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jueves, 23 de enero de 2014

España destruye empleo por sexto año consecutivo y el paro supera el 26%

El desempleo baja en el cuarto trimestre de 2013 en apenas 8.400 personas, hasta los 5,89 millones. Se destruyen 65.000 puestos de trabajo en el periodo, según los datos de la EPA. Leer más en El País.

sábado, 18 de enero de 2014

¿A cuántos españoles ha expulsado la crisis? Los demógrafos discrepan sobre el número de salidas al extranjero. En algunos casos multiplican por tres la cifra oficial de 225.000. Falta un mecanismo estadístico capaz de registrarlas con rapidez

¿Y si la salida de españoles al extranjero no fuera tan masiva como la sensación que se ha extendido? Así lo plantea un estudio elaborado por Carmen González Enríquez, del Real Instituto Elcano, a partir de la información de los consulados. La investigadora apunta que solo el 2% de los residentes nacionales en el exterior son personas nacidas en España que han hecho las maletas por la crisis, apenas 39.912 personas.
Primeros emigrantes en 1957, para Belgica.
 Pero, ¿y si los datos oficiales no reflejaran lo que de verdad sucede y se estuviera subestimando la emigración de nacionales? Este es el punto de vista que defiende Amparo González Ferrer, socióloga y especialista en demografía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Para ella el número de personas que han abandonado el país entre 2008 y 2012 —es decir, las salidas de España, no la suma de nacionales en el extranjero, como recoge el análisis anterior de su colega— está más cerca de las 700.000 personas que de las 225.000 oficiales.

La pérdida de población en España por la emigración es irrebatible a la luz de los datos. Ayer mismo, el padrón que publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE), con fecha de enero de 2013, recoge una caída de 135.538 habitantes en un año hasta los 47.129.783. Tampoco hay dudas de la magnitud de la crisis, del paro —en especial el juvenil, del 54%—, así como de los dramas humanos derivados del hundimiento de las condiciones de vida. Pero ¿en qué medida es elevada la salida de españoles por la situación económica? A este respecto existe un debate entre la comunidad investigadora por la falta de un mecanismo estadístico capaz de registrar con rapidez y eficacia la partida de nacionales.

Carmen González Enríquez, catedrática de Ciencia Política en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), se acercó a esta cuestión a raíz del debate público abierto por la cobertura informativa que se ha prestado a la partida de investigadores (la llamada fuga de cerebros) y, en general, de profesionales cualificados. Su conclusión es que la salida de ciudadanos españoles es muy reducida. “El discurso de que hay una salida masiva de personas es una afirmación exagerada y crea una alarma innecesaria”, comenta. De hecho, el fenómeno es, a su entender, tan limitado, incluso “ridículo” en número, que se pregunta “por qué no son muchos más los que deciden dar el paso de buscar mejores condiciones salariales o vitales en otros países”.

Hay otros trabajos que reflejan conclusiones similares. Por ejemplo, los últimos datos de migraciones del INE. Este informe, con registros del primer semestre de 2013, muestra cómo España pierde población y que ello se debe a su saldo migratorio negativo.

Durante los seis primeros meses del año pasado salieron del país 259.227 personas, pero en su aplastante mayoría (219.537) fueron extranjeros. Es decir, en línea con lo observado por González Enríquez, solo el 10% de las personas que abandonaron el país en el periodo analizado (26.281) son nacidos en España.

La investigadora del Instituto Elcano no pone el foco en los datos de salidas (migraciones), sino en el padrón de españoles residentes en el extranjero (PERE), un documento que confecciona el INE a partir de las inscripciones que realizan los emigrantes en las oficinas consulares. De acuerdo con estos registros, el número de españoles nativos (excluidos los nacionalizados) residentes en el exterior solo ha aumentado un 6% (39.912 personas) entre enero de 2009 y enero de 2013. Mientras en 2009 había 633.750, en 2012 eran 673.662. De ellos, 20.000 están en Europa, 7.000 en Latinoamérica y los otros 13.000 en el resto del mundo.

“Es un buen análisis”, comenta Albert Esteve, del Centro de Estudios Demográficos (CED) de la Universidad Autónoma de Barcelona. “Tanto los datos oficiales de salidas [del INE] como los de destino [del PERE] pueden subestimar en alguna medida a la gente que sale de España y no queda registrada, pero, en general, no hablan de un gran porcentaje de gente que se va”, añade.

González Enríquez considera que la preocupación desatada por la emigración de nacionales está directamente relacionada con que la sociedad española “ha sido excepcionalmente inmóvil durante las últimas décadas”, especialmente desde que en los años setenta se puso fin a la gran ola migratoria del franquismo. Según González Enríquez, permanecer cerca de la casa familiar de padres y amigos “ha sido una prioridad para la mayoría”, lo que explica no solo las reticencias a salir del país, sino “la alarma actual” que, insiste, “no se sostiene en relación con las cifras reales”.

“La experiencia de los años sesenta pesa mucho sobre la situación actual en términos de orgullo patrio”, añade. Entonces, según comenta, no solo se produjo una salida masiva de españoles al extranjero. Además, se trataba de población rural, sin cualificar, cuyo destino era ocupar los puestos más bajos en la industria o el sector de la construcción de los países a los que acudían. Aún permanece en el imaginario colectivo, sostiene, “el recuerdo negativo” de la partida de mano de obra barata con destino al extranjero. Ahora, sin embargo, solo salen trabajadores con formación universitaria. “Para los que parten, poder desplazarse al exterior y encontrar allí trabajo es una bendición. Y con ello no perjudican a la economía española. En estos momentos, el problema es la falta de crédito, no de personal cualificado”, apunta.

La investigadora es consciente de que su trabajo da alas a las tesis gubernamentales, empeñadas en endulzar y quitar gravedad a las consecuencias (pobreza, aumento de la desigualdad, pérdida de poder adquisitivo, golpe a las expectativas vitales) que ha provocado el hundimiento económico en la sociedad española. “Sé que este tema está muy cargado políticamente, pero qué le voy a hacer”, expone. “He llegado a esta conclusión con los datos que he manejado, sin ningún prejuicio; y me he encontrado con la situación que describo”.

Esteve, por su parte, coincide en la idea de que España no se ha convertido en un país de emigración. “El grueso de la dinámica migratoria está protagonizado básicamente por extranjeros o por personas nacionalizadas de origen foráneo”, explica, tal y como ponen de manifiesto los datos del INE. Para este demógrafo del centro de la Universidad Autónoma de Barcelona, la emigración actual responde a una situación de reequilibrio después del alud de extranjeros que recibió España en la última década. “Sobre todo se trata de reajustes de inmigrantes que no se han asentado en el país. Hay algo de población española, pero no es la que lidera el grueso de la estadística migratoria”, insiste.

“La partida de población cualificada fuera de España es una lástima, es un fenómeno preocupante que personas formadas no puedan asentarse y desarrollarse profesionalmente en España; pero cuestión distinta es que esto afecte a mucha gente”, comenta. “La tarea del demógrafo y del sociólogo se centra en analizar los fenómenos y cuantificarlos”.

Estos análisis que muestran unas cifras modestas de salida de españoles se basan en los datos que ofrecen tanto el INE como el padrón de residentes en el extranjero (PERE). Pero para Amparo González Ferrer, del Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CCHS) del CSIC estos números no sirven. No arrojan indicadores precisos a las preguntas que importan para dimensionar la emigración de nacionales: cuántos españoles se marchan y en qué momento lo hicieron.

Por un lado, porque todos los datos beben de la misma fuente: los registros consulares. Los datos de migraciones del INE o las bajas en el padrón se producen —con algo de cocina estadística a partir de otras estimaciones— si los emigrados se dan de alta en el PERE. Es decir, a Juan Pérez se le da de baja en el padrón de Sevilla —y figura como emigrante para el INE— cuando consta su alta en el consulado de Hannover (que recoge el PERE).

El problema es que ni Juan Pérez ni la mayoría de los españoles que salen del país suelen darse de alta en los consulados, por lo que González Ferrer cree que hay una bolsa fantasma de emigrantes nacionales no computados.

La investigadora del CSIC explica que para inscribirse hay que demostrar que se permanecerá en el país al menos un año, para lo que se precisa de un permiso de trabajo de un mínimo de este periodo de tiempo, una condición que no cumplen muchos de los españoles a la llegada a su nuevo destino. Pero además, el alta consular apenas conlleva beneficios (como el voto por correo) y es un trámite incómodo. Hay que desplazarse e implica la baja en el padrón en España, lo que supone la pérdida del médico de cabecera en la localidad de origen o de derechos para acceder, por ejemplo, a una vivienda de protección oficial.

Por ello, buena parte de los españoles en el extranjero solo se inscriben en el consulado si no tienen más remedio —renovar el pasaporte, inscribir a alguno de sus hijos—, lo que puede suceder al cabo de meses o años de vida en el extranjero.

González Enríquez, del Instituto Elcano, es consciente de que no todos los españoles que emigran se inscriben en las oficinas consulares. Ante el riesgo de que los datos que maneja fueran muy inferiores a los reales, comparó las cifras del PERE con las de población española de las oficinas estadísticas de Alemania, Reino Unido, Francia y Suiza (países que recogen el 76% de la emigración española en Europa). Y la conclusión es que la información de los consulados es incluso superior a las de los registros estadísticos de estos países de destino, por lo que concluye que su estudio “no infravalora el número de españoles en el extranjero”.

Pero además de la infranotificación a los consulados, Amparo González-Ferrer destaca otra cuestión por la que no concede fiabilidad a la forma oficial de medir la salida de nacionales. Los informes del PERE muestran una fotografía fija de residentes en el extranjero, es decir, el saldo (la resta) entre las altas y las bajas en los registros consulares en un momento determinado. “Con la foto fíja no ves los flujos de entrada y salida de población, que es donde está la información”, comenta. Por ejemplo, que se va la gente joven en edad de trabajar y los que regresan son jubilados.

Con la intención de tener datos precisos de la entrada de españoles en distintos países, la investigadora ha acudido a los datos oficiales de la llegada de españoles a Reino Unido (la estadística de variaciones residenciales, otra fuente que emplea el INE para actualizar el padrón) y los ha comparado con los registros británicos (solicitudes de alta en la seguridad social de Reino Unido, un trámite imprescindible). El resultado es que las cifras británicas son hasta siete veces más numerosas que los datos oficiales españoles (el mismo estudio comparado con datos alemanes multiplica por seis los datos del INE)...

Fuente: El País

sábado, 11 de enero de 2014

España en la crisis. La política y la Nada

En La historia interminable de Michael Ende, el personaje de la Nada devora los lugares, el mundo y la vida sin que nadie sepa cómo detenerla. Es una imagen perfecta para describir la acción del capitalismo en la crisis



Desde el comienzo de la crisis económica, en España vivimos una situación realmente excepcional, una aceleración histórica y una apertura de lo posible sin precedentes en el pasado inmediato.

La verdad es que no tengo recuerdo de que nunca se escribiera y se leyera tanto y con tanta intensidad. Estamos realmente hambrientos de referencias inspiradoras para entender lo que nos pasa y hacer algo al respecto. La crisis ha servido más que un millón de cursos de fomento de la lectura.

Miramos a Plaza Tahrir en El Cairo, a Plaza Syntagma en Atenas, a Zuccotti Park en Nueva York, a Gezi Park en Estambul... con una curiosidad y una avidez desconocidas, vinculándonos política, vital y afectivamente con lo que ocurre más allá de nuestras fronteras, tratando de aprender algo que nos pueda servir para pensar, para luchar, para vivir.

Mi idea hoy es contribuir humildemente a esta conversación entre plazas con algunas instantáneas de lo que pasa en España, algunas reflexiones elaboradas con amigos sobre la marcha vertiginosa de lo que va sucediendo, un punto de vista particular e implicado, es decir ni objetivo ni exterior, confiando en las resonancias que pudieran darse para organizar la conversación.

La Nada ¿interminable?
Lo llamamos crisis pero la palabra no alcanza. Es más bien un cambio radical en la totalidad de las reglas de juego.

Neutralización de los restos de soberanía de la democracia parlamentaria, desmantelamiento del Estado del bienestar, precarización y empobrecimiento general de la vida... No se trata simplemente de “recortes”, sino de un cambio de escenario.

A nivel personal, la crisis supone un hachazo en la normalidad de la vida de millones de personas. Lo que dábamos por garantizado se hunde ante nuestros ojos. Se abren una cantidad de preguntas que nunca nos habíamos hecho. Nuestro mismo “estar en el mundo” se vuelve problemático.

Un detalle personal: yo había leído todo lo que hay que leer sobre el papel que juegan los bancos en la economía financiera, pero jamás me había cuestionado realmente donde tener mi dinero. Hasta ahora. Lo que quiero decir es que hoy la realidad nos obliga a pensar, estamos forzados a pensar porque la vida ya no va de suyo.

La tradición filosófica tiene algunas imágenes célebres que pueden servirnos de ayuda para imaginar lo que pasa: el tren sin frenos de Walter Benjamin o la cita de Marx sobre lo sólido que se disuelve en al aire. Pero entre amigos preferimos usar otras dos imágenes similares que nos ofrece la cultura popular.

La primera es el tren de la escena final de Los Hermanos Marx en el Oeste que se desmantela a sí mismo para alimentar una fuga enloquecida hacia adelante. Para pagar las deudas acumuladas por el capital financiero, el tren capitalista se traga nuestros derechos, nuestros recursos, nuestras riquezas, nuestros vínculos. El edificio entero de la civilización social moderna.

La segunda es la Nada de La historia interminable de Michael Ende. Esa Nada que nadie sabe muy bien de dónde sale ni cómo detenerla, pero avanza devorándolo todo y dejando el vacío a su paso. Es una imagen que a algunas personas de mi edad nos impresionó mucho en su día y que reaparece inesperadamente en las conversaciones informales sobre nuestra experiencia contemporánea. Porque de pronto aquí también hay Nada donde antes había lugares, mundos y vida.

Son todas ellas imágenes que tratan de figurar la aceleración del tiempo de destrucción del capitalismo. La sensación de vivir en una realidad en desintegración.

Nuevas politizaciones
Pero quizá lo más interesante y específico de la situación española es la respuesta a la Nada: una politización generalizada de la sociedad. Pero una politización atípica, que redefine lo político y arranca (visiblemente) con el movimiento 15-M.

Voy a lanzar ahora cinco titulares sobre algunos de los aspectos a mi juicio más llamativos de esa nueva politización:

1.- Es un movimiento a la vez político y antipolítico. Antipolítico en el sentido de que expresa un rechazo general de la política de los políticos: las consignas más conocidas del movimiento son “no nos representan” y “lo llaman democracia y no lo es”.

Ya para nadie en España es un secreto que los políticos se limitan a gestionar simplemente las necesidades de la economía global y han desviado para ello completamente la soberanía popular. El mismo presidente del Gobierno lo declara cuando anuncia cada recorte: “no hay margen de maniobra”.

Pero aunque en un primer momento nos uniese el rechazo, somos más que rechazo. Se ha dicho y repetido que el 15-M es un movimiento puramente reactivo de indignación y protesta, pero para cualquiera que pasara por las plazas es muy claro que no sólo estábamos allí para gritar nuestra indignación, sino también por la belleza y la potencia de estar juntos, ensayando modos de participación común en las cosas comunes.

2.- La activación de la gente cualquiera. El protagonismo en el campamento de mayo/junio de 2011 es de la gente sin experiencia de politización previa, creo que el frescor y la capacidad de creación vienen sobre todo de ahí. De hecho, los grupos militantes y los activistas de largo recorrido estaban por lo general muy desubicados ante lo que ocurría: algunos gozando de esa desubicación y otros con el ego muy herido.

Es un movimiento sin banderas, sin bloques identitarios en las manifestaciones, donde las pancartas son personales (lo que alguien ha llamado “democracia semiótica”) y las propias manifestaciones son autoconvocadas (muchas veces de forma anónima).

El movimiento evita identificarse en el tablero de ajedrez político: izquierda o derecha, PSOE o PP. Dice de sí mismo que “no es un movimiento de izquierda contra la derecha, sino de los de abajo contra los de arriba”. Esto es muy relevante porque rompe con la falsa polarización que define el mapa de lo posible en España desde hace décadas ("las dos Españas").

3.- Se construye como un espacio de invitación. No busca la separación de la sociedad o de la “gente normal”, ni se concibe como una trinchera o un afuera utópico o radical, sino que hace una y otra vez gestos de invitación al otro para pensar y luchar juntos, desde la idea de que los problemas que tenemos como sociedad nos afectan a todos y que la complejidad y magnitud de las cuestiones a las que nos enfrentamos requiere una implicación activa de todos (o, mejor dicho, del 99%).

4.- El uso de nombres de cualquiera. Para que los muchos y diferentes puedan estar juntos, tenemos que dejar de ser quienes somos, porque “en tanto que” lo que somos (de izquierda o de derecha, anticapitalistas o reformistas, monárquicos o republicanos, etc.) sólo hay choque, relación instrumental, desigualdad, no horizontalidad.

Los nombres de cualquiera suspenden las identidades previas y crean un terreno común donde es posible el encuentro.

El más conocido de estos nombres de cualquiera es “indignados”, pero se han usado otros: el 99% que viene de Occupy Wall Street, la insistencia en la palabra “personas” (“una política de personas”) o la misma puerta del Sol misma considerada como un personaje colectivo.

Estos nombres de cualquiera o “identidades no identitarias” disponen un nosotros abierto que no reenvía a ninguna identidad previa, sociológica o ideológica, sino a una decisión subjetiva, potencialmente accesible para todos.

5.- Por último, la noviolencia. El 15-M es un movimiento que plantea conflicto (toma el centro de las ciudades en acampada, bloquea desahucios, etc.), pero de forma noviolenta.

Nadie lo decidió así, pero esa “noviolencia alegre y ostentativa” se ha mantenido hasta el día de hoy, a pensar de haber sufrido en numerosas ocasiones la brutalidad policial.

Noviolencia para evitar entrar en la espiral represión-reacción y poder seguir manteniendo la iniciativa.
Noviolencia para desertar de los escenarios donde se nos espera y seguir siendo imprevisibles.
Noviolencia para poder seguir acogiendo la pluralidad que somos.
No violencia como forma de humanizar los conflictos, usando formas de comunicación irónicas o empáticas con la policía y el resto de población.

En definitiva, si tuviera que resumir el 15-M es una sola frase, yo diría que consiste en el deseo y la práctica de una política ciudadana, accesible a cualquiera, no troceada ni instrumentalizada por los partidos políticos, que busca reapropiarse de la posibilidad de decidir algo en los asuntos comunes.

Expulsar, desposeer, desahuciar
Esas potencias siguen vivas hoy, después de dos año y medio, aunque con distintas formas y distintos problemas. Os hablo ahora un poco de algunas continuaciones del 15-M.

Por un lado, una de las líneas de acción que se ha desarrollado con más fuerza es la lucha contra los desahucios.

Se calcula que se producen, atención, 500 desahucios al día en España, gente que ha contraido hipotecas y ahora no puede pagarlas al haberse quedado sin trabajo por la crisis.

Expulsar, desposeer, desarraigar, precarizar, arrojar a la intemperie y la incertidumbre… Los desahucios son quizá la imagen más precisa de la crisis, quizá también la imagen más precisa del capitalismo actual. Es la forma material que toma la Nada.

Una estructura previa al 15-M, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), enriquecida por nuevos activistas pasados por las plazas, ha parado infinidad de desahucios, consiguiendo en muchos casos mejoras concretas para los afectados.

También se han forzado algunas tibias medidas gubernamentales para aliviar esta terrible realidad y la amonestación (con algunas consecuencias prácticas) de Europa al respecto.

Pero sobre todo se ha hecho visible una realidad que antes pasaba completamente desapercibida y estaba completamente normalizada, ningún desahucio había sido noticia hasta ahora.

La sensibilización social con este tema ahora es enorme y ello explica que se puedan detener tantos desahucios, no únicamente la táctica o la fuerza física de las treinta o cuarenta personas que se congregan cada mañana en la puerta de la persona afectada para impedir la expulsión. Se podría decir quizá que los desahucios se paran socialmente antes de pararse físicamente.

Cada desahucio nos ofrece así una imagen resumida del combate general que se está librando aquí y ahora: la acción política defiende y crea mundos allí donde la Nada los hace desaparecer.

Vida y política
Al mismo tiempo, se ha dado también un cierto vaciamiento de las asambleas de barrio, donde el movimiento se mudó al abandonar las plazas. Mucha gente ha vuelto a hacer su vida.

Las semanas de acampada en Sol fueron un tiempo excepcional, pero resulta muy complicado habitar una excepción. O sólo puede hacerlo gente fuera de lo normal: por ejemplo, los activistas, los que hacen de la política el centro de su existencia.

Pero la profesionalización de la política (también activista) vacía los espacios comunes, porque  los modos de hacer activistas acogen y convocan sobre todo a otros activistas.

El problema aquí es la enorme dificultad que tenemos para inventar una política habitable para el 99%, no sólo para los activistas. Lo personal se desliga de lo colectivo cuando no somos capaces de inventar engarces entre modos de vida y modos de lucha.

Pero “volver a hacer su vida” es una mala expresión. Porque después de pasar por las plazas no se vuelve igual, ni por tanto se vuelve a la misma vida. Paradójicamente, volvemos a una nueva vida: tocada, atravesada, afectada por la experiencia empoderadora de las plazas.

Miles de personas han visto alterada su mirada y su estar en el mundo tras el encuentro con el 15-M. Por eso es posible decir que ahora el 15-M no solo es una estructura organizativa compuesta de asambleas y comisiones, sino sobre todo otro estado mental y otra disposición colectiva hacia la realidad, marcada por la experiencia empoderadora de las plazas.

Un nuevo clima social que libera por todas partes nuevas posibilidades de acción.

Y atraviesa la sociedad entera como una corriente discontinua en el tiempo y el espacio, compleja y diversa, intermitente e imprevisible. A veces subterránea, encarnada en mil iniciativas formales e informales arraigadas en lo cotidiano. A veces muy visible, expresándose en enjambres y mareas que toman masivamente la calle.

Las mareas
El Partido Popular ha puesto en marcha una política durísima de recortes, precarización y privatizaciones que afecta a todos los sectores de la sociedad (profesores, médicos, jubilados, jueces, policías, etc.).

Pero como el clima ya no es el de la queja y la resignación, la respuesta es casi siempre el hacer, la protesta, la organización.

Cada recorte genera un nuevo espacio de lucha que toma el nombre de marea y un color: por ejemplo, la marea verde de profesores, padres y alumnos que llevan una camiseta verde característica; o la marea blanca de médicos y trabajadores de la salud que defiende el derecho de todos, ricos y pobres, a la sanidad pública, etc.

Lo interesante es que cada marea replica a su modo el espíritu 15-M. Hay una especie de transmisión inconsciente y espontánea de saberes, cada nueva politización activa un depósito latente de formas de hacer y decir, se retoman y replican una serie de claves. Por ejemplo:

-La autoorganización desde las bases, a distancia de o sin sindicatos.

-La inclusividad, por la cual en torno a objetivos comunes se agrupa gente de diferentes ideologías (la marea blanca de defensa de la sanidad pública está protagonizada por un colectivo médico de tendencia bastante conservadora) o de distintos roles sociales (médicos, trabajadores y usuarios de la salud en el caso de la marea blanca; profesores, padres y alumnos, en el caso de la marea verde).

-La toma de la calle sin pedir permiso ni legalizar recorridos, desde la noviolencia e inundando el espacio público de alegría.

-La interpelación positiva constante hacia la sociedad y el espíritu de invitación a luchar juntos por lo común: en la huelga de hospitales se cuidó mucho que nadie sufriera por ella, se organizaron abrazos donde la gente rodeaba los hospitales de su barrio para expresar su apoyo, etc.

Preguntas, problemas y debates abiertos
Voy a acabar mencionando rápidamente algunos de los debates abiertos que hay entre nosotros, algunas de las preguntas que nos hacemos, algunos de los problemas y desafíos que afrontamos:

1.- El problema de la organización. Profesores, médicos, jueces, jubilados, diversos físicos, mineros... ¿podría pensarse una articulación de todas las mareas, de qué tipo?

Nos faltan imágenes para pensar la organización más allá de las formas clásicas del “frente”, el “bloque”, que piensa la articulación como “suma”.

Sin embargo, hay ya una cierta organización entre todas las mareas, una organización, no en términos de bloque o de frente, sino de circulación y comunicación de saberes, herramientas, nociones, imágenes. ¿Se puede intensificar esa circulación por ahora casi inconsciente, cómo?

2.- El problema del tiempo. Hay un desacople muy grande entre el tiempo acelerado de destrucción y el tiempo lento de la construcción (de otra subjetividad, otras relaciones sociales) que nos produce muchísima angustia. La Nada devora los mundos en un segundo, pero no se construyen mundos nuevos en un segundo.

Hemos vivido momentos muy marcados por estas lógicas de emergencia y ansiedad, como la convocatoria del 25 de septiembre de 2012 para rodear el congreso y exigir la dimisión de todos los políticos que se desarrolló en un imaginario apocalíptico de cambio radical e instantáneo.

Esa ilusión de producir un evento milagroso que lo cambia todo no es muy realista, pero ¿basta con insistir simplemente en la necesidad de un tiempo lento mientras a nuestro alrededor todo se desmorona?

3.- El problema del logro o la victoria. ¿Qué es ganar? Mucha gente acusa al 15-M de “no haber conseguido nada”. Y es verdad: no hay ninguna victoria clara y contundente que presentar como en el caso de la Primavera Árabe por ejemplo (aunque la marea blanca ha conseguido la paralización judicial de proceso de privatización de la sanidad y hay muchos otros logros no pequeños).

Nuestra sensación paradójica es que todo ha cambiado aunque nada haya cambiado. Que la realidad es la misma pero ahora la vemos desde otro sitio. Que hemos ganado sin ganar nada. Que la sociedad ahora es más rica aunque sea en realidad más pobre.

Pero muchas veces nos es difícil pensar políticamente con una imagen tan difusa de lo que es un logro.

4.- El problema de la militancia. Como decía antes, los militantes no han sido el motor central o generador de las nuevas politizaciones, pero su aportación -en el caso de los militantes que están a la escucha y no quieren dirigirlo todo- es muy valiosa e importante.

¿Podemos repensar la militancia, no como un centro que dirige o empuja, sino más bien como una función de acompañamiento y enlace entre todas esas experiencias que ya están en marcha?

5.- El problema de lo macro y lo micro. Todas las iniciativas mencionadas se topan una y otra vez con un techo de cristal: la política de los políticos está blindada a cualquier tipo de escucha de lo que se dice en la calle.

¿Cómo hacer cuña en ese búnker? Es el gran debate abierto en torno a la cuestión del partido y hay ya en marcha varias iniciativas de nuevos partidos que no pretenden tanto representar -mejorar la representación, conseguir una representación mejor- como devolver el poder a la ciudadanía, hacer de caballo de troya o caja de resonancia de los movimientos callejeros.
(En este punto podríamos incluir también el problema del desacople entre el contexto transnacional de toma de decisiones y nuestro cerebro educado estrechamente a pensar en términos de Estado-nación.)

Por último, creo que hay una pregunta que las resume todas, y que podría ser quizá: ¿qué es el cambio social, cuando no se trata de simplemente tomar el poder -porque no hay otra economía ni otra política posibles sin otra subjetividad social-, ni tampoco de construir una sociedad paralela -porque somos el 99%?
Fuente: El diario.es

martes, 3 de diciembre de 2013

España mejora ligeramente en PISA pero sigue por debajo de la media de la OCDE

Los alumnos obtienen 484 puntos en matemáticas, lo que les deja en el puesto 33 de 65 países

El informe PISA 2012 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que mide cómo manejan los chicos de 15 años de 65 países y regiones (se incluyen, por ejemplo, Shanghái y Hong Kong por separado) sus conocimientos en matemáticas, lectura y ciencias, vuelve a dejar a España por debajo de la media de los países desarrollados. Los alumnos españoles han tenido en matemáticas (destreza en la que se centra esta vez el examen) de media 484 puntos (en 2009, fueron 483), frente a los 494 de la media de la OCDE y a los 489 de la UE. Esto le coloca en el puesto 33 de los países participantes. Entre todos ellos, destacan los alumnos asiáticos y, por encima de los demás, Shanghái, con 613 puntos. Le siguen Singapur (573), Hong Kong (561), Taipéi (560) y Corea del Sur (554). Finlandia, el paradigma en las últimas ediciones de la excelencia educativa, ha caído hasta el puesto número 12, con 519 puntos.

Esta vez, el más famoso de los informes internacionales, constantemente utilizado como imagen de la mala situación de la educación en España, apunta algunas señales de mejora. En lectura, obtiene 488 (en 2009 fue 481) frente a una media OCDE de 496. Y en ciencias 496 (en 2009 fue 488) mientras la media OCDE es 501.

Pero, volviendo al área principal de la evaluación de 2012, las matemáticas, la evolución refleja muy poca variación con respecto a la media en 2003, cuando esta prueba internacional que se celebra cada tres años también se centró en esa competencia, España tuvo entonces 485, mientras que la media de la OCDE fue de 500. "PISA define competencia matemática como la capacidad de los individuos para formular, emplear e interpretar las matemáticas en diferentes contextos. O, en otras palabras, pretende describir las capacidades de los individuos para razonar matemáticamente y utilizar conceptos, procedimientos, datos y herramientas matemáticas para explicar y predecir fenómenos", explica el blog del Instituto de Evaluación del Ministerio de Educación.

Por comunidades, de las 14 que aumentado la muestra de examinados para tener datos propios (Canarias, Castilla-La Mancha y Comunidad Valencia han preferido no hacerlo), la mitad están por debajo de la media de la OCDE en matemáticas: Cataluña (493), Cantabria (491), Galicia (489), Baleares (475), Andalucía (472), Murcia (462) y Extremadura (461). La otra mitad, claro, por encima: Aragón (496), Asturias (500), La Rioja (503), Madrid (504), País Vasco (505), Castilla y León (509) y, prácticamente al nivel de Finlandia y Canadá, Navarra (517).

Entre los especialistas y los políticos suele haber dos lecturas muy distintas de este informe: los que aseguran que los resultados españoles en PISA son un desastre o, por lo menos, que muestran un sistema instalado en la mediocridad e incapaz de mejorar, y los que aseguran que, teniendo en cuenta que los resultados estadísticos tienen una desviación típica de 100 puntos sobre una media de 500, el país está dentro de la gran masa de países, quizá claramente por debajo de países como Finlandia o Corea del Sur, pero muy cerca de Francia o Estados Unidos... Fuente El País.


jueves, 28 de noviembre de 2013

Zapatero revela que fue presionado tres veces para pedir un rescate

El expresidente relata en su libro 'El dilema', cómo respondió a las presiones de Merkel y el FMI para que España pidiera ayuda


José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno entre marzo de 2004 y noviembre de 2011, resistió a todas las presiones internacionales que se desencadenaron sobre España a partir de 2010 para que pidiera el rescate ante las enormes dificultades financieras que sufrió el país a partir de aquel momento. Al menos eso cuenta el ex jefe del Ejecutivo en su libro El Dilema: 600 días de vértigo, en el que relata las distintas etapas de gestión de la peor crisis económica en la historia de España y cómo distintos dirigentes internacionales, desde el entonces director del FMI, Dominique Strauss-Kahn, hasta la canciller alemana, Ángela Merkell, le sugirieron que España debería pedir ayuda financiera internacional.

Zapatero relata la inquietud que le produjo el encuentro con la canciller alemana que tuvo lugar con motivo de la reunión del G-20 celebrado en 2011 en Cannes. “Merkel me saludó cordialmente y me planteó, casi sin preámbulos, una propuesta sobre la que no habíamos tenido ningún indicio, ni en la decisiva cumbre del Eurogrupo de pocos días antes (26 de octubre) ni en los contactos previos a la cita de Cannes [...] Merkel me planteó si estaba dispuesto a pedir una línea de ayuda preventiva de 50.000 millones de euros al FMI; añadió que a Italia le correspondería otro valor de 85.000 millones de euros. Mi respuesta fue directa y clara: no. Le dije que desde agosto habíamos ganado confianza en los mercados, que nuestras entidades financieras ya habían comprometido la recapitalización acordada en el Eurogrupo el 26 de octubre[..]. Angela Merkel es correcta y directa en el trato personal. También lo fue, en aquella conversación del día 3 de noviembre”, recuerda ahora Zapatero. “Tras decirle porque España no iba a aceptar el rescate le recordé a Merkel que mi país estaba en plena campaña electoral. Además le añadí que la cuestión central seguía siendo Grecia y la percepción que existía sobre un posible abandono del país heleno de la moneda común”...

Seguir leyendo en El País.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Dos versiones distintas de lo que es España

Vicenç Navarro
El Plural

En España ha habido siempre dos concepciones de España. Una que monopoliza el concepto de nación, “patria indivisible de todos los españoles” y que, centrada en Madrid, su capital, excluye y niega que haya otras naciones, a las cuales considera en la práctica como regiones de España. Tiene una visión radial de España, y es heredera de la España de siempre, la España imperial que conquistó América Latina e impuso su cultura, lengua y civilización. Originalmente, tenía una concepción racista, lo cual se reflejó en el hecho de que durante muchos años se definiera el Día Nacional, el 12 de octubre, como el Día de la Raza, celebrando así la conquista de América Latina.

Los máximos herederos de esta versión de España han sido el Ejército y la Iglesia española, aunque una versión más moderada está ampliamente extendida en los establishments políticos y mediáticos españoles, basados en Madrid. Esta visión, profundamente nacionalista y excluyente, fue la que ganó la Guerra Civil, y era la de los que se llamaron a sí mismos “los nacionales”, que consideraban que defendían a la Patria española contra “los rojos” y contra “los separatistas”, definiendo como tales a aquellos que no eran nacionalistas españolistas (ver mi artículo El nacionalismo españolista en www.vnavarro.org). La mayoría de las derechas en España han promovido siempre este nacionalismo españolista, aunque sectores de las izquierdas también han hecho suya una versión ligeramente modificada de esta España. Es esta España la que aparece en la Constitución, que la define como una nación única, patria indivisible de los españoles, asignando al Ejército (es decir, a la fuerza física) la misión de imponer esta concepción de España.

Pero ha habido en la historia de España otra visión de España, la España con raíces republicanas que se creía constituida por varias naciones, con una visión no radial sino policéntrica y poliédrica, en la que distintos pueblos y naciones pudieran convivir fraternalmente sin exclusiones, y con el respeto a la diversidad, acentuando la riqueza de dicha diversidad. Esta visión veía a España como una España plurinacional y policéntrica. Como ocurre en varios países federales y confederales en los que he vivido, las administraciones del Estado central pueden estar en otras capitales distintas a las del centro (en EEUU, la Seguridad Social no tiene la sede en Washington, sino en Baltimore. Y el Centro Federal de Investigación y Vigilancia Sanitaria en Atlanta. Y así un largo etcétera). Hay una larga historia de esta otra versión, más arraigada en las izquierdas, por cierto, que en las derechas, y, como es de esperar, más desarrollada en la periferia que en el centro.

En Catalunya, históricamente todas las tradiciones de izquierda, desde la anarcosindicalista a la socialista y comunista, han tenido esta otra visión de España, en la que la pertenencia de Catalunya a esta España estaría corroborada por la voluntad democrática de su pueblo. Históricamente, todas las mayores fuerzas de izquierda catalanas han defendido la autodeterminación de Catalunya (sorprenderá a muchos lectores que las izquierdas en España también habían apoyado este derecho durante la clandestinidad). En su versión más reciente, el Presidente de la Generalitat de Catalunya Pasqual Maragall fue la figura más visible de esta visión de España, y fue su intento, fallido, el de convencer al socialismo español de aceptar la posibilidad de establecer esta otra versión de España. Sus dificultades fueron enormes, pues casi nadie, en realidad nadie en el socialismo español, quería hablar de esta otra versión, lo cual no deja de ser sorprendente porque, tal como acabo de resaltar, el PSOE, durante su clandestinidad, había aceptado esta versión poliédrica, plurinacional, de España. Y lo mismo había ocurrido con el Partido Comunista español.

El hecho de que abandonaran dicha versión de España se debió primordialmente a las presiones de la Monarquía, heredera de la Dictadura, y del Ejército (el heredero del Ejército golpista del 36). La Transición, lejos de ser modélica, fue muy inmodélica, pues se hizo en términos de un desequilibrio enorme de fuerzas, ya que las fuerzas ultraconservadoras que habían controlado el Estado durante la dictadura tenían un enorme dominio de tal Estado y de la mayoría de medios de información. Las izquierdas, que habían liderado las fuerzas democráticas, sin embargo, acababan de salir de la clandestinidad. La Transición no fue, por lo tanto, resultado de un proceso equilibrado, sino de un proceso dominado por las fuerzas ultraconservadoras y supervisado por la Monarquía y por el Ejército. De ahí que la Constitución fuera resultado de ese desequilibrio.

Es lógico que en estas circunstancias las fuerzas conservadoras impusieran su versión de España, la nacionalista españolista. Repito, pues, que la España de la Constitución es la España de una sola nación (por mucho que hable de nacionalidades), patria indivisible de todos los españoles, negando el carácter plurinacional del Estado español. Asignaba al Ejército la responsabilidad de garantizar esta unidad y esta visión nacional y nacionalista del Estado español. La constante referencia a la Constitución como la pared que no se puede saltar, frenando todo proceso de cambio de aquella visión de España, y la constante cantinela de que “no está en la Constitución” o “la Constitución no lo permite”, son la excusa para la perpetuación de este nacionalismo. Y cada vez que se pronuncia, está la imagen del Ejército, que no permitiría otra España.

Es más que paradójico y sumamente incoherente que este argumento lo utilicen también voces de izquierda. Esta alianza pseudopatriótica ente los herederos de los vencedores y estas voces de izquierda (excluyendo como españoles a los miles que lucharon por otra España) es un escarnio a los que lucharon contra la Dictadura para establecer una España republicana, que la había derrotado para impedir la aparición de esta otra versión de España. En realidad, este bloque supuestamente superpatriota es un bloque que defiende intereses particulares bien visibles y reconocibles. Tienen su centro en el establishment madrileño, uno de los mayores beneficiarios de aquel nacionalismo españolista que tiene una concepción radial del Estado. Hoy, ir en tren de Barcelona a Madrid lleva poco más de dos horas. Ir de Barcelona a Bilbao, la misma distancia, lleva algo más de seis horas. Naturalmente que el establishment españolista, basado en Madrid, no ve ninguna explotación en este hecho (y me estoy refiriendo críticamente al establishment españolista basado en Madrid y no a la excelente población madrileña a la que tengo en mayor estima y aprecio).

El hartazgo con el nacionalismo españolista
El comportamiento de la derecha postfranquista, hoy en el gobierno central, con la ayuda de las voces del nacionalismo excluyente de izquierdas (que cepillaron el Estatuto para que estuviera conforme con la Constitución supervisada por el Ejército) ha ha creado un hartazgo tal en Catalunya que solo una minoría de la población está a favor de mantener la situación tal como está. Y un 82% desea tener voz para decidir cuál es la articulación institucional deseada entre Catalunya y el resto de España. Y es obvio que la intransigencia del establishment político-mediático españolista está radicalizando a la población. Hay muchísima gente que se siente tanto española como catalana, y que hoy está concluyendo que no quiere ser parte de este Estado español que no acepta ninguna otra versión de España que la que existe hoy. Y de ahí surge el enorme crecimiento del movimiento independentista. El establishment españolista basado en Madrid es una fábrica de independentistas. Es interesante ver el miedo de dicho establishment a que haya un referéndum en Catalunya para conocer lo que la población catalana desea. La gran mayoría de gente en Catalunya desea que se realice tal referéndum. ¿Por qué el gobierno central y el PSOE tienen tanto miedo a ese referéndum? Supongo que debe ser porque asumen que ganaría la independencia. Personalmente, no creo que el resultado fuera este. Pero lo que sí sé es que si saliera independencia, sería resultado del enorme hartazgo, bien merecido, del enorme domino del nacionalismo españolista en el Estado español. No es en Catalunya, sino en el resto de España, donde hay que buscar las causas del crecimiento del independentismo. Esto es también obvio. Pero, predeciblemente, esto es demasiado complejo para que el establishment político-mediático españolista lo entienda.
Vicenç Navarro. Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra.

lunes, 11 de noviembre de 2013

_- “España nos roba”

_- Si El Corte Inglés reduce un 10% sus precios en un edificio de nueve plantas, ¿de cuánto es la rebaja? Para todos, del 10%. Para el eximio nuevo económetra Ignacio González González —también famoso como presidente de la Comunidad de Madrid, CAM—, el descuento será del 90% (9 x 10). Al menos si aplica el baremo de su rebaja fiscal: es del 0,4% en cada uno de los cuatro tramos del IRPF, por lo que la ha vendido como del (0,4 x 4=) ¡1,6%! Genial.

Lo mejor de esta rebaja es que solemniza el principio de autonomía, incluso para la competencia fiscal, algo normal en un Estado compuesto, si no genera deslocalizaciones de sujetos y bases imponibles o desviaciones de flujos económicos exagerados, distorsionadores o provocados por ventajismos. Ninguna patronal acusa a González de romper la unidad de mercado, ya se sabe que no es Oriol Junqueras. Ni siquiera el presidente de la CEIM, Arturo Fernández, el que creó ex-novo, aposta, un puesto de empleada de postín para Lourdes Cavero, esposa del económetra, en la organización empresarial madrileña.

Lo peor es lo demás.
Técnicamente, es dudoso que esta rebaja (y la de otros impuestos) ayude a cuadrar las cuentas madrileñas, este año y en 2014. Es verosímil lo contrario. A final de agosto, su déficit ascendía al 0,91% del PIB, superando el objetivo del 0,7% con que se elaboró el presupuesto para todo 2013. Y si los cuatro meses restantes siguen a igual ritmo, (0,11 puntos/mes) superará el 1,36%, desbordará el -1,07% que le autorizó el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Acertaba la ironía de Cristóbal Montoro: “Será que les sobra el dinero”. Y el recordatorio de Luis de Guindos a quienes compiten en rebajas: “Hay que cumplir con el déficit”.

Socialmente es discutible que se rebajen impuestos (incluso el IRPF, exorbitante con las rentas del trabajo) si se recortan prestaciones sanitarias y educativas. Y llueve sobre inequidad mojada, pues los impuestos de donaciones y sucesiones gozan en la CAM de exenciones del 99%. Acertaba Soraya Sáenz de Santamaría al advertir que de la “obtención de ingresos” depende “la financiación de los servicios básicos”.

“Queremos el dinero que nos corresponde a los madrileños”, blande González desvelando sus propósitos: presionar ante la reforma de la financiación autonómica e iniciar la carrera preelectoral. Otros denostan la “persecución (¡!) a la que somete el Gobierno central” a los madrileños, escribe el director de la Asociación Madrileña de la Empresa Familiar, Antonio Barderas (Expansión, 29 de octubre). Nos vamos acercando al “España nos roba”, ese delicado, sutil lema del sector más recalcitrante del secesionismo catalán.

Quiere el azar del calendario que este victimismo coincida con la socialización de pérdidas de las cuatro autopistas radiales de Madrid, la AP-41 a Toledo y la M-12 a Barajas (3.600 millones potenciales), amén de otras (hasta 4.500 millones de deuda a los bancos). Es un rescate público a las constructoras, pues su inclusión en la Empresa Nacional de Autopistas implica la garantía pública de esas deudas privadas, un segundo mini-rescate a la banca (¿ayuda de Estado?) y un capote a la capital.

O sea: desde ya habrá que incorporar los costes de la radialidad (para los demás) al debate financiero territorial. Las ventajas de la capitalidad (contando inconvenientes) debieran descartar al Madrid-Distrito-Central de la lista de autonomías normales: por su dotación de infraestructuras públicas; por sus mayores huestes en el sector público, estabilizador del consumo en las crisis; por sus sedes corporativas (60% de las empresas del Ibex); por su monopolio en organismos centrales de la Administración central. ¿Persecución? ¡Mamma mia!
Fuente: El País.

viernes, 18 de octubre de 2013

Entrevista a Francisco Morente Valero, profesor de Historia Contemporánea de la Universidad Autónoma de Barcelona "Los que están al mando de las máquinas han apostado por el choque de trenes"

Jordi Bernal. Crónica Global

El profesor de Historia Contemporánea de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) Francisco Morente Valero (Granada, 1961) no es precisamente optimista con la resolución del debate (o batiburrillo) sobre consultas decisorias y referéndums soberanistas. Piensa que los que están al mando de las máquinas (tanto en Barcelona como en Madrid) no tienen la más mínima intención de entender al otro, el primer y fundamental paso para el diálogo y la negociación. El profesor Morente aboga por la elaboración de una nueva Constitución que "contemple el federalismo como una opción para acabar con la cuestión territorial española". A menudo, a los federalistas se les tacha de bienintencionados con nula influencia ni respaldo en sus tesis allende el Ebro. A esta crítica, el profesor Morente responde con una pregunta: "¿Va a ser más fácil negociar la independencia que una reforma constitucional que permita un buen modelo federalista?". En su reciente artículo en El País, apuntaba un modelo federal para, entre otras cosas, profundizar en el autogobierno. ¿El actual Estado de las Autonomías no otorga ya más autogobierno a las Comunidades Autónomas que, por ejemplo, un sistema federal como el alemán?

Creo que a día de hoy los límites del actual modelo están muy claros, y un sistema federal, de los muchos que hay, pues el alemán es sólo uno de los posibles, podría, bien diseñado, aumentar el autogobierno de los estados federados.

Desde los partidos de izquierda hablan de federalismo pero da la sensación de que no acaban de concretar. Incluso hay un sector importante del PSOE que directamente no acepta un cambio de modelo.

Hay una tradición federalista de la izquierda más importante de lo que se ha querido aceptar. Y es cierto que hasta ahora no ha habido por parte de los que defendían formulaciones federales, PSOE, PSC e IU, una propuesta concreta de reforma de la Constitución en un sentido federal. Por ejemplo, la declaración de Granada del PSOE no deja de ser bastante vaga en muchos aspectos, e incluso algunos autores no le reconocen ni siquiera el carácter de verdadera propuesta federal. Pienso que es una consideración excesivamente poco generosa, pero es verdad que hasta ahora no ha habido un planteamiento claro. Para mí sería necesario la elaboración de una nueva Constitución que incluyera no sólo la cuestión de la organización territorial sino que abordara otras cuestiones en las cuales el articulado actual ha quedado claramente desfasado.

¿Cree que debería incluir la posibilidad de un referéndum soberanista?
Eso debería ser resultado de una negociación. Me resulta difícil pensar en una constitución que incluya un referéndum de ese tipo. Si uno mira el constitucionalismo comparado no encuentra por el mundo muchas constituciones que reconozcan explícitamente el derecho a la separación de sus territorios y que incluyan los mecanismos para llevarlo a cabo. Otra cosa es que, sin reconocerlo de una manera expresa, esos estados puedan arbitrar este tipo de procedimientos. Pero me gustaría que alguien me dijera una constitución de los países homologables a España que lo recoja en el propio articulado constitucional.

¿En la consulta debería votar el conjunto de los españoles?
Si se llegara a la celebración de un referéndum sobre la independencia de Cataluña dentro de los marcos legales, creo que no tendría sentido que votara toda España. En Québec no votó todo Canadá ni en Escocia va a votar toda la población del Reino Unido. Otra cosa es si previamente se tuvieran que hacer cambios constitucionales para que todo fuera legal. Evidentemente, ahí tendría que opinar el conjunto de los españoles. No olvidemos que, al fin y al cabo, la independencia de Cataluña implica un cambio de la estructura territorial del resto de los españoles. Por lo tanto alguna cosa tendrían que decir, pero no creo que en el momento de decidir sí o no a la independencia sino en otra fase del proceso.

Apunta que se está actuando de manera "urgente" y con una fecha que "no es neutral".
Parto de la base de que realmente es muy difícil, por no decir imposible, que en 2014 se pueda realizar un referéndum acordado o, como sugería el presidente autonómico Mas, tolerado por parte del Gobierno español. Creo que en estas condiciones no se va a producir. Por otro lado, parece que hay una urgencia enorme por parte de los que defienden la opción secesionista por llevar a cabo el referéndum cuanto antes. 2014 no es razonable por muchos motivos. Primero porque el año no es neutral, y de ahí parte de las prisas. Se trata de una fecha en la que desde el punto de vista institucional hay una programación de actos en torno al tricentenario que fácilmente pueden llevar a la creación de un ambiente que no sería en absoluto neutral para una decisión tan importante. Pero además creo que hace falta un debate sereno sobre la cuestión. Hasta el momento el tema se está discutiendo sobre el derecho a decidir, que no significa lo mismo que la independencia. Y los argumentos a favor o en contra de la independencia brillan por su ausencia. No se ha producido una explicación seria, detallada, rigurosa, no partidista de las ventajas o de los inconvenientes de la independencia. Eso requiere un tiempo y serenidad. Recordemos que en Escocia se dieron dos años desde que se acordó la realización del referéndum hasta su celebración para poder discutir con tranquilidad, con seriedad sobre la cuestión.

En el caso de Escocia el referéndum no ha congelado la política del país. En Cataluña es innegable una parálisis de gobierno, una incapacidad para abordar problemas sociales y económicos muy serios.
Eso es fundamental. No soy de los que opinan que esto es un montaje para tapar los recortes. Creo que es una interpretación simplista y que no atiende a la corriente de fondo que hay detrás del movimiento secesionista. Pero la realidad es que sin ser un montaje para tapar los recortes está sirviendo para taparlos. Algunos lo están utilizando para tapar los recortes de la política social, los recortes absolutamente liquidadores del Estado del bienestar, que el gobierno de Mas ha llevado a cabo en los últimos tres años. Por lo tanto, hay una realidad de parálisis de la actividad de gobierno y legislativa en Cataluña. Tenemos al único Gobierno autonómico que no ha sido capaz de aprobar unos presupuestos para este año. Debe de ser un caso prácticamente único de gobierno que en su primer año de mandato, de los cuatro que tiene, ya no consigue aprobar los presupuestos. Además, los casos de corrupción en Cataluña no van a la zaga de los que están ocurriendo en el resto de España, y eso sí que se está tapando clarísimamente con la bandera.

¿Cree que se está utilizando la historia como arma propagandística?
Es bastante inevitable. La historia es utilizada sistemáticamente como arma propagandística en este tema y en cualquier otro importante del debate político. Siempre ha sido así. También existe una manipulación clara en medios españolistas en Madrid y otros lugares de lo que ha sido la trayectoria de España y Cataluña en los dos últimos siglos. Pero eso no me sorprende, no es ninguna novedad.

También hay un interés reiterado por equiparar los dos bandos enfrentados en la Guerra Civil a partir de las barbaridades que se cometen en toda guerra e incluso justificar el alzamiento militar pretextando la deslealtad que una parte de la izquierda tuvo durante la II República.

Los dos nacionalismos se dan la mano. Siempre he pensado que al nacionalismo catalán nada le iba mejor que, por ejemplo, un Rodríguez Ibarra soltando las tonterías que acostumbraba a soltar, al igual que a un nacionalista español no le va nada mejor que cualquier exabrupto que algún líder nacionalista catalán más próximo al independentismo pueda soltar. Los ejemplos de burradas abundan por los dos lados. Esta interpretación de la historia a la que hace referencia también parece darse la mano. Desde medios de la derecha española prácticamente parece que nos situamos en los prolegómenos de 1936, lo cual no tiene sentido. Pero en los medios nacionalistas catalanes es frecuente leer o dejar entrever que estamos en un episodio más de la vieja, antigua y persistente agresión del Estado español de la cual la Guerra Civil fue uno de los últimos ejemplos. En fin, esa idea según la cual la Guerra Civil fue una contienda de España contra Cataluña, que obviamente no se sostiene desde ningún punto de vista.

De hecho, a menudo se presenta la Guerra de Sucesión como una contienda de secesión...
Exactamente. La Guerra de Sucesión fue además de carácter internacional y una guerra civil. Pero una guerra civil no solo entre súbditos de la monarquía española, sino una guerra dentro de territorios de la geografía española. No suele decirse que de felipistas y austriacistas hubo en Cataluña, en Castilla y en otros lugares. No hubo un alineamiento inequívoco de Cataluña con un bando y Castilla con otro. Esto no quita que el resultado tuviera las repercusiones para las instituciones del gobierno de Cataluña que tuvo.

¿La comparación del nacionalismo catalán con el nazismo y el fascismo no es una banalización histórica?
No es sólo una banalización sino también una comparación injustificable. Y en este caso pienso que los nacionalistas catalanes tienen toda la razón. Cuando desde tribunas sólidas, medios de prensa importantes y a veces desde declaraciones de políticos de cierto nivel de partidos de ámbito español, se equipara el nacionalismo catalán con el nazismo, se está haciendo un flaco favor a la convivencia, se está falseando la realidad y, por lo tanto, se está actuando de una manera ignominiosa. Dicho esto también hay que señalar que en Cataluña es muy habitual llamar fascista a un españolista de derechas. Y esto es tan ignominioso e igualmente banal. Curiosamente no se acostumbra a denunciar.

Llamar fascista o franquista...
El PP y sus más de 10 millones de votantes no pueden ser calificados de franquistas. Sin embargo, no deja de ser chocante o significativa esa dificultad que tiene el PP para deshacerse definitivamente de los lazos que le unen con la dictadura de Franco, aunque sólo sea porque una parte de su militancia se identifica en mayor o menor medida con aquella etapa.

Aquí, un nacionalista catalán se declara como tal, en el resto de España es difícil que alguien se declare nacionalista español. Es más, mayoritariamente se niega su existencia.

Cierto. Me imagino que ocurre en todas partes. El nacionalismo de Estado no necesita expresar su nacionalismo porque dicho Estado ya provee del espacio identitario correspondiente. El PP es sin lugar a dudas un partido nacionalista, y el PSOE tiene una parte de sus cuadros y de su militancia que también lo es.

¿Comparado con los EEUU o Francia podríamos decir que España es poco nacionalista?
No lo diría tan claro. El nacionalismo español tiene un problema que se llama franquismo. La bandera constitucional es la de la dictadura y antes la de la monarquía borbónica. El himno es la marcha real, pero también es el de la dictadura. Entonces, para cierta gente de una determinada edad que vivió la dictadura, la identificación con esos símbolos es muy problemática. Es un problema que los franceses y los estadounidensenses no tienen en absoluto. La bandera tricolor en Francia no es discutida. Franco y quienes sustentaron su régimen consiguieron todo lo contrario de lo que pretendían. Ellos pretendían fortalecer un sentimiento de identidad española que lograra excluir otras posibles identidades nacionales.

¿Qué le parece la nueva reforma educativa?
Me parece una muy mala ley. Aunque sólo fuera por el hecho de que se trata de la séptima ley de educación que se aprueba en la etapa constitucional. Esto no debe de haber ocurrido en ningún lugar del mundo. Someter al sistema educativo a un cambio de marco legal prácticamente cada cuatro o cinco años es absolutamente demencial. Esta ley ha sido aprobada en solitario por el PP aprovechando una mayoría absoluta. Y nace con el compromiso de la oposición de derogarla cuando el PP pierda la mayoría absoluta. Puede ocurrir perfectamente, y así lo indican las encuestas, dentro de dos años. Es una ley que en el mejor de los casos va a tener dos años de aplicación. Pero, además, hay partes de la misma que significan un claro retroceso hacia modelos que ya se ha visto que no han funcionado. Volver sobre la religión como materia evaluable me parece algo peor que una broma de mal gusto. Tampoco creo que la ley responda a la realidad plurilingüe de España. Aparte de no estar bien planteada en el plano técnico, políticamente es de una inoportunidad espectacular.

¿Piensa que el modelo de inmersión lingüística ha funcionado de manera aceptable?
Soy partidario del modelo de inmersión lingüística. Planteado como un instrumento de cohesión social es una opción correcta y adecuada. Lo que pasa es que tengo mis dudas sobre la interpretación que algunas de las fuerzas políticas catalanas hacen de la inmersión. Casi siempre se defiende el modelo desde la cohesión: es la mejor forma de que los ciudadanos de Cataluña aprendan las dos lenguas. Comparto ese planteamiento. Pero, entonces, quizás la inmersión no debería aplicarse igual en Santa Coloma de Gramanet, por poner un ejemplo, que en Vic. En Santa Coloma tiene sentido que el catalán sea la lengua en el 85% del currículum escolar para que los alumnos castellanohablantes estén inmersos y puedan mejorar y aprender la lengua. Con esta lógica en un entorno mayoritariamente catalanohablante el porcentaje de horas en castellano debería ser mayor, si realmente se trata de conseguir el aprendizaje de las dos lenguas y no otra cosa. Y ahí es donde tengo algunas dudas. Dicho de otra manera, ha habido casos en los que se ha actuado con exageración ante determinadas medidas del Gobierno español en materia de uso de las lenguas en la escuela. Recuerdo cuando el Ministerio decidió aumentar de dos a tres las horas semanales de lengua castellana en toda España. El aumento de una hora de castellano en Cataluña fue recibido como un ataque a la línea de flotación del modelo de inmersión. Francamente, me parece una exageración absoluta. Que un alumno en Cataluña tenga tres horas de castellano sobre 25 semanales no creo que ponga en peligro nada. No me parece que reaccionar con esa sobreactuación contribuya demasiado a que las cuestiones lingüísticas se resuelvan con diálogo y amplitud de miras.

¿Se ha producido en las últimas décadas una atomización de la enseñanza de la geografía y la historia en beneficio de aspectos locales?
Desde que se puso en marcha el Estado Autonómico, y las competencias en educación fueron pasando a las Comunidades Autónomas, se ha potenciado la atención por lo más próximo y local. No me parece mal, si no descuida una visión general de las cosas, que debe ser española pero también europea. Tal vez se están desatendiendo los niveles español y europeo.

¿Ha tenido ocasión de visitar la exposición del Borne?
Todavía no he ido.

¿Estas iniciativas son un buen método de divulgación de la historia?
Como no la he visto, no quiero opinar demasiado. Pero pienso que detrás del proyecto museístico, que seguro que está hecho con todo el rigor del mundo, hay una intencionalidad política inequívoca.

¿Vamos hacia el choque de trenes?
Soy pesimista, la verdad. Aunque la sociedad catalana en su conjunto no está por el choque de trenes, los que están al mando de las máquinas han apostado por ese choque. Y me refiero tanto al Gobierno español como a los que lideran el proceso soberanista en Cataluña. Han decidido que se va a resolver a favor de ellos mejor yendo al choque que a la negociación. Es un gravísimo error y un desastre completo lo que se nos viene encima. Soy de los que opinan que por más alejadas que estén las posiciones, siempre será mejor intentar buscar puntos de aproximación y salidas acordadas y pactadas que no ir a un choque del que no puede salir nada bueno ni para Cataluña ni para el conjunto de España.

Objetivamente Cataluña tiene las de perder con el choque.
Parece ser que hay gente que no lo ve así. Como decía antes, no se ha entrado de verdad a argumentar las ventajas o inconvenientes de una posible independencia. No sé si Cataluña llegará a ser independiente en un futuro próximo, pero estoy convencido de que la única vía para conseguirlo será la unilateral. Sea con un referéndum no acorde con la legislación española, sea con unas elecciones que llaman plebiscitarias, que, por cierto, jurídicamente no existen, y que conduzcan a una proclamación unilateral de independencia por parte del Parlamento autonómico de Cataluña. Pero cualquier persona mínimamente seria sabe que eso conduciría a Cataluña a una situación de aislamiento internacional, fuera de la UE y fuera de todas las grandes organizaciones internacionales empezando por la propia ONU. Nos llevaría a una especie de limbo en el que están Kosovo o Palestina. Además, si vamos por la línea unilateral, ¿dónde están los padrinos? Ni se ven ni se les espera. Estos asuntos deberían empezarse a discutir en serio.
Jordi Bernal. Crónica Global
Fuente: http://www.cronicaglobal.com/es/notices/2013/10/-los-que-estan-al-mando-de-las-maquinas-han-apostado-por-el-choque-de-trenes-1323.php

lunes, 9 de septiembre de 2013

Lo que no puede ser visto debe ser mostrado. (That which cannot be seen must be shown) -

Contempla aquí el vídeo en este enlace: http://vimeo.com/34218157

Lo que no puede ser visto debe ser mostrado. Es un documental sobre la memoria de la Transición construido a partir de ciertas producciones del cine militante que contradicen las imágenes oficiales que han elaborado nuestra memoria del final del franquismo y del inicio de la democracia.
"Desde el deber de la memoria", en palabras de Primo Levi, María Ruido aborda la construcción de la memoria histórica del estado español, pero su aproximación no se basa en los testimonios registrados, sino en la constatación de la falta de imágenes sobre determinados acontecimientos o problemáticas.

La oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pilay, ha pedido al Estado español la derogación de la ley de amnistía de 1977 porque incumple la normativa internacional en materia de derechos humanos. "España está obligada, bajo la ley internacional, a investigar las graves violaciones de los Derechos Humanos, incluidas las cometidas durante el régimen de Franco, y a procesar y castigar a los responsables si todavía están vivos", ha afirmado el portavoz de Pillay, Rupert Colville, durante una rueda de prensa en Ginebra.
Además, según la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, existe un deber hacia las víctimas, que tienen "derecho de reparación". Colville ha recordado que, conforme a una recomendación de 2009 de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, "España debe derogar su ley de amnistía, puesto que no es conforme con las leyes internacionales de derechos humanos". Dicha recomendación, elaborada por 18 expertos de la organización internacional, toma como base el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Político, ratificado por el Estado español en 1985.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Ana Botella, el inglés y para qué sirven los cascos. La alcaldesa de Madrid responde hablando de infraestructuras al ser preguntada por el paro

El Intermedio, espacio humorístico de La Sexta, rescató en su programa de anoche pasajes de una rueda de prensa de la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, el día anterior en Buenos Aires. En un momento de la comparecencia, que comparte con el presidente de Madrid, Ignacio González, y con el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, un periodista le pregunta en inglés si cree que un país con una tasa paro tan elevada debe organizar unos Juegos.

En su respuesta, Botella obvia completamente el tema y habla de las infraestructuras deportivas, que primero dice que están hechas al 90% y luego, al 80%. Blanco, consciente de que esa no era la pregunta, decide echarle un capote a Botella y le dice a Botella al oído que era sobre el paro y que si quiere que la complete... con la mala suerte de que lo hace a micrófono abierto

El conductor del programa, El Gran Wyoming, también bromea sobre el uso que hace la alcaldesa de Madrid, en plena promoción ante la prensa internacional de la candidatura de Madrid 2020, de los cascos de traducción. En las imágenes, se ve que Botella prescinde de ellos para el inglés pero sí se los pone para el español. En un discurso de presentación de la candidatura en marzo, que dio en inglés y que leyó como suele hacer, la alcaldesa, que no es precisamente una oradora en castellano, ya mostró importantes problemas de pronunciación.

Para ser justos, el programa añade otro momento de la rueda de prensa, en el que el que demuestra sus problemas con el inglés es el propio Blanco. "No listen the ask", responde a un periodista, literalmente, a lo comanche, "no escuchar la preguntar".

Botella y Blanco son los últimos ejemplos de un mal que aqueja a todo el país. Son famosos ya el "it’s very difficult todo esto"! de Mariano Rajoy de Mariano Rajoy a David Cameron, el "morry crismas" sevillano de Sergio Ramosel rocambolesco acento de José María Aznar, el desconocimiento del idioma de José Luis Rodríguez Zapatero y la pronunciación de Emilio Botín.


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viernes, 28 de junio de 2013

CONMEMORACIÓN DEL 120 ANIVERSARIO DE LA ABOLICIÓN DE LA ESCLAVITUD EN ESPAÑA

Esta conmemoración se inspira en el gran homenaje que en 1998, con motivo del 150 aniversario, Francia tributó a quienes hicieron posible la abolición definitiva de la esclavitud en dicho país, después de una primera abolición en 1794, gobernando Robespierre, que fue anulada posteriormente por Napoleón. En el año 2006, el Presidente Chirac promovió la instauración del 10 de mayo como día de la conmemoración de la Abolición de la esclavitud y el Primer Ministro Dominique de Villepin anunció que la esclavitud será convenientemente tratada en los libros escolares.

Contrastan estas iniciativas con el silencio imperante en España. Silencio sobre los siglos de esclavitud y sobre el hecho de haber sido uno de los últimos países en abolirla. Silencio sobre las grandes movilizaciones y enfrentamientos que hubo, a raíz de las primeras leyes emancipadoras de esclavos. Silencio sobre quienes se oponían a abolirla y las circunstancias que les forzaron a hacerlo, de mala gana y de forma gradual, entre 1880 y 1886. Silencio también sobre quienes eran los abolicionistas. Una vez más en España se ahoga la memoria histórica porque existen quienes se sienten hijos espirituales de personajes históricos cuyos errores desean esconder, en este caso su defensa de la esclavitud (o porque les desagrada reconocer el "mérito" de haber impulsado la abolición a quienes consideran como padres espirituales de sus adversarios presentes). En Francia no tienen este problema pues son hegemónicos quienes sienten con orgullo la herencia de aquellos filósofos ilustrados y de aquellos revolucionarios que propiciaron la ruptura con milenios de historia humana de esclavitud y sometimiento.


Queremos contribuir a recuperar esta memoria histórica recordando textos deliberadamente olvidados que aclaran que durante milenios, sin interrupción, hubo auténticos esclavos que se podían comprar, vender o liberar y no solo campesinos ligados a la tierra y sometidos a un señor feudal. Queremos también en este 120 aniversario de la abolición, recordar y rendir un homenaje a quienes lucharon por ella, invitando a que se nos sumen quienes compartan la misma aspiración, unida al deseo de combatir toda forma moderna de esclavitud.

El que la abolición fuese gradual y no culminase hasta que el 7 de octubre de 1886 se abolió la institución del Patronato, justifica el haber hecho una Conmemoración también gradual que tuvo en el 2000 su primer año, centrado en el estudio de la esclavitud del pasado, y en los siguientes, hasta 2006 -año en que se cumplen los 120 años de la eliminación del último vestigio- en la denuncia de las formas modernas de esclavitud. (Anuncio de 1839 en la prensa de la Habana)

La Trata de esclavos
El martiniqués Aimé Cesaire, escritor y poeta de la negritud escribe:

Imaginemos Auschwitz y Dachau, Ravensbruck y Mauthausen, pero todo ello a escala inmensa -la de los siglos, la de los continentes- América transformada en un "universo de concentración", el pijama a rayas impuesto a toda una raza, la palabra dada soberanamente al "kapo" y al "schlag", un lamento lúgubre hollando el Atlántico, montones de cadáveres a cada parada en el desierto o en la selva, y unos pequeños burgueses de España, de Inglaterra, de Francia, de Holanda, inocentes Himmler del sistema, acumulando un hediondo dinero, un capital criminal que hará de ellos capitanes de la industria.

Para llevar a cabo esta actividad, se ha creado esta página web: http://www.cedt.org en lengua castellana, en la que se concentran el texto redactado y la documentación recogida por Miguel Sarries Griñó, adhesiones y conferencias realizadas. En España se abolió en 1837 pero en las colonias de América entre 1880 y 1886, ver más información aquí. Cifras sobre la esclavitud en la BBC

sábado, 15 de junio de 2013

El periodista, Juan Moreno, no será español, ni vendrá a las fiestas del pueblo de sus padres para leer el pregón como le habían ofrecido-

El escritor, reportero del Spiegel y antiguo columnista de éxito en el Süddeutsche Zeitung Juan Moreno escribió esta semana que no quiere seguir siendo español. Entregará su pasaporte. Una página entera le ha dedicado el semanario de Hamburgo a su decisión, que él refiere en primera persona.

Empezó la cosa cuando lo invitaron a leer el pregón en la feria de la localidad andaluza donde nació poco antes de emigrar a Alemania con su familia. El "maravilloso pueblo" que abandonaron hace tanto tiempo quiere honrarlo porque, cree, él es uno de los pocos vínculos entre el lugar y Alemania. "Alemania está muy de moda en España". De nuevo "hay química, como cuando mis padres probaron suerte teutona". A diferencia de hoy, aquél paraíso alemán "no buscaba mano de obra cualificada, sino manos fuertes para la obra". (1)

El padre de Juan Moreno emigró a Alemania con "cuatro años de escuela" por toda formación. Creció en una casa "sin agua ni electricidad" y nunca había usado un WC con agua corriente hasta los 18 años, pero cuando en la oficina de contratación alemana le preguntaron si le interesa la fontanería, él respondió que era "su pasión". Se malicia Moreno por eso que su padre "podría ser responsable de la mayor ola de averías de retretes en la historia de la ciudad de Offenbach". Pero, está seguro el hijo, "nunca estuvo en el paro; ni un solo día" de su vida. Algo que "no muchos andaluces pueden decir". Él le habría otorgado a su padre el honor de dar el pregón, "se lo merecería".

Relata Moreno que ahora sus padres "no están orgullosos" de que su vástago cuente entre los ‘hijos ilustres' de la localidad. Haciendo un chiste a su propia costa, dice que ellos reconocen "lo mucho que la elección revela sobre la desolación de la localidad".

Cree que en el pueblo cuentan con un discurso "encantador" sobre las bondades de la fiesta, que será en octubre. "Nadie espera nada relevante", pero en la parte política, presume, le agradecerían que mantenga que "España es una víctima [...] que no tiene la culpa de nada" relacionado con la crisis que padece. Contribuiría al éxito de su pregón echarle la culpa de todo a Alemania y asegurar que "Angela Merkel sólo quiere recuperar el dinero de los bancos alemanes". En España "adoran este tipo de historias".

Sus padres tienen ahora miedo de que diga "ante los barones de las naranjas, los oligarcas de las aceitunas y los criadores de cerdos lo que de un tiempo a esta parte" piensa sobre España. Porque él querría hablar de "los litorales arruinados por la especulación urbanística", de las "24.000 construcciones ilegales" pero salvadas con otra ley de costas y del "permiso de residencia prometido al que gaste más de 160.000 euros en una vivienda". También de "los 200 políticos que tienen que responder por corrupción" o de la destrucción de pruebas y de las irrisorias condenas en la Operación Puerto contra el dopaje.

La televisión española, prosigue dirigiéndose ya al lector alemán, "recomienda a los millones de parados que recen". También recuerda que "una secretaria de Estado aseguró que los jóvenes abandonan el país por afán de aventura". Se mofa de la "interesante" ocurrencia. (Quien de verdad se mofa de todos los españoles es la secretaria, al igual que Pons, dijo que los españoles que se van (no nos vamos, nos echan)a Europa están en su casa". Mientras en Italia les piden perdón a los que se van, o llora la ministra de asuntos sociales al comunicar los recortes, aquí les gritan en el Parlamento a los parados, ¡¡¡Que se jodan!!! Y se siguen mofando cuando la Cospedal afirmó rotunda "el PP es el verdadero partido de los trabajadores" y vemos como aumentan todos los impuestos y gastos, agua, luz, gas, etc., a ellos y desgravan e indultan y subvencionan a los ricos y poderosos que defraudan cantidades ingentes a Hacienda, así por cada 100€ que gasta el estado 90€los pagan los trabajadores. O se descubren cuentas en Suiza del tesorero del PP, Bárcena y el reparto de sobres desde el principal Aznar hasta el infinito,... y despúes de más de 70 años continuan tirados por las cunetas, campos y minas los asesinados por los fascistas sin que este gobierno haga nada por reparar el crimen, conocer la verdad e impartir justicia. Así como un ejemplo entre miles, la hija del asesinado Alcalde democrático de Valencia de Alcántara, Amado Viera Amores, fue a visitar a la dueña de las tierras donde en una antigua mina cuentan que arrojaron el cadáver de su padre, para rescatarlo y darle sepultura en el cementerio. Tuvo que oir las palabras de, "no hija, la tierra no se remueve, reza por él para que vaya al cielo". Su hija, ya de mucha edad, le contestó, -"si , yo rezo y quiero llevarlo al cementerio para poder ir a visitar su tumba y llevarle como todos flores",... Y sigue sin tener permiso para poder darle sepultura... )

Luego está la calle española y lo que considera victimismo: "No soporto más los lloriqueos en los cafés, los insultos a Merkel, a Europa, no lo aguanto. Porque España "tiene los políticos que se merece" (2), que "ganan comicios porque contratan grupos famosos para la verbena o porque construyen tranvías que la comunidad no puede mantener". Asegura que en el país del que emigró junto a sus padres, "hasta los conventos pagan en negro al jardinero".

Concluye Moreno que no leerá el pregón de las fiestas de su pueblo almeriense [no onubense] porque prefiere quedarse "en casa, en Alemania". Sin pasaporte español. El periodista Juan Moreno no será español.
Por: Juan Gómez | 14 de junio de 2013, Fuente: El País.

(1) He hecho lo que he podido con el juego de palabras entre gebildeten Kräfte y ungebildete Kräftige.
(2) Es un síndrome extendido entre los reporteros y corresponsales extranjeros que conocen mejor España: terminan escribiendo cosas tan españolas como que ‘en un país normal’ el suceso XXXX tendría consecuencias políticas / judiciales/ sociales. Las debidas, obviamente, ‘si esto fuera un país serio’. Con los políticos que se merecería, en ese quimérico caso.