El escritor se muestra pesimista con lo que nos depara el siglo XXII, salvo en lo que respecta a la técnica y a la tecnología.
Usted dibujaba en una entrevista reciente un panorama actual poco halagüeño. “Vivimos”, decía, “en una época tonta, especialmente estúpida y con una enorme pereza mental en gran parte de la gente. Me parece grave porque no tiene casi vuelta de hoja”. Si ve así nuestro tiempo, ¿cómo vislumbra el rostro de la humanidad mañana, la del siglo XXII? Partiendo de la base de que es casi imposible hacer un ejercicio de imaginación, no digo ya de otra cosa, cien años son tantos… Es más, empezaría por decir que siempre son muchos. Basta pensar que ahora se ha estado celebrando, conmemorando mejor dicho, la Primera Guerra Mundial, la guerra de 1914. Y si uno piensa todo lo que ha habido en medio de estos cien años…
Pasan muchas cosas en un siglo, sí… Yo diría que hoy en día es aún más tiempo de lo que ha sido a lo largo de la historia. Desde hace unos cuantos años está pasando una cosa muy rara y para mí muy angustiosa. El tiempo, por decirlo de alguna manera, está alcanzando al tiempo. Esto lo he dicho, yo creo, en alguna ocasión… El presente ya es pasado; el presente ya es percibido como pasado. Lo que acontece inmediatamente pasa a engrosar las filas de lo ya pasado. Se pueden buscar ejemplos inocuos. Uno saca un libro, o alguien estrena una película, y en el momento en que ya sale, se puede leer “se estrena”. Ya deja de interesar, o de importar. Rápido: ¿qué viene ahora? Parece como si las cosas, por el mero hecho de hacerse presentes, pasaran inmediatamente hacia el pasado.
Ocurre con casi todo, ¿verdad? Pues sí. Hace poco decía en un artículo que Felipe VI empieza a parecernos rutinario. Pedro Sánchez, que hace pocos meses que lo han elegido, empieza a parecer ya, no sé, qué antiguo es este hombre. Todo va acelerado. También mi padre lo observó una vez, hace muchos años. Él decía, por ejemplo, que comparativamente la humanidad ha cambiado mucho menos entre el siglo V antes de Cristo y 1850, que entre 1850 y el presente. Y decía cosas muy sencillas y verdaderas. Es decir, durante todos esos siglos, la gente se desplazaba a pie, a caballo, con rueda; o por barco y similares. Para comunicarse, había que mandar una nota escrita, o una carta, y nada más. Es decir, no había telegramas, no había, por supuesto, teléfono, no había absolutamente nada. Fíjese ahora. Todo es inmediato. Y no le digo nada en el futuro.
Decía usted que actualmente vivimos en una sociedad tonta. Y lo peor, de cara al futuro, de ese siglo XXII por el que me pregunta, es que hay una serie de cosas que me parecen cada vez más irreversibles. Hay gente que piensa que la historia va por ciclos, que hay épocas más tontas y otras algo más inteligentes. Pues yo tengo la sensación de que llevamos ahora demasiados años en que más bien ha habido una especie de deterioro intelectivo, no digamos intelectual, que eso ya es otra cuestión, sino intelectivo general de la humanidad.
No así en las ciencias… Por supuesto. En las ciencias, y en los avances técnicos y tecnológicos. Es extraordinario. Incluso en medicina. El optimismo que se puede tener pensando de aquí a cien años va siempre por ese camino. El de la técnica, de la ciencia, de los avances tecnológicos, que probablemente seguirán siendo muy beneficiosos. Pero…
La gente tiende a ser más simple, más bruta, y con ufanía de serlo”
Pero será peor en otros aspectos. Soy muy pesimista respecto a la evolución de la mentalidad, llamémosla así, del género humano. Me da la impresión de que cada vez la gente tiende a ser más simple, más bruta… y con ufanía de ser bruta. En otras épocas no sabían mucho porque no habían tenido oportunidad. Pero digamos que no había una ufanía de eso, en absoluto. Al revés, había como una especie de añoranza de no haber accedido a una educación, y eso era siempre muy conmovedor. Había incluso una especie de pudor, de vergüenza. Pero esta actitud de complacencia en la ignorancia es la que me invita a pensar que la cosa es irreversible.
¿Y a qué se debe este embrutecimiento? No me extrañaría que una parte hubiera sido inducida por los responsables de la educación. Se ha convencido a la gente de que, al fin y al cabo, sobre todo desde que existe Internet, todo está ahí. Es decir, si uno necesita un dato determinado, pulsa unas teclas y lo encuentra inmediatamente. Es una información momentánea y utilitaria, simplemente utilitaria, y que por tanto no hace falta ni acumular, ni saber, ni estudiar, ni nada por el estilo. No le resto valor, pero otra cosa muy distinta es la posesión de la instalación en su conocimiento. Del mismo modo que otra de las cosas que me han preocupado mucho, y a la que veo también muy mal futuro, es el uso de la lengua.
Hábleme de la lengua que emplearemos en el siglo XXII. No sé, de aquí a cien años qué se va a hablar, porque cada vez hay más personas que no tienen dominio de la lengua. No es cuestión de cultura. Cada uno hablaba, digamos, a su nivel, con su vocabulario más o menos amplio, o más o menos limitado. Pero hablaban con aplomo, con seguridad y con una buena instalación en la lengua, cada uno en su nivel de léxico, o de capacidad para construir frases acabadas y más o menos inteligibles. La sensación que yo tengo es que ahora la gente chapotea en la lengua. Todo se confunde, todo se mezcla, da la impresión de que todo sirve; la gente, además, parece que anda muy mal de oído. El otro día oí a un corresponsal –¡por favor, a un corresponsal!– en una ciudad europea diciendo: “No sé quién fue pillado en un fragantis”. Todo esto me parece gravísimo, y temo que vaya a ir a más. Y ya se sabe que la manera de expresarse influye mucho en la manera de pensar...
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martes, 24 de febrero de 2015
En qué país vive usted. Se habrán necesitado, como poco, 11 años para volver a los niveles de empleo anteriores
El presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, destacó una y otra vez la incipiente recuperación. Se apoyó para ello en varios titulares de la prensa internacional (“España emerge de la recesión”, “España es la nueva Alemania”, “España anima a Europa”). El líder de la oposición, rápido, se le encaró: “Señor Rajoy, ¿en qué país vive usted?”, y se apoyó en otros titulares alternativos: “La reforma laboral baja los sueldos un 10% y abarata el despido”, “España es el país europeo con más desigualdades”, “Uno de cada tres niños españoles vive en riesgo de pobreza”…
Así discurrió el debate sobre el estado de la nación del pasado año. Dos percepciones muy distintas sobre la realidad de nuestro país que, es más que probable, acentuarán sus perfiles mañana y el miércoles en el Congreso. Rajoy se apoyará en el mayor crecimiento económico, pronosticado por los organismos multilaterales y los grandes empresarios. Quizá mencione el dato proporcionado por César Alierta, presidente del Consejo Empresarial de la Competitividad, que ha pronosticado un 8% de paro (15 puntos menos que ahora) para el año 2018, en un bucle de 11 años (más de una década perdida) para volver al punto en el que España estaba en el año 2007, aunque los puestos de trabajo que se crearán serán sin duda más baratos y de peor calidad, resultado de la reforma laboral.
Pedro Sánchez, que sustituye a Rubalcaba en la tribuna, no se apartará mucho del mensaje de éste. Posiblemente desgrane el último informe de Cáritas (“Pobreza y desigualdad en aumento”), hecho público en Roma la semana pasada, en el que se describe a nuestro país con un 27,3% de su población total en riesgo de pobreza y exclusión social, sólo superado por Rumanía, Grecia, Italia, Chipre y Portugal. El secretario general de esta ONG en Europa, Jorge Nuño, declaró que “el empobrecimiento y la desigualdad se están convirtiendo en estructurales en un país en el que la crisis no ha pasado”. Ambos fenómenos sociales se han estabilizado. “Lo peor es que se cree que esto es lo normal”.
En el debate de 2014 la recuperación económica fue el único relato de Rajoy. El presidente hizo una intervención que en el papel ocupaba 20 folios a un espacio. De ellos, los 13 primeros estuvieron dedicados a la macroeconomía; a la Unión Europea dedicó un folio y cuarto (relacionando su contenido también sólo con los aspectos económicos); sólo cuatro folios a las tensiones con Cataluña (sin propuesta concreta alguna, más allá de los lugares comunes del diálogo dentro de la ley); y un párrafo a la inmigración, dado que apenas habían pasado unos días de la muerte de un grupo de inmigrantes en Melilla.
Mientras el Gobierno puso el único acento sobre la salida de la recesión —lo que indica su confianza en la visibilidad de la mejora como principal baza, casi única, para ganar la tanda de elecciones que vienen por delante—, la oposición institucional (básicamente PSOE, IU, UPD y los distintos nacionalistas) y la voz de la calle (que hace un año había crecido exponencialmente a través de las mareas sectoriales, lo que hoy no es el caso) enfocaron sus críticas en las heridas profundas y de largo plazo que la gestión de la crisis va a dejar en la sociedad española en forma de recortes en educación, sanidad, dependencia, pensiones, seguro de desempleo, paro, reducción de la renta disponible familiar, mortandad de empresas…, y en la agenda ideológica que está aplicando el PP al tiempo que ejecuta su política económica de recortes (reforma de la ley del aborto, ley de seguridad ciudadana, reforma del código penal, desigualdad de oportunidades a través del recorte de becas, mayor control de los medios de comunicación públicos, especialmente de RTVE…).
El debate de este año, ¿será sólo un déjà vu del de 2014 o aparecerán otros elementos? Habrá una realidad flotante nueva, imposible de soslayar: que las dos principales fuerzas políticas emergentes (Podemos y Ciudadanos) a las que todos los sondeos atestiguan como de enorme fortaleza parlamentaria en el futuro inmediato, no estarán presentes. Como ha indicado con gracia el corresponsal de un medio de comunicación foráneo, ese debate será, posiblemente, “el último botellón del bipartidismo”.
Fuente: http://economia.elpais.com/economia/2015/02/23/actualidad/1424687462_953310.html
Así discurrió el debate sobre el estado de la nación del pasado año. Dos percepciones muy distintas sobre la realidad de nuestro país que, es más que probable, acentuarán sus perfiles mañana y el miércoles en el Congreso. Rajoy se apoyará en el mayor crecimiento económico, pronosticado por los organismos multilaterales y los grandes empresarios. Quizá mencione el dato proporcionado por César Alierta, presidente del Consejo Empresarial de la Competitividad, que ha pronosticado un 8% de paro (15 puntos menos que ahora) para el año 2018, en un bucle de 11 años (más de una década perdida) para volver al punto en el que España estaba en el año 2007, aunque los puestos de trabajo que se crearán serán sin duda más baratos y de peor calidad, resultado de la reforma laboral.
Pedro Sánchez, que sustituye a Rubalcaba en la tribuna, no se apartará mucho del mensaje de éste. Posiblemente desgrane el último informe de Cáritas (“Pobreza y desigualdad en aumento”), hecho público en Roma la semana pasada, en el que se describe a nuestro país con un 27,3% de su población total en riesgo de pobreza y exclusión social, sólo superado por Rumanía, Grecia, Italia, Chipre y Portugal. El secretario general de esta ONG en Europa, Jorge Nuño, declaró que “el empobrecimiento y la desigualdad se están convirtiendo en estructurales en un país en el que la crisis no ha pasado”. Ambos fenómenos sociales se han estabilizado. “Lo peor es que se cree que esto es lo normal”.
En el debate de 2014 la recuperación económica fue el único relato de Rajoy. El presidente hizo una intervención que en el papel ocupaba 20 folios a un espacio. De ellos, los 13 primeros estuvieron dedicados a la macroeconomía; a la Unión Europea dedicó un folio y cuarto (relacionando su contenido también sólo con los aspectos económicos); sólo cuatro folios a las tensiones con Cataluña (sin propuesta concreta alguna, más allá de los lugares comunes del diálogo dentro de la ley); y un párrafo a la inmigración, dado que apenas habían pasado unos días de la muerte de un grupo de inmigrantes en Melilla.
Mientras el Gobierno puso el único acento sobre la salida de la recesión —lo que indica su confianza en la visibilidad de la mejora como principal baza, casi única, para ganar la tanda de elecciones que vienen por delante—, la oposición institucional (básicamente PSOE, IU, UPD y los distintos nacionalistas) y la voz de la calle (que hace un año había crecido exponencialmente a través de las mareas sectoriales, lo que hoy no es el caso) enfocaron sus críticas en las heridas profundas y de largo plazo que la gestión de la crisis va a dejar en la sociedad española en forma de recortes en educación, sanidad, dependencia, pensiones, seguro de desempleo, paro, reducción de la renta disponible familiar, mortandad de empresas…, y en la agenda ideológica que está aplicando el PP al tiempo que ejecuta su política económica de recortes (reforma de la ley del aborto, ley de seguridad ciudadana, reforma del código penal, desigualdad de oportunidades a través del recorte de becas, mayor control de los medios de comunicación públicos, especialmente de RTVE…).
El debate de este año, ¿será sólo un déjà vu del de 2014 o aparecerán otros elementos? Habrá una realidad flotante nueva, imposible de soslayar: que las dos principales fuerzas políticas emergentes (Podemos y Ciudadanos) a las que todos los sondeos atestiguan como de enorme fortaleza parlamentaria en el futuro inmediato, no estarán presentes. Como ha indicado con gracia el corresponsal de un medio de comunicación foráneo, ese debate será, posiblemente, “el último botellón del bipartidismo”.
Fuente: http://economia.elpais.com/economia/2015/02/23/actualidad/1424687462_953310.html
lunes, 23 de febrero de 2015
Hablar en público. Los expertos señalan que en España existe un déficit en el manejo de la oratoria
De sopetón: "Quiero que pronuncies unas palabras el día de mi boda". De recuerdo: "Sal a la pizarra". De hoy: "Tiene cinco minutos para hablarme de usted en esta entrevista de trabajo". Nervios. Estrés. Angustia. Y manos a la obra. Toda la vida ensayando delante del espejo y resulta que sirve para muy poco. Los expertos de oratoria consultados aseguran que delante del cristal no se puede estar atento a los movimientos del cuerpo, al tono de voz y al mensaje. Dicen que a la hora de preparar un discurso lo mejor es grabarse con el móvil y analizarse después. Dicen que nadie nace comunicador. Y dicen, incluso, que, con una buena formación, se logran abrir las enrevesadas puertas del empleo...
Siete claves para hablar bien en público
1. Gestionar el tiempo. ¿Cuánto tiempo vamos a estar hablando? Esto es lo primero que debemos saber antes de planificar nuestro discurso. Se recomienda terminar antes de la hora pactada, nunca sobrepasarse. Hay que tener claro que lo importante no es contar todo sino contar lo más interesante.
2. Analizar tu auditorio en dos sentidos Lo primero: no es lo mismo hablar ante universitarios que ante empresarios. Conocer el perfil de los asistentes a la ponencia varía el enfoque de la alocución y nos ayuda a estar preparados ante posibles preguntas. Segundo: conocer el lugar. ¿Hace frío hace, hace calor?, ¿tengo micrófono de mano o hablaré a viva voz?, ¿las sillas de los asistentes son cómodas o incómodas, ¿hay Wifi o no?
3. Hablar con entusiasmo. El 80% del éxito de una buena charla es nuestra actitud. Sonreír, subir y bajar el tono, mostrar énfasis, mover las manos... El público recordará lo que el orador les hizo sentir. La memoria está enfocada a las sensaciones.
4. ¿Qué tengo que llevar? El material tiene que ser un complemento. Es bueno poner vídeos y fotos. Las imágenes, al igual que las historias propias y las anécdotas, siempre se recuerdan mejor. Nota importante: todos los estudios afirman que a los 15 o 20 minutos el público desconecta. Ahí, por tanto, sería bueno introducir el material audiovisual.
5. Mensaje directo, al grano. Arrancar con el “bueno pues” se considera casi un atentado en la oratoria. A la hora de plantear un discurso, con independencia de la duración, hay tres conceptos: anticipo la idea de mi mensaje, la desarrollo y la recapitulo. El público tiene que entender que hay un beneficio en escucharte.
6. ¿Moverse o no moverse? Es muy importante el movimiento. No hay que estar sentado pero tampoco bailando. Con naturalidad, con dinamismo, sin pasarse y sin extremos. No hay un estilo especifico ni un comunicador ideal. En función del tema, modelo, o público todo cambia.
7. Preparar y practicar, preparar y practicar. A comunicar se aprende comunicando. Y así se gana naturalidad, convicción, credibilidad y confianza.
Fuente: http://economia.elpais.com/economia/2015/01/15/actualidad/1421334018_476553.html
Siete claves para hablar bien en público
1. Gestionar el tiempo. ¿Cuánto tiempo vamos a estar hablando? Esto es lo primero que debemos saber antes de planificar nuestro discurso. Se recomienda terminar antes de la hora pactada, nunca sobrepasarse. Hay que tener claro que lo importante no es contar todo sino contar lo más interesante.
2. Analizar tu auditorio en dos sentidos Lo primero: no es lo mismo hablar ante universitarios que ante empresarios. Conocer el perfil de los asistentes a la ponencia varía el enfoque de la alocución y nos ayuda a estar preparados ante posibles preguntas. Segundo: conocer el lugar. ¿Hace frío hace, hace calor?, ¿tengo micrófono de mano o hablaré a viva voz?, ¿las sillas de los asistentes son cómodas o incómodas, ¿hay Wifi o no?
3. Hablar con entusiasmo. El 80% del éxito de una buena charla es nuestra actitud. Sonreír, subir y bajar el tono, mostrar énfasis, mover las manos... El público recordará lo que el orador les hizo sentir. La memoria está enfocada a las sensaciones.
4. ¿Qué tengo que llevar? El material tiene que ser un complemento. Es bueno poner vídeos y fotos. Las imágenes, al igual que las historias propias y las anécdotas, siempre se recuerdan mejor. Nota importante: todos los estudios afirman que a los 15 o 20 minutos el público desconecta. Ahí, por tanto, sería bueno introducir el material audiovisual.
5. Mensaje directo, al grano. Arrancar con el “bueno pues” se considera casi un atentado en la oratoria. A la hora de plantear un discurso, con independencia de la duración, hay tres conceptos: anticipo la idea de mi mensaje, la desarrollo y la recapitulo. El público tiene que entender que hay un beneficio en escucharte.
6. ¿Moverse o no moverse? Es muy importante el movimiento. No hay que estar sentado pero tampoco bailando. Con naturalidad, con dinamismo, sin pasarse y sin extremos. No hay un estilo especifico ni un comunicador ideal. En función del tema, modelo, o público todo cambia.
7. Preparar y practicar, preparar y practicar. A comunicar se aprende comunicando. Y así se gana naturalidad, convicción, credibilidad y confianza.
Fuente: http://economia.elpais.com/economia/2015/01/15/actualidad/1421334018_476553.html
“Hay que mejorar las condiciones de vida en la UE, no rebajarlas”. El jefe de Gobierno sueco apuesta por aplicar políticas socialdemócratas pero ajustadas a las nuevas realidades
De oficio soldador, sindicalista antes que primer ministro. El socialdemócrata Stefan Löfven (Estocolmo, 1957) dirige Suecia tras ganar los comicios en septiembre y evitar en el último minuto la caída de su flamante Gobierno. Gracias al apoyo del centroderecha, su antecesor en el poder y con cuyo presupuesto gobierna, superó el envite del partido antiinmigración Demócratas Suecos, la tercera fuerza (13% de los votos). En Madrid, horas antes de asistir a la cumbre convocada el sábado por el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, Löfven asegura: “Los socialdemócratas no podemos aplicar soluciones viejas a problemas nuevos”.
Pregunta. Usted ganó las elecciones con el peor resultado en la historia de su partido (31,2%). ¿Por qué ha perdido atractivo la socialdemocracia en Suecia?
Respuesta. No lo ha perdido, aunque los resultados no fueron tan buenos como queríamos. Durante ocho años, el Gobierno conservador no desarrolló el modelo social escandinavo, redujo subvenciones y subsidios sociales. El paro de larga duración es más alto ahora. Además, hay una economía global, empresas suecas que se han ido a otros países. Todo esto creó una sensación de incertidumbre para mucha gente, que no ve un futuro positivo en este entorno de economía global. El partido xenófobo Demócratas Suecos decía “tenemos la solución: que no haya tantos inmigrantes en Suecia”. Es fácil que alguien desesperado pueda sentirse atraído por soluciones desesperadas.
P. ¿Por qué tienen éxito los partidos xenófobos?
R. Tiene que ver con el miedo. En 2008, cuando era líder sindical, lo veía en los ojos de la gente. No entendían. El poder ya no está conectado a nivel nacional, sino internacional. Eso hace más difícil afrontar los cambios, pero por eso necesitamos una socialdemocracia europea y global.
P. ¿Cómo piensa recuperar la confianza?
R. El desempleo juvenil es el peor paro, porque niega el futuro a quien más lo necesita. Estamos introduciendo la garantía de los 90 días. En ese plazo un menor de 25 años recibirá trabajo, formación o ambas cosas. Además, invertiremos mucho más en vivienda, infraestructuras, política industrial. Y tendremos un sistema de bienestar social sólido. Las desigualdades son demasiado grandes. Somos un Gobierno feminista. Si se consigue la igualdad, la economía se potenciará.
P. ¿Qué soluciones ve a la crisis de la socialdemocracia en Europa?
R. La UE es muy importante para nosotros, un país de 9,7 millones de habitantes, porque nos da el tamaño para competir con EE UU y China. Pero el mercado laboral en Europa debe ser justo y hoy no lo es. En Suecia los trabajadores ven que hay una competencia desleal, una presión creciente sobre las condiciones de trabajo. La legislación europea debe garantizar que no haya dumping social. La idea básica de la UE es mejorar las condiciones de vida de las personas, no rebajarlas. Mejorar el mercado laboral es una parte muy importante en la política socialdemócrata. Hay que combinar la economía de mercado con la justicia social.
P. ¿Qué opina de las alternativas de izquierda como Syriza o Podemos?
R. La vía socialdemócrata es mejor. Es muy fácil estar en la oposición, pero hay que estar preparado para gobernar, que no es tan fácil.
P. ¿Les obligan a evolucionar?
R. Debemos cambiar porque cambia la realidad, no por esos partidos. No podemos aplicar soluciones viejas a problemas nuevos. Necesitamos más políticas socialdemócratas, pero hay que basarlas en la economía global; ajustarlas a las nuevas realidades, pero mantener nuestros valores.
P. Suecia ha sido el primer país que, siendo miembro de la UE, ha reconocido a Palestina. ¿Qué balance hace de esta decisión?
R. Reconocimos al Estado palestino porque creemos que es la manera de avanzar para conseguir una solución. Esto no significa que tomemos partido. Somos amigos de Israel y de Palestina, pero durante muchos años no hemos visto nada positivo. No creemos que el reconocimiento deba ser el resultado de una negociación: eso da un poder de veto a la otra parte. Deseamos que ambas estén al mismo nivel, que sean dos Estados que negocien en pie de igualdad. La diferencia entre una parte y otra es demasiado grande y el reconocimiento la reducirá. Tenemos que hacer algo antes de que sea demasiado tarde para aplicar una solución que incluya los dos Estados.
P. ¿Cuándo habrá embajador?
R. Está por decidir. Mantenemos un cónsul general.
P. ¿Cómo combatir el terrorismo?
R. Hay que utilizar la mano dura en el sentido de decir que la violencia no es tolerable. En Suecia estamos trabajando en una legislación similar a la española para que sea ilegal que las personas puedan ir a Siria y unirse al Estado Islámico. Pero al mismo tiempo tenemos que trabajar en la prevención, evitar que los jóvenes se sientan atraídos por estas cuestiones, quieran viajar a estos lugares, hacerse yihadistas. Hay que hacer un trabajo muy amplio en la sociedad civil, implicar a la gente, implicar a los clubes de fútbol... al movimiento scout, lo que sea, para asegurarnos de que todas las organizaciones civiles colaboren en la prevención y ayuden a impedir que los jóvenes se sientan atraídos por esas actividades. Esas son las vías, junto con la mejora de la integración.
Fuente: http://internacional.elpais.com/internacional/2015/02/22/actualidad/1424624536_013042.html
Pregunta. Usted ganó las elecciones con el peor resultado en la historia de su partido (31,2%). ¿Por qué ha perdido atractivo la socialdemocracia en Suecia?
Respuesta. No lo ha perdido, aunque los resultados no fueron tan buenos como queríamos. Durante ocho años, el Gobierno conservador no desarrolló el modelo social escandinavo, redujo subvenciones y subsidios sociales. El paro de larga duración es más alto ahora. Además, hay una economía global, empresas suecas que se han ido a otros países. Todo esto creó una sensación de incertidumbre para mucha gente, que no ve un futuro positivo en este entorno de economía global. El partido xenófobo Demócratas Suecos decía “tenemos la solución: que no haya tantos inmigrantes en Suecia”. Es fácil que alguien desesperado pueda sentirse atraído por soluciones desesperadas.
P. ¿Por qué tienen éxito los partidos xenófobos?
R. Tiene que ver con el miedo. En 2008, cuando era líder sindical, lo veía en los ojos de la gente. No entendían. El poder ya no está conectado a nivel nacional, sino internacional. Eso hace más difícil afrontar los cambios, pero por eso necesitamos una socialdemocracia europea y global.
P. ¿Cómo piensa recuperar la confianza?
R. El desempleo juvenil es el peor paro, porque niega el futuro a quien más lo necesita. Estamos introduciendo la garantía de los 90 días. En ese plazo un menor de 25 años recibirá trabajo, formación o ambas cosas. Además, invertiremos mucho más en vivienda, infraestructuras, política industrial. Y tendremos un sistema de bienestar social sólido. Las desigualdades son demasiado grandes. Somos un Gobierno feminista. Si se consigue la igualdad, la economía se potenciará.
P. ¿Qué soluciones ve a la crisis de la socialdemocracia en Europa?
R. La UE es muy importante para nosotros, un país de 9,7 millones de habitantes, porque nos da el tamaño para competir con EE UU y China. Pero el mercado laboral en Europa debe ser justo y hoy no lo es. En Suecia los trabajadores ven que hay una competencia desleal, una presión creciente sobre las condiciones de trabajo. La legislación europea debe garantizar que no haya dumping social. La idea básica de la UE es mejorar las condiciones de vida de las personas, no rebajarlas. Mejorar el mercado laboral es una parte muy importante en la política socialdemócrata. Hay que combinar la economía de mercado con la justicia social.
P. ¿Qué opina de las alternativas de izquierda como Syriza o Podemos?
R. La vía socialdemócrata es mejor. Es muy fácil estar en la oposición, pero hay que estar preparado para gobernar, que no es tan fácil.
P. ¿Les obligan a evolucionar?
R. Debemos cambiar porque cambia la realidad, no por esos partidos. No podemos aplicar soluciones viejas a problemas nuevos. Necesitamos más políticas socialdemócratas, pero hay que basarlas en la economía global; ajustarlas a las nuevas realidades, pero mantener nuestros valores.
P. Suecia ha sido el primer país que, siendo miembro de la UE, ha reconocido a Palestina. ¿Qué balance hace de esta decisión?
R. Reconocimos al Estado palestino porque creemos que es la manera de avanzar para conseguir una solución. Esto no significa que tomemos partido. Somos amigos de Israel y de Palestina, pero durante muchos años no hemos visto nada positivo. No creemos que el reconocimiento deba ser el resultado de una negociación: eso da un poder de veto a la otra parte. Deseamos que ambas estén al mismo nivel, que sean dos Estados que negocien en pie de igualdad. La diferencia entre una parte y otra es demasiado grande y el reconocimiento la reducirá. Tenemos que hacer algo antes de que sea demasiado tarde para aplicar una solución que incluya los dos Estados.
P. ¿Cuándo habrá embajador?
R. Está por decidir. Mantenemos un cónsul general.
P. ¿Cómo combatir el terrorismo?
R. Hay que utilizar la mano dura en el sentido de decir que la violencia no es tolerable. En Suecia estamos trabajando en una legislación similar a la española para que sea ilegal que las personas puedan ir a Siria y unirse al Estado Islámico. Pero al mismo tiempo tenemos que trabajar en la prevención, evitar que los jóvenes se sientan atraídos por estas cuestiones, quieran viajar a estos lugares, hacerse yihadistas. Hay que hacer un trabajo muy amplio en la sociedad civil, implicar a la gente, implicar a los clubes de fútbol... al movimiento scout, lo que sea, para asegurarnos de que todas las organizaciones civiles colaboren en la prevención y ayuden a impedir que los jóvenes se sientan atraídos por esas actividades. Esas son las vías, junto con la mejora de la integración.
Fuente: http://internacional.elpais.com/internacional/2015/02/22/actualidad/1424624536_013042.html
domingo, 22 de febrero de 2015
Curiosidades matemáticas
Una paradoja es una declaración no contradictoria que contradice el sentido común. Las paradojas se dan porque todo lenguaje es contradictorio. Epiménides, filósofo griego del siglo VI antes de Cristo, de quien se dice que durmió durante cincuenta y siete años seguidos, aunque Plutarco sostenga que sólo fueron cincuenta, afirmó que todos los cretenses son mentirosos, como él mismo era cretense, ¿decía o no la verdad? Si lo que dice es cierto no todos los cretenses son mentirosos, porque por lo menos un cretense, él, no miente, o sea que Epiménides miente al decir la verdad; en cambio si él miente significa que no todos los cretenses mienten, por lo que ha dicho la verdad, o sea que dice la verdad al mentir. Otra versión de esta paradoja, atribuida al filósofo griego Eubulides de Mileto, sostiene: Si un hombre afirma que está mintiendo. ¿Dice la verdad o miente? También es contradictoria la afirmación que sostenga: todo lo que afirmo es mentira.
Zenón de Elea ideó la paradoja de Aquiles y la tortuga. Aquiles decide competir contra una tortuga. Puesto que él corre rápido, muy seguro de sus posibilidades da a la tortuga una ventaja inicial. Poco después de la partida, Aquiles recorre la distancia que inicialmente lo separaba de la tortuga, pero al llegar a ese lugar descubre que la tortuga ha avanzado un pequeño trecho. Sin desanimarse, sigue corriendo, pero al llegar de nuevo adonde estaba la tortuga, ésta ha avanzado un poco más. De esta manera Aquiles no ganará la carrera ya que la tortuga estará siempre delante de él.
Se dispara una flecha. Puesto que la flecha no puede estar en dos lugares diferentes al mismo tiempo, la flecha debe hallarse en determinada posición, por lo que se encuentra en reposo. Por el igual razón durante los siguientes intervalos de tiempo la flecha también estará en reposo; de manera que la flecha estará siempre en reposo y su movimiento es imposible. Lo mismo se puede generalizar para todo cuerpo en movimiento, lo que contradice la realidad.
En un país habitado por negros y blancos, los primeros sólo dicen la verdad y los segundo siempre mienten. Pasa una canoa y alguien que no distingue el color del canoero le pregunta: ¿Es usted negro o blanco? La respuesta se la lleva el viento. ¿De qué color dijo ser?, pregunta alguien a los dos canoeros que reman detrás. Dijo que es blanco, responde el blanco; dijo que es negro, responde el negro. ¿De qué color era el canoero? Independientemente del color del canoero, la respuesta es que el canoero es negro.
Una persona es calva si carece de pelos. ¿Qué pasa si tiene sólo un pelo? ¿Si tiene dos?, etc. En general, ¿cuándo un calvo deja de ser calvo?
El director de una cárcel decide liberar a un preso de tres condenados. Coge tres discos rojos y dos azules y sitúa un disco al azar en la espalda de cada preso, de manera que todos ven el color de los demás a excepción del suyo propio. Dejará libre al que acierte el color que posee. Pasado cierto tiempo, uno de los presos afirma que el color de su disco es rojo. ¿Cómo lo dedujo, si él es ciego?
De antemano se le pide disculpas al lector creyente, de cualquier fe que tuviere, porque en este escrito no se intenta jugar con la fe de nadie, muy respetable por cierto, sino que tiene que ver con lo contradictorio que es cualquier idioma. Aclarado este pequeño e importante detalle, se continua con el tema.
Se pregunta: ¿Qué pasa si un objeto super potente, creado por Dios, capaz de remover todo lo que obstruya su paso, choca contra un objeto inamovible, también creado por Dios? Esto es algo imposible de responder. También es contradictoria la pregunta que durante en el medioevo hacían los herejes a los creyentes: ¿Puede crear Dios una piedra tan pesada que no la pueda levantar? Si no lo puede hacer no es todopoderoso y si la puede crear tampoco lo es. Por esta otra pregunta fue castigado el que la formuló durante la inquisición: ¿Tuvo o no tuvo Adán ombligo? No pudo tenerlo por no ser parido y si no lo tuvo ¿por qué nosotros, que descendemos de él, lo tenemos? Ahora y siempre hay que cuidar las palabras que salen de nuestra boca.
También es de por sí contradictoria la idea de que existe un dios omnipotente, amoroso y bueno. Porque si le pidiera algo que sin lugar a duda es bueno y no lo puede hacer, no es omnipotente, si lo puede hacer y no lo quiere hacer, no nos ama ni no es amoroso, y si lo quiere hacer y no le da la gana de hacerlo, es caprichoso, se burla de nosotros y no es bueno.
Cada ser humano tiene dos padres, cuatro abuelos, ocho bisabuelos, dieciséis tatarabuelos, etc. Lo que significa que el mundo debió tener antes mucha más gente que ahora, lo que es contradictorio con la idea bíblica de que todos provenimos de Adán y Eva, a menos de que todos seamos parientes.
El asno de Buridán es protagonista de un antiguo argumento en contra de Juan Buridán, un teólogo escolástico discípulo de Guillermo de Ocán, y del racionalismo defendido por los partidarios del libre albedrío, que sostenían la posición de que cualquier decisión puede ser tomada de manera racional. Para ridiculizar esta opinión, sus críticos imaginaron el absurdo de un asno que no puede elegir entre dos fajos de heno completamente iguales, en consecuencia termina muriendo de inanición. Se trata de que pudiendo comer, no come, porque no sabe, no puede o no quiere elegir qué montón es más conveniente, ya que ambos son exactamente iguales.
Para terminar se va a hacer una pregunta bastante sencilla de responder ¿Qué edad tienen tus hijos? Pregunta una matemática a una vieja amiga suya. Ésta le responde: Como recuerdo que eras buena para los números te daré la repuesta a manera de problema. El producto de las edades de mis tres hijos es 36 y la suma es igual al número de ventanas de la casa de enfrente, la blanca. La matemática, luego de contar las ventanas de la casa de enfrente, afirma: Me falta un dato. Ni corta ni perezosa, su amiga se lo da: El mayor tiene un lunar en la frente. ¿Qué edad tiene cada muchacho? La pregunta no es una broma y ahora que el lector tiene los datos indispensables para despejar todas las incógnitas no es tan complicada de responder.
Fuente: Rodolfo Bueno
Zenón de Elea ideó la paradoja de Aquiles y la tortuga. Aquiles decide competir contra una tortuga. Puesto que él corre rápido, muy seguro de sus posibilidades da a la tortuga una ventaja inicial. Poco después de la partida, Aquiles recorre la distancia que inicialmente lo separaba de la tortuga, pero al llegar a ese lugar descubre que la tortuga ha avanzado un pequeño trecho. Sin desanimarse, sigue corriendo, pero al llegar de nuevo adonde estaba la tortuga, ésta ha avanzado un poco más. De esta manera Aquiles no ganará la carrera ya que la tortuga estará siempre delante de él.
Se dispara una flecha. Puesto que la flecha no puede estar en dos lugares diferentes al mismo tiempo, la flecha debe hallarse en determinada posición, por lo que se encuentra en reposo. Por el igual razón durante los siguientes intervalos de tiempo la flecha también estará en reposo; de manera que la flecha estará siempre en reposo y su movimiento es imposible. Lo mismo se puede generalizar para todo cuerpo en movimiento, lo que contradice la realidad.
En un país habitado por negros y blancos, los primeros sólo dicen la verdad y los segundo siempre mienten. Pasa una canoa y alguien que no distingue el color del canoero le pregunta: ¿Es usted negro o blanco? La respuesta se la lleva el viento. ¿De qué color dijo ser?, pregunta alguien a los dos canoeros que reman detrás. Dijo que es blanco, responde el blanco; dijo que es negro, responde el negro. ¿De qué color era el canoero? Independientemente del color del canoero, la respuesta es que el canoero es negro.
Una persona es calva si carece de pelos. ¿Qué pasa si tiene sólo un pelo? ¿Si tiene dos?, etc. En general, ¿cuándo un calvo deja de ser calvo?
El director de una cárcel decide liberar a un preso de tres condenados. Coge tres discos rojos y dos azules y sitúa un disco al azar en la espalda de cada preso, de manera que todos ven el color de los demás a excepción del suyo propio. Dejará libre al que acierte el color que posee. Pasado cierto tiempo, uno de los presos afirma que el color de su disco es rojo. ¿Cómo lo dedujo, si él es ciego?
De antemano se le pide disculpas al lector creyente, de cualquier fe que tuviere, porque en este escrito no se intenta jugar con la fe de nadie, muy respetable por cierto, sino que tiene que ver con lo contradictorio que es cualquier idioma. Aclarado este pequeño e importante detalle, se continua con el tema.
Se pregunta: ¿Qué pasa si un objeto super potente, creado por Dios, capaz de remover todo lo que obstruya su paso, choca contra un objeto inamovible, también creado por Dios? Esto es algo imposible de responder. También es contradictoria la pregunta que durante en el medioevo hacían los herejes a los creyentes: ¿Puede crear Dios una piedra tan pesada que no la pueda levantar? Si no lo puede hacer no es todopoderoso y si la puede crear tampoco lo es. Por esta otra pregunta fue castigado el que la formuló durante la inquisición: ¿Tuvo o no tuvo Adán ombligo? No pudo tenerlo por no ser parido y si no lo tuvo ¿por qué nosotros, que descendemos de él, lo tenemos? Ahora y siempre hay que cuidar las palabras que salen de nuestra boca.
También es de por sí contradictoria la idea de que existe un dios omnipotente, amoroso y bueno. Porque si le pidiera algo que sin lugar a duda es bueno y no lo puede hacer, no es omnipotente, si lo puede hacer y no lo quiere hacer, no nos ama ni no es amoroso, y si lo quiere hacer y no le da la gana de hacerlo, es caprichoso, se burla de nosotros y no es bueno.
Cada ser humano tiene dos padres, cuatro abuelos, ocho bisabuelos, dieciséis tatarabuelos, etc. Lo que significa que el mundo debió tener antes mucha más gente que ahora, lo que es contradictorio con la idea bíblica de que todos provenimos de Adán y Eva, a menos de que todos seamos parientes.
El asno de Buridán es protagonista de un antiguo argumento en contra de Juan Buridán, un teólogo escolástico discípulo de Guillermo de Ocán, y del racionalismo defendido por los partidarios del libre albedrío, que sostenían la posición de que cualquier decisión puede ser tomada de manera racional. Para ridiculizar esta opinión, sus críticos imaginaron el absurdo de un asno que no puede elegir entre dos fajos de heno completamente iguales, en consecuencia termina muriendo de inanición. Se trata de que pudiendo comer, no come, porque no sabe, no puede o no quiere elegir qué montón es más conveniente, ya que ambos son exactamente iguales.
Para terminar se va a hacer una pregunta bastante sencilla de responder ¿Qué edad tienen tus hijos? Pregunta una matemática a una vieja amiga suya. Ésta le responde: Como recuerdo que eras buena para los números te daré la repuesta a manera de problema. El producto de las edades de mis tres hijos es 36 y la suma es igual al número de ventanas de la casa de enfrente, la blanca. La matemática, luego de contar las ventanas de la casa de enfrente, afirma: Me falta un dato. Ni corta ni perezosa, su amiga se lo da: El mayor tiene un lunar en la frente. ¿Qué edad tiene cada muchacho? La pregunta no es una broma y ahora que el lector tiene los datos indispensables para despejar todas las incógnitas no es tan complicada de responder.
Fuente: Rodolfo Bueno
Mandelbrot. Un matemático excepcional. La vida de Benoît Mandelbrot fue todo menos previsible, y sus luchas no fueron solo científicas.
El género autobiográfico posee una larga historia, pero no han sido demasiados los científicos que lo cultivaron en el pasado (me estremezco solo de imaginar que aquel genio huraño y neurótico llamado Isaac Newton hubiese dedicado algo de su tiempo a escribir unas memorias, y doy gracias a que el agudo espíritu familiar de Charles Darwin le llevase a preparar una autobiografía que podría resultar, quizá, interesante para sus hijos o para sus nietos, según sus palabras; así como a la afición a la escritura de Santiago Ramón y Cajal, que nos legó una de las mejores obras de este tipo escritas jamás en castellano). No obstante, esta situación ha ido cambiando en las últimas décadas, en las que no pocos científicos se han mostrado deseosos, con toda legitimidad, de contar sus historias, no siempre, dicho sea de paso, terriblemente interesantes.
De entre los matemáticos del siglo XX, recuerdo ahora algunas autobiografías que ciertamente merecieron la pena el tiempo que sus autores emplearon en su elaboración: las de Norbert Wiener (Ex prodigio: mi infancia y juventud y Soy un matemático), Stanislaw Ulam (Aventuras de un matemático), André Weil (Memorias de aprendizaje), Laurent Schwartz (Un mathématicien aux prises avec le siècle; no traducida al español), y la más maravillosa de todas, la deliciosa Apología de un matemático, de Godfrey H. Hardy.
A esta selecta lista se une ahora Benoît Mandelbrot (Varsovia, 1924-Cambridge, Estados Unidos, 2010), uno de los matemáticos más originales que produjo el siglo XX. Aunque su profesión se caracteriza por ocuparse de descubrir lo desconocido, ya sean esquemas teóricos, fenómenos naturales o artilugios antes inimaginables, las biografías de la mayoría de los científicos son previsibles; no fáciles, por supuesto: tienen que luchar por obtener seguridad y reconocimiento en un campo fieramente competitivo. La biografía de Mandelbrot fue todo menos previsible y limitada: sus luchas no fueron únicamente científicas; en su juventud tuvo que esforzarse por algo más importante, la supervivencia física. Miembro de una educada familia judía residente en Varsovia, sus padres fueron lo suficientemente lúcidos para abandonar Polonia con destino a París en 1936, dos años antes de que el Ejército de Hitler marchara hacia Viena, y después a Praga camino de Varsovia, con el terrorífico resultado de que la comunidad judía en la que los Mandelbrot poseían sus raíces terminó desvaneciéndose como el humo.
Pero París fue, como bien sabemos, el siguiente destino nazi, y Benoît se vio obligado a llevar durante años, fuera de la capital, una vida de clandestinidad, que relata con vigor en sus memorias. Previsión, suerte, ayudas esperadas e inesperadas y fortaleza de ánimo se hacen evidentes en la descripción de aquellos años, periodo que dio paso a la siguiente fase de su biografía, la de su educación, una educación poco convencional, aun desarrollándose en un centro de excelencia convencional como la elitista (en razón de méritos intelectuales) École Polytechnique. Una vez graduado allí podría haber seguido la senda tradicional del científico, un camino que su talento permitía vislumbrar. En lugar de ello, el joven Mandelbrot marchó a Norteamérica, instalándose entre 1947 y 1949 en un centro "aplicado" y pluridisciplinar: el Instituto Tecnológico de California de Pasadena, un lugar adecuado para un matemático que nunca se afincó en una torre de marfil disciplinar. Porque si algo caracterizó la carrera de Benoît Mandelbrot fue cómo aplicó su inmenso y original talento a campos que necesitan de la matemática, pero que no eran matemáticos per se, o mejor, que no formaban parte del currículo tradicional de la formación de un matemático.
Precisamente por ello, aunque regresó a Francia, doctorándose en la Sorbona en 1952, y pasó algún tiempo en el Centre National de la Recherche Scientifique francés, su nomadismo le llevó al Institute for Advanced Study de Princeton (1953-1954), a la Universidad de Ginebra (1955-1957), donde colaboró durante un tiempo con el psicólogo Jean Piaget, y a la Universidad de Lille. Todos ellos eran, sin embargo, centros demasiado académicos, carentes de la vitalidad, del contacto con las necesidades de la vida o los intereses industriales que la personalidad de Mandelbrot exigía, así que en 1958 comenzó a trabajar en el Centro de Investigación Thomas J. Watson que IBM tenía en Nueva York. Allí permaneció los siguientes 35 años. Al jubilarse, en 1993, continuó trabajando en la Universidad de Yale, finalmente como catedrático emérito de Ciencias Matemáticas.
Además de narrar con gracia y buen estilo literario sus vaivenes profesionales, sus circunstancias familiares y científicos que conoció o le influyeron (como John von Neumann, Andrei Kolmogorov, Paul Lévy, Robert Oppenheimer, o su tío, el distinguido matemático, discípulo de Jacques Hadamard y sucesor suyo en su cátedra del College de France, Szolem Mandelbrot), y como no podía ser menos, los fractales, los entes matemáticos por los que es más recordado, figuran prominentes en el contenido de este libro, significativamente titulado El fractalista. "La obra de mi vida", manifestó en otro de sus trabajos (Benoît Mandelbrot y Richard L. Hudson, Fractales y finanzas), "ha sido desarrollar una nueva herramienta matemática para incluir en el exiguo equipo de supervivencia del hombre. La llamo geometría fractal y multifractal. Es el estudio de la escabrosidad, de lo irregular y tortuoso. Concebí estas ideas a lo largo de varias décadas de vagabundeos intelectuales, reuniendo muchos artefactos y asuntos perdidos, olvidados, subexplorados y en apariencia inconexos del pasado matemático, extendiéndolos en todas direcciones y creando un cuerpo de conocimiento matemático nuevo y coherente". Ese "extendiéndolos en todas direcciones" lo explica con cierto detalle, especialmente en un campo aparentemente improbable como es la economía, en este libro, que ve de esta manera ampliado el posible campo de sus lectores.
La de Mandelbrot es, en suma, una autobiografía digna de ser leída. Con ella y en ella, aprendemos algo de parcelas no demasiado exploradas del mundo matemático del siglo XX, pero también de cómo la biografía de un científico se incardinó en aquella, tan maravillosa en lo científico como terrible en lo político, centuria.
El fractalista. Memorias de un científico inconformista. Benoît Mandelbrot. Traducción de Araceli Maira Benítez. Tusquets. Barcelona, 2014. 344 páginas. 22 euros
Fuente:JOSÉ MANUEL SÁNCHEZ RON 9 FEB 2015 - http://cultura.elpais.com/cultura/2015/02/04/babelia/1423063603_673411.html
Más aquí en inglés y traducido al español.
sábado, 21 de febrero de 2015
Una tortilla octogenaria
Se llama Josefina Sagardia, ha cumplido 85 años y todos los días prepara entre 15 y 20 tortillas de patatas. Receta singular con la que ganó el III Campeonato de España en 2001 en el congreso “Lo Mejor de la Gastronomía” que organizaba mi colega y amigo Rafael García Santos.
Pasé a la cocina y saludé a Josefina. Aunque llevaba cinco años sin visitar Kasino Lesaka, me reconoció enseguida y se apresuró a mostrarme recortes recientes de la prensa del sur de Francia ensalzando su tortilla, tan orgullosa como un joven cocinero con aspiraciones mediáticas. Josefina muestra su cuchillo de filo gastado por el uso
Somos cinco a comer, ¿nos puedes preparar una tortilla para cuatro, le dije? Asintió y comenzó a cascar huevos. ¿Cuántos pones? “Tres por ración y uno de propina. Como la vuestra es para cuatro serían 13 pero no me gustan los números impares y añado otro más, en total 14. Si es para tres raciones pongo 10, sumo uno más al 9”.
Josefina utiliza patatas de la variedad Kennebec del mismo Lesaka, las pela, las deja en baldes de agua y justo antes de freírlas las corta a mano a cuchillo, en lascas tan finas que parece que se vale de una mandolina. Me mostró sus enormes cuchillos, de filos gastados por el uso como muestran unas fotografías que me parecen escalofriantes. Y me enseñó la fritada de patatas, cebolla y pimientos verdes que había preparado a primeras horas en función de las reservas. “Nuestra tortilla hay que encargarla”, me recalcó orgullosa. Magnifico aspecto de la fritada¿Cantidades? Siempre a ojo. Más o menos dos cebollas y tres pimientos para cinco patatas, conjunto que deja pochar a fuego lento durante 15 minutos para obtener una apetitosa fritada que escurre al cabo de ese tiempo.
Cuando comienza la preparación pasa una cantidad de la fritada a una sartén de hierro que pone a fuego suave con aceite de oliva refinado. Enseguida añade sal y huevos de corral que no bate demasiado, apenas lo justo para que no formen espuma. Luego, con una cuchara de madera revuelve suavemente la mezcla.
Quien la observa trabajar por vez primera piensa que prepara un revuelto de patatas y cebolla, no una tortilla. Mece la sartén con suaves vaivenes y en un momento determinado el “revuelto” ya está terminado. Nada de darle la vuelta, como es preceptivo.
Coloca una fuente de porcelana blanca cerca de la sartén y sin más ayuda que su propio brazo realiza un juego de muñeca rápido y deja resbalar la fritada que se dobla sobre sí misma por la mitad para conseguir una gigantesca tortilla francesa de patata.
Giro de muñeca final. Destaca la envergadura del antebrazo de Josefina, igual que el de Rafa Nadal Fue en ese momento cuando me fijé en su antebrazo que me recordó al de Rafa Nadal por sus voluminosos músculos tersos. La tortilla gigante que nos presentó calculamos que medía no menos de 30 centímetros.
Ya en la mesa el gran cocinero Ricard Camarena, que nos había acompañado a la excursión y estaba asombrado con el espectáculo, troceo la pieza. En su interior apareció una fritada ni demasiado seca ni tampoco fluida, una tortilla suculenta. Antes compartimos un plato de hongos salteados y luego otro de merluza rebozada. De postre canutillos rellenos y pantxineta. Todo con un nivel más que aceptable.
Este post pretende ser un homenaje a Josefina, orgullo de la cocina tradicional navarra, “etxekoandre” de pro que a su edad continúa preparando una de las mejores tortillas españolas que conozco.
Fuente, José Carlos Capel. http://blogs.elpais.com/gastronotas-de-capel/2014/12/una-tortilla-octogenaria.html
Pasé a la cocina y saludé a Josefina. Aunque llevaba cinco años sin visitar Kasino Lesaka, me reconoció enseguida y se apresuró a mostrarme recortes recientes de la prensa del sur de Francia ensalzando su tortilla, tan orgullosa como un joven cocinero con aspiraciones mediáticas. Josefina muestra su cuchillo de filo gastado por el uso
Somos cinco a comer, ¿nos puedes preparar una tortilla para cuatro, le dije? Asintió y comenzó a cascar huevos. ¿Cuántos pones? “Tres por ración y uno de propina. Como la vuestra es para cuatro serían 13 pero no me gustan los números impares y añado otro más, en total 14. Si es para tres raciones pongo 10, sumo uno más al 9”.
Josefina utiliza patatas de la variedad Kennebec del mismo Lesaka, las pela, las deja en baldes de agua y justo antes de freírlas las corta a mano a cuchillo, en lascas tan finas que parece que se vale de una mandolina. Me mostró sus enormes cuchillos, de filos gastados por el uso como muestran unas fotografías que me parecen escalofriantes. Y me enseñó la fritada de patatas, cebolla y pimientos verdes que había preparado a primeras horas en función de las reservas. “Nuestra tortilla hay que encargarla”, me recalcó orgullosa. Magnifico aspecto de la fritada¿Cantidades? Siempre a ojo. Más o menos dos cebollas y tres pimientos para cinco patatas, conjunto que deja pochar a fuego lento durante 15 minutos para obtener una apetitosa fritada que escurre al cabo de ese tiempo.
Cuando comienza la preparación pasa una cantidad de la fritada a una sartén de hierro que pone a fuego suave con aceite de oliva refinado. Enseguida añade sal y huevos de corral que no bate demasiado, apenas lo justo para que no formen espuma. Luego, con una cuchara de madera revuelve suavemente la mezcla.
Quien la observa trabajar por vez primera piensa que prepara un revuelto de patatas y cebolla, no una tortilla. Mece la sartén con suaves vaivenes y en un momento determinado el “revuelto” ya está terminado. Nada de darle la vuelta, como es preceptivo.
Coloca una fuente de porcelana blanca cerca de la sartén y sin más ayuda que su propio brazo realiza un juego de muñeca rápido y deja resbalar la fritada que se dobla sobre sí misma por la mitad para conseguir una gigantesca tortilla francesa de patata.
Giro de muñeca final. Destaca la envergadura del antebrazo de Josefina, igual que el de Rafa Nadal Fue en ese momento cuando me fijé en su antebrazo que me recordó al de Rafa Nadal por sus voluminosos músculos tersos. La tortilla gigante que nos presentó calculamos que medía no menos de 30 centímetros.
Ya en la mesa el gran cocinero Ricard Camarena, que nos había acompañado a la excursión y estaba asombrado con el espectáculo, troceo la pieza. En su interior apareció una fritada ni demasiado seca ni tampoco fluida, una tortilla suculenta. Antes compartimos un plato de hongos salteados y luego otro de merluza rebozada. De postre canutillos rellenos y pantxineta. Todo con un nivel más que aceptable.
Este post pretende ser un homenaje a Josefina, orgullo de la cocina tradicional navarra, “etxekoandre” de pro que a su edad continúa preparando una de las mejores tortillas españolas que conozco.
Fuente, José Carlos Capel. http://blogs.elpais.com/gastronotas-de-capel/2014/12/una-tortilla-octogenaria.html
Las nueces ayudan a reducir el colesterol
El consumo de nueces podría ayudar a reducir los niveles de colesterol en la sangre, afirman los científicos.
La investigación de la Universidad de Loma Linda, en California, Estados Unidos, revisó 25 estudios en los que participaron unas 600 personas en siete países.
Los científicos hallaron que quienes consumían una bolsa pequeña de nueces al día redujeron en 7,4% sus niveles de colesterol.
Por eso, creen que las nueces ayudan a prevenir la absorción del colesterol, de modo que estos alimentos deben formar parte de una dieta sana.
El colesterol -o lipoproteínas- es una sustancia que produce el hígado a partir de los alimentos grasos que comemos.
Aunque es muy importante para el funcionamiento normal del organismo, los niveles excesivamente altos de este elemento en la sangre pueden tener efectos graves en la salud.
Riesgo para el corazón
La evidencia científica demuestra que los altos niveles de colesterol pueden causar estrechamiento de las arterias y aumentar el riesgo de un infarto o derrame cerebral.
También se ha demostrado en el pasado que el consumo regular de nueces o frutos secos tiene beneficios para la salud, porque estos productos son ricos en proteínas, ácidos grasos insaturados, fibras, minerales, vitaminas y otros compuestos como antioxidantes y fitoesteroles.
Pero la nueva investigación -publicada en Archives of Internal Medicine (Archivos de Medicina Interna)- intentó establecer cuál es su impacto preciso en el estado cardiovascular.
Las personas involucradas en el estudio consumieron, en promedio, 67 gramos de nueces al día durante un período de entre tres y ocho semanas.
Además de mejorar los niveles de colesterol, las nueces redujeron la cantidad de triglicéridos, otro tipo de grasa en la sangre que también ha sido vinculada a enfermedades coronarias.
Sin embargo, afirman los científicos, el impacto fue menos pronunciado entre los participantes con sobrepeso.
Esteroles
Los científicos no saben por qué las nueces tienen este efecto, pero creen que podría deberse a los fitoesteroles que contienen, que son compuestos que -se piensa- bloquean la absorción del colesterol en el nivel intestinal.
Tal como afirma el profesor Joan Sabaté, quien dirigió el estudio, "los efectos del consumo de nueces están relacionados con las dosis ingeridas, y los distintos tipos de nueces tienen efectos similares".
Pero el científico agrega que estos efectos se vieron "significativamente modificados por el colesterol LDL (el llamado "colesterol malo") ya presente, el índice de masa corporal y el tipo de dieta".
Es decir -explica el investigador-, el efecto del consumo de nueces en los niveles de colesterol fue mayor entre los individuos con un nivel alto de "colesterol malo", con un índice de masa corporal bajo y entre aquellos que consumían dietas de tipo occidental.
"Las nueces son un alimento integral que ha sido consumido por los humanos a lo largo de la historia", expresa el científico. "Y puede esperarse que el aumento en el consumo de nueces como parte de una dieta prudente afecte de forma favorable los niveles de lípidos en la sangre y tenga el potencial de reducir el riesgo enfermedad coronaria", agrega.
Otros expertos advierten, sin embargo, que debe tenerse cuidado con el consumo de nueces cubiertas de azúcar o sal.
Fuente: BBC
La investigación de la Universidad de Loma Linda, en California, Estados Unidos, revisó 25 estudios en los que participaron unas 600 personas en siete países.
Los científicos hallaron que quienes consumían una bolsa pequeña de nueces al día redujeron en 7,4% sus niveles de colesterol.
Por eso, creen que las nueces ayudan a prevenir la absorción del colesterol, de modo que estos alimentos deben formar parte de una dieta sana.
El colesterol -o lipoproteínas- es una sustancia que produce el hígado a partir de los alimentos grasos que comemos.
Aunque es muy importante para el funcionamiento normal del organismo, los niveles excesivamente altos de este elemento en la sangre pueden tener efectos graves en la salud.
Riesgo para el corazón
La evidencia científica demuestra que los altos niveles de colesterol pueden causar estrechamiento de las arterias y aumentar el riesgo de un infarto o derrame cerebral.
También se ha demostrado en el pasado que el consumo regular de nueces o frutos secos tiene beneficios para la salud, porque estos productos son ricos en proteínas, ácidos grasos insaturados, fibras, minerales, vitaminas y otros compuestos como antioxidantes y fitoesteroles.
Pero la nueva investigación -publicada en Archives of Internal Medicine (Archivos de Medicina Interna)- intentó establecer cuál es su impacto preciso en el estado cardiovascular.
Las personas involucradas en el estudio consumieron, en promedio, 67 gramos de nueces al día durante un período de entre tres y ocho semanas.
Además de mejorar los niveles de colesterol, las nueces redujeron la cantidad de triglicéridos, otro tipo de grasa en la sangre que también ha sido vinculada a enfermedades coronarias.
Sin embargo, afirman los científicos, el impacto fue menos pronunciado entre los participantes con sobrepeso.
Esteroles
Los científicos no saben por qué las nueces tienen este efecto, pero creen que podría deberse a los fitoesteroles que contienen, que son compuestos que -se piensa- bloquean la absorción del colesterol en el nivel intestinal.
Tal como afirma el profesor Joan Sabaté, quien dirigió el estudio, "los efectos del consumo de nueces están relacionados con las dosis ingeridas, y los distintos tipos de nueces tienen efectos similares".
Pero el científico agrega que estos efectos se vieron "significativamente modificados por el colesterol LDL (el llamado "colesterol malo") ya presente, el índice de masa corporal y el tipo de dieta".
Es decir -explica el investigador-, el efecto del consumo de nueces en los niveles de colesterol fue mayor entre los individuos con un nivel alto de "colesterol malo", con un índice de masa corporal bajo y entre aquellos que consumían dietas de tipo occidental.
"Las nueces son un alimento integral que ha sido consumido por los humanos a lo largo de la historia", expresa el científico. "Y puede esperarse que el aumento en el consumo de nueces como parte de una dieta prudente afecte de forma favorable los niveles de lípidos en la sangre y tenga el potencial de reducir el riesgo enfermedad coronaria", agrega.
Otros expertos advierten, sin embargo, que debe tenerse cuidado con el consumo de nueces cubiertas de azúcar o sal.
Fuente: BBC
viernes, 20 de febrero de 2015
El maestro de la educación interior, en el centenario de su muerte. Francisco Giner de los Ríos dedicó su alma a convencer a los españoles de que podían ser un pueblo adulto, dueño de sí mismo. Para la Institución Libre de Enseñanza, la vida debía ser vista como una obra de arte
Es muy difícil acostumbrarse a carecer del calor de aquella llama viva”. Así escribía José Castillejo, alma de la Junta para Ampliación de Estudios, el 20 de febrero de 1915 tras haber acompañado al cementerio civil de Madrid los restos de don Francisco Giner de los Ríos en un sudario blanco y rodeados de romero, cantueso y mejorana del Pardo, sus pequeñas amigas del monte. Una consternación profunda se apoderó de todos. De los de siempre (Azcárate, Cossio, Rubio, Jiménez Frau), pero también de los grandes del 98, como Azorín, Unamuno o Machado, y de los jóvenes europeístas del 14, como Ortega, Azaña o Fernando de los Ríos. Unas violetas de Emilia Pardo Bazán, y quizás unas flores traídas por Juan Ramón acompañaban también, junto al pesar de los poetas nuevos, a la sencilla comitiva.
Todos quedaron como suspendidos en una honda sensación de orfandad. Por esperada que fuera, la muerte de Giner dejó a la cultura española sin aliento, sin calor, sin luz. Aquel hombre incomparable había sido su más importante referencia moral durante medio siglo. Y la más decisiva incitación educativa de la España contemporánea. Con un sereno gesto histórico, con pasión pero con paciencia, sin ceremonias ni grandilocuencias vacías, que tanto despreciaba, había dicho suavemente su gran verdad a todos los maestros hambrientos y desasistidos de España: que el oficio de educar era la más importante empresa nacional. Una lección que aún nos sigue repitiendo desde entonces y que tenemos que aprender de nuevo una y otra vez.
En su pequeña escuela de la calle del Obelisco, la Institución Libre de Enseñanza, fundada en 1876, había tomado sobre sí la tarea de enseñar a los españoles a ser dueños de sí mismos. Para ello tuvo que luchar denodadamente contra la resistencia sorda y rencorosa de las viejas rutinas hispanas. Lo hizo durante toda su vida, con un sentido profundo de su deber civil y una resolución inquebrantable. Y con un gran respeto por todos. Tenía una viva conciencia de que la Institución era observada y cuestionada, y que no iba a permitírsele el más mínimo error, pero tenía también palabras de gratitud para quienes la hostigaban y perseguían porque también eso era estímulo para el cuidado y la mejora.
Giner de los Ríos había nacido en Ronda en 1839 y recaló en Madrid a hacer sus estudios del doctorado en la década de los sesenta. Allí encontró a sus maestros Julián Sanz del Río y Fernando de Castro, a cuyo lado reposa todavía hoy. La filosofía krausista que estos habían introducido en la Universidad española fue el prisma por el que miró la realidad española. En ella aprendió la tolerancia religiosa, el culto a la razón y a la ciencia, la integridad moral y el liberalismo político genuino (no el meramente exterior y postizo). Pero con estos pertrechos no se encajaba bien en la Universidad de la época, vigilada hasta la asfixia por el dogmatismo intransigente de los católicos. Esa manía tan nuestra de exigir juramentos a los profesores, sobre esta o aquella constitución, le llevó dos veces a ser expulsado de su cátedra. Simplemente pensaba que no debía hacerlo y no estaba dispuesto a hacer componendas con su propia conciencia. Al no ceder, puso en pie en España junto a sus maestros la primera piedra de esa libertad de cátedra que hemos tardado cien años más en poder disfrutar.
Giner experimentó una profunda decepción ante la conducta política de la juventud liberal durante el sexenio revolucionario (1868-1873). Sus palabras, que también nos hieren hoy, son el mejor comentario: “¿Qué hicieron los hombres nuevos? ¿Qué ha hecho la juventud? ¡Qué ha hecho! Respondan por nosotros el desencanto del espíritu público, el indiferente apartamiento de todas las clases, la sorda desesperación de todos los oprimidos, la hostilidad creciente de todos los instintos generosos. Ha afirmado principios en la legislación y violado esos principios en la práctica; ha proclamado la libertad y ejercido la tiranía; ha consignado la igualdad y erigido en ley universal el privilegio; ha pedido lealtad y vive en el perjurio; ha abominado de todas las vetustas iniquidades y sólo de ellas se alimenta”.
Para quien sepa leer, poco hay que añadir. Desalentado, expulsado de nuevo de la Universidad por negarse a jurar nada ni aceptar textos oficiales, se perfila en su ánimo la convicción de que sólo la educación “interior” de los pueblos (como él la llama) es eficaz para promover las reformas y los cambios que la sociedad necesita, aunque nunca parece querer. Ni medidas políticas, ni pronunciamientos, ni revoluciones. Oigámosle otra vez algunos años después, tras el desastre del 98: “En los días críticos en que se acentúan el tedio, la vergüenza, el remordimiento de esta vida actual de las clases directoras, es más cómodo para muchos pedir alborotados a gritos ‘una revolución’, ‘un gobierno’, ‘un hombre’, cualquier cosa, que dar en voz baja el alma entera para contribuir a crear lo único que nos hace falta: un pueblo adulto”...
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FRANCISCO J. LAPORTA 18 FEB 2015 -
Todos quedaron como suspendidos en una honda sensación de orfandad. Por esperada que fuera, la muerte de Giner dejó a la cultura española sin aliento, sin calor, sin luz. Aquel hombre incomparable había sido su más importante referencia moral durante medio siglo. Y la más decisiva incitación educativa de la España contemporánea. Con un sereno gesto histórico, con pasión pero con paciencia, sin ceremonias ni grandilocuencias vacías, que tanto despreciaba, había dicho suavemente su gran verdad a todos los maestros hambrientos y desasistidos de España: que el oficio de educar era la más importante empresa nacional. Una lección que aún nos sigue repitiendo desde entonces y que tenemos que aprender de nuevo una y otra vez.
En su pequeña escuela de la calle del Obelisco, la Institución Libre de Enseñanza, fundada en 1876, había tomado sobre sí la tarea de enseñar a los españoles a ser dueños de sí mismos. Para ello tuvo que luchar denodadamente contra la resistencia sorda y rencorosa de las viejas rutinas hispanas. Lo hizo durante toda su vida, con un sentido profundo de su deber civil y una resolución inquebrantable. Y con un gran respeto por todos. Tenía una viva conciencia de que la Institución era observada y cuestionada, y que no iba a permitírsele el más mínimo error, pero tenía también palabras de gratitud para quienes la hostigaban y perseguían porque también eso era estímulo para el cuidado y la mejora.
Giner de los Ríos había nacido en Ronda en 1839 y recaló en Madrid a hacer sus estudios del doctorado en la década de los sesenta. Allí encontró a sus maestros Julián Sanz del Río y Fernando de Castro, a cuyo lado reposa todavía hoy. La filosofía krausista que estos habían introducido en la Universidad española fue el prisma por el que miró la realidad española. En ella aprendió la tolerancia religiosa, el culto a la razón y a la ciencia, la integridad moral y el liberalismo político genuino (no el meramente exterior y postizo). Pero con estos pertrechos no se encajaba bien en la Universidad de la época, vigilada hasta la asfixia por el dogmatismo intransigente de los católicos. Esa manía tan nuestra de exigir juramentos a los profesores, sobre esta o aquella constitución, le llevó dos veces a ser expulsado de su cátedra. Simplemente pensaba que no debía hacerlo y no estaba dispuesto a hacer componendas con su propia conciencia. Al no ceder, puso en pie en España junto a sus maestros la primera piedra de esa libertad de cátedra que hemos tardado cien años más en poder disfrutar.
Giner experimentó una profunda decepción ante la conducta política de la juventud liberal durante el sexenio revolucionario (1868-1873). Sus palabras, que también nos hieren hoy, son el mejor comentario: “¿Qué hicieron los hombres nuevos? ¿Qué ha hecho la juventud? ¡Qué ha hecho! Respondan por nosotros el desencanto del espíritu público, el indiferente apartamiento de todas las clases, la sorda desesperación de todos los oprimidos, la hostilidad creciente de todos los instintos generosos. Ha afirmado principios en la legislación y violado esos principios en la práctica; ha proclamado la libertad y ejercido la tiranía; ha consignado la igualdad y erigido en ley universal el privilegio; ha pedido lealtad y vive en el perjurio; ha abominado de todas las vetustas iniquidades y sólo de ellas se alimenta”.
Para quien sepa leer, poco hay que añadir. Desalentado, expulsado de nuevo de la Universidad por negarse a jurar nada ni aceptar textos oficiales, se perfila en su ánimo la convicción de que sólo la educación “interior” de los pueblos (como él la llama) es eficaz para promover las reformas y los cambios que la sociedad necesita, aunque nunca parece querer. Ni medidas políticas, ni pronunciamientos, ni revoluciones. Oigámosle otra vez algunos años después, tras el desastre del 98: “En los días críticos en que se acentúan el tedio, la vergüenza, el remordimiento de esta vida actual de las clases directoras, es más cómodo para muchos pedir alborotados a gritos ‘una revolución’, ‘un gobierno’, ‘un hombre’, cualquier cosa, que dar en voz baja el alma entera para contribuir a crear lo único que nos hace falta: un pueblo adulto”...
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FRANCISCO J. LAPORTA 18 FEB 2015 -
Islandia atribuye su recuperación a haber rechazado aplicar la austeridad. "Los intereses económicos en una mano y la democracia en la otra", dice el presidente
El colapso de la banca a finales de 2008 llevó a Islandia a una pérdida del 8% de su riqueza en dos años y a una inédita tasa de paro del 11,9%. La economía de la isla dio un giro a partir de 2011. Basándose sobre todo en el turismo, las exportaciones pesqueras y la industria del aluminio, Islandia recuperó el terreno perdido, la tasa de paro oscila entre el 3% y el 4% y el Gobierno ha previsto una expansión del Producto Interior Bruto (PIB) del 3,3%. El presidente del país, Olafur Ragnar Grimsson, ha atribuido en parte esa recuperación a haber desoído los consejos de los organismos internacionales, en particular la Comisión Europea, para que aplicara medidas de austeridad. A pesar de que ha rechazado dar consejos a Grecia, el presidente islandés ha destacado que la UE se equivocó con su caso. “¿Por qué deberían tener razón en otros?”, ha planteado.
El presidente islandés ha pronunciado este miércoles una conferencia en la escuela de negocios Iese, tras la cual ha mantenido un almuerzo con periodistas. Olafur Ragnar Grimsson ha recomendado a la UE que saque sus conclusiones sobre la crisis y la recuperación de Islandia y ha reclamado mantener los equilibrios entre “la democracia” y los “intereses económicos”. “Los intereses económicos en una mano y la democracia en la otra”, ha sostenido. El presidente ha rechazado que la población deba sufrir con medidas de duros recortes presupuestarios y ha abogado por la combinación que empleó el país, que pasó por renegociar la deuda (el país rechazó en un referéndum pagar por los errores de sus bancos) y una devaluación de la moneda. El país, sin embargo, mantiene severos controles de capital desde 2008 y es sólo ahora cuando empieza a plantearse si debe eliminar o no las restricciones que bloquean la libre circulación de fondos por una cuantía que equivale al 50% del PIB.
Después de que en 2009 Islandia iniciara las negociaciones para incorporarse a la Unión Europea, el año pasado el Gobierno de centroderecha decidió romperlas. El presidente ha asegurado este miércoles que esa opción no está “olvidada”, puesto que una parte del país todavía aboga por la integración. Sin embargo, el jefe de Estado de Islandia ha admitido que la cuestión pesquera pesa en la decisión. En el país está vigente un sistema de cuotas que Gobierno y sector pesquero defienden a capa y espada y que despierta recelos en Bruselas, sobre todo en cuanto a las capturas de caballa. Olafur Ragnar Grimsson ha mantenido que Islandia “nunca aceptará” esas condiciones. Aun así, ha afirmado que el debate sigue vivo y ha recordado que el país ya forma parte de varios acuerdos económicos y de seguridad del continente.
El presidente de Islandia ha explicado que hoy el turismo y las exportaciones de pescado, sobre todo de bacalao, son los puntales del país. La industria turística lleva tres años creciendo a un ritmo de entre el 15% y el 20%, lo cual al principio se debió a la devaluación de la moneda y luego a las campañas turísticas que se han lanzado. En un país de 320.000 habitantes, cada año se reciben ya un millón de turistas, procedentes sobre todo de Europa y Estados Unidos, pero ahora también de Asia. “En los próximos 5 o 10 años el reto es seguir con la misma experiencia sin hacer daño al medio ambiente”, ha sostenido el presidente islandés. Este ha destacado que la crisis financiera llevó a trabajadores de ese a otros sectores, lo cual ha fomentado la creatividad y la innovación.
Fuente: http://economia.elpais.com/economia/2015/02/18/actualidad/1424281414_946592.html
El presidente islandés ha pronunciado este miércoles una conferencia en la escuela de negocios Iese, tras la cual ha mantenido un almuerzo con periodistas. Olafur Ragnar Grimsson ha recomendado a la UE que saque sus conclusiones sobre la crisis y la recuperación de Islandia y ha reclamado mantener los equilibrios entre “la democracia” y los “intereses económicos”. “Los intereses económicos en una mano y la democracia en la otra”, ha sostenido. El presidente ha rechazado que la población deba sufrir con medidas de duros recortes presupuestarios y ha abogado por la combinación que empleó el país, que pasó por renegociar la deuda (el país rechazó en un referéndum pagar por los errores de sus bancos) y una devaluación de la moneda. El país, sin embargo, mantiene severos controles de capital desde 2008 y es sólo ahora cuando empieza a plantearse si debe eliminar o no las restricciones que bloquean la libre circulación de fondos por una cuantía que equivale al 50% del PIB.
Después de que en 2009 Islandia iniciara las negociaciones para incorporarse a la Unión Europea, el año pasado el Gobierno de centroderecha decidió romperlas. El presidente ha asegurado este miércoles que esa opción no está “olvidada”, puesto que una parte del país todavía aboga por la integración. Sin embargo, el jefe de Estado de Islandia ha admitido que la cuestión pesquera pesa en la decisión. En el país está vigente un sistema de cuotas que Gobierno y sector pesquero defienden a capa y espada y que despierta recelos en Bruselas, sobre todo en cuanto a las capturas de caballa. Olafur Ragnar Grimsson ha mantenido que Islandia “nunca aceptará” esas condiciones. Aun así, ha afirmado que el debate sigue vivo y ha recordado que el país ya forma parte de varios acuerdos económicos y de seguridad del continente.
El presidente de Islandia ha explicado que hoy el turismo y las exportaciones de pescado, sobre todo de bacalao, son los puntales del país. La industria turística lleva tres años creciendo a un ritmo de entre el 15% y el 20%, lo cual al principio se debió a la devaluación de la moneda y luego a las campañas turísticas que se han lanzado. En un país de 320.000 habitantes, cada año se reciben ya un millón de turistas, procedentes sobre todo de Europa y Estados Unidos, pero ahora también de Asia. “En los próximos 5 o 10 años el reto es seguir con la misma experiencia sin hacer daño al medio ambiente”, ha sostenido el presidente islandés. Este ha destacado que la crisis financiera llevó a trabajadores de ese a otros sectores, lo cual ha fomentado la creatividad y la innovación.
Fuente: http://economia.elpais.com/economia/2015/02/18/actualidad/1424281414_946592.html
jueves, 19 de febrero de 2015
Las sorprendentes consecuencias de dejar de escribir a mano
Niños en todo el mundo pasan cada vez más tiempo utilizando computadoras con teclados y pantallas táctiles en lugar de escribir con un bolígrafo y un papel.
¿Perjudica esto su desarrollo y bienestar? Nuevas investigaciones sugieren que podría ser el caso.
El programa BBC Forum habló con la neurocientífica cognitiva Karin James sobre la importancia de aprender a escribir a mano para el desarrollo cerebral de los niños.
James, profesora de la Universidad de Bloomington, Estados Unidos, llevó a cabo investigaciones con niños que todavía no sabían leer.
Se trata de niños que, aunque puedan identificar letras, no son todavía capaces de juntarlas para formar palabras.
Los científicos dividieron a los niños en grupos y enseñaron a algunos a escribir a mano distintas letras, mientras que otros utilizaron teclados.
La investigación analizó cómo aprendían los niños las letras.
Los científicos también utilizaron resonancias magnéticas para evaluar la activación cerebral y ver cómo cambia el cerebro a lo largo del tiempo a medida que los niños se familiarizan con las letras del alfabeto. Escanearon los cerebros de los niños antes y después de enseñarles las letras y compararon los distintos grupos, midiendo el consumo de oxígeno en el cerebro como indicador de la actividad cerebral.
Los investigadores concluyeron que el cerebro responde de distinta manera cuando aprende con letras escritas a mano y cuando lo hace a través de un teclado.
Política educativa
Los niños que trabajaron con letras escritas a mano mostraron patrones de activación cerebral similares a los de las personas alfabetizadas que saben leer y escribir.
Esto no pasó con los niños que utilizaron teclados.
Parece que el cerebro responde de forma distinta a las letras cuando los niños aprenden a escribir a mano, estableciendo un vínculo entre el proceso de aprender a escribir a mano y el de aprender a leer.
"Datos de escáneres cerebrales sugieren que el escribir prepara el cerebro para un sistema de aprendizaje que facilita la lectura cuando los niños llegan a esa etapa", dice James.
Además, desarrollar habilidades motrices finas para adquirir la destreza que se requiere para producir letras puede ser beneficioso en muchas otras áreas del desarrollo cognitivo, dice James.
Las conclusiones de esta investigación pueden ser beneficiosas para la política educativa.
Según James, "ha habido prisa en algunas partes del mundo para introducir las computadoras en las escuelas en edades tempranas. Esto podría mitigar esa prisa".
En muchas escuelas en Estados Unidos, escribir a mano es optativo para los profesores, así que muchos no lo enseñan.
Este tipo de escritura tiene cada vez menos importancia en los horarios lectivos, dice James.
Una solución podría ser utilizar la caligrafía cuando se introducen las tabletas en las escuelas, escribiendo sobre la pantalla como si fuera con un bolígrafo y un papel.
Pero las investigaciones de James cuestionan que exista una sustitución efectiva a aprender a escribir a mano.
Fuente BBC.
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2015/02/150212_salud_escribir_teclado_desarrollo_cognitivo_gch_ac
¿Perjudica esto su desarrollo y bienestar? Nuevas investigaciones sugieren que podría ser el caso.
El programa BBC Forum habló con la neurocientífica cognitiva Karin James sobre la importancia de aprender a escribir a mano para el desarrollo cerebral de los niños.
James, profesora de la Universidad de Bloomington, Estados Unidos, llevó a cabo investigaciones con niños que todavía no sabían leer.
Se trata de niños que, aunque puedan identificar letras, no son todavía capaces de juntarlas para formar palabras.
Los científicos dividieron a los niños en grupos y enseñaron a algunos a escribir a mano distintas letras, mientras que otros utilizaron teclados.
La investigación analizó cómo aprendían los niños las letras.
Los científicos también utilizaron resonancias magnéticas para evaluar la activación cerebral y ver cómo cambia el cerebro a lo largo del tiempo a medida que los niños se familiarizan con las letras del alfabeto. Escanearon los cerebros de los niños antes y después de enseñarles las letras y compararon los distintos grupos, midiendo el consumo de oxígeno en el cerebro como indicador de la actividad cerebral.
Los investigadores concluyeron que el cerebro responde de distinta manera cuando aprende con letras escritas a mano y cuando lo hace a través de un teclado.
Política educativa
Los niños que trabajaron con letras escritas a mano mostraron patrones de activación cerebral similares a los de las personas alfabetizadas que saben leer y escribir.
Esto no pasó con los niños que utilizaron teclados.
Parece que el cerebro responde de forma distinta a las letras cuando los niños aprenden a escribir a mano, estableciendo un vínculo entre el proceso de aprender a escribir a mano y el de aprender a leer.
"Datos de escáneres cerebrales sugieren que el escribir prepara el cerebro para un sistema de aprendizaje que facilita la lectura cuando los niños llegan a esa etapa", dice James.
Además, desarrollar habilidades motrices finas para adquirir la destreza que se requiere para producir letras puede ser beneficioso en muchas otras áreas del desarrollo cognitivo, dice James.
Las conclusiones de esta investigación pueden ser beneficiosas para la política educativa.
Según James, "ha habido prisa en algunas partes del mundo para introducir las computadoras en las escuelas en edades tempranas. Esto podría mitigar esa prisa".
En muchas escuelas en Estados Unidos, escribir a mano es optativo para los profesores, así que muchos no lo enseñan.
Este tipo de escritura tiene cada vez menos importancia en los horarios lectivos, dice James.
Una solución podría ser utilizar la caligrafía cuando se introducen las tabletas en las escuelas, escribiendo sobre la pantalla como si fuera con un bolígrafo y un papel.
Pero las investigaciones de James cuestionan que exista una sustitución efectiva a aprender a escribir a mano.
Fuente BBC.
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2015/02/150212_salud_escribir_teclado_desarrollo_cognitivo_gch_ac
Mi gran deuda griega
Oigo en la tele que mi parte en la deuda griega, lo que ese bello país me debe como español, es de unos 1.000 euros. Puesto que me asignan ese papel de acreedor, quisiera sugerir cómo deseo que se me devuelva lo prestado. Ya anticipo que no tengo nociones de economía (¡afortunadamente!), pero creo que me sobra sensatez: todos hemos prestado cantidades semejantes a un hermano o a un amigo que lo necesitaba, o nos lo han prestado a nosotros. Cuando mi hermano está en semejante situación y le es imposible devolverme los 1.000 euros, no quiero que viva miserablemente ni le pido que se haga el haraquiri, tan solo que modere ciertos gastos (no en sustento, calefacción, ropa o material escolar) y que me entregue lo que pueda cuando pueda. Con el tiempo ni siquiera me acordaré de aquella deuda, y tan amigos. Pero también puedo ponérselo fácil recuperando lo prestado en forma de servicios: si mi hermano tiene un bar y me hace buen descuento en las consumiciones, podré recuperar poco a poco lo adeudado sin quebranto de lo mío y con estímulo de su medio de vida.
Cuando era más ingenuo creía que la Unión Europea era una hermandad de naciones libres, unidas por los derechos sociales y la democracia, ese invento griego que cada día pervierten nuestros políticos. Como acreedor de esa miserable cantidad, exijo que se trate a Grecia como a mi hermano de sangre: ¿de verdad no es posible dejar que los griegos paguen poco a poco, sine die, y sin obligarlos a vivir en la miseria, o bien olvidar alguna vez parte de lo prestado, o dejar que nos hagan buenos precios por disfrutar de sus playas y monumentos como parte del reintegro de esa deuda? ¡Pues claro que se puede, Frau Merkel!—
JOSÉ MUÑOZ DOMÍNGUEZ Segovia 14 FEB 2015.
P. D.: El préstamo no se ha hecho al pueblo griego, sino a los bancos griegos, como en España, para que no dejen de pagar los prestamos concedidos por los bancos alemanes, entre otros. Y todo ello sin consultarnos y responsabilizando al pueblo español de los pagos. ¿Es eso un ejercicio de democracia? ¿No hay responsables de esa deuda en Grecia y España?
Cuando era más ingenuo creía que la Unión Europea era una hermandad de naciones libres, unidas por los derechos sociales y la democracia, ese invento griego que cada día pervierten nuestros políticos. Como acreedor de esa miserable cantidad, exijo que se trate a Grecia como a mi hermano de sangre: ¿de verdad no es posible dejar que los griegos paguen poco a poco, sine die, y sin obligarlos a vivir en la miseria, o bien olvidar alguna vez parte de lo prestado, o dejar que nos hagan buenos precios por disfrutar de sus playas y monumentos como parte del reintegro de esa deuda? ¡Pues claro que se puede, Frau Merkel!—
JOSÉ MUÑOZ DOMÍNGUEZ Segovia 14 FEB 2015.
P. D.: El préstamo no se ha hecho al pueblo griego, sino a los bancos griegos, como en España, para que no dejen de pagar los prestamos concedidos por los bancos alemanes, entre otros. Y todo ello sin consultarnos y responsabilizando al pueblo español de los pagos. ¿Es eso un ejercicio de democracia? ¿No hay responsables de esa deuda en Grecia y España?
miércoles, 18 de febrero de 2015
Aprendizaje Basado en Problemas: Monográfico Fundación Telefónica
Transformar el currículo para enseñar y aprender a través de la resolución de retos reales. Conectar los aprendizajes con la vida y la sociedad. Incentivar el aprendizaje competencial en los alumnos utilizando estrategias de trabajo cooperativo. Fomentar el uso de competencias del s. XXI como la creatividad, el trabajo autónomo, el espíritu crítico o el diseño de productos de conocimiento a través de herramientas digitales. Dar sentido al rol del docente como guía en los aprendizajes. Incorporar la evaluación en el centro del proceso de aprendizaje…
¿Quieres saber cómo aplicar todos estos conceptos desde una arquitectura pedagógica? No te pierdas este monográfico práctico del Explorador de Innovación Educativa de Fundación Telefónica.
Descárgate el Monográfico Aprendizaje Basado en Problemas
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martes, 17 de febrero de 2015
Últimos testigos de Mauthausen. El periodista Carlos Hernández reconstruye la historia de los 9.000 republicanos españoles internados en campos nazis con la aquiescencia de Franco
Durante años Sigfried Meier fue muchas cosas en la vida para tratar de ocultar aquella que le habían obligado a ser contra su voluntad: un superviviente del nazismo. Judío de Fráncfort, Meier llegó de niño a Auschwitz, donde vio morir a su padre y afinó al máximo dos armas: el afán de supervivencia y el espíritu de rebeldía. Cuando entró en Mauthausen, trasladado en un convoy de la muerte sin ninguna noción de estar vivo, llevaba consigo tanta rabia que se atrevió a gritarle a los nazis que intentaron raparle. Y así fue, gracias a sus gritos y a su impecable perfil ario, cómo el capo de turno lo puso en manos de Saturnino Navazo, el preso español que organizaba partidos de fútbol en Mauthausen y que le adoptó como un hijo. Meier se emociona cada vez que recuerda a Saturnino. José Alcubierre lo hace cada vez que recuerda a su padre, asesinado a golpes en el campo de Gusen.
Ambos son algunos de los protagonistas de Los últimos españoles de Mauthausen (Ediciones B), el libro donde el periodista Carlos Hernández de Miguel rastrea la historia de los 9.000 deportados a campos nazis, con un doble objetivo: “Darles voz a las víctimas e identificar a los culpables”.
Meier y Alcubierre se cruzaron una vez en Mauthausen y no volvieron a hacerlo hasta el lunes, cuando coincidieron en Madrid para arropar la presentación de la obra. Ellos custodian de las pocas memorias aún vivas de la deportación, aunque su relación con aquel pasado ha diferido. Alcubierre nunca quiso olvidar. Meier luchó casi toda su vida por hacerlo: “No me gusta contarlo, preferiría que nunca hubiera existido. No es mi título de gloria, fue como una violación... yo viví todo esto como un niño, no podía entender por qué estaba allí”.
Alcubierre fue uno de los ocupantes del tren que partió hace 75 años de la estación de Angulema (Francia) cargado con 925 mujeres, hombres y niños españoles que ignoraban que su destino era Mauthausen. Aquel agosto de 1940 se consumaba la definitiva trapacería contra los republicanos refugiados en Francia, que habían sido movilizados —voluntariamente o no— para luchar contra Alemania sin obtener por ello ningún reconocimiento. “Los trabajadores españoles capturados en Francia durante la guerra son por lo tanto prisioneros civiles”, recogía un documento del Estado Mayor del Ejército francés en mayo de 1942, citado en el libro.
No era un simple formalismo: los alemanes trataron a los combatientes del ejército enemigo con arreglo a ciertas convenciones internacionales. Ser clasificado como civil sin patria reconocida dejó a miles de españoles desarbolados. Porque si la Francia de Pétain se despreocupó, la España de Franco los echó directamente en las fauces de los leones. “Franco fue un cómplice activo. Si acaban en los campos de concentración fue por orden de Franco”, denuncia el periodista Carlos Hernández de Miguel.
Alcubierre sobrevivió a cinco años de cautiverio en Mathausen, incluso al terrible dolor de recibir la noticia de la muerte de su padre a golpes, y fue uno de los artífices del salvamento de las fotografías que luego se usaron en los juicios de Núremberg. “Llevábamos el triángulo azul con el símbolo de los apátridas”, recuerda Alcubierre, que sigue viviendo en Angulema. “Ahora Francia nos respeta, nos ha dado una pensión. El Gobierno español no nos ha dado nada”, compara.
También Carlos Hernández lamenta la dejación de España con las víctimas de los campos nazis, como Alcubierre y Meier, el niño que renegó del alemán y de sus congéneres. “He aprendido que no se puede confiar en el ser humano, que un pueblo tan cultural como el alemán haya podido hacer lo que hizo... En Auschwitz no había ni una pizca de ayuda, cada uno iba a lo suyo, a vivir un día más, a robar aunque eso le pudiese costar la vida a otro, estas cosas fueron mi universidad… Yo podía haber terminado en la cárcel porque solo sabía robar y engañar. Me salvó Navazo… solo tengo una referencia. No creo en la bondad de la gente. Siempre hay un interés detrás. No soy amargo pero en general soy pesimista”.
Fuente:
http://cultura.elpais.com/cultura/2015/01/26/actualidad/1422295851_665791.html
lunes, 16 de febrero de 2015
No hay paz sin Rusia
El relato de política exterior que hacen nuestros políticos y medios de comunicación es una "construcción de mentiras", dice Oskar Lafontaine, uno de los políticos más lúcidos del viejo continente. Lafontaine menciona las declaraciones que la canciller Angela Merkel repite constantemente: a saber, la de que "es increíble que 25 años después de la caída del muro de Berlín se siga pensando en esferas de influencia y se viole el derecho internacional".
La canciller Merkel lo dice por Rusia. Y toda una legión de periodistas, políticos y expertos siguen esa corriente, mientras apelan a echar más leña al fuego armando más a Ucrania y aplaudiendo la creación de nuevas fuerzas militares de la OTAN en Europa Oriental.
Alguien que suscriba la consideración de Merkel sólo puede ser un ignorante del mundo que le rodea, porque en todo el mundo se libra una lucha por zonas de influencia, por recursos y mercados, y porque Occidente es el primero en practicar eso violando el derecho internacional.
Todo eso lo explican con toda claridad, y desde hace muchos años, los gurús de la política exterior estadounidense, los Zbigniew Brzezinski, Henry Kissinger y sus epígonos. Es algo conocido y admitido. La ampliación de la OTAN hacia el Este no fue más que una ampliación de esfera de influencia. Todas las guerras de Occidente de los últimos años (Yugoslavia, Afganistán, Iraq, Siria, Yemen, Libia, Somalia...) se han hecho en esa clave y pisoteando el derecho internacional, ignorando o abusando resoluciones de la ONU y cometiendo crímenes que entran de pleno en el concepto de terrorismo. "Quienes dicen que la política exterior occidental y sus guerras tienen que ver con derechos humanos, derechos de la mujer, libertad o democracia, mienten", dice Lafontaine.
En Ucrania, Rusia también ha cometido acciones claramente ilegales, como apropiarse de Crimea y apoyar a los rebeldes rusófilos del Este, que no se diferencian en su forma de las que Occidente ha practicado en muchas ocasiones, aunque su contexto defensivo y reactivo (es su gente y su frontera vital) sea meridianamente claro para cualquier observador neutral.
Crimea no fue el inicio agresivo, sino la culminación de un proceso arrollador de 25 años de extensión del área de influencia de la OTAN en Europa. Hace 25 años que, primero Gorbachov, luego Yeltsin y luego Putin, han venido pidiendo aquella "seguridad europea integrada" que se firmó en noviembre de 1990 en París y se prometió al primero de ellos a cambio de la reunificación alemana. Es sencillamente increíble que la señora Merkel, y detrás de ella el grueso de los políticos europeos y los periodistas belicistas, ignoren que en Europa no puede haber paz contra Rusia, ni sin Rusia.
En todo el mundo tenemos sistemas oligárquicos que impiden la realización del interés general en beneficio del interés de pequeñas minorías privilegiadas. Con diferentes cataduras y niveles eso es esencialmente común a Rusia, China y Europa. En Ucrania hubo el año pasado un movimiento por cambiar eso, el Maidán, pero enseguida fue secuestrado y burlado por su contexto geopolítico que lo redujo a un mero cambio de figuras oligárquicas, ahora al servicio de Occidente.
La novedad en esa serie de 25 años referida es que, por primera vez, Rusia ha reaccionado con medidas de fuerza, algo que debe ser castigado porque crea un mal precedente de desafío para todas las potencias emergentes del futuro mundo multipolar, cuya emergencia no se reconoce en Occidente. Cuanto antes entienda Occidente que ya no es el amo del mundo y que hay que regresar a la diplomacia, mejor para todos. Las negociaciones de Minsk no van en esa línea.
Merkel dijo el sábado en Munich una frase reveladora, respondiendo al senador estadounidense Bob Corker, partidario de armar a Ucrania: "Ese conflicto no puede ganarse militarmente" y añadió que "esa es la amarga verdad". Si pudiera ganarse militarmente, no habría problema, pero somos pragmáticos y no se puede, por lo que hay que negociar en Minsk. Esa no es una mentalidad de paz, ni mucho menos diplomática, por eso difícilmente dará frutos.
Que esa mentalidad parta de Alemania, manifiestamente desinteresada en una guerra y objetivamente interesada en una sintonía con Rusia, es lamentable.
Rafael Poch. La Vanguardia
Fuente: http://www.lavanguardia.com/opinion/articulos/20150212/54427147102/hay-paz-rusia-rafael-poch-opi.html
La canciller Merkel lo dice por Rusia. Y toda una legión de periodistas, políticos y expertos siguen esa corriente, mientras apelan a echar más leña al fuego armando más a Ucrania y aplaudiendo la creación de nuevas fuerzas militares de la OTAN en Europa Oriental.
Alguien que suscriba la consideración de Merkel sólo puede ser un ignorante del mundo que le rodea, porque en todo el mundo se libra una lucha por zonas de influencia, por recursos y mercados, y porque Occidente es el primero en practicar eso violando el derecho internacional.
Todo eso lo explican con toda claridad, y desde hace muchos años, los gurús de la política exterior estadounidense, los Zbigniew Brzezinski, Henry Kissinger y sus epígonos. Es algo conocido y admitido. La ampliación de la OTAN hacia el Este no fue más que una ampliación de esfera de influencia. Todas las guerras de Occidente de los últimos años (Yugoslavia, Afganistán, Iraq, Siria, Yemen, Libia, Somalia...) se han hecho en esa clave y pisoteando el derecho internacional, ignorando o abusando resoluciones de la ONU y cometiendo crímenes que entran de pleno en el concepto de terrorismo. "Quienes dicen que la política exterior occidental y sus guerras tienen que ver con derechos humanos, derechos de la mujer, libertad o democracia, mienten", dice Lafontaine.
En Ucrania, Rusia también ha cometido acciones claramente ilegales, como apropiarse de Crimea y apoyar a los rebeldes rusófilos del Este, que no se diferencian en su forma de las que Occidente ha practicado en muchas ocasiones, aunque su contexto defensivo y reactivo (es su gente y su frontera vital) sea meridianamente claro para cualquier observador neutral.
Crimea no fue el inicio agresivo, sino la culminación de un proceso arrollador de 25 años de extensión del área de influencia de la OTAN en Europa. Hace 25 años que, primero Gorbachov, luego Yeltsin y luego Putin, han venido pidiendo aquella "seguridad europea integrada" que se firmó en noviembre de 1990 en París y se prometió al primero de ellos a cambio de la reunificación alemana. Es sencillamente increíble que la señora Merkel, y detrás de ella el grueso de los políticos europeos y los periodistas belicistas, ignoren que en Europa no puede haber paz contra Rusia, ni sin Rusia.
En todo el mundo tenemos sistemas oligárquicos que impiden la realización del interés general en beneficio del interés de pequeñas minorías privilegiadas. Con diferentes cataduras y niveles eso es esencialmente común a Rusia, China y Europa. En Ucrania hubo el año pasado un movimiento por cambiar eso, el Maidán, pero enseguida fue secuestrado y burlado por su contexto geopolítico que lo redujo a un mero cambio de figuras oligárquicas, ahora al servicio de Occidente.
La novedad en esa serie de 25 años referida es que, por primera vez, Rusia ha reaccionado con medidas de fuerza, algo que debe ser castigado porque crea un mal precedente de desafío para todas las potencias emergentes del futuro mundo multipolar, cuya emergencia no se reconoce en Occidente. Cuanto antes entienda Occidente que ya no es el amo del mundo y que hay que regresar a la diplomacia, mejor para todos. Las negociaciones de Minsk no van en esa línea.
Merkel dijo el sábado en Munich una frase reveladora, respondiendo al senador estadounidense Bob Corker, partidario de armar a Ucrania: "Ese conflicto no puede ganarse militarmente" y añadió que "esa es la amarga verdad". Si pudiera ganarse militarmente, no habría problema, pero somos pragmáticos y no se puede, por lo que hay que negociar en Minsk. Esa no es una mentalidad de paz, ni mucho menos diplomática, por eso difícilmente dará frutos.
Que esa mentalidad parta de Alemania, manifiestamente desinteresada en una guerra y objetivamente interesada en una sintonía con Rusia, es lamentable.
Rafael Poch. La Vanguardia
Fuente: http://www.lavanguardia.com/opinion/articulos/20150212/54427147102/hay-paz-rusia-rafael-poch-opi.html
domingo, 15 de febrero de 2015
El monopolio de las eléctricas. Asalto a las renovables o el patriotismo que mata
Pedro Luis Angosto
Nueva Tribuna
El suministro de energía eléctrica en España se sigue haciendo en régimen de monopolio por empresas muy vinculadas a los poderes políticos.
Tiene el maniqueísmo su origen en la doctrina religiosa ideada por el filósofo persa Manes “y que se caracterizaba por creer en la existencia de dos principios contrarios y eternos que luchan entre sí, el bien y el mal”. De aquella interpretación simplista de la vida vino después ese término tan usado hoy para descalificar a quienes argumentan en blanco y negro sin tener en cuenta la inmensa cantidad de colores que se esconden tras los del arco iris. Empero, hay periodos históricos, como el que nos ha tocado vivir, en que quizá no existan siquiera dos colores sino uno solo: El gris más insulso y descolorido. ¿Es posible imaginarse a Mariano Rajoy de algún otro color?
Si analizamos con tranquilidad los casi cuatro años de gobierno del Partido Popular en todo el Estado, es difícil decir que ha sido malo para todos, es más pecaríamos de embusteros y de pésimos analistas si tal cosa concluyésemos. Quienes se dedican a cultivar patatas, tomates o melocotones han visto como los precios se hundían mientras los costes fijos –salvo la mano de obra- aumentaban de manera considerable; lo mismo podemos decir de quienes crían pollos, corderos, vacas o cerdos o se dedican al sector de la madera cumpliendo con las normas ecológicas más elementales. ¿Han mejorado su situación quienes quieren estudiar o estudian una carrera universitaria o un módulo profesional con la subida descomunal de tasas y esa invención diabólica privatizada llamada máster? ¿Son quizá los profesores, sanitarios, bomberos, funcionarios, trabajadores por cuenta propia o ajena quienes se han llevado la parte del león? ¿Tal vez los parados de larga duración que en su mitad ya no perciben prestación de ningún tipo o quienes esperan a ser intervenidos en un hospital diezmado por la política de tierra quemada desarrollada por la derecha estatal y periférica? ¿O quizá los pensionistas, colectivo sobre el que está recayendo una parte sustancial de esta crisis-estafa y sobre quienes planea una drástica reducción de haberes como consecuencia del paro endémico y de la disminución de salarios? Creo que no, que ninguno de estos colectivos ha sido beneficiado por la acción de gobierno popular. Pero, ¿quiere decir eso que todo lo que ha hecho este gobierno ha perjudicado a todos y, por tanto, es malo? Indudablemente no. Sin ningún disimulo, dicha acción ha beneficiado como pocas veces antes a los bancos que con su estrategia crediticia pergeñaron la crisis y lejos de ser severa y penalmente castigados han sido los destinatarios de miles y miles de millones que se han restado de las políticas sociales que en cualquier sistema democrático son el instrumento principal de lucha contra la desigualdad. Ha beneficiado igualmente a aquellas personas que tienen rentas más altas al disminuir los tramos del IRPF, al permitir que las SICAV sigan tributando al 1% y al consentir que una parte muy elevada de sus rentas descansen a buen recaudo en los paraísos fiscales que muy atinadamente se gestionan desde Londres, nueva capital mundial del dinero negro. Parece evidente a su vez que los grandes delincuentes fiscales evaden al Erario la nada despreciable cantidad de 144.000 millones de euros y que yo sepa no se han quejado lo más mínimo, estando dispuestos a aumentar ese monto lo que sea menester si se produjese la llegada al poder de los extremistas a las órdenes de Maduro. Y a Artur Mas y la familia Pujol, ¿Cómo les ha ido? El primero sigue jugando a que la solución de todos los males para la Cataluña que él y sus socios y antecesores han privatizado, es la independencia, los otros siguen en la calle y que se sepa con buena salud. Luego están las eléctricas, productoras de la energía más cara de Europa y lugar de destino magníficamente remunerado para quienes por avatares del destino o como resultado de los comicios se ven obligados, entre lágrimas, a dejar las mieles del poder una vez cumplida su “misión”.
Durante los años de gobierno de Rodríguez Zapatero –que podría haber pasado a la Historia como un buen presidente si hubiese negado a obedecer a la troika en 2010 y hubiese presentado su dimisión denunciando previamente el chantaje- se puso en marcha una política activa de apoyo a las energías renovables, incluidas aquellas que proporcionaban el autoconsumo. De tal modo que en aquellos años, las eléctricas debían comprar el excedentes de los pequeños productores a un precio marcado de antemano según tarifas vigentes. Miles de pequeños ahorradores invirtieron sus dineros en parques eólicos o fotovoltaicos que hoy están siendo penalizados hasta un extremo que ha llamado muy negativamente la atención a periódicos neoyorquinos tan conocidos como The Wall Street Journal o The New York Times, que califican las medidas del Partido Popular como un impuesto al sol. El ministro Soria y su secretario de Estado Alfredo Nadal, a las órdenes de Mariano Rajoy y de quienes quieren seguir torturándonos mes tras mes con las facturas disparatadas de la Unión Europea, han emprendido una cruzada de castigo contra la producción de energías renovables, especialmente contra aquellas que permiten desvincular a las familias de las tres grandes compañías eléctricas del país, la vasca Iberdrola, la catalana Gas Natural y la italiana Endesa –que por cierto, pertenece ahora a una empresa pública italiana-, desaprovechando de esa manera la oportunidad irrepetible de convertir a España en potencia mundial en energías renovables -hecho que además la colocaría en un lugar privilegiado en una de las industrias con más futuro y valor añadido- y de acabar con la dependencia casi total que en materia energética tenemos del exterior.
España tiene un problema secular con los suministradores de energía eléctrica, un suministro que se ha hecho y se sigue haciendo en régimen de monopolio por empresas muy vinculadas desde siempre a los poderes políticos. Ningún gobierno ha sido capaz de poner el cascabel al gato, pero sí de plegarse a su dictadura con sumo gusto. La fundación exitosa de la Empresa Nacional de Electricidad (ENDESA), que aportaba grandes ingresos al Erario, terminó con su privatización total por orden de Aznar, personaje que luego vería satisfactoriamente recompensada su brillante actuación de la forma que todo el mundo sabe. Según un estudio de FACUA, España tiene uno de los tres kw/h más caro de Europa, llegando a costar el 48% más que el del país que más barato lo vende, Hungría, y un 30% más que en Francia. Aparte de ser un factor muy negativo para la competitividad de las empresas –es el principal gasto, por encima de la mano de obra, de muchas de ellas-, la factura de la luz está empobreciendo a los hogares españoles, provocando que una cuarta parte de ellos tengan serios problemas para pagarla y que para el resto no adinerado se haya convertido en el primer gasto corriente.
Las empresas eléctricas españolas llevan más de un siglo demostrando a conciencia que no saben prestar un servicio público de primera necesidad con calidad y eficacia. Los elevadísimos sueldos y pensiones de sus altos dignatarios no se corresponden con su competencia sino con su lealtad al beneficio empresarial. Ante las perspectivas de relevo que suponen las renovables a las fuentes tradicionales para obtener electricidad, las compañías monopolísticas han pedido ayuda al Gobierno y éste, como Dios manda, ha acudido en su auxilio. Multa a quien intente autoabastecerse, trabas a las baterías Tesla que facilitan muchísimo esa posibilidad, manos libres a las productoras tradicionales para que sigan sacando el dinero de nuestros bolsillos como si fuese el suyo, impuestos al sol y al aire, en fin todo un desmadre de medidas dañinas encaminadas a que todos siga como estaba y a colocarnos, una vez más, en el furgón de cola de lo que viene, de lo que serán las principales fuentes de energía del futuro que ya está aquí: El sol y el aire.
Tiene el maniqueísmo su origen en la doctrina religiosa ideada por el filósofo persa Manes “y que se caracterizaba por creer en la existencia de dos principios contrarios y eternos que luchan entre sí, el bien y el mal”. De aquella interpretación simplista de la vida vino después ese término tan usado hoy para descalificar a quienes argumentan en blanco y negro sin tener en cuenta la inmensa cantidad de colores que se esconden tras los del arco iris. Empero, hay periodos históricos, como el que nos ha tocado vivir, en que quizá no existan siquiera dos colores sino uno solo: El gris más insulso y descolorido. ¿Es posible imaginarse a Mariano Rajoy de algún otro color?
Si analizamos con tranquilidad los casi cuatro años de gobierno del Partido Popular en todo el Estado, es difícil decir que ha sido malo para todos, es más pecaríamos de embusteros y de pésimos analistas si tal cosa concluyésemos. Quienes se dedican a cultivar patatas, tomates o melocotones han visto como los precios se hundían mientras los costes fijos –salvo la mano de obra- aumentaban de manera considerable; lo mismo podemos decir de quienes crían pollos, corderos, vacas o cerdos o se dedican al sector de la madera cumpliendo con las normas ecológicas más elementales. ¿Han mejorado su situación quienes quieren estudiar o estudian una carrera universitaria o un módulo profesional con la subida descomunal de tasas y esa invención diabólica privatizada llamada máster? ¿Son quizá los profesores, sanitarios, bomberos, funcionarios, trabajadores por cuenta propia o ajena quienes se han llevado la parte del león? ¿Tal vez los parados de larga duración que en su mitad ya no perciben prestación de ningún tipo o quienes esperan a ser intervenidos en un hospital diezmado por la política de tierra quemada desarrollada por la derecha estatal y periférica? ¿O quizá los pensionistas, colectivo sobre el que está recayendo una parte sustancial de esta crisis-estafa y sobre quienes planea una drástica reducción de haberes como consecuencia del paro endémico y de la disminución de salarios? Creo que no, que ninguno de estos colectivos ha sido beneficiado por la acción de gobierno popular. Pero, ¿quiere decir eso que todo lo que ha hecho este gobierno ha perjudicado a todos y, por tanto, es malo? Indudablemente no. Sin ningún disimulo, dicha acción ha beneficiado como pocas veces antes a los bancos que con su estrategia crediticia pergeñaron la crisis y lejos de ser severa y penalmente castigados han sido los destinatarios de miles y miles de millones que se han restado de las políticas sociales que en cualquier sistema democrático son el instrumento principal de lucha contra la desigualdad. Ha beneficiado igualmente a aquellas personas que tienen rentas más altas al disminuir los tramos del IRPF, al permitir que las SICAV sigan tributando al 1% y al consentir que una parte muy elevada de sus rentas descansen a buen recaudo en los paraísos fiscales que muy atinadamente se gestionan desde Londres, nueva capital mundial del dinero negro. Parece evidente a su vez que los grandes delincuentes fiscales evaden al Erario la nada despreciable cantidad de 144.000 millones de euros y que yo sepa no se han quejado lo más mínimo, estando dispuestos a aumentar ese monto lo que sea menester si se produjese la llegada al poder de los extremistas a las órdenes de Maduro. Y a Artur Mas y la familia Pujol, ¿Cómo les ha ido? El primero sigue jugando a que la solución de todos los males para la Cataluña que él y sus socios y antecesores han privatizado, es la independencia, los otros siguen en la calle y que se sepa con buena salud. Luego están las eléctricas, productoras de la energía más cara de Europa y lugar de destino magníficamente remunerado para quienes por avatares del destino o como resultado de los comicios se ven obligados, entre lágrimas, a dejar las mieles del poder una vez cumplida su “misión”.
Durante los años de gobierno de Rodríguez Zapatero –que podría haber pasado a la Historia como un buen presidente si hubiese negado a obedecer a la troika en 2010 y hubiese presentado su dimisión denunciando previamente el chantaje- se puso en marcha una política activa de apoyo a las energías renovables, incluidas aquellas que proporcionaban el autoconsumo. De tal modo que en aquellos años, las eléctricas debían comprar el excedentes de los pequeños productores a un precio marcado de antemano según tarifas vigentes. Miles de pequeños ahorradores invirtieron sus dineros en parques eólicos o fotovoltaicos que hoy están siendo penalizados hasta un extremo que ha llamado muy negativamente la atención a periódicos neoyorquinos tan conocidos como The Wall Street Journal o The New York Times, que califican las medidas del Partido Popular como un impuesto al sol. El ministro Soria y su secretario de Estado Alfredo Nadal, a las órdenes de Mariano Rajoy y de quienes quieren seguir torturándonos mes tras mes con las facturas disparatadas de la Unión Europea, han emprendido una cruzada de castigo contra la producción de energías renovables, especialmente contra aquellas que permiten desvincular a las familias de las tres grandes compañías eléctricas del país, la vasca Iberdrola, la catalana Gas Natural y la italiana Endesa –que por cierto, pertenece ahora a una empresa pública italiana-, desaprovechando de esa manera la oportunidad irrepetible de convertir a España en potencia mundial en energías renovables -hecho que además la colocaría en un lugar privilegiado en una de las industrias con más futuro y valor añadido- y de acabar con la dependencia casi total que en materia energética tenemos del exterior.
España tiene un problema secular con los suministradores de energía eléctrica, un suministro que se ha hecho y se sigue haciendo en régimen de monopolio por empresas muy vinculadas desde siempre a los poderes políticos. Ningún gobierno ha sido capaz de poner el cascabel al gato, pero sí de plegarse a su dictadura con sumo gusto. La fundación exitosa de la Empresa Nacional de Electricidad (ENDESA), que aportaba grandes ingresos al Erario, terminó con su privatización total por orden de Aznar, personaje que luego vería satisfactoriamente recompensada su brillante actuación de la forma que todo el mundo sabe. Según un estudio de FACUA, España tiene uno de los tres kw/h más caro de Europa, llegando a costar el 48% más que el del país que más barato lo vende, Hungría, y un 30% más que en Francia. Aparte de ser un factor muy negativo para la competitividad de las empresas –es el principal gasto, por encima de la mano de obra, de muchas de ellas-, la factura de la luz está empobreciendo a los hogares españoles, provocando que una cuarta parte de ellos tengan serios problemas para pagarla y que para el resto no adinerado se haya convertido en el primer gasto corriente.
Las empresas eléctricas españolas llevan más de un siglo demostrando a conciencia que no saben prestar un servicio público de primera necesidad con calidad y eficacia. Los elevadísimos sueldos y pensiones de sus altos dignatarios no se corresponden con su competencia sino con su lealtad al beneficio empresarial. Ante las perspectivas de relevo que suponen las renovables a las fuentes tradicionales para obtener electricidad, las compañías monopolísticas han pedido ayuda al Gobierno y éste, como Dios manda, ha acudido en su auxilio. Multa a quien intente autoabastecerse, trabas a las baterías Tesla que facilitan muchísimo esa posibilidad, manos libres a las productoras tradicionales para que sigan sacando el dinero de nuestros bolsillos como si fuese el suyo, impuestos al sol y al aire, en fin todo un desmadre de medidas dañinas encaminadas a que todos siga como estaba y a colocarnos, una vez más, en el furgón de cola de lo que viene, de lo que serán las principales fuentes de energía del futuro que ya está aquí: El sol y el aire.
Pablo Milanés. Días de gloria. El artista comienza la próxima semana una gira por España para presentar 'Renacimiento'
En esta entrevista concedida a EL PAÍS, mitad por vía telefónica, mitad de forma presencial, Pablo Milanés (Bayamo, 1943) habla en profundidad de los años que pasó en las UMAP, los campos de trabajo tristemente célebres donde en los sesenta fueron recluidos homosexuales, religiosos y todos aquellos que en Cuba no se adecuaban a los “parámetros revolucionarios”.
Sobre el anuncio del restablecimiento de relaciones entre Cuba y EE UU, el cantante y compositor dice que no ve verdadera disposición a “ceder” en ninguna de las dos partes y considera “un maquillaje” las reformas realizadas hasta ahora en su país. Sin embargo, sigue sintiéndose revolucionario y pone como ejemplo a seguir al expresidente de Uruguay, José Mujica.
Este viernes por la noche acompañó a Víctor Manuel en su concierto 50 años no es nada y la semana próxima comenzará una gira por España para presentar Renacimiento, trabajo que llega siete años después de su último álbum y en el que Milanés rescata ritmos tradicionales de Cuba como el guaguancó, el son o el changüí, poco habituales en su repertorio. El año pasado el cantautor se sometió en España a un trasplante de riñón donado por su esposa, Nancy, y ahora parece rejuvenecido. Acaba de terminar un disco con José María Vitier y trabaja en dos nuevos proyectos, uno de ellos con su hija Haydee.
Pregunta. En el reciente Festival de Cine de La Habana se hizo un homenaje a García Márquez. Allí usted cantó Días de Gloria (1999), una de las canciones que más gustaban al escritor y que en su estrofa final lamenta: “Qué es lo que me queda/ de aquella mañana/ de esos dulces años/ si en ira y desengaño/ los días de gloria/ los dejamos ir”. ¿Era un desengaño compartido? ¿Por qué tanta gente arrepentida?
Respuesta. Nunca hablé con Gabo de por qué le gustaba esa canción, pero la escuchó, le gustó y la elogió muchísimo… debió comprenderla perfectamente. Arrepentido no es precisamente la palabra. Estoy más bien, y creo que los que piensan como yo también, defraudado por unos dirigentes que prometieron un mañana mejor, con felicidad, con libertades y con una prosperidad que nunca llegó en 50 años.
P. ¿Por qué Renacimiento?
R. Este trabajo se llamó así por dos motivos: porque es un renacer en mi obra después de varios años sin publicar un disco, y porque la base fundamental de casi todos los temas es la música renacentista y barroca, esencial en mi obra. A partir de esos pilares exploro distintos géneros cubanos menos conocidos e incluso algunos más olvidados como el changüí, que es una variante específica del oriente cubano y con raíces más profundas en Europa y África. En muchos de los temas se combinan dos estilos musicales, transitando desde una primera parte clásica a un género más contemporáneo o esencialmente cubano en la segunda parte de la composición.
P. En las letras también hay cargas de profundidad. En Canto a La Habana dice: “La Habana siempre es mi guía/ Limpia y bonita como fue ayer/ mustia y marchita como está hoy”.
R. La Habana es una de las ciudades más mágicas del mundo aun cuando se está cayendo. Es una canción de alabanza, pero al mismo tiempo contiene la tristeza por el hecho de cómo la han dejado caer en la “miseria y la soledad”, como digo en la canción.
P. En Dulces recuerdos se recrea el día en que se legalizó el Partido Comunista de España. “El recuerdo no marchita tu belleza de esa noche,/ pero el tiempo se ha encargado de matar otros anhelos/ y me lleva hasta París 68, cuando juntos contemplábamos un cartel que nos decía: ‘Marx ha muerto, Dios no existe...”. ¿Vale también para Cuba?
R. Aquel día estaba en Madrid y sentí la euforia de aquella cantidad de gente que corría hacia la Cibeles a celebrarlo. Yo también lo celebré hasta la madrugada. Por mucha universalidad que tengan mis canciones, es raro que no incluya a Cuba, y naturalmente Cuba también está ahí y forma parte del fracaso del socialismo real, del que hablo en ese tema.
P. Recientemente recibió un trasplante de riñón, que donó tu esposa Nancy. ¿Cómo le ha cambiado la vida?
R. Me siento extraordinariamente bien, me hago exámenes mensuales desde el trasplante y todos los parámetros están cerca de la perfección. Naturalmente me ha cambiado la vida, y eso implica el sacrificio de un cambio radical de costumbres.
P. Ese acto de amor de Nancy…
R. Efectivamente, fue un acto de amor inconmensurable. Cuando Nancy decidió donarme su riñón lo expresó ante mis hijos, mis amigos y los que me querían, con una convicción que no tuvo reproches de parte de nadie; demostró a todos que ese acto de amor era intocable.
P. ¿Cómo valora el anuncio del restablecimiento de relaciones entre Cuba y EE UU?
R. En primer lugar, me llenó de regocijo el regreso de los presos cubanos, porque aquí siempre existió la convicción de que el juicio en EE UU estuvo amañado. Luego viene el restablecimiento de las relaciones, que para los cubanos del interior y del exterior, sin duda, es conveniente por la unificación definitiva de muchas familias. Ahora, tras 18 meses de conversaciones secretas, donde se supone que llegaron a acuerdos, las declaraciones de los gobiernos de ambos países me dejan desconcertado. Cuba no cederá un ápice en su posición y EE UU penetrará en todos los ámbitos que pueda para el supuesto desarrollo de la nación cubana. Siguen enrocados. ¿A qué acuerdos llegaron los dos si ahora se contradicen? Esa es mi duda: que ninguno ceda y que otra vez el pueblo cubano siga en su agonía sin salida, como está hace 50 años.
P.¿Las medidas aperturistas en Cuba han tenido efectos positivos, o sólo han incrementado las desigualdades?
R. Ni una cosa ni la otra. Siempre he dicho que esas aparentes aperturas han sido un simple maquillaje. Hay que ir al fondo, al pueblo de a pie para ver que nada ha cambiado.
P. En recientes entrevistas se ha referido a su paso por los “campos estalinistas” de la UMAP y a cómo este hecho interrumpió su carrera. Hasta ahora nunca ha ahondado en lo que pasó. Puede contarlo hoy...
R. Nunca me han preguntado tan directamente sobre las UMAP (irónicamente Unidades Militares de Ayuda a la Producción). La prensa cubana no se atreve y la extranjera desconoce la nefasta trascendencia que tuvo aquella medida represora de corte puramente estalinista. Allí estuvimos, entre 1965 y finales de 1967, más de 40.000 personas en campos de concentración aislados en la provincia de Camagüey, con trabajos forzados desde las cinco de la madrugada hasta el anochecer sin ninguna justificación ni explicaciones, y mucho menos el perdón que estoy esperando que pida el Gobierno cubano. Yo tenía 23 años, me fugué de mi campamento —me siguieron 280 compañeros presos más de mi territorio— y fui a La Habana a denunciar la injusticia que estaban cometiendo. El resultado fue que me enviaron preso durante dos meses a la fortaleza de La Cabaña, y luego estuve en un campamento de castigo peor que las UMAP, donde permanecí hasta que se disolvieron por lo escandaloso que resultó ante la opinión internacional.
De allí, después de leerme Un día en la vida de Ivan Denisovich, de Aleksander Solzhenitsyn, que me envió un amigo, me di cuenta de que las ideas de un revolucionario no se desvían por los errores que cometen los dirigentes. De allí salí más revolucionario. La UMAP no fue un hecho aislado. Antes de 1966, Cuba se alineó definitivamente a la política soviética, incluyendo procedimientos estalinistas que perjudicaron a intelectuales, artistas, músicos. Según la historia, en 1970 comenzó lo que se llamó el quinquenio gris, y yo digo que realmente comenzó en 1965 y fueron varios quinquenios.
P. ¿Y por qué después de todo esto siguió considerándose revolucionario y defendiendo la revolución?
R. El origen está en lo que significó Cuba en el año 59 para el mundo. Yo tenía entonces 15 años, y cuando profundicé en la realidad social de América Latina me convertí en un revolucionario. Esas ideas no solo cuajaron en mí, sino en todos los países latinoamericanos. Los ideales que profesábamos eran los más puros que se podían tener en aquella época. Otra cosa hubiera sido traicionar mi pensamiento, así que, aunque se cometieran errores, vi que había que defender la idea original... y todavía la defiendo. Yo asumo el pasado, y tengo claro lo que pienso. Apoyo la revolución ciudadana de Correa en Ecuador y la de Evo Morales. Y para mí el ejemplo más grande de revolucionario en América es José Mujica, encarcelado durante 14 años y después un hombre sin rencor, capaz de crear un Estado libre, soberano, no dependiente y próspero.
Fuente: http://cultura.elpais.com/cultura/2015/02/13/actualidad/1423851530_536670.html
Sobre el anuncio del restablecimiento de relaciones entre Cuba y EE UU, el cantante y compositor dice que no ve verdadera disposición a “ceder” en ninguna de las dos partes y considera “un maquillaje” las reformas realizadas hasta ahora en su país. Sin embargo, sigue sintiéndose revolucionario y pone como ejemplo a seguir al expresidente de Uruguay, José Mujica.
Este viernes por la noche acompañó a Víctor Manuel en su concierto 50 años no es nada y la semana próxima comenzará una gira por España para presentar Renacimiento, trabajo que llega siete años después de su último álbum y en el que Milanés rescata ritmos tradicionales de Cuba como el guaguancó, el son o el changüí, poco habituales en su repertorio. El año pasado el cantautor se sometió en España a un trasplante de riñón donado por su esposa, Nancy, y ahora parece rejuvenecido. Acaba de terminar un disco con José María Vitier y trabaja en dos nuevos proyectos, uno de ellos con su hija Haydee.
Pregunta. En el reciente Festival de Cine de La Habana se hizo un homenaje a García Márquez. Allí usted cantó Días de Gloria (1999), una de las canciones que más gustaban al escritor y que en su estrofa final lamenta: “Qué es lo que me queda/ de aquella mañana/ de esos dulces años/ si en ira y desengaño/ los días de gloria/ los dejamos ir”. ¿Era un desengaño compartido? ¿Por qué tanta gente arrepentida?
Respuesta. Nunca hablé con Gabo de por qué le gustaba esa canción, pero la escuchó, le gustó y la elogió muchísimo… debió comprenderla perfectamente. Arrepentido no es precisamente la palabra. Estoy más bien, y creo que los que piensan como yo también, defraudado por unos dirigentes que prometieron un mañana mejor, con felicidad, con libertades y con una prosperidad que nunca llegó en 50 años.
P. ¿Por qué Renacimiento?
R. Este trabajo se llamó así por dos motivos: porque es un renacer en mi obra después de varios años sin publicar un disco, y porque la base fundamental de casi todos los temas es la música renacentista y barroca, esencial en mi obra. A partir de esos pilares exploro distintos géneros cubanos menos conocidos e incluso algunos más olvidados como el changüí, que es una variante específica del oriente cubano y con raíces más profundas en Europa y África. En muchos de los temas se combinan dos estilos musicales, transitando desde una primera parte clásica a un género más contemporáneo o esencialmente cubano en la segunda parte de la composición.
P. En las letras también hay cargas de profundidad. En Canto a La Habana dice: “La Habana siempre es mi guía/ Limpia y bonita como fue ayer/ mustia y marchita como está hoy”.
R. La Habana es una de las ciudades más mágicas del mundo aun cuando se está cayendo. Es una canción de alabanza, pero al mismo tiempo contiene la tristeza por el hecho de cómo la han dejado caer en la “miseria y la soledad”, como digo en la canción.
P. En Dulces recuerdos se recrea el día en que se legalizó el Partido Comunista de España. “El recuerdo no marchita tu belleza de esa noche,/ pero el tiempo se ha encargado de matar otros anhelos/ y me lleva hasta París 68, cuando juntos contemplábamos un cartel que nos decía: ‘Marx ha muerto, Dios no existe...”. ¿Vale también para Cuba?
R. Aquel día estaba en Madrid y sentí la euforia de aquella cantidad de gente que corría hacia la Cibeles a celebrarlo. Yo también lo celebré hasta la madrugada. Por mucha universalidad que tengan mis canciones, es raro que no incluya a Cuba, y naturalmente Cuba también está ahí y forma parte del fracaso del socialismo real, del que hablo en ese tema.
P. Recientemente recibió un trasplante de riñón, que donó tu esposa Nancy. ¿Cómo le ha cambiado la vida?
R. Me siento extraordinariamente bien, me hago exámenes mensuales desde el trasplante y todos los parámetros están cerca de la perfección. Naturalmente me ha cambiado la vida, y eso implica el sacrificio de un cambio radical de costumbres.
P. Ese acto de amor de Nancy…
R. Efectivamente, fue un acto de amor inconmensurable. Cuando Nancy decidió donarme su riñón lo expresó ante mis hijos, mis amigos y los que me querían, con una convicción que no tuvo reproches de parte de nadie; demostró a todos que ese acto de amor era intocable.
P. ¿Cómo valora el anuncio del restablecimiento de relaciones entre Cuba y EE UU?
R. En primer lugar, me llenó de regocijo el regreso de los presos cubanos, porque aquí siempre existió la convicción de que el juicio en EE UU estuvo amañado. Luego viene el restablecimiento de las relaciones, que para los cubanos del interior y del exterior, sin duda, es conveniente por la unificación definitiva de muchas familias. Ahora, tras 18 meses de conversaciones secretas, donde se supone que llegaron a acuerdos, las declaraciones de los gobiernos de ambos países me dejan desconcertado. Cuba no cederá un ápice en su posición y EE UU penetrará en todos los ámbitos que pueda para el supuesto desarrollo de la nación cubana. Siguen enrocados. ¿A qué acuerdos llegaron los dos si ahora se contradicen? Esa es mi duda: que ninguno ceda y que otra vez el pueblo cubano siga en su agonía sin salida, como está hace 50 años.
P.¿Las medidas aperturistas en Cuba han tenido efectos positivos, o sólo han incrementado las desigualdades?
R. Ni una cosa ni la otra. Siempre he dicho que esas aparentes aperturas han sido un simple maquillaje. Hay que ir al fondo, al pueblo de a pie para ver que nada ha cambiado.
P. En recientes entrevistas se ha referido a su paso por los “campos estalinistas” de la UMAP y a cómo este hecho interrumpió su carrera. Hasta ahora nunca ha ahondado en lo que pasó. Puede contarlo hoy...
R. Nunca me han preguntado tan directamente sobre las UMAP (irónicamente Unidades Militares de Ayuda a la Producción). La prensa cubana no se atreve y la extranjera desconoce la nefasta trascendencia que tuvo aquella medida represora de corte puramente estalinista. Allí estuvimos, entre 1965 y finales de 1967, más de 40.000 personas en campos de concentración aislados en la provincia de Camagüey, con trabajos forzados desde las cinco de la madrugada hasta el anochecer sin ninguna justificación ni explicaciones, y mucho menos el perdón que estoy esperando que pida el Gobierno cubano. Yo tenía 23 años, me fugué de mi campamento —me siguieron 280 compañeros presos más de mi territorio— y fui a La Habana a denunciar la injusticia que estaban cometiendo. El resultado fue que me enviaron preso durante dos meses a la fortaleza de La Cabaña, y luego estuve en un campamento de castigo peor que las UMAP, donde permanecí hasta que se disolvieron por lo escandaloso que resultó ante la opinión internacional.
De allí, después de leerme Un día en la vida de Ivan Denisovich, de Aleksander Solzhenitsyn, que me envió un amigo, me di cuenta de que las ideas de un revolucionario no se desvían por los errores que cometen los dirigentes. De allí salí más revolucionario. La UMAP no fue un hecho aislado. Antes de 1966, Cuba se alineó definitivamente a la política soviética, incluyendo procedimientos estalinistas que perjudicaron a intelectuales, artistas, músicos. Según la historia, en 1970 comenzó lo que se llamó el quinquenio gris, y yo digo que realmente comenzó en 1965 y fueron varios quinquenios.
P. ¿Y por qué después de todo esto siguió considerándose revolucionario y defendiendo la revolución?
R. El origen está en lo que significó Cuba en el año 59 para el mundo. Yo tenía entonces 15 años, y cuando profundicé en la realidad social de América Latina me convertí en un revolucionario. Esas ideas no solo cuajaron en mí, sino en todos los países latinoamericanos. Los ideales que profesábamos eran los más puros que se podían tener en aquella época. Otra cosa hubiera sido traicionar mi pensamiento, así que, aunque se cometieran errores, vi que había que defender la idea original... y todavía la defiendo. Yo asumo el pasado, y tengo claro lo que pienso. Apoyo la revolución ciudadana de Correa en Ecuador y la de Evo Morales. Y para mí el ejemplo más grande de revolucionario en América es José Mujica, encarcelado durante 14 años y después un hombre sin rencor, capaz de crear un Estado libre, soberano, no dependiente y próspero.
Fuente: http://cultura.elpais.com/cultura/2015/02/13/actualidad/1423851530_536670.html
sábado, 14 de febrero de 2015
"Todo es un número" Pitágoras
Números arábigos
A pesar del nombre, los números arábigos fueron inventados en India en el siglo V. Se les dice "arábigos" porque los europeos los conocieron gracias a los comerciantes árabes de África del Norte en la Edad Media. Los matemáticos árabes los llaman "números hindúes".
El concepto del cero también se originó en India, en el siglo IX, pero el sistema de numeración decimal es un invento árabe del mismo siglo.
Al nuevo sistema le tomó al menos medio milenio establecerse.
En el siglo XI todavía había al menos tres tipos distintos de aritmética en el mundo árabe.
Las formas que usamos para los números hoy en día datan del siglo XIII, provienen de Marruecos y no son los mismos que los que se usan en el árabe moderno.
Del 1 al 9 son similares, pero el número arábigo que parece como un 0 aplastado es el 5, y el cero es un punto. Con el colapso gradual del Imperio Romano en 1453 vino más confusión, pues los números romanos empezaron a ser conocidos como "los números germanos".
La llegada de la imprenta en el siglo XV le dio un impulso al nuevo sistema de numeración "arábigo", pero la numeración romana se siguió usando al en paralelo hasta el siglo XVII.
A la numeración romana a menudo se le considera difícil de manejar e inapropiada para hacer cálculos pero hay algoritmos en los que se usa para matemáticas complejas.
Curiosamente, al sumar y restar, los números romanos son un poco más fáciles que los arábigos: la suma de 100+200=300 implica aprender el significado de cuatro símbolos arbitrarios, mientras que la misma suma en romanos (C+CC=CCC) involucra sólo uno y parece más intuitiva.
Números traviesos
La BBC alguna vez le pidió a sus lectores que contaran cuáles eran sus números favoritos y llegaron curiosas respuestas. A Dai Ichi de EE.UU., por ejemplo, le gustan las cosas raras y por ello su favorito es el número 2, que es el único número primo par.
El favorito de David, de Wolverhampton, es 11.235.813... ¿por qué? Porque es una secuencia de números Fabonacci, es decir, números sucesivos que son la suma de los dos que les preceden, por lo que son inolvidables.
Para el próximo hay que concentrarse un poco, pero es divertido: el favorito de John, de Yorkshire, es 142.857 porque si lo multiplicas
x 2 = 285.714;
x 6 = 857.142;
x 4 = 571,428;
x 5 = 714.285...
¿Notaste que el número fue rotando? ¡Ahora multiplícalo por 7!
A Victoria, de Oxford, le gusta el 12.407 por ser el número "no interesante" más pequeño, es decir, uno que no aparece en la Enciclopedia electrónica de secuencias de números enteros. Eso crea una paradoja pues al ser el número más pequeño que no es interesante, automáticamente se vuelve interesante.
Aunque el 26 parece un número aburrido e insignificante, al inglés Rupert le gusta pues es el único número que está entre un cuadrado perfecto (5x5=25) y un cubo perfecto (3x3x3=27).
Números extremadamente grandes
Un 1 seguido de 100 ceros se llama un "gúgol". La palabra fue acuñada en 1938 por un niño de 8 años de edad: Milton Sirotta, sobrino del matemático estadounidense Edward Kasner.
Un gúgolplex es un 1 seguido por un gúgol de ceros... o más ceros que la cantidad de átomos que hay en el Universo. Estos números realmente sólo se usan para mostrar la diferencia entre los números grandes y el infinito, que no es un número grande sino un concepto matemático.
Muchos ceros
El nombre del motor de búsqueda Google fue adoptado después de que un asistente chequeó si ya alguien se había apropiado de "gúgol" (en inglés googol) como dominio de internet. Accidentalmente, la escribieron mal y quedó "google".
Y quedándonos con Google, si uno busca 'GIMPS', el primer resultado que aparece es Great Internet Mersenne Prime Search o la Gran búsqueda de números primos de Mersenne por internet, un proyecto colaborativo cuyo fin es encontrar números primos enormes valiéndose del poder de muchos computadores.
Los números primos altos son útiles para cifrar data; en 1994 Roger Schlafly patentó dos números primos muy grandes, los cuales son usados como parte de un método criptográfico.
La Fundación de Fronteras Electrónicas le dará US$200.000 a la primera persona que encuentre un número primo con al menos 1.000.000.000 dígitos.
"Cuando estés enfadado, cuenta hasta cuatro; cuando estés muy furioso, suelta unas groserías"
Mark Twain
Fuente: BBC. http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2015/01/150108_qi_numeros_finde_dv
A pesar del nombre, los números arábigos fueron inventados en India en el siglo V. Se les dice "arábigos" porque los europeos los conocieron gracias a los comerciantes árabes de África del Norte en la Edad Media. Los matemáticos árabes los llaman "números hindúes".
El concepto del cero también se originó en India, en el siglo IX, pero el sistema de numeración decimal es un invento árabe del mismo siglo.
Al nuevo sistema le tomó al menos medio milenio establecerse.
En el siglo XI todavía había al menos tres tipos distintos de aritmética en el mundo árabe.
Las formas que usamos para los números hoy en día datan del siglo XIII, provienen de Marruecos y no son los mismos que los que se usan en el árabe moderno.
Del 1 al 9 son similares, pero el número arábigo que parece como un 0 aplastado es el 5, y el cero es un punto. Con el colapso gradual del Imperio Romano en 1453 vino más confusión, pues los números romanos empezaron a ser conocidos como "los números germanos".
La llegada de la imprenta en el siglo XV le dio un impulso al nuevo sistema de numeración "arábigo", pero la numeración romana se siguió usando al en paralelo hasta el siglo XVII.
A la numeración romana a menudo se le considera difícil de manejar e inapropiada para hacer cálculos pero hay algoritmos en los que se usa para matemáticas complejas.
Curiosamente, al sumar y restar, los números romanos son un poco más fáciles que los arábigos: la suma de 100+200=300 implica aprender el significado de cuatro símbolos arbitrarios, mientras que la misma suma en romanos (C+CC=CCC) involucra sólo uno y parece más intuitiva.
Números traviesos
La BBC alguna vez le pidió a sus lectores que contaran cuáles eran sus números favoritos y llegaron curiosas respuestas. A Dai Ichi de EE.UU., por ejemplo, le gustan las cosas raras y por ello su favorito es el número 2, que es el único número primo par.
El favorito de David, de Wolverhampton, es 11.235.813... ¿por qué? Porque es una secuencia de números Fabonacci, es decir, números sucesivos que son la suma de los dos que les preceden, por lo que son inolvidables.
Para el próximo hay que concentrarse un poco, pero es divertido: el favorito de John, de Yorkshire, es 142.857 porque si lo multiplicas
x 2 = 285.714;
x 6 = 857.142;
x 4 = 571,428;
x 5 = 714.285...
¿Notaste que el número fue rotando? ¡Ahora multiplícalo por 7!
A Victoria, de Oxford, le gusta el 12.407 por ser el número "no interesante" más pequeño, es decir, uno que no aparece en la Enciclopedia electrónica de secuencias de números enteros. Eso crea una paradoja pues al ser el número más pequeño que no es interesante, automáticamente se vuelve interesante.
Aunque el 26 parece un número aburrido e insignificante, al inglés Rupert le gusta pues es el único número que está entre un cuadrado perfecto (5x5=25) y un cubo perfecto (3x3x3=27).
Números extremadamente grandes
Un 1 seguido de 100 ceros se llama un "gúgol". La palabra fue acuñada en 1938 por un niño de 8 años de edad: Milton Sirotta, sobrino del matemático estadounidense Edward Kasner.
Un gúgolplex es un 1 seguido por un gúgol de ceros... o más ceros que la cantidad de átomos que hay en el Universo. Estos números realmente sólo se usan para mostrar la diferencia entre los números grandes y el infinito, que no es un número grande sino un concepto matemático.
Muchos ceros
El nombre del motor de búsqueda Google fue adoptado después de que un asistente chequeó si ya alguien se había apropiado de "gúgol" (en inglés googol) como dominio de internet. Accidentalmente, la escribieron mal y quedó "google".
Y quedándonos con Google, si uno busca 'GIMPS', el primer resultado que aparece es Great Internet Mersenne Prime Search o la Gran búsqueda de números primos de Mersenne por internet, un proyecto colaborativo cuyo fin es encontrar números primos enormes valiéndose del poder de muchos computadores.
Los números primos altos son útiles para cifrar data; en 1994 Roger Schlafly patentó dos números primos muy grandes, los cuales son usados como parte de un método criptográfico.
La Fundación de Fronteras Electrónicas le dará US$200.000 a la primera persona que encuentre un número primo con al menos 1.000.000.000 dígitos.
"Cuando estés enfadado, cuenta hasta cuatro; cuando estés muy furioso, suelta unas groserías"
Mark Twain
Fuente: BBC. http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2015/01/150108_qi_numeros_finde_dv
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