domingo, 24 de marzo de 2024

Carrera de obstáculos para cobrar el ingreso mínimo vital.

Mamen Román vivió en la calle durante ocho meses y consiguió salir de ella gracias al Ingreso Mínimo Vital, hoy colabora con una de las asociaciones que le daba de comer en ese periodo
Mamen
La desinformación y la falta de recursos dificultan el acceso a esta ayuda, especialmente a las personas sin techo: “Algo falla y eso genera enfado, ansiedad y desesperanza”

Mamen Román tiene un recuerdo vívido de la primera noche que acabó durmiendo en las calles de Cádiz. Las nuevas miradas de desprecio. La ansiedad y el miedo. “Me fui a la playa de la Caleta. Una luz alumbraba mi tienda de campaña y me asusté muchísimo. Resultó que era el faro”, rememora con una sonrisa triste. Fue el 11 de enero de 2021, nunca lo olvidará: “Me cambió para siempre”. Tampoco se le desvanece de la mente otra fecha, la del 24 de septiembre de ese mismo año, el día que consiguió salir de esa pesadilla, gracias al cobro del primer pago del Ingreso Mínimo Vital (IMV), la red última de protección creada en 2020 para alcanzar las capas más vulnerables de la sociedad. Román sabe que lo suyo es excepcional: la gran mayoría de las personas sin hogar no perciben esta ayuda.

Una persona recoge y observa su menú de Nochevieja, en la iglesia de San Antón, a 31 de diciembre de 2023, en Madrid (España). La ONG Mensajeros de la Paz, liderada por el padre Ángel, reparte un total de 150 cenas a personas sin hogar y familias en situación de vulnerabilidad como ya ha hecho durante varios años. También realizan cenas de Nochebuena como la realizada el pasado 24 de diciembre en el Teatro Real.
Cena para personas sin hogar la pasada Nochevieja en la iglesia de San Antón de Madrid.
Cena para personas sin hogar la pasada Nochevieja en la iglesia de San Antón de Madrid.
31 DICIEMBRE 2023;CENAS;SOLIDARIDAD;PADRE ÁNGEL;ONG;MENSAJEROS DE LA PAZ;MENÚ; Carlos Luján / Europa Press 31/12/2023

El ingreso mínimo vital solo llega al 5% de las personas sin hogar

Román, de 61 años, se siente tan afortunada por tomar impulso tras tocar fondo que no ha dejado de ir por el pequeño salón en el que, cada día, la asociación Calor en la Noche reparte decenas de desayunos, en el Campo del Sur de la capital. Conoció el recurso como usuaria y ahora regresa una vez por semana como voluntaria: “Me ayudaron tanto que ahora me toca a mi ayudar, poner mi granito”. La mujer prefiere no acordarse del revés final que le llevó a la calle, tras una vida entera trabajando como camarera de piso en Lanzarote. “Me vi sin trabajo, sin paro y sin dinero”, resume. Cuando Román acabó en la calle, el IMV ya llevaba medio año en vigor, después de que se aprobase en pleno inicio de la pandemia como medida urgente para familias vulnerables. El importe máximo para un beneficiario individual es de unos 600 euros mensuales en 2024, que va creciendo en función del número de personas que integran el hogar.

El Ministerio de Seguridad Social publicó en febrero por primera vez cuántas personas reciben en total el IMV en la actualidad (antes daba el dato acumulado desde que entró en vigor de la ayuda, sin tener en cuenta a los perceptores que habían dejado de cobrarla): 557.405 familias (compuestas por 1.669.361 personas). El departamento asegura que no puede detallar qué porcentaje de los potenciales beneficiarios no han solicitado la ayuda, pero da por buenos los datos de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) de 2022, que apuntaban a un 58% no la han pedido, y que solo ha llegado a un 36% de los hogares con derecho a ella. En el caso de las personas sin hogar, la ayuda únicamente llega al 5%, según un estudio elaborado por Nuria Badenes, investigadora del Instituto de Estudios Fiscales (IEF).

En relación con esta ayuda hay un enorme problema de desconocimiento y barreras de acceso: muchos potenciales beneficiaros no la solicitan porque no saben que existe o porque creen que se les denegaría. Un estudio publicado el viernes pasado por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza, una coalición de ONG y otros grupos de lucha contra la exclusión social en la UE, concluye que el 41% de los potenciales beneficiarios del IMV desconocen la existencia de la prestación, y que una alta proporción de los que tienen derecho a ella y no la reciben piensan que no cumplen los requisitos (34%) o no les corresponde (42%).

Para las personas que no les queda más remedio que vivir en la calle, la carrera de obstáculos es aún mayor, según explica Rocío Urbano, trabajadora social de la ONG Calor en la Noche: “Algo falla [durante el proceso para pedir y la ayuda], y eso les genera enfado, ansiedad y desesperanza”. En la entidad se afanan por ayudar a algunas de las 117 personas sin hogar de Cádiz capital —según el último censo municipal— que piden auxilio en las gestiones para el IMV, aunque son los trabajadores del Ayuntamiento y su albergue los que llevan el peso de las gestiones.

Pero se topan con muros de inconvenientes, como la falta de información de los usuarios y las trabas burocráticas. Una de las primeras, como recuerda Urbano, fue el requisito del empadronamiento, que capearon al inscribir a los demandantes en el albergue. Otra fue que los demandantes tengan una cuenta bancaria en entidades que se niegan a hacerles clientes por no tener ingresos. “Hacen un trabajazo bestial, pero te encuentras con personas que lo tienen, otras que no, cada una en un punto diferente”, apunta Urbano.


Mamen Román, en el centro de la imagen, va una una vez por semana como voluntaria a Calor en la Noche, una ONG que colabora con personas sin hogarMamen Román, en el centro de la imagen, va una una vez por semana como voluntaria a Calor en la Noche, una ONG que colabora con 

Si la cobertura llegase a todas las personas sin hogar que les corresponde, el aumento de gasto para las arcas públicas sería de 130 millones. La cantidad es baja para los 4.300 millones que se destinaron en 2023 para la ayuda, pero supondría una disminución en la desigualdad del colectivo de hasta un 80%, según el estudio de Nuria Badenes.

Satanaela Michalski no suelta su carpeta negra, mientras saca papeles que le va dando a Urbano. “Se supone que el IMV es para que me levante, pero esto no me da para nada. Mi vida es muy dura”, se queja indignada la mujer nacida en Polonia hace 45 años. Michalski comenzó a gestionar la ayuda en el verano de 2020. Primero se la denegaron por el empadronamiento, ya que vive de forma irregular en una casa abandonada. Lo resolvió y le vino concedida, con retrasos, en mayo de 2023. Pero en noviembre pasado se la redujeron de 565 euros a 357. Desde entonces, deambula de administración en administración para intentar averiguar el motivo, sin ningún éxito.

“Cada reclamación a la Administración es un mundo, una tortura china”, reconoce Urbano. La trabajadora social también se muestra crítica con el importe que reciben las personas sin hogar, que habitualmente se mueve en las cifras más bajas del rango de los 462 euros a 1.015 euros mensuales que se pueden conceder en función de las personas que integran la unidad familiar: “A veces, es difícil que les dé para salir de su situación”. “Con los 565 me dio para comida, para arreglar mi casa, para lavar la ropa. Con esta bajada he tenido que volver a los recursos de la calle”, explica Michalski.

Mamen Román cobra 600 euros al mes. Todavía recuerda la alegría que la invadió cuando la asistenta social le avisó de que iba a cobrar los 4.000 euros que le correspondían desde que solicitó el IMV. “Lo eché en comprar todo el menaje para volver a vivir en una casa, fue como el que se prepara el ajuar para casarse”, explica emocionada. Ese mismo 24 de septiembre que recibió el ingreso, consiguió salir de la calle, gracias a una amiga que le prometió una habitación en un piso compartido con otras siete mujeres. La gaditana lleva tiempo soñando con encontrar un estudio para ella sola, pero no hay forma: “Con 600 euros te agarras una oreja y no te llega para la otra y aquí el alquiler es muy caro”.

sábado, 23 de marzo de 2024

10 consejos de nutrición para un año nuevo saludable.

An illustration showing two people lying in a green field with various giant vegetables springing up from the ground: broccoli, carrots, lettuce, radishes, chives and parsley.
Credit...Monica Garwood
Por décadas hemos visto modas alimenticias que aparecen y se van muy rápido, pero hay algunas recomendaciones que resisten la prueba del tiempo y que puedes considerar para 2024
Como reportera de salud que ha seguido por décadas las noticias de nutrición, he visto muchas tendencias que causaron sensación y luego se evaporaron. ¿Recuerdan la olestra, la dieta Paleo y el jugo de apio?

Cuando ves suficientes modas alimenticias llegar e irse hace que te des cuenta de que los consejos de nutrición más valiosos se basan en décadas de investigación, en las que científicos han analizado una pregunta desde diversas perspectivas y llegaron a algo parecido a un consenso.

Aquí hay 10 joyas respaldadas por la ciencia que puedes considerar para el nuevo año.

1. La dieta mediterránea realmente es así de buena

Décadas de investigación respaldan la dieta mediterránea—centrada en frutas y verduras, granos enteros, legumbres, aceite de oliva, nueces, hierbas y especias— como una de las formas más saludables de comer. Tiene numerosos beneficios para la salud del corazón y se ha relacionado con un menor riesgo de diabetes tipo 2, deterioro cognitivo y ciertos tipos de cáncer.

Si te interesa adoptar la dieta mediterránea pero no sabes bien por dónde empezar, atención: a partir del 15 de enero, compartiremos una semana de orientación práctica y recetas para una alimentación al estilo mediterráneo en el boletín Well, que solo está disponible en inglés, al que puedes suscribirte aquí.

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Los beneficios de la dieta mediterránea

2. Está bien tomar café con el estómago vacío

Algunas personas pueden experimentar acidez estomacal, pero no hay evidencia de que  tomar café con el estómago vacío pueda dañar el revestimiento gástrico o perjudicar de alguna otra manera su sistema digestivo, dicen los expertos. Y hay razones para sentirse bien con tu infusión matutina: tomar café se ha relacionado con una vida más larga y un menor riesgo de enfermedades del corazón y diabetes tipo 2.


3. Comienza tu día con un desayuno saludable

Las mañanas pueden ser agitadas y puede que sea tentador comer rápido un muffin o saltarse del todo el desayuno. Pero los expertos en nutrición dicen que vale la pena priorizar esa comida matutina, especialmente si contiene una mezcla equilibrada de proteínas, fibra y grasas saludables. Alimentará tu día, y los estudios han descubierto que aquellos que desayunan tienden a disfrutar de una serie de beneficios para la salud, como un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y obesidad.

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Quizás necesitas repensar tu desayuno

4. Cuida bien de tu intestino

Mantener tu sistema digestivo sano y funcionando sin problemas puede protegerte de las incomodidades de la vida, como la acidez estomacal, la hinchazón y el estreñimiento, así como mejorar tu salud en general. Como era de esperarse, la mejor manera de cuidar tu intestino es alimentándose bien, priorizar la fibra y consumir una variedad de alimentos a base de plantas y fermentados.

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5. Probablemente no necesites barras de proteína 

A menudo se promocionan como alimentos saludables o como una especie de combustible esencial para el rendimiento atlético, pero la mayoría de las barras de proteínas están llenas de azúcar. Es mejor satisfacer tus necesidades de proteínas con alimentos integrales como yogur, nueces, frijoles o huevos, aseguran los expertos.

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¿Las barras de proteína de verdad son saludables?

6. No abuses del chocolate negro

Esta es una de las noticias más tristes relativas a la nutrición de 2023. El chocolate negro tiene algunos de los niveles más altos de plomo y cadmio (metales pesados que pueden dañar el cuerpo) en comparación con otros alimentos. Por fortuna, no tienes que renunciar por completo a tu hábito de comer chocolate negro. Disfrutarlo con moderación —no más de unos 28 gramos al día, dicen los expertos— mantendrá el riesgo bajo.

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Do I Need to Avoid Dark Chocolate Now?

7. Licuar frutas y verduras no destruirá sus nutrientes

Hacer puré de frutas y verduras en una licuadora no les quitará sus vitaminas, minerales o fibra. Y, de manera algo sorprendente, varios estudios pequeños sugieren que consumir fruta en forma de batido no aumentará tu azúcar en la sangre más de lo que lo hace cuando se come entera. Así que adelante, disfruta tu batido. Y echa un vistazo a nuestros consejos para hacer que el tuyo sea más nutritivo.

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¿Las frutas pierden nutrientes en los batidos?

8. El queso cottage está de vuelta

Es posible que asocies el queso cottage con las dietas de moda de la década de 1970, pero es un alimento que ha resistido la prueba del tiempo. El queso cottage fue un éxito en TikTok este verano, y por una buena razón. Puedes comerlo solo o usarlo como un ingrediente versátil en bocadillos dulces y salados, y ofrece una variedad asombrosa de nutrientes que incluyen proteínas, calcio, selenio y más.

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Cottage Cheese Makes a Comeback

9. El tofu también es bueno para ti

En décadas pasadas, la gente temía que el tofu y otros alimentos de soya o soja pudieran estar relacionados con el cáncer o problemas de fertilidad porque contienen compuestos similares al estrógeno. Pero los estudios han desmentido esos temores, dicen los científicos. De hecho, la investigación sugiere que comer alimentos a base de soja puede reducir tu riesgo de enfermedades del corazón e incluso de algunos tipos de cáncer.

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¿El tofu es realmente saludable?

10. Es difícil separar los mitos de nutrición de los hechos

Los mitos sobre la nutrición tienden a persistir en la cultura estadounidense y en nuestras mentes, lo que nos deja confundidos y a veces incluso ansiosos acerca de nuestras decisiones alimenticias. Consultamos a 10 expertos en nutrición sobre qué mitos desearían que desaparecieran tan rápido como las galletas frescas en una fiesta decembrina.

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10 mitos de nutrición que los expertos desearían erradicar

_- La solución de Max Planck











‘Mileva Einstein, teoría de la tristeza’, cuando el físico quiso convertir a su esposa y brillante matemática en su criada Slavenka Drakulić reconstruye las terribles circunstancias que marcaron la vida de la primera esposa del futuro premio Nobel, quien contribuyó a desarrollar sus teorías

La correspondencia de la familia Einstein y, en el centro, un retrato de Mileva y Albert Einstein.

Mileva y Albert Einstein
La correspondencia de la familia Einstein y, en el centro, un retrato de Mileva y Albert Einstein.

En julio de 1914, Albert Einstein le hizo llegar a su esposa, Mileva, a través de un amigo común una nota donde le explicaba lo que tenía que hacer para que pudieran seguir juntos: lavarle la ropa, prepararle tres comidas diarias y limpiarle la habitación y el despacho (que solo utilizaría él). “Te abstendrás de cualquier relación conmigo, salvo que sea necesario por motivos sociales”, le decía, y la obligaba a renunciar a pasar tiempo con él en casa y a hacer viajes juntos. El tercer punto se refería a cuestiones muy concretas: nada de intimidad, reducir al mínimo cualquier trato si él se lo exigía, no predisponer a sus hijos contra él. Eran sus condiciones, y le pedía a Mileva que las aceptara.

Acababan de instalarse en Berlín, aunque en ese momento vivían separados. A Einstein lo habían nombrado miembro de la Academia Prusiana de Ciencias, profesor de la Universidad Humboldt y director del Instituto de Física del Emperador Guillermo: tendría por fin tiempo y recursos para realizar sus investigaciones. Mileva había escuchado rumores que decían que Albert estaba enamorado de su prima Elsa Löwenthal —se terminarían casando en 1919—, con la que este coincidió esos días durante su estancia en casa de su madre. Mileva y los niños estaban alojados con unos amigos. Esas condiciones, que Slavenka Drakulić reproduce en cursiva, son uno de los contados documentos reales que cita explícitamente en su novela. No hay ni un ápice de invención en lo que no es más que una nota, un papel cualquiera, pero que define de manera descarnada el mundo en el que Mileva vivía y con el que tenía que lidiar. Estaba segura de que terminaría cediendo y de que firmaría esas condiciones humillantes que iban a convertirla en la sierva del gran hombre. No lo hizo, terminó plantándose, y poco después lo que aceptó en realidad fue un acuerdo en el que Albert se comprometía a colaborar con una suma de dinero para el sustento y educación de sus hijos. Mileva se los llevaba con ella a Zúrich.

Ella tenía una cojera, lo pasó mal de niña, pero su inteligencia le abrió las puertas y, ahí en Zúrich, logró conectar con un muchacho distraído, inmaduro y brillante.

Llegaron un día después de que el Imperio Austrohúngaro hubiera declarado la guerra a Serbia. Belgrado acababa de ser bombardeada, y Slavenka Drakulić aprovecha para señalar el trágico paralelismo entre el desmoronamiento de la vieja Europa y la catástrofe que justo acababa de producirse entre un hombre y una mujer que unos años antes establecieron un sinfín de complicidades que se alimentaban de la pasión que compartían por las matemáticas y la física. Mileva pertenecía a una familia serbia acomodada que vivía en el lado austrohúngaro de la frontera, en Novi Sad, eran cristianos ortodoxos; su padre la había empujado a que estudiara, lo que era una rareza entonces. Ella tenía una cojera, lo pasó mal de niña, pero su inteligencia le abrió las puertas y, ahí en Zúrich, logró conectar con un muchacho distraído, inmaduro y brillante de una familia judía —aunque él no practicaba— al que le sacaba cuatro años, pero con el que se entendió a la perfección. Se juntaron, se quisieron, se fueron enredando en distintas especulaciones científicas, avanzaron juntos por terrenos inexplorados, y Mileva trabajaba en la parte matemática de las teorías de Albert, escribía reseñas para revistas especializadas que luego firmaba él, le preparaba los apuntes para las clases cuando Albert consiguió un puesto de profesor.

Ha habido distintos trabajos que se han ocupado de señalar la importante contribución de Mileva Marić a los trabajos científicos de Einstein, que obtuvo el Premio Nobel en 1921. Slavenka Drakulić (Rijeka, Croacia, 1949), con una larga obra a sus espaldas que incluye títulos como Los pecados mortales del feminismo y Cómo sobrevivimos al socialismo e incluso nos reímos, entre otros, ha preferido reconstruir la existencia entera de una mujer que fue de tal manera golpeada por la vida que logra convertir sus experiencias en una “teoría de la tristeza”, tal como avisa en el título. Un día que fueron de excursión con Marie Curie, Albert anduvo coqueteando con la niñera de los hijos de esta, y “a Mileva le pareció convertirse en algo que nadie mira, como un sillón viejo”. Y de eso va esta novela.

Mileva no pudo obtener la licenciatura en sus estudios de Física y Matemáticas al mismo tiempo que Albert porque le tocó hacer los exámenes en las peores condiciones emocionales, y eso la destruyó.

Mileva no pudo obtener la licenciatura en sus estudios de Física y Matemáticas al mismo tiempo que Albert porque le tocó hacer los exámenes en las peores condiciones emocionales, y eso la destruyó. Todavía fue más devastador perder por la escarlatina a su pequeña Lieserl, la niña que tuvo con Albert antes de que se casaran y cuya existencia él procuró borrar (para que nunca hubiera existido). Conoció de cerca el infierno por el que pasaron sus padres con su hermana esquizofrénica, y ella misma estuvo a punto de ser estrangulada por su hijo pequeño, atacado por un brote que le provocó esa misma enfermedad. Su otro hijo la terminó despreciando, ella pasó por una época en la que iba de hospital en hospital para superar unas extrañas parálisis que procedían acaso de esa “mazmorra interior”, y la rompió también (y de qué manera) su amor por ese tal Albert que un día quiso convertirla en su criada.

https://elpais.com/babelia/2024-03-22/mileva-einstein-teoria-de-la-tristeza-cuando-el-fisico-quiso-convertir-a-su-esposa-y-brillante-matematica-en-su-criada.html

20 frases en ingles

May I go to the restroom? 
Can you repeat that, please? 
Can you explain it, please? 
May I copy this? Sorry, 
I can’t hear you 
Can you say it one more time, please? 
How do you say…? 
I need some help 
Do we have homework today? 
Do you have a pen? 
I have a test 
Excuse me, I have a question 
Assignments 
Sentence - Frase 
Here is my essay 
What page are we on? 
How do you spell…? 
I need more time for the test 
Do we have to write this down? 
Where can I search for it?

viernes, 22 de marzo de 2024

80 frases en inglés...

Expresiones en el habla cotidiana que cumplen con varias funciones:

Fática: iniciar, mantener o terminar una conversación
Apelativa: preguntar, pedir o demandar algo
Referencial: dar o solicitar información
Expositiva: presentar nuestro punto de vista
Emotiva: dar a conocer nuestro estado de ánimo.

Veamos 20 que les harán sus aulas más sencillas:

May I go to the restroom? ¿Puedo ir al baño?
Can you repeat that, please? ¿Puede/s repetirlo por favor?
Can you explain it, please? ¿Podría explicarlo, por favor?
May I copy this? ¿Puedo copiar esto?
Sorry, I can’t hear you Lo siento, no puedo escucharte
Can you say it one more time, please? ¿Puede decirlo una vez más, por favor?
How do you say…? ¿Cómo se dice?
I need some help Necesito algo de ayuda
Do we have homework today? ¿Tenemos tarea hoy?
Do you have a pen? ¿Tienes un bolígrafo?
I have a test Tengo un examen
Excuse me, I have a question Disculpe, tengo una pregunta
Assignments Asignaturas
Sentence - Frase Oración - frase
Here is my essay Aquí está mi ensayo
What page are we on? ¿En qué página estamos?
How do you spell…? ¿Cómo se deletrea?
I need more time for the test Necesito más tiempo para la prueba
Do we have to write this down? ¿Tenemos que escribir eso?
Where can I search for it? ¿Dónde puedo buscarlo?

20 para entablar una relación más empática y obtener información relevante de nuestro interlocutor.

How are you? ¿Cómo estás?
How 's it going? ¿Cómo te va? (Tono informal)
What 's your name? ¿Cómo te llamas?
What’ s your last name? ¿Cuál es tu apellido?
What do you do for a living? ¿A qué te dedicas?
Where are you from? ¿De dónde eres?
Where do you work? ¿Dónde trabajas?
Where do you live? ¿Dónde vives?
How old are you? ¿Cuántos años tienes?
Are you married, single? ¿Estás casado (a) soltero (a)?
Do you have a boyfriend - girlfriend? ¿Tienes novio - novia?
Do you have any siblings? ¿Tienes hermanos?
What are you doing for fun? ¿Qué haces para divertirte?
How do you feel? ¿Cómo te sientes?
What’s your favorite food? ¿Cuál es tu comida favorita?
What’s the weather like? ¿Cómo está el clima- el tiempo-?
Do you have a car? ¿Tienes auto?
What do you think about…? ¿Qué piensas acerca de…?
How's life in your country? ¿Cómo es la vida en tu país?
Can I see you again? ¿Puedo verte de nuevo?

20 frases y preguntas en inglés para viajeros

Can you tell me where is the…? ¿Puede decirme dónde está el…?
Could you translate this for me? ¿Podría traducir esto para mí?
Could you speak slower, please? ¿Podría hablar más despacio, por favor?
Sorry, I didn’t understand that Disculpe, no entendí eso
Can you show me how to get to…? ¿Puede enseñarme cómo llegar a…?
Which are the opening hours? ¿Cuáles son las horas de apertura?
Where is the currency exchange office? ¿Dónde está la ventanilla de cambio?
Can you show me on the map? ¿Me lo puede mostrar en el mapa?
Where is the departure-arrival lounge? ¿Dónde está la sala de salida-llegada?
What time will we be boarding? ¿A qué hora embarcamos?
My passport and booking reference Mi pasaporte y número de reserva
Where is the baggage reclaim? ¿Dónde es la recogida de equipaje?
What time do I have to check in? ¿A qué hora debo registrar mi equipaje?
My baggage has not arrived yet Mi equipaje no ha llegado todavía
How late will the flight be? ¿Qué tan atrasado está el vuelo?
I think I’m sick Creo que estoy enfermo
I need a doctor Necesito un doctor
I think I’m lost Creo que estoy perdido.
Can I use your phone? ¿Me permite usar su teléfono?
Where is the nearest…? ¿Dónde está el [lugar] más cercano?

20 breves frases en inglés para toda ocasión

Thank you so much Muchas gracias
You’re welcome De nada
I really appreciate it En verdad que aprecio esto
Nice to meet you Gusto en conocerte
Let me introduce you to… Déjame presentarte a…
I’m so sorry Lo siento mucho
Sorry for being late Siento llegar tarde
How can I help you? ¿Cómo puedo ayudarte?
What do you think about…? ¿Qué piensas de…?
How does that sound to you? ¿Qué te parece - qué tal te suena eso?
That sounds great to me Suena genial para mí
That’s ok Está bien
Nevermind No importa
I’m just learning English Apenas estoy aprendiendo inglés
Sorry, I don’t get it Disculpa no lo capto (no lo entiendo)
Thanks for helping Gracias por ayudar
What does it mean… in english? ¿Qué significa… en inglés?
What do you mean with…? ¿Qué quieres decir con…?
Oh, really? Oh, ¿en serio?
Actually, I was just about… En realidad, yo estaba a punto de…

Qué son los ageotipos que hacen que cada persona envejezca de manera distinta (y las ventajas de identificar el tuyo)

Grupo de mujeres

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  • Au
Un "ageotipo" es un patrón de envejecimiento.
Author,Fernanda Paúl

Es un proceso inevitable. Por más que lo intentes, tú, yo y todas las personas que nos rodean vamos a envejecer.

Pero no todos lo haremos de la misma manera.

Eso explica por qué algunos seres humanos, incluso teniendo la misma edad, pueden presentar distintos rasgos de envejecimiento.

Los científicos creen que esto se debe a que existen diferentes patrones biológicos que determinan el ritmo con el que cada uno de nosotros nos vamos poniendo más viejos.

A estos patrones los científicos los llaman ageotipos.

¿Qué son, cómo afectan a tu salud y por qué puede ser beneficioso identificar cuál es el tuyo?

Aquí te lo contamos.

Clasificación de los "ageotipos"

Uno de los investigadores pioneros en esta materia es el reconocido biólogo Michael Snyder, director del departamento de genética de la Universidad de Standford, en EE.UU.

En 2020, Snyder y su equipo de científicos perfilaron a un grupo de 43 hombres y mujeres sanos de entre 34 y 68 años, a quienes les midieron su biología molecular al menos cinco veces durante dos años.

Utilizando sangre, heces y otras muestras, el estudio rastreó los niveles de ciertos microbios y moléculas biológicas, como proteínas, metabolitos y lípidos presentes en los participantes en el estudio.

Con ello, los investigadores buscaban saber qué le sucede realmente al cuerpo humano cuando envejece.

Y encontraron una respuesta: las personas siguen ciertas vías biológicas que determinan qué partes de su cuerpo envejecen antes y cuáles después.

Y aquí es donde aparecen los llamados ageotipos.
 
Mujeres juegan un juego de mesa.

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Mujeres juegan un juego de mesa.

Todos envejecemos de maneras diferentes.

“Son patrones de envejecimiento. Todos lo hacemos de maneras diferentes. En algunas personas, su sistema inmunológico envejece más rápido, en otras, su riñón, o su sistema metabólico, y así”, le explica Snyder a BBC Mundo.

“En cada caso son diferentes órganos o conjuntos de sistemas de órganos. Al igual que cuando un automóvil envejece, las diferentes piezas se desgastan a diferentes ritmos: el motor, la batería o el chasis. Lo mismo ocurre con nuestros cuerpos”, agrega.

La investigación de Snyder y su equipo habla de cuatro ageotipos principales:

1. Metabólico: sucede cuando el metabolismo -encargado de convertir los alimentos en energía y de eliminar las sustancias tóxicas, entre otras cosas- envejece a un ritmo más elevado que otras funciones del cuerpo.

Cuando el metabolismo está dañado, se generan problemas como la obesidad, enfermedades cardíacas y otros trastornos, entre ellos, la diabetes.

2. Inmunológico: cuando el sistema inmune de las personas presenta signos de envejecimiento más profundos.

Si este empieza a fallar, el cuerpo pierde la capacidad de combatir gérmenes invasores, como infecciones y otras enfermedades. Así, según el estudio de Snyder, se podrían generar niveles más altos de inflamación o presentar enfermedades de tipo inmunológico.

3. Hepático: este ageotipo se relaciona con el envejecimiento del hígado, que se encarga principalmente de procesar nutrientes y filtrar toxinas dañinas para el cuerpo. Si el hígado no funciona de manera correcta, se pueden producir enfermedades hepáticas, como la cirrosis.

4. Nefrótico: sucede cuando la función renal presenta síntomas de envejecimiento. Los riñones ayudan a filtrar y equilibrar los líquidos del cuerpo (desechándolos a través de la orina), regulan la presión arterial y estimulan la médula ósea para que esta produzca glóbulos rojos, entre otras cosas.

Si estos muestran signos de envejecimiento, pueden dejar de filtrar líquidos dañinos, provocar cambios en la presión arterial o desequilibrios en los minerales esenciales.

Sistema metabólico

Sistema metabólico

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Cuando el metabolismo está dañado, se generan problemas como la obesidad, enfermedades cardíacas u otros trastornos, entre ellos, la diabetes.

Pero hay más…

Michael Snyder le explica a BBC Mundo que estos cuatro ageotipos son “solo el comienzo”.

“Ahora se sabe que existen muchos más”, dice el investigador, que nombra como ejemplos el cardiovascular, que tiene directa relación con un corazón biológicamente más envejecido que otros órganos, y el estrés oxidativo, que sucede cuando se producen en nuestro cuerpo compuestos que no son útiles para la vida y, en consecuencia, se altera la funcionalidad de la membrana de las células.

De acuerdo con la revista especializada en ciencia y tecnología New Scientist, tras el estudio realizado por Snyder y su equipo, otros científicos han ido ampliando la gama de ageotipos.

Kalliopi Gkouskou, bióloga de la Universidad de Atenas, en Grecia, es una de ellas.

En febrero del año pasado, la investigadora junto a otros científicos publicaron un estudio que afirma que hay otros patrones de envejecimiento que se relacionan con la “disfunción del cerebro” y del sistema nervioso.

Algo similar planteó Brian Kennedy, del departamento de bioquímica de Universidad Nacional de Singapur.

“Nuestro estudio muestra evidencia de que podría haber múltiples ‘relojes’ dentro de todo el sistema: impulsores sistémicos del envejecimiento superpuestos con contrapartes específicas de órganos/tejidos”, sugiere su investigación publicada en 2022, para la que se analizó a más de 4.000 voluntarios.

Kennedy sumó otros patrones de envejecimiento a la lista de Snyder: el cardiovascular, la aptitud física, las hormonas sexuales, la piel y el microbioma intestinal.

Cuerpo humano 
Cuerpo humano

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Los ageotipos no son excluyentes: una persona podría ser clasificada dentro de dos o más ageotipos.

Dicho esto, hay que tener en cuenta que los ageotipos no son mutuamente excluyentes. Es decir, una persona podría ser clasificada dentro de dos o más ageotipos.

“Un ageotipo metabólico también podría ser uno inmunológico”, señala el estudio de Snyder.

Además, el envejecimiento de una parte del cuerpo podría arrastrar a otra, pues no siempre envejecen de forma aislada. Por ejemplo, si el sistema cardiovascular envejece más rápido, probablemente esa persona tendrá más problemas en sus riñones, músculos o huesos.

¿Por qué identificarlos puede ayudarnos?

Para el investigador de la Universidad de Stanford, lo más importante de su descubrimiento es que “muestra que es posible mejorar la forma en que envejecemos”.

“Saber qué partes están envejeciendo más rápido te permite concentrarte y trabajar en esas áreas. Si eres de un ageotipo metabólico, entonces cuida tu dieta; si estás dentro del grupo de estrés oxidativo, toma más antioxidantes, o del inmunológico, entonces refuerza tu sistema inmune”, señala a BBC Mundo.

De hecho, en su investigación hubo algunas personas que mostraron una disminución en sus marcadores de envejecimiento.

Según el biólogo, esto se puede explicar por cambios en el estilo de vida de los participantes.

“Entre los que mostraron niveles reducidos de hemoglobina A1c, muchos habían perdido peso y uno hizo cambios en la dieta. Algunos de los que vieron una disminución en la creatina, lo que indica una mejor función renal, estaban tomando estatinas (medicamento usados para bajar el colesterol)”, explica el departamento de genética de la Universidad de Stanford.

Una persona comiendo una ensalada 

Una persona comiendo una ensalada

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Un cambio en la dieta podría ayudar a personas de ciertos ageotipos.

Una opinión similar tiene Inés Moreno González, investigadora del departamento de biología celular y genética de la Universidad de Málaga.

“Si alguien puede predecir o diagnosticar de forma muy temprana ciertas enfermedades, evidentemente nos ayudaría a hacer tratamientos o terapias personalizadas”, le dice a BBC Mundo.

“Es muy interesante saber a qué ageotipo perteneces. Esos perfiles probablemente vienen determinados por la genética pero también por factores intrínsecos de nuestra vida, agentes externos, como la cantidad de deporte que haces o tu calidad de vida”, agrega.

Los científicos esperan que todos estos descubrimientos nos ayuden a enfrentar la vejez.

Y aunque no podemos frenarla, quizás sí podemos prepararnos para navegarla mejor.

Tiene 93 años y me enseña sobre las posibilidades de la vida.

Hablar con los ancianos como si fueran niños es una interacción falsa, tediosa y estúpida.

Cuando me resistí a hacerlo con mi abuela nuestra relación dio un giro feliz hacia conversaciones inesperadas.

An illustration of a woman and man sitting together on a rainbow with the words "Just Try" and "Oui" and "Haha" around them - and Christmas trees.
Credit...Brian Rea

Despierta tras una siesta en su sillón favorito, mi abuela se pasó los dedos por el cabello ondulado y blanco, miró por la ventana hacia el Canal de la Mancha y me preguntó qué pediría si tuviera solo un deseo.

Me lo pregunta a menudo, y yo siempre respondo lo mismo porque eso la hace feliz: “Que vuelva mi abuelo”, lo que suele hacer que lo recuerde. Pero aquel día, hace unos meses, sacudió la cabeza y suspiró: “Richard, tuvimos ya esos momentos. Muy buenos momentos. Pero mejor pide un deseo para ti, cariño”.

Ojalá hubiera sabido que podíamos ser así desde antes.

Durante décadas tuve el mismo tipo de abuela que tiene mucha gente: una que te envía una tarjeta de cumpleaños con dinero por correo; una que te llama por teléfono en Navidad; una agradable rutina educada y practicada que llegó a ser parecida a la manera en que la gente dice “salud” después de un estornudo.

Entonces, hace una década, empezó a perder su audición de manera precipitada. Las llamadas telefónicas se hicieron más difíciles. Y me di cuenta de que si le preguntaba qué había almorzado, podía decir: “Ah, hoy el clima ha estado estupendo”. Estaba tan acostumbrada a las mismas preguntas de la familia que parecía reciclar el mismo puñado de respuestas.

Nuestro tiempo juntos disminuía. Ella estaba disminuida.

A esto se le llama grayspeak, “lenguaje gris” o “lenguaje de ancianos”, un cambio en el modo de dirigirnos a los mayores que los trata menos como sabios y más como niños pequeños o mascotas. Decimos cosas como: “Hoy llovió. ¿Viste que llovió?”, y “¿Te gustó la cena?”.

Es un tipo de interacción falsa, tediosa y estúpida, así que luché contra eso. Empecé a visitarla más, en persona, a pesar de que ella vivía en Dover, Inglaterra, y yo en Nueva York.

Durante mis visitas, empecé a lanzarle preguntas más complicadas: ¿Qué hiciste con tu primer sueldo? ¿En qué pensabas cuando te escondías en cuevas durante la guerra? ¿Cuál fue el mejor invento de tu época?

Sus respuestas: comprar electricidad para la casa de sus padres para no tener que raspar la cera de las velas de las escaleras. Comer naranjas. El agua corriente (seguido de cerca por el microondas). Más que respuestas, fueron trampolines para conversaciones inesperadas.

La profundización de nuestra relación ha sido algo así como un feliz accidente. Mucha gente llega a conocer a sus padres como personas reales más tarde en la vida, pero yo, como hombre homosexual distanciado de sus padres, redirigí esa energía hacia mi abuela.

Mi abuela no es solo vieja. Sobrevivió a un secuestro en Irlanda. Durante la guerra se quedó sin hogar en tres oportunidades después de sobrevivir a bombardeos, viviendo en el frente de batalla junto a los acantilados blancos de Dover. Conoció a la reina Isabel II cuando aún era princesa. A los 20 años, mi abuela atravesó la nieve para dar a luz a sus primeros hijos, gemelos, el día de Navidad. Ahora está ciega y artrítica, pero sigue tejiendo mantas para los bebés prematuros del hospital local. Incluso con 93 años, compra libros para seguir aprendiendo francés.

En nuestra nueva cercanía, también se volvió mucho más graciosa. Mirando el montón de virutas de chocolate que había en el fondo de su café, le dije: “¿Qué pasa? Creía que no tomabas azúcar”.

“El chocolate no es azúcar, querido”, me dijo. “Es sabor”.

Tras recuperarse de una operación de urgencia a principios de año, me dijo: “¡Nunca he sido tan perezosa!”.

“No eres perezosa”, le dije. “Te estás recuperando”.

“Tú eres el experto”, dijo. “¿Cómo es?”

“¿Cómo es qué?”

“La pereza, querido”, dijo. “Tienes más experiencia que yo”.

“¡Volé para llegar aquí!”.

“¿Fuiste tú quien pilotó el avión?”, dijo con una sonrisa pícara.

Un día, después de prepararnos un café, le pregunté: “¿Cuál es el secreto para alcanzar el éxito con 90 años?”.

“Solo tienes que intentarlo, querido. Mucha gente es vieja a los 60 años. Solo quieren estar sentados todo el día. No llegarás a los 90 así. Tienes que intentarlo”.

“¿Intentar qué?”.

“Intenta caminar”, dijo. “Intenta hacer jardinería. Intenta cocinar. Intentarlo no requiere mucho esfuerzo. Solo prueba un poco. Como con este café que nos has preparado. Sé que te esforzaste”.

En otra ocasión vimos cuatro codiciados pastelitos de manzana en el supermercado después de días de estar agotados. Compré dos. Ella me dijo que comprara los cuatro. Cuando le dije que dejáramos los otros dos para otras personas, me contestó: “Dos son para nosotros ahora. Y los otros dos son para nosotros mañana, sin importar quienes seamos”.

Estar con ella es ridículamente divertido. He conocido a sus amigos, y ella ha conocido a mi persona especial (“¡Has elegido alguien más joven!”, dijo de él, que tiene 50 años y yo 44. “¿No es guapo? Es guapo, ¿verdad?”, le pregunté. “¡Sí, mucho más que tú!”, dijo riendo).

Bailamos un vals con la voz de Vera Lynn, construimos casitas de jengibre, nos pusimos máscaras coreanas. Me mira hacer arduos rompecabezas y luego, tras colocar la última pieza, celebra cómo lo “hemos” completado. Le compré una blusa cubierta de pájaros en una tienda de caridad y ella me compró un mameluco de osos.

Cuando era niño —con 5 años quizás, lo bastante pequeño para que mis hermanos y yo durmiéramos como sardinas en la misma cama—, asomaba la cabeza a la hora de dormir y preguntaba si alguien necesitaba ir al baño. Esa era mi señal para anunciarle que tenía que hacer una gran caca. Entonces me escabullía escaleras abajo con ella y veíamos El show de magia de Paul Daniels.

Puede que ella supiera que yo era gay antes de que se lo contara, pero ella quería que yo creyera en las maravillas y la magia. Si la sabiduría es conocimiento además de tiempo, ella encarna la siguiente evolución de la sabiduría: la amabilidad.

“La edad”, me dijo una vez, “no es más que otra molestia que intenta convencerte de lo imposible en un mundo absolutamente lleno de posibilidades”.

A sus 60 años, escaló el Snowden, el pico más alto del Reino Unido. A los 70, sobrevivió a la muerte de su única hija. A los 80, perdió al marido que tuvo durante 67 años, mi abuelo. Este año tuvo que ser operada de urgencia y los médicos le preguntaron si podían escribir sobre ella en una revista médica porque su enfermedad era muy rara. Incluso sus enfermedades son excepcionales.

Su sentido de la posibilidad ha sido revolucionario para mí. He encontrado amigos, grandes e íntimos amigos, en lugares inesperados: cenas de cuatro horas con mis antiguos profesores; un recorrido por los escaparates de Manhattan con la madre de mi amiga que se quedó sola en Acción de Gracias; mensajes de texto con efectos especiales con mi sobrino de 11 años.

Puede que sea cierto que el mundo está lleno de posibilidades, pero incluso las posibilidades tienen límites. Dentro de poco tendré que adaptarme a tener el mismo tipo de abuela que muchas otras personas tienen: una abuela que se ha ido.

Estaré destrozado. Pero no lloraré por la falta de tarjetas de cumpleaños en mi futuro. Lloraré por la apertura, la plenitud y la totalidad. Mi vida se sentirá tan cerrada, vacía y parcial. Pero incluso en esos momentos prevalece su sabiduría, que consiste en ser “misi”, porque “decir ‘miserable’ es demasiado miserable”.

Lo mejor de rechazar el lenguaje gris y abrir el arcoíris de percepciones que le sigue es que ahora sé —con certeza, orgullo y todo mi corazón— que ella no se parece a nadie. Espero que, si llego a su edad, pueda contemplar una colina lejana —un sorprendente fuerte napoleónico— y escalarla (ella tenía 85 años entonces). O disfrutar la novedad de su primera malteada (a los 87). A sus 90 años, tiene la costumbre de guardar un cajón lleno de barras de chocolate en el congelador. Cuando le pregunté por qué, respondió encogiéndose de hombros: “Saben mejor frías, querido”.

Cuando ambos terminamos vestidos de forma parecida y discutíamos que me había copiado la ropa, la acusé también de robar corazones. “La amabilidad gana corazones, Richard. No me molesto en robar”. Después de un sermón sobre lo increíble que es el pan, le pregunté cuál era su comida favorita, y su respuesta fue rápida: “La mantequilla. Por eso te dan pan primero”.

No hace mucho, cuando encontró una camiseta de cachemira color rosa chicle por una libra en una tienda de caridad, dijo que quería que la enterraran con ella. Cuando me mostré sorprendido, me dijo: “Ah, no debí decir eso. Me van a incinerar. No me van a enterrar. Qué pena quemar ropa tan bonita”.

De una relación de educada previsibilidad, hemos pasado a un vínculo profundamente afectuoso en el que ninguno de los dos sabe lo que vendrá después, excepto lo que sabemos que viene después para todos.

Lo primero, sin embargo, ha sido pasar esta Navidad juntos. No hay tarjeta ni llamada que valga. Somos el mejor regalo el uno para el otro.

Richard Morgan es escritor independiente en la ciudad de Nueva York y autor de Born in Bedlam, un libro de memorias.

jueves, 21 de marzo de 2024

Aprendizajes del 11-M: “Las víctimas aprendimos que unas gustan y otras no”. De la matanza yihadista se han extraído importantes lecciones en distintos ámbitos. Veinte años después, estas son algunas valoraciones de sectores y personas implicadas en la investigación de los atentados o perjudicadas por los sucesos.

Homenaje en la calle Téllez por el 20º aniversario de los atentados terroristas del 11-M en Madrid.
Homenaje en la calle Téllez por el 20º aniversario de los atentados terroristas del 11-M en Madrid.
El atentado múltiple del 11 de marzo de 2004 en Madrid, del que ahora se cumplen 20 años, supuso un antes y un después en la memoria de todos, y una gran ruptura en las vidas de las víctimas (193 muertos y cerca de 2.000 heridos) y sus familiares. Pero también marcó un punto de inflexión en la lucha antiterrorista y en la gestión política y mediática del terrorismo. Dos décadas después, estas son algunas de las lecciones aprendidas y de los aprendizajes extraídos del peor atentado jamás registrado en suelo europeo.

“Las víctimas aprendimos que hay víctimas que gustan y otras que no”. A sus 41 años, dos décadas después de que las bombas que los terroristas pusieron en los trenes que se dirigían a Atocha le arrancasen parte de su rostro, Zahira Obaya sigue viviendo con una gasita blanca en su ojo izquierdo. “He ganado mi nueva identidad con ella. Esta soy yo, esto es lo que soy”, dice. Trabajando en la producción de películas, viaja “de acá para allá”, y asume que, “al menos tres veces al día”, alguien le va a hacer la pregunta: “¿Qué te ha pasado?”. Sus respuestas varían. A veces, esquiva la respuesta y responde con un “uf, es una historia muy larga”. Otras, dice la verdad y espera para ver la reacción de su interlocutor. “Normalmente, no saben donde meterse o responden con incredulidad”, asegura. Ella lleva tatuado en la cara aquel día y también los siguientes. Esos en los que “se abrió una brecha social tan grande que nadie ha sido capaz de cerrar” todavía, porque “no han querido asumir lo que sucedió y que lo hicieron mal”. “Todavía tengo que escuchar a gente que me dice que no estoy abierta a escuchar lo otro”, cuenta. Y concluye: “Las víctimas aprendimos que unas gustamos y otras, no, y habría bastado con reconocer los errores”.

La fiscal Olga Sánchez, junto al fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, durante el juicio.
La fiscal Olga Sánchez, junto al fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, durante el juicio.

La justicia cambia el enfoque reactivo por el preventivo. El fiscal Javier Zaragoza, que dirigió el equipo del Ministerio Fiscal que representó a la acusación pública en el juicio por los atentados yihadistas del 11-M, asegura que aquellos hechos constataron algunas afirmaciones. “Teníamos un músculo policial antiterrorista muy potente con servicios de inteligencia que a las pocas horas ya tenían información muy fiable de los atentados y que permitió localizar a los autores con mucha rapidez”, dice. “También se constató que la justicia fue ágil, transparente y pública, con la retransmisión en directo de un juicio en el que se respetaron escrupulosamente los derechos de los acusados, no hubo derecho penal contra el enemigo, y se resarció generosamente a las víctimas”, asegura. Por último, “se constató que se hizo una mala gestión política de la información de lo ocurrido, la gestión informativa no fue la adecuada, lo que generó grandes recelos y desconfianza hacia el Gobierno”, señala. “Me estudié todo el sumario y no había no una sola pista que vinculara a ETA y tampoco ni una sola prueba falsificada”. Hasta ahí las constataciones, remarca el fiscal desde su despacho. Pero Zaragoza asegura que aquello supuso una reorientación de la lucha antiterrorista hacia la prevención. “Desde el punto de vista judicial nos llevó a hacer una reflexión acerca de cómo debía de enfocarse la lucha antiterrorista. Hasta entonces era reactiva, es decir, posterior a los atentados; pero esto nos obligó a cambiar el enfoque hacia una actuación más preventiva, creando y aplicando nuevos tipo penales en las reformas legislativas de 2010 y 2015: integración, captación, adoctrinamiento, adiestramiento, etc que nos permitían intervenir en la fase preparatoria de potenciales atentados. No se podía volver a repetir nada semejante”, explica.

Nuevos organismos y herramientas policiales. La creación del Centro De Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) vino determinada por el hecho de que los autores del 11-M se habían financiado con dinero procedente del tráfico de drogas. “Hasta ese momento no se contemplaba esa posibilidad, contraria a los preceptos de la religión islámica”, recuerda un responsable de los servicios antiterroristas de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional. “El hecho de que, hasta avanzada la investigación, no se cruzasen los datos de las investigaciones de la Policía Judicial, por ejemplo, sobre El Chino (Jamal Ahmidan), pieza clave en la organización del atentado, nos hizo ver que era necesaria una mayor coordinación interna y por eso se crea el CITCO”, explica. Además, se potenció enormemente y se desarrolló la cooperación internacional, otra de las claves en la lucha antiyihadista, al mismo tiempo que en Europa se implantaba el PNR —el Nombre del Registro de Pasajeros de las compañías aéreas— o las fronteras inteligentes. “Aunque España siempre ha sido puntera en la lucha contra el terrorismo por su desgraciada historia, el 11-M hizo que nos proveyésemos de nuevas herramientas para anticiparnos a posibles ataques”, señala el agente.

Juán Jesús Sánchez Manzano, jefe de los TEDAX en el 11-M, en una foto tomada en 2019 en la estación de Atocha.
Juán Jesús Sánchez Manzano, jefe de los TEDAX en el 11-M, en una foto tomada en 2019 en la estación de Atocha.

 Los Tedax: “Las comunicaciones deben hacerlas los profesionales”. Buena parte de la información crucial estuvo a cargo de los especialistas en la desactivación de explosivos de la Policía Nacional (TEDAX). Fueron ellos quienes determinaron que el material empleado no podía ser Titadyne porque era de color blanco (y no rojizo), que además había actuado con mucha más potencia y velocidad. Y que, por tanto, debía de tratarse de otro tipo de dinamita. Fueron también los TEDAX quienes analizaron las dos bolsas que no estallaron, en una de las cuales se halló la tarjeta telefónica que condujo hasta los autores de la masacre. Su profesionalidad, conocimiento, experiencia y buen hacer, fue clave para el desarrollo de las pesquisas. “El 11-M y los días, semanas, meses y años posteriores nos han enseñado que las comunicaciones deben hacerlas los profesionales, no los políticos, como ocurre en el sistema anglosajón”, dice Juan Jesús Sánchez Manzano, que era jefe de los TEDAX en aquel complicado momento y sufrió el acoso mediático y político para asumir el error que desató las teorías conspiranoicas sobre la posible implicación de ETA en la matanza. Y agrega: “Los medios de comunicación, todos, deben de contrastar sus informaciones: a mí nadie me llamó para preguntarme, ni de nuestro gabinete de prensa”. Según él, “el 11-M sirvió para mostrar exactamente lo que ni los políticos ni los medios deben hacer nunca, es decir: hacer un uso electoralista de la información, publicar cosas sin contrastar y revictimizar a las víctimas”.

El poder de los bulos. Decía la semana pasada el periodista Gumersindo Lafuente en la presentación del libro Voces del 11-M: Víctimas de la mentira (Víctor Sampedro Blanco, Editorial Planeta), que “el oficio del periodismo en España ha sufrido mucho por este asunto”. Durante esa presentación, en el Ateneo de Madrid, en la que participaron varios periodistas además del autor del libro y también varias víctimas y profesionales implicados en la investigación de los atentados, se recordó que todavía un tercio de las personas preguntadas por el brutal ataque yihadista continúa teniendo dudas sobre la autoría. “Resistir es no consentir la mentira”, parafraseaba Lafuente al filósofo y periodista francés Albert Camus. “Y el oficio periodístico en su conjunto, más o menos, consintió la mentira”, argumentaba. “La prueba de ello es que periodistas que fueron protagonistas de la construcción de esos bulos, como Federico Jiménez Losantos, Pedro J. Ramírez o Casimiro García-Abadillo, han salido totalmente indemnes. No solo no han pagado por ello, sino que han recibido premios en estos 20 años, han tenido tribunas, están financiados por empresas del Ibex pese a ser instrumentos de agitación política. Y lo peor, en la televisión pública que pagamos con nuestros impuestos les invitan, los han blanqueado”.

Patricia Ortega Dolz

Lozano Leyva reflexiona en 'El enviado del Rey' sobre el "fracaso del siglo XVIII"

El siglo XVIII fue un momento clave en la historia española. Los ilustrados intentaron que España entrara en la senda de los países más avanzados de Europa. Sus deseos se vieron frustrados: los desdichados reinados de Carlos IV y Fernando VII alejaron a España del continente. "El siglo XVIII fue muy importante para este país, pero fracasó", señaló ayer en Sevilla el escritor Manuel Lozano Leyva en la presentación de su novela El enviado del Rey (Emecé Editores). Lozano Leyva es, además de escritor, catedrático de Física Atómica, Molecular y Nuclear en la Universidad de Sevilla. Lozano Leyva (Sevilla, 1949) escogió como marco temporal de su novela el siglo XVIII por el velo de oscuridad que ha cubierto este periodo. "El siglo XVIII se caracterizó en España por un crecimiento económico sostenido, por los primeros intentos serios de racionalizar el imperio, organizar la Armada...", dijo Lozano Leyva, que citó a brillantes personajes ilustrados como Ulloa o Jorge Juan.

El enviado del Rey toma como punto de partido los esfuerzos del marqués de la Ensenada por modernizar España. Con todo, los enemigos de la Ilustración son abundantes. Las minas de Almadén, donde se produce el mercurio que permite la extracción de la plata en América, son objeto de varios sabotajes. El comisionado real don Álvaro de Soler es enviado a investigar la muerte de don Miguel de Iriarte, víctima de una confusa reyerta. Sin embargo, las razones de su muerte no están claras porque Iriarte sabía demasiado sobre lo que ocurría en las minas de Almadén. Éste es el planteamiento de la novela, que tiene como escenario a Sevilla.

Lozano Leyva hunde su escalpelo en la sociedad sevillana de la época. La Sevilla de la novela es una ciudad dominada por la Inquisición y con la clase alta "más estúpida de Europa", como afirma un personaje y confirmó ayer el escritor. El catedrático de Derecho Constitucional Javier Pérez Royo, que presentó la obra, la definió como "una novela cinematográfica".

Sinopsis de EL ENVIADO DEL REY.

El traslado de la sede catedralicia de Cartagena a Murcia desata una turbia trama de intereses. Cuando don Alonso llega a Cartagena junto a su fel escudero para supervisar el traslado de la sede episcopal desde Murcia, enseguida comprende que el obispo de esa ciudad no actúa de buena fe. Un fraile «cae» de lo alto de la torre de la catedral después de revelar la existencia de una lista negra que amenaza a aquellos miembros del Concejo de Murcia que apoyaron el traslado de la sede. A raíz de estos acontecimientos, don Alonso descubrirá un submundo de pasadizos secretos y de frailes corruptos que lo pondrá tras la pista del escurridizo asesino.