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martes, 17 de julio de 2012

Una sublevación militar con ayuda fascista

El 1 de julio de 1936, el Gobierno de Mussolini firmó cuatro contratos por los que se comprometía a suministrar aviones y armas a los insurgentes españoles. Faltaban diecisiete días para la rebelión 
 Se acerca lo que durante la dictadura fue la “Fiesta Nacional”. Es el momento de dar a conocer algunos pormenores que rodearon el “18 de Julio”. No gustarán a franquistas, neofranquistas, conservadores y neoconservadores. Menos aun a los “historiadores patrióticos”. Hay que reescribir un pelín la conspiración, los antecedentes del golpe y revalorizar, sobre todo, la conexión fascista.

 Hechos.
a) El 1º de julio de 1936 se firmaron en Roma cuatro contratos. Detallaban el material que los italianos se comprometieron a suministrar a los futuros insurgentes. El primero fue el más importante: recayó sobre 12 aviones Savoia-Marchetti 81, bombas, carburantes y productos varios de aviación. Ascendió a 16.246.750,55 liras. Los aviones constituían la parte del león (14.400.000 liras). El lote debía entregarse en el mes de julio.
 b) Los otros contratos abarcaron aviones, explosivos, municionamiento y diversos materiales, extremadamente detallados en larguísimos anexos. Debían entregarse antes de finales de agosto. Lo más significativo fueron los primeros: 24 Fiat CR 32, los famosos chirris; 3 hidroaviones de caza Macchi 41 y otros 3 SM 81.
 c) El importe de los cuatro contratos ascendió a 39,3 millones de liras. Los precios se especificaron pormenorizadamente. Aplicando los tipos de cambio utilizados en uno de los pagos parciales, ello equivalía a 615.987 libras esterlinas, de las cuales 362.915 correspondían a los 42 aviones. Expresado en pesetas de la época los compromisos representaban unos 22.5 millones. Hoy, aplicando la fórmula utilizada por el profesor José Ángel Sánchez Asiaín, los suministros contratados supondrían al menos 337 millones de euros.

 Implicaciones.
La determinación del material y de sus precios tuvo que llevar tiempo. Los contactos operativos que desembocaron en los contratos debieron establecerse tras las elecciones de febrero de 1936. No había motivo para hacerlo antes. Probablemente, y como es habitual, en las negociaciones habría un toma y daca. Tuvieron lugar en Roma. Los nombres de los negociadores son desconocidos, pero entre ellos hubo aviadores italianos y probablemente españoles.

Mussolini entendió su apoyo en una clave ofensiva contra la República que databa, según Heiberg, de 1931. Esto revela el carácter agresivo de su política exterior. Acababa de demostrarla con éxito en Abisinia. Una España amiga le permitiría, por su posición geoestratégica, aspirar a la hegemonía en el Mediterráneo occidental. El Duce, que ya se aproximaba velozmente a Hitler, se disponía a sentar las bases para agredir, en su momento, a las decadentes democracias. Las elucubraciones de historiadores como Renzo de Felice y sus numerosos seguidores, que la caracterizaron de “oportunista”, deben descartarse. Los contratos dan la razón, por el contrario, a las interpretaciones de Mauro Canali, Lucio Ceva, John Gooch, Morten Heiberg, MacGregor Knox, Robert Mallet o Brian Sullivan. (El lector no encontrará demasiadas referencias a estos autores entre nuestros historiadores “patrióticos”).

 Del lado español, es obvio que los conspiradores no retrocedían ante una guerra. La composición de los 42 aviones contratados, en general muy superiores a la aviación gubernamental, permitía combinar tres tipos de operaciones: de bombardeo, de transporte y de caza. También proteger ciertos territorios. Nos inclinamos a pensar que se trataba de las Baleares. Actividades, no es necesario subrayarlo, que eran estrictamente bélicas... Leer más, Ángel Viñas, en El País.

miércoles, 27 de junio de 2012

El profesor estadounidense John Thompson, de la Universidad de Montana, censa los monumentos gallegos a las víctimas del franquismo para reivindicar su utilidad pedagógica..

Cartografía de la memoria

Del busto del galleguista Alexandre Bóveda en Pontevedra, erigido en 1986 al cumplirse medio siglo de su fusilamiento, al memorial en Aranga, inaugurado hace un año, a desaparecidos enterrados sin nombre en una fosa del cementerio de esta pequeña localidad. Entre ambos, 25 años y otros tantos los monumentos en reconocimiento a víctimas del franquismo en plazas y calles de toda Galicia. Ahí están, de forma silenciosa —la mayoría carecen de placa o explicación de lo que representa—, casi tan invisibles como las vidas truncadas a los que rinden homenaje.
 Y sin embargo, esos monumentos narran, de forma mucho más efectiva que cualquier otra, “la historia del fascismo en Galicia”, afirma el profesor estadounidense John Thompson, de la Universidad de Montana. Por eso se lanzó a hacer la primera “cartografía de la memoria en Galicia”. Su departamento de Estudios Hispánicos aprobó y financia un proyecto que tardará dos años en publicar. Y con el libro, el autor pretende explicar el valor pedagógico de estos homenajes a víctimas de la brutal represión franquista. “Tienen una influencia directa, favorecen el aprendizaje del pasado en un presente que muchos consideran injusto”. Sobre todo, subraya este profesor, en un momento como el actual en que hay un notable deterioro de lo que supone la democracia. “Los jóvenes no la aprecian porque padecen un sistema que los excluye de la toma de decisiones importantes”.
 Thompson regresó el lunes a Montana con una nueva tanda de largas conversaciones grabadas en vídeo con los autores de esos monumentos de la memoria, además de con testigos directos —o con sus descendientes— de los hechos y con personas que conmemoran. Al margen de este trabajo quedan placas y monolitos. Sólo se ciñe a obras artísticas. “Ofrecen otra forma de contextualizar hechos traumáticos, es una nueva forma de expresar públicamente el duelo y también el rechazo a las políticas del silencio de la derecha”, razona Thompson en un perfecto gallego con marcado acento yanqui. No es materia desconocida para este estadounidense que descubrió Galicia cuando su abuelo se casó en segundas nupcias con una natural de Bandeira (A Estrada). Tras estudiar Filoloxía en Santiago, se doctoró en 2000 en Montana con una tesis sobre la transmisión de la historia de la represión franquista a través de cuatro novelas de escritores gallegos (Anxo Angueira, Carvalho Calero, María Xosé Queizán y Manuel Rivas). Un trabajo que culminó en 2009 con un libro, As novelas da memoria (Galaxia), que analiza cómo más de 40 obras gallegas abordan, entre 1956 y 2008, la dictadura y sus consecuencias...

A John Thompson le preocupa que “el conocimiento de la historia se está perdiendo con las últimas generaciones”. Hizo mella, lamenta, “el pacto de olvido de la Transición que justificó el fascismo en España y lo dejó sin condenar, al contrario de en el resto de Europa”. De ahí el interés de sacarle partido pedagógico a los monumentos a las víctimas de la dictadura. Muchos pasan desapercibidos, “son invisibles para la gente” porque carecen de una placa que explique los hechos a los que rinde homenaje. Ocurre con la mayoría de los 25 con los que cuenta Galicia, entre los que abundan creaciones abstractas. Demasiado, quizás. Muchos ignoran el significado de la obra de Acisclo Manzano dedicada en el campus de Santiago a los profesores expulsados. Lleva por única inscripción Vae victis 1936 [¡Ay, de los vencidos!]. Otro ejemplo es el conjunto de acero Xosé Loureiro en el puerto de San Valentín de Fene. Es una conmemoración al año de la memoria, 2006. A Thompson, tras oír la interpretación del autor, le gusta mucho. Pero critica que nada explique lo que representa. Una asignatura pendiente para dotar de utilidad a ese patrimonio. PAOLA OBELLEIRO, El País, A Coruña 25 JUN 2012. (Foto, Monumento en homenaje a los fusilados en la Guerra Civil en el Campo da Rata de A Coruña, ideado por Isaac Díaz Pardo)

lunes, 28 de mayo de 2012

El sentido cotidiano de la Historia

If you don't have that sense of how things have changed in the past, it would be very easy to despair about the present," says Anthony Arnove, co-editor, along with Howard Zinn, of Voices of a People's History of the United States. in that book, Arnove helped organize the words of historical figures, rebels and visionaries—readings that keenly showed how voices from the past can and do speak directly to the present.

"Si usted no tiene una idea de cómo las cosas han cambiado en el pasado, sería muy fácil sentir desesperación ante el presente", dice Anthony Arnove, co-editor, junto con Howard Zinn, de Voces de la Historia del Pueblo de los Estados Unidos. en ese libro, Arnove ayudó a organizar las palabras de personajes históricos, los rebeldes y visionarios en lecturas que mostraban cuan profundamente las voces del pasado pueden hablarnos directamente en el presente.
Más sobre la esperanza en este blog.

domingo, 8 de abril de 2012

Historiadores contra revisionistas. Una treintena de especialistas en el siglo XX participan en una obra que enmienda el sesgo ideológico del polémico "Diccionario Biográfico Español"

Presentar En el combate por la historia (Ediciones Pasado y Presente) como un contradiccionario, una réplica corregida de las fallidas reseñas del siglo XX incluidas en el Diccionario Biográfico Español de la Real Academia de la Historia (RAH), es un astuto ardid comercial, pero le hace un flaco favor a la causa que les animó a todos, editor e historiadores, a sumarse al proyecto.

Sin quererlo, fomenta esa visión de que la historia española del siglo XX puede ser contada desde dos puntos de vista y que los historiadores están parcelados en los mismos bandos que en la Guerra Civil. Y en verdad los únicos bandos posibles son obvios: historiadores buenos e historiadores malos.

La mayoría de los 33 especialistas reunidos para este proyecto llevan años investigando el siglo XX y gozan de reconocimiento. Hay, además, algunos que participaron en el Diccionario como Fernando Puell o Carlos Barciela. “Yo no estoy ni con unos ni con otros, pero lo que no puedes es justificar el golpe de Estado. Un golpe es un golpe y no el Glorioso Alzamiento, y tampoco puedes llamar solo ‘bando nacional’ a unos porque igual de nacionales eran unos que otros. El problema de aquella obra es que unas cuantas voces han contaminado el resto, es un libro que salió tarado”, sostiene Fernando Puell, profesor de Historia Militar en el Instituto Universitario Gutiérrez Mellado de la UNED y coronel retirado, que aportó 40 biografías a la colección de la RAH y que analiza las operaciones militares durante la Guerra Civil y el papel del Ejército durante el régimen franquista en el libro de Pasado y Presente.

A Carlos Barciela, catedrático de Historia e Instituciones Económicas de la Universidad de Alicante, le disgusta la etiqueta de contradiccionario. “Yo no he hecho contrainvestigación nunca. He hecho investigación y lo que se va a publicar es la labor de muchos años de trabajo”, puntualiza. Aportó al Diccionario unas 200 biografías de ingenieros agrónomos, recopiladas durante ocho años, y dos entradas para En el combate por la historia. En la que dedica a la reforma agraria demuestra que fue un aspecto capital para los sublevados: “Resulta llamativo que desde agosto de 1936 empiezan a promulgar decretos que tienen como finalidad paralizar la reforma agraria de la República y devolver las tierras a sus propietarios”.

El sesgo ideológico y el escaso rigor que impregnaban algunas biografías sobre el siglo XX encargadas por la Real Academia de la Historia indignaron el año pasado a Gonzalo Pontón, histórico editor de Crítica que ahora ha fundado la editorial Pasado y Presente. Le pidió a Ángel Viñas que coordinase una obra que sintetizase con rigor lo ocurrido entre 1931 y 1975, con la actualización de lo investigado en los últimos años, y que ha derivado en un volumen de casi 1.000 páginas. “Aquí hay una escuela historiográfica muy sólida y sensata, y no podíamos permitir que los historiadores españoles fuesen los representados por la RAH”, expone Viñas.

Casi nadie le dijo no. Entre los 33 firmantes figuran algunos de los máximos especialistas en ese periodo: Paul Preston, Julio Aróstegui, Julián Casanova, Enrique Moradiellos, Ricardo Miralles, José-Carlos Mainer, Josep Fontana y Eduardo González Calleja. “Están representadas tres generaciones: una de mayores como Elorza o Fontana; la intermedia con gente como Casanova y la más joven que está haciendo un trabajo muy riguroso como Jorge Marco, Gutmaro Gómez Bravo o José Luis Ledesma”, afirma el coordinador de la obra, que arremete contra el revisionismo —y algunos exponentes del mismo— en un duro epílogo.

El volumen incluye las biografías de 12 protagonistas del periodo ...
...señala Josep Fontana, catedrático de Historia Económica y autor de una treintena de obras. “Personalmente, cuando se desataron las iras por el Diccionario, tampoco acepté criticar la obra en conjunto. Lo que es imperdonable es que se haya montado sin control y que una parte anule la validez de la obra entera. Yo espero que este libro sea una ayuda para poner las cosas en su sitio”, confía Fontana.

Franco, por Paul Preston...
Decir que Franco fue una figura mediocre no explica cómo llegó al poder absoluto (...) al compararle con Hitler y Mussolini, y tuvo mucho en común con ambos, se tropieza con el hecho de que Franco tenía la afición de jugar a las quinielas y que ganaba de vez en cuando.

La falta de escrúpulos en bombardear pueblos asturianos y el uso de mercenarios marroquíes revelaron que Franco sentía por los obreros de izquierdas el mismo desprecio racista que le habían despetado las tribus del Rif.

Llevó a cabo una guerra de terror, en la que la matanza de tropas contrarias se vería acompañada de una represión despiadada de la población civil. Se propuso realizar una inversión en terror para establecer los cimientos de un régimen duradero.

A partir de 1953, empezó a forjar una nueva imagen: la de padre del pueblo. Fue el momento en que en la práctica se retiró del puesto de Jefe del Ejecutivo (...) se quedó con obligaciones rutinarias que cumplía al estilo de un monarca.

Leer más en El País.
Y aquí sobre el libro de Preston.

jueves, 5 de abril de 2012

Los forenses hallan en Espinosa de los Monteros otra zanja con más víctimas, mujeres

La habían estado buscando durante todo el día. Al final, la fosa de las mujeres, muy cerca de la que desde el lunes exhuman a 200 metros en un jardín privado de Espinosa de los Monteros (Burgos) un grupo de 20 arqueólogos y forenses, apareció bien entrada la tarde. Un cráneo con peineta demostró que tenían razón los vecinos del pueblo, que siempre habían dicho que allí habían sido arrojadas en 1936 varias mujeres sin más delito que el de ser esposas de rojos.

De momento, se han encontrado dos esqueletos femeninos. “Los familiares de los fallecidos se han emocionado mucho. Estaban muy pendientes de esta otra fosa”, explica el forense Francisco Etxeberria. En esa fosa Pedro Zorilla, presidente de la Agrupación de familiares de fusilados de Espinosa de los Monteros, busca a su tía. “Mataron a mi abuelo y fueron a por su hijo. Como él logró escapar, se llevaron a mi tía y la mataron. Estaba embarazada de siete meses. Y después fueron a por mi abuela. Le raparon la cabeza al cero y la llevaron a la plaza del pueblo”, relata...
“Aquí hemos encontrado otros 12 esqueletos. No están amontonados y descartamos que debajo haya más”, señala.
Mañana acudirán 40 alumnos de criminología y antropología de la Universidad del País Vasco y la Autónoma de Madrid para visitar ambas fosas.
El que no se ha dejado ver todavía por la exhumación es el juez al que los familiares de los fusilados notificaron la apertura de la fosa. Los familiares recibieron una subvención de 46.000 euros del Ministerio de la Presidencia el año pasado. El Gobierno de Rajoy acaba de recortar el 60% de las ayudas a la memoria histórica en los Presupuestos de 2012. Ver todo el reportaje de El País aquí.

domingo, 1 de abril de 2012

Derecho a conocer la verdad, que se haga justicia y obtener la reparación

El jurista y juez Baltasar Garzón defiende en este artículo que se mantenga la investigación de los crímenes franquistas, la creación de una Comisión de la Verdad para lograr la reparación histórica de las víctimas y el logro de 500.000 firmas para hacer la petición al Congreso.

Están frescas aún las palabras del Tribunal Supremo por las que, en forma de sentencia, se me “absolvía”, después de casi dos años de suspensión de funciones debido en gran parte a injustificadas paralizaciones del proceso, de un supuesto delito de prevaricación por haber intentado investigar, y que lo hicieran otros jueces territorialmente competentes, los crímenes del franquismo como crímenes contra la humanidad. Esta investigación no debería quedar enterrada como lo están más de 100.000 personas desaparecidas en los campos españoles, cuyos restos recuerdan la dignidad de quienes exigen justicia, frente a la indignidad de quienes lo hicieron y la indiferencia de quienes permiten que la justicia siga ausente, asumiendo la vergüenza internacional del olvido y el silencio.

Aquella sentencia, en alguno de sus renglones, alude a la legítima aspiración de las víctimas a saber lo que sucedió, cómo y por qué, pero considera que la verdad histórica no es del mundo de la justicia y con ello desconoce el derecho humano de las mismas a la verdad, la justicia y la reparación, y da la espalda a la comunidad internacional que, en materia de derechos humanos, establece exactamente el principio contrario. Con esta decisión, de hecho, tales derechos han quedado arrinconados y destruidos, y las víctimas escasamente compensadas al permitírseles algunos testimonios conmovedores en el juicio seguido contra mí; pero incluso eso ha tenido que ser cuestionado por un voto particular ejemplo de lo que la justicia no puede ni debe ser en un marco democrático y de derecho.

El auto de la misma sala del pasado 29 de marzo (dictado, entre otros, por el magistrado Luciano Varela y el presidente Juan Saavedra, que mantuvieron, insistentemente, mi supuesto actuar delictivo por intentar investigar los crímenes del franquismo y proteger a las víctimas) resuelve la competencia en favor de los jueces de instrucción territoriales para la apertura de las fosas y recuperación de los cuerpos, algo que quedó perfectamente claro y diáfano en mi resolución de inhibición de 26 de diciembre de 2008, que ni siquiera mencionan. Visto el tenor de aquella resolución (“... en presencia de indicios objetivables de la existencia de restos de posibles víctimas de delitos susceptibles de localización (sic) —salvo cuando de la propia noticia contenida en la denuncia o querella se derive la inexistencia de responsabilidad penal actualmente exigible (sic)— pueda instarse del juez de instrucción competente, según el artículo 14,2 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, la práctica de las diligencias dirigidas a datar aquellas acciones criminales y, si fuera necesario, a la identificación de los afectados”), no garantizan, ni siquiera el supuesto mínimo de reparación al no exigir, como deberían, la realización de aquel derecho indiscutible y universal de las víctimas, limitándose a citar normas internacionales que, de hecho, no aplican...

La falsedad en la que vivimos respecto de los crímenes ha sido potenciada por la sentencia del Supremo.

Leer todo el artículo en El País.

sábado, 17 de marzo de 2012

El Supremo confiesa su impotencia

La sentencia del Tribunal Supremo español absolviendo a Baltasar Garzón es una buena noticia solo en tanto que no contribuye a empeorar la situación en la que este se encuentra. Sin embargo, una lectura atenta de la misma causa una profunda decepción al constatarse la falta de creatividad y voluntad justiciera de tan alto tribunal.
Los magistrados reconocen la legitimidad de las exigencias de las víctimas del franquismo. Las víctimas —dice la sentencia— tienen el "derecho a saber" lo ocurrido con sus familiares, y su búsqueda de efectivo amparo se justifica. Por mayoría, los magistrados deciden que Garzón no hizo sino responder razonablemente a tal demanda, aunque utilizando un enfoque doctrinal que el Supremo no comparte y califica, por tanto, de "error". El tribunal se muestra al día en relación a tendencias modernas y se hace parte de una creciente jurisprudencia en torno al "derecho a la verdad" (también denominado, en otros países, "derecho a saber" o "derecho al duelo"). Lamentablemente, opta por una interpretación empobrecida de este derecho y lo limita a una "verdad histórica": un ejercicio académico abierto a interpretación y debate, que corresponde a los historiadores, no a los jueces.
El trabajo de los tribunales de justicia, dice el Supremo, se limita a esclarecer la "verdad judicial", entendida como la determinación de la responsabilidad penal del encausado, y nada más. Para defender sus derechos, las víctimas deben conformarse con el marco legal doméstico que la evolución política de España hizo posible y no con el marco legal internacional que el mismo tribunal reconoce como resultado del progreso de la civilización.
Tan conservadora postura es inexplicable en un país en el que —precisamente como efecto de un marco legal insuficiente o negador de derechos— no se tiene siquiera una cifra oficial de muertos y desaparecidos. Inexplicable es también que el Supremo arrincone como "verdad histórica" el pedido concreto de los familiares de los represaliados. Ellos han dicho con transparencia que no buscan un libro de historia para sus anaqueles: buscan restos humanos ilegalmente ocultados, para llorarlos. Es el reclamo de Antígona al rey Creonte, quien no permitía el entierro digno del combatiente derrotado; es un mero signo de civilización que acompaña a la humanidad desde que esta es tal.
Para el Supremo, sin embargo, la identificación legal de los desaparecidos, esto es, la recuperación de su identidad como ciudadanos españoles, es asunto sobre el que la justicia no tiene competencia. El tribunal se niega siquiera a considerar la opción de "juicios de la verdad" para esclarecer los hechos, tal como ocurriese en Argentina durante los años de vigencia de las leyes de amnistía, y lo hace apelando a razones meramente doctrinarias: tal modelo no encaja con la concepción del derecho penal de los magistrados.

Quizá este proceso se recuerde en el futuro, no por la sentencia absolutoria, sino por haber sido la primera vez en que las víctimas tuvieron la oportunidad de declarar y ser reconocidas como tales frente a un tribunal de su propio país. Pero es penoso constatar que el tribunal recibe esas voces solo a título de inventario; remite a las víctimas a tentar suerte en las contingencias de la política parlamentaria y les da una condescendiente lección de derecho penal.
Triste situación para un Tribunal Supremo: declararse impotente para amparar un principio básico de la civilización y —como consecuencia— reducir el esfuerzo de Garzón de servir a la justicia a un mero error interpretativo; una chapuza de estudiante confundido. El magistrado discrepante, José Manuel Maza Martín —que hubiera condenado a Garzón— incluso se indigna de haber tenido que escuchar a las víctimas: le parece una prueba "ociosa", una vergüenza "que se haya podido plantear siquiera la duda" de que los jueces creyeran en la validez de sus derechos. Pero, igual que la mayoría, su forma de reconocer tal derecho es negarlo.
Supongo que si las víctimas tuvieran una segunda oportunidad de aparecer ante el tribunal repetirían, con Antígona, que los decretos del poder no pueden tener "tanta fuerza como para permitirle al hombre ignorar las leyes no escritas, inmutables, de los dioses; pues su vigencia no es de hoy ni de ayer, sino de siempre". En tanto España siga ignorando sus obligaciones, en tanto se obstine en ser un Creonte impotente para corregir su propia injusticia, tendrá que seguir escuchando esas palabras.
Eduardo González es el director del programa de Verdad y Memoria del Centro Internacional para la Justicia Transicional, .El País

sábado, 11 de febrero de 2012

La oficina de la ONU para los derechos humanos pide derogar la ley española de amnistía

La oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pilay, ha pedido al Estado español la derogación de la ley de amnistía de 1977 porque incumple la normativa internacional en materia de derechos humanos.
"España está obligada, bajo la ley internacional, a investigar las graves violaciones de los Derechos Humanos, incluidas las cometidas durante el régimen de Franco, y a procesar y castigar a los responsables si todavía están vivos", ha afirmado el portavoz de Pillay, Rupert Colville, durante una rueda de prensa en Ginebra.
Además, según la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, existe un deber hacia las víctimas, que tienen "derecho de reparación".
Colville ha recordado que, conforme a una recomendación de 2009 de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, "España debe derogar su ley de amnistía, puesto que no es conforme con las leyes internacionales de derechos humanos". Dicha recomendación, elaborada por 18 expertos de la organización internacional, toma como base el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Político, ratificado por el Estado español en 1985.
La citada oficina ha descartado comentar la condena emitida contra Baltasar Garzón por el "caso Gürtel", pero, en alusión a la causa abierta en su contra por declararse competente para investigar los crimenes cometidos por el franquismo, ha opinado que "los jueces no deberían ser objeto de una investigación penal por hacer su trabajo", habida cuenta de que sus investigaciones, según la ONU, tratan de cumplir los estándares internacionales en la medida en que no cabe amnistía para "graves crímenes internacionales". 10/02/2012 20:34:00. Ginebra.

lunes, 6 de febrero de 2012

Hoy en el "New York Times": "Procesar a Garzón es una ofensa a la justicia y a la historia"

Parece que por fin a la derecha no democrática, dogmática, totalitaria y dictatorial se ha metido en un callejón sin salida de desprestigio internacional. En una editorial del día 5 del NYT (Ya colgada en este blog ese día), el diario de más prestigio de los EE.UU., y también mundial, lanza una desautorización hacia el tribunal que juzga a Garzón por haber intentado atender las demandas de los familiares de asesinados en la guerra civil y después de la guerra y que continúan en fosas perdidas por campos y cunetas.

El recurso al universal derecho de amparo, al que todo tribunal tiene obligación de atender, aquí se ha ignorado sistemáticamente y lo que es más chocante e injusto, cuando un juez pretende abrir una investigación para procurar ese amparo, se ve increíblemente sometido a juicio y retirado de su función de juez. Ya la justicia europea había condenado los hechos como injustos y que no prescriben por su propia naturaleza.

El país lo comenta:
"La verdad a juicio en España". Así se titula el editorial que el prestigioso diario estadounidense The New York Times publica hoy en defensa del juez Baltasar Garzón. "España es ahora una democracia viva, pero el juicio contra Baltasar Garzón iniciado la pasada semana [el de la memoria histórica] es un preocupante eco del pensamiento totalitario de la era de Franco", asegura la cabecera para quien el juez estaba amparado por el derecho internacional cuando estableció que ante crímenes contra la humanidad no podían aplicarse leyes de amnistía.

"Miles de fosas siguen cerradas", recuerda el diario NYT.

...el Tribunal Supremo "nunca debió haber aceptado este caso", abierto, recuerdan, tras la denuncia de "dos grupos de extrema derecha".

El diario llama también la atención sobre el hecho de que en España, "donde los procesos contra magistrados son poco frecuentes", un solo juez tenga tres causas abiertas, lo que "podría frenar la independencia judicial"... "El juez Garzón es a veces innegablemente ambicioso, pero procesarle por investigar en los crímenes de la era franquista es una ofensa a la justicia y a la historia. El Tribunal Supremo debe absolverle", concluye el periódico...

Leer más aquí en El País.
Leer más sobre el juicio.

domingo, 5 de febrero de 2012

Truth on Trial in Spain. La verdad a juicio en España.

Inglés.
Terrible crimes were committed during and after Spain’s 1936-39 civil war that no court has yet examined or judged. No one knows how many people were taken away, tortured and murdered. Now, one of Spain’s top investigating magistrates, Baltasar Garzón, is on trial for daring to open an inquiry into those atrocities.

Spain is now a vibrant democracy, but Judge Garzón’s trial, which opened last week, is a disturbing echo of the Franco era’s totalitarian thinking. He faces criminal charges that could suspend him from the bench for 20 years for defying an amnesty enacted in 1977 to smooth the transition to democracy. He rightly counters that under international law, there can be no amnesty for crimes against humanity and that unsolved disappearances — thousands of mass graves are unopened — constitute a continuing crime.

In 2008, Judge Garzón briefly began an official inquiry, ordering the opening of 19 mass graves and symbolically indicting Gen. Francisco Franco and several former officials, none still alive, for the disappearance of more than 100,000 people. An appellate court shut the inquiry down. The next year, two far-right groups brought criminal charges against the judge for defying the amnesty law. The government’s prosecutor argued that no crime had been committed, but the Supreme Court accepted the case.

Separately, Judge Garzón faces criminal charges for rulings in two other politically charged cases. We cannot judge the merits of these. But criminal prosecution of magistrates for their rulings is rare in Spain, and could chill judicial independence.

Judge Garzón became famous for his prosecutions of Basque terrorists, Argentine torturers, Chile’s former dictator, Gen. Augusto Pinochet, and Spanish politicians. His powerful enemies now see a chance to end his career.

Judge Garzón is undeniably flamboyant and at times overreaches, but prosecuting him for digging into Franco-era crimes is an offense against justice and history. The Spanish Supreme Court never should have accepted this case. Now it must acquit him.

Español.
Crímenes terribles fueron cometidos durante y después de guerra civil de 1936-39 de España que ningún tribunal ha examinado o juzgado. Nadie sabe a cuántas personas se llevaron, torturaron y asesinaron. Ahora, uno de los jueces de instrucción, más importantes de España, Baltasar Garzón, está siendo juzgado por haberse atrevido a abrir una investigación sobre esas atrocidades.

España es ahora una democracia brillante, pero el juicio del juez Garzón, que abrió sus puertas la semana pasada, es un inquietante eco del pensamiento totalitario de la era de Franco. Se enfrenta a cargos penales que le podría suspender durante 20 años por desafiar a una amnistía promulgada en 1977 para facilitar la transición a la democracia. Con razón, los relatores dicen que, en virtud del derecho internacional, no puede haber amnistía para los crímenes de lesa humanidad y que las desapariciones no resueltas - miles de fosas comunes han sido abiertas - constituyen un delito continuado.

En 2008, el juez Garzón inició una breve investigación oficial, ordenando la apertura de 19 fosas comunes y acusando simbólicamente al general Francisco Franco, y varios ex funcionarios, ninguno ya con vida, por la desaparición de más de 100.000 personas. Un tribunal de apelaciones cerró la investigación. Al año siguiente, dos grupos de extrema derecha se querellaron contra el juez por desafiar la ley de amnistía. El Fiscal del gobierno argumentó que ningún crimen se había cometido, pero el Tribunal Supremo aceptó el caso.

Por otra parte, el juez Garzón se enfrenta a cargos penales por fallos en otros dos casos políticamente cargadas. No podemos juzgar los méritos de los mismos. Pero la persecución penal de los magistrados a sus resoluciones es poco frecuente en España, y podría dañar la independencia judicial.
El juez Garzón se hizo famoso por sus juicios contra terroristas vascos, torturadores argentinos, el ex dictador de Chile, general Augusto Pinochet, y los políticos españoles. Sus poderosos enemigos ahora ven una oportunidad para poner fin a su carrera.

El juez Garzón es sin duda llamativo y se extralimita a veces, pero perseguirlo por cavar en los crímenes del franquismo es un delito contra la justicia y la historia. El Tribunal Supremo español no debería haber aceptado este caso. Ahora bien, debe absolverlo.
NYT

martes, 24 de enero de 2012

Garzón vuelve al banquillo, ahora por investigar los crímenes franquistas

La defensa pedirá que se le aplique la 'doctrina Botín' para que no siga el juicio.

El juez Baltasar Garzón volverá mañana al Palacio del Tribunal Supremo para ocupar por segunda vez el banquillo de los acusados y ser sometido a juicio por su investigación de los crímenes del franquismo. Esta vez se enfrenta a la pena máxima prevista para el delito de prevaricación, 20 años de inhabilitación que pide para él el pseudosindicato Manos Limpias, del ultraderechista Miguel Bernard.

El juicio arrastra muchas pasiones y las organizaciones de la Memoria Histórica están decidas a respaldar a Garzón y a hacerse notar con concentraciones y movilizaciones de protesta contra el juicio. Amnistía Internacional (AI) se anticipó el pasado viernes con un comunicado en el que considera "escandaloso" que se juzgue por prevaricación una "investigación de violaciones de derechos humanos".

Garzón tendrá que volver al banquillo sin conocer la sentencia de las escuchas Gürtel, que puede tardar todavía en hacerse pública. Según fuentes del Supremo, el juicio de las escuchas le ha salido a Garzón mejor de lo esperado. Salió indemne y hasta reforzado del interrogatorio de la acusación; los policías de la brigada antiblanqueo respaldaron su versión de que las escuchas eran la única manera de evitar el blanqueo desde la prisión a través de determinados abogados y de que dio instrucciones para preservar el derecho de defensa. Por añadidura, la calidad jurídica de los informes de los fiscales Antolín Herrero y Pilar Fernández Valcárcel y el discurso del abogado defensor, Francisco Baena, van a obligar a los magistrados a tener que aquilatar...

seguir aquí. En "El País"

martes, 25 de octubre de 2011

Una bala en cada cráneo, canicas, un crucifijo, un corsé ortopédico... Objetos y vidas que han escrito un renglón larguísimo de un volumen de historia descomunal.

He aquí una fosa común setenta y cinco años después de que dejasen caer en ella, a lo loco, los cuerpos de los muertos. A algunos los fusilaban al pie mismo de la sepultura, para que llegaran a ella caminando, un modo de ahorrar costes, economía de guerra que se dice. Aunque solo vemos un tramo, la zanja, encontrada en un pueblo de Burgos, tiene más de 30 metros de largo, treinta metros, se dice pronto, como si fuera un renglón larguísimo de una página gigante de un volumen de historia descomunal. Lo cierto es que una vez desaparecidos los músculos, la piel, las vísceras, todo eso que para abreviar denominamos carne, los esqueletos han adquirido la dignidad de una escritura creativa. Da la impresión de que se hubieran recolocado para hacer de cada hueso una palabra y del conjunto un texto de denuncia. Un texto sin puntos ni comas, sin pausas, sin cesuras, una especie de flujo de conciencia, de discurso mental que conviene leer de corrido, como se fue escribiendo a lo largo de los setenta y cinco años que duró su composición. Junto al curioso alfabeto óseo se hallaron, a modo de ilustraciones, unas canicas pertenecientes, se supone, a dos críos de 18 años. También el corsé ortopédico de un anciano al que los verdugos mearon en la cara mientras agonizaba y el crucifijo de un cura fusilado por rojo; objetos, en fin, de la vida cotidiana, de la cotidianidad de aquellos días de 1936 y posteriores. Muchas balas, asimismo, una en el interior de cada cráneo, como para dotar de una fuerza mortal a una escritura ya de sí potentísima. Se deja leer como una novela.JUAN JOSÉ MILLÁS 23/10/2011, en El País Semanal. Video musical aquí.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Emerge el pasado nazi de los dueños de BMW

La familia Quandt, una de las más ricas de Alemania, evitó durante décadas que se investigara su pasado. Hasta que un documental reveló el oscuro origen de su patrimonio. Hoy confiesan sin tapujos que el tercer Reich apuntaló su imperio

La familia Quandt se cuenta entre las más ricas e influyentes del país y, por tanto, del mundo. La fortuna combinada de sus integrantes, propietarios entre otras cosas de la automotriz BMW, supera los 23.000 millones de euros. La bancarrota moral de Alemania entre 1933 y 1945 no acarreó la bancarrota económica de la que pervive como última gran dinastía fabril del país. Al contrario. Según certifica la concienzuda biografía familiar que presentó este lunes en Múnich Joachim Scholtyseck, los 12 años de nazismo apuntalaron un imperio en pleno ascenso al olimpo corporativo.

Günther y Herbert Quandt, nazi el padre y nazi el hijo, participaron desde primera fila en el esfuerzo bélico de Hitler y en el gran expolio de bienes judíos orquestado por el régimen hasta 1945. Han corrido ríos de tinta sobre la supuesta "fascinación" que los nazis ejercían sobre los alemanes, pero se habla menos de la colosal rapiña que llamaron arisierung: la apropiación de los bienes de los judíos de Alemania y los territorios ocupados. El Deutsche Bank, por poner un ejemplo ilustre, afanó la berlinesa Banca Mendelssohn. ...

A principios del siglo XX había más de 600.000 judíos en Alemania. Su paulatina deshumanización legal desde 1933 y su posterior exilio o supresión biológica (asesinato y cremación) presentaron una oportunidad de medro y de lucro para millones. No solo de ideología vive el hombre...

Así pudieron, entre otras maniobras "contrarias a la decencia", apropiarse de las fábricas del judío Henry Pels en 1937. Durante la guerra siguieron ojo avizor sobre cualquier otra presa. La fábrica de baterías AFA (hoy Varta) de Hanóver obtuvo además su propio campo de trabajos forzados. Allí se fabricaban acumuladores eléctricos para la flota submarina y para los cohetes V-2. Günther (1881-1954) y Herbert (1910-1982) eran nazis de última hora, pero bastaba. El padre se hacía fotografiar con varias condecoraciones en la solapa: su insignia del NSDAP, la medalla al Mérito de Guerra y una que lo distinguía honoríficamente como wehrwirtschaftsführer (líder de la industria de defensa)...

Nazis los hubo en las mejores familias. Fritz Thyssen, magnate del acero y tío político de Carmen Thyssen-Bornemisza, escribió él mismo un libro titulado Yo financié a Hitler. Tuvieron sus nazis los Krupp, fabricantes de tremendos cañones y otros ingenios para las carnicerías europeas. También nazi y también archimillonario fue Friedrich Flick, el mismo que se hizo famoso en España cuando el entonces presidente Felipe González aseguró en el Parlamento que "ni Flick, ni Flock" habían financiado ilegalmente al PSOE. Krupp y Flick (sin noticias de Flock) fueron condenados por crímenes de guerra en los juicios de Núremberg. La reputación de los Quandt, en cambio, salió indemne de sus muy lucrativas aventuras nazis. Hasta 2007.

Nadie antes que Scholtyseck había podido hurgar sin restricciones en los archivos de los Quandt. Se lo permitieron hace tres años, después de que un documental de la televisión pública NDR llevara a las salas de estar de toda Alemania la historia de los dueños de BMW. Muestra el regreso del superviviente del campo de trabajo de AFA Carl-Adolf Soerensen. Uno de los 50.000 esclavos que trabajaron gratis para los Quandt: "Siempre que sueño estoy aquí de vuelta, en el campo". Habla en danés sobre las condiciones de trabajo que mataron a decenas de sus compañeros. "Era el infierno". El partisano antinazi danés rompe a llorar y se disculpa en alemán, "es demasiado".

En el documental de 2007, esta escena viene seguida de una entrevista a Sven Quandt. Resulta pasmoso cómo el hijo de Herbert y nieto de Günther, nacido en 1956, se enreda en una estrambótica negación del pasado nazi de su padre y de su abuelo antes de zanjar: "Todas las familias tienen su lado oscuro". La fortuna familiar y ciertos negocios le permiten dedicarse a lo que más le gusta, que es correr rallies y conducir deportivos...
Leer más aquí en El País.

martes, 23 de agosto de 2011

¡Qué envidia de Chile!

En EL PAÍS del sábado 20 viene un artículo de Manuel Délano titulado "Chile reconoce a más de 40.000 víctimas de la dictadura de Pinochet". Acompaña el artículo una fotografía de María Luisa Sepúlveda entregando al presidente chileno la segunda versión de un informe sobre violaciones de derechos humanos durante la dictadura; la comisión ha seguido investigando incluso con la Administración de derechas de Piñera. ¡Qué envidia poder seguir investigando los crímenes de la dictadura sin que te lleven a los tribunales por ello!
Sí, he sentido envidia del pueblo chileno, quizás la misma que nos tenían ellos con nuestra Transición tras la muerte de Franco. Envidia porque la democracia chilena ha seguido investigando a pesar de todas las leyes urdidas para evitarlo, hasta la de punto final. Y vergüenza por nuestros jueces y políticos que no han tenido la decencia de destapar la verdad de la dictadura, permitir que la Academia de Historia casi la elogie, e incluso no reconocer los crímenes de Franco y secuaces como el Partido Popular ni tan siquiera los de la posguerra.
Y esto con un Gobierno socialista. Cuando gobierne la derecha nos harán creer en las bondades del régimen franquista no dictadura. ¡Qué envidia de Chile!
RAFAEL MARTíNEZ MONSERRAT - Alicante -El País, 23/08/2011 (Foto del autor, puesta de sol en Chiclana, playa de la Barrosa, Fuerte de Sancti Petri. Verano de 2011)

domingo, 20 de marzo de 2011

"En Argentina tuvieron a Garzón. En España no tenemos a nadie"

Actores, escritores, cantantes, políticos y los secretarios generales de UGT y CC OO acompañan a las víctimas del franquismo en un multitudinario acto de apoyo al juez en la Plaza Mayor de Madrid.

"He venido sin rencor, pero también sin resignación", ha proclamado esta mañana Concha Carretero, represaliada del franquismo y superviviente de la saca por la que fueron fusiladas las 13 Rosas, al subirse a la tribuna colocada en la Plaza Mayor de Madrid para celebrar un acto de apoyo al juez Baltasar Garzón. "Deberíamos tener muchos garzones.¡Seguid, camaradas!", animó la anciana, ex militante de la JSU, a la multitud congregada en solidaridad con el magistrado.

En primera línea le aplaudían a rabiar actores, como Juan Diego, escritores, como Eduardo Mendicutti, Almudena Grandes y Luis García Montero, cantantes, como Miguel Ríos, Ana Belén y Víctor Manuel, políticos, como Gaspar Llamazares e Inés Sabanés y los secretarios generales de UGT y CCOO, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, respectivamente. Detrás de ellos, una multitud de víctimas del franquismo coreaba el nombre del juez que va a sentarse en el banquillo por haber querido atender sus demandas de verdad, justicia y reparación.

"Ahora que la justicia vale menos que el orín de los perros y merece menos categoría que el estiércol", decían los versos de León Felipe que recitó Juan Diego, "¡exigimos al Tribunal Supremo que no juzgue al juez Garzón y le restituya en su puesto! Investigar los crímenes del franquismo no es un delito, lo que es delito es no buscar a más de 150.000 desaparecidos", proclamó Víctor García Cardiel, de Unión Cívica por la República. "Que no se hagan juicios políticos. Que esto no vuelva a cerrarse en falso, como en la transición. ¡No se nos puede engañar dos veces!" ha añadido.

Mar Soriano, portavoz de una plataforma de afectados por el robo de niños, subió a la tribuna acompañada por Carla Artés, la primera nieta recuperada por las Abuelas de Plaza de Mayo argetinas. "Ellas, en Argentina, tuvieron a Garzón. Nosotros en España no tenemos a nadie", aseguró Soriano, que busca a su hermana Beatriz, robada en la clínica de O'Donnell en 1964. "Esos médicos que robaron niños siguen ejerciendo y no pedimos dinero, pedimos justicia". Artés añadió: "Cuando tocan a Garzón, es como si tocaran algo nuestro. Las Abuelas de Plaza de mayo vamos a estar siempre con él. ¡Gracias a este gran señor!"
El poeta Marcos Ana, el hombre que más tiempo estuvo preso en las cárceles del franquismo, 23 años, criticó junto a la actriz Pilar Bardem, "la inacción del Gobierno y los tribunales españoles" a la hora de castigar los crímenes del franquismo y recordó que quizá sea la justicia argentina la que "suplante" a la española y los juzgue si prospera la querella interpuesta en Buenos Aires por víctimas españolas.

El cantante Miguel Ríos contribuyó al acto cantando un poema de Luis García Montero escrito en contra de la guerra de Irak. 


Más sobre información sobre el caso Garzón.

martes, 15 de marzo de 2011

Rescate de la memoria histórica

Desde hace años colaboro con la asociación andaluza de memoria histórica en la exhumación de cadáveres de personas asesinadas tras el golpe de Estado fascista de 1936 en nuestro país. He visto a pie de fosa llorar a muchos hombres y mujeres de avanzada edad mientras la tierra les devolvía después de 74 años de olvido los restos de su padre o hermano, enterrados como perros en cunetas dispersas por nuestros pueblos.
Ahora ando buscando a mi hermano, supuestamente arrebatado de los brazos de mi madre en el año 1963 en un hospital público de Sevilla por una codiciosa e infame red de personas sin escrúpulos ni alma que después de informar a los padres del fallecimiento del bebé, los entregaban en adopción a otras familias por dinero. El pasado jueves y en un acto organizado por la asociación ANADIR, mientras esperaban a que se les recogieran muestras de ADN para poder encontrar a sus hijos e hijas supuestamente robados, he vuelto a ver llorar a mujeres y hombres también muy mayores, con una mezcla de dolor y esperanza en sus rostros que me será difícil de olvidar. Entre ellas estaba mi madre.
Y siempre termino haciéndome las mismas preguntas: ¿cuándo este país pondrá fin al rastro de dolor y sufrimiento dejado en herencia por el fascismo español? ¿Cuándo se atreverá nuestro Gobierno a cerrar las heridas abiertas todavía para poder así afrontar con valentía la mirada de nuestros mayores, castigados duramente por el hambre y la miseria en la posguerra, consolar su llanto y dejar que vivan y mueran en paz? ¿Cuándo, en definitiva, se sabrá la verdad, se hará justicia y se reparará a las víctimas? Escrito en "El País" por PAQUI MAQUEDA FERNÁNDEZ - Sevilla - 15/03/2011
Leer más sobre niños robados en El País, aquí. Aquí el programa de rtve sobre Las fosas del olvido. 

(Foto del autor "Ramo de margaritas" tomada en la entrada del restaurante "O Churrasco", Carretera de Lisboa, a la derecha, a unos 4 km a la salida de Elvas. Portugal. Hacer clik + de 2 veces)

viernes, 11 de marzo de 2011

"Es un honor ser juzgado por investigar el franquismo" declara el juez Garzón.

28 organizaciones denuncia el "proceso injusto" del Supremo contra el ex magistrado de la Audiencia Nacional. -Respaldan la campaña, que arranca mañana en Barcelona, Pedro Almodóvar y Pilar Bardem.

El juez Baltasar Garzón considera "un honor" sentarse en el banquillo por investigar el franquismo. "Un país no se puede construir sobre miles de cadáveres", ha asegurado durante una charla multitudinaria en la Universidad de Ginebra, donde ha sentenciado: "No es que sea más valiente que nadie, pero quiero tener completa la dignidad".

"Es una canallada lo que le han hecho a este hombre", zanja enojada en Madrid Concha Carretero, veterana de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU) y compañera de celda de las Trece Rosas en 1939. Carretero (Barcelona, 1919), camarada Madame Cibeles, considera "bochornosa" la causa abierta por el Supremo contra el juez Baltasar Garzón por investigar el franquismo. "No quieren que se sepa qué pasó", dice sobre los 114.266 desaparecidos atribuidos a la represión de la Guerra Civil y la dictadura.

El testimonio de Carretero -"contundente pero sin rencor"- ha inyectado este miércoles optimismo a la campaña Solidarios con Garzón, que se ha presentado para respaldar la actuación del ex magistrado de la Audiencia Nacional, acusado de prevaricación en la querella del sindicato ultraderechista Manos Limpias.
Respaldan la iniciativa 28 organizaciones, entre asociaciones de la Memoria Histórica, sindicatos (CC OO y UGT) y partidos políticos (un grupo de afiliados del PSOE, IU, PCE). La campaña pretende apoyar al juez "frente a un proceso injusto que le sentará en el banquillo", según ha explicado el poeta y escritor Luis García Montero, que ha comparecido junto a la escritora Almudena Grandes y la actriz Marisa Paredes, que ha leído, emocionada, un manifiesto.

"Criminalizar la búsqueda de la verdad es, además de una torpeza, un atentado contra los derechos fundamentales y la independencia judicial", reza el texto, que advierte del "riesgo" de que la causa "desprestigie" la Sala 2 del Tribunal Supremo, que juzgará a Garzón. El manifiesto, asimismo, alerta del peligro de que la "inactividad de la justicia española sobre los crímenes franquistas" propicie que países, como Argentina, suplanten la investigación de las desapariciones de la Guerra Civil y la postguerra.
Actos en Barcelona y Madrid.

La agenda de Solidarios con Garzón comenzará mañana en Barcelona con un acto de la Plataforma contra la Impunidad y continuará el 19 de marzo en la Plaza Mayor de Madrid con una fiesta a la que asistirán, entre otros, el director de cine Pedro Almodóvar, los cantantes Ana Belén y Víctor Manuel, la escritora Almudena Grandes y el actor Juan Diego. Los promotores extenderán las actividades hasta el juicio contra Garzón, cuya fecha todavía no se conoce. 

sábado, 26 de febrero de 2011

Los no vencidos. Universidad de Valencia

Fotografias de Juan Navarro. Del 18 de febrero al 30 de marzo de 2011. Sala de la Muralla - Colegio Mayor "Rector Peset"- (Plaça del Forn de Sant Nicolau, 4- Valencia)
En el marco de la contribución a la recuperación de la memoria histórica, esta exposición pretende ser una aportación especial para retener las imágenes de aquellas personas que protagonizaron la lucha por la libertad durante la guerra civil y el franquismo y nos siguen acompañando en el día a día, constituyendo así un homenaje visual tanto a quienes siguen con nosotros como a quienes, desgraciadamente, cayeron víctimas de la represión o del tiempo inexorable.
“Al final de todo….sigo siendo comunista”. Así se expresa Alejandra Soler. Nacida en 1913, Alejandra se licenció en Historia a los 23 años, se afilió a la Federación Universitaria Española (FUE) y al PCE. Estuvo durante 32 años exiliada en Rusia junto con su marido, Arnaldo Azzati, y allí ejerció como profesora de “niños de la guerra”. Después trabajó en la Escuela Superior de Diplomacia de Moscú y llegó a convertirse en catedrática de Lenguas Románicas. En 1971, por fin, pudo regresar a España, como apátrida, a su país, donde nunca pudo ejercer su profesión.
El retrato de Alejandra es uno de los 34 que el fotógrafo Joan Navarro ha realizado a un puñado de luchadores, que empeñaron su vida por la libertad, durante la guerra civil y el franquismo.
La muestra consta de 40 fotografías de 80 cm x 60 cm que recogen imágenes de miembros de la FUE y guerrilleros destacados en la lucha. Entre ellos encontramos a Alejandra Soler, con 32 años en el exilio en la URSS, Juan Marín, oficial de la Republica y miembro de la resistencia en Francia, Darío Marco, Juanjo Estellés. sindicalistas como Vicente Ramis e Isidro Guardia, miembros del instituto obrero como Emilio Monzó que estuvo en la Batalla del Ebro a las órdenes directas del General Lister. Guerrilleros de la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón (AGLA) como José Navarro, Reme Montero, y Esperanza Martinez, o Brigadistas como Josep Almudever.Este es un proyecto del fotógrafo Juan Navarro, colaborador habitual del diario “Público” en Valencia. Su trayectoria fotográfica empezó hace 23 años cuando se graduó en el Boston Art Institute. Durante 20 años su objetivo se dirigió hacia el deporte profesional; primero con la revista Don Balón, desde la cual durante 10 años cubrió todos los eventos deportivos de alto nivel, Olimpiadas, Finales NBA, Eurocopas de futból, Mundiales de futból, Copas de África... Los siguientes 10 años con el diario AS. Posteriormente trabajó en el diario Levante EMV durante un año. Desde hace tres colabora con el diario Público.