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viernes, 7 de noviembre de 2014

El mejor banco era ¡una caja!

El triunfo de Kutxabank en los exámenes del BCE rompe mitos como el de la perversa politización 

El mejor banco español es una entidad con espíritu, génesis y nombre de caja de ahorros. El mejor, con distancia. Así que debemos revisar algunos tabúes sobre las cajas. No fueron solo el patio de monipodio de tarjeteros negros. No todas.

Kutxabank es el mejor capitalizado de todos los bancos españoles que se sometieron al reciente examen del BCE. En el peor escenario recesivo exhibiría una solvencia —capital sobre activos, que indica la capacidad para responder a fallidos, compromisos y reveses— del 11,82%. O sea, más que la media española (9%); que la de la eurozona (8,4%); y el doble largo del mínimo requerido (5,5%) (EL PAÍS, 27 de octubre). A nivel europeo se sitúa en el puesto 31 de los 130 bancos escrutados; por encima de la media de la banca danesa (11,66%), quinta en la clasificación; y casi a la par de la tercera, la finlandesa (11,97%) (EL PAÍS, 28 de octubre).

Pero este éxito abrumador no dispone, como el coronel de García Márquez, de casi ningún medio que lo subraye. Porque para hacerlo hay que romper varios mitos. El primero es que las fusiones frías inventadas por el exgobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO) fueron un fracaso total, sin paliativos ni excepciones. Kutxabank (la Kutxa) es la principal excepción (hay otras). Se creó el 1 de enero de 2012 como producto de la fusión fría —no invasiva, respetando ciertas identidades y actividades complementarias de origen— de los negocios financieros de las tres cajas provinciales vascas.

El triunfo de Kutxabank en los exámenes del BCE rompe mitos como el de la perversa politización La convergencia exitosa de la bilbaína BBK (Bilbo Bizkaia Kutxa) con la Kutxa (Donostia Gipuzkoa Kutxa) y la Vital (Caja Vitoria y Álava) desmiente el segundo mito de la última fase de historia de las cajas. El de que su agrupación territorial por comunidades autónomas carecía en todos los casos del mínimo sentido empresarial. Casi tres años después, Kutxabank da sopas con honda a todos sus rivales. Ergo, en determinados supuestos y con ciertas condiciones —no vale generalizar—, la fusión autonómica no era un dislate, sino su contrario, lo más acertado.

El tercer mito es que el modelo de propiedad de las cajas, inhabitual o heterodoxo, más bien poco identificable (semipúblico con los impositores, público en el caso de las fundadas por entidades públicas) y en todo caso lejano a las sociedades anónimas de capital privado, constituía un obstáculo insalvable para su eficiencia actual y viabilidad futura.

MAFO acertó cuando en el Congreso lamentó, el 24 de julio de 2012, que “si durante los doce años de expansión se hubieran reformado las cajas no habría sucedido lo que ha sucedido”. Pero bastante menos al sentenciar que la equiparación financiera con los bancos “debía haberse trasladado [antes] a su sistema de propiedad y gobierno”. Al menos a la luz de la experiencia Kutxa.

Ya tiempo atrás los economistas Vicente Cuñat y Luis Garicano sostenían que “el problema de las cajas no es la politización... el factor explicativo clave de la disparidad de resultados de las cajas es su diferente grado de profesionalización”. Para lo que exhibían el ejemplo de las tres cajas vascas que, pese a estar “totalmente controladas por los partidos políticos, obtienen unos resultados extraordinarios” (“La crisis económica española”, FEDEA, 2010). Los resultados posteriores de la fusión ratifican el aserto.

La receta del éxito vasco —paralelo al declive de la banca estrictamente vasca— tiene varios ingredientes: la escasa expansión de las cajas al exterior; la escasa penetración de entidades de fuera en su territorio base; el respeto a los ámbitos geográficos provinciales de cada una; la abundante liquidez que les proporcionaban las Diputaciones forales; el bajo endeudamiento mayorista; y, sobre todo, su escasa exposición al ladrillo, como recopiló Antoni Serra Ramoneda, protagonista a la par que analista del hundimiento cajero (“Els errors de les caixes”, Viena 2011).

¿Explica este éxito por sí solo el fracaso casi general del resto, que derivó en una cruel jibarización del sector, reducción de la competencia y menor atención a los clientes más humildes? No. Hubo mala administración; hubo dilapidación y corrupción; hubo abusos de los gestores.

Y también un designio, demasiado esquemático, de acabar con las cajas porque eran OFNIS, objetos financieros no identificados. Joan Cals acaba de apuntar (“Los intereses del futuro”, RBA, 2013) que se justificaba plenamente exigir más capital a las cajas. ¿Pero justamente en 2011 y no antes? Colocarles la barrera de solvencia en el 8% y el 10% en medio del maremoto, so pena de bancarización, “en plena crisis del sistema financiero” fue letal para unas entidades con más reservas que capital y con escasa capacidad de endeudamiento sensato. Letal.
Fuente: El País.

sábado, 16 de agosto de 2014

Con una rueda no anda el carro

La impresionante precarización laboral lleva consigo menor sueldo y productividad más baja


Los datos de la Encuesta de Población Activa publicados esta semana han servido para que algunos echen las campanas al vuelo y proclamen de nuevo que se consolida la recuperación económica, pero me temo que hay demasiado optimismo infundado detrás de ello.

Lo que realmente indican los datos no es que esté aumentando el volumen de empleo que crea nuestra economía sino que está cambiando su composición pues está bajando el número total de horas trabajadas (3,8 millones semanales menos que en el primer semestre de 2013) y también la jornada media (30 minutos a la semana menos en el mismo periodo). Y el hecho de que baje el paro no quiere decir ni mucho menos que las personas que dejan de estar estadísticamente desempleadas pasen a estar ocupadas sino que muchas de ellas se desaniman, emigran o son extranjeras que vuelven a sus países de origen. Como tampoco se puede olvidar que la EPA registra como ocupada a una persona simplemente si ha trabajado una hora a la semana y a cambio de cualquier tipo de retribución, aunque haya permanecido todo el tiempo restante sin empleo alguno.

El aumento en la ocupación que registra la EPA no refleja, por tanto, sino la transformación de miles de puestos de trabajo a tiempo completo en otros a tiempo parcial o discontinuos que lógicamente representan un número de contratos o empleos mucho mayor (en el último año, 3,2 millones de trabajadores temporales firmaron casi 15 millones de contratos de trabajo).

Y es precisamente por ello por lo que tampoco puede pensarse que la situación del mercado laboral sea el resultado de una recuperación efectiva de la actividad o el inicio de una nueva etapa de mayor y mejor rendimiento económico. La impresionante precarización laboral que se está produciendo lleva consigo menor sueldo y productividad más baja y, por tanto, menos capacidad de nuestra economía para crear valor añadido, como demuestra el hecho de que el empleo siga cayendo en la industria. Eso es lo que explica que esté aumentando el empleo estadístico mientras que el consumo y la inversión no se recuperan, cuando aumenta el déficit comercial, cuando se hunde el ahorro de los hogares y aumenta la deuda y cuando la renta disponible baja a un ritmo de casi el 11% anual. Que se registre mayor número de ocupados en estas circunstancias y con un crecimiento insignificante del PIB no es un milagro de la economía española sino la prueba de que eso no significa en realidad más empleo.

Otra cosa es que gracias a esa precarización del empleo se haya recuperado el excedente de las grandes empresas y el de los bancos pero es imposible que con esa sola rueda ande bien el carro de la economía española.
Fuente:  27 JUL 2014 - El País.

domingo, 10 de noviembre de 2013

"Bancocracia": de la república de Venecia a Mario Draghi y Goldman Sachs

Éric Toussaint
CADTM

Traducido por Alberto Nadal
Desde el siglo XII hasta comienzos del siglo XIV, la Orden de los Templarios, presente en una gran parte de Europa, se convirtió en banquero de los poderosos. Contribuyó a financiar varias cruzadas. A comienzos del siglo XIV, se había convertido en la principal acreedora del rey de Francia Felipe el Hermoso. Frente al peso de una deuda que gravaba sus recursos, Felipe el Hermoso se libró de sus acreedores y, de la misma, de su deuda, demonizando la Orden de los Templarios, acusándola de múltiples crímenes [2] . La Orden fue prohibida, sus jefes ejecutados y sus bienes confiscados. La Orden de los Templarios carecía de un estado y de un territorio para hacer frente al rey de Francia. Su ejército (15.000 hombres, de ellos 1.500 caballeros), su patrimonio y sus créditos con los dirigentes no la protegieron de la potencia de un estado decidido a eliminar a su principal acreedor.

En la misma época (siglos XI-XIV), los banqueros venecianos financiaban también cruzadas y prestaban dinero a los poderosos de Europa, pero maniobraron mucho más hábilmente que la Orden de los Templarios. En Venecia, se apoderaron de la cabeza del estado dándole la forma de una república. Financiaron la transformación de Venecia, ciudad-estado, en un verdadero imperio que comprendía Chipre, Eubea (Negrepont) y Creta. Adoptaron una estrategia imparable para enriquecerse duraderamente y garantizar el reembolso de sus créditos: fueron ellos quienes decidieron endeudar al estado veneciano con los bancos que poseían. Los términos de los contratos de los préstamos fueron definidos por ellos puesto que eran a la vez propietarios de los bancos y dirigentes del estado.

Mientras Felipe el Hermoso tenía interés en librarse físicamente de sus acreedores para liberarse del peso de la deuda, el estado veneciano devolvía hasta la última moneda de la deuda a los banqueros. Éstos tuvieron por otra parte la idea de crear títulos de la deuda pública que podían circular de un banco a otro. Los mercados financieros comenzaban entonces a ponerse en pie [3] . Este tipo de préstamo es el precursor de la forma principal de endeudamiento de los estados tal como se conoce en el siglo XXI.

Siete siglos después del aplastamiento de la Orden de los Templarios por Felipe el Hermoso, hoy los banqueros de Europa, igual que sus predecesores venecianos o genoveses, no tienen manifiestamente que estar inquietos por los gobiernos actuales.

Los estados nacionales y el protoestado que es la Unión Europea de hoy son quizás más complejos y sofisticados que las repúblicas de Venecia (o de Génova) de los siglos XIII al XVI, pero son con igual crudeza los órganos de ejercicio del poder de la clase dominante, el 1% opuesto al 99%. Mario Draghi, antiguo responsable de Goldman Sachs en Europa, dirige el Banco Central Europeo. Los banqueros privados han colocado a sus representantes o a sus aliados en puestos clave en los gobiernos y las administraciones. Los miembros de la Comisión Europea están muy atentos a la defensa de los intereses de las finanzas privadas, y el trabajo de lobby que los bancos ejercen ante parlamentarios, reguladores y magistrados europeos es de una eficacia temible.

Que un puñado de grandes bancos capitalistas ocupe el primer plano estos últimos años, no debe ocultar el papel de las grandes empresas privadas de la industria y del comercio, que usan y abusan de su proximidad a las estructuras del estado de forma tan hábil como los banqueros. La interconexión y la imbricación inextricables entre los estados, los gobiernos, los bancos, las empresas industriales y comerciales, y los grandes grupos privados de comunicación constituyen, por otra parte, una de las características del capitalismo, tanto en su fase actual como en las precedentes.

Efectivamente, desde la victoria del capitalismo como modo de producción y como formación social dominante, el poder es ejercido por los representantes de los grandes grupos privados y sus aliados.

Desde un punto de vista histórico, la New Deal iniciada por el presidente F. Roosevelt en 1933 y los treinta años que siguieron a la II Guerra Mundial aparecen como un paréntesis durante el cual la clase dominante tuvo que hacer concesiones, ciertamente limitadas pero reales, a las clases populares. Los grandes patronos tuvieron que disimular un poco su dominio sobre el estado. Con el giro neoliberal emprendido a finales de los años 1970, abandonaron la discreción. Los años 80 ponen en un primer plano una clase dominante completamente desinhibida que asume y proclama con cinismo la carrera por la ganancia y la explotación generalizada de los pueblos y de la naturaleza. La fórmula, tristemente célebre, de Margaret Thatcher “There is no alternative” marca hasta hoy el paisaje político, económico y social, a través de los ataques violentos a los derechos y conquistas sociales. Mario Draghi, Angela Merkel, Silvio Berlusconi (gran patrón italiano), José Manuel Barroso, aparecen como figuras emblemáticas de la consecución del proyecto thatcheriano. La complicidad activa de los gobiernos socialistas (de Schröeder a Hollande, pasando por Tony Blair, Gordon Brown, Papandreu, Zapatero, Socrates, Letta, Di Rupo, y muchos otros) muestra hasta qué punto se insertaron en la lógica del sistema capitalista, hasta qué punto forman parte del sistema igual que Barack Obama del otro lado del Atlántico. Como afirmaba el multimillonario americano Warren Buffet, “es una guerra de clases, y es mi clase la que va ganando”.

El sistema de la deuda pública tal como funciona en el capitalismo constituye un mecanismo permanente de transferencia de riquezas producidas por el pueblo hacia la clase capitalista. Este mecanismo se ha reforzado con la crisis comenzada en 2007-2008, pues las pérdidas y las deudas de los bancos privados han sido transformadas en deudas públicas. A una gran escala, los gobiernos han socializado las pérdidas de los bancos a fin de permitirles continuar haciendo beneficios que redistribuyen a sus propietarios capitalistas.

Los gobiernos están directamente conchabados con los grandes bancos y ponen a su servicio los poderes y las arcas públicas. Hay un va y viene permanente entre los grandes bancos y los gobernantes. El número de ministros de finanzas y de economía, o de primeros ministros, que provienen directamente de los grandes bancos o que van a ellos cuando abandonan el gobierno no deja de aumentar desde 2008.

El oficio de la banca es demasiado serio para ser dejado en manos del sector privado, es necesario socializar el sector bancario (lo que implica su expropiación) y colocarlo bajo control ciudadano (de los asalariados de los bancos, de los clientes, de las asociaciones y de los representantes de los actores públicos locales), pues debe estar sometido a las reglas de un servicio público [4] y las rentas que su actividad genera deben ser utilizadas para el bien común.

La deuda pública contratada para salvar a los bancos es definitivamente ilegítima y debe ser repudiada. Una auditoría debe determinar las demás deudas ilegítimas y/o ilegales y permitir una movilización tal que una alternativa anticapitalista pueda tomar forma.

La socialización de los bancos y la anulación/repudio de las deudas ilegítimas deben inscribirse en un programa más amplio [5].

Como durante la república de Venecia, hoy en la Unión Europea y en la mayoría de los países más industrializados del planeta, el estado está en ósmosis con la gran banca privada y paga dócilmente la deuda pública. El no pago de la deuda ilegítima, la socialización de la banca así como otras medidas vitales serán el resultado de la irrupción del pueblo como actor de su propia historia. Se tratará de poner en pie un gobierno tan fiel a los oprimidos como los gobiernos de Merckel y Hollande lo son a las grandes empresas privadas. Tal gobierno del pueblo deberá hacer incursiones en la sacrosanta gran propiedad privada para desarrollar los bienes comunes a la vez que respeta los límites de la naturaleza. Ese gobierno deberá igualmente realizar una ruptura radical con el estado capitalista y erradicar todas las formas de opresión. Una auténtica revolución es necesaria.

Notas:
[1] Ver David Graeber, En deuda. Una historia alternativa de la economía, Editorial Ariel, Barcelona, 2012, 714 pp; Thomas Morel et François Ruffin, Vive la Banqueroute!, Paris, Fakir Editions, 2013.
[2] Fernand BRAUDEL, Civilisation matérielle, économie et capitalisme. XVe-XVIIIe siècle. Paris, Armand Collin, 1979; David Graeber, En deuda. Una historia alternativa de la economía, Editorial Ariel, Barcelona, 2012, 714 pp
[3] El sector bancario debería ser enteramente público con excepción de un sector cooperativo de pequeña talla con el que podría cohabitar y colaborar.
[4] Ver Damien Millet y Eric Toussaint, Europa, ¿qué programa de urgencia frente a la crisis? http://cadtm.org/Europa-Que-programa-de-urgencia . Ver también Thomas Coutrot, Patrick Saurin y Eric Toussaint. Anular la deuda o gravar al capital: ¿Por qué elegir? http://cadtm.org/Anular-la-deuda-o-gravar-al. Finalmente, ver ¿Qué hacer con la deuda y el euro?, http://cadtm.org/Que-hacer-con-la-deuda-y-el-euro publicado el 30 de abril de 2013.
Éric Toussaint, doctor en ciencias políticas, es presidente del CADTM Bélgica (Comité por la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo, www.cadtm.org ) y miembro del consejo científico de ATTAC. Autor, entre otros libros, de Una mirada al retrovisor: el neoliberalismo desde sus orígenes hasta la actualidad, Icaria 2010; La Deuda o la Vida (junto a Damien Millet) Icaria, Barclona, 2011; La crisis global, El Viejo Topo, Barcelona, 2010;. La bolsa o la vida: las finanzas contra los pueblos, Gakoa, 2002.
Fuente: http://cadtm.org/Francais

lunes, 29 de julio de 2013

El estado español regala 36.000 millones de € a los bancos. Mientras el paro alcanza cotas inadmisibles, tanto general como juvenil. ¿No es esto un crimen, una estafa, un robo? y mientras los directivos de banca españoles ganan los sueldos mayores del mundo. ¿Hasta cuando? Esto no es una democracia, el gobierno no hace lo que quiere el pueblo que iría a rebajar el paro y encarcelaría a los estafadores,...

Agencias

El estatal Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) admitió este viernes que los bancos y cajas que recibieron dinero público no devolverán las millonarias ayudas , una cifra que en total supera los recortes presupuestarios en sanidad y educación impuestos por el Gobierno de Mariano Rajoy.

En el mes de octubre del año pasado el presidente Mariano Rajoy anunció un préstamo del Estado a bancos quebrados. En aquel entonces se habló de la cantidad de 40.000 millones de euros. Rajoy aseguró en el Parlamento que el Estado nunca renunciaría a este dinero y que los bancos y cajas tendrían que devolverlo ‘de todas todas’. Nueve meses después el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria ha hecho públicas sus cuentas y asume que, de los 52.000 millones de euros que finalmente dieron a las entidades financieras, 36.000 los da ‘por perdidos’, es decir, que no los recuperará.

Con esta decisión, los bancos ya no están obligados a devolver el dinero al Estado. De esta manera, el Gobierno ha regalado a estas entitadades una cantidad que supera la de los recortes en educación y sanidad.

Los bancos y cajas que han visto como se eliminaba su deuda en nueve meses son Bankia, Novagalicia (NCG), CatalunyaCaixa, Banc de València, Caja España Ceiss y BMN.

El Mayor rescate de la historia, en El País.

lunes, 3 de junio de 2013

Serie: «Bancos contra pueblos: los entresijos de una partida amañada» (1a parte)

2007-2012: 6 años en que los bancos se tambalearon
17 de diciembre por Eric Toussaint
Desde 2007-2008, los grandes bancos centrales (BCE, Banco de Inglaterra, Fed en los Estados Unidos, Banco de Suiza) dan prioridad absoluta a intentar evitar el hundimiento del sistema bancario privado. Contrariamente al discurso dominante, el riesgo principal que amenaza a los bancos no es la suspensión de pagos de la deuda soberana |1| por parte de los Estados. Ninguna de las quiebras bancarias desde 2007 ha sido provocada por tal falta de pago. Ninguno de los rescates bancarios organizados por los Estados fue necesario debido a una suspensión de pago de parte de un Estado sobreendeudado.
Lo que amenaza a los bancos desde 2007 es la cantidad de deudas privadas que los bancos han acumulado progresivamente a partir de las grandes desregulaciones que comenzaron a finales de los años 70 y que concluyeron en el transcurso de los años 90. Los balances de los bancos privados están cargados de activos |2| dudosos: estos comprenden desde activos tóxicos que son verdaderas bombas de relojería, a activos no líquidos (es decir que no pueden ser vendidos o traspasados en los mercados financieros), pasando por los activos cuyo valor está completamente sobrevalorado en los balances bancarios. Las ventas y las depreciaciones de activos que los bancos han registrado hasta el momento en sus cuentas para reducir el peso de estos activos tóxicos no bastan. Un número significativo de ellos dependen de la financiación a corto plazo (proporcionada o garantizada por los poderes públicos con el dinero de los contribuyentes) para mantenerse a flote |3| y para hacer frente a las deudas en sí mismas a corto plazo. Esto ha puesto al banco franco-belga Dexia, en realidad un hedge fund de grandes dimensiones, tres veces al borde de la quiebra en 4 años: octubre 2008, octubre 2011 |4| y octubre 2012 |5| .
En el transcurso del episodio más reciente, a inicios de noviembre del 2012, los Estados francés y belga han aportado una ayuda de 5.500 millones de euros (de los cuales 53 % a cargo de Bélgica) para recapitalizar Dexia SA, institución financiera moribunda, cuyos fondos propios se han desvanecido. Según el diario belga Le Soir: «Los recursos propios de matriz de Dexia han pasado de 19.200 millones a 2.700 millones de euros entre finales de 2010 y finales de 2011. Y a nivel del grupo, los fondos propios totales se han vuelto negativos (-2.300 millones de euros a 30 de junio de 2012)» |6| . A finales del 2011 sus deudas exigibles de forma inmediata se elevaban a 413.000 millones de euros, y los importes debidos por contratos de derivados a 461.000 millones de euros. La suma de estos dos importes representaba ¡más de 2,5 veces el PIB de Bélgica! A pesar de ello, los dirigentes de Dexia, el viceprimer ministro belga Didier Reynders y los medios de comunicación dominantes pretendían aún hacernos creer que el problema de Dexia SA había sido provocado en gran medida por la crisis de deuda soberana en el sur de la zona euro. La realidad era que la posición acreedora de Dexia SA con Grecia no superaba los 2.000 millones de euros en octubre de 2011, es decir unas 200 veces menos que las deudas a pagar de forma inmediata en ese momento. En octubre de 2012, la acción Dexia valía unos 0,18 euros, unas 100 veces menos que en septiembre del 2008. A pesar de ello, los Estados francés y belga han decidido una vez más resucitar esta sociedad quebrada haciendo aumentar de golpe la deuda pública de su país. En España, la casi quiebra de Bankia también ha sido causada por prácticas financieras dudosas, y no por riesgo de impago por parte de un Estado. Desde el 2008 el mismo escenario se ha repetido una treintena de veces en Europa y Estados Unidos: cada vez más los poderes públicos se han puesto (y continúan haciéndolo) al servicio de los bancos privados financiando sus rescates con fondos públicos.

Vuelta al inicio de la crisis en 2007
La suma gigantesca de deudas privadas comenzó a derrumbarse con el estallido de la burbuja especulativa en el sector inmobiliario de Estados Unidos (seguido de situaciones parecidas en Irlanda, el Reino Unido, España,…). La burbuja inmobiliaria estalló en los Estados Unidos cuando los precios de las viviendas construidas en cantidades exageradas empezaron a caer al no encontrarse compradores para estas viviendas.

Las explicaciones simplistas o directamente falsas de la crisis que estalló en los Estados Unidos en 2007, con un enorme efecto de contagio hacia Europa occidental principalmente, han prevalecido en las interpretaciones dadas por los medios de comunicación dominantes. Regularmente en 2007 y durante buena parte de 2008, se explicó a la opinión pública que la crisis se inició en los Estados Unidos porque los pobres se habían endeudado demasiado para adquirir casas que después no podrían pagar. El comportamiento irracional de los pobres fue señalado con el dedo como el origen de la crisis. A partir de fines de septiembre del 2008, después de la quiebra de Lehman Brothers, el discurso dominante cambió y comenzó a señalar a las ovejas negras que, en el seno del mundo de las finanzas, habían pervertido el funcionamiento virtuoso del capitalismo. Pero, ni mucho menos las mentiras o las manipulaciones dejaron de circular. Se pasó de los pobres, responsables de la crisis, a las manzanas podridas presentes en la clase capitalista: Bernard Madoff, que había montado una estafa de 50.000 millones de dólares o Richard Fuld, el jefe de Lehman Brother.

Los inicios de la crisis se remontan al 2006, en el que el precio de las viviendas se derrumbó en los Estados Unidos debido al exceso en la construcción, que fue provocado a su vez por la burbuja especulativa que al inflar el precio de los inmuebles había conducido al sector inmobiliario a aumentar exageradamente su actividad en comparación con la demanda solvente. Fue esta caída del precio de los bienes inmuebles la que condujo al aumento del número de familias incapaces de pagar sus mensualidades de créditos hipotecarios subprimes. De hecho en los Estados Unidos las familias tienen la posibilidad y la costumbre de, cuando los precios de los bienes inmuebles están a la alza, refinanciar su préstamo hipotecario al cabo de 2 o 3 años a fin de obtener condiciones más favorables (esto sucedió aun cuando en el sector de los préstamos subprimes la tasa de los 2 o 3 primeros años era baja y fija, alrededor del 3%, antes de subir vertiginosamente y de volverse variable al 3° o 4° año). Visto que los precios de los bienes inmuebles comenzaron a bajar desde 2006, las familias que habían recurrido a los préstamos subprimes ya no estuvieron en medida de refinanciar favorablemente su crédito hipotecario, los impagos comenzaron a multiplicarse desde inicios de 2007, lo que provocó la quiebra de 84 sociedades de crédito hipotecario en los Estados Unidos entre enero y agosto de 2007.

Como ocurre a menudo, la crisis se explicó de manera simplista con el estallido de una burbuja especulativa, pero la causa real hay que buscarla a la vez en el sector de la producción y en la especulación. Por supuesto, el hecho de que una burbuja especulativa haya sido creada y terminara por estallar no hace sino que multiplicar los efectos de la crisis que se inició en la producción. Todo el sistema de los préstamos subprimes y los productos estructurados creados desde mediados de los años 90 se vino abajo, lo que tuvo terribles repercusiones sobre la producción en diferentes sectores de la economía real. Acto seguido, las políticas de austeridad amplificaron el fenómeno desembocando en el periodo recesivo-depresivo prolongado en el cual la economía de los países más industrializados se encuentra estancada.

El impacto de la crisis inmobiliaria en los Estados Unidos y de la crisis bancaria que la remplazó tuvo un enorme efecto de contagio internacional ya que numerosos bancos europeos habían invertido masivamente en los productos estructurados y derivados estadounidenses. Desde los años 90, el crecimiento en los Estados Unidos y en varias economías europeas estuvo sostenido por una hipertrofia del sector financiero privado y por un aumento incomparable de las deudas privadas: deudas de las familias |7| , deudas de las empresas financieras y no financieras. En cambio, las deudas públicas tuvieron tendencia a bajar entre la segunda mitad de los años 1990 y los años 2007-2008.

Hipertrofia pues del sector financiero privado. El volumen de los activos de los bancos privados europeos en relación al producto interior bruto se infló de manera extraordinaria a partir de los años 90 para alcanzar en 2011 |8| 3,5 veces el PIB de los 27 países miembros de la Unión Europea. En Irlanda, en 2011, los activos de los bancos representaban 8 veces el producto interior bruto del país.

Las deudas de los bancos privados |9| de la zona euro representan igualmente 3,5 veces el PIB de la zona. Las deudas del sector financiero británico alcanzan cifras récord en proporción al PIB: 11 veces superiores, mientras que la deuda pública representa alrededor del 80% del PIB.

La deuda bruta de los Estados de la zona euro representaba 86% del PIB de los 17 países miembros en 2011 |10| . La deuda pública griega representaba 162% del PIB griego en 2011 mientras que las deudas de su sector financiero representan 311% del PIB, es decir el doble. La deuda pública española alcanzaba 62% del PIB en 2011 mientras que las deudas del sector financiero alcanzaban 203%, es decir el triple de la deuda pública.

Un poco de historia: el establecimiento de una regulación financiera estricta como consecuencia de la crisis de los años 1930
El crack de Wall Street en octubre de 1929, la enorme crisis bancaria de 1933 y el periodo prolongado de crisis económica en los Estados Unidos y en Europa de los años 1930 condujeron al presidente Franklin Roosevelt, y más tarde a Europa, a regular fuertemente el sector financiero a fin de evitar la repetición de graves crisis bursátiles y bancarias. Consecuencia: en el transcurso de los treinta años que siguieron la segunda guerra mundial el número de crisis bancarias ha sido mínima. Es lo que muestran dos economistas neoliberales norteamericanos, Carmen M. Reinhart y Kenneth S. Rogoff, en un libro publicado en 2009 y titulado Esta vez es distinto: Ocho siglos de necedad financiera. Kenneth Rogoff fue economista jefe del FMI y Carmen Reinhart, profesora de universidad, es consejera del FMI y del Banco Mundial. Según estos dos economistas, que son de todo salvo favorables a una puesta en tela de juicio del capitalismo, la cantidad muy reducida de crisis bancarias se explica principalmente «por la represión de los mercados financieros internos (en diversos grados), y luego por un recurso masivo a los controles de capitales durante muchos años después de la segunda guerra mundial» |11|.

Una de las medidas duras adoptadas por Roosevelt y los gobiernos de Europa (en particular bajo la presión de las movilizaciones populares en Europa después de la Liberación) consistió en limitar y regular estrictamente el uso que los bancos podían hacer del dinero del público. Este principio de protección de los depósitos dio lugar a la separación entre bancos de depósitos y bancos de inversión cuya ley americana, llamada Glass Steagall Act, constituyó la forma más conocida, aunque fue igualmente aplicada con ciertas variantes en los países europeos.

Con esta separación, sólo los bancos comerciales podían recibir los depósitos del público, que gozaban de una garantía del Estado. Paralelamente a esto, su campo de actividades fue reducido a los préstamos a particulares y a empresas, excluyendo la emisión de títulos, de acciones y de cualquier otro tipo de instrumento financiero. Los bancos de inversión debían, por su parte, captar sus recursos en los mercados financieros a fin de poder emitir títulos, acciones y cualquier otro instrumento financiero.

La desregulación financiera y el giro neoliberal
El giro neoliberal de finales de los años 70 puso en tela de juicio estas regulaciones. Al cabo de una veintena de años, la desregulación bancaria y financiera había sido consumada en términos generales. Como señalan Kenneth Rogoff y Carmen Reinhart, las crisis bancarias y bursátiles se han multiplicado a partir de los años 80, tomando formas cada vez más agudas.

En el modelo tradicional heredado del periodo prolongado de regulación, los bancos evalúan y corren el riesgo, es decir, ellos analizan las solicitudes de crédito, deciden o no si satisfacerlas, y, una vez los préstamos son concedidos, los mantienen en su balance hasta su vencimiento (se habla aquí del modelo originate and hold, «conceder y mantener»).

Aprovechando el profundo movimiento de desregulación que ellos mismos provocaron, los bancos abandonaron el modelo «conceder y mantener» para aumentar el rendimiento respecto a sus fondos propios. Para ello, los bancos inventaron nuevos procedimientos, en particular la titulización, que consiste en transformar los créditos bancarios en títulos financieros. El objetivo perseguido era simple: quitar de sus cuentas los créditos y riesgos correspondientes. Transformaron estos créditos en títulos bajo la forma de productos financieros estructurados, que vendieron a otros bancos e instituciones financieras privadas. Se habla aquí de un nuevo modelo bancario llamado originate to distribute, «conceder para traspasar», llamado igualmente originate repackage and sell, «conceder, empaquetar y vender». Para el banco, la ventaja es doble: disminuye su riesgo al sacar del activo de su balance los créditos que ha concedido y dispone además de medios suplementarios para especular.

La desregulación permitió al sector financiero privado y en particular a los bancos abusar de la llamada estrategia del apalancamiento. Xavier Dupret describe claramente el fenómeno: «El mundo bancario se ha endeudado mucho, estos últimos años, por medio de lo que se llama el efecto apalancamiento. El efecto apalancamiento consiste en recurrir al endeudamiento para aumentar la rentabilidad de los recursos propios. Y para que éste funcione, es necesario que la tasa de rentabilidad del proyecto seleccionado sea superior al tipo de interés a abonar por la suma tomada en préstamo. El apalancamiento se ha vuelto cada vez más importante con el tiempo, lo que evidentemente no deja de plantear problemas. Así, en la primavera de 2008, los bancos de inversión de Wall Street tenían un apalancamiento que oscilaba entre 25 y 45 (por un dólar de fondos propios habían tomado prestado entre 25 y 45 dólares). Por ejemplo, Merrill Lynch tenía un apalancamiento de 40 veces sus recursos propios. Esta situación era obviamente explosiva ya que una institución que tiene un ratio de apalancamiento de 40 a 1 ve desaparecer sus fondos propios con una bajada del 2,5% (es decir 1/40) del valor de los activos adquiridos.» |12|

Gracias a la desregulación los bancos han podido desarrollar actividades que implican volúmenes gigantescos de financiación (y por lo tanto de deudas) sin asumirlos en sus balances contables. El endeudamiento fuera de balance llegó a tal punto que en 2011 el volumen de las actividades en cuestión sobrepasaba 67 billones de dólares (67,000,000,000,000$, lo que equivale aproximadamente a la suma de los PIB de todos los países del planeta): este es el llamado sector bancario en la sombra, el shadow banking |13| Cuando la actividad fuera de balance desemboca en pérdidas masivas, ello repercute tarde o temprano en la salud de los bancos que la han iniciado. Son los grandes bancos los que dominan de muy lejos esta actividad oculta. La amenaza de la quiebra conduce a los Estados a prestarles auxilio, en particular recapitalizándolos. Mientras que los balances oficiales de los bancos registraron una reducción de volumen desde el inicio de la crisis en 2007-2008, el volumen fuera de balance, el shadow banking, no siguió la misma evolución. Después de haber disminuido entre 2008 y 2010 volvió en 2011-2012 al nivel de 2006-2007, lo que constituye un síntoma claro de la peligrosidad de la situación de las finanzas privadas mundiales. En consecuencia, el alcance de la acción de las instituciones públicas nacionales e internacionales, que están a cargo, usando su vocabulario, de conducir las finanzas a comportamientos más responsables, es muy limitado. Los reguladores no tienen siquiera los medios para conocer las actividades reales de los bancos que se supone deben controlar.

El Consejo de Estabilidad Financiera (FSB), el órgano erigido por el foro del G20 a cargo de la estabilidad financiera mundial, ha revelado las cifras de 2011. «El tamaño del ‘shadow banking’, que escapa a toda regulación, es de 67 billones de dólares según su informe que incluye a 25 países (90% de los activos financieros mundiales). Se trata de 5 a 6 billones más que en 2010. Este sector ‘paralelo’ representa él solo la mitad del tamaño de los activos totales de los bancos. En relación al Producto Interior Bruto del país, la banca oculta prospera en Hong-Kong (520%), en los Países Bajos (490%), en el Reino Unido (370%), en Singapur (260%) y en Suiza (210%). Pero, en términos absolutos, los Estados Unidos permanecen en primera posición puesto que allí este sector paralelo representa 23 billones de activos en 2011, seguido por la zona euro (22 billones) y el Reino Unido (9 billones).» |14|

Una gran parte de las transacciones financieras escapa totalmente al control oficial. Como se ha dicho anteriormente, el volumen de la actividad bancaria oculta representa ¡la mitad del volumen de los activos totales de los bancos! También hay que medir el mercado “over the counter” (OTC) – es decir sin control por parte de las autoridades de los mercados – de los productos financieros derivados. El volumen de los productos derivados ha crecido de manera exponencial entre los años 1990 y los años 2007-2008. Si bien ha declinado un poco a inicios de la crisis, el valor hipotético de los contratos de derivados en el mercado OTC alcanzó en 2011 la astronómica suma de 650 billones de dólares (650,000,000,000,000 $), es decir unas 10 veces el PIB mundial. El volumen del 2° semestre de 2007 es superado y el del primer semestre de 2008 está a la vista… Los swaps sobre tipos de interés representan 74% del total mientras que los derivados en el mercado de divisas representan 8%, los Credit default swaps (CDS) 5%, los derivados sobre las acciones 1%, distribuyéndose el resto en una multitud de productos.

Desde 2008, los rescates bancarios no han desembocado en comportamientos más responsables
La crisis financiera de 2007 ha visto a los bancos, a pesar de ser culpables de maniobras reprobables y haber asumido riesgos inimaginables, ser favorecidos de inyecciones masivas de fondos a través de numerosos y costosos planes de rescate. En un estudio muy documentado |15|, dos investigadores se han propuesto verificar «si las operaciones de rescates públicos fueron seguidas de una mayor reducción de riesgos en los nuevos préstamos concedidos por los bancos ayudados en relación a los que no lo han sido». Para hacer esto, los autores analizaron el balance y los préstamos sindicados (se trata de los créditos concedidos a una empresa por varios bancos) otorgados por 87 grandes bancos comerciales internacionales. Los autores han revelado que «los bancos que recibieron ayuda siguieron firmando préstamos sindicados riesgosos» observando que « los préstamos sindicados de los bancos que recibieron una ayuda para salir a flote luego, eran más arriesgados antes de la crisis, que los de las instituciones que no recibieron ayuda». Lejos de constituir un remedio y una protección eficaz contra los extravíos de los bancos, los planes de rescate de los Estados han constituido, por contra, un potente incitador para proseguir e incluso intensificar sus prácticas culpables. En efecto, «la perspectiva de un apoyo del Estado puede acarrear una riesgo moral (moral hazard) y conducir a los bancos a tomar mayores riesgos» |16|.

En suma, una grave crisis de deudas privadas provocada por las maniobras irresponsables de los grandes bancos ha empujado enseguida a los dirigentes estadounidenses y europeos a ir en su ayuda usando fondos públicos. La música lancinante de la crisis de las deudas soberanas pudo ser entonces entonada para imponer sacrificios brutales a los pueblos. La desregulación financiera de los años 90 ha sido el humus fértil para esta crisis con consecuencias sociales dramáticas. Mientras no pongan en jaque mate a las finanzas internacionales, los pueblos estarán en sus manos. Este combate debe intensificarse lo antes posible.
Traducido por Inés Hidalgo, Sergi Cutillas y Itziar Gimenez. Revisión final por Stéphanie Jacquemont.

Parte 2
Notas
|1| La deuda soberana es la deuda de un Estado y de los organismos públicos que dependen de él.
|2| En general, el término «activo» hace referencia a un bien que posee un valor realizable, o que puede generar ingresos. En el caso contrario, se habla de «pasivo», es decir la parte del balance compuesto de recursos de los que dispone una empresa (capitales propios aportados por los socios, provisiones por riesgos y cargas, deudas). Véase: http://www.banque-info.com/lexique-...
|3| Numerosos bancos dependen de un financiamiento a corto plazo ya que encuentran enormes dificultades para pedir préstamos en el sector privado a un costo sostenible (es decir el más bajo posible) en particular, bajo la forma de emisión de títulos de deuda. Como lo veremos más adelante, la decisión del BCE de prestar un poco más de 1 billón de euros (1,000,000,000,000 €) a una tasa de interés del 1% por un periodo de 3 años a más de 800 bancos europeos constituyó una tabla de salvación para un gran número de ellos. Luego, gracias a estos préstamos del BCE, los más sólidos de entre ellos, tuvieron nuevamente la posibilidad de emitir títulos de deuda para financiarse. Ello no habría sido el caso si el BCE no hubiera actuado de prestamista en última instancia y esto por 3 años.
|4| Sobre el episodio de octubre de 2011, véase Eric Toussaint, Crash de Dexia, “¿Ya está en camino un efecto dominó en la UE?”, 7 de octubre de 2011, http://cadtm.org/Ya-esta-en-camino-un-efecto-domino
|5| Sobre el episodio de octubre de 2012 que desembocó en un nuevo salvataje bajo la forma de una recapitalización, véase Eric Toussaint, «Fallait-il à nouveau injecter de l’argent dans Dexia ?», Le Soir, 2 de noviembre de 2012, http://cadtm.org/Fallait-il-a-nouveau-injecter-de-l; véase igualmente: CADTM, «Pour sortir du piège des recapitalisations à répétition, le CADTM demande l’annulation des garanties de l’Etat belge aux créanciers du groupe Dexia», 31 de octubre de 2012, http://cadtm.org/Pour-sortir-du-piege-des; CADTM, «Pourquoi le CADTM introduit avec ATTAC un recours en annulation de l’arrêté royal octroyant une garantie de 54 milliards d’euros (avec en sus les intérêts et accessoires) à Dexia SA et Dexia Crédit Local SA», 22 de diciembre de 2011, http://cadtm.org/Pourquoi-le-CADTM-introduit-avec
|6| Pierre-Henri Thomas, Bernard Demonty, Le Soir, 31 de octubre de 2012, pág. 19, http://archives.lesoir.be/dexia-sera-recapitalise-pour-le-7-novembre-en_t-20121031-025GAM.html?firstHit=40&by=20&when=-1&sort=datedesc&pos=43&all=1309626&nav=1
|7| Las deudas de las familias incluyen las deudas que los estudiantes americanos han contraído para sufragar sus estudios. Las deudas de los estudiantes en los Estados Unidos alcanzan el importe colosal de 1 billón de dólares (1,000,000,000 $), es decir más que el total de las deudas externas públicas de América Latina (460 mil millones de dólares), del África (263 mil millones) y del Asia del Sur (205 mil millones). Véase para el importe de las deudas de estos «continentes»: Damien Millet, Daniel Munevar, Eric Toussaint, Les Chiffres de la dette 2012, cuadro 7, pág. 9. Se puede descargar de: http://cadtm.org/Les-Chiffres-de-la-dette-2012
|8| Véase Damien Millet, Daniel Munevar, Eric Toussaint, Les Chiffres de la dette 2012, cuadro 30, p. 23. Este cuadro se basa en los datos de la Federación Europea del Sector Bancario, http://www.ebf-fbe.eu/index.php?page=statistics. Véase igualmente Martin Wolf, «Liikanen is at least a step forward for EU banks», Financial Times, 5 de octubre de 2012, pág. 9.
|9| Las deudas de los bancos no deben confundirse con sus activos, forman parte de su «pasivo». Véase más arriba la nota de pie de página sobre «Activo» y «Pasivo» de los bancos.
|10| Véase Damien Millet, Daniel Munevar, Eric Toussaint, Les Chiffres de la dette 2012, cuadro 24, pág. 18. Este cuadro utiliza la base de datos de investigación de Morgan Stanley, así como http://www.ecb.int/stats/money/aggregates/bsheets/html/outstanding_amounts_index.en.html y
http://www.bankofgreece.gr/Pages/en/Statistics/monetary/nxi.aspx
|11| Carmen M. Reinhart, Kenneth S. Rogoff, Esta vez es distinto: ocho siglos de necedad financiera, Fondo de Cultura Económica de España, S. L., 2011
|12| Xavier Dupret, «Et si nous laissions les banques faire faillite ?», 22 de agosto de 2012, http://www.gresea.be/spip.php?article1048
|13| Véase Daniel Munevar, “El Sistema Bancario en las Sombras: Cuales son los riesgos?”, 23 de febrero de 2012, http://cadtm.org/El-Sistema-Bancario-en-las-Sombras Vease también: Tracy Alloway, “Traditional lenders shiver as shadow banking grows”, Financial Times, 28 de diciembre de 2011.
|14| Véase Richard Hiault, «Le monde bancaire «parallèle» pèse 67.000 milliards de dollars», Les Echos, 18 de noviembre de 2012, http://www.lesechos.fr/entreprises-secteurs/finance-marches/actu/0202393973644-le-monde-bancaire-parallele-pese-67-000-milliards-de-dollars-511912.php
|15| Michel Brei y Blaise Gadanecz, “Have bailouts made banks’loan book safer ?”, Bis Quaterly Review, september 2012, pp. 61-72. Las citaciones de este párrafo provienen de este artículo.
|16| Ibid
Eric Toussaint, Universidad de Lieja, es presidente del CADTM Bélgica (Comité por la anulación de la deuda del Tercer Mundo, www.cadtm.org) y miembro del Consejo Científico de ATTAC France. Ha escrito junto con Damien Millet, AAA. Audit Annulation Autre politique, Seuil, Paris, 2012.
El autor agradece a Patrick Saurin, Daniel Munevar, Damien Millet y Virginie de Romanet por la ayuda que le han brindado en la elaboración de este artículo.

martes, 29 de enero de 2013

Islandia gana en los tribunales al Reino Unido y Holanda en la reclamación por la quiebra del banco Landsbanki

Londres y Amsterdam reembolsaron las cantidades perdidas por sus nacionales y pasaron la factura a Islandia, pero los islandeses rechazaron el pago en dos referendos. El Gobierno de Gordon Brown utilizó la legislación antiterrorista para apropiarse de los activos de Landsbanki en el Reino Unido

El tribunal de la EFTA ha dado la razón a Islandia en su litigio con el Reino Unido y Holanda que se originó tras la quiebra del banco islandés Landsbanki. Británicos y holandeses reclamaban al Gobierno de Reikiavik los 4.000 millones de euros que sus ciudadanos, empresas e instituciones habían invertido o depositado en Landsbanki. Londres y Amsterdam reembolsaron esas cantidades a sus nacionales y pasaron la factura a Islandia. En dos ocasiones diferentes, los islandeses rechazaron en referendum asumir las responsabilidades financieras del banco liquidado.

El tribunal rechaza las reclamaciones y se basa en dos argumentos, según el Financial Times: la crisis financiera islandesa era lo bastante grande como para obligar a medidas de emergencia. Además, el Gobierno no había discriminado a los extranjeros en las medidas posteriores al hundimiento del banco... leer mas aquí

domingo, 11 de noviembre de 2012

Vicenc Navarro y Juan Torres López, hablan en una entrevista de la 2 de tve, sobre la llamada crisis económica y la publicación de su último libro.



El catedrático de Ciencias Políticas de Barcelona Vicenç Navarro y el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla, Juan Torres, acaban de publicar el libro: “Los amos del mundo. Las armas del terrorismo financiero”.

Y los profesores aportan datos: La burbuja inmobiliaria española se produjo porque la banca privada se aprovechó de ese endeudamiento, y en esa banca destaca (en el estado español) la banca alemana que colocó en los años de la burbuja inmobiliaria 200 mil millones de euros. La banca alemana alimentó la especulación en España. El banco alemán tiene gran influencia en el BCE y por tanto defiende sus intereses. Dice Navarro que el Banco Central Europeo no es un Banco Central público, sino que actúa como el lobby de la banca privada. No compra deuda pública. Presta dinero al 1% a la privada y la privada lo vende a un 6%. Por eso los profesores Navarro y Torres hablan de una deuda ilegítima.

Juan Torres señala que si desde 1989 el BCE hubiera financiado directamente la deuda, hoy la deuda sería del 14% del PIB, la banca privada presionó para que ganar dinero como intermediario a costa la deuda, y en estos momento la deuda es el 90% del PIB español. No es cierto que la deuda sea pública sea el resultado del despilfarro, del tópico “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, ni de los gastos en la sanidad y educación. El problema es el fraude fiscal y los intereses de la deuda. En su libro los profesores Navarro y Torres defienden que la banca y las grandes fortunas son los amos del mundo. Y apuntan como hecho clave la fusión de la banca comercial y la banca de inversión. EN USA había una ley que separaba las 2 actividades. Con Clinton se abolió esa ley. La banca tomó el ahorro en lugar de darlo a actividades productivas, lo dio a actividades especulativas, creció una bola de dinero.

De 1945 a 1970 casi no hubo crisis financiera, porque había controles de capitales, había supervisores. A partir de los años 70 y 80 del siglo XX desaparecen los controles y ha habido más de 100 crisis financieras distintas.
vídeo de la entrevista en la 2 de rtve.

martes, 9 de octubre de 2012

Más de 500 familias desalojadas por día en España

En medio de la crisis económica que afecta a España, más de 500 familias son desalojadas cada día en el país por no pagar el alquiler o las cuotas hipotecarias.

Desde 2008 se han producido cerca de 400.000 ejecuciones hipotecarias. En el primer trimestre de este año, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), entidad gubernamental, reportó 46.559 desahucios. Por día, 517 familias fueron desalojadas de sus hogares por incumplimiento de pagos.

La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), una entidad creada para llamar la atención sobre el problema, estima que a este ritmo el país terminará el 2012 con más de 180.000 familias desalojadas.

Ada Colau, activista de los derechos de vivienda y fundadora de la PAH, se queja de que la legislación protege a los bancos pero no a las personas que pierden su trabajo y no pueden pagar los préstamos.

Ella dice que en la época del auge inmobiliario el gobierno "facilitó crédito irresponsable" y que ahora anuncia recortes en el gasto de educación y salud, mientras rescata a las entidades financieras.

La PAH recoge firmas para una iniciativa legislativa popular que propone, entre otras cosas, la suspensión de los desalojos durante la crisis y la asignación de viviendas desocupadas para alquileres sociales.

"Hay que tratar a la vivienda como un derecho", afirma Colau.

De la burbuja a las casas vacías
Entre 1997 y 2007 se construyeron 390.00 viviendas al año en España, y los precios de la propiedad aumentaron un 200%. Hoy en día, las casas están vacías.

Según datos preliminares del Instituto Nacional de Estadística (INE) para el censo de este año, entre 5 y 6 millones de viviendas en el país estarían vacías, lo que representa el 20% del parque de viviendas residenciales.

Cataluña es una de las comunidades autónomas más afectadas por la crisis de la vivienda. Allí se produce el 20% de los desahucios de España, según el CGPJ.

En las acciones colectivas de la PAH, las familias que perdieron sus casas legalmente tomaron cuatro edificios vacíos embargados por los bancos en Cataluña.

Ocupación
Un edificio de la calle Pompeu Fabra, en Terrassa (a 23 km de Barcelona), está ocupada por 11 familias desde el pasado mes de diciembre. La toma de viviendas fue una manera de llamar la atención de las autoridades y ejercer presión sobre los bancos. Y también la única forma de que estas familias tengan un techo, aunque temporal.

Esto explica José Arturo Ramírez, de 44 años, soldador desempleado desde hace cuatro años, que ocupa uno de los apartamentos con su esposa, dos hijos, yerno y nieto.

Ramírez es una de las víctimas del sector más castigado de esta crisis económica, el de la construcción. "Nadie tenía la menor idea de que terminaría así, pero los bancos sí lo sabían. Era muy fácil conseguir un préstamo", recuerda... seguir leyendo aquí en la BBC.

sábado, 4 de agosto de 2012

Vicenç Navarro: "El Banco Central presta a intereses muy bajos a la banca privada, es un lobby de la banca privada y del Bundesbank"

ENTREVISTA A VINCENÇ NAVARRO EN 'A VIVIR' DE LA SER.

 ''La imagen de que el euro está en peligro le viene muy bien al capital financiero alemán''
Vicenç Navarro, economista, politólogo y catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra y de la Universidad John Hopkins de Baltimore, explica en 'A Vivir' de la SER, de  las claves de la situación económica.

 El catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra califica de frívolas las alertas sobre la salud de la moneda única y señala que "España, ahora mismo, es una colonia alemana". El euro no está en peligro, los que están en peligro son los ciudadanos: "Podría hacerse una política alternativa; la suma de los PIB de Francia, Italia y España es mucho mayor que el Producto Interior alemán, pero las estructuras de poder de esos países no quieren enfrentarse a la alemana y salir del euro".

A los que manejan el poder no les conviene:
"Tanto la banca como la patronal consiguen lo que siempre han deseado: bajar salarios, quitar el estado del bienestar, que no haya protección social. Ellos dicen que no son responsables, que viene de Bruselas".

Frivolidad por parte de los gobernantes y victimismo por parte de Alemania:
"Hay un gran movimiento de capitales desde la periferia europea a Alemania, porque su bono público es el mas seguro después del estadounidense. A Alemania le viene muy bien esta situación: los 100.000 millones de euros que da para rescates no es por ayudar, sino porque Alemania al final los volverá a recibir".

Juega con la expulsión de Grecia o España, pero no le conviene que estos países se vayan del euro porque quieren cobrarse la deuda que le deben:
"España, ahora mismo, es una colonia alemana". A su sector exportador también le conviene porque los demás no pueden competir con él.

La pregunta ahora es, ¿cómo se ha llegado a este punto en el que Alemania parece controlar todo?
La explicación está en la historia: "Después de la caída del muro de Berlín, la idea de que Alemania surgiría de nuevo reunida atemorizó mucho a los países aliados que la habían enfrentado dos veces en el siglo XX. Para integrar esa Alemania post-nazi a la Europa democrática, se decidió hacer desaparecer la moneda alemana, el marco, y que fuera sustituida por una europea, el euro.

El euro surge como un mecanismo de integración de Alemania en la Unión Europea". En esta creación de una moneda común Alemania puso dos condiciones: la primera, que el banco central que gestionara el euro estuviese bajo la influencia del Bundesbank, y la segunda, el Pacto de estabilidad, por el cual se forzaría a los estados miembros a no tener un déficit público mayor al 3% del PIB.

El mecanismo de un banco central debería ser el siguiente: cuando los intereses de la deuda pública suben mucho se imprime dinero y se compra esa deuda, así los intereses vuelven a bajar y se protege al Estado de la especulación de los mercados financieros.

Según esto, "En Europa no hay un banco central, porque el BCE lo que hace es prestar dinero a unos intereses muy bajos a la banca privada, así esta compra deuda pública a unos intereses de 6 y 7% y hacen el negocio del año. El Banco Central Europeo es un lobby de la banca y del Bundesbank".
 Lo peor de todo es que ni siquiera en Alemania están bien: "Sus clases son víctimas del sistema, la estructura de poder de Alemania gobierna a costa de su propia clase trabajadora y a costa de las clases populares de los países periféricos. Eso nos convierte en una colonia de esa estructura de poder".

lunes, 16 de julio de 2012

El por qué de los recortes

Una de las tesis que se promueven con mayor ahínco en los círculos neoliberales del país es que España entró y permanece en crisis por su excesivo gasto público y falta de disciplina fiscal. De esta tesis se concluye que hay que reducir el gasto público y recuperar la famosa disciplina fiscal, reduciendo el déficit público para alcanzar el nivel exigido por el Pacto de Estabilidad (el 3% del PIB).

Esta tesis es fácilmente demostrable que carece de credibilidad. El Estado español era, en realidad, el modelo de rectitud ortodoxa neoliberal. Tenía un superávit en las cuentas del Estado en los años 2005, 2006 y 2007, y su deuda pública era de las más bajas de la Eurozona. Durante el periodo 2004-2007, tal deuda pública bajó del 46% al 36%. España no podía ser más modélica desde el punto de vista neoliberal. Los responsables de la política económica y fiscal del Gobierno español recibieron el aplauso de las autoridades europeas que gestionan y dirigen la Eurozona (desde el Consejo Europeo y la Comisión Europea al Banco Central Europeo) y como no, del Fondo Monetario Internacional.
En realidad, la sensación de euforia era tal que el Gobierno socialista español, bajo la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero, decidió bajar los impuestos, identificando tal medida con ser de izquierdas. Su slogan más conocido en aquellos años fue que “bajar los impuestos es de izquierdas”. Esta bajada de impuestos aumentó el déficit estructural del Estado, es decir, el déficit público, que determinan los ingresos y gastos estructurales y no coyunturales. Este aumento del déficit estructural permaneció ocultado o ignorado por el aumento de los ingresos al Estado, resultado de la situación coyuntural provocada por la burbuja inmobiliaria. Ahora bien, cuando esta burbuja explotó, el déficit estructural apareció con toda claridad y contundencia. Los ingresos al Estado bajaron en picado, resultado, en gran parte, de que la estructura fiscal del Estado español depende excesivamente de las rentas del trabajo y muy poco de las rentas del capital. Cuando la actividad económica se colapsó y el desempleo se disparó, los ingresos al Estado bajaron y mucho. De ahí el déficit público del Estado. No tiene nada, nada que ver con el aumento del gasto público, el cual, medido en gasto público por habitante, ha ido bajando, no subiendo. Y los datos así lo muestran. Se están recortando y recortando, y en cambio el déficit público apenas baja y el crecimiento económico está decreciendo. ¿Qué evidencia esperan los círculos neoliberales para poder ver que están profundamente equivocados?
 Por otro lado, un punto clave poco estudiado y con escasa visibilidad mediática es ¿por qué la burbuja inmobiliaria explotó? La causa primordial es que la mayoría del dinero que estaba detrás de la burbuja inmobiliaria procedía de bancos alemanes, franceses, holandeses, belgas, entre otros. En realidad el enorme flujo de dinero (lo que se llama inversión financiera) a España explica que la balanza de pagos (la diferencia entre el capital que entra y el que sale del país) se disparara en aquellos años de burbuja inmobiliaria. El hecho de que la banca europea alimentara a la banca española se debía, como no podría ser de otro modo, a que eran inversiones financieras extraordinariamente beneficiosas. Su rentabilidad era enorme. Pero cuando esta banca europea contaminada por los productos tóxicos procedentes de la banca estadounidense se paralizó, el dinero dejó de venir a España y la burbuja inmobiliaria explotó, creando un agujero en el PIB español equivalente a un 10% de su tamaño. Y todo ello en cuestión de meses.

Ahora España tiene un problema enorme porque debe mucho dinero a los bancos europeos, que no puede pagar. Y los bancos europeos tienen un problema incluso mayor, porque han prestado tanto dinero a España y a los otros países intervenidos (Grecia, Portugal e Irlanda) que si éstos no lo pagan, tienen un problema gravísimo. En realidad, muchos de ellos se colapsarían. Los bancos alemanes habían prestado en 2009 la enorme cantidad de 704.000 millones de euros a los países PIGS (España, Grecia, Irlanda y Portugal), convertidos en GIPSI con la inclusión de Italia. Esta cantidad es muchas veces superior al capital en reserva de la banca alemana. Si estos países no pudieran pagar su deuda, la banca alemana colapsaría. El establishment financiero alemán y su Gobierno, presidido por la Sra. Merkel, es plenamente consciente de este hecho. Y de ahí su énfasis en que el objetivo prioritario de las políticas de austeridad que está imponiendo a aquellos países y de la supuesta “ayuda financiera” a sus bancos, sea el de que la banca alemana recupere el dinero prestado.

El objetivo de los recortes es salvar la banca alemana
Y así nacieron las políticas de recortes. Como bien escribía recientemente nada menos que el editor senior del Financial Times, el Sr. Martin Wolf (25.06.12) el objetivo de estos recortes en España tiene poco que ver con recuperar la economía española y sí con que se pague a los bancos europeos, incluyendo los alemanes, lo que se les debe. Así de claro.

Ahora bien, como las cosas no se pueden decir tan claro, el argumento que se utiliza por los economistas y políticos neoliberales, es que hay que reducir el déficit público para “inspirar confianza a los mercados financieros” de manera tal que éstos vuelvan a prestar dinero a España. Según tal argumento, la desconfianza de los mercados hacia España determina que la prima de riesgo española haya subido tanto, ignorando que el que marca los intereses de la deuda pública no son los mercados, sino el BCE, que es el lobby de la banca, y muy en especial de la banca alemana. El hecho de que el BCE no haya comprado deuda pública española durante más de tres meses es la mayor causa de que la prima de riesgo se haya disparado. Lo que le importa más a la banca alemana (y a su instrumento, el BCE) es que continúe la austeridad, que sigan y se profundicen los recortes por parte del Estado español a fin de que éste y la banca privada a la que el Estado español ha estado subvencionando y ayudando en cantidades exuberantes (más de un 10% del PIB) paguen ahora lo que deben a aquellos bancos europeos, incluyendo los bancos alemanes. Y los famosos 100.000 millones de euros que el Gobierno Rajoy ha solicitado de las autoridades que gobiernan la Eurozona irán destinados a continuar ayudando (todavía más) a los bancos, y todo ello financiado por el ciudadano normal y corriente que paga al Estado y sostiene la deuda pública. En realidad, incluso dirigentes del Gobierno alemán así lo han reconocido. Uno de los consejeros económicos del Gobierno alemán, Peter Böfinger, así lo ha dicho. “Las ayudas a la banca (de los países en dificultades) no tienen que ver con el intento de ayudar a tales países en sus problemas, sino ayudar a nuestros bancos que tienen gran cantidad de deuda de aquellos países” (Chatterjee, Pratap, Bailing Out Germany: The Story Behind The European Financial Crisis).
En realidad, si de verdad tanto el Gobierno Rajoy o el Consejo Europeo desearan ayudar a la economía española, no transferirían estos 100.000 millones a la banca (que no ha estado ofreciendo crédito ni a las familias ni a las medianas y pequeñas empresas), sino a organismos estatales como el Instituto de Crédito Oficial (ICO), con el mandato de ofrecer crédito accesible y razonable (no el que provee la banca hoy) a la ciudadanía y a medianas y pequeñas empresas españolas. Tales transferencias públicas podrían también estimular el establecimiento de bancas públicas (tanto centrales como autonómicas) o cooperativas de crédito que garantizaran la existencia de crédito, uno de los mayores problemas que existe hoy en la España endeudada.

Pero lo que las autoridades europeas desean más que nada es que la banca española y el Estado español paguen a los bancos alemanes, franceses, holandeses, belgas y otros lo que les deben, a fin de -según dicen ellos- recuperar la confianza de los mercados. Pero este argumento asume que existen mercados, lo cual es fácil de demostrar que no ocurre. En un mercado, la responsabilidad de un préstamo fallido es compartida. Es un fallo de la persona o institución que pidió el préstamo, pero lo es también de la persona o institución que ofreció el préstamo. Y esto no está ocurriendo. En esta situación se está penalizando al primero a fin de salvar los intereses del segundo. Esto es lo que está haciendo, entre otros, el Gobierno alemán, que acusa y critica al Estado español por haber permitido la formación de la burbuja inmobiliaria sin citar el papel clave que el Estado alemán y la banca alemana jugaron en el establecimiento y explosión de tal burbuja. No se puede hablar de prestatarios irresponsables sin hablar también de los prestamistas irresponsables. Y el Gobierno alemán está imponiendo las políticas de austeridad para asegurarse de que a la banca alemana irresponsable se le pague la deuda con intereses (que, por cierto, alcanzan niveles estos últimos que cubren varias veces el coste de la deuda en sí). Y así estamos. Vicenç Navarro.

Público.es Fuente: http://blogs.publico.es/dominiopublico/5499/el-por-que-de-los-recortes/

domingo, 10 de junio de 2012

Rescate: Se consuma el engaño

Primero los gobiernos les crearon las condiciones para que financiaran una burbuja de crédito sin precedentes y con la que han ganado docenas de miles de millones de euros. Dictaron leyes de suelo para que los promotores les pidieran préstamos que financiaran construcciones en todas las esquinas de España, que irían quedándose vacías y sin vender cada vez en mayor número. Aumentaron las facilidades fiscales para promover las ventas y desincentivaron el alquiler y el consumo colectivo de servicios de ocio o residencia.
 Solo de 2000 a 2007, los bancos multiplicaron el crédito total destinado a la actividad productiva por 3,1, el dirigido a la industria por 1,8, el de la construcción por 3,6 y por 9 el dirigido a la actividad inmobiliaria. Y eso que cada vez disponían de menos depósitos para generarlo: en 2000 la banca española recibía 1,43 euros en depósitos por cada euro que concedía a crédito, mientras que en 2007 solo 0,76 euros.
 No contentos con los beneficios que les daba el negocio inmobiliario que condenaba al monocultivo a la economía nacional, impusieron políticas de bajos ingresos y recortes salariales para que las familias y pequeños empresarios vivieran en el filo de la navaja y tuvieran que endeudarse hasta las cejas.
 Pero no contentos con obtener beneficios normales, los bancos utilizaron a sus tasadores para aumentar artificialmente los activos sobre los cuales iban a dar créditos, para así generar más deuda y cobrar comisiones más suculentas y recurrieron a todo tipo de prácticas comerciales predatorias para fomentar el consumo: manejaban a su antojo los índices de referencia, incluían la abusiva cláusula que autoriza al banco a vender el piso en subasta notarial si se produce el impago de la deuda, reclamaban importes elevadísimos por cuentas que creían canceladas, cobraban comisiones leoninas (más que en cualquier otro lugar de Europa) por cualquier cosa, giraban una y otra vez un recibo inatendido por el cliente generando múltiples gastos de reclamación por una misma deuda, embargaban saldos en cuentas corrientes sin respetar lo establecido en la ley... hasta cuatro folios me ocupa el listado de malas prácticas que han recopilado las asociaciones de usuarios, es imposible consignarlas todas aquí. Y eso, por no hablar de las estafas estrella, que han podido suponer un auténtico robo de entre 12.000 y 15.000 millones de euros, si no más, mediante las participaciones preferentes, las cláusulas suelo, etc.
 Mientras sucedía todo esto, las autoridades dejaron hacer, consintieron las tropelías bancarias y permitieron que se inflase la burbuja sin cesar, haciendo oídos sordos a todas las advertencias. El actual Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, decía en 2003: "no existe una 'burbuja inmobiliaria' (...) el concepto de burbuja inmobiliaria es una especulación de la oposición que habla insensatamente de la economía de ladrillo y olvida que la construcción es un sector fundamental para la economía del país y en el que trabajan cerca de un millón de personas" (El Mundo 2 de octubre de 2003).
Y el más tarde Ministro de Economía, Pedro Solbes, afirmaría que quienes auguraban el riesgo de recesión por esa causa "no saben nada de economía" (El País, 11 de febrero de 2008). Los dirigentes de uno y otro partido negaban lo que hiciera falta, por muy evidente que fuese para el resto de los españoles, con tal de dejar que los banqueros y los grandes empresarios de la construcción literalmente se forraran a costa de todos los españoles.
 El gobernador del Banco de España que había colocado el PP, Caruana, se pasaba por el arco del triunfo la denuncia de sus inspectores que en 2006 le señalaban formalmente que no se hacía nada frente a un endeudamiento creciente y muy peligroso de la banca española. Pero eso sí, no había declaración suya o más tarde de su sucesor, el socialista Férnandez, en la que no reclamasen moderación salarial y recortes de gasto social. Pero gracias a todo ello, los bancos españoles se convirtieron en los más rentables del universo, justo, eso sí, en la misma medida en que situaban a nuestra economía entre las más vulnerables. 

Cuando estalló la burbuja y ya no se iba a poder disimular lo que había pasado, el inmenso negocio que los bancos habían hecho a costa de la deuda, todos consintieron en disimular. Permitieron que los bancos declarasen en balance los activos dañados a precios de adquisición siendo cómplices así de un engaño descomunal que hirió de muerte la credibilidad de nuestra economía porque, por mucho que Zapatero dijese en septiembre de 2008 -como le dictaban Botín y compañía- que el sistema financiero español era "el más sólido del mundo", los inversores y prestamistas internacionales sabían lo que de verdad había hecho la banca española.
 Los dos grandes partidos, a los que se suman los de los nacionalistas de derechas de Cataluña y el País Vasco, colocaron en las cajas de ahorros a sus amigos y militantes y crearon una red de oligarquías provinciales que alentó la especulación, extendió la corrupción y que comenzó a llevar al desastre a la gran mayoría de las entidades, al convertirlas en clones de los bancos privados, sin tener capacidad real ni naturaleza legal para serlo.
 Y para facilitar la recuperación de los bancos mas grandes y dejarles a ellos todo el mercado consensuaron la ley de cajas que las llevaba a su bancarización forzada, para provocar cuanto antes su caída y el reforzamiento por esa vía de los bancos más grandes... Leer todo aquí en Público, por Juan Torres.

"What we are asking is financial support, and this has absolutely nothing to do with a full bailout," Luis de Guindos, the Spanish economy minister, said.

"Lo que estamos pidiendo es apoyo financiero, y esto no tiene absolutamente nada que ver con un rescate total", dijo Luis de Guindos, el ministro de Economía español. (NYT) Un esquema del proceso y situación económica de la zona euro en el NYT. Spain to Accept Rescue From Europe for Its Ailing Banks
 Responding to increasingly urgent calls from across Europe and the United States, Spain on Saturday agreed to accept a bailout for its cash-starved banks as European finance ministers offered an aid package of up to $125 billion. European leaders hope the promise of such a large package, made in an emergency conference call with Spain, will quell rising financial turmoil ahead of elections in Greece that they fear could further shake world markets. The decision made Spain the fourth and largest European country to agree to accept emergency assistance as part of the continuing debt crisis. The aid offered by countries that use the euro was nearly three times the $46 billion in extra capital the International Monetary Fund said was the minimum that the wobbly Spanish banking sector needed to guard against a deepening of the country’s economic crisis. The announcement of a deal came amid growing fears that instability in Spain could drag down an already sputtering world economy. The decision was the culmination of weeks of a contentious back-and-forth between Spain and its would-be creditors in which it was hard to tell how much of Spain’s resistance to financial help was tactical maneuvering for a better deal and how much a refusal to admit the depth of the banking sector’s troubles. The escalating tension prompted President Obama to push Friday, in unusually explicit terms, for quick European action... Leer más en el NYT. (By RAPHAEL MINDER, NICHOLAS KULISH and PAUL GEITNER MADRID)

viernes, 1 de junio de 2012

Bankia, la pieza principal del problema financiero en España

Con diez millones de clientes y 400.000 accionistas Bankia, la cuarta entidad bancaria de España, tiene en vilo a la economía del país por sus activos tóxicos, heredados del boom inmobiliario, y porque el gobierno de Mariano Rajoy ha subrayado que aportará todo el dinero público necesario para su rescate.
 Este viernes Bankia le pidió al gobierno una inyección de US$24.000 millones, lo que sería el mayor rescate bancario en la historia de ese país. Esto se produce unas semanas después de que el gobierno inyectara US$6.000 millones para rescatar al banco. También el viernes, las acciones de Bankia fueron suspendidas en la Bolsa de Madrid mientras un equipo contratado por el Estado desarrolla un plan de reestructuración. Parcialmente nacionalizada hace unas semanas, la entidad no sólo arrastra los males de la burbuja inmobiliaria como otros bancos españoles sino que además su rescate coincide con los severos recortes que aplica el gobierno en sectores sensibles como la salud y la educación. Después de semanas convulsas para la entidad (su presidente, Rodrigo Rato, renunció y luego se anunció la necesidad de la intervención del gobierno para sanear las cuentas de Bankia), sus acciones han ido cayendo ante la incertidumbre en torno a si será rescatado o no. Tanto el banco como el gobierno se mueven cautelosamente porque un descalabro tendría consecuencias en todo el sistema financiero español.
 Pero ¿cuál es la importancia de Bankia en el rompecabezas de la crisis en España? BBC Mundo se lo explica en estas claves.
El tamaño del banco en el sistema financiero español
Bankia surgió en 2010 como consecuencia del proceso de reestructuración del sistema financiero español promovido por el Banco de España. De esta manera se unieron siete entidades: Caja Madrid, Bancaja, La Caja de Canarias, Caixa Laietana, Caja Rioja, Caja Ávila y Caja Segovia. Bankia tiene 10 millones de clientes, unos activos totales de unos US$342.000 millones y un valor patrimonial de unos US$15.000 millones. Actualmente es la cuarta entidad bancaria de España.
¿Cómo llegó a esta situación?
Los analistas calculan que Bankia tiene unos US$40.000 millones de activos en dificultades, derivados del llamado boom del ladrillo. "Seguramente es el banco más expuesto de los grandes bancos de España a los préstamos del boom inmobiliario. Los otros grandes bancos no están tan expuestos como Bankia", explicó a la BBC Santiago Carbó, profesor de economía de la Universidad de Granada. Bankia no se escapa a la herencia de los créditos inmobiliarios que afectan a otras entidades españolas. El Banco de España, en su último Informe sobre la Estabilidad Financiera, señala que los bancos ibéricos poseen créditos inmobiliarios y de la construcción "problemáticos" por valor de US$234.000 millones, equivalentes a más del 17% del PIB español. "Esos créditos son la herencia envenenada de un boom constructor e inmobiliario por el que se edificaron cinco millones de casas nuevas entre 1997 y 2007, el doble del aumento de hogares en España en ese período", señala el especialista de economía de la BBC, Robert Peston. "Tan malos son esos créditos que los bancos están dando por hecho que solo recuperarán la mitad o menos de lo que prestaron", apunta Peston.
¿Cuál es la solución que propone el gobierno?
Después de la renuncia del presidente de Bankia, Rodrigo Rato, el gobierno anunció una inyección de US$12.500 millones a la entidad desde el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), creado en 2009 para gestionar los procesos de reestructuración de entidades de crédito. Nuevas formas artísticas de protestas, ver vídeo.
Uno de sus problemas es que el fondo cuenta con US$11.000 millones y las ayudas iniciales que requiere Bankia superan los US$18.000 millones. No obstante, el gobierno ha subrayado que aportará todo el dinero necesario. La polémica en las calles españolas es que mientras el gobierno recorta recursos de sectores como la salud y la educación, abre el grifo de forma incondicional para reflotar los bancos. El FROB se financia en su mayoría con dineros públicos.
¿Qué pasa si el rescate sale mal?
Aunque los otros grandes bancos españoles, como el Santander o el BBVA, no están tan expuestos a los préstamos inmobiliarios, una quiebra de Bankia no sólo afectaría a todo el sistema financiero español sino al crecimiento económico y la creación de empleo, señalan los analistas. Existen temores de que si el valor de las acciones de Bankia se hunde a causa del rescate, los ahorristas podrían dejarse llevar por la ansiedad y comenzar a retirar en masa sus depósitos, debilitando aún más el banco. No obstante, existe un sistema de protección al ahorrista, por el cual su dinero está garantizado hasta un monto máximo, que en el caso español es de unos US$127.000. "Los mercados están tensos y temerosos sobre la situación en España y sobre todo quieren saber de dónde sacará dinero el gobierno para ayudarles", comentó Santiago Carbó.  (Una niña de 12 años nos explica la cuestión de la deuda y los Bancos, claro y bien.)

A la coyuntura hay que sumarle los altos intereses que está pagando el gobierno por la deuda española y la caída del precio de las acciones de bancos como Bankia. Robert Peston subraya que el escenario español recuerda al irlandés que al final de una fuerte crisis por una crisis inmobiliaria similar, tuvo que recurrir a las fondos de rescate europeos. "La gran pregunta que se deben hacer España y la eurozona es si el país ibérico es una versión gigante de Irlanda, país que nacionalizó sus bancos para tapar su agujero financiero con dinero de los contribuyentes. ¿Será suficiente el dinero de los contribuyentes españoles para salvar a los bancos del país?", detalla Peston. BBC. Noticias de Grecia

miércoles, 30 de mayo de 2012

¿Quiénes lo están impidiendo? Los bancos deben ser los más interesados en que se cree una comisión sobre la crisis no solo de Bankia, sino del sistema

Los primeros interesados en que se cree en España una comisión parlamentaria que investigue qué ha sucedido, no solo en el caso Bankia, sino en la crisis del sistema financiero español, deberían ser los propios bancos, que están sometidos a una permanente sospecha por parte de los ciudadanos y que corren el riesgo de aislarse cada día más de la sociedad, por muchas campañas de publicidad que algunos de ellos hayan decidido lanzar en las últimas semanas. España necesita recuperar credibilidad ante los mercados, se nos dice, y para ello se convoca a auditores extranjeros (corroborando, por lo que se ve, la ineficacia de las auditorias del Banco de España, un gesto de difícil digestión). Sea como sea, tienen razón quienes nos advierten de que es imperioso recuperar la confianza de los inversores extranjeros. Pero también lo es que los ciudadanos recuperemos confianza en nuestro país y eso no es posible si no se nos proporcionan explicaciones extensas y documentadas sobre qué ha ocurrido. Dejar eso en manos de Goldman Sachs sería un síntoma de que nos hemos vuelto completamente locos. No se trata simplemente de saber cuánto dinero deberá prestar o invertir el Estado para sanear el sistema sino, sobre todo, dónde estuvieron los fallos de ese sistema, que impidió que se reaccionara antes y qué se puede hacer para impedir que suceda algo semejante en el futuro. Esta última parte es, probablemente, la que más echa atrás a las entidades financieras a la hora de someterse a una comisión semejante, partidarias como son de la menor regulación posible de sus actividades, pero, aun así, deberían pensar en el coste interno que está teniendo para todo el sistema la inexistencia de una comisión parecida. Además, es algo que nos merecemos por el simple hecho de ser ciudadanos de una democracia, como se lo merecieron los británicos o los norteamericanos. En Estados Unidos se puso en marcha en 2010 una Comisión de Investigación sobre la Crisis Económica, que emitió un largo informe en 2011, y aun hoy, el Comité de Banca del Senado sigue convocando en audiencia a cuanto responsable de institución financiera, organismo regulador o personalidad de la vida política o académica considera necesario para vigilar el desarrollo de los acontecimientos. Esta misma semana llamó al responsable de JP Morgan Chase, Jamie Dimon, para que explique las pérdidas de 1.500 millones de euros provocados por una operación arriesgada. Nos merecemos la creación de esa comisión. De hecho, es inconcebible que todavía no hayan pasado por el Congreso o por el Senado decenas de personas implicadas de una forma u otra en esta crisis. Ya no se trata solo de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se decida a hacer más apariciones públicas en los momentos en los que su ausencia resulta más angustiosa, sino de algo todavía más serio: de que el Parlamento tenga el papel que le corresponde, no solo como legislador sino como vehículo para que los ciudadanos dispongan de la información necesaria para valorar los acontecimientos. Conste que para cumplir ese papel, habría que preparar concienzudamente las sesiones de audiencia y no incurrir en espantosos precedentes... SOLEDAD GALLEGO-DÍAZ, El País, 20 MAY 2012

lunes, 28 de mayo de 2012

EL DRAMA DE LAS CUENTAS PÚBLICAS. La realidad desborda los planes de Rajoy. Nadie se anima ya a descartar nada en una situación que empeora cada día.

Si había un plan, ya no queda ni rastro de él. Todas las previsiones del Gobierno se han visto desbordadas. Hace solo unas pocas semanas, Mariano Rajoy prometía que no habría dinero público para los bancos. Solo en Bankia entrarán 23.500 millones. El lunes, la aportación extra iba a ser de 7.000 millones, según Luis De Guindos. El viernes a mediodía, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría decía que sería un préstamo y no quería cuantificarlo. El viernes por la tarde esa cantidad llegaba a 19.000 millones. Y ayer José Ignacio Goirigolzarri explicó que nada de préstamo: es una entrada de capital, no se devuelve nada, el Estado invierte en Bankia, y solo si sale muy bien recuperará su dinero, el de todos los contribuyentes. Si hay algo a lo que le teme el Gobierno es a la sensación de improvisación. Es una de las cosas que mataron a José Luis Rodríguez Zapatero, analizan. Pero en privado varios miembros del Ejecutivo admiten que la situación se ha vuelto absolutamente imprevisible. Que todo cambia por horas. Y que aunque en público se trate de ofrecer una imagen de normalidad, en privado ya nadie se anima a descartar ningún escenario. El más evidente de todos ellos es el de la entrada de dinero europeo en los bancos españoles. Rajoy insiste en rechazarlo —“a fecha de hoy”, aclaró el miércoles en París— y Alfredo Pérez Rubalcaba, con el que se reunió tres horas el viernes, en pleno momento crítico, le respalda en ese rechazo. Ambos entienden que en este momento sería una intervención e implicaría una desconfianza definitiva de los inversores en España y someterse a las durísimas condiciones que han sufrido otros países. Las pensiones y el seguro de desempleo en sus actuales condiciones serían sin duda dos asuntos en cuestión. Sin embargo, aunque Rajoy se niegue a plantearlo ni siquiera en privado, el asunto está encima de la mesa del Gobierno. Todos quieren evitarlo, y se está haciendo de todo,... Seguir leyendo. CARLOS E. CUÉ, El País, Madrid 26 MAY 2012