domingo, 26 de noviembre de 2017

No se fíen de Google

Ganas de Escribir

Aunque, según las encuestas, la mayoría de la gente cree que los buscadores que casi constantemente utilizamos en la red son imparciales, lo cierto es que generan un sesgo muy importante en nuestra percepción del mundo y una influencia unilateral decisiva en nuestras decisiones y actuaciones.

Las webs empresariales utilizan “cookies” y otros procedimientos sofisticados que se instalan en nuestros ordenadores apenas lo consintamos, bien sea deliberadamente o por descuido. Así detectan nuestras búsquedas y a partir de ellas puedan ofrecernos productos comerciales que se adecuen a nuestras aficiones o demandas. En su interesante libro El filtro burbuja: cómo la web decide lo que leemos y lo que pensamos, Eli Parisier explica que, al escribir la palabra “depresión” en un diccionario on line, la web instalará 223 cookies y dispositivos de rastreo para que otras web puedan ofrecer a quien la haya escrito productos antidepresivos: “comparte un artículo de cocina de ABC News -dice en otro lugar del libro- y puede que te acaben persiguiendo por internet anuncios de ollas antiadherentes. Abre -aunque sea por un instante- una página en la que se enumeren signos de que tu mujer puede estar engañándote y prepárate para que te persigan anuncios de pruebas de paternidad”.

Se trata de un procedimiento legal pero que puede dejar de serlo cuando se aplica manipulando los algoritmos que proporcionan las respuestas del buscador, como ha ocurrido con Google. La Comisión Europea multó en junio pasado a este gigante de la red con 2.420 millones de euros por manipular los resultados de búsqueda con el fin de dirigir a los usuarios, de forma inapropiada y en perjuicio de sus competidores, a su propio servicio de compras, Google Shopping.

Pero los buscadores no solo se conciben o incluso se manipulan con fines meramente comerciales sino que también están diseñados para incidir estratégicamente en nuestra percepción del mundo y, por tanto, en los criterios de los que dependen nuestras decisiones personales y políticas. La información que nos proporcionan no es ni mucho menos neutra u objetiva, como generalmente se cree, sino que nos llega previamente filtrada en función del perfil específico que de cada uno de nosotros haya compuesto el algoritmo correspondiente. “La consulta ‘células madre’ -sigue diciendo Parisier en su libro- puede producir resultados diametralmente opuestos en el caso de que los usuarios sean científicos que apoyan la investigación o activistas que se opongan. ‘Pruebas del cambio climático’ puede deparar resultados diferentes a un activista medioambiental y a un directivo de una compañía petrolífera”. Así es como los buscadores introducen un sesgo constante que, sin que seamos conscientes, nos impide disponer de una visión plural de los fenómenos sobre los que, a través de ellos, indagamos en la red. Sin que podamos ser conscientes de ello, van conformando nuestra percepción del mundo.

Y ni siquiera eso es lo peor. Los buscadores no solamente filtran la información disponible para hacernos llegar preferentemente la que previamente parece más adecuada a nuestro perfil predefinido. Además de ello, seleccionan las fuentes de la información y eliminan las que pueden considerarse más indeseables o molestas, por decirlo de alguna manera, para el “saber establecido”. Y, paradójicamente, la excusa que se utiliza para homogeneizar la información y para silenciar la información alternativa es que hay que evitar que se difunda la falsedad y garantizar que en la red se divulgue la verdad. Paradójica, porque el resultado de esa aparentemente noble pretensión es que se fortalecen visiones del mundo que no son precisamente las que mejor reflejan la realidad.

Hace un año, la agencia Reuters publicó un artículo informando del nacimiento de una organización sin fines de lucro que iba a trabajar para fomentar y garantizar la confianza y la verdad en la era digital combatiendo la difusión de noticias falsas. Se llamaba  First Draft Coalition y en ella estarían incluidas grandes corporaciones de la información como Google, Facebook, Twitter, The New York Times, The Washington Post, BuzzFeed News, Agence France-Presse o CNN. Meses más tarde, en mayo pasado, Google seguía esa línea y anunció una actualización de sus directrices para “evaluar la calidad de búsqueda” con el fin de “proporcionar ejemplos más detallados de páginas web de baja calidad para que los evaluadores marquen adecuadamente”. Unos evaluadores que son los que supuestamente tienen como función rechazar las noticias falsas, los “fakes”, las “experiencias molestas para el usuario” y las “teorías de conspiración” hoy día tan abundantes como perniciosas.

Cualquier persona sensata consideraría que el objetivo de Google es bienintencionado, sobre todo, cuando eso se hacía con las miras puestas en evitar el cúmulo de manipulaciones y mentiras de todo tipo que circularon en la red durante las últimas elecciones estadounidenses (aunque habría que decir que no solo entonces, porque la red también fue una fuente de influencia estratégica no explicitada en la elección de Obama).

Sin embargo, lo cierto es que ese cambio de criterios de Google se ha traducido en un nuevo algoritmo de búsqueda con resultados muy significativos: las webs progresistas han resultado silenciadas en los resultados que el buscador proporciona en materias económicas, políticas y sociales de especial trascendencia, produciendo así una disminución sorprendente en el número de personas que las visitan.

El portal  World Socialist Web Site ha analizado los datos estadísticos que proporciona  SEMrush  sobre el tráfico en la red desde junio (cuando comenzaron a aplicarse las nuevas directrices de Google) a septiembre de 2017, y los resultados son bien evidentes: wsws.org cayó el 67%, alternet.org el 63%, globalresearch.ca el 62%, consortiumnews.com el 47%, socialistworker.org el 47%, mediamatters.org el 42%, commondreams.org el 37%, internationalviewpoint.org el 36%, democracynow.org el 36%, wikileaks.org el 30%, truth-out.org el 25%, counterpunch.org el 21% y theintercept.com el 19%. La gráfica siguiente que proporciona  alternet.org con la evolución de visitas a su web habla por sí sola (su editorial sobre el tema aquí).

Hasta un medio tan convencional y vinculado al establishment como The New York Times se hizo eco de los efectos del cambio de directrices de Google sobre las webs alternativas (As Google Fights Fake News, Voices on the Margins Raise Alarmy muchos analistas están tratando de discernir el cambio efectivo que han supuesto las nuevas directrices sobre el uso estratégico de la información en la red.

La pregunta que se hace cualquiera que sepa que las páginas alternativas y de izquierdas son las que resultan silenciadas por estos nuevos criterios es si realmente estas son las webs que principalmente difunden falsedades.

Y lo bueno es que sabemos a ciencia cierta que eso no es así.

El profesor de la Universidad de Elon en Carolina del Norte (Estados Unidos) Jonathan Albright analizó los sitios en donde 306 web de derechas difundieron falsedades y encontró que habían ido a 23.000 páginas a través de 1,3 millones de hipervínculos (The #Election2016 Micro-Propaganda Machine). Mapeó los resultados y le salió la imagen de más abajo en la que se distingue claramente que los mayores difusores de mentiras de derechas a nivel mundial son, precisamente, las grandes corporaciones mediáticas que dicen combatir la difusión de falsedades… silenciando para ello a las páginas web progresistas y de izquierdas.

Pero Albright descubrió algo más. Las grandes corporaciones mediáticas no solo difunden una mentira para que circule lo más ampliamente posible por la red sino que eso se hace de modo que se pueda adoctrinar con la mayor eficacia: “Vi los trackers en esas páginas y me quedé asombrado. Cada vez que alguien da un like a una entrada de Facebook o visita una de esas páginas, los scripts te siguen por toda la web. Y esto permite a empresas de recolección de datos y de influencia, como Cambridge Analytica, identificar con precisión a individuos, a seguirlos por la web y enviarles mensajes políticos muy personalizados. Es una máquina propagandística. Identifica individuos para convencerles de una idea. Es un nivel de ingeniería social que nunca había visto antes. Estás atrapando a la gente y luego les mantienen atados a una correa emocional y nunca les sueltan”   (Google, la democracia y la verdad sobre las búsquedas en internet).

El asunto es serio y conviene ponerse a resguardo. Quien desee disponer de información mínimamente plural y exenta de manipulación no se puede fiar de los grandes buscadores y más concretamente de Google, una especie de Gran Hermano Buscador que ejerce un monopolio de facto sobre el que nadie termina de pronunciarse. Pero, ojo, tampoco de las web de los grandes portales, como Facebook, que aparentemente solo nos ofrecen conectividad y entretenimiento; ni de los grandes medios que son los que en la práctica propagan las mentiras que dicen combatir.

Hay buscadores y fuentes alternativas. No son tan potentes como Google pero permiten sortear las limitaciones de éste último y, sobre todo, sus estrategias profundas y no bien confesadas. Y existen también medios digitales e impresos que ofrecen otra información menos sesgada y más libre que los más conocidos y poderosos, propiedad de las grandes corporaciones. Ya saben que no se puede ser libre sin estar bien informado, así que no se fíen y elijan bien.

Fuente: http://www.juantorreslopez.com/no-se-fien-de-google/

sábado, 25 de noviembre de 2017

El 25 de noviembre, Día Internacional para Eliminar la Violencia contra la Mujer, fue declarado por la ONU en honor a las hermanas Mirabal. Las tres Mariposas: Minerva, Patría y María Teresa Mirabal

NQN Magazine


"Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte".

Con esta frase, la activista dominicana Minerva Mirabal respondía a principios de la década de los 60 a quienes le advertían de lo que entonces parecía un secreto a voces: el régimen del presidente Rafael Leónidas Trujillo (1930-1961) iba a matarla.

El 25 de noviembre de 1960, su cuerpo apareció destrozado en el fondo de un barranco, en el interior de un jeep junto con dos de sus hermanas, Patria y María Teresa, y el conductor del vehículo, Rufino de la Cruz.

Más de medio siglo después, la promesa de Minerva parece haberse cumplido: su muerte y la de sus hermanas en manos de la policía secreta dominicana, es considerada por muchos uno de los principales factores que llevó al fin del régimen trujillista.

Y el nombre de las Mirabal se ha convertido en el símbolo mundial de la lucha de la mujer.

Conocidas como "Las Mariposas", estas mujeres nacidas en una familia acomodada en la provincia dominicana de Salcedo (hoy Hermanas Mirabal), con carreras universitarias, casadas y con hijos, contaban en el momento de su muerte con cerca de una década de activismo político.

Dos de ellas, Minerva y María Teresa, ya habían pasado por la cárcel en varias ocasiones. Una cuarta hermana, Bélgica Adela "Dedé" Mirabal, quien murió este año, tenía un papel menos activo en la disidencia y logró salvarse.

"Tenían una trayectoria larga de conspiración y resistencia, y mucha gente las conocía", le explica a BBC Mundo Luisa de Peña Díaz, directora del Museo Memorial de la Resistencia Dominicana (MMRD).

Ese fatídico 25 de noviembre funcionarios de la policía secreta interceptaron el automóvil en el que se trasladaban las hermanas en una carretera en la provincia de Salcedo, en el centro norte del país.

Las mujeres fueron ahorcadas y luego apaleadas para que, al ser lanzadas dentro del vehículo por un precipicio, se interpretara que había fallecido en un accidente automovilístico.

Al momento de morir tenían entre 26 y 36 años, y cinco hijos en total.

"Fue un día terrible, porque aunque lo sabíamos, no pensábamos que se iba a actualizar el crimen", dice Ángela Bélgica "Dedé" Mirabal en el documental "Las Mariposas: Las Hermanas Mirabal".

"Había unos policías y yo les agarraba y les decía: convénzase que no fue un accidente, que las asesinaron", contó Dedé.

La popularidad de las tres mujeres, unido al aumento de los crímenes, las torturas y las desapariciones de quienes se atrevían a oponerse al régimen de Trujillo, hizo que este asesinato marcase la historia dominicana.

"Fue tan horroroso el crimen que la gente empezó a sentirse total y completamente insegura, aun los allegados al régimen; porque secuestrar a tres mujeres, matarlas a palos y tirarlas por un barranco para hacerlo parecer un accidente es horroroso", explica De Peña Díaz.

En palabras de Julia Álvarez, escritora estadounidense de origen dominicano, la clave para explicar por qué la historia de las Mirabal es tan emblemática radica en que le pusieron un rostro humano a la tragedia generada por un régimen violento que no aceptaba disidencia, y que llevaba tres décadas de asesinatos en el país.

"Esta historia cansó a los dominicanos, que dijeron: cuando nuestras hermanas, nuestras hijas, nuestras esposas, nuestras novias no están seguras, ¿de qué sirve todo esto?", afirma Álvarez, autora de la novela El tiempo de las mariposas, basado en la historia de las hermanas Mirabal que inspiró una película del mismo nombre.

En ese sentido, la directora del MMRD señala que todos los implicados en el "ajusticiamiento", como se conoce en República Dominicana a la muerte de Trujillo a tiros en una carretera el 30 de mayo de 1961 cuando iba con su chófer a visitar a una joven amante, "citan sin excepción el crimen de las Mirabal como la gota que colmó la copa".

El poder de las mariposas
"Las Mirabal sacaron sus brazos de la tumba de forma fuerte", indica Peña Díaz.

Y pese a que los homenajes a estas hermanas tardaron en llegar por miedo, hoy Minerva, Patria y María Teresa son un símbolo de la República Dominicana.

En el país caribeño además de una provincia con su nombre, les han dedicado, por ejemplo, un monumento en una céntrica vía de Santo Domingo y un museo en su honor que cada 25 de noviembre se convierte en lugar de peregrinaje de muchas personas.

Además, desde 1981 la fecha de su muerte se convirtió en un día señalado en Latinoamérica para marcar la lucha de las mujeres contra la violencia, realiazándose el primer Encuentro Feminista de Latinoamérica y el Caribe, en Bogotá (Colombia).

En dicho encuentro las mujeres denunciaron los abusos de género que sufren en el nivel doméstico, así como la violación y el acoso sexual por parte de los Estados, incluyendo la tortura y la prisión por razones políticas.

En 1999 la ONU lo convirtió en un día internacional.

Números que duelen

"En el mundo, los derechos de muchas mujeres aún no se respetan y muchas no tienen acceso a la educación", señala.

De hecho, la violencia de género ha llegado a ser calificada de "pandemia" en América Latina donde, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) de 2013, "entre la cuarta parte y la mitad de las mujeres declaraban haber sufrido alguna vez violencia de parte de un compañero íntimo".

Con motivo de la conmemoración de este día, el Instituto Internacional de Investigaciones y Capacitación de la ONU para la Promoción de la Mujer (INSTRAW, por sus siglas en inglés), cuya sede está en República Dominicana, aseguró en un informe que más del 50% de las mujeres y niñas en América Latina y el Caribe ha sufrido agresiones de alguna índole.

Según la ONU, la violencia en sus propios hogares es la principal causa de las lesiones que sufren las mujeres de entre 15 y 44 años en el mundo.

En el caso de América Latina, la investigación de Naciones Unidas determinó que entre el 30% y el 40% de las mujeres del continente ha sido víctima de algún tipo de violencia intrafamiliar. Una de cada cinco falta al trabajo por haber sufrido una agresión física en su casa.

En Chile, el 60% de las mujeres que viven en pareja ha sufrido algún tipo de violencia, en Colombia más del 20%, en Ecuador el 60% de las que residen en barrios pobres, en Argentina el 37% y en Nicaragua el 32% de aquellas que tienen entre 16 y 49 años.

En Estados Unidos, donde una mujer es agredida cada 15 segundos, la tercera parte de las que son internadas de emergencia en los hospitales ha padecido la violencia en su propio hogar.

En Argentina "Entre 2008 y 2014 hubo 1.808 femicidios, entre enero y octubre de 2015, 233 murieron víctimas de la violencia de genero", dijo Ada Rico, presidente de La Casa del Encuentro, organización que desde hace una década se ocupa de dar contención a las mujeres golpeadas y a los hijos de las que murieron a manos de quienes dijeron amarlas. Sólo en 2016, 230 asesinatos entre el primer día de este año y el 31 de octubre último, reveló que esa estadística se sostiene en los últimos años en Argentina.

Por todo esto "aún es tiempo de las mariposas".

Frases de las hermanas Mirabal:

"Nada traduce toda la tempestad de mi alma” Minerva

"Trujillo no le tiene nada bueno a este país” Patría

"La juventud no debe estar tan tranquila frente a Trujillo” María Teresa

Fuente: http://nqnmagazine.com.ar/noticia/515/las-tres-mariposas-minerva-patria-y-maria-teresa-mirabal

Más en BBC http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-42060899

Entrevista a Susan George, referente del pensamiento altermundialista. “La socialdemocracia se ha entregado por completo al neoliberalismo”

La Marea

Cataluña, hundimiento de la socialdemocracia, cambio climático, evasión fiscal, auge de la ultraredecha, crisis de los refugiados…

Susan George es un referente del pensamiento crítico y altermundialista. Nació en Estados Unidos y vive en Francia desde hace muchos años, pero mantiene intactos dos rasgos muy anglosajones: el tono directo a la hora de responder y la humildad de reconocer que no sabe algo cuando no sabe algo. Estos días se encuentra en Barcelona para participar en las jornadas anuales del Centro Delàs de Estudios por la Paz –que comienzan este jueves poniendo el foco sobre ‘el negocio de las fronteras’–, donde hablará de algunos de los temas que mejor conoce: el fenómeno de la globalización, la transferencia de desigualdades y la amenaza del cambio climático.

A sus 83 años, la presidenta del Transnational Institute y presidenta de honor de ATTAC responde a La Marea sobre temas de actualidad tan aparentemente dispares como el procés en Cataluña, la evasión fiscal o la crisis de la socialdemocracia.

¿Es usted optimista?

Nunca respondo si soy optimista o pesimista. Desconozco el porvenir pero tengo esperanza, y es gracias a eso que creo que no hay que rendirse. Si decimos que somos pesimistas, transmitimos desmotivación. Hay quien cree que el destino está escrito y no merece la pena pelear por él, y esa es precisamente la actitud que no quiero fomentar ni en mí misma ni en los demás. Tengo esperanza en que las acciones de personas determinadas puedan cambiar las cosas.

En su opinión, ¿cuál es el problema principal que enfrentamos hoy en día?

El cambio climático. Puede representar el fin de la raza humana. Los cambios que se están produciendo en la naturaleza pueden ser definitivos.

Usted vivió la Gran Guerra, muy ligada al crash económico de 1929, ¿qué le diría a la juventud que se ha topado con la crisis global actual?

Tengo cuatro nietos de entre 22 y 28 años, así que respondo con gusto a esa pregunta. Debo decir que mis propios nietos son personas bien preparadas para la vida, y mi preocupación es saber si llegarán a mi edad y en qué condiciones. No tengo un mensaje como tal para los jóvenes, vivimos un periodo de neoliberalismo, de desigualdades extremas reforzadas estos días por Trump y su intento de aprobar una ley que solo beneficiará a los más ricos y reforzará el reinado de su plutocracia. Los jóvenes no han conocido ningún periodo en su propia vida fuera del neoliberailsmo y quizás piensesn que es el único sistema posible, pero eso es algo antinatural, podríamos encontrar formas de gobierno en las que el poder y el dinero estuvieran mejor distribuidos, en el que la riqueza no vaya automáticamente a lo más alto de la pirámide, al 1%, como sucede hoy. Hay otros sistemas en los que existe redistribución y esa es la clave: cuanta menos redistribución y más desigualdad, más crecen los problemas que aquejan hoy en día a la sociedad. Lo demuestran infinidad de estudios. Si crece la desigualdad, aumentan la criminalidad, las enfermedades físicas y mentales, aunque esta última esté infravalorada; crece la población carcelaria, el absentismo escolar, etcétera. Las cifras muestran cómo todo esto se está incrementando en economías desarrolladas. Fíjate en la obesidad y cómo crece en Europa. En Estados Unidos el 35% de la población ya es obesa: más desigualdad, más obesidad.

¿Qué relación ve entre el aumento de la desigualdad y la evasión fiscal?

Esa es una relación totalmente evidente. Si nuestros gobiernos dicen ‘sí, vamos a hacer algo contra el cambio climático’ pero no tienen dinero, la respuesta debería ser clara: organícense para poner fin a los paraísos fiscales y tendrán todo el dinero que necesiten para poner en marcha la transición verde. Los paraísos fiscales favorecen el enriquecimiento de los más ricos y las consecuencias son las mismas que expuse en la respuesta anterior.

¿Cómo interpreta el auge de la extrema derecha?

El éxito de la ultraderecha me parece, tristemente, algo normal en estas condiciones económicas. Mucha gente siente que los políticos no se preocupan por ellos, que les da igual su situación y que solo se preocupan por sí mismos. Ahí aparece la extrema derecha con un discurso nacionalista, populista… Mira el Brexit, mira a Trump en la presidencia de EEUU, incluso fenómenos como el separatismo en España o el norte de Italia… Mira a la AfD [Alternativa por Alemania, mayor partido de extrema derecha alemán], o cómo el este de Europa se vuelve autoritario… Es evidente que hay una reacción y habrá más.

¿Cómo interpreta lo que está pasando en Cataluña?

Prefiero no tomar posición, no conozco hasta ese punto la política general de España, pero sí puedo decir que no soy fan del señor Rajoy. Pienso que debería haber una salida democrática y que los catalanes deberían tener derecho a votar y decidir por sí mismos, pero también deseo que no se separen. Creo que en este momento de la historia la gente debe estar unida en torno a la democracia, y comprendo sus demandas y el malestar que generó la decisión del Constitucional de tumbar el Estatut en 2006. Más democracia nunca sienta mal.

Cambiando de tema, ¿ve relación entre la crisis de los refugiados, la industria armamentística y el cambio climático?

No me siento calificada para responder. Creo que las causas de la emigración son variadas. Permítame citar a Alfred Sauvy, muerto hace más de quince años. Sauvy decía que mientras la riqueza esté acumulada en el norte y la pobreza en el sur, la gente del sur se desplazará al norte. Si a eso añadimos guerras y bombardeos, ataques de EEUU que han matado a millones de personas… No hay lugar a dudas. Factores como la pobreza o el cambio climático, la imposibilidad de vivir donde se está. No es normal que la gente se desplace en masa, la mayoría quiere vivir donde está. Yo soy emigrante en Francia, en buenas condiciones por supuesto, pero en mi época no había miles de jóvenes de mi edad que quisieran irse de EEUU.

Existe un gran negocio en torno al desplazamiento de refugiados: venta de armas, construcción de muros fronterizos…

No me gusta hablar de temas en los que solo tengo nociones básicas. Sobre la industria armamentística, creo que mientras las condiciones no cambien, siempre habrá gente que saque beneficio de la desesperación de los demás.

¿Cuánto tiempo va a durar la incompatibilidad del capitalismo con la democracia?

Creo que la socialdemocracia, si se cumple realmente, es perfectamente aceptable. Siempre habrá una economía de mercado, el mercado ha estado presente desde hace miles de años, en todos los periodos de la vida humana. Mercado y capitalismo no son lo mismo. Se puede tener mercado sin fenómenos como la desigualdad o un sistema donde la redistribución no es respetada y los ciudadanos, tampoco. Creo que la socialdemocracia está en proceso de desaparición ahora, fíjate en Alemania, Francia… Eso muestra que la gente no cree en los socialdemócratas, y yo lo entiendo, porque ellos se han entregado por completo al neoliberalismo. La gente no ha conocido el sistema de economía keinesiana, siempre ha vivido bajo una economía de derechas, neoliberal, donde impera la idea de que el mercado puede decidirlo todo porque lo sabe todo y es mejor que la política, por lo que hay que dejarlo actuar. El objetivo de Trump es dejar claro que los ricos no le deben nada a los pobres. Ahora Macron está quitando fondos a los ayuntamientos, son miles de millones. Es una actitud que viene a decir ‘no te debo nada, nadie debe nada a nadie, los ricos no deben nada a los pobres, las grandes ciudades que van bien no le deben nada a las más pequeñas y pobres’, etcétera. Es la destrucción de la solidaridad, son crímenes contra la fraternidad.

¿Cree que la lucha contra el cambio climático puede ser una oportunidad para cambiar este sistema?

Podría serlo, pero haría falta una mayor conciencia de este fenómeno. Tengo la sensación de que la gente no entiende lo rápido que avanza esto. Siempre hemos visto huracanes en ciertas épocas y cambios de estación, pero no conocemos los extremos, ni esperamos inundaciones, ni vientos de 200 kilómetros por hora, no estamos preparados para fenómenos en los que la temperatura sube tan rápido que la vida se hace invivible. Esa es mi mayor preocupación. Este podría ser el principio del fin de la raza humana. No es con riqueza que algunos se salvarán de esto.

¿Cree que haría falta una gobernanza mundial para hacer frente al cambio climático y el aumento de la desigualdad?

Creo que estamos muy lejos de una gobernanza mundial y que es mejor tratar de gestionar espacios más pequeños. De momento no estamos suficientemente de acuerdo para gobernar junto con China o India, por ejemplo. Me gustaría que lográramos gobernar nuestros Estados y que eventualmente Europa evitara su propio suicidio. La idea de un gobierno mundial me parece tan utópica e indeseable, que prefiero poner mis energías en otras cosas.

¿Es posible compatibilizar a las instituciones públicas con un sistema de banca ética?

Sí, es un problema que podemos resolver.

¿Cómo?

Poniendo al poder financiero bajo supervisión. Podríamos nacionalizar bancos, ponerlos al servicio de la sociedad y evitar que sean tan grandes que, en caso de quiebra, todo el sistema se vea en riesgo y se exija al ciudadano aportar billones de dólares.

Las ventajas de la evolución tecnológica contrastan con la destrucción de empleo, ¿qué opina al respecto?

Siempre dijimos que la tecnología iba a destruir empleos pero se iban a crear otros. Viene sucediendo así desde que el mundo es mundo. Por ejemplo, piensa en las revueltas en Inglaterra contra los telares industriales, cuando todas las máquinas fueron vistas como destructoras de empleo. Creo que hace falta un sistema interino que forme a la gente en nuevos puestos de trabajo, que la prepare para nuevas oportunidades y cambios que van a venir. Evidentemente me parecen muy peligrosas otro tipo de tecnologías, como la que defiende el transhumanismo, porque representa una forma de aumentar las desigualdades: elegir genes, cambiar la raza humana, reservar oportunidades para una cierta clase que tiene características físicas e internas diferentes… Pero usted me considera un espíritu universal y yo no soy capaz de responder a todo, aunque tenga mis opiniones (risas).

Fuente:
http://www.lamarea.com/2017/11/23/entrevista-susan-george/

La ideología es como la sombra, siempre nos acompaña



El tema de la ideología está a la orden del día: ideología de género, política, económica, religiosa etc. Intentemos poner en claro esta cuestión.

1. Todo el mundo tiene una determinada ideología. Es decir, cada uno se hace una idea (de ahí ideología) de la vida y del mundo. Tanto el vendedor de palomitas de maíz de la esquina como la persona que atiende el teléfono o el profesor universitario. Es inevitable, porque somos seres pensantes con ideas. Querer una escuela sin ideología es no entender nada de ideología.

2. Cada grupo social o clase proyecta una ideología, una visión general de las cosas. La razón es que la cabeza piensa a partir de donde pisan los pies. Si alguien tiene los pies en la favela, tiene una cierta idea del mundo y de la sociedad. Si alguien tiene los pies en un apartamento de lujo junto a la playa, tiene otra idea del mundo y de la sociedad. Conclusión: no solo el individuo, sino también cada grupo social o clase, elaboran inevitablemente su visión de la vida y del mundo a partir de su lugar social.

3. Cada ideología personal o social, así como todo saber, tiene intereses detrás, no siempre explicitados. El interés del trabajador es aumentar su salario. El del patrón, aumentar su ganancia. El interés de un habitante de la favela es salir de esa situación y tener una casa decente. El interés del morador de un apartamento de clase media es poder mantener ese status social sin estar amenazado por la ascensión de la gente de abajo. Los intereses no convergen porque si aumenta el salario, disminuye la ganancia y viceversa. Aquí se instaura un conflicto.

4. El interés escondido detrás del discurso ideológico debe ser calificado: puede ser legítimo y es importante explicitarlo. Por ejemplo: tengo interés en que ese grupo de familias cree una pequeña cooperativa de productos orgánicos, de hortalizas, tomates, maíz etc. Este interés es legítimo y puede ser dicho públicamente. Puede ser también un interés ilegítimo y ser mantenido oculto para no perjudicar a quien lo propone. Ejemplo: hay grupos que combaten el desnudo artístico para, en realidad, encubrir la homofobia, la supremacía de la raza blanca y la persecución a los grupos LGBT. O un político de un partido neoliberal cuyo proyecto es disminuir los salarios, reducir las pensiones y privatizar bienes públicos y se presenta como alguien que va a luchar por los derechos de los trabajadores, de los jubilados y a defender la riqueza de Brasil. Él oculta ideológicamente los verdaderos intereses partidarios para no perder votos. Esa ocultación es la ideología como falsedad y él, un hipócrita.

5. La ideología es el discurso del poder, especialmente del poder dominante. El poder es dominante porque domina varias áreas sociales. Las élites brasileras tienen tanto poder que pueden comprar a las demás élites. Porque son dominantes, imponen su idea sobre la crisis brasilera, culpando al Estado de ineficiente y perdulario, a los líderes de corruptos y a la política de ser el mundo de lo sucio. Por otro lado, exaltan las virtudes del mercado, las ventajas de las privatizaciones y la necesidad de reducir las reservas forestales de la Amazonia para permitir el avance del agronegocio. Aquí se oculta conscientemente la corrupción del mercado, donde actúan las grandes empresas que sustraen millones de los impuestos debidos, mantienen una caja B, promueven intereses altos que favorecen al sistema especulativo financiero que drena dinero público, sacado del pueblo, hacia los bolsillos de unas minorías, que, en el caso brasilero, son seis multimillonarios que poseen igual riqueza que 100 millones de brasileros pobres. Estas élites ocultan las agresiones ecológicas, la desnacionalización de la industria y hacen propaganda de que el agro es pop. Practican una ideología descarada como engaño. Hay redes de televisión que son máquinas productoras de ideología de ocultación, negando al pueblo datos sobre la gravedad de la situación actual, generando espectadores alienados, pues creen en tales versiones irreales. Para encubrir su dominación, apoyan proyectos que benefician a niños o patrocinan grandes eventos artísticos para parecer benefactores públicos. Por detrás ocultan desfalcos y apoyan abiertamente a determinados candidatos, satanizando la imagen del principal opositor.

Existe también la ideología de los sin poder, de los sin tierra y sin techo, y otros que para sustentarse elaboran discursos de resistencia y de esperanza. Esa ideología es benéfica pues los ayuda a vivir y a luchar.

La ideología es como una sombra: nos acompaña siempre. Para superar las ilegítimas, es menester desenmascararlas y sacar a la luz los intereses escondidos. Y cuando hablamos a partir de un determinado lugar social, conviene explicitar en el discurso nuestra ideología. Concientizada, la ideología se legitima y democráticamente puede ser discutida o aceptada.

Texto publicado originalmente en Koinonia
http://www.elviejotopo.com/topoexpress/la-ideologia-es-como-la-sombra-siempre-nos-acompana/

viernes, 24 de noviembre de 2017

_- Francia. Las fuentes del macronismo

A l´encontre

En el fondo, el proyecto del macronismo trata de recuperar el tiempo perdido y hacer las reformas que sus predecesores no lograron imponer. Así que no es sorprendente constatar que encuentra sus fuentes de inspiración en programas que tienen más de veinte años.

En 1994, justo después de la brutal recesión que llevó a un fuerte aumento de la tasa de paro, la OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos) publicó su “estudio del empleo” 1/ sobre la que se basa la estrategia para el empleo. El texto en sí es bastante impactante y merece la pena volver sobre él ya que es una verdadera hoja de ruta para las políticas neoliberales contemporáneas. En él se encuentra la suma de los fundamentos filosóficos del macronismo: cada una de las propuestas de la estrategia recuerda irresistiblemente cada una de las reformas llevadas a la práctica o programadas. ¡Viva el cambio!

L’OCDE comienza a desbrozar el terreno rechazando las explicaciones sobre el paro basadas en las transformaciones tecnológicas, la globalización o la intensificación de la competencia. Para la OCDE, estos factores solo juegan un papel secundario, es decir, sin importancia. La verdadera causa del paro reside más bien en la débil capacidad de las sociedades para adaptarse al cambio: hay que reforzar esta capacidad antes que “intentar disminuir el ritmo del cambio”. Esta propuesta resume ella sola la filosofía del macronismo: hay un cambio y hay que adaptarse a él. Además, la sociedad no tiene asidero en este “cambio”, verdadero deus ex machina, que presenta una forma unívoca imponiéndose a las opciones sociales. Lo verdaderamente real es que la sociedad ya no tiene capacidad de dirigir su propia trayectoria puesto que es guiada desde un más allá indeterminado.

Sin embargo, al texto de la OCDE le falta sutileza y no hace su trabajo cuando se trata de identificar los motores del cambio. Se constata que este famoso cambio no cae del cielo puesto que es el resultado de las oleadas de liberalización y de desregularización de los años 80 del siglo XX, que han “mejorado considerablemente la eficacia potencial de las economías de la OCDE” y “acelerado el ritmo del cambio”. Este fragmento es suficiente para desvelar el procedimiento retórico que consiste en presentar el cambio como un proceso inexorable al que no hay otra opción que adaptarse. Por otra parte, la OCDE se hace un poco más lío cuando señala que los cambios tecnológicos y la globalización han reforzado la necesidad de adaptarse mientras que estos factores eran presentados un poco antes como muy secundarios. Pero incluso en esto, estos dos procesos -cambios tecnológicos y globalización – se conciben como independientes de las políticas puestas en práctica por los poderes establecidos. Toda esta presentación apunta a un único objetivo: no relacionar los procesos desarrollados (y sus efectos sociales, en este caso, el paro masivo) con la acción consciente de los poderosos.

¡Fuego a la “rigidez”! (social)
Los factores que se oponen al ajuste necesario para el cambio se identifican claramente: como cabía esperar, son las “prácticas que han hecho rígida la economía”. Estas prácticas, “progresivamente adoptadas por los gobiernos, los sindicatos y las empresas”, ciertamente eran bienintencionadas puesto que intentaban proteger a la gente al menos de las peores vicisitudes económicas”. De hecho, alcanzaron sus objetivos pero, desgraciadamente, era una política de tontos de remate. Pues sus medidas tuvieron como “efecto secundario reducir, sin que nadie lo haya querido -y en proporciones crecientes- la capacidad de adaptación de la economía y a veces también, la voluntad de adaptación de la sociedad”.

Suena una musiquilla de fondo bastante siniestra: “ para conseguir los objetivos sociales, hemos seguido políticas que han tenido como consecuencia involuntaria acentuar la rigidez de los mercados, incluyendo el mercado laboral”. Con otras palabras, para la OCDE, existe una relación entre las medidas que intentan “proteger a la gente” y la necesaria adaptación al cambio. La OCDE utiliza una fórmula extraordinaria cuando habla de un “periodo agitado en el que las fuerzas ponen a prueba la flexibilidad de las economías”. Todo se presenta como si la economía fuera una frágil barquilla expuesta a las “fuerzas” del cambio y que tiene que reducir el velamen social. Incluso si la OCDE esparce su discurso de cláusulas intentando “al mismo tiempo” atenuar su discurso, el imperativo de la flexibilidad aparece como lo que es, la invitación a ir hacia una sociedad en la que se reduzca la protección de la “gente”.

El mensaje fundamental es claro: “frente a un nivel elevado de paro, la solución no es intentar disminuir el ritmo de cambio sino de restablecer la capacidad de las economías y de las sociedades de adaptarse al cambio”. Pero la OCDE va todavía más lejos cuando menciona, más allá de la capacidad de adaptación, una “voluntad de adaptación” debilitada. Esta diatriba implícita hace pensar irresistiblemente en la famosa declaración del presidente Macron (“Los franceses y las francesas detestan las reformas, es un pueblo que detesta eso”) que acompañaba con un gesto de su mano despectivo 2/. Así que es necesario, concluía, “explicar al pueblo hacia dónde vamos, proponerle transformarse en profundidad”. Sin duda, el pueblo es el principal obstáculo para el cambio, al que tendrá que adaptarse.

En aquella época, en una breve recensión 3/ del estudio de la OCDE, nos considerábamos presos de “una especie de loca risa nerviosa” ante esta “acumulación de propuestas reaccionarias”. Con el paso del tiempo, el catálogo de la OCDE lleva a esta constatación: ha inspirado todas las políticas neoliberales llevadas a cabo desde hace cerca de un cuarto de siglo, solo se ha puesto en práctica parcialmente (al menos, en Francia) y el proyecto de Macron aparece como una tentativa de inscribirlo plenamente en la realidad. Esto justifica algunas citas más extensas que confirman el paralelismo chocante con las grandes orientaciones del macronismo. Hay para todos los gustos.

¡Fuego la incompetencia de los asalariados!
El canto a la formación ocupa un gran espacio en el discurso macroniano. Ya en1994, la OCDE hacía recaer sobre los asalariados la responsabilidad de la precariedad: como “no poseen las competencias solicitadas para ejercer empleos mejor remunerados (ocurre) que, a menudo, los trabajadores solo tenían la opción de aceptar una remuneración escasa, condiciones precarias y pocas garantías en el seguro de enfermedad. Pero a pesar de todo, era un mal menor pues “por otro lado, las dificultades sociales que encontraban muchos de estos trabajadores, sin duda, habrían sido peores, si debido a la rigidez del mercado laboral, hubieran sido privados incluso de estos empleos”. Este brillante cinismo es el mismo que el de Macron, que trata a los trabajadores de alcohólicos e ignorantes.

¡Fuego al gasto público!
Partiendo del principio absoluto según el cual el gasto público es excesivo, la OCDE hace suyo el principio “hacer más con menos”. Es necesario “optimizar la eficacia” del gasto público y de la fiscalidad. Claro que es una “tarea ardua y laboriosa” pero que puede “tener unos efectos benéficos muy importantes”. El sector público también es estigmatizado debido a su “importante crecimiento como empleador”. Le sigue un razonamiento sobre el que hay que reflexionar: “En numerosos países europeos (…), el empleo en el sector público se ha desarrollado a medida que se multiplicaban los obstáculos a la contratación en el sector privado, lo que disminuía el estímulo a aceptar un empleo -especialmente, el empleo mal pagado y precario – y que la sociedad exigía muchos más servicios públicos”.

Esta declaración de principios es vertiginosa. La OCDE no se contenta con reprochar al empleo público haber eliminado empleo privado: se trata de una vieja tesis liberal muy difícil de demostrar. Va más lejos, incriminando a la progresión de empleos públicos (dignos) el frenar la de los empleos precarios privados. Y peor aún, la organización traslada la responsabilidad a la “sociedad”, acusada de querer siempre más servicios públicos. Es en estas demostraciones donde se manifiesta el inconsciente burgués para el que, en el fondo, la satisfacción de las necesidades sociales es una carga para la economía, cuando no pasa por la mercantilización privada. En la práctica macroniana, esto se traduce de forma coherente en la reducción de los efectivos del funcionariado, el retroceso de su poder de compra y el canto a la colaboración publico-privada.

¡Fuego al derecho laboral!
Las propuestas de la OCDE sobre la legislación laboral parece ser, antes que nada, el informe de los motivos de las leyes laborales puestas en práctica por Hollande y Macron. Aquí se alcanza una nueva cima de cinismo cuando la OCDE propone “flexibilizar las limitaciones en materia de despidos previstas por la ley en los países donde las disposiciones actuales parecen comprometer gravemente la reestructuración económica y las posibilidades de acceso al empleo de los recién llegados al mercado laboral”. ¿Cómo se puede decir más claramente que la protección de las personas asalariadas se opone no solo a las necesarias “reestructuraciones” sino también a los nuevos contratos? Y encontramos ya el argumento mazazo repetido machaconamente hoy: “La legislación protectora del empleo intenta desanimar los despidos haciéndolos más costosos para los empleadores. Pero ella también puede hacer dudar a estos últimos a la hora de contratar nuevo personal”.

En consecuencia, hay que “permitir la oferta de contratos de duración limitada” y más ampliamente hacerse a la idea de que el cambio va ligado a la precariedad. La OCDE no tiene miedo de anunciar que es probable que “muchos de los nuevos empleos serán empleos de baja productividad y bajo salario”. Ya estamos prevenidos.

Así que la OCDE tiene su propia idea de las negociaciones salariales; sería necesario orientarse hacia los acuerdos marco que “den libertad a las empresas para actuar con agilidad ante la evolución del mercado” y “renuncien progresivamente a la práctica de la extensión administrativa de los acuerdos que imponen normas rígidas”. Y, cada vez con más fuerza, se lanza la idea de cláusulas que permitan “renegociar a un nivel inferior los convenios colectivos acordados a un nivel superior!” Parece que estamos leyendo un artículo del código del trabajo de Macron.

¡Fuego a los parados “de lujo”!
También se señala el exceso de “generosidad” de la indemnización del paro: las prestaciones “han acabado por constituir una garantía de sueldo casi permanente en muchos países, lo que incita a no trabajar”. Lógicamente hay que “limitar la duración del cobro de las prestaciones de desempleo en los países en los que es especialmente larga, a un periodo durante el cual la persona parada busque activamente un empleo y tenga posibilidades de encontrar rápidamente trabajo”. En el momento en que se publicó el informe de la OCDE, Michel Bon, el director de la ANPE (que se convertiría más tarde en un Polo-empleo después de su fusión con Unedic [Unión Interprofesional para el empleo en la Industria y el Comercio. NdT]) hablaba de “parados de lujo”. Así pues, cuando el ministro Christophe Castaner denuncia hoy a quienes eligen “beneficiarse de las prestaciones del paro para marcharse dos años de vacaciones” 4/, está en el buen camino.

¡Fuego a la reducción de la jornada laboral!
La OCDE desliza algunos consejos dignos de Perogrullo, el más gracioso sin duda, este docto precepto: “la respuesta a los problemas de empelo pasa fundamentalmente por la creación del mayor número de empleos”. Sin embargo, la recomendación de la regulación de la demanda global tampoco está mal: es necesario que “el crecimiento no sea ni demasiado rápido, lo que podría tener consecuencias inflacionistas, ni demasiado lento, lo que correría el riesgo de conducir a la deflación”.

Pero la institución es mucho más precisa sobre “lo que no hay que hacer”: es el título de un cuadro que advierte sobre las dos mayores errores que no hay que cometer. Son, por una parte, el proteccionismo y, por otra, un “reparto del trabajo vía legislativa”. Esto se convertiría, según la OCDE, en “querer arreglar el problema del paro no aumentando el número de empleos mediante un relanzamiento de la actividad económica, sino racionando el trabajo remunerado” Este tipo de reparto obligatorio del trabajo, “nunca ha logrado hacer retroceder al paro, especialmente, a causa del rechazo de los trabajadores a una rebaja de sus salarios”.

Acérrimo defensor de los derechos de los trabajadores, la OCDE propone “ajustes flexibles del tiempo de trabajo, susceptibles de reducir los costes y de hacer progresar el empleo”. En el espíritu de la OCDE, esto quiere decir “aumento de la flexibilidad del tiempo de trabajo” y favorecer el “desarrollo del trabajo parcial voluntario (sic)”. Para esto es suficiente “suprimir los obstáculos que en la legislación laboral impiden un arreglo más flexible del tiempo de trabajo y favorecer la negociación entre empleadores y asalariados sobre horarios flexibles y trabajo a tiempo parcial”.

La OCDE rechaza de paso otras propuestas que le parecen peligrosas porque tendrían el efecto de “atenuar la vivacidad de la competencia”. Se trata, por ejemplo, de la adopción de medidas antidumping, la regulación de las fusiones, el establecimiento de regulaciones financieras y la creación de dispositivos que garanticen la seguridad en el empleo”. Estas negativas son la marca de un programa muy claro a favor de la competencia totalmente desregulada. Adquieren todo su interés después de la crisis de 2008. Si hubieran estado implantadas las medidas que la OCDE rechazaba en 1994, sin duda, habrían contribuido a atenuar un poco la amplitud de esta crisis.

¡Fuego al salario mínimo!
La OCDE no olvida denunciar el salario mínimo legal. Claro que la intención era loable (“evitar la pobreza a causa de fijar un salario suelo”) pero también en eso, los efectos perversos han acabado por llevárselo por delante y ese salario mínimo legal “a fin de cuentas, a menudo tiene el efecto de limitar las posibilidades de empleo para la mano de obra no cualificada”. La OCDE sugiere pues, “reevaluar el papel” que el salario mínimo o, al menos (si la resistencia social es demasiado fuerte), de “minimizar los efectos negativos para el empleo”. Más exactamente, la OCDE propone indexar el salario mínimo “a los precios más que a las sueldos medios” (lo que prohíbe cualquier nueva progresión de su poder de compra) y modularlo “suficientemente” según la edad, para evitar que sea “obstáculo para la contratación de jóvenes” y según las regiones.

En la misma época, un argumento semejante fue avanzado por el informe Mattéoli de julio de 1993 para quien el Smic (Salario Mínimo Interprofesional para el Crecimiento. NdT.) funciona como un “obstáculo para la entrada en el empleo poco cualificado” o por el informe Maarek, que estimaba que el Smic “se ha vuelto contra los que intentaba proteger” 5/. Más cerca en el tiempo, estas mismas ideas serán transmitidas por un informe del Consejo de análisis económico 6/ que recupera su actualidad con el “nuevo grupo de expertos sobre el Smic” portador de una futura reforma radical del Smic 7/.

De un informe a otro 8/
Los informes se suceden con, por ejemplo, el de Camdessus 9/ que será el libro de cabecera de Nicolas Sarkozy. El antiguo director del FMI insiste en él, especialmente, en los estragos del contrato de trabajo indefinido que impide a las empresas “desprenderse del asalariado que ya no le conviene”.

Por supuesto, también están los dos informes de la “comisión para la liberalización del crecimiento francés” creada por Nicolas Sarkozy y presidida por Jacques Attali. El primero de estos informes fue remitido en enero de 2008 10/ y enumera 316 propuestas. No es baladí recordar aquí que el relator general adjunto se llamaba Emmanuel Macron 11/. Esto es suficiente para establecer la continuidad entre el primer conjunto de informes de comienzos de los años 90 del siglo pasado y las reformas impulsadas hoy por Macron. De nuevo se podría establecer un paralelismo entre las sucesivas propuestas, y como ejemplo es suficiente citar aquí que el informe Attali proponía (era su “decisión fundamental”, la nº 11) “reducir el coste del trabajo para todas las empresas transfiriendo una parte de las cotizaciones sociales hacia la CSG” (Contribución Social Generalizada. NdT). De forma significativa, el informe ya se reivindicaba “ni de izquierda ni de derecha” presentándose como un “forma de empleo para las reformas urgentes y básicas (que) no es ni partidista , ni bipartidista: es no partidista”.

Discordancia temporal
La ironía de la historia es que la OCDE jamás ha sido capaz de hacer un balance positivo de la puesta en práctica de su programa, al menos parcialmente, en numerosos países. En 2006, la organización procedió a una evaluación de su estrategia 12/ que, sin cuestionarla, contiene varios elementos de autocrítica. Sin duda, el más significativo es la afirmación de su secretario general, Angel Gurría, que admite que “no hay una única vía real para mejorar las actuaciones en el mercado de trabajo” lo que es una auténtica contradicción con la ambición de la OCDE de proponer una hoja de ruta universal.

De hecho, el documento constata que “coexisten varios modelos de éxito en los que se pueden inspirar adaptándolos a las circunstancias nacionales específicas y a la propia historia de cada país”. Un primer enfoque pone el acento sobre la “flexibilidad del mercado de productos y del trabajo” pero esto conduce a una “disparidad de sueldos relativamente importantes”. Pero existe otro enfoque en los países “que se caracterizan por un amplio recurso a la negociación colectiva y al diálogo social así como por las prestaciones sociales generosas” y en los que “los niveles de empleo son elevados y la disparidad de sueldos es pequeña pero los costes presupuestarios inducidos son importantes”.

En sus Perspectivas de empleo 13/ aparecidas ese mismo año, la OCDE hace otra importante concesión admitiendo que “el salario mínimo no tiene un impacto claro en el paro”. Es el resultado de un análisis econométrico 14/ que intenta explicar el paro a partir de una batería de indicadores inaugurando así una nueva técnica, por otra parte muy discutible, pues razona de hecho sobre un “país medio” 15/. El documento constata que “el análisis no permite concluir que el salario mínimo tenga un impacto significativo en el paro global”, pero no evita añadir que “ciertos índices (sic) sin embargo, dan para pensar (sic) que las tasas de empleo de los jóvenes son más bajas cuando el nivel del salario mínimo es más elevado”.

Es irónico constatar que la acción de Macron se inspira ampliamente en una estrategia concebida hace un cuarto de siglo y cuya puesta en práctica tuvo por resultado destacado la concentración de la riqueza . En cuanto al paro masivo, solo ha retrocedido gracias al aumento de los trabajos precarios.

La única novedad de la concepción macroniana de la economía es la referencia a la “destrucción creadora” inspirada especialmente en los trabajos de Philippe Aghion. Sobre este punto, se alinea con la OCDE que está elaborando una nueva “estrategia para el empleo” 16/. Al parecer, esta sí debería, basarse en la hipótesis según la cual la eliminación de “empresas zombis” permitiría restablecer el aumento de la productividad y rechazar la sombra de la “estancamiento secular”. Incluso si no son considerados como responsables de estas rigideces, las personas asalariadas empleadas por empresarios poco eficientes evidentemente, tendrán que pagar los gastos de las estructuraciones necesarias para restablecer un progreso fuerte; en resumen, adaptarse al cambio.

Sin embargo, las recientes decisiones presupuestarias tomadas en Francia, hacen dudar de la implicación “schumpeteriana” de Macron. Parafraseando el vocabulario consagrado en materia de políticas de empleo, de hecho, se podría decir que se trata de regalos “pasivos” sin contrapartida, que hacen una apuesta –perdida de antemano – de que las empresas, espontáneamente, van a restablecer la inversión y la innovación. Más allá del discurso, hay en Macron una profunda incomprensión del capitalismo contemporáneo y del capitalismo francés en particular. Pero esto no es grave si continua sirviéndole.

Notas
1/ L’Etude de l’OCDE sur l’emploi, OCDE, 1994.

2/ Emmanuel Macron, discurso de Bucarest, 24 de agosto de 2017.

3/ Christian Barsoc, “Rire aux larmes avec l’OCDE”, Rouge n°1596, 30 junio de 1994.

4/ “Gattaz et Castaner sur le contrôle des chômeurs”, note hussonet n°109, 18 de octubre de 2017.

5/ Jean Mattéoli, Rapport au Premier Ministre sur les obstacles structurels à l’emploi, septembre 1993; Gérard Maarek, Pierre Joly, Coût du travail et emploi, une nouvelle donne, 1994.

6/ Pierre Cahuc, Gilbert Cette et André Zylberberg, Salaire minimum et bas revenus. Comment concilier justice sociale et efficacité économique?, Informe del CAE n° 79, La Documentation française, 2008.

7/ Michel Husson, “Smic : vers une réforme libérale radicale”Alternatives économiques, 31 de agosto de 2017.

8/ Para un tipo de empleo, ver: Michel Husson, “Comment rédiger un rapport”, Regards, octubre de 2007.

9/ Le sursaut. Vers une nouvelle croissance pour la France, Informe Camdessus, 2004.

10/ Commission pour la libération de la croissance française, 300 décisions pour changer la France, enenro de 2008. Un segundo informe será publicado en octubre de 2010: Une ambition pour dix ans, octubre de 2010.

11/ La relatora general era Josseline de Clausade, una enarca, consejera de estado que continuó su carrera en Areva, después en el grupo Casino.

12/ Stimuler l’emploi et les revenus. Les leçons à tirer de la réévaluation de la stratégie de l’OCDE pour l’emploi, OCDE, 2006.

13/ OCDE, Perspectives de l’emploi de l’OCDE, 2006.

14/ Andrea Bassanini and Romain Duval, “Employment Patterns in OECD Countries: re-assessing the role of policies and institutions”, Documento de trabajo de l’OCDE, 2006.

15/ Sobre este punto, ver: Edmond Malinvaud, “La réévaluation de la Stratégie de l’OCDE pour l’emplo : deux pistes d’amélioration”, Travail et Emploi n° 118, abril-junio de 2009,

16/ Ver: Michel Husson, “Optimisme structurel à l’OCDE”, Alternatives économiques, 9 mars 2017,; et Ronald Janssen, “Stratégie pour l’emploi en temps de crise : un tournant pour l’OCDE?”, Chronique internationale de l’IRES n°155, febrero de 2017.

http://alencontre.org/

Traducción de Viento Sur

http://www.vientosur.info/

jueves, 23 de noviembre de 2017

ENTREVISTA A ALBERTO GARZÓN. “Cuando pienso en un preso político, pienso en Marcos Ana”

El coordinador federal de IU cree que el nacionalismo "es la mejor excusa" para no hablar de los recortes y la corrupción que afectan a los partidos en el Gobierno de España y de la Generalitat de Cataluña

La peor crisis política e institucional de los últimos 40 años en España ha permitido a Izquierda Unida recuperar su presencia pública, un tanto perdida dentro de Unidos Podemos, con un discurso igual de severo con el Ejecutivo de Mariano Rajoy que con el desafío secesionista de Carles Puigdemont al frente de la Generalitat. Frente a la tibieza con la que Podemos ha criticado la declaración de independencia “ilegal e ilegítima” y ha centrado su discurso casi en exclusiva en criticar al Gobierno y sus aliados del PSOE y Ciudadanos en la aplicación del artículo 155 de la Constitución, Alberto Garzón (Logroño, 1985) ha mantenido una posición contundente con ambas administraciones. “Un nacionalismo llama a otro nacionalismo. Tanto Puigdemont como Rajoy se retroalimentan en sus estrategias”, afirma el coordinador federal de IU. “La identidad nacional se puede construir, se puede promover. Eso es lo que hizo Artur Mas: facilitar que bajo la bandera nacionalista catalana se pudiera ocultar su propia gestión”, añade en relación al predecesor de Puigdemont en el Govern.

Prueba de que el discurso de Unidos Podemos no es monolítico es que Garzón es contrario a la condición de presos políticos que los secesionistas o el mismo secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, atribuyen al exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras y los exconsellers del Govern encarcelados por rebelión, sedición y malversación de fondos. “Las palabras tienen mucha fuerza y están cargadas de ideología y por tanto hay que usarlas con cuidado. La prisión incondicional es una medida desproporcionada y muy discutible, jurídica y políticamente, pero creo que en este caso sería confuso hablar de presos políticos. [Su caso] No es equiparable a unos presos políticos en un sistema como era el franquista, de una dictadura autoritaria y totalitaria”. “Cuando pienso en un preso político pienso en Marcos Ana, que se tiró más de 20 años en la cárcel franquista y no fue reconocido ni siquiera en democracia”, sentencia.

El coordinador federal de IU considera “un grave error” que Puigdemont no acudiese a la citación en la Audiencia Nacional. La reacción de la juez ha sido ordenar su busca y captura. “Lo responsable es hacerse cargo de las propias decisiones. Y una vez uno tiene claro cuál es su hoja de ruta como la tenía Puigdemont, creo que afrontar con madurez las consecuencias era lo más adecuado”, sostiene Garzón. “En un proceso tan complejo como este creo que Puigdemont no podía salir de rositas porque es el gran responsable de lo que está sucediendo”, razona.

El crecimiento reciente del independentismo lo atribuye a la decisión del Tribunal Constitucional de anular una parte importante del Estatut pero “fundamentalmente a la crisis económica”. “Y tiene un responsable: Artur Mas”, apostilla. “También los dirigentes de la antigua Convergència. Ellos sabían que la mejor forma de ocultar su gestión de la crisis, que era exactamente igual que la de Rajoy, es decir la austeridad como eufemismo de los recortes en servicios públicos, era envolverse en la bandera. Lo mismo pasa con la corrupción. El nacionalismo es la mejor excusa para no hablar de otras cuestiones”, es su reflexión.

Garzón expone que gran parte del “nuevo independentismo” es producto de la crisis y “ha comprado el discurso de que la independencia es la solución a los problemas y la frustración cotidiana”. “El mensaje de Artur Mas, y que después se ha continuado, era ‘con la independencia seremos más ricos, más capaces de enfrentar los retos conjuntamente, seremos más felices’. Es una idea muy potente, que moviliza mucho, sobre todo en un contexto donde la gente sufre las consecuencias de la crisis, donde tenemos una clase media muy golpeada y que abraza ese discurso”, explica. La situación actual, según Garzón, “obedece a esa quimera promovida por los dirigentes independentistas. Ha habido mucha fantasía por el camino pero no era percibida como tal por la mayoría de la gente que salía a la calle. Creyeron realmente en ese proceso”, recalca. La “enorme paradoja” que caracteriza a la crisis catalana es “ver cómo la gente que protestaba en 2009-2010 contra los recortes en educación y sanidad de la Generalitat, y que fueron golpeados y reprimidos por los Mossos, ahora aparecen del lado de los mismos que recortaban”, concluye Garzón. De ahí que en la campaña electoral del 21-D pretenda hablar de cuestiones sociales y no solo territoriales.

La convocatoria de las elecciones “es algo correcto” para Garzón pues “va a permitir ganar tiempo y calmar los ánimos aunque no va a solucionar” un problema que considera político y que, por tanto, el 155 no contribuiría a resolver. Garzón cree que Catalunya En Comú “es una fórmula muy potente” con vistas a las elecciones autonómicas catalanas. Su principal ventaja respecto a Catalunya Sí que Es Pot (CSQP), que concurrió a las anteriores autonómicas, es “haber integrado a las experiencias municipales” como Barcelona En Comú, de Ada Colau: “El espacio de los comunes no estuvo en las autonómicas de 2015, en las que CSQP obtuvo en torno al 10% de los votos. Tres meses más tarde En Comú Podem, incluyendo ya con los comunes, fue capaz de superar el 24%”.

Aunque se declara “muy satisfecho” con la inclusión de IU en Unidos Podemos, el parlamentario reconoce que la crisis entre la dirección estatal de Podemos y su marca en Cataluña ha contribuido a alimentar el relato de la proximidad de los de Iglesias con el independentismo. “No me podía creer las declaraciones de Albano [Dante Fachin]. No me podía creer ese tipo de seguidismo de política de Puigdemont, de defensa de su hoja de ruta, o incluso en algunos casos su complicidad cuando se está representando a un espacio político que claramente no es independentista”, apunta. “Ese tipo de comportamientos no han ayudado en absoluto porque han sido además explotados, lógicamente, por los adversarios para confundir e instalar en el imaginario una idea falsa”, finaliza.

Garzón respeta pero no cree “representativa de lo que es IU y el PCE” la posición de Francisco Frutos, exsecretario general del PCE, que acusa a una parte de la izquierda de “baile el agua” a los independentistas. “Su crítica concreta incurre en la falacia del hombre de paja: hace una construcción de una izquierda que supuestamente es cómplice del independentismo. Yo necesito que cuando se hagan ese tipo de acusaciones se señale bien. Yo no soy nacionalista ni independentista... No mantenemos una posición cómplice con ninguno, ni con Rajoy ni con Puigdemont. Sus argumentaciones [las de Frutos] carecen del fundamento y rigor suficientes”.

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https://politica.elpais.com/politica/2017/11/05/actualidad/1509906384_133736.html

Más de 15.000 científicos advierten: la mano del hombre perjudica seriamente al planeta


El suelo, el agua, los océanos, los bosques, la atmósfera y las especies están amenazados por la actividad humana y con ellos el bienestar de las personas. Conscientes de que el planeta pudiera quedar “irremediablemente mutilado”, en noviembre de 1992, la Union of Concerned Scientists lanzó una advertencia a la humanidad, firmada por 1.700 científicos, para intentar revertir los efectos antropogénicos en nueve aspectos del medio ambiente.

Sin embargo, 25 años más tarde, el cambio climático, la deforestación, la pérdida de acceso al agua dulce, la extinción de especies y el crecimiento de la población humana no han hecho más que agravar la situación. Así lo manifiestan ahora más de 15.000 científicos de 184 países en una nueva declaración publicada en la revista BioScience.

Gracias a los datos recopilados, el artículo, liderado por el equipo de William Ripple, de la Universidad del Estado de Oregón (EEUU), advierte del “daño sustancial e irreversible” que está sufriendo el planeta. “Algunos podrían pensar que estamos siendo alarmistas, pero los firmantes de esta segunda advertencia no solo no están lanzando una falsa alarma, sino que están reconociendo que existen señales obvias de que estamos yendo por un camino insostenible”, indica Ripple.

El manifiesto recoge algunas de esas señales, entre las que destacan una reducción del 26% en la cantidad de agua dulce disponible por habitante; una reducción en la captura de peces salvajes, a pesar de los esfuerzos; un aumento del 75% en el número de zonas muertas en los océanos; una pérdida de más de 121 millones de hectáreas de bosque; continuos aumentos en las emisiones globales de carbono y en las temperaturas promedio; un aumento del 35% de la población humana; y una reducción del 29% en el número de mamíferos, reptiles, anfibios, aves y peces.

“En este nuevo documento revisamos estas tendencias y evaluamos la respuesta humana posterior al explorar los datos disponibles”, subraya Thomas Newsome, investigador en la Deakin University y la University of Sydney (Australia), y coautor del trabajo que logró, a través de las redes sociales, recopilar firmas para esta nueva declaración a la que aún se pueden unir científicos.

El primer documento, lanzado hace 25 años, permitió generar ciertas presiones públicas para convencer a los líderes políticos a tomar decisiones como el establecimiento de más reservas marinas, fortalecer las leyes contra la caza furtiva y restringir el comercio de la vida silvestre, la mejora de la planificación familiar, y la adopción de energías renovables, entre otros.

En estas dos décadas, no todo ha sido negativo, señalan los autores. La disminución del uso de sustancias químicas que perjudican la capa de ozono y un aumento de las energías verdes demuestran que también se puede avanzar. Además, los investigadores informan que se ha producido un declive en las tasas de fertilidad en algunas regiones del mundo. Y en otras, la tasa de deforestación se ha desacelerado.

“Pronto será demasiado tarde para cambiar el rumbo de nuestra trayectoria fallida”, recalcan los autores, que terminan su documento con un mensaje optimista si afrontan juntos los desafíos ambientales. “Podemos hacer un gran progreso por el bien de la humanidad y del planeta del que dependemos”, concluyen.

Fuente:
http://www.publico.es/ciencias/cientificos-proteger-medio-ambiente.html

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Entrevista a Yayo Herrero “El clasismo ambiental afecta a los más pobres”

Llueve en Madrid y Yayo Herrero lleva un paraguas en la mano.
Prefiere no abrirlo y mojarse un poco. Parece una planta amazónica a la que han trasplantado a un entorno urbano. A su alrededor, los coches y autobuses circulan con el frenesí de las grandes ciudades; ella, clavada en el paso de cebra y con su pelo color tierra a la intemperie, espera a que el semáforo se ponga en verde. Herrero (Madrid, 1965) es antropóloga e ingeniera técnica agrícola. Estuvo al frente de Ecologistas en Acción y ahora dirige Fuhem. Para ella, el cambio climático es el reto fundamental del presente. No por su implicación personal, que también, sino porque considera que las desigualdades territoriales y de clase están íntimamente ligadas a la naturaleza. No hace concesiones al lenguaje y emplea términos como “fascismo territorial” para definir la explotación de recursos en países pobres por parte de países ricos. La Marea habla con ella sobre cómo mitigar el daño hecho al planeta. Toca cuestionar, y no solo asumir.

Arde Galicia, queman Galicia. ¿Qué lectura haría de los incendios, tanto desde el punto de vista ambiental como del político?
El Gobierno está encantado con la idea de decir que hay unos cuantos pirómanos, que los hay, es cierto, pero se concatenan muchísimas otras cosas. Por ejemplo, la climatología del Estado español durante el verano, con sus sequías, hace proclive que haya incendios. Y de siempre los hemos tenido. Pero no cabe duda de que la dinámica del calentamiento global agrava y crea un caldo de cultivo ideal para que proliferen los incendios.

¿Cuál es ese caldo de cultivo?
La incidencia del calentamiento global dentro de la Península Ibérica provoca sequías más intensas. Por otro lado, favorece la aparición de eventos climáticos extremos en momentos no adecuados. Ese tema [el cambio climático] está ahí y ha venido para quedarse. Porque cuando estábamos a tiempo de poderlo evitar no se ha evitado. Ahora mismo ya tenemos que hablar de mitigación para intentar evitar los peores efectos, y también de adaptación. Y hablar de adaptación supone, precisamente, redoblar todos los esfuerzos para prevenir y controlar incendios si se producen. Aquí es donde entra una dejadez absoluta de un gobierno que vive de espaldas a la dinámica del calentamiento global y de espaldas a la profundísima crisis ecológica que vivimos. La tormenta perfecta la forman un cambio climático y una dejadez política que es criminal. Es criminal porque no afrontarlo y no poder remedio a lo que está ocurriendo afecta a la vida de otras especies, pero también a la nuestra, la humana.

¿Cuándo se hizo irreversible el cambio climático?
Desde mediados de los 80 puede decirse que vivimos por encima de lo que el planeta nos puede proporcionar, y además de una forma desigual. Yo siempre digo que la lucha de clases, en el momento actual, tiene que ser resignificada porque no solo se plasma en la posición capital-trabajo, sino también en la tensión capital-todos los trabajos (incluidos los que no se pagan) y capital-naturaleza. El crecimiento económico tal cual ha sido concebido como una especie de gran tumor que crece devorando tierra, devorando minerales, devorando ríos y estableciendo unas profundas desigualdades a nivel económico, de género, de procedencia…

Hasta hace unos años, la conciencia ecológica era una cuestión posmaterialista. ¿Ha cambiado eso?
La preocupación ha crecido, pero creo que aún es insuficiente, que no está extendida al nivel que hace falta para generar formas de presión real sobre los gobiernos. Creo que no estamos solo ante una crisis global, sino ante una crisis civilizatoria. Y es crisis civilizatoria porque a pesar de su manifiesta gravedad, a pesar de los momentos tremendos que vivimos a nivel material, permanece política y socialmente desapercibida. Nuestra civilización no es capaz de actuar ante las señales que nos llegan de la naturaleza.

El cambio climático es un tema de urgencia en tanto que pone en cuestión nuestra supervivencia en el futuro. Pero hay otras urgencias del día a día, cuestiones como tener un salario que te permita dar de comer a tus hijos.

¿Cómo se cultiva una conciencia ecológica en clases bajas en las que la preocupación inminente es, por ejemplo, encontrar un empleo?
Creo que el movimiento ecologista, y yo soy crítica en ese sentido, no ha sabido (hemos sabido) expresar bien hasta qué punto existe una correlación estrechísima entre el deterioro de las condiciones laborales, el empobrecimiento de mayorías sociales y el deterioro de la naturaleza. Es decir, no son cosas desligadas. Ha habido un cierto ecologismo que ha sido elitista porque proponía actitudes hacia lo verde que eran inasumibles e inalcanzables para las mayorías sociales, e incluso imposibles de extender. Desde mi punto de vista, cualquier propuesta que no sea universalizable no es válida porque es injusta. Cualquier cosa que no es universalizable no es un derecho, sino un privilegio. Es imposible mantener la vida humana al margen de la naturaleza. El capitalismo ha sido incapaz de cumplir sus promesas: alimentar a todo el mundo, proporcionar un sistema de bienestar determinado… Y ha sido incapaz, en cierto modo, porque ese modelo de constante producción dependía de materiales y energías que eran finitos. En el momento en que topas con los límites del planeta, ese modelo de crecimiento se ve dificultado.

¿Las clases populares sufrirán más el impacto ambiental?
Claro, la gente más empobrecida es la que acaba viviendo en lugares donde se colocan estructuras más contaminantes. Hay una especie de clasismo ambiental que afecta a la vida de la gente más pobre. A mí me da mucha rabia cuando escucho afirmaciones como que el ecologismo no es ni de derechas ni de izquierdas porque los efectos medioambientales afectan a todos por igual. No es así, no afectan por igual. Los sitios en los que la gente vive, el tipo de atenciones sanitarias a las que puede acceder si desarrollan una determinada enfermedad, los propios ritmos de vida, el puesto de trabajo… Son factores que condicionan tu salud. La salud tiene que ver mucho con las condiciones socioeconómicas de las personas. Hay una injusticia ambiental que, a veces, es estructural. Sé que los gobernantes no dicen: “A ver, dónde ponemos el vertedero; pues aquí, donde hay más pobres”. No, muy probablemente lo que sucede es que los suelos donde vive la gente con menos recursos son mucho más baratos y te permiten instalar determinadas fábricas. Si eso lo llevamos al terreno de las relaciones norte-sur es tremendo, porque todos los países que llamamos ricos son países que tienen huellas ecológicas que superan con mucho lo que pueden proporcionar sus propios territorios. Es decir, si le pusiéramos una valla a la periferia de cualquier país como Noruega, Alemania o España y no entrase energía, minerales o alimentos, los países ricos no duraban nada. Hace mucho tiempo que agotamos la base natural de nuestros recursos. Por eso ya no es solo cuestión de clases, es que es fascismo. Si para poder tener un determinado estilo de vida necesitas otros territorios, y encima esa gente se ve desposeída de sus propios recursos, es una muestra evidente de fascismo.

Antes comentaba que habría que hablar de la tensión capital-naturaleza. Una de las estrategias de la nueva extrema derecha es confrontar, en términos culturales, a las clases populares nativas con los migrantes. Esa confrontación no es una lucha de clases, sino una lucha del último contra el penúltimo (en la misma clase social).

¿Cómo se relaciona esto con el medioambiente?
 Creo que una de las razones por las que hay muchas personas que acaban adoptando las propuestas de movimientos ultraderechistas es que no tienen una mirada clara sobre la realidad medioambiental. Si cuando un fascista le dice a gente empobrecida que la culpa la tiene el extranjero que viene a quitarle los recursos, esa persona no es consciente de que de la tierra de ese extranjero proceden recursos que mantienen al país. Llevado al extremo, el fascista, para evitar que esas personas vengan y no le quiten a su población sus recursos, querría que hubiese una redistribución: así los migrantes se quedarían en sus países. Eso, como sabemos, no ocurre.

Clasismo ambiental, fascismo territorial… Son conceptos muy contundentes.

¿Se corre el riesgo de dejar fuera a mucha gente a la que quizá no se la convence con ese lenguaje?
Fíjate que he ido a espacios muy hostiles a dar charlas y formación, y yo sé que si entro y digo “¡Muerte al capitalismo y al patriarcado!” los he perdido en el minuto cero. La economía ecológica tiene instrumentos incontestables como que el planeta tiene recursos finitos o que quedan determinados años para alcanzar el pico del cobre y del litio. He estado delante de personas que me dicen: “No me gusta nada lo que has explicado, intento rebelarme contra ello pero no encuentro con qué argumento y me has dejado enormemente inquieto”. Creo que no hay que empeñarse en una defensa a ultranza de ciertas palabras, sino que donde las puedas usar las usas y donde no, no. Luego hay gente que dice: “Lo que me cuentas ya lo sé, pero yo no quiero renunciar a mi estilo de vida”.

¿Y qué pueden hacer quienes sí están dispuestos a modificar su estilo de vida?
Cualquier cambio de actitud tiene su incidencia. La forma de cambiar y de aprender es haciendo, así que las pequeñas cosas que cada persona puede hacer no son en absoluto estériles, sino fundamentales. Desde el uso del transporte público hasta la alimentación, que es un elemento muy potente para que haya un cambio real. Ya no hablamos solo de alimentos ecológicos, sino de consumir alimentos de temporada, que son mucho menos contaminantes. Y creo que hay que reducir de forma drástica el consumo de proteína animal. ¿Por qué? Por la explotación de los terrenos, por ejemplo. Óscar Carpintero contaba que había hecho un estudio que determinaba que un bocado de carne requería el uso de 103 metros cuadrados de suelo. ¡Un bocado de diez gramos de carne! Es insignificante y mira qué impacto tiene. La clave es consumir mucho menos de todo, sobre todo de productos superfluos.

Yayo Herrero es activista ecofeminista y militante de Ecologistas en Acción. Dirige la fundación Fuhem.

Fuente:
https://www.lamarea.com/2017/11/11/yayo-herrero-el-clasismo-ambiental-afecta-a-los-mas-pobres/

martes, 21 de noviembre de 2017

_- Día Mundial de los Niños. El mundo sigue siendo un lugar muy injusto y peligroso para millones de niños

EFE


Cada 20 de noviembre se celebra en todo el mundo la aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño que tuvo lugar en 1989. Es el Tratado Internacional más ratificado de la Historia: lo han suscrito todos los países del mundo menos Estados Unidos. Su puesta en marcha marcó un antes y un después en la manera en que los gobiernos y las sociedades tratan -o deberían tratar- a sus ciudadanos más jóvenes.

La Convención, como primera ley internacional sobre los derechos de los niños y niñas, es de carácter obligatorio para los Estados firmantes y ha servido para reforzar el reconocimiento de la dignidad humana fundamental de la infancia así como la necesidad de garantizar su protección y desarrollo.

Desde su aprobación se han producido en todo el mundo avances considerables en el cumplimiento de los derechos de la infancia a la supervivencia, la salud y la educación; así como un reconocimiento cada vez mayor de la necesidad de establecer un entorno protector que defienda a los niños y niñas de la explotación, los malos tratos y la violencia.

En UNICEF centramos nuestros esfuerzos en hacer cumplir la Convención: que todos los niños y niñas del mundo estén donde estén vean cumplidos sus derechos. Y con su respaldo hemos avanzado mucho en las últimas décadas: el número de personas que viven en la extrema pobreza en todo el mundo es casi la mitad que en la década de 1990; las tasas mundiales de mortalidad de menores de cinco años se han reducido en más de la mitad en los últimos 20 años; han mejorado la nutrición y el acceso a agua potable; hoy más niños y niñas que nunca van a la escuela y reciben una educación que les permitirá romper el círculo de la pobreza.

Pero a pesar de esos avances el mundo sigue siendo un lugar muy injusto y peligroso para millones de niños que se enfrentan a una vida de pobreza y de falta de oportunidades: 15.000 niños menores de 5 años siguen muriendo cada día -5,6 millones al año- por causas que se pueden prevenir, como la diarrea, la neumonía o la malaria; 535 millones de niños -1 de cada 4- viven en países afectados por los conflictos, desastres naturales, epidemias y otras emergencias; 385 millones de niños viven en extrema pobreza; 264 millones de niños y adolescentes están fuera de la escuela; 168 millones de niñas y niños de entre 5 y 17 años trabajan; de ellos, 85 millones en labores peligrosas.

Y las perspectivas no son nada halagüeñas. A menos que intensifiquemos la velocidad de los progresos, en el año 2030, 167 millones de niños vivirán en la extrema pobreza, 69 millones de niños menores de 5 años morirán por causas evitables y 60 millones de niños en edad de asistir a la escuela seguirán sin escolarizar.

En este Día Mundial de los Niños necesitamos más que nunca compromiso político, recursos y voluntad colectiva. Y necesitamos también escuchar y dar la voz a los niños. Eso es lo que hemos hecho: les hemos preguntado -en una encuesta realizada a más de 11.000 niños de entre 9 y 18 años de 14 países- por lo que les preocupa. Y nos han dicho que la violencia, el terrorismo, el acoso escolar y la educación; que les inquieta el trato que se profesa a las personas refugiadas y migrantes; y que los líderes mundiales deberían abordar y dar soluciones a estos temas y a otros como la pobreza.

La sociedad tiene -tenemos- la obligación de escuchar a los niños. Tenemos la obligación de dejarles un mundo mejor, de respetar y hacer cumplir sus derechos. Se lo debemos. La Agenda de Desarrollo Sostenible 2030 debe servirnos como eje canalizador para lograrlo.

Hoy los niños alzan su voz. El resto del año no podemos olvidar que siguen ahí, porque no hay causa que merezca más alta prioridad que la protección y el desarrollo del niño, de quien dependen la supervivencia, la estabilidad y el progreso de todas las naciones y, de hecho, de la civilización humana. Como dijo Nelson Mandela: “No puede haber una revelación más intensa del alma de una sociedad que la forma en que se trata a sus niños”.

Carmelo Angulo Barturen, presidente de UNICEF Comité Español

Fuente: http://www.efedocanalisis.com/noticia/dia-del-nino/

En el día mundial de los niños. Ni escuela ni salario. Niños que trabajan como esclavos domésticos en Zanzíbar

El diario/The Guardian

Rose, que creció en el territorio continental de Tanzania, fue captada por unos reclutadores cuya principal estrategia consiste en poner de relieve la riqueza y el lujo de Zanzíbar para convencer a los padres de los menores de que los envíen allí para hacer trabajos domésticos

A los niños se les obliga a limpiar, pero no se les da un salario ni se les permite ir a la escuela EFE

Durante meses a Rose le obligaron a trabajar desde el alba hasta el anochecer, sin salario y bajo la amenaza de recibir una paliza si cometía el mínimo error. Ahora vive en un refugio para víctimas de trata escondido en un callejón de las afueras de la ciudad de Zanzíbar. Esta niña de trece años tiembla cuando recuerda su experiencia como trabajadora doméstica de una familia rica.

Su recuerdo más vívido es el olor fétido de una pequeña letrina situada fuera de la casa donde la encerraron durante más de 11 horas.

"Estaba fregando los platos pero se hizo oscuro y me fui a dormir sin haber acabado", explica: "A la mañana siguiente me despertaron muy temprano y me pegaron. Me encerraron en ese cuarto desde las cinco de la madrugada hasta las cuatro de la tarde y fue entonces cuando me echaron de la casa".

Para los trabajadores domésticos menores de edad, la vida es un juego de azar. La encuesta nacional más reciente sobre trabajo infantil calcula que unas 110.911 niñas trabajan como criadas. Las que tienen la suerte de ir a parar a casas decentes reciben una educación, un trabajo en la ciudad y pueden ayudar a sus familias. Sin embargo para muchas otras es el inicio de una vida de explotación, miedo y aislamiento. Según el Departamento de Estado estadounidense, la trata de niñas para el servicio doméstico constituye el principal problema de trata humana de Tanzania.

Rose, que creció en el territorio continental de Tanzania, fue captada por unos reclutadores cuya principal estrategia consiste en poner de relieve la riqueza y el lujo de Zanzíbar para convencer a los padres de menores de que los envíen allí para hacer trabajos domésticos.

Engañan a sus padres
Con sus aguas cristalinas y sus playas de arena blanca, Zanzíbar atrae anualmente a cientos de miles de turistas. Con ellos va unida la promesa de las oportunidades económicas. "A los que viven en las zonas rurales del territorio continental del país les parece una tierra de riquezas", indica Aisha Iddi, gestora del programa ActionAid Zanzíbar.

"Zanzíbar es un lugar turístico", explica: "hay hoteles, atracciones y dinero, así que los padres creen que si sus hijas van a la isla todo será fantástico".

Un agente fue a visitar a la familia de Rose en su pueblo y prometió que viviría con una buena familia, tendría un salario decente e iría a la escuela.

"Los agentes les dicen que los patronos tratarán a las niñas como hijas, pero cuando las niñas llegan a las casas la realidad es otra", indica Aisha al Ibrahim, coordinadora de un refugio en Zanzíbar para menores que han hecho trabajos domésticos. "No van a la escuela. No tienen un salario. No tienen amigos. Los tratan como esclavos".

En mayo, después de que una familia llegara a un acuerdo con el reclutador, llevaron a Rose a casa de sus patrones. Pronto se percató de que nadie la iba a ayudar.

"Quería venir porque pensé que conocería otro sitio, quería ver el mar", explica Rose: "Me hicieron muchas promesas y me dijeron que no tendría que trabajar mucho pero [la primera mañana] me despertaron muy pronto y me pegaron".

En el siglo XIX Zanzíbar era el principal puerto de comercio de esclavos de la región africana de los Grandes Lagos. Por el puerto pasaron anualmente más de 50.000 esclavos que iban a la península arábiga, India y a otras partes del mundo. En la actualidad, la trata para el servicio doméstico es un negocio floreciente.

"Están a su merced"
"Muchas familias prefieren contratar a trabajadores domésticos de Tanzania continental porque no quieren hacer trabajar a las niñas de aquí", indica Iddi: "No todas las familias tratan a los menores como si fueran esclavos, pero muchas lo hacen porque estos niños están en una situación de gran vulnerabilidad. Están completamente a su merced".

Los abusos que sufren los niños en Tanzania se repiten a lo largo y ancho del planeta. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que en el mundo más de 17 millones de niños de entre cinco y diecisiete años hacen trabajos domésticos en sus propias casas o en casas de terceros. Un tercio de estos menores se encuentran atrapados en lo que la OIT considera trabajos peligrosos, están expuestos a la violencia y a abusos, trabajan en exceso y no tienen acceso a una educación o a cuidados médicos.

Rachel, de 14 años, fue golpeada y obligada a trabajar 16 horas diarias y sin sueldo para una familia de la ciudad de Zanzíbar. Cocinaba para ellos, les lavaba la ropa y cuidaba a los niños. El padre de familia la violó en numerosas ocasiones.

"[Mi jefe] me preguntó, ‘¿No me quieres? Ven y siéntate en mi regazo", explica Rachel. "Entonces me llevó a una habitación que tenía un colchón en el suelo. Vio que estábamos solos y cerró la puerta con llave. Me tumbó en el suelo y dijo: ‘No tengas miedo. No soy tu padre".

Tras sufrir abusos físicos y sexuales durante prácticamente un año, Rachel consiguió escapar cuando convenció a un conductor de autobús de que la llevara hasta el pueblo de Matemwe y consiguió llegar hasta la comisaría. Ahora está recibiendo cuidados en un refugio.

"Nos llegan muchos casos de niños de Tanzania continental, niños pequeños que son violados por sus patronos", explica un agente que trabaja en la unidad de protección de menores de Zanzíbar: "No sabemos quiénes son los intermediarios que llevan a los niños hasta aquí, pero es un problema grave".

En la última edición del informe sobre trata de personas, publicado en 2017, el Departamento de Estado de Estados Unidos señaló que si bien Tanzania no cumple plenamente con las normas mínimas para la eliminación de la trata de personas "está haciendo esfuerzos considerables en ese sentido". El Gobierno investigó unos 100 posibles casos de trata en 2016 en comparación con los 12 que había investigado un año antes. Lo cierto es que los niños que intentan escapar de estos abusos solo pueden acudir al refugio de ActionAid , que tiene diez camas, ya que es el único sitio de Zanzíbar que les ofrece protección.

Después de que el patrón de Rose la encerrara en la letrina, una lugareña la ayudó a encontrar la comisaría más cercana y el Departamento de Bienestar Social la envió al refugio. Ahora se prepara para regresar a su casa.

El personal del refugio no cree que la historia de Rose sirva para que otras familias se lo piensen dos veces antes de mandar a sus hijos a Zanzíbar.

"Su familia no sabe lo que le ha pasado", indica al Ibrahim: "e incluso si comparte su historia con sus amigos y les dice que no vayan a Zanzíbar porque no les espera un trabajo real, no la creerán".

Traducido por Emma Reverter 

Fuente:
http://www.eldiario.es/theguardian/escuela-trabajan-esclavos-domesticos-Zanzibar_0_707630119.html

El mundo está perdiendo la batalla contra el trabajo infantil

IPS

Gran cantidad de declaraciones de buenas intenciones pero nada para celebrar dejó la IV Conferencia Mundial sobre la Erradicación Sostenida del Trabajo Infantil, que se realizó en la capital de Argentina, con la presencia de cerca de 2.000 delegados de 190 países.

La disminución del trabajo infantil avanza a paso demasiado lento, en medio de un crecimiento sin precedentes de la migración y los desplazamientos forzosos que empeora la  situación, reconocieron  representantes de gobiernos, trabajadores y empleadores en la Declaración Final de Buenos Aires.

El documento, con el que concluyó este jueves 16 el el encuentro de tres días, dejó la admisión de que, a menos que algo cambie, los objetivos en la materia fijados por la comunidad internacional, no van a cumplirse.

En consecuencia, existe una “necesidad apremiante de acelerar los esfuerzos encaminados a poner fin al trabajo infantil en todas sus formas de aquí a 2025”, se señaló en el texto.

En la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible se determinó en la meta siete del octavo de los 17  Objetivos de Desarrollo Sostenible  (ODS), el que promueve el trabajo decente, que para 2025 debe quedar erradicado el trabajo infantil en todas sus formas.

“Por primera vez se reconoció que la agricultura concentra en el mundo la mayor parte del trabajo infantil y que está creciendo”, dijo Bernd Seiffert, especialista en Empleo Rural de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

“Mientras la cifra de niños y niñas afectados en general bajó de 168 millones en 2013 a 152 millones hoy, en el sector agrícola el número aumentó: de 98 millones a 108 millones”, explicó en diálogo con IPS.

Seiffert planteó que “hemos escuchado en esta Conferencia hablar mucho del rol del trabajo infantil en las cadenas globales de suministro. Sin embargo, la mayor parte de los niños y niñas aportan a la producción de alimentos que se consumen en los mercados locales”.

Organizada por el argentino  Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, la Conferencia contó con la asistencia técnica de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y tuvo como declarado objetivo “hacer un balance de los progresos realizados” desde la cita precedente, que tuvo lugar en 2013 en Brasilia.

La presencia estelar fue la del Premio Nobel de la Paz 2014, Kaylaz Satyarthi, quien aunque se mostró “confiado en que los jóvenes encaminen la situación que nosotros les estamos dejando”, advirtió que no tendría sentido realizar una nueva Conferencia dentro de cuatro años si la situación sigue siendo la misma.

Satyarthi fue galardonado por su labor en su país, India, en defensa de los derechos infantiles, y en particular por su combate al trabajo forzado, del que ha liberado a miles de niños y niñas.

“Sabemos que los niños son utilizados porque son la fuerza de trabajo más barata. Pero yo pregunto cuánto tiempo más vamos a seguir viniendo a estas conferencias para repetir las mismas cosas. La próxima reunión debe realizarse solo si es para celebrar los logros”, advirtió.

Para Junko Sazaki, directora de la División de Políticas Sociales e Instituciones Rurales de la FAO, “el aumento del trabajo infantil en el campo tiene que ver con la informalidad. La mayor parte de los niños trabajan en la agricultura familiar, sin sueldo, en lugares donde no llega la presencia estatal”.

“Debemos impulsar la incorporación de tecnologías y buenas prácticas agrícolas que permitan que muchas familias pobres dejen de verse obligadas a hacer trabajar a sus hijos”, dijo Sazaki a IPS.

De acuerdo a la OIT y según recoge la declaración final, 71 por ciento del trabajo infantil se concentra en la agricultura y 42 por ciento de ese trabajo es peligroso y se realiza en emprendimientos informales y familiares.

“Hay también diferencias género. Mientras es común que los niños se vean expuestos a pesticidas que pueden afectar la salud, las niñas deben trabajar más en las tareas domésticas. En la India, por ejemplo, muchas niñas reciben menos alimentación que los niños”, afirmó Sazaki.

Los niños fueron los grandes ausentes del multitudinario encuentro, que reunió a delegados de gobiernos y de organismos internacionales, empresarios y sindicalistas.

Su voz solo se escuchó a través de la presentación del documento “Tiempo para hablar”, resultado de una investigación realizada por organizaciones de la sociedad civil, que en 36 países, mayormente de las regiones del Sur en desarrollo, entrevistaron a 1.822 niños de entre cinco y 18 años que trabajan

El estudio reveló que los niños que trabajan lo hacen en su mayor parte para ayudar a sus familias y que su principal preocupación son las condiciones en que lo hacen.

Se sienten bien si las tareas les permiten continuar estudiando, si pueden aprender del trabajo y ganar dinero; y se frustran cuando se obstaculiza su educación, cuando no desarrollan ninguna habilidad o se ve afectada su salud.

“Entendemos que los niños que trabajan no tienen otra opción y que no debemos criminalizarnos sino protegerlos y controlar las condiciones en que cumplen tareas no los pongan en riesgo o impidan su educación”, afirmó Anne Jacob, de la organización alemana Kindernothilfe, una de las que participaron en la investigación.

Para Jacob, “resulta bastante escandaloso que se aborde la problemática del trabajo infantil sin escuchar a los niños”.

“Nosotros, luego de hablar con ellos, entendimos que no hay una solución global para esta cuestión, sino que las causas estructurales sólo se resuelven localmente, de acuerdo a las circunstancias económicas, culturales y sociales de cada lugar”, afirmó a IPS.

Los participantes en la Conferencia advirtieron en la declaración final que los conflictos armados, que afectan a 250 millones de niños, están agravando la situación del trabajo infantil.

Virginia Gamba, representante especial de las Naciones Unidas para Niños y Conflictos Armados, explicó que “el conflicto armado moderno usa a los niños como a los niños como si fueran materiales descartables. Los niños ya no están más en la periferia de los conflictos sino en el centro”.

En ese sentido, señaló que cientos de miles de niños se quedan sin posibilidades de acceder a educación formal cada año en distintas partes del mundo. Su oficina contabilizó 750 ataques a escuelas en medios de conflictos armados en 2016, mientras que este año registró 175 en un solo mes.

“Para combatir el trabajo infantil y ayudar a los niños hay que pensar en educación móvil y en el hogar. Se debe proveer educación hasta en las situación más frágiles, incluso en los campos de refugiados, ya que esa es la única medida de normalidad para un niño en medio de un conflicto”, dijo Gamba.

Al finalizar, la Conferencia dejó la amarga sensación de que las soluciones todavía están lejos.

De alguna manera lo resumió el director general de la OIT, Guy Ryder, cuando advirtió que “la concentración del trabajo infantil en las tareas rurales indican que muchas veces no tienen que ver con empleadores, sino con grupos familiares”.

“Para algunos es común volcar la responsabilidad sobre las empresas transnacionales y para otros, sobre los gobiernos. Pero la verdad es que la culpa es de todos”, concluyó.

Fuente:
http://www.ipsnoticias.net/2017/11/mundo-esta-perdiendo-la-batalla-trabajo-infantil/