jueves, 21 de noviembre de 2013

Vidas y muertes de ciclistas. Las bicicletas son para el verano, pero no tienen defensa contra la barbarie

La bella chica de la bicicleta
La bicicleta es una máquina tan literaria que cuando estaba casi recién inventada ya empezó a circular por las novelas. Leyendo este verano Misericordia he descubierto algo que no recordaba de esa novela asombrosa, que se publicó en 1897: uno de los personajes alquila una bicicleta para ir de Madrid a El Pardo. En el Madrid de arrabales macabros y personajes desgarrados que Valle-Inclán aprendió a mirar y a escuchar gracias a Galdós —dándole el pago ingrato que aún se le sigue celebrando— esa bicicleta insospechada es un sobresalto ágil de vida moderna en medio del atraso, el oscurantismo, la injusticia cruda y el pobreterío. Uno quisiera saber algún detalle más sobre ella, y se la imagina elevada y veloz, democrática, futurista, circulando entre carretones lentos, entre jinetes arrogantes y coches de caballos de la aristocracia. Marcel Proust sentía debilidad por todas las formas de transporte moderno, en particular los automóviles y los aeroplanos, pero cuando quiso contar la visión primera de las “muchachas en flor” que deslumbran a un adolescente en la claridad de un paseo marítimo las describió montadas en bicicletas, avanzando en bandadas con tules blancos y esos vestidos deportivos libres de perifollos barrocos y agobios de corsés que el hábito del ciclismo permitió a las mujeres en el cambio de siglo. H. G. Wells observó que cada vez que veía a un adulto subido en una bicicleta crecía su confianza en la posibilidad de un mundo mejor. Casi no hay adulto más difícil de imaginar en bicicleta que Henry James, tan estirado siempre en sus retratos, pero hay constancia de que intentó aprender a montarla, aunque con consecuencias desastrosas. Se lanzó por un camino rural y perdió el control de su bicicleta, atropellando, aunque no gravemente, a una niña que jugaba a la puerta de una granja. Que esa niña llegara a ser de mayor Agatha Christie (1) es uno de esos grandes azares que a los aficionados a la literatura y al ciclismo nos maravillarán siempre.
A Ramón Casas  le gustaba sugerir un erotismo moderno de mujeres ciclistas, mujeres en automóviles, mujeres fumadoras de cigarrillos. En uno de los mejores cuentos escritos en español, y también uno de los más tristes, La cara de la desgracia, Juan Carlos Onetti recobra de Proust el motivo del veraneo y de la muchacha ciclista. Pero quien la mira pasar desde un balcón es un hombre desolado que gracias a ella revive, deshaciéndose de deseo y ternura. Una figura en bicicleta es pasajera, pero no tan rápida que sea también fugaz. La vertical necesaria favorece el perfil. El ritmo del pedaleo resalta la belleza de las piernas.

Pero la cumbre del arte inspirado o alentado en torno a las bicicletas es quizás un corto de  François Truffaut de 1957, Les mistons, un poema visual de 17 minutos que consiste sobre todo en largos planos sinuosos de una mujer muy joven, la actriz Bernadette Lafont, pedaleando descalza en una bicicleta, las piernas desnudas, el pelo y la tela del vestido liviano agitados por la brisa de la velocidad.
La bicicleta es una máquina silenciosa y perfecta, como un velero, tan práctica que uno se asombra de que también sea tan poética. Las bicicletas son para el verano, le dice un padre a su hijo adolescente en esa comedia triste en la que Fernando Fernán-Gómez  puso lo mejor de su talento y lo más verdadero de su memoria y de su imaginación, el infortunio de crecer en una ciudad en guerra y la añoranza de un padre que era más entero y más noble porque en el caso de Fernando era un padre inventado. El verano puede ser un modesto paraíso para los aficionados a las bicicletas, sobre todo para los ciclistas de ciudad que lidian con el tráfico de los días laborables, más todavía en las ciudades españolas, que con dos o tres excepciones son tan hostiles no sólo para el que se atreve a ir en bici, sino para cualquiera que aspira a ejercer el derecho soberano y saludable a caminar de un sitio a otro.

Y también, desde luego, para los débiles, los lentos, los distraídos, los abuelos. Cuando se vuelve de países con tráfico más civilizado cuesta adaptarse a la agresividad crispada de tantos conductores en España. Nueva York no es precisamente Ámsterdam ni Copenhague en las facilidades que ofrece para moverse con seguridad en bicicleta, pero cuando yo vengo de Nueva York a Madrid y salgo con la mía noto que se me impone un cambio instintivo de actitud. Hay que estar mucho más alerta, más a la defensiva, vigilando siempre acelerones bruscos; hay que acostumbrarse a que la visible fragilidad de uno raramente le hará recibir alguna deferencia; incluso hay conductores que se vuelven más agresivos precisamente porque uno es frágil: como si se despertara en ellos esa impaciencia bronca del que da un acelerón en un paso de peatones, o deja cruzar a quien va despacio conteniendo el impulso del motor como si apretara los dientes, como si caminar lentamente fuera una ofensa que mereciera desprecio y en ocasiones castigo.

A las siete de la mañana, a la hora de la fresca, en ese silencio de las calles anchas y vacías en el que uno puede ir en bici como si planeara en un ultraligero, también puede ocurrir el espanto. Las bicicletas son para el verano, para el ejercicio saludable y la movilidad sin emisiones tóxicas, pero no tienen defensa contra la barbarie. Las bicicletas son para pasear holgazanamente, pero también para ir a diario al trabajo. Óscar Fernández Pérez, un camarero de 37 años, iba al suyo en Madrid el miércoles 6 de agosto cuando fue arrollado por un conductor que se dio a la fuga y lo dejó agonizando en la calle. Óscar Fernández Pérez está muerto y el malnacido que lo mató no tiene gran motivo de preocupación. En 2012 lo detuvieron por conducir borracho de forma “negligente y temeraria” y le retiraron el carnet. Pero en febrero de este año lo habían vuelto a detener conduciendo y el único castigo fue una ampliación en la retirada inútil del carnet. Con un historial así, y habiendo huido después de atropellar mortalmente a un ciclista, cabría esperar que la justicia lo tratara con algo de rigor. Pero en nuestro país las leyes y el sistema judicial protegen casi siempre a los poderosos contra los débiles, a los corruptos contra los honrados, a los bárbaros contra las personas apacibles, a los conductores contra los ciclistas y los caminantes. El golpe que mató a Óscar Fernández Pérez fue tan fuerte que su bicicleta despedazada quedó a 15 metros de su cuerpo, pero el juez ha considerado que el conductor sin carnet que lo atropelló y no tuvo ni la compasión de parar y ayudarle merece quedar en libertad con cargos, después de declarar. El único delito que su señoría ha apreciado es homicidio por imprudencia. La pena por acabar así con una vida va de uno a cuatro años. José Javier Fernández Pérez, hermano de Óscar, lo ha resumido mejor que nadie, con unas pocas palabras verdaderas: “La justicia es una mierda. Matar sale muy barato en este país”.

Niños Prodigios de la informática: Quin Etnyre, el niño de 13 años que enseña en el MIT y Google ficha a Nikos Adam, un niño griego de 12 años para su equipo de programadores



 Quin Etnyre
En los últimos tres años, Quin Etnyre, de 13 años, aprendió a programar aparatos electrónicos y creó su propia empresa.
Recientemente, empezó a impartir clases a estudiantes del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), uno de los centros educativos y desarrollo tecnológico más prestigiosos del mundo.
Quin da clases de Arduino, un sistema de minicomputadoras que se combinan con un software de código abierto, muy fácil de programar, ideado para que personas sin avanzados conocimientos de ingeniería puedan diseñar todo tipo de aparatos.
Uno de sus objetivos es revolucionar la educación y defiende la introducción en las escuelas de métodos que ayuden a los niños a aprender programación electrónica.

"Un don especial"
Sus padres, que no tienen ninguna formación en ingeniería, cuentan que desde muy pequeño Quin demostró tener un don especial.
Según su madre, desde el principio se dio cuenta de que su hijo tenía habilidades para la ingeniería, porque le encantaba alinear todo tipo de cosas y hacer puzzles. Con tan sólo tres años ya resolvía problemas matemáticos.
Gracias a los módulos de Arduino, Quin ha ingeniado todo tipo de aparatos, desde un robot limpiador a una gorra llamada "gas cap", un invento que tiene más que ver con algo que le suele interesar a un niño de su edad: los pedos.
Lo que hizo Quin es incorporar un sensor de metano en un pequeño dispositivo capaz de conectarse por vía inalámbrica a una gorra llena de luces.
El dispositivo se mete en el bolsillo y cuando el que lo porta se tira un gas, los sensores de metano lo detectan y emiten una señal a la gorra que hace que las luces se enciendan. A mayor concentración de metano mayor intensidad tienen las luces.

Tecnología interactiva
Quin Etnyre enseña a adultos a utilizar la plataforma Arduino.
Hace un año Quin fundó su primera empresa, Qtechknow, dedicada a distribuir equipos de soldadura para principiantes y placas de interfaz para usuarios intermedios.
También ofrece un equipo completo para aprender a programar en la plataforma Arduino.
Gracias a su pasión por Arduino, ahora se dedica a enseñar a otros niños, así como a adultos en clases como las del Club MIT.
En cinco años, Quin quiere cursar su carrera en el MIT para algún día convertirse en un educador y en un ingeniero electrónico.
Fuente: BBC

Google contrata al niño griego de 12 años Nikos Adam quien trabajará en el diseño de una nueva red social, un servidor para juegos y seguridad con Google.

Nikos Adam da una entrevista, en una foto subida a una red social por la cuenta de la Feria Internacional de Tesalónica.

El gigante informático Google ha fichado a un niño griego de 12 años para incorporarlo a su equipo de programadores, donde trabajará en el diseño de una nueva red social, un servidor para juegos en red y un sistema de seguridad. Nikos Adam, que este año ha empezado la educación secundaria, fue descubierto por Google durante la Feria Internacional de Salónica, cuando realizó una brillante exposición sobre ataques cibernéticos.

Tras comprobar los conocimientos de programación del chico, que ya ha creado dos aplicaciones informáticas, Google habló con sus padres para incorporarlo a su plantilla. Ahora Adam desarrolla diferentes programas para Google, entre ellos la web Tech is Social, una nueva red social.

"Será lanzada en enero de 2014 y será en griego. Funcionará de modo parecido a Facebook", ha afirmado este miércoles el niño durante una entrevista en el canal Skaï. Además, ha explicado que Tech is Social dará mucha importancia a la seguridad de las comunicaciones.

Otro de los programas que prepara Adam es un sistema de seguridad contra ataques de denegación de servicio (DoS attack) y en una plataforma que permitirá jugar a juegos en red sin necesidad de disponer de un servidor propio.
Fuente: El País.

“CRISIS Y REFORMA LABORAL” Video de ATTAC


Reforma Laboral - Hector Illueca por attactv

Vídeo elaborado por ATTACTV “CRISIS Y REFORMA LABORAL”, donde se entrevista a Héctor Illueca Ballester, Doctor en Derecho, Inspector de Trabajo y Seguridad Social y activista en pro de los derechos sociales, quien critica la Reforma Laboral porque según él tiene como objetivos fundamentales:

1. El abaratamiento del despido y
2. Una gran devaluación salarial.

Héctor Illueca se muestra optimista a pesar de la situación socioeconómica y afirma que existen alternativas, pero que para llevarlas a cabo debemos romper con el marco político y monetario actual, así como oponernos a la austeridad que está teniendo como consecuencia, por ejemplo, la reforma de las pensiones. Como miembro del Frente Cívico del País Valenciano, reivindica la necesidad de un contrapoder para que el pueblo sea capaz de imponer medidas que realmente favorezcan a sus intereses.

Conectar con los más pequeños. "La distancia más corta entre el hombre y la verdad es un cuento"

"Cuando explicamos historias a los niños, además de enseñarles algún concepto, establecemos un fuerte vínculo afectivo" A menudo hablamos a los niños como si fueran adultos. Error. Hay que cambiar el código. Sustituir la explicación conceptual por la narración simbólica, por cuentos e historias. Echarle imaginación. Es eficaz y estimulante.

Cuando mi hija empezaba a leer, un día, libro en mano, me preguntó:
-Papá, ¿qué es generoso?
Se lo intenté explicar lo mejor que pude. Le conté que ser generoso consiste en dar a los demás, en compartir las cosas, en no quererlo todo para ti….
-¿Lo has entendido? -le pregunté.
Al tiempo que corría por el pasillo hacia su habitación, oí que me contestaba:
-Creo que sí.

Pasaron algunas semanas, y una tarde me volvió a preguntar:
-Papá, ¿qué era lo de generoso?
Batalla perdida, pensé. Quizá lo había entendido en su momento, pero evidentemente no lo había interiorizado, y por ello ya no lo recordaba. Probé con otra estrategia: en lugar de insistir con mis explicaciones, le conté una historia. Un ejemplo de generosidad de una persona muy cercana a ella: su abuela. Escuchó atentamente mi relato con los ojos abiertos como platos y con una gran sonrisa en sus labios. Yo noté que esta vez algo se estaba moviendo dentro de ella.

Algunos meses más tarde, volviendo de la escuela me dijo:
-¿Sabes, papá?, hoy en el cole hemos hablado de lo de ser generoso. Y yo les he dicho: "Como mi abuela".
Ahora estaba seguro: no sólo lo había entendido, sino que probablemente lo recordaría para siempre.
Conectando con los niños.
"La distancia más corta entre el hombre y la verdad es un cuento"
(Anthony de Mello)

Como adultos, estamos acostumbrados a comunicarnos mediante explicaciones conceptuales. Un código de comunicación que compartimos y que permite que nos entendamos perfectamente entre nosotros. Lo utilizamos cuando nos comunicamos entre adultos y, por extensión, lo utilizamos también con los niños. Pero la mente infantil es poco receptiva a este código. A los niños les cuesta entrar en el significado de los conceptos, y aunque los pueden entender, difícilmente los recuerdan por mucho tiempo. Las explicaciones conceptuales calan muy poco en sus mentes infantiles, y les llegan muy poco. Por eso nos parece que tenemos que repetirles doscientas veces las cosas para que las asimilen, cuando lo que ocurre es que no les interesa lo que les contamos. Y es que sin darnos cuenta, les hablamos en un código de adultos que los adultos entienden y comparten, pero que a ellos les es completamente ajeno.

Pero comunicarnos con los más pequeños no es difícil. Exige solamente un cambio de código. Hemos de abandonar las explicaciones conceptuales y cambiarlas por la narración simbólica, es decir, las historias, los cuentos, las metáforas, las vivencias, o cualquier otro recurso narrativo que se nos ocurra.

Podemos explicarle a un niño veinte veces la necesidad de comer verduras. Ni le interesará ni lo comprenderá realmente. Pero una buena historia, con un héroe alimentado de verduras (al más puro estilo de Popeye y sus espinacas), le transmitirá perfectamente la idea, y no lo olvidará fácilmente.

El poder de las historias
"La mente es una criatura metafórica" (Michael A. Arbib)
La mente de los niños es especialmente sensible a la fantasía. Y lo que es más importante, como son muy listos, son perfectamente capaces de conectar esta fantasía a su vida real aprendiendo de las historias.

Las historias comunican mucho más que las meras explicaciones. En primer lugar, porque el niño las visualiza, las imagina, las vive. Las hace suyas, atesorándolas y fijándolas en la memoria. En segundo lugar, porque conectan con sus experiencias y con todo lo que ocurre a su alrededor. El niño le da significado a la historia estableciendo precisos paralelismos con su vida. Las historias conectan con vivencias y realidades que son únicas e individuales de cada niño que las recibe. Y en tercer lugar, porque las historias mueven emociones, cosa que difícilmente hace una mera explicación. Mover sentimientos es una clave esencial para fijar el recuerdo. No sólo en los niños, también en los adultos, las cosas que sólo se entienden, se olvidan. Las que además se sienten, se recuerdan para siempre.

Cómo educar y transmitir valores
"Los cuentos son para los niños una parábola de la vida"
(doctor Eduard Estivill)

Los niños se encuentran inmersos en pleno proceso de desarrollo de su personalidad. Es un momento crucial para que entiendan el significado de determinados valores y para que den sentido a sus comportamientos. Es una etapa en la que necesitan información y quieren comprender el significado de muchas cosas que ocurren a su alrededor. Nosotros, como adultos, también nos vemos en la necesidad de explicarles muchas cosas que no son fáciles de explicar.

La separación de los padres de un amigo, la llegada al mundo de un nuevo hermano, un compañero de clase que viene de un país lejano y no habla nuestro idioma, la muerte de un abuelo… Hay mil cosas que vamos a tener que explicar a los niños porque son situaciones que ya están viviendo o que un día les tocará vivir.

A veces no sabemos ni cómo ponernos a ello. Sin embargo, es mucho más fácil de lo que parece. Tenemos que atender a su lógica. Los niños son extremadamente listos. Y tienen una lógica aplastante. El primer día que fuimos a esquiar, mi hijo de cuatro años andaba buscando la tele del telesilla: "¿Los telesillas no son sillas con tele?", me preguntó.

No caiga en la tentación de explicarle que tele significa lejos, que televisión es una visión remota o que telesilla son sillas que te permiten cubrir una cierta distancia. Conecte con su lógica y métase de lleno en su fantasía. Es usted quien ha de ir a su mundo, no traerlos a ellos al nuestro… todavía….

Nos basta con buscar, o inventar, una buena historia. Una historia que haga que el niño se meta en la situación que le queremos contar. Que la viva en su imaginación y la llene de fantasía. Si lo hacemos así, nos daremos cuenta de que las preguntas vienen solas e inmediatamente al término de nuestro relato, prueba de que la historia ha despertado en el niño lo que tenía que despertar.

Van a continuación tres estrategias para conseguir de los niños lo que tanto nos cuesta aplicando nuestro esquema:

1. Cuentos para transmitir afecto.
Cuando explicamos historias a los más pequeños, además de educarles o enseñarles algún concepto (si la historia está pensada para ello), obtenemos un beneficio adicional: establecemos un fuerte vínculo de afectividad. A través de un cuento compartimos con el niño un espacio de fantasía que él aprecia y valora especialmente. Y de alguna manera, nosotros mismos acabamos siendo parte de la historia. Porque el cuento tendrá los matices y la fuerza que le demos a través de nuestra entonación, de nuestra particular manera de contarlo. Eso genera mucha complicidad con los pequeños, que querrán que les repitamos el cuento una y otra vez, exactamente con las mismas palabras, con las mismas inflexiones, sólo para disfrutar del momento.

Es un efecto que, si nos paramos a pensarlo, no nos resulta ajeno. Porque es exactamente igual a lo que nos pasó a nosotros de pequeños con los cuentos de nuestros padres y que esperábamos con impaciencia cada noche.

2. Para mantener el recuerdo.
Es bueno que los pequeños conozcan a sus antepasados, que tengan una historia familiar y que conozcan toda la saga. Es bueno también que recuerden a los que ya nos han dejado y a los que han tenido un papel especial en sus vidas. Todo esto lo podemos contar también con las historias. Historias que haremos a medida y en las que los personajes y los héroes serán estos familiares a los que queremos recordar.

El recuerdo contiene siempre una importante dosis de distorsión. No nos debe preocupar aportar, además, una buena dosis de fantasía. Lo importante es asegurarnos de que lo mantenemos vivo.

3. Para establecer unas reglas.
Otro aspecto fundamental en la comunicación con los niños es el establecimiento de normas o pautas de conducta. También aquí el código que utilicemos será crucial.

Es difícil que un niño entienda que debe despertarse a las 7.15, que tiene que estar desayunando a las 7.35 y que a las 8.00 ha que salir hacia la escuela. Se lo podemos repetir cien veces, que no lograremos mucho. Y recordar las normas cada mañana, al tiempo que nos enfadamos porque vamos con retraso, no ayuda mucho. ¿Cómo puede hacerse cargo un niño de lo que significa todo esto? Hacer un juego de todo ello es mucho más efectivo. Marcar en el reloj de la cocina una gran línea roja, jugar a acercarse a la línea, hacer de los últimos minutos unos momentos de máxima expectación y premiar con un punto la victoria, convierte la norma en un reto. Y hará que la recuerden y, sobre todo, la aprendan.

¿Que no estamos muchas veces para juegos? Debemos saber que si recurrimos a la norma explícita y a la bronca, no la acabarán de comprender. Sabrán que les están riñendo, pero no sabrán exactamente por qué, ni qué tienen que hacer para solventarlo. Es cierto que no todas las normas admitirán un juego, pero sí una dosis de fantasía, una metáfora o una pequeña historia. Y es bueno que lo hagamos, porque es su lenguaje, y lo que queremos es que nos entiendan.
FERRAN RAMON-CORTÉS 26 ABR 2009
http://elpais.com/diario/2009/04/26/eps/1240727211_850215.html

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Hay que escribir

Porque para escribir hay que pensar
Miguel Ángel Santos Guerra.

He vivido hace unas semanas una interesante experiencia en Portugal...
Al terminar, se me acercó una profesora de la que luego conocí el nombre. Se llama Clara Dias. Llevaba en la mano un libro. Me dijo que era profesora de adultos y que deseaba compartir conmigo una experiencia.

- El año pasado, dijo en la hermosa lengua portuguesa, asistí a una conferencia que usted pronunció en esta ciudad. En ella dijo que los profesores hacíamos muchas cosas interesantes en el aula, pero casi nunca nos animábamos a escribirlas. Nos animó a escribir. Nos invitó encarecidamente a hacerlo. Nos invitó a compartir nuestras experiencias con otros docentes a través del arte de la escritura.
Recordaba bien aquellas palabras porque insisto en esa necesidad en mis escritos y conferencias. Luego diré por qué. Ella añadió:

- Fruto de aquellas palabras es este libro, que he escrito con mis alumnos y alumnas. Y también con los colegas que imparten docencia en ese curso.
Me entregó un ejemplar del libro. Lo tengo ahora delante. Sobre una preciosa cubierta que refleja en plano picado un conjunto de tejados, aparece la palabra Percurso, que da título a la obra.
En la primera página leí la dedicatoria, medio portuguesa, medio española. (Dice Gabriel García Márquez que un libro no se acaba de escribir hasta que no se dedica). Estas son las palabras de Clara Dias:
“Ao Miguel Santos Guerra, que deu origen a este libro por ter dito no seminario en 2011 na UCP: los profesores hacen cosas muy importantes en las escuelas. Deberían escribir sobre aquello que hacen porque muchas veces es más importante que lo que hacemos y escribimos los académicos. Obrigado. Gracias”.
Es una obra colectiva realizada en la Escola Secundária de Amares en la localidad portuguesa de Besteiros. Intervienen en ella los docentes y los alumnos de un aula de Educación de Adultos. De hecho, en la contraportada aparecen como autores los “formandos de la turma EFA 4” y como coordinares: “los formadores dos cursos EFA 4 e 6”.

Me gusta el título. ”Percurso”. Podría traducirse por camino, ruta, recorrido. El libro recoge, a través de reflexiones y de estupendas fotografías, todo lo que se hizo en el recorrido de dos cursos escolares por formadores y alumnos de una clase de Educación de Adultos.

¿Por qué insisto tanto en la conveniencia de escribir? Porque, al hacerlo, el pensamiento errático y caótico que muchas veces tenemos sobre la práctica docente tiene que someterse a la disciplina de la escritura. Porque, para escribir, hay que pensar. Tiene que haber una estructura. Unas cosas tienen que ir delante de otras, para pasar de un punto a otro es necesario argumentar y no dar un salto en el vacío.
Tiene otra ventaja adicional la escritura y la consiguiente difusión. Me refiero a las sugerencias que ofrece a quienes desean hacer algo. Y al aliento que aportan a quienes se sienten solos.

¿Qué dificultades se interponen entre la acción y el relato crítico de la acción?
Pensar que lo que hacemos no merece la pena ser contado es la primera. A veces sucederá, claro. Pero muchas otras veces no es cierto. ¿Cuántas magníficas experiencias se han quedado en el anonimato por una falsa apreciación de sus gestores?

La segunda consiste en creer que el arte de la escritura es difícil. No es para tanto. Sujeto, verbo y predicado. Sujeto, verbo y predicado. Sujeto, verbo y predicado. Y así hasta acabar contando lo que se hace. Eso sí, no como una mera exposición sino con el sentido crítico que requiere el análisis. A escribir se aprende escribiendo. Puede haber dificultades al principio, pero éstas se van superando a medida que vamos adquiriendo la habilidad de contar.

No hay tiempo para escribir porque las tareas perentorias se llevan todo el tiempo. Esa es la tercera dificultad. Pensar que hay otras cosas que hacer que resultan más importantes o más rentables. Y probablemente sea así. Por eso creo que sería bueno incentivar este tipo de iniciativas. Es cuestión de organizarse. Es cuestión de establecer prioridades.

Hay quien siente inseguridad. He aquí una dificultad que debería salvarse con rapidez y coraje. ¿Merecerá la pena? Hace unos años coordiné una experiencia sobre agrupamiento flexible de los alumnos en un Centro Público de la Axarquía (Málaga). Recuerdo que los profesores formularon este último obstáculo: Tú nos lo corriges, ¿verdad? Otras experiencias se han perdido en el tiempo ante la dificultad de organizarse para describirlas y analizarlas. Recuerdo ahora una magnífica investigación sobre la evaluación de los alumnos realizada en el Colegio Reyes Católicos de la ciudad de Melilla.

La quinta dificultad es de otra índole. Se trata de no encontrar a quien quiera publicar lo que se ha escrito. Entiendo que las editoriales tengan planteamientos comerciales que les hacen no afrontar la publicación de una obra que puede no venderse. Hay Editoriales de todo tipo. Algunas se comprometen a publicar un solo ejemplar. Otras a hacer tiradas muy pequeñas. Otras se arriesgan con lo que al comienzo parecía una quimera. Hace muchos años, en España, la Editorial Zero Zyx publicaba las experiencias de escuelas innovadoras. En esa fuente bebieron aguas prístinas muchos estudiantes de Pedagogía y muchos maestros. Echo de menos la presencia de editores más prometidos con la educación que con el dinero. Sé que es una utopía, pero las utopías nos ayudan a caminar hacia un horizonte inalcanzable
Fuente: Publicado en el Adarve, de M. A. Santos Guerra.

martes, 19 de noviembre de 2013

Muere a los 94 años la Premio Nobel de Literatura Doris Lessing

BBC Mundo Redacción
Lessing se hizo famosa por sus novelas "El cuaderno dorado", de 1962, y "Canta la hierba", de 1950.
La escritora británica Doris Lessing, premio Nobel de Literatura en 2007, murió a los 94 años.

En un comunicado, su editora Haper Collins informó que "ella murió en la paz de su casa de Londres en la madrugada de este domingo".

Lessing se convirtió en la mujer con más edad en ganar el Nobel de Literatura cuando lo recibió en 2007, a los 88 años.
Jonathan Clowes, agente y amigo cercano dijo que "Doris fue una gran escritora con un fascinante y original pensamiento".
La Academia Sueca, en tanto, elogió su obra, en especial su novela más conocida, "El cuaderno dorado", publicada en 1962.

"El movimiento feminista consideró ese libro como un trabajo pionero, que además pertenece al puñado de obras que conformaron la mirada que se tenía en el siglo XX de las relaciones entre hombres y mujeres", expresó la institución detrás del premio literario.

Una niñez 'miserable'
Doris May Tayler, como era su nombre de pila, nació en Kermanshah en 1919, en lo que ahora es el oeste de Irán, cuando su padre era empleado del Banco Imperial de Persia.
En 1925 la familia se mudó al sur de Rodesia, actualmente Zimbabue, para administrar una granja dedicada a la siembra de maíz, pero no tuvo mucho éxito.
Su infancia estuvo dominada por la presencia de su madre, quien determinó que su hija debía acomodarse a una serie de rigurosas normas.
La única manera que la futura escritora podía escapar de lo que ella misma consideraba una "existencia miserable" fue la sabana africana, que exploró al lado de su hermano Harry.

Años después ella comentaría que una niñez infeliz produce como resultado buenos escritores de ficción.
"Por supuesto, yo no lo pensaba en términos de convertirme en una escritora. Yo solo pensaba cómo podía escapar de allí, todo el tiempo", dijo en una entrevista.

Con su madre y hermano en Salisbury
Adiós al colegio
Sus padres la enviaron a un colegio solo de jovencitas, en la capital, Salisbury. Pero ella lo abandonó a los 13 años, dando por concluida su educación formal.
Mientras tanto, Lessing alimentaba su imaginación con decenas de libros que llegaban desde Inglaterra, descubriendo a Charles Dickens y a Kipling, mientras inventaba cuentos infantiles para su hermano.
Pero no solo eran los grandes personajes de las novelas los que la influenciaban en su camino literario, sino también las amargas memorias de su padre sobre la Primera Guerra Mundial, la cual lo dejó medio paralizado.
"Estamos hechos por la guerra", escribió, "volteados y deformados por la guerra, pero parece que lo olvidamos".
Doris dejó su casa a los 15 años y tomó un trabajo como niñera. Allí, su patrona le daba libros sobre política y sociología para leer.
En 1937, la joven se mudó a Salisbury donde conoció y se casó con Frank Wisdom. Tuvieron dos hijos, pero el matrimonio falló y ella dejó la casa donde vivía con Wisdom.

Ciencia ficción
En Salisbury, Lessing se involucró con un club de lectura comunista, al cual pertenecía y dirigía Gottfried Lessing.
La nueva pareja se casó, aunque, una vez más, la unión no duró mucho tiempo.
Doris Lessing, entonces, se desilusionó tanto del comunismo como de África y decidió irse a vivir a Londres. Allí publicó su primera novela: "Canta la hierba", en 1950.
La historia de un granjero blanco y su amorío con un sirviente africano se convirtió en un best seller y descubrió un nuevo territorio en la descripción de una relación interracial.
Pero su más reconocida y, a la vez, más controvertida obra fue "El cuaderno dorado", publicada en 1962.
El texto trata de las diferentes áreas de la personalidad de las mujeres, sus pasiones y sus odios. Fue, de lejos, su historia más larga y compleja en la que alguna vez trabajó.
El libro convirtió a Lessing en un ícono del movimiento feminista que crecía rápidamente en aquellos días. Pero ella se resistió a ser parte de eso.
"Lo que ellas realmente quieren que diga es 'Hermanas, yo estoy con ustedes, hombro a hombro, en su lucha por alcanzar el amanecer dorado donde el hombre no es una bestia'. ¿Pero realmente ellas quieren que la gente diga cosas tan simples acerca del hombre y la mujer?", se preguntó la escritora.

La veterana del Premio Nobel

A finales de los años 70, Lessing abandonó los temas sociales y los cambió por ciencia ficción en la serie de cinco libros "Canopus en Argus", la cual considera ella su mejor trabajo.
En los libros ella describe una visión de futuro donde la tiranía y las catástrofes naturales son la norma.
El crítico Paul Schlueter anota que Lessing "se toma bastante en serio el trabajo de describir la decadencia y la muerte como algo verdaderamente apocalíptico".
Ella también escribió novelas brillantes, como la autobiográfica serie "Hijos de la violencia" y "Reunión para descender al infierno" (1971), un examen surrealista de las enfermedades mentales.
Más recientemente, Lessing redactó novelas como "La buena terrorista" (1985), una sátira de romance y política. También se destaca "El quinto hijo" (1988), acerca de los estragos que causa en una familia un niño antisocial y violento.
En octubre de 2007, la británica se convirtió en la persona de más edad en ganar un premio Nobel de Literatura y una de las 11 mujeres a las que hasta ahora les ha sido otorgado el galardón en 106 años de historia.
La Academia Sueca, al momento de otorgarle el Nobel, describió a Lessing como esa "narradora épica de la experiencia femenina que con escepticismo, ardor y un poder visionario ha examinado con minuciosidad a una civilización dividida".
Antes de morir, dijo en una frase casi una definición de su vida: "Somos libres. Y podemos decir lo que pensamos. Tenemos suerte. Somos privilegiados, entonces, ¿por qué no hacerlo?"
Fuente

“Estados Unidos nunca aprende”. Robert Redford ahonda en el pasado más radical de su país en ‘Pacto de silencio’, un 'thriller' que dirige y protagoniza

Robert Redford (Santa Mónica, California, 1936) llega tarde a la entrevista. La prensa estadounidense, que también espera al actor y director y le conoce bien, bromea sobre lo que parece ya una costumbre. Pero él se lo puede permitir: a sus espaldas, sesenta años de carrera ya pesan.

Con todo, actuar y contar nuevas historias, dice, no le cansa. Hoy estrena Pacto de silencio, dirigida y protagonizada por él, y ya está trabajando en la siguiente, A walk in the woods. Y en 2014 se estrenarán en España Cuando todo está perdido, con Redford como único actor, y la superproducción Capitán América: el soldado de invierno. “Hay un momento en la vida que frenas o sigues y sigues haciendo cosas diferentes”, explica. Otros ejemplos de actividades que no le cansan: esquiar en Utah o viajar. “El arte es mi trabajo. Pero no podría hacerlo sin esos momentos alejado de él: en medio de la naturaleza con mi caballo, paseando, esquiando… para mí es tan básico como comer. Y me da fuerzas para, por ejemplo, llegar a Nueva York y cumplir con mis compromisos. Si tuviera que hacer esto cada día…”. Suspira y se ríe. Lo que no aguanta son los maratones promocionales y entre entrevista y entrevista necesita un descanso. Aunque haga esperar a la prensa por la que, al llegar, ha mostrado mucho interés.

A cada periodista que recibe en el hotel de Nueva York, Redford le choca la mano y le cuenta una anécdota de su país “¿España? Viví en Mijas con mi familia en 1967”. Y, casi sin tomar aire, sigue hablando y suelta toda esa energía que ha recuperado en su descanso. “La primera vez que estuve en España fue en los cincuenta. Yo no era un buen estudiante y después de un año en la Universidad me invitaron a marcharme. Así que decidí educarme por el mundo. Viajé por Francia, Italia, España… Estuve en Madrid, en Barcelona, en Mallorca… Aprendí a ver mi país con otros ojos. Porque Estados Unidos entonces era pura propaganda. Que si era un gran país, que si ganamos la guerra, bla, bla, bla…”.

La nostalgia que le entra a Redford no es casual. Pacto de silencio está basada en la historia de The Weather Underground, el grupo radical de finales de los sesenta que luchó contra la guerra de Vietnam. Un tiempo que vivió muy de cerca. “Cuando el movimiento surgió yo tenía unas obligaciones —mi carrera, mi familia— que no me permitieron unirme a ellos, pero les admiraba y apoyaba su causa. Yo también pensaba que Vietnam era una guerra construida falsamente por gente que no iba a lucharla. Como pasó después en Irak”. Y continúa. “El problema fue que el movimiento se frustró al ver que no conseguían nada pacíficamente y empezaron a usar la violencia. De ahí esa frase en la película: ‘Traer la guerra a casa”.

Pacto de silencio toma esa realidad como base para construir una historia de ficción en la que Robert Redford trabajó más de cuatro años, desde que leyó la novela de Neil Gordon, Los que te rodean (Editorial Alevosia). Redford interpreta al protagonista, un weatherman que 30 años después de separarse del grupo, oculto tras otra identidad, tiene que salir a la luz cuando una de sus excompañeras (Susan Sarandon) se entrega. “En los setenta ya me pareció que aquí había una película. Pero cuando decidí recuperarla me di cuenta de que lo interesante era lo que les pasó a todos los que tuvieron que vivir en la clandestinidad”.

Por eso, después de muchas vueltas de guion, Pacto de silencio es su particular versión de Los miserables. “El personaje de Shia LaBeouf es Javert y yo soy Jean Valjean”, dice sobre su novena película como director y que también toma algo —en el periodista que interpreta LaBeouf—, de uno de sus grandes éxitos como actor: Todos los hombres del presidente. “Esta es una historia de redención, de aprender de nuestros errores del pasado, algo que en mi país nunca hacemos”, dice aparentemente decepcionado y ya cansado, aunque, como en la película, Redford mantiene la esperanza. “Siempre habrá gente que quiera cambiar el sistema, gente joven, como ocurrió hace poco con Occupy Wall Street. Me fascinan todo estos cambios sociológicos de mi país. Habré visitado España o Francia, pero todas mis películas hablan de Estados Unidos, de los grises donde está su complejidad. Es lo que conozco y lo que me interesa”.
Fuente: El País.

Kadir Nurman, controvertido inventor del ‘döner kebab’

Igual que otros inventos y descubrimientos cardinales como el teléfono o el planeta Neptuno, el döner kebab, o kebap, es un hito de paternidad disputada. La costumbre de cocinar la carne de cordero ensartándola ante el fogón es indudablemente anterior al día de 1972 en que Kadir Nurman puso en pie su gran espetón giratorio y empezó a venderla en panes de pita con lechuga y cebolla. Antes, el kebab se comía en plato, con arroz y verduras como guarnición. Algunas fuentes dicen que incluso esta modalidad de sándwich ya era conocida en Turquía. Otros atribuyen la idea a Mehmet Aygün, que empezó a venderlos en un local llamado City-Imbiss, en Berlín-Kreuzberg. De los dos berlineses nacidos en Turquía que reivindicaban la invención del kebab, Aygün es un rico propietario de restaurantes y hoteles. Nurman, en cambio, no pasó de pequeño empresario en la tienda de kebab que regentaba junto a la estación de Berlín-Zoo.

En una entrevista con el diario Frankfurter Rundschau, Nurman se preguntaba hace un par de años: “¿Quién iba a saber entonces que el döner sería algo tan conocido?”. Si él lo hubiera intuido, “lo habría registrado ante notario”. Ahora “sería millonario”. Una constatación que suena a lamento. Después reveló el secreto del kebab: “Te sacia por poco dinero”. Nurman no mostraba la menor duda de que él fue quien inventó el sándwich de kebab que ha conquistado Europa: “Quizá otro lo hizo también, en algún sitio recóndito, pero nadie se enteró de eso; el döner es famoso gracias a mí”.

La Asociación de Fabricantes Turcos de Döner en Europa (ATDID) así lo reconoció en 2011, concediéndole una medalla por su contribución al kebab. Según destacaron entonces los portavoces de la ATDID, con sede en Berlín, el sector del döner emplea a 60.000 personas en Alemania y está en franco crecimiento. Unos 15.000 chiringuitos de comida rápida venden döner kebab por toda Alemania. Desde el centro de Europa saltó a los países vecinos e inició una expansión global que, según sus empresarios, no ha culminado.

Nurman nació en Anatolia, Turquía, en 1933. Emigró a Alemania en los sesenta, como millones de sus compatriotas. En 1972 abrió una tienda en Berlín occidental. Al principio vendía chucherías, pero medio año después ya cocinaba kebab. Al final de su vida ironizó sobre la cantidad de variedades (de pollo, en pizza o hasta vegetariano) que se venden en Alemania: “No son auténticos”, dijo, “ni por desgracia saben bien”. Aun así se alegró de que “tantos turcos puedan vivir del kebab y tantos millones de personas lo coman”. Kadir Nurman, disputable inventor del kebab, murió en Berlín el 23 de octubre. Tenía 80 años.
Fuente: El País

lunes, 18 de noviembre de 2013

Petros Márkaris. "Pan, educación, libertad" es la novela que culmina la Trilogía de la crisis, del escritor griego

Petros Márkaris cree que Gobiernos y financieros no ven gente, solo cifras.

1 de enero de 2014. Grecia se declara en quiebra y vuelve al dracma; España, a la peseta; e Italia, a la lira. Los bancos permanecerán cerrados hasta que culmine la transición del euro al dracma. El Consejo de Ministros suspende pagos y los funcionarios, entre ellos, el comisario Kostas Jaritos, se quedan sin sueldo. Pan, educación, libertad (Tusquets) es la novela que culmina la Trilogía de la crisis, del escritor griego Petros Márkaris (Estambul, 1937).

Márkaris está aún más furioso que en las dos anteriores novelas (Con el agua al cuello y Liquidación final, todas publicadas por Tusquets en castellano y en catalán). Es más dura y más crítica. No solo describe la terrorífica vida cotidiana en la Atenas de la crisis, sino que ajusta cuentas con la llamada Generación de la Politénica, la que en 1973 plantó cara a la dictadura militar y contribuyó a derribarla.

¿Es un libro apocalíptico? ¿Es política ficción? “Es una hipótesis de trabajo. Una opción abierta. No puedo dejar de pensar en posibles caminos y el regreso al dracma es una de esas posibilidades”, afirma el escritor en Barcelona, donde ha presentado su novela. “Si continúan las cosas así, los países del sur no podrán trabajar con Europa. O puede pasar otra cosa, que los euroescépticos nos digan que nos larguemos”.

La gente lo pasa muy mal en Atenas. El escritor, también. “Es horrible. Es el libro que más me ha costado escribir. Nada de lo que aparece es imaginación, intento ver las cosas con mis propios ojos y me ha provocado mucho sufrimiento porque hablo del sufrimiento de la gente. Y, sobre todo, de la desesperación de los jóvenes. Tenemos una tasa de paro del 60%, lo que significa que habrá una o dos generaciones perdidas”.

“Quienes gobiernan y los partidos políticos solo saben hablar de economía y de finanzas. No ven a la gente que hay detrás de las cifras. Lo que sufren, lo que han perdido. Esto me congela la sangre. Europa tiene que despertar y hacer política”. A Márkaris le cuesta creer que esa recuperación de la que se habla sea real. “Vivimos unos años de bonanza inventada por los políticos. Era virtual y ahora se nos habla de una recuperación que también es virtual”.

La Trilogía de la crisis tendrá un epílogo, una novela en la que ya trabaja y que se titulará Créditos, en el sentido cinematográfico. Márkaris se ríe cuando se le habla de la ambigüedad del término. “Sí, es algo voluntario”. La novela empezará con un atentado del grupo de extrema derecha neonazi Aurora Dorada a Katerina, la hija abogada de Jaritos. De hecho, el tema ya se apunta en Pan, educación, justicia, cuando los ultras le dicen al comisario que saben quién es su hija –defensora de inmigrantes y sin papeles—y que la tienen fichada. También habrá asesinatos que llevarán la firma Los Griegos de los Años Cincuenta. ¿Quiénes son? Habrá que esperar a leerla.

“Lo que sí es cierto es que Jaritos sobrevivirá a la crisis gracias a su mujer, Adrianí, aunque nunca volverá a recuperar el sueldo que tenía, él ya lo sabe. Y lo que también es cierto es que será mi última novela sobre la crisis. Desde 2010 a 2014, cuatro años de mi vida, vivo la crisis y escribo de ella. Estoy harto, harto, harto”. Adrianí, en Pan, educación, libertad, establece una especie de economía de guerra para toda la familia.

Cuando Márkaris escribía Pan, educación, libertad no imaginaba que el presidente y el vicepresidente de Aurora Dorada serían detenidos ni que algunos de sus diputados serían imputados. “Es que no me lo creía ni una semana antes y menos que con ellos cayeran tantos policías. Es la primerísima vez que el Gobierno actúa con tanta rapidez. Pero el problema son los votos, según una reciente encuesta Aurora Dorada obtendría el 9% si se votara ahora”.

Pan, educación, libertad era la proclama que gritaban los estudiantes encerrados en la Politécnica, en 1973, contra la Junta Militar. Es unas de las partes más tristes e interesantes de la novela que, de algún modo, recuerda algunos aspectos de la transición española. “Grecia y los griegos tampoco están muy predispuestos a hacer cuentas con el pasado”.

Un importante contratista de obras, que ha trapicheado mucho y que se benefició de los JJ OO Atenas 2004, es asesinado. De un móvil en su bolsillo se oye el eslogan de la Generación de la Politécnica; luego aparece muerto un prestigioso académico; el tercer asesinado es un líder sindical. Los tres pertenecían a la Generación de la Politécnica

“Los de la Politécnica fueron los únicos que tuvieron cojones para resistir ante la Junta Militar, pero a principios de los ochenta, coparon todo el dominio público y cometieron errores fundamentales, el más grave de todos, utilizar su pasado de resistencia para aprovecharse y beneficiarse. Los que lucharon desde la izquierda en la guerra civil (1941-1950) y que la perdieron pagaron un precio elevadísimo por ello. Los de la Politécnica sacaron partido a beneficio propio e instauraron un sistema clientelista que aún perdura”.

Márkaris hace algo más que escribir y hablar. Ha firmado con otros 57 intelectuales, políticos, artistas un escrito para que se inicie un debate para explorar las posibilidades de crear un partido que, desde liberales a socialdemócratas, ocupe el “espacio de centro, ahora vacío”. “Todos los gobiernos con mayorías absolutas son terribles, lo mejor sería una coalición con la que este partido pudiera colaborar”. “Pero que quede claro. No estoy implicado personalmente en la creación de un nuevo partido. Únicamente he añadido mi firma a una petición para que se inicie un debate”.
Fuente: El País.

Volver a empezar y días de vino y rosas


domingo, 17 de noviembre de 2013

Cesarea en París, concierto en el Rex.


Ya lo tenemos en el blog, pero es un concierto tan extraordinario, y me es tan querido, que lo cuelgo de nuevo. Y aquí otras actuaciones y conciertos de Cesarea Evora.

Un asunto real, magnífica película en el cine club.


Título original
En Kongelig Affære (Die Königin und der Leibarzt) (A Royal Affair)
Año
2012
Duración
137 min.
País
 Dinamarca
Director
Nikolaj Arcel
Guión
Nikolaj Arcel, Rasmus Heisterberg, Lars von Trier
Música
Gabriel Yared, Cyrille Aufort
Fotografía
Rasmus Videbæk
Reparto
Mads MikkelsenAlicia VikanderMikkel Boe FølsgaardTrine DyrholmDavid DencikThomas W. GabrielssonCyron Bjørn MelvilleBent MejdingHarriet Walter,Laura BroSøren MallingJakob Ulrik LohmannSøren SpanningRosalinde Mynster
Productora
Zentropa Entertainments
Género
DramaRomance | Drama de épocaHistórico 
Psinopsis:

Para la joven Carolina Matilde (Alicia Vikander), casada siendo una adolescente con el rey de Dinamarca Christian VII, es un horror vivir con un marido ciclotímico y estrafalario que propone medidas como nombrar a su perro miembro honorario del Consejo de Estado, o que circulen en Copenhague por la noche carruajes vacíos para recoger a los borrachos. Así las cosas, Carolina se rinde a los encantos del médico personal del rey, un intelectual progresista (Mads Mikkelsen) que se verá dividido entre su lealtad al rey, su amor a la reina y su oportunidad de convertir una Dinamarca aún medieval en un país ilustrado. (FILMAFFINITY)
Premios
2012: Oscar: nominada a la mejor película de habla no inglesa
2012: Globos de Oro: nominada a mejor película de habla no inglesa
2012: Festival de Berlín: 2 Osos de Plata: Mejor actor (Mikkel Boe Følsgaard) y guión
2012: Premios César: Nominada a Mejor película extranjera
2012: Festival de Toronto: Nominada al Premio del Público (Mejor película)
2012: Festival de Sevilla: Sección oficial largometrajes a concurso
Excelente película histórica para tratar la Ilustración, el antiguo régimen, lo que 
es la monarquía absoluta, como funciona un consejo de gobierno,
 las intrigas palaciegas, el poder de la Iglesia, el oscurantismo, o la pasión amorosa...
 Sin olvidar las luchas por las mejoras sociales, los siervos, la esclavitud, el progreso,
 los ideales de la revolución francesa, el campesinado, la organización social del antigu
o régimen, etc. Es un semillero de ideas históricas que pueden facilitar la comprensión
y el conocimiento de conceptos tan difíciles de aprender en Historia. Y no olvidemos
que es, sin duda, una obra de arte por su guión, el trabajo de sus actores, su fotografía,
la dirección, los decorados de época, la música y el contenido histórico. Un regalo para
la mente, la vista, el oído y el conocimiento histórico.
Algunas crítica publicadas.

sábado, 16 de noviembre de 2013

La ONU exige a España que elabore un plan nacional de búsqueda de desaparecidos durante el franquismo

El grupo de trabajo de Naciones Unidas da un tirón de orejas al estado español e insta a poner en marcha las medidas legislativas y judiciales necesarias para que las desapariciones forzadas "no sean crímenes sujetos a amnistía"

El Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzosas de Naciones Unidas, que ha visitado España durante la última semana, ha dado un tirón de orejas al Estado español tras reunirse con distintas autoridades -representantes del Gobierno central y varias comunidades, el Poder Judicial y el Defensor del Pueblo -y con asociaciones de víctimas del franquismo.

El objetivo de su visita era examinar las principales iniciativas y políticas emprendidas por el Estado sobre cuestiones relativas a las  desapariciones forzadas o involuntarias, en particular los aspectos concernientes a la justicia, la verdad, la reparación y la memoria para las víctimas de los crímenes cometidos durante la Guerra Civil y la dictadura.

En el informe preliminar aprobado por los dos miembros de este grupo de trabajo -Jasminka Dzumhur y Ariel Dulitzky- se constata que en España no se tiene en cuenta "el carácter de delito de lesa humanidad" en el caso de las desapariciones cometidas durante la Guerra Civil y la dictadura. "Esta interpretación es contraria a las obligaciones internacionales de España y se recomienda su modificación", reza el texto.

En concreto, demandan al Estado crear un "plan nacional de búsqueda de personas desaparecidas" que garantice la coordinación de las actividades de exhumación e identificación y actualización de los  Mapas de fosas desarrollados de acuerdo a Ley de Memoria Histórica. Recomiendan, asimismo, que responsables de la administración y la Justicia "se personen en el momento de las realizaciones de las exhumaciones y luego analicen y actúen sobre los resultados que las mismas arrojan".

"El Estado Español debería asumir el liderazgo y comprometerse de manera más activa y urgente para atender la demanda de miles de familiares que buscan conocer la suerte o el paradero de sus seres queridos desaparecidos durante la guerra civil y la dictadura. Todas las iniciativas relativas a la búsqueda de desaparecidos tienen que ser parte de una política de Estado comprensiva, coherente, permanente, cooperativa y colaborativa", dice el informe preliminar.

De ese modo, instan "al Estado español a juzgar las desapariciones forzadas a la luz de sus obligaciones internacionales y a establecer legislativamente la imprescriptibilidad de las desapariciones forzadas o la determinación de que la prescripción solo puede comenzar a computarse a partir del cese de la desaparición forzada".

En paralelo, solicitan la puesta en marcha de medidas legislativas y judiciales, para asegurar que las desapariciones forzadas  "no sean crímenes sujetos a amnistía, en particular privando de todo efecto la Ley de Amnistía de 1977", como, según recalcan, ya han recomendado distintos organismos internacionales, y que supone un obstáculo para juzgar los crímenes del franquismo.

Asimismo, constatan que la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial de 2009  restringió "manera considerable la competencia de los tribunales españoles y la aplicación del principio de jurisdicción universal", en contraste con la legislación anterior. De hecho, subraya que antes de esa reforma España había realizado  España había realizado "importantísimas contribuciones al desarrollo de la jurisdicción universal" mediante por ejemplo la investigación de crímenes de las dictaduras latinoamericanas", lo que demuestra "la capacidad de la judicatura española de investigar seria y sancionar cabalmente las graves violaciones a los derechos humanos, incluidas las desapariciones forzadas".

Por ello, el grupo de trabajo llama a los tribunales españoles a asegurar que aquella reforma de 2009 "no obstaculice el ejercicio de su jurisdicción universal sobre actos de desaparición forzada". También anima a España a ratificar la Convención sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de los crímenes de lesa humanidad y a incluir en el nuevo Código Penal como delito autónomo la "desaparición forzada".

En su informe también remarcan que, ante la "situación de impunidad de los responsables de desapariciones forzadas durante la Guerra Civil y la dictadura", las víctimas españolas han "solicitado a los tribunales de Argentina ejercer la jurisdicción universal" y emplaza al Gobierno a "prestar todo el auxilio judicial en lo que respecta a cualquier procedimiento penal relativo a delitos de desaparición forzada que se lleve a cabo en cualquier país por casos de desapariciones forzadas en España". Para los expertos de la ONU, la avanzada edad de muchos de los familiares y testigos que vieron por última vez con vida a personas desaparecidas durante la Guerra Civil y la dictadura hace necesario que el Estado actúe con "urgencia y celeridad" en esta materia.

Por último, el grupo de trabajo también llama al Estado a proporcionar los fondos adecuados para que la Ley de Memoria Histórica pueda aplicarse eficazmente, a abrir un proceso regular de consulta con los familiares y las asociaciones así como a proporcionarles un mayor apoyo institucional y financiero. Además, abogan por la creación de una entidad estatal "con pleno apoyo institucional" que se encargue de todas las cuestiones relativas a las desapariciones forzadas, incluyendo el establecimiento y la gestión de una base de datos central sobre las desapariciones con los datos que ya tienen distintas asociaciones y expertos.

En este punto, defienden que la base de datos elaborada por el Juzgado de Instrucción Penal número cinco -que en su momento ocupó el juez Baltasar Garzón que inició una investigación sobre los crímenes del franquismo contiene información sobre más de 114.000 victimas, "debería ponerse a disposición del publico de manera inmediata".
Fuente: Publico.es