzó a ver pequeños cambios positivos en su comportamiento. Por ejemplo, prepararse para la escuela se había vuelto más fácil y no había mensajes negativos de los maestros.

Después de reprobar quinto grado, Owain empezó a obtener excelentes calificaciones en sus tareas.

"Ha sido asombroso ver a mi hijo tan exitoso, pero más aún, verlo tener confianza en sí mismo", dice Kelcey. "Ya no está molesto y confundido acerca de por qué simplemente no entiende".

Eddie Martucci, director ejecutivo de Akili, la firma de tecnología con sede en Boston detrás de EndeavorRx, dice que el juego fue diseñado para impulsar el progreso cognitivo.

Eddie Martucci ahora está considerando la expansión de EndeavorRx en el extranjero.

"Es algo que es muy difícil de conseguir por medios moleculares, como tomar una pastilla. Pero resulta que los estímulos sensoriales en realidad pueden activar directamente partes del cerebro que controlan la función cognitiva", señala.

Su compañía planea lanzar el juego en Europa en los próximos años.

Detección de problemas de salud mental
Esta no es la única compañía que ha intentado combinar lo lúdico con la tecnología para tratar asuntos del cerebro.

La aplicación británica Thymia está utilizando videojuegos para ayudar a médicos y profesionales relacionados a detectar y diagnosticar problemas de salud mental, en particular la depresión.

Uno de los juegos de Thymia hace que el usuario tenga que intentar memorizar objetos en movimiento, mientras que el otro es con cartas y también pone a prueba su memoria.

Además del desempeño del paciente en el juego, la aplicación también monitorea y evalúa sus comentarios y expresiones faciales, y accede a la cámara y el micrófono de su computadora o teléfono celular.

Thymia fue lanzado por Emilia Molimpakis, quien posee un doctorado en lingüística, neurociencia cognitiva y psicología experimental de la University College London (UCL).

Dirige la empresa con el cofundador, Stefano Goria, que tiene un doctorado en física teórica de la Universidad de Turín.

La aplicación de Thymia tiene como objetivo ayudar a diagnosticar problemas de salud mental.

Goria dice que la aplicación "reúne y extrae biomarcadores que son relevantes para comprender los síntomas de la depresión (...) de una manera útil y atractiva".

Tanto Akili como Thymia dicen que sus aplicaciones deben usarse de forma adicional a los controles y tratamientos existentes dirigidos por médicos, y no como un reemplazo.

La psicóloga de adolescentes británica Angela Karanja está de acuerdo.

"Si bien estos son inventos efectivos, deben usarse junto con los cuestionarios (de evaluación del paciente) existentes en la actualidad, cuya confiabilidad y validez han sido probadas y aceptadas, así como los aportes de los médicos, y también junto con otros tratamientos, no de forma aislada. ", dice Karanja.

El psicólogo británico Lee Chambers afirma que si bien el uso de tales videojuegos en el diagnóstico, seguimiento y tratamiento de las condiciones de salud mental aún se encuentra en las primeras etapas, parece tener "potencial".

"Participar en un juego tiene la capacidad de eliminar aspectos de la sensación de que estamos siendo probados y medidos", dice.

"Estos tipos de juegos de salud mental tienen la capacidad de ampliar el acceso y rastrear las variaciones en los datos de referencia que recopilan a lo largo del tiempo. Dado esto, tiene el potencial de ser un indicador temprano y mostrar patrones de una manera a la que actualmente no tenemos acceso", sostiene.

sábado, 23 de julio de 2022

_- ANTROPOLOGÍA Los universitarios miden tres centímetros más que los que solo tienen estudios de primaria.

_- Una investigación sobre la estatura de los nacidos en España revela el brutal impacto de la clase social en la salud y sugiere que el crecimiento de los españoles se ha estancado.



La estatura media es un indicador palmario de la calidad de vida de una población. 
Para comprobarlo, solo hace falta ponerse en la puerta de un colegio privado en una urbanización rica y después en la entrada de un colegio público en un barrio pobre. La altura es “el espejo de la condición de la sociedad”, según la definición clásica del pediatra británico James Tanner. La talla de los jóvenes llamados a filas sirvió históricamente para hacer un seguimiento exhaustivo de la estatura de los ciudadanos, pero el fin del servicio militar obligatorio en España en 2001 dejó a la comunidad científica sin este valioso registro. Un equipo de investigadores ha exprimido ahora los datos individuales de las encuestas nacionales de salud del Ministerio de Sanidad y ha obtenido un resultado demoledor: entre los hombres nacidos en la década de 1990, los universitarios miden tres centímetros más que los que solo tienen estudios de primaria. En las mujeres, esa diferencia alcanza los dos centímetros.

El sociólogo Antonio David Cámara, de la Universidad de Jaén, pone en contexto sus resultados. “Tres centímetros de media es brutal”, advierte. Cámara invita a mirar la estatura media de los hombres treintañeros actuales: 176 centímetros. Si a esa cifra se le restan tres centímetros, el resultado es lo que miden los nacidos en los años 60. Tres centímetros equivalen a décadas de desarrollo socioeconómico. “Un pobre de ahora tendría la estatura media de la población masculina de los años 60″, resume el sociólogo.

El equipo de Cámara ha escarbado en nueve encuestas nacionales y dos similares europeas —todas ellas investigaciones periódicas basadas en entrevistas personales en los hogares— realizadas desde 1987 por unas 74.000 personas, que tenían entre 23 y 47 años en el momento de responder. Sus resultados, pese a todo, son relativamente positivos, porque muestran que la desigualdad se ha reducido. Entre los hombres nacidos en los años 40, los universitarios son 4,5 centímetros más altos que los que solo tienen estudios primarios. En mujeres ni siquiera hay datos, porque apenas tenían acceso a la universidad.

Los investigadores han agregado minuciosamente los datos dispersos de las encuestas y han agrupado a las personas por su quinquenio de nacimiento, teniendo en cuenta además su nivel de estudios y la ocupación del “cabeza de familia” (la persona con mayores ingresos), tradicionales indicadores indirectos del estatus socioeconómico. La sociedad, en general, ha mejorado. Los hombres nacidos en los años 80 son cinco centímetros más altos que los nacidos en los años 40. En las mujeres, ese crecimiento solo alcanza los dos centímetros.

Tendencias de la talla promedio según su nivel educativo 
La hipótesis de Cámara es que “las mujeres son criaturas mejor equipadas biológicamente, más resilientes”, por lo que las condiciones adversas de la primera mitad del siglo XX afectaron más a la estatura de los hombres. “Lo que ha ocurrido en estos cuarenta y pico años es que se han alcanzado valores normales de dimorfismo sexual”, subraya el sociólogo. “Jamás en la historia de España ha habido tanta igualdad entre sexos como ahora. Y jamás ha habido tanta diferencia de estatura entre hombres y mujeres”, sentencia. “Una mujer española del presente es bastante más alta que un hombre español de mediados del siglo XIX”, añade.

Crecer a lo ancho y no a lo alto
El estudio, publicado en la revista especializada SSM - Population Health, destaca que la estatura, tras un crecimiento sostenido, “se estancó e incluso descendió” en los nacidos en los años 90. Los españoles, aparentemente, están dejando de crecer. Al biólogo holandés Gert Stulp, de la Universidad de Groninga, no le sorprenden los resultados del nuevo trabajo, en el que no ha participado. “Vemos este aplanamiento en la evolución de la estatura en toda Europa. También hay informes recientes de que los holandeses están menguando en Países Bajos, que es el país más alto del planeta”, explica Stulp. “Puede que nuestro entorno, en realidad, no esté mejorando. Nuestras dietas, por ejemplo, no son necesariamente mejores, y nuestros estilos de vida no son más saludables: estamos creciendo a lo ancho en vez de a lo alto”, reflexiona el investigador.

A los 19 años, los hombres de Países Bajos rozan los 184 centímetros de media, mientras que las mujeres superan los 170 centímetros, según un estudio publicado hace dos años por la biotecnóloga española Andrea Rodríguez, del Imperial College de Londres. En España, los hombres de esa edad llegan a un promedio de 176 centímetros, frente a los 162 centímetros de las mujeres. “En Países Bajos, uno puede especular que hay límites biológicos que impiden que el cuerpo humano crezca mucho más, de la misma manera que las personas nunca podrán correr los 100 metros en cinco segundos”, argumenta el biólogo holandés. “Si Países Bajos ha alcanzado ese límite, entonces también está claro que España aún no ha llegado”, zanja Stulp.

Se intuye que no solo hay un estancamiento, sino que incluso empezamos a perder altura
José Miguel Martínez Carrión, historiador

La nueva investigación también lleva la firma del historiador José Miguel Martínez Carrión, pionero en el estudio de la estatura en España. “Sabíamos que la altura de los españoles había registrado un crecimiento muy intenso a partir de los años 50, como consecuencia de los brutales cambios socioeconómicos, pero lo que no esperábamos es ver que las últimas cohortes [los nacidos en los años 90] no están creciendo. Se intuye que no solo hay un estancamiento, sino que incluso empezamos a perder altura”, explica Martínez Carrión, de la Universidad de Murcia.

El Ministerio de Sanidad realiza las encuestas nacionales desde 1987, pero Martínez Carrión afirma que, hasta ahora, no se habían exprimido los datos de la estatura de sus participantes. “La desigualdad ha disminuido desde los años 40, que es lo esperable por las prestaciones sociales en el Estado del bienestar, pero persiste. Esperábamos que hubiera una mayor convergencia [en la estatura media de las diferentes clases sociales]”, lamenta. Martínez Carrión y sus colegas recuerdan que en Francia las diferencias en la estatura, entre personas con distintos niveles de estudios, son incluso mayores. Se mantuvieron constantes en algo menos de cinco centímetros en los hombres y en torno a tres centímetros en las mujeres entre 1970 y 2003, según un estudio del Instituto Nacional de la Salud y la Investigación Médica francés.

Las diferencias en la estatura por niveles educativos en España no se habían estudiado hasta ahora, según destaca Martínez Carrión, pero sí se habían hecho otras investigaciones que también destapan la enorme desigualdad entre clases sociales. El equipo del antropólogo Carlos Varea ha buceado en archivos militares y ha descubierto que los jóvenes llamados a filas en Madrid en 1936, antes de la Guerra Civil, eran tres centímetros más altos en el burgués barrio de Salamanca que en la obrera Vallecas.

Varea, de la Universidad Autónoma de Madrid, recuerda que el periodo crítico para la estatura es la infancia, cuando la velocidad de crecimiento es máxima, incluso mayor que en la adolescencia. Esos primeros años son los más sensibles a los déficits nutricionales y a las enfermedades, pero también a factores menos tangibles, como la inestabilidad social, según recalca Varea. “Las poblaciones blancas del apartheid eran siempre más bajas que sus pares holandeses, pese a ser la élite socioeconómica y política de Sudáfrica”, expone el antropólogo. Su colega estadounidense Barry Bogin ha hablado de “la ecología del miedo”, tras publicar que la violencia en Guatemala afecta también a la estatura de las clases privilegiadas. Varea incide en esta idea: “El nuevo estudio muestra que en España se mantienen desigualdades que, a lo mejor, parece que se han atenuado desde el punto de vista socioeconómico. La estatura es muy sensible a un conjunto de condiciones que van más allá de la mera nutrición”.

viernes, 22 de julio de 2022

_- Niños de mantequilla

_- Me preocupa, como pedagogo y como padre, la formación del carácter de los hijos y de las hijas. También la de los alumnos y de las alumnas. ¿Estamos formando personas blanditas, que rehúyen el esfuerzo, que se acobardan ante la menor dificultad, que no soportan el mínimo fracaso? ¿Estamos criando niños de mantequilla que se derriten al más leve rayo del sol de la adversidad? Lejos de ir haciéndose resilientes con el paso del tiempo, se van debilitando de forma progresiva. Las consecuencias son nefastas. Se están jugando la vida. No solo porque van a vivir infelizmente sino porque pueden llegar a bordear el precipicio de la autodestrucción. ¿Cómo explicar, si no, las terribles cifras de suicidios de jóvenes? “Es más fácil criar niños fuertes que reparar hombres rotos”, dice Frederick Douglas.

Mucho me temo que, en ciertos ambientes, la sobreprotección de los padres esté causando graves daños a los hijos y a las hijas. El amor está lleno de trampas. Queremos ganar su afecto, les evitamos los esfuerzos, rebajamos al mínimo las exigencias, disculpamos los errores, nos deshacemos en elogios por un éxito insignificante, accedemos a las peticiones más extravagantes, les cedemos los mejores sitios, renunciamos al derecho de elegir qué programa de televisión vamos a ver en familia…“No es fácil amar a los hijos”, es el titulo de un interesante libro de Georges Snyders. Claro que no es fácil. Porque con el amor no basta. Y porque el amor esconde riesgos inquietantes.

Holderlin utiliza una interesante metáfora para hablar de la educación. Dice que los educadores forman a sus educandos como los océanos forman a los continentes, retirándose. Para que el continente emerja, las aguas tienen que retroceder. El peligro es anegarlos.

Lo que nos tienen que decir los hijos y los alumnos a los adultos es lo siguiente: “ayúdame a hacerlo solo”. No es bueno que digan: “hazlo por mí”, “piensa por mí”, “decide por mí”, “responsabilízate por mí”… Porque algunos, acomodados en la inoperancia, la pereza y la falta de esfuerzo, pueden sentirse más cómodos sin asumir ninguna responsabilidad. Es entonces cuando el adulto tiene que decir: “no, porque te quiero”. Hay que practicar la negativa a las demandas excesivas, caprichosas o irresponsables. Decir no es una forma de decir te quiero. Decir no es una forma de forjar el carácter. Un no firme y razonado, no caprichoso. Un no sensato, no sádico.

Hay padres que llevan la mochila de sus hijos, que les hacen las tareas, que critican a los profesores por corregirlos, que insultan al árbitro que les pita una falta en un partido de fútbol… He conocido padres que se han presentado en el Instituto para agredir a una profesora que ha suspendido a su hijo o que le ha dado un castigo, he visto a padres que se han presentado en la Facultad para quejarse de una nota con la que el profesor ha evaluado a su hijo. Ese chico, ¿no tiene pies para ir a la Facultad, no tiene valor para solicitar una revisión del examen, no tiene tiempo para celebrar una entrevista? ¿No le da vergüenza que, a su edad, le tengan que sacar las castañas del fuego…? Y aquí tenemos un caso de doble irresponsabilidad: la del padre por hacerlo y la del hijo por no hacerlo.

Conozco el caso de una madre que le pide a su marido que se deje ganar al tenis para que el niño de cinco años se sienta orgulloso de su victoria Consideraba que era una forma de animarle.

– Una forma irreal, falsa, mentirosa…, decía con razón el padre.

Hay niños que se acostumbran a tener en casa camareros, taxistas, cocineros, limpiadoras, enfermeras, guardaespaldas, planchadoras, cuidadoras… Y es lógico y justo que así sea mientras son pequeños e indefensos. Pero, de forma progresiva, tienen que ir haciéndose autónomos, independientes, autosuficientes. No es sano prolongar esa situación inicial de dependencia.

El primer día que el niño (o la niña, que a veces está más sobreprotegida por ser una niña) pueda peinarse solo, que lo haga. Lo que pasa es que los papás disfrutan haciéndolo y sintiéndose imprescindibles. El primer día que puedan cruzar la calle solos, que no les lleven de la mano. El primer día que puedan viajar solos, que lo hagan. Todo esto significa que hay que asumir algunos riesgos. Decía María Montessori que cualquier ayuda innecesaria es un obstáculo para el desarrollo.

Algunos niños piensan que el dinero cae del cielo o que se fabrica en máquinas ocultas que los padres manejan mientras ellos duermen, creen que todo se lo merecen y que tienen derecho a todo lo que les dan y a todo a lo que no les dan. No son conscientes del sacrificio que cuesta ganar el dinero necesario para satisfacer necesidades y caprichos.

Tienen que aprender que hay formas de comportarse adecuadas e inadecuadas, responsables e irresponsables, egoístas y generosas. Y que no da igual elegir unas u otras. Porque existen consecuencias a las que deben hacer frente.

Desarrollar la tolerancia a la frustración es muy importante porque la vida no siempre es un camino de rosas. Afrontar pequeñas dificultades prepara para superar otras mayores.

La educación se realiza en el presente pero se proyecta hacia el futuro. La sobreprotección puede generar una situación placentera en el momento pero, lamentablemente, destruye las bases para hacer frente a las dificultades futuras. Es curiosa la trampa de la sobreprotección. Queremos cuidarlos tanto que les hacemos daño, les abrazamos con tanta fuerza que les asfixiamos.

Una cosa es proteger y otra, muy distinta, sobreproteger. La protección es necesaria, la sobreprotección es dañina y tiene graves secuelas. He aquí algunas muy notables:

Destrucción del autoconcepto y de la autoestima. Porque, a fuerza de mostrarles una y otra vez nuestra ayuda y nuestra protección, acaban por pensar que ellos no saben o no pueden hacerlo por sí mismos.

Inseguridad emocional. Se sienten inseguros porque siempre se han fallado a sí mismos ya que eran otros quienes, sin llamarlos, venían en su ayuda. era otros quienes les solucionaban los problemas.

Debilitación de la voluntad. Para fortalecer la voluntad hay que ejercitarla. No se consigue la fortaleza sin entrenamiento.

Dificultad para comunicarse. Al no considerarse valiosos para sí mismos piensan que tampoco lo son para los demás.

Mi querida amiga Cristina Gutiérrez Lestón, directora de La Granja, dice que hay padres que preparan el camino a sus hijos y otros que preparan a sus hijos para el camino. Son dos actitudes opuestas. Cuando se les prepara el camino, se quitan los obstáculos, se colocan señales, se aplaude el avance o, incluso, se les lleva a cuestas… no se piensa que se les está haciendo inútiles y que los padres no van a estar ahí siempre… Sin embargo, cuando se les prepara para el camino, se les hace autónomos para recorrerlo, tenga dificultades pequeñas o grandes.

Acostumbrados a oír hablar de derechos, a exigirlos o, más bien, a que otros luchen por ellos, se han olvidado del correlato de las obligaciones.

La periodista americana Abigail Van Buren dice: “Si usted quiere que su hijo tenga los pies sobre la tierra, cuélguele alguna responsabilidadsobre sus hombros”.

En la vida hay fracasos dolorosos, decepciones inesperadas, errores desastrosos, hechos desagradables, personas crueles, situaciones difíciles, muerte de seres queridos, rupturas amorosas, traiciones incomprensibles, jefes tóxicos, enfermedades horribles, trabajos ingratos… Para afrontarlos, hace falta fortaleza y espíritu de sacrificio. No se puede hacer solamente aquello que nos agrada, no es posible limpiar el camino de obstáculos… Hay que aprender a superar la adversidad. Tienen que saberlo los hijos y las hijas. Saberlo y hacerlo.

Lean el libro de Luis Rojas Marcos titulado “Superar la adversidad”. No es que su lectura les vaya a eliminar los obstáculos, pero quizás encuentren algunas estrategias para sortearlos y algunas sugerencias para trabajar con sus hijos y sus alumnos en el fortalecimiento de la voluntad.

El Adarve

jueves, 21 de julio de 2022

_- Entrevista a David McNally, activista y profesor en la Universidad de Houston “Necesitamos un marxismo que capte el horror que la gente experimenta en su vida”


_- El marxismo gótico de David McNally, activista y profesor en la Universidad de Houston, explora las fuerzas invisibles con las que el capital domina la vida social, así como los imaginarios que movilizan zombis y vampiros para detectarlas. Es autor de los libros ‘Monstruos del mercado’ y ‘Blood and Money’.

David McNally escribió Monstruos del mercado: zombis, vampiros y capitalismo global en 2011, a la sombra de la gran crisis financiera que estalló en 2007 y la depresión económica que continuó, y de la que aún hoy sufrimos sus consecuencias. Publicado en español por Levanta Fuego, con traducción de José Luis Rodríguez, Monstruos del mercado proyecta una mirada fascinante sobre las monstruosidades del capitalismo y las diferentes formas ‘fantasmales’ que este adopta, desde su surgimiento en Inglaterra hasta su expansión colonial en África o su contemporánea eclosión global. Por medio de abundantes referencias a la literatura y la cultura popular, el marxismo gótico de McNally explora las fuerzas invisibles con las que el capital domina la vida social, así como los imaginarios que movilizan zombis y vampiros para detectarlas. De este modo, ofrece un retrato crudo pero estimulante sobre los vínculos entre cultura y economía en el mercado global actual. Monstruos del mercado, que recibió el prestigioso Premio Deutscher Memorial en 2012 a la obra marxista más innovadora, es una obra intensa y desgarradora, que además contribuye a subrayar la importancia de la literatura y la ficción para la educación y la crítica política.

Activista y profesor de Historia y Economía en la Universidad de Houston, McNally nos habla aquí de las motivaciones detrás de su trabajo; de las formas monstruosas del capital durante su expansión colonial que continúa adoptando hoy; de la riqueza “transdisciplinar” de la obra de Marx y el papel de la literatura en ella; y de la relación entre Monstruos del mercado y su último libro, Blood and Money [Sangre y dinero], donde persiste la visión esperanzadora de este autor canadiense sobre los insurgentes “monstruos de la revuelta”.

En muchas sociedades, separar a la gente de su tierra ha sido visto como un acto maligno y demoníaco. Sin embargo, en la sociedad capitalista tomamos esa desposesión como algo natural

¿Cuál fue el contexto y cuáles las referencias que inspiraron la escritura de tu libro? ¿Qué monstruos dominaban aquel momento?

Durante muchos años había investigado los procesos históricos de mercantilización y el desarrollo de los mercados del trabajo asalariado. Había observado con regularidad que la gente experimentaba la desposesión de su tierra y la necesidad de vender su fuerza de trabajo como algo extraño y monstruoso. En muchas sociedades, separar a la gente de su tierra ha sido visto como un acto maligno y demoníaco. Sin embargo, en la sociedad capitalista tomamos esa desposesión como algo natural. También había estado escribiendo sobre Walter Benjamin y Bertolt Brecht y la idea de que, para ver esta ‘extrañeza’ del capitalismo, la gente de las sociedades capitalistas ‘desarrolladas’ necesita estar distanciada (o alienada) de nuestros modos de pensamiento cotidianos. Me llamó la atención que, en la era de la globalización capitalista, en algunas partes del Sur Global la gente utilizaba imágenes de monstruosidad para representar los cambios bruscos que se producían en sus vidas. Quería explorar cómo la gente de esas zonas hacía uso de imágenes de trabajadores zombis y capitalistas vampíricos para que sus vidas tuvieran sentido. Tuve la corazonada de que estas imágenes podrían relacionarse con otros tropos monstruosos —como el de la criatura de Frankenstein— que surgieron con el nacimiento del capitalismo industrial.

¿Cómo ha cambiado ese contexto? ¿Cómo se relaciona tu libro con las diferencias y las continuidades que hay entre aquel y el contexto actual en el que vivimos? ¿Qué fantasmas rondan hoy nuestro mundo y cuáles serían las monstruosidades que marcan los cuerpos y las experiencias actuales?

El cambio reciente más importante en el contexto es la depresión económica mundial de 2009-10 y la proliferación de movimientos de protesta —desde Occupy Wall Street hasta los movimientos de las plazas y la Primavera Árabe— que surgieron tras ella. Había terminado de escribir la mayor parte de Monstruos del mercado cuando comenzó esa crisis y la nueva ola de protestas. En ese momento, los monstruos de nuestra época aparecieron con nuevos disfraces, como los banqueros de Wall Street, los líderes de la troika en Europa o políticos como Hosni Mubarak en Egipto. Luego, cuando los bancos centrales pusieron a las corporaciones y a los bancos privados en soporte vital con dinero barato, la idea de las “empresas zombi” o “firmas zombi” tomó fuerza. Lo más importante para los anticapitalistas es que, durante un breve periodo de tiempo, las clases dirigentes se vieron sorprendidas por la aparición de nuevos monstruos de la revuelta. Los jóvenes, las mujeres, la gente de color y los trabajadores urbanos se unieron para tomar las plazas de las ciudades, lanzar huelgas generales, derribar gobiernos y construir movimientos en defensa de las vidas negras. Ese momento pasó. Pero como todavía vivimos a la sombra de la crisis mundial de 2009, esos monstruos de la revuelta pueden volver a surgir en cualquier momento.

Los monstruos de nuestra época aparecieron con nuevos disfraces, como los banqueros de Wall Street o los líderes de la troika en Europa. Ese momento pasó. Pero como todavía vivimos a la sombra de la crisis mundial de 2009, esos monstruos de la revuelta pueden volver a surgir en cualquier momento

¿Cómo describirías el marxismo gótico? ¿Cómo sirve lo gótico para entender las aportaciones de Marx y el marxismo, y cómo puede contribuir el marxismo a entender lo gótico en su relación con la realidad?

Lo central para el marxismo gótico es la idea de que necesitamos imágenes y lenguaje con los que expresar la extrañeza y monstruosidad del capitalismo y la invisibilidad de las fuerzas que nos dominan. No basta con decir que el capitalismo es injusto y explotador, aunque eso sea cierto. Necesitamos un marxismo que capte el horror y el miedo que la gente experimenta en su vida cotidiana. Marx comprendió que el capitalismo sofoca a las personas, que las reduce a meros instrumentos de trabajo al servicio del capital. Incluso nos dice que los vivos están dominados por el “trabajo muerto” (máquinas, fábricas e instrumentos de producción); insiste en que el capital es un vampiro. Más aún, sostiene que los poderes del capital son “fantasmales” o “espectrales”. No se pueden ver las leyes del mercado mundial y, sin embargo, determinan si tienes trabajo, si vives en la pobreza y con mala salud, cuánto tiempo vivirás, y demás. Las fuerzas invisibles ejercen así poderes de vida y muerte. Todo esto es profundamente gótico. Pero con demasiada frecuencia los escritores de la izquierda asumen que simplemente necesitamos explicar con un discurso desapasionado y “científico” lo que está mal en el capitalismo. El marxismo gótico insiste en que tenemos que dar voz a los gritos de horror que acompañan a la vida en esta sociedad mortífera y alienante. Y nos insta a desarrollar imágenes que capten algo de los poderes invisibles que nos dominan. Donde el marxismo puede profundizar en lo gótico es insistiendo en que este mundo de criaturas mortales y fantasmales no es un mundo extraño a este, “otro mundo”. Se trata de una dimensión crucial del mundo de la explotación y la desigualdad cotidianas muy palpable.

Expones que las figuras de Frankenstein y del vampiro sirven para entender los traumas provocados por la llamada acumulación primitiva del capitalismo. ¿Cómo afectaron estos imaginarios a la visión de Marx sobre el capitalismo y sus horrores?

Estar separado de lo que sostiene tu vida es traumático. Esto se aplica no sólo a la separación de la gente. También es válido para la separación de la tierra, el agua, los bosques y otras criaturas. Así pues, la acumulación primitiva es violenta en el sentido más profundo. Y parte de esa violencia es psíquica y afectiva. Proviene de la perturbación y la destrucción de los modos de vida. Cuando se produce esa destrucción, las personas que han sufrido el despojo masivo —campesinos, africanos esclavizados, pueblos indígenas— se convierten en parias y son tratadas como menos que enteramente humanos. Esa es, por supuesto, la historia de la criatura de Frankenstein. Ha sido creado por la sociedad, pero es expulsado, perseguido y tratado como un monstruo peligroso. Esos son los elementos clave de la historia de la acumulación primitiva global del capital. El vampiro, por supuesto, representa las fuerzas del capitalismo que viven de las energías vitales —la propia carne y sangre— de los demás. No debería sorprendernos entonces que Marx compare al capital con un vampiro y denuncie su “hambre de hombre lobo” por el trabajo vivo.

Lo central para el marxismo gótico es la idea de que necesitamos imágenes y lenguaje con los que expresar la extrañeza y monstruosidad del capitalismo y la invisibilidad de las fuerzas que nos dominan

¿Cómo se relacionan estas representaciones con la expansión colonial europea y sus horrores, en particular en lo relativo a —parafraseando a Walter Rodney— “cómo Europa subdesarrolló África”? ¿Cómo resuenan hoy en día y qué formas culturales adoptan?

No debemos olvidar la ira que recorre el relato de Marx sobre la acumulación primitiva. Denuncia el exterminio de los pueblos indígenas y el comercio de los africanos esclavizados; se enfurece con los latigazos infligidos a los mendigos y a los pobres. Nos insta a recordar que el capital llega al mundo “chorreando sangre y suciedad”. Marx comprendió las barbaridades del colonialismo, pero no vivió la era del “alto imperialismo” que comenzó en la década de 1880 y estalló en conflicto durante las guerras mundiales del siglo XX. Desde entonces, hemos necesitado nuevos registros del horror para describir los crímenes del colonialismo y del fascismo que, como insistió Aimé Césaire, están interconectados. Esto significa que el marxismo debe estar hoy aún más en sintonía con los horrores de nuestro mundo. Y esos horrores incluyen el dolor psíquico de los colonizados. Esta es una de las dimensiones que Frantz Fanon captó cuando dijo que el marxismo necesita ser “estirado” hacia las condiciones coloniales. No era un llamamiento a abandonar el marxismo, sino a modificarlo, enmendarlo y ampliarlo para que pueda captar todas las dimensiones del horror colonial.

Dedicas parte de tu libro a explorar estos aspectos en la obra del escritor nigeriano Ben Okri, que escribió un poderoso y conmovedor poema a las víctimas del incendio de la Torre Grenfell, en junio de 2017. Víctimas de un “crimen social” —para usar las palabras de Engels—, las personas que vivían en Grenfell, en su mayoría racializadas, habían emigrado del Sur Global en busca de “una vida mejor” para acabar muriendo en el Norte Global. ¿Qué dice esto sobre la globalización y sus monstruos? ¿Nos ayuda la obra de Okri, por ejemplo, sus estrategias con respecto a la desfamiliarización de lo urbano y el mercado, a entender tragedias como ésta, que en este caso tienen lugar en el Norte?

Ben Okri tiene un poder único para imaginar el capitalismo por medio de las expresiones de la magia y la monstruosidad. Ve los horrores interpersonales y sociales de la vida cotidiana como manifestaciones de un sistema que la gente no controla ni comprende. Así, las tragedias aparecen como si fueran discretas rupturas de la vida normal. Pero Okri quiere mostrar los patrones profundos que operan. Nos ayuda a imaginar fuerzas sistémicas que no se ven ni se comprenden. Para ello, utiliza imágenes sobrenaturales y mágicas para describir las fuerzas deshumanizadoras que dominan la vida de las personas. Y no se priva en mostrarnos que se trata de fuerzas letales que ejercen poderes de vida y muerte. Sus novelas de la trilogía a la que pertenece El camino hambriento, ambientadas en Nigeria, entrelazan las creencias sobrenaturales del África occidental con una crítica al colonialismo y al capitalismo. Hay una inmensa solidaridad con los oprimidos que anima su obra. Y esa estaba muy presente en su poema en memoria de las víctimas del incendio de la Torre Grenfell.

Marx comprendió las barbaridades del colonialismo, pero no vivió la era del “alto imperialismo” que comenzó en la década de 1880 y estalló en conflicto durante las guerras mundiales del siglo XX. Desde entonces, hemos necesitado nuevos registros del horror para describir los crímenes del colonialismo y del fascismo

Marx era un devoto de la literatura, que hacía muchas referencias en sus textos a obras literarias y planeaba escribir algunas obras específicas sobre literatura, y tú has rescatado algunos de esos aspectos en Marx para explorar sus contribuciones. ¿Cómo afectó la literatura a los escritos de Marx y al desarrollo de sus concepciones del mundo?

Marx es un escritor de inmenso poder imaginativo. Una de las cosas más sorprendentes de sus escritos es que son lo que ahora llamaríamos obras “transdisciplinarias”. Para Marx, la filosofía, la literatura, la economía política y la historia se ocupan de los mismos problemas fundamentales sobre cómo lograr la libertad, la verdad y el florecimiento humano. Cada una de estas formas de ver el mundo aporta ideas y perspectivas únicas a la tarea de entender el mundo para cambiarlo. Además, Marx busca imágenes y conceptos que nos permitan comprender el funcionamiento interno de ese misterioso sistema llamado capitalismo. Y aquí recurre a menudo a la imaginería literaria. Personajes y expresiones de Shakespeare, Goethe y Balzac salpican sus textos, incluso aquellos más rigurosos desde el punto de vista teórico. Y pretende que nos tomemos todos ellos muy en serio. A menudo utiliza estas imágenes con intención satírica y cómica. Marx ridiculiza con frecuencia a quienes llevan las riendas del poder y nos muestra que son bufones engreídos y vanidosos, aunque peligrosos. Marx se habría dado un banquete con gente como Donald Trump y Jair Bolsonaro. Cuando leemos a Marx, tenemos que recordar que sus textos son multidimensionales, y que podemos obtener conocimientos únicos leyéndolos como filosofía, como economía política, como historia y como literatura. Pero las chispas de iluminación realmente saltan cuando los leemos en todos estos registros simultáneamente.

¿Ha infravalorado el marxismo (después de Marx) el papel de la literatura en sus esfuerzos por “explicar” el mundo?

Sí. Ha habido una desafortunada tendencia de los académicos a leer a Marx dentro de estrechas tradiciones disciplinarias que él no habría aceptado. Él escribía obras de ciencias humanas que no respetaban ninguno de esos límites disciplinarios. Y valoraba mucho los modos literarios de comprensión. Todos sabemos que la literatura tiene una inmensa fuerza imaginativa para fines educativos y Marx era especialmente consciente de ello. Al leer una novela o ver una obra de teatro, nos relacionamos con los personajes y las situaciones dramáticas de una manera que está fuera de nuestras experiencias cotidianas normalizadas. A través de estas experiencias imaginativas podemos llegar a ver y entender nuestro mundo de forma única. Esta es una de las razones por las que la casa de los Marx practicaba una especie de “culto a Shakespeare”. Estas formas literarias de imaginar nuestro mundo nunca estuvieron lejos del pensamiento de Marx. Podemos entender mejor lo que hace en un libro como El capital si somos receptivos a su uso de referencias e imágenes literarias, algo que con demasiada frecuencia se ha subestimado.

Me gustaría preguntarte por la relación entre Monstruos del mercado y tu última obra, Blood and Money [Sangre y dinero]. ¿Cuál es el vínculo entre la sangre y el mercado en el capitalismo? ¿Cómo representa el dinero sus monstruosidades y cuáles son las formas que estas adoptan actualmente en nuestro mundo?

La sangre es, por supuesto, un símbolo de la vida. Por eso es muy interesante que con el auge del capitalismo se dijera que el dinero circulaba como la sangre. Se sugirió que el dinero podría sustituir a la sangre, que podría convertirse en un nuevo medio para mantener la vida humana. Esto, por supuesto, es una contradicción dialéctica. El dinero sólo puede convertirse en una fuerza vital a través de la muerte, a través del derramamiento de sangre. De hecho, la expansión de las formas de vida monetizadas se llevó a cabo mediante el derramamiento de sangre a escala masiva. Marx cuenta esta historia en su relato de la acumulación primitiva de capital. Así que, cuando escribí Blood and Money, estaba pensando en la monstruosidad literal del ascenso del capitalismo: en la forma en que estaba ligado a la muerte de decenas de millones de pueblos indígenas, al secuestro y la migración forzada de millones de africanos y a las constantes guerras coloniales. El hecho de que los gobernadores fundadores del Banco de Inglaterra fueran inversores en el comercio de esclavos resume mucho de esto. Además, quería mostrar cómo la desposesión forzosa de millones de personas hizo inevitable la muerte —tanto la muerte social asociada a la esclavitud como las muertes reales de aquellos que perecieron con la destrucción de sus modos de vida anteriores—. Hoy en día, gran parte de esto se hace a través de la extensión global del poder corporativo, los acuerdos de ‘libre comercio’ y los programas de ajuste estructural impuestos por instituciones como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. El proceso no parece tan directa e inmediatamente violento como lo era durante el auge del capitalismo. Pero en realidad, es igualmente mortífero. Se sigue derramando sangre por dinero y yo quería mostrar cómo esto ha llegado a ser una realidad dominante de nuestra época. Por último, quería mostrar que el futuro podría seguir perteneciendo a los monstruos de la revuelta; a los movimientos insurgentes que manifiestan “no a la sangre por dinero”.

@AlejoPedregal

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/pensamiento/entrevisa-david-mcnally-monstruos-mercado-necesitamos-marxismo-capte-horror-miedo

miércoles, 20 de julio de 2022

_- MEDICINA. Alberto Ascherio, médico: “Si no tienes el virus de la enfermedad del beso, tu riesgo de desarrollar esclerosis múltiple es prácticamente cero”

_- El epidemiólogo de la Universidad de Harvard ha descubierto la causa principal de una de las enfermedades más enigmáticas


El epidemiólogo italiano Alberto Ascherio ha resuelto este año uno de los grandes misterios de la medicina. En enero, su equipo demostró que el virus de Epstein-Barr, culpable de la enfermedad del beso, también es “la causa principal” de la esclerosis múltiple, un enigmático trastorno en el que se destruye la envoltura de las neuronas, como si se pelasen los cables eléctricos del cerebro y la médula espinal. Los pacientes, diagnosticados habitualmente cuando son veinteañeros o treintañeros, pueden empeorar en algunos casos hasta tener dificultades para hablar y caminar. Los tres millones de personas que viven con esclerosis múltiple en el mundo no sabían hasta ahora cuál era el auténtico detonante de su enfermedad.

Pregunta. Si no estás infectado con el virus de Epstein-Barr, ¿Cuál es tu riesgo de tener esclerosis múltiple?

Respuesta. Prácticamente cero. Probablemente, la esclerosis múltiple no se desarrolla si una persona no está infectada con el virus.

P. Ustedes han afirmado que el virus es “la causa principal” de la esclerosis múltiple. El virólogo Jeffrey Cohen, de los Institutos Nacionales de la Salud de EE UU, ha declarado que él prefiere tener cuidado con la palabra “causa” y habla de “precondición necesaria”. ¿Qué opina?

R. La verdad es que yo no lo creo así. Es un poco paradójico, porque decir que es un factor necesario implica que es un factor causal del 100% de los casos. Cuando yo digo que es una causa, digo que es el factor causal del 99,9%, un poquito menos.

P. Usted sí cree entonces que el virus de Epstein-Barr causa la esclerosis múltiple.
R. Sí, yo creo que no hay duda de que la esclerosis múltiple es una complicación rara de la infección con el virus de Epstein-Barr, pero siempre hay otros factores. ¿Qué cómo es posible que un virus tan común cause una enfermedad rara? Pues esto no es una excepción, es la regla. El virus de Epstein-Barr causa el linfoma de Burkitt, que es un linfoma raro, y también causa carcinoma nasofaríngeo, que también es muy raro. Muchos virus causan raramente enfermedades graves.

P. ¿Por ejemplo?
R. El virus de la poliomielitis, por ejemplo, infectaba a casi todos los niños antes de que existiera la vacuna. Y uno de cada 400 niños tenía poliomielitis paralítica, pero los otros 399 no la tenían. Siempre hay una predisposición genética, factores ambientales, otras infecciones o un conjunto de factores. Es lo mismo que ocurre con la Covid: algunas personas se mueren y otras no tienen síntomas. No hay duda de que la esclerosis múltiple es una complicación rara de la infección con el virus de Epstein-Barr.

P. ¿Podría haber otra causa de la esclerosis múltiple que no fuese el virus de Epstein-Barr? ¿Hay otro candidato?
R. No, en nuestro estudio investigamos todos los virus conocidos y ningún otro emerge como posible candidato. En la esclerosis múltiple, el virus desata un proceso autoinmune inflamatorio complejo. Es posible, en situaciones muy raras, que este proceso se desarrolle sin conocerse la causa o que no podamos excluir la opción de otro virus. Pero serían casos muy raros.

P. Casi todas las personas tienen el virus de Epstein-Barr en su saliva.
R. Sí, se reactiva periódicamente. Si paramos a personas por la calle y les hacemos un test, el 20% darán positivo en ese momento. Pero puedes dar negativo ahora y, en dos semanas, dar positivo. La excreción del virus es intermitente.

P. El virus de Epstein-Barr es como otros miembros de la familia de los herpesvirus: puede integrar su ADN en tu propio ADN, dentro de las células humanas.
R. Se puede integrar en el ADN humano, pero en la mayoría de las personas el ADN del virus se queda en una pequeña bolita dentro de la célula humana. Se conecta al ADN humano cuando la célula se reproduce. Al dividirse la célula humana en dos, el virus también se reproduce.

P. ¿Es posible entonces imaginar un tratamiento que elimine el virus de nuestras células?
R. En teoría, sí. Lo que se puede hacer es bloquear la replicación del virus cuando la célula se reproduce.

P. ¿Usted cree que si se elimina el virus de una persona con esclerosis múltiple es posible que se cure?
R. Eso es lo que no se sabe, honestamente. Nosotros demostramos que el virus causa la enfermedad, pero hay dos aspectos: puede causar solo el inicio de la enfermedad o además causar su progresión. Es casi seguro que si el virus está presente siga estimulando esta respuesta autoinmune. Es probable, pero no es seguro. También es posible que, incluso eliminando el virus, este proceso inmunitario siga por su cuenta. Todavía no sabemos la respuesta.

P. Sería increíble que funcionase.
R. Sería increíble y creo que es algo que hay que estudiar. La única forma de saberlo, en mi opinión, es probar tratamientos antivirales. Hay algunos estudios en curso, como un ensayo que se está haciendo con células inmunitarias que matan al virus, células T citotóxicas específicas contra el virus de Epstein-Barr. Nosotros mismos intentamos hacer estudios con algún antiviral que tiene eficacia contra el virus, pero no tenemos una bala mágica, un fármaco que mate al virus de forma definitiva. Hay fármacos con actividad intermedia, que disminuyen la proliferación, pero no sabemos si será suficiente.

P. ¿Sus últimos resultados han impulsado la investigación de la enfermedad?
R. Sí, yo creo que mucho, a todos los niveles y, especialmente, en cuanto a las vacunas, porque esa sería la forma más lógica de actuar. Si lo que causa la esclerosis múltiple es una respuesta inmunitaria muy agresiva contra el virus, una vacuna podría modular esa respuesta de forma que sea menos agresiva. La empresa estadounidense Moderna tiene ahora una vacuna experimental contra el virus de Epstein-Barr.

P. ¿Entendemos bien cómo se comporta el virus en una persona que tiene esclerosis múltiple?
R. En realidad, no. Todavía no lo entendemos bien. Hubo una serie de investigaciones en 2007 que demostraron que en las lesiones de esclerosis múltiple hay células infectadas con el virus, que el virus se reactiva, que el sistema inmunitario ataca estas células y eso causa toda la inflamación alrededor y daña la mielina (la envoltura de las neuronas). Los resultados parecían muy contundentes, pero después otros laboratorios no lograron reproducir esos resultados. Y otros más recientemente sí lo han hecho. Son estudios difíciles, en los que se está trabajando con material de autopsias de personas que murieron por esclerosis múltiple. Es una enfermedad que dura décadas, así que estamos intentando entender cómo se inició el proceso inflamatorio mirando 10 años después. No es fácil.

P. ¿Qué otros virus están implicados en el desarrollo de enfermedades autoinmunes?
R. La verdad es que no hay evidencias muy claras. El propio virus de Epstein-Barr probablemente se asocia con un mayor riesgo de lupus eritematoso sistémico, pero la mayoría de las enfermedades autoinmunes se consideran de causa desconocida. Es probable que las infecciones tengan un papel, pero no se ha demostrado de forma clara.

P. El riesgo de esclerosis múltiple en los fumadores es el doble que en los no fumadores. ¿Por qué?
R. Los mecanismos no están claros. Es posible que la inflamación pulmonar pueda tener alguna interacción con el virus de Epstein-Barr.

P. ¿Y qué pasa con el resto de factores de riesgo de la esclerosis múltiple, como la obesidad infantil?
R. De los factores que se pueden corregir, probablemente el factor más importante sea la deficiencia de vitamina D. El segundo sería el hábito de fumar. La obesidad infantil está asociada a la deficiencia de vitamina D. Algunas personas creen que hay un efecto de la obesidad independiente del efecto de la vitamina D, pero yo no estoy al 100% seguro.

En el párkinson, la conclusión principal es que la actividad física tiene un efecto protector
P. En su laboratorio también estudian el papel de los fármacos, la dieta y el estilo de vida en el riesgo de párkinson. ¿Tienen ya alguna conclusión?
R. En el párkinson, la conclusión principal es que la actividad física tiene un efecto protector. Respecto a la dieta, tenemos resultados interesantes, pero con un nivel de certidumbre que no es tan fuerte. La dieta mediterránea y los flavonoides, que son componentes antioxidantes, se asocian a un riesgo reducido de párkinson. Demostrar la causalidad es complejo. Estamos estudiando la fase inicial del párkinson y vemos que la dieta mediterránea se asocia con una menor frecuencia de estos primeros síntomas. No estamos hablando de que se pueda prevenir el 90% de los casos con la dieta mediterránea, estamos hablando de prevenir entre el 10% y el 15%. Es prometedor, porque es lo mejor que tenemos después de la actividad física, pero no vamos a eliminar el párkinson con la dieta. Aunque sí podemos eliminar la esclerosis múltiple con una vacuna.

P. ¿Cuál es la hipótesis principal sobre la causa del párkinson?
R. Hay factores de riesgo, por ejemplo, la exposición a pesticidas. Yo creo que es casi seguro que aumenta el riesgo de párkinson, pero estamos hablando de duplicar el riesgo. La gran mayoría de las personas con párkinson no tienen una exposición sustancial a pesticidas. Yo creo que las causas son muy complejas, con muchos factores que contribuyen. Hay un 10% o un 15% de los casos que tienen mutaciones genéticas. En el resto de los casos no se sabe.

P. Los hombres tienen un riesgo 1,5 veces mayor que las mujeres de tener párkinson. ¿Esto por qué puede ser?
R. Sí, es más común en los hombres y tampoco se sabe por qué. Las diferencias en el riesgo de enfermedad entre hombres y mujeres son habituales. La esclerosis múltiple es más común en las mujeres. En la mayoría de los casos no se sabe. Se habla de las hormonas, claro, pero no se entiende de verdad.

https://elpais.com/salud-y-bienestar/2022-07-13/alberto-ascherio-medico-si-no-tienes-el-virus-de-la-enfermedad-del-beso-tu-riesgo-de-esclerosis-multiple-es-practicamente-cero.html#?rel=lom