1. La imaginación es la fuente de todo logro humano.
Esta es la primera frase que te encuentras al entrar en la página web de Ken Robinson. Buena parte de su pensamiento gira en torno a varios ejes. Uno de esos ejes es, sin duda, la importancia que concede a la imaginación y, sobre todo, a la originalidad. Ken Robinson no concibe una educación que no se base en potenciar la inteligencia. Precisamente será esta inteligencia la que nos distinguirá y la que enriquecerá la sociedad.
2. Si no estás preparado para equivocarte, nunca llegarás a nada original.
Ken Robinson es tremendamente crítico con la visión de la educación actual. Uno de sus argumentos es que penaliza el error y la equivocación. Penalizar el error mientras se educa es sencillamente una paradoja, porque es a partir del error de donde podemos sacar las mejores enseñanzas. El error debe verse como un proceso positivo dentro del propio aprendizaje del alumno.
3. Las escuelas se parecen a las fábricas.
En el siglo XXI aún mantenemos una estructura educativa industrial. Ken Robinson critica que en muchos centros educativos los alumnos se parezcan más a obreros que a estudiantes. Cuestiona la rigidez de los horarios, la separación de los alumnos por edades, la descompensación horaria de las materias y el hecho de priorizar el producto manufacturado al talento y a la creatividad.
4. La creatividad se aprende igual que se aprende a leer.
El concepto de creatividad es una constante en la obra de Ken Robinson. Y en este sentido la figura del docente resulta determinante para que el alumno fomente dicha creatividad en su centro educativo. Desgraciadamente, el modelo educativo actual mata la creatividad, no potencia el talento, sino que prioriza el resultado final más que el proceso en sí.
5. Es necesario potenciar la diversidad.
Si el docente es capaz de potenciar la originalidad y el talento en sus alumnos, entonces habrá logrado algo tremendamente importante: superar el modelo industrial basado en la homogeneización del producto. Las fábricas producen. Y el producto que se crea es siempre el mismo producto. ¿Es eso lo que queremos de nuestros alumnos? ¿Es este nuestro ideal de enseñanza? Mediante la creatividad y el talento hacemos posible la diversidad.
Para Ken Robinson dicha diversidad es uno de los activos más importantes que existen en la sociedad actual. Para Ken Robinson cuanto más creativos sean los niños, más posibilidades tendrán de autorrealizarse. Según Ken Robinson, la única forma de detectar talentos es hacer pensar a los alumnos de forma diferente.
6. La educación del talento no es lineal.
Otro de los grandes errores del sistema educativo actual es pensar que el conocimiento es lineal. Para Ken Robinson el aprendizaje no es lineal, sino orgánico, porque el mundo actual ha dejado de tener una concepción lineal para pasar a tener una visión global. La escuela se ha obsesionado en hacer creer al alumno que su destino pasa por la universidad.
De hecho, explica Ken Robinson que en una guardería leyó un lema que decía: la universidad empieza en la guardería. Para Ken Robinson esta cita es errónea. La guardería empieza y acaba en la guardería. En eso consiste la educación orgánica. ¿Quién les puede asegurar a los niños de tres años que el futuro pasará por la universidad?
7. Los niños de ahora harán trabajos que aún no están inventados.
En la línea del pensamiento lineal encontramos esta otra frase de Ken Robinson. Actualmente, estamos enseñando en los centros educativos contenidos que no tenemos ni idea de si servirán o no dentro de un período relativamente corto de tiempo.
Esto debería hacer pensar a los docentes y hacerles ver que lo que importa no es lo que enseñan, sino cómo enseñan para que sus alumnos puedan aprender por sí mismos cuando en un futuro no muy lejano deban llevar a cabo actividades que ahora ni imaginamos que desarrollarán. El saber no está en los libros de texto, sino en la imaginación y el talento que puedan desarrollar los alumnos.
8. La creatividad es tan importante en educación como la alfabetización, y por eso debemos tratarla con la misma importancia.
Otro de los grandes problemas de la educación actual es que no se da la misma importancia a la alfabetización que a la creatividad. Basta mirar la descompensación de las asignaturas de las diferentes etapas educativas. ¿Por qué puede ser? Yo creo que la respuesta es muy sencilla. Es muy fácil enseñar a leer y a escribir, pero como docentes no tenemos ni idea de cómo enseñar a ser creativos. Es por ello que debemos aumentar el tiempo que le dedicamos a preparar una sesión lectiva y bajar nuestra productividad en beneficio de la creatividad de nuestros alumnos.
Cuanto más pensemos, más creativos seremos. Si los docentes somos creativos, entonces será muy fácil enseñar creatividad en la aulas, independientemente de las materias que se impartan.
9. La gente produce lo mejor, cuando hace cosas que ama, cuando está en “su elemento”.
El concepto elemento es un término al que Ken Robinson hace a menudo referencia. Cada individuo debe buscar “su elemento”, es decir, debe ser capaz de encontrar por sí mismo o mediante la ayuda de otros sus aptitudes, sus pasiones, sus actitudes y sus oportunidades. Estos son los cuatro pilares fundamentales para el crecimiento personal de los individuos.
Tenemos la obligación de descubrir qué se nos da bien y qué nos encanta hacer. Consiguiéndolo será como podremos autorrealizarnos y contribuir para crear una sociedad mejor. De ahí que como docentes debamos superar el pensamiento ilustrado basado en el análisis y en la lógica para sustituirlo por un sistema educativo holístico, abierto, flexible y diverso. Sólo siendo creativos dejaremos de ser conformistas.
10. No es acerca de estandarizar la educación, es acerca de subir el estándar de la educación.
El error del sistema educativo actual se debe a la estandarización. Estandarizar la educación no hace más que limitar la educación de nuestros alumnos, porque frena las aptitudes y el talento. A mayor estandarización mayor fracaso escolar, mayor abandono escolar. De ahí que sea necesario modificar el paradigma educativo actual donde la mecanización de los contenidos está por encima de la búsqueda del talento.
Estas son las 10 reflexiones que he querido compartir contigo acerca de Ken Robinson
jueves, 18 de agosto de 2016
miércoles, 17 de agosto de 2016
Falacias argumentales: las más comunes y cómo vencerlas
Uno de los aspectos más fundamentales del pensamiento lógico es la capacidad de identificar falacias en los argumentos de otras personas, así como de evitarlas en nuestros propios procesos de pensamiento. Los razonamientos falaces nos impiden llegar al conocimiento de la verdad, y nos hacen susceptibles de ser manipulados por personas hábiles en el arte de la retórica.
Una falacia lógica es un error de razonamiento: cuando una persona llega a una conclusión o defiende un argumento basándose en un proceso de razonamiento viciado, está cometiendo una falacia. Un argumento puede ser falaz por razones estructurales (fallas en su construcción lógica) o por un sinnúmero de otras razones, y las falacias que solemos llamar "argumentales" por lo general lo son a causa de razones que no se derivan directamente de su estructura lógica. Algunas son más comunes que otras, y una vez que aprendemos sobre ellas se vuelve mucho más fácil identificarlas en discusiones cotidianas.
Argumento ad hominem
Un argumento ad hominem es un tipo de falacia que consiste en dar por sentada la falsedad de una determinada afirmación, teniendo como base quién la ha emitido o la defiende. Es decir, en un argumento ad hominem se intenta desacreditar el argumento al desacreditar a la persona que lo sostiene:
Pepe dice que las vacunas no causan autismo, pero Pepe es un imbécil que copiaba en sus exámenes de matemática en el colegio, por lo tanto, las vacunas causan autismo.
Una vez conscientes de la naturaleza de un argumento ad hominem, es sumamente fácil desarmarlo, simplemente separando la afirmación y evaluándola por sí misma, sin tener en cuenta elementos externos.
Eludir la carga de la prueba
Eludir la carga de la prueba consiste en asumir que una declaración es verdadera (o falsa) simplemente por no aportar razones que fundamenten la conclusión. En Derecho, el principio clásico sostiene que quien afirma algo debe probarlo, ya que los hechos negativos no admiten prueba. En este contexto, mi ejemplo favorito lo da la Wikipedia:
«Sobre la cuestión del divorcio no quiero ni oír hablar. Como te he dicho, creo que el vínculo del matrimonio es indivisible y punto».
En este caso, quien sostiene la afirmación no ofrece absolutamente ningún argumento para sustentarla, sino que se niega a oír razones que lo convenzan de lo contrario.
Falacia del punto medio
Se basa en afirmar que la verdad debe encontrarse en el punto medio entre dos extremos. A veces esto puede ser cierto, pero tomarlo como principio puede constituirse en un sesgo, ya que a veces uno de los extremos es verdad, y en consecuencia, el otro extremo es una mentira, según nos dice el principio de no contradicción: una proposición y su negación no pueden ser ambas verdaderas al mismo tiempo.
María dice que las vacunas causan autismo, pero Luis dice que esto es mentira.
Pedro ofrece un término medio: las vacunas causan algunos casos de autismo, pero no todos.
La mitad del camino entre una verdad y una mentira sigue siendo una mentira, aunque queramos pecar de balanceados.
Falacias argumentales
Falsa dicotomía
Este argumento suele utilizarse en política, y en muchos otros contextos altamente polémicos: quien argumenta presenta dos estados alternativos como si fueran las únicas posibilidades, cuando en realidad existen muchas otras. Esta falacia puede ser particularmente tramposa, porque en apariencia resulta lógica, pero se requiere un análisis más cercano para notar que hay otras opciones que no han sido presentadas. Todos los argumentos que señalan que si no apoyas un determinado programa, política o partido, estás apoyando a los enemigos, ("si no estás conmigo estás contra mí") caen en esta categoría.
Falacia anecdótica
Consiste en utilizar una experiencia personal o un ejemplo aislado como una prueba que pretende reemplazar un argumento bien fundamentado o evidencia científica. Sucede porque es fácil creer que las cosas que nos son cercanas, o tangibles, son más "ciertas" que otras verdades más "abstractas", como la investigación científica y las estadísticas.
"Dicen que el cigarrillo causa cáncer, pero mi abuelo se fumaba 20 cigarrillos al día y vivió hasta los 90 años."
La pendiente resbaladiza
Ésta es la falacia de quienes sostienen que si "A" sucede, entonces "Z" sucederá eventualmente. Consiste en llevar los razonamientos a puntos extremos, sin presentar pruebas que permitan vincular causalmente por qué "A" llevaría a "Z", con el objetivo de movilizar las emociones de la gente y generar miedo, de este modo ganando partidarios.
"Si permitimos que las personas del mismo sexo se casen, en unos meses estaremos dejando que la gente se case con su perro"
En todo argumento que encontremos, es importante aprender a distinguir los vínculos de causalidad entre los distintos eventos, así como comprender muy claramente que no toda correlación implica una relación de causa y efecto.
Apelación a la autoridad
Consiste en sostener que algo es verdad simplemente porque una persona con autoridad lo afirma. Esto no significa que debamos descartar todo lo que han dicho los expertos o científicos, pero sí significa que debemos tomar los argumentos por sí mismos, ya que cualquier persona o institución puede equivocarse, y su autoridad no tiene un valor intrínseco con respecto a los argumentos que sostenga.
"Conozco a un científico que dice que la teoría de la evolución no es real".
Éstas son tan sólo algunas de las falacias más comunes. Contrarrestarlas puede ser tan sencillo (o tan difícil) como prestar suficiente atención a la relación lógica entre las diferentes partes de un argumento, aprender a identificarlas y explicarle a nuestro interlocutor (o a nosotros mismos) por qué son falacias, y cómo puede probarse su falsedad. Todos podríamos beneficiarnos de tener conversaciones mucho más lógicas con nuestros amigos y conocidos.
Fuente: https://hipertextual.com/2016/07/falacias-argumentales
Una falacia lógica es un error de razonamiento: cuando una persona llega a una conclusión o defiende un argumento basándose en un proceso de razonamiento viciado, está cometiendo una falacia. Un argumento puede ser falaz por razones estructurales (fallas en su construcción lógica) o por un sinnúmero de otras razones, y las falacias que solemos llamar "argumentales" por lo general lo son a causa de razones que no se derivan directamente de su estructura lógica. Algunas son más comunes que otras, y una vez que aprendemos sobre ellas se vuelve mucho más fácil identificarlas en discusiones cotidianas.
Argumento ad hominem
Un argumento ad hominem es un tipo de falacia que consiste en dar por sentada la falsedad de una determinada afirmación, teniendo como base quién la ha emitido o la defiende. Es decir, en un argumento ad hominem se intenta desacreditar el argumento al desacreditar a la persona que lo sostiene:
Pepe dice que las vacunas no causan autismo, pero Pepe es un imbécil que copiaba en sus exámenes de matemática en el colegio, por lo tanto, las vacunas causan autismo.
Una vez conscientes de la naturaleza de un argumento ad hominem, es sumamente fácil desarmarlo, simplemente separando la afirmación y evaluándola por sí misma, sin tener en cuenta elementos externos.
Eludir la carga de la prueba
Eludir la carga de la prueba consiste en asumir que una declaración es verdadera (o falsa) simplemente por no aportar razones que fundamenten la conclusión. En Derecho, el principio clásico sostiene que quien afirma algo debe probarlo, ya que los hechos negativos no admiten prueba. En este contexto, mi ejemplo favorito lo da la Wikipedia:
«Sobre la cuestión del divorcio no quiero ni oír hablar. Como te he dicho, creo que el vínculo del matrimonio es indivisible y punto».
En este caso, quien sostiene la afirmación no ofrece absolutamente ningún argumento para sustentarla, sino que se niega a oír razones que lo convenzan de lo contrario.
Falacia del punto medio
Se basa en afirmar que la verdad debe encontrarse en el punto medio entre dos extremos. A veces esto puede ser cierto, pero tomarlo como principio puede constituirse en un sesgo, ya que a veces uno de los extremos es verdad, y en consecuencia, el otro extremo es una mentira, según nos dice el principio de no contradicción: una proposición y su negación no pueden ser ambas verdaderas al mismo tiempo.
María dice que las vacunas causan autismo, pero Luis dice que esto es mentira.
Pedro ofrece un término medio: las vacunas causan algunos casos de autismo, pero no todos.
La mitad del camino entre una verdad y una mentira sigue siendo una mentira, aunque queramos pecar de balanceados.
Falacias argumentales
Falsa dicotomía
Este argumento suele utilizarse en política, y en muchos otros contextos altamente polémicos: quien argumenta presenta dos estados alternativos como si fueran las únicas posibilidades, cuando en realidad existen muchas otras. Esta falacia puede ser particularmente tramposa, porque en apariencia resulta lógica, pero se requiere un análisis más cercano para notar que hay otras opciones que no han sido presentadas. Todos los argumentos que señalan que si no apoyas un determinado programa, política o partido, estás apoyando a los enemigos, ("si no estás conmigo estás contra mí") caen en esta categoría.
Falacia anecdótica
Consiste en utilizar una experiencia personal o un ejemplo aislado como una prueba que pretende reemplazar un argumento bien fundamentado o evidencia científica. Sucede porque es fácil creer que las cosas que nos son cercanas, o tangibles, son más "ciertas" que otras verdades más "abstractas", como la investigación científica y las estadísticas.
"Dicen que el cigarrillo causa cáncer, pero mi abuelo se fumaba 20 cigarrillos al día y vivió hasta los 90 años."
La pendiente resbaladiza
Ésta es la falacia de quienes sostienen que si "A" sucede, entonces "Z" sucederá eventualmente. Consiste en llevar los razonamientos a puntos extremos, sin presentar pruebas que permitan vincular causalmente por qué "A" llevaría a "Z", con el objetivo de movilizar las emociones de la gente y generar miedo, de este modo ganando partidarios.
"Si permitimos que las personas del mismo sexo se casen, en unos meses estaremos dejando que la gente se case con su perro"
En todo argumento que encontremos, es importante aprender a distinguir los vínculos de causalidad entre los distintos eventos, así como comprender muy claramente que no toda correlación implica una relación de causa y efecto.
Apelación a la autoridad
Consiste en sostener que algo es verdad simplemente porque una persona con autoridad lo afirma. Esto no significa que debamos descartar todo lo que han dicho los expertos o científicos, pero sí significa que debemos tomar los argumentos por sí mismos, ya que cualquier persona o institución puede equivocarse, y su autoridad no tiene un valor intrínseco con respecto a los argumentos que sostenga.
"Conozco a un científico que dice que la teoría de la evolución no es real".
Éstas son tan sólo algunas de las falacias más comunes. Contrarrestarlas puede ser tan sencillo (o tan difícil) como prestar suficiente atención a la relación lógica entre las diferentes partes de un argumento, aprender a identificarlas y explicarle a nuestro interlocutor (o a nosotros mismos) por qué son falacias, y cómo puede probarse su falsedad. Todos podríamos beneficiarnos de tener conversaciones mucho más lógicas con nuestros amigos y conocidos.
Fuente: https://hipertextual.com/2016/07/falacias-argumentales
martes, 16 de agosto de 2016
Cómo se ve nuestro cerebro cuando resuelve un problema de matemáticas
Es posible que resolver un complejo problema de matemáticas nos provoque una vibración de alegría en la columna vertebral. Sin embargo, históricamente los científicos han batallado para descifrar la alquimia mental que sucede cuando el cerebro logra el brinco exitoso desde el “¿Qué?” hasta que exclamamos “¡Ah, ya sé!”.
Ahora, empleando una innovadora combinación de análisis con imágenes del cerebro, los científicos han captado cuatro etapas del pensamiento creativo aplicado a las matemáticas.
En un artículo publicado en Psychological Science, un equipo encabezado por John R. Anderson, un profesor de psicología y ciencias computacionales de la Universidad Carnegie Mellon, mostró un método que reconstruye cómo el cerebro pasa de entender un problema a resolverlo, incluyendo el tiempo que le dedica a cada etapa.
El análisis de las imágenes de resonancia magnética detectó cuatro etapas: codificación (descarga), planeación (estrategia), resolución (hacer las cuentas) y respuesta (escribir el resultado).
“Estoy muy contento con la forma en que funcionó el estudio, y creo que su precisión marca el límite de lo que podemos hacer”, con las herramientas disponibles para captar imágenes del cerebro, dijo Anderson, quien escribió el artículo junto con Aryn A. Pyke y Jon M. Fincham, ambos también de Carnegie Mellon.
Para captar esas operaciones mentales rápidas, el equipo tuvo que enseñarle a 80 hombres y mujeres cómo interpretar un conjunto de símbolos matemáticos y ecuaciones que no habían visto antes. Las operaciones matemáticas no eran difíciles (básicamente consistían en sumas y restas) pero manipular los símbolos que se acababan de aprender requería cierta dosis de procesos de pensamiento.
El equipo investigador podía modificar los problemas para aumentar la dificultad en etapas específicas, por ejemplo, algunos eran difíciles de codificar, mientras que en otros la duración de la fase de planeación era más larga.
Los científicos usaron dos técnicas de análisis de datos provenientes de las imágenes por resonancia magnética para identificar qué estaban haciendo los cerebros de los participantes. Una seguía los patrones de disparo neuronal durante la resolución de cada problema; la otra identificaba cambios significativos de un tipo de estado mental a otro. Cada uno de los sujetos del estudio resolvió 88 problemas y el equipo solo analizó los datos de los que se resolvieron correctamente.
Los análisis encontraron cuatro etapas distintas cuya duración variaba, dependiendo del problema, en uno o más segundos. Por ejemplo, la planeación duraba más que las otras etapas cuando se requería un ingenioso proceso de resolución. Los expertos creen que esas fases no solo son aplicables a las matemáticas, sino que también pueden utilizarse en la resolución de muchos problemas creativos. Sin embargo, el artículo sugiere que conocer cómo reacciona el cerebro puede ayudar a diseñar los programas de estudios, en particular de matemáticas.
“No sabemos qué es lo que los estudiantes hacen cuando solucionaban los problemas”, dijo Anderson, cuyo laboratorio diseña software para la enseñanza de las matemáticas. “Tener una comprensión más clara de eso nos ayudará a desarrollar mejores formas de enseñar. Creo que ese es el primer lugar donde nuestro trabajo tendrá impacto”.
http://www.nytimes.com/es/2016/08/05/como-se-ve-nuestro-cerebro-cuando-resuelve-un-problema-de-matematicas/?smid=fb-espanol&smtyp=cur
lunes, 15 de agosto de 2016
Neil DeGrasse Tyson: “Es difícil enseñar ciencia a los niños porque los responsables no tienen idea de lo que es”
Cuando tenía siete años, Carl Sagan visitó el Planetario Hayden de Nueva York y quedó impactado. La visión de las estrellas, constelaciones, planetas, cometas y asteroides inflamó de tal forma su imaginación que le hizo tomar la decisión, siendo sólo un niño, de dedicar su vida a la ciencia. 75 años después de aquella visita, cada vez que Neil DeGrasse Tyson atraviesa las puertas del Museo de Historia Natural de Nueva York para acceder a su despacho como director del planetario de la ciudad, seguro que recuerda la imagen de su maestro y mentor. Como si un agujero de gusano -ese monstruo teórico que todo astrofísico quisiera demostrar- doblara el eje temporal, Sagan y DeGrasse dialogan a diario. Profesor y alumno pisan los mismos lugares y sus vidas están conectadas desde que el joven DeGrasse viajara hasta Ithaca para conocer la universidad de Cornell donde deseaba estudiar. Sagan, entonces ya un científico reconocido y una celebridad por sus libros y apariciones en televisión, causó tal impresión en el aspirante a astrofísico que desde aquel día “no sólo supe que quería ser científico, sino el tipo de persona que quería ser”. Finalmente DeGrasse estudió en Harvard, pero de Sagan aprendió el compromiso con todo aquel que esté interesado en la ciencia. Una lección que ha venido aplicando en sus muchos años como profesor universitario y divulgador científico.
DeGrasse Tyson, que tiene voz de cantante de soul y planta de luchador (deporte que practicó en el instituto), nació en el popular barrio del Bronx y no es difícil imaginarle defendiéndose de una banda callejera lanzándoles logaritmos neperianos. Porque, a pesar de su extraordinario expediente académico y sus aportes científicos en el campo de la astrofísica, DeGrasse siempre parecerá un tipo normal. Tal vez de ahí venga su gran éxito como divulgador científico: su capacidad para explicar las cosas más complejas con la sencillez de un conductor de autobús o de un tendero mientras te despacha unas uvas. The New Yorker, rendido a esa familiaridad socarrona del astrónomo, le dedicó un perfil en el que comparaba su estilo con el de su predecesor en la serie Cosmos: “Sagan tenía una gran deferencia hacia la alta cultura: sus comparaciones siempre estaban extraídas de la Historia Antigua y su vocabulario provenía de la literatura. Tyson prefiere referirse a la cultura pop. Pero eso no significa que no tenga gustos sofisticados (…) Posee una biblioteca de libros de ciencia raros y antiguos, que incluye una tercera edición de los Principia de Isaac Newton, que considera el libro más importante que jamás se haya escrito. Pero cuando explica temas de ciencia prefiere ilustrar sus ejemplos con películas como Bichos”.
Tal y como aprendió de Carl Sagan, DeGrasse Tyson continúa comprometido con los jóvenes que desean acercarse a la ciencia. Su carácter y seductora capacidad para brillar en el showbusiness le permite además a expandir este mensaje a cualquier terreno: ha aparecido en un episodio de The Big Band Theory, en películas (como Batman vs Superman o Zoolander 2) y presta su voz a uno de los personajes de Ice Age: el gran cataclismo. Cuando le preguntan cómo hacer para que los niños se enamoren de la ciencia, responde con la ironía que le caracteriza: “Nos pasamos el primer año de la vida de un niño enseñándole a hablar y caminar. Y el resto de sus vidas les decimos que se callen y se estén quietos”. Un consejo que debería hacer reflexionar porque el método científico -les guste o no a esos mayores que prefieren que los niños estén quitecitos- consiste en probar. Probar siempre. Los genios siempre son inquietos.
Edición: Juanlu Ocampos / George Karja Texto: José L. Álvarez Cedena
http://one.elpais.com/neil-degrasse-tyson-dificil-ensenar-ciencia-los-ninos-los-responsables-no-tienen-idea-lo/
DeGrasse Tyson, que tiene voz de cantante de soul y planta de luchador (deporte que practicó en el instituto), nació en el popular barrio del Bronx y no es difícil imaginarle defendiéndose de una banda callejera lanzándoles logaritmos neperianos. Porque, a pesar de su extraordinario expediente académico y sus aportes científicos en el campo de la astrofísica, DeGrasse siempre parecerá un tipo normal. Tal vez de ahí venga su gran éxito como divulgador científico: su capacidad para explicar las cosas más complejas con la sencillez de un conductor de autobús o de un tendero mientras te despacha unas uvas. The New Yorker, rendido a esa familiaridad socarrona del astrónomo, le dedicó un perfil en el que comparaba su estilo con el de su predecesor en la serie Cosmos: “Sagan tenía una gran deferencia hacia la alta cultura: sus comparaciones siempre estaban extraídas de la Historia Antigua y su vocabulario provenía de la literatura. Tyson prefiere referirse a la cultura pop. Pero eso no significa que no tenga gustos sofisticados (…) Posee una biblioteca de libros de ciencia raros y antiguos, que incluye una tercera edición de los Principia de Isaac Newton, que considera el libro más importante que jamás se haya escrito. Pero cuando explica temas de ciencia prefiere ilustrar sus ejemplos con películas como Bichos”.
Tal y como aprendió de Carl Sagan, DeGrasse Tyson continúa comprometido con los jóvenes que desean acercarse a la ciencia. Su carácter y seductora capacidad para brillar en el showbusiness le permite además a expandir este mensaje a cualquier terreno: ha aparecido en un episodio de The Big Band Theory, en películas (como Batman vs Superman o Zoolander 2) y presta su voz a uno de los personajes de Ice Age: el gran cataclismo. Cuando le preguntan cómo hacer para que los niños se enamoren de la ciencia, responde con la ironía que le caracteriza: “Nos pasamos el primer año de la vida de un niño enseñándole a hablar y caminar. Y el resto de sus vidas les decimos que se callen y se estén quietos”. Un consejo que debería hacer reflexionar porque el método científico -les guste o no a esos mayores que prefieren que los niños estén quitecitos- consiste en probar. Probar siempre. Los genios siempre son inquietos.
Edición: Juanlu Ocampos / George Karja Texto: José L. Álvarez Cedena
http://one.elpais.com/neil-degrasse-tyson-dificil-ensenar-ciencia-los-ninos-los-responsables-no-tienen-idea-lo/
domingo, 14 de agosto de 2016
Historia de los brigadistas chinos que lucharon en la guerra civil española, su valor y sus destinos. South China Morning Post
Agricultores analfabeto, trabajadores manuales, funcionarios públicos, unos 100 chinos se unieron a las brigadas internacionales que ayudaron a luchar contra los fascistas del general Franco hace 80 años. A pesar de ser pocos en número, dejaron un recuerdo duradero.
En el otoño de 1937, Zhang Ruishu estaba disfrutando de uno de sus raros descansos de su trabajo de 14 horas diarias en primera línea del frente. Uno de los pocos, si no el único chino en Madrid, que no había pedido permiso de descanso -quedaba mucho que hacer-, pero su comandante había insistido en que se lo tomara. La capital española estaba decorado con desafiantes banderas desgarradas en que se leía "No pasarán " y "Madrid será la tumba del fascismo". Zhang había visto a menudo antes estos signos. En un puesto de periódicos, sin embargo, un gran cartel promocional en la revista de noticias española la Estampa le llamó la atención.
El intrigante cartel mostraba la cara de un hombre de perfil. No era una cara bonita, sino ruda y curtida, con el pelo muy recortado, mejillas hundidas y un montón de dientes torcidos en una boca ligeramente abierta -la cara de un tonto que ha conocido dificultades. De repente, una multitud se agolpaba alrededor de Zhang; los ojos se abrían y los dedos le apuntaban. "Es él!" Clamaron, lanzándose hacia adelante para estrechar la mano del desconocido.
Casi 20 años después del día en que puso el pie en suelo europeo, el humilde hombre de 44 años de edad de la provincia de Shandong, ahora médico con las fuerzas republicanas en la lucha contra el fascismo en la guerra civil española, fue aclamado como un héroe en un país a casi 10.000 kilómetros de su casa.
Poco más de un año antes, el 17 de julio de 1936, al mismo tiempo que militarismo japonés se volvía cada vez más pesado en China, un grupo de oficiales [traidores] de derechas del ejército español, dirigido por el general Francisco Franco, se levantó contra el gobierno republicano democráticamente elegido. El movimiento marcó el comienzo de una guerra civil que se prolongó durante dos años y ocho meses y hacía entrever un conflicto aún mayor en Europa.
Mientras que los nacionalistas de Franco eran asistidos abiertamente por las fuerzas alemanas e italianas de los dictadores fascistas Adolf Hitler y Benito Mussolini, las naciones democráticas como Francia y Gran Bretaña aplicando una política oficial de no intervención para disgusto de muchos de sus propios ciudadanos, que vieron la contienda como una lucha contra los males del fascismo y el preludio de un conflicto aún mayor en Europa.
En respuesta a la indiferencia de sus gobiernos, decenas de miles de trabajadores, sindicalistas y estudiantes de izquierda se movilizaron y dirigieron a España, a tomar las armas. El número de combatientes extranjeros que lucharon en lo que llegó a ser conocido como las Brigadas Internacionales se ha estimado en 40.000, con voluntarios de 53 países, entre ellos Francia (9.000 personas), Estados Unidos (2800), Gran Bretaña (2.500), Polonia (3000) e incluso Alemania (4.000) e Italia (3000). Llegaron de Costa Rica y Albania, de Grecia, Cuba y Argentina, de Finlandia, Irlanda, Sudáfrica y Bulgaria.
Y llegaron desde China
Una investigación de varias décadas de Len y Hwei-Ru Tsou, dos investigadores americano-taiwanés (ahora retirados y con domicilio en San José, California), ha demostrado que más de 100 chinos combatieron hombro con hombro con los republicanos [y anarquistas]. Algunas de sus historias se detallan en el libro de la pareja, La llamada de España: Los voluntarios chinos en la Guerra Civil española (1936-1939), que fue publicado por primera vez en chino tradicional en Taiwán en 2001 (y ampliado en 2015), y en español y chino simplificado en 2013, con nuevo material añadido, que ahora sale a la luz.
'La llamada a las armas de Tsou' [Tsou's call to arms ] fue una película documental realizada en los EE.UU. "Creo que fue alrededor de 1986, que vimos 'El Buen Combate' [The Good Fight], dice Len Tsou, señalando que el documental se centró en la Brigada Abraham Lincoln, un batallón de combatientes estadounidenses que habían viajado a España. "Nos quedamos muy sorprendidos de que tantos voluntarios de todas partes del mundo se hubieran alistado. Comenzó entonces nuestro interés en las brigadas internacionales, y hemos aprendido todo lo que pudimos".
Ese año fue el 50 aniversario del inicio de la guerra, y los veteranos de la Brigada Abraham Lincoln publicaron un folleto para recordar la ocasión. Contenía una lista completa de los voluntarios.
"Len y yo hechamos un vistazo y vimos que había tres nombres chinos allí", dice Hwei-Ru Tsou. "Nos quedamos estupefactos. Los chinos en ese momento estaban luchando por su propia supervivencia - intentando rechazar la agresión japonesa ".
Una semilla había brotado, y la pareja cavó más profundo. Con muchos veteranos de guerra envejeciendo, los investigadores tuvieron que moverse rápido, viajando varias veces a España, China, Francia, Países Bajos, Bulgaria, Alemania y otros países para entrevistar a ex soldados, ex voluntarios, familiares y amigos, y entresacar la información de entre el marasmo de documentos oficiales.
Descubrieron que los chinos habían venido de todos los estratos, algunos de familias de funcionarios públicos, otros de lo más bajo de los trabajadores manuales y agricultores analfabetos. Como su número había sido relativamente pequeña, no había habido ninguna brigada china oficial en España, y luchado en batallones de otras naciones, por lo general elegido en función de sus habilidades lingüísticas.
Aunque los fascistas de Franco tenían el poder de su lado, los republicanos no estaban completamente solos: recibieron ayuda material y más de 2.000 tropas de combate de la Unión Soviética.
Mao Zedong envió una carta abierta de apoyo a los republicanos en mayo de 1937.
"Si no fuera por el hecho de que tenemos el enemigo japonés frente a nosotros", escribió Mao, "seguramente nos uniríamos a sus tropas".
Lo que Mao quizá no sabía era que, para aquel entonces, un número de chinos ya estaban allí.
El camino de Zhang a Europa comenzó ya en 1917, cuando - en los tiempos de la Primera Guerra Mundial - Gran Bretaña y Francia reclutaron a más de 100.000 chinos con el fin de que trabajaran en las fábricas cuyas plantillas regulares ahora estaban luchando en el frente. Nacido en la pobreza extrema en 1893, Zhang - huérfano siendo ya adolescente, sin trabajo, analfabeto y desesperado - se había registrado a bordo de un barco lleno de casi otros 2.000 hombres chinos con destino a Marsella.
Después de un viaje agotador 70 días por mar, Zhang se puso a trabajar en una fábrica de papel francesa. En menos de un año, sin embargo, se logró un armisticio, la 1º Guerra terminó con la paz de Versalles y los trabajadores chinos fueron un excedente para las necesidades franceses. La mayoría fueron enviados de vuelta a casa.
Sin familia y sin perspectivas en China, Zhang decidió quedarse y probar suerte, realizando los trabajos más desagradables y peligrosos (desenterrar cadáveres o detonación de bombas de gas sin explotar, por ejemplo) que los franceses evitaban.
También proveniente de Shandong, fuerte y valiente, Liu Jingtian nació en 1890. Tras su paso por el Ejército Chino también viajó a Francia en 1917, se quedó al terminar la guerra y en 1924, él y Zhang (cada vez más un autodidacta, ahora enseñaba francés) obtuvieron un empleo estable en la planta de fabricación de automóviles Renault en el oeste del suburbio [gueto] parisino de Boulogne-Billancourt. Al igual que muchos trabajadores de la industria del momento, se unieron al Partido Comunista Francés y, cuando estalló la guerra civil española, fueron llamados a dejar las herramientas, cruzar los Pirineos a pie y luchar contra el fascismo.
Zhang y Liu llegaron a España en noviembre de 1936, y aunque se les pidió que se convirtiesen en ametralladores de la Brigada Internacional, por sus edades (ambos estaban en sus 40s) se les asignó a los equipos médicos como camilleros, a menudo encargados de rescatar a los soldados heridos bajo el fuego enemigo. Como se describe en el Estampa, Zhang fue herido en el pecho, hombros y las manos durante el desempeño de sus funciones. También una dramática fotografía en el calor de la batalla que muestra a Liu rescatando a un soldado herido fue publicada en el diario español Frente Rojo, fue entonces alabado en reconocimiento a su heroísmo.
"En ese momento, era probable que si volvían no recuperaran de nuevo sus trabajos [en la Renault de París]; Incluso puede que no fueran capaces de volver a Francia, "dice Hwei-Ru Tsou," pero ellos fueron de todos modos, porque era una pelea muy importante. Estos dos tipos no eran jóvenes, los dos estaban solteros, y dijeron entre sí: "Si los trabajadores franceses van, cuando tienen familias, tienen hijos, entonces nosotros vamos también." Fueron extraordinarios, y también muy queridos por sus compañeros. Eran muy valientes".
Luchando con la Brigada Abraham Lincoln, estaban Zhang Ji de Minnesota y Chen Wenrao de Nueva York, que eran a demás originarios de China. Chen, nacido en la provincia de Guangdong y fue abatido en la sangrienta batalla de Gandesa, en 1938, a la edad de 25 años. Zhang, sin embargo, sobrevivió a la guerra en España.
Viniendo de una familia educada y relativamente privilegiada en la provincia de Hunan, Zhang Ji había salido de China hacia San Francisco en 1918, recibiendo el título de Ingeniero de Minas por la Universidad de Minnesota en 1923. Después de la crisis financiera del 1929, en que perdió su trabajo como ingeniero y se radicalizó, se unió al Partido Comunista de los Estados Unidos en 1935. En marzo de 1937 a la edad de 37 - Zhang Ji subió a bordo del trasatlántico SS París en Nueva York y se dirigió a Francia, luego cruzó los Pirineos hacia España. Alto, delgado y desgarbado, y físicamente no el más fuerte de voluntarios, Zhang Ji fue asignado inicialmente como conductor de camión, antes de asignarle funciones de secretario.
Se describe en "La llamada de España" a un silencioso y misterioso doctor chino-indonesio, Bi Daowen (que también fue conocido por el nombre Indonesio como Tío Oen Bik) de Java, tenía 31 años cuando llegó a España, en septiembre de 1937.
Mientras que uno de los más fervientemente políticos de entre los chinos, delgado, con binóculos, fue Xie Weijin, que nació en la provincia de Sichuan en 1899. Xie participó en el Movimiento Antiimperialista del Cuatro de Mayo en Shanghai en 1919 antes de dirigirse a Francia.
En la década de 1920, se unió a la Liga de la Juventud Comunista en Europa y al Partido Comunista de la rama europea china, y una foto tomada en una reunión en Berlín en 1927 muestra a Xie entregando una pancarta con la leyenda "De los Trabajadores de la huelga de Hong Kong y Kowloon" al líder comunista alemán Ernst Thalmann, que fue asesinado a tiros por orden expresa de Hitler en el campo de concentración de Buchenwald en 1944.
Xie se dirigió a España en abril de 1937. En una carta al Partido Comunista de España escribió: "llegué a España no para una estancia corta, sino para ir al frente de batalla. Me esforzaré al máximo en combatir como soldado. Espero que el comité me conceda este derecho y deje que me una a las Brigadas Internacionales al igual que muchos otros compañeros extranjeros".
Xie se hizo ametrallador con el batallón de Austria, pero fue retirado de la primera línea por un disparo que atravesó su pierna derecha, por debajo de la rodilla.
De acuerdo con la investigación de los Tsou, Chen Agen fue posiblemente el único voluntario chino que llegó a la guerra directamente desde China. Chen, de hecho, huía de las autoridades después de haber organizado un sindicato en Shanghai. Mientras se dirigía a Europa en 1937, un cocinero vietnamita - se rumorea que fue Ho Chi Minh - quien encandiló a Chen con fábulas de la intrepidez anti-fascista de España, por lo que viajó allí para luchar; sólo para ser capturado y puesto a trabajar como prisionero de guerra sirviendo de mano de obra.
Con un embargo de armas, de acuerdo con la política de no intervención de muchos países, en 1938 los republicanos estaban en retirada, y en octubre el mando ordenó la disolución de las Brigadas Internacionales, con la esperanza [excusa] de convencer a los aliados extranjeros de los nacionalistas [fascistas] de retirar sus tropas; pero fue en vano, y la guerra terminó oficialmente el 1 de abril de 1939, con victoria de los nacionales.
Las suertes de los voluntarios de las Brigadas Internacionales Chinos después de la Guerra
Las suertes finales de los voluntarios de las Brigadas Internacionales fueron tan variadas como sus orígenes.
Chen no fue liberado de la cárcel hasta 1942, y su rastro rápidamente se perdió en Madrid. Zhang Ji huyó de España después de la disolución de las Brigadas Internacionales y llegó a Hong Kong, donde en marzo de 1939 tas sus experiencias en la guerra civil española publicó las "viñetas españolas" en el periódico mensual Tien Hsia.
Chang había escrito de su deseo de unirse a VIII Ejército de Mao a su regreso a China, pero se desconoce si tuvo éxito - los Tsou no han encontrado ningún registro de su paradero después de Hong Kong.
Bi se enroló en China y en 1940 estaba en Yanan con las tropas de Mao. Bi fue uno de los voluntarios extranjeros que volvieron y fueron venerados como "los médicos españoles", apoyando el esfuerzo de guerra de China contra Japón. Los médicos habían llegado a China desde Polonia, Alemania, Canadá, Gran Bretaña, India y muchos otros países, y habían servido en los campos de batalla españoles. Bi se mantuvo en Yanan hasta 1945 tras la rendición japonesa, trabajó en la Unión Soviética antes de regresar a Indonesia, donde fue condenado al ostracismo por sus acciones revolucionarias y creencias políticas. No se supo nada de él después de 1966, un año después del golpe militar de Suharto, y se sospecha que Bi pudo haber sido ejecutado.
"Cuando lo oí, lloré", dice Hwei-Ru Tsou. "Sentí que había llegado a conocerlo. Lo sentía muy cercano a mi. Más tarde supe mucho acerca de sus hechos, no sólo en España sino también en China. Sentí que este gran hombre había sido olvidado, no sólo por su propio pueblo, pueblo de Indonesia, y sus compañeros, sino también por el mundo. Fue un hombre que vivió para sus ideales, y que tuvo un gran valor. Era un hombre increíble ".
A principios de 1939, Xie fue uno de los cientos de miles de refugiados republicanos que huyeron a Francia, donde fueron confinados en el famoso Campo de Concentración de Gurs durante ocho meses antes de regresar a China a través de Singapur, Hong Kong y Vietnam. Xie luchó con el Ejército Rojo contra los japoneses. Con el tiempo trabajó como ingeniero para la fuerza aérea china en la década de 1950 y principios de los años 60. En 1965, sin embargo, Xie fue purgado por el Partido Comunista y acusado de revisionista debido a su implicación con los extranjeros en Europa. Murió de cáncer en 1978, no habiendo podido ser "rehabilitado".
Liu llegó a Yanan a finales de 1939 y fue admitido en el Partido Comunista en 1946. Se sabe que trabajó en proyectos de construcción, incluyendo las [arqueológicas] viviendas cavernícolas de Yaodong por las que Yanan se hizo famoso, pero luego su rastro se pierde.
¿Y el muchacho del cartel de la Estampa?
De acuerdo con Hwei-Ru Tsou, cuando los voluntarios internacionales se retiraron en 1938, Zhang Ruishu volvió a París y fue rápidamente detenido por el gobierno francés. Finalmente liberado con ayuda del Partido Comunista Francés, su antiguos compañeros de trabajo y sindicalistas de la Renault pagaron su pasaje en barco a China en el año 1939. A partir de 1949, trabajó en varias posiciones administrativas para la agencia de noticias Xinhua, retirándose en 1958. Diez años más tarde, solo y olvidado, calló a las puerta de su casa, y murió ese mismo año, a la edad de 75.
Para Hwei-Ru Tsou, las experiencias de los voluntarios chinos, que lucharon - y en algunos casos murieron - por sus convicciones internacionalistas en el lado opuesto del planeta de su tierra natal, no son mera historia, son ejemplos que brillan en un mundo habitualmente sacudido por tormentas políticas y la creciente intolerancia.
"Sus historias - en los tiempos actuales - son muy importantes", dice ella. "La situación en aquel entonces, - con Hitler y Mussolini levantándose sobre Europa, la situación económica y política en ese momento - podría regresar, y vemos signos de esto en algunos lugares del mundo.
"Estas historias pueden servir para mantenernos alerta."
Traducción: The Chinese volunteers who fought in the Spanish civil war - their amazing courage and obscure fates |(Los voluntarios chinos que lucharon en la guerra civil española- su valor increíble y oscuros destinos)
South China Morning Post 18.7.2016 vía tarcotecacounterinformation.blogspot
En el otoño de 1937, Zhang Ruishu estaba disfrutando de uno de sus raros descansos de su trabajo de 14 horas diarias en primera línea del frente. Uno de los pocos, si no el único chino en Madrid, que no había pedido permiso de descanso -quedaba mucho que hacer-, pero su comandante había insistido en que se lo tomara. La capital española estaba decorado con desafiantes banderas desgarradas en que se leía "No pasarán " y "Madrid será la tumba del fascismo". Zhang había visto a menudo antes estos signos. En un puesto de periódicos, sin embargo, un gran cartel promocional en la revista de noticias española la Estampa le llamó la atención.
El intrigante cartel mostraba la cara de un hombre de perfil. No era una cara bonita, sino ruda y curtida, con el pelo muy recortado, mejillas hundidas y un montón de dientes torcidos en una boca ligeramente abierta -la cara de un tonto que ha conocido dificultades. De repente, una multitud se agolpaba alrededor de Zhang; los ojos se abrían y los dedos le apuntaban. "Es él!" Clamaron, lanzándose hacia adelante para estrechar la mano del desconocido.
Casi 20 años después del día en que puso el pie en suelo europeo, el humilde hombre de 44 años de edad de la provincia de Shandong, ahora médico con las fuerzas republicanas en la lucha contra el fascismo en la guerra civil española, fue aclamado como un héroe en un país a casi 10.000 kilómetros de su casa.
Poco más de un año antes, el 17 de julio de 1936, al mismo tiempo que militarismo japonés se volvía cada vez más pesado en China, un grupo de oficiales [traidores] de derechas del ejército español, dirigido por el general Francisco Franco, se levantó contra el gobierno republicano democráticamente elegido. El movimiento marcó el comienzo de una guerra civil que se prolongó durante dos años y ocho meses y hacía entrever un conflicto aún mayor en Europa.
Mientras que los nacionalistas de Franco eran asistidos abiertamente por las fuerzas alemanas e italianas de los dictadores fascistas Adolf Hitler y Benito Mussolini, las naciones democráticas como Francia y Gran Bretaña aplicando una política oficial de no intervención para disgusto de muchos de sus propios ciudadanos, que vieron la contienda como una lucha contra los males del fascismo y el preludio de un conflicto aún mayor en Europa.
En respuesta a la indiferencia de sus gobiernos, decenas de miles de trabajadores, sindicalistas y estudiantes de izquierda se movilizaron y dirigieron a España, a tomar las armas. El número de combatientes extranjeros que lucharon en lo que llegó a ser conocido como las Brigadas Internacionales se ha estimado en 40.000, con voluntarios de 53 países, entre ellos Francia (9.000 personas), Estados Unidos (2800), Gran Bretaña (2.500), Polonia (3000) e incluso Alemania (4.000) e Italia (3000). Llegaron de Costa Rica y Albania, de Grecia, Cuba y Argentina, de Finlandia, Irlanda, Sudáfrica y Bulgaria.
Y llegaron desde China
Una investigación de varias décadas de Len y Hwei-Ru Tsou, dos investigadores americano-taiwanés (ahora retirados y con domicilio en San José, California), ha demostrado que más de 100 chinos combatieron hombro con hombro con los republicanos [y anarquistas]. Algunas de sus historias se detallan en el libro de la pareja, La llamada de España: Los voluntarios chinos en la Guerra Civil española (1936-1939), que fue publicado por primera vez en chino tradicional en Taiwán en 2001 (y ampliado en 2015), y en español y chino simplificado en 2013, con nuevo material añadido, que ahora sale a la luz.
'La llamada a las armas de Tsou' [Tsou's call to arms ] fue una película documental realizada en los EE.UU. "Creo que fue alrededor de 1986, que vimos 'El Buen Combate' [The Good Fight], dice Len Tsou, señalando que el documental se centró en la Brigada Abraham Lincoln, un batallón de combatientes estadounidenses que habían viajado a España. "Nos quedamos muy sorprendidos de que tantos voluntarios de todas partes del mundo se hubieran alistado. Comenzó entonces nuestro interés en las brigadas internacionales, y hemos aprendido todo lo que pudimos".
Ese año fue el 50 aniversario del inicio de la guerra, y los veteranos de la Brigada Abraham Lincoln publicaron un folleto para recordar la ocasión. Contenía una lista completa de los voluntarios.
"Len y yo hechamos un vistazo y vimos que había tres nombres chinos allí", dice Hwei-Ru Tsou. "Nos quedamos estupefactos. Los chinos en ese momento estaban luchando por su propia supervivencia - intentando rechazar la agresión japonesa ".
Una semilla había brotado, y la pareja cavó más profundo. Con muchos veteranos de guerra envejeciendo, los investigadores tuvieron que moverse rápido, viajando varias veces a España, China, Francia, Países Bajos, Bulgaria, Alemania y otros países para entrevistar a ex soldados, ex voluntarios, familiares y amigos, y entresacar la información de entre el marasmo de documentos oficiales.
Descubrieron que los chinos habían venido de todos los estratos, algunos de familias de funcionarios públicos, otros de lo más bajo de los trabajadores manuales y agricultores analfabetos. Como su número había sido relativamente pequeña, no había habido ninguna brigada china oficial en España, y luchado en batallones de otras naciones, por lo general elegido en función de sus habilidades lingüísticas.
Aunque los fascistas de Franco tenían el poder de su lado, los republicanos no estaban completamente solos: recibieron ayuda material y más de 2.000 tropas de combate de la Unión Soviética.
Mao Zedong envió una carta abierta de apoyo a los republicanos en mayo de 1937.
"Si no fuera por el hecho de que tenemos el enemigo japonés frente a nosotros", escribió Mao, "seguramente nos uniríamos a sus tropas".
Lo que Mao quizá no sabía era que, para aquel entonces, un número de chinos ya estaban allí.
El camino de Zhang a Europa comenzó ya en 1917, cuando - en los tiempos de la Primera Guerra Mundial - Gran Bretaña y Francia reclutaron a más de 100.000 chinos con el fin de que trabajaran en las fábricas cuyas plantillas regulares ahora estaban luchando en el frente. Nacido en la pobreza extrema en 1893, Zhang - huérfano siendo ya adolescente, sin trabajo, analfabeto y desesperado - se había registrado a bordo de un barco lleno de casi otros 2.000 hombres chinos con destino a Marsella.
Después de un viaje agotador 70 días por mar, Zhang se puso a trabajar en una fábrica de papel francesa. En menos de un año, sin embargo, se logró un armisticio, la 1º Guerra terminó con la paz de Versalles y los trabajadores chinos fueron un excedente para las necesidades franceses. La mayoría fueron enviados de vuelta a casa.
Sin familia y sin perspectivas en China, Zhang decidió quedarse y probar suerte, realizando los trabajos más desagradables y peligrosos (desenterrar cadáveres o detonación de bombas de gas sin explotar, por ejemplo) que los franceses evitaban.
También proveniente de Shandong, fuerte y valiente, Liu Jingtian nació en 1890. Tras su paso por el Ejército Chino también viajó a Francia en 1917, se quedó al terminar la guerra y en 1924, él y Zhang (cada vez más un autodidacta, ahora enseñaba francés) obtuvieron un empleo estable en la planta de fabricación de automóviles Renault en el oeste del suburbio [gueto] parisino de Boulogne-Billancourt. Al igual que muchos trabajadores de la industria del momento, se unieron al Partido Comunista Francés y, cuando estalló la guerra civil española, fueron llamados a dejar las herramientas, cruzar los Pirineos a pie y luchar contra el fascismo.
Zhang y Liu llegaron a España en noviembre de 1936, y aunque se les pidió que se convirtiesen en ametralladores de la Brigada Internacional, por sus edades (ambos estaban en sus 40s) se les asignó a los equipos médicos como camilleros, a menudo encargados de rescatar a los soldados heridos bajo el fuego enemigo. Como se describe en el Estampa, Zhang fue herido en el pecho, hombros y las manos durante el desempeño de sus funciones. También una dramática fotografía en el calor de la batalla que muestra a Liu rescatando a un soldado herido fue publicada en el diario español Frente Rojo, fue entonces alabado en reconocimiento a su heroísmo.
"En ese momento, era probable que si volvían no recuperaran de nuevo sus trabajos [en la Renault de París]; Incluso puede que no fueran capaces de volver a Francia, "dice Hwei-Ru Tsou," pero ellos fueron de todos modos, porque era una pelea muy importante. Estos dos tipos no eran jóvenes, los dos estaban solteros, y dijeron entre sí: "Si los trabajadores franceses van, cuando tienen familias, tienen hijos, entonces nosotros vamos también." Fueron extraordinarios, y también muy queridos por sus compañeros. Eran muy valientes".
Luchando con la Brigada Abraham Lincoln, estaban Zhang Ji de Minnesota y Chen Wenrao de Nueva York, que eran a demás originarios de China. Chen, nacido en la provincia de Guangdong y fue abatido en la sangrienta batalla de Gandesa, en 1938, a la edad de 25 años. Zhang, sin embargo, sobrevivió a la guerra en España.
Viniendo de una familia educada y relativamente privilegiada en la provincia de Hunan, Zhang Ji había salido de China hacia San Francisco en 1918, recibiendo el título de Ingeniero de Minas por la Universidad de Minnesota en 1923. Después de la crisis financiera del 1929, en que perdió su trabajo como ingeniero y se radicalizó, se unió al Partido Comunista de los Estados Unidos en 1935. En marzo de 1937 a la edad de 37 - Zhang Ji subió a bordo del trasatlántico SS París en Nueva York y se dirigió a Francia, luego cruzó los Pirineos hacia España. Alto, delgado y desgarbado, y físicamente no el más fuerte de voluntarios, Zhang Ji fue asignado inicialmente como conductor de camión, antes de asignarle funciones de secretario.
Se describe en "La llamada de España" a un silencioso y misterioso doctor chino-indonesio, Bi Daowen (que también fue conocido por el nombre Indonesio como Tío Oen Bik) de Java, tenía 31 años cuando llegó a España, en septiembre de 1937.
Mientras que uno de los más fervientemente políticos de entre los chinos, delgado, con binóculos, fue Xie Weijin, que nació en la provincia de Sichuan en 1899. Xie participó en el Movimiento Antiimperialista del Cuatro de Mayo en Shanghai en 1919 antes de dirigirse a Francia.
En la década de 1920, se unió a la Liga de la Juventud Comunista en Europa y al Partido Comunista de la rama europea china, y una foto tomada en una reunión en Berlín en 1927 muestra a Xie entregando una pancarta con la leyenda "De los Trabajadores de la huelga de Hong Kong y Kowloon" al líder comunista alemán Ernst Thalmann, que fue asesinado a tiros por orden expresa de Hitler en el campo de concentración de Buchenwald en 1944.
Xie se dirigió a España en abril de 1937. En una carta al Partido Comunista de España escribió: "llegué a España no para una estancia corta, sino para ir al frente de batalla. Me esforzaré al máximo en combatir como soldado. Espero que el comité me conceda este derecho y deje que me una a las Brigadas Internacionales al igual que muchos otros compañeros extranjeros".
Xie se hizo ametrallador con el batallón de Austria, pero fue retirado de la primera línea por un disparo que atravesó su pierna derecha, por debajo de la rodilla.
De acuerdo con la investigación de los Tsou, Chen Agen fue posiblemente el único voluntario chino que llegó a la guerra directamente desde China. Chen, de hecho, huía de las autoridades después de haber organizado un sindicato en Shanghai. Mientras se dirigía a Europa en 1937, un cocinero vietnamita - se rumorea que fue Ho Chi Minh - quien encandiló a Chen con fábulas de la intrepidez anti-fascista de España, por lo que viajó allí para luchar; sólo para ser capturado y puesto a trabajar como prisionero de guerra sirviendo de mano de obra.
Con un embargo de armas, de acuerdo con la política de no intervención de muchos países, en 1938 los republicanos estaban en retirada, y en octubre el mando ordenó la disolución de las Brigadas Internacionales, con la esperanza [excusa] de convencer a los aliados extranjeros de los nacionalistas [fascistas] de retirar sus tropas; pero fue en vano, y la guerra terminó oficialmente el 1 de abril de 1939, con victoria de los nacionales.
Las suertes de los voluntarios de las Brigadas Internacionales Chinos después de la Guerra
Las suertes finales de los voluntarios de las Brigadas Internacionales fueron tan variadas como sus orígenes.
Chen no fue liberado de la cárcel hasta 1942, y su rastro rápidamente se perdió en Madrid. Zhang Ji huyó de España después de la disolución de las Brigadas Internacionales y llegó a Hong Kong, donde en marzo de 1939 tas sus experiencias en la guerra civil española publicó las "viñetas españolas" en el periódico mensual Tien Hsia.
Chang había escrito de su deseo de unirse a VIII Ejército de Mao a su regreso a China, pero se desconoce si tuvo éxito - los Tsou no han encontrado ningún registro de su paradero después de Hong Kong.
Bi se enroló en China y en 1940 estaba en Yanan con las tropas de Mao. Bi fue uno de los voluntarios extranjeros que volvieron y fueron venerados como "los médicos españoles", apoyando el esfuerzo de guerra de China contra Japón. Los médicos habían llegado a China desde Polonia, Alemania, Canadá, Gran Bretaña, India y muchos otros países, y habían servido en los campos de batalla españoles. Bi se mantuvo en Yanan hasta 1945 tras la rendición japonesa, trabajó en la Unión Soviética antes de regresar a Indonesia, donde fue condenado al ostracismo por sus acciones revolucionarias y creencias políticas. No se supo nada de él después de 1966, un año después del golpe militar de Suharto, y se sospecha que Bi pudo haber sido ejecutado.
"Cuando lo oí, lloré", dice Hwei-Ru Tsou. "Sentí que había llegado a conocerlo. Lo sentía muy cercano a mi. Más tarde supe mucho acerca de sus hechos, no sólo en España sino también en China. Sentí que este gran hombre había sido olvidado, no sólo por su propio pueblo, pueblo de Indonesia, y sus compañeros, sino también por el mundo. Fue un hombre que vivió para sus ideales, y que tuvo un gran valor. Era un hombre increíble ".
A principios de 1939, Xie fue uno de los cientos de miles de refugiados republicanos que huyeron a Francia, donde fueron confinados en el famoso Campo de Concentración de Gurs durante ocho meses antes de regresar a China a través de Singapur, Hong Kong y Vietnam. Xie luchó con el Ejército Rojo contra los japoneses. Con el tiempo trabajó como ingeniero para la fuerza aérea china en la década de 1950 y principios de los años 60. En 1965, sin embargo, Xie fue purgado por el Partido Comunista y acusado de revisionista debido a su implicación con los extranjeros en Europa. Murió de cáncer en 1978, no habiendo podido ser "rehabilitado".
Liu llegó a Yanan a finales de 1939 y fue admitido en el Partido Comunista en 1946. Se sabe que trabajó en proyectos de construcción, incluyendo las [arqueológicas] viviendas cavernícolas de Yaodong por las que Yanan se hizo famoso, pero luego su rastro se pierde.
¿Y el muchacho del cartel de la Estampa?
De acuerdo con Hwei-Ru Tsou, cuando los voluntarios internacionales se retiraron en 1938, Zhang Ruishu volvió a París y fue rápidamente detenido por el gobierno francés. Finalmente liberado con ayuda del Partido Comunista Francés, su antiguos compañeros de trabajo y sindicalistas de la Renault pagaron su pasaje en barco a China en el año 1939. A partir de 1949, trabajó en varias posiciones administrativas para la agencia de noticias Xinhua, retirándose en 1958. Diez años más tarde, solo y olvidado, calló a las puerta de su casa, y murió ese mismo año, a la edad de 75.
Para Hwei-Ru Tsou, las experiencias de los voluntarios chinos, que lucharon - y en algunos casos murieron - por sus convicciones internacionalistas en el lado opuesto del planeta de su tierra natal, no son mera historia, son ejemplos que brillan en un mundo habitualmente sacudido por tormentas políticas y la creciente intolerancia.
"Sus historias - en los tiempos actuales - son muy importantes", dice ella. "La situación en aquel entonces, - con Hitler y Mussolini levantándose sobre Europa, la situación económica y política en ese momento - podría regresar, y vemos signos de esto en algunos lugares del mundo.
"Estas historias pueden servir para mantenernos alerta."
Traducción: The Chinese volunteers who fought in the Spanish civil war - their amazing courage and obscure fates |(Los voluntarios chinos que lucharon en la guerra civil española- su valor increíble y oscuros destinos)
South China Morning Post 18.7.2016 vía tarcotecacounterinformation.blogspot
sábado, 13 de agosto de 2016
Cómo evitar los riesgos para la salud de pasar ocho horas sentados. Varios estudios alertan del mínimo avance global contra el sedentarismo y los cinco millones de vidas que se cobra cada año
Desde hace años, científicos y médicos de todo el mundo conocen un tratamiento capaz de salvarle la vida a más de cinco millones de personas cada año, evitar buena parte de las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, el cáncer de mama y otros tumores y alargar la vida de cualquier persona. Lo mejor es que se trata de un remedio gratuito, disponible desde tiempos inmemoriales y al alcance de la mayoría de personas: ejercicio.
Cada año olímpico, la revista médica The Lancet publica una colección de artículos sobre los beneficios del ejercicio para evitar los grandes males que azotan a la salud mundial. La principal conclusión de los cuatro nuevos estudios recién publicados es que la situación mundial no ha progresado casi nada. Un cuarto de todos los adultos del mundo no hace ejercicio suficiente y, más preocupante de cara al futuro, el 80% de los niños y jóvenes tampoco llega al mínimo de deporte semanal recomendado por la Organización Mundial de la Salud. En 2012, un estudio similar calculó que, cada año, el sedentarismo mata a más personas que el tabaco, que se cobra unos cinco millones de vidas.
Uno de los estudios es una revisión de 16 trabajos anteriores que engloban a más de un millón de personas. Los investigadores querían determinar cuánto ejercicio es necesario para evitar el riesgo de muerte prematura asociado al sedentarismo. El tipo de actividad analizada era andar rápido o pasear en bici, ambos durante una hora al día.
Los resultados muestran que las personas activas están mucho más sanas aunque tengan que pasar ocho horas sentados. La gente con más riesgo es la que no hace ningún tipo de actividad. Pero el trabajo muestra también que una hora de ejercicio al día basta para contrarrestar los efectos nocivos de esas ocho horas parados. Solo una de cada cuatro personas analizadas hace esa hora de ejercicio o más al día, resalta el estudio.
“Para mucha gente que tiene trabajos de oficina y se desplaza en un vehículo al trabajo no hay forma de evitar pasar mucho tiempo sentado”, reconoce Ulf Ekelund, de la Universidad de Cambridge y la Escuela Noruega de Ciencias del Deporte. “No podríamos destacar más la importancia de hacer ejercicio, ya sea dar un paseo a la hora de la comida, correr un poco por la mañana o ir en bici al trabajo. Una hora al día es lo ideal, pero si esto es imposible, al menos hacer un poco de deporte al día también reduce el riesgo [de muerte prematura]”, resalta. Estudios anteriores han calculado que cada minuto de actividad física puede aportar hasta siete más de vida.
Ha habido un aumento en los países que han puesto en marcha campañas de promoción del ejercicio, según otro de los estudios publicados hoy. El ejercicio no solo frena las enfermedades cardiovasculares, la diabetes o el cáncer, sino que también “podría evitar unos 300.000 casos de demencia al año”, resalta Jim Sallis, de la Universidad de California en San Diego. A pesar de ello, lamenta, “la pandemia global de inactividad física sigue ahí y la respuesta global ha sido demasiado lenta”.
Los estudios piden una mayor implicación y compromiso de las autoridades sanitarias. Otro trabajo enumera intervenciones exitosas y con un coste bajo, como la realizada en Curitiba (Brasil), Bogotá (Colombia) y Cambridge (Reino Unido), donde se ha aumentado la distancia entre paradas de autobuses y esto ha logrado que la gente ande más.
Además de los incuestionables beneficios en salud, el ejercicio también puede ahorrar ingentes cantidades de dinero a las arcas públicas. En este sentido, otro estudio ha calculado por primera vez el coste sanitario del sedentarismo: unos 60.000 millones de euros al año en precios de 2013. En España los costes totales son de algo más de 2.000 millones de euros.
http://elpais.com/elpais/2016/07/27/ciencia/1469614507_721022.html
Cada año olímpico, la revista médica The Lancet publica una colección de artículos sobre los beneficios del ejercicio para evitar los grandes males que azotan a la salud mundial. La principal conclusión de los cuatro nuevos estudios recién publicados es que la situación mundial no ha progresado casi nada. Un cuarto de todos los adultos del mundo no hace ejercicio suficiente y, más preocupante de cara al futuro, el 80% de los niños y jóvenes tampoco llega al mínimo de deporte semanal recomendado por la Organización Mundial de la Salud. En 2012, un estudio similar calculó que, cada año, el sedentarismo mata a más personas que el tabaco, que se cobra unos cinco millones de vidas.
Uno de los estudios es una revisión de 16 trabajos anteriores que engloban a más de un millón de personas. Los investigadores querían determinar cuánto ejercicio es necesario para evitar el riesgo de muerte prematura asociado al sedentarismo. El tipo de actividad analizada era andar rápido o pasear en bici, ambos durante una hora al día.
Los resultados muestran que las personas activas están mucho más sanas aunque tengan que pasar ocho horas sentados. La gente con más riesgo es la que no hace ningún tipo de actividad. Pero el trabajo muestra también que una hora de ejercicio al día basta para contrarrestar los efectos nocivos de esas ocho horas parados. Solo una de cada cuatro personas analizadas hace esa hora de ejercicio o más al día, resalta el estudio.
“Para mucha gente que tiene trabajos de oficina y se desplaza en un vehículo al trabajo no hay forma de evitar pasar mucho tiempo sentado”, reconoce Ulf Ekelund, de la Universidad de Cambridge y la Escuela Noruega de Ciencias del Deporte. “No podríamos destacar más la importancia de hacer ejercicio, ya sea dar un paseo a la hora de la comida, correr un poco por la mañana o ir en bici al trabajo. Una hora al día es lo ideal, pero si esto es imposible, al menos hacer un poco de deporte al día también reduce el riesgo [de muerte prematura]”, resalta. Estudios anteriores han calculado que cada minuto de actividad física puede aportar hasta siete más de vida.
Ha habido un aumento en los países que han puesto en marcha campañas de promoción del ejercicio, según otro de los estudios publicados hoy. El ejercicio no solo frena las enfermedades cardiovasculares, la diabetes o el cáncer, sino que también “podría evitar unos 300.000 casos de demencia al año”, resalta Jim Sallis, de la Universidad de California en San Diego. A pesar de ello, lamenta, “la pandemia global de inactividad física sigue ahí y la respuesta global ha sido demasiado lenta”.
Los estudios piden una mayor implicación y compromiso de las autoridades sanitarias. Otro trabajo enumera intervenciones exitosas y con un coste bajo, como la realizada en Curitiba (Brasil), Bogotá (Colombia) y Cambridge (Reino Unido), donde se ha aumentado la distancia entre paradas de autobuses y esto ha logrado que la gente ande más.
Además de los incuestionables beneficios en salud, el ejercicio también puede ahorrar ingentes cantidades de dinero a las arcas públicas. En este sentido, otro estudio ha calculado por primera vez el coste sanitario del sedentarismo: unos 60.000 millones de euros al año en precios de 2013. En España los costes totales son de algo más de 2.000 millones de euros.
http://elpais.com/elpais/2016/07/27/ciencia/1469614507_721022.html
viernes, 12 de agosto de 2016
Cuando Cuba estaba luchando por Angola
África
por Augusta Conchiglia
Con su nueva encuesta (1) "brillante y erudita," en las palabras de Noam Chomsky, la universidad italoamericano Piero Gleijeses desnuda responsabilidad en la continuación del conflicto en el sur de África después de la independencia de Angola de EE.UU. (Noviembre 11, 1975). Los defectos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) muestran las contradicciones internas a las autoridades de Estados Unidos, donde el Departamento de Estado a veces figura del elemento moderado. Ya es autor de una rica estudio de revelaciones sobre la historia de Cuba en África (2), Gleijeses también examina las diferencias tácticas entre aliados. Más intervencionista, Cuba toma el riesgo de represalias de Estados Unidos, mientras que la Unión Soviética se mantiene dividido entre su deseo de relajarse con Estados Unidos y sus compromisos en el frente africano.
Recordemos los hechos. En agosto de 1975 las tropas sudafricanas ocupan el sur de Angola, sigue provincia portuguesa. En noviembre del mismo año, se proclamó la independencia; tropas sudafricanas se retiran, pero el apoyo de la Unión Nacional rebelde para la Independencia Total de Angola (Unita). soldados cubanos llegaron para ayudar al Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA) para mantener el poder. Zaire apoya mientras que el Frente Nacional de Liberación de Angola (FNLA). La guerra civil se está librando.
La administración del presidente Gerald Ford y su estratega de Henry Kissinger tenía, en 1974, se escatiman esfuerzos para marginar el MPLA. Tras la elección de James Carter en noviembre de 1976, el Congreso de Estados Unidos aprobó una enmienda que prohíbe la ayuda a los movimientos rebeldes en Angola. Sin embargo, influenciado por el asesor Zbigniew Brzezinski, Carter muestra tan obsesionado como su predecesor por la presencia de Cuba, y se niega a reconocer al gobierno de Angola.
Con el presidente Ronald Reagan (1981-1989), que hizo el apoyo incondicional a la Unita una cuestión política doméstica, los sudafricanos tienen las manos libres. No contento con el apoyo logístico, Pretoria puso en marcha una serie de operaciones militares que culminaron en 1987 en lo que la historia oficial conciso del ejército sudafricano definido en su momento como "la operación más grande jamás llevada a cabo por las fuerzas de tierra y la aviación al sur de África desde la Segunda guerra Mundial".
El Cuito Cuanavale en el sureste de Angola (enero de 1988), es la culminación de trece años de agresión de Sudáfrica contra los más ricos de las antiguas colonias portuguesas. Reconociendo jugar a su destino en Angola, Pretoria elige la escalada. M.Fidel Castro y el desafío. De acuerdo con los líderes de Angola, decidió enviar tropas adicionales y convence líder soviético Mikhail Gorbachov para entregar armamento más sofisticado. En agosto de 1988, Sudáfrica se retira y aceptar el plan de las Naciones Unidas para la independencia de Namibia. Cuba se puede repatriar a sus tropas. Nelson Mandela cree que el fracaso de Sudáfrica como "el punto de inflexión en la liberación del continente del flagelo del apartheid." Los nombres de los soldados cubanos muertos en Angola aparecen hoy con las de todos los héroes de la historia de Sudáfrica en la pared de la memoria del Parque de la Libertad en Pretoria.
La historia de la colonización en África está marcada por otras guerras, los que no dicen su nombre y se conformaron a subordinar todo a la búsqueda de beneficios. En 1903, una campaña internacional lanzada por un periodista británico Edmund Morel, denunciado como delincuentes condiciones en las explotaciones de caucho en el Estado Libre del Congo Belga, Congo futuro trabajo. Pierre Savorgnan de Brazza fue enviado a investigar francés Congo, donde fue comisario general de 1886 a 1897. El informe de Brazza, escrito en 1907, abruma la administración considera ineficaz, dominado por los intereses privados y que cubre el abuso "intolerable y masiva ". Se lo debemos al historiador Catalina Coquery- Vidrovitch la exhumación de este texto olvidado, que fue considerado demasiado comprometer a publicarse (3).
Augusta Conchiglia Periodista.
http://www.monde-diplomatique.fr/2014/10/CONCHIGLIA/50867
por Augusta Conchiglia
Con su nueva encuesta (1) "brillante y erudita," en las palabras de Noam Chomsky, la universidad italoamericano Piero Gleijeses desnuda responsabilidad en la continuación del conflicto en el sur de África después de la independencia de Angola de EE.UU. (Noviembre 11, 1975). Los defectos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) muestran las contradicciones internas a las autoridades de Estados Unidos, donde el Departamento de Estado a veces figura del elemento moderado. Ya es autor de una rica estudio de revelaciones sobre la historia de Cuba en África (2), Gleijeses también examina las diferencias tácticas entre aliados. Más intervencionista, Cuba toma el riesgo de represalias de Estados Unidos, mientras que la Unión Soviética se mantiene dividido entre su deseo de relajarse con Estados Unidos y sus compromisos en el frente africano.
Recordemos los hechos. En agosto de 1975 las tropas sudafricanas ocupan el sur de Angola, sigue provincia portuguesa. En noviembre del mismo año, se proclamó la independencia; tropas sudafricanas se retiran, pero el apoyo de la Unión Nacional rebelde para la Independencia Total de Angola (Unita). soldados cubanos llegaron para ayudar al Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA) para mantener el poder. Zaire apoya mientras que el Frente Nacional de Liberación de Angola (FNLA). La guerra civil se está librando.
La administración del presidente Gerald Ford y su estratega de Henry Kissinger tenía, en 1974, se escatiman esfuerzos para marginar el MPLA. Tras la elección de James Carter en noviembre de 1976, el Congreso de Estados Unidos aprobó una enmienda que prohíbe la ayuda a los movimientos rebeldes en Angola. Sin embargo, influenciado por el asesor Zbigniew Brzezinski, Carter muestra tan obsesionado como su predecesor por la presencia de Cuba, y se niega a reconocer al gobierno de Angola.
Con el presidente Ronald Reagan (1981-1989), que hizo el apoyo incondicional a la Unita una cuestión política doméstica, los sudafricanos tienen las manos libres. No contento con el apoyo logístico, Pretoria puso en marcha una serie de operaciones militares que culminaron en 1987 en lo que la historia oficial conciso del ejército sudafricano definido en su momento como "la operación más grande jamás llevada a cabo por las fuerzas de tierra y la aviación al sur de África desde la Segunda guerra Mundial".
El Cuito Cuanavale en el sureste de Angola (enero de 1988), es la culminación de trece años de agresión de Sudáfrica contra los más ricos de las antiguas colonias portuguesas. Reconociendo jugar a su destino en Angola, Pretoria elige la escalada. M.Fidel Castro y el desafío. De acuerdo con los líderes de Angola, decidió enviar tropas adicionales y convence líder soviético Mikhail Gorbachov para entregar armamento más sofisticado. En agosto de 1988, Sudáfrica se retira y aceptar el plan de las Naciones Unidas para la independencia de Namibia. Cuba se puede repatriar a sus tropas. Nelson Mandela cree que el fracaso de Sudáfrica como "el punto de inflexión en la liberación del continente del flagelo del apartheid." Los nombres de los soldados cubanos muertos en Angola aparecen hoy con las de todos los héroes de la historia de Sudáfrica en la pared de la memoria del Parque de la Libertad en Pretoria.
La historia de la colonización en África está marcada por otras guerras, los que no dicen su nombre y se conformaron a subordinar todo a la búsqueda de beneficios. En 1903, una campaña internacional lanzada por un periodista británico Edmund Morel, denunciado como delincuentes condiciones en las explotaciones de caucho en el Estado Libre del Congo Belga, Congo futuro trabajo. Pierre Savorgnan de Brazza fue enviado a investigar francés Congo, donde fue comisario general de 1886 a 1897. El informe de Brazza, escrito en 1907, abruma la administración considera ineficaz, dominado por los intereses privados y que cubre el abuso "intolerable y masiva ". Se lo debemos al historiador Catalina Coquery- Vidrovitch la exhumación de este texto olvidado, que fue considerado demasiado comprometer a publicarse (3).
Augusta Conchiglia Periodista.
http://www.monde-diplomatique.fr/2014/10/CONCHIGLIA/50867
jueves, 11 de agosto de 2016
Marx llevaba bastante razón
Vicenç Navarro
Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y ex Catedrático de Economía. Universidad de Barcelona
Como consecuencia del enorme dominio que las fuerzas conservadoras tienen en los mayores medios de difusión y comunicación, incluso académicos, en España (incluyendo Catalunya), el grado de desconocimiento de las distintas teorías económicas derivadas de los escritos de Karl Marx en estos medios es abrumador. Por ejemplo, si alguien sugiere que para salir de la Gran Recesión se necesita estimular la demanda, inmediatamente le ponen a uno la etiqueta de ser un keynesiano, neo-keynesiano o “lo que fuera” keynesiano. En realidad, tal medida pertenece no tanto a Keynes, sino a las teorías de Kalecki, el gran pensador polaco, claramente enraizado en la tradición marxista, que, según el economista keynesiano más conocido hoy en el mundo, Paul Krugman, es el pensador que ha analizado y predicho mejor el capitalismo, y cuyos trabajos sirven mejor para entender no solo la Gran Depresión, sino también la Gran Recesión.
En realidad, según Joan Robinson, profesora de Economía en la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, y discípula predilecta de Keynes, este conocía y, según Robinson, fue influenciado en gran medida por los trabajos de Kalecki.
Ahora bien, como Keynes es más tolerado que Marx en el mundo académico universitario, a muchos académicos les asusta estar o ser percibidos como marxistas y prefieren camuflarse bajo el término de keynesianos. El camuflaje es una forma de lucha por la supervivencia en ambientes tan profundamente derechistas, como ocurre en España, incluyendo Catalunya, donde cuarenta años de dictadura fascista y otros tantos de democracia supervisada por los poderes fácticos de siempre han dejado su marca.
Al lector que se crea que exagero le invito a la siguiente reflexión. Suponga que yo, en una entrevista televisiva (que es más que improbable que ocurra en los medios altamente controlados que nos rodean), dijera que “la lucha de clases, con la victoria de la clase capitalista sobre la clase trabajadora, es esencial para entender la situación social y económica en España y en Catalunya”; es más que probable que el entrevistador y el oyente me mirasen con cara de incredulidad, pensando que lo que estaría diciendo sería tan anticuado que sería penoso que yo todavía estuviera diciendo tales sandeces. Ahora bien, en el lenguaje del establishment español (incluyendo el catalán) se suele confundir antiguo con anticuado, sin darse cuenta de que una idea o un principio pueden ser muy antiguos, pero no necesariamente anticuados. La ley de la gravedad es muy, pero que muy antigua, y sin embargo, no es anticuada. Si no se lo cree, salte de un cuarto piso y lo verá.
La lucha de clases existe
Pues bien, la existencia de clases es un principio muy antiguo en todas las tradiciones analíticas sociológicas. Repito, en todas. Y lo mismo en cuanto al conflicto de clases. Todos, repito, todos los mayores pensadores que han analizado la estructura social de nuestras sociedades –desde Weber a Marx- hablan de lucha de clases. La única diferencia entre Weber y Marx es que, mientras que en Weber el conflicto entre clases es coyuntural, en Marx, en cambio, es estructural, y es intrínseco a la existencia del capitalismo. En otras palabras, mientras Weber habla de dominio de una clase por la otra, Marx habla de explotación. Un agente (sea una clase, una raza, un género o una nación) explota a otro cuando vive mejor a costa de que el otro viva peor. Es todo un reto negar que haya enormes explotaciones en las sociedades en las que vivimos. Pero decir que hay lucha de clases no quiere decir que uno sea o deje de ser marxista. Todas las tradiciones sociológicas sostienen su existencia.
Las teorías de Kalecki
Kalecki es el que indicó que, como señaló Marx, la propia dinámica del conflicto Capital-Trabajo lleva a la situación que creó la Gran Depresión, pues la victoria del capital lleva a una reducción de las rentas del trabajo que crea graves problemas de demanda. No soy muy favorable a la cultura talmúdica de recurrir a citas de los grandes textos, pero me veo en la necesidad de hacerlo en esta ocasión.
Marx escribió en El Capital lo siguiente: “Los trabajadores son importantes para los mercados como compradores de bienes y servicios. Ahora bien, la dinámica del capitalismo lleva a que los salarios –el precio de un trabajo- bajen cada vez más, motivo por el que se crea un problema de falta de demanda de aquellos bienes y servicios producidos por el sistema capitalista, con lo cual hay un problema, no solo en la producción, sino en la realización de los bienes y servicios. Y este es el problema fundamental en la dinámica capitalista que lleva a un empobrecimiento de la población, que obstaculiza a la vez la realización de la producción y su realización”. Más claro, el agua.
Esto no es Keynes, es Karl Marx. De ahí la necesidad de trascender el capitalismo estableciendo una dinámica opuesta en la que la producción respondiera a una lógica distinta, en realidad, opuesta, encaminada a satisfacer las necesidades de la población, determinadas no por el mercado y por la acumulación del capital, sino por la voluntad política de los trabajadores.
De ahí se derivan varios principios. Uno de ellos, revertir las políticas derivadas del domino del capital (tema sobre el cual Keynes no habla nada), aumentando los salarios, en lugar de reducirlos, a fin de crear un aumento de la demanda (de lo cual Keynes sí que habla) a través del aumento de las rentas del trabajo, vía crecimiento de los salarios o del gasto público social, que incluye el Estado del bienestar y la protección social que Kalecki define como el salario social.
Mirando los datos se ve claramente que hoy las políticas neoliberales realizadas para el beneficio del capital han sido responsables de que desde los años ochenta las rentas del capital hayan aumentado a costa de disminuir las rentas del trabajo (ver mi artículo “Capital-Trabajo: el origen de la crisis actual” en Le Monde Diplomatique, julio 2013), lo cual ha creado un grave problema de demanda, que tardó en expresarse en forma de crisis debido al enorme endeudamiento de la clase trabajadora y otros componentes de las clases populares (y de las pequeñas y medianas empresas).
Tal endeudamiento creó la gran expansión del capital financiero (la banca), la cual invirtió en actividades especulativas, pues sus inversiones financieras en las áreas de la economía productiva (donde se producen los bienes y servicios de consumo) eran de baja rentabilidad precisamente como consecuencia de la escasa demanda. Las inversiones especulativas crearon las burbujas que, al estallar, crearon la crisis actual conocida como la Gran Depresión. Esta es la evidencia de lo que ha estado ocurriendo (ver mi libro Ataque a la democracia y al bienestar. Crítica al pensamiento económico dominante, Anagrama, 2015)
De ahí que la salida de la Gran Crisis (en la que todavía estamos inmersos) pase por una reversión de tales políticas, empoderando a las rentas del trabajo a costa de las rentas del capital. Esta es la gran contribución de Kalecki, que muestra no solo lo que está pasando, sino por dónde deberían orientar las fuerzas progresistas sus propuestas de salida de esta crisis, y que requieren un gran cambio en las relaciones de fuerza Capital-Trabajo en cada país. El hecho de que no se hable mucho de ello responde a que las fuerzas conservadoras dominan el mundo del pensamiento económico y no permiten la exposición de visiones alternativas. Y así estamos, yendo de mal en peor. Las cifras económicas últimas son las peores que hemos visto últimamente.
http://blogs.publico.es/vicenc-navarro/2016/08/01/marx-llevaba-bastante-razon/
Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y ex Catedrático de Economía. Universidad de Barcelona
Como consecuencia del enorme dominio que las fuerzas conservadoras tienen en los mayores medios de difusión y comunicación, incluso académicos, en España (incluyendo Catalunya), el grado de desconocimiento de las distintas teorías económicas derivadas de los escritos de Karl Marx en estos medios es abrumador. Por ejemplo, si alguien sugiere que para salir de la Gran Recesión se necesita estimular la demanda, inmediatamente le ponen a uno la etiqueta de ser un keynesiano, neo-keynesiano o “lo que fuera” keynesiano. En realidad, tal medida pertenece no tanto a Keynes, sino a las teorías de Kalecki, el gran pensador polaco, claramente enraizado en la tradición marxista, que, según el economista keynesiano más conocido hoy en el mundo, Paul Krugman, es el pensador que ha analizado y predicho mejor el capitalismo, y cuyos trabajos sirven mejor para entender no solo la Gran Depresión, sino también la Gran Recesión.
En realidad, según Joan Robinson, profesora de Economía en la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, y discípula predilecta de Keynes, este conocía y, según Robinson, fue influenciado en gran medida por los trabajos de Kalecki.
Ahora bien, como Keynes es más tolerado que Marx en el mundo académico universitario, a muchos académicos les asusta estar o ser percibidos como marxistas y prefieren camuflarse bajo el término de keynesianos. El camuflaje es una forma de lucha por la supervivencia en ambientes tan profundamente derechistas, como ocurre en España, incluyendo Catalunya, donde cuarenta años de dictadura fascista y otros tantos de democracia supervisada por los poderes fácticos de siempre han dejado su marca.
Al lector que se crea que exagero le invito a la siguiente reflexión. Suponga que yo, en una entrevista televisiva (que es más que improbable que ocurra en los medios altamente controlados que nos rodean), dijera que “la lucha de clases, con la victoria de la clase capitalista sobre la clase trabajadora, es esencial para entender la situación social y económica en España y en Catalunya”; es más que probable que el entrevistador y el oyente me mirasen con cara de incredulidad, pensando que lo que estaría diciendo sería tan anticuado que sería penoso que yo todavía estuviera diciendo tales sandeces. Ahora bien, en el lenguaje del establishment español (incluyendo el catalán) se suele confundir antiguo con anticuado, sin darse cuenta de que una idea o un principio pueden ser muy antiguos, pero no necesariamente anticuados. La ley de la gravedad es muy, pero que muy antigua, y sin embargo, no es anticuada. Si no se lo cree, salte de un cuarto piso y lo verá.
La lucha de clases existe
Pues bien, la existencia de clases es un principio muy antiguo en todas las tradiciones analíticas sociológicas. Repito, en todas. Y lo mismo en cuanto al conflicto de clases. Todos, repito, todos los mayores pensadores que han analizado la estructura social de nuestras sociedades –desde Weber a Marx- hablan de lucha de clases. La única diferencia entre Weber y Marx es que, mientras que en Weber el conflicto entre clases es coyuntural, en Marx, en cambio, es estructural, y es intrínseco a la existencia del capitalismo. En otras palabras, mientras Weber habla de dominio de una clase por la otra, Marx habla de explotación. Un agente (sea una clase, una raza, un género o una nación) explota a otro cuando vive mejor a costa de que el otro viva peor. Es todo un reto negar que haya enormes explotaciones en las sociedades en las que vivimos. Pero decir que hay lucha de clases no quiere decir que uno sea o deje de ser marxista. Todas las tradiciones sociológicas sostienen su existencia.
Las teorías de Kalecki
Kalecki es el que indicó que, como señaló Marx, la propia dinámica del conflicto Capital-Trabajo lleva a la situación que creó la Gran Depresión, pues la victoria del capital lleva a una reducción de las rentas del trabajo que crea graves problemas de demanda. No soy muy favorable a la cultura talmúdica de recurrir a citas de los grandes textos, pero me veo en la necesidad de hacerlo en esta ocasión.
Marx escribió en El Capital lo siguiente: “Los trabajadores son importantes para los mercados como compradores de bienes y servicios. Ahora bien, la dinámica del capitalismo lleva a que los salarios –el precio de un trabajo- bajen cada vez más, motivo por el que se crea un problema de falta de demanda de aquellos bienes y servicios producidos por el sistema capitalista, con lo cual hay un problema, no solo en la producción, sino en la realización de los bienes y servicios. Y este es el problema fundamental en la dinámica capitalista que lleva a un empobrecimiento de la población, que obstaculiza a la vez la realización de la producción y su realización”. Más claro, el agua.
Esto no es Keynes, es Karl Marx. De ahí la necesidad de trascender el capitalismo estableciendo una dinámica opuesta en la que la producción respondiera a una lógica distinta, en realidad, opuesta, encaminada a satisfacer las necesidades de la población, determinadas no por el mercado y por la acumulación del capital, sino por la voluntad política de los trabajadores.
De ahí se derivan varios principios. Uno de ellos, revertir las políticas derivadas del domino del capital (tema sobre el cual Keynes no habla nada), aumentando los salarios, en lugar de reducirlos, a fin de crear un aumento de la demanda (de lo cual Keynes sí que habla) a través del aumento de las rentas del trabajo, vía crecimiento de los salarios o del gasto público social, que incluye el Estado del bienestar y la protección social que Kalecki define como el salario social.
Mirando los datos se ve claramente que hoy las políticas neoliberales realizadas para el beneficio del capital han sido responsables de que desde los años ochenta las rentas del capital hayan aumentado a costa de disminuir las rentas del trabajo (ver mi artículo “Capital-Trabajo: el origen de la crisis actual” en Le Monde Diplomatique, julio 2013), lo cual ha creado un grave problema de demanda, que tardó en expresarse en forma de crisis debido al enorme endeudamiento de la clase trabajadora y otros componentes de las clases populares (y de las pequeñas y medianas empresas).
Tal endeudamiento creó la gran expansión del capital financiero (la banca), la cual invirtió en actividades especulativas, pues sus inversiones financieras en las áreas de la economía productiva (donde se producen los bienes y servicios de consumo) eran de baja rentabilidad precisamente como consecuencia de la escasa demanda. Las inversiones especulativas crearon las burbujas que, al estallar, crearon la crisis actual conocida como la Gran Depresión. Esta es la evidencia de lo que ha estado ocurriendo (ver mi libro Ataque a la democracia y al bienestar. Crítica al pensamiento económico dominante, Anagrama, 2015)
De ahí que la salida de la Gran Crisis (en la que todavía estamos inmersos) pase por una reversión de tales políticas, empoderando a las rentas del trabajo a costa de las rentas del capital. Esta es la gran contribución de Kalecki, que muestra no solo lo que está pasando, sino por dónde deberían orientar las fuerzas progresistas sus propuestas de salida de esta crisis, y que requieren un gran cambio en las relaciones de fuerza Capital-Trabajo en cada país. El hecho de que no se hable mucho de ello responde a que las fuerzas conservadoras dominan el mundo del pensamiento económico y no permiten la exposición de visiones alternativas. Y así estamos, yendo de mal en peor. Las cifras económicas últimas son las peores que hemos visto últimamente.
http://blogs.publico.es/vicenc-navarro/2016/08/01/marx-llevaba-bastante-razon/
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Vicenc Navarro
miércoles, 10 de agosto de 2016
Las intenciones y los hechos
Es tan tonto juzgar a un movimiento por las supuestas intenciones de sus líderes como juzgar a ésos por sus declaraciones y discursos...
Los procesos sociales siguen cursos que poco tienen que ver con las intenciones de quienes los desencadenan. No dependen sólo de dichas intenciones ni tampoco de los líderes iniciales o de los organizadores. Porque esos procesos, al crecer, son cada vez más complejos. Y porque su crecimiento mismo aumenta y cambia la conciencia colectiva bajo el impulso de la necesidad de derrotar la reacción y la represión de las clases dominantes que se aferran al poder.
La revolución rusa de 1905, por ejemplo, fue el resultado de una gran procesión organizada y dirigida por un cura- provocador de la policía zarista- para rogarle al Zar pan y paz y a la que éste respondió con represión salvaje. La acción pensada para desviar la protesta popular le dio, por el contrario, mayor alcance y fuerza.
Más cerca de nosotros, Estados Unidos apoyó la lucha contra Fulgencio Batista y a los guerrilleros que encabezaba Fidel Castro creyendo que de la caída del dictador surgiría un gobierno formalmente democrático pero proimperialista. En efecto, el primer gobierno revolucionario cubano, en 1959, tuvo como presidente un juez liberal (Urrutia), un primer ministro (Carmona) y muchos ministros conservadores y a Fidel Castro sólo como vicepresidente. Pero la participación rápida y masiva de los trabajadores cubanos desbordó y anuló las intenciones continuistas del gobierno y lo dividió ya que Fidel y su grupo escogieron seguir ese impulso revolucionario “de abajo” y respondieron con medidas radicales a la presión y las sanciones estadounidenses mientras que Urrutia y sus ministros emigraron a Estados Unidos. Washington, que creyó poder utilizar la revolución antibatistiana para blanquear la fachada del sistema conservándolo y manteniendo su dominación terminó poniendo en riesgo al primero y perdiendo la segunda.
Es tan tonto juzgar a un movimiento por las supuestas intenciones de sus líderes como juzgar a ésos por sus declaraciones y discursos. Por un lado porque al rengo se le reconoce sólo cuando camina. Por otro, porque la interacción e interinfluencia entre los “dirigentes” y sus “bases” hace que los primeros no puedan lanzar o frenar movilizaciones apretando un botón de comando y que las segundas no acepten pasivamente cualquier decisión e impongan en cambio medidas al Líder supuestamente omnipotente. Así sucedió con el presidente argentino Perón, en el apogeo de su influencia, cuando la guerra de Corea. Por anticomunismo y por oportunismo hacia Washington Perón y el canciller Hilario Paz querían entonces mandar tropas y granos para combatir junto al imperialismo pero la rápida respuesta obrera y de los marineros de la flota de guerra paralizaron los planes gubernamentales.
Un movimiento conservador y burgués pero que se apoya en los trabajadores desempeña siempre un doble papel: por un lado, frena el avance de sus bases hacia el anticapitalismo y es un poderoso factor en la difusión de la ideología capitalista. Pero, por otro, es un cauce que permite a grandísimas masas de trabajadores dar sus primeros pasos políticos, sentir su propia fuerza, expresarse y organizarse, sin lo cual es imposible superar esa dirección transitoria y llegar a ser anticapitalista.
Tal como los sindicatos oficiales - que forman parte del aparato estatal ampliado ya que se limitan a discutir las condiciones de venta de la mercancía fuerza de trabajo en el mercado capitalista-, los movimientos de masas con dirección y políticas capitalistas quieren reformar el sistema capitalista en beneficio de quienes los dirigen. Pero también, como los sindicatos -si llegan a romper las relaciones verticales que les hacen dependientes de los dirigentes y a vencer las prácticas y las ideas caudillistas conservadoras de los mismos- podrían ser instrumentos de los sectores más avanzados de los trabajadores para organizarse y avanzar hacia su independencia política
No me preocuparon nunca las intenciones políticas de “Marcos-Galeano” (critiqué puntualmente durante años sus posiciones sectarias, no sus intenciones- y sí en cambio, me interesa el nivel de conciencia, el grado de organización, las reivindicaciones de los indígenas-campesinos neozapatistas de Chiapas y de todo México, en cuya lucha me siento incluido. No le pongo tampoco el intencionómetro ni a AMLO ni a los dirigentes de MORENA. Pero me interesan mucho las capacidades potenciales –no sólo los límites actuales, que podrían ser transitorios- de los millones de personas que se reúnen en MORENA aunque crean todavía en el capitalismo y en la posibilidad de reformarlo y estén educados en la aceptación de relaciones de mando verticalistas que considero nefastas.
Las revoluciones sociales las hacen trabajadores hasta entonces conservadores que nunca pensaron hacerlas. Porque en ciertas condiciones, los gobiernos capitalistas sin consenso obligan a patadas a los oprimidos a ir mucho más allá de su comprensión y organización actual y a tomar en sus propias manos su destino, autoorganizándose, practicando la autogestión, desarrollando la solidaridad, la fraternidad, el uno por todos y todos por uno. Si los oprimidos y dominados están unidos y organizados en la lucha democrática antes de esos momentos de ruptura lo que hoy es un canal para controlar las crecientes podría pasar a ser el lecho de un impetuoso río anticapitalista.
Todas las organizaciones que enfrentan hoy la barbarie de un gobierno que demuestra a cada paso su aislamiento y su debilidad tienen en su pasado algún error grave. Pero es posible su unión sobre la base, no del pasado, sino de los objetivos presentes y futuros. Eso podría depurar sus direcciones marginando a los que tienen intereses inconfesables o, simplemente, no saben ni quieren cambiar. Los saltos cualitativos en la subjetividad de las masas no cambian sólo el curso del proceso sino también a todos los que en él participan.
Guillermo Almeyra
http://www.sinpermiso.info/textos/las-intenciones-y-los-hechos
Los procesos sociales siguen cursos que poco tienen que ver con las intenciones de quienes los desencadenan. No dependen sólo de dichas intenciones ni tampoco de los líderes iniciales o de los organizadores. Porque esos procesos, al crecer, son cada vez más complejos. Y porque su crecimiento mismo aumenta y cambia la conciencia colectiva bajo el impulso de la necesidad de derrotar la reacción y la represión de las clases dominantes que se aferran al poder.
La revolución rusa de 1905, por ejemplo, fue el resultado de una gran procesión organizada y dirigida por un cura- provocador de la policía zarista- para rogarle al Zar pan y paz y a la que éste respondió con represión salvaje. La acción pensada para desviar la protesta popular le dio, por el contrario, mayor alcance y fuerza.
Más cerca de nosotros, Estados Unidos apoyó la lucha contra Fulgencio Batista y a los guerrilleros que encabezaba Fidel Castro creyendo que de la caída del dictador surgiría un gobierno formalmente democrático pero proimperialista. En efecto, el primer gobierno revolucionario cubano, en 1959, tuvo como presidente un juez liberal (Urrutia), un primer ministro (Carmona) y muchos ministros conservadores y a Fidel Castro sólo como vicepresidente. Pero la participación rápida y masiva de los trabajadores cubanos desbordó y anuló las intenciones continuistas del gobierno y lo dividió ya que Fidel y su grupo escogieron seguir ese impulso revolucionario “de abajo” y respondieron con medidas radicales a la presión y las sanciones estadounidenses mientras que Urrutia y sus ministros emigraron a Estados Unidos. Washington, que creyó poder utilizar la revolución antibatistiana para blanquear la fachada del sistema conservándolo y manteniendo su dominación terminó poniendo en riesgo al primero y perdiendo la segunda.
Es tan tonto juzgar a un movimiento por las supuestas intenciones de sus líderes como juzgar a ésos por sus declaraciones y discursos. Por un lado porque al rengo se le reconoce sólo cuando camina. Por otro, porque la interacción e interinfluencia entre los “dirigentes” y sus “bases” hace que los primeros no puedan lanzar o frenar movilizaciones apretando un botón de comando y que las segundas no acepten pasivamente cualquier decisión e impongan en cambio medidas al Líder supuestamente omnipotente. Así sucedió con el presidente argentino Perón, en el apogeo de su influencia, cuando la guerra de Corea. Por anticomunismo y por oportunismo hacia Washington Perón y el canciller Hilario Paz querían entonces mandar tropas y granos para combatir junto al imperialismo pero la rápida respuesta obrera y de los marineros de la flota de guerra paralizaron los planes gubernamentales.
Un movimiento conservador y burgués pero que se apoya en los trabajadores desempeña siempre un doble papel: por un lado, frena el avance de sus bases hacia el anticapitalismo y es un poderoso factor en la difusión de la ideología capitalista. Pero, por otro, es un cauce que permite a grandísimas masas de trabajadores dar sus primeros pasos políticos, sentir su propia fuerza, expresarse y organizarse, sin lo cual es imposible superar esa dirección transitoria y llegar a ser anticapitalista.
Tal como los sindicatos oficiales - que forman parte del aparato estatal ampliado ya que se limitan a discutir las condiciones de venta de la mercancía fuerza de trabajo en el mercado capitalista-, los movimientos de masas con dirección y políticas capitalistas quieren reformar el sistema capitalista en beneficio de quienes los dirigen. Pero también, como los sindicatos -si llegan a romper las relaciones verticales que les hacen dependientes de los dirigentes y a vencer las prácticas y las ideas caudillistas conservadoras de los mismos- podrían ser instrumentos de los sectores más avanzados de los trabajadores para organizarse y avanzar hacia su independencia política
No me preocuparon nunca las intenciones políticas de “Marcos-Galeano” (critiqué puntualmente durante años sus posiciones sectarias, no sus intenciones- y sí en cambio, me interesa el nivel de conciencia, el grado de organización, las reivindicaciones de los indígenas-campesinos neozapatistas de Chiapas y de todo México, en cuya lucha me siento incluido. No le pongo tampoco el intencionómetro ni a AMLO ni a los dirigentes de MORENA. Pero me interesan mucho las capacidades potenciales –no sólo los límites actuales, que podrían ser transitorios- de los millones de personas que se reúnen en MORENA aunque crean todavía en el capitalismo y en la posibilidad de reformarlo y estén educados en la aceptación de relaciones de mando verticalistas que considero nefastas.
Las revoluciones sociales las hacen trabajadores hasta entonces conservadores que nunca pensaron hacerlas. Porque en ciertas condiciones, los gobiernos capitalistas sin consenso obligan a patadas a los oprimidos a ir mucho más allá de su comprensión y organización actual y a tomar en sus propias manos su destino, autoorganizándose, practicando la autogestión, desarrollando la solidaridad, la fraternidad, el uno por todos y todos por uno. Si los oprimidos y dominados están unidos y organizados en la lucha democrática antes de esos momentos de ruptura lo que hoy es un canal para controlar las crecientes podría pasar a ser el lecho de un impetuoso río anticapitalista.
Todas las organizaciones que enfrentan hoy la barbarie de un gobierno que demuestra a cada paso su aislamiento y su debilidad tienen en su pasado algún error grave. Pero es posible su unión sobre la base, no del pasado, sino de los objetivos presentes y futuros. Eso podría depurar sus direcciones marginando a los que tienen intereses inconfesables o, simplemente, no saben ni quieren cambiar. Los saltos cualitativos en la subjetividad de las masas no cambian sólo el curso del proceso sino también a todos los que en él participan.
Guillermo Almeyra
http://www.sinpermiso.info/textos/las-intenciones-y-los-hechos
martes, 9 de agosto de 2016
El sufrimiento laboral se ha convertido en un grave problema social
¿Qué ocurre en el mundo del trabajo que está destruyendo a tanta gente exhausta por ese agotamiento profesional físico y psíquico que en inglés se conoce como burn out?
Patrice, un veterano del sector del espectáculo que pedía el reconocimiento de su invalidez laboral, se prendió fuego frente a la sede del organismo de la seguridad social francesa que gestiona los retiros por enfermedad. Era un 27 de abril en la ciudad de Marsella y el hombre sufrió quemaduras de tercer grado en el 65% de su cuerpo, pero sobrevivió.
El dossier de Patrice estaba atascado en la oficina y su protesta pretendía resolver el asunto por la vía de eliminarse. En la propia oficina de la seguridad social marsellesa las condiciones de trabajo, “se han hecho terribles”, explicó una de las empleadas a la hija de Patrice. La propia funcionaria se declaraba “quemada”, profesionalmente agotada en su labor.
Cuatro meses antes el mundo hospitalario parisino se había visto conmocionado por el suicidio del doctor Jean-Louis Mégnien, un conocido cardiólogo del hospital Georges Pompidou de la capital. Padre de cinco hijos, de 54 años, aficionado a la aviación deportiva y descrito por sus compañeros como persona de carácter jovial e incluso “juerguista”, Mégnien se tiró por la ventana de su despacho, en la séptima planta, un 17 de diciembre. De este modo, ponía así fin a una crisis depresiva, vinculada a las condiciones de trabajo en el hospital.
El 21 de mayo un profesor de instituto de la ciudad de Amiens (noroeste) de 40 años, Frédéric Legris, protagonizó un drama aún más sobrecogedor: se colgó de un árbol tras haber ahorcado a su propio hijo de seis años en un bosque de Oresmaux, al sur de Amiens. También en ese caso se ha especulado con una crisis laboral.
¿Qué ocurre en el mundo del trabajo que está destruyendo a tanta gente exhausta por ese agotamiento profesional físico y psíquico que en inglés se conoce como burn out? Los expertos consultados dibujan una situación que va mucho más allá de los problemas psíquicos personales y se refieren a un verdadero problema social central que afecta a todas las categorías profesionales, especialmente desde los años noventa, cuando se produjo una “intensificación del trabajo”.
Para la psiquiatra Marie-Hélène Braudo, de la asociación contra el sufrimiento laboral 24 Millones de Asalariados, de París, el problema parte de la mentalidad del “todo es posible” que se ha impuesto en el medio laboral, donde las nuevas tecnologías y el “perverso despotismo administrativo”, con sus relaciones de poder crean un “ambiente sin límites” en el trabajo en el que todo es, o debe ser, posible. El resultado es que la mula sobrecargada se acaba desplomando.
En Francia este fenómeno tiene un coste de entre 800 y 1.600 millones de euros anuales, según la estimación del Instituto Nacional de Investigación y Seguridad para la prevención de enfermedades y accidentes laborales (INRS), un organismo de la seguridad social.
“El 22% de las declaraciones de ineptitud laboral expedidas en el 2015 han estado relacionadas con sufrimiento en el trabajo”, explica la doctora Marianne Paul, del servicio de salud de la región de Brest, en Bretaña.
Los médicos responsables de cursar las bajas por agotamiento laboral dan fe de un fenómeno apenas conocido hace diez o veinte años y que añade otros elementos a la cuestión: “pacientes que sufren verdaderos problemas de salud y que piden cualquier cosa menos una baja temporal, por temor a ser mal vistos, sancionados o despedidos”, señalaba recientemente una investigación del diario católico La Croix.
“Trátese de jóvenes en su primer empleo, en plena actividad, o veteranos, ya no podemos más de esta salvajada que rompe las solidaridades, que nos aísla y nos atemoriza, entre el miedo de perder nuestro trabajo, la sumisión a la que nos vemos obligados y la misma desorganización del trabajo, constatamos día tras día, año tras año, un atentado creciente al trabajo y a los seres humanos”, señala la asociación parisina 24 Millones de Asalariados, que apunta a una “guerra económica” que, “en nombre del beneficio por el beneficio, de la rentabilidad y de la competitividad, extiende su empresa gestionaria”.
Para los profesionales que observan el fenómeno en los barrios populares, donde el mero hecho de trabajar ya es a veces un privilegio, la despersonalización del trabajo es una causa frecuente de sufrimiento. “He asistido a varias enfermeras que trabajaban, por ejemplo, en un centro de tercera edad. Todas ellas estaban mal por la sencilla razón de que cada día se las obligaba a cambiar de servicio o de planta, para impedir que desarrollaran un vínculo personal con los ingresados, cuando para ellas es precisamente eso lo que da sentido a su trabajo”, explica en La Croix la doctora Catherine Jung, médico de cabecera en el barrio periférico de Neuhof de la ciudad de Estrasburgo.
Pero el sufrimiento no es sólo consecuencia de una administración irracional, estúpida, o particularmente despótica. El caso de la empresa France Telecom, la primera empresa de telecomunicaciones francesa, que ahora se llama Orange, demuestra que el burn out puede ser también una estrategia.
Entre el 2008 y el 2009 trabajar en France Telecom, una empresa de 110.000 empleados, se convirtió para miles de ellos en un verdadero calvario. Pero era un calvario inducido. Originariamente una empresa pública del servicio nacional de correos (PTT), el gigante fue privatizado en el 2004. El Estado perdió la mayoría en el accionariado. Una nueva dirección, atosigada por la competencia entre las grandes empresas del sector, emprendió un plan de reconversión. Había que quitar de en medio a 22.000 empleados y recolocar a otros 10.000, así que a muchos se les hizo la vida imposible. 35 cuadros de France Telecom se suicidaron en dos años, otros 12 lo intentaron. Tras siete años de investigación, la Fiscalía francesa pidió a principios de julio que se procese a esta empresa y a ocho de sus cinco altos directivos de la época. Es un caso sin precedentes que podría sentar al burn out en el banquillo.
Rafael Poch.
http://www.lavanguardia.com/vida/20160714/403189117532/el-sufrimiento-laboral-se-ha-convertido-en-un-grave-problema-social.html?utm_campaign=botones_sociales&utm_source=facebook&utm_medium=social
Patrice, un veterano del sector del espectáculo que pedía el reconocimiento de su invalidez laboral, se prendió fuego frente a la sede del organismo de la seguridad social francesa que gestiona los retiros por enfermedad. Era un 27 de abril en la ciudad de Marsella y el hombre sufrió quemaduras de tercer grado en el 65% de su cuerpo, pero sobrevivió.
El dossier de Patrice estaba atascado en la oficina y su protesta pretendía resolver el asunto por la vía de eliminarse. En la propia oficina de la seguridad social marsellesa las condiciones de trabajo, “se han hecho terribles”, explicó una de las empleadas a la hija de Patrice. La propia funcionaria se declaraba “quemada”, profesionalmente agotada en su labor.
Cuatro meses antes el mundo hospitalario parisino se había visto conmocionado por el suicidio del doctor Jean-Louis Mégnien, un conocido cardiólogo del hospital Georges Pompidou de la capital. Padre de cinco hijos, de 54 años, aficionado a la aviación deportiva y descrito por sus compañeros como persona de carácter jovial e incluso “juerguista”, Mégnien se tiró por la ventana de su despacho, en la séptima planta, un 17 de diciembre. De este modo, ponía así fin a una crisis depresiva, vinculada a las condiciones de trabajo en el hospital.
El 21 de mayo un profesor de instituto de la ciudad de Amiens (noroeste) de 40 años, Frédéric Legris, protagonizó un drama aún más sobrecogedor: se colgó de un árbol tras haber ahorcado a su propio hijo de seis años en un bosque de Oresmaux, al sur de Amiens. También en ese caso se ha especulado con una crisis laboral.
¿Qué ocurre en el mundo del trabajo que está destruyendo a tanta gente exhausta por ese agotamiento profesional físico y psíquico que en inglés se conoce como burn out? Los expertos consultados dibujan una situación que va mucho más allá de los problemas psíquicos personales y se refieren a un verdadero problema social central que afecta a todas las categorías profesionales, especialmente desde los años noventa, cuando se produjo una “intensificación del trabajo”.
Para la psiquiatra Marie-Hélène Braudo, de la asociación contra el sufrimiento laboral 24 Millones de Asalariados, de París, el problema parte de la mentalidad del “todo es posible” que se ha impuesto en el medio laboral, donde las nuevas tecnologías y el “perverso despotismo administrativo”, con sus relaciones de poder crean un “ambiente sin límites” en el trabajo en el que todo es, o debe ser, posible. El resultado es que la mula sobrecargada se acaba desplomando.
En Francia este fenómeno tiene un coste de entre 800 y 1.600 millones de euros anuales, según la estimación del Instituto Nacional de Investigación y Seguridad para la prevención de enfermedades y accidentes laborales (INRS), un organismo de la seguridad social.
“El 22% de las declaraciones de ineptitud laboral expedidas en el 2015 han estado relacionadas con sufrimiento en el trabajo”, explica la doctora Marianne Paul, del servicio de salud de la región de Brest, en Bretaña.
Los médicos responsables de cursar las bajas por agotamiento laboral dan fe de un fenómeno apenas conocido hace diez o veinte años y que añade otros elementos a la cuestión: “pacientes que sufren verdaderos problemas de salud y que piden cualquier cosa menos una baja temporal, por temor a ser mal vistos, sancionados o despedidos”, señalaba recientemente una investigación del diario católico La Croix.
“Trátese de jóvenes en su primer empleo, en plena actividad, o veteranos, ya no podemos más de esta salvajada que rompe las solidaridades, que nos aísla y nos atemoriza, entre el miedo de perder nuestro trabajo, la sumisión a la que nos vemos obligados y la misma desorganización del trabajo, constatamos día tras día, año tras año, un atentado creciente al trabajo y a los seres humanos”, señala la asociación parisina 24 Millones de Asalariados, que apunta a una “guerra económica” que, “en nombre del beneficio por el beneficio, de la rentabilidad y de la competitividad, extiende su empresa gestionaria”.
Para los profesionales que observan el fenómeno en los barrios populares, donde el mero hecho de trabajar ya es a veces un privilegio, la despersonalización del trabajo es una causa frecuente de sufrimiento. “He asistido a varias enfermeras que trabajaban, por ejemplo, en un centro de tercera edad. Todas ellas estaban mal por la sencilla razón de que cada día se las obligaba a cambiar de servicio o de planta, para impedir que desarrollaran un vínculo personal con los ingresados, cuando para ellas es precisamente eso lo que da sentido a su trabajo”, explica en La Croix la doctora Catherine Jung, médico de cabecera en el barrio periférico de Neuhof de la ciudad de Estrasburgo.
Pero el sufrimiento no es sólo consecuencia de una administración irracional, estúpida, o particularmente despótica. El caso de la empresa France Telecom, la primera empresa de telecomunicaciones francesa, que ahora se llama Orange, demuestra que el burn out puede ser también una estrategia.
Entre el 2008 y el 2009 trabajar en France Telecom, una empresa de 110.000 empleados, se convirtió para miles de ellos en un verdadero calvario. Pero era un calvario inducido. Originariamente una empresa pública del servicio nacional de correos (PTT), el gigante fue privatizado en el 2004. El Estado perdió la mayoría en el accionariado. Una nueva dirección, atosigada por la competencia entre las grandes empresas del sector, emprendió un plan de reconversión. Había que quitar de en medio a 22.000 empleados y recolocar a otros 10.000, así que a muchos se les hizo la vida imposible. 35 cuadros de France Telecom se suicidaron en dos años, otros 12 lo intentaron. Tras siete años de investigación, la Fiscalía francesa pidió a principios de julio que se procese a esta empresa y a ocho de sus cinco altos directivos de la época. Es un caso sin precedentes que podría sentar al burn out en el banquillo.
Rafael Poch.
http://www.lavanguardia.com/vida/20160714/403189117532/el-sufrimiento-laboral-se-ha-convertido-en-un-grave-problema-social.html?utm_campaign=botones_sociales&utm_source=facebook&utm_medium=social
lunes, 8 de agosto de 2016
Leonard Cohen: LA MÁGICA VEJEZ DE UNA ESTRELLA. Hasta siempre, Marianne. La mujer noruega que inspiró la famosa canción de Leonard Cohen evoca los años con el músico.
“Conocerás a un hombre que habla con lengua de oro”, le vaticinó su abuela a Marianne Ihlen, la joven y atractiva noruega que Leonard Cohen inmortalizó, hace ya casi cinco décadas, en la célebre canción que lleva su nombre: So Long Marianne. A punto de cumplir los 80, el 21 de septiembre, es probable que el artista no haya conseguido resolver sus dudas sobre el amor, el deseo, la fe y la existencia, pero su voz, cada vez más grave y desvencijada, volverá a susurrarnos su poesía a partir del día 23 en Popular Problems, su nuevo disco. Al mismo tiempo, sus días griegos y su musa vuelven a la actualidad debido la reciente publicación de la versión inglesa del libro So Long Marianne: A Love Story, escrito en noruego por Kari Hesthamar en 2008.
“Todo esto ocurrió hace muchas vidas. A mis años yo ya no contaría la historia como lo hace la joven Marianne, protagonista del libro”, dice Marianne Ihlen, al otro lado del teléfono, quejosa, en cierto modo, de las contradicciones que le provoca tener una parte importante de su vida unida a una personalidad tan pronunciada como la de Cohen. Aun así dice sentirse muy agradecida al hombre que supo ver lo que ella desconocía de sí misma. “Es muy honesto, uno de los hombres más honestos que he conocido, eso es lo que le hace ser tan buen poeta”, añade.
La historia comenzó cuando, el por entonces desconocido poeta canadiense, llegó a la isla griega de Hydra, llevando consigo su guitarra, su famosa gabardina azul y su Olivetti verde: la misma en la que se ve escribiendo a Marianne en la contraportada de su disco, Songs from a room. Hambriento de experiencias, veía la vida como un bufet con distintos sabores a probar, sin ataduras.
Transcurría 1960. La pequeña comunidad de artistas expatriados, residentes en la isla, representaba una continuidad del movimiento contracultural iniciado por los beatniks. Cohen, un rebelde con aspecto convencional, no tardó en integrarse. Inmerso en la simplicidad de la vida, en la “salvaje y desnuda perfección” de la isla, que describe Henry Miller, en El coloso de Marusi, sintió que había llegado a casa. “Vivíamos bajo el sol, descalzos. Éramos muy pobres, pero muy felices. No había agua corriente, ni coches, solo burros y tardamos en tener electricidad”, recuerda hoy con nostalgia Marianne, desde su casa en Larkollen, un pueblecito cercano a Oslo donde vive con su actual marido, dedicada a pintar.
Fue en la terraza de la tienda de comestibles del muelle, dónde el poeta invitó a Marianne por primera vez a compartir su mesa. “Es perfecta”, escribiría de ella. Hacía tres años que la joven había llegado a Hydra, en compañía de Axel Jensen, una de las voces emergentes dentro de la literatura noruega, con quien se casó y tuvo un hijo, Axel. Pero su relación era turbulenta; él se fugó con otra mujer y Cohen aprovechó la oportunidad: su relación duró siete años de forma intermitente, interrumpida por la necesidad del artista de salir en busca de sus “afiliaciones neuróticas”. “Creo que le di coraje para escribir y no tirar la toalla”, dice Marianne de forma enérgica. “Estando conmigo publicó tres libros de poemas y dos novelas. Era extremadamente creativo”.
Instalado en su casa con Marianne y Axel, consiguió una paz hasta entonces desconocida para él. Con la primera luz de la mañana y con música de Ray Charles de fondo, el poeta judío se sentaba a escribir en la terraza, en la misma en la que consultaba el I Ching y fumaba en compañía de su musa. El orden, la frugalidad y la rutina adquirían un aire monástico que solo se rompía cuando bajaban las empinadas calles, en busca de la diversión del puerto —el amor libre de los hippies había llegado a Hydra antes de lo esperado— o con celebración del Sàbat. “Los dos éramos anticuados, en cuanto a que teníamos un sentido muy asceta y ordenado de la vida”. “Él solía decir que era eso lo que más le gustaba de mí”, comenta Marianne riéndose. “Me hubiese gustado tener un hijo suyo, pero él no quería. Nunca me lo dijo, pero yo lo intuí: yo no era judía”.
Marianne vivió la transición del artista hacía la música. La poesía no pagaba las facturas y además había cedido paso a la música como transmisor de la contracultura, así decidieron marcharse a Nueva York. “En el Chelsea Hotel la gente hacía siempre aquello que no estaba permitido. Sus huéspedes eran igual de locos y libres que nuestro grupo de Hydra, pero rodeados de tráfico”, comenta. “Yo entonces estaba abierta a cualquier tipo experiencia, aceptaba la escena tal y como era, sin miedo”.
¿Y qué puede decir sobre la canción? Ella responde sin dudar: “Lleva mi nombre, pero no es con la que más me identifico. Me siento más cercana a Bird on a wire. Recuerdo aquella mañana cuando al abrir la ventana nos encontramos que habían puesto el cableado del teléfono. Para Leonard, So Long Marianne siempre ha tenido mucho significado, supongo que por varios motivos; en su letra aparece un parque de lilas, que podría ser el mismo que aparece en un poema dedicado a Anne Sherman. Creo que ella fue el gran amor de su vida”.
Come on Marianne era el nombre original. Cuando Cohen comenzó a escribirla, la relación ya estaba muy resquebrajada, Marianne la interpretó como un “¡venga! intentémoslo de nuevo”. Pero un año más tarde, en el estudio de grabación, el músico dudaba sobre las dos palabras que variaban el significado de la canción-—optó por so long, hasta pronto, en inglés—. “Yo no pensaba que estuviera diciendo adiós, contaría el músico a su biógrafa Sylvie Simmons, pero supongo que era así”. “Usted sabe que yo soy más bien un escritor de elegías”.
“Nuestra historia estuvo rodeada de mucha desdicha, pero me hizo despertar”. Marianne da por finalizada la conversación tomando prestado un estribillo de su antiguo amante: “Todo tiene una grieta y así es como entra la luz”.
http://cultura.elpais.com/cultura/2014/09/17/actualidad/1410970447_555183.html
“Todo esto ocurrió hace muchas vidas. A mis años yo ya no contaría la historia como lo hace la joven Marianne, protagonista del libro”, dice Marianne Ihlen, al otro lado del teléfono, quejosa, en cierto modo, de las contradicciones que le provoca tener una parte importante de su vida unida a una personalidad tan pronunciada como la de Cohen. Aun así dice sentirse muy agradecida al hombre que supo ver lo que ella desconocía de sí misma. “Es muy honesto, uno de los hombres más honestos que he conocido, eso es lo que le hace ser tan buen poeta”, añade.
La historia comenzó cuando, el por entonces desconocido poeta canadiense, llegó a la isla griega de Hydra, llevando consigo su guitarra, su famosa gabardina azul y su Olivetti verde: la misma en la que se ve escribiendo a Marianne en la contraportada de su disco, Songs from a room. Hambriento de experiencias, veía la vida como un bufet con distintos sabores a probar, sin ataduras.
Transcurría 1960. La pequeña comunidad de artistas expatriados, residentes en la isla, representaba una continuidad del movimiento contracultural iniciado por los beatniks. Cohen, un rebelde con aspecto convencional, no tardó en integrarse. Inmerso en la simplicidad de la vida, en la “salvaje y desnuda perfección” de la isla, que describe Henry Miller, en El coloso de Marusi, sintió que había llegado a casa. “Vivíamos bajo el sol, descalzos. Éramos muy pobres, pero muy felices. No había agua corriente, ni coches, solo burros y tardamos en tener electricidad”, recuerda hoy con nostalgia Marianne, desde su casa en Larkollen, un pueblecito cercano a Oslo donde vive con su actual marido, dedicada a pintar.
Fue en la terraza de la tienda de comestibles del muelle, dónde el poeta invitó a Marianne por primera vez a compartir su mesa. “Es perfecta”, escribiría de ella. Hacía tres años que la joven había llegado a Hydra, en compañía de Axel Jensen, una de las voces emergentes dentro de la literatura noruega, con quien se casó y tuvo un hijo, Axel. Pero su relación era turbulenta; él se fugó con otra mujer y Cohen aprovechó la oportunidad: su relación duró siete años de forma intermitente, interrumpida por la necesidad del artista de salir en busca de sus “afiliaciones neuróticas”. “Creo que le di coraje para escribir y no tirar la toalla”, dice Marianne de forma enérgica. “Estando conmigo publicó tres libros de poemas y dos novelas. Era extremadamente creativo”.
Instalado en su casa con Marianne y Axel, consiguió una paz hasta entonces desconocida para él. Con la primera luz de la mañana y con música de Ray Charles de fondo, el poeta judío se sentaba a escribir en la terraza, en la misma en la que consultaba el I Ching y fumaba en compañía de su musa. El orden, la frugalidad y la rutina adquirían un aire monástico que solo se rompía cuando bajaban las empinadas calles, en busca de la diversión del puerto —el amor libre de los hippies había llegado a Hydra antes de lo esperado— o con celebración del Sàbat. “Los dos éramos anticuados, en cuanto a que teníamos un sentido muy asceta y ordenado de la vida”. “Él solía decir que era eso lo que más le gustaba de mí”, comenta Marianne riéndose. “Me hubiese gustado tener un hijo suyo, pero él no quería. Nunca me lo dijo, pero yo lo intuí: yo no era judía”.
Marianne vivió la transición del artista hacía la música. La poesía no pagaba las facturas y además había cedido paso a la música como transmisor de la contracultura, así decidieron marcharse a Nueva York. “En el Chelsea Hotel la gente hacía siempre aquello que no estaba permitido. Sus huéspedes eran igual de locos y libres que nuestro grupo de Hydra, pero rodeados de tráfico”, comenta. “Yo entonces estaba abierta a cualquier tipo experiencia, aceptaba la escena tal y como era, sin miedo”.
¿Y qué puede decir sobre la canción? Ella responde sin dudar: “Lleva mi nombre, pero no es con la que más me identifico. Me siento más cercana a Bird on a wire. Recuerdo aquella mañana cuando al abrir la ventana nos encontramos que habían puesto el cableado del teléfono. Para Leonard, So Long Marianne siempre ha tenido mucho significado, supongo que por varios motivos; en su letra aparece un parque de lilas, que podría ser el mismo que aparece en un poema dedicado a Anne Sherman. Creo que ella fue el gran amor de su vida”.
Come on Marianne era el nombre original. Cuando Cohen comenzó a escribirla, la relación ya estaba muy resquebrajada, Marianne la interpretó como un “¡venga! intentémoslo de nuevo”. Pero un año más tarde, en el estudio de grabación, el músico dudaba sobre las dos palabras que variaban el significado de la canción-—optó por so long, hasta pronto, en inglés—. “Yo no pensaba que estuviera diciendo adiós, contaría el músico a su biógrafa Sylvie Simmons, pero supongo que era así”. “Usted sabe que yo soy más bien un escritor de elegías”.
“Nuestra historia estuvo rodeada de mucha desdicha, pero me hizo despertar”. Marianne da por finalizada la conversación tomando prestado un estribillo de su antiguo amante: “Todo tiene una grieta y así es como entra la luz”.
http://cultura.elpais.com/cultura/2014/09/17/actualidad/1410970447_555183.html
domingo, 7 de agosto de 2016
"La igualdad de oportunidades es una ficción". El sociólogo francés, autor de Repensar la justicia social, afirma que los sistemas escolares tradicionales aumentan la inequidad, y propone una completa reforma educativa.
Cuando, hace diez años, François Dubet preguntaba a sus estudiantes en Francia dónde estaban las desigualdades sociales más graves, le respondían: "Entre los pobres; entre los obreros". Cuando pregunta eso hoy, no dudan: "Entre las mujeres, los inmigrantes, los jóvenes". La experiencia personal le sirve a este sociólogo francés para ilustrar un cambio contemporáneo en la concepción de la justicia social -de las reivindicaciones socioeconómicas a la lucha contra la discriminación- que, afirma, está profundizando las desigualdades. En Repensar la justicia social, que acaba de editar Siglo XXI, y que Dubet vino a presentar a la Feria del Libro, el autor critica el concepto de igualdad de oportunidades que impera hoy en el discurso hegemónico, como un modelo que, al promover el mérito como condición para ascender socialmente, transforma la sociedad en "muy violenta y muy poco solidaria". En cambio, se pronuncia a favor de la "igualdad de posiciones", que busca reducir las desigualdades en las condiciones de vida y acortar las brechas sociales y económicas, una idea que, afirma, podría ayudar a la "reconstrucción ideológica de la izquierda", al menos en su país.
Director de estudios de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París, heredero de la sociología de Alain Touraine, Dubet es conocido por sus trabajos en el campo de la educación. "La justicia de un sistema escolar no está tanto en la cantidad de alumnos pobres que llegan a la élite, sino en la calidad de la escuela de los alumnos más débiles", afirma en diálogo con adn, y critica las políticas educativas de mirada corta. "Los países que tienen buenos resultados son los que han decidido reformar el sistema escolar completamente", asegura.
-Afirma en su libro que la igualdad de oportunidades descansa en una ficción.
-Decir que somos libres e iguales es una ficción, y la igualdad de oportunidades es indiscutiblemente una ficción. Es un principio de justicia que individualiza a los actores y pone a todos en competencia, y creo que no está bien construir una sociedad sobre un principio como ese. Además, el logro del mérito puede incrementar considerablemente las desigualdades sociales. En el fondo, el mérito no impide que los más ricos tengan todo y que estemos convencidos de que lo merecen, así como de que los pobres merecen la pobreza. Como estamos en una sociedad muy individualista, capitalista y liberal, el principio de la igualdad de oportunidades la transforma en muy desigual, muy violenta y muy poco solidaria. Hoy la concepción de las desigualdades sociales en Estados Unidos, Canadá y Europa está basada únicamente en la discriminación, es decir, en los obstáculos al mérito. Es verdad, pero no hay que olvidar que si un obrero está mal pagado no es porque no tenga mérito, sino porque está siendo explotado.
-¿Hay alguna manera, dentro del sistema capitalista en el que estamos, de encontrar un equilibrio entre la igualdad y el mérito?
-Es verdad que estamos dentro de una economía capitalista y en ella estaremos por un largo tiempo, pero el capitalismo no determina la sociedad como una fatalidad. Canadá y Estados Unidos tienen exactamente la misma economía capitalista, pero las desigualdades sociales son dos veces menores en Canadá que en Estados Unidos; la inseguridad no existe en Canadá; los canadienses gastan menos que Estados Unidos en la salud y tienen mejor servicio; la escuela canadiense es muy igualitaria, la escuela estadounidense no lo es en absoluto. Lo que nos quieren hacer creer los liberales, de un lado, y lo que en Francia se llama "la izquierda de la izquierda", por el otro, es que hay una fatalidad capitalista, pero la historia social muestra que no la hay. En el interior de las sociedades siempre hay capacidad de acción.
- ¿Qué le critica a la igualdad de oportunidades?
-En Europa y Estados Unidos hay un cambio de concepción de la justicia social. Cuando se piensan las desigualdades en términos de "patrón-obrero", se piensa en una desigualdad de posiciones sociales, pero cuando se razona "mujeres, jóvenes, inmigrantes", como ahora, se hace en términos de discriminación. Hemos luchado mucho contra la discriminación de las mujeres y hemos logrado que las mejores mujeres asciendan pero no hemos disminuido las desigualdades entre las posiciones sociales. Si yo quisiera realmente reducir las desigualdades entre mujeres y hombres, subiría los salarios de las cajeras de supermercados, que son puestos femeninos en general. Hay pocos puestos de jefe de Estado. Si la secretaria está bien pagada y nunca llega a gerenta, es menos grave que si está mal pagada y nunca alcanza un puesto gerencial.
-En general se afirma que la escuela puede cada vez menos reducir las desigualdades sociales, pero usted dice que las profundiza.
-Hay países como los escandinavos, los asiáticos, Canadá, en cierta medida Inglaterra, en los cuales la escuela reduce las desigualdades sociales. Y hay países en los cuales hay menos desigualdad en la escuela que en el resto de la sociedad. Varios factores lo explican. Primero, la repartición espacial de las desigualdades sociales. En las ciudades donde los ricos y los pobres viven separados, las desigualdades escolares prolongan las desigualdades sociales: los más ricos van a las mismas escuelas, lo mismo ocurre con los más pobres. Hay un factor político: los países que más reducen las desigualdades sociales tienen una escuela común, no selectiva, entre los 5 y los 16 años. Y el tercer factor es que cuanto más decisivo es el rol de los diplomas en el acceso al empleo, más fuertes son la competencia social y las desigualdades escolares. Las buenas escuelas son las que dedican más esfuerzo a los alumnos con más dificultades. La justicia de un sistema escolar no está tanto en la cantidad de alumnos pobres que llegan a la élite, sino en la calidad de la escuela de los alumnos más débiles. La verdadera dificultad hoy es tener una pedagogía individualizada. Los países con mejores resultados escolares son aquellos donde los docentes consideran que la igualdad social no es contradictoria con la individualización de los alumnos. Y los alumnos que no han tenido éxito en la escuela deben poder beneficiarse con otros tipos de formación. Cuando yo era chico, la escuela les decía a los hijos de obreros que probablemente iban a ser obreros, pero que la condición obrera iba a mejorar. Hoy se les dice que la situación obrera es mala; que si tienen méritos, saldrán de ella, pero si no los tienen, peor para ellos.
-Hoy hay un grave problema de deserción, sobre todo en la escuela media.
-En todo el mundo.
-Y hay quienes se preguntan por qué los chicos volverían a la misma escuela que abandonaron si no se generan condiciones para que regresen.
-Creo que el problema de la deserción, sobre todo en chicos a partir de los 12 o 13 años, debe hacer pensar por qué la cultura escolar parece no interesar a los alumnos, por qué sienten que pueden acceder a mucha información por sí solos. La escuela en este sentido es como la religión: ha perdido poder de seducción. Por otra parte, estamos en una sociedad que les dice a los alumnos que la escuela es indispensable para tener éxito en la vida, y en cuanto un número de estudiantes entienden que no van a lograrlo, no les interesa ir. Creo que hay que repensar completamente la escuela porque, al menos en Francia, se ha transformado en un espacio de competencia por tener trabajo. Hay dos peligros: el primero es decir que, ya que la sociedad es desigual, capitalista, egoísta, no hay nada que se pueda mejorar en la escuela, y la segunda es imaginar que la escuela puede resolverlo todo. Pero hay escuelas mejores que otras. Y no es solamente una cuestión de recursos.
-Aquí se destina mucho dinero para educación, pero los resultados no parecen acompañar esa inversión.
-En Francia se ha dado mucho dinero para educación y los resultados no son buenos, porque hemos retrasado la formación de los docentes y hemos perdido el coraje de hacer reformas. Los países que obtienen buenos resultados son los que han decidido reformar el sistema escolar. Hace treinta años ni los países escandinavos, ni Canadá, ni Inglaterra tenían buenos resultados, y empezaron de nuevo. Hace falta inteligencia, capacidad política y un Estado capaz de hacerlo. Sacar a los mejores alumnos de un barrio pobre y mandarlos a una buena escuela hace que las condiciones sociales se degraden, porque en el barrio pobre sólo quedan los peores alumnos. Se le hace justicia a un individuo, pero la justicia individual se vuelve una injusticia colectiva, porque se incrementan las distancias.
-La salvación individual no es la salvación colectiva, como usted escribió.
-Exacto. Hay que razonar como se hacía hace un siglo con la tuberculosis. La vencimos con vacunas pero fundamentalmente con agua corriente, buena alimentación, mejoras en las condiciones de la gente. Hoy vuelve la tuberculosis porque las condiciones de vida se degradan. Y creo que los gobiernos han renunciado a reparar eso. En Francia, al menos, la gente ya no cree que se pueda mejorar la sociedad, sino sólo el destino de aquellos que lo merecen.
http://www.lanacion.com.ar/1377743-la-igualdad-de-oportunidades-es-una-ficcion
Director de estudios de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París, heredero de la sociología de Alain Touraine, Dubet es conocido por sus trabajos en el campo de la educación. "La justicia de un sistema escolar no está tanto en la cantidad de alumnos pobres que llegan a la élite, sino en la calidad de la escuela de los alumnos más débiles", afirma en diálogo con adn, y critica las políticas educativas de mirada corta. "Los países que tienen buenos resultados son los que han decidido reformar el sistema escolar completamente", asegura.
-Afirma en su libro que la igualdad de oportunidades descansa en una ficción.
-Decir que somos libres e iguales es una ficción, y la igualdad de oportunidades es indiscutiblemente una ficción. Es un principio de justicia que individualiza a los actores y pone a todos en competencia, y creo que no está bien construir una sociedad sobre un principio como ese. Además, el logro del mérito puede incrementar considerablemente las desigualdades sociales. En el fondo, el mérito no impide que los más ricos tengan todo y que estemos convencidos de que lo merecen, así como de que los pobres merecen la pobreza. Como estamos en una sociedad muy individualista, capitalista y liberal, el principio de la igualdad de oportunidades la transforma en muy desigual, muy violenta y muy poco solidaria. Hoy la concepción de las desigualdades sociales en Estados Unidos, Canadá y Europa está basada únicamente en la discriminación, es decir, en los obstáculos al mérito. Es verdad, pero no hay que olvidar que si un obrero está mal pagado no es porque no tenga mérito, sino porque está siendo explotado.
-¿Hay alguna manera, dentro del sistema capitalista en el que estamos, de encontrar un equilibrio entre la igualdad y el mérito?
-Es verdad que estamos dentro de una economía capitalista y en ella estaremos por un largo tiempo, pero el capitalismo no determina la sociedad como una fatalidad. Canadá y Estados Unidos tienen exactamente la misma economía capitalista, pero las desigualdades sociales son dos veces menores en Canadá que en Estados Unidos; la inseguridad no existe en Canadá; los canadienses gastan menos que Estados Unidos en la salud y tienen mejor servicio; la escuela canadiense es muy igualitaria, la escuela estadounidense no lo es en absoluto. Lo que nos quieren hacer creer los liberales, de un lado, y lo que en Francia se llama "la izquierda de la izquierda", por el otro, es que hay una fatalidad capitalista, pero la historia social muestra que no la hay. En el interior de las sociedades siempre hay capacidad de acción.
- ¿Qué le critica a la igualdad de oportunidades?
-En Europa y Estados Unidos hay un cambio de concepción de la justicia social. Cuando se piensan las desigualdades en términos de "patrón-obrero", se piensa en una desigualdad de posiciones sociales, pero cuando se razona "mujeres, jóvenes, inmigrantes", como ahora, se hace en términos de discriminación. Hemos luchado mucho contra la discriminación de las mujeres y hemos logrado que las mejores mujeres asciendan pero no hemos disminuido las desigualdades entre las posiciones sociales. Si yo quisiera realmente reducir las desigualdades entre mujeres y hombres, subiría los salarios de las cajeras de supermercados, que son puestos femeninos en general. Hay pocos puestos de jefe de Estado. Si la secretaria está bien pagada y nunca llega a gerenta, es menos grave que si está mal pagada y nunca alcanza un puesto gerencial.
-En general se afirma que la escuela puede cada vez menos reducir las desigualdades sociales, pero usted dice que las profundiza.
-Hay países como los escandinavos, los asiáticos, Canadá, en cierta medida Inglaterra, en los cuales la escuela reduce las desigualdades sociales. Y hay países en los cuales hay menos desigualdad en la escuela que en el resto de la sociedad. Varios factores lo explican. Primero, la repartición espacial de las desigualdades sociales. En las ciudades donde los ricos y los pobres viven separados, las desigualdades escolares prolongan las desigualdades sociales: los más ricos van a las mismas escuelas, lo mismo ocurre con los más pobres. Hay un factor político: los países que más reducen las desigualdades sociales tienen una escuela común, no selectiva, entre los 5 y los 16 años. Y el tercer factor es que cuanto más decisivo es el rol de los diplomas en el acceso al empleo, más fuertes son la competencia social y las desigualdades escolares. Las buenas escuelas son las que dedican más esfuerzo a los alumnos con más dificultades. La justicia de un sistema escolar no está tanto en la cantidad de alumnos pobres que llegan a la élite, sino en la calidad de la escuela de los alumnos más débiles. La verdadera dificultad hoy es tener una pedagogía individualizada. Los países con mejores resultados escolares son aquellos donde los docentes consideran que la igualdad social no es contradictoria con la individualización de los alumnos. Y los alumnos que no han tenido éxito en la escuela deben poder beneficiarse con otros tipos de formación. Cuando yo era chico, la escuela les decía a los hijos de obreros que probablemente iban a ser obreros, pero que la condición obrera iba a mejorar. Hoy se les dice que la situación obrera es mala; que si tienen méritos, saldrán de ella, pero si no los tienen, peor para ellos.
-Hoy hay un grave problema de deserción, sobre todo en la escuela media.
-En todo el mundo.
-Y hay quienes se preguntan por qué los chicos volverían a la misma escuela que abandonaron si no se generan condiciones para que regresen.
-Creo que el problema de la deserción, sobre todo en chicos a partir de los 12 o 13 años, debe hacer pensar por qué la cultura escolar parece no interesar a los alumnos, por qué sienten que pueden acceder a mucha información por sí solos. La escuela en este sentido es como la religión: ha perdido poder de seducción. Por otra parte, estamos en una sociedad que les dice a los alumnos que la escuela es indispensable para tener éxito en la vida, y en cuanto un número de estudiantes entienden que no van a lograrlo, no les interesa ir. Creo que hay que repensar completamente la escuela porque, al menos en Francia, se ha transformado en un espacio de competencia por tener trabajo. Hay dos peligros: el primero es decir que, ya que la sociedad es desigual, capitalista, egoísta, no hay nada que se pueda mejorar en la escuela, y la segunda es imaginar que la escuela puede resolverlo todo. Pero hay escuelas mejores que otras. Y no es solamente una cuestión de recursos.
-Aquí se destina mucho dinero para educación, pero los resultados no parecen acompañar esa inversión.
-En Francia se ha dado mucho dinero para educación y los resultados no son buenos, porque hemos retrasado la formación de los docentes y hemos perdido el coraje de hacer reformas. Los países que obtienen buenos resultados son los que han decidido reformar el sistema escolar. Hace treinta años ni los países escandinavos, ni Canadá, ni Inglaterra tenían buenos resultados, y empezaron de nuevo. Hace falta inteligencia, capacidad política y un Estado capaz de hacerlo. Sacar a los mejores alumnos de un barrio pobre y mandarlos a una buena escuela hace que las condiciones sociales se degraden, porque en el barrio pobre sólo quedan los peores alumnos. Se le hace justicia a un individuo, pero la justicia individual se vuelve una injusticia colectiva, porque se incrementan las distancias.
-La salvación individual no es la salvación colectiva, como usted escribió.
-Exacto. Hay que razonar como se hacía hace un siglo con la tuberculosis. La vencimos con vacunas pero fundamentalmente con agua corriente, buena alimentación, mejoras en las condiciones de la gente. Hoy vuelve la tuberculosis porque las condiciones de vida se degradan. Y creo que los gobiernos han renunciado a reparar eso. En Francia, al menos, la gente ya no cree que se pueda mejorar la sociedad, sino sólo el destino de aquellos que lo merecen.
http://www.lanacion.com.ar/1377743-la-igualdad-de-oportunidades-es-una-ficcion
sábado, 6 de agosto de 2016
LA CRISIS QUE CAMBIÓ ALEMANIA | Y 3. EL IMPACTO EN LA ESCUELA. Primero el idioma, luego todo lo demás.
Tras recibir a unos 250.000 refugiados, el sistema educativo alemán se enfrenta al reto de socializar a alumnos con grandes diferencias culturales y a menudo traumatizados por la guerra.
Son las 11.45 y en el instituto Allee de Hamburgo el recreo está a punto de acabar. En medio de la marabunta de alumnos correteando por los pasillos, 13 preadolescentes vuelven a la clase de la señora Vogel. Entre todos suman siete nacionalidades y más del doble de idiomas. La tarea hoy consiste en reescribir una redacción buscando fórmulas más acordes con la rígida estructura del alemán. Nargues, una afgana de 13 años que lleva solo dos meses en este centro, se ofrece a leer su ejercicio. “Muy bien. Lo has hecho estupendo”, le felicita la profesora. La tímida niña parece esconderse bajo su pañuelo islámico.
Hace un año, esta clase no existía. Este instituto de un barrio de clase media estaba acostumbrado a la diversidad tras décadas de flujos migratorios. Pero nada parecido a esto. Ante la emergencia por la llegada masiva de refugiados, los responsables del centro se ofrecieron el año pasado a crear una clase de acogida. “Todos estábamos muy emocionados. Los alumnos también querían participar. Pero la euforia inicial ha desaparecido”, explica su director, Ulf Nebe. Quizás la emoción de los primeros días ha dado paso a una actitud más pragmática: con voluntad de seguir adelante, pero al mismo tiempo consciente de las inmensas dificultades.
Una niña de 14 años que no puede parar de llorar en todo el día porque echa de menos a su familia. Llegó sola desde Afganistán haciendo gran parte de la ruta a pie. Otra que fue atropellada por los talibanes. Jóvenes traumatizados por experiencias que muchas veces no cuentan. “Vemos casos que antes no nos podíamos ni imaginar”, dice Susana Pérez Caballero, una profesora española que no puede contener la emoción al contar los avances que detecta. Como el de la niña que le acaba de dar un dibujo en el que ha escrito: “Me gusta jugar, cantar, pintar y escribir. Aquí se está bien”.
El choque ha afectado a todo el país. No hay datos exactos, pero se estima que el sistema educativo alemán ha absorbido en el último año a unos 250.000 escolares. Cada Estado federado se organiza como quiere, pero el primer objetivo es igual en todos: que los niños y adolescentes aprendan alemán cuanto antes. Hamburgo ha optado por un periodo de integración de un año con clases solo para los recién llegados en las que se atiendan sus necesidades específicas. Otros länder prefieren mezclarlos cuando antes con los alumnos locales.
“Creo que nuestro sistema funciona bien. Es bueno que al principio estén más protegidos. Desarrollan una solidaridad entre ellos, porque todos están pasando por lo mismo y saben cómo se sienten”, explica Pérez Caballero. En estas clases no solo aprenden alemán, sino cómo sacarse el carné de la biblioteca o el abono transporte. Cosas básicas que muchos nunca habían hecho antes. El experto de la OCDE Andreas Schleicher no está tan convencido de la bondad de estas clases de integración. “Si los alumnos aprenden muy pronto matemáticas o historia, también aprenden alemán mucho más rápido”, dijo en una conferencia hace unos meses.
El desafío es mayúsculo. Las autoridades educativas calcularon hace unos meses que necesitarían 20.000 nuevos profesores. Los sindicatos elevaron la cifra a 24.000. Solo en Hamburgo se han contratado a 600. “El problema no era tanto de dinero como de capacidades. De repente nos veíamos obligados a buscar espacios donde improvisar clases. En el momento álgido de la crisis, nos llamaban de un refugio para decirnos que de un día para otro habían tenido que usar el aula para meter más camas. Y teníamos que buscar una solución urgente”, explica Peter Albrecht, asesor del ministro de Educación de Hamburgo.
Jubilados de vuelta al cole
Ante la magnitud de lo que estaba pasando, algunos profesores jubilados han abandonado su plácido retiro. Klaus-Peter Göke-Hillmann es uno de ellos. A punto de cumplir los 70 años, acude a la cita con su bicicleta y una envidiable vitalidad. A él ni se le había pasado por la cabeza volver a la docencia. Tiene una buena pensión y muchos planes al margen de la escuela. Pero el año pasado, al ver en el telediario las riadas humanas llegando a Alemania, pensó que debía echar una mano.
“Ha sido más duro de lo que pensaba”, reconoce nada más comenzar la conversación. Viene contento. El curso ya está terminando y los alumnos han editado un catálogo en el que se presentan a sí mismos. “En Siria hay escuelas con libros muy buenos. Pero pese a que está prohibido, los profesores pegan a los alumnos. Por ejemplo, con palos en la mano”, escribe el estudiante Ahmad.
El profesor Göke-Hillmann ha disfrutado del reto empezar de cero. Él enseña matemáticas en un centro de primera acogida; y tenía que improvisar material escolar tanto para los que ya eran buenos estudiantes en sus países como para los que no sabían ni escribir los números. Las diferencias culturales también generan más de un roce. Como cuando los familiares de una niña siria no le permitían ir a clase de natación. O el que se negaba a dar la mano a una profesora por ser mujer. “Lo llevé a la ventana y le dije: mira, esto es Alemania. Aquí da igual que tú seas un hombre y ella una mujer. Lo importante es que tú eres un alumno y ella tu profesora”.
La jornada ha terminado ya en el instituto Allee. Los alumnos arrastran sus mochilas de vuelta a casa. Nargues, la afgana que había leído su redacción en clase, camina junto a sus compañeros. Por una parte van los alumnos de las clases convencionales; y por otra los nuevos. Por ahora no se juntan. Quizás lo hagan el próximo año, cuando el curso de integración haya acabado, y Nargues esté rodeada de compañeros alemanes.
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/07/22/actualidad/1469186750_878213.html
Son las 11.45 y en el instituto Allee de Hamburgo el recreo está a punto de acabar. En medio de la marabunta de alumnos correteando por los pasillos, 13 preadolescentes vuelven a la clase de la señora Vogel. Entre todos suman siete nacionalidades y más del doble de idiomas. La tarea hoy consiste en reescribir una redacción buscando fórmulas más acordes con la rígida estructura del alemán. Nargues, una afgana de 13 años que lleva solo dos meses en este centro, se ofrece a leer su ejercicio. “Muy bien. Lo has hecho estupendo”, le felicita la profesora. La tímida niña parece esconderse bajo su pañuelo islámico.
Hace un año, esta clase no existía. Este instituto de un barrio de clase media estaba acostumbrado a la diversidad tras décadas de flujos migratorios. Pero nada parecido a esto. Ante la emergencia por la llegada masiva de refugiados, los responsables del centro se ofrecieron el año pasado a crear una clase de acogida. “Todos estábamos muy emocionados. Los alumnos también querían participar. Pero la euforia inicial ha desaparecido”, explica su director, Ulf Nebe. Quizás la emoción de los primeros días ha dado paso a una actitud más pragmática: con voluntad de seguir adelante, pero al mismo tiempo consciente de las inmensas dificultades.
Una niña de 14 años que no puede parar de llorar en todo el día porque echa de menos a su familia. Llegó sola desde Afganistán haciendo gran parte de la ruta a pie. Otra que fue atropellada por los talibanes. Jóvenes traumatizados por experiencias que muchas veces no cuentan. “Vemos casos que antes no nos podíamos ni imaginar”, dice Susana Pérez Caballero, una profesora española que no puede contener la emoción al contar los avances que detecta. Como el de la niña que le acaba de dar un dibujo en el que ha escrito: “Me gusta jugar, cantar, pintar y escribir. Aquí se está bien”.
El choque ha afectado a todo el país. No hay datos exactos, pero se estima que el sistema educativo alemán ha absorbido en el último año a unos 250.000 escolares. Cada Estado federado se organiza como quiere, pero el primer objetivo es igual en todos: que los niños y adolescentes aprendan alemán cuanto antes. Hamburgo ha optado por un periodo de integración de un año con clases solo para los recién llegados en las que se atiendan sus necesidades específicas. Otros länder prefieren mezclarlos cuando antes con los alumnos locales.
“Creo que nuestro sistema funciona bien. Es bueno que al principio estén más protegidos. Desarrollan una solidaridad entre ellos, porque todos están pasando por lo mismo y saben cómo se sienten”, explica Pérez Caballero. En estas clases no solo aprenden alemán, sino cómo sacarse el carné de la biblioteca o el abono transporte. Cosas básicas que muchos nunca habían hecho antes. El experto de la OCDE Andreas Schleicher no está tan convencido de la bondad de estas clases de integración. “Si los alumnos aprenden muy pronto matemáticas o historia, también aprenden alemán mucho más rápido”, dijo en una conferencia hace unos meses.
El desafío es mayúsculo. Las autoridades educativas calcularon hace unos meses que necesitarían 20.000 nuevos profesores. Los sindicatos elevaron la cifra a 24.000. Solo en Hamburgo se han contratado a 600. “El problema no era tanto de dinero como de capacidades. De repente nos veíamos obligados a buscar espacios donde improvisar clases. En el momento álgido de la crisis, nos llamaban de un refugio para decirnos que de un día para otro habían tenido que usar el aula para meter más camas. Y teníamos que buscar una solución urgente”, explica Peter Albrecht, asesor del ministro de Educación de Hamburgo.
Jubilados de vuelta al cole
Ante la magnitud de lo que estaba pasando, algunos profesores jubilados han abandonado su plácido retiro. Klaus-Peter Göke-Hillmann es uno de ellos. A punto de cumplir los 70 años, acude a la cita con su bicicleta y una envidiable vitalidad. A él ni se le había pasado por la cabeza volver a la docencia. Tiene una buena pensión y muchos planes al margen de la escuela. Pero el año pasado, al ver en el telediario las riadas humanas llegando a Alemania, pensó que debía echar una mano.
“Ha sido más duro de lo que pensaba”, reconoce nada más comenzar la conversación. Viene contento. El curso ya está terminando y los alumnos han editado un catálogo en el que se presentan a sí mismos. “En Siria hay escuelas con libros muy buenos. Pero pese a que está prohibido, los profesores pegan a los alumnos. Por ejemplo, con palos en la mano”, escribe el estudiante Ahmad.
El profesor Göke-Hillmann ha disfrutado del reto empezar de cero. Él enseña matemáticas en un centro de primera acogida; y tenía que improvisar material escolar tanto para los que ya eran buenos estudiantes en sus países como para los que no sabían ni escribir los números. Las diferencias culturales también generan más de un roce. Como cuando los familiares de una niña siria no le permitían ir a clase de natación. O el que se negaba a dar la mano a una profesora por ser mujer. “Lo llevé a la ventana y le dije: mira, esto es Alemania. Aquí da igual que tú seas un hombre y ella una mujer. Lo importante es que tú eres un alumno y ella tu profesora”.
La jornada ha terminado ya en el instituto Allee. Los alumnos arrastran sus mochilas de vuelta a casa. Nargues, la afgana que había leído su redacción en clase, camina junto a sus compañeros. Por una parte van los alumnos de las clases convencionales; y por otra los nuevos. Por ahora no se juntan. Quizás lo hagan el próximo año, cuando el curso de integración haya acabado, y Nargues esté rodeada de compañeros alemanes.
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/07/22/actualidad/1469186750_878213.html
viernes, 5 de agosto de 2016
Animalismo, nazismo, izquierda. (A veces el tiempo pasa factura)
Una persona que no haya visto torear a la verónica a Morante de la Puebla no entenderá jamás por qué los aficionados hablamos del Arte del Toreo.
Más del 90% de los llamados “animalistas” no ha visto nunca una corrida de toros. Tampoco los nazis habían leído los libros que lanzaban a la hoguera. Y era más que improbable que las brujas que quemaban los inquisidores fueran propietarias de flipantes escobas voladoras. Por eso se puede afirmar que una de las características de los individuos sectarios es su agresividad y otra su desconocimiento.
Una persona que no haya visto torear a la verónica a Morante de la Puebla no entenderá jamás por qué los aficionados a las corridas de toros hablamos del Arte del Toreo. Y lo más probable es que un animalista del común ignore que Adolf Hitler y su lugarteniente Himmler publicaron las primeras leyes animalistas del continente europeo. Ambos, siguiendo la inspiración de locuelos posdarwinistas como Davenport o Madison Grant, creyeron a pies juntillas en la igualdad de animales y personas, que es el primer paso para tratar a las personas como animales.
Hitler, cuando termino de leer La Caída de la Gran Raza, de Madison Grant, dijo: “Este libro es mi Biblia”. Y en un rapto de sinceridad animalista le confesó a uno de sus ayudantes favoritos, el arquitecto Albert Speer, que su perra “merecía vivir mucho más que la mayoría de sus partidarios, e incluso que el propio pueblo alemán”. Tenía más derecho a vivir, vamos.
¡Ah! Serio asunto este del derecho de los animales. Por ejemplo, ¿una gamba o una mosca son sujetos de derecho? ¿Y un centollo? ¿Solo tienen derecho al Derecho los favoritos de la secta animalista? Uno, para salir de dudas, acude a la inteligencia de Fernando Savater. Y el maestro nos aclara en su libro Tauroética que “la inocencia y la culpabilidad están ligadas a la conducta interesada, no meramente a la instintiva. Es pueril decir que los animales son 'inocentes' puesto que no pueden ser 'culpables': solo los imbéciles o los pedagogos edificantes que envidian la pureza del comportamiento animal —es decir: que añoran el Jardín del Edén antes del pecado original, y, por tanto, del comienzo de la libertad humana— olvidan esta verdad elemental”.
Pero aquí se trata de buscar culpables para encender de nuevo las hogueras inquisitoriales. Por eso, la conexión nazistoide encuentra también enchufes de alto voltaje en nuestros días. Véanse las opiniones de Peter Singer, autor de Liberación Animal, con participación prohibida en actos culturales en las universidades alemanas por sus teorías filonazis, considerado como padre del animalismo contemporáneo y que señala, siguiendo la estela de Davenport y Grant, a los culpables del maltrato animal en el capítulo 4º de Liberación Animal: los responsables históricos del maltrato animal, son “los judíos, los cristianos, Grecia, Roma, la cultura occidental”. Ahí están identificados, por fin, los monstruos: a orillas del Mediterráneo. Y, encarriladas las argumentaciones en la dirección necesaria: ¿hay dudas de que las corridas de toros son el espectáculo diabólico por excelencia? Ninguna duda. Cosas propias de españoles son las corridas, sí, abandonados a las malas tendencias de sus genes hispánicos, tan distintos de otros como, por ejemplo, “el gen Carolingio de los catalanes”, según aclaró en su día el líder de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras, genetista al por mayor en sus ratos libres.
Hoy, los intereses de las multinacionales del espectáculo, de la alimentación, de los accesorios para las llamadas mascotas, lideran un negocio mundial que mueve más de 20.000 millones de dolares al año. A su servicio, una potente penetración cultural centroeuropea, germánica y anglosajona, ha colapsado la conciencia analítica y crítica de muchos ciudadanos del Sur de Europa. Transformándolos en adolescentes emocionales y haciendo del animalismo uno de los abalorios sentimentales que movilizan con más éxito el histerismo colectivo.
Las plazas de toros se convierten en espacios para la especulación urbanística (caso de la de Barcelona) mientras el espectáculo taurino, pura creación popular, revolucionario, dramático, veraz, de fusión entre música, ballet, plástica, ética y estética, se ve acosado sin que la izquierda española mueva un dedo en su favor. Una izquierda que desconoce el origen de la fiesta taurina como victoria popular de los mozos que auxiliaban a los aristócratas en su deporte de alancear toros desde sus caballos. Ellos, los mozos del pueblo, desarrollaron frente al toro estrategias creativas que entusiasmaron a los públicos. Y rompieron las normas que encorsetaban a las clases populares, utilizando el oro, la plata, y la seda, en sus vestimentas, materiales prohibidos al pueblo llano, además, por ejemplo, de hacer el paseíllo sin destocarse aunque el Rey estuviera presente en la plaza.
¡Ojalá la muerte de Victor Barrio sirva para iluminar el mérito extraordinario de quienes, como los toreros, arriesgan su vida para levantar esculturas efímeras frente al toro, y apuestas radicales sobre el doble valor, humano y humanista, de la existencia…!
Francisco López Barrios es escritor, periodista y novelista.
http://cultura.elpais.com/cultura/2016/07/19/actualidad/1468914161_368417.html
P- D.:No creo muy necesario decir que no pienso así, y muy mal deben estar las cosas entre el mundo del toreo para recurrir a Hitler como vegetariano, ese asesino al servicio de las clases capitalistas y dominantes. Asesino que creó miles de campos de concentración para enseñar a esas clases el cruel y sanguinario procedimiento utilizado para mostrarles como se podía acabar con los dirigentes y organizaciones de trabajadores como sindicatos y partidos. Y así explotar a los obreros hasta la extenuación y la muerte, y congraciarse con esas clases dirigentes. Y hay que recordar que la lucha y resistencia nunca desapareció.
Sin duda, hubo muchísimos que colaboraron con él y verían una "inteligencia y arte supremos" en esa organización y procedimientos de explotación y muerte, aunque efímero, en su obra; la destrucción de todas las organizaciones obreras y progresista para hacer posible esa explotación. También tuvieron mucho arte (¿o solo montajes, mentiras e imposturas del establishment a su servicio para eludir sus responsabilidades?) todos los industriales, banqueros, grandes terrateniente, fabricantes de armas, la "nobleza" prusiana, magnates del acero, etc.,etc., para librarse de los juicios de Núremberg, que juzgaron a altos cargos nazis, pues habían sido no sólo colaboradores necesarios, para su llegada al poder, sino que se habían beneficiado de la organización política de la dictadura nazi y de sus procedimientos de construcción y organización de los campos de concentración explotando a los prisioneros como esclavos, para trabajar gratis hasta la muerte.
Lo que tenga el toreo de arte, como la tortura, el crimen, el asesinato, la violencia y tanta ignominia como ha sufrido gran parte de la Humanidad, no puede nunca justificar que se conviertan en espectáculo, aunque en otras épocas lo hayan sido.
Pero estamos en el país de MANTENELLO Y NO ENMENDALLO. Creo que el artículo se comenta por si sólo.
Más del 90% de los llamados “animalistas” no ha visto nunca una corrida de toros. Tampoco los nazis habían leído los libros que lanzaban a la hoguera. Y era más que improbable que las brujas que quemaban los inquisidores fueran propietarias de flipantes escobas voladoras. Por eso se puede afirmar que una de las características de los individuos sectarios es su agresividad y otra su desconocimiento.
Una persona que no haya visto torear a la verónica a Morante de la Puebla no entenderá jamás por qué los aficionados a las corridas de toros hablamos del Arte del Toreo. Y lo más probable es que un animalista del común ignore que Adolf Hitler y su lugarteniente Himmler publicaron las primeras leyes animalistas del continente europeo. Ambos, siguiendo la inspiración de locuelos posdarwinistas como Davenport o Madison Grant, creyeron a pies juntillas en la igualdad de animales y personas, que es el primer paso para tratar a las personas como animales.
Hitler, cuando termino de leer La Caída de la Gran Raza, de Madison Grant, dijo: “Este libro es mi Biblia”. Y en un rapto de sinceridad animalista le confesó a uno de sus ayudantes favoritos, el arquitecto Albert Speer, que su perra “merecía vivir mucho más que la mayoría de sus partidarios, e incluso que el propio pueblo alemán”. Tenía más derecho a vivir, vamos.
¡Ah! Serio asunto este del derecho de los animales. Por ejemplo, ¿una gamba o una mosca son sujetos de derecho? ¿Y un centollo? ¿Solo tienen derecho al Derecho los favoritos de la secta animalista? Uno, para salir de dudas, acude a la inteligencia de Fernando Savater. Y el maestro nos aclara en su libro Tauroética que “la inocencia y la culpabilidad están ligadas a la conducta interesada, no meramente a la instintiva. Es pueril decir que los animales son 'inocentes' puesto que no pueden ser 'culpables': solo los imbéciles o los pedagogos edificantes que envidian la pureza del comportamiento animal —es decir: que añoran el Jardín del Edén antes del pecado original, y, por tanto, del comienzo de la libertad humana— olvidan esta verdad elemental”.
Pero aquí se trata de buscar culpables para encender de nuevo las hogueras inquisitoriales. Por eso, la conexión nazistoide encuentra también enchufes de alto voltaje en nuestros días. Véanse las opiniones de Peter Singer, autor de Liberación Animal, con participación prohibida en actos culturales en las universidades alemanas por sus teorías filonazis, considerado como padre del animalismo contemporáneo y que señala, siguiendo la estela de Davenport y Grant, a los culpables del maltrato animal en el capítulo 4º de Liberación Animal: los responsables históricos del maltrato animal, son “los judíos, los cristianos, Grecia, Roma, la cultura occidental”. Ahí están identificados, por fin, los monstruos: a orillas del Mediterráneo. Y, encarriladas las argumentaciones en la dirección necesaria: ¿hay dudas de que las corridas de toros son el espectáculo diabólico por excelencia? Ninguna duda. Cosas propias de españoles son las corridas, sí, abandonados a las malas tendencias de sus genes hispánicos, tan distintos de otros como, por ejemplo, “el gen Carolingio de los catalanes”, según aclaró en su día el líder de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras, genetista al por mayor en sus ratos libres.
Hoy, los intereses de las multinacionales del espectáculo, de la alimentación, de los accesorios para las llamadas mascotas, lideran un negocio mundial que mueve más de 20.000 millones de dolares al año. A su servicio, una potente penetración cultural centroeuropea, germánica y anglosajona, ha colapsado la conciencia analítica y crítica de muchos ciudadanos del Sur de Europa. Transformándolos en adolescentes emocionales y haciendo del animalismo uno de los abalorios sentimentales que movilizan con más éxito el histerismo colectivo.
Las plazas de toros se convierten en espacios para la especulación urbanística (caso de la de Barcelona) mientras el espectáculo taurino, pura creación popular, revolucionario, dramático, veraz, de fusión entre música, ballet, plástica, ética y estética, se ve acosado sin que la izquierda española mueva un dedo en su favor. Una izquierda que desconoce el origen de la fiesta taurina como victoria popular de los mozos que auxiliaban a los aristócratas en su deporte de alancear toros desde sus caballos. Ellos, los mozos del pueblo, desarrollaron frente al toro estrategias creativas que entusiasmaron a los públicos. Y rompieron las normas que encorsetaban a las clases populares, utilizando el oro, la plata, y la seda, en sus vestimentas, materiales prohibidos al pueblo llano, además, por ejemplo, de hacer el paseíllo sin destocarse aunque el Rey estuviera presente en la plaza.
¡Ojalá la muerte de Victor Barrio sirva para iluminar el mérito extraordinario de quienes, como los toreros, arriesgan su vida para levantar esculturas efímeras frente al toro, y apuestas radicales sobre el doble valor, humano y humanista, de la existencia…!
Francisco López Barrios es escritor, periodista y novelista.
http://cultura.elpais.com/cultura/2016/07/19/actualidad/1468914161_368417.html
P- D.:No creo muy necesario decir que no pienso así, y muy mal deben estar las cosas entre el mundo del toreo para recurrir a Hitler como vegetariano, ese asesino al servicio de las clases capitalistas y dominantes. Asesino que creó miles de campos de concentración para enseñar a esas clases el cruel y sanguinario procedimiento utilizado para mostrarles como se podía acabar con los dirigentes y organizaciones de trabajadores como sindicatos y partidos. Y así explotar a los obreros hasta la extenuación y la muerte, y congraciarse con esas clases dirigentes. Y hay que recordar que la lucha y resistencia nunca desapareció.
Sin duda, hubo muchísimos que colaboraron con él y verían una "inteligencia y arte supremos" en esa organización y procedimientos de explotación y muerte, aunque efímero, en su obra; la destrucción de todas las organizaciones obreras y progresista para hacer posible esa explotación. También tuvieron mucho arte (¿o solo montajes, mentiras e imposturas del establishment a su servicio para eludir sus responsabilidades?) todos los industriales, banqueros, grandes terrateniente, fabricantes de armas, la "nobleza" prusiana, magnates del acero, etc.,etc., para librarse de los juicios de Núremberg, que juzgaron a altos cargos nazis, pues habían sido no sólo colaboradores necesarios, para su llegada al poder, sino que se habían beneficiado de la organización política de la dictadura nazi y de sus procedimientos de construcción y organización de los campos de concentración explotando a los prisioneros como esclavos, para trabajar gratis hasta la muerte.
Lo que tenga el toreo de arte, como la tortura, el crimen, el asesinato, la violencia y tanta ignominia como ha sufrido gran parte de la Humanidad, no puede nunca justificar que se conviertan en espectáculo, aunque en otras épocas lo hayan sido.
Pero estamos en el país de MANTENELLO Y NO ENMENDALLO. Creo que el artículo se comenta por si sólo.
jueves, 4 de agosto de 2016
La ola de indignación que ha provocado una tribuna de la escritora estadounidense Cathy Young. "Las feministas tratan mal a los hombres"
En su tribuna, Las feministas tratan mal a los hombres, Cathy Young critica la supuesta deriva radical del feminismo en Estados Unidos. La escritora asegura: “Gran parte de la retórica feminista actual ha cruzado la línea que separa las críticas al sexismo de las críticas a los hombres, y se centra en el comportamiento personal”. Para Young, el movimiento empezó a cambiar, “en los años setenta con el ascenso del feminismo radical y su eslogan ‘lo personal es político’. Autoras como Andrea Dworkin y Marilyn French representaron a los hombres corrientes como los brutales soldados de a pie del patriarcado”.
comenzaron a llegar las quejas. Asunción Oliva Portolés, del Consejo del Instituto de Investigaciones Feministas de la Universidad Complutense de Madrid, expresaba así su total discrepancia con Young: “Las feministas españolas no hemos entrado en esa dinámica, y si eso ocurre en EE UU me parece intempestivo traerlo a colación en nuestro país en donde se puede dar la impresión de que el feminismo es eso para regocijo de aquellos y aquellas que solo buscan denigrarlo”. Luisa Posada Kubissa, profesora de Filosofía de la Universidad Complutense y miembro del mismo Consejo, me envió una réplica al texto de Young en la que, entre otras cosas, afirma: “Decir, como dice Cathy Young en su periódico, que ‘las feministas tratan mal a los hombres’ podría parecer un chiste malo, si no fuera porque pretende ser una afirmación descalificadora del propio feminismo. Y porque amplificar esta intención en EL PAÍS implica querer conferirle carta de autoridad y contribuir al descrédito del mismo”.
La escritora Laura Freixas se declara también disconforme con el artículo y con su publicación: “Primero, porque nos parece alarmante que cuando miles de mujeres en todo el mundo son asesinadas y violadas por hombres (por mencionar solo los síntomas más escandalosos de la desigualdad), EL PAÍS publique un artículo que ataca, no a los responsables, por acción u omisión, de semejante estado de cosas, sino a las feministas que lo denuncian. Segundo, porque dar voz a tan pocas mujeres, pero hacerlo con una que defiende tesis antifeministas, es una vieja y burda estrategia patriarcal (ya utilizada por los enemigos del voto femenino a través de Victoria Kent) en la que un periódico como EL PAÍS, tradicional referente del lectorado progresista y democrático, no debería caer”.
http://elpais.com/elpais/2016/07/04/opinion/1467635693_524761.html
http://elpais.com/elpais/2016/07/22/opinion/1469199915_424365.html
comenzaron a llegar las quejas. Asunción Oliva Portolés, del Consejo del Instituto de Investigaciones Feministas de la Universidad Complutense de Madrid, expresaba así su total discrepancia con Young: “Las feministas españolas no hemos entrado en esa dinámica, y si eso ocurre en EE UU me parece intempestivo traerlo a colación en nuestro país en donde se puede dar la impresión de que el feminismo es eso para regocijo de aquellos y aquellas que solo buscan denigrarlo”. Luisa Posada Kubissa, profesora de Filosofía de la Universidad Complutense y miembro del mismo Consejo, me envió una réplica al texto de Young en la que, entre otras cosas, afirma: “Decir, como dice Cathy Young en su periódico, que ‘las feministas tratan mal a los hombres’ podría parecer un chiste malo, si no fuera porque pretende ser una afirmación descalificadora del propio feminismo. Y porque amplificar esta intención en EL PAÍS implica querer conferirle carta de autoridad y contribuir al descrédito del mismo”.
La escritora Laura Freixas se declara también disconforme con el artículo y con su publicación: “Primero, porque nos parece alarmante que cuando miles de mujeres en todo el mundo son asesinadas y violadas por hombres (por mencionar solo los síntomas más escandalosos de la desigualdad), EL PAÍS publique un artículo que ataca, no a los responsables, por acción u omisión, de semejante estado de cosas, sino a las feministas que lo denuncian. Segundo, porque dar voz a tan pocas mujeres, pero hacerlo con una que defiende tesis antifeministas, es una vieja y burda estrategia patriarcal (ya utilizada por los enemigos del voto femenino a través de Victoria Kent) en la que un periódico como EL PAÍS, tradicional referente del lectorado progresista y democrático, no debería caer”.
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