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domingo, 1 de septiembre de 2013

Un vaso de vino al día reduce el riesgo de tener una depresión

Un estudio con más de 5.000 personas sin antecedentes descubre este valor de este componente de la dieta mediterránea

El estudio Predimed (prevención con dieta mediterránea) que analizó el efecto de la dieta mediterránea en la salud continúa dando información. El último fruto que se ha publicado es que un consumo moderado de alcohol (de dos a siete vasos a la semana, el equivalente a una copa al día) reduce el riesgo de caer en depresión. Lo ha publicado un equipo dirigido por Miguel Ángel Martínez-González, de la Universidad de Navarra, en la revista BMC Medicine.

Los investigadores hicieron durante siete años el seguimiento de un grupo de 5.500 bebedores con consumos ligeros y moderados de alcohol, de entre 55 y 80 años. “Los hallazgos mostraron una asociación inversa entre estos niveles bajos-moderados de alcohol y la ocurrencia de nuevos casos de depresión”, indica Martínez-González.

En verdad, el estudio Predimed estaba enfocado a medir el efecto protector de la dieta mediterránea, reforzada con aceite de oliva virgen y nueces, en las enfermedades cardiovasculares, y determinó que las personas que seguían esas pautas de alimentación tenían un riesgo un 30% inferior de sufrir un infarto de miocardio o un ictus.

Pero la amplitud del ensayo (10 años de seguimiento a 7.500 personas) ha permitido obtener otras conclusiones aparte del objetivo principal del trabajo. Por ejemplo, también se ha observado que la dieta interactúa y consigue compensar la predisposición genética al ictus. Es decir, actúa a un nivel epigenético incluso en la población con más riesgo de enfermar.
Fuente, El País
Mas información:

martes, 27 de agosto de 2013

Ángeles Maestro responde ante la ola de criminalización de la que es objeto

Ángeles Maestro

Ante la nueva oleada de criminalización hacia mi persona desencadenada desde medios digitales vinculados a la extrema derecha y de la que se están haciendo eco periódicos como La Razón o televisiones como Tele Madrid o la Sexta TV en sus informativos, declaro lo siguiente:

Con el objetivo de descalificar la lucha contra la privatización de la sanidad en la que estoy implicada, junto a centenares de miles de personas, no se utiliza, como sería lógico, la demostración de la falsedad de las graves acusaciones que realizo en los artículos que escribo o que publican los documentos de CAS Madrid o Matusalén. Eso es imposible, puesto que lo que se dice en ellos es todo rigurosamente cierto.

Ante la absoluta carencia de argumentos, lo que se está haciendo es repetir una campaña que lideró Intereconomía hace tres años y que llevaba por título “Ángeles Maestro, la proabertzale, que lucha contra Esperanza Aguirre”. No ha variado nada. Se sacan mis mismas imágenes de 2009 en una campaña electoral europea y defendiendo una candidatura perfectamente legal como dictaminó el Tribunal Constitucional -la de Iniciativa Internacionalista- para lanzar acusaciones de “terroristas” y de tener intereses políticos ocultos a quienes luchamos por impedir la privatización y el desmantelamiento de la sanidad pública.

El desencadenante que se utiliza ahora es la concentración de trabajadoras y trabajadores del Hospital en el que fue ingresada la Delegada del Gobierno. En ella se denunciaba la incongruencia de un gobierno que intenta a diario vender las excelencias de la sanidad privada, mientras sus representantes –cuando tienen algo grave– utilizan la sanidad pública.

Ni yo personalmente, ni Cas Madrid, ni la organización de la que formo parte –Red Roja- fuimos convocantes o asistimos a la concentración que realizaron las y los trabajadores de La Paz, pero es perfectamente comprensible la indignación de un personal sanitario que ve como se desprecian sus reivindicaciones y se arrasan empleos y recursos públicos por los que tanta gente hemos peleado.

La lucha que llevamos a cabo tiene por objetivo una sanidad pública, de calidad, que atienda y cubra todas las necesidades, tanto de personas como Cristina Cifuentes, como de todas las personas migrantes con o sin papeles.

La burda campaña lazada contra mi y que alerta contra la “radicalización” de la lucha por la sanidad pública, sólo refleja la desesperación de unos políticos que ya no pueden seguir engañando, ni a sus propios seguidores, que como la inmensa mayoría de la ciudadanía, ven conculcados sus derechos básicos.

sábado, 24 de agosto de 2013

Las tres formas de morir de viejo. Enfermedades cardiovasculares, neurológicas y tumores son manifestaciones del mismo proceso

La prevención y los factores de riesgo son comunes a todas

Se juntan un cardiólogo, dos neurólogos, una oncóloga y un experto en envejecimiento y ocurre que se ponen de acuerdo. No es un chiste. En ciencia a veces se dan estos milagros, como se puso de manifiesto ayer en una sesión sobre envejecimiento en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC). La mezcla de especialistas no era casual. A partir de los 75 años, cánceres, enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas representan el 61% de las causas de fallecimiento de los españoles, según reflejan los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). La idea que subyace es que el envejecimiento es, en sí mismo, una enfermedad, y que las otras son manifestaciones de una base común. Algo que geriatras y profanos sospechábamos hace tiempo.

Dirigió la sesión Valentín Fuster, director del CNIC; los neurólogos eran Samuel Gandy, descubridor del primer tratamiento contra el alzhéimer, y Vladímir Hachinski, presidente de la Federación Mundial de Neurología; la oncóloga, María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), y el experto en envejecimiento, otro miembro del CNIO, Vicente Andrés, quien ha estudiado la progeria, la enfermedad de envejecimiento prematuro.

Fuster, anfitrión del encuentro ante la Reina y el patronato de la Fundación Pro CNIC, en el que participa el grupo PRISA, editor de EL PAÍS, situó el debate entre dos parámetros: cuánto podemos llegar a vivir los humanos (y, sobre todo, cómo) y cuáles son las bases moleculares y genéticas del proceso del envejecimiento y de las enfermedades que lo culminan. “En una década, la supervivencia media de los estadounidenses se ha alargado seis años”, dijo Fuster. “En 2030 la edad media a la muerte será de 90 años, con una franja que va de los 76 a los 106”, señaló. El aumento de la supervivencia es una constante en los países ricos (y también en los demás, gracias al mayor control de las enfermedades transmisibles, las infecciosas). En España, por ejemplo, se ha pasado de una esperanza de vida al nacer de 80,9 años en el año 2006 a 82,1 en 2011, también según el INE.

El límite de supervivencia humana no está claro. Y si hay algo que odien los científicos es que les pidan que especulen. Así que poner un tope a este proceso es complicado. “Lo único que sabemos es que una mujer ha vivido hasta los 127 años y un hombre hasta los 116”, dijo Hachinski. Y eso demuestra que ese límite es posible y que puede aumentar. El reto es que sea en condiciones aceptables. Y que, además, se puede conseguir un envejecimiento saludable. Fuster puso el ejemplo de un paciente de 106 años que llegó a su consulta para pedirle que le ayudara a programar “sus actividades futuras”.

Porque no se trata de añadir años sin más a la vida (o a la agonía si las cosas vienen mal dadas). Si hay algo en lo que la mayoría de la humanidad está de acuerdo es en que quiere vivir lo más posible, pero con ciertas garantías de calidad. Y ahí es clave la capacidad intelectual. “Tenemos técnicas para hacer que el corazón dure. ¿Y el cerebro?”, preguntó Fuster. Hachinski fue tajante: “Va a ser mejor”. Aunque esto no será gratis. Para ello “hay que ejercitarlo”. “La mejor manera de conservar un órgano es usarlo, y si además lo protegemos…”.

Hay que reconocer que al llegar al asunto de la prevención —de todo, del envejecimiento en general y de cada enfermedad en particular— el debate amenaza siempre con desinflarse. A estas alturas, que alguien insista en que los factores de prevención cardiovascular son hacer ejercicio, dejar de fumar e ingerir menos calorías casi crea rechazo a base de repetirlo —como señaló Samuel Gandy—. Pero esta casi obviedad adquirió en la sesión un giro atractivo: no se trata solo de factores de prevención para las enfermedades cardiovasculares. Que preguntados Blasco y Gandy coincidan en su impacto en sus respectivos campos es una muestra de que, en el fondo, “las claves del envejecimiento y las enfermedades asociadas son muy pocas, y comunes”, como dice Hachinski.

La confirmación por parte de Blasco es contundente. De los reunidos, ella trabaja quizá con lo más recóndito: los telómeros que se encierran en el núcleo de las células, unidos inexorablemente al ADN. “Se trata de estructuras que protegen los extremos de los cromosomas”, explica la directora del CNIO. “En cada división celular se pierde una parte. Por eso podríamos decir que midiendo su longitud en los embriones se podría predecir lo que va a vivir una persona”, aclara. Y lo importante para el asunto del envejecimiento y su prevención es que “incluso hay marcadores moleculares que permiten reflejar a ese nivel los cambios de hábitos. Definitivamente, el estilo de vida se refleja en los telómeros”, indica. La investigadora es capaz incluso de cifrar el impacto de los factores de vida en lo que sucede con los telómeros. “El 20% es genético” —y, por tanto, ahí hay, de momento, poco que podamos hacer, podría haber añadido—. “Pero el otro 80% es ambiental”.

El propio trabajo de Blasco es una prueba de esta relación entre distintas enfermedades o procesos cuando llega el envejecimiento —“cuando las funciones celulares se deterioran”, como ella misma define—. La investigadora empezó estudiando los telómeros como parte del cáncer (a más largos en una célula oncológica, más fácil que prolifere, porque están más protegidas), pero sus últimos artículos ya hablan directamente de su incidencia en la supervivencia del individuo e incluso acaba de publicar un trabajo —en ratones, eso sí— en los que a base de protegerlos y alargarlos se han conseguido roedores más longevos.

La red de relaciones envejecimiento-enfermedades que los expertos empiezan a vislumbrar se va tupiendo con otros hallazgos. “Aparte de factores como el colesterol o el metabolismo, hemos descubierto que comparten un riesgo genético”, dice Samuel Gandy. Él empezó trabajando en alzhéimer, pero al estudiar sus factores genéticos se encontró con uno, el Apoe4, “que también está presente en las enfermedades coronarias”.

Vicente Andrés, director del laboratorio de Fisiopatología Molecular del CNIO, también tiene su granito que aportar. Al estudiar “la devastadora progeria, que acelera los procesos propios del envejecimiento en niños a partir de un año y medio de edad y hace que mueran de viejos a los 13”, halló una mutación en una proteína, la progerina. Y esta está presente también en los casos de envejecimiento de adultos, porque si algo define el proceso de ir adquiriendo edad es que, desde un punto de vista fisiológico, se pierde la capacidad para reparar ciertas células o mutaciones. “Lo que sabemos es que hay una serie de procesos comunes que son la esencia del envejecimiento, y que nos llevan por igual al cáncer, las enfermedades cardiovasculares o el alzhéimer”, afirma Andrés.

Pero unos científicos no lo serían si no quisieran ir más allá. Según vayan conociéndose más marcadores (predictores) biológicos, la idea será extender las pruebas para medirlos antes de que el envejecimiento comience. Al margen de convencionalismos, de una manera puramente biológica puede decirse que este empieza “cuando acaba el desarrollo”, dice Hachinski. Esto pondría la fecha del comienzo del declive alrededor de unos amenazadores 20 o 30 años, que es cuando el último de los órganos humanos acaba de formarse. Y este honor corresponde al cerebro. Este hallazgo, por cierto, tiene gran parte de su fundamento en un español, Santiago Ramón y Cajal, que descubrió que, en contra de los que se creía hasta entonces, el enjambre neuronal que lo forma no acaba de establecerse hasta pasada la adolescencia.

Visto con un punto de vista actual esto es lógico: ahora sabemos que el aprendizaje depende de las sinapsis (conexiones neuronales), y las necesidades sociales y biológicas han hecho que ese proceso se prolongue (por eso mismo cuesta tanto aprender idiomas de mayor, por ejemplo). De hecho, como recalcó Blasco, la renovación celular —no solo la de las neuronas— es continua. Cada 10 años los seres humanos somos seres completamente nuevos: todas nuestras células han sido sustituidas. Y ahí entran en acción las últimas estrellas de la biología: las células madre. Por eso, Blasco apunta otra posible definición de envejecimiento: el momento en que las mutaciones de las células madre las hace incapaces de cumplir su tarea regeneradora.

Hachinski cree que lo lógico es plantear que después del pleno desarrollo hasta el comienzo del envejecimiento hay un proceso de mantenimiento. Es el momento de hacer pruebas de detección precoz (de alzhéimer, de deterioro cognitivo, de longitud de telómeros, de hipertensión, colesterol, diabetes) algo clave para procurar el objetivo que se busca: que la fragilidad —la verdadera definición del envejecimiento, como acaba de afirmar la Sociedad Española de Geriatría—, llegue lo más tarde posible, dijo Fuster. La idea es que ante el final inevitable, el proceso de deterioro previo se retrase al máximo y que, además, dure lo mínimo. O lo que es lo mismo: dedicar el menor tiempo posible a morirse o estar mal. “El problema que veo son las pruebas de detección precoz, sobre todo por su coste”, añadió Fuster.

Gandy, quien arrima el ascua a su sardina, apunta a que en un futuro no muy lejano se podrían hacer pruebas de cribado para detectar el riesgo de alzhéimer. “Pero habrá que empezar por ensayos pequeños, o perderemos la credibilidad”, afirma. “Y tener cuidado con no confundirnos. Nos puede parecer que, por ejemplo, los problemas de sueño son causa del alzhéimer o el párkinson, cuando a lo mejor son su efecto”, dice. “Tenemos que desarrollar lo antes posible herramientas para identificar de manera temprana los condicionantes biológicos que van a llevar a la aparición de estas enfermedades”, añade Andrés.

Tanta prueba solo tendría sentido si sirve para que cambiemos nuestros hábitos, añade Fuster. Esto lleva de nuevo a la famosa trilogía de la prevención: alimentación saludable, no fumar y hacer ejercicio. “Lo importante es que, sea a los 70 o a los 80, nunca es tarde para cambiar”, resume el cardiólogo.

La jornada, por cierto, se llamaba Controversias sobre el envejecimiento. Fue un diagnóstico equivocado: lo único que no hubo fueron controversias.
Fuente: El País.

lunes, 29 de julio de 2013

(Des) Contando calorías ¿Cuánta energía se consume subiendo escaleras? ¿Y haciendo la compra? Existe vida más allá del running.

¿Cuánta energía se consume subiendo escaleras? ¿Y haciendo la compra? Existe vida más allá del running, y, por eso, en este especial reunimos los mejores entrenamientos y consejos para ponerse firme sin sufrir (ni gastar) demasiado.

01. ‘Stair climbing’, ¿ascensores? No, gracias

En los gimnasios arrasan los Stairmasters, unos aparatos que emulan los movimientos que se realizan subiendo y bajando escaleras. Pues bien: se logran los mismos resultados utilizando las de casa. Unos 65.000 atletas se dedican a subir peldaños en 25 países del mundo. «Este entrenamiento es muy eficaz para fortalecer y remodelar los muslos, los glúteos y el abdomen», comenta el experto Juan Carlos Pacheco. Más ventajas: es gratis, puede realizarla cualquier persona, independientemente de su condición física, y no tortura las articulaciones. «Dependiendo de la amplitud de los pasos y de cómo se pose el pie en el escalón, se pueden potenciar unos beneficios u otros», dice el experto. Por cada minuto, se consumen 10 calorías. Si la actividad se realiza corriendo, el gasto se duplica. Más datos: trepando escalones se consume 9,6 veces más energía que sentado. stairclimbing.com

02. Fuerte como un marine

- Para agendas apretadas. El CrossFit, una técnica de entrenamiento importada desde EE UU, se considera una de las más duras (la practican los marines). Es muy exigente, pero también muy efectiva. Se basa en ejercicios intensos en los que se combinan las pesas, la comba, los abdominales, las flexiones y el aeróbic en series de 15 minutos con 150 repeticiones por cada ejercicio. Está pensada para deportistas con una buena base física, de ahí que sean muchos los atletas de élite que la utilicen como complemento. Afortunadamente, se puede adaptar al nivel de cada uno. Los entrenamientos son cortos (20 minutos bastan) y ponen el cuerpo como una piedra.

- Un pique muy sano. El CrossFit empezó como un fenómeno online, hay muchos vídeos en YouTube que muestran cómo se practica. Pero para evitar lesiones, es mejor que un experto dirija y controle el ritmo. De hecho, en los gimnasios, los alumnos se cronometran y apuntan sus tiempos. Con este sistema, se crea una competición sana que motiva. Más ventajas: esta modalidad quema hasta 1.500 calorías en 60 minutos. Lo ideal es iniciarse en un centro especializado. Más información sobre tarifas y establecimientos: www.mundocrossfit.com. Desde 15 € la clase.

03. Zumba: danza quemagrasas

- Fenómeno mundial. Más de 14 millones de personas en 185 países practican esta modalidad de aeróbic. La mayoría (el 98%) son mujeres. Y ya son cerca de 150.000 los gimnasios que no han podido resistirse a incluir clases de zumba en sus horarios de actividades colectivas.

- Con mucho ritmo. Los pasos de salsa, merengue, cumbia, samba y hip-hop se mezclan en coreografías enérgicas, que incluyen ritmos rápidos y lentos, capaces de esculpir, reafirmar, fortalecer y ponerse en forma sin que el cuerpo maldiga el esfuerzo. E incluso, divirtiéndose. Las clases se adaptan al ritmo de cada participante y, según la intensidad, se pueden quemar desde 500 hasta 1.000 calorías por sesión. Los precios varían en función de la modalidad; desde 25 € la clase de 45 minutos. Un buen centro para empezar es el Reebok Sports Club Madrid (Reebokclub.com).

04. ‘Running’, todo un clásico

Al aire libre. Solo 127 personas se apuntaron en 1970 a la primera maratón de Nueva York. En 2011, fueron más de 47.000. Correr está de moda: no hacen falta máquinas y sale gratis. «Mejora la resistencia cardiovascular», afirma Gabriel Ruiz, entrenador de Community Training. Las calorías quemadas dependen de los factores personales (condición física, peso…) y propios de la carrera, pero como baremo se puede establecer que en 30 minutos se gastan 250 calorías. El consumo continúa entre 24 y 36 horas después. «Cuanto más deprisa se corra, más calorías se gastan», precisa Ruiz.

05. TRX, gimnasio en la maleta

- Entrenar volando. Unas cintas regulables con dos asas en los extremos son el secreto de esta técnica que permite tonificar el cuerpo usando nuestro propio peso. Se pueden utilizar en interior o en exterior y se fijan en cualquier parte: a un árbol, una puerta, una barra… Son perfectas para viajar. Dependiendo de los movimientos, se trabaja la tonificación, la fuerza o la resistencia (o todos a la vez).

- Los michelines, a raya. El Ejército estadounidense ideó este sistema para entrenar cuando no disponían de espacio. En media hora de TRX se pueden eliminar hasta 400 calorías. Para aprender a usarlo es necesario una clase de iniciación (desde 30 € la clase; kit de cintas y bolsa 240 €). Más información en www.trxspain.es

06. ABE, jugar en el cielo.

La fiebre de las plataformas de disipación de aire ha llegado a España. Esta especie de colchón permite realizar ejercicios aeróbicos y cansarse menos. La razón: el impacto articular se minimiza. Además, se usan maracas, pelotas y otras herramientas que amenizan la práctica. Es perfecto para personas con sobrepeso y mayores. ¿Y cuánto adelgaza? Una mujer de 70 kilos consume entre un 15 y un 20 por ciento más de calorías por minuto en la plataforma ABE que sobre el suelo. En 45 minutos se pueden descontar hasta 340 calorías. La clase de iniciación cuesta 47 euros. Más información: www.sistemaabe.es

07. Un combate sin peleas.

El marcial mix, también conocido como body combat, aúna en una sola sesión los movimientos de varias disciplinas marciales y es una de las fórmulas más demandadas. La razón: pone en forma, desestresa, ejercita la concentración, la coordinación y la resistencia. Lo mejor de este tipo de ejercicio: los movimientos se acompañan de una serie de coreografías. Se eliminan alrededor de 700 calorías por sesión de 60 minutos e incluye nociones de defensa personal. El precio varía según el centro en el que se practique. Información sobre tarifas y clases en www.aefabts.com
Fuente S de El País de la moda. Aquí.
(En la foto Amber Heard la novia explosiva de Johnny Depp)

miércoles, 24 de julio de 2013

Libros que ayudan a construir la conciencia de clase. Belén Gopegui

Intervención de la autora durante la presentación del libro: “Crisis capitalista y privatización de la sanidad”, de Ángeles Maestro, Editorial Cisma.

Lees un artículo aquí y otro allá, en la red, te ayudan a pensar, pero un día una editorial los recopila, los ordena, los fecha, los anota, y entonces los lees seguidos y aprendes más, aprendes a no olvidar. Agradezco por eso a la editorial Cisma la labor que ha hecho con la publicación de este libro. Agradezco también a la librería Traficantes de sueños la construcción y el mantenimiento del espacio común en donde estamos.

No se adquiere ni se logra por decreto, sino a partir de experiencias históricas, tradiciones y luchas políticas.

Nunca está dada.
Jamás preexiste.
Se va construyendo a partir de los conflictos.
La mayoría de las veces se genera a saltos.

Cuando se logra, la clase trabajadora puede pasar de la necesidad económica a la voluntad política. La conciencia de clase es parte beligerante en la lucha de clases. Empezar a construirla es comenzar a ganar la lucha.

Parece un poema de Brecht, aunque en realidad es parte de la definición de conciencia de clase que da Néstor Kohan en su libro: “Aproximaciones al marxismo: una introducción posible”.

La traigo aquí porque si bien los libros se leen habitualmente a solas, en silencio, sin siquiera mover los labios, algunos nos ayudan a construir la conciencia de clase. Cuando comienza el conflicto, sus palabras van contigo como aquello que te pasó un día, como lo que te contaron, como lo que necesitas y te impulsa y acompaña.

Crisis capitalista y privatización de la sanidad, de Ángeles Maestro es uno de esos libros. Deja, para empezar, constancia de procesos, fechas, leyes que a veces se emborronan en la memoria y que al ser claramente expuestos una y otra vez te impiden confundirte, pensar que tal vez escampe, que las cosas serán de otra manera sin que bajes a la calle y tomes el camino junto con otros y otras que lucharán a tu lado.

Venimos de una larga derrota y es útil recordarlo para poder pensar mejor por qué perdimos -aquí está la única leve observación que le haría al libro, que no es una objeción sino un punto de partida para conversar sobre eso, por qué perdimos, hasta qué punto una gran parte de la población trabajadora, heridas las herramientas de lucha y análisis por la opresión, la guerra fría y la ilusión de prosperidad, había sustituido el sueño del socialismo por el de la supuesta democracia europea aun antes de la muerte de Franco-. En cualquier caso, la derrota ha vuelto difícil imaginar la sociedad futura y revolucionaria. Y sin embargo, todas coincidiríamos en atribuirle un principio elemental: en esa sociedad nueva el infortunio no será fruto de la opresión. No me refiero a los conflictos y enfrentamientos. Me refiero a todas esas formas de sufrimiento evitable desglosadas con precisión por Maestro en el capítulo: "Guerra social en el cuerpo de la clase obrera". Penas, suicidios, enfermedades que no dependen del azar sino de lo que la organización económica prioriza y abandona.

A lo largo del libro Maestro da cuenta de cómo la llamada "selección de riesgos" preside la privatización de la sanidad. Procedente de las aseguradoras, este principio consiste en "orientar la aceptación de riesgos hacia aquellos que ofrecen menor peligrosidad, evitando la cobertura de los que, por poder originar frecuentes siniestros o de elevado importe, originarían un desequilibrio económico en los resultados de la empresa". Si traducimos estas palabras, la selección significa dejar de lado a quienes, ya sea por causa de los daños provocados por una sociedad torpe e injustamente organizada, ya por el verdadero azar, más ayuda necesitan. Abandonarles, dejarles caer.

El diez o quince por ciento de la población, nos recuerda Ángeles Maestro, produce el noventa por ciento del gasto de la sanidad debido a enfermedades crónicas o complejas o a la vejez, y la privatización está diseñada para permitir a las empresas librarse de ese porcentaje aumentando así los beneficios del capital. Y no sólo ese porcentaje: la prevención, las pruebas necesarias, la convalecencia, todo será reducido como si el sufrimiento y los euros fuesen unidades equivalentes.

Todavía, nos recuerda Maestro, había tanto que hacer, mejorar la salud mental, la salud dental, la prevención, alcanzar la salud a través de una la vida diaria sin angustia, sin hambre. Y en cambio nos obligan a practicar el sálvese quien pueda: cuando llegue el incendio, que ardan los últimos, jugando a que nosotros y nosotras escaparemos. Pero no escaparemos, los hospitales, la vulnerabilidad, forman parte de la vida diaria Y desde luego, aunque nunca, cosa imposible, ni nosotros ni ningún familiar o amigo nuestro se viese envuelto en una situación de desvalimiento, no permitiremos que nadie nos obligue a dejar solos y solas a quienes más lo necesitan. Nuestra sociedad nueva estará organizada para que precisamente el cuidado de quienes más riesgos tienen sea lo prioritario, un cuidado con tiempo, compañía, tazas de colores, esfuerzos compartidos, sombra de árboles; nadie estará allí solo ni sola cuidando. Y no lo haremos de este modo porque sepamos que un día podremos ocupar el lugar más débil, lo haremos porque "de cada cual según sus capacidades y a cada cual según sus necesidades" es el único principio que nos permite vivir en común sin vergüenza, sin opresión, sin miedo.

Esta llamada crisis, esta acometida de una clase contra otra puede ser, nos dice Maestro, un salto que genere conciencia. Porque durante demasiado tiempo creímos que las llamas no llegarían a nuestras casas, y ahora que llegan, tal vez debamos también quemar las naves de la huída y recordar aquel texto escrito en un pequeño cuadro colgado de una pared alejada del paso, en el aeropuerto de Baracoa, Cuba, que Ángeles Maestro me enseñó y que dice: "Las palabras rendición y derrota están borradas totalmente de nuestra terminología".
Enhorabuena por tu libro.
Muchas gracias
Madrid, 10 de julio de 2013

lunes, 25 de marzo de 2013

España duplica el consumo de sal por persona que aconseja la OMS

El exceso de ingesta del sodio causa 2,3 millones de muertes al año en el mundo
50.000 ictus e infartos están relacionados con el consumo excesivo. 
El 72% del producto llega por alimentos preparados

Los españoles toman de media 9,8 gramos de sal al día, según el Libro Blanco de la Nutrición de la Federación Española de Nutrición (FEN) que se presentó a primeros de mes. Esta cantidad es prácticamente el doble que los 5 gramos (una cucharada sopera) que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS). O, medido por el componente que es de verdad peligroso, 2 gramos de sodio al día. En esto no hay grandes diferencias entre las dietas. Un estudio que se acaba de presentar en el congreso de la Asociación Americana del Corazón calcula que 2,3 millones de personas mueren al año en el mundo por complicaciones relacionadas con la ingesta excesiva del sodio de este compuesto. Y no se trata solo de personas de países ricos.

Esta situación es todo un problema de salud pública. Por una vez, el riesgo no está en la obesidad, ya que la afirmación de que la sal engorda es un “mito”, como señala el reciente libro Comer o no comer, de Antonio Ortí. La causa es otra: “La sal lleva a la hipertensión, y este a las enfermedades cardiovasculares”, afirma Enrique Gavá, presidente de la sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología. Gavá no se atreve a dar una estimación del coste en vidas que este consumo puede tener en España, pero hay varias cifras que se pueden manejar. Por ejemplo, en noviembre del año pasado, la secretaria general de Sanidad, Pilar Farjas, afirmó al presentar una campaña para reducir el consumo de sal y grasas que la reducción del consumo de sal a los niveles recomendados por la OMS podría evitar cada año 20.000 accidentes cerebrovasculares y 30.000 eventos cardíacos.

Otro posible cálculo de su efecto lo da el propio Gavá: “En España hay ocho millones de hipertensos, que son ocho millones de candidatos a tomar menos sal”, dice. Algo complicado cuando se trata del “segundo país de Europa en consumo” de este producto.

La gravedad de esta ingesta excesiva es tal que la OMS ha bajado el límite diario aconsejado, que estaba en seis gramos. Con ello se dificulta aún más el conseguir un consuno aceptable. Y esto no es fácil. Según un portavoz de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), el 72% de la sal se adquiere por las comidas preparadas; es decir, no son la sal que uno echa a una ensalada. Y eso es difícil de medir. “Muchos pacientes me dicen que no toman sal, pero se refieren a la sal añadida”, dice Gavá.

El problema no es nuevo, pero “falta concienciación”, señala el cardiólogo. Como en otros asuntos, el mensaje oficial no cala. “La reducción del consumo de sal es un objetivo prioritario dentro de la Estrategia Naos debido a que la sal es un alimento de consumo básico en nuestra dieta, y a que su ingesta excesiva está relacionada con el riesgo de hipertensión arterial y otras enfermedades asociadas de alta mortalidad y discapacidad, como la enfermedad cerebrovascular y las enfermedades cardiovasculares”, indica el portavoz de Aesan. Aquella estrategia Naos (nutrición, actividad física, obesidad y sedentarismo) tiene ya casi 10 años, pero sus logros no son todo lo buenos que se esperaba. Se basa en una reducción voluntaria casi al 100% del contenido de sal en productos preparados, desde bebidas a congelados o pan, y por eso las patronales del sector firmaron los acuerdos correspondientes...
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domingo, 30 de diciembre de 2012

No es lo mismo: esto es una chapuza

La reforma del sistema británico de salud será controlada, paso a paso, por organismos independientes


En 2015, todos los ciudadanos deberían poder valorar cómo funciona el sistema de salud a su nivel local, cómo proporciona los cuidados que está obligado a dar y cómo cumple con los estándares o normas de calidad fijadas públicamente. “La transparencia es un elemento decisivo tanto para mejorar la calidad de los servicios de asistencia así como para informar a los ciudadanos sobre lo que pueden esperar y exigir del Servicio Nacional de Salud”. “Es fundamental que exista una expectativa mensurable [es decir datos, cifras y comparaciones que se puedan medir] para poder valorar si el Gobierno está cumpliendo con sus afirmaciones sobre el rendimiento del sistema de salud”.

Lo que acaban de leer es parte del “mandato” firmado en noviembre pasado entre el Gobierno de Reino Unido y el Consejo de Dirección del Sistema Nacional de Salud (NHS), un organismo independiente que ha sido creado para asumir la responsabilidad del nuevo modelo de gestión del NHS a partir del 1 de abril del año próximo. El “mandato” fue negociado durante tres meses con asociaciones de ciudadanos, de médicos y de personal sanitario, y con otras organizaciones independientes relacionadas con la sanidad pública.

El Gobierno conservador británico puso en marcha una complicada reforma del Sistema Nacional de Salud, mediante la ley denominada Health and Social Care Bill, que fue objeto de centenares de enmiendas, se discutió durante horas en el Parlamento e incluso se pospuso y ralentizó su aplicación como consecuencia de la presión que ejercieron los afectados y la oposición. Cameron aceptó esperar a que un grupo independiente elaborara un informe, y esos expertos propusieron que la reforma se realizara paso a paso y que se pudiera ir valorando sus resultados.

La nueva ley acepta que hay que introducir más competencia en la sanidad pública, sin que eso sea un objetivo en sí mismo, sino una manera de mejorar la calidad, y abrir el abanico de proveedores privados. El recurso a proveedores privados ya fue aceptado por el Gobierno laborista de Tony Blair, pero manteniendo la gratuidad y la idea de que se trata de un servicio público universal.

El nuevo informe confirma esa presencia del sector privado en la sanidad pública, pero de manera equilibrada y controlada, de forma que se monitoricen permanentemente los resultados, al igual que se debe hacer con los servicios prestados directamente por el sistema gestionado de forma pública.

El King’s Fund, una fundación independiente para la mejora de la sanidad pública, que tiene sus raíces nada menos que en un hospital londinense de 1897, y que ahora funciona como un famoso think tank, advirtió sobre las dificultades que se plantean para cumplir con la exigencia del Gobierno de que el NHS ahorre un 5% anual de presupuesto en los próximos años. Sus expertos han empezado a analizar trimestralmente los datos que están obligados a proporcionar los centros sanitarios, de gestión pública o privada, y ejercen una considerable presión para lograr un máximo de información en términos que sean comparables.

Toda esta información viene a cuento del debate que se plantea en España sobre la gestión privada de hospitales y centros de salud públicos. Es lo mismo que se está haciendo en Reino Unido, advierten sus partidarios. No, no es lo mismo, porque en España ni se ha debatido sobre el asunto en el Parlamento, ni se ha consultado previamente a los expertos y a los interesados, pacientes y personal sanitario, ni se han establecido previamente las normas de control, ni se han fijado de manera formal y transparente los objetivos que deben cumplir esos centros (de gestión pública o privada), ni se garantiza la transparencia del gasto, ni la posibilidad de comparar unos centros y otros, ni nada de nada.

Lo de aquí, al margen de que se favorezca o no la presencia de proveedores privados en la sanidad pública, es una simple chapuza. Un trabajo poco profesional de unos políticos poco habituados al control, la exigencia, y la demanda de responsabilidades. Soledad Gallego-Díaz, El País.

jueves, 15 de noviembre de 2012

El vino en el embarazo perjudica el cociente intelectual del bebé

Beber uno o dos vasos de vino a la semana durante el embarazo puede afectar el cociente intelectual del bebé, según informa un estudio.

Investigadores de las universidades de Oxford y Bristol, en Reino Unido, estudiaron el cociente intelectual (IQ, por sus siglas en inglés) de más de 4.000 niños y niñas y lo vincularon con el consumo de alcohol de sus madres.

 Encontraron que el consumo moderado de seis unidades de alcohol a la semana durante el embarazo afecta el IQ.

Los expertos dicen que el efecto es leve, pero reiteran la necesidad de evitar el alcohol durante el período de gestación.

Estudios anteriores produjeron evidencias inconsistentes y confusas sobre el daño que puede causar el consumo bajo o moderado de alcohol durante el embarazo, en gran parte porque es difícil separar otros factores que pueden influir, como la edad y la educación de la madre. Un estudio de la Universidad de Londres de octubre de 2010, por ejemplo, dijo que el consumo moderado no presentaba ningún riesgo.

Pero esta investigación, presentada en la publicación PLOS One, descartó esta teoría al enfocarse en los cambios en los genes que no están conectados con los efectos sociales o del estilo de vida.

Un estudio diferente
Tal vez la razón por la que tantos estudios han encontrado que el consumo moderado de alcohol no es perjudicial en el embarazo es la siguiente. La mayoría de estudios previos hicieron pruebas de observación, algo que los investigadores creen que puede ser engañoso, porque las madres que beben con moderación durante el embarazo suelen tener una educación avanzada, una dieta adecuada y es poco probable que fumen, todos factores vinculados a un mayor cociente intelectual en niños. Estos factores pudieron haber escondido los efectos negativos del alcohol en los otros estudios.

Un estudio estadounidense publicado en julio encontró que las mujeres con educación y mayor edad tienden más a beber durante el embarazo. Esta investigación utilizó una nueva técnica de análisis enfocada en las variantes genéticas que se modifican por el consumo de alcohol. Como las variaciones genéticas individuales que la gente tiene en su ADN no están conectadas a factores de estilo de vida y sociales, este tipo de estudio evita las posibles alteraciones de los resultados.

Cuando una persona bebe alcohol, las enzimas convierten al etanol en acetaldehído. Las variaciones en los genes que codifican estas enzimas dan lugar a diferencias en la capacidad de una persona para metabolizar el etanol. Los "metabolizadores lentos", por consiguiente, tienen los niveles de alcohol altos durante más tiempo que los "metabolizadores rápidos".

Los científicos creen que la metabolización rápida del etanol evita el desarrollo anormal del cerebro, porque hay una cantidad menor de alcohol que pasa al feto.

A las madres se les pidió que registraran su consumo de alcohol en las distintas etapas del embarazo. Una bebida se estableció como una unidad de alcohol. El estudio encontró que cuatro variaciones genéticas de los genes que metabolizan el alcohol de los niños y sus madres se relacionaron con un menor IQ a la edad de ocho años.

En promedio, el IQ del niño se redujo en casi dos puntos a cuenta de esta modificación genética. Este efecto solo se observó en los hijos de las mujeres que se tomaron entre una y seis bebidas alcohólicas por semana durante el embarazo, y no entre las mujeres que se abstuvieron cuando estaban embarazadas.

El efecto causal no puede ser probado, dijeron los investigadores. Pero la forma como hicieron el estudio sugiere que la exposición al alcohol en el útero fue la causante de las diferencias en el cociente intelectual del niño.

"¿Para qué arriesgarse?"
Ron Gray, de la Universidad de Oxford, dijo que aunque las diferencias son pequeñas también son importantes, porque se ha demostrado que los bajos niveles de IQ están asociados con estar socialmente desfavorecido, tener mala salud e incluso morir joven.

 "Corresponde a cada mujer decidir si desea o no beber durante el embarazo; solo queremos aportar las pruebas. "Pero yo recomendaría evitar el alcohol. ¿Para qué correr el riesgo?"

Un portavoz del departamento de Salud dijo que desde el año 2007 su consejo ha sido que las mujeres que están intentando concebir o están embarazadas eviten el alcohol.

Pero Clare Tower, consultora en obstetricia y medicina materno-fetal en el Hospital de Santa María, Manchester, hizo hincapié en que las mujeres que han bebido una que otra copa durante el embarazo no se deberían alarmar demasiado.

"Nuestra recomendación es que la medida más segura es la abstinencia durante el embarazo. El hallazgo de este estudio puede corroborar que éste es sin duda el mejor consejo".

La doctora también señaló que otro estudio reciente no encontró efectos en el IQ a los cinco años de edad. "Es probable, por tanto, que el impacto sea leve y probablemente no se vea en todas las mujeres." Fuente: BBC.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Mucho estrés y poca autonomía: mayor riesgo para el corazón

Estar en un trabajo exigente, estresante y -encima- no tener mucha autonomía o poder de decisión sobre él es malo, algo bien sabido por cualquiera que viva o haya vivido esa situación.

 Pero esa es también una mala combinación para la salud del corazón, de acuerdo a un equipo de investigadores británicos que analizaron 13 estudios europeos, sobre más de 200.000 casos y hallaron que la "tensión laboral" estaba asociada a un incremento del 23% de ataques cardíacos y muertes por enfermedades cardiovasculares.

 Sin embargo, como factor de riesgo para el corazón éste es mucho menor que fumar o no practicar actividades físicas, según señala el reporte publicado en la revista médica Lancet.

 De hecho, de acuerdo con los científicos, eliminar la tensión laboral podría prevenir un 3,4% de los primeros episodios cardíacos, una cifra que treparía al 36% si todo el mundo dejara de fumar.

 Libertad
El equipo que presentó la investigación, que pertenece al University College London, dijo que cualquier ocupación puede llevar al desarrollo de tensión laboral (que es un tipo específico de estrés), pero que es más común entre los trabajadores menos calificados.

 Por ejemplo, un médico que tiene que tomar muchas decisiones importantes en su trabajo estaría menos predispuesto a desarrollarla que alguien que cubre un turno en una línea de montaje.

 El trabajo publicado en Lancet buscó analizar los resultados de 13 estudios, para intentar aclarar esta cuestión.

 Al inicio de cada uno los 13 estudios que analizó el trabajo publicado en Lancet se les preguntaba a los participantes si padecían de una excesiva carga de trabajo o si el tiempo que se les daba para completar las tareas era insuficiente. También se indagaba acerca de cuánta libertad sentían tener a la hora de tomar sus propias decisiones en el trabajo.

 Luego se los separó en grupos: por un lado los que tenían tensión laboral, por otro los que no. Y a cada grupo se le hizo un seguimiento de siete años y medio.

 Mika Kivimaki, del equipo de investigadores del University College London, dijo que su trabajo "indica que la tensión laboral está asociada con un pequeño pero consistente incremento en el riesgo de sufrir un primer episodio de enfermedad cardiovascular, como un ataque cardíaco".

 Cómo manejar la presión
Kivimaki dijo que la evidencia sobre el efecto directo de la tensión laboral sobre el corazón no era unívoca.

 Le dijo a la BBC que la tensión laboral está vinculada a otros elementos dañinos para el corazón. "Sabemos que los fumadores con tensión laboral son propensos a fumar más y que la gente activa que padece tensión laboral tiene tendencia a volverse menos activa, lo que está asociado con la obesidad".

 "Si uno tiene mucho estrés en el trabajo, aún puede reducir el riesgo si lleva un estilo de vida saludable".

 La Fundación Británica del Corazón dijo que la clave está en cómo la gente reacciona al estrés laboral.

 "Sabemos que cuando uno sufre estrés en el trabajo y no está en posición de cambiar esa situación, el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas puede incrementarse", dijo su director médico, Peter Weissberg.

 "Este gran estudio lo confirma, pero también demuestra que el efecto negativo de la tensión laboral es mucho menor que, por ejemplo, el daño causado por fumar o la falta de ejercicio".

 "Aunque a veces no se puede evitar el estrés en el trabajo, la forma en que uno maneja la presión es importante, y encender un cigarrillo no es una buena noticia para el corazón. Comer una dieta equilibrada, realizar ejercicio en forma regular y dejar de fumar compensarían de más cualquier riesgo asociado con el trabajo", agregó Weissberg. BBC.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Los vecinos de barrios ricos de Barcelona viven ocho años más que los del Raval. Los residentes en Sant Gervasi, en Barcelona, tienen una esperanza de vida al nacer de 81 años, mientras que para los del Raval es de 73

Los residentes en Sant Gervasi, barrio de la zona alta de Barcelona, tienen una esperanza de vida al nacer de 81 años, mientras que los del Raval viven una media de 73, ocho menos, una desigualdad que el proyecto europeo Sophie analizará para evaluar el impacto de las decisiones políticas en las desigualdades en salud, informa Efe.

El proyecto, coordinado por la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB), considera que “las desigualdades en salud son diferencias evitables e injustas, determinadas por las circunstancias en las que las personas de los diferentes grupos sociales nacen, viven, trabajan y envejecen”. Además de las diferencias en la esperanza de vida entre los barrios con renta per cápita más alta y los más pobres, los investigadores que participan en el proyecto, procedentes de nueve países, han constatado que en Cataluña, el riesgo de sufrir una depresión o ansiedad es cuatro veces superior en una mujer con un empleo no cualificado que en un hombre directivo o profesional.

Para llevar a cabo el proyecto, financiado por el VII Programa Marco de la Unión Europea, investigadores de la ASPB, de la Universidad Pompeu Fabra y de Cáritas Diocesana de Barcelona han empezado a recoger información a través de entrevistas individuales y de grupos que permitirán evaluar los efectos en la salud de las intervenciones públicas. Entre estas intervenciones figuran la renovación urbana de la Ley de Barrios de Cataluña, el realojo de familias con problemas de vivienda por parte de Cáritas y la implantación de la Ley de la Dependencia. Los investigadores también prevén analizar la experiencia de economía cooperativa de la Corporación Mondragón, en este caso en el País Vasco. La investigadora principal del proyecto Sophie, Carme Borrell, ha explicado que la investigación se ha diseñado para implicar a la sociedad civil en la identificación de políticas eficaces para reducir las desigualdades.

La investigación, que está previsto que finalice en 2015, quiere generar evidencias sobre cómo las políticas estructurales, la vivienda, el trabajo y la planificación macroeconómica tienen un impacto sobre las desigualdades en salud e influir con ello en la aplicación de las políticas públicas... Ver El País.

lunes, 10 de septiembre de 2012

La injusticia social mata

Sí, tu salud es cuestión de clase
La desigualdad también mata en países de Occidente - Los estudios desvelan graves contrastes en esperanza de vida en una misma ciudad
Esta declaración sin paliativos no procede de una organización marxista ortodoxa, sino de un estudio detallado sobre los determinantes sociales de la salud en el mundo. Publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 28 de agosto de 2008, el informe titulado «Cerrar la brecha en una generación» (1), resume los resultados de tres años de investigación. El informe señala las desigualdades sanitarias entre los países y además entre los ricos y los pobres de un mismo país. Por ejemplo, si la esperanza de vida de un neonato estadounidense es de diecisiete años más que la de un indio, la esperanza de vida de un recién nacido en un suburbio marginal de Glasgow es de veintiocho años menos que la de otro nacido en un barrio lujoso de la misma ciudad. «La injusticia socia mata masivamente», señalan los autores agrupados en la «Comisión de los determinantes sociales de la salud», creada por la OMS en 2005 y que cuenta entre sus miembros con investigadores en Ciencias Sociales, médicos, políticos, etcétera (2).

 «La distribución desigual de los factores que perjudican la salud no es un fenómeno natural», explican, «sino que resulta de la combinación de los efectos de políticas y programas sociales insuficientes, modalidades económicas injustas y estrategias políticas mal concebidas». Reducir esas desigualdades pasa, obviamente, por el acceso universal a los bienes básicos (agua, alimentos, alojamiento, sanidad, energía), y además por la educación, la cultura, un urbanismo armonioso y buenas condiciones laborales. Además, el abismo sanitario no se cerrará «si no se mejora la vida de las mujeres, las adolescentes y las niñas. Los poderes públicos deben comprometerse firmemente para poner fin a las discriminaciones que afectan a estas últimas»

 El informe, de 256 páginas, viene a ser una acusación contra las políticas económicas promovidas por las instituciones financieras internacionales, que se practican en muchos países. El documento recomienda especialmente «Luchar contra las desigualdades en la distribución del poder, el dinero y los recursos, es decir, los factores estructurales de los cuales dependen las condiciones de la vida cotidiana a nivel mundial, nacional y local».

 Estableciendo la relación entre la salud y el trabajo, los miembros de la Comisión rechazan con claridad las recomendaciones liberales de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) «El pleno empleo, la igualdad en materia de empleo y las condiciones de trabajo dignas deben ser los objetivos comunes de las instituciones internacionales y situarse en el centro de las políticas y estrategias nacionales del desarrollo; los trabajadores deben estar mejor representados en la elaboración de las políticas, la legislación y los programas relacionadas con el empleo». Efectivamente, «un trabajo seguro, sin peligro y debidamente remunerado» reduce los factores de riesgo. Lo mismo que un empleo estable ya que, a la vista de los resultados, «la mortalidad es significativamente más elevada entre los trabajadores temporales que entre los trabajadores permanentes».

 Para remediar las desigualdades sanitarias y las diferencias de las condiciones de vida cotidianas, el informe de la OMS recomienda la creación «de una amplia protección social universal» que funcione preferentemente «por distribución», así como importantes inversiones en el sector de la salud. Esta tarea «requiere un sector público poderoso, decidido, capacitado y suficientemente financiado»

 En un momento en el que los gobiernos de los países capitalistas avanzados delegan en el mercado una parte, cada vez más grande, de las actividades de la salud y transfieren a las aseguradoras privadas sectores enteros de la cobertura sanitaria, los autores del informe recuerdan «que la salud no es un bien negociable». El abastecimiento de los bienes sociales básicos como el acceso al agua y la atención sanitaria «debe regirse por el sector público y no por las leyes del mercado». Los miembros de la Comisión de la OMS insisten en este punto: «Como los mercados no pueden proporcionar los bienes y servicios imprescindibles de manera justa, la financiación por el Estado exige que el sector público asegure un marco sólido y un gasto público suficiente». Antes de concluir plantan cara a los partidarios de una fiscalidad cada vez más reducida. «Eso implica un impuesto progresivo ya que está demostrado que una redistribución, incluso modesta, contribuye más a disminuir la pobreza que el crecimiento económico por sí mismo».

 A la vista de estos resultados habría que plantearse imprimir en las cajas de los medicamentos las indicaciones: «Bajar los impuestos es perjudicial para la salud» y «La injusticia social mata»
Notas:
(1) http://whqlibdoc.who.int/publications/2008/9789241563703_eng.pdf
(2) http://www.who.int/mediacentre/news/releases/2008/pr29/fr/index.html
Original en francés: http://www.monde-diplomatique.fr/carnet/2008-09-02-inegalites
Pierre Rimbert, sociólogo, escritor y periodista francés, trabaja en Le Monde Diplomatique como especialista en la cuestión de los medios de comunicación de Francia y está elaborando una tesis titulada «Le torunant néo-liberal dans la France des années 80» en el Centro de Sociología Europea, bajo la dirección de Patrick Champagne. Es miembro de la Asociación de análisis y crítica de los medios de comunicación «Acrimed» y del periódico irónico Le Plan B, heredero del periódico PLPL del cual fue uno de los fundadores. Ha escrito el libro Libération, de Sartre à Rothschild, Raisons d'agir édition, 2005. « L’injustice sociale tue » Par PIERRE RIMBERT
Leer otro artículo relacionado con el tema en El País.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Josep Baselga, nuevo director español del Memorial Sloan-Kettering de Nueva York, líder mundial en cáncer

El oncólogo Josep Baselga (Barcelona, 1959) ha sido nombrado nuevo director médico del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York, un centro monográfico considerado de referencia mundial en la investigación y tratamiento del cáncer.

En su nuevo puesto dirigirá un equipo de 834 facultativos y administrará un presupuesto de 2.600 millones de euros al año.

 El oncólogo catalán cursó sus estudios de postgrado e inició su carrera como especialista en este hospital, con lo que su regreso a Nueva York cierra un círculo profesional que le ha convertido en uno de los oncólogos de mayor prestigio internacional.

 Tras permanecer en el Memorial durante varios años como médico, investigador clínico y profesor, en 1996 regresó a España para dirigir el área de Oncología Médica del hospital universitario de Vall d'Hebrón. En 2008, la Asociación Americana de Investigación Oncológica le concedió el Premio Rosenthal, instituido en 1977 para distinguir a investigadores de menos de 50 años cuyo trabajo haya reportado avances importantes en el tratamiento del cáncer. Era la primera vez que ese premio se otorgaba a un investigador que desarrollaba su trabajo fuera de Estados Unidos, y la asociación tuvo que cambiar sus estatutos para podérselo conceder.

 En 2010 Baselga se trasladó a Boston para dirigir la división de Oncología del Hospital General de Massachusetts, cargo que ha compaginado con la dirección del Vall d'Hebrón Instituto de Oncología creado bajo su mandato. En el Memorial coincidirá de nuevo con Joan Massagué, otro investigador español que figura entre los más citados del mundo por sus trabajos sobre metástasis.

miércoles, 29 de agosto de 2012

"Los industriales ponen deliberadamente en peligro a los obreros". Entrevista con Annie Thébaud-Mony, especialista en cánceres profesionales

Un investigador que rechaza la Legión de Honor es raro. Es el caso de Annie Thébaud-Mony especialista en cánceres profesionales. Ella alerta desde hace treinta años de las epidemias de cánceres de los obreros. En vano.

Annie Thébaud-Mony, de 68 años, es directoria honoraria de investigación en el Instituto Nacional de la Salud y de Investigación en Medicina. A finales de julio ha rechazado la Legión de Honor que Cécile Duflot, ministra de Igualdad de los territorios y de Vivienda quería concederle. En una carta dirigida a la ministra, la investigadora en cuestiones de salud ha publicado que es especialista en enfermedades profesionales y ha explicado que con su rechazo quiere denunciar “la indiferencia” de la que, según ella, es objeto la salud laboral y la “impunidad” de los “crímenes industriales”. Y ha añadido aún más.

Terra eco: Se le ha propuesto la Legión de honor para coronar su carrera. Usted la ha rechazado, ¿por qué?
 Annie Thébaud-Mony: Habría, desde mi punto de visto, una cierta indecencia al ser condecorada después de llevar treinta años trabajando sobre la muerte laboral, en la que he dado la señal de alarma sobre la situación en la que trabajan los obreros, los peligros que corren para su salud, los peligros industriales a los que son expuestos, sin que se hayan producido mejoras reales en sus condiciones laborales. Las recomendaciones que yo había hecho no han sido tomadas en cuenta por los poderes públicos.

 Y en tantos años, ¿no ha habido avances?
 Hace quince años que el amianto ha sido prohibido en Francia. Se pensaba que se sumaría la prohibición de otros productos industriales cancerígenos, pero no ha sido así. Por lo tanto, los industriales saben que ciertos productos que obligan a sus empleados a utilizar son peligrosos y que las condiciones de trabajo son patógenas. Es una exposición peligrosa deliberada de la vida ajena. Por tanto, las modificaciones del derecho del trabajo protegen más a los industriales y a los empleadores que a los asalariados.

 ¿Tiene algunos ejemplos?
 El cuadro 57 de enfermedades profesionales del régimen general de la Seguridad Social enumera la mayor parte de los problemas músculo-esqueléticos (PME). En el año 2009, una revisión del cuadro ha endurecido los criterios de reconocimiento de los PME y por lo tanto también la indemnización de los asalariados.

 ¿Deben trabajar hasta que queden impedidos?
En lo concerniente a la exposición de los asalariados a los cancerígenos, ninguna medida se ha llevado a cabo a pesar de las alertas. En Montluçon (Allier) por ejemplo, la fábrica Adisseo que produce la vitamina A de síntesis para la alimentación animal, utiliza desde los años noventa un cancerígeno potente, el cloracetal C5 (leer la encuesta del Instituto Nacional de Inspección Sanitaria (INVS). Hace menos de diez años que la introducción de esta molécula aparece en la cadena de producción, y varios asalariados han desarrollado cáncer de riñón. A pesar de que existen productos alternativos que permiten crear la vitamina A sin usar el cloracetal C5, la empresa no quiere ni hablar de ello porque estos cambios en su línea de producción serían costosos. Y los trabajadores están siempre expuestos. Esto es un crimen industrial.

 En su conjunto, ¿los asalariados franceses trabajan en buenas condiciones?
 No. En los sectores de la química, la petroquímica, el automóvil, de la metalurgia o de las nucleares, las condiciones de trabajo son a menudo muy nocivas. No tanto en la fase de producción, porque las medidas de confinamiento son sobre todo eficaces y muchos procesos son automatizados, como en la fase de mantenimiento, en la que la limpieza y la gestión de residuos. En estas fases, los asalariados son directamente expuestos a productos cancerígenos. La encuesta Sumer de 2009 del Ministerio del Trabajo sobre la exposición a los riesgos profesionales ha evaluado a 2,4 millones de asalariados (es decir el 13,5% de los asalariados, de los que el 70% son obreros, nota de la redacción) los que habían sido expuestos, la semana precedente a la encuesta, a al menos 25 cancerígenos listados. Pero esta evaluación es mínima porque existen varios centenares de cancerígenos que no han sido tenidos en cuenta en la encuesta. De igual manera que no se han tenido nunca en cuenta los productos utilizados en la degradación de un proceso industrial: los humos de combustión, los polvos, los disolventes de pinturas que se convierten volátiles cuando se limpian los aviones, por ejemplo.

 Entonces, la directiva europea Reach ¿no sirve para nada?
 No, está vacía de sentido porque ha introducido un principio: los industriales tienen que hacer pruebas de no toxicidad del producto que vayan a utilizar. Pero hay un retardo abismal. Sólo algunas decenas de productos son examinados y ninguno ha sido prohibido en esta etapa.

 ¿Hay una epidemia de cáncer entre los trabajadores?
 Sí, hay un agravamiento de las desigualdades frente al cáncer. En 1980, un obrero tenía cuatro veces más riesgo de morir de un cáncer antes de los 65 años que un mando superior. En el año 2000 ¡hay diez veces más! Y estos cánceres están unidos a la exposición, en el lugar de trabajo y sobre un largo periodo de tiempo, a múltiples cancerígenos, y no a especificidades biológicas.

 Entonces, los riesgos aumentan a pesar de que también aumenta el conocimiento sobre estos riesgos. ¿Esto no es una paradoja?
 Sí. Y también tiene lugar el hecho de que los obreros no tienen elección. En numerosos sectores, el modo de funcionamiento dominante es la subcontrata del trabajo, con subcontrata de los riesgos. En la industria nuclear, el 90% del trabajo de mantenimiento se hace por empresas subcontratadas en las que los empleados soportan del 80% al 90% de exposición a las radiaciones ionizantes en unas condiciones de trabajo catastróficas. Se les exige una gran flexibilidad, una movilidad geográfica forzada. Sus condiciones de intervención se agravan, su trabajo se intensifica. Para respetar los plazos cada vez más cortos, pueden encadenar hasta 20 horas dentro de un edificio reactor nuclear. No solo se pone en peligro su salud sino también la seguridad de las instalaciones nucleares. Cuando se piensa en las nucleares se habla de riesgos de accidentes -presentes por este modo de funcionamiento- pero no se piensa nunca en las decenas de millares de asalariados sacrificados de este sector, de los que un cierto número de ellos en edades comprendidas entre los 45 y los 55 padecen de cáncer.

 ¿Los poderes públicos han abdicado?
 Los industriales se burlan de ellos, pues a pesar de las preconizaciones de los científicos, ponen constantemente en duda los peligros que sus empleados corren. Y tienden a presentar estos peligros profesionales como inevitables y normales. Lo cual es falso. Cuando hay un accidente de trabajo, se indemniza -muy mal, por otra parte- sin examinar la causa del peligro industrial responsable del accidente... (Traducido por Carmen García Flores). Fuente: http://www.terraeco.net/Les-industriels-mettent,45726.html

jueves, 10 de mayo de 2012

Los 7 hábitos para un corazón sano que muy pocos practican

Las autoridades sanitarias en todo el mundo nos dicen que si seguimos siete conductas podremos tener una buena salud cardiovascular y vivir más, evitando eventos como infartos, enfermedad del corazón o enfermedad cerebrovascular.

Sólo 1,2% de la población sigue las siete recomendaciones para un corazón sano.




Estos "siete hábitos para un corazón sano" son:

1. no fumar,
2. hacer ejercicio,
3. controlar cuatro factores que son la presión arterial,
4. el nivel de glucosa
5. colesterol
6. el peso corporal,
7. y consumir una dieta sana.

Sin embargo, una nueva investigación en Estados Unidos que siguió a 45.000 adultos encontró que sólo 1,2% de los participantes seguía estas conductas.

Como era de esperarse, fue este grupo el que mostró el menor riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares o del corazón, señalan los investigadores en Journal of the American Medical Association (Revista de la Asociación Médica Estadounidense).

También se ha demostrado que reducir estos siete factores de riesgo está asociado a un menor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer y diabetes tipo 2.

Las enfermedades cardiovasculares se han convertido ya en la primera causa de muerte en todo el mundo.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año mueren más de 17 millones de personas a causa de estos trastornos, principalmente (80%) en países de medianos y bajos ingresos.

A pesar de que estos trastornos pueden prevenirse con cambios en el estilo de vida, los resultados del estudio, llevado a cabo en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, la Universidad de Emory y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), muestran que muy poca gente está llevando a cabo estos cambios.

Conductas "adversas"
Los investigadores utilizaron datos del Sondeo Nacional de Salud y Nutrición que siguió a 44.959 individuos de 20 años o más de 1988 a 1994, 1999 a 2004 y de 2005 a 2010.

Durante los tres períodos de la investigación los científicos encontraron en promedio que sólo 1,2% había cumplido con todos los siete hábitos del corazón sano.

Entre 1988 y 1994, 7.2% de los participantes habían seguido más de una de las recomendaciones y de 2005 y 2010, esa cifra aumentó ligeramente a 8,8%.

Los resultados mostraron que durante el estudio la prevalencia de tabaquismo se redujo de 28% a 23% desde 1988, pero no se notaron cambios para lograr niveles "deseables" de presión arterial, colesterol o índice de masa corporal (IMC) de los participantes.

Cuando se analizaron las tasas de mortalidad, se encontró que los que habían seguido seis o más hábitos mostraron 51% menos riesgo de morir por cualquier causa, 76% menos riesgo de morir por trastornos cardiovasculares y 70% menos riesgo de morir por cardiopatía isquémica (varios trastornos del corazón) que aquéllos que siguieron sólo uno o ningún hábito.

Asimismo, los investigadores observaron que los participantes más jóvenes, las mujeres, los individuos blancos no hispanos, y aquéllos con los niveles más altos de educación fueron los que siguieron el mayor número de hábitos para un corazón sano.

Salud y nivel educativo
En un comentario sobre el estudio, el doctor Donald Lloyd-Jones, experto de la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, pregunta "¿por qué hay tan pocos estadounidenses con una salud cardiovascular ideal?".

"La respuesta es clara. Los datos de todos los estudios recientes indican que el rostro de la salud cardiovascular ideal es el de una mujer joven, educada y blanca".

La salud cardiovascular ideal, agrega el experto, "se pierde rápidamente durante la infancia, adolescencia y juventud debido a la adopción de conductas adversas de salud vinculadas a la dieta, peso y estilo de vida sedentario, particularmente en las poblaciones de niveles socioeconómicos más bajos".

El experto expresa que el problema "trasciende los servicios y sistemas de salud pública y la solución debe surgir también con la mejora en el medio ambiente que rodea al individuo y el mejor acceso a alimentos sanos y actividad física".

"Un buen comienzo -agrega el doctor Lloyd-Jones- es que cada persona se pregunte si está cuidando su salud cardiovascular".

BBC Salud.

Un dibujo puede mostrar el riesgo de un derrame cerebral

Una simple prueba de dibujo puede predecir el riesgo de morir por un derrame cerebral o evento cerebrovascular, revela una investigación. La prueba puede detectar lesiones "silenciosas" en el cerebro que no presentan síntomas obvios. La prueba involucra trazar líneas de un número a otro en orden ascendente lo más rápido posible. Entre los individuos sanos que fueron sometidos al examen, todos adultos mayores, aquéllos que mostraron las tres puntuaciones más bajas tuvieron tres veces más riesgo de morir por la enfermedad que los que lograron las tres puntuaciones más altas. Estas puntuaciones, afirman los científicos en BMJ Open (Revista Médica Británica), son una predicción más precisa que la que ofrece una popular prueba de demencia. La enfermedad cerebrovascular puede ser causada cuando se rompe un vaso sanguíneo en o cerca del cerebro o cuando se interrumpe la irrigación de sangre y oxigeno al cerebro. Aunque se ha avanzado mucho en la detección y tratamiento de la enfermedad cerebrovascular, ésta sigue siendo una de las principales causas de muerte y discapacidad en muchos países del mundo. Se piensa que existe una asociación entre la disminución de las funciones cognitivas vinculadas al envejecimiento y el incremento en el riesgo de muerte o discapacidad tras uno de estos eventos. Para comprobar este vínculo, la doctora Bernice Wiberg y su equipo de la Universidad de Uppsala en Suecia, siguieron durante 14 años a 1.000 hombres de entre 67 y 75 años de edad. Los investigadores utilizaron los datos del llamado Estudio Longitudinal de Hombres Adultos de Uppsala, el cual ha estado analizando los diferentes factores de riesgo de enfermedad cardiovascular y cerebrovascular de 2.322 hombres desde que éstos tenían 50 años de edad.
Lesión "silenciosa".
La doctora Wiberg quería investigar específicamente si existe una forma confiable de predecir -basándose en la función cognitiva de un individuo- quién está en mayor riesgo de morir a causa de un evento cerebrovascular. Ninguno de los 1.000 individuos seleccionados para el estudio había sido diagnosticados con enfermedad cerebrovascular. Cuando los hombres cumplieron 65 y 75 años fueron sometidos a pruebas para medir su capacidad intelectual. Estas pruebas incluían la MMSE (Mini Mental State Exam), que se utiliza regularmente en muchos países para medir el riesgo de demencia, y la TMT (Trail-Making Test) o prueba de trazado. La MMSE involucra tareas generales cognitivas como orientación, memoria y conocimientos básicos de aritmética. La TMT requiere dibujar líneas con un lápiz de un número (o letras) a otro en orden ascendente lo más rápido posible. Durante los 14 años de estudio, de 1991 a 2006, 155 participantes sufrieron un primer accidente cerebrovascular grave o un evento cerebrovascular leve. De éstos 22 murieron en el mes posterior al evento y más de 50% murieron en los 2,5 años posteriores. Cuando los investigadores compararon los resultados con las puntuaciones de las pruebas -y después de tomar en cuenta factores de riesgo como hipertensión, edad avanzada, educación y estatus socioeconómico- se observó que aquéllos que habían obtenido las más bajas fueron los que más probabilidad tuvieron de morir. El vínculo no se vio con las puntuaciones de las pruebas MMSE, dicen los científicos. Tal como explica la doctora Wiberg, es probable que la prueba TMT detecte discapacidades cognitivas latentes que son causadas por una lesión cerebrovascular "silenciosa" -como daños a los vasos sanguíneos- que no produce síntomas obvios o abiertos. La investigadora señala que como la prueba TMT está ampliamente disponible, no sólo podría ser utilizada para identificar el riesgo de un evento cerebrovascular sino también puede ser utilizada para pronosticar la mortalidad después del evento. "Es una prueba simple, barata y fácilmente accesible para uso clínico, así que puede ser una herramienta valiosa, junto con los métodos tradicionales como medir la presión arterial y preguntar al paciente sobre tabaquismo, para identificar su riesgo de enfermedad cerebrovascular". "Y también puede ser un importante pronosticador de mortalidad después de un evento cerebrovascular" expresa la investigadora. Por su parte, la doctora Clare Walton, de la organización Stroke Association, señala que "este es un estudio interesante porque sugiere que puede haber cambios prematuros en el cerebro que incrementan el riesgo de sufrir un evento cerebrovascular mortal". "Es un estudio pequeño y las causas de la baja capacidad para dibujar no se conocen". "Aunque es necesario llevar a cabo más estudios, la prueba tiene el potencial de identificar a quienes están en mayor riesgo de sufrir un evento cerebrovascular severo o fatal antes de que éste ocurra para que puedan beneficiarse con los tratamientos preventivos" agrega la experta. BBC Salud.

martes, 8 de mayo de 2012

Uno de cada seis cánceres está causado por infecciones que se pueden evitar. La proporción aumenta hasta uno de cada tres en África

Cuando se habla de vacunas contra el cáncer se suele pensar en las específicamente dirigidas a que el sistema inmunitario ataque las células oncológicas. Pero hay otra variante, mucho más sencilla y desarrollada: las que evitan infecciones que van a ser, a su vez, causa de tumores. El caso más claro es la inmunización contra el virus del papiloma o la hepatitis. Y es que los agentes infecciosos son responsables de dos millones de casos de cáncer en el mundo. De los 7,5 millones que este conjunto de enfermedades causó en 2008 en el mundo, aproximadamente 1,5 millones se podía haber evitado combatiendo la infección previa. Los datos, que publica The Lancet Oncology, son un compendio de estudios dirigidos por Catherine de Martel y Martyn Plummer, de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer de Francia (IARC por sus siglas en francés). El hecho de que se trata de una consecuencia de una enfermedad fácilmente prevenible, como lo son muchas infecciones víricas (mediante vacunas), bacterianas (con antibióticos) o de otro origen hace que el reparto del impacto entre los países dependa de la capacidad de los sistemas sanitarios. Por eso, mientras en Australia y Nueva Zelanda la proporción de tumores de origen infeccioso es de poco más del 3%, en África llega hasta el 32,7%. En esta línea, Goodarz Danaei, de la Facultad de Medicina de Harvard, indica que el estudio demuestra que es posible combatir el cáncer extendiendo programas preventivos sencillos, con especial incidencia en la ampliación de la cobertura para las vacunas de la hepatitis B y el papiloma, que son responsables de gran proporción de los tumores hepáticos y genitales. Ver en El País.

lunes, 16 de enero de 2012

Entrevista a Eduard Rodríguez Farré sobre las declaraciones de Boi Ruiz, consejero de Salud de la Generalidad de Cataluña.

“Desde principios del siglo XX la salud es un bien público que atañe a la sociedad en su conjunto; en absoluto es un bien estrictamente privado”
Eduard Rodríguez Farré es Doctor en medicina, farmacólogo y radiobiólogo, y profesor de fisiología y farmacología en el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona (CSIC). Actualmente es miembro del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERSP) del IDCIII. Autor de numerosas publicaciones internacionales sobre toxicidad de contaminantes ambientales, energía nuclear y salud en revistas científicas de primer nivel, es miembro del Comité Científico de la UE sobre nuevos riesgos para la salud.
Su próxima publicación lleva por título Ciencia en el ágora, El Viejo Topo, Mataró (Barcelona) [en prensa].
Me gustaría preguntarte sobre las declaraciones del consejero de Salud de la Generalidad de Cataluña a la Agencia EFE (octubre de 2011), criticadas incluso por Amnistía Internacional, y de la filosofía que a ellas subyace. Permíteme empezar por una de sus afirmaciones centrales: "La salud es un bien privado que depende de uno mismo y no del Estado". ¿La salud es un bien privado que depende exclusivamente de cada ciudadano?
Desde principios del siglo XX -con diversos precedentes en otros momentos históricos- se considera que la salud es un bien público que incumbe a la sociedad en su conjunto; en absoluto es un bien estrictamente privado. Conviene recordar que la salud no es meramente la ausencia de enfermedad, sino -de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y numerosas instancias y organismos similares- un estado fisiológico, psicológico y social adecuado al correcto desarrollo de las personas. De ahí deriva el concepto de Salud Pública que engloba todos los determinantes implicados en la salud.
Algunos ejemplos de esos determinantes
Las condiciones de vida, la salubridad del medio, el control de infecciones, la calidad de los alimentos, la vacunación, la higiene, la potabilidad del agua, la erradicación de la malaria, del tifus, de las fiebres de malta y muchas otras enfermedades, las reglamentaciones laborales, la creación de una red pública de atención primaria y hospitalaria (que en España ha llegado a ser de alta calidad), etc., etc., etc. Muchos, muchísimos más podrían citarse.
Determinantes, respecto a los cuales un individuo aislado, por si mismo, poco puede hacer.
Prácticamente nada. Estamos hablando de condiciones sociales y ambientales. Ello no quiere decir, claro está, que las formas de vida de cada sujeto no tengan influencia en su estado de salud.
Pero si me permites hay personas con vidas poco saludables que gozan de buena salud y otras en cambio de vidas más “adecuadas” que enferman más fácilmente
Aunque el criterio de “vida saludable” no deja de tener unos componentes que dependen o son funcionales a cada cultura, conviene insistir en el ya muy antiguo concepto de que el enfermar es la resultante de muchos factores. Entre ellos, la constitución biológica de cada individuo. De esta forma, para algunos individuos su “vida disipada” tiene efectos sobre su salud muy diferentes a los que ocasiona en otras personas. Esto que señalo es claramente observable, por ejemplo, entre los fumadores. Algunos, a los 90 años, se encuentran bastante bien de salud y otros, en cambio, a los 50 padecen cáncer de pulmón. Ahora bien, lo que es indiscutible desde la perspectiva de la salud pública -¡este punto es muy importante!- es que el conjunto de fumadores de una determinada población padece con mayor frecuencia una serie de patologías que los no fumadores y, además, también fallecen antes. Es el concepto poblacional frente al estrictamente individual.
¿La salud no depende en ninguna medida del Estado como afirmó el consejero de Salud en estas declaraciones?
Depende obviamente del tipo de Estado. Si nos remontamos al feudalismo, a las monarquías medievales, a los Estados capitalistas puros, la respuesta es que no, que la salud no depende de esos Estados. ¡Que cada individuo se las apañe como pueda y, si no puede, pues peor para él! Ahora bien, si consideramos los Estados llamados del bienestar, el Estado organiza —en mayor o menor medida— la atención sanitaria y la salud pública con el dinero que cotizan los contribuyentes. También ha ocurrido –y ocurre- en países de tradición socialista.
No olvidemos, por otra parte, que la investigación en medicina y salud es posible gracias a recursos públicos dirigidos a estos fines. Sin esta investigación, muchos éxitos que se han conseguido –y que benefician a todos, a toda la ciudadanía sin exclusiones de ningún tipo- no se hubieran alcanzado. Este es otro punto más de la importancia de lo público.
Distingues entre atención sanitaria y salud pública. De esta ya has hablado antes; cuando hablas de atención sanitaria, ¿a que te estás refiriendo concretamente?
Atención sanitaria es el conjunto de centros a los que el ciudadano puede acudir cuando tiene un problema de salud (CAPS, hospitales, etc)
Desde el punto de vista del señor Boi Ruiz, el usuario –ese es el término elegido por el consejero de Salud, no por el consejero de Comercio ni de Industria- “debe tener la responsabilidad moral de que cuando no trata bien a su salud la tenemos que pagar entre todos". ¿Qué crees que intenta decir el conseller con una afirmación de este tipo? ¿Qué puede significar tener la responsabilidad moral de tratar bien nuestra salud?
¿Responsabilidad moral? ¿Qué quiere decir con eso? Mezclar moral con salud, ¿eso cómo se come?
Tal vez de la forma siguiente: si tú llevas una vida, digamos, imprudente, es muy probable que enfermes. Con ello te verás obligado a usar la atención sanitaria pública, a gastar recursos que entre todos hemos financiado. De esta forma tú eres responsable moralmente, por tus elecciones vitales, del gasto que la sociedad se ve obligada a realizar por tu mala e irresponsable cabeza.
Si me pongo en una perspectiva economicista, que no es la mía desde luego, te diría que un fumador paga en impuestos (el coste de cada cajetilla los lleva incorporados en impresionante cantidad), a lo largo de su vida, una enorme cifra que se ingresa en las arcas del Estado…
Constato que no eres fumador.
Puedes hacerlo si quieres, pero tanto daría que lo fuera para lo que estoy argumentando. Como decía: los impuestos pagados por el individuo fumador, a partir de cierta edad, compensan bastante los costos del tratamiento de sus afecciones. Lo mismo puede aplicarse a las personas que ingieren bebidas alcohólicas.
Pero desde una óptica social y de salud bien considerada, no podemos imaginar que todos los ciudadanos —que no usuarios o consumidores— deban seguir unas normas de vida estrictamente normalizadas según unos criterios dictados por los responsables políticos de salud y que sean, además, de obligado cumplimiento para poder ser atendidos, si es el caso, por el sistema sanitario. Orwell y su 1984 empieza a ser superado en control social. ¡Qué sociedad puede tener in mente el Sr Boi Ruiz cuando efectúa una afirmación de estas características!
Por otra parte, según el consejero catalán, no hay un derecho a la salud. Te recuerdo innecesariamente, ya lo sé, los apartados del artículo 43 de la Constitución española
¿La de la II República?
No, la de 1978. Los apartados: “1. Se reconoce el derecho a la protección de la salud. 2. Compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios. La Ley establecerá los derechos y deberes de todos al respecto. 3. Los poderes públicos fomentarán la educación sanitaria, la educación física y el deporte. Asimismo facilitarán la adecuada utilización del ocio”. El artículo está en el capítulo III –“De los principios rectores de la política social y económica”-, no en la sección II del texto constitucional –“De los derechos y deberes de los ciudadanos”-, pero parece clara la referencia a las competencias de los poderes públicos. ¿Los ciudadanos españoles no tienen derecho a una asistencia sanitaria pública y de calidad?
Estos derechos a las que haces referencia están también recogidos en el Estatuto de Cataluña. Quizá el Sr. Boi Ruiz no lo haya leído. Se mire como se quiera mirar, la constitución española y las normas estatuarias amparan el derecho a la salud de todos los ciudadanos. Tal vez el consejero haya pretendido hacer alguna declaración no constitucional dentro de su esquema de privatización del sistema de salud.
Déjame insistir sobre este nudo. Si no he entendido mal, a veces no es fácil, la razón alegada por el señor Boi Ruiz para justificar que la salud no es un derecho es la siguiente: la salud “depende del código genético que tenga la persona, de sus antecedentes familiares y de sus hábitos". ¿De eso depende la salud de los ciudadanos? ¿Nuestra salud cuelga exclusivamente de esos nudos?
Los trastornos genéticos constituyen una ínfima parte de la morbilidad observada (alrededor del 1%)… Morbilidad… ¿Puedes precisar el concepto?
Se entiende por morbilidad la cantidad de personas que enferman en un espacio y tiempo determinados, de ahí que se hable en ocasiones de la tasa de morbilidad. Es un dato de gran importancia para poder comprender la evolución, los avances o retrocesos, de una determinada enfermedad, al igual que las razones de su irrupción y las posibles soluciones.
Continúa si te parece. Hablábamos de trastornos genéticos.
Existen predisposiciones genéticas a determinadas patologías, pero ello representa sólo un porcentaje determinado para su manifestación, la cual depende de numerosos factores en relación con el medio y las condiciones de vida. Esto quiere decir que no es inexorable la manifestación del trastorno por la carga genética. Se puede concluir por lo que estamos hablando que el Sr. Boi Ruiz —al menos según sus declaraciones a la agencia EFE— no está muy al día de los conceptos actuales sobre la salud y el enfermar.
Te lo he oído a ti y a Joan Benach más de una vez: la Organización Mundial de la Salud (OMS) insiste desde hace décadas en la estrecha relación que existe entre el estado de salud de una población y el sistema de salud que la atiende. Para la OMS, “el derecho a la salud obliga a los Estados a generar las condiciones en las cuales todos los ciudadanos puedan vivir lo más saludablemente posible”. ¿Está errada la OMS cuando habla de derecho a la salud en contraposición a las declaraciones que comentamos del consejero de salud?
No, no lo está, en absoluto. Lo que señalas refleja con precisión los conceptos actuales a que antes aludía sobre los determinantes de salud y de enfermar que, por lo que parece, no son las categorías que usa todo un consejero de salud.
Por lo demás, aunque fuera el caso, aunque la salud dependiese del código genético, de los antecedentes familiares y de los hábitos de cada uno de nosotros, ¿se infiere de ello que las instituciones públicas tienen que jugar un papel secundario, acaso marginal, en temas de salud?
Tampoco, en absoluto. De lo primero, de esa suposición que formulas y que no debemos admitir, no se infiere lo segundo. El criterio del Sr. Ruiz es estrictamente político, neoliberal, no tiene ninguna base científica. Los conocimientos científicos no justifican sus consideraciones, de ninguna de las maneras.
Por otra parte, el conseller señaló en sus declaraciones que en toda Cataluña hay unas 1.300 citas diarias de pacientes que no asisten a la consulta. Desconozco la validez de la cifra, ni qué citas están incluidas en ese número, pero ¿te parece especialmente significativa? Según el conseller -o según alguno de sus asesores- cada año se pierden unas 330 mil visitas de médicos especialistas, un derroche de recursos, en su opinión, “que tiene un coste anual de más de 10 millones de euros". ¿Qué te dice tu ojo clínico de esas cifras?
Desconozco yo también la bondad de estas cifras, que desde luego habría que estudiar y, si son correctas, intentar corregir. Pero ello no justifica, aunque él pretenda hacernos creer lo contrario, penalizar la atención a la inmensa mayoría de pacientes y, menos aún, adoptar medidas privatizadoras. Diga lo que diga el Sr. Ruiz la ciudadanía —que no usuarios— en su conjunto no es un grupo de seres irresponsables que gastan los recursos públicos sin miramientos. Todo eso es humo, una máscara que quiere encubrir una determinada política cuya orientación ya hemos comentado.
En esas mismas declaraciones, el señor Boi Ruiz sostuvo también que el sistema tiene unos recursos inferiores a los que se necesitarían. Ello comporta, en su opinión, una política de racionalización. ¿Por qué el sistema tiene unos recursos inferiores a los que se necesitarían? ¿Es inevitable la situación, es acaso alguna ley desconocida de la evolución social?
No es inevitable ni es ninguna ley social desconocida. Nada de eso. Por un lado, los recursos asignados al sistema de salud son inferiores —en términos de porcentaje del PIB— a los requeridos si los analizamos comparativamente, si pensamos en lo que ocurre en otros países de nuestro entorno incluso en estos momentos.
Por otra parte, una racionalización del gasto —que no implica en absoluto una privatización—, sin mermar la asistencia, no es algo a lo que los defensores de la sanidad pública nos opongamos. Al contrario, se llevan años insistiendo en ello, en especial en el uso excesivo de tecnologías y medicaciones no justificadas.
Déjame insistir en esto último. Esta política de racionalización a la que alude el consejero de Salud, ¿justifica en tu opinión la política sanitaria que está realizando “el gobierno de los mejores” de Mas y Mas-Colell, los recortes de casi 1.000 millones de euros, el 10% del presupuesto, que han obligado a cerrar, entre otros servicios públicos, ambulatorios y servicios hospitalarios?
No. La política que defienden no tiene nada que ver con la racionalización a la que aludía anteriormente, nada. Racionalizar, ser o actuar responsablemente, con prudencia, con justicia, es cosa muy distinta. Y permíteme una pregunta, ¿por qué hay que recortar inexorablemente en sanidad cuando apenas se hace nada contra el fraude fiscal de las grandes fortunas, de las grandes empresas, y se aprueban por otra parte mega-ayudas a la banca, leyes de sucesiones que favorecen a sectores muy privilegiados? Puestos a racionalizar, ¿no habría que racionalizar estas políticas? ¿De qué racionalización se está hablando realmente?
El lector ya está en condiciones de responder a la pregunta que formulas en mi opinión. Por otra parte, el Sr. Boi Ruiz se ha quejado también que se está usando la sanidad para hacer política: no se hace política sanitaria sino política con la sanidad. Suenan a antiguas, a muy antiguas estas consideraciones, y parece como si él no hiciera precisamente política con la salud. ¿Crees que las protestas ciudadanas y de los trabajadores sanitarios se ubican en esa casilla: “hacer política”?
Esto, si me apuras, es casi inadmisible, una infame forma de maleducar a la opinión pública. Es lucha político-cultural en estado puro abonada por alguien que acusa a los demás de hacer política.
¡Pues claro que es hacer política! ¿Cómo si no? Todo o casi todo es política, todo tiene que ver con la forma en que pensamos que es mejor organizar las necesidades y el espacio públicos. ¿Los médicos, los enfermeros, los trabajadores sanitarios hacen política cuando protestan por sus planes de recortes y privatizaciones? Pues claro, ¿qué pueden hacer si no? Responden políticamente a las agresiones políticas de su consejería. ¿No pretenderá el señor Boi Ruiz que nos traguemos el cuento de que los demás hacen o hacemos política y él, en cambio, sólo hace lo que es más razonable, sin partidismo alguno, para atender el bien público, una entidad por cierto en la que no acaba de creer en demasía dada su obvia y no ocultada cosmovisión neoliberal?
El conseller de salud es doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Barcelona –en 2008, con una tesis sobre gestión sanitaria, no de investigación médica- y diplomado en Gestión Hospitalaria por la Escuela de Alta Dirección y Administración de Barcelona. Acumula mucha experiencia en estos ámbitos. De hecho, no sé si aún lo sigue siendo, es el presidente de la Unión Catalana de Hospitales, entidad de la cual fue director general, de la Fundación Unión y también ha sido director de la consultora del sector salud Know-How Advisers. Este currículo de gestor y de ejecutivo la empresa privada, ¿puede influir en su política sanitaria? Más claramente, ¿crees que Ruiz García es un defensor de la sanidad pública?
No lo creo, lo pienso. El Sr. Boi Ruiz es, sin lugar a dudas, un defensor de la sanidad privada. Basta con atenerse a sus declaraciones por no hablar de sus decisiones y acciones. Es evidente. Ahora bien, quien lo nombró como consejero sabía bien a quien elegía. Su política no es una política personal, no es “la política del señor Boi Suárez”, es la política del presidente de la Generalidad y del gobierno que él preside en su conjunto.
Creo que tú mismo me has comentado que una de sus primeras decisiones fue la supresión de la dirección general de salud pública. ¿Es el caso?
Es el caso. ¡Qué puede importar la sanidad pública… cuando se promueve la privada! Esa es la razón de la supresión de esa dirección general. Es de libro, de manual de introducción básica.
Carlos Jiménez Villarejo, persona sensata y prudente donde las haya, ha escrito recientemente: “La durísima política contra la sanidad pública del Gobierno de CiU está vaciando el contenido, que creíamos intangible, del Estado social, lesionando derechos fundamentales de la persona, el de la asistencia sanitaria, y tratando a los pacientes y a los profesionales sanitarios como si de una mercancía se tratara en una economía de mercado a la que se subordinan los derechos de las personas”. ¿Ha exagerado esta vez el ex fiscal anticorrupción? Según su punto de vista, el Gobierno de CiU ataca frontalmente el desiderátum del preámbulo constitucional -"asegurar a todos una digna calidad de vida"- y vulnera de forma reiterada los derechos a la salud proclamados en los artículos 43 de la Constitución –antes hacíamos referencia a ellos- y el 23 del Estatuto. En su opinión, los derechos sociales pueden y deben entenderse como irreversibles. En tal medida, “cualquier actuación, por acción u omisión, de los poderes públicos que limite gravemente su satisfacción está afectando al derecho básico a la dignidad humana”. Por ello, añade el ex fiscal, “el incumplimiento de los poderes públicos de su deber de prestación en la sanidad puede entenderse como una forma de discriminación, conducta constitucionalmente prohibida. Exigencias manifiestamente incumplidas por el Gobierno de Cataluña”. ¿Crees tu también que estamos en este punto?
Sin lugar a dudas. No podría estar mejor expresado. No tengo nada que añadir que mejore lo argumentado y denunciado por Carlos Jiménez Villarejo, una persona que merece mi máxima consideración.
Brevemente si no te importa. Tomo pie en artículos de Andreu Mayayo y Jorge Calero. Si la salud depende de cada uno y no del Estado, ¿qué hace un hombre como Boi Ruiz en un lugar como el que desempeña?
Pues aplicar las políticas de CiU y de su presidente. No hay aquí ninguna inconsistencia.
Calero habla no de recortes sino de desmantelamiento programado de la sanidad pública. Quien siga pensando que el sector público siga protegiendo la salud ya puede olvidarse; estamos ante el recetario neoliberal en estado puro: todo en manos del mercado regido por intereses privados; los pacientes que se busquen la vida. ¿Podemos estar ya ahí?
Se va a ello aceleradamente. ¿Cuántos ciudadanos estamos dispuestos a oponernos?
La última. El consejero de economía, el señor Mas-Colell, un antiguo cuadro del PSUC en su etapa universitaria, inauguró el curso académico del Círculo de Economía haciendo un llamamiento a los empresarios a que ocuparan el espacio que los recortes están dejando en el espacio público. Ni más ni menos. El Sr. Boi Ruiz, en la misma línea, como no podía ser menos, ha hecho también un llamamiento para la contratación de seguros en las mutuas privadas. La patronal Cecot…
No tengo el disgusto de conocerles.
Es una patronal multisectorial que, como ellos mismos anuncian, “promueven y defienden los intereses de las empresas catalanas”. Esta patronal, decía, ha sabido corresponder al consejero: le ha concedido el galardón “Mejores prácticas de la Administración Pública”
¡Mejores prácticas de la Administración Pública! ¡Qué barbaridad!
Es un premio que el Sr. Boi Ruiz ha recogido de manos del presidente Artur Mas. ¿Todo cuadra, el círculo se cierra?
Me parece evidente. Están aplicando su programa, su duro programa neoliberal, mientras los sectores sociales que tan bien representan jalean sus oídos y llenan sus vanidades, a pesar de que durante la campaña electoral para las elecciones autonómicas catalanas de noviembre de 2010 no hicieron referencias directas ni a recortes ni a privatizaciones. ¿Cuándo tardará la ciudadanía en darse cuenta? (SLA, El viejo Topo)