jueves, 23 de febrero de 2023

Que los árboles no te impidan ver el bosque.

La ley del 'solo el sí es sí' es una muy buena ley y ya está incorporada al ordenamiento jurídico. Surtirá efectos de manera indefinida y acabará viéndose la importancia de la misma como garantía de la libertad sexual

— La Moncloa intenta limitar los daños por la ley del 'solo sí es sí' y desplazar el coste electoral a Unidas Podemos.

Aunque todavía no ha sido publicada la sentencia sobre el recurso de inconstitucionalidad que interpusieron 71 diputados del PP contra la ley de plazos aprobada en 2010, ya sabemos que el Tribunal Constitucional avala en su integridad la constitucionalidad de dicha ley.

La ley de plazos supuso el tránsito de considerar la interrupción del embarazo como un acto siempre antijurídico, aunque podía ser exonerado de responsabilidad penal en determinados “supuestos” (violación, malformación del feto o peligro para la vida de la madre), a considerar dicha interrupción del embarazo como como un “derecho constitucional” de la mujer embarazada, que podría decidir interrumpir el embarazo dentro de los plazos fijados por la ley.

De la concepción de la interrupción del embarazo como un delito a la concepción como un derecho constitucional. Nada más y nada menos.

Y fue una mujer joven, Bibiana Aído, la que pilotó dicho tránsito. Sufrió por ello descalificaciones y ataques de todo tipo. Pero ahí está su ley. Nadie recordará a los miserables que se ensañaron con la joven ministra, mientras que su nombre sí quedará vinculado a una de las leyes más importantes de la democracia española.

En este 2023 estamos viviendo una situación parecida a la que se vivió en 2010 con la ley del 'solo sí es sí'. Situar en el consentimiento inequívoco de la mujer la garantía de la libertad sexual y no en la agresión supone un cambio de paradigma similar al que supuso el tránsito de la ley de supuestos a la ley de plazos.

También en este caso es una ministra joven, Irene Montero, la que ha liderado el proceso. Y también estamos asistiendo a ataques y descalificaciones personales contra ella, que van más allá de los que entonces se produjeron contra Bibiana Aído, porque, aunque el encanallamiento de la vida política ya había avanzado bastante en 2010, no se había alcanzado el nivel de este 2023.

Pero no se puede perder la serenidad y la perspectiva. La ley del 'solo el sí es sí' es una muy buena ley y ya está incorporada al ordenamiento jurídico. Surtirá efectos de manera indefinida y acabará viéndose la importancia de la misma como garantía de la libertad sexual. Lo que ocurre es que eso lleva su tiempo. Pero esto es lo importante.

Por el contrario, la revisión de las condenas como consecuencia del “ajuste” que se ha producido al desparecer la frontera entre “abuso” y “agresión” de la legislación anterior, que es un asunto menor en lo que el “nuevo sistema” de garantía de la libertad sexual introducido por la LO 10/2022 representa, son de aplicación inmediata. La aplicación retroactiva de la ley penal más favorable es una norma de naturaleza constitucional, aunque no figure en la Constitución, sino en el Código Penal. Todos los hechos ocurridos con anterioridad a la entrada en vigor de la LO 10/2022 se castigarán conforme a lo previsto en esta ley orgánica. Esto es así y no puede no ser así.

No cabe duda que, desde el Gobierno en general y desde el Ministerio de Igualdad en particular, no se calibró bien el alcance que podían tener esas revisiones de condenas y la manipulación que se podía hacer política y mediáticamente de las mismas para generar alarma social. Se trata de un error que no tiene rectificación posible. Ninguna reforma de la LO 10/2022 puede corregirlo.

Pero debe subrayarse que las consecuencias de este error deben ya en este momento estar “agotadas” o próximas a agotarse. Las condenas anteriores a la entrada en vigor de la LO 10/2022 son las que son. Y si no todas, sí casi todas han sido objeto de revisión. En muy poco tiempo sabremos cuál ha sido el impacto de la LO 10/2022 en rebajas y excarcelaciones. Y ya no habrá ninguna más.

El sistema de protección integral de la libertad sexual, por el contrario, permanecerá en el ordenamiento.

Los dos socios del Gobierno de coalición deberían observar el problema desde esta perspectiva. Ninguno de los dos debería enrocarse en posiciones que impidan alcanzar un acuerdo. Aunque la reforma de la ley no tenga ningún impacto en su aplicación a las conductas anteriores a su entrada en vigor, alguna reforma hay que hacer tras lo ocurrido en estas semanas. Pero sin perder de vista que las revisiones de condena son un tema agotado o próximo a agotarse. Y que lo importante es preservar el contenido de la LO 10/2022.

Si fuera el presidente del Gobierno, solicitaría la comparecencia hacia mediados del mes de marzo ante el pleno del Congreso de los Diputados para suministrar la información que se disponga sobre la aplicación de la LO 10/2022 y contextualizarla. Y poner en valor lo que dicha ley representa.

Mi impresión es que nos encontramos ante un caso de libro de “los árboles que no nos permiten ver el bosque”. Esto es lo que el presidente del Gobierno debería dejar claro en una comparecencia ante el Congreso de los Diputados o incluso ante una sesión conjunta de ambas cámaras, si reglamentariamente fuera posible.

VIVIR MEJOR Los beneficios de pasar tiempo a solas.

La soledad la sufre quien está solo y quiere compañía, pero no es lo mismo que la “solitud”, un término que se usa para describir el deseo de, simplemente, estar con uno mismo.

Estar solo duele, hasta puede impactar de manera negativa a tu salud. Sin embargo, el simple hecho de estar a solas con uno mismo no tiene que ser malo, y los expertos afirman que incluso puede beneficiar tus relaciones sociales, mejorar tu creatividad y confianza, así como ayudar a regular tus emociones para que puedas lidiar de mejor manera con situaciones adversas.

“No es que la soledad siempre sea buena, pero puede ser buena” si estás dispuesto a rechazar la idea —común en Occidente— de que pasar tiempo contigo mismo siempre es una experiencia negativa que uno no elige, de acuerdo con Thuy-vy Nguyen, una profesora asistente que estudia la soledad en el Departamento de Psicología de la Universidad Durham.

“Hay evidencia para demostrar que valorar la soledad no daña realmente tu vida social, de hecho, podría aportar a ella”, dijo, y señaló que, como la soledad nos ayuda a regular nuestras emociones, puede tener un efecto relajante que nos prepara para interactuar de mejor manera con otros.

Decidir pasar tiempo haciendo cosas por tu cuenta puede tener beneficios mentales, emocionales y sociales, pero la clave para obtener esas recompensas positivas es elegir pasar tiempo a solas. En una cultura en la que a menudo confundimos estar a solas con la soledad, la habilidad de valorar el tiempo que pasamos con nosotros mismos evita que procesemos la experiencia como algo negativo. De hecho, identificar con mayor precisión los momentos en los que necesitamos estar a solas para recargar nuestra energía y reflexionar puede ayudarnos a manejar mejor las emociones y experiencias negativas, como el estrés y el agotamiento, dijo la psicoterapeuta Emily Roberts.

Comenzar es sencillo, lo único que necesitas es a ti mismo.

¿Por qué es difícil pasar tiempo solo?
“Históricamente, la soledad tiene una muy mala reputación” porque en ocasiones es usada como una forma de castigo, dijo Robert Coplan, psicólogo del desarrollo y profesor de Psicología en la Universidad Carleton.

El problema es que olvidamos que la soledad también puede ser una elección, y no tiene que ser de tiempo completo. Dado que existen muchos estudios que demuestran que los humanos son criaturas sociales que se benefician de interactuar con otros, “la gente trata de ignorar que también es importante pasar tiempo a solas”, dijo. “Es difícil para las personas imaginar que pueden hacer ambas cosas”.

“Algunas personas relacionan su experiencia de soledad completamente con otras personas”, agregó Nguyen. Algunas investigaciones han demostrado que las personas a menudo se sienten inhibidas de disfrutar actividades a solas, especialmente cuando piensan que otros los están observando. Sobreestimar qué tanta atención nos prestan otras personas, y preocuparnos por ser juzgados puede impedirnos hacer cosas que de otra manera nos harían sentir alegres.

Estar a solas con tus pensamientos y darte a ti mismo el espacio y el tiempo sin estructuras para dejar que tu mente vague sin distracciones sociales, a veces también puede ser intimidante, dijo Angela Grice, patóloga del habla que ha realizado investigaciones sobre las funciones ejecutivas y neurociencia en la Universidad Howard y el Laboratorio de Neurocognición del Habla en la Universidad Columbia.

“Hay estudios que indican que cuando estamos a solas, lo que es incómodo es la falta de estímulos, no poder depender de otras personas para dar cierta forma a tu experiencia”, dijo Nguyen.

Nuestra aversión a estar solos puede ser drástica: una cuarta parte de las mujeres y dos tercios de los hombres que participaron en un estudio de la Universidad de Virginia eligieron someterse a un choque eléctrico en vez de no hacer nada y pasar tiempo a solas con sus pensamientos.

¿Por qué es bueno pasar tiempo a solas?
Una encuesta en línea llamada el Test del Reposo mostró que la mayoría de las actividades que las personas definían como las más apacibles eran cosas que se hacen a solas.

A pesar del estigma social y el temor en torno a pasar tiempo a solas, es algo que nuestros cuerpos anhelan. Así como “soledad” es la descripción de estar solo y querer compañía, el término “solitud” puede usarse para describir el deseo natural de estar a solas, dijo Coplan. Ya que no estamos acostumbrados a etiquetar esa sensación, puede confundirse con facilidad y exacerbar otras sensaciones como la ansiedad, el cansancio y el estrés, especialmente porque “quizá no sabemos que el tiempo a solas es lo que necesitamos para sentirnos mejor”, agregó Coplan.

Disfrutar los beneficios del tiempo a solas no es una cuestión de ser introvertido o extrovertido, dijo Nguyen. Con mayor frecuencia, las personas que valoran la solitud y que no tienden a ignorar sus propios deseos con el afán de satisfacer a otros disfrutarán más del tiempo a solas, mencionó.

La libertad de no tener que seguir el ritmo de los demás, “sin presión de hacer nada, sin presión de hablar con nadie, sin obligación de hacer planes con otras personas”, es una excelente manera de procesar y relajarse, incluso para personas muy sociales, dijo Roberts. También nos ayuda a descubrir nuevos intereses e ideas sin tener que preocuparnos sobre las opiniones de otros: un estudio demostró que los adolescentes se sienten menos inhibidos cuando están solos.

“Cultivar este sentido de estar a solas y elegir estar a solas puede ayudarte a desarrollar quién eres, tu sentido de ti mismo y cuáles son tus intereses verdaderos”, dijo Grice. Conocerse a sí mismo facilita encontrar a otras personas que comparten tus pasiones y puede mejorar tu empatía. También puede ayudarte a reevaluar amistades “de relleno”: relaciones que mantienes porque prefieres hacer cualquier cosa los viernes por la noche que quedarte en casa solo, incluso si eso significa que debes pasar tiempo con personas cuya compañía no disfrutas.

Pasar tiempo con tus pensamientos sin distracciones sociales también puede ser restaurador, fortalece tu confianza y hace más fácil que establezcas límites, dijo Roberts. También puede impulsar la productividad, la interacción con otros y la creatividad. Además, un estudio publicado en Current Directions in Psychological Science reveló que las lluvias de ideas mejoraban cuando los participantes alternaban entre hacerlas por su cuenta y realizarlas en grupo.

Cómo hacerlo
En una variación a la regla de oro: engríete a ti mismo como harías con otros. No lo postergues. Anímate a explorar nuevos intereses. Haz espacio en tu vida y dedícate el tiempo, incluso si solamente inviertes treinta minutos a la semana en leer en una cafetería.

Si apenas estás comenzando, da “pequeños pasos”, sugiere Grice. El tiempo que se pasa a solas es una gran oportunidad para explorar nuevos intereses, pero eso no significa que tienes que salir a fuerza de tu zona de confort. Y si la idea de pasar tiempo a solas es muy estresante o inquietante, podría ser una señal de que quizá necesitas apoyo profesional, agregó Grice.

Si no sabes cómo empezar, “planea algo que sepas que disfrutarás hacer, tal vez algo que te ayude a sentirte más productivo o que contribuya a que te sientas más relajado”, dijo Nguyen.

Si te cuesta mucho trabajo escuchar tus propios pensamientos, escribir un diario puede ser una gran manera de trabajar y evaluar esas emociones, dijo Roberts. Y aunque es tentador, “procura no estar en tu celular, porque es una gran distracción”. En cambio, Coplan sugiere leer, hacer manualidades, ir al cine, salir a comer, visitar un parque, intentar aprender una nueva habilidad o cualquiera de las infinitas opciones disponibles que no sean convertir tu tiempo a solas en algo relacionado con otras personas ni revisar las redes sociales de manera obsesiva.

Finalmente, cada individuo tendrá un equilibrio ideal diferente de cuánto tiempo pasa a solas y cuánto con otras personas, pero “nadie se sentirá satisfecho al hacer solo una cosa de las do”, dijo.

Sobre todo, el paso más importante para poder cosechar los beneficios de pasar tiempo a solas es simple; Nguyen dijo: “Aprovecha la oportunidad para decir: ‘Este es el tiempo en el que me puedo dar algo a mí mismo’, y solo aceptar que, en este momento, tú eres tu prioridad”.

https://www.nytimes.com/es/2019/10/31/espanol/estilos-de-vida/soledad-solitud.html?action=click&module=RelatedLinks&pgtype=Article

miércoles, 22 de febrero de 2023

La calumnia, el bulo y la bula.

El doble rasero espanta. Y lo que queda para la sociedad esponja de la desinformación es lo que cree visceralmente, el bulo que se ha comido, la bula que ha contribuido a otorgar. Esos que destrozan vidas y absuelven a verdaderos desaprensivos. Una falta de criterio extremadamente dañina

A estas alturas de la historia de la ley del solo sí es sí ya no hay dato ni realidad alguna que modifique las ideas que se han fijado una multitud de seres. No importa que el Tribunal Supremo haya rechazado que la nueva norma beneficie a delincuentes sexuales en casos de abusos agravados. Sujetos que se presentan como “combatiente contra la ideología de género” han descubierto un inusitado interés por las agresiones sexuales a las mujeres, similar a quienes se baten en todos los focos de la actualidad. Chapuza, fracaso, conteo de rebajas judiciales de penas, han colonizado ya los cerebros evanescentes de los prestos a creer lo que quieren creer. Desde ahí, en toda la gama, hasta las que se encorvan con el peso de los intereses inconfesables que les mueven. Bien pensado, y eso es doblemente trágico, ya apenas disimulan. No importa.

En realidad, es la consecuencia de haber instalado impunemente la injuria y la calumnia como método de acción política y mediática, y, en fuerte contraste, la bula para verdaderos malhechores. Me dirán que es opinable. Sí, ése es otro problema: no todo puede ser valorado en emociones, como si los hechos irrefutables no existieran. Ya están en el punto de convertir en realidad incuestionable lo que “se cree” o se siente. Este estado social debe parecerse mucho al de la Edad Media con todos sus hechizos y su oscurantismo alejado de la razón.

Tenemos pues a unas “lobas” que se han apoderado de Podemos -lo he oído en una televisión- con la malvada Irene Montero al frente, objetivo de unos insultos intolerables, como el perpetrado por un animal elegido alcalde del PP en Villar de Cañas, Cuenca. Feijóo y otros miembros del PP lo han condenado de palabra, pero por el momento no han iniciado el expediente disciplinario al que le obligan los estatutos. Y el presidente del PP castellanomanchego ha añadido a su censura un “Montero está haciendo mucho daño a España, pero seguiremos denunciando sus acciones dentro del respeto y la democracia”. Un daño terrible al machismo ancestral: luchan por los derechos de las mujeres pero así, como ellas, no se hace al parecer. Siempre hay que ceder y templar gaitas. El machismo es muy impresionable; el establishment, tanto o más. Hay que ir poco a poco, para avanzar un metro en cuatro años, por ejemplo.

Frente a las “lobas” de Podemos tenemos a una alumna ilustre de la Universidad más grande de España que ha llegado a presidenta de la Comunidad de Madrid. Un portento de mujer. Suscribió un protocolo que dejó morir sin asistencia médica a más de siete mil ancianos como saben -no me canso de repetirlo-, ha diezmado la sanidad pública y toma el pelo al personal al punto de anunciar -a ver si distrae los ánimos de la manifestación del domingo por la sanidad pública- un chequeo médico en los colegios mientras mantiene a 200.000 niños sin pediatra asignado. Gestiona nuestro dinero en favor de los ricos y cientos de miles de pobres la adoran. Es raro, ¿verdad?

No se trata de situar dos polos de rivalidad porque tendríamos múltiples ejemplos, pero éste es elocuente. Ocurre que, aunque una es licenciada en psicología, trabajó un par de años como cajera en una cadena de electrodomésticos, y eso le desprestigia ante algunos; la otra estudió periodismo y se inició profesionalmente como community manager en Twitter del perro de su mentora Esperanza Aguirre – encarando ya su carrera como manipuladora de la realidad-, en este caso no hay nada que objetar a su currículo laboral, según los mismos.

“Los mismos” son esos que marcan las agendas. Tienen plaza fija en tertulias. En ese gran circo romano pueden insultar a destajo los avances sociales “mal hechos”, a su entender, desde la mesa que dirige el peor periodismo de la historia (casi ofende usar ese sustantivo). Allí pueden fantasear con extravíos que judicializan togados ad hoc en amigable charla con entornos de imputados por corrupción del más alto nivel.

Injurias y calumnias, sobre todo cuando se convierten en law fare, ocasionan daños incalculables a las víctimas, destrozan su existencia. Lo citaban estos días dos grandes amigos míos – Juan Torres y Juan Tortosa- acerca de dos concejales sevillanos imputados falsamente a quienes nadie les devolverá la vida perdida durante años por la maledicencia y el uso torticero de la justicia y la prensa.

Asistimos a evaluaciones que nos pasan una factura terrible como sociedad. Un tribunal ha dado la razón a Cayetana Álvarez de Toledo, portavoz en ese momento del PP, por acusar al padre de un diputado, Pablo Iglesias, de ser terrorista. De joven, repartía octavillas contra la dictadura y en consecuencia el padre de Pablo Iglesias era un terrorista… para la justicia franquista. Y para la que rige en la España democrática, a la vista de esa sentencia que da la razón a la diputada del PP. Los triunfadores de esa guerra judicial se pavonean ahora. Un alto cargo de Vox también afirma cada año que Las 13 rosas fueron justamente ejecutadas porque eran asesinas convictas… por un tribunal de la dictadura franquista, acabando la Guerra Civil que inició su golpe de Estado.

Así se va fijando la historia. Hemos oído las voces de ministras del Partido Popular durante el ejercicio de su cargo hablar de manejos corruptos con un comisario imputado por esa práctica precisamente. Y a periodistas que siguen en pantalla en las mismas lides, o en las de injuriar a políticos en su guerra de poder. El doble rasero espanta. Y lo que queda para ese tipo de sociedad esponja de la desinformación es lo que cree visceralmente, el bulo que se ha comido, la bula que ha contribuido a otorgar. Ésa que absuelve a verdaderos desaprensivos por la gracia del “me gusta”, o el mal menor.

La desinformación cabalga a una velocidad que nubla el entendimiento de capas enteras de seres convertidos en zombis. A múltiples niveles. Con la concurrencia habitual de “los mismos”. Por ejemplo, los famosos trenes que no caben por los túneles ni siquiera están construidos. La chapuza es informativa. De ocupantes de pantalla y micrófono sin ningún rigor informativo y mucha y mala baba.

Bulle estos días el tema de quién destruyó los gasoductos Nord Stream decisivos en la guerra sobre Ucrania. El periodista norteamericano Seymour Hersh ha acusado al gobierno de Estados Unidos de su autoría. Me apunto a las reflexiones que ha puesto sobre la mesa Olga Rodríguez, porque, de asuntos aparentemente nimios a transcendentales, se está evidenciando una falta de criterio que es extremadamente dañina para la sociedad.

Pensar torcido, guiarse por bulos, asumir como ciertas las injurias son los hilos de un fraude que distorsiona todo camino y todo horizonte. La historia de la calumnia y sus efectos, como eje central del problema, ha llenado la literatura y el cine. Y no desaparece como lacra del género humano más pútrido.

Este agobiante momento que reproduce males perversos del género humano resulta difícil de llevar. Cómo será que, añorando otros momentos de estas cosas de escribir, les dejo con un cuadro: “La calumnia de Apeles” de Sandro Botticelli. Lo pintó en 1495, en tiempos convulsos por la caída de los Medici y se exhibe en la Galería de los Uffizi de Florencia.
(La calunnia)
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Año 1495
En una versión compendio, vemos al Rey Midas, el juez -aquel pobre señor que no podía ni comer porque fruto de una maldición cuanto tocaba se convertía en oro-, sufriendo las influencias de dos mujeres que le hablan en sus grandes orejas: la Sospecha y la Ignorancia. Se juzga a una mujer joven y hermosa, “llena de pasión y excitación malignas” que porta una antorcha encendida y arrastra a un joven por sus cabellos que grita su inocencia. Ella es la Calumnia y la asisten en distintos cometidos, así grosso modo, la Ira, el Fraude, el Rencor y la Envidia. Nos falta el Rumor en la entorcha que se extiende como el fuego. En el cuadro aparece también la Verdad desnuda, a la izquierda, sola, ajena, resplandeciente, señala al cielo… Es lo que más disuade ahora. No sé si me entienden, creo que sí.

_- ‘El aislamiento es inevitable, por lo que hay que adaptarse’: consejos para combatir la soledad.

_- Ofrecemos algunas recomendaciones para buscar apoyo durante esta época de distanciamiento social y confinamiento pandémico.

Por Emily Sohn 26 de diciembre de 2020

El ser humano puede sobrevivir tres minutos sin aire, tres días sin agua, tres semanas sin comida y, según la sabiduría popular, tres meses sin compañía. Sea cierto o no, lo que está claro es que las personas necesitan a otras personas, y muchos estamos aprendiendo que las pandemias pueden ser épocas solitarias.

Después de meses de cierres y órdenes de resguardarse en casa, a algunos expertos les preocupa el aumento de la cantidad de personas que se sienten solas, en especial jóvenes y adultos mayores; sin embargo, la resiliencia también está muy extendida y los estudios sobre la soledad pueden revelar una diversidad de maneras de combatirla.

“A la luz de la pandemia, hay maneras de aumentar ese sentido de conexión o disminuir los sentimientos de soledad de modos que podemos realizar con seguridad y a distancia”, comentó Julianne Holt-Lunstad, profesora de Psicología y Neurociencia de la Universidad Brigham Young. “Una de las cosas que han demostrado las investigaciones es que el apoyo social es increíblemente útil en épocas de estrés”.

La soledad es más que estar solo
La soledad es una emoción compleja. Puedes sentirte solo en una habitación abarrotada de gente o sentirte feliz con tu propia compañía y, según cada persona, varía mucho el grado de conexión humana que necesitan, señaló Holt-Lunstad. Una manera útil de pensar en la soledad, dijo, es como la diferencia entre cuánta conexión social desean las personas y cuánta están recibiendo.

Es un sentimiento subjetivo, pero los investigadores han comenzado a descubrir señales en el cerebro que ponen la necesidad de interacción social en el mismo nivel que la necesidad de comer. En un estudio publicado en noviembre, los científicos privaron a los participantes del contacto con otras personas y luego hicieron una resonancia de su cerebro. Al cabo de solo diez horas de aislamiento en un laboratorio (donde podían leer o dibujar, pero no tenían acceso a sus teléfonos o computadoras) las personas reportaron sentirse solas y deseaban interacción social. Cuando los participantes vieron fotografías de personas que participaban en actividades sociales, las resonancias mostraron una activación del mesencéfalo idéntica a la de quienes vieron fotografías de comida después de diez horas de ayuno.

“Fue una constante asombrosa en todas las personas”, dijo Livia Tomova, neurocientífica cognitiva de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido y coautora del estudio. “La interacción social no solo es algo divertido o reconfortante. Es algo que necesitamos para funcionar”.

Sin esa conexión social, con frecuencia las personas se deprimen, lo que alimenta aún más los sentimientos de soledad. La soledad crónica también está relacionada con mayores índices de enfermedades cardiacas, alzhéimer, suicidio e incluso la muerte.

Busca a un amigo
Si la soledad está interfiriendo con tu capacidad de funcionar o si estás pensando en hacerte daño a ti mismo, busca ayuda profesional. La Línea Nacional de Prevención del Suicidio en Estados Unidos ofrece apoyo gratuito y confidencial en el número 1-800-273-8255, y muchos terapeutas ofrecen sesiones virtuales. En el caso de modos más leves de soledad, décadas de investigación sugieren una serie de estrategias para reducir los estragos que han causado los cierres por la pandemia.

La estrategia más evidente consiste en buscar el apoyo de amigos. Según varios estudios, las personas con relaciones sociales sólidas tienen una mayor probabilidad de vivir más tiempo que las personas con conexiones más débiles. El hecho de saber que puedes contar con la gente, dijo Holt-Lunstad, tiene como resultado una reducción del estrés. En un pequeño estudio, los sujetos pudieron completar una tarea estresante (dar un discurso que se les dijo que estaba siendo grabado y juzgado) mientras mantenían una frecuencia cardíaca y una presión arterial más bajas simplemente pensando en un buen amigo en vez de un conocido casual.

En un momento de distanciamiento social esto podría significar hacer llamadas, enviar mensajes de texto, dejar un regalo o conducir y saludar. “Brindar apoyo a los demás, puede crear un sentido de significado y propósito”, dijo Holt-Lunstad. “Puede fortalecer los lazos sociales y, a su vez, conducir a menor soledad”.

Cuando busques conexiones, concéntrate en tus amigos y familiares más incondicionales. Algunas investigaciones demuestran que las personas se sienten más estresadas y desconectadas cuando en sus redes de amistades hay personas que las han traicionado, que no estuvieron a su lado en los momentos difíciles, que discuten frecuentemente con ellas o que provocan sentimientos negativos. En otras palabras, una llamada con una amistad cercana podría ayudar más que una reunión por Zoom con compañeros de la universidad.

“No basta con aumentar el contacto social”, aseguró Bert Uchino, profesor de Psicología de la Universidad de Utah en Salt Lake City. “Hay que aumentar el contacto en las relaciones que son importantes y muy positivas para ti. Creo que esas son las relaciones que harán que las personas superen la soledad”.

Ayuda a un extraño o domina un pasatiempo
Este también podría ser un buen momento para ayudar a tus vecinos. Por medio de la aplicación social para vecindarios NextDoor puedes asignar al azar pequeños actos de amabilidad a las personas que viven cerca de ti (como entregar víveres, charlar por encima de una cerca o participar en un evento de limpieza del vecindario), Holt-Lunstad y sus colegas revelaron que los índices de soledad se redujeron del diez al cinco por ciento en las personas que realizaron actos de este tipo.

La investigación sugiere que ni siquiera necesitas conocer a la gente que estás ayudando. El simple hecho de donar dinero a una buena causa podría ayudar, dijo Uchino. En una serie de experimentos, los investigadores descubrieron que las personas que les daban dinero a otras eran más felices que si lo gastaban en ellas mismas.

No obstante, si dar te hace sentir abrumado, puede ser perjudicial. En vez de eso, prueba con pasatiempos como cocinar, hacer jardinería, escribir un diario o escuchar música. Las artes creativas también pueden reducir la soledad y, aunque en este momento no sea posible cantar en un coro en persona, hacerlo desde los balcones o a través de grupos virtuales puede ser poderoso.

Busca ayuda en la vida real
La soledad puede atacar a cualquier edad, pero los jóvenes pueden ser los más afectados por la cancelación de actividades y la pérdida de tiempo social. Alrededor del 73 por ciento de los adultos de la generación Z reportaron que se sentían solos en una encuesta publicada en octubre por la Asociación Estadounidense de Psicología.

Aunque las videollamadas grupales y las conversaciones en redes sociales se han apoderado de la vida de muchas personas durante la pandemia, todavía no sabemos cómo afecta la comunicación virtual a la soledad. Un estudio de 2012 reveló que las conversaciones telefónicas o en persona entre madres e hijas provocaban cambios hormonales que reducen el estrés, mientras que los mensajes de texto no tenían el mismo efecto. El uso intensivo de las redes sociales se ha asociado con mayores índices de soledad.

Para los jóvenes, que ya estaban acostumbrados a los métodos digitales de comunicación, como los mensajes de texto, puede resultar un sustituto adecuado para la interacción en persona. Y algunos tipos de uso de redes sociales pueden ayudar a las personas a sentirse más conectadas, añadió Tomova, quien está trabajando para determinar qué es lo que más satisface nuestra avidez de interacción social y por qué. “Aún no está claro”, dijo. “No sabemos muchas cosas”.

Por ahora, muchas personas están lidiando con la dura realidad de una situación única, incluido Henry, de 96 años, residente de Grand Oaks Assisted Living Community en Washington. Al principio estaba bien mientras esperaba a que pasara la pandemia. Luego, durante el verano, su amigo más cercano murió por causas ajenas a la Covid-19.

Ahora Henry, que no quiere que se publique su apellido debido a la naturaleza de su carrera en el gobierno, se siente aislado y solo. Sus parientes y amigos más cercanos viven en Inglaterra y en otras partes de Estados Unidos, y la pandemia les ha impedido visitarlo. Incluso si pudieran, tendrían que hablar con él a través de una ventana que da al patio.

Para tener interacción social depende de las llamadas telefónicas y las salidas a la calle, donde puede interactuar con los extraños que pasan. “Me gustaría poder tener un contacto más cercano con algunas personas”, dijo. “El aislamiento es inevitable, por lo que hay que adaptarse. Eso es lo que estoy haciendo”.

Emily Sohn es una periodista independiente radicada en Minneapolis.

martes, 21 de febrero de 2023

_- MORENO EN TRAJE DE FAENA PARA PRIVATIZAR CON LOS MISMOS ENGAÑOS QUE AYUSO

_- Publicado en Público.es el 17 de febrero de 2023
Si privatizar servicios públicos es tan bueno como dicen ¿por qué no lo dicen claramente en sus programas electorales? ¿por qué niegan que vayan a privatizar y luego, sin embargo, terminan privatizando, engañando a la gente?...

¿Ha oído decir alguna vez a algún dirigente político de la derecha que desea privatizar las pensiones públicas, la atención sanitaria o la educación? Seguro que no.

Sin embargo, la presencia del sector privado en la provisión de ese tipo de servicios esenciales no hace sino aumentar cuando gobierna la derecha que dice que no pretende privatizar.

En Andalucía en una sola semana se ha podido comprobar que es así

Por un lado, se ha sabido que se tramita una orden en la que se contempla la posibilidad de que entidades sanitarias privadas lleven a cabo procedimientos quirúrgicos o de diagnóstico en instituciones de la administración sanitaria pública de la Junta de Andalucía, para lo cual incluso se especifican las tarifas que habrán que desembolsar. Por otro lado, el Consejo de gobierno del martes pasado aprobó la creación de nuevas universidades privadas.

Privatizar servicios públicos es una opción legitima que cualquier partido puede defender y llevar a cabo, pero lo que hace la Junta de Andalucía, como otras comunidades gobernadas por el Partido Popular o en algún otro momento algunas del PSOE, constituye una práctica fraudulenta y muy contraria a lo que debería ocurrir en una verdadera democracia.

Una cosa es que un partido político lleve a cabo su programa y otra que engañe presentando su acción de gobierno como lo que no es, ocultando la realidad de las cosas o impidiendo que la población conozca lo que implican las decisiones que adopta y los efectos de las medidas que pone en marcha.

La mejor prueba de que esto es lo que está pasando son las inmediatas declaraciones del consejero portavoz de la Junta de Andalucía cuando se produjo revuelo mediático al saberse sus intenciones: «Es absoluta y rotundamente falso que la Junta de Andalucía vaya a privatizar la Atención Primaria», afirmó.

Lo cierto es, sin embargo, que el hecho de ceder instalaciones públicas al capital privado es ya privatizar y convertir el servicio público en una mercancía, de modo que no es que se quiera o no hacerlo, sino que una medida de esa naturaleza es pura privatización.

Tampoco es democrático privatizar el servicio público universitario aprobando la creación de universidades privadas cuando se hace -como en el caso de las dos cuya aprobación ha sido acordada- sin cumplir los requisitos de calidad que la legislación establece para esos casos, como han denunciado todos los rectores y rectoras de las universidades públicas andaluzas.
Y, sobre todo, es antidemocrático que las medidas que implican descapitalizar los servicios públicos y dar entrada al capital privado en su provisión se tomen sin establecer ningún tipo de cautelas ni previsiones presupuestarias y, por supuesto, sin promover o incluso sin permitir, cuando se hace por la vía de los hechos o no se tiene en cuenta las razones en contra, el debate público sobre sus efectos.

La razón de por qué ocurre todo esto, en Andalucía y en otras comunidades autónomas, es sencilla.

Todas las encuestas muestran que la inmensa mayoría de la población ha deseado siempre que se garantice la provisión pública de las pensiones, la atención sanitaria o la educación; entre otras cosas, porque no es difícil entender que es la única manera de garantizar su acceso universal.

Es por esa razón que sería completamente estúpido que los grupos de interés, partidos o gobiernos que han buscado o buscan privatizarlos lo digan abiertamente. Y, como no son estúpidos, nunca le dicen a la población que desean privatizar las pensiones, la atención sanitaria o la educación. ¿Cuándo han dicho Ayuso en Madrid o Moreno en Andalucía que quieren privatizarlas?

Sin embargo, esos mismos que nunca dicen que se propongan privatizar esos servicios esenciales no paran de tomar medidas que ¿casualmente? llevan a que cada día haya más presencia de capital privado en las pensiones, la salud o la educación; es decir, más privatización.

La estrategia es sencilla y muy eficaz. Saben que perderían apoyo electoral si dicen que van a privatizar esos servicios públicos y no lo dicen; pero hacen inevitable que la gente recurra al capital privado que los suministra cuando funcionan cada vez peor, porque conscientemente les dedican cada día menos dinero para financiarlos.

No es casualidad, por ejemplo, que el gobierno de la Junta de Andalucía (una de las regiones más desiguales de Europa) cierre la unidad de ictus en Huelva al mismo tiempo que dedica 1,4 millones de euros a promocionar la tauromaquia o recurre ante el Tribunal Constitucional el impuesto sobre grandes fortunas.

Efectivamente, Ayuso y Moreno negarán siempre que su propósito sea el de privatizar pero, desde que gobiernan, en sus comunidades no paran de disminuir las unidades docentes, la oferta de plazas y los profesores de la educación pública, el número de sanitarios, de centros y de prestaciones públicos. En consecuencia, los servicios públicos funcionan cada día peor y como, al mismo tiempo, dan todo tipo de financiación, privilegios y facilidades a los colegios o empresas sanitarias privadas, estos solo tienen que abrir la bolsa para acaparar a la población que necesita esos servicios y puede pagarlos.

A otra escala, sucede igual con las pensiones públicas. Desde hace años, la banca y los fondos de inversión van detrás de ese botín, pero saben que la gente las aprecia, de modo que no pueden plantear directa y expresamente que se privaticen. La estrategia consiste también en disminuir progresivamente su dotación para que cada vez más gente (la que puede) las vaya complementando con su ahorro privado.

La justificación siempre es la misma: no hay dinero, a pesar de que los hechos muestran claramente todo lo contrario. Como he repetido en otras ocasiones, una minúscula tasa de no más del 0,5 por ciento sobre todas las transacciones que se realizan en el planeta sería suficiente para financiar el gasto de todos los gobiernos sin necesidad de ningún otro impuesto (en España más o menos lo mismo). Si, ha leído bien: sin necesidad de ningún otro impuesto.

En el caso de la atención sanitaria hay otra segunda estrategia por parte del sector privado: disimular su auténtica naturaleza de negocio (incluso ya cada vez menos sanitario y en mayor medida financiero, porque las grandes entidades han sido adquiridas por los fondos de inversión) haciendo gradual la subida de tarifas, el recorte de las prestaciones y su carácter puramente selectivo y nunca universal. Y, en el caso de las pensiones, la de ocultar que los fondos de pensiones privados no son rentables y, por el contrario, sí muy peligrosos y expuestos a todo tipo de riesgos financieros,

Para que todo eso sea posible y termine en lo que verdaderamente buscan los grandes propietarios del capital privado es imprescindible que no haya debate público alguno. No se puede permitir que la población sepa lo que realmente tendría que ahorrarse cada mes para poder financiarse una pensión privada digna dentro de 30 o 40 años (suponiendo que el fondo, como suele ocurrir, no se pierda por alguna de las múltiples crisis financieras que ocurren periódicamente). No se debe saber lo que la sanidad privada cuesta en países como Estados Unidos (para la economía en conjunto y para los individuos) y cuál es realmente la posibilidad de acudir a ella para la gente corriente. Ni tampoco la relación que hay entre más sanidad privada y peor salud o más mortalidad entre los grupos de renta más baja. O tampoco lo que implica la segregación que se está produciendo en la educación concertada o privada que aniquila la movilidad social y la lucha por la igualdad de derechos y oportunidades.

La privatización es una opción legítima, como dije al principio. Sin embargo, cuando se hace de la manera que se está haciendo en España por parte de la derecha, a base de engaños y sin mostrar a la gente sus verdaderos costes e implicaciones a medio plazo, es un engaño y una violación flagrante de las reglas elementales de la democracia. No hay otra alternativa que difundir información, hacer mucha pedagogía y defender los derechos como se ha hecho siempre que se han conquistado, con valor y movilización social.

_- LA MEJOR ENSALADILLA DE ESPAÑA Y SU VERSIÓN PARA NAVIDAD.

_- La ensaladilla de Pello Noriega, del restaurante Castru Gaiteru, ganó el premio a la mejor de España en el último San Sebastián Gastronomika. El cocinero nos enseña su receta y una adaptación deluxe para Navidad.

¿Eres de los que piensan que la ensaladilla es una tapa veraniega? Pues déjanos decirte que los cienes y cienes de ensaladillas que recibimos cada año en el concurso Navidad Viejuna no parecen confirmar esa creencia. Este plato sencillo y asequible sigue triunfando en las mesas festivas, eso sí, bien emperifollado con las decoraciones más imposibles.

Con la intención de que puedas llevar a tu mesa de Nochebuena o Navidad una ensaladilla orgiástica, pedimos a Pello Noriega que nos enseñara a hacer la suya. El chef del restaurante Castru Gaiteru de Llanes (Asturias) se llevó el premio a la mejor a la mejor de España en el último San Sebastián Gastronomika, así que algo sabrá del tema. Nos preparó la versión básica y una premium para Navidad: si quieres aprender a hacerlas, mira el vídeo de arriba, y si eres más vago que la chaqueta de un guardia, que sepas que también la puedes comprar online.

ENSALADILLA DE CASTRU GAITEIRU

Ingredientes

Para 4 personas

800 g de patatas ágata o monalisa (cantidad aproximada) 
50 g de pimientos del piquillo 
100 g de aceituna gordal o manzanilla deshuesada 
600 g de mayonesa Hellmann’s
30 ml de vinagre de jerez
30 ml de aceite de oliva virgen extra
Sal

Para la versión clásica

1 lata de ventresca
12 piparras
Cebollino picado
Para la versión navideña

Un lomo de pixín (rape)
Pepino
Vinagre de arroz
Pimentón
Aceite de oliva
Sal
Salicornia y flores comestibles

Preparación
Asar las patatas en el horno una hora a 180 grados.
Dejar reposar durante hora y media.
Pelar las patatas y trocearlas en grueso.
Aliñar con el vinagre, el aceite y un poco de sal.
Añadir las aceitunas, el pimiento picado y la mayonesa. 
Mezclar todo machacando la patata hasta hacerla casi puré.
Tapar con plástico transparente y dejar reposar entre media y una hora.
Antes de servir, remover y rectificar con más mayonesa si hace falta.
Para la versión clásica servir con un poco de ventresca de bonito aliñada con sal y aceite por encima, unas piparras picadas por encima y un poco de cebollino.

Para la versión navideña, pelar el pepino, cortarlo en bastones y encurtirlo en vinagre de arroz durante dos días.
Adobar el lomo de rape con aceite de oliva, sal y pimentón, envolverlo en plástico transparente y cocerlo muy suave hasta que esté hecho.
Decorar la ensaladilla con pepino encurtido picado, rodajas de rape, salicornia, flores comestibles y un chorrito final de aceite de oliva.
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lunes, 20 de febrero de 2023

La extradición de Carles Puigdemont.

El TS español se ha situado él mismo con su conducta en la posición no de quien examina, sino de quien es examinado. Es el alumno que tendrá que aprobar el examen ante la justicia belga.

Si la querella contra Carles Puigdemont y demás miembros del Govern se hubiera interpuesto ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) y no ante la Audiencia Nacional (AN) primero y ante el Tribunal Supremo (TS) inmediatamente después, es posible que no hubiera salido de España y establecido su residencia en Bélgica. Y, en todo caso, hubiera sido seguro que una orden de detención y entrega cursada por el TSJC no habría encontrado problemas para su ejecución.

Que el TS sea juez de primera y única instancia es una anomalía difícilmente entendible fuera de España. Es algo que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha recordado en varias ocasiones. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) lo acaba de decir de manera tajante en su Sentencia de 31 de enero de 2023: “En particular, no puede considerarse un tribunal establecido por la ley…un tribunal supremo nacional que resuelva en primera y única instancia sobre un asunto penal sin disponer de una base legal expresa que le confiera competencia para enjuiciar a la totalidad de los encausados.” (FJ 100). Esto es lo que ha estado detrás de la resistencia de la justicia belga en su integridad a conceder la extradición para ser juzgado en España de cualquiera de los políticos independentistas.

Lo que no ha dicho el TJUE es que dicha anomalía sea suficiente para que un órgano judicial pueda negarse a dar cumplimiento a una orden de detención y entrega. La mera constatación de esa anomalía no basta. Pero no deja de ser relevante. Hace perder el automatismo a la ejecución de la orden de detención y entrega y abre una puerta a las personas contra las que se dictó dicha orden para que puedan ejercer su derecho a la defensa ante el órgano judicial que tenga que decidir sobre la ejecución.

La sentencia del TJUE aboca inevitablemente a un juicio en Bélgica, lugar de residencia de los políticos nacionalistas catalanes, cuya extradición se solicita para poder ser juzgados en España. El escrito que redacte el juez instructor español, formalmente será una orden de detención y entrega, pero materialmente va a ser un escrito de demanda, un escrito de parte, del que se dará traslado a las otras partes para que aleguen lo que estimen pertinente, soliciten la comparecencia de testigos y la práctica de las pruebas que consideren oportunas. En el juicio sobre la ejecución de la orden de detención y entrega ante la justicia belga, el TS español no es juez, sino parte, exactamente igual que los políticos nacionalistas catalanes destinatarios de dicha orden. Este es el “núcleo esencial” de la sentencia del TJUE.

Ya el Tribunal Supremo de Schleswig-Holstein se llevó las manos a la cabeza cuando recibió el texto de la orden de detención y entrega redactada por el juez Pablo Llarena solicitando la extradición de Carles Puigdemont y la calificó de “completamente atípica” (durchaus atypisch). En nuestra ya muy larga experiencia en este terreno, decían en el Fundamento Jurídico primero de su decisión, no hemos visto nunca nada igual. Ni probablemente lo verán en el futuro.

Esta completa atipicidad de la orden de detención y entrega va a continuar estando presente en la o las órdenes de detención y entrega que el juez Pablo Llarena tiene ahora que dictar, a fin de que Carles Puigdemont, Toni Comín, Clara Ponsatí y Lluís Puig, sean extraditados a España para poder ser juzgados por el TS. Lo que empieza de forma atípica no puede no acabar de forma también atípica. El principio del “paralelismo de las formas” opera de manera inexcusable en el ordenamiento jurídico de la democracia.

Y dicho “paralelismo de las formas” se traduce, en este caso, en que se van a invertir los roles de las partes en el juicio que tendrá lugar ante la justicia belga sobre las órdenes de detención y entrega que dicte el juez Pablo Llarena. No es la conducta de Carles Puigdemont y los demás lo que se va a analizar en dicho juicio, sino la forma en que el TS ha decidido perseguirlos penalmente.

A esto es a lo que ha abierto la puerta la sentencia del 31 de enero del TJUE. Las órdenes de detención y entrega hay que ejecutarlas, PERO, dadas las circunstancias de este caso, dada su “completa atipicidad”, los destinatarios de dichas órdenes pueden ejercer su derecho a la defensa de la manera en que se ejerce en todo Estado democrático digno de tal nombre. Los informes del Grupo de Trabajo sobre detención arbitraria (GTDA) de 25 de abril y 13 de junio de 2019 no son suficientes por sí solos para denegar la ejecución de una orden de detención y entrega, pero podrán ser evaluados, junto a las demás alegaciones, por la justicia belga a la hora de decidir sobre la extradición de Carles Puigdemont y los demás. Lo mismo ocurre con el Dictamen del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas de 30 de agosto de 2022. Y con la fundamentación jurídica de la sentencia del Tribunal de Schleswig-Holstein…

El TS español se ha situado él mismo con su conducta en la posición no de quien examina, sino de quien es examinado. Es el alumno que tendrá que aprobar el examen ante la justicia belga. Esto es lo que se deduce claramente no solamente de la fundamentación jurídica de la sentencia del TJUE, sino de la parte dispositiva de la misma, fundamentalmente de los apartados 3 y 4 de dicha parte dispositiva.

La decisión de dar respuesta al “procés” judicialmente y no políticamente ha sido un error monumental. Lo ha sido porque lo ha sido, pero lo ha sido, sobre todo, porque ya no estamos en la España del general Franco, sino en la Unión Europea, que existe básicamente como una “comunidad jurídica”, como una comunidad de países democráticamente constituidos. No tiene ejército, ni policía, ni prisiones. Su fuerza es únicamente la fuerza del Derecho. De ahí la importancia de que sea respetado de acuerdo con un canon común a todos los Estados miembros. Mientras la respuesta judicial al procés se pudiera mantener dentro de las fronteras españolas, hubiera podido operar como esperaban quienes la pusieron en marcha, el fiscal general José Manuel Maza, la AN y el TS. En cuanto la respuesta judicial salió fuera de las fronteras españolas, se comprobó que la respuesta estaba viciada y era insostenible en términos democráticos.

Lo vengo argumentando desde el principio. Y mantengo mi argumentación. Y todavía queda la decisión del TEDH sobre los recursos interpuestos contra la sentencia del TS de 20 de noviembre de 2019. Sigo manteniendo mi tesis de que esa sentencia acabará siendo declarada nula de pleno derecho por vulneración de derechos fundamentales reconocidos en la Constitución Española y por vulneración de derechos reconocidos en el Convenio Europeo de Derechos Humanos. Debería haberlo decidido así el Tribunal Constitucional español. Pero ya se sabe que no se le pueden pedir peras al olmo.

La histórica disculpa de Países Bajos por 250 años de esclavitud y por qué divide al país


La estatua de un teniente y almirante neerlandes de la West India Company manchada en pintura

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,

Casi la mitad de los neerlandeses no apoyan una disculpa, mientas que sólo el 38% lo respaldan, según un estudio.

El gobierno de Países Bajos ha pedido disculpas por su pasado colonial y por el tráfico de esclavos, así como por la exploración de nuevas tierras entre los siglos XVII y XIX.

El primer ministro Mark Rutte dijo que la esclavitud debe ser reconocida en "los términos más claros" como "un crimen de lesa humanidad".

Su discurso tuvo lugar en La Haya, este lunes, en anticipo de una visita ministerial al Caribe y Surinam, donde el Reino de Países Bajos tenía colonias.

En su declaración, Rutte dijo: "Hoy pido disculpas por las acciones pasadas del Estado neerlandés de esclavizar pueblos en el pasado".

División en el país
Pero esa declaración ha dividido al país, no solamente en torno a si el gesto se debió hacer, cuándo se debió haber hecho, qué acciones concretas debería acompañar la declaración y lo que podría costar.

Los críticos señalan que no se hicieron suficientes consultas y se quejan de la manera en que el gabinete ministerial promovió la medida. Argumentan que tiene un "toque colonialista".

Seis fundaciones de Surinam habían solicitado una orden judicial para fijar la fecha de la disculpa para el 1 de julio de 2023, cuando se cumple el 150 aniversario del fin oficial de la esclavitud en las colonias neerlandesas.

"Si va a haber una disculpa, debería ser el primero de julio, que es la fecha de nuestra emancipación, cuando nos quitaron las cadenas", afirma el DJ Etienne Wix, cuya estación de radio comunitaria mArt está entre los grupos que buscan que se conmemore esa fecha.

Etienne Wix dice que la disculpa debería coincidir con el aniversario de la abolición de la esclavitud en las colonias neerlandesas.

Edad de Oro a cuestas de la esclavitud
Mas de 600.000 personas fueron traficadas de África y Asia por mercaderes neerlandeses entre los siglos XVII y XIX.

Hombres, mujeres y niños esclavizados fueron forzados a trabajar en las plantaciones de azúcar, café y tabaco, en minas y como esclavos caseros en el "Nuevo Mundo", las tierras colonizadas en el continente americano y el Caribe. Fueron sometidos a una extrema violencia física, mental y sexual.

Los frutos de esa brutal labor enriquecieron el Reino de los Países Bajos y contribuyó a la llamada "Edad de Oro", un período de prosperidad económica en el siglo XVII que vio a Países Bajos lograr enormes adelantos en la ciencia y la cultura.

Un estudio del Consejo de Investigación Neerlandés encontró que sólo en la provincia occidental de Holanda, 40% de su crecimiento económico entre 1738 y 1780 podía atribuirse a la esclavitud.

"Países Bajos es una de las sociedades europeas con los más directos y extensos vínculos a la esclavitud", expresó Pepijn Brandon, profesor de Economía Global e Historia Social de la Universidad Libre de Ámsterdam, que publicó la investigación.

Brandon cree que en la última década ha habido un cambio en la percepción pública sobre el legado de esclavitud neerlandesa, con el reconocimiento que el colonialismo y la esclavitud fueron centrales para que Países Bajos se convirtiera en una de las principales naciones comerciales.

Una creciente atención en los medios y en la educación muestra que el tema se aborda ahora de manera diferente, añade. Este despertar ha generado preguntas fundamentales sobre la distribución de la riqueza neerlandesa y de los prejuicios de la era colonial que prevalecen actualmente.

"La mayoría de la gente considera que la Edad de Oro es un término equivocado", dijo a BBC News Quinsy Gario, poeta y activista por la igualdad de derechos en Ámsterdam.

Quinsy Gario Quinsy Gario considera que una disculpa que tenga valor implica sanar el terror psicológico y las desigualdades materiales.

"De manera que el asunto real ya no es la terminología. Si reconoces que la Edad de Oro ya no es dorada, ¿qué significa el rectificar el daño, rectificar los sistemas que fueron establecidos en ese entonces?"

Y ese, señala, debe ser el punto de partida de una disculpa.

El prejuicio actual
Los planes para pronunciar la disculpa formal se dieron una semana después de un informe que encontró que personas dentro del Ministerio de Relaciones Exteriores de Países Bajos fueron víctimas de comentarios racistas y algunas de ellas, incluso, no fueron tomadas en cuenta para ser promocionados debido al color de su piel u origen étnico.

En ese mismo departamento, los países africanos fueron descritos en comunicados internos como "países de macacos".

El ministro de Relaciones Exteriores, Wopke Hoekstra, se disculpó después, reconociendo que el informe podría afectar la reputación del país en el exterior.

Países Bajos ha sido acusado de perpetuar e institucionalizar el racismo.

En 2020, el relator especial de la ONU sobre el racismo, Tendayi Achiume, afirmó que la autoimagen de "tolerancia" de los neerlandeses estaba obstaculizando la lucha contra la discriminación y el racismo sistémico dentro de la policía de ese país.

Las personas de origen migrante en promedio viven en casas más pequeñas, tienen menos ingresos y preparación académica, y peor salud, según un informe de la organización Estadísticas Neerlandesas.

"Los migrantes son tratados como ciudadanos de segunda clase desde el primer momento", explica el profesor Brandon. "Eso significa un lugar de partida desigual. Y de por sí, el racismo como justificación de la esclavitud, que vemos hoy día".

Una neerlandesa de origen surinamés comentó a la BBC: "Nos gusta decirnos a nosotros mismos que somos tolerantes. Celebramos esta tolerancia, pero la tolerancia inherentemente significa aceptar algo que no te gusta, y así es como nos sentimos, no estamos bienvenidos, sólo somos tolerados".

Quinsy Gario creo el movimiento "Pete el Negro es racismo", llamando la atención a la tradición anual de Sinterklaas (Papá Noel) que, hasta hace unos pocos años, involucraba la práctica generalizada de personas de raza blanca pintándose de negro para representar el personaje ficticio Zwarte Piet - o Pete el Negro.

Él sostiene que este tipo de actitud todavía existe entre la sociedad neerlandesa. Y cita un escándalo que hubo con el subsidio de cuidado infantil de Países Bajos, cuando se encontró que la oficina de impuestos había perseguido agresivamente a familias con antecedentes migratorios para cobrarles dinero que no debían.

Igualmente critica la representación del cuerpo diplomático de Países Bajos, que describe como "gente rubia, de ojos azules".

¿Reconocimiento y reparaciones?
De la mano de la disculpa formal, el gobierno neerlandés ha prometido destinar unos US$200 millones a proyecto de concientización y prometido invertir otros US$27 millones para un museo sobre la esclavitud.

Aproximadamente 70% de la comunidad afrocaribeña en Países Bajos, cuya mayoría es descendiente de esclavos, creen que la disculpa es importante. Sin embargo, dentro de la población más amplia, casi la mitad de los neerlandese no apoyan la disculpa, mientras de 38% sí, según una encuesta de I&O Research.

Algunos han manifestado preocupación sobre el costo potencial de las reclamaciones por reparación: otros arguyen que no fueron ellos ni sus ancestros los que esclavizaron o se beneficiaron del colonialismo, así que rechazan el concepto de una disculpa colectiva.

Linda Nooitmeer, directora del Instituto Nacional para el Estudio de la Esclavitud Neerlandesa y su Legado, ha estado involucrada en las negociaciones. Dice que una disculpa le permite al pueblo mirar hacia el futuro y considerar los pasos a seguir.

"El foco debería ser en cómo podemos reparar, cómo podemos restaurar todo lo que se ha roto, no sólo en las colonias sino aquí en Países Bajos también", afirma.

Linda Nooitmeer Linda Nooitmeer está involucrada en las negociaciones en torno a una disculpa.

Añade que el hecho que se hubiese discutido (y que ahora se realiza) la disculpa significa que la vidas de las minorías está a la cabeza de la agenda de Países Bajos.

"Significa que somos visibles. Todavía hay mucho dolor de no ser reconocidos. Esta es una oportunidad de hacernos ver", asegura.

Como muchos países en Occidente, los partidos de extrema derecha tienen un número considerable de adeptos en Países Bajos y estos partidos se oponen a una disculpa.

Thierry Baudet, líder del Partido Foro para la Democracia, afirma que su grupo "no ve el sentido de tales gestos".

Las curiosas razones por las que los habitantes de Países Bajos no dicen (casi nunca) "lo siento"

Reconocimiento de la realeza
Además de la disculpa del gobierno, le rey Willlem-Alexander ha comisionado una investigación independiente sobre el papel de la familia real neerlandesa en el pasado colonial y el presente postcolonial.

La investigación se da cuando otras monarquías consideran su rol en el comercio de esclavos.

En Reino Unido, el rey Carlos III y el príncipe de Gales expresaron su lamento "personal" y "profundo" por la participación británica en el tráfico trasatlántico de esclavos durante discursos hechos en Ruanda y Jamaica este año.

Una disculpa oficial de los neerlandeses podría aumentar la presión para otros reconozcan y hagan reparaciones, por los abusos históricos y contemporáneos, de una forma más explícita y tangible.

Quinsy Gario cree que eso debe incluir reparaciones y colaboraciones. "Una disculpa que valga realmente significa escuchar, y reconstruir la manera en que funciona el reino, y sanar el terror psicológico y las desigualdades materiales. Las palabras están bien pero las acciones deben significar reparaciones". 

domingo, 19 de febrero de 2023

Suprimir los conciertos educativos: rescatar la educación pública.

Hemos de conseguir que lo que es un clamor social en la sanidad lo sea igualmente en la enseñanza.

Las manifestaciones en defensa de una sanidad pública han sido un clamor masivo en España. Las Mareas Blancas denuncian el programa de desmantelamiento de la sanidad pública, por parte de los gobiernos regionales conservadores y neoliberales, para convertir la salud en un negocio, en un nicho de mercado, rentable para empresas y fondos financieros.

Convertir la salud de las personas en una fuente de negocio, regida por el beneficio y el afán de lucro, quiebra el objetivo esencial de la salud pública: el bien común. Transforma un derecho esencial y básico en una mercancía a la se podrá acceder solo si se tiene tarjeta de pago, como ya pasa en algunos países.

Por eso exigen que se prohíba por ley privatizar la sanidad y eliminar los conciertos. Es decir, suprimir lo que eufemísticamente se denomina “colaboración público-privado” que, como denuncian, “es una auténtica parasitación de lo público a manos del lucro privado”.

¿Por qué en educación no existe este clamor? ¿Por qué la defensa de la educación pública no conlleva con igual intensidad la exigencia de la supresión de los conciertos educativos, es decir, dejar de financiar públicamente los centros privados? ¿Por qué gobiernos regionales, incluso socialdemócratas y social-liberales, impulsan y financian esta privatización educativa? ¿Por qué la ministra de Educación del PSOE, elegida para gestionar lo público, defiende a capa y espada los centros privados concertados?

Lo cierto es que somos una anomalía en Europa. En todos los demás países, según datos de la OCDE, la educación es fundamentalmente pública (89,2% en Educación Primaria y un 83% en Secundaria en la UE-28). Mientras que en España en algunas de las comunidades en las que han gobernado partidos conservadores el porcentaje de colegios privados entre los centros financiados públicamente supera ampliamente el 50%. Además, prácticamente toda la enseñanza privada se encuentra concertada. Y el 63% de este sector privado corresponde a centros de la Iglesia católica, con idearios acordes con la ideología ultraconservadora de la jerarquía católica española.

Estamos actualmente ante una grave disyuntiva. Dos proyectos sociales, ideológicos y políticos encarnan dos formas radicalmente diferentes de entender el ser humano, la sociedad y la educación.

El primero asienta sus raíces en un modelo económico y social capitalista, basado en el egoísmo competitivo y fundamentado en la ideología neoliberal. Para esta ideología, el bien común y el interés colectivo no tiene por qué ser la finalidad de la política educativa. Aboga por un mundo de competición descarnada, donde el mercado regule quién sobrevive en esta lucha permanente de todos contra todos y por que desaparezcan los mecanismos de protección del bien común. Parte del axioma, según el cual, las personas son responsables individualmente de su posible bienestar o malestar. Depende únicamente del mérito y del esfuerzo propio lo que se consigue en la vida. Solo los más aptos sobrevivirán, puesto que los débiles y pobres no han sabido o querido esforzarse lo suficiente para triunfar. La pobreza y la desigualdad son inevitables y, en todo caso, algo se puede paliar con misericordia, sean obras de caridad, fundaciones u ONG.

El segundo considera que el fundamento básico para la educación es procurar el bien común de todos y de todas y no el éxito de unos pocos. Este modelo aboga no solo por impulsar el saber, sino también por el desarrollo en valores y la formación de ciudadanía crítica y comprometida con la mejora de la sociedad en la que viven. Comprometido con el bien común, busca la mejora de todas las escuelas públicas, en vez de incitar a las familias a elegir y competir, como si fueran clientes en busca de oportunidades competitivas. Pretende garantizar el derecho esencial y básico de todos los niños y niñas a una educación pública y gratuita, a la vez que preserva los fines sociales de la educación, la cohesión social y la convivencia plural, en vez de la competición. En definitiva, entiende la educación como un bien común, en el que las familias participen, no como clientes, sino como copartícipes activas en la construcción social de una escuela beneficiosa para sus propios hijos, pero también para todos los hijos e hijas de los demás.

Tenemos que elegir de una vez por todas cuál es el modelo por el que debe optar en pleno siglo XXI un país democrático como España, que supuestamente aboga por defender los derechos humanos y el bien común. Sin olvidar que la educación, como la sanidad, tiene las competencias transferidas a las comunidades autónomas. Y es en ellas, de forma coordinada con el Estado, donde hemos de exigir que se tome una decisión que piense en el bien común de toda la sociedad.

Por eso, hemos de conseguir que lo que es un clamor social en la sanidad lo sea igualmente en la educación. No una reivindicación solamente de las mareas verdes por la educación pública, sino una exigencia de toda la sociedad. Impulsar un “giro pedagógico” que convierta la defensa de la educación pública en un pacto de Estado, que se vea reflejado en una ley educativa estable y consolidada, que responda al bien común y en leyes autonómicas que sean coherentes con ello. Donde se establezca como eje fundamental la supresión progresiva de la financiación pública de los centros privados concertados. Es decir, que en la educación pase como en la sanidad, dos derechos esenciales fundamentales: que se prohíba la privatización de lo común y su conversión en fuente de negocio para la especulación.

La financiación pública de centros privados, a través de la concertación educativa ha sido y es actualmente el mayor factor de segregación educativa de este país. No podemos seguir permitiendo que la desigualdad social y económica que impulsa el capitalismo y la ideología neoliberal se eduque, fundamente y consolide desde la infancia con una educación segregadora, basada en la competición y el éxito asegurado de los que con más capital cultural y económico parten, porque su familia les puede conseguir las posibilidades más competitivas. Debemos dejar de financiar entre todos la segregación social.

Además, la actual financiación pública de una doble red educativa (públicos y concertados) conduce al desmantelamiento del modelo de escuela pública, como un proyecto solidario de vertebración social, al estar infrafinanciándola para destinar nuestros impuestos a seguir alimentando la segregación. 

Mientras tanto, no debe permitirse ni un solo concierto más para la educación privada en todas las comunidades autónomas, debe ejercerse una inspección rigurosa sobre el cumplimiento de los requisitos legales establecidos, deben regularse los idearios ideológicos que establecen los dueños de estos centros y debe suprimirse de inmediato la financiación a centros que practiquen cualquier tipo de discriminación o no aseguren la gratuidad.

Enrique Javier Díez Gutiérrez es profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de León.

_- La injusticia también deteriora los mercados y sube los precios: hay que hacerle frente

_- La aprobación de un nuevo paquete de medidas económicas del gobierno de Pedro Sánchez contra la subida de precios es una buena noticia, pues puede reforzar la mejor senda que lleva la economía española respecto a las demás de la Unión Europea en crecimiento, creación de empleo e inflación. Y las propuestas de las que ha hablado su vicepresidenta Yolanda Díaz, orientadas a lograr la mayor equidad posible, van en la orientación correcta.

Cada vez está más clara una doble evidencia. Una, el mal funcionamiento de los mercados y la gran asimetría con que están funcionando como causa de las actuales subidas de precios. Otra, el efecto mucho más dañino que la crisis que estamos viviendo produce sobre los hogares más pobres y las empresas más débiles. Organismos como la OCDE, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial o el Consejo Fiscal Europeo lo han señalado, así como la necesidad de que los gobiernos adopten medidas especialmente dirigidas a proteger a los más vulnerables.

Tal y como ya comenzó a hacer el gobierno de Pedro Sánchez, es imprescindible continuar proporcionando ayudas directas para evitar que se extienda la pobreza y cierren miles de pymes, microempresas o el negocio de trabajadores autónomos.

En esta tarea, se comprobará de nuevo lo difícil que es acertar en el objetivo de proporcionarlas a quien realmente las necesita sin establecer mecanismos tan complicados o burocráticos que las hagan finalmente inaccesibles para demasiadas personas. Al cortísimo plazo en el que hay que actuar no habrá tiempo para experimentos ni será el momento de hacerlos, pero las experiencias anteriores deberían llevarnos a plantear ya para el futuro nuevas formas de intervención en este sentido. Las ayudas pretendidamente orientadas a ser más eficientes si se dirigen a individuos, hogares o empresas concretas están dando resultados muy malos en demasiadas ocasiones e incluso a veces aberrantes, como en los Países Bajos, en donde un error del algoritmo ha producido una verdadera catástrofe para miles de personas empobrecidas que venían percibiendo ayudas sociales. Es ya obligado enfrentarse al pensamiento convencional y ser valientes. No están los tiempos para dejar en la indigencia a los más vulnerables y encima tirar el dinero por conservadurismos burocráticos o prejuicios ideológicos. Esperemos que el gobierno sea capaz de avanzar con éxito y prudencia en este sentido.

En todo caso, también sabemos desde hace tiempo que combatir la carencia por la vía de las ayudas puede paliar los problemas, pero no es ni la mejor vía ni la más económica. Hay que lograr que la generación de ingresos primarios sea por sí misma suficiente pues esa es la única forma de conseguir la estabilidad de los mercados, la innovación y el gasto necesarios para que las empresas salgan adelante y las personas puedan satisfacer dignamente sus necesidades.

Hay que ser consciente de que en estos momentos a nadie le interesa que se produzca una espiral precios-salarios. Pero eso es una cosa y otro permitir que estos últimos disminuyan. Una caída del consumo por esa causa, añadida a la que van a provocar en otros segmentos de los mercados la subida de tipos de interés, hundiría la economía, empezando por el cierre de miles de empresas.

Parece mentira que haya todavía líderes empresariales que sigan confundiendo el todo con la parte y sigan pensando que la deflación salarial generalizada les conviene. No hay duda de que es beneficiosa para las empresas que tienen clientela cautiva (la que no tiene más remedio que comprar sus bienes o servicios básicos como luz, telefonía, alimentos, ropa infantil, hipotecas, etc…). Ese segmento de grandes empresas tiene poder de mercado y obtiene aún más beneficios si bajan los salarios, pero la inmensa mayoría de las empresas pierden ventas y ganancias cuando eso ocurre. El crecimiento de los beneficios empresariales siete veces mayor que el de los salarios que se viene produciendo en nuestro país, como acaba de mostrar el Banco de España, constituye un auténtico agujero negro en donde las primeras en desaparecer serán miles de pequeñas, medianas y microempresas y trabajadores autónomos. Es una auténtica desgracia para nuestra economía que sus dirigentes no lo entiendan.

Por eso resulta imprescindible llegar a pactos de rentas orientados a incrementar la productividad, lograr un reparto más equilibrado de sus ganancias y que la fiscalidad incentive la creación de actividad y penalice al capital improductivo.

Las tareas para el gobierno no pueden acabar aquí. Cada vez son más las investigaciones que ponen de relieve que la subida de los precios que se está produciendo tiene mucho que ver con comportamientos oportunistas de las empresas que controlan la producción y distribución en los mercados. Así lo han denunciado las autoridades francesas, alemanas o austriacas recientemente, mientras que España va muy por detrás en materia de defensa efectiva de la competencia.

Incluso una economista que forma parte del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo, Isabel Schnabel, señaló hace unos meses que un componente clave de la inflación actual son las ganancias de las empresas porque una parte de ellas tienen poder para fijar los precios y han repercutido sobre ellos sus costes (no salariales) más elevados: «Para decirlo de manera más provocativa, muchas empresas de la zona del euro, aunque no todas, se han beneficiado del reciente aumento de la inflación», dice esta economista (aquí).

La creciente asimetría de poder que permite que ocurra esto no se da solo entre las ganancias de esas grandes empresas que pueden fijar precios para beneficiarse de la inflación y los salarios, sino entre ellas y las docenas de miles de empresas que no lo tienen y a las que están situando al borde del precipicio.

Hacer frente a esa situación es fundamental y el gobierno español no debería tener miedo de afrontarla. No se trata, como dicen los burócratas de la patronal que defienden a ese segmento de empresas con poder de mercado, de querer atacar a las empresas sino justamente de todo lo contrario, de defenderlas de las depredadoras. La directora de la Autoridad Federal de Competencia de Austria, Natalie Harsdorf-Borsch, presentó el pasado mes de octubre un catálogo de equidad para empresas y anunció el inicio de una investigación en el sector alimentario de aquel país para tratar de determinar, entre otras cosas, a qué parte de la cadena de valor se destinó la mayoría de los aumentos de precios de los alimentos durante este año. Al hacerlo señaló: «La equidad en el mercado es un parámetro importante para garantizar mercados sostenibles en los que operan tanto pequeñas como grandes empresas».

No se trata, pues, de forzar a los mercados que funcionan bien para que proporcionen soluciones de reparto que nos parezcan satisfactorias. Es que hay mercados energéticos, bancarios y de la alimentación y otros productos de primera necesidad que están funcionando mal, muy injustamente, rompiendo las reglas de la competencia y permitiendo que unas pocas empresas fijen precios a su antojo, generando externalidades muy costosas para millones de empresas y consumidores y obligando a que los gobiernos tengan que realizar gastos extraordinarios, además de dejar en situación de extrema vulnerabilidad a una gran parte de la población. Los gobiernos tienen la obligación de intervenir, bien sean controlando esos abusos o generando canales alternativos que sorteen los mecanismos viciados en algunos mercados. Frente a la inequidad que eleva los precios y deteriora la economía, invertir en justicia es urgente, necesario, eficiente y rentable. 

Juan Torres López 

sábado, 18 de febrero de 2023

POESÍA. Lawrence Ferlinghetti: el último ‘beat’ y la poesía de las bombas nucleares.

Se reedita en España ‘Un parque de atracciones de la mente’, uno de los poemarios más vendidos de la historia, escrito por el cofundador de la mítica librería City Lights en San Francisco


En 1958 cayeron dos bombas nucleares sobre Estados Unidos. Ninguna explotó, claro está. Una, de 3.500 kilos, se perdió en la desembocadura del río Savannah, Georgia, y no volvió a aparecer. Otra, modelo Mark 6, cayó en Carolina del Sur: el núcleo atómico estaba desactivado, pero estallaron las tres toneladas de dinamita, dejando un cráter de 21 metros de diámetro y 11 de profundidad. A 200 metros se encontraban las dos hijas de la familia Gregg, que resultaron ilesas (aunque murieron todas las gallinas de su granja). Era una época en la que las pruebas nucleares eran frecuentes, y también los accidentes.

Lo relata el poeta y traductor Antonio Rómar en el prólogo de Un parque de atracciones de la mente (A Coney Island of the Mind, en su versión original, porque Coney Island es un legendario parque de atracciones al sur de Brooklyn, Nueva York, vintage, si lo vemos desde ahora). El libro fue escrito aquel año, 1958, y lo reedita ahora en España la editorial Ya lo dijo Casimiro Parker. Solo existía una versión española anterior, publicada por Hiperión en 1981. 

Su autor, el estadounidense Lawrence Ferlinghetti (1919-2021), pensaba mucho en bombas nucleares, y lo dejaba escrito en sus versos. No era para menos. Ahora seguimos pensando en ellas, las bombas, pero quizás no lo suficiente.

Portada de la nueva edición de 'Un parque de atracciones de la mente', de Lawrence Ferlinghetti, editado por Ya lo dijo Casimiro Parker. Portada de la nueva edición de 'Un parque de atracciones de la mente', de Lawrence Ferlinghetti, editado por Ya lo dijo Casimiro Parker. Ferlinghetti conocía de primera mano el poder de destrucción del arsenal nuclear. Después de haber participado en el desembarco de Normandía (“con un bote de remos que volcó”, según cuenta en un verso del poema Autobiografía), hecho decisivo en la Segunda Guerra Mundial, viajó con la marina estadounidense a Nagasaki algunos días después de la explosión nuclear de la bomba de plutonio Fat Man que arrasó la ciudad y mató al menos a 40.000 civiles en un instante. Aquella visión le devastó. Desde aquel momento pensó que la ciudadanía no estaba lo suficientemente informada sobre lo que significa un ataque nuclear y dedicó su vida, además de a la literatura, al activismo político y pacifista (y anarquista). La bomba aparece en varios poemas de Un parque de atracciones de la mente (perteneciente a la trilogía fundamental de la generación beat, junto con la novela En la carretera de Jack Kerouac y el poema Aullido de Allen Ginsberg), pero seguirá presente en algunas de sus siguientes obras, porque el miedo a la bomba fue un fuerte vector cultural durante toda la Guerra Fría.

Uno de los poemarios más vendidos de la historia
Un parque de atracciones de la mente, su segundo libro, fue, por lo demás, un bombazo, y se calcula que hay un millón de copias circulando, convirtiéndose en uno de los poemarios más vendidos de la historia de la literatura y en un clásico contemporáneo. “Ferlinghetti y los beatniks son los que abren la veda de la crítica a la hipocresía estadounidense”, dice Rómar, también traductor del poemario, “quizás lo que dicen nos suene más normal ahora, pero era impensable en aquella época”. Eran los años cincuenta estadounidenses: urbanizaciones apacibles, con mujer ama de casa y señor con sombrero que llega al atardecer de la oficina, perro, jardín, niños que van al colegio en bicicleta, electrodomésticos y una botella de licor escondida en la cocina.

“Algunos, como Ferlinghetti, regresan de la guerra y ven que no es todo como se lo cuentan y lo dicen sin pelos en la lengua”, dice Rómar, “la generación beat supuso un revulsivo que inspiró los movimientos contraculturales de los años sesenta y todas las contraculturas que siguieron hasta hoy”. Tras Nagasaki, Ferlinghetti estudió en Europa y comenzó a cogerle el gusto a España y a sus pintores, otra de las pasiones del poeta, a la que le dedica no pocos versos. De hecho, el primero del poemario ya cita a Goya y en adelante aparece Sorolla, otra de sus grandes influencias. Volvería a España en varias ocasiones, por ejemplo, en 1991, cuando visitó el Prado y el café Gijón, conoció al cineasta Bigas Luna y habló en la Universidad Complutense. “La publicación de Un parque de atracciones de la mente fue una bomba atómica para nuestra generación”, contó el año pasado a este periódico, rememorando aquella visita, Eduardo Suárez-Galbán, de 82 años, nacido en Nueva York, que vivió de cerca aquel movimiento beat.

Lawrence Ferlinghetti, poeta y editor estadounidense, y el escritor Allen Ginsberg en el Royal Albert Memorial en Londres, en los años 70. RUE DES ARCHIVES (CORDON PRESS)

Desde un punto de vista meramente literario, Un parque de atracciones de la mente se divide en tres partes. En la primera se encuentran poemas que destacan por la cuidada disposición, zigzagueante, de los versos en la página, una preocupación que conecta con la vocación pictórica del autor. La segunda se dedica a poemas ideados para recitar acompañados de música de jazz, que era la vanguardia de la época y que enloquecía a los beatniks (sobre todo el be bop). Y la tercera recupera algunas creaciones de su primer libro, Retratos de un mundo perdido, publicado en 1955, donde hay algunos retazos de su aventura europea.

Y tres facetas destaca Antonio Rómar de la poética de Ferlinghetti: “Primero, es un poeta muy político. Segundo, tiene una línea muy whitmaniana de canto a la naturaleza, a la belleza, casi de estética oriental, de pequeño instante poético. Y tercero, tiene mucho humor, juegos de palabra, ironías, que quizás no se ven en otros compañeros de generación. Esta es la parte más difícil de la traducción”. Ese juego, ese aspecto lúdico de la poesía, es, tal vez, al que hace alusión el parque de atracciones del título. El traductor ya había preparado anteriormente, en 2016, una antología general de la poesía de Ferlinghetti para la editorial Salto de Página, titulada El pulso de la luz.

Ferlinghetti, además, era un poeta eminentemente oral (aquellas lecturas públicas con jazz), de modo que tiene un profundo sentido del ritmo. “Aunque parezca un verso libre, en muchas ocasiones hay métricas clásicas ocultas, que es algo que he tratado de replicar en la traducción al español”, relata el traductor. Lo que nos enseña que para rebelarse contra lo académico, es preciso conocerlo: las otras rebeliones son de papel.
 Lawrence Ferlinghetti posa en City Lights, en septiembre de 1977, la librería editorial que cofundó en el barrio de North Beach, San Francisco. JANET FRIES (GETTY IMAGES)

Renacen las luces de San Francisco
A su llegada a San Francisco, en 1953, después de su periplo por la vieja Europa, fundó la legendaria librería-editorial City Lights, junto con Peter D. Martin, objeto de escándalo por la publicación del Aullido de Ginsberg, acusado de pornográfico y drogadicto. Ferlinghetti acabó en los tribunales, ganó y sentó jurisprudencia sobre la libertad de expresión con gran repercusión mediática. Además, el lugar fue epicentro de la movida beatnik y del llamado Renacimiento de San Francisco, y sigue siendo lugar de peregrinación para los afines al asunto.

“En su librería, Ferlinghetti adelanta muchos elementos que ahora vemos normales: un espacio que abre hasta tarde, que tiene butacas para estar y leer y no solo es para comprar, que es un lugar de encuentro”, afirma Rómar. “Además quiere bajar la poesía de los púlpitos, así que empieza a editar poemarios no como algo elitista de tapa dura y letras doradas, sino en ediciones muy baratas, de pocos dólares, para llevar la poesía siempre encima”. Ferlinghetti, el último de los poetas beat, falleció el 22 de febrero de 2021, contando 101 años de edad: también se llevó la poesía encima. Y sin ver otra explosión nuclear. “El mundo es un lugar hermoso / donde nacer / si no te importa que alguna gente muera / todo el rato”, dejó escrito.

viernes, 17 de febrero de 2023

HISTORIA. El bisnieto del apache Gerónimo hace memoria: “Murió sin dignidad, exhibido en ferias y desfiles”

Alfonso Borrego, retratado en Santa Cruz de Tenerife el pasado 13 de noviembre.NEREA DE ARA (EFE)
Alfonso Borrego investiga desde hace décadas “la verdad de lo que ocurrió” en la conquista del sur de EE UU. “Los indios de las reservas callan, no quieren hablar y perder sus casinos”, asegura

Alfonso Borrego (66 años, El Paso, Texas), bisnieto del apache Gerónimo, lleva años intentando conocer la verdad de lo que ocurrió con su pueblo. Ha llegado a dos conclusiones: su bisabuelo murió “sin dignidad para sobrevivir” y no fueron los españoles quienes llevaron a los indígenas de Estados Unidos hasta su práctica extinción. “En español, se conquista a una mujer o a un hombre sin necesidad de emplear la violencia. En inglés, este verbo conlleva la utilización de la fuerza. Por eso, a los descubridores españoles se les llama siempre en Estados Unidos conquistadores”, afirma. Y recuerda que su antepasado murió alcoholizado, “exhibido en ferias y desfiles por los gringos”, pero también se rebela contra la manera en que se ha construido una “historia oficial” sobre la conquista ―”en la escuela no nos dejaban hablar español, nos decían que los españoles eran lo peor de lo peor”―, lo que “no cuadra” con sus investigaciones y con “la lógica”.

Borrego, ingeniero e historiador de profesión, se ha convertido en un personaje muy reclamado en congresos de historia, universidades y simposios de América y Europa. “Nunca nadie me ha desmentido, porque he ido a las reservas, me he entrevistado con los jefes de las tribus, con los auténticos indígenas para contrastar lo que decían los libros de los colegios. Existió genocidio indígena, pero no fueron los españoles, que claro que cometieron errores y barbaridades, sino los anglos”, sostiene en una entrevista con EL PAÍS realizada durante una breve visita a Madrid. “Los indios de las reservas no quieren hablar porque temen represalias del Gobierno y perder los casinos que les han dado en compensación”.

Borrego, que es presidente de la Asociación Cultural Heritage Society of the Camino Real de Tierra Adentro, recuerda que es necesario destapar “la verdad de lo que ocurrió”. “Puedes olvidarla, si eso es lo que quieres, pero tienes que saberla”. Pone como ejemplo la historia del adelantado Juan de Oñate (1550-1626), el primero que remontó el río Grande (Nuevo México), y que fue acusado de cortar el pie derecho a 8.000 indígenas. “Eso es lo que pone exactamente en los libros. Sin embargo, leí una crónica de la época en la que señalaba que tomó posesión de la tierra en nombre de Dios, de Felipe II y para la preservación de ellos y nosotros. ¿Ellos? ¿Quiénes eran ellos? Comencé a preguntarme”.

Durante nueve años, Borrego fue recorriendo todos los lugares de Nuevo México donde se cometió la “tremenda atrocidad que decían los libros”. El investigador descubrió así un documento que explicaba que el 1 de mayo de 1598 un sargento de Oñate se topó con dos indígenas durante la exploración. Los españoles les dieron vestidos y regalos y los dejaron marchar. Dos días más tarde, se presentaron ocho indios más. El 4 de mayo aparecieron 44. “¡Qué raro! ¿No habíamos quedado que los españoles los mataban, les cortaban la cabeza o los fusilaban?”.

El líder apache Gerónimo conduce un automóvil en 1904. Junto a él viajan otros tres hombres nativos. 

 El líder apache Gerónimo conduce un automóvil en 1904. Junto a él viajan otros tres hombres nativos.
CORBIS / GETTY IMAGES
 

Borrego es promotor de la recuperación del Camino Real, la vía sur-norte que utilizaron los conquistadores para llegar al actual Nuevo México, un trayecto de 2.500 kilómetros, de la que solo la parte mexicana está declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. “¿Y por qué el lado estadounidense, no?”, se preguntó. “Pedí información al Servicio Nacional de Parques de Estados Unidos, pero siempre me respondían lo mismo: ‘No puede ser. Es muy complicado declarar algo así. Los españoles realizaron atrocidades tremendas. Déjelo”.

No se dio por vencido y siguió buscando las “atrocidades tremendas” que impedían la protección del camino estadounidense. “Hasta que un día, por fin, hallé una: los españoles habían cortado el pie derecho a 8.000 indios mayores de 25 años. Ya lo tenía. Eso sí cuadraba con la historia oficial. Así que fui a platicar con los jefes de las tribus para conocer los detalles”. Los mescaleros le respondieron: “Oh, sí, los españoles hicieron atrocidades tremendas”. “¿Tenéis pruebas? ¿Alguna tumba? ¿Algún resto?”. “No, de eso no, pero sí de que nos obligaban a pagar impuestos porque éramos súbditos del rey”, le aseguraron.

¿Cómo era posible que 120 españoles cortaran el pie a 8.000 indios? ¿Es que nadie luchó?”
Borrego se dirigió entonces al pueblo de los acoma, donde supuestamente se cometieron las mayores barbaridades. “¿Por qué les mocharon los pies los españoles?”, inquirió. “Sí, fue terrible, se los mocharon a 8.000″. “¿Pruebas?”. “No”. El investigador recuerda que la comitiva de Oñate estaba compuesta por 539 personas, de las que 120 eran soldados, nueve religiosos y el resto familias con menores. “¿Cómo es posible que 120 cortaran el pie a 8.000 jóvenes de nuestra brava gente?”. “Sí, y además se llevaron como esclavas a 300 de nuestras mujeres a México. Nos robaron, no nos dejaron nada”, le aseguraron. Borrego recuerda que les preguntó si alguien luchó para oponerse al secuestro. “No, es que ellos tenían rifles”. “¿Rifles? ¿Los que se cargan por la boca y que el tiro salía para cualquier lado? No es propio de nuestro pueblo no luchar. Los españoles solo tenían tres armaduras para todos. ¿120 soldados contra 8.000 indígenas? Es mejor que no contéis más esa historia, da vergüenza. Entonces, el jefe me miró fijamente sin resquemor y se fue”.

Estatua de Juan de Oñate, en Nuevo México (EE UU).

MARIO 1952

Los acoma viven en una reserva formada por dos mesetas a unas 40 millas de Alburquerque (Nuevo México). “Platiqué con las mujeres. Unas me dijeron que los españoles, en realidad, habían matado a nueve de los nuestros y otras que a dos por la muerte de 11 soldados enviados por Oñate al pueblo, entre ellos su primo. La pregunta es cómo iban a mochar el pie a 8.000 indígenas si en el pueblo de los ocama [el poblado se mantiene desde la conquista] solo pueden vivir 200 personas. Mi gente está muy mal. Tienen que pensar antes de hablar”.

Las reservas donde se envió a los indígenas “están todas en Estados con nombres hispanos: Montana, Colorado, California, Nuevo México... En el norte no hay ninguna, excepto una para indios canadienses huidos. ¿Por qué no hay en Ohio, Tennessee, Kentucky, Georgia, Virginia o Nueva York? ¿Por qué?, ¿por qué?”, repite retóricamente. La respuesta, según él, se encuentra en la llegada de los ingleses a Massachusetts, años después de la exploración de Oñate. “Se morían de frío, iban a perecer todos. Entonces los indios wampanoag se apenaron, les dieron de comer, les enseñaron a plantar maíz, a sobrevivir. Pero, ¿dónde están los wampis hoy día? ¡No queda ni uno! ¿Por qué? Porque los ingleses los mataron a todos. Cuando pregunto, me dicen que no, que no mataron a nadie, que fue la viruela. ¿La viruela? ¿A los pueblos bajo domino hispano no les afectó? La verdad es que los anglos los barrieron en el norte. Eso fue lo que pasó”.

¿Dónde están los wampis que ayudaron a los ingleses? Los mataron a todos”
Borrego recuerda que creció viendo películas de indios, “los peores de los peores junto a los españoles”. “¿Sabe por qué el corneta del Séptimo de Caballería sopla con fuerza? Para indicar que ha comenzado la hora de la matanza de indios. En la cabeza de cada americano estaba que había que matar a todos. Toda la vida ha sido así, pero ahora está cambiando, aunque falta mucho. Mi gente calla, no quiere pedos [líos]. Ese es el problema”.

En muchas reservas, sostiene Borrego, no se permite tomar fotografías para “preservar la herencia y la cultura indígena”. “No es verdad, es para que el mundo no vea la realidad, que nos metieron en ellas para que nos muriésemos en la nada, un pedazo de nada, en mitad de la nada, donde no se puede hacer nada, porque no hay nada que hacer”.

Nos encerraron en reservas, en la nada, donde no hay nada y donde no hay nada que hacer”
Respecto a su bisabuelo Gerónimo, Borrego recuerda que era un chamán, no un jefe, “era un hombre muy digno, representante de las tribus. Y los gringos lo cazaron, lo aplastaron, le quitaron la dignidad, lo llevaron preso a Florida para separarlo del resto, lo comenzaron a bailar por todo el país y lo movieron como un show de Hollywood. Utilizaron su persona y lo hundieron. Murió sin dignidad. Fue la presidencia de Estados Unidos quien lo hizo”.

Los gringos cazaron a mi bisabuelo, lo hundieron, lo movieron como un ‘show’ y murió sin dignidad”
“En junio de 2021, me llamaron [es miembro del consejo de tribus] desde Ohkay Owingeh, lo que antes era San Juan de los Caballeros, el que fundó Oñate. Le han cambiado el nombre, ahora todo es inclusivo. Me dijeron que estaban tumbando las estatuas. ‘¿Qué hacemos?’, me preguntaron. Pues que las tumben, ellas no se pueden defender porque no llevan escudos, ya pondremos otras cuando esto pase. Luego, el gobernador [jefe] de la tribu me envió una hermosa carta. Dice: ‘Desde el último paraje de Oñate. Todos estos años nuestra comunidad ha vivido en paz con diferentes culturas, pero lo que ocurrió el día de ayer [derribo de estatuas] crea problemas. No se puede borrar la historia tumbando estatuas. Estoy muy ofendido, porque nadie nos preguntó qué pensábamos. Espero no vuelva a ocurrir nunca más y seguir viviendo en paz”.

“Eso es lo que, de veras, piensan las tribus”, asevera, “pero no quieren moverse porque el Gobierno puede tomar represalias. Estamos en una batalla, ante un mito que nunca se borrará, pero necesitamos que los españoles abran la boca y digan: ‘Eh, güey, eso no fue así. Porque no lo fue”.